CENTRO INTERNACIONAL DE ARREGLO DE DIFERENCIAS RELATIVAS A
INVERSIONES
CASO No. ARB/03/4
EMPRESAS LUCCHETTI, S.A.
Y
LUCCHETTI PER, S.A.
(Demandantes)
c.
LA REPBLICA DEL PER
(Demandada)
LAUDO
Miembros del Tribunal:
Juez Thomas Buergenthal, Presidente
Dr. Bernardo M. Cremades, rbitro
Sr. Jan Paulsson, rbitro
Secretaria del Tribunal:
Sra. Gabriela Alvarez-Avila
Fecha de envo: 7 de febrero 2005
EL TRIBUNAL
Integrado en la forma antes sealada,
Habiendo completado sus deliberaciones,
Dicta por la presente el laudo siguiente:
I. INTRODUCCIN
1. Las Demandantes, Empresas Lucchetti, S.A. y Lucchetti Per, S.A.
(Demandantes o Lucchetti), compaas constituidas conforme a la legislacin de Chile y
del Per, respectivamente, estn representadas en estas actuaciones por las siguientes
personas:
Sres. Edmundo Eluchans Urenda
Gastn Gmez B. y
Gonzalo Molina A.
Edmundo Eluchans y Cia.
Miraflores 178, Piso 16
Santiago de Chile,
Chile
y
Sres. Robert Volterra
Alejandro Escobar y
Sra. Francesca Albert
Herbert Smith,
Primrose Street
London EC2A 2IIS
Reino Unido
2. La Demandada es la Repblica del Per (Demandada o Per), representada en
estas actuaciones por:
Excelentsimo Seor Embajador Eduardo Ferrero Costa
Embajada del Per
1700 Massachusetts Avenue N.W.
Washington, D.C. 20036
Juez Stephen M. Schwebel
Sres. Daniel M. Price y Stanimir A. Alexandrov
Sidley Austin Brown & Wood LLP
1501 K Street N.W.
Washington, D.C. 20005
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II. HISTORIA PROCESAL
3. El 24 de diciembre de 2002 el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (CIADI o el Centro) recibi de Empresas Lucchetti, S.A. y
Lucchetti Per, S.A. una solicitud de arbitraje contra la Repblica del Per. La
controversia se refera a una fbrica de pastas en la Municipalidad de Lima, y fue
planteada al CIADI en el marco del Convenio del CIADI. Las Demandantes invocan
las disposiciones sobre solucin de controversias del Convenio entre el Gobierno de la
Repblica de Chile y el Gobierno de la Repblica del Per para la Promocin y
Proteccin Recproca de las Inversiones (el BIT).
4. El Secretario General Adjunto registr la solicitud el 23 de marzo de 2003,
conforme al Artculo 36(3) del Convenio del CIADI, y conforme a la Regla de
Iniciacin 7 e hizo saber a las partes que se haba registrado la solicitud, y las invit a
constituir cuanto antes un Tribunal de Arbitraje.
5. Segn lo convenido por las partes, el Tribunal estara formado por tres
miembros, uno designado por cada parte, y un tercero, designado como Presidente del
Tribunal por acuerdo de las partes o, a falta de acuerdo, designado por el Secretario
General. Las Demandantes designaron como rbitro al Sr. Jan Paulsson, de nacionalidad
francesa. La Demandada design al Dr. Bernardo M. Cremades, de nacionalidad
espaola. Como las partes no se pusieron de acuerdo en la designacin del Presidente
del Tribunal, el Secretario General Adjunto, despus de consultar con las partes,
design como Presidente del Tribunal al Juez Thomas Buergenthal, de nacionalidad
estadounidense.
6. El 1 de agosto de 2003, conforme a lo dispuesto en el Artculo 6(1) de las Reglas
Procesales Aplicables a los Procedimientos de Arbitraje (Reglas de Arbitraje) del
CIADI, el Secretario General Adjunto del Centro inform a las partes que todos los
rbitros haban aceptado sus nombramientos y poda considerarse constituido el
Tribunal e iniciados los procedimientos en dicha fecha. A travs de la misma carta se
inform a las partes que la Sra. Gabriela Alvarez Avila, consejero jurdico principal del
CIADI, actuara como Secretaria del Tribunal.
7. El 7 de agosto de 2003, la Demandada present una solicitud de suspensin de
los procedimientos en virtud del hecho de que la solicitud de arbitraje de las
Demandantes [estaba] (...) siendo objeto de una controversia concurrente entre Estados,
entre la Repblica del Per y la Repblica de Chile. Siguiendo las instrucciones del
Tribunal, el 11 de septiembre de 2003 las partes presentaron sus escritos sobre la
solicitud de suspensin formulada por la Demandada. El Tribunal tambin invit a las
partes a presentar argumentos orales sobre este tema durante la primera sesin.
8. El 15 de septiembre de 2003 se celebr en La Haya (Holanda), la primera sesin
del Tribunal con las partes. stas coincidieron en que el Tribunal haba sido constituido
en debida forma, en observancia de las disposiciones pertinentes del Convenio del
CIADI y de las Reglas de Arbitraje, y manifestaron que no tenan objeciones que
formular a ese respecto. Durante la sesin se produjo un intercambio de opiniones con
respecto al lugar del arbitraje y a las objeciones a la jurisdiccin planteadas por la
Demandada. Se decidi que el lugar del arbitraje sera la sede del Centro en la ciudad de
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Washington, y que se suspenderan las actuaciones sobre el fondo del asunto conforme a
la Regla 41(3) de las Reglas de Arbitraje. Tras mantener consultas con las partes, el
Tribunal estableci los plazos de presentacin de escritos sobre la jurisdiccin.
9. En la primera sesin el Tribunal escuch tambin argumentos orales referentes a
la solicitud de suspensin formulada por la Demandada el 7 de agosto de 2003. En
virtud de una decisin comunicada a travs del Secretariado el 16 de septiembre de
2003, el Tribunal concluy que no se haban cumplido las condiciones de suspensin de
las actuaciones y confirm el cronograma de presentacin de escritos referentes a las
objeciones a la jurisdiccin.
10. En virtud de ese cronograma, la Demandada present su memorial sobre la
jurisdiccin el 15 de diciembre de 2003 y las Demandantes presentaron su memorial de
contestacin el 15 de marzo de 2004. La rplica y la dplica sobre la jurisdiccin se
presentaron los das 17 de mayo de 2004 y 16 de julio de 2004, respectivamente.
11. El 24 de agosto de 2004, el Tribunal imparti directrices referentes a la
organizacin de la audiencia sobre la jurisdiccin, conforme a las cuales las partes
presentaron documentos que haban de considerarse durante la audiencia sobre
jurisdiccin el 26 de agosto de 2004. El Tribunal se reuni en la sede del Banco
Mundial, en la ciudad de Washington, los das 2 y 3 de septiembre de 2004, para
escuchar los argumentos orales de las partes sobre jurisdiccin. Las partes estuvieron
representadas del modo siguiente:
Comparecieron en nombre de las Demandantes:
Edmundo Eluchans Urenda, Edmundo Eluchans y Ca.
Gonzalo Molina Arizta, Edmundo Eluchans y Ca.
Robert Volterra, Herbert Smith
Alejandro Escobar, Herbert Smith
Comparecieron en nombre de la Demandada:
Roberto Rodrguez, Consejero, Embajada del Per
Alejandro Riveros, Consejero, Embajada del Per
lvaro Rey de Castro, Ministro de Relaciones Exteriores del Per
Csar Julio Pantoja Carrera, Procuradura General de la Repblica del Per
Stephen M. Schwebel
Daniel M. Price, Sidley Austin Brown & Wood LLP
Stanimir A. Alexandrov, Sidley Austin Brown & Wood LLP
Nicols Lloreda, Sidley Austin Brown & Wood LLP
Lisa A. Crosby, Sidley Austin Brown & Wood LLP
Carlos Carpio, Estudio Jurdico Rodrigo, Elas & Medrano
12. El Tribunal escuch al Juez Stephen M. Schwebel y a los Sres. Daniel M. Price,
Stanimir A. Alexandrov y Alejandro Riveros, en nombre de la parte demandada, y a los
Sres. Robert Volterra, Alejandro Escobar y Edmundo Eluchans Urenda, en nombre de la
parte demandante. En el curso de la audiencia las partes respondieron a preguntas del
Tribunal.
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13. Se prepararon y distribuyeron a las partes y a los miembros del Tribunal
transcripciones en ingls y espaol de la audiencia sobre la jurisdiccin.
14. El 2 de noviembre de 2004, tras haber recibido una comunicacin de las
Demandantes fechada el 27 de octubre de 2004, a la que adjuntaron una decisin del
Dr. Pablo Snchez Velarde, fiscal superior anticorrupcin, fechada el 31 de agosto de
2004, el Tribunal invit a las partes a formular comentarios al respecto a ms tardar el
16 de noviembre de 2004. El Tribunal recibi sus respectivos comentarios, con
documentos adicionales, en la fecha antes mencionada.
