Los Limites de La Antigua Provincia Del Paraguay - A Audibert - Primera Parte - Portalguarani PDF
Los Limites de La Antigua Provincia Del Paraguay - A Audibert - Primera Parte - Portalguarani PDF
DE LA
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
POR EL
DOCTOR
A L E J A N D R O
A U D I B E R T
PRIMERA
PARTE
BUENOS A I R E S
imprenta " L A ECONMICA" de Iustoni Hnos. y Ca., Piedad 1886
1892.
PRLOGO
E s costumbre decir dos palabras antes de emp e z a r una obra. Por nuestra parte, no queremos prescindir de ella, para espresar el principio y fin de la que ofrecemos al pblico, reclamando de antemano su indulgencia sobre una materia conoo d a , pero delicada por ms de un concepto, y llena de dificultades por la escasez de. las obras fuentes las cuales es necesario acudir para aclarar los lmites de la antigua provincia del Paraguay, con l o s pases que la circundan. Ms la tarea era un deber en nosotros los hijos de aquella tierra, en presencia de la ruidosa reclamacin diplomtica de
i888.
En este ao la Legacin de Bolivia demand al -gobierno de la Repblica la inmediata libertad de Enrique Moscoso y otros seores, aprehendidos por el comandante del F u e r t e Olimpo S r . Gimnez, en el lugar que se denomin P u e r t o P a c h e c o , que ella juzg estaba en el territorio jurisdiccional de s u gobierno. E l Ministerio de Relaciones E x t e r i o r e s neg esta circunstancia, y en consecuencia, no hizo lugar la libertad de los reos que se hallaban sujetos la jurisdiccin ordinaria de los Tribunales de la R e pblica. Algunos dias despus, envise una expedicin militar que se estableci en el titulado'Puerto P a c h e c o , que, desde entonces, se llama Bahia Ne-
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g r a , por su cercana este punto lindero de las posesiones brasileras d e ' Coimbra y Alburquerque. E l E n c a r g a d o de N e g o c i o s interino de Bolivia, S r . D r . D . Claudio Pinilla, juzg de su deber retirarse y la vez esponer, como espuso, los fundamentos en que se apoyan los derechos de su pas al territorio del Chaco. Con tal motivo, nos dedicamos examinar la cuestin de lmites suscitada, la cual por el derecho pblico vijente entre los E s t a d o s de origen espaol, no ofrece dificultad, en cuanto la base que debe servir para su determinacin. E l principio del uti-possidctis resuelve la causa con tal claridad que, desde luego, es permitido afirmar sin controversia, que cada E s t a d o corresponde el territorio que posea legalmente al separarse de la comn Madre-Ptria, porque ambos pases estaban sujetos un mismo absoluto soberano, cuya voluntad expresada en cualquier forma era ley, y por cuya ley comn estaban fijados sus respectivos dominios. A este respecto, puede decirse que, existe perfecta conformidad entre las canci lerias de los E s t a d o s de origen espaol, en sus mutuas relaciones internacionales,y la nota memorndum del 15 de Octubre de 1 8 8 8 de la L e g a c i n de Bolivia, lo r e c o n o c e y establece, afirmando q u e : E l P a r a g u a y qued organizado dentro de los lmites de la antigua provincia de su n o m b r e . L a nota contestacin del Ministerio de R e l a c i o nes E x t e r i o r e s del 3 de Noviembre del mismo ao, no pretende para la Repblica otros linderos. P o r lo tanto, la ley por la cual debe resolverse la cuestin est determinada por el expreso consentimiento de las cancilleras de los dos g o b i e r n o s sobre el citado principio, y toda la dificultad s e reduce investigar los lmites de la antigua pro
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vincia gobernacin de la Asuncin del Paraguay, con las provincias gobernaciones del coloniaje espaol, colindantes con ella. E l asunto era y es as escencialmente histrico y prctico, no siendo posible resolverlo acertadamente, sin estudiarlo con madurez, en los documentos ttulos de los g o b e r n a d o r e s , en las L e y e s Indias, en las obras de los historiadores y g e g r a f o s , en los juicios de los peritos, y n las discusiones que ilustran la verdad y el derecho de los E s t a d o s . P o r consiguiente, antes de c e l e b r a r s e un tratado de lmites, debi a g o t a r s e los medios que la cien cia y la experiencia ensean para descubrir la verdad, puesto que no se trataba de crear nuevos linderos las naciones contratantes, sino de consignar las divisorias existentes, desde los ms remotos tiempos del coloniaje. D e esta consideracin nace que, fueron muy lijeros incalificables los mandatarios de la Repblica, al arreglar los lmites del E s t a d o con Bolivia, sin exhibicin de ttulos, discusin ni examen de los antecedentes de la historia, en los tratados de 1 8 7 9 y 1 8 8 7 . Semejante procedimiento reflej vivamente la falta de delicadeza y patriotismo reinantes en los manej o s de los intereses generales, en esta poca de profunda corrupcin de los sentimientos morales del hombre pblico. Hasta la integridad territorial de la Nacin, no merecieron y a nuestros gobiernos plenipotenciarios el estudio requerido, y fcilmente renunciaron reconocieron grandes zonas del territorio nacional otro E s t a d o , sin examen de ttulos ni de antecedentes! A n t e esta decadencia del patriotismo, nos resolvimos hacer algunos apuntes histricos, en los cuales anotamos los lmites, ttulos de dominio y actos de jurisdiccin ejercidos por el gobierno de la Asuncin del P a r a g u a y , desde los primeros tiempos del
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descubrimiento y conquista del R i o de la Plata hasta el ltimo gobernador espaol D . Bernardo de Velazco. Y con el mismo fin, siguiendo el curso de nuestra historia sealamos los actos ejercidos por el gobierno de la Repblica del P a r a g u a y relativos las cuestiones de lmites que hubieron con el ex-Imperio del Brasil y la Repblica A r g e n t i n a . P o r fin, concluimos por examinar la argumentacin boliviana sobre el territorio del Chaco espuesta en las obras de sus publicistas y en las notas de su cancillera, ante la luz de la Historia, de las L e y e s Indias y los ttulos de la Nacin P a r a g u a y a . D e aqu es que dividimos la obra en tres partes distintas, de las cuales, la primera comprende el perodo del coloniaje, que es la que ahora publicamos, con el ttulo de: "Los lmites de la antigtia Provincia del Paraguay". L a segunda abarcar, desde la revolucin de 1 8 1 0 hasta 1 8 7 8 , en que concluy la cuestin de lmites con la Repblica Argentina. L a t e r c e r a abrazar, el examen de la cuestin de lmites pendiente entre el P a r a g u a y y B o l i v i a . D e ellas podemos decir, que las dos primeras constituyen la exposicin de los hechos dentro del Gran P r o c e s o de la Historia, y de la ltima puede afirm a r s e que, es el estudio del derecho formulado sobre las constancias de ese Gran P r o c e s o , y presentado al altsimo Tribunal de la Conciencia Pblica, en el litijio de lmites pendientes entre amb a s naciones. T a l es nuestro objeto principal; pero inciclentalmente hemos tocado los hechos relativos los dems pases limtrofes con el gobierno de la antigua provincia del Paraguay, para hacer ms evidente los derechos incontestables de la Repblica sobre dicho territorio, y otros que, hoy estn fuera de su dominio, por la fuerza de los acontecimientos.
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En la Primera P a r t e , empezamos por recordar que el gobierno de la Asuncin del P a r a g u a y , que antiguamente se llamaba tambin, del R i o de la Plata, comprendia en los tiempos primitivos, el espacio que existe desde Venezuela y las Guayanas hasta el Cabo de H o r n o s , y dando vuelta por este abarcaba doscientas leguas sobre el Ocano Pacfico Mar del Sur, hasta encontrar el gobierno de D i e g o A l m a g r o en Chile. S o b r e el Atlntico Mar del N o r t e , desde el citado cabo se estendia hasta seis leguas ms all del puerto desembocadura del rio isla de la Cananea, para de all seguir la lnea de demarcacin entre las posesiones de las coronas de. E s p a a y Portugal, que pasa por la isla de Buen A b r i g o y el cabo de Humos hasta dar con los lmites Sud de las Guayanas Caura por el rio Amazonas, y seguir por este los lmites con Guayanas y Venezuela hasta dar vuelta por los contornos del Per, Tucuman y Chile al Oeste, y, cerrar el circuito de su estensa jurisdiccin, en las doscientas leguas que tenia en el Mar del S u r , pollas capitulaciones del R e y de E s p a a con los A d e lantados D . P e d r o de Mendoza, Alvar Nuez Cabeza de Vaca, Juan Ortiz de Zarate... etc. T a n t a estension de linderos le concilio justamente, segn el historiador Guevara, el ttulo de Gigante de las Provincias Indias; y es fuera de duda que, en aquellos primeros tiempos estaba en su jurisdiccin todas las provincias del R i o Grande del Sud, Santa Catalina, el Paran, parte de San Pablo y de G o y s , toda M a t o g r o s o y parte considerable de P a r a y del Amazonas, que hoy pertenecen los E s t a d o s Unidos del Brasil, as como lo estaban Mojos, la Capitana General de Santa Cruz de la S ' e r r a y Chiquitos, que hoy forman parte integrante de Bolivia; indiscutiblemente tambin entraba en su dominio el territorio del Chaco si-
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tuado al N o r t e y al Sud del R i o B e r m e j o . El Atlanti-Novi de Jominen Jansorium y Henricum Hondium, publicado por Gerardi Mercatoris, en 1 6 3 8 , presenta la vista grficamente, toda esta estensa jurisdiccin del R i o de la Plata antigua provincia del P a r a g u a y . P e r o de tan dilatado dominio se separ, en 1 5 6 0 , Santa Cruz de la Sierra, que abarcaba el espacio ocupado por el actual gobierno de este nombre, Mojos, Chiquitos y toda la parte de M a t o g r o s o situado al Occidente del R i o Paraguay, desde el L a g o de X a r a y e s hacia sus nacientes y al N o r t e de Mojos, por el lado del Per, hasta los lmites Sud de Venezuela sobre el R i o Amazonas. D e este antecedente histrico se desprende esta conclusin lgica inevitable, y es: Que siendo la antigua provincia de Santa Cruz de la S i e r r a , desmembracin de la provincia del P a r a g u a y , los lmites Sud de aquella son necesariamente los Norte de esta, mientras no se justifique la existencia de una desmembracin intermediaria que la historia no rejistra en sus anales. Ms el P a r a g u a y que formaba un solo cuerpo y espritu con el R i o de la P l a t a ; esto es, que bajo uno otro nombre se comprenda indiferentemente un solo gobierno, en lo temporal y en lo eclesistico, fu dividido en dos gobernaciones independientes, por cdula R e a l del 1 6 de Diciembre de
1617.
L a una se titul del R i o de la Plata, con capital en Buenos Aires y comprenda en su distrito esta ciudad, Santa-F, Corrientes y la Concepcin del B e r m e j o ; la otra se llam del Guaira, con capital en la Asuncin y abarcaba en su distrito esta ciudad y las de Villa R e a l , Villa R i c a del Espritu Santo y J e r e z . Ms pronto decay el nombre de Guaira y qued reemplazado por el histrico de Paraguay.
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D e esta manera, la primitiva gobernacin del Adelantado D . Pedro de Mendoza qued dividida en tres importantes secciones, .que s o n : Santa Cruz de la Sierra, P a r a g u a y y R i o de la Plata. Cada una de las cuales fu provista de un obispado que comprenda en su distrito todo el territorio de la respectiva provincia que perteneca y grandes lmites naturales sirvieron de divisorias estos dominios temporales y espirituales del coloniaje. S o b r e el R i o P a r a g u a y la gobernacin de Santa Cruz de la Sierra 11 g a b a hasta la Laguna de los J a r a y e s y desde esta tiraba al interior por las sierras y lomadas que dividen las aguas que caen dicha laguna y al R i o P a r a g u a y al Sud de aquella, y que sirven de lmites Sud Chiquitos en los mapas oficiales de B o l i v a , en la parte Norte del rio San Rafael, afluente del Otuquis, hasta el Parapit San Miguel de los Chiquitos, que divide la gobernacin actual de este nombre, de la de Cochabamba Santa Cruz de la Sierra, cuya jurisdiccin su vez divide del territorio que hoy se llama Chaco y que antiguamente solo se denominaba Paraguay. A s lo ensea la historia, y as lo sealan los gegrafos antiguos; porque como bien dicen los S r e s . (Jlloa, en la Relacin Histrica hecha por orden de S . M. en 1 7 4 8 : El gobierno del Paraguay ocupa las tierras que caen la parte Sur de Santa Cruz de la Sierra", y esa parte Sur es lo que hoy dia se conoce con el nombre de territorio del Chaco, en todos los mapas, con excepcin de' los oficiales de Bolivia, en que al Sud de Chiquitos se coloca la Cordillera del otro lado del R i o Parapit, y debajo de la Cordillera Tomina Chuquisaca hasta el R i o Paraguay, donde abarca al F u e r t e Borbon como cosa suya. P e r o la R e l a c i n Historial de las Misiones de Chiquitos del Padre Juan Patricio F e r u
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nandez, publicada en 1 7 2 6 , dice q u e : L a provincia de Chiquitos es un espacio que, por el poniente mira Santa Cruz de la S i e r r a y algo ms lejos, las Misiones de M o x o s ; que por el Levante baja hasta el famoso Lago de los Xarayes y por la T r a montana la cierra una gran cadena de montes bien larga que corriendo de L e v a n t e Poniente remata en este L a g o ; que por el Medioda mira al Chaco y ese gran Lago golfo del R i o P a r a g u a y , que desde sus principios se llam el P u e r t o de los Itatines. D e donde viene que el mapa de Guillaume de L T s l e , de 1 7 0 3 y otros, dejen ver grficamente que la Laguna de los X a r a y e s est toda ella comprendida dentro de los linderos de la provincia del P a r a g u a y , en otros trminos, que sealen sus lmites con Santa Cruz Chiquitos al N o r t e de dicha L a g u n a , de donde tirando al occidente, v a n hasta pasar el Guapay y luego lo repasa, para ir contornear por las ruinas de la vieja S a n t a Cruz de la Sierra, all por el rio Condorillo Parapit, que, segn el acta de fundacin y el informe de 1 7 9 3 del Gobernador Intendente de Cochabamba D . Francisco Viedma, al V i r e y Nicols Arredondo, separa Santa Cruz de la Sierra del territorio del Gran Chaco. T o d o este territorio situado al Sud de Chiquitos y al oriente del R i o Parapit, en la parte que este divide Cochabamba Santa Cruz de la Sierra de dicho territorio, es, pues, de la comprensin de la antigua Provincia del P a r a g u a y . En cuanto los lmites de esta con la gobernacin del R i o de la Plata, ellos fueron al principio: A l occidente del R i o P a r a g u a y , el R i o B e r m e j o ; y al oriente, el Paran hasta las Misiones, donde los linderos seguan las vertientes de las aguas que caen al Paran y al U r u g u a y . M s al oriente continuaban las divisorias de ambas gobernaciones por
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las vertientes del U r u g u a y y del Iguaz el Curitib de los portugueses, linderos Sud del Guaira propiamente dicho de las ciudades de Villa R e a l y Villa R i c a del Espritu S a n t o ; y de esas vertientes tirando por las divisiones de la actual provincia de S a n t a Catalina con la provincia del Paran del Brasil (antigua provincia del Guaira) iban las divisorias de ambas gobernaciones hasta el Ocano Atlntico. L o s lindes entre el P a r a g u a y y la antigua provincia de Santa Cruz no sufrieron alteracin alguna durante el coloniaje. L o s Sud de Chiquitos continu siendo los Norte del P a r a g u a y ; pero no as sucedi con el R i o de la Plata el gobierno de Buenos Aires, en la parte de Misiones. L o s t r e c e pueblos del Paran, fueron a g r e g a d o s ste por cdula real del 6 de Noviembre de 1 7 2 6 , y con tal motivo, los lmites de dicho gobierno llegaron hasta el T e b i c u a r y , en la parte donde las Misiones alcanzaban hasta dicho rio. P e r o esta modificacin fu en lo temporal; porque en lo eclesistico no se cambiaron los lmites entre ambos gobiernos, en el territorio de Misiones. E s t a anomala produjo por parte de los g o b e r nadores del Paraguay la reclamacin de los lmites de su antigua jurisdiccin y la R e a l Ordenanza de Intendentes de E j r c i t o y Provincia, de 1 7 8 2 , vino resolver el caso, estableciendo que, la Intendencia del P a r a g u a y le correspondia todo el territorio de su Obispado, que lo era todo el que constitua su antigua jurisdiccin, que al N o r t e ocup siempre las tierras que caen la parte Sur de Santa Cruz de la Sierra, y que al Sud llegaba al R i o B e r m e j o , al R i o Paran y las divisiones de las aguas este rio y al Uruguay, etc. Aquello y esto son evidentes, si se observa que, la Intendencia de S a n t a Cruz se le seal todo el territorio de su Obispado, que lo era todo el que constitua la antigua
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provincia de su nombre, y la Intendencia de Buenos A i r e s , se le asign todo el territorio de su Obispado, que lo era el de su antigua jurisdiccin, antes de serla agregada los t r e c e pueblos de las Misiones del Paran correspondientes la antigua provincia del P a r a g u a y . E n las modificaciones la R e a l Ordenanza de Intendentes, quedaron subsistentes los gobiernos polticos militares de Mojos y Chiquitos, y la Capitana General de Santa Cruz de la Sierra se uni la Villa de Cochabamba para formar la Intendencia de este nombre; pero sin alterar los lmites del P a r a g u a y con el Obispado de Santa Cruz de la S i e r r a con Chiquitos y la Capitana de Santa Cruz. E l P a r a g u a y no sufri, pues, ms desmembracin al Norte, que, la que produjo la separacin de Santa Cruz de la S i e r r a , y las que impusieron las usurpaciones portuguesas. E n t r e el P a r a g u a y y Chiquitos y Cochabamba Santa Cruz de la Sierra, no hay concesin intermediaria; por consiguiente sus lmites N o r t e coinciden necesariamente con los Sud de Chiquitos y los orientales de la Intendencia de Cochabamba, con los occidentales del P a r a g u a y sobre el rio Condorillo Parapit. L a s modificaciones de 1 7 8 3 , la Real Ordenanza de Intendentes no alteraron las divisorias de los gobiernos del P a r a g u a y y Buenos Aires, los cuales conservaron por distrito todo el territorio de sus respectivos Obispados. En su consecuencia, los t r e c e pueblos de las misiones del Paran, volvieron la jurisdiccin del Paraguay, quedando divididas las Intendencias de ambas provincias, al occidente del R i o Paraguay, por el B e r m e j o , y al oriente, por l R i o Paran, hasta las Misiones, donde los lmites continuaron por las alturas que dividen las aguas que caen dicho rio y al U r u g u a y ; pero,
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por real cdula del 17. de Mayo de 1 8 0 3 , de los treinta pueblos de Misiones del Paran y del Uruguay, se form la provincia de Misiones, gobernada en lo poltico y militar con total independencia de los gobiernos del P a r a g u a y y Buenos Aires, entre los cuales hasta entonces estaban divididas, segn la espresion de dicha cdula. E n lo eclesistico se conserv la misma antigua divisin de los Obispados de una y otra provincia. En este estado, en 1 8 0 6 , por otra orden real. reunise el gobierno de los treinta pueblos de Misiones al gobierno-Intendencia del Paraguay, en lo poltico y militar. En lo eclesistico continu en el mismo estado anterior la creacin de la Provincia de Misiones; esto es, el Obispado del P a r a g u a y limitaba con la de Buenos Aires, por las divisorias de las aguas los rios Paran y Uruguay, as como lo fu durante la corta existencia de la gobernacin . independiente de los treinta pueblos de las misiones guarans y tapes. Don Bernardo de Velazco, Gobernador-Intendente del Paraguay, con reunin de los treinta pueblos de Misiones, estaba en el ejercicio de su autoridad, cuando sobrevino la revolucin de 1 8 1 0 y la de 1811. L a jurisdiccin que tenia pas la Junta Gubernativa de la Asuncin en este ao, en toda su estension; esto es, desde el Pepir-Guaz y San Antonio Guaz hasta el Parapit, y desde el R i o Bermejo hasta los lmites Sud de Chiquitos. L o s actos de jurisdiccin y dominio ejercidos por la Junta Gubernativa del Paraguay, los expondremos en la Segunda P a r t e . P o r ahora, basta acentuar el hecho de que el gobierno de la Asuncin comprenda todo el territorio de .su Obispado, ms el territorio de los diez y siete pueblos del Uruguay, del Obispado de Buenos A i r e s , de la misma manera que el R i o de la
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Plata, consecuencia de la cdula real de 1 7 2 6 , abarcaba el territorio de su Obispado, ms los t r e c e pueblos del Paran, del Obispado del Paraguay, hasta que por la R e a l Ordenanza de Intendentes de 1 7 8 2 , estos volvieron al gobierno del Paraguay. L o s lmites de esta gobernacin con Buenos Aires, eran, pues, claros y precisos, con arreglo al uti-possidetis de 1 8 1 0 1 8 1 1 . L o s linderos de ella con los elementos componentes de B o ivia, son ms claros y precisos an, si se tiens presente que al Norte no hubo alteracin de lmites, de modo que es incuestionable la verdad s i g u i e n t e : Que el gobierno del P a r a g u a y ocupa las tierras que caen la parte Sur del Obispado de Santa Cruz de la Sierra, desde el tiempo que fu ste creado, y con anterioridad, desde que, en 1 5 6 0 , se separ Santa Cruz de la Sierra de la antigua Provincia del P a r a g u a y hasta el 1 5 de Mayo de 1 8 1 1 , en que cay la autoridad del ltimo g o bern dor espaol D . Bernardo de Velazco, para levantarse sobre su estinguida autoridad, el dominio de la soberana del pueblo paraguayo. En cuanto la Intendencia de L a Plata de Charcas, encontramos que ella no lindaba con la del Paraguay, por cuanto al N o r t e del R i o Pilcomayo, entre una y otra gobernacin se interpona la de Cochabamba Santa Cruz de la Sierra, cuya jurisdiccin llegaba al Sud, por lo menos, hasta dicho rio; y entre este y el B e r m e j o interponase Tucuman primero, . luego, la Intendencia de Salta, entre los lmites de la ciudad de Oran con T a r i j a , y despus este partido mismo sirvi de obstculo al ser incorporado dicha Intendencia. L o uno se hace evidente tenindose presente que la Intendencia de L a Plata, con las modificaciones introducidas la R e a l Ordenanza, en 1 7 8 3 , qued
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reducida seis partidos que son; Amparaes, T o mina, Oruro, Paria, Carangas y Pislaya-Paspaya. E s t e , el ms oriental de todos ellos, en los mismos mapas oficiales de Bolivia est comprendido entre el rio Paspaya y el Cachimayo en la parte ms oriental; y si se mira el mapa de Cano y 0 1 medilla de 1 7 7 5 , se ver que queda al occidente de Santa Cruz de la Sierra, de igual manera que Tomina y Amparaes. L a Cdula R e a l de aprobacin de la fundacin de la ciudad de Oran y los lmites que esta tenia con T a r i j a , as como la estension de esta villa provincia, convencen desde luego de la exactitud que el P a r a g u a y tampoco lindaba con Potos d j rante el coloniaje, ni podia serlo, porque entre una y otra se interponia la Intendencia de S a l t a . E n cuanto esta heredera de la gobernacin de Tucuman, en la parte que lindaba con el Paraguay, puede decirse sin temor de errar, que existe entre ambas Intendencias una divisoria histrica natural que es el R i o B e r m e j o , desde donde termina el lmite con la de Buenos A i r e s , hasta donde concluye el llano territorio del Chaco al N o r t e al oriente de dicho rio, que es por donde comienzan las reducciones de Caiza, Carapari Ita, ubicadas en los terrenos altos entre las serranas del antiguo reino del Per, al cual perteneci primitivamente Tucuman, y las cuales orijinariamente se llamaron Chac, Chacn Chaco. L a Intendencia del Paraguay no tenia cuestin de lmites con Chiquitos, Cochabamba ni otro alguno de los elementos componentes de Bolivia. T a m p o c o tenia litigio con Salta ni Buenos Aires sobre el territorio del Chaco, donde existe la divisoria natural histrica del R i o B e r m e j o ; pero durante el tiempo que la gobernacin del R i o de la Plata lleg sobre el R i o T e b i c u a r y , en la parte cb
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Misiones, algunos vecinos de Corrientes se establecieron en las lomas que despus se llam de Pedro Gonzlez y fuerte de Curupayty. Los gobernadores del P a r a g u a y tan pronto como se apercibieron del hecho reclamaron contra semejante ocupacin que, no caa en el territorio de los t r e c e pueblos de las Misiones del Paran, que le fueron s e g r e g a d o s por la citada cdula R e a l . Corrientes para escusar sus avances sobre la g o bernacin del P a r a g u a y por error, fund su posesin en que, por la divisin de 1 6 2 0 , habia correspondido al R i o de la Plata hasta el R i o Tebicuary. Con tal motivo, se suscit empeado litigio hasta que el V i r e y Vertiz parti administrativamente la diferencia, por providencia del 9 de Noviembre de 1 7 7 9 ; pero, luego, reapareci el pleito con la sancin de la R e a l Ordenanza de Intendentes de 1 7 8 2 y el Gobernador Intendente don P e d r o Mel de P o r t u g a l ocup por la fuerza Curupayty, en 1 7 8 4 . E s t e acto violento origin la protesta del T e niente Gobernador de Corrientes don Alonso Quesada y las disputas y violencias continuaron durante el coloniaje sobre el fuerte de Curupayty. P e r o el Gobernador del P a r a g u a y D . Bernardo de V e lazco hallbase en posesin hasta el R i o Paran, cuando el 1 5 de Mayo de 1 8 1 1 depuso su autoridad espaola ante la soberana popular. E l g o b i e r no del P a r a g u a y al emanciparle de Espaa, tenia pues, jurisdiccin y dominio sobre Curupayty; esto es, hasta el R i o Paran. Tambin tenia jurisdiccin y dominio derecho sobre el territorio de los treinta pueblos de Misiones, que hasta entonces estaban sujetos al gobernador D . Bernardo de Velazco. E l teniente-gobernador de Misiones don Fulgencio Y e g r o s , pas presidir los destinos de la provincia del Paraguay, en 1 8 1 1 .
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L a Junta Gubernativa conserv toda la estensa jurisdiccin de Don B e r n a r d o de Velazco. En tal sentido, su dominio s o b r e el territorio del Chaco situado al N o r t e del R i o B e r m e j o y al Sud de Chiquitos, fu siempre quieto, pacifico y continuado, como . lo fu desde el principio del coloniaje hasta entonces. E n efecto. D e s d e Juan de A y l a s que traba amistad con los indios M b o c o bis al N o r t e del R i o B e r m e j o , y desembarca y conquista esa regin N o r t e del Chaco por el ttulo del Primer Adelantado clon P e d r o de Mendoza, desde Alvar Nuez Cabeza de V a c a que somete los indmitos guaycurs y dems indios que habitaban la ribera derecha del R i o P a r a g u a y , hasta el ltimo gobernador espaol don Bernardo de Velazco, se encuentran atestiguando la jurisdiccin y dominio de la antigua provincia del P a r a g u a y , las frecuentes espediciones de sus gobernadores y los sacrificios de sus vecinos s o b r e dicho territorio, en las reducciones de Y a s o c N u e s t r a S e o r a de los R e y e s y Guazutingu, de los indios guaycurs, por los aos de 1 6 0 9 , de las cuales la primera dur hasta 1 6 2 6 , frente mismo la Asuncin, una legua de distancia del R i o P a r a g u a y . A l N o r t e de esta, entre el fuerte B o r b o n Olimpo y Bahia N e g r a estuvieron las de Itat y N u e s t r a S e o r a de la F , destruidas por las invasiones de los mamelucos portugueses, el ao 1 6 4 5 . A l Sud del Pilcomayo, cerca del R i o B e r m e j o , sobre la ribera derecha del R i o P a r a g u a y se estableci la del T i m b de indios Abipones, en 1 7 6 2 ; mas al N o r t e de sta se fund, en 1 7 7 6 la de San F r a n c i s c o S o lano de indios Mbocobis, y mas c e r c a del R i o Pilcomayo, pero al sud de este, en 1 7 8 2 se plante la Nueva Reduccin de indios T o b a s , reducciones todas aprobadas por el S o b e r a n o Espaol, como realizadas en la jurisdiccin de la provincia del
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P a r a g u a y . Al Norte del A r a g u a y , pero un poco mas al N o r t e de la reduccin de Y a s o c Nuestra S e o r a de los R e y e s , sobre el rio Confuso por sus cercanas, en 1 7 8 7 , se estableci la importante poblacin de la Reduccin de Meloda, que dur treinta aos desde su fundacin; esto es, hasta 1 8 1 7 , y con anterioridad, por los aos de mil setecientos sesenta y tres se estableci por la altura de Pan de Azcar la reduccin de indios mbays guanas albays, aprobadas tambin por el R e y , como hechas en la jurisdiccin del P a r a g u a y . Y mas al N o r t e , en los c e r r o s de los Tres H e r manos su gobernador Intendente don Joaqun de Als y Br, hizo construir en 1 7 9 2 el F u e r t e de Borbon, para contener las usurpaciones portuguesas que llegaron radicarse por los lugares de Coimbra y Alburquerque. en la jurisdiccin del Paraguay. Con e s t e motivo recordemos que su Gobernador Intendente don Lzaro de R i v e r a , en 1 8 0 1 , llev en p e r s o n a una espedicion militar destinada recobrarlos por la fuerza. L o s atac y si fu rechazado, queda en la historia la tentativa hecha para reincorporarlo la jurisdiccin y dominio de su mando, as como qued la protesta que hizo Martin B o n e o , por su antecesor don Joaqun Als y Br, c o n t r a tales avances portugueses. E n t r e tanto, Chiquitos, Cochabamba Santa Cruz de la S i e r r a , Salta la antigua provincia de T u curnan, el R i o de la Plata la Intendencia de Buenos A i r e s no pueden mencionar ningn acto de posesin del coloniaje en el espacio comprendido entre e l R i o Bermejo, el R i o P a r a g u y y Bahia Neg r a , que contradiga siquiera tales actos de jurisdiccin y dominios, histricos, quietos, pacficos y continuados durante la dependencia de la MadrePtria.
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P a r a hacer resaltantes estas verdades hemos procedido la manera que, en 1 8 6 6 , el ciudadano paraguayo Manuel P e d r o de P e a decia: He recurrido hojear los libros que podran instruirme y el resultado ha sido hacer un acopio de conocimientos que revelan esta propensin de apoderarme de lo ageno. E l fruto de e s t e trabajo es escribir cuantos prrafos y artculos he entresacado de las obras que hasta ahora han llegado mis manos y son conducentes al fin que me he propuesto omitiendo lo incongruente y espresando lo que concierne al caso. No son cosas nuevas para los que conocan las obras; pero para los que no tienen noticias de la historia y de los hechos, es de mucha utilidad que se generalicen. En esta Primera P a r t e que publicamos, nada hay pues nuevo, sino el trabajo de r e c o j e r de las pginas de la Historia del Coloniaje, los ttulos y actos de jurisdiccin del P a r a g u a y sobre el territorio del Gran Chaco, omitiendo lo incongruente y espresando lo que concierne al caso, con el objeto de hacer resaltar el derecho incontestable de la Repblica sobre dicho territorio incidentalmente nos ocupamos tambin s o b r e los dems territorios que fueron de su antigua jurisdiccin. D e igual manera y con el mismo objeto espondrmos en la Segunda P a r t e , los actos de jurisdiccin y dominios realizados desde 1 8 1 0 h a s t a 1 8 7 8 . En la T e r c e r a P a r t e , examinaremos la Cuestin de lmites con Bolivia, dentro del Gran Proceso de la Historia, la luz de los hechos consignados en sus pginas y bajo el imperio de las disposiciones vigentes, entre pueblos que tienen un mismc origen, leyes, lengua, costumbres y vicisitudes histricas, y que, por consiguiente, fcil-
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mente pueden entenderse dentro de lo que es verdadero y j u s t o . E l arreglo de la cuestin de lmites pendiente es as sobre todo una cuestin de estudio y de buena f. E n este sentido creemos que una tentativa para aclarar la materia podr siempre s e r de inters pblico, an cuando no se llene el' objeto que el autor ha tenido en vista. P o r tal razn, no hemos vacilado en abordar una causa superior nuestras fuerzas y lanzar al juicio de la opinin general, los apuntes que contiene: Los limites de la antigua Provincia del Paraguay.
A. AUDIBERT.
Buenas
Aires,
Diciembre
i5 de
18pS.
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CAPTULO Antiguos
limites del Paraguay Doctrina del Derecho Divino Bula del Papa para la particin de los dominios de Espaa y PortugalTratado de 1404Lnea de demarcacin en las posesiones de ambos EstadosDescubrimiento del Rio de l Plata por Sebastian GabotoReconocimientos y posesiones tomadas por Juan Diaz de Solis y Vicente Yaez Pinzn por la corona espaolaJuan Diaz de Solis descubre despus de Gaboto el Paran-Guaz Concesin ' SolisSu expedicin y muerteRio de SolisSegunda expedicin de Sebastian Gaboto este rio Divergencia de opiniones sobre su destino. Exploracin del Rio de Solis Fuerte de "Santi-Spritu". El Rio ParaguayCombate naval con los agacesOrijen del nombre de Rio de la Plata Orijen y significacin del nombre de ParaguayDiversas versionesCapitulacin del Rey con D. Pedro de Mendoza Estension del gobierno de este sobre el Ocano PacificoAmpliacin del gobierno de Chile Cuestin de limites entre este y el Rio de la PlataInterpretacin racional de las concesiones del ReyEstension del Paraguay sobre el Ocano AtlnticoEstension al NorteCapitulacin del Rey con Juan Ortiz de Srata, con Diego Fernandez de Zerpa y Pedro Maravez de SilvaLimites del Paraguay con Guayaras y VenezuelaLimites con el Brasil al OrientePases limtrofes al OesteEl territorio del Chaco pertenece al Paraguay Rio de la Plata.
Vamos ocuparnos de los lmites de la antigua provincia del Paraguay, consignando sus ttulos de dominio y actos de j u risdiccin sobre el territorio de su distrito, desde los primeros tiempos del descubrimiento y conquista del Rio de la t a t a , con el objeto especial de tratar la cuestin de lmip
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tes con Bolivia, incidentalmente, para recordar las que hubieron con la Repblica Argentina y l Brasil, fin de sealar por los cuatro puntos cardinales los linderos de sus derechos territoriales. En esta tarea es preciso recordar que, cuando Cristbal Colon descubri un mundo nuevo, creyendo que eran las Indias Occidentales, la Europa vivia bajo la influencia de la doctrina del Derecho Divino. Para legitimar los descubrimientos y conquistas era necesario acudir al Vicario de Dios sobre la Tierra, nica autoridad del mundo catlico para declarar la voluntad Divina que, debia servir de L e y Fundamental para rejir las relaciones internacionales de los E s t a d o s que reconocan la supremaca espiritual del Jefe de la Iglesia Catlica. De acuerdo con ste Derecho Internacional Pblico vijente entonces en la Europa, los R e y e s de Portugal habian hecho que el Papa les adjudicase los territorios del frica y de los mares del Sur que descubrieran y pudieran ocupar. Y de igual manera para lejitimar el derecho de poseer las tierras situadas al Oeste, que Colon acababa de descubrir, los R e y e s de Espaa acudieron tambin al Papa para que sancionara por una Bula los derechos de posesin y dominio que ese descubrimiento les habia dado. L a cuestin no admita vacilaciones, dice el historiador argentino Dr. Vicente F . Lpez. El Papa, que tenia estrechsimas conexiones polticas y personales con los R e y e s de Espaa, no podia rehusarles lo que habia concedido de tiempo atrs los portugueses; y espidi la famosa,/Bula del 3 de Mayo de 1493, por la que con acuerdo del Sacro colejio de los Cardenales, dio los R e y e s de Castilla y de Len el Soberano imperio y principado de las Indias Occidentales y su navegacin sobre todo aquel hemisferio, con todas las facultades, gracias, indulgencias y prerrogativas que se habian concedido los Reyes de Portugal para la Guinea y las partes de frica que habian ocupado . Hasta aqu nada habia que d e c i r : las cosas estaban en
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regla segn su tiempo. Pero es que el Papa y su Sacro Colegio de Cardenales, mal servido al parecer por el E s pritu Santo en ese acto colectivo en el que, segn el dogma, no hay error posible, acept lisa y llanamente el enorme error en que estaba Colon; y dio por sentado que lo que se habia descubierto era una de las islas adyacentes la costa Occidental del Asia. Teniendo pues que determinar la parte que en ese continente, y en sus mares, debia pertenecer espaoles, y la parte que debia pertenecer portugueses, para que no surgieran conflictos entre ellos, el Papa mand que se trazase una lnea de polo polo, cien leguas al Occidente de las Islas Azores, y da Cabo Verde, y que todo lo descubierto, y lo que se descubriese al Occidente, al medio dia (Sur), fuese de la navegacin y de los descubrimientos de los R e y e s de Castilla y de Len, con lo cual se declaiaba de los portugueses todo lo que quedaba al Oriente de esa proyectoria. L a resolucin fu inmediatamente reclamada por los Reyes de Portugal, no tanto por su fondo, que aceptaban como jus^o, pues participaban del mismo error geogrfico de Colon, sino por la distancia que debia trazarse la lnea; que les pareci poco avanzada en el Atlntico para garantir bien su navegacin y sus descubrimientos probables por su lado . Esta contienda hubo de dirimirse en las conferencias de Tordesi lias, que algunos llaman tratados. Pero Solorzano dice categricamente que no pudieron ponerse de acuerdo las dos partes; y que defirieron el conflicto en el Papa; el cual ms errneamente inspirado ahora .que antes, zanj la dificultad haciendo avanzar la lnea divisoria doscientas y setenta leguas ms adelante que la anterior, es decir, trescientas setenta leguas al Occidente del Cabo Verde (a).
(a) Vase Historia de la Repblica Argentina por Vicente F. Lpez, tomo I cap IV. Historia Universal por Csar Cant (Lib. XIV, cap. III) F.1 l m i t e Oriental del territorio de Misiones, por Meliton Gonzlez, tomo I pg. 12.Historia de los Reyes C a tlicos D. Fernando y D Isabel por Guillermo Prescot. Parte Primera, cap. XVIII Historia General de Espaa por Modesto Lafuente. Parte Segunda, libro 4 cap. I X .
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A este respecto, sin embargo, la categrica afirmacin de Solorzano y otros autores sufren un gran error. E n efecto. E n las conferencias de Tordesillas de 7 de Junio >ie 1494, realizadas con el objeto de llegar un acuerdo sobre el derecho de navegacin, comercio, pesquera y e stablecimiento en la costa de frica, (a) ambas coronas llegaron cortar las diferencias sobre la particin del Mar-Ocano, conviniendo que, la lnea divisoria pasase por el meridiano que dista trescientas setenta leguas al Occidente del Cabo Verde. - L a prueba de esta afirmacin es la capitulacin aprobada el 5 de Setiembre de 1494, que en lo pertinente dice: E luego los d i c h j s procuradores de los dichos seores R e y e R e y n a de Castilla, de Len, de Aragn, de Secilia, de G r a n a d a . . . etc., e del dicho seor R e y de Portugal e de los Algardes,. . . etc., dijeron: Que por cuanto entre los dichos seores sus constituyentes, hay cierta diferencia sobre lo que cada una de las dichas partes pertenesce ds lo fasta hoy dia de la fecha desta capitulacin est por descobrir en el Mar Ocano; por tanto, quellos por bien de paz e concordia e por conservacin del debdo e amor quel dicho seor R e y de Castilla, de A r a g n . . . etc., sus Altezas place, e los dichos procuradores en su nombre, e por virtud de sus poderes, otorgaron e consintieron que se haga e asine por el dicho Mar Ocano una rraya lnea derecha de Polo Polo, del Polo rtico al Polo Antartico, ques de .Norte S u r ; la qual rraya lnea e seal, se haya de dar d derecho como dicho es, trescientas setenta leguas de la Isla de Cabo Verde para la parte del Poniente, por grados por otra manera, como mexor e ms presto se pueda dar, de manera que non sea ms. E que todo lo que fasta aqu thenga aliado e descobierto, e de aqu adelante se aliare e descobriere por el dicho seor R e y de Portugal e por sus navios, ans yslas como tierra firme, desde la dicha rraya dada arriba en la forma susodicha, yendo por la dicha parte
(a) VaseDocumentos inditos del Archivo de Indias, tomo 30, pg. 228 268.
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de Levante dentro de la dicha rraya la parte de Levante Norte, de Sur della, tanto que non sea atravezando la dicha rraya, questo sea e quede e pertenezca al dicho seor R e y de Portugal e sus subcesores para siempre xams. E que todo lo otro, ans yslas como tierra firme aliadas e por aliar, descobiertas e por descobrir que son e fuesen aliadas por los dichos seores R e y e R e y n a de Castilla e de A r a g n . . . etc., e por sus navios, dende la dicha rraya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte de Poniente dempues de pasada la dicha rraya para el Poniente al Norte-Sur della, que todo sea e quede e pertenezca los dichos seores R e y e R e y n a de Castilla e de Len,
siempre
xams.
Los dichos procuradores prometen e siguran, en virtud de los dichos poderes, que de hoy en adelante non entibiarn navios algunos los dichos seores R e y e R e y n a de Castilla e de Len etc., por esta parte de la rraya la parte de Levante aquende la dicha rraya que queda para el dicho Seor R e y de Portugal, la otra parte de la dicha rraya que queda para los dichos Saores R e y R e y n a de Castilla e de Aragn e t c , descobrir e buscar tierra nin ysla alguna, nin a contratar, nin rrescatar, nin conquistar en manera alguna; pero que si acontesciere que yendo ansi aquende de la dicha rraya, los dichos navios de los dichos Seores R e y e Reyna de Castilla, d e L e o n , de Arag n . . . . etc.. aliasen qualesquier ysla tierras en lo que ansi queda para el dicho Seor R e y de Portugal e para sus herederos para siempre xams, que sus Altezas lo ayan de mandar luego dar y entregar. E si los navios del dicho Seor R e y de Portugal aliaren qualesquier ysla e tierra en la parte de los dichos Seores R e y e Reyna de Castilla, de Len e de Aragn etc., que todo lo tal sea e quede p ira los dichos' Seores R e y de Castilla, de Len e de A r a g n . . . . e t c . , e para sus herederos para siempre xams; e quel dicho-Seor R e y de Portugal lo haya luego de mandar, dar y entregar.... etc. Y al final,.la capitulacin agrega: E para mayor-siguri-
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dad e firmeza de lo susodicho, xuraron Dios e a Santa Maria e a la seal de la Cruz f , en que pusieron sus manos derechas, e las palabras de los Santos Evangelios donde quiera que mas largo son escripias, en las nimas de los dichos sus constituyentes; quellos e cada uno dellos thendrn e guardarn e complirn todo lo susodicho, e cada una cosa e parte dello, rrealmente e con efeto, cesante todo frabde, cabtela, engao, ficion e simulacin; non lo contradirn en tiempo alguno nin por alguna manera; baxo el qual dicho xuramento, xuraron de non pedir absolucin nin rreaxacion dello Nuestro Muy Santo Padre, nin otro ningn Legado nin Perlado que la pueda dar., e aunque de propio motu la den, non usarn della; antes por esta presente capitulacin, soplican en el dicho nombre a Nuestro Muy Santo Padre, que Su Santidad quiera confirmar e aprobar esta dicha - Capitulacin, sigund en ella se conthiene e mandar expedir sobrello. sus Bulas a las partes o qualesquier dellas que las pidiere, e incorporar en ellas el t he or de la Capitulacin; poniendo sus censuras los que contra ella fueren o pasaren en cualquier tiempo que sea ser pueda. E ans mesmo, los dichos procuradores en el dicho nombre, se obligaron baxo la dicha pena e xuramento, que dentro de. cien dias primeros siguientes, conthados dende 1 dia de la fecha desta capitulacin, darn la una parte a la otra, e la otra la otra, la aprobacin e rratificacion dsta capitulacin, escrpta en pergamino e firmada de los nombres de los dichos seores sus constituyentes, e sellada con sus sellos de cuo pendientes; y ea la escriptura que obiesen de dar los dichos Seores sus constituyentes R e y e Reyna de Castilla e A r a g n . . . . etc., aya de firmar, consentir e abtorizar el Muy Esclarecido e IlustrsirriD Seor Prncipe Don Xoan, su fixo. De lo qual todo que dicho e s , . otorgaron dos escripturas de un thenor, tal una como otra, las cuales firmaron de sus nombres e las otorgaron ante los secretarios e testigos abaxo escriptos, para cada una
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de las partes la suya, e qualesquer que paresciere valga omo si ambos dos parescieren; que fueron fechas otorgadas en la dicha Villa de Jordesillas el dia, mes e ao susodicho. D. Enrique Enriquez, comendador mayor.Ruiz SosaDon Xoan de S o s a . E l doctor Rodrigo Maldonado Licenciado AriasTestigos que fueron presentes que vieron aqui firmar sus nombres los dichos procuradores y embaxadores, e otorgar lo susodicho e facer el dicho xuramento: el Comendador Pedro de Len, el Comendadar Fernando de Torres, vecinos de la Villa de Valladolid, y el comendador Fernando de Gamarra, comendador de Zagra e Zenete, continos de la casa de los dichos Seores R e y e Re)ma, Nuestros S e o r e s ; Xoan Suarez de Sequeire e Ruy Leme e Duarte Pacheco, continos de la casa de dicho Seor R e y de Portugal para ello llamados E yo Fernando Alvarez de Toledo, Secretario del R e y e de la Reyna Nuestros Seores e de su Consejo, e su Escribano de Cmara e Notario pblico en la de su Corte y en todos rreynos e Seoros, fui presente todo lo que dicho es, en uno con los dichos testigos, e con Esteban Baen, Secretario del dicho Seor R e y de Portugal, que por abtoridad de los dichos R e y e R e y n a Nuestros Seores, le dieron para dar fe desde abto en sus rreynos, fu ans mesmo presente lo que dicho e s ; e de rruego e otorgamiento de todos los dichos procuradores y embaxadores qne en mi presencia e suya aqu firmaron sus nombres, este pblico instrumento fice escrebir, el cual va escripto en estas seis foxas de papel de pliego entero, escripias de ambas partes, con esta en que van los nombres de los sobredichos e mi sino, y en fin de cada plana va sealado de la seal de mi nombre e de la del dicho E s t e b a n Baen. Y en fe de ello fice aqui esta mi seal, que es tal.
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En testimonio de verdad Fernand Alvarez.E yo el dicho Esteban Baen que por abtoridad que los dichos Seores R e y e Reyna de Castilla, de Len etc., me dieron ron para facer pblicos en todos sus rreinos e Seoros, xuntamente con el dicho Fernand Alvarez, rruego e rre-
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quirimiento de los dichos embaxadores e procuradores, todo presente fui, e por fe e certeza dello aqui de mi pblica seal la sin, que es tal etc. L a qual dicha escriptura de asiento e capitulacin e concordia arriba encorporada, vista y enthndida por Nos, la aprobamos, alabamos, confirmamos, otorgamos e rratificamos, e prometemos de thener, guardar e complir todo lo susodicho en ella conthenido, e cada una cosa e parte dello, rrealmente e con efeto, cesante todo frabde, cabtela, ficion e simulacin; e de no yr nin venir contra ello nin contra parte dello en tiempo alguno nin por alguna manera que sea ser pueda. E para mayor firmeza, xuramos Dios e Santa Mara, e las palabras de los Santos Evangelios, donde quiera que ms largamente son escriptas, y la seal de la f en que corporalmente ponemos Nuestras manos derechas en presencia de Fernand Duque de Estrada Maestre-Sala del muy Ilustre Prncipe D . Xoan, que los dichos R e y e R e y n a de Castilla, de Len, de A r a g n . . . etc., Nuestros Hermanos Nos, para ello ymbiaron, de lo ans thener, guardar e complir, e cada una cosa e parte de lo que Nos, incumbe rrealmente e con efeto, e como dicho es, por Nos e por Nuestros herederos e subcesores, y por los dichos Nuestros Reynos e Seoros, subditos e naturales dellos, baxo las penas, obligaciones, vnculos e rrenunciaciones en el dicho contrato de capitulacin e concordia arriba escripto conthenidos. Por firmeza e corroboracin del qual, sinamos esta Nuestra Carta de Nuestra Seal, e Mandamos sellar de Nuestro sello de plomo, pendiente en filos de seda de colores. Dada en la Villa de Setubal cinco dias del mes de Setiembre Xoan Ruiz, la fizo, ao del Nacimiento de Nuestro Seor Jesucristo de mil cuatrocientos e noventa e cuatro. El Rey . (a) Por esta capitulacin tratado entre Espaa y Portugal,
(a) Vase Documentos inditos del Archivo de Indias, tomo 30, pg 258 285 Capitulacin entre los Reyes de Espaa y Portugal para la particin del Mar Ocano.
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se v que, ambas coronas llegaron un acuerdo sobre la particin del Mar-Ocano. Ms como el Derecho Pblico vijente en aquella poca, se fundaba en la doctrina del Derecho Divino, las partes solicitaron del Papa, la confirmacin del pacto referido, y la lnea divisoria avanz doscientas y setenta leguas ms adelante que la anterior; esto es, trescientas setenta leguas al Occidente del Cabo Verde, por convenio de partes y ratificacin del Papa. Dicha lnea de demarcacin, meridiano divisorio de los derechos de ambas coronas, pasa por la isla de Buen Abrigo, seis leguas al Norte de la isla y Puerto de la Cananea donde desagua al Ocano Atlntico el rio de la Cananea llamado tambin Ubay. Comprende cuatrocientas y cincuenta leguas de Norte a Sur, contando desde dos grados de altura austral por el Cabo de Humos hasta la isla de Buen Abrigo por los veinte y cinco grados de latitud, (a) Dos aos despus de la celebracin del tratado de 1494; esto es, el ao 1496, Sebastian Gaboto, natural de Venecia, pero que estaba al servicio de los R e y e s Catlicos D. Fernando y D Isabel, navegando por orden de estos, en los descubrimientos de Amrica, llego en dicho ao al Parap-Guaz Rio de la Plata y se intern en l, seiscientas leguas con':ra sus corrientes. De esta noticia que dio su regreso Espaa, result que se despachase a Juan Diaz de Solis y Vicente Yaez Pinzn proseguir aquel descubrimiento y los de la costa del Brasil hacia el Sur, con orden de no detenerse, reducindose reconocer los Puertos y Pases, para proceder despus la poblacin de ellos.
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Partieron de Sevilla, Pinzn y Solis, el ao 1508, en dos caravelas: tomaron el cabo de San Agustn y costearon las tierras, desembarcando en los Puertos y Ensenadas, practicando todas las diligencias correspondientes la for(a) VaseDocumentos inditos del Archivo de Indias, tomo 15. L a demarcacin y divisin de las Indias. Provincias del Rio de la Plata, pg. 523 526 y Brasil.pg. 526 528. RequenaCarta de la Amrica Meridional.
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maliciad de los actos de toma de posesin por la Corona de Castilla, en cuya forma llegaron hasta casi la altura austral de 40 grados, desde donde regresaron Espaa, (a) En 1512, volvi salir Juan Diaz de Solis de Espaa, con licencia del R e y para hacer descubrimientos y siguiendo ^os pasos que haban trado con Vicente Y a e z Pinzn, penetr en el rio que los naturales denominaban ParanGuaz, que significa Gran pariente del Mar rio como Mar, porque, segn Lozano, traspasando los lmites de rio, se reviste de la grandeza y propiedades del mar. (a). Pens que tanta agua debia atravezar dilatadas rejiones, cuyo descubrimiento le daria gloria y riquezas; pero careciendo de elementos suficientes para tan ardua empresa, volvi Espaa para solicitar del R e y la privativa de la conquista y gobierno de los pases regados por aquel gran rio. Obtuvo la concesin y el 8 de Octubre de 1515, del Puerto de Lepe, se hizo la vela con tres embarcaciones, sesenta hombres y vveres para dos aos y medio. Penetr en dicho rio por la orilla septentrional y habiendo divisado algunos indios que le observaban, quiso hablarles y baj tierra con poca jente y tanto descuido, que al rato fueron vctimas de los indios Charras. Impresionado por tan triste suceso, el resto de su jente volvi en seguida Espaa haciendo del pas tan fea descripcin: que, por algunos aos, otros no desearon repetir la exploracin del rio denominado de Solis por su descubridor, segn lo ensean Charlevoix, Lozano y Guevara
(a) VaseRespuesta del Ministro Espaol Marqus de Grimaldi al Embajador de Portugal Sr. D. Francisco Inocencio de Souza Coutio, nm. 6. Con anterioridad ya el cosmgrafo Ricciolo, haba referido que, Sebastian Gaboto explor, en 1496, al Paran-Guaz Rio de la Plata, en nombre de los Reyes Catlicos; pero el Marqus de Grimaldi nos ensea que fu hasta la distancia de seiscientas leguas; esto es, hasta el Paraguay. Vase Pedro Lozano.Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman, Lib I, cap. VI.
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de los dems que contaron su desgraciado fin, al decir de otros con Azara. Sebastian Gaboto, experto piloto, algunos aos despus propuso al rey buscar un camino las Indias Orientales, por el estrecho de Magallanes, y segn Ruiz Diaz de Guzman, (a) ofreci descubrir una fcil navegacin y puerto por donde con mas comodidad se pudiese entrar al rico reino del Per y al poderoso Inca, del cual Francisco Pizarra haba llevado Castilla larga relacin y noticia. Mas cualquiera que haya sido su propuesta, el hecho fu que en el mes de Abril de 1526, sali de Sevilla con tres embarcaciones y lleg al Rio de Solis al ao siguiente. Sobre el Carcaraal fund el Fuerte de Santi-Spiritus y remontando el Rio Paran reconoci la desembocadura del Rio Paraguay y mas adelante la del Bermejo, al cual los naturales denominaban Ypyt, por el color de sus aguas () Al llegar la Angostura los agaces le dieron combate naval con poderosa escuadra compuesta de trescientas canoas, cayendo cautivos Juan Fuster, Hctor Acua y Antn Rodrguez, fe) Mas adelante, en el lugar denominado L a Frontera, Gaboto adquiri de los guaranis las piezas de plata que envi al rey con sus agentes. E imajinando que el pas baado por el Rio Paraguay era abundante en dicho metal, le puso, segn los historiadores Ruiz de Guzman, Charlevoix, Lozano, Guevara, los Ulloa, Raynal, Funes, Domnguez y otros, el nombre brillante del Rio de la Plata, id) que mas tarde el tiempo, la gran distancia y la falta de conocimiento
(a) V. La Argentina libro I cap. 6 . (6) Ypyt viene de y que significa en guaran: agua y pyt, colorado. El Bermejo al desaguar al Rio Paraguay tiene el color de su nombre guaran y se llama tambin: Rio Colorado. (c) Vase Ruiz de Guzman. Obra citada, libro I cap. 6 Pedro Lozano. Historia de la conquista del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman, libro 2. captulo 1. (d) Francisco Lpez de Gomera y Martin del Barco Centenara dicen que Solis impuso al Paran-Guaz el nombre del Rio de la Plata, por las muestras que vio en l de este metal; Fernandez de Oviedo y Valdez, dice simplemente que el Paran-Guaz es llamado por otro nombre Rio de la Plata, sin esplicar desde cuando y cmo; Azara
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e x a c t o de los lugares y de las cosas quedndole l cuyo or jen en el idioma En efecto. y su nombre indgena
significacin, no estn conformes los peritos guaran. Unos ensean que en la antigua lengua de los De Paragu, agua de los' como y de y, que espresa porque la laguna le formaba que nacia,
crios, Paraguay, quiere decir: Rio Coronado. que significa corona de pluvias, rio. una Nombre que le fu puesto, de la cual se crea de Jarayes,
inmensa corona de plumas. Pararaviingu que significa y de y, cuyo alcance acabamos de referir. Sinase acostumbra en guaran, viene rio como mar,
ser Paraguay
ensea que se dio este nombre al Rio de Solis, porque Gaboto adorn los indios que envi Espaa con planchuelas y otras bagatelas de plata en las orejas, cuello y brazaletes, dando entender eran adornos usados f n su pas. Estas versiones que ensean, que desde un principio el Paran-Guaz el Rio de Solis, recibi la denominacin de Rio de la Plata, es de menos aceptacin de los historiadores antiguos que la otra espuesta por los otros citados. Los escritores bolivianos siguen la referencia de MontaIvo, quien en el <.Sol del Nuevo Mundo (lib. I , cap. 2 ) dice : < Sobre las riberas del Rio Tarapaya se encuentran los injenios donde se benefician las piedras de plata de Potos. L a cantidad de metal que arrastra al tributar al Rio Pilcomayo es tal que personas inteligentes aseguran que, desde el ao 1546 en que se descubri, hasta 1611 en que se hizo el cmputo, se habia llevado el Tarapaya cuarenta millones (40 000.000) Por esta plata que entra en El Pilcomayo,unos dicen que se le dio el especioso nombre de Rio de la Plata, en cuya madre entra finalmente; y otros cuentan que al pasar el Pilcomayo por Chuquisaca, muda su nombre por ser ms bien visto, habiendo nacido arroyo y dilatdose rio, muere de hidropesa en el Ocano. > Pero esta versin que puede llamarse boliviana, es bien inverosmil, porque, como dice Lozano, habiendo empezado oirse el nombre de Rio de la Plata de 1527 1528 mal poda la ciudad de la Plata, fundada en 1538, dar su nombre al Rio, diez aos antes de existir (a) (a) V. Pedro Lozano, Historia de la conquista del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman Coleccin de Lamas, tomo I pg 123. El mapa del gegrafo N Sansn d'Abbeville hecho en 1656, con las relaciones ms recientes de aquellos tiempos le llama al Rio Paraguay Rio de la Plata; y al Paran-Guaz Rio Solis le llama tambin : Rio de la Plata Rio Paraguay; y al mar del Norte hasta ms all del rio de la Cananea le denomina: Mar del Paraguay. Esto viene confirmar que, en los primeros tiempos de la conquista, decir Paraguay Rio de la Plata, era significar una misma cosa. Lo uno es el nombre indgena en la lengua guaran y lo otro es en el idioma de los conquistadores espaoles.
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denominacin que segn Lozano, proviene de la copia inmensa de sus aguas, de los innumerables rios que recibe, de las muchas y famosas islas que lo forman y por las dems cualidades que le constituyen digno acreedor de tal nombre. Otros esplican diciendo: que cuando arribaron los primeros espaoles habitaban toda la costa oriental del rio los crios, quienes le llamaban Payaguay, sea agua rio de los payaguas, porqu estos indios lo navegaban privativamente en todo su curso. Por circunstancia inesplicada se cambi la y griega en una r y se obtuvo asi la palabra Paraguay. Por fin otra versin afirma que este nombre se tom de un cacique llamado ParaguA, y de y, espresando entonce.-; agua rio de Paragu. Pero segn Azara la historia ni la tradicin de los indios dan noticia de tal cacique; por consiguiente, esta versin es una mera conjetura invencin. Sin embargo, el historiador Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valds, en su historia General y Natural de Indias, nos habla de los indios Paraguas que probablemente no son otros que los mismos Payagus. Paraguay puede entonces significar: rio de los Paraguas. Pero sea cual fuese el origen y significacin del nombre de Paraguay, el hecho es que el rio dio su denominacin los pases baados por sus aguas derecha izquierda por mucho tiempo, como puede verse en el mapa de Guillaume de L'Isle de 1703; y en verdad no habia razn para que fuera de otra manera. Mas prescindiendo del alcance significacin del nombre de Paraguay, existe el hecho indudable que, Sebastian Gaboto y sus compaeros descubrieron las comarcas de ambas mrjenes del rio, importando poco para la cuestin de lmites con Bolivia, que se le llame Rio de la Plata Paraguay, puesto que bajo una y otra denominacin se design indiferentemente durante cerca de un siglo, todo el terrirorio del Gobierno del Primer Adelantado don Pedro de Mendoza y el de sus sucesores.
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Gaboto con las piezas de plata que envi con sus agentes solicit de la Corte los auxilios necesaaios para continuar los descubrimientos; pero intilmente los reclamaba cuando el erario del R e y estaba exhausto. Volvi Espaa y sus ponderaciones decidieron don Pedro de Mendoza, gentil hombre de Cmara de S. M. y rico mayorazgo de Guadix, hacer una propuesta al monarca, ofreciendo terminar dichos descubrimientos bajo diversas bases que se contienen en la Capitulacin del 21 de Marzo de 1534, en la cual el R e y dice:' Por cuanto vos don Pedro de Mendoza, mi criado y gentil hombre de mi casa, me hiciste Relacin que por la mucha voluntad que me tenis de nos servir y del acrecentamiento de nuestra corona R e a l de Castilla os ofrecis de ir conquistar y poblar las tierras' y provincias que hay en el Rio de Solis que llaman de la Plata donde estuvo Sebastian Gaboto, y por all calar y pasar la tierra hasta llegar la mar del Sur, y de llevar de estos nuestros reynos vuestra costa y mission mili hombres, Iosquinientos en el primier viaje en que vos habis de ir con el mantenimiento necesario para un ao y cient caballos y yeguas, y dentro de los dos aos siguientes los otros quinientos, con el mismo vastimento y con las armas y artillera necesaria, y as mismo trabajareis de descubrir todas las islas que estuviesen ent paraje del dicho Rio d i vuestra gobernazion en la dicha mar del Sur en lo que fuere de los lmites de vuestra demarcacin, todo vuestra, costa y mission, sin que en ningn tiempo seamos obligados vos pagar ni satisfacer los gastos que en ello hiziredes mas de lo que en esta capitulacin os sera otorgado etc. Despus de estractadas todas las propuestas de Mendoza, el rey manda tomar la siguiente capitulacin que dice as : Primeramente os dois licenzia y facultad para que por nos y en nuestro nombre y de la Corona Real de Castilla podis entrar en el dicho rio de Solis que llaman.
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de la Plata hasta la mar del Sur donde tengis doscientas leguas de luengo de costa de gobernazion que comienze desde donde se acaba la gobernazion que tenemos encomendada al Mariscal don Diego de Almagro hasta el Estrecho de Magallanes, y conquistar y poblar las tierras y provincias que oviese en las dichas tierras. tem, entendiendo ser cumplidero al servicio de Dios y nuestro y por honra nuestra persona y por vos hazer merced prometemos de vos hacer nuestro gobernador y capitn general en las dichas tierras y provincias y pueblos del Rio de la Plata y en las dichas doszientas leguas de costa del mar del Sur que comienzan desde donde acaban los lmites que como dicho es tenemos dado en gobernacin al dicho Mariscal don Diego de Almagro portodos los dias de nuestra vida con salario de dos mili ducados de oro en cada un ao y dos mili de ayuda de costas . . . . (a) Por la Capitulacin del R e y con el Primer Adelantado don Pedro de Mendoza y por las estendidas con sus sucesores resulta que su gobernacin comprenda doscientas leguas sobre el Ocano Pacifico Mar del Sur, que comienzan donde acaban los lmites del Gobierno de Diego Almagro en Chile, que mas racionalmente deben contarse desde el Cabo de Hornos hacia el Gobierno de Diego Almagro y hasta encontrarlo, si estuviese las doscientas leguas menos distancia; pues lo que la capitulacin quiere es que, no se perjudiquen los lmites de dicho gobierno. De igual manera, cuando el R e y el 15 de Octubre de 1555, ampli el gobierno de Chile peticin de Valdivia hasta ciento setenta leguas, puso la clusula final que: no siendo en perjuicio de los lmites de otra gobernacin. Esto demuestra que el rey al estender la jurisdiccin de Chile hacia el Estrecho de Magallanes, entenda que habia. un gran espacio entre esta gobernacin y las doscientas
(a) Vase Documentos inditos del Archivo de Indias tomo 22" pag 350 Capitulacin del Adelantado don Pedro de Mendoza con el Rey - La Patagonia y las tierras australes del Continente Americano por Vicente Quesada pag. 54.
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leguas sobre el mar del Sur que habia concedido al Gobierno del Rio de la Plata, cuyo espacio no estaba incluido entonces, en este gobierno ni en el de Chile; espacio que debi creer que fuese de ciento setenta leguas, cuando la ampliacin contiene esta estension, pero la limita la consideracin que, no podia ella perjudicar los lmites de otra gobernacin, que era la del Paraguay Rio de la Plata. Por consiguiente la interpretacin racional que armoniza las disposiciones encontradas del Soberano, es la de que la gobernacin de don Pedro de Mendoza la de sus sucesores se encuentra con la concedida Diego Almagro sus sucesores, las doscientas leguas contadas desde el Cabo de Hornos hacia el Norte en el Ocano Pacifico (a). En cuanto al Mar, del Norte Ocano Atlntico, desde el mismo Cabo se estendia sobre la costa hasta encontrar la lnea de demarcacin que pasa por la isla del Buen Abrigo, seis leguas mas al norte del puerto isla de la Cananea. Al interior del pais, no se estableci limitacin alguna en la entrada por el Rio de Solis Rio d l a Plata. Mas adelante, en 1569, en las capitulaciones del R e y con el Adelantado Juan Ortiz de Srate, fu limitada la gobernacin del Paraguay, en los lmites concedidos los capitanes Zerpa y don Pedro Silva; esto es, el Gobierno del Primer Adelantado don Pedro de Mendoza el de sus sucesores, lindaba al Norte con las Guayanas y Venezuela, all por las corrientes del Rio Amazonas, al Poniente de la linea de demarcacin entre las posesiones de las Coronas de Espaa y Portugal. L a Capitulacin del R e y con Ortiz de Zarate, en lo pertinente dice: Primeramente, os hacemos merced de la Gobernacin del Rio de la Plata, as de lo que al presente est descubierto y poblado, como de todo lo dems que de aqu adelante descubrieredes y poblredes, ans en las provincias
(a) Vase Feliz de Azara Historia del Paraguay y Rio de la P.ata tomo 2" pag. 221
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del Paraguay y Paran, como en las dems provincias comarcanas, por vos y por vuestros capitanes y tenientes que nombrredes y sealredes, ans por la costa del Mar del Norte como por la del Sur, con el distrito y demarcacin que S. M. el Emperador mi Seor, que haya gloria la dio y concedi al gobernador Don Pedro de Mendoza, y despus del Alvar Nuez Cabeza de V a c a y Domingo de Irala, con el salario y quitacin, y por la orden que ellos la tuvieron, por vuestra vida y la de un hijo varn que nombrredes en vuestra vida al tiempo de vuestro fin y muerte, como os pareciere; de la cual dicha gobernacin se entiende que os hacemos merced sin perjuicio de las otras gobernaciones que tenemos dadas los Capitanes Zerpa y don Pedro de Silva. (a) Como puede observarse, las nicas limitaciones que se le pone al Gobierno del Paraguay Rio de la Plata, es que no pueda perjudicar las gobernaciones concedidas los capitanes de Zerpa y de Silva.Veamos, pues, la extensin de estas gobernaciones. Fray Antonio Caulin en su historia Corogrfica de la Nueva Andaluca d i cono:er hasta donde poda llegar al Sud la gobernacin del capitn D. Diego Fernandez de Zerpa. En el cap. 9 , libro 2 pg. 159, dice: En este estado se mantuvo toda aquella tierra hasta el ao de mil quinientos y sesenta y ocho, en que por cdula de quince de Mayo dio S. M. ttulo y poderes de gobernador y conquistador de las provincias de la Nueva Andaluca y Guayana D. Diego Fernandez Zsrpa, sujeto de mucho caudal en la ciudad de Cartajena de Levante, dndole el ttulo de Adelantado, si daba cumplimiento s i n promesas; y facultad de sacar hasta seiscientas personas de los reynos de Castilla con seis clrigos religiosos, para
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(a) Vase Documentos inditos del Archivo de Indias, tomo 23" pg 148 165-Capitulacin con el Capitn Juan Ortiz de Zarate sobre la conquista del Rio de la Plata Manuel Ricardo Trelles Cuestin de lmites entre la Repblica Argentina y Bolivia, pag. 19 al 22. La Patagonia y los tierras Australes del Continente Americano, por Vicente Quezada, pg.
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fundar las ciudades villas que convinieren al servicio de ambas magestades y conversin de los indios en el terreno de trescientas leguas, que le fueron concedidas, comenzando desde la Punta de Paria, Bocas de los Dragos, y siguiendo al Sur, con el nombre de Nueva Andaluca, de que le hizo S. M. merced por toda su vida, con otras muchas gracias que se concedan en aquellos tiempos los conquistadores . Con Caulin, concuerda la Demarcacin y divisin de las Indias, publicada en los Documentos inditos del Archivo de Indias. En el tomo 15, pg. 438, se lee lo siguiente : L a gobernacin de Zerpa, que llaman la Nueva Andaluzia, y en lengua de indios, la Guayana, conforme los trminos que se le asignaron, es desde la isla de la Margarita hasta el rio de Maraon, que ay trezientas leguas al Oriente, y otras tantas, Norte Sur la tierra adentro, en que incluyen los indios Omaguas con las provincias del Dorado la parte del Medioda de esta gobernacin, en que cae por la costa, la provincia de Maracapan, en los trminos de Venezuela, donde estuvieron poblados, antiguamente, las Bocas de Santa F e , en cuya comarca est el del Morro y los indios que llaman de P e r i t o . . . ; desde la Trinidad hasta la boca del rio Amazonas, que est de all al Oriente cerca de dozientas leguas, hasta la provincia de los A m a c a s . . . ; despus de la Punta de Paria y Boca del Drago, junto la Trinidad, est la Punta del Gallo Anegada al Sur de la Trinidad y rio de Paria Orinoco, y otros rios, puertos, cabos y puntas de la provincia de los Amacas. Cae en esta gobernacin el caudaloso rio que llaman de las Amazonas, y por otro nombre de O r e l l a n a . . . , ochenta cien leguas mas al oriente del rio Amazonas, est el rio Maranon, casi en los trminos por donde passa la lnea demarcacin, tambin grande y caudaloso, que tiene de
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boca quinze leguas mas y su corriente viene de las partes de Mediodia y provincias del B r a s i l . (a) En cuanto la gobernacin concedida D. Pedro Maraver de Silva tenemos publicada su capitulacin con el R e y para el descubrimiento de la Nueva Estremadura, en los Documentos inditos del Archivo de Indias (tomo 3> pg- 207), en. los siguientes trminos: El R e y P o r cuanto Nos, Mandamos tomar en. quince de Mayo del ao pasado de mil y quinientos y sesenta y ocho, cierto asiento y capitulacin con vos el capitn Don Pedro Maravez de Silva, sobre el descubrimiento, poblacin y pacificacin de las provincias de Omagua, Yomeguas y Quinato y las dems provincias y tierras que entran y se incluyen en la provincia que ha de ser intitulada de Nueva Estremadura, y que en cumplimiento de lo que por ella os obligastes, os hizistes la vela para la dicha provincia con ciertos navios y gente de armada, y causa de cierto desbarate que huvo, no pudiste efectuar el dicho. . etc.
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Primeramente os damos licencia y facultad para que podis descubrir, pacificar y poblar las dichas provincias que se intitulan la Nueva Estremadura, que todo se estienda hasta trescientas leguas de longitud y otras tantas de latitud, y estas se cuenten desde donde fenecen las provincias de Guayana y Caura, llamadas de Nueva Andaluca, cuyo descubrimiento, poblacin y pacificacin encomendamos al Capitn Diego Fernandez Zerpa, ya difunto, con que no sea en perjuicio de tercero, ni el descubrimiento de lo que ans se incluye en las doscientas leguas, ni parte dello est encomendado otra persona y os hazemos merced de la gobernacin y Capitana General de la dicha provincia de la Nueva Estremadura, y de todas las otras tierras que como est dicho se incluyen en ella, por todos los dias de vuestra vida y de un hijo heredero vuestro persona que vos nombraredes, con dos mil ducados de Salario en
(a) Vase Documentos inditos del Archivo de Indias, tomo 4 , pg. 462. - Capitulacin entre el Rey Felipe II Diego Fernandez de Zerpa sobre la gobernacin e poblacin de las Provincias de Guayanas Caura.
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cada ao, librados en los frutos y ventas que en la dicha tierra Nos perteneciesen, con que no los habiendo no seamos obligados os mandar pagar cosa alguna del dicho salario, para lo cual os mandaremos dar ttulo y el despacho necesario. . .etc. Don Jos Oviedo y Baos en su Historia de la Conquista y poblacin de la Provincia de Venezuela, escrita en 1723. (Lib. VI, cap. I), refirindose esta capitulacin d i c e : Y como en el mismo dia se haban dado despachos D. Diego Fernandez de Zerpa, para la conquista de la Guayana y Guaira, con otras 300 leguas de jurisdiccin, que haban de correr con el nombre de Nueva Andaluca; por evitar diferencias y disturbios, que podan orijinarse entre estos dos capitanes, sobre los trminos de sus gobernaciones, hizo declaracin el Consejo para q u e : las trescientas leguas concedidas Don Diego de Zerpa empezarn desde las Bocas de los Dragos, subiendo por el Rio Orinoco para el Sur, y donde estos terminasen, tuviesen principio las de Don Pedro Malaver de Silva. S, pues, se miden las trescientas leguas laterales de estas concesiones, desde las Bocas de los Dragos se encontrarn que ellas acaban, ms menos, por la corriente del Rio Amazonas. Con esta exacta observacin que hizo el Sr. Trelles, en su citada obra, concuerda el Mapa (N. n. n. n. Pars Tertia) del Atlanti Novi de los seores Joannem Jansorium y Henricum Hondium, publicado por Gerardi . Merctoris, en 1638. En dicho mapa puede verse grficamente el espacio que ocupaba el Brasil y el que corresponda la gobernacin primitiva del Adelantado don Pedro de Mendoza y sus sucesores. Al Norte lindaba con las gobernaciones concedidas los capitanes don Diego Fernandez de Zerpa y don Pedro Maravez de Silva, por las corrientes del Rio Amazonas; esto es, el R i o de la Plata Paraguay lindaba al Norte con las Guayanas y Venezuela al terminar la-; trescientas leguas contadas desde las Bocas ele los-Dragos. Al
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Oriente lindaba con el Brasil por la lnea de demarcacin establecida por el tratado de 1494. Comprenda en su lindero sobre el Ocano Atlntico, desde ta isla de Buen Abrigo, seis leguas al Norte de la Cananca, hasta el Cabo de Hornos y todas las islas ubicadas dentro de la demarcaeioa entre las posesiones de Espaa y Portugal. Doblaba su estension por dicho cabo y abarcaba doscientas leguas sobre el Ocano Pacfico con las islas adyacentes hasta lindar con el gobierno de Diego Almagro en Chile. Al Oeste lindaba con este, Tucuman y l reino del Per. L a rejion del Gran Chaco, al Norte del Rio Bermejo y gran parte al Sud de este se encuentra indiscutiblemente dentro de su jurisdiccin. L a historia de los descubrimientos y conquistas del Rio de la Plata, y los actos de juris diccin y dominio de los gobernadores del Paraguay confirmarn acabadamente esta asercin. Pasemos, pues, ocuparnos de la espedicion del Primer Adelantado D. Pedro de Mendoza.
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Espedicion del Primer Adelantado Don l'edro de MendozaFuertes de Buenos Aires, Lujan y Corpus CliristiExjJloracion de Juan Aylas al NorteDificultades de la conquista El Adelantado vuelve Espaa, dejando por sucesor Juan de AylasInstruccionesMuerte del AdelantadoAylas traba amistad con los indio* MbocobisCombate naval con los aguces-Combate del Valle de GuarnipitunFuerte de la AsuncinOrijen v significacin del nombre guaran Sometimiento de los indios de It, Yagua-ron y Acaai Descubrimientos y conquistas d eAylas Itpue-guaz * Pan de AzcarPuerto de la Candelaria Su situacin Diverjencia de opinionesAylas marcha al Per Irala queda en su esperaJuan de Salasar en la Candelaria - Su vuelta Buenos AiresRuis Calan en la AsuncinLlegada de Irala esta Su prisin y libertadEl veedor Alonso CabreraCdula Real del 12 de Setiembre de 1537 Traslacin de la gente de 1 orp-us Christi Buenos Aires Comisin de Felipe Cceres y Francisco Alvarado la i'orteTraslacin de Galn y dems gente la Asuncin Vuelta de IralaNoticia de la muerte de AylasEleccin de Domingo Martnez de Irala Desocupacin de Buenos Aires y LujanReparticin dlos indios en encomiendas Espedicion al ChacoFormacin de varios pueblosCapitulacin del Rey con Alvar Nuez Cabeza de Vaca Su espedicionToma de posesin de la Cananea, Santa Catalina y provincia de VeraEspedicion contra, los indios guaicurs-CombateSe someten los guaicurs y dems indios del Chaco por medio de embajadores Observaciones.
E l Adelantado del Rio de la Plata don Pedro de Mendoza parti de Sevilla, el mismo ao de 1534, segn Ulderico Schmidels (Cap. V), Pedro Lozano (Lib. 11 cap. 111 , J o s Guevara (Lib. II Dec. 2 , Parte I , y en 1535, segn Ruiz Diaz de Gu/.man ^Lib. 1 cap. X \ Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valds (Tomo 2 Lib. X X I I I cap. IX , con una armada compuesta de doce navios y dos mil honi-<
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bres, segn unos y de catorce embarcaciones con dos mil quinientos espaoles y ciento cincuenta, entre alemanes, sajones y flamencos, segn otros. L a verdad fu que con una sola espedicion cumpli su contrato con el R e y . Y tan pronto como lleg al Rio de Solis, mand construir el fuerte que se llam Puerto de Santa Maria de Buenos Aires, y luego, otros dos que se denominaron t Lujan y del Corpus Cristi, con los cuales qued satisfecha la obligacin de levantar tres fortalezasEn 1536, envi Don Juan de Aylas, segn Ruiz Diaz de Guzman (Lib. I cap. XIH) con trescientos hombres remontar el rio para continuar los descubrimientos y la vez para buscar la via de comunicacin con el Per, al cual se habia obligado por su contrato con el R e y . (a) Desde la salida de Aylas transcurrieron cuatro meses sin que hubiese noticia de l, y ante las penurias, enfermedades y contrariedades de la conquista, apoderse de Don Pedro de Mendoza profunda melancola. Impaciente por saber algo de Aylas despach Gonzalo de Mendoza y Juan de Salazar en su busca, en dos bergantines, con ciento cincuenta hombres; pero al poco tiempo cay enfermo y con tal motivo resolvi volverse Espaa sin esperar nueva de l; pero nombrle en su lugar, dejando Ruiz Galn, en el mando de Buenos Aires. Remiti aquel su ttulo de Adelantado, con instrucciones entre las cuales, se consignan estas palabras: Si entraredes tan adentro que os encontraredes con Almagro con Pizarro, procura de haceros su amigo ; y si tuvieredes poder para ello, no dejis pasar en lo vuestro ninguno; y mas no poder, haced vuestros requerimientos y siempre procura tenellos por amigos, y no de otra manera que se pase vuestra gente ellos. (&)
(a) Vase Feliz de Azara, Tomo 2" n. 25 y 29 (b) Vase Documentos inditos del Archivo de Indias tomo 10" pag. 536 640 - Pedro Lozano - Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman Lib. 2" Cap. 4".
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E l Adelantado dej, pues, su sucesor la obligacin que, no consintiese que los conquistadores del Per y Chile le usurpasen parte alguna de su gobierno, sostenindose con la fuerza y no poder mas, con protestas, sin permitir que sus soldados se fuesen unir con ellos; obligacin que, sus herederos estn, en cierto modo sujetos cumplir estrictamente. Don Pedro de Mendoza parti, pues, para E s p a a ; pero la navegacin reagrab sus males, y muri durante el viaje, en 1537. Juan de Aylas, entretanto, habia remontado el Paran y penetrado por el rio Paraguay. Descubri el Bermejo y mas adelante, en la ribera derecha de aquel trab amistad con los indios Mbocobis, detenindose unos tres dias con ellos, (a) Este hecho demuestra que, Aylas descubra los territorios de uno y otro lado del rio Paraguay; por consiguiente, entraba en la concesin conferida al Adelantado Don Pedro de Mendoza, tanto por estar ya ellos descubiertos por Sebastian Gaboto, cuanto por estarlo ahora por su teniente Don Juan de Aylas. Conviene tener presente esto, para desvanecer el error de ciertos historiadores escritores que pretenden que el Chaco fu primero descubierto por los conquistadores del Per. Aylas sigui su marcha rio arriba, hasta que en la Angostura, los 25 38' 3 8 " de latitud, los agaces repitieron el ataque que diez aos antes llevaron contra Sebastian Gaboto. ib)
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Mas adelante, por Villeta, aparecieron en la banda oriental del rio, en el valle de Guarnipitan, los indios de los
caciques Lambar y andu, con los cuales tuvo lugar, el 15 de ^Agosto de 1536, el combate
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ba,) Vase - Azara - tomo 2 ' num. 30. (6) Vase Ruiz Diaz de Guzman Lib tomo 2" n 31
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cion se llam Asuncin al .fuerte construido los 25 16' 40". (a) De dichos indios, reducidos mas tarde, se form el pueblo de It, donde, segn Azara, se conservaba todavia la tradicin de la batalla y del sitio en que se dio, que desde entonces se llam Guaran-epit Guaran, que significa pelea batalla, y epit, del verbo detener, viene espresar literalmente donde se detuvo la batalla pelea, como dice Azara, donde se dej la pelea batalla ; pero lo que realmente quiere significar es el sitio en que tuvo lugar el combate. Adulterado la espresion guaranepit, qued al valle el nombre de (juaranipitan, y los indios les qued el nombre de gvarans, que significa : los de la batalla pelea.
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Aylas qued algn tiempo en la Asuncin y despus de recojer vveres de It, Yaguaron y Acaai, dej parte de su gente en el fuerte y con el resto se hizo la vela rio arriba, llevando algunos indios auxiliares. A los 2 1 22' de latitud descubri, en la costa oriental, un cerrito al cual los naturales denominaban : Itpucguaz. que significa piedra larga y grande. Se le puso el nombre de San Fernando y hoy se conoce con el nombre de Pan de Azcar. El dos de Febrero de 1537, los 20 40', segn Charle voix y Diego Alvear, los 2 1 y i ]3, segn Guevara, y los 21" 5', segn Azara, fonde y desembarc en un sitio que se denomin : Puerto de la Candelaria. Algunos payagus-sarigs le condujeron un pueblo situado cerca de la orilla de una laguna la cual se llam de Aylas y que Azara considera que es la Laguna de la Cruz. - De ese punto resolvi ir al Per, dejando Domingo Martnez de Irala con la orden de esperarle seis meses, segn Ruiz Diaz de Guzman (Libro I Cap, 3 ) y Pedro Lozano (Lib. 2" Cap. 5"); cuatro meses, segn Tiln) Schmidels cap 21", Ruiz Diaz de Guzman lib. y cap arriba citados y Pedro Lozano, lib. 1" cap. 5", dicen equivocadamente que fu l ao de 1539.
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derico Schmidels (Cap. 24 ); y hasta que le faltasen vveres, segn Antonio Herrera ( D e a 5", lib. 1", Cap. 5"). E l doce del mismo mes y ao, march con 130 espaoles, segn Gonzalo Oviedo y Valds, y con 300, mas otros tantos indios, segn Schmidels (cap. 25 ) y Azara (tomo 2" n. 33 ). L l e g al pueblo de los guanas albays, de donde yendo de tribu en tribu, ya en paz, ya en guerra, atraves las provincias de Chiquitos y Santa Cruz de la Sierra, hasta llegar las cerranas del Per.
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nterin esto pasaba, Juan de Salazar lleg la Candelaria, donde encontr Y rala, descontento de los payagus, guanas, albays y guasaraps, que le proporcionaban de mala gana los vveres necesarios sin la docilidad y obediencia de los guarans. Ambos capitanes remontaron el rio sin poder encontrar rastro de Aylas y para el caso de aparecer, dejronle escrita en una tabla las noticias que querian hacerle saber. Y r a l a se situ de nuevo en la Candelaria y Salazar volvi la Asuncin, donde habia quedado Gonzalo de Mendoza con sesenta hombres. Luego sigui viaje Buenos Aires, llevando tales ponderaciones sobre la abundancia de vveres y las buenas disposiciones de los guarans, que Francisco Ruiz Galn resolvi venir ver las cosas y recojer provisiones. AI tiempo que arrib este la Asuncin tambin lleg Domingo Martnez de Yrala, quien hizo arrestar por haber abandonado su apostadero; pero, fu puesto en libertad, por la mediacin de algunos amigos y la disculpa de haber esperado ms de lo ordenado, as como la necesidad en la cual se habia encontrado de venir buscar vveres. Irala subi nuevamente en espera de Aylas y Galn baj con las provisiones que pudo conseguir, encontrn dose al llegar Buenos Aires con el Veedor Alonzo Cabrera, natural de L o j a , quien traia un convoy, algunos oficiales y doscientos reclutas, armas, municiones, ropas, mercaderas y la R e a l Cdula del 12 de Setiembre de 1537,
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firmada en Valladolid, por la cual se confirmaba el ttulo de Adelantado, Juan de Aylas, ordenndose que por su muer-te se procediera reemplazarle por eleccin, (a) P )co despus la gente de Corpus-Cristi Buena Esperanza se traslad Buenos Aires por no poder resistir los ataques reiterados de los indios, y todos de comn acuerdo resolvieron pasar la Asuncin para la eleccin del nuevo gobernador. Pero antes envi Felipe Cceres y Francisco Alvarado Espaa, dar cuenta al rey y al Consejo de Indias, de todas aquellas cosas de las conquistas que, conforme la orden que habia trado Cabrera deban comunicarse. Cuando su gente arrib la Asuncin, tambin llegaba con la suya Irala. E s t e habia subido hasta el Puerto de Candelaria, sin poder encontrar indicio alguno de Aylas. Fonde en una isla, en la cual se presentaron cuatro canoas de indios guasaraps con quienes nada se adelant por falta de intrpretes. A l otro dia aparecieron un payagu con una mujer, quines dise entender que se quera hablar con los de su pueblo. Dos canoas con pescados aparecieron al siguiente y mientras se les examinaba vinieron otras llenas de jente. Como cien bajaron la isla dirijindose los espaoles; pero haciendo alto antes de llegar, indicaron que venan de paz, desnudos y sin armas, hicieron comprender que, para acercarse sin recelo deban ellos dejar las suyas. Con el fin de conversar con ellos, Irala mand arrimarlas armas, sin alejarse de ellas. Entonces llegaron y mientras preguntaban algunos por Aylas, sin poderlos entender, los dems deslizbanse como si quisieran hablar de mas cerca. Luego una seal se precipitaron sobre los espaoles abrazndolos estrechamente, en tanto que otros indios de las canoas marchaban apresuradamente ultimarlos.
(a) Vase Ruiz Daz de Guzman. copiada dicha Cdula. Libro I
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Felizmente Irala habia conseguido empuar la espada antes que le estrechasen y pudo libertar al alfrez Vergara y Juan V e l a . L o s tres con Juan Carvajal, Pedro Sebastian Maduro y otros, acabaron de librar los que habian sido sorprendidos bien tiempo para poder rechazar los que llegaban victimarlos. A la vez que esto se operaba en tierra, otra partida de indios atacaban las embarcaciones tratando de apoderarse de ellas, pero ambos ataques fueron rechazados. De algunos heridos se lleg comprender que ellos mataron Juan de Aylas.. Esta sospecha fu confirmada al segundo dia, por un indio que en mal castellano espuso en resumen esta relacin: Juan de Aylas peleando repetidas veces, atraves por muchas naciones indias, una de las cuales la suya, de donde fu llevado de criado ponindosele el nombre de Gonzalo. Que lleg hasta la falda de la cordillera del Per, donde le recibieron de paz los Samacosis y Sibicosis, facilitndoles muchos metales. Entre ellos dej Aylas sus enfermos y heridos, regresando hasta cerca del rio con prdida de la mitad de su gente en la jornada. L o s Albays guanas le recibieron bien los tres primeros dias que se detuvo con ellos; pero despus se aliaron con los payagus y en el punto medio de la distancia de sus respectivos pueblos le armaron una emboscada en la cual murieron todos, escapndose por milagro el exponente, (a) T a l fu el triste fin de Aylas, fundador de la Asuncin y primer descubridor y conquistador de esa parte Norte del Paraguay, llamado mucho despus Gran Chaco, que hoy dia pretende para s Bolivia, bajo los especiosos argumentos de sus escritores y diplomticos. Con los datos trados por Irala desapareci toda duda sobre la muerte del Adelantado. Por consiguiente, corresponda la eleccin de un nuevo gefe en cumplimiento de la real cdula citada.
(a) Vase Azara tomo 2 N. 40. Schmidels cap. 25. Ruiz Daz de Guzman libro I cap. 15. Alvar. Nuez cap. 49.
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La mayor y principal parte de los conquistadores estaban reunidos y desde luego trataron de hacer efectiva la disposicin de dicha cdula, mxime cuando todos los capitanes pretendieron y tenan mritos para ser gobernador; pero tres eran los que contaban con mayores partidarios saber: El Veedor Alonso Cabrera que daba mucha importancia su empleo. Francisco Ruiz Calan que se apoyaba, en que mandaba por el Adelantado, en ausencia de Aylas, no solo en Buenos Aires sino tambin en la Asuncin, como ss vio cuando hizo arrestar Irala. Juan Salazar tenia cualidades y afiliados. Mas en el momento de la eleccin todos conspiraron contra Ruiz Galn y nombraron Martnez de Irala, ya porque se decia, que Aylas le haba designado para sucederle (a), por creerse que seria manejado mas fcilmente que los dems, (b) L a primera medida que adopt Irala, fu convocar todos una junta donde espuso que eran reducidos para sostener puntos tan distantes como la Asuncin, Buenos Aires y L u j a n ; que en estos ltimos eran escasos los indios dciles, y adems ignoraban la agricultura, ni podia ella implantarse falta de bueyes instrumentos de labor para los frutos europeos, nicos adecuados en aquel clima; que, por el contrario, all abundaban los dciles v sumisos guarans, cultivadores del algodn, del maz, la mandioca, las b a t a t a s . . . e t c , sin contar los peces del rio y los frutos silvestres de los montes, abundantes por todas partes. Concluy por proponer la desocupacin de Buenos Aires y Lujan, para reunir todos los elementos en la Asuncin y fundar una ciudad. Fu aprobada la medida, y en consecuencia se despach Diego Abreu para traer los dems compaeros, fe) Luego, reuni los indios sometidos de lt, Yaguaron y Acaai, con el objeto de surtir de encomiendas los espaoles, pero viendo que eran insuficientes, determin bus(a) Ruiz Diaz libro I cap. 16. (6) Alvar Nuez cap. 75. (c) Vase Azara, tomo 2 , nm 42.
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car otros. Con tal motivo pas la otra banda del rio Paraguay, con alguna fuerza indios auxiliares, hasta dar con una toldera que Ruiz Diaz de Guzman ( l i b . i cap. 18) y Pedro Lozano (lib. 2 , cap. 7 ) , llaman Yapers y Azara lenguas guaycurs (tomo 2 , nm. 43). Los acometi y venci, pero reconoci por la resistencia que oponan, que eran de distinto carcter de los guarans, de quines no podra servirse como de estos. Dej, pues, los indios d ; la parte Occidental de! Paraguay y se dirigi contra los Mongolas de Tapa y los de Ibituruz de la Cordillera, formando con ellos los pueblos de Aregu, Altos, Yois y Tobat Pas luego el rio Monday y estableci los pueblos de Candelaria, Iborapariza, Terecae y Maracuy.Despus pas la provincia d e ' I t a t i y fund los pueblos de Atir, Guarambar Ipan Pitun, cuyos indios fueron repartidos en encomiendas de Mitayos y otros fueron llevados la capital para trabajar en las obras pblicas.
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Mientras Irala fundaba pueblos y elevaba el fuerte de la Asuncin la categora de una verdadera ciudad, Felipe Cceres y Francisco Albarado daban cuenta la Corte del estado de las conquistas y de l probabilidad de haber muerto Juan de Aylas, de quien nada se habia podido averiguar, no obstante el tiempo trascurrido. En la persuacion de haber muerto, Alvar Nuez Cabeza de Vaca, caballero de Jerez de la Frontera, present al rey sus propuestas para conseguir el gobierno del Rio de la Plata, que le fu conferido condicionalmente, para el caso que hubiese fallecido no apareciese Juan de A y l a s ; de lo contrario debia quedarle subordinado, conservando el gobierno particular de Santa Catalina. De todo ello, nada puede informar mejor que, la propia capitulacin estendida el 18 de Marzo de 1540, que dice as : El R e y por cuanto nos mandamos tomar cierto asiento y capitulacin con D. Pedro de Mendoza ya difunto, sobre la conquista y poblacin de la provincia del Rio de la Plata hasta el mar del Sur, con mas doscientas leguas de
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luengo de la costa en la dicha mar del Sur que comienzan donde acabase la gobernacin que tenamos encomendada al mariscal Don Diego de Almagro, hacia el Estrecho de Magallanes, el cual Don Pedro de Mendoza fu la dicha provincia y estando en ella envi Juan de Aylas por su capitn general con cierta gente, la tierra adentro y despus de haber enviado l, determin de revenir estos reinos y viniendo falleci en la mar y al tiempo de su fin y muerte por virtud de la facultad que por la dicha capitulacin y de otras provisiones nuestras tenia, nombr para la dicha gobernacin al dicho Juan de Aylas al cual instituy por su heredero, y nos visto el dicho nombramiento mandamos dar al dicho Juan de Aylas ttulo de la dicha gobernacin, y porque ahora somos informados que el dicho Juan de Aylas despus que el dicho Don Pedro le envi con la dicha gente la tierra adentro, no ha parecido ni se sabe si es muerto vivo, y en el nuestro Consejo de las Indias se ha platicado muchas veces en dar orden como se supiese que el dicho Juan d : Aylas es muerto y si fuese vivo l y la gente espaola, nuestros subditos, que en la dicha provincia estn, por la necesidad en que somos informados que estn de mantenimientos y vestidos y armas y municiones y otras cosas necesarias para proseguir la dicha conquista y descubrimiento, fuesen socorridos, y vos Alvar Nuez Cabeza de V a c a con deseo del servicio de Dios Nuestro Seor y nuestro acrecentamiento d nuestra Corona Real, y porque los espaoles, que en dicha gobernacin estn, no perezcan, os habis ofrecido y ofrecis de gastar ocho mil ducados en llevar caballos, mantenimientos, vestidos, armas, municin y otras cosas para proveymiento de dichos espaoles y para la conquista y poblacin de la dicha provincia, con las costas y de la forma y manera que por Nos par ello vos ser dada y dems y allende de lo que costaron los cascos de los navios que sern menester para llevar los dichos caballos y cosas, dndoos la dicha gobernacin y conquista para que vos en caso que el dicho Juan de Aylas fuese muerto cuando la dicha tierra lie-
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garedes, la pudieredes proseguir como el dicho Don Pedro de Mendoza y l lo podia hacer sobre lo cual mandamos tomar con vos el asiento y capitulacin siguiente : Primeramente : tenemos por bien que si el dicho Juan de Aylas no fuese vivo al tiempo que llegredes la dicha provincia, vos en nuestro nombre y de la Corona Real de Castilla, podis descubrir, conquistar y poblar las tierras y provincias que estaban dadas en gobernacin al dicho Don Pedro Mendoza por la dicha su capitulacin y provisiones con las dichas dozientas leguas de costa en la dicha mar del Sur por la orden, forma y manera eme con l estaba capitulado, y l podia y debia hacer y de todo ello os mandamos dar las provisiones necesarias . tem os daremos ttulo de nuestro gobernador y capitn general de las dichas tierras y provincias que ass estaban dadas en gobernacin al dicho D. Pedro de Mendoza y de las dichas dozientas leguas de costa en la dicha mar del Sur y de la Isla de Santa Catalina, por todos los dias de vuestra vida con salario de dos mil ducados en cada un ao, de los cuales aveis de gozar desde el dia que os hizieredes la v e l a . . . . e t c . (a). Alvar Nuez Cabeza de Vaca, parti de San Lcar el 2 de Noviembre de 1540, en dos naves y una carabela, con cuatrocientos so'dados y sus respectivos oficiales, entre los cuales, venian Nuflo de Chaves, Alonso Riquelme, el padre de Ruiz Diaz de Guzman, Ruiz Diaz Melgarejo y otras notables personas. Tom formal posesin del rio de la Cananea, de Santa Catalina y de la Provincia de Vera y haciendo una costosa espedicion por tierra lleg la Asuncin, el 11 de Marzo de 1542, las 9 de la maana, con aplauso general de la poblacin, (b) E l Adelantado dispens Domingo Martnez de Irala
(a) VaseDocumentos inditos del Archivo de Indias, tomo 23, pg. 8La Patagonia y las tierras australes del Continenle Ameriricano, por Vicente Quesada, pg. 59. (b) Vase Ulderico Schmidels, cap. 21Ruiz Diaz de Guzman, lib2 , cap. I Alvar Nuez cap. 2 y siguientes Pedro Lozano, lib2 cap. 8 Flix de Azara, tomo 2 . nm. 52, 53, 54, 55 y 50.
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gran confianza y amistad. Nombrle por su teniente general, hacindole jurar fraternal unin y poco despus los guaicurs que habitaban la parte Occidental del R i o Paraguay, frente mismo la Asuncin, por la costumbre de hacer la guerra cada ao, trajeron sus atentados sobre los guarans que formaban el pueblo de Aregu, los cuales pusieron sus quejas la gobernacin. Con tal motivo, el Adelantado les declar la guerra y para castigarlos, alist doscientos arcabuceros y ballesteros y doce de caballera, segn Azara (tomo 2 , nm. 59), y segn Charlevoix ( l i b . 2 ) , Lozano ( l i b . 2 , cap. 9 ) , Guevara (lib. 2 , Dec. 3 , Parte Primera), Funes (lib. 1 , cap. 7 1, con quinientos espaoles y diez y ocho de caballera, con buen nmero de guarans march el 12 de Junio de 1542, para el pueblo de Aregu Mongola; ms habindose retirado los guaycurs sus tolderas, pas la otra banda del rio y despus de algunos dias consigui sorprenderlos, al rayar l alba, alrededor de sus fuegos, entonando alegres endechas al son de pingollos y atambores, con las que provocaban las naciones del orbe con demasiada con fianza y desprecio. Msica mal sonante, al decir de Guevara, que irrit los espaoles, obligndoles presentar batalla.
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As que le vieron, una voz gritaron Quines sois vosotros que osis penetrar en nuestras tierras, sin nuestro permiso ? Hctor Acua, que cay cautivo, cuando vino Sebastian Gaboto, y conocedor de la lengua, les respondi: Hctor soy, que vengo tomar satisfaccin de los agravios hechos los guarans, nuestros amigos y aliados. En hora mala vengas t y los tuyos, replicaron, eme presto experimentareis, que no es lo mismo pelear con guarans cobardes, que vencer valerosos guaicurs. Y as diciendo, echaron mano l*s tizones tirndolos los espaoles y tomando sus armas, empez la refriega con gritera tan infernal que pusieron en fuga los guarans y en serios apuros los conquistadores, por el vigor y la
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persistencia del ataque. Ms al fin fueron vencidos, dejando muchos muertos y prisioneros. Retirse el Adelantado trayendo estos, quienes trat bien con el objeto de atraerlos con la bondad. Manifestles el deseo de ser amigo con los de su nacin y seis de ellos envi tratar con los principales caciques. Prendado de la clemencia de Alvar Nuez, hablaron con tal elocuencia los suyos, que veinte y cinco de ellos vinieron en su compaia. Introducidos la presencia del Adelantado, observaron la ceremonia de sus rituales, cuando celebran convenio de paz. Sentados en cuclillas contaron sus proezas y victorias, dando principio por las guerras, que habian tenido con los guarans, yapers, agaces, apers, guataes y otras naciones del Gran Chaco, contra las cuales habian siempre salido victoriosos, creyndose invencibles; pero, habiendo sido ltimamente derrotados por guerreros ms esforzados, consideraban justo rendirles vasallaje, reconociendo la superioridad de sus vencedores, (a) As hablaron los humillados guaicurs. E l Adelantado les ofreci la religin, la paz y sus armas, contra sus enemigos, bajo la sola condicin de ser amigos de sus amigos. Admitieron esto ltimo, ms no la religin, cuya estrechez, segn Guevara, no se hermanaba con una libertad, que no conocia Dios, ni admita ley ni rey. E l ejemplo de los guaicurs imitaron otras naciones menos orgullosas del Chaco, y por medio de embajadores solicitaron la paz, ofreciendo en prueba de sinceridad algunas doncellas distinguidas. Ahora bien.La espedicion de Aylas al Per, la de Yrala contra los yapers los lenguas, y la de Alvar Nuez contra los guaicurs, demuestran que los gobernadores del Paraguay, no solo descubrieron la parte Occidental del Rio de este nombre, sino que desde los primeros tiempos
(a) VaseLozano, lib. 2 , cap. 10'Funes, lib. I , cap. 8 G u e . vara, lib. 2 , Dec. 3 , parte I .
