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Organicismo y Mecanicismo en La Ilustracion

Este documento describe la polémica entre los filósofos D'Alembert y Diderot sobre dos modelos para explicar la naturaleza durante la Ilustración: el mecanicismo newtoniano y el organicismo. El mecanicismo usaba las leyes de la física matemática pero no podía explicar procesos biológicos. El organicismo emergió para dar cuenta de la complejidad de lo vivo, inspirándose en químicas vitalistas y la historia natural. Esto anticipó debates sobre teorías evolutivas y filosofías de la vida en

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Organicismo y Mecanicismo en La Ilustracion

Este documento describe la polémica entre los filósofos D'Alembert y Diderot sobre dos modelos para explicar la naturaleza durante la Ilustración: el mecanicismo newtoniano y el organicismo. El mecanicismo usaba las leyes de la física matemática pero no podía explicar procesos biológicos. El organicismo emergió para dar cuenta de la complejidad de lo vivo, inspirándose en químicas vitalistas y la historia natural. Esto anticipó debates sobre teorías evolutivas y filosofías de la vida en

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ORGANICISMO Y MECANICISMO

EN LA ILUSTRACIN

C. Regaa Ganzlez
Profesora de Filosofa
1. F. S. Los Realejos

INTRODUCCIN

La presente ponencia, que pudiera considerarse como un apndice de su


nodriza "La Ilustracion", pretende dar cuenta de una polmica realmente singu-
lar entablada entre los dos directores de la Enciclopedia francesa de 1.751,
D'Alembert y Diderot. Dicha polmica vino a suscitarse por el encontronazo
entre dos maneras diferentes de entender y explicar la naturaleza. El problema
de su explicacin, hasta ese momento histrico abordado casi en exclusividad en
clave metafsica, requiri un tratamiento epistemolgico nuevo, que es el que le
oferta en un primer momento el naturalismo fisicalista triunfante (que no es otro
que el mecanicismo newtoniano), pero que, inevitablemente, termina por chocar
con los estudios fisiolgicos, la qumica de mediados de siglo y el nacimiento de
la biologa propiamente dicha de finales del milenio, dando lugar, en un segun-
do momento, a un naturalismo intuitivo en donde, entre otros, tiene cabida la
explicacin organicista.
Por tanto, la siguiente exposicin se encamina en la senda de la reconstruc-
cin de la contraposicin entre el modelo de explicacin mecanicista y el que
hace factible la gnesis de la nueva disciplina de la biologa, el organicista. Nos

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SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

entretendremos con sus antecedentes como son los desarrollos mdicos de corte
vitalista, la quimitrica y las tesis transformistas del siglo, justificando con todo
ello las repercusiones en la teora evolucionista y en toda la filosofa vitalista del
XIX y del XX, como habr ocasin de comprobar.
Necesariamente haremos un alto en el materialismo ilustrado del siglo, oca-
sin propicia para constatar los lazos de influencia entre Diderot y uno de los
mentores ms reputados de dicho materialismo, el barn D Holbach, parada
obligada para vislumbrar el materialismo emergentista de nuestro siglo, y algu-
nos desarrollos en los campos de la investigacin tcnico-experimental. La
exposicin en clave textual del pensamiento organicista de Diderot, nos servir
para sellar este captulo introductorio del Seminario, pues los textos nos sugie-
ren, en su dimensin prospectiva los desarrollos en puertas. Mucho de lo aqu
narrado se esboza como recapitulacin de temas ya estudiados, por lo que su
referencia es obligada. Asimismo, mucho de lo omitido lo es por la carencia de
estudios histricos sobre la polmica original, que ha pasado casi desapercibida
pero que queda ejemplificada magnficamente en lo que son las dos estrategias
de investigacin en occidente, y que a su vez sirven en bandeja, nuevas polmi-
cas.

SOBRE EL LEGADO NEWTONIANO y LA INSUFICIENCIA


DE LA EXPLICACIN MECANICISTA ANTE LO VIVO

La mxima newtoniana "de los fenmenos a los principios, por el camino


de la observacin y la experiencia" pudiera acertadamente sintetizar el omnipre-
sente legado de este autor, no slo en el mbito de la ciencia natural sino en el
de todo el pensamiento del XVIII. El esfuerzo de unificacin emprendido ante
el caleidoscopio de fenmenos naturales, plasmado en un conocimiento innno-
vador de lo natural, supuso imprimirle un ritmo y una direccin distintiva a la
propia actividad cognoscitiva.
El otro gran legado del siglo, elleibniziano, basado en la idea de CONTI-
NUIDAD, se muestra solapado con el anterior. As, las leyes de lo real y las
leyes matemticas coinciden. Sobresale la idea de dinmica atenida a leyes de
las que hay que seguir paulatinamente su curso y registro, a travs de la obser-
vacin, el clculo y la medida, pero una idea de dinmica, en suma, que deman-
da romper definitivamente con el vetusto edificio de la teologa y con el feudo
que largamente ejerci sobre el conocimiento ,de la naturaleza, lo que anima a la
introduccin de los nuevos presupuestos epi~temolgicos.
Si las matemticas han sido hasta ahora, las herramientas exclusivas de
dicho registro, con la consideracin de esta nueva dimensin pierden parte de su

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ORGA ICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

hegemona, producindose el inevitable divorcio, como dir Cassirer 1, entre un


saber conceptual y un saber de hechos. Por tanto, el ideal explicativo fsico mate-
mtico palidece deslumbrado por el descriptivo natural.
Slo se paliaran las inevitables y engorrosas consecuencias de dicho divor-
cio con la inclusin de un nuevo aparato conceptual, respondiendo as y dando
satisfaccin al inminente estudio de lo biolgico,recopilando la diversidad y ple-
nitud natural y reclamando para s, no solamente un estatuto disciplinar sino un
espacio delimitado en las explicaciones que hasta ahora se han hecho en exclu-
siva desde el fisicalismo.
Por tanto, se llega a esta coyuntura crtica porque, mostrndose cada vez
ms constreida a lo fenomnico, la fsica no dejaba vislumbrar su interioridad,
su misterio oculto, estando en sus propios fenmenos guardado el arcano secre-
to de lo viviente. Y como nos dice Jacob 2 , "lo viviente est siempre un tanto
empapado de magia". Y aade: "Todas las fuerzas de la naturaleza, estn repre-
sentadas en l". Misterio, ocultismo, fuerzas de la naturaleza: necesidad de nue-
vas disposiciones y de otros requisitos epistemolgicos, pero tambin, lastrando
an magia, alquimia y animismo.

Las "qumicas" del XVIII

El conocimiento de lo vivo lo veremos abordado en el siglo por una qumi-


ca ligada a los estudios anatmico-fisiolgicos de la medicina y por la historia
natural o prebiologa de finales de siglo.
Dentro de la qumica todava nos encontramos con la quimitrica 3 , que se
haba extendido por Francia, Alemania, Inglaterra e Italia como derivada de la
alquimia de Paracelso y del vitalismo de Van Helmont4 . Esta qumica no poda
ser considerada como una disciplina independienteS. Estaba entretejida de alqui-
mia y sus resultados se concretaban en recetas y pcimas, en influencias astra-

1 E.Cassirer, "La filosofa de la Ilustracin" (1943). Segn este autor, el fallo en la descripcin de
los hechos y en los escasos descubrimientos de los nuevos, ya fue advertido por los partidarios de
Newton.

2 F. Jacob, "La lgica de lo viviente" (1970), pg. 36.

3 Se entiende por tal al eslabn entre alquimia y qumica propiamente dicha, segn D. P. Walder en
"Spiritual and Demonic magic: from Ficino to Campanella", London, 1958.

4 Ver ponencia ao II de este mismo seminario, "Alquimia y alquimistas: la obra de Paracelso" de


Felipe Cid y Rafael.

S Estamos hablando de los desarrollos anteriores a 1750; entre esa dcada y 1860 se observa lo que

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SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

les con el poder de unir los metales a las estrellas y a los planetas, y todo ello
preado con un lenguaje ambiguo y alegrico. As Van Helmont apunta a la con-
sideracin de la fuerza de la vida como fuerza orgnica, vital -archeus-, que
dirige las manifestaciones vitales de los cuerpos.
Quimitrica, que si nos atenemos a la etimologa del trmino, en su acep-
cin griega significa fIel arte de extraer jugo,,6 -se sobreentiende- a la naturale-
za.
Tenemos otra qumica, la de los iatroqumicos o Iatromecanicistas. Desde
el momento que el mecanicismo incorpora en su seno el mundo de las sustan-
cias, le da el placet. El modelo seguido es el "Tratado del Hombre" de
Descartes, pero se agrega al mismo para su completud el espacio newtoniano,
como mbito en el que se mueven las partculas. Estas permanecen en su lugar
y dan cohesin al mundo gracias a la fuerza de atraccin. Es precisamente este
concepto el que se contrapone al de FUERZA VITAL, no necesitndose acudir
a influencias ocultas o astrales para explicar lo viviente en trminos qumicos.
La fuerza que liga a corpsculos distintos es la AFINIDAD, propiedad cuantifi-
cable y medible. Para ello se elaboraron tablas para cuantificar los desplaza-
mientos de las partculas y de su frecuencia de atraccin.
En la Enciclopedia el artculo AFINIDAD dice as:

"Durante mucho tiempo este trmino slo tuvo un significado vago e


indeterminado que indicaba una suerte de simpata, una verdadera
propiedad oculta, por la cual distintos cuerpos se unan con mayor o
menor jacilidad"7.

