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Introduccion Al Conoc. Hist. m6

El documento habla sobre la importancia de las periodizaciones en la enseñanza de la historia y cómo construirlas de manera criteriosa. Explica que la historia se puede dividir en diferentes escalas de tiempo como corto, mediano y largo plazo, y que las periodizaciones son importantes para organizar los hechos de manera de facilitar su comprensión.
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Introduccion Al Conoc. Hist. m6

El documento habla sobre la importancia de las periodizaciones en la enseñanza de la historia y cómo construirlas de manera criteriosa. Explica que la historia se puede dividir en diferentes escalas de tiempo como corto, mediano y largo plazo, y que las periodizaciones son importantes para organizar los hechos de manera de facilitar su comprensión.
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1.

EL TIEMPO EN LA HISTORIA

La historia de las sociedades no se piensa da a da, como sucede con


nuestras vidas, sino en perodos ms largos, como aos, siglos y milenios.
La historia necesita ubicar los hechos en el tiempo. Cuando ubicamos y
ordenamos hechos en un perodo de tiempo elaboramos una cronologa.
Para elaborar una cronologa debemos elegir un acontecimiento que nos
sirva como punto de referencia en funcin del cual ordenar todos los dems. Por
ejemplo:

Diversas civilizaciones han utilizado sistemas cronolgicos diferentes, cada


uno de los cuales dio origen a un calendario. Un calendario es el registro de los
das del ao, que es la unidad de tiempo ms usada.
Para contabilizar los aos se requiere de un punto de partida, como en toda
escala numrica, a partir del cual sumar o restar. Cada civilizacin ha establecido
como punto de partida un suceso, real o imaginario, considerado como
fundacional para su identidad o muy importante para su historia. Los antiguos
romanos consideraban el momento de la fundacin de la ciudad de Roma como
punto de partida de su cronologa.
El calendario ms difundido en la actualidad es el calendario cristiano. Su
punto de partida es el nacimiento de Cristo, es decir, que los aos comienzan a
contarse a partir de ese acontecimiento.
En el calendario cristiano todos los hechos anteriores al nacimiento de
Cristo se ubican cronolgicamente en forma descendente, siendo ms alto el
nmero cuando ms antiguos. A estas fechas se le agrega la expresin antes de
Cristo (a. C.) o se le antepone el signo menos. Por ejemplo, la fundacin de
Roma habra acontecido, segn cierta tradicin, 753 antes del nacimiento de
Jess, es decir, en el ao 753 antes de Cristo (a. C.) o en el -753.
Los acontecimientos ocurridos con posterioridad al inicio de la era cristiana
(a partir del nacimiento de Cristo) son contabilizados en forma ascendente, siendo
mayor el nmero cuanto ms reciente es el suceso. Estas fechas pueden estar o
no acompaadas por el agregado despus de Cristo (d. C). Por ejemplo, el
derrumbe del Imperio Romano de Occidente ocurri en el ao 476 despus de
Cristo o simplemente en el 476.
Para medir el tiempo en ocasiones necesitamos trabajar con unidades de
tiempo ms amplias que el ao:
- La dcada, que es un conjunto de diez aos;
- El siglo, que es un conjunto de cien aos; y
- El milenio, que abarca mil aos o diez siglos.
As como los aos se indican con nmeros arbigos, para los siglos se
emplean nmeros romanos.

Nmeros romanos:

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Nmeros arbigos:

1.1. PERIODIZACIN Y TIEMPO HISTORICO


Algunos autores definen a la historia como la ciencia de los hombres en el
tiempo, ya que se ocupa de estudiar el desenvolvimiento de la humanidad en el
tiempo.
Para facilitar su comprensin, la historia de la humanidad se periodiz, es
decir, se dividi en perodos o ciclos. Para ello, se enmarcaron grandes perodos
de tiempo, llamado edades, de acuerdo con los sucesos importantes de la poca.
Estos sucesos son fundamentalmente de tipo poltico.

Lnea de tiempo de la historia universal

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Pensar acerca de la importancia de las periodizaciones en la enseanza y
acerca de cmo construirlas resultan relevante en el momento de proponerse que
los alumnos aprendan mejor.
La realidad social, materia prima de la historia, es tan compleja como se la
percibe en la calle o en el noticiero. Una de las tareas ms importante en la
enseanza de la historia es que los alumnos puedan pensar esa realidad. Pero,
para poder pensarla se necesita ordenarla de alguna manera. La importancia de
contar con periodizaciones criteriosas deriva de su carcter organizador de los
hechos y de los procesos sociales que se van a ensear.
Sin embargo, no debe confundir a las periodizaciones con el tiempo social
que por su naturaleza es un tiempo histrico. En el devenir de la vida de los
hombres se producen cambios, permanencias, aceleraciones y estancamientos.
No todo se mueve al mismo ritmo. El desarrollo de la educacin, por ejemplo, no
ha tenido el ritmo tan vertiginoso de los cambios tecnolgicos o cientficos. Las
costumbres y creencias se mueven muy lentamente frente a la velocidad con que
se modifica la vida poltica.
Existen adems tiempos cortos, el de la batalla, el de una suba de precios,
el de un discurso poltico, el de una insurreccin campesina, etc. Existen tiempos
medianos, el de las coyunturas polticas, el de las crisis econmicas, etc. Y existen
tambin tiempos largos, el de la sociedad feudal, el de la economa capitalista, el
del pensamiento liberal, etc.
Hablar de procesos supone hablar de tiempo y temporalidad, es decir, de la
ms tradicional sustancia de la realidad histrica. Como lo propuso Fernand
Braudel, es necesario descartar la idea de que en los procesos histricos existe un
tiempo nico. Este puede resultar adecuado para el relato poltico, pero
inadecuado para explicar otro tipo de procesos. Ms que en el tiempo, debe
pensarse en distintas temporalidades, en duraciones diferentes de los procesos.
En efecto, hay cosas que cambian todos los das, o todos los aos:
presidentes, precios, modas, giros verbales, etc. Los diarios dan cuenta de esa
variacin cotidiana, que habitualmente impide percibir cambios menos visibles
pero ms significativos. La funcin de los analistas econmicos, polticos o

