Compendio Del Tafsir Del Corán "Al-Qurtubi" Tomo 5
Compendio Del Tafsir Del Corán "Al-Qurtubi" Tomo 5
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
Sura Hüd
Mequinense y consta de ciento veinte y tres äyät
Dijeron Ibn ªAbbäs y Qatäda que es mequinense, excepto una äya que es Su dicho:
(114-ﻮﺩﺎ ﹺﺭ( )ﻫﻨﻬﻲ ﺍﻟ ﺮ ﹶﻓ ﻼ ﹶﺓ ﹶﻃ
ﺼﹶ ﻢ ﺍﻟ ﻗ ﻭﹶﺃ )
“Y establece la oración en los dos extremos del
día”. (Hüd-11:114)
Se transmitió de Kaªb que dijo el Mensajero de Alläh : “¡Recitad el sura Hüd en el día
del Ÿumuªa!” De Ibn ªAbbäs se transmitió que Abü Bakr dijo al Profeta : ¡Oh Mensajero
de Alläh, has encanecido! Dijo: “Me han hecho encanecer los suras de Hüd, El Acontecimiento
(Al-Wäquiªa), Los que son enviados (Al-Mursalät), La Noticia (An-Naba°), y el Arrollamiento
(At-Taqwïr)”. Dijo Abü ªAbdelläh: Pues la inquietud produce las canas; y eso es así porque la
inquietud turba a la persona, y esa turbación absorbe la humedad del cuerpo. Bajo cada pelo
del cuerpo hay una fuente por dónde suda el cuerpo, y cuando la inquietud absorbe su hume-
dad se secan las fuentes y se secan los pelos y éstos encanecen; lo mismo que las plantas culti-
vadas están verdes con el riego, se secan y amarillean cuando les falta el agua. Y el pelo del
anciano encanece cuando desaparece la humedad y se seca su piel; pues, el alma se turba con
las advertencias de Alläh y las noticias aterradoras procedentes de Él; entonces, esa amenaza y
ese temor hace absorber el agua del cuerpo y se va marchitando, y de ahí salen las canas; como
en Su dicho:
(17-ﻴﺒًﺎ( )ﺍﳌﺰﻣﻞﺍ ﹶﻥ ﺷﻌﻞﹸ ﺍﹾﻟ ﹺﻮﹾﻟﺪ ﺠ
ﻳ ﻮﻣًﺎ ﻳ ﻢ ﺗﺮ ﺘﻘﹸﻮ ﹶﻥ ﹺﺇ ﹾﻥ ﹶﻛ ﹶﻔﺗ ﻒ
ﻴ ) ﹶﻓ ﹶﻜ
“¿Y cómo habríais de tener temor si habéis ne-
gado la creencia a un Día que hará encanecer
hasta a los niños?” (El Arropado-73:17)
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11. Sura Hüd
Dijo Yazïd ibn Abän: He visto al Mensajero de Alläh en mis sueños y recité para él el
sura de Hüd y cuando lo terminé dijo: “¡Oh Yazïd! Esta es la recitación, pero, ¿dónde está el
llanto?”
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〈 ∩⊆∪ íƒÏ‰s%
“Alif. Läm. Rä. Un Libro cuyos signos se han hecho con per-
fección y además han sido clarificados por Uno que es Sa-
bio, Conocedor de lo más recóndito. (1) Que no adoréis más
que a Alläh; ciertamente, yo soy para vosotros un advertidor
Suyo y un portador de buenas nuevas. (2) Que pidáis el per-
dón de vuestro Señor y luego os volváis a Él. Os hará disfru-
tar de Sus gracias hasta un plazo determinado y a todo el
que tenga algún mérito le dará de Su favor. Pero si os apar-
táis, temo por vosotros el castigo de un Día terrible. (3) A
Alläh volveréis y Él tiene poder sobre todas las cosas”. (4)
“Un Libro cuyos signos se han hecho con perfección”. Es decir, sin dejar resquicio al-
guno ni falsedad; o sea, han sido ordenados perfectamente sin contradicción alguna. Dijo Ibn
ªAbbäs: “Uåkimat äyätuhu”, quiere decir, äyät muåkamät, aleyas que no han sido abrogadas
por Libro alguno, al contrario que la Tora y los Evangelios; “y después han sido clarificados”.
Es decir, por medio de promesas, advertencias, recompensas y castigos, lo lícito y lo prohibi-
do. “Que no adoréis sino a Alläh”. Aquí hay una orden de Alläh a Su Mensajero para que le
diga a la gente: ¡Que no adoréis sino a Alläh! “Yo soy para vosotros un advertidor”. Es decir,
del castigo que le espera a quien desobedezca a Alläh; “y un portador de buenas nuevas”, o
sea, portador de la feliz noticia del Jardín para quien obedezca a Alläh.
“Que pidáis el perdón de vuestro Señor y luego os volváis a Él”. Es decir: Pedid el per-
dón a Alläh y arrepentíos a Él, porque el pedir perdón (istigfär) es el arrepentimiento (tauba);
y el arrepentimiento es pedir perdón. Se ha dicho que significa: Pedid perdón a Alläh por
vuestras faltas cometidas con anterioridad y arrepentíos a Él de aquellas que cometáis des-
pués; y dijeron algunos de los hombres justos que pedir perdón sin abandonar la falta en cues-
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y eso se interrumpe con la muerte que es el ‘plazo determinado’; “y a todo el que tenga
algún mérito le dará de Su favor”. Es decir, dará a cada uno que tenga a su favor acciones
justas o méritos, la recompensa por ellas; o a aquel cuyas buenas acciones superen las malas;
y “Su favor” será el Jardín. Pues, por todo lo bueno que el hombre haga, sea de palabra o de
obra, entrará en el favor de Alläh; porque, se le aceptará si es creyente, pero si es incrédulo,
no. “Pero si os apartáis, temo por vosotros el castigo de un Día terrible”. Es decir, el Día del
Juicio Final. Literalmente, “el castigo de un gran Día”; y será grande por los horrores que se
padecerán en él. “A Alläh volveréis”, después de la muerte; “y Él tiene poder sobre todas las
cosas”, para recompensaros o castigaros.
ãΝn=÷ètƒ óΟßγt/$uŠÏO tβθà±øótGó¡o„ t⎦⎫Ïm Ÿωr& 4 çµ÷ΖÏΒ (#θà÷‚tFó¡u‹Ï9 óΟèδu‘ρ߉߹ tβθãΖø[tƒ öΝåκ¨ΞÎ) Iωr& ®
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11. Sura Hüd
“¿Acaso ellos no pretenden disimular su aversión y creen poder esconder sus malas
acciones de Alläh?” La äya informa de la enemistad de los idólatras hacia el Profeta y los
creyentes, piensan que van a ocultar a Alläh su verdadera y vil condición, es decir, el rencor y
la enemistad, mostrando lo contrario. Se reveló esto por Al-Ajnas ibn Œirïq que era un hombre
de lógica y palabras dulces; cuando se encontraba con el Mensajero de Alläh departía con él
en lo que le gustaba, ocultándole en su corazón su mala condición; “¿Acaso cuando se cubren
con sus ropas…?” Es decir, cubren sus cabezas para no ser vistos. Dicen los hipócritas: Si
cerramos nuestras puertas, nos cubrimos con nuestras ropas, y ocultamos en nuestros pechos
la enemistad con Muåammad. ¿Quién va a saber de nosotros? Entonces, se reveló la äya.
@≅ä. 4 $yγtãyŠöθtFó¡ãΒuρ $yδ§s)tFó¡ãΒ ÞΟn=÷ètƒuρ $yγè%ø—Í‘ «!$# ’n?tã ωÎ) ÇÚö‘F{$# ’Îû 7π−/!#yŠ ⎯ÏΒ $tΒuρ ®
“No existe criatura alguna en la Tierra sin que sea Alläh Quien la sustenta”. Quiere
decir que toda la provisión que le llega a cada ser vivo viene de Alläh. ¿Cómo vais pues, a ocul-
tarle vuestra condición, oh incrédulos, siendo Él Quien os provee?
Se transmitió de Zaid ibn Aslam que los Aœaries (Abü Müsä, Abü Mälik y Abü ªÄmir),
cuando hicieron la Hiÿra y llegaron al Mensajero de Alläh se les agotaron las provisiones y
enviaron a un hombre de ellos a pedirle al Mensajero de Alläh ; y el hombre al llegar junto a
su puerta le oyó recitar esta äya: “No existe criatura alguna en la Tierra que no sea Alläh
Quien la sustenta; Él conoce su morada y su lugar de reposo [final]. Todo está registrado en
un Libro evidente”. Y dijo el hombre: ¡No son los Aœaríes las criaturas más insignificantes
para Alläh! Y se volvió sin entrar a pedir al Mensajero de Alläh ; entonces les dijo a sus com-
pañeros: ¡Albriciaos que os ha llegado el auxilio! Y no pensaron otra cosa nada más que efecti-
vamente había hablado al Mensajero de Alläh y éste le había prometido el auxilio; entretan-
to se presentaron dos hombres portando entre los dos una fuente llena de pan y carne y co-
mieron de ella lo que quisieron hasta saciarse; después se dijeron unos a otros: ¡Y si devolvié-
ramos esta comida Mensajero de Alläh , pues nosotros ya no hemos saciado! Así que dijeron
a los dos hombres: ¡Id con esta comida al Mensajero de Alläh y llevádsela porque nosotros
ya hemos saciado nuestra necesidad! Así lo hicieron y después ellos acudieron al Mensajero de
Alläh y le dijeron: ¡Oh Mensajero de Alläh, no hemos visto tanta cantidad de comida ni tan
buena como la que nos enviaste! Dijo: “¡Yo no os he enviado comida alguna!” Entonces le
relataron que le habían enviado a su compañero y lo que les dijo éste. Entonces, les dijo el
Mensajero de Alläh : “Eso fue algo con lo que Alläh os aprovisionó”.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
’n?tã …çµä©ötã šχ%Ÿ2uρ 5Θ$−ƒr& Ïπ−GÅ™ ’Îû uÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# t,n=y{ “Ï%©!$# uθèδuρ ®
ω÷èt/ .⎯ÏΒ šχθèOθãèö6¨Β Νä3¯ΡÎ) |Mù=è% ⎥È⌡s9uρ 3 Wξyϑtã ß⎯|¡ômr& öΝä3•ƒr& öΝà2uθè=ö7uŠÏ9 Ï™!$yϑø9$#
〈 ∩∠∪ ×⎦⎫Î7•Β ÖósÅ™ ωÎ) !#x‹≈yδ ÷βÎ) (#ÿρãxŸ2 t⎦⎪Ï%©!$# £⎯s9θà)u‹s9 ÏNöθyϑø9$#
“Él es Quien ha creado los cielos y la Tierra en seis días, y
Su Trono se encuentra sobre el agua, para probaros y dis-
tinguir a quienes de vosotros obran mejor. Y si les dices:
¡Resucitaréis después de la muerte! Dirán los incrédulos:
Esto no es sino magia evidente”. (7)
“… y Su Trono se encuentra sobre el agua”. Con esto aclara que la creación del Trono y
el agua fueron antes que la creación de la Tierra y el cielo. Dijo Kaªab: Alläh creó una esmeral-
da oriental, la miró con solemnidad y se hizo agua temblando de miedo de Alläh, el Altísimo;
por eso tiembla el agua hasta ahora, aunque esté quieta; después creó el viento y puso el agua
a bordo de él; o sea, lo elevó por el aire; y a continuación puso el Trono sobre el agua. Dijo
Saªïd ibn Ÿubeir, de Ibn ªAbbäs, quien fue preguntado por la äya: “… y Su Trono se encuentra
sobre el agua”, y dijo: ¿Sobre qué estaba el agua? Contestó: ¡A lomos del viento! Y en un åadïµ
de ªImrän ibn Åuçein se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh cuando vino una gente
del Yemen a preguntarle por el dïn del Islam: “Alläh ya existía cuando no había nada ni nadie
más que Él, su Trono estaba sobre el agua y después creó los cielos y la Tierra, y lo escribió
todo en el Recordatorio”.
“… para probaros y distinguir a quienes de vosotros obran mejor”. Es decir, creó eso
para probar a Sus siervos por medio de la reflexión y los argumentos sobre la perfección de Su
poder y sobre la Resurrección; y ver de vosotros quiénes son más razonables, o más agradeci-
dos, o más temerosos de Alläh, o en definitiva, quiénes de vosotros obran más y mejor en la
obediencia a Alläh, el Altísimo. Se relató de Ibn ªUmar que el Mensajero de Alläh recitó:
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11. Sura Hüd
“Quienes de vosotros obran mejor”, y dijo: “Quienes de vosotros sean mejores en razonamien-
to y continencia de las prohibiciones de Alläh, y más rápidos en la obediencia a Alläh”.
tΠöθtƒ Ÿωr& 3 ÿ…çµÝ¡Î6øts† $tΒ ∅ä9θà)uŠ©9 ;οyŠρ߉÷è¨Β 7π¨Βé& #’n<Î) z>#x‹yèø9$# ãΝåκ÷]tã $tΡö¨zr& ÷⎦È⌡s9uρ ®
〈 ∩∇∪ šχρâ™Ì“öκtJó¡o„ ⎯ϵÎ/ (#θçΡ%x. $¨Β ΝÍκÍ5 šX%tnuρ öΝåκ÷]tã $¸ùρçóÇtΒ š[ø‹s9 óΟÎγŠÏ?ù'tƒ
“Y si les retrasamos su castigo hasta un tiempo determina-
do, dirán: ¿Qué es lo que lo retiene? ¿Acaso no saben que el
Día que les llegue el castigo no podrán evitarlo, y éste les
cercará por haberse burlado?” (8)
También “umma” significa un hombre empeñado en hacer el bien y que sirve de ejem-
plo; como en su dicho:
(120-ﻞﻨﺤﺣﻨﹺﻴﻔﹰﺎ( )ﺍﻟ ﻪ ﻟ ﱠﻠ ﺔ ﻗﹶﺎﹺﻧﺘًﺎﻴﻢ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﹸﺃﻣﺍﻫﺑﺮ)ﹺﺇ ﱠﻥ ﹺﺇ
“Ciertamente, Ibrähïm fue un guía ejemplar
(umma) que obedeció fielmente la voluntad de
Alläh y se apartó de todo lo falso”. (Las Abejas-
16:120)
Y al-umma es el hombre sólo y que no asocia a nadie con Alläh; como dijo el Profeta :
“Será resucitado Zaid ibn ªAmr ibn Nufail como umma, él solo”.
“… dirán: ¿Qué es lo que lo retiene?” Es decir, el castigo; y dijeron: esto, o es un des-
mentido del castigo por su retraso en llegarles; o es celeridad y burla; “¿Acaso no saben que el
Día que les llegue el castigo no podrán evitarlo?” Se refiere a la muerte de los idólatras en
Badr; y los que mató Ÿibrïl de los burladores, según vendrá después. “…y éste les cercará por
haberse burlado”, es decir, el castigo caerá sobre ellos como justo pago a su burla.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
÷⎦È⌡s9uρ ∩®∪ Ö‘θàŸ2 Ó¨θä↔uŠs9 …絯ΡÎ) çµ÷ΨÏΒ $yγ≈oΨôãt“tΡ §ΝèO Zπyϑômu‘ $¨ΨÏΒ z⎯≈|¡ΣM}$# $oΨø%sŒr& ÷⎦È⌡s9uρ ®
î‘θã‚sù ÓyÌxs9 …絯ΡÎ) 4 û©Íh_tã ßN$t↔ÍhŠ¡¡9$# |=yδŒs £⎯s9θà)u‹s9 çµ÷G¡¡tΒ u™!#§|Ê y‰÷èt/ u™!$yϑ÷ètΡ çµ≈oΨø%sŒr&
×Î7Ÿ2 Öô_r&uρ ×οtÏøó¨Β Οßγs9 y7Íׯ≈s9'ρé& ÏM≈ysÎ=≈¢Á9$# (#θè=Ïϑtãuρ (#ρçy9|¹ t⎦⎪Ï%©!$# ωÎ) ∩⊇⊃∪
〈 ∩⊇⊇∪
“Y si le hacemos probar al hombre algo de Nuestra miseri-
cordia, y luego se la quitamos, se desespera y se muestra
desagradecido. (9) Pero cuando le agraciamos después de
haber sufrido una adversidad, dice: Los males se han aleja-
do de mí, y se jacta de ello. (10) Excepto aquellos que fueron
pacientes y obraron el bien: esos obtendrán perdón y una
gran recompensa”. (11)
Iωöθs9 (#θä9θà)tƒ βr& x8â‘ô‰|¹ ⎯ϵÎ/ 7,Í←!$|Êuρ šø‹s9Î) #†yrθム$tΒ uÙ÷èt/ 88Í‘$s? y7¯=yèn=sù ®
î≅ŠÅ2uρ &™ó©x« Èe≅ä. 4’n?tã ª!$#uρ 4 փɋtΡ |MΡr& !$yϑ¯ΡÎ) 4 î7n=tΒ …çµyètΒ u™!$y_ ÷ρr& î”∴x. ϵø‹n=tã tΑÌ“Ρé&
Ç⎯tΒ (#θãã÷Š$#uρ ;M≈tƒutIøãΒ ⎯Ï&Î#÷VÏiΒ 9‘uθß™ Îô³yèÎ/ (#θè?ù'sù ö≅è% ( çµ1utIøù$# šχθä9θà)tƒ ÷Πr& ∩⊇⊄∪
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11. Sura Hüd
“Pudiera ser que renunciaras a parte de lo que se te ha inspirado”. Es decir, tal vez se-
ría demasiado duro para ti lo que vieras en ellos de incredulidad y negación que te hicieran
renunciar a parte de lo tuyo. Cuando ellos dijeron: “¿Cómo es que no se ha hecho descender
para él algún tesoro o no ha venido con él un ángel?”, pensó dejar el acoso a sus dioses, y se
reveló esta äya; y la frase es interrogativa; es decir: ¿Tú dejarías de denigrar a sus dioses como
te han pedido? Y hay una confirmación sobre él en el asunto de la transmisión; como en Su
dicho:
(67-ﺓﺋﺪﺎﻚ( )ﺍﹾﻟﻤ
ﺑﺭ ﻦ ﻣ ﻚ
ﻴ ﻧ ﹺﺰ ﹶﻝ ﹺﺇﹶﻟﺎ ﺃﹸﺑ ﱢﻠ ﹾﻎ ﻣ ﻮ ﹸﻝﺮﺳ ﺎ ﺍﻟﻳﻬﺎ ﹶﺃ)ﻳ
“¡Mensajero! Transmite lo que se te ha revelado
de tu Señor”. (La Mesa Servida-5:67)
ö≅yγsù ( uθèδ ωÎ) tµ≈s9Î) Hω βr&uρ «!$# ÄΝù=ÏèÎ/ tΑÌ“Ρé& !$yϑ¯Ρr& (#þθßϑn=÷æ$$sù öΝä3s9 (#θç7ŠÉftFó¡o„ óΟ©9Î*sù ®
Ÿω $pκÏù óΟèδuρ $pκÏù öΝßγn=≈yϑôãr& öΝÍκös9Î) Åe∃uθçΡ $uηtFt⊥ƒÎ—uρ $u‹÷Ρ‘‰9$# nο4θuŠysø9$# ߉ƒÌムtβ%x. ⎯tΒ ®
〈 ∩⊇∈∪ tβθÝ¡y‚ö7ãƒ
16
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Esta äya se reveló por los incrédulos, como lo prueba la äya que viene después:
(16-ﺭ( )ﻫﻮﺩ ﺎﺓ ﹺﺇ ﱠﻻ ﺍﻟﻨ ﺮ ﺧ ﻲ ﺍﻵﻢ ﻓ ﻬ ﺲ ﹶﻟ
ﻴ ﻦ ﹶﻟ ﻳﻚ ﺍﱠﻟﺬ
ﺌ)ﺃﹸﻭﹶﻟ
“Ésos son los que en la Otra Vida no tendrán
sino el Fuego”. (Hud-11:16)
Es decir, quien de ellos mantenga sus relaciones familiares o haya dado çadaqa, le gra-
tificaremos por ello con la salud del cuerpo y una provisión abundante, sin embargo, no ten-
drá åasana alguna en la Otra Vida; también se ha dicho que se refiere a los creyentes; es decir,
quien por sus acciones quiera la recompensa en este mundo, se le dará sin merma alguna;
pero tendrá el castigo en la Otra Vida por ser su propósito la obtención de los bienes munda-
nales; y eso es como dijo el Mensajero de Alläh : “Las acciones no son sino por sus intencio-
nes”. Al siervo, pues, le es dado en la medida de su propósito.
En un relato de Abü Huraira, se dirá a la gente de las apariencias: “Habéis ayunado,
habéis rezado, habéis dado çadaqa, habéis hecho el Ÿihäd, y habéis recitado para que se dijera
eso, y eso se dijo”; después añadió: “Ésos serán los primeros en arder en el Fuego”. Después
de su relato Abü Huraira rompió en sollozos y dijo: El Mensajero de Allah ha dicho la ver-
dad; dijo Alläh, el Altísimo: “Quien desee la vida mundanal y sus placeres solamente”. Y
recitó las dos äyät.
Dijo Maimün ibn Mihrän: Todo aquel que haga una åasana se le pagará su recompensa
por ella; si es un musulmán sincero el que la hace, se le pagará en esta vida y en la Otra; y si es
un incrédulo, sólo se le pagará en este mundo.
Dicen algunos ulemas que esta äya significa el dicho del Profeta : “Las acciones no
son sino por sus intenciones”. Y te indica la äya que quien haga el wuîü para refrescarse y
lavarse, no concurre la circunstancia necesaria de la intención que se requiere para la oración
concretamente; y así todo lo demás en este sentido.
Dicen la mayoría de los ulemas que esta äya es absoluta, así como las äyät:
ﺙـﺮﻳﺮﹺﻳـﺪ ﺣ ﻦ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻣ ﻭ ﺛﻪﺣﺮ ﻲ ﻓﺩ ﹶﻟﻪ ﻧ ﹺﺰ ﺓﺧﺮ ﺙ ﺍﻵﺣﺮ ﻳﺮﹺﻳﺪ ﻦ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻣ )
(20-ﻯﻮﺭﺎ( )ﺍﻟﺸﻨﻬ ﻣ ﻪ ﺗﺆ ﺎ ﻧﻧﻴﺪ ﺍﻟ
“Quien quiera la cosecha de la Otra Vida, le
aumentaremos en ella; y quien quiera la cose-
cha de esta vida, le daremos parte de ella”. (La
Consulta-42:20)
(145-ﺍﻥﻤﺮ ﻋ ﺎ( )ﺁﻝﻨﻬ ﻣ ﻪ ﺗﺆ ﺎ ﻧﻧﻴﺪ ﺍﺏ ﺍﻟﺩ ﹶﺛﻮ ﻳ ﹺﺮ ﻦ ﻣ ﻭ )
“Y quien quiera [solamente] la recompensa de
esta vida, se la daremos”. (La Familia de
ªImrän-3:145)
(18-ﺍﺀﺳﺮ ﻧﺮﹺﻳﺪ( )ﺍ ِﻹ ﻦ ﻤ ﻟ ﺎﺀﻧﺸ ﺎﺎ ﻣﻴﻬ ﻓﺎ ﹶﻟﻪﺠ ﹾﻠﻨ
ﻋ ﺎ ﹺﺟﻠﹶﺔﻳﺮﹺﻳﺪ ﺍﹾﻟﻌ ﻦ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻣ )
“Quienes anhelen los placeres efímeros de este
mundo, les daremos provisionalmente lo que
17
11. Sura Hüd
$¨Β ×≅ÏÜ≈t/uρ $pκÏù (#θãèuΖ|¹ $tΒ xÝÎ7ymuρ ( â‘$¨Ψ9$# ωÎ) ÍοtÅzFψ$# ’Îû öΝçλm; }§øŠs9 t⎦⎪Ï%©!$# y7Íׯ≈s9'ρé& ®
$YΒ$tΒÎ) #©y›θãΒ Ü=≈tFÏ. ⎯Ï&Î#ö7s% ⎯ÏΒuρ çµ÷ΨÏiΒ Ó‰Ïδ$x© çνθè=÷Gtƒuρ ⎯ϵÎn/§‘ ⎯ÏiΒ 7πoΨÉit/ 4’n?tã tβ%x. ⎯yϑsùr& ®
Ÿξsù 4 …çν߉ÏãöθtΒ â‘$¨Ψ9$$sù É>#t“ômF{$# z⎯ÏΒ ⎯ϵÎ/ ö àõ3tƒ ⎯tΒuρ 4 ⎯ϵÎ/ tβθãΖÏΒ÷σムy7Íׯ≈s9'ρé& 4 ºπyϑômu‘uρ
〈 ∩⊇∠∪ šχθãΨÏΒ÷σムŸω Ĩ$¨Ψ9$# usYò2r& £⎯Å3≈s9uρ y7Îi/¢‘ ⎯ÏΒ ‘,ysø9$# 絯ΡÎ) 4 çµ÷ΖÏiΒ 7πtƒóÉ∆ ’Îû à7s?
“¿Son acaso como aquel que se basa en una prueba clara
venida de Su Señor, y que un testigo suyo la recita de Su
parte? Anteriormente fue corroborada por el Libro de Müsä
que era una guía y misericordia; y sabed que quienes siguen
su ejemplo son los creyentes. En cambio, los seguidores de
otras religiones que no crean en él, tendrán por morada el
Infierno; pues, no tengas ninguna duda acerca de ello, ya
que es la Verdad venida de Tu Señor, pero la mayoría de los
hombres no cree”. (17)
“¿Son acaso como aquel que se basa en una prueba clara venida de Su Señor?” Es de-
cir: ¿Es que aquellos que poseían la evidencia de Su Señor sobre el seguimiento del Profeta ,
teniendo ellos la prueba de dicha evidencia, son como quienes desean la vida mundanal y sus
placeres? “¿… y que un testigo suyo la recita de Su parte?” Es decir, un testigo de Alläh, y ese
es el Profeta . Y se ha dicho también que es el Profeta el que tiene la prueba evidente de
18
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Alläh y un milagro que es el Qur°än; y junto a él un testigo que es Ÿibrïl, sobre él la paz; en
otra interpretación se ha dicho que el testigo es el Qur°än y su elocuencia, pues, una sola ex-
presión en él alberga numerosos significados.
“Anteriormente fue corroborada por el Libro de Müsä”. Es decir, antes del Evangelio;
significa que lo recita antes de él, el Libro de Müsä, porque el Profeta es descrito en el Libro
de Müsä:
(157-ﺍﻑﻋﺮ ﻧﺠﹺﻴ ﹺﻞ( )ﺍ َﻷﺍ ِﻹﺍﺓ ﻭﻮﺭ ﺘﻲ ﺍﻟﻢ ﻓ ﺪﻫﻋﻨ ﻮﺑًﺎﻣ ﹾﻜﺘ ﻪ ﻧﻭﺠﺪ
ﻳ ﹺ)
“Al que encuentran descrito en la Tora y en el
Evangelio”. (Al-Aªräf-7:157)
Significa que anteriormente Ÿibrïl le recitó el Libro de la Tora a Müsä como después le
recitó el Qur°än a Muåammad.
“… en cambio, los seguidores de otras religiones que no crean en él”. Es decir, en el
Qur°än y en el Profeta .
En Çaåïå Muslim se recoge un åadïµ que transmitió Abü Yünus del Profeta : “¡Por
Aquel que tiene mi alma de Su mano, que todo el que haya oído de mí de este pueblo, sea
judío o cristiano, y no crea en lo que me ha sido enviado, será de los compañeros del Fuego!”
“Pues, no tengas ninguna duda acerca de ello”. Es decir, no tengas duda del Qur°än; “ya que
es la Verdad venida de Tu Señor”. La interpelación aquí es al Profeta , pero extensible a
toda persona responsable.
öΝÎγÎn/u‘ 4’n?tã šχθàÊt÷èムšÍׯ≈s9'ρé& 4 $¹/É‹Ÿ2 «!$# ’n?tã 3“utIøù$# Ç⎯£ϑÏΒ ÞΟn=øßr& ô⎯tΒuρ ®
t⎦⎫ÏϑÎ=≈©à9$# ’n?tã «!$# èπΖu ÷ès9 Ÿωr& 4 óΟÎγÎn/u‘ 4’n?tã (#θç/x‹x. š⎥⎪Ï%©!$# Ï™Iωàσ¯≈yδ ߉≈yγô©F{$# ãΑθà)tƒuρ
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〈 ∩⊇®∪
“¿Y quién es más injusto que quien inventa una mentira so-
bre Alläh? Ésos deberán comparecer ante su Señor, y dirán
los testigos: Estos son los que mintieron acerca de su Señor.
¡Que la maldición de Alläh caiga sobre los inicuos! (18) Esos
que apartan a los hombres del camino de Alläh, haciéndolo
parecer tortuoso y no creen en la Otra Vida”. (19)
“¿Y quién es más injusto que quien inventa una mentira sobre Alläh?” Es decir, no hay
nadie más injusto que ellos consigo mismos, por haber inventado mentiras sobre Alläh, ade-
más de pretender que tiene asociados e hijos; y dijeron a sus ídolos: ésos son nuestros interce-
sores ante Alläh; “… ésos deberán comparecer ante su Señor”, para rendir cuentas por sus
19
11. Sura Hüd
acciones; “y dirán los testigos”, o sea, los ángeles protectores. Aî-Îaååäk dijo: Son los ánge-
les y los enviados; como lo prueba Su dicho:
(ـﻬﹺﻴﺪًﺍ ﹶﻻ ِﺀ ﺷـﺆﻋﻠﹶﻰ ﻫ ﺎ ﺑﹺﻚﻭ ﹺﺟ ﹾﺌﻨ ﺪ ﺸﻬﹺﻴ
ﺔ ﹺﺑﻦ ﹸﻛ ﹼﻞ ﹸﺃﻣ ﻣ ﺎﻒ ﹺﺇﺫﹶﺍ ﹺﺟ ﹾﺌﻨ) ﹶﻓ ﹶﻜﻴ
(41-ﺎﺀﻨﺴ)ﺍﻟ
“¿Y qué pasará cuando presentemos a un testi-
go de cada comunidad y te presentemos a ti
como testigo contra éstos?” (Las Mujeres-4:41)
Y se ha dicho también que son los ángeles, los enviados y los ulemas que han transmi-
tido los mensajes. De Ibn ªUmar se transmitió que dijo el Profeta en un åadïµ: “… en cuanto
a los incrédulos y los hipócritas, serán llamados entre las cabezas de las criaturas: ésos son los
que mintieron sobre Alläh”.
“Quienes apartan a los hombres del camino de Alläh”. Es decir, son los que se apartan
a sí mismos, y apartan a otros de la fe y la obediencia a Alläh; “haciéndolo parecer tortuoso”,
desviando a la gente y llevándola a la idolatría y la desobediencia.
u™!$uŠÏ9÷ρr& ô⎯ÏΒ «!$# Èβρߊ ⎯ÏiΒ Οçλm; tβ%x. $tΒuρ ÇÚö‘F{$# ’Îû š⎥⎪Ì“Éf÷èãΒ (#θçΡθä3tƒ öΝs9 y7Íׯ≈s9'ρé& ®
〈 ∩⊄⊃∪
“Ésos no podrán huir de Alläh en la Tierra, no tendrán pro-
tectores fuera de Él y se les duplicará el castigo. Éstos no
pudieron oír ni ver”. (20)
20
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
tΠty_ Ÿω ∩⊄⊇∪ tβρçtIøtƒ (#θçΡ$Ÿ2 $¨Β Νåκ÷]tã ¨≅|Êuρ öΝåκ|¦àΡr& (#ÿρçÅ£yz t⎦⎪Ï%©!$# y7Íׯ≈s9'ρé& ®
ÏM≈ysÎ=≈¢Á9$# (#θè=ÏΗxåuρ (#θãΖtΒ#u™ t⎦⎪Ï%©!$# ¨βÎ) ∩⊄⊄∪ šχρçy£÷zF{$# ãΝèδ ÍοtÅzFψ$# ’Îû öΝåκ¨Ξr&
〈 ∩⊄⊂∪ tβρà$Î#≈yz $pκÏù öΝèδ ( Ïπ¨Ψyfø9$# Ü=≈ptõ¾r& y7Íׯ≈s9'ρé& öΝÍκÍh5u‘ 4’n<Î) (#þθçFt6÷zr&uρ
“Ésos son los que se perdieron a sí mismos y se esfumará
todo lo que habían inventado. (21) No hay duda de que ellos
en la Otra Vida serán los que más pierdan. (22) Ciertamen-
te, los que creen, obran rectamente, y se humillan ante su
Señor, ésos serán los moradores del Jardín, y allí serán in-
mortales”. (23)
“… y se humillan ante su Señor”. Es decir, con recogimiento sincero por el firme temor
de sus corazones.
ê⎥⎫Î7•Β ÖƒÉ‹tΡ öΝä3s9 ’ÎoΤÎ) ÿ⎯ϵÏΒöθ%s 4’n<Î) %·nθçΡ $uΖù=y™ö‘r& ô‰s)s9uρ ∩⊄⊆∪ tβρã©.x‹s? Ÿξsùr& 4 ¸ξsWtΒ
〈 ∩⊄∉∪ 5ΟŠÏ9r& BΘöθtƒ z>#x‹tã öΝä3ø‹n=tæ ß∃%s{r& þ’ÎoΤÎ) ( ©!$# ωÎ) (#ÿρ߉ç7÷ès? ω βr& ∩⊄∈∪
“Éstos se asemejan a dos grupos de personas, uno de ciegos
y sordos, y otro de quienes tienen la facultad de ver y oír;
¿Acaso pueden equipararse? ¿Es que no reflexionáis? (24)
Enviamos a Nüå a su gente: ¡Ciertamente, yo soy para voso-
tros un claro advertidor! (25) ¡Adorad sólo a Alläh, pues te-
mo para vosotros el castigo de un Día doloroso!” (26)
“Éstos se asemejan a dos grupos de personas…”. Significa que el ejemplo de los incré-
dulos es como el de los ciegos y sordos, y el de los creyentes como el de los que escuchan y
reflexionan; “¿Acaso pueden equipararse?” Significa: ¿Es igual el ciego que el que ve? ¿Y es
igual el sordo que el que oye?
“Enviamos a Nüh a su gente”. Menciona Alläh, glorificado sea, las historias de los pro-
fetas, sobre ellos la paz, al Profeta Muåammad como un aviso para él para que perseverase
en la paciencia ante las ofensas de los incrédulos, hasta que Alläh le defienda contra ellos y los
aniquile. La äya es una interpelación de Nüå a su pueblo, como en Su dicho:
-ﺍﻑﻋﺮ ﻷ
َ )ﺍ (ﺓ ﻮ ﺎ ﹺﺑﻘﹸﺨ ﹾﺬﻫ
ﹶﻓ...ﻋ ﹶﻈ ﹰﺔ ﻮ ﻣ ﺀﺷﻲ ﻦ ﹸﻛ ﹼﻞ ﻣ ﺍﺡﻲ ﺍ َﻷﹾﻟﻮ ﻓﺎ ﹶﻟﻪﺒﻨ ﺘﻭ ﹶﻛ )
(145
21
11. Sura Hüd
“¡Adorad sólo a Alläh!” Es decir, dejad los ídolos y no los adoréis, obedeced sólo a
Alläh, el Altísimo.
š1ttΡ $tΒuρ $oΨn=÷VÏiΒ #\t±o0 ωÎ) š1ttΡ $tΒ ⎯ϵÏΒöθs% ⎯ÏΒ (#ρãxx. t⎦⎪Ï%©!$# _|yϑø9$# tΑ$s)sù ®
“… y sólo te siguen los pobres y débiles de nuestro pueblo”. Esto es una ignorancia por
su parte, porque achacaron defectos al Profeta que no tiene; ya que la misión de los profe-
tas, sobre ellos la paz, es venir con las pruebas y los signos, y su imagen y aspectos no cam-
bian; son enviados a toda la gente sin excepción, pues, si de ellos se hace musulmán el más
simple de todos, no por eso disminuye nada en ellos; ya que deben aceptar su Islam sea quien
sea; “… y tampoco vemos que tengáis vosotros más mérito que nosotros”. Es decir, por se-
guirle; siendo eso por su parte una contumaz negación de la Profecía; “sino que, por el contra-
rio, os tenemos por mentirosos”, dirigiéndose a Nüå y quienes han creído junto con él.
⎯ÍνωΖÏã ô⎯ÏiΒ ZπtΗôqy‘ ©Í_9s?#u™uρ ’În1§‘ ⎯ÏiΒ 7πoΨÉit/ 4’n?tã àMΖä. βÎ) ÷Λä⎢÷ƒu™u‘r& ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% ®
ϵø‹n=tã öΝà6è=t↔ó™r& Iω ÏΘöθs)≈tƒuρ ∩⊄∇∪ tβθèδÌ≈x. $oλm; óΟçFΡr&uρ $yδθßϑä3ãΒÌ“ù=çΡr& ö/ä3ø‹n=tæ ôMuŠÏdϑãèsù
öΝÍκÍh5u‘ (#θà)≈n=•Β Νßγ¯ΡÎ) 4 (#þθãΖtΒ#u™ t⎦⎪Ï%©!$# ÏŠÍ‘$sÜÎ/ O$tΡr& !$tΒuρ 4 «!$# ’n?tã ωÎ) y“Ìô_r& ÷βÎ) ( »ω$tΒ
Ÿξsùr& 4 öΝåκ–EŠ{sÛ βÎ) «!$# z⎯ÏΒ ’ÎΤãÝÁΖtƒ ⎯tΒ ÏΘöθs)≈tƒuρ ∩⊄®∪ šχθè=yγøgrB $YΒöθs% ö/ä31u‘r& û©Ío_Å3≈s9uρ
’ÎoΤÎ) ãΑθè%r& Iωuρ |=ø‹tóø9$# ãΝn=÷ær& Iωuρ «!$# ß⎦É⎩!#t“yz “ωΨÏã öΝä3s9 ãΑθè%r& Iωuρ ∩⊂⊃∪ tβρã2x‹s?
22
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
þ’Îû $yϑÎ/ ãΝn=÷ær& ª!$# ( #·öyz ª!$# ãΝåκuÏ?÷σム⎯s9 öΝä3ãΖã‹ôãr& ü“Í‘yŠ÷“s? š⎥⎪Ï%©#Ï9 ãΑθè%r& Iωuρ Òn=tΒ
“Dijo: ¡Oh pueblo mío! Decidme: Si me apoyo en una prueba clara de mi Señor”. Es
decir, si me mantengo en la certeza de mi Señor; “y me ha agraciado con una misericordia
procedente de Él”, o sea, la Profecía y el Mensaje; y según Ibn ªAbbäs, una misericordia para
todas las criaturas; y es también la guía a Alläh con las pruebas; o es la Fe y el Islam; “que a
vosotros se os ha ocultado”; es decir, se os ha ocultado el mensaje y la guía y no lo entendéis.
“¿Vamos a obligaros a aceptarla si os produce aversión?” Es decir, la “œahäda” o el testimo-
nio de que no hay más divinidad que Alläh; y se ha dicho que se refiere a la prueba clara; ¿o es
que vamos a imponérosla y hacerla obligatoria para vosotros? En la expresión interrogativa
hay una recriminación; es decir, no me es posible imponeros su conocimiento; “¿… si os pro-
duce aversión?”, o sea, no sería correcto para vosotros aceptarla si la detestáis. Dijo Qatäda:
¡Por Alläh! Si pudiera el profeta Nüå, sobre él la paz, se la habría impuesto a su pueblo, sin
embargo, no dependía de él.
“No os pido retribución alguna a cambio”. Es decir, por la transmisión del mensaje,
“pues Alläh será Quien me recompense”. Pues, le pidieron que rechazara a la gente sencilla
que había creído en él, lo mismo que Quraiœ pidió al Profeta Muåammad que rechazara a
los esclavos y a los pobres; entonces, les respondió: “No voy a rechazar a los creyentes, por-
que ellos encontrarán a su Señor”.
“¿Quién me protegerá de Alläh?” Es decir: ¿Quién me protegerá de Su castigo? “Si los
rechazo”, por su fe.
“No os digo que poseo los tesoros de Alläh, ni que conozco lo oculto…”. Les informa
con su humildad y modestia para con Alläh, que él no pretende lo que no le pertenece de los
tesoros de Alläh, porque eso es una gracia que otorga a quien Él quiere de Sus siervos; y que él
no conoce lo oculto porque sólo lo conoce Alläh; ni que tampoco mi categoría ante la gente es
la categoría de los ángeles; y, según dicen los ulemas, eso indica que el grado de los ángeles es
23
11. Sura Hüd
mayor que el de los profetas. “Pero tampoco digo que Alläh no recompensará a aquellos que
vosotros consideráis inferiores”. Es decir, porque los aborrezcáis vosotros, ellos no van a
dejar de ser recompensados; “pues Alläh sabe bien lo que hay en sus almas”, y, o bien, los
recompensa por ello o los castiga.
z⎯ÏΒ |MΨà2 βÎ) !$tΡ߉Ïès? $yϑÎ/ $oΨÏ?ù'sù $oΨs9≡y‰Å_ |N÷sYò2r'sù $oΨtFø9y‰≈y_ ô‰s% ßyθãΖ≈tƒ (#θä9$s% ®
uθèδ 4 öΝä3tƒÈθøóムβr& ߉ƒÌムª!$# tβ%x. βÎ) öΝä3s9 yx|ÁΡr& ÷βr& ‘NŠu‘r& ÷βÎ) û©Å∏óÁçΡ ö/ä3ãèxΖtƒ
’ÍΓ#tô_Î) ¥’n?yèsù …çµçG÷ƒutIøù$# ÈβÎ) ö≅è% ( çµ1utIøù$# šχθä9θà)tƒ ôΘr& ∩⊂⊆∪ šχθãèy_öè? ϵø‹s9Î)uρ öΝä3š/u‘
“Dijeron: ¡Oh Nüå! Nos has refutado y has aumentado la disputa entre nosotros”. La
refutación en el Dïn es encomiable y digna, por eso han refutado Nüå y los profetas con argu-
mentos a sus pueblos, hasta hacer prevalecer la verdad; y quien la aceptara habría triunfado y
el que no, se habría perdido. Mientras que la disputa sin razón, de forma que aparece la false-
dad revestida de verdad, es reprobable; “tráenos eso con lo que nos amenazas”, o sea, el casti-
go; “si eres de los veraces”, en tus palabras. “Dijo: Alläh hará que os llegue si Él quiere”. Si
quiere aniquilaros, os castigará; “y no podréis impedirlo”, es decir, seréis incapaces de defen-
deros contra Él. “Y si Alläh quiere extraviaros, mi consejo nos os serviría de nada aunque
quisiera”. Es decir, porque vosotros no aceptaríais mi consejo.
“O dicen: Lo ha inventado”. Es decir, ha inventado el Qur°än por su cuenta, y se ha in-
ventado también la historia de Nüå y su pueblo; “Di: Si lo he inventado…”. Es decir, si yo me
he inventado la revelación y el mensaje, sobre mí recaerá el castigo por el mal que haya oca-
sionado, pero, si estoy en la verdad en lo que digo, sobre vosotros caerá el castigo por desmen-
tirme, y yo quedaré exento de vuestra incredulidad.
24
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ó§Í≥tFö;s? Ÿξsù z⎯tΒ#u™ ô‰s% ⎯tΒ ωÎ) y7ÏΒöθs% ⎯ÏΒ š∅ÏΒ÷σム⎯s9 …絯Ρr& ?yθçΡ 4’n<Î) š†Çpρé&uρ ®
t⎦⎪Ï%©!$# ’Îû ©Í_ö7ÏÜ≈sƒéB Ÿωuρ $oΨŠÍ ômuρuρ $uΖÏ⊥ã‹ôãr'Î/ y7ù=àø9$# ÆìoΨô¹$#uρ ∩⊂∉∪ šχθè=yèøtƒ (#θçΡ%x. $yϑÎ/
“¡Así pues, no desesperes por lo que hacen!” Significa que el desesperarse por la fe de
ellos y su permanencia en la incredulidad, viene a ser una confirmación de que la amenaza
descienda sobre ellos. Dijo Aî-Îaååäk: Entonces, invocó a Alläh, el Altísimo, contra ellos
cuando informó de esto y dijo:
(26-ﺎﺭًﺍ( )ﻧﻮﺡﺩﻳ ﻦ ﻓﺮﹺﻳ ﻦ ﺍﹾﻟﻜﹶﺎ ﻣ ﺽ
ﺭ ﹺ ﻋﻠﹶﻰ ﺍ َﻷ ﺭ ﺗ ﹶﺬ ﺏ ﹶﻻ
ﺭ ﻮﺡﻭﻗﹶﺎ ﹶﻝ ﻧ )
“Y dijo Nüå: ¡Señor mío! No dejes en pie sobre
la Tierra ninguna casa de los incrédulos”. (Nüå
-71:26)
Y se ha dicho que un hombre del pueblo de Nüå llevó a su hijo sobre su hombro, y
cuando éste vio a Nüå le dijo a su padre: ¡Dame una piedra! Se la dio y la arrojó contra Nüå
haciéndole sangrar; y Alläh, el Altísimo, le inspiró: “No creerá nadie más de tu gente, excepto
los que ya han creído”.
“¡Así pues, no desesperes por lo que hacen!” Es decir, no te apenes por su exterminio
hasta el punto de entristecerte.
“¡Construye la nave bajo Nuestra mirada!” Es decir, bajo nuestra vigilancia y protec-
ción, o bajo la observación atenta de los ángeles que hemos puesto para que te protejan y te
ayuden. “¡Y no me hables en defensa de los que han sido injustos, pues, realmente, perecerán
ahogados!” Es decir, no me pidas más demora para ellos, pues, realmente los ahogaré.
βÎ) tΑ$s% 4 çµ÷ΖÏΒ (#ρãÏ‚y™ ⎯ϵÏΒöθs% ⎯ÏiΒ d|tΒ Ïµø‹n=tã §tΒ $yϑ¯=à2uρ šù=àø9$# ßìuΖóÁtƒuρ ®
ϵ‹Ï?ù'tƒ ⎯tΒ šχθßϑn=÷ès? t∃öθ|¡ùs ∩⊂∇∪ tβρãy‚ó¡n@ $yϑx. öΝä3ΖÏΒ ãy‚ó¡tΡ $¯ΡÎ*sù $¨ΖÏΒ (#ρãy‚ó¡s?
â‘θ‘Ζ−F9$# u‘$sùuρ $tΡâö∆r& u™!%y` #sŒÎ) #©¨Lym ∩⊂®∪ íΟŠÉ)•Β ÑU#x‹tã ϵø‹n=tã ‘≅Ïts†uρ ϵƒÌ“øƒä† Ò>#x‹tã
25
11. Sura Hüd
ô⎯tΒuρ ãΑöθs)ø9$# ϵø‹n=tã t,t7y™ ⎯tΒ ωÎ) šn=÷δr&uρ È⎦÷⎫uΖøO$# È⎦÷⎫y`÷ρy— 9e≅à2 ⎯ÏΒ $pκÏù ö≅ÏΗ÷q$# $oΨù=è%
26
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
bebida; y la superior para el pasaje; transportó Noé el cuerpo de Adán, sobre él la paz, y lo
puso atravesado entre los hombres y las mujeres; y después lo enterraron en Jerusalén; iba
con ellos en el puente, entre la tripulación marinera, Iblïs. Se dijo que vinieron la serpiente y
el escorpión para entrar en el Arca y les dijo Noé: ¡No os llevaré, porque vosotros sois la causa
de perjuicios y desgracias! Le respondieron: ¡Llévanos y te garantizamos que no dañaremos a
nadie que te mencione! Pues, quien temiera algún daño de éstos y recitara:
(79-ﺎﻓﱠﺎﺕﲔ( )ﺍﻟﺼ
ﻤ ﺎﹶﻟﻲ ﺍﹾﻟﻌﺡ ﻓ
ﻮ ﹴﻋﻠﹶﻰ ﻧ ﻼﻡ
ﺳ ﹶ )
“Paz para Noé en todos los mundos”. (Las Filas-
37:79)
“Dijimos: Sube en ella una pareja de cada especie”. Es decir, macho y hembra para la
perduración de las especies después del diluvio; “y a tu familia, excepto aquel del que ya se ha
hablado”. Es decir, sube a tu familia, excepto a aquel para quien se decretó su aniquilación; y
ese fue su hijo Kanaªän y su mujer Wäªila, que eran incrédulos. “Pero sólo fueron unos pocos
los que con él creyeron”. Según Ibn ªAbbäs, creyeron de su pueblo ochenta personas; de ellos
tres eran sus hijos Säm, Åäm y Yäfiµ con sus respectivas mujeres.
27
11. Sura Hüd
∩⊆⊇∪ ×Λ⎧Ïm§‘ Ö‘θàtós9 ’În1u‘ ¨βÎ) 4 !$yγ8y™öãΒuρ $yγ11øgxΧ «!$# ÉΟó¡Î0 $pκÏù (#θç7Ÿ2ö‘$# tΑ$s%uρ * ®
¢©o_ç6≈tƒ 5ΑÌ“÷ètΒ ’Îû šχ%Ÿ2uρ …çµoΨö/$# îyθçΡ 3“yŠ$tΡuρ ÉΑ$t6Éfø9$$x. 8löθtΒ ’Îû óΟÎγÎ/ “ÌøgrB }‘Éδuρ
©Í_ßϑÅÁ÷ètƒ 9≅t6y_ 4’n<Î) ü“Íρ$t↔y™ tΑ$s% ∩⊆⊄∪ t⎦⎪ÍÏ≈s3ø9$# yì¨Β ⎯ä3s? Ÿωuρ $oΨyè¨Β =Ÿ2ö‘$#
$yϑåκs]÷t/ tΑ%tnuρ 4 zΟÏm§‘ ⎯tΒ ωÎ) «!$# ÌøΒr& ô⎯ÏΒ tΠöθu‹ø9$# tΛÄŒ$tã Ÿω tΑ$s% 4 Ï™!$yϑø9$# š∅ÏΒ
©ÉëÎ=ø%&r â™!$yϑ|¡≈tƒuρ Ï8u™!$tΒ ©Éën=ö/$# ÞÚö‘r'¯≈tƒ Ÿ≅ŠÏ%uρ ∩⊆⊂∪ š⎥⎫Ï%tøóßϑø9$# z⎯ÏΒ šχ%s3sù ßlöθyϑø9$#
t⎦⎫ÏϑÎ=≈©à9$# ÏΘöθs)ù=Ïj9 #Y‰÷èç/ Ÿ≅ŠÏ%uρ ( Äd“ÏŠθègø:$# ’n?tã ôNuθtFó™$#uρ ãøΒF{$# z©ÅÓè%uρ â™!$yϑø9$# uÙ‹Ïîuρ
〈 ∩⊆⊆∪
“Y dijo: ¡Embarcad en ella! Y sean en el nombre de Alläh su
rumbo y su llegada. Ciertamente, mi Señor es Perdonador,
Compasivo. (41) Y navegaba con ellos entre olas como mon-
tañas. Entonces Nüå llamó a su hijo que estaba aparte: ¡Hijo
mío! Sube con nosotros y no estés con los incrédulos. (42)
Dijo: Me refugiaré en una montaña que me librará del agua.
Dijo: Hoy no habrá nada que libre del mandato de Alläh, ex-
cepto para aquél del que Él se compadezca. Y las olas se in-
terpusieron entre ambos, quedando entre los ahogados.
(43) Y se dijo: ¡Tierra, traga tu agua! ¡Cielo, detente! Y el
agua decreció, el mandato se cumplió y se posó sobre el
Ÿüdï. Y se dijo: ¡Fuera la gente injusta!” (44)
28
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﺕ
ﺍﺎﻭﺴﻤ
ﺍﻟﺔ ﻭ ﻣ ﺎﻘﻴ ﻡ ﺍﹾﻟ ﻮ ﻳ ﻪﻀﺘ
ﺒ ﻴﻌًﺎ ﹶﻗﺟﻤ ﺭﺽ ﺍ َﻷﻩ ﻭ ﺪ ﹺﺭ ﻖ ﹶﻗ ﺣ ﻪ ﻭﺍ ﺍﻟ ﱠﻠﺪﺭ ﺎ ﹶﻗﻭﻣ )
(67-ﺸ ﹺﺮﻛﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﺰﻣﺮ
ﻳ ﺎﻋﻤ ﺎﻟﹶﻰﺗﻌﻭ ﻧﻪﺎﺒﺤ ﺳ ﻪ ﻴﹺﻨﻴﻤ ﹺﺑﺎﺕﻣ ﹾﻄ ﹺﻮﻳ
“No han apreciado a Alläh en su verdadera
magnitud, pues la Tierra entera estará en Su
puño el Día de la Resurrección y los cielos ple-
gados en Su mano derecha. ¡Gloria a Él y exal-
tado sea por encima de lo que Le asocian!” (Los
Grupos-39:67)
(41-( )ﻫﻮﺩﻴﻢﺭﺣ ﻐﻔﹸﻮﺭ ﻲ ﹶﻟﺭﺑ ﺎ ﹺﺇ ﱠﻥﺎﻫﺮﺳ ﻣ ﻭ ﺎﺍﻫﺠﺮ
ﻣ ﻪ ﺴ ﹺﻢ ﺍﻟ ﱠﻠ
)ﹺﺑ
“Y sean en el nombre de Alläh su rumbo y su
llegada. Ciertamente, mi Señor es Perdonador,
Compasivo”. (Hüd-11:41)
Es esta äya hay una indicación sobre la pronunciación del basmala para comenzar to-
das las acciones.
“Ciertamente, mi Señor es Perdonador, Compasivo”. O sea, para la gente del Arca. Di-
jo Ibn ªAbbäs: El primero de los animales que cargó Nüh en el Arca fue la oca, y el último fue
el burro; añadió: y se colgó Iblïs de su cola, pues, sus manos estaban dentro del Arca y sus pies
fuera; eso hizo que el burro temblara sin que por ello pudiera entrar; entonces, gritó Nüh:
¡Entra, ay de ti! Y se debatía el burro tembloroso; insistió: ¡Entra, ay de ti! Aunque esté conti-
go el diablo. Así pues, saltó y entró el diablo también; después Nüh lo vio cantando en el Arca,
y le dijo: ¡Oh maldito! ¿Qué te ha hecho entrar a mi casa? Dijo: ¡Tú me has dado permiso! Y se
lo recordó; le dijo: ¡Levántate y sal! Dijo: ¡No te queda otro remedio que llevarme contigo!
“Y navegaba con ellos entre olas como montañas”. Viene en el tafsïr que el agua lo cu-
brió todo por encima de quince brazos; “entonces Nüå llamó a su hijo”. Se dijo que su hijo era
incrédulo y de nombre Kanaªän; “que estaba aparte”, o sea, apartado del dïn de su padre; y se
ha dicho que Nüå no sabía que su hijo era incrédulo, pensaba que era creyente, y por eso le
dijo: “y no estés con los incrédulos”. Esta llamada fue antes de que le llegara al pueblo la cer-
teza de que iban a perecer ahogados, pues les llegó cuando rebosó el Horno y apareció la señal
a Nüå.
“Me refugiaré en una montaña que me librará del agua”. Es decir, de perecer ahoga-
do; “Dijo: Hoy no habrá nada que libre del mandato de Alläh”. Es decir, no habrá nada en ese
día que impida el castigo sobre los incrédulos. “Y las olas se interpusieron entre ambos”. Es
decir, entre Nüå y su hijo; “quedando entre los ahogados”. Se ha dicho que montaba sobre un
caballo vanidosamente y arrogante; pues cuando vio el agua llegó y dijo: ¡Oh padre, ha rebo-
sado el Horno! Le dijo su padre: “¡Hijo mío! Sube con nosotros”. No terminó de decírselo dos
veces cuando llegó una ola enorme y se lo tragó con su caballo.
“Y se dijo: ¡Tierra, traga tu agua! ¡Cielo, detente!” Es decir, en sentido figurado, por-
que la Tierra y el cielo son seres inanimados. Y no ha descendido agua del cielo sin que haya
habido un ángel encargado de ella, excepto cuando tuvo lugar el diluvio que salió con tal fuer-
za que el ángel no controlaba; y eso es cuando dijo Alläh:
(11-ﺎﻗﱠﺔﺔ( )ﺍﹾﻟﺤﺎ ﹺﺭﻳﻲ ﺍﹾﻟﺠﻢ ﻓ ﺎ ﹸﻛﻤ ﹾﻠﻨ ﺣ ﺎﺀﻰ ﺍﹾﻟﻤﺎ ﹶﻃﻐﺎ ﹶﻟﻤ)ﹺﺇﻧ
29
11. Sura Hüd
Entonces, el barco navegó con ellos hasta culminar el mandato, y Alläh ordenó que ce-
saran de caer las aguas torrenciales del cielo, y a la tierra le ordenó que absorbiera toda el
agua caída.
Dijo Ibn al-ªArabï: Se encontraron las dos aguas con una orden decretada: la que había
en la Tierra y la que descendió del cielo; pues Alläh ordenó detenerse a la que había caído del
cielo y no chupó la tierra de ella una sola gota, y ordenó a la Tierra que se tragara sólo la que
había salido de ella; y ese es Su dicho: “Y se dijo: ¡Tierra, traga tu agua! ¡Cielo detente! Y el
agua decreció”.
“El mandato se cumplió y se posó sobre el Ÿüdï. Y se dijo: ¡Fuera la gente injusta!” El
Ÿüdï es una montaña cercana a Mosul, sobre la cual se posó el Arca el día diez de Muåarram,
el día de ªÄœurä; en ese día ayunó Nüå y mandó ayunar también a todos los que estaban con
él, incluidos los animales, como agradecimiento a Alläh, el Altísimo. Y se ha dicho que eso
ocurrió el día del ÿumuªa. Se relató que Alläh, el Altísimo, inspiró a las montañas que el Arca
atracaría en una de ellas, y se elevaron, pero permaneció el Ÿüdï sin elevarse en señal de mo-
destia para Alläh, y el Arca se posó sobre ella, quedando allí sus maderas; pues, en el åadïµ se
transmitió que dijo el Profeta : “Ha permanecido algo del Arca que han conocido los prime-
ros de esta Umma”. Se dice que el Ÿüdï es una de las montañas del Jardín, por eso se posó el
Arca sobre ella; y Alläh, el Altísimo, ha honrado a tres montañas con tres personas: el Ÿüdï
con Nüå, el monte Sinaí con Müsä, y el monte de la Luz con Muåammad, sobre todos ellos sea
la paz.
Mencionaron el autor del libro “Al-ªArüs” y otros que cuando Nüå, sobre él la paz, qui-
so enviar a quien le trajera información de la Tierra, dijo la gallina: ¡Yo! La cogió y selló sus
alas y le dijo: ¡Tú estás sellada con mi sello y no volarás nunca! Tu estarás para que se benefi-
cie de ti mi Umma; después, envió al cuervo, que se topó con una carroña y se entretuvo con
ella, entonces lo maldijo y autorizó matarlo en cualquier sitio; y entonces envió a una paloma
que no encontró un lugar donde posarse salvo en la rama de un árbol de la tierra del Sinaí y
volvió con una hoja de olivo; Nüå supo que no había encontrado tierra firme y después la
volvió a enviar y voló hasta el valle de Al-Åaram, pues, el agua ya se había filtrado en los luga-
res de la Kaªba, y su tierra era roja de tal manera que sus patas quedaron teñidas de rojo;
después acudió a Nüå, sobre él la paz, y dijo: ¡Albricias tuyas por haberme otorgado el collar
en mi cuello y el tinte en mis patas, y vivo en el Åaram! Entonces, frotó su mano sobre su
cuello y su collar y le otorgó el rojo en sus patas, pidiendo para ella y su descendencia la ben-
dición de Alläh, el Altísimo, o sea, Su baraka .
Hay una cuestión, que cuando la montaña del Ÿüdï se mostró modesta y humilde, Alläh
la honró, y cuando otras fueron arrogantes y altivas, Alläh las humilló; y esa es la sunna de
Alläh con Su creación. En Çaåïå Al-Bujärï y Muslim se relata de Anas ibn Mälik que el Profeta
tenía una camella llamada Al-ªAîbä, y nunca era superada en carrera; entonces, llegó un
campesino sobre una montura que tenía y la superó; dijeron los musulmanes asombrados:
¡Al-ªAîbä ha sido superada! Y dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente, un derecho de
30
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Alläh es no elevar nada en este mundo sin antes haberlo rebajado”. Se transmitió de Abü
Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “No ha mermado la riqueza por una çadaqa, ni ha
incrementado Alläh a un siervo con un favor, excepto con honor; y todo el que ha sido modes-
to y humilde por Alläh, Él lo ha elevado”. Y en otro åadïµ: “Ciertamente, Alläh me ha inspirado
que seáis modestos unos con otros sin que nadie abuse de otro ni sea arrogante con él”. De Al-
Åasan se transmitió que Nüå fue el primer mensajero que Alläh envió a la Tierra; y eso es Su
dicho:
(ﺎﻣًـﺎﲔ ﻋ
ﺴِ ـﺧﻤ ﺔ ﹺﺇ ﱠﻻ ﻨﺳ ﻒ
ﻢ ﹶﺃﹾﻟ ﻴ ﹺﻬﺚ ﻓ
ﻪ ﹶﻓ ﹶﻠﹺﺒ ﹶ ﻣ ﻮ ﻮﺣًﺎ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﹶﻗﺎ ﻧﺳ ﹾﻠﻨ ﺭ ﺪ ﹶﺃ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
(14-ﻮﺕﻨ ﹶﻜﺒ ﻌ )ﺍﹾﻟ
“Y he aquí que enviamos a Nüå a su gente y
permaneció con ellos novecientos cincuenta
años”. (La Araña-29:14)
Luego, se extendió entre ellos la desobediencia, abundaron los tiranos y fueron tre-
mendamente arrogantes; Nüå solía exhortarles de noche y de día, en secreto y en público, era
paciente y ponderado; ninguno de los profetas se encontró con la dureza que él tuvo que
afrontar; entraban a verle y lo asfixiaban hasta dejarlo exhausto, le golpeaban en las reuniones
y lo echaban; no maldecía a los que hacían eso con él sino que pedía por ellos diciendo: “¡Se-
ñor, perdona a mi pueblo, porque verdaderamente no saben!” Pero eso no les hacía más que
huir de él, hasta el punto de que cuando hablaba a un hombre de ellos, se envolvía la cabeza
con su vestido, y se ponía los dedos en los oídos para no oír nada de sus palabras; y eso es
cuando dijo:
ﺍﺸﻮ
ـﺘﻐﺳ ﺍﻢ ﻭ ـﻲ ﺁﺫﹶﺍﻢ ﻓ ﺎﺑﹺﻌﻬﻌﻠﹸﻮﺍ ﹶﺃﺻ ﺟ ﻢ ﻬ ﺮ ﹶﻟ ﻔ ﻐ ﺘﻟ ﻢ ﻋﻮ ﺩ ﺎﻲ ﹸﻛ ﱠﻠﻤﻭﹺﺇﻧ )
(7-ﻮﺡﻢ( )ﻧ ﺎﺛﻴ
“Cada vez que les he llamado para que los per-
dones, se han puesto los dedos en los oídos y se
han tapado con sus vestidos”. (Nüå -71:7)
|MΡr&uρ ‘,ysø9$# x8y‰ôãuρ ¨βÎ)uρ ’Í?÷δr& ô⎯ÏΒ ©Í_ö/$# ¨βÎ) Å_Uu‘ tΑ$s)sù …çµ−/§‘ ÓyθçΡ 3“yŠ$tΡuρ ®
( 8xÎ=≈|¹ çöxî î≅uΗxå …çµ¯ΡÎ) ( šÎ=÷δr& ô⎯ÏΒ }§øŠs9 …絯ΡÎ) ßyθãΖ≈tƒ tΑ$s% ∩⊆∈∪ t⎦⎫ÏϑÅ3≈ptø:$# ãΝs3ômr&
tΑ$s% ∩⊆∉∪ t⎦⎫Î=Îγ≈yfø9$# z⎯ÏΒ tβθä3s? βr& y7ÝàÏãr& þ’ÎoΤÎ) ( íΝù=Ïæ ⎯ϵÎ/ y7s9 }§øŠs9 $tΒ Ç⎯ù=t↔ó¡n@ Ÿξsù
û©Í_ôϑymös?uρ ’Í< öÏøós? ωÎ)uρ ( ÖΝù=Ïã ⎯ϵÎ/ ’Í< }§øŠs9 $tΒ šn=t↔ó™r& ÷βr& šÎ/ èŒθããr& þ’ÎoΤÎ) Éb>u‘
31
11. Sura Hüd
32
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Es decir, Alläh os previene y os lo prohíbe. Dijo Ibn al-ªArabï: Aquí una exhortación de
Alläh para liberar con ella a Nüå del estado de los ignorantes, y elevarlo al grado de los sabios
y conocedores; pues dijo Nüå: “¡Señor mío! Verdaderamente, me refugio en Ti de pedirte
algo de lo que no tenga conocimiento”.
ÖΝtΒé&uρ 4 štè¨Β ⎯£ϑÏiΒ 5ΟtΒé& #’n?tãuρ y7ø‹n=tã BM≈x.tt/uρ $¨ΖÏiΒ 5Ο≈n=|¡Î0 ñÝÎ7÷δ$# ßyθãΖ≈tƒ Ÿ≅‹Ï% ®
“Se dijo: ¡Oh Nüå! Desembarca con una seguridad procedente de Nosotros”. O sea, le
dijeron los ángeles, o le dijo Alläh, el Altísimo: ¡Desembarca de la nave a la tierra, o baja de la
montaña a la tierra porque ya se ha tragado el agua y se ha secado! “Y con bendiciones sobre
ti”. Dijo Ibn ªAbbäs: Nüå es el Ädam menor, pues, todas las criaturas ahora proceden de su
linaje, y no había con él en el Arca más que los hombres y las mujeres de su descendencia,
según lo dicho también por Qatäda y otros; y en Su dicho:
(77-ﺎﻓﱠﺎﺕﲔ( )ﺍﻟﺼ
ﻗ ﺎﻢ ﺍﹾﻟﺒ ﻫ ﻪ ﺘﻳﺭ ﺎ ﹸﺫﻌ ﹾﻠﻨ ﺟ ﻭ )
“E hicimos que fueran sus descendientes los que
quedaran [sobre la tierra]”. (Las Filas-37:77)
“Y sobre las comunidades de los que están contigo”. Entran bajo esta denominación
todos los creyentes hasta el Día del Juicio; “y otras comunidades que dejaremos gozar de sus
vidas, pero que luego les azotará Nuestro castigo doloroso”. Y en esta expresión entran todos
los incrédulos hasta el Día del Juicio.
⎯ÏΒ y7ãΒöθs% Ÿωuρ |MΡr& !$yγßϑn=÷ès? |MΖä. $tΒ ( y7ø‹s9Î) !$pκÏmθçΡ É=ø‹tóø9$# Ï™!$t7/Ρr& ô⎯ÏΒ šù=Ï? ®
33
11. Sura Hüd
“Esto forma parte de las noticias ocultas”. Es decir, esas noticias y relatos son de una
fuente que tú no conoces; “antes de esto ni tú ni tu gente las conocíais”. Es decir, no eran
conocedores del asunto del Diluvio. “Así pues, ten paciencia”. O sea, ten paciencia, oh Mu-
åammad, con el mandato de Alläh y la transmisión de Su mensaje, y todo el daño que sufrirás
de los árabes incrédulos, al igual que la paciencia que tuvo Nüå con el mal trato que padeció
de su pueblo; “porque el buen final será para los temerosos de Alläh”, o sea, el éxito en este
mundo y la recompensa del Jardín en la Otra vida será para los que temen incurrir en la idola-
tría y la desobediencia.
÷βÎ) ( ÿ…çνçöxî >µ≈s9Î) ô⎯ÏiΒ Νà6s9 $tΒ ©!$# (#ρ߉ç6ôã$# ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% 4 #YŠθèδ öΝèδ%s{r& >Š%tæ 4’n<Î)uρ ®
’n?tã ωÎ) š”Ìô_r& ÷βÎ) ( #·ô_r& ϵø‹n=tã ö/ä3è=t↔ó™r& Iω ÉΘöθs)≈tƒ ∩∈⊃∪ šχρçtIøãΒ ωÎ) óΟçFΡr&
È≅Å™öムϵø‹s9Î) (#þθç/θè? ¢ΟèO öΝä3−/u‘ (#ρãÏøótFó™$# ÏΘöθs)≈tƒuρ ∩∈⊇∪ tβθè=É)÷ès? Ÿξsùr& 4 þ’ÎΤtsÜsù “Ï%©!$#
∩∈⊄∪ š⎥⎫ÏΒÌøgèΧ (#öθ©9uθtGs? Ÿωuρ öΝä3Ï?§θè% 4’n<Î) ¸ο§θè% öΝà2÷ŠÌ“tƒuρ #Y‘#u‘ô‰ÏiΒ Νà6ø‹n=tæ u™!$yϑ¡¡9$#
y7s9 ß⎯øtwΥ $tΒuρ šÎ9öθ%s ⎯tã $oΨÏGyγÏ9#u™ þ’É1Í‘$tFÎ/ ß⎯øtwΥ $tΒuρ 7πuΖÉit7Î/ $oΨoKø⁄Å_ $tΒ ßŠθà‰≈tƒ (#θä9$s%
©!$# ߉Íκô−é& þ’ÎoΤÎ) tΑ$s% 3 &™þθÝ¡Î0 $uΖÏFyγÏ9#u™ âÙ÷èt/ y71utIôã$# ωÎ) ãΑθà)¯Ρ βÎ) ∩∈⊂∪ š⎥⎫ÏΖÏΒ÷σßϑÎ/
ÈβρãÏàΖè? Ÿω ¢ΟèO $YèŠÏΗsd ’ÎΤρ߉‹Å3sù ( ⎯ϵÏΡρߊ ⎯ÏΒ ∩∈⊆∪ tβθä.Îô³@è $£ϑÏiΒ Ö™ü“Ìt/ ’ÎoΤr& (#ÿρ߉pκô−$#uρ
’În1u‘ ¨βÎ) 4 !$pκÉJuŠÏ¹$uΖÎ/ 8‹Ï{#u™ uθèδ ωÎ) >π−/!#yŠ ⎯ÏΒ $¨Β 4 Οä3În/u‘uρ ’În1u‘ «!$# ’n?tã àMù=©.uθs? ’ÎoΤÎ) ∩∈∈∪
4 óΟä3ö‹s9Î) ÿ⎯ϵÎ/ àMù=Å™ö‘é& !$¨Β /ä3çGøón=ö/r& ô‰s)sù (#öθ©9uθs? βÎ*sù ∩∈∉∪ 8Λ⎧É)tGó¡•Β :Þ≡uÅÀ 4’n?tã
Ôá‹Ïym >™ó©x« Èe≅ä. 4’n?tã ’În1u‘ ¨βÎ) 4 $º↔ø‹x© …çµtΡρ•ÛØs? Ÿωuρ ö/ä.uöxî $·Βöθs% ’În1u‘ ß#Î=÷‚tGó¡o„uρ
ô⎯ÏiΒ Λèι≈oΨ÷НgwΥuρ $¨ΖÏiΒ 7πyϑômtÎ/ …çµyètΒ (#θãΖtΒ#u™ t⎦⎪Ï%©!$#uρ #YŠθèδ $oΨøŠ¯gwΥ $tΡâö∆r& u™!%y` $£ϑs9uρ ∩∈∠∪
zö∆r& (#þθãèt7¨?$#uρ …ã&s#ߙ①(#öθ|Átãuρ öΝÍκÍh5u‘ ÏM≈tƒ$t↔Î/ (#ρ߉ysy_ ( ׊%tæ y7ù=Ï?uρ ∩∈∇∪ 7áŠÎ=xî A>#x‹tã
#YŠ%tæ ¨βÎ) Iωr& 3 Ïπyϑ≈uŠÉ)ø9$# tΠöθtƒuρ ZπuΖ÷ès9 $u‹÷Ρ‘‰9$# ÍνÉ‹≈yδ ’Îû (#θãèÎ7ø?é&uρ ∩∈®∪ 7‰ŠÏΖtã A‘$¬7y_ Èe≅ä.
34
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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11. Sura Hüd
“Confabulaos todos contra mí”. Y lo mismo dijo el Profeta Muåammad a Quraiœ; y dijo
Nüå, sobre él la paz:
(71-ﺲﻮﻧﻢ( )ﻳ ﺮﻛﹶﺎ َﺀ ﹸﻛ ﺷ ﻭ ﻢ ﺮ ﹸﻛ ﻣ ﻮﺍ ﹶﺃﻤﻌ ﺟ ) ﹶﻓﹶﺄ
“¡Confabulaos con vuestros ídolos en la deci-
sión que vayáis a tomar!” (Ÿünus-10:71)
Se refiere al Profeta Muåammad , porque no había en su época más profeta que él.
Sin embargo, en la otra äya emplea el plural porque el que desmiente a un mensajero
los habrá desmentido a todos; y fueron de tal manera que aunque les hubiesen enviado mil
mensajeros, los habrían negado a todos; “Siguiendo a todo prepotente rebelde”. Es decir, al
soberbio y arrogante que no acepta la verdad ni la acata.
36
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
uθèδ ( …çνçöxî >µ≈s9Î) ô⎯ÏiΒ /ä3s9 $tΒ ©!$# (#ρ߉ç6ôã$# ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% 4 $[sÎ=≈|¹ öΝèδ%s{r& yŠθßϑrO 4’n<Î)uρ ®
Ò=ƒÌs% ’În1u‘ ¨βÎ) 4 ϵø‹s9Î) (#þθç/θè? ¢ΟèO çνρãÏøóFt ó™$$sù $pκÏù óΟä.tyϑ÷ètGó™$#uρ ÇÚö‘F{$# z⎯ÏiΒ Νä.r't±Ρr&
〈 ∩∉⊇∪ Ò=‹Åg’Χ
“Y a los ¥amüd [les enviamos] a su hermano Çäleå. Dijo: ¡Oh
pueblo mío! Adorad a Alläh: no existe otra divinidad salvo
Él. Él os creó de la Tierra y os hizo vivir en ella. Implorad Su
perdón y arrepentíos; ciertamente mi Señor está próximo y
responde”. (61)
“Él os creó de la Tierra y os hizo vivir en ella”. Es decir, os hizo habitantes de la Tierra;
según Zaid ibn Aslam, les ordenó construir los edificios y residencias que necesitaran para
vivir, y sembrar árboles; y se ha dicho que les inspiró habitar la Tierra y dedicarse a su cultivo,
la siembra y surcar los ríos.
Sobre la donación de una casa para vivir, se transmitió de Ÿäbir ibn ªAbdelläh que dijo
el Mensajero de Alläh : “La donación vitalicia de una casa que un hombre hiciera a otro sería
para éste y sus descendientes, pues dijo: Te la doy a ti y a tus descendientes, siempre que
quede alguno de ellos, ya que será para quien se le dé. Y no vuelve a su dueño, ya que ha sido
una donación que pasa a ser de los herederos”.
߉ç7÷ètƒ $tΒ y‰ç7÷è¯Ρ βr& !$uΖ9yγ÷Ψs?r& ( !#x‹≈yδ Ÿ≅ö6s% #vθã_ötΒ $uΖŠÏù |MΨä. ô‰s% ßxÎ=≈|Á≈tƒ (#θä9$s% ®
βÎ) óΟçF÷ƒu™u‘r& ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% ∩∉⊄∪ 5=ƒÍß∆ ϵø‹s9Î) !$tΡθããô‰s? $£ϑÏiΒ 7e7x© ’Å∀s9 $uΖ¯ΡÎ)uρ $tΡäτ!$t/#u™
÷βÎ) «!$# š∅ÏΒ ’ÎΤãÝÁΖtƒ ⎯yϑsù ZπtΗôqy‘ çµ÷ΖÏΒ ©Í_8s?#u™uρ ’În1§‘ ⎯ÏiΒ 7πoΨÉit/ 4’n?tã àMΖà2
Zπtƒ#u™ öΝà6s9 «!$# èπs%$tΡ ⎯ÍνÉ‹≈yδ ÏΘöθs)≈tƒuρ ∩∉⊂∪ 9Å¡øƒrB uöxî ©Í_tΡρ߉ƒÌ“s? $yϑsù ( …çµçFøŠ|Átã
∩∉⊆∪ Ò=ƒÌs% Ò>#x‹tã ö/ä.x‹è{ù'u‹sù &™þθÝ¡Î0 $yδθ¡yϑs? Ÿωuρ «!$# ÇÚö‘r& þ’Îû ö≅à2ù's? $yδρâ‘x‹sù
∩∉∈∪ 5>ρä‹õ3tΒ çöxî î‰ôãuρ šÏ9≡sŒ ( 5Θ$−ƒr& sπsW≈n=rO öΝà2Í‘#yŠ ’Îû (#θãè−Gyϑs? tΑ$s)sù $yδρãs)yèsù
Ä“÷“Åz ô⎯ÏΒuρ $¨ΨÏiΒ 7πyϑômtÎ/ …çµèy tΒ (#θãΖtΒ#u™ š⎥⎪Ï%©!$#uρ $[sÎ=≈|¹ $uΖø‹¯gwΥ $tΡâö∆r& u™!$y_ $£ϑn=sù
èπysøŠ¢Á9$# (#θßϑn=sß š⎥⎪Ï%©!$# x‹s{r&uρ ∩∉∉∪ Ⓝ͓yèø9$# ‘“Èθs)ø9$# uθèδ š−/u‘ ¨βÎ) 3 >‹Í≥ÏΒöθtƒ
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11. Sura Hüd
(#ρãxŸ2 (#yŠθßϑrO ¨βÎ) Iωr& 3 !$pκÏù (#öθuΖøótƒ öΝ©9 βr(x. ∩∉∠∪ š⎥⎫ÏϑÏW≈y_ öΝÏδÌ≈tƒÏŠ ’Îû (#θßst7ô¹r'sù
“Dijeron: ¡Oh Çäleå! Teníamos esperanzas antes de esto”. Es decir, teníamos esperan-
zas de que fueras un señor entre nosotros antes de tu llamada de la Profecía.
“¿Quién me protegerá de Alläh si Le desobedezco?” Es decir, nadie me socorrerá si Le
desobedezco. “¡No lograríais con ello más que aumentar mi perdición!” Es decir, mi extravío
y mi alejamiento del bien, según Al-Farrä, y la perdición sería para ellos y no para él, Alläh le
bendiga y le dé paz; o también, según Ibn ªAbbäs: no haríais más que aumentar sobre mí, con
vuestras objeciones de la religión de vuestros padres, el conocimiento evidente de vuestra
perdición.
“¡Oh pueblo mío! Esta camella de Alläh es para vosotros un signo”. En el pronombre
“esta” hay una indicación y advertencia, o sea, la camella de Alläh, porque la sacó para ellos de
un monte – según lo que pidieron – para que creyeran; y se dijo que la sacó de una roca maci-
za aislada en la dirección de las piedras, llamada “al-käµiba”, o la duna arenosa; y cuando hubo
salido la camella – como habían pedido -, les dijo el profeta de Alläh, Çäleå: “Esta camella de
Alläh es para vosotros un signo: dejadla que coma”.
“Dijo: Disfrutad en vuestros hogares durante tres días”. Es decir, les dijo Çäleå: ¡Dis-
frutad de las gracias de Alläh antes del castigo! La desjarretaron el miércoles, y disfrutaron de
ella el jueves, el viernes y el sábado; y les llegó el castigo el domingo; permanecieron tres días
38
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
porque la cría de la camella berreó tres veces: el primer día amarillearon sus colores, el se-
gundo enrojecieron, y el tercero ennegrecieron; hasta que perecieron al cuarto día.
“… salvamos a Çäleå y a los creyentes, por Nuestra misericordia, de la humillación de
aquel día”. Es decir, del castigo humillante de aquel día. “El estrépito sorprendió a los injus-
tos”. Es decir, el cuarto día un grito ensordecedor y estrepitoso los mató; se ha dicho que fue
un grito de Ÿibrïl; o un grito del cielo en el que sonaron todos los rayos y todas las cosas de la
tierra, de forma que se hicieron pedazos sus corazones y murieron. Y en el tafsïr se dijo:
Cuando tuvieron la certeza del castigo se dijeron unos a otros: ¿En qué situación os veríais si
os llegara la orden por sorpresa? Dijeron: ¿Qué haríamos entonces? Pues, cogieron sus espa-
das, sus lanzas y sus pertrechos, y eran, según se ha dicho, doce mil tribus, y en cada tribu
doce mil combatientes; así pues, se apostaron en los caminos y desfiladeros, pretendiendo
enfrentarse al castigo. Alläh, el Altísimo, inspiró al ángel encargado del sol que los castigara
con su calor; entonces, el sol se acercó a sus cabezas, sus manos se les asaron y sus lenguas se
quedaron colgando sobre sus pechos de la sed; y murieron todos los animales que había con
ellos; eso hizo que el agua de las fuentes hirviera entrando en ebullición hasta alcanzar el
cielo; era tan fuerte el calor del agua que aniquilaba todo aquello sobre lo que caía; y mientras
tanto, Alläh, el Altísimo, inspiró al ángel de la muerte que no tomara sus almas, como un cas-
tigo para ellos, hasta que no se ocultara el sol; y se apoderó de ellos el grito hasta que perecie-
ron; “… que amanecieron en sus casas caídos de bruces”. Es decir, yacían boca abajo y pega-
dos a la tierra como cuando los pájaros se posan en ella.
βr& y]Î7s9 $yϑsù ( ÖΝ≈n=y™ tΑ$s% ( $Vϑ≈n=y™ (#θä9$s% 2”uô³ç6ø9$$Î/ tΛ⎧Ïδ≡tö/Î) !$uΖè=ߙ①ôNu™!%y` ô‰s)s9uρ ®
ôMs3ÅsŸÒsù ×πyϑÍ←!$s% …çµè?r&zö∆$#uρ ∩∠⊃∪ 7Þθä9 ÏΘöθs% 4’n<Î) !$uΖù=Å™ö‘é& !$¯ΡÎ) ô#y‚s? Ÿω (#θä9$s% 4 Zπx‹Åz
39
11. Sura Hüd
así pues todo el que paraba en su casa era honrado con su hospitalidad; pues, pasaron a llevar-
le buenas noticias. Él pensó que eran huéspedes cuando en realidad eran Ÿibrïl, Mïkä°ïl e
Isräfïl, sobre ellos la paz, según lo dicho por Ibn ªAbbäs. Dijo Aî-Îaååäk: Eran nueve; y As-
Sudï dijo que eran once ángeles con aspecto de jóvenes de rostro hermoso: “… con las buenas
nuevas”, o sea, le anunciaron que eran emisarios de Alläh, Poderoso y Majestuoso, para noti-
ficarle que no temiera nada. “Y no tardó en venir con un becerro asado”. Esta äya demuestra
que es de las normas de la educación con el huésped, obsequiarlo con presentes de forma
inmediata; la hospitalidad es de las cualidades más honorables (makärim al-ajläq) en la edu-
cación islámica, y caracterizaba con ella a los Profetas y hombres justos. Pero, no es obligato-
ria, según la generalidad de la gente de conocimiento; por el dicho del Profeta : “La hospita-
lidad son tres días, se recomienda obsequiar con un día y una noche, y todo lo que sea de más
es çadaqa”. En otro åadïµ: “Quien crea en Alläh y en el Último Día que honre a su vecino; y
quien crea en Alläh y en el Último Día que honre a su huésped”.
Mencionó Aö-Öabarï que cuando Ibrähïm les ofreció el becerro asado dijeron: No co-
memos alimentos sino es con un precio; les dijo: Su precio es que mencionéis a Alläh al co-
mienzo de la comida y Le deis alabanzas al final. Dijo entonces Ÿibrïl a sus compañeros: ¡Por
derecho eligió Alläh a éste como amigo íntimo (jalïl)! Dijeron nuestros ulemas: Y no comieron
porque los ángeles no comen; pero era posible que lo hicieran, porque de la misma manera
que Alläh facilita a los ángeles la forma humana en su cuerpo y aspecto, también facilita que
puedan comer.
Esto de recordar el nombre de Alläh antes de las comidas y darle alabanzas al final de
ellas, ya estaba legislado para los pueblos anteriores; pues, se menciona en las ‘isrä°ïliyät’ que
Ibrähïm, sobre él la paz, no solía comer solo, y cuando estaba presente su comida buscaba
quien la compartiera con él. Un día encontró a un hombre que cuando se sentó con él a comer
le dijo: ¡Nombra a Alläh! Contestó el hombre: ¿No sé qué es Alläh? Le dijo: ¡Deja mi comida!
Cuando hubo salido, descendió Ÿibrïl sobre Ibrähïm y le dijo: Alläh dice que verdaderamente
Él le proveerá a pesar de su incredulidad durante la duración de su vida, y tú le has escatima-
do un bocado; salió entonces Ibrähïm angustiado, arrastrando su capa, y le dijo al hombre:
¡Vuelve! Contestó: ¡No vuelvo hasta que me digas porqué me has rechazado sin darme expli-
caciones! Entonces, le informó del asunto; y le dijo: ¡Éste es un Señor Generoso! ¡Creo en Él!
Entró de nuevo en casa nombrando a Alläh y comió siendo creyente.
“Y su mujer, que estaba de pie, se rió”. Es decir, de pie de tal forma que veía a los ánge-
les; o detrás de una cortina, o sirviendo a los ángeles y él sentado, según se ha dicho; pues
cuando Ibrähïm quería honrar a sus huéspedes, solía levantarse su mujer Sara a servirles; “y
le anunciamos a Isåäq”. Dijo Al-Farrä: Aquí hay anteposición y posposición, y significa: Le
anunciamos la buena nueva de Isåäq y se rió; es decir, se rió por la alegría del hijo siendo ya
anciana; y cuando nació Ismaªïl el hijo de Ibrähïm, nacido de Häÿar, deseó Sara tener un hijo,
pero perdió la esperanza por su avanzada edad; entonces le fue anunciada la buena nueva de
un hijo que sería profeta y que engendraría otro profeta; así que eso fue una buena anuncia-
ción para ella porque vería a su nieto, cuando dijo: “y después de Isåäq a Yaªqüb”. Y An-
Nuåäs dijo en otra interpretación: Cuando ellos se negaron a comer, él se lo recriminó y tuvo
miedo; pero, cuando le dijeron, no temas; y le anunciaron que eran enviados de Alläh, se ale-
gró por ello, y su mujer se rió por la alegría de él.
40
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Ò=‹Éftã í™ó©y´s9 #x‹≈yδ χÎ) ( $¸‚ø‹x© ’Í?÷èt/ #x‹≈yδuρ ×—θàftã O$tΡr&uρ à$Î!r&u™ #©tLn=÷ƒuθ≈tƒ ôMs9$s% ®
〈 ∩∠⊄∪
“Dijo: ¡Ay de mí! ¿Cómo voy a dar a luz si soy anciana, y éste
mi marido también es un anciano? ¡Realmente, esto es algo
asombroso!” (72)
“Dijo: ¡Ay de mí! ¿Cómo voy a dar a luz si soy anciana?” Dijo Muÿähid: Sara era una
mujer de noventa y nueve años; mientras que Ibrähïm, según se dijo, tenía ciento veinte años;
y Sara, esposa de Ibrähïm, era hija de Härün ibn Näåür, hija del tío de Ibrähïm.
“¡Realmente, esto es algo asombroso!” Es decir, la buena nueva que me has anunciado
es una cosa maravillosa.
Ó‰ŠÏΗxq …絯ΡÎ) 4 ÏMøt7ø9$# Ÿ≅÷δr& ö/ä3ø‹n=tæ …çµçF≈x.tt/uρ «!$# àMuΗ÷qu‘ ( «!$# ÌøΒr& ô⎯ÏΒ t⎦⎫Î7yf÷ès?r& (#þθä9$s% ®
〈 ∩∠⊂∪ Ó‰‹Åg¤Χ
“Dijeron: ¿Te asombras del mandato de Alläh? ¡Que la mise-
ricordia de Alläh y Su bendición sean con vosotros, gente de
la casa! Verdaderamente, Él es Digno de alabanza, Glorio-
so”. (73)
“Dijeron: ¿Te asombras del mandato de Alläh?” Cuando dijo la esposa de Ibrähïm: “si
soy anciana, y éste, mi marido, también es un anciano”; dijo eso asombrada y los ángeles le
recriminaron su asombro del mandato de Alläh; es decir, de Su dictamen y Su decreto; o sea,
no hay nada de extraño en que Alläh os provea de un hijo que sea Isåäq; porque le fue anun-
ciado que Isåäq viviría hasta tener un hijo llamado Yaªqüb; dijo Al-Åäfië ibn Kaµïr en su Tafsïr
al-Qur°än: Le anunciamos a Sara que tendría un hijo y que éste, a su vez, tendría otro de su
descendencia; de manera que Yaªqüb era hijo de Isåäq; y de aquí es de dónde toman la prueba
de que el sacrificado era Ismaªïl, ya que es imposible que fuese Isåäq porque el anuncio de
Isåäq va unido a que tendría un hijo llamado Yaªqüb; ¿Cómo, pues, iba a serle ordenado a
Ibrähïm sacrificarle siendo un niño pequeño cuando aún no le había nacido Yaªqüb, al cuál se
le había prometido la existencia? Y se tratará de esto ampliamente en el sura de Las Filas, in
œä° Alläh.
“¡Que la misericordia de Alläh y Su bendición sean con vosotros, gente de la casa!” La
bendición o la baraka significa crecer y aumentar, y de esas bendiciones han venido todos los
profetas y enviados descendientes de los hijos de Ibrähïm y Sara. Se relató de ªAlï que dijo:
41
11. Sura Hüd
Entré en la mezquita estando el Profeta con un grupo de sus compañeros y dije: ¡Assalämu
ªaleikum! (¡Que la paz sea con vosotros!) Contestó: “¡Wa ªaleikum assaläm wa raåmatulläh!
(¡Y con vosotros sea la paz y la misericordia de Alläh!) Veinte para mí y diez para ti”. Dijo:
Entré después por segunda vez y dije: ¡Assalämu ªaleikum wa raåmatulläh! Y dijo: “¡Wa ªalei-
kum assaläm wa raåmatullähi wa barakätuh! Treinta para mí y veinte para ti”. Luego entré
por tercera vez y dije: ¡Assalämu ªaleikum wa raåmatullähi wa barakätuh! Dijo: “Wa ªaleikum
assaläm wa raåmatullähi wa barakätuh. Treinta para mí y treinta para ti; tú y yo en la paz
somos iguales”.
