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Mario Blaser, Indigenas Del Chaco Paraguayo, Proyectos de Vida o de Desarrollo

Este documento discute cómo las visiones dominantes de "indigeneidad" influyen en los proyectos de desarrollo dirigidos a los pueblos indígenas del Chaco paraguayo. Existen dos enfoques enfrentados: unos que promueven la conservación de la cultura tradicional, y otros que buscan el progreso guiado. Sin embargo, los líderes Yshiro impulsan "proyectos de vida" basados en sus propias experiencias e historias, rechazando definiciones preestablecidas. Estos proyectos buscan

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Mario Blaser, Indigenas Del Chaco Paraguayo, Proyectos de Vida o de Desarrollo

Este documento discute cómo las visiones dominantes de "indigeneidad" influyen en los proyectos de desarrollo dirigidos a los pueblos indígenas del Chaco paraguayo. Existen dos enfoques enfrentados: unos que promueven la conservación de la cultura tradicional, y otros que buscan el progreso guiado. Sin embargo, los líderes Yshiro impulsan "proyectos de vida" basados en sus propias experiencias e historias, rechazando definiciones preestablecidas. Estos proyectos buscan

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INDGENAS DEL CHACO PARAGUAYO: PROYECTOS DE VIDA

O PROYECTOS DE DESARROLLO?
Mario Blaser
1


Introduccin
Es comn que en la elaboracin de proyectos de desarrollo comunitario se busque
el consejo de expertos para obtener la informacin ms acertada acerca de la situacin de
las poblaciones meta y sus necesidades. Tales necesidades pueden incluir, entre otras,
servicios, el ejercicio efectivo de derechos, ayuda de emergencia, evaluaciones de
impacto de megaproyectos y reparaciones por impactos negativos. A menudo, cuando
este tipo de proyectos de desarrollo tiene por objetivo un grupo indgena en particular,
sus necesidades estn predefinidas como las necesidades de indgenas genricos. Aunque
algunos proyectos usen metodologas participativas para establecer cuales son las
necesidades de un grupo indgena determinado, es comn que tales proyectos tengan sus
objetivos ya definidos en tanto que son componentes particulares de polticas ms
amplias que pueden incluir desde planes operativos de proyectos de desarrollo
especficos hasta derechos constitucionales. Precisamente, son los objetivos establecidos
en esas polticas ms amplias los que implcitamente definen las necesidades de unos
indgenas ms o menos genricos.
En este nivel de generalidad, las necesidades de los indgenas se establecen de
acuerdo a las ideas dominantes de lo que constituye la indigeneidad. Un par de
ejemplos bien simples pueden ilustrar el punto. Si la indigeneidad se entiende como un
estado de subdesarrollo y atraso, entonces se puede asumir, como lo han hecho las
retricas de la misin civilizadora y del desarrollo, que una de las necesidades de los
indgenas es el progreso guiado por aquellos que estn ms desarrollados.
Contrariamente, si la indigeneidad se ve como un estado de armona con la naturaleza, la
conservacin de la cultura tradicional se puede ver como una necesidad de los
indgenas. Aunque estos conceptos de indigeneidad son ciertamente funcionales a
intereses especficos, ellos emergen de interacciones y luchas complejas que involucran a
expertos, activistas, gobiernos, grupos de inters y los propios indgenas.