III. LA SOLICITUD DE ARBITRAJE
15. En la solicitud de arbitraje se establece que la Primera Demandante es una
compaa constituida conforme a la legislacin de Chile y propietaria de ms del 98%
de las acciones de la Segunda Demandante, por lo cual, segn lo previsto en el Artculo
8.3 del Convenio Bilateral entre el Per y Chile, la Segunda Demandante debe tambin
considerarse como inversionista chilena a los efectos de las disposiciones del Convenio
Bilateral sobre solucin de controversias.
16. La Segunda Demandante es la propietaria de un inmueble ubicado en la Avenida
Prolongacin de los Defensores del Morro No. 1277, Distrito de Chorrillos, ciudad de
Lima, en que construy una planta industrial para la fabricacin y venta de pastas.
17. La Primera Demandante es una de las principales empresas del mercado chileno
en el sector de produccin de pastas y productos conexos, quien decidi ampliar sus
actividades a otros pases y en 1995 se concentr en el Per, en cuyo mercado no tard
en alcanzar posicin destacada. La produccin y operacin de la planta de la Segunda
Demandante, en Lima, estaba destinada al mercado local y al de exportacin. El monto
agregado de la inversin realizada en el Per superaba los US$150 millones.
18. Las Demandantes sostienen que todas las autorizaciones y permisos
administrativos y municipales necesarios para la construccin de la planta industrial los
obtuvieron conforme a las leyes, reglamentos y prcticas habituales en el Per. No
obstante, al final de 1997 y a principios de 1998 la Municipalidad Metropolitana de
Lima (Municipalidad de Lima) anul los permisos otorgados a la Segunda Demandante
para la construccin de su planta, invocando problemas ambientales y supuestos vicios
de los actos de otorgamiento de los permisos. Todos los actos de anulacin de los
permisos, y sus fundamentos, fueron, sin excepcin, impugnados judicialmente en el
Per. Las actuaciones judiciales concluyeron con pronunciamientos favorables a la
Segunda Demandante. Las Demandantes sostienen que esos procesos judiciales se
resolvieron definitiva e irrevocablemente conforme a la legislacin peruana, y tienen
ahora el carcter de cosa juzgada. Ninguna entidad pblica o privada intent siquiera
impugnar esas sentencias judiciales.
19. La planta de la Segunda Demandante se construy cerca, pero no dentro, de un
humedal protegido denominado Pantanos de Villa. La Segunda Demandante haba
presentado oportunamente dos estudios de impacto ambiental. El segundo de ellos fue
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aprobado en debida forma por el INRENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales, la
entidad estatal peruana competente en materia ambiental, dependiente del Ministerio de
Agricultura), a travs de una Resolucin Directorial que impona a la Segunda
Demandante la obligacin de cumplir diversos requisitos ambientales. Las Demandantes
sostienen que desde la fecha de aprobacin de su estudio de impacto ambiental, la
planta ha sido controlada peridicamente por el INRENA y que en todos los casos se ha
comprobado que cumple las normas ambientales previstas por la ley y los reglamentos
peruanos. Las Demandantes sostienen que la planta no utiliza agua de los pantanos ni de
los humedales, ni de pozos subterrneos de la zona, sino que posee su propio sistema de
suministro y eliminacin del agua por caera. Asimismo se midieron los niveles de
ruido y luz de la planta, comprobndose que eran claramente inferiores a los umbrales
previstos en los reglamentos y directrices. En su totalidad la planta goza de certificacin
internacional ISO 14.001, que pocas fbricas han obtenido en el Per.
20. Despus de que la Municipalidad de Chorrillos concedi a la Segunda
Demandante su licencia operacional, en diciembre de 1999, la Segunda Demandante
desarroll sus actividades sin obstculos legales, hasta la revocacin de su licencia, en
agosto de 2001. El Concejo de la Municipalidad de Lima promulg los Acuerdos de
Concejo No. 258 y No. 259 el 16 de agosto de 2001 (publicados oficialmente el 22 de
agosto de 2001). En su Artculo 3, el Acuerdo de Concejo No. 258 (titulado: Disponen
que la Alcalda Metropolitana de Lima solicite al Congreso de la Repblica declarar de
necesidad pblica la preservacin, mantenimiento y defensa de la Reserva Ecolgica
Pantanos de Villa) encomendaba al Alcalde de Lima presentar al Parlamento peruano
proyectos de leyes de expropiacin, por razones de necesidad pblica, de todas las reas
necesarias para la preservacin, el mantenimiento y la defensa permanente de la
Reserva Ecolgica Pantanos de Villa. Tras un largo prembulo, la parte operativa del
Acuerdo de Concejo No. 258 tiene el texto siguiente:
ACUERDO:
Artculo 1.- Disponer que la Alcalda Metropolitana de Lima, en
representacin de la Municipalidad Metropolitana de Lima, proceda a
adoptar, previo los informes tcnicos que considere pertinentes, todas las
decisiones, actos administrativos, resoluciones y, en general, medidas que
sean necesarias para dar solucin integral y definitiva a la preservacin,
mantenimiento y defensa permanente de la Reserva Ecolgica Pantanos
de Villa.
Artculo 2.- Disponer que la Alcalda Metropolitana de Lima, en
representacin de la Municipalidad Metropolitana de Lima, proceda a
solicitar al Congreso de la Repblica que declare de necesidad pblica la
preservacin, mantenimiento y defensa permanente de la Reserva
Ecolgica Pantanos de Villa.
Artculo 3.- Encargar a la Alcalda Metropolitana de Lima para
que, en representacin de la Municipalidad Metropolitana de Lima,
previo los informes tcnicos que se realicen mediante concurso pblico,
con la participacin de las Universidades y los Colegios Profesionales,
presente al Congreso de la Repblica los proyectos de ley de expropiacin
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por causa de necesidad pblica afectando las reas necesarias que lo
integran y las adyacentes que conforman su entorno, que sean necesarias
para dar solucin integral y definitiva a la preservacin, el mantenimiento
y la defensa permanente de la Reserva Ecolgica Pantanos de Villa.
Regstrese, comunquese, publquese y cmplase.
ALBERTO ANDRADE CARMONA
Alcalde de Lima
21. El Acuerdo de Concejo No. 259 (titulado: Revocan licencia municipal de
funcionamiento a Lucchetti Per, S.A. y disponen la clausura definitiva de su
establecimiento) revoc especficamente la licencia de funcionamiento de la Segunda
Demandante. Tras un largo prembulo, la parte operativa del Acuerdo de Concejo No.
259 tiene el texto siguiente:
ACORD:
Artculo 1.- Revocar la licencia municipal de funcionamiento
otorgada por Resolucin de Alcalda No. 6856-98-MDCH a Lucchetti
Per, S.A. para su establecimiento industrial en avenida Prolongacin
Defensores del Morro s/n, altura km 20,5 de la carretera, Panamericana
Sur, Chorrillos, para el giro de elaboracin de pastas alimenticias y su
comercializacin.
Artculo 2.- Disponer la clausura definitiva del establecimiento
industrial referido en el artculo anterior y su integral erradicacin;
medidas que se harn efectivas en un plazo mximo de doce meses,
contado a partir del da siguiente de la publicacin del presente acuerdo.
Artculo 3.- Encargar a la Alcalda Metropolitana de Lima que
constituya una Comisin Tcnica Ad Hoc, que estudie y recomiende las
medidas que sean necesarias para la efectiva ejecucin de lo dispuesto en
el artculo precedente, en cuya integracin deber incorporarse a
representantes de la sociedad civil y de las instituciones dedicadas a la
preservacin y defensa del medio ambiente y la diversidad biolgica.
Artculo 4.- Disponer se proceda a interponer las acciones civiles
y penales que correspondan, en resguardo de la Reserva Ecolgica
Pantanos de Villa, de la Municipalidad Metropolitana de Lima, de sus
autoridades y de los vecinos de la capital de la Repblica.
Regstrese, comunquese, publquese y cmplase.
ALBERTO ANDRADE CARMONA
Alcalde de Lima
22. Las Demandantes sostienen que la responsabilidad del Estado del Per en esta
situacin es doble. Primero, porque le son imputables los actos de la Municipalidad de
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Lima conforme a la jurisprudencia del CIADI y al Derecho Internacional. Segundo,
porque incurri en responsabilidad directa, ya que transcurri un perodo considerable
desde la promulgacin de esos Acuerdos de Concejo sin que cumpliera la obligacin
que le impone el Convenio Bilateral entre el Per y Chile de corregir la situacin y
proteger la inversin. Las Demandantes sostienen que el Acuerdo de Concejo No. 258
es inconstitucional e ilegal, conforme al derecho interno peruano y al Derecho
Internacional por varias razones. Adems, el Acuerdo de Concejo No. 259 representa
una clara amenaza para los derechos del inversionista.
23. Las Demandantes sostienen asimismo que la Demandada infringi las
obligaciones que le imponen tres diferentes artculos del Convenio Bilateral entre el
Per y Chile: el Artculo 3.2 (proteccin conforme a la ley y frente a medidas
injustificadas o discriminatorias); el Artculo 4.1 (garantas de un tratamiento justo y
equitativo, nacional y de nacin ms favorecida); y el Artculo 6.1 (proteccin frente a
expropiaciones ilegales, discriminatorias o sin compensacin). El siguiente es el texto
de esos artculos del Convenio Bilateral entre el Per y Chile:
ARTCULO 3
Promocin y Proteccin de las Inversiones
1.
