FE Y PNEUMATOLOGIA EN DEI VERBUM
JOSE MIGUEL ODERO
La descripcin de la fe contenida en el n. 5 de la Constitucin Dei Verbum del Concilio Vaticano 11 ha sido alabada por su empeo en personificar la Revelacin y la gracia1 , es decir, por acentuar y esclarecer Revelacin y fe como acciones personales que relacionan a la persona humana con Dios, con las tres Personas de la Trinidad Beatsima. Concretamente la fe -en su gnesis y en su desarrollo- fue explicada por el Concilio en funcin a la accin de la tercera Persona divina, el Espritu Santo: Quae fides ut praebeatur, opus est praeveniente et adiuvante gratia Dei et internis Spin'tus Sancti auxiliis, qui cor moveat et in Deum convertat, mentis oculos aperiat, et det 'omnibus suavitatem in consentiendo et credendo veritati'. Quo yero profundior usque evadat revelationis intelligentia, idem Spiritus Sanctus fidem iugiter per dona sua perficit2. Es notable el protagonismo del Espritu Santo a lo largo de este texto, que, sin embargo, no hace mencin del Verbo ni del Padre en relacin a la fel. El comentario ms documentado que se ha publicado hasta el
1. Cfr. B. POTIIER, Les yeux de la foi d'apres Vatican l/, en NRT, 106 (1984) 201. 2. Const. Dei Verbum, n. 5. El subrayado es nuestro. 3. Algunos Padres sugirieron la inclusin en el texto de algunas citas neotestamentarias que aludan a la atraccin del Padre (lo 6,44) y a la fe dirigida al Padre (lo 5,24: Qui credit ei, qui misil Christum, habet vitam aeternam).
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momento a este texto conciliat' , destaca tambin el protagonismo que hemos aludido: a peticin de muchos Padres se introdujo en este sitio la mencin del Espritu Santo (1, p. 307). Adems hace, al respecto, las siguientes observaciones: - El Concilio fij su atencin en las ayudas de orden personal, gracias a las cuales se puede hacer primero el acto de fe y luego se puede ir profundizando (1, p. 306); la Comisin Doctrinal encargada de la redaccin de los Esquemas expres varias veces su deseo de evitar aqu cualquier referencia a los signos externos de la Revelacin que pueden actuar como criterios de credibilidad, pues ya haban sido aludidas en D V 4. - Se deseaba establecer una continuidad con el magisterio del Concilio de Orange y con el Vaticano 1, que son citados explcitamente. - La honda inteligencia de la fe que el Espritu Santo propicia pertenece ms al plano de la contemplacin que al de la teologa y es un proceso distinto del desarrollo de los dogmas y del 'crecimiento' de la tradicin (1, p. 313). En este sentido, DV 5 conecta con D V 8 y puede entenderse como un puente entre el captulo I y 11 de esta Constitucirr. Intentaremos a continuacin aportar algunas nuevas consideraciones sobre la gnesis de D V 5 que puedan ilustrar la funcin del Espritu Santo respecto a la fe, acudiendo para ello a las Actas del Concilio, ya publicadas.
A) LA PREPARACION DEL CONCILIO
Como es sabido, la decisin del Papa Juan XXIII acerca de la convocacin del Concilio caus general sorpresa. Lo inesperado de la
4. VV., La Revelacin divina, dir. por DuPUY, Madrid 1970; sobre todo se relaciona con nuestro tema: H. DE LuBAC, Comentario al Prembulo y al Cap. 1 de la Constitucin Dei Verbum, vol. 1, pp. 181-328. 5. DV 8 contempla el progreso de la Ecc/esia con asistencia del Espritu Santo en la comprensin del Depsito de la Revelacin. Tambin incide en el mismo tema Lumen Gentium, 11: el Espritu Santo es quien promueve y sostiene el sensusfidei del Populus Dei para penetrar ms profundamente en la fe. En ambos casos, el sujeto de esa mayor inteligencia instada por el Espritu de Verdad es la entera comunidad eclesial. Sin embargo, D V. 5 se aplicarla ms directamente al crecimiento de la vida de fe personal de cada cristiano.