¨βÎ) ∩∠⊆∪ >Þθä9 ÏΘöθs% ’Îû $uΖä9ω≈pgä† 3“uô³ç6ø9$# çµø?u™!%y`uρ äí÷ρ§9$# tΛ⎧Ïδ≡tö/Î) ô⎯tã |=yδsŒ $£ϑn=sù ®
Les dijo: ¿Qué os parece si hubiera entre ellos cincuenta musulmanes, acaso los aniqui-
laríais? Dijeron: ¡No! Dijo: ¿Y cuarenta? Dijeron: ¡No! Dijo: ¿Y treinta? Dijeron: ¡No! Dijo: ¿Y
veinte? Dijeron: ¡No! Dijo: Y si hay entre ellos diez. Dijeron: ¡No! Dijo Qatäda: Dijo, es decir
Ibrähïm: Una gente en la que no haya entre ellos diez musulmanes, no hay bien alguno; tam-
bién se ha dicho que Ibrähïm dijo: ¿Qué os parece si entre ellos hubiera un solo hombre mu-
sulmán, acaso los aniquilarías? Dijeron: ¡No! Entonces, dijo Ibrähïm:
ﺖ
ﻧﻪ ﻛﹶﺎ ﺗﺮﹶﺃ ﻣ ﺍ ﻪ ﹺﺇ ﱠﻻ ﻫ ﹶﻠ ﻭﹶﺃ ﻨﻪﻴﺠ
ﻨ ﹺ ﺎ ﹶﻟﻨﻴﻬﻦ ﻓ ﻤ ﹺﺑﻋ ﹶﻠﻢ ﹶﺃﺤﻦ
ﻧ ﺎ ﻟﹸﻮﻃﹰﺎ ﻗﹶﺎﻟﹸﻮﺍﻴﻬ)ﹺﺇ ﱠﻥ ﻓ
(32-ﻮﺕﻨ ﹶﻜﺒ ﻌ ﻦ( )ﺍﹾﻟ ﺎﹺﺑﺮﹺﻳﻦ ﺍﹾﻟﻐ ﻣ
42
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“¡Ibrähïm! ¡Desiste de esto!” Es decir, deja la discusión en torno a la gente de Lut; “el
mandato de tu Señor ha venido”. Es decir, Su castigo para ellos; “y ciertamente les alcanza-
rá”. Es decir, descenderá sobre ellos; “un castigo irremediable”, que nadie lo podrá apartar.
Ò=ŠÅÁtã îΠöθtƒ #x‹≈yδ tΑ$s%uρ %Yæö‘sŒ öΝÍκÍ5 s−$|Êuρ öΝÍκÍ5 u™û©Å› $WÛθä9 $uΖè=ߙ①ôNu™!%y` $£ϑs9uρ ®
ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% 4 ÏN$t↔ÍhŠ¡¡9$# tβθè=yϑ÷ètƒ (#θçΡ%x. ã≅ö7s% ⎯ÏΒuρ ϵø‹s9Î) tβθããtöκç‰ …çµãΒöθs% …çνu™!%y`uρ ∩∠∠∪
óΟä3ΖÏΒ }§øŠs9r& ( þ‘Ïø‹|Ê ’Îû Èβρâ“øƒéB Ÿωuρ ©!$# (#θà)¨?$$sù ( öΝä3s9 ãyγôÛr& £⎯èδ ’ÎA$uΖt/ Ï™Iωàσ¯≈yδ
$tΒ ÞΟn=÷ètGs9 y7¯ΡÎ)uρ 9d,ym ô⎯ÏΒ y7Ï?$uΖt/ ’Îû $uΖs9 $tΒ |M÷ΗÍ>tã ô‰s)s9 (#θä9$s% ∩∠∇∪ Ó‰‹Ï©§‘ ×≅ã_u‘
öΝà6ΖÏΒ ôMÏtGù=tƒ Ÿωuρ È≅ø‹©9$# z⎯ÏiΒ 8ìôÜÉ)Î/ šÏ=÷δr'Î/ Îó r'sù ( y7ø‹s9Î) (#þθè=ÅÁtƒ ⎯s9 y7În/u‘ ã≅ß™â‘
ßxö6Á9$# }§øŠs9r& 4 ßxö6Á9$# ãΝèδy‰ÏãöθtΒ ¨βÎ) 4 öΝåκu5$|¹r& !$tΒ $pκâ:ÅÁãΒ …絯ΡÎ) ( y7s?r&zö∆$# ωÎ) î‰tnr&
⎯ÏiΒ Zοu‘$yfÏm $yγøŠn=tã $tΡösÜøΒr&uρ $yγn=Ïù$y™ $yγuŠÎ=≈tã $oΨù=yèy_ $tΡâö∆r& u™!$y_ $£ϑn=sù ∩∇⊇∪ 5=ƒÌs)Î/
7‰‹Ïèt7Î/ š⎥⎫ÏϑÎ=≈©à9$# z⎯ÏΒ }‘Ïδ $tΒuρ ( šÎn/u‘ y‰ΖÏã ºπtΒ§θ|¡•Β ∩∇⊄∪ 7ŠθàÒΖ¨Β 9≅ŠÉdfÅ™
〈 ∩∇⊂∪
“Y cuando Nuestros mensajeros llegaron a Lüö, éste se pre-
ocupó y se apenó, y exclamó: ¡Éste es un día terrible! (77) Su
gente, que antes había estado cometiendo atrocidades, acu-
dió a él apresuradamente; dijo: ¡Pueblo mío! Aquí tenéis a
mis hijas, ellas son más puras para vosotros; así pues, te-
med a Alläh y no me avergoncéis con mis huéspedes. ¿Es que
no hay entre vosotros ningún hombre recto? (78) Dijeron:
Ya sabes que no tenemos ningún derecho sobre tus hijas, y
sabes lo que realmente queremos. (79) Dijo: Ojalá tuviera
fuerza contra vosotros o un fuerte apoyo al que recurrir.
(80) Dijeron: ¡Lüö! Somos enviados de tu Señor y no podrán
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11. Sura Hüd
Y él (el Profeta) es un padre para ellos, según la lectura que hace Ibn Masªüd.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Ellas son más puras para vosotros”. Es decir, es más lícito para desposarlas. Dijo Ibn
ªAbbäs: Sus jefes le habían pedido a sus hijas y no les respondió, y ese día quiso rescatar a sus
huéspedes por sus hijas; “así pues, temed a Alläh y no me avergoncéis con mis huéspedes”. Es
decir, no me despreciéis ni me humilléis ni escandalicéis; “¿Es que no hay entre vosotros
ningún hombre recto?”, o sea, enérgico y firme en el mandato de lo lícito y la prohibición de lo
ilícito. Se relató que la gente de Lüö pidió desposarse con sus hijas y los rechazó, y entre ellos
era la costumbre que si a uno le era rechazada la petición de una mujer, jamás le sería lícita, y
eso es Su dicho: “Dijeron: Ya sabes que no tenemos ningún derecho sobre tus hijas”; es decir,
es decir, no son ellas las que queremos, ni es nuestra costumbre pedirlas; “… y sabes lo que
realmente queremos”, como una indicación hacia los huéspedes.
“Dijo: Ojalá tuviera fuerza contra vosotros o un fuerte apoyo al que recurrir”. Cuan-
do vio la persistencia y obstinación de sus abominables deseos, y se sintió débil ante ellos sin
capacidad para defenderlos, anheló encontrar ayuda para rechazarlos; “… o un fuerte apoyo al
que recurrir”, y en el que refugiarme; y literalmente significa “rincón” con el que Lüö se refiere
a la familia o una tribu fuerte que le defendiera. Recogió Al-Bujärï una transmisión de Abü
Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “¡Alläh se compadezca de Lüö, que buscó refugio en
un fuerte apoyo!” Se relató que Lüö, sobre él la paz, cuando se vio superado por su pueblo,
querían romper la puerta para echarla abajo, y, él se agarró a ella sujetándola; entonces, le
dijeron los mensajeros: ¡Apártate de la puerta! Así lo hizo, y se abrió la puerta; entonces,
Ÿibrïl los golpeó con su ala en los ojos dejándolos ciegos, por lo que salieron huyendo buscan-
do salvarse; como dijo Alläh, el Altísimo:
(37-ﺮﻢ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻘﻤ ﻬ ﻨﻋﻴ ﺎ ﹶﺃﺴﻨ
ﻤ ﻪ ﹶﻓ ﹶﻄ ﻔ ﻴ ﺿ
ﻦ ﻋ ﻩ ﻭﻭﺩ ﺍﺪ ﺭ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
“Intentaron seducir a sus huéspedes y cegamos
sus ojos”. (La Luna-54:37)
“Dijeron: ¡Lüö! Somos enviados de tu Señor”. Cuando vieron los mensajeros su triste-
za, su preocupación y su pugna con ellos, se dieron a conocer; y cuando él supo que eran en-
viados hizo posible a su pueblo la entrada; entonces Ÿibrïl hizo pasar su mano por sus ojos y
quedaron ciegos, y por sus manos y se secaron; “… y no podrán acceder a ti”, con mal alguno;
“Sal con tu familia en mitad de la noche”. Es decir, en la oscuridad de la noche; “… y que
ninguno de vosotros se vuelva”. Es decir, que no mire nadie tras él, o que nadie se quede
atrás, o que nadie se entretenga en la riqueza o enseres que deja, según dijeron Muÿähid, Ibn
ªAbbäs y ªAlï ibn ªÏsä respectivamente. “Sólo lo hará tu mujer”. O sea, sólo se volverá tu mu-
jer como excepción de la familia, que cuando oyó el estrépito del castigo se volvió y dijo: ¡Oh
mi gente! Entonces, la alcanzó una piedra y la mató. “Pues a ella le va a suceder la misma
desgracia que a ellos y su cita es el alba”. Es decir, el mismo castigo; y cuando los ángeles
dijeron: “Ciertamente, nosotros destruiremos a los habitantes de esta ciudad”, dijo Lüö:
¡Ahora, ahora! Les apresuró con el castigo por lo ofendido que estaba con ellos; pues, dijeron:
“¿Acaso no está el alba cercana?” Es decir, se comprende que hizo que fuese el alba el mo-
mento de su aniquilación porque en ese tiempo las almas están más apacibles. Dijo un mufas-
sir: Realmente, Lüö salió al alba con sus dos hijas solamente, y los ángeles le dijeron: ¡Cierta-
mente, Alläh ha delegado en esta ciudad a unos ángeles y con ellos la voz del trueno, el arreba-
to raudo y veloz del relámpago, e inmensos estruendos! Y les hemos mencionado que Lüö
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11. Sura Hüd
saldrá, no le dañéis pues; y le ordenaron que no se volviese ni tampoco sus hijas para que no
les aterrorizara lo que vieran; partió Lüö y Alläh le hizo atravesar la Tierra rápidamente hasta
que se salvó y llegó a Ibrähïm.
“Cuando llegó Nuestro mandato”. Es decir, cuando llegó Nuestro castigo; “… pusimos
lo de arriba abajo”. Y eso fue que Ÿibrïl, sobre él la paz, introdujo su ala por debajo de las
ciudades del pueblo de Lüö, que eran cinco: Sadüm – la más grande - , ªÄmürä, Dädümä,
Îaªühu y Qatam; las levantó de los bordes de la Tierra hasta el cielo con lo que había en ellas,
hasta que la gente del cielo oyó el rebuzno de sus burros y el canto de sus gallos, ellos cayeron
de bruces y Alläh los persiguió con las piedras; “… e hicimos llover sobre ellos piedras de
arcilla una tras otra”; como en Su dicho:
(33-ﺎﺕﲔ( )ﺍﻟﺬﱠﺍ ﹺﺭﻳﻦ ﻃ ﻣ ﺓﺎﺭﺣﺠ ﻢ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﻞﺮﺳ ﻨﻟ)
“Para mandar contra ellos piedras de arcilla”.
(Los Torbellinos-51:33)
“… asignadas junto a tu Señor”. Es decir, Alläh las preparó para Sus enemigos injustos
y las marcó como selladas y escrito en ellas el nombre de su destinatario; “y no están lejos de
los injustos”. Significa que las piedras no están lejos de los injustos de tu pueblo, oh Muåam-
mad. Se relató que el Profeta dijo: “Al final de mi pueblo habrá una gente cuyos hombres se
emparejaran con los hombres y las mujeres con las mujeres; y cuando eso sea, aguardad el
castigo de la gente de Lüö y que Alläh les envíe piedras de arcilla”; y después recitó: “… y no
están lejos de los injustos”.
( …çνçöxî >µ≈s9Î) ô⎯ÏiΒ Νà6s9 $tΒ ©!$# (#ρ߉ç7ôã$# ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% 4 $Y6ø‹yèä© óΟèδ%s{r& t⎦t⎪ô‰tΒ 4’n<Î)uρ * ®
öΝà6ø‹n=tæ ß∃%s{r& þ’ÎoΤÎ)uρ 9ösƒ¿2 Νà61u‘r& þ’ÎoΤÎ) 4 tβ#u”Ïϑø9$#uρ tΑ$u‹ò6Ïϑø9$# (#θÝÁà)Ζs? Ÿωuρ
Ÿωuρ ( ÅÝó¡É)ø9$$Î/ šχ#u”Ïϑø9$#uρ tΑ$u‹ò6Ïϑø9$# (#θèù÷ρr& ÏΘöθs)≈tƒuρ ∩∇⊆∪ 7Ý‹Ït’Χ 5Θöθtƒ z>#x‹tã
×öyz «!$# àM§‹É)t/ ∩∇∈∪ t⎦⎪ωšøãΒ ÇÚö‘F{$# †Îû (#öθsW÷ès? Ÿωuρ öΝèδu™!$u‹©
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|MΡV{ š¨ΡÎ) ( (#àσ¯≈t±nΣ $tΒ $oΨÏ9≡uθøΒr& þ’Îû Ÿ≅yèø¯Ρ βr& ÷ρr& !$tΡäτ!$t/#u™ ߉ç7÷ètƒ $tΒ x8çøI¯Ρ βr& š‚âæ∆ù's?
çµ÷ΖÏΒ ©Í_s%y—u‘uρ ’În1§‘ ⎯ÏiΒ 7πoΨÉit/ 4’n?tã àMΖä. βÎ) óΟçF÷ƒ™u u‘r& ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% ∩∇∠∪ ߉ŠÏ©§9$# ÞΟŠÎ=y⇔ø9$#
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Ÿω ÏΘöθs)≈tƒuρ ∩∇∇∪ Ü=ŠÏΡé& ϵø‹s9Î)uρ àMù=©.uθs? ϵø‹n=tã 4 «!$$Î/ ωÎ) þ’Å+ŠÏùöθs? $tΒuρ 4 àM÷èsÜtGó™$# $tΒ
46
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
tΠöθs% ÷ρr& >Šθèδ tΠöθs% ÷ρr& ?yθçΡ tΠöθs% z>$|¹r& !$tΒ ã≅÷WÏiΒ Νà6t7ŠÅÁムβr& þ’Í∋$s)Ï© öΝä3¨ΨtΒÌøgs†
¨βÎ) 4 ϵø‹s9Î) (#þθç/θè? §ΝèO öΝà6−/u‘ (#ρãÏøótGó™$#ρu ∩∇®∪ 7‰‹Ïèt7Î/ Νà6ΖÏiΒ 7Þθä9 ãΠöθs% $tΒuρ 4 8xÎ=≈|¹
$uΖŠÏù y71ut∴s9 $¯ΡÎ)uρ ãΑθà)s? $£ϑÏiΒ #ZÏVx. çµs)øtΡ $tΒ Ü=ø‹yèà±≈tƒ (#θä9$s% ∩®⊃∪ ׊ρߊuρ ÒΟŠÏmu‘ †În1u‘
þ‘ÏÜ÷δu‘r& ÉΘöθs)≈tƒ tΑ$s% ∩®⊇∪ 9“ƒÌ“yèÎ/ $uΖøŠn=tã |MΡr& !$tΒuρ ( y7≈oΨ÷Ηsdts9 y7äÜ÷δu‘ Ÿωöθ9s uρ ( $Z‹Ïè|Ê
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#Y‰÷èç/ Ÿωr& 3 !$pκÏù (#öθuΖøótƒ óΟ©9 βr(x. ∩®⊆∪ š⎥⎫ÏϑÏW≈y_ öΝÏδÌ≈tƒÏŠ ’Îû (#θßst7ô¹'r sù èπysøŠ¢Á9$#
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11. Sura Hüd
48
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ello si son creyentes. “Y yo no soy vuestro guardián”. Es decir, yo no soy un vigilante sobre
vosotros para ver si dais la medida y el peso justos.
“Dijeron: ¡Œuªaib! ¿Es que tus oraciones te ordenan que dejemos aquello que adora-
ban nuestros padres?” Se relató que Œuªaib, sobre él la paz, solía rezar mucho, perseverando
en la adoración tanto obligatoria como voluntaria, y decía: La oración impide lo depravado e
ilícito; pero cuando les ordenó hacer unas cosas y les prohibió otras, éstos le vieron defectos
en su persistencia en la oración frecuente y se burlaron por ello; entonces le dijeron lo que
Alläh ha informado de ellos. Dijo Al-Åasan: No envió Alläh ningún profeta que no le haya
impuesto obligatoriamente el çalä y el zakä. “¿… y que no podamos hacer con nuestros bienes
lo que queramos?” Se relató de Zaid ibn Aslam que dijo: Entre las cosas que les prohibió esta-
ba la de cortar los dirhams; o también: Si nos complace mutuamente defraudar, ¿por qué nos
lo prohíbes? “¿Acaso crees que sólo tú eres el comprensivo y el rectamente guiado?” Le dije-
ron esto en señal de burla, como cuando dijeron los guardianes del Infierno a Abü Ÿahl:
(49-ﺎﻥﺪﺧ ( )ﺍﻟﺰ ﺍﹾﻟ ﹶﻜ ﹺﺮﱘ ﻌﺰﹺﻳ ﺖ ﺍﹾﻟ
ﻧﻚ ﹶﺃ
ﻧﻕ ﹺﺇ
) ﹸﺫ
“¡Gústalo! Tú que eres el poderoso, el noble”.
(El Humo-44:49)
¿Es que tus oraciones te ordenan que dejemos aquello que adoraban nuestros pa-
dres?” Le censuraron a Œuªaib que les ordenara dejar lo que adoraban sus padres, siendo él
verdaderamente un hombre comprensivo y recto; “¡Oh pueblo mío! ¿Qué os parece, si yo
tuviera una prueba evidente de mi Señor, y Él me proveyera de un generoso sustento?” Es
decir: ¿Acaso, por eso, no os voy a prohibir vuestro extravío? ¿O es que me ordenáis la des-
obediencia en la mezquindad y el fraude, cuando Alläh me ha hecho prescindir de ello?
“No creáis que os impondría algo que yo mismo no cumpliría”. Es decir, no os prohi-
biría algo a vosotros y yo incurriría en ello, como tampoco dejaría de hacer algo que yo os
hubiera ordenado; “sólo pretendo corregiros en aquello que pueda”. Es decir, sólo quiero
corregiros en lo que es justo para vuestra vida de este mundo, y en la adoración para la Otra
Vida.
“¡Oh pueblo mío! No permitáis que vuestra discrepancia conmigo…”. Es decir que
vuestra enemistad conmigo no sea causa para que os pase lo que ya les pasó a vuestros prede-
cesores, “y el pueblo de Lüö no queda muy lejos de vosotros”. Eso es porque la época de ellos
estaba próxima a la aniquilación del pueblo de Lüö.
“Dijeron: ¡Œuªaib! No comprendemos mucho de lo que dices”. Es decir, no entendemos
porqué nos llevas a asuntos de la Resurrección, y nos exhortas sobre aquello que no nos com-
pete; “y realmente te vemos débil entre nosotros”. Es decir, era débil porque había perdido la
vista; “si no fuera por la tribu a la que perteneces te lapidaríamos”.
“¡Vigilad, que yo también vigilo!” Es decir, esperad el castigo y la cólera de Alläh, que
yo también espero la ayuda y la misericordia; “y cuando Nuestra orden llegó”. Es decir, cuan-
do les dio Ÿibrïl el Grito y salieron sus almas de sus cuerpos; “… y el Grito sorprendió a los
injustos”. O sea, el Grito de Ÿibrïl. Dijo Ibn ªAbbäs: Alläh no ha aniquilado a dos pueblos con
un solo castigo, excepto al pueblo de Çäleå y al pueblo de Œuªaib juntos: Alläh los aniquiló con
el Grito; sólo que al pueblo de Çäleå lo castigó con el Grito desde debajo de ellos, y al pueblo
de Œuªaib los castigó desde encima de ellos.
49
11. Sura Hüd
⎯ϵ'ƒZ∼tΒuρ šχöθtãöÏù 4’n<Î) ∩®∉∪ A⎦⎫Î7•Β 9⎯≈sÜù=ß™uρ $uΖÏG≈tƒ$t↔Î/ 4©y›θãΒ $uΖù=y™ö‘r& ô‰s)s9uρ ®
Ïπyϑ≈uŠÉ)ø9$# tΠöθtƒuρ ZπuΖ÷ès9 ⎯ÍνÉ‹≈yδ ’Îû (#θãèÎ7ø?é&uρ ∩®∇∪ ߊρâ‘öθyϑø9$# ߊö‘Èθø9$# }§ø♥Î/uρ ( u‘$¨Ζ9$# ãΝèδyŠu‘÷ρr'sù
“Y enviamos a Müsä con Nuestros signos”. O sea, con la Torá; o con los milagros; “y
con la prueba evidente”. O sea, con el argumento claro, es decir, el bastón. “Sin embargo, la
orden de Faraón no era recta”. Es decir, no era indicadora hacia un bien. “Éste irá delante de
su pueblo el Día del Juicio y les conducirá al Infierno”. O sea, que los precederá en el Fuego
porque él era su jefe y los introducirá allí.
öΝßγ≈oΨôϑn=sß $tΒuρ ∩⊇⊃⊃∪ Ó‰‹ÅÁymuρ ÒΟÍ←!$s% $pκ÷]ÏΒ ( šø‹n=tã …çµÁà)tΡ 3“tà)ø9$# Ï™!$t6/Ρr& ô⎯ÏΒ y7Ï9≡sŒ ®
⎯ÏΒ «!$# Èβρߊ ⎯ÏΒ tβθããô‰tƒ ©ÉL©9$# ãΝåκçJyγ9Ï #u™ öΝåκ÷]tã ôMuΖøîr& !$yϑsù ( öΝåκ|¦àΡr& (#þθßϑn=sß ⎯Å3≈s9uρ
!#sŒÎ) y7În/u‘ ä‹÷{r& šÏ9≡x‹x.uρ ∩⊇⊃⊇∪ 5=ŠÎ7÷Gs? uöxî öΝèδρߊ#y— $tΒuρ ( y7În/u‘ âö∆r& u™!%y` $£ϑ©9 &™ó©x«
ô⎯yϑÏj9 ZπtƒUψ y7Ï9≡sŒ ’Îû ¨βÎ) ∩⊇⊃⊄∪ ωx© ÒΟŠÏ9r& ÿ…çνx‹÷{r& ¨βÎ) 4 îπuΗÍ>≈sß }‘δ
É uρ 3“tà)ø9$# x‹s{r&
$tΒuρ ∩⊇⊃⊂∪ ׊θßγô±¨Β ×Πöθtƒ y7Ï9≡sŒuρ â¨$¨Ψ9$# 絩9 ×íθßϑøg¤Χ ×Πöθtƒ y7Ï9≡sŒ 4 ÍοtÅzFψ$# z>#x‹tã t∃%s{
óΟßγ÷ΨÏϑsù 4 ⎯ϵÏΡøŒÎ*Î/ ωÎ) ë§øtΡ ãΝ¯=x6s? Ÿω ÏNù'tƒ tΠöθtƒ ∩⊇⊃⊆∪ 7Šρ߉÷è¨Β 9≅y_L{ ωÎ) ÿ…çνã½jzxσçΡ
∩⊇⊃∉∪ î,‹Îγx©uρ ×Ïùy— $pκÏù öΝλç m; Í‘$¨Ζ9$# ’Å∀sù (#θà)x© t⎦⎪Ï%©!$# $¨Βr'sù ∩⊇⊃∈∪ Ó‰‹Ïèy™uρ @’Å+x©
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
×Α$¨èsù y7−/u‘ ¨βÎ) 4 y7•/u‘ u™!$x© $tΒ ωÎ) ÞÚö‘F{$#uρ ÝV≡uθ≈uΚ¡¡9$# ÏMtΒ#yŠ $tΒ $pκÏù š⎥⎪Ï$Î#≈yz
߉ç7÷ètƒ $£ϑÏiΒ 7πtƒöÏΒ ’Îû à7s? Ÿξsù ∩⊇⊃∇∪ 7Œρ䋸gxΧ uöxî ¹™!$sÜtã ( y7•/u‘ u™!$x© $tΒ ωÎ) ÞÚö‘F{$#uρ
öΝåκz:ÅÁtΡ öΝèδθ—ùuθßϑs9 $¯ΡÎ)uρ 4 ã≅ö7s% ⎯ÏiΒ Νèδäτ!$t/#u™ ߉ç7÷ètƒ $yϑx. ωÎ) šχρ߉ç6÷ètƒ $tΒ 4 Ï™Iωàσ¯≈yδ
“… sino que ellos fueron injustos consigo mismos”. Es decir, por su incredulidad y des-
obediencia; “… y no hicieron sino causarles más ruina”, o sea, que la adoración de los ídolos
les arruinó la recompensa de la Otra Vida. “Así es el castigo de tu Señor cuando decide azotar
a las ciudades por su iniquidad”. Es decir, lo mismo que azotó las ciudades de Nüå, ªÄd y
¥amüd, puede también azotar a todas las ciudades que sean inicuas. En Çaåïå Muslim y At-
Tirmiæï se narra en un åadïµ de Abü Müsä que dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente,
Alläh, el Altísimo, deja gozar al injusto por largo tiempo; pero cuando lo castiga, no lo deja
51
11. Sura Hüd
escapar”. “… y será un Día del que todos serán testigos”. O sea, darán testimonio de ese Día,
tanto el virtuoso como el depravado; y también la gente del cielo. “El Día que se cumpla, na-
die hablará a no ser con Su permiso”. Significa que nadie hablará con argumentos que le
justifiquen ni habrá intercesión posible, excepto con Su permiso; pero, sólo hablarán para
reconocer sus faltas, para recriminarse unos a otros, lamentarse mutuamente, y para cargar
las culpas de unos a otros; como en Sus dichos:
(36-ﻼﺕ
ﺳ ﹶ ﺮ ﻭ ﹶﻥ( )ﺍﹾﻟﻤﺬﺭ ﺘﻌ ﻴﻢ ﹶﻓ ﻬ ﺆ ﹶﺫﻥﹸ ﹶﻟ ﻭ ﹶﻻ ﻳ )
“Ni se les permitirá excusarse”. (Los que son
enviados-77:36)
(27-ﺎﻓﱠﺎﺕﺎ َﺀﻟﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﺼﺘﺴﻳ ﺾ
ﻌ ﹴ ﺑ ﻋﻠﹶﻰ ﻢ ﻬ ﻌﻀ ﺑ ﺒ ﹶﻞﻭﹶﺃ ﹾﻗ )
“Irán unos a otros preguntándose”. (Las Filas-
37:27)
(111-ﻞﻨﺤﺎ( )ﺍﻟﺴﻬ
ِ ﻧ ﹾﻔ ﻦ ﻋ ﺩﻝﹸ ﺎﺗﺠ ﺲ
ﻧ ﹾﻔ ﹴ ﻲ ﹸﻛ ﱡﻞﺗ ﹾﺄﺗ ﻡ ﻮ ﻳ)
“El Día en que cada uno venga arguyendo en
favor de sí mismo”. (Las Abejas-16:111)
(24-ﺎﻓﱠﺎﺕﺴﺌﹸﻮﻟﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﺼ
ﻣ ﻢ ﻬ ﻧﻢ ﹺﺇ ﻫ ﻗﻔﹸﻮ ﻭ )
“Y detenedlos, porque van a ser preguntados”.
(Las Filas-37:24)
(39-ﻦﺣﻤ ﺮ ﺎ ﹼﻥ( )ﺍﻟﻭ ﹶﻻ ﺟ ﻧﺲﻪ ﹺﺇ ﻧﹺﺒﻦ ﹶﺫ ﻋ ﺴﹶﺄﻝﹸ
ﺬ ﹶﻻ ﻳ ﺌﻣﻴﻮ) ﹶﻓ
“Ese Día a ningún genio ni hombre se le pre-
guntará por sus faltas”. (El Misericordioso-
55:39)
Interpretaron unos diciendo que ese Día será largo y tendrá lugares y situaciones en las
que habrá algunas que se prohibirá hablar y en otras que se podrá hablar; eso indica que nadie
hablará sino es con Su permiso; “… y habrá quien sea desgraciado y quien sea feliz”: El des-
graciado será aquel al que se le decretó la desgracia, y el feliz aquel para el que se decretó la
felicidad. Se transmitió que cuando se reveló esta äya preguntó ªUmar ibn al-Jaööäb al Mensa-
jero de Alläh : ¡Oh Profeta de Alläh! ¿Entonces, para qué actuamos, para algo que ya ha
concluido, o para algo que aún no ha concluido? Dijo: Para algo que ya ha concluido, y que los
cálamos ya han escrito, oh ªUmar. Sin embargo, cada uno encontrará fácil aquello para lo que
ha sido creado. “… donde se oirán sus suspiros y gemidos”. Dijo Abü al-ªÄlia que los suspiros
salen del pecho y los gemidos de la garganta; y añadió Az-Zaÿÿäÿ que los suspiros son profun-
dos y los gemidos muy fuertes.
“Quedarán eternamente en él, mientras perduren los cielos y la Tierra”. Significa,
mientras perduren los cielos del Jardín y el Fuego y la tierra de ambos; y el cielo es todo lo que
está encima tuya y te da sombra, y la tierra es lo que sostiene tus pies; como en Su dicho:
(74-ﺮﺰﻣ ﺎ ُﺀ( )ﺍﻟﻧﺸ ﻴﺚﹸ ﺣ ﺔ ﻨﺠ
ﻦ ﺍﹾﻟ ﻣ ﺃﺒﻮﺘﻧ ﺽ
ﺭ ﺎ ﺍ َﻷﺭﹶﺛﻨ ﻭ ﻭﹶﺃ )
“Y nos hizo heredar la tierra del Paraíso, y
habitaremos donde queramos en él”. (Los Gru-
pos-39:74)
52
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y de Ibn ªAbbäs: El origen de todas las cosas creadas es de la luz del Trono, y los cielos
y la tierra en la Otra Vida serán devueltos a la luz que tomaron de él; de forma que ambos
perduraran siempre en la luz del Trono.
“… salvo que tu Señor disponga otra cosa”. Abü Naîra transmitió del Mensajero de
Alläh : “Salvo a quien [Alläh] no quiera introducir aunque fueran desgraciados por la des-
obediencia”. Otra interpretación dice que la salvedad se refiere a los creyentes desobedientes,
al ser sacados del Fuego después de un tiempo.
De Anas ibn Mälik se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh : “Entrará una gente
al Infierno hasta quedar como el carbón, [luego] serán sacados de él y entrarán al Jardín y se
dirá: ¡Esos son los infernales…!”.
“Quedarán eternamente en él, mientras perduren los cielos y la Tierra, salvo que tu
Señor disponga otra cosa”. Es decir, salvo que tu Señor quiera aumentar la delicia a la gente
merecedora de ella, o quiera aumentar el castigo a la gente merecedora de él.
Dije (Al-Quröubï): Pues, la salvedad está en el aumento de la permanencia [en el Jardín
o el Fuego] sobre el periodo de la existencia del cielo y la tierra; es decir, estarán allí eterna-
mente mientras permanezcan los cielos y la tierra, y ese es el periodo del mundo; el cielo y la
tierra tienen un tiempo en el que cambian, y eso es cuando dice Alläh, el Altísimo:
(48-ﻴﻢﺍﻫﺑﺮﺽ( )ﹺﺇ
ﺭ ﹺ ﺮ ﺍ َﻷ ﻴ ﹶﻏﺭﺽ ﺪﻝﹸ ﺍ َﻷ ﺒﻡ ﺗ ﻮ ﻳ)
“El día en que la tierra sea sustituida por otra
tierra”. (Ibrähïm-14:48)
Alläh creó a los seres humanos y sus prácticas de adoración, y compró de ellos sus per-
sonas y sus bienes a cambio del Jardín; sobre eso les tomó el testimonio de fidelidad el día del
Pacto; así pues, quien lo cumpla obtendrá el Jardín, y quien no, permanecerá en el Fuego
mientras perduren los cielos y la tierra; y su permanencia está en función de la conducta, y
una vez que ésta culmine, todos quedarán a disposición de Alläh, el Altísimo; como en Su
dicho:
ﺎ ﹺﺇ ﱠﻻﻫﻤ ﺎﺧ ﹶﻠ ﹾﻘﻨ ﺎ ﻣ. ﲔ
ﻋﹺﺒ ﺎ ﹶﻻﻨﻬﻤﺑﻴ ﺎﻭﻣ ﺽ
ﺭ ﺍ َﻷﺕ ﻭ
ﺍﺎﻭﺴﻤ
ﺎ ﺍﻟﺧ ﹶﻠ ﹾﻘﻨ ﺎﻭﻣ )
(39-ﺎﻥﺪﺧ ﻖ( )ﺍﻟ ﺤ
ﺑﹺﺎﹾﻟ
“Y no hemos creado los cielos y la tierra y lo
que hay entre ambos por simple pasatiempo.
No los creamos sino con la verdad”. (El Humo-
44:39)
“… les concederemos su parte decretada, sin merma alguna”. Su parte aquí puede ser
su parte de sustento o provisión que les corresponda, o su parte de castigo, o lo que se les
prometió de bien o de mal.
53
11. Sura Hüd
y7Îi/¢‘ ⎯ÏΒ ôMs)t7y™ ×πyϑÎ=x. Ÿωöθs9uρ 4 ϵŠÏù y#Î=çG÷z$$sù |=≈tFÅ6ø9$# ©y›θãΒ $oΨ÷s?#u™ ô‰s)s9uρ ®
“… y de no ser por una palabra previa de tu Señor”. La palabra es que Alläh, el Altísi-
mo, dictaminó aplazarles el castigo hasta el Día del Juicio, por lo que vio en ello de correcto;
porque de no haber sido así habría decretado para ellos su plazo: recompensando al creyente y
castigando al incrédulo de forma inmediata. “Y ciertamente, ellos dudan acerca de él”. Es
decir, si los judíos dudan acerca del Libro de Müsä, entonces también dudarán del Qur°än. “…
pues Él está bien informado de cuanto hacen”. Esta expresión es a modo de amenaza.
×ÅÁt/ šχθè=yϑ÷ès? $yϑÎ/ …絯ΡÎ) 4 (#öθtóôÜs? Ÿωuρ y7yètΒ z>$s? ⎯tΒuρ |NöÏΒé& !$yϑx. öΝÉ)tGó™$$sù ®
ô⎯ÏΒ «!$# Èβρߊ ⎯ÏiΒ Νà6s9 $tΒρu â‘$¨Ψ9$# ãΝä3¡¡yϑtGsù (#θßϑn=sß t⎦⎪Ï%©!$# ’n<Î) (#þθãΖx.ös? Ÿωuρ ∩⊇⊇⊄∪
54
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Se relató de Abü ªAbderraåmän as-Sulamï que oyó decir a Abü ªAlï: Vi al Profeta en
sueños y le dije: Se ha relatado de ti que dijiste: “Me ha hecho encanecer [el sura de] Hüd”. Y
contestó: “¡Sí!”. Y le dije: ¿Qué es lo que te ha hecho encanecer de él: las historias de los profe-
tas y la aniquilación de los pueblos? Dijo: “¡No! Fue Su dicho: ¡Sé recto, tal y como se te ha
ordenado!”
“Y no os inclinéis…”. Esa 'inclinación' quiere decir, tomar algo como base y apoyo, así
como su complacencia en ello. Dijo Qatäda: No mantengáis amistad con los incrédulos ni les
obedezcáis; ni tampoco os alegréis de sus acciones, según Abü al-ªÄlia; “… del lado de los que
son injustos”. Se ha dicho que se refiere a la gente de la idolatría; o también en general a la
gente de la desobediencia; como en Su dicho:
(68-ﺎﻡﻧﻌﻢ( )ﺍ َﻷ ﻬ ﻨ ﻋ ﺽ
ﻋ ﹺﺮ ﺎ ﹶﻓﹶﺄﺎﺗﻨﻲ ﺁﻳﻮ ﹶﻥ ﻓﻮﺿﻳﺨ ﻦ ﻳﺖ ﺍﱠﻟﺬ
ﻳﺭﹶﺃ ﻭﹺﺇﺫﹶﺍ )
“Y cuando veas a los que se burlan de Nuestros
signos, apártate de ellos”. (Los Rebaños-6:68)
4 ÏN$t↔ÍhŠ¡¡9$# t⎦÷⎤Ïδõ‹ãƒ ÏM≈uΖ|¡ptø:$# ¨βÎ) 4 È≅øŠ©9$# z⎯ÏiΒ $Zs9ã—uρ Í‘$pκ¨]9$# Ç’nûtsÛ nο4θn=¢Á9$# ÉΟÏ%r&uρ ®
“Y establece el çalä en los dos extremos del día”. No hay diferencia alguna entre la gen-
te de la interpretación en que esta äya se refiere a las oraciones prescritas como obligatorias; y
las menciona especialmente porque son la segunda de la fe y a ella se recurre ante las desgra-
cias; y el Profeta se refugiaba en la oración cuando le llegaba la revelación o le ocurría algu-
na pena.
Sobre la oración en los dos extremos del día, dijo Muÿähid, que el primer extremo se
corresponde con la oración del amanecer, y el segundo con la oración del mediodía o la de la
tarde; y según Ibn ªAbbäs y otros, son la del amanecer y la de la puesta del sol.
“Ciertamente, las buenas acciones borran las malas”. La mayoría de la gente de la in-
terpretación entre los çaåäba y los seguidores de éstos, Alläh esté complacido de todos ellos,
dice que las buenas acciones aquí se refiere a las cinco oraciones obligatorias.
Dije (Al-Quröubï): Esta interpretación viene apoyada en la causa de la revelación: se
reveló la aya por un hombre de los auxiliares de Medina, Abü al-Yasar ibn ªAmr, que se quedó
a solas con una mujer besándola y deleitándose con ella sin llegar a los genitales. Recogió At-
55
11. Sura Hüd
56
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Eso es un recuerdo para los que reflexionan”. Es decir, el Qur°än es una exhortación
para los que se dejan amonestar; y mencionan a éstos en especial porque son los verdaderos
beneficiados por el Libro de Alläh.
⎯ÏΒ Èβρãà)ø9$# z⎯ÏΒ tβ%x. Ÿωöθn=sù ∩⊇⊇∈∪ t⎦⎫ÏΖÅ¡ósßϑø9$# tô_r& ßì‹ÅÒムŸω ©!$# ¨βÎ*sù ÷É9ô¹$#uρ ®
3 óΟßγ÷ΨÏΒ $uΖøŠpgΥr& ô⎯£ϑÏiΒ WξŠÎ=s% ωÎ) ÇÚö‘F{$# ’Îû ÏŠ$|¡xø9$# Ç⎯tã šχöθpκ÷]tƒ 7π¨ŠÉ)t/ (#θä9'ρé& ôΜä3Î=ö6s%
57
11. Sura Hüd
Y se ha dicho que significa: Ten paciencia, oh Muåammad, con el daño que vas a sufrir;
“… pues, en verdad que Alläh no deja que se pierda la recompensa de los que hacen el bien”.
Es decir, de los orantes; “… unos pocos piadosos”. Es decir, gente de obediencia, razonable y
cumplidores del dïn; “… que prohibían la corrupción en la tierra”, porque vieron los signos
que Alläh les había mostrado.
u™!$x© öθs9uρ ∩⊇⊇∠∪ šχθßsÎ=óÁãΒ $yγè=÷δr&uρ 8Νù=ÝàÎ/ 3“tà)ø9$# šÏ=ôγãŠÏ9 š•/u‘ tβ%Ÿ2 $tΒuρ ®
4 y7•/u‘ zΜÏm§‘ ⎯tΒ ωÎ) ∩⊇⊇∇∪ š⎥⎫ÏÎ=tGøƒèΧ tβθä9#t“tƒ Ÿωuρ ( Zοy‰Ïn≡uρ Zπ¨Βé& }¨$¨Ζ9$# Ÿ≅yèpgm: y7•/u‘
t⎦⎫ÏèuΗødr& Ĩ$¨Ζ9$#uρ Ïπ¨ΨÉfø9$# z⎯ÏΒ zΟ¨Ψyγy_ ¨βV|øΒV{ y7În/u‘ èπyϑÎ=x. ôM£ϑs?uρ 3 óΟßγs)n=yz y7Ï9≡s%Î!uρ
〈 ∩⊇⊇®∪
“Y tu Señor no iba a destruir una ciudad a causa de ninguna
injusticia mientras sus habitantes procuraran el orden en la
tierra. (117) Si tu Señor hubiera querido habría hecho que
los hombres fueran una única comunidad; sin embargo, no
dejarán de discrepar entre ellos. (118) A excepción de aquel
a quien tu Señor le conceda misericordia; y para eso los
creó. Se cumplirá la palabra de tu Señor: ¡Llenaré el Infier-
no de genios y hombres, todos juntos!” (119)
58
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Si tu Señor hubiera querido habría hecho que los hombres fueran una única comuni-
dad”. Dijo Saªïd ibn Ÿubeir: Que todos los hombres pertenecieran a la religión del Islam; y
añadió Qatäda: Gente de un solo dïn, ya sean gente de extravío o de guía; “sin embargo, no
dejarán de discrepar entre ellos”. Es decir, de religiones diferentes; “… a excepción de aquel a
quien tu Señor le conceda misericordia”. O sea, la misericordia de darle la fe y la guía, pues
entonces no discreparía. Y se ha dicho que difieren en provisión, pues hay ricos y pobres; “… a
excepción de aquel a quien tu Señor le conceda misericordia”, o sea, haga que esté complaci-
do con lo que tenga. “… y para eso los creó”. Es decir, los creó para discrepar, o, por Su mise-
ricordia. Se ha dicho que el demostrativo “eso” es para la discrepancia y la misericordia; y
puede que indique a dos cosas opuestas; como en Sus dichos:
(68-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻚ( )ﺍﹾﻟ
ﻟﻦ ﹶﺫ ﻴ ﺑ ﺍﻥﹲﻋﻮ ﻭ ﹶﻻ ﹺﺑ ﹾﻜﺮ ) ﹶﻻ ﻓﹶﺎ ﹺﺭﺽ
“Que ni esté entrada en años ni sea inmadura,
sino de mediana edad”. (La Vaca-2:68)
(ﺍﻣًﺎﻚ ﹶﻗﻮ
ﻟﻦ ﹶﺫﺑﻴ ﻭﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻭﺍﺮﻳ ﹾﻘﺘ ﻢ ﻭﹶﻟ ﺴ ﹺﺮﻓﹸﻮﺍ
ﻢ ﻳ ﻧ ﹶﻔﻘﹸﻮﺍ ﹶﻟﻦ ﹺﺇﺫﹶﺍ ﹶﺃ ﻳﻭﹶﺍﱠﻟﺬ )
(67-ﺮﻗﹶﺎﻥ )ﺍﹾﻟ ﹸﻔ
“Y aquellos que cuando gastan, ni derrochan ni
son avaros, sino que buscan un término medio
entre ambas cosas”. (El Discernimiento-25:67)
-ﺍﺀﺳﺮ
)ﺍ ِﻹ (ﻼ
ﺳﺒﹺﻴ ﹰ ﻚ
ﻟﻦ ﹶﺫﺑﻴ ﺘ ﹺﻎﺑﺍﺎ ﻭﺖ ﹺﺑﻬﺎﻓﺗﺨ ﻭ ﹶﻻ ﻚﻼﺗ
ﺼﹶ ﺮ ﹺﺑ ﻬ ﺠ
ﺗ ﻭ ﹶﻻ )
(110
“Y no subas la voz en tu oración ni la silencies
del todo, sino que busca un camino interme-
dio”. (El Viaje Nocturno-17:110)
(58-ﺲﻮﻧﻮﺍ( )ﻳﺮﺣ ﻴ ﹾﻔﻚ ﹶﻓ ﹾﻠ
ﻟﻪ ﹶﻓﹺﺒ ﹶﺬ ﺘﻤ ﺣ ﺮ ﻭﹺﺑ ﻪ ﻀ ﹺﻞ ﺍﻟ ﱠﻠ
) ﹸﻗ ﹾﻞ ﹺﺑ ﹶﻔ
“Di: Con el favor de Alläh y con Su misericor-
dia, que se regocijen, pues, con ello”. (Yünus-
10:58)
Dijo Aœhab: Pregunté a Mälik por el significado de la äya y dijo: Los creó para ser un
grupo del Jardín y otro del Fuego; añadió Ibn ªAbbäs: Creó un grupo bajo Su misericordia y
otro sin Su misericordia. Y se ha dicho que la äya está relacionada con Su dicho:
(103-( )ﻫﻮﺩﻮﺩﺸﻬ
ﻣ ﻮﻡ ﻳ ﻚ
ﻟﻭ ﹶﺫ ﺱ
ﺎ ﺍﻟﻨ ﹶﻟﻪﻮﻉﺠﻤ
ﻣ ﻮﻡ ﻳ ﻚ
ﻟ) ﹶﺫ
“Ése será un Día en el cual los hombres serán
reunidos, será un Día del que todos serán testi-
gos”. (Hüd-11:103)
59
11. Sura Hüd
ÍνÉ‹≈yδ ’Îû x8u™!%y`uρ 4 x8yŠ#xσèù ⎯ϵÎ/ àMÎm7sVçΡ $tΒ È≅ß™”9$# Ï™!$t6/Ρr& ô⎯ÏΒ y7ø‹n=tã Èà)¯Ρ yξä.uρ ®
“… para con ello afirmar tu corazón”. Significa que te contamos noticias acerca de los
mensajeros, y de su paciencia mostrada ante el daño sufrido; y con ello afirmarte en el cum-
plimiento del mensaje y darte paciencia ante la adversidad y los contratiempos; y también por
medio de las noticias de los mensajeros te aumentamos en firmeza y en certeza; o como dijo
Ibn ªAbbäs: Noticias con las que afirmamos tu corazón; o Ibn Ÿureiÿ: O con las que damos
paciencia a tu corazón para que no se angustie.
“… una amonestación”. La amonestación con la que exhorta al aniquilar los pueblos
antiguos; “y un recuerdo para los creyentes”. Es decir, recuerdan lo que les sobrevino a quie-
nes perecieron, y así arrepentirse; y especifica a los creyentes porque son los que se dejan
exhortar cuando escuchan los relatos de los profetas.
$¯ΡÎ) (#ÿρãÏàtGΡ$#uρ ∩⊇⊄⊇∪ tβθè=Ïϑ≈tã $¯ΡÎ) öΝä3ÏGtΡ%s3tΒ 4’n?tã (#θè=yϑôã$# tβθãΨÏΒ÷σムŸω t⎦⎪Ï%©#Ïj9 ≅è%uρ ®
çνô‰ç6ôã$$sù …ã&—#ä. ãøΒF{$# ßìy_öムϵø‹s9Î)uρ ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# Ü=ø‹xî ¬!uρ ∩⊇⊄⊄∪ tβρãÏàtFΖãΒ
“Y diles a los que no creen: ¡Actuad en consecuencia con vuestra posición…! ¡Y espe-
rad que Nosotros esperaremos!” Es una amenaza para aterrorizarles y después otra.
“A Alläh pertenece el No-Visto de los cielos y de la tierra”. Dijo Ibn ªAbbäs: La llegada
del castigo del cielo y su despuntar en la tierra; añadió Abü ªAlï al-Färisï: Se refiere a lo que no
se ve en los cielos ni en la tierra; “A Él se remite todo el asunto”. Es decir, el Día del Juicio;
“así pues, adórale y confíate a Él”, o sea, refúgiate en Él y confía en Él. Alläh interpela al Pro-
60
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
feta diciendo: Diles: “Y tu Señor no está ajeno a lo que hacéis”. Dijo Kaªab al-Aåbär: El
sello de la Tora es el sello de Hüd, por Su dicho: “A Alläh pertenece el No-Visto de los cielos y
de la tierra”.
*****
61
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
Sura Yüsuf (José)
Mequinense excepto cuatro äyät
Se relató que los judíos preguntaron al Mensajero de Alläh sobre la historia de Yüsuf
y se reveló el sura. Dijo Saªad ibn Abï Waqqäç: Se reveló el Qur°än al Mensajero de Alläh y
se lo recitó a ellos durante un tiempo, luego dijeron: Si nos contaras historias…. Y se reveló:
(3-ﻒﻮﺳﺺ( )ﻳ
ﺼ ﹺ
ﻦ ﺍﻟ ﹶﻘ ﺴ
ﺣ ﻚ ﹶﺃ
ﻴ ﻋ ﹶﻠ ﺺ
ﻧ ﹸﻘ ﺤﻦ
ﻧ)
“Nosotros vamos a contarte la más hermosa de
las historias”. (Yüsuf-12:3)
Dijeron los ulemas: Y Alläh mencionó las historias de los profetas en el Qur°än y las
repitió con el mismo significado pero en diferentes aspectos bajo expresiones clarificadoras y
grados de elocuencia; mencionó la historia de Yüsuf, pero no la repitió.
šχθè=É)÷ès? öΝä3¯=yè©9 $wŠÎ/ttã $ºΡ≡u™öè% çµ≈oΨø9t“Ρr& !$¯ΡÎ) ∩⊇∪ È⎦⎫Î7ßϑø9$# É=≈tGÅ3ø9$# àM≈tƒ#u™ y7ù=Ï? 4 !9# ®
〈 ∩⊄∪
“Alif. Läm. Rä. Esos son los signos del Libro claro. (1) Cierta-
mente, lo hemos revelado como un Qur°än árabe, tal vez así
reflexionéis”. (2)
63
12. Sura Yüsuf (José)
“Alif. Läm. Rä”. Ya se ha hablado sobre estas letras, y se ha dicho también que son el
nombre del sura; “esos son los signos del Libro claro”. El Qur°än claro, es decir, en el que está
claro lo lícito y lo ilícito; sus límites y sus leyes; su guía y su baraka; esos son los signos que se
os prometían en la Tora.
“Ciertamente, lo hemos revelado como un Qur°än árabe”. Es decir, que se recita en
vuestra lengua, la de los árabes; “… tal vez así reflexionéis”. Para que sepáis sus significados y
entendáis lo que dice. Se ha dicho también que significa: “Lo hemos revelado”, es decir, el
relato de Yüsuf lo hemos revelado en idioma árabe. Dijo An-Nuåäs: Esto es lo más ajustado al
significado, porque se relató que los judíos dijeron: Preguntadle: ¿Por qué se trasladó la fami-
lia de Yaªqüb de Œäm a Egipto? ¿Y acerca del relato de Yüsuf? Entonces, Alläh, el Altísimo,
reveló esto en Meca corroborando lo que viene en la Tora, y hay más que ellos no tienen. De
forma que esto fue una prueba para el Profeta cuando les informó sin haber leído antes
libro alguno.
βÎ)uρ tβ#u™öà)ø9$# #x‹≈yδ y7ø‹s9Î) !$uΖø‹ym÷ρr& !$yϑÎ/ ÄÈ|Ás)ø9$# z⎯|¡ômr& y7ø‹n=tã Èà)tΡ ß⎯øtwΥ ®
“…, la más hermosa de las historias”. Se preguntan los ulemas: ¿Por qué se describe
este sura como ‘la más hermosa de las historias’ entre el resto de los relatos? Porque no hay
en el Qur°än una historia que contenga las enseñanzas y sabidurías que contiene esta; y su
aclaración de ello está en su final:
(111-ﻒﻮﺳﺏ( )ﻳ
ﺎ ﹺﻲ ﺍ َﻷﹾﻟﺒﺮﺓﹲ ﻷُﻭﻟ ﺒ ﻋ ﻢ ﺼ ﹺﻬ
ﺼ
ﻲ ﹶﻗﺪ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻓ )ﹶﻟ ﹶﻘ
“En su historia hay una lección para los dota-
dos de intelecto”. (Yüsuf-12:111)
También han llamado a este sura ‘la más hermosa de las historias’ por la tolerancia
mostrada por Yüsuf ante sus hermanos, soportando pacientemente sus daños y perdonándo-
les generosamente, hasta decir:
(92-ﻒﻮﺳﻡ( )ﻳ ﻮ ﻴﻢ ﺍﹾﻟ ﻴ ﹸﻜ ﻋ ﹶﻠ ﺐ
ﺗ ﹾﺜﺮﹺﻳ ) ﹶﻻ
“No hay reproche contra vosotros hoy”. (Yüsuf-
12:92)
En el sura también se menciona a los profetas, los justos, los ángeles, los demonios, los
genios, los hombres, los rebaños y los pájaros; las vidas de los reyes y sus reinos; los comer-
ciantes, los sabios y los ignorantes; los hombres y las mujeres con sus estratagemas y argucias;
se menciona además la unidad de Alläh, la jurisprudencia, las biografías y la interpretación de
los sueños; la política, la convivencia y la reflexión sobre la vida…
64
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
tyϑs)ø9$#uρ }§ôϑ¤±9$#uρ $Y6x.öθx. u|³tã y‰tnr& àM÷ƒr&u‘ ’ÎoΤÎ) ÏMt/r'¯≈tƒ ϵ‹Î/L{ ß#ß™θムtΑ$s% øŒÎ) ®
“Cuando Yüsuf dijo a su padre”. Es decir: ¡Menciónales cuando dijo Yüsuf! Se ha dicho
que el nombre Yüsuf es árabe y significa el siervo triste; “¡Padre mío! He visto once estrellas”.
Sobre el nombre de las estrellas se relató que Al-Bastäna – un hombre de la gente del
Libro – preguntó al Profeta acerca de las once estrellas que vio Yüsuf y dijo: “Al-Åarµän, Aö-
Öäreq, Aæ-Æaiäl, Qäbis, Al-Miçbaå, Aî-Îarüå, Æul-kanafät, Æul-Qarªi, Al-Falïq, Waµµäb y Al-
ªAmüdän, las vio Yüsuf, sobre él la paz, como se postraban para él”. Dijeron Ibn ªAbbäs y
Qatäda que las estrellas son sus hermanos, el sol su madre y la luna su padre.
z⎯≈sÜø‹¤±9$# ¨βÎ) ( #´‰øŠx. y7s9 (#ρ߉‹Å3uŠsù y7Ï?uθ÷zÎ) #’n?tã x8$tƒö™â‘ óÈÝÁø)s? Ÿω ¢©o_ç6≈tƒ tΑ$s% ®
“… tramarán algo contra ti”. Es decir, tramarán aniquilarte. “No cuentes tu sueño a
tus hermanos”. La visión de un sueño es un estado noble y un grado elevado. Dijo el Mensaje-
ro de Alläh a propósito: “Después de mí no quedará de las buenas nuevas nada más que la
visión del sueño justo y veraz, que lo verá el hombre justo o se le mostrará”. Y dijo también:
“El más veraz de vosotros en la visión del sueño será el más veraz de vosotros hablando”. Y
añadió el Mensajero de Alläh que la visión de un sueño es una de las cuarenta y seis partes
de la Profecía, o de setenta en otro relato. En otro åadïµ dijo: “La visión que es verdadera es de
Alläh, y el sueño ilusorio es de œaiöän”. Y la visión del sueño es justa cuando el que la tiene es
veraz en su habla, cumplidor con su responsabilidad, fiel en la amäna, y está dotado de certeza
de Alläh; pues, todo aquel que tiene la intención pura en la adoración de su Señor, su certeza
en Él, es veraz en sus palabras, será más veraz en su visión y más cercano a la Profecía: tal
como rivalizan en méritos los profetas, pues dijo Alläh, el Altísimo:
(55-ﺍﺀﺳﺮ ﺾ( )ﺍ ِﻹ
ﻌ ﹴ ﺑ ﻋﻠﹶﻰ ﲔ
ﻴﻨﹺﺒﺾ ﺍﻟ
ﻌ ﺑ ﺎﻀ ﱠﻠﻨ
ﺪ ﹶﻓ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
“Hemos dado preferencia a unos profetas sobre
otros”. (El Viaje Nocturno-17:55)
65
12. Sura Yüsuf (José)
La visión de un sueño atribuible a Alläh, el Altísimo, es aquella que está libre de aluci-
naciones o fantasías; y su interpretación es conforme a lo que hay en la Tabla Protegida; sin
embargo, la visión plagada de alucinaciones es sueño simplemente o pesadilla, y se atribuye a
œaiöän; se llama alucinación por tener cosas opuestas. Relató ªAuf ibn Mälik que dijo el Men-
sajero de Alläh : “De los tres tipos de visiones del sueño uno son los temores inspirados por
œaiöän para entristecer al hijo de Adam; otros son cosas por las que uno se interesa en su vigi-
lia y las ve en sueños; y hay una parte que es de las cuarenta y seis que tiene la Profecía”.
“Dijo: ¡Hijo mío! No cuentes tu sueño a tus hermanos”. Hay diferencias entre los ule-
mas sobre la verdadera realidad de la visión del sueño: Se ha dicho que es una percepción
fraccionada en partes y no hay mal en ella, como el sueño profundo y otros; se produce la
visión con más frecuencia en el final de la noche cuando el sueño es ligero, y Alläh, el Altísimo,
crea para el visionario un conocimiento, que verá de forma que su percepción sea correcta;
dijo Ibn al-ªArabï: Y no verá en el sueño más que lo que sea correcto percibir en la vigilia; de
forma que no verá en él a una persona de pie y sentada al mismo tiempo, por ejemplo, sino
que verá las cosas que se pueden producir habitualmente. Y se ha dicho que Alläh tiene un
ángel que muestra las visiones en el lugar y forma que puede percibir el soñador y le represen-
ta imágenes sensoriales; unas veces las imágenes se producen de acuerdo a lo que ocurre en la
existencia, y otras son de significados inteligibles y no sensoriales, y en ambos casos son o
buenos anuncios o advertencias. Dijo el Mensajero de Alläh en Çaåïå Muslim y otros: “He
visto una mujer negra con el pelo de la cabeza revuelto saliendo de Medina hacia Al-Mahiaªa,
y la interpreté como una epidemia de fiebre”; y “vi mi espada que se había partido por la mi-
tad, y vacas que eran degolladas; interpreté el primero como a un hombre que mataban de la
gente de mi casa, y las vacas como un grupo de mis compañeros a los que mataban”. Se refería
a su tío Åamza, muerto en la batalla de Uåud, y a sus compañeros que también murieron en la
misma batalla. Y “vi cómo introducía mi mano en una cota de malla protectora y la interpreté
como Medina”; “vi dos pulseras de oro en mi mano y las interpreté como dos impostores men-
tirosos que vendrán después de mí”, es decir, Musailima, el mentiroso, y otro. Y el durmiente
en tiempos de Yüsuf, sobre él la paz, veía vacas y Yüsuf las interpretaba como los años de
escasez y abundancia según estuvieran flacas o gordas, y él mismo vio once estrellas, el sol y la
luna, y las interpretó como sus hermanos y sus padres.
Esta äya es el origen de la desaprobación de contar la visión a quien no sea buen conse-
jero o debidamente apreciado ni al que no domina la interpretación de los sueños o no tiene
conocimientos oníricos. Relató Abü Razïn al-ªUqailï que el Profeta dijo: “La visión en el
sueño es una de las cuarenta partes de la Profecía”, y “la visión en un sueño pende [ligeramen-
te] de la pata de un pájaro mientras su autor no hable de ella, pues, si lo hace, puede caer; así
pues, no habléis de ella, a menos que sea a un entendido, una persona querida o un consejero
fiel”. Le preguntaron a Mälik: ¿Puedo hablar a cualquiera de la visión de un sueño? Le contes-
tó: ¿Acaso se juega con la Profecía? Añadió Mälik: No describas la visión de un sueño, excepto
a aquel que las sabe interpretar, porque si ve un bien te informará de ello, y si, por el contra-
rio, ve algo malo, dice el bien o se calla.
En la äya hay una indicación de que se permite al musulmán advertir a su hermano
musulmán de alguna amenaza contra él, porque Yaªqüb, sobre él la paz, advirtió a Yüsuf de no
66
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
contar a sus hermanos su sueño porque tramarían algo contra él; también indica que se puede
ocultar a otro una gracia por temor a su envidia o una trama. Dijo el Profeta : “¡Ayudaos a
llevar a buen fin vuestros proyectos ocultándolos, porque todo agraciado es envidiado!” Y en
ella también hay una clara indicación sobre el conocimiento de Yaªqüb, sobre él la paz, acerca
de la interpretación de los sueños, y que percibió la envidia de sus hijos hacia Yüsuf, por eso le
previno de contarles su sueño. Relató Al-Bujärï, de Abü Salama, que dijo: Tenía la visión de
un sueño que me hacía enfermar, hasta que oí decir a Abü Qatäda: Y yo tenía la visión de un
sueño que me hacía enfermar hasta que oí decir al Mensajero de Alläh : “La visión buena de
un sueño es de Alläh; y si alguno de vosotros tiene una visión que le gusta, entonces, que hable
de ella a sus allegados solamente, y si tiene alguna que no le gusta, entonces, que se refugie en
Alläh de su mal y haga ademán de escupir pero sin saliva tres ves, y no la comente con nadie,
pues, no le perjudicará”. Añadió Muslim, en su relato de una transmisión de Ÿäbir, que dijo el
Mensajero de Alläh : “Si alguno de vosotros tiene un sueño desagradable, que escupa a su
izquierda tres veces, que se refugie en Alläh contra œaiöan otras tres veces, y luego se cambie
de costado”. Y en otro åadïµ, de Abü Huraira: “Si alguno tiene una pesadilla en sueños, que se
levante y rece”.
šø‹n=tã …çµtFyϑ÷èÏΡ ΟÏFãƒuρ Ï]ƒÏŠ%tnF{$# È≅ƒÍρù's? ⎯ÏΒ y7ßϑÏk=yèãƒuρ y7•/u‘ šŠÎ;tFøgs† y7Ï9≡x‹x.uρ ®
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〈 ∩∉∪ ÒΟŠÅ3ym
“Así es como tu Señor te elegirá y te enseñará la interpreta-
ción de los sueños; y completará Su gracia sobre ti y sobre
la familia de Yaªqüb, tal como ya hiciera con tus ancestros
Ibrähïm e Isåäq; ciertamente, tu Señor es Omnisciente, Sa-
bio”. (6)
“Así es como tu Señor te elegirá…”. Es decir, así como tu Señor te ha honrado con la vi-
sión del sueño, de la misma manera te elegirá y te hará experto en la verificación e interpreta-
ción de los sueños. Dijo ªAbdulläh ibn Œaddäd que la explicación de los sueños por parte de
Yüsuf le ocurrió pasados los cuarenta años de edad, y eso constituyó un milagro para él; fue
Yüsuf, sobre él la paz, el mejor de la gente en su interpretación, y así lo fue también nuestro
Profeta ; y se ha dicho también en la interpretación de: “y te enseñará la interpretación de
los dichos (aåädïµ)”, es decir, los dichos y enseñanzas de los pueblos, los libros y las indicacio-
nes del tawåïd, como señal de la Profecía, tal como indica cuando dice: “y completará Su
gracia sobre ti”, o sea, con la Profecía; “tal como ya hiciera con tus ancestros Ibrähïm”, con la
intimidad y salvándole del fuego; “e Isåäq”, con la Profecía.
67
12. Sura Yüsuf (José)
çνθäzr&uρ ß#ß™θã‹s9 (#θä9$s% øŒÎ) ∩∠∪ t⎦,Î#Í←!$¡¡=Ïj9 ×M≈tƒ#u™ ÿ⎯ϵÏ?uθ÷zÎ)uρ y#ß™θム’Îû tβ%x. ô‰s)©9 * ®
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“Ciertamente, en Yüsuf y sus hermanos hay signos para los
que indagan [la verdad]. (7) Cuando dijeron: Yüsuf y su
hermano son más amados para nuestro padre que noso-
tros, a pesar que somos un clan. Ciertamente, nuestro pa-
dre está en un claro error. (8) Matad a Yüsuf o desterradlo
para que después la atención de vuestro padre sea sólo para
vosotros; y una vez que lo hayáis hecho podréis ser gente
justa”. (9)
“Ciertamente, en Yüsuf y sus hermanos hay signos para los que indagan [la verdad]”.
Es decir, para los que preguntan por sus historias hay signos en aquello que cuentan; porque
preguntaron al Profeta , estando éste en Meca, y le dijeron: Infórmanos acerca de uno de los
profetas que estaba en Œäm y su hijo fue llevado a Egipto, y lloró su pérdida hasta quedar
ciego; y no había nadie en Meca de la gente del Libro, ni nadie que supiera sobre la vida de los
profetas; entonces, los judíos se dirigieron a él desde Medina para preguntarle por esto; y fue
cuando Alläh, Poderoso y Majestuoso, reveló el sura de Yüsuf de una sola vez, y en él vienen
cuantas noticias hay en la Tora, siendo eso un signo para el Profeta de la misma categoría
que el hecho de Jesús, hijo de María, cuando resucitaba a los muertos. “…y sus hermanos”.
Sus nombres son: Rubén el mayor, Simeón, Leví, Judá, Zabalón, e Isacar; siendo la madre de
éstos Lea, hija de su tío Lian; y le nacieron otros cuatro hijos de dos concubinas: Dan, Neftali,
Gad, y Aser; después murió Lea; entonces Yaªqüb se casó con su hermana Raquel, y tuvo con
ella a Yüsuf y Benjamín; siendo la tribu de Yaªqüb doce hombres; y en lo referente al nombre
de las dos concubinas eran Lea y Talta, una de ellas pertenecía a Raquel y la otra a Lea y am-
bas se las cedieron a Yaªqüb, y al parecer eran dos hermanas y cohabitó con ellas; y después
de él ya no le estuvo permitido por la œarïªa a nadie convivir con dos hermanas a un mismo
tiempo, por el dicho de Alläh, el Altísimo, en el Qur°än:
-ﺎﺀﻨﺴﻒ( )ﺍﻟ
ﺳ ﹶﻠ ﺪ ﺎ ﹶﻗﻴ ﹺﻦ ﹺﺇ ﱠﻻ ﻣ ﺘﺧ ُﻦ ﺍﻷ ﻴ ﺑ ﻮﺍﻤﻌ ﺠ
ﺗ ﻭﹶﺃ ﹾﻥ ... ﻢ ﻴ ﹸﻜ ﻋ ﹶﻠ ﺖ
ﻣ ﺮ ﺣ )
(23
“Se os prohíbe… que estéis casados con dos
hermanas a un tiempo, a excepción de lo que ya
ha pasado”. (Las Mujeres-4:23)
“… y una vez que lo hayáis hecho podréis ser gente justa”. Es decir, podréis arrepenti-
ros y Alläh os aceptará el arrepentimiento; y aquí hay una indicación de que la tauba del ase-
sino es aceptada, porque Alläh, el Altísimo, no recrimina ese dicho suyo.
68
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
âÙ÷èt/ çµôÜÉ)tGù=tƒ Éb=àfø9$# ÏMt6≈uŠxî ’Îû çνθà)ø9r&uρ y#ß™θム(#θè=çGø)s? Ÿω öΝåκ÷]ÏiΒ ×≅Í←!$s% tΑ$s% ®
“Y dijo uno de ellos”. Se refiere a Judá, o a Rubén, como también se ha dicho; “Arro-
jadlo al fondo del pozo”. Es decir, a la profundidad más oscura donde la vista no alcance a
verlo; según unos se trata de un pozo de Jerusalén, o de Jordania, según otros; “… y así podrá
recogerlo alguna caravana”. Es decir, que pueda encontrarlo casualmente y llevarlo con ella.
$oΨyètΒ ã&ù#Å™ö‘r& ∩⊇⊇∪ tβθßsÅÁ≈oΨs9 …ã&s! $¯ΡÎ)uρ y#ß™θム4’n?tã $¨Ζ0Βù's? Ÿω y7s9 $tΒ $tΡ$t/r'¯≈tƒ (#θä9$s% ®
“Dijeron: ¡Padre! ¿Qué te ocurre que no nos confías a Yüsuf…?” Aquí hay una indica-
ción de que ya le habían pedido antes a Yaªqüb que saliera con ellos Yüsuf, pero rehusó; y
según Muqätil hay anteposición y posposición en la frase; y eso fue que los hermanos de Yüsuf
le dijeron a su padre: “¡Envíalo mañana con nosotros…!” Entonces dijo su padre: “Me entris-
tece que os lo llevéis”; pues, fue cuando dieron respuesta a su dicho: “¿Qué te ocurre que no
nos confías a Yüsuf…?”; “¡Envíalo mañana con nosotros…!”, al desierto. “¡… y estaremos al
cuidado de él!” Es decir, lo protegeremos de todo cuanto temes por él.
çµ÷Ψtã óΟçFΡr&uρ Ü=øÏe%!$# ã&s#à2ù'tƒ βr& ß∃%s{r&uρ ⎯ϵÎ/ (#θç7yδõ‹s? βr& û©Í_çΡâ“ósu‹s9 ’ÎoΤÎ) tΑ$s% ®
〈 ∩⊇⊆∪ tβρçÅ£≈y‚©9 #]ŒÎ) !$¯ΡÎ) îπt7óÁãã ß⎯óstΡuρ Ü=øÏe%!$# ã&s#Ÿ2r& ÷⎦È⌡s9 (#θä9$s% ∩⊇⊂∪ šχθè=Ï≈xî
“Me entristece que os lo llevéis y temo que se lo coma el lo-
bo mientras os desentendéis de él. (13) Dijeron: Si el lobo se
69
12. Sura Yüsuf (José)
“Me entristece que os lo llevéis y temo que se lo coma el lobo”. Eso fue porque Yaªqüb
vio en un sueño como el lobo se lanzaba contra Yüsuf, y por eso temió por él; y se ha contado
que Yaªqüb se veía en un sueño como si estuviera en la cumbre de una montaña y Yüsuf esta-
ba en el fondo del valle; diez lobos se aprestaron a rodearle queriendo comérselo, pero uno lo
defendió y después se abrió la tierra y Yüsuf se ocultó durante tres días; los diez lobos eran sus
hermanos, cuando tramaron matarlo, y el que lo defendía fue su hermano mayor Judá, mien-
tras que su escondrijo bajo la tierra fue cuando estuvo oculto en el pozo tres días. “… mientras
os desentendéis de él”, o sea, ocupándoos de pastorear el ganado. “Dijeron: Si el lobo se lo
comiera…, sería nuestra perdición”. Es decir, si no pudiéramos proteger a nuestro hermano
del lobo, seríamos entonces incapaces de defender nuestros ganados, y por lo tanto estaríamos
perdidos.
Οßγ¨Ζt⁄Îm6t⊥çFs9 ϵøŠs9Î) !$uΖøŠym÷ρr&uρ 4 Éb=ègø:$# ÏMt6≈uŠxî ’Îû çνθè=yèøgs† βr& (#þθãèuΗødr&uρ ⎯ϵÎ/ (#θç7yδsŒ $£ϑn=sù ®
“Y una vez que se lo hubieron llevado, acordaron que lo arrojarían…”. Se ha dicho so-
bre la historia de Yüsuf: Yaªqüb, sobre él la paz, cuando envió a Yüsuf con sus hermanos, les
tomó el fuerte compromiso de que lo protegerían, y se lo entregó a Rubén diciéndole: ¡Rubén,
él es pequeño y sabes, hijo mío, la ternura que siento por él; pues, cuando tenga hambre le das
de comer, si le da sed le das de beber, y si se agota caminando, llévalo tú, y apresúrate a devol-
vérmelo! Dijo: Lo cogieron y lo llevaron a hombros, pues, cuando uno lo soltaba otro lo cogía.
Cuando su padre los perdió de vista, el que lo llevaba lo tiró al suelo de tal manera que casi lo
mata, Yüsuf corrió a refugiarse de uno a otro encontrando en cada cuál un odio más fuerte
aún; luego fue a Rubén y le dijo: Tú eres el mayor de mis hermanos y el sucesor después de mi
padre, el más cercano a mí de los hermanos, ten compasión de mí y de mi debilidad. Entonces,
le dio una fuerte bofetada y le dijo: No hay parentesco entre tú y yo, llama a las once estrellas y
que te salven de nosotros; entonces Yüsuf supo que el odio que le tenían era por el sueño que
tuvo. Después se colgó de su hermano Judá y le dijo: ¡Oh hermano, ten compasión de mi debi-
lidad, mi incapacidad y mi corta edad; y compadécete del corazón de tu padre Yaªqüb! ¡Pues,
con qué rapidez habéis olvidado su consejo y habéis violado su pacto! Entonces, se ablandó el
corazón de Juda y dijo: ¡Por Alläh, que no te tocarán mientras yo esté vivo! Después añadió:
¡Oh hermanos míos! Ciertamente, matar a una persona que Alläh ha prohibido es de las faltas
más aborrecibles; así pues, devolved a este niño a su padre, y le tomaremos el compromiso de
70
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
no contarle jamás a su padre nada de lo que ha ocurrido. Le dijeron sus hermanos: ¡Por Alläh,
tú lo que quieres es mantener tu rango ante Yaªqüb! ¡Por Alläh, que si no lo sueltas te mata-
remos a ti con él! Dijo: Pues, si rehusáis eso, aquí está este pozo abandonado y seco, que sólo
es un nido de serpientes y bichos; arrojadlo en él y si le ocurre algo ya no estáis manchados de
sangre, y si lo encuentran unos viajeros que pasen por aquí y se lo llevan a otra tierra, sería lo
mejor. Entonces, resolvieron todos aceptar esa opinión; y eso es cuando dijo Alläh, el Altísi-
mo: “Y una vez que se lo hubieron llevado, y acordaron que lo arrojarían al fondo del po-
zo…”. La respuesta de: “Y una vez que”, está omitida, es decir, una vez que se lo hubieron
llevado, y acordaron que lo arrojarían al fondo del pozo, su impiedad fue inmensa; o también,
la respuesta de: “Y una vez que”, es Su dicho: “Dijeron: ¡Padre! Nos fuimos a hacer carre-
ras”; y según los kufiyin1, la respuesta es: “le inspiramos”; y en ello hay una indicación de su
Profecía, y según Al-Kalbï tenía dieciocho años; y se ha dicho que la inspiración fue como en
Su dicho:
(68-ﻞﻨﺤﺤ ﹺﻞ( )ﺍﻟ
ﻨﻚ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﺍﻟ
ﺑﺭ ﻰﻭﺣ ﻭﹶﺃ )
“Y tu Señor inspiró a las abejas”. (Las Abejas-
16:68)
“Algún día les harás saber lo que han hecho”. Quiere decir que Alläh le inspiró que se
encontraría con ellos y les recriminaría lo que hicieron. Y según esto la inspiración después de
ser arrojado al pozo, supone un fortalecimiento para su corazón y una buena nueva para él de
salir a salvo; y también puede ser que la inspiración se refiera a aquello que harían con él,
como advertencia antes de ser arrojado al pozo; “… y no se darán cuenta” de que tú eres Yü-
suf, porque Alläh, el Altísimo, le ordenó cuando llegó a Egipto, no informar a su padre ni a sus
hermanos de su lugar de residencia.
De entre lo que se ha mencionado sobre la historia de Yüsuf cuando fue arrojado al po-
zo, está lo que dijeron As-Sudï y otros: Cuando sus hermanos lo descendían al pozo, se colgó
del borde, le ataron las manos y le quitaron la camisa; dijo: ¡Oh hermanos, devolvedme la
camisa para cubrirme con ella en este pozo; pues, si muero me servirá de sudario, y si vivo me
servirá para cubrir mi desnudez! Dijeron: ¡Llama al sol y la luna y a las once estrellas para que
te acompañen y te vistan! Dijo: Yo no he visto nada. Lo descendieron al pozo hasta que cuan-
do iba por la mitad lo arrojaron con el deseo de que cayera y muriera; en el pozo había agua y
cayó en ella y después fue hasta una piedra dónde se subió. Se dijo que Simeón fue el que
cortó la cuerda para que se cayera y se despedazara en la roca; estaba Ÿibrïl bajo el tronco del
Trono, y Alläh le inspiró: ¡Coge a mi siervo! Dijo Ÿibrïl: Corrí y descendí hasta interponerme
entre su lanzamiento y la caída, y lo senté a salvo sobre la roca. Ese pozo era el refugio de toda
clase de bichos, y cuando se subió Yüsuf sobre la roca rompió en sollozos. Entonces, oyó que
lo llamaban y pensó que se habían compadecido de él, y les respondió; pero, quisieron desca-
labrarlo con una roca y Judá se lo prohibió; éste solía traerle comida y cuando quedó desnudo
descendió Ÿibrïl sobre él; al igual que ocurrió cuando Ibrähïm fue arrojado al fuego desnudo, y
Ÿibrïl le trajo una camisa de seda del Jardín y lo vistió con ella; quedó esa con Ibrähïm y luego
la heredó Isåäq, después Yaªqüb, y cuando Yüsuf era un joven Yaªqüb usó la camisa de talis-
1
Hace referencia a la escuela de gramáticos de Kufa a diferencia de los de Basora.
71
12. Sura Yüsuf (José)
mán y se la puso en su cuello, de tal manera que no se separaba de ella. Cuando fue arrojado al
pozo desnudo, Ÿibrïl sacó esa camisa y lo vistió con ella. Añadió Ad-Daååäk: Descendió Ÿibrïl,
sobre él la paz, al pozo y le dijo a Yüsuf: ¿Te enseño unas palabras que si las dijeras Alläh te
sacará del pozo rápidamente? Dijo: ¡Sí! Le dijo: Di: ¡Oh Hacedor de toda cosa hecha; oh Sana-
dor de todo el que está roto; oh Testigo de todo secreto; oh Presente en toda asamblea; oh
Salvador de toda desgracia; oh Compañero de todo extranjero; oh Acompañante de todo soli-
tario; tráeme el consuelo y la esperanza, y pon Tu esperanza en mi corazón para no esperar ni
desear otro que a Tí! Y eso lo dijo Yüsuf repetidas veces esa noche; y a la mañana siguiente
Alläh lo sacó del pozo.
$uΖò2ts?uρ ß,Î7oKó¡nΣ $oΨö7yδsŒ $¯ΡÎ) !$tΡ$t/r'¯≈tƒ (#θä9$s% ∩⊇∉∪ šχθä3ö7tƒ [™!$t±Ïã öΝèδ$t/r& ÿρâ™!%y`uρ ®
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〈 ∩⊇∠∪
“Al anochecer se presentaron ante su padre, llorando. (16)
Dijeron: ¡Padre! Nos fuimos a hacer carreras y dejamos a
Yüsuf junto a nuestras cosas, y el lobo se lo comió; y aunque
no nos vas a creer, decimos la verdad”. (17)
72
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ªUmar que el Mensajero de Alläh compitió con un caballo entrenado desde Al-Åafiä hasta
¥aniyat al-Wadäªa, y compitió con un caballo sin entrenar desde Aµ-¥aniya hasta la mezquita
de Banï Zuraiq, y fue ªAbdulläh ibn ªUmar el que ganó. Este åadïµ comprende tres condicio-
nes para la competición, la cuál no está permitida sin ellas: La primera es que la distancia a
recorrer sea conocida; la segunda, que los caballos estén igualados en la misma situación; y la
tercera, que no corra un caballo entrenado con el que no lo está y viceversa.
En cuanto a la competición del tiro y los camellos, se recoge en Muslim, de ªAbdulläh
ibn ªAmr, que dijo: Viajamos con el Mensajero de Alläh y cuando acampábamos en algún
sitio, había de entre nosotros quien arreglaba su jaima y quien rivalizaba en el tiro con arco.
Recogió An-Nasä°ï, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “No hay competición
excepto en el tiro, en las carreras de camellos y de caballos”. En un åadïµ de Anas se transmitió
que dijo: Tenía el Profeta una camella llamada Al-ªAîbä que no era superada - , dijo Åu-
maid: o casi no era superada. Entonces, vino un beduíno y la superó, de modo que resultó un
poco embarazoso para sus compañeros, y dijo el Profeta : “Un derecho de Alläh es que no
eleva algo en este mundo sin que después lo baje”. Coinciden los ulemas en que las apuestas
no se permiten en la competición, excepto si se trata del tiro, y las carreras de camellos o caba-
llos. Se relató que el Profeta ganó en una carrera de caballos a Abü Bakr por un cuerpo y
ªUmar fue tercero.
“… y dejamos a Yüsuf junto a nuestras cosas”. Es decir, al cuidado de nuestras ropas y
camisas; “…, y el lobo se lo comió”; y eso fue porque al oír decir a su padre: “y temo que se lo
coma el lobo”, le tomaron la palabra de su boca y fueron inmundos con ella, por ser aparen-
temente lo que más temía de todo.
×ö9|Ásù ( #\øΒr& öΝä3Ý¡àΡr& öΝä3s9 ôMs9§θy™ ö≅t/ tΑ$s% 4 5>É‹x. 5Θy‰Î/ ⎯ϵÅÁŠÏϑs% 4’n?tã ρâ™!%y`uρ ®
“Y vinieron con una camisa manchada con sangre falsa”. Dijo Muÿähid: Era sangre
de cordero o de un choto que habían sacrificado.
Dijeron nuestros ulemas: Cuando quisieron poner la sangre como señal de su veraci-
dad, Alläh puso junto a esa señal otra que la contradecía, y la señal era que la camisa estaba
libre de jirones, y no es posible que un depredador con sus colmillos afilados no hubiese des-
garrado la camisa de Yüsuf al ser éste supuestamente atacado por el lobo; y cuando Yaªqüb,
sobre él la paz, observó la camisa sin encontrar rastros de voracidad ni desgarros, esto le bastó
para saber que mentían; y les dijo: ¿Cómo el lobo con su agresividad y voracidad puede haber-
se comido a Yüsuf sin desgarrar su camisa? “… pero tendré buena paciencia”. La expresión en
73
12. Sura Yüsuf (José)
árabe es “çabrun ÿamïl”, y significa la paciencia que se tiene ante la adversidad cuando no va
acompañada de angustia ni queja.
4 ÖΝ≈n=äî #x‹≈yδ 3“uô³ç6≈tƒ tΑ$s% ( …çνuθø9yŠ 4’n<÷Šr'sù öΝèδyŠÍ‘#uρ (#θè=y™ö‘r'sù ×οu‘$§‹y™ ôNu™!%y`uρ ®
“Y pasó una caravana”. Es decir, una compañía caravanera que solía hacer el trayecto
de Ίm a Egipto y equivocaron el camino; se vieron perdidos hasta llegar a un lugar cerca del
pozo en que se encontraba Yüsuf, en un desierto lejos de toda edificación, y que sólo servía
para los pastores de ovejas y gente de paso. Su agua era salobre y al ser arrojado Yüsuf se
volvió dulce. Yüsuf se colgó de la cuerda del cubo que el aguador había echado, y cuando salió
vio a un joven apuesto como la luna cuando está llena. Dijo el Profeta , en el åadïµ del Viaje
Nocturno en Çaåïå Muslim: “Yo estaba con Yüsuf cuando le fue dada la mitad de la belleza”.
Dijo Kaªb al-Aåbär en la descripción de Yüsuf: Yüsuf era de rostro hermoso, de cabello rizado,
de ojos grandes, de complexión equilibrada, blanco de piel, robusto de brazos; de vientre
suave y ombligo pequeño: cuando sonríe ves la luz de su risa; cuando habla ves los rayos del
sol salirle por entre sus incisivos, y nadie puede describirlo; se parecía a Adam el día que Alläh
lo creó y sopló en él de Su espíritu antes de incurrir en la desobediencia. Y se ha dicho que
heredó esa belleza de su abuela Sara; y cuando lo vio Mälik ibn Daªar al echar el cubo al pozo,
dijo: “¡Albricias! Aquí hay un muchacho”. Dijo Qatäda: Anunció a sus compañeros de la cara-
vana que había encontrado a un siervo. “… y lo ocultaron como una mercancía”. Dijo Muÿä-
hid: Lo ocultaron Mälik ibn Daªar y sus compañeros de los demás comerciantes que iban con
ellos en la caravana y les dijeron: Él es una mercancía que hemos negociado con una gente de
Œäm y de Egipto; y dijo Ibn ªAbbäs: Lo ocultaron los hermanos de Yüsuf como una mercancía
para cuando saliera del pozo; y eso fue porque [al enterarse de que lo habían encontrado]
llegaron y dijeron: ¡Qué habéis hecho! Este es un esclavo fugitivo nuestro; y le dijeron a Yüsuf
en hebreo: O bien te afirmas que eres nuestro esclavo para que te vendamos a esos, y si no te
cogemos y te matamos; y dijo: ¡Me afirmo en que soy esclavo vuestro! Entonces, lo vendieron.
Y se ha dicho que Judá aconsejó a su hermano Yüsuf que reconociera su esclavitud para sus
hermanos porque temía que lo mataran si no lo hiciera, pues, tal vez Alläh le diera una apertu-
ra y lo librara de la muerte; entonces, Yüsuf ocultó su verdadera condición a los compradores
por temor a que le mataran sus hermanos.
74
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
∩⊄⊃∪ š⎥⎪ωÏδ≡¨“9$# z⎯ÏΒ ÏµŠÏù (#θçΡ%Ÿ2uρ ;οyŠρ߉÷ètΒ zΝÏδ≡u‘yŠ <§øƒr2 ¤∅yϑsVÎ/ çν÷ρuŸ°uρ ®
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È≅ƒÍρù's? ⎯ÏΒ …çµyϑÏk=yèãΨÏ9uρ ÇÚö‘F{$# ’Îû y#ß™θã‹Ï9 $¨Ψ©3tΒ y7Ï9≡x‹Ÿ2uρ 4 #V$s!uρ …çνx‹Ï‚−GtΡ
〈 ∩⊄⊇∪ šχθßϑn=ôètƒ Ÿω Ĩ$¨Ζ9$# usYò2r& £⎯Å3≈s9uρ ⎯ÍνÌøΒr& #’n?tã ë=Ï9%yñ ª!$#uρ 4 Ï]ƒÏŠ$ymF{$#
“Y lo vendieron a bajo precio, unos cuantos dirhams, para
deshacerse de él. (20) Y el que lo había comprado, que era
de Egipto, le dijo a su mujer: ¡Hónrale mientras permanez-
ca entre nosotros, porque tal vez nos beneficie o quizás le
adoptemos como hijo. Y así fue como dimos una buena po-
sición a Yüsuf en la tierra, y le enseñamos la interpretación
de los sueños! Y Alläh dispone de Su asunto, pero la mayoría
de los hombres lo ignoran”. (21)
75
12. Sura Yüsuf (José)
Dijeron: Pues, las ovejas arrojaron lo que tenían en sus vientres hecho sangre fresca, por la
fuerza que tenía la despedida; y lo echaron sobre la albarda de la montura sin mullida ni cu-
bierta para protegerse del sol, atado y encadenado; pasaron junto al cementerio de la tribu de
Kanaªän y vio la tumba de su madre – y se había encargado de él un negro para que lo vigila-
ra, pero éste se distrajo – y se arrojó Yüsuf sobre la tumba de su madre revolcándose, y abra-
zándola tembloroso, decía: ¡Oh madre, levanta tu cabeza para que veas a tu hijo preso, atado y
encadenado; y me han separado de mi padre! ¡Pide a Alläh que nos reúna en el seno de Su
misericordia, porque verdaderamente Él es más misericordioso de todos! El negro en el came-
llo lo había perdido de vista y al no verlo fue tras sus huellas, hasta verlo en un claro junto a la
tumba, y vio que efectivamente era él; así que fue y lo tumbó con su pierna en la tierra, lo
revolcó y le golpeó fuertemente. Entonces, le dijo: ¡No lo hagas. Por Alläh que no he huido ni
me he fugado, sino sólo que al pasar junto a la tumba de mi madre he querido despedirme de
ella, y no volveré a hacer lo que detestáis! Dijo el negro: ¡Por Alläh, que tú eres un mal esclavo,
una vez invocas a tu padre y otra a tu madre! Pues, eso no lo hacen los esclavos; y elevando
Yüsuf sus manos al cielo dijo: ¡Oh Alläh, si he tenido ante Ti alguna falta por la que has raído
mi rostro, pues, te pido por el derecho de mis padres Ibrähïm, Isåäq y Yaªqüb que me perdo-
nes y tengas compasión de mí! Entonces el cielo se alborotó, bajó Ÿibrïl y le dijo: ¡Oh Yüsuf,
baja tu voz, pues has hecho llorar a los ángeles del cielo! ¿Acaso quieres que voltee la tierra y
ponga encima lo que está debajo? Dijo: ¡Espera, oh Ÿibrïl, pues Alläh es ponderado y no se
apresura! Entonces, golpeó la tierra con su ala y se hicieron las tinieblas, se elevó el polvo y se
ocultó el sol; quedó la caravana que no se reconocían unos a otros; y dijo el jefe de ellos:
¿Quién de vosotros ha ocasionado este fenómeno? Pues he viajado largo tiempo y jamás me
había ocurrido nada parecido. Dijo el negro: Yo he pegado a ese muchacho hebreo y ha alzado
sus manos al cielo y hablado con palabras que yo no conozco, y no hay duda de que nos ha
maldecido; así que le dijo: ¡No has querido sino nuestra aniquilación! ¡Traédmelo! Se lo traje-
ron y le dijo: ¡Muchacho! El haberte pegado nos ha traído lo que has visto, si te quieres vengar
de alguien hazlo de quien quieras, y si quieres perdonar…, es lo que se supone de ti. Dijo: He
perdonado con la esperanza de que Alläh me perdone; en ese momento desapareció el polvo,
apareció el sol y se iluminó el oriente y el occidente de la tierra, y el comerciante agradecido
visitaba a Yüsuf mañana y tarde y le honraba; hasta que llegaron a Egipto, se lavó en el Nilo y
Alläh lo alivió de la aflicción del viaje devolviéndole la belleza. Entró en el país de día y las
paredes de las casas se impregnaron de su luz. Lo pusieron en venta y lo compró Putifar el
ministro del rey, como dijo Ibn ªAbbäs. Y se dijo que el rey no murió hasta que creyó y siguió a
Yüsuf en su dïn. Después murió el rey estando ese día Yüsuf a cargo de los graneros de la tie-
rra, reinando después de él Qäbüs que era incrédulo; lo llamó Yüsuf al Islam pero rehusó.