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culturales es llamar la atencin sobre esos cambios de ritmo ms lento, que quizs
no se mide por da o aos sino por dcadas. Nuestra experiencia individual nos
permite todava detectar ese tiempo medio, ms lento que el del acontecimiento,
por ejemplo, cuando contrastamos cmo eran las cosas en nuestra infancia o
juventud y en nuestra madurez y cmo cambiaron, desde el trnsito hasta la vida
familiar o la moral prctica.
Hay luego fenmenos cuya escala temporal escapa decididamente a la
conciencia individual: largos perodos de crecimiento o estancamiento econmico,
modificaciones seculares en el papel de la mujer o de la familia, cambios en la
estructura de la propiedad de la tierra o en la significacin de la religiosidad,
formas de comportamiento poltico de los sectores mayoritarios de la sociedad o
cambios de uso de la lengua. Hay, en el extremo, procesos de cambio tan lentos
cuya escasa dinmica se confunden con la inmovilidad y afectan desde slidas
estructuras econmicas hasta formas de mirar la realidad.
Quin analiza un momento preciso, una coyuntura, encuentra all el cruce
de procesos de duraciones diferentes; encuentra la combinacin de cosas que
perduran con cosas que estn cambiando, y as como debe desagregar la realidad
compleja en zonas diferentes, para luego encontrar las relaciones y articulaciones
que la integran, del mismo modo debe estar presto a desarmar la temporalidad en
duraciones diferentes para luego reconstruir la unidad del proceso.
En cuanto a los ritmos del tiempo histrico, la historia trabaja en escalas y
en unidades de medidas muchas veces diferentes; a veces da a da, en otras
ocasiones por decenas de aos y hasta por siglos. Estos tiempos de diferente
longitud dan fisonoma particular a los estudios histricos. A raz de este hecho se
han sealado tres planos diferentes en los que se mueve la investigacin de
acuerdo con el ritmo del tiempo histrico (Braudel):

El tiempo de la historia fctica o episdica. Es la clase de historia ms


comn, en la que se enlazan acontecimientos a la manera de los cronistas y
analistas de otras pocas. Trabajan con el tiempo breve, se ocupa de
acontecimientos polticos, militares, econmicos, culturales, que se mueven en el

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plano de la micro-historia por la duracin breve del tiempo que estudian, por
ejemplo, Cabildo Abierto del 22 de mayo, Cruce de los Andes, Guerra con el
Brasil, Congreso de Tucumn, etc. Se pueden incluir aqu las simples biografas
histricas.

Un tiempo ms extenso abarca el estudio de las sociedades, movimientos


culturales, economas o instituciones polticas determinadas. Es una historia de
ondas ms largas, de mediana duracin, que comprende ciclos de 10, 15 o 50
aos. Refleja episodios considerados en bloque, sin detalles minuciosos, y se la
llama historia coyuntural cuando aquellos se caracterizan por contraponerse a un
estado de cosas determinado o configuran situaciones que se imponen en forma
ms o menos brusca. En este plano pueden incluirse, por ejemplo, la
Independencia Argentina, el Romanticismo en el Plata, la Conquista del Desierto,
la Segunda Guerra Mundial.

En la historia de larga duracin o estructural. Recoge movimientos


seculares o pluriseculares, es decir, una historia de grandes espacios de tiempo.
Por ejemplo, ms acabado lo constituye la historia de las civilizaciones.

Frente a esta riqueza de tiempos las periodizaciones solo representan


aproximaciones a su conocimiento y, como todo conocimiento, siempre constituye
recorte de la realidad enfocada desde un marco conceptual. Entender a la
periodizacin como un recorte es muy importante ya que muchos de los
problemas de la enseanza de la historia derivan de la interpretacin
enciclopedista de querer ensearlo todo sin ningn tipo de jerarquizacin

No se debe confundir las periodizaciones con la cronologa, es decir, con


sucesiones de hechos y fechas. En general la intencin de querer ensear toda la
historia se resolvi a travs de la inclusin de lo ms simple, los acontecimientos y
las fechas en que ocurrieron.

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La cronologa consiste en un instrumento que permite ubicar
acontecimientos y las fechas en el tiempo pero que no explica nada acerca de lo que
muestra. Las periodizaciones, en cambio, a travs de la organizacin que
proponen, siempre contienen un tipo de explicacin y, por esta razn, son
importantes en la enseanza. Intencionalmente hasta aqu se us siempre la
palabra periodizaciones, pero no la palabra periodizacin. Pueden existir muchas
periodizaciones y no slo una. Puede haber tantas periodizaciones como tantos
historiadores, que piensan la historia. En general las periodizaciones que se usaron
en la escuela representan un nico tiempo lineal, ascendente que supona el
progreso indefinido de las sociedades. Sin embargo, hoy se piensa que las
sociedades no slo avanzan, sino que tambin cambian en diferentes direcciones.

Las periodizaciones son facilitadoras del aprendizaje de los alumnos. Por


ello es importante que los docentes elaboren y adapten periodizaciones que
equilibrada y coherentemente contengan procesos y hechos relevantes, factibles
de ser enseados en un plazo determinado.

