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La Modernidad y Postmodernidad en El Arte para Suzi Gablik en "¿Ha Muerto El Arte Moderno?"

En 3 oraciones: Suzi Gablik analiza en su libro "¿Ha muerto el arte moderno?" cómo la modernidad y la postmodernidad han afectado al arte. Argumenta que los valores modernos como el individualismo y la secularización han generado una crisis en el arte al separarlo de la sociedad y lo trascendental. Además, critica cómo el mercado del arte ha institucionalizado la vanguardia y absorbido expresiones marginales, despojando al arte de su potencial crítico y transformador.

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La Modernidad y Postmodernidad en El Arte para Suzi Gablik en "¿Ha Muerto El Arte Moderno?"

En 3 oraciones: Suzi Gablik analiza en su libro "¿Ha muerto el arte moderno?" cómo la modernidad y la postmodernidad han afectado al arte. Argumenta que los valores modernos como el individualismo y la secularización han generado una crisis en el arte al separarlo de la sociedad y lo trascendental. Además, critica cómo el mercado del arte ha institucionalizado la vanguardia y absorbido expresiones marginales, despojando al arte de su potencial crítico y transformador.

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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIN


ESCUELA DE ARTES
PRINCIPIOS CRTICOS IV

La modernidad y postmodernidad en el arte para Suzi Gablik en Ha muerto el arte moderno?

Carla Garcern Delgado

Caracas, 22 de septiembre de 2016

La neoyorquina Suzi Gablik, artista, autora, historiadora y crtico de arte, es ampliamente


reconocida por sus libros y publicaciones, entre los que destaca Ha muerto el arte moderno? El
libro, publicado en ingls en 1984 y posteriormente en espaol en 1987, recoge una serie de
reflexiones en torno a la situacin del arte contemporneo y su relacin con la modernidad.
El libro de Gablik consta de ocho captulos, incluida la introduccin, titulados: Introduccin
- El ocaso de la edad moderna, individualismo- el arte por el arte o el arte para la sociedad?
objetos de ansiedad - formas de resistencia cultural, burocratizacin - la muerte de la vanguardia,
pluralismo - la tirana de la libertad, secularismo - el desencanto artstico (Julin Schnabel pinta un
retrato de Dios), graffiti en las salas y Fracas la modernidad?. Durante todo el libro, la autora se
vale de numerosos ejemplos de artistas y obras para ilustrar sus ideas, adems de plasmar su propia
postura.
En el captulo introductorio de Ha muerto el arte moderno? Gablik muy brevemente
contextualiza al lector al ubicar la contemporaneidad como un momento en el que la modernidad
decae y surge la postmodernidad. Este trnsito de moderno a postmoderno acarrea toda una serie de
problemticas que derivan y arrastran los valores modernos entrelazados con las caractersticas
propias de la sociedad actual. Gablik afirma que los conflictos que vive actualmente (referida a la
dcada de los 80) surgen de los valores promulgados durante la modernidad, y que ella enuncia
como: secularizacin, individualismo, burocracia y pluralismo. Aunado al irrespeto por lo sagrado, y
el rechazo fehaciente a la tradicin. Estos elementos han generado que el arte actual deje un sabor a
fraude, y haya perdido credibilidad. Estos valores modernos en la postmodernidad se mezclan con la
excesiva institucionalizacin del mercado del arte y causan inevitablemente, segn la autora, la
crisis que experimenta el mundo artstico.
El segundo captulo: individualismo - El arte por el arte o el arte para la sociedad? recoge
las dos posturas principales que en torno al arte moderno se han desarrollado. Para Gablik, es
imprescindible conocer el desarrollo del arte en la modernidad para comprender la problemtica
actual. Desde esa premisa, la autora plantea que quienes defienden el arte moderno afirman que ste
no tiene por qu seguir una causa social, cultural sino crear su propia realidad. As, el arte en
el siglo XX rompe su vnculo con la sociedad y se inicia el elogio al individualismo. Ya hacia la
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segunda mitad del siglo, el arte se ha enfocado en un juego esttico y formalista que se ha despojado
de cualquier postura disidente y en general de su propsito superior. La prdida de un compromiso
social y transformador as como la presencia de una funcin concreta en el arte son los elementos
que el marxismo, por otra parte, denuncian del arte moderno. Las posturas de izquierda afirman que
el arte debe expresar un juicio crtico sobre la realidad y destacan la funcin comunicativa que debe
tener preponderancia. Aunado a esto, est el problema de la desvinculacin del artista con la
sociedad y el peso que tiene el mercado del arte para definir qu se produce, legitima y comercializa.
Gablik, finalmente, plantea que debe llegarse a un concenso claro de qu es el arte y hacia dnde se
dirige en la que ambos criterios el arte como expresin esttica individual y como vehculo de
cambio social estn unificados y equilibrados. Sobre este punto, la autora pareciera ser demasiado
tajante y tal vez hasta utpica, ya que plantea un camino en el que se de una tarea unvoca al arte en
una sociedad claramente fragmentaria.
En el tercer captulo Objetos de ansiedad - formas de resistencia cultural, Gablik define los
objetos de ansiedad a partir de la propuesta del crtico Harold Rosenberg como un tipo de arte que
inquieta y hace dudar al espectador si se encuentra frente a una obra de arte verdadera. En todo caso,
es un objeto que genera confusin, desagrado, un reto que obliga al espectador a replantearse la
forma de mirar y comprender su entorno no slo desde lo que se ve, sino desde la interpretacin y la
crtica. En esencia, este tipo de arte es de tendencia subversiva y cobra sentido al vincularlo con la
sociedad capitalista que critica. Sin embargo, y como bien dice la autora, todo el poder subversivo se
pierde en la medida que estas obras son absorbidas y asimiladas por el mercado del arte. En este
sentido, algunos artistas han intentado sin mucho xito crear obras de arte que no puedan ser
consumidas o comercializadas. Gablik afirma que la visin del arte como un producto comercial
surge en la medida en que la vida moderna y postmoderna a separado la espiritualidad de la moral y
de la economa. As mismo, da a entender que el hecho de que el arte se comercialice le quita la vida
a las obras. Y que el mercado falsifica y distorsiona los mensajes de los artistas. Si bien esta ltima
afirmacin puede ser cierta; la idea de que comercializar el arte lo despoje de todo valor
trascendental es en s mismo un planteamiento romntico y ciertamente no se corresponde con el
resto de la tradicin e historia del arte, que tanto defiende la autora. As, en un tono tal vez un tanto

