El exceso de peso corporal (sobrepeso y obesidad) es reconocido actualmente
como uno de los retos más importantes de Salud Pública en el mundo, dada su
magnitud, la rapidez de su incremento y el efecto negativo que ejerce sobre la
salud de la población que la padece, debido a que aumenta significativamente el
riesgo de padecer enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT).
Se estima que 90% de los casos de diabetes mellitus tipo 2 son atribuibles al
sobrepeso y la obesidad. Otras enfermedades crónicas no trasmisibles
relacionadas son la hipertensión arterial, dislipidemias, enfermedad coronaria,
enfermedad vascular cerebral, osteoartritis, y los cánceres de mama, esófago,
colon, endometrio y riñón, entre otras.
De 1980 a la fecha, la prevalencia de obesidad y sobrepeso en México se ha
triplicado, en particular en la población adulta: 39.5% de los hombres y mujeres
tienen sobrepeso y 31.7% obesidad. Es decir, aproximadamente 70% de la
población adulta tiene una masa corporal inadecuada.
En México la epidemia del sobrepeso y la obesidad es un problema de gran
magnitud en todos los grupos de edad y experimenta una gran velocidad. En el
ámbito internacional existe evidencia suficiente para establecer la contribución de
estas condiciones al desarrollo de enfermedades crónicas y su carga potencial a
los sistemas de atención a la salud.
Hoy en día, México ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de obesidad,
después de Estados Unidos de América. Esta alta prevalencia de sobrepeso y
obesidad representa un problema de salud pública prioritario que exige la puesta
en marcha de una política nacional que reconozca el origen multifactorial del
problema. La epidemia implica costos significativos para el sistema de salud
pública, para la sustentabilidad del régimen de pensiones y para la estabilidad
económica y social de la población, especialmente de los sectores más pobres.
El costo directo estimado que representa la atención médica de las enfermedades
atribuibles al sobrepeso y la obesidad (enfermedades cardiovasculares, cerebro-
vasculares, hipertensión, algunos cánceres, atención de diabetes mellitus tipo 2)
se incrementó en un 61% en el periodo 2000-2008 (valor presente), al pasar de
26,283 millones de pesos a por lo menos 42,246 millones de pesos.
Para el 2017 se estima que dicho gasto alcance los 77,919 millones (en pesos de
2008). El costo para 2008 representó el 33.2% del gasto público federal en
servicios de salud a la persona, presupuestado en ese ejercicio fiscal.
La alta prevalencia de sobrepeso y obesidad es similar en los quintiles de mayor y
menor ingreso y en las comunidades más pobres o más afluentes del país1,2. Sin
embargo, los sectores más desfavorecidos de la población enfrentan una carga
por las enfermedades crónicas asociadas con la obesidad, las cuales son un gasto
repetitivo y de por vida, que les genera una mayor vulnerabilidad al no poder
sobrepasar la pobreza o a recaer en ella.
El sobrepeso y la obesidad son causa de empobrecimiento porque disminuyen la
productividad laboral y provoca gastos catastróficos en salud relacionados con
enfermedades crónicas. Por ejemplo, actualmente 12% de la población que vive
en pobreza tiene diabetes y 90% de esos casos se pueden atribuir a sobrepeso y
obesidad.
El incremento registrado en la cifras de sobrepeso y obesidad es resultado de
diversos factores, entre los que destacan los cambios en el acceso y consumo de
alimentos, así como los cambios drásticos en los estilos de vida en un tiempo
relativamente corto.
El consumo de azúcar ha aumentado significativamente entre la población en
general. En 2003, el consumo en México fue de casi 48 kg per cápita, más del
doble del promedio mundial (21kg per cápita).
De manera paralela, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 reporta que
el consumo de bebidas representa 22.3% de la ingesta calórica de los adultos
mexicanos, mientras que el resto, 77.7%, proviene del consumo de alimentos
sólidos.
Entre las recomendaciones emitidas por la OMS para modificar los entornos que
alienten la adopción de un estilo de vida saludable está la de facilitar información
correcta y equilibrada, mediante educación, comunicación y concientización,
incluyendo la información comercial y la publicidad.
El planeta está enfrentando un nuevo reto resultante de los desequilibrios
derivados de su modo de desarrollo, bienestar, estilos de vida y entornos. El
sobrepeso y la obesidad son ahora generalizados y derivan de ellos enormes
impactos psicológicos, sociales, y no se diga en enfermedad prematura y muerte.
En México esto es especialmente preocupante por su impacto a edades
tempranas, su rapidez así como su magnitud, abarcando a la inmensa mayoría de
los mexicanos de todos estratos sociales y económicos.
Todo ello combinado con los factores socioeconómicos y familiares conducen al
sobrepeso y la obesidad, y en consecuencia a la pérdida de calidad de vida,
bienestar, productividad y salud. Es por ello, que lasolución si bien requiere del
liderazgo de Salud, radica importantemente fuera del sector salud. Mundialmente
hay ya una megatendencia en la reorientación de los entornos, las conductas, la
producción y el consumo, al que México tiene que impulsar prioritaria y
aceleradamente.
Los individuos y las familias deben contar con un mejor conocimiento de la
relación entre nutrición, actividad física, peso corporal y salud para poder tomar
mejores decisiones sobre su dieta y niveles de actividad física, y contribuir así de
manera responsable a disminuir el riesgo de sobrepeso, obesidad y enfermedades
crónicas no transmisibles.
Bibliografía:
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5. Olaiz-Fernández G, Rivera-Dommarco J, Shamah-Levy T, Rojas R, Villalpando-Hernández S,
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Instituto Nacional de Salud Pública, Cuernavaca, México.