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Muerte en La Basílica

Reporte de la muerte sospechosa de el Canónigo Jesús Guizar Villanueva de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

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Muerte en la Baslica

Rodrigo Vera

Intriga y corrupcin, elementos que no pueden faltar en un thriller, se presentan en la muerte de Jess Guzar Villanueva, cannigo de la Baslica de Guadalupe, quien puso en juego su prestigio y su carrera eclesistica para informar al Papa, al cardenal Norberto Rivera Carrera y al nuncio apostlico Christophe Pierre de las irregularidades cometidas por el rector del santuario, Diego Monroy. Los familiares de Guzar sospechan que fue eliminado, pues 'se haba convertido en una piedra en el zapato', para las autoridades eclesisticas.

MXICO, D.F., 28 de septiembre (Proceso).- Monseor Jess Guzar Villanueva, cannigo de la Baslica de Guadalupe y sobrino de San Rafael Guzar y Valencia, al parecer fue asesinado en enero de este ao debido a que estaba enviando al Papa Benedicto XVI informacin confidencial sobre los multimillonarios negocios ilcitos que tienen las autoridades de la Baslica, a la que ya convirtieron en una jugosa 'empresa' alejada de sus fines pastorales.

En sus reportes al pontfice, Guzar daba cuenta del 'afn desmedido por el dinero' que tiene el actual rector del santuario, monseor Diego Monroy, quien ha logrado acumular 'riquezas

inexplicables', no le paga al episcopado mexicano los 'ingresos econmicos' que le corresponden del santuario y, para colmo, puso como tesorero de la Baslica a un amigo personal, el 'laico Hctor Bustamante', con quien suele realizar viajes a distintas partes del mundo.

Guzar peda en sus documentos –enviados a travs de la nunciatura Mxico– 'no que se me crea, sino que se me oiga y que se auditoras o con una visita cannica, pues todos prepotencia ya estn flotando en el ambiente clerical'.

apostlica en

investigue a fondo, con

estos asuntos de injusticia, corrupcin y

Aguardaba el influyente cannigo una respuesta de Benedicto XVI, quien haba sido su maestro en la universidad, cuando el 20 de enero pasado sus familiares lo encontraron golpeado e

inconsciente en su cama. Fue llevado al hospital donde muri en circunstancias extraas.

Atacado en su casa

Su hermano Gonzalo Guzar relata la historia:

'Ese da 20 mi hermano no responda a nuestras llamadas telefnicas. Viva solo en una casa propiedad de la Baslica. Mi hermana Juana se preocup. Fue a su domicilio, toc la puerta y nadie le abri. Sospech que algo le haba pasado. Llam a un cerrajero que abri la puerta. Encontr a mi hermano inconsciente sobre su lecho, con golpes en distintas partes del cuerpo. Haba sangre regada en la habitacin. Se haba cado? Alguien lo golpe? No lo supimos.

'Se le traslad en ambulancia al hospital ngeles, de Lindavista. Ah nos dijeron que no deba movrsele pues necesitaba unos tres das de reposo. Ingres con una deshidratacin. Yo soy mdico y supuse que con algunas insoluciones quedara restablecido.

'Pero luego lleg el encargado de los seguros mdicos de la Baslica, el sacerdote Rafael Bustillo. ste maniobr para que mi hermano fuera trasladado ese mismo da al hospital Santa Elena, argumentando que all sera mejor atendido, pese a que los mdicos recomendaron que no se le moviera.

'En el hospital Santa Elena le indujeron un coma para mantenerlo inconsciente. Y, extraamente, su salud fue deteriorndose, al grado de que tuvo un paro cardiorrespiratorio que fue mal atendido y que, el 23 de enero, provoc su muerte.'

–Les informaron sobre los golpes con que lleg su hermano?

–No, no hubo diagnstico sobre los golpes. Y los tena en varias partes: en el trax, en el abdomen, en las piernas, en la cabeza... Dudo mucho que se los haya provocado una cada. Yo les dije a quienes lo atendan: 'Miren cmo est de golpeado'. Incluso la ropa que llevaba puesta nos la entregaron ensangrentada.

'Hubo otro hecho muy extrao: el rector de la Baslica, monseor Diego Monroy, lleg al hospital tan slo cinco minutos despus de que mi hermano falleci. Entr directamente a ver el cuerpo, en

el rea de terapia intensiva, y luego se march junto con los guaruras que lo acompaaban.

