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La Clinica Psicomotriz

Este documento introduce el tema de la clínica psicomotriz y cómo el psicoanálisis puede ayudar a entender el cuerpo y el movimiento desde una perspectiva más profunda que considera lo inconsciente y lo simbólico. Explica que el cuerpo existe a través del lenguaje del Otro y que los síntomas psicomotrices revelan significados más allá de lo físico. También enfatiza la singularidad subjetiva de cada paciente más que verlos como casos típicos.

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Este documento introduce el tema de la clínica psicomotriz y cómo el psicoanálisis puede ayudar a entender el cuerpo y el movimiento desde una perspectiva más profunda que considera lo inconsciente y lo simbólico. Explica que el cuerpo existe a través del lenguaje del Otro y que los síntomas psicomotrices revelan significados más allá de lo físico. También enfatiza la singularidad subjetiva de cada paciente más que verlos como casos típicos.

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LA CLNICA PSICOMOTRIZ.

El cuerpo en el lenguaje
Esteban Lev n Editorial Nueva Vision. Buenos Aires 1991. 3ra edicin. Traducido al Portugus por Editorial Vozes, ta edici!n. INTRO!"CCI#N "nrtoducir es dar entrada, es dar ca#ida a alguien en alg$n nuevo lugar. "ntroducirnos en la lectura de un li#ro i%plica sie%pre inaugurar un espacio & un tie%po di'erentes. Toda lectura genera & produce interrogantes. (o%o una pel)cula cu&o 'inal se anticipa al co%ienzo, esta introducci!n es el $lti%o cap)tulo *ue escri#i! en %) este li#ro. +e encuentro escri#iendo el 'inal del li#ro en su principio. Escritura *ue contin$a reinscri#indose en la lectura *ue lo precede & lo anticipa en una secuencia. Este escrito espera generar en el lector un espacio de tra#a,o, de apertura, de interrogantes *ue pro%uevan cuestiona%ientos, all) donde las preguntas & las respuestas per%anecen 'i,as & an*uilosadas en un sa#er enciclopedista o lineal%ente uni'or%e. -.uin desa')a & res*ue#ra,a el sa#er instaurado de la tcnica/ -.uin se introduce en el ca%po psico%otor & *u lugar ocupa/ Es el su,eto, *uien per%anece perdido en la %irada del tcnico, el *ue nos interpela a %irarlo, leerlo & escuc0arlo desde el registro si%#!lico. Es l *uien se introduce en la cl)nica psico%otriz luego de un sinuoso & arduo recorrido. Este verdadero desa')o nos introduce en la #$s*ueda , en la *ue el %is%o su,eto participa 1& no un 'or%ulario o recetario &a dado2, de lo *ue no se represent! de ese cuerpo en el encadena%iento si%#!lico. 3esa')o *ue nos lanza el ni4o, con su cuerpo, sus posturas, sus gestos, al darse a ver del otro lado de los recursos & %todos tcnicos, &a sean listados de e,ercitaciones & progra%as de actividades, as) co%o ta%#in %odalidades de intervenci!n #asadas en la valorizaci!n de lo e%ocional, de la e%pat)a, la adaptaci!n, lo relacional, la %otivaci!n, etctera. Es el su,eto con su su'ri%iento en ,uego encapsulado en su s)nto%a psico%otor el *ue inaugura & da ca#ida a este espacio cl)nico. El %is%o i%pulsa preguntas *ue generan nuevos la#erintos, conducindonos continua%ente a re'or%ulaciones te!rico2cl)nicas. Este escrito es producto & consecuencia de estos e'ectos. 5on precisa%ente ellos, los ni4os, los *ue en la din6%ica psico%otriz ar%an & con*uistan nuevos espacios ,%ovi%ientos & cuerpos, *ue recla%an ser le)dos e interpretados, 'uera de los presupuestos, de los pre,uicios &a esta#lecidos por un sa#er a#solutista, propio de los A%os, *ue s!lo se relacionan por su i%perativo o%nipotente con el de los pe*ue4os con*uistadores. Es en este espacio donde surge la pregunta por el su,eto. El, en la cl)nica psico%otriz, nos 0ace recurrir al psicoan6lisis, *ue de all) en adelante atraviesa nuestro acto cl)nico, sin de,ar por ello de lado la propia especi'icidad. Por el contrario su inclusi!n redi%ensiona el 6%#ito psico%otor per%itiendo otra %irada, otra lectura2escritura si%#!lica &, en de'initiva otro ca%ino ine7plorado.

