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Edad y Criminalidad en Tamaulipas

Este documento analiza el factor edad en la criminalidad en el estado de Tamaulipas, México. Señala que los grupos del crimen organizado reclutan frecuentemente a jóvenes menores de edad debido a la pobreza y falta de oportunidades. Muchos jóvenes ven al crimen organizado como su única opción. El documento también critica la falta de acción del gobierno para abordar este problema y proteger a los jóvenes.

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Edad y Criminalidad en Tamaulipas

Este documento analiza el factor edad en la criminalidad en el estado de Tamaulipas, México. Señala que los grupos del crimen organizado reclutan frecuentemente a jóvenes menores de edad debido a la pobreza y falta de oportunidades. Muchos jóvenes ven al crimen organizado como su única opción. El documento también critica la falta de acción del gobierno para abordar este problema y proteger a los jóvenes.

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INTRODUCCIN

Este ensayo est enfocado en el factor edad en el estudio de la criminalidad.

La ciminalidad es la comisin de delitos en un tiempo y lugar determinados.En


los aos del 2010 al 2015 en el Estado de Tamulipas han ocurrido una serie de
delitos que afectaron la inseguridad social y el bien comn del Estado debido a
la aparicion de grupos delincuenciales antagonicos que han propiciado dlitos
graves como secuestro, asesinatos, violaciones , trfico de organos. Asi como
dlitos no graves como prostitucin, robo, bandalismo, drogadiccin.

La transgresin de las normas sociales cometidas por personas con conductas


desviadas son provocadas por distintos factores como disfuncionalidad familiar,
inestabilidad econmica, maltrato fsico y psicolgico, desenvolmimiento social,
factores biolgicos.

Estudios sobre la criminalidad han concluido que la edad delincuencial ms


comun ocurre a partir de la infancia y adolecencia (10 a 15 aos) ya que es la
edad en la que el individuo comienza a desarrollar su personalidad y es ms
suceptible a la resepcin de conductas del medio que lo rodea, siendo ste
delictivo.

Tomando en cuenta estos factores y la edad biologica del criminal se deduce


que puede seguir cometiendo sus delitos durante un largo periodo de tiempo.

Por ello es importante conocer la edad en que se inicia la vida delictuosa del
criminal.

Tal planteamento tambien dara enfacis a la falta de accion del gobierno por
responder de manera inmedita ante estos fenomenos que atentan contra el bien
comun, y ponen en riesgo el desarrollo de los jevenes en el pleno desarrollo de
sus facultades, al estar inmersos en un medio criminal constante y al parecer
inplacable, por su alta captacion del medio ellos tomaran como normal este
medio del que son participes de manera directa o indirecta.
CRIMINALIDAD FACTOR EDAD

En tamaulipas con la creciente hola de facciones del crimen organizado que se


contrapuntean para tomar el control del territorio, han reclutan entre sus filas del
ampa a jovenes menores de edad para poder adiestrarlo a su causa, cada vez
son ms los nios de 12 y menos de 18 aos de edad los que se dedican a los
delitos de alto impacto, como es el secuestro, el halconeo u otros que tienen que
ver con la delincuencia.

El sistema poltico y econmico actual ha generado que el Estado y sus


instituciones ya no ofrezcan opciones para que la juventud goce de un presente
digno. Esta omisin estatal ha sido aprovechada por el crimen organizado, que
se ha dispuesto a brindarles posibilidades de identificacin, sobre todo
econmicas, para reclutarlos. Incluso, en varias ciudades han aparecido grafitis
en los que los adolescentes aseguran que prefieren morir pronto, pero con
dinero, a vivir muchos aos en la pobreza.

Nuestros jvenes estn socializando en la calle, de tal suerte que el Estado no


est ofreciendo modelos identificatorios para construir un presente digno de vida,
como formar una familia o tener ciertos recursos. As es que, nos agrade o no,
el crimen organizado lo ha aprovechado y les brinda esos modelos, al grado de
que es visto como algo atractivo.

Los jvenes prefieren hacerse criminales o sicarios en lugar de ser acadmicos


o tener alguna otra profesin. La pobreza es una de las caractersticas a partir
de estos contextos, en los que se est construyendo la violencia e impacta a
nios, adolescentes y jvenes.

Este fenmeno del reclutamiento se est dando ms que todo en los barrios
marginales, ah donde las condiciones de pobreza son extremas.En esos
sectores donde no hay oportunidades de entretenimiento ni de trabajo para
muchos jvenes que ya estn en una edad productiva -de 16 a 18 aos-,
entonces no falta quin los empuje a dos cosas: a aceptar propuestas de generar
ingresos de forma indebida a travs de la extorsin, del robo y luego,
prometindoles placeres, los llevan a otros niveles como el crimen o el asesinato.
En todo esto est el consumo de drogas y alcohol, propiciado por el mismo
crimen organizado, como un mecanismo para tener atrapados a los jvenes. As,
unos caen atrados y otros por presin.

Los casos ms severos y preocupantes son los de los adolescentes captados


por grupos de la delincuencia organizada, pues han vivido experiencias que
trastocaron su vida de manera radical, explica el estudio.

El crimen organizado necesita de personas para hacer funcionar su negocio. Los


puestos ms bajos de la estructura son ocupados por jvenes de las colonias y
barrios donde operan y son tambin los ms expuestos a ser detenidos o
asesinados.

Mxico no persigue el reclutamiento de nios, nio y adolescente por grupos


armados o criminales, concluy el Comit de Derechos de Nios de las Naciones
Unidas

En su reporte de recomendaciones finales para Mxico, el Comit se muestra


profundamente preocupado porque en el pas se han tomado medidas
insuficientes para prevenir el continuo reclutamiento de nios por grupos
armados, lo que propicia que los menores se involucren en actividades ilcitas
sin la menor salvaguarda de sus derechos.

Segn el informe Violencia, niez y crimen organizado realizado por la


Relatora Especial de la Niez de la Comisin Interamericana de Derechos
Humanos. (CIDH), desde los 10 aos los nios mexicanos son susceptibles de
ser reclutados por el crimen organizado y el trfico de drogas.

El crimen organizado necesita de personas para hacer funcionar su negocio. Los


puestos ms bajos de la estructura son ocupados por jvenes de las colonias y
barrios donde operan y son tambin los ms expuestos a ser detenidos o
asesinados.

La presencia del crimen organizado en el pas tiene un impacto en la vida


cotidiana, por lo que nios, nias y adolescentes estn ms propensos a cometer
delitos. Los grupos saben cmo buscar, como captar y seducir a los menores en
situacin de calle o vulnerables que carecen de atencin familiar u oportunidades
escolares y econmicas.