2. Cada Parte Contratante proteger dentro de su territorio las
inversiones efectuadas de conformidad con sus leyes y reglamentos por los
inversionistas de la otra Parte Contratante y no perjudicar la
administracin, mantenimiento, uso, usufructo, extensin, venta y liquidacin
de dichas inversiones mediante medidas injustificadas o discriminatorias.
ARTCULO 4
Tratamiento de las Inversiones
1. Cada Parte Contratante deber garantizar un tratamiento justo y
equitativo dentro de su territorio a las inversiones de los inversionistas de
la otra Parte Contratante. Este trato no ser menos favorable que aquel
otorgado por cada Parte Contratante a las inversiones de sus propios
inversionistas efectuadas dentro de su territorio, o aquel otorgado por cada
Parte Contratante a las inversiones de inversionistas de la nacin ms
favorecida efectuadas dentro de su territorio, si este ltimo tratamiento
fuere ms favorable.
ARTCULO 6
Expropiacin y Compensacin
1. Ninguna de las Partes Contratantes adoptar medida alguna que
prive, directa o indirectamente, a un inversionista de la otra Parte
Contratante, de una inversin, a menos que se cumplan las siguientes
condiciones:
a) las medidas sean adoptadas en virtud de la ley y en conformidad con
las normas constitucionales correspondientes;
b) las medidas no sean discriminatorias;
c) las medidas vayan acompaadas de disposiciones para el pago de una
compensacin inmediata, adecuada y efectiva. Dicha compensacin se
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basar en el valor de mercado de las inversiones afectadas en una
fecha inmediatamente anterior a aquella en que la medida llegue a
conocimiento pblico. Ante cualquier atraso en el pago de la
compensacin se acumularn intereses a una tasa comercial
establecida sobre la base del valor de mercado, a contar de la fecha
de expropiacin o prdida hasta la fecha de pago. La legalidad de
cualquiera de dichas expropiaciones, nacionalizaciones o medidas
similares y el monto de la compensacin estarn sujetos a revisin
segn el debido procedimiento legal.
24. Las Demandantes sostienen que los Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259 y
los actos subsiguientes causaron enormes prdidas y perjuicios a su inversin y violaron
sus derechos. En estas circunstancias las Demandantes solicitan a este Tribunal que
dicte lo siguiente:
1. Que se declare que el Estado Peruano ha violado las obligaciones
asumidas en el APPI y los principios aplicables del derecho
internacional y que por consiguiente es responsable ante las
reclamantes.
2. Que se otorgue a las reclamantes una indemnizacin por el dao
emergente y lucro cesante asociado con la inversin realizada, todas
cantidades cuyos montos se indicarn en la demanda arbitral.
3. Que se otorgue a las reclamantes el reembolso de los costos
incurridos en este arbitraje, incluyendo todos los honorarios
profesionales.
4. Que se otorguen a las reclamantes los intereses que procedan con
anterioridad y con posterioridad a la sentencia, cuya tasa y mtodo
de clculo se indicarn en la demanda arbitral.
5. Que se otorguen a las reclamantes otras formas de indemnizacin y
reparacin que se harn presentes.
IV. OBJECIONES A LA JURISDICCIN PRESENTADAS POR LA DEMANDADA
25. La Demandada plantea las tres excepciones siguientes con respecto a la
jurisdiccin del Tribunal:
1. Incompetencia ratione temporis.
i) Las disposiciones del Convenio Bilateral no se aplican a diferencias y
controversias surgidas antes de que entrara en vigencia dicho Convenio.
ii) El Convenio Bilateral entr en vigencia el 3 de agosto de 2001.
iii) La diferencia entre la Demandante y las autoridades peruanas comenz en
1997-98;
iv) Por lo tanto, como la controversia surgi antes de que entrara en vigencia el
Convenio Bilateral, el Tribunal carece de competencia.
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Ese escrito se basa en el Artculo 2 del Convenio Bilateral (mbito de aplicacin), cuyo
texto es el siguiente:
ARTCULO 2
mbito de aplicacin
El presente Convenio se aplicar a las inversiones efectuadas antes o
despus de la entrada en vigencia del Convenio, por inversionistas de una
Parte Contratante, conforme a las disposiciones legales de la otra Parte
Contratante, en el territorio de esta ltima. Sin embargo, no se aplicar a
divergencias o controversias que hubieran surgido con anterioridad a su
entrada en vigencia.
No es objeto de debate que el Convenio Bilateral entr en vigencia el 3 de agosto de
2001. Las Demandantes sostienen que la controversia comenz despus de la entrada en
vigencia del Convenio Bilateral y que, por lo tanto, el Tribunal es competente ratione
temporis.
Segn las Demandantes, la controversia se relaciona con los dos Acuerdos de Concejo
dictados por la Municipalidad de Lima en 2001 cuyo texto figura en el prrafo 20,
supra. La controversia fue planteada inicialmente por las Demandantes en una carta
dirigida al Presidente de la Repblica del Per fechada el 3 de octubre de 2001.
2. Falta de competencia por presentacin previa de la controversia ante los tribunales
locales.
i) Conforme al Artculo 8 del Convenio Bilateral, la decisin de un
inversionista de plantear una controversia ante los tribunales locales tiene
carcter definitivo y vinculante;
ii) Las Demandantes plantearon anteriormente esta controversia ante los
tribunales del Per;
iii) Por lo tanto el Tribunal no es competente para conocer de esta controversia.
El Artculo 8 del Convenio Bilateral dispone lo siguiente:
ARTCULO 8
Controversias entre una Parte Contratante y un Inversionista
1. Las Partes involucradas debern consultarse con miras a obtener una
solucin amigable de las controversias entre una Parte Contratante y
un inversionista de la otra Parte Contratante.
2. Si mediante dichas consultas no se llegare a una solucin dentro de
seis meses a contar de la fecha de solicitud de arreglo, el inversionista
podr remitir la controversia a:
- el tribunal competente de la Parte Contratante en cuyo territorio se
hubiera efectuado la inversin, o
- arbitraje internacional del Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), creado por la
Convencin para el Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones
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entre Estados y Nacionales de otros Estados, firmado en Washington
con fecha 18 de marzo de 1965.
Una vez que el inversionista haya remitido la controversia al tribunal
competente de la Parte Contratante en cuyo territorio se hubiera
efectuado la inversin o al tribunal arbitral, la eleccin de uno u otro
procedimiento ser definitiva.
3. Para los efectos de este artculo, cualquier persona jurdica que se
hubiere constituido de conformidad con la legislacin de una de las
Partes y cuyas acciones, previo al surgimiento de la controversia, se
encontraren mayoritariamente en poder de inversionistas de la otra
Parte Contratante, ser tratada, conforme al artculo 25 2) b) de la
referida Convencin de Washington, como una persona jurdica de la
otra Parte Contratante.
4. La decisin arbitral ser definitiva y obligar a ambas Partes.
Las Demandantes niegan que esta controversia haya sido planteada anteriormente ante
los tribunales peruanos.
3. Incompetencia ratione materiae.
i) El Convenio Bilateral slo se aplica a inversiones realizadas conforme a
las disposiciones legales de la otra Parte Contratante;
ii) La definicin de inversiones contenida en el Artculo 1 del Convenio
Bilateral limita el significado de ese trmino a las inversiones efectuadas
conforme a las leyes y reglamentos de la Parte Contratante en cuyo territorio
se haya efectuado la inversin; a saber, el Per;
iii) Las Demandantes violaron numerosas leyes y reglamentos del Per que
rigen la construccin y el funcionamiento de su planta;
iv) Por lo tanto, la planta no es una inversin protegida en el sentido del
Artculo 1 del Convenio Bilateral, ni est comprendida en el mbito del
Convenio Bilateral en virtud de lo dispuesto por el Artculo 2.
El Artculo 1(2) del Convenio Bilateral define en los trminos siguientes el trmino
inversin:
2. El trmino inversin se refiere a cualquier clase de bien, siempre
que la inversin se haya efectuado de conformidad con las leyes y
reglamentos de la Parte Contratante en cuyo territorio se realiz la
inversin e incluir, en particular, aunque no exclusivamente:
a) Los bienes muebles e inmuebles, as como todos los dems derechos
reales, tales como servidumbres, hipotecas, usufructos, prendas;
b) Las acciones, cuotas sociales y cualquier otro tipo de participacin en
sociedades;
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c) Los crditos, valores, derechos sobre dineros y cualquier otra
prestacin que tenga valor econmico;
d) Derechos de propiedad intelectual e industrial, incluidos derechos de
autor, patentes, marcas comerciales, nombres comerciales, procesos y
conocimientos tecnolgicos, derechos de llave y otros derechos
similares;
e) Concesiones comerciales otorgadas por la ley o en virtud de un
contrato, incluidas concesiones para explorar, cultivar, extraer o
explotar recursos naturales.
El Artculo 2 define en los trminos siguientes el mbito de aplicacin del Convenio
Bilateral:
ARTCULO 2
mbito de aplicacin
El presente Convenio se aplicar a las inversiones efectuadas antes o
despus de la entrada en vigencia del Convenio, por inversionistas de una
Parte Contratante, conforme a las disposiciones legales de la otra Parte
Contratante, en el territorio de esta ltima. Sin embargo, no se aplicar a
divergencias o controversias que hubieran surgido con anterioridad a su
entrada en vigencia.
