Capitulo 1 tica -
1. Naturaleza de la tica.
Permanentemente se valora la realidad. A travs de los juicios ticos, se compra lo que pasa con lo que debera
pasar- Es cuestin del bien y del mal esta ntimamente relacionada con el obrar humano.
Una persona es lo que su comportamiento moral y por eso la tica resulta tan importante que no deja indiferentes a
los hombres.
La persona comenz a plantearse estas cuestiones cuando tomo consciencia que el ejercicio de su accin libre no
significaba simplemente una eleccin sobre cosas externas a ella.
Esta es la ms inmediata y evidente dimensin de la libertad, pero no la nica.
Es el sujeto el que, como consecuencia de sus acciones alcanzara la felicidad o frustracin. Por eso al tomar
conciencia de su libertad y ejercerla, el hombre se enfrenta con la cuestin de su responsabilidad.
Cada persona es protagonista de su propia vida y, por lo tanto, de su existencia moral. Teniendo en cuenta un
conjunto de ideas, valores y criterios, toma determinadas decisiones y enjuicia el comportamiento de los dems. El
hombre es capaz de investigar racionalmente los fundamentos de la moralidad de sus acciones. La tica pretende
esclarecer filosficamente la esencia de la vida moral, con el propsito de formular normas y criterios de juicio que
puedan constituir una valida orientacin e el ejercicio responsable de la libertad personal.
La tica es la parte de la filosofa que estudia la vida moral del hombre. Se centra dentro de la realidad humana: el
comportamiento libre de la persona y, por ende, su conducta responsable. La tica reflexiona sobre la realidad por
sus ltimas causas, por sus ltimos porques. Estudia la verdad ultima acerca el sentido de la vida humana, desde
una perspectiva de totalidad y con el propsito de sacar a la luz sus aspectos mas profundos un universales.
Reflexiona sobre el significado ultimo y profundo de la vida moral y se pregunta por el fin que persigue el hombre
en su vivir, a partir de esa meta, aquellos comportamientos mediante los cuales podr alcanzar la felicidad. La tica
esta al servicio del hombre para ayudarlo a vivir mejor, en un sentido mas humano.
El origen etimolgico del termino tica:
Es un trmino muy antiguo, usado con frecuencia ya en el mundo griego. Procede del vocablo ethos y se traduce
por ciencia de las costumbres. Lo mismo se aplica al trmino moral, que deriva del latn mos, es decir
costumbre.
tos y tos. El original parece ser tos, que significa costumbre, y se refiere a los usos y principios que rigen en una
comunidad y guan la vida de la polis.
Se trataba de una poca cultural en la que el individuo era considerado miembro de un grupo social y, en
consecuencia, se deba regir por aquellos principios que favorecan la convivencia. Tal conducta fomentaba ciertos
usos o costumbres sociales que motivaban hbitos de comportamiento en cada persona.
tica evoca la conducta social ms que la valoracin de las acciones que se originan en la propia conciencia
individual. La eticidad de cada persona se enriquece en la medida en que interioriza esas normas morales que rigen
en la vida social, al mismo tiempo que la conducta personal se reflejara de inmediato en su comportamiento en la
convivencia social.
tos, se refiere al carcter (segn Aristteles) o al modo habitual de ser. Hace referencia a la personalidad. Remite
al conjunto de cualidades que distinguen a una persona en su obrar. Cuando hablamos de carcter o forma de ser,
no c alude al temperamento o a la constitucin psicobilogica innata de una persona, sino a la forma d ser que ella
adquiere para si misma a lo largo de su vida, emparentada con el habito que es bueno, si la perfecciona (virtud), o
malo si la pervierte (vicio). Muchas veces, la tica se identifica con el ejercicio de las virtudes o hbitos que el
hombre se esfuerza por adquirir.
En latn, mos, del que deriva moral, significa costumbre y de ah que se considere la moral como la ciencia de las
costumbres.
La tica se usa para las ciencias filosficas y la moral para la teolgica que estudian las acciones que tienden a
alcanzar el fin sobrenatural del hombre..
Moral se aplica al acto humano con relacin al bien y por eso actualmente se presenta una tendencia a usar ambos
trmino tica y moral- indistintamente.
Lo tico comprende las disposiciones del hombre, su carcter y sus costumbres, que constituyen a un modo propio
de ser, una forma de vida que se va adquiriendo da a da a lo largo de la existencia.
En la lnea de Tomas de Aquino, la moral ha de preocuparse, de la personalidad o modo de ser moral o de lo que el
Aquinate denomina virtud moral
La tica o moral, estudiara los principios que orientan la conciencia en la bsqueda de la eleccin y de la ejecucin
del bien.
La tica considera que las acciones humanas en su relacin con el modo de ser que la persona adquiere a travs de
ellas, teniendo en cuenta el fin que se propone alcanzar.
La tica estudia la conducta humana voluntaria incluyendo todas las acciones y omisiones sobre las cuales el ser
humano ejerce un control personal porke desea y entiende esos actos en relacin con un fin que tiene en vista.
La tica es aquella parte de la filosofa que estudia las acciones humanas consideradas en relacin con su fin
ultimo, tratando d obtener, mediante un mtodo adecuado y apoyada en unos principios de validez universal,
un conocimiento cierto y sistemtico de la debidas ordenacin.
1.2 La tica como un saber especulativo, prctico y normativo
Cuando se habla de la tica como la ciencia de las costumbres no significa que se limita a consignar, ordenar y
clasificar los hbitos o modos de obrar del hombre o de un grupo social determinado.
La tica se ocupa del bien o del mal que estn intrnsecamente unidos a toda accin humana y a la finalidad de cada
existencia.
La moralidad es una realidad operable y efectiva solo si es obrada por el hombre, por eso c dice k es objeto de
realizacin y no simplemente de contemplacin. La tica c refiere a ella como algo k debe ser llevado a la practica,
o sea, que debe ser aplicado.
La tica formula y fundamenta filosficamente juicios de valor y normas de comportamiento de validez absoluta,
con la intencin de orientar el ejercicio de la libertad personal hacia el bien de la persona humana como tal.
La tica no es un saber puramente especulativo, sino que, por su objeto, es tmb una ciencia prctica.
La tica filosfica es un saber prctico no slo porque se refiere a las acciones, sino porque es un conocimiento que
acompaa y dirige la accin, orientando el recto uso de la libertad: es un saber directivo de la conducta humana. Su
principal finalidad est en la realizacin de esos conocimientos. La tica es un saber para actuar.
La tica es una ciencia normativa, tmb, porque establece leyes o normas para que el hombre sepa elegir bien. Al
estudiar las normas, se distingue de las ciencias descriptivas o facticas. C ocupa de ke el hombre debe hacer para
vivir y como debe vivir para ser lo que tiene ke llegar a ser, para alcanzar su fin ultimo, aquello que en vistas de lo
cual existe y hacia lo que se encamina en cada decisin libre.
La tica es la consideracin cientfica mas ajustada de la actividad humana. Es un conjunto de conocimientos
sistemticos, racionales basados en la experiencia y fundados en principios, como se vera mas adelante.
3- La relacin de la tica con otros saberes.
La tica c relaciona con todas las ciencias cuyo objeto d estudio es el hombre: psicologa, sociologa, antropologa,
derecho, economa.
lo k hoy c llama tica c refiere a los aspectos mas generales de ese vivir bien tan difcil d precisar
3.4 tica y economa
La economa se presenta como una dimensin esencial de la actividad humana; es parte del modo de ser del
hombre y una clara manifestacin de su sociabilidad. Estudia como las personas y los grupos sociales deciden
utilizar sus factores productivos para conseguir bienes y servicios que contribuyan al bienestar de todos.
Cuando la economa propone normas de accin, estas no son independientes de la tica. La moral debe orientar
tambin la conducta econmica.
La economa no es un saber neutro, sino que esta subordinado al bien de la persona humana y de la sociedad. La
ordenacin del trabajo, de la produccin y del consumo tiene que responder plenamente a la verdadera dignidad del
hombre, principio y valor tico insustituible de la actividad econmica.
3.5 tica y metafsica
Un sistema tico responder a la concepcin metafsica de quien lo propone.
La metafsica estudia al ser como tal y la tica, al ocuparse de los actos humanos, estudia una clase de ser. Por lo
tanto se apoya en conceptos metafsicos.
La M es el ncleo fundamental de la interpretacin de la realidad propia de la filosofa del ser. La tica toma
algunos conocimientos que proporcionan la explicacin ltima de la vida moral., ya establecidos por la metafsica:
existencia de dios, creacin del mundo, y del hombre por parte de El, etc.
La tica es la ciencia del bien y del mal de los actos humanos: la metafsica, donde tiene sus supuestos la tica,
esclarece el fin ltimo del hombre, Dios, cuya ley eterna debe adecuarse a la humana voluntad libre.
3.6 tica y antropologa
La antropologa es una ciencia especulativa, mientras que la E es tambin practica.
La ciencia moral estudia el comportamiento del hombre y la antropologa se ocupa de ese mismo sujeto. Sin un
sustrato filosfico coherente con lo que el hombre es, no c puede fundar la tica. No es posible dar respuesta a los
que el hombre debe hacer para ser mejor persona si no c ha alcanzado la verdad sobre el ser humano,
Lo que la tica acepte o no depender de la concepcin que se tenga del hombre. Este conocimiento se obtiene, en
buena medida, de modo espontneo a travs de la experiencia moral, pero debe ser tambin justificado y corregido
filosficamente. Esta fundamentacion depende de la respuesta que se d a la pregunta que es el hombre?,
cuestin que constituye el tema de la antropologa filosfica. Solo conociendo que es el hombre se puede
filosficamente saber que cosas en concreto le son convenientes. Mientras que la antropologa estudia la totalidad
del ser humano, la tica se centra en el anlisis de su comportamiento.
Capitulo II. Posturas ticas a lo largo de la historia
1. La negacin de la tica
La posicin del escepticismo, ha negado la existencia de una verdad absoluta que fundamente la moralidad.
El escepticismo, consiste en un estado del espritu ms que una doctrina que lleva a rechazar todo absoluto: no hay
nada en comn entre los hombres y, por lo tanto, no se puede encontrar un principio de accin aplicables todos.
Segn esta postura, no existe una tica sino varias; es mas, cada uno puede defender una propia y los dems han de
respetarla.
Los relativistas, sostienen que la eleccin de los valores considerados como supremos y, consiguientemente, de los
fines tenidos como ltimos, constituyen un problema que no puede ser resuelto por la ciencia ni por la filosofa
mediante razones intrnsecamente vlidas y objetivamente fundadas. Pronunciarse sobre los valores supremos y los
fines ltimos implica una decisin de carcter subjetivo que expresa una actitud que no puede ser justificada con
validez objetiva. La verdad queda relativizada en el nivel de cada persona o grupo social. Por esto la norma ya no
es universal, sino que se mide por parmetros, conforme a las necesidades y utilidades, de cada momento, o los
datos psicolgicos. Se originan dos tipos de relativismo tico: el que propugna que cada quien debe orientar su
conducta de acuerdo con lo que le parezca en cada situacin (subjetivismo), y el que sostiene que le bien y el mal
dependen de la valoracin tica que impera en la sociedad en cada poca (relativismo cultural).
Una de las posturas ms extremas del primer tipo de relativismo la sostuvo : HERBERT SPENCER, que deca que
cada persona debe tener principios diferentes y alcanzar su perfeccin en la medida en que posea esas ideas
propias, estrictamente individuales y enteramente diferenciadas. Cada persona hace su propia moral, entonces, lo
que es bueno para un hombre puede no serlo para otro, convirtindolo casi en un absoluto.
Despus aparece el positivismo de AUGUSTO COMTE, que representa el segundo tipo de relativismo. El cual
llega a negar la posibilidad de un conocimiento racional basado en una realidad discernible por el espritu pero
inaccesible por los sentidos. El espritu humano no puede penetrar la naturaleza de las cosas: no advierte ms que el
fenmeno y, al conocerlo, lo nico que puede hacer es constatar las relaciones constantes que se dan y originan las
llamadas leyes.
El positivismo influye en la tica a travs de LVY-BRUHL, Su concepcin positivista de la moral, pretende
reducir la moralidad a un hecho puramente sociolgico.
La tica sera un conjunto de normas y valores concretos que pertenecen de modo natural a cada situacin histrica
y aun determinado grupo social. La moral, no es absoluta sino relativa ay que tienen un mbito concreto y
especifico, y slo dentro de el se constituye como absoluta. Lo que cambia, no son las circunstancias histricas sino
la mentalidad misma del hombre. Las cosas que es preciso hacer o no hacer, relaciones con nuestros padres, con
nuestros compatriotas, con los extraos; nuestros respecto de la propiedad, moralidad sexual, etc., no dependen de
la teora moral a que pueda conducirnos al reflexin. Nuestras obligaciones estn determinadas de antemano e
impuestas a cada uno por la presin social
La tarea de la tica, consiste en describir los usos y las valoraciones morales propios de cada sociedad, as como en
conocer las leyes que determinan su origen, desarrollo y desaparicin.
EMILE DURKHEIM, sostiene que el nico objeto cientfico de investigacin es el hecho moral que cambia de un
grupo social a otro. No hay ms criterio moral que el uso o costumbre y, por lo tanto, ser bueno en una sociedad lo
que la mayora hace o considera como tal. Los valores vienen dados por la sociedad de cada poca, y son
circunstancialmente aceptados en virtud de que estn o no presentes en la convivencia Social.
Como la sociedad es necesaria para el hombre y no se puede vivir en ella mas que aceptando sus costumbres, ests
se imponen al hombre por una presin interna. Es decir, que el sujeto no tiene otra alternativa que seguir los usos
sociales vigentes y de ah nace la obligacin. LA sociedad es: es una persona moral cualitativamente distinta de las
personas individuales que comprende y la sociedad nos manda por que es exterior y superior a nosotros.