EL CONTACTO CON LA PROCURACIN DE JUSTICIA

La relacin de los jvenes con las instituciones de procuracin de justicia y los


funcionarios de primer contacto estn distorsionadas, pues ellos tambin forman
parte del crimen, la corrupcin y abuso de poder. Uno de los hallazgos del
estudio es que de los jvenes detenidos, 14 por ciento delinqui con la
participacin de algn adulto integrante alguna corporacin policial o miembro
del Ejrcito.

La otra situacin de contacto directo con las autoridades es el momento de la


detencin. Tres cuartas partes de los adolescentes reportan haber sido
golpeados por la polica al momento de su detencin y, en ms de la mitad de
los casos, no se les informara de sus derechos ni del derecho a ser asistidos por
un abogado.
Si el dato es grave en s mismo, ms grave an nos pareci la reaccin de
prcticamente todos los adolescentes quienes consideraban los golpes como la
conducta normal que cabra esperar por parte de la polica, argumenta el estudio.

Los testimonios de los adolescentes respecto a su detencin:


Los militares me metieron una manguera en la boca y me echaron aceite de
carro, despus me llevaron a un terreno a golpearme. Tambin cuando llegu al
Ministerio Pblico me volvieron a golpear.

Nos torturaron los policas federales que nos detuvieron. Nos dieron toques, me
pusieron una bolsa en la cara y me golpearon. Yo ya no escucho con un odo.
Nos tuvieron todo un da golpeando en las oficinas de los federales. Me trataron
como si fuera una cosa, una materia que se desecha.
Una vez recluidos en los centros de adolescentes en conflicto con la ley, el
panorama no mejora. Los entrevistados refieren que son maltratados por los
custodios, que se toleran las drogas, que hay pocas oportunidades para estudiar,
de esparcimiento o de ayuda para que al salir puedan retomar su vida de otra
forma. Uno de los testimonios ejemplifica la situacin. Aqu adentro slo
aprendes a ser malo, algunos llegan por una tontera o una equivocacin pero
aqu aprenden a ser delincuentes, dice un joven.

En el estudio se informa que las deficiencias ms importantes en los centros de


internamiento tienen que ver con los insuficientes programas educativos y los
talleres de capacitacin que se imparten. En todos los centros, las autoridades
sealaron no tener el presupuesto necesario para poder impartir los talleres que
los adolescentes necesitaran para adquirir algn oficio o para producir bienes
por los cuales pudieran obtener algn ingreso.

El tedio, el hasto, el aburrimiento y el fastidio es lo que prevalece, situacin que


preocupa de manera muy importante ya que implica no poder cumplir con los
fines legales que la institucin tiene previstos. Implica, sobre todo, la prdida de
oportunidades y el uso de energas y capacidades que los adolescentes no
pueden ni podrn desarrollar ms adelante, con el riesgo, adems, de habituarse
a una vida en institucin que poco o nada les ofrece para que logren reinsertarse
de manera sana, productiva y responsable a la sociedad.
CONTRAPARTE

En contraposicin con la delincuencia tradicional, habitual u ocasional, el crimen


organizado es una "empresa" jerarquizada que genera mltiples beneficios,
luego su mvil delictivo , es puramente econmico y no slo para el que ejerce
el mayor cargo en la organizacin, cada escaln tiene en comn respecto al
anterior, el mismo mvil criminal, en sus distintas proporciones dinerarias, cada
concepto aqu reflejado describe los condicionantes que identifican su razn de
ser, esto es, gravedad, asociacin, estructura y personalizacin.

Los estndares delictivos del crimen organizado, vienen establecidos por la


especializacin de las organizaciones criminales en determinados tipos penales,
influenciados o condicionados primeramente, por el beneficio econmico a
obtener, por su propia estructura, por su tecnologa o incluso por el trnsito de la
materia prima objeto del delito o por el propio mercado del producto.

El gobierno el delincuente y la sociedad no se encuentra preparado para asumir


responsabilidades de aceptacin que estn libres de prejuicios y tratar de juzgar
con un fundamento de prctica racional a los individuos que buscan una igualdad
de oportunidades y una rehabilitacin integra y completa a un sistema social que
hoy en da es excluyente y muy marcado por la marginalidad que la propia
sociedad a impuesto por transcurso de los aos a personas que provienen de la
clase baja de nuestra sociedad, llevndolos a realizar acciones que van en contra
de la sociedad y que tiene una severa sancin para el que las comete.

En el mundo de hoy tiene que haber un verdadero cambio de visin global y a


largo plazo de las cosas para tener un buen funcionamiento de las sociedades
futuras y para el mejoramiento del mundo.
La pobreza y la desventaja socioeconmica tienen el efecto de que la educacin
que tiene lugar en la familia y en la escuela se ve perjudicada, lo cual a su vez
favorece indirectamente la aparicin de comportamientos desviados y delictivos.

La situacin personal es cada vez peor y los vnculos sociales se debilitan con
cada delito. De este modo, quien se ve inmerso en el delito tiene grandes
dificultades, cada vez mayores, para salir del mismo, motivo por el cual existe la
consabida continuidad entre delincuencia juvenil y criminalidad adulta en el
sentido que hemos sealado. Tambin por este motivo en los criminales se
concentran asimismo otros problemas sociales: el fracaso en la educacin,
dificultades en el trabajo, problemas familiares, comportamientos desviados... En
la vida de estos sujetos se van acumulando las desventajas y los problemas.

El presente artculo revisa las tendencias ms importantes en los estudios sobre


criminalidad y gnero y analiza los resultados de algunas investigaciones
realizadas para discutir cules han sido sus principales aportes, sus vacos y las
interrogantes que nos abren. Concluye que estos estudios denuncian el sesgo
androcntrico de la criminologa, visibilizan la problemtica femenina y
evidencian que la dimensin de gnero juega un rol crucial en las conductas
criminales y en la manera en que son tratadas en las instancias policiales
y judiciales.
CONCLUCION

Si bien no se puede negar que se nace con unos genes, stos no son
determinantes de la personalidad y, por consiguiente, no son ciegos depositarios
de las futuras acciones, a no ser que existe una lesin orgnica irreversible que
limite el campo y el modo de la relacin.

Los errores adictivos pueden ser diversos: desde la tolerancia indiscriminada o


la sobreproteccin hasta el abandono, la severidad y la violencia educativa.
Todos ellos pueden constituir el caldo de cultivo de diversos trastornos, entre los
que cabe contar la conducta antisocial juvenil.