2. HISTORIA E HISTORIOGRAFA
Los historiadores estudian el pasado y construyen relatos sobre l desde
distintos puntos de vista. Existe un profundo debate sobre las dimensiones del
anlisis histrico. En efecto, algunos cientficos sociales consideran que el relato
histrico es cercano al literario y relativizan su carcter cientfico, mientras que
para otros, el conocimiento histrico es una produccin cientfica que se desarrolla
a partir de formas de investigacin y anlisis que, con sus particularidades, se
inscriben en la lnea de las ciencias sociales.
La historiografa es el estudio de las formas de hacer y de escribir la historia
a lo largo del tiempo. Los historiadores no inventan los hechos que estudian, pero
si lo interpretan de diversa manera, segn la perspectiva terica a partir del cual
trabajan y del contexto cientfico, cultural y sociopoltico en el cual producen.

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Cmo se fue estructurando el saber histrico? La ciencia histrica que hoy
ha llegado a un extraordinario desarrollo, pas por diversa fases que algunos
autores resumen del siguiente modo:

Historia Narrativa: Propia de los pueblos en los comienzos de la civilizacin. Se


trata de contar lo sucedido a travs del tiempo, con un lenguaje ms o menos rico
pero sin preocupacin por la veracidad y exactitud de los hechos, con el nico
afn de transmitirlos a la posteridad: leyendas, mitos, crnicas, anales, etc.

Historia Pragmtica: se presentan los hechos del pasado para que sirvan de
ejemplo y enseanza en el futuro, sin mayor inquietud que la crtica histrica,
aunque a veces con un alto nivel narrativo que linda con la obra literaria: Nepote,
Plutarco, Tcito, Cicern, etc.

Historia Gentica: Se ejercita la investigacin y la crtica, preguntndose por las


causas y relaciones que han motivado y condicionado los hechos: Xenopol,
Ranke, Bernheim, etc.

En el siglo XIX y comienzos del XX, culmina el afn notable de erudicin


documentalista, pretendiendo alcanzar para la historia el rango de saber cientfico
conforme a los esquemas que de la ciencia haba suministrado el positivismo.
Ranke (alemn del siglo XIX), uno de los iniciadores de la ciencia histrica, haba
expresado: La historia debe mostrar cmo aconteci realmente lo que aconteci.
Bajo este lema la historia avanz en refinamiento del mtodo investigativo, en
enriquecimiento de las fuentes y en ensanche de su campo de estudio.
Hoy, en estos tiempos, en que se han producido tantos cambios en el
terreno de las ciencias, se ha modificado en notable sentido el concepto mismo de
ciencia y de objetividad, de causalidad, de legalidad, certeza y probabilidad. La
historia se ha beneficiado con estos aportes que
Leopold von Ranke (1795-1886)
llegan desde afuera y desde adentro del campo de
los estudios histricos. Pierde su ingenua simplicidad pragmtica, abandona sus

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pretensiones de inscribirse en el reinado de la ciencia natural o positiva, para
asumir un aspecto mucho ms problemtico, complejo y enriquecido de profunda
humanidad. Ya no es ms un mero arte narrativo ni una descarnada erudicin
documentalista.

2.1. LA HISTORIOGRAFA ARGENTINA

Los historiadores polticos


En la Argentina, los primeros autores que construyeron un relato sobre el
pasado argentino, que encontraba sus races en la Revolucin de Mayo, fueron
Bartolom Mitre y Vicente Fidel Lpez, cuyas obras se publicaron en la dcada de
1880. Enfrentados por la forma en que entendan el estudio del pasado, los dos
eran, en primer lugar, actores polticos y nunca hicieron de la escritura de la
historia una profesin.
La obra de Mitre se bas en un nmero importante de documentos, en el
caso de Lpez, abundan las ancdotas y los datos imprecisos. La ausencia de un
mtodo de investigacin riguroso, la adhesin a un ideario poltico y la intencin de
justificar un proyecto de pas son evidentes en los relatos de ambos autores.
En 1916, surgi un grupo de estudiosos del pasado nacional, que se
caracteriz por seguir una rigurosa metodologa de investigacin de las fuentes y
por trabajar en pos de la institucionalizacin de los estudios histricos.
Agrupados en la Nueva Escuela Histrica, estos historiadores fundaron y
consolidaron dos organismos que se convirtieron en los rganos oficiales de
produccin historiogrfica y cuyos aportes fueron aceptados y estimulado por el
Estado y la elite dirigentes: La Junta de Historia y Numismtica Argentina, luego
Academia Nacional de la Historia, y el Instituto de Investigaciones Histrico de la
Universidad de Buenos Aires dirigido por Emilio Ravignani. Unidos por el objetivo
de profesionalizar el trabajo del historiador, los miembros de la Nueva Escuela
Histrica se consideraban en s mismos los nicos historiadores nacionales.

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Los revisionistas
En la dcada de 1930, en el contexto de la crisis poltica conformada a
partir del golpe de Estado que finaliz con el gobierno de Hiplito Yrigoyen, surgi
una nueva corriente historiogrfica: el revisionismo. Los historiadores revisionistas
se caracterizaron por la oposicin a la interpretacin de la historia que
denominaban acadmica, en alusin a la que se produca en los organismos
oficiales.
Proponan una reinterpretacin del pasado basada en dos aspectos: el
conflicto entre una minora ilustrada y la mayora del pueblo, y la oposicin entre
partidarios y enemigos del sometimiento econmico al extranjero.
Constituyeron un grupo heterogneo, en el cual se diferenciaron, por
ejemplo, revisionistas de derecha y de izquierda y revisionistas socialistas y
nacionales democrticos. El aspecto comn en sus obras fue la combinacin de la
interpretacin histrica con la lectura poltica de la actualidad, lo que implicaba
entrelazar el presente y el pasado en la denuncia contra los supuestos
responsables histricos del estado de decadencia en el que segn ellos, se
hallaba el pas.
Entre 1946 y 1955, algunos autores de esta corriente ideolgicamente
cercanos al gobierno de Juan Domingo Pern desplazaron a los herederos de la
Nueva Escuela Histrica y ocuparon nuevos espacios de poder en el mbito
institucional y acadmico.
Al finalizar la gestin peronista, como consecuencia del golpe de Estado de
1955, se produjo una sntesis entre las propuestas ms duras de los revisionistas -
la crtica al modelo de pas agroexportador, la denuncia de un complot contra el
destino nacional y el apogeo del Imperialismo y la ideologa peronista, que
podra caracterizarse, en fines generales, por sus planteos de defensa de lo
nacional y de los intereses de los sectores ms postergados de la sociedad.
Algunas obras de este perodo, como Qu es el ser nacional? (1963), de
Hernndez Arregui, se convirtieron en xitos editoriales.
En la misma poca, surgi una nueva corriente historiogrfica, conocida
como renovacin histrica, impulsada por Jos Luis Romero desde su ctedra de