Pero hablar en trminos de "simpata"o de "propiedades ocultas" es prehis-


toria. En un primer momento, la fuerza de atraccin newtoniana, al ser reinter-
pretada por los antinewtonianos forma parte, sin ambages, de esas propiedades
ocultas. Por eso, en las reacciones qumicas tambin se cita la idea de desplaza-
miento: un cuerpo se convierte en otro al establecer un enlace con un tercero.
As, un cuerpo desplaza a todos los que le siguen y es desplazado por todos los
que le preceden. La atraccin newtoniana, en consecuencia, no slo explicaba
los enlaces sino las reacciones, idea prestada, segn algunos bigrafos, de la qu-
mica ms que de la fsica 8 . Sabido es que la traduccin matemtica de la misma

6 Ver ponencia ao III de este Seminario "La qumica como ciencia" de Jaime Bermejo Barrera.

7 Suplemento de 1776 de la Enciclopedia francesa (1751-1765)

8 Ver ponencia ao II del Seminario "La obra matemtica de Newton" de Jos Montesinos.

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ORGANICISMO y MECANICISMO E LA ILUSTRACIN ----
~t

explica todos los movimientos. Ahora bien, cada reaccin qumica juega un
papel determinado en su relacin con los dems. Pero la afinidad as entendida
es atraccin. Por lo que, finalmente, la idea de afinidad fue adoptada por igual
entre partidarios y no partidarios del newtonismo.
Poco ms pudo aportar el mecanicismo a la explicacin de determinadas
propiedades y operaciones qumicas. La revolucin de la qumica era todava,
aunque ya muy cercana en el tiempo, una revolucin pendiente.
Si de todo esto se desprenden dos orientaciones de la qumica, la historia de
la primera no acaba all donde la dejamos, sino que habra que completarla con
algunas consideraciones extras, indispensables para comprender el alineamiento
de uno de los contrincantes de la polmica -Diderot- hacia sus derivaciones qui-
miovitalistas.
La quimitrica iba haciendo plausible un vitalismo de nuevo cuo, revesti-
do con investigaciones fisiolgico-mdicas, en donde lo vivo se empezaba a
contemplar desde sus propiedades especficas, como objeto de investigacin cla-
ramente diferenciado. La "medicina vitalista" (si nos permitimos dicha licencia
terminolgica), descuella por s misma, porque hace plausible abordar la com-
plejidad de los procesos vitales. La escuela mdica de Montpellier se convirti
as en el centro neurlgico alternativo en el tratamiento de dichos procesos.
Todava es prematuro hablar de procesos biolgicos, pero stos, internos a la
materia, requieren, por su diversidad y singularidad, del entendimiento de la qu-
mica9
Un aspecto fundamental que no puede pasarse por alto es el referido a la
nocin de sensibilidad acogido tambin por la escuela montpellierana que como
veremos ms adelante, se constituye en cannica para las tendencias materialis-
tas de las que se nutrir igualmente Diderot.
Montpellier rene en su escuela a un elenco de destacados mdicos que con-
fluyen en la tendencia vitalista, destacando entre ellos, T. Bordeu (1722-1776)10.
El vitalismo atribuye el poder del organismo a un principio vital, intermediador
entre las puras reacciones fsico qumicas y el alma. Para este mdico francs, la
vida se manifiesta fundamentalmente a travs de la secrecin glandular, al tener
sta propiedades como la sensibilidad y la motilidad.
El vitalismo de G.E. Stahl (1660-1735) se situara parejo al vitalismo en el
estudio novedoso de lo vivo. Este autor, centra la vida en la idea de actividad,

9 Harvey en el XVII ofreci ya un modelo mecnico para la explicacin mecanicista de los fen-
menos vitales; Lavoisier introduce en este siglo un modelo qumico.

10 Mdico de Beam, colaborador en la Enciclopedia francesa y uno de los interlocutores escogidos


por Diderot en el "Sueo de D'Alembert" de 1769.

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SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

pero no concebida como la suma de mecanismos y de clculos fsicos. Considera


que los organismos no pueden ser reductibles a explicaciones mecnicas. El
alma sera la manifestacin de la fuerza vital, realizando sus fines por medio del
movimiento, el cul es a su vez, propiedad del cuerpo viviente. Este movimien-
tO,esta actividad es, por tanto, inmanente al cuerpo.
Lo que hace Stahl, por consiguiente, y enlazando con el tema de la afinidad,
es considerar esa actividad inmanente de los cuerpos como su poder intrnseco,
siendo las reacciones qumicas la manifestacin ms palmaria de dicho poder.
Siguiendo a Jacob 11 , este vitalismo de finales del XVIII hace posible hablar
de biologa. No poda ser de otra manera para propender justamente el anlisis y
hacer objeto de ciencia lo que algunos estudiosos se empeaban en seguir
cubriendo con los velos del misterio y el secretismo..
Pero la biologa como tal no es an mentable, ni conceptual ni metodolgi-
camente como ya hemos tenido ocasin de acotar. De lo que compete hablar con
propiedad en este siglo es de historia natural.

La historia natural del XVIII


Esta antesala de la biologa que es la historia natural, tambin se apa al carro
mistrico. Reconoce lo material pero en su recurrencia a fuerzas invisibles. Esas
fuerzas, que beben hasta la embriaguez de lo hermtico y alqumico, segn las
exposicin precedente, presenta mltiples traducciones: como fuerzas de atrac-
cin de las partculas vivientes, como fuerzas actuantes en la formacin de las
molculas orgnicas, etc. En fsica es la fuerza de atraccin; en qumica, la de afi-
nidad. En lo viviente, "las partculas o molculas orgnicas" se asocian con la
generacin, y una disociacin cuando se perece. Lo vivo se constituye de aqu-
llas, quedando las sobrantes para simientes en la reproduccin. Sigue, por tanto,
omnipresente la fuerza de atraccin y es la que, a travs de dichas simientes,
rene partculas o molculas para explicar la formacin de los seres vivos, y hasta
incluso el que stos sean idnticos, en sus partculas o molculas a sus padres.
Pero para Maupertuis (1698-1759) y continuando con Jacob, las partculas
idnticas se renen en el embrin porque existe una memoria que las localiza y
atrae. En Buffon (1706-1788) esto se justifica recurriendo a la nocin de proto-
tipo, estructura interna que determina al ser vivo. No es una simple suma de
molculas sino un molde interior que acta igualmente de memoria al organizar
la materia y plasmarla en lo viviente.
Estos dos autores son buenos mecanicistas y no lo pueden negar.
Maupertuis es un newtoniano hasta la mdula pero conjugando dicha impronta

11 Ob. cito en nota 3.

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ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

con componentes espiritualistas y finalistas. Atribuye espritu a sus partculas,


pero no en sentido leibniziano sino como agregacin de conciencia. Finalista
porque para l la naturaleza en sus cambios gasta la mnima cantidad de fuer-
za 12 .
De Buffon obtenemos una vertiente materialista. Uni la concepcin biol-
gica de los fenmenos con el mecanicismo. An as, entr de lleno en esa ver-
tiente de naturalismo intuitivo, tal y como comentbamos en la introduccin. Y
lo hace porque rechaza en primer lugar, todo intento de sistematizar la naturale-
za (y entindase el sistema de Linneo vigente). No hay clasificacin de especies,
slo hay individuos.Nuestras palabras pintan la diversidad natural. Nuestra
visin y estudio de lo natural deben de ser panormicos, no perdindonos en los
detalles superfluos.
En segundo lugar, porque sigue el mtodo de tabula rasa lockiano: despren-
derse de toda experiencia previa, propender un naturalismo del sentido comn,
una vuelta a la naturaleza, al paraiso perdido, esa idea tan cara a Rousseau.
Tanto l como Maupertuis se preocupan por dar cuenta de la epignesis
(formacin de los seres vivos) desde la perspectiva, no slo vitalista, sino desde
el recurso a lo que Jacob denomina como nivel de orden dos (la organizacin)13.
Desde el momento en que estos autores se acogen a dicha teora, podemos enten-
der su calificacin de lo viviente en trminos de "seres organizados" o "cuerpos
organizados" 14. En Buffon en concreto, la naturaleza muestra una tendencia a
generar vida. Las molculas contienen esa forma interior que obliga a formar
estructuras determinadas. Esas molculas son indestructibles; slo se producen
variaciones en el prototipo de las especies Si hablar de organizacin supone
remitirse a la idea proveniente de la teora corpuscular de la materia, queda jus-
tificado cmo explican la estructuracin de los seres ambos naturalistas, segn
se ha indicado ms arriba.
Pero conviene resaltar sobremanera que los dos autores de que tratamos, no
slo son firmes partidarios del epigenismo sino de la variabilidad -limitada en
el caso de Buffon, fortuita en el de Maupertuis. Dicha variabilidad explicara -y
esto es muy importante- los cambios operados a lo largo del tiempo en las espe-

12 El principio de la menor cantidad de accin aplicado a la fsica fue formulado por Maupertuis,
aunque se encuentran ideas anlogas en Euler, Leibniz, Fermat. Es el gasto de energa indispensable para
los movimientos mecnicos y biolgicos ( producto entre la cantidad de tiempo de movimiento y la can-
tidad de fuerza viva).

13 Nivel de orden uno sera la estructura visible. Para ello ver ponencia ao IV de este Seminario
"El inicio de la bioqumica" de Miguel Angel Gonzlez.

14 Ob. cito De Jacob, pg. 74.

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SEMINARIO ROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

cies. En Buffon dichas variaciones seran intrafamiliares, mientras que en


Maupertuis es propiamente una transformacin en sentido integral. Si las part-
culas atraidas mutuamente en la reproduccin, segn nos relata Maupertuis, vie-
nen a ser un extracto representativo de sus partes, a travs de las generaciones
van surgiendo las variaciones orgnicas.
Por consiguiente, estamos abiertamente ante la formulacin del transfor-
mismo. Si el movimiento de la Ilustracin supone el inicio de la emancipacin
progresiva de los saberes, la idea de que la humanidad es perfectible, hallndo-
se inmersa en la dinmica del progreso indefinido, sobradamente se justifica el
surgimiento de las ideas transformistas. As, el dogma de la inmutabilidad de las
especies y de su origen divino se derrumba ante las nuevas tesis que postulan la
variabilidad de aqullas, como resultado de un proceso de transformacin lenta
e irreversible desde formas orgnicas ancestrales.