“¡Hónrale!” Es decir, honra su posición y grado con buena comida y buen vestido; “…
porque tal vez nos beneficie o quizás le adoptemos como hijo”. Dijo Ibn ªAbbäs: Era casto y
no tenía hijos. En el mismo sentido se pronunció Ibn Isåäq y dijo: Putifar no tenía relación
con mujeres y no tenía hijos. Y si se dice: ¿Cómo dice: “o quizás le adoptemos como hijo”
cuando él es su dueño y hay contradicción entre ser hijo y esclavo al mismo tiempo? Se con-
testa: Primero lo libera y después lo adopta; y la adopción era conocida entre ellos entonces, lo
mismo que en los comienzos del Islam.
76
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Dijo ªAbdulläh ibn Masªüd: Hubo tres personas que se caracterizaron por tener cono-
cimientos de fisiognomía: Al-ªAzïz cuando reconoció por las facciones de Yüsuf su valía y dijo:
“… porque tal vez nos beneficie o quizás le adoptemos como hijo”; la hija de Œuªaib cuando
dijo a su padre refiriéndose a Müsä:
(26-ﺺ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻘﺼﻣﲔ ﻱ ﺍ َﻷ
ﺕ ﺍﹾﻟ ﹶﻘ ﹺﻮ
ﺮ ﺟ ﺘ ﹾﺄﺳ ﺍ ﻦ ﻣ ﺮ ﻴ ﺧ ﻩ ﹺﺇ ﱠﻥ ﺮ ﺘ ﹾﺄ ﹺﺟﺳ ﺍ)
“¡Contrátalo! Ciertamente, nadie mejor que él
que es fuerte y de confianza”. (Los Relatos-
28:26)
77
12. Sura Yüsuf (José)
Después, pensó en librarse de la cárcel buscando la intercesión del copero real, pero
prevaleció el designio de Alläh y olvidó el copero, y permaneció Yüsuf en la cárcel algunos
años.
〈 ∩⊄⊄∪ t⎦⎫ÏΖÅ¡ósßϑø9$# “Ì“øgwΥ y7Ï9≡x‹x.uρ 4 $Vϑù=Ïãuρ $Vϑõ3ãm çµ≈oΨ÷s?#u™ ÿ…çν£‰ä©r& xn=t/ $£ϑs9uρ ®
“Y cuando hubo alcanzado la madurez, le dimos sabiduría y
conocimiento. Así recompensamos a los que hacen el bien”.
(22)
78
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
šs9 |Mø‹yδ ôMs9$s%uρ šU≡uθö/F{$# ÏMs)¯=yñuρ ⎯ϵšø¯Ρ ⎯tã $yγÏF÷t/ †Îû uθèδ ©ÉL©9$# çµø?yŠuρ≡u‘uρ ®
ô‰s)s9uρ ∩⊄⊂∪ šχθßϑÎ=≈©à9$# ßxÎ=øãƒ Ÿω …絯Ρ)Î ( y“#uθ÷WtΒ z⎯|¡ômr& þ’În1u‘ …絯ΡÎ) ( «!$# sŒ$yètΒ tΑ$s% 4
u™þθ¡9$# çµ÷Ζtã t∃ÎóÇuΖÏ9 y7Ï9≡x‹Ÿ2 4 ⎯ϵÎn/u‘ z⎯≈yδöç/ #u™§‘ βr& Iωöθs9 $pκÍ5 §Νyδuρ ( ⎯ϵÎ/ ôM£ϑyδ
“Entonces, aquella en cuya casa estaba lo requirió”. Se refiere a la mujer del ªAzïz que
le pidió cohabitar con ella; “cerró las puertas” que eran siete, según se dijo; “y le dijo: ¡Ven
aquí!”, o sea, acércate y ven a mí. “Él contestó: ¡Que Alläh me proteja!” Es decir, me refugio
en Alläh y le pido que me salve de aquello a lo que me has llamado. “Él es mi señor”. Es decir,
su esposo, o sea, él es mi amo, me honró y por lo tanto no le traicionaré, según la interpreta-
ción de Muÿähid y otros. Y dijo Az-Zaÿÿäÿ en otra interpretación: Ciertamente, Alläh es mi
Señor y no incurriré en aquello que me ha prohibido. “Ciertamente, los injustos no triunfa-
rán”. Se ha transmitido en el jabar, que ella le dijo a él: ¡Oh Yüsuf! ¡Qué hermosa es la imagen
de tu rostro! Dijo él: En el útero me la ha formado mi Señor. Dijo ella: ¡Oh Yüsuf! ¡Qué cabello
tan hermoso! Dijo él: Eso será lo primero que se descomponga de mí en la tumba. Dijo ella:
¡Oh Yüsuf! ¡Qué ojos más hermosos! Dijo él: Con ellos miro a mi Señor. Dijo ella: ¡Oh Yüsuf!
¡Levanta tu vista y mira mi rostro! Dijo él: Yo temo la ceguera en mi final. Dijo ella: ¡Oh Yüsuf!
Me acerco a ti y tú te alejas de mí. Dijo él: Con eso pretendo el acercamiento a mi Señor. Dijo
ella: ¡Oh Yüsuf! ¡La cámara con su aposento es para ti, entra pues conmigo! Dijo: La cámara
no me ocultará de mi Señor. Dijo ella: ¡Oh Yüsuf! El aposento de seda lo he dispuesto para ti,
levántate pues, y satisface mis deseos. Dijo: Entonces, se irá del Jardín mi parte; y así otras
palabras de ella y él replicándole, hasta que la deseó; “de no ser porque vio una prueba de su
Señor”; es decir, sin embargo, vio la prueba y no la deseó; y esto se debe a la necesaria impe-
cabilidad de los profetas. Dijo Alläh, el Altísimo: “Fue así para apartar de él el mal y la inde-
cencia. En verdad, era uno de Nuestros siervos elegidos”. En la expresión hay anteposición y
posposición; es decir, de no haber sido porque Yüsuf vio la prueba de su Señor la habría de-
seado ante el deseo insistente de Zulaija por él.
Dijo Ibn ªAbbäs: Cuando dijo:
(52-ﻒﻮﺳﺐ( )ﻳ
ﻴ ﹺ ﻐ ﺑﹺﺎﹾﻟﻨﻪ ﻢ ﹶﺃﺧ ﻲ ﹶﻟﻢ ﹶﺃﻧ ﻌ ﹶﻠ ﻴﻟ ﻚ
ﻟ) ﹶﺫ
“Esto es para que se sepa que yo no le traicioné
en su ausencia”. (Yüsuf-12:52)
79
12. Sura Yüsuf (José)
Dijeron: Su abstención y renuncia en una situación como esta es una señal de su since-
ridad. La respuesta en la äya a “de no ser” está elidida; es decir, si no fuera porque vio la prue-
ba de su Señor habría cedido al deseo concebido; como cuando dice: “Pero no, si supierais a
ciencia cierta”, su respuesta es: no rivalizaríais. Dijeron: La enseñanza de esto es que sirva de
ejemplo para los pecadores y que vean que su arrepentimiento conduce al perdón de Alläh, de
la misma manera que conduce al perdón la tauba de quien es mejor que ellos, sin que se vea
perdido por haber estado cercano a la falta; y todo porque, según Ibn ªAbbäs y otros, no difie-
ren en que Yüsuf la deseó, y ellos saben más de Alläh y de la interpretación de Su Libro, y
honran a los profetas más que quienes hablan sin conocimiento. Y añadió Al-Åasan: Real-
mente, Alläh, Poderoso y Majestuoso, no menciona las desobediencias de los profetas para
buscar sus defectos, sino que las menciona para que la gente no desespere del tauba. Y Yüsuf
actuó como Alläh le había enseñado sobre la prohibición del adulterio y sus preámbulos y no
traicionar al dueño, al vecino, y al extraño, en su mujer; de forma que no se mostró a la mujer
del ªAzïz ni respondió a sus pretensiones, sino que le dio la espalda y huyó de ella; y esta ac-
ción muestra una enseñanza especial y está conforme con lo que Alläh le había enseñado.
En Çaåïå Muslim se transmitió, de Abü Huraira , que dijo el Mensajero de Alläh :
“Dijeron los ángeles: ¡Señor! Ese siervo tuyo quiere incurrir en una falta, y Él es más conoce-
dora de ella. Dijo: ¡Observadle, y si la hace, anotadle una falta equivalente, y si no la hace
anotadle una buena acción (åasana), pues, realmente no la ha hecho por Mí!” Y dijo el Mensa-
jero de Alläh por inspiración de su Señor: “Si mi siervo ha deseado hacer una mala acción,
pero finalmente no la hace, se le anota una åasana”. Y en Çaåïå: “Ciertamente, Alläh ha per-
mitido a mi Umma los malos deseos de su propia alma, mientras no los materialice o hable de
ellos”.
“De no ser porque vio una prueba de su Señor”. Es decir, si no hubiera sido por la vi-
sión que tuvo de la prueba de su Señor; la respuesta está elidida, o sea, habría sucedido lo que
tenía que suceder. Y esa prueba no está mencionada en el Qur°än; pues, se relató de ªAlï ibn
Abï Öälib que Zulaija se levantó y dirigiéndose a un rincón de la casa donde había un ídolo
coronado de perlas y rubíes, lo cubrió con un vestido; le dijo: ¿Qué haces? Dijo: Me da ver-
güenza que este dios me vea con este aspecto; entonces, le dijo Yüsuf: Con más motivo me
avergüenzo yo de Alläh. Y esto es lo mejor que se ha dicho en ello porque conlleva la prueba. Y
también se ha dicho sobre la interpretación de la äya que Yüsuf vio escrito en el techo de la
casa:
(32-ﺍﺀﺳﺮ ﻼ( )ﺍ ِﻹ
ﺳﺒﹺﻴ ﹰ ﺎ َﺀﻭﺳ ﺔﺣﺸ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻓﹶﺎﻧﻪﺎ ﹺﺇﺰﻧ ﻮﺍ ﺍﻟﺮﺑ ﺗ ﹾﻘ ﻭ ﹶﻻ )
“Y no os acerquéis a la fornicación pues ello es
una indecencia y un mal camino”. (El Viaje
Nocturno-17:32)
80
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Fue así para apartar de él el mal y la indecencia”. Es decir, asimismo le hicimos ver
las pruebas del deseo malvado y la indecencia manifiesta, en una visión.
$tΒ ôMs9$s% 4 É>$t7ø9$# #t$s! $yδy‰Íh‹y™ $uŠxø9r&uρ 9ç/ߊ ⎯ÏΒ …çµ|ÁŠÏϑs% ôN£‰s%uρ z>$t7ø9$# $s)t6tGó™$#uρ ®
“Ambos corrieron hacia la puerta”. Dijeron los ulemas: Esta frase es de la síntesis del
sublime Qur°än, que reúne muchos significados; y eso fue que cuando vio la prueba de su
Señor escapó de ella y ambos se enzarzaron: ella porfiaba para atraerlo hacia sí, y él para des-
embarazarse de ella, pero ella lo alcanzó antes de que saliera; “y entonces ella le rasgó la
túnica por detrás”; lo agarró por la parte del cuello de la camisa y se la rajó de arriba abajo; “y
en esto se toparon con su señor junto a la puerta”, o sea, el marido de ella, porque las egipcias
llamaban a su marido señor; y al verle ella ingenió una trama: “Dijo ella: ¿Qué pago merece
aquel que quiere un mal con tu mujer?” Es decir que desea la fornicación con ella; “¿sino el de
ser encerrado o recibir un doloroso castigo?”
£‰è% …çµÝÁŠÏϑs% šχ%x. βÎ) !$yγÎ=÷δr& ô⎯ÏiΒ Ó‰Ïδ$x© y‰Îγx©uρ 4 ©Å¤ø¯Ρ ⎯tã ©Í_ø?yŠuρ≡u‘ }‘Ïδ tΑ$s% ®
ôMt/x‹s3sù 9ç/ߊ ⎯ÏΒ £‰è% …çµÝÁŠÏϑs% tβ%x. βÎ)uρ ∩⊄∉∪ t⎦⎫Î/É‹≈s3ø9$# z⎯ÏΒ uθèδuρ ôMs%y‰|Ásù 9≅ç6è% ⎯ÏΒ
( £⎯ä.ωø‹Ÿ2 ⎯ÏΒ …絯ΡÎ) tΑ$s% 9ç/ߊ ⎯ÏΒ £‰è% …çµ|ÁŠÏϑs% #u™u‘ $£ϑn=sù ∩⊄∠∪ t⎦⎫Ï%ω≈¢Á9$# z⎯ÏΒ uθèδuρ
Å7¯ΡÎ) ( Å7Î7/Ρx‹Ï9 “ÌÏøótGó™$#uρ 4 #x‹≈yδ ô⎯tã óÚÌôãr& ß#ß™θム∩⊄∇∪ ×Λ⎧Ïàtã £⎯ä.y‰ø‹x. ¨βÎ)
81
12. Sura Yüsuf (José)
Dijeron los ulemas: Cuando ella buscó librarse sola de culpa, sin ser veraz en su amor
por él – porque entre las cosas del amante está la preferencia por el amado – dijo Yüsuf: “Ella
me requirió forzosamente”. Es decir, Yüsuf dijo la verdad en contraposición a la calumnia de
ella y su difamación contra él. Añadió Nüf aœ-Œämï: Como si Yüsuf no quisiera descubrir la
verdadera cuestión, pero cuando ella lo agravió, él se enojó y dijo la verdad.
“Y alguien de la familia de ella que estaba entre los presentes”. Y eso fue porque al
haber posturas opuestas entre ambos, el ªAzïz requirió un testigo para que se supiera quién
decía la verdad y quién mentía, pues hubo un testigo de su familia que presenció el hecho en
cuestión. Y sobre este testigo hay diferencias: Por una parte han dicho que se trata de un niño
que habló en la cuna, por el åadïµ del Profeta : “No hablaron en la cuna más que tres”, y
mencionó entre ellos al testigo de Yüsuf. Añadió Al-Quœairï Abü Naçr: Era un niño, primo de
ella, que había en la cuna en la casa. Por otra parte, se dice que el testimonio es la propia ca-
misa rasgada, sin embargo esto queda invalidado cuando dice: “de su familia”. En una tercera
versión se ha dicho que el testigo se refiere a un hombre sabio e inteligente al cuál solía con-
sultar el visir del rey en sus asuntos, y perteneciente a la familia de la mujer. Estando con su
esposa dijo: He oído el alboroto, la acometida tras de la puerta, y el rasgado de la camisa; pero
no sabe quien de los dos estaba delante del otro; así pues, si la camisa está rasgada por delan-
te, tú [mujer] dices la verdad, y si está rasgada por detrás, él es el que dice la verdad; de mane-
ra que miraron la camisa y vieron que estaba rasgada por detrás; y eso fue lo interpretado por
Al-Åasan, ªIkrima, y otros; y según As-Sudï este hombre era un primo de la mujer.
“Y cuando vio que la túnica estaba rasgada por detrás, dijo: Esta es una de vuestras
artimañas”. Se refiere a que eso fue lo que le dijo Al-ªAzïz a su mujer, cuando ésta dijo: “¿Qué
pago merece aquel que quiere un mal con tu mujer?” O también, se refiere a lo dicho a ella
por el testigo presencial; “ciertamente, vuestra astucia es enorme”. Se transmitió de Abü
Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : La astucia de la mujer es mayor que la del diablo,
porque Alläh, el Altísimo, ha dicho:
(76-ﺎﺀﻨﺴﻴﻔﹰﺎ( )ﺍﻟﺿﻌ
ﻥ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻴﻄﹶﺎ ﺸ
ﺪ ﺍﻟ ﻴ )ﹺﺇ ﱠﻥ ﹶﻛ
“Ciertamente, la astucia del diablo es débil”.
(Las Mujeres-4:76)
82
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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“Y dijo un grupo de mujeres en la ciudad: La mujer del ªAzïz
ha pretendido forzar a su criado. Su amor por él la ha tras-
tornado y la vemos claramente perdida. (30) Cuando ella se
enteró de sus murmuraciones, las convocó y les preparó un
banquete; les dio a cada una de ellas un cuchillo y dijo [a Yü-
suf]: ¡Sal ahora y muéstrate ante ellas! Y cuando le vieron,
se quedaron maravilladas y [tan aturdidas estaban que] se
cortaron las manos [sin advertirlo]. Dijeron: ¡Válganos
Alläh! Este no es un ser humano sino un ángel noble. (31) Di-
jo: Aquí tenéis a aquél por quien me habéis censurado. Yo le
pretendí, pero él se protegió; sin embargo, si no hace lo que
le ordeno lo encarcelarán y quedará entre los humillados”.
(32)
“Y dijo un grupo de mujeres en la ciudad”. Eso fue porque la historia se divulgó entre
la gente de Egipto, y las mujeres hablaron entre ellas; “cuando ella se enteró de sus murmu-
raciones, las convocó”. Es decir, cuando ella supo que su secreto se había divulgado y sirvió de
habladurías entre las mujeres, las llamó para una fiesta y confirmar con ellas lo acontecido
sobre el caso; de manera que las convocó con el permiso de su marido Al-ªAzïz, preparando
una comida y engalanando la casa para la ocasión. Dijo Wahb ibn Munabbih: Fueron cuarenta
mujeres las que vinieron; “y les preparó un banquete”; es decir, acondicionó para ellas diva-
nes en los que recostarse; dijo Ibn Ÿubeir: En cada asamblea nutrida había miel, toronjas y
cuchillos afilados para cortar la fruta: “les dio a cada una de ellas un cuchillo y dijo [a Yüsuf]:
¡Sal ahora y muéstrate ante ellas!” Es decir, subió el criado y llamó a Yüsuf; al aparecer éste
ante ellas les dijo la mujer del ªAzïz: cortad vuestras frutas. “Y cuando lo vieron, se quedaron
maravilladas y [tan aturdidas estaban que] se cortaron las manos [sin advertirlo]”, o sea,
con el cuchillo que tenían en las manos debido al pasmo y asombro que sufrieron al verle por
cómo era su belleza y hermosura; “dijeron: ¡Válganos Alläh! Este no es un ser humano sino
un ángel noble”. Dijo Al-Quœairï Abü Naçr: Mencionaron las mujeres que la imagen de Yüsuf
era mejor que la de los humanos, y más bien tenía la imagen de un ángel.
83
12. Sura Yüsuf (José)
£⎯èδy‰ø‹x. ©Íh_tã ô∃ÎóÇs? ωÎ)uρ ( ϵø‹s9Î) û©Í_tΡθããô‰tƒ $£ϑÏΒ ¥’n<Î) =ymr& ß⎯ôfÅb¡9$# Éb>u‘ tΑ$s% ®
4 £⎯èδy‰ø‹x. çµ÷Ζtã t∃u|Çsù …çµ/š u‘ …çµs9 z>$yftFó™$$sù ∩⊂⊂∪ t⎦⎫Î=Îγ≈pgø:$# z⎯ÏiΒ ⎯ä.r&uρ £⎯Íκös9Î) Ü=ô¹r&
“Dijo: ¡Señor mío! Prefiero la cárcel antes que aquello a lo que me invitan”. Es decir,
entrar en la cárcel es mejor y más insignificante para mí que incurrir en la desobediencia a la
que me inducen; “pues si no alejas de mí sus artimañas, cederé ante ellas”. Es decir, si no
eres benevolente conmigo, apartándome de la desobediencia, caeré en ella; “y seré de los
ignorantes”, o sea, de los que caen en el vicio y merecen la censura; o de los que actúan como
los ignorantes; esto indica que nadie se aparta de la desobediencia de Alläh sino es con Su
ayuda. El dicho de Alläh: “Su Señor le respondió”, cuando dijo: “pero si no alejas de mí sus
artimañas”; eso demuestra que es una invocación manifiesta, como si hubiera dicho: ¡Oh
Alläh, aparta de mí sus artimañas! Entonces, Alläh respondió a su invocación, fue benevolente
con él y le apartó de incurrir en la fornicación.
〈 ∩⊂∈∪ &⎦⎫Ïm 4©®Lym …絨ΖãΨàfó¡uŠs9 ÏM≈tƒFψ$# (#ãρr&u‘ $tΒ Ï‰÷èt/ .⎯ÏiΒ Μçλm; #y‰t/ ¢ΟèO ®
“Luego, a pesar de haber visto los signos, les pareció conve-
niente encarcelarlo por un tiempo”. (35)
“Luego, a pesar de haber visto los signos”. Es decir, les pareció oportuno, al ªAzïz y a
sus consejeros, a pesar de ver los signos, o sea, las pruebas de la inocencia de Yüsuf - el rasga-
do de la camisa por detrás, el testimonio del testigo, el corte de las manos de las mujeres, y su
asombro ante él - , encarcelarlo para ocultar la verdadera historia y que no se propagara entre
el vulgo; “les pareció conveniente encarcelarlo”. Dijo As-Sudï: La causa del encarcelamiento
de Yüsuf fue que la mujer del ªAzïz se quejó a éste de que él la había avergonzado públicamen-
te divulgando la noticia; y el pronombre “les”, según esto, se refiere al rey; “por un tiempo”, es
decir, por un periodo de tiempo sin precisar, según lo dicho por muchos de los mufassirïn; o
como dijo Ibn ªAbbäs, hasta que se olvidara lo que se propagó por la ciudad, aunque hay
quienes precisaron un tiempo que va de seis meses a nueves años. Y Alläh, el Altísimo, hizo
que el encarcelamiento fuese una purificación para Yüsuf, sobre él la paz, de su deseo por la
84
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y ellos dijeron:
(77-ﻒﻮﺳﺒﻞﹸ( )ﻳ ﻦ ﹶﻗ ﻣ ﹶﻟﻪﻕ ﹶﺃﺥ
ﺮ ﺳ ﺪ ﻕ ﹶﻓ ﹶﻘ
ﺴ ﹺﺮ
ﻳ )ﹺﺇ ﹾﻥ
“Si ha robado, ya robó antes un hermano su-
yo”. (Yüsuf-12:77)
tΑ$s%uρ ( #\ôϑyz çÅÇôãr& û©Í_1u‘r& þ’ÎoΤÎ) !$yϑèδ߉tnr& tΑ$s% ( Èβ$u‹tFsù z⎯ôfÅb¡9$# çµyètΒ Ÿ≅yzyŠuρ ®
$¯ΡÎ) ( ÿ⎯Ï&Î#ƒÍρù'tGÎ/ $uΖø⁄Îm;tΡ ( çµ÷ΖÏΒ çö©Ü9$# ã≅ä.ù'?s #Z”ö9äz ©Å›ù&u‘ s−öθsù ã≅Ïϑômr& û©Í_1u‘r& þ’ÎoΤÎ) ãyzFψ$#
$yϑä3è?ù'¬6tΡ ωÎ) ÿ⎯ϵÏΡ$s%y—öè? ×Π$yèsÛ $yϑä3‹Ï?ù'tƒ Ÿω tΑ$s% ∩⊂∉∪ t⎦⎫ÏΖÅ¡ósßϑø9$# z⎯ÏΒ š1ttΡ
ω 7Θöθs% s'©#ÏΒ àMø.ts? ’ÎoΤÎ) 4 þ’În1u‘ ©Í_yϑ¯=tæ $£ϑÏΒ $yϑä3Ï9≡sŒ 4 $yϑä3u‹Ï?ù'tƒ βr& Ÿ≅ö6%s ⎯Ï&Î#ƒÍρù'tGÎ/
zΟŠÏδ≡tö/Î) ü“™Ï !$t/#u™ s'©#ÏΒ àM÷èt7¨?$#uρ ∩⊂∠∪ tβρãÏ≈x. öΝèδ ÍοtÅzFψ$$Î/ Νèδuρ «!$$Î/ tβθãΖÏΒ÷σãƒ
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85
12. Sura Yüsuf (José)
“Y con él entraron en la cárcel dos jóvenes criados”. Dijeron Wahb y otros: Fue llevado
Yüsuf a la cárcel amarrado sobre un burro, y una aparición le decía: esto es para quien des-
obedece a su señora, y él respondía: esto para mí es más fácil que los fuegos cortados, las
corazas de alquitrán, las bebidas ardientes y la comida de los árboles infernales de zaqqüm.
Cuando Yüsuf llegó a la cárcel encontró en ella a una gente que había perdido toda esperanza,
su desgracia se había recrudecido, y les dijo: ¡Sed pacientes y recibiréis vuestra compensación
con alegría! Le dijeron: ¡Muchacho, qué hermoso es lo que dices. Se nos ha bendecido por
estar a tu lado! ¿Tú quien eres? Contestó: Yo soy Yüsuf hijo del puro de Alläh, Yaªqüb hijo del
sacrificado de Alläh, Ismäªïl hijo del íntimo de Alläh, Ibrähïm. Dijo Ibn ªAbbäs: Cuando dijo la
mujer a su esposo: Verdaderamente, este esclavo hebreo me ha escandalizado y quiero que lo
encarceles, y fue encerrado en la cárcel, y, en ella solía consolar al triste, visitaba al enfermo,
curaba al herido, rezaba toda la noche, y lloraba hasta que lloraban con él los muros, los te-
chos y las puertas de las habitaciones, y se purificó con él la cárcel. Convivía cordialmente con
la gente de la cárcel, de tal manera que si un hombre salía de la cárcel, regresaba a ella para
reunirse con Yüsuf. El alcaide de la prisión le amó y fue espléndido con él, después le dijo: ¡Oh
Yüsuf! Te he amado como no lo he hecho con nada más. Le dijo: ¡Me refugio en Alläh de tu
amor! Dijo: ¿Y eso porqué? Le dijo: Me amó mi padre y mis hermanos me hicieron lo que me
hicieron, me amó mi dueña y me ha pasado lo que ves; pues permaneció así encarcelado hasta
que el rey se enojó con su panadero y su encargado de la bebida; y eso fue porque el rey se hizo
viejo y se aburrieron de él, de tal forma que les propusieron echarle veneno al pan y a la bebi-
da de cada uno de los dos: aceptó el panadero, pero el encargado de la bebida se opuso, y éste
fue a informar al rey de ello. Entonces el rey mandó encarcelar a los dos y así fue como cono-
cieron a Yüsuf. Y eso es cuando dijo Alläh: “Y con él, entraron en la cárcel dos jóvenes cria-
dos”.
En otro relato se dijo: El panadero puso veneno en la comida y cuando la dispuso para
comer dijo el encargado de la bebida: ¡Oh rey! No comas porque la comida está envenenada; y
le dijo el panadero: ¡Oh rey! No bebas porque la bebida está envenenada. Dijo, entonces el rey
al encargado de la bebida: ¡Bebe! Bebió y no le hizo daño; y dijo al panadero: ¡Come! Pero, se
abstuvo. Probó a echarles la comida a los animales y se murieron. Y los encarceló a los dos un
año, y permanecieron en la cárcel ese tiempo con Yüsuf.
“Uno de ellos dijo: Me he visto [en sueños] haciendo vino”. Es decir, literalmente, me
he visto prensando vino, o sea, uva. Yüsuf ya había dicho a la gente de la cárcel que él inter-
pretaba los sueños, y uno de los dos criados le dijo al otro: Ven que vamos a probar a este
esclavo hebreo, y le preguntaron sin que hubiesen tenido visión alguna, según lo dicho por Ibn
Masªüd. Dijeron Ibn ªAbbäs y Muÿähid: Fue una visión veraz que tuvieron, y ambos criados le
preguntaron sobre ella, y por consiguiente fue veraz su interpretación. En el Çaåïå se transmi-
tió, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “El más veraz de vosotros en la visión
86
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
de un sueño será el más veraz de vosotros hablando”. Y se transmitió de ªAlï que dijo el
Mensajero de Alläh : “Quien mintiera sobre sus sueños se le encargará el Día del Juicio que
anude un grano de cebada”. (Es decir, y no lo podrá hacer) Dijo: Åadïµ Åasan. Dijo Ibn
ªAbbäs: Cuando los dos criados tuvieron la visión amanecieron afligidos, y les preguntó Yüsuf:
¿Qué os pasa, os veo apenados? Le dijeron: ¡Señor! Hemos visto, en sueños, algo detestable; y
se los contaron. Luego dijeron: Dinos la interpretación de lo que hemos visto; “pues, cierta-
mente vemos que eres de los bienhechores”. Su bien era que visitaba a los enfermos y les daba
su medicina, y consolaba a los afligidos. Y eres de los bienhechores para nosotros si nos los
explicas. Preguntó: ¿Y qué habéis visto? Dijo el panadero: Me he visto amasando el pan en
tres hornos, lo he puesto en tres cestas, las he colocado en mi cabeza y han venido los pájaros
a comer de él. Dijo el otro: Me he visto cogiendo tres racimos de uvas blancas, las he exprimi-
do en tres recipientes, para después decantar el jugo obtenido y escanciarlo al rey como era
antes mi costumbre; y eso es el dicho: “Me he visto [en sueños] haciendo vino”. Y les dijo
Yüsuf: “No os llegará ninguna comida que sea de vuestra provisión”. Es decir, no os llegará
mañana comida alguna de vuestra casa; “sin que antes os haya dicho su significado real”,
para que sepáis que sé la interpretación de vuestros sueños. Dijeron: ¡Hazlo! Dijo: Os vendrá
esto y esto; y fue conforme a lo que les dijo, siendo eso del conocimiento del no-visto del cuál
fue dotado Yüsuf; y Alläh le concedió ese conocimiento por haber abandonado la forma de
adoración (mil-la) de la gente que no creía en Alläh, es decir, la religión del rey. El significado
es: Tengo el conocimiento de la interpretación de vuestros sueños, el conocimiento de los
alimentos que os vendrán y el conocimiento del Dïn de Alläh. Escuchad, pues, primeramente
lo concerniente al Dïn para que os guiéis; y por eso no les interpretó su sueño hasta llamarlos
al Islam; pues, dijo:
ﺎ ﻣ. ﺭ ﺎﺪ ﺍﹾﻟ ﹶﻘﻬ ﺣ ﺍﻪ ﺍﹾﻟﻮ ﻡ ﺍﻟ ﱠﻠ ﹶﺃﻴﺮ ﺧ ﺮﻗﹸﻮ ﹶﻥ ﺘ ﹶﻔﻣ ﺎﺏﺭﺑ ﻦ ﹶﺃﹶﺃﺴﺠ
ﻲ ﺍﻟ ﺒﺣ ﺎﺎ ﺻ)ﻳ
(40-39-ﻒﻮﺳ( )ﻳ...ﻭ ﹶﻥﺒﺪﻌ ﺗ
“¡Compañeros de la cárcel! ¿Qué es mejor [ado-
rar a] señores distintos, o a Alläh, el Único, el
Dominante? Lo que adoráis…”. (Yüsuf-12:39,
40)
“Y seguí la mil-la de mis padres, Ibrähïm, Isåäq y Yaªqüb”. Porque ellos fueron profe-
tas realmente; “eso es parte del favor de Alläh para con nosotros y para todos los hombres”,
o sea, un favor para nosotros al eximirnos de la fornicación, y para los hombres de los creyen-
tes a los que Alläh ha eximido de la idolatría; “sin embargo, la mayoría de ellos no son agra-
decidos”, por tener la gracia de la unicidad de Alläh y la fe en Él.
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87
12. Sura Yüsuf (José)
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88
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
que Alläh había concedido especialmente esta cualidad, y cuando pensaba algo o hablaba de
ello ocurría.
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“Le dijo al que de los dos suponía salvado”. Aquí “suponía” significa tenía la certeza,
según lo dicho por la mayoría de los mufassirïn; y la interpretación de los sueños que hizo
Yüsuf a los criados fue por revelación, tal es el estado de los profetas; mientras que es suposi-
ción en el juicio de los hombres. “¡Háblale de mí a tu señor!” Es decir, menciónale al rey lo
que has visto de mi capacidad para interpretar los sueños, e infórmale de que he sido oprimi-
do y estoy encarcelado sin haber cometido falta alguna; “pero el diablo hizo que se olvidara de
mencionar a Su Señor”. Es decir, œaiöän hizo olvidar a Yüsuf que mencionara a Alläh, Podero-
so y Majestuoso; y eso fue que cuando Yüsuf le dijo al escanciador del rey – al saber que se
salvaría y que volvería a su situación anterior con el rey - : “¡Háblale de mí a tu señor!”, olvidó
en ese momento de quejarse a Alläh y pedir de Él la ayuda y la salvación de su situación, y se
inclinó a refugiarse en una criatura, de manera que fue censurado por ello. Dijo ªAbdelazïz ibn
ªUmeir: Entró Ÿibrïl a ver a Yüsuf, sobre él la paz, a la prisión y éste lo reconoció y le dijo: ¡Oh
hermano de los advertidores! ¿Cómo es que te veo entre los que cometen errores? Le dijo
Ÿibrïl, sobre él la paz: ¡Oh puro, hijo de los puros, te da el saläm el Señor de los mundos! Y
dice: ¿No te ha dado vergüenza pedirle a los humanos? ¡Por Mi poder que te haré permanecer
en la cárcel unos años! Dijo: ¡Oh Ÿibrïl! ¿Él está complacido de mí? Dijo: ¡Sí! Dijo: ¡No impor-
ta pues el tiempo! Y se relató que Ÿibrïl, sobre él la paz, acudió a Yüsuf y le reprochó por Alläh,
el Altísimo, diciéndole: ¡Oh Yüsuf! ¿Quién te libró de la muerte a manos de tus hermanos?
Contestó: ¡Alläh, el Altísimo! Dijo: ¿Y quién te sacó del pozo? Contestó: ¡Alläh, el Altísimo!
Dijo: ¿Y quién te libró de la obscenidad? Contestó: ¡Alläh, el Altísimo! Dijo: ¿Quién te liberó
de las maquinaciones de las mujeres? Contestó: ¡Alläh, el Altísimo! Dijo: ¿Entonces, cómo es
que has confiado en una criatura y dejaste a tu Señor sin pedirle a Él? ¡Oh Señor, una palabra
se me ha deslizado! Te pido, oh Dios de Ibrähïm, Isåäq y del venerable anciano Yaªqüb, sobre
él la paz, que te compadezcas de mí; y le dijo Ÿibrïl: ¡Ciertamente, permanecerás en la cárcel
algunos años!
Relató Abü Salama, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “¡Alläh se com-
padezca de Yüsuf! Si no fuera por la frase que dijo: “¡Háblale de mí a tu señor!”, no hubiese
permanecido en la cárcel algunos años”. Por ‘algunos años’ entiende la mayoría que fueron
siete, como dijo Wahb ibn Munabbih: Yüsuf estuvo preso en la cárcel siete años, permaneció
89
12. Sura Yüsuf (José)
Ayüb a prueba siete años, y fue castigado Nabucodonosor con la transformación en animal
otros sietes años.
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“Y dijo el rey: He visto siete vacas gordas a las que comían
siete flacas, y siete espigas verdes y otras tantas secas. ¡No-
bles! Dadme un juicio sobre mi visión, si es que podéis in-
terpretar las visiones. (43) Dijeron: Es una maraña de en-
sueños, y nosotros no conocemos la interpretación de los
sueños”. (44)
“Y dijo el rey: He visto siete vacas gordas…”. Cuando se acercó la puesta en libertad de
Yüsuf, sobre él la paz, tuvo el rey su visión, entonces Ÿibrïl descendió sobre Yüsuf, le saludó y
le dio la buena nueva de su liberación, y le dijo: ¡Allah te hace salir de la cárcel para afirmarte
en la tierra, someterá a sus reyes a ti, te obedecerán sus tiranos, y te dará la palabra elevada
sobre tus hermanos! Eso fue con motivo de la visión que tuvo el rey; y no permaneció Yüsuf en
la cárcel más tiempo desde que tuvo el rey la visión hasta que salió; pues, aunque en principio
la visión supuso para Yüsuf una prueba dura, finalmente fue una alegría y una misericordia;
siendo así porque el gran rey Arrayän ibn al-Walïd vio en su sueño cómo salían de un río seco
siete vacas gordas, y tras ellas siete flacas; estas últimas se enfrentaron a las gordas, las cogie-
ron por las orejas y se las comieron, excepto los cuernos; y vio cómo siete espigas verdes eran
devoradas por otras tantas secas; hasta que fuimos a verlas y no quedó nada de ellas y seguían
estando secas; lo mismo que las vacas, que estaban flacas y no aumentaron en nada después
de haberse comido a las gordas; y esta visión suya le atemorizó. Entonces, envió emisarios a
todas partes, y que buscaran entre otros a videntes, adivinadores, astrólogos, magos, y a los
nobles de su pueblo; y les dijo: “¡Nobles! Dadme un juicio sobre mi visión”. Es decir, infor-
madme del significado de esta visión. Y les contó lo que había visto, y dijo la gente: “Es una
maraña de ensueños”. Es decir, son sueños en los que se mezclan visiones verdaderas y falsas;
y por eso dijo el escanciador del rey: “Yo os diré su interpretación”. Pues, supo que la gente
era incapaz de interpretarlos, pretendiendo que no tenían interpretación; y también se ha
dicho que no querían interpretarlos, sino que querían borrarlos del corazón del rey para que
no se preocupara por ellos.
90
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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“Dijo el que de los dos se había salvado, acordándose des-
pués de pasado un tiempo: Yo os diré su interpretación, en-
viadme pues. (45) ¡Yüsuf! Tú que eres veraz, danos una in-
terpretación sobre siete vacas gordas devoradas por siete
flacas, y siete espigas verdes y otras tantas secas, para que
regrese a la gente y puedan saber”. (46)
“Dijo el que de los dos se había salvado”. Es decir, el escanciador del rey; “acordándo-
se después de pasado un tiempo”. O sea, acordándose de lo que le pidió Yüsuf cuando le dijo:
“¡Háblale de mí a tu señor!”
“Yo os diré su interpretación…”. Es decir, yo os informaré cuando pregunte; “enviad-
me pues”, se dirige al rey en plural para magnificarlo, o refiriéndose al rey y a su consejo;
“¡Yüsuf! Tú que eres veraz, danos una interpretación…”. Es decir, le enviaron emisarios y le
preguntaron por la visión que tuvo el rey; “para que regrese a la gente”, o sea, para que regre-
se al rey y sus compañeros; “y puedan saber”, su significado.
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〈 ∩⊆®∪
“Dijo: Sembraréis durante siete años seguidos; la cosecha
que recojáis dejadla en sus espigas, excepto un poco de lo
que comeréis. (47) Luego vendrán siete años difíciles que
agotarán lo que hayáis acopiado para ellos, a excepción de
un poco que guardéis. (48) Luego vendrá un año en el que
los hombres serán socorridos y en el que prensarán [las
uvas]”. (49)
91
12. Sura Yüsuf (José)
la escasez durante otros siete años; “la cosecha que recojáis dejadla en sus espigas, excepto
un poco de lo que comeréis…”. Se dijo que el motivo era para que no se carcomiera ni se pu-
driera y extrajeran el grano que necesitaran para comer solamente, y así era como lo hacían en
las casas de Egipto. “Luego vendrá un año en el que los hombres serán socorridos”. Esto es
una información de Yüsuf, sobre él la paz, y no está en la visión del sueño que tuvo el rey,
sobre el conocimiento del No-Visto que Alläh le había dado; es decir, vendrá un año de lluvias
y fertilidad, de tal forma que podrán prensar la uva para hacer el vino, el sésamo para la cre-
ma, y la aceituna para el aceite; todo eso gracias a la abundancia de cosechas.
$tΒ ã&ù#t↔ó¡sù šÎn/u‘ 4’n<Î) ôìÅ_ö‘$# tΑ$s% ãΑθß™§9$# çνu™!%y` $£ϑn=sù ( ⎯ϵÎ/ ’ÎΤθçGø$# à7Î=pRùQ$# tΑ$s%uρ ®
øŒÎ) £⎯ä3ç7ôÜyz $tΒ tΑ$s% ∩∈⊃∪ ×Λ⎧Î=tæ £⎯ÏδωøŠs3Î/ ’În1u‘ ¨βÎ) 4 £⎯åκu‰Ï‰÷ƒr& z⎯÷è©Üs% ©ÉL≈©9$# Íοuθó¡ÏiΨ9$# ãΑ$t/
ÏMs9$s% 4 &™þθß™ ⎯ÏΒ Ïµø‹n=tã $uΖôϑÎ=tæ $tΒ ¬! |·≈ym š∅ù=è% 4 ⎯ϵšø¯Ρ ⎯tã y#ß™θム¨⎦—∫Šuρ≡u‘
z⎯Ïϑs9 …絯ΡÎ)uρ ⎯ϵšø¯Ρ ⎯tã …çµ›?Šuρ≡u‘ O$tΡr& ‘,ysø9$# }ÈysóÁym z⎯≈t↔ø9$# Í“ƒÍ•yèø9$# ßNr&tøΒ$#
〈 ∩∈⊇∪ š⎥⎫Ï%ω≈¢Á9$#
“Y dijo el rey: ¡Traedlo ante mí! Y cuando el emisario llegó a
él, éste le dijo: Vuelve a tu señor y pregúntale qué fue de
aquellas mujeres que se cortaron en las manos; ciertamen-
te, mi Señor conoce sus artimañas. (50) Dijo: ¿Qué os pasó
cuando pretendisteis a Yüsuf? Dijeron: ¡Alläh nos libre! No
supimos nada malo de él. La mujer del ªAzïz dijo: Ahora se
muestra la verdad. Yo le pretendí y verdaderamente él decía
la verdad”. (51)
“Y dijo el rey: ¡Traedlo ante mí!” Es decir, fue el emisario para informar al rey y éste le
dijo: ¡Traedlo ante mí! “Y cuando el emisario llegó a él”. Es decir, y le ordenó que saliera de la
cárcel, dijo Yüsuf: “Vuelve a tu señor y pregúntale qué fue de aquellas mujeres…”. Pues,
rehusó salir de la cárcel mientras no quedara clara su inocencia ante el rey de lo que había
sido acusado, y que fue encarcelado sin cometer delito alguno. Se transmitió de Abü Huraira
que dijo el Mensajero de Alläh : “¡Ciertamente, así era el generoso, hijo del generoso, hijo
del generoso, hijo del generoso, Yüsuf ibn Yaªqüb ibn Isåäq ibn Ibrähïm – dijo -: Si yo hubiese
permanecido en la cárcel lo que él permaneció, y después me viniera un enviado le hubiese
obedecido!” Pero él respondió: “Vuelve a tu señor y pregúntale qué fue de aquellas mujeres
que se cortaron en las manos”. Dijo: La misericordia de Alläh sea sobre Lot que buscó refugio
en un fuerte apoyo familiar, cuando dijo:
(80-ﺪ( )ﻫﻮﺩ ﻳﺷﺪ ﹾﻛ ﹴﻦﻭ ﺁﻭﹺﻱ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﺭ ﻮ ﹰﺓ ﹶﺃ ﻢ ﻗﹸ ﻲ ﹺﺑ ﹸﻜﻮ ﹶﺃ ﱠﻥ ﻟ )ﻗﹶﺎ ﹶﻝ ﹶﻟ
92
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y no envió Alläh ningún mensajero después de él, excepto en lo más elevado y noble de
su pueblo”.
Relató Al-Bujärï, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “Alläh se compa-
dezca de Lot que buscó refugio en un fuerte apoyo familiar, y si yo permaneciera en la cárcel lo
que permaneció Yüsuf, respondería al portavoz, y nosotros con más motivo todavía que
Ibrähïm cuando le dijo Alläh:
(260-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻦ ﹶﻗ ﹾﻠﺒﹺﻲ( )ﺍﹾﻟ ﺌﻤ ﻴ ﹾﻄﻟ ﻦ ﻜ ﻭﹶﻟ ﺑﻠﹶﻰ ﻦ ﻗﹶﺎ ﹶﻝﺆﻣ ﺗ ﻢ ﻭﹶﻟ )ﹶﺃ
“¿Acaso no crees? Contestó: ¡Por supuesto que
sí! Pero, es para que mi corazón se tranquilice”.
(La Vaca-2:260)
93
12. Sura Yüsuf (José)
!$tΒuρ * ∩∈⊄∪ t⎦⎫ÏΖÍ←!$sƒø:$# y‰øŠx. “ωöκu‰ Ÿω ©!$# ¨βr&uρ Í=ø‹tóø9$$Î/ çµ÷Ζäzr& öΝs9 ’ÎoΤr& zΝn=÷èu‹Ï9 y7Ï9≡sŒ ®
×Λ⎧Ïm§‘ Ö‘θàxî ’În1u‘ ¨βÎ) 4 þ’În1u‘ zΟÏmu‘ $tΒ ωÎ) Ï™þθ¡9$$Î/ 8οu‘$¨ΒV{ }§ø¨Ζ9$# ¨βÎ) 4 û©Å¤øtΡ ä—Ìht/é&
〈 ∩∈⊂∪
“Esto es para que sepa él que no le traicioné en su ausencia
y que Alläh no guía las intrigas de los traidores. (52) Y yo no
digo que mi alma sea inocente; pues, ciertamente, el alma
ordena insistentemente el mal, excepto con quien mi Señor
tiene misericordia. Verdaderamente, mi Señor es Perdona-
dor, Compasivo”. (53)
“Esto es para que sepa que yo no le traicioné en su ausencia…”. Aquí hay diferencias
de opinión sobre quién lo dijo: por un lado se ha dicho que fue la mujer del ªAzïz, y esto co-
necta con lo que se menciona anteriormente: “La mujer del ªAzïz dijo: Ahora se muestra la
verdad”. Es decir, me reafirmo en la verdad para que se sepa que yo no le traicioné en su au-
sencia, mintiendo sobre él; y después dijo: “Y no digo que mi alma sea inocente”, sino que yo
fui quien le requerí; por eso dijo ella: “Verdaderamente, mi Señor es Perdonador, Compasi-
vo”. Por otro lado, se dijo que son palabras de Yüsuf, o sea, que dijo: Mi acción de rechazar al
emisario es para “que sepa él”, el ªAzïz, “que no le traicioné en su ausencia”. Dijo Ibn ªAbbäs:
Acudió el emisario a Yüsuf, sobre él la paz, con la noticia y, mientras Ÿibrïl estaba con él
hablándole, y dijo Yüsuf: “Esto es para que sepa él que no le traicioné en su ausencia y que
Alläh no guía las intrigas de los traidores”. Es decir, que no traicioné a mi señor estando
ausente; y le dijo Ÿibrïl: ¡Oh Yüsuf! ¿Ni cuando desanudaste las trusas y te sentaste como se
sienta el hombre con la mujer? Dijo Yüsuf: “Y no digo que mi alma sea inocente”. Y dijo As-
Sudï: Le dijo la mujer del ªAzïz: ¿Ni cuando desanudaste tus calzones, oh Yüsuf? Dijo Yüsuf:
“Y no digo que mi alma sea inocente”.
En definitiva, se ha dicho que la frase: “Y no digo que mi alma sea inocente”, es de la
mujer; y dijo Al-Quœairï: Según lo manifiesto es que los dichos: “Esto es para que sepa él”, y
“y no digo que mi alma sea inocente”, son de Yüsuf.
Dije (Al-Quröubï): Si se considera que el dicho es de la mujer, sería más acorde para
eximir a Yüsuf de desanudar las trusas y los calzones; y si admitimos la probabilidad de que lo
haya dicho Yüsuf, sería de lo que albergara en su corazón, según lo mencionado anteriormente
en la interpretación elegida de su dicho: “Y la deseó”.
Dijo Abü Bakr al-Anbärï: Hay quien dice que las palabras: “Esto es para que sepa él
que no le traicioné en su ausencia…Verdaderamente, mi Señor es Perdonador, Compasivo”,
son de la mujer del ªAzïz, porque están conectadas con: “Yo le pretendí y verdaderamente él
decía la verdad”, y esa es la escuela de aquellos que exoneran a Yüsuf, sobre él la paz, del
error.
“Pues, ciertamente, el alma ordena insistentemente el mal”. Se transmitió del Profeta
que dijo: “¿Qué diríais si tuvierais un compañero al que honráis con toda clase de atencio-
nes, le dais de comer y de vestir, y después os lleva al peor de los destinos; y si lo humilláis,
94
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
siendo austero con él, sin darle todo lo que quiere de comer, vestir y otros bienes deseables,
pero él después os lleva al mejor de los destinos? Dijeron: ¡Oh Mensajero de Alläh! Ese es el
peor de los compañeros sobre la tierra. Dijo: Pues, por Aquel que tiene mi alma de Su mano,
ciertamente, son las almas que tenéis entre vuestros costados”. “Excepto para aquel con quien
mi Señor tiene misericordia”. Es decir, excepto aquel de quien mi Señor se ha compadecido y
ha eximido.
$uΖ÷ƒt$s! tΠöθu‹ø9$# y7¨ΡÎ) tΑ$s% …çµyϑ¯=x. $£ϑn=sù ( ©Å¤øuΖÏ9 çµóÁÎ=÷‚tGó™r& ÿ⎯ϵÎ/ ’ÎΤθçGø$# à7Î=yϑø9$# tΑ$s%uρ ®
〈 ∩∈∈∪ ÒΟŠÎ=tæ îáŠÏym ’ÎoΤÎ) ( ÇÚö‘F{$# È⎦É⎩!#t“yz 4’n?tã ©Í_ù=yèô_$# tΑ$s% ∩∈⊆∪ ×⎦⎫ÏΒr& î⎦⎫Å3tΒ
“Y dijo el rey: ¡Traédmelo que lo he elegido para mí! Y des-
pués de hablar con él, le dijo: En verdad, hoy tienes entre
nosotros una posición de autoridad y eres digno de confian-
za. (54) Respondió: ¡Ponme al cargo de los graneros de la
tierra; en verdad, yo sabré administrarlos prudentemente!”
(55)
95
12. Sura Yüsuf (José)
quedabas admirado de su hermosura, el agua del Nilo se filtró por el suelo desapareciendo del
río; después salieron del fango y el cieno del río siete vacas flacas con la barrigas encogidas,
sin tetas ni ubres; pero tenían colmillos y muelas; garras como las de los perros, hocicos como
los de las fieras; entonces se abalanzaron sobre las gordas como fieras salvajes, comiéndose
sus carnes, desgarrando sus pieles, triturando sus huesos y olisqueando los sesos. Y mientras
tú miras y te asombras de cómo se apoderan de ellas estando famélicas, pero, aún así, no se
percibe que hayan engordado ni aumentado nada después de habérselas comido, aparecen
siete espigas verdes, frescas y lozanas, llenas de grano y agua; y a su lado otras tantas secas,
sin frescura ni verdor alguno, pero el origen es el mismo, sus raíces están en la humedad y el
agua; y mientras tú te preguntas a ti mismo: ¿Qué es esto? Esas espigas verdes llenas de fruto
y esas vanas y secas, siendo todas del mismo origen que provienen del agua. Entonces, en ese
momento sopla un viento y las hojas de las vanas y secas se esparcen sobre las verdes rebosan-
tes de fruto y prendieron en ellas el fuego hasta quemarlas y convertirlas en ceniza negra;
entonces te despertaste atemorizado, oh rey. Dijo el rey: ¡Por Alläh! ¡Qué asunto es el de esta
visión, que si ya era asombrosa, más lo es todavía cuando la he oído de ti! ¿Qué opinión te
merece pues mi visión, tú que eres veraz? Dijo Yüsuf: Veo que debes reunir los alimentos y
sembrar ingentes cantidades durantes estos años de fertilidad, porque aunque sembraras
sobre piedra crecería, y Alläh haría aparecer su aumento y su bendición. Luego, separáis el
grano de las espigas o sus cañas para el que construiréis enormes graneros y el forraje para los
animales; ordenarás a la gente que de sus alimentos un quinto sea para almacenar; tendrás
bastante con los alimentos que reúnas para la gente de Egipto y de sus alrededores, pues ven-
drá gente de todas partes, y reunirán junto a ti tal cantidad de tesoros como no habrán reuni-
do para otro antes que tú. Dijo el rey: ¿Y quién ordenará para mí todos estos asuntos? Aunque
reuniera toda la gente de Egipto no podrían, ni habría entre ellos gente de confianza. Enton-
ces, dijo Yüsuf, sobre él la paz, en ese momento: “¡Ponme al cargo de los graneros de la tie-
rra!” Es decir, a cargo de los graneros de tu país. Dijo Saªïd ibn Mansür: Oí decir a Mälik ibn
Anas: Egipto es el granero de la Tierra. ¿Acaso no has oído Su dicho: “¡Ponme al cargo de los
graneros de la Tierra!?”
Se transmitió de Ibn ªAbbäs que dijo el Mensajero de Alläh : “Alläh se compadeció de
mi hermano Yüsuf, que si no hubiera dicho, ponme a cargo de los graneros de la tierra, lo
habría empleado en el acto, sin embargo, lo retrasó un año”. Dijo Ibn ªAbbäs: Cuando se cum-
plió el año desde el día en que le pidió ese cargo, lo llamó el rey; se dirigió hacia él y le colgó la
espada al cuello poniéndole un diván de oro a su disposición, coronado de perlas y rubíes; le
colocó una capa de brocado; el largo del diván era de treinta brazos y el ancho de diez; sobre él
había treinta lechos y sesenta almohadas. Después le ordenó salir, y lo hizo veloz: su color era
blanco como la nieve, su rostro luminoso como la luna; se sentó en el diván y se acercaron
hasta él los reyes; después entró el rey a su casa con sus mujeres y le confió el mando de Egip-
to; destituyó a Putifar por lo que le hizo, poniendo a Yüsuf en su lugar. El Faraón, rey de Egip-
to, tenía muchas arcas aparte de los graneros de alimento, y le entregó toda la autoridad a él,
mientras que Putifar pereció en esos días. Entonces, el rey casó a Yüsuf con Raquel, la mujer
del ªAzïz, y cuando entró a verla le dijo: ¿Acaso no es mejor esto que lo que querías? Contestó
ella: ¡Oh tú, el veraz! No me censures: yo era una mujer hermosa y dulce como puedes ver,
pero mi dueño no yacía con las mujeres; mientras que tú eras bello como Alläh te ha hecho, y
96
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
mi alma me pudo. Entonces Yüsuf la encontró virgen y yació con ella de forma que engendró
dos hijos varones: Ifrazim ibn Yüsuf y Manœä ibn Yüsuf.
La äya indica que es lícito pedir un puesto o cargo para el cuál se vea capacitado; y si se
dice: Relató Muslim de ªAbderraåmän ibn Samura que le dijo el Mensajero de Alläh : “¡Oh
ªAbderraåmän! No pidas el emirato o un puesto de autoridad, pues si se te es dado por pedir-
lo, quedarás en él abandonado a tus propios recursos, pero si se te es dado sin pedirlo, serás
ayudado en él [por Alläh].”
La respuesta sería que Yüsuf, sobre él la paz, pidió el mando del gobierno porque supo
que no había nadie que pudiera ejercerlo en aquel tiempo con justicia y satisfacer así los dere-
chos de los pobres, y vio por consiguiente que era una obligación y responsabilidad suya lle-
varlo a cabo.
⎯tΒ $uΖÏFuΗ÷qtÎ/ Ü=ŠÅÁçΡ 4 â™!$t±o„ ß]ø‹ym $pκ÷]ÏΒ é&§θt6tGtƒ ÇÚö‘F{$# ’Îû y#ß™θã‹Ï9 $¨Ψ©3tΒ y7Ï9≡x‹x.uρ ®
〈 ∩∈∠∪ tβθà)−Gtƒ
“Así es como dimos a Yüsuf una posición firme en la tierra,
en la que podía residir donde quisiera. Concedemos Nues-
tra misericordia a quien queremos y no dejamos sin recom-
pensa a los que hacen el bien. (56) Y la recompensa de la
Otra Vida es mejor para los que creen y tienen temor de
Alläh” (57)
“Así es como dimos a Yüsuf una posición firme en la tierra…”. Es decir, igual que las
gracias que le concedimos en cuanto al acercamiento al corazón del rey y librarlo de la cárcel,
lo afirmamos en la tierra, asentándolo donde él quisiera.
Dijo también Alläh, el Altísimo, sobre ese significado:
(6-ﺎﻡﻧﻌﻢ( )ﺍ َﻷ ﻦ ﹶﻟ ﹸﻜ ﻤ ﱢﻜ ﻧ ﻢ ﺎ ﹶﻟﺽ ﻣ
ﺭ ﹺ ﻲ ﺍ َﻷﻢ ﻓ ﻫ ﺎﻣ ﱠﻜﻨ )
“Les dimos una posición firme en la tierra como
no os hemos dado a vosotros”. (Los Rebaños-
6:6)
Dijo Aö-Öabarï: El gran rey Al-Walïd ibn Arrayän hizo suceder a Yüsuf en el cargo de
Putifar, cesando a éste. Dijo Ibn ªAbbäs: Lo hizo rey después de un año y medio. Se relató de
Muqätil que dijo el Profeta : “Si Yüsuf hubiera dicho: ‘yo sabré administrarlos prudentemen-
te, si Alläh quiere’ se le habría conferido la autoridad en ese momento”. Después murió Putifar
y el rey casó a Yusuf con su mujer Raquel, y la encontró virgen, y con ella tuvo dos hijos como
ya se ha mencionado. Y sobre la pretensión de que se trataba de Zuleija, dijo: No se casó con
ella Yüsuf; pues, cuando ella lo vio en un cortejo, lloró y dijo: ¡Alabanzas a Alläh que ha hecho
97
12. Sura Yüsuf (José)
los reyes esclavos en la desobediencia, y alabado sea Alläh que ha hecho a los esclavos reyes
por la obediencia! Y la abrazó, viviendo desde ese momento con su familia hasta que murió,
pero no se casó con ella, según mencionó Al-Mauridï.
Cuando el rey otorgó a Yüsuf la autoridad sobre Egipto, fue bondadoso con la gente, los
llamó al Islam hasta que creyeron en él, estableciendo entre ellos la justicia, de tal manera que
lo quisieron hombres y mujeres. Después llegaron los años de fertilidad, y mandó Yüsuf acon-
dicionar las fincas de cultivo y ampliar las plantaciones en grandes extensiones; se recogieron
abundantes cosechas y construyó depósitos y graneros para almacenarlas, los cuales se queda-
ron pequeños dada la cantidad de fruto recogido; y así se fueron recogiendo las cosechas de
cada año hasta cumplirse los siete años de abundancia y entrar los otros siete de escasez. En-
tonces, descendió Ÿibrïl para anunciarlos y dijo: ¡Oh gente de Egipto, pasaréis hambre! Pues,
Alläh ha hecho caer sobre vosotros una hambruna durante siete años.
Dijeron algunos hombres de sabiduría que la hambruna y la sequía tienen dos señales:
una es que en esa circunstancia extrema la persona desea más la comida que en circunstancias
normales, y el hambre le hace ir tras ella a diferencia de cómo lo hacía antes, tomando más
alimento del que realmente necesita; y la segunda es que la comida desaparece por completo y
no se encuentra en ningún lado y se vuelve preciosa en extremo. Se juntaron, pues, estas dos
señales en la época de Yüsuf, alertando a los hombres, las mujeres y los niños que llamaban
diciendo: ¡¡El hambre, el hambre!! Comían y no se saciaban. Llegaron esos años de escasez
horrorosos e indescriptibles. Cuando entró el primer año de sequía se agotó durante su trans-
curso todo cuanto habían preparado en los años de abundancia; eso hizo que la gente de Egip-
to acudiera a comprar alimento de Yüsuf. El primer año les vendió por dinero hasta no quedar
en Egipto dinar ni dirham alguno que no obrara en su poder; el segundo año les vendió ali-
mento por joyas hasta no quedar nada en manos de la gente; el tercero les vendió por anima-
les de cría y de montar hasta quedarse con todos; el cuarto por esclavos y esclavas; el quinto
por casas y bienes hasta adueñarse de todas; el sexto por sus hijos y mujeres, haciéndolos a
todos esclavos; y en el séptimo año les vendió a cambio de su propia esclavitud, de tal forma
que en ese año no quedó en Egipto uno solo que no fuese esclavo suyo.
Exclamó entonces, la gente: ¡Por Alläh, que no habíamos visto un rey más sublime y
más inmenso que éste! Dijo Yüsuf al rey de Egipto: ¿Ves lo que ha hecho mi Señor en lo que
me ha concedido? ¡Ahora todo esto es tuyo! ¿Qué ves en ello? Dijo: ¡Te he entregado a ti el
mando: haz lo que quieras, y nosotros sólo somos tus seguidores! Y no seré yo quien se abs-
tenga de tu adoración y tu obediencia, pues yo no soy más que uno de tus esclavos blancos,
patrimonio de tu patrimonio. Dijo Yüsuf, sobre él la paz: ¡Verdaderamente, yo no los he libe-
rado de la hambruna para esclavizarlos ahora, ni los he salvado de la desgracia para ser yo una
desgracia para ellos! Ciertamente, yo pongo a Alläh por testigo y te pongo a ti por testigo de
que he liberado a la gente de Egipto de su adversidad: les devuelvo sus riquezas y sus posesio-
nes y te devuelvo a ti tu reino, con la condición de que sigas mi ejemplo (sunna). Se relató que
Yüsuf no se saciaba con la comida durante esos años, y le dijeron: ¿Pasas hambre y en tus
manos están los graneros de la tierra? Contestó: Temo que si me sacio de comer olvide al que
está hambriento; y ordenó Yüsuf al cocinero del rey ponerle su comida en la mitad del día,
para que el rey tuviera el sabor del hambriento y no lo olvidara.
98
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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Ÿ≅ø‹s3ø9$# ’Îûρé& þ’ÎoΤr& šχρ÷ ts? Ÿωr& 4 öΝä3‹Î/r& ô⎯ÏiΒ Νä3©9 8ˆr'Î/ ’ÎΤθçGø$# tΑ$s% öΝÏδΗ$yγpg¿2 Νèδt“£γy_
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“Y llegaron los hermanos de Yüsuf”. Es decir, llegaron a Egipto para abastecerse cuan-
do se vieron asolados por la sequía. Dijeron Ibn ªAbbäs y otros: Cuando la gente se vio asolada
por la pertinaz sequía que cayó sobre la tierra de Kanaªän, les envió Yaªaqüb, sobre él la paz,
para aprovisionarse. El asunto de Yüsuf, sobre él la paz, se extendió por todos los confines de
la tierra, por su ternura, su misericordia, su justicia, y su comportamiento. En los momentos
peores de la sequía, él personalmente se sentaba a vender y les daba el alimento según el nú-
mero de personas, por cada una el equivalente a una carga de camello (wasaq), o sea, cinco
arreldes y un tercio; “se presentaron ante él, y él los reconoció”, o sea, Yüsuf; “aunque ellos no
le reconocieron”, porque lo abandonaron cuando era pequeño, y tampoco se imaginaron que
después de la esclavitud alcanzaría ese grado en el reino después de todo ese tiempo que habí-
an sido cuarenta años. Mencionó Abü Åayän en su obra “Al-Baår al-Muåïö” (El mar oceánico)
que sus hermanos lo vieron vestido de seda, con un collar de oro en el cuello, y una corona
sobre la cabeza, uniformado como el faraón de Egipto.
“Y cuando les hubo suministrado sus provisiones”. Es decir, cuando estaban prepara-
dos con todo lo necesario para el viaje. Dijo As-Sudï: Con los hermanos de Yüsuf iban once
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12. Sura Yüsuf (José)
camellos, y ellos eran diez; dijeron a Yüsuf: Tenemos otro hermano que se ha quedado atrás,
pero su camello está con nosotros. Entonces, les preguntó que porqué se había quedado atrás,
y dijeron: Su padre lo quiere tanto que se ha quedado con él; y le mencionaron que tenía otro
hermano mayor que él que salió al monte y murió. Les dijo: Me gustaría ver a vuestro herma-
no, ese que me habéis nombrado para saber el cariz del amor de vuestro padre por él, y com-
probar vuestra veracidad. Se relató que dejaron con él a Simeón como rehén, hasta que vinie-
ran con su hermano Benjamín; y eso es cuando dijo: “¡Traedme a vuestro hermano paterno!”,
si es que sois veraces, y yo me complaceré por ello; “ya veis que doy la medida cumplida”. Es
decir, sin merma alguna, y os aumentaré la carga del camello para vuestro hermano; “pues, si
no me lo traéis, no podréis abasteceros de mí”; les amenazó con no venderles alimentos si no
le traían a su hermano; “ni acercaros”. Es decir, no les dispensaría el trato de cercanía a él.
Añadió Al-Kalbï que eligió a Simeón entre ellos porque el día del pozo fue el de mejor habla y
opinión.
“Dijeron: Persuadiremos a su padre”. Es decir, se lo pediremos para que le deje venir
con nosotros; “eso es lo que haremos”, o sea, nosotros te garantizamos venir con él.
En la äya hay una cuestión: ¿Cómo puede atreverse Yüsuf a entristecer a su padre pi-
diendo traer a su hermano? La respuesta puede tener varios aspectos: Que Alläh, Poderoso y
Majestuoso, le haya ordenado eso como una prueba para Yaªqüb, y para magnificar su recom-
pensa si acata la orden; que quiera con ello advertir a Yaªqüb sobre el estado de Yüsuf, sobre
ellos dos la paz; que sirva para multiplicar por dos la alegría para Yaªqüb por la vuelta de sus
dos hijos; o para anteponer la alegría de su hermano reuniéndose con él antes que sus herma-
nos, por su inclinación hacia él.
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“… para que las reconozcan al llegar a su gente y tal vez les haga regresar”. Es decir,
para que vieran el favor dispensado hacia ellos al devolverles las mercancías que habían traído
para cambiarlas por grano, y desearan por ello volver de nuevo.
$tΡ$yzr& !$oΨyètΒ ö≅Å™ö‘r'sù ã≅øŠs3ø9$# $¨ΖÏΒ yìÏΖãΒ $tΡ$t/r'¯≈tƒ (#θä9$s% óΟÎγ‹Î/r& #’n<Î) (#þθãèy_u‘ $£ϑn=sù ®
#’n?tã öΝä3çGΨÏΒr& !$yϑŸ2 ωÎ) ϵø‹n=tã öΝä3Ψã tΒ#u™ ö≅yδ tΑ$s% ∩∉⊂∪ tβθÝàÏ≈yss9 …çµs9 $¯ΡÎ)uρ ö≅tGò6tΡ
100
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
óΟßγyè≈tFtΒ (#θßstGsù $£ϑs9uρ ∩∉⊆∪ t⎦⎫ÏΗ¿q≡§9$# ãΝymö‘r& uθèδuρ ( $ZàÏ≈ym îöyz ª!$$sù ( ã≅ö6s% ⎯ÏΒ Ïµ‹Åzr&
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“Y cuando volvieron a su padre le dijeron: ¡Padre! Nos han
dicho que no nos abastecerán más: permite que venga con
nosotros nuestro hermano para que así nos abastezcan;
ciertamente, cuidaremos de él. (63) Dijo: ¿Acaso os lo he de
confiar como os confié antes a su hermano? Alläh es el mejor
Protector y Él es el más Misericordioso de los misericordio-
sos. (64) Y cuando abrieron sus alforjas, descubrieron que
se les habían devuelto las mercancías, y dijeron: ¡Padre!
¿Qué más podemos desear? Nos han devuelto las mercancí-
as. Aprovisionaremos a nuestras familias, cuidaremos de
nuestro hermano y tendremos otra carga de camello más.
Eso es fácil”. (65)
“Y cuando volvieron a su padre le dijeron: ¡Padre! Nos han dicho que no nos abaste-
cerán más…”. Le informaron de lo que les había sucedido, y que Simeón se había quedado
como rehén con Yüsuf para comprobar la veracidad de sus palabras; entonces, le dijeron a
Yaªqüb: “Permite que venga con nosotros nuestro hermano para que así nos abastezcan”.
Entonces, dijo: “Dijo: ¿Acaso os lo he de confiar como os confié antes a su hermano?” Es
decir, fuisteis negligentes con Yüsuf y lo abandonasteis, cómo os voy a confiar ahora a su her-
mano; “Alläh es el mejor Protector”; o sea, que Alläh le proteja mejor que cuando vosotros le
protegisteis a él. Dijo Kaªb al-Aåbär: Cuando dijo Yaªqüb: “Alläh es el mejor Protector” dijo
Alläh, el Altísimo: Por Mi Poder y Mi Majestad, te devolveré a tus dos hijos por haber puesto
tu confianza en Mí.
“… y tendremos otra carga de camello más”. Es decir, para aumentar el abastecimien-
to; “eso es fácil”, o sea, el transporte del camello para Benjamin.
βr& HωÎ) ÿ⎯ϵÎ/ ©Í_¨Ψè?ù'tFs9 «!$# š∅ÏiΒ $Z)ÏOöθtΒ Èβθè?÷σè? 4©®Lym öΝà6yètΒ …ã&s#Å™ö‘é& ô⎯s9 tΑ$s% ®
〈 ∩∉∉∪ ×≅‹Ï.uρ ãΑθà)tΡ $tΒ 4’n?tã ª!$# tΑ$s% óΟßγs)ÏOöθtΒ çνöθs?#u™ !$£ϑn=sù ( öΝä3Î/ xÞ$ptä†
“Dijo: No lo enviaré con vosotros hasta que no os compro-
metáis, jurando por Alläh, que me lo vais a traer, a menos
que puedan con todos vosotros. Y cuando hubieron dado su
promesa, les dijo: Alläh es Guardián de lo que decimos”.
(66)
101
12. Sura Yüsuf (José)
“… a menos que puedan con todos vosotros”. Es decir, les tomó el compromiso fiel de
obligado cumplimiento y bajo juramento de devolvérselo, excepto que fueran atacados y pere-
ciesen todos. Y así lo hicieron, poniendo a Alläh como Garante del compromiso y el juramen-
to, al decir: “Alläh es Guardián de lo que decimos”.
!$tΒuρ ( 7πs%ÌhxtG•Β 5>≡uθö/r& ô⎯ÏΒ (#θè=äz÷Š$#uρ 7‰Ïn≡uρ 5>$t/ .⎯ÏΒ (#θè=äzô‰s? Ÿω ¢©Í_t6≈tƒ tΑ$s%uρ ∩∉∉∪ ®
〈 ∩∉∠∪ tβθè=Åe2uθtFßϑø9$#
“Y dijo: ¡Hijos míos! No entréis por una sola puerta, sino
entrad por puertas distintas. Yo no puedo hacer nada por
vosotros frente a Alläh. Ciertamente, el juicio sólo pertenece
a Alläh, a Él me encomiendo, y que también lo hagan quienes
en Él confían”. (67)
Cuando estuvieron preparados para la partida, temió Yaªqüb que cayera sobre ellos el
mal de ojo, y les mandó que no entraran en [la capital de] Egipto por la misma puerta, pues
tenía cuatro puertas. Y el hecho de temer el mal de ojo es porque ellos eran once hombres para
un solo hombre.
El mal de ojo es real, y sobre él dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente, el mal de
ojo puede llevar al hombre a la tumba y al camello a la olla”. Y de eso que solía refugiarse el
Mensajero de Alläh : “¡Me refugio en las palabras perfectas de Alläh de todo diablo y animal
venenoso, y de todo mal de ojo diabólico!”
Se relató de Abü Umäma ibn Sahl que oyó a su padre decir: Tomó un gusl mi padre
Sahl ibn Åunaïf en Al-Jarrär, un lugar de Jaibar, y se desprendió del manto que lo cubría y era
un hombre de piel blanca y hermosa; mientras tanto ªÄmir ibn Rabïªa miraba, y dijo admira-
do: ¡No he visto tal cosa como hoy ni siquiera la piel de una doncella! En ese preciso momento
quedó abatida la fortaleza de Sahl y su abatimiento se incrementó. Entonces, ªÄmir acudió al
Mensajero de Alläh y le informó de que Sahl había quedado abatido de tal forma que no
pudo acudir a él; así que fue a verlo el Mensajero de Alläh y Sahl le informó del asunto con
ªÄmir; acto seguido dijo el Mensajero de Alläh : “¿Cómo puede matar uno de vosotros a su
hermano? ¿Acaso no has dicho?: ¡Tabärakalläh Aåsanu al-Jäliquïn! (¡Gloria a Alläh el mejor
de los creadores!) O ¡Barakallähu Fïhi! (La bendición de Alläh en él) (Y ahuyentar de ese mo-
do el mal de ojo) Pues, el mal de ojo es real; ¡haz wuîu para apartarlo!” Y ªÄmir hizo wuîu.
Entonces, Sahl marchó con el Mensajero de Alläh sin sentir ya ningún mal. Y en otro relato
dijo: “¡Toma un gusul!”; así pues, ªÄmir se lavó la cara, las manos, los codos, las rodillas y los
extremos de las piernas; después introdujo su faldón (izär) en un recipiente con agua para
verterla sobre sí mismo; y pudo marchar Sahl con el Mensajero de Alläh sin padecer ningún
102
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
mal. En otro åadïµ: Iba cabalgando Saªad ibn Abï Waqqäç un día y lo miró una mujer dicien-
do: ¡Ciertamente, este emir vuestro que sepa que tiene una figura esbelta! Volvió entonces a
su casa y cayó al suelo porque le alcanzó lo que le dijo la mujer, y le envió un emisario a ella e
hizo un gusul. Y estos dos hadices demuestran claramente que el mal de ojo puede matar,
como dijo el Profeta ; sin embargo, eso es siempre que Alläh, el Altísimo, quiera, como en Su
dicho:
(102-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻥ ﺍﻟﻠﱠﻪ( )ﺍﹾﻟ ﺪ ﹺﺇ ﱠﻻ ﹺﺑﹺﺈ ﹾﺫ ﺣ ﻦ ﹶﺃ ﻣ ﻪ ﻦ ﹺﺑ ﻳﺎﺭﻢ ﹺﺑﻀ ﻫ ﺎﻭﻣ )
“Y no perjudicaron con ello a nadie sin permiso
de Alläh”. (La Vaca-2:102)
Esta äya indica que es obligatorio para todo musulmán que, cuando admire algo, diga
el tabrïk. Pues, si invoca la bendición de Alläh sobre el poseedor de la cualidad admirable,
ahuyenta el mal; y el tabrïk es decir: ¡Tabärakallah Aåsanu al-Jäliquïn! ¡Allahumma bärik fihi!
Y el causante del mal de ojo que no haya dicho el tabrïk, deberá obligatoriamente tomar un
gusul, pues se teme por la vida del afectado de mal de ojo.
Relató Mälik, de Åamïd ibn Qais al-Mekkï, que dijo: Entraron a ver al Mensajero de
Alläh con los dos hijos de Yaªfar ibn Abï Öälib, y le dijo a su nodriza: “Los veo que están
delgados y débiles”. Contestó ella: ¡Mensajero de Alläh! Les ha afectado el mal de ojo; y nada
nos impide que les hagamos un talismán, sino que no sabemos lo que tú podrías aprobar so-
bre eso. Dijo el Mensajero de Alläh : “Hacedles un talismán porque si hay algo que puede
adelantarse al decreto, es el mal de ojo”. Lo recopilaron Mälik, At-Tirmiæï e Ibn Mäya.
El mensajero de Alläh ha ordenado en el åadïµ de Abü Umäma al causante del mal
de ojo tomar un gusul por el afectado; y ha ordenado también hacerle un talismán; y dijeron
nuestros ulemas al respecto: Se hace el talismán contra el mal de ojo si no se conoce al causan-
te; pero si se sabe quién lo causó se le ordenará darse un gusul según el mencionado åadïµ. “Yo
no puedo hacer nada por vosotros frente a Alläh”. Es decir, yo no os puedo librar de nada que
Alläh haya decretado para vosotros; o sea, que la precaución no evita el decreto.
⎯ÏΒ «!$# z⎯ÏiΒ Οßγ÷Ζtã ©Í_øóムšχ%Ÿ2 $¨Β Νèδθç/r& öΝèδttΒr& ß]ø‹ym ô⎯ÏΒ (#θè=yzyŠ $£ϑs9uρ ®
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〈 ∩∠⊃∪ tβθè%Ì≈|¡s9
“Y entraron por donde su padre les había ordenado. Aun-
que no les habría servido de nada ante Alläh, pues, no fue si-
103
12. Sura Yüsuf (José)
“Y entraron por donde su padre les había ordenado”. Es decir, por diferentes puertas;
“pues, no fue sino para que Yaªqüb satisficiera una necesidad en su alma”. Es decir, un pre-
sentimiento en su corazón; o como dijo Muÿähid, por temor al mal de ojo. Y esta äya indica
que el musulmán está obligado a prevenir a su hermano de aquello por lo que tema que pueda
sucederle, e indicarle el camino adecuado que le libre de todo mal, pues el Dïn del Islam es
consejo y el musulmán es hermano del musulmán.
“Él tenía un conocimiento que le habíamos enseñado”. Es decir, un conocimiento so-
bre los asuntos de su dïn; “sin embargo, la mayoría de los hombres no saben”. Es decir, no
saben lo que sabía Yaªqüb, sobre él la paz, sobre su dïn. “…, y cuando se presentaron ante
Yüsuf, éste llamó aparte a su hermano”. Dijo Qatäda: Lo abrazó y lo hospedó con él; y se dijo
que mandó hospedar a cada dos en una habitación, quedando su hermano solo; entonces, lo
abrazó sintiendo compasión por él y le dijo secretamente sin que lo oyeran sus hermanos: “¡Yo
soy tu hermano! ¡No te aflijas por lo que hicieron!” Es decir, no te entristezcas. “Y al abaste-
cerles de las provisiones, puso una copa en la alforja de su hermano”. Cuando supo Benjamín
que era Yüsuf, le dijo: ¡No me devuelvas con ellos! Pero, le dijo: Ya conoces el pesar de Yaªqüb
por mí, y le harías aumentar su pesadumbre; rehusó salir Benjamín, y dijo Yüsuf: No es posi-
ble retenerte, excepto después de atribuirte algo que no sea decente para ti. Dijo: ¡No importa!
Entonces, ocultó la copa en su montura; o bien, él mismo de tal forma que nadie lo vio, o bien
ordenándoselo a algún criado suyo. Dijo ªIkrima que la copa era de plata, y ªAbderraåmän ibn
Zaid que de oro, y con ella medía el grano para abastecerlos como un honor hacia ellos; “lue-
go, alguien exclamó: ¡Caravaneros, sois unos ladrones!” Aquí hay una objeción: y es que si se
pregunta: ¿cómo puede ser que Benjamín aceptara voluntariamente quedarse, sabiendo que
desobedecería con ello a su padre, aumentando su tristeza, y eso lo aprobara Yüsuf? La res-
puesta es que la tristeza ya se había apoderado de Yaªqüb, de tal forma que ya no le afectaría
tanto la pérdida de Benjamín. Acaso no viste cuando lo perdió que dijo:
(84-ﻒﻮﺳﻒ( )ﻳﻮﺳﻋﻠﹶﻰ ﻳ ﺳﻔﹶﺎ ﺎ ﹶﺃ)ﻳ
“¡Qué pena siento por Yüsuf!”. (Yüsuf-12:84)
Y no decreció por Benjamín. Y tal vez Yüsuf aprobó la decisión de que se quedara por
una revelación, y entonces no hay objeción; y eso lo confirma Su dicho:
(76-ﻒ( )ﻳﻮﺳﻒ
ﻮﺳﻟﻴ ﺎﺪﻧ ﻛ ﻚ
ﻟ) ﹶﻛ ﹶﺬ
“Así fue cómo enseñamos a Yüsuf el ardid del
que se sirvió”. (Yüsuf-12:76)
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
En cuanto la acusación de “ladrones” a los hermanos de Yüsuf, significa que hay algo
en vuestro poder que pertenece a otro, y el rey ni lo sabe ni lo consiente; y eso fue una estrata-
gema para reunirse Yüsuf con su hermano y separarlo de ellos, teniendo en cuenta que Ben-
jamín no estaba al corriente de que la copa había sido ocultada en sus alforjas.
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“… ni somos ladrones”. Se relató que devolvieron la mercancía que había en sus mon-
turas: pues, quien devuelve lo que encuentra, ¿cómo puede ser ladrón? “Dijeron: ¿Y si mentís
qué castigo os damos?” Significa: ¿Cuál es el castigo del autor si queda clara vuestra mentira?
Contestaron los hermanos de Yüsuf: “Que el castigo de aquél en cuyas alforjas se encuentre
sea el de quedarse retenido”, como esclavo. “Así retribuimos a los injustos”. Es decir, eso
hacemos con los injustos cuando roban, que los esclavizamos; siendo así en el dïn de Yaªqüb,
sobre él la paz, y su juicio; y según Al-Åasan y As-Sudï, el juicio del ladrón entre la gente de
Egipto era pagar una multa por el doble de lo robado.
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12. Sura Yüsuf (José)
“Y comenzó por las alforjas de ellos antes que por la de su hermano”. Es decir, empe-
zó Yüsuf por las monturas de ellos para disipar las sospechas y dudas de sus corazones antes
que si empezaba por las de su hermano; “para después sacar las alforjas de su hermano”, o
sea, las de Benjamín. Y cuando vieron eso sus hermanos, inclinaron sus cabezas, y tuvieron
toda clase de pensamientos; se enfrentaron a él y le recriminaron diciéndole: ¡Ay de ti, oh
Benjamín! ¡No habíamos visto como hoy que hubieran nacido de tu madre Raquel dos herma-
nos ladrones! Les dijo su hermano: ¡Por Alläh, que yo no la he robado ni sé quién puede
haberla puesto en mis alforjas! Se relató que le preguntaron sus hermanos a Benjamín: ¡Oh
Benjamín! ¿Tú la has robado? Contestó: ¡No, por Alläh! Dijeron: ¿Y quién ha puesto la copa
en tu montura? Dijo: El mismo que ha puesto la mercancía en vuestras monturas. Le dijeron
sus hermanos: No nos iremos hasta que la inspecciones; y eso es mejor para tu corazón y el
nuestro; así que la inspeccionó y sacó la copa. Esta inspección por parte de Yüsuf implica que
aquel que llamó los acusó de robo por su propio criterio; y se dijo que todo eso fue por manda-
to de Alläh, el Altísimo, reforzado por Su dicho: “Así fue como enseñamos a Yüsuf el ardid del
que se sirvió”.
“No podía prender a su hermano según la ley del rey”. Es decir, sin las pruebas perti-
nentes no podía condenarlo a la esclavitud por robo; “a menos que Alläh quisiera”, o sea, que
Alläh quisiera poner la copa en su montura como pretexto para él. “Elevamos en grados a
quien queremos”, o sea, con el conocimiento y la fe; “y por encima de todo poseedor de cono-
cimiento hay uno que es Sabio”. Dijo Ibn ªAbbäs sobre la äya: Éste sabe más que ese, y éste
otro más que éste, y Alläh, el Altísimo, está por encima de todo sabio. De Saªïd ibn Ÿubeir se
transmitió que dijo: Estábamos con Ibn ªAbbäs, Alläh se compadezca de él, hablando de un
åadïµ de tal forma que se quedó admirado de él un hombre, y dijo: ¡Subåäna Alläh! Y por
encima de todo poseedor de conocimiento hay un sabio; y le replicó Ibn ªAbbäs: ¡Qué malo es
lo que has dicho! Alläh es el Sabio y Él está por encima de todo sabio.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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〈 ∩∠®∪ šχθßϑÎ=≈sà©9
“Dijeron: Si ha robado, ya robó antes un hermano suyo. Y
Yüsuf, sin mostrárselo a ellos, dijo para sí mismo: Vosotros
estáis en peor situación y Alläh conoce mejor lo que descri-
bís. (77) Dijeron: ¡Oh Al-ªAzïz! Él tiene un padre muy ancia-
no: toma en su lugar a uno de nosotros; ciertamente, vemos
que eres de los que hacen el bien. (78) Dijo: Alläh nos libre
de castigar a otro que no sea aquel en cuyo poder encon-
tramos nuestra propiedad, pues en ese caso seríamos injus-
tos”. (79)
“Dijeron: Si ha robado, ya robó antes un hermano suyo”. Significa que siguió el ejem-
plo de su hermano, porque si hubiera seguido el nuestro no habría robado; y dijeron eso para
mantenerse ellos al margen de lo que hizo porque él no era de la misma madre que ellos, y que
si robó, lo hizo por tener la misma raíz que su hermano el ladrón. En cuanto al robo que atri-
buyeron a Yüsuf hay diferencias; pues, se relató de Muÿähid y otros que la tía paterna de Yü-
suf, hija de Isåäq, era mayor que Yaªqüb, y por ello recibió un cinturón de Isåäq y porque
entre ellos heredaban por mayoría de edad; y esto es de las cosas que se han abrogado en
nuestra legislación; y el que robaba era esclavizado. La tía de Yüsuf crió a éste desde pequeño
y lo quiso con mucho cariño, pero al crecer y hacerse joven, le dijo Yaªqüb: ¡Entrégame a Yü-
suf, pues no puedo dejar de verlo ni tan siquiera una hora! Pero, ella lo deseó celosamente y
temió separarse de él, de forma que le dijo: ¡Déjamelo unos días más para que lo vea! Cuando
se marchó Yaªqüb, se fue a por el cinturón de Isåäq y se lo ciñó a Yüsuf por debajo de su túni-
ca, y después dijo: ¡He perdido el cinturón de Isåäq! Mirad, pues, quien lo ha cogido y quien lo
tiene; fue buscado exhaustivamente y después dijo ella: ¡Registrad a la gente de la casa! Y lo
encontraron en Yüsuf. Dijo ella: ¡Por Alläh, yo estoy libre, hago en ello lo que quiera! Después
acudió a Yaªqüb para informarle de lo sucedido y le dijo éste: ¡Tú misma y eso! Si él ha hecho
eso, tú te ves libre de ello; y retuvo el asunto hasta morir; y debido a ello se lo achacaron los
hermanos de Yüsuf en su dicho: “Si ha robado, ya robó antes un hermano suyo”. Y de aquí
aprendió Yüsuf el poner la copa en la montura de su hermano como hizo con él su tía.
“Y Yüsuf, sin mostrárselo a ellos, dijo para sí mismo”, o sea, dijo para sí mismo su di-
cho: “Vosotros estáis en peor situación”; después dijo abiertamente: “y Alläh conoce mejor lo
que describís”. Dijo Ibn ªAbbäs: Es decir, vuestra condición es peor que la de quien habéis
atribuido este robo; y significa que Alläh sabe que lo que habéis dicho es mentira, aunque
haya satisfacción por ello en Alläh.
“Él tiene un padre muy anciano: toma en su lugar a uno de nosotros…”. Es decir, co-
mo garantía de su retorno hasta que vuelva él, de tal forma que Benjamín pueda ir a su padre;
pero Yüsuf, sobre él la paz, lo impidió; “dijo: Alläh nos libre de castigar a otro…”. Es decir, no
podemos castigar a un inocente en lugar del culpable porque violaríamos nuestros pactos
incurriendo en la injusticia.
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12. Sura Yüsuf (José)
ô‰s% öΝä.$t/r& χr& (#þθßϑn=÷ès? öΝs9r& öΝèδçÎ7Ÿ2 tΑ$s% ( $wŠÅgwΥ (#θÝÁn=yz çµ÷ΨÏΒ (#θÝ¡t↔øŠtFó™$# $£ϑn=sù ®
uÚö‘F{$# yytö/r& ô⎯n=sù ( y#ß™θム’Îû óΟçFÛ§sù $tΒ ã≅ö6s% ⎯ÏΒuρ «!$# z⎯ÏiΒ $Z)ÏOöθ¨Β Νä3ø‹n=tæ x‹yzr&
〈 ∩∇⊃∪ t⎦⎫ÏϑÅ3≈ptø:$# çöyz uθèδuρ ( ’Í< ª!$# zΝä3øts† ÷ρr& þ’Î1r& þ’Í< tβsŒù'tƒ 4©®Lym
“Y cuando hubieron perdido la esperanza de persuadirle, se
retiraron a deliberar. Dijo el mayor de ellos: ¿Es que no sa-
béis que nuestro padre recibió de nosotros un compromiso
ante Alläh, además de la negligencia que tuvisteis antes con
Yüsuf? No saldré de esta tierra mientras no me lo permita mi
padre o Alläh juzgue a mi favor. Y Él es el mejor de los jue-
ces”. (80)
$uΖôϑÎ=tæ $yϑÎ/ ωÎ) !$tΡô‰Íκy− $tΒuρ s−ty™ y7uΖö/$# χÎ) !$tΡ$t/r'¯≈tƒ (#θä9θà)sù öΝä3‹Î/r& #’n<Î) (#þθãèÅ_ö‘$# ®
“Regresad a vuestro padre”. Dijo esto el mismo que dijo: “No saldré de esta tierra…”;
“… y decidle: ¡Oh padre nuestro! Ciertamente, tu hijo ha robado (saraqa)”. Según la lectura
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
de Ibn ªAbbäs y otros: “Ciertamente, tu hijo ha sido acusado de robo (surriqa)”. “Solo damos
fe de lo que conocemos”. Se refieren a que jamás habían dado testimonio de algo, excepto que
lo conocieran; y ahora testificamos por lo manifiesto, y no conocemos lo oculto; como si
hubiese caído sobre ellos una acusación según las palabras de Benjamín: Ha introducido la
copa el mismo que ha introducido vuestra mercancía en vuestras monturas. Significa que
efectivamente se ha encontrado lo robado oculto en su montura y nosotros lo hemos sacado y
mirado, pero no tenemos conocimiento del No-Visto, pues, tal vez ellos le han acusado de
robo sin haber robado realmente.
Esta äya contempla la posibilidad de la validez del testimonio de cualquier manera en
la que se produzca el conocimiento del hecho; de modo que el testimonio está ligado al cono-
cimiento por razón y ley. En los testimonios es necesario pues, no escuchar ni aceptar a quien
no sepa. Y dijeron nuestros compañeros: El testimonio del ciego y el sordo es aceptado, siem-
pre que se entiendan sus testimonios, incluso el testimonio a través de la escritura; dijo Alläh,
el Altísimo:
(86-ﻑﺧﺮ ﺰ ﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﻌ ﹶﻠﻤ ﻳ ﻢ ﻫ ﻭ ﻖ ﺤ
ﺪ ﺑﹺﺎﹾﻟ ﺷ ﹺﻬ ﻦ ﻣ )ﹺﺇ ﱠﻻ
“Excepto quienes atestiguan la verdad y tienen
conocimiento [de los hechos]”. (Los Adornos-
43:86)
∩∇⊄∪ šχθè%ω≈|Ás9 $¯ΡÎ)uρ ( $pκÏù $uΖù=t6ø%r& û©ÉL©9$# uÏèø9$#uρ $pκÏù $¨Ζà2 ©ÉL©9$# sπtƒös)ø9$# È≅t↔ó™uρ ®
ôMÒu‹ö/$#uρ y#ß™θム4’n?tã 4’s∀y™r'¯≈tƒ tΑ$s%uρ öΝåκ÷]tã 4’¯<uθs?uρ ∩∇⊂∪ ÞΟŠÅ6ysø9$# ÞΟŠÎ=yèø9$# uθèδ …çµ¯ΡÎ) 4
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12. Sura Yüsuf (José)
“Pregunta en la ciudad en la que hemos estado…”. Es decir, remitieron a ella sus tes-
timonios ante él, para eliminar la acusación que pesaba sobre ellos.