Es evidente que la labor de rescatar a estos nios y adolescentes, debe


coordinar un buen nmero de campos, pero solo de esta manera puede
resolverse el problema. Los centros de formacin de padres, los servicios de
higiene mental, el club de ocio en el barrio y la asistencia por medio de
profesionales sociales como asistentes sociales, psicolgicos, monitores de
grupo, centros excursionistas enclavados dentro del ambiente donde el
muchacho vive, son elementos validos cuyos resultados estn por probar, ya que
nuestras sociedades urbanas no lo han puesto en prctica; pero en los pocos
intentos que se han llevado a cabo en el mbito experimental, los resultados han
sido esperanzadores.

Se debe realizar una labor preventiva que posibilite un mayor acceso a la cultura
y al deporte en los suburbios urbanos y que a la vez sea capaz de la pobreza
cultural de los jvenes
INTRODUCCION

Este ensayo tiene como objetivo tratar de abarcar los factores de genero en la
comicion de delitos.Tanto hombres como mujeres son propensos a cometer
algunos actos delincuenciales, pero en su aplicacin varian, la mujer es mas
propensa a cometer delitos de tipo pasional y con respecto del hombre que es
mas motivado por el medio en que se encuentre y el impulso que lo motive a
relaizar dicho acto .

Se tomaran en cuenta factores como; edad, factores bilgicos, culturales,


socioeconmicos y la falta de lasos afectivos significativos. Se estudiara de
manera general las motivaciones que llevan a estos individuos a delinquir, el
modus operandi que llevan a cabo al realizar un crimen.

El medio en que se desenvuelven tambin se tomara en cuenta ya que es de


vital importancia saber y entender si este es propicio para que el criminal siga
delinquiendo. Este ensayo plantear preguntas ms profundas sobre las
conductas criminales en la medida en que evidencia que la dimensin de gnero
juega un rol crucial en sus manifestaciones.

La preocupacin por entender y elaborar polticas pblicas de prevencin de la


delincuencia ha cobrado gran relevancia en numerosos pases del mundo. Una
de las variantes ms preocupantes del comportamiento delictivo es aquel
protagonizado por jvenes y menores de edad, ya que puede acarrear
consecuencias futuras negativas, tanto para ellos como para su entorno. En
Chile se ha podido observar un aumento progresivo en las aprehensiones de
menores de 18 aos por participacin en actividades delictivas.

Cmo prevenir comportamientos delictivos ha sido materia de gran debate, ya


que los factores asociados son usualmente complejos. La investigacin nacional
e internacional indica que el desarrollo del comportamiento delictivo puede
entenderse como producto del interjuego de numerosas variables sociales,
familiares o individuales. El presente documento realiza una revisin
bibliogrfica de la literatura nacional e intencional en materia de factores de
riesgo y delincuencia juvenil, para aportar a mejorar la calidad de la discusin
acerca del desarrollo de una poltica pblica de prevencin primaria y secundaria.
INVESTIGACION FACTOR GNERO

Las diferencias por sexo en el crimen son las diferencias entre hombres y
mujeres como perpetradoras y/o vctimas del crimen.

El estudio de este tema puede pertenecer a campos como la criminologa (el


estudio cientfico del comportamiento criminal) o a la sociobiologa (que trata de
demostrar una relacin causal entre factores biolgicos, en este caso sexo, y las
conductas humanas), etc. A pesar de la dificultad para estimarlos, las
estadsticas sobre crimen pueden proveer una va para investigar tales
relaciones, cuya posible existencia sera interesante desde una perspectiva de
diferencias de gnero. Una diferencia observable en las tasas de crimen entre
hombres y mujeres puede deberse a factores sociales y culturales, crmenes que
permanecen sin denunciar, o a factores biolgicos (como sealan las teoras
sociobiologicas). Adems, la naturaleza del crimen en si mismo debe ser
considerada.

Terrie Moffitt y Avshalom Caspi comparan factores de riesgo de hombres y


mujeres que retratan el inicio en la infancia y en la adolescencia de conductas
antisociales, lo que influye en el comportamiento desviado en los individuos. La
aparicin de la delincuencia en la niez se atribuye a la falta de crianza de los
hijos, problemas neurocognitivos y problemas de temperamento y
comportamiento. Por otro lado, en la aparicin de la delincuencia en la
adolescencia no encontraron problemas similares a los hallados en la infancia.
Este estudio mostr una relacin de hombre a mujer de 10:1 en el inicio de la
delincuencia en la etapa en la niez y de 15:1 en el inicio de la delincuencia en
la adolescencia. Moffitt y Caspi hicieron la hiptesis de que "la conducta
antisocial persistente a lo largo del ciclo de vida de un individuo se origina
tempranamente, cuando el comportamiento difcil de un nio de alto riesgo se ve
agravado por un entorno social de alto riesgo . Adems,"la conducta antisocial
'limitada a la adolescencia' emerge junto a la pubertad, donde los jvenes, por lo
dems sanos, experimentan disforia durante los aos relativamente sin un rol
definido que transcurren entre la madurez biolgica y el acceso a los privilegios
y responsabilidades de la madurez legal", a lo que llaman la brecha de madurez.
Se basan en la teora de la taxonoma, que establece que la diferencia de gnero
en la delincuencia se origina en las diferencias de sexo en los factores de riesgo
del comportamiento antisocial persistente en el ciclo de vida. Basados en la
investigacin, las nias tienen menos probabilidades que los nios de sufrir
disfunciones del sistema nervioso, temperamento difcil, madurez tarda en el
desarrollo verbal y motor, problemas de aprendizaje y problemas de conducta
infantiles. Las mujeres tienen las mismas probabilidades que los hombres de
entrar en la delincuencia limitada a la adolescencia, pero debido a que son
excluidas de los grupos antisociales masculinos, son menos propensas a tener
las oportunidades que tienen los hombres de involucrarse en comportamientos
delictivos.

Segn las estadsticas policiales, las vctimas de delitos son principalmente


varones jvenes. En trminos generales, lo ms probable (lo que ms ocurre) es
que la vctima de un delito sea un varn entre 20 y 50 aos, aunque este dato
vara en funcin de algunas tipologas delictivas, como por ejemplo la violencia
de gnero o las agresiones sexuales, en los que las vctimas son mujeres.