El psicoan6lisis posi#ilita di'erenciar el cuerpo en lo real, en lo si%#!lico & en lo i%aginario. .ue el cuerpo 0u%ano en tanto tal es un real, el cual es si%#oliza#le & en consecuencia suscepti#le de representaci!n i%aginaria. El cuerpo neuroanat!%ico, el tono %uscular, los #razos, las piernas, la nariz, los o,os, la #oca, el siste%a nervioso, digestivo, circulatorio, en una pala#ra, todos los !rganos, co%ponentes & siste%as del cuerpo, est6n to%ados por una estructura *ue su#vierte & %odi'ica el e*uili#rio 0o%eost6tico del cuerpo8 esta particular estructura es el lengua,e. A la realidad neuro%otriz del cuerpo se so#rei%pri%en las 0uellas & %arcas del lengua,e8 con ellas el cuerpo pasa a residir no s!lo co%o un con,unto de %$sculos & nervios, sino & ta%#in co%o una posici!n inscripta por el deseo del 9tro en la cultura. Tene%os la realidad del cuerpo :condici!n de posi#ilidad;, pero eso *ue es el cuerpo no es la realidad, el lengua,e lo atraviesa, lo transgrede & trasciende, 0asta 0acerlo e7istir 'uera de su pura sensaci!n carnal. Para *ue una vivencia corporal se constitu&a, necesaria%ente tendr6 *ue pasar por el lengua,e, &, por ello de,ar6 de ser s!lo vivencia2cuerpo todo ,unto. El cuerpo no es el organis%o, & dialctica%ente el organis%o #iol!gico no es el cuerpo. El cuerpo li#idinal, pulsional, er!geno, *ue <reud se ocup! de desci'rar, retorna constante & al %is%o tie%po azaroso en la pr6ctica cl)nica de la psico%otricidad= no pode%os &a eludirlo desconocindolo. Tanto los o,os co%o las posturas, los gestos, el tono %uscular, el %ovi%iento, no son s!lo eso, sino ta%#in signi'icaci!n deter%inada por el deseo del 9tro *ue pulsiona ese cuerpo, *ue lo introduce en el %ito 'a%iliar. >. Berg?s, en su e7tenso recorrido por el ca%po psico%otor, lo puntualiza de este %odo=
@...A es pues del cuerpo en cuanto recept6culo, suponiendo una inscripci!n, *ue se puede captar la signi'icaci!n de los distur#ios & esta#lecer una teraputica en cu&o centro estar6 el cuerpo, el cuerpo del 0o%#re *ue 0a#la. :1;

Este li#ro se ocupa en particular de este vira,e & esta articulaci!n. Pues no es un %ero ca%#io te!rico, un si%ple agregado &u7tapuesto o una %odi'icaci!n, sino *ue a partir de la inclusi!n de lo inconsciente en el 6%#ito psico%otor, propone%os un ca%#io a la vez tico & episte%ol!gico en la lectura, en la %irada & en la intervenci!n %is%a del psico%otricista. Bo *ue nos posi#ilita continuar avanzando & pensando la cl)nica psico%otriz desde el lugar de lo posi#le, desde lo si%#!lico. Ba inclusi!n del psicoan6lisis en el ca%po psico%otor produce co%o e'ecto otra 'or%a de co%prender a un ni4o *ue en su cuerpo & en su %otricidad da a ver su padeci%iento, donde lo psico de la %otricidad no est6 &a dado por los 06#itos, la %e%oria, los patrones de conducta, los a'ectos, las 'unciones, la sensi#ilidad, la percepci!n, entre otros, sino *ue se constitu&e & se instala desde el lugar del 9tro, del lengua,e, del signi'icante. Espacio si%#!lico *ue no es constituido sino constitu&ente del su,eto & con l de su cuerpo & su %ovi%iento. Es por esto *ue lo psico de la psico%otricidad no proviene %6s de la psicolog)a, sino del psicoan6lisis.
El 9tro no es un est)%ulo ni un esti%ulante, sino la instancia *ue, desde su %irada, organiza en el ni4o su auto i%agen corporal &, desde su discurso, recorta, en el o,o, en la #oca, en cada Cagu,eroD del ni4o,

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:1; >ean BergEs, O corpo e o olhar do Outro, Porto Alegre, (ooperativa (ultural >ac*ues Bacan, 19FG, p. H

la so%#ra de un o#,eto ine7istente *ue, por ello, ser6 incesante%ente #uscado. :I;

