0% encontró este documento útil (0 votos)
73 vistas4 páginas

Narcotráfico y Relaciones Internacionales

Este documento resume un artículo académico sobre los efectos del narcotráfico en las relaciones internacionales. El narcotráfico ya no es sólo un problema de algunos países, sino que está afectando a toda la comunidad internacional. El autor analiza cuatro temas principales: 1) los efectos mediáticos del narcotráfico y las consecuencias de la percepción pública, 2) la importancia geopolítica del narcotráfico, especialmente en México, 3) los desafíos para las instituciones estatales debido a la p
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
73 vistas4 páginas

Narcotráfico y Relaciones Internacionales

Este documento resume un artículo académico sobre los efectos del narcotráfico en las relaciones internacionales. El narcotráfico ya no es sólo un problema de algunos países, sino que está afectando a toda la comunidad internacional. El autor analiza cuatro temas principales: 1) los efectos mediáticos del narcotráfico y las consecuencias de la percepción pública, 2) la importancia geopolítica del narcotráfico, especialmente en México, 3) los desafíos para las instituciones estatales debido a la p
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 4

Arte y Prctica

1

El narcotrfico y sus efectos en las Relaciones Internacionales
Artculo acadmico por Daniella Lpez

Hoy el narcotrfico es mucho ms que un tema para algunas columnas policiales. Dejando de lado
lo marquetero de la coyuntura, la esfera del anlisis poltico ahora tiene la responsabilidad de ver
ms all del sentido comn y reivindicar los temas de fondo, esos que revelan realidades no tan
comerciales y que no alimentan la vaguedad periodstica con que se suele tomar el tema. En
general, buscar soluciones traducidas en un buen diseo de poltica pblica de corte estatal,
resulta no ser ms que una externalidad negativa que nadie estara dispuesto a asumir.
Actualmente, el narcotrfico cuenta con las herramientas necesarias para cambiar las reglas de
juego a su antojo; haciendo que se genere una doble paradoja que coloca a ste fenmeno dentro
de un todo indiferenciado lo cual atenta contra las probabilidades de ofrecer anlisis certeros y que
apunten a soluciones concretas.
Actualmente, el tema resurge con nuevas caras de crimen organizado haciendo relucir la
inseguridad que se vive en ms de un pas en Amrica Latina; sin embargo, el problema radica en
que muchas de las formas que adquiere el narcotrfico son subestimadas o sobreestimadas dentro
de un conjunto que no rescata las enormes diferencias en que se manifiesta en cada pas. Existen
casos donde podemos hablar de crimen organizado, mafias y carteles; as como casos en donde
hablar de crimen organizado para referirse a la delincuencia comn no es ms que otra manera de
alarmar a la poblacin rescatando los aspectos mediticos y coyunturales que no conducen a
soluciones en polticas menos cortoplacistas. El problema radica en que este fenmeno se
subestima donde debera tomarse con mayor nfasis y se sobreestima donde debera tomarse con
ms calma para evitar crmenes organizados futuros donde an no existen.
Este artculo busca desarrollar, en funcin de cuatro temas centrales, las principales cuestiones del
narcotrfico visto como un fenmeno creciente que ya no solo afecta a algunos pases sino que
empieza a presentar consecuencias tangibles en toda la comunidad internacional. Estableciendo
relaciones directas con temas referidos a la poltica internacional, queda claro que muchas de las
soluciones planteadas requieren de polticas, estrategias y acuerdos que traspasan los lmites de
las legislaturas y polticas internas. De tal manera me concentrar en cuatro puntos a tratar que
sinteticen las principales dudas o temas dentro de un debate con tantas aristas como es el del
narcotrfico y su relacin con el crimen organizado.
El fenmeno meditico del narcotrfico y sus consecuencias
Hablar de los efectos mediticos del narcotrfico nos conduce a un anlisis que evidencia, en
muchos casos, una importante diferencia entre la percepcin ciudadana y los hechos que
enmarcan el fenmeno, tales como, la delincuencia comn, hasta el crimen organizado y la
deslegitimacin estatal. El sentimiento de miedo e inseguridad ciudadana se reproduce
exponencialmente desde fines de los noventa y, ante la falta de indicadores que permitan medir
adecuadamente los efectos y peligros reales del narcotrfico y todas sus vertientes, se hace
necesario pensar una vez ms en las verdades y mitos sobre el tema.
Otro tema es la importancia geopoltica del narcotrfico, un fenmeno que ha pasado de ser
coyuntural y bastante conveniente para impresionantes novelas y pelculas de accin, a un
problema latente, como una enfermedad que parece no tener cura y que, aunque aparenta
ocultarse en algunos pases con medidas severas y fuertemente restrictivas, en otros lugares
hablar de asesinatos por los narcos es el amanecer noticioso de todos los medios de prensa. Sin
ir muy lejos, el tantas veces mencionado caso Mexicano parece vivir una etapa de peligro azuzado
por el factor meditico, institucional y de evidente incapacidad estatal. El pasado jueves 19 de
agosto el diario El Pas public una noticia sobre el asesinato del alcalde de Nuevo Len en
Arte y Prctica