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Historia Social, en la Universidad de Buenos Aires y por algunos historiadores de
las universidades de Crdoba y de Rosario, que planteaban la necesidad de
desprender al anlisis histrico argentino de la polmica poltica. Para esto,
introdujeron metodologas y temticas desarrolladas en la historiografa europea e
inclinaron la mirada hacia el estudio de los procesos sociales que involucran a
amplios sectores de la sociedad.
Hasta mediados de los aos setenta, los reclamos de mayor rigor cientfico
de algunos sectores de la comunidad universitaria se enfrentaron con los
postulados de los revisionistas, que abogaban por el mayor compromiso de los
intelectuales con la realidad poltico-social.
Para ellos, el estudio de la historia no slo era importante en tanto
conocimiento del pasado, sino tambin como posibilidad de comprender y
transformar el presente. Tal vez como una salida de este debate, una tendencia
del perodo comprendido entre los aos sesenta y setenta fue el desarrollo de los
estudios de historia econmica, en muchos casos realizados por ingenieros.
Durante la dictadura militar que comenz en 1976, un nmero importante de
intelectuales y cientficos argentinos debi exiliarse, pues eran perseguidos por
sus ideas polticas, otros realizaban una especie de exilio interno, refugindose en
algunas instituciones educativas o en ciudades pequeas del interior del pas. La
produccin historiogrfica se mantuvo prcticamente en la sombra durante esos
aos.
Una vez producido el retorno a la vida democrtica, en 1983, se produjo
una profunda renovacin en el campo. A esto contribuy el aporte de historiadores
formados en universidades extranjeras durante los aos de exilio y el flujo de
capitales de diversas instituciones y de gobierno de los pases centrales para
colaborar en el fortalecimiento de la democracia en la Argentina.
La produccin historiogrfica de las ltimas dcadas se destaca por el nivel
de profesionalizacin alcanzado. En cuanto al abordaje terico, puede decirse
que, como sucede en las historiografas europeas y norteamericana, los
historiadores han enriquecido el anlisis con la utilizacin de conceptos y
metodologas de las otras ciencias sociales y han diversificado las formas de

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hacer historia. Esto ha permitido, por ejemplo, construir un relato sobre la vida
poltica donde no solo estn presentes los gobernantes, en el que la accin de los
grandes hombres se explica y entrelaza con la de las personas comunes, en el
que se valora crticamente el rol que desempearon los diferentes actores
polticos, como los caudillos y los caciques indios, y en el que se busca reconocer
tanto las rupturas como las continuidades entre las formas de participacin
poltica.

2.2. ES LA MUJER SUJETO DE LA HISTORIA?


Esta problemtica nos remite a tratar el tema del sujeto de la historia, es
decir Quin? o Quines hacen la historia?, y en particular el papel o el
protagonismo de la mujer en el desarrollo histrico, en la construccin del discurso
histrico.
Con el positivismo, los sujetos de la historia son hombres extraordinarios,
prceres, hroes, lderes, etc. Son un determinado tipo de hombres lo que llevan
adelante los procesos histricos. Son sujetos individuales, no sociales.

En el siglo XX, con la aparicin Historia Social, se constituye como una


renovacin historiogrfica porque incorpora nuevos actores sociales que estaban
excluidos en la historia como los trabajadores, las mujeres, las masas, los partidos
polticos, agrupaciones sindicales, etc. Aparecen sujetos colectivos como clases,
pueblos, organizaciones sindicales, etc.

Tambin implico nuevas miradas o categoras sobre la historia, nueva


mirada sobre el tiempo en sus diversas dimensiones (corto, medio y largo) y
supuso una nueva metodologa de trabajo con una nueva nocin de hecho
histrico que viene a significar una construccin del historiador.
Los cambios introducidos en la historiografa por la Historia Social se
manifiestan en el reconocimiento de nuevos objetos (el poder, el cuerpo, etc.), de
nuevos sujetos (sujetos colectivos: clases, movimientos, etc.), su preocupacin por
grupos sociales excluidos, o por expresiones culturales diferentes, la incorporacin