5i #ien lo inconsciente es desci'rado & por lo tanto descu#ierto por el psicoan6lisis, este 0ec0o no deter%ina de por s) *ue el %is%o le pertenezca con e7clusividad, pues co%o tal no es propiedad de nadie. 3i'erentes pra7is cl)nicas co%o la psico%otricidad, la psicopedagog)a, la 'onoaudiolog)a, la esti%ulaci!n te%prana, etctera, podr6n incluir dentro de la psico de su especi'icidad a lo inconciente, sie%pre & cuando se lo 0aga intentando desci'rarlo en el $nico lugar en *ue es posi#le 0acerlo, en la tra%a trans'erencial, pues es all) donde el su,eto aparece & al cual aspira%os a no desconocer desde la propia pr6ctica espec)'ica. Es el su,eto el *ue pretende%os rescatar, su singularidad. Algo *ue no es en general, *ue no es una totalidad en s) %is%a, ta%poco es una glo#alidad uni'or%e, sino *ue es un cuerpo en 'alta. Es el deseo *ue alude en el cuerpo a una 'alta, *ue 0ace de l un recorte respecto al cu6l s!lo puede in'or%ar una repetici!n signi'icante. Bo interesante de este punto es *ue no 0a& tipi'icaci!n posi#le de este singular recorte. Ja *ue el 9tro recorta el cuerpo en una posici!n de uno irrepeti#le en el plural. Bo *ue le con'iere al cuerpo la %is%a singularidad del su,eto. Por este recorrido singular *ue es ar%ado & 'a#ricado por el recorte del 9tro en el cuerpo pode%os enunciar= *ue el cuerpo es en trans'erencia re'erido a una red signi'icante, red 0ist!rica *ue lo 0ace e7istir. Ba operaci!n cl)nica en el ca%po psico%otor :nos re'eri%os espec)'ica%ente a la lectura, la %irada, la intervenci!n, la Ccorpori'icaci!nD, la interpretaci!n, la o#servaci!n;, es e'ecto de esta red trans'erencial *ue se trans'or%a en uno de los e,es centrales del trata%iento, &a *ue el cuerpo ad*uiere su consistencia en relaci!n con lo si%#!lico, con la le& :la pro0i#ici!n;, *ue introduce la castraci!n en el cuerpo, & con ella la 0iancia por donde e%erge el deseo. 5urge tal vez a*u) un interrogante *ue, aun*ue parezca ingenuo, es esencial para continuar pensando en el suceder cl)nico del 6%#ito psico%otor= -.u entende%os por lo inconsciente/ Bo inconsciene 0a tenido desde <re)d 0asta nuestro d)as, di'erentes lectras & escrituras en el ca%po psicoanal)tico, lo *ue 0a tra)do apare,ada distintas posiciones cl)nicas & ticas. 5i #ien Caparente%enteD todas se re'ieren a la lectura de <re)d, de su desci'ra%iento & an6lisis se desprende inconscientes distintos, & 0asta, en algunos casos, opuestos & contradictorios. Es v6lido, por lo tanto, aclarar *ue considera%os lo inconsciente tal co%o lo de'ini! >ac*ues Bacan en su retorno a <re)d= lo inconsciente es estructurado co%o un lengua,e. 3e esta de'inici!n & de sus consecuencias se desprende e'ectiva%ente un %odo particular de interrogar & teorizar la di%ensi!n su#,etiva *ue se pone en escena en la cl)nica psico%otriz, cuando nos desprende%os del tecnicis%o &a esta#lecido. Esta perspectiva, sin descuidar la especi'icidad psico%otriz, nos per%ite sostener una pr6ctica transdisciplinaria donde se privilegia al su,eto *ue all) se est6 constitu&endo.K
2222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222 :I; Al'redo >erusalinL&, Psicoanlisis en los problemas del desarrollo infantil, Buenos Aires, Nueva Visi!n, 19FF, p. HH.
K Para %a&or a%pliaci!n te%6tica, puede consultarse= Al'redo >erusalinsL& & co., Psicoanlisis en los problema de desarrollo infantil, Bs. A., Nueva Visi!n, 19FF.