1. Investigador de Post Doctorado en la Universidad de Carolina del Norte - Chapel Hill. Este trabajo le
debe mucho a la honestidad y franqueza de muchos indigenistas crticos y espero que mi anlisis sea
tomado en el espritu constructivo que lo inspira. Muy lejos esta de mi el querer ofender o menoscabar el
trabajo y esfuerzo de muchos indigenistas profundamente comprometidos con la causa indgena, la
intencin es tratar de comenzar una discusin que me parece necesaria y urgente. Ninguno de los
argumentos aqu expresados son inamovibles y con todo gusto me gustara escuchar respuestas y contra-
argumentos que me hagan cambiarlos.
La actitud generosa de los lideres Yshiro, quienes me hicieron parte de la experiencia de convertir
un sue o en la realidad de UCINY, es algo que nunca olvidar. Mi gratitud entonces a Bruno Barras y su
familia, Teresa y Gaspar Pay, Candido Martinez y Maria Romero, Marciano Barboza, Zulma Franco, Julio
Baez, Justino Mallero, Don Sanchez Vera, Feliciano Rodriguez, Babi Ozuna y Alejo Barras. El Consejo de
Ciencias Sociales y Humanidades de Canad, la Organizacin de Estados Americanos, el Centro para la
Investigacin del Desarrollo Internacional (IDRC) de Canad y la Escuela de Estudios Graduados de la
Universidad McMaster financiaron la investigacin sobre la que se basa este artculo.
Las visiones dominantes acerca de la indigeneidad y que marcan las pautas de los
estndares de credibilidad que circulan globalmente, confunden la autenticidad con la
objetivacin (Hornborg 1994). As, la autentica indigeneidad supuestamente se expresa
a travs de rasgos observables y objetivos que pueden ir desde la vestimenta a las
conductas que han sido definidas como indgenas. Ahora, dado que las luchas de los
pueblos indgenas se enmarcan en un espacio poltico global en el que apelaciones a la
autenticidad constituyen un elemento central para obtener legitimidad (Brosius 1999a:
181), es lgico que los pueblos indgenas y sus simpatizantes usen las mismas imgenes
dominantes acerca de la indigeneidad que los estados, los grupos de inters y los expertos
usan para perseguir sus propios objetivos. En Paraguay por ejemplo, organizaciones no-
indgenas usan una definicin de indigeneidad que incluye rasgos tales como el
relacionamiento armnico con la naturaleza y la generosidad con los vecinos para apoyar
las demandas indgenas a la tierra. La poderosa asociacin nacional de terratenientes ha
usado la misma definicin de indigeneidad para argumentar que las polticas de
desarrollo indgena actualmente en prctica (en particular en lo que respecta a los
derechos de tierras) son incorrectas y deben ser cambiadas. El argumento usado es bien
simple: en Paraguay, los pueblos indgenas contemporneos no muestran los rasgos
definitorios de indigeneidad, por lo tanto no son autnticamente indgenas. Por otro lado,
aquellas organizaciones no-indgenas que apoyan reclamos indgenas llaman
inautenticos a aquellos indgenas que persiguen fines econmicos o polticos que no se
ajustan a las definiciones dominantes de indigeneidad.
En crculos acadmicos, la dimensin poltica de la representacin y
autorepresentacin de la indigeneidad ha sido ampliamente debatida durante la ltima
dcada. Estos debates han hecho visible las trampas implcitas en aquellas estrategias de
representacin en las cuales imgenes aceptadas de indigeneidad funcionan como ndices
de autenticidad y legitimidad (ver Jackson 1995; Mato 1996; Rogers 1996; Friedman
1996; Conklin 1997). Sin embargo, estos debates parecen haber tenido poco impacto
entre aquellos que dise an, implementan o resisten estrategias de desarrollo dirigidas a
los pueblos indgenas. Ms recientemente algunos acadmicos, reconociendo que los
movimientos indgenas usan imgenes estandarizadas de indigeneidad para ganar poder
en sus luchas contra ciertos proyectos de desarrollo, han comenzado a reflexionar acerca
del impacto que sus crticas a estas imgenes estandarizadas pueden tener en la capacidad
de lucha de estos movimientos (ver Brosius 1999b). Friedman (1998: 568), por ejemplo,
argumenta que si vamos a hacer una critica de las polticas identitarias, nuestras energas
no deberan centrarse en debatir cuestiones de autenticidad sino ms bien en repudiar un
interminable anlisis del discurso que neutraliza las luchas contra las estructuras de poder
reales que existen en el sistema mundial capitalista. Sin embargo, es importante remarcar
que los discursos y las prcticas que se estructuran alrededor de nociones de autenticidad
son elementos constituyentes bien reales de las estructuras de poder en las cuales los
pueblos indgenas se hallan inmersos.
En este artculo discutir cmo los lderes del pueblo Yshir (singular) enfrentan
estas estructuras de poder material/discursivas que se generan a partir de visiones
encontradas del desarrollo para indgenas del Chaco Paraguayo. Estas visiones del
desarrollo, que son promovidas por instituciones y organizaciones indigenistas
enfrentadas,
2
se inspiran de una manera u otra en nociones dominantes de autentica
indigeneidad. Aqu argumentar que los lderes Yshiro (plural) impulsan proyectos de
vida que estn densamente conectados con sus historias y que incluyen visiones del
mundo y de su propio futuro que se distinguen de los proyectos de desarrollo impulsados
por indigenistas. Los proyectos de vida se distinguen de los proyectos de desarrollo
precisamente en que los primeros estn basados en la particularidad de las experiencias
de cada pueblo y en su rechazo de verdades universales. As, los proyectos de vida estn
siempre en construccin y por ello no encajan dentro de las definiciones de indigeneidad
establecidas de antemano y que aquellos que apoyan o rechazan las demandas indgenas
usan para justificar sus visiones del desarrollo. Aun ms, estos proyectos de vida estn
orientados hacia la transformacin de las estructuras de poder que fuerzan a los pueblos
indgenas a actuar y vivir de acuerdo a criterios de indigeneidad que no se condicen con
sus (siempre emergentes) concepciones de s mismos y de su estar-en-el-mundo.
Primitivistas, Etnocidas y la Forma de Vida
En Paraguay, las organizaciones e instituciones indigenistas proveen consejo y
asesora, presionan al gobierno y promueven polticas pblicas dirigidas a los pueblos
indgenas sobre la base de sus concepciones de indigeneidad y las necesidades que se
asocian con stas. El campo simblico/material en el que los indigenistas operan est
lleno de tensiones y antagonismos. En las tres ltimas dcadas en particular se ha visto
emerger dos sectores ms o menos definidos y enfrentados. La lnea que separa, y al
mismo tiempo conecta, a estos sectores es una nocin de indigeneidad asociada con el
modo de vida cazador-recolector. Los pueblos (autnticamente) indgenas de la regin
Chaque a supuestamente despliegan una serie de rasgos culturales tpicos de los
cazadores-recolectores. Estos rasgos fueron identificados por un grupo de antroplogos
que a mediados de los 80s intentaron explicar las fallas de la hasta entonces estrategia de
desarrollo indgena dominante que estaba basada en la promocin de prcticas agrcolas
entre las comunidades indgenas chaque as. Dos de los rasgos ms importantes que
fueron identificados son la moral ecolgica y la moral econmica de los cazadores-
recolectores.
Segn el antroplogo Von Bremen (1987), los pueblos indgenas del Chaco tienen
una moral ecolgica caracterstica de los cazadores-recolectores que se refleja en el hecho
de que viven en armona con la naturaleza, recolectando lo que la naturaleza produce
pero sin transformarla. Por esta razn fallan los proyectos de desarrollo que estn
orientados a convertir pueblos que no transforman la naturaleza (cazadores-recolectores)
en pueblos que s lo hacen (agricultores). Segn el antroplogo Renshaw (1989, 1996), la
moral econmica de los cazadores-recolectores se evidencia entre los indgenas
chaque os en el mantenimiento de mecanismos de reciprocidad generalizada que
determina una preferencia cultural por el trabajo asalariado. Este autor argumenta que
las presiones que los individuos reciben para que compartan con su grupo residencial
conllevan a una preferencia por aquellas actividades con retorno inmediato
(tradicionalmente la caza y la recoleccin o y en el contexto actual, el trabajo asalariado)

2. El trmino indigenista se refiere en forma amplia a todas aquellas instituciones e individuos no-
indgenas que promueven polticas y acciones cuyos beneficiarios (o victimas) son los pueblos indgenas
(Diaz Polanco 1997: 23).
por sobre aquellas con retorno diferido (la agricultura). Consecuentemente los proyectos
de desarrollo han fallado, de acuerdo a Renshaw, porque han asumido una motivacin
econmica que no existe entre los indgenas y han tratado de hacerles adoptar actividades
econmicas que interfieren con su bsqueda de retornos inmediatos.
No voy a discutir aqu el sinnmero de problemas en los argumentos que
atribuyen estos rasgos de indigeneidad a los pueblos indgenas chaque os. Me interesa
en cambio se alar que estos argumentos han sido tremendamente exitosos en el sentido
que han provisto los criterios de indigeneidad estndares con que se justifican o rechazan
muchas de las polticas dirigidas a los pueblos indgenas del Chaco Paraguayo. De hecho,
es difcil encontrar indigenistas que no usen el criterio de los rasgos culturales cazadores-
recolectores para justificar o desacreditar polticas destinadas a los indgenas chaque os
que son propuestas o estn en ejecucin (por ejemplo ver Fritz 1993; ARP 1994; Rojas
1996; Delport 1998).
3
El xito del paradigma cazador-recolector se debe en parte a su
simplicidad (rayano en el simplismo) y su aura de verdad cientfica antropolgica que lo
hace atractivo para muchos de los indigenistas Paraguayos. Sin embargo, como veremos
pronto, una razn ms profunda para este xito es que los criterios de indigeneidad que se
proponen desde el paradigma cazador-recolector sirven para una multiplicidad de
propsitos, a veces mutuamente encontrados.
Uno se podra preguntar por qu una definicin de indigeneidad basada en los
supuestos de una moral econmica /ecolgica caracterstica de los cazadores-recolectores
a venido a dividir a las instituciones indigenistas Paraguayas. La respuesta es que el
artculo 64 de la Constitucin de 1992 convierte al modo de vida de una comunidad
indgena en uno de los criterios que deben ser tenidos en cuenta para calcular la cantidad
de tierra que el estado est obligado a asegurarle. Este artculo les da a las comunidades
indgenas el derecho a poseer tierras en extensin y calidad suficiente para la
conservacin y el desarrollo de sus formas peculiares de vida (CNP 1992).
La inclusin de las formas peculiares de vida dentro de la ecuacin por la cual
se debera determinar la cantidad de tierra que le correspondera a una comunidad
especfica ha puesto sobre el tapete el debate acerca del grado en el que la forma de vida
de los indgenas chaque os se corresponde con la de cazadores-recolectores. En tal
contexto uno esperara que la propia definicin de que es una forma de vida cazadora-
recolectora estuviera rodeado de controversia, sin embargo ste no es el caso en
Paraguay. Por el contrario, los debates se han centrado en cul es el estadio de
desarrollo en el que se hallan los indgenas chaque os contemporneos y en qu medida
este estadio requiere un tratamiento especial con relacin a la tenencia de tierra. Sectores
opuestos del indigenismo han planteado este debate en trminos de una oposicin entre
dos alternativas: etnocidio o primitivismo. Un sector del indigenismo llama primitivista al
otro sector que sostiene que los pueblos indgenas Chaque os son an cazadores-
recolectores y acusa a los primitivistas de estar opuestos al desarrollo econmico. Por
otra parte, aquellos que argumentan que la forma de vida cazadora-recolectora es una
etapa del pasado y que los pueblos indgenas actuales no son ya cazadores-recolectores
son llamados etnocidas. Los etnocidas son acusados por los primitivistas de promover