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de nuevas perspectivas de anlisis (lo econmico y social, no solo lo poltico) y de
esquemas interpretativos (la pluralidad de tiempos: larga y corta duracin,
procesos y estructuras), la relacin con otras disciplinas (sociologa, antropologa,
demografa, lingstica, etc.), y la pretensin de una historia total. Significaron una
nueva renovacin de los marcos conceptuales, tericos y metodolgicos de la
historiografa. En ese marco era posible la inclusin de la problemtica de la
mujer.
Es la mujer sujeto de la historia? Con la aparicin del movimiento feminista
que lucha por la igualdad de los derechos de la mujer en el siglo XX, desde un
punto de vista historiogrfico se parte del principio que la mujer ha sufrido una
exclusin de la historia.
Segn Di Tella, el concepto feminismo se refiere al movimiento de
emancipacin de la mujer que ha adquirido diversas proyecciones, generando
pensamiento y accin. El feminismo propugna un cambio profundo en las
relaciones sociales que conduzca a la liberacin de la mujer, y tambin del varn,
eliminando jerarquas y desigualdades entre los sexos.
Es un sistema de ideas que, a partir del anlisis de la condicin de la mujer
en todos los rdenes, familia, educacin, poltica, trabajo, etc., pretende
transformar las relaciones basadas en la asimetra y opresin sexual, mediante
una accin movilizadora que implica una revolucin social y cultural.
La teora feminista se refiere al estudio sistemtico de la condicin de las
mujeres, su papel en la sociedad y las vas para lograr su emancipacin. Se
diferencia de los Estudios de la Mujer por su perspectiva estratgica: adems de
analizar y diagnosticar, busca explcitamente los caminos para transformar la
situacin.
Si bien el feminismo no es homogneo no constituye un cuerpo de ideas
cerrado, pues las mismas posturas polticas e ideolgicas que abarcan toda la
sociedad se entrecruzan con sus distintas corrientes internas, puede decirse que
es un movimiento poltico integral contra el sexismo en todos los terrenos (jurdico,
ideolgico y socioeconmico), que expresa la lucha de las mujeres contra
cualquier forma de discriminacin.

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El feminismo, es considerado uno de los movimientos sociales ms
importantes ocurridos en el siglo XX. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial las
mujeres consiguieron el derecho al voto en casi todos los pases europeos, pero
paralelamente se produjo un reflujo de las luchas feministas.

Qu mujeres argentinas son o han sido protagonistas en la historia de la


Argentina?

El denominado nuevo feminismo que comienza a fines de la dcada del


1960 en EEUU y Europa se inscribe dentro de los movimientos sociales que
surgieron en los pases desarrollados. Plantea la redefinicin del concepto de
patriarcado, el anlisis de los orgenes de la opresin de la mujer, el rol de la
familia, la divisin sexual del trabajo, y el trabajo domstico, la sexualidad, el
cuestionamiento de la separacin de espacios pblicos y privado a partir del
eslogan lo personal es poltico, y el estudio de la vida cotidiana.
El feminismo manifiesta que no puede darse un cambio social y en las
estructuras econmicas que implique una verdadera revolucin, si no se produce a
la vez una trasformacin de las relaciones entre los sexos. Plantea tambin la
bsqueda de una nueva identidad de las mujeres y la reformulacin de lo personal
como imprescindible para el cambio poltico.
El Gnero es un concepto muy nuevo, adoptado por las Ciencias Sociales
a fines de la dcada del setenta para abordar los estudios sobre las mujeres. No
pocas veces el trmino es usado con imprecisiones y ambigedades, o con
significados diferentes segn las diversas disciplinas que conforman el estudio
sobre las mujeres.
El trmino gnero aparece muchas veces usado como sinnimo de
mujeres. As, se dice indistintamente estudios de la mujer o estudios del gnero.
Tambin se asimila el concepto de gnero al de sexo al punto de no
constituir conceptos realmente diferentes. Esto ocurre cuando gnero es

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concebido como conjunto de individuos que tienen las mismas caractersticas
sexuales.
Un tercer sentido opone gnero a sexo. En este caso hace referencia a
las caractersticas biolgicas, anatmicas y fisiolgicas ligadas
fundamentalmente con la reproduccin de los miembros de la especie, y
gnero, al conjunto de cualidades, propiedades y funciones que se consideran
propias de cada sexo, es decir, a lo masculino y a lo femenino. De esta
manera, sexo resulta de ser una categora biolgica y genero una categora
cultural.
Un cuarto sentido est dado por la aplicacin de estos conceptos al orden
social. En este caso se habla de sistema de sexo-gnero y ya no se trata de
sealar aspectos de los individuos, sino de hacer referencia a la estructuracin
social fundada en la diferencia de sexos. Diferencia que se ha concebido
jerrquica: lo masculino ha sido tradicionalmente valorado como superior. A esa
estructuracin social que privilegi lo masculino y que estableci la hegemona del
varn, se ha denominado patriarcado.
El origen de esta exclusin hay que buscarlo, segn Amparo Moreno en
una historia androcntrica en donde se ha privilegiado el punto de vista de los
hombres y marginando a mujeres y otros sectores sociales.
En la historia androcntrica, el protagonista es el arquetipo viril que tiene su
origen en la filosofa griega. Diversas teoras observan algn tipo de vinculacin
entre la divisin entre el mundo pblico y privado y las relaciones de autoridad y
poder entre los sexos: algunas fundamentan la subordinacin de la mujer en el
mundo occidental en las races griegas que relegaban a los siervos, los nios y las
mujeres al mundo de la casa, de los servicios personales y de los afectos (trabajo
domstico).

Con Aristteles (antropo) designaba a todo ser humano:

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Adultosuperior nio.
Libre-superior-esclavo.
HOMBRE

Ciudadano-superior-brbaro.
Varn-superior-mujer.

Esta idea fue reforzada por la cultura romana que se plasm en el derecho
romano y luego en la cultura occidental.
Esta sociedad conformada desde un punto de vista masculino y patriarcal,
le asignaba diferentes roles o espacios a las mujeres y a los hombres, existiendo
diferentes cualidades para ambos.
Las teoras de la subordinacin establecen diferencias de jerarqua entre el
mundo femenino de la interioridad y la domesticidad, y la vida pblica de la poltica
y de la racionalidad en la que los hombres priman, debido a su capacidad de
liderazgo y de agresividad desarrollada en los primeros aos de socializacin.