EL MATERIALISMO ILUSTRADO Y LA INFLUENCIA


DE D'HOLBACH

Captulo aparte merece la consideracin del materialismo del XVIII, mxi-


me cuando algunos de sus ms reconocidos representantes se sitan en la ante-
sala de la biologa y presentan argumentos de solidez a favor de su versin orga-
nicista. Si hiciramos un 'repaso genrico de los autores inscritos en esta tenden-
cia, observarams cmo ofreciendo perspectivas singulares, conforman cada
uno lo que constituir el ailge de lo biolgico. De entre todos ellos es obligado
detenerse en D'Holbach (1723-1789), no solamente para adentrarnos en los
entresijos de su materialismo, sino por su estrecha amistad e influencia con y en
Diderot.
Entrando rpidamente en el tema, nos centraremos, en primer lugar en la
categora de materia, y a continuacin, en la de naturaleza. Nuestro propsito es
mostrar la forma en que se engarzan las concepciones fisicalistas y las biologi-
cistas de la materia.
El materialismo d'holbachiano es de tipo naturalista; renuncia de forma
explcita a un tratamiento especulativo de lo material en favor de una definicin
positiva: "la materia sin propiedades es una pura nada"15.
En la bsqueda de propiedades definitorias de la materia D'Holbach com-
bina cuatro tratamientos anteriores: 1) el mecanicismo cartesiano y newtoniano
(propiedades fsicas); 2) el empirismo de Hume (tratamiento negativo y reduc-
cin a impresiones psicofisiolgicas); 3) los enfoques biolgico y vitalista (pro-

15 D'Holbach,"Sisterna de la naturaleza", cap n, pg. 134.

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ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

piedades organizacionales irreductibles) y 4) el sensismo francs (en el sentido


de negar las propiedades ontolgicas de la nocin de sensacin). Como veremos,
el eclecticismo en el uso de la nocin de materia, rasgo que comparte con los
planteamientos de Diderot, se pone de manifiesto al aceptar simultneamente la
dimensin fisicalista heredada del mecanicismo newtoniano con elementos del
empirismo britnico y el aditamento orgnico.
Desde el momento en que entiende la materia como orgnica, D'Holbach
afirma, adems de la extensin y el movimiento, la configuracin (capacidad
para combinar sus elementos bsicos en modo de complejidad creciente). En
suma, concibe la materia como dinmica:

Hasta ahora no se ha dado una definicin satisfactoria de la mate-


ria; los hombres, confundidos por sus prejuicios, no han tenido de ella
ms que nociones imperfectas, vagas y superficiales. Han considerado
a esta materia como un ser nico, grosero, pasivo, incapaz de mover-
se, de combinarse ni de producir nada por s misma, en lugar de con-
siderarla como un tipo de ser, cuyos diversos individuos, a pesar de
tener propiedades comunes tales como la extensin, la divisibilidad, la
figura, etc, no deban ordenarse en una misma clase ni estar compren-
didos bajo una misma denominacin.
Un ejemplo puede servir para esclarecer lo que acabamos de de-
cir, para mostrar su exactitud y facilitar su aplicacin. Las propie-
dades comunes a toda materia son: la extensin, la configuracin, la
impenetrabilidad, la divisibilidad, la movilidad o la propiedad de tener
un movimiento de masa ".16

Mediante la sensacin los humanos encontramos las diferentes propiedades


bsicas de la materia, partiendo de una inferencia centrada en el anlisis del
movimiento, "es decir por los diferentes movimientos que su presencia provoca
en nosotros". La materia es eterna y posee una necesidad causal estricta de la que
no puede substraerse:

"Entonces, cuando pregunten de dnde ha venido la materia, diremos


que siempre ha existido. Si nos preguntan de dnde ha venido el movi-
miento de la materia, responderemos del mismo modo, que ha debido
moverse durante toda la Eternidad, dado que el movimiento es una
consecuencia necesaria de su existencia, de su esencia y de sus pro-
piedades primeras tales como la de extensin, pesantez, impenetrabili-

16 Ob. cit., cap. III pg. 137.

351
SEMINARIO "OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

dad, figura, etc... En virtud de esas propiedades esenciales, constituti-


vas, inherentes a toda materia y sin las cuales es imposible concebirla,
las diferentes materias de las que el universo est compuesto han debi-
do eternamente pesar unas sobre otras, gravitar hacia un centro, cho-
car, encontrarse, atraer y repelerse, combinar y separarse, en una
palabra, actuar y moverse de diferentes modos, segn la esencia y la
energa propias a cada tipo de materia y segn cada una de sus com-
binaciones. La existencia implica propiedades en la cosa que existe;
puesto que tiene propiedades, sus modos de actuar deben necesaria-
mente derivarse de su manera de ser. "

La materia y el movimiento son los axiomas que ponderan el resto del sis-
tema natural. Si bien, como hemos visto, es posible apelar a la materia como
entidad estructurada con propiedades fsicas mecnicas, en D'Holbach tienen
mayor peso especfico los enfoques eminentemente orgnicos. La clave de este
razonamiento la encontramos en una doble premisa:

1. la materia se mueve por impulsos externos (observables), e internos que


son "fuerzas que le son inherentes a ella misma", y "un movimiento interno y
oculto que depende de la energa propia del cuerpoI7". Estos impulsos afectan
a la totalidad de los seres naturales;

2. La naturaleza hay que entenderla bajo una perspectiva global, sistmica,


o si se prefiere, vital.

"... todo en la naturaleza est en continuo movimiento, que ninguna de


sus partes est en verdadero reposo y, en fin, que la naturaleza es un
todo actuante, y que dejara de ser naturaleza si no actuase y que nada
podra producirse ni conservarse sin movimiento". 18

Si desarrollamos las implicaciones de la heterognea nocin de naturaleza y


materia del autor del "Sistema de la Naturaleza" llegaramos a esta caracteriza-
cin de lo orgnico:

1. Nivel de organizacin material que despliega el movimiento por impul-


sos, mpetus desde dentro. El organicismo considera que estos impulsos son qu-
micos y biolgicos.

17 Ob. cit., cap. 11, pg. 126.

18 Ob. cit., cap. n, pg. 130.

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ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN
~t
----

2. Que la materia viva se mueve por principios legales internos e inheren-


tes. Estos principios son el resultado "de la diversidad de propiedades, cualida-
des, combinaciones que se encuentran en las diferentes materias primitivas, de
las cuales la Naturaleza es el conjunto". La materia organizada sufre impulsos
dinmicos caractersticos y exclusivos de ese nivel.

3. Que las propiedades orgnicas no se reducen a las propiedades de los sis-


temas fsicos. Existe una irreductibilidad entre lo qumico y/o vivo, y lo fsico.
La organizacin o disposicin de los elementos genera energa interna irrepro-
ducible desde otro nivel de organizacin inferior, tal y como es recogida en las
aportaciones de Stahl.

4. Se prefiere la explicacin funcional, e incluso teleolgica, antes que la


mecnica19. Las entidades con las que se comprometen estas explicaciones per-
tenecen a la escala molar, de agregados o combinados, antes que la de nivel
micro, como los tomos. Esta caracterstica se mantiene incluso en las fuerzas
internas, que son inobservables segn la concepcin d'holbachiana, aspecto que
acarrea una importante objecin a la definicin de materia ya que se define como
lo captable por los sentidos.

5. Se compromete con una perspectiva holista y sistmica de la naturale-


za, en la que se enfatizan las relaciones de interdependencia "el crculo eterno
que todo lo que existe est obligado a trazar". La visin de conjunto se perfi-
la como el mejor de los ngulos posibles para la comprensin de la naturaleza.
Esta perspectiva globalista se emplea como la horqueta que sostiene la idea de
naturaleza en la que "todo en la Naturaleza est enlazado" en una especie de
nexo causal universal (lo veremos en el concepto de encadenamiento poste-
riormente).

Sobre el tema del origen de la vida que ocupa un lugar preponderante en las
preocupaciones de los naturalistas del siglo, encontramos en el barn D'Holbach

19 Es por esta razn por la que filsofos naturales como D'Holbach y Diderot, prefieren un fisica-
lismo primitivo de cuatro elementos con cualidades especficas, antes que el atomismo que se relacio-
nara con los explicaciones mecanicistas y reductivas. Si leemos con atencin el "Sistema de la
Naturaleza", observaremos que el recurso a lo fsico, como combinacin de agua, aire, tierra y fuego, se
centra casi con exclusividad en el fuego, que es el elemento cintico; su tendencia a ejemplificar con el
tema de los proces"os de combustin demuestran por si slo la visin dinmica de la materia, en ocasio-
nes incluso desarrolla argumentos propios de la qumica del flogisto. Su concepcin de la materia esta-
r ms centrada en propiedades qumicas, coincidentes con los desarrollos de final de siglo con
Lavoisier, que de la fsica de partculas.

353
..t
---- SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

que los seres movidos por impulsos internos se recombinan y en cualquier


momento puede ser que se origine materia viva desde la materia muerta (abi-
tica):

"... As, pues, la materia inanimada puede pasar a tener vida, que no
es en s ms que una cierta conjuncin de movimientos "20

En el caso del hombre, ste es un ser natural que no puede separarse de las
leyes naturales propias de su organizacin. La principal de esas leyes es la de
conservacin. D'Holbach, a diferencia de La Mettrie, no niega las causas fina-
les. En el captulo dos, pgina 147 seala que:

"Pero cul es la direccin o tendencia general y comn que vemos en


todos los seres? Cul es el objetivo visible y conocido de todos sus
movimientos? Es el de conservar su existencia actual, perseverar en
ella, fortalecer, atraer lo que le es favorable rechazar lo que le puede
daar, resistir a los impulsos contrarios a su modo de ser y a su ten-
dencia natural.
Existir es experimentar los movimientos propios de una determinada
esencia. Conservarse es dar y recibir movimientos de los cuales resul-
ta el mantenimiento de la existencia, es atraer las materias que corro-
boren su ser, es apartar las que pueden debilitar o daarlo. De este
modo, todos los seres que conocemos tienden a conservarse cada cual
a su manera.

Para los seres organizados "la conservacin es, entonces, la meta comn
hacia la cual parecen continuamente .dirigidas las energas, las fuerzas y las
facultades de los seres" (pgina 147). Como es obvio, esta concepcin teleol-
gica supone un innatismo estructural u organizativo, en el sentido de que las
potencialidades de los seres dependen de su arquitectura material. El innatismo
morfolgico de D'Holbach, no debe de ser confundido con el innatismo de
ideas con el que no se identifica e incluso critica explcitamente. Por tanto, pode-
mos afirmar a la luz de nuestros anlisis que el materialismo de Holbach, y por
extensin el de Diderot, reconoce la idea de cambio en los seres, pero un cam-

20 Ob. cit, pgs. 131-2. Esta concepcin del origen de la vida debe entender~e en sentido histrico,
diacrnico, y como generacin espontanea. El origen de la vida podra ser explicado y reproducido en
laboratorio si fuera posible manipular las condiciones iniciales pertinentes. Lo nico que el tiempo his-
trico aade es transformacin, como un proceso de modificacin de la estructura de los seres.