Burton et al. (1998) evaluaron "La teora general del delito", de Gottfredson y
Hirschi (1990) que afirmaron que los individuos con niveles ms bajos de
autocontrol tienen ms probabilidades de estar involucrados en la conducta
criminal, en un contexto que tena en cuenta al gnero. El objetivo de su trabajo
era dar cuenta de la brecha de gnero en las tasas de criminalidad. Mediante el
uso de un cuestionario de auto-reporte, Burton et al. (1998) recabaron datos de
555 individuos de dieciocho aos o ms en la zona de Cincinnati, Ohio. Los
primeros resultados del estudio indicaron que el auto-control bajo se correlacion
de forma altamente positiva con la conducta delictiva en ambos sexos, pero fue
especialmente significativo para los hombres. Para las mujeres, la relacin lleg
a ser significativa cuando la oportunidad se present y considerando siempre el
nivel de auto-control. La oportunidad no era un indicador significativo de la
conducta criminal masculina, que los autores atribuyen a la suposicin de que la
oportunidad de la conducta criminal es "omnipresente", o de fcil acceso, para
los hombres.

El contexto del delito hace referencia principalmente a las caractersticas


particulares del hecho delictivo, o sea, tanto a las circunstancias como a la
naturaleza de esto hechos. Concluyen, dentro de su propuesta, que hombres y
mujeres se diferencian en la manera en la que realizan sus delitos y en la
situacin que se genera en torno a stos. Las diferencias entre gneros en
cuanto al contexto y situacin del delito, incluyen, por ejemplo, el hecho de que
las mujeres utilicen en menor medida la violencia fsica, empleen en menor
medida armas, elijan vctimas cercanas que forman parte de sus escenarios de
relacin, y pretendan obtener resultados o propsitos menos vinculados al
dominio.

Factores fsicos y biolgicos. Los aspectos y dimensiones anteriores guardan


relacin, o se combinan, con las caractersticas fsicas y reproductivas de ambos
gneros. De tal modo, por ejemplo, que la menor fuerza fsica de las mujeres, o
su papel en los procesos de reproduccin, condiciona, en parte, tanto la
estructura de gnero, como las motivaciones para delinquir, o el acceso a
contextos del delito, as como el tipo de delito que llevan a cabo.

Las consideraciones de gnero en lo que se refiere a la delincuencia han sido


ignoradas y dejadas de lado en el estudio criminolgico y sociolgico, hasta hace
pocos aos, en la medida que las faltas femeninas han sido marginadas de la
consideracin.

Una de las razones clave propuestas para la falta de atencin a las mujeres en
el crimen y las faltas surge de la opinin de que la delincuencia femenina casi
exclusivamente ha sido tratada por los hombres, a partir del trabajo de los
legisladores, y que esto ha seguido a travs en los enfoques tericos, bastante
a menudo retratando lo que podra considerarse como un punto de vista
unilateral, como Mannheim sugiri.

Sin embargo, otros argumentos se han presentado como explicaciones para la


invisibilidad de las mujeres en lo que se refiere a los enfoques tericos, tales
como: las mujeres tienen una "... al parecer bajo nivel de delincuencia; suponen
una amenaza menor social que sus colegas masculinos; que sus "faltas y delitos
tienden a ser de relativamente menor gravedad", sino tambin por el temor de
que incluir a las mujeres en la investigacin podran amenazar o socavar teoras,
como Thrasher y Sutherland teman que sucedera con su investigacin.
CONTRAPARTE

Si hay algn hallazgo sostenido en Criminologa es que los hombres, frente a las
mujeres, presentan mayores niveles de prevalencia, incidencia y variedad en su
comportamiento desviado. Un desafo de la Criminologa moderna ha sido
explicar el gender gap de la desviacin. Los primeros intentos de explicacin
sobre esta relacin gnero-conducta desviada se les atribuyen al movimiento de
liberacin femenina en Criminologa. Desde la aparicin en la dcada de los 60
de las explicaciones feministas sobre el gnero y la delincuencia, hasta el
presente, hay un matiz de argumentos muy plurales sobre esta relacin.

Se intentar resumir desde una perspectiva terica e investigativa, el estatus del


gnero en la discusin actual sobre la etiologa de la delincuencia. No est de
ms indicar que la preocupacin por esta variable no es exclusiva del feminismo
en cualquiera de sus expresiones; tambin la Criminologa tradicional se ha
interesado por su abordaje y comprensin.

Luego de que las mujeres participen ms en la vida pblica, y reciban un trato


similar, incrementarn sus tasas delictivas hasta hacerlas coincidir con las de los
hombres. Sin embargo, este planteamiento no se ha visto confirmado, dado que
las tasas delictivas de ambos gneros siguen siendo diferentes en la actualidad,
incluso en aquellas sociedades donde las oportunidades de participacin de las
mujeres en todos los mbitos de la vida pblica han aumentado
considerablemente.

La delincuencia de las mujeres se origina por los mismos mecanismos


etiolgicos que ocasionan la de los hombres, y que por supuesto, las variables
que se asocian con la desviacin de ellos, son claramente predictoras de las
conductas reprobables de ellas. Por ejemplo, y haciendo referencia
especialmente a la delincuencia juvenil, para estos autores, el grupo de amigos
desviados tienen una influencia similar en la conducta antisocial de ambos
gneros, aunque los varones estn diferencialmente ms expuestos a estos
entornos, y a otros factores de riesgo en general. De ah que se muestren
reticentes ante la posibilidad de formular teoras de la delincuencia especficas
para cada gnero.
Hoy por hoy, a nadie en el mbito de la Criminologa se le escapa que el gnero
es uno de los mayores correlatos del delito. El gnero y el delito estn
relacionados histrica y transculturalmente.

El hecho, fehacientemente constatado de que los varones manifiesten una


propensin mayor a la comisin de ilcitos que las mujeres, ha supuesto el
acicate para centrarse en el estudio del hombre delincuente, ocasionando una
ceguera de gnero inherente al campo de la Criminologa (limitando a la postre
el crecimiento de la disciplina).

El problema de la mujer delincuente dentro de la esfera de la Criminologa se ha


vuelto cada vez ms evidente. Sin embargo, las teoras sobre las causas de la
delincuencia se han desarrollado, bsicamente, a partir de la experiencia
masculina. De hecho, autores crticos al respecto argumentaban que las mujeres
objeto de anlisis en
este tipo de estudios simplemente se aaden al anlisis como seres sin gnero,
o como si fueran hombres
CONCLUCION

En virtud de la informacin anterior, no cabe duda de que una de las grandes


tareas pendientes en Criminologa sigue siendo aclarar por qu los hombres
delinquen ms que las mujeres; y ms importante an esto por sus potenciales
efectos tericos y prcticos, explicar por qu ellas lo hacen, y lo hacen en menor
medida.

Uno de sus aportes ms significativos, en mi concepto, ha sido demostrar que


los factores econmicos, polticos y culturales afectan de manera diferente a
varones y mujeres y, sobre todo, que el sesgo androcntrico haba conducido a
ignorar a la poblacin femenina asumiendo que sus necesidades eran las
mismas que las de los varones.