DIFERENTES ESPACIOS
HOMBRE MUJER
Pblico Privado
Poltico Casa
Econmico Familiar

DIFERENTES CUALIDADES

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Capacidad de razonamiento Intuicin y crtica
Emotividad relacionada
con los sentimientos.
Mundo de la Ciencia Mundo de los afectos

Con esta postura son los hombres los capacitados para producir
conocimientos.
El feminismo plantea escribir una historia de las mujeres. Pretende
incorporar al anlisis histrico el punto de vista de la mujer antes excluido.
El concepto de gnero es una categora, una perspectiva de anlisis nuevo
para el anlisis histrico
La historia en los textos adquiere una valoracin, una significacin
conceptual peculiar, que constituye un sistema de valores propio de un sistema
establecido y que se generaliza como modelo riguroso y definitivo.
El problema clave se presenta en el discurso histrico cuando se acenta
como hegemnico lo masculino. Como modelo original y primario a travs del cual
se traman las relaciones sociales y las de poder. La realidad histrica se construye
en un orden jerrquico social que se determina a travs de las instituciones: la
familia, la escuela, la iglesia, el club, etc., que van desde lo ms prximo a lo ms
lejano en el mbito donde coexisten los seres humanos, tanto hombre como
mujer. Sin embargo en el discurso histrico se utiliza lo masculino en forma
genrica, en forma ambigua, sin especificar el que ello comporta. Se excluye la
relacin conflictiva entre mujeres y hombres, indicando con ello un sistema de
valores particulares. Se confunde lo viril con lo propio de cualquier ser humano. Se
reproducen los parmetros mentales, el arquetipo viril como protagonista del
discurso histrico.
La historiografa de la cultura occidental se la puede considerar como la
historia del patriarcado. Historia a la que las mujeres no pudieron acceder o que su
acceso estuvo impedido por diversos motivos. La jefatura mxima en el mundo
privado estara determinada no por la capacidad de gestin en el interior de ese
mundo, sino por el prestigio que otorga el mundo extra domstico. El lugar de

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mxima autoridad en la familia estaba reservado al hombre, en su carcter de
esposo, concubino, compaero o hermano.
En el discurso histrico no solo hay ausencias, sino tambin marginacin,
cuando se omite en las relaciones de vida a la mujer. Al parecer en los hechos la
mujer no se destac o lo que hizo carece de significacin para los historiadores.
Tradicionalmente se reconoci una diferencia sexual binaria: varn y mujer.
Desde la idea de que la diferencia sexual es el sostn y el fundamento de la
diferencia genrica, sta tambin se ha concebido binaria: masculino-femenino.
Se trata de una binariedad entendida como oposicin, pero adems jerrquica, lo
que se explica que se aceptara y se justificara que uno de los trminos dominara
(lo masculino, superior) y el otro fuera dominado (lo femenino, inferior). Esto ha
llevado a los movimientos de mujeres a plantear la necesidad de superar esa
concepcin de oposicin y jerarqua genrica en la que se ha sostenido la
desigualdad que han sufrido y sufren las mujeres.
La mujer sufre esta exclusin, porque el discurso androcntrico de la
historia, el sujeto es el hombre. Los elementos que condicionan esta particularidad
del discurso histrico se vislumbra a travs de los siguientes planteamientos:

El impedimento del acceso temprano a la alfabetizacin.


El conocimiento cientfico que se asimila en los diferentes niveles
educativos, es patrimonio de los varones. Conocimiento
androcntrico y sexista.
La ideologa sexista en el discurso filosfico.

Sabas que una mujer siria fue condenada a muerte por lapidacin por
usar la red social Facebook.

2.3. EL IMPEDIMENTO DEL ACCESO TAMPRANO A LA ALFABETIZACIN

C.E.D.Sa Centro de Estudios a Distancia de Salta Pg. 18


La mujer no accedi al conocimiento acadmico al mismo tiempo que los
hombres. Lo que signific un sntoma de relegamiento en cuanto al dominio del
conocimiento. La preparacin de la mujer estaba condicionada por la perspectiva
del rol que ella deba cumplir en la sociedad: madre y esposa.
La preparacin de la mujer para acceder a los lugares pblicos de mayor
determinacin, status, remuneracin y prestigio social, estaba vedado.
Posteriormente se crearon espacios pblicos dentro de la sociedad, los cuales
posibilitaran la insercin de la mujer en los mismos. Pero ello no signific un
protagonismo real, sino que la convirti en transmisora del saber en las primeras
etapas de desarrollo y maduracin de hombres y mujeres que conforman una
sociedad de edad escolar. Fueron formadas en modelo esteriotipados para ser
repetidoras sistemticas de un sistema preestablecido. Elaborado por los que
tenan en sus manos el control del saber. As ellas se convirtieron en maestras
abnegadas y segundas mams. Rol que encaja perfectamente en una cultura
dominada y controlada por hombres.
En la actualidad, la mujer puede acceder al saber socialmente valorado
como superior, pero an la discriminacin persiste. En lo que respecta a lugares
de privilegio, de poder y remuneracin, cuando relacionamos la supremaca de un
sexo sobre cargos y sueldos. Sin embargo, es importante rescatar que hay
excepciones; hay mujeres que logran romper los viejos hbitos, que pudieron
terminar con esa especie de reproduccin obediente.
Cuando la educacin prioriz un sexo, ahond fundamentalmente las
diferencias. Jerarquiz la imagen del hombre y supedit a sta la imagen de la
mujer. Estableci lo que la mujer deba hacer como mujer dentro de la sociedad y
la sociedad respondi adoptando este modelo de supremaca viril.

EL CONOCIMIENTO CIENTFICO QUE SE ASIMILA EN LOS DIFERENTES


NIVELES EDUCATIVOS, ES PATRIMONIO DE LOS VARONES.
CONOCIMIENTO ANDROCNTRICO Y SEXISTA.