Las Demandantes sostienen que realizaron su inversin en el Per dando cumplimiento
a las leyes y reglamentos de ese pas.
26. Si el Tribunal considera fundada cualquiera de las tres objeciones a la
jurisdiccin deber desestimar el caso.
V. COMPETENCIA RATIONE TEMPORIS
27. La Demandada sostiene que la solicitud de arbitraje se refiere a una controversia
continua iniciada en 1997, y que por lo tanto no comprendida en el mbito de aplicacin
del Convenio Bilateral entre el Per y Chile. Segn las Demandantes, la controversia se
plante como consecuencia de la promulgacin de los Acuerdos de Concejo No. 258 y
No. 259, posterior a la entrada en vigencia del Convenio Bilateral.
28. La Demandada sostiene que las Demandantes comenzaron la construccin de su
planta sin obtener los actos de aprobacin necesarios sobre habilitacin urbana y
requisitos ambientales, y que su actitud, a lo largo de todo el proceso de construccin,
consisti en construir rpidamente su planta, sin tener en cuenta las leyes y reglamentos
peruanos, esperando as presentar un fait accompli a las autoridades municipales y de
ese modo presionarlas para que aprobaran el proyecto y otorgaran los permisos
necesarios ex post facto. Las Demandantes manifiestan haber cumplido las leyes y
reglamentos del Per, haber cooperado con las autoridades y, en algunos casos, por
ejemplo en relacin con las condiciones impuestas por el INRENA, haber cumplido
criterios ms severos que los obligatorios y haber adoptado medidas adicionales. Segn
las Demandantes, la oposicin a la construccin de su planta, empez alrededor de
agosto de 1997 por el Alcalde de Lima, Alberto Andrade Carmona. Esa oposicin fue
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motivada por razones polticas y fue un factor en las interferencias administrativas
subsecuentes que se presentaron con la construccin de la planta.
29. No es necesario que el Tribunal examine los motivos que puedan haber inspirado
las medidas administrativas relacionadas con la planta adoptadas entre agosto de 1997 y
enero de 1998. Basta sealar que se dictaron una serie de medidas administrativas que
afectaron negativamente el avance de la construccin; por ejemplo, las siguientes:
i) 18 de agosto de 1997: La Municipalidad de Chorrillos emiti una
notificacin de paralizacin de obras dirigida a las Demandantes;
ii) 25 de septiembre de 1997: El Concejo de la Municipalidad de Lima aprob
el Acuerdo de Concejo No. 111 que orden el cese inmediato de las obras de
construccin de la planta. El acuerdo tambin designaba una Comisin
Especial (Comisin Ruiz de Somocurcio) encargada de examinar las
autorizaciones destinadas a la planta de las Demandantes y formular
propuestas de mejoramiento del control urbano y ambiental de los Pantanos
de Villa. El siguiente es el texto de la parte operativa del Acuerdo de
Concejo No. 111:
ACORD:
1.- Declarar que es conveniente y necesario, se proceda a disponer a
la brevedad y bajo responsabilidad la inmediata paralizacin de las
obras de construccin de la Planta Lucchetti Per, S.A.
2.- Conformar una Comisin Especial constituida por los Regidores:
Jorge Ruiz de Somocurcio, quien la presidir
Santiago Agurto Calvo
Ricardo Giesecke Sara Lafosse
Luzmila Zapata Garca
Luis Carlos Rodrguez Martnez
Olimpia Mndez Len
Martha Moyano Delgado
encargada de revisar los expedientes administrativos seguidos por la
Empresa LUCHETTI S.A.(sic), y recomendar al Concejo
Metropolitano los criterios y las medidas correctivas a que hubiera
lugar, formulndose entre otros, propuestas de prevencin y
fortalecimiento de medidas de control urbano y ambiental del rea
natural y del rea de influencia de los Pantanos de Villa.
3.- Solicitar opinin a las Comisiones de Servicios a la Ciudad y
Medio Ambiente y de Asuntos Legales, y la elaboracin de un informe
legal que precise el alcance de las acciones complementarias y
especficas a realizar al respecto.
Regstrese, comunquese y cmplase.
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ALBERTO ANDRADE CARMONA
Alcalde de Lima.
La Comisin Ruiz de Somocurcio emiti su informe el 17 de octubre de 1997, y lleg a
las siguientes conclusiones con respecto a la planta de las Demandantes:
Conclusiones y Recomendaciones:
1. En los procedimientos de habilitacin urbana y de otorgamiento
de licencia de construccin de la planta industrial Lucchetti Per,
S.A. ubicada en la zona adyacente de los Pantanos de Villa, distrito
de Chorrillos, se han transgredido y violentado expresas
disposiciones del Reglamento Nacional de Construcciones, el Cdigo
del Medio Ambiente, normas y convenios sobre proteccin ambiental
y el Reglamento de Licencias de Construccin.
2. ...La edificacin de la planta industrial Lucchetti Per, S.A.
representa un peligro ambiental inminente al rea Natural Protegida
de los Pantanos de Villa, distrito de Chorrillos y, habindose
determinado que en el presente caso se han transgredido las normas de
orden pblico sobre la materia, es necesario que la Municipalidad
Metropolitana de Lima disponga la paralizacin de las construcciones
en vista de que la Municipalidad Distrital de Chorrillos no ha dispuesto
la paralizacin de las mismas y que los rganos competentes, bajo
responsabilidad, procedan a anular la correspondiente licencia de
construccin provisional y apliquen las ms severas sanciones
correspondientes, restableciendo el principio de autoridad....
iii) 21 de octubre de 1997: El Concejo de la Municipalidad de Lima
promulg el Acuerdo de Concejo No. 126, que estableci la Zona de
Reglamentacin Especial de Pantanos de Villa y entre otras cosas
dispona lo siguiente:
ACORD:
Artculo 1.- Establecer la Zona de Reglamentacin Especial
Pantanos de Villa
.
Artculo 4.- Suspender todos los procedimientos de habilitaciones
urbanas, licencias de construccin, licencias de funcionamiento de
establecimientos y dems actos administrativos de naturaleza
municipal, cualquiera que fuera su estado de tramitacin, respecto de
solicitudes presentadas para desarrollarse dentro de la Zona de
Reglamentacin Especial Pantanos de Villa descrita en los Artculos
1 y 2 del presente Acuerdo. Esta suspensin comprende a los actos de
las Municipalidades Distritales que tienen jurisdiccin en la zona de
amortiguamiento del rea Ecolgica Metropolitana Pantanos de Villa.
14
iv) 2 de enero de 1998: La Comisin Tcnica Provincial de la
Municipalidad de Lima dict el Acuerdo No. 01 (Declaran nulos
actos administrativos que autoricen ejecucin de obras de
construccin de planta industrial en terreno ubicado en el distrito de
Chorrillos). Tras un largo prembulo, la parte operativa del Acuerdo
No. 01 establece:
ACORD:
1.- Declarar la nulidad de pleno derecho del supuesto otorgamiento de
licencia de construccin definitiva, por silencio administrativo
positivo, y de cualquier otro acto administrativo expreso o presunto
que autorice la ejecucin de obras de construccin, de la planta
industrial cuya edificacin pretende la empresa LUCCHETTI PER,
S.A. en el terreno de 59,943.00 m2 de extensin, ubicado entre la
avenida Los Hroes de Villa y la antigua carretera Panamericana Sur
(avenida Huaylas), lotes 1A y 2, de la lotizacin Villa Baja, del distrito
de Chorrillos, de la provincia y departamento de Lima.
2.- Declarar improcedente la ubicacin del proyecto referido en el
punto anterior, por no ajustarse a los niveles operacionales de
Industria Liviana (I-2) correspondiendo a una Zona de Gran Industria
(I-3), de acuerdo a los parmetros establecidos en el Reglamento de
Zonificacin General de Lima Metropolitana y en el Reglamento
Nacional de Construcciones.
3.- Declarar nula la aprobacin efectuada por la Comisin Tcnica
Distrital de la Municipalidad Distrital de Chorrillos del Proyecto
Arquitectnico presentado por la firma LUCCHETTI PER, S.A. al
que se contraen los puntos precedentes, as como los dems actos
sucesivos producidos al amparo de dicha irregular aprobacin.
4.- Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la Municipalidad
Distrital de Chorrillos, para su inmediato cumplimiento y dems fines
pertinentes, bajo responsabilidad, debindose informar a la Direccin
Municipal de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Metropolitana
de Lima sobre las acciones tomadas.
5.- Transcribir en la fecha el presente acuerdo a la firma
LUCCHETTI PER, S.A. y a la Inspectora General de la
Municipalidad Metropolitana de Lima.
Lima, 2 de enero de 1998
30. La reaccin de la Demandante ante este acuerdo y ante la revocacin de su
licencia de construccin consisti en acudir a la justicia para que autorizara la
continuacin de la construccin y operacin de la planta.