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decisin explica cierta desorientacin en las propuestas que los Obispos, Congregaciones Romanas y Universidades emitieron al ser consultados sobre los temas a tratar en el Concilio (Fase Antepreparatoria). No es extrao, pues, que sean muy remotas las referencias al tema que nos ocupa a lo largo de esas intervenciones. a) Mons. Hfer (Limn, Costa Rica) propuso explicar mejor la definicin de la fe, que en Trento pudo resentirse del contexto polmico antiprotestante 6 La propuesta parece muy entrada en razn: con el paso de los siglos se haban objetivados las posturas teolgicas y poda abordarse con mayor serenidad la redaccin de un texto que recogiera mejor la riqueza de matices nsita en la fe, sin temor a que pudiera interpretarse en sentido subjetivista (fe fiducial, iluminismo). b) Mons. Ferreira (Oporto, Portugal) se refiri a una deseable restauracin del prstino concepto de la fe in Deum, es decir, la fe viva y salvfica 7. Ser este punto de vista el que traer a primer plano del texto conciliar al Espritu Santificador 8 : c) En conformidad con estas propuestas la Pontificia Comisin Antepreparatoria concluy que en los esquemas conciliares deba tratarse el tema: Muneri instrumentali fidei in sanctificatione et salute hominis 9 d) El Pontificio Instituto blblico solicit tambin que el Concilio enseara De momento fidei in opere salutis 10, aludiendo a las mismas razones que Hfer: el contexto histrico del primer protestantismo haba impedido que el tema fuera desarrollado en Trento, como muchos Padres hubieran entonces deseado: haec autem doctrina quandoque paululum negligitur, probabiliter quia Protestantes ea abusi sunt. Sera conveniente ahora retomar la doctrina sobre el
6. Cfr. Acta et documenta Concilio Oecumenico Concilii Vaticano JI apparando, Romae 1960-1969, Series 1, vol. 11M, 533-534. Citaremos esta fuente con la sigla AA. Las Acta Synodalia S. Concilii Vaticani 11, Romae 1970-1980, sern citadas con la sigla AS. 7. Ibidem, vol 11/11, 610. 8. Un Padre protestar luego en el Aula conciliar, porque DV 5 considera propiamente lafidesformata: no sera preferible ajustarse al sentido tcnico, ms estricto, de fe (informe), que evita poner en juego la esperanza y la caridad? La Comisin Doctrinal rechaz la propuesta, pues gran nmero de Padres haba expresado su deseo de ofrecer una descripcin de la fe ms bblica y persona lista. 9. AA, Series 1, Apendix, Vol. II/I, 6. 10. AA, Series 1, Vol. IV/U, 126.
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papel primordial que tiene en la vida cristiana la infusio donorum inter quae est fidesll.
B) EL ESQUEMA DE DEPOSITO
El Esquema De deposito fidei pure custodiendo l2 , elaborado por la Comisin Teolgica, fue muy criticado en el seno de la Comisin Central Preparatoria del Concilio por su escolasticismo y nunca llegara a discutirse en el Aula Conciliar. a) Su primera mencin del Espritu Santo es una apelacin al Espritu de Verdad que instruye a la Iglesia para reconocer en el hombre la capacidad de conocer la verdad y de creer en la posibilidad de la fe sobrenatural en los misteriosl 3 b) Pero en el captulo IV -De Revelatione et Fide- encontramos una referencia al Santificador y a la fe en el doble sentido que luego consagrar Dei Verbum: como engendrador y perfeccionador de la fe: Extemae autem revelationis dono, Deus, qui interius etiam docet, ut singuli 'verbum queant, illuminationem inspirationemque gratiae adiungit quae suavitatem confert in consentiendo et credendo veritati (Conc. Arausicanum JI, can. 7, Denz. 180)14. He aqu, pues, el origen de la cita del Concilio de Orange. Adems hallamos una descripcin de la accin del Espritu Santo -aunque ste no es nombrado propiamente- como magisterio interior paralelo a la Palabra divina: este paralelismo Verbo/Espritu Santo permanecer en DV 5 (como veremos infra, varios Padres aludirn a esta simetra). c) Eadem autem fides, caritate et donis Spiritus Sancti perfecta, augeri potest sensu Christi (Cfr. ICor. 2, 16) ad veritates revelatas profundis intelligendas, irnmo fruitione obscura mysterii Filii Dei qui cum Patre et Spiritu Sancto animam iustorum inhabitat15. D V 5 asumir la idea de una inteleccin ms profunda de la
11. Ibidem. La ltima cita se toma de las Actas del Concilium Tridentinum V, ed. Soc. Goerresiana, Freiburg Br. 1901 ss., p. 742. 12. AA, Series n, Vol. 11m, 279-327. 13. De deposito, cap. 1, n. 2. 14. Ibidem, cap. IV, n. 17. 15. Ibidem, n. 20.