354
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

bio dirigido a metas, y en cierto sentido involucrado con presupuestos animistas


de la materia21 .
Est perfectamente justificado afirmar que el tratamiento de lo orgnico
posee un impulso con direccin y sentido, un halo de dinamismo determinado
por la organizacin interna, pero que esta organizacin no determina los conte-
nidos mentales. Para D'Holbach, los seres vivos no son 'hojas en blanco', una
'tabula rasa', son estructuras orgnicas en las que van encajando la experiencia.
La experiencia sensible diversifica la naturaleza de los seres vivos, muy espe-
cialmente de los humanos. Llegados a este punto comprendemos por qu el
materialismo de Diderot y d'Holbach no es sensista como el de Codillac.
La sensibilidad humana, para los materialistas franceses, es una de las facul-
tades para producir estados perceptivos y sensitivos completos (ideas) desde las
impresiones fisiolgicas de la 'maquina humana'. Es el cerebro el responsable
de la sensibilidad, los umbrales de excitacin del rgano cerebral son los lmites
de la experiencia psicolgica. Por el contrario, en el sensismo francs, la cate-
gora de sensacin no tieneuna traduccin precisa en trminos fisiolgicos; es
un postulado metafsico ontolgico sin una interpretacin material:

"En general, la sensibilidad no tiene lugar ms que cuando el cerebro


puede distinguir las impresiones hechas sobre los rganos; es la con-
mocin o la modificacin notoria que experimenta, lo que constituye la
conciencia ". De donde se deduce que la sensibilidad es una manera de
ser o un cambio notable producido en nuestro cerebro, en ocasin de
los impulsos que nuestros rganos reciben, ya de parte de causas exte-
riores, ya de causas interiores, y que los modifican de manera durade-
ra o momentnea. En efecto, sin que ningn objeto exterior venga a
mover los rganos del hombre, ste se siente a s mismo, tiene con-
ciencia de los cambios que se realizan en l; su cerebro es, por lo tanto,
modificado o, ms bien, renueva modificaciones anteriores. No debe-
mos sorprendernos; en una mquina tan compleja como el cuerpo
humano, en el que todas las partes son, sin embargo contiguas al cere-
bro, ste debe estar necesariamente informado de los golpes, los estor-
bos, los cambios que ocurren en el todo, cuyas partes, sensibles por
naturaleza, estn en accin y reaccin continua y convergen todas en
l. " (pg. 183).

21 D'Holbach reniega de las explicaciones que aluden al azar. Siguiendo ia tradicin britnica con-
tenida en las obras de F. Bacon, y T. Hobbes, asevera que "En efecto, atribuimos al azar todos los efec-
tos cuando no vemos la relacin que los unen con sus causas. De este modo, utilizamos la palabra azar
para ocultar nuestra ignorancia de la causa natural ..." (pg. 158)

355
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---- SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

SOBRE LA POLMICA MECANICISMO-ORGANICISMO

Todas las ciencias de la naturaleza han tendido a dar explicaciones mecni-


cas, entendiendo por tales aquellas que van encaminadas al descubrimiento de
condiciones y a la formulacin de leyes. Hablar de mecanicismo, situados en
pleno siglo XVIII, como ya hemos visto en pginas precedentes, es hablar de
sntesis newtoniana22 .
Las leyes newtonianas del movimiento conjugan los desarrollos de la fsica
(descripcin del movimiento) y de la matemtica (considerando hasta el clculo
infinitesimal). Gracias a dicho clculo, pueden dar cumplida cuenta de los
movimientos de los cuerpos en todas sus magnitudes, en su posicin, aceleracin
y velocidad.
El mundo dinmico que describen estas leyes es el resultado de las fuerzas
que en l actan a cada instante, como causantes de dicha dinmica. Esas fuer-
zas principalmente, operan en funcin de la configuracin espacial de los cuer-
pos y varan cuando las distancias entre dichos cuerpos tambin lo hacen. La
fuerza universal fundamental es la fuerza de gravitacin, la cul une a los cuer-
pos de forma proporcional al producto de sus masas y en proporcin inversa al
cuadrado de la distancia que los separa.
As, la naturaleza es explicada y descrita como una naturaleza de cuerpos en
movimiento, a modo de inferencias establecidas a partir de la observacin y de
la experimentacin de los fenmenos.
Dichas descripciones siguen con un modelo matemtico; las explicaciones
requieren de un modelo mecnico para registrar con efectividad la causalidad de
los fenmenos estudiados. As, el movimiento de la naturaleza responde a leyes
causales.
Pero las fuerzas de la naturaleza, siguiendo la interpretacin de la sntesis
newtoniana, al ser fuerzas a distancia, son fuerzas exteriores a la misma, lo que
por s solo da sobrados argumentos a los antinewtonianos. Cmo justificar la
accin de la fuerza a distancia, por ejemplo, para los mecanicistas cartesianos,
que interpretaban la fuerza o impulso de los cuerpos como emanaciones desde
dentro hacia afuera (fuerza inmanente), o para los vitalistas, que vean injustifi-
cada dicha fuerza y la rechazaban de plano.
Comentando a Descartes, Rad1 23 , nos habla del escaso inters del autor de
el "Discurso del Mtodo" por la biologa y de cmo se las ingeni para explicar
los fenmemos orgnicos desde "hiptesis genuinamente mecnicas".

22 Como referencia para el "otro" mecanicismo, el cartesiano, ver ponencia ao II de este semina-
rio "La problemtica del mtodo cientfico en Descartes" (tres partes) de Sergio Toledo.

23 "Historia de las teoras biolgicas, 1. Hasta el siglo XIX". Alianza Universidad, 1988.

356
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

En su "Tratado del hombre" (1662), Descartes se refiere a stos como al


equivalente del impulso nervioso en fisiologa contempornea. Son generados
por diferencias de calor en el estmago, pasan al corazn, de all al cerebro,
desde donde tienden a expandir energa y actividad por toda la mquina org-
nica:

"A medida que tales espritus penetran en las concavidades del cere-
bro, se van progresivamente introduciendo en los poros de su sustancia
y de los nervios; tales espritus, a medida que penetran y tienden a ello
en mayor o menor cantidad, segn los casos, tienen fuerza para variar
la forma de los msculos en los que se insertan estos nervios, dando
lugar al movimiento de todos los miembros. Sucede esto de igual modo
que acontece en las grutas y en las fuentes de los jardines de nuestros
reyes, ya que la fuerza con que el agua brota al salir del manantial
basta para mover distintas mquinas... segn estn dispuestos los tubos
que distribuyen el agua por los circuitos "24.

Por tanto, la gnesis de los espritus animales radica en un proceso anlogo


al de la combustin qumica; a travs del torrente sanguneo stos pasan al cora-
zn, concentrndose las partculas con mayor poder. Las ms finas y sutiles
(materia fina) pasan al cerebro "para producir all un viento muy sutil, o ms
bien, una llama muy viva y muy pura llamada Espritus Animales "25, en donde
de nuevo se depuran, siendo las ms veloces y pequeas, las que penetran en los
nervios del mismo hasta llegar, desde todas las concavidades hasta una pequea
glndula -la famosa glndula pineal, supuesta sede del alma-, porque son las que
disponen de una capacidad energtica tal como para poner en movimiento al
organismo. Las ms fuertes y vivas son las destinadas a la generacin.
Brevemente hemos esbozado este tema por su posibilidad sugeridora a la
hora de contener una interpretacin alternativa de la fuerza de lo vital que justi-
ficase esa versin diferente de lo vivo en un texto y un autor como Descartes;
pero al mismo tiempo, dicho detenimiento es una advertencia para no caer en el
error de intentar establecer una analoga entre esos espritus animales como par-
tculas inmanentes de lo vivo, y la fuerza vital, orgnica e interna de los natura-
listas del XVIII que hemos repasado con anterioridad. Bien es cierto que
Descartes inquiere esa fuerza interna frente a la propuesta por el mecanicismo
newtoniano posteriormente; pero lo que no cabe ni meridianamente pensar es
que esa fuerza o impulso no sea mecnica..

24 Descartes, "Tratado del Hombre", pgs. 61-2 .

25 Pg. 129 de ob. cit. en nota precedente.

357
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---- SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

Por ltim\>, aadir en referencia a la sntesis newtoniana 26 , que si bien pre-


cisaba en su demostracin de clculos que mostrasen la total concordancia con
los fenmenos descritos, desde el momento en que se sospechase la falta de con-
cordancia, dicha fuerza no ofreca garantas de veracidad 27 , por lo que los new-
tonianos se prestaron fehacientemente con todos los medios de que disponan, a
confirmarla28 .
Si bien decamos al principio, que todas las ciencias de la naturaleza pro-
penden a dar explicaciones mecanicistas durante este siglo, algunos naturalistas,
desde su formacin newtoniana se desmarcan de la norma, manufacturando un
cambio de visin en el que los procesos de la naturaleza no presenten exclusi-
vamente una regularidad unificadora y homognea sino igualmente una hetero-
geneidad cualitativa y diversa. La naturaleza es mecnica, pero tambin orgni-
ca, trmica, lo que Prigogine comentar como la coexistencia en ella de tiem-
pos que convergen indiscutiblemente diferenciados entre s. 29"
La organizacin de la materia, a modo de memoria o de molde interno, se
conforma en el transcurso temporal. Por tanto, ni Maupertuis ni Buffon conci-
ben ya la fuerza externalistamente, sino interior al seno de la materia misma,
teniendo esa fuerza una dimensin temporal en sentido integrador, dimensin
obviada por el newtonismo.
Ello supone la afirmacin -y a partir de aqu se opera el "gran salto episte-
molgico"- de la idea de totalidad orgnica de los seres vivos, en donde las
partes de stos contienen el todo, prefigurndose, sin lugar a dudas, una expli-
cacin organicista de la naturaleza, ya que la propia estructuracin de lo vivien-
te la hace integradora de las partes como totalidades organizadas y no como par-
tes independientes, aisladas de la estructura y actividades del organismo.
Aunque las partes no sean homogneas, en sus mltiples actividades y en la
complejidad de su organizacin pueden, incluso distinguirse, segn el nivel que
ocupen en la estructuracin, sin con ello dejar de estar compelidas en dicha orga-

26 Para ampliar no slo dicha sntesis, sino repasar las consecuencias de la mecnica newtoniana ,
ver la ponencia del ao III de este Seminario, "La polmica entre la ciencia y la filosofa natural" de
Jess Snchez.

27 La teoa de los vrtices cartesiana poda explicar tambin las fuerzas de atraccin del movi-
miento de los planetas, sin necesidad de que los fenmenos concordasen o no.

28 Las tres pruebas a las que fue sometida la teora de la gravitain newtoniana fueron el clculo
de la forma de la tierra, el movimiento terrestre y el retomo del cometa Halley.

29 1. Prigogine e 1. Stengers, "La nueva alianza. La metamorfosis de la ciencia". Alianza Univ.,


1990.