2

Mxico, Edelmiro Cavazos. El ex militante del PAN (Partido Accin Nacional), de 39 aos, fue
encontrado maniatado y con los ojos vendados luego de tres das de secuestro, dando lugar a una
nueva evidencia de que el monopolio de la violencia ya no est ms en manos del Estado.
Por lo tanto, el factor meditico es la demostracin, a veces exagerada e inexacta, que, sin dejar
de ser cierta, nos deja en claro que el narcotrfico y sus interminables aristas escapan de los
alcances del Estado, afectando la gobernabilidad, y la legitimidad. Sin embargo, las carencias
tambin estn por el lado acadmico; la ausencia de factores metodolgicos adecuados para medir
los reales efectos del narcotrfico dejan inmensos espacios vacos para que los medios, algunos
investigadores parcializados, y las opiniones convenientes de los gobiernos que parecen dar
manotazos de ahogado, muestren una historia del narcotrfico alejada de la realidad. Y es
precisamente esta visin armada, exagerada o subestimada la que hace que quienes estn detrs
de los crteles tengan mayores espacios de accin, manipulando sin mayor dificultad los mrgenes
de la legalidad.
Y qu pasa con las instituciones?
Esta pregunta surge ante un problema que parece tener que plantear soluciones listas para ayer.
La evidencia de que el narcotrfico y sus cabezas estn dominando un espacio destinado a la
exclusividad del Estado y el ejrcito, deja muy poco tiempo para pensar en una verdadera poltica
de largo plazo que atente contra los problemas de fondo. Ahora parece que apagar el incendio y
demostrar ante la opinin pblica que todo est siempre controlado, es la prioridad.
El problema institucional es quiz el ms importante por tratar, considerando la falta de indicadores
para medir el narcotrfico, es necesario darle mayor nfasis a la construccin y re-construccin de
instituciones polticas que devuelvan al Estado una legitimidad y confianza que ha perdido de
golpe y que debe recuperar de a pocos.
Sin embargo, controlar el problema en Amrica Latina parece ser un reto difcil pero no imposible
de realizar de no ser porque nuestra media se ve sesgada, por el caso mexicano y colombiano.
Particularmente, el caso mexicano con los crteles del golfo y los zetas, demuestra que la
autoridad federal ya ha sido sobrepasada; es decir, controlar la actividad de la droga es un tema
que para el Estado mexicano resulta casi imposible, principalmente, por un tema de capacidades.
Por lo tanto hablar de Estados fallidos y mafiosos, per se, aporta nuevamente a ese error de
describir el fenmeno como algo que no es, dndole espacio a las acciones de los narcos,
confundiendo a una ciudadana que se protegen de una enfermedad que no padece, haciendo que
el verdadero mal siga creciendo por otro lado.
Es por eso que muchos de stos temas se mezclan con lo que los politlogos y quienes
estudiamos esta ciencia, conocemos como los problemas de gestin pblica, sin embargo no
creer en las recetas nos ha llevada a incubar en el inconsciente que plantear un objetivo comn,
poltica institucional o acuerdo con la comunidad internacional es un reto, por dems, difcil.
Entonces, cmo sostener un proyecto de largo plazo con la comunidad internacional si los
objetivos y actitudes contra el narcotrfico son tan diferentes, incluso entre pases aparentemente
muy parecidos? La respuesta se puede obtener, justamente, una vez implementado un proyecto
de largo plazo, siempre y cuando se logre coincidir en que las prioridades son las mismas, no
necesariamente los objetivos o medios. En general encontrar la solucin al problema del
narcotrfico que afecta transversalmente a ms de un pas, no es cosa de una poltica de Estado o
de un milagroso cambio de mentalidad; sin embargo lo que debe quedar claro es que devolverle el
monopolio de la violencia al Estado ya dej de ser un tema de poltica interna.
Cmo entendemos a la violencia?
Si el tema institucional result ser casi oculto en las miradas de corto plazo, pensar en qu es lo
que estamos entendiendo por violencia, ser quiz algo demasiado confuso para quienes buscan
soluciones que legitimen un gobierno, un partido o un tipo de gestin. Sin embargo, analizar este
Arte y Prctica

