Sermn
Un Rey en la cruz
De la vergenza a la honra
Juan 19:38-39
Juan 19:38-39 Despus de todo esto, Jos de Arimatea, que era discpulo de Jess, pero
secretamente por miedo de los judos, rog a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo
de Jess; y Pilato se lo concedi. Entonces vino, y se llev el cuerpo de Jess. (39)
Tambin Nicodemo, el que antes haba visitado a Jess de noche, vino trayendo un
compuesto de mirra y de loes, como cien libras.
I.
HONRA:
trayendo un compuesto de mirra y de loes, como cien libras
La costumbre de los judos era envolver los cadveres en tela de
lino y poner especias aromticas entre los pliegues. Nicodemo
trajo especias suficientes para el entierro de un rey. As es que Jos
de Arimatea le dio la tumba a Jess, y Nicodemo Le dio la ropa y
los perfumes que habran de cubrirle en la tumba.
La cantidad mencionada es impresionante, a tal punto que algunos
consideran que el peso, como cien libras, es un error (aprox. 30
kg). Sin embargo, la costumbre era la de acompaar al cuerpo de
la gente rica y real con una gran cantidad de estos elementos (ver
2 Crn. 16:14). Plummer comenta que esta cantidad trada por
Nicodemo sera la prueba de devocin de un hombre rico, y
posiblemente de su lamento por la timidez anterior que ahora
pareca irremediable.
La mirra se compraba y se venda normalmente en frascos
pequeos. 30 Kilos valan el rescate de un Rey. Aunque Jess haba
sido ejecutado como un criminal, Nicodemo quera que fuera
sepultado como un Rey.
La honra recibida por aquellos de los cuales no se esperaba nada,
la honra de aquellos que eran seguidores secretos. La honra de
aquellos que teman seguir pblicamente a Jess. Estos fueron
quienes formaron parte de la providencia divina para el entierro de
Rey que Jess recibira. Si pensramos lgicamente, esta honra
deba provenir de los cercanos, de aquel que Jess amaba o de
aquellos que queran sentarse a la izquierda o a la derecha del
maestro. Sin embargo hasta uno de ellos llego a vender a Jess
por precio menor que el de un esclavo, menosprecio a Jess.
La honra vino por parte de los menos esperado, muchas veces
nosotros que decimos ser seguidores pblicos de Cristo no lo
honramos con la totalidad de nuestras vidas, a veces hasta
llegamos a tratarlo como si fuera poco, menospreciamos la vida
que Dios nos ha dado y sus propsitos sobre nuestras vidas, no
nos sujetamos a su voluntad, nos rebelamos, proferimos palabras
pensamientos o acciones en su contra, nos negamos a seguirlo por
el camino que nos tiene trazado porque los nuestros o los del
mundo nos parecen mejores
Muchas veces la honra a Dios viene de quien menos se espera,
creemos que por tener un ministerio lo honramos, que por ser
cercanos estamos justificados, pero quizs en nuestras vidas
Cristo valga menos que un esclavo
Cuanta honra doy a Dios con mi vida, vivo una vida para darle
gloria como Rey o una vida para venderlo como un esclavo?
II.
ERRORES DEL PASADO:
Jos de Arimatea. Siempre haba sido discpulo de Jess; era un
hombre importante y miembro del sanedrn, un miembro ilustre
del concilio, quien tambin esperaba el reino de Dios (15:43).
Lucas agrega que era miembro del concilio, y un hombre bueno y
justo. Este no haba consentido con el consejo ni con los hechos de
ellos, y tambin esperaba el reino de Dios (23:50 s.). Mateo
aade que Jos era un discpulo de Jess y que era rico (27:57).
Nicodemo. Nicodemo (v. 39). Este hombre era tambin fariseo,
gobernante (3:1) y maestro de Israel (3:10b). Era miembro del
Sanedrn y compaero con Jos,
Jos y Nicodemo, en vida de Jess actuaron en secreto, eran
discpulos pero no pblicamente, y hasta entonces haban
mantenido secreto que eran discpulos de Jess por temor a las
consecuencias.
