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Campus

Dominicano

Comentario a la obra Jess de Nazaret de


Josef Ratzinger/Benedicto XVI
Fr. Ricardo de Luis Carballada, OP
Profesor de la Facultad de Teologa San Esteban
Salamanca

El Papa, autor de un libro1


No es la primera vez que un papa publica un libro. Juan Pablo II, el antecesor de
Benedicto XVI, lo hizo en la etapa final de su pontificado. Pero hasta donde alcanza mi
conocimiento es la primera vez que un papa publica un libro de teologa. La iniciativa, por
desacostumbrada puede resultar extraa. Hay quien ha sealado sus peligros. Sobre
todo en lo que puede tener de confusin de planos. El papa, que es la instancia ltima
del magisterio doctrinal, se adentra en la esfera de la discusin y el debate teolgico.
Uno de los peligros es que algunos podran estar tentados de otorgar al contenido del
libro una autoridad doctrinal que ni la obra tiene y ni su autor pretende para ella.
Ms all de este riesgo, pienso que la publicacin de la obra puede tener de positivo el
hacer ms visible que el papa no siempre acta ejerciendo su autoridad pastoral. Hay
ocasiones en las que, como un creyente ms, habla desde su experiencia particular de
fe. O como telogo ofrece su reflexin para la discusin y el debate. El papa ejerce el
ministerio de pastor de la iglesia universal. En el ejercicio de ese ministerio tambin pude
ofrecer sus reflexiones de creyente para orientar y animar la fe de los que las lean. El
papa es un creyente, que como l mismo dice en la obra, vive en la bsqueda del
autntico rostro de Dios. Y quiere compartir con los otros creyentes algunos hallazgos de
su bsqueda.
En la presentacin del libro el papa deja bien claro que la obra no es un acto de
magisterio: Ciertamente no necesito decir que este libro de ninguna manera es un acto
magisterial sino solamente expresin de mi bsqueda personal del rostro del Seor
(Cfr. Sal 27,8). Por consiguiente cualquiera es libre de contradecirme. Solamente pido a
las lectoras y lectores un anticipo de simpata sin el cual no se puede dar ninguna
comprensin 2. Esta intencin viene corroborada con el hecho de presentar la autora
del libro bajo la doble denominacin de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, y en donde
probablemente con toda intencin, el nombre del telogo antecede a la denominacin

Ibidem, p 22.

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papal. El libro no es un texto magisterial del papa. Es una reflexin personal de telogo
Joseph Ratzinger, y ahora papa Benedicto XVI.
El presente libro es la primera entrega de un proyecto que abarca la publicacin de dos
volmenes dedicados a la persona de Jess de Nazaret. El primer volumen, publicado en
el mes de abril de este ao en alemn, italiano y polaco, tiene como ncleo la vida
pblica de Jess. Su ministerio, que se inicia con el bautismo y termina en la
transfiguracin que prefigura su muerte. El autor nos dice en la presentacin de la obra
que la infancia ser abordada en el segundo volumen, en donde suponemos que se
tratar tambin el acontecimiento pascual: la muerte y la resurreccin.
Segn se nos confiesa, la obra fue surgiendo en el interior de Josef Ratzinger desde
hace mucho tiempo. Empez a escribirla en el verano de 2003 y en el 2004 termin el
contenido de los captulos 1-4. El resto fue completado, tras haber sido elegido papa, en
los ratos libres que le permita su ministerio.
Por no estar disponible la edicin castellana cuando escribo este comentario, sigo la
edicin alemana. Joseph Ratzinger-Benedikt XVI, Jesus von Nazareth. Erster Teil. Von
der Taufe im Jordan bis zur Verklrung. Herder, Freiburg 2007, 448 pp. Las referencias
de las pginas corresponden a esta edicin.