'La gente de la Baslica nos insisti mucho en que cremramos el cuerpo. Nos explicaba que se depositaran las cenizas en el nicho de los cannigos. Era muy sospechosa tanta insistencia. Les dijimos que no y sepultamos a mi hermano en el panten Jardn.'

Cuenta que en esas fechas la familia Guzar no saba nada acerca de

las irregularidades y

corruptelas en la Baslica, mucho menos imaginaba que Jess le haba informado al Papa del problema, pidindole que abriera una investigacin.

'Mi hermano era muy reservado en sus cosas. No le comentaba nada a la familia. Slo nos deca que tena algunas diferencias con Diego Monroy', dice.

–Y qu supieron ustedes sobre esos desacuerdos?

–Nos enteramos que en una ocasin Monroy le pidi la renuncia y no se la entreg. Le respondi: 'No voy a renunciar porque t no me pusiste en el cargo'. En 2003 Monroy le quit a mi hermano la direccin de Jubilosa voz de Guadalupe, la revista de la Baslica. Tambin lo desplaz, mediante una maniobra truculenta, de la secretara del cabildo. Eso fue todo. Pero jams

imaginamos que fueran tan graves los problemas en la Baslica.

Hasta ese momento y debido a las extraas circunstancias en que muri Jess Guzar, su familia crey que se trataba de un caso extremo de negligencia mdica.

Sin embargo, cuando los familiares del cannigo recogieron sus pertenencias encontraron varias carpetas con documentacin. Entre esos papeles haba copias de los informes que, desde 2007, el religioso estaba entregando tanto al cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de Mxico y superior jerrquico de Diego Monroy, como al nuncio apostlico en Mxico, Christophe Pierre.

El arquitecto Rafael Guzar Villanueva, el otro hermano del cannigo, tambin entrevistado por Proceso, relata:

'Fue en abril cuando reparamos en la existencia de esos informes. Los tena archivados. Estaban entre la papelera que dej y que nosotros nos llevamos. Por suerte la gente de la Baslica no incaut esa informacin. Se les fue! Hubieran podido extraerla muy fcilmente, pues mi hermano viva en una casa propiedad de la Baslica. Estaba a merced de ellos. Lo nico que hicieron fue vaciar de informacin su computadora, donde quiz tambin guardaba datos comprometedores.

'A partir de nuestro hallazgo, las extraas circunstancias de la muerte de mi hermano cobraron otra dimensin: los golpes que tena; el absurdo traslado de un hospital a otro; el coma inducido que se le aplic; los intentos de cremar su cuerpo y la sbita aparicin de Diego Monroy tan pronto muri mi hermano. l se haba convertido en una piedra en el zapato que haba que quitar para que ya no siguiera alebrestando'.

Lo secunda Gonzalo Guzar:

'Desde el punto de vista fisiolgico, no era para que se hubiera muerto. Tena 63 aos y estaba relativamente sano. Haba sufrido un infarto, pero se estaba atendiendo muy bien en el Centro Mdico. Gozaba de buena salud'.

–Sospechan entonces que monseor Jess Guzar fue vctima de un homicidio?

–S, tenemos esa fundada sospecha. Sin embargo, al momento de su muerte no hicimos ninguna denuncia ante las autoridades judiciales pues no imaginbamos el peligro que corra.

–Diego Monroy pudo estar detrs de este supuesto asesinato?

–S, sobre todo a travs del sacerdote Rafael Bustillo, representante

de Fratesa, la

asociacin que ofrece los servicios mdicos a los cannigos y sacerdotes de la Baslica. Bustillo fue quien orden toda la intervencin mdica. l tiene mucho qu explicar.

–Suponen que el cardenal Norberto Rivera tambin est involucrado?

–Bueno, por lo menos tena conocimiento de todo. Ah estn los informes que le entregaba mi hermano. Ambos llevaban una amistad de aos, por lo menos desde que fueron profesores en

la Universidad Pontificia.