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Revelacin cuando la fe es peifeccionada por los dones del Espritu. Aqu se destacaba empero, entre esos dones el de la caridad. Es de notar tambin que el inicio de este n. 20 el esquema De deposito destacaba el carcter cristocntrico de la fe pero slo en el sentido objetivo de sta 16 La nota explicatoria de este nmero aclara que el texto quiere polemizar con muchos autores protestantes y algunos catlicos que subrayan demasiado el aspecto mstico de la fe, en detrimento del aspecto doctrinal l ? Por eso, a continuacin, el texto afirma que la fe divina no se confunde con la experiencia del misterio de Cristo. Sin embargo, como para matizar este rechazo, el prrafo que analizamos seala como objeto primario del crecimiento en la fe el misterio del Ho. d) Etsi fides salutaris qua Deo credimus procedit e lumine divinitus in mentem irnmisso, secundum illud loannis: 'Filius Dei venit ut dedit nobis sensum, ut cognoscamus verum Deum et simus in yero Filio eius' (1 lo. 5,20), nihilominus gratia fidei de more non prodit se aperte in mente sed manet quodammodo velata in ea. Sapientissimus igitur Deus, volens ut fidei nostrae obsequium rationi consentaneum esset (cfr. Rom. 12,1), internis Spiritus Sancti auxiliis coniunxit multiplicia revelationis signa, eaque imprimis externa 18. El texto conciliar (D V 5) asumira luego la expresin auxilios internos del Espritu Santo, pero prescindiendo de considerar los signos externos de la Revelacin, que eran paradjicamente el primordial objeto de inters en este nmero 23 del De deposito. Los redactores de este esquema acentan tambien el catacter cuasiinvisible de la fe, es decir, la dificultad de experimentar el lumen fidei l9 e) Quibus signis (externis) et argumentis accedunt pIures formae interni testimonii vocationisque ad credendum, quibus Deus ita mentem percellere potest, ut complere etiam valeant ea quae oscura interdum manent in notitia signorum externorum: irnmo quae, aliquando, Deo largiente, proprii luminis abundantia sese substituere valent in
16. En realidad est hablando del cristocentrismo de la Revelacin: ipse (Christus), auctor et consummator fidei (cfr. Hebr 12,2), praecipuas veritates homines docuit, ( ... ) per suae incarnationis redemptionisque mysterium, caeterae fidei mysteria mirum in modum iIIustrat. 17. Cfr. De deposito, nota 9. 18. lbidem, n. 23. 19. De Lubac, sin embargo,al comentar la cita del Concilio de Orange se adherir a la opinin de R. Aubert: la suavitas in consentiendo et credendo aludirla a unos efectos psicolgicos palpables de la fe; cfr. R. AUBERT, Le probleme de {'acte de oi, 38 ed., Louvain 1958, p. 39.
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niter prohiberit ne quis censeret 'sola interna cuiusque experientia aut inspiratione privata homines ad fidem moveri debere'20 . La nota explicativa correspondiente a este numero remite a dos citas de S. Toms de Aquino (JI-JI, q.2, a.9, ad 3 y Quodl. II, q.4, a.6 ad 3) sobre el interior instinctus ad fidem, y remite tambin a uno de los documentos preparatorios del Concilio Vaticano I sobre el mismo tema, donde se reconoca la capacidad supletoria de este in ternus instinctus, sin negar la necesidad de otros motivos 21. El texto De deposito slo pone un lmite que no se debe transpasar al acentuar esta capacidad supletoria que la eliminacin despreciativa de los signos externos. t) Quod si fides salutaris argumentis quae divinam revelationis originem probant, praeparantur atque protegitur, non tamen eisdem acquiritur; quin potius consensu humili suscipitur ut donum gratiae Dei. Ea enim fide non amplectimur divinam revelationem, nisi postquam haec credenda exhibita est iudicio ex divino lumine procedente; immo ipse fidei actus est plenum intellectus et voluntatis obsequium, quo horno, impulsus et tractus gratia Dei (cfr. lo 6,44), credit Deo, Deum et in Deum 22 . Se subraya el carcter sobrenatural de la fe: es un don de Dios. La fe, si bien es preparada por signos y auxilios, es virtud teologal que se apoya slo en Dios; el acto de fe es posible por la infusin sobrenatural dellumenfidei, por la atraccin de la gracia descrita en lo 6,44. He aqu el origen de la dualidad gratia Dei/auxilii Spiritus Sancti que aparecer luego en D V 5.
C) EL ESQUEMA 1
Como se sabe, tras la crisis suscitada en el primer periodo conciliar, una Comisin especial -la llamada Comisin Mixta- recibi el encargo de confeccionar un nuevo esquema De Revelatione, refundiendo el De deposito con el De fontibus y teniendo en cuenta las observaciones de fondo expuestas en el Aula Conciliar. No han de extraar as las semejanzas que, por lo que respecta a nuestro tema,
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De deposito, n. 27: Testimonia signaque interna. De deposito, nota 19. De deposito, n. 28.