Quizs estuvieron presentes en el concilio viendo cmo se
condenaba injustamente a Jess, pero como actuar en un
momento as, quizs saban que era lo correcto pero cmo?
Podran perder su posicin que lograron con tanto esfuerzo, aun
mas podran terminar siendo juzgados del mismo modo en el que
Jess estaba siendo juzgado
Jos y Nicodemo estaban atemorizados. Esto junto con la muerte
del maestro parece irreversible prdida
III.
LA REVELACIN DE LA CRUZ trae consigo
TRANSFORMACIN:
La muerte de Jess haba hecho por Jos y Nicodemo lo que no
haba hecho toda Su vida.
En cuanto muri Jess en la Cruz, Jos olvid sus temores y fue
a dar la cara ante el gobernador romano para pedirle Su cuerpo.
En cuanto muri Jess en la Cruz, all estaba Nicodemo para
llevarle un tributo que todos podan ver.
La cobarda, la vacilacin, la prudente reserva se haban
acabado. Los que haban tenido miedo cuando Jess estaba
vivo, se declararon por l de una manera que todos podan ver
tan pronto como muri.
No haca ni una hora que haba muerto cuando empez a
cumplirse Su profeca: En cuanto a M, cuando sea levantado
de la tierra atraer a M a toda la humanidad Joh_12:32). Jess
haba dicho que, al ser levantado de la tierra, a todos atraera a
s mismo (12:32) y estos aristcratas judos son los primeros en
responder a esa atraccin. En la primera visita a Jess,
Nicodemo no habra entendido la referencia de este a la
serpiente siendo levantada en el desierto (3:14), pero ahora
todo se aclara
El poder de la Cruz ya entonces estaba transformando a los
cobardes en hroes y a los vacilantes en personas que se
decidan irrevocablemente por Cristo.
Ellos dejaron de encubrirse, descubrieron quien era Jess y ese
descubrimiento hizo aflorar en ellos FE, PROCLAMACION Y
ACCION
Cuan necesario me es encontrarme con la cruz de Cristo. Al
meditar en Jess y en su muerte debo llegar a lo mismo: CREER,
PROCLAMAR Y ACTUAR.
En el reino de los cielos hay esperanza para el que no tiene, y
oportunidad para el pecador. Actuaron con valenta, hicieron
una confesin pblica y tuvieron la oportunidad de honrar a
Jess. Tomando coraje entro (Mr. 15:43)
(Transformacin)
Era necesario pedir una dispensa especial para sacar el cuerpo y
Marcos dice que Jos entr osadamente a Pilato y le pidi el
cuerpo de Jess (15:43). Este acto demand mucha valenta y, en
cierto sentido, fue su declaracin pblica de fe en Jess. Una
revelacin pblica de su fe habra significado el despido del
concilio, o algo peor
No sabemos las consecuencias personales que el acto habr
significado para l, pero por lo menos sus compaeros del
Sanedrn seguramente se habrn enterado de lo que hizo.
Adems de una posible represalia del Sanedrn, l habra quedado
inhabilitado para participar en la Pascua, porque el hecho de tocar
un cuerpo muerto lo converta en inmundo.
Este acto sin duda lo identificara por primera vez con los
discpulos de Cristo. Maravilloso de veras es que un hombre que,
mientras viva Jess, meramente no consinti en condenarlo, no
teniendo valor de sostener su causa por algn acto positivo, ahora
que l est muerto, y su causa aparentemente muerta con l, se
hiciera valiente para entrar personalmente al gobernador y pedir
permiso para bajar y enterrar el cuerpo.
algunos que han sido temerosos en pruebas menores, han sido
valientes en las ms grandes. Cuando Dios tiene obra que hacer,
puede hallar a los que son aptos para ella.
El herosmo de la fe generalmente es despertado por
circunstancias desesperadas, y no raramente desplegado por los
que antes eran los ms tmidos, y apenas conocidos como
discpulos
Nicodemo haba salido de la noche en su relacin con Jess. El
monto de las especias llevadas entonces era muy considerable y
da un gran testimonio de la devocin de Nicodemo por Jess.