Asimismo, la perspectiva de gnero ha contribuido a desmontar muchos


prejuicios sobre las conductas criminales femeninas y ha llamado la atencin
sobre la necesidad de tener en cuenta sus especificidades. En esta presentacin
revisar, en primer lugar y a grandes rasgos, las tendencias ms importantes
que han prevalecido en los estudios sobre criminalidad y gnero.

Con el fin de corregir estos sesgos, los estudios de gnero intentan romper con
la tendencia a situar a las mujeres como vctimas pasivas para entender cules
son sus estrategias particulares y sus formas de agencia. Su objetivo es
demostrar que las conductas delictivas de las mujeres son racionales y siguen
objetivos, y por tanto, es necesario interrogar a las actoras y analizar su posicin
social. Ponen en evidencia las mujeres estn constreidas por una doble
determinacin: la clase y el gnero. En consecuencia, el tipo de crimen o
conducta transgresora que asuman, deber lidiar con estos
dosconstreimientos. Tal condicin implica que ellas desarrollarn estrategias
que les permitan balancear ambas discriminaciones y avanzar en sus fines.

El debate sobre la relacin entre gnero y crimen ha significado un viraje en la


manera de entender las conductas criminales y nos ha forzado a tomar
conciencia de que los patrones de criminalidad, tanto femeninos como
masculinos, muestran particularidades y precisan ser tratados desde una
perspectiva de gnero.
INTRODUCCION

Este ensayo se basara en la estrecha relacin entre el tipo de delito y el


coeficiente intelectual (CI) de quien lo comete. Describir el desarrollo fsico,
intelectual y psicolgico del delincuente.

Una de las cosas ms importantes del estudio en el factor gnero es identificar


el factor principal que predispone a la delincuencia ya sea la influencia del
desmembramiento familiar, las repercusiones psicolgicas y sociales del
delincuente.

Como marco de referencia, se tomaran en cuenta teoras que se basan en el


estudio del criminal, como la teora de Gottfredson y Hirschi que hace nfasis
en los factores que originan la gnesis de la conducta desviada de un criminal.

Tambin se tomaran en cuenta algunas investigaciones para prevenir el delito


estar a la par en materia del estudio entre un varon y una mujer ya que el sexo
es un factor predominante en la comison de hechos.
INTELIGENCIA Y DELINCUENCIA

Un gran nmero de investigaciones seala que el delincuente acta de forma


impulsiva porque falla a la hora de autocontrolar su conducta. Fracasan en
pararse a pensar antes de actuar. Otros estudios han encontrado que muchos
delincuentes no han aprendido a demorar la gratificacin, prefieren lo accesible
e inmediato que esperar a algo ms apetecible pero lejano en el tiempo. La
impulsividad tambin ha sido contemplada como una variable de personalidad
que junto a la hiperactividad y problemas en la atencin predicen delincuencia
posterior. A esta constelacin de factores se le conoce como sndrome HIA
(hiperactividad, impulsividad, dficits de atencin).

En la percepcin social intervienen un conjunto de habilidades como la empata


y la de aceptar perspectivas distintas que nos permitan reconocer las reglas
(toma de perspectiva social). Estas habilidades se adquieren durante el proceso
de socializacin.Los delincuentes son ms deficientes en esta rea
interpersonal. Muchos se caracterizan por un pensamiento egocntrico.
Precisamente, conocer y comprender puntos de vista distintos es esencial para
planificar eficazmente la conducta en aquellas situaciones que implican
relaciones sociales. Sin esta habilidad puede estar dispuesto a percibir la
situacin presente sobre la base de sus experiencias pasadas, a interpretar
errneamente las acciones e intenciones de los dems y a no estimar los efectos
de sus conductas en otras personas.

La actividad delictiva de las personas estara motivada por el tipo de valores


mantenidos por ellas. Parecen existir diferencias entre los valores compartidos
por delincuentes y no delincuentes. Los primeros prefieren valores de carcter
personal (tener una vida cmoda, sentir placer...). Los segundos anteponen
valores de carcter social (amistad, responsabilidad...) Los delincuentes tienen
una mayor tolerancia de la conducta ilegal. Los valores de numerosos
delincuentes tambin tienden a un alto grado de egocentrismo. Estalimitacin de
habilidades sociocognitivas ocasiona que los jvenes que la padecen no hayan
podido desarrollar valores que van ms all de lo situacional, a corto plazo o
pragmtico. Estos individuos tienen menos probabilidades de desarrollar una
adecuada comprensin de la comunidad, las normas sociales y la justicia.
Las teoras inspiradas en la perspectiva del aprendizaje social proponen diversos
mecanismos de aprendizaje para explicar el comportamiento delictivo. Los
acontecimientos ambientales, los factores personales y la conducta actan como
determinantes recprocos que interactan entre s.

La contra respuestas a los actos antecedentes no slo estn influidas por sus
efectos inmediatos sino tambin por lo que piense el individuo que pueden
comportarle sus acciones. La teora del aprendizaje social de la conducta
delictiva de Akers:

Define e integra los mecanismos de aprendizaje delictivo y los combina con el


concepto de reforzamiento diferencial. Esta teora incluye cuatro constructos:

1. Asociacin diferencial: Proceso mediante el cual el sujeto se expone a


definiciones normativas favorables o desfavorables a la conducta ilegal. Puede
tener dos dimensiones:

a. Directa o interaccional: el sujeto se asocia o identifica con personas que


actan ilcitamente.

b. Indirecta normativa: el sujeto es expuesto a patrones normativos.

El aprendizaje de la conducta delictiva es un proceso que se desarrolla en dos


momentos:

Aprendizaje inicial de la conducta

La repeticin de la conducta

Otro aspecto importante de la teora de Akers es la relacin entre la estructura


social y aprendizaje social ya que considera que la estructura social concreta en
la que se desarrolla el sujeto es un elemento de influencia fundamental
EXPLICACIONES SOCIOLOGICAS

Establecen que la mayora de los delincuentes comparten los valores


convencionales de la sociedad, lo que hacen es aprender una serie de tcnicas
de neutralizacin o verbalizaciones a travs de las cuales racionalizan y justifican
la conducta desviada.

Teora del auto-control de Gottfredson y Hirschi

Destaca como factor principal del origen de los comportamientos delictivos las
caractersticas individuales de algunos sujetos que los sitan frente a un mayor
riesgo de delinquir. Dado que algunos sujetos presentan una serie de rasgos
latentes que le ponen en riesgo de involucrarse en actos delictivos, ser
determinante, para que se produzca el acto, una oportunidad para cometerlo
CONTRAPARTE

Es el resultado de la recoleccin, evaluacin de la informacin disponible, de


inmediato potencial importancia para el logro de un fin determinado, y es
igualmente el proceso lgico racional a que se somete la informacin para
convertirla en instrumento til en la toma de decisiones.