1.- Finalidad y contexto de la obra


La obra constituye una reflexin cristolgica en la que desde las primeras pginas se
advierten los rasgos que caracterizan el estilo teolgico de Josef Ratzinger. Una reflexin
profunda, expresada en un lenguaje sencillo y comprensible por todos. Un estilo literario
construido con fuerza, que en ocasiones llega a afectar y apelar directamente al lector.
La reflexin se desarrolla en dilogo crtico con las corrientes teolgicas y filosficas
contemporneas, y con el ambiente cultural de nuestro tiempo. Todo ello contribuye a
lograr la sntesis entre pensamiento y vida; entre reflexin y vivencia de fe, que siempre
caracteriza a la buena teologa.
El objetivo y finalidad de la obra es ofrecer una interpretacin de la figura de Jess a
partir de la confianza en los relatos del evangelio. Teniendo en cuenta los datos de la
exgesis moderna quera hacer el intento de presentar al Jess de los evangelios como
el Jess real, como el Jess histrico en sentido propio. Estoy convencido, y espero
que tambin pueda verlo el lector, que esa figura es mucho ms lgica, y desde el punto
de vista histrico ms comprensible, que las reconstrucciones con las que hemos sido
confrontados en las ltimas dcadas 21
Desde el inicio el autor deja claro el marco que configura su reflexin. Se trata de salir al
paso de la cesura operada entre lo que se viene denominando el Jess histrico y el
Cristo de la fe. Ratzinger indica que hasta los aos 50 los libros sobre Jess no
disociaban su condicin de Hijo de Dios de su dimensin humana. Ambas correspondan
a la misma persona y se presentaban unidas. Pero a partir de los aos 50, y como
consecuencia del avance de las investigaciones histrico-criticas, se comienzan a
disociar ambas dimensiones. Las consecuencias de esta cesura son negativas para la fe.
2

Ibidem., p. 20.

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En primer, lugar se tiene la impresin que es poco lo que podemos conocer de Jess. La
fe en Jess se ve envuelta en un ambiente de incertidumbre. Adems se piensa que lo
que nos presentan los evangelios est falseado y no se corresponde con la historia real
de Jess. Sobre el texto del evangelio se levanta una atmsfera de sospecha y
desconfianza. El resultado es que la fe ve amenazado su contenido y su fundamento. Si
Jess, contenido de la fe, pierde sus contornos precisos, la fe misma se desdibuja. Si la
vida de Jess se presenta como algo incierto e impreciso, es difcil que esa vida pueda
seguir motivando a la relacin viva con l.
El autor de la obra expresa su diagnstico de modo sumario en el siguiente texto: Como
resultado comn a todos estos intentos permanece la impresin que, en todo caso,
sabemos poco con seguridad de Jess, y que la fe en su divinidad ha configurado
posteriormente su imagen. Entre tanto esta impresin ha penetrado en la conciencia
general de la cristiandad. Tal situacin es dramtica para la fe porque su centro autntico
se vuelve incierto: La amistad ntima con Jess, de la que depende todo, amenaza con
caer en el vaco3.
Ratzinger remite al conocido biblista alemn Schnackenburg para afirmar que un
acercamiento a Jess desde la perspectiva puramente histrica es insuficiente. Sin su
anclaje en Dios, eje de su persona y de su vida y su obra, no se puede aclarar del todo la
persona de Jess. Por eso la perspectiva desde la que est escrita la obra es ver a
Jess a partir de su comunidad con el Padre, que es el autntico centro de su
personalidad, sin el cual no se puede entender nada y a partir del cual l tambin se nos
hace presente hoy4.

2. Lmites del mtodo histrico-crtico


Lo dicho anteriormente puede levantar la impresin que Ratzinger no reconoce el valor
del mtodo histrico-crtico y la importancia de sus aportaciones en el conocimiento de
Jess. Pero este no es el caso. Parafraseando al autor, el mtodo histrico-crtico
constituye una dimensin irrenunciable del trabajo teolgico, pues la fe de la Biblia se
asienta en la historia. Pero reconociendo su valor irrenunciable, tambin se indican sus
lmites.
En primer lugar, y de modo general, Ratzinger seala que al mtodo histrico crtico le
corresponde una parte de la interpretacin del texto bblico pero no agota todo el sentido
de la interpretacin, al menos para quienes reconocen a la Biblia como un libro inspirado.
Concretando los lmites de este mtodo, el autor del libro indica tres: 1) En primer lugar
deja la palabra del evangelio en el pasado. No es que la reconozca como pronunciada en
el pasado, es que la deja en ese pasado, al interesar solamente la relacin de esa
palabra con su contexto histrico. De este modo no son capaces de actualizarla, de
hacerla resonar hoy. 2) En segundo lugar, su objeto de estudio es solamente la palabra
humana y no el plus que contiene. La teologa reconoce hoy que la palabra de Dios es
pronunciada en palabra humana. Acceder a la palabra de Dios significa acoger la palabra
humana en la que se expresa, pero tambin ir ms all de ella. 3) Por ltimo, el mtodo