3. Desde una mirada Marxista, Gordillo (1993) ha criticado en detalle estos argumentos se alando la falta
de base factual, su debilidad interpretativa y sus contradicciones internas.
una forma de desarrollo que es insostenible tanto para los seres humanos como para la
naturaleza.
Los motes de primitivistas y etnocidas son una caricatura de las visiones de
desarrollo subyacentes en las posiciones de los distintos sectores dentro del arco del
indigenismo y por ello pierde de vista detalles importantes dentro de estas posiciones.
4

Los trminos de conservadores y crticos parecen ms convenientes para distinguir un
sector del otro ya que estos apelativos hacen referencia ms directa a las visiones
subyacentes de desarrollo y sus conexiones con las necesidades de tierra que cada sector
ve como ms apropiado para los pueblos indgenas contemporneos. As, los
conservadores argumentan que el desarrollo se debe buscar de la misma forma que se ha
hecho hasta ahora, sin tocar la estructura existente de tenencia de tierras. Por el contrario
el sector critico propone modelos de desarrollo que involucran una profunda reforma de
dicha estructura.
5
En lo que sigue presentar una breve descripcin de los actores
institucionales ms importantes en el campo indigenista Paraguayo. Aunque me referir
principalmente a las instituciones que tienen relacin directa con los Yshiro, comenzar
con una breve discusin de la Asociacin Rural del Paraguay (ARP), que no tiene
relacin directa con los Yshiro pero juega un papel muy importante a la hora de definir
ciertas polticas nacionales que s les afectan.
6

El Indigenismo Conservador
ARP, la poderosa organizacin nacional de terratenientes se involucr en el
campo indigenista para contrarrestar la posibilidad de expropiaciones resultantes de las
demandas indgenas por tierra (Kidd 1995: 71-75). Un documento de la ARP argumenta
que los indgenas chaque os han dejado de ser cazadores recolectores (ARP 1994: 114,
138, 142-205) o estn activamente buscando dejar de serlo (ARP 1994: 113, 303-305). El
autor del documento cita la depredacin de recursos naturales llevada a cabo por
indgenas en tierras que ya se les han otorgado como un ejemplo de la perdida de su
indigeneidad. En otras palabras, estos pueblos ya no presentan el rasgo indgena de una
moral ecolgica. Adems de estar basada en una evaluacin errnea del estadio de
desarrollo de los indgenas, el documento de ARP sostiene que la poltica de permitir
grandes reclamos de tierras geogrficamente especfica amenaza el desarrollo econmico
del Paraguay ya que ahuyenta a los inversores (ver Carissimo Pfannl 2000). La solucin
segn ARP es que las ONGs indigenistas y el estado promuevan el desarrollo por medio
de compras de tierras que son libremente ofertadas en el mercado.

4. El lado etnocida se supone que quiere la integracin total y la asimilacin de los indgenas dentro de una
masa de pobres rurales sin distincin tnica. El lado primitivista se supone que concibe un futuro de
exposicin antropolgica en vivo para los indgenas.
5. La estructura de tenencia de tierras en el Chaco Paraguayo se caracteriza por una concentracin enorme
en manos de unos pocos latifundistas. En a os recientes estas tierras han comenzado a ser parceladas y
vendidas para alimentar el avance de la frontera agrcola. Ver Pastore (1972) para un estudio de la
estructura de tenencia de tierras en Paraguay.
6. Varias ONGs peque as que se localizan sobre todo el arco indigenista no se mencionan ya que estas no
desarrollan sus propias posturas sino que siguen las lneas de accin trazadas por las instituciones aqu
se aladas
Una institucin que tiene relevancia directa para los Yshiro es el Instituto
Paraguayo del Indgena (INDI), la institucin estatal a cargo de los asuntos indgenas.
Uno de los propsitos para los que el INDI fue creado a mediados de los 70s fue
controlar las actividades de las instituciones indigenistas que se haban vuelto
sospechosas a los ojos del rgimen de Stroessner (Susnik y Chase-Sardi 1995: 327-329;
Blaser 1997: 98-101).
7
En condiciones normales de operacin el INDI poco se puede
distinguir de instituciones de beneficencia como Cruz Roja y CARITAS.
8
Lo que
distingue al INDI es que estando a cargo del reconocimiento legal de las comunidades
indgenas y sus lderes tiene cierta capacidad para legitimar o deslegitimar a los lderes
que buscan contactarse con organizaciones (gubernamentales o no) nacionales e
internacionales. Adems, contactos dentro de la institucin son muy importantes para
muchos lderes en tanto que stos les ponen en contacto con redes de organizaciones de
beneficencia que operan en Paraguay. Desde que el INDI fue creado, el gobernante
Partido Colorado lo ha usado tambin como una herramienta para extender sus redes de
clientelismo dentro de las comunidades indgenas.
Supuestamente el INDI est a cargo de promover las leyes y los artculos
constitucionales que protegen los derechos de los indgenas a sus formas peculiares de
vida. Sin embargo, las acciones del INDI han estado enmarcadas dentro de los lmites de
una estrategia implcita del estado Paraguayo que apunta a integrar dentro de la economa
de mercado todos los recursos del pas, segn los dictados de los grupos dominantes
(incluyendo los terratenientes). Por esta razn, en la medida en que los indgenas
chaque os sean vistos como cazadores-recolectores que necesitan grandes extensiones
de tierra para mantener su modo particular de vida, las acciones concretas de la
institucin y los derechos formales que tiene que defender se hallarn en contradiccin.
Por ello no sorprende que en su discurso inaugural de 1999, la entonces presidenta del
INDI haya expresado lo siguiente:
Nuestro mundo actual funciona sobre la base de una tecnologa
sofisticada. Si no hacemos llegar esta tecnologa a los indgenas ellos
estarn condenados a la pobreza. Pero tenemos que darles la alternativa de
elegir entre una vida con sus tradiciones o vivir en el mundo actual (Pane
1999).
Queda claro aqu que para esta funcionaria los indgenas tienen que enfrentar la
alternativa entre cambiar sus tradiciones (incluyendo esos sistemas econmicos poco
sofisticados como la caza y la recoleccin) o vivir en la pobreza. Aunque, dado el estado
deplorable de los fondos con que opera, el INDI tiene poca capacidad para dirigir este

