VI UNA APROXIMACIN AL MODERNISMO EN CATALUA
RAIMON RAMIS I JUAN Universidad Politcnica de Barcelona
El paso del siglo XIX al XX, fue un cambio radical en muchos aspectos. En pocos aos se zanjaron los grandes debates iniciados en el Renacimiento, y se transformo el panorama cultural. Obviamente estos cambios radicales precipitaron en una serie de movimientos que se sucedieron de forma continuada de unos a otros, generndose un debate cultural que abarc todos los rincones de la sociedad creando un estado de creatividad social difcilmente repetible. En las letras Hispanas, este debate se vio alimentado por la trayectoria y la clarividencia de Ruben Dario. Las obras de Dario crean una nueva esttica en acorde a las corrientes modernistas nacientes en Europa. Pero lo que nos asombra de esta nueva poesa es su sugestin visual, una primera seal de la importancia que las imgenes como elemento expresivo. Veremos el porqu ms adelante. El modernismo de Dario, como lo es el modernismo cataln, es un intento de superar las formas culturales de la metrpoli. Estas formas consideradas obsoletas, representan tanto en Ibero Amrica como en Catalua un lastre para su desarrollo social y poltico, un anclaje en sistemas sociales considerados obsoletos, y arcaicos. Mirando desde nuestra perspectiva actual es evidente que de mediados del Siglo XIX hasta las primeras dcadas del siglo XX, se fragua una nueva concepcin del mundo que ser la base de la actual cosmovisin.
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De todos los hechos habidos en el siglo XIX quiero recalcar una fecha, que an la magnificencia que tuvo Ens. Da, hoy apenas le damos importancia. El 1839 la fecha en que el radical de la Catalua francesa Francesc Arag, defiende la utilidad de la fotografa delante de la cmara de diputados francesa y de la Academia de Ciencias. La aparicin de las imgenes fotogrficas, y seguidamente los mtodos de reproduccin mecnicos de la imagen genera un constante intercambio y coleccionismo de imgenes, lo que cre un mercado de productos visuales nunca visto hasta el momento. Este hecho, que en si parece accidental y desligado de los grandes foros del saber y la cultura, transforma radicalmente la experiencia cognoscitiva. Habitualmente se desliga del modernismo la aparicin de la fotografa; pero esta tcnica es un factor ms que nos explica los cambios culturales que se suceden a lo largo del Siglo XIX. Un paso decidido hacia el subjetivismo: a la importancia del sujeto por sobre los cnones, a la creciente reivindicacin del sujeto por sobre lo colectivo, y a una defensa del yo delante la homogeneizacin, que ya se detecta a mediados del XIX. Es en este contexto, que muy bien podramos llamar la prehistoria de la globalizacin, que la cultura del momento busca un camino que la desmarque de la atrocidad que representa para ella la industrializacin. Este el sentimiento que motiva una mirada hacia atrs y la bsqueda de formas que unan su presente con el pasado. Un pasado local que reafirme la heteregoneidad de la cultura. Esta bsqueda introspectiva no seria posible sino fuera que de desde distintos campos del saber hay una reivindicacin pasional del subjetivismo, un reconocimiento de la individualidad que ya muy bien trabaj el romanticismo. De alguna manera en este momento las individualidades empiezan a salir a la luz pblica, y son material sobre el que trabajan literatos, pintores, escultores, e incluso arquitectos. Pero ms all de esta reivindicacin, el propio artista deja de estar vinculado a una academia, a unos cnones, para reflejarse el mismo en su obra, y en este sentido nos vemos obligados en leer los creadores desde su propio ser, aislados de su entorno y solo con el ciclo cerrado, la muerte del artista, hace comprensible la obra en si. La fotografa, la mirada objetiva y cientfica, el espejo de la realidad, como dijeron en el momento de su invencin, nace dentro de este siglo donde el saber cientfico y objetivo, compite con la revolucin subjetivista de las artes. Y este invento que en principio tenia que facilitar la reproduccin mecnica de la realidad, se convierte en una exaltacin del sujeto, de la expresin ntima hecha pblica y universal. Pero sobre todo la fotografa ensea a ver de otra forma, muestra la instantnea, rompe con los modelos compositivos clsicos, introduciendo la sensacin de azar, de instantnea. Conceptos que en los artistas modernistas asumen ya estn presentes de una forma u otra. No entraremos a profundizar ms en este aspecto, pero si que me gustara transmitir la idea de que desde la aparicin de la fotografa, daguerrotipia en aquel enton-