15
31. Las Demandantes promovieron las actuaciones judiciales en enero de 1998 a
travs de una accin de Amparo Constitucional contra el Concejo Provincial de la
Municipalidad de Lima, el Alcalde de la Municipalidad de Lima (Alberto Andrade
Carmona) y el Concejo de Distrito de la Municipalidad Distrital de Chorrillos. A travs
de la accin de Amparo Constitucional se persegua la inmediata suspensin de los
efectos del Acuerdo No. 01; el dictado de una orden que impusiera al Alcalde la
obligacin de abstenerse de formular amenazas o realizar o ejecutar, por s mismo o a
travs de sus subordinados, cualquier acto o hecho de demolicin, o cualquier acto que
implicara transferencia o prdida, por parte de las Demandantes, de sus legtimos
derechos de propiedad en su planta; la no aplicacin a las Demandantes del Artculo 4
del Acuerdo de Concejo No. 126, del 21 de octubre de 1997, y la suspensin y no
aplicacin de la notificacin de paralizacin de obra dictada por la Municipalidad
Distrital de Chorrillos segn lo dispuesto por el Acuerdo de Concejo No. 111 del
Concejo de la Municipalidad de Lima. Como parte de su accin de Amparo
Constitucional, las Demandantes solicitaron el dictado inmediato de rdenes de
aplicacin de medidas cautelares.
32. La accin de Amparo Constitucional dio lugar a cuatro sentencias
independientes, todas ellas favorables a las Demandantes:
i) 19 de enero de 1998: El Primer Juzgado Corporativo Transitorio
Especializado en Derecho Pblico declar fundada la solicitud de medidas
cautelares formulada por las Demandantes e hizo lugar a las medidas
correctivas promovidas a travs de la accin de Amparo Constitucional
presentada, incluida la suspensin del Acuerdo No. 01 y del Artculo 4 del
Acuerdo de Concejo No. 126, as como la notificacin de paralizacin de las
obras de construccin de la planta de las Demandantes.
ii) 6 de febrero de 1998: La Demandantes obtuvieron del Primer Juzgado
Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Pblico una sentencia a la
accin de Amparo Constitucional en los trminos siguientes:
FALLA:
Declarando INFUNDADA la excepcin de falta de legitimidad para
obrar del demandado promovida por la emplazada MUNICIPALIDAD
METROPOLITANA DE LIMA, e INFUNDADA la demanda en el
extremo que comprende a la MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE
CHORRILLOS como co-actora de la agresin constitucional aludida y
FUNDADA la demanda contra el Concejo Provincial de la
Municipalidad Metropolitana de Lima y contra don Alberto Andrade
Carmona, Alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Adems de acceder a varias otras solicitudes planteadas por las
Demandantes, el juez orden, el 9 de febrero, que se remitiera la sentencia a
la Fiscala Pblica.
iii) 4 de marzo de 1998: La Sala Corporativa Transitoria Especializada en
Derecho Pblico confirm en apelacin la orden dictada el 19 de enero de
16
1998 con respecto a las medidas cautelares, y asimismo orden la ejecucin
de esa sentencia el 13 de marzo de 1998.
iv) 18 de mayo de 1998: La Sala Corporativa Transitoria Especializada en
Derecho Pblico confirm, con una pequea enmienda, la sentencia dictada
en relacin con la accin de Amparo Constitucional.
33. El 16 de marzo de 1998 las Demandantes incoaron una Accin Ejecutiva en que
promovieron el dictado de una orden judicial en relacin con la continuacin de las
obras en la planta de las Demandantes, bajo supervisin policial. Al parecer la sentencia
dictada en primera instancia en la Accin Ejecutiva estaba fechada el 23 de abril de
1998. La sentencia de segunda instancia dictada el 11 de septiembre de 1998 por la Sala
Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Pblico rechaz las objeciones a la
jurisdiccin y fallas procesales interpuestas por la Demandada y orden a la
Municipalidad de Lima que aprobara los planos definitivos y autorizara la construccin
de la planta de las Demandantes.
34. El 9 de diciembre de 1998 el Primer Juzgado Corporativo Transitorio
Especializado en Derecho Pblico dict sentencia de primera instancia a favor de las
Demandantes, que haban impugnado la Ordenanza No. 184 del Concejo de la
Municipalidad de Lima, fechada el 4 de septiembre de 1998, en relacin con la
reglamentacin, conservacin y obras de fomento en los Pantanos de Villa (accin
relacionada con la Ordenanza No. 184). En la sentencia se concluye que las
disposiciones de la Ordenanza No. 184 impediran la ejecucin de la sentencia del 11 de
septiembre de 1998 recada en la Accin Ejecutiva, y por lo tanto declar:
INAPLICABLE para la empresa recurrente Lucchetti Per Sociedad
Annima, los efectos de la Ordenanza nmero 184 expedida por la
Municipalidad Metropolitana de Lima con fecha cuatro de Septiembre
ltimo y publicada en el Diario Oficial El Peruano el da once de
Noviembre ltimo; debiendo continuar la ejecucin en el estado en
que se encuentra.
35. El 23 de diciembre de 1998, la Municipalidad de Chorrillos expidi una licencia
de construccin a favor de las Demandantes. El 29 de diciembre de 1998 expidi
tambin una licencia de funcionamiento para la fabricacin y venta, las 24 horas del da,
de productos de pasta en la planta de las Demandantes. En el prembulo de la licencia
de funcionamiento se estableca especficamente que la Ordenanza No. 184 no era
aplicable a la planta de las Demandantes en virtud de la orden judicial anterior:
Que, no obstante, lo antes expuesto y pese a encontrarse la planta
industrial de la recurrente en la Zona de Reglamentacin establecida
por la Ordenanza No. 184, en virtud a lo ordenado por el Primer
Juzgado de Derecho Pblico de Lima, en la Accin de Amparo
seguida por cual, en ejecucin de sentencia, por resolucin del 9 de
diciembre de 1996, se ha declarado INAPLICABLE para la
recurrente, los efectos de la Ordenanza No. 184 de la Municipalidad
Metropolitana.
17
36. Las Demandantes sostienen que las arriba mencionadas sentencias dictadas en su
favor son definitivas y concluyentes. Por lo tanto, en esa oportunidad los tribunales
resolvieron definitivamente la controversia con la Municipalidad de Lima planteada en
1998, lo que excluye una posible continuidad entre esa controversia y la que se suscit
entre las Demandantes y la Repblica del Per el 22 de agosto de 2001.
37. Sostiene la Demandada que las sentencias arriba referidas forman parte de una
controversia continua, suprimida, pero no resuelta, por las sentencias. La Demandada
sostiene que el Tribunal debe considerar el contexto de corrupcin y las atroces
circunstancias bajo las cuales se dictaron las sentencias. Tambin se sostiene que el
hecho de que este Tribunal atribuyera efectos preclusivos a esas sentencias ilcitamente
obtenidas, a los efectos de permitir que las Demandantes puedan obtener acceso al foro
del CIADI constituira una gruesa desfiguracin de la justicia y subvertira el Estado de
Derecho.
VI. ARGUMENTOS DE LAS PARTES
38. Conforme al Artculo 2 del Convenio Bilateral, ste se aplica a inversiones
realizadas antes o despus de la entrada en vigencia del Convenio. ste, sin embargo,
establece adems que no se aplica a diferencias o controversias surgidas antes de su
entrada en vigencia. Por lo tanto, antes de seguir adelante el Tribunal debe establecer
cundo se plante la presente controversia, pues si esa fecha precede a la de entrada en
vigencia del Convenio Bilateral el Tribunal carece de competencia para entender en la
controversia. Ser competente si se concluye que la controversia se plante despus de
la entrada en vigencia del Convenio Bilateral. Las partes adoptan posiciones
diametralmente opuestas sobre esta cuestin.
39. La Demandada sostiene que el Tribunal carece de competencia para conocer de
la presente controversia porque sta estaba plenamente materializada antes de que
entrara en vigencia el Convenio Bilateral, y si bien prosigui despus de esa fecha, los
hechos ulteriores no generaron una nueva controversia; meramente representaron la
continuacin de la controversia anterior. A su juicio, en consecuencia, el Artculo 2 del
Convenio Bilateral impide al Tribunal conocer de esta reclamacin.
40. Segn las Demandantes hubo dos controversias, y la primera se resolvi
definitivamente en 1998 en virtud de las sentencias dictadas a su favor por los tribunales
peruanos. Segn las Demandantes, la controversia que tiene ante s el Tribunal se
plante en 2001, despus de la entrada en vigencia del Convenio Bilateral, y fue
suscitada por los Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259, que determinaron la
cancelacin de la licencia de produccin de las Demandantes y la orden de remocin de
su planta.
41. Para respaldar su afirmacin de que slo existi una controversia y que sta se
plante antes de la entrada en vigencia del Convenio Bilateral y prosigui despus de
esa fecha, la Demandada sostiene que el objeto de la controversia planteada en 1997-98
era idntico al de 2001, en que se sancionaron los Acuerdos de Concejo No. 258 y
No. 259, y que el conflicto entre las Demandantes y las autoridades municipales en la
totalidad de ese perodo represent una serie interrelacionada de hechos que en conjunto
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constituyen una nica controversia. En respuesta a las manifestaciones de las
Demandantes de que en 1998 las sentencias dictadas en el Per haban pasado a ser res
judicata, lo que puso fin a la primera controversia, la Demandada sostiene que el
concepto de res judicata, destinado a impedir un nuevo litigio sobre las mismas
reclamaciones, es ajeno a la cuestin que tiene que decidir el Tribunal, porque no
guarda relacin con el hecho de que persista entre las partes la controversia en que se
basa el litigio. Agrega que las sentencias en cuestin fueron obtenidas mediante
corrupcin, lo que impide admitir que hayan puesto fin a la controversia entre las partes
que comenz en 1997.