La tica se explicara nicamente por el influjo social: sera un producto del medio en el que vive hasta el punto de
no existir problema social, si el hombre no fuera un ser social. Y el conflicto social nace de la relacin con los
dems.
La negacin dela moral y la exagerada presin de la sociedad han llevado en tiempos recientes a una nueva postura
relativista conocida como tica de situacin. El rasgo predominante radica en el hecho de que el poder de decisin
de carcter tico no se basara en leyes morales universales, sino ms bien en circunstancias individuales y
concretas segn las cuales la conciencia del individuo est llamada a actuar pues toda persona humana es nica y la
situacin individual y concreta en que se encuentra no puede ser repetida. El bien y el mal dependen de cierto juicio
intimo y luz peculiar de la mente en cada individuo por cuyo medio viene a conocer, en cada situacin concreta, lo
que ha de hacer.
La conciencia es la que debe valorar en una situacin determinada cual es la decisin moral correcta.
El existencialismo de Sastre, defiende la absoluta y total libertad del hombre sin ms lmites que la propia libertad.
La nica exigencia moral seria actuar de acuerdo con ella y, por tanto, las normas de la moralidad se determinaran
en cada momento. Lo que importa no es tanto lo que se hace sino el grado de libertad con que se acta.
Para Jaspers y Nietzche, ninguna cosa puede ser llamada bueno o mala en si mismo: lo ser de acuerdo con la
situacin.. El existencialismo niega as el carcter normativo de la naturaleza humana. La ley suprema del actuar
es la existencia personal que, gracias a la decisin de la voluntad se v a recreando a si misma. El fin justifica los
medios.
La tica de situacin, es mas bien la expresin de una serie de ideas filosficas bien organizadas que se estn
difundiendo en el mundo contemporneo. Se encuentra una abierta rebelda contra la concepcin del a persona
como criatura: el hombre ser libertad absoluta. La moralidad de una accin no depende de leyes universales y
objetivas, sino de las circunstancias, tambin singulares e irrepetibles, en que se realiza. El hombre no sabe ni
puede lo que tiene que hacer: lo decide en cada situacin.
Las concepciones relativista y escptica son contradictorias, porque al admitirse que no hay verdades absoluta,
con ello se esta afirmando una verdad. Al sostener que ningn juicio goza de la propiedad de ser verdadero en
sentido absoluto y que toda verdad es relativa surge, como consecuencia ineludible, que el juicio toda verdad es
relativa tampoco puede tener carcter de validez absoluta. Esto destruye con sus propias armas al relativismo.
El positivismo, que consisti en haber llamado la atencin sobre el hecho moral.
El problema de la moral es buscar las leyes de la accin humana libre. Para conocer bien el hombre es
indispensable el conocimiento de la personas psicolgicas y sociales que obran sobre l; pero no hay que detenerse
ah. Es preciso profundizar en el estudio de su naturaleza, esto es, de las condiciones de su ser que explican esa
influencia psicolgica y social.
Es fcil advertir que no se puede conocer perfectamente al hombre ms que en su medio social. La presin del
ambiente en el que se mueve se halla presente en todo lo que piensa y hace sujeto, pero no es la totalidad de la
persona. Si el hombre no se explica sin la sociedad, mucho menos se puede entender a un grupo social sin los
hombres que lo componen.
Fundamentaciones de la tica.
Se estudiaran las doctrinas ticas que se apoyan en al verdad sobre el hombre. Las ticas que no admiten un
principio superior a la persona, llamadas ticas empricas y las que s consideran realidades que la transcienden,
denominadas ticas racionales.
ticas empricas. (lo que el hombre vive naturalmente)
Del hedonismo al utilitarismo.
EL hedonismo, dice la persona trata de ser feliz y ste es el fin de su vida. La dificultad estaba en que significa ser
feliz. Las ticas hedonista reducen toda la moral a este dato: En la historia de la filosofa van unidas al materialismo
bajo todas sus formas, porque si no existe nada por encima del hombre, este no tiene que buscar el bien fuera ni por
encima de s. Nada se impone a su respeto, tiene que contar solo consigo mismo y en este caso la primer hiptesis
que se presenta a su espritu es que ha de buscar solo su felicidad.
Epicuro, considera que el placer es el valor supremo y constituye el principio y el fin de la vida feliz. El hombre
tiene que alcanzar la felicidad, que consiste en lograr la mayor cantidad posible de placer, que es el nico bien y
evitar el dolor, que es el nico mal. Toda la tica hedonista se enfrenta con el problema de objetivar el placer, es
decir, de hacer de l algo objetivo que pueda erigirse en fin concreto y norma para todos los hombres.
Epicuro divide los placeres en corporales y espirituales. Y estos son los superiores y deseables porque se pueden
traer a voluntad y sujetan al hombre a las cosas exteriores. Pero los placeres espirituales consisten en recordar,
imaginar o proyectar acciones gozosas y esto no es posible, naturalmente sino existen previamente unas autenticas
y originales situaciones placenteras. De aqu surgen la distincin que hace placeres de reposo y en movimiento. Los
de reposo, advienen al alma como algo natural a su actividad, como la satisfaccin de una necesidad, el fcil y
grato ejercicio de sus operaciones. Los de movimiento son aquellos que experimenta el alma como algo
sobreaadido a su naturaleza, algo que se ha de buscar en el exterior porque no resulta de su normal actividad.
Epicuro opta por los placeres en reposo xq los en movimiento producen, a la larga, dolor y, convertidos en hbitos,
esclavizan al alma sometindola a las cosas exteriores. La conclusin del hedonismo es, si los placeres espirituales
vienen a reducirse a los corporales y si de estos solo deben admitirse por tales placeres los en reposo, resultara que
el nico fin de la vida es el placer derivado de satisfacer las mas elementales necesidades de la naturaleza.
El hombre debe hacer lo que le proporciona placer. Ese sera el final de la tica. Esa bsqueda de lo placentero ha
de hacerse sin intranquilidad, con dominio de s mismo, sin turbacin.
El hedonismo reaparece con bases en el Utilitarismo (Bentham continuada por Stuart y Sidgwick) . Tomando el
concepto de til de la ciencia econmica de su tiempo segn el cual se llama as a todo lo que puede satisfacer una
necesidad, estos filsofos sostienen que el sumo bien es la utilidad.
El hombre tiene necesidades cuya satisfaccin origina placer y cuya insatisfaccin produce dolor. Placer y dolor,
son para los utilitaristas los dos polos afectivos alrededor de los cuales gira toda actividad humana. Todo lo que
permita saciar una necesidad, lo que sea til, tendra razn de bondad, ya que gracias a ello se puede eliminar un
dolor y alcanzar un placer.
Considera la utilidad como principio de felicidad. Todo lo que hace el hombre tiene por nico objeto buscar el
placer y evitar el dolor. Lo til es lo que aumenta el placer y disminuye el dolor. La nica regla moral es la de
inters. La vida es un negocio, la moral consiste en hacer ganancias y queda reducida a una cuestin aritmtica: el
bien es el ingreso; el mal , el gasto.
El placer puede extenderse a mas o menos individuos de la sociedad.
El utilitarismo tiene una intensa preocupacin social frente al carcter mas individualista y egosta que le
hedonismo. La persona no es realmente feliz sino vive en concordancia con sus semejantes.
Bentham, dice que el hombre no es verdaderamente dichoso sino amado. Su felicidad se acrecienta por el hecho de
estar rodeado de gente dichosa y la satisfaccin del conjunto del conjunto de los hombres crece por el hecho de ser
feliz. Cada persona debe buscar a la vez la propia felicidad y la de todos. El fin de la actividad humana y de cada
hombre en particular es la mayor felicidad para el mayor numero de individuos.
Una critica e que no considera los sentimientos y motivaciones mas nobles de la persona al reducirlos todos a la
utilidad.
El utilitarismo, se fija mas en la cantidad que en la calidad. La moral utilitarista es una moral de todos los das,
concreta, elocuente, fcil de comprender y operante sobre nuetras conductas. Esta moral es suficiente es la vida
corriente para mantener un nivel medio de moralidad que haga la vida soportable pero no es una tica muy elevada,
no da ningn empuje moral, no desarrolla ningn espritu de sacrificio. Se trata de mantener un nivel mnimo. A
pesar de los esfuerzos de los utilitaristas, jams se convencer a nadie de que debe dejarse matar por la patria
nicamente por inters. El utilitarismo es una moral sin amor, xq el amor es lo contrario del egosmo y supone que
uno no busca su inters. El utilitarismo puede llevarnos a prestar servicios s nuestros semejantes en la medida en
que encontremos en esa accin nuestro provecho personal, pero la estimacin comn juzga sobre todo admirable el
amor que no busca su inters. El utilitarismo har, sin dudas algunos pequeos sacrificios cuando estos pueden
granjearle una simpata cuyas ventajas sobrepasan los inconvenientes en que consiste; pero el utilitarista no se
entrega, centrado en si mismo, se reserva
Las ticas altruistas: el poder de la simpata.
Hume sostiene que es preciso admitir como base de la moral no el amor de s, sino la simpata o la benevolencia:
los actos son morales en la medida en que son desinteresados.
Pretende reducir toda la vida moral a un elemento simple, presente a la conciencia y considerado como el elemento
dominable. Considera que el hombre, contando con al fuerza de la razn, puede encontrar el principio de
explicacin de sus actos y transformar sus impresiones en certezas sin gran necesidad de comprobacin.
La simpata es la condicin necesaria y suficiente para fundar la moral. Considera que el hombre necesita para ser
feliz de la admiracin de los dems. Esta tendencia natural e instintiva que inclina a entregarse a los sentimientos
de los dems. Surge como una necesidad primaria xq el hombre es esencialmente sociable. Nada pesa mas que la
soledad y las personas necesitan experimentar simpata dndola y recibindola. La regla de la moral que rige el
comportamiento seria obrar de manera tal que provoque la mayor simpata en el mayor nmero de personas.
LA persona no se encuentra sola, depende de la sociedad a la que pertenece y que el ideal moral no puede, por
tanto, expresarse por una formula de aislamiento, sino contando con la colaboracin de otros. Este es el aporte que
dejaron las ticas altruistas.
ticas Racionales.
La tica Kantiana del deber
Kant se centraba en 2 aspectos: la determinacin del carcter propio de la mortalidad y el fundamento de la
moralidad.
Los filosofa anteriores han buscado la moralidad en el fin de los actos, es decir, han hecho radicar la bondad en su
adaptacin a un fin concreto, determinado. Pero el que obra as, segn Kant, no lo hace por razones, sino por algo
ajeno a la tica misma. Solo obra moralmente el que acta por respeto a la ley sin razones distintas a este
cumplimiento mismo.
El problema es encontrar un ley universal. La tica no puede fundamentarse en una felicidad o en un bien al que el
hombre tendiese por naturaleza ya que, es ese caso, se dejaria guiar por el instinto.
La buena voluntad no es buena por lo que efectu o realice no es buena por su adecuacin para alcanzar algn fin
que nos hayamos propuesto; es buena solo por el querer, es decir, es buena en si misma. Considerada por si misma
es, sin comparaciones, muchsimo mas valiosa que todo lo que por medio de ella pudiramos verificar en provecho
o gracia de alguna inclinacin, y si se quiere, de la suma de todas las inclinaciones.
Para Kant solo tienen valor racional los actos que se realizan por deber. Hay una solo cosa de la que estamos
seguros y es de nuestro deber. El deber es evidente y se impone a si mismo. Este es el imperativo categrico. La
norma fundamental del actuar moral no ser la conciencia ni una ley, sino el deber, que se presenta como un
imperativo y de este modo se convierte en una universal del actuar.
El deber es una forma pura y el valor moral delos actos resulta de la aplicacin de este imperativo moral meramente
formal. Un acto es moral solo cuando se hace por deber. El deber responde, a una ley universal que queda plasmada
en una primera formula ligada a esta exigencia: Obra siempre de tal manera que la mxima de tu voluntad pueda
valer como principio de una ley universal.
Esta teora merece realmente el nombre de tica formal xq no da contenido a al regulacin de la conducta humana:
se trata de una a priori meramente formal fundado en el deber y atiende no a lo que se hace sino a la intencin
conque se hace. Se aade, Obra con la idea de tu voluntad como legisladora universal, y por ultimo Obra de
manera que trates siempre a la humanidad, en ti y en los otros, como un fin y no como un medio.
De este Kant deducir fcilmente toda la moral. Basta a propsito de cualquier acto preguntarse si tratamos en el al
hombre como un fin y si estaramos dispuestos a erigirlo en mxima universal.
La doctrina de los valores.
Scheler postula a un priori material. Lo determinante es el dato objetivo.
La tica de Scheler se funda enteramente en los valores intuitivamente aprehendidos. Por eso, rechaza el
formalismo trascendental: la tica se basa en un contenido o materia los valores- y no en un mero concepto
universal, puramente formal, elaborado por la inteligencia. Los valores no se identifican con los bienes: los
transcienden y son independientes de ellos. Los bienes son portadores y manifestadores de los valores, pero no los
constituyen. No pertenecen al mundo de lo ideal sino al os hechos, que es cambiante e histrico. Por esta razn los
valores no se ven afectados por estas modificaciones. Por encima de estos cambios, los valores permanecen
inmutables, xq son esencias, son en s.
Los valores, son cualidades que hacen valiosas a las cosas y permiten dar un significado a la existencia humana. (El
priori de Scheler es material: es el contenido significativo, una esencia ideal)
Las cosas. Adems de ser, valen y el valor es aquello que les hace poseer la calidad de bienes. Bien es, en el
lenguaje de Scheler, el ser que posee un valor, el ser valioso. La existencia del valor se demuestra, por el hecho de
que un hombre que conoce y comprende un objeto puede, permanecer ciego a su valor y que resulta, en cambio,
patente para otro sujeto que no conoce el objeto ni lo comprende mas que aquel.