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del descubrimiento y conquista del Rio de la Plata llevaron sus armas y sus ttulos sobre el territorio que hoy dia pretende para s Bolivia, desconociendo la historia y el derecho pblico americano, que ha presidido la formacin de pueblos que tienen un mismo orjen, lengua, leyes, costumbres, tradiciones y vicisitudes histricas.
CAPTULO I I I
Alvar Nuez Cabeza de Vaca- busca una va al Per Reconocimiento de Yrala por el rio Paraguay Espedicion por el Chaco con los indios de Guarambar, Ypan y Atir - El Adelantado hace repetir la exploracin con los indios de otros pueblos Yrala remonta el rio Paraguay hasta el Puerto de los Reyes Espedicion del Adelantado Su fracazoHernando de Rivera penetra en el JaurPrisin de RiveraSublevacin de los soldadosPrisin del AdelantadoEleccin de YralaAnarquaSublevacin de los guarans y agacesEspedicion de Yrala al PerLos indios mackeacies Sus informesYrala enva A Chaves y otros cumplimentar la GazcaProhibicin de este YralaRetirada Chiquitos Actitud de los carcacies /Recibimiento de la Gazca los enviados de YralaNombramiento de Diego Centeno de gobernador del Rio de la PlataLos trminos y limites de su gobernacin confirman la jurisdiccin del Paraguay sobre el Chaco Yrala recibe la comunicacin del nombramievto de Diego Centeno y nueva prohibicin de internarse al PerObservaciones
Alvar Nuez por su contrato tenia la obligacin de buscar una via al Per, y una circunstancia le impulsaba desearla.El Paraguay carecia de metales preciosos y la plata que Gaboto recoji habia venido del Per (a). Comunicarse con este reino, era para los conquistadores, una necesidad impuesta por una aspiracin comn de aquellos tiempos.
(a) El ao de 1526 por orden de Martin Alfonso de Sosa, partieron de San Vicente, cuatro portugueses explorar el interior del pas, con algunos indios auxiliares. El principal de ellos llambase Alejo Garca. En su marcha hacia el Occidente despus de pasar el Rio Paran llegaron al Rio Paraguay, donde fueron bien recibidos. Atrajeton las simpatas de los guarans, quienes decidieron como en nmero de dos mil seguirles las tierras del Occidente en busca de
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E l primer Adelantado D. Pedro de Mendoza se oblig buscar comunicacin con el y en sus instrucciones Juan de Aylas le impona el deber de perseguir por tierra las riquezas de dicho reino. Este sin tener el tiempo de recibirlas, falleci por llegar l. Con anterioridad, segn Ruiz Diaz de Guzman, Sebastian Gaboto, buscaba no el Estrecho de Magallanes el camino de las Indias Orientales, sino fcil va y puerto al Per. Alvar Nuez Cabeza de V a c a se preocup de la misma idea, tan pronto como lleg. El 20 de Octubre de 1542 envi Yrala, con tres embarcaciones y treinta espaoles, remontar el rio Paraguay todo lo que pudiese, averiguando con los indios de sus riberas lo que habia al interior del pas y si podra internarse al Per por naciones que proporcionasen vveres y auxilios. Dile, adems, la orden de que mandase lo i indios de Guarambar, Ypan y Atir que hiciesen' una entrada al Occidente con el mismo objeto de descubrir un camino al Per. A este objeto junt Yrala ochocientos indios de dichos pueblos y coloc al frente de ellos al cacique Aracar, bajo la direccin de tres espaoles lenguaraces. L o s pas la
un rico botin que se proponan realizar. Unos dicen que abandonaron el Rio Paraguay en el Puerto de San Fernando y otros refieren que penetraron al Chaco un poco ms arriba de la Asuncin por un rio que llamaban Paray. Alcanzla expedicin por los trminos de Mizque y Tomina, donde robaron y mataron cuantos pudieron. Siguieron unas cuarenta leguas ms al Oeste y habiendo sido detenidos por los indios Charcas, se retiraron cargados de ricos despojos Ropas y muchos vasos, vajillas y coronas de plata trajeron las orillas del rio Paraguay. Alejo Garca qued entre los guarans y despach sus compaeros dar cuenta al capitn Martin Alfonso de Sosa de lo que habia descubierto en aquella jornada, con parte de las muestras de metales que haban trado; pero los guarans no tardaron en darle muerte. El mismo ao de 1526, Sebastian Gaboto parta de Espaa para el Rio de la Plata y principios de 1527 remontaba el Rio Paraguay hallando buena cantidad de plata de la que habian trado los guarans de la expedicin que realizrron con Alejo Garca. Con las noticias tradas del Per, emigraron gran nmero de indios guarans hacia este reino, constituyendo la gran familia de los indios Chiriguanos. -Vase, Ruiz Diaz de Guzman, lib. I , cap. 5 .
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otra banda del rio, en el lugar denominado Piedras Partidas, situado los 22 , 34' de latitud. Aracar y su jente, siguieron al Noroeste durante cuatro dias, al cabo de los cuales, los indios se volvieron sus pueblos por el temor que tenan los del Chaco. Disgustado el Adelantado con la noticia de este fracazo, sin prdida de tiempo hizo reunir mil quinientos guarans de los pueblos de It, Yaguaron, Acaai, Aregu, A l t o s Yois, Tobati y los envi con cuatro espaoles, una parte por rio en canoas y los dems por tierra con orden de repetir el mismo reconocimiento. De paso preguntaron Aracar y sus indios, la razn por la cual se retiraron.
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La respuesta les dio miedo, pero no obstante ello, continuaron hasta las Piedras Partidas, donde pasaron el Rio Paraguay. Caminaron al Occidente por tierras desiertas, padeciendo grandes trabajos, de que murieron algunos, hasta que retrocedieron por falta de guas, vveres y agua. Asi terminaron estas dos primeras tentativas hechas en el Chaco, para descubrir una va que condujera al Per. Entretanto de las Piedras Partidas Domingo Martnez de Y r a l a habia continuado su marcha. El 6 de Enero de 1543, lleg un lugar que llam Puerto de los Reyes, distante 250 leguas de la Asuncin y ms de 100 del Puerto de Aylas, segn Ruiz Diaz de Guzman ( c a p . 20, lib. 2 ) ; y los 1 7 57' de latitud, segn Azara (tomo 2", pg. 79), quien considera, que queda por la laguna de J a i b a , situada al poniente del rio, all por donde termina la Sierra que se denomin de Santa Luca, la cual, los demarcadores de lmites de 1750 y el mapa de Juan de la Cruz, designan con el nombre de San Fernando.
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Pens Yrala que por las cumbres escarpadas de dicha Sierra, no se podia penetrar fcilmente al interior del pas, como lo seria por el Puerto de los Reyes. Para cerciorarse internse al poniente cuatro jornadas, hasta dar con un
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pueblo de guarans, donde supo que h a c i a el occidente haban muchos indios que podran proveer de vveres y auxilios. Con esta noticia dio por terminada su misin y en consecuencia se volvi la Asuncin. Alvar Nuez confiado en los datos trados por Yrala del Puerto de los Reyes prepar lo necesario para ir por all al Per y encontr que haban l i s t o s : 400 arcabuceros y ballesteros, 1200 infantes y 12 de caballera. El i de Septiembre de 1543, una parte de esta jente march costeando el rio hasta el paralelo 21" 22' de latitud ; y ocho dias despus con el resto parti por agua el Adelantado, quedando la Asuncin al mando de Juan de Salazar, segn Azara (tomo 2 , pg. 84) y de Domingo Martnez de Yrala, segn Ruiz Diaz de Guzman (libro 2" cap. 3 ) . Ambas partidas se reunieron en el cerro de San Fernando Pan de Azcar, donde todos se embarcaron. Llegaron al Puerto de la Candelaria y siguiendo viaje, los 1 9 40' 30" hallaron la boca del rio Guasaraps Guachic. Ms adelante dieron con la desembocadura del Mbo~ tetei Albotetes, y luego, con la del Tacuar. A los 1 9 5' notaron que el Rio Paraguay presentaba dos brazos que separados forman los 1 8 28' una gran isla que anegada en las pocas de creciente, viene ser la gran laguna de los Jarayes.
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Una vez en el Puerto de los Reyes, se hicieron varios reconocimientos, concluidos los cules, el 26 de Noviembre de 1543 se march h a c i a el poniente, segn Azara ( t o m o 2 , pg. 90) y h a c i a el Norte, segn R u i z Diaz de Guz man (lib. 2, cap. 3 ). Se atraves el Turuquis, infructuosamente se buso el cerro denominado Itpuc-Guaz. L a escasez de vveres oblig la retirada, pero el Adelantado mand Hernando de Rivera del Puerto de los R e y e s reconocer los Jarayes. En un bergantn remont el rio hasta el Jaur, por el cual penetr y sigui hasta
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un pueblo de Jarayes, situado en un arrecife, donde dej su embarcacin para ir otro pueblo de los mismos indios, en el cual hizo abundante provisin de vveres y otras cosas. Volvi al Puerto de los R e y e s y el Adelantado despoj los soldados de la mantas y otros objetos adquiridos de dichos indios. L a medida caus un disgusto general, y Alvar Nuez se irrit hasta hacer arrestar Rivera, por haber hablado favor de los soldados; pero estos se sublevaron obligando al Adelantado ponerle en libertad y devolver las cosas que les habia quitado. Con este incidente se dio trmino esta malograda espedicin en busca de una via al Per y se volvieron todos la Asuncin, donde llegaron en momentos que se disponan los dems marchar contra los agaces, que haban roto con las capitulaciones de la paz. Ms qued esto sin efecto por la conjuracin fraguada contra el Adelantado, a quien se arrest los gritos de libertad ! libertad ! libertad l Viva el R e y ! As termin el gobierno de Alvar Nuez Cabeza de Vaca, despus de haber tomado formal posesin, en nombre de la Corona de Espaa, del rio de la Cananea, de Santa Catalina y de la provincia de V e r a ; de haber doblegado el orgullo de los guaycurs y sometido su gobierno estos indios y la mayor parte de los de la occidental del Paraguay que despus se llam Chaco; de haber intentado varios reconocimientos en busca de una va de comunicacin al Per, por ese territorio que hoy quiere para s Boliva; de haber descubierto por medio de sus oficiales los pases baados por el Rio Paraguay hasta las proximidades de su naciente, y al llegar de su ltima exploracin, es derrocado, procesado y enviado Espaa, como un criminal. Ms despus de largos aos fu absuelto, pero, no volvi su gobierno de Amrica, donde le reemplaz la fraternal unin que le jurara Yrala al principio de su poder. . A la caida d Alvar Nuez sucedi la guerra intestina
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de 1545, que Yrala no pudo evitar con su prestigio y autoridad. Al ao siguiente, los guarans y los agaces apercibidos de la discordia se sublevaron contra los espaoles; pero Y r a l a aprovechando el peligro comn, logr aunar los esfuerzos y terminar la anarqua y la rebelin. Pacificada as la provincia determin ir al Per, en Agosto de 1548, con el mismo fin que Alvar Nuez Cabeza de Vaca; esto es, en busca de metales preciosos. Dej el mando de la Asuncin D. Francisco de Mendoza y al frente de 350 espaoles y muchos guarans, sali llevando una parte de su jente por tierra y el resto por agua, en siete bergantines y doscientas canoas. Ambas fracciones juntronse en el cerrito de San Fernando Pan de Azcar, y despus de pasar al lado occidental del rio, despach las embarcaciones, con exepcion de dos bergantines y cincuenta espaoles, los cuales quedaron para esperarle durante dos aos, fin de evitar la triste suerte de Aylas. Marcharon hacia el ocaso y los nueve dias llegaron un pueblo, al cual Schmidels (cap. 44), llama apers, distante treinta y seis leguas de Pan de Azcar, y cuatro dias despus, sea los trece, se encontraron entre los Mapais Mbays, distante cincuenta leguas del mismo punto, quienes salieron recibirlos, ofrecindoles alojamiento y cuanto necesitasen. Para inspirar ms confianza entregaron Y r a l a tres jvenes indias, cuatro coronas de plata y otras tantas planchas del mismo metal. Pero sucedi que este despert media noche y not la desercin de las tres indias. Sospech alguna traicin y orden que todos estuviesen prevenidos con sus armas. A poco rato, unos dos mil Mbays atacaron creyendo encontrarlos dormidos. L a sorpresa de hallarlos alerta facilit la derrota y dispersin de ellos. Despus de ocho dias, sigui la marcha al pueblo de los indios Chaas, de donde pasaron otro, cuyos habitantes
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huyeron dejando abundantes provisiones. Tomando gua de -toldera en toldera, ya en paz, ya en guerra, fueron por Jos pueblos de los indios Tobas, Peyonas, Mayegoni, Morroos, Parconios, Smanos, Barconos, Leyhanos, Carenos, , Sibicosis, Samacosis, Maigenos y Carcokies, hasta llegar al ro Guapas Guapay, al cual pasaron en jangadas de troncos atados con bejucos. Y andando as llegaron las faldas de l a s serranas del Per, donde dieron con los indios Mackcacies, quienes les informaron que ellos pertenecan la encomienda del capitn Peranzures Pedro Anzures, el cual, en 1538, habia fundado la ciudad de la Plata. Tambin le refirieron' los alborotos del Per y la muerte de Pizarro y Carbajal. Estas noticias le hicieron comprender Yrala que se internaba gobierno ageno, y en consecuencia resolvi hacer alto en el pueblo de los mackeacies, que al decir de Schmidels, dista de la Asuncin, segn la cuenta de los astrnomos, 372 leguas. De all despach Nuflo de Chaves, Miguel Rutia, Juan Oate y Ruiz Garca Mosquera, para que en su nombre cumplimentase Pedro de la Gasea, por sus sucesos contra Pizarro y le ofreciesen sus fuerzas, concluyendo por pedi le la confirmacin del gobierno que le haban confiado los pobladores del Paraguay. Mucho antes de que llegara esta comisin La Gasea habia tenido conocimiento de la aparicin de Yrala en el Per, y receloso de que se le reuniesen los restos fugitivos de Pizarro y resucitase su partido, le escribi una carta llena de atencin, pero en la que le prohiba bajo pena de muerteque se internase al Per. Yrala resolvi obedecer y esperar en Chiquitos la nueva que trajesen sus enviados. Pero encontraba difcil una retirada tan contraria al espritu de sus soldados y fin de poderla hacer efectiva, oculto la carta de L a Gazca, fu 11. dando la marcha Chiquitos, en la escasez de vveres y la conveniencia de esperar la vuelta de sus comisionados, m s con la promesa de volver tan pronto como llegasen e stos.
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Segn Schmidels, ignoraron la prohibicin de L a G a z c a porque haberla sabido le hubiesen probablemente despachado Yrala al Per atados de pies y manos. Tal era el espritu que reinaba por ir este reino.. Temeroso de que viniese de Lima alguno que le r e e m - , plazase, al retirarse dej en el camino un espaol llamado Parnauvie para que tomase y le llevase Chiquitos las cartas que le viniesen. En su marcha encontr que los carcacies se haban escapado con sus familias al aproximarse su gente. L e s hizo decir que volviesen sus pueblos donde serian bien tratados y la respuesta fu que, era ms natural qu abandonasen ellos el pas evitando que los echasen la fuerza.
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Resolvise castigar tanta arrogancia marchando contra ellos, quienes se hallaron dispuestos la lucha, corta distancia en la falda de un monte. Segn Schmidels, se mat cuantos se pudo, tomndose ms de mil prisioneros. Dos meses quedaron en Chiquitos esperando la vuelta de Chaves y sus compaeros. L a Gazca 'los recibi con agrado, tratndolos esplndidamente. L e s regal dos mil ducados, segn Schmidels, y para todos los soldados, segn Lozano. Y queriendo borrar de Yrala la mala impresin que pudo haberle hecho su primera carta, le dirigi otra en la cual le llenaba de esperanzas, aunque siempre le prohiba que penetmse al reino del Per. En igual sentido induca Chaves para que le escribiese. Entretanto, nombr para gobernador del Paraguay R i o de la Plata Diego Centeno, ya por premiar uno de los que le ayud contra Pizarro, porque supiese los deseos intenciones de las tropas de Y r a l a y desconfiase de ste. Dio Centeno sus instrucciones para el gobierno y l e seal por trminos y lmites de su jurisdiccin, segn Herrera (Dec. 8 , lib. 5, cap. 1) y Lozado (lib. 2, captulo 15, tomo 2, pg. 368 369, colee. Lamas), los si., guientes:
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los confines del Cusco y de los Charcas hasta los trminos del Brasil, entre los dos paralelos que el uno corresponde al trpico de Capricornio que por otro nombre llaman Antartico, que dista 2 3 y 33' de la equinocial hacia la parte del S u d ; y desde el paralelo que hacia la misma dista de la eqtcinocial 14 , yendo de Norte Sud derecho al meridiano; y que lo que fundase fuera de estos lmites, algn pueblo pueblos, creyendo poblar dentro de su gobernacin le tuviese debajo de ella hasta que otra cosa se proveyese .
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Estos linderos corrobaran el ttulo del Adelantado don Pedro de Mendoza hacia la parte del Per, hoy Bolivia. En efecto. "Desde el paralelo 14?, de Norte Sud siguiendo el meridiano; y desde los confines del Cuzco y de los Charcas hasta los trminos del Brasil". Los confines del Cuzco y de los Charcas quedan, all lejos, muy lejos, ms all de donde termina ese territorio > planicie de la ribera, derecha del Rio Paraguay, que hoy dia se llama Gran C h a c o ; s, all por donde corre el Guapa}'', all por ^donde estn las cabeceras del Parapiti y del Pilcomayo; s, por all, muy lejos del Rio Paraguay se encuentran los confines del Cuzco y de los Charcas. Y desde esos confines viene la jurisdiccin de la provincia del Paraguay. As lo demuestran los trminos y lmites del gobierno de Diego Centeno. Parnauvie trajo Yrala las cartas que esperaba, y por ellas supo el nombramiento de Centeno, y la nueva prohibicin de que se internasen sus fuerzas al Per. Esta vez comunic la nueva sus soldados, quienes la recibieron con marcado disgusto. Pero como Yrala y los oficiales no quisieron desobedecer las disposiciones de L a Gazca, se vieron precisados tomar el camino que haban llevado. Estuvieron en Pan de Azcar fines de 1549, principios de 1550, donde hallaron las embarcaciones que dejaron en dicho punto. All supieron las discordias suscitadas
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por haberse credo que les habia tocado la misma suerte de Aylas y sus compaeros. Ahora bien: Los actos de jurisdiccin y dominio ejerc, dos por Alvar Nuez Cabeza de V a c a sobre el territorio del Chaco situado al Norte del Pilcomayo, el sometimiento de los indios que lo habitaban, sus exploraciones y esta expedicin de Yrala, que empieza en la parte* Occidental del Rio Paraguay, y va hasta llegar las faldas de las serranas del Per; que se detiene por no penetrar en jurisdiccin extraa y vuelve Chiquitos, como en tierra indudable de su gobierno; la designacin de Diego Centeno para gobernador del ^Paraguay Rio de la Plata, con los trminos que se le dio su jurisdiccin, segn lo ensean los historiadores antiguos Herrera y Lozano, todas estas circunstancias confirman, demuestran, con la luz incontestable ,de la historia, que toda esa vasta rejion que hoy dia quiere Bolivia para s, es indiscutiblemente del Paraguay, desde los primeros tiempos del descubrimiento y conquista del Rio de la Plata.
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CAPTULO IV
Capitulacin del Rey con Juan de SanabriaMuerte de ste Su hijo Diego Sanabria contimla el contratoEnva c Juan de Salazar con tres embarcacionesCaducidad de la concesinNombramiento de Domingo Martnez de Yrala de AdelantadoPueblo de San Francisco - Su abandonoReconocimiento del Guayr por I-rala-La Villa de Ontiveros El Obispo don Fray Pedro Fernandez de la Torre Fray Pedro LatorreDisposiciones administrativas de Yrala Provisin de empleosEscuelas pilblicasConstruccin del Ayuntamiento y de la iglesia CatedralOrganizacin de la PolicaLa Ciudad RealComisin de Nuflo de Chaves para fundar un pueblo en los JarayesMuerte del AdelantadoNombramiento de Gonzalo de Mendoza Reconocimientos de Nuflo de ChavesResuelve establecer el pueblo en los confines del PerDisidencia y divisin de la gente Encuentro de Chaves con Andrs MansoSanta Cruz de la SierraReparticin de los indios en encomiendasDivisin de la poblacinSan Lorenzo de la Barranca y San Francisco de Aljaro Contienda de Andrs Manso con Diego PantojaSanto Domingo de la Nueva RiojaFin trjico de Andrs Manso y de esta poblacinL s Llanos de MansoAplicacin estensiva de este nombreObservaciones.
Mientras pasaban las cosas referidas en el anterior captulo, Jaime Resquin que fu Espaa con Alvar Nuez Cabeza de V a c a para acusarle, aspir su puesto y ya lo consegua, cuando se present con mejores propuestas Juan de Sanabria, natural de Trujillo, el 2 de Julio de 1547, consiguiendo que el R e y se decidiese su favor, el 22 del mismo mes, estendindose la capitulacin en los siguientes trminos: El Prncipe, por cuanto vos Juan de Sanabria, vezino de la Villa de Medellin me hicisteis relazion que bien sabamos el asiento que habamos mandado tomar con Alvar Nuez Cabeza de V a c a sobre el socorro que se ofreca de
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hacer la gente que estaba en la Provincia del Rio de la Plata que ally dex Don Pedro de Mendoza, nuestro gobernador que fu della, y como por el dicho asiento le habamos proveydo de la gobernacin de dicha Provincia.... en que agora venido nuestra noticia que por diferencias y cosas que se ofrecieron entre dicho Alvar Nuez Cabeza de V a c a y la gente que habia en dicha provincia; porque no conviene que vuelva ella por lo que la gobernacin de dicha provincia queda vaca, y que vos con deseo del servicio de Dios Nuestro Seor y nuestro acrecentamiento de nuestro Corona R e a l porque los espaoles que en dicha provincia estn no padezcan querrades ir ella y socorrer los dichos espaoles con las cosas que de estos reynos llevredes, por la orden que por nos os fuere dada, y llevar algunos casados con sus mujeres e otra gente para la poblacin de dicha provincia, todo ello vuestra costa y mission sin que nos ni los reyes que despus de nos vinieren seamos obligados V o s pagar ni satisfacer los gastos que en ellos hicieredes Comprometase en sus propuestas conducir doscientos cincuenta soldados y cien familias agricultoras, quienes debia proveer de las semillas para el cultivo de la tierra, y de ropas, armas, h e r r a m i e n t a s . . . . e t c . , un precio sealado por el Consejo, pagaderos plazos determinados. Adems se obligaba fundar dos pueblos, de los cuales, el uno debia establecerse al Norte de la isla de Santa Catalina y el otro la entrada del Rio de la Plata. Con ests obligaciones y otras que se enumeran en la capitulacin y refieren Pedro Lozano ( l i b . 2 , cap. 5 ) y F l i x Azara ( t o m o 2 , nm. 94), la capitulacin contina y d i c e :
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Primeramente, doy licencia y facultad vos el dicho capitn Juan de Sanabria, para que por Su Magestad y en su nombre y de la Corona Real de Castilla y Len podis descubrir y poblar por nuestras contrataciones dozientas leguas de costa de la boca del Rio de la Plata y lo del Brasil que comienzan contarse desde treinta y un grado de altura del Sur y de all hayan de continuarse hacia la
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equinocial. E ans mismo podis poblar un pedazo de tierra que queda desde la entrada de dicho rio sobre la mano derecha hasta los dichos treinta y un grados de altura. E n el qual habis de poblar un pueblo habis de tener entrada por el dicho rio la qual entrada ans mismo han de tener todos los dems con quien Su Magestad tomare asiento para descubrimiento de lo que tuviese por descubrir en los treinta y un grados como todo lo de la mano izquierda hasta llegar lo que est contratado con el Obispo de Plascencia, las cuales dichas dozientas leguas salgan todas ans en ancho /asta la mar del Sur, el qual dicho descubrimiento e poblacin podis hacer con tanto que si por qualquir parte que bais hallredes que alguno otro gobernador capitn oviese descubierto e poblado algo en la dicha tierra y estuviese en ella al tiempo que vos llegaredes, que en perjuicio de lo que ans hallredes en la dicha tierra no hagis cosa alguna ni os entremetis entrar en cosa de lo que oviese descubierto y poblado, aunque lo hallis en los lmites de vuestra gobernacin: porque se escusen los inconvenientes que de semejantes cosas han sucedido hasta aqu, escepto si fuere alguno de los pobladores de la dicha provincia del Rio de la Plata que estos tales mandamos que os tengan por nuestro gobernador de la dicha provincia conforme las provisiones que para ello llevis, y os dexen la jurisdiccin de todo lo que hubiesen descubierto y poblado y os tengan por nuestro gobernador como dicho es, no obstante quellos lo hayan poblado. E avisarnoreis de lo que pasare en caso que hallis algn gobernador capitn que no sea de los pobladores de la dicha p r o v i n c i a . . . . e t c . En la Villa de Aranda del Duero 4 de Agosto de 1547, Juan de Sanabria, ante Escribano y testigos estendi las capitulaciones y firm. (a) Pas, luego, Sanabria Sevilla donde demor algo, recibiendo orden del R e y que apurase su marcha, porque iba
(a) Vase. La Patagonia y las tierras Austiales del Continente Americano por Vicente Quesada.
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salir de Lisboa Tom Sousa coa ms de mil hombres para formar poblaciones en el Brasil y debia impedirse que las estableciese en el distrito de su gobierno; pero cuando se preparaba para marchar acaeci su muerte, y en su vista el R e y propuso su hijo Diego Sanabria, el 12 de Marzo de 1549, que si queria, poda continuar la contrata de su padre. Acept la proposicin y como urjia el envo de la espedicion, despach Juan de Salazar con tres embarcaciones, debiendo l seguirle luego. Ms segn Pedro L o zano (lib. 2 , cap. 15) no lo pudo cumplir hasta dos aos despus en una embarcacin que arrib Cartagena de Indias y regres Espaa embarcndose despus para el Per.
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Viendo la Corte. que no cumpla su contrata, le quit el gobierno y se lo dio Domingo Martinez de Yrala. E l ttulo de gobernador espedido el 4 de Octubre de 1552 favor de este entre otras cosas d i c e : . Q u e Diego de Sanabria no habiendo cumplido con la capitulacin que se tuvo con Juan de Sanabria para llevar socorro la Provincia del Rio de la Plata, estaba vaco su gobierno y porque al servicio de Dios Nuestro Seor y mo conviene que haya persona que tenga la dicha gobernacin y acatando lo que vos Domingo de Y r a l a nos habis servido y que sois persona tal, que- de vuestra fidelidad y diligencia confio el mejor servicio de Dios y mo y bien comn de dicha provincia, vecinos y moradores de ella, es mi voluntad de vos proveer por gobernador y capitn general de dicha provinca del Rio de la Plata Se le facultaba para que nombrase tenientes en las poblaciones que hubiesen y se hiciesen; se le conferia el nombramiento y eleccin de justicias, y dems atribuciones concedidas los Adelantados, estendindose la jurisdiccin de su provincia los trminos declarados sus antecesores Don Pedro de Mendoza y Alvar Nuez Cabeza de V a c a , {a)
(a) VaseLa Nueva Revista de Buenos AiresHistoria Colonial Argentina, pg. 352 354.
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En el mismo ao de 1552, poco antes de espedirse el ttulo de Adelantado Domingo Martnez de Yrala, Juan de Salazar parti de San Lcar conduciendo la viuda de Juan de Sanabria, con sus hijas Mara y Mencia, Cristbal Saavedra, Hernando de T r e j o y otras personas. Una de las embarcaciones naufrag al llegar al Puerto de los Patos, donde se produjo divergencia de opiniones, porque unos queran fundar all la poblacin que se habia obligado el Adelantado y otros no. A consecuencia de esto, Salazar y sus partidarios se fueron al pueblo portugus de San Vicente, donde permanecieron casi dos aos, al cabo de los cuales pasaron por tierra hasta la Asuncin. En cuanto T r e j o y los de su opinin, fundaron principios del ao 1553, un pueblo en el puerto de San Francisco, entre la Cananea y Santa Catalina, en cumplimiento de la contrata de Sanabria, pero al ao siguiente fu abandonado el lugar, embarcndose todos en los dos buques que les quedaban. En Santa Catalina baj la mayor parte de la jente con T r e j o y marcharon por tierra imitacin de Alvar Nuez Cabeza de Vaca, llegando con muchas dificultades la Asuncin, poco despus que Yrala habia vuelto de reconocer al Guayr, quien hizo arrestar T r e j o por haber abandonado San Francisco, poblacin tan necesaria para contener los progresos de usurpacin de los portugueses y para escala de las comunicaciones con Espaa, (a) Veamos ahora lo que suceda en la Asuncin. Por el ao 1554 llegaron ella algunos indios del Guayr solicitar la proteccin de Yrala contra los portugueses, quienes cautivndolos los llevaban al Brasil y los vendan por esclavos, () Y r a l a aprovech esta ocasin para reconocer dicha provincia y march con una compaa de soldados y algunos
(a) VaseRuiz Diaz de Guzman, (lib. 2 , cap. 15)Azara, tomo 2 , nm. 97. (b) VaseRuiz Diaz de Guzman, (lib. 2 , cap. 13)Lozano, (libro 3", captulo I ) .
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auxiliares. Lleg al Salto Grande del Rio Paran llamado entonces Canendiy, situado los 24 , 4', 27" de latitud austral. Pas el rio y sigui hasta el pueblo del cacique Guayr, de quien tom su nombre la provincia, y segn Diego de Alvear, lla.mbase el cacique Guayrac.
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Naveg en canoas hasta la boca del rio T i e t e Aemby, que caudaloso corre al occidente. Remont por este hasta su segundo Salto llamaba Abaanamb, donde los indios del lugar le atacaron por agua y por tierra; pero fueron rechazados dejando el pueblo poco distante del suceso, en poder de Yrala. Luego recorri el pas sometiendo los indios que lo habitaban la obediencia. Envi de all Juan Molinas la costa del Brasil con pliego para la corte donde comunicaba del estado de las conquistas y l march con su jente al rio Pequiri, de donde volvi la Asuncin. Sin prdida de tiempo resolvi establecer una poblacin en el Guayr que protejiese sus habitantes contra las correras portuguesas y la vez de escala para las comunicaciones con Espaa, sin necesidad de ir por el Rio de la Plata. A este efecto envi al capitn Garca Rodrguez de Vergara, con 60 espaoles, quin fund al otro lado del Salto Grande del Paran, en el pueblo del Cacique Canendiy la Villa de Ontiveros, en 1554. Al siguiente ao, lleg la Asuncin el Obispo F r a y Pedro Fernandez de la Torre F r a y Pedro Latorre, sucesor de Juan Barrios, primer Obispo del Paraguay. Recibi Yrala con la llegada de dicho Obispo, su nombramiento de Adelantado y en el acto tom posesin del cargo con satisfaccin general. Provey de autoridades la ciudad, estableci dos escuelas pblicas de nios, emprendi la construccin del Cabildo casa de Ayuntamiento y la de la Iglesia Catedral. Organiz la polica y elev la Asuncin la categora de una verdadera ciudad. Adopt otras series de medidas que indicaban al hombre de Estado, (a)
(a) VaseRuiz Diaz de Guzman, lib. 3 , cap nes, lib. I , cap. 13.
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El mismo ao mand Nuflo de Chaves someter los indios del Guayr, con una compaa de soldados y algunos auxiliares guarans, quien sin mayores dificultades los redujo hasta el caudaloso Tibajib Tibahib que entra por la derecha en el Paran-pane. Entreg los indios reducidos cartas que les sirvieran de salvaguarda contra los portugueses, haciendo constar que eran vasallos del Rejf de Espaa. De los indios sometidos por Chaves, ms tarde se formaron por los jesutas los pueblos de Loreto, San Ignacio, San Javier, San Jos, Asuncin, San ngel, San Antonio, San Pablo, San Tom, Angeles, Concepcin, San Pedro y Jess Mara, (a) Pronto volvi Chaves del Guayr, y en su lugar pas el capitn Ruiz Diaz Melgarejo, quien con la jente que llev y los de la Villa de Ontiveros, fund principios de 1557 la Ciudad Real, en la confluencia de los rios Paran y Piquiri. (b) Por este mismo tiempo fu enviado Nuflo de Chaves los Jarayes fundar un pueblo que sirviera de punto intermediario las comunicaciones con el Per, y segn la relacin del gobernador Ortiz de Vergara, le envi descubrir y conquistar las Amazonas y el Dorado, (c) Ms poco despus falleci Domingo Martnez de Yrala dejando por su sucesor D. Gonzalo de Mendoza, con satisfaccin general, porque era honrado. L a honradez del gobernante, es para el pueblo una causa de natural simpata y respeto h a c i a l. De una y otra cosa goz el nuevo gobernador, quien se dirigi Nuflo de Chaves, comunicndole la muerte deL Adelantado y su exaltacin al poder. Al mismo tiempo le ofreci los auxilio; necesarios su empresa. Chaves entretanto habia embarcado toda su jente en San Fernando, y navegando penetr en el rio Jaur, hasta
(a) VaseAzara, tomo 2 , nm. 10 , pg. 150 151. (6) VaseRuiz Diaz de Guzman, lib. 3 , cap. 3 Pedro Lozano, lib. 3 , cap. 2 Flix Azara, tomo 2 , nm. 105 Gregorio Funes, libro I , cap. 13. (c) VaseDocumentos inditos del Archivo de Indias, (tomo -I , pgina 378).
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el puerto 'de los Parabanzares, situado en lo> J a r a y e s , donde debia fundar el pueblo, segn las instrucciones de Yrala. Pero l, antes de establecerse quiso reconocer el pas y sus indios. A este efecto march fines de Agosto del mismo ao, encontrndose con el cacique Paisuri. Luego dio con los indios que Ruiz Diaz de Guzman llama Jaramasis Samaracosis. Detvose entre ellos para hacer provisiones y despus se dirigi al Occidente, h a c i a los Moxos, donde recibi noticias sobre la existencia de minas de oro. En p o s del codiciado metal atraves espesos bosques, dando con los indios trabasicosis, donde le lleg la nueva de la muerte del Adelantado y el nombramiento de Gonzalo de Mendoza. Superior este, en talento, servicios y ambicin, qued profundamente herido en su amor propio por esta designacin de Yrala. Y se apart de sus instrucciones manifestando el propsito de establecer el pueblo en los confines del Per; pero la mayor parte de su jente sostuvo la orden del Adelantado, decidindose porque se estableciese la poblacin 'en los Jarayes, en su defecto se regresase la Asuncin; pero Chaves persisti en su idea y consecuencia de ello, ms de ciento cincuenta resolvieron volver esta previo un requirimiento escrito que hicieron los disidentes, (a) Con los restantes que seran un poco ms de sesenta, march Chaves hacia el Occidente. Pas e l ' rio Guapay y hallndose en los llanos del Gelgorigot se encontr con Andrs Manso, quien por disposicin de D. Andrs Garca Hurtado de Mendoza, Marqus de Caete, Virey del Per, habia ido establecerse all, con una compaa de soldados, (b)
(a) Vase Ruiz Diaz de Guzman, (lib 3 , cap. 5 ) P e d r o Lozano, (lib. 3 , cap. 2 ) , donde estn transcriptos la peticin suscrita por ms de sesenta firmas (b) VaseRuiz Diaz de Guzman, libro. 3 , cap. 6 - P e d r o Lozano, lib. 3 , cap 2 Jos Guevara, lib. 2", D e c . 4 , part. I Azara, tomo 2 , nm. 111Gregorio Funes, lib. I , cap. 3 .
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Andrs Manso se hallaba en la frontera de Tomina y al tener noticias de la llegada de Nuflo de Chaves march su encuentro. L o s dos capitanes disputaron el derecho de poblar aquel territorio del otro lado del rio Guapay, all lejos, por las proximidades de las serranas del Per, por donde estaban los indios mackcacies, que informaron Yrala que ellos pertenecan la encomienda del capitn Pedro Anzures, all por las cabeceras del Piray y del Guapay. Andrs Manso se apoyaba en la disposicin del V i r e y y Nuflo de Chaves en la posesin tomada por Aylas Yrala, en los ttulos del Adelantado D . Pedro de Mendoza y sucesores. Ambos segn Lozano, resolvieron someter el caso la decisin de la Audiencia de Charcas y fu resuelta por ella, segn Ruiz Diaz de Guzman y Azara, y por el Virey, segn otros. L a verdad es que mientras duraba la resolucin de la contienda, Chaves pas Lima dejando su jente al mando de Hernando de Salazar, su concuado, el cual gan la voluntad de los soldados de Andrs Manso y apres ste, remitindole dicha ciudad. Con tal motivo, es probable que el Virey hubiese tomado el conocimiento del asunto y resolviese el caso, puesto que Manso apoyaba su pretensin en disposicin del mismo Virey, y nadie podia resolver con ms acierto que l mismo; pero, quien quiera que hubiese sido el Juez, el caso es que, la resolucin debi ser favorable Chaves, puesto que l, poco despus, en 1560 fund este lado del Guapay, entre las cabeceras de este, del Parapiti Condorillo y del Pilcomayo, la primitiva Santa Cruz de la Sierra, segn lo sealan los mapas antiguos de Sansn, Guillaume de L'isle, Cano y Olmedilla, y otros. Nuflo de Chaves en Lima trabaj por la creacin de un gobierno independiente en 1 pas ocupado por sus soldados, y fcilmente lo obtuvo del Virey, quien agraci su hijo, D. Francisco Garca Hurtado de Mendoza con la gobernacin de la nueva provincia que as se desmembraba del
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Paraguay, por despecho bastarda ambicin de aquel, que nombrado teniente de ella pas fundar la citada ciudad, dndole el nombre de Santa Cruz, por haberse criado l, en el pueblo de esta denominacin, distantes tres legras de Trujillo, y de la Sierra, por estar la poblacin sobre la falda de una pequea sierra. L o s indios penoquis y todos los dems del lugar fueron repartidos en encomiendas los espaoles; pero algunos aos despus, consecuencias de la rebelin de los indios circunvecinos, de la pobreza y miseria que sobrevino, el Virey Toledo orden en 1575 su traslacin la otra banda del Rio Guapay, unos sesenta leguas al Norte. Con tal motivo su poblacin se. dividi. Una mitad de sus habitantes fueron establecer la nueva Santa Cruz de la Sierra, con el nombre de San Lorenzo de la Barranca de la Frontera, los 17 , 49', 44", de latitud y los 65 , 42', 30" de longitud, segn A z a r a ; la otra mitad se fraccion su vez. Una parte estableci el pueblo de San Francisco de Alfaro, donde hoy est San Francisco de Xavier de los Chiquitos y la otra construy en Moxos una embarcacin y navegando los rios Manior y Maraon, sali al mar con rumbo Espaa.
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Mientras tanto Andrs Manso despus de recobrar su libertad volvi con su jente por la frontera de Tomina y se estableci al pi de la sierra del Cuzcotoro, con nimo de fijar una poblacin; pero al saberlo el gobierno de la Plata, reclam el lugar como suyo, y envi Diego Pant o j a para apresarle por haber entrado su jurisdiccin; pero aqul resisti con xito en un mal paso y ste vise obligado volver Chuquisaca dar cuenta de su fracazo y de la actitud de Andrs Manso. E s t e temiendo salir mal en su nueva contienda y satisfecho con su triunfo abandon el lugar yendo con su jente hasta un pueblo de chiriguanos "llamado Sapirn y saliendo los llanos de Taringuy, unas doce leguas de dicho pueblo, sobre una cuesta no muy alta, se estableci b a j o , e l nombre de Santo Domingo de la Nueva Arrioja entre los chiriguanos,
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quienes fingieron ser muy amigos de los espaoles, ganando completamente la confianza de Andrs Manso y de su jente. Ms una noche de fuerte viento, colocronse seis indios con sus arcos y sus flechas en cada puerta de los espaoles y otros prendieron fuego la iglesia y las casas. A l salir sus moradores eran sorprendidos por las flechas de los chiriguanos, pereciendo todos menos un portugus que logr escapar los montes, segn lo atestigua la Relacin verdadera del viaje y salida del Rio de la Plata al Per, que hizo D . Francisco Ortiz de Vergara al limo, y Rmo. Don Juan Ovando, Presidente del Consejo Real de Indias, (a) Pero, segn refieren los historiadores antiguos, por el ao de 1563, abandonaron los chiriguanos un pueblo situado sobre el Guapay, cuarenta leguas de Santa Cruz de la Sierra, y matando al capitn Pedraza, Antonio Cabrera y dems del lugar, vinieron sobre la poblacin de Andrs Manso, la cual sitiaron de noche incendindola dieron fin todos los que intentaban salir de ella. Ambas versiones coinciden en el fondo sobre la muerte de Andrs Manso, y las diferencias de detalles se concilian perfectamente, si se tiene presente que, en el hecho tomaron parte los chiriguanos del lugar y los que venan de la parte de Santa Cruz de la Sierra. Por el fin trjico de Andrs Manso, se llam los llanos de Taringuy Los Llanos de Manso, nombre que con el tiempo creci en estension, como la espresion Chaco, como la denominacin de Guelgorigot, nombres que no tienen el poder de cambiar los trminos de las gobernaciones, ni sirven para decir que Andrs Manso fuese el primer conquistador del Chaco, cuando este territorio fu descubierto antes por Gaboto, luego por Aylas, Yrala y Alvar Nuez Cabeza de V a c a , que conquistaron por el poder de las armas y por los ttulos emanados del Soberano esa rejion occidental del Paraguay, mucho antes que Manso muriera en su frontera del lado del Per y legara el nom(a) VaseDocumentos inditos del Archivo de Indias, tomo 4 , pgina 378.
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bre conmemorativo de su trjico fin sobre ese territorio de la antigua provincia del Paraguay. L a denominacin de Llanos de Manso no significa, pues, que el capitn de este nombre lo hubiese conquistado con justo ttulo sin l, sino que en los llanos de Taringjiy muri de una manera trjica, el insigne capitn que vivi disputando territorios genos, ora Santa Cruz, ora la Plata, ora al Paraguay, en cuya frontera occidental muere en manos de los indmitos chiriguanos, que recorran esas fronteras confines orientales del Per, hoy Bolivia. (a) En tanto que tenan lugar esto hechos por Caiza, Carapar Ita por sus cercanas, veamos lo que suceda en la Asuncin.
(a) VaseRuiz Diaz de Guzman, (lib. 3 , cap. 6", citados)Charlevoiz, (tomo I , lib. 3 , pg. 262 263).
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CAPTULO
Espedicion contra los agucesMuerte de Gonzalo de Mendoza Eleccin de Francisco Ortiz de Vergara Espedicion al PerEl pueblo de ItatiDistincinProhibicin de la Audiencia de CharcasRebelin de los indios del Guapay Las ruinas de Santo Domingo de la Nueva RiojaNueva prohibicin de la Audiencia de Charcas Acusacin del gobernador ante la AudienciaAcusacin ante el Virey Suspensin de Ortiz de VergaraNombramiento. de Juan Ortiz de ZarateEl teniente gobernador Felipe Cceres vuelve la AsuncinMuerte de ChavesAnarquaDeposicin de Felipe CceresMartin Suarez ToledoGaray funda Santa F de Vera Cruz Sus lmites Observaciones.
H a c i a fines de 1557 los agaces volvieron sus depredaciones habituales. Para reprimirlos Gonzalo de Mendoza mand Garcia Mosquera con doscientos espaoles, con los cuales los atac, derrot y persigui hasta sus propias tolderas. Poco despus, principios del siguiente ao, muri el gobernador en momentos que llegaron los que no quisieron seguir Nuflo de Chaves. F u electo en su reemplazo D. Francisco Ortiz de Vergara, natural de Sevilla, yerno de Yrala, quien el Obispo dio su despacho de Gobernador y Capitn General, mostrando una real cdula que le daba tal facultad. Recibido fu de gobernador con satisfaccin general del pueblo, porque tambin era honrado. L a honradez es la base indispensable de la estimacin de un gobierno por el pueblo y es el fundamento necesario de la estabilidad del orden pblico. E l nuevo gobernante goz de mucho sosiego, hasta que Pablo y Nazario, hijos del cacique Cnrupiraty consiguie6
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ron sublevar la mayor parte de los indios de la provincia. Y acababa de sofocar el alzamiento general de los guarans de esta parte, cuando en 1563 trataron de rebelarse los del Guayr. Para prevenirlo llev una espedicion esta provincia y su vuelta se encontr con Nuflo de Chaves, que recien llegaba de Santa Cruz de la Sierra en busca de su esposa y familia, acompaado de su cuado D. Diego de Mendoza y otros. Chaves receloso por haber traicionado los intereses de la provincia, separando de ella Santa Cruz de la Sierra, no omiti medio para captarse la confianza del Gobernador y del Obispo. Hizo casar su cuado con una sobrina de este, olvidndose fcilmente con tal motivo todo lo pasado. Persuadi uno y otro, que yendo ambos personalmente Santa Cruz y de all Chuquisaca, se conseguira sin dificultades la confirmacin del gobierno de la provincia. Pero, segn la relacin de Francisco Ortiz de Vergara al Presidente del Consejo Real de Indias, el objeto de la espedicion era dar cuenta al Rey, en la Audiencia de Charcas, del estado de la conquista. No fu derecho por el Rio Araguay, que por la ciudad de la Plata llaman Pilcomayo, por acompaar Nuflo de Chaves que le habia sido recomendado por el Virrey del Per, el Conde de Nieve, fin de que le ayudase llevar su familia Santa Cruz de la Sierra. Ms sea cual fuese la causa de su espedicion, la verdad es que esta fu la ms grande y notable que se realiz al Per en aquellos tiempos. E l Gobernador, el Obispo, siete clrigos y frailes, Felipe Cceres, Pedro Dorantes, Cristbal Saavedra, Ruiz Gmez Maldonado y otros, con sus indios de encomiendas; Nuflo de Chaves y su gente formaron tan numerosa comitiva, que pareca que se trataba de abandonar al Paraguay. Sali de la Asuncin esta espedicion poltica-religiosa, en 1564, parte embarcada y el resto por tierra, quedando en la ciudad Juan Ortega y en el Guaira Alonso Riquelme.
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De Atir, Ypan, Guarambar y los pueblos de Itati, se agregaron de paso gran nmero de indios que aumentaron las proporciones de la comitiva al juntarse en la lagunas de los guatos, donde atravesaron el Rio Paraguay y siguiendo por el Chaco entraron la jurisdiccin del gobierno de Santa Cruz de la Sierra. Por el camino hubo escasez de vveres para tanta jente y las murmuraciones comenzaron oirse, mxime cuando se vio que Chaves fund un pueblo treinta leguas antes de llegar Santa Cruz de la Sierra con los indios de Itati que de paso se les agregaron. L o denomin con este nombre, por los pobladores que lo constituyeron, pueblo que es necesario no confundir con el que fu formado mas tarde entre el Fuerte de Borbon y Bahia Negra, sobre la proximidad del rio Paraguay, juntamente con otro denominado de Nuestra Seora de la F , los cuales se encuentran sealados en los mapas de Cabrer y Arrowsmith, y de los cuales nos ocuparemos oportunamente. Entre voces de disgustos y murmullos de desaprobacin lleg la numerosa comitiva Santa Cruz de la Sierra, que la sazn se quejaba por la falta de vveres y de ver interrumpida la via de comunicacin con el Per, por la sublevacin de los indios de ambos lados del Guapay, confederados con los chiriguanos. Segn la referida Relacin del Gobernador Francisco Ortiz de Vergara al Presidente del Consejo de Indias, poco despus de haber llegado Santa Cruz, le fu notificada la providencia de la Audiencia de Charcas, por la cual se le prohiba que pasase adelante bajo pena de la vida y de cien mil castellanos, consecuencia de que haban in formado dicha Audiencia, que iba quera ir con trescientos arcabuceros tomar posesin de Santa Cruz de la Sierra y de Santo Domingo de la Arrioja, donde muri Andrs Manso, para luego pasar y tomar posesin de Potos, por decir que todas estas tierras pertenecan al Rio de la Plata, (a)
(a) La existencia de tales informes est comprobada por la siguiente
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E s t o s falsos informes haban sido adelantados por Nuflo de Chaves, por temor de que supiese la Audiencia que l habia sido el principal capitn que prendi al Adelantado Alvar Nuez Cabeza de V a c a . Y que no contento con esto le apres y requiri su gente para que le prestasen obediencia y los pocos dias parti para el Per, llevando consigo al Obispo y oficiales del rey que con l haban venido de la Asuncin ; pero fueron desbaratados por l o s Chiriguanos, quienes les mat veinte soldados, circunstancia por la cual volvieron donde estaba l preso, el Obispo,, oficiales y gente suya, arrepentidos de la traicin que le haban hecho. El teniente de Chaves viendo que este no volva se reconcili con l y le permiti salir con la gente necesaria, para su seguridad, que fueron cien hombres, dejando en el pueblo 230 con armas. Tom el camino que v Santo Domingo de la Nueva Rioja, con el objeto de evitar algunos inconvenientes informarse de lo que se decia de Andrs Manso y ver el asiento del pueblo y su tierra para dar razn de ello quien corresponda. Lleg un rio
Cdula Real de 566, publicada entre <Los Documentos inditos der Archivo de Indias >, (tomo 1S, pg. 65 71). La Cdula en lo pertinente dice: <E1 ReyPresidente oydores de la Nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de la Plata de los Charcas de las Provincias del Per: Vi vuestra letra de 24 de Diciembre del ao pasado de mil y quinientos y sesenta y t r e s . . . e t c < . Cuanto lo que decs, que habiendo tenido por nueva cierta que venian trescientos hombres del rio del Paraguay del Plata, sin saver cossa cierta si venian proseguir la conquista de los moros que tenia su cargo Nuffo de Chaves, essa tierra que pretendan ser en derecha conquista, bien armados y sin esperanza de volver donde salan, procurasteis que cesase su venida, y que ans por agora a cessado, y el Obispo y otros vecinos del Paraguay os an escrito pidindoos justicia porque no la tienen, y que a caussa de se os haver acortado el distrito, que no llega alia con ducientas leguas, no haveis proveido nada hasta que por Nos se os mando lo que deveis hacer; y porque como habris visto por la provisin que se os ymbiado aquellas provincias las havemos mandado poner debajo del distrito de esa Audiencia, vosotros de aqui adelante podris proveer lo que os pareciese y viredes que mas conbenga Nuestro servicio y bien de aquella tierra.)... Del Bosque ce Segovia principio de Octubre de mil y quinientos y sesenta y seis aos.Yo el ReyPor mandado de su Magestad:
la Gasea. >
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muy ancho, aunque bajo, que pas y despus de catorce jornadas unas 50 leguas, subi una cuesta no muy alta, donde se encuentra el citado pueblo de Andrs Manso, que estaba todo quemado, con los cadveres esparcidos por la plaza, en las puertas de las casas y dentro de ellas. Hizo hacer un pozo donde junt los huesos y cuerpos de ellos, marchando luego por los llanos del Per doce jornadas hasta llegar al Valle de Tomina, donde vino un capitn enviado por el Presidente y Oidores de la Audiencia de los Charcas, dicindole que siguiese solo con veinte hombres hasta la ciudad de la Plata, debiendo el resto quedar en el valle de Tomina. As se hizo y despus acus Nuflo de Chaves pidiendo su comparecencia. Librse la orden de citacin, pero no' pudo llevarse adelante el juicio, porque acababa de ser muerto por los indios estando sentado en una hamaca con siete ocho espaoles mas. T a l es, en resumen, la relacin de Don Francisco Ortiz de Vergara al Presidente del Consejo Real de Indias. Ruiz Diaz de Guzman (Lib. 3 Cap. 2 ), Pedro Lozano (Lib. 3 Cap. 4 ), Gregorio Funes (Lib. 2" Cap. 2) y otros historiadores constatan el hecho de la detencin de la gente del Gobernador y de este por parte de Salazar, por orden de Chaves, por su cuenta, por no esponerlos, estando interceptada la comunicacin con el Per ; pero todos estn conformes en que para ir la Plata dieron la gran vuelta que refiere haber llevado Ortiz de Vergara y que solo penetraron dicha jurisdiccin, previo el permiso correspondiente, en 1565.
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E l Gobernador, antes de llegar Chuquisaca, ya era intrigado por Diego Pantoja y Juan Ortiz de Srate, empeados en conseguir la gobernacin del Rio de la Plata. Sin prdida de tiempo estos ganaron la voluntad de Cceres, Dorantes y Ruiz Gmez Maldonado, de manera que este ltimo, como procurador de la Provincia del Paraguay, se present formular multitud de cargos contra l, de los cuales el mas grave consista en haber abandonado su
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gobierno, lo cual contest que habia sido para solicitar socorros; pero recibi la rplica que no podia esperar mej o r y mas abundante que los empleados con el nico obj e t o de pedir la confirmacin de su autoridad, sin necesidad de abandonar su puesto, por cuanto podia haberlo hecho por medio de un apoderado. E l gobernador y el obispo, resentidos por la actitud de Cceres y Dorantes, hicieron que Hernando de V e r a y Guzman, sobrino de Alvar Nuez Cabeza de Vaca, los acusase como autores de la prisin de su tio. L a Audiencia decret el arresto de ellos; pero fueron puestos en libertad, con la presentacin de la sentencia dada por el Supremo Consejo de Indias, en la causa de Alvar Nuez. Y como sobre el asunto principal nada resolva la Audiencia, los contrarios de Ortiz de Vergara reprodujeron los cargos ante el Virey, quien le suspendi en el gobierno, ordenndole que fuera justificarse ala Corte de Espaa. Con tal motivo se present Juan Ortiz de S t a t e con proposiciones consignadas en la capitulacin celebrada con el R e y el 10 de Julio de 1569, en que entre otras cosas se leen las siguientes : Primeramente que vos el dicho Juan Ortiz de Srate os ofrecis de meter en la gobernacin del R i o de la Plata, quinientos hombres espaoles, de los cuales los doscientos dellos han de ser oficiales de todo genero de oficios y labradores que cultiven y labren la tierra, y los otros trescientos hombres que sean para la guerra y conquista de la tierra, y que de los que destos pudieredes hallar que sean casados, y que estos los procuris de buscar y llevar con sus mujeres y hijos, y los dems sern solteros y tiles para la conquista y poblacin, sustentacin y defensa de la dicha t i e r r a . . . . tem, que poblareis tres pueblos de espaoles allende de los que estn agora poblados, los quales haris entre el distrito de la Ciudad de la Plata y de la Ciudad de la Asuncin donde mas convengan, segn la disposicin, de la tierra, para sus aprovechamientos y
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entretenimientos y para la necesidad de su comercio y contratacin de una tierra otra, y para su defensa, y otro pueblo en la entrada del rio en el puerto que llaman de San Gabriel Buenos Aires . tem, de mas de lo susodicho, os ofrecis vos el dicho capitn Juan Ortiz de Srate de meter en la dicha gobernacin del rrio de la Plata dentro de dos tres aos, despus que Dios fuese servido que lleguis la dicha gobernacin del rrio de la Plata quatro mil vacas de Castilla y quatro mil ovejas de Castilla y hasta quinientas cabras, y mas trescientas yeguas y caballos para la conquista, poblacin y defensa de la tierra, conquistadores y pobladores della, y que si pudierdes meter los dichos ganados antes deste tiempo, trabajareis de los meter porque los tenis juntos de vuestra crianza en la provincia de los Charcas y Valle de Torijo, pero tomis este tiempo por razn que la tierra que hay desde la dicha Ciudad de la Plata hasta la Asuncin que es de las dichas provincias del rrio de la Plata est al presente por conquistar y poblar por estar los indios naturales della rrebel.idos y alterados contra Nuestro Real servicio y obediencia y hay necesidad de pacificarlos primero y fundar en esta tierra dos pueblos despaoles para que con mas seguridad se puedan meter los dichos ganados y tratar del comercio de la una tierra la otra, los cuales os ofrecis de p o b l a r . . . . tem,-que en todo lo arriba dicho, dems y allende de los dichos ganados, gastareis de vuestros bienes veinte mil ducados oro por Nos Seor y poblar y sustentar aquellas provincias y tierra devaxo de Nuestro Real servicio y obediencia como leal vasallo Nuestro, como hasta aqui los habis hecho, y remuneracin del dicho servicio, y teniendo consideracin lo mucho y bien y lealmente que lo habis hecho en las provincias del Per, as en su conquista y poblacin, como despus en la defensa de tierra y en todas las dems alteraciones que en ella habia habido se os ofrecen de Nuestra parte las mer. cedes siguientes: Primeramente os hacemos merced de la gobernacin del R i o de la Plata, ansi de lo que al presente est des-
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cubierto y poblado, como de todo lo dems que de aqui adelante descubrieredes y poblaredes, ans en las provincias del Paraguay y Paran, como de la dems provincias comarcanas, por vos y por vuestros capitanes y tenientes que nombraredes y sealaredes, ans por la costa del Mar del Norte como por la del Sur, con el distrito y demarcacin que S . M. el Emperador mi Seor, que haya gloria, la dio y concedi al gobernador Don Pedro de Mendoza, y despus del Alvear Nuez Cabeza de V a c a y D o , mingo de Yrala, con el salario y quitacin, y por la orden que ellos la tuvieron, por vuestra vida y la de un hijo varn que nombraredes en vuestra vida al tiempo de vuestro fin y muerte, como os pareciere; de la cual dicha gobernacin se entiende que os hacemos merced sin perjuicio de las otras gobernaciones que tenemos dadas los capitanes Zerpa y don Pedro de Silva.... etc. Sus propuestas y la concesin del gobirno del R i o de la Plata la obtuvo Juan Ortiz de Srate del Virey, bajo la condicin de que fuera por su confirmacin la Corte de Espaa. As lo hizo; pero antes de partir nombr por su teniente general Felipe Cceres, ordenndole que volviese la Asuncin, mientras l iba por la confirmacin de su gobierno. Cceres pas Chuquisaca incorporarse con el Obispo, con quin y los que quisieron seguirles fueron Santa Cruz de la Sierra. Chaves los agasaj y escolt hasta Itati, donde hall el pueblo sin gente. Con tal motivo se apart de la comitiva para buscar y tranquilizar los itatines, quienes encontr estacionados en un paraje cercano. Sin desconfiar nada sentse en una hamaca entre ellos y para mejor descansar se sac la celada; pero al poco rato un indio le dio por detrs tan fuerte garrotazo que le hizo saltar los cesos sufriendo una muerte instantnea. A c t o continuo echronse lo dems sobre los soldados que le acompaaban, quienes dieron muerte igualmente, con exepcion de uno que logr escapar para llevar la triste nueva Diego de Mendoza que iba en su busca con el resto de la fuerza.
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Despus de este suceso desgraciado Cceres sigui su marcha hasta el rio Paraguay, de donde se hizo la vela llegando la Asuncin principio de 1569. Bien recibido, tom al instante posesin del mando nombrando por su segundo Martin Suarez de Toledo y Alguacil mayor Pedro L a p u e n t e ; pero su estimacin pronto decay. Felipe Cceres en Chuquisaca lo mismo que en Lima, hizo todo lo posible para hacer deponer Ortiz de V e r gara, del mismo modo que el Obispo hizo todo lo posible por sostenerle. Conocida esta doble circunstancia lleg formarse dos bandos y el mas completo desorden, hasta que cay Cceres proclamndose en su lugar Martin Suarez Toledo con aprobacin del Cabildo Secular, (a) Remitido Cceres Espaa se present al Supremo Consejo de Indias y obtuvo la aprobacin de sus actos y la desaprobacin de los de sus contrarios. Entretanto Juan Garay haba salido de la Asuncin fundar una ciudad hacia Santi-spritus y el 14 de Abril de 1573, en la orilla occidental del Paran, los 3 1 9' 20" de latitud, construy un fuerte de 150 varas cuadradas dividido en lotes para casas. Se llam Ciudad de Santa F de V e r a Cruz.
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En el acta de fundacin le dio estos lmites : Otro a s : nombr y seal por jurisdiccin de esta ciudad por la parte del camino del Paraguay hasta el cavo de los anegadizos chicos y por el rio abaxo camino de Buenos Aires veinte y cinco leguas mas a b a x o de SantiEspiritus y assia las apartes de Tucuman cincuenta leguas la tierra adentro desde la barrancas de este rio y de la otra parte del Paran otras cinquenta. (b) Mientras estas cojas suceda, el Adelantado en su viaje Espaa fu. apresado por un corsario francs que le quit
(a) Vase Azara, tomo 2 , nm. 124 127Gregorio Funes, libro 2 , cap. 3 . (b) Vase La Patagonia y las Tierras Australes del Continente Americano por Vicente Ouesada pg. 112.,
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todo lo que llevaba. Sin embargo, consigui llegar la Corte y el 10 de Julio de 1569 obtuvo la confirmacin de su gobierno en los trminos de la capitulacin . transcripta en sus partes principales. Ahora bien. L a historia de la fundacin de Santa Cruz de la Sierra por Nuflo de Chaves, espuesta en el captulo anterior, la espedicion de 1564 a 1565 de Francisco Ortiz de Vergara y el ttulo del Adelantado Don Juan Ortiz de Srate donde se consigna: que la tierra que hay desde dicha Ciudad de la Plata hasta la Asuncin, que es de las dichas provincias del rrio de la Plata , confirman y prueban fehacientemente la jurisdiccin y dominio del Paraguay sobre el territorio del Chaco; por consiguiente, no es y no puede ser la vez de Charcas, porque dos posesiones dominios iguales sobre una misma cosa se escluyen entre s ; pero, mas todava podemos observar y es que: el ttulo de Juan Ortiz de Srate establece que su jurisdiccin es todo el distrito y demarcacin concedido Don Pedro de Mendoza, y despus del Alvar Nuez Cabeza de V a c a y Domingo Martnez de Yrala, todo lo cual significa que la separacin de Santa Cruz de la Sierra an estaba aprobada por el R e y , puesto que todava queda virtualmente comprendido en la gobernacin del Adelantado Don Juan Ortiz de Srate. Sin embargo, de hecho continu independiente ; pero den. tro de lmites naturales y precisos que la separaba de la provincia de la cual se desmembr por la ambicin bastarda de su fundador, cuando sali conquistar y descubrir las Amazonas y el Dorado, segn las palabras de la citada Relacin del gobernador Don Francisco Ortiz de Vergara, referencia que corrobora la jurisdiccin lmites del Paraguay con las gobernaciones dadas los capitanes Zerpa y Silva en el titulo del Adelantado Juan Ortiz' de Srate.
CAPTULO
VI
El Adelantado llega al Rio de la PlataEncuentro de Garay con los soldados de Gernimo Luis CabreraLitigio Nuflo de Aguilar reclama el dominio de Santa FRespuesta de GarayContienda ante la Audiencia de CharcasSolucin del pleitoSan SalvadorLa Nueva VizcayaDesaprobacin de los actos de Martin Suarez ToledoMuerte del Adelantado Su- testamentoGobernador interino Coadjutor y Albacea testamentarioTutor de la hija del AdelantadoCasamieato de Doa Juana con Don Juan de Torres de Vera y Aragn Deposicin y muerte de Diego Ortiz de Srate y MendietaVilla-Rica del Espritu SantoPacuy y CarumiayTraslacin de Villa-Rica Rebelin del Cacique Obera y de su- hijo GuirarEspedicion de Juan GarayPueblos de Jejiii y PericoGuaz Ciudad de Santiago JerezDespoblacin de esta ciudad . La Segunda JerezExploracin del Pilco mayo por Adame OlavarriegaCiudad de Buenos Aires Exploracin del Rio BermejoMuerte de Juan de Garay La Ciudad de Nuestra Seora de la Concepcin Observaciones.
El Adelantado Juan Ortiz de Z a r a t e recien pudo volver de Espaa el 17 de Octubre de 1572. Despus de muchas contrariedades de la navegacin lleg San Gabriel, donde trat de fundar la poblacin que le obligaba su contrato con el R e y ; pero se disponia abandonar el lugar por los reveses recibidos de los charras y las miserias que se experimentaban, cuando lleg el cacique Yamand de las islas del Paran comunicndole que era amigo de Juan Garay y de los espaoles establecidos en Santa F . Con esta nueva el Adelantado le escribi aquel inmediatamente manifestndole la precaria situacin en que se hallaba, la vez que le incluia su nombramiento de comandante de la nueva ciudad que habia fundado y pas la isla de Martin Garca resuelto fundar en l "una poblacin, (a)
(a) Vse Azara tomo 2
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Garay entretanto que se construan las obras de la nueva ciudad sali con cuarenta soldados en un bergantn aguas abajo, con el abjeto da conocer los indios de los alrededores y sigui por el brazo del Paran que pasa por la actual Santa F y Coronda, donde se detuvo algunos dias, en cuyo punto una madrugada se le presentaron unos espaoles que le dijeron que eran soldados de Gernimo Luis Cabrera, fundador de Crdoba del Tucuman entre los indios comechigones, quien se habia adelantado hasta el Paran y tomando posesin de Santi-.Spritus le puso el nombre de San Luis de Crdoba para que le sirviese de puerto para las comunicaciones con Espaa. Oido esto, escribi Garay Cabrera alegando sus derechos al pas y este se le present el 19 de Setiembre del mismo ao, sin que pudieran entenderse, segn Azara y fingiendo someterse Garay, segn Guevara, (a) E l caso fu que Cabrera se volvi y luego despach Nuflo de Aguilar con la comisin de que se hiciera cargo de Santa F requiriendo al efecto Garay; pero este respondi que hacan treinta y ocho aos que los conquistadores del Rio de la Plata haban tomado posesin de aquel lugar y que l estaba poblando con orden de su legtimo superior y aprobacin del rey. Mientras duraba todava la disputa controversia lleg Yamand con la carta del Adelantado. Leyndola Aguilar qued convencido de que Santa F perteneca al gobierno del Rio de la Plata y se retir Crdoba, donde fu desaprobada su conducta y el 4 de Marzo de 574 salieron el alcalde y un regidor requerir de nuevo Garay la entrega de la ciudad que l fund. Mas este resisti otra vez semejante pretensin y aquellos no se convencieron de la mala causa que sostenan y acudieron la Audiencia de Charcas, la cual resolvi el
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asunto favor del Gobierno del Rio de la Plata, rechazando la demanda de los cordobeses (a). Garay inmediatamente que recibi la carta del Adelantado le envi los auxilios necesarios, los cuales le llegaron este cuando se dispona dar principio la poblacin de Martin Garca; pero reconociendo que all no habia un puerto seguro determin buscar donde lo hubiese sobre el rio Uruguay, cuyo efecto lo comision Melgarejo quien lo hall sobre el rio San Salvador y volvi dar aviso al Adelantado, el cual parti inmediatamente con toda su gente dicho punto, donde fund la ciudad de San Salvador ordenando que en adelante s e diese toda la estension de su jurisdiccin el nombre de Nueva Vizcaya, por ser l vizcano. Nombr los alcaldes, regidores etc. de la nueva ciudad y J u a y Garay le design por su segundo teniente general de todas aquellas provincias de la Nueva Vizcaya, Paraguay Rio de la Plata, desde cuyo lugar le despach la Asuncin en busca de vveres y auxilios, (b) Una vez recibidos estos march la capital, y despachando Garay para Santa F se preocup l de remediar los desrdenes interiores que habia. Por auto del 22 de Octubre de 1575, desaprob lo practicado contra Cceres, dejando sin efecto todos los empleos y mercedes que Martin Suarez Toledo habia conferido (c). L a resolucin perjudic muchos y pronto comenzaron las murmuraciones, en trminos que los pocos meses muri, segn unos por enfermedad natural y segn otros envenenado (d). Pero recibi los santos sacramentos, hizo su testamento,
(a) Vase Azara, tomo 2 n 130. Ruiz Diaz de Guzman. Lib. 3 Cap. 19. Guevara. Lib. Dec. y Part. arriba citadasLozanoLib. y Cap. citadosVicente F. Lpeztomo I pg. 158. (b) Vase. Azaratomo 2 n 136Gregorio FunezLib. 2 Cap. 8 LozanoLib. 3 Cap. 8 . (c) Vase Ruiz Diaz de GuzmanLib. 3 Cap. 18' donde est transcripto el auto. (d) Vase Azaratomo 2 n" 138.
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y muri con mucho nimo tranquilidad. Dej por heredera universal su nica hija Doa Juana y por sucesor al que se casase con ella; para mandar entretanto design su sobrino Don Diego Ortiz de Zarate y Mendieta; por coadjutor de este y albacea testamentario Don Martin Dur, y Juan Garay por tutor de su hija. Se recibi Mendieta del Gobietno interino y confirm Garay en su puesto de Teniente General. Este sali inmediatamente de recibidos sus poderes de tutor Chuquisaca con el propsito de casar Doa Juana. Desde luego presentronse varios pretendientes esta, pero ella con aprobacin de su tutor se declar favor del Licenciado Don Juan de Torres de V e r a y Aragn, natural de Estepa y Oidor de la Audiencia de Charcas. En este estado Garay recibi del Vire y Don Francisco de Toledo una carta en la cual le manifestaba su inters, porque Doa Juana se casase con un amigo suyo, circunstancia que precipit la boda con el citado Oidor y el despacho de Teniente General del nuevo Gobernador favor de Juan Garay, quien logr escapar las iras del Vitrey, pero no as los recien casados que fueron conducidos presos Lima. Mientras estas cosas sucedan en Chuquisaca, Mendieta se desentendi de su coadjutor y pas Santa F donde tuvo grave altercado con Francisco Sierra, quien hizo prender en la iglesia dando lugar un motin que le oblig ponerle en libertad inmediata y presentar su renuncia ante Escribano Pblico. No contento con esto sus adversarios, le procesaron y remitieron Espaa; pero no pudo llegar porque lo mataron en el camino los indios del Mbiaz. Poco despus lleg Garay Santa F y sigui viaje la Asuncin, donde fue recibido con satisfaccin por teniente general del nuevo Adelantado. Despach enseguida Ruiz Diaz Melgarejo al Guaira fundar una poblacin, con cuarenta espaoles y bastantes indios. A dos leguas de la costa oriental del Rio Paran, fines de 1576, fund este la ciudad de Villa Ri-
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ca del Espritu Santo, no porque all hubiese indicios de metales, sino por capricho antojo, como dice Azara (a). Al mismo tiempo, dice este autor, los padres franciscanos F r . Alonso de San Buenaventura y fray Luis Volaos corran la comarca de dicha Villa-Rica al Occidente del Paran, y con los guarans que doctrinaron se fundaron dos pueblos el ao de 1580, que fueron asolados por los portugueses en 1632. E l del P. Volaos se llam Pacui y estaba en el pago de Itaangu al Norte d&l rio Amambai, en el mismo camino por donde los aos posteriores iban J e r e z : el otro pueblo del padre Alonso estaba al Oriente del de lolaos antes de llegar al Paran en la orilla de la laguna Carumiai. Estas fundaciones hechas por disposicin de Garay constan de los papeles del archi vo de la Asuncin; y tambin que Villarica pas poco despus Curahber junto al rio Huibai distante 80 leguas de Ciudad Real, y que muy poco despus se traslad diez leguas mas al Oriente y 30 del Paran donde confluye se junta dicho Huibai con el Curubati. En la descripcin particular de esta Villa se hace mencin de otros emplazamientos que tuvo en lo sucesivo. Poco despus que Melgarejo parti al Guaira fundar Villarica, un indio del pueblo de Guarambar tom el nombre de Ober, que significa en guaran resplandor y su hijo adopt el de Guirar Guirair, que quiere decir Pjaro amargo, de Guir, pjaro; ir, amargo. Ambos embaucaron los indios dndoles nombres guarans inducindolos que los adoptasen, abandonando los de orjen espaol y les prestasen obediencia. Eran actos preparatorios de rebelin contra los espaoles, los cuales Garay dio poca ninguna importancia; pero pretexto de cortar los progresos de Ober, subi el rio Paraguay con 130 soldados. Sigui por el rio Jejui todo lo que pudo navegar, y luego tom rumbo norte, haciendo caso omiso de Ober. Andando en esta direccin lleg al dominio del cacique Yacar, entre los indios Curupait, donde fund el
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pueblo de Jejui, repartindolos en encomiendas los espaoles que en l quedaron, pueblo que subsisti hasta 1676, en que los mamelucos portugueses lo asolaron llevando sus habitantes los mercados del Brasil. Esos indios guiaron Garay hasta el Monci, Yaguary Ibinheima, que Azara crey fuese el Igurey del tratado de limites por el caudal del rio y la semejanza de nombre cuando ms al Norte de este se encuentra el Igueyri de Cabrer y el Iguegri de Arrowsmith, que en su pronunciacin se confunde con el Igurey de dicho tratado, y que estar la razn por la cual la Corona espaola cedi la de Portugal el dominio de los rios Pardo y Tacuari, adoptndose por limite el rio mas inmediato aquel, hacen que no pueda ser otro que el Igurey de dicho tratado; pero dejando el examen la demostracin de este punto para la estacin oportuna de la materia, sigamos el curso de la expedicin de Garay. Pas este el Yaguary y penetr en los campos de Jerez, y con 500 indios uaras que tom de cuatro tolderias fund en la latitud de 23 13' 30" el pueblo de Perico-guas, repartiendo los indios en encomiendas. En 1632 asolaron esta poblacin los portuguezes. Esto se deduce, dice Azara, de los papeles que hay antiguos en el archivio de la Asuncin (a).
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Luego volvi sobre el rio Jejui, donde se embarc para la Asuncin, en 15 79. A consecuencia de esta escursion, Garay resolvi fundar un pueblo entre los uars, y encarg la empresa Ruiz Diaz Melgarejo, dndole 60 soldados y dems auxilios. Con esta gente se estableci en 1580 la ciudad de Santiago Jerez, sobre una loma suave que domina el rio Mbotetey, los 1 9 25' 20" de latitud. L o s indios cercanos como los uars y los guasaraps, intentaron impedirlo, se_ gun Azara, y tambin los guatos, segn Lozano (b).
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Consta en el archivo de la Asuncin, dice el Sr. Don F l i x de Azara, que esta ciudad, careciendo de minas y comercio se fu insensiblemente abandonando, hasta no quedar ni un poblador . Y a g r e g a : No debe, confundirse este pueblo con otro del mismo nombre fundado principio de 1593 sobre unas vertientes que iban al Paran y creo que eran del rio Pardo hacia Camuapun, segn el historiador Ruiz Diaz de Guzman. Este, segn consta de los papeles del archivo, fund la seg'mda Jerez con gente sacadas de Ciudad R e a l y de Villarica fuerza y pesar de los requerimientos y protestas que se le hicieron por estos pueblos que entonces mandaba, y por el de la Asuncin y por el gobernador de la provincia. E s t a J e rez se transfiri despus mas al Poniente sobre el rio Albotetei, de donde hizo una salida contra los uars, llevndose muchas mujeres y nios: pesar de eso en 1605 solo tenia quince hombres de armas, careciendo de prroco, y en el de 1632 se fueron todos con los mamelucos portugueses. (a) E l mismo ao en que prepar y envi Garay Ruiz Diaz Melgarejo fundar la Ciudad Jerez, tambin mand Adame Olavarriega con 90 soldados para que reconociese las costas del rio Pilcomayo con la idea de fundar en el Chaco la ciudad que el Adelantado estaba obligado establecer entre la Asuncin y la Ciudad de L a Plata. Olavarriega realiz la esploracion de los terrenos adyacentes al Araguay y los encontr bajos inundados por las lluvias, de modo que los consider inadecuados para el establecimiento de una poblacin. (/>) Mientras esto suceda despach Garay su hijo natural Don Juan, al frente de 60 soldados, con bastantes caballos y ganados vacunos, con orden de reunirsele en Santa F . Por su parte se embarc con otros vecinos de la Asuncin y fueron aguas abajo. E l dia de la Trinidad de 1580,
(a) Vase Azara tomo 2" n. 145. (b) Vase Azara tomo 2 n. 149.
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Garay fund una ciudad en el lugar del antiguo fuerte deBuenos Aires. L a llam de la Trinidad y puerto de Santa. Maria de Buenos Aires, para conservar la memoria del d i a " de la fundacin y el nombre que le puso el primer A d e lantado del Rio de la Plata. Dile por patrn San Martin y por armas una fragata la .vela con dos anclas. Reparti sitios para casas y sali reconocer los alrededores. Redujo los indios de San Fernando del Monte Grande los de las Conchas del Valle de Santiago y los de las islas inferiores del Paran, quedando afianzada la estabilidad de la nueva ciudad, (a) Juan Garay con las noticias que trajo Adame Olavarriega del rio Pilcomayo, dispuso con el mismo objeto referidoque Alonso de V e r a y Aragn partiese reconocer lasorillas del rio Ipyta Bermejo. Sali este de la Asuncin el 23 de Febrero de 1583 con 200 soldados, y aunque se opusieron los indios lenguas, pitilagas, tobas y mbocobislogr esplorar gran parte de las costas de dicho rio, encontrndolas propsito para fundar la poblacin que se proyectaba. () Garay entretanto que llegaban estas nuevas march ;L buscar los pobladores de San Salvador para reunirlos los de Buenos A i r e s ; pero su vuelta, estando los 32" 4 1 ' de latitud en el paraje conocido con el nombre de Matanza, fu victima de la sorpresa que les dieron los minuanes, donde pereci el insigne capitn, (c) Nombrado en su reemplazo Alonso de V e r a y Aragn, realiz este la fundacin de la ciudad que el finado proyec taba en el territorio del Chaco, entre la Plata y la Asuncin. E l nuevo teniente general de la provincia, el 15 de Marzo de 1585 sali de la Asuncin al efecto, con 135 soldados y algunos auxiliares indios, con bastantes caballos, 50 yuntas de bueyes y 300 vacas fundar la ciudad d e la Concepcin de Buena Esperanza.
(a) Vase Azara tomo 2
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Los lenguas, pitilagas, tobas y mbocobis se opusieron en el trnsito y sobre el rio Bermejo atacaron con furia estos ltimos. Pero vencidos nuevamente ofrecieron obediencia y vasallaje. E l 15 de Abril, antes de elejir el sitio para la poblacin nombr alcaldes, r e j i d o r e s . . . . e t c , y reparti los indios en encomiendas y al siguiente dia, en la parte Sud del rio Bermejo, treinta leguas de distancia del rio Paraguay, eligi y fund la nueva ciudad, cuya acta de fundacin ensea que: ella linda con todos los confines que son de su comarca, que son de todo el rio Bermejo, y por confi* nes y trminos por la una parte los de la ciudad de la Asuncin y Santa F y Santiago del Estero y ciudad de Talavera, y por la 'otra con la Ciudad de la Plata y todos los dems trminos que estn y estuviesen en su comarca y redondez para agora y siempre jams y en el entretanto que su Majestad otra cosa mandase etc. (a) As se estableci la Concepcin de Nuestra Seora por el gobierno del Paraguay, con los sacrificios de sus habitantes, antes de que se conociese la espresion Chac, Chacou Chaco; s, cuando todava toda esa rejion del Gran Chaco se llamaba simplemente Paraguay Rio de la Plata.
(a) V Zinny Historia de los Gobernantes del Paraguay pg; 42, trae el acta de fundacin.
CAPTULO
VII
Orjen y significacin del nombre de ChacoVersiones diversas-Esiension que comprenda al principio Su aplicacin estensivaDiferentes nombres aplicados al mismo territorioDivisiones del territorio del ChacoObjeto de la fundacin de la Cuidad de la Concepcin del Bermejo Expediciones A Salta, Jujuy y al Pert Destruccin de la Ciudad de la ConcepcinPrisin del Adelantado Su absolucinLa Ciudad de San Juan de Vera de las Siete Corrientes - Acta de fundacinCiudades fundadas durante el Gobierno del Adelantado Don Juan de Vera y Aragn Su renunciaEleccin de Hernando Arias de Saavedra Espedicion contra los GuaycurilsReducciones de San Bernardo, de Santiago de Canay y de Nuestra Seora de los DoloresSituacin de estasInformaciones para acreditar las poblaciones establecidas por el Paraguay Observaciones .
ChacoAl fundarse en 1585 la ciudad de la Concepcin de Bermejo, an se conoca aquel nombre. E l orjen y significacin de la espresion Chaco en los primeros tiempos, es un poderoso auxiliar para la buena inteligencia de la cuestin de lmites pendiente. Por esta razn vamos ocuparnos de dicho nombre. E l historiador Pedro Lozano, en su obra titulada: Descripcin Chorogrfica de las Provincias del Gran Chaco Gualamba, Pargrafo Primero pgina 1, d i c e : Aunque algunos quieren que el territorio que rigorosamente se llama Chaco, sea un Valle situado en el centro de las Provincias de Tucuman, Paraguay, R i o de la Plata y Santa Cruz de la Sierra, donde antiguamente el Capitn Andrs Manso, uno de los conquistadores del Per, fund por los aos 1556, una ciudad de orden del Marqus d Caete, V i r e y de estos R e i n o s : la cual por su descuydo asaltaron y destruyeron los Chiriguanos al tiempo que
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todos sus vezinos, y su fundador dorman sin rezelo, por cuya causa llamaron comunmente aquel parage, y se Llama hasta hoy los Llanos de Manso. No obstante la comn acepcin en estos tiempos comprehende debajo de este nombre Chaco varias Provincias pobladas de Naciones nfleles, que se continan, y comunican unas con otras, por centenares de leguas en la vanda del Poniente, entre las Provincias del Paraguay, Rio de la Plata, Tucuman, Chichas, Charcas y Santa Cruz de la Sierra. L a Etymoloja de este nombre Chaco indica multitud de las Naciones, que pueblan esta rejion. Cuando salen cazar los Indios, y juntan de varias partes las vicuas y guanacos, aquella muchedumbre junta se llama Chac en lengua Ouichoa, que es la general del Per y por ser multitud de Naciones las que habitan las tierras referidas, les llamaron semejanza de aquella junta Chac, eme los E s paoles han corrompido en Chaco. Ignoraban este nombre los Espaoles, an en el Per por muchos aos, hasta que se supo en la Provincia de Tucuman bien casualmente. Poco despus de la fundacin de la Ciudad de San Salvador de X u x u y , vino ella Juan de Baos natural de Chuquisaca, quien se encomend el cuidado del Pueblo de Yala, dos leguas distante de la Ciudad. Este sugun la obligacin de su cargo repar, que de entre sus Indios, se perda uno tiempos, y, cada vez se mantena ausente por casi dos meses. L a repeticin de estas ausencias, oblig Baos, que le hiciese cargo rezelando de su fidelidad. Satisfizo el Indio con decir que se iba al Chac, comerciar con aquellas gentes entre quienes tenia muchos conocidos, y amigos. Estra Baos el nombre, y replicle, qu entenda por Chac ? Respondi que una grande Provincia, donde viva infinidad de Indios, que unos eran los que antiguamente solan por all recojer los tributos para el Inga, quienes cojindoles de improviso por aquellos parajes, la funesta impensada noticia de haber los Espaoles degollado su Emperador en Caxmarca, suspendiendo su jornada zia el
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Cuzco se avian quedado entre as serranas, que dividen al Chaco de el Per, por no experimentar de la gente Espaola semejante infortunio al de su Dueo : y que otros eran de varias Naciones del Per, y labraban algunas alhaj a s de plata, al modo de los plateros sacndola de minerales, cuyo conocimiento, recataban de l, quando entraba, porque no llegase por su medio noticia del Espaol, y le sirviese de cebo para entrar robarle, la j o y a mas preciosa de la libertad : y que por estar aquellas gentes juntas con otras Naciones, desde aquellos parajes, llamaban ellos Chaci todas aquellas tierras. Divulgse esta relacin entre los Espaoles, y desde entonces empezaron, alterando la ltima letra del nombre propio, llamar Chaco, no solo aquellas poblaciones de la serrana, sino los llanos contiguos, que se le siguen extendindose por muchas leguas entre los rios Salado, y Pilcomayo hasta las costas del gran rio Paran. Y les quadra admirablemente la semejanza, pues ninguna junta mejor que la de brutos se pudo comparar la de estas Naciones, que lo general se distinguen poco de los irracionales en sus costumbres, siendo casi solas las facciones las que los diferencian. E s t e pues es el orjen de este nombre Chaco, que as se llama y no Cancho como le intilula nuestro V . Padre Juan Eusebio en el tomo 4 . de los Varones Ilustres, vida del V . P. Gaspar Ossorio.
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Por esta relacin hecha por el historiador Lozano se v que la expresin Chaco se aplic primeramente las poblaciones de las serranas comprendidas entre el Per y l que hoy se llama Chaco, entre el Bermejo y el Pilcomayo, por all donde se encuentran las reducciones de Caiza. Carapar, Ita, all en los confines Orientales de T a r i j a y PislayaPaspaya y despus recien se aplic tambin dicho nombre los llanos contiguos esas poblaciones de las serranas del antiguo reino del Per, hoy Bolivia. L a vers on del Padre Lozano, es tambin la de Charle-' boix, el cual dice: E l nombre de Chaco no pare-e ser tan antiguo, y no
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se ha hecho mencin ele l, bajo este nombre en la vida de San Francisco Solano, relijioso de la orden de San Francisco, quien reconoci este pas de un estremo otro, para estender l, la luz del evangelio. Pero en la lengua quichua, que es la natural del ' P e r , se llama Chac, las grandes reuniones de tribus salvajes, que los pueblos de esta parte de Amrica" juntan en sus caceras, por medio de batidas, habindose dado el mismo nombre al pas del cual hablamos, porque cuando Francisco Pizarro se constituy en Soberano de una gran parte' del Imperio del Per, un gran nmero de sus habitantes se refujiaron l. De Chac que los espaoles pronunciaron Chacou, el uso hizo Chaco. Parece que no se ha comprendido, desde luego, bajo este nombre sino el pas que est encerrado entre las montaas' de la cordillera, el Pilcomayo y el rio Bermejo y que despus se ha ido estendiendo ms lejos medida que otras naciones se juntaron los peruanos que se reunieron a para defender su libertad contra los espaoles, (a) L a versin expuesta por Lozano y Charlevox, es la corriente entre los historiadores para esplicar el orijen y significacin de la palabra Chaco. E s t e nombre fu pues creciendo en estension con el tiempo. En el Mapa de Guillaume de L'Isle de 1703, el territorio del Chaco no llega todava al Rio Paran, al rio Paraguay, ni Chiquitos. Estaba confinado entre la Concepcin de Nuestra Seora del Bermejo y las ruinas de la vieja Santa Cruz de la Sierra, por doride doblaba al Oriente y se aproximaba hasta unos tres grados de longuitud del Rio Paraguay, para ir pasar al Oeste de la nueva Ciudad del Bermejo, y llegar hasta las proximidades del Rio Salado, para jirar al Norte por Tarija, Paspaya y las'ruinas de Santa Cruz, por donde cerraba el circuito de la comprensin del Chaco. Y con razn dice el Dr. D. Santiago VacaGuzman que :
(a) VaseCharlevoix Lib. 3.
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L o que precede viene en apoyo de nuestra opinin demostrando que la designacin de Chaco, cuando mas y eso antojadizamente, comprenderia la rejion situada entre el Bermejo y el Pilcomayo, segn la opinin del P. Lozano, que es la consignada por Charlevoix. Por lo dems, la denominacin que venimos observando no pudo ser, nuestro juicio, otra cosa que una aplica.cion extensiva de la palabra con la cual se designaba el territorio que D. Martin de Ledesma se encarg de conquistar en 1628, al Sur del rio Bermejo, por orden del V i r e y de Lima D. Diego Fernandez de Crdoba, marqus de Guadalcazar, en honor del cual fund la ciudad de Santiago Guadalcazar, en la marjen occidental de dicho rio, la que fu poco despus destruida por los indios. (a) E l doctor Vaca-Guzman, despus de negar que la palabra Chaco signifique junta reunin en el idioma quichua y de impugnar las versionee de los historiadores antiguos, alegando que no hubo las emigraciones de los indios del Per dicho territorio, d esta esplicacion conjetural en la pgina 62 : Estas breves consideraciones nos inducen sostener nuestro enunciado aserto, esto es, que la denominacin de Chaco era comprensiva de una parcialidad, una tribu, una nacin autctona de los muchos que poblaban las orillas occidentales del Bermejo y que la extensin del nombre las rejiones orientales de Yapizlaga y Gelgorigot, posterior 1586, ha sido una mera ampliacin emerjente de los escasos conocimientos jeogrficos de aquellos tiempos, bien el resultado de la analoja en la constitucin del suelo que abraza esta vasta circunscripcin. Pero cualquiera que sea el origen y significacin de la espresion Chaco, la verdad es que esta palabra no exista en una ni en otra versin no era conocida todava cuando el Paraguay fund en 1585 la Concepcin del Bermejo.
(a) V. <E1 Chaco Oriental) Cap. 3
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pg. 60.
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L a espresion Yapislaga era usada por el reino del Per, hoy Bolivia, all por Tarija Paspaya por los llanos de Taringuy, donde muri Andrs Manso, y el nombre de Gelgorigota se aplicaba por esos mismos llanos del Guapay y del Piray, con la abreviatura del Grigot; pero, por la analojia de constitucin del suelo por escasos conocimientos geogrficos de aquellos lugares, algunos estienden el nombre de Yapizlaga al territorio comprendido entre el rio Bermejo y el Pilcomayo, y los llanos de, Gelgorigot Taringuy al Norte del Pilcomayo hasta ms all del Guapay y los lmites Sud de Chiquitos con la antigua proviir cia del Paraguay hasta el rio de este nombre. Mas cualquiera que sea de alcance de Yapizlaga y de los llanos del Gelgorigot, la verdad es que con el tiempo el uso ha consagrado el nombre de Chaco para sealar ese gran territorio de estensa llanura, que se encuentra comprendido entre el Rio Salado al Sud, los rios Paran y Paraguay al E ; t e , Chiquitos al Norte y al Oeste las cordilleras del Per y la antigua provincia de Tucuman. E s t a inmensa zona lo dividen algunos autores modernos en tres secciones tituladas : Chaco Austral la situada al Sud del rio B e r m e j o ; Chaco Central la comprendida entre este rio y el Pilcomayo, al cual generalmente se llama tambin Llanos de Manso y Chaco Gualamba; pero as se llama tambin al situado al Sud al occidente del rio Bermejo, como se nota notaremos al ocuparnos de la fundacin de la chipad de Oran, donde se hace constar que esta e encuentra en el Gran Chaco Gualamba, en el valle de Zenta, el cual se encuentra situado al Oeste de dicho rio. Por fin, la tercera seccin se llama Chaco Boreal Septentrional y est situada al Norte del rio Pilcomayo (a). L a nueva ciudad de la Concepcin de Nuestra Seora del Rio Bermejo fu establecida en el Chaco Austral, como lo hemos visto. Se fund ella para que sirviera de escala
(a) V. (Noticias histricas y descriptivas sobre el gran pas del Chaco 3' Rio Bermejo > por Jos Arenales S e c c . I pg. 1 y '.
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las comunicaciones con el Per, y para traer de T a r i j a y Chuquisaca los ganados del Adelantado, razn por la cual no perdi tiempo V e r a y Aragn en destacar ochenta soldados que llegaron las faldas de las serranas del Per, trmino de la gobernacin del Rio de la Plata. Despus march l mismo con sesenta soldados y lleg los trminos de la provincia de Tucuman, en Salta y J u j u y ; y por algunos aos sirvi la ciudad para facilitar el trnsito del Paraguay con S a l t a ; pero rodeada de indios indomables, incapaces de reducirse la servidumbre, por la gran soberbia y valor que los animaban contra los espaoles, nada adelant. En 1592 mataron al hermano del fundador Don Francisco de V e r a y Aragn y varios otros, que dio lugar la guerra que con intervalos dur hasta 1632, en que, no pudiendo sostenerse sus pobladores, se fueron la Asuncin y Corrientes (a). Mientras la provincia se gobernaba por los tenientes del Adelantado, este sufra la prdida de su libertad en Lima, por haberse casado con doa Juana contro la voluntad del Virey. Para cohonestar su injusta prisin se formularon algunos cargos contra l, hasta que calmado un tanto el enojo de Don Francisco de Toledo se le permiti volviese ser oidor en Chuquisaca, sin que pudiera ir al Rio de la Plata. As continu dos tres aos, hasta que fu nuevamente arrestado, pero, por fin qued libre de cargos y pas en 1587 la Asuncin. A l ao siguiente despach su teniente y sobrino Alonso de V e r a con pchenta soldados y los auxilios necesarios para que estableciese otra poblacian sobre la barranca oriental del rio Paran, donde levant un fuerte al cual llam San Juan de Vera, en honor de su tio. Pero, como el lugar era ya conocido con el nombre de las Siete Corrientes, por las que resultaban de otras tantas puntas de la costa, ha prevalecido esta ltima denominacin.
(a) V. Azara tomo 2
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11. 149.
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En el acta de fundacin del 3 de Abril de 1588, se dice que : fund y asent y pueblo la Ciudad de V e r a en el sitio que llaman de las Siete Corrientes, provincia del Paran y Tape con los lmites trminos de los de las Ciudades de la Concepcin de la Esperanza, Santa F y San Salvador, Ciudad Rica, Villa Rica del Espritu Santo, San Francisco y Veasa, en la costa del mar del Norte por agora y para s i e m p r e . . . . (z) De esta manera, bajo el gobierno del Adelantado Don Juan de V e r a y Aragn, fundronse cinco ciudades importantes, que son : Villa Rica del Espritu Santo, Jerez, Buenos Aires, Concepcin del Bermejo y Corrientes. Gobern con acierto la provincia por medio de sus tenientes y por s mismo. Estimado y honrado en su adelantazgo pudo llevar una existencia tranquila el resto de su vida, pero el recuerdo de Estepa ejerci mayor influencia en l, y renunci al gobierno para volverse su pueblo nativo. En su lugar fu electo Hernando Arias de Saavedra, natural de la Asuncin, hijo de Martin Suarez de Toledo y de Doa Ana de Sanabria; y Saavedra sucedi Don Fernando de Srate, durante cuyo gobierno, en 1595, se declar la guerra los guaycurs contra quines se llev una espedicion al Chaco. En la ribera izquierda del rio Bermejo, no muy distante de la ciudad de Buena Esperanza se establecieron despus de esta, por los mismos vecinos de la Asuncin, algunas reducciones de indios, tales como la de San Bernardo, la de Santiago de Canay y la de Nuestra Seora de los Dolores. E n 1605 el procurador de la Asuncin don Bernardo de Espinla, con el objeto de constatar y perpetuar la memoria de la ereccin de la Concepcin del Bermejo y otros pueblos, solicit vertir por s y en nombre del Cabildo una informacin de testigos fidedignos, verdaderos testimonios ad perpetuam, de la fundacin de la Concepcin del Berta) V. < La Patagonia y las Tierras Australes del Continente Americano:), por Vicente G. Ouesada. pag. 112. Coleccin de datos y documentos,referentes Misiones como parte integrante del territorio de la Provincia de Corrientes, hecha por una Comisin nomo-rada por el Gobierno de ella I Parte, tit. I serie, pag. 1 2.
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mejo y de los mritos y servicios que su propia costa hicieron los vecinos y moradores del Paraguay en las conquistas y poblaciones que se habian hecho. L a admiti'el gobernador don Fernando Arias de Saavdra, por decreto del 5 de Noviembre del mismo ao, notificado por el escribano de gobierno don Juan Robles. En su consecuencia, Juan Espinosa, Juan Bautista Oroo, Bartolom de Lescano, Juan Manuel Quiones de Insauralde, el clrigo Presbtero Luis de Molina, administrador y Vicario general de esta provincia, y Diego Vauelos, vecinos de la Asuncin, pobladores y conquistador.es de la gobernacin, prestaron sus declaraciones juradas, uniformes y contestes, por las cuales se acreditan los hechos referidos (a). L a espedicion esploradora por el rio Pilcomayo por Adame Olavarriega, la de Alonso de V e r a y Aragn por el rio Bermejo, la fundacin de la Concepcin de Nuestra Seora, sus reducciones y sus luchas, realizadas con los esfuerzos y sacrificios del Paraguay y la escursion contra los guaicurs, constituyen otras tantas circunstancias que acreditan con la sancin de los hechos histricos la existencia de una jurisdiccin positiva, quieta y pacfica favor del Paraguay,, hechos continuados que con razn llev al padre Chome d e c i r : que el Chaco es como el centro de la Provincia del Paraguay, y al mismo tiempo el asilo y baluarte de la infidelidad . (b).
(a) V. Apndice y documentos anexos la Memoria presentada por el Ministro"'del Paraguay en la cuestin sometida arbitramento pag. 213 215 () l jesuta Chome, en su carta del 21 de Junio de 1732, ocupndose de los Chiriguanos y del Chaco, d i c e : < El Padre Provincial instancia del Virey de Lima y del Presidente de la Audiencia Real de Chuquisaca, me sac de la misin de los guarans para enviarme las de los Chiriguanos Tengo la ventaja de saber su lengua, porque es la misma que la de los guarans; y as desde luego podr trabajar en su conversin Si se hacen dciles la verdad del evangelio, su conversin abrir la puerta un gran'pas, llamado T" haco, que es como el centro dla provincia del Tiene al Norte los Chiriguanos, al medioda las Corrientes, Salta al poniente y al oriente el gran Rio Paragua}'. (V Cartas edificantes por algunos misioneros de la Compaa de Jess tomo 13 pag. 313, edicin de Madrid de 1755).
CAPTULO
VIII
Cdula Real del 16 de Marzo de 1608Reducciones de los guaycursCarcter de estos indios y lugares que dominaban Reduccin de Yasoc Nuestra Seora Mara dlos Reyes Situacin de esta poblacinSti duracin Reduccin de GuazutinguSu situacin Yasoc subsista cuando se oper la divisin del Paraguay Rio de la PlataReducciones de Itat y de Nttestra Seora de la F en el Chaco Situacin de estas en los mapas de Cabrer y de Arrowsmith La Provincia del GuairaOpiniones del Brigadier Diego de AlvearDe Flix AzaraDe Pedro LozanoLmites del Guaira cot el Brasil y el Rio de la PlataMapa de Guillaume de L' Isle Opinin del Ministro Argentino doctor Don Manuel R. GarcaReducciones del Guaira Invasiones y devastasiones portuguesas sobre los pueblos de esta ProvinciaQuejas de los misioneros ante los Tribunales de San PabloDenegacin de justiciaLa Provincia del ParanEspacio que comprenda esta Provincia Reducciones del Paran y del UruguayLos treinta pueblos de MisionesSm gobierno-Jurisdicciones que pertenecanModificaciones diversasDivisin de Misiones en DepartamentosComposicin de estos.Observaciones.
Por cdula Real del 16 de Marzo de I 6 D 8 se orden al Gobernador Don Hernando Arias de Saavedra Hernandarias, que los misioneros de la Compaa de Jess fuesen al Paran, al Guayr y los Guaycurs, proveyndoseles de lo necesario de la Real Hacienda. En su consecuencia Hermandarias solicit del Padre Provincial Don Diego de Torres, el cumplimiento del real mandato, segn se justifica por el certificado espedido, el 2 de Febrero de 1614, (a) por dicho
< Hernando Arias de S a a y e d r a . . . etc. Por la presente certifico todas las personas, quien esta se mostrare, como por fin del ao de seiscientos y nueve, siendo Gobernador de estas Provincias, por
(a) Vase Historia de la Compaa de Jess de la Provincia del Paraguay, por Pedro Lozano tomo 2 apndicepgSi y. Certificacin de Hernandarias de Saavedra, sobre las misiones del Guaira, Guaycurs y Paran.