42. Las Demandantes sostienen que la presente controversia se plante despus de la
entrada en vigencia del Convenio Bilateral. Se trata, a su juicio, de una nueva
controversia, porque se define en relacin con las obligaciones de la Demandada en el
marco del Convenio Bilateral. La controversia guarda relacin con los Acuerdos de
Concejo No. 258 y No. 259, que se promulgaron despus de la entrada en vigencia del
Convenio Bilateral y dieron lugar a la presente controversia porque violaron los
derechos de las Demandantes en el marco de dicho Convenio. Sostienen asimismo las
Demandantes que las medidas adoptadas despus de la entrada en vigencia del
Convenio Bilateral dan lugar a una nueva controversia, aunque se refieran a hechos o
situaciones ocurridos con anterioridad. Segn las Demandantes, las medidas especficas
que estn en cuestin en la presente controversia tuvieron lugar despus de la entrada en
vigencia del Convenio Bilateral, por lo cual difieren, en sustancia y contenido, de las
que suscitaron la controversia anterior. A este respecto las Demandantes sostienen que
el Acuerdo No. 01 declar nula ab initio la licencia de construccin otorgada a
Lucchetti Per, en tanto que el Acuerdo de Concejo No. 259 revoc la licencia de
funcionamiento de la planta otorgada a esa compaa. Tambin sostienen que las
razones aducidas como fundamento del Acuerdo No. 01 difieren de las esgrimidas con
respecto al Acuerdo de Concejo No. 259, y que las primeras implican una violacin de
los requisitos de zonificacin aplicables para industrias ligeras, en tanto que las
segundas se refieren al incumplimiento de diversas condiciones ambientales sobre cuya
base se habra otorgado la licencia. Las Demandantes subrayan asimismo que entre las
fechas de adopcin de esos dos acuerdos se complet la construccin de la fbrica, y
sta fabric pastas durante un perodo de dos aos y medio antes de que se promulgara
el Acuerdo de Concejo No. 259.
43. La Demandada rechaza los argumentos de las Demandantes aduciendo que el
conflicto de intereses jurdicos que en el perodo de 1997-98 haba generado una
controversia con la adopcin del Acuerdo No. 01 (1998) y el litigio planteado ante los
tribunales peruanos no se convirti en una nueva controversia por el mero hecho de
que las Demandantes hubieran planteado su reclamacin como violacin del Convenio
Bilateral. La Demandada considera infundada la manifestacin de las Demandantes de
que debe considerarse que los actos o medidas legales dictados despus de la entrada en
vigencia del Convenio Bilateral dieron lugar a una nueva controversia en virtud de lo
previsto en el Artculo 2 del Convenio Bilateral. Tambin niega la afirmacin de las
Demandantes de que las sentencias dictadas a favor de stas por los tribunales peruanos
permitieran resolver la controversia anterior. Segn la Demandada, esas sentencias
fraudulentas no podan poner fin a la controversia, ni lo hicieron, sino que fueron un
episodio de una controversia continua entre las partes. A este respecto la Demandada
considera no pertinente, a los efectos de la actividad de este Tribunal, que las sentencias
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dictadas en el Per fueran fundadas o infundadas conforme a la legislacin peruana. Lo
pertinente, y lo que debe decidir el Tribunal, es si el objeto de la controversia de
1997-98 es idntico al de la controversia referente a los Acuerdos de Concejo No. 258 y
No. 259. Si lo es, no puede admitirse que las sentencias, desde el punto de vista jurdico,
hayan puesto fin a la controversia continua y, segn la Demandada, el Tribunal debe
declararse incompetente conforme al Artculo 2 del Convenio Bilateral. La Demandada
menciona tambin los esfuerzos realizados por las Demandantes para hacer
regularizar las obras de construccin de su fbrica en julio de 2001 a esa fecha no
estaban en vigencia el Convenio Bilateral ni los Acuerdos de Concejo No. 258 y
No. 259 como prueba de que las propias Demandantes consideraron que las
sentencias dictadas en el Per no haban puesto fin a la controversia anterior. El proceso
de regularizacin recin se complet en 2003.
44. La Demandada se refiere a continuacin a las manifestaciones de las
Demandantes de que la cuestin a la que se refiere el Acuerdo de Concejo No. 259
difiere de la del Acuerdo No. 01. La Demandada sostiene que las cuestiones en disputa
en 1998 no se referan exclusivamente a la legalidad de la licencia de construccin de
las Demandantes, como stas sostienen, sino que representan una serie de medidas
legales que guardan relacin con la inobservancia, por parte de las Demandantes, de los
reglamentos peruanos pertinentes. A juicio de la Demandada, los Acuerdos de Concejo
No. 258 y No. 259 son apenas las medidas legales ms recientemente impugnadas por
las Demandantes en relacin con la construccin y operacin de su fbrica. Adems, si
se compara el contenido del Acuerdo No. 01 (1998) y de otras medidas adoptadas por
las autoridades municipales, con el Acuerdo de Concejo No. 259 (2001), resulta
evidente que se referan a problemas ambientales y tenan como fin resolverlos.
45. Con respecto a la manifestacin de las Demandantes de que la presente
controversia es nueva porque se plante como reclamacin en el marco del Convenio
Bilateral, la Demandada sostiene que el Tribunal no est llamado a pronunciarse sobre
la forma en que se plante la reclamacin, sino a establecer si la controversia se plante
antes o despus de la entrada en vigencia del Convenio Bilateral. Por lo tanto rechaza el
supuesto de las Demandantes de que pueda eludirse la reserva ratione temporis
establecida en el Artculo 2 del Convenio Bilateral formulando la reclamacin como
enmarcada en el Convenio Bilateral. A su juicio, admitir la posicin de las
Demandantes hara de la reserva ratione temporis una nulidad jurdica, lo que segn la
Demandada violara reglas generalmente aceptadas de interpretacin de los tratados.
46. Las Demandantes rechazan la afirmacin de la Demandada de que el Acuerdo de
Concejo No. 259 no fue ms que un episodio de una controversia continua, ya que no se
habra planteado una controversia entre las partes si no se hubiera aprobado ese acuerdo,
cuya sancin marca el comienzo de la controversia que tiene ahora ante s el Tribunal.
Consideran insostenible la aseveracin de que las sentencias de los tribunales peruanos
no hicieron ms que suspender la controversia pendiente. A su juicio, la obligacin
asumida por el Per, en el marco del Convenio Bilateral, de proteger la inversin de las
Demandantes en ese pas, recin surgi cuando entr en vigencia el Convenio Bilateral.
Esa obligacin fue infringida por el Acuerdo de Concejo No. 259, promulgado despus
de la fecha de entrada en vigencia del Convenio Bilateral. Por lo tanto no puede existir
continuidad entre lo ocurrido entre 1998 y la promulgacin del Acuerdo de Concejo No.
259.
20
47. Las Demandantes sostienen asimismo que el Artculo 2 del Convenio Bilateral
no revoca la norma de derecho internacional aceptada de que los tratados no surten
efecto retroactivo. Sostienen que el Artculo 2 no impide al Tribunal asumir
competencia en una controversia referente a la violacin del Convenio Bilateral por el
mero hecho de que pueda relacionarse de algn modo con una controversia anterior
planteada antes de la entrada en vigencia del Convenio Bilateral, y resuelta antes de esa
fecha. Tambin sostienen que la jurisprudencia internacional pertinente respalda su
conclusin de que la controversia de autos se plante despus de la entrada en vigencia
del Convenio Bilateral, ya que segn esa jurisprudencia la fecha en que se plante la
presente controversia debe determinarse en relacin con su origen, que consisti en la
promulgacin de los Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259. De ello se deduce, segn
las Demandantes, que la adopcin, en 1998, del Acuerdo No. 01, no pudo dar origen a
la presente controversia, dado que su aplicacin se resolvi en los procedimientos de
amparo seguidos ante los tribunales peruanos.
VII. CONCLUSIONES DEL TRIBUNAL
48. El Tribunal seala que como nocin jurdica, la expresin controversia tiene un
significado comnmente aceptado. Ha sido definida, en forma autoritativa, como un
desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho, un conflicto de puntos de vista
jurdicos o de intereses entre las partes, 1 o como una situacin en que dos partes
sostienen posiciones claramente opuestas con respecto a la cuestin del cumplimiento o
incumplimiento de una obligacin jurdica. 2 En resumen, puede considerarse que
existe una controversia cuando las partes mantienen reclamaciones de derecho o de
hecho contrapuestas referentes a sus respectivos derechos u obligaciones, o cuando la
reclamacin de una parte se opone positivamente a la de la otra. 3
49. Es evidente, y no parece ser objeto de disputa entre las partes, que en 1998, tras
la adopcin del Acuerdo No. 01 y su impugnacin por las Demandantes mediante la
accin de amparo, se haba planteado una controversia entre las Demandantes y las
autoridades municipales de Lima. El Tribunal concluye que a esa altura se haba
suscitado una controversia entre las partes, y cada una de ellas sostena opiniones
encontradas sobre sus respectivos derechos y obligaciones.