IV.
PROVIDENCIA DIVINA:
Los romanos normalmente dejaban los cuerpos de los crucificados
en la cruz y que los buitres vinieran a comrselos.
vv31 Iba en contra de la Ley de Dios exponer el cadver de una
persona toda la noche (Deu_21:23), as como tambin estaba
prohibido trabajar despus de la puesta de sol el viernes, cuando
el sbado empezaba. Por eso los lderes religiosos queran que en
cuanto fuera posible, el cuerpo de Jess se bajara de la cruz y se le
diera sepultura antes de la puesta del sol.
La costumbre juda indicaba que los cuerpos de los crucificados
seran enterrados en una tumba designada para criminales.
Contrario a esta costumbre
pero con los ricos fue en su muerte, conforme a lo profetizado,
(Cumplimiento de Isaas 53:9) era muy improbable que estas dos
circunstancias se juntaran en la misma persona. El cuerpo de Jess
tuvo una preparacin real y fue puesto en un lugar apropiado para
un rey.
El sepulcro era completamente nuevo y sin usar (no se poda decir
que no era l, sino otro quien resucit, No poda, pues, ser robado
ni haber confusin con otros cadveres) dato que tambin
menciona Lucas (Luc. 23:53). Slo Mateo nos informa que el
sepulcro perteneca a Jos (27:60). Ntese la doble negacin para
expresar categricamente que no se haba puesto a nadie en la
tumba.
no le quebraron las piernas un dato de inmensa importancia,
como mostrando que la realidad de su muerte era visible a
aquellos cuya obligacin era comprobarla. Cuando atravesaron su
costado y vieron la separacin de la sangre y el agua (indicadores
de que punzaron la membrana externa cardaca y el corazn
mismo) ratificaron que haba fallecido
Y Pilato se maravill que ya fuese muerto; y haciendo venir al
centurin, preguntle si era ya muerto. Pilato apenas pudo creer
lo que le haba dicho Jos: que haca tiempo que estaba muerto,
y antes de entregar el cuerpo a los amigos de Jess, quiso verificar
con el centurin la realidad del hecho, puesto que el centurin
tena la obligacin de atender a la ejecucin.
Y el que lo vi, da testimonio, y su testimonio es
verdadero: y l sabe que dice verdad, para que vosotros
tambin creis evidencia innegable que l estaba dando, de la
realidad de la muerte de Cristo, y por consiguiente, la realidad de
su resurreccin
librado as de la mano de sus enemigos, y encomendado por la
autoridad poltica suprema al cuidado de sus amigos, fu as
protegido de indignidades ulteriores;
Jesus fue enterrado, no como sentenciado, sino como personaje
clebre.
Por la ley ordinaria los cadveres de los ajusticiados pertenecan al
Estado romano, que en la negativa de la inhumacin vea un
castigo o una deshonra suplementaria. La entrega de un
ajusticiado para su sepultura slo poda lograrse por la va de un
acto de gracia de la administracin, que dependa del capricho del
respectivo magistrado. El judasmo atribua el mximo valor a un
enterramiento honroso, y a ser posible en un sepulcro familiar. A
los ajusticiados se les negaba ese honor. Para ellos haba
establecidos dos lugares de enterramiento pblico, uno para
lapidados y quemados, y otro para decapitados y ahorcados. Los
pecadores no deban reposar junto a los piadosos, a fin de que
stos sufrieran deshonor.
Juan quiere indicar con ello que nada falt, que hubo abundancia
de todo.
Cun maravillosos son aun los pormenores ms pequeos de esta
historia incomparable!
Nada es puesto al azar, nada escapa de las manos de Dios, aun en
los sucesos catastrficos Dios esta.
La tumba nueva, la uncin de Rey, el pedido de bajar a Jess de la
cruz. Todo formaba parte del cuidado de Dios de aquellos detalles
imperceptibles al ojo humano pero que eran parte de la veracidad
de la cruz.