En la äya, respecto a la jurisprudencia, hay una obligación de todo aquel que le asista la
razón sabiendo que se sospecha de él sin motivo y contrario a lo que él dice o por pura imagi-
nación, de eliminar la acusación y toda duda sobre él, clarificando su posición con las razones
que sean necesarias. Ya hizo esto nuestro Profeta , cuando le dijo a dos hombres que pasa-
ban apresuradamente junto a él que había salido con Çafïya para volverla de la mezquita:
“¡Despacio! Que ella es Çafïya”. Contestaron: ¡Subåäna Alläh! Y les resultó embarazoso. Dijo
entonces, el Profeta : “Ciertamente, el diablo corre en el hombre como la sangre, y temo que
ponga alguna sospecha en vuestros corazones”.
“Dijo: ¡No! Vuestras almas os han incitado a algo”; es decir, os han sugerido que mi
hijo ha robado, y no ha robado, sin embargo, eso ha sido por un asunto que Alläh quiere; “así
pues, tendré buena paciencia”. Es decir, a mí me corresponde tener paciencia. De aquí se
desprende que todo musulmán debería tener paciencia cuando le ocurre alguna desgracia a él
mismo, a sus hijos o a su riqueza, mediante la aceptación y su total entrega al mandato de
Quien ha hecho posible lo que le ha sucedido, el Poderoso, el Sabio, y siga el ejemplo del pro-
feta de Alläh, Yaªqüb y los demás profetas, Alläh les conceda a todos paz y bendiciones. Se
transmitió de Al-Åasan que dijo: No hay dos tragos que pueda pasar el siervo más queridos
para Alläh que el trago de una desgracia que pasa el siervo con buena paciencia y resignación,
y el trago de una ira que controla el siervo con mesura y perdón. La paciencia debe ponerse en
la primera embestida de la desgracia, y la recompensa es de quien menciona su desgracia y
dice: innä lillähi wa innä ilaihi räyiªün (de Alläh somos y a Él volvemos); y de Ibn ªAbbäs se
transmitió que dijo: Yaªqüb recibió como recompensa por Yüsuf la equivalente a la de cien
mártires.
“Puede que Alläh me los traiga a todos a la vez”. Porque en su mente estaba que Yüsuf,
sobre él la paz, no había muerto sino que había dejado de tener noticias de él; porque Yüsuf
fue llevado siendo esclavo sin ser dueño de nada, después lo compró el rey y estuvo recluido
en su casa sin manifestarse a la gente, después fue apresado, y cuando tuvo poder usó el ardid
de que su padre tuviera noticias suyas; pero no le envió emisario alguno porque detestaba que
sus hermanos lo supieran; y dice “a todos”, porque eran tres: Yüsuf y su hermano, más el que
se quedó atrás a causa de su hermano, o sea, el que dijo: “No saldré de esta tierra…”.
“Se apartó de ellos”. Eso fue porque cuando le llegó a Yaªqüb la noticia de Benjamín,
su tristeza se hizo total, llegando al máximo y Alläh renovó su desgracia como en el caso de
Yüsuf, y dijo: “¡Qué pena siento por Yüsuf!” Haciéndole olvidar a su hijo Benjamín, ya que
aquel era el más querido para él. Dijo Saªïd ibn Ÿubeir: No sabía Yaªqüb lo que hay en nuestro
Libro sobre decir ante la desgracia: innä lillähi wa innä ilaihi räyiªün; pues, si lo hubiera sabi-
do, no habría dicho: “¡Qué pena siento por Yüsuf!”; “Y sus ojos se volvieron blancos de triste-
za”. Dijo Muqätil: Es decir, estuvo ciego sin ver con ellos durante seis años; se dijo que se
volvieron blancos sus ojos debido al llanto por la tristeza que sentía, por eso dijo: “… de triste-
za”; también se dijo que Yaªqüb solía rezar y mientras Yüsuf de pequeño dormía frente a él,
roncó en su sueño y Yaªqüb se giró hacia él, luego roncó por segunda vez y se volvió a girar, y
después roncó por tercera vez y se giró de nuevo hacia él de alegría por su ronquido; entonces,
Alläh inspiró a sus ángeles: ¡Ved a mi puro e hijo de mi amado en pie cuando está hablando
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
conmigo y se gira hacia otro! ¡Por Mi poderío y majestuosidad que le sacaré las pupilas con las
que se ha girado; y lo separaré a él y aquel al que se ha girado, durante ocho años, para que
sepan los que hacen eso, que quien se pone en pie frente a Mí debe observarme!
La äya indica que girarse en la oración, aunque no la invalida, es una acción reprobable
y la hace menor; relató Al-Bujärï, de ªÄ°iœa, que dijo: Pregunté al Mensajero de Alläh sobre
girarse en la oración y dijo: “Es una mirada furtiva que el diablo roba a la oración del siervo”.
Su dicho:() َﻓﻬُﻮ َآﻈِﻴ ٌﻢ:“por el dolor que le embargaba”. Es decir, su corazón estaba opri-
mido rebosante de tristeza que no le dejaba expresarse por la angustia que padecía; pues sabía
que Yüsuf, sobre él la paz, estaba vivo, pero no sabía dónde estaba; como en Su dicho:
(48-( )ﺍﹾﻟ ﹶﻘﻠﹶﻢﻣ ﹾﻜﻈﹸﻮﻡ ﻮ ﻭﻫ ﻯﺎﺩ)ﹺﺇ ﹾﺫ ﻧ
“Cuando nos imploró todo angustiado”. (El Cá-
lamo-68:48)
š∅ÏΒ tβθä3s? ÷ρr& $·Êtym šχθä3s? 4©®Lym y#ß™θムãà2õ‹s? (#àσtGøs? «!$$s? (#θä9$s% ®
Ÿω $tΒ «!$# š∅ΒÏ ãΝn=ôãr&uρ «!$# ’n<Î) þ’ÎΤ÷“ãmuρ ©Éo\t/ (#θä3ô©r& !$yϑ¯ΡÎ) tΑ$s% ∩∇∈∪ š⎥⎫Å3Î=≈yγø9$#
〈 ∩∇∉∪ šχθßϑn=÷ès?
“Dijeron: ¡Por Alläh, que no vas a dejar de recordar a Yüsuf
hasta consumirte o llegar a perecer! (85) Dijo: Sólo me la-
mento de mi dolor y de mi pena ante Alläh; y yo sé de Alläh lo
que vosotros no sabéis”. (86)
“Dijeron: ¡Por Alläh, que no vas a dejar de recordar a Yüsuf!” Es decir, eso se lo dijo
su hijo; “¡… hasta consumirte o llegar a perecer!” Dijeron Ibn ªAbbäs y Muÿähid: Hasta caer
gravemente enfermo o llegar incluso a morir; y eso le decían todos con el objetivo de impedir
su llanto desconsolado y su tristeza, por ternura hacia él, aún siendo ellos la causa de eso;
“Dijo: Sólo me lamento de mi dolor…”. Es decir, de mi pena y mi aflicción; “… y yo sé de Alläh
lo que vosotros no sabéis”. Es decir, sé que la visión del sueño de Yüsuf es veraz, y que cierta-
mente yo me postraré para él, según lo dicho por Ibn ªAbbäs.
Ÿω …絯ΡÎ) ( «!$# Çy÷ρ§‘ ⎯ÏΒ (#θÝ¡t↔÷ƒ($s? Ÿωuρ ϵŠÅzr&uρ y#ß™θム⎯ÏΒ (#θÝ¡¡¡ystFsù (#θç7yδøŒ$# ¢©Í_t7≈tƒ ®
111
12. Sura Yüsuf (José)
“¡Hijos míos! Id e indagad acerca de Yüsuf y su hermano”. Eso indica que Yaªqüb te-
nía la certeza de que Yüsuf seguía con vida, bien por un sueño que tuvo, o bien por el anuncio
que le hizo el ángel de la muerte de que no había tomado su espíritu. Y la indagación es buscar
algo por medio de los sentidos. Es decir: id al que os ha pedido a vuestro hermano usando su
astucia para tomarlo, preguntadle por él y por su método.
“Y no desesperéis de la misericordia de Alläh”. Es decir, no os desaniméis del alivio de
Alläh; pues, el creyente ruega que Alläh lo alivie de la aflicción, mientras que el incrédulo se
desespera en los momentos duros; “pues, sólo desespera de la misericordia de Alläh la gente
infiel”. Esto es una indicación de que el desánimo y la desesperación son faltas graves.
7π8y_÷“•Β 7πyè≈ŸÒÎ7Î/ $uΖ÷∞Å_uρ •‘Ø9$# $uΖn=÷δr&uρ $uΖ¡¡tΒ â“ƒÍ“yèø9$# $pκš‰r'¯≈tƒ (#θä9$s% ϵø‹n=tã (#θè=yzyŠ $£ϑn=sù ®
“Y cuando se presentaron ante él…”. Esta fue la tercera vez que regresaron a Egipto, y
en la frase hay omisión de palabras; es decir, partieron hacia Egipto y cuando entraron a ver a
Yüsuf le dijeron: “¡Oh ªAzïz! La adversidad ha hecho presa en nosotros…”. Es decir, el ham-
bre y la necesidad. Y en esto hay una indicación de que está permitido quejarse ante la adver-
sidad, o sea, el hambre, y más bien es obligatorio, si se teme el perjuicio de la pobreza para
uno mismo y otros, poner en conocimiento de su situación a quien la puede resolver; de la
misma manera que es obligado quejarse de algún dolor que se tenga al médico para que le dé
tratamiento, sin que ello suponga un abandono de la confianza en Alläh; pero si la queja es
por medio de la indignación, la paciencia y la entereza ante las calamidades es mejor, y abste-
nerse de pedir es preferible; y la mejor palabra en la queja es la petición a Alläh, nuestro Se-
ñor, para liberarnos de la desgracia; y eso es cuando dijo Yaªqüb: “Sólo me lamento de mi
dolor y de mi pena ante Alläh; y yo sé de Alläh lo que vosotros no sabéis”. “… y por eso trae-
mos una mercancía exigua”. Es decir, algo de lana, grasa y grano del terebinto procedente de
Œäm, el cuál se come, y del que también se puede obtener jabón al desleírlo y convertirlo en
aceite; y esta insignificante mercancía vendieron por unos cuantos dirhams.
“Abastécenos, dándonos la medida completa y sé generoso con nosotros”. Es decir, de
la misma manera que vendes por buenos dirhams, no nos escatimes en lo equivalente a nues-
tros dirhams; y danos sobradamente; “Alläh recompensa a los que dan generosamente”. Es
decir, Alläh recompensa en la Otra Vida a los que son espléndidos.
112
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Mälik y otros ulemas ven en la äya una indicación de que la recompensa en el empleo
de la medida es para el que vende; le dijeron a Yüsuf: “Abastécenos, dándonos la medida
completa”; pues, Yüsuf era el que medía, así como el que pesaba, contaba y otros menesteres;
pues, el que vende conoce bien la cantidad del alimento que maneja y su compromiso es obli-
gado: mostrándolo debida y claramente, y distinguiendo entre el derecho del comprador y el
suyo.
y7¯ΡÏ™r& (#þθä9$s% ∩∇®∪ šχθè=Îγ≈y_ óΟçFΡr& øŒÎ) ϵ‹Åzr&uρ y#ß™θã‹Î/ Λä⎢ù=yèsù $¨Β Λä⎢ôϑÎ=tæ ö≅yδ tΑ$s% ®
È,−Gtƒ ⎯tΒ …絯ΡÎ) ( !$uΖøŠn=tã ª!$# ∅tΒ ô‰s% ( ©År& !#x‹≈yδuρ ß#ß™θムO$tΡr& tΑ$s% ( ß#ß™θム|MΡV{
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( öΝä3s9 ª!$# ãÏøótƒ ( tΠöθu‹ø9$# ãΝä3ø‹n=tæ |=ƒÎøYs? Ÿω tΑ$s% ∩®⊇∪ š⎥⎫Ï↔ÏÜ≈y‚9s $¨Ζà2 βÎ)uρ $uΖøŠn=tã
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N
“Dijo: ¿Sabéis lo que hicisteis con Yüsuf y con su hermano?” Aquí hay una pregunta en
señal de recordatorio y recriminación; y eso es la corroboración a Su dicho:
(15-ﻫﺬﹶﺍ( )ﻳﻮﺳﻒ ﻢ ﻫ ﻣ ﹺﺮ ﻢ ﹺﺑﹶﺄ ﻨﻬﺒﹶﺌﻨ)ﹶﻟﺘ
“Algún día les harás saber lo que han hecho”.
(Yüsuf-12:15)
“… cuando erais ignorantes”. Eso indica que ellos eran pequeños en el tiempo que co-
gieron a Yüsuf, y no profetas, ya que no se describe como ignorante más que aquel que posee
esta característica; y demuestra que ahora su estado había mejorado: es decir, hicisteis aquello
113
12. Sura Yüsuf (José)
porque erais pequeños ignorantes, según lo dicho por Ibn ªAbbäs y Al-Åasan. Y viene a pro-
pósito de eso Su dicho: “… y en verdad que hemos errado”, porque al hacerse mayores no han
informado a su padre de lo que hicieron por vergüenza y temor de él.
“Dijeron: ¿Verdaderamente, tú eres Yüsuf?” Cuando entraron a ver a Yüsuf y le dije-
ron: “La adversidad ha hecho presa en nosotros y en nuestra familia”, sometiéndose a él
modestos y sumisos, fue entonces cuando él se enterneció y se dio a conocer a ellos diciendo:
“Dijo: ¿Sabéis lo que hicisteis con Yüsuf y con su hermano?” Los puso en alerta y preguntaron
ellos: “¿Verdaderamente, tú eres Yüsuf?”Entonces sonrió y ellos encontraron su parecido con
Yüsuf. Dijo Ibn ªAbbäs: Yaªqüb envió con ellos un escrito para el rey en el que le pedía la de-
volución de su hijo, y su texto era el siguiente: De Yaªqüb, el puro de Alläh, hijo de Isåäq, el
sacrificado de Alläh, hijo de Ibrähïm, el íntimo de Alläh, Al ªAzïz de Egipto: Ciertamente,
somos gente de casa de pruebas y sufrimientos; Alläh probó a mi abuelo Ibrähïm con Nemrod
y su fuego, después probó a mi padre Isåäq con el sacrificio, y después me probó a mí con mi
hijo, siendo el más querido de todos para mí, de tal forma que perdí la vista debido al llanto
por él. Y verdaderamente, yo ni he robado ni he engendrado ladrón. Saläm. Cuando Yüsuf
hubo leído el escrito le temblaron los huesos, se le erizó la piel, se le debilitaron sus ojos de
llanto, y se elevó su paciencia, entonces, reveló su secreto. “Yo soy Yüsuf”. Es decir, el oprimi-
do, al que quisieron matar; “Alläh nos ha favorecido”. Nos ha agraciado con la salvación y
dándonos el reino; “Quien tiene temor de Alläh y tiene paciencia…”. Es decir, y tiene pacien-
cia ante las desgracias y las desobediencias. “Dijeron: ¡Por Alläh! Él te ha preferido sobre
nosotros”. Es decir, Alläh te ha favorecido por encima de nosotros y te ha elegido dándote
conocimiento, la oniromancia, la sabiduría, la razón y el reino; “… y en verdad que hemos
errado”. O sea, y nosotros hemos pecado; ya que todo aquel que comete falta es porque ha
errado en el método al cuál debe cumplimiento para no incurrir en la desobediencia. “Dijo: No
hay ningún reproche contra vosotros hoy”. Es decir, no hay por mi parte hoy para vosotros
recriminación, sino más bien corresponder con el derecho de hermandad y perdonaros. Se
transmitió de Ibn ªAbbäs que el Mensajero de Alläh se agarró de las dos jambas de la puerta
el día de la Conquista de Meca cuando la gente se había refugiado en la Casa Sagrada, y dijo:
“¡Alabado sea Alläh, que ha cumplido Su promesa, ha socorrido a Su siervo, y Él solo ha derro-
tado a los partidos!” Después dijo: “¿Qué pensáis de mí, oh gente de Quraiœ?” Contestaron:
¡Bien! ¡Tú eres un hermano noble, hijo de un hermano noble y tienes poder! Dijo: Y yo diré
como dijo mi hermano Yüsuf: “No hay ningún reproche contra vosotros hoy”. Entonces, dijo
ªUmar : Derramé sudor por la vergüenza que sentí al oír decir eso al Mensajero de Alläh ;
y eso fue porque yo ya les había dicho cuando entramos en Meca: ¡Hoy nos vengaremos de
vosotros!
“Alläh os ha perdonado”. Pidió a Alläh que los cubriera con Su misericordia y perdón.
Dijo Ibn As-Sudï, de su padre y éste de Muÿähid: Les dijo Yüsuf: “Marchaos con esta camisa
mía y echadla sobre el rostro de mi padre que así volverá a ver”. Yüsuf sabía que su camisa
devolvería la vista de Yaªqüb; pues esa camisa era de Ibrähïm con la cuál Alläh lo vistió en el
fuego, y era de seda del Jardín; luego vistió con ella a Isåäq, y éste a Yaªqüb que la enrolló en
una caña de plata y la colgó en el cuello de Yüsuf porque temía que le echaran el mal de ojo;
Ÿibrïl le informó después a Yüsuf que le enviara la camisa a Yaªqüb porque tenía el aroma del
Jardín, y el aroma del Jardín cuando cae en un enfermo o desgraciado, lo cura. Dijo Al-Åasan:
114
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Si no fuera porque Alläh había hecho saber eso no sabría que le devolvería la vista. El que
llevó su camisa fue Hudá, porque le dijo a Yüsuf: Yo fui el que le llevó tu camisa manchada de
sangre falsa y lo entristecí, y yo se la llevaré ahora para alegrarlo y para devolverle la vista. Y
así fue. Ese dicho se relató de un åadïµ de Anas que transmitió del Profeta .
“Y traedme a toda vuestra familia”. Para que os asentéis en Egipto. Dijo Masrüq: Eran
noventa y tres de familia entre hombres y mujeres.
Èβρ߉ÏiΖxè? βr& Iωöθs9 ( y#ß™θムyxƒÍ‘ ߉Å_V{ ’ÎoΤÎ) öΝèδθç/r& š^$s% çÏèø9$# ÏMn=|Ásù $£ϑs9uρ ®
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“Y cuando la caravana hubo partido”. Es decir, de Egipto a Œäm, en Siria; “dijo su pa-
dre”, a aquellos de su familia y de los que no fueron a Egipto, que eran sus nietos: “Percibo el
olor de Yüsuf…”. Dijo Ibn ªAbbäs: Se levantó un viento que llevó el olor de la camisa de Yüsuf
hasta Yaªqüb con una distancia entre ambos de ocho noches o más, según otros. Y dijo Mälik
ibn Anas : El que hizo llegar su olor fue el mismo que hizo llegar el trono de Balquïs antes de
que su mirada volviera a Suleimän, sobre él la paz; añadió Muÿähid: Sopló un viento que en-
volvió a la camisa y condujo los aromas del Jardín en el mundo hasta llegar a Yaªqüb el cuál
sabía que en el mundo no había olor del Jardín más que el de esa camisa; y en ese momento
dijo: “Percibo…”. Es decir, aspiro y por lo tanto siento que existe por el sentido del olfato;
115
12. Sura Yüsuf (José)
“aunque penséis que estoy desvariando”. Es decir, si no fuera porque creéis que mi razón se
ha debilitado. “¡Por Alläh, que has vuelto a tu antigua manía!” Es decir, tu pasado error de
querer a Yüsuf no lo olvidas; o como dice Saªïd ibn Ÿubeir: De volver a tu antigua locura; y
dijeron esto porque para ellos Yüsuf había muerto.
“Y cuando llegó el portador de las buenas nuevas, se la echó sobre la cara”. Es decir,
sobre sus ojos; y el portador de las buenas nuevas fue Hudá, según se ha dicho; y cuando éste
llegó a Yaªqüb, le dijo: ¿En qué dïn dejaste a Yüsuf? Dijo: En el del Islam. Dijo: ¡Ahora se ha
completado la gracia!
“Y dijo: ¿No os dije que sabía de Alläh lo que vosotros no sabéis?” Aquí les recordó lo
que les había dicho antes, en la äya 86: “Sólo me lamento de mi dolor y de mi pena ante
Alläh; y yo sé de Alläh lo que vosotros no sabéis”.
“Dijeron: ¡Oh padre nuestro! Pide que se nos perdonen nuestras faltas, realmente
hemos cometido errores”. En la frase hay omisión y equivale a decir: cuando regresaron de
Egipto dijeron: ¡Oh padre nuestro!; y eso indica que quienes dijeron: “¡Por Alläh, que has
vuelto a tu antigua manía!”, fueron los hijos de sus hijos u otros de su familia y parientes,
pero no los hijos, porque ellos estaban ausentes, y eso hubiera supuesto aumentar aún más su
desobediencia al padre; y le pidieron perdón porque ellos le habían llevado el dolor de la tris-
teza cuyo mal no saldría de él nada más que con su absolución.
Dije (Al-Quröubï): Aquí la ley es firme para quien atenta contra un musulmán, ya sea
en su cuerpo o en su riqueza o un trato de injusticia y opresión hacia él; pues es preciso libe-
rarle de la opresión primero, informarle de ella y evaluarla. En un relato de Çaåïå Al-Bujärï y
otros se transmitió de Abü Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “Quien tenga pendiente
alguna cuenta contra su hermano, del honor u otra cosa, que lo libere de ella hoy, antes de que
no haya dinar ni dirham, pues, entonces, si tuviera alguna acción justa se le cogería en la pro-
porción de la injusticia y si no tuviera buenas acciones en su haber, se cogerían malas acciones
del oprimido y él cargaría con ellas”.
“Dijo: Pediré perdón por vosotros a mi Señor”. Dijo Ibn ªAbbäs: Retrasó su petición o
invocación hasta el alba; añadió Öäus: Al alba de la noche del ÿumuªa, coincidiendo con la
noche de ªäœura. Sobre el duªä para la memorización, se relató en el libro de At-Tirmiæï, de
Ibn ªAbbäs, que dijo: Estábamos con el Mensajero de Alläh y llegó ªAlï ibn Abï Öälib y
dijo: ¡Por mi padre, tú y mi madre! Se ha escapado este Qur°än de mi pecho y no encuentro la
manera de poder con él; le dijo entonces el Mensajero de Alläh : “¿Te enseño unas palabras
con las que Alläh te beneficiará, y también beneficiará a quien se las enseñes, y afirmará en tu
pecho lo que aprendas?” Dijo: ¡Claro que sí!, oh Mensajero de Alläh. Enséñame pues. Dijo:
“Cuando sea la noche del ÿumuªa, y si puedes levantarte en el último tercio de ella, ya que es
una hora testimonial y memorable, y el duªä en ella es respondido, pues, ya dijo mi hermano
Yaªqüb a sus hijos: “Pediré perdón por vosotros a mi Señor”; o sea, cuando llegue la noche
del ÿumuªa…”. Dijo Ayüb as-Sijtiänï, de Saªïd ibn Ÿubeir, sobre la äya: “Pediré perdón por
vosotros a mi Señor”: O sea, en las noches blancas o de luna llena, la trece, catorce y quince
del mes, porque el duªä en ellas es respondido.
“Y cuando se presentaron ante Yüsuf”. Es decir, entraron al palacio que tenía allí; “éste
abrazó a sus padres”. Se dijo que Yüsuf envió con el emisario anunciador doscientas montu-
ras bien pertrechadas, y pidió a Yaªqüb que viniera acompañado de su familia y todos sus
116
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hijos. Y cuando entraron a verle, él se abrazó a sus padres; y se refiere con “sus padres” a su
padre y su tía materna, pues, su madre había muerto en el nacimiento de su hermano Benja-
mín.
“¡Entrad en Egipto, seguros, si Alläh quiere!” Es decir, seguros de la hambruna o del
faraón, porque no solía entrar nadie en Egipto sin su salvoconducto.
}‘≈tƒö™â‘ ã≅ƒÍρù's? #x‹≈yδ ÏMt/r'¯≈tƒ tΑ$s%uρ ( #Y‰£∨ß™ …çµs9 (#ρ”yzuρ ĸöyèø9$# ’n?tã ϵ÷ƒuθt/r& yìsùu‘uρ ®
×#‹ÏÜs9 ’În1u‘ ¨βÎ) 4 þ†ÎAuθ÷zÎ) t⎦÷⎫t/uρ ©Í_ø‹t/ ß⎯≈sÜø‹¤±9$# søt“¯Ρ βr& ω÷èt/ .⎯ÏΒ Íρô‰t7ø9$# z⎯ÏiΒ Νä3Î/
117
12. Sura Yüsuf (José)
ración. Dijo Qatäda: Ese era el saludo de los reyes entre ellos, y Alläh, el Altísimo, dio a esta
Umma, el saläm como el saludo de la gente del Jardín.
Dije (Al-Quröubï): Esta inclinación, abrogada entre nosotros, era la costumbre practi-
cada en las casas egipcias y entre los extranjeros; así como ponerse en pie unos para otros por
su mayor rango, como una costumbre heredada de unos a otros, especialmente entre emires y
jefes. Se relató de Anas ibn Mälik que dijo: Preguntamos: ¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Se tiene
que inclinar alguno de nosotros para otros en el encuentro? Dijo: “¡No!” Dijimos de nuevo:
¿Tiene que abrazar uno a otro? Dijo: “¡No!” Y dijimos: ¿Podemos estrechar las manos? Dijo:
“¡Sí!” Si se dice que el Mensajero de Alläh dijo: “¡Levantaos ante vuestro señor y el mejor de
vosotros!” – es decir, Saªad ibn Muªäæ - . Decimos: Eso es específico por Saªad por lo que
implica una situación concreta. Y se ha dicho que se levantaban para ayudarle a bajar del
burro; y también se permite cuando es un hombre anciano y eso no le afecta a su persona de
tal forma que se sienta engreído; porque, de lo contrario, si se deja influir por ello y se queda
admirado viendo una categoría en sí mismo, esto no le beneficiaría en nada, por el dicho del
Mensajero de Alläh : “Quien se alegrara porque la gente lo reverenciara poniéndose en pie,
tomaría su asiento del Fuego”. De los çaåäba, Alläh esté complacido de todos ellos, ha tras-
cendido que no había un rostro más noble que el del Mensajero de Alläh , y sin embargo, no
se levantaban para él cuando lo veían, porque sabían que lo detestaba.
Si se pregunta: ¿Qué se puede decir de las señales con la mano para saludar? La res-
puesta es que está permitido cuando alguien está alejado de ti y le quieres señalar el momento
del saludo, pero si está cerca, entonces, no; y también se ha mencionado la prohibición tanto
si está cerca como si está lejos, por lo que dijo el Profeta : “Quien se pareciera a otros, no
sería de los nuestros”; y dijo: “No hacer el saludo de los judíos y los cristianos, pues uno es con
la palma de la mano y el otro por señas”. En el saludo no hay inclinación ni reverencia; ni
tampoco se besa su mano con el saludo, pues, la inclinación en señal de modestia no se debe
hacer nada más que para Alläh. Y no hay inconveniente en darse la mano para saludar, pues,
ya estrechó su mano el Profeta a Ÿaªfar ibn Abï Öälib cuando llegó de Abisinia, y recomendó
también hacerlo a los demás, diciendo: “Estrechaos la mano para saludaros, pues ello disipa el
odio”. De Aœ-Œaªbi se relató que los compañeros del Profeta cuando se encontraban estre-
chaban sus manos, y si llegaban de un viaje se abrazaban.
Dije (Al-Quröubï): Sobre el hecho de estrecharse las manos hay un åadïµ que invita a
hacerlo de forma constante y persistiendo en ello, y fue lo que relató Al-Barä ibn ªÄzib que
dijo: Me encontré con el Mensajero de Alläh y me tomó de la mano; yo le dije: ¡Oh Mensaje-
ro de Alläh! ¿Pensé que lo de estrechar las manos era cosa de los no árabes? Dijo: “Nosotros
tenemos más derecho a estrecharnos la mano que ellos; pues dos musulmanes que se encuen-
tren, se estrechen la mano afectuosamente y se aconsejen mutuamente, les desaparecerán las
faltas que tengan entre los dos”.
“… y mi Señor me favoreció al sacarme de la prisión”. Sin decir, ‘me sacó del pozo’
como una deferencia a sus hermanos, para no recordarles su hecho después de haberlos per-
donado, cuando les dijo: “No hay ningún reproche contra vosotros”. “… y al haberos traído a
mí desde el desierto”. Se relató que la morada de Yaªqüb estaba en la tierra de Kanaªän y eran
gente ganadera y campesina; “… después de que el diablo hubiera sembrado la discordia
entre mis hermanos y yo”. Es decir, introduciendo la envidia en ellos, según dijo Ibn ªAbbäs.
118
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Ciertamente, mi Señor es benévolo (Laöïf) para lo que quiere”. Es decir, es bondadoso con
Sus siervos. Dijo Al-Jaööäbï: El Bondadoso (Al-Laöïf) es el Virtuoso (Al-Barr) con Sus siervos,
Aquel que es indulgente con ellos sin que lo sepan y les facilita la tarea en la adversidad de una
forma que ni se imaginan; como en Su dicho:
(19-ﻯﻮﺭﺎ ُﺀ( )ﺍﻟﺸﻳﺸ ﻦ ﻣ ﻕﺮﺯ ﻳ ﻩ ﺩ ﺎﻌﺒ ﹺﺑﻴﻒﻪ ﹶﻟﻄ )ﺍﻟ ﱠﻠ
“Alläh es bondadoso (Laöïf) con Sus siervos,
provee a quien quiere”. (La Consulta-42:19)
Dijo Qatäda sobre la äya: “Ciertamente, mi Señor es benévolo (Laöïf) para lo que quie-
re”. Es decir, fue benévolo con Yüsuf sacándole de la cárcel, trayendo del desierto a su familia,
y quitando de su corazón la incitación del diablo.
Se relató que cuando Yaªqüb llegó con su familia y sus hijos a visitar la tierra de Egipto,
al encontrarse en las proximidades le llegó la noticia a Yüsuf, y éste pidió permiso al faraón, de
nombre Arrayän, para dispensar un recibimiento digno a su padre Yaªqüb, y se lo concedió, de
tal manera que mandó a los nobles de sus compañeros cabalgar con él para acudir a su en-
cuentro. Así pues, salió Yüsuf y el rey con él en una marcha de cuatro mil dignatarios y prínci-
pes, con cada uno de ellos un tropel de gente, Alläh sabe cuántos. En la cabalgata también iba
la gente de Egipto con ellos, todos para acudir al recibimiento de Yaªqüb. Éste iba apoyado en
el brazo de su hijo Hudá; Yaªqüb miraba a los caballos, a la gente y a los militares que se acer-
caban, y dijo viendo a uno que venía hacia él: ¡Oh Hudá! ¿Éste es el faraón de Egipto? Dijo:
¡No, éste es tu hijo Yüsuf! Cuando estuvieron próximos el uno del otro, se fue Yüsuf hacia él
para empezar a saludarlo, pero se lo impidió Yaªqüb por tener él más derecho a iniciar el
saludo por ser el que llegaba, y le dijo: ¡La paz sea contigo! Tú que disipas la tristeza; y lloró y
lloró; con él también lloró Yüsuf, de manera que lloró Yaªqüb de alegría, y Yüsuf también
rompió en sollozos por la tristeza que había pasado su padre. Y a continuación dijo Yaªqüb:
¡Alabanzas a Alläh! Aquel que ha dado reposo a mis ojos después de las penas y las tristezas.
Yaªqüb había entrado en Egipto con ochenta y dos miembros de la familia de su casa, y
no salieron de allí hasta alcanzar la cifra de seiscientos mil y pico, cruzando el mar con Müsä,
sobre él la paz, según relató ªIkrima de Ibn ªAbbäs. Los historiadores añaden que Yaªqüb,
sobre él la paz, permaneció en Egipto, veinticuatro años en un estado de gracia envidiable, y
murió asimismo en Egipto confiando a su hijo Yüsuf su deseo de ser llevado su cuerpo a Œäm
para ser enterrado junto a su padre Isåäq; así lo hizo, y luego regresó a Egipto. Añadió Saªïd
ibn Ÿubeir: Yaªqüb fue trasladado en un arca de teca hasta Jerusalén (Bait al-Maqdes), coin-
cidiendo con el día en que murió Isü [Esaú], siendo enterrados en la misma tumba; de ahí que
algunos de los judíos trasladen sus muertos al mismo lugar; Yaªqüb e Isü nacieron de un
mismo parto, y por eso fueron enterrados en una misma tumba, siendo su edad de ciento
cuarenta y siete años.
119
12. Sura Yüsuf (José)
tÏÛ$sù 4 Ï]ƒÏŠ%tnF{$# È≅ƒÍρù's? ⎯ÏΒ ©Í_tFôϑ¯=tãuρ Å7ù=ßϑø9$# z⎯ÏΒ ©Í_tF÷s?#u™ ô‰s% Éb>u‘ * ®
©Í_ø)Åsø9r&uρ $VϑÎ=ó¡ãΒ ©Í_©ùuθ?s ( ÍοtÅzFψ$#uρ $u‹÷Ρ‘‰9$# ’Îû ⎯Çc’Í<uρ |MΡr& ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$#
〈 ∩⊇⊃⊇∪ t⎦⎫ÅsÎ=≈¢Á9$$Î/
“¡Señor mío! Me has dado de la soberanía y me has enseña-
do algo de la interpretación de los relatos. ¡Creador de los
cielos y la tierra! Tú eres mi protector en esta vida y en la
Otra: hazme morir sometido y reúneme con los justos”.
(101)
120
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
posa de Ayüb, según lo dicho por Ibn Lahïªa; y añadió Az-Zuhrï: Ifräµïm ibn Yüsuf engendró a
Nün ibn Ifräµïm, y éste a Yüœaªa ibn Nün, el mozo que acompañó a Müsä como compañero en
su periplo; y al que anunció Alläh en tiempos de Müsä, sobre él la paz, y que fue profeta des-
pués de él; y fue el que fundó Jericó, combatió a los gigantes, y se detuvo para él el sol. Des-
pués, Manœä ibn Yüsuf engendró a Müsä ibn Manœä, antes de Müsä ibn ªImrän. La gente de la
Tora cree que él fue el que buscó al sabio hasta encontrarlo y aprender de él; y el sabio fue el
que dañó el barco, mató al muchacho, y reconstruyó la pared, mientras que Müsä ibn Manœä
lo acompañaba hasta llegar donde llegó; sin embargo, Ibn ªAbbäs rechaza eso y la verdad es lo
que él dijo, como así lo expresa en el Qur°än. Después, entre Yüsuf y Müsä transcurrieron
pueblos y siglos; y entre ambos pasó Œuªaib, la paz sea sobre todos ellos.
öΝèδuρ öΝèδ{øΒr& (#þθãèuΗødr& øŒÎ) öΝÍκö‰y‰s9 |MΨä. $tΒuρ ( y7ø‹s9Î) ϵ‹ÏmθçΡ É=ø‹tóø9$# Ï™!$t6/Ρr& ô⎯ÏΒ y7Ï9≡sŒ ®
ϵø‹n=tã óΟßγè=t↔ó¡n@ $tΒuρ ∩⊇⊃⊂∪ t⎦⎫ÏΨΒÏ ÷σßϑÎ/ |Mô¹tym öθs9uρ Ĩ$¨Ψ9$# çsYò2r& !$tΒuρ ∩⊇⊃⊄∪ tβρãä3øÿs‡
“Esto forma parte de las noticias del No-visto”. Es decir, esto es lo que os hemos rela-
tado, oh Muåammad, sobre la historia de Yüsuf y las noticias de lo oculto; “que te inspira-
mos”, o sea, que te enseñamos a ti por medio de esta revelación; “tú no estabas junto a ellos”,
es decir, con los hermanos de Yüsuf; “cuando decidieron su asunto”, o sea, arrojar a Yüsuf al
pozo; “y ellos tramaron”, o sea, contra Yüsuf para arrojarlo al pozo; y se dijo que tramaron
contra Yaªqüb, acudieron a él con la camisa manchada de sangre. En definitiva, significa: no
fuiste testigo de esos sucesos, pero Alläh te hizo acceder a ellos y conocerlos.
“Pero la mayoría de los hombres, aunque tú lo anheles, no serán creyentes”. Pensó
que cuando los árabes le preguntaran sobre esta historia y les informara de ella, creerían, pero
no creyeron; de manera que se reveló la äya como consuelo para el Profeta ; es decir, no
tienes el poder de guiar a aquellos a quienes quieres guiar.
“No es”; o sea, el Qur°än y la Revelación; “sino un recuerdo”, es decir, una exhortación
para todos los mundos.
121
12. Sura Yüsuf (José)
tβθàÊÌ÷èãΒ $pκ÷]tã öΝèδuρ $pκön=tæ šχρ”ßϑtƒ ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# ’Îû 7πtƒ#u™ ô⎯ÏiΒ ⎦Éi⎪r(Ÿ2uρ ®
×πu‹Ï±≈xî öΝåκuÏ?ù's? βr& (#þθãΖÏΒ'r sùr& ∩⊇⊃∉∪ tβθä.Îô³•Β Νèδuρ ωÎ) «!$$Î/ ΝèδçsYò2r& ß⎯ÏΒ÷σム$tΒuρ ∩⊇⊃∈∪
⎯ÍνÉ‹≈yδ ö≅è% ∩⊇⊃∠∪ šχρâßêô±o„ Ÿω öΝèδuρ ZπtFøót/ èπtã$¡¡9$# ãΝåκuÏ?ù's? ÷ρr& «!$# É>#x‹tã ô⎯ÏiΒ
z⎯ÏΒ O$tΡr& !$tΒuρ «!$# z⎯≈ysö6ß™uρ ( ©Í_yèt6¨?$# Ç⎯tΒuρ O$tΡr& >οu ÅÁt/ 4’n?tã 4 «!$# ’n<Î) (#þθãã÷Šr& þ’Í?ŠÎ6y™
〈 ∩⊇⊃∇∪ š⎥⎫Ï.Îô³ßϑø9$#
“¡Cuántos signos hay en los cielos y en la tierra que ellos pa-
san por alto y se apartan! (105) La mayoría de ellos no creen
en Alläh sin ser además idólatras. (106) ¿Acaso están a salvo
de que les llegue algo del castigo de Alläh que los envuelva; o
de que les llegue la Hora de repente sin que se den cuenta?
(107) Di: Este es mi camino. Llamo a Alläh basado en una
clara visión, tanto yo como los que me siguen. Gloria a Alläh;
y no soy de los idólatras”. (108)
“¡Cuántos signos hay en los cielos y en la tierra…!” Los signos son los vestigios que
han quedado de los castigos que padecieron los pueblos precedentes; y ellos son negligentes y
se abstienen de reflexionar dichos signos.
“La mayoría de ellos no creen en Alläh sin ser además idólatras”. Se reveló por una
gente que se afirmó en Alläh como su creador y creador de todas las cosas, y al mismo tiempo
adoraban a los ídolos. Dijo ªIkrima que eso es cuando dijo:
(87-ﻑﺧﺮ ﺰ ﻪ( )ﺍﻟ ﻦ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻴﻘﹸﻮﹸﻟﻢ ﹶﻟ ﺧ ﹶﻠ ﹶﻘﻬ ﻦ ﻣ ﻢ ﺘﻬﺳﹶﺄﹾﻟ ﻦ ﺌﻭﹶﻟ )
“Y si les preguntas quién los ha creado, te di-
rán: Alläh”. (Los Adornos-43:87)
Y después lo describen con otros atributos que no son los suyos y le asocian semejan-
tes. Según Al-Åasan: Eran gente de Libro que mezclaban idolatría y creencia: creyeron en
Alläh y negaron a Muåammad , de manera que no es correcta su creencia. Según Ibn
ªAbbäs: Creyeron en general y e idolatraron en particular. Y se dijo también que se reveló por
los hipócritas. “La mayoría de ellos no creen en Alläh sin ser además idólatras, es decir,
afirman creer en Alläh con la lengua y al mismo tiempo niegan con el corazón. Dijo ªAöä que
eso sucede en las invocaciones, siendo así que los incrédulos olvidan a su Señor cuando están
en la abundancia, pero cuando se ven probados con la desgracia, se sinceran en la invocación
a Alläh; como en Sus dichos:
(22-ﺲﻮﻧﻦ( )ﻳ ﻳ ﺍﻟﺪﲔ ﹶﻟﻪ
ﺼ ﻠ ﺨ
ﻪ ﻣ ﺍ ﺍﻟ ﱠﻠﻋﻮ ﺩ ﻢ ﻂ ﹺﺑ ﹺﻬ
ﻴ ﹶﻢ ﹸﺃﺣ ﻬ ﻧﻮﺍ ﹶﺃﻭ ﹶﻇﻨ )
“Y cuando se sienten rodeados, invocan a Alläh
con sincero reconocimiento y sumisión”. (Yü-
nus-10:22)
122
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
En otros términos se ha dicho que significa la äya: Ellos suplicaban a Alläh para que los
salvase de perecer, y cuando los salvaba, decía uno de ellos: si no hubiera sido por fulano no
nos habríamos salvado, o si no hubiera sido por el perro habría entrado el ladrón, u otras
cosas parecidas; atribuyendo, de ese modo, la gracia de Alläh a fulano y Su protección la atri-
buían al perro.
Dije (Al-Quröubï): Y, verdaderamente, caen en este dicho erróneo una gran parte de los
musulmanes corrientes, y no hay poder ni fuerza sino por Alläh, el Sublime, el Inmenso.
Mencionó Abü Hayän en su libro “Al-Baår al-Muåïö” (El mar oceánico): Esta äya se re-
veló en la historia del Humo, siendo así que cuando la gente de Meca fue cubierta por el humo
en los años de hambruna, dijeron:
(12-ﺎﻥﺪﺧ ﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﻣﻨ ﺆ ﻣ ﺎﻌﺬﹶﺍﺏ ﹺﺇﻧ ﺎ ﺍﹾﻟﻋﻨ ﻒ
ﺸ
ﺍ ﹾﻛ ﺎﺑﻨﺭ )
“¡Señor nuestro! Aparta de nosotros el castigo,
realmente somos creyentes”. (El Humo-44:12)
Y eso es lo que significa: “Ellos no son sino idólatras”, o sea, no son sino de los que
vuelven a la idolatría, y Alläh sabe más.
“¿Acaso están a salvo de que les llegue algo del castigo de Alläh que los envuelva?” Es
decir, un castigo que los cubra totalmente, como en Sus dichos:
(55-ﻮﺕﻨ ﹶﻜﺒ ﻌ ﻢ( )ﺍﹾﻟ ﻠ ﹺﻬ ﺭﺟ ﺖ ﹶﺃ
ﺤ
ﺗ ﻦ ﻣ ﻭ ﻢ ﻗﻬﻦ ﹶﻓﻮ ﻣ ﺏ
ﻌﺬﹶﺍ ﻢ ﺍﹾﻟ ﻫ ﺎﻐﺸ ﻳ ﻡ ﻮ ﻳ)
“El día en que el castigo los envuelva por arriba
y bajo sus pies”. (La Araña-29:55)
“… o de que les llegue la Hora”. Es decir, el Día de la Resurrección; “de repente”, o sea,
de improviso, sin que se aperciban de ello; dijo Ibn ªAbbäs: Se oirá el Grito mientras la gente
se encuentre en los mercados y otros lugares, como en Su dicho:
(49-ﻮ ﹶﻥ( )ﻳﺲﺼﻤ
ﺨ
ﻳ ﻢ ﻫ ﻭ ﻢ ﻫ ﺬﹸﺗ ﹾﺄﺧ ﺪ ﹰﺓ ﺣ ﺍﺤ ﹰﺔ ﻭ
ﻴ ﺻ
ﻭ ﹶﻥ ﹺﺇ ﱠﻻﻨ ﹸﻈﺮ ﻳ ﺎ)ﻣ
“No esperan sino un único grito que los sor-
prenderá mientras discuten”. (Yä-Sïn-36:49)
123
12. Sura Yüsuf (José)
(#ρçÅ¡o„ óΟn=sùr& 3 #“tà)ø9$# È≅÷δr& ô⎯ÏiΒ ΝÍκös9Î) û©ÇrθœΡ Zω%y`Í‘ ωÎ) šÎ=ö6s% ⎯ÏΒ $uΖù=y™ö‘r& !$tΒuρ ®
×öyz ÍοtÅzFψ$# â‘#t$s!uρ 3 óΟÎγÏ=ö7s% ⎯ÏΒ t⎦⎪Ï%©!#$ èπt7É)≈tã šχ%x. y#ø‹x. (#ρãÝàΖuŠsù ÇÚö‘F{$# †Îû
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〈 ∩⊇⊇⊃∪
“Antes de ti no hemos enviado sino a hombres de la gente
de las ciudades, a los que inspiramos. ¿Acaso no han viaja-
do por la tierra y no han visto cómo acabaron los que les
precedieron? Realmente, la Morada de la Otra Vida es me-
jor para aquellos que tienen temor de Alläh. ¿Es que no vais
a razonar? (109) Hasta que, cuando los mensajeros se re-
signaron y tuvieron la certeza de que les desmentirían por
completo, les llegó Nuestro auxilio y salvamos a quien qui-
simos”. (110)
“Antes de ti no hemos enviado sino a hombres…”. Esto es una respuesta a los que dije-
ron:
(8-ﺎﻡﻧﻌ( )ﺍ َﻷﻣ ﹶﻠﻚ ﻪ ﻴ ﻋ ﹶﻠ ﻧ ﹺﺰ ﹶﻝﻮ ﹶﻻ ﺃﹸ )ﹶﻟ
“¿Por qué no se le hace descender un ángel?”
(Los Rebaños-6:8)
Es decir, enviamos a hombres entre los cuales no había ni mujer ni genio ni ángel; y es-
to es una respuesta a lo que se relató del Profeta que dijo: “Entre las mujeres ha habido
cuatro profetisas: Eva, Asia, la madre de Müsä y Maryam”. “Sacados de la gente de las ciuda-
des”. Porque Alläh no envió a ningún profeta de entre la gente del campo por su sequedad y
tosquedad, pues la gente de las ciudades es más razonable, más ponderada, más esmerada y
más conocedora. Dijo Al-Åasan: No envió Alläh ningún profeta de la gente campesina, ni
mujeres ni genios (Tafsïr Al-Åasan Al-Baçrï). Dijeron los ulemas: De la condición del mensa-
jero es que sea hombre del género humano y de ciudad; y dijeron del género humano para
hacer salvedad de Su dicho:
(6-ﻦ ﺠ
ﻦ( )ﺍﹾﻟ ﹺ ﺠ
ﻦ ﺍﹾﻟ ﹺ ﻣ ﺎ ﹴﻝﻮﺫﹸﻭ ﹶﻥ ﹺﺑ ﹺﺮﺟﻳﻌ ﺲ
ﻧ ﹺﻦ ﺍ ِﻹ ﻣ ﺎﻝﹲ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﹺﺭﺟﻧﻪﻭﹶﺃ )
124
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“¿Acaso no han viajado por la tierra y no han visto…?” Es decir, y han visto las catás-
trofes que sufrieron los pueblos que desmintieron a sus profetas, para que así se dejen exhor-
tar por ello; “realmente, la Morada de la Otra Vida es mejor”. Es decir, el Jardín es la mejor
‘casa’ para los que tienen temor de Alläh.
“Hasta que, cuando los Mensajeros se resignaron”. Es decir, se resignaron y perdieron
toda esperanza de que su gente creyera; “… y tuvieron la certeza de que les desmentirían por
completo”. Es decir, los Profetas supieron con certeza que les desmentirían y negarían.
De Ibn ªAbbäs se transmitió que dijo: Los mensajeros también eran humanos, y sintie-
ron debilidad ante la duración de las pruebas a las que fueron sometidos; olvidaron y pensa-
ron ellos habían sido abandonados a esa condición; y después recitó Su dicho:
ﻌﻪ ﻣ ﻮﺍﻣﻨ ﻦ ﺁ ﻳﺍﱠﻟﺬﻮ ﹸﻝ ﻭﺮﺳ ﻳﻘﹸﻮ ﹶﻝ ﺍﻟ ﻰﺣﺘ ﹾﻟ ﹺﺰﻟﹸﻮﺍﻭﺯ ﺍ ُﺀﻀﺮ
ﺍﻟﺎ ُﺀ ﻭﺒ ﹾﺄﺳ ﺍﹾﻟﻢﺘﻬ ﺴ
ﻣ )
(214-( )ﺍﻟﺒﻘﺮﺓﻪ ﹶﻗﺮﹺﻳﺐ ﺮ ﺍﻟ ﱠﻠ ﺼ
ﻧ ﻪ ﹶﺃ ﹶﻻ ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﻟ ﱠﻠﺼﺮ
ﻧ ﻰﻣﺘ
“Padecieron pobreza e infortunios, y su conmo-
ción era tal que el Mensajero y los creyentes
imploraron: ¿Cuándo llegará el auxilio de
Alläh?” (La Vaca-2:214)
Dijo Al-Mahdawï, de Ibn ªAbbäs: Pensaron los mensajeros que habían sido abandona-
dos a la mera condición humana, basándose en el dicho de Ibrähïm, sobre él la paz:
(260-ﻰ( )ﺍﻟﺒﻘﺮﺓﻮﺗ ﻤ ﺤ ﹺﻲ ﺍﹾﻟ
ﻒ ﺗ
ﻴ ﺏ ﹶﺃ ﹺﺭﻧﹺﻲ ﹶﻛ
ﺭ ﻴﻢﺍﻫﺑﺮﻭﹺﺇ ﹾﺫ ﻗﹶﺎ ﹶﻝ ﹺﺇ )
“Y cuando Ibrähïm dijo: ¡Señor mío! Muéstra-
me cómo resucitas a los muertos”. (La Vaca-
2:260)
125
12. Sura Yüsuf (José)
2”utIøãƒ $ZVƒÏ‰tn tβ%x. $tΒ 3 É=≈t6ø9F{$# ’Í<'ρT[{ ×οuö9Ïã öΝÎηÅÁ|Ás% ’Îû šχ%x. ô‰s)s9 ®
5Θöθs)Ïj9 ZπΗu ÷qu‘uρ “Y‰èδuρ &™ó©x« Èe≅à2 Ÿ≅‹ÅÁøs?uρ ϵ÷ƒy‰tƒ t⎦÷⎫t/ “Ï%©!$# t,ƒÏ‰óÁs? ⎯Å6≈s9uρ
〈 ∩⊇⊇ ∪ tβθãΖÏΒ÷σãƒ
“Ciertamente, en sus historias hay una lección para los do-
tados de sano juicio. No es un relato inventado sino una
confirmación de lo revelado anteriormente, y es una expli-
cación detallada de todas las cosas, guía y misericordia para
los creyentes”. (111)
“Ciertamente, en sus historias”. Es decir, en las historias de Yüsuf, su padre y sus her-
manos, o en las historias de los pueblos antiguos; “hay una lección”, o sea, una idea, un re-
cuerdo y una exhortación; “para los dotados de sano juicio”, o sea, los perspicaces. Dijo Mu-
åammad ibn Isåäq: Yaªqüb vivió ciento cuarenta y siete años, él y su hermano ªÏçü murieron
el mismo día, y fueron enterrados en la misma tumba; y ese es Su dicho: “Ciertamente, en sus
historias hay una lección para los dotados de sano juicio…”; hasta el final del sura. “No es un
relato inventado”. Es decir, no es el Qur°än algo inventado ni es esta historia un relato inven-
tado; “sino una confirmación de lo revelado anteriormente”. Es decir, de lo revelado ante-
riormente en la Tora, el Evangelio, y los demás Libros revelados por Alläh, el Altísimo; siendo
esa la interpretación de quien pretende que se refiere al Qur°än. “Y es una explicación deta-
llada de todas las cosas”. O sea, de todo cuanto necesitan los siervos de lo que es lícito o ilíci-
to, las legislaciones y leyes; así como una “guía y misericordia para los creyentes”.
*****
126
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Sura El Trueno
Mequinense según Al-Åasan y otros, y medinense según Ibn ªAbbäs,
excepto dos äyät (31-32) que se revelaron en Meca. Consta de cuarenta
y tres äyät
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
usYò2r& £⎯Å3≈s9uρ ‘,ysø9$# y7Îi/¢‘ ⎯ÏΒ y7ø‹s9Î) tΑÌ“Ρé& ü“Ï%©!$#uρ 3 É=≈tGÅ3ø9$# àM≈tƒ#u™ y7ù=Ï? 4 ýϑ!9# ®
“Alif. Läm. Mïm. Rä”. Sobre estas letras ya se ha hablado; “… y lo que te ha sido reve-
lado”. O sea, este Qur°än que se te ha revelado; “de parte de tu Señor, es la verdad”, y no
como dicen los idólatras que procede de ti mismo. Aférrate a él y actúa según él. Dijo Muqätil:
Se reveló la äya cuando dijeron los idólatras que Muåammad escribió el Qur°än él mismo.
127
13. Sura El Trueno
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Νä3¯=yès9 ÏM≈tƒFψ$# ã≅Å_ÁxムtøΒF{$# ãÎn/y‰ƒã 4 ‘wΚ|¡•Β 9≅y_L{ “Ìøgs† @≅ä. ( tyϑs)ø9$#uρ }§ôϑ¤±9$#
“Alläh es Quien elevó los cielos sin pilares que pudierais ver…”. Cuando Alläh, el Altí-
simo, aclaró que el Qur°än es verdadero, aclaró a continuación que quien lo reveló está capaci-
tado para la perfección: dirigid vuestras miradas a Su obra que veréis en ella la perfección de
Su poder y capacidad. Y cuando Alläh, el Altísimo, dice que “ha elevado los cielos sin pilares
que podáis ver”, eso admite dos posibilidades, una que realmente los tenga pero que el hom-
bre no los puede ver; dijo Ibn ªAbbäs a propósito de esto: Tiene pilares sobre la montaña de
Qäf; y también se puede decir en su interpretación: Los pilares son Sus poderes, con los que
sustenta los cielos y la tierra, y esos no los podemos ver nosotros, según dijo Az-Zaÿÿäÿ. Dijo
también Ibn ªAbbäs: Es el tawåïd del creyente. Se sustenta el cielo con los pilares pero casi se
hiende por la incredulidad del infiel.
“Y luego se asentó (istawä) en el Trono”. Sobre el “istiwä”, ver el tafsïr sobre Su dicho:
ﻯﺘﻮﺳ ﻢ ﺍ ﺎ ﹴﻡ ﹸﺛﺔ ﹶﺃﻳ ﺘﺳ ﻲﺽ ﻓ
ﺭ ﺍ َﻷﺕ ﻭ
ﺍﺎﻭﺴﻤ
ﻖ ﺍﻟ ﺧ ﹶﻠ ﻱﻪ ﺍﱠﻟﺬ ﺍﻟ ﱠﻠﺑﻜﹸﻢﺭ )ﹺﺇ ﱠﻥ
(54-ﺵ( )ﺍﻷﻋﺮﺍﻑ
ﺮ ﹺ ﻌ ﻋﻠﹶﻰ ﺍﹾﻟ
“Realmente, vuestro Señor es Alläh, que creó
los cielos y la tierra en seis días, y luego se
asentó en el Trono”. (Al-Aªräf-7:54)
“Sometió al Sol y a la Luna”. Es decir, dispuso el sol y la luna de manera que se viera
beneficiada Su Creación y sirviera a los intereses de Sus siervos; y toda cosa creada está some-
tida al Creador; “recorriendo cada uno de ellos [su orbita] según un plazo fijado”, y ese plazo
es hasta el fin del mundo, cuando llegue la Hora en la cuál se plegará el sol sobre sí mismo, la
luna se eclipsará, las estrellas se desvanecerán, y los astros se precipiten. Se refiere en general
a la gravitación propia de la luna en su orbita que transcurre cada mes y el sol recorre en un
año, sus grados y estaciones correspondientes cada uno.
“Él decreta todos los asuntos”; o sea, lo dispone todo como Él quiere; “…, y explica de-
talladamente los signos”. Es decir, los aclara; y Quien tiene el poder y la capacidad para crear
todas las cosas, puede repetirlas de nuevo; por eso dice: “Para que así tengáis la certeza del
encuentro con vuestro Señor”.
128
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Ÿ≅yèy_ ÏN≡tyϑ¨V9$# Èe≅ä. ⎯ÏΒuρ ( #\≈pκ÷Ξr&uρ z©Å›≡uρu‘ $pκÏù Ÿ≅yèy_uρ uÚö‘F{$# £‰tΒ “Ï%©!$# uθèδuρ ®
〈 ∩⊂∪ tβρã©3xtGtƒ 5Θöθs)Ïj9 ;M≈tƒUψ y7Ï9≡sŒ ’Îû ¨βÎ) 4 u‘$pκ¨]9$# Ÿ≅øŠ©9$# ©Å´øóム( È⎦÷⎫uΖøO$# È⎦÷⎫y`÷ρy— $pκÏù
“Él fue Quien extendió la tierra, dispuso en ella firmes mon-
tañas y ríos; y de todos los frutos ha hecho en ella una pare-
ja. La noche cubre al día. Ciertamente, en eso hay signos
para gente que reflexiona”. (3)
“Él fue Quien extendió la tierra”. Una vez que ha aclarado los signos de los cielos, acla-
ra los signos de la Tierra; es decir, extiende la Tierra a lo largo y a lo ancho; “dispuso en ella
firmes montañas”. Es decir, montañas inamovibles, literalmente ancladas, porque la Tierra
queda fijada firmemente con ellas. Compuso Ÿamïl a propósito de la Tierra: ‘La amo tanto y a
Quien fijó sus pilares cuando manifiesta sus signos internos’. Dijeron Ibn ªAbbäs y ªAöä: La
primera montaña colocada sobre la Tierra fue Abü Qubais2.
Cuestión.- En esta äya hay una respuesta a la idea de que la Tierra es como una esfera3;
y Räwandï decía que bajo la Tierra hay un cuerpo ascendente como el viento cuando asciende;
y es descendente al mismo tiempo, de tal forma que se equilibran coincidiendo su declive y su
ascenso en un mismo cuerpo y una misma fuerza; otros afirmaban que la Tierra estaba com-
puesta de dos cuerpos, uno descendente y otro ascendente que se equilibraban, y por eso se
detenía; mientras que los musulmanes y la gente del Libro dicen que la Tierra está detenida,
tranquila y extendida, y su movimiento es por la propia inercia de sus temblores o terremotos.
“Y ríos”. Es decir, aguas corrientes en la Tierra para beneficio de todos los seres vivos; “… y de
todos los frutos ha hecho en ella una pareja”. Según Al-Farrä, aquí la pareja significa el ma-
cho y la hembra; y se ha dicho también que puede ser los tipos opuestos como dulce y amargo,
húmedo y seco, blanco y negro, pequeño y grande…; “en eso hay signos”. Es decir, indicacio-
nes y señales “para gente que reflexiona”.
2 Abü Qubais es una montaña conocida de Meca que da a la Mezquita del Åaram, y tiene muchas
cualidades excelentes como ha mencionado El Fesí en su libro: “Œifä al-Garäm bi-Ajbär al-Balad al-
Åaram”. (Cura de penas con Noticias de la Tierra Sagrada).
3 La cuestión de la redondez de la Tierra ha sido aceptada como una realidad científica en firme actual-
mente, y dicha realidad no choca con la noble äya del Qurªän, sino que más bien está de acuerdo con ella,
pues, la expresión en árabe “al-mad” (el despliegue o la extensión) no se contradice con el concepto esféri-
co, porque cada porción de la Tierra se ve extendida y desplegada hasta su límite en el horizonte; siendo
eso producto de la inmensidad de las proporciones de la esfera terrestre; y la redondez se debe a la Tierra
en su conjunto. (La nota al pie corresponde al Dr. Muåammad Ibrähïm al-Jafnäwï, profesor de los Fun-
damentos de la Jurisprudencia en la Facultad de Œarïªa y el Qänün del Cairo en la edición del tafsïr Al-
Quröubï original en árabe de Där al-Åadïµ – El Cairo 1423-2002)
129
13. Sura El Trueno
çöxîuρ ×β#uθ÷ΖϹ ×≅ŠÏƒwΥuρ ×íö‘y—uρ 5=≈uΖôãr& ô⎯ÏiΒ ×M≈¨Ζy_uρ ÔN≡u‘Èθ≈yftG•Β ÓìsÜÏ% ÇÚö‘F{$# ’Îûuρ ®
’Îû ¨βÎ) 4 È≅à2W{$# ’Îû <Ù÷è/t 4†n?tã $pκ|Õ÷èt/ ã≅ÅeÒxçΡuρ 7‰Ïn≡uρ &™!$yϑÎ/ 4’s+ó¡ç„ 5β#uθ÷ΖϹ
Significa que os resguardan del calor y también os resguardan del frío, y se ha suprimi-
do esta segunda parte de la expresión por el conocimiento de ella por parte del oyente.
Las “regiones colindantes” son las ciudades y lo que está poblado; y las que no lo son
se refiere a los desiertos y todas las demás zonas despobladas. Es decir, ciudades próximas
unas de otras, su tierra y su agua es la misma en la que hay cultivos y jardines, y luego se da
una diversidad de frutos y dátiles, siendo unos dulces, otros agrios; incluso los frutos de una
misma rama de un árbol pueden variar en cuanto a tamaño, color y sabor, aunque el sol y la
luna los hayan afectado a todos del mismo modo. Y en eso está la indicación más rotunda de la
Unidad de Alläh y Su firmeza; y la conducción recta para quien se desvía de Su conocimiento.
Pues, verdaderamente, Él avisa con Su dicho: “Todo es regado por una misma agua”. Con lo
cuál se refiere a que todo eso no es sino porque Él quiere y por Su deseo, ya que Él está capaci-
tado por Su poder; y sobre la äya se ha dicho que la variedad entre los terrenos es evidente,
dándose una tierra dulce y una tierra salobre, siendo colindantes una de la otra.
“… en ellos hay huertos de vides, cultivos de cereales, palmeras”. Es decir, y en la tie-
rra hay huertos de cultivos y palmerales, además de vides.
Relató Ÿäbir ibn ªAbdelläh, que dijo: Oí al Profeta decir a ªAlï : “La gente procede
de varios árboles, y tú y yo procedemos de un solo árbol”. Después recitó el Profeta : “Y en la
Tierra hay regiones colindantes…, todo es regado por una misma agua”.
“… y hemos hecho que unos [frutos] tuvieran mejor sabor que otros”. Dijo Ibn ªAbbäs,
según recogió de un åadïµ de transmitido por Abü Huraira del Profeta : Se refiere a que unos
130
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
frutos son dulces, otros agrios, unos dátiles buenos, como el persa (al-färisï), y otros no tan
buenos, como ad-daqal. “Ciertamente, en ello hay signos para gente que razona”. Es decir,
hay señales evidentes para el que dispone de un corazón que entiende el mensaje de Alläh, el
Altísimo.
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131
13. Sura El Trueno
>Š$yδ BΘöθs% Èe≅ä3Ï9uρ ( Ö‘É‹ΖãΒ |MΡr& !$yϑ¯ΡÎ) 3 ÿ⎯ϵÎn/§‘ ⎯ÏiΒ ×πtƒ#u™ ϵø‹n=tã tΑÌ“Ρé& Iωöθs9 (#ρãxx. t⎦⎪Ï%©!$#
〈 ∩∠∪
“Y te desafían a que les adelantes lo malo antes que lo bue-
no, a pesar de que pueblos semejantes a ellos ya fueron cas-
tigados anteriormente. Ciertamente, tu Señor tiene un per-
dón para los hombres superior a la injusticia de la que son
capaces, pero [también] es cierto que tu Señor es severo
cuando castiga. (6) Y dicen los incrédulos: ¿Por qué no des-
ciende sobre él una señal de su Señor? Tú sólo eres un
amonestador, y para cada gente hay un guía”. (7)
“Y te desafían a que les adelantes lo malo”. Es decir, por el abuso en su negar y des-
mentir la verdad, pedían el castigo; en otra interpretación: es cuando dijeron:
ﺎ ِﺀﺴﻤ
ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﺭ ﹰﺓ ﺎﺣﺠ ﺎﻴﻨ ﻋ ﹶﻠ ﺮ ﻄ ﻣ ﻙ ﹶﻓﹶﺄ ﺪ ﻨ ﻋ ﻦ ﻣ ﻖ ﺤ
ﻮ ﺍﹾﻟ ﻫﺬﹶﺍ ﻫ ﻢ ﹺﺇ ﹾﻥ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻬ )ﺍﻟ ﱠﻠ
(32-ﻧﻔﹶﺎﻝﻴ ﹴﻢ( )ﺍ َﻷﺏ ﹶﺃﻟ
ﻌﺬﹶﺍ ﹴ ﺎ ﹺﺑﺘﻨﹶﺃ ﹺﻭ ﺍﹾﺋ
“¡Oh Alläh! Si esto es la verdad que procede de
Ti, haz que nos lluevan piedras del cielo o inflí-
genos un castigo doloroso”. (Los Botines de
Guerra-8:32)
Dijo Qatäda: Pidieron el castigo antes que el perdón; y Alläh, el Glorioso, ya había dic-
taminado retrasar el castigo a este pueblo hasta el Día del Juicio. “Antes que lo bueno”. O sea,
antes que la fe con la que se anhela la seguridad y las justas acciones. “Ciertamente, tu Señor
tiene un perdón para los hombres”. Es decir, tu Señor pasa por alto el mal de los idólatras si
éstos creen y el de los pecadores si éstos se arrepienten. Dijo Ibn ªAbbäs: La äya más esperan-
zadora en el Libro de Alläh, el Altísimo, es “Ciertamente, tu Señor tiene un perdón para los
hombres superior a la injusticia de la que son capaces”.
“Pero [también] es cierto que tu Señor es severo cuando castiga”. Es decir, si persisten
en su incredulidad e infidelidad. De Saªïd ibn al-Musaiyib, dijo: Cuando se reveló: “Cierta-
mente, tu Señor tiene un perdón…, tu Señor es severo cuando castiga”, dijo el Mensajero de
Alläh : “Si no fuera por el perdón de Alläh, Su misericordia y Su condescendencia, nadie
viviría feliz; y si no fuera por Su amenaza constante y Su castigo, todo el mundo se descuida-
ría”.
“Y dicen los incrédulos: ¿Por qué no desciende sobre él una señal de su Señor?” Cuan-
do propusieron los signos y los pidieron, dijo Alläh, el Altísimo, a Su Profeta : “Tú sólo eres
un amonestador”. Es decir, uno que anuncia y avisa, “… y para cada gente hay un guía”, o
sea, un profeta que los llama a Alläh.
132
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
>™ó©x« ‘≅à2uρ ( ߊ#yŠ÷“s? $tΒuρ ãΠ$ymö‘F{$# âÙ‹Éós? $tΒuρ 4©s\Ρé& ‘≅à2 ã≅ÏϑøtrB $tΒ ãΝn=÷ètƒ ª!$# ®
“Alläh sabe lo que se está gestando en el vientre de todas las hembras”. Es decir, sea
macho o hembra, guapo o feo, justo o no. Y en el åadiz de Ibn ªUmar del Mensajero de Alläh
: “Las llaves de lo oculto son cinco:…”. Y una de ellas: “Nadie sabe lo que se gesta en los
vientres salvo Alläh”.
Hay diferencias entre los ulemas sobre la interpretación de Su dicho: “… y si completa-
rá el ciclo de gestación o lo aumentará en los úteros”: Dijeron Qatäda e Ibn ªAbbäs: Significa
que es cuando se produce el parto antes de los nueve meses, o cuando se produce después.
Dijo Muÿähid: Si menstrua la mujer en su embarazo, eso supone una merma para su hijo;
pero, si sobrepasa los nueve meses, habrá podido completar lo que haya mermado.
En esta äya hay una prueba de que la mujer embarazada puede menstruar, según la es-
cuela de Mälik y Œäfiªï; mientras que Abü Åanïfa y otros dicen que no. También prueba la äya
que la embarazada puede dar a luz en menos de nueve meses o en más; coincidiendo los ule-
mas en que el menor tiempo de embarazo posible es de seis meses; pues ªAbdelmälik ibn
Marwän nació después de seis meses de embarazo. En cuanto al tiempo máximo de embarazo,
hay diferentes opiniones: la opinión de ªA°iœa es que no excede los dos años, mientras que
otras opiniones dicen que tres, e incluso cuatro como Œäfiªï, y otros más. Dijo Abü ªUmar:
Esta es una cuestión que no tiene fundamento ni base real en el que basarse, excepto el es-
fuerzo personal (iÿtihäd) y recurrir a lo que se sabe de dicho asunto en las mujeres.
“… y Él asignó a todas las cosas su justa medida”. Es decir, en cuanto a su disminu-
ción y aumento; o sea, en el justo momento en que tiene que salir el niño del vientre de su
madre y el tiempo preciso de permanencia en su vientre hasta que sale de él. Dice Qatäda: Le
asignó su justa medida en la provisión y el plazo de vida. En definitiva, el sentido general de la
äya puede abarcar todos esos significados.
Alläh, el Altísimo, se elogia en esta äya, cuando dice que “Él conoce lo oculto y lo mani-
fiesto”, es decir, sabe lo que está oculto a las criaturas y lo que se les manifiesta cuando son
testigos de ello.
7>Í‘$y™uρ È≅øŠ©9$$Î/ ¥#÷‚tGó¡ãΒ uθèδ ô⎯tΒuρ ⎯ϵÎ/ tyγy_ ⎯tΒuρ tΑöθs)ø9$# §| r& ô⎯¨Β Οä3ΖÏiΒ Ö™!#uθy™ ®
〈 ∩⊇⊃∪ Í‘$pκ¨]9$$Î/
133
13. Sura El Trueno
“Es igual el que de vosotros habla en secreto o el que lo hace en público”. Hablar en
secreto es cuando uno se habla a sí mismo, y cuando habla a otro es cuando lo hace público; y
se refiere a que Alläh, el Altísimo, conoce lo secreto de cada uno, sea bueno o malo, lo mismo
que sabe lo que hace público, sea bueno o malo; “así como el que se oculta en la noche o el que
se mueve a la luz del día”, o sea, que son equiparables en el conocimiento de Alläh, el Altísi-
mo, lo secreto, lo público, lo que se ve en los caminos de forma manifiesta, y lo que se oculta
en las tinieblas.
Ÿω ©!$# χÎ) 3 «!$# ÌøΒr& ô⎯ÏΒ …çµtΡθÝàxøts† ⎯ϵÏù=yz ô⎯ÏΒuρ ϵ÷ƒy‰tƒ È⎦÷⎫t/ .⎯ÏiΒ ×M≈t7Ée)yèãΒ …çµs9 ®
4 …çµs9 ¨ŠttΒ Ÿξsù #[™þθß™ 5Θöθs)Î/ ª!$# yŠ#u‘r& !#sŒÎ)uρ 3 öΝÍκŦàΡr'Î/ $tΒ (#ρçÉitóム4©®Lym BΘöθs)Î/ $tΒ çÉitóãƒ
“[El hombre] tiene ángeles que se van turnando”. Es decir, se van turnando de noche y
de día; pues si suben ángeles de noche, les suceden tras ellos otros por el día; o sea, que se
suceden de forma ininterrumpida; como en el åadïµ: “Repite una vez tras otra y sin fallar al
final de cada oración prescrita, treinta y tres tasbïåa (subåänalläh), treinta y tres taåmïda
(alåamdulilläh) y treinta y cuatro takbïra (allähuakbar)”.
“… le protegen por mandato de Alläh”. Significa que los ángeles guardianes protegen
al hombre de las fieras, los bichos y cosas perniciosas por deferencia de Alläh con él, y si llega
el decreto no hay remedio posible. De Abü Miÿlaz se transmitió que acudió un hombre de la
tribu de Muräd a ªAlï y le dijo: ¡Guárdate! Pues hay gente de la tribu de Muräd que quieren
matarte; y dijo: Ciertamente, con cada hombre hay dos ángeles que lo protegen mientras que
no haya llegado el decreto, pero, si éste llega, los ángeles lo dejan a solas con el decreto de
Alläh. Añadió Al-Åasan que la protección del hombre es por mandato de Alläh y no por ellos
mismo, y también se ha dicho que lo protege de los ángeles del castigo, porque Alläh no cam-
bia la salud y las gracias que otorga a un pueblo hasta que su gente cambia lo que hay en ellos
mismos con la incredulidad; y si persisten en ella les llegan, por orden de Alläh, los ángeles del
castigo con toda clase de pruebas y calamidades.
134
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Dijo Kinäna al-ªAdawï: Entró ªUµmän a ver al Profeta y le dijo: ¡Oh Mensajero de
Alläh! ¡Infórmame de cuántos ángeles hay con cada siervo! Dijo: “Hay un ángel a su derecha
que escribe las buenas acciones y otro a la izquierda que escribe las malas; el que hay a la
derecha es el emir sobre el que hay a la izquierda, pues si el hombre hace una buena acción se
le apunta como diez, y si hace una mala, le dice el que está a la izquierda al que está a la dere-
cha: ¿Se la anoto? Dice: ¡No! Tal vez pida perdón a Alläh, el Altísimo, o se arrepienta a Él; y si
lo dice tres veces, le dice, sí, escribe, y que Alläh nos libre de ello; pues, mala cosa es lo que le
lleva su compañero a Alläh, el Altísimo, de lo que ha observado; dirá Alläh, el Altísimo:
(18-( )ﻕﻴﺪﻋﺘ ﻴﺐﺭﻗ ﻪ ﻳﺪ ﻮ ﹴﻝ ﹺﺇ ﱠﻻ ﹶﻟ ﻦ ﹶﻗ ﻣ ﻔﻆﹸ ﻳ ﹾﻠ ﺎ)ﻣ
“No pronunciará palabra sin que tenga a su la-
do siempre un vigilante”. (Qaf-50:18)
Y dos ángeles delante y detrás de ti, dirá Alläh, el Altísimo: “[El hombre] tiene ángeles
que se van turnando y lo protegen por mandato de Alläh”: Habrá un ángel agarrándote por
tu flequillo, si te humillas sometido a Alläh, te elevará y si te vuelves soberbio contra Él, te
asestará un golpe mortal; habrá dos ángeles sobre tus labios, no te protegerán si no es pidien-
do bendiciones para Muåammad y su familia, y un ángel de pie en tu boca no dejará que entre
en ella la serpiente, y habrá dos ángeles sobre tus ojos; pues, esos son diez ángeles que habrá
con cada uno, y además se alternarán los ángeles de la noche con los ángeles del día, siendo en
total veinte ángeles para cada uno; e Iblïs estará con el hijo de Ädam por el día y su hijo por la
noche”.
“Ciertamente, Alläh no cambia lo que hay en un pueblo mientras ellos no cambien lo
que hay en sí mismos”. Alläh, el Altísimo, ha informado en esta äya que Él no cambiará nada
de lo que tenga una gente mientras no ocurra en ellos mismos un cambio, como sucedió con
los derrotados el día de Uåud, debido al cambio que experimentaron los arqueros desobede-
ciendo la orden del Profeta ; y esto no significa que no vaya a caer sobre alguien algún casti-
go aunque no haya incurrido en falta, porque puede suceder que caiga la desgracia sobre al-
guien por las faltas de otro, como dijo el Profeta al ser preguntado: ¿Vamos a perecer todos
estando los justos entre nosotros? Dijo: “¡Sí, si aumenta la depravación!” (åadïµ correcto,
relatado por Al-Bujärï, Muslim y otros)
“… y si Alläh quiere un mal para una gente, no hay forma de evitarlo”. Es decir, si
quisiera aniquilarlos o castigarlos; o si quisiera probarlos enviándoles epidemias o enferme-
dades, no lo podrían evitar. Y no tendrían refugio a donde ir ni nadie que les ayudase a evitar
Su castigo.
∩⊇⊄∪ tΑ$s)ÏoW9$# šU$ys¡¡9$# à⋅Å´Ψãƒuρ $YèyϑsÛuρ $]ùöθyz šX÷y9ø9$# ãΝà6ƒÌム“Ï%©!$# uθèδ ®
〈 ∩⊇⊂∪ ÉΑ$ysÎRùQ$# ߉ƒÏ‰x© uθèδuρ «!$# ’Îû šχθä9ω≈pgä† öΝèδuρ â™!$t±o„ ⎯tΒ
135
13. Sura El Trueno
“Él es Quien os hace ver el relámpago con temor y anhelo, y Quien produce las nubes
cargadas”. Es decir, cargadas de agua para la lluvia; “y el trueno Le glorifica con Su alaban-
za…”. Sobre el trueno, el relámpago y los rayos ya se habló en el sura de La Vaca y no es preci-
so volver a repetirlo; refiriéndose la äya a la perfección del poder de Alläh. Es decir, os hace
ver el relámpago en el cielo que atemoriza al viajero, porque teme el daño que pueda producir-
le, en cuanto a lluvias torrenciales acompañadas de rayos, como en Su dicho:
ﻮﺍﻀﻌ
ﺗ ﻰ ﹶﺃ ﹾﻥﺮﺿ ﻣ ﻢ ﺘﻨ ﻭ ﹸﻛ ﻣ ﹶﻄ ﹴﺮ ﹶﺃ ﻦ ﻣ ﻢ ﹶﺃﺫﹰﻯ ﻢ ﹺﺇ ﹾﻥ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﹺﺑ ﹸﻜ ﻴ ﹸﻜ ﻋ ﹶﻠ ﺡ
ﺎﺟﻨ ﻭ ﹶﻻ )
(102-ﻢ( )ﺍﻟﻨﺴﺎﺀ ﺘﻜﹸﺤ
ﻠ ﺳ ﹶﺃ
“No cometéis falta si cuando os dañe la lluvia o
estéis enfermos, dejáis las armas…”. (Las Muje-
res-4:102)
Y con anhelo para el residente que ve en la lluvia fertilidad y vida; o como dijo Al-
Åasan: Temerosos de los relámpagos cuando truenan y anhelantes de la lluvia que hace que
cese la sequía; “… y Quien produce las nubes cargadas”. Dijo Muÿähid: Es decir, cargadas de
agua; “… y el trueno Le glorifica con Su alabanza”. O sea, quien opine que el trueno es la voz
de las nubes, también puede decir que el trueno glorifica por la creación de vida en él; y cuyo
argumento lo prueba Su dicho a continuación: “… así como los ángeles por temerle (al true-
no)”; pues, si el trueno fuese un ángel, entraría en la expresión de “los ángeles”. Y quien dice
que es un ángel, dice que significa: “… así como los ángeles por temor de Él”. O sea, por temor
de Alläh. Dijo Ibn ªAbbäs: El trueno es un ángel que conduce las nubes, y que el vapor de agua
está en una cavidad de su dedo gordo, se le ha puesto a cargo de las nubes y las descarga don-
de se le mande, y verdaderamente glorifica a Alläh; y cuando el trueno glorifica, no queda
ángel en el cielo que no eleve su voz en la glorificación. Y en ese momento de glorificación
desciende la lluvia. También de Ibn ªAbbäs se transmitió que él cuando oía el sonido del true-
no decía: ¡Subåäna al-laæï sabbaåat lahu! (¡Gloria a Aquel al que se Le ha glorificado!)
Relató Mälik ibn ªÄmir ibn ªAbdelläh, y éste de su padre, que cuando oía el sonido del
trueno, decía: ¡Gloria a Alläh! Aquel a Quien glorifica el trueno con Su alabanza, así como los
ángeles por temor de Él. Y después dice: Ciertamente, esta es una fuerte amenaza para la
gente de la tierra. También se ha dicho que el trueno es un ángel que está sentado en el Trono
entre el cielo y la tierra, a su derecha hay setenta mil ángeles, y a su izquierda lo mismo.
Cuando mira a su derecha y glorifica, glorifican todos con él temerosos de Alläh, y cuando
mira a su izquierda y glorifica, glorifican todos con él temerosos de Alläh.
“Envía los rayos y fulmina con ellos a quien quiere”. De Ibn ªAbbäs, ªAlï ibn Abï Öälib
y otros: La äya se reveló por un judío que le dijo al Profeta : ¿Dime de qué es tu Señor? ¿Es
de perlas o rubíes? Entonces, le cayó un rayo encima y lo quemó.
136
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
En otra opinión se dijo que la äya se reveló por uno de los incrédulos de los árabes. Di-
jo Al-Åasan: Había un hombre impostor rebelde entre los árabes al que envió el Profeta un
grupo para que lo llamaran a Alläh, a Su Mensajero y al Islam, y les dijo: Informarme acerca
del Señor de Muåammad: ¿Qué es y de qué es? ¿Es de plata, de hierro o de latón? La gente
quedó asombrada de su dicho, y añadió: ¡Muåammad complace a un Señor que no conoce! Le
siguió enviando el Profeta emisarios repetidas veces y siempre decía lo mismo; y mientras
que un grupo le discutía y le hablaba, surgió una nube que se elevó sobre sus cabezas, tronó,
relampagueó y arrojó un rayo que quemó al infiel y lo abatió de forma fulminante mientras
ellos estaban sentados. El grupo regresó al Profeta y lo recibieron algunos compañeros del
Mensajero de Alläh , y dijeron: ¡Se ha quemado vuestro compañero! Contestaron: ¿Cómo lo
habéis sabido? Dijeron: Alläh se lo ha inspirado al Profeta : “Envía los rayos y fulmina con
ellos a quien quiere”.
Se relató de Anas que dijo el Mensajero de Alläh : “No alcanza el rayo a uno que re-
cuerda a Alläh, Poderoso y Majestuoso”. Y en el åadïµ de Ibn ªAbbäs: “Cuando oigáis el trueno
recordad a Alläh, y así no os alcanzará el rayo”. Dijo Abü Huraira : Cuando el Profeta oía
la voz del trueno, decía: “¡Gloria a Aquel Quien glorifica el trueno con Su alabanza, y los ánge-
les temerosos de Él, y es el Poderoso sobre todas las cosas! Pues, si [alguien lo dice y] le cae un
rayo, yo pago su precio de sangre”.
“… sin embargo, ellos discuten acerca de Alläh”. Es decir, la discusión del judío cuando
preguntó acerca de Alläh, el Altísimo, de qué cosa era, según el åadïµ ya mencionado.
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’Îû ωÎ) t⎦⎪ÍÏ≈s3ø9$# â™!%tæßŠ $tΒuρ 4 ⎯ϵóÉ Î=≈t7Î/ uθèδ $tΒuρ çν$sù xè=ö6u‹Ï9 Ï™!$yϑø9$# ’n<Î) ϵø‹¤x. ÅÝÅ¡≈t6x.
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“A Él se dirige la invocación verdadera. Por el contrario,
esos que son invocados, fuera de Él, no les responden en
absoluto. Es como el que alarga sus manos hacia el agua,
queriendo que esta llegue a su boca, pero no llega. Y la in-
vocación de los que se niegan a creer sólo cae en un extra-
vío”. (14)
137
13. Sura El Trueno
“Por el contrario, esos que son invocados, fuera de Él”. Es decir, los ídolos y las esta-
tuas; “… no les responden en absoluto”, o sea, no les responden a petición alguna y ni siquiera
oyen su llamada; “es como el que alarga sus manos hacia el agua, queriendo que esta llegue
a su boca, pero no llega”. Alläh, el Altísimo, pone el ejemplo del agua por su desesperación de
la respuesta a sus peticiones, porque los árabes ponen el ejemplo del que corre hacia algo que
no puede alcanzar con el ejemplo del que quiere coger el agua con la mano y no puede.
Sobre el significado de esta parábola se pueden considerar tres aspectos: Uno, el que
invoca a una divinidad aparte de Alläh es como el sediento que invoca al agua desde lejos para
que esta llegue a su boca y poder beber, y si no lo consigue con su lengua, le hace una indica-
ción con la mano, pero nunca viene porque el agua no responde y por lo tanto no le llega. Y
esta es la opinión de Muÿähid en el tafsïr de Aö-Öabarï; el segundo aspecto es como el sediento
que ve el agua en su imaginación y extiende su mano para llevarla a su boca, pero no le llega
por lo ilusorio de su pensamiento, según lo dicho por Ibn ªAbbäs; y el tercer aspecto es como
el que extiende su mano hacia el agua para cogerla de un puñado y no se solidifica en su mano
nada que pueda llevarse a la boca para beber. Añadió ªAlï : Es como el sediento que está al
borde de un pozo y no puede llegar al agua ni ésta sube hasta él.
“La invocación de los que se niegan a creer sólo cae en un extravío”. Es decir, la ado-
ración a los ídolos de los infieles, no es sino un extravío manifiesto, porque es idolatría. Y se
ha dicho que cae en un extravío, o sea, que los extravía la misma invocación que hacen, sin
que encuentren solución alguna en ella; como en Su dicho:
(37-ﺍﻑﻋﺮ ﺎ( )ﺍ َﻷﻋﻨ ﺿﻠﱡﻮﺍ
ﻪ ﻗﹶﺎﹸﻟﻮﺍ ﻥ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻭﻦ ﺩ ﻣ ﻮ ﹶﻥﺪﻋ ﺗ ﻢ ﺘﻨ ﺎ ﹸﻛﻨﻤﻳ)ﹶﺃ
“¿Dónde está lo que invocabais aparte de
Alläh? Dijeron: Nos ha hecho extraviarnos”.
(Al-Aªräf-7:37)
Dijo Ibn ªAbbäs: Esa invocación no son más que voces de los incrédulos que Alläh no
escucha.
Íiρ߉äóø9$$Î/ Νßγè=≈n=Ïßuρ $\δöx.uρ $YãöθsÛ ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# ’Îû ⎯tΒ ß‰àfó¡o„ ¬!uρ ®
〈 ∩⊇∈∪ ) ÉΑ$|¹Fψ$#uρ
“Y ante Alläh se postran cuantos están en los cielos y en la
tierra, de buen grado o a la fuerza, así como sus sombras
mañana y tarde”. (15)
138
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Así como sus sombras mañana y tarde”. Es decir, las sombras de las criaturas están
postradas a Alläh, el Altísimo, día y noche, a un lado y a otro, como en Su dicho:
ﺋ ﹺﻞﺎﺸﻤ
ﺍﻟـﲔ ﻭ
ﻤ ﹺ ﻴﻦ ﺍﹾﻟ ﻋ ﻪ ﻼﹸﻟ
ﻇ ﹶ ﻴﺄﹸﺘ ﹶﻔﻳ ﻲ ٍﺀ ﺷ ﻦ ﻣ ﻪ ﻖ ﺍﻟ ﱠﻠ ﺧ ﹶﻠ ﺎﺍ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﻣﺮﻭ ﻳ ﻢ ﻭﹶﻟ )ﹶﺃ
(48-ﻞﻨﺤﻭ ﹶﻥ( )ﺍﻟﺧﺮ ﺍﻢ ﺩ ﻫ ﻭ ﻪ ﻟ ﱠﻠ ﺠﺪًﺍ
ﺳ
“¿Acaso no ven que todo cuanto Alläh ha creado
y proyecta su sombra hacia la derecha y hacia
la izquierda se postra ante Alläh?”. (Las Abejas-
16:48)
Ÿω u™!$uŠÏ9÷ρr& ÿ⎯ϵÏΡρߊ ⎯ÏiΒ Μè?õ‹sƒªB$$sùr& ö≅è% 4 ª!$# È≅è% ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# >§‘ ⎯tΒ ö≅è% ®
ö≅yδ ÷Πr& çÅÁt7ø9$#uρ 4‘yϑôãF{$# “ÈθtGó¡o„ ö≅yδ ö≅è% 4 #uŸÑ Ÿωuρ $YèøtΡ öΝÎγÅ¡àΡL{ tβθä3Î=ôϑtƒ
ß,ù=sƒø:$# tµt6≈t±tFsù ⎯ϵÉ)ù=y⇐x. (#θà)n=yz u™!%x.uà° ¬! (#θè=yèy_ ÷Πr& 3 â‘θ‘Ζ9$#uρ àM≈uΗä>—à9$# “ÈθtGó¡n@
〈 ∩⊇∉∪ ã≈£γs)ø9$# ߉Ïn≡uθø9$# uθèδuρ &™ó©x« Èe≅ä. ß,=Î ≈yz ª!$# È≅è% 4 öΝÍκön=tã
“Di: ¿Quién es el Señor de los cielos y de la tierra? Di: ¡Alläh!
Di: ¿Vais a tomar fuera de Él protectores que ni siquiera
son dueños de su propio daño o beneficio? ¿Acaso son igua-
les el ciego y el que ve? ¿O acaso son iguales las tinieblas y la
luz? ¿O es que le atribuyen a Alläh asociados que han creado
como Él ha creado, y esa creación les parece semejante? Di:
139
13. Sura El Trueno
Es decir: Si lo reconocéis, ¿por qué entonces adoráis a otro que no es Él? Cuando ese
otro ni os beneficia ni os perjudica. Luego, les pone un ejemplo, diciéndoles: “¿Acaso son
iguales el ciego y el que ve?”, pues, de la misma forma no es igual el creyente que ve la verdad
y el idólatra que no la ve; y también el ciego es un ejemplo de lo que adoran aparte de Alläh, y
el que ve es el ejemplo de Alläh, el Altísimo: “¿O acaso son iguales las tinieblas y la luz?”, o
sea, la idolatría y la fe, o la incredulidad y la fe. “¿O es que le atribuyen a Alläh asociados que
han creado como Él ha creado, y esa creación les parece semejante?” Es decir, lo que ha
creado otro que Alläh es igual que Su creación, y eso les ha confundido de manera que no
saben cuál es la creación de Alläh y cuál la de sus dioses; “di: Alläh es el Creador de todas las
cosas”, de manera que es preciso que todo lo adore a Él. “Él es el Único”, antes que cualquier
cosa; “el Dominante”, el Victorioso sobre todas las cosas.
