Carnaval Ayacuchano
Autor: Ariam Champion
Grado: 4to Erika
HISTORIA DEL CARNAVAL AYACUCHANO
El carnaval andino, por su origen est asociado a la fertilidad de la tierra
por cuanto florecen los sombros y esta, a su vez, con la fertilidad
humana. Es la fiesta mayor del mundo del ande y la msica es muy
alegre y especial. Sabemos que los espaoles, como estrategia poltica e
ideolgica acostumbraban a incorporar sobre una festividad andina otra
de corte religiosa occidental, es lo que se denomina el sincretismo
cultura. Esa estrategia, con el tiempo, fue asimilada y a su vez usada en
sentido contrario por la resistencia cultural indgena para,
simultneamente, continuar con la prctica de sus ritos y creencias. En
el caso de los carnavales este mecanismo no es muy notorio.
Sin embargo, parece coincidir con el calendario occidental, por la
variabilidad de la fecha, febrero marzo, con lo que llaman el
asentamiento de la siembra, es decir con la temporada de lluvias de
estos meses, los cultivos se fortalecen y aparecen los primeros frutos
(llullu) an tiernos y el hombre del ande lo celebra jubilosamente.
Adems, es la concepcin andina, la fertilidad de la tierra es relacionada
con la fertilidad humana, por lo que la interrelacin de solteros y solteras
y la permisividad sexual es estas celebraciones es mayor. Incluso es una
fecha propicia para iniciar los denominados servinakuy o matrimonio de
prueba.
Otro elemento importante del
carnaval andino que tambin es
denominado pukllay carnaval
(pukllay es jugar), es la
recreacin de luchas rituales o
pruebas de valor entre jvenes
y rememoran antiguas
competencias guerreras. Entre
ellas encontramos el
seqollonakuy (dos contrincantes
se golpean con un ltigo o
warakas en la pierna desnuda alternativamente), warakanakuy (se
lanzan violentamente frutos como tuna usando la waraka pero de la
cintura para abajo, uno frente a otro), pulseo y el lucheo (dos jvenes se
sujetan uno a otro de la cintura agarrndose slo del cinturn o chumpi
intentando derribarlo a la fuerza). Estas dos ltimas son practicadas
incluso por mujeres.
El carnaval, es real, se celebraba, y es as hasta el hoy, durante tres
das, domingo, lunes y martes, con cierre de la Quema del o. Pero en
realidad se vena preparando con anticipacin y esmero en cada uno de
los sectores claramente diferenciados:
EN LAS CASONAS COLONIALES
Habitadas por familias descendientes de los espaoles, con riqueza
material y de apellidos ilustres, propietarios de fundos, haciendas en el
campo y casonas en la ciudad, conformaban un grupo cerrado y
prejuicioso. Su carnaval se caracterizaba por celebrarse as en
ambientes inexpugnables o con marcada marginacin si eran pblicos.
Empezaba una semana antes con la lectura de los Bandos es las
esquinas, hecha por un Pierrot disfrazado y un tambor y corneta de la
banda municipal.
El texto, entre bromas y en serio llamaba a divertirse en el carnaval con
mesura y no abusando de la libertades. Se elega a la reina de entre sus
miembros y se la coronaba en una fiesta social exclusiva. El sbado
desde la Alameda haca su ingreso el o Carnavaln, seguido de una
larga columna de carros alegricos y el de la reina y sus damas: en la
noche, en los salones del Concejo, se conclua con un baile de disfraces.
Los das lunes y martes, a puerta cerrada se divertan entre ellos
comiendo, bebiendo bailando al ritmo del piano y el violn. Su contacto
con el pueblo se daba desde los balcones, saludndolos a las comparsas
con algunas serpentinas.
EN LOS BARRIOS
La eclosin, el desborde, la efervescencia se viva en los carnavales en
todos y cada uno de los barrios. A nivel de los adultos empezaba los dos
jueves anteriores al domingo en que los compadres y comadres se
visitaban para, entre otras cosas, acordar la misa y procesin del santo
de la casa, la reunin familiar de carnaval, la conformacin de las
comparsas, etc todo regado de la buena chicha y preparado para la
ocasin.
A nivel de jvenes, familias y adultos organizaban reuniones peridicas
para componer canciones, acordar vestuario, integrantes de las
comparsas para pasear por las principales calles huamanguinas los tres
das que dura el carnaval ayacuchano.
Vestimenta
El traje de gala que usado durante las festividades resalta por su
elegancia. Las damas ayacuchanas deben observar especial cuidado en
los detalles, incluso en la ropa interior. La tradicin exige las partes
ntimas y los muslos se cubran pudorosamente con calzones
bombachos largos; mientras que el moderno sostn es sustituido por la
combinacin, una camisola con discreto escote y sin mangas, que se
extiende hasta la altura de las rodillas. Como si el calzn y la
combinacin no ofrecieran ya suficiente proteccin su intimidad, es
obligatorio que la dama lleve encima de estas prendas una o ms
enaguas o fustanes, las cuales no solo se encargan de ocultar todava
ms el cuerpo, sino tambin de ensanchar las caderas y dar vuelo a la
pollera.