3
4

Ibidem., p. 11
Ibidem. p. 19.

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histrico-crtico se centra en un texto concreto, pero no lo ven en relacin con todos los
otros textos de la Escritura, con los que forma una unidad.
A causa de estas limitaciones, el mtodo histrico-crtico se tiene que completar con
otros mtodos. Ratzinger apunta a la llamada exgesis cannica, desarrollada en
Estados Unidos hace 30 aos, y que tiene como objetivo la lectura de textos particulares
de la Biblia desde la perspectiva de la totalidad de la Escritura. En esa totalidad los libros
de la Biblia no se encuentran slo en relacin con su contexto histrico, sino tambin con
otros textos, a los que completan, amplan, y glosan. De este modo se percibe que la
Palabra permanece abierta en un proceso de desarrollo en el que unos textos remiten a
otros.
La relacin de unos textos con otros, muestra que el autor del libro no es un sujeto
aislado sino un sujeto colectivo, miembro de una tradicin. El autor no habla como un
sujeto privado y cerrado sobre s mismo. Habla en una comunidad viva que l no ha
hecho que no es hecha por el colectivo sino que acta una fuerza directora 5.
Desde esta perspectiva se puede decir que el autor de la Escritura es un triple autor: el
autor material del texto, el pueblo de Dios al que pertenece ese autor, Dios que conduce
a ese pueblo.

3.- Estructura de la obra


En la obra su contenido se ha organizado en diez captulos, que son los siguientes:
1. Bautismo
2. Tentaciones
3. Reino de Dios
4. Bienaventuranzas
5. Padrenuestro
6. Discipulado
7. Parbolas
8. Imgenes del evangelio de Juan (agua, vid, sarmientos, pan, pastor).
9. Confesin de Pedro y Transfiguracin
10. Autodenominaciones de Jess (Hijo del hombre; hijo, yo soy).
Esta breve indicacin de la distribucin deja ver que la obra recorre algunos momentos
de la vida y misin de Jess, para terminar analizando en los tres ltimos captulos la
cristologa contenida en el evangelio, y que se expresa en las imgenes jonicas y en los
ttulos cristolgicos.
Como ya se ha indicado, el autor deja la reflexin sobre la infancia de Jess para un
segundo volumen. Y es de suponer que en ese volumen se trate la muerte y
resurreccin. Y tambin la cuestin de los milagros. Llama la atencin que no haya sido
tratada en este volumen en el que tiene tanta presencia el ministerio pblico de Jess.

Ibidem., p. 13

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Comenzar la presentacin de Jess por su ministerio pblico, es coherente con el
proyecto del autor. Se trata de comprender el significado de su persona tal y como lo
presentan los evangelios. Es en la realizacin de la misin recibida de Dios Padre, en
dnde Jess se da a conocer en la peculiaridad de su vida.

