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Sartre: Libertad, Acción y Conciencia

1) Según Jean Paul Sartre, la libertad es la esencia del ser humano, ya que la conciencia puede elegir proyectarse hacia posibilidades y fines que no están determinados. 2) Sartre analiza la relación entre motivos, móviles y fines, señalando que son estructuras correlativas en todo acto libre de la conciencia. 3) Para Sartre, el hombre está condenado a ser libre ya que su libertad no tiene otros límites que los que ella misma se impone a través de sus propios actos.
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Sartre: Libertad, Acción y Conciencia

1) Según Jean Paul Sartre, la libertad es la esencia del ser humano, ya que la conciencia puede elegir proyectarse hacia posibilidades y fines que no están determinados. 2) Sartre analiza la relación entre motivos, móviles y fines, señalando que son estructuras correlativas en todo acto libre de la conciencia. 3) Para Sartre, el hombre está condenado a ser libre ya que su libertad no tiene otros límites que los que ella misma se impone a través de sus propios actos.
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Jean Paul Sartre: Libertad En El Ser y La Nada

La angustia cuando manifiesta nuestra libertad a nuestra conciencia, es testigo de una


modificabilidad perpetua de mi proyecto inicial. As, estamos completamente
comprometidos en nuestra eleccin, y somos perpetuamente conscientes de que
nosotros mismos podemos invertir bruscamente esa eleccin y virar en redondo, pues
proyectamos el porvenir con nuestro propio ser, y lo roemos completamente con nuestra
libertad existencial, anuncindonos a nosotros mismos lo que somos por medio del
porvenir, y sin dominio alguno sobre este porvenir, que parece siempre posible sin pasar
jams a la categora de real. As estamos perpetuamente sometidos a la amenaza de la
nihilizacin de nuestra eleccin actual, a la amenaza de elegirnos -y por consiguiente,
de volvernos- otro de lo que somos. Por el solo hecho de que nuestra eleccin es
absoluta, es tambin frgil, que al poner en medio de ella nuestra libertad, ponemos al
mismo tiempo su posibilidad perpetua de convertirse en un aquende preverificado por
un

allende

que

ser:

Ser y la nada.

Segn Jean Paul Sartre para analizar la dicotoma entre determinismo y libre arbitrio, es
preciso explicitar las estructuras contenidas en la idea misma de accin.
El concepto de acto contiene distintas nociones que se deben jerarquizar: por ejemplo,
actuar es modificar la figura del mundo. Pero segn Sartre lo primordial del anlisis del
concepto de accin, es que es intencional.

La accin adems implica necesariamente como su condicin el reconocimiento de un


desidertum, es decir, de una falta objetiva o bien de una negatividad. Esto quiere
decir que la conciencia puede retirarse de su ser como conciencia y abandonara ese

terreno para abordar el del no-ser. Esto tiene que ver directamente con la visin del en s
y el para s en Sastre Ejemplo:
-Decir que un 60% de los impuestos provistos han sido recaudados puede pasar, en
rigor, por una apreciacin positiva de la situacin tal cual es. Decir que ingresan de un
modo irregular, es considerar la situacin a travs de una situacin puesta como el fin
absoluto, que, precisamente, no es.

En tanto que el hombre est sumido en la situacin histrica, ocurre que no llega ni
siquiera imaginar que pueda ser de otro modo. Si sucediera que el hombre
victoriosamente se encuentra con la capacidad de cambiar el estado de las cosas ser
menester que ponga un estado de las cosas ideal como pura nada presente; y por otra,
que ponga la situacin actual como nada respecto a ese estado de cosas ideal.

Es por eso que Sartre concluye con este ejemplo que en primer lugar que ningn estado
de hecho es susceptible de motivar por s mismo ningn acto. Puesto que un acto es una
proyeccin del para s hacia algo que no es, y lo que es no puede por s mismo
determinar algo que no es. La segunda conclusin es que ningn estado de hecho puede
determinar a la conciencia a captarlo como negatividad o como falta, es ms, a definirlo
y circunscribirlo.

Esto implica, que la conciencia, es posibilidad permanente de efectuar una ruptura con
su propio pasado, posibilidad de arrancarse a l para poder considerarlo a la luz de un
no-ser y para poder conferirle la significacin que tiene a partir del proyecto un sentido
que

no

tiene.