358
ORGANICISMO y MECA ICISMO EN LA ILUSTRACIN

nizacin. En consecuencia, presentan nuestros dos naturalistas a la naturaleza


como un sistema unificado, holstico 30.
Al mismo tiempo, la naturaleza en sentido unitario y total, responde a cau-
sas internas que dirigen su propia dinmica. Estructuralmente es orgnica, y en
su dinmica se conduce por fines de autorregulacin, automantenimiento y
autorreproduccin. Esta visin organicista, exige que los organismos en su tota-
lidad cumplan funciones, por las que las partes no slo tengan que interrelacio-
narse sino que asimismo cumplan con sus funciones especficas. Cada rgano
no solamente se debe a la totalidad, sino simultneamente a su particular fun-
cin.
El organismo en su dinmica responde, en consecuencia, a leyes finalistas.
Por ejemplo, con respecto a la reproducCin, Maupertuis indica que en ellqui-
do seminal se contiene una muestra de las partculas elementales de los diversos
rganos: de ah el parecido de los hijos con sus padres; el prototipo de Buffon se
plantea en igual sentido. Pero ms all de cualquier finalidad particular, est la
finalidad de la propia totalidad. El organismo no tiene otra finalidad ms eleva-
da, que la de su propia organizacin31 .
Pero las partes pueden explicarse mecansticamente, nos diran los mecani-
cistas; la organizacin, entendiendo a lo viviente ya no, dirn los organicistas.
No cabe hablar de seres organizados como mquinas. No se niega el movimien-
to; lo que se afirma es la VIDA. Aqul forma parte de su dimensin fsica, eter-
na; sta de su dimensin biolgica, temporal.
De todo lo anteriormente expuesto se deduce el denodado esfuerzo de con-
traposicin entre lo peculiar biolgico y lo peculiar fsico. Lo histrico frente a
lo matemtico. El fin del predominio de las matemticas en el crculo exclusivo
de las ciencias de la naturaleza.
y para finalizar, segn Prigogine, cuatro son los detonantes del acaba-
miento de la "edad de oro" de la ciencia newtoniana:

Primero, la convicin bsica de que el mundo microscpico es simple y est


gobernado por leyes matemticas simples (ah est la mecnica cuntica para
desconfirmarlo);

30 Dada la estructura de un sistema con una diversidad de elementos y una accin producida por
ste, se dice que es holista si: primero, est implicado todo el sistema en su conjunto en la produccin
de esa accin, dndose as una interdependencia interna en los elementos y segundo, las conexiones
entre dichos elementos pueden variar en funcin de los propsitos del sistema..

31 Como indica Jacob en su obra, "la finalidad del ser vivo halla as su origen en la idea misma de
organismo, debido a que las partes deben de reproducirse recprocamente y deben unirse para formar
un todo... ".

359
SEMINARlO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

Segundo, la idea de que la racionalidad newtoniana puede bastar para uni-


ficar el conocimiento (por lo menos hasta mediados del XIX reina el optimismo.
Su punto lgido es la formulacin de la ley de la conservacin de la energa);
Tercero, la no asimilacin e igualdad de tiempo biolgico y/como tiempo
fsico (ah tenemos el "otro" tiempo del que nos habla la termodinmica) y,
Cuarto, la concepcin de la fuerza como mero artificio matemtico
(Newton habl de atraccin, pero no desde su rol de matemtico, sino desde el
de qumico).
Pero hay que colegir con Prigogine que esto no es ms que el botn de
muestra de la muerte de un cierto mecanicismo, Porque el mecanicismo nos
sobrevive, y en algunas versiones, el ms puro y duro.

SOBRE EL ENFRENTAMIENTO ENTRE D'ALEMBERT Y DIDEROT

D'Alembert (1717-1783) comparte con Diderot (1713-1784) el honor de


dirigir la obra emblemtica, no slo de la Ilustracin francesa sino de todo el
XVIII que es la Enciclopedia 32 . Pero tambin se hace merecedor de un lugar
destacado en la matemtica y la fsica dieciochesca como fiel valedor del new-
tonismo.
Su posicionamiento en la obra oscil entre el marcado carcter filosfico
imprimido en el Discurso Preliminar y su vertiente positivo cientificista del lti-
mo perodo. Se muestra newtoniano hasta donde otros, reconocen los errores de
su alineamiento mecanicista.
Venturi 33 apunta una serie de razones por las que D' Alembert sedesencan-
ta, no slo del proyecto enciclopedista sino de su alineamiento con Diderot:

Primero, la falta de una concepcin filosfica real de la naturaleza y s cien-


tfica. Es, como ya hemos indicado, un newtoniano convencido hasta la mdula,
al no saber ver que el gran momento de la matemtica haba cambiado. Al
mismo tiempo se aferra al newtonismo como respuesta airada al baconismo
regresivo de Diderot.
Segundo, su equvovo al encajar a la hora de encajar los ataques asestados
a los dos primeros volmenes de la obra, ataques que D' Alembert asume como
atentatorios a su persona y a su "dignidad literaria".

32 Necesariamente hay que releer, para situarnos ante estos dos personaje~ claves de la polmica,
mi ponencia del ao III en este Seminario "La Ilustracin", al menos en sus apartados pertinentes.

33 F. Venturi, "Los origenes de la Enciclopedia", Editorial Crtica, 1980.

360
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

Tercero, su "sordera social y poltica", segn palabras del propio comenta-


rista, demostrada en su actitud ante la segunda crisis del proyecto; el encarcela-
miento de Diderot, lo que le lleva a recoger velamen; su velada reprobacin por
convertirla aqul en difusora de los ideales sociales y polticos revolucionarios.
Cuarto, no compartir la misma concepcin de las Luces. El proyecto enci-
clopedista, que logr reunir a tan dispares personajes, intereses y perspectivas,
no casaba con su propio talante, mellando asimismo su talla cientfica.

Diderot vaticina los lmites del matematismo y al mismo tiempo, vislumbra


la urgencia de las nuevas ciencias. Considera que las matemticas estn estan-
cadas y las obras de los grandes, slo quedan como monumentos a venerar:

"... me atrevera casi a afirmar que antes de que pasen cien aos, no
se contarn ni tres grandes gemetras en Europa. Esta ciencia se
detendr sin ms, donde la hayan dejado los Bernoulli, los Euler, los
Maupertuis, los Clairaut, los Fontaine y los D'Alembert. Habrn plan-
tado las columnas de Hrcules. No se ir ms all. Sus obras perdura-
rn en los siglos futuros, como esas pirmides de Egipto cuyas masas
cargadas de jeroglficos despiertan en nosotros un sentimiento aterra-
dor de poder y de las riquezas de los hombres que las erigieron "34
Sin embargo, segn otros comentaristas, se cargan demasiado las tintas en
ese supuesto antimatematismo diderotiano, ya que su genio sutil no poda caer
en semejante miopa. Lo que hay en l es un cierto rechazo hacia el universalis-
mo de lo matemtico, en su consideracin paradigmtica.
Nuestro autor entra en la consideracin de lo que son obras oscuras (aque-
llas que no desvelan sus descubrimientos), y una de esas obras oscuras son los
Principia. Explicita que seran ms estimadas si fuesen ms comprendidas. La
nica que tiene derecho, por as decirlo, a ser oscura es la metafsica, mxime
por contener un alto grado de abstraccin: "las grandes abstracciones slo admi-
ten un oscuro resplandor", Pensamiento XXIV de la Interpretacin.
Pero lo que hay en Diderot fundamentalmente, es un nuevo talante hacia las
ciencias de la naturaleza. Estas no pueden ser diseccionadas con el rigor del an-
lisis matemtico ni con su proclama unificadora. Diderot no desestima la apor-
tacin prctica de las matemticas. Pero muestra desconfianza hacia stas cuan-
do pretenden aprehender los procesos internos de la materia. Considera que las
propiedades fsicas o qumicas de los elementos de los cuerpos no pueden estu-
diarse geomtricamente.

34 D. Diderot, pargrafo 13 de IV, "Sobre la interpretacin de la naturaleza" (traduccin de J. M.


Ballorca) de edil. Anthropos, Barcelona, 1992.

361
SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

El porqu del enfrentamiento entre Diderot y D' Alembert, despus del


breve prembulo de sus posicionamientos respectivos, se nos sirve en bandeja.
Diderot tacha de metafsico a D' Alembert por su celo geometrizador y por su
excesiva postulacin uniformadora de los fenmenos, que al final se queda en
una mera cuestin formal; de idealista, por sus vanos intentos de entablar rela-
ciones donde no las hay, reduciendo fsica a geometra. Todo ello lo plasma
Diderot en "Carta sobre los ciegos" de 1749. Las leyes matemticas, conclu-
yendo, no explican la cohesin de los cuerpos fsicos, en sentido orgnico o
molecular.
En "Sobre la interpretacin de la naturaleza" de 1754, muestra su fino olfa-
to con respecto al cambio de rumbo en el estudio de lo natural. La lucha de las
ciencias de la naturaleza, sin embargo, es por partida doble: no slo contra el
excesivo espritu matematizador, sino contra el metafsico.
Pero Diderot se mueve en una concepcin filosfica y no cientfica, an
imprimindola de un renovado vitalismo. Esto por s slo podra pasar por ser
uno ms de los tantos elementos de friccin con D' Alembert. Pero como vere-
mos, ser el fundamental.

La filosofa natural organicista


Sintetizar someramente la visin de lo natural en Diderot se presenta ini-
cialmente dificultoso, mxime cuando el pensamiento de nuestro autor se pro-
yecta, festoneado de influencias y resonancias dispares, en una obra al mismo
tiempo voluminosa y desconcertante por su variedad, y ello sin tener en cuenta
su estilo subvertidor y mordaz hacia los convencionalismos de cualquier tipo.
Diderot es un autor sustancialmente eclctico. Es racionalista cuando hay que
ir contra el racionalismo; materialista contra el mecanicismo; extremadamente
escptico ante posturas de sesgo empirista . Algunos comentaristas histricos
valoran cerrada la consideracin de su talante y de su obra, denunciando su falta
de ecuanimidad ante la coherencia de su posicionamiento con las Luces, en su
rechazo palmario del espritu de sistematicidad del conocimiento, en su "raciona-
lidad experimental" y en su alerta certera de no admitir nada en el conocimiento
que no lo sea previamente por el testimonio de la experiencia y de la razn.
E.Cassirer en "Lafilosofa de la Ilustracin", nos sugiere en l la presencia
de una renuncia a un "espritu de sistema" por un "espritu sistemtico"35. Esto
en Diderot se hace palpable en su desdeo por el uso desmedido de mtodos cla-

35 En el artculo "Philosophie" de la Enciclopedia, define Diderot: "Por espritu sistemtico...


entiendo el que construye planos y forma sistemas del universo a los que despus quiere ajustar, por las
buenas o por la fuerza, los fenmenos".