Estas anticuadas prendas ntimas se confeccionan en algodn o raso,
luciendo indefectiblemente un color blanco inmaculado en seal de
pureza; aunque los preciosos encajes y bastillas que las adornan ofrecen
un guio de romanticismo y tenue sensualidad, cuya visin es un secreto
tesoro, accesible solo para el afortunado que logre desvestir a la dama.
Las prendas exteriores bsicas son una blusa blanca de manga larga y
cuello cuadrado, confeccionada en seda o raso y adornada con delicados
encajes, cintas y labrados; y una pollera generalmente de color blanco,
confeccionada en terciopelo o razo, con pretina ancha y vuelo
relativamente amplio. El largo de esta prenda puede extenderse hasta la
altura de los tobillos (para las ms conservadoras); o hasta justo debajo
de las rodillas (exclusivo para las jovencitas en edad casadera, a quienes
se les permite la audacia de mostrar solo las pantorrillas). La falda
jams podr ser ms corta, pues la dama se arriesgara a la
indecencia de exhibir el borde inferior de sus largusimos calzones.
Aun llevando puestas todas las prendas anteriormente descritas, una
dama no podr considerarse vestida con el traje tpico ayacuchano, si
carece de los siguientes accesorios o complementos:
Un manto o lliclla de lana de carnero o alpaca, con diseo de franjas en
colores vivos (fucsia, naranja, verde limn, azul elctrico) que descansa
sobre la blusa, rodendola como una ancha banda; o cubriendo el cuello
y la espalda como una pequea capa. Adems de ayudar a la delicada
blusa a proteger del frio el torso de la dama, sus colores intensos
contrastan con el blanco puritano de las dems prendas, dndole un
toque de alegra y coquetera a la vestimenta.
Un hermoso sombrero de paja de color blanco, hueso o beige muy claro
y adornado con una cinta negra de seda, que puede ir rematada con un
coqueto moo. Adems de proteger el rostro de la dama de las
inclemencias del sol serrano, cumple una funcin decorativa.
Una paoleta de seda de color vivo se lleva atada a la cintura a modo de
faja. Se dobla a la mitad, formando un tringulo invertido, el cual
reposar sobre la falda a la altura del pubis, como si se tratara de un
pequeo delantal. Algunos osados ven en esta prenda una velada
alusin a un taparrabo o calzn corto.
El cabello de la dama ayacuchana suele ser extremadamente largo,
grueso y abundante, hacindolo especialmente propicio para el
trenzado. Se suele peinar con raya al medio, dejando caer a cada lado
del rostro dos hermosas trenzas adornadas con delicadas cintas de seda.
El calzado es el nico tem que ha cedido a los usos que impone la
modernidad. Se utilizan sofisticados zapatos de tacn alto
confeccionados en charol o cuero negro, con empeine expuesto y sujetos
al tobillo con una delicada corrella.
Dado que el resto del cuerpo permanece pudorosamente cubierto con
varias capas de ropa, la sensualidad est reservada para pequeos
momentos y sutiles detalles. Las jovencitas en edad casadera utilizan el
rtmico movimiento del baile para exhibir casi por descuido las enaguas
que habitualmente ocultan bajo la pollera; pudiendo alzarlas
ligeramente para mostrar en todo su esplendor las pantorrillas
estilizadas por los zapatos de taco alto, que a la luz de las
circunstancias, resulta una verdadera arma de seduccin.
Canciones de carnaval
Las canciones de carnaval, as como los huainos (waynos), se
constituyeron entonces en la mejor manera para la denuncia social: Esta
vida ya no es vida, para los ayacuchanos/ yaraqaywampas
kuskallaa / wayuywampas kuskallaa (estamos muy juntos con el
hambre / hermanados coin la muerte) (Carnaval del Centro Folclrico de
Pacayccasaq).
Accomarca llaqta, Qunipampa llaqta / yawar mayulla currillaqta / sangre
inocente (pueblo de Accomarca, pueblo de Qunipampa / corren ros
de sangre / sangre de inocentes) (Moyobamba campesino, de Jorge
Gamboa).
El tema de las desapariciones se encuentra tambin en los versos.
Recordemos que el Per es uno de los pases con mayor nmero de
desaparecidos -ms de 6.000- segn las organizaciones que defienden
los Derechos Humanos.
Killapas watapas pasanam / maypiaraq? / ranrapa
ukunpiachu / allpayachkan / kichkapa
chawpinpiachu / qurayachkan (Meses y aos han pasado / dnde
estar? / Acaso dentro de los pedregales / volvindose tierra, o en medio
de las espinas / ya brotando como hierbas) (Huamanguino de Ranulfo
Fuentes).
Y junto a los textos que critican y denuncian la situacin social y poltica,
y expresan el dolor causado por las muertes (aproximadamente 30.000,
hacia 1990) continuaron vigentes los versos alusivos a la sexualidad, el
amor, el erotismo propio de los carnavales y del tiempo en que los
jvenes solteros y solteras inician relaciones de amor; estuvieron
siempre presentes los versos esperanzados en que vendran tiempos
mejores.