Clasificar jerrquicamente el complejo mundo de los valores. El grado inferiores es el del sentir sensible: valor
agradable y contravalor de lo desagradable. Le siguen en dignidad los valores vitales o biolgicos: valores dela
salud y como contravalor la enfermedad. Por encima de estos, los valores espirituales no vinculados a la materia:
valor de la verdad (falsedad), valor de la belleza (fealdad) y por encima de todos el valor religioso de lo santo, al
que se opone el impo.
Es buena moralmente la persona que, al elegir, se acomoda a la jerarqua de los valores. El valor de lo bueno se da
en la experiencia cuando la persona se orienta hacia el valor objetivo que se presenta como ms alto, mientras que
lo malo est en preferir un valor objetivo ms bajo a uno mas alto. El valor moral no puede ser fin de la accin xq
no tiene materia propia, sino que surge en la experiencia emocional en ocasin dela realizacin de valores
objetivos. La moralidad es entendida como una respuesta al valor.
La jerarqua de valores no significa que los superiores sustituyan y anulen alo inferiores, Todo valor es apreciado
por si mismo.
Contra la etica del imperativo y del deber, Scheler postula una tica del valor fundamentada no el la ley sino en los
valores. No es la validez formal lo que hace que una prescripcin sea erigible en forma universal y por lo tanto
obligatoria. La universalidad y obligatoriedad de un precepto procede de su materialidad, no de su formalidad, es
decir, se debe a los valores que contiene.
En Scheler la persona constituye el centro de la tica. Es el lugar de los valores ticos. Ella misma es un valor es s
que fundamenta todo valor moral. LA persona funda y da unidad de sentido a sus c}actos, pero no consiste ene el
simple repertorio de estos.
La persona no es sino que se hace a travs de las acciones. AL actuar no como una cosa sino como un sujeto que
determina su obrar desde si mismo y que cada acto se singulariza y determina a s mismo, actualiza valores y se
convierte en portador de estos.
Del monismo al idealismo hegeliano.
Cuando el hombre se pregunta por las cuestiones ultimas, de un modo u otro llega a admitir que existe u n ser que
es incondicionado, necesario, infinito, que se llama Ser absoluto, principio, Dios o pensamiento absoluto,
transcendental y que se manifiesta al espritu xq todo objeto de conocimiento hace referencia a l necesariamente.
La evidencia absoluta no se puede entender ms que refirindose a un primer principio que no tenga a su vez
necesidad de explicacin.
Si se considera a ese absoluto como ser perfecto, es necesario que sea inmutable ya que, si cambiara, indicara una
falta de perfeccin. No se puede negar la existencia de lo contingente.
Lo absoluto no se impone mas que en y por lo contingente. El monismo es la doctrina que afirma que la existencia
de una sola sustancia a la que puede reducirse , como manifestaciones suyas, la totalidad de los seres.
El monismo, considera que solo existe una sustancia espiritual.
En la base del sistema hegleniano (Hegel) se encuentra como fundamento la idea de que la realidad suprema es el
pensamiento: lo que es pensado es, y lo que es, es por el echo de ser pensado. En el es donde nicamente hay que
buscar lo absoluto; todo es inmanente al pensamiento., es decir, todo es solamente en cuanto pensado.
El espritu no debe concebirse como un primer motor inmvil, esta siempre en movimiento.
Para Hegel, el estado est por encima delos hombres xq realiza mas perfectamente lo racional. Considera que tanto
las personas como los grupos sociales estn fundidos en un todo en el que cada parte trabaja en bien del conjunto y
en la medida en que lo logre alcanzara tambin su propio bien. Concluye que la persona debe estar enteramente
sometida al estado, ya que solamente en el encuentra su plena realizacin.
Las corrientes finalistas.
El fin es el criterio mximo de moralidad, es decir, no consideran si una accin es buena o mala en si misma.
Sostienen que la fuente de la moralidad esta en al intencin que se proponga el sujeto al actuar y os bienes o
consecuencias que le sigan.
La persona es responsable de todos los resultados de sus acciones, ya sean estos queridos o no, y por lo tanto, al
elegir debe tratar de optimizar esas consecuencias. El consecuencialsimo es la tica de los resultados.
De este modo, la bondad o maldad de una accin radica en las consecuencias que se derivan de esa accin y no en
una evaluacin previa de la accin de acuerdo con los principios que deben sustentarla.
La accin e algo exterior, slo se contemplan sus efectos externos y no interesan los resultados que afectan a la
persona misma. La razn se convierte en medida de la calidad moral de las acciones, por eso no cabe un error en la
valoracin moral. No es un problema moral, sino un problema de lgica.
Al centrarse solo en las consecuencias, se olvida que el hombre es el dueo de sus acciones y, por consiguiente,
tiene en sus manos el futuro de las acciones que realizar.
La tica estoica.
La moral estoica parte, al igual que todas las ticas griegas, de la bsqueda de la felicidad que esta en la naturaleza.
La felicidad est en la aceptacin de ese orden universal. Si no lo hace es por causa de la pasiones y aqu radica el
mal moral.
El estoico confa ciegamente en las fuerzas de la razn. Para el el bien moral reside nicamente en el juicio. El
bien moral consiste en que el orden universal sea la razn de nuestras acciones. Las pasiones son movimientos
sensibles contrarios a la naturaleza y a la razn. Son desviaciones de la rectitud que la razn debe imponer a la
conducta. Las pasiones son malas y hay que destruirlas para llegar a la imperturbabilidad. La virtud es vivir
conforme a la razn y consiste, ante todo, en tener el espritu alerta.
La perfeccin moral se alcanza en la apatheia, que consiste en al ausencia de la pasin.
Es estoico esta libre de toda desviacin. Es un ser que acepta y no se siente afectado por nada. Una persona
imperturbable, impasible ante el dolor, la enfermedad, la muerte, la opinin de los dems. La tica estoica, es un
intento de neutralizar el sufrimiento humano, una tica del autodominio, que pretende hacer al hombre capaz de
resistir los influjos que le afectan desde afuera
A este estado de apatheia se llega practicando la atarxia. Esta consiste en no dejarse turbar por nada. El estoico
tiene una altsima conciencia de la dignidad humana. Lo que importa no es la materia de los actos o de los
acontecimientos, sino que la persona se realice, pues el orden natural es que sea hombre y siga su naturaleza
humana.
El estoico es un racionalista. Acepta todos los sufrimientos y desprecia los bienes materiales xq se sabe por encima
de ellos. No busca la felicidad pero s se preocupa por la propia perfeccin, mostrando cierto orgullo.
El idealismo platnico y el eudemonismo aristotlico.
La idea de Platn es la cumbre de todas las ideas. Ella debe ser el centro de la conducta el hombre, quien debe
aspirar a conseguirla purificndose de todo lo material. Ascender a ese mundo ideal, espiritual y perfecto, y al
mismo tiempo desprenderse de la realidad sensible y material, es la norma fundamental en el idealismo de Platn.
Como concibe un Dios distinto del mundo, puramente espiritual, piensa que el alma, al contemplar las ideas, se
asemeja cada vez ms a El.
Aristteles. El realismo metafsico de Aristteles lo lleva a descubrir que no basta conocer el bien para practicarlo.
Para l. El hombre tiende naturalmente a la felicidad y firma que el nico camino que conduce a ella es la rectitud
moral. La felicidad que busca el hombre es alcanzable por medio de sus acciones. A eso tiende la vida moral y el
camino es la atencin a cada acto. La felicidad ocupa un puesto central en su tica y, por eso, ha denominado
eudemonismo a su filosofa. La felicidad, que es el fin ltimo del hombre, consiste en la actuacin conforme a lo
propia naturaleza, en la actualizacin de sus potencias entre las cuales el entendimiento ocupa el lugar central.
Qu es lo mejor para le hombre? Es que el bien propio del hombre debe ser el mejor acto de su mejor potencia
referido al mejor objeto, lo cual se halla en la contemplacin de Dios y en la practica de las virtudes del a vida
intelectual.
La felicidad est en la actividad perfecta del alma: en la actividad de la razn. Es el bien ms preciado y agradable,
pero hay que conquistarlo mediante la virtud, que es el medio necesario para obtener la felicidad.
Para Aristteles, es lo mismo, ser perfecto, ser feliz, alcanzar su propio fin y actuar con rectitud moral. Toda su
teora se halla inspirada por la idea del telos(fin), que consiste en la felicidad, bien supremo y culminacin de todos
los bienes prcticos que no pueden basarse en el gusto, ni en el honor, ni en la riqueza, ni siquiera en la misma
virtud, sino que tiene que consistir en la vida del espritu y en el ejercicio de la libertad.
Una virtud es el perfeccionamiento de una facultad humana. Un virtud, se puede definir como un habito bueno, es
decir, una disposicin estable y adquirida que facilita actuar bien y permite descubrir en las situaciones concretas
cul es el bien para el hombre. La virtud es un habito mediante el esfuerzo y la constancia. Para que la virtud, se
convierta en hbitos es necesario ejercitarse.
La tica a Nicmaco, es el primer intento de exposicin cientfica y total de una teora de las costumbres que acaba
con un sistema e las diversas virtudes y de sus fundamentos.
Aristteles, concibe la tica como la ciencia practica del bien.
La transmisin de la filosofa griega a la tradicin judeo-cristiana.
San Agustn, plantea el problema moral como una cuestin que cada persona ha de dilucidar entre su conciencia
personal y la ley eterna. A su vez, toma la doctrina platnica de la participacin y la transforma con espritu realista.
Con la ayuda de la participacin, San Agustn capta la relacin de los bienes creados con Dios como bien supremo.
Ya que el bien se identifica realmente con el ser por participacin y el ser necesario, que es autnomo y subsistente.
Tomas de Aquino postul que la primera cuestin que plantea la moral es la felicidad. Recorriendo la lnea de la
causalidad y de la participacin, llega Dios Creador como fin ltimo del hombre y supera el intelectualismo
aristotlico que conceba la felicidad como una mera contemplacin intelectual.
El objeto de la moral es el hombre libre que, gracias a su capacidad racional, puede regular moralmente su
conducta.
TICA - CAPITULO III
Fundamentos Antropolgicos para una tica personalista.
Es imposible concebir la tica sin un fundamento antropolgico acorde con la verdad sobre el hombre.
La tica no inventa la vida moral; se limita a reflexionar sobre ella, sobre ese dato antropolgico integral innegable
que nos presenta al hombre en cualquier tiempo y espacio como un proceso, un hacerse, como una tarea para s
mismo
1. La persona, autor de la propia conducta
Entre los seres vivos slo el hombre es persona. La persona pone en acto su inteligencia y su voluntad. El hombre
a diferencia de los animales, debe aprender casi todo lo que hace: andar, comer, habla, leer, en suma, vivir
Lo propiamente humano es la capacidad de darse a s mismo fines y de elegir los medios para llevarlos a cabo. Esto
es la libertad: el hombre es dueo de sus fines, porque tiene la capacidad de perfeccionarse a s mismo
alcanzndolos.
La palabra persona viene del latn personare que significa: sonar con fuerza, resonar
La definicin ms conocida de persona es: sustancia individual de naturaleza racional (existe en s mismo y no en
otro. La persona posee una determinada esencia (una manera particular propia de su especie) que cosiste en ser
capaz de razonar, a partir de la comprensin de lo desconocido.
La racionalidad determina especficamente el ser de la persona, distinguindolo as de las dems sustancias
individuales.
Se dice que el hombre es un compuesto de dos elementos: cuerpo o materia y alma o espritu. La realidad es que la
persona humana esta formada por dos coprincipios que constituyen una unidad compuesta. El hombre no tiene
cuerpo y alma: el hombre entero es a la vez y simultneamente cuerpo y alma. No son dos realidades yuxtapuestas,
sino dos elementos llamados a constituir la unidad del ser humano. Es un cuerpo material cuya forma o principio
determinante es el alma en perfecta unidad. Por el alma, el hombre es esencial y cualitativamente distinto y
superior a todos loa animales: es un ser nico e irrepetible, con plena responsabilidad tica sobre el destino de su
vida. Sin el concepto de alma, es difcil entender la superioridad de la persona y el respeto absoluto que se le debe
y, por lo mismo, fundamentar una antropologa verdaderamente humana. Toda la dignidad de las personas proviene
del espritu que informa al cuerpo.
El hombre lleva a cabo muchas actividades, pero su accin especifica es la de entender y elegir libremente porque
en ella intervienen la inteligencia y la voluntad, facultades superiores del alma humana.
2. Anlisis antropolgico de la accin humana.
Toda fundamentacin antropolgica de la tica ha de partir de un estudio sobre las acciones humanas.
La persona es duea de sus actos por la razn y la voluntad: estas dos facultades intervienen en cada acto humano.
Se puede definir a la accin voluntaria como aquella que procede de un principio intrnseco con conocimiento
formal del fin.
La accin voluntaria tiene su origen en una facultad apetitiva del sujeto, la voluntad, que acta desde dentro de l:
por eso se dice que procede de un principio intrnseco.
El conocimiento del fin es el segundo elemento determinante de una accin voluntaria. La persona, antes de obrar,
conoce la meta que pretende alcanzar. Por tanto, el fin es el origen de la accin y expresa el objeto propio de la
voluntad. El acto humano es teleolgico: tiende hacia un objetivo.
2.1. La accin voluntaria como accin intencional.
La voluntad es la facultad con la que, guiada por la inteligencia, la persona decide lo que quiere, tiene la
intencin de conseguir un fin.