Inteligencia: Es el proceso especializado de la informacin y determinado por la


capacidad para producir inteligencia y convertirla en el conocimiento requerido
para apoyar la toma de decisiones frente a temas de inters que permitan el
mantenimiento de la seguridad y convivencia ciudadana.

La inteligencia policial tiene como objetivo orientar, recolectar informacin que


una vez evaluada, puede convertirla en conocimiento que da pie a una accin
oportuna. La informacin procesada es esencial para lograr la prevencin,
reduccin e investigacin del delito.

Lucha contra la delincuencia es, ante todo, una lucha de inteligencia, pero el
trabajo de inteligencia policial debe ser controlado y el organismo de inteligencia
policial debe someterse completamente a la observancia de las disposiciones
contenidas en la Constitucin de la Repblica y las leyes secundarias.

En toda actividad importante, y por ende en la inteligencia criminal policial o en


el anlisis crtico de las sucesivas experiencias lleva a tratar de determinar
principios generales aplicables al accionar en la disciplina considerada.

As se conocen enunciaciones de principios bsicos en todas las ciencias y artes,


y para el aspecto policial de Inteligencia, se han gastado y se seguirn gastando
toneladas de papel para referirse a los principios de las tcnicas y
procedimientos. Los principios son el esqueleto sobre el que debe sostenerse
una correcta doctrina, en este caso la de la Inteligencia Criminal Policial.

Las discusiones sobre su validez general para todas las situaciones y su


inmutabilidad relativa con respecto del progreso cientfico tecnolgico, y de los
cambios filosficos y ticos en la apreciacin de la forma de combatir al delito,
es asunto que excede manifiestamente el marco de referencia de este texto. Por
otra parte, escapan a los niveles de capacitacin bsica y suele ser conveniente
conocer los principios generales y aplicarlos naturalmente, salvo que el buen
juicio y criterio profesional indicaren lo contrario.

La inteligencia puede constituir el fundamento de un modelo de polica


eficaz llamado a veces polica guiada por la inteligencia en que la
inteligencia es un elemento esencial para proporcionar direccin estratgica y
determinar el despliegue de personal para todas las formas de actividad
policial tctica, incluidas la polica comunitaria y las patrullas de rutina.

Una polica guiada por inteligencia puede producir distintas estrategias como:

Redactar (o enmendar) y aplicar instrumentos jurdicos que proporcionen


poderes a la polica, dentro de lmites responsables, en lo relativo a la
reunin y utilizacin de informacin e inteligencia junto con las
salvaguardias apropiadas;

Redactar (o revisar) las directrices y los manuales pertinentes.

Desarrollar un sistema integrado de gestin e intercambio de informacin


e
inteligencia policiales.

Crear un rgano nacional o central de coordinacin de la inteligencia e


informacin criminales.

Establecer salvaguardias y mecanismos de supervisin independientes.

Mejorar la infraestructura tcnica para el manejo y la integracin de los


datos
(incluido el fortalecimiento de la seguridad de los datos).
Formar personal profesional especializado (sobre todo con respecto a las
competencias del personal analtico y los administradores de la
inteligencia);

Mejorar los servicios tcnicos disponibles para el personal que trabaja con
informacin e inteligencia (incluida la prestacin de apoyo para la creacin
y el
desarrollo de bases de datos policiales fundamentales y el acceso a
stas);

Facilitar y promover el establecimiento de mecanismos (jurdicos,


institucionales y tcnicos) para compartir la informacin con los
organismos nacionales y los asociados internacionales).

Crear la metodologa y las estructuras necesarias para establecer un


sistema nacional de evaluacin de la amenaza de la delincuencia
organizada.

Sin embargo, todo marco integrado de informacin e inteligencia abarcar e


incluir todos los niveles y aspectos del mantenimiento del orden. La estrategia
se decide sobre la base del anlisis; las prioridades y recursos se asignan sobre
las estrategias policiales que se designen.
CONCLUSIN
En conclusin el comportamiento ha sido, desde siempre, motivo de estudio
para el propio ser humano y como herramienta fundamental en la ciencia de la
criminologa.
La aceptacin social de un comportamiento determinado es evaluada por las
normas sociales, que nosotros mismos marcamos y regulada por varios medios
de control personal, medioambiental y, en definitiva, social, economico y estos
factores pueden influir en la alteracion de una conducta desviada.

Exiten teoras importantes en la investigacin como Gottfredson y Hirschi que


destaca como factor principal del origen de los comportamientos delictivos las
caractersticas individuales de algunos sujetos que los sitan frente a un mayor
riesgo de delinquir, asi pueden desarrollarse ms el lado de inteligencia y
cognitiva de un delincuente, porque a mayor inteligencia, mayor el nivel de
gravedad delincuencial que tiene un individuo.
INTRODUCCI
El tema general de trabajo es la teora del psicoanlisis de Sigmund Freud.
Hemos podido limitar el trabajo mostrando una visin general de su teora y
analizando la interpretacin de los sueos y loas principales trastornos
psicolgicos con sus correspondientes tratamientos. Este tema tiene influencia
en diversos sectores, tales como: filosofa, tica, moral, medicina, psicologa,
psiquiatra
El psicoanlisis es una determinada psicologa, una teora relacionada con
los mecanismos y sistemas psicolgicos humanos. En cierto modo es una
teora antropolgica y, por tanto, tiene relacin con la filosofa. Es una
cosmovisin de los problemas antropolgicos, en todas las variantes y
mbitos del ser humano. Por ello los conceptos tratados varan desde la
sociedad, la economa, la psicologa pesar de ello es una teora
principalmente psicopatolgica.
Estos aspectos del psicoanlisis han ido surgiendo en la construccin
abierta de Freud, que se caracteriza por ser un desarrollo continuo y
cambiante, ya que quiere dar explicacin o solucin a una reflexin sobre
datos y experiencias que se renuevan continuamente
LA TEORIA PSICOANALITICA

Se refiere a las fuerzas inconscientes que motivan el comportamiento humano.


Surgi en el siglo XIX, cuando el mdico viens Sigmund Freud desarroll el
psicoanlisis, es decir, un enfoque teraputico que rastrea los conflictos
inconscientes de las personas, los cuales provienen de la niez y afectan sus
comportamientos y emociones.