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ces, la forma de mirar, de explicarse, se transforma radicalmente, aunque de forma imperceptible. Recordemos que la invencin de los procesos fotogrficos lleva a una revolucin de los sistemas de impresin, parecida a la que hoy vivimos con la revolucin digital. Y es en las artes grficas donde el modernismo encontrar su mayor canal de difusin, ya que durante los casi treinta aos que el modernismo esta vigente en Catalua se suceden en continuidad un gran nmero de publicaciones peridicas en las que trabajan gran parte de los actores del modernismo. Situmonos pues en este momento donde se inicia la cultura de la imagen y la informacin, donde las producciones, y los hechos de una pas ven como rpidamente son visionados en otros puntos, donde aventureros, cientficos, y personajes de lo ms variopinto inician una carrera desenfrenada, que aun no ha llegado a su fin, a registrar con sus aparatos fotogrficos todo aquello que encuentran. El modernismo en Catalua, ms all de un movimiento artstico Es en este momento que en Catalua se inicia una especie de catlogo que intenta clasificar aquellos monumentos y paisajes que pasaran a ser las referencias bsicas de la iconografa nacionalista catalana, en un principio inundada de un sentimiento romntico que poco a poco ir impregnndose de simbolismo, para llegar a travs de modernismo a giro radical hacia formas de clara influencia clsica. No debemos olvidar que el modernismo y especialmente el modernismo en Catalua no se concibe como un estilo cerrado, sino que es una actitud, una intencin de encontrar una va distinta, un camino alternativo a lo prefijado, en este sentido es una propuesta para la experimentacin constante . Dentro de la renovacin que la sociedad del XIX, especialmente la sociedad industrial de Centro-Europa, y en la pennsula especialmente la sociedad catalana, se inicia un proceso de revalorizacin de un pasado que da una plena argumentacin a distintas construcciones nacionales, y muy especialmente a la de Catalua, que busca la manera de recuperar su independencia de gestin de la administracin real de entonces. Este proyecto poltico, ideolgico, y cultural que se gesta en el cambio de siglo inunda todas las manifestaciones del momento, tanto las culturales, como las econmicas; generndose una sinergia entre el mundo de la cultura, el de la economa y el de la poltica irrepetible. Es evidente que en aquel momento hay en Catalua un objetivo comn claro, obviamente los caminos sern dispares y no ajenos a polmicas y relaciones difciles. Desde 1888, con la celebracin de la Exposicin Universal de Barcelona hasta la Guerra Civil espaola, la construccin del ser cataln esta asumida desde todos los flancos culturales, econmicos, y polticos. Ahora bien esta construccin, o recons-
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truccin, de la esencia catalana pasa por distintos modelos y se impregna constantemente de las influencias, llegadas de Centro-Europa, y especialmente de la relacin con Londres, como referente en el desarrollo de la industria textil, la siempre eterna atraccin de Pars, y el pangermanismo de muchos intelectuales de la poca. No nos debe extraar pues, que el modernismo florezca rpidamente en un terreno abonado por una economa creciente y una sociedad preocupada por su identidad nacional como era la Catalua de finales del XIX y principios del XX. Es obvio que el modelo que Catalua buscaba para su redefinicin difera en mucho de la realidad de la Espaa del momento. Curiosamente en el momento de buscar unos cnones estticos, expresivos, que vistan y den contenido ideolgico a las necesidades de crecimiento de la economa y la sociedad catalana, esta se fija una iconografa que se focaliza, en una Edad Media donde la Corona aragonesa viva su mximo esplendor expandindose por todo el Mediterrneo, y creando una fuerza de mercenarios temida en todos los puertos del rea Mediterrnea. De este momento de esplendor en seguida se crea una imagen mitificada, romntica, segn los modelos heredados de los prerrafaelistas ingleses, y el romanticismo alemn, que sern las bases sobre la que se edificar el modernismo cataln creando una iconografa que reivindica la vuelta a la naturaleza, para crear un distanciamiento con el nuevo orden industrial regido por unas lneas artificiales y naturales. Otro de los hechos que abonan el campo del modernismo es el crecimiento urbanstico de Barcelona. Es en este momento que el Ensanche diseado por Cerd, empieza a desarrollarse, pensemos que en 1885 se da por terminada una poca prspera en Catalua que se haba iniciado en 1875. Estos 10 aos en que desde Catalua se multiplicaron las importaciones de vino hacia una Francia victima de la filoxera, y una constante inversin