Caractersticas de la intencionalidad de la voluntad:
a) Es consciente: es el propio sujeto el que, antes de actuar, planea y se representa la accin. l mismo, como
fruto del conocimiento del fin, establece conscientemente la relacin entre su accin y el objetivo que
pretende conseguir.
b) Es activa: la persona y el fin entran en relacin por iniciativa del propio sujeto
c) Es guiada y ordenada por la razn: la inteligencia presenta a la voluntad el objeto intencional, es decir, la
accin u objeto que la voluntad quiere.
d) Es autorreferencial: toda accin voluntaria, adems de poseer un objeto intencional, tiene a la misma
persona como objeto ya que revierte sobre ella misma. La accin lo convierte en algo.
Las acciones humanas influyen en el sujeto, modulando su naturaleza de una determinada manera. El hombre no
hace nada sin que al hacerlo no se produzca alguna modificacin de su propia realidad. Por eso se puede hablar de
autodeterminacin, de autoposesion y de autodominio, en cuanto a que el sujeto dispone de la propia accin.
La autoreferencialidad es muy importante para la tica porque cada persona es, en cierto sentido, lo que ha hecho a
travs de su accin y el valor moral de cada acto queda de modo inmanente en la persona.
2.2. El objeto directo e indirecto de la voluntad.
La voluntad no est predeterminada hacia un bien u otro, sino abierta al bien en general: la voluntad es la
inclinacin racional al bien, y ste es aquello que conviene a la persona.
El objeto de la voluntad humana es el bien en cuanto tal, la razn de bien en toda su amplitud universal, que solo
puede captar los seres inteligentes.
El objeto directo de la voluntad es el bien captado por la inteligencia. Pero, la voluntad puede tener tambin un
objeto indirecto efecto que necesariamente va unido a lo que se quiere.
2.3. El entrelazamiento cognitivo-volitivo de los actos humanos.
La voluntad y la inteligencia estn presentes en cada acto y se relacionan a tal punto que toda accin humana nace
de la voluntad ilustrada por el intelecto. La intervencin de estas dos facultades se debe a que el alma humana est
abierta a la totalidad del ser y del bien, de modo tal que el hombre puede conocer su fin y dirigir hacia l sus actos.
Cuando se trata de elegir, el acto interior de la voluntad requiere todo un proceso de orden intelectual para
determinar la decisin voluntaria de la persona.
ACTOS DE LA INTELIGENCIA ACTOS DE LA VOLUNTAD
Primera aprehensin de un fin simple volicin
Juicio acerca del fin intencin
Deliberacin de los medios consentimiento
Juicio de eleccin Eleccin
Imperio uso activo de la voluntad/pasivo de otras facultades
Gozo o fruicin
Mediante la primera aprehensin del fin, la inteligencia conoce y propone el bien a la voluntad. Le sigue una
complacencia de la facultad volitiva que es un primer querer del fin sin considerar los medios para lograrlo.
La siguiente etapa consiste en valorar la posibilidad y el modo de obtener ese fin. Si estos son factibles, se detiene
el acto de la voluntad ya que aquello que quiere no es posible poseerlo. Como consecuencia de esa valoracin, la
inteligencia formula un juicio que evala si se puede alcanzar el fin y la voluntad se adhiere a l por la intencin.
Movida por la voluntad, la inteligencia deliberada acerca de los medios idneos (acciones finalizadas) para
conseguir ese fin. A los que la voluntad puede prestar o no su consentimiento.
Cuando existen varias alternativas para obtener el fin deseado, es preciso efectuar una cierta indagacin intelectual
sobre los medios ms convenientes. Esta averiguacin procede a la eleccin y comienza a hacerla posible. Se toma
la decisin interior de hacerlo dando lugar as a la eleccin, que es el acto propio y especifico de la voluntad.
El siguiente paso es organizar la actividad de las diversas facultades operativas (imperio racional) y la voluntad
mueve a las otras potencias compelindolas a la ejecucin de la accin. A la consecucin del fin sigue el gozo
(resultado- felicidad) en el bien posedo.
2.4. Los diversos actos humanos.
La voluntad mueve al entendimiento aplicndolo a la accin y, de ese modo, a travs de diversos actos, se va
plasmando la conducta humana.
Los actos humanos pueden ser internos o externos segn se manifiesten o no al exterior. Los primeros se
desarrollan en el interior de las personas y los segundos se realizan con la intervencin de rganos externos. tanto
los actos internos como externos presuponen siempre una decisin previa del ser humano y por eso tienen una
connotacin moral. La persona da a la accin su significado tico pero tambin la accin externa y sus
consecuencias son valoradas y elegidas por el sujeto y, por ello, lo califican o pueden calificarlo moralmente.
Teniendo en cuenta su ordenacin al fin ultimo o su adecuacin a la ley y se pueden clasificar en actos buenos,
malos o indiferentes. En los primeros, el objeto coincide con un bien honesto para la persona que la perfecciona. En
cambio, el objeto de un acto malo es contrario al bien del sujeto y al orden moral. Las acciones indiferentes son las
que cuyo objeto en s mismo no es ni bueno ni malo.
3. La Libertad.
Cualquier persona, ante la posibilidad de tener que elegir, muchas veces se siente indecisa. Como es natural, querr
acertar en esa eleccin importante y escoger la ms conveniente. Esta experiencia tan habitual en la vida de los
hombres pone en manifiesto la realidad de la libertad humana. Sin ella, puede decirse que no hay tica.
3.1 Naturaleza de la libertad.
La libertad es un dato fundamental, originario de la existencia humana. El hombre se sabe libre, experimenta
continuamente la capacidad que tiene de elegir ante realidades que reclaman su juicio. Para decidirse, reflexiona,
estudia las ventajas y desventajas de cada postura y, en ltimo termino, es conciente de que, ms all de la que elija,
est decidiendo sobre s mismo.
El hombre percibe tambin que su decisin ser totalmente personal e intransferible: nadie podr suplantarlo en la
responsabilidad que asume al elegir libremente una postura.
La libertad se sita en la interioridad de la persona, Ricardo Yepes Stork afirma: es una de las notas definitorias
de la persona. Permite al hombre alcanzar su mxima grandeza pero tambin su mayor degradacin. Es quizs su
don ms valioso porque empapa y define todo su actuar. El hombre es libre desde lo ms profundo de su ser. Por
eso los hombres modernos han identificado el ejercicio de la libertad con la realizacin de la persona: se trata de un
derecho y de un ideal al que no podemos ni queremos renunciar . No se concibe que se pueda ser verdaderamente
humano sin ser libre de verdad.
En sentido propio, la libertad es la propiedad de la persona por la cual ella se determina a s misma en sus actos
hacia su fin. Al decir que es una propiedad de la persona, se hace referencia a que se trata de una cualidad que
pertenece al hombre, no es una propiedad de la voluntad ni una caracterstica de los actos voluntarios: la libertad
pertenece a la persona como sujeto ya constituido.
Se puede decir entonces que la libertad tiene su raz en la inteligencia y su sujeto en la voluntad. Que tenga su raz
en la inteligencia significa que para que una persona se dirija por si misma a su fin tiene que poseerlo y esto slo
es posible mediante el conocimiento. Cuanto ms claramente se conozca el fin, ms perfecta ser la libertad.
Ahora bien, no basta slo con saber el fin, sino tambin los medios para alcanzarlo. Hay algunos que son
absolutamente necesarios para llegar al fin; estos el hombre no los elige, no los determina, pero es preciso
conocerlos para que la voluntad se mueva libremente a quererlos. Hay otros medios que no son prescindibles para
alcanzar el fin y la inteligencia debe discernir cuales son los ms eficaces, aqu y ahora, para que la voluntad los
pueda querer. Como afirma Juan Antonio Prez Lpez, el conocimiento (la capacidad de actuar del modo ms
conveniente para alcanzar aquello que se quiere) ampla el ejercicio de la libertad.
3.2 Las dimensiones de la libertad.
Antonio Millan Puelles propone cuatro dimensiones o planos de la libertad. Estos son:
La Libertad fundamental / constitutiva o trascendente: (de la libertad es su nivel ms radical y
profundo). El hombre es un ser libre porque su existencia tiene un horizonte indefinido, que
trasciende lo real. La persona est abierta a todas las cosas y no queda aprisionada en ningn
restringido mbito de la realidad. La libertad no es una mera propiedad de los actos, sino de su
mismo ser personal. Existir implica elegir, y todo elegir es un elegirse.
Ejemplo: Elegir una carrera no es solo una eleccin entre dos objetos, sino que que lo que est en juego en
esta decisin es el modo de ser del sujeto. Se trata de si yo quiero ser ingeniero o economista. En cada
decisin esta implicado el propio ser , lo que se quiere hacer consigo mismo. Por eso, en toda opcin, se
decide sobre si; lo que se pone en juego o se arriesga es el propio yo. Por este motivo, en cada decisin
aparece la angustia.
La Libertad psicolgica o libre albedro: Se pone en manifiesto ante una serie de posibilidades
de eleccin que se presentan. La persona experimenta en diversas ocasiones que puede ejercer la
libertad o no, puede decidir por una cosa u otra. Estas dos capacidades, de ejercicio y de
especificacin, integran la libertad de arbitrio o libre albedro. En virtud de esta libertad, el hombre
es fuerte de ciertos actos de la voluntad que no le vienen impuestos desde afuera y que pueden, a
su vez, mover a otras facultades a realizar operaciones que son tambin libres. As, la voluntad
puede determinarse a s misma a querer o no querer (libertad de ejercicio) y , una vez que se
determina q querer, puede elegir una cosa u otra (libertad de especificacin).
La libertad de eleccin se expone a menudo como la capacidad de actuar de esta o de la otra forma, de
elegir esta o aquella posibilidad y de determinar por s misma el acto.
La Libertad moral: (Yepes Stork afirma) Consiste en la realizacin de la libertad fundamental a
lo largo del tiempo, es decir, en la tarea de vivir la propia vida y configurar una determinada
biografa e identidad: la de uno mismo. La realizacin de la libertad consiste en el conjunto de
decisiones que van diseando la propia vida y en la incorporacin de los resultados que producen
esas decisiones. A travs de la libertad moral la persona alcanza su fin, esa plenitud de la libertad
del hombre que configura su dignidad personal. Desde este punto de vista se entiende que un
hombre no pueda considerarse ms persona que otro, pero s pueda ser calificado como mejor
persona.
La Libertad Social: Consiste en que los ideales puedan vivirse, es decir, pueden llevarse a cabo
los proyectos vitales de una persona, familia o institucin. Para eso hace falta que se permitan y
que sean posibles. La Libertad, en su cuarta dimensin, se caracteriza, por un lado en lo que debe
ser permitido, y por otro, en lo que ha de ser alentado para la autorrealizacin propia.
Como bien afirma Leonardo Polo, que seamos libres no depende exclusivamente de nosotros, sino de las
ocasiones de ser libres que nos da la realidad con la que nos relacionamos. La libertad poltica, por tanto
consiste en que sea permitido a cada persona ser en s misma y trascender, crear, desplegar su fuerza en el
mbito social puesto que para desarrollarla en el ambiente privado de su intimidad personal o familiar no
necesita, en principio, ningn permiso, salvo que sea la misma familia la que se proponga instaurar una
manera nueva.
Se quiera o no, cada vez que se acta, la conducta repercute en los dems y en la propia persona.
Resumiendo: Se puede decir que tanto el libre albedro humano como la libertad trascendental de la razn que lo
hace posible, son libertades que el hombre no puede darse as mismo sino que le son dadas. La persona se
encuentra con ellas sin haberlas buscado ni elegido.
Pero la persona puede darse a si misma otra clase de libertad: la que se adquiere en la prctica de las virtudes
morales. A esta libertad, que no es innata sino que puede y debe ser adquirida por la persona para perfeccionar su
propio ser, se llama libertad moral por lograrse en el ejercicio de esas mismas virtudes, con esto se hace duelo se
sus propios impulsos.
Ejercer la libertad slo ser posible dentro de un marco que le asegure su libertad social y poltica: los dems han
de permitir con su conducta que cada persona pueda llegar a ser lo que quiera ser.
4. La autodeterminacin, pieza clave de la tica.
Una vez analizada las 4 dimensiones de la libertad, conviene estudiar con mas detenimiento la autodeterminacin al
bien de la persona. La experiencia demuestra muchas veces que, a la hora de tomar una decisin, suele aparecer la
inseguridad o la duda ante esa eleccin. No se dara esto si las acciones estuvieran determinadas de antemano.
Como ser persona es un problema de autodeterminacin que se resuelve a partir de decisiones que toma cada ser
humano, a veces se considera que al elegir slo se determina el tipo de accin que se escoge, como algo extrnseco
al sujeto pero en realidad, toda eleccin lleva consigo, inseparablemente unida una determinacin de la persona.
En todo acto, el hombre pasa de la indeterminacin previa a la actuacin, a la determinacin por alguna de las
posibilidades que se ofrecen. En la accin libre dicha determinacin no es causada por una necesidad interna (es el
caso de un acto instintivo) ni tampoco por una fuerza exterior (es el caso de la accin coacta). Por eso, se puede
hablar de autodeterminacin, en cuanto a que el sujeto dispone, determina la propia accin. La idea de
autodeterminacin expresa fielmente la esencia del acto humano o acto libre. En toda accin libre soy yo (y no otra
persona o una necesidad interna) el que decide o determina y, adems decido o determino sobre m mismo.
La persona es determinada y poseda slo por s misma y en esto consiste su autodeterminacin.
5. La libertad, fundamento de la responsabilidad.
Como la persona es duea de sus actos y a travs de ellos, duea de s misma, es responsable de su conducta y de
su vida.
Todo acto libre es imputable al sujeto que lo realiza, quien , por tanto, responsable de l. Libertad y responsabilidad
van juntas e inseparablemente unidas en toda accin. La responsabilidad no es un sobreaadido a la libertad,
sino que es otro aspecto de la libertad.