La teora psicoanaltica rompi con la creencia de que la Sexualidad comenzaba


en la adolescencia con los cambios hormonales. Afirm, que el nio tiene
sexualidad desde que nace y es Una constante en la vida del sujeto; se organiza
a lo largo del tiempo y pasa por distintas etapas. Los resultados de dicha
organizacin dependen de la manera en que se Articulan procesos biolgicos,
psicolgicos y socioculturales.
FREUD estudio la conducta del ser humano Emociones Los Pensamientos Las
Conductas Las Motivaciones Los Sueos La Existencia del hombre En su
anlisis encontr que el origen de las conductas era la vida sexual del individuo.

FREUD estudio la conducta del ser humano Emociones Los Pensamientos


Las Conductas Las Motivaciones Los Sueos La Existencia del hombre En su
anlisis encontr que el origen de las conductas era la vida sexual del individuo.

5. SIGMUND FREUD: TEORIA PSICOSEXUAL. Freud pensaba que los


primeros aos de vida son decisivos en la formacin de la personalidad, a
medida que los nios desarrollan conflictos entre sus impulsos biolgicos innatos
relacionados con la sexualidad y las restricciones de la sociedad. Segn la
Teora Psicosexual, tres son los componentes de la personalidad:

6. ELLO Se considera como la fuente de motivos y deseos; mediante l se


satisface el principio del placer. Es la parte oculta de la personalidad, es la
primera manifestacin de la mente humana, es decir, el estado en el que solo
busca la satisfaccin de los impulsos. No se all aqu la nocin del tiempo, ni
tampoco se tiene nocin de lo que esta bien o esta mal. Persigue la inmediata
satisfaccin de sus necesidades, suprimir la tensin y en definitiva establecer la
calma.

7. YO Representa la razn o el sentido comn. Se rige por el principio de la


realidad, mediante el cual se puede equilibrar la personalidad. Viene siendo la
parte consiente del ELLO.

8. SUPER YO Es la parte tica y moral que ha sido creada en el hombre, esta


parte tica y moral es aquella que fueron formando nuestros padres o maestros
de enseanza, como tambin por creencias religiosas que nos han frenado.

10. Perodo Pregenital En este perodo, la sexualidad se expresa en una


pulsin que tiene como objetivo la bsqueda del placer, evitar el dolor y las
sensaciones displacentras como el hambre, la falta de afecto. La forma en que
el nio encuentre satisfechas sus necesidades bsicas dejar una impronta de
suma importancia para la organizacin de su vida psquica.

11. Perodo Genital En la adolescencia, la sexualidad genital agrega al


objetivo de bsqueda de placer el de la reproduccin, ambos reafirmando el
impulso vital. La organizacin de la sexualidad de este perodo ocupa la
adolescencia y se estructura sobre las bases de la organizacin lograda en la
etapa pregenital, efectundose una nueva sntesis.

Para el psicoanlisis, los conflictos tienen un origen en el inconsciente que no


es observable por el paciente. Las palabras, las afecciones y los problemas
relatados por el paciente constituyen tan slo la parte aparente, o sntoma del
conflicto. El objetivo de la terapia es romper las resistencias para que el paciente
acepte las motivaciones inconscientes del problema, logrando la abreaccin que
lleva a la cura. El psicoanalista utiliza para esto la asociacin libre, la
transferencia y la interpretacin del discurso del paciente, poniendo especial
nfasis en los sueos y los lapsus (actos fallidos).

El mtodo bsico de psicoanlisis es la asociacin libre. El paciente, en un


ambiente a solas, relajado, es invitado a hablar sobre lo que le venga a la mente.
Los sueos, los deseos, las esperanzas, las fantasas, as como los recuerdos
de la infancia, son de inters para el especialista en psicoanlisis, que escucha
e interpreta para intervenir cuando cree oportuno insistir o replantear alguna
parte del discurso del paciente.

El trmino asociacin libre puede considerarse libre en la medida en que no


est orientado y controlado por una intencin selectiva. Se le pide al paciente
que verbalice lo que le venga a la mente, sin importar cuan insignificante, trivial
o desagradable pueda parecer la idea, pensamiento o imagen. Despus de que
se da la asociacin el individuo reflexiona sobre lo que ha dicho. Los lapsus son
actos errneos para la conciencia, en los que se manifiesta una descarga del
inconsciente. Para Freud, el lapsus expresa un motivo personal relevante. A
menudo el lapsus no es obvio y se revela slo despus de una larga cadena de
asociaciones.

Una segunda rea explotada por la asociacin libre es la de los sueos,


considerada el camino real al inconsciente. Para el psicoanlisis expresan
deseos insatisfechos, los cuales generalmente se disfrazan por ser inaceptables
para el individuo. Freud distingue dos tipos de sueos: el sueo manifiesto, que
generalmente parece incoherente y sin sentido pero que presenta algn tipo de
historia narrativa; y el sueo latente, que se refiere al significado del sueo
manifiesto. El anlisis es precisamente esto lo que pretende descubrir, lo latente
detrs de lo manifiesto. Los sueos brindan informacin importante, ya que en
esta situacin es cuando la persona se encuentra ms relajada y la resistencia
se encuentra debilitada. Los anhelos y deseos que tiene prohibido el acceso en
los estados conscientes tienen una oportunidad de escaparse.

Freud afirm que el individuo cuyas necesidades erticas no son satisfechas en


la realidad orientar sus representaciones libidinosas hacia toda nueva persona
que surja en su horizonte, siendo muy probable que las dos porciones de su
libido (la consciente y la inconsciente) participen en este proceso. Es por lo tanto
perfectamente normal y comprensible que esa carga de libido se oriente tambin
hacia el psicoanalista. Este proceso es lo que en psicoanlisis se denomina
transferencia.

Cuando se habla de transferencia en la terapia, se considera que el paciente


transfiere o reedita sobre la figura del analista actitudes emocionales
experimentadas en la infancia en relacin a personas que fueron importantes o
significativas para el nio. La transferencia ofrece al paciente, segn la teora,
una oportunidad para revivir los conflictos emocionales y estructuras
cognoscitivas que condujeron a represiones, y proporciona al analista un
entendimiento ms profundo de las formas caractersticas de percibir y
reaccionar del paciente. La contratransferencia ser aquel conjunto de
reacciones inconscientes del analista frente a la persona del analizado y frente
a la transferencia. Se le considera un elemento muy importante en el trabajo
analtico porque cada uno posee en su propio inconsciente un instrumento con
el cual puede interpretar las expresiones del inconsciente en los dems.