De ninguna manera, el pasado puede por s mismo producir un acto, es decir, la posicin

de un fin que se vuelve sobre l para iluminarlo. Es por eso que desde que se atribuye a
la conciencia ese poder negativo respecto del mundo y de s misma, desde que la
nihilizacion forma parte integrante de la posicin de un fin, ha de reconocerse que la
condicin indispensable y fundamental de toda accin es la libertad del ser actuante.

Todo acto implica un motivo, puesto que es producto de una intencin. Hablar de un
acto sin motivo es hablar de un acto al cual falta la estructura intencional de todo acto, y
los partidarios de la libertad, al buscarla en e l nivel del acto en vas de ejecucin, no
podran sino terminar por volverla absurda. Pero los deterministas, a su vez, se facilitan
demasiado las cosas al detener su investigacin en la pura designacin del motivo y del
mvil. La cuestin esencial, en efecto, est allende la organizacin compleja: Motivointencin-acto-fin.

El motivo debe ser experimentado como tal, es decir, que el para s debe conferirle su
valor de mvil o de motivo. El mvil no se comprende sino por el fin, es decir, por lo
no-existente; el mvil es, pues, en s mismo una negatividad.
Ejemplo: si acepto un salario de miseria, es sin duda por miedo, y el miedo es un mvil.
Pero es medio de morir de hambre; es decir, que ese medio no tiene sentido si no fuera
de s, en un fin puesto idealmente que es la conservacin de una vida a la que capto
como en peligro. Y ese miedo, no se comprende, a su vez, sino con la relacin con el
valor que implcitamente doy a la vida, es decir, se refiere a ese sistema jerarquizado de
objetos ideales que son los valores. As, el mvil se hace ensear lo que l mismo es por
el conjunto de seres que no son, por las existencias ideales y por el porvenir.

Motivos y mviles no tienen sentido sino en el interior de un conjunto proyectado, que


es justamente un conjunto de no existentes. Y este conjunto es, finalmente, idntico de
m mismo como trascendencia, soy tanto que tengo- de- ser yo mismo fuera de m.
El proyecto resuelto hacia un cambio no se distingue del acto, el mvil, el acto y el fin;
se constituyen en un solo surgimiento. Cada una de estas tres estructuras reclama como
significacin propia a las otras dos. El acto decide de sus fines y sus mviles, y el acto
es expresin de libertad. La libertad se hace acto y por lo comn la alcanzamos a travs
del acto que ella organiza con los motivos, los mviles y fines que ese acto implica

Segn Jean Paul Sartre no se puede encontrar una esencia en la libertad, puesto que no
es simplemente un concepto. Esto quiere decir que no se puede describir una libertad
comn al otro y a m. Al contrario, la libertad es fundamento de todas las esencias,
puesto que el hombre devela las esencias intramundanas trascendiendo el mundo hacia
sus posibilidades propias. El hombre es un existente que se entera de su libertad por sus
actos; pero tambin un existente cuya existencia individual y nica se temporaliza como
libertad. Por ende, la libertad es cuestin de la libertad en el ser del existente, por lo
tanto no es una propiedad de la naturaleza sino es exactsimamente la textura del ser
individual que a la vez comprende esa libertad.

El hombre est condenado a ser libre, esto quiere decir que no podran encontrarse en su
libertad otros lmites que ella misma. El hombre es libre porque no es s mismo, sino
presencia de s. Esto quiere decir que la libertad es precisamente la nada que es sida en
el meollo del hombre y que obliga a la realidad humana a hacerse en vez de ser. As,
para Sartre el ser es elegirse; nada viene de afuera ni tampoco de adentro que ella pueda

recibir o aceptar. As la libertad, no es un ser: es el ser del hombre, es decir, su nada de


ser.
Asimismo eleccin y conciencia son una y la misma cosa; si est bien establecido que la
conciencia es nihilizacion, se comprender que el tener conciencia de nosotros mismos
y el escogernos a nosotros mismos es una y la misma cosa.