4.- Contenido de la obra


La obra comienza con una presentacin, que vine seguida de una introduccin en la que
Jess es presentado como el nuevo Moiss. Esta perspectiva, situada al inicio de la
obra, se har presente repetidamente en su desarrollo. Y sobre todo ser la clave que
Ratzinger utiliza para interpretar la medianidad de Jess. Jess es el Mesas que trae la
salvacin. Pero esta salvacin no consiste la eliminacin de todos los problemas y
dificultades, sino la universalizacin de la Alianza, la apertura del pacto de Ywhw con
Israel a todos los pueblos.
Moiss es caracterizado como profeta. Y en el texto del Deuteronomio en el que se
promete un nuevo profeta (Dt. 18) se presenta la especificidad del profetismo de Israel,
que no consiste en las prcticas adivinatorias. El profetismo bblico se caracteriza por la
relacin con Dios. Lo central en el profetismo de Israel no se encuentra en la prediccin
del futuro sino en mostrar el rostro de Dios. Moiss es un gran profeta no por realizar
grandes hazaas sino por haber dialogado con Dios.
Pero tal y como se nos dice en la Escritura, Moiss no ve a Dios cara a cara sino slo su
espalda. Por eso, el nuevo Moiss tendr que ser el portador de una nueva Alianza en la
que Dios entero se haga presente y se comunique de modo pleno. Esto se realiza en
Jess. La relacin con Dios es el centro de su persona y la clave para comprender su
vida y su misin. Dejando a un lado su relacin con Dios Padre no ser posible entender
quin es Jess.
Tras la introduccin el libro comienza con el bautismo de Jess. En esta parte se
describe la situacin socio-religiosa de Israel en tiempo de Jess y se presenta el
significado de su bautismo. Ratzinger pone el bautismo de Jess en relacin con su
muerte y resurreccin. De este modo anticipa lo que despus va a suceder en la cruz.
Puesto que la prctica bautismal de Juan era cnetral la confesin de los pecados, Jess,
al ponerse en la fila de los pecadores, se solidariza con el pecado humano para
liberarnos.
El descenso de Jess al reino del pecado se contina en el pasaje de las tentaciones,
que comprende el segundo captulo del libro. El descenso a los infiernos pertenece a la
historia de Jess y le acompaa a lo largo de todo su ministerio. Las tres tentaciones
tienen como ncleo y denominador comn la soberana de Dios y su centralidad en la
vida humana. Se trata de decidir si se puede construir el mundo y la vida apartando a
Dios y dejndole en el mbito de la ilusin, o si se puede acoger y cumplir su voluntad.
La primera tentacin se refiere a dar prioridad a las realidades materiales y ponerlas por
encima de Dios. Jess no quita importancia a lo material pero establece un orden,
priorizando la realidad de Dios ante lo que se subordina todo lo dems. En la segunda
tentacin se interpreta perversamente un texto de la Escritura. Es la tentacin de
manipular la palabra de Dios para adaptarla a nuestros deseos. La tercera tentacin es la
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tentacin del poder. De extender el reino con el poder y no con la impotencia. Esta
tentacin atraviesa toda la vida de Jess.
El tercer captulo est dedicado a la relacin de Jess con el Reino de Dios. Jess
anuncia el Reino, el evangelio. Se denominaba evangelio al mensaje que proceda del
emperador. La palabra evangelio guarda relacin con la autoridad de su procedencia.
Los evangelistas se la aplican a Jess guardando este sentido. Si al emperador se
atribuye el evangelio, en el sentido que su palabra se tiene que cumplir y realizar, con
ms razn en Jess. Su palabra es palabra actuante. El termino evangelio, aplicado al
mensaje de Jess, expresa que la palabra de Jess realiza lo que anuncia.
El termino Reino ha tenido distintos significados. Orgenes lo utiliz para designar la
persona de Jess (que es la autobasilea). Tambin se ha designado como Reino de Dios
el interior del ser humano y la iglesia. Por ltimo se le ha interpretado como un mundo en
justicia y paz. Frente a este interpretacin utpico-poltica de la idea de Reino de Dios,
Ratzinger advierte que si Dios desaparece del horizonte humano perdemos la instancia
que nos indique en qu consiste la justicia y la paz. En la interpretacin utpico-poltica
de la idea de Reino de Dios parece que Dios desaparece de esta propuesta. Pero Jess
anuncia el Reino de Dios, no cualquier Reino. El autor recuerda que cuando Jess habla
del Reino habla de Dios. De un Dios que acta en la historia y por eso su traduccin ms
precisa sera el seoro de Dios.
El captulo cuarto de la obra es el captulo ms extenso, y en mi juicio, el centro del libro.
Comienza con un anlisis de las bienaventuranzas, para continuar con una presentacin
de la mesianidad de Jess en la que ste aparece como la nueva ley y el nuevo templo.
Las bienaventuranzas son palabras de promesa. Ratzinger las presenta como una
proclamacin principalmente dirigida a sus discpulos. Ellos son los pobres, los
hambrientos, los que lloran... En este sentido son cualificaciones del discipulado y su
contenido se hace realidad en la vida del discpulo. Tambin tienen un contenido
cristlogico. Son una sntesis de la biografa de Jess, que es el pobre, el pacfico, el
manso y el limpio de corazn
Tras un comentario muy sugerente de cada una de las bienaventuranzas, Ratzinger
subraya que son expresin de la Tor del nuevo Mesas. Jess como nuevo Moiss
pronuncia una Tor. En esta promulgacin destaca la autoridad con la que Jess habla y
el subrayado del yo os digo que se repite en todos los evangelios. De este modo, es
Jess, es su persona, la Tor, que conduce a la relacin con Dios. La Tor de Jess no
quita nada a la anterior, pero le aade el significado de la obra de Cristo.
Ratzinger recurre la obra del judo Jacob Neusner, A Rabbi talks with Jesus (NewYork
1993) para expresar el sentido de la medianidad de Jess. En esta obra un rabino se
siente a escuchar a Jess que pronuncia las bienaventuranzas. Posteriormente le
acompaa y dialogar con l. Se siente fascinado por su mensaje pero al final decide
permanecer en el Israel eterno. Lo que al protagonista de la obra de Neusner le asusta
de Jess, es que aada su yo, su persona, a la ley. Como aparece en las palabras que le
dirige al joven rico: sgueme a mi.