7. El rgimen de Stroessner dur cerca de 35 a os (1954-1989), hacindolo el rgimen autocrtico ms
durable de Sud Amrica.
8. Me refiero a operaciones normales porque entre 1995 y 1998 el gobierno Paraguayo destino cerca de
$45 millones de dlares para comprarle tierras a los pueblos indgenas. En este periodo varias
asociaciones se formaron entre terratenientes, falsos lideres indgenas y burcratas del INDI para sacar
provecho de los reclamos de tierra. Stephen Kidd (1998) ha demostrado que la mayora de las tierras
compradas durante este periodo no fueron reclamadas por ninguna comunidad existente, que los precios
pagados por algunas de estas tierras estaban sobrefacturados en un 700% en relacin a los precios del
mercado y que adems eran de pobre calidad.
cambio que propone, si tiene la capacidad para poner obstculos en aquellos proyectos
que van en contra del principal objetivo del estado y los grupos dominantes.
Regresaremos a este punto luego.
El Proyecto de Desarrollo Sustentable del Chaco Paraguayo (Prodechaco) fue un
programa de cooperacin entre la Unin Europea y el gobierno Paraguayo y es la ltima
institucin indigenista del sector conservador que voy a discutir. Si las definiciones de los
indgenas chaque os que aparecan en los objetivos originales y en el marco regulador
dentro del que se cre Prodechaco hubieran sido seguidas al pie de la letra, esta
institucin se habra posicionado claramente en el lado crtico del arco indigenista. Los
documentos originales describan a los pueblos indgenas chaque os como aun
esencialmente silvcolas (SETA 1992: A1-1). La intencin original del programa fue
preservar el modo de vida de la poblacin indgena [y] proteger el bosque y el medio
ambiente de la regin Chaque a (EC 1994). Estos objetivos fueron y estn en lnea con
varios instrumentos legales existentes y en desarrollo dentro de la Unin Europea (para
una revisin de estos ver Fiering y Prouveur 1999). A pesar de estas caractersticas,
Prodechaco encontr obstculos insuperables para promover efectivamente proyectos de
desarrollo sustentable que se basaran en la nocin de que los indgenas del Chaco son de
alguna manera cazadores-recolectores. De hecho Prodechaco implement sus objetivos
slo en la medida permitida por los intereses ms inmediatos de los actores involucrados
en la ejecucin del proyecto. As, los intereses de la Unin Europea, el gobierno
Paraguayo de turno y los mismos empleados de Prodechaco puso los lmites dentro de los
cuales el programa busc promover la preservacin de las formas peculiares de vida de
los pueblos indgenas chaque os. Veamos estos intereses un poco ms de cerca.
De acuerdo a ciertos analistas -- y la forma en que Prodechaco fue manejado lo
confirma -- la ayuda de la Unin Europea hacia Amrica Latina es secundaria o
instrumental a otros intereses tales como comercio e inversiones (ver Freres 2000: 64). El
estado Paraguayo independientemente del gobierno de turno ha mostrado una resistencia
tenaz a cualquier intento de promover una reforma del rgimen de tenencia y
expropiacin de tierras que beneficie a los pueblos indgenas (ver Stunnenberg 1993).
Finalmente, el personal de Prodechaco ha tenido intereses econmicos concretos para
evitar cualquier conflicto que pusiera en peligro la continuidad del proyecto y de sus
contratos. Los cambios que fueron introducidos a los objetivos de Prodechaco evidencian
que los intereses descriptos eran incompatibles con una visin del desarrollo basada en la
perspectiva que los indgenas chaque os son an cazadores-recolectores. Por ejemplo, en
los borradores de la propuesta del programa se sostena que la caza y recoleccin eran
una forma de vida que, en tanto hubiera disponibilidad de tierras, se encuadraba
perfectamente a las condiciones ecolgicas del Chaco (EC 1994). Ms tarde, por el
contrario se plante que la caza y la recoleccin no se adecuan a las condiciones
demogrficas actuales del Chaco. En consecuencia los objetivos del proyecto pasaron de
la preservacin de las formas de vida de los indgenas a la incorporacin [de estos] a la
civilizacin (ver Prodechaco 1998a).
Obviamente los burcratas de la UE a cargo de este proyecto, as como el
consorcio que gan el concurso para ejecutarlo, no tenan ningn deseo de arriesgar sus
intereses inmediatos en una confrontacin con el gobierno Paraguayo en el rea de inters
de este ltimo. De todas maneras, Las instituciones y los proyectos de la UE tienen que
corresponder en alguna medida con los marcos reguladores establecidos en Bruselas.
9

As, aunque Prodechaco evit encarar directamente la cuestin del modo de vida cazador-
recolector y la cuestin relacionada de la tenencia de tierra no renunci a aseverar que
el proyecto estaba profundamente comprometido a ayudar a los indgenas chaque os a
encontrar su propio camino para el desarrollo (ver Prodechaco 1998b y 1999).
Los Indigenistas Crticos
La posicin que tienen los indigenistas crticos en relacin con los pueblos
indgenas y su desarrollo est estrechamente ligada con el tema de la representacin,
tanto en el sentido de cmo se imaginan a los indgenas como en el sentido de quien
habla por quien. Algunos indigenistas crticos se basan y usan la representacin de los
indgenas como cazadores-recolectores porque estn convencidos de que sta es la
representacin ms acertada, otros en cambio usan estas imgenes en parte como una
estrategia para conseguir apoyo del pblico nacional e internacional en los reclamos de
tierra. En cualquier caso, las caractersticas que se les atribuyen a los cazadores-
recolectores forman un ncleo importante de la justificacin de las acciones y los
objetivos que persiguen muchos de los indigenistas crticos. Esto se hace evidente cuando
el tema de quien habla por quien se trae a colacin. Por una variedad de razones los
indigenistas crticos reclaman para s prcticamente el monopolio de la representacin
legtima de los indgenas Chaque os en aquellas decisiones que hacen al futuro de estos
ltimos. Los argumentos pueden variar desde que los indgenas los ven como sus lderes
legtimos (Kidd 2000:30) a que los indgenas carecen del conocimiento de las
instituciones no-indgenas, e inclusive que la inocencia de los indgenas los hace blancos
fciles para personajes corruptos y corruptores.
Sera incorrecto asumir que estas justificaciones del reclamo implcito de
representatividad legtima reflejan una intencin consciente y calculada por parte de los
indigenistas crticos. Puede que en algunos casos lo sea pero en la mayora de los casos
da la impresin que este reclamo de representatividad es una consecuencia lgica de
como muchos indigenistas crticos ven a los pueblos indgenas y como proyectan en ellos
deseos complejos. Esto se ve claramente en un editorial sobre los Totobiegosode
silvcolas en un nmero del Suplemento Antropolgico:
10