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El conocimiento acadmico cientfico, que es transmitido y asimilado en los
diferentes niveles educativos, es patrimonio de varones. Es evidente la ausencia y
marginacin de la realidad de las mujeres en el discurso histrico. El trmino
androcntrico se refiere al ser de sexo masculino, de determinada edad, adulto y
viril; que est situado en una posicin central y de privilegio en relacin con otros
seres.
Tambin el trmino sexismo, adquiere significacin dentro del discurso
histrico, porque determina el privilegio de un sexo en detrimento de otro. Ambos
trminos son usados no solo en sentido terico, sino en relacin a la prctica y
organizacin social.
La mujer en la historia no aparece en un papel descollante, como
protagonista, a no ser que sea una excepcin. Se utiliza el trmino hombre en
forma genrica y ambigua, entendiendo por tal, tanto a hombres como mujeres.
Entonces, si es que hubo protagonismo de la mujer, el mismo queda silenciado
por la confusin ideolgica, androcntrica, que se deriva del uso del trmino
hombre. Podemos as establecer que el discurso de la historia es sexista,
partidista y unilateral. Es importante determinar y clarificar, entonces, al sujeto de
la historia.
El sujeto de la historiografa, con absoluta presencia es el hombre, pero no
todos los hombres, ni cualquier hombre. Sino aqul que haya tenido significacin
en los hechos del pasado; significacin que se refleja en dos sentidos. Por un
lado, la significacin estara encuadrada, en los resortes del poder que pudo
manejar ese sujeto del pasado. Y por otro lado, la significacin que est en juego
en la ptica del historiador. Ambos sentidos conllevan aun mismo eje central, el
que se traduce en el protagonismo hegemnico viril.
En el discurso histrico hegemnico se da un punto de vista restringido y
desde una perspectiva condicionada. Se acepta la participacin femenina como
puramente ideolgica. No se analizan los sistemas de apropiacin viril dentro de
los fenmenos sociales. Tampoco se presta atencin a la relacin entre hombres
y mujeres o a la relacin de sexos y su injerencia en otros condicionantes sociales
(edad, nacionalidad, clase, etc.)

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El discurso histrico posee un lenguaje peculiar, se trata de un lenguaje
androcntrico, desde un eje centralista que articula un dictamen de lo que
podemos decir. El lenguaje es un elemento bsico esencial de la dinmica del
pensamiento. Resulta del complemento de la experiencia individual y del aporte de
la sociedad. Existe por lo tanto una asimilacin personal del lenguaje verbal, que
se produce a travs de la experiencia directa del individuo y su entorno. Se
internaliza de esa manera, un paradigma, un modelo histrico colectivo del
lenguaje, como resultado y transmisin de una cultura determinada.
Para Garca Meseguer, lo masculino que repercute como generalizador,
acta como un poderoso colectivo viril, con un sistema de valores que lo
acompaa, centrando la atencin en el hombre como protagonista de la historia
(en Moreno Amparo, El arquetipo viril protagonista de la historia.)
Tanto la palabra hombre como la palabra historia provocan confusin por su
ambigedad. El discurso histrico androcntrico legtima, la verdad histrica. Lo
significativo histricamente se refiere a los hombres adultos. Se relega por lo tanto
lo que no tienen significacin. La mujer queda entonces relegada a lo
insignificante.

2.4. LA IDEOLOGA SEXISTA EN EL DISCURSO FILOSFICO


El sexismo abarca todos los mbitos de la vida y las relaciones humanas.
En el discurso filosfico Celia Amoros considera a la ideologa sexista como
condicionante inmediato del modo como la mujer es pensada y categorizada en
las representaciones ideolgicas. Ideologa sexista en funcin de una organizacin
social discriminatoria, que privilegia lo viril, androcntrico, genrico y partidista,
procediendo a la exclusin sistemtica de la mujer en el discurso.
La historia de las sociedades ofrece una constante vigencia de escalas
jerrquicas de valoracin, que en el patriarcado se manifiesta en la clara primaca
de los valores asociados a la masculinidad.
El uso del gnero, tiene que ver con la propia evolucin de los
movimientos de mujeres: de la actividad poltica, de la lucha reivindicativa a la
actividad terica, a la investigacin cientfica, etc. El concepto de gener se

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convirti en una herramienta analtica, cuyo uso en la investigacin social posibilita
anlisis ms profundos, de mayor alcance, y explicaciones ms completas.
La historia de las mujeres no solo debe constituir una renovacin temtica,
sino que debe ser una renovacin terica y metodolgica que realice sus aportes a
la investigacin contempornea y que permita conocer los mecanismos de
reproduccin de las relaciones inequitativas entre los sexos, para poder revertirlas.
La introduccin de una nueva perspectiva de anlisis histrico tiene lugar
gracias a la fuerte crtica del feminismo a los presupuestos tericos e ideolgicos
con los que se escribi la historia, para la que tuvieron un nuevo calificativo:
androcntrica.
El inters de tener en cuenta el papel de las mujeres en la dinmica social
se fundaba en la necesidad de alcanzar explicaciones ms abarcativas, ms
completas, ms esclarecedoras de los procesos de construccin de las

Gracias a la reforma constitucional de 1927, durante el gobierno


bloquista de Aldo Cantoni, el 8 de abril de 1928 las mujeres votaron por primera
vez en San Juan y en la Argentina, sin ninguna barrera de carcter legal o
educacional. Esta provincia se anticip 24 aos al resto de las provincias
argentinas, siendo pionera en el ejercicio de este acto cvico que muestra la
fotografa.
Te invito a ver un video referente al tema en:
http://www.federicocantoni.com/home/voto.php

sociedades.