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hemos ido sealando entre el esquema De deposito y el nuevo esquema presentado al Concilio. En general cabra afinnar que para este tema -fe/Espritu Santo- las fonnas fundamentales de D V 5 aparecan ya en el De deposito, si bien enfocadas desde ptica muy diversa y amalgamadas con una notable cantidad de otros materiales que fueron luego abandonados. La novedad fundamental, pues, de los textos conciliares ha de buscarse casi ms en lo que se dej de decir y en el nuevo tono asumido. Este Esquema nuevo, que no pudo ser presentado en el Aula por falta de tiempo (Esquema 1), se limitaba a afinnar la necesidad para la fe de la gracia actual que acte sobre entendimiento y afectividad: sed ut fidei actus suscitetur, opus est gratia Dei, quae sensum aperiat, cor moveat et convertat. A continuacin aluda al Espritu Santo como perfeccionador del conocimiento de fe: Quo vero profundior usque evadat Revelationis intelligentia, Spiritus Paraclitus fidem iugiter per dona sua perficit23 . Buen nmero de Padres pidi que se ampliara la descripcin de la fe, de modo paralelo al mayor desarrollo del concepto de Revelacin que presentaba el documento 24 . Sobre el texto que estamos comentando las observaciones escritas (animadversiones) ms revelantes de los Padres fueron: a) Mons. Seitz (Kantum, Vietnam): Dieu se rvele en se disant: c'est la mission du Verbe, Parole mise du Pre et port aux hornmes par l'Esprit d'amour. La Parole dite, l'Esprit demeure pour en donner l'intelligence et susciter la reponse25 . Recalca el aspecto pneumatolgico de la Revelacin en relacin con la funcin del Espritu acerca de la fe. La misin del Espritu Santo est al servicio de la Palabra, en ntima compenetracin con la misin del Verbo. b) Obispos de lengua alemana y Conferencia Episcopal Escandinava. Proponen una nueva redaccin el texto: expositio necessitas gratiae pro fide in schemate nimis ieiuna et brevis est, quam ut correspondeat momento et pondere huius veritatis. Protestantes iure offen-
23. De divina Reve/atione, esquema elaborado por la Comisin Mixta y aprobado por Juan XXIII el 22.IV.1963. Cfr. AS III/lII, 782-79l. 24. Cfr. nota (A) a DV 5 de la Re/atio escrita por la Comisin Doctrinal presentando el Esquema 11, cfr. AS III/lII, 74-78. 25. E/313, en AS III/lII, 876.
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derentur, si adeo 'per transennam' de hac re diceremus26 . Las modificaciones sustanciales propuestas eran: - aadir que el objeto de la fe possibilis non est nisi praeveniente gratia; - aadir cuatro citas del NT: lo 6,44: sobre la atraccin del Padre a la fe; Rom 10,9 y lo 5,24: sobre la virtud salvfica de fe; Eph 3,17: Cristo habita por la fe en el alma del creyente 27 . c) Mons. Butler (Provincial de los benedictinos en Inglaterra y perito en la Subcomisin de la Comisin doctrinal que se encarg de preparar el EsquemaII de Dei Verbum, propone introducir la cita del Conc. de Orange acerca de los interna Spiritus Sancti auxilia y desea se marque la continuidad entre la gracia que produce el inicio de la fe y el Espritu que la perfecciona: la gracia necesaria para la fe mueve el corazn Spin'tu Sancto operante; es el mismo Espritu (dem Spiritus Paraclitus) quien la perfecciona con sus dones 28 . d) Mons. Jager (Paderborn, Alemania), considera necesario ut fides magis elucescat tanquam gratiae donum. Para ello, adems de proponer que se incluyan lo 6,44 y lo 5,24, aade que la fe nobis inest per gratiae donum, id est per inspirationem Spiritus Sancti corrigentem voluntatem nostram ab infidelitate ad fidem, ab impietate ad pietatem (Conc. Arausicanum 11, C.5)29. As pues, adems de acentuar el carcter salutfero de la fe (lo 5,24) -como todos los Obispos alemanes-, desea destacar que la gracia de la fe es precisamente una inspiratio del Espritu Santo que mueve principalmente la voluntad en orden a la salvacin. e) Mons. Silva Henriquez (Santiago de Chile) desea incluir tambin lo 5,24, lo 6,44, Rom 10,9 y Eph 3,17 -es decir, todas las citas propuestas por los Obispos alemanes y tambien por la misma razn: tratar ms ampliamente la necesidad de la gracia para la fe y la fe misma-o Adems, acerca del crecimiento de la fe sugiere otras citas: - Phil 3, 7-14: quienes han sido captados por Cristo y hechos partcipes de su Ciencia, no deben pensar que por ello la han
26. 27. 28. 29.
E/414, en AS 1II/l1I, 905-907. efr. Ibidem. E/2230, en AS III/lIl, 812. E/2255, en AS III/lIl, 843 s.