[Los Totobiegosode] con su estilo de vida tradicional en armona con la
naturaleza que los alimenta y cobija, representan quizs el anhelo de
libertad, de esencialidad, de solidaridad que probablemente todos
cultivamos en el secreto profundo de nuestras vidas. [...] el caso de los

9. De hecho, desde casi su comienzo Prodechaco fue criticado y tuvo que defenderse de una fuerte
campa a de los indigenistas crticos y sus aliados en Europa. El punto central de la crtica era que
Prodechaco no estaba tomando en cuenta que los pueblos indgenas del Chaco eran cazadores -recolectores.
Esto, argumentaban los indigenistas crticos, haca evidente que la palabra sustentable en el titulo del
proyecto era pura retrica (Melia 1997; Lackner 1998).
10. Los Totobiegosode son un sub-grupo de los Ayoreode. En Paraguay algunos grupos Ayoreode
entraron en contacto en los sesentas. Un grupo Totobiegosode fue cazado y trado dentro de una Misin
de las Nuevas Tribus en 1986 (ver Escobar 1989; Perasso 1988). Otro grupo peque o entro en contacto en
marzo del 2004.
ayoreo totobiegosode probablemente representa en el continente y en el
mundo una riqueza de vida en va de extincin. Salvmosla! (CEADUC
1997)
Estas imgenes de libertad, esencia, solidaridad, constituyen una fuerza convocatoria
poderosa sin la cual para muchos indigenistas no existira un motivo para apoyar las
luchas indgenas. De hecho, como un indigenista me dijo una vez cuando cuestion las
imgenes de los pueblos indgenas como esencialmente diferentes de los no-indgenas:
Si no son esencialmente diferentes de nosotros por qu deberamos luchar para que
tengan derechos especiales?
En el sector crtico del indigenismo Paraguayo parecera ser que la idea
dominante es que ser indgena significa ser esencialmente diferente y que esta diferencia
se expresa a travs de los rasgos particulares de una sociedad cazadora-recolectora tales
como vivir en armona con la naturaleza y en igualdad y solidaridad con los vecinos.
Estos rasgos pueden que estn ms o menos ocultos dada la influencia blanca pero estn
siempre all, listos para ser salvados de la extincin. El indigenismo crtico considera que
la manera de salvar los rasgos de indigeneidad (y por tanto salvar a los indgenas en tanto
tales) es por medio de proyectos de desarrollo que promuevan formas de vida
sustentables. Esto implica otorgar a los pueblos indgenas tierras en cantidad suficiente
para que as puedan hacer uso de los recursos naturales sin agotarlos (Grnberg 1997).
Hemos visto cmo los diferentes sectores del indigenismo producen y dan forma a
sus visiones acerca del desarrollo indgena en relacin con las caractersticas atribuidas a
los cazadores-recolectores. El trasfondo del debate es que estas caractersticas
determinaran si los pueblos indgenas chaque os requieren una forma de desarrollo u
otra. Est claro que por varios motivos el sector conservador tiene aversin a cualquier
cambio importante en la estructura de la tenencia de tierra en el Chaco. As las polticas
que ellos proponen, en el mejor de los casos, tiende a proveer vlvulas de escape para las
tensiones sociales que produce el proceso de cambio estructural constante al que han
sido sometidos los pueblos indgenas del Chaco desde el fin del siglo XIX. Desde la
perspectiva del indigenismo crtico, los problemas que enfrentan los pueblos indgenas
pueden ser encarados slo por medio de una poltica de tierras que implica un cambio
bastante profundo en la estructura de tenencia de tierra en el Chaco. As es que la
principal estrategia de los indigenistas crticos ha sido apoyar o en algunos casos
prcticamente liderar reclamos de tierra. El elemento comn en este debate entre sectores
del indigenismo parece seguir centrado en los rasgos que definen la autntica
indigeneidad. El problema es que en este debate las voces indgenas aparecen slo para
hacer el coro a las voces de los protagonistas centrales, los indigenistas. Como veremos
en la prxima seccin, este silenciamiento de sus voces es lo que se encuentra en el
centro de la preocupacin Yshiro.
Enfrentando Estructuras de Poder Material/Discursivas
Durante 1999 los lderes Yshiro juntaron sus cinco comunidades bajo el paraguas
organizacional de la Unin de las Comunidades Indgenas de la Nacin Yshir (UCINY).
Como veremos, los discursos y acciones llevadas a cabo por los lderes Yshiro con el fin
de crear UCINY muestran que un proyecto de vida no es comparable a ninguna de las
visiones de desarrollo que debaten los indigenistas. Desde la primera reunin, cuando los
lideres comenzaron a discutir la creacin de la organizacin, el tema de la representacin
fue central. Sin embargo las discusiones no fueron acerca de si una descripcin de los
Yshiro como cazadores-recolectores o como ya-no-ms-cazadores-recolectores es
acertada o no. Tampoco se discutieron las ventajas comparativas de las visiones de
desarrollo que emergen de cualquiera de estas descripciones. Lo que se discuti fue quien
puede representar a los Yshiro y que consecuencias tiene para las comunidades el que
otros hablen por ellos. Esto no significa que el problema de la tierra, la pobreza, la falta
de oportunidades econmicas y el agotamiento de los recursos naturales no se
discutieron, al contrario estos temas se trataron pero dentro del entendimiento que estos
problemas slo pueden solucionarse en la medida que el tema de quien representa y toma
las decisiones se solucione primero. Veamos esta discusin en ms detalle.
11

Proyectos de Vida: Quin Decide?
Durante las discusiones se se al varias veces que las divisiones dentro de las
comunidades estn en la raz de los problemas enfrentados por el pueblo Yshir hoy en
da. Esto fue subrayado por medio de comparar, por un lado, la cohesin existente entre
los antiguos Yshiro, y por el otro, la desorganizacin e individualismo que impeda la
formacin de una visin unificadora dentro de las comunidades. Por ejemplo, uno de los
lderes dijo:
Nuestro problema es que hemos abandonado el manejo de nuestros
antiguos, no seguimos su costumbre. Por esta razn tenemos este
problema de que cada uno tira en su propia direccin... Los paraguayos
saben bien que estamos divididos y se aprovechan y no nos respetan.
Los lderes dieron varios ejemplos de cmo divisiones en las comunidades son
aprovechadas por no-indgenas. Un ejemplo fue la proliferacin de ONGs indigenistas
que juntan firmas para pedir proyectos que nunca llegan a las comunidades.
Los indigenistas piden por nosotros pero no dejan que los indgenas
manejen esos fondos. Los paraguayos piden fondos para nosotros pero
nunca dejan que los lderes sepan exactamente cuanto reciben. Ellos
comen todo. Si nos organizamos, nosotros vamos a manejar esos recursos,
porque nosotros sabemos mejor que es lo que pasa en nuestras
comunidades.
Sin embargo, los lderes estaban conscientes tambin que los problemas con los
indigenistas van ms all de algunos casos de corrupcin y mala fe:
Por supuesto que hay muchos blancos con buena voluntad. Sin embargo
tenemos que estar conscientes que cuando alguien te provee con recursos
econmicos, te guste o no, le tenes que responder a ese que te provee.
Todos dependemos de alguien pero cuando dependes de un patrn vos ya
no podes resistirle. Porque ese es el sistema de los blancos, si no les
obedeces te cortan el chorro. Que quiere decir el chorro? El apoyo