en la industria metalurgia y textil permiti el impulso econmico necesario para hacer realidad el ensanche que tanto caracteriza Barcelona. Este hecho hace que la urbanizacin del llano de Barcelona, se realizar simultneamente al desarrollo del modernismo, lo que obviamente motiva esta omnipresencia del modernismo en la ciudad. El modernismo cataln como tal, tiene su mximo esplendor en la arquitectura, donde se manifiesta con todas sus contradicciones, y en un periodo de tiempo ms dilatado. Se incluye dentro de la arquitectura todos los oficios y artes aplicadas vinculadas a la construccin de edificios. Pero este modernismo arquitectnico es dinmico y cambiante, un reflejo casi transparente de la evolucin ideolgica que se vive en la cultura catalana. Quiz el ejemplo ms claro de esta evolucin es Puig i Cadafalch. Curiosamente dos edificios extremos de su que hacer arquitectnico estn frente a frente solo separados por el pabelln alemn de Mies Van der Rohe, bandera del racionalismo arquitectnico. Por un lado la antigua fbrica Casaramona, hoy Caixaforum, edificio industrial con clara connotaciones medievalistas, y con un programa funcional muy innovador para la poca, y por otro el palacio de Bellas Artes, un edificio de claro corte neoclsico que rompe totalmente con el programa decorativo del primer modernismo.
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No podemos seguir sin citar a Llus Domnech i Muntaner, que fue el iniciador del modernismo arquitectnico, y podemos considerarlo como uno de lo representantes ms puros de este modernismo. Domnech tambin entender la necesidad de elaborar un estilo propio que redefina a Catalua como una nacin culturalmente fuerte, y en sus obras reflejar ampliamente este nacionalismo reivindicando directamente o alegricamente la esencia de la cultura catalana de la poca. A diferencia de Puig i Cadafalch, o Gaud, Domnech no tuvo una evolucin hacia nuevas formas, ni nuevos estilos, ni como Gaud una preocupacin para llevar al lmite la arquitectura en su sentido ms puro. Pero sin embargo, Domnech, ser el primero en reivindicar el ladrillo como elemento constructivo y decorativo, y a la vez quin realizar un decorativismo altamente simblico en sus obras, como El palau de la Msica o el Caf Restaurante de la Exposicin de 1888 actual Museo de Zoologa, El Hospital de Sant Pau, el Psiquitrico de Pere Mata, o el hotel Espaa, de una larga lista de intervenciones arquitectnicas donde la profusin de elementos decorativos nos muestra lo interiorizado que Domnech tenia el programario modernista. Quiz y en este sentido podemos afirmar que Domnech es el ms modernista de todos los arquitectos catalanes, y a la vez el que inicia la doble va la del modernismo esteticista de Gaud, y la del modernismo social de Puig. Seguramente es en Puig y Gaud donde mejor se conoce la evolucin del modernismo cataln. Puig dibujo una trayectoria que acaba por olvidar sus inicios neomedievalistas para introducirse en un mundo totalmente neoclsico ms cercano al Noucentisme que a los postulados esteticista neomediavalista del primer modernismo. Gaud ira depurando su barroquismo ornamental hacia una reivindicacin de la estructura como elemento esencial y nico del edificio. Podramos decir sin medio a equivocarnos que Gaud en sus ltimos aos, y sin el ser consciente, se adentro a soluciones arquitectnicas ms prximas al racionalismo que a la reinterpretacin de los estilos histricos que a lo largo de su trayectoria realiz. En cierta forma detrs de esta arquitectura que se genera en Catalua hay un modelo de intelectual, o persona preocupada por las artes y las ciencias que se manifiesta sobre todo en iniciativas muy dispares, como puedan ser el Cercle del Liceu, el Ataneu, el Laboratori, el Centre Excursionista de Catalunya, el Foment dArt Decoratives, els Cors Clav, y un sinfn de iniciativas que se extienden por las diversas clases sociales y territorio cataln. Por otra parte hay una fuerte produccin editorial de revistas y folletos de toda clase que anuncian y difunden las actividades de estas sociedades. Estas producciones estaban diseadas, por artesanos que vivan plenamente el modernismo ms ortodoxo, el ms simbolista, el inspirado en Ruskin. Seguramente la comunicacin social que generaron estas entidades, y el modernismo ornamental que los maestros de obra y artesanos de segunda fila adoptaban copiando a los grandes modernistas de la poca, hicieron prevalecer el modernismo ms all de su espacio temporal, geogrfico y social natural. Pero esta especie de unidireccionalidad estilstica que se presenta en la Catalua de cambio de siglo, y que hace perdurar al modernismo una vez las forma ms clsi-
