Claude Lefort: La inquietud de la política
Por Edgar Straehle y Laura Llevadot
()
Información de este libro electrónico
Este libro examina sus contribuciones más importantes, las cuales giran en torno a temas como el poder, el totalitarismo, los derechos humanos o la democracia. Recientemente, Lefort ha sido considerado por Oliver Marchart como uno de los principales representantes de lo que se ha llamado el pensamiento político posfundacional.
Relacionado con Claude Lefort
Libros electrónicos relacionados
Letal e incruenta: Walter Benjamin y la crítica de la violencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa democracia contra el Estado: Marx y el momento maquiaveliano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa revolución: Una filosofía social propia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas a los filósofos, los artistas y los políticos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa saga de los intelectuales franceses. Vol. I El desafío de la historia (1944-1968) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesReflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesWalter Benjamin: fragmento, umbralidad, fantasma: Claves conceptuales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo irrealizable: Para una política de la ontología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNietzsche actual: Reflexiones ineludibles sobre un clásico intempestivo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGeorge Orwell: O el horror a la política Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mirada del ángel: En torno a las Tesis sobre la historia de Walter Benjamin Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMedianoche en la historia: Comentarios a las tesis de Walter Benjamin «Sobre el concepto de historia» Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El concepto de autonomía del arte en Theodor W. Adorno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa teoría crítica en la era del nacionalsocialismo: Ensayos (1934-1941) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBebuquin: O los diletantes del milagro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHannah Arendt: lo filosófico y lo político Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobre Kafka. El otro proceso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstudios del malestar: Políticas de la autenticidad en las sociedades contemporáneas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jacques Rancière: Ensayar la igualdad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas mejores palabras: De la libre expresión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHannah Arendt: Libertad política y totalitarismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntagonismos: problemas y alternativas de una categoría laclausiana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAlain Badiou: Lo político y la política Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDispositivos neoliberales y resistencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJacques Derrida: Democracia y soberanía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna arqueología de lo político: Regímenes de poder desde el siglo XVII Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGiorgio Agamben: Política sin obra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pandemia. Ideas en la encrucijada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo inmemorial: El sujeto y sus dobles Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Filosofía para usted
El Libro de Enoc Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalión de Hermes Trismegisto: Las 7 Leyes Universales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5EL Hombre Mediocre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalion Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Filosofía del rey Salomón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El camino del carácter Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Devocional 365 días para Mujeres :: 20 Mujeres de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La ley del espejo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La brevedad de la vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Zensorialmente : Dejá que tu cuerpo sea tu cerebro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La sociedad del cansancio: Cuarta Edición Especial Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas del diablo a su sobrino Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Historia Oculta De Cristo y Los 11 Pasos De Su Iniciación - De JESÚS a CRISTO Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El arte de pensar: Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Diario para padres estoicos: 366 meditaciones sobre crianza, amor y educación de los hijos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Filosofía para principiantes: Introducción a la filosofía - historia y significado, direcciones filosóficas básicas y métodos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Anexo a Un Curso de Milagros Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Diario de gratitud Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ciudad de Dios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL MITO DE LA CAVERNA: Platón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Esposa de Caín no era ni su Hermana ni su Pariente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesComo Un Hombre Piensa: Así Es Su Vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Illuminati: los amos que controlan el mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Experiencias Sobrenaturales con el Dios Vivo: Historias Reales sobre Ángeles, Milagros y Encuentros Celestiales: Historias reales sobre ángeles, milagros y encuentros celestiales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para Claude Lefort
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Claude Lefort - Edgar Straehle
© Edgar Straehle, 2017
© De la presentación: Laura Llevadot, 2017
Traducido del catalán por Albert Berenguer
Diseño de cubierta: Genís Carreras
Montaje de cubierta: Juan Pablo Venditti
Primera edición: octubre de 2019, Barcelona
Derechos reservados para todas las ediciones en castellano
© Editorial Gedisa, S.A.
Avda. Tibidabo, 12, 3º
08022 Barcelona (España)
Tel. 93 253 09 04
http://www.gedisa.com
Preimpresión:
http://www.editorservice.net
eISBN: 978-84-17835-40-8
La traducción de esta obra ha contado con una ayuda
del Institut Ramon Llull
Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o en cualquier otro idioma.
Índice
Presentación. Así la llaman, pero no lo es...