5.1 Impedimentos del conocimiento y modificaciones de la voluntad.
Las condiciones o circunstancias que inciden directa o indirectamente sobre la accin, modificando su
imputabilidad moral, pueden tener diverso origen pero siempre afectan al menos uno de los elementos esenciales
del acto libre (el conocimiento formal del fin y la voluntariedad) disminuyendo o incluso anulando la libertad y, por
ende la responsabilidad.
5.1.1 La falta de advertencia.
La advertencia es el juicio del entendimiento prctico necesario para la accin libre. Es el acto por el que la persona
se da cuenta de lo que va a hacer o de lo esta realizando y de la moralidad de su accin. Esta advertencia admite
grados:
a) advertencia plena: la persona se da cuenta perfectamente de lo que hace y su valor moral.
b) Advertencia semiplena: el sujeto advierte lo que est haciendo de modo imperfecto. Se trata de una accin
imperfectamente voluntaria cuya imputabilidad moral es tambin imperfecta.
c) Ausencia de advertencia: la persona no se da cuanta de lo que est haciendo y por tanto, no es responsable
de su accin. Se trata de una accin no voluntaria.
5.1.2 La ignorancia.
En el caso de la ignorancia el problema se da cuando el conocimiento de la moralidad de la accin que se posee es
errneo, es decir, se considera buena una accin que en realidad es mala o viceversa. La ignorancia implica una
carencia de ciencia en quien debiera tenerla, slo se tiene en cuanta el desconocimiento de aquello que es
obligatorio saber.
La ignorancia destruye la libertad o la debilita al impedir el conocimiento necesario para la voluntariedad del acto.
Diversas clases de ignorancia:
a) ignorancia invencible: se da cuando la persona ni siquiera sospecha que su opinin es equivocada y que,
por tanto, no debe ser seguida.
b) Ignorancia vencible: cuando se duda de la verdad de la propia opinin y disponiendo de medios para
descubrir la verdad no se llega a ella por pereza, malicia etc. La ignorancia desaparece poniendo los
medios necesarios para conocer la moralidad de una accin.
c) La ignorancia afectada: se da cuando la persona no tiene inters en enterarse de sus obligaciones o procura
olvidarse de ellas con la intencin de eludirlas: es el no querer conocer lo que se debe saber.
5.1.3 El influjo de las pasiones.
En el comportamiento humano la persona no acta slo con su inteligencia y voluntad, sino que interviene su
afectividad sensible: deseos, sentimientos, emociones. La percepcin sensible de los objetos despierta una
tendencia o reaccin afectiva hacia ellos que predispone a la voluntad a querer o a rechazar esos bienes. La
antropologa denomina a esos movimientos de la afectividad con el trmino pasiones.
Los sentimientos han de subordinarse a la inteligencia y a la voluntad y tienen para ello una aptitud natural. A la
voluntad le corresponde dirigirlos a querer lo que es realmente bueno y conveniente para la persona (aunque
cueste) , y a rechazar lo que es malo o inconveniente.
La voluntad ejerce as un control sobre las pasiones: puede rechazarlas, ordenarlas o desplazarlas. En cualquier
caso, la influencia de las pasiones en los actos libres depende del consentimiento de la voluntad. Las pasiones en s
mismas son un hecho fsico y no una accin libre.
La influencia de las pasiones en los actos libres depende, en todos los casos, del consentimiento de la voluntad y
del dominio de sta sobre esas tendencias sensibles.
5.1.4 Los hbitos morales.
La persona al actuar decide mediante la voluntad a la que acompaa todas sus inclinaciones (las pasiones) y sus
disposiciones (los hbitos).
Las acciones por su autorreferencialidad van dejando huella en el sujeto van constituyendo los hbitos que inclinan
a la persona a obrar bien o mal.
5.1.5 La violencia.
Se define como aquello que procede de un principio extrnseco resistido por quien lo padece. La violencia afecta a
los actos imperados de la voluntad y no los elcitos porque stos, procedentes de un principio intrnseco, no pueden
ser directamente producidos por una causa violenta exterior. Esto prueba que la libertad es una propiedad
inalienable: a la voluntad no se la puede violentar.
La violencia por su naturaleza fsica, ejerce su influencia sobre el acto externo, para conseguir la rendicin de la
voluntad. Es pues, un atentado a la libertad de los actos: no tiene poder sobre el acto de la voluntad y, por ende, no
entraa responsabilidad moral.
5.1.6 El miedo.
Es un estado de nimo o perturbacin emocional producida por la amenaza de un peligro inminente y difcil de
evitar. Ese temor influye en la libertad y se da cuando la persona acta porque quiere evitar un mal que se teme.
Puede producir una ofuscacin (ceguera, prejuicio) completa de la inteligencia y de la voluntad y todo lo que se
realiza en esos momentos pierde el carcter de acto humano.
5.1.7 Las enfermedades mentales.
Determinadas disfunciones somticas o psquicas pueden impedir total o parcialmente el uso de la razn o debilitar
el autodominio de la voluntad.
6. La verdad sobre el hombre, medida de su libertad.
El hombre es un ser capaz de proyectos. Inevitablemente, todo hombre, de alguna manera, es un proyecto que se
cumple en el tiempo, porque por ser el hombre un ser temporal que tiene comienzo y que tiene fin ha de
transformar el tiempo en psicohistorias, es decir en la duracin en que pueda realizar su trayectoria biogrfica y
personal, gracias a la cual el mismo se realiza como quien es. Su comportamiento tico es aquel que salvaguarda y
garantiza la realizacin de su mejor proyecto: el de ser hombre
el desarrollo como persona depende extrnsecamente del uso de la libertad, presenta dimensiones que se pueden
definir as:
a) Una dimensin Cultural, que incluye la realizacin de un determinado quehacer ( un trabajo) y una forma
de convivencia humana estable comnmente la familia.
b) Una dimensin tica, el tipo de persona que cada uno pretende ser y que considera que ha de esperar y
promover en los dems.
c) Una dimensin Religiosa, ms o menos perfecta, ms o menos explicita, la propia vida vista como una
respuesta a Dios, al bien y a la verdad absoluta que trasciende a la persona y la mide.
Si el proyecto vital responde a la verdad de la persona y sta cumple las acciones que lo realizan, su libertad
aumenta progresivamente: va viendo y haciendo aquello que constituye el sentido de su libertad que va adquiriendo
as un poder creciente. En la medida en que el plan sea equivocado y las acciones lo hagan vida, ir menguando la
fuerza de la libertad.
7. Dignidad personal y sentido de la vida.
Con el trmino dignidad humana se quiere expresar precisamente el derecho que todo hombre tiene a que se lo
reconozca como un ser que es un fin en s mismo y a no ser tratado como un simple medio al servicio de los fines
de los dems. Es un derecho natural e innato que se funda en la igualdad especifica de todos los hombres.
Esto quiere decir que cada hombre puede y debe dirigirse libremente a s mismo hacia su propia perfeccin.
La persona se configura como una realidad nica e irrepetible y por tanto insustituible. En ella se unen los dos
aspectos fundamentales de la dignidad humana:
a) Una dignidad ontolgica o constitutiva: desde este punto de vista, toda persona debe ser tratada como lo
que es: un ser nico e irremplazable independientemente de su conducta.
b) Una dignidad moral: tambin llamada complementaria que deriva del propio carcter libre del hombre que
lo lleva a comportarse de modo tal que alcance su perfeccin.
Captulo 4: El deseo de felicidad y la vida moral
1. Aspiracin a la felicidad y vida moral
La biografa de una persona est compuesta por el conjunto de decisiones concretas realizadas mediante el uso de la
libertad, y de la felicidad que se busca en cada una de esas decisiones.
Dentro de la idea de felicidad caben todos los proyectos, las verdades que orientan en la vida, los valores y modelos
que se tratan de imitar, los bienes que una persona pretende conseguir
Un ideal es un modelo de vida que uno elige para s, se convierte en proyecto vital cuando se decide seriamente
ponerlo en prctica. La tercera dimensin de la libertad consiste en tratar de realizar los propios ideales.
En conclusin la realizacin de un proyecto vital, libremente decidido es lo que da autenticidad y sentido a la
propia vida.
La existencia humana est ordenada a un fin ltimo, ya que las metas que se propone en su obrar suelen estar
subordinadas una a otras hasta llegar a un objetivo absoluto.
La nocin de felicidad es el motivo o razn que justifica todo querer deliberado, y por lo tanto la vida feliz se
presenta como el fin ltimo querido natural y necesariamente por todos y cada unos de los hombres.
La experiencia tica se plantea como una sntesis de libertad y de necesidad; de libertad, la voluntad no est
determinada hacia ningn bien concreto; y de necesidad, porque el deseo de felicidad interpela al hombre de modo
absoluto e inevitable.
1.1 Contenido de la felicidad
Todos los hombres tienden a buscar la felicidad, que es poseer el bien, sin mezcla de mal alguno. Pero el contenido
de la felicidad no se le presenta a la persona de forma evidente. Toms de Aquino expone una serie de bienes
posibles a los que el hombre puede aspirar:
a) Bienes creados y limitados, considerados en forma individual o colectiva:
Externos al hombre:
Meramente materiales: las riquezas
Meramente espirituales: la fama, honores
Mixto: el poder
Internos al hombre o propios de l:
Meramente corporales: la salud
Meramente espirituales: la virtud, la sabidura
Mixtos: el placer
b) Bien increado o infinito: Dios nicamente.
La felicidad no est en los bienes materiales, aun cuando son necesarios para cubrir las necesidades de las personas,
estn subordinados a la dignidad de la persona, y por lo tanto sera un absurdo buscarlos por s mismos. La
posesin de bienes es slo un medio para ser feliz.
La felicidad no est tampoco en los bienes corporales, ya que el cuerpo, por su naturaleza se subordina al alma. Por
ejemplo hay personas que no tienen medios para su subsistencia corporal, pero estn felices ms all de sus
carencias materiales.
La felicidad tampoco est en los bienes espirituales internos al hombre, ya que si la dicha consiste en un bien del
alma, la persona sera feliz desde el primer momento y durante toda su vida.
Es evidente que todos los bienes producen cierta dicha cuando se alcanzan, pero la felicidad no puede consistir en
la posesin de riquezas, honores, fama o poder, ya que todos por su misma naturaleza, son slo medios con
respecto a un fin. Por lo que ningn bien creado puede saciar el apetito de felicidad inherente a la aspiracin natural
del hombre. Porque el hombre en insaciable por su capacidad al infinito.
Por lo tanto el objeto de la felicidad ha de encontrarse fuera del hombre y de los bienes creados, los ilimitados
deseos de felicidad que posee una persona pueden ser saciados por un ser infinito. La universalidad del bien est en
Dios, ser increado e infinito. Los diversos bienes creados son perfectivos del hombre sin son buscados, como
medio y no como meta para satisfacer las aspiraciones de la vida.
En conclusin se debe distinguir entre el fin ltimo objetivo, el cual se identifica con la felicidad absoluta y el fin
ltimo subjetivo que cada hombre elige.
1.2. Determinacin prctica del contenido de la felicidad
Las personas en forma libre y conciente buscan la felicidad a travs de la inteligencia, ese bien, una vez conocido
por el entendimiento, pasa a ser el principio de la voluntad, el que mueve las dems facultades, para alcanzarlo por
medio de una serie de actos.
Para Toms de Aquino, el espritu humano est hecho de forma tal que slo puede tender a la felicidad, pero slo lo
hace efectivo cundo toma contacto con la razn, sta le indicar lo que hace feliz y hacia eso ir.
La voluntad esta abierta a la felicidad o al bien absoluto, pero no tiende a ella sin unirse con la inteligencia.
Diferencia entre voluntas ut natura y voluntas ut ratio, ambas no son dos facultades, sino que es la misma
entendida en dos momentos distintos, cuando es potencia y cuando se conecta con la razn.
Voluntas ut natura: es la potencia pasiva determinada, es decir que su fin es uno: el hombre est naturalmente
destinado a la felicidad.
Voluntas ut ratio: es la voluntad movida por el bien, que se encamina hacia la felicidad, pero esta determinacin
no es automtica, ya que interviene la razn.
2. Alcanzar la felicidad: una tarea para el hombre
Es tarea del hombre alcanzar la felicidad, ya que la misma no es espontnea. La bsqueda del fin ltimo debe
alcanzar el perfeccionamiento de la persona. Una accin ser buena en la medida en que est en consonancia con el
fin ltimo verdadero. La razn tiene como funcin determinar en cada caso la conformidad de los actos humanos
con el fin. La inteligencia es el principio de los actos, a ella le corresponde tomar y constituir los fines de los
mismos y orientar a ellos la conducta humana.
3. Los parmetros del orden moral
Segn la filosofa existen 2 normas en armona, en las cuales el acto humano puede ser considerado moralmente
bueno o malo, segn se respeten o no. Ellas son la ley eterna, como norma primera y suprema y la recta razn
humana, como norma prxima y homognea de todo el orden moral.
3.1. La ley eterna y la ley natural
Todas las leyes humanas se alimentan de una ley divina, una ley universal, de acuerdo con la naturaleza, eterna e
inmutable, sujeta a toda la humanidad en todo tiempo. La ley eterna es un plan divino que ha ordenado al mundo de
modo que cada criatura cumpla con su fin, segn su naturaleza y de acuerdo con las leyes que gobiernan su accin.
Cuando esta ley es aplicada al hombre se llama ley natural, es decir, funcionamiento normal de todo lo que existe
en la naturaleza.
La persona posee por naturaleza una tendencia a su propio fin en forma dinmica y libre: es la ley moral natural
que se corresponde con una estructura de la libertad, como capacidad de tomar postura ante el fin ltimo. El
objetivo de la ley moral es la realizacin del hombre, su perfeccin y felicidad.
El ejercicio de la libertad ser pleno en la medida en que sea capaz de elegir distintas cosas, manteniendo el orden
al fin.