Este acuerdo en torno de la concepci!n del su,eto :*ue i%plica ocuparnos necesaria%ente de los e'ectos trans'erenciales *ue en la cl)nica se generan; 'acilita no s!lo el interca%#io con pro'esionales de otras 6reas, sino *ue posi#ilita *ue el verdadero protagonista sea el ni4o & no el terapeuta. Ba !ptica *ue i%pulsa%os es opuesta a a*uellas *ue en el ca%po psico%otor & CcorporalD intentan reducir lo inconsciente a una sustancia, a algo %aterial, *ue 0asta incluso es u#ica#le Cen las pro'undidadesD del cuerpo, donde se encontrar)a el ello, & el &o e*uivaldr)a, en ese conte7to, a la piel del cuerpo, to%ando ste co%o organis%o. Estos postulados e%p)ricos %ani'iestos desesti%an la estructura *ue verdadera%ente su#&ace=
MEs tan c!%odo para la pereza intelectual re'ugiarse en el e%piris%o, lla%ar a un 0ec0o, un 0ec0o, & vedarse la investigaci!n de una le&N @OA Es un e%piris%o coloreado. No 0a& *ue co%prenderlo, solo #asta verlo. :3;

3i'erentes posturas en el 6%#ito psico%otor per%anecen estancadas en lo *ue podr)a%os deno%inar las doctrinas %undanas del siglo PV""", #asadas en una realidad e%p)rica evidente, *ue se 'unda%enta en el realis%o e%p)rico, visi#le & o#,etivo del 'en!%eno corporal. 5!lo 0ace 'alta verlo & no co%prenderlo8 se piensa al cuerpo co%o se lo ve, co%o se presenta a la vista en 'or%a in%ediata. Estos postulados psico%otores adaptacionistas, *ue s!lo to%an en cuenta la realidad e%p)rica del cuerpo, se #asan en lo *ue 0ace o ,uega el ni4o, para *ue este se adapte C%e,orD o C#ienD a esa sie%pre supuesta realidad o#,etiva. Es ste el origen de los test psico%otores *ue a#undan & se aplican indiscri%inada%ente en nuestro %edio. <re)d de%ostr! *ue tanto la realidad co%o el cuerpo no son entes e%p)ricos o#,etivos ni son dados de una vez & para sie%pre. Ba realidad & el cuerpo se constitu&en en relaci!n al 9tro. 5on una realidad & un cuerpo con'or%ados por 0istorias, de%arcaciones, %itos, deseos, representaciones, *ue se relacionan inde'ecti#le%ente con el discurso *ue les da origen.
En nuestra opini!n a'ir%a Bac0elardA 0a& *ue aceptar para la episte%olog)a el siguiente postulado= el o#,eto no puede designarse de in%ediato co%o Co#,etivoD, en otros tr%inos una %arc0a 0acia el o#,eto no es inicial%ente o#,etiva.@OAEl 0o%#re es 0o%#re por*ue su conoci%iento o#,etivo no es ni in%ediato ni local. : ;

En nuestros d)as, & particular%ente en el espectro de los corporal, estas a'ir%aciones ad*uieren cada vez %6s validez, pues se 0ace del cuerpo un reinado donde la e7presi!n & la e%oci!n son s$#ditos de su %a,estad= el cuerpo visi#le & o#,etivado. (ontraria%ente a estos postulados, segui%os la ense4anza de <re)d por*ue &a no se trata de la o#servaci!n e%p)rico positivista, deter%inada por la interpretaci!n concreta & o#,etiva de la CrealidadD. Ba verdad no esta del lado del terapeuta en psico%otricidad sino *ue surgir6 del deseo del su,eto en el transcurrir de la cl)nica %is%a. Ta%poco por ello *uere%os trans'or%ar la psico%otricidad en un psicoan6lisis, &a *ue se ocupan de pro#le%6ticas di'erentes. El psico%otricista se ocupa del cuerpo & la %otricidad de un su,eto en sus di'erentes varia#les= privilegia la %irada. El psicoan6lisis en ca%#io, se ocupa de escuc0ar el discurso de un su,eto 'unda%ental%ente en sus 'allidos, privilegia la escuc0a
222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222222
:3; Qaston Bac0elard, La formacin del espritu cientfico, Bs. As., 5iglo veintiuno, 19FR, p. 3R. : ; "de%, p. IFI.