362
ORGANICISMO y MECANICISMO E LA !LUSTRACIN

sificatorios por parte de ciertos naturalistas, en un ansia de encorsetar la natura-


leza y no dejar que sta se manifieste libremente y se deje tambin, libremente
interrogar.
No pretende establecer sistemas de ideas; el conocimiento no se atiene a
esquemas clasificatorios estereotipados. Estos han de permanecer siempre abier-
tos.
El afn sistematizador ya lo encontrbamos en la clasificacin de la sabidu-
ra en Bacon. Diderot hizo posible la introduccin de Bacon en Francia, cuyos
ejemplos los tenemos recogidos en la Enciclopedia y en la Interpretacin.Otro
elemento discordante ya apuntado entre los codirectores de la obra, al conside-
rar D' Alembert regresiva la recurrencia al ingls por parte de su colega. Pero la
habilidad prestidigitadora de Diderot retrotrae a Bacon como pretexto de dilo-
go aproximativo entre ciencia y filosofa. Comparten sobre todo:

- la utilidad del trabajo, y sobre todo de la fsica experimental,


- el que todo conocimiento tenga que basarse en la observacin;
- la demanda de unificacin de lo racional y lo experimental;
- la repeticin de las experiencias para detallar sus circunstancias y conocer
sus lmites.

El propio ttulo escogido para su obra es un homenaje a Bacon, ya que la


"interpretacin" es el mtodo propuesto por Bacon. Ambos observan el avance
de las ciencias como sinnimo de progreso, pero los marcos histricos son dis-
tintos. En poca de Bacon se est dando el auge de la matemtica y de la nueva
fsica; en la de Diderot, la perentoriedad de nuevos rumbos en la fsica y sus
bifurcaciones.

Pero divergen en:

- su diferente inters por lo viviente y en el escaso papel de la matemtica


en su estudio;
- la sntesis ciencia-arte-accin, con un claro matiz revolucionario en
Diderot;
- la eficacia de la experiencia en el anlisis de los fenmenos;
- el alejamiento del esencialismo metafsico.

Lo que hace Diderot, en suma, es simplificar y racionalizar el legado baco-


niano, adaptndolo a la situacin real del conocimiento y al estado de las cien-
cias de su tiempo, salvando las debidas distancias.

Dentro de su planteamiento organicista, desarrollaremos varios aspectos:

363
SEMINARIO ROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

a) EL MATERIALISMO DIDEROTIANO. Tiene una heterogeneidad gen-


tica digna de mencin. Parte de una posicin desta alejada tanto del cristianis-
mo como del fanatismo religioso, se impregna del entusiasmo de Shaftesbury
por la armona universa1 36 , hasta desembocar en un materialismo que se ali-
menta al mismo tiempo de tres fuentes diferentes: 1.0 del materalismo vitalista,
heredero de los quimiovitalistas de Montpellier, de autores como Needham y
Buffon, y 2. Yfundamentalmente, del materialismo de D'Holbach. Examinemos
cada uno de ellos.

En "Carta sobre los ciegos" esboza inicialmente su materialismo como otro


elemento ms de divergencia con D' Alembert -el referido al punto de vista de
la prctica y de la experimentacin cientficas-o Hay resonancias del materialis-
mo antiguo en esta obra y sobre todo, del "De Natura Rerum" lucreciano. A
Diderot no le qued ms remedio que acercarse a este autor para as configurar
lo que desde instancias epistemolgicas de su propio siglo no podan reportarle.
Pero en sus obras de madurez, "Sobre la interpretacin de la naturaleza"
(1754), el "Sueo de D'Alembert" (1769) y los "Principiosfilosficos sobre la
materia y el movimiento" (1770) entre otras, son las que rinden cuentas de su
posicionamiento organicista.
Siguiendo la concepcin global que de Diderot hace Jouary37, la resumira-
mos en cuatro ideas:

Primera: Toda materia es movimiento.


Segunda: Toda materia es vida.
Tercera: Toda materia surge por generacin espontnea.
Cuarta: Toda materia se reproduce en un proceso de transmisin y
combinacin de caractersticas especficas.

Estas cuatro ideas constituyen, no un proyecto especulativo cerrado, sino


exigencias de la investigacin cientfica. El papel de la filosofa en todas ellas es
el de facilitacin del marco de coherencia indispensable para dicha investiga-
cin.
El movimiento es la propiedad consustancial de la materia. Hay influencias
en esta idea, del materialismo d'holbachiano,que considera que la materia posee
una fuerza interna, una energa potencial que acta con fuerza propia y direc-

36 Este autor (1671-1713) considera que tanto la conducta del hombre virtuoso como el universo
estn en orden, verdad, belleza y proporcin igualmente armonizados.

37 J. P. Jouary es uno de los mximos especialistas en Diderot y la filosofa del XVIII.

364
ORGANICISMO y MECANICISMO E LA ILUSTRACIN

cin. Ese movimiento sustancial como energa vital es una posible apelacin al
mismo tiempo, de la sustancia spinoziana:.

"Qu es un ser?La suma de un nmero de tendencias... Puede ser


otra cosa que una tendencia? No, vaya un fin ... y las especies? Las
especies no son ms que tendencias hacia un fin comn que les es pro-
pio... Y la vida? Una serie de acciones y reacciones. Vivo, acto y
reacciono en masa... Muerto, acto y reacciono en molculas... "38.

Este movimiento no es, ni en D'Holbach ni en Diderot puro desplazamien-


to mecnico sino fuerza viva, energa. Las partculas o molculas se atraen, estn
en traslacin o en energa potencial (nesus). Y aunque la materia sea movimien-
to, sta no es homognea; es heterognea. Los cuerpos materiales son diversos,
con propiedades, con accin. Esa idea de heterogeneidad es leibniziana, y al
igual que en este autor, esa diversidad material no es el resultado de una hetero-
geneidad cualquiera. Asimismo aqu est presente el principio formulado por el
alemn, de los indiscernibles, por lo que resultara contradictorio que al simul-
tneamente Diderot acogiese la nocin de sustancia spinozista:

"Slo existe una manera posible de ser hOl11ogneo. Existen infinidad


de maneras posibles de ser heterogneo. TW"l/llposible me parece que
todos los seres de la naturaleza hayan sido producidos con una mate-
ria perfectamente homognea como que se les pudiera representar con
un solo e idntico color. Creo incluso entrever que la diversidad de los
fenmenos no puede ser el resultado de una heterogeneidad cualquie-
ra. Llamar pues elementos a las distintas materias heterogneas nece-
sarias para la produccin general de los fenmenos de la naturaleza;
y llamar naturaleza, al resultado general actual, o a los resultados
generales sucesivos de la combinacin de los elementos. ... Hay, ha
habido, o habr una combinacin natural, o una combinacin artifi-
cial, en la cual un elemento es, ha sido o ser llevado hasta su mxima
divisin posible. La molcula de un elemento en ese estado de divisin
ltima es totalmente indivisible... resulta que hay molculas esencial-
mente diferentes en masa y no obstante absolutamente indivisibles en
s mismas "39.

38 Pg. 20 de el "Sueo de D' Alembert", Col. Clsicos del Pensamien~o de la Editorial Debate,
Madrid, 1992.

39 Pago 137, cuestiones LVIII de "Sobre la interpretacin de la naturaleza".

365
..t
---- SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

En el Sueo nos dice Diderot: "En este inmenso ocano de materia, ni una
molcula se parece a otra" (pg. 12).
La segunda de las ideas estudiadas por Jouary apela al ncleo fundamental
de su materialismo vitalista, de corte organicista.
En "Carta sobre los ciegos" expone Diderot, entre otras ideas, la de que la
naturaleza nunca ha sido siempre as, tal como la vemos. Tiene historia. Puesto
que la materia es movimiento, el mundo est en continuo proceso de cambio
material. Pero cabe entender en sentido regenerativo, no evolutivo, entendien-
do por regeneracin fundamentalmente reorganizacin. La vida en estado laten-
te se encuentra,en sus elementos, dispersa, pero la materia es reactiva, se vuelve
a organizar. Todo es un simple proceso de accin-reaccin.
Aqu sobra aadir que se encuentran presentes las influencias de los natura-
listas Maupertuis y Buffon, pero sobre todo, de ste ltimo. Lo que hace Diderot
es presentar esas influencias a modo de conjeturas:
3 "Si volvemos la vista a los animales ya la tierra bruta que pisan; a
las molculas orgnicas y al fludo en el que se mueven; a los insectos
microscpicos, y a la materia que los produce y los envuelve, es evi-
dente que la materia en general est dividida en materia muerta y en
materia viva. Pero cmo puede la materia no ser una, o toda ella viva
o toda ella muerta? La materia viva est siempre viva? Y la materia
muerta est siempre realmente muerta? No muere nunca la materia
viva? La materia muerta no empieza nunca a vivir?

8 En geometra, una cantidad real unida a una cantidad imaginaria da


un todo imaginario; en la naturaleza, si una molcula de materia viva
se une a una molcula de materia muerta, el todo est vivo, o estar
muerto?

11 Son los moldes principios de las formas? qu es un molde? Es


un ser real y preexistente? O se trata solamente de lmites inteligibles
de la energa de una molcula viva unida a materia muerta o viva; lmi-
tes determinados por la relacin de la energa en todos los sentidos,
con las resistencias en todos los sentidos? Si es un ser real y preexis-
tente, cmo se ha formado ?40

Pero la materia al reorganizarse, y volviendo a insistir nuevamente, lo hace


atractivamente. A Diderot no le queda ms remedio que aceptar la atraccin, por-

40 Ob. cito en notas precedentes.

366
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

que est en el ambiente y es compartida por los naturalistas citados. Pero mati-
za, dicha fuerza no explica los cambios.
Cmo se explican, en esencia, dichos cambios? En qu radica el poder
transformador de la materia, poder que l defiende, oponindose por ensima
vez a un D' Alembert que postula la inmovilidad? Esto nos remite al origen de la
vida y al tema candente en su tiempo, para decirlo en trminos actuales, cmo
de condiciones abiticas se da lo bitico y viceversa. Por tanto, entramos en la .
tercera idea.

Diderot, al plantear el tema de si la materia viva procede de s misma (ani-


malizacin) o de la materia inerte, lo hace basndose en experiencias que se
llevaron a cabo en su poca41 (e igualmente acoge el trmino de su amigo
D'Holbach). Comparte slo meridianamente las ideas sobre los cambios de los
dos transformistas sobradamente citados, pero no sus explicaciones epigenticas.