La voluntad es necesariamente negatividad y potencia de nihilizacion, si ha de ser


libertad. La voluntad es manifestacin nica de la libertad, que a la vez supone como
todo acaecimiento del para s, el fundamento de una libertad originaria para poder
constituirse como voluntad. La voluntad, en efecto, se pone como decisin reflexiva con
relacin a ciertos fines. Pero estos fines no son creados por ella, sino que la voluntad es
ms bien una manera de ser con respecto a ella. Decreta que la prosecucin de esos
fines ser reflexiva y deliberada. Y estos fines son los que definen a la realidad humana.
As, La libertad, siendo asimilable a mi existencia, es fundamento de los fines que
intentar alcanzar, sea por la voluntad, sea por esfuerzos pasionales; la libertad no es
sino existencia de nuestra voluntad o de nuestras pasiones, en cuanto esta existencia es
nihilizacion de la facticidad, es decir, la existencia de un ser que es su ser en el modo de
tener de serlo.

Motivo:
Segn Sartre es la razn de un acto, es decir, el conjunto de consideraciones racionales
que lo justifican. Adems es la captacin objetiva de una situacin determinada en
cuanto esta situacin se revela, a la luz de cierto fin, como apta para servir de medio
para

alcanzarlo

Mvil:
Es considerado comnmente como un hecho subjetivo. Es el conjunto de deseos,
emociones y pasiones que me impulsan a cumplir un determinado acto. As como el
surgimiento del para s hace que haya un mundo, as tambin aqu su ser mismo, en
tanto que este ser es puro proyecto hacia un fin, hace que haya cierta estructura objetiva
del mundo merecedora del nombre de motivo a la luz de aquel fin. El para s es, pues,
conciencia de ese motivo. Pero esta conciencia posicional del motivo es, por principio,
conciencia no-ttica de s como proyecto hacia un fin. En este sentido, es mvil, sea
que se experimenta a s misma no-tticamente como proyecto ms o menos spero, ms
o menos apasionado, hacia un fin, en el momento mismo en que se constituye como
conciencia relevante de la organizacin del mundo en motivos.

As, motivo y mvil son correlativos, exactamente como la conciencia nottica (de) s es
el correlato ontolgico de la conciencia ttica del objeto. As como la conciencia de algo
es conciencia (de) s, as tambin el mvil no es sino la captacin del motivo en tanto
que esta captacin es conciencia (de) s. Pero se sigue de ello, evidentemente, que el
motivo, el mvil y el fin son los tres trminos indisolubles del brotar de una conciencia
viva y libre que se proyecta hacia sus posibilidades y no se hace definir por ellas.

En lo concreto seria: Yo he querido esto o aquello: esto es lo que permanece


irremediable y lo que, incluso, constituye mi esencia, puesto que mi esencia es lo que he
sido. Pero sobre el sentido que este deseo, ese temor, aquellas consideraciones objetivas
sobre el mundo tienen para m cuando actualmente me proyecto hacia mis futuros, solo
yo puedo decidir. Y decido, precisamente, por el acto mismo por el acto mismo por el
cual me proyecto hacia mis fines.

Al mismo tiempo, la libertad aparece como una totalidad inanalizable: los motivos,
mviles y fines, as tambin como la manera de captar los motivos, mviles y fines, son
unitariamente organizados en los marcos de esa libertad y deben comprenderse a partir
de ella.

Luego de la definicin y aclaracin del concepto de motivo y mvil. Sartre har


necesario dar a ese proyecto por el cual la reflexin est subtendida al nombre de
intencin. En la medida, pues, en que la voluntad es un caso de reflexin, el hecho de
situarse para actuar en el plano voluntario reclama por fundamento una intencin ms
profunda. Luego, si la voluntad es por esencia reflexiva, su objetivo no consiste tanto en
decidir qu fin ha de alcanzarse, pues, de todos modos, el dado est echado; la intencin
profunda de la voluntad recae ms bien sobre la manera de alcanzar ese fin puesto ya.

Finalmente respecto a la voluntad no se puede entender como una manifestacin


privilegiada de la libertad, sino un acaecimiento psquico dotado de una estructura
propia, que se constituye en el mismo plano que los dems acaecimientos psquicos y
est sustentado, ni ms ni menos que los otros, por una libertad originaria y ontolgica.