4 $\ŠÎ/#§‘ #Y‰t/y— ã≅ø‹¡¡9$# Ÿ≅yϑtGôm$$sù $yδÍ‘y‰s)Î/ 8πtƒÏŠ÷ρr& ôMs9$|¡sù [™!$tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# š∅ÏΒ tΑt“Ρr& ®
ª!$# Ü>ÎôØo„ y7Ï9≡x‹x. 4 …ã&é#÷WÏiΒ Ó‰t/y— 8ì≈tFtΒ ρ÷ r& >πu‹ù=Ïm u™!$tóÏGö/$# Í‘$¨Ζ9$# ’Îû ϵø‹n=tã tβρ߉Ï%θム$£ϑÏΒuρ
’Îû ß]ä3ôϑu‹sù }¨$¨Ζ9$# ßìxΖtƒ $tΒ $¨Βr&uρ ( [™!$xã_ Ü=yδõ‹uŠsù ߉t/¨“9$# $¨Βr'sù 4 Ÿ≅ÏÜ≈t7ø9$#uρ ¨,ysø9$#
4 4©o_ó¡ßsø9$# ãΝÍκÍh5tÏ9 (#θç/$yftGó™$# t⎦⎪Ï%©#Ï9 ∩⊇∠∪ tΑ$sWøΒF{$# ª!$# Ü>ÎôØo„ y7Ï9≡x‹x. 4 ÇÚö‘F{#$
…çµyètΒ …ã&s#÷WÏΒuρ $YèŠÏΗsd ÇÚö‘F{$# ’Îû $¨Β Νßγs9 χr& öθs9 …çµs9 (#θç7ŠÉftFó¡o„ öΝs9 š⎥⎪Ï%©!$#uρ
* ∩⊇∇∪ ߊ$yγÎRùQ$# }§ø♥Î/uρ ( æΛ©⎝yγy_ öΝßγ1uρù'tΒuρ É>$|¡Ïtø:$# â™þθß™ öΝçλm; y7Íׯ≈s9'ρé& 4 ÿ⎯ϵÎ/ (#÷ρy‰tFøù]ω
(#θä9'ρé& ã©.x‹tGtƒ $oÿ©ςÎ) 4 #‘yϑôãr& uθèδ ô⎯yϑx. ‘,ptø:$# y7Îi/¢‘ ⎯ÏΒ y7ø‹s9Î) tΑÌ“Ρé& !$yϑ¯Ρr& ÞΟn=÷ètƒ ⎯yϑsùr&
〈 ∩⊇®∪ É=≈t6ø9F{$#
140
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Envía el agua del cielo que corre por los valles según la ca-
pacidad de los mismos, y su torrente arrastra espuma en su
superficie, igual que la espuma que sale de la fundición al
fabricar alhajas u otros utensilios. Con ello Alläh os expone
un ejemplo para que sepáis diferenciar lo verdadero de lo
falso: en cuanto a la espuma, se desvanece rápidamente, y
aquello que beneficia a los hombres permanece en la tierra;
así es como Alläh os expone los ejemplos. (17) Quienes crean
en su Señor obtendrán el Paraíso; y quienes no crean que
sepan que aunque poseyeran todo cuanto existe en la Tie-
rra, o aún el doble, lo ofrecerían como rescate: esos tendrán
la peor cuenta y su morada será el Infierno. ¡Qué pésima
morada! (18) ¿Acaso quien reconoce que lo que te reveló tu
Señor es la Verdad es igual al ciego? Ciertamente, sólo tie-
nen esto presente los dotados de intelecto”. (19)
“Envía el agua del cielo que corre por los valles según la capacidad de los mismos, y
su torrente arrastra espuma en su superficie”. Alläh pone el ejemplo de lo verdadero y lo
falso: asemejando la incredulidad con la espuma que lleva el agua en la superficie; pues, si la
espuma se disuelve y se pega a los lados de los cauces empujada por los vientos, lo mismo le
sucede a la incredulidad que se va y se desvanece; “… igual que la espuma”. Es decir, la espu-
ma que sube al fundir metales como el oro, la plata, el hierro, el latón o el plomo, y fabricar
con ellos después las alhajas y utensilios, es una espuma que sube como la de la corriente de
agua, porque ésta la produce al mezclarse con la tierra que arrastra la corriente; de la misma
forma los metales que se encuentran en las minas están mezclados de tierra e impurezas, y al
fundirlos al fuego para quitarles la tierra y que se desprendan las impurezas resulta de ello la
espuma. “… en cuanto a la espuma, se desvanece rápidamente, y aquello que beneficia a los
hombres permanece en la tierra”. Alläh pone los dos ejemplos: para la verdad que se mantie-
ne siempre firme y para lo falso que se desvanece; pues, aunque lo falso predomine en algunas
situaciones en un principio, luego se desvanece y desaparece como la espuma y las impurezas.
“… y quienes no crean que sepan que aunque poseyeran todo cuanto existe en la Tie-
rra, o aún el doble, lo ofrecerían como rescate”. Es decir, como rescate del castigo del Día del
Juicio; como en Sus dichos:
ﻴﺌﹰﺎ( )ﺁﻝ ﺷ ﻪ ﻦ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻣ ﻢ ﻫ ﺩ ﻭ ﹶﻻ ﻭ ﹶﻻ ﹶﺃ ﻢ ﺍ ﹸﳍﻣﻮ ﻢ ﹶﺃ ﻬ ﻨ ﻋ ﻐﻨﹺﻲ ﺗ ﻦ ﻭﺍ ﹶﻟﻦ ﹶﻛ ﹶﻔﺮ ﻳ)ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﱠﻟﺬ
(10-ﺍﻥﻤﺮ ﻋ
“Ciertamente, a los que se niegan a creer de
nada les servirán sus riquezas y sus hijos ante
Alläh”. (La Familia de ªImrän-3:10)
ﺽ
ﺭ ﹺ ـ ﹾﻞ ُﺀ ﺍ َﻷﻢ ﻣ ﻫ ﺪ ﺣ ﻦ ﹶﺃ ﻣ ﺒ ﹶﻞ ﹾﻘﻦ ﻳ ﹶﻓ ﹶﻠﻢ ﹸﻛﻔﱠﺎﺭ ﻫ ﻭ ﻮﺍﺎﺗﻭﻣ ﻭﺍﻦ ﹶﻛ ﹶﻔﺮ ﻳ)ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﱠﻟﺬ
(91-ﺍﻥﻤﺮ ﻋ ﻪ( )ﺁﻝ ﻯ ﹺﺑﺘﺪﺍ ﹾﻓ ﻮ ﻭﹶﻟ ﻫﺒًﺎ ﹶﺫ
“El que se niegue a creer y muera siendo incré-
dulo, no se le aceptará ningún rescate, aunque
141
13. Sura El Trueno
“Aquellos que cumplen con el compromiso que asumieron con Alläh…”. Esta es una
cualidad de los dotados de intelecto, es decir, sólo recuerdan y observan el compromiso con-
traído con Alläh los dotados de intelecto; y ese compromiso hace referencia a todos los pactos
asumidos con Alläh, a Sus mandatos y Sus prohibiciones, los cuales ha legado a Sus siervos,
entrando en estas expresiones el cumplimiento de todas la obligaciones y la abstención de
todas las prohibiciones o desobediencias.
Relataron Abü Däud y otros, de ªAuf ibn Mälik, que dijo: Estábamos siete, ocho o nue-
ve personas con el Mensajero de Alläh y dijo: ¿No vais a dar vuestro testimonio de fidelidad
al Mensajero de Alläh ? Y habiéndoselo dado recientemente en un pacto, le dijimos: ¡Ya te
hemos dado el testimonio de fidelidad! Pero insistió hasta decirlo tres veces; entonces, le
tendimos nuestras manos y se lo dimos. Dijo uno: ¡Oh Mensajero de Alläh! Ya te hemos dado
el testimonio de fidelidad, y ¿sobre qué te lo damos? Dijo: “Que adoréis a Alläh sin asociarle
nada, que hagáis las cinco oraciones, que oigáis y que obedezcáis; - y les dijo una cosa secre-
tamente – que no pidieran nada a la gente”. Dijo: Y si a alguno de aquel grupo se le caía la
fusta del camello no le pedía a nadie que se la alargara.
u™þθß™ tβθèù$sƒs†uρ öΝåκ®5u‘ šχöθt±øƒs†uρ Ÿ≅|¹θムβr& ÿ⎯ϵÎ/ ª!$# ttΒr& !$tΒ tβθè=ÅÁtƒ t⎦⎪Ï%©!$#uρ ®
$£ϑÏΒ (#θà)xΡr&uρ nο4θn=¢Á9$# (#θãΒ$s%r&ρu öΝÍκÍh5u‘ ϵô_uρ u™!$tóÏGö/$# (#ρçy9|¹ t⎦⎪Ï%©!$#uρ ∩⊄⊇∪ É>$|¡Ïtø:$#
Í‘#¤$!$# ©t<ø)ãã öΝçλm; y7Íׯ≈s9'ρé& sπy∞ÍhŠ¡¡9$# ÏπoΨ|¡ptø:$$Î/ šχρâ™u‘ô‰tƒuρ Zπu‹ÏΡŸξtãuρ #uÅ öΝßγ≈uΖø%y—u‘
142
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
( öΝÍκÉJ≈−ƒÍh‘èŒuρ öΝÎγÅ_≡uρø—r&uρ öΝÍκÉ″!$t/#u™ ô⎯ÏΒ yxn=|¹ ⎯tΒuρ $pκtΞθè=äzô‰tƒ 5βô‰tã àM≈¨Ζy_ ∩⊄⊄∪
zΝ÷èÏΨsù 4 ÷Λän÷y9|¹ $yϑÎ/ /ä3ø‹n=tæ íΝ≈n=y™ ∩⊄⊂∪ 5>$t/ Èe≅ä. ⎯ÏiΒ ΝÍκön=tã tβθè=äzô‰tƒ èπs3Íׯ≈n=yϑø9$#uρ
“Y ésos que mantienen unido lo que Alläh ordena mantener unido…”. Se entiende, se-
gún la mayoría de los exégetas del Qur°än, que se refiere al mantenimiento de los lazos fami-
liares; pero, además de eso, puede también incluir a todas las obediencias; “… temen a su
Señor”, o sea, si cortan las relaciones familiares, o en todas las desobediencias; “… la peor
Cuenta”, o sea, la peor Cuenta es indagar en ella y discutirla.
Dijeron Ibn ªAbbäs y Saªïd ibn Ÿubeir: “Y ésos que mantienen unido lo que Alläh or-
denó mantener unido”, significa, la fe en todos los Libros revelados y en todos los mensajeros;
y en otras interpretaciones, significa: mantener la conexión con Muåammad ; o mantener
unida la fe con la acción justa.
“Y los que tienen paciencia buscando con ello la faz de su Señor”. Es decir, tienen pa-
ciencia y persisten en la obediencia a Alläh; o tienen paciencia ante la desgracia y las calami-
dades; “establecen la oración”, o sea, que cumplen con ella teniendo en cuentas todas sus
partes obligatorias, hacerla en sus tiempos respectivos y con recogimiento; “… gastan de lo
que les damos, en secreto y en público”, refiriéndose al zakä obligatorio; “y responden al mal
con bien”. Es decir, inmediatamente después de hacer una mala acción hacen una buena, para
compensarla, según dijo Ibn ªAbbäs; o según otros, responden a la injusticia con el perdón; o
al pecado con el arrepentimiento; o a la torpeza del ignorante con la comprensión; o respon-
den a un acto de idolatría con la œahäda: lä iläha illä Alläh; pero la primera interpretación es la
que responde a la generalidad de los asuntos, como en Su dicho:
(114-ﻮﺩﺕ( )ﻫ
ﻴﺌﹶﺎﺴ
ﻦ ﺍﻟ ﺒﻫ ﹾﺬﺕ ﻳ
ﺎﺴﻨ
ﺤ )ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﹾﻟ
“Ciertamente, las buenas acciones alejan las
malas”. (Hüd-11:114)
O como dijo el Mensajero de Alläh a Muªäæ: “¡Haz seguir a una mala acción con una
buena para que la borre, y trata a la gente con buen carácter!”
143
13. Sura El Trueno
“Los jardines del Edén en los que entrarán”. Es decir, estarán en los jardines del Edén,
en el centro del Jardín y su Qaçba, y cuyo techo es el Trono del Compasivo (Arœu-r-Raåmän).
Y en Çaåïå Al-Bujärï se relató: “Si pedís a Alläh pedirle el Paraíso (Al-Firdaus), pues está en
mitad del Jardín y en su parte más alta, y encima de él está el Trono del Compasivo, y de él
manan los ríos del Jardín”. Dijo ªAbdulläh ibn ªAmr: En el Jardín hay un palacio que se llama
ªAdn (Edén), a su alrededor hay torres y praderas; tiene mil puertas y en cada una hay cinco
mil mantones de seda negra (åibara); no entrarán en él nada más que profetas, veraces o
mártires.
“… en compañía de aquellos de sus padres, esposas y descendencia que hayan obrado
con rectitud”. Significa que entrarán ellos, sus padres y demás familia que hayan obrado jus-
tamente. Dijo Ibn ªAbbäs: Ese obrar justamente o con rectitud es la fe en Alläh y en los Envia-
dos primero y después las demás acciones virtuosas; y para que la gracia sobre ellos sea com-
pleta el día de mañana, los reunirá con sus familiares en el Jardín; y no es que cada hombre
entre en el Jardín por él mismo, sino por la misericordia de Alläh, el Altísimo.
“… y los ángeles accederán a ellos por cada puerta”. Es decir, para obsequiarlos de
manera especial, como un honor hacia ellos por parte de Alläh; “¡Paz con vosotros!” O sea,
dirán: ¡La paz sea con vosotros! Incluyendo en la frase una petición para ellos de paz y salud;
“porque tuvisteis paciencia”. Es decir, este honor se debe a vuestra paciencia en observar de
forma constante los mandatos y las prohibiciones de Alläh; o también, por la paciencia en la
pobreza en el mundo, o en el Ÿihäd por la causa de Alläh; como se relató de ªAbdulläh ibn
ªUmar que dijo el Mensajero de Alläh : “¿Sabéis quién de las criaturas de Alläh entrará en el
Jardín?” Respondieron: Alläh y Su Mensajero saben más. Dijo: “Los muÿähidün, aquellos que
han vigilado las fronteras y se han protegido de lo detestable; y al morir uno de ellos y no
poder por sí mismo cumplir con su necesidad, acuden a él los ángeles desde todas las puertas
y le dicen: ¡La paz sea con vosotros! Por vuestra paciencia, pues la mejor Morada es para voso-
tros”. Y se transmitió de Abü Huraira que dijo: Solía el Profeta recordar a los mártires caí-
dos en el Ÿihäd, y siempre que llegaba a la embocadura de un desfiladero decía: “¡As-salämu
ªaleikum, por la paciencia que habéis tenido! ¡Y qué excelente morada tendréis!” Y después
del Profeta Muåammad , siguieron haciendo lo mismo los califas: Abü Bakr, ªUmar y
ªUµmän, Alläh esté complacido de ellos.
βr& ÿ⎯ϵÎ/ ª!$# ttΒr& !$tΒ šχθãèsÜø)tƒuρ ⎯ϵÉ)≈sV‹ÏΒ Ï‰÷èt/ .⎯ÏΒ «!$# y‰ôγtã tβθàÒà)Ζtƒ t⎦⎪Ï%©!$#uρ ®
’Îû $u‹÷Ρ‘‰9$# äο4θu‹ysø9$# $tΒuρ $u‹÷Ρ‘‰9$# Íο4θu‹ysø9$$Î/ (#θãmÌsùuρ 4 â‘ωø)tƒuρ â™!$t±o„ ⎯yϑÏ9 s−ø—Îh9$# äÝÝ¡ö6tƒ
144
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Pero aquellos que rompen el pacto con Alläh después de haberse comprometido”.
Cuando ya ha mencionado Alläh a los cumplidores de Su pacto y a los que han mantenido
unido lo que les mandó, ahora menciona lo contrario: la violación del pacto y el abandono de
la orden; “… cortan lo que Alläh ordenó mantener unido”. Es decir, los lazos familiares y la fe
en todos los profetas; “y corrompen en la tierra” con la incredulidad y la desobediencia; “…
esos tendrán la maldición y la peor Morada”. Es decir, el peor retorno que es el Infierno.
“Alläh hace abundante la provisión a quien quiere y también la limita”. Una vez que
Alläh ha mencionado cuál será el final del creyente y el del incrédulo e idólatra, aclara que Él,
el Altísimo, es el que da la provisión en abundancia o la restringe en este mundo, porque este
mundo es la “casa” del examen y la prueba; y el que proporcione la provisión al incrédulo de
forma espléndida no quiere decir que le honre, ni tampoco si se la limita al creyente quiere
decir que lo humille; como en Su dicho:
(ﻪ ﺍﻟﻠﱠــﺎﻩﺎ ﺁﺗﻣﻤ ﻖ ﻔ ﻨ ﻴ ﹶﻓ ﹾﻠﺯﻗﹸﻪ ﻪ ﹺﺭ ﻴ ﻋ ﹶﻠ ﺭ ﺪ ﻦ ﻗﹸ ﻣ ﻭ ﻪ ﺘﻌ ﺳ ﻦ ﻣ ﺔ ﻌ ﺳ ﻖ ﺫﹸﻭ ﻔ ﻨ ﻴﻟ)
(7-)ﺍﻟﻄﻼﻕ
“Quien posea con holgura que gaste de acuerdo
a ello; y a quien se le haya restringido la provi-
sión, que gaste de lo que Alläh le ha dado”. (El
Divorcio-65:7)
“Se contentan con la vida de aquí”. Es decir, los idólatras de Meca, o sea, se alegran de
este mundo y no conocen otro, e ignoran lo que Alläh tiene junto a Sí.
⎯tΒ ‘≅ÅÒム©!$# χÎ) ö≅è% 3 ⎯ϵÎn/§‘ ⎯ÏiΒ ×πtƒ#u™ ϵø‹n=tã tΑÌ“Ρé& Iωöθs9 (#ρãxx. t⎦⎪Ï%©!$# ãΑθà)tƒuρ ®
145
13. Sura El Trueno
y7Ï9≡x‹x. ∩⊄®∪ 5>$t↔tΒ ß⎯ó¡ãmuρ óΟßγs9 4’n1θèÛ ÏM≈ysÎ=≈¢Á9$# (#θè=Ïϑtãuρ (#θãΖtΒ#u™ š⎥⎪Ï%©!$# ®
〈 ∩⊂⊃∪ É>$tGtΒ Ïµø‹s9Î)uρ àMù=2uθs? ϵø‹n=tã uθèδ ωÎ) tµ≈s9Î) Iω ’În1u‘ uθèδ ö≅è% 4 Ç⎯≈uΗ÷q§9$$Î/ tβρãàõ3tƒ
“Aquellos que creen y llevan a cabo las justas acciones serán
los bienaventurados, y tendrán un hermoso destino. (29)
Así es como te hemos enviado a una comunidad que fue
precedida por otras, para que les recitases lo que te hemos
revelado; y sin embargo, ellos no creyeron en el Misericor-
dioso. Di: Él es mi Señor; no hay más divinidad que Alläh, a
Él me encomiendo y me remito en todos mis asuntos” (30)
“Aquellos que creen y llevan a cabo las justas acciones serán los bienaventurados (li-
teralmente: “tendrán Öübä”), y tendrán un hermoso destino”. De ªUtba ibn ªAbd as-Sulamï
se transmitió que dijo: Acudió un campesino al Profeta , le preguntó por el Jardín y mencio-
nó el Estanque (Åauî) preguntándole: ¿Habrá fruta en él? Dijo: “¡Sí! Habrá en él un árbol
llamado Öübä”. Preguntó de nuevo: ¡Oh Mensajero de Alläh! ¿A qué árboles de nuestra tierra
se parece? Dijo: “No se parece en nada a los árboles de tu tierra, pero, si vas a Œäm, allí hay un
árbol llamado el nogal cuyo tronco crece desmesuradamente y su copa se expande”; preguntó:
¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Qué anchura tiene su base? Dijo: “Aunque montaras en un joven
camello no abarcarías la base de su tronco sin antes hacerlo caer agotado y con el cuello parti-
do”. En otro åadïµ dijo el Mensajero de Alläh : “Öübä es un árbol del Jardín que Alläh ha
sembrado con Su mano, le ha insuflado de Su espíritu, crecen de él alhajas y vestiduras de
146
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
honor, y sus ramas se ven tras los muros del Jardín”. Dijo Ibn ªAbbäs: “Öübä” es un árbol del
Jardín cuyo tronco está en la casa de ªAlï, y en la casa de cada creyente hay una rama. Dijo
Abü Ÿaªfar Muåammad ibn ªAlï: Fue preguntado el Mensajero de Alläh por Su dicho: “Ten-
drán Öübä y un hermoso destino”, y dijo: “Es un árbol cuyo tronco está en mi casa y sus rami-
ficaciones en el Jardín”. Después, fue preguntado otra vez y dijo: “Es un árbol cuyo tronco está
en la casa de ªAlï y sus ramificaciones en el Jardín”. Se le preguntó que una vez dijo que su
tronco estaba en su casa y otra vez que en casa de ªAlï y añadió el Mensajero de Alläh :
“Ciertamente, mañana mi casa y la casa de ªAlï serán la misma y en el mismo sitio en el Jar-
dín”. En definitiva, los que han creído y sus corazones están tranquilos por el recuerdo de
Allah, y han obrado justamente, ésos tendrán Öübä; y según interpretan otros: “Tendrán
Öübä”, o sea, serán bienaventurados porque obtendrán de Alläh el bien y el honor.
“Así es como te hemos enviado a una comunidad que fue precedida por otras”. Es de-
cir, te hemos enviado como hemos enviado a otros profetas antes que tú; hace una compara-
ción de la gracia otorgada a aquellos a quienes les ha sido enviado Muåammad con la de aque-
llos a los que les han sido enviados otros profetas anteriormente; “… para que les recites lo
que te hemos revelado”. O sea, el Qur°än; “… y sin embargo, ellos no creyeron en el Miseri-
cordioso”. Dijeron Muqätil e Ibn Ÿureiÿ: Se reveló con ocasión del pacto de Al-Åudaybiya,
cuando quisieron transcribirlo en un escrito, y le dijo el Profeta a ªAlï: “¡Escribe: Bismillähi
Raåmäni Raåïm!” Le dijeron entonces, Suhail ibn ªAmr y los idólatras: ¡No conocemos a
Raåmän salvo el compañero de Al-Yamäma – refiriéndose a Musailima, el mentiroso - ! Es-
cribe: Bismika Allähumma; y así es como lo escribía la gente de Ÿähilïya; y dijo el Mensajero
de Alläh : “¡Escribe: Esto es lo que ha pactado Muåammad, el Mensajero de Alläh!” Dijeron
entonces los idólatras de Quraish: Si fueras el Mensajero de Alläh, no te habríamos combatido
y derrotado pues habríamos sido injustos contigo. Escribe: ¡Esto es lo que ha pactado Mu-
åammad ibn ªAbdelläh! Dijeron entonces los compañeros del Profeta : ¡Déjanos que los
vamos a combatir! Dijo: ¡No! Escribe lo que quieran. Entonces, se reveló la äya. Dijo Ibn
ªAbbäs que se reveló por los incrédulos de Quraiœ, cuando les dijo el Profeta : “¡Postraos
ante ar-Raåmän!” (Al-Furqän-60). ¿Preguntaron y qué es Ar-Raåmän? Entonces, se reveló:
“Di: Él es mi Señor; no hay otra divinidad salvo Alläh”. Significa: Diles, oh Muåammad: El
que habéis negado, Él es mi Señor y no hay otra divinidad digna de adoración salvo Él, y Él es
Uno en Su esencia, aunque sean diversos los nombres de Sus atributos. “… a Él me encomien-
do y me remito en todos mis asuntos”. Es decir, complacido con Su decreto y sumiso a Su
mandato. Se ha dicho que oyó Abü Ÿahl al Mensajero de Alläh invocar a Su Señor junto a la
Piedra Negra diciendo: “¡Yä Alläh, Yä Raåmän!”, y dijo: Muåammad nos ha prohibido adorar
a nuestros dioses y él invoca a dos dioses; entonces, se reveló esta äya: “Di: ¡Invocad a Alläh, o
invocad a Raåmän!” (El Viaje Nocturno-110).
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147
13. Sura El Trueno
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“Aunque fuera una recitación que consiguiera mover las montañas, o hendir la tie-
rra, o hacer que hablaran los muertos”. Esto está conectado con Su dicho:
(20-ﺲﻮﻧﻪ( )ﻳ ﺑﺭ ﻦ ﻣ ﻳﺔﹲﻪ ﺁ ﻴ ﻋ ﹶﻠ ﻧ ﹺﺰ ﹶﻝﻮ ﹶﻻ ﺃﹸ )ﹶﻟ
“Si no se le hubiera revelado una äya de Su Se-
ñor”. (Yünus-20).
Y eso fue porque un grupo de los idólatras de Meca, entre ellos Abü Ÿahl y ªAbdulläh
ibn Abï Umeya, de la tribu de Majzüm, se sentaron tras la Kaªba; después vinieron al Mensa-
jero de Alläh y le dijo ªAbdulläh: Si te alegrara que te siguiéramos, haz caminar las monta-
ñas de Meca con el Qur°än, y aléjalas de nosotros hasta que se despeje el camino ya que hace
la tierra estrecha, y pon para nosotros en su lugar fuentes y ríos para que podamos sembrar y
cultivar; y tú no eres menos que Däud ante tu Señor, que dispuso para él las montañas para
que andaran con él; dispón para nosotros los vientos sobre los que cabalguemos hasta Œäm,
cumplamos nuestras cosas y necesidades y volvamos en el día; pues, a Suleimän, como sabes,
se le sometieron los vientos, y tú no eres menos ante tu Señor que Suleimän ibn Däud, o al que
quieras de nuestros muertos le preguntamos: ¿Es verdadero lo que tú dices o falso? Pues,
Jesús resucitaba a los muertos, y tú no eres menos ante Alläh que él; entonces, Alläh reveló:
“Aunque fuera una recitación que consiguiera mover las montañas…”. La respuesta a la
expresión está omitida y se sobreentiende que es: Sería este Qur°än. También podía ser la
respuesta, según Al-Farrä: Aunque hiciera eso para ellos, negarían al Raåmän y no creerían en
Él; como en Su dicho:
ﺎ َﺀـﺸـﻮﺍ ﹺﺇ ﱠﻻ ﹶﺃ ﹾﻥ ﻳﻣﻨ ﺆ ﻴﻟ ﻮﺍـﺎ ﻛﹶـﺎﻧ ﻣ...ﺋﻜﹶﺔﻼﻢ ﺍﹾﻟﻤ ﻴ ﹺﻬ ﺎ ﹺﺇﹶﻟﺰﹾﻟﻨ ﻧ ﺎﻧﻨﻮ ﹶﺃ ﻭﹶﻟ )
(111-ﺎﻡﻧﻌﻪ()ﺍ َﻷ ﺍﻟ ﱠﻠ
“Y aunque les hiciéramos descender los ánge-
les… no creerían, salvo que Alläh quisiera”.
(Los Rebaños-6:111)
148
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Sin embargo, a Alläh le pertenece el mandato por entero”. Es decir, es el Dueño y Se-
ñor de todos los asuntos, que hace lo que quiere de ellos; de manera que lo que solicitáis no es
con el Qur°än con lo que se puede hacer, sino que es por el mandato de Alläh.
“¿Acaso no saben los creyentes que si Alläh quisiera guiaría a todos los hombres?” Es
decir, sin necesidad de que vieran los signos, porque los creyentes desearon que se revelaran
los signos anhelando que creyeran los incrédulos.
“Pero sobre aquellos que se empeñan en negar la verdad no dejarán de caer calami-
dades repentinas”. Es decir, les acaecerán desgracias causantes de su destrucción como las
plagas, el Grito, la sequía, la hambruna o la devastación; “… o que se asentarán en el entorno
de sus hogares”. Es decir, en los alrededores de Medina y Meca; “… hasta que les llegue [cum-
plida] la promesa de Alläh”. Con la conquista de Meca, según Muÿähid y Qatäda; o la prome-
sa de Alläh el Día de la Resurrección.
y#ø‹s3sù ( öΝåκèEõ‹s{r& §ΝèO (#ρãxx. t⎦⎪Ï%©#Ï9 àMø‹n=øΒr'sù y7Î=ö6s% ⎯ÏiΒ 9≅ß™ãÎ/ x—Ì“öκçJó™$# ωs)s9uρ ®
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z ÏiΒ Μçλm; $tΒuρ ( ‘,x©r& ÍοtÅzFψ$# Ü>#x‹yès9uρ ( $u‹÷Ρ‘‰9$# Íο4θuŠptø:$# ’Îû Ò>#x‹tã öΝçλ°; ∩⊂⊂∪
⎯ÏΒ «!$# ⎯
〈 ∩⊂⊆∪ 5X#uρ
“Ya se burlaron de los Mensajeros que te precedieron, pero
los toleré por un tiempo y luego los aniquilé. ¡Y qué terrible
fue Mi escarmiento! (32) ¿Acaso Quien tiene presente lo
que toda alma hace…? Pero [igualmente] atribuyen asocia-
dos a Alläh. Di: Nombradles. ¿Acaso creéis que vais a infor-
marle de algo que existe en la Tierra y que Él no sepa, o no
son más que palabras? No, sino que su maquinación les pa-
reció algo bueno, y fueron así apartados del camino recto; y
aquel a quien Alläh extravía, no hay quien le guíe. (33) Esos
serán castigados en esta vida, pero el tormento que les
aguarda en la Otra será aún más severo, y no tendrán quien
les proteja de Alläh”. (34)
“Ya se burlaron de los Mensajeros que te precedieron, pero los toleré por un tiempo y
luego los aniquilé”. Significa: Concedí un período de tiempo para que creyera quien de ellos
sabía en Mi conocimiento que creería; y cuando se hizo realidad el decreto les infligí el castigo;
149
13. Sura El Trueno
“¡Y qué terrible fue Mi escarmiento!” Es decir, como viste lo que hice con aquellos, verás lo
que haré con los idólatras de tu pueblo. “¿Acaso Quien tiene presente lo que toda alma
hace…?”. Es decir, el que gobierna todos los asuntos de los seres creados, como su protección,
su provisión, recompensa por sus acciones, etc.; la respuesta está elidida, y significa: ¿Acaso el
que es protector y no es negligente es como el negligente? Se ha dicho también que se refiere a
los ángeles encargados de los hijos de Adam. “Pero [aún así] atribuyen asociados a Alläh”. O
sea, ídolos a los que hacen dioses; “Di: Nombradles”. Es decir, diles, oh Muåammad, que
aclaren sus nombres – en señal de intimidación - ; y nombraron: Al-Lät, al-Uzzä, Manät y
Hubal. “¿Acaso creéis que vais a informarle de algo que existe en la Tierra…?” Aquí hay una
interrogación en señal de recriminación. Es decir: Diles: ¿Acaso vais a informar a Alläh de
cosas ocultas que Él no sabe? “O no son más que palabras” que Él sabe; “… No, sino que su
maquinación les pareció como algo bueno”. Es decir, no tiene asociados Alläh, sin embargo,
su maquinación apareció ante ellos como algo bueno. “Esos serán castigados en esta vida”. Es
decir, los idólatras que apartan a otros del camino recto padecerán en esta vida calamidades
como la muerte en combate, el cautiverio y otras desgracias; “… pero el tormento que les
aguarda en la Otra será aún más severo”. Se refiere al tormento de arder en el Fuego. “Y no
tendrán quien les proteja de Alläh”. Es decir, no tendrán a nadie que impida su castigo.
ÒΟÍ←!#yŠ $yγè=à2é& ( ã≈pκ÷ΞF{$# $uηÏGøtrB ⎯ÏΒ “ÌøgrB ( tβθà)−Gßϑø9$# y‰Ïããρ ©ÉL©9$# Ïπ¨Ψyfø9$# ã≅sW¨Β * ®
“La semblanza (maµal) del Jardín que ha sido prometido a los temerosos de Alläh”. El
significado implícito es que aquello que se os describe es como el Jardín; y el “maµal” significa
la cualidad: “Son ríos corriendo por su suelo”. Es decir, la cualidad del Jardín que ha sido
prometido a los temerosos de Alläh es que por su suelo corren los arroyos; como dijo Alläh, el
Altísimo:
(29-ﺢﻧﺠﹺﻴ ﹺﻞ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻔﺘﻲ ﺍ ِﻹﻢ ﻓ ﻣﹶﺜﻠﹸﻬ ﻭ ﺓ ﺍﻮﺭ ﺘﻲ ﺍﻟﻢ ﻓ ﻣﹶﺜﻠﹸﻬ ﻚ
ﻟ) ﹶﺫ
“Así son descritos en la Torá y su descripción o
semblanza en el Inÿïl”. (La Conquista-48:29)
(60-ﻞﻨﺤﻋﻠﹶﻰ( )ﺍﻟ ﻤﹶﺜﻞﹸ ﺍ َﻷ ﻪ ﺍﹾﻟ ﻟ ﱠﻠﻭ )
“Y a Alläh le corresponde la descripción más
elevada”. (La Abeja-16:60)
150
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Es decir, la cualidad más alta. “Comida y sombra permanentes”. Es decir, sin inte-
rrupción; se transmitió en el jabar: “Cuando tomas una fruta aparece otra en su lugar”.
⎯tΒ É>#t“ômF{$# z⎯ÏΒuρ ( y7ø‹s9Î) tΑÌ“Ρé& !$yϑÎ/ šχθãmtøtƒ |=≈tGÅ3ø9$# ãΝßγ≈oΨ÷s?#u™ t⎦⎪Ï%©!$#uρ ®
ϵøŠs9Î)uρ (#θãã÷Šr& ϵø‹s9Î) 4 ÿ⎯ϵÎ/ x8Îõ°é& Iωuρ ©!$# y‰ç6ôãr& ÷βr& ÝVóÉ∆é& !$yϑ¯ΡÎ) ö≅è% 4 …絟Ò÷èt/ ãÅ3Ζãƒ
〈 ∩⊂∉∪ É>$t↔tΒ
“Aquellos a los que hemos dado el Libro se regocijan por lo
que se te ha revelado, pero algunos de los partidos niegan
parte de él. Di: Sólo se me ha ordenado que adore a Alläh y
no Le asocie nada: a Él os llamo y a Él me vuelvo”. (36)
“Aquellos a los que hemos dado el Libro se regocijan por lo que se te ha revelado”. Es
decir, alguno de los que han recibido el Libro se alegra por el Qur°än, como Ibn Saläm y
Salmän, y los que vinieron de Abisinia. Dijo Qatäda: Son los compañeros de Muhammad
que se alegran por la luz del Qur°än; o según Muÿähid, son los creyentes de la gente del Libro.
Dijeron los ulemas en su mayoría: Al comienzo de ser revelado el Qur°än se mencionaba poco
a Ar-Raåmän, y cuando se hicieron musulmanes ªAbdulläh ibn Saläm y sus compañeros,
vieron mal que se mencionara poco a Ar-Raåmän en el Qur°än, mientras que en la Torá se
mencionaba mucho, y preguntaron por ello al Mensajero de Alläh , y Alläh reveló:
(ﻰﺴﻨ
ـﺎ ُﺀ ﺍﹾﻟﺤﺳﻤ ﺍ َﻷﻮﺍ ﹶﻓ ﹶﻠﻪﺪﻋ ﺗ ﺎﺎ ﻣﻦ ﹶﺃﻳ ﻤ ﺣ ﺮ ﻮﺍ ﺍﻟﺩﻋ ﻭ ﹸﺍ ﻪ ﹶﺃ ﻮﺍ ﺍﻟ ﱠﻠﺩﻋ ) ﹸﻗ ﹾﻞ ﹸﺍ
(110-ﺍﺀﺳﺮ )ﺍ ِﻹ
“Di: Invocad a Alläh o invocad a Ar-Raåmän,
como quiera que Le invoquéis, Él tiene los
nombres más hermosos”. (El Viaje Nocturno-
17:110)
Dijeron los de Quraiœ: ¡Qué pasa con Muåammad que antes invocaba a un solo dios, y
ahora resulta que invoca a dos dioses: Alläh y Ar-Raåmän! Y, por Alläh, que no conocemos a
Ar-Raåmän más que a Raåmän al-Yamäma, refiriéndose a Museilima, el mentiroso; pues, se
reveló:
(36-ﺎﺀﻧﹺﺒﻴﻭ ﹶﻥ( )ﺍ َﻷﻓﺮ ﻢ ﻛﹶﺎ ﻫ ﻤ ﹺﻦ ﺣ ﺮ ﺬ ﹾﻛ ﹺﺮ ﺍﻟ ﻢ ﹺﺑ ﻫ ﻭ )
“Mientras ellos niegan el recuerdo de Ar-
Raåmän”. (Los Profetas-21:36)
(30-ﺪﺮﻋ ﻤ ﹺﻦ( )ﺍﻟ ﺣ ﺮ ﻭ ﹶﻥ ﺑﹺﺎﻟﻳ ﹾﻜ ﹸﻔﺮ ﻢ ﻫ ﻭ )
“Sin embargo, ellos no creyeron en Ar-
Raåmän”. (El Trueno-13:30)
151
13. Sura El Trueno
Y los creyentes de la gente del Libro se alegraron del recuerdo de Ar-Raåmän; y fue
cuando Alläh reveló: “Aquellos a los que hemos dado el Libro se regocijan por lo que se te ha
revelado”. “Pero algunos de los partidos”. Se refiere a los idólatras de Meca, y quienes no
creen de los judíos, cristianos y zoroastrianos; o como se ha dicho también, de entre los ene-
migos de los musulmanes hay quienes niegan parte de lo que viene en el Qur°än: porque entre
ellos hay quienes reconocen sólo a algunos profetas, y entre ellos hay quienes reconocen que
Alläh es el Creador de los cielos y de la Tierra; “Di: Sólo se me ha ordenado que adore a Alläh
y no Le asocie nada”. Es decir, sin par e incomparable, y sin asociarle nada ni nadie; me de-
claro ajeno a lo que hagan los asociadores, y quien diga que el Mesías es hijo de Alläh, o que
ªUzeir es hijo de Alläh.
ÉΟù=Ïèø9$# z⎯ÏΒ x8u™!%y` $tΒy‰÷èt/ Νèδu™!#uθ÷δr& |M÷èt7¨?$# È⎦È⌡s9uρ 4 $wŠÎ/{tã $¸ϑõ3ãm çµ≈oΨø9t“Ρr& y7Ï9≡x‹x.uρ ®
“Así lo hemos revelado como una legislación en árabe”. Es decir, y como te hemos re-
velado el Qur°än y después lo han negado algunos partidos, también te lo hemos revelado
como una legislación en árabe. Lo describe así porque Alläh se lo ha revelado a Muåammad
, y él es árabe; o sea, lo mismo que hemos revelado los Libros a los Profetas en sus lenguas,
también te hemos revelado a ti el Qur°än como una legislación en árabe, o sea, en la lengua de
los árabes; y la legislación hace referencia a las leyes que contiene todo el Qur°än, porque
diferencian entre lo verdadero y lo falso. “Y si hubieras seguido sus caprichos”. Es decir, las
pasiones o caprichos de los idólatras en la adoración de los ídolos. La interpelación es para
Muåammad refiriéndose a la Umma.
βr& @Αθß™tÏ9 tβ%x. $tΒuρ 4 Zπ−ƒÍh‘èŒuρ %[`≡uρø—r& öΝçλm; $uΖù=yèy_uρ y7Î=ö6s% ⎯ÏiΒ Wξߙ①$uΖù=y™ö‘r& ô‰s)s9uρ ®
( àMÎ6÷Vãƒuρ â™!$t±o„ $tΒ ª!$# (#θßsôϑtƒ ∩⊂∇∪ Ò>$tGÅ2 9≅y_r& Èe≅ä3Ï9 3 «!$# ÈβøŒÎ*Î/ ωÎ) >πtƒ$t↔Î/ u’ÎAù'tƒ
152
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
En esta äya hay dos cuestiones: La primera es que los judíos vieron un defecto en el
Profeta por el hecho de tener mujeres y se lo recriminaron diciéndole: ¡No vemos en este
hombre interés excepto por las mujeres y el casamiento; y si fuera profeta, las mujeres le dis-
traerían de los asuntos de la Profecía! Y fue cuando Alläh reveló la äya: “Ya enviamos mensa-
jeros anteriores a ti, a los que dimos esposas y descendencia”. Es decir, los hicimos seres
humanos que cumplieran con lo que Alläh hizo lícito para ellos de los apetitos del mundo; la
segunda cuestión es que en la äya hay una indicación de estímulo hacia el casamiento, y la
prohibición del celibato, siendo esa la sunna de los Mensajeros. Pues, dijo el Mensajero de
Alläh : “Quien se case habrá completado la mitad del Dïn, y que tema pues, a Alläh en la otra
mitad”. Eso significa que el casamiento le protege de la deshonestidad de la fornicación; y la
honestidad sexual es una de las dos virtudes mediante las cuales ha garantizado el Mensajero
de Alläh el Jardín, pues dijo: “A quien Alläh le protegiera del mal de dos cosas entraría en el
Jardín: lo que tiene entre el bigote y la barba, y lo que tiene entre las piernas”. En Çaåïå Al-
Bujärï, se transmitió de Anas que dijo: Acudió un grupo de tres personas a las casas de las
esposas del Profeta a preguntarles por la adoración de éste y cuando les informaron de ello
les pareció poca y dijeron: ¿Dónde estamos nosotros con respecto al Profeta , y a él le ha
perdonado Alläh tanto sus faltas pasadas como las venideras? Dijo uno de ellos: En cuanto a
mí, permaneceré toda la noche en oración; dijo otro: Yo ayunaré siempre de forma ininte-
rrumpida; y dijo el otro: Yo me aislaré de las mujeres y no me casaré. Vino entonces, el Men-
sajero de Alläh y les dijo: “¿Sois vosotros los que habéis dicho esto y esto? Pues, sabed que
yo soy más temeroso de Alläh que vosotros, sin embargo, yo ayuno y luego rompo el ayuno,
rezo y me acuesto, y yazgo con las mujeres; y aquel que no desee mi sunna no es de los míos”.
En Çaåïå Muslim se transmitió de Saªad ibn Abï Waqqäç que dijo: Quiso ªUµmän vivir célibe y
se lo prohibió el Profeta ; pues, si se lo hubiese permitido nos habríamos castrado. Y se rela-
tó de ªUmar ibn al-Jaööäb que solía decir: Yo me uno a las mujeres sin tener necesidad de
ello, hago el coito con ella y, sin embargo, no me apetece estar con ella. Le preguntaron: ¿Qué
te lleva a hacer eso entonces, oh emir de los creyentes? Respondió: Es por mi entusiasmo para
que Alläh haga salir de mí a quien con él sobrepase en cantidad el Profeta a los demás pro-
fetas el Día de la Resurrección; pues, le oí decir: “¡Debéis desposar a las vírgenes, porque ellas
son las de bocas más dulces, las de mejor educación y conducta, y las más predispuestas a
tener hijos; y yo con vosotros rivalizaré en cantidad con los demás pueblos el Día de la Resu-
rrección!”
“Y no fue dado a ningún Mensajero hacer un milagro sino con el permiso de Alläh”.
Aquí vuelve a hablar de la petición de milagros que hicieron los idólatras, como se mencionó
anteriormente en este sura, y esto lo ha revelado Alläh por ellos; significa que no está al alcan-
ce de nadie lo que no puede hacer. “Y cada plazo tiene su escrito”. Es decir, cada asunto que
Alläh ha decretado tiene su registro escrito ante Alläh con su plazo correspondiente y en un
momento concreto. Mencionó At-Tirmiæï en su libro “Nawädir al-Uçül”, de Œahr ibn Åauœab,
que transmitió de Abü Huraira: Cuando Müsä, sobre él la paz, subió al monte Sinaí y Al-
Ÿabbär (El Omnipotente) vio un sello en su dedo, le dijo: ¡Oh Müsä! ¿Qué es eso? – Y Él sabía
153
13. Sura El Trueno
lo que era – Dijo: Es una de las alhajas de los hombres. Dijo: ¿Tiene algo escrito de Mis nom-
bres o de Mis palabras? Dijo: ¡No! Dijo: Pues, escribe en él: “Y cada plazo tiene su escrito”.
“Alläh borra y reafirma lo que quiere”. Es decir, anula de ese Libro lo que quiere que
pueda afligir a su familia, y lo trae; “y reafirma lo que quiere”, relegándolo a su momento.
Dijo Ibn ªUmar: Oí decir al Mensajero de Alläh : “Alläh borra y reafirma lo que quiere, ex-
cepto, la felicidad, la desgracia y la muerte”. Añadió Ibn ªAbbäs: Alläh borra y reafirma lo que
quiere, excepto seis cosas: la creación, el carácter, el plazo, la provisión, la felicidad y la des-
gracia; “…, y junto a Él está la madre del Libro”. Es decir, aquel del que no cambia nada.
Se transmitió de ªUµmän an-Nahdï que ªUmar ibn al-Jaööäb hacía el öawäf alrededor
de la Kaªba y mientras lloraba decía: ¡Oh Alläh si me has registrado entre la gente de la felici-
dad y el perdón, pues reafírmame en ello; y si me has registrado en la gente de la desgracia y el
pecado, bórrame pues y reafírmame entre la gente de la felicidad y el perdón, pues verdade-
ramente Tú borras y reafirmas lo que quieres, y en Tu poder está la madre del Libro! Dijo Ibn
Masªüd: ¡Oh Alläh, si me has registrado entre los dichosos, reafírmame entre ellos, y si me has
registrado entre los desgraciados, bórrame de ellos y regístrame entre los dichosos, porque
verdaderamente, Tú borras y reafirmas lo que quieres, y tienes en Tu poder la madre del Li-
bro! Y Abü Wä°il solía abundar en la petición: ¡Oh Alläh, si me has registrado entre los des-
graciados, bórrame y regístrame entre los dichosos, y si me has registrado entre los dichosos,
reafírmanos porque Tú borras y reafirmas lo que quieres y en Tu poder está la madre del Li-
bro! Dijo Kaªab a ªUmar ibn al-Jaööäb: Si no fuera por una äya del Libro de Alläh, te anuncia-
ría lo que está escrito hasta el Día de la Resurrección: “Alläh borra y reafirma lo que quiere; y
junto a Él está la madre del Libro”. Dijo Mälik ibn Dinär, haciendo una petición para una
mujer: ¡Oh Alläh, si lo que hay en su vientre es una niña cámbiala por un varón, porque ver-
daderamente, Tú borras y reafirmas lo que quieres, y en Tú poder está la madre del Libro! Y
de Abü Huraira se transmitió que oyó decir al Mensajero de Alläh : “Quien quiera que se le
conceda la provisión con esplendidez y se le alargue su plazo de vida, pues que mantenga sus
vínculos familiares”. Es decir, que se le alargue su plazo que está escrito en la Tabla Protegida.
Y lo que está firme en el conocimiento de Alläh no hay cambio para ello, como dijo: “Alläh
borra y reafirma lo que quiere; y junto a Él está la madre del Libro”.
Se le preguntó a Ibn ªAbbäs, cuando relató el åadïµ Çaåïå del Mensajero de Alläh :
“Quien quiera que Alläh le alargue la edad y el plazo y le dé la provisión con esplendidez, que
tema a Alläh y mantenga los vínculos familiares”: ¿Cómo se le alarga la edad y el plazo? Dijo:
Dijo Alläh, Poderoso y Majestuoso:
-ﺎﻡﻧﻌ ﻷ
َ )ﺍ (ﺪﻩ ﻨ ﻋ ﻰﺴﻤ
ﻣ ﺟﻞﹲ ﻭﹶﺃ ﻼ
ﺟ ﹰ ﻰ ﹶﺃﻢ ﹶﻗﻀ ﲔ ﹸﺛ
ﻃ ﹴ ﻦ ﻣ ﻢ ﺧ ﹶﻠ ﹶﻘﻜﹸ ﻱﻮ ﺍﱠﻟﺬ )ﻫ
(2
154
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
El primer plazo es el del siervo desde que nace hasta que se muere, y el segundo plazo
– o sea, el que tiene Alläh en Su poder – es desde su defunción hasta el día que llegue a Su
encuentro en el barzaj, o estadio del alma entre muerte y resurrección, y que no lo conoce más
que Alläh. Pues, si el siervo teme a su Señor y ha mantenido sus relaciones familiares, Alläh le
aumentará lo que quiera el primer plazo de su edad del plazo del barzaj; y si, por el contrario,
ha desobedecido a su Señor y ha cortado sus vínculos familiares, Alläh le menguará el plazo de
su edad en este mundo lo que quiera, y le alargará el plazo en el barzaj; y si se reafirma en el
plazo que está en Su conocimiento anterior, no hay aumento ni disminución, por Su dicho:
(ﻮ ﹶﻥﺪﻣ ﺘ ﹾﻘﺴ
ـﻭ ﹶﻻ ﻳ ﻋ ﹰﺔ ﺎﻭ ﹶﻥ ﺳﺧﺮ ﺘ ﹾﺄﺴ
ﻳ ﻢ ﹶﻻ ﺟ ﹰُﻠﻬ ﺎ َﺀ ﹶﺃﺟﻞﹲ ﹶﻓﹺﺈﺫﹶﺍ ﺟ ﺔ ﹶﺃ ﻣ ﻟﻜﹸ ﱢﻞ ﺃﹸﻭ )
(34-ﺍﻑﻋﺮ )ﺍ َﻷ
“Para cada comunidad hay un plazo y cuando
éste llegue, no se les adelantará ni se les atra-
sará una hora”. (Al-Aªräf-7:34)
Dijo Muÿähid: Alläh dictamina los asuntos de cada año en Ramaîän, borra lo que
quiere y reafirma lo que quiere, excepto la vida y la muerte, la felicidad y la desdicha. En otra
interpretación de la äya, se transmitió de Ibn ªAbbäs: “Alläh borra lo que quiere”. Se refiere a
que Alläh cambia del Qur°än lo que quiere y lo abroga; “y reafirma”, o sea, reafirma lo que
quiere y no lo cambia; “… y junto a Él está la madre del Libro”. Es decir, en definitiva, en Su
poder se haya la madre o el origen del Libro (la Tabla Protegida): el abrogante y el abrogado.
Dijo ªAli ibn Abï Öälib: Alläh borra lo que quiere de los siglos o los tiempos, como Su dicho:
(31-ﻥ( )ﻳﺲ ﻭﻦ ﺍﹾﻟ ﹸﻘﺮ ﻣ ﻢ ﻬ ﺒ ﹶﻠ ﺎ ﹶﻗﻫ ﹶﻠ ﹾﻜﻨ ﻢ ﹶﺃ ﺍ ﹶﻛﺮﻭ ﻳ ﻢ )ﹶﺃﹶﻟ
“¿Acaso no ven cuantos siglos (generaciones)
hemos aniquilado antes de ellos?” (Yä.Sïn-
36:31)
Y reafirma lo que quiere de los tiempos, con otra generación, como en Su dicho:
(31-ﻮ ﹶﻥﻣﻨ ﺆ ﻤ ﻦ( )ﺍﹾﻟ ﺧﺮﹺﻳ ﺮﻧًﺎ ﺁ ﻢ ﹶﻗ ﻫ ﺪ ﻌ ﺑ ﻦ ﻣ ﺎﺸ ﹾﺄﻧ
ﻧﻢ ﹶﺃ )ﹸﺛ
“Después de ellos, hicimos surgir nuevas gene-
raciones”. (Los Creyentes-23:31)
También se ha dicho sobre la interpretación de la äya que se refiere al hombre que ac-
túa largo tiempo en la obediencia a Alläh y después Le desobedece muriendo en el extravío,
siendo ese al que borra; y al que reafirma es el hombre que actúa largo tiempo en la desobe-
diencia a Alläh y después se arrepiente y hace tawba, pues a ese Alläh le borra las faltas y le
afirma las buenas acciones, según mencionaron Aµ-¥aªlabï, Al-Mauridï e Ibn ªAbbäs. Y añadió
Ibn ªAbbäs: Ciertamente, Alläh tiene en Su poder una Tabla Protegida cuya extensión es de
quinientos años: es de perlas blancas con dos lados de rubíes rojos, y Alläh le dedica cada día
155
13. Sura El Trueno
trescientas sesenta miradas, reafirma lo que quiere y borra lo que quiere. Relató Abü Dardä
del Profeta que dijo: “Ciertamente, Alläh, el Glorioso, abre el ‘Recuerdo’ en tres horas en las
que mira en el Libro por la noche, y en el cuál no mira nadie más que Él: reafirma lo que quie-
re y borra lo que quiere”. El borrado o la anulación y la reafirmación ya han sido precedidos
por el Decreto; y en el Decreto está lo que ha sido resuelto de forma irrevocable, y eso es lo
firme; y lo que es susceptible de cambiar según las causas, eso es lo borrado. “… y junto a Él
está la madre del Libro”. Es decir, el origen de lo que ha sido registrado en cuanto a plazos y
demás. Y la madre del Libro es la Tabla Protegida que no admite cambio ni variación, aunque
también se ha dicho que puede variar. Y al ser preguntado Ibn ªAbbäs por la madre del Libro,
dijo: Es el conocimiento de Alläh de lo que ha creado y de lo que creará; y dirá de Su conoci-
miento: ¡Sé Libro! Y no hay cambio en el conocimiento de Alläh; y ese es el Recuerdo (La
Tabla Protegida), como lo prueba Su dicho:
(105-ﺎﺀﻧﹺﺒﻴﺪ ﺍﻟ ﱢﺬ ﹾﻛ ﹺﺮ( )ﺍ َﻷ ﻌ ﺑ ﻦ ﻣ ﻮ ﹺﺭﺰﺑ ﻲ ﺍﻟﺎ ﻓﺒﻨ ﺘﺪ ﹶﻛ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
“Ya habíamos escrito en los Salmos anterior-
mente, y después en el Recuerdo (La Tabla Pro-
tegida)”. (Los Profetas-21:105)
$uΖøŠn=tæuρ à≈n=t6ø9$# šø‹n=tã $yϑ¯ΡÎ*sù y7¨ΖuŠ©ùuθtGtΡ ÷ρr& öΝèδ߉ÏètΡ “Ï%©!$# uÙ÷èt/ y7¨ΖtƒÌçΡ $¨Β ®
“Pero, tanto si te mostramos algo de lo que les hemos prometido”. Es decir, del casti-
go, por Su dicho:
(34-ﺪﺮﻋ ﺎ( )ﺍﻟﻧﻴﺪ ﺓ ﺍﻟ ﺎﺤﻴ
ﻲ ﺍﹾﻟ ﻓﻋﺬﹶﺍﺏ ﻢ ﻬ )ﹶﻟ
“Ellos serán castigados en esta vida” (El True-
no-13:34)
(31-ﺪﺮﻋ ﻋﺔﹲ( )ﺍﻟ ﻮﺍ ﻗﹶﺎ ﹺﺭﻨﻌﺻ
ﺎﻢ ﹺﺑﻤ ﻬ ﻴﺒﺗﺼ ﻭﺍﻦ ﹶﻛ ﹶﻔﺮ ﻳﺍ ﹸﻝ ﺍﱠﻟﺬﻳﺰ ﻭ ﹶﻻ )
“Pero sobre aquellos que se empeñan en negar
la verdad no dejarán de caer calamidades re-
pentinas”. (El Trueno-13:31).
156
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“¿Acaso no vieron que Nosotros decretamos que fueran perdiendo territorio por sus
extremos?” Dijo Ibn ªAbbäs que se refiere a la muerte de sus ulemas y los justos entre ellos;
según Qatäda y Al-Åasan, es aquello que conquistaron los musulmanes del territorio de los
idólatras. De ªAöä ibn Abï Rabbäå se transmitió que dijo sobre la äya: Se refiere a la pérdida
de sus jurisconsultos y los mejores de entre su gente. O también: ¿Acaso no ha visto Quraiœ los
que han perecido antes que ellos, y la destrucción de sus tierras después de ellos? ¿Es que no
van a temer que les ocurra a ellos lo mismo?
“Y Él es rápido en hacer la Cuenta”. Es decir, vengarse de los incrédulos y premiar con
la recompensa a los creyentes.
3 <§øtΡ ‘≅ä. Ü=Å¡õ3s? $tΒ ÞΟn=÷ètƒ ( $YèŠÏΗsd ãõ3yϑø9$# ¬Tsù óΟÎγÎ=ö6s% ⎯ÏΒ t⎦⎪Ï%©!$# ts3tΒ ô‰s%uρ ®
ö≅è% 4 Wξy™öãΒ |Mó¡s9 (#ρãxx. š⎥⎪Ï%©!$# ãΑθà)tƒuρ ∩⊆⊄∪ Í‘#¤$!$# ©t<ø)ãã ô⎯yϑÏ9 ã≈¤ä3ø9$# ÞΟn=÷èu‹y™uρ
〈 ∩⊆⊂∪ É=≈tGÅ3ø9$# ãΝù=Ïæ …çνy‰ΨÏã ô⎯tΒuρ öΝà6uΖ÷t/uρ ©Í_ø‹t/ #J‰‹Îγx© «!$$Î/ 4’s∀Ÿ2
“Ya tramaron aquellos que les precedieron, pero Alläh es a
Quien pertenece toda capacidad para tramar y conoce lo
que cada alma adquiere. Y ya sabrán los incrédulos para
quién será la Morada del Buen Fin. (42) Y dicen los incrédu-
los: ¡Tú no eres un Mensajero! Diles: ¡Es suficiente Alläh
como Testigo entre vosotros y yo, así como todo aquel que
tenga el conocimiento del Libro!” (43)
“Ya tramaron aquellos que les precedieron”. Es decir, antes de los idólatras de Meca
ya hubo quienes se confabularon contra los mensajeros y los desmintieron; “… pero Alläh es a
Quien pertenece toda capacidad para tramar”, y a Él pertenece la mejor maquinación, por-
que les hace pagar por ello; “… y conoce lo que cada alma adquiere”, o sea, lo que cada uno se
busca de bien o de mal, y, o bien es recompensado, o es castigado. “Y ya sabrán los incrédulos
para quién será la Morada del Buen Fin”. Es decir, inmediatamente después de la vida del
mundo, habrá una recompensa y un castigo; o sea, ya sabrán para quién será la recompensa y
el castigo en la Otra Vida; y eso es para atemorizarlos y amenazarlos.
“Y dicen los incrédulos: ¡Tú no eres un Mensajero!” Dijo Qatäda: Se refiere a los idóla-
tras de los árabes. Es decir, no eres profeta ni mensajero, sólo eres un charlatán. O sea, como
no les llevó las propuestas que le hicieron, le dijeron eso. “¡Es suficiente Alläh como Testigo
entre vosotros y yo!” Es decir, es testigo entre mi verdad y vuestra mentira; “… así como todo
aquel que tenga el conocimiento del Libro”. Esto es una referencia en contra de los idólatras
árabes, porque ellos solían recurrir a la gente del Libro – quienes de ellos creían en las exége-
sis. Y según Ibn ªAbbäs, el que tiene el conocimiento del Libro es Ÿibrïl; o según dijeron Al-
Åasan, Muÿähid y Aî-Îaååäk, es Alläh, el Altísimo; u otros dicen que son todos los creyentes
157
13. Sura El Trueno
los que tienen el conocimiento del Libro, porque creen en su veracidad, captan su sublimidad
y atestiguan la veracidad del Profeta Muåammad ; y según eso se refiere al Qur°än.
*****
158
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
Sura Ibrähïm
Es mequinense excepto dos äyät (28 y 29), según Ibn ªAbbäs,
y consta de cincuenta y dos äyät
Se reveló por los que combatieron a Alläh y a Su Mensajero; y eso es cuando dijo:
(ﺎ ﹺﺭﻢ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﺍﻟﻨ ﲑ ﹸﻛ
ﺼ
ﻣ ﹶﻓﹺﺈ ﱠﻥ...ﻪ ﹸﻛ ﹾﻔﺮًﺍ ﻤ ﹶﺔ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻌ ﺪﻟﹸﻮﺍ ﹺﻧ ﺑ ﻦ ﻳﺮ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﺍﱠﻟﺬ ﺗ ﻢ )ﹶﺃﹶﻟ
(30-28-ﻴﻢﺍﻫﺑﺮ)ﹺﺇ
“¿Acaso no has visto a quienes han reemplaza-
do el regalo de Alläh por la incredulidad…?
Ciertamente, vuestro destino será el Fuego.”
(Ibrähïm-14:28-30)
óΟÎγÎn/u‘ ÈβøŒÎ*Î/ Í‘θ–Ψ9$# ’n<Î) ÏM≈yϑè=—à9$# z⎯ÏΒ }¨$¨Ζ9$# ylÌ÷‚çGÏ9 y7ø‹s9Î) çµ≈oΨø9t“Ρr& ë=≈tGÅ2 4 !9# ®
“…, para que saques a los hombres”. Es decir, con el Libro que es el Qur°än; o sea, con
tus llamadas a él; “… de las tinieblas a la luz”. Es decir, de las tinieblas de la incredulidad, el
extravío y la ignorancia, a la luz de la fe y el conocimiento. La frase está expresada en sentido
metafórico y a la incredulidad se le asigna la cualidad de tiniebla u oscuridad, y al Islam la de
luz. “… hacia el camino del Poderoso, el Digno de alabanza”. Y Alläh es el Poderoso, el Único,
Aquel que no tiene parangón, el que manda en Su Reino y tiene la autoridad absoluta; y Alläh
es el Digno de Alabanza, y el Glorioso, el merecedor de alabanza y gloria en todas las lenguas,
en todo lugar y en cada circunstancia. Se transmitió de Ibn ªAbbäs que dijo: Hubo una gente
que creyó en Jesús, hijo de María, y otra gente que no creyó en él. Cuando fue enviado Mu-
åammad , creyeron en él los que no habían creído en Jesús, y no creyeron en él los que habí-
an creído en Jesús, sobre él la paz; y se reveló la äya, según relató Al-Mäwridï.
159
14. Sura Ibrähïm
ô⎯ÏΒ š⎥⎪ÌÏ≈s3ù=Ïj9 ×≅÷ƒuρuρ 3 ÇÚö‘F{$# ’Îû $tΒuρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# †Îû $tΒ …ã&s! “Ï%©!$# «!$# ®
šχρ‘‰ÝÁtƒuρ οÍ tÅzFψ$# ’n?tã $u‹÷Ρ‘‰9$# nο4θuŠysø9$# tβθ™7ÅstFó¡o„ t⎦⎪Ï%©!$# ∩⊄∪ >‰ƒÏ‰x© 5>#x‹tã
〈 ∩⊂∪ 7‰‹Ïèt/ ¤≅≈n=|Ê ’Îû y7Íׯ≈s9'ρé& 4 %¹`uθÏã $pκtΞθäóö7tƒuρ «!$# È≅‹Î6y™ ⎯tã
“A Alläh es a Quien pertenece lo que hay en los cielos y en la
Tierra. ¡Ay de los que se niegan a creer! ¡Qué durísimo cas-
tigo! (2) Los que prefieren esta vida a la Otra y desvían [a
los hombres] del camino de Alläh, tratando de modificarlo,
están en un profundo extravío”. (3)
“A Alläh es a Quien pertenece lo que hay en los cielos y en la Tierra”. Es decir, tiene en
Su poder cuanto hay en los cielos y la Tierra. “¡Qué durísimo castigo!” Es decir, en el Infierno.
“Los que prefieren esta vida a la Otra”. O sea, todo el que prefiere este mundo y sus adornos,
deseando la permanencia en él, en lugar de la delicia de la Otra Vida, y desvía a la gente del
camino de Alläh, adaptándolo a sus propios caprichos y para satisfacer sus propias necesida-
des.
â™!$t±o„ ⎯tΒ ª!$# ‘≅ÅÒãŠsù ( öΝçλm; š⎥Îi⎫t7ãŠÏ9 ⎯ϵÏΒöθs% Èβ$|¡Î=Î/ ωÎ) @Αθß™§‘ ⎯ÏΒ $uΖù=y™ö‘r& !$tΒuρ ®
!$oΨÏF≈tƒ$t↔Î/ 4†y›θãΒ $uΖù=y™ö‘r& ô‰s)s9ρu ∩⊆∪ ÞΟ‹Å3ysø9$# Ⓝ͓yèø9$# uθèδuρ 4 â™!$t±o„ ⎯tΒ “ωôγtƒuρ
’Îû χÎ) 4 «!$# ÄΝ9−ƒr'Î/ ΝèδöÅe2sŒuρ Í‘θ–Ψ9$# ’n<Î) ÏM≈yϑè=—à9$# š∅ÏΒ y7tΒöθs% ólÌ÷zr& ïχr&
“No hemos enviado a ningún Mensajero”. Es decir, antes de ti, oh Muåammad; “… si-
no [con un mensaje] en la lengua de su pueblo”. O sea, para aclararles los asuntos de su Dïn; y
160
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
a todo el que se le aclare aquello con lo que ha venido el Profeta para que lo entienda, la äya
le valdrá de argumento; y ya dijo Alläh, el Altísimo:
(28-ﺄﺳﺒ ) (ﻳﺮًﺍﻧﺬﻭ ﺸﲑًﺍ
ﺑ ﺱ
ﺎ ﹺﻠﻨﺎﻙ ﹺﺇ ﱠﻻ ﻛﹶﺎ ﱠﻓ ﹰﺔ ﻟﺳ ﹾﻠﻨ ﺭ ﺎ ﹶﺃﻭﻣ )
“Y no te hemos enviado sino como anunciador
de buenas nuevas y advertidor”. (Saba-34:28)
ÉΑ#u™ ô⎯ÏiΒ Νä39pgΥr& øŒÎ) öΝà6ø‹n=tæ «!$# sπyϑ÷èÏΡ (#ρãà2øŒ$# ϵÏΒöθs)Ï9 4©y›θãΒ tΑ$s% øŒÎ)uρ ®
šχθãŠs
ó tGó¡tƒuρ öΝä.u™!$oΨö/r& šχθçt¿o2x‹ãƒuρ É>#x‹yèø9$# u™þθß™ öΝä3tΡθãΒθÝ¡o„ šχöθtãöÏù
⎦È⌡s9 öΝä3š/u‘ šχ©Œr's? øŒÎ)uρ ∩∉∪ ÒΟŠÏàtã öΝà6În/§‘ ⎯ÏiΒ Ö™Iξt/ Νà6Ï9≡sŒ ’Îûuρ 4 öΝà2u™!$|¡ÎΣ
161
14. Sura Ibrähïm
“Y cuando Müsä le dijo a su gente: Recordad las bendiciones de Alläh con vosotros
cuando os salvó de la gente de Faraón…”. Esto se aclaró ampliamente en el sura de La Vaca.
“Si sois agradecidos os daré aún más”. Es decir, si sois agradecidos con Mis dones, os
daré más de Mi favor. Ibn ªAbbäs añade: Si me obedecéis y no asociáis nada a Mí, os recom-
pensaré aún más. Y el texto demuestra que el agradecimiento es la causa del incremento. Se
contó de Däud, sobre él la paz, que dijo: ¡Oh Señor! ¿Cómo te agradezco? ¡Si mi agradecimien-
to a Ti es una gracia renovada de Ti sobre mí! Dijo: ¡Oh Däud, ahora me has agradecido!
Dije (Al-Quröubï): La realidad del agradecimiento según esto es el reconocimiento de la
gracia al que la otorga, y que no cese su agradecimiento con la desobediencia. “¡Pero si sois
desagradecidos, ciertamente, Mi castigo será severo!” Es decir, si ignoráis Mi derecho; o sea,
promete el castigo por la incredulidad, igual que ha prometido el incremento de las gracias
por el agradecimiento.
∩∇∪ ÏΗxq ;©Í_tós9 ©!$# χÎ*sù $YèŠÏΗsd ÇÚö‘F{$# ’Îû ⎯tΒuρ ÷Λä⎢Ρr& (#ÿρãàõ3s? βÎ) #©y›θãΒ tΑ$s%uρ ®
.⎯ÏΒ š⎥⎪Ï%©!$#uρ ¡ yŠθßϑrOuρ 7Š$tãuρ 8yθçΡ ÏΘöθs% ôΜà6Î=ö6s% ⎯ÏΒ š⎥⎪Ï%©!$# (#àσt6tΡ öΝä3Ï?ù'tƒ óΟs9r&
þ’Îû óΟßγtƒÏ‰÷ƒr& (#ÿρ–Štsù ÏM≈uΖÉit7ø9$$Î/ Νßγè=ߙ①öΝßγø?u™!%y` 4 ª!$# ωÎ) öΝßγßϑn=÷ètƒ Ÿω ¡ öΝÏδω÷èt/
ϵø‹s9Î) !$oΨtΡθããô‰s? $£ϑÏiΒ 7e7x© ’Å∀s9 $¯ΡÎ)uρ ⎯ϵÎ/ ΟçFù=Å™ö‘é& !$yϑÎ/ $tΡöxx. $¯ΡÎ) (#þθä9$s%uρ óΟÎγÏδ≡uθøùr&
〈 ∩®∪ 5=ƒÌãΒ
“Y dijo Müsä: Aunque vosotros y cuantos están en la Tierra
no creyérais… Ciertamente, Alläh es Rico, Digno de Alaban-
za. (8) ¿Acaso no os han llegado las historias de vuestros
predecesores, el pueblo de Nüå, ªAd, y ¥amüd, y todos aque-
llos que les sucedieron y que sólo Alläh conoce? Cuando sus
Mensajeros se presentaron ante ellos con las pruebas cla-
ras, se llevaron sus manos a la boca y dijeron: No creemos
en el Mensaje que habéis traído, y tenemos profundas du-
das de eso a lo que nos llamáis”. (9)
162
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
que sólo Alläh conoce”. Es decir, no sabe nadie su número ni su genealogía, excepto Alläh. Se
relató de ªUrwa ibn Az-Zubeir que dijo: No hemos encontrado a nadie entre los entendidos en
genealogía, que sepa quien hubo entre ªAdnän e Ismäªïl; y añadió Ibn ªAbbäs: Entre ªAdnän e
Ismäªïl hubo treinta padres que no se conocen; e Ibn Masªüd decía al recitar “… y que sólo
Alläh conoce”: Han mentido los entendidos en genealogía.
“Cuando sus Mensajeros se presentaron ante ellos con las pruebas claras, se llevaron
sus manos a la boca”. Es decir, para mordérselas por la ira y el rencor que guardaban hacia
aquello con lo que habían venido los Mensajeros, porque desbarataban sus falsos sueños y
suponía un insulto a sus ídolos, según dijo Ibn Masªüd y recitó:
(119-ﺍﻥﻤﺮ ﻋ ﻆ( )ﺁﻝ
ﻴ ﻐ ﻦ ﺍﹾﻟ ﻣ ﻣ ﹶﻞ ﺎﻢ ﺍ َﻷﻧ ﻴ ﹸﻜ ﻋ ﹶﻠ ﻮﺍﻋﻀ )
“Se muerden los dedos de rabia contra voso-
tros”. (La Familia de ªImrän-3:119)
Dijo Ibn ªAbbäs sobre la aya: Cuando escucharon el Libro de Alläh se asombraron y re-
trocedieron llevándose las manos a la boca; y dijo Abü Çäleå: Cuando les decía su Profeta: ¡Yo
soy el Mensajero de Alläh enviado a vosotros! Se llevaban las manos a la boca en señal de
silencio. En definitiva, ni creían ni respondían; y entre los árabes cuando un hombre no res-
ponde y permanece callado se dice de él: Se ha metido su mano en la boca. Sin embargo, Al-
Qutabï dijo que significa: Se muerden las manos llenos de ira y furia.
tÏøóu‹Ï9 öΝä.θããô‰tƒ ( ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# ÌÏÛ$sù A7x© «!$# ’Îûr& óΟßγè=ߙ①ôMs9$s% * ®
〈 ∩⊇⊃∪ &⎥⎫Î7•Β 9⎯≈sÜù=Ý¡Î0 $tΡθè?ù'sù $tΡäτ!$t/#u™ ߉ç7÷ètƒ šχ%x. $£ϑtã $tΡρ‘‰ÝÁs? βr& tβρ߉ƒÌè?
“Dijeron sus Mensajeros: ¿Acaso puede haber duda acerca
de Alläh, el creador de los cielos y de la Tierra, que os llama
para perdonaros vuestras faltas y retrasa vuestro plazo has-
ta un término fijado? Dijeron: Vosotros sólo sois hombres
como nosotros que queréis apartarnos de lo que adoraban
nuestros padres. ¡Traednos una prueba clara!” (10)
“Dijeron sus Mensajeros: ¿Acaso puede haber duda acerca de Alläh?” Expresión in-
terrogativa que significa recriminación. Es decir, no hay duda de Alläh y de Su Unicidad ni de
Su poder; “… que os llama”. A Su obediencia por medio de los Enviados y los Libros revelados;
“… y retrasa vuestro plazo hasta un término fijado”. Es decir, hasta la muerte y ya no os
castiga en este mundo. “Dijeron: Vosotros sólo sois hombres como nosotros”. Es decir, sois
seres humanos como nosotros en el aspecto y la imagen: coméis como nosotros y bebéis como
nosotros, y no sois ángeles; “… queréis apartarnos de lo que adoraban nuestros padres”, de
estatuas e ídolos. “¡Traednos una prueba clara!” Es decir, un argumento manifiesto; siendo
163
14. Sura Ibrähïm
eso una cualidad suya, pues los Enviados siempre han llamado a la gente sirviéndose de mila-
gros.
ô⎯ÏΒ â™!$t±o„ ⎯tΒ 4’n?tã ⎯ßϑtƒ ©!$# £⎯Å3≈s9uρ öΝà6è=÷VÏiΒ Öt±o0 ωÎ) ß⎯øtªΥ βÎ) öΝßγè=ߙ①öΝßγs9 ôMs9$s% ®
È≅2uθtGuŠù=sù «!$# ’n?tãuρ 4 «!$# ÈβøŒÎ*Î/ ω)Î ?⎯≈sÜù=Ý¡Î0 Νä3uŠÏ?ù'¯Ρ βr& !$uΖs9 šχ%x. $tΒuρ ( ⎯ÍνÏŠ$t6Ïã
χuÉ9óÁuΖs9uρ 4 $oΨn=ç7ß™ $uΖ1y‰yδ ô‰s%uρ «!$# ’n?tã Ÿ≅2uθtGtΡ ωr& !$oΨs9 $tΒuρ ∩⊇⊇∪ šχθãΨÏΒ÷σßϑø9$#
“No somos más que seres humanos como vosotros”. Es decir, no somos más que seres
humanos como vosotros en el aspecto y la imagen, como habéis dicho; “… pero Alläh favorece
a quien quiere de Sus siervos”. Es decir, hay a quienes favorece con la Profecía, el conocimien-
to y la sabiduría, o el entendimiento del Qur°än y su recitación.
De Ibn ªUmar se transmitió que le dijo a Abü Æar: ¡Oh tío, aconséjame! Dijo: Pedí al
Mensajero de Alläh lo mismo y me dijo: “No hay día ni noche ni hora que Alläh no tenga
una çadaqa con la que agraciar a quien quiera de Sus siervos; y no ha agraciado Alläh, el Altí-
simo, a Sus siervos como lo ha hecho inspirándoles Su recuerdo”.
“… si no es con el permiso de Alläh”. Es decir, si no es con el deseo de Alläh; pues, eso
no está dentro de nuestra capacidad y no podemos traer un argumento o un signo como pedís
vosotros, excepto por Su poder y Su mandato.
“¿Cómo no habríamos de confiarnos en Alläh, cuando ha sido Él Quien nos ha guiado
al camino?” Es decir: ¿Qué motivo tenemos para no poner nuestra confianza en Alläh, cuando
Él nos ha guiado al camino que conduce a Su misericordia y nos pone a salvo de Su ira y Su
castigo? “Tendremos paciencia con el daño que nos hacéis”, o sea, tendremos una paciencia
infinita ante las humillaciones, improperios y la violencia que nos infligís, teniendo la confian-
za ciega en Alläh de que Él nos basta y nos recompensará por todo ello: “¡Y que a Alläh se
encomienden los que confían en Él!”
164
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
’Îû χߊθãètFs9 ÷ρr& !$uΖÅÊö‘r& ô⎯ÏiΒ Νà6¨Ψy_Ì÷‚ãΖs9 öΝÎγÎ=ß™ãÏ9 (#ρãxŸ2 t⎦⎪Ï%©!$# tΑ$s%uρ ®
“… eso es para quien tema comparecer ante Mí”. Es decir, para quien tema encontrar-
se de pie ante Alläh el Día del Juicio, y verse observado por Él, como Su dicho:
(33-ﺪﺮﻋ ﺖ( )ﺍﻟ
ﺒﺴ
ﺎ ﹶﻛﺲ ﹺﺑﻤ
ﻧ ﹾﻔ ﹴ ﻋﻠﹶﻰ ﹸﻛ ﱢﻞ ﺋﻢﻮ ﻗﹶﺎ ﻦ ﻫ ﻤ )ﹶﺃ ﹶﻓ
“¿Acaso Quien tiene presente lo que toda alma
hace…?”. (El Trueno-13:33)
“… y tema Mi promesa”. Es decir, Mi castigo que había prometido o con el que había
amenazado.
165
14. Sura Ibrähïm
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$tΒuρ 5β%s3tΒ Èe≅à2 ⎯ÏΒ ßNöθyϑø9$# ϵ‹Ï?ù'tƒuρ …çµäóŠÅ¡ç„ ߊ%x6tƒ Ÿωuρ …çµãã§yftFtƒ ∩⊇∉∪ 7‰ƒÏ‰|¹
Y los pueblos decían: ¡Si esos dicen la verdad, castíganos! Igual que en Sus dichos:
(29-ﻮﺕﻨ ﹶﻜﺒ ﻌ ﲔ( )ﺍﹾﻟ
ﻗ ﺩ ﺎﻦ ﺍﻟﺼ ﻣ ﺖ
ﻨ ﻪ ﹺﺇ ﹾﻥ ﻛﹸ ﺏ ﺍﻟ ﱠﻠ
ﻌﺬﹶﺍ ﹺ ﺎ ﹺﺑﺘﻨﺍﹾﺋ)
“¡Tráenos el castigo de Alläh, si es verdad lo
que dices!” (La Araña-29-29)
(77-ﺍﻑﻋﺮ ﲔ( )ﺍ َﻷ
ﻠ ﺳ ﺮ ﻦ ﺍﹾﻟﻤ ﻣ ﺖ
ﻨ ﺎ ﹺﺇ ﹾﻥ ﻛﹸﺪﻧﺗﻌ ﺎﺎ ﹺﺑﻤﺘﻨﺍﹾﺋ)
“¡Tráenos lo que nos has prometido, si es que
eres uno de los Mensajeros!” (Al-Aªräf-7:77)
166
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
(15-ﺪﺤﻤ
ﻣ ) (ﻢ ﻫ ﺎ َﺀﻣﻌ ﻊ ﹶﺃ ﻴﻤًﺎ ﹶﻓ ﹶﻘ ﱠﻄﺣﻤ ﺎ ًﺀﻘﹸﻮﺍ ﻣﻭﺳ )
“Y se le dará a beber agua hirviendo que le des-
trozará los intestinos”. (Muåammad-47:15)
(ﺏ
ﺍﺸﺮ
ﺲ ﺍﻟـ
ﻩ ﺑﹺـ ﹾﺌ ـﻮﺟﺸﻮﹺﻱ ﺍﹾﻟﻮ
ﻳ ﻬ ﹺﻞ ﻤ ﺎ ٍﺀ ﻛﹶﺎﹾﻟﺎﺛﹸﻮﺍ ﹺﺑﻤﻳﻐ ﻴﺜﹸﻮﺍﺘﻐﺴ
ﻳ ﻭﹺﺇ ﹾﻥ )
(29-ﻒ)ﺍﹾﻟ ﹶﻜﻬ
“Y si piden auxilio [para que se les dé de beber]
serán socorridos con un agua como metal fun-
dido que les abrasará los rostros. ¡Qué pésima
bebida!” (La Caverna-18:29)
Lo recogió At-Tirmiæï y dijo Åadïµ Garïb. “La beberá a tragos”. Es decir, porque no la
podrá beber de un solo trago por su sabor amargo y por estar ardiendo de calor; “… pero ape-
nas podrá tragarla”, porque le quema la garganta. “La muerte le acechará de todos lados”.
Dijo Ibn ªAbbäs: Es decir, las causas de la muerte le vendrán por todos lados, a derecha e
izquierda, por encima y por debajo, por delante y por detrás; como en Su dicho:
(16-ﺮﺰﻣ ﻢ ﹸﻇ ﹶﻠﻞﹲ( )ﺍﻟ ﺘ ﹺﻬﺤ
ﺗ ﻦ ﻣ ﻭ ﺎ ﹺﺭﻦ ﺍﻟﻨ ﻣ ﻢ ﹸﻇ ﹶﻠﻞﹲ ﻗ ﹺﻬ ﻮ ﻦ ﹶﻓ ﻣ ﻢ ﻬ )ﹶﻟ
“Serán cubiertos por encima y por debajo por
masas de fuego”. (Los Grupos-39:16)
Dijo Ibrähïm At-Taimï: Le vendrá por todos sitios de su cuerpo, hasta por las puntas de
los pelos; y por los dolores de cada una de las partes de su cuerpo; no quedará un solo miem-
bro de su cuerpo que no reciba algún tipo de castigo, de tal forma que aunque muriera setenta
veces, sería más llevadero para él que tan solo un momento de ese tipo de castigo; o es la mor-
dedura de una serpiente, o la picadura de un escorpión, o un fuego que le quema, o unos gri-
lletes en sus pies, o unas cadenas en su cuello, o un arca en la que yacer, o zaqqüm, o åamïm,
u otro tipo de castigo. Dijo Ibn Ÿuraiÿ: Su "rüå" se quedará colgado en su garganta sin que
pueda salir de su boca y muera, ni tampoco volver a su sitio dentro de su cuerpo y le dé vida; y
eso es también como Su dicho:
(74-ﺎ( )ﻃﹶﻪﺤﻴ
ﻳ ﻭ ﹶﻻ ﺎﻴﻬﺕ ﻓ
ﻮﻳﻤ ) ﹶﻻ
“No morirá en el [Infierno] ni vivirá”. (Öaha-
20:74)
“Pero, nunca morirá”. Y se ha dicho que Alläh creará en su cuerpo dolores, y cada uno
de ellos será como el dolor de la muerte.
Dije (Al-Quröubï): Se desprende de todo ello que morirá cuando en realidad no es así,
por el dicho del Altísimo:
ﻢ ﻬ ﻨ ﻋ ﺨ ﱠﻔﻒ
ﻭ ﹶﻻ ﻳ ﻮﺍﻮﺗﻴﻤﻢ ﹶﻓ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﻰﻳ ﹾﻘﻀ ﻢ ﹶﻻ ﻨﻬ ﺟ ﺭ ﺎﻢ ﻧ ﻬ ﻭﺍ ﹶﻟﻦ ﹶﻛ ﹶﻔﺮ ﻳﺍﱠﻟﺬ)ﻭ
(36-ﺮﺎ( )ﻓﹶﺎﻃﻋﺬﹶﺍ ﻦ ﻣ
“Pero los incrédulos tendrán el fuego del Infier-
no: no se acabará con ellos, permitiéndoles mo-
rir, ni se les aliviará nada de su tormento”.
(Creador-35:36)
167
14. Sura Ibrähïm
“Pues le aguarda un castigo terrible”. Es decir, tiene por delante un fuerte y severo
castigo que le atormentará continuamente con un sinfín de dolores.
7#Ϲ%tæ BΘöθtƒ ’Îû ßw†Ìh9$# ϵÎ/ ôN£‰tFô©$# >Š$tΒtx. óΟßγè=≈yϑôãr& ( óΟÎγÎn/tÎ/ (#ρãxx. š⎥⎪Ï%©!$# ã≅sW¨Β ®
ts? óΟs9r& ∩⊇∇∪ ߉‹Ïèt7ø9$# ã≅≈n=Ò9$# uθèδ šÏ9≡sŒ 4 &™ó©x« 4’n?tã (#θç7|¡Ÿ2 $£ϑÏΒ tβρâ‘ωø)tƒ ω (
9,ù=sƒ¿2 ÏNù'tƒuρ öΝä3ö7Ïδõ‹ãƒ ù't±o„ βÎ) 4 Èd,ptø:$$Î/ uÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# šYn=y{ ©!$# χr&
“Las obras de los que niegan a su Señor son como cenizas que se lleva el viento”. Dijo
Az-Zaÿÿäÿ: Es decir, la parábola de los incrédulos, cuando se les lean sus obras, es como las
cenizas que vuelan con el viento y se desvanecen en medio de la tempestad de un día huraca-
nado. Y eso es porque incurrieron en la idolatría, asociando con Alläh otro aparte de Él. Esto
está conectado con la äya: “Y todo prepotente y rebelde fue destruido”. Significa que sus obras
quedarán anuladas y no les serán aceptadas. “No tienen poder”, o sea, los incrédulos; “… sobre
nada de lo que adquirieron”, refiriéndose a la Otra Vida; es decir, de la recompensa por las
acciones justas que hicieron en el mundo, que quedarán anuladas por la incredulidad; “Ése es
el más profundo extravío”. Es decir, la gran perdición.
“¿Acaso no ves que Alläh ha creado los cielos y la Tierra con la verdad?” Aquí la vi-
sión es la del corazón; porque el significado es: ¿Acaso tu conocimiento no llega a Él? “Si quie-
re os hará desaparecer”, oh hombres; o sea, Él es capaz de aniquilaros como lo es de darle la
existencia a las cosas; así pues, no Le desobedezcáis, porque si lo hacéis: “… os hará desapa-
recer y hará una nueva humanidad”, mejor y más obediente que vosotros; “eso no es difícil
para Alläh”. Es decir, nada se lo impide.
168
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ö≅yγsù $Yèt7s? öΝä3s9 $¨Ζà2 $¯ΡÎ) (#ÿρçy9õ3tGó™$# t⎦⎪Ï%©#Ï9 (#àσ¯≈xyè‘Ò9$# tΑ$s)sù $YèŠÏΗsd ¬! (#ρã—tt/uρ ®
( öΝà6≈uΖ÷ƒy‰oλm; ª!$# $uΖ1y‰yδ öθs9 #( θä9$s% 4 &™ó©x« ⎯ÏΒ «!$# ÅU#x‹tã ô⎯ÏΒ $¨Ψtã tβθãΖøó•Β ΟçFΡr&
z©ÅÓè% $£ϑs9 ß⎯≈sÜø‹¤±9$# tΑ$s%uρ ∩⊄⊇∪ <ÈŠÅs¨Β ⎯ÏΒ $uΖs9 $tΒ $tΡ÷y9|¹ ÷Πr& !$oΨôãÌ“y_r& !$uΖøŠn=tã í™!#uθy™
u’Í< tβ%x. $tΒuρ ( öΝà6çFøn=÷zr'sù ö/ä3›?‰tãuρuρ Èd,ptø:$# y‰ôãuρ öΝà2y‰tãuρ ©!$# χÎ) ãøΒF{$#
(#θþ ãΒθä9uρ ’ÎΤθãΒθè=s? Ÿξsù ( ’Í< óΟçGö6yftGó™$$sù ÷Λälè?öθtãyŠ βr& HωÎ) ?⎯≈sÜù=ß™ ⎯ÏiΒ Νä3ø‹n=tæ
!$yϑÎ/ ßNöxŸ2 ’ÎoΤÎ) ( †ÅÎóÇßϑÎ/ ΟçFΡr& !$tΒuρ öΝà6ÅzÎóÇßϑÎ/ O$tΡr& !$¨Β ( Νà6|¡àΡr&
“Y todos comparecerán ante Alläh”. Es decir, saliendo de sus tumbas el Día del Juicio.
“Si Alläh nos hubiera guiado, os habríamos guiado”. Es decir, si Alläh nos hubiera guiado a la
creencia, os habríamos guiado a ella; o también, si Alläh nos hubiera guiado hacia el camino
del Jardín, os habríamos guiado a él; o si Alläh nos hubiera salvado del castigo, os habríamos
salvado de él. “Es igual para nosotros que nos angustiemos o que tengamos paciencia: no
hay escapatoria posible para nosotros”. Es decir, no hay manera posible de alejarnos del
castigo del Fuego. Se relató que dijo el Profeta : “Dirá la gente del Fuego cuando el castigo se
recrudezca sobre ellos: ¡Venid y tengamos paciencia! Tendrán paciencia quinientos años y
cuando vean que eso no les beneficia nada, dirán: ¡Venid y nos angustiaremos! Se angustiarán
y gritarán quinientos años, y cuando vean que eso tampoco les beneficia, dirán: “Es igual para
nosotros que nos angustiemos o que tengamos paciencia: no hay escapatoria posible para
nosotros”.”
Dijo Muåammad ibn Kaªab al-Quraëï: Se nos mencionó que la gente del Fuego se dirán
unos a otros: ¡Ha caído sobre vosotros la desgracia y el castigo que estáis viendo! Venid y
169
14. Sura Ibrähïm
tengamos paciencia, tal vez nos beneficie la paciencia como les benefició a los justos su pa-
ciencia en la obediencia a Alläh; de manera que resolvieron tener paciencia, y permanecieron
en ella largo tiempo hasta que se angustiaron y se dijeron: “Es igual para nosotros que nos
angustiemos o que tengamos paciencia: no hay escapatoria posible para nosotros”. Ante
eso, se puso en pie Iblïs y dijo: “Ciertamente, Alläh os hizo la promesa verdadera, mientras
que yo os prometí y no cumplí con vosotros. No tenía sobre vosotros ninguna autoridad:
sólo os llamé y me respondisteis. Así pues, no me culpéis a mí sino a vosotros mismos”.
“Y dirá el diablo, cuando el asunto esté ya decidido”. Dijo Al-Åasan: Se presentará
Iblïs el Día del Juicio como orador en el Infierno sobre un púlpito de fuego, y todas las criatu-
ras le oirán; y significa “cuando el asunto esté ya decidido”, que la gente del Jardín estará ya
en él, y la gente del Fuego ya estará en él; “Ciertamente, Alläh os hizo la promesa verdadera”.
Es decir, la Resurrección, el Jardín y el Fuego, el premio al obediente y el castigo al desobe-
diente, de manera que fue veraz en Su promesa; mientras que yo os prometía que no habría
nada de eso, y por lo tanto, incumplí mi promesa.
Relató Ibn al-Mubärak un åadïµ de ªUqba ibn ªAmir, que transmitió del Profeta so-
bre la intercesión: “Dirá Jesús: Os indicaré al Profeta iletrado; vendrán a mí y Alläh me dará
permiso para levantarme e impregnará mi asamblea con el mejor de los perfumes que nadie
habrá olido; acudiré a mi Señor que aceptará mi intercesión y me pondrá luz desde el pelo de
mi cabeza hasta las uñas de los pies; luego preguntarán los incrédulos al ver que los creyentes
habían encontrado quien interceda por ellos: ¿Quién intercederá por nosotros? Dirán: Nadie
excepto Iblïs que nos extravió. Acudirán a él y le dirán que los creyentes encontraron quien
interceda por ellos: ¡Intercede tú por nosotros, pues tú nos extraviaste! Entonces, se impreg-
nará su asamblea del olor más fétido que nadie haya olido; después crecerán sus gemidos y
lamentos, y dirá ante eso: “Ciertamente, Alläh os hizo la promesa verdadera, mientras que yo
os prometí y no cumplí con vosotros”.”