El trmino inconsciente es el ms popular del psicoanlisis, hasta el punto que


identifica al psicoanlisis mismo. Los psicoanalistas prefieren explicar el
inconsciente como una dimensin de lo psquico, radicalmente diferenciada de
la conciencia aunque vinculada con ella, o tambin con las expresiones
verbales del sujeto que se infiltran a travs del discurso. La idea del
inconsciente llega al psicoanlisis a travs de dos caminos : la filosofa y la
psicologa de la poca.

Las representaciones del inconsciente tienen la particularidad de incidir de


manera decisiva en la vida psquica del sujeto (neurosis) ; son eficaces. Para
los psicoanalistas, los sntomas propios de la neurosis o la psicosis son el
efecto de algo que el sujeto no conoce, pero la suficientemente eficaz como
para contrariar la misma voluntad
CONTRAPARTE

A la hora de valorar el Psicoanlisis hay que decir dos cosas: una positiva y la
otra negativa. La positiva es que se trata de la teora de la personalidad ms
ampliamente desarrollada que ha intentado comprender toda la personalidad del
individuo utilizando una metodologa cientfica. La negativa es una serie de
crticas relacionadas, principalmente, con la aplicacin del mtodo cientfico y
con su eficacia teraputica.

Una de las causas ms importantes de insatisfaccin ha sido la relacionada con


su status como teora cientfica. Una caracterstica esencial de toda teora
cientfica es la de ser capaz de producir hiptesis fcilmente contrastables. Toda
hiptesis cientfica debe ser verificable, de forma que si hay que rechazarla, sea
a la luz de pruebas empricas. La teora psicoanaltica ha sido formulada de tal
forma que una gran parte de sus suposiciones y afirmaciones bsicas no se
pueden comprobar. Se trata de una teora tan indefinida experimentalmente que
sus proposiciones no se pueden contrastar empricamente, ni se prueban, ni se
refutan (Beltrn-Llera, 1988) y, por tanto, es cuestionable considerarla como
cientfica. Los fallos metodolgicos que presenta la teora psicoanaltica, as
como la falta de control experimental con que se muestran los estudios de los
casos que el Psicoanlisis expone como verificacin de sus teoras son otras de
sus principales deficiencias.

El segundo tipo de crtica es que muchas de las proposiciones psicoanalticas


ponen en relacin el desarrollo y las primeras experiencias de la infancia con la
conducta posterior. Varios investigadores han indicado que muchas conexiones
especficas entre las primeras experiencias y la conducta adulta no han podido
comprobarse (Beltrn-Llera, 1988).

Por ltimo, el tercer tipo de crticas versa sobre la eficacia teraputica que
presenta la terapia psicoanaltica (Beltrn-Llera, 1988)(Eysenck, 1972)
(Eysenck, 1986).
Para empezar, las teoras psicoanalticas no son el resultado de una
investigacin sistemtica sino que fueron simplemente inventadas por Freud y
sus seguidores a partir de las conversaciones mantenidas con sus pacientes. En
sus 110 aos de historia, el psicoanlisis no ha puesto en marcha ningn
laboratorio de investigacin experimental y sus seguidores se encuentran
totalmente al margen de la comunidad cientfica. La marginalidad es un rasgo
que comparte con otras pseudociencias, como la homeopata

Algunas hiptesis psicoanalticas son incontrastables; por ejemplo las de la


sexualidad infantil, la existencia de entidades desencarnadas dentro de la
personalidad (el id, el ego, el super ego), y del sueo como significativo de la
vuelta al seno materno.

3. Las tesis psicoanalticas que son contrastables han sido ilustradas, pero nunca
realmente contrastadas por los psicoanalistas con la ayuda de tcnicas
corrientes de contrastacin; en particular, la estadstica no desempea papel
alguno en el psicoanlisis. Y cuando han sido psiclogos cientficos los que han
sometido esas tesis a contrastacin, el resultado ha sido un fracaso. Ejemplos:
a) la conjetura de que todo sueo es la satisfaccin de un deseo ha sido
contrastada preguntando a sujetos con necesidades urgentes y objetivamente
conocidas, como la sed, el contenido de los sueos; resultado: hay muy escasa
correlacin entre las necesidades y los sueos.
Aunque algunas conjeturas psicoanalticas son, tomadas aisladamente,
contrastables, y lo han sido, como acabamos de ver, en cambio no son
contrastables tomadas como un cuerpo total. Por ejemplo: si el anlisis del
contenido de un sueo no muestra que ese sueo es la satisfaccin imaginaria
de un deseo, el psicoanalista sostendr que eso solo prueba que el sujeto ha
reprimido enrgicamente su deseo, el cual est por tanto ms all del control del
terapeuta; anlogamente, ante una persona que no presente complejo de Edipo,
el psicoanalista dir que lo tiene muy reprimido, tal vez por temor a la castracin.
Y de esta manera las diversas tesis, los diversos miembros de la banda, se
protegen los unos a los otros, y la doctrina en su conjunto resulta inatacable por
la experiencia.
El psicoanlisis, adems de eliminar por absorcin indiscriminada toda evidencia
que normalmente (en la ciencia) seria considerada desfavorable, se resiste a la
crtica. Y hasta la elimina mediante el argumento ad hominen segn el cual el
crtico est manifestando el fenmeno de resistencia, y confirmando as la
hiptesis psicoanaltica sobre ese fenmeno. Ahora bien: si ni la argumentacin
ni la experiencia pueden resquebrajar una doctrina, entonces esa doctrina es un
dogma, no una ciencia. Las teoras cientficas, lejos de ser perfectas, son, o bien
fracasos que se olvidan, o bien construcciones perfectibles, y por tanto
corregidas en el curso del tiempo".

No ha habido muchos experimentos para poner a prueba las fantasas


psicoanalticas, y los pocos que hay han sido diseados y ejecutados por no
psicoanalistas. Que yo sepa, ninguna de las hiptesis contrastables del
psicoanlisis ha sido confirmada. Sin embargo, tambin en este caso debemos
ir al encuentro del empirista ingenuo, que pide una postergacin de la condena
definitiva del psicoanlisis hasta tanto no aparezcan datos empricos favorables
al mismo. En mi opinin esta eventualidad no puede ocurrir porque el
psicoanlisis comete el pecado filosfico original de sostener el dualismo
psiconeural, as como el pecado metodolgico de aislarse de las dems
disciplinas y exigir que se lo juzgue con su propia vara. La hiptesis del alma
inmaterial (dividida en yo, superyo y ello) es incontrastable en el mejor de los
casos, y en el peor, choca con el monismo psiconeural inherente a la psicologa
fisiolgica. Y la exigencia de gozar del privilegio de no ser sometido a los mismos
controles experimentales que se emplean en la psicologa colocan al
psicoanlisis automticamente al margen de la ciencia.

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