11. Lo que sigue son extractos de transcripciones de encuentros grabados por el autor entre abril y
setiembre de 1999. Las discusiones se llevaron a cabo en lengua Yshir. Luego con la asistencia de un
intrprete Yshir traduje al espa ol. El nombre de los lderes ha sido omitido para guardar su anonimato.
econmico. Si UCINY es la organizacin que nos va a defender de
nuestros yamaho [adversario], los maro [paraguayos], entonces sus lderes
tienen que ser independientes para enfrentrseles, no tienen que tener
patrones.
Como las dos ltimas citas lo indican, los lderes estaban claramente conscientes
que las relaciones asimtricas entre indigenistas y lideres indgenas no son algo que se
puede superar solo con buena voluntad. La ltima cita en particular, demuestra que los
lderes vieron que las presiones y demandas que los indigenistas ponen sobre ellos son
sistemticas, enraizadas en la propia estructura del campo en el que ambos interactan.
Uno de los lderes se alo:
Muchas organizaciones [indigenistas] cuando ayudan a los indgenas son
como los polticos o las iglesias: te ayudan y luego quieren que vos hagas
lo que ellos te dicen... no tenemos que caer en la trampa de que UCINY
sea sostenida econmicamente por ninguna organizacin Paraguaya
porque una vez que esto pase nuestra organizacin ya no va a tener fuerza
para criticar.
Aun cuando los indigenistas pueden tener buenas intenciones, carecer de control
sobre recursos organizacionales significa que los pueblos indgenas carecen de poder de
decisin y por lo tanto estn constre idos a aceptar los puntos de vista de sus
protectores. As, viendo que la estructura de poder desigual en la que estn inmersos se
a formado por el monopolio indigenista en la representacin de los pueblos indgenas, los
lideres consideraron una posibilidad para escapar de esta estructura: no queremos
intermediarios, queremos que nuestra organizacin maneje nuestros asuntos... Nuestros
ancestros tenan sus voces; si no tenemos nuestra organizacin nuestras voces no se van a
escuchar. Sin embargo los lderes estaban conscientes que recuperar el control sobre la
propia representacin no iba a ser fcil. Un lder hizo esta recomendacin: Es muy
importante que nos comuniquemos entre nosotros porque los paraguayos son mentirosos
y quieren que peleemos as ellos pueden hacer lo que quieren sin que nadie les controle.
Otro lder hizo una advertencia:
A nuestra organizacin la van a atacar no solo los paraguayos sino que
tambin alguno de nuestros hermanos. Yo conozco muy bien a mi gente,
conozco uno a uno a los que les gusta criticar a sus hermanos que trabajan
por la comunidad. Los blancos van a apoyar esta clase de personas para
crear desentendimiento y confusin en nuestras comunidades.
Como fue planteado elocuentemente por uno de los lideres con mas experiencia,
para promover el bienestar de las comunidades y recuperar los territorios tradicionales,
los lideres tendran que sellar las fronteras de las comunidades, que sumamente
permeables, para hacerlas hablar con una voz:
Cuando los intipohr [chancho del monte] se mantienen juntos, el cazador
no los puede atrapar. Para eso espera al intipohra [singular] que esta
separado de su grupo para atraparlo. De la misma manera cuando un Yshir
[singular de Yshiro] se separa de nuestra unin, el o ella puede ser
domesticado por una influencia poltica externa que debilite a nuestra
organizacin. Por estas razones, nuestra organizacin tiene que vigilar
para que nuestra gente no caiga en esa trampa. Si nos mantenemos unidos
como los intipohr, bravos frente a los perros, el cazador [el poltico] no va
a agarrar a los que estn solos... vamos a sancionar aquellos que
promueven la indiferencia hacia nuestra organizacin y a aquellos que
hablan con las autoridades sin tener autoridad porque estos estarn
rompiendo el principio de nuestra unin..... El objetivo de esta
organizacin es promover el bienestar de nuestra gente. Sabemos que la
miseria es cada vez peor y no podemos luchar en contra porque estamos
divididos. . . Sabemos que esta tierra es nuestra pero cmo vamos a
probarlo si los blancos hacen valer solo sus palabras?... Cuando los
blancos toman posesin de nuestras tierras ya no tenemos el derecho de
cruzar sus alambrados para buscar por nuestra subsistencia. . . So amos
que con esta organizacin vamos a recuperar nuestro territorio y no vamos
a descansar hasta que lo hagamos. [Pero] como somos una minora, y
estamos divididos, los blancos nos dominan como quieren... Ahora ya
estamos cerca de ese gran da en que habremos creado nuestra
organizacin. Vamos a terminar con el individualismo, y cuando los de
afuera traten de trampearnos los vamos a forzar a tratar con nuestra
organizacin porque ser a travs de la organizacin que tomaremos
decisiones.
Como se evidencia en este pargrafo, los lderes consideraron que la situacin de
las comunidades podra mejorar si UCINY se convirtiera en su nico representante. En
este sentido, los lideres reflejaban un claro entendimiento de un aspecto de la poltica
representacional que domina el campo indigenista, es decir, la idea que una organizacin
es representativa cuando esta autorizada a hablar por aquellos a quienes representa. Pero
los lderes tambin comprendieron que para estar autorizado a hablar por los Yshiro,
UCINY tendra que hablar en formas especficas que se adecuaran a las visiones que,
sobre los indgenas y sus necesidades de desarrollo, tienen las instituciones indigenistas.
Es aqu donde para poder cambiar quien decide los lderes tuvieron que encarar con los
debates sobre la forma de vida en los que estn enfrascados los indigenistas.
Representar Una Forma de Vida
El primer problema practico que enfrentaron los lideres Yshiro fue conseguir
recursos materiales para poder llevar a cabo los encuentros necesarios para crear la
organizacin. Los lderes pidieron, y rpidamente consiguieron, el apoyo de Prodechaco
para estas reuniones. Ms an, la institucin ofreci radios para la comunicacin entre las
comunidades, consejo experto, y la promesa de apoyar proyectos productivos que
fueran propuestos por la naciente organizacin. Prodechaco acepto con entusiasmo a
UCINY como un interlocutor legitimo en parte porque los lideres Yshiro cuidadosamente
evitaron de traer a colacin el objetivo de largo plazo de la organizacin, la recuperacin
de territorios. No trayendo este tema dentro de la relacin, el apoyo pedido por los
lideres dio a Prodechaco la oportunidad de demostrar su compromiso con la idea de
participacin y fortalecimiento institucional de las bases, y de su intencin de seguir los
lineamientos que sobre el tema indgena establecen los marcos reguladores de la UE;
todo esto sin tener que entrar en conflicto con el gobierno Paraguayo en alguna rea
sensitiva.
12