Luego de tales reflexiones de orden tanto formal como existencial desde el punto de
vista ms ontolgico Sartre plantea tales resultados:

La libertad se identifica con el ser para-s ; la realidad humana es libre en la exacta


medida en que tiene-de-ser esta nada, como hemos visto, en mltiples dimensiones:
primero temporizndose, es decir, siendo siempre a distancia de s misma, lo que

implica que no puede dejarse determinar jams por su pasado para ejecutar tal o cual

acto.
Surgiendo como conciencia de algo y ( de) s misma, es decir,siendo presencia de s
misma y no slo s misma, lo que implica que nada existe en la conciencia que no sea
conciencia de existir y que, en consecuencia, nada exterior a la conciencia puede
motivarla; por ltimo, siendo trascendente, es decir, no algo que primeramente sea
para ponerse despus en relacin con tal o cual fin, sino, al contrario, un ser que es
originariamente proyecto, es decir, que se define su fin.

En Sartre como en Heidegger el ser es ser-en-el-mundo; as se encuentra en las cosas ,


en tanto que hay cosas para el hombre en perpetuo llamado hacia la integracin, que nos
hace descender para captarlas, desde la integracin total, inmediatamente realizada,
hasta cual o tal estructura singular, que se interpreta slo por relacin con esa totalidad.
Pero si, por otra parte, hay un mundo, se debe a que surgimos al mundo de una vez y en
totalidad.

De esta manera se esboza el acto fundamental de la libertad: este acto da su sentido a la


accin particular que puedo considerar en un momento dado; ese acto, constantemente
renovado, no se distingue de mis ser; es eleccin de m mismo en el mundo y, al mismo
tiempo, descubrimiento del mundo. El mundo nos devuelve exactamente, pos su propia
articulacin, la imagen de lo que somos, trascendindolo hacia nosotros mismos lo
hacemos aparecer tal cual es. Nosotros elegimos al mundo- no son su contextura en s
sino en su significacin- al elegirnos. Y si se objeta, que segn tales observaciones, seria
menester tener conciencia de no habernos elegido sino de elegirnos, respondemos que
esa conciencia se traduce por el doble sentimiento de la angustia y de la
responsabilidad; estas son la cualidad de nuestra conciencia en tanto que sta es pura y

simple

libertad

Al trmino de esta larga discusin conviene retomar la comprensin ontolgica a de la


libertad en Sartre:
1 una primera mirada a la realidad humana nos ensea que, para ella, ser se reduce a
hacer. As, no encontramos nada dado en la realidad humana, en el sentido de que el
temperamento, las pasiones, los principios de la razn, etc., serian elementos dados,
adquiridos a innatos, existentes en la manera de las cosas. Ser ambiciosos o irascible es
simplemente conducirse de tal o cual manera en tal o cual circunstancia. As, la realidad
humana no es primero para actuar despus, sino que para ella ser es actuar, y cesar de
actuar es cesar de ser.
2 si la realidad humana es accin, esto significa, evidentemente que su determinacin a
la accin es a su vez accin. La existencia del acto implica su autonoma.
3 si el acto no es puro movimiento, debe definirse como intencin. Como quiera que se
considere esta intencin, no puede ser sino un trascender lo dado hacia un resultado de
obtener. Si la tendencia o el acto han de interpretarse por su fin, ello se debe a que la
intencin tiene como estructura el poner su fin fuera de s. De este modo, la intencin se
hace ser eligiendo el fin que la anuncia.
4 siendo la intencin eleccin del fin y revelndose el mundo a travs de nuestras
conductas, la eleccin intencional del fin revela el mundo, y el mundo se revela tal o
cual (en tal o cual orden) segn el fin elegido. El fin, al iluminar el mundo, es un estado
del mundo por obtenerse y aun no existente.
5 Si lo dado no puede explicar la intencin, es menester que sta realice, por su propio
surgimiento, una ruptura con lo dado, cualquiera que ste sea. La realidad humana,

siendo acto, no puede concebirse sino como ruptura con lo dado, rompiendo con ello e
iluminndolo a la luz de lo aun-no-existente.
6 tal eleccin, que se hace sin punto de apoyo y se dicta a s misma sus motivos, puede
parecer absurda y, en efecto, lo es. Pues la libertad es eleccin de su ser, pero no
fundamento de sus ser. La realidad humana puede elegirse como bien lo entienda, pero
no puede no elegirse

[ 1 ]. Nihilizacion: el ser , es sin razn , sin causa , sin necesidad , la tensin hacia la
nada
[ 2 ]. Ttico: Poner delante, ah, un hecho. Un mundo habitado por hechos

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