La ordenacin racional del acto humano hacia el bien y la bsqueda voluntaria de ese bien conocido por la
inteligencia constituye la moralidad. sta es la propiedad de los actos humanos segn la cual se ordenan o no a la
consecucin del bien del hombre. Esta ordenacin es propia de la naturaleza humana: ah radica esencialmente la
ley moral.
La ley natural, tambin se podra definir: como el conjunto de normas que, con rectitud de intencin, orientan al
hombre a ejercer su libertad de acuerdo con su fin ltimo.
3.1.1. Contenido de la ley natural
La ley natural es ley racional, ya que tener inteligencia es propio de la naturaleza del hombre, y abarca la totalidad
de las normas de moralidad, tan claras y elementales que todos los hombres pueden conocerla tan slo por la razn.
Contiene todos los bienes y fines esenciales que la persona debe conseguir y respetar para lograr su
perfeccionamiento integral y alcanzar su finalidad ltima.
La ley natural es universal porque se extiende a todos los hombre para siempre, en todas sus circunstancias y sobre
todos sus actos, y es inmutable porque los hombres ni la crean, ni pueden cambiarla, slo se limitan a conocerla.
Propiedades de la ley natural:
Si la naturaleza humana es la misma, en la totalidad de todos los hombres en todos los tiempos, entonces los
cambios histricos, sociales, tecnolgicos no afectan la esencia de la ley natural.
El contenido de la ley natural depende de lo que se debe hacer segn la razn.
Los hombres no crean la ley natural, por lo tanto ninguno puede cambiarla o modificar su obligatoriedad.
La ley natural es norma moral, obliga a todos los hombres, ya que la misma, emerge de la propia naturaleza
humana.
El contenido de la ley natural parte del principio universal que sigue la captacin del bien hay que hacer el bien, y
evitar el mal. En este principio se sintetizan todas las normas ticas por las que debe regirse el actuar humano.
Segn Toms de Aquino, las inclinaciones naturales al bien, propias de la naturaleza racional son: (la ley natural la
compendia y a la vez las manifiesta)
Una inclinacin natural que corresponde a la tendencia de todo viviente a conservarse en su ser. Deriva en el
resguardo de la propia vida, es una inclinacin natural escrita en la propia naturaleza, por la cual todo ser,
tiende a conservarse y permanecer.
Una tendencia a la fecundidad, unida al bien de la vida, que corresponde al ser viviente a la multiplicacin de la
especie.
Una tendencia de la persona humana que corresponde a la inclinacin del hombre a vivir como ser racional,
aqu se deriva el derecho a vivir en sociedad y respetar con quienes convive.
La ley natural es la ordenacin que, inscrita en la naturaleza del hombre, hace posible que ste sea capaz de
gobernarse a s mismo y tender hacia los bienes que son necesarios para su perfeccionamiento integral como
persona.
Las variaciones de la ley natural, no implican modificaciones en su contenido ontolgico, sino en el conocimiento
que el hombre tiene de ella en funcin de su misma situacin histrica y en la aplicacin que debe hacer del
precepto segn las circunstancias de tiempo, lugar, en la evolucin de los grupos sociales, etc.
3.2.La recta razn
La razn es el primer principio de todos los actos humanos, en cuanto a que ella corresponde ordenar hacia el fin
los dems actos.
Toms de Aquino afirma que la razn human es la regla prxima y homognea de la moralidad por oposicin a la
norma suprema y trascendente.
Rodrguez Luo explica que regla significa criterio o unida de media, entonces, la regla moral es el criterio que
mide la rectitud de los juicios y actos morales. Regla prxima significa que la regla est en el mismo sujeto del acto
y de su principio inmediato (la voluntad), sin que nada se interponga entre ellos.
La razn, norma del orden moral, es la razn recta. La razn recta es la adecuada a la verdad. La recta razn est
iluminada por los primeros principios del orden moral. Se llama obrar segn la recta razn, cuando el hombre obra
moralmente bien y acta de acuerdo con su naturaleza especfica y su propio fin.
La inteligencia humana tiene un conocimiento de los primeros principios del actuar: hay que hacer el bien y evitar
el mal, no hagas a otro lo que no quieres para ti, da a cada cual lo suyo, cumple siempre tu deber. Estos
principios comprenden la sindresis (hbito natural), de aquellas verdades acerca del hombre y de su obrar moral,
captadas intuitivamente y que llevan a descubrir el bien moral.
4. La conciencia moral
La persona cuando tiene que tomar una decisin debe emitir un juicio sobre el valor del acto que va a realizar, si es
bueno o malo en funcin del ideal perseguido. Este juicio partir de la ley moral objetiva, percibida por la razn, y
ser la persona interesada quien deba hacerlo, es precisamente este juicio racional, que versa sobre el actuar y de la
relacin que exista, de ese actuar con el fin fundamental, lo que constituye la conciencia moral.
La dimensin tica que caracteriza todos los actos del ser humano muestra que su vida es el camino hacia su propia
realizacin como persona. La conciencia es justamente la luz que conduce y orienta en ese camino, advirtindole
qu actos realizan su dignidad y cules la destruyen. sa es la dimensin propia de la experiencia tica.
La conciencia moral es el primer acto en el que el conocimiento de las exigencias de las virtudes y de las normas se
personaliza, se aplica a la propia situacin y es lo que mide la propia conducta.
4.1. El conocimiento moral particular
La conciencia es la aplicacin de normas universales a un acto particular. La prudencia es una virtud que aplica al
caso particular los principios generales de la sindresis, las conclusiones de la ciencia moral y las reglas prcticas
de la experiencia vivida. La virtud de la prudencia asegura, la rectitud del juicio de conciencia. El mbito de la
accin es el campo particular, pues las acciones son siempre concretas y singulares. Como toda virtud, la prudencia
es un hbito que permite emitir juicios exactos y precisos sobre el bien y el mal, sostenida por las restantes virtudes
morales, mediante el discernimiento de la verdad universal en los actos singulares y concretos.
4.2. Modalidades de la conciencia
Tomando en cuenta la conciencia en sentido moral:
En relacin con el acto puede ser:
Antecedente, cuando se juzga un acto que se va a realizar.
Consecuente, cuando se juzga un acto ya realizado.
En conformidad con la ley moral:
Verdadera o recta, cuando se juzga la bondad o malicia de un acto.
Errnea o falsa, cuando se juzga en desacuerdo con la ley moral, la causa del error de este juicio es la
ignorancia.
En relacin al tipo de consentimiento con que el sujeto asiente al juicio de conciencia:
Cierta, se juzga con firmeza si un acto es bueno o malo.
Probable, no hay seguridad completa se dictamina sobre alguna probabilidad.
Dudosa, el temor a equivocarse lo lleva a suspender el juicio, y no se decide.
4.3. Principios para seguir la conciencia
Algunos principios para determinar cundo un juicio de conciencia es realmente regla de moralidad:
Slo la conciencia cierta es regla de moral: obrar en contra del juicio de la conciencia es hacer algo conocido
como malo y prohibido por la ley, por lo tanto ese acto es malo.
Adems de cierta, la conciencia deben ser verdadera o invenciblemente errnea, para regla de moralidad: slo
la conciencia que aplica la ley natural al caso particular, es regla legtima de moralidad. Por lo que la
conciencia invenciblemente errnea es tambin regla de moralidad, mientras dura el error.
La conciencia venciblemente errnea no es regla moral legtima: no se puede obrar en contra de ella pues se
hara algo que se juzga como malo. Por lo tanto hay que salir del error antes de obrar.
No es lcito actuar con conciencia dudosa: se debe resolver la duda antes de realizar la accin, sino se expone a
actuar mal.
CAPITULO 5: CRITERIOS PARA EL JUICIO MORAL DE LAS ACCIONES HUMANAS.
La conciencia juzgara si un acto es conforme a la ley moral y en tal caso ser bueno o si se opone a ella.
Frecuentemente, un acto humano posee a la vez aspectos buenos y malos, lo que hace mas difcil determinar su
valor moral.
1)ELEMENTOS PARA LA VALORACION ETICA DE UNA ACCION
El acto humano comienza en la intimidad de la persona en su inteligencia y en su voluntad- y se plasma en la
conducto exterior. La moralidad es el orden al fin ltimo de los actos humanos y, con ellos, de la misma persona.
La bondad de los actos tambien dependen de la intencion con que se realizan.
En el juicio sobre estos, es preciso considerar tres aspectos que constituyen las fuentes de la moralidad de un acto,
y el modo en que stos se relacionan:
1. el objeto del acto en si mismo
2. el fin o intencion que el sujeto se propone con ese acto
3. las circunstancias que lo rodean.
1.1) EL OBJETO
Los actos humanos se determinan moralmente por el valor moral de sus objetos. Si se adecua a esa regla, la accin
humana se considera moralmente buena, y si no ser moralmente mala. Esta conformidad o disconformidad del
objeto es el entendimiento aplicando las normas generales al caso particular.
La moralidad es la relacion del acto con el fin ltimo y la recta razn la establece en cada sujeto a la hora de juzgar
una accin. Por objeto del acto se entiende el contenido o materia del acto voluntario que implica que es conocido
por la persona y elegido por la voluntad.
El objeto moral de un robo es, por ej, un auto pero no en cuanto al auto de tal marca o tales caracteristicas tecnicas,
sino en cuanto ajeno, pues solo bajo esa razn dice una relacin, negativa en este caso, a la ley moral que prohibe
apropiarse de los bienes del projimo.
El objeto es el acto de acuerdo con su calificativo moral, es decir, expresa su moralidad por referencia a lo que es
bueno para el hombre. Un mismo hecho fsico puede conducir a objetos morales distintos.
(CUADRO PAG 143)
El objeto fsico del acto es aquello a lo que el acto tiende, abstrado del orden moral. El objeto moral es el ncleo
del acto considerado en su valor tico, mediante su ordenabilidad o no al ltimo fin. Un mismo hecho fsico puede
dar lugar a distintos objetos morales .
El objeto de un acto humano es aquello a lo que ste tiende por si mismo y determinar que existan acciones
buenas, malas o indiferentes, segn la persona. El objeto moral ser intrnsecamente en relacin con el orden de la
naturaleza humana establecida. El objeto elegido especfica moralmente el acto del querer (voluntad). Ser bueno si
es conforme a los principios y las normas morales de la ley natural.
Este objeto es el elemento primordial para la determinacin de la moralidad de un acto y, segn sea dicha
moralidad, las acciones son ordenables al fin ltimo o no.
Las acciones que tienen un objeto contrario al bien de la persona se llaman acciones intrnsecamente malas. stas
lesionan una virtud o el orden moral y, son prohibidas al hombre, independientemente de sus intenciones y
circunstancias. Por ej, la esclavitud.
Robert Spaemann, son modos de proceder malos porque con ellos se niega inmediatamente al hombre su carcter
de persona y de su fin en si mismo.
Las acciones intrnsecamente malas poseen una connotacin moral negativa intrnseca que ningn proyecto
subjetivo puede hacer desaparecer.
Se trata de algo absoluto e incondicionalmente malo por naturaleza, en relacin con una norma moral absoluta e
incondicional, aquello que, por su propio ser, no admite ser ejecutado por el hombre en ninguna situacin.
Si un acto no perfecciona a la persona segn la verdad es un acto malo. Las normas morales que prohben estos
actos tienen un valor permanente y en toda circunstancia, sin excepcin. Y esto en orden a defender la verdad de la
persona y, por consiguiente, su autentica libertad.
1.2) EL FIN
El fin del acto moral es el objetivo , lo que se propone conseguir. Este fin, junto con el objeto, determina la
sustancia del acto moral.
Aquino, el fin es el objeto del acto interior de la voluntad. Si esa finalidad desapareciera, el sujeto no actuara.
La finalidad puede coincidir o no con el objeto de la accin. No se da cuando, se sale a caminar (objeto) para
recuperar la salud (fin), y si se da cuando, una persona bebe mucho alcohol (objeto) para emborracharse (fin).
En el obrar concreto la intencin est fundida con lo que se obra. Pero la voluntad puede ir mas alla, enriqueciendo
con su finalizacin la bondad del objeto del acto exterior o distorsionandola.
La intencin es lo que propone el sujeto al actuar o la finalidad por la cual voluntariamente realiza una omisin. Es
querer el fin ltimo.
Un objeto (hacer un regalo) se subordina a otro (sobornar).
La voluntad siempre tiende a un principal que es lo que la mueve. En toda accin humana hay una intencin, y esta
determina los actos intrnsecamente indiferentes. Un viaje (objeto indiferente) que determinado por la intencin,
por negocios, descanso, etc. Todo acto humano debe estar ordenado, actual o virtualmente, al fin ltimo. Se
convierte en malo por carecer de l, pero si un objeto, por si mismo, no tiene esa conmensuracin con el fin ultimo,
pero tampoco es contrario a el (indiferente), el hombre, mediante su razn (por esta la razn es regla), debe
obligatoriamente proporcionrsela.
1.3) LAS CIRCUNSTANCIAS
Las circunstancias (del latin circum stare, hallarse alrededor) son diversos factores o aspectos accidentales del
objeto o de la intencin del sujeto que afectan, de algn modo, a la bondad de la accin.
La entidad moral de un acto no se restringe al objeto o al fin sino que, ademas, depende de circunstancias que
acompaan toda conducta.
Si el fin y el objeto son como forma y materia, respectivamente, del acto moral, las circunstancias son como
accidentes. Si el acto es bueno por su objeto y su fin, las circunstancias acrecientan o disminuyen su bondad, y
llegan incluso a convertir un acto bueno en malo.