fatalista, Gablik afirma que ante la situacin actual slo quedan dos opciones para el artista: un
suicidio artstico o un suicidio moral.
Burocratizacin - la muerte de la vanguardia es el cuarto captulo, en el que, muy a grosso
modo, Gablik plantea que la vanguardia tiene que ser intransigente por naturaleza, crtica,
subversiva y confrontarse con la tradicin y los valores sociales. Y, en vista de que el mercado ha
absorbido toda la produccin artstica y logra vender y apropiarse incluso de las obras que pretenden
criticar al sistema, las vanguardias han perdido todo su carcter novedoso y crtico, para convertirse
en una vil y burda estrategia de mercado. As el comercio, segn la autora, ha suprimido la
conciencia espiritual y trascendente del arte. Adems de que los artistas en la postmodernidad se han
convertido en peones de la gran maquinaria de la institucin del arte, que ms que rebelarse aceptan
sumisamente la situacin y dejan que la produccin artstica est guiada por galeristas y marchantes
en la afanosa bsqueda del xito social y econmico. Nuevamente Gablik plantea una visin
romntica de lo que es ser un artista: como un individuo asctico, en desacuerdo con los placeres y
comodidades mundanas, que desprecia el xito financiero. En este sentido, es importante
contextualizar el momento en que se escribi el libro: cuando an se respiraba en el aire los restos
de las vanguardias con la visin del artista genio e incomprendido si bien muchos artistas lograron
fama mundial a pesar de sus posturas avant garde. Esto no quiere decir, sin embargo, que el
mercado del arte no sea una maquinaria capitalista muy poderosa y legitimadora por excelencia. Sin
embargo, la solucin que propone Gablik de oponerse al mundo del arte es, en cierto sentido, la
receta que se emple durante toda la modernidad y que, claramente, no dio resultados.
El siguiente captulo Pluralismo - la tirana de la libertad plantea cmo el exceso de libertad
y posibilidades sin lmites, normas o reglas han derivado en una situacin confusa en donde todo
coexiste pero no hay un compromiso verdadero con ninguna postura. Este todo vale es para la
autora un sntoma de que en la postmodernidad el arte ha perdido su valor moral y sentido social.
Adems, no tener ciertas normas a las que regirse que provendran de la tradicin y por lo tanto
legitimaran y daran sustancia a la produccin hace que se haya entrado en un caos en la que se
olvida la autoridad del arte como portadora de significado y valores absolutos. Aqu, Gablik
defiende fehacientemente la tradicin, la necesidad de retomarla, junto con ciertos lmites que