El INDI fue otro actor institucional de importancia con el que la UCINY tuvo que
tratar en su proceso de consolidacin como representante legitima de la nacin Yshir. La
autoridad que el INDI tiene para reconocer lideres y comunidades significa que puede
erosionar por la base cualquier intento de construir representaciones intercomunales. La
intencin de los lderes era obtener de INDI el reconocimiento de que UCINY tena el
derecho exclusivo de representar al pueblo Yshiro en varios asuntos, incluyendo reclamos
de tierras y la adjudicacin y reconocimiento de liderazgos legales. Los lderes
argumentaron que siendo UCINY el nico interlocutor ayudara a acelerar los
procedimientos administrativos de INDI y as se podra contribuir al desarrollo de las
comunidades.
13
La respuesta de INDI al pedido de UCINY fue ambivalente. Por un lado
su presidente estaba inclinada a aceptar la idea ya que UCINY podra aliviar (en tanto
mediador) las presiones directas que da a da ejercen indgenas particulares sobre el
personal y los escasos fondos del INDI. Por otro lado, aceptar a UCINY como el nico
interlocutor valido significaba renunciar a la especie de control remoto que INDI aplica
en las comunidades a travs del reconocimiento legal de los lderes. Esto es, si UCINY
fuera el nico interlocutor reconocido, UCINY se convertira en la llave de las
comunidades, y esto ciertamente significara que la utilidad del INDI como un
instrumento para extender relaciones clientelares se vera sumamente limitado. Ante este
dilema, la actitud oficial fue hacer todo a medias: circul un memorando interno en el que
se llamaba la atencin al personal del INDI al pedido de UCINY sobre no entregar ayuda
a individuos Yshiro que no contaran con la autorizacin de UCINY. Sin embargo, en el
memorando no se mencionaba como el personal del INDI deba responder a este pedido
ni tampoco se mencionaba las reas ms importantes en las que UCINY haba pedido
representacin exclusiva: el reconocimiento de lideres y reclamos de tierras (ver INDI
1999).
Al mismo tiempo que se negociaba con el INDI, los lderes comenzaron a
establecer contactos con varias ONGs indigenistas. El objetivo general era minar las
bases materiales para aquellos individuos que sin ser lderes se presentaban como tales,
dispersando as la autoridad que los lderes reconocidos queran concentrar en UCINY.
Los lderes pensaron que si convencan a las ONGs de que aceptaran a UCINY como una
instancia exclusiva de intermediacin, los pretendidos lideres individualistas serian
neutralizados y forzados a recanalizar sus energas a travs de la organizacin. Un
objetivo mas especifico e inmediato para el contacto con las ONGs fue el obtener consejo

