Bebé para el gruñón: El legado de Blake, #4

Bebé para el gruñón

Rivales de la familia Wolfe, Libro 4

Janica Cade

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Copyright © 2024 Janica Cade.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser utilizada o reproducida de ninguna manera sin permiso escrito, excepto que se trate de citas breves incluidas en artículos o críticas.

Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, negocios, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, eventos o lugares es pura coincidencia.

Diseño de portada por Sonja Larsen

Imagen de portada con licencia de Deposit Photos

Copyright de la portada © 2024 por Janica Cade

Editado por Cinta Pluma

Índice

1.Savannah

2.Aaron

3.Savannah

4.Aaron

5.Savannah

6.Aaron

7.Aaron

8.Savannah

Epílogo

Sobre la autora

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1

Savannah

—Me va a matar —gimo por teléfono a mi mejor amiga, Kira, mientras entro en un ascensor abarrotado del hotel Blake Convention Center.

Con la ropa de gimnasia puesta y una maleta con ruedas en la mano, entro en el ascensor y pulso el botón de la planta 35.

La voz realista de Kira retumba en el teléfono.

—Mejor date prisa, chica.

Le divierte. Su acento sureño sale a relucir, brillante como el día, a pesar de que no estamos cerca de su casa.

—Si me hago un lavado del gato y un champú seco rápido, podré volver abajo a tiempo —razono.

Es estúpido, de verdad. Siempre llego tarde, y para una asistenta que trabaja para el Director Financiero de toda la cadena de centros turísticos Blake, es un hábito increíblemente malo.

Pero es raro que una chica pueda pasar una noche en uno de los hoteles más ostentosos de Las Vegas. Solo estoy aprovechando al máximo el lujo. Eso es todo.

El ascensor suena y las puertas se abren. No queda mucho tiempo. Arrastro el equipaje por el suelo del pasillo hasta encontrar mi habitación.

—Añade un par de chorritos extra de perfume, cariño —dice la voz de Kira a través del teléfono.

—¿Qué? No. No hago ese tipo de cosas —le explico—. Aaron quiere una profesional, no alguien que quiera bajarle la cremallera de los pantalones para hacerle una paja.

—Pero sabes lo que quieres. Como siempre dices, es el último soltero de la familia Blake, y tú eres su ayudante. Entonces, ¿dónde te pone eso?

Dejo la pregunta en blanco. Mi nuevo jefe, Aaron, es posiblemente el hombre vivo más sexy, pero es complejo.

—Vamos. No soy nadie comparado con él —le contesto—. Un tipo así nunca se interesaría por alguien como yo. No tiene un velo en los ojos, y probablemente no sea mi tipo. Es bastante gruñón, sobre todo por las mañanas.

Kira suelta una carcajada.

—Bueno, Aaron puede ser cien por cien mi tipo cualquier día de la semana.

Sacudo la cabeza, aunque ella no puede verme.

—No le conoces. Es arrogante a más no poder. Tiene la nariz tan alta que ni siquiera se da cuenta de que estoy al final de la escalera. Lo mejor que puedo hacer es agachar la cabeza y hacer mi trabajo para que no me despida.

—Pero cualquier hombre se puede desmontar y arreglar —responde ella.

—Sí, claro. Es un multimillonario director financiero de una de las mayores cadenas de casinos de Las Vegas. Creo que ha visto todos los trucos, Kira. Además, sabes que estoy ahorrando para enviar a mi hermano pequeño al Hertford College —le recuerdo—. No puedo permitirme perder el tiempo. Necesito este trabajo.

—Tu hermano entrará, Savannah. Mientras te tenga como hermana mayor, entrará, estoy segura. —Kira divaga fuera del alcance del