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abarcado en su totalidad; de ah que prosequentes extendant seipsos ad destinatum. - Phi/ 1,9: el perfeccionamiento de la fe que el Espritu Santo propicia tiene por fin que la caridad abunde ms y ms 30.
D) EL ESQUEMA 11
La Comisin Doctrinal acogi buena parte de estas sugerencias como explica la Re/atio escrita al Esquema 11: Citatur gratia praeveniens, secundum E/414; E/2396; cfr. E/327; sed additur etiam adiuvans, secundum Conc. Trid.: Denz. 797-793 (1526-6) et Conc. Vat. 1: Denz. 1789 (3008). Invocantur interna Spiritus Sancti auxilia, suggerente E/2230, secundum Araus. 11, can. 7, et Conc. Vat. 1: Denz. 1791 (3010). Dicitur in Deum convertat, ut exprimatur terminus positivus conversionis. Idem Spiritus iugiter perficit: ita innuitur continuitas inter primum assesum et progressum, non solum pro singularis fidelibus, de quibus E/223, sed etiam pro cornmunitate31 . En el Esquema 11 presentado en el Aula conciliar el 20.X1.1964 32, segn pedan varios Padres, el texto ha quedado enriquecido. Quiz el comn denominador de todas las innovaciones introducidas sea su cariz pneumatolgico: el Espritu Santo, mediante la gracia y otros auxilios posibles, previene y sostiene el inicio de la fe, perfecciorandola luego por sus dones 33
30. E/2396, en AS III/lII, 794 s. 31. Nota (C) de la Re/atio escrita de la Comisin Doctrinal a DV 5 (Esquema 11) cit. 32. El Esquema 11 coincide plenamente -en el texto que estarnos analizandocon el texto definitivo que citarnos supra (DV 5). 33. Cabe notar la ausencia de este sentido pneurnatolgico de la fe en el esquema Rahner difundido en X-XI de 1962 por los Presidentes de varias Conferencias episcopales. Sobre la gracia de la fe este esquema afirmaba en el cap. 11, n. 2: Dios, al crear al hombre le dot desde el principio de capacidad para recibir la Revelacin divina, para poder oir la palabra de Dios, y para prestarle una obediencia fundada en razn (Rom. 12,1), ( ... ) [tras el pecado, la mente qued, sin embargo, oscurecida yentorpecida con muchos obstculos J ... hasta el punto de que no puede progresar realmente a menos que Dios misericordioso acuda con su gracia a librarnos de nuestros conceptos
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Qu sugerencias se han desechado? La ms importante de ellas fue afrontar el tema de la virtud justificante de la fe, que quiz llevara sobre el tapete la cuestin de si la sola fides puede salvar, restableciendo la polmica con el protestantismo. Por ello, quizs, no se incluyen las dos citas escrituristicas -propuestas por algunos Obispos- que relacionan la fe con la vida eterna. Sin embargo, se expresa con claridad que es efecto de la fe no slo iluminar el entendimiento, sino la conversin del corazn -es decir, de todo el hombre-, in Deum, la entera conversin salutfera, por tanto. Las observaciones ms interesantes que los Padres conciliares hicieron luego al EsquemaII fueron: a) Mons. Car/i (Siena, Italia), consideraba que la expresin relativa a los auxilios internos del Espn"tu Santo era una redundancia, pues in fontibus citatis, Conc. Arausicani et Vaticani, auxilia Spiritus Sancti identificantur implicite cum gratia. Si el texto continuara uniendo con una conjuncin copulativa ambas expresiones (gracia/ auxilios), pareceria aludir a cosas diversas34 . b) Mons. Philippe (Arzob. tito de Herae/ea), entiende que omitir aqu una referencia a los signos externos de la Revelacin parece favorecer a quienes los rechazan como intiles o imposibles, en perjuicio del carcter razonable de la fe35 . c) Mons. Dopfner (Mnchen, Alemania), propone una nueva redaccin que acenta la eficacia de la Palabra para suscitar la fe: el auditus fidei es opus ipsius Dei, quo ipse per suam gratiam efficacem effectus revelationis suae procurat ita, ut fide ipsa essentia revelationis compleatur36. La propuesta de Dopfner afecta al concepto mismo de la Revelacin que -segn l propone- seria completada por la fe. Revelar y suscitar eficazmente la fe se describen como un mismo acto divino. d) Mons. Jiiger (Paderborn, Alemania) desearia que, tras la expresin mentis oculos aperiat, se aclarase brevemente quomodo interior actio gratiae prosequitur exteriorem praedicationem evangelicam, ia ut missio Christi compleatur missione Spiritus Sancti37.
humano y a conducimos hacia la verdad de Cristo (1 /0. 8,32)>> (en VV., La Revelacin divina, Madrid 1970, vol. I1, pp. 318-319). Las intervenciones de los Padres no se hicieron eco de esta formulacin. 34. E/2615, en AS I1I/lIl, 923 S. 35. E/2667, en AS I1I/III, 938-9. 36. E/3121, en AS I1I/lIl, 145-150. 37. E/3141, en AS I1I/lIl, 195-197.