'Todo se esfum'

En uno de sus reportes confidenciales, fechado el 14 de junio de 2007, Guzar le advierte al cardenal Rivera que desapareci todo el 'patrimonio' que Guillermo Schulenburg, antiguo abad de la Baslica, le dej al cabildo. Eran 'cuatro cuentas bancarias' depositadas en Estados Unidos y que 'sumaban ms de 60 millones de pesos, ms un lote de joyas y 30 centenarios' que 'le fueron entregados a Hctor Bustamante', a quien Diego Monroy puso como tesorero slo por ser su 'querido'.

Le dice: 'Todo se esfum… an hay tiempo de investigar porque es mucho, muchsimo dinero'.

Y se quejaba de que, mientras tanto, a los cannigos y sacerdotes del santuario no se les haba aumentado el sueldo desde haca ms de seis aos.

En otro informe, correspondiente al 11 de marzo de 2008, Guzar le cardenal, a quien tutea, acerca de las ganancias

comenta a su amigo el

de miles de millones de pesos que est

obteniendo Diego Monroy con el negocio de la Plaza Mariana:

'La Plaza Mariana es todo un lo y, creo, un gran abuso. Monseor Monroy ha dicho que el costo total de la construccin de la Plaza Mariana ser de 900 millones de pesos. Bueno, pues con la sola venta de 115 mil nichos se va a obtener una cantidad aproximada de 5 mil millones de pesos mexicanos. Por qu esa ganancia desmedida? Aparte, dice l que ha conseguido donativos en U.S.A. y, sin duda, habr ms bienhechores. Eso est autorizado y controlado por ti? De eso tampoco se debe informar? Todos son asuntos secretos? Inauditables?'

Ah mismo le comenta del acelerado enriquecimiento de Diego Monroy:

'La fortuna personal de monseor Monroy tambin resulta escandalosa: dos casas en la colonia Tepeyac Insurgentes (calle de Talara y en Habana y Chulavista); otra ‘casa familiar’ en Quiroga, Michoacn, y una ‘casa-museo’ en Ptzcuaro, Michoacn, amn de grandes colecciones de obras de arte. En cada una hay servidumbre abundante. D dnde saca tanto dinero? Ojal ahora se pueda hacer algo. Tal vez una visita cannica.'

Tambin le dice que Monroy 'no trabaja en equipo con los cannigos ni con los sacerdotes de la Baslica', quienes slo le sirven para 'maquilar celebraciones de misa y horas de confesionario'.

El verdadero 'equipo' del rector, le asegura, 'es un grupo de laicos incondicionales encabezados por Hctor Bustamante', quien siempre acompaa a Monroy 'en viajes nacionales e internacionales (Chile, Italia, Brasil, Polonia, Espaa, Francia, Filipinas, Estados Unidos, Turqua, Tierra Santa, Egipto…). No se sabe si l paga sus pasajes o corren por cuenta de la Baslica'.

Sin dejar de tutearlo, Guzar le reprocha al cardenal Rivera haber impuesto a Monroy como rector de la Baslica:

'Quin es monseor Diego Monroy Ponce? Las virtudes t ponlas; en seal de que lo conoces, lo nombraste rector de la Baslica el 13 de enero del 2001 y, a pesar de no haber quedado en la terna presentada por el Cabildo Colegial de Guadalupe, le diste nombramiento por otros cinco aos, en enero de 2006. Adems, acuerdas con l y muchas cosas le has confiado, muchas.'

Y por ello le pide tratar personalmente el problema:

'Yo no quiero que esta carta se quede guardada o dada al olvido. Pretendo que tengas t un tiempo para platicar frente a frente conmigo, en dnde t me indiques, y darte ms pormenores de los asuntos aqu tratados.'

Los siete pecados

El 9 de junio de 2008 –tres meses despus de haberle escrito el

anterior reporte al

cardenal–, Guzar le envi un informe al nuncio Christophe Pierre aclarndole que se lo remite como 'representante de su santidad Benedicto XVI' y para que El Vaticano 'tenga una solucin conforme a derecho'.

Le dice que la 'corrupcin y prepotencia' de Monroy, as como su 'afn desmedido por el dinero', han provocado que la Baslica se administre como si fuera 'una empresa'.

Asimismo, plantea lo mismo que le dijo en sus cartas al cardenal, y agrega que Monroy 'no paga' al episcopado mexicano 'el 10% del total de determinacin pontificia. ingresos econmicos, que le corresponden por

'Para que nadie lo controle, Monroy no ha establecido el Consejo de Asuntos Econmicos ni el Consejo de Pastoral, como lo ordena el breve apostlico Praestantem Pietatem, que expidi el Papa Juan Pablo II en 1998', afirma.