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Gobernador, conocedor del hecho el Padre Provincial se apresur darle debida satisfaccin, enviando fines de 1609, misioneros dichos tres puntos, de cuyas reducciones pasamos ocuparnos lijeramente. Estos indios la caza de los soberbios, al Occi la y Reducciones de los Guaycurs,
vengativos, indomables, fuertes, aventajados en valor, estatura y nmero, vivan, segn dente del Rio al Paraguay, Asuncin. Vencido por sometido tiempos del Alvar Azara, de de l, Nuez cerca casi en frente
Cabeza
Vaca
Gobernador cada
del Paraguay
primeros
coloniaje, no pudieron perder la costumbre de ao, ora los indios circunvecinos quienes profesaban que vencan constantemente
hacer la guerra
lejanos, ora los propios espaoles odio mortal, por lo mismo los invictos guaycurs. L a misin de reducirlos
una
su Majestad : estando en la Ciudad de la Asuncin ped y requer al Padre Diego de Torr s, Provincial de la Compaa de Jesus,embiasse algunos Relijiosos las Provincias del Guayr, que predicassen los Indios de ellas, y los reduxessen nuestra Santa F Cathlica, para la cual tuve particular orden de su Majestad, por cuya orden el dicho Provincial embi dos sacerdotes de la dicha Compaa los dichos Indios, y no embi mas por no los tener entonces, causa de ver embiado otros quatro mi instancia, y del Seor Obispo Fray Reginaldo, difunto, los Indios Guaycurues, y al Paran, dndonos palabra al dicho Seor Obispo, con quien se comunic, y m, de que en teniendo mas sacerdotes Lenguas, los embiara las dichas Provincias del Guayr, de lo cual al principio del ao de 1612, embi otros dos Padres, llamados Antonio Ruiz, y Martin X a vier, y yo mismo los vi subir para el dicho Ministerio; y estoy informado, por personas de mucha fe, y crdito, vecino de las dichas Provincias de Guayr, como los dichos Padres acuden al Ministerio de los dichos Naturales, y procuran saber la lengua de ellos, y que han reducido gran nmero de ellos quatro Pueblos, que tienen hechos, y fundados en el Paranapan, Provincia del Guayr, junto Tibaxiva, donde es pblico, y notorio, hacen grande fruto entre los Naturales, y padecen muchos trabajos por la pobreza, incomodidad de la tierra, ser la pobreza de ella tanta, que ninguna puede ser m a s ; y as, cualquiera limosna, que se les haga es de gran servicio Dios Nuestro Seor, y bien los dichos Naturales ; sin embargo de las vexaciones, que reciben de los Portugueses del Brasil, que entran por San Pablo, y llevan Indios engaados, las Minas. Y para que conste de lo dicho di esta certificacin, firmada de mi nombre, ante el presente Escribano, que es fecha en esta Ciudad de Santa F 2 de Febrero de 1614 aos. Hernando Arias de Saavedra Ante miGarcia Torrejon, Escribano Pblico, y del Cabildo.
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temeridad que solo podia confiarse en la f y abnegacin de los jesuitas de aquellos tiempos. L o s Padres Vicente Grifi y Roque Gonzales de Santa Cruz fueron lo> designados para penetrar ha ta los guaycurs y tratar de dominarlos por la relijion, ya que no se sometan de una manera duradera al poder de las armas espaolas, y mantenan en constante al irma los pueblos vecinos. Provisto de 1 > necesario por el Gobernador de la Provincia Don Diego Negron atravesaron el rio en medio de una grande imponente solemnidad en busca de los indi JS Guaycurs, que la sazn vivan entre el R i o Confuso Y a b e b y r y y el Pilcomayo, en tres grandes parciali. dades, que eran: L a de Epiguay Guaycur-Guaz, Cadollate, y la de upinyiguy la de 1'aquiyiguy, Guaycuruty. (a) L o s citados Padres tres das marcharon al interior para hallar en Guazutingu los indios del cacique Don Martin. En gran peligro estuvieron sus vidas durante un mes, pero en presencia de hombres que no llevaban mas armas que el cruciijo, concluyeron los guaycurs por admit, los, y al fin por convertirse los preceptos de la relijion de Cristo. Reducido Don Martin y con l la mayor parte de sus parciiles, consiguieron dichos padres que se trasladasen frente la Asuncin, una legua de distancia del Rio Paraguay, en un punto denominado Yasoc, donde se levant la iglesia que se titul de Nuestra Seora Mara de los R e y e s , razn por la cual la reduccin llevaba tambin este nombre, (b) En 1 6 1 1 , el Padre Grifi pas ; Guazutingu c >n el Cacique Don Martin, donde haban regresado parte de los guaycurs de Y a s o c ; pero tuvieron que volverse por la
(a) V <Relacion Geogrfica Histrica de la Provincia de Misiones: del Brigader General Don Diego de AlvearColeccin de obras sobre Historia de la . Provincias del Rio de la Plata, por Pedro de Ange\is: tomo 4 Descripcin Chorogrica del Chaco por Lozano. Pargrafo .VI pg (52. (6) Vase.Historia de la Compaa de Jess de la Provincia del Paraguay por Pedro Lozanotomo 2. lib. 5. cap 24. pg. 2i 245.
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gran creciente del Rio Pilcomayo que inund dicholugar. A l siguiente ao Don Martin pas con parte de su gente Guazutingu con pretextos engaosos, siendo el verdadero objeto llevar sobre el Rio Bermejo una invasin con su vecino el Cacique Don Juan Guaycuruty y los aper s. El hecho fu sabido por los Padres, y viendo el Provincial que los guaycurs vol/ian sus costumbres depravadas, y temiendo que corrieran peligro la vida de ellos los envi Guarambar y Fitun, quedando sin misioneros Yasoc. (a) Sin embargo de los temores del Provincial los misioneros eran respetados y queridos por Don Martin, Don Juan y sus parciales, culpndose estos entre si, por la escursion que habia dado lugar al retiro de. los Padres. E n 1 6 1 3 estos caciques se aproximaron al rio y solicitaron arrepentidos, fingiendo estarlo, sacerdotes que se encargasen de la reduccin de sus gentes, con cuyo motivofueron enviados los padres Romero y Antonio Moranta, con los elementos necesarios. A l poco tiempo Nuestra Seora de los R e y e s contaba mas de mil almas con los indios de don Martin, que asistan puntuales la esplicacion del catecismo. E l padre Romero march al interior con este cacique y estando sobre el rio Guazutingu (Pilcomayo) vino visitarlos don Juan Guaycuruty. Pidi al Padre que fuese su tierra y les estableciera doctrina. Una. vez en ella don Juan y su gente le agasajaron pidindole se quedase con ellos desde y a , pero no siendo esto posible, le acompaaron hasta la iglesia de Y a s o c . ib) E s t a reduccin dur, segn el historiador Lozano, diez y siete aos (c). Por consiguiente, bajo la jurisdiccin y dominio del gobierno de la Asuncin del Paraguay subsisti ella hasta 1626.
(a) (b) (c) gina a s e L a misma obra deLozanoLib. VI. cap. X X . pg. 409. V. misma obra y tomo, Lib. Vil Cap X X I y X X I V V. misma obra y tomo, ni final del Lib. V Cap. X X I V , pa-v 245.
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A estas reducciones de indios guaycurs situada la una frente la Asuncin, una legua de distancia del rio Paraguay, y la otra sobre el rio Pilcomayo, que dichos indios denomin iban Guazutingu y cuyo nombre pusieron al ncleo mas importante de su poblacin, hay que agregar en el territorio del Chaco otras dos importantes reducciones situadas al Noroeste del Fuerte Borbon y al Sud-oeste de Baha Negra, que se llamaron los pueblos de Itati y Nes, tra Seora de la F . L o s padres Saloni y Lorenzana fueron enviados esas rejiones, quienes despus de estar en Atir, Pit y Guarambar, pasaron el rio Paraguay para llevar sus escursio nes fervorosas por la conversin de los indios hacia los confines de Santa Cruz de la Sierra, para volver establecerse en las proximidades del rio Paraguay. L a Historia de la Compaa de Jess citada, del Padre Pedro Lozano (), y Jos Guevara (>), hacen lijeras menciones de las escursiones de dichos abnegados padres pr esa parte Norte del Paraguay.
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Charlevoix d saber la existencia de los pueblos denominados de Itati y Nuestra Seora de la F , devastados por las invasiones de los mamelucos portugueses, en 1645. (c) E l Mapa de don Jos Maria Cabrer, comisario injeniero gegrafo de la segunda subdivisin espaola al mando de los seores J o s Vrela y Ull >a y don Diego Alvear, que comprende los reconocimientos practicados con el teniente general Lucitano Sebastian Xavier da V e g a '.Cabra! de Cmara y el coronel Francisco Juan Roseio, en cumplimiento del tratado preliminar de lmites de Octubre de 1777, y el Mapa de una parte del Virreynato de Buenos Aires, publicado por Arrovvsmith en 1806, traen las ubicaciones de dichos pueblos destruidos de Itati y Nuestra Seora de la F , en las proximidades del rio Paraguay, entre la altara del Fuerte Borbon y la Baha Negra.
(a) Tomo I Lib. 2 Cap 14 pag. 221 226. (6) Lib. II, Dec 8 Parte 4 pag 380 382 Coleccin Lamas. (c) V. .Histoire du Paraguay.? Lib XI.
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E s t o s pueblos y las reducciones de Y a s o c Nuestra Seora de los R e y e s y Guazutingu constituyen al travs de las vicisitudes de los tiempos del coloniaje, lugares imperecedores de la jurisdicciou y dominio de la antigua pro. vincia del Paraguay sobre el territorio situado al Norte del rio Pilcomayo. Mas la vez que se establecieron estas poblaciones cristianas en la parte occidental del Paraguay, que despus se llamS Chaco, pasemos recoidar las i educciones que se funda 'O i al c e n t e de su juiisdiccion, en el territoiio que se l l a m : la Piovincia del Guayr. E s t a importante seccin y a c e al oriente del Paran, segn el b.igadier Diego Alvear (), y determina sus lmites meridionales en el Iguaz, Rio Grande de Curutib, los septentrionales en el Paran-Guaz gran pariente d 1 mar y lo cruzan el Pequiry, Huybay, P a ' a n a pane, Aemby y otros de meaos consideracin, tributarios del mismo-Paran. Su clima es de los mas benignos y templados, entre los paralelos de 19 26 grados de latitud austral, y se estiende como unas 100 leguas al Levante, confinando con la CapLania de San V i c e n t e del Biasil. Concuerda con Alvear don F l i x de Azara cuando dice q u e : esta piovincia comprenda el g'an espacio que hay entre lo.? ' i o s caudalosos T i e t e Iguaz desde el Paran, donde desaguan hasta el m a r , (b) E l histo iador Pedro Lozano ensea q u e : la dilatada Proviacia del Uruguay, que empezando desde esta isla de Martin Garca se dilata trescientas leguas lo largo y lo ancho doscientas. Confina al Norte con la Provincia del Guayr; al Poniente con la del Paraguay y Paran, y al Sur con la del Rio de la Plata. (c) En el Mapa citado de Guillaume de L ' Isle, de 1703,
( a ) Obra y co'eccion citada, pag. 37. (6) V Historia del Paraguay y Rio de la Plata> tomo 2 nmero 103. (c) V. Historia de las conquistas del Paraguay, Rio de la Plata y Tucumana Lib; I Cap. 2 .
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hecho sobre la Historia del Padre Nicols T e c h o , la provincia del Uruguay linda al Norte con la del Guaira ea las vertientes de las aguas al rio Uruguay y al Iguaz. Por consiguiente puede decirse que el lmite natural c histrico entre el Paraguay y el Rio de la Plata, al Oliente del territorio de Misiones, es la divisoria de las aguas dichos rios, y de esas ve'tientes tirando p o r las del lio de San Francisco hasta el m i r del Norte se tiene las diviso ias de ambas gobernaciones h a s t a el dicho mar Ocano Atlntico. E n cuanto I J S lmites del Guaira don el Brasil, ellos van p o r el meridiano que pasa p o r la isla Buen A b g o , seis leguas al Norte del rio, puerto isla de la Cananea. (a) C o m p e n d i a el Guarn en sus linderos toda la actual provincia del P a - a n del Brasil y una gran parte de la de S. Pablo. L a poblacin de San Francisco, de 1553 (>), situada entre Santa Catalina y la Cananea, hallbase comprendida en su jii'isdiccion. L a Memoria del ministro argentino doctor R. Garca, presentada ante el Presidente de Unidos, Mr. Hayes, en la cuestin- de lmites guay, dice: Lmites del Guayr. Hacia el Norte el por el Sud el rio Iguast ; al Este la lnea Portugal Americano Brasil, conforme las de Tor desillas . don Manuel los Estados con el Parario Aemby ; divisoria del estipulaciones
E n otra parte agrega : Si el R e y de Espaa no hubiese cedido el Guayr al Portugal nadie hoy podra disputarlo al Paraguay . (c) L a exactitud de esta afirmacin y las referencias de los histoiadores sobre la provincia del Guayr, si. vea para de(a) V. (Documentos inditos del Archivo de Indias^ tomo 15" pag. 56 528 Demarcacin y divisin de la Indias (6) V. Ruiz Diaz de Guzman, Lib 2 Cap. 15 Pedro Lozano y Flix de Azara, Lib Cap. y nmero arriba citados Jos Guevara, Lib. 2 Dec. 4 Parte I pag. 214, Coleccin Lamas Gregorio Funes, Cap. 12. (c) V. (.Memoria de Relaciones Exteriores de la Repblica Argentina de 1879 > pag. 624 y 638.
o o a a
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DOCTOll ALEJANDRO
AUDIBERT
terminar los lmites del gobierno de la Asuncin del Paraguay con el Brasil y con el Rio de la Plata. Mas si se echa una rpida ojeada las redacciones farraadis par i a gobernacin del Paraguay, por medio de los jesutas de la Provincia de su nombre, ellos quedarn c o i i c m a d o s por el ejercicio de actos de jmisdiccion incontestables. Ocupmosnos, pues, de las poblaciones reducciones del Guayi. E n cumplimiento de la citada real cdula, el 8 de Diciembre de 1609, los jesutas J o s Cataldino y Simn Maceta paitieron de la Asuncin la provincia del G u a r . E n 1610, despus ds recorrer los los Haybay, Tibajiba, Pirap y Paran-pan, fundaron las reducciones de L o ' e t o y San Ignacio -Mini, que el Mapa de Guiilaume de L'Isle coloca sobre este ltimo y que el brigadier Diego de A l vear refiere se fund sobre el rio Pirap. (a) E n ellas se reunieron los indios de los caciques Atiguay, Arara, Yacar, Mbazoby, Aracans, Aroyr, Tayasuag, Girapuru, Tabocuy, Tanbiey, Aviur y otros, de modo que pronto contaron con mas de 12,000 alm is. Ao y medio despus fueron los padres Antonio Ruiz de Montoya y Antonio Moranta, regresando pronto este por causa de enfermedad, pero en cambio lleg las citadas reducciones el padre Martin Xavier Urtamer. Mas tarde se les agregaron Diego Zalazar, Cristbal de Mendoza, Francisco Diaz Tao, Justo Mansilla, Juan Suarez y otros de la misma Compaa de Jess. Poco despus, en lugar de Cataldino fu nombrado de superior el padre M o i t o y a y con l toma aumento la formacin de nuevas reducci mes. En efecto, en 1622, con Salazar entraron por el rio T i b a jiba la provincia de Ibitirimbet, que significa cerro con barbas de rostro humano y que es conocido por otro nombre, por Tayati, y fundaron la tercera reduccin del Guayr llamada San Francisco Xavier, en el territorio del cacique Candic. E n 1625, con el padre Cristbal Mendoza, al (a) Obra y coleccin citada, pag. 37.
LOS LMITES D E
LA
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
.1.19
oriente de San Xavier, en utinguy establecieron la reduccin de la Encarnacin con los indios del famoso cacique Pndobiy Doby. E l padre Montoya con otros de la Compaia formaron sucesivamente los siguientes pueblos : E n 1625, en Ibitirim'oet, cerca de los rios Huybay y T i b a x i b a Tibajiba, la de San J o s ; en 1626, la del Apstol San Pablo; en 1627, la de San Miguel en Ibianguy, la de San Antonio en Ibiticoy, la de Siete Arcngeles en Tayaobs, donde se reunieron los indios de Guarayr y los Cabelludos; la de Pursima Concepcin en el pueblo de Sohi Zo, cacique de los Guayans, indios de. singular hermosura y buena talla, oriundo de unos espaoles que naufragaron en aquellas costas, y en el mismo ao se fundaron los pueblos de San Pablo y de los Angeles de Tayaobs; en 1628 se estableci la reduccin de Jess Mara sobre las altas y escabrosas serranas del cantn de Giraver, cacique de gran prestigio; pero invadido por los paulistas el mismo ao, fu reedificada al sigui^n^e y nuevamente destruida por las invasiones mamelucas de 1632. E a los aos de 1628 1630, los mamelucos portugueses se lanzaron sobre las reducciones mas avanzadas de San Antonio, San Miguel, San Francisco Xavier, J e ;us Maria y otras, y segn la espresion d.l brigadier Diego de Avear, como snganos hambrientos sobre dulces panal :s la manera de Atila, lo llevaron todo sangre y fuego, matando los infantes, ancianos y enfermos, reservndose para esclavos subidos precios los que podiai vendirse. Destrozaron las casas, saquearon las iglesias y prendieron fuego los reatos de aquellos pueblos de la corona espaola en la provincia del Guayr. Perseguidos por todas partes por estas invasiones mamelucas, los habitantes de aquellas reducciones fueron recostndose hacia las o r i l a s del Paran, busca ido el amoa10 de Loreto y San Ignacio. Los padres Maceta y Mansilla fueron esponer sus quejas, en nombre de Dios y del R e y de Espaa, i los tribunales de San Pablo del B r a s i l ;
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pero intilmente porque estos ampararon los raptores de los subditos del R e y de Espaa en el Guayr. E n vista de esta injusticia y la inseguridad en que quedaban 1 is reducciones de Loreto y San Ignacio, el padre Provindfil don Francisco Vasquez Trujillo orden la traslacin de ellas Y a b e b y r y , que se llev efecto en Diciembre de 1631 en nmero de 12,000 almas. Pero al Uegar aqui, nos toca ocuparnos de las reducciones del Paran y del Uruguay. Reducciones del Paran y del Uruguay. Ocho dias despus que los PP. Cataldino y Maceta marcharon al Guayr salieron los jesuitas Marcier Lorenzana y Francisco de San Martin de la Asuncin la reduccin de los indios de la provincia del Paran. De esta habla el nombramiento del Adelantado don Ortiz de Srate, de 1 5 6 9 : Primeramente os hacemos merced de la gobernacin del R i o de la Plata, as de lo que al pres mte est descubierto y poblado, como de todo lo dems que de aqu adelante descubriredes y poblredes, as en las provincias del Paraguay y Paran, como en las dems provincias comarc a n a s ^ . . - . etc. L a provincia del Paran es en el Mapa de Guillaume de L ' I s l e d2 1 7 0 3 , el territorio baado por el rio Paran y sus vertientes derecha izquierda, desde su confluencia con el rio Paraguay, mas menos hasta el Salto del Guayr. L O J indios que habitaban esta seccin del gobierno del Rio de la Plata del Paraguay, se llamaban comunmente canoeros, segn el brigadier Diego de Alvear. (a) Antes di llegar al rio Tebicuary, el padre Bolaos form las reducciones de Y u t y y Caazap, y cuando fu convertido el cacique Arapisand que dominaba esa parte del Paran, vino este la Asuncin solicitar reduccin. Con tal motivo, y en cumplimiento de la citada cdula, fueron enviados los citados misioneros, el 16 Diciembre de 1609, al encuentro de los cuales salieron los caciques A bacal (a) Obra y Coleccin citadas, pag. 49.
LOS
LMITES
DE
LA
ANTIGUA PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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y Tabacamby, pretendiendo cada cual que se estableciese en sus respectivas tierras la poblacin, fin de no cambiar de lugar; pero el padre Lorenzana, despus de algunos dias de haber recorrido el pas, eliji un terreno alto, de linda vista, con buenas aguas, llamado Yaguar amigt, donde se estableci principios de 1610, la primera reduccin denominada San Ign icio-Guaz (La Mayor). Segn Azara, los 18 aos se mud donde est la capilla de San ngel, y 40 aos despus, donde subsiste. Poco despus los PP. Diego de Boroa y Gonzlez de Santa Cruz, arribaron el rio Paran y las seis leguas de Yaguaraamigt establecieron la reduccin de Encarnacin de Tapu, la cuil se agregaron los indios del caciqne de este n j m b r e , los de Apupen laguna de Ibera, llamada tambin de Santa Ana. Segn Azara se mud, en 1703, sobre la ribera de Paran donde se halla. E l misma padre Gonzales, segn Diego de Alvear (a), fund principios de 1616, en el sitio de Yagu-poch, seis leguas de Itapu, el pueblo de la Candelaria. Segn Azara, este se estableci por primera vez en 1627 en Caazap-mini, al otro l a d ) del Uruguay, entre las vertientes de los rios Iguy y Piray. Despus, en 1637, pas al septentrin del Paran, cerca de Itapu, de donde se mud sobre el Igarup, y de aqu, en 1665, donde subsisti ltimamente, sirviendo de cabeza al gobierno militar de Misiones. Red iccion de la Concepcin L a tradicin de los Yaras, Charras, guenoas, Ibirayars y guarans, que ocupaban la rejion de la Cananea y Santa Catalina durante los primeros tiempos de las conquistas, ensea que estos indios huyendo de las invasiones de los mamelucos portugueses se fueron internando hasta recostarse sobre el rio Uruguay, en nmero como de sesenta mil. E l 25 de Octubre de i6r8, parti el citado Gonzlez de Santa Cruz, por disposicin del padre Provincial don Pedro de Oate la misin de reducir los indios del Uruguay. L a primera
(o) Obra y Coleccin citadas, pag. 57.
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DOCTOR AuEJANDRO
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que fund sobre este rio fu L a Concepcin, compuesta de los indios de los caciques Neza y Qnarapuck y otros, en el lugar de Ibitiiagu. E l padre Boroa, desde Itapu, el ao 1613, hizo su escursion los rios Acaray Iguaz y fu id la reduccin de Navidad de Acaray, en el territorio del cacique Arerar, cuya poblacin trasmigr con las de L o r e : o y San Ignacio del Guayr principios de 1632, agregndose Itapu y Corpus Christi. E s t a ltima fu la tercera reduccioa del Paran, segn la relacin del P. Ruiz de Montoya. y se form despus de Itapu, por los padres Boroa y Gonzlez. Segn Azara lo fu por el padre Pedro Romero. Se llam > ' Corpus Christi en festejo de la entrada en aquel territorio, en el dia de esta festividad. Primero se estableci sobre el arroyo tembey, al occidente de Navidad. E l 12 de M lyo de 1701 se pas al oriente sobre el arroyo Ihaiguy, tres leguas al Norte de S i n Ignacio-Mini. Despus de Corpus Christi, en el paraje d enominado Yapey, se fund la reduccin de Nuestra Seora de los R e yes Magos, por el padre Diego Z ilazar. Mas arriba de Yapey, sobre la orilla derecha del Uruguay, se mud la reduccin de la Asunci m d :1 Acaragu y otra del mismo nombre que habia sobre el rio Iguy, fu destruida por los mimelucos. En 1623, sobre el rio Acaragu tributario del Uruguay, al Norte de S a i Xavier, se fund el pueblo de L a Cruz, de donde se traslad al rio Mborer, y en 1657, se incorpor Yapey. Santa Marta la Mayor E s t a l e c i d al oriente del Paran el ao 1626, sobre el ngulo f i r m i d o con el Iguaz, fu trasladada sobre la orilli d e r e : h i del Uruguay, consecuencia de las invasiones de 1 )s manelueos. San Nicols Fundada en 1626, por l o ; p a i r e s Roque Gonzlez y Ampuero, estaba sobre el arroyo Pirati , al oriente del Uruguay. Huyendo de los portugueses mimelucos, en 1632, sus habitantes pasaron al otro l i d o del Uruguay y se establecieron entre Santa Maria y S.aiij Xavier. E n 1652
123
se agregaron al pueblo de los Apstoles, y en 1687 volvieron sobre Pratin. San Luis Gonzaga F u fundada sobre el Igay, una de las primeras vertientes del Rio Grand de San Pedro, en 1632. Amenazada la reduccin por los paulistas mamelucos se incorpor la de Concepcio i, de la cual se separ en 1687, p i r a situarse en Caazap-.VIini y luego donde se encontr despus. Sus pobladores son los restos de los puebles de San Pedro y San Pablo de Caaguaz en los Itatines, de Jess Maria de Ibiticaray, y de la Visitacin de la Virgen del Capy, destruidas por los mismos mamelucos portugueses. San Francisco XavierFu fundada por el P. J o s Ordons, en 1629, sobre el rio Tabytih, al occidente del Uruguay. San Carlos Borromeo Segn el padre Montoya, form esta reduccin el P. Pablo Palermo y segn Azara el P. Pedro Mola, en 1631, en el parage de Capy, que fu destruida por los portugueses mamelucos ; pero de cuyos restos y otros fu restablecida en 1639. Santos Apstoles y Navidad E n la Sierra del Tape, en el Monte Grande, sobre el rio Arrarica, el padre Alfaro fund el pueblo de los Santos Apstoles, con el ttulo de Navidad, segn Azara, mudndose al occidente del Uruguay en 1638. E l padre Montoya habla de Apstoles y Navidad como de dos reducciones distintas. San Jos E n la misma Sierra del Tape, en el lugar denominado Itacuati, el padre J o s Cataldino estableci el pueblo de San Jos con su compaero Manuel Bertot, en 1633. Cuatro aos despus fu trasl tdado entre Corpus y San Ignacio. E n 1660 se mud al lado de Apstoles y San Carlos. San Miguel S e form sobre l a . S i e r r a del T a p e por el padre Cristbal de Mendoza, en 1632. S e mud al occidente del Uruguay, cerca de la Concepcin por las invasiones de los mamelucos y en 1687 pas al oriente de dicho rio, donde se hallaba despus. '
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San Cnsme E l padre Montoya, en su obra titulada : Conquista Espiritual (cap. 6 5 ) , habla de la reduccin de San Cosme. Por el ao 1698 se agreg la de la Candelaria, de la que se separ y se estableci una legua al Este, sobre el Guapey, en 1718. E n 1740 pas al Paran y se estableci sobre otro Guapey, de donde se mud en 1760, una legua mas al Sud.
Santo Tom Por los com i r c a n o s se le llamaba Tap, que significa en guaran: camino. S e le dio este nombre por su estension grandeza, porque estaba ea el trnsito de los pueblos vecinos. De aqui deriv el nombre de la provincia nacin de los indios que lo habitaban. E l padre Luis Arnot fu uno de sus fundadores. Trasmigr sobre la ribera occidental del Uruguay por los aos de 1637 1638.
Santa Ana E n 1633 fu formada por los PP. Pedro Romero y Cristbal de Mendoza. E n 1637 pas la mrjen orient ti del Paran, sobre el cerro Peyur y de all se traslad un poco mas abajo, en el paraje donde se hallaba en 1660. San Francisco de Borja Al oriente del Uruguay fu establecida y aumentada con los indios de Jess Mara, en 1637. E n este ao fu destruida por los mamelucos juntamente que con la de San Cristbal. Santos Mrtires Formada esta de los restos de indios de San Joaqun, San Cristbal, Jess Mara y los Santos Apstoles del Igay, destruida por los mamelucos en 1638, se estableci entre el Paran y el Uruguay. Reduccin de Jess Situada cerca del Paran, sobre el rio Monday, fu fundada en 1685, por el padre Gernimo Deln. De al se intern al rio Ibaroty, luego al Mandioby y por ltimo sobre el Capibary, al occidente del Paran. San Lorenzo Colonia separada, en 1691, de Santa Maria la Mayor y establecida donde se conserv. San Juan Colonia de San Miguel separada, en 1698. La Trinidad Colonia separada de San Carlos, en
LOS
LMITES
DE LA
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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1706. E s t a b a situada entre los Mrtires y San Jos hasta 1712, en que pas al Sud del Capibar, cerca de Jesus. San ngel Colonia del pueblo de la Concepcin, se traslad en 1707, al otro lado del Uruguay, situndose sobre el Iguy, de donde se mud su ltima residencia. Santa Mara de F De 1592 1593, se establecieron por las cercanas de la ciudad de Jerez las reducciones de Caguaz, T a r y Bomboy, con los indios de los caciques Amandaiby, Juan de Cabus, Parayty y otros. E n 1632 fueron asoladas ests reducciones por los mamelucos y de sus indios dispersos por los montes se formaron I J S pue blos de San Benito con los de Bomboy, de Santa Maria de F con los de Tar, y San Ignacio con los de CaguazPero estas reducciones fueron nuevamente asoladas, en 1649; mas fueron restablecidas sobre el Ipan en el paraje denominado Aguaranamby, que significa orejas de zorro. Siete aos despus pasaron sus primitivas tierras, donde fuero a hostilizadas esta vez por los guaycurs y los Mbays, en vista de cuyos males inseguridades, fueron trasladadas, en 1659, por los jesutas las tierras del Paran, donde se estableci San Ignacio de Caguaz y para no confundirse con San Ignacio-Guaz, tom el ttulo de Santiago con el cual se le conoce. Santa Rosa F u colonia de los de Santa Maria de F . establecida en 1698. San Francisco de Paula Fundada por los aos 1770 por F r a y Bonifiacio Ortiz, con los indios guayans y caigus, en el paraje de Tembey, en la costa occidental sobre el Ibirai, para quedar al abrigo de Corpus Christi. De estas reducciones del Paran y del Urugaay, en 1715, solo subsistan treinta de ellas, de las cuales, diez y siete sobre el Uruguay, en la jurisdiccin de la Provincia y Obispado del Rio de la Plata, y trece de ellas sobre el rio Paran, en la gobernacin y Obispado del Paraguay ; pero por Cdula Real del 6 de Noviembre de 1726, estas pasaron aquella jurisdiccin civil, pues en la eclesistica no se hizo alteracin alguna.
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DOCTOR ALEJANDRO
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L o s treinta pueblos de Misiones de indios guarans, dice Diego de Alvear, se agregaron poco despus al R i o de la Plata, por cdulas de Felipe III, espedidas por los aflos de 1625 y 2 6 : mas esto fu por lo tocante la jurisdiccin civil; pues en la eclesistica no parece se hizo novedad, subsistiendo siempre en los mismos trminos. Los gobernadores y lo-i obispos tenan cedidos en lo total de su direccin estos pueblos los j e s u t a s ; y en esta virtud, al Provincial del Paraguay se le permita nombrar curas y compaeros, que en rigor deban ser presentados los primeros en calidad de vice-patronos, y habilitados por los segundos para el ejercicio de su ministerio. Cuando la espulsion de la Compaa, el ao 1767, se incorporaron los pueblos Buenos Aires, y el Capitn General del Rio de l i Plata, don Francisco de Paulo Bucareli, tomando norma del rjimen de los jesutas, informe del ilustrsimo don Antonio de la Torre, provey su gobierno, dictando una ordenanza que, aprobada despus por S. M., es la que se sigue alterada no obstante en algunos puntos concernientes la real hacienda, con arreglo la nueva y real Ordenanza de Intendentes de 1783, por la cual recibieron tambin las Misiones su ltima divisin, segn los obispados. Cre, pues, el seor Bucareli un gobernador poltico y militar de todos los treinta pueblos, que debe residir en Candelaria; y como la "distancia de unos otros sea a l g o considerable, para el mejor espediente de los negocios, los dividi en cuatro departamentos, con atencin sus pagos, y encargando 1 >s tres mas distantes, el del Tevicuary y los dos del Uruguay, cada uno su respectivo teniente para que lo gobeinise con entera dependencia del gobernador. Dej al cuidado de este el cuarto de Candelaria, que era el mayor, y se compona de quince pueblos, aunque despus, por disposicin del E x m o Sr. D. Juan J o s Vertiz, gobernador de Buenos Aires, se les segregaron las siete doctrinas d e ' l a Concepcin, formando el quinto departamento, con su teniente-gobernador particular.
IOS
12 <
Despus de la Real Ordenanza de Intendentes, los pueblos del Paran entraron de nuevo en la autoridad del Gobernador Intendente del Paraguay, que es quien pertenecan en lo antiguo. Y los tenientes gobernadores de Misiones entendieron nicamente en las causas de guerra y justicia con sujeccion al Virey, en las de polica y hacienda, dependan de los Intendentes de quienes son subdelegados. Como los lmites de esta autoridad asi dividida no son fciles de discernir, y como la Real Ordenanza prescriba que los dos gobiernos de Montevideo y Misiones deben quedar sobre su intigua forma hasta nueva resolucin de S. M., se han orijinado varias competencias en estos ltimos ao entre el gobernador y sus tenientes, que la misma superioridad no ha podido decidir. Han sido forzosos los recursos la Corte; estos siguieron los informes, y tardando aun las resultas, subsiste todo en el estado que hemos dicho d confusin y de debilidad, instando una pronta y acertada delileracion de los asuntos de Misiones. (a) T a l era el complicado mecanismo del gobierno de Misiones, que conviene uno tener presente para esplicarse mas adelante cier os h a c h o s histricos en la cuestin de lmites que hubo sobre didio territorio. Y para la mejor intelijencia es bueno tambin tener presente la composicin de los cinco departamentos, en que estaba dividido el territorio de los treinta pueblos de Misiones. Departamento de Candelaria S e compona este departamento de ocho pueblos, que s o n : Candelaria (la capital), Santa Ana, Loreto, San Ignacio-Mini y Corpus, situados sobre la ribera izquierda del rio Paran; y sobre la derecha: It.ipu, Trinidad y Jess. Departamento de San'iago Compuesto de cinco pueblos que son: Santiago, lugar de residencia comn del teniente gobernador, San Cosme, Santa Rosa, San IgnacioGuaz y Santa Maria de F .
(a) V. Coleccin y Obra citada de Diego Alvear, Cap. 6" p. 88 y 8 9 .
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DOCTOR ALEJANDRO-AUDTBERT
Estos dos departamentos constituyen los trece pueblos del Obispado del Paraguay. Departamento de Yapey Este hallbase formado de cuatro pueblos, que s o n : Yapey, residencia del tenientegobernador de Buenos Aires, L a Cruz, Santo T o m y San Borja. Departamento de San Miguel E s t e comprende los siguientes pueblos: San Miguel, San Lorenzo, San Luis, San Nicols, San Juan y San ngel. Departamento de Concepcin E s t e se encuentra formado de los siete restantes, que s o n : Concepcin, Apstoles, San Carlos, San Jos, Santa Maria la Mayor, Mrtires y San Xavier, situados todos al occidente del Uruguay, entre el Guazupisor, que los divide del de Cand Liria, y las primeras vertientes del Guape}', que los separa del de Yapey. (a) E s t o ? tres departamentos pertenecen al Obispado del Rio de la Plata. De los lmites entre este y el del Paraguay, que constituan las divisorias entre ambas gobernaciones, pasamos tratar sucintamente en el siguiente captulo.
(a) La obra escrita en las Misiones y concluida en Buenos Aires, en 1761, por el padre don Bernardo Ibaez de Echavarry, con el ttulo d e : < Histoire du Paraguay sous les Jesuites , nos ensea la existencia de treinta y dos reducciones en 1751; esto es, dos reducciones mas, que son: San Joaqun v San Estanislao Vase tomo I Lib. II, Cap. I , pag. 3i y 35.
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CAPTULO
IX
Ciudades de la gobernacin del ParaguayMagnitud del Rio de la PlataLa Provincia Gigante de las IndiasDificztliades para atender sus poblacionesComisin de Manuel Fras para solicitar su divisinCdula Real del 16 de Diciembre de 1617El Rio de la Plata y el Guaira Ciudades que comprendan - Creacin del Obispado de Buenos AiresEstension que abarcabaLimites entre ambas gobernacionesEstension del Gobierno del Guaira al Norte, al Oriente y al OccidenteEquidad de la divisin de 1617 Cuestin de limites entre los Obispados de Buenos Aires y el Paraguay sobre Misiones Cedida Real del 11 de Febrero de 1724Compromiso arbitralFallo arbitralModificaciones posteriores del gobierno temporal sobre el territorio de MisionesLimites entre el Rio de la Plata y el Paraguay en el territorio del ChacoOpiniones de gegrafos historiadores Ley 1." tit i." Lib. 5. de la Recopilacin de IndiasReducciones del. Paraguay entre Bermejo y el Pilcomayo aprobadas por el Rey de Espaa.Observaciones.
Fuera de las reducciones .poblaciones de menor im portancia establecidas dentro de la gobernacin del Primer Adelantado Don Pedro de Mendoza y sus sucesores, sin contar Santa Cruz de la Sierra que se desmenbr de ella, en 1560, existian ocho ciudades situadas largas distancias las unas de las otras, rejidas por una misma cabeza en lo temporal y por otra en lo espiritual. Ellas eran : Buenos Aires, Santa F , Corrientes, Concepcin del Bermejo, Asuncin, Jerez, Ciudad Real y Villa R i c a del Espritu Santo. Todas estas poblaciones formadas por los vecinos de la Asuncin, estaban bajo el gobierno que indiferentemente se denominaba del Paraguay del R i o de la Plata.
] 30
DOCTOR
ALEJANDRO
AUDIBKKT
Paraguay, altura
es
el
nombre
indijena de
del R i o ,
que, por la
la de-
de la A s u n c i n - r e c i b i Rio d e la P l a t a , era
Sebastian
Gaboto
n o m i n a c i n de do por sus
creyendo en
q u e el p a s metal. de
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aguas
abundante y
dicho al rio
como
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al Paran el y
Sols
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conocimiento cambia,
de los l u g a r e s que el n o m b r e
cosas
t o d o lo
del Rio
d e la P l a t a
se a p l i c a s e c o n
p o s t e r i o r i d a d al rio de S o l s . M a s uno 5' otro n o m b r e se c o n s e r v p a r a e s p r e s a r en el i d i o m a q u e t o c a n las Paran-Guaz, ; < Bien la Asira aguas que de l o s c o n q u i s t a d o r e s , l a s el g r a n le rejiones del
v a n formar
estuario decir :
Lozano de
hace
puede de la
la I n d i a Tigris, de
su
sagrado de su y el
la A r m e n i a
Euphrates, d e su Plata,
Camboya N i l o que
su M e c o n c o p i o s o ,
clebre parece
c a d a uno
en c o m p a r a c i n respecto agua de
del
un j i g a n t e
no t i e n e n Litiguen
suficiente
para
nuestro
antiguos tieal
el p r i n c i p a l ; ancho
Aristteles estadios;
su
haga
Amano defienda
dere-
modernos; y
de la Plata
sndole orbe Los Paran nuevo
decidir de
favor
contraversia,
confe en c\
emperador q u e se
todos,
sin h a b e r a p e n a s uno
afluentes, y
Amazonas
el c a b o
de Hornos, R i o de
indiferentemente
n c u e r p o por una
el R i o
la P l a t a y y por en
gobernada
en lo c i v i l
misma se
cabeza, extenda
en lo e c l e s i s t i c o ,
c u y a jurisdiccin
cuanto
LOS LMITES
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
131
al terreno, Desde
ni
linderos
que la en
ciesen.
c>
la embocadura
36
de L t i -
tup Austral, en 13
o
se dilataba
d e latitud, de gentes,
seoreando parte
sujetas
voluntariamente, desde
dominaba,
d e la Cananea,
rio d e
restituir de
al m a r c o p i o s o s Por el Norte se
del
pas
los confines Per, e n ' c u y o s contornos estableci una colonia en el d e l o s t r a b a s i c o s i s , q u e l l a m a m o s Chiquitos, s o b r e las 25 .
o
avencindaba
mrjenes
d e un a r r o y o
tributario
del Guapay.
Al
Occiden-
del del
PilPer.
y
dominando
conquista,
la Provincia
Magllica
d e los
l o s contornos d e linderos
estension
de Gigante
de las Provincias
atestiguan
adema? otros
cuyos
ttulos
de derechos y al
lle-
segn grino
espresion
historiador,
ser
Amenazado
(a) Vase.Jos Guevara H istoria del ParaguayRio de la Plata y-Tucuman -Lib i. Pat. 1.
A
(6; Vase. Ruiz Diaz de GuzmanLib. i. cap. 2. 3. y 4 . Pedro Lozano Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman Lib. 1 cap. 1. - Pedro Xavier de Charlevoix tomo iP Lib. l . Histoire du Paraguay de la Compagine de JessGuillaume T. Raynal Histoire Philosophique 2 t PolitiqueLib. 8 cap. 1 9 tomo 2 pag.' 105.Diego de AlvearRelacin Geogrfica Histrica de la Provincia de MisionesColeccin de obras sobre Historia de las Provincias del Rio de la Plata por Pedro Angeliscap. 1 . " pg. 3 y 4.
0 0 0 0
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDIBKRT
tos guaycurs, payagus y otros indios del Chaco, v e a s e frecuentemente en duras dificultades para atender debidamente tan distantes poblaciones, como las otras referidas ciudades. Reclamaban proteccin Buenos Aires, Santa F , Concepcin del Bermejo, Corrientes, Villa-Rica del Espritu Santo, Villa Real, J e r e z y l a vez la propia capital vease apurada contra los atentados de dichos indios. E n esta crtica situacin el Gobierno de Diego Marin Negron y el Cabildo de Buenos Aires, en 1612, comisionaron Don Manuel Frias, ante la Corte de Espaa, fin de que pidiera la divisin del gobierno en dos, para' mejor atender la conquista y poder obviar las dificultades relativas la defensa y seguridad de las ciudades arriba citadas, as como la administracin de justicia y otras cosas, que se espresan en el memorial presentado por dicho comisionado la Corte, (a) E l 16 de Diciembre de 1 6 1 7 , dictse la Cdula R e a l de divisin, donde se dice : Don Felipe por la gracia de Dios, R e y de Castilla, de Len, de Aragn.... etc. Por cuanto, habiendo entendido que algunas de las ciudades de las Provincias del Rio de la Plata, se hallaban en gran peligro de ser destruidas por los Indios Guaycurs, Payagaes, naciones que estn rebeldes y aunadas y que hacen grandes daos; y que para remedio y reparo de sto convenia se dividiera aquel Gobierno que tiene mas de quinientas leguas de distrito y en l ocho ciudades muy distantes, sin poderse socorrer las unas las otras, particularmente las tres de ellas que son de la Provincia de Guayr, las cuales jams han podido ser visitadas de Gobernador ni Obispo, ni administrdose en ellas el sacramento de la Confirmacin, consultndose mi parecer, he tenido por bien que el dicho
Gobierno
se divida
Plata, agregndole las ciudades de la Trinidad puerto de Santa Maria de Buenos Aires, la Ciudad de Santa F
(a) Vase.Dicho memorial en ZinnyHistoria de los gobernantes del Paraguay, pg 60 67.
DEL
PARAGUAY
133
la de Corrientes y la Ciudad de la Concepcin del Rio Bermejo; y el otro Gobierno se intitule de Guayr, agregndole por cabeza de su Gobierno, l i Ciudad de la- Asuncin del Paraguay y la de Villa Real, Villa Rica del Espritu Santo y la Ciudad de Santiago de Jerez.... etc. Dada en Madrid, diez y seis de Diciembre de mil seiscientos y diez y siete aos Yo el ReyDon Fernando CarrilloDr. Don Pedro MarmolejoEl Licenciado Alfonso Maldonado de T o r r e s . E l Licenciado Don Juan de VillejaGarca Prez de A r a c i e l Licenciado Don Antonio de B e r g a r a Y o Pedro de Ledesma Secretario del R e y nuestro S'or, la fice escribir por su mandado. Tom la raznJuan de S a l i n a s T o m la razn Pedro Lpez de Reinas.Rejistrado Francisco de Mondragon Canciller Francisco de Mondragon. (a) Los Gobernadores de estas provincias independientes entre s, fueron nombrados al ao siguiente de 1618. Manuel Frias del Guaira y Diego Gngora del Rio de la Plata. Por esta circunstancia, sin duda, la Cdula Real del 31 de Diciembre de 1662, refiere que el ao de 1618 tuvo el R e y por bien mandar dividir aquel Gobierno, (b)
(a' Vase.Coleccinele Datos y Documentos referentes Misiones como parte integrante del Territorio de la Provincia de Corrientes, hecha por una Comisin nombrada por el Gobierno de ella. >Parte 1. pg 16 y 17. (b) Vase.Documentos anexos a l a memoria del Ministro Paraguayo en Washington, en la cuestin de arbitraje con la Repblica Argentina, Anexo C nm. 1-pg. 247. La cdula d i c e : El Rey. Presidente y Oidores de mi audiencia Real, que he mandado fundar en la Ciudad de la Trinidad del Puerto de Bueno:-; Aires de las Provincias del Rio de la Plata. El licenciado Don Juan Blasques de Valverde que fu mi Gobernador y Capitn General de la Provincia del Paraguay refiere en carta de 18 de Abril del ao 1657, que el de 1618 tuvo el Rey mi Seor y Padre, que zanta gloria haya, por bien de mandar dividir aquel Gobierno del de esas provincias, habindose gobernado hasta entonces lo temporal por un gobernador, y lo espiritual por un Obispo, y que esto se ejecut el ao de 1631, y los habitadores de dicha Provincia del Paraguay reconociendo cuan perjudicial seria aquella divisin la paz'y conservacin de ellos, me suplicaron les hiciese merced de que se volviesen unir y poner en la forma que antes estaban Y ahora instancia de los dichos habitadores habia hecho una informacin que remita con la dicha carta, por donde constaba que cuando el dicho Gobierno del Paraa
134
Pero la d i v i s i n administrativa, recien se oper generalmente en d i c h o ao. en 1620, . r a z n p o r la c u a l los h i s t o r i a d o r e s q u e , la d i v i s i n Al otros en siguiente del Gobierno tuvo lugar la fu aseguran
divisin
este
Carranza
e.i el
O b i s p o de templo Obispo
d e la P l a t a , el Guaira
dicho el
con
guay se dividi del Gobierno de esas provincias habia ocho Ciudades en ambas provinc as v por parecer que eran muchas y muy distantes unas de otras para un gobernador, se sealaron cuatro para cada gobierno, y de las que cupieron al del Par.iguay solo se conservaba la Ciudad de la Asuncin donde est la Catedral, porque de las otras tres, las dos se haban perdido totalmente y estaban posedas y ocupadas de los indios enemigos, y la otra que se llama la Villa" Rica, se habia despoblado por las invasiones que estaba sujeta de los portugueses de la de San Pablo, y algunos de los pocos vecinos que quedaron fundaron otra Villeta, cuarenta cincuenta leguas distante de la Ciudad de la Asuncin, con sesenta setenta vecinos que la habitan y son los que sacan la 3'erba que all se beneficia para todas las provincias del P e r : y que de las otras cuatro Ciudades que se sealaron ese Gobierno se perdi el ao de 1632 la del Rio Bermejo que asolaron los indios enemigos y un pueblo abundante llamado Matar, con muerte de muchos espaoles, sin que se haya podido restaurar ninguna de las dichas Ciudades perdidas, habiendo resultado todas estar en ruinas y trabajadas de haberse dividido las fuerzas que haban en ambas provincias, y hallarse por esta causa sin armas suficientes para su defensa: cuando estando unidos y en un cuerpo no solo se conservaron, sino que se ganaban y hacan nuevas conquistas y poblaciones, castigando la osada de dichos indios que no estaban sujetos y subordinados los espaoles, y representa el dicho Don Juan Blasques de Valverde el ejemplar del gobierno de Tucuman diciendo que comprende ocho Ciudades su cargo, y que ademas de lo referido, habia resultado de la dicha divisin el estar tan aniquilada y destruida la provincia del Paraguay de los indios, que los vecinos tenian en sus encomiendas en que consista el sustento de dios y tener con que beneficiar sus tierras, respecto de que para sacar de all la yerba y tabaco que se llevaba las dems provincias vecinas, era fuerza que las llevasen indios en' embarcaciones de balsas barcas hasta Santa F , que era puerto del Rio Paran, y que pasando por la Ciudad de las'Corrientes, como ambas eran de diferentes gobiernos, y sus habitadores siempre necesitaban de indios que los sirviesen, detenan los que pasaban por aprovecharse de ellos, y las justicias no lo remediaban, no sucediendo esto cuando estaban debajo de un gobierno, porque el que los tenia su cargo los miraba con igual afecto y haca que c a d a C i u d a d s e volviesen y redujesen los indios que de ella haban salido con
:
LOS L U I T E S
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA
DEL PARAGUAY
135
Paraguay.
Al
otro
ao s e
efictu
la
tiva
de ambos
Plata
de l a G o b e r n a c i n separacin entre
del Guaigo-
era
ambos
q u e la c o n s a g r e ; fu el Rio
historia el Rio
Bermejo
embarcae'ones y otros tnigines, y que los disgustos v alborotos que en aquella Ciudad se padecieroivhabian resultado de estar el territorio de aquel gobierno reducido solo 'la Ciudad de la Asuncin, donde se hallaban en estrechura el Obispo v el Gobernador por su cortedad y pobreza dlos vecinos: v propone que reducindose aquellas provincias y esas un solo gobierno en lo espiritual y temporal, se ahorrara el salario de dos mil ducados que se d al uno de los gobernadores y el socorro con que se acude de mi caja real los dichos obispos, por no tener congrua para sustentarse en las rentas decimales, que divididas en dos Obispados no son suficientes, y lo fueran para solo uno y para un Dean y tres Dignidades, estinguindose las canongias por no haber quien las pida ni renta para ellas. Y habindose visto por los de mi consejo de las Indias juntamente con un memorial que se present por parte de la dicha Ciudad de la Asuncin, sobre la misma pretensin y los dems papeles tocantes la materia, y lo que cerca de ella dijo v pidi mi Fiscal en el dicho mi consejo, porque quiero saber lo que hay y pasa en razn de lo que se refiere en la carta del dicho Don Juan Blasques de Valverde y informacin que remite con ella, y si las prdidas v despoblaciones de Ciudades y los dems daos que se dicen en ellas, se han ocasionado de haberse dividido la provincia del Paraguay de esas del Rio de la Plata, y con volver unir el Gobierno de elos, en lo espiritual y temporal, se acudir al remedio de los trabajos que se dice han padecido y padecen sus habitadores y se envitarn en lo de adelante: que conveniencias incovenientes podrn resultar de hacerse esta unin; os mando que inquiriendo en orden ello las noticias mas individuales y desinteresadas que pidiredes, me enviis en la primera ocasin relacin de ella y de lo dems que se os ofreciere en la materia con toda distincin y claridad, juntamente con vuestro parecer, para que visto en el dicho mi consejo se pueda tomar la resolucin que mas convenga. Fecha en Madrid 31 de Diciembre de 1662. Por mandato del Re\- Nuestro Seor.
Yo el Rey.
Hay cinco rbricas. A la audiencia que V. M. ha mandado fundar en las provincias del Rio de la Plata que informe sobre la unin del gobierno espiritual y temporal de las provincias del Rio de la Plata 3' Paraguay.
136
ADIBEET
hasta las Misiones, donde segua la divisoria de las aguas este rio y al Uruguay, para luego continuar las vertientes este rio y al Iguaz, de cuyo estremo tirando un poco mas al sud de la actual frontera de Santa Catalina con la Provincia del Paran del Brasil se tena los antiguos lmites del Guaira con el Rio de la Plata. E l gobierno titulado del Guaira se estenda, pues, desde estos lmites Sud con el Rio de la Plata hasta las Guayanas y Venezuela al Norte.-Al Oriente estaban sus derechos por el meridiano que pasa por la isla de Buen Abrigo, seis leguas al Noreste del Puerto de la Cananea hasta encontrar la gobernacin de Fernando de Zerpa. A l Norte y Noroeste lindaba con Santa Cruz de la Sierra y al Oeste y Sud-Oeste con la gobernacin de Tucuman. L a divisin gubernativa establecida por l i Cdula Real del 16 de Diciembre de 1617, era pues equitativa por el nmero de las ciudades atribuidas cada gobernacin, como por la estension del territorio que cada una abarcaba. Entre ambas gobernaciones en lo temporal ni en lo eclesistico liubo cuestin durante mas dz un siglo, ni se produjo alteracin en los lmites de ambas provincias; pero con motivo de las invasiones de los mamelucos portugueses,. los abitantes del Guaira se replegaron sobre Misiones y los pueblos buscando mejores lugares cambiaban frecuentemente el sitio de sus asientos, de manera que en lo eclesistico se suscit algunas dificultades para saber cul jurisdiccin correspondan ciertos pueblos. L a contienda fu resuelta de acuerdo con la Cdula R e a l del 11 de Febrero de 1724, por la cual se orden que los Obispos arreglasen los lmites jurisdiccionales conforme las erec-
y la posesin
y costumbre
en
(a) L a Cdula Real del 11 de Febrero de 1724, d i c e : El Rey. Reverendo en Cristo Padre Obispo de la Iglesia Catedral de la Ciudad d l a As uncin del Paraguay, de mi Consejo: En carta de seis de Mayo del ao prximo pasado, participa el Re-
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
137
Esto
demuestra
a
que
la
divisoria
no
se
establecieron ni en Supe-
por disposiciones especiales contenidas en las leyes Indias, como la L e y 3 . tit. J. lib. i. de la Recopilacin, 1.
a
los ttulos de los oficios provisiones del Gobierno rior, en cuyos casos la L e y y territorios de lejtimante las tit. i. lib. 5. por el uso
0
de la R e c o trminos costumbre y
Conforme dicha L e y , la Cdula Real citada manda que se resuelva la diferencia, por la ereccin de las iglesias y la posesin y costumbre en que y estuvieren. Buenos Procediendo por comJulio Mata, as los Obispos del Paraguay Aires,
promisos formales del 30 de Abril de 1726 y 31 de de los quines padres en el Jos Insaurralde y Anselmo de la
del mismo ao, sometieron el asunto la resolucin arbitral pueblo de la Candelaria, el 8 de Junio de
verendo Obispo de Buenos Aires que la jurisdiccin de aquel Obispado est confundida con los lmites de esa Dicesis en los pueblos de las Misiones de la Compaa de Jess, pidiendo se seale trmino al dicho Obispado de Buenos Aires para que se conozca que Prelado toca dar la cannica institucin en los referidos pueblos, y en otros nuevos que se aumentan cada dia en las mismas doctrinas de la Compaa, pues, por falta de esta noticia se hallan algunos de los dichos pueblos visitados de ambos Obispos, remitiendo testimonios de las erecciones de algunos pueblos de las nuevas reducciones para que se reconozca, cuales fueron desde su divisin los trminos de cada uno de esos dos Obispados: Visto en mi Consejo de las Indias con lo que al Fiscal de l se le ofreci, he resuelto que tratis sobre todos estos puntos (comoos loruego y encargo) con el Reverendo Obispo de Buenos Aires con la sede vacante si la hubiere, arreglndoos las erecciones cante al ejercicio de vuestra jurisdiccin, y despus de tratados y conferidos, remitiris su resulta al Presidente y Audiencia de las Charcas, quienes se espide la orden conveniente para que determinen esta dependencia y den cuenta distinta de la resolucin que se tomare en aquel Tribunal. Y as lo tendris entendido para su puntual cumplimientoDe Madrid once de Febrero de mil setecientos y veinte y cuatro. Por mandado del Rey Nuestro Seor Don Francisco de Arana. (Aqu se hallan tres rbricas.) Al Obispo del Paraguay, en dependencia de los lmites de aquel Obispado y del de Buenos Aires. VaseAnexo C nm. 48pg. 320Documentos anexos la Memoria del Ministro del Paraguay en la Cuestin de lmites con la Repblica Argentina.
Yo el
Re/.
13S
1727, pronunciaron el siguiente laudo : Los Padres J o s Insaurralde Superior de Misiones del Paran, y Uruguay que estn al cargo y cuidado de Nuestra Compaa, y Anselmo de la Mata cura del pueblo de San IgnacioGuaz, lueces compromisarios nombrados por los limos, y Reverendsimos Sres. Don F r a y Pedro Fajando, Obispo de Buenos Aires, y Don F r a y Jos de Palos Obispo del Paraguay, fin de arreglar los lmites de dichos Obispados por lo que toca estos nuestros pueblos conforme sus erecciones y posesin que hubiesen obtenido, en obedecimiento de una R e a l Cdula del R e y nuestro Seor ( Dios le guarde) fecha en Madrid en once de Febrero de mil setecientos veinte y cuatro, dirijida dicho Seor Obispo del Paraguay en que ordena S. M. confieran entre s ambos dichos Sres. Obispos la materia, se compongan, y ajusten, de modo que queden divididas las jurisdicciones arreglndose las erecciones de sus Iglesias, y posesin, y costumbre que hubiere, segn consta de dicho Real escripto, que nos referimos Y habiendo visto el compromiso de entrambos Sres. Obispos, que prometen estar, y pasar, por lo que en esta materia juzgsemos y determinsemos, como Jueces compromisarios de sus Seoras limas, que as mismo consta de los despachos orijinales del nombramiento de Jueces en nuestras personas, que con el de la real Cdula estn por cabeza de este auto. Habiendo admitido ambos la Comisin, usando de ella, y recorriendo con todo acuerdo y cuidado los instrumentos, que paran en el archivo de estas Misiones, las erecciones de los pueblos y territorios de ambas provincias del Paran, y Uruguay, hallamos que los trminos del Obispado del Paraguay son incluyen las vertientes todas del Rio Paran ; y los del Obispado de Buenos Aires las del Rio Uruguay que son las divisiones de ambos Obispados, y que los pueblos de Candelaria, San Cosme, y Santa Ana, sobre que es litijio, se hallan en el territorio del Paraguay, aunque se hallan sobre esta otra banda del Paran, como los pueblos de Niestra Seora de Loreto, San Iguaci Miri y Corpus y que en
LOS LMITES
DE
LA
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
139
la divisin de ambos Obispados, se han tenido y juzgado dichos pueblos por pertenecientes dicho Obispado del Paraguay, y como tales han sido visitados de los Seores Obispos de dicha Dicesis y sus visitadores, sin contradicion alguna de los Seores Obispos de Buenos Aires, habiendo corrido lo mismo en lo poltico, sin contradiccin de los Seores Gobernadores de Buenos Aires, y que el pueblo de la Jrinidad est as mismo en el territorio del Obispado del Paraguay sobre el Rio Paran, aunque hasta ahora se ha tenido, y reputado de la jurisdiccin del Obispado de Buenos Aires, y como tal visitado de dichos Seores Obispos de Buenos Aires, por ser orijinarios del pueblo de San Carlos que es de la jurisdiccin, y territorio de dicho Obispado de Buenos Aires, y que el pueblo de San J o s (sobre que tambin est el litijio) se halla en el territorio del Obispado de Buenos Aires y estuvo dicha jurisdiccin, y fu visitado por los Seores Obispos de Buenos Aires, y sus visitadores por comenzar all las vertientes del Rio Uruguay, que aunque dista doce leguas de este, y solo siete del Paran, sus vertientes corren dicho Rio Uruguay, y as desde la divisin de ambos Obispados tuvieron posesin de dicho pueblo los Seores Obispos de Buenos Aires hasta que el ao de mil seiscientos ochenta y cuatro el limo. Sr. D. Faustino de las Casas obtuvo Real Cdula de S. M. en que le adjudic dicho Obispado en virtud de la cual tom posesin, y as dicho pueblo ha sido visitado de ambos Sres. Obispos. Por lo cual, y por las poderosas razones, que con maduro acuerdo hemos conferido, usando de la autoridad, que en virtud de dicho compromiso se nos ha conferido, pronunciamos y declaramos : que los pueblos de la Candelaria, San Cosme. Santa Ana, y la Trinidad, son y pertenecen la jurisdiccin, y Obispado del Paraguay, por estar fundados en el territorio de dicho Obispado, sin' que esto obste ser el pueblo de la Trinidad orijinario del de San Carlos que es del distrito del Obispado de Buenos Aires, pues los pueblos no deben ser del territorio del
140
DOCTOR ALEJANDRO
ATJDIBERT
orjen, sino del en que estn fundados, como se v en los pueblos de Santa Mara la Mayor, y San 'Lorenzo, que siendo oriundos, y trasportados de Iguas, jurisdiccin del Obispado del Paraguay, por haber fundado en territorio de Buenos Aires, son, y han sido sin contradiccin de dicho Obispado de Buenos Aires. tem declaramos que el pueblo de San J o s debe ser, y pertenece al Obispado de Buenos Aires por estar en su territorio, como San Carlos pues aunque mas distantes del Rio Uruguay, que del Para" n corren al Uruguay sus vertientes, y as han sido siempre divisas, y reputadas ambas provincias del R i o Paran y Uruguay en nuestra Compaa, y los curas de dichos pueblos obtenian la cannica institucin respectivamente de dichos Seores Obispos espresados, hasta que movi litjio. As mismo declaramos, que en caso de dividirse algunos pueblos, y formarse colonias sigan estas, no el territorio del orjen, sino el de donde se fundaren segn los lmites, y territorios espresados de ambos Obispados : Con lo cual cada uno de los dos Seores Obispos podrn visitar sus Obispados, sin necesidad de transitar uno en el territorio y jurisdiccin del otro. As lo sentimos, pronunciamos, y declaramos en este pueblo de Nuestra Seora de la Candelaria en ocho de Junio de mil setecientos veinte y siete aos, y lo firmamos de nuestra mano, y mandamos que esta determinacin orijinal con los instrumentos de la Real^Cdula y Comisin que estn por cabeza, queden en el archivo de estas Misiones, y se saquen dos tantos autorizados por el Padre Secretario del Padre Provincial, que se halla presente en la visita, para despachos dichos Seores Obispos, y les conste de nuestro obedecimiento, y determinacin. Jos InsaurraldeAnselmo de la Mata. (a)
(a) Vase.Manuel Ricardo TrellesCuestin de lmites entre la Repblica Argentina y el Paraguay -Apndice, Documentosns. 38, "39, 40, 41 y 42pg 140 148 El Paraguayo Independiente2. Edicintomo 1." pg. 743 747. Folleto publicado en la Asuncin, el ao 1848, con el ttulo d e : Discusin de lmites territoriales y de la Independencia Nacional del Paraguay, entre El Paraguayo Independiente y la Gaceta de Buenos Aires.
LOS LMITES
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
141
Pero mientras as se defina las diferencias entre los Obispados del Paraguay y Buenos Aires sobre ciertos pueblos del territorio de Misiones, en el orden temporal, consecuencia de los disturvios revolucin del tiempo de Antequera, el R e y por su Real despacho dado en San Lorenzo, el 6 de Noviembre de 1726, dispuso que los trece pueblos de las Misiones del Rio Paran, fuesen agregados al Gobierno de Buenos Aires; pero ellos volvieron la jurisdiccin del Paraguay por la R e a l Ordenanza de Intendentes de 1782. Mas, en 1803, fueron nuevamente disgregrados juntamente con los diez y siete pueblos del Uruguay de la jurisdiccin de Buenos Aires y se constituy la independiente Provincia de Misiones; pero, en 1806, fueron agregados los treinta pueblos de Misiones al Gobierno Intendencia de la Asuncin y en este estado sobrevino la revolucin de 1810, y la de 1 8 1 1 , como lo demostraremos mas adelante. En el Chaco no hubo durante el coloniaje alteracin alguna en las divisorias de ambas provincias, ni cuestin litijio en lo temporal ni en lo eclesistico. E l R i o Bermejo es el antiguo lmite entre el R i o de la Plata y el Paraguay. As lo sealan grficamente el Mapa de Guillaume de L'isle de 1703, hecho sobre la Historia del Padre Nicols T e c h o y el Atlas de F l i x AzaraPlancha I I I ; As lo ensean Pedro Lozano, en su Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman (a); Du Graty en su tratado de L a Repblica del Paraguay ( p g . 95 97 ); Alfredo Demersay en la Historia fsica, econmica y poltica del Paraguay ( p g . 8 1 7 ) ; Diego de Alvear en su Relacin Geogrfica Historia de la Provincia de Misiones, donde d i c e : . . . . de suerte que est hoy reducida la jurisdiccin del Paraguay los Llanos de Manso, entre los rios Bermejo y Pilcomayo que le entran de Occidente; el Gran Chaco, entre este ( P i l c o m a y o ) y el Paraguay, y los terrenos que encierra este con el Paran por el Levante (b)\
(a) (Tomo 1. pg. 10 12Coleccin de Lamas). (6) Vase.Coleccin de Obras y documentos sobre las provincias del Rio de la Plata, por Pedro de Angelistomo 4. cap. 1. pg. 3 y 4.
142
DOCTOR
ALEJANDRO
AUDIBERT
en s u H i s t o r i a que: Los
Argentina, de esta
seccin
III
lmites
Provincia de CrdoSalado; el
d e la P l a t a ) del T u c u m a n ,
eran: P o r el N o r t e , limitado al E s t e
el d i s t r i t o el rio
por
territorio
hasta cimientos Ante
del
Chaco
austral
hasta
(a)
el Bermejo:
el d e
Corrientes
la b a n d a
d e l P a r a n ; la G u a i r a
y los e s t a b l e -
portugueses,
estas
en
presencia
de
la
naturaleza
q u e orijinaron
R i o d e la es el
Bermejo entre
lmite
del coloniaje
ambas por
gobernauna dis-
q u e si n o h a s i d o del Soberano
consagrado
especial
E s p a o l , lo est que
p o r el u s o p o r la fuer-
costumbre
lejitimamente
0
introducido,
tiene
Ley za
t t . i." l i b . 5 .
de la Recopilacin
de Indias,
cos se cepcin
la circunstancia situada
Ipit,
que el P a r a g u a y ,
en l a s p r o x i m i d a d e s y otras
del Timb en
aprotoda
su j u r i s d i c c i n , del derecho
desaparece
respecto
del Pa-
raguay
t e r r i t o r i o . A s fu c o m o
el Ministro A r g e n -
q u e confesar y justicia,
Gobierno,
rectitud
que ellos
destruan
completamente
argentina
sostenida
por D o n y
los seores
Carranza,
Trelles en la
Saravia.
h o y darse p o r s e n t a d o es e l a n t i g u o lmite
Historia
q u e , el el
Bermejo guay y
del coloniaje
entre
el R i o de la P l a t a .
(a) Vase.Primera EdicinEn Ja posterior lia suprimido los lmites del Kio de la Plata en el territorio del Chaco.
LOS L J U T E S
DE
LA
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY*
143
V a m o s ver tambin que ese mismo rio es el lmite con la antigua provincia de Tucuman y con la Intendencia de Salta, al sobrevenir la revolucin de 1S10 y la de 1 8 11.
CAPITULO
TUCUMAN
X.
Su conquista por Diego Rojas, Francisco de Mendoza, Nicols Heredia y Juan Nuez Prado Francisco Villagra obliga este someterse al Gobierno de Chile Separacin de Tucuman de Chile Tucuman bajo el Imperio de los Incas Orjen y significacin del nombre de Tucuman Versiones diversas Estension del Imperio de los Incas - Linderos de Tucuman Limites con el Paraguay Principales poblaciones de Tucuman Acta de fundacin de la Concepcin de Bermejo Estension y limites de la Ciudad de Salta Estension y lmites de Oran Lmites del Paraguay con Tucuman en el Mapa de Guillaume de L' Isle Conquistas de Tucuman sobre el Chaco y titulo de sus gobernadores Lmites orientales de Tucuman en el Mapa de Cano y Olmedilla Divisin de la Gobernacin de Tucuman Intendencia de Salta Lmites con el Paraguay Situacin de los fuertes de Caiza, Carapar Ita Oficio del Cabildo de Oran al de Tarifa sobre limites Toma de posesin de dichos fuertes Situacin de Oran Errores de algunos escritores sobre los derechos de Salta al Chaco situado al Norte al Oriente del rio Bermejo Incorporacin de Tarija la Intendencia de Salta El Obispado del Paraguay linda ne cesariamente con los Obispados de Buenos Aires, Salta y Santa Cruz de la Sierra Ley 3 tt. y Lib. I de la Recopilacin de Indias Forma de aplicacin de esta ley para establecer la divisoria de los Obispados. Observaciones.
a o
PROVINCIA DE TUCUMAN E l V i r e y del Per V a c a de Castro asign Diego Rojas la conquista de Tucuman, quien la emprendi en 1 5 4 3 . Lleg Calchaqu y al V a l l e de Tucuman-ahabo, de donde sigui Dieguitas y Juries, donde muri de un flechazo. Francisco de Mendoza se hizo cargo del gobierno y march hacia el Rio de la Plata. Pas el rio Tercero el
14
DOCTOR ALEJANDRO
AUDIBERT
Carcaraal y lleg hasta el Rio Paran, donde se inform de las conquistas de esta parte. Costeando este rio se dirigi hacia el interior y entre los indios comechigones fu muerto por Nicols Heredia, quien se apoder del Gobierno, (a) Entretanto el Presidente L a Gazca, despus de su triunfo sobre Francisco Pizarro, confi el Gobierno de Tucuman Juan Nuez Prado, en I549> quin hallse con don Francisco V i l l a g r a que iba Chile para socorrer Valdivia. En 1550 sobre Tucuman-ahabo fund una ciudad sobre el rio E s c a b a , cuatro leguas del lugar en el cual se estableci San Miguel. L a llam ciudad de Barco por lisonj e a r la Gazca, natural de dicho pueblo en Avila, y luego recorri la campaa para hacerse dueo de los alrededores ; pero Villagra vino su encuentro y le sorprendi obligndole que reconociese por su superior al gobierno de Valdivia, fundndose en que L a Gazca le habia sealado este, cien leguas adentro de Oeste Este, por trminos de su jurisdiccin y descubrimientos, hecho que ocasion disturvios sobre el derecho de la Provincia hasta que Felipe II, por Cdula del 23 de Agosto de 1563, resolvi la cuestin declarando Tucuman independiente de Chile, (b) Con anterioridad el territorio de la provincia de Tucuman form parte del Imperio de los reyes Incas. L a Historia de estos conserva la alocucin que dirijeron al Inca Viracocha los enviados de los curacas caciques que la habitaban, en estos trminos: Capac Inca Viracocha: L a fama de las hazaas de los Incas tu progenitores, la rectitud igualdad de tu justicia, la bondad de tus leyes, el gobierno tan en favor y. beneficio de tus subditos, la excelencia de tu relijion y las grandes maravillas que tu padre el Sol nuevamente ha hecho por t,-han penetrado hasta los ltimos fines de nuestra tierra, y an pasado adelante. De cuyas grandezas, admita) V Jos Guevara, Lib. 2 Dec. 3 Parte 2 . (6) V. Jos Guevara, obra citada, Lib. 2 Dec. 4 Parte .1 o a a o a a
LOS LMITES
DE L A
ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
147
radores los Curacas de todo el Re y no luana, envan suplicarte, tengas bien recibirlas debajo de tu imperio, y permitas que se llamen tus vasallos, para que gocen de tus beneficios, y te dignes darnos Incas de tu sangre real. Para lo cual, en nombre de todo nuestro Reyno Tucma, teadoramos por hijo del Sol, te recibimos por R e y y S e or Nuestro: en testimonio de lo cual, te ofrecemos nesiras personas y los frutos de nuestra tierra. (a) Al concluir de decir esto descubrieron mucha ropa de algodn, miel y otros productos. Tucma, adulterado por los espaoles, vino ser Tucuman, y quiere decir : No se acaba la tierra, aludiendo que, mas all del reino territorio, habia otro llamado
Chile,
tierra,
(b)
Fuera de esta versin para esplicar el orijen y significacacion de la palabra Tucuman, existen varias otras que no estaran dems tener presentes. E l nombre de Tucuman algunos derivan de dos dicciones de la lengua quichua, que s o n : Tucui que quiere decir : todo; y man que espresa negacin, lo cual importa que Tucuman viene significar como si se d i j e s e : Toda esa Provincia es ?iada, nombre que le fu impuesto, por que los enviados de los Incas para averiguar si en ella habia metales, volvieron diciendo: que todo ella nada tenia. Otros dicen que los primeros espaoles que entraron al Cuzco con Francisco Pizarro, preguntaron algunos indios que haban estado en dicha provincia, si habia en ella plata. Respondieron: Matian. S oro? Contestaron: Manan. S perlas piedras preciosas? Manan. D e cuyas respuestas negativas, las espaoles dijeron: Tucui-man, y de estas dicciones se refiere que provino el nombre de Tucuman. Una cuarta versin ensea que los exploradores de los
(a) V. Los Comentarios Reales del orijen de los Incas, leyes y Gobierno de los reyes del Per, por el Inca Garcilaso de la Vega Lib. 5 Cap. 25, pag 163. (b) V. Apuntes Histricos de la Provincia de Salta, en la poca del coloniaje, por Mariano Zorreguieta Cap. I Parte I .
o o a
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DOCTOR ALEJANDRO
AD1BERT
Incas, se les pregunt la vuelta si habia mucha gente en ella y respondieron: 1 ucuiman, para decirles que habia por todas partes. Pero si esto fuera as, observan Lozano y Guevara, seria Tucui-ajman, y no Tucuiman. Una quinta versin ensea que viene de Tutcuman: voz compuesta de tutuk y timan, que significa gobierno del Sur, bien la parte oscura del mundo: tutuk. (a) Una sexta opinin, seguida por Lozano y Guevara, es la de que en el Valle de Calchaqu exista un cacique llamado Tucman, cuyo pueblo se llamaba 'Iucmanahabo, nombre que se compone del de dicho cacique y a/iabo, que en lengua kakana, propia de los calchaqus, quiere decir : pueblo. En l Diego R o j a s fu de los espaoles el primer descubridor, en 1543, por la parte del Per. Despus entr el capitn Nuez del Prado, en 1549, hizo asiento en el mismo pueblo de Tucmau-ahabo, en 1550, de donde le qued el nombre toda la provincia. As consta en los autos que entonces se obraron, recibos que se dieron, poderes y testamentos que se otorgaron, y son instrumentos orijinales z aquellos tiempos, (b) De esta versin combinada con la primera resultara que los curacas caciques que fueron al Inca V i r a c o c h i , debieron ser los del Reyno del cacipue Tucma, y no los de toda la antigua provincia de Tucuman, conclusin verosmil exacta, si se tiene presente los trminos del Imperio de los Incas cuando los espaoles entraron l. Ensea Garcilaso de la V e g a q u e : A l Norte llegaba hasta el rio Ancasimay, que corre entre los confines de Quit, y Past, que quiere decir en la lengua general del Per, Rio Azul: est, debajo de la lnea Equinocial, casi perpendicularmente. A l Medioda tenia por trmino al rio, llamado Maulli, que corre Leste Hueste, pasado el R e y n o
(a) V. Hist. de la Rep. Arg. por Vicente F . Lpez tomo , pag. 101. (>) V . Pedro Lozano Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucumsn Lib. I , Cap. 7 Jos Guevara, Lib. 2 , Dec. 2 , Parte 2 .
o o o a a
LOS LMITES
D E LA. ANTIGUA.
PROVINCIA
DEL PARAGUAY
149
de Chile, antes de llegar los A r a u c o s : el qual est mas de quarenta grados de la Equinocial al Sur. Entre estos dos rios ponen pocas menos de mil y trescientas leguas de largo, por tierra. L o que llaman Per, tiene setecientas y cinquenta leguas de largo, por tierra, desde el rio Ancosmay, hasta los Chichas, que es la ltima Provincia de los Charcas, Norte S u r ; y lo que llaman R e y n o de Chile, contiene cerca de quinientas y cinquenta leguas, tambin Norte Sur, contando desde lo ltimo de la Provincia de los Chichas, hasta el rio Maulli. A l levante, tiene por termino aquella nunca jams pisada de hombres, ni de animales, ni de aves, inaccesible cordillera de nieves, que corre desde Santa Marta hasta el estrecho de Magallanes, que los indios llaman Rito suy, que es vanda de nieve. Al poniente confina con la Mar del Sur, que corre por toda la costa, de largo largo. Empieza el trmino del Imperio por la costa desde el cabo de Pasa, por do pasa la lnea Equinocial, hasta el dicho rio Maulli, que tambin entra en la Mar del Sur. Del levante al poniente, es angosto todo aquel R e y n o . Por lo mas ancho, que es atravesando desde la provincia Muyupampa, por los Chachapuyas, hasta la ciudad de Trujillo, que est la costa de la Mar, tiene ciento y veinte leguas de ancho, y por lo mas angosto, que es desde el Puerto de Arica, la Provincia llamada Llaricosa, tiene setenta leguas de ancho. Estos son los cuatro trminos de lo que seorearon los R e y e s Incas, cuya historia pretendemos escribir. {a) As describe Garcilaso de la V e g a los trminos y estension del Imperio de los Incas. Por cierto que no abarcaba el Chaco ni toda la provincia de Tucuman, sino parte de esta, la que dominaban los curacas del Reyno Tucma, nombre que aument su estension toda la gobernacin concedida Diego Rojas y sus sucesores, de la cual continuaremos ocupndonos para investigar sus linderos con la antigua provincia del Paraguay.
(a) V. Lib. I 'Cap b".
o
150
DOCTOIl ALEJANDRO
ADDfBERT
Por el Oriente, dice el historiador Pedro Lozano, parte Tucuman sus lmites con el famoso Rio de la Plata y la'Provincia del Paraguay, confinando por este rumbo con la jurisdiccin de la Concepcin del B e r m e j o ; porque aunque al fundarse esta pretendieron los vecinos de Esteco que caia en su distrito, por el derecho de haberla fundado los de la Asuncin se la agreg entonces al gobierno del Paraguay, que no dudo se gregaria mandato de su Majestad. Por la parte del Sur, se dilata hasta la jurisdiccin de Buenos Aires, que se termina hoy en la Cruz Alta, y aun corre hasta confinar con las tierras de los patagones, por las interminables pampas despobladas que le corresponden. Por la banda del Occidente, se estiende hasta las espaldas de los reinos de Chile y el Per desde la derecera de Coquimbo la del despoblado de Atacama. Por el Norte toca en el mismo Per por la provincia de los Chichas, tierra de los Chiriguanos infieles y otras naciones brbaras que estn por conquistar. (a) De igual manera se espresa J o s Guevara (b), sin que seale determine la lnea divisoria entre ambas provincias ; pero todos los historiadores concuerdan en que al Oriente de Tucuman est el Paraguay y al Occidente de esta provincia se encuentra aquella, (c) A pesar de este vacio en los historiadores antiguos existe entre ambas una lnea divisoria indudable que, si no ha sido consagrada por especial ley, lo est por el uso y la costumbre introducida desde los mas remotos tiempos : es el rio Bermejo. Entre este y el Pilcomayo, la naturaleza seala otro linde, de acuerdo con los ttulos de los gober)
(n) V. Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman, por Pedro Lozano Lib. I Cap 7 Coleccin Lamas, pag 173. (b) Lib. 2 Dec. 2 Parte 2 , pag. 164 Coleccin Lamas(c) V. Relacin histrica de don Jorje Juan y don Antonio Ulloa tomo 3 , n 380 y 384. En el n- 380 dice: : El Gobierno de Tucma, que los espaoles dicen Tucuman, tiene principio por el
o o o a a o
n. 384 dice: El Gobierno del Paraguay ocupa las tierras que caen la parte Sur de Santa Cruz de la Sierra, y al Oriente de las de
Oriente confina con los del Paraguay y Buenos Aires. . En el Tucuman etc.
DEL PARAGUAY
151
nadores del R i o de la Plata Paraguay. E s la separa la planicie del Chaco como Carapar y Caiza. (a) de los
lnea
que
terrenos altos
donde '
estn l a s posesiones mas avanzadas de la ciudad de Oran, Mas para mejor inteligencia de la materia tengamos presente las poblaciones de la antigua provincia de Tucuman. Ellas ilustrarn los antiguos lmites con el Paraguay. Juan Nuez del Prado fund, en 1550, la poblacin Barco, Dulce, de de en Santiago clel E s t e r o con el nombre Ciudad del por los indios, se mud las mrjenes del ri 1563. E'
1
1 553)
estableci
sobre
unas altas serranas una poblacin que se llam San Miguel. E n 1561 se despobl por las hostilidades de los calchaqus;
(a) Segn Jos Arenales, en su citada obra < : Chiquitos era comprensiva del Gran Chaco Chaco Gualamba, como puede verse en las siguientes lnea que dicen : < . .. Este territorio es conocido desde la conquista con el nombre de Gran Chaco Chaco Gualamba .->... < : L a primera y mas septentrional de estas secciones, es la provincia de Chiquitos, circunscripto al E por el immenso lago de Xarayes y Bocas del rio Jaur ; al N. por las serranas que dan' orijen al Itenes; y al O. por el rio Parapiti, que se une al anterior en el territorio de los Mojos; la demarcacin por el Sur se acere 1 al 19 de latitud austral. E s la nica porcin del Gran Chaco que haya rendido la cerviz sus conquistadores Desde los confines de la provincia de Chiquitos (algo mas al Norte de la latitud austral 19j podemos sealar las dimensiones del Chaco propiamente salvaje, estendiendo su largo hasta mas all del 30 de la misma latitud, donde se hallan los vestijios de la antigua frontera de Santa F , en el Rio de la Plata, Su ancho que no es igual en todas sus partes, se determina entre el rio Paraguay y Paran por el naciente; y al occidente, por las fronteras orientales de Santa Cruz de la Sierra, Chuquisaca y Salta > etc. V. I Sec Cap. I , pag. 1 y 2. Del Chaco del cual hablamos en este captulo es el que hoy se llama as; esto es los llanos comprendidos entre los rios Paraguay y Paran al Este y las fronteras orientales de Santa Cruz y Salta al Oeste, el rio Salado al Sud y Chiquitos al Norte. El territorio donde estn las reducciones de Caiza, Carapari, Ita... etc.', entre el Bermejo y el Pilcomayo, orijinariamente tambin se llamaba Chaco, asi como la rejion de Santa Cruz de la Sierra colindante con Charcas al Oeste y con el Chaco Paraguayo al Este, y la de Chiquitos al Norte. Hacemos esta aclaracin para la mejor inteligencia del asunto'.
a o
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AUDTBERT
pero fu restablecida en 1563, y trasladada donde se encuentra, desde 1686. E n 1558 se fund, en el valle de Quirmmivil, la ciudad de Londres, que fu destruida por los calchaqus y reedificada en 1607, por Alonso de Rivera. Asolada nuevamente en 1627, vivieron sin residencia fija sus moradores hasta que don Fernando de Mendoza Mate de Luna les oblig, en 1683, fijarse elijiendo sitio, y con tal motivo se establecieron con el nombre de San Fernando del V a l l e de Catamarca. En 1567, don Diego Heredia estableci sobre el rio Salado, llamado tambin rio Pasaje, la ciudad de Nuestra Seora de Talavera de Madrid Esteco, llamada tambin Ciudad de las Juntas, porque estaba en las juntas del rio de las Piedras y el Salado. F u destruida por el terremoto del 13 de Setiembre de 1692; pero sobre sus ruinas se construy mas tarde el presidio de Balbuena. E l mismo dia que se fundaba Santa F , en 1573, se estableca por Gernimo Luis Cabrera, sobre el rio Pacur, llamado hoy de Crdoba, la ciudad de este nombre. En 1582, el gobernador Gonzalo de Abreu y Figueroa, en el valle de Cianeas, llamado hoy Cobos, fund una poblacin, que fu enseguida trasladada, el 17 de Abril del mismo ao, al valle de San Felipe de Lerma, donde hoy se encuentra. Se le llam Salta, por los muchos tagaretes que tenia el lugar, consecuencia de los cuales se solia gritar los que se sumerjian en ellos, salta, salta para que no te ahogues. Se estableci, en dicho sitio, porque los tagaretes servan de naturales trincheras contra los ataques de los indios. E n 1591, el gobernador don Juan Ramrez de Velasco, en el pas de los Dieguitas, espaldas de la cordillera de los Andes que cae al Poniente, segn Guevara, por los 30 de latitud, fund la poblacin que denomin ciudad de T o dos los Santos de la Nueva R i o j a . Dos aos despus emprendi la fundacin de la Villa de San Salvador, en el valle de Jujuy, que confi al capitn
o
LOS LMITES
DE
DEL PARAGUAY
153
don Francisco Argaaraz. F u e establecida entre los rios Jujuy y Cianeas, casi los 24 de latitud, eu una quebrada que corta las serranas de Calchaqus y Humaguaca. Por fin, el 31 de Agosto de 1794, el gobernador-inten dente de Salta don Ramn Garca de Pizarro fund la poblacin del valle de Zenta con el nombre de San Romn de la Nueva Oran. Todas estas ciudades se fundaron dentro del territorio de la antigua provincia de Tucuman. A l Sud del rio Bermejo, treinta leguas de distancia del rio Paraguay, se estableci, como hemos visto, en el gobierno del Rio de la Plata la ciudad de la Concepcin de Nuestra Seora del Rio Bermejo. E l acta de fundacin de esta consagra que ella confinaba cot todos los confines que son de su coo
marca,
y por confines
y trminos se mencionaba entre otras ciudades Santiago del Estero y Ciudad de Talavera, que acabamos de referir, estuvo sobre l rio Salado, en las juntas con el rio de las Piedras. Por consiguiente, es evidente que Santiago del E s tero ni Talavera Esteco pueden pasar sobre la Concepcin del Bermejo para pretender el territorio situado al Norte del rio Ipit. Antes que pudieran tener derecho sobre este territorio era necesario que tuvieran derecho sobre esa ciudad; de lo contrario, la razn rechazara como absurda cualquiera pretensin de dichas ciudades sobre la parte Norte oriental del rio Bermejo. L a misma consideracin se estiende San Miguel de Tucuman con manifiesta evidencia, si se tiene presente su posicin geogrfica con relacin la Concepcin del Bermejo. Por lo tanto, solo nos interesa averiguar los lmites de Salta y de Oran hacia el laclo del Paraguay. E l acta de fundacin de Salta dice : Otro s : Su S e ora el dicho Gobernador dijo: que sealaba y seal, y en nombre de S. M. haca merced de esta dicha ciudad
por trmino y jurisdiccin de ella, desde el asiento de Calahoyo hasta esta ciudad, que es cinco leguas de Talina y 45 de esta ciudad, y otras tantas Isguas en cir-
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ATJDD3ERT
cuito por aquella parte; en que se ha de incluir, incluyen para repartir y encomendar en nombre de S. M. en vecinos de esta ciudad, todos los naturales que estn en guerra y rebelados, dentro de los dichos trminos, y especialmente los indios de este Valle de Salta, y del Valle de Calchaqui, Tari, Chicoana, Fulares, Cochinoca, Casavindo, Humahuaca y Jujuy, y los dems que caen dentro de dichos trminos y jurisdiccin: y por la parte de la Ciudad de Nuestra Seora de Talavera de estas dichas provincias, hasta las Jnntas que dicen de los caminos, que est 24. leguas de esta Ciudad, y otras tantas leguas en circuito y redonda por aquella parte, como no entren los indios que estn de paz y al presente sirven los vecinos de dicha ciudad de T a l a b e r a ; y por la de San Miguel de estas dichas Provincias otras 24, en qtie se han de incluir incluyen los indios de Choromoro, con que as mismo no se entiendan los indios que estn de paz y al presente sirven la dicha ciudad de San Miguel. E as lo provey y firm L. Hernando de Lerma, ante mi, Rodrigo Pereira. (a)
1
En cuanto la ciudad de Oran, por la Cdula Real de aprobacin de su fundacin, del 4 de Mayo de 1797, ella tiene por jurisdiccin distrito, desde el rio de las Piedras por la parte del Sud, que la deslinda y separa de Jujuy hasta la vereda del rio Quiaca trminos del distrito de T a r i j a por el N o r t e ; y desde la cspide de la cordillera de Humahuaca por el Oeste, hasta la ranchera de los indios brbaros del Chaco por la parte del E s t e . E s t ubicado el pueblo sobre el Valle de Zenta, en una estension de tres leguas de E s t e Oeste, por seis siete leguas de Norte Sud. Fu establecido para contener a los indios del Gran Chaco y como era la poblacin mas avanzada de los fuertes de la frontera se consider sus vecinos cmo soldados en servicio activo y se les permiti llevar armas, como todo consta del t e x t o de la citada cdula.
(o) V. Apuntes histricos de la Provincia de Salta en la poca del coloniaje, por Zorreguieta I Paate, Cap. III, IV y V, pginas 2 5.
a
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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L a situacin y limites ele Salta y de Oran convencen primera vista de la verdad que la provincia de Tucuman no comprenda parte alguna del Chaco situado al Norte al Oriente del rio Bermejo. Diremos mas, en los primeros tiempos del coloniaje no abarcaba parte alguna de dicho territorio, como puede verse en el A tlanti Novi de Girardi Mercatoris de 1638, y en el Mapa de Guillaume de L'isle, de 1703. En este la provincia de Paraguay se divide de la del Rio de la Plata hasta un poco mas all de las ruinas de la Concepcin, por el rio Bermejo; pero despus los lmites del Paraguay, sigue al Sud-Oeste de este rio hasta las proximidades del rio Salado, donde v lindar con la provincia de Tucuman por una lnea que lleva una direccin paralela dicho rio hasta cerca de las cabeceras del rio Tarija, por donde toma rumbo al Norte para cortar el rio Pilcomayo, por la tierra de los chiriguanos, para ir hasta las cercanas de las ruinas de la vieja Santa Cruz de le Sierra. E l nombre de Chaco todava, entonces llegaba al rio Paraguay ni al rio Paran, ni los lmites Sud de Chiquitos. L a s tierras de la ribera derecha del rio Paraguay, desde el Bermejo hasta la Laguna de los Jarayes llevaba aun solo el nombre de Paraguay. E l Chaco era un territorio de la provincia del Paraguay comprendido entre las ruinas de la Concepcin, Tucuman, Tarija, Santa Cruz de la Sierra, y la parte occidental de ella, que todava se llamaba Chaco, tal cual la historia refiere sobre el orjen y estension primitiva de esta espresion, que poco poco por el uso fu cubriendo con su nombre desde el rio Salado hasta Chiquitos, y desde los rios Paran y Paraguay hasta los confines orientales de Tucuman y el reino del Per, hoy Bolivia. L o s lmites con Tucuman en el Mapa de Guillaume de L ' I s l e , ' se encuentran al Sud del rio Bermejo pollas proximidades del rio Salado y por las cabeceras del rio Bermejo, por all donde s llama rio Tarija. Mas por la falta de precisa demarcacin de los limites al Sud del
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rio Bermejo, los historiadores se reducen decir, como el cronista real don Antonio Herrera en su Historia General: E s t a gobernacin y provincia de Tucuman por una parte tiene Chile y la mar del Sur y por otra la mar de Norte y Rio de la Plata, y por la otra parte los reinos
las provincias
del rio
Ber-
mejo (a), lo que es lo mismo, los terrenos del Bermejo; pero, como ellos eran del Paraguay, L a Relacin Histrica de don Jorge Juan y- don Antonio Ulloa (23 parte, tomo 3 , n. 380), aclarando el concepto, dicen: Que el Gobierno de Tucuman confina por el Oriente con el del Paraguay; y conteste con esto, Pedro Lozano en la Historia de la provincia del Paraguy de la Compaa de Jess ( tomo I, Cap. X I , pag. 5 0 ) ensea q u e :
a o
El Paraguay
confina
al Poniente
con la
Provincia
de
Tucuman. Pero cules eran las lineas divisorias de ambas provincias? Eran las mismas sealadas en el Mapa de Guillaume de L ' I s l e en 1703? L a falta de amojonamiento determinacin precisa de los limites, la circunstancia de pertenecer un mismo soberano ambas gobernaciones, el inters comn de perseguir los indios infieles del Chaco, hicieron que el Gobierno de Tucuman pudiese avanzar constantemente su frontera sobre el territorio del Paraguay por via de defensa y de conquista, sin que esta se sintiese ofendida en su jurisdiccin promoviendo cuestin territorialPor otra parte, el Chaco estendia su nombre sobre el territorio de una y otra provincia, y con razn los gobernadores de Tucuman llegaron hasta llamarse, por sus luchas con los indios del Chaco prximo y las adquisiciones que realizaban hacia el rio Bermejo, conquistadores del Gran Chaco y Rio Dorado, lo cual no significa que fueran de todo el Gran Chaco, sino de este hasta el Rio Dorado, que desagua al Sud del Bermejo; esto es, de parte de dicho territorio situado al Sud del Ipit; porque la otra parte era del R i o de la Plata y justamente, mas menos, desde
(a) V. Decada VIII, Lib V, Cap I X .
LOS
LMITES
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA D E L PARAGUAY
157
la afluencia del Dorado al Bermejo, por donde terminan los lmites orientales de Tucuman con dicha provincia y donde comienzan necesariamente los occidentales del Paraguay con ella, desde que no hay concesin gobernacin intermedia. Esos lmites estn perfectamente demarcados en el Mapa Geogrfico de la Amrica Meridional de 1775 de don Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, gegrafo pensionado de S . M. E l territorio de la parte occidental del rio Paraguay que en el Mapa de L'isle, de 1703, se denominaba solo Paraguay ya se llama Gran Chaco hasta Chiquitos, Santa Cruz de la Sierra, Tarija y abarcando el valle de Zenta en sus linderos sigue mas abajo por el rio Bermejo hasta un poco ms al Sud de la desembocadura del rio Dorado, y luego tirando al Sud-Oeste van todava sus linderos hasta la proximidades del rio Salado, para despus contornear los lmites del Chaco con el Rio de la Plata por la altura de las T r e s Bocas la confluencia del rio Paraguay en el Paran. A l Norte del rio Bermejo al oriente de este, no llega en ninguna parte del Chaco el dominio de la provincia de Tucuman. L a s ruinas de Guadalcazar y los fuertes de San Ignacio, Ledezma, R i o Negro, San Bernardo y Santa Brbara se encuentran situados al occidente al Sud del rio Bermejo. T o d o el territorio del Gran Chaco Paraguayo, situado al Sud y Sud-Oeste del rio Bermejo, en el Mapa de Guillaume de L'isle, ha sido absorvido con el tiempo por la G o bernacion de Tucuman, de donde tienen bien merecido el
ttulo de conquistadores
Dorado,
que se le dio don ngel de Peredo, Capitn general de Tucuman y otros gobernadores, (a) Pero semejantes ttulos, lejos de ser de dominio sobre todo el Chaco, son limitativos al Chaco donde se encuentra el Dorado, razn por la cual especialmente se menciona este rio valle. Por consiguiente, tales calificativos
(a) Vase Apuntes histricos de la Provincia de Salta, por Zorreguieta 2 parte, Cap. 5", pag 34.
a
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ttulos de los gobernadores de Tucuman, lejos de probar un derecho al Norte al oriente del rio Bermejo, solo prueba al Sud al occidente de este rio, confirmando la verdad que este constituye la lnea divisoria del Paraguayde la poca del coloniaje, con la Gobernacin de la antigua provincia de Tucuman. Pero esta que hallbase gobernada en lo temporal y espiritual por una misma cabeza, por la Real Ordenanza de Intendentes, qued dividida en dos gobernaciones: la de Crdoba y la de Salta. A la primera correspondi la ciudad de su nombre, San Luis, Mendoza, San Juan, la R i o j a ; y la segunda el resto de la antigna provincia de Tucuman; esto es, todo el ter reno y jurisdiccin de Catamarca, Santiago del Estero, San Miguel de Tucuman, Salta, Jujuy. De esta manera puede observarse que los lmites del Paraguay y la antigua gobernacin de Tucuman no sufri alteracin alguna por la Real Ordenanza de Intendentes y sus modificaciones, de 1783. Por consiguiente, la Intendencia de Salta no puede reclamar otros linderos al E s t e que los que Tucuman tenia con el Paraguay al oriente, y esta Intendencia no puede demandar otra divisoria al Poniente que la de su Obispado con el de Tucuman, que era uno mismo desde los primeros tiempos del coloniaje. L a Intendencia de Salta tenia, pues, del lado del Paraguay, toda la jurisdiccin de la antigua provincia y gobernacin de Tucuman, y nada mas y nada menos. Esos linderos estn bien determinados en el Mapa de Cano y Olmedilla en las divisorias de Tucuman con el territorio del Chaco. E s a divisoria histrica, natural y legtima, es el rio Bermejo, desde un poco mas abajo al Sud de la confluencia del rio Dorado del Valle, hasta un poco mas al Norte de la confluencia del Bermejo Chico, desde el cual recibe tambin el nombre de rio de Tarija. De este, tirando perpendicular siguiendo rumbo de meridiano, van los linderos del Paraguay con Tucuman hasta el rio Pilco-
LOS LMITES D E L A
ANTIGUA PROVINCIA
DEL PARAGUAY
159
mayo, un poco mas al oriente de la unin del Cachimayo con el rio de Paspaya Pislaya, por all por ponde termina la planicie del Chaco y empiezan los terrenos altos y accidentados donde estn las reducciones fuertes de Caiza, Carapar Ita en la jurisdiccin de San Romn de la Nueva Oran. Que la antigua provincia de Tucuman llegaba hasta el rio Pilcomayo por el V a j l e de Salinas por donde se encuentran ubicadas esas reducciones fuertes del coloniaje espaol, se halla plenamente justificada con los linderos de Oran sealados en la Cdula Real aprobatoria de su fundacin y con los dems documentos publicados por Zorraguieta en los Apuntes Histricos de S a l t a . (a) En el Captulo I trae la merced del fortn de Carapar, en cuyo documento se hace mencin de la estension y linderos de T a r i j a y de la ciudad de Oran, en cuyo distrito se estableci dicho fuerte en distancia de treinta leguas de esta, y como sesenta de aquella. En el Captulo II, trae un auto, del 13 de Octubre de 1797, del gobernador intendente don Ramn Garca Pizarro, concediendo mercedes al sarjento mayor don Inocencio Acosta, fundador de dicho fortn, donde se refiere que Carapar est en la jurisdiccin de la ciudad de Oran, y que hace tres aos cuida de la defensa de aquel terreno. E n el Captulo III, aparece el acta de toma de posesin de Carapar y de Ita, donde se establecen los lmites de e s t o s ; y aquel que est mas al Oriente, recibe al Na-
ciente por linderos la Cordillera alta, que divide aguas para el Gran Chaco, que corre de Norte
L a s descripcin de los lmites y accidentes del suelo muestra que ni uno ni otro se hallan en e-1 territorio Chaco.
las Sur.
dedel
Documentos as interesantes se trascriben en los captulos I V , V , V I , V I I , V I I I y en el I X , los seores Rejidores, comisionados de la posesin aprendida en Acoite, y sus contornos, en los Toldos y Bermejo de A r e c o ; en Cairapa" ( a ) 3 parte, Cap. I X. pag. 63 72.
a
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ri, Casa, Ita y dems, dan cuenta de su comisin, y en su vista, el Cabildo de Oran pas al de Tarija el siguiente importante oficio, donde consta los lmites de ambas jurisdicciones: Habiendo comisionado este Cabildo por el mes de Octubre ltimo, al teniente coronel don Juan Antonio Moro Diaz, Rejidor Alcalde Mayor provincial vitalicio, y al capitn comandante D. Sipriano Gonzales de la Madrid, R e jidor Alguacil Mayor vitalicio; para que nombre de esta ciudad, fueran tomar posesin personal de los trminos comprensivos este distrito, y de sus moradores, administrndoles justicia, en testimonio de la verdadera jurisdiccin que el Rey les conceda por real cdula de f. de Diciembre de IJ96, as lo verificaron : El primero en los parajes que caen al Sur de la Quiaca, y vierten sus aguas al naciente y siguiendo su derecha ejecut lo mismo en los Toldos y Bermejo de Areco, jijando el lindero divisorio con esa Villa, tres Morros juntos llamados el Nogal, y el que su derecera est pasado el rio de las Orosas, inmediato al de la Soledad. Y el segundo, en los parages de Caisa, Carapari Ita, sealando por lindero la cumbre del cerro de Niguan, con su recta al Norte hasta el rio Pilcomayo, con la espresion de por ahora, reservando el derecho que tiene este Cabildo hasta topar con los legtimos terrenos de la juricdiccion de esa Villa. Por la espresacla Real Cdula, que en testimonio incluimos V . S. en el nmero primero, se cerciorar de esta verdad; pues este Cabildo estaba persuadido fuera trasladada en tiempo, por el Sr. Intendente Gobernador y Capitn General de esta provincia, fundador de esta ciudad, al Sr. Gobernador Intendente de Potos; y recientemente hemos sabido de este olvido por espresiones del Sr. Subdelegado de esa Villa, que fueron contestados por el primer comisionado en los trminos que aparece del oficio que reproducimos, y acompaamos con el nmero dos. Aprob este Cabildo lo practicado por ambos comisionados, como se manifiesta en la acta capitular, que en testimonio
LOS LMITES D E L A
ANTIGUA PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
161
lleva el nmero t r e s ; y sin embargo nos vemos en la necesidad de hacer presente V . S. las razones siguientes :
Es notorio que esa Villa, desde su fundacin, se den sus lmites treinta leguas cada uno de los
vientos principales. Tambin lo. es que esta
estiencuatro en
se
provincia
termina
el paso
en el rio de la Quiaca
Se entiende
Potos.
desde los
comprenda
Con que si el rio de la Quiaca por lo sea desde dicho camino real
en la Quiaca, su derecera al principal viento Este. Habindose regulado esta derecera por peritos, calculadores, que v salir los tres Morros de los Nogales en Areco y que an le queda esa Villa, mas de treinta leguas hacia aquella parte; parece que el primer comisio-
de su
jurispor so-
el rio de
hacia
las
el
Sur la misin de Ita; resultan por consecuencia ser esta jurisdiccin de Oran, todos aquellos parages, y mucha mas razn, los de Carapar y Caisa, que se llan mas al Sur y al Naciente, desde el centro de Villa il pasage Ita -mas inmediato, hay cincuenta
guas; por lo cual ver V . S. que la cumbre del cerrj
al Norte,
hasta
el rio esa
ser el lindero,
las treinta
leguas,
del
desde
Valle de
nas, no por eso faltara lo terminante en la R e a l disposicin ; quien pudo sin disputa, an quitar de una jurisdiccin, como lo hizo en los partidos de Jujuy y la Puna ; sucediendo esto mismo de continuo, y suceder el quitar Oran, sin pasar mucho tiempo, para formar un nuevo partido, donde se tenga por conveniente. No ser razn lo
162
DOCTOR
ALEJANDRO
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que se pudiera alegar por esa Villa, el haberse estendido sus vecinos por el Bermejo de Areco, por Ita, para reclamarlo por s u y o ; porque entonces el mismo alegato podia hacer por- la frontera del rio del Valle, hasta los estremos de esta provincia, donde en muchas partes est lo mas poblado de T a r i j e o s ; y lo que resultar en ese caso, fuera-
de que les caera encima el rigor de las leyes, contra los que sin iucencias reales, del Exmo. Seor Virey, se exeden poblarse en los terrenos donde habitan los enemigos y friera de los lmites de su distrito. Tampoco
lo ser, de que algunos por el Bermejo posean tierras por compra, por merced del legtimo superior; porque estos, teniendo igual dominio, en distintos provincianos, no se les debe disputar la autoridad, de dar terrenos vacos, por ejemplo los vecinos de Potos, en frontera de Salta, ni por el contrario, sin que se deba atender esto, quitar de un distrito de partido para dar otro. De la suerte que v relacionado, conseguirn muchos pobres que fueron, y otros que son, sean de esa jurisdiccin el verse con tierras para la labranza, para ganados y para edificar por pura merced que les haga, la Intendencia Gobierno y Capitana General de esta provincia, facultada al intento por la junta Superior de la real hacienda de Buenos Aires, y por nuestro Gobierno, como ya ha hecho esta gracia con algunos para s, sus herederos y sucesores. Otra razn hay, que favorece esta ciudad, y es la de que los contenidos parajes de que aprendi la posesin por sus comisionados, estn mucho mas cerca de ella que de esa Villa para la mas pronta administracin de Justicia sus moradores. Por todas estas consideraciones, espera este Cabildo, de V . S. que dando por bien puestos los limites espresados, omitamos la menos controversia para adquirir mas, ni menos distrito y que en esta certeza, podamos dar parte nuestros respectivos Gefes, para que con su aprobacin, queden por ciertos, fijos y permanentes los fijados: sirvindose V . S. hacer que esas justicias pasen estas. las causas que se hallasen iniciadas contra las personas, comprensivas en
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DE
DEL
PARAGUAY
163
esta nueva Colonia, para continuarlas y fenecerlas segn derecho. En esta virtud, sin embargo de quedar esa Villa, desprendida de parte considerable de frontera, contar V S . con los auxilios del distrito de esta Colonia, en las invasiones de enemigos; as como lo esperamos de ese vecindario, en los lances arduos, y en recproca correspondencia; por todo lo cual, tambin se- servir V S . dar la respectiva inteligencia al Sr. Sub-delegado y Comandante de armas. Dios guarde V S . muchos aos Oran 25 ,de Enero de 1799 Rafael Bacher Juan Antonio Moro Andrs Ramrez Cipriano Gonzales de la MadridAgustn Marrillo - Agustn Bivas Gaspar Balta. Al ilustre Cabildo de la ] illa de Tari ja. No se puede dar una demostracin mas evidente, de que la jurisdiccin de Oran iba al Norte del rio Bermejo hasta el rio Pilcomayo, por el Valle de Salinas, entre los lmites orientales de Tarija (a) y el territorio del Gran Chaco, que de antiguo perteneca la provincia del Paraguay, que la que hace ese oficio del Cabildo de Oran al de Tarija. Pero, sin fijarse bien en la situacin de Caisa, Carapar, Ita y dems fortines y reducciones de la Intendencia de Salta, se ha aseverado que estas posesiones se hallaban en el Chaco Gualamba comprendido entre el Bermejo y el Pilcomayo. S e encuentran en efecto entre estos rios ; pero, no en el Chaco actual, porque es sabido que este termina hoy con la planicie que viene desde el rio Paraguay. Caisa, Carapar, Ita y dems reducciones fortines de la Intendencia de Salta se encuentran entre las serranas en los terrenos altos del antiguo reino del Per, que despus pasaron ser de la provincia de Tucuman y que hoy dia estn bajo el dominio de Bolivia.