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cas y hierticas del Noucentisme se han impuesto en la cultura catalana, solo es posible por una concordancia de intereses que buscan en el modernismo un distanciamiento de la oficialidad cultural que rige desde Madrid por un lado, y en un inters general de crear la bases para un renacimiento cultural de Catalua como nacin ms integrada a la modernidad europea que al inmovilismo que para el momento representaba el gobierno de Madrid. En cierta forma el modernismo, en Catalua, va ms all de propuesta estticas plsticas, sino que se convierte en un clmax social, un esteticismo social, que si parte deja una fuerte huella en todas las manifestaciones culturales, termina siendo un estilo decorativista banalizando los postulados y manifiestos de los primeros creadores. Esta evolucin no quita la importancia que tuvo el modernismo cataln, sino que lo hace perdurar ms all de su ciclo vital natural, lo hace pervivir de forma artificial incluso en momentos en que los creadores del modernismo ya han desaparecido. Hagamos un pequeo repaso de quienes fueron los creadores del modernismo en las distintas disciplinas artsticas en Catalua: Santiago Rusiol (1861-1931) fue el personaje modernista por excelencia, pintor, escritor, coleccionista, animador cultural, y un largo etctera de cosas. Con su actitud, y sus fiestas modernistas impulso la idea de artista bohemio, estuvo en Paris en varias ocasiones donde conoci y entablo amistad con la bohemia de Montmartre. Ramon Casas (1866-1932), el pintor modernista por excelencia, amigo inseperable de Rusiol, que despus de una etapa inicial desarrolla un modernismo ms realista sin desdear las tcnicas impresionistas, son conocidas sus telas que reflejan la convulsin social de la Catalua del momento En el campo de la literatura Raimon Casellas (1855-1910) fue el escritor modernista por excelencia, pero ms que por su obra literaria. Casellas fue importante desde su papel de crtico de arte, que impulso con una militancia obsesiva las ideas modernistas. En artes graficas fue importantsima la figura de Alexandre de Riquer (18561920) que desarrollo una obra plenamente simbolista, tambin actu de esta manera Lluis Masriera (1878-1958) en la joyera. En escultura ser Llimona quien realiz la gran escultora modernista de la poca, su servicios fueron requeridos infinidad de veces por los arquitectos de la poca. Y finalmente en arquitectura la lista de grandes creadores modernistas se inicia en un Domnech i Muntaner, pasando por Puig i Cadafalch, Gaud, Jujol, Muncunill, Domnech i Estap, y una larga lista de arquitectos que con ms o mala fortuna trabajaron dentro del modernismo arquitectnico cataln Esta pervivencia del modernismo en la arquitectura se debe por un lado por la propia naturaleza de la obra arquitectnica que tiene unos procesos de produccin ms lentos y de mayor envergadura que las otras artes. Tambin por su proyeccin, la arquitectura siempre tiene un carcter pblico que las otras disciplinas pueden obviar. Y finalmente porque por su envergadura econmica la aceptacin de nuevas frmulas
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estticas es siempre ms lenta y escalonada, lo que hace pervivir por pura inercia las soluciones estilsticas asumidas, mientras que las nuevas propuesta se introducen de forma lenta y sutil. Gaud y Puig y Cadafalch la trayectoria del modernismo Dado este exceso de modernismo que tenemos en Catalua nos centraremos en dos personajes radicalmente opuestos, pero imprescindibles para entender la evolucin del modernismo cataln. Por un lado Gaud (1852-1926), conocido por todos, y un rara avis de la arquitectura, un personaje que sobrepasa cualquier etiqueta, an que nace dentro del modernismo y evoluciona ajeno a cualquier otra propuesta. Y por otra lado Puig i Cadafalch (1867-1956), que viene a representar al espritu humanista del modernismo cataln. Puig i Cadafalch, era arquitecto, urbanista, crtico y terico del arte, poltico, arquelogo. Tambin se inicio en el modernismo pero presenta una evolucin ms acorde con los intereses polticos y sociales del momento. No hace falta que mencione que en cierta forma ambos personajes se ignoraban, Gaud fue un eremita de la arquitectura, mientras que Puig i Cadafalch era un agitador. Ya hemos hablado de la doble lnea que se manifiesta en la arquitectura modernista de las que Puig i Cadafalch, y Gaud son sus mximos exponentes. Ambos brazos nacen de un planteamiento de la arquitectura totalmente medievalista y con amplias influencias ruskinianas, influencias que perviven sobretodo en el neogoticismo de Puig i Cadafalch, i desaparecen totalmente en Gaud. An que en una mirada superficial ambos