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Esta observacin concuerda con la de Seitz al Esquema 1: explicitar la unin entre las misiones de Cristo y de su Espritu en la fe de los cristianos. e) Mons. Wilczynski (Obispo tito de Poliboto) considera que en la fe debida a la Revelacin slo est incluida la gracia, pero no los auxilios internos del Espritu Santo'8.
E) LAs ULTIMAS DISCUSIONES
La Comisin Doctrinal que examin estas observaciones no introdujo cambio alguno -por lo que respecta al tema que estarnos estudiando- en el nuevo texto, el cual permaneci ya idntico en el texto definitivo de la Dei Verbum. Sin embargo, vale la pena examinar las respuestas de la Comisin a las observaciones y a los modi que acompaaron la votacin del Esquema III: a) la dualidad gracia/auxilios enlazadas por el texto con una conjuncin copulativa, implica que no son expresiones equivalentes, por eso la Comisin rehusa enlazarlos mediante una conjuncin disyuntiva: consulto scriptum est, ne videtur excludi gratiae externae, quales sunt signa, praedicatio, etc.39; melius est ut servetur textus; admittuntur enim in preambulis fidei tum criteria interna, tum eriteria externa40. Estas respuestas plantean un problema hermenutico, pues la misma Comisin haba afirmado que de signis externis ... in problemate hie eonsiderata non erat agendum41, de signis iam egit in n. 442, y no considera necesario referirse explcitamente a los auxilios externos aunque algunos telogos modernos errneamente las menosprecian quia hic agitur de fide, et non de preambulisfidei, de quibus
38. E/3157, en AS III/III, 210 39. Nota (C) de la Re/alio escrita a DV 5 (EsquemaIlI):cfr.ASIV/1, 341-347. 40. Respuesta al Modus 33 elaborado por la Comisin teolgica en base a Animadversiones de los Padres al Esquema 111. Estos madi fueron tenidos en cuenta por la Comisin Doctrinal para elaborar el texto definitivo: cfr. AS IV11, 682-703. 41. Nota (B) de la Re/alio a DV 5 (Esquema 11). 42. Nota (C) de la Re/alio a DV 5 (Esquema I1I). En esa respuesta se afirma que tambin puede ser autntica una fe quae niteretur in signis quae subiective satisfaciunt, sed obiective non sunt certissima.
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loquitur Vaticanum 1, et quae etiam in textu nostro tanguntur in corpore n. 4 43 La Comisin, al parecer, no deseaba iterar aqu la doctrina ya expuesta por el Vaticano I -y tratada en Dei Verbum, 4- sobre los motivos externos de credibilidad; sin embargo alude in genere a ellos -no los excluye- al referirse a los auxilios internos del Espritu Santo. Estos auxilios son internos en cuanto al efecto -auxiliar, propiciar la conversin, la fe-, pero el efecto puede estar instrumentalizado por cosas externas: sucesos providenciales, la audicin del Evangelio o de alguna doctrina humana saludable, etc. En cualquier caso, son auxilios del Espritu Santo, es decir, se atribuye al Espritu Santo el efecto saludable de estos eventos. El Espritu Santo se apropia, pues, el mbito de la credibilidad 44 b) A un Padre que propona describir con oraciones yuxtapuestas los efectos del auxilio del Espritu Santo -movet, convertit, dat-, la Comisin responde: Emendatio non est necessaria; formae coniunctivae innuunt finalitatem et dynamismum gratiae 45. c) Otro Padre propone en su modus otro orden en la exposicin de esos mismos efectos y colocar la apertio oculorum delante de la motio cordis quia illuminatio praecedit notione. La respuesta es: Servari potest ordo in texto statutus, quia variis modis horno adducitur ad assensum fidei 46
F) CONCLUSION
La Iglesia en el siglo XX ha llegado a una clara inteligencia de la intervencin del Espritu Santo, tanto en la gnesis como en el desarrollo de la fe. Se percibe ntidamente que es la accin fecunda de la Persona del Santificador el factor ltimamente creador de la fe crstiana, inicio de la salvacin, y raiz de toda la vida deiforme del hombre. Esa accin se lleva a cabo mediante auxilios y dones.
43. Respuesta al Modus 34 acerca del Esquema lIT. 44. La expresin auxilios internos de/ Espritu Santo tiene tambin un propsito redllccional: ut viam ad ultimam sententiam praeparent (nota (C) de la Re/atio al n. 5 del Esquema IT). Es decir, marca explcitamente el sentido pneumatolgico de todo el texto. 45. Nota (C) de la Re/atio a DV 5 (Esquema lIT). 46. Respuesta am Modus 34 acerca del Esquema ITI.