Pero del cuerpo, las posturas, los gestos & el %ovi%iento *ue no 'uncionan se ocupa la psico%otricidad, *ue pondr6 en ,uego su %irada particular. Para apropiarse del cuerpo, un ni4o tendr6 *ue realizar sucesiva%ente i%portantes con*uistas, en relaci!n con su espacio, sus %ovi%ientos, sus posturas, sus gestos, sus tie%pos8 tene%os un cuerpo :!rgano; *ue, co%o lo dice la e7presi!n= Cel propio cuerpoD, tendr6 *ue ser de alguien :un su,eto; para propia%ente ser un cuerpo & no una pura carne :co%o ser)a el caso de los ni4os autistas;. Por las 'allas e inter'erencias en esta ardorosa con*uista, surge la cl)nica psico%otriz. (on los aportes del psicoan6lisis se produce una trans'or%aci!n cl)nica conceptual en la pr6ctica psico%otriz, *ue %odi'ica las perspectivas 0asta 0o& planteadas. "%pulsando este ca%#io propone%os esta nueva %irada psico%otriz de un su,eto. Esta propuesta no i%plica desconocer la 0istoria de la psico%otricidad 0asta nuestros d)as :de 0ec0o a*u) da%os una versi!n posi#le de la %is%a;, sino *ue, por el contrario, pretende%os provocar en ella un sesgo di'erente produciendo as) una apertura. Bas propuestas de 3upr, de Sallon, de A,uriaguerra, entre otros, pasan a incluirse dentro de una red si%#!lica. 9curre lo %is%o con a*uellos recursos del ca%po psico%otor *ue nos son $tiles en deter%inado %o%ento para operar en lo instru%ental del cuerpo o el %ovi%iento. Por e,e%plo, 'acilitar un desplaza%iento, la prensi!n de un o#,eto, una nueva postura, la %arc0a, un salto, etctera. Bo *ue var)a es el punto de partida & por lo tanto de %ira, &a *ue se trata del cuerpo & la %otricidad de un su,eto. No de#er)a%os olvidar las ense4anzas *ue la pr6ctica cl)nica en psico%otricidad nos de,a8 los pro#le%as *ue ella nos plantea no se resuelven con recursos & recetas tcnicas, ni con conse,os ni arti'icios %6gicos. >usta%ente stos ocultan & taponan las di'icultades en vez de transcri#irlas en el universo si%#!lico. Ba 0istoria del 6%#ito psico%otor de esta %anera no s!lo no se eli%ina, sino *ue se redi%ensiona dentro de la especi'icidad cl)nica. "nterrogarnos acerca de lo *ue no se sa#e del cuerpo de un su,eto re%ite conco%itante%ente a su singularidad, *ue ro%pe con la pri%ac)a del sa#er uni'or%e del cuerpo e%p)rico2 o#,etiva#le. 5u %a,estad pasa a ser nueva%ente, co%o lo introdu,o <re)d, el ni4o. Podr)a%os agregar= con su cuerpo, sus gestos, sus posturas, su tono %uscular, *ue 0a#lan al ser le)dos & 0a#lados por otros. Este li#ro propone ser una invitaci!n a tra#a,ar, a articular, i%pulsando interrogantes *ue en tanto tales i%pli*uen trans'or%aciones, o sea, tal co%o ocurre en el cuerpo, cu&o registro es el de las 'or%as *ue ca%#ian= as) pretende%os *ue suceda con lo *ue nos lean. 5e plantea a*u) un itinerario, un des%onta,e del sa#er &a esta#lecido & constituido8 no con la 'inalidad de instalar otro sa#er a#soluto & verdadero, sino para a#rir6n espacio di'erente *ue dese%#o*ue en la re'le7i!n, discusi!n & trans%isi!n te!rico2cl)nicas de las *ue 0asta a0ora carec)a%os. El recorrido pretende, de este %odo conceptuar & 'or%alizar el espacio de la cl)nica psico%otriz en el cual esta%os i%plicados e7plicitando nuestra posici!n &, desde ella, la interpretaci!n *ue 0ace%os de otras posturas psico%otrices. Ba nuestra nos 0a llevado a seleccionar los pro#le%as *ue 0o& considera%os nodales en el acontecer cl)nico de la pr6ctica psico%otriz, con el a'6n de rescatar sie%pre all) el cuerpo su#,etivado del ni4o. Es esta nuestra convicci!n al e%prender esta tarea de escritura. El 0orizonte de la %is%a, le,os de estar co%pleto & aca#ado, sit$a el punto de #$s*ueda en el *ue al escri#ir estas l)neas nos encontra%os.

IN!ICE
. Pr!logo . "ntroducci!n. ." Tistoria de la psico%otricidad.

. "" El cuerpo & el 9tro. . """ El lengua,e co%o constitu&ente del universo 0u%ano & del 0u%ano en el universo. . "V El gesto, del signo al signi'icante. . V Ba cl)nica psico%otriz en trans'erencia. . V" Ba estructura del s)nto%a psico%otor= Ba %et6'ora del cuerpo. . V"" Quiller%o. . V""" El a#orda,e psico%otor del autis%o & la psicosis en la in'ancia. . "P .P . P" . P"" Es#ozo de una cl)nica psico%otriz en pacientes adultos psic!ticos cr!nicos. Bo *ue el psicoan6lisis aporta a la psico%otricidad. Ba direcci!n de la cura en la cl)nica psico%otriz. Ba tica del psico%otricista.

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