personajes parecen muy distantes, encontramos tanto en la prctica arquitectnica, como en su cuerpo terico, posturas que nos los hacen cercanos, o ms bien coincidentes. En lo que es la prctica constructiva ambos son amantes de utilizar el ladrillo como base tanto estructural como decorativa. Por otra parte el uso del arco apuntado marca sus diferencias programticas. Gaud lo desarrolla hacia la reinvencin del arco parablico que permite llevar a extremos insospechados la envergadura de las naves. Mientras que en Puig i Cadafalch se limita en un constante homenaje al gtico, usndolo profusamente en sus elementos decorativos. Pero en aquello que define la prctica de la arquitectura es donde ambos arquitectos se diferencian. Para Puig a travs de la arquitectura se construa la nacin catalana, mientras que para el ltimo Gaud la prctica de la arquitectura era un don que haba de ayudar al acercamiento a Dios, era un reflejo de la espiritualidad del hombre. Este sentimiento nos hace entender el porque del resultado de las obras de uno y otro arquitecto. Mientras que Puig realiza una amplia obra en la que sobresalen las intervenciones urbansticas, la recuperacin del patrimonio y en la obra de nueva planta la reinterpretacin del gtico, y ms tarde del acercamiento al clasicismo. En Gaud su obra es una introspeccin de sus soluciones, una constante auto superacin que el mismo retroalimenta, sin fijarse, como mnimo de forma consciente, en la evolucin
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externa de la arquitectura. Puig debate con el exterior, defiende sus ideas y combate sus contrincantes, son conocidas su desagrado y crtica al plan Cerd, sus desavenencias con Eugeni dOrs, y Garcia Torres. Gaud solo debate consigo mismo, es una especie de Mesas que en sus ltimos aos de eremita de la Sagrada Familia pasea por el templo haciendo constantes sentencias, o as es como nos lo han dibujado sus discpulos. Es justamente la concepcin ms humanista y social de la arquitectura de Puig la que posibilita que el modernismo no sea una lista definida de edificios o personas, sino que el modernismo entrara, como ya hemos dichos, a todas las disciplinas creativas del primer tercio del XX en Catalua. Cul es la importancia en el desarrollo en si del modernismo de cada uno de estos actores hemos escogido para explicar esta evolucin? Empecemos por Gaud el personaje ms singular; paralelamente introduciremos los elementos coincidentes de Puig y los discordantes, a sabiendas que la activad Gaudiniana se cierra alrededor de los aos veinte cuando se cierra en un retiro voluntario en sus trabajos de la Sagrada Familia, en ese momento Puig inicia un cambio estilstico importante que supone ya el fin de su modernismo como tal. La primera obra donde Gaud asume por completo todo el programa constructivo, es decir no son reformas ni una obra menor, es la casa Vicens (1883-88). En esta edificacin con una claro regusto Oriental, el arquitecto realiz un programa donde aun no son evidentes sus constantes arquitectnicas, pero si que el edificio despierta cierta curiosidad por el uso de ladrillo y el azulejo como elemento decorativo y sobretodo por un interior profusamente decorado con motivos de inspiracin Oriental. Debemos recordar que a mediados del siglo XIX se abren las vas comerciales de Europa con Japn, y desde un inicio los artistas europeos quedan deslumbrados por el arte japons. Este edificio realizado en pleno periodo modernista simbolista, ideado por un Gaud joven contrasta plenamente con las propuestas que en este mismo momento esta realizando Puig i Cadafalch para el edificio que albergar el templo del modernismo la Casa Mart i Puig, tambin conocida por Els Quatre Gats. Este edificio presenta una lectura claramente basada en el gtico, sobre todo en los arcos de la planta baja, y la decoracin de las tribunas, pero adems nos interesa fijarnos en los elementos escultricos iniciadores de una iconografa que ser una constante en Puig i Cadafalch y en el modernismo cataln. El Sant Jordi matando el dragn. Estas primeras obras muestran los elementos que el primer modernismo reivindicaba. Un uso del ladrillo como elemento constructivo bsico, siguiendo la trayectoria iniciada por Domnech i Muntaner. La revalorizacin del trabajo del hierro. Y la construccin de un lenguaje arquitectnico propio a partir de la relectura de los estilos histricos, sobretodo basndose en las lecciones de Viollette-le-Duc, que tanto Gaud como Puig i Cadafalch haban estudiado. Puig no desarrolla una tcnica constructiva alternativa y arriesgada como har Gaud quien en sus distintos edificios ir ensayando soluciones que ms tarde adoptar en su obra magna, la Sagrada Familia.