12. Una disputa sobre derechos de caza entre UCINY y la entonces sub-secretaria de recursos naturales
pronto hizo evidente que los reclamos de tierras no eran el nico tema controvertido en Paraguay. La
disputa que se origino en un proyecto financiado por Prodechaco mostr que esta institucin no se
enfrentara al gobierno Paraguayo en ningn asunto, a menos que las consecuencias de no hacerlo hicieran
peligrar la continuidad del proyecto. Aunque por razones de espacio no puedo entrar en detalles,
permtaseme se alar que e esta controversia en particular Prodechaco se puso del lado de UCINY porque
de otra manera habra tenido que enfrentar una campa a en contra comandada por medioambientalistas
nacionales y extranjeros. Parra una versin de esta controversia ver varias notas de Roque Gonzales Vera
publicadas en ABC entre el 2 de abril y el 6 de agosto del 2000.
13. Carta del 10 de diciembre de 1999 de UCINY a la presidente de INDI.
legal y apoyo organizacional bsico tales como acceso a telecomunicaciones y
computadoras en la capital, Asuncin.
Las reacciones de los indigenistas crticos hacia UCINY fueron generalmente
positivas, aunque en muchos casos se plantearon dudas sobre la representatividad de los
lderes. Por ejemplo, un miembro de una ONG expreso sus dudas acerca de los lideres
porque estos estaban teniendo contactos con toda clase de instituciones dentro del campo
indigenista. Segn esta persona, esto demostraba que los lideres haban aprendido
demasiado bien como cazar y recolectar proyectos, lo cual era problemtico ya que los
lideres as podran adquirir mucho poder y desestabilizar el igualitarismo de las
comunidades. Para evitar esto, argumentaba, los indigenistas deban limitar su apoyo a
lderes en ascenso. Por ellos, este miembro de una ONG crtica demandaba que, para
recibir el apoyo de su organizacin, los lderes deban evitar relacionarse con
organizaciones etnocidas. Los lderes no respondieron directamente a esta demanda
pero luego se cuidaron muy bien de mencionar ante esta persona sus encuentros y
actividades con indigenistas conservadores.
En general, las reacciones de las organizaciones indigenistas hacia UCINY fueron
ambivalentes. La pregunta que estaba siempre flotando detrs de esta ambivalencia era si
UCINY representara a los Yshiro en una forma que contradecira las visiones del
desarrollo sostenida por uno u otro sector del indigenismo. Dado que los lideres evitaron
tomar posicin en este debate, UCINY poda aparecer tanto como un apoyo o como una
amenaza para las visiones de desarrollo sustentadas por las instituciones indigenistas.
Que el lado conservador del espectro indigenista muestre ambivalencia ante
cualquier cosa que pueda desafiar el status quo no sorprende. De hecho, es el apoyo
logrado lo que, aunque limitado, llama la atencin. Fue en buena medida el cuidadoso
uso que los lideres Yshiro hicieron de su conocimiento de donde estaban situadas
instituciones como INDI y Prodechaco lo que hizo que las tratativas con este lado del
espectro fueran relativamente fructferas. Por supuesto estas tratativas requirieron
intercambios y un perfil bajo en cuestiones sensitivas pero estas son las condiciones que
se imponen por la propia estructura de poder de un campo al que tambin le dan forma
los indigenistas crticos.
Mientras que la ambivalencia de los indigenistas conservadores no sorprende, si
lo hace la ambivalencia de los indigenistas crticos quienes supuestamente estn muy a
favor de fortalecer la capacidad organizacional y de lucha de los pueblos indgenas. Creo
que la ambivalencia de este sector se debe en parte a la fuerte dependencia que tienen
hacia ideas de indigeneidad autentica, o como le llama Ramos (1998: 267-283), hacia el
indio hiperreal (Ver tambin Conklin y Graham 1997). Como en el caso descrito por
Ramos, los indigenistas crticos esperan que los lideres indgenas sean puros sin los
trucos ni las tcticas de manipulacin de los polticos no-indgenas. El lder ideal, de
acuerdo a este modelo, es el lder que no se envuelve en poltica partidaria o nacional, es
el lder que se queda en la selva, es el que legitima su liderazgo sobre la base de valores
cazadores-recolectores. Este lder ideal es un lder que siempre va a necesitar la
intermediacin y gua de las ONGs no-indgenas para poder relacionarse con el resto del
mundo. Por esto la sagacidad poltica desplegada por los lideres Yshiro aparecan para
algunos indigenistas crticos como ndices de inautenticidad.
La ambivalencia reflejada en las respuestas de las instituciones indigenistas hacia
UCINY revela que las luchas de los lideres Yshiro por recuperar control sobre la
representacin de su pueblo y sobre quien decide de que formas ellos deben vivir, corta
a travs de los debates indigenistas acerca de la forma de vida de los indgenas
Chaque os. En este sentido, los eventos discutidos aqu hacen evidente que los proyectos
de vida no son planes alternativos para organizar a las sociedades humanas y las
relaciones de esta con la naturaleza. Yo argumentara en cambio que los proyectos de
vida son acerca de la necesidad de abrir los espacios y crear las condiciones para que uno
pueda so ar e imaginar activamente su propia vida.
So ar la Propia Vida
El debate dominante acerca de los pueblos indgenas Chaque os en Paraguay se
ha centrado en la cuestin de si son o no son cazadores-recolectores y que cantidad de
tierra se necesita para su desarrollo depende de que respuesta se d a esta pregunta. Los
indigenistas crticos parecen haber encontrado unas imgenes aparentemente poderosas
para conseguir apoyo pblico a los reclamos de tierra. Algunos indigenistas crticos en
privado argumentan que a pesar de sus limitaciones el argumento acerca de la caza y la
recoleccin es necesario porque es el nico que permitira que se salven grandes
extensiones de tierra de la destruccin y para el uso de las futuras generaciones de
indgenas. Muchos argumentan que la mayora de los indgenas no son conscientes en la
actualidad de la amenaza para su futuro, o que estn tan metidos en los problemas de la
subsistencia diaria que no pueden ver el valor a largo plazo de la lucha que es hoy
liderada por indigenistas crticos. Pero an si este fuera el caso, liderar estas luchas en
nombre de los indgenas no garantiza que la tierra, si se obtiene, va a sobrevivir la
sobreexplotacin y servir para el uso de las generaciones futuras. El apego y la
responsabilidad hacia la tierra y el medio ambiente que muchos indigenistas crticos
asignan automticamente a los indgenas del Chaco, estn enraizados en experiencias
concretas y son por lo tanto transformados por la historia. La colonizacin ha significado
grandes desplazamientos de comunidades fuera de sus territorios originales. Esto tiene un
impacto enorme en la forma en que las nuevas generaciones experimentan su apego a la
tierra. Tal apego solo ser reforzado en las nuevas generaciones si estas estn
profundamente involucradas en la lucha por recuperar sus tierras ancestrales.
En cualquier caso, la confianza que los indigenistas crticos han mostrado por el
argumento cazador-recolector les ha provedo a los indigenistas conservadores de un
hombre de paja al que se puede golpear a gusto. De hecho, el terreno en el que el debate
acerca del futuro de los pueblos indgenas se ha situado, no solo impone limites en la
capacidad que los lideres tienen de promover sus proyectos de vida sino que es de
dudosos beneficios para los reclamos de tierra en s mismos. Las justificaciones de
reclamos de tierra sobre la base del argumento cazador-recolector son fcilmente
atacadas ya que las imgenes idealizadas de los indgenas usadas en las campa as
pblicas son, como me dijo un miembro de una ONG crtica, inverificables en
condiciones reales. Las presiones sutiles y no tan sutiles que los indigenistas ejercitan
sobre los lderes indgenas para que estos se mantengan dentro de los lmites de unas
imgenes de indigeneidad aceptada, conduce a que muchos lderes se alejen de los
indigenistas crticos y sus estrategias. Esto a su vez es rpidamente usado por los
conservadores para restar legitimidad a los objetivos de largo alcance buscado por los
indigenistas crticos (ver ARP 1994 y Stahl 1993: 39). El resultado de todo esto es la
subordinacin sistemtica de los lderes indgenas a sus aliados no-indgenas a cambio
de muy poca tierra ganada.
Los debates acerca de que es lo que los indgenas son realmente y
consecuentemente que forma de desarrollo necesitan, pierden de vista que las
comunidades son procesos complejos siempre emergentes. Esto se hace ms evidente
cuando las acciones de los pueblos indgenas no se adecuan a las nociones de
indigeneidad establecidas aunque mutuamente encontradas. Estas situaciones
rpidamente empujan el debate hacia la distincin maniquea entre una indigeneidad
autentica y una que no lo es, este es un terreno que limita seriamente la libertad para que
los indgenas puedan formar sus propias nociones de quienes son y el significado de su
estar-en-el-mundo. Los proyectos de vida ejemplificados en el caso Yshiro apuntan a
transformar y desafiar estos lmites por medio de un cambio en el ncleo del debate que
produce estos lmites.
Para mayor claridad permtaseme distinguir entre el ncleo duro de los debates
sobre indigeneidad autentica y lo que podramos llamar la cscara. Por cscara me refiero
a las objetivaciones obviamente interesadas de los pueblos indgenas (ya sea como
salvajes atrasados que necesitan desarrollo o como nobles salvajes funcionales al discurso
del desarrollo sustentable y la conservacin ambiental) que apuntan a justificar las
visiones de desarrollo de actores ms poderosos. No me voy a detener en esta clase de
operaciones retricas porque tales objetivaciones son fciles de criticar y desnudar. Por el
contrario, el ncleo duro del que hablo es ms difcil de ser tratado porque es el principio
por el cual se generan las visiones de desarrollo que son impuestas en los pueblos
indgenas y sus tierras. Este principio generativo es la nocin profundamente enraizada
de que existe algo que se llama conocimiento verdadero que supuestamente da
fundamentos a las visiones de desarrollo que se proponen. En tanto los indigenistas de
cualquier orientacin no cuestionen esta nocin es difcil que vayan a relacionarse con los
pueblos indgenas como si estos fueran sujetos plenos con el derecho a so ar sus propios
futuros.
Cuando los lideres Yshiro, por medio de sus proyectos de vida, tratan de que se
les tome como interlocutores validos y maniobran con cuidado entre las diferentes
visiones de indigeneidad que defienden diferentes indigenistas, ellos estn tratando de
establecer las bases para un campo material/discursivo diferente un campo que evite las
trampas de un debate sobre indigeneidad por medio de hacer de la cuestin de quien
decide el foco central del debate. Es importante que tengamos a la vista que los
proyectos de vida no emergen de un supuesto espacio de pura indigeneidad con
respuestas ya preparadas y contrapuestas a algunos de los planes de desarrollo
especficos. Por el contrario los proyectos de vida son un intento de cambiar el foco de
atencin desde las definiciones de indigeneidad usadas por los diferentes planes de
desarrollo hacia la idea que las tomas de decisin deben estar en las manos de aquellos
que van a ser afectados por las decisiones.



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