50. No obstante, las partes discrepan acerca de si las sentencias dictadas por los
tribunales peruanos a favor de las Demandantes pusieron fin a la controversia anterior, o
si sta continu y lleg a su fin en 2001 con la adopcin de los Acuerdos de Concejo
No. 258 y No. 259. Por lo tanto el Tribunal debe considerar si a la luz de otros factores
aqu pertinentes la controversia de que se trata constituye o no una nueva controversia.
Para abordar ese tema el Tribunal debe examinar los hechos que dieron lugar a la
controversia de 2001 y los que culminaron con la controversia de 1998, tratando de
establecer, en cada caso, si, y en qu medida, el objeto o los hechos que fueron la causa
1
Mavrommatis Palestine Concessions (Grecia vs. Reino Unido), Sentencia del 30 de agosto de 1924
(Fondo del Asunto), 1924, Corte Permanente de Justicia Internacional (serie A), No. 2, pg. 11.
2
Interpretacin de los Tratados de Paz entre Bulgaria, Hungra y Rumania, Opinin Consultiva de marzo
de 1950, Corte Internacional de Justicia, Reports 1950, pg. 65, punto 74.
3
South West Africa, Excepciones Preliminares, Sentencia, Corte Internacional de Justicia, Reports 1962,
pg. 319, punto 328.
21
real de la controversia difieren entre s o son idnticos. 4 Segn un caso reciente
planteado ante el CIADI, el factor clave para determinar la existencia de una o de dos
controversias independientes es la identidad de objeto de las mismas. 5 El Tribunal
considera que independientemente de que la atencin deba centrarse en las causas
reales de la controversia o en el objeto de la misma, habr que determinar en cada
caso si los hechos o consideraciones que hayan dado lugar a la controversia anterior han
seguido ocupando una posicin central en la controversia ulterior.
51. No se debate el hecho de que el objeto o el origen de la controversia de 2001, si
es que fue una nueva controversia, consisti en la promulgacin de los Acuerdos de
Concejo No. 258 y No. 259. El Acuerdo de Concejo No. 258 tena como fin establecer
un marco regulatorio para la proteccin permanente de los Pantanos de Villa como
reserva ecolgica, y confiri a las autoridades municipales de Lima la potestad de
adoptar las medidas necesarias para alcanzar ese objetivo. El Acuerdo de Concejo No.
259 dispuso la revocacin de la licencia de funcionamiento concedida a las
Demandantes para la produccin de pastas, y decret el cierre y la remocin de la
fbrica. En el largo prembulo del Acuerdo de Concejo No. 259 se mencionan las
conclusiones en que se basa la decisin, tales como el incumplimiento, por parte de
Lucchetti, desde 1997, de las normas jurdicas aplicables a la construccin de la planta
cerca de los Pantanos de Villa, con el consiguiente peligro para la reserva ecolgica. Se
hace referencia al litigio entablado por Lucchetti contra las medidas dictadas por la
municipalidad para proteger el medio ambiente de la regin y se seala que los hechos
que surgen de videos recientemente publicados y presentados como prueba ante una
comisin parlamentaria revelan la existencia de corrupcin para el logro de las
sentencias a favor de Lucchetti. Adems se hace mencin a diversas normas legales y
reglamentarias, tales como el Acuerdo de Concejo No. 126-97-MML, que cre la Zona
de Reglamentacin Especial Pantanos de Villa, declarada de inters ecolgico para la
municipalidad, y el Acuerdo No. 01, del 2 de enero de 1998, y se seala que ste
declar nula y carente de todo valor la licencia de construccin, que Lucchetti habra
logrado en virtud de omisiones administrativas y de la aprobacin de sus planos
arquitectnicos para la construccin de la fbrica. A continuacin se menciona la accin
de amparo incoada por Lucchetti para dejar sin efecto el Acuerdo No. 01 y el Artculo 4
del Acuerdo de Concejo No. 126-97 y obtener autorizacin para la operacin de la
planta industrial. Tambin se invoca la Resolucin No. 6856-98-MDCH, del 29 de
diciembre de 1998, que habiendo sido dictada en cumplimiento de fraudulentos fallos
judiciales dictados en las actuaciones judiciales en cuestin, concedi a Lucchetti una
licencia municipal de funcionamiento para su fbrica de pastas y para la venta de sus
productos. Finalmente se seala que la Resolucin No. 6556-98 estableca, en su
Artculo 2, que el otorgamiento de la licencia en cuestin estaba condicionado a la plena
observancia de las limitaciones y restricciones previstas en el estudio de impacto
ambiental pertinente y a que se evitaran otras actividades ambientalmente nocivas
como, por ejemplo, la emisin de gases y humos nocivos.
52. Al enunciar la historia administrativa, legal y judicial de los esfuerzos realizados
por las Demandantes para obtener permiso para construir y operar su fbrica de pastas
4
Vase Electricity Company of Sofia and Bulgaria (Excepcin Preliminar), 1939, Corte Permanente de
Justicia Internacional, pgs. 64, punto 82.
5
CMS Gas Transmission Co. vs. Argentina, Caso No. ARB/ 01/ 8, 17 de julio de 2003, 42 ILM 788,
prrafo 109 (2003).
22
en las vecindades de la reserva ambiental de los Pantanos de Villa, el Acuerdo de
Concejo No. 259 estableci una relacin directa entre las actividades dispuestas por esa
norma con las medidas que las autoridades municipales adoptaron en 1998 para obligar
a las Demandantes a cumplir los requisitos ambientales y de zonificacin aplicables a la
construccin de su fbrica de pastas. Seal tambin que las autoridades municipales no
haban logrado su objetivo en virtud de las sentencias dictadas a favor de las
Demandantes en 1998, que las obligaron a expedir las licencias que anteriormente
haban denegado a las Demandantes.
53. Las razones que llevaron a la adopcin del Acuerdo de Concejo No. 259
estuvieron, pues, directamente relacionadas con las consideraciones que dieron lugar a
la controversia de 1997-98: el compromiso asumido especficamente por la
municipalidad de proteger la integridad del medio ambiente de los Pantanos de Villa y
sus repetidos esfuerzos encaminados a obligar a las Demandantes a cumplir los
reglamentos aplicables a la construccin de su fbrica en las vecindades de la referida
reserva ambiental. Por lo tanto, el objeto de la controversia anterior no difera de las
medidas adoptadas por la municipalidad en 2001, que obligaron a las Demandantes a
incoar el presente procedimiento. Tambin en ese sentido las controversias tuvieron el
mismo origen o fuente: el deseo de la municipalidad de hacer efectivo el cumplimiento
de las polticas ambientales, y los esfuerzos de las Demandantes para impedir su
aplicacin a la construccin y produccin de la fbrica de pastas. En consecuencia, el
Tribunal considera que en 1998 la presente controversia estaba formalizada. La
adopcin de los Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259 y su impugnacin por las
Demandantes no representaron ms que la continuacin de la controversia anterior.
54. Antes de inferir, sin embargo, que la conclusin que antecede resulte decisiva
para la sentencia del presente caso, el Tribunal cree necesario abordar la cuestin
adicional de si otros factores jurdicamente pertinentes imponen el dictado de una
decisin conforme a la cual la controversia de 2001 deba considerarse, de todos modos,
como una nueva controversia. A este respecto las Demandantes mencionan el hecho de
que el Acuerdo de Concejo No. 259 revoc su licencia de funcionamiento, en tanto que
el Acuerdo No. 01 declar nula la licencia de construccin que se les haba concedido, y
que la controversia anterior se refera exclusivamente al Acuerdo No. 01, que se refera
a cuestiones de construccin, y no a los temas ambientales a los que referan los
Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259. Tambin sealan que su planta haba
funcionado durante ms de dos aos antes de que se dictara el Acuerdo de Concejo No.
259. Por lo tanto transcurri un perodo considerable entre la adopcin de ese acuerdo y
las sentencias de 1998 que, segn las Demandantes, pusieron fin a la controversia
anterior y haban pasado a ser res judicata. Finalmente, las Demandantes sostienen que
en su reclamacin ante el Tribunal aducen la violacin del Convenio Bilateral, que an
no haba entrado en vigencia en 1998, por lo cual puede considerarse como una nueva
controversia un procedimiento tendiente a hacer efectivos derechos y obligaciones
previstos en el Convenio Bilateral, que no exista en 1998. A su juicio, una reclamacin
enmarcada en el Convenio Bilateral no se rige por las disposiciones de la reserva
ratione temporis prevista en el Artculo 2 del Convenio Bilateral.