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Pero contrariamente a lo que podamos creer Puig desarrolla propuestas arquitectnicas consideras revolucionarias en la Barcelona de la poca, en este sentido debemos destacar las intervenciones que en arquitectura industrial hicieron los dos arquitectos. Mientras que Gaud limita este campo a la nave de blanqueo de la cooperativa mataronense en una obra de juventud donde ya el arquitecto usa el arco parablico realizado con madera. Puig i Cadafalch realiza dos grandes obras de arquitectura industrial por un lado la bodegas Codorniu que se ven dignificadas por una nave que de la misma manera que Gaud esta soportado en arcos parablicos da una doble funcin a la cubierta que arranca del suelo, la propia de cubierta del edificio y la de pared de cerramiento. Pero la gran innovacin que aport Puig i Cadafalch a la arquitectura industrial estuvo en la fbrica Casaramona; en ella Puig elaboro un programa altamente funcional y moderno en el que primaron las condiciones de salubridad, (luz, ventilacin, circulacin, sistemas contra incendio, etc.) por sobre de otras consideraciones. Puig i Cadafalch engloba todas esta condiciones en un edificio que muy bien nos recuerda un castillo medieval. Es en este funcionalismo que presente Casaramona que se diferencian ambos arquitectos. Puig i Cadafalch ordena los espacios de una forma ms funcional, siendo Casaramona el caso extremo de este ordenamiento, obviamente por la naturaleza del propio uso del edificio, diferencindose de un concepto ms naturalista del espacio gaudiniano. Pero insistimos que este funcionalismo, esta escondido debajo del medievalismo que Puig usa en todos sus edificios. Quiz el ms medievalista de los edificios de Puig es la casa Gar. Una casa seorial que se refleja en el lago como una imagen de ensueo, que nos permite trasladarnos fcilmente a historias de prncipes y princesas de la Europa Central. El edificio esta lleno de detalles que evocan la iconografa medieval, pero reinterpretados. En este orden de cosas Gaud realizar una torre en Barcelona, Bellesguard, en un lugar donde se dice era la residencia de verano del Rey Mart lHum. Para esta torre, Gaud disear un edificio que fcilmente nos recuerda a un castillo con su muralla, como testimonio de la leyenda de Mart LHum. Pero el interior de este slido edifico ptreo, esta lleno de soluciones innovadores, de juegos realizados con ligeros ladrillos, que nos van conformando las soluciones que mas tarde adoptar para la casa Mil conocida como la Pedrera, o el tico de la casa Batll y que incluso plantear para la Sagrada Familia. El uso del ladrillo se lo ha querido simbolizar con relacin a la tierra haciendo una parbola entre la construccin del edificio y la construccin de la Catalua. Ms all de esta interpretacin potica, el ladrillo representa para los arquitectos modernista el recuperar un material tradicional, altamente maleable, y resistente. Y entre los antecedentes en que se fijan, esta la arquitectura mozrabe, y la reinterpretacin que de ella hace Domnech y Muntaner. Pero adems el ladrillo representa de por si la reivindicacin de una forma de construccin artesana, alejada del uso excesivo del hierro como elemento estructural bsico, y de la introduccin de los nuevos sistema de construccin industriales que a lo largo de este periodo irn saliendo.