“No tenía sobre vosotros ninguna autoridad”. Es decir, no os he mostrado argumento
ni prueba alguna sobre lo que os prometí y os hice grato en el mundo; “… sólo os llamé y me
respondisteis”. Es decir, sin embargo, os seduje y me seguisteis; o se dijo, no os coaccioné a lo
que os llamé, pero sí que os llamé con el susurro seductor y me respondisteis por vuestra pro-
pia y libre elección; “Así pues, no me culpéis a mí sino a vosotros mismos”.
“Yo no os puedo salvar ni vosotros me podéis salvar a mí”. O sea, ni yo puedo ser
vuestro salvador ni vosotros mis salvadores; “… y me desentiendo de aquello que antes me
atribuisteis”. Es decir, niego vuestra idolatría a mí, al hacerme copartícipe con Alläh, el Altí-
simo. Añadió Ibn Ÿuraiÿ: Ciertamente, he negado hoy aquello que invocabais en el mundo en
vuestro œirk con Alläh, el Altísimo. “Ciertamente, los injustos tendrán un castigo doloroso”.
En el dicho de Iblïs: “Ciertamente, Alläh os hizo la promesa verdadera”, cabe pregun-
tarse: ¿Cómo reconocen la realidad verdadera de los atributos de Alläh, el Altísimo, estando
en los estadios bajos del Fuego? Como en Su dicho:
-8:ﻤﻠﹾـﻚ )ﺍ ﹾﻟ (ﻢ ﻧﹺﺒ ﹺﻬﺮﻓﹸﻮﺍ ﹺﺑ ﹶﺬ ﺘﻋ ﻓﹶﺎ...ﺎﺘﻬﺰﻧ ﺧ ﻢ ﺳﹶﺄﹶﻟﻬ ﻮﺝ ﺎ ﹶﻓﻴﻬﻲ ﻓ ﻘ ﺎ ﺃﹸﹾﻟ) ﹸﻛ ﱠﻠﻤ
(11
“Cada vez que algún grupo sea arrojado en él
(el Fuego), les preguntarán sus guardianes… Y
reconocerán sus faltas”. (La Soberanía-67:8-11)
170
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Su reconocimiento de la verdad en los estadios bajos del fuego del Infierno ya no les
servirá de nada, pues sólo sirve tal reconocimiento en el mundo; como en Su dicho:
ﻪ ﻰ ﺍﻟﻠﱠـﻋﺴ ﻴﺌﹰﺎﺳ ﺮ ﺧ ﺁﻟﺤًﺎ ﻭﺎﻼ ﺻ
ﻤ ﹰ ﻋ ﺧ ﹶﻠﻄﹸﻮﺍ ﻢ ﻮﹺﺑ ﹺﻬﺮﻓﹸﻮﺍ ﹺﺑ ﹸﺬﻧ ﺘﻋ ﺍ ﻭ ﹶﻥﺧﺮ ﺁ)ﻭ
(102-ﺔﻮﺑ ﺘﻢ( )ﺍﻟ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﺏ
ﻮﻳﺘ ﹶﺃ ﹾﻥ
“Y hay otros que reconocen sus faltas y juntan
una obra buena con otra mala, tal vez Alläh les
perdone”. (El Arrepentimiento-9:102)
ã≈pκ÷ΞF{$# $pκÉJøtrB ⎯ÏΒ “ÌøgrB ;M≈¨Ζy_ ÏM≈ysÎ=≈¢Á9$# (#θè=Ïϑtãuρ (#θãΖtΒ#u™ š⎥⎪Ï%©!$# Ÿ≅Åz÷Šé&uρ ®
¨≅ä. $yγn=à2é& þ’ÎA÷σè? ∩⊄⊆∪ Ï™!$yϑ¡¡9$# ’Îû $yγããösùuρ ×MÎ/$rO $yγè=ô¹r& Bπt7Íh‹sÛ ;οtyft±x. Zπt6ÍhŠsÛ ZπyϑÎ=x.
〈 ∩⊄∈∪ šχρã2x‹tGtƒ óΟßγ¯=yès9 Ĩ$¨Ψ=Ï9 tΑ$sWøΒF{$# ª!$# ÛUÎôØo„uρ 3 $yγÎn/‘u ÈβøŒÎ*Î/ ¤⎦⎫Ïm
“Aquellos que creen y realizan obras justas serán introdu-
cidos en Jardines por cuyo suelo corren arroyos, dónde se-
rán inmortales con el permiso de su Señor. El saludo allí se-
rá: “Saläm”. (23) ¿Acaso no ves cómo Alläh pone el ejemplo
de la buena palabra? Es como un árbol bueno cuya raíz es
firme y cuyas ramas están en el cielo. (24) Da su fruto en
cada época con permiso de su Señor. Alläh pone ejemplos a
los hombres para que así recuerden”. (25)
“… con el permiso de su Señor”. Es decir, por Su mandato; “El saludo allí será:
“Saläm”.”Y sobre el saludo, ya se explicó en el sura Yünus, alåamdulilläh.
“¿Acaso no ves como Alläh pone el ejemplo…?”. Una vez que Alläh, el Altísimo, ha
hecho la comparación de las acciones de los incrédulos con las cenizas que se lleva el viento en
un día tempestuoso, compara también la palabra de los creyentes, y explica dicha compara-
ción diciendo: “La buena palabra”. Dijo Ibn ªAbbäs que la “buena palabra” es: lä iläha illä
Alläh; y el árbol bueno es el creyente; otros dicen que la buena palabra es la creencia, y el
árbol bueno es la palmera; de manera que puede ser que el origen de “la palabra” esté en el
corazón del creyente y sería la fe o creencia que la compara con la palmera en su crecimiento;
y compara la subida de sus acciones al cielo con la subida de las ramas de la palmera, y la
recompensa de Alläh para él con el fruto de la palmera.
Se transmitió de Anas, que dijo el Profeta : “Ciertamente, el ejemplo del ïmän com-
parado con el árbol firme es: el ïmän son sus raíces; el çalä es su fundamento, el zakä sus ra-
mificaciones, el ayuno sus ramas, el buen carácter sus hojas y apartarse de lo ilícito su fruto”.
El significado del åadïµ puede ser: El origen de la palmera está firme en la tierra, o sea, sus
171
14. Sura Ibrähïm
raíces beben de la tierra y la riega el cielo desde lo alto, aumentando y creciendo. En otro åadïµ
se transmitió de Anas ibn Mälik que vino el Mensajero de Alläh con una especie de bandeja
llena de dátiles frescos y dijo: “El ejemplo… la buena palabra es como un árbol bueno cuya
raíz es firme y cuyas ramas están en el cielo. Da su fruto en cada época con permiso de su
Señor”. Dijo: Ese árbol es la palmera. “Y el ejemplo de la mala palabra es como el árbol malo
que está desenraizado sobre la tierra, y no tiene fijación firme”. Dijo: Ese árbol es la tuera.
De Ibn ªUmar se transmitió que dijo: Recitó el Mensajero de Alläh : “Alläh pone el ejemplo
de la buena palabra: Es como un árbol bueno cuya raíz es firme”, y preguntó: ¿Sabéis qué
árbol es? Entonces, se me ocurrió que sería la palmera; y en otro åadïµ: “Ciertamente, entre
los árboles hay uno al que no se le caen las hojas y es como el creyente; decidme, ¿cuál es?”;
luego añadió: “Es la palmera”.
Dije (Al-Quröubï): Mencionó Al-Gaznawï el åadïµ del Profeta , que dijo: “La parábola
del creyente es como la palmera: si lo acompañas te beneficia, si te sientas con él te beneficias,
si le pides consejo te beneficia; lo mismo ocurre con la palmera que de todo lo que tiene te
beneficias”. Se dice que cuando Alläh, el Altísimo, dio forma a Ädam en una imagen de barro,
le sobró un trozo del mismo y le dio forma a la palmera con Su mano y la plantó en el Jardín
del Edén. Dijo el Mensajero de Alläh : “¡Honrad a vuestra tía!” Preguntaron: ¿Y quién es
nuestra tía, oh Mensajero de Alläh? Dijo: “La palmera”. Y dijo: “¡Comed de vuestra tía!” Es
decir, la palmera: fue creada del barro sobrante de Ädam, sobre él la paz, por su cabeza per-
manece, por su corazón vive, y su fruto es producto de la mezcla del macho y la hembra; y se
dijo que es de los árboles más parecidos al hombre; siendo así que a cualquier árbol que se le
cortara la cabeza, le volverían a crecer ramas por los lados, mientras que la palmera se secaría
y morirían sus raíces; porque se parece al hombre y al resto de los animales en la fecundación,
ya que la palmera hembra no quedaría fecundada si no se ha introducido en ella el polen de la
palmera macho.
“Da su fruto en cada época”. Dijo Rabïªu: De día y de noche, y así es como se elevan
las acciones del creyente, al comienzo del día y al final. Dijo Ibn ªAbbäs: El árbol es el cocote-
ro, cuyo fruto es ininterrumpido y está cargado de fruto cada mes; y compara la acción del
creyente para con Alläh, Poderoso y Majestuoso, con la palmera que da su fruto en tiempos
diversos; y añade Ibn ªAbbäs en otro relato: Es un árbol que hay en el Jardín que da fruto en
todo momento. Por otro lado, dado que los árboles dan su fruto una vez cada año, esto indica
el concepto de época o estación referido en la äya; y según Abü Åanïfa, desde que se recoge el
dátil de la palmera hasta que vuelve a ser fecundada de nuevo transcurren seis meses.
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172
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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3 ⎯Ï&Î#‹Î7y™ ⎯tã (#θ=ÅÒã‹Ïj9 #YŠ#y‰Ρr& ¬! (#θè=yèy_uρ ∩⊄®∪ â‘#ts)ø9$# š[ø♥Î/uρ ( $yγtΡöθn=óÁtƒ tΛ©⎝yγy_
“¿Acaso no has visto a los que han canjeado la gracia de Alläh por la incredulidad?”
Es decir, desmintiendo a Muåammad cuando Alläh lo envió de entre ellos y a ellos, pero
173
14. Sura Ibrähïm
aún así le negaron. Y se refiere la äya a los incrédulos asociadores de Quraiœ; o como dijo Abü
Öufail: Oí decir a ªAlï : Son los Quraiœ que fueron derrotados el día de Badr. “Atribuyeron
copartícipes a Alläh”. Es decir, hicieron ídolos y los adoraron; “… para desviar a los hombres
de Su camino”. O sea de Su dïn; “Diles: ¡Disfrutad!” Es como una amenaza para ellos, tenien-
do en cuenta la futilidad de lo que disfrutaban en la vida efímera del mundo.
Zπu‹ÏΡŸξtãuρ #vÅ™ öΝßγ≈uΖø%y—u‘ $£ϑÏΒ (#θà)ÏΖãƒuρ nο4θn=¢Á9$# (#θßϑŠÉ)ム(#θãΖtΒ#u™ t⎦⎪Ï%©!$# y“ÏŠ$t7ÏèÏj9 ≅è% ®
〈 ∩⊂⊇∪ î≅≈n=Åz Ÿωuρ ϵ‹Ïù ÓìøŠt/ ω ×Πöθtƒ u’ÎAù'tƒ βr& È≅ö6s% ⎯ÏiΒ
“Di a Mis siervos creyentes que establezcan la oración y gas-
ten de lo que les damos como provisión, en secreto y en pú-
blico, antes de que llegue un Día en el que no habrá comer-
cio ni amistad”. (31)
“Di a Mis siervos creyentes”. Es decir, diles que la gente de Meca cambió las bendicio-
nes que Alläh les concedió por la incredulidad; di, pues, a quienes han creído y se han reafir-
mado en su adoración que: “establezcan la oración”, o sea, las cinco oraciones prescritas; y el
mandato aquí va acompañado de una condición, es decir, si obedeces a Alläh, Él te hará entrar
en ell Jardín; “y gasten de lo que les damos como provisión, en secreto y en público”. Es de-
cir, el zakä; en secreto también puede referirse a la çadaqa voluntaria, y en publico al zakä
obligatorio; y sobre ello se detalló ampliamente en la äya 271 del sura de La Vaca:
(271-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻲ( )ﺍﹾﻟ ﻫ ﺎﻌﻤ ﺕ ﹶﻓﹺﻨ
ﺪﻗﹶﺎ ﺼ
ﻭﺍ ﺍﻟﺒﺪ ﺗ )ﹺﺇ ﹾﻥ
“Si dais çadaqät públicamente es bueno”. (La
Vaca-2:271)
“… antes de que llegue un Día en el que no habrá comercio ni amistad”. Aquí ordena
Alläh a Sus siervos que gasten buenamente de la provisión que les ha concedido, y les previene
a tiempo contra la tacañería, antes de que llegue el Día en el que ya no es posible ninguna
transacción comercial ni dar çadaqa, como en Su dicho:
(10-ﻓﻘﹸﻮ ﹶﻥ ﺎﻨﻕ )ﺍﹾﻟﻤ
ﺪ ﺻ
ﺐ ﹶﻓﹶﺄ
ﺟ ﹴﻞ ﹶﻗﺮﹺﻳ ﹴ ﺗﻨﹺﻲ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﹶﺃﺧﺮ ﻮ ﹶﻻ ﹶﺃ ﺏ ﹶﻟ
ﺭ ﻴﻘﹸﻮ ﹸﻝ) ﹶﻓ
“Y diga: ¡Señor mío! Si me dieras un poco más
de plazo podría dar çadaqa”. (Los Hipócritas-
63:10)
174
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
z⎯ÏΒ ⎯ϵÎ/ ylt÷zr'sù [™!$tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# š∅ÏΒ tΑt“Ρr&uρ uÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# t,n=y{ “Ï%©!$# ª!$# ®
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χÎ) 3 !$yδθÝÁøtéB Ÿω «!$# |Myϑ÷èÏΡ (#ρ‘‰ãès? βÎ)uρ 4 çνθßϑçGø9r'y™ $tΒ e≅
“Alläh es Quien ha creado los cielos y la Tierra”, es decir, los hizo surgir maravillosa-
mente; “…, y hace caer agua del cielo”, o sea, de las nubes; “con la que hace que salgan fru-
tos”, de los árboles y plantas; “…, y ha sometido para vosotros los ríos”, es decir, las aguas
dulces que os sirven para beber y regar los cultivos. “Ha sometido para vosotros el sol y la
luna constantes en sus órbitas”. Es decir, obedeciendo a un mandato previo de Alläh sin va-
riación alguna hasta el Día del Juicio; “… y ha sometido para vosotros a la noche y el día”. Es
decir, para que encontréis reposo y sosiego en la noche y busquéis el favor de Alläh por el día,
como en Su dicho:
(ﻪ ﻠ ﻀ
ﻦ ﻓﹶـ ﻣ ﻮﺍﺘﻐﺒ ﺘﻟﻭ ﻪ ﻴﻮﺍ ﻓﺴﻜﹸﻨ
ﺘﻟ ﺭ ﺎﻨﻬﺍﻟﻴ ﹶﻞ ﻭ ﻢ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻌ ﹶﻞ ﹶﻟ ﹸﻜ ﺟ ﻪ ﺘﻤ ﺣ ﺭ ﻦ ﻣ ﻭ )
(73-ﺺ)ﺍﹾﻟ ﹶﻘﺼ
“Y de Su misericordia hizo la noche y el día pa-
ra que en ella descansarais y en él buscarais Su
favor”. (Los Relatos-28:73)
175
14. Sura Ibrähïm
“Si tratáis de contar las gracias de Alläh, no podréis enumerarlas”. Es decir, por su
abundancia, como el oído, la vista, la figura que nos ha dado…, y otras como la salud, la provi-
sión… etc. “Ciertamente, el hombre es injusto e ingrato”. Dijo Ibn ªAbbäs: Se refiere a Abü
Ÿahl; o a todos los incrédulos en general.
tΠ$oΨô¹F{$# y‰ç7÷è¯Ρ βr& ¢©Í_t/uρ ©Í_ö7ãΨô_$#uρ $YΨÏΒ#u™ t$s#t6ø9$# #x‹≈yδ ö≅yèô_$# Éb>u‘ ãΛ⎧Ïδ≡tö/Î) tΑ$s% øŒÎ)uρ ®
’ÎΤ$|Átã ô⎯tΒuρ ( ©Íh_ÏΒ …絯ΡÎ*sù ©Í_yèÎ6s? ⎯yϑsù ( Ĩ$¨Ζ9$# z⎯ÏiΒ #ZÏVx. z⎯ù=n=ôÊr& £⎯åκ¨ΞÎ) Éb>u‘ ∩⊂∈∪
“Y cuando Ibrähïm dijo: ¡Señor mío! Haz esta tierra segura”. Es decir, Meca, y ya se
habló de eso en el sura de La Vaca; “… y apártanos a mí y a mis hijos de la adoración de los
ídolos”. Es decir, refiriéndose a los hijos directos suyos que fueron ocho. “Quien me siga”, en
el tauåïd; “… será de los míos”, o sea, de la gente de mi dïn; “pero, quien me desobedezca”, y
persista en la idolatría; “Realmente, Tú eres Perdonador, Compasivo”. Dijo esto antes de que
Alläh le hiciera saber que Él no perdona que se asocie algo con Él; y se ha dicho que Él es
Perdonador y Compasivo para el que se arrepiente de su desobediencia antes de su muerte.
$uΖ−/u‘ ÇΠ§ysßϑø9$# y7ÏF÷t/ y‰ΨÏã ?íö‘y— “ÏŒ Îöxî >Š#uθÎ/ ©ÉL−ƒÍh‘èŒ ⎯ÏΒ àMΖs3ó™r& þ’ÎoΤÎ) !$uΖ−/§‘ ®
ÏN≡tyϑ¨W9$# z⎯ÏiΒ Νßγø%ã—ö‘$#uρ öΝÍκös9Î) ü“ÈθöκsE Ĩ$¨Ζ9$# š∅ÏiΒ Zοy‰Ï↔øùr& ö≅yèô_$$sù nο4θn=¢Á9$# (#θßϑ‹É)ã‹Ï9
176
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Llegó Ibrähïm, sobre él la paz, con Häÿar y su hijo Ismäªïl en periodo de lactancia; los
dejó junto a la Casa Sagrada y bajo un árbol frondoso, sobre Zamzam por encima de la mez-
quita, sin que hubiese entonces allí ni agua ni nadie; de manera que dejó con ellos un hatillo
con dátiles y un odre de agua; después partió Ibrähïm y la mujer le siguió diciendo: ¡Oh
Ibrähïm! ¿Dónde vas? Nos dejas en este valle donde no hay nadie ni nada; eso se lo dijo varias
veces sin que él se volviera; le dijo ella: ¿Acaso Alläh te ha ordenado eso? Dijo: ¡Sí! Dijo ella:
Entonces no nos abandonará; y regresó a su lugar. Se alejó, pues, Ibrähïm hasta adentrarse en
el desfiladero, donde ya no se le veía; se giró entonces y, volviendo su rostro hacia la Casa,
hizo estas súplicas alzando sus manos: “¡Señor nuestro! He asentado a parte de mi descen-
dencia en un valle desértico, junto a tu Casa Sagrada… agradecidos”. La madre de Ismäªïl
permaneció allí amamantando a su hijo y bebiendo de aquella agua, hasta agotarse. Pasado un
tiempo ella y su hijo estaban sedientos y viendo la madre que su hijo babeaba de la sed que
tenía, miró a su alrededor y subió al cerro (Çafä) que más cerca tenía. Desde lo alto empezó a
otear el valle por si veía alguien que los socorriese, pero, como no veía a nadie, bajó de Çafä
hasta llegar al valle de nuevo, se recogió la punta de su túnica y empezó a correr con esfuerzo y
cruzó el valle a lo ancho hasta subir al cerro de enfrente (Marwa) y desde lo alto oteaba el
horizonte por si veía alguien, pero tampoco veía a nadie; y así hizo hasta siete veces. De Ibn
ªAbbäs se transmitió que dijo el Profeta : “Esa es la carrera de la gente [que ha de hacer en la
Peregrinación a Meca] entre ambas montañas (Çafä y Marwa)”. Y al subir a Marwa oyó una
voz y dijo: ¡Çah! Refiriéndose a ella misma como afinando el oído y queriendo oír a alguien
que la socorriera. Fue entonces cuando vio al ángel que escarbaba con su ala en el lugar de
Zamzam hasta que apareció el agua, y ella formó una pileta con sus manos, y después de sacar
agua para beber empezó a manar el agua. Y de Ibn ªAbbäs que dijo el Profeta : “Alläh se
compadeció de la madre de Ismäªïl. Si ella hubiera dejado Zamzam y no hubiera sacado agua,
sería una fuente de agua superficial solamente”. Así que bebió ella, luego amamantó a su hijo
y le dijo el ángel: ¡No temas perderte porque aquí está la Casa de Alläh que la construirá este
chico y su padre; y verdaderamente Alläh no abandonará a su familia! (El åadïµ completo lo
recoge Al-Bujärï en el capítulo de Los Profetas).
Hay aquí una cuestión y es que nadie puede agarrarse a este relato para abandonar a su
hijo y a la madre en una tierra perdida e inhóspita confiándolos a la voluntad del Poderoso y
Misericordioso, siguiendo el ejemplo del profeta Ibrähïm Al-Jalïl, no siendo esa la verdadera
realidad de la confianza en Alläh (tawakkul); ya que Ibrähïm hizo eso por mandato expreso de
Alläh por el dicho en el åadïµ: “¿Acaso Alläh te ha ordenado eso? Dijo: ¡Sí!” Y se relató que
cuando Sära se sintió celosa de Häÿar al saber que había dado a luz a Ismäªïl, salió con ella
Ibrähïm, sobre él la paz, hacia Meca; pues, se relató que montaron sobre Al-Buräq: él, Häÿar y
el niño; y en el mismo día viajó desde Œäm a Meca dejando allí a su hijo y a su madre, y montó
de nuevo partiendo, de regreso, ese mismo día; siendo todo eso por inspiración de Alläh, el
Altísimo; entonces, cuando les dio la espalda, hizo la invocación o duªä comprendida en esta
noble äya.
Cuando Alläh quiso poner los cimientos de la Casa Sagrada, dispuso el lugar acondi-
cionándolo, y para que todo el territorio fuese sagrado, envió al ángel que buscó el agua y la
estableció como alimento; pues, se transmitió en el Çaåïå, que Abü Æar tuvo suficiente con el
agua de Zamzam para treinta personas para una noche y un día.
177
14. Sura Ibrähïm
Relató Däraquönï, de Ibn ªAbbäs, que dijo el Mensajero de Alläh : “El agua de Zam-
zam sirve para aquello para lo que se beba: si la bebes para que te cure de algo, Alläh te cura-
rá; si la bebes para saciarte, Alläh te saciará; si la bebes para calmar la sed, Alläh te la calmará;
y Zamzam surgió de un golpe en la tierra de Ÿibrïl para que Alläh diera de beber a Ismäªïl”. Y
se relató de ªIkrima que Ibn ªAbbäs, cuando bebía agua de Zamzam, decía a continuación: ¡Oh
Alläh, te pido un conocimiento beneficioso, una provisión espléndida, y una cura para toda
enfermedad!
“… a parte de mi descendencia”. Es decir, a Ismäªïl y a su madre, porque Isåäq estaba
en Œäm; “… junto a tu Casa Sagrada”. Eso indica que la Casa ya estaba allí antiguamente,
según se ha relatado, anterior al diluvio; y se describe como Sagrada porque se prohíbe en ella
y en su territorio lo que está permitido en otros lugares; “… ¡Señor nuestro!, para que esta-
blezcan la oración”. Especifica la oración como la parte esencial del dïn por su preferencia y
posición en el mismo, y por ser el compromiso que Alläh ha tomado a Sus siervos. Dijo el
Mensajero de Alläh : “Cinco oraciones ha prescrito Alläh para Sus siervos…”.
Esta äya comprende que la oración en Meca tiene preferencia sobre otros en otro lugar.
De ªAbdulläh ibn Zubeir se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh : “La oración en mi
mezquita es mejor que mil oraciones en otra mezquita, excepto en la Mezquita Sagrada; y la
oración en la Mezquita Sagrada es cien veces mejor que la oración en mi mezquita”.
“… haz que los corazones de la gente se inclinen hacia ellos”. Es decir, los corazones de
los musulmanes se sientan atraídos por la visita a la Casa; “… y provéeles de frutos para que
sean agradecidos”. Pues Alläh respondió a su petición e hizo crecer para ellos en Öä°if de
todos los árboles y de todo cuanto es traído de otros territorios.
En Çaåïå Al-Bujärï se relató de Ibn ªAbbäs: Llegó Ibrähïm después que se hubo casado
Ismäªïl a visitarle para revisar su legado, y al no encontrar a Ismäªïl en la Casa preguntó a su
mujer por él y ésta le dijo que había salido en busca de comida para ellos; después le preguntó
que cómo vivían y le dijo: Somos humanos y vivimos con estrechez y esfuerzo, como queján-
dose a él. Dijo: Pues, cuando vuelva tu marido, dale mi saludo y dile que cambie el ‘umbral de
su puerta’; así que cuando regresó Ismäªïl y al notar que había estado alguien allí, preguntó:
¿Ha venido alguien? Contestó: ¡Sí! Ha venido un œeij de esta y esta forma y me ha preguntado
que cómo vivíamos, de forma que le he dicho que con estrechez y esfuerzo; dijo: ¿Y te ha deja-
do dicho algo? Dijo: ¡Sí! Me ha ordenado que te diera un saludo y que cambiaras el ‘umbral de
tu puerta’; dijo: Era mi padre, y me ha ordenado que me separe de ti; así que vete con tu fami-
lia, y la divorció. Luego se casó con otra de entre ellos, y después de ausentarse Ibrähïm por
un tiempo regresó a verlos, pero no le encontró en la casa y preguntó a la mujer por él. Dijo
ella: Salió a buscar de comer para nosotros; dijo: ¿Y cómo estáis? Le preguntó por su vida y su
manera de estar; dijo ella: Estamos bien y vivimos con holgura, y ensalzó a Alläh. Dijo: ¿Cuál
es vuestra comida? Dijo: ¡La carne! Dijo: ¿Y cuál es vuestra bebida? Dijo: ¡El agua! Dijo:
¡Allähumma, bendíceles en la carne y el agua! Dijo el Profeta : “Ellos, entonces, no disponí-
an de grano para el alimento, porque de haberlo tenido habría hecho la petición por eso”. Y de
los primeros que habitaron en Meca fue Ÿurhum. La Casa estaba elevada sobre el terreno y
cuando llegaban las riadas pasaba el agua a su derecha y a su izquierda. Llegó allí un grupo de
Ÿurhum que regresaban de un viaje por el camino de Kudä, y fueron a acampar por debajo de
Meca; vieron a un pájaro revolotear indeciso y dijeron: ¡Ciertamente, este pájaro da vueltas
178
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
sobre el agua! ¡Conocíamos este valle y no hay agua en él! Así que enviaron uno o dos emisa-
rios y efectivamente había agua, y bajaron hasta ella. Dijo: La madre de Ismäªïl estaba junto al
agua. Dijeron: ¿Nos das permiso para acampar con vosotros? Dijo: ¡Sí! Pero no tenéis derecho
sobre el agua. Dijeron: ¡De acuerdo! De Ibn ªAbbäs que dijo el Profeta : “La madre de
Ismäªïl aceptó pues gustaba de la compañía”. Entonces, habitaron allí e hicieron venir a su
gente después hasta formar casas de entre ellos; creció el niño y se hizo joven; murió la madre
de Ismäªïl y llegó Ibrähïm después de que se hubiera casado Ismäªïl para revisar su legado...
Ÿωuρ ÇÚö‘F{$# ’Îû &™ó©x« ⎯ÏΒ «!$# ’n?tã 4‘xøƒs† $tΒuρ 3 ß⎯Î=÷èçΡ $tΒuρ ’Å∀øƒéΥ $tΒ ÞΟn=÷ès? y7¨ΡÎ) !$oΨ−/u‘ ®
¨βÎ) 4 t,≈ysó™Î)uρ Ÿ≅‹Ïè≈yϑó™Î) Îy9Å3ø9$# ’n?tã ’Í< |=yδuρ “Ï%©!$# ¬! ߉ôϑysø9$# ∩⊂∇∪ Ï™!$yϑ¡¡9$# ’Îû
ö≅¬6s)s?uρ $oΨ−/u‘ 4 ©ÉL−ƒÍh‘èŒ ⎯ÏΒuρ Íο4θn=¢Á9$# zΟŠÉ)ãΒ ©Í_ù=yèô_$# Éb>u‘ ∩⊂®∪ Ï™!$tã‘$!$# ßì‹Ïϑ|¡s9 ’În1u‘
〈 ∩⊆⊇∪ Ü>$|¡Åsø9$# ãΠθà)tƒ tΠöθtƒ t⎦⎫ÏΖÏΒ÷σßϑù=Ï9uρ £“t$Î!≡uθÏ9uρ ’Í< ö Ïøî$# $oΨ−/u‘ ∩⊆⊃∪ Ï™!$tãߊ
“¡Señor nuestro! Tú conoces lo que escondemos y lo que
manifestamos. No hay nada que pase desapercibido para
Alläh ni en la Tierra ni en el cielo. (38) Alabado sea Alläh que
me ha concedido en la vejez a Ismäªïl e Isåäq; ciertamente, mi
Señor atiende las súplicas. (39) ¡Señor mío! Hazme estable-
cer la oración a mí y a parte de mi descendencia. ¡Señor
nuestro! Acepta mi súplica. (40) ¡Señor nuestro! Perdóna-
nos, a mí, a mis padres y a los creyentes el Día en que tenga
lugar la rendición de cuentas”. (41)
179
14. Sura Ibrähïm
5ΘöθuŠÏ9 öΝèδã½jzxσム$yϑ¯ΡÎ) 4 šχθßϑÎ=≈©à9$# ã≅yϑ÷ètƒ $£ϑtã ¸ξÏ≈xî ©!$# ⎥t⎤|¡óss? Ÿωuρ ®
( óΟßγèùösÛ öΝÍκö s9Î) ‘‰s?ötƒ Ÿω öΝÎηÅ™ρâ™â‘ ©ÉëÏΨø)ãΒ š⎥⎫ÏèÏÜôγãΒ ∩⊆⊄∪ ã≈|Áö/F{$# ϵŠÏù ßÈy‚ô±n@
“Y no pienses que Alläh está ajeno a lo que hacen los injustos”. Esto son palabras de
consuelo para el Profeta después de quedarse asombrado por los hechos de los idólatras y
sus discrepancias con el dïn de Ibrähïm; o sea, ten paciencia, oh Muåammad, como la tuvo
Ibrähïm, y que sepas que el retraso en el castigo para ellos no significa una complacencia hacia
sus actos, sino que es la sunna de Alläh prolongar su desobediencia por un tiempo. Según
Maimün ibn Mahrän, esto es una amenaza al tirano injusto y una condolencia con el débil
oprimido.
“… hasta que llegue el Día en el que las miradas se quedarán fijas”. Es decir, que estén
siempre con los ojos abiertos sin poderlos cerrar, atónitos del terror que verán ese Día; “se
moverán apresuradamente, con las cabezas erguidas”. Dijo Al-Åasan: Los rostros de la gente
ese día estarán alzados y se dirigirán al cielo sin que nadie tenga tiempo de mirar a otro; “…
sin poder pestañear”, o sea, la mirada fija; “… y sus corazones estarán vacíos”. Según Ibn
ªAbbäs, vacíos de todo bien.
180
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
9≅y_r& #’n<Î) !$tΡö½jzr& !$oΨ−/u‘ (#θßϑn=sß t⎦⎪Ï%©!$# ãΑθà)uŠsù Ü>#x‹yèø9$# ãΝÍκÏ?ù'tƒ tΠöθtƒ }¨$¨Ψ9$# ͑ɋΡr&uρ ®
Νà6s9 $tΒ ã≅ö6s% ⎯ÏiΒ ΝçFôϑ|¡ø%r& (#θþ çΡθà6s? öΝs9uρr& 3 Ÿ≅ß™”9$# ÆìÎ7®KtΡuρ y7s?uθôãyŠ ó=ÅgΥ 5=ƒÌs%
“Y advierte a los hombres”. Refiriéndose a la gente de Meca; “… del Día en que les lle-
gue el castigo”, o sea, el Día de la Resurrección; es decir, atemorízales con ese Día. La äya se
centra en el día del castigo, aunque también lo sea de la recompensa, porque la expresión
dirige la atención del desobediente para advertirlo seriamente; “… y digan los injustos: ¡Señor
nuestro! Concédenos un breve aplazamiento”. Es decir, le pidieron volver al mundo cuando se
manifestó la verdad de la Otra Vida; “… para que respondamos a Tu llamada y sigamos a los
Mensajeros”, o sea, los sigamos al Islam; y se les responderá: “¿No jurasteis anteriormen-
te…?”, o sea: ¿No habíais jurado ya eso anteriormente en el mundo? “¿… que no seríais resuci-
tados?” Dijo Muÿähid: Ese fue el juramento de Quraiœ. Dice Ibn Ÿuraiÿ: Es lo que se dice de
ellos en Su dicho:
(38-ﻞﻨﺤﻮﺕ( )ﺍﻟﻳﻤ ﻦ ﻣ ﻪ ﺚ ﺍﻟ ﱠﻠﺒﻌ ﻳ ﻢ ﹶﻻ ﺎﻳﻤﺪ ﹶﺃ ﻬ ﺟ ﻪ ﻮﺍ ﹺﺑﺎﹶﻟ ﱠﻠﺴﻤ
ﻭﹶﺃ ﹾﻗ )
“Juraron por Alläh solemnemente que Alläh no
resucitaría a quien hubiera muerto”. (La Abeja-
16:38)
“¿… que no seríais resucitados?”, tiene dos interpretaciones: una, que no seríais tras-
ladados de este mundo a la Otra Vida, o sea, que no seríais congregados el Día del Juicio; y eso
es lo dicho por Muÿähid; y la otra es que no se os acabaría el castigo.
Mencionó Al-Baihaquï, de Muåammad ibn Kaªab al-Quraëï, que dijo: La gente del
Fuego hará cinco llamadas, de las que Alläh responderá a cuatro, y cuando hagan la quinta, no
hablarán más después de ella; dirán:
ﻦ ـﺝ ﻣ
ﻭ ﹴـﺮﻬ ﹾﻞ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﺧ ﺎ ﹶﻓﻮﹺﺑﻨﺎ ﹺﺑﺬﹸﻧﺮ ﹾﻓﻨ ﺘﻋ ﻴ ﹺﻦ ﻓﹶﺎ ﺘﻨﺍﹾﺛ ﺎﺘﻨﻴﻴﺣ ﻭﹶﺃ ﻴ ﹺﻦ ﺘﻨﺍﹾﺛ ﺎﺘﻨﻣ ﺎ ﹶﺃﺑﻨﺭ )
(11-ﺮﺳﺒﹺﻴ ﹴﻞ( )ﻏﹶﺎﻓ
“¡Señor nuestro! Nos has hecho morir dos ve-
ces, y vivir dos veces; pero ahora hemos reco-
nocido nuestras faltas. ¿Tenemos forma alguna
de salir?” (Perdonador-40:11)
181
14. Sura Ibrähïm
Después dirán:
(12-ﺓﺠﺪ
ﺴ
ﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﻗﻨ ﻮﺎ ﻣﻟﺤًﺎ ﹺﺇﻧﺎﻞ ﺻﻌﻤ ﻧ ﺎﻌﻨ ﺭ ﹺﺟ ﺎ ﻓﹶﺎﻌﻨ ﻤ ﺳ ﻭ ﺎﺮﻧ ﺼ
ﺑﺎ ﹶﺃﺑﻨﺭ )
“¡Señor nuestro! Míranos, escúchanos y déja-
nos regresar, para que actuemos rectamente;
ciertamente, ahora tenemos certeza”. (La Post-
ración-32:12)
Después dirán: “¡Señor nuestro! Concédenos un breve aplazamiento para que res-
pondamos a Tu llamada y sigamos a los Mensajeros”.
Y Alläh, el Altísimo, les responderá: “¿No jurasteis anteriormente que no seríais resu-
citados?”
Después dirán:
(37-ﺮﻤﻞﹸ( )ﻓﹶﺎﻃ ﻌ ﻧ ﺎﻱ ﹸﻛﻨﺮ ﺍﱠﻟﺬ ﻴ ﻟﺤًﺎ ﹶﻏﺎﻞ ﺻﻌﻤ ﻧ ﺎﺟﻨ ﺧ ﹺﺮ ﺎ ﹶﺃﺑﻨﺭ )
“¡Señor nuestro! Sácanos de aquí, que actua-
remos rectamente, no cómo lo hacíamos antes”.
(Creador-35:37)
182
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y dirán:
(106-ﻮ ﹶﻥﻣﻨ ﺆ ﻤ ﲔ( )ﺍﹾﻟ
ﺎﱢﻟﻮﻣًﺎ ﺿ ﺎ ﹶﻗﻭ ﹸﻛﻨ ﺎﺗﻨﺷ ﹾﻘﻮ ﺎﻴﻨ ﻋ ﹶﻠ ﺖ
ﺒﺎ ﹶﻏ ﹶﻠﺑﻨﺭ )
“¡Señor nuestro! Nuestra propia desgracia pu-
do más que nosotros, y fuimos gente extravia-
da”. (Los Creyentes-23:106)
Después de eso no hablarán más; y ante eso se interrumpirán las peticiones y los rue-
gos. Y se enfrentarán unos con otros: unos ladrarán en el rostro de los otros; y eso será Su
dicho:
(36-35-ﺕ
ﻼ
ﺳ ﹶ ﺮ ﻭ ﹶﻥ( )ﺍﹾﻟﻤﺬﺭ ﺘﻌ ﻴﻢ ﹶﻓ ﻬ ﺆﺫﹶﻥ ﹶﻟ ﻳ ﻭ ﹶﻻ . ﻄﻘﹸﻮ ﹶﻥ ﻨ ﻳ ﹶﻻﻮﻡ ﻳ ﻫﺬﹶﺍ )
“Ese día no hablarán, ni se les permitirá excu-
sarse”. (Los que son enviados-77:35,36)
$uΖù=yèsù y#ø‹x. öΝà6s9 š⎥¨⎫t6s?uρ óΟßγ|¡àΡr& (#þθßϑn=sß t⎦⎪Ï%©!$# Ç⎯Å6≈|¡tΒ ’Îû öΝçGΨs3y™uρ ®
βÎ)uρ öΝèδãò6tΒ «!$# y‰ΖÏãuρ öΝèδtò6tΒ (#ρãs3tΒ ô‰s%uρ ∩⊆∈∪ tΑ$sVøΒF{$# ãΝä3s9 $oΨö/uŸÑuρ óΟÎγÎ/
“Habitasteis en las moradas de los que fueron injustos consigo mismos, y os quedó
claro cómo obramos con ellos; y os pusimos los ejemplos”. Es decir, de las comunidades de
los tamudeos y otros, pero no tomasteis ejemplo de sus moradas, después de quedaros claro lo
que hicimos con ellos, y después de poneros los ejemplos en el Qur°än; “… y ya habían hecho
su trama”, o sea, con la idolatría en Alläh y la negación de los Mensajeros, según Ibn ªAbbäs y
otros; “… pero, su trama está en poder de Alläh, aunque su trama fuera tal que hiciese des-
aparecer las montañas”, porque era muy débil e insignificante. Y sobre la alusión a hacer
183
14. Sura Ibrähïm
desaparecer las montañas, hay dos aspectos: uno el que se refiere a las montañas de la Tierra,
y otro, al Islam y el Qur°än, ya que son como montañas por su firmeza y solidez; “pero, su
trama está en poder de Alläh”, o sea, Él es conocedor de su maquinación y les hará pagar por
ello, según Al-Quœairï; “…, aunque su trama fuera tal que hiciese desaparecer con ella las
montañas”, o sea, que la maquinación de ellos no era tal como para que tuviera alguna in-
fluencia ante Alläh, el Altísimo, ya que las montañas representan una parábola del asunto del
Profeta , y no desaparecen. No obstante, la expresión indica la inmensidad de algo; como en
Su dicho:
(22-ﻮﺡﺎﺭًﺍ( )ﻧﻣ ﹾﻜﺮًﺍ ﹸﻛﺒ ﻭﺍﻣ ﹶﻜﺮ ﻭ )
“Y urdieron una gran estratagema”. (Nüå-
71:22)
ãΑ£‰t7è? tΠöθtƒ ∩⊆∠∪ 5Θ$s)ÏFΡ$# ρèŒ Ö“ƒÍ•tã ©!$# ¨βÎ) 3 ÿ…ã&s#ߙ①⎯Íνωôãuρ y#Î=øƒèΧ ©!$# ¨⎦t⎤|¡øtrB Ÿξsù ®
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184
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
o en sus características. Se transmitió de Ibn ªAbbäs: Cuando llegue el Día del Juicio, se des-
plegará la Tierra como un pergamino y se aplanará en toda su extensión, así y así. Se relató en
un åadïµ de Abü Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “Se sustituirá la Tierra por otra,
extendiéndose y desplegándose como se despliega el pergamino de Ukkäë: la verás completa-
mente lisa y Alläh reprenderá a las criaturas. Ellos estarán en la segunda como lo estaban en
la primera: quien estuviera dentro de ella, seguirá en su interior, y quien estuviera sobre ella,
seguirá sobre ella”. La sustitución del cielo es el enrollamiento del sol y la luna, y el esparci-
miento de sus estrellas, según Ibn ªAbbäs. Relató Muslim, de ¥aubän, maulä del Mensajero de
Alläh que dijo: Estaba de pie ante el Mensajero de Alläh y vino a él un rabino de los judí-
os y le dijo: ¡As-salämu ªaleika! … ¿Dónde estará la gente el Día que la Tierra sea sustituida
por otra, así como los cielos? Respondió el Mensajero de Alläh : “En la oscuridad que ante-
cede al puente de Aç-Çiräö …”. Y en otro åadïµ se transmitió de ªA°iœa, Alläh esté complacido
de ella, que fue preguntado el Mensajero de Alläh sobre Su dicho: “El Día en que la Tierra
sea sustituida por otra”; ¿Dónde estará la gente entonces? Dijo: “Sobre Aç-Çiräö”.
En definitiva, estos hadices constituyen un texto fidedigno sobre la idea de que la Tie-
rra será cambiada y cesará, y Alläh creará otra Tierra sobre la que estará la gente, después de
pasar por el 'puente'. En Çaåïå Muslim se relató de Sahl ibn Saªad que dijo el Mensajero de
Alläh : “Será congregada la gente el Día del Juicio sobre una Tierra blanca, empolvada como
una torta de pan blanco, sobre la que nadie haya dejado su huella”. Dijo Ibn Masªüd que la
Tierra será permutada por otra tierra blanca como la plata, sobre la que no se habría incurrido
en error alguno. Dijo ªAlï : Se tornará la Tierra de plata y el cielo de oro; y esta es la permuta
del ojo, y es suficiente para ti. “… y se les haga comparecer ante Alläh, el Único, el Dominan-
te”. Es decir, saliendo de sus tumbas. “… unidos con cadenas”; o sea, atados y encadenados.
Cada infiel será encadenado con el diablo; como lo aclara Su dicho:
(22-ﺎﻓﱠﺎﺕﻢ( )ﺍﻟﺼ ﻬ ﺟ ﺍﺯﻭ ﻭﹶﺃ ﻮﺍﻦ ﹶﻇ ﹶﻠﻤ ﻳﻭﺍ ﺍﱠﻟﺬﺸﺮ
ﺣ )ﹸﺍ
“¡Congregad a los que fueron injustos, y a sus
parejas!” (Los puestos en filas-37:22)
Es decir, sus parejas de entre los diablos; y también se ha dicho que será juntados y en-
cadenados los incrédulos como se juntaban en el mundo para incurrir en la desobediencia.
“… sus túnicas serán de alquitrán hirviendo”. En Çaåïå se relató que la plañidera, si no
se arrepiente y hace tauba antes de su muerte, resucitará el Día del Juicio cubierta con una
túnica de alquitrán y una saya de arpillera. “Esto es una comunicación hecha a los hombres”.
Es decir, esto que te hemos revelado es una transmisión elocuente y una exhortación; “… para
advertirles con ella”, o sea, para atemorizarles con el castigo de Alläh, Poderoso y Majestuoso;
“… y para que sepan que Él es el Dios Único”, por las pruebas y argumentos que aporta; “… y
para que recuerden esto los dotados de intelecto”. Es decir, para que se dejen amonestar los
que reflexionan.
*****
185
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
Sura Al-Åiÿr
Es mequinense y consta de noventa y nueve äyät
(#θçΡ%x. öθs9 (#ρãxŸ2 t⎦⎪Ï%©!$# –Šuθtƒ $yϑt/•‘ ∩⊇∪ &⎦⎫Î7•Β 5β#u™öè%uρ É=≈tGÅ6ø9$# àM≈tƒ#u™ y7ù=Ï? 4 !9# ®
〈 ∩⊄∪ t⎦⎫ÏϑÎ=ó¡ãΒ
“Alif. Läm, Rä. Esos son los signos del Libro y de un Qur°än
claro. (1) ¡Cómo desearán los incrédulos haber sido mu-
sulmanes!” (2)
“… los signos del Libro”. El “Libro” aquí se ha dicho que es un nombre genérico y se re-
fiere los Libros revelados anteriores, como la Torá y el Evangelio; y después los une con el
Libro claro, el Qur°än. “¡Cómo desearán los incrédulos!” Es decir, desearán en muchas oca-
siones haber sido musulmanes. Se transmitió de Ÿäbir ibn ªAbdulläh que dijo el Mensajero de
Alläh : “Ciertamente, unos hombres de mi pueblo entrarán en el Fuego por sus pecados;
estarán en el Fuego el tiempo que Alläh quiera que estén; entonces, se burlarán de ellos la
gente idólatra y dirán: No vemos que lo que nos discutíais de vuestra veracidad y fe os haya
beneficiado; sin embargo, no quedará ningún unitario al que Alläh no libre finalmente del
Fuego”. Después recitó el Mensajero de Alläh : “¡Cómo desearán los incrédulos haber sido
musulmanes!” Dijo Al-Åasan: Cuando los idólatras vean que los musulmanes han entrado en
el Jardín, mientras que ellos tendrán su morada en el Fuego, desearán haber sido musulma-
nes.
187
15. Sura de Al-Åiÿr
“¡Déjalos que coman y disfruten!” Es como una amenaza para ellos; “mientras les dis-
trae la falsa esperanza”, o sea, les distrae de la obediencia; “pues, ya sabrán”, y se enterarán,
cuando vean la Resurrección final, lo prueben y se angustien por lo que hicieron.
Se transmitió de Anas que dijo el Mensajero de Alläh : “Hay cuatro cosas que son mí-
seras: unos ojos sin lágrimas, un corazón duro, la esperanza vana e ilusoria, y el celo por este
mundo”. La falsa esperanza es una enfermedad problemática y crónica, que cuando se apode-
ra del corazón corrompe su temperamento, y se hace complicado su tratamiento. La realidad
de la falsa esperanza es el amor desmesurado por este mundo y olvidarse de la Otra Vida. Se
transmitió que dijo el Mensajero de Alläh : “Salvó a los primeros de esta Umma la certeza
(al-yaquïn) y la austeridad, y hará perecer a los últimos la avaricia y la falsa esperanza”.
$tΒuρ $yγn=y_r& >π¨Βé& ô⎯ÏΒ ß,Î7ó¡n@ $¨Β ∩⊆∪ ×Πθè=÷è¨Β Ò>$tGÏ. $oλm;uρ ωÎ) >πtƒös% ⎯ÏΒ $uΖõ3n=÷δr& !$tΒuρ ®
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“No hemos aniquilado ninguna ciudad que no tuviera un
Libro conocido. (4) Ninguna comunidad puede adelantar ni
retrasar su plazo. (5) Y han dicho: ¡Eh tú, al que le ha sido
revelado el Recuerdo: realmente eres un loco! (6) ¿Por qué
no traes ante nosotros a los ángeles, si dices la verdad? (7)
No hacemos descender a los ángeles si no es con la verdad;
y en ese caso no habría nada más que esperar. (8) Cierta-
mente, Nosotros hemos revelado el Recuerdo, y Nosotros lo
preservamos”. (9)
188
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
o con el Mensaje; y según Al-Åasan, si no es con el castigo, a menos que crean; “… y en ese
caso no habría nada más que esperar”. Es decir, si descendieran los ángeles para aniquilar-
los, ya no habría espera ni se les aceptaría el arrepentimiento.
“Ciertamente, Nosotros hemos revelado el Recuerdo”. O sea, el Qur°än; “… y Nosotros
lo preservamos”, de que se le añada o se le quite algo; o como dijeron Qatäda y otros: Alläh ha
preservado el Qur°än contra la falsedad que puedan introducir en él los œayäöïn, o que se su-
prima alguna verdad de él; y Alläh, glorificado sea, encargó su protección continua, y no ha
cesado de estar preservado de todo cambio; como dijo en otro pasaje del Qur°än:
(44-ﻪ( )ﺍﳌﺎﺋﺪﺓ ﺏ ﺍﻟ ﱠﻠ
ﺎ ﹺﻛﺘ ﻦ ﻣ ﻔﻈﹸﻮﺍ ﺤ
ﺳﺘ ﺎ ﺍ)ﹺﺑﻤ
“Siguiendo el mandato de proteger el Libro de
Alläh”. (La Mesa Servida-5:44)
De Al-Åusein ibn Fahm, que nos habló y dijo: Oí a Yaåyä ibn Akµam decir: Al-Mämun
celebraba una asamblea – siendo él el emir entonces – y entró a la misma entre la gente un
judío bien vestido, de rostro bien parecido y bien perfumado. Dijo: Habló en la asamblea y lo
hizo con buen estilo en el habla; y cuando se disolvió la asamblea lo llamó Al-Mämun y le dijo:
¿Israelí? Dijo: ¡Sí! Después le dijo: ¡Hazte musulmán y haré contigo lo que pueda! Y le prome-
tió cosas. Dijo: ¡Mi dïn es el dïn de mis padres! Y se marchó. Dijo el relator: Pasó un año y
regresó hecho musulmán, hablando de fiqh con maestría. Una vez disuelta la asamblea de esa
vez, lo llamó Al-Mämun y le dijo: ¿No eres tú nuestro compañero de ayer? Le contestó: ¡Claro
que sí! Dijo: ¿Cuál ha sido el motivo de tu entrada en el Islam? Dijo: Al salir de tu presencia
quise examinar estas religiones. Así que fui a la Torá y escribí tres copias en las cuales añadí y
quité cosas, después las llevé a la sinagoga y me las compraron; luego fui al Evangelio e hice
otras tres copias, añadiéndole y quitándole cosas; después las llevé para venderlas y me las
compraron; luego fui al Qur°än e hice otras tres copias, a las que les añadí y les quité cosas;
luego se las llevé a los escribanos copistas y las hojearon, y cuando vieron que tenían añadidos
y cortes, las tiraron y no las compraron. Entonces, supe que era un Libro protegido, y esa fue
la causa de mi Islam. Dijo Yaåyä ibn Akµam: Hice la peregrinación del Åaÿÿ ese año y me
encontré a Sufiän ibn ªUyaina, y al relatarle la noticia me dijo: La confirmación de eso está en
el Libro de Alläh, Poderoso y Majestuoso. Pregunté: ¿En qué sitio? Dijo: En el dicho de Alläh,
tabäraka wa taªälä, en la Torá y en el Evangelio: “Siguiendo el mandato de proteger el Libro
de Alläh”. (La Mesa Servida-5:44). Pues, les encomendó a ellos preservarlo y se perdió; y dijo
Alläh, Poderoso y Majestuoso: “Ciertamente, Nosotros hemos revelado el Recuerdo y Noso-
tros lo preservamos”. Entonces, Alläh lo preservó por nosotros y no se perdió; como en Su
dicho:
(67-ﺓﺋﺪﺎﺱ( )ﺍﹾﻟﻤ
ﺎ ﹺﻦ ﺍﻟﻨ ﻣ ﻚ
ﺼﻤ
ﻌ ﻳ ﻪ ﻭﺍﹶﻟ ﱠﻠ )
“Y Alläh te protegerá de los hombres”. (La Mesa
Servida-5:67)
189
15. Sura de Al-Åiÿr
(#θçΡ%x. ωÎ) @Αθß™§‘ ⎯ÏiΒ ΝÍκÏ?ù'tƒ $tΒuρ ∩⊇⊃∪ t⎦,Î!¨ρF{$# Æìu‹Ï© ’Îû y7Î=ö6s% ⎯ÏΒ $uΖù=y™ö‘r& ô‰s)s9uρ ®
ô‰s%uρ ( ⎯ϵÎ/ tβθãΖÏΒ÷σムŸω ∩⊇⊄∪ t⎦⎫ÏΒÌôfßϑø9$# É>θè=è% ’Îû …çµä3è=ó¡nΣ y7Ï9≡x‹x. ∩⊇⊇∪ tβρâ™Ì“öκtJó¡o„ ⎯ϵÎ/
tβθã_ã÷ètƒ ϵŠÏù (#θ=sàsù Ï™!$yϑ¡¡9$# z⎯ÏiΒ $\/$t/ ΝÍκön=tã $oΨóstFsù öθs9uρ ∩⊇⊂∪ t⎦,Î!¨ρF{$# èπ¨Ζß™ ôMn=yz
〈 ∩⊇∈∪ tβρâ‘θßsó¡¨Β ×Πöθs% ß⎯øtwΥ ö≅t/ $tΡã≈|Áö/r& ôNtÅj3ß™ $yϑ¯ΡÎ) (#þθä9$s)s9 ∩⊇⊆∪
“Ya habíamos enviado antes de ti a las comunidades de los
antiguos. (10) Pero no había Mensajero que les llegara del
que no se burlaran. (11) Así lo imbuimos en los corazones
de los malhechores. (12) No creerán en ello; y ya aconteció
esto con los pueblos anteriores. (13) Incluso, si les abriéra-
mos una vía de acceso al cielo por la que pudieran subir,
(14) dirían: Nos han turbado la vista y se nos ha hechizado”.
(15)
Èe≅ä. ⎯ÏΒ $yγ≈uΖôàÏymuρ ∩⊇∉∪ š⎥⎪ÌÏà≈¨Ψ=Ï9 $yγ≈¨Ψ−ƒy—uρ %[`ρãç/ Ï™!$yϑ¡¡9$# ’Îû $uΖù=yèy_ ô‰s)s9uρ ®
190
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Hemos dispuesto constelaciones (burüÿ) en el cielo…”. Una vez que Alläh, el Altísimo
ha mencionado la incredulidad de los incrédulos y la incapacidad manifiesta de sus ídolos,
menciona Su poder para probar que Él es Único; y las “constelaciones”, son las galaxias, o las
órbitas espaciales, como dice Ibn ªAbbäs: Es decir, hemos puesto en el cielo las orbitas del Sol
y la Luna; y los nombres de estas constelaciones son: Aries, Tauro…; ellas sirven de guía a los
viajeros e indican si la época va a ser fértil o seca…, y otros beneficios; “…y las hemos hecho
hermosas”, como dijo en el sura de La Soberanía:
(5-ﻤﻠﹾﻚ ﺢ( )ﺍﹾﻟ
ﺎﺑﹺﻴﻤﺼ ﺎ ﹺﺑﻧﻴﺪ ﺎ َﺀ ﺍﻟﺴﻤ
ﺎ ﺍﻟﻳﻨﺯ ﺪ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
“Hemos adornado el cielo de este mundo con
estrellas fugaces”. (La Soberanía-67:5)
“… para los que las contemplan”. O sea, para los que meditan y reflexionan; “… y las
hemos protegido de todos los demonios lapidados”. Es decir, apedreados con piedras; y se ha
dicho que “ar-raÿm” es también la maldición. Al-Kalbï dijo: Los cielos en su totalidad no esta-
ban protegidos contra los demonios hasta la época de Jesús, sobre él la paz, y cuando éste fue
enviado, Alläh, el Altísimo, protegió contra ellos tres cielos, hasta que fue enviado el Mensaje-
ro de Alläh y entonces los protegió todos, empleando para protegerlos de los demonios a las
estrellas fugaces; y añadió Ibn ªAbbäs: Los demonios no se ocultaban en el cielo, sino que
entraban en él y transmitían sus noticias a los adivinadores, aumentándolas en nueve, y así
hablaban a la gente de la Tierra: una palabra era verdad y ocurría nueve falsas; y si veían algo
de lo que habían dicho, les creían en aquello con lo que habían venido. Cuando nació Jesús,
sobre él la paz, les fueron prohibidos tres cielos a los demonios, y cuando nació Muåammad
se les impidieron todos los cielos; de manera que no había un solo demonio que quisiera escu-
char furtivamente al que no le fuesen arrojadas estrellas fugaces, según se verá.
“De forma que quien escuche furtivamente…”. Esa escucha es una pequeña rapiña;
significa: hemos protegido el cielo contra los demonios para que no escuchen nada de la reve-
lación y otros asuntos, excepto quien hace una escucha furtiva, pues, contra eso, verdadera-
mente, no lo hemos protegido; o sea, que pueden escuchar furtivamente algunas noticias del
cielo, que no son de la revelación, pues, de ésta no pueden escuchar nada, por Su dicho:
(212-ﺍﺀﻌﺮ ﺸ
ﻭﻟﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﻌﺰ ﻤ ﻤ ﹺﻊ ﹶﻟ ﺴ
ﻦ ﺍﻟ ﻋ ﻢ ﻬ ﻧ)ﹺﺇ
“A ellos no se les permite escuchar”. (Los Poe-
tas-26:212)
Cuando los demonios prestan oído a algo que no es la revelación, van con ello a los adi-
vinos inmediatamente, en un abrir y cerrar de ojos, pero les persiguen las estrellas fugaces que
los matan o los enloquecen; lo mencionaron Al-Åasan e Ibn ªAbbäs; “… y es perseguido por
191
15. Sura de Al-Åiÿr
una estrella fugaz (œihäb) visible”. Es decir, es perseguido y alcanzado; “aœ-œihäb” es una
estrella luminosa y fulgurante, o sea, de fuego; y Su dicho:
(7-ﻞﻨﻤﺲ( )ﺍﻟ
ﺒ ﹴﺏ ﹶﻗ
ﺎ ﹴﺸﻬ
)ﹺﺑ
“O con una antorcha encendida”. (Las Hormi-
gas-27:7)
Es decir, o una tea encendida en su parte alta que quema a los demonios. Dijo Ibn
ªAbbäs: Suben los demonios en masa a escuchar furtivamente, y el más rebelde sube, y es
impactado por las brasas encendidas y llameantes (estrellas fugaces o meteoritos) en su frente
o en su nariz, o en lo que Alläh quiera que le arda; acudirá a su compañeros ardiendo y dirá:
El asunto era esto y aquello; e irán esos a sus hermanos entre los adivinos y le añadirán nueve
cosas más, con las que hablarán a la gente de la Tierra: una palabra cierta y nueve falsas.
Hay diferencias sobre la “estrella fugaz o aœ-œihäb”, si mata o no. Dijo Ibn ªAbbäs al
respecto: aœ-œihäb hiere, quema y enloquece, pero no mata; mientras que Al-Åasan y un grupo
dijeron que sí mata; y acerca del dicho de que aœ-œihäb los mata antes de que lleguen a contar
lo que hayan oído furtivamente, a los genios, hay dos aspectos: uno es que los mata antes de
que transmiten lo que han oído furtivamente, de forma que así no llegan noticias celestiales a
otros que no sean los Profetas; y con eso se corta la adivinación; y otro es que los mata des-
pués que hayan transmitido a los genios lo que han oído furtivamente, y así esos no vuelven a
hacerlo; porque, de no llegarles noticias, se interrumpiría la rapiña furtiva y no se quemarían;
según lo mencionado por Al-Mauridï.
Dijo Az-Zaÿÿäÿ: El lanzamiento de las estrellas fugaces son signos del Profeta que
ocurrieron después de su nacimiento, porque los poetas antiguos no lo mencionaron en sus
poesías, ni expresaron símiles de algo rápido con ello, como lo hicieron con el relámpago y la
riada; y no sería erróneo pensar que el lanzamiento de las estrellas incandescentes se produje-
ra ya antiguamente, pero que no fuese para lapidar a los demonios, y después sí lo fueron una
vez nacido el Profeta . Dijeron los ulemas: Nosotros vemos cómo se produce el lanzamiento
de las estrellas, y puede que sea tal como lo vemos, y cuando alcanza al demonio se convierta
en fuego; podríamos decir que les impacta una chispa de fuego del espacio y que en nuestra
imaginación nos parece que es una “estrella fugaz”.
∩⊇®∪ 5βρã—öθ¨Β &™ó©x« Èe≅ä. ⎯ÏΒ $pκÏù $uΖ÷Fu;/Ρr&uρ z©Å›≡uρu‘ $yγŠÏù $uΖøŠs)ø9r&uρ $yγ≈tΡ÷Šy‰tΒ uÚö‘F{$#uρ ®
192
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Y hemos extendido la Tierra”. Esto es parte de Sus dones y gracias, que demuestran la
perfección de Su poder. Dijo Ibn ªAbbäs que significa: La hemos desplegado sobre el agua;
como en Sus dichos:
(30-ﺎﺕﺎ ﹺﺯﻋﺎ( )ﺍﻟﻨﺎﻫﺩﺣ ﻚ
ﻟﺪ ﹶﺫ ﻌ ﺑ ﺽ
ﺭ ﺍ َﻷ)ﻭ
“Y después de eso extendió la Tierra”. (Los que
arrancan-79:30)
(48-ﺎﺕﻭ ﹶﻥ( )ﺍﻟﺬﱠﺍ ﹺﺭﻳﻫﺪ ﺎﻢ ﺍﹾﻟﻤ ﻌ ﺎ ﹶﻓﹺﻨﺎﻫﺷﻨ ﺮ ﺽ ﹶﻓ
ﺭ ﺍ َﻷ)ﻭ
“Y hemos acondicionado la Tierra. ¡Qué exce-
lentes creadores somos!” (Los que levantan un
torbellino-51:48)
$uΖù=y™ö‘r&uρ ∩⊄⊇∪ 5Θθè=÷è¨Β 9‘y‰s)Î/ ωÎ) ÿ…ã&è!Íi”t∴çΡ $tΒuρ …çµãΨÍ←!#t“yz $tΡy‰ΨÏã ωÎ) >™ó©x« ⎯ÏiΒ βÎ)uρ ®
〈 ∩⊄⊄∪ t⎦⎫ÏΡÌ“≈sƒ¿2 …çµs9 óΟçFΡr& !$tΒuρ çνθßϑä3≈oΨøŠs)ó™r'sù [™!$tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# z⎯ÏΒ $uΖø9t“Ρr'sù yxÏ%≡uθs9 yx≈tƒÌh9$#
“No hay nada que no esté en nuestras arcas, y no lo hace-
mos descender sino en una cantidad precisa. (21) Y envia-
mos los vientos fecundadores; pues, hacemos que caiga el
agua del cielo y os la damos a beber, pero no tenéis vosotros
las arcas”. (22)
“No hay nada que no esté en nuestras arcas (jazä°in)”. Es decir, no hay nada de la
provisión de las criaturas y de aquello de lo que se benefician, que no controlemos su suminis-
tro o sus depósitos; o sea, el agua que cae del cielo, porque con ella crece todo. Dijo Al-Åasan:
La lluvia son las arcas que lo guardan todo; y se ha dicho que las arcas son las llaves, y en el
cielo se encuentran las llaves de todas las provisiones. “… y no lo hacemos descender sino en
una cantidad precisa”. Es decir, según Nuestro deseo y según la necesidad que tengan las
criaturas de ello, como en Su dicho:
193
15. Sura de Al-Åiÿr
(ﺎ ُﺀﻳﺸ ﺎﺪ ﹴﺭ ﻣ ﺰﻝﹸ ﹺﺑ ﹶﻘ ﻨﻦ ﻳ ﻜ ﻭﹶﻟ ﺽ
ﺭ ﹺ ﻲ ﺍ َﻷﺍ ﻓﻐﻮ ﺒﻩ ﹶﻟ ﺩ ﺎﻌﺒ ﻟ ﻕ
ﺯ ﺮ ﻪ ﺍﻟ ﻂ ﺍﻟ ﱠﻠ
ﺴﹶ ﺑ ﻮ ﻭﹶﻟ )
(27-ﻯﻮﺭ)ﺍﻟﺸ
“Si Alläh hubiera dado a sus siervos una provi-
sión sin límites, se habrían excedido en la Tie-
rra; sin embargo, la hace descender en la pro-
porción que Él quiere”. (El Consejo-42:27)
Relató Ÿaªfar ibn Muåammad, que dijo: De cada cosa que Alläh ha creado en la super-
ficie terrestre y en el mar, hay otra igual en el Trono; y esa es la interpretación de Su dicho:
“No hay nada que no esté en nuestras arcas (jazä°in)”; y la expresión ‘hacer descender’ signi-
fica crear y darle la existencia, como en Su dicho:
(6-ﺝ( )ﺍﻟﺰﻣﺮ
ﺍ ﹴﺯﻭ ﻴ ﹶﺔ ﹶﺃﺎﹺﻧﺎ ﹺﻡ ﹶﺛﻤﻧﻌﻦ ﺍ َﻷ ﻣ ﻢ ﺰ ﹶﻝ ﹶﻟ ﹸﻜ ﻧﻭﹶﺃ )
“Y dio existencia para vosotros a ocho especies
de ganado”. (Los Grupos-39:6)
(25-ﻳﺪﺤﺪ
( )ﺍﹾﻟﻳﺪﺷﺪ ﺑ ﹾﺄﺱ ﻪ ﻴﺪ ﻓ ﻳﺤﺪ
ﺎ ﺍﹾﻟﺰﹾﻟﻨ ﻧﻭﹶﺃ )
“Y dimos la existencia al hierro que encierra
gran poder”. (El Hierro-57:25)
“Y enviamos los vientos fecundadores”. Es decir, los vientos que transportan las nubes
cargadas de agua, que luego cae sobre las plantas y éstas dan sus frutos; transportan agua,
tierra y reportan muchos bienes al hacer descender el agua a la tierra, como en Su dicho:
(57-ﺍﻑﻋﺮ ﺛﻘﹶﺎ ﹰﻻ( )ﺍ َﻷ ﺎﺑًﺎﺳﺤ ﺖ
ﻰ ﹺﺇﺫﹶﺍ ﹶﺃ ﹶﻗ ﱠﻠﺣﺘ )
“Cuando los vientos arrastran pesadas nubes”.
(Al-Aªräf-7:57)
Se transmitió de Abü Huraira que oyó decir al Mensajero de Alläh : “Los vientos del
Sur son del Jardín, y son los fecundadores que Alläh ha mencionado en Su Libro, y en ellos
hay beneficios para la gente”; en otro åadïµ: “¡No ha soplado un viento del Sur que no haya
hecho Alläh brotar con él un manantial de agua en abundancia!” Dijo Abü Bakr ibn ªAyäœ: No
hay gota de agua que caiga de las nubes, que no hayan actuado sobre ella los cuatro vientos: el
de Levante dirige las nubes deprisa; el de Poniente las fecunda; el del Sur las hace llover pro-
fusamente; y el del Norte las dispersa.
De Ibn ªUmar se transmitió que oyó decir al Mensajero de Alläh : “Quien compra
palmeras después de ser polinizadas, su fruto será para el vendedor, excepto si el comprador
lo ha puesto como condición…”. Y el Profeta prohibió la venta de crías de camella estando
aún en su vientre.
“… y os la damos a beber”. Es decir, hacemos que esa lluvia os sirva para beber a voso-
tros y para dar de beber a vuestros animales, así como para el riego de plantas y cultivos; “…
pero no tenéis vosotros las arcas”. Es decir, no sois vosotros los depositarios del agua, sino
Nosotros, y la hacemos caer cuando queremos y la restringimos cuando queremos; como en
Su dicho:
(48-ﺮﻗﹶﺎﻥ ﻮﺭًﺍ( )ﺍﹾﻟ ﹸﻔﺎ ًﺀ ﹶﻃﻬﺎ ِﺀ ﻣﺴﻤ
ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﺎﺰﹾﻟﻨ ﻧﻭﹶﺃ )
194
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
öΝä3ΨÏΒ t⎦⎫ÏΒωø)tGó¡ßϑø9$# $oΨ÷ΗÍ>tã ô‰s)s9uρ ∩⊄⊂∪ tβθèOÍ‘≡uθø9$# ß⎯øtwΥuρ àM‹ÏϑçΡuρ ⎯Ä©ôvéΥ ß⎯ósuΖs9 $¯ΡÎ)uρ ®
“… y Nosotros somos los herederos”. Es decir, de la Tierra y de quien haya en ella, sin
que quede nada salvo Nosotros; como en Su dicho:
(40-ﻢﺮﻳ ﻣ ) (ﻮ ﹶﻥﺟﻌ ﺮ ﻳ ﺎﻴﻨ ﻭﹺﺇﹶﻟ ﺎﻴﻬ ﻋ ﹶﻠ ﻦ ﻣ ﻭ ﺽ
ﺭ ﻧ ﹺﺮﺙﹸ ﺍ َﻷ ﺤﻦ
ﻧ ﺎ)ﹺﺇﻧ
“Ciertamente, Nosotros heredaremos la Tierra
y quien haya en ella; y a Nosotros será el re-
torno”. (Maryam-19:40)
El dueño de todo es Alläh, el Altísimo, sin embargo, hizo dueños de posesiones a Sus
siervos, y cuando éstos mueren expira la concesión; y es Alläh el heredero desde ese aspecto. Y
se ha dicho que dar la vida en esta äya es dar vida a la gota de esperma en el útero, pero en
cuanto a la Resurrección, lo menciona después de esto en Su dicho: “Y verdaderamente, tu
Señor los reunirá”.
“Y, verdaderamente, conocemos a los que de vosotros se adelantaron y a los que de
vosotros se retrasaron”. Es decir, desde el comienzo de la Creación hasta hoy, y a los que
todavía no han sido creados; o a los que ya están muertos y a los vivos de ahora y de después;
por lo tanto, Él conoce a todo existente como a todo inexistente, y es conocedor de todo lo
creado y de todo lo que creará de aquí al Último Día. En otras interpretaciones: los que se
adelantaron en la obediencia y el bien, y los que se retrasaron en el mal y la desobediencia; los
que se adelantaron y os precedieron como mártires en el Ÿihäd, y los que vinieron después y
no murieron; los que se adelantaron en las primeras filas de la oración y los que se retrasaron
a las últimas filas a causa de las mujeres. Y en este último dicho está la causa de la revelación
de la äya, según relataron An-Nasä°ï y At-Tirmiæï. Se transmitió de Abü al-Ÿauzä, y éste de
195
15. Sura de Al-Åiÿr
Ibn ªAbbäs, que dijo: Había una mujer de las más hermosas entre la gente que rezaba tras el
Mensajero de Alläh y parte de la gente se adelantaba hasta la primera fila para no verla, y
otros se retrasaban hasta la parte trasera, de forma que al hacer la inclinación cada uno mira-
ba hacia abajo; y entonces Alläh reveló: “Y verdaderamente, conocemos a los que de vosotros
se adelantaron y a los que de vosotros se retrasaron”.
Esto indica el mérito que tiene el comienzo del tiempo de la oración y la primera fila.
Dijo sobre eso el Profeta : “Si la gente supiera lo que encierran la llamada a la oración y la
primera fila, y después no tuvieran más remedio que echarlo a suertes, lo harían”.
⎯ÏΒ z⎯≈|¡ΣM}$# $oΨø)n=yz ô‰s)s9uρ ∩⊄∈∪ ×Λ⎧Î=tã îΛ⎧Å3ym …絯ΡÎ) 4 öΝèδçà³øts† uθèδ y7−/u‘ ¨βÎ)uρ ®
〈 ∩⊄∠∪ ÏΘθßϑ¡¡9$# Í‘$¯Ρ ⎯ÏΒ ã≅ö6s% ⎯ÏΒ çµ≈uΖø)n=yz ¨β!$pgø:$#uρ ∩⊄∉∪ 5βθãΖó¡¨Β :*uΗxq ô⎯ÏiΒ 9≅≈|Áù=|¹
“Y, ciertamente, tu Señor los reunirá. Él es Sabio, Omnis-
ciente. (25) Hemos creado al hombre de arcilla, de un barro
negro maleable. (26) Y a los genios los habíamos creado con
anterioridad a partir del fuego del samüm”. (27)
196
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
∩⊄∇∪ 5βθãΖó¡¨Β :*yϑym ô⎯ÏiΒ 9≅≈|Áù=|¹ ⎯ÏiΒ #\t±o0 7,Î=≈yz ’ÎoΤÎ) Ïπs3Íׯ≈n=yϑù=Ï9 y7•/u‘ tΑ$s% øŒÎ)uρ ®
〈 ∩⊄®∪ t⎦⎪ωÉf≈y™ …çµs9 (#θãès)sù ©Çrρ•‘ ⎯ÏΒ ÏµŠÏù àM÷‚xtΡuρ …çµçF÷ƒ§θy™ #sŒÎ*sù
“Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: Voy a crear un ser
humano a partir de arcilla que procede de lodo negro ma-
leable. (28) Y cuando lo haya completado y haya insuflado
en él de Mi espíritu, caeréis postrados ante él”. (29)
El alma (nafs) y el espíritu (rüå) son dos nombres para una misma cosa. “Caeréis pos-
trados ante él”. Esa postración es como un saludo y un honor para él, y no una adoración; y a
Alläh puede dar preferencia a quien quiera, pues ha preferido a los Profetas sobre los ángeles.
yìtΒ tβθä3tƒ βr& #’n1r& }§ŠÎ=ö/Î) HωÎ) ∩⊂⊃∪ tβθãèuΗødr& öΝßγ=à2 èπs3Íׯ≈n=yϑø9$# y‰yf|¡sù ®
〈 ∩⊂⊇∪ š⎥⎪ωÉf≈¡¡9$#
“Entonces, todos los ángeles se postraron, (30) excepto Iblïs,
que se negó a ser de los que se postraron”. (31)
197
15. Sura de Al-Åiÿr
genios mueren, unos son creyentes y otros incrédulos. Ädam es el padre del género humano. E
Iblïs no es uno de los ángeles, como en Su dicho:
(50-ﻒﻪ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻜﻬ ﺑﺭ ﻣ ﹺﺮ ﻦ ﹶﺃ ﻋ ﻖ ﺴ
ﻦ ﹶﻓ ﹶﻔ ﺠ
ﻦ ﺍﹾﻟ ﹺ ﻣ ﺲ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ
ﻴﺑﻠ)ﹺﺇ ﱠﻻ ﹺﺇ
“Excepto Iblïs, que era de los genios y no quiso
obedecer la orden de su Señor”. (La Caverna-
18:50)
@t±u;Ï9 y‰àfó™X{ ⎯ä.r& öΝs9 tΑ$s% ∩⊂⊄∪ t⎦⎪ωÉf≈¡¡9$# yìtΒ tβθä3s? ωr& y7s9 $tΒ ß§ŠÎ=ö/Î*¯≈tƒ tΑ$s% ®
∩⊂⊆∪ ÒΟŠÅ_u‘ y7¯ΡÎ*sù $pκ÷]ÏΒ ólã÷z$$sù tΑ$s% ∩⊂⊂∪ 5βθãΖó¡¨Β :*uΗxq ô⎯ÏiΒ 9≅≈|Áù=|¹ ⎯ÏΒ …çµtFø)n=yz
ÏΘöθtƒ 4’n<Î) ∩⊂∠∪ t⎦⎪ÌsàΖßϑø9$# z⎯ÏΒ y7¯ΡÎ*sù tΑ$s% ∩⊂∉∪ tβθèWyèö7ムÏΘöθtƒ 4’n<Î) þ’ÎΤöÏàΡr'sù Éb>u‘ tΑ$s% ®
“Dijo: ¡Mi Señor! Concédeme una prórroga hasta el Día en que sean resucitados”. Es-
ta petición de Iblïs no es de la confianza con respecto a su grado ante Alläh, el Altísimo, que le
haría merecedor de que se le responda la petición: ha pedido que se le retrase su castigo para
aumentar su prueba, pretendiendo llegar hasta el Día de la Resurrección en el que después ya
no habrá muerte, “Dijo: ¡Tienes un plazo de prórroga!” Es decir, serás de los aplazados; “¡…
198
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hasta el Día cuyo momento es conocido!” Dijo Ibn ªAbbäs: Se refiere al primer soplo de la
trompeta, o sea, cuando mueran las criaturas; o como se ha dicho, el momento conocido del
cuál Alläh se ha reservado su conocimiento, y que Iblïs ignora: pues, él morirá y después será
resucitado, como en Su dicho:
(26-ﻦﺣﻤ ﺮ ﻥ( )ﺍﻟ ﺎ ﻓﹶﺎﻴﻬ ﻋ ﹶﻠ ﻦ ﻣ ) ﹸﻛ ﱡﻞ
“Todo cuanto haya sobre la Tierra perecerá”.
(El Misericordioso-55:26)
ωÎ) ∩⊂®∪ t⎦⎫ÏèuΗødr& öΝåκ¨]tƒÈθøî_{uρ ÇÚö‘F{$# ’Îû öΝßγs9 £⎯uΖÎiƒy—_{ ‘ÏΖoK÷ƒuθøîr& !$oÿÏ3 Éb>u‘ tΑ$s% ®
¨βÎ) ∩⊆⊇∪ íΟŠÉ)Gt ó¡ãΒ ¥’n?tã îÞ≡uÅÀ #x‹≈yδ tΑ$s% ∩⊆⊃∪ š⎥⎫ÅÁn=ø⇐ßϑø9$# ãΝåκ÷]ÏΒ š‚yŠ$t6Ïã
〈 ∩⊆⊄∪ t⎦⎪Íρ$tóø9$# z⎯ÏΒ y7yèt7¨?$# Ç⎯tΒ ωÎ) í⎯≈sÜù=ß™ öΝÍκön=tã y7s9 }§øŠs9 “ÏŠ$t6Ïã
“Dijo: ¡Mi Señor! Puesto que me has perdido, les seduciré
en la Tierra y los extraviaré a todos, (39) a excepción de
aquellos siervos Tuyos que sean sinceros. (40) Dijo: ¡Esto es
un camino recto hacia Mí! (41) Realmente, no tendrás nin-
guna autoridad sobre Mis siervos, a excepción de los extra-
viados que te sigan”. (42)
“Dijo: ¡Mi Señor! Puesto que me has perdido, les seduciré en la Tierra”. Es decir,
haciéndoles cometer desobediencias y distrayéndoles con los caprichos de la vida de este
mundo; “y los extraviaré a todos”, del camino y de la guía. Se transmitió de Abü Saªïd al-
Judrï que dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente, dijo Iblïs: ¡Oh Señor, por Tu poder y Tu
majestad! No cesaré de seducir al hijo de Ädam mientras que sus espíritus estén en sus cuer-
pos. Y dijo el Señor: ¡Por Mi poder y Mi majestad! No cesaré de perdonarles mientras me
pidan perdón”.
“A excepción de aquellos siervos Tuyos que sean sinceros”. La äya tiene dos lecturas:
una, la de la gente de Medina y de Kufa, es decir, a excepción de aquellos siervos que Tú has
elegido y escogido; y la otra, aquellos que ha sido fieles a Ti, y han sido sinceros en la adora-
ción a Ti. Relató Abü ¥umäma que preguntaron a Jesús, sobre él la paz, sus discípulos acerca
de los que son sinceros con Alläh, y dijo: Son aquellos que obran justamente y no les gusta que
la gente los elogie.
“Dijo: ¡Esto es un camino recto hacia Mí!” Dijo ªUmar ibn al-Jaööäb: Significa, es un
camino que conduce a quien lo sigue directamente al Paraíso; o, esto es un camino con retor-
no a Mí, y Yo compenso a cada uno por sus acciones; y es el camino de la adoración.
“Realmente, no tendrás ninguna autoridad sobre Mis siervos”. Dicen los ulemas: O
sea, sobre sus corazones; y según ªUyaina: Es decir, no podrás empujarles a un pecado que
impida Mi perdón, y esos son a los que Alläh ha guiado y elegido.
199
15. Sura de Al-Åiÿr
Dije (Al-Quröubï): Tal vez uno pueda decir: Alläh ha informado sobre una característi-
ca de Ädam y Åawä, sobre ellos dos la paz, en Su dicho:
(36-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻴﻄﹶﺎ ﹸﻥ( )ﺍﹾﻟ ﺸ
ﺎ ﺍﻟﻬﻤ ﺯﱠﻟ ) ﹶﻓﹶﺄ
“Pues el demonio les hizo caer”. (La Vaca-2:36)
La respuesta a eso, es que el demonio no tiene autoridad sobre sus corazones ni su fe,
ni puede arrojarles al pecado sin que sea aceptado su arrepentimiento de forma que Alläh les
borre la falta.
“… a excepción de los extraviados que te sigan”. Es decir, los extraviados idólatras; o
sea, su autoridad es sobre esos, como lo prueba Su dicho:
(100-ﻞﻨﺤﺸ ﹺﺮﻛﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟ
ﻣ ﻪ ﻢ ﹺﺑ ﻫ ﻦ ﻳﻭﹶﺍﱠﻟﺬ ﻧﻪﻮ ﻮﱠﻟ ﺘﻳ ﻦ ﻳﻋﻠﹶﻰ ﺍﱠﻟﺬ ﻪ ﻧﺳ ﹾﻠﻄﹶﺎ ﺎﻧﻤ)ﹺﺇ
“Su autoridad es sólo sobre aquellos que lo to-
man como protector y son, por él, idólatras”.
(Las Abejas-16:100)
Ö™÷“ã_ öΝåκ÷]ÏiΒ 5>$t/ Èe≅ä3Ïj9 5>≡uθö/r& èπyèö7y™ $oλm; ∩⊆⊂∪ t⎦⎫ÏèuΗødr& öΝèδ߉Ïãöθyϑs9 tΛ©⎝yγy_ ¨βÎ)uρ ®
〈 ∩⊆⊆∪ ìΘθÝ¡ø)¨Β
“Y, ciertamente, Ÿahannam es el lugar de encuentro de todos
ellos. (43) Tiene siete puertas, y a cada puerta le correspon-
de una parte de ellos, ya designada”. (44)
200
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
los muhammadies, en el segundo los cristianos, en el tercero, los judíos, en el cuarto los sa-
beos, en el quinto los zoroastrianos, en el sexto los idólatras de los árabes, y en el séptimo los
hipócritas, la familia de Faraón y aquellos que renegaron de la gente de La Mesa Servida. Dijo
Alläh, el Altísimo:
(145-ﺎﺀﻨﺴﺎ ﹺﺭ( )ﺍﻟﻦ ﺍﻟﻨ ﻣ ﺳ ﹶﻔ ﹺﻞ ﻙ ﺍ َﻷ ﺭ ﺪ ﻲ ﺍﻟﲔ ﻓ
ﻘ ﻓ ﺎﻤﻨ )ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﹾﻟ
“Ciertamente, los hipócritas estarán en el esta-
dio más bajo del Fuego”. (Las Mujeres-4:145)
(46-ﺮﺏ( )ﻏﹶﺎﻓ
ﻌﺬﹶﺍ ﹺ ﺪ ﺍﹾﻟ ﺷ ﻮ ﹶﻥ ﹶﺃ ﻋ ﺮ ﻓ ﺧﻠﹸﻮﺍ ﺁ ﹶﻝ ﺩ )ﹶﺃ
“¡Infligid a la gente de Faraón el más duro de
los castigos!” (Perdonador-40:46)
(ﲔ
ﻤ ـﺎﹶﻟﻦ ﺍﹾﻟﻌ ـﺣﺪًﺍ ﻣ ﹶﺃﻪﻋ ﱢﺬﺑ ﻋﺬﹶﺍﺑًﺎ ﹶﻻ ﺃﹸ ﻪﻋ ﱢﺬﺑ ﻲ ﺃﹸﻢ ﹶﻓﹺﺈﻧ ﻨ ﹸﻜ ﻣ ﻌﺪ ﺑ ﺮ ﻳ ﹾﻜ ﹸﻔ ﻦ ﻤ ) ﹶﻓ
(115-)ﺍﳌﺎﺋﺪﺓ
“Pero, al que después de esto reniegue, lo casti-
garé con un castigo como no he infligido a na-
die de los mundos”. (La Mesa Servida-5:115)
Se transmitió de Ibn ªUmar que dijo el Mensajero de Alläh : “Ÿahannam tiene siete
puertas, una de ellas será para quien desenvaine su espada contra mi pueblo”. Dijo: Es un
Åadïµ Garïb. Dijo Wahb ibn Munabbih: La distancia entre cada dos puertas es de setenta años,
y cada puerta es setenta veces más ardiente que la que tiene encima.
Se relató que Salmän al-Färisï, cuando oyó esta äya: “Y ciertamente, Ÿahannam es el
lugar de encuentro de todos ellos”, estuvo perdido tres días sin poder discurrir por el miedo.
Lo trajeron ante el Mensajero de Alläh y le preguntó: ¡Oh Mensajero de Alläh! Se ha revela-
do esta äya: “Y ciertamente, Ÿahannam es el lugar de encuentro de todos ellos”, y por Aquel
que te ha enviado con la verdad que se me ha cortado el corazón; y Alläh reveló:
(45-ﺮﺤﺠ
ﻥ( )ﺍﹾﻟ ﻮﻋﻴ ﻭ ﺕ
ﺎﺟﻨ ﻲﲔ ﻓ
ﻘ ﺘ)ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﹾﻟﻤ
“Ciertamente, los temerosos estarán entre jar-
dines y manantiales”. (Al-Åiÿr-15:45)
201
15. Sura de Al-Åiÿr
vino a él Ÿibrïl y dijo: “¡Oh Mensajero de Alläh, da la buena nueva a la campesina que Alläh la
ha librado de todas las puertas del Ÿahannam y le ha abierto todas las puertas del Jardín!
〈 ∩⊆∉∪ t⎦⎫ÏΖÏΒ#u™ AΟ≈n=|¡Î0 $yδθè=äz÷Š$# ∩⊆∈∪ AβθãŠããuρ ;M≈¨Ζy_ ’Îû t⎦⎫É)−Gßϑø9$# χÎ) ®
“Ciertamente, los temerosos estarán entre jardines y ma-
nantiales. (45) ¡Entrad en ellos en paz y a salvo!” (46)
“Ciertamente, los temerosos estarán”. Es decir, los que temieron a Alläh de incurrir en
la depravación y la idolatría; “… entre jardines y manantiales”, o sea, huertas y manantiales
de agua, vino, leche y miel; en cuanto a los manantiales o fuentes mencionadas en el sura de
El Hombre: Al-Käfür, Az-Zanÿabïl, As-Salsabïl, y At-Tasnïm del sura de Los Defraudadores,
ya se hablará después sobre ellas, in œä Alläh. “¡Entrad en ellos en paz y a salvo!” Es decir, a
salvo de toda enfermedad, desgracia, castigo y muerte; o con el saludo (saläm) de Alläh para
ellos.
öΝßγ¡yϑtƒ Ÿω ∩⊆∠∪ t⎦,Î#Î7≈s)tG•Β 9‘ãß™ 4’n?tã $ºΡ≡uθ÷zÎ) @e≅Ïî ô⎯ÏiΒ ΝÏδÍ‘ρ߉߹ ’Îû $tΒ $oΨôãt“tΡuρ ®
Dijo Ibn ªAbbäs: Nada más entrar la gente del Jardín al Jardín se les mostrarán dos
fuentes: primero beberán de una de ellas y Alläh quitará el rencor que hubiera en sus corazo-
nes; después entrarán en la otra fuente, se lavarán en ella y relucirán brillantes sus colores,
sus rostros quedarán puros, y resplandecerá en ellos todo esplendor y delicia. Dijo ªAlï ibn Al-
Åusein: Se reveló la äya por Abü Bakr, ªUmar, ªAlï y los çaåäba; o sea, por el rencor que
hubiere entre ellos en Ÿahilïya. Dijo Ali: Ruego ser yo, Öalåa y Az-Zubeir de esos; y el rencor es
el odio y la enemistad.
“… y estarán como hermanos, recostados en lechos, unos enfrente de otros”. Dijo Ibn
ªAbbäs: En lechos coronados con rubíes, brocados y perlas; y el lecho es lo que hay entre Ça-
naªä y Al-Ÿäbia, y entre Adén y Aila. “No les alcanzará allí ningún tipo de aflicción”, o sea,
fatiga o cansancio; “… y no tendrán que salir”, porque las delicias del Jardín son permanentes
y no cesan, y su gente permanecerá; y sus alimentos durarán siempre, como en Su dicho:
(54-ﻧﻔﹶﺎﺩ( )ﺹ ﻦ ﻣ ﺎ ﹶﻟﻪﺎ ﻣﻗﻨﻫﺬﹶﺍ ﹶﻟ ﹺﺮﺯ )ﹺﺇ ﱠﻥ
202
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ÞΟŠÏ9F{$# Ü>#x‹yèø9$# uθèδ ’Î1#x‹tã ¨βr&uρ ∩⊆®∪ ÞΟŠÏm§9$# â‘θàtóø9$# $tΡr& þ’ÎoΤr& ü“ÏŠ$t6Ïã ø⋅Ém<tΡ * ®
〈 ∩∈⊃∪
“Anuncia a Mis siervos que Yo soy el Perdonador, el Com-
pasivo, (49) y que Mi castigo será el castigo doloroso”. (50)
öΝä3ΖÏΒ $¯ΡÎ) tΑ$s% $Vϑ≈n=y™ (#θä9$s)sù ϵø‹n=tã (#θè=yzyŠ øŒÎ) ∩∈⊇∪ tΛ⎧Ïδ≡tö/Î) É#øŠ|Ê ⎯tã öΝßγø⁄Îm;tΡuρ ®
βr& #’n?tã ’ÎΤθßϑè?ö¤±o0r& tΑ$s% ∩∈⊂∪ 5ΟŠÎ=tæ AΟ≈n=äóÎ/ x8çÅe³u;çΡ $¯ΡÎ) ö≅y_öθs? Ÿω (#θä9$s% ∩∈⊄∪ tβθè=Å_uρ
“Y dales noticias de los huéspedes de Ibrähïm”. Se refiere a los ángeles que visitaron a
Ibrähïm y le dieron la buena nueva del nacimiento de su hijo, y le anunciaron la aniquilación
del pueblo de Lot. “Cuando llegaron a él y dijeron: ¡Paz!” Es decir, le dieron el saludo de paz;
203
15. Sura de Al-Åiÿr
“Dijo: Realmente, sentimos recelo de vosotros”. Es decir, sentimos angustia y miedo. Y dijo
eso después de que les hubo servido un ternero asado y vio que no comían. “Dijeron: ¡No
temas!” Es decir, los ángeles. “Dijo: ¿Me habéis traído buenas nuevas a pesar de haberme
llegado la vejez?” Es decir, a pesar de haberme llegado la vejez a mí y a mi esposa; “¿En qué
consiste, pues, la buena nueva?” En la expresión hay una frase interrogativa de admiración, o
una interrogación real, como se ha dicho en otra opinión.
