EL RENDIMIENTO (DESEMPEÑO) ACADÉMICO
La complejidad del rendimiento académico inicia desde su definición ya que en
ocasiones se le denomina como aptitud escolar, desempeño académico ó rendimiento
escolar, pero generalmente las diferencias de concepto sólo se explican por cuestiones
científicas porque se utilizan como sinónimos.
La tarea de la educación es formar seres humanos para el presente, en los que
cualquier otro ser humano pueda confiar y respetar, capaces de pensarlo todo y hacer lo
que se requiera como un acto responsable desde su consciencia social y el rendimiento
es una relación entre lo obtenido y el esfuerzo empleado para obtenerlo. Es un nivel de
éxito en la escuela, en el trabajo y demás áreas de la vida.
El rendimiento académico hace referencia a la evaluación del conocimiento
adquirido en el ámbito escolar, terciario o universitario. Un estudiante con buen
rendimiento académico es aquél que obtiene calificaciones positivas en los exámenes
que debe rendir a lo largo de una cursada.
Un autor como Pizarro (1985), se refiere al rendimiento académico como “una
medida de las capacidades respondientes o indicativas que manifiestan, en forma
estimativa, lo que un individuo ha aprendido como consecuencia de un proceso de
instrucción o formación”.
Igualmente Gimeno (1977), expresa en sus escritos que el rendimiento académico
“es un conjunto de habilidades, destrezas, hábitos, ideales, aspiraciones, intereses,
inquietudes, realizaciones que aplica el estudiante para aprender”, lo que se convierte en
un indicador del nivel de aprendizaje alcanzado por los estudiantes en el aula de clases.
Muchas veces se trata de niños inteligentes, que no tienen problemas para captar la
información, pero que fallan en las áreas de la lectura, la escritura o el cálculo. Cuando
un alumno constantemente refleja en sus calificaciones un bajo rendimiento académico
y a pesar de sus esfuerzos, éste no mejora, puede ser un indicio de deficiencia escolar o
bajo desempeño académico.
El rendimiento es un producto de la personalidad global del estudiante. La
calificación expresa, en alguna medida, el rendimiento objetivo del alumno. Las
calificaciones escolares, por lo demás, han sido y son ampliamente utilizadas en casi
todos los sistemas escolares.
La familia y la sociedad aceptan las calificaciones, como fuente de información
acerca del progreso de los alumnos. En función de estas calificaciones, la sociedad
selecciona a los individuos para el ejercicio profesional y les gratifica. El criterio más
utilizado por los investigadores, para determinar el rendimiento académico son las
calificaciones escolares.
Numerosas investigaciones de diferentes ciencias como la psicología y la pedagogía
han demostrado que el proceso de enseñanza aprendizaje permite a los estudiantes
obtener un funcionamiento y logros académicos que se expresan en una nota global,
pero que además en él influyen factores, psicosociales, biológicos y familiares, además
de las experiencias de aprendizaje y la calidad de la enseñanza brindada.
El resultado se expresa no sólo en notas sino también en acciones entendidas como
lo que efectivamente el estudiante logra hacer con lo aprendido, como lo diría
Chadwick (1979) “el rendimiento académico es la expresión de capacidades y
características psicológicas del estudiante que se actualizan a través de un proceso de
aprendizaje”