Laura Llevadot
Introducción
Lefort y su comprensión de la filosofía
La experiencia (política) de la lectura
La inquietud de la política
Una lectura de Maquiavelo
La cuestión de la democracia
Repensar el poder
La ilusión del poder en el totalitarismo
Pensar los derechos humanos en clave política
Breve biografía de Claude Lefort
Bibliografía
Presentación
Así la llaman, pero no lo es…
Laura Llevadot
Que algunas de las consignas que se alzaron aquel mayo de 2011 impugnaban las democracias representativas tal y como las conocemos aún hoy, la clase política lo sabía bien al sentirse, quizás por primera vez en mucho tiempo, cuestionada en su raíz. Aquello que la despolitización general, el jemenfoutisme, y el absentismo creciente no habían podido verbalizar, aunque se estuviera cociendo desde hacía tiempo, se hizo evidente de pronto con la inscripción insolente de aquellas voces que en las calles y plazas de ciudades aparentemente pacificadas entonaban un «no nos representan» o un «le llaman democracia, pero no lo es». El clamor de esta inscripción precaria, que quizás a estas horas ya habremos olvidado, dice más de lo que está en juego en el pensamiento político contemporáneo que de la antigua idea de la indignación como emoción política. Porque Espinoza ya hablaba de indignación en su Tratado teológico-político como motor legítimo del cambio social, pero lo que apareció entonces como novedad radical en el espacio público fue, más bien, el cuestionamiento de las normas del juego democrático. «No nos representan» decía, en primer lugar, que la representación parlamentaria no desempeña la función que se espera de ella, habla de un no sentirse representados en las decisiones que ahí se toman y que nos afectan, de que la política que pretende ser representativa siempre deja un resto lo suficientemente elocuente como para impulsar su manifestación. «Le llaman democracia, pero no lo es, no lo es», apuntaba, por otra parte, a la posibilidad de un más allá de esta democracia representativa, no tanto a su perfeccionamiento —la creación, por ejemplo, de un nuevo partido que represente este resto que no se siente representado— sino a la posibilidad misma de darle la vuelta al concepto de democracia, como si el viejo concepto heredado y ya remodelado enjaulara un deseo obstinado. Y son, justamente, estas dos cuestiones —crítica a la representación e intento de repensar el concepto de democracia—, las que enmarcan el pensamiento político contemporáneo que esta colección quisiera dar a conocer y hacer valer.
El texto de Edgar Straehle sobre Lefort que aquí se presenta abre propiamente lo que, siguiendo a Marchart, llamamos pensamiento político posfundacional. El prefijo «pos» señala, lo sabemos, el abandono de un modo de vida y de pensamiento frente a la emergencia de algo que aún no ha encontrado nombre. La posmodernidad, por ejemplo, se entendería así como aquella época en la que entraron en crisis los valores de la modernidad: verdad, progreso, historia, emancipación, meta-relato…, y la entrada en una época de relativización de estas nociones que hasta entonces orientaban y fundamentaban la acción. Sin embargo, quizás sería necesario cuestionarnos lo que creemos saber allí donde aparece este incómodo prefijo. El «pos» de este pensamiento posfundacional no dice que el fundamento haya desaparecido, que hayamos perdido aquello que fundamentaba la vida política, que ya no dispongamos de un concepto de naturaleza humana, de pueblo, de clase o de nación que legitime el orden existente. Al contrario, lo que dice este «pos» es, más bien, que el fundamento no ha existido nunca, que no era sino un fantasma. Cuando Hobbes hace depender la legitimidad del Estado de una comprensión de la naturaleza humana dominada por el deseo de supervivencia y el miedo, cuando sostiene que «el hombre es un lobo para el hombre», y que por este motivo es necesario un orden pactado que se reserve el monopolio de la violencia a la cual el individuo debe renunciar para sobrevivir en sociedad, o bien cuando, al contrario, se dice que el hombre es bueno por naturaleza, pero que se necesita el pacto para realizar este don natural, se pretende con este gesto fundamentar la organización política en un principio incuestionable. Este principio, sea el que sea, no sólo no resiste el análisis sino que además es necesario mostrar lo que oculta. De esto, precisamente, es de lo que se ocupa el pensamiento político posfundacional, ya que el gesto que fundamenta nunca ha sido neutral ni inocente.
La distinción que hace Lefort entre lo político y la política resulta, en este sentido, esclarecedora. La política, entendida como el orden de las instituciones que gestionan los asuntos públicos, no agota ni representa de ningún modo lo político, es decir, la dimensión social siempre conflictiva y heterogénea que subyace a la política oficial. Es justo, pues, que en su afán representador la política genere el fantasma de una unidad que no ha existido jamás (la nación, la soberanía, el pueblo…) o que sólo existe en la medida en que «se habla en nombre de» esta heterogeneidad constitutiva. Una política honesta, que reconociera la no representatividad de este fondo conflictivo y tenso, que supiera de su falta de fundamento sustancial en sus acciones, sería, pues, la única deseable. Por este motivo, Lefort insiste en poner en valor la democracia frente a todo totalitarismo, sea éste de derechas o de izquierdas. Frente a la respuesta displicente de Sartre a un joven Lefort que criticaba la forma misma de partido, que consideraba que el Partido Comunista traicionaba al movimiento obrero puesto que hablaba en su nombre, Lefort emprendió tenaz su camino que desembocó en una defensa de la democracia frente a su crítica marxista, para la cual la democracia era la forma de gobierno que satisface los intereses burgueses. Lejos de todo economicismo —perspectiva compartida por el comunismo y el capitalismo— se trataría de pensar lo político como fuente conflictual de todas las dimensiones de la vida y entender que sólo la democracia puede acoger su tensión. Ahora bien, si le llaman democracia y no lo es, es porque ésta ha sido reducida a su dimensión representativa, la que elimina la heterogeneidad, la división, la pluralidad de lo político; es porque la democracia representativa vive del fantasma de la unidad y el fundamento legítimo. El concepto posfundacional de democracia, que Edgar Straehle concibe y nos explica de forma tan precisa, designa aquella forma política, la única probablemente, en la que la legitimidad no está nunca resuelta. Lejos de definir una forma de gobierno entre otras, la democracia sería la expresión de lo político que reconoce su ausencia de fundamento, que pone el vacío en su centro, que sabe que su politicidad recae en la no representatividad de lo político que, en tanto que pluralidad, no se dejará reducir nunca a ninguna forma de gestión, pero que tiene, en todo caso, la responsabilidad de probarlo. Es en este sentido que el concepto lefortiano de democracia combate