Las ppales circunstancias:
a. caractersticas o cualidades de la persona que obra: la moralidad vara segn quien la realiza.
b. Cualidad y cantidad del objeto sobre el que versa la accin: la cantidad de lo robado modifica la
gravedad del robo. Alude tambin a la cualidad del objeto no es lo mismo injuriar a los padres que a un
desconocido.
c. Lugar en que se realiza la accin: ej, una calumnia dicha a solas que a travs de un medio de
comunicacin.
d. Medios empleados: ej, entre el robo a mano armada y el hurto sin violencia.
e. Modo de obrar: la modalidad de la accin denota una mayor o menor bondad o malicia. Hacer una
correccin con delicadeza o con brusquedad.
f. Cantidad y cualidad del tiempo: duracin del acto, si es realizado en tiempo de guerra o paz.
g. Motivo por el que se realiza un acto: no se refiere al fin ppal, sino a motivos secundarios, que no son la
causa de la accin. Una persona puede ayudar por solidaridad pero, a la vez, esperar una compensacin
humana.
h. Las consecuencias de la accin: son otros efectos resultantes de una acto que pueden afectar su moralidad
en la medida en que sean previsibles y evitables. Aumentan la bondad o maldad; mientras los imprevistos o
inevitables pueden ser ajenos a la voluntad.
Objeto, fin y circunstancias estn intimamente relacionados en la accin del sujeto.
1.4) MODO EN QUE EL OBJETO, EL FIN Y LAS CIRCUNSATNCIAS INTERVIENEN EN LA
MORALIDAD DEL ACTO
La bondad o la malicia de un acto humano queda determinado por el fin intentado, el objeto moral elegido y las
circunstancias que lo rodean. Esto se da segn los siguientes ppios:
a)el objeto moral da a la accin su moralidad intrnseca y esencial: si la accion tiene un objeto moral malo, sera
necesariamente mala en todo tiempo y lugar, independientemente de la persona que lo realice y de la intencin que
sta tenga.
Solo puede ser moralmente buena una accin si su objeto es ordenable al fin ltimo. Es esencial para la bondad la
voluntad.
b)la accin que tiene un objeto moral bueno necesita adems, para ser realmente buena, de una recta
intencin, es decir, de un fin bueno: por el objeto moral bueno, la accin tiene ya una primera bondad o rectitud a
la que la intencin de la voluntad ha de adherirse. Para obtener un fin malo, la persona obra mal porque despoja,
con su fin malo, al objeto de su bondad original, nunca se puede hacer un mal para obtener un fin: el fin no justifica
los medios.
4 consecuencias:
1.las acciones que por su objeto son indiferentes, se hacen buenas o malas por el fin
2.una accin buena por su objeto se vuelve mas o menos buena o mal por su fin.
3.una accin por su objeto mala, se puede hacer mas o menos mala por el fin pero nunca buena.
4.cuando el objeto de la accin el malo, no cambia la moralidad por las consecuencias buenas que puedan derivarse
de ella. Por consiguiente, el consecuencialismo tico no es aceptable.
c)las circunstancias pueden aumentar o disminuir la bondad o malicia de un acto, pueden hacer malo un
acto que de suyo era bueno, pero nunca pueden hacer bueno un acto que por su objeto es malo: esto se da
siempre que las circunstancias modifiquen moralmente al objeto, es decir, su relacin con la norma moral, lo hace
mas buena o mas mala.
No existen los actos indiferentes. En toda accin realizada libremente, la persona tiende necesariamente hacia un
fin determinado. En abstracto, se puede hablar de actos indiferentes como aquellos cuyo objeto moral no indica
adecuacin o lesin de la norma moral, pero son siempre moralmente calificables por el fin y las circunstancias que
lo acompaan. Ej, el ser mucho o poco dinero solo es moralmente significativo si se trata de dinero robado, como
cantidad de lo robado.
Para que una accin sea buena, el objeto bueno, el fin bueno y las circunstancias buenas, para que el acto sea malo,
solo basta una de ellas mala.
Aquino: el bien nace de la rectitud total; el mal nace de un solo defecto.
a)si el objeto bueno, el fin y las circunstancias pueden hacerlo malo
b)si el objeto indiferente, el fin o las circunstancias pueden hacerlo malo o bueno
c)si el objeto malo, ni las circunstancias ni el fin pueden hacerlo bueno.
4)RESPONSABILIDAD POR LAS ACCIONES AJENAS
La persona, tanto con su accin como abstenindose de actuar, puede influir en las decisiones y actuaciones de los
dems.
Pueden enumerarse tres modos de induccin a acciones ajenas:
a)la peticin: consiste en pedir o mandar una accin de manera explcita o tcita. Induce a las personas a
comportarse de acuerdo a ppios o procedimientos.
b)la persuasin: consiste en aconsejar, alabar, criticar o incentivar las acciones ajenas. La responsabilidad por ellas
depender de si se ha inducido a una buena o mala accin.
c)la ejemplaridad: consiste en la influencia querida o solo prevista que la accin de una persona puede causar
sobre la voluntad de otra. Puede ser positiva, dar un buen ejemplo o negativa, que es un obstculo que impide a
otros actuar bien. La responsabilidad en la ejemplaridad depende de la autoridad. Cuanto mayo es, mas
influenciables son los receptores.
Existen en el hombre una tendencia natural a imitar a otras personas. Por eso, al actuar bien genera en los dems a
hacer lo mismo y viceversa.
La ejemplaridad o el escndalo( ejemplaridad mala) pueden ser directos, deliberadamente buscados, o indirectos,
no se acta con el fin de influir en la conducta ajena.
5)RESPONSABILIDAD POR COOPERACIN A ACCIONES AJENAS
Es indudable que la persona, al actuar, muchas veces coopera en las acciones de otros. Esto trae consigo una
responsabilidad moral, al cooperar se participa de la moralidad de los actos con lo que se colabora. La cuestin que
se plantea es en que medida una persona es responsable de esas acciones que cooperan en las decisiones de otra.
No es igual cooperar al bien que al mal.
5.1)MODOS DE COOPERACIN A UNA ACCIN AJENA
La cooperacin consiste en la ayuda o facilitacin que la accin de una persona presta a la ejecucin de lo que otro
ya ha decidido autnomamente hacer. No se influye en la voluntad ajena.
La cooperacin puede ser querida directamente y por libre iniciativa, que implica aprobacin de la accin ajena
(cooperacin formal), o puede ser tolerada, sin aprobar el comportamiento ajeno (cooperacin material).
La cooperacin material se realiza por necesidad o bajo presin sin aprobar la accin ajena, y es mas bien victima
de la situacin.
Puede ser, inmediata o directa y mediata o indirecta.
a)cooperacin material directa: se da cuando se ayuda a otro a realizar una accin; ej, un ladrn OBLIGA a
ayudarlo en su accin de robar.(puede ser remota o prxima)
b)cooperacin material indirecta: cuando se proporciona un instrumento que otro emplear para hacer el mal, ej,
el que vende armas para que otro robe. (siempre es prxima).
5.2) MORALIDAD DE LA COOPERACIN AL MAL
La cooperacin al material al mal es moralmente ilcita. ticamente no es aceptable participar de modo inmediato
en una accin ajena mala. En la dimensin social, cada uno debe obrar, ayudando o contribuyendo para el bien de
todos.
Algunas circunstancias que hagan lcitas determinadas acciones con las que se coopera materialmente al mal, donde
la cooperacin no responde a una libre iniciativa del sujeto sino a una cierta necesidad de conseguir un bien o de
evitar un mal a travs de la accin de la que otro se sirve para realizar sus propositos inmorales.
Se trata, en la prctica, de una aplicacin concreta del ppio del voluntario indirecto. Es lcita una cooperacin al
mal si es meramente material y se cumplen todas las condiciones que hacen lcito el voluntario indirecto. Esas
condiciones:
a)que la accin del cooperante sea, en si misma, buena o indiferente: la accin con la que coopera no puede
suponer la lesin de una virtud.
b)el fin del sujeto ha de ser honesto: la intencin debe ser recta y evitar el efecto malo.
c)el efecto malo no ha de afectar al objeto moral de la accin, sino advenirle per accidens: es decir, como un
riesgo que se corre al realizarla, siempre que se lo asuma con recta intencin y justa causa. Estudiar el caso
concreto para ver si el efecto malo es determinante o no del objeto moral. La muerte de un feto siempre es malo, si,
en cambio, el efecto malo es solo un riesgo con justa causa, el acto podr realizarse con las precauciones oportunas.
d)debe existir una causa proporcionalmente grave a la entidad del dao y a la inmediatez y probabilidad con
que se siga a la accin de cooperar materialmente al mal: la causa ha de ser tanto mas grave, cuanto mayo sea el
mal en el que se coopera. Debe exitir proporcin entre la importancia y necesidad del efecto bueno que se pretende
lograr y la negatividad representada por la cooperacin.
Para minimizar los efectos malos derivados de la cooperacin:
a)evitar el escndalo: dejarles claro con la propia conducta, que se trata de una cooperacin material y las graves
razones que motivaron a participar de ella.
b)poner los medios para no racionalizar alguna falsedad: para no caer en excusas que justifiquen la mala accin
ajena, para no pasar de una cooperacin material a una formal.
c)revisar peridicamente las circunstancias: para ver si siguen justificando la cooperacin al mal.
Capitulo 6: EL ESTUDIO DE LAS VIRTUDES
El estudio de las virtudes.
Al estudiar la tica es inevitable hacer referencia a las virtudes, sin ellas la tica quedara incompleta. Aristteles
deca que seria intil conocer lo que esta bien y no saber como conseguirlo.
Aristteles afirma que los hbitos no son innatos sino que se adquieren por repeticin de actos. Junto a su
naturaleza biolgica que le viene dada por nacimiento, el hombre es capaz de adquirir una segunda naturaleza:
repitiendo acciones libres va tejiendo se propio estilo de conducta, su modo de ser mejor o peor.
La libertad, por medio de ella se presenta la posibilidad permanente de elegir una conducta digna de hombre o
escoger aquello que lo degrada.
La libertad brinda ocasiones de protagonizar actos buenos y malos. Cada persona es susceptible de vicios y
virtudes justamente porque tiene que desarrollar su esencia humana.
Un acto aislado no constituye un habito, quien siembra actos, cosecha hbitos; y el que siembra hbitos, cosecha
su propio carcter.
1.El obrar humano y las virtudes.
Todos los seres tienen capacidades que se despliegan al actuar; pero el hombre es consciente de su posesin y del
dominio sobre el ejercicio de ellas.
Al hablar de virtud, se hace referencia a un aspecto del obrar humano no en cuanto a su esencia ni a sus
impedimentos, sino al modo en que se desarrolla y crece la perfeccin de la persona. La virtud es un tipo de habito.
Los hbitos son la base de todo el desarrollo del hombre.
Cuando se habla de hbitos, se suelen distinguir aquellos que radican en las potencias operativas (hbitos
operativos) de los que son inherentes en la naturaleza de una cosa (hbitos entitativos)_; la salud es un habito
entitativo del cuerpo.
a) una cualidad de las potencias operativas del hombre: solo la persona humana, por estar dotada de libertad,
puede aumentar, mediante hbitos, el dominio que goza sobre sus actos. Los dems seres no pueden forjar
hbitos porque carecen de libertad. Los animales obran dominados por el instinto.
b) Se trata de una cualidad estable: quiere decir que es difcilmente removible.
c) Lo propio del habito es disponer e inclinar la potencia a una operacin: la disposicin del sujeto a obrar de
modo tal que lo mejore como persona. Los hbitos perfeccionan las potencias operativas disponindolas hacia
aquellas acciones que estn de acuerdo con la naturaleza de la persona.
Casi todos los principios operativos del ser humano son susceptibles de aumento y disminucin en cuanto a su
potencia y alcance.
La inteligencia es capaz de alcanzar un perfeccionamiento progresivo que se pone de manifiesto no solo en una
acumulacin de conocimientos, sino el aumento de las capacidades cognoscitivas. La voluntad elige lo que le
conviene, toma decisiones de acuerdo con lo que corresponde a su perfeccin personal.
Loa hbitos operativos se clasifican, segn su origen, en naturales o adquiridos. Los primeros son las inclinaciones
propias de cada potencia que la guan hacia su objeto propio.
Los hbitos adquiridos se obtienen por el ejercicio de la libertad. Si esta se inclina hacia el bien, aparecen las
virtudes; y si, por el contrario, se elige el mal, surgen los vicios.
Tomas de Aquino define virtud como el habito operativo bueno. La virtud no puede confundirse con la mera
costumbre.
La palabra virtud deriva del vocablo latino virtus que equivale al termino vis, cuyo sentido es fuerza. En una
acepcin mas limitada significa un habito adquirido que perfecciona o refuerza a alguna potencia activa.
La virtud tiene la propiedad de hacer vivir rectamente, dispone al hombre como comportarse de una manera
adecuada a su propia naturaleza, fortalece la voluntad y el rendimiento positivo de la libertad. Gracias a ella, la
persona adquiere una fuerza que antes no tenia y puede hacer cosas que anteriormente se le presentaban como
imposibles. El hombre no poda adquirir virtud alguna si todas sus facultades estuviesen determinadas por
completo de manera innata.
Las potencias racionales, tiene un amplio margen de indeterminacin en su obrar.
La virtud consiste en estar entrenado para conquistar el bien y evitar el mal.
La tica que mira a la adquisicin de las virtudes es un modo de ganar tiempo. La tica es aquel modo de usar el
propio tiempo segn el cual el hombre crece como un ser completo.
La virtud no puede confundirse con un mero acostumbramiento. La costumbre es una simple repeticin de una
conducta externa.
Los vicios disminuyen el campo de la libertad porque todos separan la accin de la razn.
Las virtudes y los vicios se obtienen con la practica de los actos que los producen. Estas acciones exigen un
esfuerzo pero luego no tanto, pues la inclinacin que produce la costumbre le ahorra al hombre la Decision y le
hace ms costoso actuar en sentido contrario. El sujeto de la virtud es la persona, a travs de las potencias por las
que obra libremente, la inteligencia y la voluntad, con el concurso de las pasiones.