Y agrega:

'Yo, seor nuncio, he actuado de frente al cabildo y al cardenal Rivera. Con valenta y en nombre de Dios he pedido no que se me crea, sino que se me oiga y que se investigue a fondo, con auditoras o con una visita cannica.

Concluye: 'Todos estos asuntos de injusticia, corrupcin y prepotencia de monseor Monroy estn flotando en el ambiente clerical'.

En esta carta, Guzar le dice al nuncio que le adjunta 'copias de tres documentos' que ya haba entregado al cardenal Rivera y al cabildo de la baslica.

Otro documento elaborado por Guzar, titulado El rector y los 7 pecados capitales, se refiere a la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza que caracterizan a Monroy.

Ese documento detalla el fasto faranico con que suele rodearse: 'coche a la puerta', 'elevador sin

demora', 'mancebos de compaa', permanentes,

'comelitonas', 'fiestas de despilfarro', guardaespaldas

fotografas suyas distribuidas por todo el santuario… mientras que sus cantores, fanfarrias,

celebraciones litrgicas, Monroy siempre las adereza con ceremonieros, diconos…

En el apartado sobre la 'lujuria', por ejemplo, menciona 'las fiestas' que organiza Monroy en el segundo piso de la baslica, junto a la venerada imagen del Tepeyac. En esas afiebradas

bacanales, el rector siempre tiene 'a su servicio una plyade de solteros con fama de afeminados. Pero su mancebo predilecto, ni hablar, sigue siendo Hctor Bustamante, a quien aparte de darle el control de las riquezas del santuario y de pasearlo por todo el mundo, suele llevarlo con frecuencia a su rinconcito de Ptzcuaro'.

Monseor Jess Guzar ech mano de todo su prestigio y sus influencias para que se le hiciera caso. En el mbito eclesistico era muy respetado por ser sobrino nieto del obispo Rafael Guzar y Valencia, quien fue canonizado en 2006. Hizo estudios en universidades europeas, como la

Gregoriana de Roma, donde estudi teologa. Hablaba ocho idiomas. Adems fue catedrtico en la Universidad Pontificia y en el Seminario Conciliar de Mxico, entre otras instituciones.

Tambin era poeta. Entre sus libros de poesa destacan Mi silencio andariego y Cantares leves. Estaba preparando su antologa potica Ay, el tiempo, cuando muri. El pasado 7 de septiembre el Instituto Nacional de Bellas Artes le organiz un homenaje post mortem en el Palacio de Bellas Artes, en el que se declamaron sus poemas.

Sus hermanos Gonzalo y Rafael recalcan que, con el envo a Roma de toda esta informacin, el cannigo y poeta nicamente intentaba que se pusiera orden en la Baslica:

'Quera que se impidiera tanto manejo turbio del rector. Recurri hasta con el Papa, quien fue maestro suyo en la universidad. Sabemos que mi hermano tambin mand copias de sus informes a algunos obispos mexicanos. Pero, segn vemos, nunca le hicieron caso', dicen.

–Tras la muerte de monseor Guzar, ustedes han intentado hablar con el cardenal Rivera?

–S, le solicitamos una audiencia, para hablar sobre las raras circunstancias en que muri

mi hermano, y tambin para pedirle explicacin sobre un bono que le corresponda.

Los Guzar muestran dos peticiones escritas de audiencia, dirigidas al cardenal. La primera es del 12 de abril pasado, la otra del 16 de junio. Ambas tienen el sello de recibido de la Arquidicesis de Mxico.

En esas solicitudes la familia de San Rafael Guzar pide al cardenal que les 'conceda un poco de su tiempo para comentar algunas anomalas que vivimos con la enfermedad y sucesos posteriores a la muerte del cannigo Jess Guzar Villanueva'. Pero Rivera Carrera no ha querido recibirlos.

Concluyen los Guzar: 'Estamos muy decepcionados de nuestros jerarcas. Hacia afuera hablan de paz y amor, pero por dentro estn pelendose unos con otros. A la Baslica de Guadalupe la han convertido en una cueva de Ali-Bab. Eso nos queda muy claro'.

Texto publicado en la edicin 1769 de la revista Proceso, actualmente en circulacin.

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