(a) Segn el inform del sargento mayor de milicias don Inocencio Acosta, fundador del fuerte de Carapar, al gobernador intendente de Salta de 1797, la Villa de Tarija tenia treinta leguas de jurisdiccin desde su centro cada uno de los cuatro vientos y terminaba al Norte con Cnti, al Oeste con este y Chichas, al Sud en el rio de Quiaca y al Este n el Valle de Salinas Vase Apuntes Histricos de Salta, en la poca del coloniaje, por Zorreguieta 3 parte, Cap. I, pag 64, donde est trascripto dicho informe.
a
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DOCTOR ALEJANDRO
AVJDIBERT
L a s diligencias de la toma de posesin de dichas reducciones publicadas por Zorraguieta demuestran con evidencia indudable, en perfecta consonancia con la historia del Paraguay y de Tucuman, que esas poblaciones no se encuentran en el territorio del Chaco; esto es, en la planicie que se estiende desde el Rio Paraguay hasta esos lugares del antiguo reino del Per Tucuman, hoy Bolivia. Mas el pueblo de Oran se fund en el valle de Zenta,
parte
Gualamba;
pero el frtil y delicioso valle de Zenta se encuentra al occidente del rio Bermejo y la ciudad se fund al poniente de este rio. En esto no repararon algunos escritores, como Zorreguieta y Leguizamon, para afirmar que por estar Oran en el Gran Chaco Gualamba, perteneca Salta el territorio de este nombre situado al oriente del Bermejo; porque Gran Chaco Gualamba se llamaba lo mismo, al situado al Norte Oriente, que al Sud Poniente del rio Bermejo, y la mejor prueba de esto, es el documento publicado en la pgina 42, Cap. X X I , 2" parte de los Apuntos Histricos de Salta . E n efecto, en la Ordenanza Municipal dictada por el gobernador don Ramn Garca de Len y Pizarro, se consigna que : Oran fue fundada en
el frtil y delicioso Valle de Zenta, que hasta ha sido una hermosa parte del Gran Chaco ba.
entonces Gualam-
Mas con la ayuda de la Geografa se sabe que el V a l l e de Zenta, formado por el rio de este nombre, se encuentra al occidente en la ribera derecha del rio Bermejo, y no al oriente ribera izquierda. Por otra parte, la estension y lmites dado Oran, en la Cdula aprobatoria de su fundacin, confirma plenamente esta verdad: que su jurisdiccin no iba al oriente del rio Bermejo, sino entre la cspide de Humahuaca y el territorio del Chaco. En efecto, por el Sud, su lmite es el rio de las Piedras, el cual es afluente del rio Grande de Jujuy y este su vez es afluente del Bermejo, en la ribera derecha occiden-
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D E L A ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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tal. E l rio de las Piedras la deslinda y separa de Jujuy hasta la vereda del rio Quiaca, trminos del distrito de Tarija, por el Norte. Por el Oeste, desde la cspide de
la cordillera
de Humahuaca,
hasta
la ranchera
de los
indios brbaros del Chaco al Este. Caisa, Carapar, Ita se establecieron entre los indios gentiles y los brbaros del Chaco, que vivan inmediato aquellos, que estaban en las fronteras lmites de Oran con el Paraguay, entre las cabeceras del Bermejo y del Pilcomayo, all donde termina la planicie del Chaco y comienzan los terrenos altos, y quebrados, donde estn esos referidos fortines de la Intendencia de Salta, que antiguamente tambin se llamaba Chaco; pero ya no hoy. dia. Frente al pueblo mismo de Oran al Este, fu innecesario decir que su limite era el rio Bermejo, lmite natural, histrico y legtimo entre la antigua provincia del Paraguay y la antigua de Tucuman, cuando se cre la Intendencia de Salta. Por anloga razn, cuando se dividi el Obispado de Tucuman, por Cdula Real del 17 de Febrero de 1807, se dijo que se procediese la demarcacin de lmites, con
asistencia
y acuerdo
de
los intendentes
de
Crdoba
Salta, porque en la divisoria no se afectaban sino estos gobiernos, que eran Vice-Patrones, en sus respectivas jurisdicciones; pero por dicha cdula real se resolvi agregar la Intendencia de Salta, el partido de T a r i j a comprensivo de Chichas, separndose de la Intendencia de Potos y de la jurisdiccin privativa del Arzobispado de Charcas, las cuales, hasta entonces perteneca. L a razn de esta modificacin, que en nada alter los lmites del Paraguay con la Intendencia de Salta, fu para hacer mas tiles sus des-
velos
sobre
el
L a cdula se
refiere las mencionadas de Caisa, Carapari, Ita . etc., que estaban en las inmediaciones del Chaco y de Tarija, el cual estando inmediato esas reducciones y por consiguiente al Chaco, podia acudir prontamente al auxilio
constantes
bar-
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDIBERT
baros de dicho territorio, que siempre las amenazaban con sus invasiones y depredaciones; pero, la espresion de dicha cdula esa inmediacin al Chaco, vuelve demostrar una vez mas que la Intendencia de Salia estaba inmediato, que se tocaba lindaba con el territorio del Chaco entre el Bermejo y el Pilcomayo, por la frontera donde estn Caisa, Carapari, Ita, etc. Entre aquellos rios, tiene la Intendencia de Salta, heredera de la gobernacin de Tucuman, un derecho indiscutible entre los orientales lmites de T a r i j a y los occidentales del Paraguay; pero esa rejion esta comprendida, al Oeste,
desde la cspide de la cordillera de Humahuaca, hasta la ranchera de los indios brbaros del Chaco, al Este.
E s una zona bien demarcada por la naturaleza del suelo y por la historia de los descubrimientos y conquistas del Paraguay Rio de la Plata, y los de la antigua provincia de Tucuman, que descendiendo del Per al Reyno Tucma, poco poco se dilat al Sud, y luego hacia el Este, hasta llegar al Valle del Dorado y las corrientes del rio Bermejo; pero, entre este, el Pilcomayo y la ribera derecha del rio Paraguay, nunca llegaron sus escursiones, ni sus ttulos de conquistadores del Gran Chaco y del rio Dorado. L a informacin de 1732, del Maestre de Campo don F l i x Arias Rengel, donde consta,' segn el Dr. Leguizamon, las espediciones de los gobernadores don Estevan Urizar y Arespacochaga, y de don Manuel Manchado Gallo, hasta el rio Pilcomayo, debe referirse la frontera, por donde estn Caisa, Carapari, Ita, donde tal vez se habrn internado con el objeto de. castigar los indios y celebrar amistad con ellos, para verse libres de sus depredaciones, pero no con nimo de poblar territorios de su jurisdiccin, seran de esas espediciones de carcter general y combinadas que se hacan de tiempo en tiempo con el fin de escarmentales, por los gobernadores de Tucuman, Buenos Aires y Paraguay, sera como la del coronel don Adriano
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DE L A
ANTIGUA'PROVINCIA
DEL
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Fernndez 'Cornejo, de 1780, que avanz sus fortines en el Chaco hasta el rio Bermejo buscando comunicacin con la Asuncin y Corrientes, como la del Delegado de Bolivia doctor Del Campo, en 1883, cuando al frente de una pequea fuerza militar, acompa al explorador cientfico Mr. Thouar y aparecieron por la altura de Villa Hayes sobre el rio Paraguay. Actos tales no crean jurisdiccin y dominio los gobernadores de las provincias ni las naciones. Omitimos hacer conjeturas sobre esas informaciones inditas sobre cosas que no hemos podido conocer y examinar y las cuales se refiere el Sr. Leguizamon, en la pgina 6 da la Cuestin de limites con Bolivia ; pero, bien podemos sujetar una sana crtica, lo que trascribe del peridico de los Virreyes, del 12 de Mayo de 1810. Desde, luego, puede observarse que dicha hoja de publicidad, al ocuparse de Salta, habla del anchuroso Chaco Gualamba confinante por el Este E s t o es conforme con nuestra tesis. El Chaco Gualamba confinante al Este de Salta, entre el Bermejo y el Pilcomayo, y en esa parte tiene ella cinco reducciones de nefitos, que s o n : Caisa, Carapari, Ita, Bermejo de Areco y Acoite. Tambin es conforme nuestra opinin que los limites de Salta llegan al rio Pilcomayo; pero, entre el Chaco y la cspide de la cordillera de Humahuaca. Y desde luego nada encontramos en la transcripcin del peridico de los Virreyes, que sea contrario la verdad histrica, sino la interpretacin poco racional, que desprende de la circunstancia de que Salta penetra tres grados y medio en la zona trrida, la conclusin que, pertenece ella todo el Chaco Gualamba, y la mayor parte del Chaco Boreal. Salta puede penetrar, por error geogrfico, tres grados y medio en la zona trrida (a), y puede tener mas de veinte y cinco
(a) Pedro Lozano, en la Historia del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman, dice: < Toda ella (Tucuman) cae debajo de la zona templada, sino es por sus estremos hacia el Per, que tocan, en la tr rida; pero es su pas el mas frjido causa de las serranas, altisimas, que por all le cercan Tomo 1", Lib. 1", Cap. 7 , pag. 171 Coleccin Lamas.
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ATJDD3KRT
mil leguas cuadradas de superficie, por error de las mensuras, sin que estas circunstancias prueben que el Chaco central y la mayor parte del Boreal le pertenezca. Por otra parte la superficie de Jujuy, Salta, Catamarca, Tucuman, Santiago del Estero y Tarija, que formaba parte de ella en 1810, puede aproximarse la estension que le atribuye dicha publicacin. T o d o lo cual demuestra que del peridico de los Virreyes no se puede desprender la conclusin que perteneciese Salta el territorio del Chaco comprendido entre los rios Paraguay, el Bermejo y el Pilcomayo, y gran parte del Chaco B o r e a l ; por el contrario,
Chaco Gualamba
confina
con Sal-
ta al Este, es evidenre que no comprende dicho territorio, porque con l confina linda al Este, entre los rios Bermejo y el Pilcomayo. Por consiguiente, la trascripcin del peridico de los Virreyes, que hace el seor Leguizamon, es contraproducente sus conclusiones, en la parte que se refiere al Chaco situado al Este de Salta. E l Paraguay de antiguo lindaba con Tucuman al Poniente y este con aquel al Oriente al Este. E n la historia del coloniaje no se rejistra ninguna desmembracin intermediaria entre ambas antiguas provincias. E s e Chaco con el cual la Intendencia de Salta cojifina al Este, no es ni puede ser otra cosa que el territorio que antiguamente se llamaba y era parte de la provincia del Paraguay. L a Intendencia de este nombre conserv por la R e a l Ordenanza de Intendentes, todo el territorio de su Obispado, y todo ese territorio de su Obispado no sufri sino dos modificaciones anteriores, que s o n : Santa Cruz de la Sierra, en 1560, y el R i o de la Plata, en 1 6 1 7 . Y de este antecedente histrico deducimos esta conclusin lgica. L a Intendencia del Paraguay linda, necesariamente con la de Buenos Aires, con la de Salta, con la de Cochabamba y el Gobierno politico militar de Chiquitos; esto es, sus linderos sus lmites son precisa y necesariamente los lmites de su Obispado, con los de Buenos Aires, Salta y Santa Cruz de la Sierra.
D E L PARAGUAY
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Cules eran los lmites entre el Obispado del Paraguay y el de Salta ? No se puede negar que ellos son los antiguos entre el Paraguay y Tucuman. Esos lmites son, en la historia de los ltimos tiempos del coloniaje, el rio Bermejo, y entre este y el Pilcomayo, all donde termina la planicie del Chaco, en las inmediaciones de Caisa y Carapar. Pero, vamos admitir esta hiptesis. Que se ignore la historia del coloniaje y se pierda hasta esos lmites naturales. Cmo se determinara los linderos entre el Obispado del Paraguay y el de Salta? E x i s t e una ley de la Recopilacin de Indias que la establece. E s la L e y III, tt. V I I , lib. I, que d i c e : L o s limites sealados cada uno de los Obispados de "nuestras Indias son quince leguas de camino en contorno por todas partes, que comiencen contarse en cada Obispado desde el pueblo donde estuviese la iglesia Catedral y la demas tierra que medie entre los lmites de un Obispado otro, se parte por medio y cada uno tiene su mitad por cercana, y hecha la particin en esta forma entran en la cabecera que cupiese cada uno sus sujetos, aunque estn en lmites de otro Obispado. Rogamos y encargamos los prelados de nuestras Indias que guarden sus lmites y distritos sealados, como hoy los tienen, sin hacer novedad; y en cunto las nuevas dicesis y lmites se ejecute lo susodicho, donde Nos no proveyeremos otra cosa. Por esta ley se resolvera el caso hipottico favorable para Salta, con una precisin matemtica; porque el Paraguay conserv todo el territorio de su Obispado y Salta, obtuvo todo el distrito de su Obispado, que es, por la cdula de su creacin, toda la zona del antiguo Obispado de Tucuman, en la parte colindante con el del Paraguay. S, pues, se midiese una lnea recta, desde la Asuncin, donde est la iglesia Catedral del Paraguay, hasta la ciudad de Salta, donde se halla la otra iglesia catedral, y se
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ATTDD3ERT
parte
por
cercana,
resultar que, matemticamente, vendran el Paraguay 'y Salta lindar sobre el rio Bermejo, mas o menos, por clonde el rio Dorado el Del Valle, desagua en el Ipit, y all por las cabeceras del Pilcomayo, se vera que el lmite v hasta donde termina el Chaco y comienzan lo:, valles por donde estn Caisa, Carapari Ita. Mas durante el coloniaje, la ley citada de Indias no se aplicaba matemticamenre, sino que se buscaban grandes lmites naturales que respondieran la mente del lejislador esa base lleno de equidad y justicia, establecida por la citada ley de la Recopilacin de "Indias. Si s tiene esto presente, se ver confirmada la verdad que el antiguo lmite del Paraguay con Tucuman y Salta, es el natural del Rio Bermejo, y entre este y el Pilcomayo es el deslinde natural de ese llano territorio del Chaco con esos valles altos y quebrados donde estn Caisa, Carapari Ita. Dejando as demostrado los antiguos limites del Para guay con las Intendencias de Buenos Aires y Salta, vamos emprender la tarea de investigar los linderos con el Obispado de Santa Cruz de la Sierra, que son al Norte, precisa y necesariamente los limites de la Repblica con Bolivia.
CAPTULO
XI
Los lmites Sud de la antigua Santa Cruz de la Sierra son los Norte del ParaguayLmites de aquella sobre el Condorillo, segn el acta de su fundacinLmites entre ambas gobernaciones sobre el Rio Paraguay-Estension y linderos de Santa Cruz de la SierraObispado de Santa CruzReducciones de Mojos y ChiquitosOrjen de este nombreLugares que ocupaban dichos indiosLinderos de Chiquitos, segn Juan Patricio FernandezLimites Sud de Chiquitos, segn el doctor Don Agustn MatiensoUltima posesin de Chiquitos, segn la Cdula Real de iyj2Correspondencias de Don Flix de Azara Coimbray Alburquerque se encuentran en la jurisdiccin del ParaguayActos que lo demuestranLmites entre el Paraguay i ChiquitosLmites de la Intendencia de Cochabamba, segn el Gobernador Intendente Don Francisco Viedma y el Visitador General Don Diego de la VegaOtras autoridadesLmites de la Intendencia de Cochabamba con el Paraguay'.'uestion de lmites entre la Intendencia de Cochabamba y a de la Plata ResolucinConclusiones Errores del Mapa oficial de Bolivia. E n el captulo I V , vimos que en consigui desmembrar la antigua por la creacin Santa son del gobierno que 1560, Nuflo de Chaves del se Sud Paraguay, denomin: de este despus lmites aquella,
provincia
Cruz de la Sierra. De este hecho se desprende esta los Norte de de una mientras no se intermediaDon Cruz Jorje de la
concesin
ria del Soberano, que la historia no rejistra en sus anales. D e aqu esta e x a c t a afirmacin de los Seores las tierras que caen Sierras. (a) . (a) Vase.Relacin Histricatomo 3. Lib. i. ' nm. 384.
0
Juan y Don Antonio Ulloa: El Gobierno del Paraguay ocupa la parte Sud de Santa
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AUDIBERT
Mas, desde donde empieza-esa parte Sur? No conocemos Cdula Real que la establezca ni ttulo de gobernadores que la determine; pero, parece que el acta de su fundacin primera fija sus lmites en el rio Condorillo Parapit. L a Memoria del Ministro Argentino Doctor Don Manuel R. Garca presentada al Presidente de los Estados Unidos Mr. Hayes, en la cuestin de arbitraje con el Paraguay, dice: La Coleccin de papeles sobre Amrica de la Academia de la Historia de Madrid, contiene sobre la materia la siguiente referencia: Por el sealamiento de trmino de la fundacin de dicha Ciudad (Santa Cruz de la Sierra) del E x m o . Seor V i r e y del Per, Don Garca de Mendoza, resulta que los lmites designados se estiendian hasta el rio Condorillo, que hoy se denomina Parapit. Representacin del Intendente Viedma al Virey, 5 de Mayo de 1790, Coleccin de Mata LinaresLmites de Fomina. (a) E l acta de fundacin ha sido publicado en 1864, en Santa Cruz de la Sierra, en La Estrella del Oriente, segn lo refiere J . M. Duran Canelas en la Historia de la Independencia de Santa Cruz de la Sierra, (pg. 1. ) Mas falta de este documento, vamos consultar los gegrafos historiadores antiguos que puedan ilustrar la materia. E l Mapa de Guillaume de L'Isle de 1703, muestra que los lmites del Paraguay llegaba abarcar la Laguna de los X a r a y e s al Norte, de donde tirando una lnea casi paralela al Ecuador iban sus linderos un poco hasta el otro lado del Guapay, desde donde volva esta parte para contornear por las ruinas de la vieja Santa Cruz de la Sierra, y por las cercanas de Paspaya y Tarija.
a
Esas fronteras Norte del Paraguay coinciden con los Sud de Santa Cruz Chiquitos, en los mapas oficiales de Bolivia. Parece pues que la V i e j a primitiva Santa Cruz de la Sierra, se fund casi en los lmites de ambas gobernaciones, siendo bien grande la zona de la nueva provincia que se
(a) VaseMemoria del Ministerio de Relaciones Exteriores d l a Repblica Argentina de 1879, pg. 630.
LOS LMITES
DE
LA
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
173
desmembr del Paraguay, por la ambicin bastarda de Nuflo de Chaves. En efecto. Ella comprenda al Norte desde los lmites Sud de Venezuela sobre el rio Amazonas, hasta la Laguna de los J a r a y e s y los dems lmites Sud de Chiquitos de Santa Cruz de la Sierra con la antigua Provincia del Paraguay; al Oriente abarcaba hasta el Rio Paraguay, al Norte de la Laguna de los Jarayes, y al Occidente segua por los linderos del antiguo reino del Per, hasta el rio Amazonas. T a l es el gran espacio que el Virey, Marqus de Caete, desmembr favor de su hijo Don Francisco Hurtado de Mendoza de la antigua Provincia del Paraguay. E s t a estensa jurisdiccin fu provista de un Obispado en 1605, de manera que los lmites de este con el del Paraguay determinan los linderos de ambas provincias gober naciones. Mas tarde se formaron dentro del distrito de Santa Cruz de la Sierra las reducciones de Mojos y Chiquitos Tambin se form dentro de su jurisdiccin una gran paite de la Provincia de Matogroso, constituida por las usurpaciones portuguesas sobre el Paraguay y Santa Cruz de la Sierra. Por ello Don F l i x de Azara, en la Historia del Paraguay y Rio de la Plata, dice con razn que, la jurisdiccin y gobierno de Chaves inclua Chiquitos, Moxos y Matogroso.(a) Mas detengamos un momento la atencin sobre la parte Oriental de la jurisdiccin y gobierno que Chaves desmembr del Paraguay, juntamente con Mojos, y la Capitana de Santa Cruz. Llamase Chiquitos esa parte, porque los indios que lo habitaban hacan muy chicas las puertas de sus chozas, aunque la acepcin genuina viene de Chic-Huitos Chicuitos que quiere decir: Multitud de arroyos tierra de los arroyos y de los canales. (b)
(a) Vase.Descripcin historia del Paraguay y del Rio de la Platatomo 2. nm. 116; y tomo 1. cap. X I V . pg. 191, donde dice: El Paraguay perdi mucho con haberle usurpado los portugueses las provincias de Jerez y Cuyab y luego la de Matogroso. > (>) Vase.Historia Argentina, por Vicente F. Lpez, tomo 1." pg. 79.
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Ocupaban dichos indios, segn los Seores Don Jorje Juan y Don Antonio Ulloa, las tierras que median entre Santa Cruz de la Sierra y el L a g o de Jarayes. (a) La Relacin Historial de las Misiones de Chuiquitos del Padre Don Juan Patricio Fernandez, publicada en 1726, con licencia del Superior y del Consejo de Indias (pg. 25 cap. II,) dice que: La Provincia quien vulgarmente llamamos Chiquitos, es un espacio de tierra de doscientas leguas de largo, y ciento de ancho; por el Poniente mira Santa Cruz de la Sierra, y algo mas lejos las Misiones de los Moxos. Por el Levante baj hasta el faino so Lago de los Xarayes, quien con razn llamaron Mar Dulce los primeros conquistadores, por su amplitud y grandeza. Por la Tramontana, la cierra una gran cadena de montes bien larga, que corriendo de la parte de Levante Poniente remata en este lago. Por el Mediodia mira al Chaco y ese gran Lago, por mejor dezir, golfo del r i o Paraguay, que forma una bellsima ensenada, cuyas riberas estn pobladas de gran multitud de rboles, y se llam desde sus principios este seno Ensenada, el Puerto de los Itatines. Con razn el Doctor Don Agustn Matienzo, afirma con enerja: Que jamas el Chaco ni los Llanos de Manzo han hecho parte del territorio de Chiquitos, porque esta provincia solo ha llegado hasta el lago de los Jarayes.(b) E n esto tiene perfecta razn, pues, la ltima posesin de Chiquitos durante el Coloniaje fu Santo Corazn, como puede comprobarse acudiendo la Cdula Real del 15 de S e tiembre de 1772, que trae Manuel Ricardo Trelles, en su citado libro, sobre lmites de Bolivia con la Repblica Argentina, en el cual se leen estas lneas: La distancia de los pueblos se ha repetido varias veces que es mucha y que de San Javier que es el primero, al de Santo Corazn que es el ltimo, se cuentan ciento cincuenta leguas. (c)
(a) Vase.Obra citada-tomo 3. nm. 377. (6) Vase. Lmites entre Bolivia y la Repblica pg. 47. (c) Vase.pg. 160.
Argentina
LOS
LMITES
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA D E L PARAGUAY
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A este respecto, en las correspondencias oficiales de Don F l i x de Azara sore demarcacin de lmites entre el Paraguay y el Brasil, publicada por el Sr. Don Pedro Angelis(tomo 4 . , ) hay algunas cartas que merecen tenerse en cuenta. Por ejemplo, la de fecha 30 de Abril de 1793 (pg. 46,) que contiene" estos prrafos: El famoso conquistador Domingo Martnez de Irala sigui otro camino que empez en el puerto que llam de los Reyes, y es precisamente una de las dos lagunas que hay al Oeste de este rio, en la latitud , 1 7 57' y 1 7 50': D e all tom recto al Oeste, y petietr por los Chiquitos hasta el Per. Por el mismo fueron Santa Cruz y Chuquisaca, el Gobernador Ortiz de Vergara con multitud de gentes, el Obispo L a torre con Nuflo de Chaves en tiempo de la conquista, sin que ningn historiador nos diga que hallaron embarazos. En efecto pocos parece que pueden ser, porque no hay por all nacin guerrera, y la distancia desde dicha Laguna puerto de los R e y e s al actual pueblo de Santo Co0 o o
de nueve leguas,
segn
se v en
dicho
Por esta correspondencia, se nota que, el Puerto de l o s R e y e s est en la jurisdiccin del Paraguay, y que por all se penetr Chiquitos, lugar que solo dista nueve leguas de Santo Corazn, ltima posesin de Chiquitos segn dicha Cdula. En la correspondencia del 19 de Setiembre de 1793, (pg. 49 52,) se- leen tambin estas lneas: enlo que hace la poblacin paraguaya dispondra, despus de exactos reconocimientos, fundar otra poblacin cerca del
Rio
Paraguay
hacia,la
latitud
de 18 , que es el
a
sitio
qu eliji Domingo Martnez de Irala, y en el cual mand Nuflo de Chaves que hiciese una poblacin, con la idea de asegurar la comunicacin del Paraguay con Chiquitos y el Per, y que no se fund por la desobediencia de dicho Chaves, quien con la jente destinada por Irala para ello, pas fundar Santa Cruz de la Sierra. Mas, para convencerse que, los lugares donde estn Coimbra y Alburqucrquc entraban en la jurisdiccin del
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DOCTOR
ALEJANDRO
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Paraguay basta tener presente que fu su Gobernador Intendente Don Joaqun Als y Br, el que orden Martin Boneo protestase contra tales avances de dominio, y el que levant el Fuerte Borbon para contener los portugueses. (a) Por fin, fu su Gobernador Intendente Don Lzaro de R i v e r a , el que en 1801 trat de recuperarlos por la fuerza. Chiquitos, fraccin desprendida de la antigua Provincia del Paraguay, linda al Sud con esta, sobre el Rio de su nombre, en la tramontana que corre de Levante Poniente y remata en la Laguna de los Jarayes. En el interior del pas, por la divisoria con el territorio del Chaco, que antes de usarse esta denominacin solo se llamaba Paraguay. Por otra parte, desde que entre la antigua Provincia de este nombre y Santa Cruz de la Sierra su parte Oriental llamada Chiquitos, no existe ninguna concesin gobernacin intermediaria, es forzoso admitir que los lmites Sud de Chiquitos son necesariamente los lmites Norte del Paraguay, por el testimonio de la historia y la fuerza incontestable de la ljica. Tengamos presente estas circunstancias y pasemos ocuparnos del resto de la antigua Provincia de Santa Cruz de la Sierra, que conserva su nombre y se encuentra incorporada la Intendencia de Cochabamba, para investigar sus lmites con la del Paraguay. A este respecto ninguna autoridad mejor puede ofrecerse que la de su Gobernador Intendente Don Francisco Viedma, quien en su informe oficial al Virey Nicols Arredondo, del 2 de Mayo de 1793, describe la gobernacin de Santa Cruz de la Sierra de su mando de la siguiente manera: Est situada esta provincia en la zona trrida, en los 48 grados 16 minutos, y los 53 grados 45 minutos de Ionio) Vase.Coleccin de Pedro Angelis tomo 4.Informe del Viiey Don Nicols Arredondo su sucesor Don Pedro Mel de Portugal y Villena sobre el estado de la cuestin de lmites entre las cortes de Espaa y Portugal, en 1795pg. 24 nm 27.
LOS LMITES
D E L A ANTfGUA
PROVINCIA
DEL PARAGUAY
177
de latitud
al Sur.s>
Confina por el Norte con los terrenos incgnitos que hay, de mucha serrana y monte, intermedios entre esta provincia y las misiones de Mojos, habitados en parte de indios de nacin Raches, Siriones y Yuracares, bien que de estos ltimos hay una corta reduccin en el nuevo Yunga de este nombre, inmediato al rio Chapar. Por el Sur, con el gobierno intendencia de la Plata, cuyos lmites los divide el rio Grande y unas de sus principales cabeceras. Por el Oeste, con el gobierno intendencia de la Paz ; y por el E s t e , con el ro Parapiti,
de San Miguel
de los Chiquitos,
que la divide
de
la
provincia de este nombre, y parte de los terrenos que llaman del Gran Chaco, poblados de diversas naciones de indios brbaros. (a) Mas adelante, en la pgina 7 8 , n. 2 5 7 , refiere q u e : En 1 5 5 7 fund Nuflo de Chaves la primitiva Santa Cruz de la Sierra, y que el Virrey marqus de Caete, usando de las facultades que le concedi S . M., en dos reales cdulas de 3 0 de Diciembre de 1588 y 20 de Marzo de 1 5 9 0 , mand se hiciera la poblacin de la Barranca, en la mitad del camino de Santa Cruz de la Sierra y la Provincia de Charcas dando orden don Lorenzo Suarez de Figueroa para que viese los medios y forma de hacer la poblacin, el cual pas con alguna gente los llanos de Grigot, y convino con el capitn Gonzalo Solis Holguin, que hiciese en l un pueblo con el nombre de San Lorenzo de la Frontera. A l efecto hicieron ciertas capitulaciones, las que mandaron al Virrey para su aprobacin, y en presencia de ellas, el 2 de Octubre de 1593, dio poder y facultad dicho capitn Holguin para que pudiese fundar en los llanos de Grigot una ciudad con el nombre d e : Noble ciudad de
sealndole
por trmino
lo
(a) V. dicho informe en Pedro Angelis Coleccin de obras y documentos relativos la Historia Antigua y Moderna de las provincias del Rio de la Plata tomo 3 , pag. 4 5. 1 >
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DOCTOR
ALEJANDRO
ATTD1RFRT
Otra autoridad irrecusable determina los lmites de Santa. Cruz de la Sierra de la Intendencia de Cochabamba, en perfecta consonancia con el gobernador intendente clon Francisco Viedma. E s la del Visitador General don Diego de la V e g a , el cual, en la Gui.i de Forasteros del Virrey nato de Buenos Aires, formada en 1803, con la aprobacin del Virrey, en la pgina 85 dice a s : Iitendencia de Cochabamba - L a ciudid Oropesa en el Valle de Cochabamba, fu fundada por el Sr. don Francisco de Toledo, Vire}' que fu del Per, t n el ao de 1 5 7 2 , con al ttulo de la Villa de Oropesa, comisionando al efecto al capitn Gernimo de Osorio, y nombrndolo por correjidor. En 28 de-Diciembre de 1 5 7 3 se hizo la poblacin, en virtud del poder y facultad que dio el mismo seor Toledo en 7 del referido mes Sebastian Barba de PadilLi, en el sitio de Canata, por -U buen temperamento,, apacible clima y lugar abastecido de todo lo necesario la subsistencia del hombre. Confina todo el distrito de ella, por el Norte con los incgnitos terrenos en re esta provincia y las Misiones de Mojos, habitados en parte de indios brbaros de nacin Rches, Sirionos, Solastros y Juracares: por el Sud con el Gobierno Intendencia de la Plata ; por el Este con el rio Parapit de San Miguelde los Chiquitos. Ahora bien. Si Santa Cruz de la Sierra la Intendencia de Cochabamba, formada, segn el informe del citado gobernador intendente, de los correjimi.nti.s c'e Cochabamba, de Mizque y del Gobierno y Capitana general de Santa Cruz de la Sierra, linda al Este con el rio l'arapiti de San Miguel de los Chiquitos, que por ana parte la divide de la provincia de este nombre, y por la otra de los terrenos del Gran Chaco, claro es que no comprende parte alguna de este territorio al oriente de dicho rio. Y preguntamos A quin corresponde ese Gran Chaco? A qu gobierno pertenece desde los p i m e r o s tiempos del descubrimiento y conquista del R i o de la Plata, ese espacio al cual Chiquito mira al Sud y Cochabamba el G o -
LOS . L J i m S
D E LA
.ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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bierno y Capitana general de Santa Cruz de la Sierra al Este? No hay sino una respuesta en la historia: Al Paraguay. Su nombre cubra esos lugares antes de usar.-e la espresion Chaco ; sus ttulos llegaron comprender Chiquitos y Santa Cruz de la Sie ra, y es evidente que siendo el territorio de estos gobiernos desmembraciones s i y a s , mientras no se justifique una concesin intermediaria, el Paraguay linda necesariamente con Santa Cruz de la Sierra y los lmites orientales de esta, sobre el rio Parap:ti, son forzosamente los occidentales del Paraguay con ella, as como los limites Sud de Chiquitos, son necesariamente los Norte del mismo Paraguay, mientras no aparezcan la e :istenia de gobiernos intermediarios acordados por el Soberano espaol se prueben nuevas desmembraciones de l ;i favor de Chiquitos de Santa Cruz de la Sierra. P : r o ni estas ni aquellos e x i s t e n ; por consiguiente, es preciso admitir esos lmites antiguos entre el Paraguay y esos desprendimientos separacii nes de su ser durante el coloniaje, poique, al decir de los seores Ulloa, el Gobierno del
Paraguay ocupa las tierras que caen la parte Santa Cruz de la Sierra.
Sur de
Con estos historiadores concuerda L a Memoria del V i rey don Jos Arm^ndaris , Marqus de Castel-Fuerte , en este prrafo : Situacin universal del Paraguay En el resto del pas se halla esta provincia ce.cada quasi por todas partes de estos brbaros, que son'los que rJueblan sus bosques y mon es, y en fin para espresar su situacin universal, viene tener al Oriente el Brasil, al Norte
Santa
Cruz de la Sierra
y los Mojos,
al Occidente
T u c i m a n y al Sur Buenos Aires. (a) A esta autoridad oficial puede agregarse la que refiere la Historia de la Compaa de Jess de la Provincia del Paraguay , del padre Pedro Lozano, escrita en 1 7 4 5 y public da en 1755, en la cual se d i c e : L a Provincia del (a) V. Memoria de los Virreyes que han gobernado al Per Publicacin oficial del 14 de Enero de 1736 tomo 3 , pag. 291.
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Paraguay que d nombre la que en sus cathlogos apellida con el mismo la Compaa de Jess, es una rejion vastsima de la Amrica Meridional, y como totalmente mediterrnea, est ceida zia los quatro punto cardinales de cuatro pases muy c l e b r e s : . :Al Norte con las Sierras
le Santa
al Poniente con la
Gobernacin de T u c u m a n ; y al Medioda con la Provincia del R i o de la Plata. Su longitud de Norte Sud, dando principio desde 20 de latitud, corre por mas de trescientas leguas castellanas, estendindose mas de doscientas en su latitud de Oriente Poniente. {a)
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del Paraguay confitia al Norte con las sierras de Santa Cruz, en el reino del Per. Su longitud dando principio desde 20" grados de latitud corre por trescientas leguas
castellanas. Y Santa Cruz de la Sierra est situada los 20 de latitnd al Sur, segn el informe referido de su gobernador intendente clon Francisco Viedma; por consiguiente, ntese la exactitud de la afirmacin de los seores don J o r j e Juan y don Antonio Ulloa, cuando dicen que
n
el Gobierno del Paraguay ocupa las tierras que caen la parte Sur de Santa Cruz de la Sierra, lo que decimos
nosotros, que los lmites Sud de esta coinciden necesariamente con ios Norte del Paraguay, mientras no exista desmembracin intermediaria; y las sierras, las cuales se refiere, no pueden ser otras que las que median entre las cabeceras del Parapiti y del Pilcomayo, donde el Paraguay linda con las sierras de Santa Cruz, para seguir luego, por aquel rio en esa parte donde separa la Intendencia de Cocha, bamba del territorio del Gran Chaco, que antiguaments solo se llamaba Paraguay. Por otro lado, si se mide la distancia que hay desde esas sierras que estn en el reino del Per, hasta el n o Paran, se encontrarn las trescientas leguas castellanas que el Paraguay tiene de longitud de Norte Sud. Y si se mide, desde el alto Paran hasta la cabeceras del Para.
(a) L i b . 1", Cap XI, tomo I , pag 50.
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LOS LMITES
DE
L A ANTIGUA PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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pit, esas mismas sierras de Santa Cruz, en el reino del Per, se hallarn que tienen mas de doscientas leguas de Oriente Poniente. Por tanto, puede observarse que la estension y linderos atribuidos por dicho autor la Provincia del Paraguay, es conforme con sus antiguos lmites con Santa Cruz de la Sierra. L a parte Sur de esta coincide con los Norte de aquella de la cual se desprendi, lo cual, ser siempre incontestable, mientras no exista una concesin intermediaria entre ambas gobernaciones, como no existe. Y no se objete que esas sierras estn al Poniente y no al Norte; porque esta observacin carece de fuerza si se repara que, con relaciona la Asuncin, se encuentran al Noroeste, as como se halla el rio Parapit; pero, con relacin la parte del Paraguay que linda por esos lugares, claro es que quedan al Oeste. Por otra parte, Lozano consigna los lmites del Paraguay,en los cuatro puntos cardinales, sin preocuparse de los intermediarios. Por ello dice que al Poniente linda con Tucuman, cuando hay lugares de esta provincia que quedan al Sud Sud-Oeste; pero la mayor parte queda al Poniente, como la mayor parte de Santa Cruz queda al Norte de la provincia del Paraguay. D e aqui que se reduzca decir, que esta linda al Norte, en las sierras de Santa Cruz, en el reino del Per, y que su longitud dando principio los 20 de latitud, tiene trescientas eguas castellanas.
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T a n conocida, pblica y notoria era la jurisdiccin del Paraguay sobre el territorio del Chaco situado al Norte del rio Pilcomayo, as como sobre el situado al Sud de leste, que el Procurador General de la Ciudad de Corrientes don Francisco Quevedo, con motivo del litigio del fuerte de Curupayty, en su vista de fecha 27 de Abril de 1779. d e c a : Sobre todo es muy de notarse, que teniendo aquella provincia (del Paraguay) la parte de su rio
arriba, y en los conmedios correspondientes, infinito terreno y campos desiertos con bellsimas comodidades, que corren hasta las inmediaciones de Santa Cruz de la
Sierra, solo haya puesto su mira en poblar este puado
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de terreno tan distante de sus antiguas p o b l a c i o n e s . . . . etc. (a) Mas para mayor abundamiento de ios lmi.es la ltima d a l a del siglo pasado se ventil de lmites entre las provincias de l i s o s t e n i e n d j el Intendiente de esta, Pl ita y su de Cruz, recordemos con Manuel Ricarda Trelles, q u e : una
Cochabamba,
jurisdic ioa
Sauces, situados entre el rio Grande y el Parapit, fundndola, entre otras razones, en la de haber s i d ) el espresado terreno adjudicado Santa Cruz la provincia de Cochabamba de su nombre, y Grande. desde limitada su la fut lacio a. La Audiencia de la Plata sostena la pertenencia en el lio favor de jurisdiccin
Elevado el asunto resolucin del Gobierno Superior, el Virrey Arredondo mand, en 26 de Abril de 1 7P4, q u e ' se mantuviese el gobierno y provincia de la po esioi neses desde la dd de las Piray misiones y que inclusive de los hasta establecidos se establezcan el Santa Cruz y en Cha< () Chiriguanos en la rio
Cordillera,
Parapit.
(ct) Vase: Coleccin de datos y documentos referentes al territorio de Misiones como parte integrante de la Provincia de Corrientes n 2, pg. 4- 49. (6) S)bre eitas reducciones misiones de indios Chiriguanos y Chaneses, di una exacta relacin el informe del 26 de Febrero de IbOl, de Fray Antonio Tamajuncosa, Comisario y Prefecto de las misiones, cargo del Colegio de Nuestra Seora de los Angeles de la Vil.a de Tanja La Descripcin de dichas misiones por Tamajuncosa, esplica la situacin de ellas y confirma todo lo espresado Vamos, pues, tomar algunos apuntes de dicha obra para la mejer inteligencia de la materia - <Todas las misiones del cargo del Col gio de Tanja estn entre los 18' y 4' y 23 y : 5 ' de lasitud; y los 314 45' y Hlt 9' de longitud. Catorce estn desde el de Parapit hacia el Norte la banda de la Cordillera de.los Sauces; dos en la frontera de Tanja; y una en la llanura de Zenta, cerca de la Ciudad de Nueva OranEsta es de Mataguayos y Vejoses, y las dems, exepto dos que son de chaneses, son de indios Chiri ruanosLas primeras lindan por la parte del Norte con la Ciudad d e S m t a C r u z de la Sierra; por el Sud con tos brbaros infieles de Isosog, provincia de Chiquitos, y tiesas incni/nita-* (Chaco;) y por el Oeste con los partidos de la Laguna y ValleGrande.) (Vase Parte 1 . pg. ii 4Coleccin de Pedro de Angelis citadatomo 5 Veamos, ahora, la situacin de cada una de las misiones en particular, de acuerdo con dicho informe. Pwai/-La misin mas retirada del Colegio de Tarija, y la mas
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ANTIGUA, PROVINCIA D E L
PARAGUAY
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El R e y aprob en 1 7 9 7 , hasta nueva determinacin, lo mandado por el V m e y Arrredondo; y b a j o la dependencia de Cochabamba tom la revolucin de 1810, las espresadas mi-iio e s , c o i lo- lmites de la Provincia y del districto de la Cordillera figados en el rio Parapit. (a) L a Intendencia de Cochabamba se detiene, pues, en este
cercana de la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra es la delPiray, con el nombre de Nuestra Seora de la Asumpcion del Piray, que dista de d cha Ciudad 8 0 leguas (V pg 4 7 ) . Floi-itlaA dos leguas de! Pirav hacia el Este, se encuentra Nuestra Seora del Pilar de la Florida de indios Chiriguanos venidos de Mazabi, Iquiri y Tacur(V. pg 7 9) (' '/hf-ns - A ocho leguas de e s t a s e encuentra la misin de Nuestra Seora del Carmen de Babezas que queda media legua del Guapay ( >'. pg. 9 10 . Ab-tfioA cuatro leguas de nb"sn>t hacia el Sud est la Santsima Trinidad e Abap(V. pg. 10 13) A/a:./niAl Sud, diez y seis leguas de la antecedente se halla San Rafael Arcngel de Mazav(V. pg 13 14) Iq'iiri A una legua de la anterior al Sud, se encuentra Nuestra Seora de Guadalupe de iquiri<"V pg. 14 15). T'/ci.ri A dos leguas de esta se halla la de San Jos de Tacur(V pg. 15 16). S't.'ii'ii'-H. A tres leguas, hacia el Sud de esta se encuentra la de San Antonio de s'-// ,,,,-(V. pg. 16 18). Desde Saypur hasta el Rio Parapiti se fundaron seis misiones denominadas Tapuita Tacuaremhoti, Ibirapuente, Pirit, Obaig, y Parapiti, las que fueron invadidas incendiadas por los indios comarcanos. L a 1 . dos leguas hacia el Sud de Saypur. La 2 . tres leguas de esta primera L a 3 . m~dia legua hacia el Sud de esta. L a 4 . dos leguas de la tercsra. L a 5 legua y media de la cuarta La 6 ocho leguas de la quinta hacia el Sud(V. pg. 18 22). Es*a ltima se encuentra situada sobre la orilla del Rio Parapit Este rio es segn Tamajuncosa, caudaloso, pero cuatro seis leguas del pueblo se pierde entre los arenales que median hasta los pueblos de I s o s t t , ea que se f I R M una Gran Laguna, que d pricipio al Rio de San Miguel de Chiquitos. Dicha misin de indios Chiriguanos es la mas avanzada sobre el Rio Parapit Mixin?.?> ila ft o dillc n. le ot S-inceaDesde Saypur, H A C I A el Poniente, hoy las cuatro misiones de la Cordillera de los Sauces, que son: Tai't p.'t.ln. A 24 leguas de Saypur hacia el Oeste est la de S'in \fnd 'o A'niatai-a de Tajan-ndci de indios Chiriguanos(V pg 24 25) I'yA cuatro leguas de esta, al Oeste, se encuentra Nuestra Seora de la Candelaria de Ity, de indi-s Chaneses(V. pg t 6 ) .
r a a a a a a r> n n r ,
(a) Vase.Cuestin de lmites entre la Repblica Bolivia, por Trelles pg 169 170.
Argentina y
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rio. Por consiguiente, es evidente, que no comprende partealguna del Chaco situado este lado del rio de San Miguel de los Chiquitos. Mas todava. -De la posesin de los indios Chiriguanos y Charle se s establecidos y que se establezcan en la Cordillera, desde la del Piray inclusive hasta el Rio
La 'Tip".raA cuatro leguas de Ity se fund Apstol San Pablo de la Tapera, de indios Chiriguanos(V pg 26) Sauce': - A ochos leguas de la Tapera hacia el Sud Oeste, se encuentra el pueblo de los Sauces de indios Chiriguanos (pg 27). AzeroA 13 leguas de la Tapera hacia el Oeste, y ocho c\r Sauces para el Norte, se encuentra San Francisco de Acero, entre cerros, en una pampa campo, por cuya orilla pasa un rio caudaloso del mismo nombre que v al Rio Grande GuapayEst formada de indios Chaneses, con excepcin de algunos pocos Chiriguanos. 25' de latitud y 314 19' de longitudEn spera serrana, 30 leguas al Este, se encuentra el Valle de Salinas, y hacia el Sud est Nuestra Seora del Rosario y 20 leguas de esta se halla la del Arcngel San Miguel al estremo del Valle de Ita(V. pg 30)
En la C>-nici Franciscana le las Prnni.iici.as del Per/i, Misiones Conjinantrs VUa de San Bernardo
de
Tari/a. TarijaFundada
en 1555,
los 21'
Padre F r a y Diego de Crdoba impresa en Lima, el ao 1650, d i c e (Lib. 1. cap 15 nm. 16): (Siendo los indios Chiriguanos gente indmita, que nunca los pudo sujetar el Virey Don Francisco Toledo, que por su persona hizo en ada sus tierras, y se detuvo mucho tiempo por aquellos desiertos sin ningn efecto de su suelo industria; despus, por los aos de 1609 se sujetaron al P. Fray Agustn Sabio que con otro fraile entraron por la Villa de Tarija, provincia de los Charcas, sus tierras con licencias del Virey y de la Audiencia Real>En 1690 entrronlos P. P Jos Arce y Miguel de Valdolivas al Valle de las Salinas, de donde pasaron hasta el Pilcomayo del cual volvieron el mismo ao las Salinas(V. pg 31). indios Chiriguanos y Mataguayos, en 1794En 1797 estaba bajo la jurisdiccin del Intendente de Potos Ita-El P. Fray Loienzo Ramos, fund el 2S de Julio de 1791, la reduccin de San Mateo de Ita, pero fu abandonada trasladada al pueblo de Tubichamin el' 29 de Junio de 1792, con el nombre deArcngel San Miguel, hacia el Norte(V pg. 34). Caraiarl Al Sud de esta queda Carapari, la cual fu invadida en 1798, por los Chaneses Tas//uia i/ GarrapatasA mas de estas misiones, habia t a m bin en esta frontera de Tarija, bajo la d reccion de los P. P. misioneros otras dos llamadas Tasiq'i/a y G'irra^atas, de indios Chiriguanos, las cuales se perdieron en 1757 y 1758 Estas misiones se encuentran situadas entre el Bermejo y el Pilcomayo, en las serranas del antiguo reino del Per, en les lugares por dondese juntaron los indios de dicho reino, al saber la muerte del Inca pollos espaolesEsos lugares de las serranas de Bolivia, son las tierras.
Salinas -Maestra Seora del, Horario de Sa/mas, formada de
del
LOS
LMITES D E L A
ANTIGUA
PROVINCIA D E L PARAGUAY
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Parapit, se desprende esta otra conclusin ljica, y es: Que Cochabamba Bolivia por ella, no puede estender la Cordillera de su pertenencia este lado del R i o Parapiti, como se nota que lo hacen sus geogrficos mapas oficiales, sin duda por error para crear un ttulo post-f'acta la revolucin americana. Mas todava, el color del Parque orijinariamente se llamaron Chaca, Chacn se estendi este nombre los llanos contiguos, del Paraguay y de Santa Cruz de la Sierra. ChacoDespus de la jurisdiccin
dencia de Cochabamba Santa Cruz de la Sierra, segn la resolucin del Virey Arredondo, aprobada por el Rey en 1797Esas misiones de indios Chiriguanos y Chaneses se encuentran indudablemente en el Chaco Boliviano, porque antiguamente tambin as se llamaba esa rejion. chioo boliviano, en el Catlogo de manuscritos, trae las siguientes obras de inters que puede consultarse sobre esta materia. VaseCochabambapg. 495. Informe de P. Sr. Juan de la Cuadra, Procurador general de Misiones sobre lmites entre las Intendencias de Cochabamba y la Plata, fechada 9 de Agosto de 1791 > < Informe de Don Isidro Cabero sobre lmites entre los partidos de Tomina y Pomabamba con la Intendencia de Cochabamba, fecha en Laguna 17 de Octubre de 1791. > (Informe del P. Sr. Francisco del Pilar sobre lmites entre las Intendencias de Cochabamba y la Plata; y que por consiguiente las reducciones de Piray, Cabeza, Florida y Abap pertenecen Santa Cruz de la Sierra, y las de FelipoAcevo, Ib, Tarayenda, Saypur, Tacuri, Yesineri y Masavi la Plata fechado en 1791Folio 2 1 0 (A. R.)> (Descripcin geogrfica de la Provincia de Santa Cruz dla Sierra, cuya capital es Cochabamba, por el Gobernador Intendente de ella Don Francisco de Viedma, con documentos que sirven de comprob a r e s , en 1793T. 29 Col Mat.(A. H.)> (Informe de Don Diego Velasco sobre lmites entie la Intendencia de Cochabamba v la de la Plata, que segn dice, son el Rio Grande de Abap, fechado en Laguna 20 de Agosto de 1799Folio 2 1 4 (A H ) > (Varios papeles relativos lmites entre Santa Cruz de la Sierra y la Provincia de Tomina, con sus misiones de Chiriguanos en ambas mrjenes del Rio Grande, d inmediacin del Paraguay, en 1791 T. S Col. Mat(A. H.)> (Nuevo mapa del Obispado de Santa Cruz de la Sierra, aadidos los nuevos descubrimientos de caminos, desde Cochabamba hasta Moxos por Don Antonio Monasterio de Azua, y dedicado al Virey Amat.>Add 17, 671, aa. (M. B ) (Mapa de Chiquitos, Santa Cruz, con parte de su distrito de la Laguna, Valle Grande y Moxos, v de la Capitana General deMatogroso y Cuyaba, levantado en 1792Add. 16, 674 (M B . >
Santa Cruz de la Sierra pg 504. L a publicacin de Viente de Billian y Ro-cas titulada: Ar-
Las reducciones que se establezcan en la Cornica, desde la del Piran nclusioe hasta el. liio Parapiti, pertenecen la Inten-
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tido de Tomina el nombre de Chu iui -ac, se observa que se estiende inmoderadamente hasta el Rio Paraguay, cuando se encuentra situado al Oeste de Santa Cruz de la Sierra, como lo informan los Seores D >:i Jorje Juan y Don Antonio Ulloa, lo seala el mapa de Cano y Olmedilla de la Amrica Meridional de 1 7 7 5 , y lo ensea la referida Historia del Padre Pedro Lozano y otras obras. La Intendencia de la Plata siquiera luid 1 con el Paraguay, porque entre las cabeceras del Parapit y del Pilcomayo esta una seccin de Santa Cruz de la S e r a que intercepta imposibilita todo contacto e n t e ambas Intendencias; y entre el Pilcomayo y el Rio Bermejo, exi-te al Orienie de Tarija una interposicin de su -lo que pertenece la Intendencia de S a l t i , que priva al Paraguay del coloniaje para que pueda lindar con T a r i j a Polos. M a ; el Mapa oficial de Bolivia, mndala levantar por el Presidente Sr. Don Jos Maria Linares, en 1 8 5 9 , estiende en el plam el color de Tomina y el nom ir de Chuquisaca, hasta llegar comprender al Fuerte B >rb >n sobre el R i o Paraguay, con grave ofensa la historia y a 1 1 geografa del Paraguay. Por otra parte, los escritores bolivianos preienden que era de l i jurisdiccin privativa de la A u l i e n c i i de Charcas el territorio del Gran Chaco situado al Norte del Rio Bermejo y al Occi.lente del Rio Paraguay, circunstancia que nos obliga ocuparnos de la Provincia de Cha c is, y de la gobernacin de la Plata, que lleg S ser una de las ocho Intendencias en que estaba dividido el V rreynato de Buenos Aires, al producirse la revolucin de 1 8 1 0 .
< Partidos de la nueva Intendencia de Santa Cruz de la Sierra, proyectada por el Sr Gob Int. Don Francisco iedma, y levantada por el Acadmico HaenkeAdd. 17, 671 ce. M B. > Informe sobre tributos y limites de los pueblos de Porongo, Santa Rosa, Buenavista y Santa Cruz de la Sierra, fechado 13 de Mayo de 178 Tomo 78 Col. Mat. A. H.
CAPTULO XII
Charcas Provincias que se comprendan antiguamente bajo ate nombreLas conquistas de los IncasLa i'iudaddeLa Plata ChuquisacaLa Audiencia Real de CharcasEstension de >u jurisdiccin primitivaCdula Real del 2g d Agosto de i$6y dA I de Octubre de 1566Demarcaaion y divisin de las IndiasJurisdiccin orijinaria primitiva y Superior de Apelacin de la Audiencia de Charcas arzobispado de CharcasObispos SufragneosJurisdiccin privativa El araguay no linda con la jurisdiccin privativa de Charcas -Jurisdiccin de la Intendencia de la plata, Observaciones.
0 u
Charcas - En la antigedad se comprendan bajo este nombre muchas tribus de indios las cuales empez conquistar el Inca Capac Yupanqui. Tutura, Sipesipe, Chaqui y otras ciyeron bajo su dominio, (a) Su hijo I ica Roca, prosigui las conquistas en las provincias de I J S Charcas. L l ; g los connnes de Chuncur, Pucuna y Muyumay. Luego, someti Mizque, Sacasa, Machaca, Carac ir y otras que hay has.a Chuquisaca, que hoy se llama la Plata, (b) E l Rev Inca Viracocha emprendi mas tarde la conquistas de Caranc, Ullaca, Llipi y Chicha, (c) E l Inca Yupanqui quiso adelantarlas al Este, hasta reducir la Provincia Chiriguana y envi una espedicion de diez mil hombres, que despus de dos aos volvi sin conseguir nada y desisti dt la idea de someter los Chiriguanos, (d)
(a.) V a s e - L i b . III c a p . XVII pg. 95 Comentarios Reales del orjen de los Incas por Gacilaso de la Vega. (6) Vase.Mismo autor Lib. IV cap. XVII pg 122. (c) V. Lib V cap. X X I I I p 161 y cap. X X I V p. 162. Misma obra. [d) V. Lib. VII cap. XVII pg. 245.Misma obra.
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Hasta Chuquisaca llegan pues al E s t e las provincias de los Charcas, segn lo confirma la Relacin Histrica del viaje hecho la Amrica Meridional, por Don Jorje Juan y Don Antonio Ulloa. (a) E n 1538 1539, Don Francisco Pizarro dispuso que en l se hiciese una Villa. Se le dio el nombre de L a Plata, aludiendo unas minas de este metal, que hay en el cerro de Porco que est cerca de ella; pero siempre conserv su denominacin primitiva de Chuquisaca y el de Charcas por el nombre de la Provincia en que se encuentra. De aqu es que decir, Ciudad de la Plata, Chuquisaca Charcas, es espresar una misma poblacin. E n ella se estableci en 1559, la Audiencia R e a l que all residi durante el coloniaje. Su jurisdiccin estuvo reducida al principio las provincias de los Charcas; pero, por Cdula R e a l del 29 de Agosto de 1563, le fu agregada la provincia de Tucuman, Juries y Dieguitas, separadas de la de Chile, as como las tierras y los pueblos formados por Andrs Manso y Nuflo de Chaves, con los terrenos que hay desde la Ciudad de la Plata hasta el Cuzco, que se disgregaron de la Audiencia R e a l de los Reyes, para mayor comodidad de los vecinos de dichos pases, (b) Por otra Cdula Real del i. de Octubre de 1566, qued el Paraguay Rio de la Plata sujeto la jurisdiccin superior de la misma Audiencia, como puede verse en la misma Coleccin y mismo tomo pag. 65. Por la parte del Cuzco, fu reducida la jurisdiccin de la Audiencia, por Cdula Real de 1573. (c) L a Demarcacin y divisin de las Indias, que trae dicha Coleccin, (d) ensea que: El distrito del Audiencia de los Charcas, tiene por trminos con la de los R e y e s , en
(a) Tomo 3 Lib. 1 . " cap. XIII. (b) Vase La Cdula Real en la Coleccin de documentos inditos del Archivo de Indiastomo 18 pg. 28. Ce) V a s e . - M i s m a coleccin y tomo pg. lOi. (d) Tomo 15 pg. 509 513.
LOS LMITES D E
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PROVINCIA
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treze grados y medio de altura austral por el rio- del Nombre de Dios y principio de la Laguna del Collar, tendr de largo trezientas leguas hasta el Valle de Lopiap, principio de la provincia de Chile, en veinte y ocho grados de altura, aunque de viaje se cuentan cerca de cuatrocientas, y de E s t e Oeste lo que hay entre la costa de la mar del Sur hasta la del Norte Medioda, que responde las provincias del Rio de la Plata; aunque no est del todo descubierto, se entiende que por irse metiendo en mucha altura toda la tierra desta Audiencia, es mas fria que caliente. El Gobierno desta Audiencia es cargo del V i r e y del Per, como el de la Audiencia del Quito y el de los R e y e s : ay en esta, dos gobernaciones y dos Obispados, el de los Charcas y Tucuman.> L a provincia de los Charcas, que se nombra comummente lo que ay desde donde se junta con el distrito de los Reyes hasta pasado Patos, tendr de largo Norte-Sur como ciento cincuenta leguas, y otras tantas del Este Oeste; ay en esta provincia quatro pueblos de espaoles, dicesis de un Obispado, que son: L a Ciudad de la Plata ; L a Ciudad de Nuestra Seora de la P a z . . ; Oropeza, en el Valle de Cocha-Bamba ; La Villa Imperial de Potos, en la falda del cerro d Potos. L a Ciudad de Charcas tiene, pues, una doble jurisdiccin. Una privativa orijinaria que la ejerce el Presidente de la Audiencia, que tiene accesoriamente la gobernacin de la Provincia de Charcas que, comprenda primitivamente la Paz, Cochabamba, Potos y la Plata Chuquisaca, que le servia de cabeza de gobierno. Sobre esta jurisdiccin privativa existia la superior de apelacin de la Audiencia de Charcas, que comprenda fuera de la gobernacin de la Plata, los gobiernos de Santa Cruz de la Sierra, Paraguay Rio de la Plata y Tucuman. E n el orden espiritual eclasistico suceda igual anloga cosa. E l arzobispado de Charcas tuvo despus por sufragneos los Obispados de la Paz, Santa Cruz de la
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Sierra, Tucuman. Paraguay y Buenos Aires; y el arzobispo ejerca jurisdicci n privativa en la gobernacin de la P l a t a , de igual m i n e r a , |ue el Presidente de l i Audiencia de Charcas era gobernador en el orden temporal. E l Arzobispado de Charcas en su jurisd.cci > n superior de apelacin de las resoluciones de los Obisp idos de su comprensin, era de misma estension terri orid que la Audiencia de la Plata; y en su jurisdiccin privativa abarcaba la estension de la gobernacin que ejerca el Presidente de la Audie icia, en su calidad de gobernador de las provincias de I J S Charcas, en cuya calidad no comprenda parte alguna de los g t i e r n o s de Santa Cruz de la Sierra, de Tucuman ni del Paraguay Rio de la Plata. L o s Bolivianos, h iciendo una notable confusiin de nociones este respecto, acostumbran dilatar Chuquisaca hasta el Rio Paraguay, seguramente, porque muchas cuestiones de cacicazgos pasaron del territorio d i Chaco al conocimiento de la Audiencia de Charcas; pero bajo esc ttulo el domini i de la Plata llegaba hasta seis leguas al Norte de la Cananea y hasta mas alia del Estrecho de Magalianes, hasta el cabo de Hornos y doscientas leguas sobre el mar del Sur Ocano Pacfico, hasta encontrar el gobierno de Chile. Mas la jurisdiccin superior de apelacin de la Audiencia de Charcas, no c mstituia la privativa de 1 1 provincia provincias de este nomb;e, que al principio comprenda catorce correjimientos que son: Ciudad de la Plata y Villa Imperial de Potos, Tomina, Porco, Tarija, Li.er,, Anparaes, Oruro, Paria, Carangas, Pislaya y Paspaya, Cochabamba, Chayantas, Cicacica y Atacama. (a) Estos catorce corregimientos constituan al principio la jurisdiccin privativa del Arzobispo de Charcas y del Presidente de la Audiencia de la Plata, en su calidad de gobernador de Charcas. No habii espacio, de esta jurisdiccin de esta gobernacin que no estuviese en algunos de e s o s correjL
[a) Vase. - L a obra, tomo y libro citados de los Seores Ulloa nm. 326 332.
LOS
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mientos. Por con-iguiente los lmites de ella con Tucuman y Santa Cruz, so :i los de sus correjimientos colindantes con estos. Pero tratndose de la Provincia y Obispado del Paraguay, preguntmosnos. Con cul de esos correjimientos lindaba? Entre las cabeceras del Bermejo y del Pilcomayo, se encuentra Tarij i; pero este por su estension y linderos con la Ciudad de Oran, que pertenece la jurisdiccin y Obispado de Tucuman Salta, no puede materialmente tocarse con el g bienio y Obispado del Paraguay. Pislaya y l'a-paya, Tomina y Amp iraes, se encuentran lindando con Santa Cruz de la Sierra al Este, y Tomina en parte, e.-t al Sud de esta, por las Cabeceras del Guapay Santa Cruz de la Sierra se interpone, pues, al Norte del Rio Pilcomayo para que puedan lindar con el Paraguav alguno de e o< correjimientos Orientales de la Plata. De la Relacin Histrica (a) de los Seores Don Jorje Juan y Don Antonio Ulloa, sobre esos correjimientos, resultan muy evidentes estas cosas. L o mismo aparece grficamente en el Mapa de la Amrica Meridional, hecho en 1775 P d Gegrafo pensionado de Su Majestad el R e y de Espaa, Don Juan de la Cruz Cano y Olmedilla.
o r
L a jurisdiccin privativa del Arzobispo de la P l a t t n i c L cargo de Gobernador de la misma, ejercido por el Presidente de la Audiencia de los Charcas, no llegaban pues, al territorio del Chaco actual situado al Norte ni al Sud del Rio Pilcomayo. Vimos que existi la historia de una pendencia resuelta en tiempo d : Nuil) de Chaves y Andrs Matizo sobre la rejion comprendida entre el Piray, el Guapay y el R i o . Parapit, all p ir las Cabeceras del Pilcomayo, por la frontera de T o m i n a ; pero sabemos que la solucin fu favorable en el terreno de los hechos y ante el buen derecho al fundador de Santa Cruz de la Sierra ,como lo atestiguan los historiadores y gegrafos (a) Tomo 3." Lib. i.
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antiguos y las ruinas de la primitiva Santa Cruz , situada entre dichos rios. Sin embargo, la cuestin se reprodujo en la ltima dcada del siglo pasado, sobre la misma rejion parte de ella, entre las provincias de la Plata y Cochabamba; pero tambin hemos visto que, el V i r e y Arredondo, el 2 6 de Abril de 1 7 9 4 resolvi el caso, mandando que el Go-
bierno
y Provincia
de Santa
Cruz de la Sierra
te los
se manchiriguanos
tuviese en la posesin
de las misiones
y chaneses establecidos y que se establezcan dillera, desde la del Piray inclusive hasta
pit;
En este estado aconteci la revolucin de 1810; por consiguiente, es permitido decir que, es un grosero error geogrfico el hecho de estender Tomina Chuquisaca, en el Mapa Oficial de Bolivia, sobre Santa Cruz de la Sierra entre el Piray y el Parapit, para cubrir con su color gran parte del territorio del Chaco paraguayo y llegar hasta comprender al Fuerte Borbon en sus linderos. No es menos grave el error del Presidente Don J o s Maria Linares al hacer estender la Cordillera comprendida entre el Guapay y el Parapit, este lado, de modo que
Chiquitos y a no mira
al Medioda
al Sud
al
Chaco,
por la interposicin superposicin del color de la Cordillera sobre el territorio del Chaco, desde el rio Parapit hasta el rio Otuqus. E s t a equivocacin, tiene sin embargo su circunstancia atenuante, en la incertidumbre del curso del rio Condorillo Parapit, que sin duda exije un maduro estudio sobre el terreno para el arreglo de la cuestin de lmites pendiente. Dicho rio nace de las serranas que existen entre las cabeceras del Guapay y del Pilcomayo. S e llama mas generalmente hoy dia Parapit, el cual viene formar la Gran Laguna y luego la que se denomina /soso. Entre estas dos espansiones de sus aguas recibe tambin el nombre de Aper Isoso y tambin se llamaba antiguamente Ubay. D e esta pasa las aguas del R i o Parapit, al de San Miguel de los Chiquitos en las pocas de crecientes, de
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donde este recibe tambin la denominacin de Parapit y de Ubay, hasta desaguar en el Itnes, como puede verse en Mapa de Cano y Olmedilla, en la Nouvelle Carte de M. ' Bru y otros. En tiempo de seca el Aper Parapit se pierde absorvido por los arenales que existen antes de llegar Isoso, y este mismo mermando por la misma causa su masa lquida, no d alimento al R i o de San Miguel de los Chiquitos. Seguramente los comisionados del Presidente seor Don J o s Maria Linares, anduvieron en tiempo de gran seca por la laguna de Isoso, pues, el Condorillo Parapit no llega esta, ni esta presta sus aguas al R i o de San M i g u e l , en el Mapa Oficial de Bolivia, de 1859; pero en cambio, aprovechando la seca, la Cordillera comprendida entre el Piray y el Pirapit se dilata por accesin al Sud de Chiquitos hasta el rio Otuquis; y Tomina Chuquisaca se superpone sobre Santa Cruz de la Sierra y sobre el Condorillo Parapit y v hasta abarcar con su color rosado al Fuerte de Borbon. Con qu ttulo ? Porqu derecho ? Desde cuando ?
1
Por cierto que no es desde el coloniage, ni por ttulo derecho emanado de los soberanos espaoles; sino por disposicin del Presidente Don Jos Maria Linares, por fantasa de los autores del Mapa de 1 8 5 9 . E s verdad que, la Provincia de los Charcas disput dos veces Santa Cruz de la Sierra, la regin comprendida entre las cabeceras del Parapit, el Guapay y el Pilcomayo, donde habitaban los chaneses y los chiriguanos; pero las dos veces ella sali mal. A pesar de esto olvidando estos hechos, escritores bolivianos como el doctor Matienzo pretenden que Cnti, antigua capital de Pislaya y Paspaya se tocaba con el Chaco. Si se tiene presente se aplica este nombre, como en los primitivos tiempos del descubrimiento de esta espre sion, el caso sera indisputable, puesto que originariamente se llam Chaco las tierras de las serranas contiguas esos lugares de Pislaya-Paspaya y T a r i j a , segn lo ensean Lozano y otros historiadores antiguos, nombre que despus se estendi los llanos, qne hoy se llaman Chaco.
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E s t a denominacin abarcaba por otra parte, las llanuras del Grigot Gelgorigot, que se encuentran entre el Parapit, el Piray y el Pilcomayo, en la jurisdiccin de Santa Cruz de la Sierra. Por consiguiente, no se puede rechazar en absoluto la afirmacin de que Cnti se toca con el Chaco, porque esta puede ser una verdad indiscutible, si se refiere al Chaco boliviano de la jurisdiccin de Cochabamba comprendida entre dichos rios, los terrenos contiguos de Tarija; pero sera totalmente inadmisible y absurdo que Cinti se toque con el Chaco paraguayo situado este lado del Rio Parapit, al que linda con las reducciones de Carapari Ita al E s t e . Pislaya y Paspaya, con su capital Cinti, en el mismo mapa oficial de Bolivia est limitado al Oriente por el rio Cachimayo Pilcomayo y el rio Paspaya; por consiguiente, dicho mapa mismo ensea que, no linda con el Chaco de la antigua Provincia del Paraguay. Tampoco puede lindar Tomina con este, puesto que l queda al Occidente de Santa Cruz de la Sierra, por las Cabeceras del Guapay. L a confusin viene, sin duda, del empeo de los escritores bolivianos, en estender las disputas de Nuflo de Chaves y Andrs Manso de 1 5 5 7 , todo el Chaco Boreal. T a l contienda no cabia empero sino sobre los llanos del Grigot Gelgorigot, por el Rio Guapay, donde tuvo lugar el litijio, all por la frontera de Tomina, por donde hallbase Andrs Manso, cuando Chaves pas dicho rio. Preso y vencido en la contienda aquel, volvi mas tarde sobre la frontera de Tomina y pretendi establecerse all por el Cuzco T o r o . Entonces el Gobernador de la Plata, envi Pantoja disputarle el lugar. Sali bien en un mal paso, pero se retir y march hacia la parte Occidental del Cachimayo Pilcomayo, porque Santa Cruz de la Sierra situada entre este, el Parapiti y el Guapay le formaba una barrera sus pretensiones. Fijse, segn la generalidad de los historiadores entre el Pilcomayo y el
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(a), por
Por su infausta muerte, los llanos contiguos recibieron mas tarde el nombre de Llanos de Manso. Pero dicho territorio por el ttulo haberlos ya de los gobernadores y del Paraguay y por c descubierto conquistado, desde tribus" que Aylas
Traa, desde Alvar Nuez Cabeza de B a c a , que ; los indmitos Guaycurs y dems
voluntario forzado vasallaje al Gobernador del Rio Plata, no corresponda Andrs Manso.
L a Nueva R i o j a fu una malograda tentativa de usurpacin conquista sobre territorio que el Soberano habia ya concedido al Primer Adelantado ' Don Espaol Pedro de
Mendoza y sus sucesores; pero su trjico fin, conmemora con su apellido esos lugares sin que ello confiara ttulo de dominio Potos la Provincia de la Plata Charcas. Por lo dems, el Seor Trelles, en su citada obra, transcribe documentos que justifican la jurisdiccin que la Pro-
(a) L a citada obra de Jos Arenales, trae en la pg. 13, una nota digna de ten-.rse en cuenta sobre la ubicacin de los llanos de Taringui el lugar donde muri Andrs Manso, como sobre la ubicacin de San Ignacio de Zamucos. Vamos transcribirla para facilidad del lector. Ella dice: (Aprovechar esta oportunidad para reparar algunos de los muchos errores que hormiguean en nuestra geografa, la cual continua llamndose moderna por haber quedado estacionaria desde muy atrs 1. San Ignacio de Zamucos, si acaso existi (la carta del Sr. Haenke no la tiene) es sin duda algn pueblo misin de Chiquitos, de la Cordillera de Chiriguanos Chaneses: fuera de estos contornos, no existi establecimiento alguno, como lo probar la historia mas adelante. En la carta del Sr Haenke, levantada por los aos de 1790 para la ereccin de la nueva provincia de Santa Cruz de la Sierra, estn destinados todos sus departamentos ( partidos) y Chiquitos que es uno de ellos, termina al Norte del paralelo 19 austral As pues, la determinacin de eseZamucos en las cartas grabadas es supuesta y errnea. Ademas se v en ellas un camino, que desde dicho punto atraviesa el Pilcomayo y toca las Salinas de Taiija, que no estn mejor situadas: este camino debe jirar (desde las Salinas) al N . un poco N . E.; es el antiguo que tuvieron los jesutas llamado de la Cordillera para comunicarse entre Tarija y Santa Cruz; es corto, desapareci por las incursiones de los indios; y probablemente por el que debi salir la espedicion descubridora del Pilcomayo. 2." Segn las indicaciones claras y contestes de la historia, el Capitn Andrs Manso fund la Ciudad de Rioja en el territorio de Santa Cruz (llanos de Tariunguin) y el pueblo la Barranca, dependiente del mismo Manso, en la ribera del rio Guapev Guapav, en el mismo territorio. En
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ellos
se encuentra el informe de su Gobernador Don Joachin del Pino, al V i r e y Don Pedro Mel de Portugal, concebidos en estos trminos: El Presidente de Charcas y Gobernador Intendente de l a Plata pasa V . E . adjunta la noticia individual de frutos y sus precios correspondientes los cuatro ltimos meses del ao pasado. Exmo. Seor: En observancia del artculo de la Real Ordenanza de Intendentes paso V . E . la Adjunta noticia individual de la escacez abundancia de frutos y sus precios respectivos que han tenido en los cuatro ltimos meses del ao pasado en esta provincia de mi mando, para que obre en esa superioridad los efectos convenientes. Dios guarde V . E . muchos aos. Plata 25 de E n e r o de 1 7 9 7 . Exmo. Exmo. Seor: Seor D. Pedro Joachin Mel de del Pino. Portugal.
consecuencia la denominacin de Llanos de Manso proveniente de aquella fundacin, est absurdamente puesta entre los rios Bermejo y Pilcomayo (seccin central ) 3. En un libro llamado Noticias histricas, polticas y estadsticas sobre las Provincias Unidas del Rio de la Plata (Londres 1825) se dice d o s espaoles del siglo 16 mas activos y emprendedores que sus descendientes fundaron una Ciudad en la mrjen derecha del Pilcomayo con el nombre de la Asumpcion, para unir sin duda la poblacin de aquella parte con la de las provincias interiores del Per etc. Todo esto es falso. No es del presente propsito sealar otros pasajes parecidos del mismo libro; pero si lo ser decir en conclusin, que son igualmente falsos todos esos nombres puntos representados como establecimientos en las riberas del Pilcomayo, en las car as grabadas Pero la vez es de observarse que en el Mapa de Cano y Olmedilla de 1775, Santa Cruz de la Sierra se estiende al Sud hasta lindar con Tarija y abarca ambas orillas del Pilcomayo. E s muy posible que parte de los llanos de Taringy se es endiese entre el Cachimayo Pilcomayo y el Bermejo, aun cuando su mayor importante seccin est entre aquel y el Parapit, el Guapay y el Piray. Entonces seria conciliable la doble afirmacin de que Manso muri en los llanos de Taringy, entre el Bermejo y el Pilcomayo; pero, si as no lo fuese habra que admitir que muri al Norte de este rio entre el Cachimayo y los cabeceras del Guapay y del Parapit, puesto que los historiadores antiguos realmente estn contestes en que concluy sus dias en los llanos de Turingy donde fund la poblacin de la Nueva Rioja. L a Relacin de Francisco Ortiz de Vergara, r o menciona el nombre del rio que habian atravesado, que bien puede ser las cabeceras del Parapit, en cuyo caso resultara que tstaba entre este y el Pilcomayo en los llanos de Taringy. .
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Noticia individual de la escacez abundancia de frutos, y de los respectivos precios corrientes, que en los meses de Setiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre del ao inmediato se espendieron en toda la jurisdiccin de la Provincia de La Plata, formada en observancia del art. 67 de la Real Ordenanza de Intendentes. Sigue despus la esposicion de la noticia individual de los seis partidos arriba espresados, nicos compresivos de su jurisdiccin. (a) Por otra parte, la Cdula Real del 15 de Setiembre de 1 7 7 2 , en su parte final dice: <Con motivo de este espediente se ha discurrido lo mucho que conviene celar en el distrito de la Provincia de los Mojos el rio llamado Manior (Mamor) que desciende de la misma Provincia de Santa Cruz de la Sierra y Mojos, siguiendo por las Caravayas hasta internarse en los establebimientos de Portugal, donde llaman sus naturales el rio de Madera, y forma en' esta misma confinacin, pasados los s-altos grandes un pueblo de espaoles, con algn pequeo castillo viga que sirva para asegurar mis dominios, y ocurrir las frecuentes incursiones, usurpaciones de terrenos, contrabandos y otros perjuicios que causan los portugueses internndose por este rio de la Madera de los Solimanes, desde el Maraon de las Amazonas y R i o Negro, pues por estos caminos se han propasado muchas veces hasta las inmediaciones de Criareis y Potos. Por la misma razn se juzga conveniente celar con especial cuidado los confines de Matogroso, de que injustamente se hallan apoderados los portugueses, como tambin de las grandes y ricas minas de Cuyab, pareciendo muy preciso para que no continen en sus usurpaciones se formen hacia la laguna de Manior, V a yaba y T a r a y e s (que hacen caudaloso el rio Paraguay), otros pueblos de espaoles de la misma naturaleza y para los propios fines, con un pequeo fuerte viga, pues naciendo de las mita) Vase.Ricardo TrellesObra citada de lmites entre la Repblica Argentina y Bolivia-pg. 171 175.
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as de Cuyab un rio de este nombre que toma muchas aguas, con las cuales y las que vienen de las dos citadas primeras lagunas, se hace navegablre atravesando los pueblos mas internos, como son la Asuncin del Paraguay y Corrientes, bajando hasta desembocar en Buenos Aires ; ademas de lo cual es necesario evitar las incursiones por tierra que pueden temerse por el camino que se sabe haber abierto desde la referida laguna de Mani re, atravesando entre las Misiones de Chiquitos y Zamucos la de Chiriguanos, hasta el corregimiento de Tarija en que encuentran al rio Pilcomayo, que v atravesando todo el Chaco hasta la Asuncin del Paraguay; de forma que por tierra pasan los confines de La Plata, atravesando por agua los trminos y posesiones mas internas hasta el Paraguay. Y habindose examinado estos puntos en el dicho m Cosejo de las Indias, con lo que dijo m Fiscal, y consultdome tambin sobre ellos, aunque se considera eme aquellas poblaciones y vigas deben ponerse en los parajes citados, esto no obstante he resuelto que, tomando informes del Reverendo Obispo de Santa Cruz de la Sierra y respectivos Gefes, providencies vos los que os parezca conducente al resguardar los confines de Matogroso, como os lo mando, en inteligencia de que por lo que mira la restitucin del pueblo de Santa Rosa, he m uidado pasar los oficios convenientes en la Corte de Lisboa. Fecha en San Ildefonso quince de Setiembre de mil setecientos setenta y dos. Yo el Rey Por mandado del R e y Nuestro Seor Domingo Diaz de Arze Tres rbricas (a) Ahora bien. Por esta Real Cdula se v que para ir por tierra desde los confines de Matogroso d los confines de La Plata, era necesario atravesar por entre las Misiones de Chiquitos y Zamucos, hasta los Chiriguanos y correjimiento de Tarija, en que encuentra el rio Pilco (a) Vase misma obra de Trelles, pg" 165.
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necesario raguay.
atravesar
por agua
terrePa-
nos y posesiones
mas internas
E s t a s observaciones las cuales se presta la cdula de 1 7 7 2 , el referido informe del Presidente de Charcas y Gobernador Intendente de la Plata, el Mapa de Cano y 0 1 medula, y el anterior de Guillermo de L'Isle, la Relacin Histrica de los seores don Jorge Juan y don Antonio Ulloa, y otras obras instruyen suficientemente sobr los linderos orientales de la Provincia de los Charcas Intendencia de la Plata. Ellos no llegaron los occidentales del Paraguay, porque entre ambas se interponen los de la gobernacin de Tucuman Salta y los de Santa Cruz de la Sierra, desmembracin de la antigua provincia del Paraguay. Por consiguiente, borrando el color rosado de Tomina de Chuquisaca este lado del rio Condorillo Parapiti y el verde azulado de la Cordillera este lado del rio de San Miguel de los Chiquitos, en el citado Mapa oficial de Bolivia, y haciendo coincidir en los lmites Sud de Chiquitos los Norte del Paraguay, se tendra con bastante aproximacin exactitud los antiguos linderos Norte de la Repblica con Bolivia. Para no dejar dudas este respecto vamos ocuparnos de la Real Ordenanza de Intendentes de 1 7 8 2 , y las modificaciones sufridas en 1783, para la mejor inteligencia de la cuestin de lmites pendiente.
CAPTULO
Creacin
XIII
del VirreynatoEreccin de Moyos y Chiquitos en gobiernos Polticos-militares independientesCreacin de la Audiencia Pretorial de Buenos AiresReal Ordenanza de Intendentes de Ejrcito y ProvinciaDivisin del Virreynato en ocho Intendencias Supresin paulatina de los corregimientos y gobiernas polticos-militaresExepciones Modificaciones de 1783Cesacin inmediata de todos los CorregidoresSubsistencia de los gobiernos de Mojos y ChiqtiitosSupresin de la Intendencia de Santa Cruz y creacin de la de CochabambaDesmembracin de la Intendencia de La Plata Supresin de las de Mendoza y Tucuman y creacin de los de Crdoba y SaltaDivisin de los treinta pueblos de Misiones entre las Intendencias del Paraguay y Buenos Aires - Creacin del Gobierno Poltico-militar independiente de Misiones Su agregacin al Gobierno del ParaguayAtribuciones de los Gobernadores Intendentes y de los Polticos-militaresAnalojias y diferencias Inviolabilidad y defensa de los territorios de unos y otrosAtribuciones de las Audiencias con relacin ellos Cargo Accesorio del Presidente de la Audiencia de Charcas Atribucin en comisin de esta Audiencia con relacin Mojos y Chiquitos Titulo del Gobernador Intendente del Paraguay Don Pedro Mel Observacin es.
Con el objeto espresado al final del anterior captulo, veamos las modificaciones administrativas introducidas en los territorios del antiguo distrito de las Audiencia de Charcas y Chile; esto es, ocupmosnos de la creacin del Vireynato de Buenos Aires y otras autoridades erijidas para el mejor gobierno de las colonias de esta estensa jurisdiccin. Con tal motivo, recordemos que el ao 1 7 7 6 las disidencias entre Espaa y Portugal sobre las posesiones de Amrica llegaron la via de los hechos. L o s portugueses rompieron las hostilidades, pesar de las promesas de la Corte
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de Lisboa. E l R e y de Espaa resolvi entonces enviar una espedicion que se preparaba en Cdiz, en nmero de ocho mil hombres destinados reconquistar la isla de Santa Catalina, la Colonia del Sacramento y los fuertes lugares de que estaban apoderados los portugueses. E l 27 de Julio de dicho ao, confi S. M. don Pedro de Cevallos el mando militar de esta espedicion y el gobierno de todos los territorios que comprenda la Audiencia 'de Charcas, con ms las ciudades de Mendoza y San Juan del Pico, de la jurisdiccin de Chile, concedindole el carcter de Virey, Gobernador, Capitn general y superior Presidente de la Real Audiencia, con todas las facultades y funciones que este empleo correspondan, con quince mil pesos de ayuda de costa y el sueldo de cuarenta mil pesos anuales, desde el dia en que se hiciese la vela de Cdiz, hasta su regreso, en que se hara nuevamente cargo de la gobernacin de Madrid. E l i de Agosto se dict la Cdula Real, creadora del Vireynato que se le confiaba, en la que se establecilos lmites' de su jurisdiccin en estos trminos: L a s provincias de Buenos Aires, Paraguay, Tucuman, Potos, Santa Cruz de la Sierra, Charcas y los correjimientos, pueblos y territorios que se estiende la jurisdiccin de aquella Audiencia de Charcas, correspondiendo as mismo bajo vuestro mando y jurisdiccin los territorios de las ciudades de Mendoza y San Juan del Pico, que hoy se hallan dependientes de la jurisdiccin de Chile, con absoluta independencia del V i r e y del Per y del Presidente del Chile. (a) A l ao siguiente, Mojos y Chiquitos fueron erijidos en gobiernos poltico-militares independientes, y clon Pedro de Cevallos que habia solicitado la traslacin de la Audiencia de Charcas Buenos Aires, reflexionando mejor, en nota de 2 6 de Enero de 1 7 7 8 , decia al Ministerio: K L o que ahora debo aadir mi citada propuesta, es
(a) Vase: La Patagonia y tierras Australes, por Quesada pg. 302 319.
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que para afianzar esta grande obra, no parece la traslacin esta Capital de la Audiencia
sino que se debe fundar y erijir otra de nuevo, distinta y separada con las calidades y condiciones que se en la primitiva creacin. El tenga del 1 4 de Abril de 1 7 8 3 se dict la Cdula R e a l creado< la y las cual tres de en por distrito la provincia Tucuman y Cuyo. de este (a) nombre ra de la Audiencia Pretorial de Buenos Aires, Paraguay,
Intendentes de E j r c i t o y Provincia, por la cual el territoocho intendencias en estos trminos del art. I :
A fin de que mi R e a l voluntad tenga su pronto y debido efecto, mando dividir por ahora en ocho Intendentes el distrito de aquel Virreynato, y que en ,1o sucesivo tienda por una sola Provincia el territorio se endemarcacin
(a) Vase: El Judicial n. 26 del 20 de Febrero de 18"6, donde est publicada la Cdula Ereccional de la Audiencia de Buenos Aires que dice : < : El Rey-Virey-Gobernador y Capitn General de las Provincias del Rio de la Plata Bien enterado de lo que en consulta de veinte y siete de Junio prximo pasado me hiz ? presente mi Consejo pleno de Indias, despus de haber oido su contadura general y mis dos Fiscales sobre lo conveniente que mi Real servicio y beneficio de mis vasallos la Ereccin de una Audiencia en la Capital de Buenos Aires y trminos en que podr ejecutarse; he venido por mi Real Decreto de veinte y cinco de Julio siguieute en establecer una Real Audiencia Pretorial en la misma Capital de Buenos Aires, la cual tenga por distrito la Provincia de este nombre, y las tres de Paraguay, Tucuman y Cuyo. Que verificado su establecimiento, queden estinguidos en la misma Capital el Empleo de Protector de Indios, el de defensor de mi Real Hacienda y el de Alguacil Mayor de aquellas mis Reales Cajas; y el de Auditor de guerra, luego que falte de all el actual Asesor de ese Virreynato, pues por ahora deben continuar reunidos en l ambos cargos Que la nu Audiencia
1
Oidores y un Fiscal, con cuyo Empleo ha de quedar unido el Protector de Indios. Que dos de estas plazas se provean precisamente esta primera vez en Ministros de la Audiencia de Lima: otra de ellas en uno de los Charcas; otra en uno de la de Cnile, para las cuales las dos restantes he provedo la Cmara haga las consultas en la forma acostumbrada Que el Regente tenga el sueldo anual de seis mil pesos: cada uno de los Oidores cuatro mil; y lo que el Fiscal entendindose esto para lo sucesivo, y para los que ahora entrasen de nuevo, pues los que pasaren de las Audiencias
te componga
del
Vreo
como
Presidente,
de un Regente,
cuatro
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de cada Intendencia con el nombre de la Ciudad que hubiese de ser su Capital, y en que. habr de
Villa residir
el Intendente quedando las que en la actualidad se titulan Provincias con la denominacinn de Partidos, y conservando estos el nombre que tienen aquellas. Ser una de dichas Intendencias la General del E j r c i t o y Provincia que y a halla establecida en la Capital de Buenos Aires y su trito privativo ser todo el de aquel Obispado. de la Las se dissiete y
restantes, que han de crearse, sern solo de P r o v i n c i a ; se habr de establecer una en la Ciudad del Paraguai, que comprender Obispado; todo el territorio de este otra de de
Asuncin aquel
otra en la Ciudad de San Miguel del Tucuman, nombre; que en ser la la Sierra, todo el
debiendo ser su distrito todo el Obispado otra en la Ciudad de Santa Cruz de comprensiva del mismo del territorio de por su las Ciudad de Paz, que tendr nombre, Carabaya distrito
Obispado Lampa,
y ademas
y Azngaro; otra en la Ciudad de Mendoza, que territorio de ser correjimento, otra en la CiuArzobispado la Provincia
de Lima, Charcas y Chile ser Oidores, Fiscal en la nueva Audiencia han de conservar sus actuales sueldos mediante ser mayores que los que van asignados: Que haya dos Agentes Fiscales, dos Relatores, y dos Escribanos de Cmara con el sueldo de quinientos pesos cada uno; y estas Escribanias se provean como oficios vendibles y renunciables, en cuya clase han de correr: Que haya un Capelln con sueldo de trescientos pesos, y la obligacin de decir Misa los pobres de la crcel y ensear la Doctrina Cristiana. Un Chanciller, y Rejistrador cuyo oficio corra sobre el pi de vendible, y renunciable, como en otras Audiencias: Dos Receptores, cuatro Procuradores, un Tasador y un Repartidor, y todos estos oficios no tengan sueldo y sean vendibles y renunciables, y finalmente haya los de Abogado y Procurador de Pobres, dos Porteros y un Barrendero dos, cuyos nombramientos se hagan por la Audiencia con la gratificacin que la pareciere sobre el ramo de penas de Cmara. Asi mismo he resuelto que establecida que sea la nueva Audiencia, procedis Vos con el Regente y Oidores formar sin la menor dilacin las correspondientes Ordenanzas para un buen Rgimen y Gobierno, teniendo presentes los de mis Reales Audiencias de Lima y Charcas de las que les pediris copias, como las que se formaron en dos de Noviembre de mil setecientos sesenta y cuatro para la que anteriormente hubo en la misma Capital de Buenos Aires de que os acompao copia, arreglndose para su formacin lo dispuesto en
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de Charcas, excepto la Villa de Potos con todo el territorio de la Provineia de Porco en que est situada, v los de los de Chachanta Charcas, Atacama, Lipes, Chichas y Tarija, pues estas cinco Provincias han de compode la restante Intendencia, que la sudems especireservo ner el distrito privativo
ha de situarse en la espresada Villa, y tener unida Minas y Mita, y la del Banco ficarn respectivamente de recates con lo
perintendencia de aquella R e a l Casa de Moneda, la de sus correspondiente. Y las espresadas demarcaciones se en los ttulos elija, que se pues los nuevos Intendentes que Yo me
espedieren
nombrar siempre y por el tiempo de mi voluntad para estos empleos personas de acreditado zelo, honor, integridad y conducta, como que descargar mis Pueblos. Mas, res, por este artculo de la R e a l Ordenanza quedaron militapolsuprimidos los correjimientos y gobiernos polticos con escepcion de los de Montevideo y lo dispuesto en el artculo J" de ella, que dice : las Leyes adaptndose al actual estado de las cosas ponindolas provisionalmente en ejecucin, y remitindolas al enunciado mi Consejo para mi Real Aprobacin; todo lo cual os participo, para que lo tengis entendido, hagis notorio en donde convenga y concurris en la parte que os toca su puntual cumplimiento, en inteligencia de espedirse con fecha de hoy las corresponpientes cdulas mis Reales Audiencias de Ch le y Charcas para que les conste l territorio que se segrega de su respectiva jurisdiccin, y se aplica la nuevamente establecida, y de esta Cdula se tomar razn en la Contadura General del referido m Consejo Fecha en Madrid catorce de Abril de mil setecientos ochenta y tfes Yo el Rey Por mandado del Rey nuestro Seor Miguel de San Martin Cueto Hay tres rubricas Auto 1/ obedecimiento Buenos Aires catorce de Octubre de mil setecientos ochenta y tres Gurdese y cmplase lo que Su Magestad manda en esta Real Cdula y para tener con la di bida anticipacin las ordenanzas que rijen en las Reales Audiencias de Lima y Charcas, escrbase al Exmo. Sr Virey de aquel Reino por lo que hace la primera y por lo que la segunda a! mismo Tribunal efecto de que enven la copia que se ordena, procedindose despus en oportuno tiempo lo que produce dicha Real Resolucin Vertiz El Marques de Sobrrmonte En 16 del corriente se escribieron las cartas que espresa el superior decreto de S. E Sobre-Monte E s la Real Cdula antecedente copia de la orijinal expedida para la Ereccin de esta Real Audiencia Pretorial. > en ellas mis cuidados, cometiendo al suyo el inmediato gobierno y proteccin de
Misiones,
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DOCTOR ALEJANDRO
ATJDD3ERT
L o s dems correjimientos y gobiernos polticos de todo el referido Virreynato ( escepcion del de Montevideo y del de los treinta Pueblos de Misiones de Indios Guaranes que le tiene unidos al militar han de quedar estinguidos conforme vayan vacando, cumpliendo el tiempo de cinco aos los provistos en ellos; y entretanto estarn inmediatamente sujetos y subordinados los respectivos Intendentes de su distrito, quines por el mismo tiempo subdelegarn sus encargos en los referidos correjidores y gobernadores para que as se uniforme desde luego el gobierno de todas las Provincias, y se evite la confusin que siempre causa la diversidad de jurisdicciones y Ministros. Y los espresados dos gobiernos que se esceptan de la prefinida estincion han de continuar con la causa de Justicia reunida al mando milicar en sus respectivos territorios distritos, como tambin la de Polica en cuanto toque lo particular de la Ciudad, Villa Pueblo en que tuviere su fixa residencia el Gobernador, porque en lo que sea general de la Provincia se reserva al Intendente de ella. . Pero, pasada la Real Ordenanza en consulta al V i r e y y al Intendente general del R o de la Plata, en virtud de las observaciones que estos hicieron, el rey hizo, en San Ildefenso, el 5 de Agosto de 1 7 8 3 , diez y siete declaraciones modificaciones la R e a l Ordenanza, entre las cuales conviene se tenga presente las siguientes: I. Teniendo determinado y prevenido por la citada R e a l Orden de 20 de Julio del ao prximo antecedente, que los actualeS Gefes de las Provincias de aquel Virreynato ejerzan sus respectivas Intendencias, es mi soberana voluntad que en lo sucesivo as ellos como los que yo nombrase para iguales destinos, se denominen Gobernadores-Intendentes; y que los ttulos de este nuevo empleo se les despache por ahora por la Secretaria de Estado y del Despacho Universal de Indias, fin de que desde luego entren al ejercicio de todas las facultades que les concede la mencionada Ordenanza, y que en su consecuencia cesen
inmediatamente
en el de sus empleos
todos
los
Correji-
LOS
LMITES
DE
LA
ANTIGUA PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
207
estn
comprendidos
en el
mismo
II. L a exepcion contenida en el articulo 7 de la enunciada Ordenanza de Intendentes con objeto que subsistan el Gobierno de Montevideo y el de los treinta pueblos de Indios Guaranes, ha de ser y entenderse comprensiva igualmente de los otros dos gobiernos de Mojos y Chiquitos respecto de serles comn la circumstancia que en aqullos motiv la dicha exepcion, y consiguientemente debern tambin subsistir. III. Atendiendo lo poco sana que es> la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra; y las ventajosas circumstancias que en esta parte y otras no menos recomendables, concurren en la Villa Capital de Cochabamba y la hacen preferible para establecer en ella la Intendencia que por el Artculo I de la ya citada Ordenanza se mand erijir en la dicha Ciudad de Santa Cruz, quiero y es mi voluntad que as se ejecute, y que consiguientemente sea la enunciada Villa la Capital de aquel Gobierno Intendeno
se ha de componer del
que
es
propio
del actual Gobierno de Santa Cruz, y del que corresponde la referida Villa, el cual por conseqencia se ha de desmembrar del qu por el mismo Artculo i" se seal la Intendencia y Provincia de la Plata. etc. I V . Por muy justas y recomendables razones, calificadas con los mas verdicos y autorizados informes dirijidos mis Reales manos por el actual V i r e y de Buenos Aires apoyndolos con el Suyo de 2 6 de Enero de 1 7 8 1 , tuve por preciso y conveniente mi R e a l Servicio y la Causa Pblica de aquellos mis dominios, resolver en 26 de Febrero de 1782, y en su conseqencia mandar por la ya citada R e a l Orden de 2 9 de Julio siguiente, que se dividiese en dos Gobiernos el de la Provincia de Tucuman con el agregado de la de Cuyo, y conforme al Plan propuesto por los enunciados informes; debiendo en su conseqencia quedar por residencia y Capital del nuevo Gobierno la Ciudad de Crdoba del Tucuman, y comprender ademas las de Mendoza , San J u a n . d e l Pico , San Luis de Loyola
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DOCTOI ALEJANDRO
AUDIBERT
y Rioja con sus respectivos distritos; y situarse la residencia del otro Gobierno del resto de la dicha Provincia en la Ciudad de Salta como mas proporcionada ser la Capital de las de Jujuy, San Miguel, Santiago del Estero y Catamarca, con sus correspondientes jurisdicciones. Y siendo consiguiente esta variacin hacerla tambin en las residencias que por el Artculo 7 de la citada Ordenanza se determinaron las dos Intendencias que por el mismo se mandaron establecer en el propio territorio que han de abrazar los espresados dos Gobiernos, es mi voluntad y mando qne. la Intendencia que se seal por Capital la Ciudad de Mendoza se site en la de Crdoba del Tucuman, y que la mandada erijir en la Ciudad de San Miguel se establezca en la de Salta, unindose una y otra los respectivos Gobiernos para que el distrito sealado cada uno de ellos sea el de su Intendencia, y se entienda por una sola Provincia, segn est dispuesto por el mencionado Artculo i, quedando el ejercicio de Vice-Patronato en toda ella su Gobernador Intendente en observancia de lo prescripto acerca de este particular en el Articulo 6 de la referida O r d e n a n z a . . . . etc.
o
X V I I . Finalmente como mi Real animacin sea que la mencionada Ordenanza expedida, el establecimiento instruccin de los referidos Intendentes solo se vari y observe por ahora en los precisos puntos contenidos en estas declaraciones, que se unirn ella, y que en lo dems quede subsistente y en la debida fuerza y vigor, con las seguridades y firmezas espresada en su ltimo Artculo. Para puntual cumplimiento de todo he mandado despachar la presente firmada de mi Real mano, sellada con mi sello secreto, y refrendada de mi infrascripto Secretario de E s tado y del Despacho Universal de las Indias Dada en San Ildefonso cinco de Agosto de mil setecientos ochenta y tres - Yo el Rey jtosef de Glvez E s copia del orijinal (con rbrica del mismo) Josef de Glvez. {a)
(a) Vase El Judicial de Buenos AiresMarzo 5 de 1867 n. 131 donde estn publicadas las diez 3' siete declaraciones del Rey sobre la Real Ordenanza de Intendentes.