Aquello en lo que consiste el bien propio de cada hombre es algo que, en cada circunstancia y situacin, lo ha de
determinar en cierta forma el propio sujeto, y esta determinacin no se realiza como efecto de un puro instinto. De
ah la necesidad de unos buenos hbitos operativos o virtudes para que esa determinacin se lleve a cabo de
manera moralmente correcta, y no solo eventual o aisladamente, sino con cierta constancia, o sea en forma habitual.
A esos buenos hbitos operativos es a lo que se llama virtudes morales.
Muchas veces la tica se reduce a normas y se ve a estas como meras prohibiciones. Si bien es cierto que las
normas indican la licitud moral de una accin y prohiben su cumplimiento, no pueden reducirse solo a eso. El
sentido de la vida moral esta centrado en la idea de la felicidad. A esta se llega a travs de las acciones que, en
ultima instancia, implican el desarrollo de alguna virtud. La realizacin de las virtudes en la propia vida es una
tarea difcil de abarcar en unas normas.
Las normas facilitan la tarea de educar en las virtudes porque explicitan aquellos comportamientos que lesionan
esencialmente las diversas virtudes.
La justificacin de las normas son las virtudes: est justificada la norma que expresa fielmente las exigencias
positivas o negativas de una virtud y que educa eficazmente en las virtudes, ya que el fin de todas las normas es
ayudar a los hombres a practicar y adquirir las virtudes.
Una tica que no este fundada sobre la virtud se precipita haba un mero legalismo que no puede satisfacer los
requerimientos y las exigencias de la vida moral. Y la experiencia indica que nadie ha llegado a ser feliz
nicamente por acatar una ley. Se puede decir que la virtud llega mas lejos que la ley.
2.Clases de virtudes.
Se pueden clasificar en intelectuales y morales. Las virtudes intelectuales inhieren y perfeccionan la razn
especulativa o practica. Las morales perfeccionan la voluntad y las tendencias sensibles, ayudando a la persona a
obrar rectamente respecto de la eleccin del bien.
Virtudes de la razn especulativa Hbitos de los primeros pcipios
Especulativos.
Virtudes intelectuales Hbitos de los primeros principios
Morales.
Sabidura.
Ciencia.
Virtudes de la razn prctica Prudencia
Prudencia Artes o tcnica.
Justicia
Virtudes morales
Fortaleza
Templanza
2.1. Las virtudes intelectuales.
Son las que perfeccionan al hombre en el conocimiento de la verdad. Las virtudes intelectuales se clasifican en
razn de su objeto. Teniendo en cuenta la razn especulativa o practica se distinguen:
2.1.1.Virtudes de la razn especulativa.
a) El hbito de los primeros principios especulativos: es el habito que perfecciona a la inteligencia en el
conocimiento de los primeros principios de lo real.
b) El habito de los primeros principios morales: es el habito por el cual el hombre descubre los principios ticos
que deben regular la conducta ayudndolo a detectar el bien y el mal morales.
c) La sabidura: es el habito de considerar las cosas desde las causas ultimas de toda la realidad. Dios como causa
primera de todas las cosas.
d) Ciencia: es el habito de estudiar las causas ultimas de cada genero de cosas descendiendo desde ellas hasta las
conclusiones.
2.1.2.Virtudes de la razn practica.
a) La prudencia: determina lo que se ha de hacer en cada caso concreto para obrar virtuosamente.
b) Las artes o tcnicas: por estas se conoce que se ha de hacer para producir determinados objetos. Perfeccionan la
inteligencia.
Las virtudes intelectuales perfeccionan el quehacer intelectual del sujeto y no necesariamente su obrar.
Posibilitan realizar obras bien hechas, pero esto no supone que sean buenas.
2.2.Las Virtudes morales.
As como las virtudes intelectuales perfeccionan a la persona en el conocimiento de la verdad, las morales la
inclinan a practicar el bien propio de su naturaleza, es decir, el bien moral. De esto se desprende que las virtudes
morales inclinan directamente al bien, por eso no pueden usarse para hacer mal.
San Agustn decia que la virtud es una buena cualidad del espritu, por la que se vive rectamente y de la que nadie
usa mal. Por eso se puede concluir que las virtudes morales ejercen una influencia inmediata en la rectitud de una
persona y dan valor moral al mismo hombre.
Las virtudes morales mas importantes se llaman cardinales y son la justicia, templanza y fortaleza. Todas persiguen
el bien moral.
La determinacin practica de bien (prudencia), su realizacin en sociedad (justicia), la firmeza para defenderlo
(fortaleza) y la moderacin para no confundirlo con el placer (templanza).
2.2.1 La prudencia.
La virtud moral de la prudencia es el habito operativo necesario para que esa determinacin se lleve a cabo, no de
una manera casual sino habitual. La prudencia es el habito por el que la inteligencia determina concretamente lo
que la persona ha de hacer para conseguir el bien que le conviene de manera absoluta, es decir, el bien moral.
La prudencia es la virtud intelectual y moral. Es intelectual porque radica en la inteligencia. Es virtud moral porque
implica la rectitud moral de la intencin y establece en cada caso el contenido concreto de lo moralmente virtuoso.
La prudencia se ejercita mediante tres actos principales que constituyen diversas etapas que acompaan toda
decisin recta.
a) el conocimiento: en primer lugar se trata de conocer claramente la realidad de las cosas y los principios
morales que guan a la conciencia.
b) el juicio: sobre la moralidad de la accin concreta que se va a realizar.
c) el imperio: que mueve a la voluntad a realizar la accin o bien a abstenerse a actuar.
Algunos hbitos estrechamente vinculados con la prudencia:
- La experiencia que llega a contar con la memoria del pasado, a conocer y asimilar el aporte que otros han
recogido.
- La inclinacin a poder consejo.
- La capacidad de formular analogas.
- La habilidad de descubrir los principios genricos que sirven para cada accin.
- La objetividad para conocer a fondo la situacin real.
- La sagacidad.
- La circunscripcin.
- La previsin de las consecuencias futuras.
- La preocupacin ante los imprevistos.
2.2.2.La justicia.
Es la virtud que inclina al hombre a dar a cada uno lo suyo, aquello de lo que alguien es el dueo con dominio libre
o personal. La justicia implica el reconocimiento de otro a quien algo le es debido ya que uno no puede ser justo
consigo mismo.
La justicia se refiere a las acciones externas. Solo estas son capaces de quitar o devolver a cada cual lo que le
pertenece. De aqu se deriva la estrecha relacin entre derecho y justicia. Si existe algo que hay que respetar en los
dems es porque el poseedor tiene derecho a ello. Por lo tanto la justicia presupone el derecho: sin derecho no hay
justicia.
Solo el habito de la justicia puede dar a la voluntad esta segunda naturaleza de la virtud moral que le hace posible
entender al bien del otro con la misma firmeza, constancia y alegra habitual con que aspira por naturaleza al bien
propio.
Tres son las relaciones fundamentales con la vida social:
a) El hombre se vincula con todos los dems. La justicia que mide esas relaciones se denomina justicia
conmutativa.
b) Cada persona tiene relaciones con la sociedad. La regulacin justa del intercambio se llama justicia social.
c) Por ultimo, la sociedad tiene deberes para cada uno de sus integrantes. Se denomina justicias distributiva ala
que regula los deberes sociedad-individuo.
SOCIEDAD
Justicia legal. Justicia distributiva.
INDIVIDUO INDIVIDUO
Justicia conmutativa.
La justicia conmutativa mira al bien de la persona y viene exigida por los intercambios. Tiene en cuenta que no
todas las personas son iguales, por eso la conducta justa es dar a cada uno lo suyo.
La justicia legal, en cambio, ordena la accin del hombre en relacin con el bien comn, hace referencia al
cumplimiento de la ley.
La relacin que establece la justicia legal consiste en respetar las diferencias de las personas.
La justicia distributiva ordena las obligaciones del estado y cada uno de los ciudadanos. Se trata de dar a cada uno
lo suyo de aquello que es comn, que le pertenece a todos.
La justicia lleva a respetar los derechos de cada uno, a establecer las relaciones con los dems con equidad y a
fomentar el bien comn.
2.2.3. La Fortaleza.
Es la virtud que vigoriza para practicar el bien a pesar de las dificultades, con constancia y paciencia. Es el habito
moral que hace que la persona se sobreponga a todas las pasiones que la apartan del bien arduo y difcil.
La fortaleza es una condicin para ser o hacerse prudentes.
El vocablo fortaleza deriva del latn fortis, fuerte, y abarca tanto el concepto de potencia fsica como el de fuerza
moral o energa de nimo.
Lo propio de la fortaleza no es conocer el miedo, sino el no dejar que el miedo le fuerce al mal o le impida la
realizacin del bien.
Tomas de Aquino considera que la fortaleza se pone de manifiesto en dos actos fundamentales: atacar y resistir,
enfrentarse con los peligros que se presentan a la hora de realizar el bien o soportar las contrariedades que
sobrevengan por una causa justa. En el primer caso, se encuentran su campo de actuacin la valenta y la audacia,
que llevan a enfrentarse con las dificultades con animo esforzado: en el segundo, la paciencia y la perseverancia,
que hacen superar el desaliento ante las limitaciones propias y ajenas y mueven a seguir con firmeza el objetivo
propuesto.
a) El que resiste aparece agredido por algo que puede presentarse mas fuerte que el, mientras que el que ataca
obra l a manera de mas fuerte y es mas difcil luchar con el mas fuerte que con el mas dbil.
b) El que resiste experimenta actualmente la presencia del peligro, en tanto que el que ataca lo hace bajo la razn
del peligro venidero, y es mas difcil permanecer inmutable frente al peligro presente que ante el futuro.
c) El resistir implica tiempo prolongado, mientras que el ataque puede ocurrir con movimiento sbito, y es mas
arduo permanecer mucho tiempo ante un mal que agredirlo de forma repentina.
2.2.4.La templanza.
Es la virtud que implica a moderar el deseo de los placeres sensibles. Estos placeres no son malos en si mismos ni
tampoco es un mal desearlos. Pero ya se ha visto como el hombre puede quererlos de un modo desordenado. La
virtud de la templanza desempea la funcin de dirigir las pasiones bajo el dominio de la razn y de la voluntad.
Como afirma Pieper es el habito que pone por obra y defiende la realizacin del orden interior del hombre. Vivir
con templanza es fomentar la armona entre los sentidos de la razn.
Dos de las tendencias sensitivas principales son el placer de comer y el sexual, vinculado el primero a la
conservacin del individuo y el segundo, a la de la especie.
La templanza edifica y defiende el orden interior de la persona la que gracias a ella puede conseguir seoro sobre
si misma y tranquilidad del espiritu. La autentica libertad se alcanza si el hombre es capaz de apreciar los bienes de
la tierra y de vivir sin dejarse dominar por sus pasiones.
3. La adquisicin de las virtudes
Las virtudes y los vicios se adquieren y aumentan por repeticin de actos. Las virtudes inhieren en las potencias
porque stas tienen cierta pasividad. Aquino explica que la virtud es una disposicin o forma grabada o impresa en
la potencia apetitiva por la razn.
Las virtudes disminuyen y se pierden mediante la realizacin de actos contrarios a los que son propios de la virtud.
De esta manera se origina en la potencia un nuevo hbito, el vicio, que anula la virtud opuesta, porque dos formas
contrarias (intemperancia y templanza, injusticia y justicia) no pueden coexistir en la misma facultad.
Los hbitos de la voluntad son perfecciones intrnsecas que siguen el ejercicio de sus actos: por tanto, como
perfecciones adquiridas, son posedas por la facultad del modo mas intimo: constituyen como perfecciones suyas,
su propio crecimiento o fortalecimiento.
4. Las propiedades de las virtudes morales
4.1.El justo medio de la virtud.
Se dice que las virtudes morales consisten en un trmino medio: in medio virtus. Si la virtud dispone al hombre a
lograr su fin, este es el criterio para medirla. La expresin in medio virtus refleja precisamente esa exacta
adecuacin a la medida que dicta la razn en orden al fin. La virtud, como acto electivo, implica una adecuacin a
la norma mediante el dictamen de la recta razn. El trmino medio en que se sita la virtud no se halla entre dos
extremos cualquiera, sino entre dos polos que coinciden en ser viciosos. Al determinar ese trmino medio hay que
tener en cuentas las peculiaridades de cada hombre. El medio no es idntico para cada persona, sino que lo
establece la prudencia en cada caso, atendiendo a las condiciones particulares de cada uno. Se trata de una cumbre
entre dos vertientes que cada uno ha de conquistar. Para la prudencia, el trmino medio indica la justa medida que
las dems potencias deben respetar en su actuacin.
4.2 La conexin de las virtudes
Las virtudes morales se entrelazan y constituyen en un organismo o sistema en tanto que todas tienden a un nico y
mismo fin. La prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza inclinan al hombre a obrar de acuerdo con su
verdadero fin ltimo. De esto se deduce la segunda propiedad de las virtudes; la conexin entre si, segn la cual no
puede darse una en estado perfecto sin que se den las dems. As las virtudes no son piezas aisladas sino elementos
de la rectitud moral de una persona.
Aquino sostiene el siguiente argumento:
Las virtudes morales presuponen la prudencia
sta requiere a su vez, las virtudes morales
Luego, todas las virtudes morales, estn conectadas y no pueden darse separadamente.
Sin la prudencia no puede haber virtud moral alguna y a la vez, no puede haber prudencia si no se dan todas las
dems virtudes morales.
Esto es as porque, toda virtud moral requiere un recto dictamen acerca de lo que hay que hacer, propio de la
prudencia; no basta querer hacer el bien hay que saber elegir los medios adecuados. Pero la recta eleccin de los
medios depende que los apetitos estn bien dispuestos respecto del fin, lo que se logra por las otras virtudes
morales; si alguien no quiere ser justo, no proceda a la recta eleccin de los medios para vivir la justicia en cada
caso concreto.