⎯ÏΒ äÝuΖø)tƒ ⎯tΒuρ tΑ$s% ∩∈∈∪ š⎥⎫ÏÜÏΖ≈s)ø9$# z⎯ÏiΒ ⎯ä3s? Ÿξsù Èd,ysø9$$Î/ y7≈tΡö¤±o0 (#θä9$s% ®
∩∈®∪ š⎥⎫Ïèyϑô_r& öΝèδθ’foΨßϑs9 $¯ΡÎ) >Þθä9 tΑ#u™ HωÎ) ∩∈∇∪ š⎥⎫ÏΒÍ÷g’Χ 7Θöθs% 4’n<Î) !$oΨù=Å™ö‘é& !$¯ΡÎ)
“Dijeron: Te hemos anunciado buenas nuevas con la verdad…”. Es decir, que no ofre-
cen discusión, y que tendrás un hijo irremediablemente; “…, no seas pues de los que han per-
dido la esperanza”, o sea, no seas de los que pierden toda esperanza de tener un hijo, pues ya
la había perdido debido a su avanzada edad. “Dijo: ¿Y quién puede desesperar de la miseri-
cordia de su Señor sino los extraviados?” Es decir, los que se alejan del camino de lo correcto;
o sea, lo consideró inverosímil por su avanzada edad, no porque desesperara de la misericor-
dia de Alläh. “Dijo: ¿Y cuál es vuestra misión, oh Mensajeros?” Cuando Ibrähïm supo que sus
huéspedes eran ángeles – al haberle notificado un hecho fuera de lo normal como fue la anun-
ciación del hijo -, dijo: ¿Con qué propósito habéis venido? ¿Cuál es la misión que os ha traído
aquí? “Dijeron: Se nos ha enviado a una gente depravada”. Es decir, a gente idólatra y extra-
viada; “con la excepción de la familia de Lot, a los que salvaremos a todos, menos a su mu-
jer”. Es decir, porque su mujer era incrédula y fue incluída entre los aniquilados, como ya se
ha dicho anteriormente en otros suras.
204
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ö≅t/ (#θä9$s% ∩∉⊄∪ tβρãx6Ζ•Β ×Πöθs% öΝä3¯ΡÎ) tΑ$s% ∩∉⊇∪ tβθè=y™ößϑø9$# >Þθä9 tΑ#u™ u™!%y` $£ϑn=sù ®
∩∉⊆∪ šχθè%ω≈|Ás9 $¯Ρ)Î uρ Èd,ysø9$$Î/ y7≈oΨ÷s?r&uρ ∩∉⊂∪ šχρçtIôϑtƒ ϵŠÏù (#θçΡ%x. $yϑÎ/ y7≈oΨ÷∞Å_
(#θàÒøΒ$#uρ Ó‰tnr& óΟä3ΖÏΒ ôMÏtGù=tƒ Ÿωuρ öΝèδt≈t/÷Šr& ôìÎ7¨?$#uρ È≅ø‹©9$# z⎯ÏiΒ 8ìôÜÉ)Î/ y7Ï=÷δr'Î/ Îó r'sù
“… dijo: Sois gente desconocida”. Es decir, no os conozco; y se dijo: o sea, eran jóvenes
y los vio hermosos, temiendo por ellos la fitna de su gente; “Dijeron: Por el contrario, veni-
mos a ti con lo que ellos ponen en duda”. Es decir, ponen en duda lo que les caería, y eso era el
castigo. “Te hemos traído la verdad”, del castigo; “… y ciertamente, somos veraces”; es decir,
decimos la verdad de que seréis aniquilados; “…, y ve tú detrás de ellos”, o sea, ponte detrás
de ellos para que ninguno se quede rezagado y reciba el castigo; “… y que ninguno de vosotros
se vuelva para mirar”. Prohibió girarse para atrás para aligerar la marcha y que se alejarán de
la ciudad antes de que les sorprendiera la mañana. “Id a donde se os ordene”. Dijo Ibn
ªAbbäs: Es decir, a Œäm; o, según Muqätil, a Çafad, una de las ciudades de Lot.
u™!%y`uρ ∩∉∉∪ t⎦⎫ÅsÎ6óÁ•Β ×íθäÜø)tΒ Ï™Iωàσ¯≈yδ tÎ/#yŠ χr& tøΒF{$# y7Ï9≡sŒ ϵø‹s9Î) !$oΨø‹ŸÒs%uρ ®
(#θà)¨?$#uρ ∩∉∇∪ ÈβθßsŸÒøs? Ÿξsù ’Å∀øŠ|Ê Ï™Iωàσ¯≈yδ ¨βÎ) tΑ$s% ∩∉∠∪ tβρçųö;tGó¡o„ ÏπoΨƒÏ‰yϑø9$# ã≅÷δr&
βÎ) þ’ÎA$uΖt/ Ï™Iωàσ¯≈yδ tΑ$s% ∩∠⊃∪ š⎥⎫Ïϑn=≈yèø9$# Ç⎯tã y7yγ÷ΨtΡ öΝs9uρr& (#þθä9$s% ∩∉®∪ Èβρâ“øƒéB Ÿωuρ ©!$#
205
15. Sura de Al-Åiÿr
“Y llegaron los habitantes de la ciudad” de Lot; “alborozados” por los huéspedes de-
seándolos, para cometer con ellos actos deshonestos. “¡Temed a Alläh y no me entristezcáis!”
Es decir, no me humilléis ni me avergoncéis. “Dijeron: ¿Acaso no te hemos prohibido que
hospedes a nadie?” Es decir: Porque haríamos actos deshonestos con ellos. “Aquí tenéis a mis
hijas, si habéis de hacerlo”. Es decir, casaos con ellas para no incurrir en lo prohibido.
“¡Por tu vida, que estaban perdidos en su ceguera!” Dijo Abü Bakr ibn al-ªArabï: Han
dicho la totalidad de los ulemas que Alläh, el Altísimo, ha jurado aquí por la vida de Muåam-
mad , como un honor para él, que su gente de Quraiœ se perdió en su embriaguez, y que en
su aturdimiento reincidían.
Según el maæhab mälikï el significado de los juramentos en Sus dichos:
(1-ﲔﻥ( )ﺍﻟﺘ ﻮﻳﺘﺰ ﺍﻟﲔ ﻭ
ﺘ ﹺ)ﺍﻟ
“¡Por la higuera y el olivo!” (La Higuera-95:1)
(2-1-ﺴﻄﹸﻮ ﹴﺭ( )ﺍﻟﻄﱡﻮﺭ
ﻣ ﺏ
ﺎ ﹴﻛﺘ ﻭ . ﺍﻟﻄﱡﻮ ﹺﺭ)ﻭ
“¡Por el monte [Sinaí]! ¡Por el Libro escrito!”
(El Monte-52:1,2)
(1-ﻢﻨﺠﻯ( )ﺍﻟﻫﻮ ﺠ ﹺﻢ ﹺﺇﺫﹶﺍ
ﻨﺍﻟ)ﻭ
“¡Por la estrella cuando desaparece!” (La Estre-
lla-53:1)
(1-ﻰﻀﺤ
ﺎ( )ﺍﻟﺎﻫﺿﺤ
ﻭ ﺲ
ﻤ ﹺ ﺸ
ﺍﻟ)ﻭ
“¡Por el sol y su claridad matinal!” (El Sol-91:1)
-ﺒﻠﹶـﺪ)ﺍ ﹾﻟ (ﺪ ﻭﹶﻟ ﺎﻭﻣ ﺪ ﻟﺍﻭﻭ . ﺪ ﺒ ﹶﻠﻬﺬﹶﺍ ﺍﹾﻟ ﺣ ﱞﻞ ﹺﺑ ﺖ
ﻧﻭﹶﺃ . ﺪ ﺒ ﹶﻠﻬﺬﹶﺍ ﺍﹾﻟ ﹺﺑﺴﻢ
ِ ) ﹶﻻ ﺃﹸ ﹾﻗ
(3–2-1
“¡Juro por este territorio! ¡Y tú serás legal en
este territorio! ¡Y por un padre y lo que ha en-
gendrado!” (El Territorio-90:1, 2,3)
Todo esto significa: ¡Por el Creador de la higuera y el olivo! ¡Por el Señor del Libro es-
crito! ¡Por el Señor del territorio que hizo lícito para él! ¡Por el Señor de tu vivir y tu vida! Y
¡Por la verdad de Muåammad! Por lo tanto, el juramento se remite a Alläh, el Altísimo, o sea,
al Creador, no a lo creado.
206
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Zοu‘$y∨Ïm öΝÍκön=tã $tΡösÜøΒr&uρ $yγn=Ïù$y™ $pκuÎ=≈tã $oΨù=yèyfsù ∩∠⊂∪ t⎦⎫Ï%Îô³ãΒ èπysøŠ¢Á9$# ãΝåκøEx‹s{r'sù ®
“Y el Grito los agarró a la salida del sol”. Es decir, el castigo les sobrevino al amanecer
y se prolongó hasta la salida del sol, y en ese momento quedaron aniquilados completamente.
“Ciertamente, en eso hay signos para los que observan”, y reflexionan. De Anas ibn Mälik se
transmitió que dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente, Alläh tiene siervos que conocen a
la gente por unas características propias”. Dijo Al-Åasan: Los que observan y reflexionan (al-
mutawassimün) son los que ponderan los asuntos y saben que Aquel que hizo perecer al pue-
blo de Lot es capaz de hacer perecer a los incrédulos. Y el buen observador se considera un
fisonomista, alguien que puede llegar a conclusiones positivas basadas en sus observaciones.
Ü=≈ptõ¾r& tβ%x. βÎ)uρ ∩∠∠∪ t⎦⎫ÏΖÏΒ÷σßϑù=Ïj9 ZπtƒUψ y7Ï9≡sŒ ’Îû ¨βÎ) ∩∠∉∪ AΟŠÉ)•Β 9≅‹Î6|¡Î6s9 $pκ¨ΞÎ)uρ ®
z>¤‹x. ô‰s)s9uρ ∩∠®∪ &⎦⎫Î7•Β 8Π$tΒÎ*Î7s9 $yϑåκ¨ΞÎ)uρ öΝåκ÷]ÏΒ $uΖôϑs)tFΡ$$sù ∩∠∇∪ t⎦⎫ÏϑÎ=≈sàs9 Ïπs3÷ƒF{$#
“Ciertamente, ellas están situadas”, o sea, las ciudades del pueblo de Lot; “… en un
camino aún existente”. Es decir, en el camino de tu pueblo, oh Muåammad, a Œäm. “Los habi-
tantes del pueblo de Jetró fueron inicuos”. Se refiere a la gente de Œuªaib, que vivían en luga-
res frondosos de espesa vegetación y bosques de árboles frutales; “… y las dos yacen en un
lugar que podéis observar”. Es decir, las ciudades de Lot y Jetró son conocidas y por las que
pasa la gente.
“Ciertamente, los habitantes de Al-Åiÿr desmintieron a los Mensajeros”. Los habitan-
tes de Al-Åiÿr fueron la gente de ¥amüd; y según Qatäda, es una ciudad situada entre Meca y
Tabük. Y desmintieron a Çäleå solamente, pero quien desmiente a un Mensajero es como si
desmintiera a todos los Mensajeros. Relató Al-Bujärï, en una transmisión de Ibn ªUmar, que
207
15. Sura de Al-Åiÿr
208
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Oyó decir el Mensajero de Alläh a un hombre: ¡Oh, el mejor de la tierra! Dijo: “¡Ese
es Ibrähïm!” Y añadió: “Que nadie de vosotros diga que yo soy mejor que Yünus ibn Mattä”.
Dijo: “El mejor es el señor Yüsuf ibn Yaªqüb ibn Isåäq ibn Ibrähïm ”. Y finalmente dijo: “¡Yo
soy el señor de los hijos de Ädam y no hay jactancia en ello!” Y los méritos y excelencias del
Mensajero de Alläh no cesaron de aumentar hasta que Alläh tomó su alma; de ahí que no
esté permitido que su sunna sea abrogada ni sufra salvedad o merma en relación al dicho: “Se
me ha hecho la tierra mezquita y pura”. O cuando dijo el Mensajero de Alläh a Abü Æar:
“Allí dónde te alcance la oración, reza, porque, verdaderamente, toda la tierra es mezquita”.
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(#θçΡ%x. $¨Β Νåκ÷]tã 4©o_øîr& $! yϑsù ∩∇⊂∪ t⎦⎫Ï⇔Î6óÁãΒ èπysøŠ¢Á9$# ãΝåκøEx‹s{r'sù ∩∇⊄∪ š⎥⎫ÏΖÏΒ#u™
〈 ∩∇⊆∪ tβθç7Å¡õ3tƒ
“Les dimos Nuestros signos y se apartaron de ellos. (81) Es-
culpían casas en las montañas, sintiéndose seguros. (82)
Pero el Grito les agarró al amanecer. (83) Y de nada les sir-
vió lo que habían adquirido”. (84)
“Les dimos Nuestros signos”, refiriéndose a la camella de Çäleå, habiendo en ella mu-
chos signos: su salida de la roca, su gran tamaño sin parangón con ninguna otra camella, su
abundancia de leche hasta satisfacer a todos; y comprende también que Çäleå tuvo otros sig-
nos aparte de la camella, como el del pozo y otros; “… y se apartaron de ellos”, o sea, no los
ponderaron.
“Esculpían casas en las montañas”. Es decir, tallaban casas en la piedra, convirtiendo
las montañas en su moradas debido a su fuerza imponente; “sintiéndose seguros”, de que no
se les caerían encima las casas ni se estropearían; sin embargo, el castigo les sorprendió y las
casas, labradas en piedra, no les sirvieron para librarse de la muerte: “Pero el Grito les agarró
al amanecer”. “Y de nada les sirvió lo que habían adquirido”, o sea, de nada les sirvió la ri-
queza que habían acumulado ni las fortalezas que habían construido en las montañas; ni si-
quiera la fuerza que se les había dado.
( ×πu‹Ï?Uψ sπtã$¡¡9$# χÎ)uρ 3 Èd,ysø9$$Î/ ωÎ) !$yϑåκs]øŠt/ $tΒuρ uÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# $oΨø)n=yz $tΒuρ ®
y7≈oΨ÷s?#u™ ô‰s)s9uρ ∩∇∉∪ Λã ⎧Î=yèø9$# ß,≈¯=sƒø:$# uθèδ š−/u‘ ¨βÎ) ∩∇∈∪ Ÿ≅ŠÏϑpgø:$# yxø¢Á9$# Ëxxô¹$$sù
209
15. Sura de Al-Åiÿr
“No hemos creado los cielos y la tierra…”. Es decir, para que cesen y finalicen; o para
recompensar por ello tanto al bienhechor como para hacer pagar al malhechor, como en Su
dicho:
ﻤﻠﹸﻮﺍ ﻋ ﺎﺎﺀُﻭﺍ ﹺﺑﻤﻦ ﹶﺃﺳ ﻳﻱ ﺍﱠﻟﺬ
ﺠ ﹺﺰ
ﻴﻟ ﺽ
ﺭ ﹺ ﻲ ﺍ َﻷﺎ ﻓﻭﻣ ﺕ
ﺍﻤﻮ ﺴ
ﻲ ﺍﻟﺎ ﻓﻪ ﻣ ﻟ ﱠﻠﻭ )
(31-ﻢﻨﺠﻰ( )ﺍﻟﺴﻨ
ﺤ ﻮﺍ ﺑﹺﺎﹾﻟﺴﻨ
ﺣ ﻦ ﹶﺃ ﻳﺠﺰﹺﻱ ﺍﱠﻟﺬ
ﻳﻭ
“De Alläh es cuanto hay en los cielos y en la Tie-
rra, para hacer pagar a los malhechores por el
mal que hicieron y recompensar con lo más
hermoso a quienes hicieron el bien”.
El Profeta les dijo: “He venido a vosotros con el sacrificio, y he sido enviado con la
cosecha y no con la labranza”. “Verdaderamente, tu Señor es el Creador”, o sea, el que deter-
mina a las criaturas y las cualidades morales; “el Conocedor”, de la gente sometida a Dios y de
la gente hipócrita.
“Y, realmente, te hemos concedido siete de las ejemplares”. Difieren los ulemas sobre
“las siete ejemplares”: una opinión es que se refiere a los siete versículos del Fätiåa, según ªAlï
ibn Abï Öälib, Abü Huraira y otros, siendo esa la más extendida; pues, se transmitió de Abü
Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “¡Alabanzas a Alläh es la madre del Qur°än y las
siete ejemplares!” En otra opinión, dijo Ibn ªAbbäs: Son los diez suras largos: La Vaca, La
Familia de ªImrän, Las Mujeres, La Mesa Servida, Los Rebaños, Al-Aªräf, y los Botines de
Guerra junto al Arrepentimiento, porque no hay basmala entre ellos.
210
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Se les ha llamado “ejemplares” a las äyät porque las consideraciones, las leyes y los lí-
mites se ejemplarizan loablemente en ellas. Y se ha dicho que todo el Qur°än es ejemplar,
como en Su dicho:
(23-ﺮﺰﻣ ﻣﺜﹶﺎﻧﹺﻲ( )ﺍﻟ ﺎﹺﺑﻬًﺎﺘﺸﺎﺑًﺎ ﻣﻛﺘ )
“Un Libro armonioso y ejemplar”. (Los Grupos-
39:23)
ôÙÏ÷z$#uρ öΝÍκön=tã ÷βt“øtrB Ÿωuρ óΟßγ÷ΨÏiΒ $[_≡uρø—r& ÿ⎯ϵÎ/ $uΖ÷è−GtΒ $tΒ 4’n<Î) y7ø‹t⊥ø‹tã ¨β£‰ßϑs? Ÿω ®
“No dirijas tus ojos…”. Significa: ¡Te he enriquecido con el Qur°än para que puedas
prescindir de lo que tiene la gente en sus manos! Pues, verdaderamente, no sería de los nues-
tros quien no se enriqueciera con el Qur°än; o sea, no es de los nuestros quien piensa que no
se enriquece con lo que tiene del Qur°än hasta tal punto de dirigir su vista hacia los adornos
del mundo, a pesar de tener la ciencia y el conocimiento de Alläh. En otra interpretación se ha
dicho: llegaron siete caravanas de Al-Bosra y grupos de judíos de Quraiëa y Naîïr en un mis-
mo día, cargados con trigo, perfumes, joyas, y aparejos marinos; dijeron entonces los musul-
manes: Si toda esta riqueza la tuviéramos nosotros, seríamos fuertes con ella y podíamos
emplearla por la causa de Alläh; entonces, se reveló: “Y, realmente, te hemos concedido siete
de las ejemplares”. Es decir, pues esas son mejores para vosotros que las siete caravanas, por
lo tanto, no dirijáis vuestros ojos hacia ellas; “… a algunos grupos de ellos”. Es decir, algunos
que son similares a otros en riqueza.
La äya implica una recriminación de complacerse y deleitarse con los adornos del
mundo de forma sistemática, y un estímulo al siervo para la adoración de su Señor, igual que
en Su dicho:
ﺎﻧﻴﺪ ﺓ ﺍﻟـ ـﺎﺤﻴ
ﺮ ﹶﺓ ﺍﹾﻟ ـﺯﻫ ﻢ ﻬ ﻨ ﻣ ﺍﺟًﺎﺯﻭ ﻪ ﹶﺃ ﺎ ﹺﺑﻌﻨ ﺘﻣ ﺎﻰ ﻣ ﻚ ﹺﺇﹶﻟ
ﻴ ﻨﻴ ﻋ ﺪ ﱠﻥ ﻤ ﺗ ﻭ ﹶﻻ )
(131-ﻪ( )ﻃﹶﻪ ﻴﻢ ﻓ ﻬ ﻨﻨ ﹾﻔﺘﻟ
“Y no dirijas tu mirada hacia los placeres que
hemos dado a algunos de ellos como flor de la
vida en este mundo, para ponerles a prueba”.
(Öaha-20:131)
211
15. Sura de Al-Åiÿr
〈 ∩®⊃∪ t⎦⎫ÏϑÅ¡oKø)ßϑø9$# ’n?tã $uΖø9t“Ρr& !$yϑx. ∩∇®∪ Ú⎥⎫Î6ßϑø9$# ãƒÉ‹¨Ζ9$# $tΡr& þ†ÎoΤÎ) ö≅è%uρ ®
“Y di: ¡Ciertamente, yo soy el advertidor claro! (89) Como el
que enviamos a los que discreparon.” (90)
“Como el que enviamos a los que discreparon”. Es decir, os advierto del castigo que
enviamos a los que discreparon (al-muqtasimïn). Sobre “al-muqtasimïn” hay diversas opinio-
nes: una, según Muqätil y Al-Farrä, es que se refiere a los dieciséis hombres que envió Al-
Walïd ibn al-Muguïra durante la estación del Åaÿÿ y se repartieron por los senderos de Meca,
sus desfiladeros y gargantas, diciendo a cuantos transitaban por ellos: ¡No os dejéis seducir
por este que se aparta de nosotros pretendiendo la Profecía! ¡Está loco! O, tal vez, dijeron
mago, o poeta, o adivino. Y se les denominó “al-muqtasimïn” (literalmente, los que hacen
partes), porque dividieron estos caminos; y Alläh les condenó por el mal que hicieron. En otra
interpretación, según Qatada, fueron los incrédulos de Quraish los que partieron o dividieron
el Libro de Alläh, una parte la consideraron poesía, otra magia, otra adivinación, y otra histo-
rias de los antiguos; y en otra interpretación, según Ibn ªAbbäs, fue la gente del Libro que
creyó en una parte de él, y no creyó en otra parte.
212
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
(#θçΡ%x. $¬Ηxå ∩®⊄∪ t⎦⎫ÏèuΗødr& óΟßγ¨Ψn=t↔ó¡oΨs9 šÎn/u‘uθsù ∩®⊇∪ t⎦⎫ÅÒÏã tβ#u™öà)ø9$# (#θè=yèy_⎦⎪Ï%©!$# ®
〈 ∩®⊂∪ tβθè=yϑ÷ètƒ
“Los que dividieron el Qur°än en partes. (91) Y, por tu Señor,
que les pediremos explicaciones a todos (92) sobre lo que
solían hacer”. (93)
š⎥⎪ϙ̓öκtJó¡ßϑø9$# y7≈oΨø‹xx. $¯ΡÎ) ∩®⊆∪ t⎦⎫Ï.Îô³ßϑø9$# Ç⎯tã óÚÌôãr&uρ ãtΒ÷σè? $yϑÎ/ ÷íy‰ô¹$$sù ®
〈 ∩®∈∪
“Divulga pues, lo que se te ordena y apártate de los idóla-
tras. (94) Ciertamente, te bastamos frente a los que se bur-
lan”. (95)
“Divulga, pues, lo que se te ordena”. Es decir, transmite el mensaje de Alläh a todas las
criaturas para que no tengan argumento en tu contra, pues Alläh te lo ha ordenado. Dijo ªAb-
213
15. Sura de Al-Åiÿr
dulläh ibn ªUbaid que el Profeta mantuvo en secreto la propagación de la fe del Islam hasta
que se reveló esta äya. “… y apártate de los idólatras”, es decir, apártate de sus burlas y no
prestes atención a sus palabras, pues Alläh te ha eximido de lo que digan. Dijo Ibn ªAbbäs:
Esta äya está abrogada por Su dicho:
(5-ﻢ( )ﺍﻟﺘﻮﺑﺔ ﻫ ﻮﺗﻤﺪ ﺟ ﻭ ﻴﺚﹸ ﺣ ﲔ
ﻛ ﺸ ﹺﺮ
ﺘﻠﹸﻮﺍ ﺍﹾﻟﻤ)ﻓﹶﺎ ﹾﻗ
“¡Matad a los idólatras donde quiera que los
encontréis!” (El Arrepentimiento-9:5)
“Ciertamente, te bastamos frente a los que se burlan”. Es decir, Alläh te basta contra
quienes te dañan burlándose de ti; y fueron cinco de los principales de la gente de Meca: Al-
Walïd ibn al-Muguïra, Al-ªÄç ibn Wä°il, Al-Aswad ibn al-Muööalib, Al-Aswad ibn ªAbdeyagüµ y
Al-Åäriµ ibn aö-Öaläöala, a los que Alläh aniquiló, según se ha dicho, el día de Badr y en un
mismo día, por su burla hacia el Mensajero de Alläh . La causa de su aniquilación fue, según
describió Ibn Isåäq: Vino Ÿibrïl al Mensajero de Alläh y ellos estaban haciendo el öawäf
alrededor de la Kaªba; se puso en pie Ÿibrïl y también el Mensajero de Alläh ; pasó junto a él
Al-Aswad ibn al-Muööalib y le arrojó al rostro una hoja verde que le cegó dolorosamente los
ojos hasta hacerle golpearse el rostro contra el muro; después pasó junto a él Al-Aswad ibn
ªAbdeyagüµ y le señaló al vientre y se le hinchó éste por retención de líquidos falleciendo de
hidropesía; pasó después junto a él Al-Walïd ibn al-Muguïra al que le señaló a una cicatriz de
una herida bajo el tobillo de su pie que se le había producido hace años; él solía arrastrar sus
ropas, y se le había enganchado la punta de su lanza a su faldón y le había hecho un arañazo
sin más, pero tomó mal cariz y lo mató; después pasó junto a él Al-ªÄç ibn Wä°il y le señaló al
puente de la planta del pie, y este hombre salió en burro hacia Öä°if y el animal pació en un
arbusto espinoso de tal manera que se pinchó una espina en el pie y lo mató; y después pasó
junto a él Al-Åäriµ ibn aö-Öaläöala y le señaló a la cabeza que empezó a supurar pus y lo mató.
Y se ha dicho también que a ellos se refiere Su dicho:
(26-ﻞﻨﺤﻢ( )ﺍﻟ ﻗ ﹺﻬ ﻮ ﻦ ﹶﻓ ﻣ ﻒ
ﺴ ﹾﻘ
ﻢ ﺍﻟ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﺮ ﺨ
) ﹶﻓ
“Y el techo les cayó encima”. (Las Abejas-16:26)
y7¯Ρr& ÞΟn=÷ètΡ ô‰s)s9uρ ∩®∉∪ šχθßϑn=ôètƒ t∃öθ|¡sù 4 tyz#u™ $·γ≈s9Î) «!$# yìtΒ tβθè=yèøgs† š⎥⎪Ï%©!$# ®
∩®∇∪ t⎦⎪ωÉf≈¡¡9$# z⎯ÏiΒ ⎯ä.uρ y7În/u‘ ωôϑpt¿2 ôxÎm7|¡sù ∩®∠∪ tβθä9θà)tƒ $yϑÎ/ x8â‘ô‰|¹ ß,ŠÅÒtƒ
214
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Esos que ponen a otros dioses junto a Alläh…”. Esa es la característica de los que se
burlan. “Sabemos que tu pecho se encoge…”. O sea, tu corazón, porque el pecho es el lugar del
corazón. “… por lo que dicen”, o sea, por los desmentidos que oyes a ellos y por rechazar tus
palabras. “¡Pero, glorifica a tu Señor con Su alabanza y sé de los que se postran!” Es decir,
refúgiate en la oración, que es la culminación de la glorificación (tasbïå) y la alabanza
(taåmïd); esa es la explicación de Su dicho: “¡… y sé de los que se postran!” Y el estado de
postración en la oración es el momento cumbre de la proximidad a Alläh; como dijo el Mensa-
jero de Alläh : “El momento en que el siervo está más cerca de su Señor es cuando está pos-
trado: sincerad, pues, la invocación.”
“Y adora a tu Señor hasta que te llegue la certeza”. La certeza es la muerte; es decir, le
ordenó adorarle por si Sus siervos se mostraban remisos a Su servicio. Se refiere a la continui-
dad de la adoración durante toda la vida; como dijo el siervo virtuoso:
(31-ﺎ( )ﻣﺮﱘﺣﻴ ﺖ
ﻣ ﺩ ﺎﺓ ﻣ ﺰﻛﹶﺎ ﺍﻟﺓ ﻭ ﻼ
ﺼﹶ ﺎﻧﹺﻲ ﺑﹺﺎﻟﻭﺻ ﻭﹶﺃ )
“Y me ha encomendado la oración y el Zakä
mientras viva”. (Maryam-19:31)
Se transmitió de Abü Muslim al-Jawlänï que oyó decir al Profeta : “No se me ha ins-
pirado atesorar riqueza o ser de los comerciantes, sino que se me ha inspirado: ¡Glorifica con
la alabanza de tu Señor y sé de los que se postran! ¡Y adora a tu Señor hasta que te llegue la
certeza!”
*****
215
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
Sura de La Abeja
Es mequinense, excepto tres äyät, y consta de ciento veintiocho äyät
Dijo Ibn ªAbbäs: Es mequinense, excepto tres äyät que se revelaron en Medina tras la
muerte de Åamza en Uåud; y es Su dicho:
-ﻞﻨﺤ)ﺍﻟ (ﻤﻠﹸﻮ ﹶﻥ ﻌ ﻳ ﻮﺍﺎ ﻛﹶﺎﻧﺴ ﹺﻦ ﻣ
ﺣ ﹺﺑﹶﺄ...ﻼ
ﻴ ﹰﻤﻨًﺎ ﹶﻗﻠ ﻪ ﹶﺛ ﺪ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻬ ﻌ ﻭﺍ ﹺﺑﺘﺮﺸ
ﺗ ﻭ ﹶﻻ )
(95,96,97
217
16. Sura de La Abeja
〈 ∩⊇∪ šχθä.Îô³ç„ $£ϑtã 4’n?≈yès?uρ …çµoΨ≈ysö7ß™ 4 çνθè=Éf÷ètGó¡n@ Ÿξsù «!$# ãøΒr& #’tAr& ®
“La orden de Alläh está al llegar: no queráis precipitarla.
Gloria a Él y ensalzado sea por encima de lo que Le aso-
cian.” (1)
“La orden de Alläh está al llegar: no queráis precipitarla”. Quiere decir que vendrá
sin remedio; y la orden de Alläh es Su castigo a quienes se han entregado a la idolatría y han
desmentido a Su Mensajero. En cuanto a los que querían precipitar el castigo de Alläh, eran
gran parte de los incrédulos de Quraiœ y otros, y hasta An-Naîer ibn al-Åäriµ declaró:
ﺎ ِﺀﺴﻤ
ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﺭ ﹰﺓ ﺎﺣﺠ ﺎﻴﻨ ﻋ ﹶﻠ ﺮ ﻄ ﻣ ﻙ ﹶﻓﹶﺄ ﺪ ﻨ ﻋ ﻦ ﻣ ﻖ ﺤ
ﻮ ﺍﹾﻟ ﻫﺬﹶﺍ ﻫ ﻢ ﹺﺇ ﹾﻥ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻬ )ﺍﻟ ﱠﻠ
(32-ﻴ ﹴﻢ( )ﺍﻷﻧﻔﺎﻝﺏ ﹶﺃﻟ
ﻌﺬﹶﺍ ﹴ ﺎ ﹺﺑﺘﻨﹶﺃ ﹺﻭ ﺍﹾﺋ
“¡Oh Alläh! Si esto es la verdad que viene de Ti,
haz que nos lluevan piedras del cielo o inflíge-
nos un castigo doloroso”. (Los Botines de Gue-
rra-8:32)
Dijeron los incrédulos: Éste pretende que el Día del Juicio se ha acercado, así pues, de-
jad por un momento lo que estéis haciendo; se pararon y esperaron, pero no vieron nada.
Dijeron: ¡No vemos nada! Y se reveló:
(1-ﺎﺀﻧﹺﺒﻴﻢ( )ﺍ َﻷ ﻬ ﺑﺎﺣﺴ ﺱ
ﺎ ﹺﻠﻨﺏ ﻟ
ﺮ ﺘﺍ ﹾﻗ)
“Está cerca para los hombres el momento de
rendir sus cuentas”. (Los Profetas-21:1)
218
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Iω …絯Ρr& (#ÿρâ‘É‹Ρr& ÷βr& ÿ⎯ÍνÏŠ$t6Ïã ô⎯ÏΒ â™!$t±o„ ⎯tΒ 4’n?tã ⎯ÍνÌøΒr& ô⎯ÏΒ Çyρ”9$$Î/ sπs3Íׯ≈n=yϑø9$# ãΑÍi”t∴ム®
“Hace descender a los ángeles con el espíritu…”. Es decir, con la revelación que es la
Profecía. Dijo Ibn ªAbbäs: El equivalente a esta äya es Su dicho:
(15-ﺮﻩ( )ﻏﹶﺎﻓ ﺩ ﺎﻋﺒ ﻦ ﻣ ﺎ ُﺀﻳﺸ ﻦ ﻣ ﻋﻠﹶﻰ ﻩ ﻣ ﹺﺮ ﻦ ﹶﺃ ﻣ ﺡ
ﻭﻲ ﺍﻟﺮﻳ ﹾﻠﻘ)
“Arroja el espíritu procedente de un mandato
Suyo sobre quien quiere de Sus siervos”. (Per-
donador-40:15)
Es decir, con las palabras de Alläh que son el Qur°än. Se relató de Ibn ªAbbäs, que el
espíritu es algo creado de la propia Creación de Alläh, Poderoso y Majestuoso, lo mismo que lo
es la imagen del hijo de Adam, y no baja del cielo un ángel sin que vaya con él un espíritu. Dijo
Abü Ubaida: El espíritu aquí es Ÿibrïl. “… sobre quien quiere de Sus siervos”. Es decir, sobre
aquellos que Alläh ha elegido para la Profecía. “¡Adviérteles de que no hay más divinidad que
Yo! ¡Temedme, pues!” Esta advertencia va contra la adoración de ídolos, y la atención y el
cuidado es sobre algo que se teme que ocurra. Es decir, que la gente de incredulidad tenga
cuidado de que no hay más divinidad que Alläh.
219
16. Sura de La Abeja
$yγŠÏù öΝà6s9 3 $yγs)n=yz zΟ≈yè÷ΡF{$#uρ ∩⊆∪ ×⎦⎫Î7•Β ÒΟ‹ÅÁyz uθèδ #sŒÎ*sù 7πxõÜœΡ ⎯ÏΒ z⎯≈|¡ΣM}$#
“Ha creado los cielos y la Tierra con la verdad”. Es decir, con las pruebas de Su poder.
“¡Ensalzado sea por encima de lo que Le asocian!” O sea, por encima de esos ídolos que no
tienen capacidad para crear nada. “Ha creado al hombre a partir de una gota de esperma”.
Cuando Alläh ha mencionado la prueba de su Unicidad, menciona a continuación al hombre y
su insignificancia. Se relató que se refiere a Ubai ibn Jalaf al-Yumaåï, que acudió al Mensajero
de Alläh con un hueso carcomido y le dijo: ¿Tú crees que Alläh puede resucitar y dar vida a
este hueso carcomido? Y por eso también se reveló:
(77-( )ﻳﺲﻣﹺﺒﲔ ﻴﻢﺧﺼ ﻮ ﺔ ﹶﻓﹺﺈﺫﹶﺍ ﻫ ﹾﻄ ﹶﻔﻦ ﻧ ﻣ ﻩ ﺎﺧ ﹶﻠ ﹾﻘﻨ ﺎﺎ ﹸﻥ ﹶﺃﻧﻧﺴﺮ ﺍ ِﻹ ﻳ ﻢ ﻭﹶﻟ )ﹶﺃ
“¿Acaso no ve el hombre que lo hemos creado
de una gota de esperma, y sin embargo, es un
claro oponente?” (Yä.Sïn-36:77)
Es decir, creó al hombre de un líquido acuoso que sale de entre la espina dorsal y las
costillas, haciéndolo pasar por diferentes estadios hasta que nace y crece, y, a pesar de todo,
después porfía en los asuntos, se rebela y se muestra soberbio. Lo dicho significa el asombro
del hombre mismo, o sea, por su comportamiento; como en Su dicho:
-)ﻳﺲ (ﻴﻢﺭﻣ ﻲ ﻫ ﻭ ﻡ ﻌﻈﹶﺎ ﺤﻴﹺﻲ ﺍﹾﻟ
ﻳ ﻦ ﻣ ﻗﹶﺎ ﹶﻝﺧ ﹾﻠ ﹶﻘﻪ ﻲ ﺴ
ِ ﻧﻭ ﻼ
ﻣﹶﺜ ﹰ ﺎﺏ ﹶﻟﻨ
ﺮ ﺿ
ﻭ )
(78
“Nos pone ejemplos olvidando cómo ha sido
creado, y dice: ¿Quién dará vida a los huesos
cuando estén ya carcomidos?” (Yä.Sïn-36:78)
220
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
alimentáis de ellos”. Especifica aquí la mención del beneficio del alimento porque es el más
importante de todos.
4’n<Î) öΝà6s9$s)øOr& ã≅ÏϑøtrBuρ ∩∉∪ tβθãmuô£n@ t⎦⎫Ïnuρ tβθçt†Ìè? š⎥⎫Ïm îΑ$uΗsd $yγŠÏù öΝä3s9uρ ®
〈 ∩∠∪ ÒΟ‹Ïm§‘ Ô∃ρâ™t9s öΝä3−/u‘ χÎ) 4 ħàΡF{$# Èd,ϱÎ0 ωÎ) ϵŠÉóÎ=≈t/ (#θçΡθä3s? óΟ©9 7$s#t/
“Es hermoso para vosotros cuando los recogéis al atardecer
y cuando los lleváis a pastar por la mañana. (6) Y transpor-
tan vuestros fardos hasta tierras a las que no podríais llegar
sino tras grandes esfuerzos. Ciertamente, vuestro Señor es
Benévolo, Compasivo.” (7)
“Es hermoso para vosotros cuando los recogéis al atardecer…”. Relató Aœhab de
Mälik que se refiere al ganado cuando sale a pastar por la mañana y los animales corretean
sueltos por el prado y pacen en él, para luego regresar al atardecer a sus apriscos. “Y transpor-
tan vuestros fardos”. Es decir, vuestras cargas, ya sean alimentos, enseres o mercancías; y
como se ha dicho también, os transportan a vosotros mismos; “… hasta tierras a las que no
podríais llegar”. Según ªIkrima, las tierras aquí sería Meca en especial; pero, también se refie-
re en general a cualquier territorio.
En la äya hay una referencia general a los beneficios proporcionados por Alläh en los
rebaños; y ha especificado al camello para el transporte de cargas pesadas sobre el resto de los
animales; pues, los rebaños de ovejas y cabras son específicas para el pastoreo y el sacrificio, y
las vacas para la agricultura.
En Çaåïå Muslim se recoge, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “Iba un
hombre conduciendo una vaca a la que había cargado peso, se volvió hacia él la vaca y le dijo:
no he sido creada para esto, sino que he sido creada para labrar el campo; y dijo la gente:
¡Subåäna Alläh!, llenos de asombro y espanto: ¿Acaso puede hablar una vaca?” Dijo el Mensa-
jero de Alläh : “¡Verdaderamente, yo lo creo, y Abü Bakr y ªUmar también!”
En la äya también hay una indicación de la posibilidad de viajar en animales y trans-
portar carga sobre ellos, pero, en la proporción y cantidad adecuada y con un trato benévolo
hacia los animales, como lo ordenó el Mensajero de Alläh en un åadïµ de Abü Huraira:
“Cuando viajéis por lugares fértiles, dad a los camellos su parte de la tierra de pasto verde, y si
viajáis por lugares áridos y desérticos, apresuraos en la marcha hasta llegar pronto al lugar de
destino”.
221
16. Sura de La Abeja
“Y los caballos…”. Es decir, y creó los caballos; y la singularidad propia de estos anima-
les mencionados aquí juntos es la de servir de cabalgadura mayormente, sin que entre este
grupo de animales en el de los rebaños.
Dijeron los ulemas: Alläh, el Altísimo, nos ha hecho tomar posesión de los rebaños y
los animales de montura, sometiéndolos a nosotros; nos ha permitido su explotación y obte-
ner beneficio de ellos como una misericordia Suya para con nosotros. Y aquello que nos ha
hecho poseer y explotar de los animales también nos ha permitido alquilarlo. Eso por consen-
so de la gente del conocimiento.
Dijo Mälik sobre Su dicho “Y los caballos, mulos y asnos, para que cabalguéis en ellos
y para luciros”: es decir, ha dispuesto estos animales como montura y lucimiento y no los ha
dispuesto como alimento; así se ha pronunciado también Aœhab, y por eso han dicho nuestros
compañeros de conocimiento: No está permitido comer carne de caballo, mulo y burro, por-
que Alläh, el Altísimo, cuando ha dicho textualmente que son para la cabalgadura y el luci-
miento, ya ha indicado con ello que para otra cosa no sirven, y porque sobre los rebaños dijo:
“… y os alimentáis de ellos”, además de haberles otorgado la posibilidad de calentarse y bene-
ficiarse de ellos; de manera que nos permitió comerlos después de sacrificarlos debidamente.
Fue preguntado Ibn ªAbbäs sobre alimentarse de la carne de caballo y lo detestó; después
recitó esta äya y dijo: Estos sirven de montura; a continuación recitó la äya anterior “… y los
animales de rebaño los ha creado para vosotros: en ellos tenéis con qué calentaros, benefi-
cios y os alimentáis de ellos”, y dijo: Y estos son para comer. Y de Jälid ibn al-Walïd se trans-
mitió que el Mensajero de Alläh prohibió el día de Jaibar comer la carne de caballo, mulo y
burro, y de todo animal con colmillos como los felinos y con garras como las aves rapaces. En
cambio, la mayoría de los fuqahä y muåaddiµïn dicen que está permitida la carne de caballo,
según se relató de Abü Åanïfa.
Dije (Al-Quröubï): Lo correcto, según lo indica la consideración lógica de opinión y el
jabar, es que se permite comer la carne de caballo, y que la äya y el åadïµ no son pruebas de-
terminantes. En cuanto a la äya, no hay nada que indique en ella la prohibición de la carne de
caballo, ya que de haberla habido la habría también para la prohibición de la carne de burro;
pues, el sura es mequinense, y cualquier necesidad que hubiese habido de renovar la prohibi-
ción de la carne del burro, habría sido el año de Jaibar, pero se confirmó en los ajbär la licitud
del caballo, según se verá. También, cuando Alläh, el Altísimo, ha mencionado los rebaños,
menciona a la vez la generalidad de sus servicios y los más importantes, como son el transpor-
te de pesos y el alimento, y no mencionó la montura y el arado de los campos con ellos ni
otros, sin que ello quiera decir que no se puedan montar o usar para la agricultura. Dijo Alläh,
el Altísimo:
(79-ﺮﺗ ﹾﺄ ﹸﻛﻠﹸﻮ ﹶﻥ( )ﻏﹶﺎﻓ ﺎﻨﻬ ﻣ ﻭ ﺎﻨﻬ ﻣ ﻮﺍﺮ ﹶﻛﺒ ﺘﻟ ﻡ ﺎﻧﻌﻢ ﺍ َﻷ ﻌ ﹶﻞ ﹶﻟ ﹸﻜ ﺟ ﻱﷲ ﺍﱠﻟﺬ
ُ )ﺍ
“Alläh es Quien ha puesto para vosotros los re-
baños, para que los utilicéis de montura y os
sirvan de alimento”. (Perdonador-40:79)
222
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y también dijo sobre los caballos: “… para que cabalguéis en ellos y para luciros”.
Mencionando también la mayoría de los usos, lo que se quiere en concreto de ellos, pero no ha
mencionado el transporte de pesos; y sin embargo, se usan para la carga como se ha visto; y
por la misma razón no ha mencionado el alimento. Y así lo ha aclarado Su Profeta , al que ha
puesto para que explique con claridad lo que le ha revelado; y si en esencia el caballo ha sido
creado para su cabalgadura y lucimiento, eso no implica que no se pueda comer; si no, tam-
bién se podría decir que tampoco se come la vaca porque ha sido creada para labrar la tierra.
Relató Muslim, de Ÿäbir, que dijo: Prohibió el Mensajero de Alläh el día de Jaibar la carne
de burro doméstico y permitió la carne de caballo. También de Ÿäbir: Nos alimentó el Mensa-
jero de Alläh el día de Jaibar con carne de caballo y nos prohibió la carne de burro.
Asimismo, en la äya hay una indicación de que no se paga zakä por los caballos, porque
Alläh, el Altísimo, nos ha hecho una concesión con lo que nos ha permitido y nos ha honrado.
Se transmitió de Abü Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “El musulmán no paga çadaqa
por su esclavo ni por su caballo”. Es decir, el zakä. Y también dijo el Mensajero de Alläh :
“No hay zakä por los caballos ni los esclavos, excepto el zakät al-Fiör por los esclavos”.
“… y para luciros”. Esta hermosura y lucimiento, aunque sea uno de los disfrutes de
este mundo, Alläh se lo ha permitido a Sus siervos. Dijo el Profeta : “Los camellos son un
poderío para su gente, los rebaños son una bendición, y los caballos llevan la bendición en sus
flequillos”. Es decir, ha puesto el poderío en los camellos, porque de ellos se obtiene el vestido,
el alimento, la leche, el transporte y las expediciones; ha puesto la baraka en los rebaños por la
rapidez con que se reproducen, además de servir de comida y bebida, y crían tres veces al año;
en cuanto a los caballos destaca su importancia capital en la expansión del Dïn del Islam y la
obtención de los botines de guerra, por ponerlos al servicio del Ÿihäd por la causa de Alläh.
“Y [Alläh] crea lo que no conocéis”. Es decir, seres vivos que no conocéis: crea insectos
y bichos desconocidos en las capas más profundas de la Tierra, tanto terrestres como marinos
que ni siquiera el hombre ha oído hablar de ellos. Dijo Ibn ªAbbäs, refiriéndose a la äya: A la
derecha del Trono hay un río de luz como los siete cielos, las siete tierras, y los siete mares
setenta veces; entra en él Ÿibrïl cada madrugada y se lava, aumentando luz a su luz, hermosu-
ra a su hermosura, e inmensidad a su inmensidad; después se sacude y Alläh saca de cada
pluma setenta mil gotas, y de cada gota saca setenta mil ángeles; de ellos cada día entran se-
tenta mil a la Casa Concurrida, y en la Kaªba hay setenta mil que no regresarán a Él hasta el
Día del Juicio. De Ÿäbir ibn ªAbdelläh al-Ançärï se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh
: “Se me ha permitido que hable de uno de los ángeles de Alläh, de los portadores del Trono:
entre el lóbulo de su oreja y su hombro hay un recorrido de setecientos años [de viaje]”.
Dije (Al-Quröubï): Sobre este particular está lo que menciona Al-Baihaquï de Aœ-Œaªbï
que dijo: Ciertamente, Alläh tiene siervos [que habitan] más allá de Al-Andalus – a una dis-
tancia como la que hay entre nosotros y Al-Andalus -, que no conciben que haya criaturas que
desobedecen a Alläh; las perlas y rubíes son guijarros para ellos; tienen montañas de oro y
plata, y no labran ni cultivan la tierra, ni hacen nada. Tienen árboles a su alrededor cuyos
frutos son su alimento, y árboles de hojas anchas con las que hacen sus vestidos. Lo mencionó
en el capítulo 'El principio de la Creación', del Libro de los Nombres y los Atributos. Y de Ÿäbir
ibn ªAbdelläh al-Ançärï se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh : “Se me ha permitido
223
16. Sura de La Abeja
hablaros de uno de los ángeles de Alläh, de los portadores del Trono, la distancia entre el
lóbulo de sus oídos y su hombro es de setecientos años”.
〈 ∩®∪ š⎥⎫ÏèuΗødr& öΝà61y‰oλm; u™!$x© öθs9uρ 4 ÖÍ←!$y_ $yγ÷ΨÏΒuρ È≅‹Î6¡¡9$# ߉óÁs% «!$# ’n?tãuρ ®
“A Alläh corresponde mostrar el camino acertado, pero hay
caminos que se desvían, y si quisiera os guiaría a todos”. (9)
Dijo Ibn ªAbbäs: Es decir, a quien Alläh quiera guiar, le facilitará el camino de la fe; y a
quien quiera extraviar le hará pesada la fe para él; “… y si quisiera os guiaría a todos”. Aquí
aclara que el deseo de querer o no corresponde a Alläh, el Altísimo.
ϵŠÏù Öyfx© çµ÷ΖÏΒuρ Ò>#tx© çµ÷ΖÏiΒ /ä3©9 ( [™!$tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# š∅ÏΒ tΑt“Ρr& ü“Ï%©!$# uθèδ ®
〈 ∩⊇⊃∪ šχθßϑŠÅ¡è@
“Él es Quien hace que caiga agua del cielo para vosotros;
con ella tenéis para beber y arbustos en los que apacentáis”.
(10)
Es decir, de las lluvias se nutren los árboles, arbustos y pastos en general, a los que son
conducidos los rebaños para ser apacentados.
3 ÏN≡tyϑ¨V9$# Èe≅à2 ⎯ÏΒuρ |=≈uΖôãF{$#uρ Ÿ≅‹Ï‚¨Ζ9$#uρ šχθçG÷ƒ¨“9$#uρ tíö‘¨“9$# ϵÎ/ /ä3s9 àMÎ6/Ζム®
224
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Con ella hace que crezcan para vosotros cereales, aceitunas…”. Es decir, con las acei-
tunas se refiere también al árbol del olivo propiamente dicho.
“… y el sol y la luna; y las estrellas están sometidas por Su mandato”. Es decir, para
que a través de ellas sepáis marcar los tiempos y la maduración de los frutos, y para saber
cuándo tenéis que sembrar los cultivos; así como para que os guiéis a través de las estrellas en
la oscuridad; “… ciertamente, en ello hay signos para gente que razona”. Es decir, que com-
prende lo que Alläh le ha proporcionado de Su favor.
5Θöθs)Ïj9 ZπtƒUψ šÏ9≡sŒ ’Îû χÎ) 3 ÿ…çµçΡ≡uθø9r& $¸Î=tFøƒèΧ ÇÚö‘F{$# †Îû öΝà6s9 r&u‘sŒ $tΒuρ ®
〈 ∩⊇⊂∪ šχρã2¤‹tƒ
“Y todos los productos de variado colorido que ha creado
para vosotros en la tierra: ciertamente, en ello hay un signo
para gente que recapacita”. (13)
225
16. Sura de La Abeja
Mälik en el Muwaööa, de Kaªb Al-Aåbär, que dijo: Si no fuera por unas palabras que digo me
consideraríais un burro judío. Le preguntaron: ¿Y cuáles son? Dijo: Me refugio en la faz de
Alläh, el Inmenso, Aquel que no hay nada más inmenso que Él; por las perfectas palabras de
Alläh, las cuáles no son superadas por virtuoso ni depravado alguno; y por todos los hermosos
nombres de Alläh, los que conozco y los que no conozco, del mal que ha creado, ha sacado de
la nada, y ha producido.
“… de variado colorido”. Es decir, de formas y aspectos diferentes, o sea, los animales
los árboles y otros. “… en ello hay un signo para gente que recapacita”. Es decir, hay exhorta-
ción para gente razonable, que reflexiona y sabe que disponer todos estos elementos y some-
terlos para beneficio del hombre son señales claras de la capacidad única del Creador, y que
nadie más que Él puede hacerlo.
ZπuŠù=Ïm çµ÷ΨÏΒ (#θã_Ì÷‚tGó¡n@uρ $wƒÌsÛ $Vϑóss9 çµ÷ΖÏΒ (#θè=à2ù'tGÏ9 tóst7ø9$# t¤‚y™ ”Ï%©!$# uθèδuρ ®
〈 ∩⊇⊆∪ šχρãä3ô±s?
“Y Él es Quien ha sometido el mar para que comáis de él
carne fresca y os procuréis adornos que os ponéis – y ves
cómo la nave navega en él -, y para que busquéis Su favor,
tal vez seáis agradecidos”. (14)
“Y Él es Quien ha sometido el mar”. El sometimiento del mar es que los hombres ejer-
zan su dominio sobre él, surcando sus aguas en naves y explotando respetuosamente su rique-
za; y ésta es una gracia que Alläh nos ha otorgado, porque de no haber sido así nos habría
hecho perecer ahogados en él. “… y os procuréis adornos que os ponéis”. Es decir, las perlas y
el coral, por Su dicho:
(22-ﻦﺣﻤ ﺮ ﺎﻥ( )ﺍﻟﺮﺟ ﻤ ﺍﹾﻟﺆﻟﹸﺆ ﻭ ﺎ ﺍﻟ ﱡﻠﻬﻤ ﻨ ﻣ ﺝﺨﺮ
ﻳ)
“De ambos [mares] salen las perlas y el coral”.
(El Misericordioso-55:22)
226
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
después ªUµmän, hasta que se le cayó a éste en el pozo de Arïs, situado en una huerta cercana
a la mezquita de Qubä. Y dijo Abü Däud: No discrepó la gente de ªUµmän hasta que no se le
cayó el sello de su mano. Y la generalidad de los ulemas ha permitido hacer un sello de una
moneda.
Se hizo firme la permisividad del uso y adorno del sello de plata para los hombres; pe-
ro, Ibn Sirin y otros detestaban que se grabara en él el nombre de Alläh, mientras que lo per-
mitieron un grupo de ulemas. Pues, ocurre que si el sello se graba con el nombre de Alläh o
algunas palabras del Qur°än y se lo coloca en la mano izquierda; ¿puede entrar con él al servi-
cio para hacer sus necesidades? Se le preguntó a Mälik: ¿Puede hacer el istinyä si tiene en su
mano izquierda un sello grabado con el nombre de Alläh? Dijo: Ruego que sea ligero. Y se
relató de él que se detestaba (al-karäha) su uso en dicho lugar.
Relató Al-Bujärï, de Anas ibn Mälik, que el Mensajero de Alläh tomó un sello de pla-
ta e hizo grabar en él: “( ”ﻣﺤﻤﺪ رﺳﻮل اﷲMuåammad, el Mensajero de Alläh), y dijo: “He adoptado
un sello de moneda y he grabado en él: “ ”ﻣﺤﻤ ﺪ رﺳ ﻮل اﷲasí pues que nadie grabe lo mismo”.
Dijeron los ulemas: Esa es la prueba de que está permitido grabar el nombre del que usa el
sello.
Cabe destacar las inscripciones acuñadas en el sello de Az-Zuhrï: “”ﻣﺤﻤ ﺪ ﻳ ﺴﺄل اﷲ اﻟﻌﺎﻓﻴ ﺔ
(Muåammad pide a Alläh la salud); el sello de Mälik decía: “( ”ﺣ ﺴﺒﻲ اﷲ وﻧﻌ ﻢ اﻟﻮآﻴ ﻞAlläh me basta
como el mejor protector). Y mencionó At-Tirmiæï al-Åakïm en su libro “Nawädir al-Uçül” que
el sello de Müsä, sobre él la paz, estaba grabado con la inscripción: “( ”ﻟﻜ ﻞ أﺟ ﻞ آﺘ ﺎبCada tiempo
tiene su Libro). Y le llegó a ªUmar ibn ªAbdelªAzïz la noticia de que su hijo había comprado un
sello por valor de mil dirhams, y le escribió diciéndole: Me ha llegado la noticia de que has
comprado un sello por mil dirhams. Véndelo y alimenta con ello a mil hambrientos, y después
compra un sello de hierro y haz grabar en él: Alläh se ha compadecido de una persona que
supo el valor de sí mismo.
“… y para que busquéis Su favor”. Es decir, para que naveguéis por los mares en expe-
diciones comerciales buscando con ello vuestro beneficio.
tβρ߉tGöηs? öΝà6¯=yè©9 Wξç7ß™uρ #\≈pκ÷Ξr&uρ öΝà6Î/ y‰‹Ïϑs? βr& †Å›≡uρu‘ ÇÚö‘F{$# ’Îû 4’s+ø9r&uρ ®
〈 ∩⊇∈∪
“Ha puesto en la Tierra estacas para que no se sacudiera
con vosotros, y ríos y caminos para que os guiéis por ellos”.
(15)
“Ha puesto en la Tierra estacas…”. Es decir, ha colocado firmes montañas, para que
no se incline ni a derecha ni a izquierda. Dijo Wahb ibn Munabbih: Alläh creó la Tierra y se
movía y desplazaba; entonces, dijeron los ángeles: Ciertamente, nadie está firme sobre su
superficie. Y amaneció clavada por las montañas, y no supieron los ángeles de qué fueron
creadas las montañas. Dijo ªAlï ibn Abï Öälib : Cuando Alläh creó la Tierra, se hundió y se
227
16. Sura de La Abeja
sacudió diciendo: ¡Oh Señor! ¡Has puesto sobre mi quienes actúan en la desobediencia y los
errores, y arrojan sobre mí carroña pestilente! Y entonces Alläh fijó en ella las montañas que
veis y las que no veis. De Anas ibn Mälik se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh :
“Cuando Alläh creó la Tierra, ésta experimentó una sacudida, agitándose; entonces creó las
montañas y quedó firme. Los ángeles se quedaron maravillados de la fortaleza de las monta-
ñas, y dijeron: ¡Oh Señor! ¿Hay algo de Tu Creación que sea más fuerte que las montañas?
Dijo: ¡Si, el hierro! Dijeron: ¡Oh Señor! ¿Hay algo de Tu Creación más fuerte todavía que el
hierro? Dijo: ¡Sí, el fuego! Dijeron: ¿Y hay algo de Tu Creación más fuerte que el fuego? Dijo:
¡Sí, el agua! Dijeron: ¡Oh Señor! ¿Y hay algo de Tu Creación más fuerte que el agua? Dijo: ¡Sí,
el viento! Dijeron: ¡Oh Señor! ¿Y hay algo de Tu Creación más fuerte que el viento? Dijo: ¡Sí, el
hijo de Ädam que cuando da una limosna con su mano derecha la oculta de su izquierda!” Dijo
Abü ªÏsä: Éste es un Åadïµ Garïb.
Ÿξsùr& 3 ß,è=øƒs† ω ⎯yϑx. ß,è=øƒs† ⎯yϑsùr& ∩⊇∉∪ tβρ߉tGöκu‰ öΝèδ ÄΝôf¨Ζ9$$Î/uρ 4 ;M≈yϑ≈n=tæuρ ®
〈 ∩⊇∠∪ šχρã2x‹s?
“Y señales. Y por medio de las estrellas se guían. (16) ¿Aca-
so Quien crea es como el que no crea? ¿Es que no vais a re-
capacitar?” (17)
“Y señales”. Dijo Ibn ªAbbäs: La señales son los indicios y líneas peculiares de los ca-
minos por el día; es decir, hizo que los caminos tuvieran señales para que se pudieran orientar
y guiar por ellas; “Y por medio de las estrellas se guían”, o sea, por la noche. Dijo Al-Kalbï:
Las señales son las montañas; mientras que Muÿähid dice que hace referencia a las estrellas; y
de entre las señales están los vientos que sirven de guía. De Ibn ªAbbäs se transmitió: Pregun-
té al Mensajero de Alläh por Su dicho: “Y por medio de las estrellas se guían”, y dijo: “Es la
Estrella Polar, Ibn ªAbbäs: mediante ella conocéis vuestra quibla, y por ella os guiáis en la
tierra y en el mar”. Dijo Ibn al-ªArabï: En cuanto a todas las estrellas en general, no sirven de
guía más que para aquel que las conoce y sabe cuándo salen y cuándo se ocultan, y diferencia
entre las del sur y las del norte; asimismo las Pléyades tampoco sirven de guía, excepto para
los que se guían por todas las estrellas en general. Sin embargo, la guía para cada uno es a
través de la Estrella Polar y las estrellas Beta y Gamma de la Osa Menor, porque son estrellas
siempre visibles y fijas en su cenit girando en torno al eje polar.
“¿Acaso Quien crea?” Ese es Alläh, el Altísimo; “¿… es como el que no crea?”, refirién-
dose a los ídolos incapaces de crear. “¿Es que no vais a recapacitar?” Menciona a los ídolos
que ni crean, ni benefician ni perjudican, lo mismo que menciona a los que no razonan por lo
que hacían los árabes con los ídolos para adorarlos. La äya significa que Quien es capaz de
crear todas las cosas anteriormente mencionadas, ¿no tiene acaso más derecho a ser adorado
que quien es un ser creado que ni perjudica ni beneficia? Como en Sus dichos:
(11-ﺎﻥﻪ( )ﹸﻟ ﹾﻘﻤ ﻭﹺﻧﻦ ﺩ ﻣ ﻦ ﺬﻳ ﻖ ﺍﱠﻟ ﺧ ﹶﻠ ﺎﺫﹶﺍﻭﻧﹺﻲ ﻣﻪ ﹶﻓﹶﺄﺭ ﺍﻟ ﱠﻠﺧ ﹾﻠﻖ ﻫﺬﹶﺍ )
228
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
$tΒ ÞΟn=÷ètƒ ª!$#uρ ∩⊇∇∪ ÒΟ‹Ïm§‘ Ö‘θàtós9 ©!$# χÎ) 3 !$yδθÝÁøtéB Ÿω «!$# sπyϑ÷èÏΡ (#ρ‘‰ãès? βÎ)uρ ®
$\↔ø‹x© tβθà)è=øƒs† Ÿω «!$# Èβρߊ ⎯ÏΒ tβθããô‰tƒ š⎥⎪Ï%©!$#uρ ∩⊇®∪ šχθãΖÎ=÷èè? $tΒuρ šχρ”Å¡è@
〈 ∩⊄⊇∪ šχθèWyèö7ムtβ$−ƒr& šχρããèô±o„ $tΒuρ ( &™!$uŠômr& çöxî ìN≡uθøΒr& ∩⊄⊃∪ šχθà)n=øƒä† öΝèδuρ
“Y si tratáis de enumerar los dones de Alläh, no podréis con-
tarlos. Ciertamente, Alläh es Perdonador, Compasivo. (18) Y
Alläh conoce lo que guardáis en secreto y lo que manifestáis.
(19) Y aquellos a los que invocan aparte de Alläh no crean
nada, sino que ellos mismos son creados. (20) Están muer-
tos, no vivos, y no saben cuándo serán resucitados”. (21)
“… no crean nada,…”. Es decir, no son capaces de crear nada. “Están muertos, no vi-
vos…”. Es decir, los ídolos están muertos: no tienen espíritu, no oyen ni ven, son cuerpos
sólidos e inertes, ¿cómo podéis adorarlos si vosotros sois mejores que ellos en la vida? “… y no
saben cuándo serán resucitados”. Es decir, los seres idolatrados no saben cuándo serán resu-
citados; y la expresión es tanto para ellos como para los humanos; y se ha dicho que cierta-
mente, Alläh, resucitará a los ídolos el Día del Juicio y entonces, tendrán espíritus y se decla-
rarán inocentes del culto que se les rendía, mientras que en este mundo son sólo cuerpos
inertes que no saben cuándo se les resucitará. Dijo Ibn ªAbbäs: Los ídolos serán resucitados
compuestos con sus espíritus y con ellos sus demonios, entonces se declararán inocentes de lo
que hicieron sus adoradores; después, se arrojará a los demonios e idólatras al Fuego; o como
también se ha dicho, los ídolos serán arrojados al Fuego con sus adoradores el Día del Juicio,
como en Su dicho:
(98-ﺎﺀﻧﹺﺒﻴﻢ( )ﺍ َﻷ ﻨﻬ ﺟ ﺼﺐ
ﺣ ﻪ ﻥ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻭﻦ ﺩ ﻣ ﻭ ﹶﻥﺒﺪﻌ ﺗ ﺎﻭﻣ ﻢ ﻧ ﹸﻜ)ﹺﺇ
“Ciertamente, vosotros y lo que adorabais
aparte de Alläh seréis combustible de Yahan-
nam”. (Los Profetas-21:98)
229
16. Sura de La Abeja
en el tiempo, porque ellos no creen en la Resurrección como para estar preparados para el
encuentro con Alläh.
Ÿω …絯ΡÎ) 4 šχθãΨÎ=÷èム$tΒuρ šχρ”Å¡ç„ $tΒ ÞΟn=÷ètƒ ©!$# χr& tΠty_ Ÿω ∩⊄⊄∪ tβρçÉ9õ3tGó¡•Β
“Los que no creen en la Otra Vida la rechazan en sus corazones”. Es decir, sus corazo-
nes no aceptan la exhortación ni resulta provechoso en ellos el recuerdo de Alläh; “… pues son
arrogantes”. O sea, su soberbia les impide la aceptación de la verdad. “… Él no ama a los
arrogantes”. En el åadïµ Çaåïå: “Los arrogantes serán reunidos en el Día del Juicio como si
fueran hormigas, los pisará la gente con su pies por su soberbia”. O, como dijo también el
Mensajero de Alläh : “Se les achicarán sus cuerpos en el maåœar, o lugar de la Reunión, para
que les perjudique su pequeñez, y se les agrandará en el Fuego para que les perjudique su
mayor tamaño”.
(#þθè=Ïϑósu‹Ï9 ∩⊄⊆∪ š⎥⎫Ï9¨ρF{$# çÏÜ≈y™r& (#þθä9$s% ö/ä3š/u‘ tΑt“Ρr& !#sŒ$¨Β Μçλm; Ÿ≅ŠÏ% #sŒÎ)uρ ®
u™!$y™ Ÿωr& 3 AΟù=Ïã ÎötóÎ/ ΟßγtΡθ=ÅÒムš⎥⎪Ï%©!$# Í‘#y—÷ρr& ô⎯ÏΒuρ Ïπyϑ≈uŠÉ)ø9$# tΠöθtƒ \'s#ÏΒ$x. öΝèδu‘#y—÷ρr&
230
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hecho descender?” El que responde es An-Naîr ibn al-Åäriµ, pues la äya se reveló por él, que
partió hacia al-Åïra y compró las historias de Calila y Dimna, y solía leérselas a los Quraiœ y
decía: No lee Muåammad a sus compañeros sino historias de los antiguos, o sea, que no son
de la revelación de nuestro Señor.
“Así cargarán el Día del Juicio con todas sus responsabilidades”. Es decir, lo que dije-
ron sobre el Qur°än y el Profeta les hará cargar con las responsabilidades de ello; o sea, con las
faltas; “… con todas…”. Es decir, no se pasará por alto ni una sola calamidad que les acaeciera
en el mundo por su incredulidad. “… y con parte de las responsabilidades de aquellos a quie-
nes extraviaron”. Dijo Muÿähid: Cargarán con la culpa de aquellos a los que extraviaron, sin
que disminuya en nada la culpa propia del extraviado. En el jabar: “Cualquiera que llamara a
un extravío y fuese seguido, caerían sobre él las mismas responsabilidades de los que le siguie-
ran, sin que disminuyeran en nada las de éstos; y cualquiera que llamara a una guía y fuese
seguido, tendría la misma recompensa que la de los que le siguieran, sin que disminuyera en
nada la de éstos”. “… sin conocimiento”. Es decir, extraviaron a las criaturas por su ignorancia,
pagando las culpas que les corresponde por ello, y que de haber sabido no se habrían extra-
viado. “¿Acaso no es malo lo que pesa sobre ellos?” Es decir: ¡Qué mala es la responsabilidad
con la que cargarán! Y la äya equivalente a ésta es Su dicho:
(13-ﻮﺕﻨ ﹶﻜﺒ ﻌ ﻢ( )ﺍﹾﻟ ﻟ ﹺﻬﻊ ﹶﺃﹾﺛﻘﹶﺎ ﻣ ﻭﹶﺃﹾﺛﻘﹶﺎ ﹰﻻ ﻢ ﻬ ﻦ ﹶﺃﹾﺛﻘﹶﺎﹶﻟ ﻤﻠﹸ ﺤ
ﻴﻭﹶﻟ )
“Ellos cargarán con sus faltas, además de las
que cometan aquellos a quienes extraviaron”.
(La Araña-29:13)
§y‚sù ωÏã#uθs)ø9$# š∅ÏiΒ ΟßγuΖ≈uŠø⊥ç/ ª!$# †tAr'sù óΟÎγÏ=ö7s% ⎯ÏΒ š⎥⎪Ï%©!$# tx6tΒ ô‰s% ®
〈 ∩⊄∉∪ tβρããè±
ô o„ Ÿω ß]ø‹ym ô⎯ÏΒ Ü>#x‹yèø9$# ÞΟßγ9s?r&uρ óΟÎγÏ%öθsù ⎯ÏΒ ß#ø)¡¡9$# ãΝÍκön=tã
“Ya maquinaron otros antes que ellos, pero Alläh acometió
contra lo que habían edificado por los cimientos, y el techo
les cayó encima, y les llegó el castigo por donde no lo espe-
raban”. (26)
“… pero Alläh acometió contra lo que habían edificado por los cimientos”. Dijeron Ibn
ªAbbäs y otros: Se refiere a Numrüd ibn Kanªän y su pueblo: pretendieron subir al cielo y
combatir a su gente, de manera que construyeron una torre para subir por ella. Entonces, vino
la orden de Alläh contra la edificación en forma de terremoto o de viento y la echó abajo. Dije-
ron Ibn ªAbbäs y Wahb que la imponente construcción alcanzaba una altura de cinco mil
231
16. Sura de La Abeja
codos, y su ancho era de tres mil. Otros dicen que tenía una altura de dos parasangas y sopló
un viento que hizo desplomarse su parte superior en el mar, mientras que el resto cayó sobre
sus cabezas. Cuando cayó la Torre, se confundieron las lenguas (tabalbalat: de ahí el nombre
de Babel) de la gente debido a la angustia y ansiedad que padecieron; hablaban entonces se-
tenta y tres lenguas, y antes de eso sólo hablaban una lengua que era el siriaco.
“… y el techo les cayó encima, y les llegó el castigo por donde no lo esperaban”. Aquí
el techo se refiere al cielo; es decir, el castigo les vino del cielo que está encima de ellos, según
dijo Ibn ªAbbäs. Les llegó el castigo por donde ellos pensaban que estaban seguros. Dijo Ibn
ªAbbäs: Es decir, el mosquito con el que Alläh hizo perecer a Numrüd.
šχθ’)¯≈t±è@ óΟçGΨä. t⎦⎪Ï%©!$# š”Ï™!$Ÿ2uà° t⎦ø⎪r& ãΑθà)tƒuρ óΟÎγƒÌ“øƒä† Ïπyϑ≈uŠÉ)ø9$# tΠöθtƒ ¢ΟèO ®
〈 ∩⊄∠∪
“Luego, el Día de la Resurrección, Él los humillará y les di-
rá: ¿Dónde están ahora esos que Me asociabais y por cuya
causa os opusisteis? Dirán aquellos a los que les fue dado el
conocimiento: Hoy la humillación y el mal son para los in-
crédulos”. (27)
⎯ÏΒ ã≅yϑ÷ètΡ $¨Ζà2 $tΒ zΟn=¡¡9$# (#âθs)ø9r'sù ( öΝÍκŦàΡr& þ‘ÏϑÏ9$sß èπs3Íׯ≈n=yϑø9$# ãΝßγ9©ùuθtGs? t⎦⎪Ï%©!$# ®
232
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Aquellos a los que se llevaron los ángeles mientras eran injustos consigo mismos”.
Esa es la descripción de los incrédulos: es decir, fueron injustos consigo mismos porque pre-
pararon los caminos de su perdición y aniquilación; “ofrecerán su sumisión”. Es decir, se
entregarán a Alläh, el Altísimo, el Señor único, dóciles ante la llegada de la muerte, y dirán:
“No hacíamos ningún mal”. O sea, de idolatría; y les dirán los ángeles: “por el contrario”, sí
que hacíais el mal: “Alläh sabe lo que hacíais”. Dijo ªIkrima: Esta äya se reveló en Medina, por
una gente que se hizo musulmana en Meca, pero no hizo la hégira; entonces, Quraiœ los hizo
salir hacia Badr por la fuerza y murieron allí. Pues, dijo: “Aquellos a los que se llevaron los
ángeles”, tomando sus almas; “… mientras eran injustos consigo mismos”, permaneciendo en
Meca y no haciendo la hégira. Pero, cuando el reconocimiento y la sumisión llegan en el mo-
mento de la muerte, ya no sirve el arrepentimiento ni la fe; como en Su dicho:
(85-ﺮﺎ( )ﻏﹶﺎﻓﺳﻨ ﺑ ﹾﺄ ﺍﺭﹶﺃﻭ ﺎﻢ ﹶﻟﻤ ﺎﻢ ﹺﺇﳝ ﻬ ﻨﻔﹶﻌ ﻳ ﻳﻚ ﻢ ) ﹶﻓ ﹶﻠ
“Pero no les sirvió de nada creer, una vez que
ya habían visto Nuestra furia”. (Perdonador-
40:85)
“¡Entrad por las puertas de Ÿahannam!” Es decir, esto se les dirá en el momento de la
muerte; o, eso es un anuncio para ellos del castigo de la tumba, si consideramos que dicho
castigo es una de las puertas de Ÿahannam para los incrédulos. “¡Qué mala morada la de los
soberbios!” Es decir, la de aquellos arrogantes y soberbios que negaron la fe y la adoración a
Alläh, el Altísimo. Como ha declarado en Su dicho verdadero:
(35-ﺎﻓﱠﺎﺕﻭ ﹶﻥ( )ﺍﻟﺼﺘ ﹾﻜﹺﺒﺮﺴ
ﻳ ﻪ ﻢ ﹶﻻ ﹺﺇﻟﹶﻪ ﹺﺇ ﱠﻻ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻬ ﻴ ﹶﻞ ﹶﻟﻮﺍ ﹺﺇﺫﹶﺍ ﻗﻢ ﻛﹶﺎﻧ ﻬ ﻧ)ﹺﺇ
“Cuando se les decía: No hay divinidad sino
Alläh, mostraban su soberbia”. (Las Filas-
37:35)
ÍνÉ‹≈yδ ’Îû (#θãΖ|¡ômr& š⎥⎪Ï%©#Ïj9 3 #Zöyz (#θä9$s% 4 öΝä3š/u‘ tΑt“Ρr& !#sŒ$tΒ (#öθs)¨?$# t⎦⎪Ï%©#Ï9 Ÿ≅ŠÏ%uρ * ®
5βô‰tã àM≈¨Ζy_ ∩⊂⊃∪ t⎦⎫É)−Gßϑø9$# â‘#yŠ zΝ÷èÏΖs9uρ 4 ×öyz ÍοtÅzFψ$# â‘#t$s!uρ 4 ×πuΖ|¡ym $u‹÷Ρ‘‰9$#
ª!$# “Ì“øgs† y7Ï9≡x‹x. 4 šχρâ™!$t±o„ $tΒ $pκÏù öΝçλm; ( ã≈yγ÷ΡF{$# $pκÉJøtrB ⎯ÏΒ “ÌøgrB $pκtΞθè=äzô‰tƒ
233
16. Sura de La Abeja
“… Dirán: ¡Bien!” Es decir, dirán: Se nos ha revelado el bien. El hombre que solía lle-
gar a Meca en los días del Mausim, si preguntaba a los idólatras por Muåammad , le decían:
es un mago, o un poeta, o un adivino, o un loco; y si preguntaba a los creyentes, le decían:
Alläh le ha revelado el bien y la guía, refiriéndose al Qur°än. También se ha dicho que eso se le
preguntará a la gente de fe en el Día de la Resurrección. “Los que hayan hecho el bien, ten-
drán bien (åasana) en esta vida”. La åasana aquí es el Jardín: es decir, quien obedezca a Alläh
tendrá el Jardín mañana. “Los que hayan hecho el bien…”, hoy tendrán åasana en este mundo
en forma de victoria, conquista y botines. “… pero, la morada de la Otra Vida es mejor”. Es
decir, la recompensa que obtengan en la Otra Vida será mejor y mayor que la de este mundo
por ser ésta efímera y la Otra eterna. “Aquellos a los que se llevan los ángeles bondadosamen-
te (öaiyibïn)”. Es decir, se llevan a aquellos en estado de bondad, purificados de toda idolatría,
justos, en estado de pureza en todos sus dichos y obras, de almas benevolentes y confiadas en
la recompensa que recibirán de Alläh, el Altísimo, y por regresar a Él, y que su muerte sea
buena y fácil, y no dolorosa. De Muåammad ibn Kaªb al-Quraëï: Cuando al siervo creyente le
llega el ángel de la muerte y le dice: “As-salämu ªalaika walï Alläh”, Alläh te da el saludo; des-
pués aduce esta äya: “Aquellos a los que se llevan los ángeles bondadosamente, les dirán:
Salämun ªaleikum (¡Paz sobre vosotros!)”.
t⎦⎪Ï%©!$# Ÿ≅yèsù y7Ï9≡x‹x. 4 šÎn/u‘ ãøΒr& u’ÎAù'tƒ ÷ρr& èπx6Íׯ≈n=yϑø9$# ãΝßγuŠÏ?ù's? βr& HωÎ) tβρãÝàΖtƒ ö≅yδ ®
234
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“¿Acaso esperan a que vengan a ellos los ángeles…?” Refiriéndose a los incrédulos: es
decir, no esperan otra cosa sino que lleguen a ellos los ángeles para tomar sus almas, mientras
están siendo injustos consigo mismos. ¿… o que venga a ellos la orden de tu Señor? Es decir,
con el castigo de la muerte como en el día de Badr, o el terremoto, o su destrucción en este
mundo. También se ha dicho que se refiere al Día del Juicio. “Eso mismo hicieron quienes les
precedieron”. Es decir, persistieron en la incredulidad y entonces les llegó la orden de Alläh y
fueron aniquilados; “… y Alläh no fue injusto con ellos”. O sea, con su castigo y aniquilación,
sino que ellos fueron injustos consigo mismos por la idolatría.
〈 ∩⊂⊆∪ šχρâ™Ì“öκtJó¡o„ ⎯ϵÎ/ (#θçΡ%x. $¨Β ΝÎγÎ/ s−%tnuρ (#θè=Ïϑtã $tΒ ßN$t↔Íh‹y™ óΟßγt/$|¹r'sù ®
“Sufrieron las consecuencias de las malas acciones que co-
metieron y les rodeará el castigo del cual se burlaban”. (34)
Los anteriores sufrieron las malas obras que hicieron sin que Alläh, el Altísimo, fuera
injusto con ellos, sino que ellos fueron injustos consigo mismos; de manera que tuvieron que
soportar las consecuencias de su incredulidad y recibir el pago de sus malas acciones: “… y les
rodeará el castigo del cual se burlaban”.
Iωuρ ß⎯øtªΥ &™ó©x« ∅ÏΒ ⎯ϵÏΡρߊ ⎯ÏΒ $tΡô‰t6tã $tΒ ª!$# u™!$x© öθs9 (#θä.uõ°r& š⎥⎪Ï%©!$# tΑ$s%uρ ®
ö≅yγsù 4 óΟÎγÎ=ö6s% ⎯ÏΒ š⎥⎪Ï%©!$# Ÿ≅yèùs y7Ï9≡x‹x. 4 &™ó©x« ⎯ÏΒ ⎯ϵÏΡρߊ ⎯ÏΒ $oΨøΒ§ym Ÿωuρ $tΡäτ!$t/#u™
“Dirán los idólatras: Si Alläh hubiera querido, no habríamos adorado nada aparte de
Él…”. Dijo Az-Zaÿÿäÿ: Lo dijeron en tono de burla, porque de decirlo con creencia cierta,
habrían sido creyentes; y lo mismo que esta mentira y burla, también la hicieron los preceso-
res a estos con sus Mensajeros y perecieron: “Así es como actuaron quienes les precedieron”.
Y los Mensajeros sólo tienen la obligación de transmitir el mensaje. En cuanto a la guía, ésta
235
16. Sura de La Abeja
corresponde a Alläh, el Altísimo: “¿Y acaso corresponde a los Mensajeros otra cosa que no
sea la transmisión clara [del Mensaje]?”
( |Nθäó≈©Ü9$# (#θç7Ï⊥tGô_$#uρ ©!$# (#ρ߉ç6ôã$# Âχr& »ωθß™§‘ 7π¨Βé& Èe≅à2 ’Îû $uΖ÷Wyèt/ ô‰s)s9uρ ®
ÇÚö‘F{$# ’Îû (#ρçÅ¡sù 4 ä's#≈n=Ò9$# ϵø‹n=tã ôM¤)ym ï∅¨Β Νßγ÷ΨÏΒuρ ª!$# “y‰yδ ô⎯¨Β Νßγ÷ΨÏϑsù
“¡Adorad a Alläh y apartaos de los öägüt!” Es decir, que lo adoren única y exclusiva-
mente a Él, dejando a un lado a cualquier otro, sea demonio, adivino o ídolo; y en definitiva, a
todo el que llame al extravío. “Y hubo entre ellos a quien Alläh guió”. Es decir, lo guió recta-
mente a Su Dïn y a Su adoración; “pero, hubo en quien se hizo realidad el extravío”. Es decir,
decretando para él su muerte en la incredulidad. “Recorred, pues, la tierra y ved cómo aca-
baron los que negaron la verdad”. O sea, y ved cuál fue el final de sus asuntos que acabó con
su destrucción, su castigo y su aniquilación.
š⎥⎪ÎÅÇ≈¯Ρ ⎯ÏiΒ Οßγs9 $tΒuρ ( ‘≅ÅÒム⎯tΒ “ωöκu‰ Ÿω ©!$# ¨βÎ*sù öΝßγ1y‰èδ 4’n?tã óÉÌøtrB βÎ) ®
〈 ∩⊂∠∪
“Si te empeñas en guiarlos… Realmente, Alläh no guía a
quien extravía y no tienen quien les auxilie”. (37)
236
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
$y)ym ϵø‹n=tã #´‰ôãuρ 4’n?t/ 4 ßNθßϑtƒ ⎯tΒ ª!$# ß]yèö7tƒ Ÿω öΝÎγÏΖ≈yϑ÷ƒr& y‰ôγy_ «!$$Î/ (#θßϑ|¡ø%r&uρ ®
“Y juraron por Alläh con juramentos solemnes:…” Es una expresión de asombro por lo
que hacían: juraban por Alläh de una manera grandielocuente y exagerada que Alläh no resu-
citaría de la muerte. “… Al contrario, es una promesa que se ha impuesto”. Es decir, la pro-
mesa de la Resurrección es una Realidad; “sin embargo, la mayoría de los hombres no sabe”,
que serán resucitados. En Al-Bujärï se transmitió, de Abü Huraira, que dijo el Profeta : “Dijo
Alläh, el Altísimo: Me ha desmentido el hijo de Adán y eso no debe ser; y me ha insultado y
eso no debe ser; en cuanto a su mentira sobre Mí es su dicho: ¡No me devolverá a la vida como
me creó al principio! Y su insulto contra Mí es su dicho: ¡Alläh ha tomado un hijo! Y Yo soy el
Uno, el Eterno, que no engendró ni fue engendrado, ni hay nadie que se asemeje a Él”.
t⎦⎫Î/É‹≈Ÿ2 (#θçΡ%x. öΝåκ¨Ξr& (#ÿρãxx. š⎥⎪Ï%©!$# zΟn=÷èu‹Ï9uρ ϵŠÏù tβθàÎ=tFøƒs† “Ï%©!$# ãΝßγs9 t⎦Îi⎫t7ãŠÏ9 ®
〈 ∩⊆⊃∪ ãβθä3uŠsù ⎯ä. …çµs9 tΑθà)¯Ρ βr& çµ≈tΡ÷Šu‘r& !#sŒÎ) >™ó©y´Ï9 $uΖä9öθs% $yϑ¯ΡÎ) ∩⊂®∪
“Para aclararles aquello en lo que discrepaban, y para que
los incrédulos sepan que estaban mintiendo. (39) Cierta-
mente, cuando queremos que algo sea, le decimos: ¡Sé! - y
es”. (40)
237
16. Sura de La Abeja
ãô_V{uρ ( ZπuΖ|¡ym $u‹÷Ρ‘‰9$# ’Îû öΝßγ¨ΖsÈhθt7ãΨs9 (#θçΗÍ>àß $tΒ Ï‰÷èt/ .⎯ÏΒ «!$# ’Îû (#ρãy_$yδ t⎦⎪Ï%©!$#uρ ®
“A los que emigraron por Alläh”. La hégira o emigración, quiere decir dejar la tierra
propia, la familia y los parientes, por la causa de Alläh y por el Dïn de Alläh; “… después de
haber sido tratados injustamente”. Es decir, castigados y torturados por su creencia en Alläh.
Se reveló por Çuhaib, Biläl, Jabbäb y ªAmmär que fueron torturados por la gente de Meca
como quisieron, y cuando los soltaron hicieron la hégira a Medina, según lo dicho por Al-
Kalbï. Dijo Qatäda: Se refiere a los compañeros de Muåammad que fueron tratados injus-
tamente por los idólatras de Meca, persiguiéndoles hasta que un grupo tuvo que buscar refu-
gio en Abisinia, y después Alläh, el Altísimo, les preparó Där al-Hiÿra (Medina) y dispuso para
ellos auxiliares de los creyentes (al-ançär). “… les prepararemos en esta vida una hermosa
recompensa”. Se refiere a la buena acogida que recibieron en Medina, o a la victoria sobre sus
enemigos en relación a la conquista de los numerosos territorios para el Islam; y todo eso, por
el favor de Alläh. “… y, ciertamente, la recompensa de la Otra Vida es mayor”. Es decir, la
recompensa es mayor para uno que lo sabe antes de verlo; como en Su dicho:
(20-ﺎﻥﻧﺴﻣ ﹾﻠﻜﹰﺎ ﹶﻛﹺﺒﲑًﺍ( )ﺍ ِﻹ ﻭ ﻴﻤًﺎﻧﻌ ﺖ
ﻳﺭﹶﺃ ﻢ ﺖ ﹶﺛ
ﻳﺭﹶﺃ ﻭﹺﺇﺫﹶﺍ )
“Y cuando veas los que allí están, verás delicias
y un gran reino”. (El Hombre-76:20)
“Si supieran”. Es decir, si lo supieran esos tiranos injustos; o, como se ha dicho, si vie-
ran los creyentes la recompensa de la Otra Vida con sus propios ojos, sabrían que es mayor
que los bienes de este mundo. Se relató de ªUmar ibn al-Jaööäb que cuando hacía alguna do-
nación a los emigrantes, decía: Esto es lo que os ha prometido Alläh en este mundo, y lo que
os ha reservado para la Otra Vida es más abundante; y después les recitó esta äya.
Zω%y`Í‘ ωÎ) y7Î=ö6s% ∅ÏΒ $uΖù=y™ö‘r& !$tΒuρ ∩⊆⊄∪ tβθè=2uθtGtƒ óΟÎγÎn/u‘ 4’n?tãuρ (#ρçy9|¹ t⎦⎪Ï%©!$# ®
!$uΖø9t“Ρr&uρ 3 Ìç/–“9$#uρ ÏM≈uΖÉit7ø9$$Î/ ∩⊆⊂∪ tβθçΗ>s ÷ès? Ÿω óΟçGΨä. βÎ) Ìø.Ïe%!$# Ÿ≅÷δr& (#þθè=t↔ó¡sù 4 öΝÍκös9Î) û©ÇrθœΡ
〈 ∩⊆⊆∪ šχρã©3xtGtƒ öΝßγ¯=yès9uρ öΝÍκös9Î) tΑÌh“çΡ $tΒ Ä¨$¨Ζ=Ï9 t⎦Îi⎫t7çFÏ9 tò2Ïe%!$# y7ø‹s9Î)
“Aquellos que tuvieron paciencia y que se confían a su Se-
ñor. (42) Y no enviamos antes de ti sino a hombres a los que
inspiramos, - preguntad a la gente del Recuerdo, si vosotros
238
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Aquellos que tuvieron paciencia…”. Es decir, aquellos que tuvieron paciencia y se con-
fiaron a Alläh en todos los asuntos de su dïn. “Y no enviamos antes de ti sino a hombres a los
que inspiramos”. Se reveló por los idólatras de Meca que negaron la Profecía de Muåammad
y dijeron: Alläh está por encima de enviar como Su Mensajero a un humano, ¿ por qué no
nos ha enviado un ángel? Y Alläh, el Altísimo, les respondió con Su dicho: “Y no enviamos
antes de ti…”. Es decir, no enviamos a los pueblos antiguos, oh Muåammad: “… sino a hom-
bres”, o sea, seres humanos. “Preguntad a la gente del Recuerdo…” Dijo Sufiän: Es decir, a
los creyentes de la gente del Libro; “… si vosotros no sabéis.” Ellos os informarán de que todos
los Profetas eran seres humanos. Dijo Ibn ªAbbäs: La gente del Recuerdo es la gente del
Qur°än, o también, la gente del conocimiento. “Y te revelamos a ti el Recuerdo”. Es decir, el
Qur°än; “… para que aclares a los hombres lo que se ha hecho descender para ellos”, en este
Libro, en cuanto a leyes, promesas y amenazas, con tus dichos y hechos. En definitiva, el Men-
sajero es el clarificador de Alläh, Poderoso y Majestuoso, de aquello que ha condensado en
Su Libro sobre las leyes del çalä, el zakä y otros asuntos que no ha desglosado.