LOS LMITES
DE L A
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
20'9
Por ests modificaciones de la Real Ordenanza Ta gobernacin' de Tucuman qued definitivamente dividida en dos Intendencias hacindose estensiva los Gobiernos PolticoMilitares de Mojos y Chiquitos, la escepcion del art. 7. Suprimise la Intendencia de Santa Cruz de la Sierra y se cre en su lugar la Intendencia de Cochabamba, cuyo distrito se compuso del territorio de la Villa de este nombre y del Gobierno y Capitana General de Santa Cruz de la Sierra. L a Intendencia de la Plata fu as reducida seis partidos de los comprendidos en la jurisdiccin privativa del Arzobispado de Charcas, que s o n : Amparaes, Tomina, Oruro, Paria, Carangas y Pislaya y Paspaya. De esta manera el Virreynato qued dividido, en 1 783, en estas ocho Intendencias: Buenos Aires, Paraguay, Crdoba, Salta, Potos, L a Plata, Cochabamba y la P a z ; y cuatro gobiernos polticos-militares: Mojos, Chiquitos, Montevideo y Misiones. Mas dado el territorio que se adjudic las Intendencias de Buenos Aires y Paraguay, resultaba evidente qu no podan subsistir Montevideo y Misiones, esceptuados expresamente en el art. 7", por cunto el territorio de los treinta pueblos de Misiones estaban divididos entre los Obispados de ambas Intendencias, y el de Montevideo perteneca esclusivamente la de Buenos Aires, habia que reducir la jurisdiccin atribuida dichas Intendencias, en la parte que constituan dichos gobiernos. E l Gobernador Intendente del Paraguay don Pedro Mel de Portugal reclam los trece pueblos de Misionos del Paran como de su jurisdiccin, y el Virrey Marqus de Loreto resolvi favorablemente, en 1 7 8 4 , quedando suprimido el Gobierno de Misiones, por la adjudicacin la Intend e n c i a ' d Buenos Aires de los diez y siete pueblos restantes del rio Uruguay. Mas por Cdula Real del 1 7 de Mayo de 1803, crese la Provincia de Misiones compuesta de los treinta pueblos de las Misiones del Paran y del Uruguay, con
'4
210
DOCTOR
ALEJANDRO
AUDIBEHT
total
independencia
de dichas
Intendencias,
y en
1806
fu ella agregada al Gobierno del Paraguay, en cuyo estado sobrevino la revolunion de 1 8 1 0 y la de 1 8 1 1 . As es que al operarse la separacin de la Madre-Ptria, haban ocho Intendencias y tres Gobiernos polticos-militares independientes en el Virreynato. Veamos las atribuciones principales de estas autoridades. L o s Intendentes tenan su cargo las causas de justicia, polica, hacienda, guerra y el Vice-Patronato R e a l . L o s Gobernadores poltiecs-militaree solo tenan las de guerra, polica y justicia. Por lo que tocaba, la hacienda se rejian por disposiciones especiales. Y as el Gobernador de Montevideo estaba subordinado al Intendente de Buenos Aires, pero la ley obligaba este subdelegar en aquel, el conocimiento en las causas del ramo. E l de Misiones estuvo subordinado los Intendentes de Buenos Aires y del Paraguay, quines deban subdelegar el conocimiento de las causas correspondientes en el Gobernador respectivo. L o s de Mojos y Chiquitos conocan de las mismas causas que los de Montevideo y Misiones; pero en lo relativo la hacienda no estaban subordinados una Intendencia, sino la Audiencia de la Plata. Solo los sueldos de los gobernadores estaban provisionalmente situado en la caja de la Intendencia de Cochabamba, que era la mas inmediata y la que mand el rey los pagase con calidad de reintegro, (a) Entre las atribuciones de los Gobernadores Intendentes y las de los Polticos-militares, habia pues muy poca diferencia y no existia ninguna bajo estos puntos de vistas. T a n t a independencia tenan en el ejercicio de ellas los unos como los otros. E s t a calidad caracterstica de las provincias gobernadas por Intendentes, como de las rejidas por los Polticos-militares consista, segn T r e l l e s en la delegacin hecha por el Soberano de la guarda de
i
lmites
entre la Rep-
LOS LMITES D E h.
ANTIGUA PROVINCIA
D E L PARAGUAY
211
su soberana y dominio sobre el territorio comprendido en los lmites de cada gobierno, los que no podan ser traspasados, con ningn pretexto ni motivo por los otros gobernadores, sin previo permiso del gobernador correspondiente. Y as el Intendente de Cochabamba no podia espedicionar contra los indios enemigos que habia en el distrito de Mojos sin la venia del Gobernador de esta provincia, pues los lmites de su Intendencia concluan donde principiaba la provincia de Mojos, y por l e y general eran inviolables los trminos de los Gobiernos de Indias. L a defensa del territorio del mando de los gobernadores Intendentes, como del de los Poltico-militares corresponda esclusivamente ellos en sus respectivas provincias, sin haber otra autoridad superior quien reconocer, que al Intendente General del Ejrcito y del Virey, en su carcter de Capitn General de todas las provincias del Virreynato. L a subordinada Audiencia de los Charcas, ni la Pretorial de Buenos Aires, podan injerirse en las materias gubernativas encomendadas los Gobernadores Intendentes los Polticos-militares. Esos altos tribunales del Virreynato entendan en los asuntos de justicia en grado de apelacin de las decisiones de esos gobernadores y privativamente en las cuestiones de cacicazgos, (b) E n algn ramo gubernativo de las provincias de su comprensin, podan entender solo en comisin, como suceda la Audiencia de Charcas, en lo econmico de Mojos y Chiquitos, y cuyo Presidente tenia accesoriamente el cargo de Gobernador Intendente de la Plata. Pero dejando estos apuntes sobre las atribuciones de los Gobernaeores Intendentes, de los Polticos-militares y de las Audiencias, volvamos las modificaciones territoriales introducidas por la R e a l Ordenanza de 1782 y posteriores modificaciones, para observar que estas no alteraron
Ib) Vase: Recopilacin de Leves Indias Leyes I , 2 , 3 y 4 tt. 7 , lib. 6 .
a a a o o a
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DOCTOR ALEJANDRO
ATJDIBERT
la jurisdiccin del Paraguay sobre el territorio del Grart Chaco, que claramente qued bajo su dominio; puesto que no se puede negar que el est comprendido' en el territorio del Obispado del Paraguay y no se sostiene ni puede pretenderse, como no se ha alegado que corresponda al Obispado de Santa' Cruz de la Sierra la jurisdiccin privativa bien entendida del Arzobispado de Charcas. Por lo dems, el que dude puede consultar los linderos Sud de Chiquitos, los orientales de Cochabamba y los de los Plata con la Intendencia del Paraguay, en los ttulos de gobernadores,, espedidos el 22 de Agosto de 1 7 8 3 , en cumplimiento de la Real Ordenanza de Intendentes, y en los antecedentes histricos. As, si se examina el despacho de nombramiento del Gobernador Intendente del Paraguay, don Pedro Mel de Portugal, se ver que d i c e : Don Carlos, por la gracia de Dios R e y de Castilla etc. Aprobado como tengo por la Real Ordenanza de 28cle Enero de 1782, el establecimiento de una Intendencia de Ejrcito y de Provincia en el Virreynato de Buenos Aires, y hecho despus algunas declaraciones para su mejor observancia y practica, por R e a l Cdula del 5 del presente mes de Agosto, y resuelto tambin que los Intendentes de Provincias queden unidos por ahora los respectivos gobiernos militares de los territorios que cada una se sealan: vengo en concederos por el tiempo de m voluntad V o s el Coronel de mis Reales Ejrcitos, don Pedro M e l , T a Intendencia de la Ciudad de la Asuncin del
Paraguay, que comprender iodo el territorio de Obispado y cuyo Gobierno Militar estis sirviendo.
aquel Por
tanto, mando al Virey y Capitn General de las Provincias del Rio de la Plata y al Intendente del Ejrcito y Real Hacienda de Buenos Aires, como Superintendente Subdelegado de ella, en todo el distrito de aquel Virreynato, os hayan y tengan por t a i Intendente de Provincia d l o s territorios sealados este cargo y el de Gobernador militar de ello.
PROVINCIA D E L
PARAGUAY
21
. . . . Dado en San Ildefonso veinte y dos de de mil setecientos ochenta y tres. Lugar del sello Yo el Rey
Agosto
Jos
de Glvez.
(<*)
Este ttulo del Gobernador Intendente don Pedro Mel de Portugal, espedido de acuerdo con la Real Ordenanza de Intendentes, prueba de una manera plena incontestable que el territorio situado al Norte del rio Bermejo hasta los lmites Sud de Chiquitos y desde el occidente del rio Paraguay hasta el Parapit y las sierras de Santa Cruz los 2O de latitud, pertenece la Intendencia del Paraguay, puesto que forma parte del territorio de su Obispado de una manera indiscutible, en tanto que no se demuestre la existencia de una desmembracin intermediaria entre el Paraguay y la antigua gobernacin de Santa Cruz de la Sierra.
0
Pero para hacer mas evidente los antiguos lmites de la Provincia Intendencia del Paraguay, vamos ocuparnos de sus actos de jurisdiccin histricos mas importantes.
(a) El despacho de nombramiento de don Pedro Mel, lleva continuacin las siguientes anotaciones: Tomse razn en la Contadura General de Indias Madrid 23 de Agosto de 1783. < : Buenos Aires 21 de Noviembre de 1783 Cmplase lo que Su Magestad manda en el precedente Real Ttulo y tmese razn de l en la Contadura mayor de este Virreynato y en las cajas de la Asunciou del Paraguay . < : Tomse razn en la Contadura mayor de este Virreynato. Buenos Aires, veinte y cinco de Noviembre de 1783. > El documento fu presentado por el Baraguay ante el arbitro M. Hayes en la cuestin de lmites con la Repblica Argentina y figura bajo el Anexo C n. 41 en las citadas publicaciones.
Francisco de Caprera. Fi-ancisca de Pablo Saenz. <. Don Francisco Machado
CAPTULO
Los
XIV
Guaycurs Eepediciones contra estos indios Los mamelucos de San PabloPrdida de Villa RicaEspedicion enviada, su socorro Cobarda del ge/eDevastaciones de los mamelucosTentativas de desalojo de los portugueses de la antigua JerezEspedicion contra los GuaycursNuevos atentados de estos y de los payagusEsploracion del Pilcomayo por los Padres Patino y NieblaNombres diversos de este rioSus primeros descubridoresCdula Real del 10 de Diciembre de I563Acusacin del Gobernador Rc/es ante la AudienciaJos de Antequera y CastroProceso de ReyesReconocimiento de Antequera de Gobernador Actitud de la Audiencii de CharcasResolucin del VireyReyes se hace reconocer Gobernador en li CandelariaActitud del Cabildo y de AntequeraInformaciones sobre la actitud de los indios y jesutas de misiones Nueva resolucin del VireyBaltazar Garca RosComunicacin al Cabildo de la AsuncinResolucin de este Providencia de Antequera Espedicion de Garca Ros contra esteEspulsion de los jesutasDerrota de Garca RosEspedicion del Gobernador ZabalaAntequera se retira del ParaguayZabala nombra de Gobernador Don Martin BaritaCdula Real del 26 de Noviembre de 1726Incorporacin de los trece pueblos de misiones del Paran al gobierno t'.mporil del Rio de la PlataLa jurisdiccin eclesistica no sufri alteracin entre ambos gobiernosMemorial del Provincial Jaime AguilarCdula Real del 28 de Diciembre de ijijCarta del Obispo de Buenos Aires Don Jos Peralta ai ReyObservaciones.
Antes de ocuparnos de las poblaciones establecidas por el Paraguay en el territorio del Chaco situado al Norte del R i o Bermejo, vamos recordar sus luchas contra los indios que lo habitaban, algunas desvastaciones de los portugueses y los disturbios polticos de los comuneros. L o s Guaycurs, de indmita raza, cuyo carcter fu un tanto dulcificado por los jesutas en las reducciones de Yasoc de Nuestra Seora de los R e y e s y de Guazutin-
216
DOCTOR ALEJANDRO
AUDD3ERT
gu, volvieron entregarse sus costumbres; esto es, las invaciones anuales ya contra los propiosindios del Chaco, y a contra los espaoles. Sus armas dominaban desde mas al Sud del Rio Bermejo hasta Chiquitos y desde el Rio Paraguay hasta los indios Chiriguanos. Eran los seores del Chaco Boreal y Central, y l terror de las poblaciones guarans y espaolas de la provincia. Ora solos aliados las Lenguas, Payagus y Albays fue el azote de los pueblos y la alarma constante de la Ciudad. Recordemos algunos de sus principales atentados. En 1 6 6 1 , bajo el gobierno de Don Alonso Sarmiento y Figueroa, dirijieron sus proezas sobre los Itatines de Caaguaz, cayendo de improviso sobre las reducciones de Nuestra Seora de F y San Ignacio, donde causaron algn estrago; pero no satisfechos de sus vctimas estendieron sus correras sobre las poblaciones espaolas, y aunque pocas ventajas positivas obtuvieron, se dieron por desagraviados ese ao. Mas el citado Gobernador se puso en campaa contra ellos causndoles gran mortandad con el auxilio de los itatines; pero no escarmentaron volviendo al siguiente ao infestar las campaas. Sali contra ellos esta vez el Sargento mayor D . Lzaro Ortega y costa de. cuatro meses de fatigas, puso algn tiempo freno sus escursio.es vandlicas. Mas en 1663, tuvo que prepararse el mismo Gobernador llevarles una nueva espedicion, cuando vino reemplazarle Don Juan de Diez Andino. {a) E s t e llev contra dichos indios coaligados con los payagus, cinco espediciones para castigar los latrocinios, que cometan. T r e s de ellas infructuosamente y dos con buena suerte, con el auxilio de los Guarans de l a s misiones jesuticas. A fines de 1 6 7 1 , siendo gobernador de la Provincia Don Felipe . Rege Corbalan, los Guaycurs coaligadps con
(a) Vase.Gregorio Funestomo 1. Lib. 8." cap,:4.-, . .,
LOS
LMITES
CE
LA
ANTIGUA PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
217
Albys dieron un golpe de gran audacia. A las puertas de la Asuncin, asaltaron Tacumb y mataron varios de sus vecinos, retirndose cargados de despojos. E s t a hazaa los envalentonaron y durante cuatro aos consecutivos azotaron con incendios, muertes y robos los pueblos de Tobati, Arecay, Atir y Arecutagu. Se envi contra ellos varios destacamentos al mando de Francisco Ramrez de Guzman, Francisco de Abalos Mendoza, Francisco de Ledesma y Juan Caballero Bazan. L o infructuoso de estas espediciones al Chaco, que se reducan marchas y contramarchas en busca de enemigos cuyos rostros nunca se vean, oblig al gobernador una entrada general dirijid por l mismo al frente de trescientos quince espaoles, mil guarans de las reducciones jesutas de misiones y cuatrocientos de los pueblos de Yuti y Caasap. A ochenta leguas de la Asuncin, al interior del Chaco, hizo alto sin haber encontrado los ladinos Guaycurs. A los dos meses y medio de haber salido de la Capital regresaron ella, sin haber realizado ningn acto digno de mencin. Envalentonados por la impunidad de sus atentados en 1 6 7 5 , se dispusieron invadir la misma Asuncin y para evitarlo para castigar tanta osada march .contra ellos una nueva espedicion que no logr otra cosa que celebrar la paz con los Guaycurs, quienes vinieron establecerse por el lugar de la antigua reduccin de Yasoc de Nuestra Seora de los R e y e s frente mismo la Capital. Desde all, antes de tres aos, se prepararon invadir la Ciudad y descubierto el hecho, el Teniente Gobernador Don J o s Abalos finji enamorarse de la hija de un Cacique principal y la solicit en matrimonio prometiendo renunciar al traje espaol y vestirse de indio Guaycur. As lo hizo y al celebrarse la ceremonia del casamiento unos trecientos indios que pasaron presenciar el acto en la Ciudad fueron pasados por las armas, al mismo tiempo que un cuerpo de infantera y otro de caballera atacaban la toldera de los Guaycurs, el 20 de Enero de 1 6 7 8 .
21S
DOCTOR ALEJANDRO
AUDIBERT
Francisco Monforte, que entr gobernar en 1 6 8 5 , se vio obligado llevar dos espediciones mas al Chaco contra ellos, pues respuestos de sus prdidas emprendieron de nuevo la guerra contra los espaoles; pero estos auxiliados de los guarans los dejaron humillados por algn tiempo. Mas el gobernador Don Juan Rodrguez Cota, en 1696, vise obligado llevar contra ellos otra espedicion. (a) Mientras as segua la lucha contra los Guaycurs otros enemigos no menos terribles azotaban al Paraguay, al Oriente y al Norte. Los mamelucos de San Pablo, principios de 1 6 7 5 , invadieron al Guaira y pusieron sitio Villa-Rica del Espritu Santo, prometiendo levantarlo siempre que se les entregasen las armas para tener cubiertas las espaldas en la retirada. L o s guaireos cayeron en este lazo tendido por la perfidia de los portugueses y se entregaron desarmados los mamelucos. A l recibirse la nueva del sitio de Villa-Rica en la Asuncin, sali en proteccin de ella cuatrocientos espaoles y setecientos guarans de las misiones jesuticas; pero tal fu la cobarda del gefe, dice Funes, que no se podia discernir, s persegua un enemigo protejia un aliado. En vano los indios de las misiones pidieron la seal del com b a t e : contenidos por el general se content este con ser un fri espectador de cuatro mil indios cristianos que iban arrastrando sus cadenas. As se perdi definitivamente Villa-Rica. Mas los mamelucos con anterioridad ya llevaron sus desvastaciones tambin al Norte. En los campos de Jerez, en 1632, destruyeron las reducciones de Caaguaz, T a r y Bomboy; y en 1 6 4 9 , las de San Benito, Santa Maria de F y San Ignacio, concluyendo por enseorearse de la antigua Jerez, fundada en 1 5 9 3 , por Ruiz Diaz de Guzman sobre el Camuapuan. En el Chaco tambin fueron destruidos por ellos pueblos de Itati y Nuestra Seora de F , en 1 6 4 5 .
() Vase.Gregorio Funestomo 1. L i b . 3. cap. 8.
los
L0<? LMITES
DK L A
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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En 1688 estaban apoderados de la antigua Jerez y el Gobernador Monforte, se propuso desalojarlos de esa parte del Paraguay. (a) De la misma empresa se lisonje su sucesor Garca R o s ; pero la corta duracin de su gobierno disip sus esperanzas al respecto. Despus de este el Gobernador Don Manuel Robles L o renzana tambin se propuso desalojarlos de la antigira Jerez, en 1707, y al efecto envi una espedicion de -reconocimiento de las posiciones enemigas; pero apercibise que era mas urjente marchar contra los indios del Chaco, que infestaban los caminos con atroces crueldades contra los viajeros. En su consecuencia se prepar contra los salvajes, y en 1709 penetr la parte Occidental del R i o Paraguay hasta llegar la toldera de los Guaycurs, quienes bati debidamente, pero sin mayores resultados, porque tuvo que retirarse pronto por las inundaciones, (b) Bajo el Gobierno de Bazan, en 1 7 1 4 se celebr la paz con los Payagus, quienes obtuvieron el permiso de establecerse en T a c u m b ; pero desde all al poco tiempo se pusieron en inteligencia con los Guaycurs para sus malones. Aquellos la sombra de la paz y amistad con los espaoles, se esparcan de noche por los campos y ejecutaban robos, incendios y muertes con los Guaycurs. Luego denunciaban estos como los nicos autores de las invasiones que en comn realizaban. Mas al fin fueron descubiertos y escarmentados por el ao 1 7 1 7 , bajo el gobierno de Don Diego de los R e y e s Balmaceda. (c) Mas dejemos las luchas espediciones contra los Guaycurs y Payagus, para recordar, la exploracin de 1 7 2 1 por el Rio Pilcomayo. En este ao, por disposicin del Padre Provincial Don Jos Aguirre, se llev efecto la famosa espedicion de los jesutas Gabriel Patino y Bartolom de Niebla.
(a) V.Funestomo 1 Lib. 3. cap. 8 (b) VaseGre-orio Funestomo 1. Lib. 4 . cap. 2 Gobernantes del Paraguaypg. 100. (c) Vase FunesLib. 4. cap. V.
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Zinny
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Estos provistos por el Gobernador de dos embarcaciones y una pequea fuerza militar, penetraron por l Rio Pilcomayo, con el doble objeto de facilitar la conversin de los indios del Chaco y la vez para buscar una via de comunicacin mas direct?. y fcil con las misiones de Santa Cruz de la Sierra y Chiquitos, de las cuales se crea que no distaba mucho el Araquay. As llamaban los Guarans de esta parte al Rio Pilcomayo, porque era necesario valerse de mucho entendimiento para navegarle; por sus continuas y rpidas vueltas, como por las dificultades que hay para dar con el canal, cuando en las grandes crecientes sus aguas se derraman en dilatadas llanuras. Araquay, que otros escriben Araguay, significa en el antiguo guaran: rio de entendimiento. L o s Guaycurs llambanle: Guasutingu. Los Chiriguan o s : Iti y Ytica.(a) Los Quichuas: Pisco-may que quiere decir: rio de los pjaros. , Por corrupcin del nombre Quichua vino s e r : Pilcomayo. Nace este rio, entre las sierras que van de Potos y Porco para Oruro. Recibe al Parapaya Toropalca y tira al E s t e para reunirse con el Cachimayo. Entra luego por Paspaya para cortar despus la gran Cordillera .general, por la tierra de los Chiriguanos, por cuya cercana recibe al rio de Santiago de Catagaita, para mas adelante admitir en su seno al rio Salado que nace en los Llanos de Manso. E l Pilcomayo fu descubierto y navegado por los conquistadores del Paraguay Rio de la Plata, antes que nadie, desde su desembocadura hasta las altas Sierras del antiguo Per, hoy Bolivia, como puede v e r s e ' polla siguiente Cdula Real de fecha 10 de Diciembre de 1563, que la letra dice a s : E l Rey, Presidente Oydores de la nuestra Audiencia R e a l que reside en la Ciudad de la Plata de los Charcas de las provincias del Per: por una relacin que por parte
() V. Ruiz Diaz de Guzman - L i b . l. cap. 2.y Lib. 3 cap 6.
LOS
LMITES
DE
LA ANTIGUA
PROVNOLA
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de essa Ciudad se nos embi cuyo traslado os mando embiar con esta, firmado del Secretario Ochoa de Cuyando, se dice que essa dicha Ciudad tiene entre otros, un rrio que est cinco leguas della camino de Potos, que se dice Pilcomayo, que v salir frontero de las cassas donde estn poblados los espaoles del rrio de l a Plata, y que abr de atravesia al rio de donde est poblando Andrs Manso, quarenta leguas, y conocen los que an ydo de essa provincia del Rio de la Plata, ser el dicho rrio de Pilcomayo, por salir de all el agua barro bermejo como v de ymbierno junto essa Ciudad, y que pueden subir los bergantines y canoas cincuenta leguas dessa Ciudad, segn lo que se entiende; y tambin porque los mismos espaoles del Rio de la Plata an suvido por el rrio ariva con canoas hasta las sierras altas dessa provincia {Charcas'), por donde se puede tener contratacin con los del dicho Rio de la Plata por tiempo, y aun hacerse navegacin estos R e y n o s de Spaa, y proveerse essa provincia abundossamente de las cosas de a c ; y bisto en el Nuestro Consejo de las Indias lo contenido en la dicha relacin, y que de hacerse lo tocante lo susodicho, por la orden que se apunta, sera de gran effecto y cossa muy provechossa, os mando que veis lo en la dicha relacin contenido cerca de lo susodicho, y pareciendoos que se puede hacer y descubrir 16 en ella contenido por la orden que se dice, proveis y encaminis como se haga por la via y forma que os pareciere que mas combiene, y de lo que en ello se hiciere y ordenare Nos daris aviso; y estaris advertido que esto se haga la menos costa que se pueda, y que no se haga en ello gastos superfluos. etc. F e c h a en Monzn diez de Diciembre de mil y quinientos y sesenta y tres a o s Yo el Rey. Por mandado de su M a g e s t a d ; Francisco de Heraso. Correjido con su orijinal, Juan Bautista de la Gasea. (a)~
(a) Vase.Documentos 1 8 pg. 34. inditos del Archivo de Indiastomo
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AUDIBERT
Francisco Ortiz de Vergara en su citada Relacin verdadera del V i a j e y Salida que hizo del Rio de la Plata Paraguay al Per, refiere que tom el camino que llevaron por acompaarlo Nuflo de Chaves que le habia sido recomendado por el Virey, el Conde de Nieve, fin de que le ayudase para que trajese su familia Santa Cruz, la vez que por la antigua amistad que con l tenia. Por esta razn no march derecho por el rio Aracuay, que polla Ciudad de la Plata le llaman P i l c o m a y o ; pero qued en volver por este rio, lo cual significa que ya sabia que por l podia irse la Plata y volverse la Asuncin. A l espritu de empresa de los primeros tiempos del descubrimiento y conquista del Paraguay no fu pues indiferente el rio Aracuay. L a Cdula de 1563, transcripta en lo pertinente, demuestra que antes de ser ella dictada, los espaoles del Rio de la Plata habian ya subido remontado el rio Pilcomayo con canoas hasta las sierras altas del reino del Per, hoy Bolivia, demostrando que por l se podia establecer comunicaciones comerciales entre el Rio de la Plata y las provincias de los Charcas. L o s padres Patino y Niebla hicieron ver una vez mas en 1 7 2 1 esta verdad, navegando por l mas de trecientas leguas, hasta cerca de las Cordillera tierra de los Chiriguanos, segn Lozano (a) y segn el Diario de navegacin cuyo estado publica Arenales en su citada obra pg. 15 28, recorrieron una estension de 4 7 1 leguas , hasta llegar la altura de Chuquisaca segn Du-Graty. (b) Mientras se realizaba esta feliz exploracin del Pilcomayo, el Gobernador R e y e s era acusado ante la Audiencia de Charcas por diversos exesos de poder. Por los cargos formulados por el capitn Don T o m s de Crdenas, juzg el alto Tribunal que la provincia imploraba el socorro de su justicia contra la opresin de un poderoso. Posedo de
(a) V Historia del Paraguay, Rio de la Plata y tomo 1. Lib. I cap. 5 (b) V.Historia del Paraguaypg. 167.
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Tucuman
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DE
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DEL
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este pensamiento, dice Funes, y no queriendo fiar su juicio la incertidumbre de los informes, crey que era preciso manefar un juez pesquisador tomado de su mismo cuerpo. Este fu Don J o s de Antequera y Castro, natural de Lima, caballero de la orden de Alcntara y protector general de Indios. L e fu concedido el gobierno del Paraguay por el Arzobispo y V i r e y de Lima Don Diego Morcillo Auori, para el caso que R e y e s hubiese concluido su tiempo. Por otra parte, la Audiencia le invisti con el empleo de Justicia Mayor para el caso que R e y e s resultase delincuente del proceso. E l 30 de Julio de 1 7 2 1 fu reconocido Antequera en su calidad de pesquisador de la Audiencia, y del proceso instruido result culpable el Gobernador del delito de violacin de la f pblica, de malversacin de fondos reales y usurpacin de autoridad, en vista de lo cual y la resolucin de la Adiencia, se hizo reconocer por el Cabildo en el cargo de Justicia Mayor de la Provincia del Paraguay. Termin la causa el ao siguiente; pero R e y e s escap de su poder huyendo de la Provincia. Antequera se redujo citarle por edictos, embargarle los bienes y remitir los autos la Audiencia de Charcas. E s t a se habia anticipado dar al V i r e y una relacin de los sucesos del Paraguay y solicitar que fuese aquel sostituido en el gobierno por el juez pesquisador don Jos de Antequera y Castro; pero el V i r e y trabajad-) tiempo por los agentes de Reyes mand restituir este en su puesto hasta que el R e y le diese un sucesor. Hallbase en Buenos Aires l cuando recibi este despacho, en vista de lo cual escribi al Cabildo de la Asuncin exjindole su obedecimiento. Pero el Ayuntamiento acord que era envilecerse entrar contestar un reo convicto y fugitivo. Sin embargo del silencio del Cabildo, dice Funes, Rey e s se puso en marcha con la mas descuidada satisfaccin,
y llegando
al pueblo
de la Candelaria,
uno de las
Mi-
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siones de los jesutas, se hizo all reconocer por gobernador, (a) E n prosecusion de su destino lleg hasta T a bapi, veinte leguas de distancia de la Asuncin. (?) L o s contrarios de Reyes, que lo eran los del Cabildo eclesistico, los ayuntamientos de la Capital, de Villa Rica y los jefes militares, pidieron Antequera en nombre de la Patria, que la libertase de los males que la amenazaban con la entrada de R e y e s . Antequera accedi esta peticin apoyada por el pueblo y espedi una providencia por la cual ordenaba se hiciera saber R e y e s que volviese la prisin, desde la cual debera presentar sus despachos y de no verificarlo as, se le prendiese. Noticioso R e y e s de esta resolucin huy Misiones y temeroso Antequera de que volviese con ejrcito poderoso, por estar apoyado por los jesutas, situ en observacin de sus movimientos sobre el Tebicuary mil hombres de sus mejores tropas. Entretanto convoc un Cabildo pleno, al cual someti la cuestin d saber si- deba ocurrirse al V i r e y y si l deba continuar en el mando de la Provincia. L a resolucin fu afirmativa, sobre ambos puntos y Antequera espidi, entonces, un auto por el cual hizo comparecer su presencia los correjidores, rejidores y cabos militares de las Misiones mas cercanas, para que diesen razn de su conducta sobre haber reconocido Reyes por gobernador de la Provincia, sin haber presentado sus despachos al Cabildo de la Asuucion. (c) Dos jesutas doctrinarios los condujeron al lugar donde estaba Antequera. Concluy este sus informaciones e x i jiendo obediencia sus mandatos y se volvi la Asuncin, donde en otra informacin promovida contra los indios de Misiones trat de constatar la complicidad de los jesutas con la causa de R e y e s .
(a) L o cual indica y prueba que el pueblo de la Candelaria era de la jurisdiccin del Paraguay (b) V . tomo I Lib. 4 Cap. ' 5 . (c) V. Funes tomo I lib. 4" cap. 5 .
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Entretanto la Audiencia de Charcas trataba de amparar los actos de Antequera y el Virey dictaba nueva providen cia por la cual ordenaba que R e y e s como todos los que haban sido depuestos fuesen restituidos sus empleos; que los bienes confiscados por Antequera se volviesen sus dueos y este saliese de la provincia, presentndose en Chuquisaca ante el tribunal con la copia' de todas las providencias que hubiese dado. E l V i r e y fin de garantir el cumplimiento de sus reso Iliciones confiri el gobierno de la Provincia don Baltazar Garca R o s . Recibi este sus despachos y apresur su marcha con motivo de la prisin de Reyes llevada efecto en Corrientes, por una comisin armada enviada por Antequera. De esta Ciudad escribi al Cabildo de la Asuncin dndole aviso de su misin. Se trat el asunto en sesin plena y tenindose presente que Garca Ros era ntimo amigo de R e y e s , se acord que no convenia la restitucin del gobierno este ni ningn parcial suyo. Entretanto Ros sigui su marcha hasta el paso de T e bicuary, donde se le exiji por el Cabildo la exhibicin de sus despachos, lo que rehus dar. En consecuencia le fu notificado un auto de Antequera, en que se le ordenaba
:
retrocediese
hasta
salir
de la Provincia.
llaba l con fuerzas suficientes para entrar en contienda armada se volvi Buenos Aires, {a) Con su llegada esta ciudad coincida la carta del V i r e y de Lima al Gobernador del Rio de la Plata don Bruno Mauricio de Zabala, en la cual le autorizaba apresar al usurpador Antequera, restableciendo el orden y la subordinacin debida. Mas hallndose ocupado en la defensa de Montevideo contra las invasiones portuguesas, encarg Garca Ros la tarea que le encomendaba el superior." E s t e al frente de dos mil indios de las Misiones march sobre la provincia, ordenando que se le reuniesen unos doscientos espaoles de Cor(d] Funes Libro y cap. arriba citados.
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rientes. Lleg al rio Tebicuary, donde encontr Ramn de las Llanas al frente de doscientos hombres, quin acantonndose convenientemente le intim de parte de Antequera saliese de los lmites de su gobierno. L a participacin abierta de los jesutas favor de Reyes, unida la circunstancia de componerse el ejrcito de Ros de los indios de Misiones, hacan que pesase sobre estos religiosos la responsabilidad de los actos producidos. L a carta que en esta situacin escribi aquel al rector del Colegio de la Asuncin, para que conjurase esta lucha traa los nimos un convencimiento irresistible de la participacin de los jesutas en esta lucha. L o s vocales del Cabildo, los militares y muchos vecinos se reunieron el 24 de Julio en casa de Antequera, y le manifestaron la decidida resolucin en que se hallaban para defenderse y espulsar los jesutas. A fin de dar mas fuerza estas determinaciones se fij por un auto del Cabildo, espedido el 7 de Agosto del mismo ao, en el cual quedaba resuelto que se pusiesen en movimiento todas las fuerzas de la provincia para hacer frente al ejrcito de R o s y se le suplicase Antequera tomase el mando de estas tropas con la representacin que le daba su carcter de capitn general. Luego se seal el dia de la espulsion y en ese mismo se nbtific los jesutas una providencia por la cual deban salir de la Ciudad dentro del perentorio trmino de tres horas. Puestas las tropas sobre las armas, los jesutas atravesaron la ciudad de dos en fondo entre una multitud que acuda presurosa ver este espectculo triste de la salida de ilustres varones que se habian sacrificado por la paz de los indios y por la conversin de las almas la religin cristiana; pero que se habian vuelto odiosos al pueblo, por causas que no es del caso esplicar. (a) Antequera se puso enseguida en marcha con un ejrcito
(a) V. < Ensayo histrico de los comuneros del Paraguaya, porjos Manuel Estrada Cap. I , 2 y 3 . *
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de tres mil hombres al encuentro de Garca Ros. Este al hallarse en frente de aquel le despach un oficial con los despachos del V i r e y y Antequera respondi: Que l no habia venido all entretenerse en leer papeles, sino decidir, por un combate las diferencias que haban entre ellos. (a) Quedaron un ejrcito frente al otro algunos dias, hasta que Antequera atac y deshizo al de Ros, el 25 de Agosto, tomndole armas-, municiones y muchos prisoneros; pero este logr escapar para llevar la noticia del desastre Buenos Aires. Aquel despus de recorrer algunos de los pueblos de Misiones se volvi la Asuncin, donde fu recibido bajo arcos triunfales adornados de trofeos, en calles entapizadas y al son de repiques de campanas, que indicaban la llegada del general victorioso en la defensa de una causa popular. Mas las noticias de la espulsion de los jesutas, la derrota de R o s y la actitud revolucionaria de Antequera y del pueblo determinaron al Virey Don Jos de Armendaris, marqus de Castel-Fuerte, dar rdenes ejecutivas al Gobernador de Buenos Aires fin de que sin prdida de tiempo pasase al Paraguay y prendiese Antequera, remitindole Lima con buena custodia, confiscase sus bienes, aplicando al Fisco diez mil pesos y ofreciese mil doblones al que en caso de huida lo entregase vivo muerto, y confiase el gobierno al que pareciese mas digno de l. Estas rdenes iban acompaadas de una carta al Provincial de los jesutas, encomendndole tuviese disposicin de Zabala los indios de guerra que le pidiese, () Queriendo este allanar el camino de la obediencia, hacer mas responsables los rebeldes, envi Antequera y al Cabildo la orden relativa su comisin y la que ofreca un indulto los que cumpliesen con su deber. A principios de Diciembre de 1 7 2 4 parti de Buenos Aires con
() Funes Tit. I lib. 4 cap. 6\ (b) V. Funes Mismo libro y Cap. citados.
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ciento treinta soldados del presidio y veinte y cinco de la compaia de voluntarios. Poco antes despach por el rio seis piezas de artillera en cuatro barcos*' armados, con orden de que se le aprontasen doscientos hombres en Corrientes. Por otra parte, se preparaban marchar seis mil indios de Misiones por orden superior. Ante estos preparativos y la marcha resuelta de Zabala, comprendiendo que era imposible la resistencia Antequera dej la Asuncin, el 5 de Marzo de 1 7 2 5 , entre los ltimos honores que le tributaba un pueblo grato sus esfuerzos y sacrificios por la libertad y la justicia de su causa. Aquel entr pacficamente la Asuncin el 29 de Abril y puso de Gobernador Don Martin de Bara. Dio libertad R e y e s y otros presos; repuso los empleados destituidos por Antequera hizo devolver los bienes confiscados sus dueos, retirndose el mismo ao la Ciudad de Buenos Aires, (a) A consecuencia de estos disturbios y desavenencias entre el Gobernador del Paraguay y los jesutas, el Provincial de la Compaia Don Gernimo Herran, pretexto de las persecuciones que los pueblos de Misiones sufran, solicit la separacin de estos de la gobernacin del Paraguay. E l R e y accedi ella por la siguiente Cdula Real.
1
Por cuanto enterado de lo que Gernimo Herran de la Compaia de Jess, y su Procurador General de la Provincia del Paraguay, Tucuman y Buenos Aires ha presentado cerca de las persecuciones, que han padecido los Misioneros de la Relijion de los Governadores del Paraguay, hasta aver llevado presos dos Padres Missioneros, y desterrados de su Colegio de la Assunpcion los que en l cuidavan de suministrar el pasto espiritual los Moradores de aquella Provincia, sin que haya bastado para su restitucin el averia mandado executar la Real Audiencia de Charcas, y el Virey del Per, traizendiendo el mismo odio los Indios de las Reducciones que estn al cuidado y cargo(a) Vase.Funestomo 1. Lib. 4 cap. 5.
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de los mismos Relijiosos de aquel distrito, obligndoles el temor abandonar los pueblos de sus Habitaciones, y retirars los Montes con sus familias de hijos y mujeres, como sucedi el ao de mil setecientos y veynte y cuatro, con los Pueblos de nuestra Seora de Santafe, Sant-Yago, San Ignacio, y Santa Rosa : con consideracin los sumos perjuicios, que de semejantes injustos procedimientos se siguen al servicio de Dios y mi ; y al zelo y lealtad, que en todos tiempos han manifestado los referidas Indios en <|iiantas ocasiones se han oferido de operaciones de guerra y trabajos de fortificacienes de Buenos Aires, efectuando el servicio con armas y cavallos su c o s t a ; y a l o mucho, que conviene en el caso presente asegurarlos de que en lo futuro no han de experimentar semejantes daos; y con reflexin tambin que mientras no cesse el favor concevido por los ya padecidos de aquellas misiones, es consiguiente no se consiga la Reduccin de los dems, que se ha dirijido siempre mi intencin y la de mis gloriosos Antecessores desde el descubrimiento de la Amrica, he resuelto (entre otras providencias que he tenido por bien dar), que por aora, y en nterin que no mandare otra cosa, estn
en el todo debaxo el mando y jurisdiccin del Gobernador de Buenos Aires las treinta Reducciones de Indios,
que estn cargo de los Padres de la Compaa en el
distrito del Paraguay, con plena y absoluta del Gobernador y justicias del mismo Paraguay
inhibicin ; y que
los Padres se restituya luego y sin dilacin la possession del Colegio de la Ciudad de la Assumpcion, de que fueron despojados, para que prosigan trabajando en el exercicio de su Apostlico Instituto. Por tanto mando al Virrey del Per, y Audiencia de los Charcas, como al Gobernador, y Justicias de la referida Provincia del Paraguay, el que los dichos Padres de la Compaa se restituan sin la menor dilacin la possession del Colegio de la Ciudad de la Assumpcion, dando quenta de quedar executado lo qual va espresado, en la primera ocasin que se ofrezca; que assi es mi voluntad. Dado en San-Lorenzo, 2 6 de Noviem-
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bre de 1 7 2 6 . Yo el ReyPor mandado del R e y , Nuestro SeorDon Francisco de Arana. E n virtud de esta Cdula Real se llev debido efecto, en 1 7 2 9 , la disgregacin de los trece pueblos del Paran de la jurisdiccin del Paraguay y la incorporacin de ellos la Gobernacin de Buenos Aires, de modo que qued desde entonces bajo el mando y jurisdiccin de su gobernador las treinta Reducciones de Indios que estaban cargo de los Padres de la Compaa de J e s s ; pero la alteracin de jurisdiccin fu en el orden temporal, pues la eclesistica deslindada por el fallo arbitral de fecha 8 de Junio de 1 7 2 7 , qued subsistente sin modificacin alguna. De esta manera el Paraguay se divida del R i o de la Plata por el R i o Tebicuary, en el orden temporal; y en el eclesistico se divida por las vertientes de las aguas que caen los ROS Paran y Uruguay. Esta complejidad de jurisdicciones, causa de confusiones y de las cuestiones de lmites sobre el territorio de Misiones, resulta evidente en la Memoria presentada en 1 7 3 7 al R e y de Espaa, por Jaime Aguilar, Provincial de la Compaa de Jess del Paraguay, en la defensa de las reducciones y de sus misioneros. E l Memorial dice : S e o r : Jaime Aguilar, de la Compaa de Jess, y Provincial al presente de su Provincia del Paraguay, en nombre de su Relijion y de los treinta pueblos de Indios
de Buenos Aires,
pueblos
y
de
del
In-
En 1 7 3 ? , los treinta
dios Guarans
estaban,
pues,
sitos en los
Obispados
de
Buenos Aires y del Paraguay, lo cual prueba que la jurisdiccin eclesistica no habia sufrido alteracin, conforme habia sucedido en lo temporal, por la citada Cdula Real de 1 7 2 6 ; pero la falta de uniformidad entre ambas jurisdicciones habia hecho incurrir en error al Gobernador Don Martin de Bara, hacindole decir al rey que los trece pueblos del Paran era del Paraguay, circunstancia que motiv la rectificacin del citado Provincial en
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su Memoria referida, en los siguientes trminos: Quando el informante califica de fallido el nmero de Tributarios, que pone el otro informante, falta l tambin la verdad, suponiendo afirmando que el ao de 1730, en eme informaba, havia Pueblos y trece Pueblos de los que estn cargo de la Compaa en la Jurisdiccin del Paraguay, lo qual es falso, y no lo podia ignorar; pues por vuestra Real Cdula, dirijida vuestro Gobernador de Buenos Aires, se agregaron el ao de 1 7 2 9 , en que el mismo gobernaba al Paraguay, y lo estn hasta ahora, al Gobierno de Buenos Aires todos los treinta Pueblos, sin que qued -isse, ni aya oy alguno en la Jurisdiccin del Paraguay Al Gobernador de Buenos Aires se ha acudido enteramente para la Confirmacin de Correjidores y Cabildos, y lo dems perteneciente desde el dicho ao de 1 7 2 9 . Y aun en las quexas, que los del mismo Paraguay, y otros han tenido contra dichos Pueblos, y Indios, han acudido dicho Governador de Buenos Aires, como es constante; y el mismo Governador de Buenos Aires se ha tenido, y tratado, y se ha portado hasta oy con dichos treinta Pueblos, y Indios, como su nico, y iejtimo Gobernador. Por donde debe decir el Suplicante, que por otra vuestra Real Cdula, que se dice haver posterior, para que los quatro Pueblos mas vecinos al Paraguay subsistan aquel Gobierno, no se ha puesto en execucion, assi por otras razones que tendrn los quienes esto incumbe, entre las quales quizs ser una, el que quando lleg esta cdula estaba sublevada aquella Provincia, bolverle entonces los quatro Pueblos, fuera darle mas fuerzas contra Vuestra Magestad, como por lo manifiestamente subreticio de dicha Cdula, que se funda, motiva en el informe, de que dichos quatro Pueblos no estaban agregados aun con efecto al Govierno de Buenos Aires, los que es pblico, y notoriamente falso.... etc. (a)
(a) Vase Charlevoix Histoire mentos justifcateos figura dicho Aguilar, asi como la Cdula Real anteriormente transcriptaTambin Real del 28 de Diciembre de 1743, du ParaguayEntre los docuMemorial del Provincial Jaime del 6 de Noviembre de 1726, aparece la importante Cdula de la cual pasamos ocuparnos.
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L a exactitud de esta relacin del Provincial Jaime Aguilar est comprobada por la Cdula Real del 28 de Diciembre de 1 7 4 3 , dada en Buen Retiro, sobre diversos puntos, donde consta que los pueblos de Misiones eran visitados por los Obispos de Buenos Aires y del P a r a g u a y ; pero tratndose del Gobierno temporal, en el Duodcimo Puni, que se ocupa sobre < el motivo que pueda aver para no estar sujetos al Gobierno del Paraguay, los Pueblos que contiene su jurisdiccin (espiritual), dice, la R e a l Cdula, lo siguiente : He tenido presente, aver mandado por mi R e a l Decreto de catorce de Octubre ( 6 de Noviembre) de mil setecientos y veinte y seis, que, nterin no ordenase otra cosa, estuviessen las treinta Reducciones de Indios de los Padres de la Compaia del Paraguay b a x o del mando de los Gobernadores de Buenos Ayres, cuya resolucin motiv el recurso eme hizo el Procurador de aquellas Missiones, por los ruidosos lances que huvo quando govern la citada Provincia del Paraguay Don Joseph de Antequera ; y que expedidas las rdenes correspondientes para el cumplimiento de esta deliberacin, represent Don Bruno Mauricio de Zabala, que reconocidos los graves inconvenientes, que se seguiran de la prctica de ellas ( lo menos en los quatro Pueblos mas inmediatos la Assumpcion) avia dispuesto de acuerdo con el Gobernador del Paraguay, que se mantuviessen los expresados quatro Pueblos bajo esta Jurisdiccin, nterin eme instruida mi R e a l inteligencia no mandase otra c o s a ; enterado de lo qual aprob al mencionado Don Bruno Mauricio Zabala, sobre consulta de mi Consejo de las Indias, lo que propuso en este A s s u m p t o : y sin. embargo que las rdenes que resultaron de esta resolucin se expidieron en cinco de Septiembre de mil setecientos y treinta y tres, se halla, que los trece Pueblos del Paraguay estaban todava el ao de mil setecientos y treinta y seis ( e n que inform A g e r o ) bajo la Jurisdiccin del Governador de Buenos A y r e s ; con lo cual contexta tambin el Memorial dado por el Provincial de aquellas
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Missiones, expresndose en l.'que este Governador, y no al del Paraguay, se acude por la confirmacin de Justicias, y dems dependencias de los trece pueblos, y que no se avia puesto en prctica la orden respectiva los citados quatro Pueblos, acaso, porque quando lleg all, estaba sublevada la Provincia del Paraguay, y se considerara inconveniente en reagregrselos, por no ocasionar nuevo vigor aquellas turbaciones: Respecto de lo qual, y no resultar de los documentos de este Expediente, sea necesario providencia alguna sobre este Punto : Es mi Real nimo no se haga tampoco novedad en este particular. etc. Y siendo esto lo que he tenido por conveniente resolver sobre todo lo que queda mencionado, en su consecuencia mando por la presente Cdula mis Virreyes del Per, y Nuevo Reyno de Granada, al Presidente, y Oydores de mi Real Audiencia de Charcas, gobernadores del Paraguay, y Buenos Aires, y oficiales de mi Real Hazienda de aquellos distritos, y ruego y encargo al muy Reverendo Arzobispo de la Metropolitana ds la Ciudad de la Plata, y Reverendos Obispos de dichas Provincias del Paraguay, y Buenos Ayres, sus Cabildos, y generalmente todos los Juezes Ecclesisticos, y Seculares de mis Dominios de la Amrica, quienes en el todo, parte pueda corresponder la observacin de mi Real Resolucin, explicada en los doce Puntos que quedan referidos, cumplan y executen cada uno en su distrito, y Jurisdiccin, lo contenido en esta Cdula, sin rplica, dilacin ni impedimento alguno, de forma, que se verifique efectivamente todo lo que en ella queda prevenido, pues lo contrario ser de mi Real desagrado: Y mando assimismo, que respectivamente lo que cada uno se le manda, den puntual aviso del recibo de esta, y de quedar en su inteligencia para el debido cumplimiento: Y se tomar razn de la presente en la Contadura de mi Consejo de las Indias, por los Oficiales Reales, y dems oficinas que convenga de aquellos Dominios.
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en Buen Retiro, 28 de Diciembre de 1 7 4 3 . Yo el Rey. Por mandado del R e y Nuestro SeorDon Miguel de Villanueva. Previniendo lo que se ka de observar en las Misiones. y Pueblos de Indios de los distritos del Paraguay, y Buenos Ayres, que estn cargo de los Padres de la Compaa de Jess: E s t a Cdula R e a l viene demostrarnos que los trece pueblos de las Misiones del Paran, en virtud de la Cdula Real del 6 de Noviembre de 1 7 2 6 , pas la jurisdic cion del gobernador de Buenos Aires, en 1 7 2 9 , segn el testimonio del Provincial de dichas misiones Don Jaime Aguilar, y no se realiz ninguna modificacin desde entonces, no obstante la Cdula Real del 5 de Septiembre de 1 7 3 3 , pues esta qued sin ejecucin por las razones espuestas en el referido Memorial y en la Cdula R e a l del 28 de Diciembre de 1 7 4 3 , que concluy por derogarla, al ordenar que no se hiciera novedad sobre el particular. Pero el cambio de jurisdiccin sobre el territorio de Misiones fu en el orden temporal. L a Cdula de 1 7 2 6 , como la de 1 7 4 3 , se refieren esta jurisdiccin; pero no la eclesistica, que no habia razn para alterarla en esa parte, ni en ninguna otra. De all es que el Provincial de la Compaa de Jess Don Jaime Aguilar, en la introduccin de su Memoria de 1 7 3 7 , habla en nombre de los treinta pueblos de Indios Guaranis, sitos en los Obispados de Buenos Aires y del Paraguay. De donde se esplica que la Cdula Real de 1 7 4 3 refiera que dichos pueblos eran visitados por los obispos de Buenos Aires y del P a r a g u a y . . . . etc.; y que el Obispo del R i o de la Plata Don J o s Peralta, en la carta de 1 7 4 3 dirigida al R e y Felipe V , para informar sobre el estado de las Misiones Jesuticas que visit por orden de Su Magestad, diga lo siguiente: De estas treinta Doctrinas (pueblos de Misiones) las diez y siete pertenecen esta Dicesis de Buenos Aires, y las trece restantes la del Paraguay; y habiendo visitado
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todas las de mi jurisdiccin, pas tambin administrar el Sacramento de la Confirmacin en algunas de la Jurisdiccin del Paraguay, instancia y con facultad del Cabildo, Sede Vacante, de aquella Iglesia ( d e l Paraguay ) . . . . etc. (a) En la historia aparece pues esta anomala, consecuencia de los disturbios del Gobierno de Antequera con los jesutas. E l Paraguay lindaba con el Rio de la Plata, en el o r d e n poltico y militar, por el rio Tevicuary, en la parte donde este llegaban las reducciones jesuticas del Paran. En el orden eclesistico lindaba en las vertientes de las aguas que van al rio Paran y al Uruguay. En los dems puntos los lmites sealados en el Cap. I X , entre ambas gobernaciones, no sufrieron alteracin alguna. En el Chaco la divisoria en lo temporal, como en lo espiritual eclesistico continu siendo el rio Bermejo, y entre el rio Paraguay y el territorio de Misiones, el rio Paran. Esto es evidente, desde que se observe que la Cdula Real del 6 de Noviembre de 1 7 2 6 , no introdujo otra modificacin que la de incorporar el territorio de los trece pueblos de Misiones del Paran la jurisdiccin del gobierno de Buenos Aires. L a s espediciones frecuentes contra los guaycurs y otros indios del Chaco, la exploracin del rio Pilcomayo por los Padres Patino y Niebla hasta las sierras del Per, hoy Bolivia, y los descubrimientos de los primeros conquistadores del Rio de Plata, por el Araquay hasta esas mismas sierras, acreditan con la sancin de l o ; hechos histricos la jurisdiccin y dominio que constantemente la antigua Provincia del Paraguay ha ejercido sobre ese territorio que hoy quiere para s Bolivia, por error olvido de esos hechos y de los ttulos de esa antigua gobernacin, sobre los cuales funda sus derechos la Repblica del Paraguay.
(a) La carta figura entre los documentos justificativos de la citada obra de Charlevoix.
CAPTULO
XV.
Prisin de Jos de Antequera y Castro Nombramiento de Ignacio Soroeta de gobernador Fernando MompoSus doctrinas democrticasSu influencia sobre los comunerosEstos rechazan SoroetaActitud de BaritaPrisin de Soroeta Este se retira de la ProvinciaRenuncia de BaraEl Presidente Luis BarreiroPrisin de MompoRevolucin contra Barreiro - Huida de este - Miguel deGarayActitud de las Misiones jesuticasCondenacin y ejecucin de Antequera y Mena Impresin que causa Nueva espulsion de los JesutasMedidas defensivas del Gobernador Zabala sobre Misiones-El Gobernador Manuel Agustn de Rui-loba El Obispo de Buenos Aires Fray Juan de Arregui Arenga del Gobernador Ruiloba Sublevacin de los comunerosMuerte de RuilobaEl Obispo Arregui es elejido Gobernador Junta GeneralSus resolucionesActitud del Gobernador Zabala El Paraguay es declarado Provincia rebelde Medidas contra ella Anarqua entre los comunerosInvasin de los indios MbaysEspedicion de Zabala contra los comuneros Derrota de estosInvasin de los guaycurs y Mbocobis Espedicion de Espinla Presidios sostenidos por el Gobierno del Paraguay Espedicion centra los AbiponesDecadencia del Paraguay Peticin al Virey y la Corte de Espaa Espediciones de 1J58 y Observaciones.
Mientras la paz se restableca con Bara, veamos lo que suceda al doctor don Jos de Antequera y Castro. Burlando los. esfuerzos de Zabala por prenderle lleg la Ciudad de Crdoba y se refugi en el convento de San Francisco. Logr esquivar la vigilancia de sus sitiadores en este lugar y pas Charcas en busca de la proteccin de la Audiencia, pero fu preso y remitido Lima, donde se le proces como reo de lesa-magestad. Empero su causa recibi en esta Ciudad el aura de la simpata general, como espresion de una necesidad ya sentida en la Amrica Espaola.
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En tanto que el juicio segua su curso lento, en la Asuncin Bara sufri la influencia de la opinin pblica, inclinndose pronunciadamente la causa popular que aquel haba defendido con la resolucin del herosmo; pero si este no tuvo el valor moral de abrazarla abiertamente, era fuera de duda que simpatizaba con ella y contemporizaba con sus partidarios, de tal manera que su gobierno se hermanaba perfectamente con la voluntad general de la provincia. Mas en 1 7 3 0 el V i r e y resolvi reemplazarle nombrando para gobernador Don Ignacio Soroeta, quien, desde Santa F comunic el hecho la capital. E l pueblo se agit, porque aspiraba un gobierno propio y tenia su frente al doctor Don Fernando Mompo, compaero de prisin de Antequera, quin huy de la crcel de Lima y vino abrazar la justa causa de la libertad del pueblo paraguayo, erijindose en el mas decidido campen de sus derechos. Intrprete fiel de sus aspiraciones, se hizo comunero sin reservas. Con un coraje dignos de los tiempos antiguos, dice el Sr. Estrada, desafiaba la clera del poder, arengaba al pueblo en las calles de la Asuncin, fascinndolo con su fuego de tribuno, para inocularle definitivamente una idea, que estaba comprendida en las anteriores doctrinas esparcidas por Antequera, pero envuelta en un prudente respeto hacia el derecho de la monarqua. Mompo someti el smbolo para descubrir la deidad. L a autoridad del comn no reconoce superior. L a voluntad del monarca, y todos los poderes, que de ellas derivan, son' otras tantas frmulas del mismo principio. L a autoridad de los comunes es elemental, permanente, inalienable. Preexiste todas las modificaciones de la monarqua : y es la forma y como el molde primitivo del Estado. L a monarqua, principio estrao la antigua constitucin de los pueblos latinos, fu introducida en una crisis turbulenta del mundo romano. Implica la delegacin de la soberana, pero de ningn modo el suicidio moral de las naciones. E l derecho natural es el cdigp universal y ' el
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tipo perpetuo de las acciones en la raza humana. S i los pueblos lo abandonan por el estravo de sus delegados, sus preceptos absolutos lo ordenan reasumir el poder lejislativo. L a s leyes artificiales se derogan de suyos, cuando se separan de la frmula inicial y compleja del deber, moderador supremo de las relaciones recprocas de los hombres. (a) Estas palabras encierran, segn Estrada, el fondo del pensamiento de Mompo. Y esas palabras encerraban el sentimiento de un pueblo que aspiraba gobernarse por s mismo. De aqui es que escuchaba con gusto la mxima que: la autoridad del comn era superior la del rey mismo. Con todo, dice Funes, los paraguayos aunque resistan sus ministros, siempre reconocieron la autoridad del soberano. S, de igual manera que en 1 8 1 1 derrocaba la autoridad espaola constituida para levantar la soberana del pueblo en nombre del rey Fernando V I L L o s comuneros al ver que se privaba la Provincia de un gobernador que mereca sus simpatas, para ser reemplazado por otro desconocido que no consultaba la opinin general, resuelven rechazar Soroeta y para dar fuerza esta decisin consultaron Mompo. Este respondi: <t E s necesario oponerse la recepcin de ese gobernador en nombre del comn. L a voluntad del pueblo nos escuda y una decisin colectiva estorba la responsabilidad individual, porque esta no podr atribuirse ninguno en particular. Una respuesta asi era el sentir de la voluntad general que se buscaba en la consulta al caudillo, y apenas ella se pronunci, cuando una inmensa mayora de la Capital la aclama, levantndose un partido con la bandera del comunero, en contraposicin otro que se llam sarcsticamente del contrabando, porque eran pocos y escamoteaban el derecho comn.
(a) Vase Soria De la moralidad de la poltica moral y poltica intelectual,
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E l Cabildo se hizo comunero, pero Bara no qui<-.o aparecer fomentando la rebelin y en la sesin plena en que se trat el asunto fu de opinin que se recibiese al nuevo gobernador; pero Llanas y Montiel se presentaron al frente de trescientos hombres proclamando que ellos no queran otro gobernador que Bara. Mas este renunci el cargo para esquivar su responsabilidad; empero instancia del Obispo y del pueblo volvi tomar el bastn del mando, bajo la condicin que se recibiese Soroeta. Los comuneros rechazaron esta condicin. Entretanto el nuevo gobernador avanz su marcha hasta el paso del Tebicuary hizo alto. E n este punto le comunic Bara las resoluciones del Cabildo y al mismo tiempo el Obispo Palos le escribi avisndole el peligro qu corra. Sin embargo Soroeta sigui su camino y entr la Asuncin. Aquel persisti en su renuncia y este se recibi del mando; pero acto continuo fue apresado y depuesto, ordenndosele saliese inmediatamente fuera de la Provincia. Soroeta obedeci y parti. Entonces, se cre una Junta Gubernativa compuesta de individuos elejidos popularmente en la Capital, cuya cabeza deba llamarse: Presidente de la Provincia del Paraguay. Fu agraciado con el voto popular Don Luis Barreiro. E l desafio, dice Estrada, no podia ser mas enrjico. L a forma del gobierno era fundamentalmente opuesta al derecho monarquista, y creyeron los comuneros abrir con ella una era nueva y echar las bases del porvenir poltico del pas con un acto de temeridad. Barreiro al asumir la Presidencia de la Provincia, temi por su responsabilidad y traicion la causa de la revolucin. Con engao y perfidia prendi Mompo en nombre del rey y lo remiti Buenos Aires. A l 'mismo tiempo acaeci la muerte inesperada de Ramn Llanas, y los comuneros Saquearon un instante con la doble prdida del pensamiento y del brazo derecho de la revolucin; pero luego se repusieron y la conjuracin qued formada.
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Barreiro presinti el peligro hizo prender Galvan, Soto, Gadea, Blanco y R e y e s , como principales conspiradores ; pero Miguel de Garay vino sobre la ciudad al frente de mil doscientos hombres. Aquel se escud con el estandarte real y los recibi en la plaza en medio de la real insignia; mas estos la arrebataren dando libertad los presos. Barreiro huy un pueblo de Misiones y Garay ocup la Presidencia de la Provincia.' Ante estos hechos, los jesuitas aglomeraron sobre .el Tebicuary unos cuatro mil indios en actitud blica. E l presidente pidi al rector de la Compaia Don Antonio Alonso esplicciones al respecto, quien respondi que nn eran cuatro, sino diez mil, pero que no se proponan sino defender sus derechos naturales, circunstancia que hizo adoptar los comuneros la resolucin de espulsar a unos hombres tan peligrosos la patria; pero se juzg prudente buscar el apoyo de la Audiencia de Charcas antes de realizarla. Bajo la Presidencia de A r d a n o s , se despacharon a este efecto dos enviados, fines de 1 7 3 2 . Mientras estos sucesos tenan lugar en la Asuncin, S o roeta referia al V i r e y en Lima el recibimiento de que fu objeto, y este considerando que el agitador de los nuevos disturbios era Antequera, estrech su prisin y la de su compaero Mena, ordenando la vez la Audiencia que con cesacin de todo otro asunto fuesen terminados el proceso de estos. Poco despus ambos fueron condenados la pena capital, en los siguientes trminos Que don J o s de Antequera, convicto de sedicin y rebelin, y por consiguiente del crimen de Lesa-Magestad, sea sacado de la prisin con muceta y capucha, montado en un caballo enjaezado de negro, precedido . de un pre. gonero para instruir en alta voz al pueblo de sus crmenes, que motivaban su castigo, y conducido la plaza pblica para ser decapitado sobre un cadalso; que todos sus bienes sean confiscados con aplicacin la real Cmara, despus de cubiertas las costas del proceso; y que el al-
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gacil mayor don Juan de Mena, cmplice de sus crmenes, sea conducido al mismo sitio y reciba muerte de garrote en un cadalso mas abajo.
E l 5 de Julio de 1 7 3 1 , el pregonero pronunci6 en voz
alta la frmula siguiente : De orden del rey nuestro soberano seor, que Dios guarde, y su real nombre, en virtud de la sentencia pronunciada por el excelentsimo seor V i r e y de estas provincias, por consejo de la real Audiencia, don J o s de Antequera y Castro es condenado morir en un cadalso, por haber mandado tomar las armas en la provincia del Paraguay, haberla comprometido carias veces la revuelta y negar la debida obediencia los tribunales superiores ; por no haber querido recibir al gobernador enviado por el V i r e y ; por haber reunido un ejrcito con artillera contra el que iba de Buenos Aires de orden del supremo gobierno; por haber atacado ese ejrcito y haberle muerto mas de seiscientos hombres. Por todas estas causas y otras que quedan espresadas en el proceso se le condena ser decapitado en un cadalso. Que todos sus semejantes perezcan del mismo modo. (a) Los comisionados Charcas recibieron estas noticias en Crdoba, con las cuales volvieron la Asuncin donde el hecho de las ejecuciones de Antequera y Mena produjeron honda sensacin. L o s principales comuneros eran reos de los mismos crmenes, y naturalmente vean en el cadalso de estos el de ellos mismos. E l peligro y la indignacin causaron la rebelin mas caracterizada de los comuneros. L a hija de Mena, casada con Ramn Llanas, hallbase de luto por la muerte reciente de este ; y al saber la de su padre, se visti de gala para dar conocer que su afliccin se habia perdido en el regocijo que le ocasionaba una vctima tan gloriosa la Patria. L a hija del mrtir humilde, dice don J o s Manuel Estrada, se asemej entonces aquellas mujeres antiguas, que parece que se arran(a) Vase Zinny Los Gobernantes del Paraguay .pg. 113 145 Charlevoix : L e Histoire du Paraguay Lib. XVIII.
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cran el corazn para entregarlo intacto su pueblo, con todo su sentimiento y su vida. Arroj su fnebre traje y se present en pblico engalanada y festiva: N o ! esclamaba, no debe lamentarse una muerte gloriosamente sufrida en servicio de la Patria. L a hija del mrtir pagaba as con elevacin el tributo de su amor y de su piadoso recuerdo al patriota, quien no detuvo el peligro ni amedrant el patbulo. 2 (a) L o s nombres de Antequera y de Mena se repetan de boca en boca con aplauso y fe ardiente, como los ideales de la causa que agitaban tos corazones. En la condenacin de esos caudillos no poca culpa se atribua los jesutas y creyse que deban ser estos sacrificados sus dichosos manes. E l 1 9 de Febrero de 1 73 > dos mil comuneros cercaron la casa del Obispo y arrojndose sobre el Colegio de dichos relijiosos, quebrantaron sus puertas, saquearon cuantos bienes tenan y espulsaron sus dueos./7;j E l odio de los comuneros los jesutas se estendia los pueblos de Misiones. Cuidadoso el Gobernador de Buenos Aires de una invasin estos form una junta de guerra para deliberar los medios de ponerlos cubierto de dicho peligro. E l Comandante de Corrientes recibi en consecuencia la orden de que enviase doscientos espaoles unirse con las tropas jesuticas apostadas sobre el rio Tebicuary. (c)
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E s t a circunstancia indica que los trece pueblos de Misiones del Paran se hallaban ya bajo la jurisdiccin del Gobernador del Rio de la Plata, lo cual no suceda antes de. 1 7 2 6 , en que ellos estaban bajo la del Paraguay, como vimos en el captulo anterior. En vista de los disturbios de la Asuncin la Corte de E s paa confiri el Gobierno de la Provincia Don Manuel
(a) V. Ensayo histrico sobre la revolucin de los comuneros pg 161. 1/;) V. - Funestomo 2. Lib. 1 cap. 3. (c) V. F u n e s - t o m o 2." Lib. 1." cap. 4."
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Agustin de Ruiloba, Capitn del Callao, esperando que este pacificase los nimos. En tal estado de cosas lleg F r a y Juan de Arregui, Obispo de Buenos Aires recien electo, que venia en busca del Obispo Palos para que fuese consagrarle; pero el comn ,se opuso que saliesen de la Asuncin, asegurndose as la influencia de una decidida opinin tan autorizada como la de aquel. Mientras suceda esto en la Capital el Gobernador Ruiloba lleg Itati y luego pas al Tibicuary, donde fue felicitado, por los diputados del Cabildo de la Asuncin y por el Obispo de Buenos Aires. E l 27 de Julio de 1733, se hizo cargo del Gobierno y areng al pueblo, pintando los comuneros con caracteres de una verdadera rebelin que deba suprimirse en adelante. Mand que en lo sucesivo no se pronunciase la voz comn, espresion de tantos crmenes. L a impresin que produjo caus la renuncia de los oficiales de sus puestos.. Por otra parte, el' Gobernador traa rdenes del Virey y de la Audiencia para el restablecimiento de los jesutas en el Colegio de la Asuncin. Se apercibieron los comuneros de esta circunstancia y resolvieron sublevarse marchando en son ce guerra al valle de Guayaibiti. E l Gobernador Ruiloba noticioso del hecho se puso en campaa al otro dia hasta quedar dos leguasde ellos. En esa posicin el 15 de Setiembre de 1733 le sorprendieron Juan de Gadea, Ramn Saavedra y J o s Pea al frente de los revolucionarios, quienes acometieron su jente. Ruiloba, sin desconcertarse hizo fuego con su pistola contra Saavedra; pero los conjurados cayeron sobre l y le dieron muerte. / ^ Triunfantes los comuneros, nombraron para Gobernador al Obispo de Buenos Aires F r a y Juan de Arregui, manteniendo sobre l una especie de Congreso, bajo el nombre:
(a) V.Fnnestomo 2." Lab. 1." cap. 4 * >
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de Junta General, dirijida por. un Presidente y las deliberaciones de esta pequea Asamblea se publicaban por el Obispogobernador como determinaciones suyas. E n esta forma se instruy un proceso criminal al finado Ruiloba y se orden la espulsion de los jesutas. Por otra parte se peda con el mas vivo encarecimiento que los siete pueblos de San Ignacio Guaz, Nuestra S e ora de F , Santa Rosa, Santiago, Itapu, la Trinidad y Jess, situados la banda derecha del Paran, pasasen la otra parte de dicho rio; pero estas ltimas resoluciones fueron revocadas por el electo gobernador, ante las reflexiones que le fueron formuladas en cartas del Obispo Palos y del Provincial de la Compaa. Arregu adjurando de sus actos resolvi ausentarse y march Buenos Aires en Diciembre del mismo ao, dejando en su lugar Cristbal Domnguez de Obelar. Entretanto Zabala habia dado parte al V i r e y de la muerte de Ruiloba y viendo amenazada su jurisdiccin por las referidas resoluciones contra los jesutas y pueblos citados de Misiones, principios de 1 7 3 4 dio sus rdenes para que los indios de guerra cubriesen sus fronteras y se alistasen nuevas tropas, que protejiesen dichos pueblos calocados bajo su amparo gubernativo. Mientras estos sucesos acaecan en el Paraguay, en Lima causaba en el V i r e y honda indignacin el trajico fin de Ruiloba y la actitud de los comuneros. Con acuerdo de la Audiencia Pretorial de dicha Ciudad, mand el V i r e y que se rompiese toda comunicacin con la provincia >iel P a r a g u a y ; que se confiscasen en Corrientes y en Santa F los efectos de su comercio; que los Tapes de Misiones la sitiasen por todas las avenidas y que Zabala hacindose cargo del Gobierno, pasase ella en persona restablecer el orden destruido por la rebelin. E n tanto que estas rdenes se cumplieron estrictamente, los comuneros se entregaban en brazos de la anarqua. Una conjuracin se levantaba contra Domnguez de Obelar promovida por el rejidor Lobero, pretexto de que el Go-
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bernaclor tenia vendido la provincia los contrarios. L o s nimos, sin embargo se reconciliaron mas tarde; pero nterin dur la anarqua los indios Albays invadieron Tobati y los portugueses los payagus Sariges, entonces aliados de los espaoles, los cuales cautivados por los mamelucos fueron los mercados del Brasil. Entretanto Zabala parti de Buenos Aires con selecta tropa, engrosada con seis mil indios de Misiones. E l 25 de Enero de 1 7 3 5 , se acamp cuatro leguas del Tebicuary. Esta noticia acab la discordia entre los comuneros, quienes entraron la Ciudad y ordenaron que tomasen las armas todos los que fuesen capaces de llevarlas bajo pena de muerte. Luego, con dos piezas de artillera fueron situarse en Tabapi donde salieron derrotados, cayendo prisioneros los principales caudillos. Estos fueron pasados pollas armas, sin prdida de tiempo. Aquel entr la Asuncin el 3 0 de marzo, donde continuaron los procesos y las sentencias capitales. E l pueblo estaba mudo, dice el Sr. Estrada. Zabala contaba la paz como restablecida, y tenia razn. Era aquella la paz de las tumbas, es cierto : la paz que queda despus del esterminio; pero al fin era la paz, que afirma tronos y amedrenta las naciones. S, era la paz que produce la decadencia de los pueblos. Desde entonces la antigua Provincia de Paraguay entr al perodo de una decadencia progresiva que su historia atestigua. E s todava la clsica paz de nuestros gobiernos: L a paz de la opresin la del terror. Zabala nombr de gobernador don Martin Jos de Echauri y volvi Buenos Aires el mismo ao de 1 7 3 5 . L a anarqua no pas desapercibida de los guaycurs, quines aliados con los mbocobis, llevaron sus estragos las puertas mismas de la ciudad, de la cual trataron de apoderarse en dicho ao. Consternada la poblacin y sin fuerzas suficientes el gobernador Echauri reclam el auxilio de los indios de Misiones y la llegada de estos se retiraron los sitiadores.
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En 1 7 4 0 mand el gobernador al coronel Espinla esplorar el territorio del Chaco, quien lo cumpli hasta saHr la provincia de Salta, de donde volvi recorriendo dicha rejion por distintas direcciones. E l gorbernador Rafael de la Moneda, oblig los Payaguas Siagus Tacumb fijarse en la ribera del rio Paraguay y con veinte y tres presidios que fund sostuvo en distancia de mas de ochenta leguas, consigui contener las animosidades de los indios del Chaco, especialmente los Mbays y Payagus. Bajo su sucesor el coronel D. Marcos J o s de Larrazabal, los dems indios invadan sin embargo sin tregua ni descanso. E n el primer ao de su gobierno, hizo contra los Abipones una campaa en el Chaco, donde les caus un estrago, qu juicio del Cabildo de la Asuncin, en cuarenta aos anteriores no se habia hecho otro mayor ni mas glorioso, (a) Pero rodeados de los Guaycnrs, Lenguas, Monteses Mbocobis, Payagus, la lucha era interminable y hasta presentase un fin anlogo la Concepcin del Bermejo. E l Paraguay, dice Funes, que habia puesto tantos ter~ renos bajo sus leyes, no le mereca una sola ojeada favorable. Penetrado de estas reflexiones, el Gobernador y el Cabildo de la Asuncin se dirijieron al V i r e y de Lima en 1 7 4 8 hacindole presente, que si esta dominacin era del rey, cuando se hallaba en la orilla del precipicio, no deba mirarse como agena ; y que cuando menos de aquellos mismos derechos que por un crecendo desmesurado pagaban los paraguayos en todas las carreras del trfico, se le adjudicasen cuatro mil pesos anuales de las cajas de Buenos Aires. A pesar de sto, un silencio insultante fu la acojida que tuvo este recurso. () Sin embargo, el Cabildo no pudo resignarse ante el aniquilamiento de la provincia bajo el peso de 23 presidios levantados y sostenidos costa de sus vecinos, as como por las guerras continuas con los indios que la asediaban, c hizo oir
(a) V. Funes tomo 2 , lib. 2 , cap. I . (b) V. mismo autor, tomo, lib. y cap. citados.
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su voz ante la Corte de Espaa, en 1 7 5 - Entretanto los Mbays asolaron la Villa de Curuguati, matando sus moradores en nmero de ciento siete personas; pero llevse contra ellos una espedicion que dej pocos invasores con vida. Fuera de esta, dos espediciones mas se llevaron contra los salvajes. L a una en 1 7 5 8 al mando de D. Fulgencio Yegros contra los del Chaco, que hostilizaban los pueblos de Misiones y la otra al interior del mismo, en 1 7 5 9 , al mando del Gobernador Sanjust, de acuerdo con el plan general proyectado por Zeballos. (a) Ahora bien. Los disturbios de los comuneros y el choque de estos con los jesuitas produjo la disgregacin de los trece pueblos de Misiones del Paran y la incorporacin de estos, en lo temporal, al Gobierno de Rio de la Plata, como vimos en el anterior captulo. En este vemos confirmado el hecho en la actitud de dichos pueblos y en la del rector de la Compaa, en la de los comuneros y especialmente en la del Gobernador de Buenos Aires Do:i Bruno Zabala, cuando temiendo la invasin de los comuneros dichas Misiones situadas al Sud del Tebicuary, tom sus medidas sobre esta frontera. En cuanto al Chaco el dominio del Paraguay continu inalterable y su jurisdiccin ser incontestable con recordar las diversas reducciones que estableci en dicho territorio con los sacrificios de su gobierno y de sus vecinos, desde las proximidades del rio Bermejo hasta las proximidades de Baha Negra, reducciones aprobadas por el R e y , como realizadas en el distrito de la antigua Provincia del Paraguay, como pasamos verlo en el siguiente captulo.
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CAPTULO
Nuevas
XVI
reducciones en el ChacoNuestra Seora del Rosario del TimbSu situacinSu incorporacin, la Real CoronaReduccin de indios MbaysSu situacin Cdulas Reales aprobatorias de estas y otras reduccionesError de los que pretenden limitar al Oeste el dominio del l'araguay al rio de su nombreFallo arbitral del Presidente de los Estados Unidos Mr Hay es en la cuestin de limites con la Repblica ArgentinaDeclaracin del Ministro Argentino Dr. Don M'inuel R. GarcaLa Cancillera de Bolivia no conoce los ttulos de dominio del ParaguayReduccin de San Francisco SolanoSu situacinSu restablecimiento y duracinNueva ReduccinSu situacinReduccin de Meloda Su situacinExploraciones del Pa'dre Amando Escobar al interior del ChacoDuracin de. la reduccin de MelodaFuerte de BorbonLomas de Pedro Gonzales y Fuerte de CurupaytyLitigio entre el Para-, guaij y CorrientesArgumentos de una 1/ otra parte Resolucin del Virey Nuevo litij oEspu/siofi de los CorrentinosLa Villa de eembucObservaciones .
Vamos ocuparnos ahora de los nuevos esfuerzos y sacrificios realizados por el Gobierno de la antigua Provincia del Paraguay sobre el territorio de la ribera derecha del rio de su nombre, con el fin de someter los salvajes las modalidades de la cultura y de la civilizacin. Siendo como eran inviolables los trminos de las gobernaciones del coloniaje espaol, esos actos presuponen la existencia de una jurisdiccin legal ejercida de una manera histrica, quieta, pacfica y continuada. Pero no solo tienen esta importancia jurdica, pues vamos ver tambin que ellas han sido aprobadas por el R e y , por Cdulas Reales que consagran de una manera espresa positiva, la efectividad y legalidad de los actos de jurisdiccin de la antigua Provincia del Paraguay sobre dicho territorio.
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Esas poblaciones formadas con los esfuerzos y sacrificios del Gobierno y de los vecinos de la Asuncin servirn poderosamente para desvanecer el error en que viven los escritores y diplomticos de allende el Rio Parapit respecto al dominio del Chaco. A las reducciones de Y a s o c de Nuestra Seora de los R e y e s y Guasutingu, de Itat y Nuestra Seora de la F , vamos agregar las establecidas despus de la entrada general de 1 7 5 9 contra los indios del C h a c o ( a )
(a) Los documentos que para comod'dad del lector vamos citar y transcribir en este capitulo estn publicados, en la Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Repblica Argentina de 1S79, y en la citada publicacin de Apndice y anexos ala Memoria del Ministro Paraguayo en la cuestin de arbitraje.. Vase en dichas |iublicaciones. el Anexo C mira 6, el cual dice: <E1 Rey. - D o n Jos Martines Fontes Gobernador y Capitn General de la Provincia del Paraguay. En carta de 15 de Febrero de 1759, particip el Gobernador de la de Buenos Aires Don Pedro de Zeballos los estragos que hacan los indios del Chaco, los oficios que pas con el Gobernador del Tucuman, y con vuestro antecesor Don Jaime Sanjust, para facilitar una entrada en sus tierras, que los escarmentase y las conveniencias que podran resultar si se lograba reducirlos ya en el sosiego de estas tres provincias facilitndolas la comunicacin en el establecimiento del Comercio desde Potos aquel puerto por los Rios Bermejo, Paraguay y Paran, y refiriendo que este fin convendra repetir las entradas generales por tres cuatro aos, propuso tambin se podria destinar la que se hiciese por aquella provincia, el ramo de diezmos que pagan los indios de las Misiones de esa del Paraguay por no tener fondo-; de que costearla, dejndole su disposicin. En otra carta de 15 de Octubre del propio ao, dio cuenta el mismo Gobernador de haberse efectuado la mencionada entrada general quedando muy amedrentados los indios, y de lo mucho que habia contribuido ella el referido vuestro antecesor. En otra de 22 de Diciembre de 1760, espres asi mismo como se iban ya reduciendo los indios, y que para su subsistencia en pueblos contaba con el ramo de guerra establecido en aquella ciudad para pagar las compaas de milicias que Tesguardaban la tierra de las invasiones de los indios pampas y serranos, mediante que reducidos no era precisa esta tropa. En otra de 26 de Febrero de 1763, notici el vivo deseo que manifestaban los indios de lograr su conversin; las reducciones que estaban ya formadas, y las que podrian establecerse si se proporcionaban los fondas necesarios su manutencin; para lo cual espres se podrian aplicar 12 mil pesos anuales de los 50 60 mil que se recaudan en la provincia del Tucuman con ttulo de sisa, y se impuso para embarazar las hostilidades que ejecutaban los indios respecto de que con el resto quedaba bastante para subvenir los gastos de 150 hombres que se mantienen en aquellas fronteras. Y finalmente en otra carta de 29 de Octubre de 1759 acompaada de varios documentos, ha espuesto el Gobernador de Tucuman Don Joaqun de Espinosa lo que l prac-
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E l Cacique Deguach, da los indios Abipones que habitaban por el Rio Bermejo, se present solicitar paz y reduccin en 1 7 6 2 en el lugar denominado Timb. E l Go bernador Don Jos Martines Fontes accedi la peticin, como puede verse por el exhorto dirijido al M. R. P. Nicols Contucci, el 25 de Octubre del dicho ao que figura en el A n e x o C nm. 2." (b) entre los documentos pretic por s en la mencionada entrada hasta descubrir el camino que tantos aos ha se deseaba, los reencuentros que tuvo con los indios, las paces que se celebr con ellos, el amor con que los trat, la mucha parte qu tuvo el Gobernador de Buenos Aires en esta espedicion ; y lo acreedores qu -. se hicieron de mi real benignidad los oficiales que comandaron los tercios y destacamentos en aquella campaa, que enteramente se coste del ramo de sisa; y habindose visto todo en mi consejo de las Indias, con lo que dijo mi Fiscal y consultndome sobre ello, he resuello entre otras cosas que no siBermejo al de la P<ata;y he aplicado los diezmos que pagan los indios de esa Provincia del Paraguay las entradas que se hagan por la de Buenos Aires las tierras de los infieles, dejando al cuidado de aquel Gobernador la direccin de este ramo, con calidad de que no se repitan tales entradas, si se reconoce beneficio en el fruto de las nuevas misiones para atraer los indios con suavidad ; y para que estos vivan y se mantengan en las nuevas poblaciones que se hayan de hacer, he destinado, desde luego, doce mil pesos anuales del total del ramo de sisa de la provincia del Tucuman Lo que os participo oara que por vuestra parte dispongis en lo que os corresponda el cumplimiento de esta mi real determinacin; en inteligencia de que por despacho de este dia hago el mismo encargo los Gobernadores de Buenos Aires y del Tucuman, y doy orden mi Virrey del Per para que facilite la exaccin de los doce mil pesos citados, y de que ha merecido mi real gratitud el distinguido celo con que procedi en el asunto el referido vuestro antecesor Don Jaime Sanjust. Fecho en Buen Retiro 12 de Febrero de 1761. Yo E L R E Y , DON JUAN MANUEL CRESPO,
haga novedad en cuanto d la apertura del camino por el Rio
Al Gobernador del Paraguay participndole las providencias dadas con motivo de la entrada general que se hizo las tierras de los indios del Chaco. > (>) El Anexo C. N. 2 dice : . Don Jos Martines Fontes, Capitn de Dragones del Presidio de Buenos Aires, Gobernador y Capitn General de esta Provincia del Paraguay, &c. Al M R P. Nicols Contucci de la Sagrada Compaa de Jess, Visitador actual de este Colegio del Paraguay. Significo y hago saber de como hallndome en actual visita de estos pueblos de mi
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sentados por el Paraguay en el arbitraje con la Repblica Argentina, en cuyo documento se leen estas lneas:
ltimamente quedamos de acuerdo que principio del mes de Febrero prximo venidero bajarla yo por el rio con gente, ganado, herramientas y otros vveres formarle su poblacin en el espresado parage del Timb hacia la parte del Chaco.... etc.
Sometido el asunto al Cabildo fu aprobada la determi-
cargo, me particip mi maestro de Campo actual Don Fulgencio de Yegros de como la Nacin cosaria de los Abipones habia venido tratar paces con esta provincia y pedir Reducion para su conversin y sujecin al yugo de la ley evanglica, y con esta noticia tan plausible abandonando la obligacin de la visita, parecindome de mayor importancia este negocio, baj con aceleracin esta Ciudad, y con la misma pas rio abajo en parage del Timb, lugar destinado por el Cacique Deguach para las capitulaciones valindome como siempre de la proteccin de su Sagrada Religin en llevar conmigo al Padre Francisco Burges como inteligente en el idioma de esta nacin, y con efecto, habindome avistado con el Cacique y sus vasallos, proponindome el fin que venian, y propuesto de mi parte todos aquellos captulos que me parecieron convenientes una estable paz y perfecta reduccin de ellos. Condescendieron con toda resignacin y sinceridad al parecer, y sin ninguna malicia, rindiendo ias armas y * ntregandose las Espaolas sin precaucin;
ultimamen e quedamos de acuerdo que principio del mes de Febrero prximo venidero bajara yo por el rio con gente, ganado, herramientas y otros vveres formarle su poblacin en el espresado paraje del Timb hacia la parte del Chaco, para cuyo tiempo
con el-pleno conocimiento de la innata profesin de su sagrada religin, la conversin de infieles y estension de la Ley Evanglica como se esperimenta en todas partes del mundo, y con la consideracin de que en este asunto har V Reverendsima particular servicio ambas Magestades, bien y utilidad de esta provincia y de aquellas almas perdidas del rebao de nuestro Redentor Jesucristo; suplico se sirva destinar uno dos sujetos que sostenga la doctrina de la estipulada reduccin y en caso necesario en nombre del Rey Nuestro Seor, exorto y requiero Vuestra Reverendsima anteponiendo y posponiendo mi splica para la consecucin de este asunto de tan grande importancia, que en ello S. M ser por bien servido v yo con recproca correspondencia mirar las de V. Rma., siempre y cuando me ministrare las insinuaciones convenientes su Sagrada Re igion. Y es fecho en la Asuncin del Paraguay los 25 de Octubre de 1762 aos. JOS MARTINES FONTES,
Ante mi
Escribano
BLAS DE NOCEDA,
pblico,
&c., &c.
T.0<5 LMITES
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LA
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acta
del
(c) Vase el Anexo C nm. 9, que d i c e : <En la Ciudad de la Asuncin del Paraguay, en 10 dias del mes de Noviembre de l7G aos. Habindose juntado en esta sala de acuerdo los Seores del Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento de ella, de orden y mandato del Seor Don Jos Martines Fontes, Capitn de Dragones del presidio de Buenos Aires, Gobernador y Capitn General de esta Piovincia, con los Gefes militares y muchos reformados, hotrbies buenos y de los primeros de esta Repblica y estando as juntos y congregados, dijo Su Seora que esta Junta Cabildo abierto y se dejaba entender que fm se dirijia. por que todas las circumstancias que han precedido lo insinuaban. Que nadie ignoraba la solicitud y empeo con que la Nacin Abipona nos vino buscar rogndonos con la Paz y pidiendo al mismo tiempo reduccin para vivir sujetos bajo la Ley del Evangelio. Que tambin era constante todos, que la importancia y gravedad de este negocio, le oblig cortar la visita en que entenda, por acudir con la prontitud que exigan su empleo y conciencia, un asunto tan serio como til, y de haber bajado con efecto hasta las tierras del Timb, y abocdnse con el Cacique y sus vasallos, oyendo sus suplicas y examin sus deseos y los motivos que los inducan la pretendida reduccin ; y despus de un prolijo examen y atenta reflexin, as Su Seora como el Reverendo Padre Francisco Burges de la Compaia de Jess, como el Maestre de Campo general y otros hombres de ser sus asociados, juzgaron todos que los indios procedan con sinceridad, que sus deseos eran verdaderos, y que apetecan la vida sosegada que se goza en una cristiana Reducion. En fuerza de este dictamen uniforme, despus de hechas las capitulaciones regulares que concernan la paz, cargando todo el peso de la consideracin sobre el beneficio que resulta toda esta su amada Gobernacin, v poniendo igualmente su mira en el servicio de ambas magestades, se habia obligado bajar para el prximo Febrero las mismas tierras del Timb, plantarles en ellas un pueblo proporcionado sus mas cmodo y slido establecimiento, bien que S. S en la actuacin de las insinuadas diligencias, y en no dejar ignoradas sus promesas, hizo cuanto la obligacin de su empleo le pedia, y cuanto dictaba la prudencia, por que seria desacierto no abrazar, obligndose ejecutar un partido tan ventajoso todo el comn de la Provincia. Que los dems medios que se pudieran practicar, no eran tan seguros ni tan tiles, como la misma experiencia la comprueba Que harta visible ha sido todos el desvelo de S. S desde la primera hora qiuentr esta provincia, sin perdonar fatigas ni trabajos, por solicitar personalmente la defensa y mejora de la provincia perseguida y hostilizada de esta y otras naciones del Chaco. Mas todo el invariable empeo de S. Sa. en redimir la provincia de tantos quebrantos y estragos como padece de los Infieles, aun no nos aseguraba nuestras vidas y bienes, quedando espuestos la fiereza de los barbaros. Si bien que logrbamos algunos buenos efectos nacidos, as de acordonar el Rio, como de otras industrias y proyectos, conque S. Sa.se ha dedicado rehacer el ramo de guerra que hall casi exhausto de fondos. Mas estos arbitrios si bien hasta aqui se ha mirado como precisos inescusables pero para la sucesivo, fuera de ser muy costosos, sern tambin poco durables. Lo que si promete duracin y
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DOCTOR ALEJANDRO
ADWBERT
Al exhorto referido respondi favorablemente el Visitador de la Provincia del Paraguay, Don Nicols Contucci,
permanencia y asegura nuestra quietud, ser la ideada fundacin: que no deja de conocer S. Sa. lo grande, y lo arduo de la obra Grande por que mira ganar almas para Dios y nuevos vasallos para ei Rey. Arduo porque veia S. Sa. con harta lastima y dolor, que ni los fondos de este noble vecindario, ni las haciendas de esta real provincia, son tan pingues. Pero, no obstante la misma esperiehcia hace creer y esperar S Sa. que todos querrn mnj' eficazmente cooperar de su parte la deseada poblacin. Que tambin tiene muy presentes en su reconocimiento los esfuerzos con que en otras ocasiones de menor urgencia y utilidad, ha cooperado con honrada permanencia, y asegura nuestra quietud, ser la ideada funditcion : que no dpja de conocer S. Sa. lo grande y lo arduo de la obra. Grande por que mira ganar almas para Dios y nuevos vasallos para el Rey. Arduo por que veia S S;t. con harta lastima y dolor, que ni los fondos de este noble vecindario, ni las haciendas de esta real provincia, son tan pingues. Pero, no obstante, la misma esperiencia hace creer y esperar S. Sa. que torios querrn muy eficazmente cooperar de su parte la deseada poblacin. Que tambin tiene muy presentes en su reconocimiento los esfuerzos con que en otras ocasiones de menor urgencia y u'ilidad, lia cooperado con honrada generosidad todo ni Cuerpo de la Provincia; y que asi lo lia hecho saber al Rey y so halla S Sa. actualmente muy determinado informar de nuevo S. M. sobre los fomentos y auxilio que intenta toda es'a su Gobernacin en 1 establecimiento de la nueva Reduccin, para que S M. instruido muy particularmente ddl mrito dlos Seores vecinos que mas sealasen, y en la liberalidad de la provincia., premie todos con su Real liberalidad. I.himaniente deseaba prevenir, que sern muy fuera del nimo intencin suya, y an para S S. materia de agudo sentimiento, el que sepa que no se proceda con la mayor suavidad en la eleccin (le las contribuciones, por que, pora que Dios eche su bendicin desde el Cielo una obra de esta naturaleza, nada podra estorbar lanto como las violencias y las justas quejas que formase el pblico contra cualquiera especie de apremio. Por tanto, no solo se promelia de la muy noble generosidad de los Seores vecinos, el que se esforzarn buena ley de Vasallos facilitar, con sus ganados, haciendas y otros efectos del pais, segn la posibilidad de cada uno, lan til fundacin, sino que igualmente esperaba que la Seora del Cabildo, se desvelara fin de que en la provincia no se ven sombra de violencia. Por que estos medios duros siempre tienen malos efectos ; fuera de que Vasallos tan amantes de su Rey y a unos vecinos en que tanto sobresale el deseo del bien pblico, basta para motivo y para impulso, la constante lealtad con que los reconoce S Sa. lleno de complacencia, muy sacrificados al servicio del Rey. Y aun tambit.n se cree S. Sa. sin lisongearse, que el amor y buena ley que toda la provincia le profesa, servir de mucho impulso para que cada uno exiba y franquee para la espresada fundacin cuanto sea necesario pata el mas cabal cumplimiento de .-us deseos. Tan buen concepto como este le debia toda esta su amada Gobernacin, y tan firmes esperanzas fundaba sobre los corazones de todos sus subditos de quienes esperaba aun mas de lo que insina; y mas, cuando es bien visible que en este su empeo.
LOS
LMITES. DE
LA. ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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c o m o p u e d e v e r s e en
no pone la mira otro fin, que en satisfacer las muchas obligaciones en que el Rey le ha constituido, ni tampoco le llevaba otro objeto la atencin que el servicio de ambas Magestades, y el anhelo de poner pi, y dar mejor semblante toda esta su amada Provincia. P a r a cuyo efecto asi mismo habia suplicado al limo y R e verendsimo Seor Obispo D Manuel Antonio de la Torre, que se dignase concurrir en este acto presidir y esponer su dictamen,'y por la indisposicin de S S. I. escribi esta carta al seor Gobernador y Capitn General espresando en ella la mucha utilidad y conveniencia que resultaba de la dicha poblacin en servicio de ambas Magestades, la cual se ley en este acto, y mand S Sa. se copie consecuvo este acuerdo; y enterados los individuos de este ayuntamiento y dems militares y vecinos ocurrentes respondieron unnimes y conformes que convenia grandemente la dirha poblacin al servicio de ambas magestades, bien y utilidad de esta provincia ofreciendo cada uno libremente las cantidades que les permite su posibilidad; y acordaron que se destinen sujetos, asi para esta Ciudad como para la campaa, para que con la misma dulzura y suavidad que en este acto, pidan donativos los dems sujetos y casas restantes de la Provincia, lo cual se concluy y lo firmaron de que doy te. Jos Martinps Fontes, Jos Antonio Carrillo, Pedro Monye, Juan Bautista de Goiri, Jos Caete, Francisco de Ascona, Rafael Tullo, Fulgencio de Yegros, Juan Jos Gamarra, Prudencio Contreras, Lorenzo Recalde, Jos de Roa, Juan Jos de los Rios, Francisco de Medina, Jos Borbon, F r a n cisco Espinla, Manuel de Ordas y Robles, Juan Este'van Bogado, Antonio de Vera Aragn, Sebastian de Len y Z a rate, Jos del Cazal, Jos Luis Bareiro, Jos Fortunato Ruiz de Areicano, Juan Miguel de Sugasti, Francisco de Agero, Domingo de Flecha. Ante mi. Lucas Dias Conteros,
Escribano Pblico de Gobernacin y Canudo.
N O T A : L a carta del Obispo que est continuacin no contiene mas que la aprobacin del pensamiento emitido en la acta antecedente del Cabildo : y por tanto la escusamos. (d) El Anexo C. n. 3, dice Nicols Contucci de la Compaa de Jess, visitador general de esta provincia del Paraguay. " A los que la presente vieren hago saber como estando en estas doctrinas de indios guarans que estn al cargo de mi sagrada religin entendiendo en la visita de ellos, en cumplimiento del cargo en que me bailo, se me entreg hizo manifiesto el exorto de suso despachado por el Seor Capitn de Dragones Dn. Jos Martnez Fontes, Gobernador y Capitn General de la Provincia y guberna-
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDD3ERT
En su vista, el 20 de Marzo de 1 7 6 3 , se levant el acta de Gobierno, donde se leen estas p a l a b r a s . . . . Y en est atencin en consecuencia de lo que sobre las nuevas reducciones disponen las L e y e s de Indias, en nombre de Su
Majestad declara dicha nueva reduccin de Indios Abipones, y oros de otras naciones vecinas, que ella se agregaren, por incorporada su Real Corona, juntamente con todas las dems que de esa y otras naciones
cion del Paraguay, el cual recib en 9 de Noviembre de 1762 ao.-, y despus de haber considerado su contesto, y lo que en l se ordena en nombre de S. M., que Dios guarde, y venerando tan superior mandato con el aprecio debido, y estimando dicho Seor Gobernador la confianza que para esta empresa se sirve hacer de la industria y celo de la Compaa; como superior de ella en todas estas Provincias digo, que obedezco y acepto con el mas profundo rendimiento dicho exorto para ponerlo en ejecucin, y en su consecuencia se proveer de nuestra parte que para cuando llegue el caso de establecerle la nueva reduccin de los indios Abipones que se pretende, se sealen s'jjetos apios idneos que cuiden de su espiritual enseanza: bien asi entendido que no por eso nos haceme-, enrgo de asegurar el fondo necesario para su temporal manutencin, pues esto lo deber solicitar dicho Seor Gobernador y Capitn General y los dems que en su cargo en adelante le sucedieren: como ni tampoco nos lineemos cargo de la asistencia temporal de los misioneros que alli hayan de existir, por que esta la deber solicitar S. S. conforme lo que el Rey nuestro Seor prescribe en sus Reales Cdulas y Leyes sobre fundaciones de nuevns reducciones. Y por lo que toca la libertad de los indios que en dicha reduccin hubieren de estar, se ha de servir S. S. en nombre do S. M. admitirlos debajo de su Real proteccin, incorporndolos m su Real corona como vasallos suyos, y declarar que no han de ser encomendados jams, aun por via de depsito, ni han de estar sujetos pensin alguna do miUs, sean las que fueren; segn asi se previene en las leyes reales de Indias, que tratpn sobre reducciones de indios, que libre y espontneamente se sujetan al yugo del Evangelio, como sucede en estos de que se truLa y por ser a^i tambin conveniente para la mejor instruccin, seguridad y quietud de dicha reduccin. Y esperando en la justificacin y cri.-liano celo de Su Seora que asi lo efectuar y cumplir, quedo en la inteligencia de que e.-ta reduccin para su espiritual enseanza hade correr cargo de la compaia; y en f de ello, asi lo prometo como Superior suyo para cuando llegue el caso de fundarle. Y para que todo lo dicho consto donde convenga, doy la presente firmada de mi mano y refrendada por mi infrascrito Secretario en el pueblo deja. Candelaria en 12 de Noviembre de 1762 aos. Nicols Contucci, Lorenzo Balda.
Secretario. >
LOS LMITES
D E L A ANTIGUA PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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vecinas del Chaco se formaren una y otra Banda del Rio Paraguay, al cargo de los~KK. PP. jesutas.... etc. Jos Martines Fontes.
Ante mi. Blas Noceda. cienda. Escribano Pblico de Gobernacin y Ha(2) entre los
lo que sobre las nuenas Reducciones disponen las Leyes de Indias, en nombre de Su Majestad declara dicha nueoa reduccin de Indios Abipones y otras de otras Naciones Vecinas, que ella se agregaren, por incorporada en su Real Corona, juntamente con todas las dems que de esa y otras Naciones vecinas del Chaco se formaren dentro de esta Gobernacin una y otra Banda del Rio Paraguay, al cargo de losII.R. P.P.
Vase.El Anoxo C. nm. 4. dice: cEn la Ciudad de la Asuncin del Paraguay en veinte dias del mes de Marzo de mil setecientos sesenta y tres: el Seor Don Jos Martines Fontes, Capitn de Dragones del Presidio de Buenos Ayres, Gobernador y Capitn General de esta Provincia del P a r a guay, por su Magestad (que Dios g u a r d e ) ; habiendo visto lo respondido por el M. R P . Nicols Contucci de la Compaa de Jess, visitador general de esta Provincia, al exhortatorio expedido por S. S en 25 de- Octubre do 1762 aos, en orden que se sirviera proveer Religiosos Doctrinarios de su sagrada Religin para la nueva reouceion de los indios infieles Abipones, y la resignacin de su Rma. con las calidades y condiciones que previene en su respuesta de 12 de Noviembre del citado ao, (sobre que en nombre de S. M. que Dios guarde, le rindo las g r a c i a s , ) digo: que en orden las condiciones propuestas por Su Rma., en cuanto que no se hace cargo de los fondos para la fundacin y alimentos de los reducidos, habindoseles ya contribuido con parte de lo ofrecido por la Provincia, promete S. S. se les dar cumplimiento en el todo, y de informara Su Majestad, para que se les contribuya de sus reales con lo que tiene ordenado y dispuesto por sus Leyes de In. dias, y lo mi-mo para el alimento de los doctrineros: cuyas contribuciones se suponen infalibles, como ordenadas y mandadas por su Catlica y Real piedad. Y en esta atencin en consecuencia de
Jesutas; y que en esta razn no debern, en manera alguna, esta ni aquellas ser encomendadas en cabeza de persona alguna, ni apremiadas servicio personal, ni gravadas con pensin alguna de Mitas, sean las que fueren, segn que en dichas Leyes de Indias se contiene, especialmente en la 3 . del Tit. 15, Lib. 6. de las Recopiladas Todo lo cual asi lo declara, manda y ordena, mientras que otra cosa no dispone S. M. quien por eso se reserva dar cuenta lupgo en la primera ocasin que se ofrezca para que su Real Voluntad determine lo que mas conviniere su Real servicio. Y firm de que doy fe. JOS MORTINEZ FONTES,
a
Ante m
BLAS DE NOCEDA,
Escribano Publico de Gobernacin y Hacienda.