3

concepto es el punto de partida de una verdadera agenda que intente ir en contra de los problemas
de fondo.
Esta vez buscar el monopolio de la violencia no es lo mismo que ver a la violencia como agresin,
como instinto desesperado de demostrar autoridad. La violencia, para estos casos, adquiere ms
que nunca un carcter relacional. Es el medio y la herramienta que necesita el Estado para
recuperar su legitimidad. El problema no es que la violencia genere ms violencia sino que el
espacio intersubjetivo de comunicacin entre el Estado, la sociedad civil y los crteles de
narcotraficantes no es el mismo. El escenario en el que se manejan sta y muchas otras relaciones
de delincuencia latente no es blanco y negro, no basta con ver a la violencia como algo negativo y
que debe evitarse, sino que la violencia es el espacio y la estrategia de comunicacin de las
cabezas detrs del narcotrfico; por lo tanto un primer paso es atacar el problema desde el mismo
escenario, estableciendo un anlisis que investigue las formas y no tanto los agentes como
elementos separados.
De tal manera, los proyectos y polticas pblicas que busca el Estado no deberan convertirse en
un ataque desesperado de cuerpo a cuerpo, donde el Estado responda y castigue a los
narcotraficantes para demostrar su gran podero y recuperar la confianza de la sociedad[1]. La
idea de repensar la forma de ver a la violencia apunta a una agenda de represin que permita
monopolizar la violencia, que permita retomar el control, conociendo el modo en que se organizan
los crteles y sus integrantes. Uno de los ms grandes errores del Estado, el ejrcito, la polica
federal y quienes han intentado reprimir la reproduccin del crimen organizado producto del
narcotrfico, es que se concentran en los agentes, los culpables con nombre y apellido, en las
cabezas y no en los factores y estrategias que estn detrs de cada crimen. Finalmente, las leyes
ms fuertes, el aumento del control policial, los asesinatos a narcotraficantes, son respuestas
esperadas que envuelven al fenmeno en un crculo vicioso que parece no tener fin. Una visin
distinta de la violencia permitira que las respuestas de los Estados que promulgan control y
evidencian total desorientacin sean menos predecibles; probablemente esa organizacin y
estrategia que manejan los carteles de narcotraficantes sean las principales carencias de los
Estados afectados.
La legalizacin y su debate actual
Finalmente, el tema de la legalizacin de la droga, particularmente de la marihuana en muchos
casos, es un debate actual que recoge una vasta gama de opiniones y que siendo una solucin
que podra resultar necesaria, pero no suficiente, no deja de ser lo suficientemente insuficiente
como para dedicarle tanto tiempo. Si bien es cierto, la compra de marihuana o de cualquier otra
droga es el inicio de todo el problema y su ilegalidad lo que genera los altsimos precios en todo el
mundo; legalizarla no solo no solucionara el problema de fondo sino que su aporte es tan mnimo
que generara un efecto contraproducente. Hoy el narcotrfico controla la seguridad, las fuerzas
policiales, la sociedad civil y dems posibles medios de fiscalizacin de importantes ciudades, su
extensin es tan grande que los lmites de la legalidad ya dejaron de ser un problema hace mucho
tiempo, por lo tanto otorgarle legalidad al eje de todos sus actos (la compra y venta de droga), no
tendra como respuesta, siquiera, un descuadre en sus actividades. Por lo tanto, seguir
dedicndole tiempo y esfuerzo a un debate como este me hace volver al tema de los efectos de los
factores mediticos en temas que ya traspasaron los espacios de la opinin y requieren
importantes espacios de accin.
.
Finalmente, sobre el narcotrfico, el crimen organizado y otras vertientes del problema ya se habl
bastante, solo me queda dar dos ejemplos, uno que corroboran que desde hace mucho el
problema del Estado parte desde un tema con las capacidades y no tanto con su corrupcin y otro
donde se demuestra que el anlisis de las relaciones y estrategias es la clave para iniciar un
proceso a largo plazo contra el narcotrfico.
Arte y Prctica