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Gaud i Puig entre otros, hacen reivindicacin del trabajo artesanal, constituyendo sus obras en pequeos o grandes talleres de artesanos que trabajan in situ, bajo las lneas que dibujan los esbozos del arquitecto, trabajando aparentemente de forma improvisado. Explican de Gaud que para realizar la policroma de la fachada de la casa Batll hizo colocar a diferentes operarios en el andamiaje a distintos niveles, cada uno de ellos tenia azulejos, cermica vidriada, etc. de distintos colores. Gaud desde la acera de enfrente sealaba a cada uno de los operarios que color deba aplicar en la fachada y as, como si el estuviera pintando un lienzo, aada color a la fachada. Pero si la realizacin de la fachada de la casa Batll nos explica el mtodo casi emprico de Gaud, este mtodo es an ms evidente en la fachada de a casa Mil la pedrera, donde el arquitecto realiz la fachada como si se tratase de una escultura haciendo vaciar o rellenando la fachada in situ, a pesar que durante tota la construccin estuvo trabajando sobre una enorme maqueta de yeso de la fachada para resolver todos sus aspectos. Esta forma de trabajar contrasta con la de Puig que presentaba un boceto a sus colaboradores a partir del cual estos desarrollaban la obra. Hay que aadir pero que Puig estaba dotado de una innata pedagoga que el genial Gaud nunca tuvo. Dejando de un lado los mtodos de trabajo, la recuperacin de los trabajos artesanales y la reinterpretacin de los motivos decorativos segn los cnones ms ortodoxos del primer modernismo crean una escuela de artesana en todos los campos tanto en las disciplinas auxiliares de la arquitectura como en otros oficios, como la joyera o las artes grficas que dan suficiente capital humano para que las formas modernistas perduren. Pero ms importante que el crear una escuela estilstica, est la recuperacin y modernizacin de la tradicin artesanal que permite a Catalua afrontar sin perjuicios las diferentes propuestas estilsticas que hasta la Guerra Civil se suceden. La revalorizacin de la artesana permiti el disear unos interiores notablemente ricos y sugeridores, que pueden considerarse como pequeas galeras de motivos donde los arquitectos conjugaban materiales, colores y formas de manera exquisita. Gaud en sus interiores desarrollar la metfora de la cueva, la cavidad materna, y sus espacios se intercomunicaran unos a otros de manera orgnica sin solucin de continuidad. Si observamos la entrada de la casa Batll, el mismo espacio nos lleva a la escalera del edificio. A la vez esta cueva ordena todo el espacio, como la sala de conciertos y capilla del Palau Gell. Un prisma en el centro del edificio, que lo ordena pero a la vez unifica todo los espacios del Palau que se relacionan con l. Este espaci con su bveda por donde penetra la luz natural que invade todo el edificio, es quizs una de las piezas ms sublimes del arquitecto. Esta continuidad espacial que se da en Gaud, se repite en sus formas. Las columnas de la Sagrada Familia que se generan de forma continua desde una seccin cuadrada hasta un formar una seccin circular a travs de un movimiento de doble rotacin continua que duplica de forma aritmtica las aristas del cuadrado hasta crear un crculo.
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Pero no solo esta generacin de las columnas nos reclama esta continuidad en las formas de Gaud sino que en la sucesin de pilares que soportan la nave. La columna principal se desdobla para ir conformando este bosque ptreo que es el interior de la Sagrada Familia, donde la luz discurre de forma natural a travs de las aberturas que se forman de la aplicacin de formas helicoidales y paraboloides, que surgen de como la continuacin natural de las columnas. Es decir la arquitectura respira toda ella una organicidad en la que las lneas que componen su arquitectura se suceden unas a otras. Pero no solo es en el la catedral de los pobres, como a Gaud le gustaba llamar a la Sagrada Familia, sino que esta continuidad orgnica la encontramos tanto en la Pedrera, donde ya el solo planteamiento de las plantas suponen un espacio orgnico, donde desaparecen totalmente los ngulos rectos, y los espacios regulares, para crear una espacios donde las paredes son totalmente curvilneas, porque los espacios responden ms a un concepto de cavidad natural que espacios racionales. Esta arquitectura, que muy bien podramos llamar naturalista, de Gaud se manifiesta tambin en las distintas soluciones que aborda para el Parque Gell como son los pasos porticados, verdaderos abrigos naturales donde juega caprichosamente con las columnas, o en el mismo banco perimetral de la plaza central de