17
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DOCTOR
ALEJANDRO
ATJDrBKRT
mismos documentos presentados al arbitro Mr. Hayes. E l Timb estt al Norte del Rio Bermejo, muy cerca de este y el Gobernador Fontes se consideraba estar en su jurisdiccin, cuando estableci la reduccin de los indios Abipones en dicho lugar. L a reduccin se llev debido efecto, como se justifica por el siguiente exhorto dirijido al R e c t o r del Colegio de la Asuncin para que provea de sacerdote la Reduccin del Rosario de los A b i p o n e s : E l Maestre de Campo General Don Fulgencio de Yegros, Teniente G e n e r a l . . . . etc., de esta Provincia del Paraguay por S. M., que Dios guarde: hago saber al M. R . P. Antonio Miranda de la Compaa de Jess, R e c tor actual de este Colegio de la Asuncin del Paraguay,
Sagrada Nuestra
Seora del Rosario de los Abipones, en carta de 25 de Marzo, me participa hallarse actualmente gravemente enfermo, y que le despache embarcacin para venir este Colegio por el peligro que corre de morirse, y que provea la persona en su lugar, quien atienda las almas . . . . etc.
Fulgencio
de
Yegros.
Por mandato de Su S r i a . J u a n Jos Bazan. Escribano Pblico de Gobernacin y Hacienda. E s t e exhorto del 10 de Abril de 1 7 6 5 , que figura bajo el A n e x o C n. 5 [a) entre los referidos documentos pre(a) El anexo C. n 5, dice: < Exhorto al Rector del Colegio sobre que provea de Sacerdote la Reduccin del Rosario de los Abipones. < . El Maestre de Campo general Don Fulgencio de Yegros, Teniente General, Justicia Mayor y Capitn guerra de esta Provincia del Paraguay por S. M. que Dios guarde; hago saber al M. R. P. Antonio Miranda de la Compaa de Jess, Rector actual de este Colegio de la Asuncin del Paraguay, de como el P. Martin Debruhoyer de la misma sagrada compaa, Doctrinero de la nueva Reduccin de Nuestra Seora de Rosario de los Abipones, en carta de 26 de Marzo, me participa hallarse actualmente gravemente enfermo, y que le despache embarcacin para venir este Colegio por el peligro que corre de morirse, y que provea la persona en su lugar quien atienda aquellas almas; y respecto que su sagrada religin por encargo de este Gobierno y con espreso consentimiento del M.
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sentados ante el Presidente de los Estados Unidos en la cuestin de arbitraje con la Repblica Argentina, justifica acabadamente que la reduccin se llev debido efecto y se sostuvo con los donativos del vecindario como se acredita por el A n e x o C n. 10 y n . ()
R. P. Provincial se hizo cargo de dicha Doctrina de que dio cuenta S M. con toda individualidad el Seor Gobernador y Capitn General ; de paso ocurro Va. Ra. por via de pronto remedio, para que atendiendo las presentes circunstancias se sirva providenciar dicha Doctrina destinando sujeto para elle, en el nterin que su Superior determine el que fuere de su arbitrio, y S. M. lo que fuere de su real agrado. Para lo cual en su real nombre exhorto y requiero Va- Ra. y de mi parte ruego y suplico con todo encarecimiento, se sirva dar pronta providencia en lo que llevo espresado, tanto para el alivio de dicho Religioso, como para que aquellas almas redimidas con el inestimable precio de la sangre de Nuestro Seor Jesu Cristo, no vuelvan las densas tinieblas de su infidelidad; que de hacerlo as S. M. se dar por bien servido y yo quedar con todo afecto, siempre y cuando que vea las de Va Ra. en justicia, y es fecho en la Asuncin del Paraguay en 10 dia del mes de Abril de 1765. Fulgencio de Yegros, Por mandado de Su Sria. Juan Jos Bazan, < En dicho dia, mes y ao, hize saber el exhorto antecedente al R. P. Rector de este sagrado Colegio de la Compaia de Jess, y le dej por tanto autorizado de su pedimiento, de ello doy f.
BAZAN > Escribano Pblico de Gobernacin y Hacienda.
(6) El Anexo C. n. 10, dice : < En la Ciudad de la Asuncin del Paraguay 11 dias del mes de Agosto de 1766 aos. Habiendo el Seor Gobernador y Capitn General de esta Provincia convocado Cavildo abierto, con la ocasin de haber el Reverendo Padre Gernimo Rejn, Doctrinero de la Reduccin de los Abipones, representado por carta poltica sobre hallarse en nimo de trasladar el pueblo de la reduccin otro lugar mas cmodo, sin embargo de tenerlo comunicado su Seora verbalmente la asignaci n para el nuevo pueblo, distante del actual como una legua poco mas menos, representando en dicha carta los inconvenientes que padecen dicha situacin vieja, y de las utilidades que se seguiran de la nueva situacin, que todo consta de dicha carta y pidiendo al mismo tiempo se les contribuya con los fomentos necesarios, para la manutencin de la familia y un pi de estancia para en adelante; cuyo fin, estando congregados los Seores del Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento con presidencia de dicho Seor Gobernador y Capitn General, 3' los vecinos principales de esta Ciudad, se ley dicha carta en modo inteligible, y propuso dicho Seor Gobernador en atencin la gran utilidad y servicio de Dios nuestro Seor, que se seguira en el adelantamiento de dicha reduccin, que cada cual contribuyese con un donativo gracioso de todo gnero de abastos y ganado vacuno para el pi de estancia que se pide < . Con lo cual ofrecieron cada uno las cantidades que constan de una memoria de sus nombres. Y previno S. S. que para el mismo efecto de donativo por no haber concurrdo mas vecinos, despachar
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ALEJANDRO
ATJDIBERT
Mas por el mismo tiempo que se realizaba la reduccin de los indios Abipones, en la proximidad del rio Bermejo se llev efecto al Norte la reduccin de los indios Mba. ys. E l gobernador don Pedro Mel de Portugal, en su informe al Virrey Nicols Arredondo, del 12 de Marzo deprovidencia en toda la jurisdiccin de esta Ciudad, cometida los Sargentos Mayores y Jueces Comisionados. Y se cerr este Cabildo abierto, rindiendo las giacias dicho Seor Gobernador todos los presentes por el donativo que se han dignado ; 3' mandaron sus Seora se copie dicha carta del Padre doctrinero continuacin de este, y lo firmaron de que doy f. < Fulgencio de Yegros, Jos Antonio Carrillo, Pablo Cabanas, Jos Antonio Acosta Freir, Tomas Devalos y Peralta, Jos del Casal, Antonio Caballero de Aasco, Domingo Antonio Bermudes, Juan Jos Gamarra, Bernardo de Haedo, Vicente Anselmo de Fleitas, Marcos Salina, Martin de Asuaga, Jos Ferreira Suarez, Blas Bareiro, Pedro Jos de Vera, Jos Ignacio Moreno, Olegario Mora. < Anti mi. Lucas Diaz Canteros, EscrUrano Pblico d Gobernacin // Cabildo<: N o t a : L a carra del Padre Cura citada arriba y que est continuacin del acta, no contiene mas que la conveniencia de mudarde situacin la reduccin, su fomento y el donativo que pide; por lo que se escusa su transcripcin . > El Anexo C n. 11, dice : < : En la Ciudad de la Asuncin del Paraguay en 10 dias del mes de Enero de 1 7 6 7 . Habiendo el Seor Don Cairos Morfi, Teniente Coronel de los Reales ejrcitos de S. M. (que Dios guarde) su Gobernador y Capitn General de esta provincia, convocado Cabildo abierto los Seores individuos de este ayuntamiento y los vecinos existentes en esta Ciudad y en la Campaa, y habindose congregado en esta su sala de ayuntamiento, les propuso dicho Sr. Gobernador de como era conveniente que para el adelantamiento y restablecimiento de la reduccin de la nacin Abipona era necesario contribuirse por esta provincia con animales de todas especies cuyo fin se sirviese contribuir con lo que cada uno voluntariamente ofreciese lo que consta por una memoria que se form de las cantidades y especies de que cada uno ofrecieron; con lo cual se concluy el Cabildo abierto y lo firmaron sus Seoras con los vecinos que concurrieron de que doy f. <: C a r l o s Morfi, Antonio Caballero Aasco, Bernardo de Otaz, Luis Jabier de Cortzar, Jos Caete, Jos Antonio Carrillo, Jos Antonio Acosta, Sebastian de Len Sarate, Cristbal Domnguez Obelar, Francisco Xavier Benites, Jos de la Pea, Julin Legal, Juan Miguel Sugasti, Marcos Salinas, Pedro Miguel Burde, Vicente Martines Viana, Bernardo de Haedo, Domingo Antonio Bermudes, Jos Ferreira Suarez, Estevan Insaurralde, Juan Jos Rolon, Rafael Servin, Juan Flix Fernandez, Len Gimenes. < Ante mi. Lucas Dias Canteros,
Escribano Piiblico de Gobernacin y Cabildo. >
LOS LMITES
D E LA. ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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1 7 8 4 , refiere que los PP. Mndez y Barzola, fueron el ao ele 1 7 6 9 las tierras de los Mbays, donde el primero estableci reduccin hacia el Itapuc en la latitud de 2 1
de
Egilechig,
donde tuvo iglesia pblica y campanas, hasta que habiendo muerto entre los Mbays, en Agosto de 1 7 7 5 , y no proveyndose su curato, qued el pueblo y los Albays Mbays abandonados. Que el padre Barzola pas al Chaco, redujo parte de los guanas y trayndolos las tierras de los Mbays les fund una reduccin cerca de la anterior, que fu luego abandonada. Que fueron igualmente los Mbays los PP. Sotelo y Bogarin posteriormente, y despus pasaron al Chaco de donde sin fijarse regresaron esta, siendo todos estos actos de posesin, (c) Por otra parte, el informe del Virrey Don Nicols Arredondo su sucesor Don Pedro Mel de Portugal y Villena, sobre el estado de la cuestin de lmites entre las Cortes de Espaa y Portugal, de 1 7 9 5 , que trae la misma obra de Angelis, en el mismo tomo 4 (n. 30, pg. 26), ensea: Que el Gobernador Intendente del Paraguay Don Antonio Pinedo, cuando fund la Villa Concepcin al Norte del Ipan, form una reduccin de indios Mbays en Itapuc que subsisti mucho tiempo hasta que habiendo fallecido su primer misionero, y no habiendo quien ocupase su lugar se esparcieron los indios que formaron aquel pueblo. Que los portugueses buscando el comercio de Villa Concepcin trataron de apoderarse de Itapuc, pero prevenido tiempo el Gobernador evit que formaran otro
0
fuerte
en la parte
dicho
lugar.
Estos informes inducen creer que las reducciones de los indios Bbays empezaron por el ao 1 7 6 9 , por los padres Mndez y Barzola, una y otra banda del rio Paraguay. Sin embargo, es preciso admitir que y a existan en 1 7 6 4 , y especialmente en 1 7 6 5 , cuando se tiene presente
(c) Vase. Coleccin de obras y documentos sobre historia de las Provincias del Rio de la Plata, por Pedro de Angelis tomo 4, pg. 8 9.
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDIBERT
la respuesta del R e y , las cartas del 3 0 de Diciembre de 1 7 6 3 y 1 1 de Enero de 1 7 6 4 del Gobernador Intendente del Paraguay, en que participaba el estado de las nuevas reducciones de indios Mbays y Abipones, puestas al cuidado de los Relijiosos de la Compaia de Jess, y pedia se defiriera las pretensiones hechas por el Provincial de la misma Relijion, para L.s subsistencias de ambas reducciones, manutencin de los Doctrineros ocupados en ellos y relevacin de Mita y encomiendas los indios. D e los trminos de la respuesta del R e y , resulta que al mismo tiempo que existia la reduccin de indios Abipones en el Chaco, habia tambin en este la reduccin de indios
Mbays.
Por otra parte, la existencia de la reduccin se encuentra ademas atestiguada por la importante Historia del Chaco, escrita por el Padre Joseph Jols, misionero de aquellos tiempos, y de la cual el Padre Pedro de Angelis ha hecho un estracto, publicado en el 6 tomo de la Coleccin de obras y documentos histricos sobre el R i o de la Plata, dando saber que en la Dicesi y Gobierno del Paraguay habia en el Chaco dos reducciones, de las cuales la una se llamaba: L a de Timbo y San Carlos, compuesta de indios Abipones. E l ao de 1 7 6 3 , contaba esta de trescientas cincuenta almas y se hallaba cargo de los padres Joseph Briguiel y Gernimo Rejn. L a otra denominada de San Juan Nepomuceno, compuesta de indios que hablaban la lengua de los guanas chaas. E s t a reduccin, en 1 7 6 7 , contaba con seiscientas almas y hallbase cargo de los padres Manuel Duran y Manuel Bertodarro.
o
L a reduccin de San Juan de Nepomuceno es probable que sea la misma reduccin de indios Mbays de que habla la Cdula Real, porque estos indios hablan la misma lengua de los Guanas Chaas. Mbays, Guanas, Chaas, Albays, son nombres que espresan parcialidades de unos mismos indios que dominaban la rejion comprendida por la altura del Apa y Pan de Azcar en la parte del Chaco; esto es, por las proximidades del Fuerte Olimpo.
LOS LMITES D E L A
ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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He aqu la Cdula Real que nos referimos: E l R e y Gobernador y Capitn general de la Asuncin y Provincia del Paraguay. En carta de 3 0 de Diciembre de 1 7 6 3 y 11 de Enero de 1 7 6 4 , participis el estado do las nuevas Reducciones de indios Mbays y Abipones, puestas al cuidado de los Relijiosos de la Compaa de Jess, pidiendo se defiera las pretensiones hechas por el Provincial de la misma Religin y contenidas en los testimonios que acompais en Cuanto la subsistencia de ambas reducciones, mantencin de los Doctrineros ocupados en ellas y relevacin de Mita y encomiendas los indios. Y visto en mi Consejo de las Indias, con lo que dijo mi Fiscal, se ha tenido presente que para la formacin de pueblos, mantencin de Doctrineros y dems gastos precisos para estas reducciones, y otras que se hagan de los indios que habitan el Chaco, est tomada providencia por la Real Cdula que se os diriji con fecha de 12 de Febrero del propio ao 1764, la que haris observar puntualmente; y por lo respectivo la referida exencin de encomiendas y mitas que se solicita, mando que observndose con estos indios el contenido de la L e y 3 tit. 5" lib. 6 de la Recopilacin de las de esos dominios, sean exentos de ellas y de mis reales tributos por tiempo de los diez aos que se prefinen en la misma ley. Del Pardo 23 de Enero de 1 7 6 5 .
a
Yo el Rey Por mandato del R e y Nuestro Seor Juan Manuel Crespo Hay tres rbricas. Al Gobernador del Paraguay con noticia de lo que se ha de observar para la subsistencia de las Reducciones de indios Mbays y Abipones establecidos en aquella Provincia. Por esta Cdula Real se v que el Gobernador del Paraguay dio cuenta al R e y del estado de las reducciones de los indios Mbays y Abipones situadas en el Chaco, y por lo que respeta la mantencin de Doctrineros y dems gastos precisos para estas reducciones y otras que se hagan
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDD3ERT
de los indios que habitan el Chaco, est tomada providencia por la Real Cdula del propio ao de 1 7 6 4 , la que debia observarse puntualmente. E s a s reducciones estn en la Provincia del Paraguay, segn lo manifiesta la Cdula del 2 9 de Enero de 1 7 6 5 , cuando d i c e : Al Gobernador del Paraguay con noticia de lo que ' se ha de observar para la subsistencia de las Reducciones de indios Mbays
y Abipones
establecidos
en aquella
Provincia.
Se v por esta Cdula el grave error de todos los escritores historiadores que han afirmado que el Paraguay lindaba al Oeste con el rio Paraguay, despus de la Cdula de divisin de 1 6 1 7 . Y ese error es mucho mas resaltante cuando se lee esta otra Cdula R e a l que dice : E l R e y Gobernador y Capitn general de la Provincia del Paraguay: E n carta de 2 6 de Enero del ao prximo pasado participis acompaando varios documentos que habiendo pretendido un Cacique de la Nacin Abipona reduccin para mas de noventa familias, no solo los recibieron los vecinos de esa Ciudad de la Asuncin con benevolencia, sino que les fundaron un pueblo intitulndole
Nuestra
Seora
del Rosario
obstante su pobreza, el ganado vacuno y lanar que necesitaban para mantenerse ; que encargada esta reduccin los regulares de la Compaa, empezaron desde muy luego los indios manifestar su inconstancia y deseo de volverse los montes ; que espulsados aquellos regulares y puesto en su lugar Don Lorenzo de la Torre, sujeto de toda probidad y ciencia, reconoci el antiguo libertinage que apetecan los indios y lo arriesgado que estaba su v i d a ; y dando cuenta de todo, examinado este punto en Cabildo abierto, se resolvi enviar un nuevo destacamento de espa-
al doctrinero
y embarazase
cual,
quier 7Jiolencia y extorsin; y que huyendo poco despus los mas de los indios, matando las personas que encontraron en la estancia de un espaol, se encarg los pocos que quedaron que en caso de que volviesen los fugitivos, les manifestasen la buena acogida que se les hara,
LOS LMITES
D E L A ANTIGUA
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no obstante sus insultos, como mudasen de costumbres y obedeciesen al Doctrinero; lo que haciais presente para que os ordene lo que debis ejecutar. E n otra carta de 1 2 de Febrero siguiente participis lo mismo, con referencia los documentos que incluye esa Ciudad, aadiendo los dispendios que hicieron sus vecinos para establecer la mencionada reduccin y abastecerla de ganado, y las providencias que se tomaron para que existiendo all los indios, abrazasen despus de catequizados la f Catlica, lo que no ha tenido efecto por los acontecimientos referidos. Y habindose visto en mi Consejo de las Indias con lo que dijo mi Fiscal, y consultndome sobre ello, he resuelto, aprobndoos lo ejecutado en este particular, concurris por vuestra parte, como os lo mando, al mejor y mas suave tratamiento de los pocos iridios Abipones que han quedado en la referida reduccin, y de los dems que vuelvan acudan ella, disponiendo tengan sacerdotes seculares regulares de ejemplar vida y costumbres que los instruyan y catequizen como corresponde : en inteligencia de que por despacho de este, hago igual encargo ese Reverendo Obispo. Fecho en Madrid 15 de Julio de 1 7 6 9 . Yo el Rey. Por mandado del R e y Nuestro Seor Nicols de Mollinedo Hay tres rbricas. Al Gobernador del Paraguay sobre el buen tratamiento que se debe hacer los indios de la reduccin de Nuestra Seora del Rosario del Timb. Por esta Cdula Real se v los esfuerzos y sacrificios del Gobierno del Paraguay y de sus vecinos en la reduc cion de indios Abipones titulada de Nuestra Seora del Rosario del Timb, y la aprobacin espresa del Rey sobre lo ejecutado por el Gobernador del Paraguay, ordenndole el buen tratamiento que debe observar con los pocos indios Abipones que han quedado en la referida reduccin y de los dems que vuelvan acudan ella, disponiendo tengan sacerdotes seculares regulares de ejemplar
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vida y costumbres que los instruyan y catequizen como corresponde. E n el mismo sentido se dirije el R e y al Obispo del Paraguay, porque dicha reduccin caia bajo su jurisdiccin espiritual. E s t a Cdula Real de 1769, como la anterior de 1765 fueron exhibidas ante el Presidente de los Estados Unidos Mr Rutherford B . Hayes ( A n e x C. n. 7 y 8), dando fundamento inconmovible la declaracin que pronunci el arbitro en la cuestin de lmites con la Repblica Argentina, el 12 de Noviembre de 1878, en estos trminos: Yo Rutherford B. Hayes, Presidente de los Estados Unidos de Amrica, hago s a b e r : Que habiendo considerado debidamente las referidas Memorias y documentos, fallo que la dicha Repblica del Paraguay tiene legal y justo ttulo al mencionado territorio comprendido e?itre los ros Pilcomayo y Verde, y la Villa Occidental situada en aquel. L a reduccin de los indios Mbays se encuentran al Norte del rio Verde, y la de Abipones se encuentra al Sud del rio Pilcomayo, prximo al rio Bermejo. Agregese la citada resolucin arbitral, la declaracin del Ministro Argentino doctor Don Manuel R . Garca, cuando despus de formular la mas brillante defensa que se ha producido sobre los pretendidos derechos de su Patria, se inform del fallo y de los documentos presentados por el Paraguay, y con noble entereza de rectitud y justicia, dijo su Gobierno: Con anterioridad este documento, que es uno de aquellos en que principalmente se ha apoyado el Plenipotenciario del Paraguay, ha presentado ademas la comprobacin del aserto del Gobernador Martnez Fontes que he combatido en mi Memoria; saber que el R e y hubiese aprobado las reducciones que los gobernadores del Paraguay establecieron en ambas mrjenes del rio de este nombre ; circunstancia que, complementada con la prueba que ha presentado el Paraguay de haber existido la banda del Chaoo la reduccin de Remolinos y otras debidamente aprobadas, vienen destruir completamente la
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argumentacin argentina, sostenida en el memorndum del general Mitre, Memoria del Sr. Carranza y escritos de los Seores Trelles y Saravia. (a)
Si la Cancillera de Bolivia hubiese estudiado esos documentos en la Memoria del Ministerio de Relaciones e x t e riores de la Repblica Argentina de 1 8 7 9 en la publicacin de los Anexos la Memoria del Ministro del Paraguay , hecha en Nueva York, en 1878, seguramente no hubiera entablado la reclamacin de 1888, por lo menos deberia haberse ocupado de esos documentos y antecedentes, presentando mejores que esos que le dan la Repblica del Paraguay un legal y justo ttulo ese territorio del Chaco situado al Norte del rio Bermejo hasta Baha Negra y los confines del Obispado de Santa Cruz de la Sierra. Pero nada de ello se ha operado; por consiguiente es de esperarse que al conocerlos, su representante gobierno confiese que esos documentos destruyen completamente la argumentacin boliviana sostenida en la nota de 15 de Octubre de 1888 y en las obras de los publicistas bolivianos, mal informidos de la Historia del R i o de la Plata y de los ttulos de la antigua Provincia del Paraguay. Para hacer estos mas y mas resaltantes, vamos ocuparnos de esas reducciones y otras, las cuales se refiere el citado Ministro Argentino, al reconocer que los documentos del Paraguay destruyen completamente la argumentacin argentina, sostenida en el memorndum del general Mitre, Memoria del S r . Carranza y escritos de los Seores Trelles y Saravia. Con tal motivo, recordemos que la reduccin de Nuestra Seora del Rosario del Timb, sigui despus los pocos aos, la denominada de San Francisco Solano de indios Mbocobis de Remolinos. L o s caciques Etazurin Nasac y Peleysogur, imitando el
(a) Vase el fallo arbitral y la nota del Ministro Doctor Garca en la Memoria del Ministerio de Relaciones esteriores de la Repblica Argentina de 1879.
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ejemplo de Deguach, se presentaron en 1 7 7 6 al Gobernador Don Agustn Fernando de Pinedo, solicitar paz y reduccin. Llevado el asunto conocimiento del Cabildo, tratse el caso en el acuerdo del I de Junio de dicho ao y qued resuelto el establecimiento de la Red.iccion de R e molinos, en la parte del Chaco, casi frente la actual Villa-Franca, como puede verse en el A n e x o C. n. 1 2 . (a)
O
y si en su nimo abrazar la Santa F de Jes-C i-to, y guardar en todo tan santa religin, como asi mismo observar una firme paz con la provincia, sus estantes y habitantes, y con cuantos cristianos habiten esos parajes y naveguen el Rio, cuyas mrgenes se han de establecer. Y habindoseles examinado en la lengua castellana y guaran, se reconoce no entender ambas, por cuya razn se les nombr por intrpretes Don Fulgencio Chaparro, inteligente en su idioma por haber sido cautivo de esta nacin y h a berse criado con ellos, como as mismo Don S ;b istian Sitalin, Cacique del pueblo de San Javier jurisdiccin d * la Ciudad de Santa F ; y estando ambos en la misma sala se les hizo notorio el nombramiento fecho en sus personas, quienes inteligenciados en l, lo aceptaron y en su virtud, por ante mi el presante escribano, les recibieron S. S juramento, el que ejecutaron Dios y una cruz segn derecho, so cuyo cargo prometieron us.-ir el oficio de intrpretes fielmente. Y habiendo inteligenciado los citados Caciques de las antecedentes preguntas hechas por los seores de esta Junta, respondieron por dichos intrpretes aceptar en todo lo que se les propone y que es su verdadero deseo profesar la. f de Jes Cristo, y que procedern honradamente con cuantos cristianos transiten esos parajes y naveguen el Rio. Y visto par dichos Se.ores el allanamiento de dichos Caciques, por s y 110 nb.-e de todos los suyos, acordaron sin discrepancia se les pase poner las condicio-
establecerse en el lugar
(a) El Aexo C. N. 12, dice: En la Ciudad de la Asuncin del Paraguay a. I de Junio de 1776 aos : los S del ilustre Cabildo Justi *.i 1 y Regimiento se juntaron en esta sala Capitular de sus acuerdos, con presidencia del Sr. Coronel D. Agustin Fernando de Pinedo, y Capitn General de dicha Proviicia; y estando asi juntos y congregados en consorcio de los cabos militares, otros oficial ts, virios sujetos de distincin y dijeron; que por quanto se halla en esta Ciudad el Cacique Don Etazurin Nasac, General de varias naciones de indios infieles que habitan el Gran Chaco, como tambin otro Cacique de su parcialidad nombrado Peleysogur, qui mes por conducto del Gobernador de Armas de la Ciudad de Santa F M han mandado venir esta Ciudad por el Seor Gobernador y el ilustre Cabildo, afiu de formalizar las paces y reduccin que c m esta provincia lian solicitado, segn todo con distincin e individualidad se reconoce en el acuerdo celebrado en esta razn con f 'da de 26 de Marzo de este ao. P o r tanto, estando en la mUm a sala los citados Caciques acordaron los Seores Vocales de esta Junta, unnimes, se examinen dichos indios Caciques, si verdad'*.-ament desean
o
de los Remolinos
de
esta
jurisdiccin
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El mismo ao se plante la poblacin ; pero sin que adquiriera estabilidad por las desavenencias acaecidas entre los indios consecuencia de la muerte de Etazurin.
nes que deben observar en estas paces, las que han de guardar en la Reduccin y las obligaciones en que queda la provincia relativas su conservacin, tranquilidad y sosiego, siempre que sus operaciones condigan con el deseo que por ahora manifiestan. Primeramente se les p' rnele por parte de la Provincia que incontinenti, del fondo de ramo de guerra, se contribuir su principal Cacique en demostracin del aprecio y estimacin que hace dicha provincia de l, y DE los suyos, ''O-u lo siguiente. Chapa galoneada, calzn respectivo, sombrero galoneado, camisa y calzoncillo blanco, poncho balandrn y un bastn con puo de plata c o r r e s p o n d i c t e su persona. Que as mi-mo se regalar su compaero el otro cacique y los dems QUE le acompaan. Que para manifestacin de la firme' amistad d". la provincia pasar el Teniente Mayor D. Bernardo AI-i-;, vecino que los ha conducido, su costa esta, a
ellos se vuelvan A IA pr I-vincia. Que en tanto se practica esta forzosa diligencia, PUES precisamente han de conducirse con sus mugeres hijos y iodos sus bienes, les promete la provincia tenerles preparadas sus habitaciones y una Capilla en el lugar que se reconozca mas aparente para su mejor establecimiento y lahranzas, en esta banda del R i o ; y cuando en ella totalmente no se encuentre proporcin, se verificar en la otra banda- Que para el mejor xito de este ASUNTII les promete la provincia mandar sujstos inteligentes de experiencia y buena conducta que inspeccionen esos campos y les sealen EL mejor y mas acomodado lugar para su residencia y tambin para la fundacin de una estancia que se les ha de establecer: quedando diputados para este efecto el Seor Alcalde de segundo voto, el Seor Procurador Sindico General, y los Seores Sargento Mayor de Provincia y Comisario de Caballera, Don A. AU.-elmo de Fleitas ; atentas las distinguidas circumstancias de estos sujetos, quienes para, el mejor acierto, se les entregarn instrucciones por el Sr. Capitn General. Que asi mismo les promete la piovincia poblar una estancia de ganados mayores y menores pura su manutencin, cuyo nmero no se les puede sealar, hasta mponen-o de lo que produzca el donativo que sin prdida de tiempu se lia CE solicitar su verificacin.Que esta estancia ha de ser gobernada por un capataz espaol que la provincia nombrar, para que segn las ordenes del Padre Cura que se les ha de poner, se ejecuten los gastos muy necesarios para su manutencin ; por que la Provincia se halla en el mayor atraso causa de los continuos repetidos robos de ganados que le han hecho los indios del Chaco. Que para sus referidas labranzas les ha de concurrir la provincia C"n bueyes, herramientas y semillas, para el principio de ellas; en cuyas propuestas no encontrarn la menor falta; ante si, segn las circumstancias que vayan resultando al tiempo DE su establecimiento y despus de l, se estender la provincia como corresponda F-us facultades, esforzando en lo posible sus dichas promesas y propuestas; y habiendo dichos intrpretes hecho
acompaarlos su regreso, hasta las tolderas de sus habitaciones, lleoandu consigo seis compaeros g algunos regalos para los otros Caciques que all quedaron, a fin de que con todos
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Mas el gobernador Don Pedro Mel de Portugal, el 6 de Marzo de 1 7 7 8 acord restablecer la reduccin, como consta del acuerdo del ilustre Cabildo de la Asuncin de
entender los siete captulos antecedentes, uno por uno, los dichos caciques, convinieron en todos ellos, demostrando en su semblante placer ; y por dichos intrpretes dieron las gracias al Sr. Presidente y dems Seores Capitulares y asistentes de esta Junta. En cuyo estado acordaron si mismo les espresen dichos intrpretes, es forzoso se instruyan de las obligaciones que quedan afectos, en correspondencia de la amistad y paz que les promete la provincia, de sus contribuciones y costos, fin de que en ningn tiempo se rompa esta, y sea perpetua: y hecliseles saber asi por los citados intrpretes, dijeron : que con grato gusto oiran los que se les prevena y que entendido respondern segn de la naturaleza de las propuestas Primeramente que han de admitir un sacerdote 011 calidad de cura, para que les doctrine instruya cu !os ritos de nuestra santa Ley, al que deben respetar y venerar como Ministro del Altsimo. Segundo que los hijos prvulos que traigan han (le ser bautizados lis tiempos, que el sacerdote cura estime conveniente; ejecutndose lo mismo con lo dems que nazcan en la reduccin, sobre lo que no han de manifestar desgano ni repugnancia como tampoco en que dicho cura ensee la doctrina los que se hallen en aptitud de aprenderla. Tercero: que un hijo de cada cacique, pisando de seis aos, lo han de entregar al Sr Gobernador fin de que S. S. le destine las casas que. sean de su satisfaccin, en las cuales mas de doctrinrseles, y bautizar los que de ellos sean capaces, se les vestir decentemente, cuidar y agradar conforme corresponde su calidad. Cuarto: que los indios soldados de su comando, no han de tener facultad para trasmigrarse esta provincia sus contornos, por el Rio ni por tierra, sin espresa licencia del Sr. Capitn General, ni tampoco introducirse las estancia de costa abajo sin ella; la cual pedirn por conducto del reverenda Cura que se le concedar por S Sa. segn convenga, auxilindoseles con soldados espaoles, afn de evitar cualesquiera dao, que podrian inferirles los Payagus, ellos estos, pues guardan fidelidad con los espaoles. Quinto: que no se han de atener solo las reses que se le ponen en la estancia para su manutencin, sino que han de chacarear y sembrar abundantemente para su beneficio. Sesto: que han de defender las costas y vigilar los pasos del Rio frecuentemente, para observar si se acercan ellas las otras naciones enemigas, si han pasado esta banda, y acontecido asi debern participarlo al cabo que se le hallare mandando en el fortn que se establecer en el paraje dlos Remolinos. Y habindoseles hecho saber estas condiciones por los intrpretes, las abrazaron y convinieron llanamente en todas ellas, prometiendo cumplir con lo que se les previene sin la menor falta : en cuya razn acordaron S. S. se d parte S. M. de lo resuelto en los lrminos prevenidos en el acuerdo de 26 de Marzo (que es referente al donativo gracioso de ganado y todo lo necesario que se ha pedido este vecindario paia costear la fundacin y manutencin de los indios). Y los dichos intrpretes dijeron han procedido en su oficio fielmente en cargo del juramento fecho, en el que so
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misma fecha (b) y en el acta del 25 de Mayo del citado ao ( fs 83 del libro referido) aparece que ese dia acordaron que el gobernador pasase hacer fundamentar la
afirmaron y ratificaron con sus Seoras y dems circumstantes de esta Junta de que doy f. Agustn Fernando de Pinedo, Diego de Ocampos, Pedro P e reira, Bernardino Robledo, Francisco Javier Benites, Jos Caete, Bernardo de Haedo, Fermn de Arredondo, Fernando Labios Garban, Fulgencio Chaparro, Salvador Cabana y Ampu ro, Blas de Samaniego, Estevan Das Barbosa, Luis Jos Pereira, Francisco Genes, Jos Antonio Yegros, (Siguen mas veinte nueve firmas,) Ante mi, Pedro Alcntara Rodrguez, Escribano Publico de Gobernacin y Cabildo.
(6) El Anexo C. n. 13, dice: En la Ciudad de la Asuncin del Paraguay en 6 dias del mes de Marzo de 1778 aos. Los Seores que componen este ilustre Cabildo, Justicia 3' Regimiento, por especial citacin del Seor Alcalde ordinario de primer voto, y presidencia del Sr Gobernador y Capitn General, y asistencia del Sr. Procurador General de la Ciudad, se juntaron en esta sala de sus ayuntamientos, como han de uso y costumbre, tratar y conferir materias del servicio de ambas Magestades, bien y utilidad de esta Repblica, y estando as juntos y congregados espuso S. S a . lo siguiente: Que cuando se condujo este su Gobierno aport la p"blacion de Remolinos, en donde encontr algunos Caciques de la Nacin Mbocobi, quienes le esperaron el trmino de tres dias con el destino de proponer Su Seora como lo ejecutaron, deseaban paces con esta provinnmero de 3U0 almas poco mas mein-s, y que despus esperan afectar mas para dicha reduccin, demostrando Su Seora el lugar donde apetecan residir; mas que era forzoso le concurriese a provincia con los ganados y dems menesteres su firme confirmacin, como que se haban de constituir fieles amigos, que en esta virt <d les prometi S. S a . benignamente condecemieria con lo que le promueven, luego que se posesionase de su mando instruyese de las facultades de la provincia, y que hasta podan con toda seguridad presentarse en aquel presidio y poblacin de Remolinos en tiempo oportuno, que ya dejaba dispuesto los condujesen esta Ciudad para con acuerdo de su Cabildo resolver lo mas conveniente al servicio de ambas Magestades, bien y utilidad de esta Repblic a : que en consecuencia de hallarse dos Caciques en esta Ciudad para imponerse de la ltima determinacin y que g. S a . se complacer de que los Seores de este Cabildo viertan su dictamen libremente, pues no desea otra cosa que el acierto. Los dichos Seores dijeron que desde lego subvienen en darles las citadas naciones de indios Mbocovis la reduccin que solicitan, como lo practicaron el ao pasado de 1776, pues sin embargo de la suma miseria en que lia venido la provincia y falta de ganados que prepararon considerable nmero para la manutencin de estos mismos infieles, en la cual por el poco que existieron, y en la corta poblacin de espaoles, se consumi la mayor parte, como consta de discias, y siempre que les pusiese este rio, (en el Chaco) traeran un pueblo en sus familias la otra banda que ascendern de al
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reduccin en el lugar donde pidieron los indios, como lo verific al siguiente dia, quedando por consiguiente desde entonces restablecida la reduccin de San Francisco Solano de indios Mbocobis, como se acredita por una carta del cura catequista, Presbitero J o s Agero de fecha 2 de Julintos acuerdos celebrados en su razn, y que por entonces no tuvo efecto la dicha reduccin porque los Indios se desavinieron entre si, segn se dijo, por su novedad de la muerte del Cacique D. Etazurin. Que guardando diihos Indios los capitules pactos celebrados con e^a Ciudad, y constan del acuerdo de I de Junio del ao pasado 1776 que se hizo presente S. Sa., desde luego puede verificarse el intento de los precitados indios, y qn*. es forzoso que S. Sa. informe S . M., y por pronto remedio al Exnio Sr. Virrey de Buenos Aires, haciendo presente el deplorable estado de esta Provincia, y sus repetidos donativos, que en esta razn tienen sus Seoras por cierto, no subsistir en adelante la citarla Reduccin, sn se aplican esta los cuatro.mil pesos y dems subsidios que prefine la Real Ley, pues en dicha Ciudad de Buenos Aires, se halla cierto ramo de real hacienda destinado para Reducciones; y hecho cargo de todo el citado St or Gobernador dijo, S. Sa. practicar cuanto conduzca la verificacin del intento, pues de su consecucin se sigue servicio Dios y al Rey; y mand leer dichos Caciques los pactos contenidos en el citado acuerdo de I de Junio de dicho ao de 1776, y espresdose estos, por el Indio Antonio de su nacin, intelegente en el idioma castellano, los ratificaron, prometiendo su inviolable observancia, y les aadi S. S a . que igualmente hade ser condi'ion pacto el que no han de introducirse en el Chaco, provocar los dems Indios no reducidos y como tales sus enemigos, por las malas consecuencias que precisamente se les h;;. de seguir en una guerra no precisa, y solicitada por su parte, mas que si dichas naciones se acercasen su Reduccin y pueblo insultarlos, les promete S. Sa. socorrerlos con gente de armas y castigar su atrevimiento Y que asi mismo no han de transmigrarse las otras Provincias, robar caballos ni otros animales, ni menos inferir hostilidad alguna, pues siendo los habitantes de los oros lugares cristianos igualmente, deben guardarles paz, quedando entendido que los habitantes de esta provincia, no les lian de comprar caballos, ni oti a especie de animaies, y habindoles esplicado lo referido el citado Antonio en su natural idioma, condescendieron gustosos, y diciendo cumplirn con cuanto se les previene por S. Sa. con quienes lo firmaron deque doyf.
o o
ce Pedro Mel de Portugal, Jos Taboada, Antonio Cavallero de Aasco, Bernardino Robledo, Francisco Javier Benites, Jos Caete, Bernardo de Haedo, Fermn de Arredondo, Francisco Javier de Arevalo. Ante mi. Pedro Alcntara Rodrguez,
Escribano Pblico de Gobernacin // Cabildo.
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lio de 1 7 7 9 , escrita de dicha reduccin al gobernador Don Pedro Mel de Portugal (c). disturdel hasta el gobierno Alarcon y L a reduccin subsisti no obstante los continuos bios y sublevaciones de los indios, temente por dos notas 10 y ao. de Andrs
doctor F r a n c i a ; que existi hasta 1 8 0 7 se prueba fehacienZalazar al Gobernador Intendente Don Bernardo de V e l a s c o , de fecha 15 de F e b r e r o , escritas de la reduccin de Remolinos y la nota respuesta de este de fecha 20 del mismo mes y
(d)
(c) El Anexo C. n. 15, dice: Seor: Ayer 1 p del corriente lleg el Cacique E'encoide de la otra banda do Bermejo enviarlo de Amelcoin, quien con bastante gente llegar de aqu seis ocho dias, no puede asignarse el nmero fijo de las familias, pues me enva decir que de su parcialidad todos vendrn, y los que han venido me dicen lo mismo. Si todos vienen, tendremos quinientas seiscientas almas, y as prevengo vuestra Seora para que se digne darnos algn pronto socorro de ganado, pues solo nos quedan quince cabezas del que se trajo ltimamente y 36 del que se ha mantenido en esta parte, del cual gastan los infieles del gasto de los Tobas; en lo presente se ha contenido mucho el cacique, mas no por eso, dejan estos de venir dia por dia en patrullas, muchos se vuelven mal contentos, y otros se retiran buenamente. Tambin, Seor, si hayalgunmaiz y una poca de sal Asi mismo pongo a la consideracin de vuestra Seora, haberme enviado recado los Lenguas, por unos Tobas diciendome deseaban verse conmigo trayendo una ebina cautiva vender, asi misino tratar de paces para con V. Sa. y la provincia, y sin haber resuelto ni el comandante ni yo, se fueron los Tobas que actualmente se hallaban en esta, traer tres de ellos. Estimaremos V . Sa. nos instruya en lo que debemos quedar, que no dudo estos vengan. Lleva el capitn dos hachitas d'd Cacique Amclcoyn quien pide se le haga el favor de hacerlas componer: y las muestras, Seor, nos hacen total falta, como tambin algn poco de tabaco. No ocurre otra co.-a en el presente que deba noticiarse V . Sa., quien Dios guarde muchos aos. Reduccin de San Francisco Solano, y Julio 2 de 1779. B . L. M . de V. Sa. su minimo Capelln. Seor Gobernador y Capitn General Don Pedro Mel de Portugal. (d) El Anexo C. n. 33, dice: En obedecimiento del oficio de S. V. de 27 del pasado, despacho al toldado Alejandro Baez, en una canoa con tres naturales de esta Reduccin, conduciendo ocho armas de fuego intiles, que aunque algunas caen bien no dan fuego: asi mismo conduceu 23 balas que por no haber papel y plvora no les he hecho cartuchos : asi mismo lleva una hacha inservible, la cual hace mucha falta la
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A esta poblacin sigui, en 1 7 8 2 , la ele los indios T o bas, denominada Nueva Reduccin y tambin de Naranjay , situada en el Chaco, por la altura de San Antonio. Fu fundada pedido de los indios, proveyndosela de lo necesario para su subsistencia. Con los esfuerzos del
tropa para el carneo y cortar lea: no se encuentra en todas las armas ni una piedra con que se pueda hacer fuego, ni menos de reserva, pues todas las que tienen las armas son pedacitos, de manera, Seor, que si en la estacin se me ofreciera usar de las armas me veria enteramente indefenso, pues en los dos caones que pudiera tener alguna esperanza, no se puede tener, causa de estar arruinadas las dos cureas en trminos: de no poderse usar de los caones encima de ellas: uno de los caones est intil por tener adentro una astilla escoria de mismo fierro que con dificultad se carga y se descarga. < : Me dice V Sa. que el oficial que me releve debe continuar la obra de este fuerte hasta su conclusin, avisando S. Va. de los auxilios que se hayan de necesitar, para pioporcionarlos cuanto antes; y mirando la cosa como que la tengo la vista debo hacer presente V. Sa. que se necesitan precisamente dos carretas con 2 4 bueyes para la conducion de las maderas, seis ocho caballos para el cuidado de los bueyes, como as mismo seis ocho hombres para que estos escolten la gente mientras trabajan en el monte, pues los soldados de este destacamento se componen de 1 8 hombres, cuatro en la caballada y un cuartelero y un ranchero, doce que hacen el servicio, entrando seis de guardia cada dia, pues se mantienen dos centinelas de dia y de noche, y no estn ociosos como V. Sa le han informado. < Quedo enterado de haber V. Sa.. tomado providencia para que se traigan de la estancia del Rey veinte cabezas de ganado las que hasta la fecha no han parecido y me he visto precisado comprar algunas reses para dar de comer esta gente. c Dios guarde V. S. muchos aos. < Reduccin de Remolinos 1 0 de Febrero de 1 8 0 7 .
ANDRS ALARCON Y SALAZAR.
Seor Gobernador Intendente Don Bernardo de Velazco. > El Anexo C. n. 3 4 , d i c e : < : Con el oficio de V. S. de seis del que rige, he recibido una nomina de u ensilios que reza doscientas bayonetas, 2 4 cartucheras, 3 0 cartuchos con bala, 2 4 piedras de chispa, y una hacha. A la llegada del chasque impuesto del oficio de V. Sa. hice cargo al soldado conductor y me contest que solo se le haban entregado 3 0 cartuchos con balas, 1 2 piedras de chispa y una hacha, que fu lo nico que se le entreg por el administrador interino del ramo de guerra < . Con esta fecha he recibido 8 peones entre mulatos indios qu^ me ha remetido el Teniente Don Ignacio Samaniego para.el trabajo de la obra de este fuerte. < : Pero, Seor, como V. S. en el oficio que se sirvi pasarme con lecha de veinte y siete de Enero de este presente ao me dice V . S. dispondr Vd. que los pardos libres que se despachan .i.este des-..
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gobernador Don Pedro Mel de Portugal y los auxilios donativos del vecindario de la Asuncin se estableci al efecto una estancia, casa.?, iglesia y dems cosas necesarias, como se demuestra por la siguiente nota y otras que mas adelante se refieren :
tacamento corten y preparen maderas, pajas y lo dems necesario para levantarla de nuevo refaccionarla; por cuyo motivo pensando que estos peones viniesen con todas las herramientas necesarias, como son hachas, machetes, azuelas y cuchillos para el corte de paja y guasquerio para torsales y dems ; por dicho motivo no se lo hze presente V. S . cuando le hable de las dos carretas, por lo cual estn parados dichos peones, por no tener herramientas hasta que V. S se sirva mandarlas, y si es posible en la canoa donde viene el artillero que sale el dia 2 0 de esa plaza. < Despach las dos rdenes de V. S a . que se sirvi mandarme para los capataces de las estancias del pueblo de Atir y Guarambar, de los cuales estoy informado que no tienen uno ni otro bueyes ni carretas. < Esta faena, Seor, es bastante pesada, por estar los montes retirados donde deben trabajar los peones, y estos deben ser custodiados con buena escolta por estar continuamente en peligro de ser atacados por los indios infieles. < ; Para la casa del Reverendo Padre Cura y la Iglesia se necesitan dos mil y mas tejas de palmas, ademas de las otras oficinas y la guardia en que vive la tropa estn inhabitables ; sin contar con el fuerte que se compone de ochocientos y mas postes, por lo quedesde luego se me hace cosa imposible que con tan corto nmero de gente se pueda facilitar la reedificacin de este fuerte: ademas de lo dicho, para la mantencin de esta gente es necesario que se sirva V. S . dar providencia de la carne con que se han de mantener, anticipadamente, pues el 2 7 de Enero ppdo. se sirvi V. S . mandar que de la estancia del Rey se me trajesen veinte cabezas de ganado para el consumo de la tropa de mi cargo, y he recibido los 1 9 dias, diez y nueve cabezas inclusos cuatro terneros y dos toros para morirse de flacos; as mismo la racin de yerba, tabaco y sal, que tambin la conduce el artillero, sirvindose V. S . mandar que venga parte el de la tropa < : Dios guarde V. S. muchos aos. < : Reduccin de Remolinos, Febrero 1 5 de 1 8 0 7 . < . Seor Gobernador Intendente del Paraguay. : > El Anexo C. n 3 5 , d i c e : < : Cuando recib el oficio de Vd. del 1 5 del corriente estaba ya en camino la canoa que va para esa guardia, la que al momento la mand detener, y en ella remito Vd dos nachas, cuatro machetes y seis cuchillos, no t niendo por ahora mas tiempo que para avisarle V. dicha remisin con lo que contesto su referido ficio. Dios guarde, &c. < : Asuncin 2 0 de Febrero de 1 8 0 7 . < Al Comandante de Remolinos. >
: BERNARDO D E VKLASCO. < ANDRS ALARCON Y SALAZAR.
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YA Anexo C. n. 16 dice Habiendo pedido reduccin con mucha instancia los indios Tobas, enemigos acrrimos de la Provincia y que han causado indecibles daos de robos y muertes en los partidos de Villeta Cumbarity, he condescendido ello, con embarazo de no haber fondos de donde echar mano para establecer su poblacin y fundamentar una estancia de ganado para su mantencin que es el nico aliciente que les trae la paz y quietud que prometen con la Provincia; pero con la esperanza que los vecinos de aquellos paitidos tan interesados al sociego de sus personas y familias y fomento de sus haciendas que se conseguir con esta fundacin, contribuirn con los ganados necesarios y dems que puedan, con el dicho fin, hasta que dando yo cuenta S. M. de tan recomendables buenos progresos, se digne su real piedad providenciar lo necesario para estos gastos y subsistencia, no solo de esta nueva reduccin, sino tambin de la establecida por mi en Remolinos. Para cuyo efecto doy comisin Don Antonio Palacios, Comisionario de Gobierno, para que en virtud de esta, y de la inclusa lista de varios sujetos hacendados, los junte y leyndoles esta providencia, les pida den segn su caudal, nmero de ganados suficiente para dicho efecto, ponindose por cabeza el mismo comisionario, quien como tal dar ejemplo los dems en la cantidad que se asignase, prometindome de la generosidad de aquel vecindario, no q u e d a r n . . . . ( r o t o ) . . . . tan justa peticin que se dirije. Del bien espiritual de estos infieles, que segn sus demostraciones esperamos su conversin nuestra Santa L e y , y al mismo tiempo se deja ver gozarn de quietud sus personas y familias, y el comn de la provincia y se adelantarn mas y mas sus haciendas, que siempre menguan por las irrupciones que en todos tiempos se han esperimentado cuando se ha tenido por enemigo esta N a c i n : y me dar cuenta de todo el referido Comisario. Asuncin 7 de Febrero de 1 7 8 2 . Pedro Mel de Portugal.
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Dos dias despus el Gobernador remiti al P. Don Mauricio Palacios los avios para la fundacin de la reduccin, como consta por la nota del 9 de Febrero de 1 7 8 2 , que figura bajo el Anexo C n. 1 7 (?) Por otra nota de fecha 6 de Agosto del mismo ao consta haberse recibido 50 cabezas de ganado vacuno, para el abasto de los Tobas (/"). Y por la comunicacin del 12 de Junio del mismo ao, del P. Don Jos Pastor Torres,
(e) El Anexo C. n. 17, dice: < . Maana saldrn de esta en el Bote de Remolinos los avos para la fundacin de la Reduccin, entregar Juan Simn Noguera disposicin de V. y son los siguientes : 30 hachas, doce escoplos. 4 azadas, 6 palas, 2 azuelas. 6 carretas, 4 machetes, un tercio de yerba y una petaca de tabaco, y dos canoas grandes para transportar la gente y lo referido : solo falta la sal que por no haber llegado, no se remite; y los tachos para el cocido que no los ha}', pueden suplirse con ollas de barro. < Habindose dado las rdenes para el maiz, bueyes y peones que ya tiene V. en su poder no resta otra cosa, sino el que V disponga marchar lo mas breve que pueda y poner manos la obra, proporcionando quanto falte y sea necesario, arbitrando en todo y obrando como quien tiene la cosa presente fin de que no haya atraso en los trabajos que se van emprender para el establecimiento de dicha poblacin, que para ello le doy V . amplias facultades, y mando los gefes militares quienes V. pida los auxilios que necesite se los den puntualmente en virtud de esta que sirve de orden particular. < Dios guarde V. muahos aos. Asuncin 9 de Febrero de 1782.
< PEDRO MEL DE PORTUGAL.
t. Seor Don Mauricio Palacios. > (/) El Anexo C. 11. 18, dice:
<: Seor :
< Recib del Reverendo Padre Fr. Tomas de Aquino 50 cabezas de ganado vacuno para el abasto de los Tobas y mulatos libres ; y por no pasar la Reduccin, este nmero de ganado para mejor arreglo que halle por conveniente, supliqu al cura y administrador del pueblo de Guararnbar para poner el referido ganado en la estancia del dicho pueblo, y me respondi franquendome la estancia de dicho pueblo, menos cargo del capitn, que solo poniendo soldados cuidar el ganado Suplico V. S. se sirva proveer una orden para que reciba ei capataz de la referida estancia. nter V. S. ordene se mantendr el ganado en pastoreo. < Quedo esperando nueva rdenes dt V. S. Dios Nuestro Seor guarde su importante vida por muchos aos. Guarnipitan Agosto 0 de 1782. B . L. M. de V. S , Seor, su humilde servidor y subdito.
MAURICIO PALACIOS.
de
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se d cuenta al Gobernador del estado de la Nueva R e duccin (f). Los Viajes inditos de Don F l i x Azara (pg. 52 53) refieren la existencia del pueblo de Remolinos y el de la Nueva Reduccin de indios Tobas, con sus estancias y guarniciones militares, situadas en la parte del Chaco. Por lo dems, fuera de los justificativos de este captulo y del anterior, las reducciones de los indios Abipones, Mboco(g) El Anexo C. n. IT, dice: < . Hallndome en esta ocasin con la obra de esta Reduccin mi parecer muy suficiente para vivir en ella, cuantos Tobas vengan del Chaco, me es preciso dar parte V. S del estado en que se halla, pues estn acabados cuarenta y seis lances, cinco varas de largo y cuatro varas alto con lo dems correspondiente, la acera del Este y Poniente, tapiado el lado de afuera, y la acera del Norte sin tapia, por parecerme que se mantendr siempre vacia, pues todos estos que al presente se hallan no ocupan mas que cuatro lances ; la parte del Sud est la Iglesia de diez varas de largo y cinco de alto, de madera labrada, con un cupial para sacrista, y solo les faltan dos puertas; seguida ella dos lances muy capaces con culata para el cura; tambin le faltan dos puertas un lado de la casa del cura: la guardia de un lance con culata y un cupial para sombra ; las cuatro esquinas cerrradas con tiranteria, y lo que hace la Iglesia, Guardia y casa del Cura, quinchado con buena madera; un terreno de mas de dos cu-rdas en cuadro, cultivada, solo le falta el sembrar que se har su tiempo con otro retacito mas de suelo cultivado en otra parte, por lo que pareciendome ser todo lo dicho muy suficiente, doy parte V. S . para que enterndose de esta, y est al gusto de V S. y no diga mas que hacer, estimar al favor de V. S. mande orden de lo que se haya de determinar de las cosas que mi cargo se hallan y as mismo de mi retirada, que con la respuesta de V S. me pondr en camino < No hallo, Seor novedad que pueda yo contar V. S. de este lugar, y menos de estos miserables, que solo sus esperanzas es que se les d un bocado de comer, pues en esto solo me majan bastante, pero con mis espiguitas de maiz los contento, y en esto molesto Don Mauricio Palacios que no me falte, pues en todo maana espero la mucha gente, que ya vienen de tierra adentro, y solo entonces hablar con ellos acerca del cura elegido, aunque el que me dice Don Mauricio no me parece ser suficiente para este gentio pues segn les tengo ya reconocido, necesitan un hombre de rara paciencia y suave en genio; y al mismo tiemapo algo agrio, que as los estoy manteniendo y mandndoles hacer algo y estn muy content o s ; y siendo cuanto por ahora ocurre Ruego Dios guarde V. S. muchos aos.Nueva Reduccin Junio 12 de 1782. Seor B L. M. de V. S., su muy seguro subdito servidor.
JOS PASTOR TORRES. <. Seor:
< Seor Gobernador y Capitn General Don Pedro Mel Portugal. : >
de
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PROVINCIA
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bis y Tobas, se prueban tambin de una maneja plena, por las informaciones de treinta testigos promovidos, en 1782, por el procurador sindico general de la Ciudad de la Asuncin don Juan Machain, ante el Gobernador y Capitn general de la Provincia del Paraguay don Pedro Mel de Portugal, en vista de lo que disponen las Reales Cdulas en que su Majestad el R e y se sirvi consignar en ellas beneficio de la Provincia, cuatro mil pesos de plata del Ramo de Sisa de Tucuman, y destinar todo el importe del producto de la limosna de la Santa Bula de la Cruzada de Vivos y Difuntos, fin de concurrir con su producto al fomento y conservacin de las Reducciones, Presidios y Plazas que existian sobre las costas del Rio y en el interior de la Provincia, por interesarse en ello la paz y tranquilidad del vecindario, el aumento de su poblacin y la propaganda de la Relijion Catlica, y con el prepsito de gestionar la verificacin de las condiciones consignadas en las referidas cdulas favor de la Provincia. E l interrogatorio presentado por dicho procurador y las informaciones uniformes y contestes producidas por los testigos, entre los cuales figuran el Obispo del Paraguay F r a y Luis de Velazco, el Prior del Convento de Predicadores F r a y Cristbal Ibaez, el Guardian F r a y Juan de Agero y el Visitador General F r a y Inocencio Caete, acreditan plenamente la existencia de dichas reducciones, {h) (h) H aqui el interrogatorio y declaraciones referirlas E\ Anexo D. n. 1, dice : En 1782 el Piocurador Sindico General de la Ciud irl do la Asuncin, Juan de Machain, en una larga esposicion, qie corre de fojas 22 a fojas 25 y vuelta del documento de su refereneh, dirijida al Seor Gobernador y Capitn General de la Provincia del Paraguay, Don Pedro Mel de Portugal, dice : que, en vista An lo qno disponen las Reale Cdulas, cuyos testimonios acompai su presentacin, con respecto que su Magestad el Rey se sirvi consignar en ellas benelicio de la Provincia del Paraguay, cuatro mil pesos de plata del Ramo de Sisa de Tucuman y destn ir lodo el importe del producto de la limosna de la Santa Bula de Ouzada de Vivos y Difuntos, fin de concurrir con su producto al fomento y conservacin de las Reducciones, Presidios y Plazas que existian sobre las costas del Rio y en el interior de la Provincia, por inte-
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DOCTOR ALEJANDRO
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E l interrogatorio y las informaciones de estos testigos, como todos los documentos transcriptos y referidos, fueron
resarse en ello la paz y tranquilidad del vecindario, el aumento de su poblacin y la propagacin de la Religin Catlica, y en el propsito de gestionar la verificacin de las concesiones consignadas en las referidas cdulas favor de la P r o v i n c i a ; pedia al .Seor Gobernador se sirviese admitir la informacin de treinta testigos idneos que ofreca presentar para que fuesen examinados sobre los puntos de su escrito, debiendo dar en seguida cuenta quien correspondiera de lo que resultara de la informacin, que debia recibirse al tenor del interrogatorio siguiente : Pregunta P Primeramente sean preguntados, juren, declaren y diuau sobre el tenor y puntos de este Pedimento. Pregunta 2 tem, digan si en realidad tiene esta Provincia los Pueblos, Reducciones, Plazas, Fuertes y Fortines, Vecindario y Ti'opa, que refiere por menor el estado, qus igualmente presenta y jura, para que instruyndose en l punto por puni, expongan con claridad todo lo que supiera, aadiendo lo mas que no se esprese en dicha razn y estado, con declaracin de todos los establecimientos, Fuertes y Reducciones que se han erigido desde el ingreso de V. S. este Gobierno.
a
Pregunta 5 tem, digan, si con los Fuertes y Fortines establecidos en la frontera costa abajo y costa arriba del Rio P a r a guay, y con la vigilancia de las canoas, que de Presidio en Presidio velan los pasos y costa del Rio con gente de guerra diariamente, se ha logrado total quietud en la Provincia, sin que los Indios brbirns que antes la invadan hayan continuado sus hostilidades en el Gobierno de V. S . ; y aunque hubiesen ejecutado algunos insultos, si es verdad que escarmentados con el casligo, se han visto en la precisin de pedir Reducciones, no puliendo ya subsistir de los continuos robos de ganados, que antiguaueute ejecutaban en la Provincia ?
a
Pregunta 4 tem, digan cuantas naciones son, las que se han reconocido por enemigas de esta Proviueie: y si en algn tiempo antes del muido de V. S pidieron Reducciones ; expresen que nacin naciones fueran estas; en que parajes se les form la Reduccin: costa de quien : y cuanto tiempo perseveraron en sujecin, y espresen el ao Gobierno en que se alzaron : los daos que ejecutaron en sus propios Pueblos y Ganados al tiempo de la retirada?
a
Pregunta 5 tem, digan, si no obstante estas Reducciones siempre se experimentaban insultos en diferentes valles de esta Provincia, acusndoseles estos daos los mismos r e l u c i d o s : y si es verdad, que para su formacin contribuy el vecindario donativos gracio-os de ganados y dems utensilios necesarios? Pregunta G' tem, digan cuantos insultos se han experimentado de cu a r o aos esta parte y si es verdad que en las ocasiones que intentaron hostilizar la Provincia se les ha represado siempre todo el robo, huyendo al Chaco, escarmentados y cuasi pi? Pregunta 7 tem, digan si es verdad que entre otras ocasiones que se ha escarmentado estos Indios, se les repres por tres
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LA
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presentados debidamente testimoniados y legalizados, ante el arbitro Rutherford B. Hayes, Presidente de los Estados
veces porcin de ganado y caballos robados de esta jurisdiccin, habiendo sido preciso irlos buscar sus propias tierras para escarmentarlos en tres entradas que se hicieron en Gobierno de V. S. ? Pregunta 8"- tem, digan si con este escarmiento y por la imposibilidad de hacer invasiones, mediante los muflios Presidios, que sobre la costa del rio sirven de defensa . la Provincia, pidieron Reduccin los Mocobes, y ltimamente la han solicitado tambin los Tobas; que unas y otras son naciones brbaras y guerreras del Chaco; expresen el tiempo en que una y otra pidi Reducciones; os parajes en que la tiene fonn ida la N icion de Mocobies ; y si es verdad que actualmente se estn dando las providencias mas activas para hacerles los Tobas su Reduccin la otra banda del Rio Paraguay la frente del Fuerte nombrado de Paraiy, habi.idose demorado como dos tres meses este establecimiento por la gran seca que se ha padecido en esta P r o vincia ? Pregunta 9' tem, digan si la Real Hacienda ha hecho algn costo para e.-tas Reducciones; y si es verdad que, aunque en esta Provincia hay ramo de guerra, no tiene fondos para contribuir auxilios algunos; antes por el contrario se halla adeudado y quasi insolvente: espresen de que Ramo han sacado los fomentos: y si como es cierto, se han formado estas Reducciones con Donativos y subsidios graciosos, que han contribuido los vecinos ruego de V. S. invinindose estos cortos caudales con la mayor y mas exacta economa en los fines de su aplicacin"? Pregunta 10* tem, digan si la Reduccin de Mocobies tiene una buena estancia la banda de ac del Ri > P a r a g u a y : espresen el nmero de ganados que tiene: y si es verdad que manteniendo estas haciendas separadas de sus Reducciones (cuyo arbitrio se le debe V. S.) se logra en primer lugar el que los Indios vivan dependiente-i de esto Gobierno, en el modo y forma de sus alimentos para que no haya desperdicios y faltas : en segundo que se mantengan las estancias seguras de sus robo?, aunque en algn tiempo por la ineostancia de estos brbaros hagan desercin y fuga de sus Reducciones V Pregunta 11" tem, digan, s mediante la tranquilidad que hoy logra la Provincia por medio de las Reducciones, Fuertes y Villas de costa abaje, que ocupan el Distrito de mas de sesenta leguas de terreno, estn poblados cuasi todos los fondos de las grandes campaas, donde antiguamente tenan su cuartel general los Indios brbaros, como se ha reconocido de los vestigios que encontraron los primeros descubridores y Pobladores de la celebre poblacin se Neembuc erigida en el Gobierno de V. S.? Pregunta 12* tem, digan si dichas y despobladas se hallan hoy ocupadas de cies: y si es verdad que se cumian en el cias de vecinos honrados que han pedido ras ; y si es verdad que les ha concedido campaas, antes valdias, gnalos de todas espeda como treinta estanmerced de aquellas tierpor este Gobierno con la
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Pregunta 15 tem, digan si costa arriba hay necesidad de erigirse alguna Villa para asegurar mas esta frontera; ,y si es verdad NO haberse verificado hasta ahora SU ereccin falta de auxilios, por NO h-ber podido contribuir el vecindaiio mas que los cortos fomentes con que SE ha atendido la necesidad mas urgente de costa abajo?
:
Pregunta 16 - tem, digan si CON una dos Villas mas que se formen al rumbo y derechura de la Villa de Concepcin, EN cuyo Distrito hay riqusimos minerales de yerba, se puede facilitar la apertura de un camino recto por donde conducir este fruto P O tos CON nti 1 id id incomparable de este comercio?
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Pregunta 17 tem, digan si los espresados establecimientos de Vinas, Reducciones, Fuertes y Presidios son tan necesarios para la defensa de la Provincia, que si no SE conservan EN el estado que hoy tienen, es forzoso que la Provincia vuelva SU antigua decadencia, porque descubierta la frontera tienen los ludios brbaros SU entrada franca este pais, donde SE tiene la experiencia que se despueblan los Valles y Partidos CON el terror de dos mas insultos de los Infi-les?
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Pregunta 18 tem, digan si OS verdad que este vecindario COM, pobre en log-neral NO ES capaz de mantener tintos establecimientos sin los auxilios que concede el Rey en las Reales cdulas presentadas, que para este efecto SE les pondrn presentes?
Pregunta 19 - tem, digan si es verdad q IE CON todo de mantenerse este pais EN suma tranquilidad, extendidos unos trminos que nunca llego con SUS poblaciones, todava SE halla mucha parte de SUS gentes en un estado miserable de pobreza: y si ES cierto que este Gobierno para evitar SU despoblacioni por medio de las desera
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Tantas pruebas acumuladas justifican plena y superabundantemente la existencia de poblaciones paraguayas situaciones y ausencias que antiguamente hacian estos naturales otras Provincias, lia t miado la tilsima providencia de encargar en c a da Partido, los Jueces Comisionados, que obliguen cada cabeza de familia al cultivo de la tierra, para que, teniendo como vivir de este modo, no salgtn d e la Provincia y entiendan el medio natural de la conservacin del hombre? Pregunta 20 tem, digan si con este motivo se halla la P r o vincia con mas gente ahora que antes, logrndose con estas providencias que los n mrales de esta Provincia, vindose precisados al trabajo y lab'-anza do la tierra, se empeen, no solo en los frutos precisos para la vida, sino tambin en el cultivo del tabaco, creciendo este t'ru'o para suriiment y utilidad de la r e n t a ; sin embargo J e ser i n t i m o su precio : de manera que mediante la actual seguridad de la Provincia se ha logrado que los Pueblos de indios convertidos desd - lo antiguo en la Provincia hayan podido pagar los grandes e m p e o s que haban contratado para fomento do sus fabricas y trabajos en tiempo que las invasiones y calamidades del pais les impedan ^us tareas, asi en la labranza de los campos, como en los montes de la yerba; y esto es, no obstante que ahora salen de sus pueblos p i r a fabricar tabaco en San Lorenzo todos los Indios que, pronta y ejecutivamente se mandan venir mitas por disposicin do esio gobierno los tiempos precisos que pide la Factoria ?
l
Pregunta 21 tem, digan si todo lo dicho es pblico y notorio, punlica VMZ y fama : y si es verdad que en el trmino de dos tres aos mas, (legarn su ltima perfeccin estos nuevos establecimientos, siempre que so observen las mismas reglas tomadas para su ererci. ni '?
a
Y termina diciendo En atencin de todo lo cul se ha de servir V S. h.ba- p IR presentados los referidos documentos, y admitiendo la int'or nae.i.m susodicha, mandar que sobre los puntos de este escrito y al tenor del interrogatorio preinserto declaren treinta testigo.^ de mayor escepcion; y fecho, mandar que se me entregue original, para que con ella pueda instruir esta Ciudad el correspondiente recurso, como es justicia que pide y jura, & Otro si dice, que se lia de servir V. S. de mandar que se pase oficio acompaado d o este escrito y documentos al Ilustre Cabildo Eclesistico y Comunidades Religiosas de esta Ciudad, para que certifiquen informen cada Cuerpo separadamente sobre los mismos puntos que contiene dicho interrogatorio y pedimento. JUAN DE M A CHAIN. Auto P o r presentado con el documento y testimonio de cdulas Reales que se espresan y admitindose la informacin que ofrece en lo principal el Sindico Procurador General: Recbanse las declaraciones de treinta te-tigos los mas idneos de la Provincia, cuyo efecto comparezcan los Oficiales graduados de la campaa, como mas instruidos en los establecimientos de Villas, Fuertes y Reducciones, y cu todo los dems hechos que se relacionan. Pasan-
DOCTOR ALEJANDRO
ADTBRRT
das sobre la ribera derecha del rio Paraguay eutre el rio Bermejo y el Pilcomayo, formadas en la jurisdiccin y
(lose despus el correspondiente oficio al Gibildo E c l e s i s t i c o y Prelados Regulares como se pido en el Otro .-. P E D R O MEL DE P O R T U G A L . Provey lo de suso el Seor Gob-mador y C I pitan General de esta Provincia y lo firm en la Asuncin del P.r;iguay en doce de Febrero de mil setecientos ochenta y dos ao-, de que doy f.
Escribano Noticia al Procurador Sindico MANUEL BACHICAO, y Notario Pblico d su Majestad y Gobierno. En dicho dia di noticia al
Sind.-O Procurador General de la Ciudad el Decreto de suso de su persona; de ello doy le.
BACHICAO.
Nota Siguen las declaraciones de lo-; treinta testigos, de las que se extractan tan solamente los ceitifi'ados espedidos por los Prelados de las Comunidades Religios IS de la Ciudad y por el Venerable Cabildo Eclesistico Gobernador Episcopal, los que continuacin se espresan en los siguientes u'IIERO< d I Anexo D. Anexo D n 2: Certificado del Reverendo Padre Visitador General del Sagrado Convento de Nuestra Seora de las Mercedes Fr. Inocencio Caete. Seor Gobernador y Capitn General Habiendo visto los puntos que contiene el interrogatorio del Sndico Procurador General de esta Ciudad, sobre que V S. se ha servid mandar por decreto de veinte y dos de Febrero de mil setecientos ochenta y dos, que se me pase oficio, para que informe: Certifico ser verdad que esta Provincia tiene los Pueblos, Reducciones, Plazas, Fuertes y Fortines con los Ganados, Vecindario y tropa que fielmente describe la Topografa Paraguayense que presenta el Sndico Procurador General con la expresin que los Fuertes de Macaypir, Ybyoc. Nundia}?, Lobato, Naranjay, Reduccin de Mbocobis en Remolinos con un Fuerte dentro de ella, Herradura, el nuevo de Tacuaras la Villa de eembuc con su Fuerte de Taxib, son fundaciones de su Seora Don Pedro Mel de Portugal, Coronel y actual Gobernador y Capitn General de esta Provincia; con cuyos antemurales ha acortinado de suerte su Seora la citada Provincia contra las invasiones de los Infieles del Chaco, que no teniendo estos respiraderos hacia los Parajes y Bosques de nuestra parte, donde antecedentemente solan hospedarse cmodamente, sofocados buscan la paz y Reduccin,
como actualmente se verifica con la Nacin de los Tobas, Seora los tiene y en nmero de seis siete Casicazgos dos y semiestablecidos hacia la banda del Chaco frente de que stt admitiNaran-
jay. En el tercer punto tengo bastantemente espuesto y aado que con el proyecto de los citados Fuertes y Establecimientos logra la Provincia en el actual Gobierno una total quistud de las hostilidades antecedentes que cuasi en todos los plenilunios solan tener a las tropas de estas Provincias sobre las armas; y aunque es verdad
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LMITES
D E L A ANTIGUA PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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dominio de la antigua provincia del Paraguay, con los esfuerzos y sacrificios de su gobierno y de los vecinos de la
que en este tiempo se han experimentado algunos pocos insultos de los citados Brbaros; pero perseguidos estos y castigados de la mano del actual Gobernador ( quien, parece, naci para contener la Infidelidad del Chaco) han cesado y toda prisa estn solicitando la amistad nuestra En el quarto no tengo presente el nmero de Naciones infieles que insultan esta Provincia, y se han reconocido por enemigas suyas: pero s que son muchas igualmen e s que en el Gobierno interino de Don Fulgencio de Yegros hubo un establecimiento de Abipones, cuyo Cacique se llamaba Deguachique, abandonaron su Pueblo y se retiraron hacia los senos del Chaco, de cuya retirada se vino esta Capital el Sacerdote Catequista que los instrua, que lo fu el maestro D. Lorenzo de la Torre: Crese que esta retirada fuese en tiempo del Seor Governador Don Carlos Morfy: estos mismos Abipones, al cabo de algn tiempo, volvieron pedir Reduci n, y se les admiti hacia la banda nuestra en la misma Erradura, donde residieron sin Sacerdote, y poco tiempo fueron asaltados de las otras Naciones bravas del Chaco, de que result la total estincion de dicha Reduccin. En el quinto: que es verdad lo que contiene este punto en toda su estension. En el sesto: no me ocurre de fijo el nmero de asaltos que han hecho los enemigos en el trmino de cuatro aos del presente Gobierno: pero s, que no pasan de seis, y en ellos han sido bien reprehendidos y despojados de sus robos, debindose todo al pulso con que el actual Gefe maneja las Armas de esta Provincia. En el sptimo : es cierto todo lo que en l se contiene. En el octavo: tengo equivalentemente certificado en el punto tercero, aadiendo en este que es verdad que en el dia se estn dando las Providencias mas activas para que se verifique el Establecimiento de la Nacin Toba en el citado Parge Paray la parte del Chaco. En el nono: s que en nada contribuye el Ramo de Guerra para los citados establecimientos, y que solo se han erigido costa de los Donativos 3' Subsidios graciosos de los Vecinos, conseguidos muchos de ellos ruego de Su Seora quien con la mayor exactitud los ha invertido en los fines de su aplicacin. En el dcimo : s el Chaco, tiene una estancia bien poblada de ganados hacia nuestra parte: cuyo nmero (tengo especie) asciende cinco mil cabezas: y en lo dems es cierto todo lo que contiene el citado punto dcimo En el undcimo: es verdad todo lo que se contiene en l. En el duodcimo: es igualmente cierto que todo el terreno que cita, est poblado de estancias, y ganados; y en lo dems^que inquiere de seguridad de dichas costas, tambin es constante. En el punto trece ya est incluido en el punto antecedente lo que tengo que esponer. En el dcimo cuarto: es cierto todo lo que comprehende el punto. En el dcimo quinto: comprehendo con bien fundadas razones haber costa arriba necesidad de eregir alguna algunas vidas mas: y que su poblacin no se verifica por no poder contribuir ya los cortos caudales de los vecinos de esta Provincia ella, por ha berse exigido de ellos, para las fundaciones de costa abajo que mas urgan. En el dcimo- sexto: estoy en el mismo pensamiento de la
que la Reduccin de Mbocobies, situada en los Remolinos, hacia hacia la banda del Chaco frente del Timbo Erradura, y estos
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DOCTOR ALEJANDRO
AUD1BERT
FLIAY
IWH'HNCn
C\i:TE,
niiA,
Visita
Genera!
Lugar del Sello. Seor Coronel Don Pedro Mel de Portugal, Gobernador 3' Capitn General de esta Provincia del Paraguay. > El Anexo D. n. 3, dice:
" Otra del Sagrado Convento el de N- P. Guardian S. Francisco, dada por
Seor Gobernador y Capitn General Don Pedro Mel de Portugal. Contestando al oficio de V. S. de quince de osle mes, relativo a varios puntos que contiene la pppresentanion interrogatorio adyacente del Sindico Procurador General de esta Ciudad: Certifico en toda forma de derecho, que sin embargo de no haber visto todos los establecimientos y domas que compeliendo el Estado de esta Provincia, son tan notorios los adelantamientos con que se
LOS LMITES
DE LA
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PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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ttulo
de
que
halla esfuerzos de la conducta sin exemplar de este Gobierno, que nadie ignora, aun aquellos que no han estado MI la Provincia, :-u miserable estado y las calamidades que la oprimieron en los Gobiernos pasados, no obstante que otros Gobernadores tambin arbitraron poner Reducciones y Canoas, que corriesen la costa del R I O ; pues extendindose mas de ochenta leguas el despoblado de la frontera, no era posible contener el trnsito de los Infieles, ni zelar las operaciones de los reducidos: ahora s, tienen estos proyectos vinculada la seguridrd del Pais ; por que, habindose fundado, d e s d e j a Angostura Curupaly siete Presidios, y una Poblacin en Neenibuc, con obligacin de correr diariamente de Presidio en Presidios las Canoas, que mantienen todos ellos: no es dable, que ejecuten movimientos, sin ser s> nudos, ni que intenlen inva.-inti sin escarmiento, asi con las tropas de Guarnicin de ios Presidios, como de los vecinos pobladores de mas de treinta E s tancias y Puestos, que ocupan con ganados de todas especies los campos que a"tes eran baldos, y no solo esta Provincia, siti tambin las Misiones de los Ex-Jesuitas sirven de antemurales los Presidios establecidos en el presente Gobierno; pues, desde la fundacin de ellos no se ha experimentado insulto en aquellas Doctrinas que es prueba de estar defendidas con las fuerzas de esta Provincia, siendo evidente cuanto va floreciendo con la extensin ile sus trminos y con el fomento de la agricultura mediante las providencias de este Gobierno, que no se tiene noticia hab 'ras mediado otro de quien pudiese derivarse este exemid IR I actual Seor Gohernador, cuyo zelo se debe la total pacificacin del pais, r-u populacin, el adelantamiento de las Doctrina- antiguas de la Provincia, los incrementos de la renta en la abundancia de frutos Mbocobis y Tobas con una buena estancia para la s ilisisleneia de la primera: pe o solo quien cri estos establecimientos p idra sostenerlos costas de los desvelos y del incesante ufan con que vive congratulando estas Gentes, para que contribuyan los donativos con que ha verificado unas fundaciones de tama arduitad como utilidad; entendindose que el Rey Nuestro Seor (que Dios guarde) haga efectiva la concesin del ramo de Cruzada y de los cuatro mil pesos de la Sisa de Tucuman; por que sin estos auxi ios Reales, faltando el actual Seor Gobernador, ser consiguiente la decadencia del pais con mayor ignominia que antes: de suerte que con estos subsidios y algunos otros arbitrios que se concedan esta Ciudad, bajo la direccin del actual Seor Gobernador se podr sostener la Provincia con incremento "del Estado floreciente, que hoy tiene, y puede tambin abrir camino Potosi fundando una dos Colonias para escala de los traficantes, por cuyo medio se levantar el entredicho que han puesto los infieles la comunicacin antigua de esta Provincia con Santa Cruz de la Sierra y se verificar la apertura del camino para el Per, muy til no solo para internar esta Provincia la 3'erba, sino tambi ;n para conducirse de los Minerales el azoque que est en inmediaciones de esta Provincia ; y en suma volver el Paraguay lo que antes fu en su opulencia. Asi lo siento y certifico; y para mayor validacin doy esta sellada con el Sello de este Convento de Nuestra Seora de los Ani|ne la surten, y por ltimo, que tengamos dos Reducciones de
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comprende
todo
el territorio
de
su
Obispado,
como lo
El Anexo D. n. 4, dice: 1 1 Otra del Sagrado Convento de Predicadores. Fray Cristbal Ibaez, Predicador General, Calificador del Santo Ofirio, Examinador Sinodal del Obispado de Tucuman y actual Prior de este Convento de Santa Catalina Virgen y Mrtir del Paraguay, Orden de Predicadores. En atencin al pedimento y puntos que contiene el Interrogatorio, testimonios de las Reales Cdulas, y estado en que se manifiestan los Pueblos. Reducciones, Plazas, Fuertes y Fortines cotilos Ganados, vecindario y tropas que guarnece esta Provincia P a r a guayense, que ha presentado el Sindico Procurador, General de esta Capital; y cot jando las noticias que en ao y mes, que ha resido en este Convento de Predicadores, he adquirido de personas de la mayor distincin, asi ecle-iasticas como seculares, debo certificar y certifico en cuanto puedo: ser cierto y verdadero cuanto relaciona el Sfnoico Procurador, asi en su peticin interrogatorio, como en el estado de fojaz diez: y que la actividad, industria, amor y zelo fie V. S. debe esta Piovincia la paz y quietud que hoy goza, de la que careca anteriormente, por las brbaras naciones que la los'iIizat>AN con robos de sus haciendas y muertes de sus vecinos; pi ro mediante la infatigable vigilancia de V. S. se ha conseguido atajar los pasos al enemigo infiel por donde mismo entraba hacer sus invasiones; efecto de esta prevencin son los Fuertes que mand V. S. oonstru r denominadosMacaypir, Ybyoc, Nundiay, Lobato, Naranjay, Reduccin de Mbocobies con un Fuerte dentro de ella, Erradura, el nuevo de Taquras, la Villa de Neembuc, con su Fuerte de Taxib; de suerte que no teniendo los infieles abrigo hacia los parajes y bosques de nuestra parte donde anteced' nteinente cmodamente lo hacan, por las nuevas pobladas, estancias y dicha Fortalezas; estrechados por estos medios, buscan la paz y reduccin, como actualmente se verifica tambin que este vecindario se ha fortalecido la costa abajo, pero no puede por su pobreza conservar tanta multitud de establecimientos sin los auxilios que la Magestad de nuestro muy catlico Monarca concede ERI su Reales Cdulas; pues de lo contrario se verificar la desgracia que anuncia el decimosptimo punto del Interrogatorio. E s cuanio puedo certificar, como de pblico y notorio, pblica voz y fama, y de pedimento por oficio del Seor Gobernador 3 Capitn General Don Pedro Mel de Portugal, su fecha dos del corriente, doy la presente en este sobredicho convento de P r e
con la Nacin do la banda de los Tobas, cuya del Chaco frente Reduccin se est de Naianjay. Es trabajanconstante
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OTRA DEL VENERABLE CABILDO ECLESISTICO GOBERNADOR EPISCOPAL. NOS EL VENERABLE CABILDO GOBERNADOR DE ESTE OBISPADO POR EF LLUSTRI-IMO SEOR DON FRAY L U I S DE VELAZ&\ DEL CONSEJO DE SU MAJESTAD, DIGNSIMO OBISPO DE ESTA IGLESIA DE A ASUNCIN DEL P A RAGUAY. E N ATENCIN AL OFICIO QUE CON FECHA DE VEINTE Y SIETE DE F E BRERO ANTERIOR, QUE INSTANCIA DEL SINDICO PROCURADOR GENERAL DO ESTA CIUDAD, SE SIRVI PASARNOS EL ACTUAL GOBERNADOR Y CAPITN GENERAL DON PEDRO M L O DE PORTUGAL, SOLICITANDO QUE EXPONGAMOS SOBRE LOS PUNTOS DEL ESCRIPTO QUE CON INTERROGATORIO PRESENT S U SEORA Y SE NOS PAS O . N COPIA CON OTROS RECAUDOS y CAPTULOS DE REALES CDULAS RELA'IVAS BENEFICIO DE ESTA PROVINCIA, PARA REBATIR LAS ARMAS DEL INFIEL ENEMIGO, QUE PERSIGUE E-TA DICHA PROVINCIA, CONSIGNANDO PARA ELLO CUATRO MIL PESOS DE PLATA EN EL RAMO DE S I S A DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN, Y ASI MISMO APLICANDO EL PRODUCTO DE L A SANT BULA DE CRUZADA, POR INTERESARSE EN LA DEFEN-A DE ESTA PROVINCIA DE LA SANTA F CATLICA Y SUS PROGRESOS : POR TANTO CERTIFICAMOS AL R E Y NUESTRO SEOR EN SUS REALES S U P R E MOS CONSEJOS, DE COMO QUANTO SE ESPONE POR EL CITADO PRO"URADOR GENERAL PN SU REPRESENTACIN SOBRE EJ ESTADO GENERAL DE LA P R O VINCIA, ES CIERTO Y NOS CONSTA DE PBLICO Y NOTORIO, ESCEPCION DE ALGUNOS PASAGES PARTICULARES, QUE POR ACAECIDOS EN CAMPIA NONOS CONSTA CON AQUELLA INDIVIDUAL TSPRESION, Y EN SU RAZN NO PODEMOS CONTESTAR EDOS CON AQUELLA ASEVERACIN QUE CORRESPONDE U fiDELIDAD PROPIA DE NUESIRO CARCTER Y EMPLEO. BAJO DE ESTE SUPUESTO PARA M"YOR CLARIDAD PASAMOS EXPONER SOBRE CADA PUNTO DE LOS PARTICULARIZADOS EN EL PRESENTADO GENERAL ESTADO. AL PRIMERO RELATIVO A L NMERO DE PUEBLOS, REDUCCIONES, PLAZAS, FUERTES y FORTINES EXISTENTES CON GANADOS, VECINDARIO Y TROPAS QUE REFIERE, NOS CONSTA MANTIENE Y CONTIENE ESTA PROVINCIA LOS PUEBLOS DE INDIOS QUE REFIERE Y NUMPRA; Y MAS DE ELLOS, POR L O QUE TOCA Y CONCIERNE AL ESPIRITUAL GOBIERNO ECLESISTICO; TAMBIN SE COMPREHENDEN EN SUS TRMINOS TRECE PUEBLOS M S d INDIOS GUARANIS, LOS MISMOS QUE ESTUVIERON CARGO DE LOS EXPATRIADOS REGULARES D LA EXTINGUIDA COMPAIA, Y SON LOS DE NUESTRA SEORA DE F . SAN IGNACIO GUAZ, SANTA R O A, SANTIAGO, SAN COSME, ITAPA, J - S U S , TRINIDAD, CORPUS, SAN IGNACIO M I N I , LORETO, SANTA A N A Y CANDELARIA. E N LA MISMA CONFORMIDAD NOS CONSTA DE LA EXISTENCIA DLAS DOS ESPRESADAS VILLAS, FUNDADAS DE MUCHO TIEMPO ESTA PARTE, QUE SON LA VILLA RICA DEL ESPRITU SANTO, DONDE SE HALLA UNA IGLESIA PARROQUIAL CON SU CURA Y TENIENTE, Y LA OTRA DE SAN ISIDRO LABRADOR CON GURA Y SU TENIENTE EN LOS VALLES DE SANTA ROSA D E ' C A RIMBATAY. E N LOA PARTIDOS DE ESTA CAPITAL, MAS DE LOS YA NOMI.
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDD3ERT
civilizacin y poblar
nados por el Procurador General, se contienen tambin cuitro curatos colados de espaoles, y son: Capiat distante cinco leguas de <;sta Ciudad; Nuestra Seora del Rosario del Partido de Piray distante de la primera siete ocho leguas; Nuestro Seor de los Milagros de Pirinebuy Cordillera arriba, quatro leguas distante de la segunda ; Nuestra Seora del Rosario del Partido de Carapegu, <listante de Piray ocho nueve leguas. Estos Curatos mantienen sus Tenientes en proporcionadas i-tancias con sus respectivas ayudas de Parroquias, que son las siguientes: Primera, Nuestra Si- ora del Rosario de Luque: Segunda, de San Josef riel Pen : Tercera, San Lorenzo de Campo Grande : Quarta, San Lorenzo de la F r o n t e r a : Quinta, Nuestra Seora del Rosario en Itaugu: Sexta, Paraguari en una de las Haciendas que fueron de los E x - J e suitas: Sptima, Nuestra Seora de los Milagros de Caacup : Octava, San R'ique del Partido de Barrero Grande: Nona, Nue^ra Seora del Rosario de Cariy: Decima, Nuestras Seora del Rosario de los Ajos: Undcima, la de San Lorenzo en Quindy: Duodcima, la de San Josef en Hicuy: Dcimatercia, otra de San Josef en Quiqui: Decimacuarta, Nuestra Seora del Rosario de Lambar. Todas estas Parroquias so construyeron y se refaccionan por el vecindario en sus respectivas feligresas, por ser muy escasos los fondos que tienen. En la misma conformidad pasan los Curas y sus T e nientes con aquella renta que su costa les contribuyen los respectivos feligreses, para su congrua sustentacin, por ser de poco momento el manual, teniendo consideracin al nmero de Personas de cada familia y sus posibilidades, sin tener parte alguna en los diezmos dichos mini.-tros, por refundirse todo en esta Capital. Las restantes Villas son erijidas en estos ltimos tiempos como se, tspone por dicho Procurador General, y nos consta de pblica voz y fama ser la mas abundantes en frutos y ganados, la que ltimamente se pobl por disposicin del actual Gobernador Don Pedro Mel de Portugal, sin que haya llegado nuestra noticia hubiese inferido ningnno de sus Pobladores extorsin, agravio ni violencia alguna; antes si portdose con la mayor suavidad y prudencia que le ha dictado su discreccion. De las otras anteriormente pobladas somos informados se hallan con escasez y espuestas no subsistir ; pues aun los Capellanes que les asisten pasan pidiendo los socorros en otros Partidos y conlribuidoseles por algunos de los individuos de este Cuerpo capitular en ocasin que nos ha manifestado sus desdi has y necesidades que padecen, no habiendo otro ramo de donde se les pueda subvenir en sus indigencias. Por los concerniente las Plazas, Fuertes y Fortines, Ganados correspondientes, vecindario y tropa, que en l se espresan: de los primeros nos constan de publica voz y fama, como se expono por dicho Procurador; mas no nos consta del nmero de ellos por menor, y menos de los ganados, vecindario y tropa; con lo que queda absuelto lo comprehensivo en el segundo punto. Al tercero, asi mismo nos consta de pblica voz y fama ser como se refiere en l, aunque por lo relativo . la total quietud en la Provincia, estamos informados haberse iuferidos algunos asaltos en los Partidos por los enemigos infieles y causdose algunos perjuicios en el vecindario y repelidoseles los mayores daos que pudieran ocasionar mediante la vigilancia del Gobernador y Gefes Subalternos; sin duda contemplan-
LOS LMITES
DE
L A ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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el territorio de la ribera derecha del rio Paraguay, propudose les infieles enemigos no tienen 'aquella franqua y libertad para exeeutar sus robos y muertes, llevndose algunos cautivos, se han visto en precisin de pedir Reducciones y apurados de las necesidades que sufren en sus tierras. Al cuarto: que lo que sabemos de las Nucinos infieles que han sido enemigas de esta P r o vincia, son los Mhncobis y Abipones, que en parte, en este actual
Gobierno
que
gua desamparada Reduccin, y mantenindose en quietud y sociego, trabajando en su instruccin un Religioso Doctrinero, fin de arraigar en sus nimos los rudimentos de nuestra Santa F Catlica y bautizndose algunos. La ora Nacin es la de los T o bas, que lia sido la mas cosaria. De estos se nos ha comunicado por el actual Gobernador y Capitn Genenal, pedan Reduccin, y Su Seora, y este iu se les lian mandado herramientas y algunos otros auxilios para trabajar la poblacin; y pustose los medios para remitirles un Religioso Doctrinero, cuya ejecucin no lardar. L a otra de los Mbays que se mantiene bajo de paz, en cuya razn se contempla en sociego y quietud la Provincia en la parte simada Costa-arriba, sin experimentar los daos y rigores de esta fuerte y numerosa Nacin, como en tiempos pasados se sufran en vidas y haciendas y de estos se halla un corto nmero en la Reduccin de Nuestra Seora de Belem, con cortsimos medios para su subsistencia, por no haber arbitrios para socorrerlos. L a otra es de los Lenguas, nacin enemiga, que se mantienen c". su antiguo estado, pero sin experimentar aquellas hostilidades, que en tiempos pasados ejecutaban, segn estamos informados. Las otras naciones son las de los Payagus y Guanas, que se mantienen bajo de paz, sin inferir dao la Provincia, pero siempre viviendo cautelosamente con ellos por la poca fidelidad que se ha experimenlado en dichos Payagus en tiempos anteriores. Fina'mente subsiste la nacin infiel, y enemiga de los Indios Caa'ingus, en la parte y trminos de los Minerales de la Yerba, distante de esta Capital cien leiruas, poco mas menos, y en las inmediaciones de la Villa de Curujuai.y. Estos hostilizan los beneficiadores de dicha Yerba, causndoles perjuicios en sus vidas y haciei d s, y fin de contenerlos se han tomado las correspondientes providencias por el actual Gobierno. Al quinto: no nos consta otra cosa que los insultos que se refieren y los quantiosos donativos que se contribuyeron por el vecindario para su formacin y otros. Al sesto: ya tenemos esptiesto en lo antecedenle en razn de la vigilancia y zelo, que se experimenta en el actual Gobierno. Al sptimo: tenemos noticia de lo que en este punto se esprpsa por mayor; mas n con la individualidad que se refiere, y asi mismo de las entradas al Chaco. Al octavo: ya tenemos espuesto en lo antecedente sobre su contenido. Al nono : estamos informados de pblica voz y fama no haberse gravado la Real Hacienda para el costeo de dichas Reducciones, es^epcion de cierta cantidad que se contribuy de ella, para socorrer la Reduccin de los Mbocobies. Siendo ron-tanto en esta Ciudad por lo relacionado acerca del Ramo de Guerra. As mismo es constante y notorio haberse formado dichas Reducciones con los donativos y socorros que liberalmente ha contribuido el vecindario pedimento del actual Gobernador, inviral presente se hallan ya situados en el lugar s< Halado por
ha
vuelto
a reducirse
y pedir
acogida
en
su
anti-
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DOCTOR ALEJANDRO
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LOS LMITES DE LA
ANTIGUA
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una nueva reduccin la otra banda del Rio, como comprueba por el acta del 6 de Marzo de 1 7 8 7 (a).
se
pedimento del Procurador General de esta Capital, en la Asuncin seis de Marzo de mil setecientos ochenta y dos aos.
DOCTOR ANTONIO DE LA PEA, DOCTOR PEDRO DE ZAMUIUO,
Asuncin del Paraguay Marzo ocho de mil setecientos ochenta y dos. Estando conclusa la informacin pedida por el Sindico Procurador General de esta Ciuiad, aprubase en cuanto ha lugar de derecho y para su mayor validacin, interpongo mi autoridad y Decreto Judicial. Y los autos originales entregense dicho Procurador General para los efectos que espresa en su representacin.
Auto MEL DE PORTUGAL, DOCTOR CAETE,
Provey lo de suso el Seor Gobernador y Capitn General de esta Provincia y lo firm en la Asuncin la focha antecedente ; d e que doy f.
MANUEL BACHICAO, y de Escribano y Notario Publico de Si Migeslad Gobierno.
Concuerda esta copia con los originales de su contesto, los cuales en virtud del auto de ocho de Marzo entregu al Sindico Procurador General de Ciudad, los que en lo necesario me remito : est cierta y verdadera, corregida y enmendada y consecuencia de Auto provedo en veinte ocho de Octubre hize sacarla presente, q_ue signo y firmo en la Asuncin del Paraguay doce d Marzo de mil setecientos ochenta y dos aos. En testimonio de Verdad,
Escribano y Notario Publico de MANUEL BACHICAO, S. X. y de Gobierno>
(a) El acta dice : En la Ciudad de la Asuncin del Paraguay en 6 dias del mes de Marzo de 1787 aos : los Seores que componen este ilustre ayudamiento (f. 15), se congregaron en esta sala de sus acuerdos mediante citacin especial que para ello mand hacer el Seor Gobernador Intendente y Capitn General, con asistencia del Seor Procurador Sindico general; y estando asi hizo presente S. Sa. haber parec lo en esta Ciudad tres Caciques principales de las Naciones Lenguas, Machicuis y Enimagas, acompaados de varios indios de sus r.-spectivas parcialidades, solicitando se les ponga Reduccin j'c la otra banda de este Rio, porque desean &e lo in t--uya en los misterios ". nuestra Santa F catlica, convertirse ella, guardar [iaz y amistad con la Provincia. Que en caso do que se encuentre por este Cabildo conveniente, puede establecerse la Ref
Rio
y el Paraguay-
parte este
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DOCTOR ALEJANDRO
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Despus de otra sesin, en la cual el procurador dio su opinin favorable, el escribano pas dar cuenta al Gobernador del resultado de ella, y en su virtud, despus de los prembulos de estilo, se asent esta diligencia. Y respecto que todos estn unnimes y conformes en lo sustancial de convenir la Reduccin y parage de su situacin, como los auxilios que por pronto remedio se puedan facilitar, apoyando las mismas razones de conveniencia de reduccin, situacin y facilitacin de auxilios, lo que espone el procurador sndico general en nombre del pblico en su ltima peticin, fundndola en los que le han parecidos conducentes. Desde luego conviene S. Sa. en que se soliciten de los sugetos que estn dentro de la Ciudad, los socorros que voluntariamente gusten ofrecer, y admite igualmente los que gratuitamente ha ofrecido este Cabildo para dar ejemplo lo dems, dndole las gracias por lo que se interesa en el bien del pblico, extensin una poblacin de espaoles custodiada de un Presidio; atento quo en este lugar se encuentran tierras aparentes para pastos y labranzas proporcionadas al mtodo y circumstancias que deben existir en iguales poblaciones segn el piadoso espritu de las Leyes del Soberano, piescritas en las que hablan de esta materia las cuales ha inspeccionado S. Sa. en ocasiones que ha pasado este terreno acompaado del Capitn de infantera Don Juan Valeriano de Ccvallos. Sindico Procurador general que fu de esta Ciudad, y el Regidor D>n Toribio Viana, con otros vecinos inteligentes, que en esta razn esponga la Ciudad su sentimiento. (Siguen las conferencias en que estn de acuerdo para la poblacin y so'o trepidan en los medios y al final f. 23, dice): Y el Sr. Procurador Sndico General virtud de ambas votaciones dijo que por su parte expondra en otro Cabildo lo que sea mas acomodado al beneficio de la Repblica su parte, y lo firmaron de que doy f. Pedro Mel de Portugal Juan de Cevallos Pedro Nolasco Domeque Miguel Rubio y Dias Vicente Lagle y Rey Fermn Arredondo y Lobaton Toribio Viana Jos Benites y Robles Francisco de Isasi Melchor Marin Jos Gonzalos Rio. Ante mi. i Manuel Benites, < Escribano Pblico de Gobernacin Vase Anexo C. n. 20. y Cabildo. >
D E L PARAGUAY
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de nuestra santa f catlica y beneficio del Estado. Y firm S . S a . de que doy f. Asuncin 12 de Marzo de 1 7 8 7 .
PEDRO MEL D E PORTUGAL
Ante mi.
MANUEL BENITES,
Escribano
Pblico
de Gobernacin y Cabildo.
(a)
Reunidos los elementos necesarios, el cura de la Emboscada Don Amancio Gonzales Escobar, que desde ao antes tenia conocimientos y simpatas con los indios del Chaco, se hizo cargo de la empresa estableciendo una gran poblacin denominada Reduccin de Meloda . Antes de la fundacin de ella, el dicho cura de la Emboscada se dedicaba la conversin de los indios de las orillas del Pilcomayo, y sin duda fu debido sus esfuerzos y sacrificios, que los caciques de los Lenguas, Machicuis y Enimagas solicitaron paz y reduccin. E n sus escursiones fervorosas al interior del Chaco, lleg hasta las inmediaciones de los Chiriguanos, como se acre" dita por la siguiente nota del V i r r e y Marqus de L o reto. Don Francisco Amancio Gonzales Escobar, Cura Rector de la Emboscada, que dice se halla poblando casi el tiempo de dos aos en el Chaco, seis leguas R i o arriba de esa Ciudad con el designio de conseguir la paz y reduccin de tres Naciones vecinas de indios vagantes del R i o Pilcomayo, el territorio de la nombrada Guana, inmediaciones de los Chiriguanos, me ha pasado con fecha del 3 del Junio ltimo el oficio que remito V . S a . con su documento adjunto, para que enterado de las reflecciones que sienta acerca de esta empresa me esponga V . Sa. por puntos, lo que se le ofrezca y parezca sobre todo y me lo devuelva. Dios guarde V . S . muchos aos. Buenos Aires 13 de Julio de 1 7 7 8 .
MARQUES D E LORETO.
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DOCTOH ALEJANDRO
AUDfBERT
Seor
Gobernador
Intendente
del Paraguay.
(a)
Este documento como los otros dos del mes de Marzo de 1 7 8 7 fueron presentados en forma ante el arbitro Mr. Hayes en la cuestin de lmites con la Repblica Argentina, y vienen demostrar la existencia de una nueva importante poblacin situada al Occidente del rio Paraguay, -al Norte del rio Pilcomayo, formada con los esfuerzos y sacrificios del Gobierno de la Intendencia del Paraguay Don Pedro Mel de Portugal y los vecinos de la Asuncin, especialmente con los de su fundador el Clrigo Presbtero de Emboscada Don Amancio Gonzales Escobar. Subsisti ella lo que la vida de e s t e ; esto es, hasta 1 8 1 7 , o s e a n treinta aos desde su fundacin, (b) Sobre sus ruinas, en 1855, se llev efecto la colonia francesa de Nueva Burdeos , que despus se denomin Villa Occidental, y hoy se llama Villa Hayes. Cinco aos despus de la reduccin de Meloda se levant el Fuerte Borbon para contener las usurpaciones portuguesas en la Provincia del Paraguay al Sud de Baha Negra, del Rio Negro Otuqus. Mas dejando los hechos relativos este fuerte avanzado de la antigua Provincia del Paraguay sobre el territorio del Chaco, volvamos nuestra atencin sobre una cuestin territorial que se sucit con la Ciudad de Corrientes. Nos referimos al terreno que se denomin Lomas de Pedro Gonzlez y fuerte de Curupayty. E l ao 1 7 2 0 , el Padre Francisco Plaza, procurador de las Misiones, se present al Gobernador del Paraguay y espuso que los vecinos de Corrientes hacan frecuentes entradas con el fin de serdear por la costa del rio Paraguay y el de Neembuc hasta salir los campos en que tenan .sus estancias los pueblos de indios de San Ignacio, Santa Maria y dems comarcanos, resultando de esto grave per(a) Vase Anexo C. n. 22. (ft) Vase Nota del An^xo C. n. 21 Apndice y documentos anexos la Memoria del Ministio del Paraguay, en la cuestin sometida arbitramento.