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El Espritu Santo auxilia el obrar libre del hombre preparndole el camino a la fe mediante una complejidad de medios -externos e internos-: el Santificador dispone un plan a cada hombre, tan variado y diverso en cada caso como son variadas y diversas las circunstancias biogrficas de cada persona. Forman parte de ese plan circunstancias y eventos exteriores y tambin afectos, nociones e iluminaciones interiores que van derribando prejuicios, majas disposiciones y afectos desordenados que obstaculizan la comprensin y simpata hacia el Evangelio. Pero la unidad del plan viene dada por su trmino: la conversin al Dios vivo, autor de la Palabra reveladora. Esta accin auxiliadora es una accin personal, gratuita, fruto de la soberana libertad divina, del Amor infinito. Pero la accin del Santificador no cesa entonces, sino que se intensifica en el mismo acto de fe que esos auxilios han preparado. El Espritu divino gratuitamente, comunica al querer y a la inteligencia del hombre la capacidad de consentir a la invitacin del Dios Revelador y creerle. As, con toda naturalidad -naturalidad graciosamente otorgada-, el hombre elicita el acto de fe. El Espritu Santo es, por fin, quien se apropia la tarea de hacer crecer la inteligencia de la Revelacin que la fe hizo posible. Para ello entrega a los creyentes Dones que les hacen capaces de perfeccionar la semilla de la fe. Entre esos dones, el Concilio parecera prestar especial atencin al don que Is 11,2 denomina Spiritus intelleetus. Es esta conciencia pneumatolgica acerca de la vida de fe lo que es alcanzado por las Iglesias y es refrendada con la solemnidad del magisterio Conciliar 47
47. Cabe destacar tambien la posible influencia de D V 5 en dos textos del Decreto sobre la Actividad misionera de la Iglesia, que tratan tambin de la misma accin del Espritu Santo que hemos estudiado: Ad Gentes, n. 13 exhorta a anunciar al Dios vivo ya Jesucristo ut non-christiani, Spiritu Sancto cor ipsorum aperiente (cfr. Act. 16,14), credentes ad Dominum libere convertantur, Eique sincere adhaereant qui, cum sit 'via, veritas et vita' (lo. 14,6), ornnes eorum exspectationes spirituales explet, imo infinite superat; a continuacin se describen los efectos salutferos de la conversin, que tienen lugar gratia Dei operante y se destaca ste entre ellos: trahens progressivam sensus et morum immutationem. Ad gentes, n. 15 comienza as: Spiritus Sanctus, qui omnes homines per semi na Verbi praedicationemque Evangelii ad Christum vocat et in cordibus obsequium fidei suscitat, ... credentes in Christum in baptismalis fontis sinu ad novam vitam generat, ... . Estos textos aparecen ex abrupto en el esquema aprobado por Pablo VI, el 28.V.1965 y presentado al Concilio el 7.x.1965, aunque los anteriores aludan a la atraccin interna del Espritu hacia la fe (lo. 6, 44) Y varios Padres pidieron que se tratara ms ampliamente su influjo en la actividad misional.
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JOSE MIGUEL ODERO
Cabra constatar aqu el papel que la teologa contempornea ha tenido en alcanzar esta conciencia eclesial. En este sentido nos parecen especialmente relevantes las intervenciones de Mons. Seitz y Mons. Jager sobre la complementariedad que caracteriza a la misin del Espritu Santo, respecto de la misin del Hijo. El Padre enva al Verbo, Palabra encarnada plenitud de la Revelacin, y, a una con el Hijo, enva tambin a nuestros corazones al Espritu Santo para que la Palabra caiga en buena tierra y germine y d mucho fruto. La teologa contempornea haba sentido la necesidad de acentuar la funcin soteriolgica del Espritu Santo y la unidad entre la misin visible del Verbo y la actuacin del Espritu. En esta lnea se sitan los intentos de desarrollar los rasgos pneumatolgicos: en los temas cIasicos de la Cristologa y de la Soteriologa48 A lo largo del Concilio, alrededor de lo 6,44 aparecer insistentemente otro tema ya conocido de la teologa de la fe, categorizado por Toms de Aquino como el interior instinctus que el Espritu Santo genera en el creyente en orden a la fe49