4

En 1984 el secuestro y la muerte del detective de la agencia estadunidense antidrogas (DEA)
Enrique Camarena, cambi radicalmente la percepcin pblica de que las autoridades protegen a
los narcotraficantes. Y en 1989, el cambio del modelo de relacin entre los grandes crteles
dominantes de la droga, Cali y Medelln, y sus socios mexicanos. Hasta ese ao los primeros
pagaban por proteccin a los segundos con dinero. Sin embargo, a partir de esa fecha el pago
comenz a hacerse en mercanca, esto es, en droga. Este hecho revolucion la dinmica de
operacin de los grupos de narcotraficantes mexicanos, que no tenan mucho personal en su
infraestructura. La necesidad de comercializar la droga los hizo crecer.
Actualmente este tema requiere de mucho ms trabajo e investigacin acadmica pues la falta de
indicadores sociales y polticos para medir el real impacto del narcotrfico en la regin es la que no
permita atacar el problema desde sus bases; as los intentos a corto plazo no son ms que una
evidencia de la incapacidad estatal que avala el crecimiento y fortalecimiento de ste fenmeno.
Ahora la politizacin de los temas en seguridad internacional hacen necesarios mayores y mejores
anlisis para romper con el crculo de mando-obediencia en el que los Estados afectados caen por
sus propios medios.
Saludos,
Daniella Lpez Lancho
Estudiante de pregrado de la especialidad de Ciencia poltica y Gobierno de la Pontificia
Universidad Catlica del Per
Especialidad: Poltica comparada
email: [email protected]
Bibliografa consultada
12 mitos de la guerra contra el narco. Joaqun Villalobos
Inseguridad: necesario fin de las ofertas electorales. Lucia Dammert
Guerra contra el narcotrfico. Jorge Castaeda
Joaqun Villalobos, el intelectual del calderonismo. Luis Hernndez Navarro
G.G.


[1]Tal es el caso del asesinato de Beltrn Leyva uno de los ms grandes narcotraficantes
Mexicanos, un asesinato que se mostr como el cruel castigo de las fuerzas represoras del Estado
mexicano y que obtuvo respuestas contraproducentes, en lugar de la recuperacin del sentido de
confianza y seguridad que se esperaba.

También podría gustarte