LOS LMITES
DE L A
ANTIGUA
PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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juicios, como eran los robos de ganados y el formar caminos desde la costa del rio, que servan de guia los indios Guaycurs para ir las estancias de los pueblos y ejecutar sus hostilidades contra ellos, razones por las cuales pidi se diera permiso al Correjidor y Alcaldes de los pueblos de Misiones para que pudiesen quitar las caballadas de los correntinos que se introdujesen en ellos. E l Gobernador en vista de esta presentacin mand despachar, el 22 Noviembre de 1 7 2 0 , carta rogatoria al T e niente Gobernador de Corrientes para que requiriese sus vecinos, escusasen las entradas dichos lugares, con apercibimiento de ser expelidos y despojados de sus caballos. El Teniente Gobernador de Corrientes hizo publicar el despacho del Gobernador del Paraguay el 22 de Diciembre del mismo ao. Mas con posterioridad habiendo pasado el gobierno de dichos pueblos de Misiones la jurisdiccin del Rio de la Plata, las escursiones de los correntinos volvieron sobre el rio Paraguay, en la jurisdiccin de la antigua provincia de este nombre, y frecuentemente los indios infieles del Chaco pasaban por Humait y Curupayty para llevar sus hostilidades sobre el Paraguay, las Misiones y Corrientes. El Gobernador Don Pedro Mel de Portugal comprendi l i necesidad de poblar dichos puntos, y este efecto el 16 de Eebrero de 1 7 7 9 hizo publicar un bando haciendo saber los vecinos que los que quisissen poblar los pasos de Curupayty y Humait, se presentasen al gobierno pedir licencia y que su tiempo daria la planta de la poblacin repartindose los terrenos por merced; pero mientras esto suceda en la Asuncin, las milicias de la Ciudad de Corrientes pasaron Curupayty con nimo de establecerse en l. Con tal motivo Don Pedro Mel se diriji Don Juan Garca de Cosi, Teniente Gobernador de Corrientes, fin de que se sirviera hacer retirar esas milicias, y habindose negado este dicha peticin, se suscit el litigio sobre el territorio de las Lomas de Pedro Gonzales, donde se estableci el fuerte de Curupayty.
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DOCTOB ALEJANDRO
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E l Paraguay aducia su favor que el lmite divisorio con el Rio de la Plata era el rio Paran, as en lo secular como en lo eclesistico, para lo cual se invocaba el testimonio del Padre Nicols Techo y se produca el fallo arbitral de los Padres Jesutas Jos de fnsaurralde y Anselmo de la Mata. Que consecuencia de la divisin de 1620 conocieron sus antecesores por distrito de la Provincia de! Paraguay el espacio de tierras comprendido desde dicho rio, como lo comprobaban las visitas y empadronamientos que despus de otros gobernadores hicieron en los pueblos de Misiones Don Felipe R e g e Corbalan, en los aos de 1 6 7 2 y 1 6 7 3 , Don Juan Diez Andino en el de 16S7, Don Sebas tian F l i x de Mondeola en el de 1693, Don Juan Gregorio Basan y Pedrosa en el de 1 7 1 4 y Don J o s de Antequera y Castro en el de 1 7 2 2 : Que tambin hicieron mercedes de encomiendas de los indios de dichos pueblos favor de los vecinos del Paraguay, confirmadas dos de ellas por cdulas reales: Que en 1 7 2 6 se separaron del Paraguay trece pueblos, que fueron agregados al Gobierno de Buenos Aires, pero que fu solo esto relativo al territorio de los pueblos y no los lmites establecidos el ao 1 6 2 0 , en cuanto los dems terrenos, de modo que qued el Paran por divisorio del uno y otro Gobierno. Por su parte Corrientes alegaba que corresponda esta Ciudad las tierras de Curupayty las Lomas de Pedro Gonzales, porque por la Real Cdula de divisin de 1 6 2 0 ( 1 6 1 7 ) se asignaba por lmites de las provincias del Paraguay y Rio de la Plata, el rio Tevicuary, razn por la cual lo haba poblado y lo ocupaba con sus milicias. Pero semejante argumento es insubsistente ante los hechos diversos de la hktoria, el fallo arbitral de los Padres Jesutas Jos Insaurralde y Anselmo de la Mata y ante los propios trminos de la Cdula de divisin de 1 6 1 7 , que no consagra tal lmite pretendido por Corrientes. En el inters de evitar los perjuicios de la contienda y fin de que se poblase esa rejion, el Virrey orden administrativamente, por providencia del 9 de Noviembre de
LOS LMITES
DE
LA
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PROVINCIA
DEL
PARAGUAY
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1 779, que se dividiese el terreno en dos partes, de las cuales, la una debia quedar Corrientes y la otra al Paraguay ; pero esta solucin que dio por resultado el lmite del arroyo Hondo, poco dur, pues la cuestin volvi suscitarse con motivo de la Real Ordenanza de Intendentes de 1782, que seal B j e n o s Aires y al Paraguay todo
el territorio
del Obispado
correspondiente
cada una de
estas Intendencias. En su consecuencia el Gobernador Intendente del Paraguay Don Pedro Mel de Portugal, en 1784, exort al Teniente-Gobernador de Corrientes Don Alonso Ouesida para que se sirviese desalojar el fuerte de Curupayty, por entrar este dentro de los trminos de su Gobierno. Quesada se opuso esta peticin, apoyado en las anteriores alegaciones de Corrientes, en vista de lo cual el citado Gobernador Intendente del Paraguay acudi la fuerza hizo efectiva su jurisdiccin y dominio sobre dicho fuerte. Pero aquel protest contro el acto violento y acudi al V i r e y contra semejante procedimiento. Durante el coloniaje sostuvieron sucesivamente Als y Br, Lzaro de Rivera y Don Bernardo de Velazco el derecho del Paraguay sobre las Lomas de Pedro Gonzale.s hasta el rio Paran. E l ltimo tena la posesin hasta este rio, cuando cay su autoridad espaola para levantarse sobre ella la autoridad de la soberana popular paraguaya. Por resolucin del Virey Arredondo, el 5 de Noviembre de 1 7 9 2 la poblacin de Neembuc pas la categora de la Villa del Pilar, confirmndose as la lejtima autoridad del Paraguay sobre el territorio situado al Sud del rio T e b i c u a r y ; pero es fuera de cuestin que exista un litijio pendiente sobre el fuerte de. Curupayty y la parte comprendida desde el arroyo Hondo hasta el rio Paran. Y puede decirse que esta era la nica cuestin que habia entre la antigua Provincia del Paraguay y el Rio de la Plata al
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DOCTOR ALEJANDRO
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espaol,
como lo vere-
(a) Sobre el litijio de las .Lomas de Pedro Gonzales y Curupayty, v a s e : Coleccin de datos y documentos referentes Misiones como parte integrante del territorio de la Provincia de Corrientes, hecha por una Comisin nombrada por el Gobierno de ella (pg. 3 i 58 y 95 109). Memoria sobre los Lmites entre la Repblica Argent na y el Paraguay, por Belisario Saravia (cap 8', 9 y 10 , pg. 59 120). Cuestin de lmites entre la Repblica Argentina y el Paraguay, por Manuel Ricardo Trelles (cap. V, pg. 49 5 l ) .
o 1
CAPTULO
XVII
Usurpaciones portuguesasRespuesta del Ministro Espaol Maranos de G>imaldi al Embajador de Portugal sobre ellas Usurpacin de Cuyab, Matogroso, Santa Rosa el Viejo, San Francisco de Paido, el Guaira, Rio Grande y otras rejiones hasta el Maraon y el AmazonasReclamacin reivindicatora contra estas y otras usurpaciones portuguesas Carta, de Don Manuel A Flores al Marqus de Valdelirios sobre la -misma materiaCapitana General de Cuyab, Matogroso y la Sierra del ParaguayViade comunicacin entre San Pablo y la Provincia de MatogrosoRazn de la adopcin del Igurey por lmite Diferentes maneras de escribir este nombreEl Yaguary no es el IgureySituacin del verdadero IgureySu contravertiente - El Igurey pretendido por los portugueses Nombres diversosCoimbra y AlburquerqueExploracin y protesta de Martin BoneoArgumentos portugueses Insubsistencia de ellosReclamacin la Corte de Lisboa - hromesa de demolicin de Coimbra y Alburquerque Tentativa de ocupacin de Pan de AzcarEl Fuerte Borbon contiene las usurpaciones portuguesasEscursiones hasta Baha Negra y al interior del Chaco Espedicion del Coronel Espinla por el rio BermejoEspedicion del Gobernador Intendente don Lzaro de Rivera contra los portugueses de Coimbra y AlburquerqueSignificacin de este hecho.Observaciones.
Destruidas y abandonadas la ciudad de Villa R i c a del Espritu Santo sobre el rio Huibay, la Ciudad Real sobre el Paran y la Segunda Jerez sobre el rio Pardo Camapun, los mamelucos portugueses dlrijieron sus miras de usurpacin al Norte del Paraguay.Con tal motivo conviene recordar algunos nmeros captulos de la Repuesta la Memoria presentada el 1 6 de Enero de 1 7 7 6 por el Embajador de Portugal Don Francisco Inocencio de Souza Coufcio relativo la negociacin entablada para tratar del arreglo y sealamiento de lmites de las posesiones espaolas y portuguesas en la Amrica Meridional. E l Ministro Espaol' Marqus de Grimaldi, se espresa a s i :
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AUDIBKRT
6 3 . Mndame no obstante lo dicho, S . M. no omitir hacer aqu especial mencin de algunos Establecimientos mas de los Vasallos Portugueses en Dominios de esta Corona, y voy cumplir tan superior precepto. 6 4 . En el ao de 1 7 2 4 , y en los subsiguientes fueron infestados por los Moradores de S . Pablo los Terrenos que baa el R i o Cuyav, donde existen las Minas Cuyav. Su riqueza dio motivo la Corte de Lisboa para nombrar Csar de Mineses el ao de 1 7 2 9 por Gobernador que mandase los Bandidos que se habian fijado all atrahidos del oro, concedindole facultad para fundar la Villa de Buen Jess de Cuyav y habindose despus erijido Provincia lo que hoy se denomina de Cuyav. 6 5 . Acia la parte Occidental del R i o Paraguay yace una Sierra llamada Matogroso, que por ser muy abundantes de buenos Labaderos de oro, empezaron frecuentar los Portugueses Paulistas establecidos ya en Cuyav. Pobl all en el ao de 1 7 3 2 Antonio Hernndez de Abren, dando aquel Establecimiento el nombre de Real de Minas, que en 1 7 3 4 troc por el de S . Francisco Xavier de Matogroso. Comunicbase esta Villa con la de Cuyav atravesando los dos rios Jaur y Paraguay; pero el deseo de hallar camino mas recto que evitase su paso hizo reconocer los Paulistas una sierra alta donde tiene su verdadero orijen el R i o Paraguay, y en las vertientes de ella, al Sur descubrieron muestras de exelente metal oro, y una mina de diamantes que se conserva intacto y con guardias de vistas. 6 6 . Como, con el motivo del tratado de Lmites, se desocup el pueblo de Santa Rosa el viejo, situado acia la Mrjen Oriental del R i o Itens, que donominan tambin Guapor, en los confines de las Misiones de los Moxos y Baures de la Gobernacin de Santa Cruz de la Sierra se establecieron en l los Portugueses por disposicin de D . Francisco Rollin de Moura, Gobernador de Matogroso, quando se acababa de anular dicho tratado. Pidise luego por nuestra parte la restitucin del Pueblo de Santa R o s a
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el v i e j o ; pero Moura que habia resuelto retenerle, se aceler fortificarle, y no solo afirm all un Presidio sino que procedi despus fundar otras Poblaciones en el distrito por donde corre Itens, desatendiendo de este modo las varias instancias que el Gobernador da Santa Cruz de la Sierra le repiti para que mandase evacuar y abandonar aquellos territorios comprendidos en nuestra demarcacin. 67. Algunos aos despus, por Agosto del de 1 7 6 7 , unindose de nuevo diferentes Moradores de S. Pablo con algunos asesinos, prfugos de la Villa de S. Isidro de Curuguat, de la Provincia del Paraguay, por haber sido cabeza de rebelin, principiaron otro Establecimiento 30 leguas de dicha V i l l a en la Mrjen del Rio Igatimi que desagua en el Paran, capitaneados por el cabo de Banderas Portugus Juan Martnez Barros. Noticioso de ello el Gobernador del Paraguay comision en Diciembre del propio ao su Teniente de Gobernador para que pasase intimar Barros desocupase luego aquel sitio. Finjieron los Portugueses estaban all de trnsito por haberse adelantado solo con el fin de perseguir una partida de Indios Brbaros Ladrones, y despus de asegurar con mil protestas que al instante retrocederan S. Pablo, principiaron edificar presurosamente un Fuerte denominado S. Francisco de Paulo, el qual concluyeron mediante los auxilios que de la misma Capitana de S. Pablo se les enviaron con porcin de artillera, municiones y nmero de Tropa que le guarneciese. Desde entonces permanecen los portugueses en aquel puesto, desestimando los reitera, dos requerimientos del Gobernador del Paraguay, sin duda causa del inters que se les sigue de conservar aquella colonia, por cuyo medio aseguran los Paulistas la comunicacin mutua con los moradores de su propia Nacin, que ocupan no solo los Campos de la antigua Ciudad de Jerez, la cual tenamos fundada la orilla del Rio Mbotete, que desagua en el Paraguay, y los de la Ciudad y Provincia del Guaira, asolado como aquella por los mismos
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Paulistas, sino tambin los Establecimientos ele las Mrjenes del R i o Camapun ( P a r d o , ) y los y a descritos de Cuyav y Matogroso, todos situados en jurisdiccin de la Corona de Castilla, proporcionndose para cometer nuevas intervenciones en el Dominio del R e y . a 68. Estos Pases, que cito y reclamo, dan testimonio de los atentados enormes de los Moradores de S . Pablo, que han saqueado y usurpado los dominios de S. M. como si perteneciesen un Prncipe enemigo, comprobando otrohechos; puesto que desde el ao de 1620 hasta el de ' 6 4 0 fueron destruidos y asolados oor los Mamelucos 22 Pueblos de Indios Guaranes, situados 13 sobre el Salto del Paran entre los Rios Aembi y Paranapan, y los nueve restantes mas abajo, acia el nacimiento del Igai, en cuya irrupcin fu tambin arruinada con las mencionadas Ciudades de Guaira y de Jerez, la antigua Villa R i c a ; y no me detendr hacer relacin puntual de los medios con que principio de este siglo se apoderaron del grande espacio que media entre la Villa de Curutib, acia el R i o Grande de S. Pedro, apropindose ademas 800 vacas que apasentaban all los mismos Guaranes para el abasto de sus Pueblos. 6 9 . Tambin pudiera hablar V . E . largamente del espacio de mas de 700 leguas que los Subditos Portugueses han ocupado en las Riberas del R i o de las Amazonas Maraon, extendindose por su dilatado curso. Pero no me detendr en individualizarle estas ni otras Rejiones usurpadas la Dominacin Espaola, pues el partido que es forzoso adoptar hoy ambas Cortes para el arreglo de sus Lmites, y para pojier fin las controversias y disturvios que ellas ocasionan, es de tal naturaleza, que cada tina de las dos Coronas quedar reintegrada de todos los Pases que en rigor la pertenezcan, sin que ninguna de ellas pueda quejarse con razn de resultar perjudicada injustamente. E s t o s prrafos del Ministro Espaol Marqus de Grimaldi concuerda con la Carta del 14 de Agosto de 1 7 5 6 , al Marqu* de
LOS
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Valdelirios dirijida por Manuel A . de Flores, Comisario General' de S. M. Catlica para la ejecucin del tratado de lmites celebrado en Madrid en 1 7 5 0 , quien refiere entre otras cosas que, buscando un camino entre Cuyab y Matogroso entraron los portugueses la Sierra del Paraguay, de donde nacen las cabeceras del rio de este nombre. Por all encontraron exelentes muestras de oro y diamantes, circunstancia que aument la codicia de los portugueses sobre esa rejion, acudiendo presurosos establecerse en dicha Sierra. E n vista de la importancia que adquiran dichos puntos, la Corte de Lisboa eriji en 1 7 5 0 , en una Capitana General Cuyab, Matogroso y la Sierra del Paraguay. (a) As usurpaban rpidamente grandes zonas de la Amrica espaola los mamelucos portugueses; y as se esplica que la Cdula Real del 15 de Setiembre de 1 7 7 2 , d i j e r a : Por la misma razn se juzga conveniente celar con especial cuidado los confines de Matogroso, de que injustamente se liallau apoderados los portugueses, como tambin de las grandes y ricas minas de Cuyab, pareciendo muy preciso para que no continen en sus usurpaciones se formen h a c i a la laguna de Manior, V a y a b a y T a r a y e s ( X a r a y e s ) que hacen caudaloso el rio Paraguay, otros pueblos de espaoles de la misma naturaleza. . . . e t c . Cuando se tienen presentes estas palabras del Monarca Espaol de 1 7 7 2 , las de su Ministro el Marqus de Grinaldi al citado Embajador de Portugal en 1 7 7 6 , cuando se recuerdan los lmites fijados por el pacto fundamental de Tordesillas de 1494, se mira la Novi-Atlanti editada por Gerardis Mercatoris en 1 6 3 8 , y luego se repara en el actual Mapa de la Amrica Meridional, fcilmente se percibir que las provincias del Brasil llamadas R i o Grande del Sud, Santa Catalina y E l Paran ; gran parte de las de San Pablo, Goys y el P a r a ; y toda la de Matogroso y la del Amazonas, no son otras cosas que usurpaciones
(ff) Vase.Coleccin de obras y documentos sobre Historia de las Provincias del liio de la Plataj por Pedro de Augelis, tomo 4 .
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los derechos de Espaa al de sus herederos, que hablan la lengua de Castilla y sienten las tradiciones de sus glorias, para soportar las cargas de su pasado y los beneficios de su porvenir inmenso. L a reconquista es un derecho y un deber de los pueblos de orijen espaol ; pero antes de acentuar esta verdad recordemos que los mamelucos de San Pablo y los portugueses de Matogroso establecan su comercio yendo y viniendo por el T i t e Aemby al rio Paran y arribando por el rio Pardo, Colorado Camapun hasta casi sus nacientes, pasaban la Cordillera divisorias de las aguas para bajar por el rio Tacuary hasta el rio Paraguay y seguan por ete hasta Matogroso y Cuyab. Ante esta consideracin el Soberano espaol resolvi ceder Portugal el dominio del Rio Pardo, llamado tambin Colorado Camapun y su contravertiente denominado R i o Tacuary; pero como era natural se fij por lmite en el Rio Paran el mas inmediato aquel y de sus vertientes tirando recto los del rio mas inmediato que fuera dar al rio Paraguay, continuaban luego los linderos de ambas Coronas por este hasta el Jaur. Se escribi el nombre de ese rio mas inmediato al rio Pardo: Igurey ; y como se ignoraba ciencia cierta, cual fuera su contravertiente y la Corona portuguesa pretenda que fuese el rio Corrientes, que los indios Mbays llamaban Apa, se consign en el tratado de 1 7 5 0 , como en el de 1 7 7 7 que, tal vez ser el que llaman Corrientes; (a) pero los demarcadores de
(a) El artculo VI del tratado de limites del 13 de Enero de 1750 d i c e : < Desde la boca del Igurey, continuar aguas arriba, hasta encontrar su orijen principal, y desde l buscar en lnea recta pollo mas alto del terreno, la cabecera principal del rio mas vecino que desagua en el Paraguay por su ribera Oriental, que tal vez ser el que llaman Corrientes; y bajar con las aguas de este rio hasta su entrada en el Paraguay; desde cuya boca subir por el canal ptincipal que deja el Paraguay en tiempo seco, y por sus aguas, hasta encontrar los pantanos que forma este rio, llamados la Laguna de los t a r a y e s y atravesando esta laguna, hasta la boca del rio Jaur. > El artculo I X del tratado de 1. de Octubre de 1777 concordante con el de 1750 dice: < Desde Ja boca entrada del Igurey seguir la raya, aguas arriba de este, hasta su orijen principal; y desde l se tirar una lnea recta
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estos tratados no pudieron encontrar el uno ni el otro lmite y se perdieron en conjeturas y probabilidades. Ellos no repararon en el rio que el Mapa del jesuta Anville de Octubre de 1733, escribe Igayri, que es el mismo que el de Jos Maria Cabrer llama Igueyri y el de Arrowsmith citado, Iguegri. E s e rio cuyo nombre se escribe de diversos modos, es el que los referidos tratados denominan:
Igil rey.
E n la lengua idioma guaran hay voces que se perciben y se escriben con dificultad, porque requieren signo-, especiales que no contiene nuestro alfabeto y es fuera de cuestin que Igurey es nombre guaran. Entre esas voces hay una muy comn que especialmente no se puede escribir pronunciar en espaol exactamente. E s la voz que designa el agua, y que concurre en casi todos los nombres que llevan los rios. L o s historiadores y gegrafos antiguos y modernos la representan de distintas maneras. Unos la designan con y griega y otra con la i latina, con ella y una seal particular en lugar del punto: i. Guillaume de L'Isle lo representa con ig, cuando escribe Paraguaig, Uruaig, lo que otros Paraguay, Uruguay. Du Graty la encuentra parecido la eu francesa, y otros ey y eg. Un alemn la encontrara parecido ich. T o d o esto esplica, porque el nombre de un mismo rio se escriba Igayri, Igueyri, Iguegri, Igurey, significando no obstante, todos y cada uno, un mismo rio y de mismo nombre, aunque este se escriba de diferentes modos.
por lo mas alio del terreno, con arreglo lo pactado en el citado artculo VI, hasta hallar la cabecera vertiente principal del rio mas vecino dicha lnea, que desage en el Paraguay por su ribera Orienraya por las aguas de este rio, hasta su entrada en el mismo Paraguay, desde cuya boca subir por el canal principal que deja este rio en tiempo seco, y seguir por sus aguas hasta encontrar los pantan s que forma el rio, llamados la Laguna de los Xarayes, y atravesar esta laguna hasta la boca del Jaur > Ambos tratados estn publicados en la Coleccin de obras sobre Historia de las Provincias del Rio de la Plata por Pedro de Angelis tomo 4 y en los Apontamentos para o Direito Internacional ou Collecco completa dos tratados celebrados pelo Brasil por Antonio Pereira Pintos - tomo 3." pg. 507 545.
0
el que
llaman
Corrientes.
Y entonces
bajar la
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E s t o que decimos respecto del Igurey, se puede aplicar igualmente otro rio nombre guaran. Por ejemplo: el T i t e llamado tambin Aemby. Este se escribe de igual manera Aambi, Aembey, Anembig, y podia escribirse Aembeu con la pronunciacin de la eu francesa, y aembich con la alemana, sin poderse decir, cual espresa la verdadera del nombre guaran que lleva, y que, porque se escriba de diversas maneras no cambia su curso ni deja de existir. Igual cosa pas con el Igurey histrico que los portugueses pretendan fuese un arroyo rio pequeo situado al Sud del Salto del Guaira y que el citado mapa de Anville llama Iguari, el de Cabrer Guarey, el de Arrovvsmith Iguarey, Azara Carey y que Wisner por complacer los brasileros escribi :
Igurey.
L o s comisarios espaoles, especialmente, si Azara se hubiese apercibido de la mayor analoja que existe entre el Igurey de los tratados, y el Igayri D'Anville, el Igueyri de Cabrer, y el Iguegri de Arrovvsmith, que seguramente fueron tomados de otros anteriores mapas, no hubiera vacilado en reconocer que el Yagtiary Monici, no era el Igurey, sino aquel otro que hallndose mas al Norte sirve de contravertiente al Mbotete y salva en parte los campos de la antigua Ciudad de Jerez, que no habia porque ceder en su totalidad, para dar los mamelucos la via de los rios Pardo y Tacuary. L o s comisarios portugueses, desde el Iguaz mostraban visible resistencia para investigar la situacin del Igurey, y pretendan que l estaba al Sud del Salto del Guaira, cuando hallbase en el rio Paran mas menos la altura del F u e r t e Borbon Olimpo los 2 1 " y minutos de latitud austral. Natural cosa era que no encontrasen en el Curitib baqueanos ni persona que conociesen el Igurey del tratado. Pero dejando este lmite del Nord-Este, dirijamos la vista hacia el Norte, Nor-oeste. Qu notamos ? Una cosa muy portuguesa. Mientras los comisarios espaoles de la Tercera y Cuarta seccin de demarcacin Don F l i x
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de Azara y Don Juan Francisco Aguirre, esperaban los comisarios portugueses para dar cumplimiento al tratado de 1 7 7 7 , los de Matogroso concurrieron en silencio sobre la ribera derecha del Rio Paraguay, y establecieron un fuerte presidio llamado Nueva Coimbra y unas treinta leguas mas al Norte Alburquerque. Spose estas nuevas por relacin de los indios y el Gobernador Don Joaquin Alz y Br, como Don F l i x de Azara, que entonces se hallaba en la Asuncin, comunicaron el hecho al Virrey de Buenos Aires, y este orden al Gobernador Intendente del Paraguay que hiciera practicar un reconocimiento por agua. Con tal propsito fu despachado, en 1 7 9 1 , el teniente de navio Don Martin Boneo con el piloto don Ignacio Pasos, quien llev un diario de la navegacin y reconocimiento del Rio Paraguay desde la Asuncin hasta Alburquerque, publicado por Don Pedro de A n g e l i s . ( a ) De dicho diario ( p g . 4 0 ) resulta que los 1 9 5 2 ' 5 0 " de latitud austral haban establecido los portugueses el Presidio fuerte de Nueva Coimbra y mas adelante el fuerte de Alburquerque, sobre la orilla derecha del Rio Paraguay, donde podian existir establecimientos permanentes, libres de las inundaciones peridicas de la Laguna de los X a r a y e s . E l comandante de Alburquerque les prohibi que continuasen la navegacin rio arriba, razn por la cual se vieron obligados volver no sin haber protestado Martin Boneo, contra las usurpaciones de dichos lugares, de acuerdo con las instrucciones que recibi del Gobernador Intendente del Paraguay. (b)
o
A l ser reconvenidos los portugueses por la usurpacin clandestina, alegaron que el art. 1 0 del tratado de lmites declara que ser privativo de la Corona portuguesa el camino que sus subditos siguen para ir de Cuyab Matto(a) Tomo 4"Coleccin de obras y documentos sobre historia antigua y moderna de las provincias del Rio de la Plata. (6) Vase La citada coleccin de Angelis -tomo 4.Informe del Virrey Nicols Arredondo su sucesor Don Pedro Mel de Portugal y Villena, sobre el estado de la cuestin de lmites entre las Cortes de Espaa y Portugal de 1795, nm. 27 pg. 2 4 .
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Grosso, y que siendo este el rio Paraguay consideraban que aquellos parages les pertenecan esclusivamente por ambas costas. Pero veamos lo que establece el art. 10, cuyo t e x t o dice : Desde la boca del Jaur, por la parte Occidental seguir la frontera en lnea recta, hasta la ribera austral del Rio Guapor Itnes, en frente la boca del Sarar que entra en dicho Guapor, por su ribera Septendrional. Pero si los Comisarios encargados del arreglo de los conf i n e s y ejecucin de estos artculos, hallasen al tiempo d e reconocer el pas, entre los rios Jaur y Guapor, otros rios trminos naturales por donde mas cmodamente y con mayor certidumbre pueda sealarse la raya de aquel parage, salvando siempre la navegacin del Jaur, que
debe ser privativa los portugueses, como el camino que suelen hacer de Cuyab. hasta Matogroso, los dos
Altos Contrayentes consienten y aprueban que as se establezcan, sin atender alguna porcin mas menos de terreno que pueda quedar una y otra parte. Desde el lugar que en la margen Austral del Guapor fuese sealado por termino de la raya , como queda esplicado, bajar la frontera por toda la corriente del rio Guapor hasta mas abajo de su unin con el rio Mamor, que nace en la Provincia de Santa Cruz de la Sierra y atraviesa la Misin de los Mojos, formando juntos el rio que llaman de la Madera, el cual entra en el Maraon Amazonas, por su ribera Austral. -(a)
(a) El artculo correlativo del tratado de lmites del 13 de Enero de 1750, que es el VII, dice: < Desde la boca del Jaur, por la parte Occidental seguir la frontera en lnea recta hasta la ribera austral del rio Guapor, en frente la boca del rio Sarar, que entra en dicho Guapor, por su ribera Septentrional Con tal que, si los Comisarios que se han de despachar para el arreglamiento de los confines en esta parte, en vista del pas hallasen entre los rios Jaur y Guapor, otros rios trminos naturales por donde mas comodamante y con mayor certidumbre pueda sealarse la raya en aquel paraje, salvando siempre la navegacin del Jaur, que debe ser privativa de los Portugueses y el camino que suelen hacer de Cuyab hacia Matogroso, los dos Altos Contratantes consienten y aprueban que as se establezca, sin atender alguna porcin mas menos de terreno, que pueda quedar una otra parte. Desde el
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Pero este artculo se ocupa de los lmites que quedan al Norte del Jaur, como puede verse por el artculo I X , que dice: Desde la boca entrada del Igurey seguir l a raya, aguas arriba do este, hasta su origen principal; y desde l se tirar una linea recta por lo mas alto del terreno, con arreglo lo pactado en el citado artculo V I , hasta hallar la cabecera vertiente principal del rio mas vecino dicha lnea, que desagua en el Paraguay por su ribera oriental que tal vez ser el que llaman Corrientes. Y entonces bajar con las aguas de este rio, hasta su entrada en el Paraguay; de cuya boca subir por el canal
principal que deja este rio en tiempo seco, y seguir por sus aguas hasta encontrar los pantanos que forma el rio, llamado La Laguna de los Xarayes, y atravesar esta laguna hasta la boca del Jaitr.
Por el t e x t o de este artculo, no se conceda un solo palmo de terreno Portugal la parte occidental del rio Paraguay y por su espritu se quera que este rio fuese la frontera natural de ambos dominios, desde la lnea divisoria de la Provincia, hasta la boca del Jaur, en los 1 6 2 5 ' de latitud; pero los portugueses hicieron caso omiso de todo respecto al tratado de 1 7 7 7 , y se mantuvieron en sus nuevas ocupaciones. En precaucin de nuevos avances, dice el Sr. Don F l i x Azara, en sus Memorias (sesta disputa, n 62), dispuso el S r . Florida Blanca que el Gobernador del Paraguay hiciese algunos establecimientos que impidiesen los portugueses de Coimbra y Alburquerque la internacin mas al Occidente; y el V i r e y en su consecuencia orden Don J o a qun de Alz y Br, que levantase un fuerte sobre la mrj e n occidental del Rio Paraguay y ocupase con guardias
o
lugar, que en la margen austral del Guapor fuese sealado por trmino de la raya, como queda esplicado, bajar la frontera por toda la corriente del rio Guapar, hasta mas abajo de su unin con el rio Mamor, que nace en la Provincia de Santa Cruz de la Sierra y atraviesa la Misin de los Mojos y forman juntos el rio llamado de la Madera, que entra en el Maraon Amazonas por su ribera austral. '>
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la ribera oriental. Con tal motivo, el Intendente Don Alz y Br, comision al Teniente Coronel Don Antonio Zabala y Delgadillo la ejecucin de la obra, quien la llevo efecto despus de una fuerte creciente del rio que les oblig retirarse del campamento que haban formado sobre la mrjen izquierda para resguardar aquellas tierras contra las invasiones portuguesas.El lugar donde estuvieron lleva el nombre de Campamento-cu, que significa en guaran. Fu Campamento. De all pasaron, en 1792 y construyeron
el Fuerte
de
Borbon.
Entretanto la Corte de Espaa habia recibido de la de Lisboa la promesa de la demolicin y desocupacin de ambos fuertes; pero lejos de ser cumplida ella, los portugueses se fortificaron mejor en dichos lugares (a). Mas todava. A l fundar el Gobenador Intendente Don Antonio Pinedo Villa Concepcin, los portugueses quisieron apoderarse de Itapuc, por cuya razn fund dicho gobernador en esa parte del Chaco un fuerte y reduccin de indios Mbays, que subsisti mucho tiempo, segn el citado informe del Virey Arredondo su sucesor Don Pedro Mel de Portugal (n 30, pag. 2 6 ) . Desde aquellos tiempos el Paraguay conserva el Fuerte de Borbon, llamado despus Olimpo, con sus soldados y sus armas, sus esfuerzos y sacrificios. Desde entonces, su existencia est acreditada por los historiadores, gegrafos y viajeros que han escrito levantado algn mapa plano de esos lugares. Construido sobre uno de los cerros de los T r e s Hermanos para contener; los avances portugueses sobre la Provincia del Paraguay, sirvi admirablemente su objeto, contenindolos del otro lado del rio Negro, Otuquis Baha Negra. L a obra titulada : E l Chaco Oriental (pg. 68 y 69) por el doctor Don Santiago Vaca-Guzman, ex-ministro de Bolivia, acerca de la Repblica Argentina, y L a s E x p l o raciones del Chaco del Norte de Juan Cominges, ense11
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flan que su comandante D. Jos Zabala, para reprimir las correras de los indios Chamacocos coste por la barranca del Rio llegando Bahia Negra, desde donde emprendi la marcha al Occidente hasta caer en las tolderas de dichos indios, distante unas ochenta leguas.... Y puede observarse que esas correras por la barranca del rio hasta Bahia Negra y esas escursiones al interior, tenan por prin~ cipal objeto que los portugueses no avanzaran al Sud de Bahia Negra, al Occidente del rio Negro Otuquis, y pudieran levantar algn nuevo fuerte, como Coimbra y Alburquerque. Y se puede tambin observar que fueron esas correras de las fuerzas del Paraguay hasta Bahia Negra y de all al interior del Chaco hasta ochenta leguas de distancia, las que salvaron esa rejion de nuevas usurpaciones portuguesas. E s t o lo iremos viendo medida que recorramos las constancias de la historia sobre ese fuerte imperecedero de nuestro buen derecho, que todos los historiadores, gegrafos y viajeros mencionan en sus obras, desde 1 7 9 2 , y sobre el cual ninguna de las gobernaciones que llegaron constituir Bolivia, en 1825, pretendi como suyo durante el coloniaje, ni despus hasta que surji la nota-protesta, desprovista de fundamento del Encargado de Negocios doctor Benavente de 1852, y la nota reclamacin del doctor Claudio Pinilla, de 1 8 8 8 . L a posesin que el Paraguay ha ejercido durante el coloniaje sobre ese lugar avanzado de sus dominios ha sido siempre pblica, histrica, quieta, pacfica, continuada. Y fuera de la prueba histrica, entre los restos de nuestro archivo escapado al naufragio de la guerra de 1865, existen dos notas conocidas de su comandante D. Pedro Antonio Mier, dirijidas en los meses de Junio y Agosto de 1806 al Gobernador Intendente del Paraguay Don Bernardo de Velazco, de las cuales consta que estaba subordinado su Gobierno. En efecto. L a primera, dice : i' En la actualidad me hallo comandante de esta plaza, desde el ao de 1797, y desde aqu tengo el honor de
DOCTOR
LEJA.NDRO
AUDffiERT
rendirle V . Sa. una muy grande obediencia y ofrecerle V . Sa. todas mis potencias y sentidos para que la autoridad de V . S. disponga de mi y me mande en cuanto me halle suficiente, en cuyo obedecimiento tendr la honra de dar el exacto y debido cumplimiento las rdenes que la autoridad y celo de V . Sa. se sirva cometerme. Dios guarde la importante vida aos. Borbon y Junio I I de 1 8 0 6 . Seor las co. Gobernador Intendente de V . Sa. muchos
PEDRO ANTONIO M I E R .
Don Bernardo
de
Ve-
En la otra d cuenta de haber recibido el relevo de tropas y las miniestras y dems vveres para el consumo, en estos trminos : E l dia 1 6 del presente mes lleg este puerto la balandra de D. Miguel Iturbino conduciendo la tropa que viene seri/ir sobre las armas en esta plaza y relevar la que se halla aqui empleada en el mismo servicio, como tambin trayendo las miniestras y dems vveres para el consumo de raciones de ella. Y por lo que hace al servicio segn me ordena V . S a . para que se haga con celo y vijilancia, debo decirle V . Sa. que lo verificar segn y conforme la autoridad de V . Sa. me lo manda. Dios guarde V . S. muchos aos. Borbon y Agosto 20 de 1 8 0 6 .
PEDRO ANTONIO M I E R .
Seor
Gobernador
Intendente
Don
Bernardo
de
Ve-
las co. (a) Por estas notas vern los escritores y diplomticos de Bolivia, que en la vspera de la revolucin de 1 8 1 0 , el Fuerte de Borbon estaba posedo y sostenido por el Gobierno de la Provincia del Paraguay ; pero vamos demostrarles que al operarse el movimiento revolucionario tambin (a) Vase.Anexo C. nm 23 y 24.
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estaba guarnecido por sus hijos y alimentado por su Gobierno. Cuando acaeci la revolucin de 1 8 1 0 poco despus, el Gobernador Velazco destinaba al Fuerte Borbon los partidarios de ella y especialmente los prisioneros.El General Belgrano tena conocimiento de estas circunstancias, razones por las cuales, en la ltima proposicin de las ocho que diriji el General Cabanas el 1 0 de Marzo de 1811, decia: * 8 . Que igual favor merezcan todos los prisioneros
a
que se hallan
en Borbon,
y dems
presidios,
por haber
sido de la causa de la E x m a . Junta de las Provincias del Rio de la Plata. (a) Esto prueba que al producirse la revolucin de 1 8 1 0 , el Fuerte Borbon era un presidio cargo del Gobernador del Paraguay Don Bernardo de Velazco, y continuaba bajo su jurisdiccin cuando cay su autoridad espaola, el 15 de Mayo de 1 8 1 1 , para erijirse en su reemplazo la soberana del Pueblo Paraguayo. E n la Segunda Parte veremos que los portugueses se apoderaron de l al ao siguiente, pero enseguida el Paraguay manda una espedicion que lo recobra. Siguiendo la historia se notar que nuestra posesin es continuada, quieta y pacfica, hasta que surjieron en los ltimos aos las pretensiones temerarias maliciosas de Bolivia; pero, para continuar con los actos principales de jurisdiccin del coloniaje, vamos suspender la relacin de los hechos relativos al Fuerte de Borbon, para recordar dos sucesos importantes realizados en las postrimeras de la dependencia colonial, que hacen ver con evidencia que el Paraguay posea el territorio de la ribera derecha del Rio de su nombre, desde el Bermejo hasta Bahia Negra, y algo mas, que se consideraba con derechos para reclamar con las armas en la mano Coimbra y & Alburquerque.
{a) Vase.Descripcin histrica de la antigua Provincia del Paraguay por Mariano Molas, edicin anotada por Carranza pg. 12G.
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Nos referimos las dos espediciones militares, de las cuales, la una sigui al interior por el rio Bermejo hasta alcanzar la Provincia de Salta, y la otra que yendo por el rio Paraguay march recuperar esos fuertes lugares situados al Norte de Bahia Negra, rio Negro Otuquis, donde estn actualmente los brasileros. L a primera tuvo lugar dos aos despus de la fundacin del Fuerte de Borbon; esto es, en 1 7 9 4 , y la segunda en 1 8 0 1 . L a una tenia por objeto buscar una via de comunicacin con la Intendencia de Salta, de modo establecer con ella relaciones comerciales y fu confiada al Coronel Don Jos Espinla, por el Gobernador Don Joaqun de Alz y Br. Realizse ella con xito completo, como se comprueba por varios oficios dirijidos por el V i r e y Don Nicols de Arredondo dicho Gobernador Intendente del Paraguay. Uno de ellos, (Anexo n. 38) dice: Por oficio de V . S a . de 23 de Agosto ltimo y copia que acompaa del que recibi del comandante de armas de Salta, quedo enterado de la llegada, que verific los 25 dias la espedicion
de abrir
comunicacin
Seor Intendente
Gobernador
Arredondo. (a).
(a) Vase ademas Anexo C n 37, 39 y 40 En el Apndice de los documentos presentados por el Ministro del Paraguay, en el arbitramento con la Repblica Argentina en la Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de esta, de 1879. El Anexo C n 37 dice: Por carta de V. S. de 14 de Julio ltimo, N 23, quedo impuesto de que la espedicion dirijida Salta habia llegado los doce dias de camino al Monte Grande, poco distante del Fuerte d-.l Rio del Valle, sin tener desgracia alguna ni oposicin de los indios del trnsito. Dios guarde V. S. muchos aos.Buenos Aires, 18 de Agosto de 1794. Seor Gobernador Intendente del Paraguay. > El Anexo C. n 39, dice: Con oficio de V. S. de 10 de Setiembre ltimo he recibido la propuesta de grados que ha hecho
NICOLS D E ARREDONDO.
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1 8 0 1 , contra Coimbra y Alburquerque, por en el Gobernador bergantines Intendente Don dos de guerra y dos
goletas transportes con mal xito, como puede verse en la Memoria militar de la Provincia de Matto-Grosso, publicado en el Comercio del Plata, del 1 7 y 18 de Agosto de Independiente (a). 1848 y reproducido en E l Paraguayo E l hecho significa que portuguesas, en provincia de su primeros tiempos 1 8 0 1 , lo mando, del
Lzaro de Rivera al tratar de recuperar esas usurpaciones pertenecan, desde los y conquista del R i o
descubrimiento
favor de varios individuos que se distinguieron por sus servicios en la espedicion destinada abrir por el Chaco la comunicacin directa entre esa Provincia y la de Salta; y considerndolos acreedores ellos por el mrito que han contrado en esta importante empresa y de que hace V. S. relacin, lo dirijo todo S. M. con la correspondiente recomendacin por la fragata correo, prximo salir de Montevideo. Entretanto que llega la Real resolucin, quedo pronto eil dar los mismos interesados, si la solicitasen, una prueba de lo grato que me son dichos servicios, confirindoles los respectivos grados para que los propone V. S., excepto el de Coronel de Milicias, por tener S. M. resuelto que no se d tal distincin por este Superior Gobierno, sino en un caso muy particular y en que sea de inconveniente la demora Dios guarde V. S. muchos aos.Buenos Aires, 18 de Octubre de 1794. Seor Gobernador Intendente del Paraguay.) El Anexo C n 40, dice: < He recibido la carta de V. S. de 10 de Setiembre ltimo en que me avisa el regreso de la expedicin que despach la apertura del camino de Salta, y haber conducido ah muchos Caciques Vuelas y Tobas para tratar con ellos lo correspondiente esta empresa: y quedo enterado de haberse logrado esta, sin gravamen de la Real hacienda, ni auxilios de aquella Provincia, esperando que. desembarazado V. S. de sus actuales preferentes atenciones, me envi el informe que ofrece sobre el modo de facilitar la comunicacin en lo sucesivo. Dios guarde V. S. muchos aos.Buenos Aires, 17 de Octubre de 1794' Seor Gobernador Intendente del Paraguay.) (a) Vase 2 edicin tomo 2 pg. 291 292L. SchneiderA Guerra da Triple Allianza contra gobern da Repblica do P a raguay, tomo I pag 110^ereira PintoApontamentos para o Direito Internacional, tomo 3 , pg. 439CastelnauHistoire de voyage, pg. 403.
a o o o
NICOLS D E ARREDONDO
N I C O L S D E ARREDONDO.
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DOCTOR ALEJANDRO
ADDD3ERT
de la Plata, salvo que los escritores y diplomticos de Bolivia pretendan y demuestren que dicho gobernador procedi por cuenta de Chiquitos, Santa Cruz de la Sierra Cochabamba, L a Plata alguna otra de las gobernaciones provincias que llegaron constituirla en 1 8 2 5 . Pero seguramente no lo pretendern, porque, como hemos visto, ninguna de ellas ha tenido sus linderos sobre el Rio Paraguay, en esa parte. Por otro lado preguntaramos los escritores y diplomticos, que sostienen los derechos de Bolivia al Sud de Bahia Negra hasta el Pilcomayo que desemboca frente Lambar. Chiquitos, Cochabamba, L a Plata, alguno de los otros elementos componentes de Bolivia, se sinti herido en su derecho, cuando los portugueses se establecieron en Coimbra y Alburquerque? Alguno de ellos hizo algo por recuperarlos? Entendemos que ninguno de ellos protest siquiera. En cambio la historia ensea que el Paraguay se sinti ofendido en su dominio. Por ello dio del hecho aviso al Virey, protest por intermedio de Martin Boneo, construy el Fuerte Borbon y llev la espedicion militar de 1801 destinada recuperarlos. E s pues dado decir ante los antecedentes histricos, que Bolivia, solo al travs de muchos trastornos y estravos, nicamente olvidando el pasado y el derecho que ha presidido la formacin de los Estados Americanos del mismo orjen, ha podido hacer una cuestin al Paraguay, sobre el territorio de la ribera derecha del Rio de su nombre, pues sus ttulos emanados de los soberanos espaoles, desde los primeros tiempos del des cubrimiento y conquista del Rio de la Plata, sus reducciones, sus luchas y sacrificios de todo gnero, no interrumpidos desconocidos durante el coloniaje y durante mas de cincuenta aos de independencia, que hacen un total de mas de tres siglos de posesin histrica, quieta, pacfica y continuada, le dan un derecho incontrovertible sobre dicho territorio.
CAPTULO
Limites
XVIII
del Paraguay con las Intendencias de Salta y Buenos Aires Modificaciones de los limites con esta sobre el, territorio de MisionesReincorporacin al Paraguay de los trece pueblos del Paran, por la Real Ordenanza de IntendentesNota del Gobernador Don Pedro Mel de Portugal al VireyResolucin de esteMemoria de Gonzalo de DoblasCdula Real del 1J de Mayo de 180$La Provincia de MisionesReunin de esta al Gobierno del ParaguayOficio del Virey Sobremonte al Gobernador de Misiones Don Bernardo de VelazcoActa de la toma de posesin del Gobierno del Paraguay, con reunin de los treinta pueblos de MisionesObjeto de la reunin de ambos gobiernosDificultades para la defensa de los pueblos del UruguayNombramiento de Comandante General de armas en Misiones La Rosa-Diverjencias de este con VelazcoQueja de este al Virey CisnerosNombramiento de Toms Rocamora como Segundo de VelazcoNota del Virey esteExamen de ellaRespuesta < el Gobernador Velazco al Virey-Ella no importa la abdicacin sobre el gobierno de los treinta pueblos de MisionesRazones Velazco nombra Teniente-gobernador de Misiones Fulgencio YegrosRevolucin del 14 de Mayo de 1811Jurisdiccin ejercida por los (.Consocios > y por la Junta Gubernativa de a AsuncinObservaciones.
V a m o s ver en este captulo el estado en que hallbanse los lmites de la antigua gobernacin de la Asuncin del Paraguay en sus relaciones con Salta y Buenos Aires, al terminar el perodo del coloniaje. Desde luego puede observarse que sobre el territorio del Chaco situado al Norte del R i o Bermejo, ellos siguieron sin alteracin alguna hasta 1 8 1 0 y 1 8 1 1 . E l Ipit es el lmite natural histrico entre estas gobernaciones y aquella. E n cuanto al litigio sobre el terreno de las Lomas de Pedro Gonzlez fuerte de Curupayty, nada tenemos
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DOCTOR
ALEJANDRO
AUDIBERT
que agregar lo espuesto en el captulo X V I . Y por lo que toca al territorio de Misiones del Paragu y del Uru-, guay, hemos visto sus diversas modificaciones. Dividase primitivamente el gobierno y Obispado del Paraguay, del gobierno y Obispado de Buenos Aires por las vertientes de las aguas al Paran y al Uruguay. De los treinta pueblos de indios guarans y tapes, trece pertenecan al Paraguay y diez y siete al Rio de la Plata; pero por cdula de 1 7 2 6 , aquellos pasaron la jurisdiccin temporal de este, consecuencia de los disturbios de los comuneros con los jesutas. Mas los obispados conservaron sus antiguos lmites. En este estado sobrevino la Real Ordenanza de Intendentes de 1 7 8 2 , y el Gobernador Intendente don Pedro Mel de Portugal, obtuvo los trece pueblos del Paran, que pertenecan al obispado del Paraguay; y por consiguiente, su Intendencia. En prueba de esta afirmacin puede tenerse presente la nota del Gobernador Intendente Don Pedro Mel de Portugal de fecha 1 3 de Abril de 1 7 8 4 , dirigido al Virey, Marqus de Loreto, que dice: < Exelentisimo Seor: Muy seor mi: E l E x m o . Seor don Juan Jos Vertiz, intecesor de Vuestra Exelencia en 2 9 de Noviembre del ao prximo pasado; remitindome la nueva real ordenanza para el establecimiento instruccin de intendentes de ejrcito, y provincia de este Vireynato me previno entre otras cosas, con arreglo al articulo 9 de la misma Orde nanza, que en los pueblos de indios donde hubiese habido teniente de gobernador correjidor, nombrase subdelegados para el rjimen, y buen gobierno de ellos, 16 que practiqu dndole parte, y de sus resultas, me ordena el mismo, con fecha 1 6 de Febrero ltimo, que pase sus manos con la posible brevedad, una noticia circunstanciada de los pueblos que segn el nuevo mtodo de Gobierno, se hallen bajo del mando de este Gobierno, intendencia, con espresion de la distancia que estn de
LOS LMITES
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA D E L PARAGUAY
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su capital, y qu jurisdiccin pertenecan antes de la nueva planta, especificando los sujetos que estn encargados de su mando; y en su cumplimiento, manifiesto ; Vuestra E x e l e n c i a que los pueblos que por el nuevo establecimiento han recado en mi jurisdiccin en lo temporal, son trece, cinco correspcndientes al departamento del Rio Tevicuar que son Santa Mara de Fee, San IgnacioGuaz, Santiago, Santa Rosa, y San Cosme, el primero dista cincuenta leguas de sta ciudad, y el ltimo setenta, los de las vertientes del R i o Paran, una y otra banda son, Itapa, Jess, Trinidad, Candelaria, San IgnacioMin, Loreto, Santa Ana y el Corpus, el primero dista ochenta leguas de la capital, y noventa y siete el ltimo; todos de cinco mil varas, y son las mas distantes de ella en toda la provincia. Antes del nuevo e ;tablecimiento, y desde el ao de 1 7 4 3 , en que los Ex-Jesutas ganaron una real Cdula para extraer dichos pueblos de esta jurisdiccin en lo temporal dejndolos siempre sujetos ella por lo espiritual, pasaron la del Gobierno de Buenos Aires no obstante que los cuatro primeros del departamento de Tevicuari, dispuso S. M. quedasen por la de esta provincia lo que no se verific; y en la estincion de los dichos Ex-Jesuitas se estableci el nuevo Gobierno de Misiones, nombrando tenientes en los diferentes departamentos de los espresados pueblos: y por el nuevo establecimiento de la dicha real ordenanza, este Gobierno c intendencia comprende bajo su jurisdiccin todo el terreno que abraza el Obispado, por cuyo motivo se han agregado dichos trece pueblos ella. Los sujetos encargados del mando en estos pueblos anteriormente la nueva planta era el Gobernador de Misiones, y sus tenientes: en e l nuevo mtodo pas oficio al espresado Gobernador nombrndole por m subdelegado en las causas de polica y Real Hacienda en todos ellos, exepcion del en que reside que deber mantenerse con la de polica; y que me propusiese para subdelegados de los dems departamentos, sujetos de su satisfaccin para
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despacharles sus nombramientos, lo que participo Vuestra E x e l e n c i a en cumplimiento de lo que se me ordena: pero en este estado, he sabido estrajudicialmente, que el Gobernador interino en Misiones D . Francisco Fiera, habia mandado reponer los tenientes que yo mande cesar en las dichas dos causas, obedeciendo la primer superior orden; y que estn entendiendo en toma de cuentas, y otros asuntos pertenecientes dichas dos causas; la que igualmente pongo en noticia de Vuestra Exelencia fin de que se sirva decirme decisivamente en qu trminos ha de ser el mando de este Gobierno intendencia en aquellos pueblos declarar en todos sus puntos la jurisdiccin, efecto de evitar las competencias que puedan subsitarse. Nuestro Seor guarde Vuestra Exelencia muchos aos como deseo.Asuncin 13 de Abril de 1784. Exelentsimo Seor: B. L. M. de Vuestra Exelencia, su mas atento seguro servidor.
PEDRO MEL CIE PORTUGAL.
Exelentsimo
Seor
]'irey Marques
de L o reto.
(a).
En virtud de esta peticin el Virrey de Buenos Aires Marqus de Loreto, por oficio del 1 4 de Julio de 1 7 8 4 , comunic estas textuales palabras: Ahora conforme ello y consiguiente mi resolucin de este dia, he pasado en su fecha al Seor Intendente General Gobernador de esta Provincia ( d e Buenos A i r e s ) mi oficio de quedar su cuidado, los diez y siete pueblos que corresponden su distrito, y V . S. lo ejecuto por los trece restantes, sin que por esto quede yo menos pronto ocurrir con los auxilios y superiores providencias, en lo preciso, dejando pasados los avisos que corresponden los pueblos, al protector de Naturales y al Administrador de sus bienes. De esta manera los trece pueblos de Misiones del R i o Paran volvieron al dominio del Gobierno temporal del Paraguay.
(a) Vase Trelles Cuestin de lmites entre la Repblica Argentina y el ParaguayApndiceDocumento n. 55.
LOS LMITKS
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA
D E L PARAGUAY
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E l hecho se encuentra ademas atestiguado por la Memoria histrica, geogrfica, poltica y econmica de Gonzalo de Doblas, teniente Gobernador del departamento de la Concepcin. E n la pg. 3 7 , d i c e : A mediados del ao de 1 7 8 1 , me encargu del mando de este departamento, que se compona de ocho pueblos, incluso el de Nuestra Seora de la Candelaria, que ahora se ha separado por
pertenecer
al Obispado
del Paraguay,
y por
consiguien-
te su gobierno Intendencia; quedndome ahora los de San Carlos, San Jos, Apstoles, Concepcin, Santos Mrtires, Santa Maria la Mayor y San Francisco Xavier. : Y en la pg. 52, espone: Por el mes de Octubre del ao prximo pasado de 1784, al tiempo que el limo. Sr. Dr F r a y Luis de Velazco, Obispo de esa Ciudad del Paraguay, visitaba los pueblos de su Dicesis, estando en el de Corpus, bajaron los indios Guanas cristianos confirmarse en aquel pueblo. Y en la pg. 56", agrega : En tiempo de los jesutas habia en cada uno de estos pueblos un cura que presentaba el Gobernador de Buenos Aires, como Vice-patrono de los treinta pueblos: al que daba la colacin y cannica institucin el Obispo de Buenos Aires los de los diez y siete pueblos del Uruguay y el del
Paraguay
Paran.(a)
En este estado, por Cdula Real dada en Aranjuez el 17 de Mayo de 1803, el R e y de Espaa desmembr de la jurisdiccin del Paraguay esos trece pueblos del Paran y de la de Buenos Aires los diez y siete del Uruguay, para constituir de los treinta pueblos de indios Guarans y tapes la Provincia de Misiones, gobernada con total inde-
pendencia
de los Gobiernos
de Buenos
Aires
y del
Pa
raguay, como se lee en la citada Cdula Real, que entre: otras cosas d i c e : cuyo fin he venido en conferir el Gobierno militar y poltico que he tenido bien crear este ao al Teniente Coronel Don Bernardo de Velazco, para que tenga el mando de los treinta Pueblos de Misiones
(a) Vase.Coleccin de obras y documentos sobre las Provincias del Rio de la Plata, por Pedro de Angelis tomo 3.
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DOCTOR ALEJANDRO
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Guarans y tapes, con total independencia de los gobiernos del Paraguay. y Btienos Aires, bajo los cuales se hallan divididos en el dia, por ser tan importante la
creacin de un gobierno en aquel paraje. . . . etc., (a) de
(a) La Gaceta nm. 6772 transcribe la Cdula Real de 1803 en los siguientes'trminos: El Rey Virey, Gobernador y Capitn General de las Provincias del Rio de la Plata y Presidente de mi Real Audiencia de Buenos AiresA consulta de mi Supremo Consejo de las Indias de 27 de Abril de 1778, me serv aprobar con la calidad de por ahora las ordenanzas instrucciones formadas por el Capitn General de esas Provincias para el sucesivo Gobierno de los treinta pueblos de Indios Guarans y Tapes, situados en las riberas de los rios Paran y Uruguay, con las adiciones y prevenciones que me propuso el referido mi Consejo en vista de los expedientes que se le habian pasado del extraordinario, siendo una de ellas, que el Gobierno diese cuenta de los efectos que produgese, sin que desde entonces se hubiese recibido noticia de las resultas hasta que en 25 de Febrero de 1795 el Superintendente de la extinguida direccin de temporalidades expres que en el espacio de 12 aos nicamente se habia expedido una sola providencia circular en 31 de Enero de 84, dirigida al Virrey y al Superintendente y reverendos Obispos de Buenos Aires y Paraguay, para que informasen individualmente del Gobierno espiritual y temporal de las Misiones que estuvieron cargo de los regulares de la Compaa - No habiendo llegado el caso de que se evacuasen dichos informes, me serv resolver, que el mencionado mi Consejo me consultase lo que se le ofreca y pareciera teniendo presente los antecedentes que existian en l acerca del Gobierno espiritual y temporal de los referidos pueblos y cual sea el que mas le convengaDe las cartas informes que se han tenido presentes del Virrey que fu de esas Provincias Marqus de Aviles, Superintendente D. Francisco de Paula Saenz, Reverendo Obispo del Paraguay, su Cabildo y el Administrador General D. Manuel Cayetano Pacheco resulta que el funesto Gobierno de comunidad con que se han dirijido hasta ahora dichos pueblos, es el mas ruinoso para ellos y que subsistiendo jamas tendran conocido adelantamientoEl mencionado Virrey evacuando el informe que le estaba pedido en su carta de ocho de Marzo de 1800, despus de proponer los medios convenientes que le parecieron corresponder la natural constitucin civil de aquellos naturales propuso, se les diese libertad como los Espaoles restituyndoles sus propiedades individuales, la patria potestad, y que viviesen con la seguridad establecida por las leves gobernndose segn ellas y Observndose las Ordenanzas del Per en lo que sean adaptables, y las del Capitn General Bucarali, en lo que convenga las crticas circunstancias de pasar de un estado inorante y rudo, otro ilustrado y libre, extinguindose las encomiendas del Paraguay y de los pueblos Mitayos de las Misiones del Paran y Uruguay, habindose resuelto dicho mi Virrey en consecuencia de mi Real orden de 30 de Noviembre de 98, dar libertad 300 padres de familias, quienes se adjudicaron tierras y ganados, con la nica moderada carga de un peso que habia tiempo se les seal, con cuya providencia esperaba lograr
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cuyo gobierno se hizo cargo Don Bernardo mismo ao. As fue como el Paraguay volvi tener sobre el R i o Tevicuary, en el orden de civil temporal, y en la parte d? dicho rio ban los linderos del territorio de Misiones;
avivar la energa de espritu de los dems; y en efecto continuando las noticias que comunic dicho Virrey en su carta referida de 8 de Marzo de 1800, expuso, era inexplicable el jbilo de aquellos pueblos por la libertad que dio 300 padres de familias, por auto de 18 de Febrero de dicho ao, segn se lo haban informado los Curas y Cabildo, habindose dedicado reedificar sus habitaciones, al abono de sus terrenos particulares y dernas ejercicios de agricultura industria; hallndose ya en posesin de la libertad de los trabajos de comunidad y dems derechos de que haban carecido aquell >s indios, G,2l2 de ambos sexos, v de todas edades, viv.endo con sus respectivas familias, y concluy expresando las varias providencias que habia tomado para llevar adelante el sistema de libertad de los referidos pueblosVisto en el espresado mi Consejo con lo infirmado con la Contaduria General y lo que expuso mi Fiscal y consultndome sobre ello en 23 de Noviembre del ao ltimo, he venido en mandar, se reduzcan dichos pueblos al nuevo sistema de libertad de los Indios Guarans, propuesto y principiado ejecutar con buen suceso por mi Virrey que fu de esas Provincias Marqus de Aviles y para que aquel se verifique con las ventajas que son c msiguentes, he credo muy hajo de un solo Gobierno
en mandar se incorporen inmadiatameu e mi Real Cor,na, cuantas encomiendas subsistan en el Paraguay, contra mis reales cdulas ejecutadas, ya en la mayor parte de mis dominios de Amrica sin admitir los detentles, recurso que embaraze su efectiva reversin por no poder asistirles motivo justo para ello; entendindose esta mi soberana resolucin los antiguos Mitayos, procurando persuadir con suavidad los indios el pago del tributo en la parte establecida: Que todos se repartan sin escacez tierras y ganarlos de los sobrantes de otros para la subsistencia y la de sus familias, y para fomento de su agricultura industria, ademas se sealen fas competentes para propios bienes de la comunidad escluidos de esas y dems necesidades, con arreglo las leyes y ordenanzas de su poblacin sin limitarse una legua por cada viento, puesto que abunda terreno para todos, que se cuide mucho de que en sus lmites no adquieran haciendas los Espaoles, por haber acreditado la experiencia que con el tiempo se han alzado con todas la mayor
el Rio Paraguay en la parte del Partido de Pedro Gonzales separado de aquel territorio por los baados de eembrec esos esteros que empiezan al Norte desde el Tevicuary y v hasta el rio Y a b e b i r y para desaguar al P a r a n . Se trata de una zona bien demircada por la naturaleza del suelo. Mas poco despus de haber
parte de las de los Indios y mando se prohiba estos vender las que se les repartan, para que perseveren como vinculadas en sus familias, y se apliquen tenerlas cultivadas y pobladas de ganados: que en todos los pueblos se establezca escuela de idioma Castellano, situando el salario de los Maestros sobre los propios bienes de Comunidad con prohibicin absoluta de recibir intereses, gratificacin ni alcabala en frutos ni especies, para que ninguno se retraiga de asistir de enviar los que de l dependan, cuidando de poner esta enseanza tan cristiana en lo esencial, civil y poltica, cargo de personas de instruccin, probidad y conducta, por el influjo grande que pueda tener en los discpulos por su tierna edad, que con igual esmero se provean los curatos de dichos pueblos en sugetos de conocida suficiencia, virtud y dems buenas prendas, con la carga de mantener los vicarios necesarios la buena administracin espiritual de todos los fie es de su distrito, asignando vos con acuerdo de los prelados de Buenos Aires y Paraguay el snodo competente para su honesta sustentacin sobre el ramu de tributos, dndoles entender que el mrito y servicios que contraigan, sern atendidos y recompensados con su promocin otros beneficios mas apreciables sin esclusion de prebendas y dignidades de las Iglesias Catedrales, procurando proveer siempre estos curatos en pers as de lejtimo nacimiento, educacin, instruccin correspondiente, y ltimamente he venido en aprobar las providencias del citado mi Virrey Marqus de Aviles y en haceros el mas estrecho encargo, de que hasta que se logre el total arreglo y nuevo plan de Gobierno de dichos pueblos deis cuenta anualmente de su estado y progresos, proponiendo cuanto creis propsito para su adelantamiento y perfeccin. Todo lo cual os participo para que como os lo mando, tenga su puntual cumplimiento la referida mi real resolucin que comunicareis los Gobernadores del Paraguay, y el de los citados pueblos y dems quienes corresponda por ser as mi v o l u n t a d Fecho en Aranjuez diez y siete de Mayo de mil ochocientos tres Yo el ReyPor mandado del Rey Nuestro Seor - Silvestre C o l l a r Hay tres rbricasAl Virrey de Buenos Aires sobre lo resuelto acerca del arreglo y nuevo plan de Gobierno de los Indios Guarans y TapesBuenos Aires, 8 de Enero de 1804Gurdese, cmplase y ejectese lo que S. M. manda en la precendente Real Cdula que obedezco con el respeto debido y fin de librar las providencias oportunas y convenientes su ejecucin, agregese sus antecedentes respectivos y vista al Sr. Fiscal, protector general de naturales. > Munuel R Trelles. tambin pblica esta Cdula Real en el Apndice la cuestin de limites entre la Repblica Argentina 3' el ParaguayDocumento m'im. 69 pg. 265 269.
Joaqun del Pino - Manuel GallegoJuan de \Imagro. >
LOS
D E L PARAGUAY
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sido creada la Provincia de Misiones, la Junta de Fortifica-, ciones y Defensa de Indias, en el plan de la defensa de las Misiones Guarans, espuesto en el informe del 12 de Setiembre de 1805, indicbase la conveniencia de que se reuniese, por ahora, los dos Gobiernos del Paraguay y Misiones, pues de este modo se pondra en planta bien y uniformemente el nuevo sistema relativo las defensas de dichas Provincias. L a misma Junta, en el informe del 18 de Setiembre del mismo ao agregaba: Tambin insiste la Junta en hacer presente V . M. conviene por ahora, reunir el Gobierno de los treinta pueblos de Misiones Guarans al del Paraguay, poniendo su cabeza al Coronel Don Bernardo de Velazco, no solo por las razones espuestas V . M. en su anterior consulta, sino tambin porque el Gobernador del Paraguay es difcil ponga en practica la absolucin de encomiendas de indios, tantas veces mandada por V . M. y ltimamente determinada en 17 de Mayo de 1803, sin que nunca haya tenido efecto. En virtud de estas indicaciones de Setiembre de 1 8 0 5 , s reunieron por Orden Real ambos Gobiet nos en uno y se nombr al Coronel Don Bernardo de V e l a z c o para Gobernador Intendente y poltico militar del Paraguay y Misiones. Con tal motivo, el Virrey Marqus de Sobremonte, comunic este por oacio dado en Buenos Aires, con fecha 24 de Marzo de 1806, que por Real Orden de S . M. era nombrado Gobernador Militar y poltico Intendente de la Provincia del Paraguay con agregacin de los treinta pueblos de las Miones de Indios Guarans y Tapes del Uruguay y Paran etc. A consecuencia de la resolucin del Soberano y de esta com.micacioa del Virey Don Bernardo de Velazco pas la Asuncin y se recibi del Gobierno del Paraguay, c o m lo anota el Escribano de Gobierno y Cabildo continuacin del mismo oficio orijinal, diciendo: Certifico, doy f y verdadero testimonio que el Seor Don Bernardo de V e lazco ha sido recibido y puesto en posesin del empleo de
DOCTOR
ALEJANDRO
AUDD3ERT
Gobernador Intendente de esta Provincia, con reunin* de los Pueblos de Misiones y prest el juramento de estilo en el Ayuntamiento, y de su mandato doy el presente, en en la Asuncin 5 de Mayo de i8o5. [a)
(a) Manuel Ricardo Trelles, en la Cuestin de lmites entre la Repblica Argentina y el ParaguayApndiceDocumentos nm. 70, pblica el oficio del Virrey, en os siguientes trminos : < : El Seor D. Pedro de Cevallos con fecha 12 de Setiembre ltimo, me dice lo siguiente: Exmo. S e o r : L a Junta de fortificacin y defensa de Indias en consulta de 11 de Julio ltimo, ha hecho presente al Rey lo que sigue : Seor: La Junta consultiva de fortificacin y defensa de Indias ha examinado con la mayor atencin el espediente dirijido vuestro generalsimo en 1 5 de Febrero de 1 8 0 4 , en que el Gobernador intendente del Paraguay espone L.s dificultades ocurridas para el alistamiento de los cuerpos de milicias ordenadas en el Reglamento de 14 de Enero de 1801 por el nmero considerable de individuos que han verificado contrata con aquella Real Renta del Tabaco estimulados de las exempciones concedidas por el Director de este ramo en Buenos Aires lo cual ha sido autorizado por aquel Virrey manifestando se sigan de esto graves perjuicios la misma Renta, como as mismo representa el deplorable estado de la decadencia en que se hallan los citados cuerpos de milicias y la Junta hace presente V . M. que del contenido de la representacin de dicho Gobernador se deduce ser una cuestin que sigue con el Director de Tabacos del Vireynato de Buenos Aires, el cual conociendo que espiraba su Renta, porque el Paraguay no le proporcionaba bastante tabaco que comprar para surtir los estanquillos del Vireynato, puso en prctica con aprobacin de aquel Virrey, lo que en igual caso se hacia en otras partes de la Amrica ; esto es, contratar con una porcin de particulares que obligasen vender la Renta 2 5 arrobas lo menos cada uno libertndolos del servicio militar y de toda otra carga pblica, fin de estimularlos el efecto. El Gobernador Intendente espone como perjudicial se haga esta innovacin, exijiendo que segn anteriormente se practicaba, compre la Renta de tabacos todo el de buena calidad que voluntariamente quieran cultivar los habitantes de aquella Provincia, esponiendo no solo los fraudes y abusos que ha introducido el sistema de las contratas, sino tambin que por ellas quedan totalmente exeptos 1 6 8 3 individuos que los han practicado y ademas sus hijos, capataces y jornaleros por lo cual no queda suficiente jente para las cargas pblicas y poder espuesta, tanto urjente necesidad de atender la defensa de aquella Provi icia. La
B baros. Deseando tener la Junta ua instruccin imparcisT del sistema de Gobierno militar y poltico de aquella Provincia, como as mismo de la clase de contratas que la Real Renta de Tabacos prctica en ellasy las consecuencias que de su rjimen se siguen, ha oido de palabra y por escrito D Flix Azara y D. Miguel Lastarria, el primero vocal de esta Junta que ha vivido muchas aos en el teatro de la disputa, y sus conocimientos en el particular son estensos ; y el segundo es un sujeto de instruccin y talento que ha tenido mucha oportunidad, aplicacin y deseos de instruirse en este y los dems asuntos del Vireynato de Buenos Aires, en cuyo con-
defender la Provincia de los riesgos que est por parte de los Portugueses como de los indios
LOS LMITES D E L
ANTIGUA PROVINCIA
DEL PARAGUAY
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Por otra parte, el acta de t o a n de posesin del mando de esta fecha, estendido ante el Escribano y Notario de
cepto despus de serias reflecciones ha acordado esponer V. M. lo siguiente : L a Real Renta de Tabacos de aquel Vireynato en el pi en que se halla, parece dudoso pueda ser til al Erario ; sin embargo, si se juzga conveniente sostenerla, cree la Junta no se podr conseguir del modo que opina el Gobernador, pues ya la esperiencia ha hecho ver es muy insuficiente : en este concepto es de opinin subsista el sistema de los contratos y esenciones, establecido por el Director pero que se procure esterminar los abusos que encierran 3' reducirlas al menor nmero posible, fin de disminuir la ociosidad que envuelven y perjudican lo menos que sea dable a la causa pblica y militar. Con el objeto de conseguir estas miras, la Junta es de parecer, que las contratas para el surtimiento ile tabacos no deben hacerse por el Director, como en la ac.ualidad se verifica y menos por su factor, ya sea propietario interino, sino por el mismo Gobernador Intendente del Paraguay pues es el nico que puede hacerlas menos arbitrarias y purgarlas de los vicios que tienen siendo igualmente el principal interesado en que su nmero no sea exesivo, por no verse privado djente y tropa de que poder disponer, el nico que pueda hacerlas cumplir y el que solo puede segn el actual sistema de la Provincia hacer que exista dicha Renta: tambin es nico interesado en no disminuir demasiado el nmero de las contratas, porque le reconvendra la Renta por falta de surtimiento de tabacos. A fin de que todo vaya mejor, cree la Junta que el Gobernador deber anticipadamente pasar el factor puntualmente noticia del nmero de contratas y del de arrobas estipulado en cada uno, no solo para que la Renta se certifique de que se contrat el tabaco necesario, si tambin para que sus visitadores vean todas las siembras y planteaciones de los contratantes para evitar los fraudes que estos quieran hacer, y tambin para auxiliarlos como es preciso por los adelantamientos que puedan necesitar, encargndose el Gobernador que en los libros de la factora de tabacos, donde consta el que en cada ao ha comprado la Renta, se certifique el que verdaderamente se necesita; por el que el Director y su factor interino han hecho contrata con 1683 personas 25 arrobas cada una, que deberan beneficiar cuarenta y dos mil setenta y cinco arrobas, cuando tiene la Junta informes de que con la mitad quedar surtida la Renta Asi mismo convendr que el Gobernador disponga, imitando al que procedi su antecesor, que sus pueblos de indios contraten, cultiven y beneficien tabaco, segn sus fuerzas, lo cual podr producir como 6,000 arrobas sin perjuicio del servicio militar, pues no le prestan tales indios, resultando estos mas cuenta en ello que no ocuparse en otros ramos La Junta conoce que este arbitrio solo ser practicable mientras subsista en dichos pueblos el sistema de Gobierno en comunidad que V. M tiene mandado abolir, pero cuando as se verifique ser fcil disponer paguen su tributo en tabaco. El Gobernador deber formar juicio de si para estimular el cultivo del tabaco bastar (como se persuade la Junta) eximir los contratantes del servicio militar para verificarlo as, dejndoles las dems cargas pblicas, quedando de su cuidado la buena distribucin de los contratos por sus diferentes pagos partidos; as mismo cuidar que no se admitan contratas de los que no sean agricultores que estas de veinte y cinco arrobas solo con los pobres, pero que los de
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDBERT
Benitez,
contiene
los sujetos de conveniencia sea de mayor cantidad segn sus proporciones y finalmente que el mismo deba exijir el cumplimiento de los contratos, castigando y sacando multas proporcionadas ios contrabentores, y no permitiendo haya en la Asuncin mas que un tercenista: estos son los principales fraudes y abusos de que se queja el Gobernador y cuyo remedio es preciso dejar en su mano, puesto que el surtimiento de tabaco tambin descanza sobre su responsabilidad. La Junta juzga que lo ya expuesto es lo nico que puede determinarse en la actualidad, tanto para conciliar en lo que es da ble la controversia de est espediente, corno para sostener la Real Renta de Tabacos en aquel Vire3'nato sin embargo, no por eso asegura que las indicadas providencias bastarn para proporcionar la citada Renta la compra y surtimiento de tabacos que necesita, pues se haya informado que IA situacin actual de esta Renta, no puede pagarlos mayor precio y que casi todos los vecinos del Paraguay les tiene mayor cuenta ocuparse en cualquier otra cosa que en el cultivo de semejante planta. Sabe tambin la Junta no puede existir la Renta de Tabacos sin que eficazmente lo apoye el Gobernador, y como v que este est en oposicin con ella, prev nuevas disputas que arruinarn dicha R;nta y sern interminables sus recursos En esta atencin, ya que el Gobernador es opuestsimo que se destruya el tirnico Gobierno en comunidad de los pueblos de indios, segn V. M. lo tiene anteriormente mandado ; hace la Junta presente convendr si V. M lo tiene bien, mudar de dicho destino aquel Gobernador, que parece haber cumplido ya doble tiempo del qu..suelen durar los de Amrica, que se agrega que ocupndose lu que absolutamente lo necesita difcilmente se puede esperar lo verifique y ponga en planta dicho Gobernador, siendo tambin obstculo para esta idea su corta graduacin, lo cual solo es de Teniente con
grado de Capitn; y como el plan citado mente la defens i de las Misiones Guarans debe abr 'zar que estn Junta en meditar un nuevo plan militar para aquella Provincia,
espone V .Vi. la Junti, convendra mucho que el Coronel D. Bernardo de Velasco, Gobernador de estas Misiones y sujeto que posee ventajosamente la honradez y talentos que se necesitan, re-
necesariainmediatas,
na en si por ahora los dos Gobiernos del Paraguay y Misiones, pues de este modo se pondr en planta bien y uniformemente el nuevo sistema relativo las defensas de dichas Provincias y se ven) cumplida le voluntad de V. Vi de dar libertad los infelices indios
repartidos en ellas A mas de lo espuesto, ha parecido la Junta conveniente representar V. M. que existe en el Paraguay un establecimiento con el ttulo de ramo de Guerra, cuyos fondos son de alguna consideracin, y penden del arbitrio de aquel Gobernador, sin noticia del Virrey ni de los Reales Tribunales, en cuya atencin opina convendra se administrasen desde luego como los dems ramos de Real Hacienda por los Ministros ole ella ; llevando cuenta separada y conservando su caudal en depsito, porque la Junta no podr menos de contar con l cuando trate de la defensa del pais. Vista esta consulta por el Sr. Generalsimo, ha decretado estar arreglada y puede pasarse por si los fondos de que es responsable el Gobernador pasan intervencin de la Real Hacienda puede considerarse todo como inexistenteAsi mismo ha espuesto en consulta
LOS LMITES
D E L A ANTIGUA
PROVINCIA
DEL PARAGUAY
.'i/il
del 18 del mismo lo que sigue. Seor La Junta consultiva de fortificaciones y defensa de Indias evacu en 11 del corriente su consulta V. M, sobre la representacin hecha por el Gobernador Intendente del araguay, en que se queja del mtodo ltimamente entablado en aquella Provincia para surtir de los tabacos que necesita comprar la Real Renta de ellos establecida en el Vireynato de Buenos Aires, exponiendo que las exepciones que con este motivo halla ni aun para cumplir las otras cargas civiles. Posteriormente ha recibido la Junta ocro igual espediente del mismo Gobernador ventilado ya en vuestro consejo de guerra y la consulta que esta hace V. M., y debiendo con este motivo volver abrir su dictamen sobre el particular, lo hace, anteponiendo algunas reflexiones que omiti en su consulta anterior, relativas la persona del citado Gobernador Intendente Este ha entablado su recurso sin noticia del Virrey de Buenos Aires, que es su Gefe inmediato y que existe en la Capital, punto preciso por donde el Gobernador lo diriji ; se queja de que los Virreyes \r hayan contestado en tres aos a las repetidas representaciones que les ha hecho sobre el particular, cuando la Junta est informada de que lo menos se les contest la que hizo en 17 de Febrero de 1801 y de que cuando el 15 de Febrero de lSOi envi V Generalsimo sus quejas contra el silencio de los Virreyes, ni habia pasado el tiempo necesario para que el Virrey hubiese podido contestar lo que habia dirijido el 18 de Enero del mismo ao. Estos antecedentes no dan la Junta la idea mas ventajosa de la sinceridad del citado Gobernador, tampoco se lo d el ver que ha entablado el mismo recurso por diferentes conductos, cuales son, V. Generalsimo, el Ministro de Guerra y el Consejo de Indias; su estilo estudiado y poco respetuoso sus gefes, indica igualmente su personalidad con ellos y con el Director de la Renta de Tabaco, haciendo presumir que no habr en todo lo que espolie aquella injenuidad que debe resplandecer en los que recurran por lev y justicia los altos Tribunales y V. M. misma. En efecto, D. Miguel Lastarria en su informe le nota que supone en un oficio del Marqus de Aviles una clusula que no contiene y que guarda silencio sobre el resto del oficio que era una dilecta respuesta lo qu le habia representado y que ahora dice que no se le contest. Los Fiscales de Vuestro Consejo de Guerra despus de notar el que no hablan con el espediente el Virrey ni la Direccin del Tabaco, como debia ser para resolver con acierto, proponen los medios fin de terminar el asunto; el primero es que nterin se oye al Virrey y a dicha Direccin vuelva la Real Renta surtirse de tabacos segn lo propone el Gobernador Intendente por el mtodo de que se surti en sus primeros aos y por s este mtodo no fuese practicable, proponen el segundo, que es de surtir de tabacos la renta por el medio de los contratos establecido ltimamente y tan impugnado por el citado Gobernador, pero con la prevencin de pagarlo de los vicios que tiene Vuestro Consejo de Guerra ha adoptado en su consulta el primero de los medios propuestos por los Fiscales y lo mismo hubiera sucedido esta Junta si no hubiese tenido la oportunidad de oir de palabra y por escrito D. Feliz Azara, vocal de
se franquean, no le dej.in jente para formar sus Milicias ni para defen ler el pas contra el urjente p'il'gro en que actualmente se
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DOCTOR ALEJANDRO
AUDIBERT
5 . M. se ha dignado conferirle este Gobierno Intendencia con reunin de los treinta pueblos guarans de Misiones,
y leda que fu por m el presente Escribano, el S r . Regila Junta, y D. Miguel Lastarria ; el primero vivi muchos aos en el Paraguay y tiene conocimientos estensos del sistema militar y poltico de dicha provincia; el segunda fu justamente quien siendo Secretario del Virrey Marqus de Aviles, escribi toda la correspondencia de dicho seor con el citado Gobernador, cuyos informes acompaan esta consulta, por los cuales se manifiestan los fundamentos que han dirijido la Junta en particular. En ello se v que el servicio militar del Paraguay no es tan efectivo, ni el riesgo de aquella Provincia tan urgente, como quiere persuadir su Gobernador y que el sistema que quiere restablecer por el surtimiento de tabacos, y que por ahora adopta el Consejo, es suficiente y arrastra tras s la ruina de la Renta, segn lo ha hecho ver ya la esperiencia, pues el haber visto y tocado esta ruina dio motivo mudar de medio, entablando el ltimo sistema de las contratas La Junta despus de la esposicion precedente, repite integramente su consulta anterior, creyendo que por los medios que propone, quedar muy disminuido el inevitable perjuicio del sistema de las contratas y correjido los abusos que han introducido con tal motivo: esto es justamente el segundo espediente propuesto por los Fiscales de V ' Consejo de Guerra, aunque este no lo ha adaptado. Tambi :n insiste la Junr i
ta de hacer presente V. M convie i.e por ahora reunir el Gobierno de los treinta pueblos de Misiones Guarans al del Paraguay, poniendo su cabeza al Coronel D. Bernardo Velazco, no solo pollas razones espuestas V M. en su anterior consulta, sino tam-
bin porque el Gobernador del Paraguay es difcil ponga en prctica la absolucin de encomiendas de indios tantas veces mandado por V. M y ltimamente determinado en 17 de Mayo de 1803, sin que nunca haya tenido efecto Vista igualmente esta consulta por el Seor Generalsimo, ha decretado como parece, pesase suponiendo que si Velazco no vence estos escollos jams habr oportunidad
destruirlos Y habindose del S. G. de su real urden conformado S. M. con el modo de pensar lo digo V E para su noticia y cum-
plimiento. Lo que comunico V. S. para su cumplimiento en la parte que le corresponde, en la inteligencia de que traslado igualmente la inserta real orden al citado Sr Gobernador Intendente D. Lzaro de Rivera para que la cumpla por su parte.Dios guarde V. S. muchos aos Buenos Aires 2-1 de Marzo de 1803 - E l Marqus de Sobremonte.Seor D. Bernardo de Velazco.) c- Certifico, doy f y verdadero testimonio que el Seor D. Bernardo de Velazco ha sido recibido y puesto en posesin del empleo de G )bernador Intendente de esta Provincia, con reunin del dlos pueblos de Misiones y prest el juramento de estilo ante el AyuntamientoY de mandato doy la presente e n la Asumpcion 5 de Mayo de 1808. En testimonio de verdad Manuel Benitez, Escribano y notario pblico de S. M., Gobierno y Cabildo Tomse razn en esta Contadura General de la Real Hacienda Asumpcion 5 de Mayo de 1806Jos de Elizalde E s copiaPedro de Oscariz Josa ElizaldeEs copia del comprobante nmero 137 de la cuenta de 180S de la caja del Paraguay-Buenos Aires, Abril 13 de 1810Hay una rbrica. >
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DE
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dor que
D.
Francisco
nombre de este Ilustre cuerpo, le dio el obedecimiento, ordenando se tome continuacin prometi mismo Sr. Regidor Decano le recibi juramento segn derecho, bajo de cuyo gravamen usar bien y mente el empleo de Gobernador se ha servido nombrarlo, Intendente en que S. M.
cumpliendo y
cdulas, pragmticas sanciones espedidas, y que de nuevo se libraren, de mirar por el bien Provincia y sus vasallos, (a).
:
Velazco la real orden con la cual S. M. se ha dignado conJerir'e este Gobierno Intendencia con reunin de los re/nta pueblos guaranis de Misiones, y leda que fu p o r mi el p r e s e n -
(a) V.ispEl Paraguayo Independiente temo 1." pg. 750, 2. ' edicin. Zinny Historia de los Gobernantes del Paraguaypg. 200 y 210 El arla dice: En la Ciudad de la A'iincion del Paraguay, cinco dias del mes de Mayo de 1806. Habindose congregado en e-ta sala consistorial el S r . D Lzaro de Rivera, Gobernador Intendi uto de esta Provincia, id S r . D. Bernardo de Voln/ro acta' Gi b u Dador de las Misiones, y los S r e s . D. Bernardo do rgana Alfrez Real, , \ Alcalde de primer voto D. ,'uan Antonio Caballero de segundo voto, los Minisiros principales D. Pedro OsfwHz y D. Jos de E'izalde, D. Jos E r e v a n de Ar?n Rejidor Alguacil Mayor, Rejioores D. Francisco Vicente Gonzlez, D. Jos Ibaez Pacheco, D. Francisco de Haedn, U. Nicols Gonzlez. D. Fern--rido de la Mora, D. Juan Antonio Fernandez, y Sindico Procurado' D. Severino de Acosta: el referido S r . D. Lzaro de Rivera dijo, que el Rey, Nue.-tro Seor', se habja dignado conferir este Gobierno Intendencia con agregacin del. de Misiones al dicho S r . D. Bernardo de Velazco, y que f i a r a que desde luego tuviese lodo >u efecto lo dispuesto por S . M . , y que el citado Seor entre al uso y ejercicio del mencionado empleo, lo reconoca y daba reconocer por tal Gobernador Intendente los nominados Seores, que componen este Ilustre Ayuntamiento, y toda la Provincia, entregndole S. S. el bastn y mando, como su lejlimo y verdadero sucesor, lo que ejecut en el acto, para que todo- obedezcan su~ rdenes y disposiciones: y que sacndose copias legalizadas de e-ta diligencia, so circulen en todo el distrito de la Provincia, remitindole una a las reales cajas para la debida constancia, y otra al Exmo. S r . Vi re^ para su superior inteligencia, con i que se concluy o-t<> a c to de posesin, A r f a n d o los dichos Seores, de que doy f iguen las firmas y au'oi-izacinn de Manuel Benit-z, Escribano y notario pb'ico de S . M. Gobierno y Cabi'do. Y habiendo exhibido el S r . Gobernador Intendente D. Bernardo
te Escribano, el S r . Rejidor que hace Decano D. Francisco VicenteGonzlez nombre de este ilustre Cuerpo le dio el obedecimiento, ordenando se tome razn continuacin, y en su vist* el mismo S r . Regidor Decano le recibi juramento segn derecho, bajo de
F u reunido pues los dos Gobiernos del Paraguay y Misiones para uniformar el nuevo sistema relativo las defensas de dichas Provincias, y la vez para la libertad de los indios repartidos en encomiendas; pero el caso es que se reuni los dos gobiernos en tino sirviendo de capital la Asuncin del Paraguay. Desde esta gobernaba Don Bernardo de Velazco los treinta pueblos de Misiones del Paran y Uruguay. No se introdujo en estos ninguna alteracin en su especial organizacin y para facilitar los despachos mantuvo un secretario que atendia los asuntos relativos dichos pueblos. En cada uno de los cinco de partamentos mantuvo un sub-delegado de acuerdo con la pjctica antigua. D e esta manera la reunin de los dos gobiernos en uno no produjo ningn trastorno en el mane, jo de los negocios confiados su guarda; pero en las operaciones militares, ofreca serias dificultades el poder atender debidamente las fronteras del Uruguay, amagados constantemente por las invasiones portuguesas. E s t a circunstancia, no escap la previsin del Virey, Marqus de Sobremonte, cuando por oficio de fecha 1 2 de Abril de 1806, desde Buenos Aires, le deca V e l a z c o : Debiendo V . S. ausentarse servir el Gobierno Intendencia de la Provincia del Paraguay, en virtud de lo resuelto por su Majestad, reflexiono sobre la dificultad que
los bajo
cuyo gravamen prometi usar bien y fielmnnte e! empleo de Gobernador Intendente, que S . M. se ha servido 1 ombrarle, cumpliendo con las leyes, reales cdulas, pragmticas sanciones espedidas, y que de nuevo se libraren, de mirar por el bien, y conservacin de esta Provincia y sus vasallos etc. Siguen las firmas, y autorizacin del Escribano y Notario Pblico de S. M., Gobierno y CabildoManuel Be'tez. Este acta de posesin del Gobierno de la Asuncin, con reunin de los treinta pueblos de M'siones est publicada en El Paraguayo Independiente ( 2 . edicin tomo 1. pag. 7 5 ' ) , en el folleto titulado: Discusin de lmites territoriales y de la Independencia Nacional del Paraguay entre el Paraguayo Independiente y U Gaceta de Buenos Aires, en la c a ' t a del 25 de Octubre de 186i al Redactor de la Tribuna, por Manuel Pedro de Pea y en la Historia de los Gobernantes del Paraguay por Zinny, pg. 209.
a
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D E L PARAGUAY
335
su mando, justamente en el tiempo mas crtico de establecer su nuevo sistema de Gobierno que no debe ya dilatarse, por ser uno de los estrechos encargos de su Majestad cuyo cumplimiento insta y conviene por esto que provengo V. S. me proponga los medios que sujieran su celo y conocimiento para acudir dichos objetos, sin perjuicio de la dependencia que debe tener de V. S. por la misma Real disposicin. -. Pero poco tiempo despus de haberse recibido de la Gobernacin del Paraguay, con agregacin de los treinta pueblos de Misiones, V e l a z c o fu llamado Buenos Aires, con motivo de la defensa que se preparaba en esta Ciudad en previsin de un segundo ataque de los ingleses. Con tal motivo qued en 1807 de Gobernador interino en la Asuncin Don Manuel Gutirrez y Don Eustaquio Gianini, en 1 8 0 9 . Durante la ausencia de Velazco y ante el peligro de una invasin portuguesa, el Virey Don Santiago Liniers espidi el siguiente despacho favor del S r . Don Agustn de la Rosa : - He nombrado V d . por Comandante General de las armas en los pueblos de Misiones con motivo de la necesidad que considero en ellos de disponer y mantener tina fuerza capaz de oponerse cualquiera invasin que pudiera intentarse por los estados limtrofes de operar segn convenga en las circunstancias presentes. A este efecto pasar V d . inmediatamente situarse en el pueblo de Concepcin, llevando consigo toda la partida de Blandenguez que est sus rdenes, y continuar las mismos en aquel destino, para ocuparla segn parezca V d . conveniente. Para los departamentos de Y a pey y Candelaria he clejido tambin subordinados V d . al Capitn D. Jos Bolanoz, y al Teniente D . Juan de Urquiza, que debern encargarse, el primero del de Yapey, y el Segundo del de Candelaria, con los subalternos D. Francisco Zamudio Alfrez del rejimiento de Dragones, y el de la misma clase D . Enrique Martnez, y el Alfrez D. J o s Maria Escoba , que quedar con V d . al fin de que
1-
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DOCTOR ALEJANDRO
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LMITES
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Don Bernardo de Velazco por esta circunstancia, al volver la Asuncin le amonest por oficio de 1 9 de Octubre de 1809, y aquel le respondi en estos trminos: Voy satisfacer V d . y manifestarle las casuales porque se entiende directamente esta comandancia general con el E x m o . Seor V i r e y y no con V. S. T e n g a V . S. la bondad de enterarse de la copia que para el efecto le remito, que he estraido del despacho, que me libr el E x m o . Seor Virey D . Santiago Liniers, cuando me confiri este mando la que v sealada con el nmero primero, y por ella se orientar que en nada me previene est sujeto el Gobernador de Misiones, antes est bien manifiesto me encarga la defensa de esta Provincia, y pone mi cuidado todas l a s fuerzas militares, para lo que me dio reconocer como tal los subdelegados de ella, ordenndoles me auxiliasen en caso necesario, con todo lo que me fuere preciso, cuya orden no les fu comunicada por ese Gobierno as como, otras que para el efecto les ha hecho saber el superior. Mas adelante a g r e g a : Todo lo referido que aun pudiera decir mas, lo que omito por parecerme ser suficiente para hacer ver V . S. que si me entiendo directamente con la superioridad, no es por voluntariedad, ni por desear 110 depender de ese Gobierno, sino en obedecimiento de lo que me est mandado, y demuestran los documentos citados, los que se aade ha un ao y tres meses que sirvo esta comandancia, en cuyo tiempo solo he entendido en los asuntos del real servicio con los Seores Vireyes, sino fuera voluntad de dichos Gefes que yo siguiera aquel mtodo me hubieran prevenido que debia entenderme con V . S . ; si en ese caso y o me hubiera desentendido estaba bien que V . S. me reprenhendiera, y me diera el ttulo de insubordinado, independiente como me dice; los dos Gobiernos interinos qtcc durante la ausencia de V. S. ha habido en esa Ciudad debieran haber ocurrido al Superior Gobierno en tiempo hbil, y haber ventilado este punto luego que supieron mi arribo esta Provincia lo que hubiera oviado la dificulta
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DOCTOS ALEJANDRO
AUDD3ERT
tad qnu ahora se ofrece y que no est en mi el renunciarla. e t c . Pueblo de Concepcin 3 de Noviembre de
1809Agustn de la Rosa.i/,
Seor
Don Bernardo
de
Velasco.
L a s medidas irregulares del Virey Liniers crearon estas dificultades que originaron la siguiente nota del Gobernador Velazco : Exmo Seor: Con oficio de 1 8 de Octubre ltimo, nmero 5 7 y 92 pas V . E . copia del que en aquel mismo cuerpo correo dirijo al Capitn del Regimiento de Infantera de esa Capital residente en Misiones, D . Agustn de la Rosa, al que me contest con otro, cuya copia acompao sealada con el nmero 1, incluyndome en el tres copias de las que tambin lo son las marcadas con los nmeros 2, 3 y 4 . No puedo, E x m o . Seor, espresar cuan asombrosa admiracin me ha causado ver cara descubierta se atreva este oficial substraerse de mis rdenes, y apropiarse una autoridad, y mando, para lo cual nadie ha podido habilitarle sin suspenderme despojarme antes de la autoridad, y mando que el rey me ha conferido; por fortuna los subdelegados de los departamentos de Misiones, no han titubeado un momento para dar cumplimiento mis rdenes, por mas que L a Rosa ha querido imponerle temor con el ttulo de Comandante General; ttulo que si acaso pudo obtenerlo durante mi ausencia, debiera conocer este oficial que terminaba en el momento que regres mi Gobierno del Paraguay y Misiones, cuyo mando quiere el rey que este reunido al cargo de un Gefe ; as es que en el ao de 1806 se libr Real despacho favor del Teniente Coronel D. Gaspar Vigodet, Capitn del Regimiento de Asturias, no de Gobernador ni de Comandante General de Misiones, sino con el ttulo de Segundo del Gobernador del Paraguay. Por la copia nmero 2, estracto, segn dice del des-
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DE LA
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PARAGUAY
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pacho que le libr el E x m o . Seor D. Santiago Liniers, advertir V . E . que L a Rosa pas los pueblos de Misiones con un refuerzo de tropas, y plan bastante poner aquella Provincia cubierto de una invasin, pero fu todo apariencia E x m o Seor, pues nunca pasaron aquel destino ni las tropas, ni los oficiales que se numeran, y nicamente se pusieron en camino los Blandengues desarmados, llegaron al primer pueblo, de donde por fortuna retrocedieron, habindose librado, con este motivo, aquellos naturales de muchas estorsiones ; no obstante esto, nada debi poner obstculo que L a Rosa continuase establecerse en Misiones, por cuanto el objeto primario era proporcionarle un servicio que le es mucho mas genial que el de plaza y cuartel ; en los 21 meses que estuvo mi cargo la subinspeccion general, ocurrieron motivos para tomar informes del Gefe del cuerpo, segn los cuales nunca vio este oficial su compaia, ni ha hecho servicio en el R e g i miento valindose de las muchas conexiones que tiene en esa capital como concuado del Seor de Liniers y yerno de Sarratea para conseguir estar siempre en destino con independencia, en los que logra mejor oportunidad para la indecente negociacin de que trata en Misiones, vendiendo aguardiente y una factura de chucheras que conduxo de Buenos Aires. T e n g o por grande felicidad que este suceso haya acaecido en la presente poca, pues si antes he sofocado justos resentimientos por considerar que as convenia la pblica tranquilidad, en este caso no hubiera podido resistir los impulsos del honor, y sin detenerme aquella consideracin hubiera ya, esta fecha, visto el E x m o Seor de Liniers, L a Rosa fuera de mi Gobierno. Dicho Seor E x m o . durante mi mansin en esa Capital, ha destinado estas provincias, sin darme el menor conocimiento sujetos, que no siendo necesarios, parece haberlos escojido para promover inquietudes con que ocupan este Gobierno gran parte del tiempo.
El estrao
procedimiento
del Capitn
D. Agustn
de
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DOCTOR
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La Rosa negando abiertamente la obediencia y subordinacin este Gobierno, es atentado de tal clase que no debiera ocuparme mas tiempo que el preciso para espedir la orden de su espulsion de los pueblos de Misiones; pero en el dia considero mas conveniente informar V . E . suspendiendo toda determinacin, fin de que con su superior autoridad dicte la que corresponde. Dios guarde V . E . muchos aos. Asumpcion, Noviembre 22 de
1809.
E x m o . Seor D . Bernardo de Velazco . E x m o . S r . D . Balthazar Hydalgo de Cisneros (a). Esta queja lleg cuando Don Agustn de La Rosa reiteraba su relevo de la Comandancia de Misiones y cuando el V i r e y acababa de nombrar en su reemplazo al Sargento lvla. yor Graduado Coronel Don Toms Rocamora ; pero este nombramiento no era con el nimo de desconocer la autoridad conferida por el R e y Don Bernardo de Velazco, sino era en atencin la urjencia del caso y dems circunstancias que se espresan en la siguiente nota: Seor Gobernador Intende?ite del Paraguay . E l Capitn de Infantera Don Agustn de L a Rosa, despus de haberme hecho repetidas instancias para que lo releve del destino en que se halla, mediante la imposibilidad en que se encuentra de poderlo desempear, por quebranto de su salud, me inform ltimamente lo que manifest V . S. en fecha de 22 de A g o s t o ; y como al mismo tiempo me anunci lo mismo nuestro Ministro del Janeiro Marqus de Casas Irujo, y, .por otra parte, hace tiempo que recibo frecuentes quejas de los pueblos de Misiones, en que manifiestan los frecuentes robos y otros e x e s o s de algunos de aquellos indios, como as me lo participa V . S en oficio de 22 de Noviembre, esiiml como el nico y mas pronto remedio, atendiendo la mucha distancia A q?ie se halla V. S. para poder por s verifi(a) Vase: Cuestin de Lmites entre la Repblica Argentina y el Paraguay, por Don Manuel Ricardo Trelles Apndice Do-
cumentos n. 7 1 .
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DE LA. ANTIGUA
PROVINCIA
DEL PARAGUAY
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cario, el remitir un oficial de alguna graduacin, y en quien concurriesen las circumstancias necesarias, para que cot unos sub litemos pasasen inmediatamente dichos pueblos, y al efecto libr la adjunta orden al Saryento Ma> or Graduado Coronel Don Toms Rocamora el que estando
para
su comisin,
l el oficio d : V . S. fecha
2 2 del pasado,
dich i mi disposicin;
V . S., que an'eponiendo el bien del real servicio y de aquella parte lejana que tiene su cargo, suscribir
todo lo que contribuye ello; como por otra parte ha sido y es mi sistema, desde que tom el mando, el de consultar la paz y buena armona en los gefes, especialmente cuando recae en tan benemrito como V . S., he suspendido aquella
providencia
su dictamen,
que me
el concepto de jue, s alguna noticia posterior estrechase tomar providencia, sin esperar el informe de V. S. lo har marchar en el modo que puedan obligar las circumstancias.
Aunque no me hallo tan orientado, como deseo, de aquellos pueblos de Misiones, por los datos recibidos hasta ahora, y por lo que reconozco en el plano del Pas, veo
crecida
de pueblos
una
larga
de esa Capital, prximos rayanos los que, indebidamente por los portugueses, hacen fren-
te con tropas de ellos y gefes de que carecen los nuestros, que al mismo tiempo las correras y robos de los indios,
de un Gefe la
vista
que, en clase de Segundo de V. S. ponga orden y precaba los males que puedan irse siguiendo, hasta cuyo caso no puedo menos de vivir con inquietud y desconfianza sobre aquella materia, y que V. S. debe suceder lo mismo con una responsabilidad que debe mirar tan difcil de cubrir y de responder de ella. Dios etc.Diciembre 1 9 de 1 8 0 9 . ( a )
y (a) Vase.Cuestin de limites entre la Repblica Argentina el Paraguay, pr Manuel Ricardo Trelles pg. 75 77.