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Neusner ha captado que la novedad del evangelio consiste en la persona de Jess. Y
por eso en los evangelios Jess personifica las tres grandes instituciones del judasmo:
la Tor, el templo y el sbado. Una de las consecuencias de este modo de entender a
Jess es que sus discpulos, y con ellos la Iglesia, son presentados como el nuevo Israel
El captulo quinto est dedicado al anlisis del Padrenuestro. La oracin es el medio de
la relacin con Dios. Jess con las palabras del padrenuestro nos conduce a
relacionarnos con Dios. En este captulo Ratzinger sale al paso de la cuestin de la
imagen materna de Dios. Destaca que en la Escritura nunca el creyente se dirige a Dios
como una madre en la oracin. Es cierto que el comportamiento de Dios es descrito en la
Escritura como un comportamiento maternal, pero nunca se invoca a Dios madre. La
razn es que la paternidad subraya y expresa mejor que la maternidad, la trascendencia
y la distancia entre el creador y la criatura.
El captulo sexto tiene como tema el discipulado. Jess llama a
anuncien el evangelio. Ese anuncio no se agota en doctrina
consiste en un acontecimiento. El contenido del acontecer del
sobre las fuerzas del mal, que se concreta en la realizacin
sanacin y curacin del ser humano.

sus discpulos para que


y enseanza sino que
evangelio es la victoria
de exorcismos y en la

En el captulo sptimo se analizan las parbolas y se explican algunas de ellas. El


lenguaje parbolico es un modo de de presentar la presencia oculta de Dios en el
mundo.
Josef Ratzinger tambin se adentra en la problemtica de los escritos jonicos. Tras un
repaso sobre el estado actual de la investigacin, se subraya la influencia juda en este
evangelio y su trasfondo litrgico. Una de las categoras principales del evangelio de
Juan es al de la memoria, que es definida por Ratzinge como el recuerdo que
comprende.
El recorrido sobre el ministerio de Jess acaba con el anlisis de la confesin de Pedro y
la transfiguracin. Ambas escenas evanglicas nos presentan la mesianidad de Jess en
relacin con su muerte en cruz.
El ltimo captulo de la obra es un anlisis de las autodenominaciones de Jess que
aparecen en la Escritura (Hijo del hombre, el Hijo, yo soy).