55. El Tribunal concluye que las cuestiones en disputa en 1998 no se referan
exclusivamente a asuntos previstos en el Acuerdo No. 01, sino a una serie de normas
jurdicas referentes a asuntos ambientales, como el Acuerdo No. 01 y el Acuerdo de
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Concejo No. 126, y la Carta Oficial 771-MML-DMDU, que sirvieron de base a la
accin de amparo resuelta en favor de las Demandantes. Adems, la municipalidad
sancion ulteriormente la Ordenanza No. 184, que estableci un marco general de
regulacin ambiental y dispuso que las actividades que se estuvieran realizando en
inobservancia del plan se regularizaran dentro de un perodo de cinco aos. Las
Demandantes impugnaron con xito esa ordenanza, en cuanto les haba sido aplicada,
ante el mismo tribunal que haba resuelto en su favor su accin de amparo. En virtud de
esa sentencia se oblig a las autoridades municipales a conceder a las Demandantes su
licencia de construccin y funcionamiento. Por lo tanto resulta evidente que las
cuestiones que estaban en disputa en 1998 se referan a problemas ambientales idnticos
a los que se reflejan en los Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259 de 2001, y que esos
problemas no slo se referan a la construccin, sino tambin al funcionamiento de la
planta.
56. En cuanto al perodo transcurrido entre las sentencias dictadas a favor de las
Demandantes en 1998 y el Acuerdo de Concejo No. 259, el mismo no basta de por s
para transformar una controversia continua en dos controversias, a menos que las
pruebas recogidas indicaran que la controversia anterior haba llegado a su fin o an no
haba nacido. 6 En el presente caso la municipalidad sigui aplicando en todo momento
su rgimen de regulacin ambiental a la planta de las Demandantes, pero sus esfuerzos
se vieron frustrados por las diversas acciones judiciales entabladas por las
Demandantes, que la municipalidad cuestion vigorosamente y trat de eludir. Vase,
por ejemplo, la Ordenanza No. 184. Adems, la municipalidad adopt los Acuerdos de
Concejo No. 258 y No. 259 no bien lleg a la conclusin de que los hechos
comprobados acerca de la manera en que se haba logrado el dictado de las sentencias le
permita volver a afirmar su posicin anterior y aplicar su rgimen de reglamentacin
ambiental a las operaciones de las Demandantes. El hecho de que la municipalidad
nunca consider que su controversia con las Demandantes hubiera finalizado con las
sentencias est comprobado asimismo por el texto del prembulo del Acuerdo de
Concejo No. 259 que, como se vio, resea e invoca los esfuerzos anteriores de la
municipalidad tendientes a obligar a las Demandantes a cumplir los reglamentos
ambientales de esa autoridad. En consecuencia, el Tribunal opina que el transcurso de
dos aos y medio entre esas sentencias y la adopcin de los Acuerdos de Concejo No.
258 y No. 259 no impone de por s la conclusin de que la controversia anterior hubiera
llegado a su fin y que en 2001 se haya planteado una nueva controversia. El Tribunal
considera, asimismo, que los Acuerdos de Concejo No. 258 y No. 259 no generaron una
nueva controversia por ms que las sentencias de 1998 hubieran pasado a ser res
judicata conforme a la legislacin peruana. El carcter de cosa juzgada que haban
adquirido esas sentencias no obliga de por s a admitir ese resultado, ya que los hechos
que tuvo ante s el Tribunal indican, como ya se ha demostrado, que la controversia
6
Cf. Maffezini vs. Espaa (Decisin sobre jurisdiccin), Caso CIADI No. ARB/97/77, 16 ICSID Review
212, prrafos 90 a 98 (2001). En ese caso el Tribunal tuvo ante s una disposicin similar al Artculo 2 del
Convenio Bilateral aplicable en el presente caso, y concluy que los hechos que haban suscitado la
controversia haban venido debatindose entre las partes durante varios aos antes de la entrada en
vigencia del acuerdo bilateral que estaba en cuestin. Esos debates recin produjeron el conflicto de
puntos de vista jurdicos y de intereses necesario para que se transformaran en una controversia cuando
entr en vigencia el acuerdo bilateral, que, por lo tanto, no impidi la controversia cuestionada. dem,
prrafo 96. En el presente caso, el conflicto de puntos de vista jurdicos y de intereses se haba
formalizado antes de la entrada en vigencia del Convenio Bilateral. Si ello hubiera ocurrido en el caso
Maffezini, el tribunal que entendi en el mismo habra llegado a la misma conclusin que este Tribunal.
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original persista. Adems, la controversia pblica referente a esas sentencias,
estimulada por las continuas investigaciones judiciales y parlamentarias relacionadas
con las mismas, demuestra asimismo que en la prctica no se consider que el hecho de
que las sentencias fueran res judicata hubiera puesto fin a la controversia.
57. Considerando ahora las supuestas ilegalidades que rodearon la obtencin de las
sentencias de 1998, el Tribunal opina que esos vicios, si se probaran, constituiran una
razn independiente para sostener que las sentencias no pusieron fin a la controversia
anterior. No obstante, como el Tribunal ya concluy, por otras razones, que esas
sentencias no pusieron trmino a la controversia, no es preciso que aborde esa cuestin.
58. Finalmente, las Demandantes sostienen que en estas actuaciones invocaron los
derechos y obligaciones emanados del Convenio Bilateral, por lo cual tienen derecho a
que el Tribunal se pronuncie sobre la presente reclamacin. Sostienen adems, que
tratndose de una reclamacin formulada en el marco del Convenio Bilateral, la
presente controversia no es ni puede ser igual a una controversia existente antes de que
entrara en vigencia el Convenio Bilateral.
59. Naturalmente, las Demandantes tienen derecho a que este Tribunal se pronuncie
sobre los derechos y obligaciones establecidos en el Convenio Bilateral, pero slo si y
cuando a travs de la reclamacin se busque la resolucin de una controversia que
conforme al Artculo 2 del Convenio Bilateral no hubiera sido planteada antes de la
entrada en vigencia de ese convenio. La alegacin de una reclamacin en el marco del
Convenio Bilateral, por slidos que sean sus fundamentos, no tiene ni puede tener como
resultado la anulacin o privacin de sentido de la reserva ratione temporis enunciada
en el Artculo 2 del Convenio Bilateral. 7 Adems, una controversia anterior al Convenio
Bilateral puede relacionarse con el mismo asunto que una posterior a dicho convenio, y
por ese motivo ser incompatible con el Artculo 2, lo cual, como se vio, es lo que aqu
sucede.
60. Dado que el presente laudo se pronuncia sobre una objecin a la jurisdiccin, no
se han considerado, naturalmente, las cuestiones de hecho y de derecho que revisten
capital importancia, desde el punto de vista sustancial, en el caso Lucchetti. Lucchetti
sostiene que fue invitada a invertir en el Per, realiz su inversin en debida forma,
gast decenas de millones de dlares en la construccin de las instalaciones industriales
ms avanzadas del pas y estableci un modelo de xito operacional, dando empleo a
buen nmero de trabajadores y fabricando productos buenos y competitivos con
potencial de exportacin. Tambin subraya que no se ha aducido (ni mucho menos
probado) que para establecerse en el Per como inversionista se haya valido de medios
irregulares, siendo por lo tanto su posicin fundamentalmente diferente de la de una
entidad a la que se impute haberse establecido mediante fraude o corrupcin. Sostiene,
principalmente, que fue despojada de sus activos en forma puramente arbitraria y con
falsos pretextos.
7
Vase, por ejemplo, Asian Agricultural Products, LTD. (AAPL) vs. Sri Lanka, Caso CIADI No. ARB/
87 /3, 6 ICSID Review 526 (1991), en que el tribunal seala que ninguna conclusin es ms slida, como
criterio de interpretacin en todos los sistemas de Derecho, que toda clusula debe interpretarse en forma
que tenga sentido y no que est desprovista del mismo. dem, prrafo 40, Regla (E).
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61. Por lo tanto, Lucchetti puede considerarse agraviada por el hecho de que sus
esfuerzos tendientes a lograr amparo internacional se frustren sin que siquiera se hayan
examinado sus alegaciones sobre el fondo del asunto, pero esa conclusin no se
justifica, ya que Lucchetti careca de legitimacin a priori para acceder a este foro
internacional. La empresa no puede aducir que haya realizado su inversin basndose en
el Convenio Bilateral, por la sencilla razn de que ste entr en vigencia aos despus
que hubiera adquirido el sitio, construido la fbrica y alcanzado su segundo ao de
funcionamiento pleno, por lo cual no cabe concebir que su decisin de invertir se basara
en la existencia de dicho instrumento internacional.
62. La nica cuestin que debe abordar este Tribunal consiste, precisamente, en
establecer si la reclamacin planteada por Lucchetti est abarcada por el consentimiento
del Per a una jurisdiccin internacional enmarcada en el Convenio Bilateral, lo que
Lucchetti no prob al Tribunal. En consecuencia, la empresa se encuentra en la misma
situacin en que estara si no se hubiera sancionado el Convenio Bilateral. Por lo tanto,
sus alegaciones sobre el fondo del asunto permanecen como estaban, deben plantearse,
negociarse o resolverse del modo y ante las instancias que puedan estar a disposicin de
la compaa.
VIII. LAUDO
En virtud de todas las consideraciones que anteceden, el Tribunal se declara
incompetente para conocer sobre el fondo de la presente controversia.
El Tribunal decide que cada parte deber pagar la mitad de las costas del
arbitraje y cubrir sus propios gastos legales.
___________________________
Thomas Buergenthal
Presidente
_____________________ _____________________
Bernardo Cremades Jan Paulsson
rbitro rbitro
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