brinden estabilidad, y se pueda salir de la indecisin. Para ello, sera necesario definir con claridad
cual es la funcin social y cultural del artista, lo que incluye hacer un arte cargado de valores
morales y absolutos. Nuevamente esta postura de Gablik es profundamente idealista y anacrnica.
El sexto captulo Secularismo - el desencanto artstico (Julin Schnabel pinta un retrato de
Dios) es una reflexin, a partir del ejemplo particular de un artista, del intento por reintroducir los
temas religiosos y mitolgicos nuevamente en el panorama artstico. Gablik se pregunta si ese gesto
responde a un inters por dotar nuevamente al arte de su cualidad trascendente o si es slo un
pastiche postmoderno. La autora concluye afirmando que la obra de Schnabel es ms una expresin
emocional que mstica, en tanto el artista y en general los artistas postmodernos es incapaz de
mostrar lo sagrado, ya que desde la modernidad se ha dado un profundo proceso de secularizacin
de la realidad, en la que el racionalismo desaprueba y ridiculiza todo lo religioso. Segn esta
postura, la obra de Schnabel queda transformada en un mero juego formalista. En su crtica, Gablik
plantea que se debe infundir vida a las imgenes religiosas, que el arte debe representar de nuevo lo
trascendental, y esto se lograr en el momento en que los artistas se comprometan a generar
transformaciones morales elevadas en la sociedad.
El captulo Graffiti en la salas es una reflexin, a partir del caso del auge del graffiti en
exposiciones y galeras, de cmo el mercado ha dado legitimidad al graffiti y ha sido absorbida esta
expresin marginal, y considerada por algunos violenta, anrquica y hasta vandlica, por la cultura
del xito. Si bien es un captulo interesante, es un poco diferente al resto del libro, que permite
acercarse a las posturas sobre el arte y la creacin de los artistas del graffiti al ser incluidos en las
artes y galeras.
Finalmente en Fracas la modernidad? Gablik afirma que la sociedad actual no es viable y
est en franca decadencia, llena de falsedad y con posturas cnicas y de abatimiento. A su vez,
plantea de nuevo que los problemas actuales tienen su fundamento en las ideas modernas, entre las
que destaca el afn por deshacerse de la tradicin propio de las vanguardias. La autora defiende la
tradicin como la nica capaz de dar estructura a la sociedad y a la cultura, en la medida en que esta
libertad absoluta sin tradicin en la que estamos inmersos, es una conquista moderna que nos
ha llevado a la alienacin y a la prdida social. En este sentido, la Gablik afirma que el arte debe
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encarnar virtudes para poder florecer. Estas virtudes son opuestas a los paradigmas capitalistas y del
mercado artstico. As, el planteamiento de Gablik propone un perfil de artista romntico, espiritual,
que se desentiende del bienestar mundano para expresar grandes verdades trascendentales o
experiencias que enaltezcan y guen a la sociedad a un mejor futuro. Dicho planteamiento, por
dems, es bastante irrealizable en un contexto real. Por ltimo, la autora define el papel de la crtica
en la reconstruccin de las premisas fundamentales de la cultura, en la que se desafen las
suposiciones seculares y tecnocrticas que han aniquilado la vitalidad del arte.
La obra de Gablik es interesante y con planteamientos acertados y agudos sobre algunas de
las problemticas de la postmodernidad. Sin embargo, todo su discurso est permeado por la
aoranza moderna y romntica, razn por la que se le hace mucho ms difcil conseguir en la
postmodernidad elementos que, a pesar de no ser absolutos, pueden igualmente poseer una cualidad
trascendental y ser comerciales al mismo tiempo.

Referencias
Bibliografa
GABLIK, Suzi. Ha muerto el arte moderno?. Madrid, Hermann Blume, 1987. pp.126
Webgrafa
Dictionary of art historians. Suzi Gablik. Disponible en:
gabliks.htm Consultado el 15 de Septiembre de 2016.
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https://dictionaryofarthistorians.org/

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