En ambos textos late el esquema didico gnesis/crecimiento que DV 5 aplica a la fe, atribuyendo todo el proceso al Espritu divino, que abre el corazn para creer y luego cambia el sentido (cfr. 1 Coro 2, 16: nos otorga el sensum Christi), que hace germinar la semilla evanglica en el obsequio de la fe y, luego, en una vida nueva. Ad gentes, n. 13 contempla la apertura del corazn desde el punto de vista antropolgico: el Espritu Santo suscita, aviva y encauza las esperanzas espirituales que slo la fe colmar de modo pleno y superabundante. Ad gentes, n. 15, por su parte, insiste en la unidad missio Verbi/missio Spiritus, porque el Espritu se sirve de la predicacin evanglica para suscitar la fe. Al categorizar otros auxilios como semina Verbi trae a la memoria lo 1,9 y la teologa de S. Justino sobre el Lgos spermatiks: las semillas de verdad que se hallan en el mundo y en la cultura, y que el Espritu utiliza para atraer a la fe, son reflejos del Verbo. El Espritu siempre revela en su operacin que es Espritu del Hijo. 48. Sobre este tema cfr. cn, Cuestiones selectas de Cristologa (1979), en Documentos de CTI (1970-1979), Madrid 1983, p. 245. Una bibliografa detallada est recogida en: J.M. OoERO, Cristo y el Espritu Santo. Esbozo de una Cristologa pneumatolgica, (Tesis doctoral, Universidad de Navarra, Pamplona 1980); cfr. tambin LA Uncin de Cristo en S. Cirilo Alejandrino. Excerpta de la Tesis doctoral, en Excerpta e Dissertationibus in Sacra Theologia, Vol. VI, n. 2, EUNSA, Pamplona 1982. El estudio bblico-patrstico ms sugerente acerca de la intrnseca relacin Palabra! Espritu Santo en la preparacin y en el desarrollo de la fe es el de 1. de la PoTIERIE, L'onction du chrtien par la foi, en Biblica 40 (1959) 24-69. 49. Cfr. M. GUERARD DEs lAURIERS, Dimensions de la foi, Paris 1952, vol. n, pp. 253-269; E. DHANls, Rvelation explicite et implicite, en Gregorianum 34 (1953) 229-231; J. ALFARO, Supematuralitas fidei iuxta S. Thomam. JI: Functio 'interior instinctus', en Gregorianum 44 (1963) 731-787; E. ScHILLEBEECKS, L'instinct de la
FE Y PNEUMATOLOGIA EN DEI VERBUM
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La apologtica contempornea -a partir de Newman, Blondel, Rousselot, etc.- haba insistido, por su parte, en que la inspeccin de los motivos de credibilidad que de hecho llevan a cabo los conversos es una actividad intrnsecamente religiosiiO La credibilidad de la fe es propiamente asociada al fin santificador que intrnsecamente la conforma y resulta patente que no puede ser suficientemente comprendida en una perspectiva objetivista, aspticamente intelectualista. La credibilidad no es ltimamente una propiedad de los contenidos eidticos de los libros de Apologtica, sino un efecto -eso s intrnsecamente ligado al Evangelio- de la accin del Espritu Santo en cada alma. Una consecuencia de esta situacin es que la inspeccin de la credibilidad del Evangelio ver siempre fuertemente condicionada su eficacia por las disposiciones personales del investigador ante la salvacin propia o ajena. Porque una actitud, un espritu de curiosidad o hipercriticismo, que simultneamente est asociado a la autosuficiencia de quien no desea ser salvado ni amar, repugnar y contristar tanto al Espritu Santo, que Dios ha de resistirlo (cfr. 1 Pt 5, 5). De modo que el examen del Evangelio realizado por el hombre animal psquico no alcanzar una recta inteligencia del mismo (cfr. 1 Cor 2,14) Y concluir en el error de juzgarlo necedad o escndalo (1 Cor 1,23). La consideracin de la credibilidad de la fe cristiana slo resulta fructuosa cuando es el mismo Espritu Santo quien la promueve, como bsqueda de la verdad que salva, como encaminamiento a la fe en Cristo. Ese mismo Espritu es quien preside e impulsa la intelligentia fidei, tanto en la direccin teolgica como mstica. La teologa -en su ms honda significacin- al igual que la vida de oracin pueden definirse como un perfeccionamiento de la fe, en el cual cada cristiano colabora libremente con el Santificador, con el Artista divino que mediante sus dones nos conforma al sensus Christi, nos encamina a la plenitud de la ciencia de Crist0 51
foi se Ion S. Thomas d'Aquin, Mainz 1961, B. DUROUX, La psycologie de lafoi chez SI. Thomas d'Aquin, Paris, 1977, pp. 100-108. 50. Cfr. R AUBERT, O.c., pp. 283; 288-292; 345-346; 464-467. 51. Cfr. por ejemplo: K. WOJTYLA, La fe segn S. Juan de la Cruz, Madrid 1979, pp. 168-170, 201-203; 238-239 Y 268-270.