5 "Lo que llamamos materia viva, no sera solamente una materia que
se mueve por s misma? Y lo que llamamos materia muerta, no sera
una materia mvil por otra materia?

6 Si la materia viva es una materia que se mueve por s misma, cmo


puede dejar de moverse sin morir?

13 Existen materias vivas especficamente diferentes de materias


vivas, o es toda materia viva esencialmente una e idntica? Lo mismo
pregunto sobre las materias muertas.

14 Se combina la materia viva con materia viva? Cmo se verifica


esta combinacin? Cul es su resultado? Lo mismo pregunto sobre la
materia muerta.

15 Si pudiramos suponer toda la materia viva, o toda la materia


muerta, habra otra cosa que no fuera materia muerta, o materia
viva?, o no podran las molculas vivas recuperar la vida, tras haber-
la perdido, para perderla de nuevo, y as sucesivamente, hasta el infi-
nito"42.

41 Tremblayen 1740 hace experimentos con plipos de agua dulce; Spaanzani en 1768, con lom-
brices de tierra, caracolas y salamandras.

42 Ob. cito en notas precedentes.

367
SEMINARIO OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

En el "Sueo de D'Alembert" Diderot pone en boca de Bordeu lo siguien-


te: "Los rganos producen necesidades y viceversa, las necesidades, los rga-
nos", lo cul explica su concepcin del cambio, en clave transformista. Pero
Jouary indica ms bien el acercamiento diderotiano a Lucrecio ("todos los rga-
nos son anteriores al uso que de ellos han podido hacerse. No han sido, pues,
creados en funcin de nuestras necesidades". De Natura rerum, IV, verso 841).
Diderot tiene la frmula clara, pero no cuenta con los medios. Estos sola-
mente estarn a disposicin de Lamarck.
Si la materia se animaliza lo hace en aras de la organizacin. Las partes se
estructuran en el todo material orgnico, y reorganizndose se interpenetran, con
lo cul se reafirma la unidad de lo material y de la diversidad-heterogeneidad en
dicha unidad. Y de nuevo, coincidencia con el barn, al apelar a la animalizacin
como hiptesis del paso de un nivel a otro de organizacin.
Tambin se vuelve a concretar la influencia de Buffon al inscribir lo vivo en
una unidad viviente, como principio biolgico. Ese molde interno, conforma las
individualidades morfolgicas y al mismo tiempo, presenta a esa unidad vivien-
te como un sustrato material nico, combinable en infinitas variaciones 43 .

b) LA IDEA DE CONTINUIDAD.Nos encontramos de frente, con esta idea


en la naturaleza, ya que entre los reinos de la misma (mineral, vegetal y animal)
se da la encadenacin, y si se dan discontinuidades son meramente aparentes, o
bien hiptesis sobre especies desaparecidas, o de entre las ya conocidas, todava
no descubiertas y suficientemente estudiadas:

"Parece que la naturaleza se haya complacido en variar el mismo


mecanismo de infinitas maneras diferentes. Slo abandona un tipo de
producciones despus de haber multiplicado los individuos bajo todos
los aspectos posibles "44.

Segn Lovejoy45, desde el momento que concebimos un plan y estructura


del mundo compuestos por la lgica del principio de continuidad, podemos
hablar de un gran encadenamiento (l utiliza la denominacin "gran cadena del

43 Robinet (1735-1820) tambin le influye pues en "De la Nature" (1776) dice: "Aunque la mate-
ria es esencialmente orgnica, dotada de la facultad de nutrirse, crecer y engendrar, toda materia es,
pues, animal".

44 Ob. cit. en notas precedentes.

45 A. O. Lovejoy, "La Gran Cadena del Ser", edil. Icaria, Barcelona, 1983.

368
ORGA ICISMO y MECA ICISMO EN LA ILUSTRACIN

ser"). Esta se confirma definitivamente en todo el siglo XVIII, y sobre todo, en


uno de sus seguidores ms entusiastas, Diderot:
"Dejen de lado sus individuos y contstenme! Hay en la naturaleza
un tomo rigurosamente idntico a otro tomo... ? No. No me conce-
den que en la naturaleza todo est ligado y que es imposible que haya
un vaco en la cadena? Qu quieren decir ustedes con sus individuos?
No los hay, no, no los hay... Slo hay un gran individuo, el todo"46.

Ya Locke habla sobre la gradacin de los seres y de especies con diferen-


cias imperceptibles. De ah queellugar del hombre en la misma y su distancia-
miento con el resto de los seres viVIentes tenga que ser mnima para su compa-
tibilidad con la susodicha idea de continuidad pero al mismo tiempo, con las
ideas transformistas primero, y en plena efervescencia, y con el evolucionismo
despus. Tambin y siguiendo al mismo autor, la apelacin al todo supone la gra-
dacin perfectiva de sus partes. Pero esas gradaciones son artificiales, segn la
interpretacin lockiana.
Leibniz, al hablar del mismo principio llegaba a similar conclusin que
Locke. Y es que asimismo se encuentra ste gravitando detrs de ese encadena-
miento de los seres, al igual que Robinet Bonnet o La Mettrie47 .
Idea de continuidad, pues, con una raigambre cada vez mayor entre los natu-
ralistas del XVIII, lo que les lleva frenticamente a buscar eslabones perdidos
para rellenar los huecos y as seguir afirmndose en dicho principio.
Nueva afirmacin de la vitalidad de la materia, en forma de sensibilidad.
Diderot la avanza como propiedad fundamental de la materia:

"... y habra definido al animal en general, como un sistema de dife-


rentes molcu?as orgnicas que, por el impulso de una sensacin seme-
jante a una impresin obtusa y sorda que les ha dado quien cre la
materia en general, se ha combinado hasta que cada una haya encon-
trado el lugar ms adecuado para su figura y reposo"48.

Pero no es la homnima de las partculas vivientes espiritualizadas de


Maupertuis ni de las molculas orgnicas de Buffon. En el "Sueo de

46 Pg. 20 de el "Sueo de D'Alembert".

47 Bonnet (1720-1793), zologo y botnico de corte epigenista, plantea'el tema de la filognesis;


La Mettrie (1709-1751) autor sensista de corte materialista escribi "El hombre mquina".

48 Pg. 119, LI de "Sobre la interpretacin de la naturaleza".

369
SEMINARIO ROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

D'Alembert" describir la sensibilidad material como propiedad activa y pasiva


de la materia, salto poderoso entre lo mvil y lo inerte:
"... Primero usted no era nada. Empez a ser un punto imperceptible,
formado de molculas ms pequeas an, dispersas en la sangre, en la
linfa de su padre o de su madre; ese punto se convirti en un hilillo
suelto, luego en un haz de hilos... Cada una de las molculas de ese haz
se transform en un rgano particular (. .. ). El haz es un sistema pura-
mente sensible; de mantenerse en esa forma, sera susceptible de todas
las impresiones relativas a la sensibilidad pura... Pero esa sensibilidad
pura y simple (. .. ) se diversifica en los rganos que emanan de cada
una de las molculas... "49
Ese salto que ya adelantbamos ms arriba, constituye una de las grandes
polmicas entre los naturalistas y los qumicos. Diderot insta a los ltimos para
esclarecer el papel de la sensibilidad en el mbito de lo vivo, como producto de
su organizacin vital.
La cuestin se plantea en trminos excluyentes: o la sensibilidad reorganiza
la materia continuamente no pudindose hablar de vida o de muerte, o bien la
materia empieza su "vitalidad" desde el momento en que se organiza sensible-
mente. Diderot vacila en un principio.
Esa organizacin material presenta tres niveles: el animal, el orgnico y el
molecular, pero no como tres niveles de vida distintos sino en gradacin ascen-
dente y acumulativa.
c) LA HIPTESIS DE LA GENERACIN ESPONTNEA. Los tres nive-
les de vida de la materia conducen a Diderot a plantearse la gnesis de lo vivien-
te y a dirimir entre los diversos posicionamientos en boga. Los planteamientos
epigenticos de Maupertuis y de Buffon quedan descartados; quedan la escuela
de Montpellier, los trabajos de Ronnet y Robinet y, sobre todo, Needham.
Diderot inicialmente coquete con las hiptesis de la preformacin de los
grmenes. Los experimentos de la escuela montpellierana le van desistiendo de
su adhesin a las hiptesis iniciales, para desembocar en la doctrina de la gene-
racin espontnea, la cul haba cobrado un nuevo impulso gracias a los traba-
jos de Needham50 , por lo que le centra en una postura definida sobre el tema de

49 Pg. 25 de el "Sueo de D' Alembert".

50 Este autor, conocido con el sobrenombre de "el anguilero", llev a cabo experimentos que fue-
ron duramente criticados por Spallanzani, experimentos consistentes en dejar fermentar y putrefactar
infusiones vegetales y orgnicas para producir animalnculos -especies de anguilas-, y demostrar as la
espontaneidad de los procesos de formacin vital. Needham apunta directamente al transformismo;
influir en Buffon y Maupertuis, y ste lo har en Lamarck.

370
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

la formacin de io viviente, llevado ms por una conviccin filosfica -as se


ahorraba un dios creador- que cientfica.
Pero al igual que ya le ocurriera con el tema de la atraccin, ante el peso
considerable de las tesis de la preformacin, acaba sucumbiendo ante ellas, pero
con el matiz de que los grm~nes preexistentes son producto de la materia, nunca
de Dios, tal como sostenan en este sentido sus ms acrrimos defensores.
Queda en ltimo lugar considerar la cuarta de las ideas, y es la referida al
tema de LA REPRODUCCIN DE LO VIVIENTE.
Si el espontanesmo, no slo explica la gnesis de los seres vivos sino que
justifica la existencia de fuerzas internas en la materia, valedoras de la especifi-
cidad de lo biolgico, una vez acaecida la gnesis, hay que explicar el hecho
reproductivo.
Rechaza las teoras de Bonnet y Hartzsoecker51 , para adherirse a Buffon.
Considera que la reproduccin es un proceso tendente a la transmisin, a partes
iguales, de los caracteres de cada especie en general y de cada progenitor en par-
ticular. El que se d una combinacin a partes iguales, sugiere a Diderot el apoyo
del clculo de probabilidades para aproximamos a la combinatoria posibilista de
la naturaleza.
No hay una idea de evolucin de las especies propiamente dicha, s un pre-
transformismo de influencia directa en Lamarck, insistiendo en que su preocu-
pacin por el tema no es cientfica, y s filosfico materialista.
Considera que los seres vivos combinan tres causas materiales: la adapta-
cin de los organismos a su medio (pero sin explicitar dicho concepto); la orga-
nizacin como determinante de las necesidades y la reactuacin de stas sobre
la organizacin hasta originar nuevos rganos, segn ya hemos expuesto.
En trminos genricos, todo lo anteriormente expuesto por Diderot fue una
ocasin perdida para que D' Alembert pudiera haberla aprovechado en la articu-
lacin de una crtica contra los devaneos cientificistas de su compaero a la hora
de dar solidez a sus tesis organicistas y materialistas, en vez de ir contra del
mecanicismo oficial que a su ojos convena adecuadamente al tratamiento filo-
sfico de la naturaleza. Devaneos por parte de Diderot -dejando aparte sus bue-
nas intenciones- que al querer respaldarse en los trabajos cientficos ms repu-
tados y progresistas de su tiempo, no quedan reflejados sus argumentos con el
debido rigor cientfico.
Pero si su discurso no es cientfico, tampoco lo es filosfico al estilo de la
poca, al empearse sus colegas de siglo en elaboraciones metafsicas e idealis-
tas.Reivindica apasionadamente el respeto e importancia que la visin filosfica
debe infundir:

51 El primero de ellos afirma que es en el ovario femenino donde se encuentra la "cuna de la huma-
nidad" por as decirlo, frente al segundo, que la atribuye a los espermatozoides.