5.- Valoracin de la obra


Josef Ratzinger, el papa Benedicto XVI, nos ofrece una sugerente y bella reflexin
teolgica sobre la persona de Jess. Con un estilo sobrio, directo, pero que sabe
transmitir emotividad cuando es necesario, el autor nos introduce en el significado del
centro del contenido de nuestra fe.
La obra puede considerarse, en mi opinin, una meditacin teolgica sobre la persona de
Jess y algunos aspectos de su vida. Como meditacin est concebida no slo para
ensear e instruir, sino para profundizar y enriquecer nuestra relacin con Cristo. Por ser
teolgica, la mirada meditativa sobre la figura de Jess, se realiza desde la reflexin y el
anlisis. Una reflexin que parte de la confianza en lo transmitido por los evangelios. Una
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confianza que no es ingenua, sino que parte del hecho que la mirada histrica pasa de
largo del significado de la persona de Jess. El historiador no es capaz de alcanzar lo
que constituye el centro de la figura de Jess, que es su relacin con Dios
La cristologa que Josef Ratzinger/Benedicto XVI desarrolla puede ser caracterizada de
positivismo cristlogico. Se trata de partir de la figura de Jess tal y como nos la
presentan los evangelios. Esto no quiere decir que haya que atender exclusivamente a la
literalidad del texto, sin intentar comprender su sentido en toda su profundidad. Al
contrario, Ratzinger realiza una lectura interpretativa de los textos o los hechos de la vida
de Jess que presenta en su obra. Esa interpretacin se opera desde diversas claves. 1)
En primer lugar atendiendo a la totalidad de la vida de Jess, que resume su significado
en la muerte y resurreccin. Por expresar todo el significado de su persona, la muerte y
resurreccin de Jess no aparecen solamente al final de su vida, sino que estn
presentes en su origen y en los diferentes momentos de su misin. De este modo,
Ratzinger introduce una referencia a la muerte en el momento del bautismo, o en la
explicacin del significado de las bienaventuranzas. 2) El significado de su persona se
encuentra en su condicin de Mesas. sta no puede ser entendida sin la referencia a la
historia de la salvacin que le precede y que est recogida en las Escrituras. Desde ella
Jess aparece como el nuevo Moiss que abre a todos los pueblos a la relacin plena
con Dios. Esta perspectiva constituye el ncleo del esquema teolgico desde el que la
primera comunidad, comprendi a Jess y concibi los relatos que se encuentran a la
base de los relatos evanglicos. Por esta razn nos ofrece un Jess que se encuentra en
continuidad con la fe de la primera comunidad.
Sin duda es el contexto teolgico el que nos puede dar una imagen completa de Jess.
En este sentido Ratzinger acierta plenamente al sealar los lmites del mtodo histricocrtico y completar su comprensin con un mirada teolgica. Pero a mi juicio, es una
cuestin pendiente el avanzar una propuesta de integracin de ambas perspectivas.
La perspectiva histrica en el acercamiento a la vida de Jess es un camino
irrenunciable, como el mismo autor seala en la obra. Jess fue un personaje histrico,
situado en un determinado contexto, y del cual tenemos conocimiento por algunos
vestigios. Es tarea del historiador reconstruir, a partir de los vestigios que poseemos, el
desarrollo de su existencia. Esa reconstruccin nos ayuda a comprender mejor la vida de
Jess, el sentido de sus palabras, el alcance de sus acciones. Tarea del telogo
sistemtico es integrar estos datos en su reflexin sobre Jess. Una reflexin que tiene
como eje la relacin particular de Jess con Dios, que es el contenido de su mesianidad.
El telogo est remitido a la historia de Jess no slo porque la fe tenga una dimensin
histrica, sino por vivir en una cultura marcada por la mentalidad ilustrada. Todos nos
preguntamos por la verdad histrica de nuestra herencia cultural y religiosa. Y esa
indagacin, realizada con honestidad y rigor, no constituye una amenaza para la fe. Al
contrario, la purifica y la refuerza. Pero, el historiador, o el exgeta que utilice el mtodo
histrico-crtico, slo ser de utilidad al pensamiento teolgico, si admite que sus datos
se tienen que integrar en el significado de Jess para la fe y que viene dado por su
filiacin divina y su mesianidad.

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