3. A MODO DE CONCLUSIN
Somos testigos de los cambios acelerados, del fin de una poca y del
comienzo de otra. La cada del muro de Berln, la desintegracin del bloque
sovitico, el desarme acelerado, la irrupcin de nuevas formas de racismo, la

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democratizacin de Amrica Latina, son claras referencias de las
transformaciones del presente.
Qu historia permite comprender la complejidad del mundo en que
vivimos? Una historia de procesos. Una historia que evite las representaciones
estticas. Una historia que d cuenta de los cambios y movimiento que
caracterizan la vida de los hombres. Una historia que explique, por ejemplo, los
procesos de democratizacin de la vida poltica, los procesos de irrupcin de los
medios de comunicacin en la vida cotidiana, los procesos de industrializacin.
Una historia que integre los diferentes protagonistas, los que ya tienen lugar
en la historia, los conocidos, y los que han estado al margen, las mujeres de todos
los continentes, las poblaciones indgenas de Amrica y los trabajadores que
llegaron a las grandes ciudades del pas atrados por el crecimiento de las
industrias.
Una historia que preste atencin a los distintos tipos de problemas. Por
ejemplo, para explicar un problema cultural acuciante de la sociedad europea
contempornea como el racismo, es necesario seguramente recurrir a
explicaciones multicausales que lo relacionan con fenmenos del nivel econmico
como el desempleo o sociales como las migraciones o la concentracin urbana.
Una historia que interrogue el pasado desde el presente. Desde un
presente que constituye una franja temporal de lmites imprecisos a travs del cual
experiencias sociales o individuales mejoran, arrastran, modifican el pasado y se
proyectan hacia el futuro. Establecer una relacin significativa entre pasado,
presente y futuro es una de las principales finalidades de la enseanza de la
historia.
Cmo podra la enseanza de la historia ayudar a comprender el mundo
en que vivimos? Uno de los principales caminos es pensar la historia desde una
perspectiva mltiple. Es decir, no nica o dogmtica, ya que las distintas personas,
desde diferentes consideraciones, pueden analizarla e interpretarla.
Por ejemplo, algunos interpretan la sociedad argentina que se comenz a
construir a partir de fines de siglo pasado como un crisol de razas, como una

C.E.D.Sa Centro de Estudios a Distancia de Salta Pg. 23


mezcla de gente diferente que origin una sociedad distinta a la anterior. Otros
interpretan que la sociedad argentina
Se caracteriza por un pluralismo cultural, por la presencia de diferentes grupos
que mantienen sus instituciones, sus escuelas, sus hospitales, sus causas
culturales adems de su relativa integracin. Otro de los caminos es trabajar con
una amplia gama de fuentes. No solo los tratados, las leyes, los documentos
oficiales permiten ejemplificar, analizar, reconstruir un proceso o un hecho
histrico.
Los peridicos, los testimonios orales, los filmes, los objetos, la arquitectura,
las obras literarias y artsticas ayudan tambin a indagar en el pasado.
Es importante la ampliacin de los procedimientos permitan comprender la
historia. Con la memorizacin no basta, es necesario tambin plantear preguntas,
formular hiptesis, indagar, desarrollar la capacidad de anlisis y de sntesis.
La historia sirve en el mundo en que vivimos para explicar los cambios tan
profundos que se producen en el mundo contemporneo que nos impactan y nos
plantean la necesidad de comprenderlos. Necesitamos, en consecuencia
enriquecer, modificar, construir instrumentos intelectuales y conceptualizaciones
acerca del pasado que nos permitan comprender y explicar las transformaciones
presentes. Pero comprender y explicar no es el fin ltimo de la enseanza de la
historia. Es tambin desarrollar una conciencia histrica que permita reconocernos
como parte de una historia que se inici hace mucho tiempo y en la cual
ocupamos un lugar, que nos permita actuar y proyectarnos conscientes y
efectivamente en la sociedad en que vivimos.
La atencin prestada por la nueva historia, por la historia social, a la vida
cotidiana, a la vida privada, a las mentalidades, la incorporacin de temas surgidos
de la protesta y de la lucha de las mujeres por su reconocimiento como agentes
histricos, constituyen una renovacin historiogrfica y un gran aporte para la
investigacin social.
La historia de las mujeres desde un punto de vista historiogrfico, se
caracteriz por la bsqueda de figuras extraordinarias, que dio lugar a
innumerables biografas y, al paso, permiti la renovacin de ese particular gnero

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historiogrfico; le sigui inmediatamente su preocupacin por los espacios de las
mujeres (la familia, el matrimonio, los hijos, el hogar) y las actividades, las
prcticas, las tareas, los roles, los rituales de mujeres (la crianza, la educacin, el
cuidado, la maternidad, la prostitucin). Luego temas ms complejos: el cuerpo, la
sexualidad femenina, las imgenes, la figura femenina en los textos literarios, en el
arte; los modelos femeninos, los cdigos, las normas, las costumbres, la moral, el
derecho. Por ltimo, la atencin a la dupla dominacin / opresin en todas las
situaciones sociales y la contribucin de la poltica, el derecho, la religin, la
ciencia, la filosofa, a la ancestral condicin de dependencia de las mujeres.

AUTOEVALUACIN

Bueno, llegando al final del mdulo, ahora est en condiciones de realizar


la autoevaluacin, por favor ingrese a la plataforma y realice la misma.
xitos!

Qu opinin tiene sobre la ley de cupo femenino de Argentina?

Mdulo N 6:

C.E.D.Sa Centro de Estudios a Distancia de Salta Pg. 25


G
GLOSARIO

Androcntrico (pg. 25): relativo al androcentrismo.


Androcentrismo: Visin del mundo y de las relaciones sociales centrada
en el punto de vista masculino.
Cronologa (pg. 10): ciencia que se ocupa de registrar y ubicar los
hechos histricos en el tiempo.
Patriarcado (pg. 25): tipo de organizacin primitiva en que la autoridad se
ejerce por un varn jefe de familia, extendindose sobre los parientes ms
lejanos del mismo linaje y sobre siervos y esclavos. El jefe de familia era
tambin el propietario y administrador de bienes. En el nivel ms general ha
sido empleado para referirse a la dominacin masculina y a las relaciones
de poder a travs de las cuales los hombres dominan a las mujeres.

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