371
SEMINARIO ROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

XVIII
"La verdadera manera de filosofar hubiera consistido y consistira en
aplicar el entendimiento al entendimiento; el entendimiento y la expe-
riencia a los sentidos; los sentidos a la naturaleza; la naturaleza a la
investigacin de los instrumentos; los instrumentos a la bsqueda y a
la perfeccin de las artes que entregara al pueblo para ensearle a
respetar la filosofa.

XIX
Slo hay una manera de presentar la filosofa como algo verdadera-
mente recomendable a los ojos del vulgo; es mostrrsela acompaada
por la utilidad. El vulgo pregunta siempre: para qu sirve?, y no hay
que encontrarse nunca en situacin de decir: para nada; no sabe que
lo que ilumina al filsofo y lo que sirve al vulgo son dos cosas muy dis-
tintas, ya que el entendimiento del filsofo es a menudo esclarecido por
lo que perjudica, y oscurecido por lo til.

xx
Los hechos, sean de la naturaleza que sean, son la verdadera riqueza
del filsofo. Pero uno de los prejuicios de la filosofa racional es que
quien no sepa contar sus monedas no ser ms rico que quien slo
tenga una. Desgraciadamente, la filosofa racional se dedica mucho
ms a cotejar y relacionar los hechos que posee, que a recoger otros
nuevos "52.

Es un materialista con todas las consecuencias, con todas las connotaciones,


posibilidades y limitaciones reales de su tiempo, pero condiciona desarrollos
posteriores, porque la filosofa dieciochesca obstaculiza los desarrollos episte-
molgicos en puertas. Su materialismo lo orienta hacia la prctica cientfica
como criterio de verdad. La biologa en sus inicios reconoce lo material, aunque
apela a fuerzas ocultas, como lo hace la qumica y la medicina en su gnesis.Pero
su concepcin material de lo vivo se desvincula de la interperatcin matemtica
de la naturaleza y le acerca a disciplinas precientficas. Es coherente y contra-
dictorio al mismo tiempo. Coherente frente a las ciencias de su tiempo, y con-
tradictorio con las mismas por el estado del desarrollo de los conocimientos.
Pero esa coherencia contradictoria, segn Jouary, puede responder -y responde-
a razones objetivas, tal y como hemos intentado exponer.

52 Ob. cit. en notas precedentes.

372
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

CONCLUSIONES

No es casual que en etapas histricas de trnsito hacia nuevas vlSl0nes


explicativas del mundo -y nuevos conocimientos encargados de acometerlas-, en
donde sus precedentes entran en crisis abiertas con las innovadoras o choquen
frontalmente con sus propias carencias epistemolgicas, surjan elaboraciones
iniciales con una fuerte carga preCientfica, como ya ocurriera en la transicin de
la filosofa natural del Renacimiento a la revolucin cientfica del XVII, en
donde la apelacin a los elementos mstico mgicos era terreno comn abonado
para la germinacin de las nuevas ideas sobre lo natural. Y al igual que sucedie-
ra entonces, siempre salen a escena de forma destacada personajes -Bacon y
Bruno- que, bien por su proclividad hacia la bsqueda insaciable de nuevas
explicaciones y de terrenos inhspitos por descubrir, bien porque con sus obras
abren caminos para la mejor circulacin de las nuevas teoras pergean orienta-
ciones innovadoras, previa confrontacin con lo establecido. Este, salvando
todas las distancias, podra ser el caso de Diderot en el XVIII.
Con todo esto queremos llamar la atencin sobre la justificacin del choque
frontal y cambio epistemolgico que supone el mecanicismo newtoniano y el bio-
logicismo de corte organicista. El primero, que ofrece un mundo de estabilidad y
permanencia, en donde los procesos naturales quedan bajo el dominio de un
pequeo conjunto de leyes, se encuentra aparatosamente con el segundo, que ofer-
ta una visin en donde las evoluciones y las crisis, la inestabilidad y la gnesis,
son constantes de una naturaleza paradjicamente unitaria, diversa y diferente al
mismo tiempo, susceptible de legislacin desde otros novedosos presupuestos.
El mecanicismo se insert por ello, inestablemente en una sociedad que cla-
maba racionalidad, aupndose a sus hombros hasta hacer acallar las reacciones
antirracionalistas ms arriba mencionadas. Por lo que es lgico convenir en el
merecido triunfo del newtonismo en una Europa -y sobremanera en Francia-
que que haca de la Razn su sea de identidad.
En los honrosos intentos de evitacin de los choques, siempre salen al can-
delero posturas conciliadoras, y ese pudiera ser el caso de la biologa mecani-
cista, haciendo descansar el orden de los procesos vitales en la comparacin con
el modelo de estructuras fijas que son las mquinas. Esta versin de la biologa,
al hacer destacar que tanto la orientacin como las metas son las mismas, hace
coincidir mquina y organismo. Pero ni meridianamente pudieron, ni en la forma
ni en el contenido coincidir primeramente, mecanicistas y vitalistas y ms tarde,
mecanicistas y biologicistas. La dinmica de lo viviente, no es la dinmica de las
interacciones a distancia, que explica la fsica, lo mismo que las extraas analo-
gas entre la atraccin fsica y las afinidades qumicas, no podan prosperar ante
los newtonianos oficiales como D' Alembert.

373
~t
---- SEMINARIO ROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

Si el estudio que de la dinmica hace el mecanicismo supone concebir el


movimiento como sucesin de momentos estticos, no es de extraar que la
adopcin de los axiomas newtonianos, segn Nagel en "La estructura de la
ciencia", nos haga asimismo adoptar un modo de entender y analizar el movi-
miento, en detrimento de otros posibles enfoques. .
Enlazando todo lo precedente incluso con las tres condiciones que ha de
cumplir una explicacin mecnica, segn el mismo autor, y que pudiera acercar
posturas entre un cierto tipo de mecanicismo -el de tipo unitario o cartesiano y
el organicismo- tampoco satisfara la comprensin de esa dinmica vital, por
mucho que se intente traducir en trminos de emanaciones materiales invisibles,
impulso interior, espritus animales, etc.
Por ltimo, y en lo referente a este captulo, la tendencia a la simplificacin
de fenmenos complejos en simples no deja de ser una forma de reduccionismo,
como tambin lo es compilar las instancias biolgicas como fsicas, aspecto per-
fectamente comprensible si atendemos a desarrollos contemporneos como el
que viene planteado en "Epistemologa" de M. Bunge, en su pirmide de los
niveles de organizacin.
El dilogo -experimental es el constitutivo de lo que llamamos ciencia
moderna, segn Koyr. Y es en esa coyuntura donde quiere situarse, por derecho
propio, Diderot, no slo a travs de su proyecto de fsica experimental, sino
como puente tendido hacia los nuevos desarrollos epistemolgicos y la urgencia
en la diferenciacin de la nueva ciencia de lo natural, la biologa.
Diderot se esfuerza,por presentar a la naturaleza como un sistema comple-
jo, laberntico, cuando toda la filosofa de la Ilustracin camina en la direccin
contraria de la simplificacin, segn Lovejoy. Pero quiz este autor no sepa que
Diderot lo hace en respuesta a ese demoledor reduccionismo mecanicista. La
naturaleza es prototipo de mltiples interrelaciones, modelo de entropa negati-
va, como medida de orden y de organizacin. Con la defensa que hace de una
elaboracin del conocimiento con espritu sistemtico, se lanza a anunciarla, tra-
ducindola a trminos de ontologa sistmica de corte bungiano, como "biosis-
tema definible en trminos de las nociones de las partes, de su composicin y de
sus interacciones mutuas". Lo viviente orgnico en Diderot se presenta diferen-
ciado de los sistemas qumicos, si bien stos lo haran comprensible.
Esta versin de lo orgnico en el XVIII tiene caractersticas distintivas de lo
orgnico (como vitalismo) del XIX. Segn se ha podido inferir, no se desarrolla
en ninguno de los materialistas dieciochescos la idea de que los procesos vitales
tengan propiedades totalmente ajenas a la fsica en trminos absolutos. En
Diderot, pero de forma ms puntual en D'Holbach, lo vivo tiene una estructura
fsica, que nunca es negada, pero con una organizacin exclusiva. En el organi-
cismo del XIX, la materia viva adquiere un tratamiento diferencial y separado de

374
ORGANICISMO y MECANICISMO EN LA ILUSTRACIN

lo fsico, con una ontologa distinta, mxime si se llega incluso a integrar en el


concepto de lo vivo la experiencia de la existencia animal y humana (Rousseau
fue un caso aparte en su siglo).
Su materialismo, segn Jouary le condujo al desconocimiento del papel de
las matemticas en las ciencias de la naturaleza, de ah su acercamiento al pre-
cientificismo. Ya Leibniz haba intentado demostrar que las matemticas podan
ser compatibles con un mundo mltiple, cualtitativamente diferenciado. Pero al
igual que le pasara a Bacon o a Bruno, tena las ideas pero no los medios, Trat
temas prioritarios como la determinacin de fronteras entre lo viviente y lo iner-
te, cmo lo qumico se solapa en lo biolgico, la problemtica de la singularidad
de lo viviente. Todos estos temas esboz en sus obras. Pero no le toc resolver-
los.

375
SEMINARIO ROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA - Ao V

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