parque. La preocupacin ya no es solo de crear unos espacios lo ms prximo a los naturales, sino de optimizar al mximo los recursos naturales, como si se tratase de una arquitectura sostenible avant la lettre lo que lleva a Gaud a trabajar la penetracin de la luz en los edificios hacindola resbalar por sus paredes, y potencindola. Un ejemplo de ello lo encontramos en la casa Batll en el patio de luces que recubierto de cermica vidriada azul que degrada de un azul ms oscuro en la parte superior a un azul ms claro en la parte inferior de forma que la luz se reparte de forme uniforme en todo el espacio de luces. Por otra parte en la casa Batll tambin crea un sistema de ventilacin que aprovecha la diferencia de temperatura de las planta bajas con las planta superiores creando circuitos de conveccin que ventilan el edificio. Podramos citar una larga lista de pequeos ingenios sostenibles que Gaud utiliza en sus edificios. Pero para llegar a esta arquitectura, la ms puramente Gaudiniana, la de la Pedrera, la Casa Batll, o de la Sagrada Familia. Gaud viaja a travs de modelos historicistas como el de Bellesguard, la casa Botines, o e Palacio episcopal de Astorga y hace guios al mundo clsico con el simbolismo de la Finca Gell o el Parque Gell. O sus inicios con guios a Oriente como la Casa Vicens, El capricho de Comillas. Mientras Gaud hace este viaje hacia un estilo propio, Puig i Cadafalch que parte de un neogoticismo militante, va introduciendo en la iconografa de las decoraciones de sus edificios citas a las nuevas profesiones, o los nuevos inventos que aparecen en la sociedad. El gran giro de Puig se da en el momento en que abandona el medievalismo nrdico para introducir en su obra el mundo clsico entendiendo que la mediterraneidad que respira el mundo helnico es ms adecuada a la idea de pas que Puig quiere construir. El modelo clsico que en Catalua dar el Noucentisme, ser un nuevo ideal de belleza de sociedad, de orden, que se opondr a las lneas orgnicas y a los modelos nrdicos en que se baso el modernismo.
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Si por un lado Puig sigui a Domnech i Muntaner como un modelo bien definido a seguir, donde los edificios son un compendio de citas con cargas simblicas ms o menos conseguidas. Por otro Puig va ms all de Domnech y Muntaner y lleva su ideal nacional hasta las ltimas consecuencias tanto en sus edificios como sus planteamientos urbansticos, o en la recuperacin del patrimonio arqueolgico y arquitectnico cataln. Este humanismo de Puig le lleva incluso en potenciar un repertorio de imgenes del arte cataln, y hispnico, que aun se conserva en el Institut Amatller, ubicado justamente en la casa Amatller, el edificio que el construy. Tambin en la historiografa del Arte, y en la arqueologa Puig fue quien cre las bases para la creacin de una nueva escuela, que ha pesar del parntesis de la Guerra y el periodo franquista ha servido de modelo para la recuperacin ya en periodo democrtico de las instituciones dedicadas a la recuperacin de patrimonio. Es difcil en el caso de Catalua poner fechas al modernismo, por la singularidad de sus personajes por esta sucesin de propuestas que desde 1888 hasta la Guerra civil se suceden de forma continuada y solapada. Es evidente que entre todas las propuestas sobresale la de un Gaud, como un personaje que va ms all del propio movimiento que incluso en una pequea obra efmera como las escuelas provisionales de la Sagrada Familia utiliza soluciones que estn a caballo de su arquitectura orgnica a la racional venidera. En esta pequea joya de la arquitectura un mismo plano conoide es utilizado como cubierta y pared de cerramiento, todo realizado con un simple ladrillo, y generado por la rotacin de la generatriz del cono sobre un eje transversal. Pero no solo el edificio es singular, sino tambin el uso de sus espacios y la pedagoga que en el se realizaba, donde ms que el discurso montono se potenciaba la experiencia del alumno. Quizs la llave de las diferentes propuestas del modernismo cataln estuvo en buscar una nueva va, una va que no se baso en el artificio ni en inventar, sino en aprovechar aquello que exista, en observar, analizar, y aprovechar la tradicin para llevarla a sus propios lmites. Todo esto entendiendo la necesidad de buscar una nueva forma de hacer que se adapte a las nuevas necesidades culturales de la nacin, seguramente es en este punto donde el modernismo cataln es distinto a los otros modernismos: en la bsqueda de un modelo cultura que abarque a toda la sociedad que implique a todos los estamentos de la sociedad. Esta esperanza fue su fuerza, su motor, y su utopa.
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