342
DOCTOR ALEJANDRO
ATJDTBERT
E s t a nota del V i r e y Cisneros es una verdadera satisfaccin dada al Gobernador Don Bernardo de Velazco respecto del nombramiento del Coronel Don Toms Rocamora en reemplazo de Don Agustin de la Rosa. En efecto. L a designacin de Comandante General de armas en la persona de Rocamora era, segn la propia espresion transcripta del Virey, en clase de Segundo de Velazco ( d e V . S.') Ante esta esplicacion y la que el mismo Agustin de la Rosa le dio, natural era que el enojo y la queja de V e lazco desapareciesen completamente, mxime teniendo presente la comn responsabilidad que tenia con el Virey, en la defensa de los pueblos confiados sus guardas. Su autoridad era reconocida por el Virey, y el V i r e y tomaa sobre s la tarea de hacer sus veces, nombrndoles empleados inferiores, sobre los cuales velaba y los que encaminaba al cumplimiento de sus deberes, fin de que el bien del real servicio confiado su persona fuese mejor, en aquella parte lejana que tiene su cargo. Y pesar de la confianza que el Virey tiene de que Velazco aprobara lo que haca en el inters coman, suspende su providejicia hasta que le d su dictamen el Gobernador del Paraguay y Misiones. Natural era entonces esta respuesta de Velazco E x m o . S e o r : E l objeto del oficio que dirij V . E . con fecha 22 de Noviembre ltimo, no fu otro que el de cumplir con la obligacin que tiene todo Gefe de sostener la autoridad y mando que el Virey le ha conferido, y de ninguna manera el querer entender y conservarle con perjuicio del buen orden y atraso del servicio. R e g r e s de esa Capital, la que fui llamado con mo" tivo de la invasin de los ingleses, y m llegada estos destinos me hall despojado del mando militar del Gobierno de Misiones, nico fin porque querido Su Majestad permanezca unido en mi persona aquel Gobierno con e s t e : en tales circunstancias habra faltado mis deberes, y me hubiera hecho responsable los mas severos cargos, si con la moderacin debida, y con la confianza que ins-
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D E LA. ANTIGUA
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pira un Gobierno Superior, adornado de las cualidades que caracterizan V . E., no Iiubiese representado oportunamente sobre un suceso de tanto bulto; en este concepto, y dirijindose todos mis deseos que el servicio del R e y "se haga del mejor modo posible, desde luego ( y a que V . E . se ha servido pedirme dictamen) considero acertadas las disposiciones que ha dado V. E., y me comunica en carta de 1 4 y 1 9 de Diciembre ltimo, acerca de poner en defensa la frontera del Uruguay, cuyo estado militar me es enteramente desconocido, desde que se me priv del mando. (a) V . E . tiene conocimiento de las relaciones polticas de la Corte del Brasil con la nuestra; as mismo, animado nicamente del deseo de acertar en todo, liabr elejido, en uso de sus omnmodas facultades, para la ejecucin de im plan tan delicado, un oficial que teiiga las cualidades necesarias; y yo no puedo menos que llenarme de. satisfaccin, de verme libre de una responsabilidad que turbaba mi sosiego, y de que los asuntos militares y polticos del Gobierno de Misiones, se pongan cargo de un sujeto que, mereciendo la confianza de V. E. los dirija bajo sus superiores auspicios. Desde que se puso en planta el Gobierno de Misiones, con arreglo la R e a l Cdula de 1 7 de Mayo de 1803, no he tenido el menor motivo de disgusto con los cuatro (b) subdelegados que se crearon en aquellos pueblos, y as estos, como todos los dems empleados, inclusos los curas, han contribuido, segn sus alcances y facultades, realizar mis ideas, conforme la voluntad del R e y , en benfica) Hace referencia al mando militar que le dio el Virey Liniers gla Rosa sin participarle, lo cual Velazco reputaba privarle el mando, aunque era ello en clase de Segundo de este, como esplica la transcripta nota del Virey Cisneros. (b) El Gobernador Velazco se refiere los cuatro subdelegados residentes uno sobre la parte Oriental del Paran y los otros tres sobre el rio Uruguay, los cuales podan ser mejor inspeccionados y dirijidos por el Virey, por las mayores facilidades de comunicacin que le proporcionaban los rios Uruguay y Paran. Los pueblos situados al Occidente del Rio Paran quedaron siempre bajo las inmediatas rdenes de Velazco; esto es, sin la directa intervencin del Virey.
344
ci de aquellos infelices indios, cuya suerte recomiendo la piedad de V . E . D i o s guarde V . E . muchos aos Asuncin 1 0 de Enero de 1 8 1 0 E x m o . SeorBernardo de Velazco.
Exmo. Seor
de Cisneros.
[a)
E n virtud de esta nota, que guarda perfecta consonancia con la del Virey, resulta evidente que el Gobernador Velazco puso dej al cuidado de aquel, el velar por los asuntos militares y polticos del Gobierno de Misiones, sin desprenderse de la autoridad que el R e y le habia coniado. Por su parte, el Virey nombr Rocamora de Gefe, en clase de Segundo de Velazco, y este al aceptar el nombramiento de Rocamora deleg en l sus facultades, quien los diriji desde entonces bajo sus superiores auspicios, dentro de la ley que establece la reunin de los treinta pueblos de Misiones al Gobierno del Paraguay, bajo el mando de Don Bernardo de Velazco. E l Virey, ni este gobernador podan alterar la voluntad del Soberano este respecto, y en verdad no la alteraron, aunque complicaron el Gobierno del cual se hizo cargo Velazco, el 5 de Mayo de 1 8 0 6 . Aquel se impona una carga en comisin agena sus funciones, al velar directamente por la marcha del Segundo de este. Tan cierto es que Velazco no habia entendido abdicar del Gobierno de Misiones, como pretende el Seor T r e l l e s , cuando se notan estos hechos de los cuales nos ocuparemos la Segunda Parte. Rocamora en i 8 i o a l responder la idea de superioridad de Buenos Aires, abraz su causa y recibi el nombramiento de Gobernador interino de Misiones de la Junta de esta Ciudad, espidiendo circulares los Sub-Delegados de los treinta pueblos de Misiones por las cuales les exija que solemnizasen la instalacin de la Junta establecida en Buenos A i r e s ; que le presentasen un estado demostrativo de los individuos capaces de tomar las armas, con especificacin de los que fuesen de mas facultades; o t r o de los Espaoles establecidos en cada Departamento; otro, de
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armamentos, y finalmente de las tropas en servicio as como del caudal que hubiere en caja. Mas el Gobernador Velazco, en vista de la comunicacin que este respecto le diriji el Subdelegado Don Pedro Nolasco Alfaro, con fecha 10 de Julio de 1 8 1 0 , se puso en marcha y tan luego como lleg al Pueblo de la Candelaria espidi un bando el 30 de Agosto del mismo ao, en que ordenaba todos los Departamentos de su jurisdiccin, procediesen inmediatamente la captura del Coronel Don Toms Rocamora para imponerle el ejemplar castigo que mereca por haberse introducido en el territorio de su mando sin autoridad ni jurisdiccin y ser sedicioso perturvador pblico y traidor la P a t r i a y al R e y . Por otra parte, despus de la capitulacin del General Belgrano veremos Don Bernardo de Velazco visitar los pueblos de Misiones y dejar en ellos de Teniente Gobernador (a) al Teniente Coronel Don Fulgencio Y e g r o s , quien desde Misiones se puso en inteligencia con sus comprovincianos de la Asuncin y produjo la revolucin del 1 4 de Mayo de 1 8 1 1 .
(a) El historiador Don Mariano Molas en su obra titulada: Descripcin Histrica de la antigua Provincia del Paraguay dice : El Gobernador Velazco, ingrato al favor que le habian hecho los Paraguayos en restituirle el gobierno de la Provincia, que por su vergonzosa fuga del ejrcito en Paraguar, (despus de haber prometido en el Congreso de 24 de Julio del ao anterior que se sacrificara por nosotros) lo haba perdido, licenci este (Cabanas) en
Taeuari sin paga alguna; vol Misiones con sus adheridos ladores y lisonjeros, no d otro jli que al de divertirse y se tributar los honores del triumjo, que no los mereca. aduhacerAlgu-
nos dias se mantuvo en el pueblo de Santa Mara en regocijos y fiestas no su costa, sino a espensas de aquel vecindario pobre, y volvi ia Asuncin. < Como l se habia investido del alto carcter de lejitimo representante del Seor Don Fernando VII en el Paraguay, condecor Don Fulgencio Yegros con el grado de teniente Coronel, y le nombr gobernalor alguna tropa
Pero dado el antecedente que Don Bernardo de Velazco era Gobernador Intendente y poltico militar del Paraguay, con reunin de los treinta pueblos de Misioies, claro es que el nombramiento de Fulgencio Yegros, fu en calidad de teniente gobernador de dicho Don Bernardo de Velazco.
qued
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A l dia siguiente Bernardo de Velazco depuso su autoridad espaola ante la soberana popular paraguaya y recibi de Consocios en el Gobierno al Doctor Francia y al Sr. Zeballos. Fulgencio Yegros continu de Teniente Gobernador de los pueblos de Misiones; pero en la Asamblea del mes de Junio del mismo ao, sali electo Presidente de la Junta Gubernativa creada por ella, la cual conserv de hecho y por derecho toda la estensa jurisdiccin del Gobernador Don Bernardo de Velazco. L a suerte de Misiones estaba pues unida la del Paraguay por la voluntad de Soberano y por el grito de libertad independencia Paraguaya contra la autoridad constituida de la monarqua espaola. S ! E l grito de libertad indedendencia del 1 4 de Mayo de 1 8 1 1 , reson desde las fronteras Orientales de los treinta pueblos de Misiones hasta los lmites occidentales del territorio del Chaco sobre el Rio Condorillo Parapit, y desde el R i o Paran y el Bermejo hasta los linderos Sud de Chiquitos y las posesiones portuguesas, dentro de cuyos lindes estaban comprendidos el dominio del ltimo Gobernador de la Asuncin al operarse la emancipacin nacional. Ahora bien. Si el principio del uti-possidetis, que rije las relaciones internacionales de Estados que tienen un mismo orijen, lengua, leyes y costumbres, consiste en la jurisdiccin legal que ejerca cada uno en ese momento histrico de independencia, ser preciso reconocer la verdad que el Gobierno de la Asuncin del Paraguay tenia en esa fecha legal jurisdiccin sobre los treinta pueblos de las Misiones del Paran y del Uruguay, hacan ya mas de cinco aos, cuando ces sobre ellos la autoridad del Gobernador espaol Don Bernardo de Velazco. Y contra la especiosa argumentacin de algunos escritores en voga, conviene observar que, desde que ninguna R e a l Orden posterior se ha dictado la que reuni en un gobierno al territorio de Misiones con el Paraguay, es difcil concebir un ttulo legal que los separe sin violentar
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abiertamente el Derecho Internacional V i j e n t e ; esto es, ese principio de uti-possidetis que sirve de base para rejillas relaciones territoriales de los Estados de un mismo orjen. Para esplicarse la cuestin de Misiones que hubo con la Repblica Argentina , es preciso estudiarla en los trastornos de la anarqua de mas de medio siglo, porque el dominio del Paraguay fu incontestable al producirse la revolucin de 1 8 1 0 y la de 1 8 1 1 . Reunido los treinta pueblos de Misiones al Paraguay, por resolucin del Soberano en 1806, se emanciparon juntos bajo el imperio de esa ley del yugo del Gobernador espaol Don Bernardo de Velazco, el 15 de Mayo de 1 8 1 1 , formando una sola agrupacin poltica, como lo demostraremos en la Segunda Parte de este trabajo, que como lo hemos dicho en el Prlogo comprender los hechos relativos desde 1 8 1 0 hasta 1 8 7 8 ; pero con motivo de la referida incorporacin de los treinta pueblos de Misiones al Gobierno de la Asuncin del Paraguay, pasamos ocuparnos de sus lmites con Buenos Aires, Montevideo y el Brasil.
CAPTULO X I X
Lmites del Gobierno de la Asuncin con elde Buenos Aires y con el de Montevideo en 1806Limites con el BrasilAntecedentes histricosTratados de I4g4, 1529, 15S0 y 1680 -La Nueva Colonia del SacramentoSu reconquista por el gobernador GarroTratado provisional de Lisboa dd 1681 Entrega provisoria de la Colonia del Sacramento PortugalReconquista de esta Colonia por EspaaTratado de Utrecht de 1715Nueva entrega de t lia Portugal Fundacin dla Ciudad de San Felipe de MontevideoTratado de lmites de 1730Devolucin de la colonia del Sacramento Espaa-Concesin del territorio de los siete pueblos orientales del Uruguay a PortugalResistencia de los Jesutas y de los IndiosExpulsin de los Jesutas de Portugal, Espaa y AmricaAnulacin del tratado de 1750 por el de 1761Accin reivindicatora da Espaa contra todas las usurpaciones portuguesas de 1776Tratado de Paz y limites del 1 de Octubre de 1777Artculos 3." 4. 5 6." 7y 8."Lmites del territorio de Misiones con el BrasilDiferencias entre los comisarios del tratado de I750Re conocimiento del verdadero Pequeri G Pepirguazii por los seores Vrela y Veiga Cabral en I7SQ, y por yarvide en lygi-Resistencia -le los comisarios portugueses para reconocer el verdadero Peperi-GuazGuerra de 1801Sus efectosUsurpacin del territorio de los siete pueblos de las Misiones Orientales del UruguayArgumentos portuguesesContra-argumentosViolado rechazado el tratado de 1777 por el Brasil renace el derecho y la accin 1 evindicatoria de los pueblos de origen espaolAccin aislada en comn de estos contra el Brasil- lnaplicabilidad del principio del uti-possidetis en las re lociones de aquellos con este ConsecuenciaTendencia general de los pueblos de origen espaol centra el Brasil Razn de ser ellaConclusin.
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E n el captulo anterior vimos que por resolucin de Soberano Espaol fue reunido el territorio de los treinta pueblos de las Misiones del Paran y del Uruguay al Gobierno de la Asuncin del Paraguay, en 1806. E n su consecuencia la jurisdiccin y dominio de este gobierno se .estendi sobre el territorio de dichos pueblos.
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La historia da Repblica Jesutica do Paraguay escrita por Pedro Gay refiere que en la parte Occidental del Rio Uruguay la reduccin de Yapey era la mas Meridional y su jurisdiccin al Sud quedaba dividida de Entre Rios ( C o r r i e n t e s ) por el rio Mirifiay, siendo los lmites de las Misiones al Oeste, este mismo rio Miriay y la Laguna I b e r a ; en la parte Oriental del Rio Uruguay los lmites Sud de Misiones era el rio Ibicuy. (a) E l Gobierno de la Asuncin del Paraguay vino pues lindar con el Gobierno Intendencia de Buenos Aires, en 1806, sobre el rio Uruguay en el rio Miriay y al Oeste con este rio y la Laguna de Ibera, para luego seguir los lmites de las reducciones del Paran y dems antiguos lindes sealados anteriormente entre ambos gobiernos. Por otra parte, con la reunin de los treinta pueblos de Misiones al Gobierno de la Asuncin, este vino tambin lindar de derecho con el Gobierno de Montevideo en el rio Ibicuy, hasta donde este llegaba al Norte tocarse con dichas Misiones. Sobre estas divisorias del Gobierno de la Asuncin con los gobiernos de Buenos Aires y Montevideo no habia cuestin en 1806, ni con posterioridad durante el coloniaje; pero con motivo de las dificultades materiales que la distancia oponia al Gobernador de la Asuncin para que pudiera atender personalmente los pueblos de las Misiones del Uruguay, el V i r e y tom bajo su inspeccin directa la defensa y gobierno de dichos pueblos de acuerdo con el Gobernador Don Bernardo de Velazco y fin de atender mejor el real servicio. Ninguna dificultad ofreca pues esos lmites territoriales de dominios pertenecientes un mismo Soberano; pero no suceda as con la divisoria del Gobierno de la Asuncin con las usurpaciones portuguesas de Rio Grande.
(a) Vase.dicha importante obraCap. III pg. 49 51 y la Coleccin de Datos y Documentos referentes Misiones como parte integrante del territorio de La Provincia de Corrientes hecha por una Comisin nombrada por el Gobierno de ella, nm. 45 pg. 14& 163.
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Para convencerse de ello bastara recordar los trminos del tratado de Paz y lmites del i. de Octubre de 1 7 7 7 , ratificado por Portugual el 10 y por Espaa el 1 1 del mismo mes y a o ; mas para la mejor inteligencia de las cuestiones antre ambas coronas sobre el territorio de Misiones, tendremos presentes los dems tratados celebrados con anterioridad. Recordemos pues que treinta y cinco aos despus de celebrado el tratado fundamental de 1494, llamado generalmente de Tordesillas y del cual nos ocupamos en el captulo I, los espaoles se haban apoderado de las islas Molucas, las que los portugueses consideraban que entraban en los dominios de- su demarcacin. E l tratado de Zaragoza del 22 de Abril de 1 5 2 9 puso trmino esta cuestin en la forma de -una venta. L a Espaa cedia dichas islas por una suma de ducados de oro con la especial clusula del pacto de retroventa. Bajo F e lipe II los espaoles se apoderaban de las islas Filipinas; pero los portugueses se introducan en grandes zonas de la Amrica Espaola, que dicho rey disimulaba porque iba ceirse con la Corona de Portugal, como as sucedi en 1 5 8 0 . Mas, como dice, el Padre Don Bernardo Ibaez de Echavarri: Ni en los sesenta aos que ella dur, ni en los otros sesenta que la separacin se siguieron dejaron los Portugueses, aprovechndose de nuestro descuido, de estendersc por nuestra demarcacin casi 800 leguas en el Maraon, hasta la boca por donde en l desagua el Javary, y casi otras 800 en el Brasil, hasta donde hoy estn las clebres Minas de Cuyab, siendo ese golpe mortal la Espaa, no porque la quitasen esas tierras, pues tiene desiertas demasiadas y mejores, sino porque comunicando sus caudalosos Rios con nuestras floridas Provincias de Per, Quito y Nuevo Reyno, se las introduciran frequentes los fraudes de los gneros extrangeros establecido en la boca del Maraon el inagotable Almacn del Gran Para, con mengua de nuestra Real Hacienda. Al mismo fin y con igual
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mayor perjuicio de ella, establecieron tambin la boca del Rio de la Plata sobre su mrjen Septentrional frentede Buenos Aires, el ao de 1680 la Nueva Colonia de! Sacramento, que habia de descontar todo el Comercio de aquella Gobernacin y el de las Provincias de Paraguay, Tucuman y Chile, hacindose as tributara del Portugus, por mejor decir del Ingls, que les vende los gneros que introduce todo esta Amrica Meridional Espaola. E l Gobernador de Buenos Aires D . Joseph Garro quiso cortar en su nacimiento la raiz de esta sementara de males, y pasando con su gente tom prisionero con todos sus Portugueses y quanto habia trado Manuel Lobo Gobernador del Janeyro ; y destruida la nueva plantacin, se restituy la Ciudad habiendo en ella, antes de partir para su expedicin escrito sobre la venida de los Portugueses a la Corte de Madrid. L a de Lisboa tubo antes la noticia del descalabro y disimulando hasta que de Madrid se diesen las quexas, quando lleg ese caso pidi un Congreso para terminar amigablemente la diferencia, y y junto public la noticia oculta y sin distinguir de tiempos dixeron los Portugueses, que nosotros infrinjiamos la concordia del Congreso en las hostilidades de Garro. Firmse el 6 de Mayo de 1 6 8 1 el Tratado Provisional de Lisboa, cuya testa sale bien multado por su heroycidad el inmortal Gobernador de Buenos Aires, y despus se conviene en que se devuelva los Portugueses la Colonia, mientras en cierto tiempo se decide en que demarcacin est y que pasado el trmino sin decidirse, quede esto al juicio de la Santa Sede. Como no pretendan mas que pillar su Colonia los Portugueses abusando de nuestra buena f, eternizaron todo lo dems, y se hicieron sordos las dbiles voces de Carlos II. Pero el Animoso Phelipe V los dio con el Can y tom esa Plaza principios de este siglo y se les conserv hasta la Paz de Utrecht, en la que el 6 de Febrero de 17 15 convino en la mutua restitucin de las tomadas en aquella Guerra, y se desolvi la de la Colonia Pors e
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tugal, dexando su terreno usos comunes de las dos Naciones, anulando el Tratado Provisional de Lisboa y reservndose Espaa el derecho de ofrecer dentro de un ao y medio por la Colonia un equivalente que siendo proporcionado y no admitido en el tal plazo quedase todo como antes de la guerra. As sucedi, y vista de tan mala f puso aquel Agustsimo Monarca por freno la Colonia la nueva Ciudad y Plaza martima de San Phelipe de Montevideo el ao de 1 7 2 4 . Diez aos despus, rota la Paz, se volvi sitiar la Colonia, que seria y a nuestra si los Indios Guarans que llevaron al sitio para vana ostentacin de su fidelidad los Jesutas, no la hubieran entrado socorro de carnes, y el aviso de que se iba desamparar la empresa el dia mismo que los Portugueses faltos de un todo se iban entregar. Joseph Ignacio Almeyda, Sargento Mayor de la Colonia y el mejor Portugus de quantos yo he tratado, me refiri muchas veces como testigo ocular, esta noticia con todas sus menudencias que yo omito. Reduxse el Sitio bloqueo, y pocos dias lleg el navio de aviso con la Paz y resolucin de que las cosas quedasen en el estado que el aviso los c o g i e s e ; y as quedaron desde el ao de 1 7 3 5 , saber, bloqueada como Gibraltar, la Colonia por tierra y recibiendo por agua quanto necesita para enriquecer Inglaterra, de quien es todo el provecho, y arruinan nuestro Comercio y la Real Hacienda, de quien son todos estos enormsinos daos. < E l nimo pacfico del Seor Fernando V I tir quitarlos por medio del Tratado de Lmites, celebrado al empezar el ao de 1 7 5 0 con su Suegro Juan V de Portugal; y observando que el orjen de todas las pasadas discordias era el haber sido imajinarias y tiradas por Meridianos las lneas de los Tratados precedentes, se dispuso este, por el qual todos los anteriores por lo tocante este particular, se anulaban y se tiraba una lnea Real y muy visible inequivocable, pues la formaban indelebles Cordilleras y rios muy caudalosos inmutables. E n nada se tuvo quanto conspirase que la lnea saliese clara y sin peligro de
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dudas para lo futuro, y no con otra mira eran las 'muchas cesiones que se hacan las dos Coronas de las 'que la de Espaa cedia el Rincn de Ibicuy, en que estn los siete Pueblos Guarans de la Banda Oriental del Uruguay, pero sin habitantes, ni sus bienes muebles, semovientes, que debian pasarse las tierras que nos quedaban :. la de Portugal, entre otras cosas cedia su estimadsima Colonia y el uso- total del Rio de la Plata declarando ambos Soberanos no ser estas cesiones hechas por via de equivalentes sino con el fin de perpetuar la unin de las dos Naciones por medio de una demarcacin y lnea divisoria, incapaz de controversias. Para todos fu de grande satisfaccin el Tratado, menos para los Ingleses, cuyo Comercio menguaba y los Jesutas que perdan parte de su Reyno. (a) E l tratado afectaba pues los intereses de la Compaa de Jess radicados hacan ya mas de un siglo en las Misiones Jesuticas del Uruguay. L a Congregacin Provincial de Crdoba, del mismo ao de 1 7 5 0 levant el grito contra i reputndolo injusto, inicuo y perjudicial. Falta, decan, el tratado la equidad j u s t i c i a : L o primero porque estos Indios no son conquistas del Rey, sino de la Cruz y de los P a d r e s ; y el obligarles que trasmigren, es injusto ilcito. : > En tal sentido se espresa el - Padre Tadeo Henis en sus Efemrides de la Guerra ele los Guarans (nm. 5 6 ; ) y el Padre Cardiel que fu llamado para que fuese uno de los que haban de correr con la trasmigracin de los indios respondi al Padre Comisario que l no podia en conciencia concurrir ella, y que sabia muy bien quando obligaban los preceptos. L o Segundo, porque aun quando estas tierras no fuesen de l o s Indios, hacen ya siglo y medio que las poseen y en ellas han formado sus bienes races, de que no se les puede licitamente desposeer, como en boca de los mismos Indios pone l
(a) Vase.Coleccin General de Do'cumentos^-tomo'-4.Re3'no Jesutico del ParaguayPart. IIArt. 1.9. pg. 99 102,. por el Padre Don Bernardo Ibaez de Echavarri, publicado en Madrid el ao 1770.'
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Padre Jos Barreda, Provincial, en su Memorial al Obispo de Buenos Ayres del 1 9 de Julio de 1 7 5 3 , en estos timinos : Alegando los Indios con tenaz porfa no poder ser. voluntad de su Magestad Catlica sean despojados de sus Tierras, Casas y Pueblos, despus de la buena f con que los fabricaron y la segura posesin de 130 aos, confirmada por repetidas Cdulas de sus Soberanos. L o tercero, porque no merecan este castigo, sino mucho premio los servicios hechos por estos Indios en los sitios de la Colonia y Rebeliones del Paraguay y otros bienes ponderados de los Padres en sus memoriales. ( a ) Estos argumentos se reproducan ante la Audiencia de Charcas y ante la Corte de Espaa. Por otra parte entre los indios de las Misiones se hacan carne y cuando lleg el momento de obrar, ellos se presentaron con las armas en la mano defender sus tierras y sus hogares haciendo imposible difcil el cumplimiento del citado tratado
de 1750.(b)
E l Ministro de Portugal, Marqus de Pombal consider la resistencia de los Jesutas como despreciativa y rebelde, y segn Washburn, desde entonces les declar una guerra sin cuartel hasta que tuvo la satisfaccin de ver el derrocamiento y destruccin completa de la Orden. En 1 7 5 9 mand una carta al Papa Clemente XIII, informndole que su Gobierno habia resuelto hacerle una donacin de. todos los Jesutas de Portugal. Sin esperar contestacin y antes que el Papa tuviera el tiempo de lanzar decretos excomuniones, Pombal los hizo prender y embarcar para los estados de la Iglesia. Fueron desembarcados en Civita "Vecchia como si se tratara de basura incmoda. (c) E l ejemplo de Pombal no tard en ser imitada por el
(i V a s e . - Citada Coleccin de Documentos del Padre Echevarri Reyno Jesutico del ParaguayPart. II ait. II pg. 105. \b) La resistencia que opusieron los jesutas y los indios contra dicho pacto de lmites, puede verse en la mencionada Coleccin de Documentos de Echevarri > - E l Reyno Jesutico del Paragey y < Las Efemridades del Padre Tadeo Henis. fci Vase. Historia del Paraguay por Carlos A. Washburn, tomo 1." cap. VIL
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Ministro Conde de Aranda y los Jesutas fueron espulsados igualmente de todos los dominios de la Monarqua Espaola por la siguiente Cdula Rea!, que d i c e : El R e y . Por cuanto, con Real Decreto de veintisiete de Marzo prximo pasado, remit mi Consejo de las Indias copia del que con la misma fecha lie mandado expedir mi Consejo Real, relativo los relijiosos de la Compaia de Jess, el cual es del tenor siguiente: Habindome conformado con el parecer de los de mi Consejo Real, en el extraordinario que se celebra con motivo de las ocurrencias pasadas, en consulta de veinte y nueve de Enero prximo, y de lo que sobre ella me han espuesto personas del ms elevado carcter ; estimulado de gravsimas causas, relativas la obligacin en que me hallo constituido de mantener en subordinacin, tranquilidad y justicia mis pueblos, y otras, urgentes, justas y necesarias que reservo en mi Real nimo; usando la suprema autoridad econmica que el Todopoderoso ha depositado en mis manos para la proteccin de mis vasallos y respeto de mi Corona : He venido en mandar se extraen de todos mis dominios de Espaa e Indias, Islas Filipinas y dems adyacentes I los relijiosos de la Compaia, as Sacerdotes, como Coadjutores, Legos eme hayan hecho la primera profesin, y los Novicios que quisieren seguirles, y que se ocupen todas las temporalidades de la Compaia en mis dominios; y para su ejecucin uniforme en todos ellos os doy plena y privativa antoridad, y para que formis las instrucciones y rdenes necesarias, segn lo tenis entendido y estimareis para el ms efectivo, pronto y tranquilo cumplimiento. Y quiero que no solo las Justicias y Tribunales superiores de estos Reinos ejecuten puntualmente vuestros mandatos, sino que lo mismo se entienda con los que dirijireis los V i r e y e s , Presidentes, Audiencias, Gobernadores, Correjidore.s, Alcaldes mayores y otras cualesquiera Justicias de aquellos Reinos y Prov i n c i a s ; y que en virtud de sus respectivos requerimientos,.
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cualesquiera tropas, milicias paisajes den el auxilio necesario, sin retardo ni tergiversacin alguna, so pena de caer el que fuere omiso en mi Real indignacin : y encargo los Padres provinciales, Prepsitos, Rectores y dems superiores de la Compaa de Jess se conformen de su parte lo que se les prevenga, puntualmente, y se les tratar en la ejecucin con la mayor decencia, atencin, humanidad y asistencia, de modo que en todo se proceda conforme mis Soberanas intenciones. Tendreislo entendido que su exacto cumplimiento, como lo fio y espero de vuestro celo, actividad y amor mi Real servicio; y daris para ello las rdenes instrucciones necesaria*, acompaando ejemplares de este mi Real decreto, los cuales, estando firmados de V o s , se les dar la misma f y crdito que al orijinal. Rubricado de la. Real mino. En el Pardo veintisiete de Febrero de mil setecientos sesenta y siete. Al Conde de Aranda, Presidente del Consejo. (a) En la Adicin la instruccin sobre el extraamiento de los Jesutas de los dominios de S. M., por lo tocante Indias Islas Filipinas de fecha i de Marzo de 1 7 6 7 , el Conde de Aranda estableca, entre otras cosas, que : En todas las Misiones, que administra la Compaa en Amrica y Filipinas, se pondr interinamente por provincias un Gobernador nombre de S . M- que sea persona de acreditada probidad, y resida en la cabeza de las Misiones, y atienda al gobierno de los pueblos, conforme las leyes de Indias; y ser bueno establecer all algunos espaoles, abriendo y facilitando el comercio reciproco, en el supuesto de que se atender el mrito de cada uno con particularidad, segn se distinguiese. (b) De acuerdo con esta instruccin el Gobernador D . Francisco Bucareli y TJrsua se expresa as : Considerando
(a) Vase Coleccin de Documentos relativos la Espulsion de los Jesutas de la Repblica Argentina y del Paraguay en el reinado de Carlos III, por D. Francisco Javier Bravo pg. 3 5. (6) Vase misma Coleccin arriba citada, pg. l' 13.
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conveniente dividir en dos la de los Guarans, por su dilatada extensin y gran nmero de vecinos, para vencer con ms facilidad las dificultades que puedan ocurrir en ella y las fronteras del rio Pardo, determin que veinte pueblos, de l o s treinta situados al Oriente y Occidente del Paran, quedasen cargo del capitn de infantera D. Juan Francisco de la Riva Herrera, sealando para su residencia el de la Candelaria, capital de todos, y los diez restantes del Uruguay al del capitn de dragones Don Francisco Bruno de Z.ibala, con destino al de San Miguel, y uno y otro en su distrito independiente, subordinado esta Capitana general, arreglando sus providencias la Instruccin siguiente, y el ltimo la orden que tambin se inserta continuacin, respectiva los establecimientos portugueses confinantes su jurisdiccin. Pero habiendo renunciado poco despus Don Juan Francisco de la Riva Herrera su cargo, reuni los treinta pueblos de Misiones bajo el gobierno de Don Francisco Bruno de Zabala, sealndole por residencia capital de la Provincia el Pueblo de la Candelaria, con subordinacin al Gobierno temporal del Rio de la Plata, {a) Mas dejando un lado la espulsion de la Compaa de Jess y el gobierno que la reemplaz en los treinta pueblos de Misiones, tengamos presente que el gran poder influencia que dicha Compaa tuvo en Amrica y en E s paa, contribuy poderosamente para impedir el cumplimiento del inicuo tratado de lmites de 1 7 5 0 . L a resisten, ca que los jesutas y los indios opusieron su ejecucin y las diferencias entre los comisarios demarcadores sobre los lmites sealados en dicho pacto, concluyeron por su anulacin en el tratado de 1 7 6 1 en los siguiente trminos del artculo I , que dice :
o
E l sobredicho tratado de lmites de Asia y Amrica entre las dos Coronas, firmado en Madrid en 13 de Enero de 1 7 5 0 , con todos los otros tratados y convenciones que
(a) V a s e l a citada Coleccin de Documentos del Sr. Bravo, pgina 297 y siguientes.
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en consecuencia de l se fueron celebrando para arreglar las instrucciones de los respectivos comisarios que hasta ahora se han empleado en las demarcaciones de los referidos lmites, y todo lo acordado en virtud de ellos, se dan y quedan en fuerza del presente por cancelados, casados y anulados como si nunca hubiesen existido ni hubiesen sido ejecutados; y todas las cosas pertenecientes los lmites de Amrica y Asia se restituyen los trminos de los tratados, pactos y convenciones que haban sido celebrados entre las dos Coronas contratantes antes del referido ao de 1 7 5 0 de forma que solo estos tratados, pactos y convenciones, celebrados antes del ao de 1 7 5 0 quedan de aqu adelante en su fuerza y vigor. (a) A este pacto sucedi la accin reivindicatora de Espaa contra las usurpaciones portuguesas de 1 7 7 6 y la guerra de reconquista fu detenida por el tratado de paz y lmites del i de Octubre de 1 7 7 7 . Tengamos presente pues de este pacto las disposiciones relativas al territorio de Misiones, que estn contenidas en los artculos siguientes: Art. III. Como uno de los principales motivos de las discordias ocurridas entre las dos Coronas haya sido el establecimiento portuguez de la Colonia del Sacramento, isla de San Gabriel y otros puertos y territorios que se han pretendido por aquella nacin en la banda septentrional del Rio de la Plata, haciendo comn con los espaoles la navegacin de este, y an la del Uruguay, se han convenido los dos Altos Contrayentes, por el bien reciproco de ambas naciones, y para asegurar una paz perpetua en las dos, que dicha navegacin de los rios de la Plata y Uruguay, y los terrenos de sus bandas septentrional y meridional pertenezcan privativamente la Corona de Espaa y sus subditos hasta donde desemboca en el mismo Uruguay, por su occidental, el rio Pequir Pepiri-Guaz; estendindose la per( 1 ! ) Vase <E1 Lmite Oriental del territorio de Melilon Gonzales tomo \ pg. 58. Misiones >, por
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tenencia de Espaa, en la referida banda septentrional, hasta la lnea divisoria que se formar, principiando por la parte del mar, en el arroyo Chui y Puerto de San Miguel inclusive y siguiendo las orillas de la Laguaa de Merin, tomar las cabeceras vertientes del Rio Negro, las cuales, como todas las dems de los rios que van desembocar los referidos de la Plata y Uruguay, hasta la entrada en este ltimo de dicho Pepiri-Guaz, quedarn privativas de la misma Corona de Espaa, con todos los territorios que posee y que comprenden aquellos pases, inclusa la citada Colonia del Sacramento y su territorio, la isla de San Gabriel y los dems establecimientos que hasta ahora haya posedo pretendido poseer la Corona de Portugal hasta la lnea que se formar. A cuyo fin S. M. Fidelsima, en su nombre y en el de sus herederos y sucesores ; renuncia y cede S. M. Catlica y su herederos y sucesores, cualquiera accin y dereeho posesin que la hayan pertenecido y pertenezcan dichos territorios, por los artculos V y V I del tratado de Utrecht de 1 7 1 5 en distinta forma. Art. I V . Para evitar otro motivo de discordia entre las dos Monarquas, que ha sido la entrada de la Laguna de los Patos Rio Grande de San Pedro, siguiendo despus por sus vertientes hasta el rio Yacui cuyas dos bandas y navegacin han pretendido pertenecerles ambas Coronas, se han convenido ahora en que dicha navegacin y entrada queden privativamente para la de Portugal: estendindose su dominio por la ribera meridional hasta el arroyo de Tahin, siguiendo por las riberas de la Laguna de la Manguera en lnea recta hasta el mar y por la parte del continente, ir la lnea desde las orillas de dicha Laguna de Merin, tomando la direccin por el arroyo meridional, que entra en el sangradero desaguadero de ella y que corre por la ms inmediata al fuerte portuguez de San Gonzalo, desde el cual sin exceder el lmite de dicho arroyo continuar la pertenencia de Portugal por las cabeceras de los
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los que correa hacia el mencionado R i o Grande y hacia el Yacui, hasta que, pasando encima de los del rio Ararica y Coyacui, que quedarn de la parte de Portugal y la de los rios Piratini Ibimini, que quedarn de la parte de Espaa, se tirar una lnea que cubra los establecimientos portugueses hasta el desembocadero del rio Pepiri-guz en el Uruguay y as mismo salve y cubra los establecimientos y Misiones espaolas del propio Uruguay, que han de quedar en el actual estado en que pertenecen la Corona de Espaa, recomendndose los Comisarios que lleven ejecucin esta lnea divisoria, que sigan en toda ella las direcciones de los montes, por las cumbres de ellos , de los rios, donde los hubiesen propsito, y que las vertientes de dichos rios y sus nacimientos, sirvan de marcas unos y otros dominios, donde se pudiesen ejecutar as; para que los rios que naciesen de un dominio y corriesen hacia l, queden desde sus nacimientos favor de aquel dominio, lo cual se puede efectuar mejor en la lnea que correr desde la Laguna Merin, hasta Pepiri-guaz, en cuyo paraje no hay rios que atraviesen de un terreno otro ; porque donde los hubieren, no se podr verificar este mtodo, como es bien notorio : y se seguir el que en sus respectivos casos se especifica en otros artculos de este tratado, para salvar las pertenencias y posesiones principales de ambas Coronas. Su Magestad Catlica, en su nom bre y en el de sus herederos y sucesores, renuncia v cede todos y cualquier derechos que le puedan pertenecer los territorios que, segn va esplicado en este artculo, deben corresponder la Corona de Portugal. Art. V . Conforme lo estipulado en los artculos antecedentes quedarn reservados, entre los dominios de una y otra Corona, las Lagunas de Merin y de la Manguera y las Lagunas de tierras que median entre ellas y la costa de mar; sin que ninguna de las dos naciones las ocupe, sirviendo solo de separacin: de suerte que ni los Espaoles pasen el arroyo del Chui y de San Miguel hacia la parte
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Septentrional, ni los Portugueses el arroyo Tahin, lnea recta al mar, hacia la parte meridional. Cediendo S. M. F . en su nombre y en el de sus herederos y sucesores, favor de la Corona de Espaa y de esta divisin cualquier derecho que pueda t e i r las guardias de Chui y su distrito, la Barra de Castillos Grandes, al frente de San Miguel y todo los dems que en ella se comprende. Art. V I . A semejanza de lo establecido en el artculo antecedente quedar tambin reservado en lo restante de la lnea divisoria, tanto hasta la entrada en el Uruguay del rio Pepiri-guaz, cuanto en el progreso que se especificar en los siguientes artculos, un espacio suficiente entre los lmites de ambas naciones, aunque no sea de igual anchura al de ias citadas lagunas, en el cual no puedan edificarse poblaciones por ninguna de las dos partes, ni construirle fortalezas, guardias puestos de tropas: de modo que los tales espacios sean neutrales, ponindose mojones y seales seguras, que hagan constar los vasallos de cada nacin el sitio de donde no debern pasar. A cuyo fin se buscarn los lagos y rios que puedan servir de lmites fijo indelebles y en su defecto, las cumbres de los montes sealados: quedando estos y sus faldas por termino neutral divisorio, en que no se puede entrar, poblar, edificar, ni fortificar por alguna de las dos naciones. Art. V I I . Los habitantes portugueses que hubiere en la Colonia del Sacramento, isla de San Gabriel y otros cualesquiera establecimientos que van cedidos Espaa por el artculo III y todos los dems que, desde las primeras contestaciones del ao 1 7 6 2 se hubiesen conservado en diverso dominio tendrn la libertad de retirarse; permanecer all con sus efectos y muebles; y as ellos como el Gobernador, oficiales y soldados de la guarnicin de la Colonia del Sacramento, que se debern retirar, podrn vender los bienes races; entregndose S. M. F . la artillera, armas y municiones que le hubieren pertenecido en dicha Colonia
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y establecimiento. L a misma libertad y derechos gozarn los habitantes, oficiales y soldados espaoles, que existieren en alguno de los establecimientos cedidos renunciados la Corona de Portugal por el artculo IV, restituyndose S. M. C. toda la artillera y municiones que se huvieren hallado al tiempo de la ltima invasin de los Portugueses en el Rio Grande de San Pedro, su villa, guardias y puestos una y otra b a n d a ; exepto aquella parte que hubiese sido tomada y perteneciese los Portugueses al tiempo de la entrada de ios Espaoles en aquellos establecimientos, por el ao de 1 7 6 2 . Esta regla se observar recprocamente en todas las dems cesiones que contuviere este tratado, para establecer las pertenencias de ambas Coronas y sus respectivos lmites. Art. VIII. Quedando ya sealadas las pertenencias de ambas Coronas hasta la entrada del Pequir Pepiri-Guaz en el Uruguay, se han convenidos los Altos Contrayentes en que la lnea divisoria seguir aguas arriba de dicho Pepir hasta su orjen principal y desde este por lo mas alto del terreno, bajo las reglas dadas en el artculo V I ; continuar encontrar las corrientes del R i o San Antonio, que desemboca en el Grande de Curutib, que por otro nombre llaman Iguaz ; siguiendo este, aguas abajo, hasta su entrada en el Paran por su ribera Oriental y continuando entonces aguas arriba del mismo Paran, hasta donde se le junta el rio Igurey por su ribera Occidental. En estos artculos del tratado de lmites del i. de Octubre de 1 7 7 7 , quedan claramente determinados los lmites del territorio de Misiones con las posesiones portuguesas. Continuar dice el art. IV, la pertenencia de Portugal por las cabeceras de los rios que corren hacia el mencionado R i o Grande y h a c i a el Yacui hasta que pasando encima de las del rio Ararica y Rio Yacui, que quedarn de la parte de Portugal y la de los rios Piratin Ibimin que quedarn de la parte de Espaa, se tirar una lnea que cubra los establecimientos portugueses hasta el
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mismo salve y cubra los establecimientos y Misiones espaolas del propio Uruguay, que han de quedar en el actual estado en que pertenecen la Corona de Espaa.
Y el art. 8. a g r e g a : Quedando ya sealadas las pertenencias de ambas Coronas hasta la entrada del Pequiri Pepiri-Guaz en el Uruguay, se han convenidos los Altos Contrayentes en que la lnea divisoria seguir aguas arriba de dicho Pepiri hasta su orijen principal y desde este pollo mas alto del terreno, bajo las reglas dadas en el artculo V I ; continuar encontrar las corrientes del Rio San Antonio q.ue desemboca en el Grande de Curutib, que por otro nombre llaman Iguaz; siguiendo este, aguas abajo, hasta su entrada en el Paran por su ribera Oriental y continuando entonces, aguas arriba del mismo Paran, hasta donde se le junta el rio Igurey por su ribera Occidental. As quedaba claramente deslindada la jurisdiccin del territorio de Misiones de las posesiones portuguesa >, pero las diferencias surjieron entre los Comisarios de ambas naciones sobre el Pepiri-Guaz y el San Antonio. Segn las instrucciones dadas los demarcadores del tratado del 13 de Enero de 1 7 5 0 , el Piquir era un < ; rio caudaloso con una isla montuosa enfrente de su boca, un grande arrecife frente su barra, que se encuentra aguas arriba del Uruguay-pit, afluente meridional del Uruguay; pero los demarcadores saliendo de estas instrucciones exploraron en 1 7 5 9 un rio situado aguas abajo del Uruguay-pit, que es el Pepiri-mini, que significa el Pepirichico y cuyo curso corto y de caudal de agua menor que el otro que se llama Pepiri-Guaz, que significa el Pepirgrande, el cual se encuentra seis leguas arriba de la desembocadura del Uruguay-pit. Los demarcadores Sres. Varela y Veiga Cabral, reconocieron mas tarde que este otro era el rio que debia servir de lmite, porque en el concurran todas las circunstancias indicadas en las instrucciones. En el tratado de i/$o se le designa con el nombre de Pequiri Pepir, y para quitar desvanecer el error de 1 7 5 9
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el tratado de 1 7 7 7 le designa por el nombre que le es adecuado y propio: Pequir Pepir-Guaz. Y de igual manera que hay en el Uruguay un afluente llamado Pequir Pepir-Men y otro denominado Pequir Pepir-Guaz, existe en el Yguaz un rio afluente ele nombre San Antonio-Min y otro llamado San Antonio-Guaz que queda de aquel mas al Oriente. Reconocido por Oyarvide y el Comisario Portuqucs en 1 7 9 1 el orjen del Pepir-Guaz, qued comprobado que su contravertiente era el San Antonio-Guaz, que con arreglo los trminos de los tratados y seales, Mapa instrucciones de las Cortes de Espaa y Portugal, debian servir de lmites en las poseciones de ambos E s t a d o s ; pero los comisarios portugueses se rebelaron contra la verdad y resistieron continuar la demarcacin en la cual quedaban defraudadas sus esperanzas de nuevas usurpaciones. (a) Mas en la guerra de 1S01, los portugueses aprovecharon la ocasin para avanzar sus fronteras hasta el rio Uruguay. Escuchemos lo que dice el historiador Argentino Doctor Vicente F . Lpez : L a guerra con Portugal tuvo consecuencias como era natural en el R i o de la Plata. Al tener noticia de ella los portugueses del Brasil se echaron sobre las miserables guardias de las fronteras que eran apenas partidas sin organizacin ni centro; y se apoderaron de toda la lnea desde Cerro-Largo hasta los siete Pueblos del Uruguay.> E l temor de una invasin inglesa paralizaba la accin del Gobierno contrada toda entera Montevideo y Buenos Aires que se supona seran atacados. A la paz de Badajoz el V i r e y exiji la devolucin de los puestos de su frontera. Pero los portugueses se negaron, alegando: 1 . ' que Bonaparte aliado de Espaa, no solo no habia aceptado el tratado de Badajoz, sino que habia ocupado Al(a) V a s e . - S o b r e esta materiaEl Diario de Cabrer publicado, en la citada Obra de Meliton GonzalesLas Memorias Postumas de Azara y la Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Repblica Argentina de 1892.
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meida y A l e n t e j o ; y 2 . " , que entre las compensaciones cesiones y devoluciones del tratado, no se mencionaba la devolucin de lo que ellos habian ocupado y tomado de este lado. L o nico que se consigui despus del Tratado de Madrid fu que desalojasen Cerro-Largo y la Costa de Yaguaron. faJ Por su parte el historiador brasilero Pereira Pintos, en sus Apontamentos para o direito internacional se muestra conforme con la contestacin del gobernador de Rio Grande brigadier Roseio, al V i r e y de Brenos Aires, arguyendo eme la guerra de 1 8 0 1 anul el tratado de 1 7 7 7 y concluye por decir, que debe ser respetado el uti-possidetis obtenido por las armas poituguesas; esto es, el territorio de los siete pueblos de las Misiones de la banda izquierda del Uruguay. [b] T a l es el ttulo argumento con el cual el Brasil ocup el territorio de Misiones, de la jurisdiccin del Gobernador Intendente y poltico militar de la Asuncin del Paraguay Don Bernardo de Velazco, comprendido entre los rios Ibicui, Uruguay y esas sierras que al Oeste cubrian los establecimientos y Misiones espaolas en las vertientes del Piratin y del propio Ibicui. En presencia de esta nueva usurpacin al Gobierno de la antigua Provincia del Paraguay, como de los dems avances portugueses en los dominios del Monarca espaol sobre la Banda Oriental, y sobre otras provincias de orjen espaol colindantes con el Brasil, ocurre naturalmente examinar los efectos de tales atentados contra el derecho de esos pueblos. En otros trminos, conviene recordar el estado en que por tales hechos quedaba la cuestin de lmites con los portugueses. listos que no supieron respetar la lnea de demarcacin en las posesiones derechos correspondientes la Corona
(a) V a s e . - H i s t o r i a de la Repblica Argentina por Vicente F. Lpeztomo 1 cap. XXIIIHistoria Argentina por Luis L . DomnguezSec. 4 . cap. 6 . (bl Vase.tomo 3 pg. 209.
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de Espaa, consagrados por la capitulacin de Tordesillas de 1 4 9 4 y la Bula del Papa Alejandro V I aprobatoria de dicho pacto fundamental, esos portugueses del Brasil avanzaron constantemente sobre los dominios del Soberano Espaol, en son de escursiones, desvastaciones y conquistas. Uno de los tesmonios irrecusables de estas circunstancias histricas, es la triste suerte que le cupieron los pueblos y ciudades del Guaira, y las ubicaciones de ellos en la Provincia de este nombre, y en toda la regin situada al Norte de ella hasta los lmites Sud de Gua> anas Caura y Venezuela, y toda esa otra parte situada al Sud del Guaira, que antiguamente era de la Provincia del Uruguay, y que hoy se denominan Santa Catalina y Rio Grande del Sud. Esos espacios son otros tantos agravios al dominio de Espaa y los pueblos de orjen espaol, sus herederos. Y es un hecho digno de notarse que todos los tratados celebrados con posterioridad al citado de Tordesillas de 1494, fueron sucesivamente anulados rescindidos, por la via de nuevos hechos de usurpacin de los portugueses por convenios de paz, celebrados para detener la accin reivindicatora del Soberano espaol contra esas usurpaciones; pero nuevos avances y violaciones del ltimo pacto, exijian el ejercicio de la misma accin por la monarqua espaola. De nada sirvieron los tratados de 1680, de 1 6 8 1 , de 1 7 1 5 , de 1 7 5 0 . Anulado este ltimo por el de 1 7 6 1 , la contienda reaparece y la Espaa en 1 7 7 6 marchaba con justicia la accin reivindicatora. En efecto, en dicho ao, el Ministro Espaol Marqus de Grimaldi, en su citada Respuesta al Embajador de Portugal le decia estas palabras significativas de esa accin: Estos pases que cito y reclamo etc. Y por no continuar mencionando todas las usurpaciones que citaba y reclamaba en nombre de su Soberano, a g r e g a : < . Pero no me detendr
en individualizarle estas ni otras Rejiones usurpadas la Dominacin Espaola, pues el partido que es forzoso adoptar hoy ambas Cortes para el arreglo de sus lmites, -y para poner fin las controversias . y.disturvios
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ocasionan es de tal naturaleza, que cada dos Coronas Quedar reintegrada de todos que en rigor la pertenezcan, sin que ningupueda quejarse en razn de resultar perju-
La reintegracin de todos los Pases de que habla Grimaldi al Embajador de Portugal, no significaba otra cosa que, la reivindicacin de todos los Pases usurpados por los portugueses durante el coloniaje; esto es, importaba la resolucin del Soberano Espaol de llevar los lmites de sus derechos hasta el punto de partida de las posesiones entre ambas coronas de acuerdo con la Bula de Alejandro V I , aprobatoria del tratado de 1 4 9 4 , celebrado para la particin del Mar-Ocano, lo que es lo mismo, al meridiano que pasa por la isla de Buen Abrigo y el cabo de Humos, situado al oriente de la desembocadura del Maraon, hoy llamado del Para y tambin Tocantins. Pero la guerra de reivindicacin fu detenida por el citado pacto de 1 7 7 7 , el cual, siendo un acto bilateral, impona Portugal y su heredero, la obligacin de respetarlo y cumplirlo, en todas sus disposiciones, bajo pena de que l quede rescindido pueda rescindirse por la otra parte sus herederos, y por consiguiente continuase el derecho de la reivindicacin sobre todos los territorios usurpados por los portugueses. En otros trminos, violado rechazado el tratado de 1 7 7 7 , por Portugal el Brasil, queda en pi la voluntad del Soberano espaol de reintegrarse de todos los pases usurpados sus dominios, y los E s t a d o s , herederos de dicho Soberano , adquieren el derecho y contraen la obligacin de cumplir esa postrer voluntad del comn causante. Mas, los hijos de esos Estados se dividirn, y lo que es peor, se anarquizarn en cruentas luchas intestinas, que an no han terminado. Pero entretanto el Brasil aprovechar tan propicias circunstancias y ora por ocupaciones clandestinas, por la accin de la diplomacia sobre gobiernos inconstitucionales,
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y a por el poder de las armas del oro corruptor, la verdad ser que sus. fronteras avanzarn persistentemente sobre los pueblos de orjen espaol, y especialmente sobre la antigua provincia del Paraguay. De S u d a Norte, de;de las vertientes Sud del Rio Iguaz y desde un poco mas al Sud del Puerto de San Francisco, hasta los lmites del Gobierno de Serpa las Guayanas Caura, y los del de Silva Venezuela, en el R i o Amazonas; y de E s t e Oeste desde la citada lnea de demarcacin entre las posesiones espaolas y portuguesas, que pasa por la isla de Buen Abrigo, hasta las ocupaciones de Coimbra y Alburquerque y los lmites Orientales de la antigua Santa Cruz de la Sierra, darn evidente testimonio del gran espacio de territorios usurpados por los portugueses la antigua Provincia del Paraguay. A l desaparecer el coloniaje, los lmites de esta con el Brasil quedaron pues en el mismo estado en el cual se hallaban las cuestiones de lmites que se sucedieron en las relaciones de Espaa y Portugal en sus posesiones de Amrica; esto es, se respetaba y cumpla el tratado ltimo, el Paraguay conservaba el derecho de su causante para reintegrarse de todos los pases que le haban sido usurpados por los portugueses , dentro del di trito de su antigua jurisdiccin. Tal es el dilema forzo=o de la cuestin de lmites con el Brasil en rigor del derecho y del sentimiento natural de la justicia, al fenecer el coloniaj e espaol; pero la existencia de Coimbra y Alburquerque durante y despees de celebrado dicho tratado, y la ocupacin del territorio de los siete pueblos de Misiones de la banda izquierda del Uruguay, demuestran ya la violacin reiterada del ltimo citado p a c t o ; por consiguiente, esos hechos indican que, en el porvenir se impondr la solucin estrema de la reivindicacin que fracazar una mas veces y renacer otras tantas hasta que un da triunfe de una manera definitiva, la reconquista de los territorios usurpados por los portugueses. Esta es ser la situacin, los derechos y tendencias comunes de los pueblos de orjen espaol
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cjlindatir.es con el Brasil, para reclamar un dia la parte de su antiguo dominio, ya sea aislada conjuntamente por la divisibilidad del derecho y la unidad de accin contra un mismo detentador de los bienes hereditarios; pero, medio siglo de anarqua, de errores, y de bastardas ambiciones en los gobernantes d estos pueblos, postergarn imposibilitarn por el momento por algn tiempo el ejercicio de esa accin; y por el contrario servirn de poderoso auxiliar para el progreso afianzamiento transitorio de esas usurpaciones, porque intilmente los brasileros pretendern apoyarse en el uti-possidetis, para tratar de lejitimarlas y ampararse en el poder del derecho y la justicia. Los pueblos de orijen espaol concluirn por rechazar el argumento brasilero como insubsistente para servir de base en el arreglo de los lmites entre Estados que derivan de distintos Soberanos. E l doctor Don Bernardo de Irigoyen, siendo Ministro de Relaciones Exteriores de la Repblica Argentina en 1882, con gran tino diplomtico respondi al Seor Barn Aguiar d'Audrade q u e : No tendra inconveniente en agregar al artculo 3 . ^ la frase
la
cual
se funda
en el principio
si
le encontrase fcil colocacin, tratndose de dos naciones cuyos ttulos derivan de otras que fijaron anteriormente sus lmites por tratados internacionales claros y precisos. Considero, agrega el doctor Irigeyen, que el uti-possidetis es perfectamente invocado entre los Estados americanos que dependieron de una sola soberana y que tienen fronteras indeterminadas confusas. L a s circunscripciones territoriales en ese caso fueron dependientes de una jurisdiccin comn, se fijaron por actos administrativos que, no teniendo carcter permanente se alteraban por la voluntad del Soberano. ; < Pero ttatndose de Estados cuyos ttulos derivan de pactos internacionales, en los que se han designado los ros y puntos que sirven de divisin, no me parece posible una estipulacin fundada en el uti-possidetis, que solo se acepta cuando falta de lmites establecidos, se
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sanciona provisoria definitivamente la posesin. (a) Esta fu tambin la doctrina sostenida por la Cancillera de Bolivia en 1863, en la contestacin dada al Ministro brasilero Sr. Don Juan Riego Monteiro, por el Ministro boliviano Sr. Don Rafael Bustillo, cuando le d e c i a : L a posesin actual, el uti-possidetis no puede tener cabida ni aplicacin, al tratarse, como al presente, de colonias de diversas metrpolis, entre las cuales mediaba un pacto internacional para arreglar los respectivos dominios, lejtimando confirmando la posesin que fuese mas conforme con l y condenando la que le fuese contradictoria y opuesta. Y mas adelante agregaba : No consta al infrascripto que alguno de sus predecesores hubiese renunciado al tratado de 1 7 7 7 confirmado su caducidad; pero si tal lo hizo, seria sin duda para poner la Repblica en aptitud de reclamar y sostener su favor el estado territorial anterior al tratado de 1 7 7 7 , y los derechos que entonces competan la E s p a a ; pues es bien sabido que en dicho tratado como en el de 1 7 5 0 , se hicieron por esta amplias concesiones al Portugal de territorios pertenecientes la Espaa en esta Amrica Meridional por los ttulos lejtimos de conquista y primera ocupacin. (b) T a l fu tambin la actitud poltica del Paraguay, en sus relaciones con el Brasil en el tratado de 1844, en que este reconoci la vij enca del pacto de lmites entre Espaa y Portugal de 1 7 7 7 ; pero rechazado l en medio de impenetrable reserva por la diplomacia del Imperio, qued en pi la solucin estrema de la guerra de 1 8 6 5 . Mas dejando el examen de este punto para la Segunda Parte, por ahora nos reduciremos enunciar que el principio del uti-possidetis no ampara las posesiones que emanan de distintos soberanos; esto es, el Brasil no puede invocar dicho principio en sus relaciones con los Estados de orjen espaol para conservar las usurpaciones portu(a) Vase Notacontestacin dei 13 d e Junio de 1882 al Barn Aguiar de Andrade, Ministro del Brasil. ~(b) Vase.Estudio Histrico rP- Bolivia por Ramn Sotomayor Valdspg. 844 y 345.
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guesas realizadas en los dominios de la Corona Espaola.. Por tanto en algn tiempo prximo lejano l tendr que devolverlas sus herederos por la razn suprema de los acontecimientos; porque la historia la experiencia ensea que los tratados injustos, impuestos por la violencia, el fraude el error al gobierno de los pueblos, solo subsisten mientras duran las causas que las producen. E s fcil pues concebir presentir q.-e en un tiempo mas menos prximo lejano, los pueblos agraviados en sus derechos territoriales al concluir sus evoluciones internas h a c i a la Paz y la Justicia, naturalmente elevarn los ojos al Mapa de la Amrica del Sud, y al recordar los esfuerzos y sacrificios de sus mayores impulsados por unas mismas ideas y sentimientos, se mirarn instintivamente los unos los otros, para preguntarse mutuamente Porqu el heredero de Portugal es dueo de los territorios pertenecientes a los herederos de E s p a a ? Y como estos hablan un mismo idioma, ser fcil que se entiendan entre s, para el ejercicio de una accin reivindicatora destinada reintegrarse de todos los pases usurpados sus naturales imprescriptibles derechos hereditarios. Y este respecto, razn tiene el citado historiador argentino Vicente F . Lpez, cuando d i c e : L a cuestin de lmites en esta parte de Amrica es cuestin de poblacin de futuro engrandecimiento, y de futuro desarrollo. Ni esta ventilada, ni es del presente. L o s dueos verdaderos aparecern en uno en dos s i g l o s ; y ellos nadie les ha de resistir porque tomarn y reivindicarn por su propio derecho y no por antecedentes. (c)
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L a reivindicacin es una natural y lejtima aspiracin general, aunque encubierta adormecida, pero siempre existe latente, en la tradicin, en la conciencia y en los intereses de los pueblos de la Amrica Espaola. Su realizacin es realmente una cuestin tiempo, de poblacin y de futuro desarrollo, porque el ejercicio de la accin reivindicatora es inevitable en el porvenir, por cuanto la usurpacin de la Soberado,) V. misino tomo y Captulo arriba citados.
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na territorial de las naciones, no puede quedar triunfante de una manera definitiva, en tanto que sobre el atentado contra el derecho se levanta el poder y la voz permanente irresistible de la justicia, que, dando cada uno lo que es suyo, lucha perpetuamente hasta conseguirla victoria. De donde conclumos que los pueblos de orijen espaol, colindantes con el Brasil, aisladamente en comn, un dia no lejano, en remoto tiempo, pero en plazo cierto, aunque indeterminado, se empearn con f ardiente en la reconquista de todos los pases usurpados por los portugueses. E n este sentido, hemos credo que los lmites de la antigua Provincia del Paraguay, desde los primeros tiempos del descubrimiento y conquista del Rio de la Plata, hasta la revolucin de 1 8 1 0 , no dejara de ofrecer algn inters las nuevas generaciones que, animadas de grandes ideales se esfuerzan se esforzarn en realizar la unidad y la grandeza de los pueblos de un mismo orijen. E n esta intelijencia, continuaremos tratando la materia en la Segunda Parte de este trabajo, bajo el ttulo de :
FIN
OBRAS
CONSULTADAS
DE GUZMAN Argentina Historia del descubrimiento, conquista y poblacin del Rio de la Plata. U L D E R I C S C I I M I D E L Historia y descubrimiento del Rio de la Plata y Paraguay. GONZALO F E R N A N D E Z DE OVIEDO Y VALDEZ Historia General y Natural de las India*, Islas y Tierra-Firme del M i r Ocano. J O S O V I E D O Y B A O S Historia de la Conquista y Poblacin de la Provincia de Venezuela. A N T O N I O H E R R E R A Historia General de las Indias. L P E Z D E G O M E R A Historia de las Indias Occidentales. A L V A R N U E Z C A B E Z \ D E V A C A Comentarios. P E D R O L O Z A N O Hi-toria de la Conquista del P a r a g u a y , Rio de la Plata y Tucuman. Historia de la Compaia de Jess de la Provincia del Paraguay. Descripcin Chorogrfica del Gran Chaco Gualamba. P E D R O X A V I E R D E C I I A R L F V O I X Histoire du P a r a g u a y . JOS DE GUEVARA Historia de la Conquista del Paraguay, Rio de la Plata y Tucuman. J O R J E J U A N Y A N T O N I O U L L O A Relacin Histrica del viaje hecho de orden de S . M. la Amrica Meridional. G U I L L A U M E T. R A Y N A L Histoire Philosopbique et Politique. J U A N P A T R I C I O F E R N A N D E Z Relacin Historial de las Misiones de Chiquitos. A N T O N I O R U I Z M O N T O Y A Conquista Espiritual. F L I X D E A Z A R A Descripcin historia del Paraguay y del Rio de la Plata. Viajes inditos. Memorias Postumas. Correspondencias oficiales sobre demarcacin de limites entre el Paraguay y el Brasil. G E R N I M O M A T O R R A S Diario de espedicion hecha en 1 7 7 4 los .pases del Gran Chaco. J U A N A D R I N C O R N E J O Diario de la primera espedicion al Chaco, en 1 7 9 0 .
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T O M A J U N C O S A Descripcin de las Misiones de la Villa de T a n j a . J O S A R E N A L E S Noticias Histricas y descriptivas sobre el gran pas del Chaco y Rio Bermejo. A L C E D O Diccionario Oreogrrico-Histrico. V I C E N T E Q U U S A D A L a Patagonia y las Tierras Australes del Continente Americano. M A R T I N D O B R I N H O F F E R A n account of the Abipones an equestrian People of Paraguay. P E D R O A N D R I S G A R C A Memoria sobre la navegacin del Tercero y o t o s Rios que confluyen al P a r a n . F R A N C I S C O V I E D M A Descripcin de la Provincia de Santa Cruz de la Sierra. Descripcin y estado de las Reducciones de indios Chiriguanos. B R I G A D I E R . D I E G O D E A L V E A R Relacin Geogrfica Histrica de la Provincia de Misiones. M A N U E L A. na F L O R E S Carta al Marqus d Valdelirios, Comisario G.jneral de S. M . Catlica para la ejecucin del tratado de limites de 1 7 5 0 . G R E G O R I O F U E - ; Ensayo de la historia civil de Buenos Aires Tucuman y P a r a g u a y . M A R Q U S D B G R I M A L D I Respuesta la Memoria que present en 1 6 de Eiiero de 1 7 7 6 el Sr. Francisco Inocencio de Souza Couti i, Embajador de S. M. F . corea del Rey de Espaa relativa la Negociacin enlabala para tratar del arreglo y sealamiento de Ll nites de las Posesiones Espaolas y Portuguesas en Amrica Meridional. G O N Z A L O D B D O B L A S Memoria histrica, geogrfica, poltica y econmica de la Provincia de Misiones. M E L I T O M G O M Z V L E S El Limite Oriental del territorio de Misiones. A N T O N I O Z I M N Y Historia de los Gobernantes del Paraguay. Luis L. D O M N G U E Z Historia Argentina. D I E G O D E L A V B G A Guia de Forasteros del Virreynato de B u e nos Aires. Du Ga.vTY Lx Repblica del P a r a g u a y . A N T O N I O C I U L I X Historia Corogrfica de la Nueva Andaluca. A L I R E D O D E M S R S A Y Historia fsica, ecauuiica y poltica d e l Paraguay. M A N U E L R I C A R D O T R E L I . E S Cuestin de lmites n t r e l a Repblica Argentina y el Paraguay. Cuestin de lmites entre la Repblica Argentina y Bolivia. B E I . I S A R I O S A R A V I A Memoria sobre lmites entre la Repblica Argentina y el Paraguay. J U A N M A R T I N L K G U I Z A M O N Cuestin de limites con Bolivia. C A S I A N O G O T I A Jurisdiccin Histrica de Salta sobre Tarija. M A R I A N O Z O R R B G U I E T A Apuntes histricos de la Provincia de Salta eu la poca del coloniaje. G A R C I L A S O D E L A V E G A Comentarios Reales del orjeu de los lucas. J O S M A N U E L E S T R A D A Ensayo histrico sobre los comuneros del Paraguay, M A N U E L R. G A R C A Memoria presentada al Presidente de los Estados Unidos de Norte Amrica Mr. Hiyes en la Cuestin de lmites entre la Repblica Argentina y el P a r a g u a y . ANTONIO
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CONSULTADAS
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El Chaco Orienta . Cartas al redactor de La Tribuna. L . S C H N E I D E R A guerra da Triple Alianza contra o G >oei*uo da Repblica do Paraguay. A N T O N I O P K R K I R A P I N T O Apoutamentos para o Direito internacional ou collereao completa dos tratados celebrados pelo Brazil com differentes i i a e o e z PSt ''augeiros. P O R U N O S A M I G O S DK L A . J U S T I C I A Cuestin de limites entre la Repblica A'-g"iitina y el Paraguay. A G U S T N MATIENZOLimites entre Bolivia y la Repblica Argentina. F R A N C I S C O D E C A S T E L N A I ; Histoire du vuya^e. J U A N C O M I N G E S Las exploraciones del Cinco del Norte. C S A R C A N T Historia Universal. I G N A C I O P A S O S Diario de la navegacin y reconocimiento del Rio Paraguay desde la Asuncin hasta Alburquerque. N I C O L A S A R R E D O N D O Informe del Virrey N MI I i s Arredondo su suce-or D o n Pedro Mel de Portugal y Villeua sobre el estado de la cuestin de limites entre Us Curtes de Espaa y Portugal. V I C E N T E D E B A L L I V I A N Y R O X A S Archivo B d i v i i o . C deccin de documentos relativos la Historia du B divia durante el c o loniaje con un catlogo de obras impresas y de. manuscritos. A N T O N I O M O N T A L V O El Sol del N u e v o Mando. Roma, 163. MARTIN B A R C O C E N T E N A R A L a Argentina. G U I L L E R M O H. P R E S C O T Historia del reinado de los Reyes Catlicos Don Fernando y Doa Isabel. M O D E S T O L A K I I E N T E Historia General de Espaa. R A M N S O T O M A Y O R V A L D S Estudio Histrico de Bolivia. .(. M . D U K A N C A N E L A S Historia de la independencia de S a n t a Cruz de la Sierra. B E R N A R D O I I : A E Z D E E C H A V A R R I Histoire du Paraguay sous les jsuites. Escrita en las Misiones Guarans y acabada en Buenos Aires en 1761, c o n el apndice de las Efeurides diario de la guerra jesutlici del P a i r e Tha leo Euuis. D E M Coleccin General de Djcuineutos relali\ro-> los Regulares de la Compaa de Jess en el P a r a g u i y , que contiene el Reyno Jesutico e n el Paraguay. C O U E G O J O A O P E D R O G A Y Historia da Rjpbliea Jesutica do Paraguay. MARIANO F . E S P I N E I R A El Judicial. P U B L I C A C I O N E S O F I C I A L E S Documentos inditos de! Archivo de Indias. Apndice y documentos anexos la Memoria presentada por el Ministro del Paraguay en la cuestin sometida arbitramento. New-York. El Paraguayo Independiente. Discusin de limites territoriales y de la Independencia Nacional del Paraguay, entre El Paraguayo Independiente y L a G i c e t a de Buenos Aires. Asuncin, 1 8 4 8 . Memoria de los Virreyes que han gobernado el Per durante el coloniaje. Lima
SANTIAGO VACA-GUZMN
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MANUEL
PEDRO
DE PEA
1 4 de Enero de L73.
Recopilacin de Lys Indias. Coleccin de datos y documentos referentes Misiones, como P a r t e inte-, grante de la Provincia de Misiones.
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DOCTOR
ALEJANDRO
AUDTBERT
P U B L I C A C I O N E S OFICIAI.ESMemoria
del Ministerio de Relaciones E x teiiores de la Repblica Argentina de 1879, 1882 y 1892. V I C E N T E G. Q U B S A D A L a Nueva Revista de Buenos AiresHistoria Colonial Argentina. Cartas Edificantes por algunos Misioneros de la Compaa de Jess. C A R L O S W A S H B U K N Historia del P a r a g u a y . F R A N C I S C O X A V I E R B R A V O Coleccin de Documentos relativos la expulsin de los Jesutas de la Repblica Argentina y del Paraguay.
Atlas M a p a s y planos
J A N S O R I U M Y H E R I C U M H O N D I U M Edicin de Gerardi MercatoiN de 1638. At.lanti Novi. N. S A N S N D ' A U B E V I L L E , Geographe du Roi Le P a r a g u a y r , le Cbili, la Trro, et, les isles Magellaniques. Paris. 1656. 3 . S A N S N Geographe du roi Le Paraguay, tir des Relations plus recientes.Paris. 1668. (a) G I L L A U M E D E L' I S I . E , Gegrafo de la Academia Real de Ciencias de Paris Carie du Paraguay, du Chili, de dtroit de Magcllan etc. Dresse sur les Desoripfions des P P . Alfonse d'Ov-lle, et Nicols Techo, et sur les Relations et Melindre de Brouwer, Narbouroug, Mr. de Beauchesne etc. Paris. 1703. D ' A N V I L L E , geographe du Roi Le Paraguay, 1733. REQUENA Caita de la Amrica Meridional. J U A N D E L A C R U Z . C A N O Y O L M E D I L L A , gegrafo pensionado de S . M. Mapa Gcgrafico de la Amrica Meridional. T A D E O H A E N C K E Carta manuscrita de Santa Cruz de la Sierra. F L I X D E A Z A R A Anas. A. H . B R U Carie Nouvelle de L'Amrique Meridional. A R O W S M I I H Map of P a r t of the Viceroyality of Buenos Aires, JOANNEM
Coarta Esfrica de la Confederacin A r g e n tina y de las Repblicas del Uruguay y Paraguay. E. M O U C H E Z Garle de la Kepuhlique du Paraguay. J U A N O N D A R / . A J U A N M A R I A N O M U J I A Lucio C A M A C H O Mapa de la Repblica de Bolivia, mandado publicar por el Gobierno del Doctor Don Jos Maria Linares en 1851).
JOS MARA CABRER
1U6.
Ms..^
NOTA Estas obras, en su mayor parto hoy muy raras, las he consultado entre las que poseo y las que me han proporcionado galantemente los compatriotas S r s . Don Juan Silvano Godoy, Enrique Solano Lpez y los doctores Don Benigno Ferre.yra y Enrique Parodi. Tambin mencionar al Coronel Don Justiniano Salvaaeh y la Biblioteca Pblica de esta Capital, donde he tenido que acudir frecuentemente en busca de alguna de ellas. No s no recuerdo en este momento si otra persona me h i facilitado la lectura de algunas de las que menciono en esta Primera P a r t e ; si mi memoria fuera ingrata, pido disculpa del olvido involuntario en que hubiese incurrido. A . A.
(a) Este Mipa concuerda con el (lo Sansn D'.VI>bevilIo sobro la denominacin del rio P a r a g u a y o de la Plata asi c o m o sobre ,il nombre del Mar del P a r a g u a y dado en un t i e m p o al Ocano Atlntico hasta un p o c o ma< al Norte de la Oananeu.
NDICE
PRLOGO
CAPTULO I Antiguos lmites del ParaguayDoctrina del Derecho Divino Bula del Papa para la particin de los dominios de Espaa y PoitugalTratado de 1491Lnea de demarcacin en las posesiones de ambos Estados Descubrimiento del Rio de la Plata por Sebastian GabotoReconocimientos y posesiones tomadas por Juan Diaz de Solis y Vicente Yaez Pinzn por la corona espaolaJuan Diaz de Solis descubre despus de Gaboto el Paran-Guaz Concesin SolisSu expedicin y muerteRio de Solis Segunda expedicin de Sebastian Gaboto este rioDivergencia de opiniones sobre su destinoExploracin del Rio de SolisFuerte de <Santi-Spiritu>.El Rio Paraguay Combate naval con los agacesOrjen del nombre de Rio de la PlataOrjen y significacin del nombre de Paraguay. Diversas versionesCapitulacin del Rey con D Pedro de MendozaEstension del Gobierno de este sobre el Ocano PacficoAmpliacin del gobierno de Chile - Cuestin de lmites entre este y el Rio de la PlataInterpretacin racional de las concesiones del ReyEstension del Paraguay sobre el Ocano AtlnticoEstension al NorteCapitulacin del Rey con Juan Ortiz de Srate, con Diego Fernandez de Zerpa y Pedro Maravez de SilvaLmites del Paraguay con Guayanas y VenezuelaLmites con el Brasil al OrientePases limtrofes al OsteEl territorio del Chaco pertenece al Paraguay Rio de la Plata CAPTULO IIEspedicion del Primer Adelantado Don Pedro de MendozaFuertes de Buenos Aires, Lujan y Corpus ChristiExploracin de Juan Aylas al NorteDificultades de la conquistaEl Adelantado vuelve Espaa, dejando por sucesor Juan de AylasInstruccionesMuerte del AdelantadoAylas traba amistad c <n los indios Mbocobis -Combate naval con los agacesCombate del Valle de GuarnipitanFuerte de la AsuncinOrjen y significacin
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del nombre guaranSometimiento de los indios de It, Yaguaron y AcaaiDescubrimientos y conquistas de Aylas Itapuc-guaz Pan de AzcarPuerto de la Candelaria Su situacinDiverjencia de opinionesAylas marcha al Per Irala queda en su esperaJuan de Sal azar en la CandelariaSu vuelta Buenos AiresRuiz Galn en la AsuncinLlegada de Irala estaSu prisin y libertad 121 veedor Alonso CabreraCdula Real del 1 de Setiembre de 1537Traslacin de la gente de Corpus Christi Buenos AiresComisin de Felipe Cceres y Francisco Alvarado la CorteTraslacin de Ga'an y dems gente la AsuncinVuelta de IralaNoticia de la muerte de AylasEleccin de Domingo Martnez de IralaDesocupacin de Buenos Aires y LujanReparticin de los indios en encomiendas Espedicion al ChacoFormacin de varios pueblosCapittdacion del Rey con Alvar Nuez Cabeza de VacaSu espedicionToma de posesin de la Cananea, Santa Catalina y provincia de VeraEspedicion contra los indios guaicursCombateSe someten los gu curs y dems indios del Chaco por medio de embajadoresObservaciones CAPTUI O IIIAlvar Nuez Cabeza de Vaca busca una va al PerReconocimiento de Yrala por el rio ParaguayEspedicion por el Chaco con los indios de Guarambar, Ypan y AtirEl Adelantado hace repetir la exploracin con los indios de otros pueblosYrala remonta el rio Paraguay hasta el Puerto de los ReyesEspedicion del Adelantado Su fracazoHernando de Rivera penetra en el JaurPrisin de RiveraSublevacin de los soldadosPrisin del Adelantado Eleccin de YralaAnarquaSublevacin de los guarans y agacesEspedicion de Yrala al PerLos indios mackcaciesSus informesYrala enva Chaves y otros cumplimentar la GazcaProhibicin de este YralaRetirada ChiquitosActitud de los carcacies Recibimiento de la Gazca los enviados de YralaNombramiento de Diego Centeno de gobernador del Rio de la PlataLos trminos y lmites de su gobernacin confirman la jurisdiccin del Paraguay sobre el ChacoYrala recibe la comunicacin del nombramiento de Diego Centeno y nueva prohibicin de internarse al PerObservaciones CAPTULO IVCapitulacin del Rey con Juan de Sanabria Muerte de esteSu hijo Diego Sanabria continua el contratoEnvia Juan de Salazar con tres embarcaciones Caducidad de la ConcesinNombramiento de Domingo Martnez de Irala de AdelantadoPueblo de San Francisco Su abandono--Reconocimiento del Guayr por IralaLa Villa de OntiverosEl Obispo Don Fray Pedro Fernandez de la Torre Fray Pedro LatorreDisposiciones administrativas de IralaProvisin de empleosEscuelas pblicas Construccin del Ayuntamiento y de la iglesia Catedral Organizacin de la PolicaLa Ciudad RealComisin de Nuflo de Chaves para fundar un pueblo en los Jarayes Muerte del AdelantadoNombramiento de Gonzalo de MendozaReconocimientos de Nuflo de ChavesResuelve establecer el pueblo en los confines del t'er Disidencia y divisin de la genteEncuentro de Chaves con Andrs MansoSanta Cruz de la SierraReparticin de los indios
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en encomiendas Divisin de la poblacin San Lorenzo de la Barranca y San Francisco de AlfaroContienda de Andrs Mumo con Diego PantojaSanto Domingo de la Nueva Ricjf Fin trjico de Andrs Manso y de esta poblacinLos Llanos de MantoAplicacin estensiva de este ron-bre Observaciones 69 CAPTULO V Etptdicion contra los agacesMuerte de Gonzalo de Mendo; aEleccin de Francisco Ortiz de Vergara Espedicion al PerEl pueblo de ItatiDistincinProhibicin de la Audiencia de CharcasRebelin de los indios del GuapayLas ruinas de Santo Domingo de la Nueva RiojaNueva prohibicin de la Audiencia de Charcas Acusacin del gobernador ante la AudienciaAcusacin ante el VireySuspensin de Ortiz de \ ergaraNombramiento de Juan Ortiz ZarateEl teniente-gobernador Felipe Cceres vuelve la AsuncinMuerte de ChavesAnarqua - Deposicin de Felipe CceresMartin Suarez Toledo Garay funda Santa F de Vera CruzSus lmites Observaciones >ii C A I T U L O VIEl Adelantado llega al Rio de la PlataEncuentro de Garay c ; n los soldados de Gernimo Luis Cabrera Litigio uflo de Aguilar reclama el dominio de Santa FRespuesta de GarayContienda ante la Audiencia de CharcasSolucin del pleitoSan SalvadorLa Nueva VizcayaDesaprobacin de los actos de Martin Suarez ToledoMuerte del AdelantadoSu testamento Gobernador interinoCoadjutor y Albacea testamentario Tutor de la hija del AdelantadoCasamiento de Doa Juana con Don Juan de Torres de Vera y AragnDeposicin y muerte de Diego Ortiz de Srate y MendietaVillaRica del Espritu SantoPacuy y CarumiayTraslacin de \ illa-RicaRebelin del Cacique Ober y de su hijo GuirarEspedicion d>-. Juan GarayPueblos de Jejui y Perico GuazCiudad de Santiago JerezDespoblacin de esta ciudad La Segunda JerezExploracin del Pilcomayo por Adame OlavarriegaCiudad de Buenos AiresExploiacin del Rio BermejoMuerte de Juan de GarayLa Ciudad de Nuestra Seora de la ConcepcinObservaciones 91 CAPTULO VIIOrjen y significacin del nombre de Chaco Versiones diversasEstension que comprenda al principio Su aplicacin estensivaDiferentes nombres aplicados al mismo territorioDivisiones del territorio del ChacoObjeto de la fundacin de la Ciudad de la Concepcin del BermejoEspediciones Salta, ilujuy y el PerDestruccin de la Ciudad de la ConcepcinPrisin del AdelantadoSu absolucinLa Ciudad de San Juan de Vera de las Siete CorrientesActa de fundacinCiudades fundadas durante el Gobierno del Adelantado Don Juan de Vera y AragnSu renuncia Eleccin de Hernando Arias de SaavedraEspedicion contra los GuaycursReducciones de San Bernardo, de Santiago de Canay y de Nuestra Seora de los DoloresSituacin de estas-Informaciones para acreditar las poblaciones establecidas por el Paraguay Observaciones i' i CAPTULO VIIICdula Real del 16 de Marzo de 1608Reducciones de los guaycursCarcter de estos indios y lugares que dominaban Reduccin de Yasoc Nuestra
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.Seora Mara de los ReyesSituacin de esta poblacin Su duracin Reduccin de GuazutinguSu situacin Yasoc subsista cuando se oper la divisin del Paraguay Rio de la PlataReducciones de Itati y de Nuestra Sen ra de la F en el Chaco Situacin de estas en los nv-pas de Cabrer y de ArrowsmithLa Provincia del Guaira Opiniones del Brigadier Diego de A l v e a r - D e Flix Azara De Pedro Lozi.noLmites del Guaira con el Brasil y el Rio de la PlataMapa de Guillaume de LTsleOpinin del Ministro Argentino doctor Don Manuel R. Garcia- Reducciones del GuairaInvasiones y devastasiones portuguesas sobre los pueblos de esta Provincia Quejas de los misioneros ante los Tribunales de San PabloDenegacin de justiciaLa Provincia del ParanEspacio que comprenda esta Provincia Reducciones del Paran y del Uruguay Los treinta pueblos de MisionesSu gobiernoJurisdicciones que pertenecanModificaciones diversasDivisin de Misiones en DepartamentosComposicin de estos. Observaciones. C A P U L O IXCiudades de la gobernacin del Paraguay Magnitud del Rio de la PlataLa Provincia Gigante de las IndiasDificultades para atender sus poblacirn sComisin de Manuel Frias para solicitar su divisin Cdula Real del 16 de Diciembre de 1617El Rio de la Plata y el Guaira -Ciudades que comprendanCreacin del Obispado de Buenos AiresEstension que abarcabaLmites entie ambas gobernacionesEstension del Gobierno del Guaira al Norte, al Oriente y al OccidenteEquidad de la divi.-ion de 16l 7Cuestin de lmites entre los Obispados de Buenos Aires y el Paraguay sobre MisionesCdula Real del 11 de Febrero de 1724Compromiso arbitralFallo arbitral -Modificaciones posteriores del gobierno temporal sobre el territorio de Misione Lmites entre el Rio de la Plata y el Paraguay en el territorio del ChacoOpiniones de gegrafos historiadoresLe}' 1 tt 1." Lib. 5 . de la Recopilacin de IndiasReducciones del Paraguay entre el Bermejo y el Pilcomayo aprobadas por el Rey de Espaa.Observaciones .. . C A P T U L O X T cumanSu conquista por Diego Rojas, Francisco de Mendoza, Nicols Heredia y Juan Nuez Prado Francisco Villagra obliga ste someterse al Gobierno de ChileSeparacin de Tucuman de ChileTucuman bajo el Imperio de los IncasOrjen y significacin del nombre de Tucuman - Versiones diversasEstension del Imperio de los IncasLinderos de Tucuman- Lmites con el ParaguayPrincipales poblaciones de TucumanAct-i de fundacirn de la Concepcin de Bermejo Estension y lmites de la Ciudad de SaltaEstension y lmites de OranLmites del Paraguay con Tucuman en el Mapa de Guillaume de L'Isle Conquistas de Tucuman sobre el Chaco y ttulo de sus gobernadoresLimites orientales de Tucuman en el Mapa de Cano y OlmedillaDivisin de la Gobernacin de Tucumanintendencia de SaltaLmites con el ParaguaySituacin de los fuertes de Caiza, Carapar ItaOficio del Cabildo de Oran al de Tarija sobre lmitesToma de posesin de dichos fuertesSituacin de OranErrores de algunos escritores sobre los derechos de Salta al Chaco sia
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tuado al Norte al Oriente del rio BermejoIncorporacin de Tarija la Intendencia de SaltaEl Obispado del Paraguay linda necesariamente con los Obispados de Buenos Aires, Salta y Santa Cruz de la SierraLey 3 , tt 7 , Lib. I de la Recopilacin de IndiasForma de aplicacin de esta ley para establecer la divisoria de los Obispados Observaciones CAPTULO X I L O S lmites Sud de la antigua Santa Ctuz de la Sierra son los Norte del ParaguayLmites de aquella sobre el Condorillo, segn el acta de su fundacinLmites entre ambas gobernaciones sobre el Rio P a r a g u a y - Estension y lindel os de Santa Cruz de la Sierra Obispado de Santa Cruz Reducciones de Mojos y ChiquitosOrijen de este nombreLugares que ocupaban dichos indios- Linderos de Chiquitos, segn Juan Patricio FernandezLmites Sud de Chiquitos segn el doctor don Agustn Matienso Ultima posesin de Chiquitos, segn la Cdula Real- de 1772 -Correspondencias de don Flix de Azara Coimbra y Alburquerque se encuentran en la jurisdiccin del Paraguay Actos que lo demuestranL i ites entre el Paraguay y ChiquitosLmites de la Intendencia de Cochabamba, segn el Gobernador Intendente don Francisco Viedma y el Visitador General don Diego de la VegaOtras autoridadesLmites de la Intendencia de Cochabamba con el Paraguay Cuestin de lmites entre la Intendencia de Cochabamha y la de la PlataResolucin-ConclusionesErrores del Mapa oficial de Bolivia CAPTULO X I I C h u i c a s Provincias que se comprendan antiguamente bajo este nombreLas conquistas de los Incas La Ciudad de la lata Chuquisaca La Audiencia Real de CharcasEstension de su jurisdiccin primitiva - Cdula Real dei 24 de Agosto de 1563 y del 1 de Oc ubre de 1566 Demarcacin y divisin de las Indias Jurisdiccin orijinaria privativa y superior de apelacin de la Audiencia de Charcas - Arzobispado de Charcas Obispos Sufragneos -Jurisdiccin privativaEl Paraguay no linda con la jurisdiccin privativa de CharcasJurisdiccin de la Intendencia de la Plata Observaciones CAPTULO XIIICreacin del VirreynatoEreccin de Mojos y Chiquitos en gobiernos Polticos-militares independientes -Creacin de la Audiencia Pretorial de Buenos Aires Real Ordenanza de Intendentes de Ejrcito 3' Provincia Divisin del Virreynato en ocho IntendenciasSupresin paulatina de los corregimientos y gobiernos polticos-militaresExepcionesModificaciones de 17S3Cesacin inmediata de todos los Corregidores - Subsistencia de los gobiernos de Mojos y ChiquitosSupresin de la Intendencia de Santa Cruz y creacin de la de CochabambaDesmembracin de la Intendencia de la PlataSupresin de las de Mendoza y Tucuman y creacin de las de Cidoba y Salta Divisin de los treinta pueblos de Misiones entre las Intendencias del Paraguay y Buenos AiresCreacin del Gobierno Poltico-militar independiente de Misiones Su agregacin al Gobierno del ParaguayAtribuciones de los Gobernadores Intendentes y de los Polticos-militaresAnalojas y diferenciasInviolabilidad y defensa de los territorios de unos y otrosAtribuciones de las Audiencias con
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relacin ellos Cargo accesorio del Presidente de la Audiencia de CharcasAtribucin en comisin de esta Auditncia cen relacin Mojos y ChiquitosTitulo del Gobernador Intendente del Paraguay don Pedro MelObservaciones 201 CAPTULO XIVLes GuaycursExpediciones contra estos indiosLos mamelucos de San Pablo- Prdida de Villa Rica Espedicion enviada su socorroCobarda del gefe D e v a s t a c c n e s de los mamelucos- Tentativas de desalojo de los portugueses de la antigua Jerez Espedi_ on contra los GuaycursNuevos atentados de stos y de los payagusEsploracicn del Pilccmajo por los Padres Patino y Niebla Non bres diversos de es-te rioSus primeros descubridores Cdula Rtal dtl 10 de Dicien.bie de , ( 3 A c u s a c i n del Gobernador R e } e s ante la AudienciaJ.oi- de Antequera y CasttcProceso de ReyesReconocimiento de Antequer.i de GobernaderActitud de la Audiencia de Charcas Resolucin del Virey Reyes se hace reconocer Gobernador en la Candelaria Actitud del Cabildo y de Antequera Informadmes sobre la actitud de los indios y jesutas de misione!-Nueva resolucin del VireyEaltazar Garca Ros Corrunicf cion al Cabildo de la Asuncin Resolucin de esteProvidencia de Antee^uea- Espedicion de Garca Ros contra este Es] ulsicn de los jesutasDerrota de Garcia Ros E:-; edicin del Gobernador ZabalaAntequera se retira del ParaguayZabila nombra de Gobernador Don Martin BaraCdula Rea) del 26 de Noviembre de 1726 Incorporacin de los trece pueblos de misiones del Paran al gibierno temporal del Rio de la PlataLa jurisdiccin eclesistica no sufri alteracin entre ambos gi biernos Memorial del Piovincial Jaime AguilarCdula Real del 28 de Dicierrbre de 174H Carta del Cbispo de Buenos Aires E r n Jos Peralta al Rey' Observaciones 215 CAPTULO XV Prisin de Jos Antequera y CastroNombramiento de Ignacio Soroeta de gobernadorFernando Mompo Sus doctrinas democrticasSu influencia sobre los comunerosEstos ree hazan SoroetaActitud de BaraPrisin de Soioeta Este se retira de la ProvinciaRenuncia de Bara Fl Presidente Luis BarreiroPrisin de Mompo Revolucin contra BarreiroHuida de esteMiguel de GarayActitud de las Misiones Jusuiticas Condenacin y ejecucin de Anteqnera y MenaImpresin que causa Nueva espulsion de los JesutasMedidas defensivas del Gobernador Zabala sobre Misiones-El Gobernador Manuel Agustn de Ruiloba- El Chispo de Buenos Aires Fray Juan ArreguiArenga del Gobernador RuilobaSublevacin de los cerrunerosMuerte de RuilobaEl Obispo Arregui es elejido GobernadorJuna General- Sus resolucionesActitud del Gobernador ZabalaEl Paraguay es declarado Provincia rebeldeMedidas contra ellaAnarqua entre los comunerosInvasin de los indios MbaysEspedicion de Zabala contra los comunerosDerrota de eslosInvasin de los guaycurs y MbocobisEspedicion de EspinlaPresidios sostenidos por el Gobierno del Paragua) Espedicion contra los AbiponesDecadencia del ParaguayPeticin al Virey y la Corte de EspaaEspediciones de 1 7 5 8 y 1759Observaciones 237
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CAPTULO XVINuevas reducciones en el ChacoNuestra Seora del Rosario del TimbSu s i t u a c i n - S u incorporacin la Real Corona Reduccin de indios MbaysSu situacin - Cdulas Reales aprobatorias de estas y otras reduccionesError de los que pretenden limitar al Oeste el dominio del Paraguay al rio de su nombreFallo arbitral del Presidente de los Estados Unidos Mr. Hayes en la cuestin de lmites con la Repblica Argentina Declaracin del Ministro Argentino Dr. Don Manuel R. Garca - La Cancillera de Bolivia no conoce los ttulos de dominio del ParaguayReduccin de San Francisco SolanoSu situacinSu restablecimiento y duracinNueva Reduccin Su situacinReduccin de MelodiaSu situacinExploraciones del Padre Amancio Escobar al interior del Chaco Duracin de la reduccin de MelodiaFuerte de Borbo Lomas de Pedro Gonzales y Fuerte de CurupaytyLitigio entre el Paraguay y CorrientesArgumentos de una y otra parteResolucin del VireyNuevo litijioEspulsionde los CorrentinosLa Villa de eembucObservaciones CAPTULO XVIIUsurpaciones portuguesasRespuesta del Ministro Espaol Marqus de Grimaldi al Embajador de Portugal sobre ellasUsurpaciones de Cuyab, Matogroso, Santa Rosa el Viejo, San Francisco de Paulo, el Guaira, Rio Grande y otras rejiones hasta el Maraon y el AmazonasReclamacin reivindicatora contra estas y otras usurpaciones portuguesasCarta de Don Manuel A Flores al Marqus de Vaidelirios sobre la misma materiaCapitania General de Cuyab, Matogroso y la Sierra del Paraguay Via de comunicacin entre San Pablo y la Provincia de MatogrosoRazn de la adopcin del Igurey por lmite Diferentes maneras de escribir este nombreEl Yaguary no es el IgureySituacin del verdad-ro IgureySu contravertientel Igurey pretendido por los portuguesesNombres diversos-Coimbra y AlburquerqueExploracin y protesta de Martin BoneoArgumentos portuguesesInsubsistencia de ellosReclamacin la Corte de LisboaPromesa de demolicin de ( oimbra y AlburquerqueTentativa de ocupacin de Pan de Azcar El Fuerte Borbon contiene las usurpaciones portuguesasEscursiones hasta Baha Negra y al interior del ChacoEspedicion del Coronel Espinla por el rio BermejoEspedicion del Gobernador Intendente don Lzaro de Rivera contra los portugueses de Coimbra y AlburquerqueSignificacin de este hecho Observaciones C A P T U L O XVIIILmites del Paraguay con las Intendencias de Salta y Buenos AiresModificaciones de los lmites con esta sobre el territorio de MisionesReincorporacin al Paraguay de los trece pueblos del Paran, por la Real Ordenanza de IntendentesNota del Gobernador Don Pedro Mel de Portugal al Virey - Resolucin de esteMemoria de Gonzalo de DoblasCdula Real del 17 de Mayo de 1803La Provincia de Misiones-Reunin de esta al Gobierno del ParaguayOficio del Virey Sobremonte al Gobernador de Misiones Don Bernardo de VelazcoActa de la toma de posesin del Gobierno del Paraguay, con reunin de los treinta pueblos de MisionesObjeto de la reunin de ambos gobiernosDificultades para la defensa de
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los pueblos del UruguayNombramiento de Comandante General de armas en Misiones La RosaDiverjencias de este con Velazco Queja de est al Virey CisnerosNombramiento de Temas Rocamora como Segundo de Velazco Nota del Vire}' esteExamen de ellaRespuesta del Gobernador Velazco al VireyElla no importa la abdicacin sobre el gobierno de los treinta pueblos de Misiones RazonesVelazco nombra Teniente-gobernador de Misiones Fulgencio YegrosRevolucin del 14 de Mayo de 1811Jurisdiccin ejercida por los < Consocios > y por la Junta Gubernativa de la AsuncinObservaciones CAPTULO XIXLmites del Gobierno de la Asuncin con el de Buenos Aires y con el de Montevideo en 1806Lmites con el BrasilAntecedentes histricosTratados de 1494, 1529, 1580 y 1680 La Nueva Colonia del SacramentoSu reconquista por, el gobernador Garro-Tratado provisional de Lisboa de 1681Entrega provisoria de la Colonia del Sacramento I ortugalReconquista de esta Colonia por EspaaTratado de Utrecht de 1715Nueva entrega de ella PortugalFundacin de la Ciudad de San Felipe de MontevideoTratado de lmites de 1750Devolucin de la colonia del Sacramento EspaaConcesin del territorio de los siete pueblos Orientales del Uruguay P o r t u g a l Resistencia de los Jesutas y de los IndiosExpulsin de los Jesutas de Portugal, Espaa y AmricaAnulacin del tratado de 1750 por el de 1761Accin reivindicatora de lispaa contra todas las usurpaciones portuguesas de 1776 Tratado de Paz y lmites del 1." de Octubre de 1777 Artculos 3. 4. 5 6. 7 y 8 . - L m i t e s del territorio de Misiones con el BrasilDiferencias entre los comisarios del tratado de 1750Reconocimiento del verdadero Pequiri Pepiri-guaz por los seores Vrela y Veiga Cabral en 1759, y por Oyarvide en 1791Resistencia de los comisarios portugueses para reconocer el verdadero Pepiri-Guaz Guerra de 1801Sus efectosUsurpacin del territorio de los siete pueblos de las Misiones Orientales del Uruguay- Argumentos portugueses Contra-argumentos-Violado rechazado el tra'.ado de 1777 por el Brasil renace el derecho y la accin reivindicatora de los pueblos de origen espaol - Accin aislada en comn de estos contra el BrasilInaplicabilidad del principio del uti-possidetis en las relaciones de aquellos con esteConsecuenciaTendencia general de los pueblos de origen espaol contra el Brasil Razn de ser ellaConclusin Obras consultadas
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F e de e r r a t a
ras. 3 20 32 39 43 48 40 3 7(1 74 75 83 90
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Dncle dice 1892 Paraguy (a) Vase . los tierras Cananea adulterado l ao tribu en tribu la mantas nuestro llamaba Jaur lagunas aun estaba todava queda casamieto Caciqae Juay aun se conoca versionee autctona de alcance vencido sometido imperecedores Provinciel Mendional latitup desapareci 1632 tu progenitores Jnntas entonces llegaba todavia se llamaba Paraguy ponde consta Sala con los Sud eguas leste
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1893 Paraguay ) (b) Vase las tierras Cananea adulterada el ao tribu en tribu las mantas nuestra llamado Jaur laguna an no estaba todavia quedaba casamiento Cacique .lun an no se conoca versiones antctona el alcance vencidos sometidos imperecederos Provincial Meridional latitud desapareci en 1632 lus progenitores Juntas entonces no llegaba todavia no se llamaba Paraguay donde constan Salta con las Sud leguas ete
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Spanish colonial strategies sought to establish settlements and forts harmoniously with indigenous groups whenever powerful alliances could be fostered. By integrating these groups, the Spanish aimed to create buffer zones and expand influence without the full expense of military campaigns. However, tensions often arose when local needs conflicted with broader Spanish military objectives, reflecting a complex interplay between collaborative and coercive strategies .
Imperial relationships heavily dictated local governance structures, often prioritizing centralized royal directives over regional needs. Orders such as the Real Cédula reshaped local authorities, overriding local decision-making. Consequently, governors like Pedro Meló de Portugal had to adhere strictly to imperial mandates, which redefined territorial jurisdiction and governance priorities, demonstrating how local governance was subservient to broader imperial interests .
Geographical features, such as rivers, played a crucial role in defining territorial limits and causing disputes. For instance, the boundaries determined by rivers like the Bermejo and Pilcomayo often led to conflicts due to their role in demarcating colonial holdings. Disagreements over such natural borders influenced the territorial claims and geopolitical strategies of entities like Paraguay and neighboring provinces .
Juan de Ayólas was sent by Pedro de Mendoza with 300 men to explore further up the river to continue discoveries and find a communication route to Peru, which he was obliged to do under his contract with the King . Mendoza had a contract that required him to establish communication with Peru, prompting him to send expeditions like Ayólas's to fulfill these royal obligations .
Chaves's discovery of potential gold mines significantly altered his actions and led to his deviation from Yrala's instructions. This fueled his ambitious aspirations, driving a wedge between him and Yrala, as he decided to establish a settlement on the fringes of Peru rather than comply with Yrala's directives. This pursuit of wealth exemplifies a common theme in colonial expansion where personal ambitions could override ordered governance .
Trejo founded a settlement at the Puerto de San Francisco in 1553 based on the contract of Sanabria. Its location was strategically important for halting Portuguese expansion and serving as a communication hub with Spain. However, the settlement was abandoned the following year, demonstrating the challenges in maintaining such forward positions in the face of logistical and political difficulties .
The Real Cédula of 1803 effectively created the Provincia de Misiones, detaching it from the jurisdictions of Buenos Aires and the Paraguay government. This reorganization ensured a centralized governance model, managed by a military leader independent of regional rivals, thus minimizing conflicts and maximizing administrative control. The move anticipated shifts in colonial governance aimed at rationalization and enhanced frontier stability .
The Real Cédula of 1537 provided legal backing for Irala's return and actions in Asunción, as it included orders that structured early colonial governance. After Ayólas's death, Irala's election filled the leadership vacuum. This royal directive facilitated shifts such as relocating the Corpus Christi population to Buenos Aires and informed governance decisions like encomienda distributions, deeply impacting settlement patterns .
Jesuits facilitated Spanish territorial expansion by peacefully incorporating indigenous groups into new settlements, thereby stabilizing areas far from colonial centers. Their policy of not subjecting converted Indians to encomiendas aligned with indigenous interests, fostering cooperation. This strategy provided Spain with a stable frontier, increased loyalty, and enabled further territorial claims under a veneer of religious and political inclusivity .
Yrala took advantage of the request for protection from Guayrá's indigenous people against the Portuguese by recognizing the province and strengthening his position there. He suppressed local indigenous resistance and used the opportunity to establish new settlements as a buffer against Portuguese incursions. This strategy not only expanded his territory but also consolidated his control .