Ü>#x‹yèø9$# ÞΟßγu‹Ï?ù'tƒ ÷ρr& uÚö‘F{$# ãΝÍκÍ5 ª!$# y#Å¡øƒs† βr& ÏN$t↔ÍhŠ¡¡9$# (#ρãs3tΒ t⎦⎪Ï%©!$# z⎯ÏΒr'sùr& ®
÷ρr& ∩⊆∉∪ t⎦⎪Ì“Éf÷èßϑÎ/ Νèδ $yϑsù óΟÎγÎ6=s)s? ’Îû öΝèδx‹äzù'tƒ ÷ρr& ∩⊆∈∪ tβρããèô±o„ Ÿω ß]ø‹ym ô⎯ÏΒ
“¿Acaso los que han maquinado maldades están a salvo…?”. Es decir, acciones depra-
vadas. Esto es una amenaza para los idólatras que quisieron suprimir el Islam; “… de que
Alläh haga que se los trague la tierra”. Dijo Ibn ªAbbäs: Lo mismo que hizo desaparecer a
Qärün. Como en Su dicho:
(81-ﺺﺽ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻘﺼ
ﺭ ﻩ ﺍ َﻷ ﺍ ﹺﺭﻭﹺﺑﺪ ﻪ ﺎ ﹺﺑﺴ ﹾﻔﻨ
ﺨ ) ﹶﻓ
“Entonces, hicimos que la tierra se lo tragara
junto con su casa”. (Las Historias-28:81)
239
16. Sura de La Abeja
È≅Í←!$yϑ¤±9$#uρ È⎦⎫Ïϑu‹ø9$# Ç⎯tã …ã&é#≈n=Ïß (#àσ¨ŠxtFtƒ &™ó©x« ⎯ÏΒ ª!$# t,n=y{ $tΒ 4’n<Î) (#÷ρttƒ óΟs9uρr& ®
Es decir, “las cosas” de cuerpo erguido, tienen sombra, sea un árbol o una montaña, y
todas ellas escuchan y obedecen el mandato de Alläh, el Altísimo, en su comportamiento,
como: “Su sombra se desplaza…”, o sea, se inclina de un lado a otro, al comienzo del día está
en un estado y se contrae, y después al final del día se encuentra en otro estado y se alarga;
entonces, sus giros e inclinaciones constituyen su postración. Se ha dicho que la sombra re-
torna por la noche de poniente a oriente; como en Su dicho:
(9-ﺍﺕﺮﺠﻪ( )ﺍﹾﻟﺤ ﻣ ﹺﺮ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻲ َﺀ ﹺﺇﻟﹶﻰ ﹶﺃﺗﻔ ﻰﺣﺘ )
“Hasta que retorne al mandato de Alläh”. (Las
Habitaciones Privadas-49:9)
Ÿω öΝèδuρ èπs3Íׯ≈n=yϑø9$#uρ 7π−/!#yŠ ⎯ÏΒ ÇÚö‘F{$# †Îû $tΒuρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# ’Îû $tΒ ß‰àfó¡o„ ¬!uρ ®
240
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Y ante Alläh se postra todo ser viviente en los cielos y en la tierra”. Es decir, todo lo
que se desplaza sobre la tierra; “… así como los ángeles”, o sea, los ángeles que hay en la tie-
rra. O también se refiere: “Y ante Alläh se postra todo lo que hay en los cielos”, de ángeles, el
sol, la luna, las estrellas, los vientos, las nubes…; “y en la tierra de seres vivientes”, y se pos-
tran los ángeles de la tierra; “… y no se muestran soberbios”, en la adoración de su Señor. Y
aquí hay un rechazo hacia la pretensión de los Quraiœ de que los ángeles son hijas de Alläh.
“Temen a su Señor que está por encima de ellos”. Es decir, el castigo de su Señor, porque el
castigo aniquilador siempre cae del cielo; o los ángeles que están por encima de la tierra y
obedecen el mandato de Alläh: “… y hacen lo que se les ordena”, o sea, los ángeles.
∩∈⊇∪ Èβθç6yδö‘$$sù }‘≈−ƒÎ*sù ( Ó‰Ïn≡uρ ×µ≈s9Î) uθèδ $yϑ¯ΡÎ) ( È⎦÷⎫uΖøO$# È⎦÷⎫yγ≈s9Î) (#ÿρä‹Ï‚−Gs? Ÿω ª!$# tΑ$s%uρ * ®
〈 ∩∈⊄∪ tβθà)−Gs? «!$# uötósùr& 4 $·6Ϲ#uρ ß⎦⎪Ïe$!$# ã&s!uρ ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈uΚ¡¡9$# ’Îû $tΒ …ã&s!uρ
“Y dice Alläh: ¡No toméis dos dioses. Él es un solo Dios. Te-
medme, pues, sólo a Mí! (51) A Él pertenece cuanto hay en
los cielos y en la tierra; y a Él es debida la adoración siem-
pre. ¿Acaso temeréis a otro que Alläh?” (52)
“Y dice Alläh: ¡No toméis dos dioses! Él es un solo Dios”. Es decir, en Su esencia sagra-
da, como se ha probado según la razón lógica y la legislación de la œarïªa en el sura de La Vaca.
“… y a Él es debida la adoración (ad-dïn) siempre”. “Ad-dïn”, es la obediencia y la sin-
ceridad; o sea que la obediencia a Alläh es obligatoria siempre. “¿Acaso temeréis a otro que
Alläh?” Es decir, no es correcto que temáis a otro que no sea Alläh.
#sŒÎ) ¢ΟèO ∩∈⊂∪ tβρãt↔øgrB ϵø‹s9Î*sù •‘Ø9$# ãΝä3¡¡tΒ #sŒÎ) ¢ΟèO ( «!$# z⎯Ïϑsù 7πyϑ÷èÏoΡ ⎯ÏiΒ Νä3Î/ $tΒuρ ®
4 óΟßγ≈oΨ÷s?#u™ !$yϑÎ/ (#ρãàõ3u‹Ï9 ∩∈⊆∪ tβθä.Îô³„ç öΝÍκÍh5tÎ/ /ä3ΖÏiΒ ×,ƒÌsù #sŒÎ) óΟä3Ζtã §‘Ø9$# y#t±x.
241
16. Sura de La Abeja
“Las gracias que tenéis vienen de Alläh”. Es decir, la salud del cuerpo, la provisión que
os llega, los hijos, etc.: todos esos dones o gracias provienen de Alläh. “Sin embargo, cuando
os toca algún mal, entonces Le imploráis”. Es decir, clamáis y gritáis con alboroto en la invo-
cación. “Y después, una vez que se os ha librado del mal…”, de la desgracia o enfermedad;
“…un grupo de vosotros asocia a otros con su Señor”. La expresión significa el asombro ante
el hecho de la idolatría después de haberse librado de la aniquilación.
óΟçFΖä. $£ϑtã £⎯è=t↔ó¡çFs9 «!$$s? 3 óΟßγ≈oΨø%y—u‘ $£ϑÏiΒ $Y7ŠÅÁtΡ tβθßϑn=ôètƒ Ÿω $yϑÏ9 tβθè=yèøgs†uρ ®
tÏe±ç0 #sŒÎ)uρ ∩∈∠∪ šχθåκtJô±tƒ $¨Β Νßγs9uρ …çµoΨ≈ysö7ß™ ÏM≈oΨt7ø9$# ¬! tβθè=yèøgs†uρ ∩∈∉∪ tβρçtIøs?
Ï™þθß™ ⎯ÏΒ ÏΘöθs)ø9$# z⎯ÏΒ 3“u‘≡uθtGtƒ ∩∈∇∪ ×Λ⎧Ïàx. uθèδuρ #tŠuθó¡ãΒ …çµßγô_uρ ¨≅sß 4©s\ΡW{$$Î/ Νèδ߉ymr&
tβθßϑä3øts† $tΒ u™!$y™ Ÿωr& 3 É>#u—I9$# ’Îû …çµ”™ß‰tƒ ôΘr& Aχθèδ 4’n?ã
t …çµä3Å¡ôϑãƒr& 4 ÿ⎯ϵÎ/ uÅe³ç0 $tΒ
〈 ∩∈®∪
“Destinan una parte de la provisión que les damos a lo que
no conocen. ¡Por Alläh! Seréis preguntados acerca de lo que
inventasteis. (56) Y atribuyen hijas a Alläh, ¡glorificado sea! -
mientras que para sí mismos escogen sólo sus caprichos.
(57) Y cuando a alguno de ellos se le anuncia una hembra,
su rostro se ensombrece, y tiene que contener la ira. (58) Se
esconde de la gente a causa del mal de lo que se le anunció,
pensando si se quedará con ello a pesar de la vergüenza o lo
enterrará. ¿Acaso no es malo lo que juzgan? (59)
“Destinan una parte de la provisión que les damos a lo que no conocen”. Aquí men-
ciona otro tipo de su ignorancia, o sea, esos incrédulos destinan algo de su dinero para los
ídolos y estatuas sin saber si les beneficia o les perjudica; como en Su dicho:
(136-ﺎ( )ﺍﻷﻧﻌﺎﻡﺋﻨﺮﻛﹶﺎ ﻟﺸ ﻫﺬﹶﺍ ﻭ ﻢ ﻤ ﹺﻬ ﻋ ﺰ ﻪ ﹺﺑ ﻟ ﱠﻠ ﻫﺬﹶﺍ ) ﹶﻓﻘﹶﺎﻟﹸﻮﺍ
“Dicen, según sus pretensiones: ¡Esto es para
Alläh! Y esto para nuestros ídolos”. (Los Reba-
ños-6:136)
242
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
que no Le es propia y que Le atribuyen, como el tomar hijos o hijas; “mientras que para sí
mismos escogen sólo sus caprichos”. Es decir, prefieren para sí mismos los hijos, y se aver-
güenzan de las hijas y las desdeñan.
“Y cuando a alguno de ellos se le anuncia una hembra…”. Es decir, se le da la noticia a
uno de ellos del nacimiento de una niña; “… su rostro se ensombrece”. Es decir, cambia su
rostro porque se entristece al saberlo. “Se esconde de la gente a causa del mal de lo que se le
anunció…”. Es decir, se siente avergonzado a causa de la niña; “… pensando si se quedará con
ello a pesar de la vergüenza o lo enterrará”. Es decir, se interpreta como que la humillación y
la vergüenza son debidas a la niña, es decir, si se queda con ella a pesar de la humillación o la
entierra, como solían hacer en la época de Ÿahilïya de enterrar a las niñas vivas. Dijo Qatäda:
Los Muîar y Juzäªa enterraban a las niñas estando vivas, y los peores de todos en esto eran
los Tamïm.
En Çaåïå Muslim se transmitió de ªA°iœa, Alläh esté complacido de ella, que dijo: Vino
a pedirme limosna una mujer con dos niñas, y no tenía más que un dátil que darle, de forma
que lo partió en dos mitades para sus hijas y la madre no probó nada; una vez que se hubo
marchado vino a verme el Profeta y le hablé del hecho; y dijo el Profeta : “Quien sea pro-
bado en algo de sus hijas y les haga el bien, eso le protegerá del Fuego”. En otro åadïµ de
ªA°iœa: Vino una pobre mujer llevando dos niñas y le di tres dátiles que tenía de comer: le dio
uno a cada una y cuando se disponía a llevarse a la boca el tercero, lo partió en dos y se lo dio
también a sus hijas. Quedé asombrada por el hecho y al mencionárselo al Profeta , dijo:
“Verdaderamente, Alläh, Poderoso y Majestuoso, ha otorgado a esa mujer por ello el Jardín y
la ha librado del Fuego”. De Anas ibn Mälik se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh :
“Quien educara a dos hijas hasta alcanzar la pubertad, llegará el Día del Juicio y estaremos yo
y él así (y juntó los dedos)”. Y dijo el Mensajero de Alläh : “Quien tuviera una hija y la educa-
ra cuidadosamente y le enseñara debidamente, dándole de las gracias de Alläh que le habían
sido dadas a él, eso le serviría para librarse del Fuego”.
“¿Acaso no es malo lo que juzgan?” Es decir, en cuanto a atribuir hijas a su Creador, y
atribuir los hijos a ellos; como en Su dicho:
(21،22-ﻯ( )ﺍﻟﻨﺠﻢﻴﺰﻤﺔﹲ ﺿ ﺴ
ﻗ ﻚ ﹺﺇﺫﹰﺍ
ﺗ ﹾﻠ ﻧﺜﹶﻰ ﺍ ُﻷﻭﹶﻟﻪ ﺍﻟ ﱠﺬ ﹶﻛﺮ)ﹶﺃﹶﻟﻜﹸﻢ
“¿Para vosotros los varones y para Él las hem-
bras? Ese sería un reparto injusto”. (Las Estre-
llas-53:21,22)
Ⓝ͓yèø9$# uθèδuρ 4 4’n?ôãF{$# ã≅sVyϑø9$# ¬!uρ ( Ï™öθ¡¡9$# ã≅sWtΒ ÍοtÅzFψ$$Î/ tβθãΖÏΒ÷σムŸω t⎦⎪Ï%©#Ï9 ®
⎯Å3≈s9uρ 7π−/!#yŠ ⎯ÏΒ $pκön=tæ x8ts? $¨Β /ÏSÏϑù=ÝàÎ/ }¨$¨Ζ9$# ª!$# ä‹Ï{#xσムöθs9uρ ∩∉⊃∪ ÞΟ‹Å3ysø9$#
Ÿωuρ ( Zπtã$y™ šχρãÏ‚ø↔tFó¡tƒ Ÿω óΟßγè=y_r& u™!%y` #sŒÎ*sù ( ‘wΚ|¡•Β 9≅y_r& #’n<Î) öΝèδã½jzxσãƒ
〈 ∩∉⊇∪ tβθãΒωø)tGó¡o„
243
16. Sura de La Abeja
“A los que no creen en la Otra Vida les corresponde la peor descripción”. Es decir, las
peores características: la ignorancia y la incredulidad, o el castigo y el Fuego; y les correspon-
de a esos que han atribuido compañera e hijas a Alläh, el Altísimo. “… y a Alläh le correspon-
de la descripción más sublime”. O sea, la sinceridad y la unicidad; o como se ha dicho: la
cualidad elevada de ser el Creador y Proveedor. Dijo Ibn ªAbbäs: “la peor descripción”, es el
Fuego; y “la descripción más sublime”, es el testimonio de: Lä iläha illä Alläh; como en Su
dicho:
(35-ﻮﺭﻩ( )ﺍﻟﻨ ﻮ ﹺﺭﻣﹶﺜﻞﹸ ﻧ ﺽ
ﺭ ﹺ ﺍ َﻷﺕ ﻭ
ﺍﻤﻮ ﺴ
ﺭ ﺍﻟ ﻮﻪ ﻧ )ﺍﻟ ﱠﻠ
“Alläh es la luz de los cielos y la tierra. La des-
cripción de Su luz…”. (La Luz-24:35)
244
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“… pero cuando les llega su plazo…”. Es decir, pero cuando les llegue la hora de morir
y perecer…. Y si se pregunta: ¿Cómo pueden perecer todos aniquilados, estando entre ellos el
creyente que no es injusto? Se responde: Hace de la aniquilación del injusto una venganza y
pago por lo que hizo, y la aniquilación del creyente a cambio de su recompensa en la Otra
Vida. En Çaåïå Muslim se transmitió, de ªAbdulläh ibn ªUmar, que oyó decir al Mensajero de
Alläh : “Cuando Alläh quiere castigar a un pueblo, el castigo les coge a todos los que estén, y
después serán resucitados según sus intenciones”. De Umm Salama se transmitió que fue
preguntada por el ejército aquel que desapareció totalmente, siendo eso en los día de Ibn Az-
Zubeir, y dijo: Dijo el Mensajero de Alläh : “Vendrá uno a buscar asilo en la Casa y se envia-
rá a por él un emisario; y una vez que estén en medio del camino, en una tierra despoblada, se
los tragará la tierra”. Dije: ¡Mensajero de Alläh! ¿Qué pasará con el que iba a la fuerza? Dijo:
“Desaparecerán todos, pero serán resucitados el Día del Juicio según sus intenciones”.
y7Î=ö6s% ⎯ÏiΒ 5ΟtΒé& #’n<Î) !$oΨù=y™ö‘&r ô‰s)s9 «!$$s? ∩∉⊄∪ tβθèÛtø•Β Νåκ¨Ξr&uρ u‘$¨Ζ9$# ãΝßγs9 ¨βr& tΠty_ Ÿω
$uΖø9t“Ρr& !$tΒuρ ∩∉⊂∪ ÒΟŠÏ9r& ë>#x‹tã öΝçλm;uρ tΠöθu‹ø9$# ãΝåκ‘Ï9uρ uθßγsù óΟßγn=≈uΗùår& ß⎯≈sÜø‹¤±9$# ãΝßγs9 z⎯−ƒt“sù
5Θöθs)Ïj9 ZπuΗ÷qu‘uρ “Y‰èδuρ ϵŠÏù (#θàn=tG÷z$# “Ï%©!$# ÞΟçλm; t⎦Îi⎫t7çFÏ9 ω)Î |=≈tGÅ3ø9$# y7ø‹n=tã
〈 ∩∉⊆∪ šχθãΖÏΒ÷σãƒ
“Atribuyen a Alläh lo que ellos detestan, mientras sus len-
guas declaran la mentira de que ellos tendrán lo más her-
moso. Sin ninguna duda tendrán el Fuego y en él serán
abandonados. (62) ¡Por Alläh! Mandamos enviados a las
comunidades que te precedieron, pero el diablo les embe-
lleció lo que hacían. Hoy, él será su protector y tendrán un
doloroso castigo. (63) Y no hicimos que descendiera sobre
ti el Libro sino para que les aclararas aquello en lo que dis-
crepaban, y como guía y misericordia para gente que cree”.
(64)
“Atribuyen a Alläh lo que ellos detestan”. Es decir, las hijas. “… mientras sus lenguas
declaran la mentira de que ellos tendrán lo más hermoso”. Dijo Muÿähid: Es lo que dicen de
245
16. Sura de La Abeja
que ellos tendrán los hijos y Alläh las hijas. “… y en él serán abandonados”. Es decir, serán
llevados rápidamente al Fuego, según Al-Åasan y Qatäda.
“¡Por Alläh! Mandamos enviados a las comunidades… pero el diablo les embelleció lo
que hacían”. Es decir, las perversidades que hacían; y es un consuelo para el Profeta de que
los profetas que le precedieron fueron desmentidos por sus respectivos pueblos. “Hoy, él será
su protector y tendrán un doloroso castigo”. Es decir, el Día del Juicio: Éste es vuestro pro-
tector: pedidle a él ayuda para que os salve del castigo. Y la expresión tiene un sentido recri-
minatorio.
“Y no hicimos que descendiera sobre ti el Libro”. Es decir, el Qur°än; “… sino para que
les aclararas aquello en lo que discrepaban”, sobre las leyes del Dïn, y para que les aportaras
los argumentos necesarios con tu aclaración.
ZπtƒUψ y7Ï9≡sŒ ’Îû ¨βÎ) 4 !$pκÌEöθtΒ y‰÷èt/ uÚö‘F{$# ϵÎ/ $u‹ômr'sù [™!$tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# z⎯ÏΒ tΑt“Ρr& ª!$#uρ ®
È⎦÷⎫t/ .⎯ÏΒ ⎯ϵÏΡθäÜç/ ’Îû $®ÿÊeΕ /ä3‹É)ó¡Σ ( Zοuö9Ïè9s ÉΟ≈yè÷ΡF{$# ’Îû ö/ä3s9 ¨βÎ)uρ ∩∉∈∪ tβθãèyϑó¡o„ 5Θöθs)Ïj9
“Y Alläh hace que caiga agua del cielo”. Es decir, de las nubes; “… con la que vivifica la
tierra después de muerta”. Vuelve a hablar aquí de los múltiples dones y la aclaración de Su
perfecto poder. “… realmente, en eso hay un signo para gente que escucha”. Es decir, una
indicación sobre la Resurrección, y Su Unidad, teniendo en cuenta que ellos saben que sus
adorados ídolos no pueden hacer nada; y esta indicación es: “Para gente que escucha” a Alläh,
el Altísimo, con los corazones, no con los oídos, como en Su dicho:
-ﺞ
ﺤ )ﺍﹾﻟ (ﻭ ﹺﺭﺼﺪ
ﻲ ﺍﻟﻲ ﻓﺏ ﺍﱠﻟﺘ
ﻰ ﺍﹾﻟ ﹸﻘﻠﹸﻮﻌﻤ ﺗ ﻦ ﻜ ﻭﹶﻟ ﺭ ﺎﺑﺼﻰ ﺍ َﻷﻌﻤ ﺗ ﺎ ﹶﻻﻧﻬ) ﹶﻓﹺﺈ
(46
“Pues realmente, no son los ojos los que están
ciegos, sino que son los corazones que están en
los pechos los que están ciegos”. (La Peregrina-
ción-22:46)
“Y, ciertamente, en los rebaños…”. Aquí se refiere a las cuatro especies de animales de
rebaño: los camellos, las vacas, las ovejas y las cabras; “… tenéis un ejemplo” del poder divino.
246
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Dijo Abü Bakr al-Warräq: El ejemplo o la lección en los rebaños consisten en su sometimiento
total a sus dueños para su explotación y beneficio.
“Os damos de beber de lo que hay en sus vientres, de entre heces y sangre: leche pu-
ra”. Significa que del alimento resulta lo que va a parar de residuos al vientre o las tripas y a la
sangre; y después libra la leche de la sangre. Pues esta leche sale de entre eso y la sangre en las
venas. Dijo Ibn ªAbbäs: El animal come el pasto y cuando reposa en su tripa la procesa que-
dando en el fondo los residuos, en el medio la leche, y arriba la sangre; y el hígado es el que
controla los procesos: pues divide la sangre, la depura y la hace correr por las venas, y la leche
corre a la ubre; mientras que el residuo queda tal cual en la tripa. Y en Su dicho:
(5-ﺮﺭ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻘﻤ ﻨ ﹸﺬﻐ ﹺﻦ ﺍﻟ ﺎ ﺗﻐﺔﹲ ﹶﻓﻤ ﻟﺎﻤﺔﹲ ﺑ ﺣ ﹾﻜ )
“Una sabiduría extremada. ¿Pero de qué le ser-
virán las advertencias?”. (La Luna-54:5)
“Leche pura”, limpia de la rojez de la sangre y la suciedad de las heces, aún habiendo
estado juntas en el mismo recipiente. “… agradable para quien la bebe”. Es decir, deliciosa y
grata, que no se sofoca la garganta de quien la bebe.
Relataron Abü Däud y otros de Ibn ªAbbäs que dijo: Le trajeron leche (laban) al Men-
sajero de Alläh y al beberla dijo: “Cuando alguno de vosotros tome alimentos, que diga: ¡Oh
Alläh! Bendícenos los alimentos y danos de comer mejores que ellos. Y cuando se le dé a beber
leche, que diga: ¡Oh Alläh! Bendícenosla y auméntanosla, pues no hay nada que pueda suplir
la comida y la bebida excepto la leche”. Y Alläh, el Altísimo, ha hecho de la leche un signo para
Ÿibrïl en la guía de esta Umma que es la mejor de todas. Se recogió en el Çaåïå: “Vino a mí
Ÿibrïl con un recipiente de vino y otro de leche, y entonces yo elegí el de leche, y me dijo Ÿibrïl:
Has elegido la naturaleza innata (al-fiöra), porque si hubieras elegido el vino se habría extra-
viado tu pueblo”.
’Îû ¨βÎ) 3 $·Ζ|¡ym $»%ø—Í‘uρ #\x6y™ çµ÷ΖÏΒ tβρä‹Ï‚−Gs? É=≈uΖôãF{$#uρ È≅‹Ï‚¨Ζ9$# ÏN≡tyϑrO ⎯ÏΒuρ ®
“De los frutos de las palmeras y de las vides extraéis un embriagante (sakar)”. Dijo
Ibn ªAbbäs: Esta äya se reveló antes de la prohibición del vino, por lo tanto la äya está abroga-
da. El término “sakar” se refiere al vino y la “buena provisión” a toda comida y bebida de
estos dos árboles y que es lícita. Y se ha dicho que el “sakar” es el zumo dulce y lícito que se ha
llamado embriagante (sakar) porque embriaga si se deja fermentar y entonces es ilícito su
consumo.
247
16. Sura de La Abeja
Sobre la äya abrogada dijo Ibn al-ªArabï: Si se dice: ¿Cómo se puede abrogar esta äya
que es una información que como tal no admite abrogación? Decimos: Eso es cuando no se
confirma en ello la œarïªa, pues ha quedado claro que cuando una noticia o información es
sobre la existencia real, o la concesión de una recompensa como favor de Alläh, es ahí donde
no admite abrogación; pero si la información comprende una ley de la œarïªa, entonces las
leyes pueden cambiarse y abrogarse, venga de una noticia o de un mandato; y la abrogación
no se remite a la expresión sino a lo que contiene; y si comprendéis esto habréis salido de la
categoría del necio de la cual nos informó Alläh sobre los incrédulos en Su dicho:
ـ ﹾﻞﺘ ﹴﺮ ﺑ ﹾﻔﺖ ﻣ
ﻧﺎ ﹶﺃﻧﻤﺰﻝﹸ ﻗﹶﺎﻟﹸﻮﺍ ﹺﺇ ﻨﺎ ﻳ ﹺﺑﻤﻋ ﹶﻠﻢ ﻭﺍﹶﻟﻠﱠﻪ ﹶﺃ ﺔ ﻳﻣﻜﹶﺎ ﹶﻥ ﺁ ﻳ ﹰﺔﺎ ﺁﺪﹾﻟﻨ ﺑ ﻭﹺﺇﺫﹶﺍ )
(101-ﻞﻨﺤﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﻌ ﹶﻠﻤ ﻳ ﻢ ﹶﻻ ﻫﹶﺃ ﹾﻛﹶﺜﺮ
“Cuando cambiamos un signo en lugar de otro
– y Alläh sabe lo que hace descender – dicen:
¡Tú lo inventas! Sin embargo, la mayoría de
ellos no saben”. (La Abeja-16:101)
Significa que ellos ignoraron que el Señor puede ordenar lo que quiera y responsabili-
zar de lo que quiera, y de ello libera con Su justicia lo que quiere, y reafirma lo que quiere. Y
con Él está la madre del Libro.
$£ϑÏΒuρ Ìyf¤±9$# z⎯ÏΒuρ $Y?θã‹ç/ ÉΑ$t6Ågø:$# z⎯ÏΒ “ɋσªB$# Èβr& È≅øtª[“$# ’n<Î) y7•/u‘ 4‘ym÷ρr&uρ ®
〈 ∩∉∇∪ tβθä©Ì÷ètƒ
“Y tu Señor inspiró a la abeja: ¡Establece tu morada en las
montañas, en los árboles y en las que el hombre os constru-
ya!” (68)
248
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Dijo Ibrähïm al-Åarbï: Alläh pone en los seres inertes un poder que no se sabe cuál es:
no lo ha traído ningún mensajero procedente de Alläh, sin embargo, Alläh, el Altísimo, lo ha
dado a conocer, o sea, se lo ha inspirado a los seres inanimados.
Se transmitió de Abü Huraira que dijo el Profeta : “Todos los insectos voladores esta-
rán en el Fuego como castigo para la gente del mismo, excepto la abeja”. Lo mencionó At-
Tirmiæï en su libro “Nawädir al-Uçül”. De Ibn ªAbbäs se transmitió que dijo: Prohibió el Men-
sajero de Alläh matar a la hormiga, la abeja, la abubilla y al pájaro carpintero.
“¡Establece la morada en las montañas, en los árboles…!” Eso es para las abejas que
no tengan dueño; “¡… y en las que el hombre os construya!” Alläh ha hecho la morada de la
abeja de tres tipos: entre las rocas de las montañas, en los huecos de los árboles, y en las col-
menas que construye el hombre para ella.
Dijo Ibn al-ªArabï: Es admirable lo que ha creado Alläh en la abeja y cómo le ha inspi-
rado la construcción de sus celdillas hexagonales de forma perfecta.
Ò>#uŸ° $yγÏΡθäÜç/ .⎯ÏΒ ßlãøƒs† 4 Wξä9èŒ Å7În/u‘ Ÿ≅ç7ß™ ’Å5è=ó™$$sù ÏN≡tyϑ¨W9$# Èe≅ä. ⎯ÏΒ ’Í?ä. §ΝèO ®
〈 ∩∉®∪ tβρã©3xtGtƒ 5Θöθs)Ïj9 πZ tƒUψ y7Ï9≡sŒ ’Îû ¨βÎ) 3 Ĩ$¨Ζ=Ïj9 Ö™!$xÏ© ϵŠÏù …çµçΡ≡uθø9r& ì#Î=tFøƒ’Χ
“Después come de todo tipo de frutos, y sigue los senderos
de tu Señor dócilmente. De su vientre sale un jarabe de co-
lores diversos que contiene una cura para los hombres.
Ciertamente, en eso hay un signo para la gente que re-
flexiona”. (69)
“Después, come de todo tipo de frutos…”. Es decir, come de las flores de los árboles y
plantas, y entra por los caminos de tu Señor hacia las montañas y los árboles en busca de la
provisión.
“De su vientre sale un jarabe de colores diversos…”. Se refiere a la miel de diferentes
colores y texturas: roja, blanca, amarilla, sólida y líquida; como también difiere su sabor en
función del tipo de alimento de la abeja; “… que contiene una cura para los hombres”. De Ibn
ªUmar se transmitió que solía aplicarse miel siempre que se veía afectado por alguna llaga,
úlcera o divieso.
Se relató de ªAuf ibn Mälik al-Aœÿaªï que enfermó y le preguntaron: ¿Quieres que te
hagamos un tratamiento? Dijo: ¡Traedme agua! Pues Alläh, el Altísimo, ha dicho:
(9-ﺭﻛﹰﺎ( )ﻕ ﺎﻣﺒ ﺎ ًﺀﺎ ِﺀ ﻣﺴﻤ
ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﺎﺰﹾﻟﻨ ﻧﻭ )
“Y hacemos descender del cielo agua bendita”.
(Qäf-50:9)
Después dijo: ¡Traedme miel! Pues Alläh, el Altísimo, ha dicho: “… que contiene una
cura para los hombres”. Después dijo: ¡Traedme aceite! Pues Alläh, el Altísimo, ha dicho:
(35-ﻮﺭﺔ( )ﺍﻟﻨ ﻧﻮﻳﺘﺯ ﺔ ﺭ ﹶﻛ ﺎﻣﺒ ﺓ ﺮ ﺠ
ﺷ ﻦ ﻣ ﻮ ﹶﻗﺪ)ﻳ
249
16. Sura de La Abeja
A favor de esta opinión está lo dicho por Ibn Masªüd y Abü Dardä: Entró ªUµmän ibn
ªAffän a ver a Ibn Masªüd que estaba enfermo de muerte y le preguntó: ¿Qué te duele? Dijo:
¡Mis faltas! Dijo: ¿Qué desearías? Dijo: ¡La misericordia de mi Señor! Dijo: ¿Quieres que lla-
me a un médico? Dijo: El médico es el que me ha enfermado… (Y recordó el åadïµ). Enfermó
Abü Dardä y fueron a visitarlo y le preguntaron: ¿Quieres que llamemos a un médico? Dijo: El
médico es el que me ha dejado postrado. Al-Åasan detestaba tomar cualquier medicina menos
leche y miel. Hay quien dice sobre el talismán que posiblemente los que se oponen lo hacen
por su uso de lo que no está en el Libro de Alläh, como en Su dicho:
(82-ﺍﺀﺳﺮ ﺷﻔﹶﺎﺀٌ( )ﺍ ِﻹ ﻮ ﺎ ﻫﻥ ﻣ ﺁﻦ ﺍﹾﻟ ﹸﻘﺮ ﻣ ﺰﻝﹸ ﻨﻭﻧ )
250
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
En cuanto al zakä de la miel hay diversidad de opiniones, entre las que destaca Mälik
que dice que no hay zakä en la miel, mientras que Abü Åanïfa dice que es obligatorio el zakä
de la miel, sea poca o mucha; Muåammad ibn al-Åasan dice que se paga zakä al alcanzar una
cantidad mínima de treinta y seis arreldes (unos setenta y dos kilos), o como dice Abü Yüsuf,
por cada diez odres se da uno, según una transmisión de Ibn ªUmar que dijo el Mensajero de
Alläh : “En la miel se da de zakä por cada diez odres uno”.
y‰÷èt/ zΟn=÷ètƒ Ÿω ö’s5Ï9 Ìßϑãèø9$# ÉΑsŒö‘r& #’n<Î) –Štム⎯¨Β Νä3ΖÏΒuρ 4 öΝä39©ùuθtGtƒ ¢ΟèO ö/ä3s)n=s{ ª!$#uρ ®
$yϑsù 4 É−ø—Ìh9$# ’Îû <Ù÷èt/ 4’n?tã ö/ä3ŸÒ÷èt/ Ÿ≅Òùs ª!$#uρ ∩∠⊃∪ փωs% ÒΟŠÎ=tæ ©!$# ¨βÎ) 4 $º↔ø‹x© 5Οù=Ïæ
4 í™!#uθy™ ϵŠÏù óΟßγsù öΝåκß]≈yϑ÷ƒr& ôMx6n=tΒ $tΒ 4’n?tã óΟÎγÏ%ø—Í‘ “ÏjŠ!#tÎ/ (#θè=ÅeÒèù š⎥⎪Ï%©!$#
“… y habrá de vosotros a quien se le alargue la vida hasta que llegue a la edad más
decrépita”. Se transmitió de Anas ibn Mälik que el Mensajero de Alläh solía refugiarse en
Alläh diciendo: “Oh Alläh me refugio en Ti de la holgazanería, de la cobardía, de la decrepitud
y de la avaricia”. Y añadió en un åadïµ de Saªad ibn Abï Waqqäç: “Y me refugio en Ti de ser
reducido a la edad más decrépita”. “… para que después de haber sabido algo no sepa nada”.
Es decir, regresando al estado de la infancia sin saber nada de lo que sabía antes de llegar a la
ancianidad.
“Y Alläh ha favorecido a unos sobre otros en cuanto a la provisión”. O sea, os ha
hecho a unos ricos y a otros pobres, a unos libres y a otros esclavos; “… sin embargo, los más
favorecidos”, en la provisión; “… se niegan a compartir su sustento con esos que sus diestras
poseen”. Es decir, que el amo no revierte nada de su provisión sobre aquellos que poseen sus
diestras, hasta llegar a ser iguales tanto el dueño como el esclavo. Alläh presenta esta parábola
para los adoradores de ídolos, es decir: si vuestros esclavos no son iguales a vosotros, ¿cómo
comparáis a mis siervos conmigo? De manera que si sus esclavos no participan de su riqueza,
251
16. Sura de La Abeja
no es razonable que quieran buscar asociados a Alläh, el Altísimo, adorando a otros, como
estatuas o ídolos, u otras criaturas de la creación de Alläh como los ángeles y los profetas.
De Ibn ªAbbäs se transmitió que la aya se reveló por los cristianos de Naÿrän, cuando
dijeron de Jesús que era hijo de Alläh; entonces, Alläh les dijo: “… sin embargo, los más favo-
recidos se niegan a compartir su sustento con esos que sus diestras poseen”. Es decir, el amo
no da a los que poseen sus diestras de su provisión hasta equipararse con ellos en riqueza;
¿entonces, cómo os complace para Mí lo que no os complace para vosotros mismos, atribu-
yéndome un hijo de entre Mis siervos? Como en Su dicho:
ﻦ ـﻢ ﻣ ﹸﻜـﺎﻧﻳﻤﺖ ﹶﺃ
ﻣ ﹶﻠﻜﹶـ ﻣﺎ ﻣﻦّ ﻢ ﻫ ﹾﻞ ﹶﻟ ﹸﻜ ﻢ ﻧﻔﹸﺴ ﹸﻜﻦ ﹶﺃ ﻣ ﻼ
ﻣﹶﺜ ﹰ ﻢ ﺏ ﹶﻟ ﹸﻜ
ﺮ ﺿ
)
(28-ﻭﻡﺍﺀٌ( )ﺍﻟﺮﺳﻮ ﻪ ﻴﻢ ﻓ ﺘﻧﻢ ﹶﻓﹶﺄ ﺎ ﹸﻛﺯ ﹾﻗﻨ ﺭ ﺎﻲ ﻣﺮﻛﹶﺎ َﺀ ﻓ ﺷ
“Os pone un ejemplo extraído de vosotros mis-
mos: ¿Acaso hay entre aquellos que poseen
vuestras diestras alguno que tenga parte en lo
que os damos como provisión de forma que se-
áis iguales?” (Los Romanos-30:28)
Zοy‰xymuρ t⎦⎫ÏΖt/ Νà6Å_≡uρø—r& ô⎯ÏiΒ Νä3s9 Ÿ≅yèy_uρ %[`≡uρø—r& ö/ä3Å¡àΡr& ô⎯ÏiΒ Νä3s9 Ÿ≅yèy_ ª!$#uρ ®
〈 ∩∠⊄∪ tβρãàõ3tƒ öΝèδ «!$# ÏMyϑ÷èÏΖ/Î uρ tβθãΖÏΒ÷σムÈ≅ÏÜ≈t6ø9$$Î6sùr& 4 ÏM≈t6Íh‹©Ü9$# z⎯ÏiΒ Νä3s%y—u‘uρ
“Y Alläh os ha dado, de vosotros mismos, cónyuges, y os ha
dado de vuestros cónyuges, hijos y nietos, y os provee de las
cosas buenas. ¿Acaso van a creer en lo falso, negando las
bendiciones de Alläh?” (72)
252
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
$\↔ø‹x© ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# z⎯ÏiΒ $]%ø—Í‘ óΟßγs9 à7Î=ôϑtƒ Ÿω $tΒ «!$# Èβρߊ ⎯ÏΒ tβρ߉ç6÷ètƒuρ ®
$YΖ|¡ym $»%ø—Í‘ $¨ΖÏΒ çµ≈oΨø%y—§‘ ⎯tΒuρ &™ó©x« 4’n?tã â‘ωø)tƒ ω %Z.θè=ôϑ¨Β #Y‰ö6tã ¸ξsVtΒ ª!$# z>uŸÑ *
tβθßϑn=ôètƒ Ÿω öΝèδçsYò2r& ö≅t/ 4 ¬! ߉ôϑptø:$# 4 šχ…âθtGó¡o„ ö≅yδ ( #·ôγy_uρ #uÅ çµ÷ΨÏΒ ß,ÏΖムuθßγsù
〈 ∩∠∈∪
“Pero adoran, aparte de Alläh, a quienes no tienen poder pa-
ra darles ninguna provisión ni procedente del cielo ni de la
tierra, y que nada pueden hacer; (73) por lo tanto, no pon-
gáis semejanzas a Alläh. Ciertamente, Alläh sabe y vosotros
no sabéis. (74) Alläh pone como ejemplo a un esclavo que
pertenece por completo a otro y no tiene ningún poder, y
otro a quien hemos dado una buena provisión Nuestra de la
que gasta secreta y públicamente. ¿Acaso son iguales? Ala-
bado sea Alläh; sin embargo, la mayoría de ellos no sabe”.
(75)
“Pero adoran, aparte de Alläh, a quienes no tienen poder para darles ninguna provi-
sión ni procedente del cielo…”, o sea la lluvia; “… ni de la tierra”, o sea, las plantas. Es decir,
adoran algo que no tiene capacidad para proveerles de nada; “por lo tanto, no atribuyáis
semejanzas a Alläh”. Es decir, no busquéis en estos cuerpos sólidos e inertes parecidos con Él,
porque es Él Uno, sin igual.
“Alläh pone como ejemplo a un esclavo que pertenece por completo a otro…”. Es decir,
lo mismo que entre vosotros no son iguales el esclavo que pertenece a otro y no tiene capaci-
dad para disponer nada ni de la riqueza de su dueño ni del asunto de si mismo, y el hombre
libre que ha sido agraciado con una buena provisión; de la misma manera soy Yo y estos ído-
los. “… y otro a quien hemos dado una buena provisión Nuestra de la que gasta secreta y
públicamente”. La provisión es todo aquello que proporciona alimento, y esta äya tiene este
significado específico, lo mismo que Sus dichos:
(3-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻔﻘﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﹾﻟ ﻨ ﻳ ﻢ ﻫ ﺎﺯ ﹾﻗﻨ ﺭ ﺎﻣﻤ ﻭ )
“Y de la provisión que les hemos dado gastan”.
(La Vaca-2:3)
(254-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻢ( )ﺍﹾﻟ ﺎ ﹸﻛﺯ ﹾﻗﻨ ﺭ ﺎﻣﻤ ﻔﻘﹸﻮﺍ ﻧ)ﹶﺃ
“¡Gastad de lo que os damos!” (La Vaca-2:254)
En definitiva, todo aquello que reporta un beneficio se considera provisión. Tiene gra-
dos y el más alto es cuando la provisión constituye un alimento. El Mensajero de Alläh
precisó sus aspectos benéficos cuando dijo: “Dirá el hijo de Adán: ¡Mi dinero, mi dinero! ¿Y no
es tu dinero más que el que comiste y se terminó, o el que vestiste y se gastó, o el que diste de
253
16. Sura de La Abeja
çadaqa y se pasó”. “… y otro a quien hemos dado una buena provisión Nuestra”. Ese es el
creyente, el que obedece a Alläh en sí mismo y en su dinero; mientras que el incrédulo cuando
no gasta de forma obediente es como el esclavo que no posee nada. “¿Acaso son iguales?” Es
decir, no son iguales. “Alabado sea Alläh”. Es decir, Alläh es el que se merece realmente las
alabanzas y no los que son adorados aparte de Él, porque los ídolos no proporcionan ningún
bien; “… sin embargo, la mayoría de ellos no sabe”. Es decir, la mayoría de los idólatras no
sabe que las alabanzas son para Mí.
<≅Ÿ2 uθèδuρ &™ó_x« 4’n?tã â‘ωø)tƒ Ÿω ãΝx6ö/r& !$yϑèδ߉tnr& È⎦÷,s#ã_§‘ WξsWtΒ ª!$# z>uŸÑuρ ®
uθèδuρ ÉΑô‰yèø9$$Î/ ããΒù'tƒ ⎯tΒuρ uθèδ “ÈθtGó¡o„ ö≅yδ ( Aösƒ¿2 ÏNù'tƒ Ÿω –µγÅh_uθム$yϑuΖ÷ƒr& çµ9s9öθtΒ 4’n?tã
“Y Alläh pone el ejemplo de dos hombres, uno de ellos es mudo…”. Este es otro ejemplo
que pone Alläh, el Altísimo, de Él mismo y de la deidad falsa; pues este ídolo no es capaz de
nada, y el que ordena con justicia es Alläh, el Altísimo, según dijeron Qatäda y otros. Y dijo
Ibn ªAbbäs que el mudo es un esclavo que tenía ªUµmän al que le mostraba el Islam, pero él
lo rehusaba. Y de él mismo también se transmitió que es un ejemplo para Abü Bakr aç-Çiddïq
y un esclavo suyo que era incrédulo. Se ha dicho también que el mudo es Abü Ÿahl y el que le
ordena con justicia, ªAmmär ibn Yäsir, al que solía castigar por su Islam y también a su madre
Sumaya esclava suya. Un día la insultó Abü Ÿahl diciéndole: ¡Tú has creído en Muåammad
porque te gusta por su belleza! Después le clavó una lanza en la parte delantera y murió, sien-
do ella el primer mártir del Islam, que Alläh tenga misericordia de ella. Dijo ªAöä: El mudo era
Ubai ibn Jalaf que no hablaba nada bueno, y era una carga para su gente, porque solía moles-
tarlos y molestaba a ªUµmän ibn Maëªün. Y en general el mudo es el incrédulo y el que ordena
con justicia es el creyente. En el tafsïr se dice que aquí el mudo es la estatua que no tiene capa-
cidad alguna y los demás la esculpen y la trasladan de un sitio a otro y es sólo una carga; y
Alläh es el que ordena en la justicia, el Victorioso sobre todas las cosas.
“¿Acaso es ese igual que uno que ordena con justicia y está en el camino recto?” Es
decir: ¿Es igual este mudo que quien ordena con justicia y está en el camino recto?
254
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Ü>tø%r& uθèδ ÷ρr& Ì|Át6ø9$# Ëxôϑn=x. ωÎ) Ïπtã$¡¡9$# ãøΒr& !$tΒuρ 4 ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# Ü=ø‹xî ¬!uρ ®
“A Alläh pertenece lo oculto de los cielos y de la tierra”. Esta äya está conectada con Su
dicho: “Ciertamente, Alläh sabe y vosotros no sabéis”. “La orden de la Hora no será sino un
abrir y cerrar de ojos”. Y pasaréis a ella con vuestras acciones, y la Hora es el momento en el
que será el Juicio final, y la gente se verá sorprendida porqué llegará de forma inesperada. Se
interpreta que vendrá de forma inevitable, y será tan repentina que llegará en un abrir y cerrar
de ojos. Se ha dicho en la interpretación que será así la llegada de la Hora para Alläh y no para
las criaturas, como lo prueba Su dicho:
(7،6-ﺎﺭﹺﺝﻤﻌ ﻩ ﹶﻗﺮﹺﻳﺒًﺎ( )ﺍﹾﻟ ﺍﻧﺮﻭ . ﻴﺪًﺍﺑﻌ ﻧﻪﻭ ﺮ ﻳ ﻢ ﻬ ﻧ)ﹺﺇ
“Ellos lo ven (el Día) lejano, pero Nosotros lo
vemos cercano”. (Los Grados de Elevación-
70:6,7)
yìôϑ¡¡9$# ãΝä3s9 Ÿ≅yèy_uρ $\↔ø‹x© šχθßϑn=÷ès? Ÿω öΝä3ÏF≈yγ¨Βé& ÈβθäÜç/ .⎯ÏiΒ Νä3y_t÷zr& ª!$#uρ ®
“Alläh os hizo salir del vientre de vuestras madres y no sabíais nada”. Alläh menciona
como una de Sus gracias que os ha sacado de los vientres de vuestras madres siendo niños, sin
saber nada de si se os había decretado la felicidad o la desgracia, o de que se os había tomado
el compromiso con Alläh, o sin saber nada de las gracias concedidas; “… y os dio el oído, la
vista y el corazón”. Es decir, para que pudierais saber y percibir con ellos: o sea, os puso el
oído para poder escuchar con él lo que es obligatorio cumplir y lo que está prohibido hacer; la
vista para captar con ella las huellas y señales de la magnificencia de la Creación; y el corazón
para alcanzar con él Su conocimiento. “… tal vez así fueseis agradecidos”. Es decir, por los
dones concedidos que habéis captado con los sentidos mencionados.
255
16. Sura de La Abeja
’Îû ¨βÎ) 3 ª!$# ωÎ) £⎯ßγä3Å¡ôϑム$tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# Èhθy_ †Îû ;N≡t¤‚|¡ãΒ ÌøŠ©Ü9$# ’n<Î) (#÷ρttƒ óΟs9r& ®
ô⎯ÏΒuρ öΝà6ÏGtΒ$s%Î) tΠöθtƒuρ öΝä3ÏΨ÷èsß tΠöθtƒ $yγtΡθ’Ï‚tGó¡n@ $Y?θã‹ç/ ÉΟ≈yè÷ΡF{$# ÏŠθè=ã_ ⎯ÏiΒ /ä3s9
“¿Acaso no contemplan a las aves sometidas en el aire del cielo?” Es decir, sometidas
a la voluntad y el mandato de Alläh, el Altísimo, que las sostiene en el aire entre el cielo y la
tierra; “Sólo Alläh las sostiene” cuando despliega y encoge las alas, y después van alineadas;
“Realmente, en eso hay signos…”, o sea, señales, ejemplos y pruebas evidentes; “… para gente
que cree”, en Alläh y en lo que trajeron los Mensajeros.
“Y Alläh ha hecho de vuestras casas descanso para vosotros”. Aquí hay un ejemplo de
las múltiples gracias que Alläh ha concedido a la gente con el beneficio de las casas, mencio-
nando primeramente las más sólidas para soportar una residencia más larga y un descanso
más duradero. Después ha mencionado las casas de los nómadas: “Y ha hecho que con las
pieles de los animales de rebaño podáis haceros casas que os resultan ligeras…”. Como las
jaimas hechas de pieles o tejidas de pelo de camello o de cabras que son ligeras de transportar
en los viajes de un lugar a otro y pueden montarse y desmontarse fácilmente: “… el día que
tenéis que partir”, de marcha por el desierto para el pastoreo del ganado o en busca de agua u
otros menesteres. “… y de sus lanas, pieles y pelo”. Alläh ha dado permiso para que el hombre
se beneficie de la lana del cordero, la piel del camello y el pelo de cabra, como también dio
permiso para sacrificar dichos animales y beneficiarse de su carne; sin embargo, no menciona
el algodón y el lino, porque en los países árabes a los que se dirige el discurso en primer lugar,
no había, y enumera lo que les proporcionó de bienes para sus necesidades según lo que cono-
cían. Así como se dirige a otros países que conocen otra cosa, como en Su dicho:
(43-ﻮﺭﺩ( )ﺍﻟﻨ ﺮ ﺑ ﻦ ﻣ ﺎﻴﻬﺎ ﹴﻝ ﻓﻦ ﹺﺟﺒ ﻣ ﺎ ِﺀﺴﻤ
ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﺰﻝﹸ ﻨﻭﻳ )
“Y hace descender del cielo masas gigantes [de
nubes] cargadas de granizo”. (La Luz-24:43)
Es decir, les habla del granizo porque se da mucho en su zona y no menciona la nieve
porque ellos no tenían, pero ambos son de la misma cualidad y beneficio. En la purificación
256
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
los menciona juntos el Profeta cuando dice: “¡Oh Alläh! Lávame con agua, nieve y granizo”.
Y dijo Ibn ªAbbäs: La nieve es una cosa blanca que cae del cielo y que jamás he visto.
Dijeron nuestros ulemas: La lana del animal muerto y su pelo son puros, y por tanto
beneficiarse de ellos es lícito en cualquier caso; y se lava para eliminar la suciedad que tuviere.
Se relató de Umm Salama que dijo el Profeta : “No hay inconveniente en el uso de la piel del
animal muerto si se curte, y de su lana y pelo si se lava”. O sea, porque su muerte no lo hace
ilícito, ya sea el pelo del animal que se come su carne o no, como el pelo humano o el del cer-
do; pues todo es puro; y añadió Abü Åanïfa: El cuerno, los dientes y los huesos son como el
pelo; porque todo ello no tiene espíritu y no se convierte en impureza por la muerte del ani-
mal; y la prueba determinante es el texto coránico:
(78-( )ﻳﺲﻴﻢﺭﻣ ﻲ ﻫ ﻭ ﻡ ﻌﻈﹶﺎ ﺤﻴﹺﻲ ﺍﹾﻟ
ﻳ ﻦ ﻣ )ﻗﹶﺎ ﹶﻝ
“Dijo: ¿Quién dará vida a los huesos carcomi-
dos?” (Yä.Sïn-36:78)
(259-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﺎ( )ﺍﹾﻟﺰﻫ ﺸ
ﻨ ﻧ ﻒ
ﻴ ﻡ ﹶﻛ ﻌﻈﹶﺎ ﻰ ﺍﹾﻟ ﺮ ﹺﺇﹶﻟ ﻧ ﹸﻈﺍ)ﻭ
“Mira cómo componemos de nuevo los huesos”.
(La Vaca-2:259)
(14-ﻮ ﹶﻥﻣﻨ ﺆ ﻤ ﺤﻤًﺎ( )ﺍﹾﻟ
ﻡ ﹶﻟ ﻌﻈﹶﺎ ﺎ ﺍﹾﻟﻮﻧ ﺴ
) ﹶﻓ ﹶﻜ
“Revestimos los huesos de carne”. (Los Creyen-
tes-23:14)
(11-ﺎﺕﺎ ﹺﺯﻋﺮ ﹰﺓ( )ﺍﻟﻨ ﺨ
ﻧ ﻋﻈﹶﺎﻣًﺎ ﺎﺋﺬﹶﺍ ﹸﻛﻨ)ﹶﺃ
“Cuando seamos ya huesos descompuestos”.
(Los que arrancan-79:11)
Ÿ≅yèy_uρ $YΨ≈oΨò2r& ÉΑ$t6Éfø9$# z⎯ÏiΒ /ä3s9 Ÿ≅yèy_uρ Wξ≈n=Ïß šYn=y{ $£ϑÏiΒ /ä3s9 Ÿ≅yèy_ ª!$#uρ ®
…çµtGyϑ÷èÏΡ ΟÏFムy7Ï9≡x‹.x 4 öΝà6y™ù't/ Οä3ŠÉ)s? Ÿ≅‹Î/≡ty™uρ §ysø9$# ãΝà6‹É)s? Ÿ≅‹Î/≡ty™ öΝä3s9
“Y Alläh ha dispuesto para vosotros, entre lo que ha creado, sombras”. Es decir, luga-
res que os proporcionan sombra como las casas y los árboles; “… refugios en las montañas”
para resguardaros de la lluvia, el viento, el frío, etc.; y se refiere aquí a las cuevas y abrigos de
las montañas que Alläh ha dispuesto para las criaturas como moradas y para fortalecerse en
ellas, e incluso para aislarse de la gente. En el Çaåïå se menciona que el Mensajero de Alläh
257
16. Sura de La Abeja
¢ΟèO «!$# |Myϑ÷èÏΡ tβθèùÌ÷ètƒ ∩∇⊄∪ ß⎦⎫Î7ßϑø9$# à≈n=t7ø9$# šø‹n=tã $yϑ¯ΡÎ*sù (#öθ©9uθs? βÎ*sù ®
Ÿω ¢ΟèO #Y‰‹Îγx© 7π¨Βé& Èe≅ä. ⎯ÏΒ ß]yèö7tΡ tΠöθtƒuρ ∩∇⊂∪ šχρãÏ≈s3ø9$# ãΝèδçsYò2r&uρ $pκtΞρãÅ6Ζãƒ
258
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
(14-ﻞﻨﻤﻢ( )ﺍﻟ ﻧﻔﹸﺴﻬﺎ ﹶﺃﺘﻬ ﻨﻴ ﹶﻘ ﺘﺳ ﺍﺎ ﻭﻭﺍ ﹺﺑﻬﺤﺪ
ﺟ ﻭ )
“Y negaron los signos, a pesar de la certeza que
sus almas tenían sobre ellos”. (Las Hormigas-
27:14)
“El Día que suscitemos un testigo de cada comunidad”. Se transmitió de Yünus ibn
Muåammad ibn Faîäla, y éste de su padre, que vino a ellos el Mensajero de Alläh en Banï
Ëufr y se sentó con ellos sobre una roca, y entre ellos estaban Ibn Masªüd, Muªäæ y otros de
sus compañeros; mandó a uno que recitara hasta llegar a la aya:
(ـﻬﹺﻴﺪًﺍﻟﹶـﺎ ِﺀ ﺷﻫﺆ ﻋﻠﹶﻰ ﻚ
ﺎ ﹺﺑﻭ ﹺﺟ ﹾﺌﻨ ﺪ ﺸﻬﹺﻴ
ﺔ ﹺﺑ ﻣ ﻦ ﹸﻛ ﹼﻞ ﺃﹸ ﻣ ﺎﻒ ﹺﺇﺫﹶﺍ ﹺﺟ ﹾﺌﻨ
ﻴ ) ﹶﻓ ﹶﻜ
(41-ﺎﺀﻨﺴ)ﺍﻟ
“¿Y qué pasará cuando traigamos a un testigo
de cada comunidad y te traigamos a ti [Mu-
åammad] como testigo sobre estos?” (Las Muje-
res-4:41)
Entonces, lloró el Mensajero de Alläh , humedeciéndose sus mejillas, y dijo: “¡Oh Se-
ñor! Esto es para mis paisanos, ¿y cómo será para aquellos a quienes yo no haya visto?”
“… a los que no creyeron no se les permitirá excusarse”, ni siquiera podrán hablar,
como en Su dicho:
(36-ﻼﺕ
ﺳ ﹶ ﺮ ﻭ ﹶﻥ( )ﺍﹾﻟﻤﺬﺭ ﺘﻌ ﻴﻢ ﹶﻓ ﻬ ﺆ ﹶﺫﻥﹸ ﹶﻟ ﻭ ﹶﻻ ﻳ )
“Y no se les permitirá excusarse”. (Los que son
enviados-77:36)
Eso será cuando los cubra el Infierno; “… ni recuperar el beneplácito de Alläh”. Es de-
cir, ya no podrán complacer a Alläh, ni volver al mundo para arrepentirse.
#sŒÎ)uρ ∩∇∈∪ šχρãsàΨムöΛèε Ÿωuρ öΝåκ÷]tã ß#¤sƒä† Ÿξsù z>#x‹yèø9$# (#θßϑn=sß t⎦⎪Ï%©!$# #u™u‘ #sŒÎ)uρ ®
$¨Ζä. t⎦⎪Ï%©!$# $tΡäτ!%Ÿ2uà° Ï™Iωàσ¯≈yδ $oΨ−/u‘ (#θä9$s% öΝèδu™!$Ÿ2uà° (#θä.uõ°r& š⎥⎪Ï%©!$# #u™u‘
’n<Î) (#öθs)ø9r&uρ ∩∇∉∪ šχθç/É‹≈x6s9 öΝä3¯ΡÎ) tΑöθs)ø9$# ÞΟÎγøŠs9Î) (#öθs)ø9r'sù ( šÏΡρߊ ⎯ÏΒ (#θããô‰tΡ
259
16. Sura de La Abeja
“Y cuando los que fueron injustos vean el castigo”. Es decir, cuando los idólatras vean
el castigo del Infierno y entren en él; “… no se les aliviará ni habrá prórroga para ellos”, o
sea, allí ya no habrá arrepentimiento que valga para ellos.
“Y cuando los que idolatraron vean a sus ídolos”. Es decir, las estatuas y demás divi-
nidades que adoraron; y eso es porque Alläh enviará a las divinidades y las seguirán sus ado-
radores que los conducirán al Fuego. En Çaåïå Muslim se transmitió de Abü Huraira que dijo
el Mensajero de Alläh : “Quien adoró algo lo seguirá: así pues quien adoraba al sol, seguirá
al sol, y quien adoraba a la luna, seguirá a la luna, y quien adoraba a los brujos, seguirá a los
brujos; pues se le representará al adorador de la cruz, su cruz, al de la estatua, su estatua, al
del fuego, su fuego, y seguirán aquello que solían adorar”. “Y se les hará hablar [a los dioses]
diciendo: Verdaderamente, sois mentirosos”. Es decir, hablarán los ídolos para desmentir a
sus adoradores y decirles que ellos no eran dioses, y no les habían ordenado que los adorasen;
pues Alläh hará pronunciar esas palabras a los ídolos para esclarecer el hecho tan escandaloso
de la idolatría de los incrédulos. “Ese Día ellos ofrecerán su sumisión a Alläh”. O sea, los idó-
latras se rendirán a Su castigo y a Su poder; “… y habrá desaparecido todo lo que inventa-
ron”. Es decir, se desvanecerá lo que les hicieron grato los demonios y la intercesión que bus-
caban en sus falsos dioses.
$yϑÎ/ É>#x‹yèø9$# s−öθsù $\/#x‹tã öΝßγ≈tΡ÷ŠÎ— «!$# È≅‹Î6y™ ⎯tã (#ρ‘‰|¹uρ (#ρãxx. š⎥⎪Ï%©!$# ®
( öΝÍκŦàΡr& ô⎯ÏiΒ ΟÎγøŠn=tæ #´‰‹Îγx© 7π¨Βé& Èe≅ä. ’Îû ß]yèö7tΡ tΠöθtƒuρ ∩∇∇∪ šχρ߉šøãƒ (#θçΡ$Ÿ2
&™ó©x« Èe≅ä3Ïj9 $YΖ≈u‹ö;Ï? |=≈tGÅ3ø9$# šø‹n=tã $uΖø9¨“tΡuρ 4 Ï™Iωàσ¯≈yδ 4’n?tã #´‰‹Íκy− šÎ/ $uΖø⁄Å_uρ
“A los que no creyeron y desviaron a otros del camino de Alläh, les castigaremos aún
más…”. Dijo Ibn Masªüd: Alacranes con colmillos como las altas palmeras, serpientes como
cuellos de camellos y largas víboras les atacarán: y ese es el aumento del castigo. Se ha dicho:
260
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Significa que saldrán del Fuego a Zamharïr y del intenso frío correrán de nuevo al Fuego; “…
por su corrupción”, en el mundo por la incredulidad y la desobediencia.
“El Día que suscitemos en cada comunidad a un testigo que sea uno de ellos”. Estos
son los Profetas, testigos de sus pueblos respectivos el Día del Juicio de que ellos transmitie-
ron el mensaje y llamaron a su gente a tener fe en él; en cada época hubo un testigo, aunque
no fuese profeta, hombres de la guía que sucedieron a los profetas, o los ulemas bajo los cuales
Alläh preservó las leyes de Sus profetas. Como Ibn Nufail, del que dijo el Profeta : “Resucita-
rá él solo [como testigo] de un pueblo”. Y Waraqa ibn Naufal del que dijo el Profeta : “Le he
visto sumergirse en los ríos del Jardín”. Esos y otros como ellos serán la prueba contra la
gente de su tiempo y testificarán contra ellos.
“Hemos hecho que descendiera sobre ti el Libro como una aclaración para cada co-
sa…”. Como Su dicho:
(38-ﺎﻡﻧﻌﻲ ٍﺀ( )ﺍ َﻷ ﺷ ﻦ ﻣ ﺏ
ﺎ ﹺﻜﺘ ﻲ ﺍﹾﻟﺎ ﻓﺮ ﹾﻃﻨ ﺎ ﹶﻓ)ﻣ
“No hemos omitido nada en el Libro”. (Los Re-
baños-6:38)
Ç⎯tã 4‘sS÷Ζtƒuρ 4†n1öà)ø9$# “ÏŒ Ç›!$tGƒÎ)uρ Ç⎯≈|¡ômM}$#uρ ÉΑô‰yèø9$$Î/ ããΒù'tƒ ©!$# ¨βÎ) * ®
“Ciertamente, Alläh ordena la justicia, el bien…”. Se relató de ªUµmän ibn Maëªün que
dijo: Cuando se reveló esta äya, se la recité a ªAlï ibn Abï Öälib y dijo maravillado: ¡Oh Fa-
milia de Gälib! ¡Seguidle y tendréis éxito! ¡Por Alläh! Ciertamente, Alläh lo ha enviado para
instruiros en las mejores virtudes. En un åadïµ: Cuando le dijeron a Abü Öälib: Verdadera-
mente, tu sobrino pretende que Alläh le ha revelado: “Ciertamente, Alläh ordena la justicia y
el bien…”. Dijo: ¡Seguid a mi sobrino, porque verdaderamente ordena el mejor comportamien-
to! Dijo ªIkrima: Recitó el Profeta a al Walïd ibn al-Muguïra: “Ciertamente, Alläh ordena la
justicia y el bien…”. Y le dijo: ¡Repite! Se lo repitió, y le dijo: ¡Verdaderamente tiene dulzura,
además posee elegancia, su base está cubierta de hojas y su copa de frutos; y realmente no son
palabras humanas!
Sobre la referencia de la justicia y el bien en la äya hay diferencias: Dijo Ibn ªAbbäs: La
justicia es “lä iläha illä Alläh”, y el bien el cumplimiento de las prescripciones obligatorias.
Dijo ªAlï ibn Abï Öälib : La justicia es la equidad, y el bien es hacer el favor. En general, el
bien es hacer todo aquello que es recomendable. Sin embargo, el cumplimiento de las obliga-
ciones en el Islam es como lo explicó el Mensajero de Alläh en el åadïµ al ser preguntado por
Ÿibrïl, y es la justicia; mientras que el bien, o “iåsän”, lo definió diciendo: “Es que adores a
261
16. Sura de La Abeja
Alläh como si Le vieras, pues aunque no Le ves, verdaderamente, Él sí te ve”. De forma que Al-
Åaqq, Alläh, siempre está presente en todas las acciones de Sus siervos, como en Su dicho:
(219 -218-ﺍﺀﻌﺮ ﺸ
ﻦ( )ﺍﻟ ﻳﺎ ﹺﺟﺪﻲ ﺍﻟﺴﻚ ﻓ
ﺒﺗ ﹶﻘ ﱡﻠﻭ . ﻡ ﺗﻘﹸﻮ ﲔ
ﺣ ﻙ ﺍﻳﺮ ﻱ)ﺍﱠﻟﺬ
“Aquél que te ve cuando te pones en pie, y en
tus distintos movimientos entre los orantes”.
(Los Poetas-26:218,219)
-ﺲﻮﻧ)ﻳ (ﻪ ﻴﻮ ﹶﻥ ﻓﻴﻀﻔﻮﺩًﺍ ﹺﺇ ﹾﺫ ﺗﺷﻬ ﻢ ﻴﻜﹸ ﻋ ﹶﻠ ﺎﻤ ﹴﻞ ﹺﺇ ﱠﻻ ﹸﻛﻨ ﻋ ﻦ ﻣ ﻤﻠﹸﻮ ﹶﻥ ﻌ ﺗ ﻻ)ﻭ
(61
“No hay acción que llevéis a cabo que no sea-
mos testigos de ello cuando la emprendéis”.
(Yünus-10:61)
Dijo Ibn al-ªArabï: La justicia entre el siervo y su Señor es dar preferencia al derecho
de Alläh sobre él mismo, anteponer Su complacencia a su propio deseo, apartarse de lo repro-
bable y acatar Sus mandatos; en cuanto a la justicia entre él y su propia alma, es impedir que
haga lo que le lleve a su perdición, como en Su dicho:
(40-ﺎﺕﺎ ﹺﺯﻋﻮﻯ( )ﺍﻟﻨ ﻬ ﻦ ﺍﹾﻟ ﻋ ﺲ
ﻨ ﹾﻔﻰ ﺍﻟﻧﻬﻭ )
“Y refrenó su alma del deseo”. (Los que arran-
can-79:40)
Es decir, manteniendo las relaciones familiares con ellos. En el Çaåïå se relató que dijo
el Mensajero de Alläh : “¿No te complacería que yo mantuviera relaciones con quien las
mantiene contigo y las cortara con quien las corta contigo? Contestó: ¡Claro que sí! Dijo: Pues
eso es para ti”.4 Y especialmente, cuando los parientes son pobres.
“… y prohíbe la indecencia, lo reprobable y la injusticia”. La indecencia es todo hecho
obsceno, sea de palabra o de obra. Dijo Ibn ªAbbäs: Se refiere al adulterio; y la injusticia es
propasarse de los límites.
En Çaåïå al-Bujärï, explica la injusticia en esta äya con Su dicho:
(23-ﺲﻮﻧﻢ( )ﻳ ﻧﻔﹸﺴ ﹸﻜﻋﻠﹶﻰ ﹶﺃ ﻢ ﻴ ﹸﻜﺑﻐ ﺎﻧﻤ)ﹺﺇ
4 Este åadïz está recopilado en Çaåïå Al-Bujärï en el tafsïr del sura de Muåammad y en Çaåïå Muslim en
el Libro de la Virtud, capítulo del mantenimiento de las relaciones familiares.
262
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ô‰s%uρ $yδω‹Å2öθs? y‰÷èt/ z⎯≈yϑ÷ƒF{$# (#θàÒà)Ζs? Ÿωuρ óΟ›?‰yγ≈tã #sŒÎ) «!$# ωôγyèÎ/ (#θèù÷ρr&uρ ®
〈 ∩®⊇∪ šχθè=yèøs? $tΒ ÞΟn=÷ètƒ ©!$# ¨βÎ) 4 ¸ξŠÏx. öΝà6ø‹n=tæ ©!$# ÞΟçFù=yèy_
“Cumplid el compromiso con Alläh cuando lo hayáis con-
traído, y no rompáis los juramentos después de haberlos
hecho y de haber puesto a Alläh como garante vuestro: cier-
tamente, Alläh sabe lo que hacéis”. (91)
“Cumplid el compromiso con Alläh”. Expresión general para todo lo que uno se com-
promete con la lengua y a lo que queda obligado el hombre, en cuanto a compra-venta, rela-
ción, o pactos confirmados. Y esta äya es garantía de Su dicho: “Ciertamente, Alläh ordena la
justicia y el bien”. Se ha dicho que se reveló por el testimonio dado al Profeta en el Islam; o
por el tratado contraído en la época de Ÿahilïya y después vino el Islam para su confirmación y
cumplimiento, según dijeron Qatäda, Muÿähid e Ibn Zaid. Relató el Çaåïå, de Ÿubeir ibn Muö-
ªim, que dijo el Mensajero de Alläh : “No hay tratado en el Islam [sin observar], y cualquier
tratado que hubiere en Ÿahilïya, aumentaría [su cumplimiento] más severamente en el Islam”.
Es decir, para que prevalezca siempre la verdad y sirva de ejemplo. Eso fue como el Tratado de
las Excelencias mencionado por Ibn Isåäq, que dijo: Se reunieron las tribus de Quraiœ en casa
de ªAbdulläh ibn Ÿudªän, por su distinguida nobleza y linaje, y se comprometieron a estable-
cer el pacto de que no hubiera ningún oprimido en Meca de su gente ni de otra, sin que se le
restituyera debidamente sus derechos. Se transmitió de Ibn Œihäb que dijo el Mensajero de
Alläh : “Fui testigo, en casa de ªAbdulläh ibn Ÿudªän, de un tratado que me gustó tanto que
si se me hubiese llamado a renovarlo en el Islam, habría respondido positivamente”. Dijo Ibn
Isåäq: Se alzó Al-Walïd ibn ªUtba contra Al-Åusein ibn ªAlï por un dinero que tenía él. Al-
Walïd era entonces el emir de Medina. Le dijo Al-Åusein ibn ªAlï: ¡Juro por Al-Åusein ibn
263
16. Sura de La Abeja
ªAlï! Quiero que seas equitativo en mi derecho o tomaré mi espada, me pondré en pie en la
mezquita del Mensajero de Alläh y llamaré al cumplimiento del Tratado de las Excelencias.
Añadió ªAbdulläh ibn az-Zubeir: Y yo juro por Alläh que si me convocara tomaría mi espada y
lucharía con él hasta que le fuera restituido su derecho o morir todos.
La sabiduría de todo esto es que la legislación islámica de la Œarïªa vino a favorecer la
ayuda al oprimido y restituirle los derechos que le hubiera usurpado el opresor. Y Alläh ha
favorecido a los oprimidos en contra de los opresores, como en Su dicho:
ﻖ ـﻴ ﹺﺮ ﺍﹾﻟﺤ ﻐ ﺽ ﹺﺑ
ﺭ ﹺ ﻲ ﺍ َﻷﻮ ﹶﻥ ﻓﺒﻐ ﻳﻭ ﺱ
ﺎﻮ ﹶﻥ ﺍﻟﻨﻠﻤ ﻳ ﹾﻈ ﻦ ﻳﻋﻠﹶﻰ ﺍﱠﻟﺬ ﺴﺒﹺﻴﻞ
ﺎ ﺍﻟﻧﻤ)ﹺﺇ
(42-ﻯﻮﺭ( )ﺍﻟﺸﻴﻢ ﹶﺃﻟﻋﺬﹶﺍﺏ ﻢ ﻬ ﻚ ﹶﻟ
ﺌﺃﹸﻭﹶﻟ
“Ciertamente, los que incurren en falta son
quienes oprimen a los hombres, y siembran la
injusticia en la tierra sin derecho: éstos ten-
drán un castigo doloroso”. (La Consulta-42:42)
óΟä3uΖ≈yϑ÷ƒr& šχρä‹Ï‚−Fs? $ZW≈x6Ρr& >ο§θè% ω÷èt/ .⎯ÏΒ $yγs9÷“xî ôMŸÒs)tΡ ©ÉL©9$%x. (#θçΡθä3s? Ÿωuρ ®
4 ⎯ϵÎ/ ª!$# ÞΟà2θè=ö7tƒ $yϑ¯Ρ)Î 4 >π¨Βé& ô⎯ÏΒ 4’n1ö‘r& }‘Ïδ îπ¨Βé& šχθä3s? βr& öΝä3oΨ÷t/ KξyzyŠ
“No seáis como la que deshace lo que había hilado fuertemente”. Hay una compara-
ción en esta äya entre un tratado que se ratifica su compromiso y después se viola, y la mujer
que teje su hilatura fuertemente, para después deshilarla y soltarla; “… porque una comuni-
dad sea más fuerte que otra”. Dijeron los mufassirün: Se reveló esta äya por los árabes que
cuando una tribu de ellos pactaba con otra, y después venía a una de ellas otra más fuerte, y
trataba con ella y traicionaba el pacto que había hecho con la primera; pues Alläh dijo: No
violéis los pactos porque un grupo sea más fuerte y tenga más riqueza que otro; esto significa
la prohibición de volver a la incredulidad debido a que los incrédulos sean más y tengan más
264
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
riqueza. “Alläh solo quiere probaros con ello…”. Es decir, quiere examinaros para ver quién de
vosotros se esfuerza en combatir sus bajas pasiones.
4 â™!$t±o„ ⎯tΒ “ωôγtƒuρ â™!$t±o„ ⎯tΒ ‘≅ÅÒム⎯Å3≈s9uρ Zοy‰Ïn≡uρ Zπ¨Βé& öΝà6n=yèyfs9 ª!$# u™!$x© öθs9uρ ®
¤ΑÍ”tIsù öΝà6oΨ÷t/ KξyzyŠ öΝä3uΖ≈yϑ÷ƒr& (#ÿρä‹Ï‚−Gs? Ÿωuρ ∩®⊂∪ tβθè=yϑ÷ès? óΟçFΖä. $£ϑtã £⎯è=t↔ó¡çFs9uρ
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⎥t⎪Ì“ôfuΖs9uρ 3 5−$t/ «!$# y‰ΖÏã $tΒuρ ( ߉xΖtƒ óΟä.y‰ΨÏã $tΒ ∩®∈∪ šχθßϑn=÷ès? óΟçFΖà2
“Si Alläh hubiera querido, os habría hecho una comunidad única”. O sea, de una mis-
ma religión; “… pero, Él extravía a quien quiere”, por desengaño Suyo con ellos, y con justicia
de Él con ellos; “… y guía a quien quiere”, por Su aprobación hacia ellos, y por Su favor con
ellos. Y no será cuestionado por lo que Él hace, sino que vosotros seréis preguntados.
Después, Alläh, el Altísimo, amenaza con un castigo en este mundo y otro más inmenso
en la Otra Vida; y esa amenaza es para quien viola el pacto contraído con el Mensajero de
Alläh , porque de esa forma habrá perdido la fe en él; por eso dijo: “… probaríais entonces el
mal por haberos desviado del camino de Alläh”.
“Y no vendáis el pacto que habéis hecho con Alläh a bajo precio”. En esto hay una
prohibición del soborno y tomar dádivas o dinero por romper el pacto; es decir, no violéis
vuestros pactos por una pequeña compensación en este mundo; y aún siendo mucha sería
efímera y caduca; de forma que esa es la diferencia del estado de este mundo y la Otra Vida,
265
16. Sura de La Abeja
pues este mundo fenece y el Otro permanece; y a eso se refiere Su dicho: “Lo que vosotros
tenéis caduca, pero lo que Alläh tiene es permanente”.
“Daremos a los que hayan sido pacientes…”. Es decir, siendo fieles de forma constante
en el Islam; “… la recompensa que les corresponda por lo mejor que hayan hecho”, de actos
de obediencia.
( Zπt6ÍhŠsÛ Zο4θu‹ym …絨ΖtÍ‹ósãΖn=sù Ö⎯ÏΒ÷σãΒ uθèδuρ 4©s\Ρé& ÷ρr& @Ÿ2sŒ ⎯ÏiΒ $[sÎ=≈|¹ Ÿ≅Ïϑtã ô⎯tΒ ®
“A quien haya obrado con rectitud, sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos
vivir una buena vida”. Sobre la expresión una “buena vida” hay diversas apreciaciones, entre
ellas las que se refieren a: la provisión lícita; una vida de satisfacción; una vida conforme en la
obediencia porque ello conduce a la complacencia de Alläh. Quien obre rectamente, siendo
creyente, en la privación y en el bienestar, su vida será buena (öaiyiba); mientras que aquel
que se aparte del recuerdo de Alläh y no crea en su Señor, ni obre rectamente, su vida será
mísera, sin bien alguno en ella. Dijeron Muÿähid, Qatäda e Ibn Zaid, la “buena vida” será la
vida del Jardín; y no mejorará la vida para nadie, excepto en el Jardín. Otros dicen que la
“buena vida” es la felicidad, o la dulzura de la obediencia, o el conocimiento de Alläh; y se ha
dicho también que es la conformidad con el decreto; “… y le daremos la recompensa que le
corresponda”, en la Otra Vida; “… por lo mejor que haya hecho”.
…çµs9 }§øŠs9 …絯ΡÎ) ∩®∇∪ ÉΟŠÅ_§9$# Ç⎯≈sÜø‹¤±9$# z⎯ÏΒ «!$$Î/ õ‹ÏètGó™$$sù tβ#u™öà)ø9$# |Nù&ts% #sŒÎ*sù ®
’n?tã …çµãΖ≈sÜù=ß™ $yϑ¯ΡÎ) ∩®®∪ tβθè=2uθtGtƒ óΟÎγÎn/u‘ 4’n?tãuρ (#θãΖtΒ#u™ š⎥⎪Ï%©!$# ’n?tã í⎯≈sÜù=ß™
266
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Y cuando te dispongas a recitar el Qur°än, busca refugio en Alläh del demonio mal-
dito”. Esta äya está conectada con Su dicho:
(89-ﻞﻨﺤﻲ ٍﺀ( )ﺍﻟ ﺷ ﻟ ﹸﻜ ﱢﻞ ﺎﻧًﺎﺒﻴ ﺗ ﺏ
ﺎﻜﺘ ﻚ ﺍﹾﻟ
ﻴ ﻋ ﹶﻠ ﺎﺰﹶﻟﻨ ﻧﻭ )
“Y te hemos hecho descender el Libro como una
aclaración para cada cosa”. (La Abeja-16:89)
4 ¤tIøãΒ |MΡr& !$yϑ¯ΡÎ) (#þθä9$s% ãΑÍi”t∴ム$yϑÎ/ ÞΟn=ôãr& ª!$#uρ 7πtƒ#u™ šχ%x6¨Β Zπtƒ#u™ !$oΨø9£‰t/ #sŒÎ)uρ ®
267
16. Sura de La Abeja
šχρ߉Åsù=ム“Ï%©!$# Üχ$|¡Ïj9 3 Öt±o0 …çµßϑÏk=yèム$yϑ¯ΡÎ) šχθä9θà)tƒ óΟßγ¯Ρr& ãΝn=÷ètΡ ô‰s)s9uρ ®
“Ya sabemos que dicen: En realidad es un ser humano el que le enseña”. Hay diferen-
cias para precisar el nombre de la persona de la que decían que le enseñaba: era el joven Al-
Fäkih ibn al-Muguïra, de nombre Ÿabr, que era cristiano y se hizo musulmán; y cuando oye-
ron del Profeta lo que era y con lo que vendría, a pesar de ser iletrado que no sabía leer,
dijeron: lo enseña un extranjero llamado Ÿabr; entonces dijo Alläh, el Altísimo: “la lengua de
aquel a quien se refieren no es árabe, mientras que esta es una lengua árabe clara”. Es decir:
¿Cómo le puede enseñar Ÿabr, siendo extranjero, estas palabras, de las cuales no puede com-
poner genio ni hombre alguno ni tan siquiera un solo sura? Dijo Ibn Isåäq: Solía ir a menudo
el Profeta a sentarse en Al-Marwa con un joven cristiano llamado Ÿabr, esclavo de Banï al-
Åaîrami, y le solía leer libros. Entonces decían los idólatras: ¡Por Alläh, que aquello con lo
que viene Muåammad se lo enseña Ÿabr, el cristiano! Añadió Aµ-¥aªlabï: Eran dos jóvenes,
uno apodado Abü Fukaiha, y el otro Ÿabr y eran fabricantes de espadas; leían la Torá y el
Evangelio. El Mensajero de Alläh pasaba a verlos y escuchaba lo que leían, y los idólatras
decían: Aprende de esos dos; y entonces Alläh reveló la äya para desmentirles.
$yϑ¯ΡÎ) ∩⊇⊃⊆∪ íΟŠÏ9r& ë>#x‹tã óΟßγs9uρ ª!$# ãΝÍκ‰Ï‰öκu‰ Ÿω «!$# ÏM≈tƒ$t↔Î/ šχθãΖÏΒ÷σムŸω t⎦⎪Ï%©!$# ¨βÎ) ®
〈 ∩⊇⊃∈∪
“Ciertamente, los que no creen en los signos de Alläh, Alläh
no los guiará y tendrán un doloroso castigo. (104) Sólo los
que no creen en los signos de Alläh inventan mentiras. Ellos
son los mentirosos”. (105)
268
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Ciertamente, los que no creen en los signos de Alläh”. Es decir, esos idólatras que no
creen en el Qur°än: “Alläh no los guiará y tendrán un doloroso castigo”.
“Sólo los que no creen en los signos de Alläh inventan mentiras”. Esta es la respuesta
dada a ellos por la descripción que han hecho del Profeta sobre la invención. “Ellos son los
mentirosos”, verdaderamente.
Ç⎯≈yϑƒM}$$Î/ B⎦È⌡yϑôÜãΒ …çµç6ù=s%uρ oνÌò2é& ô⎯tΒ ωÎ) ÿ⎯ϵÏΖ≈yϑƒÎ) ω÷èt/ .⎯ÏΒ «!$$Î/ txŸ2 ⎯tΒ ®
ÒΟŠÏàtã ëU#x‹tã óΟßγs9ρu «!$# š∅ÏiΒ Ò=ŸÒxî óΟÎγøŠn=yèsù #Y‘ô‰|¹ Ìøä3ø9$$Î/ yyuŸ° ⎯¨Β ⎯Å3≈s9uρ
〈 ∩⊇⊃∉∪
“Quien reniegue de Alläh después de haber creído, salvo que
haya sido coaccionado mientras que su corazón permanece
inmutable en la Creencia, y abra su pecho a la increduli-
dad… La ira de Alläh caerá sobre ellos y tendrán un enorme
castigo”. (106)
“Quien reniegue de Alläh…”. Esto está conectado con Su dicho en la äya 91: “… y no
rompáis los juramentos después de haberlos hecho”, pues es una extensión de la descripción
de la mentira, porque significa: No reneguéis del testimonio de fidelidad al Mensajero de
Alläh ; o sea, quien negara la Creencia después de su fe en ella, y se declarara apóstata, cae-
ría sobre él la ira de Alläh. Dijo Al-Kalbï: Se reveló por ªAbdulläh ibn Saªd, Miquias ibn Çubä-
ba, ªAbdulläh ibn Jaöal y Qais ibn al-Walïd ibn al-Muguïra, que fueron incrédulos después de
haber tenido fe. Después dijo: “… salvo que haya sido coaccionado”. Dijo Az-Zaÿÿäÿ: “Quien
reniegue de Alläh después de haber creído”, es en lugar de quien inventa la mentira; es decir,
sólo inventa la mentira quien reniega de Alläh después de haber creído.
“… salvo que haya sido coaccionado”. Esta äya se reveló por ªAmmär ibn Yäser. Dijo
Ibn ªAbbäs: Los cogieron los idólatras a él, a su padre, a su madre Sumaya, a Çuhaib, a Biläl, a
Jabbäb, y a Säliman, y los torturaron: ataron a Sumaya entre dos camellos, le clavaron una
jabalina en el pecho y le dijeron que se había hecho musulmana por los hombres. Murió ella y
su marido Yaser, y fueron los primeros mártires del Islam. En cuanto a ªAmmär, les dijo lo
que querían oír con su lengua, coaccionado. Entonces, se quejó de ello al Mensajero de Alläh
y le dijo: “¿Cómo encuentras tu corazón?”. Dijo: Tranquilo en la Creencia. Y dijo el Mensa-
jero de Alläh : “Si vuelven de nuevo, tú también repite lo mismo”. Se relató de Muÿähid que
la primera mártir del Islam fue la madre de ªAmmär, y la mató Abü Ÿahl; y el primer mártir
de los hombres fue Mihÿaª, el criado de ªUmar. Añadió Muÿähid que los primeros que mani-
festaron su Islam públicamente fueron siete: El Mensajero de Alläh , Abü Bakr, Biläl,
Jabbäb, Çuhaib, ªAmmär, y Sumaya, la madre de ªAmmär. Al Mensajero de Alläh le prote-
gió Abü Öälib, a Abü Bakr su gente, pero a los demás los torturaron haciéndoles vestir las
armaduras de hierro y exponiéndolos al sol para que se derritieran hasta sentir el calor abra-
269
16. Sura de La Abeja
sador del hierro y el sol; y cuando llegaba la noche, acudía a ellos Abü Ÿahl llevando una lanza
y les injuriaba e insultaba; a Sumaya la increpaba con palabras obscenas, para después clavar-
le la lanza de abajo arriba y matarla, que Alläh esté complacido de ella. Los demás dijeron lo
que les preguntaron, excepto Biläl que le resultó fácil resistir por Alläh; pues, lo torturaban y
le decían: ¡Reniega de tu Dïn! Y él contestaba: ¡Aåad, Aåad! (Uno, Uno), refiriéndose a Alläh.
Finalmente, se aburrieron de él y lo dejaron atado en un valle de Meca para que jugaran los
niños con él, y éstos también lo dejaron. Sin embargo, lo cierto es que Abü Bakr compró a
Biläl y lo liberó de la esclavitud.
Se relató de Abü Naÿïå, de Muÿähid, que unos hombres de la gente Meca creyeron en
el Islam, y les envió un escrito uno de los compañeros de Muåammad en Medina: Emigrad
a nosotros, pues no os consideraremos de los nuestros hasta que no emigréis a nosotros. Así
que partieron hacia Medina, pero fueron alcanzados por Quraiœ en el camino y fueron puestos
a prueba de tal forma que negaron la fe en el Islam bajo coacción; y por ellos se reveló la äya.
Relató At-Tirmiæï, de ªA°iœa, que dijo el Mensajero de Alläh : “No eligió ªAmmär entre dos
asuntos sino aquel que era el de mayor rectitud”. (Åadïå Åasan Garïb). Se relató de Anas ibn
Mälik que dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente, el Jardín está añorando a tres perso-
nas: ªAlï, ªAmmär y Salmän ibn Rabïªa”. Dijo At-Tirmiæï: Åadïå Garïb, no lo conocemos más
que del åadïå de Åasan ibn Çäleh.
En el åadïå del Profeta : “Se ha pasado por alto a mi pueblo el error, el olvido y aque-
llo a lo que se ha visto coaccionado”. De forma que la gente del conocimiento coincide en que
aquel que ha sido coaccionado al kufr, o la negación, hasta temer por su vida, no incurre en
falta ni mal alguno si habiendo negado, su corazón está tranquilo en la fe. De forma que no se
divorcia de él su esposa ni se dictamina contra él la incredulidad. Esto es lo dicho por Mälik,
Œäfiªï y la gente de Kufa, excepto Muåammad ibn al-Åasan que dijo: Si manifiesta la idolatría
se le considera renegado por la evidencia, y en lo que hay entre él y Alläh es del Islam: se di-
vorcia de él su mujer, no se le reza si muere ni puede dejar herencia a su padre aunque muera
musulmán. Sin embargo, esto lo rechaza el Libro y la Sunna, como dijo Alläh, el Altísimo: “…
salvo que haya sido coaccionado”. Y como en Su dicho:
(28-ﺍﻥﻤﺮ ﻋ ﺗﻘﹶﺎﺓ( )ﺁﻝ ﻢ ﻬ ﻨ ﻣ ﺘﻘﹸﻮﺍﺗ )ﹺﺇ ﱠﻻ ﹶﺃ ﹾﻥ
“… salvo que sea para guardaros de ellos”. (La
Familia de ªImrän-3:28)
ـﺎﻢ ﻗﹶـﺎﻟﹸﻮﺍ ﹸﻛﻨ ﺘﻨ ﻢ ﹸﻛ ﻴﻢ ﻗﹶﺎﻟﹸﻮﺍ ﻓ ﻧﻔﹸﺴﻬﻲ ﹶﺃﻟﻤﺋﻜﹶﺔ ﻇﹶﺎﻼﻢ ﺍﹾﻟﻤ ﻫ ﻮﻓﱠﺎ ﺗ ﻦ ﻳ)ﹺﺇ ﱠﻥ ﺍﱠﻟﺬ
(97-ﺎﺀﻨﺴﺽ( )ﺍﻟﻲ ﺍ َﻷﺭﲔ ﻓ
ﻔ ﻌ ﻀ
ﺘﺴ
ﻣ
“Ciertamente, a los que se lleven los ángeles
habiendo sido injustos consigo mismos les di-
rán: ¿En qué estabais? Dijeron: Estábamos en
situación de debilidad en la tierra”. (Las Muje-
res-4:97)
(98-ﺴﺎﺀ
ﻨﺍﻥ( )ﺍﻟﺍﹾﻟ ﹺﻮﹾﻟﺪﺎﺀ ﻭﻨﺴﺍﻟﺎﻝ ﻭﺮﺟ ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﲔ
ﻔ ﻌ ﻀ
ﺘﺴ
)ﹺﺇ ﱠﻻ ﺍﹾﻟﻤ
“… salvo los débiles de entre los hombres, muje-
res y niños”. (Las Mujeres-4:98)
270
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
De forma que Alläh, el Altísimo, excusó a los débiles a los cuales se les coaccionó para
dejar lo que Alläh había ordenado.
Por otro lado, coinciden los ulemas en señalar que quien es coaccionado a la increduli-
dad y elige dar la vida antes que eso, la recompensa ante Alläh será infinitamente mayor que
quien elige optar por la dispensa que se le concede en ese caso. Relató Jabbäb ibn al-Arat que
dijo: Nos quejamos al Mensajero de Alläh cuando estaba a la sombra de la Kaªba recostado
sobre un manto que tenía, y le dije: ¿Es que no vas a pedir ayuda para nosotros y no vas a
invocar a Alläh por nosotros? Contestó: “Hubo entre quienes os precedieron hombres que
eran puestos en hoyos practicados en la tierra, se les ponía una sierra en la cabeza para hacer-
los dos mitades; se les pasaba un peine de hierro desgarrándoles la carne hasta llegarle a los
huesos, pero ni así los apartaban de su dïn. ¡Por Alläh, debéis manteneros fieles en este dïn
hasta que un jinete cabalgue seguuro desde Sanªä hasta Haîramaut sin temer nada más que a
Alläh y al lobo por su rebaño! Sin embargo, vosotros tenéis prisa”.
“… y abra su pecho a la incredulidad…”. Es decir, acepte la incredulidad: “La ira de
Alläh caerá sobre ellos y tendrán un enorme castigo”, y ese es el castigo del Infierno.
“ωôγtƒ Ÿω ©!$# χr&uρ ÍοtÅzFψ$# ’n?tã $u‹÷Ρ‘‰9$# nο4θuŠysø9$# (#θ™6ystFó™$# ÞΟßγ¯Ρr'Î/ šÏ9≡sŒ ®
óΟÎγÏèôϑy™uρ óΟÎγ/Î θè=è% 4’n?tã ª!$# yìt7sÛ š⎥⎪Ï%©!$# šÍׯ≈s9'ρé& ∩⊇⊃∠∪ t⎦⎪ÍÏ≈x6ø9$# tΠöθs)ø9$#
ãΝèδ ÍοtÅzFψ$# †Îû óΟßγ¯Ρr& tΠty_ Ÿω ∩⊇⊃∇∪ šχθè=Ï≈tóø9$# ãΝèδ šÍׯ≈s9'ρé&uρ ( öΝÏδÌ≈|Áö/r&uρ
¢ΟèO (#θãΖÏFèù $tΒ Ï‰÷èt/ .⎯ΒÏ (#ρãy_$yδ š⎥⎪Ï%©#Ï9 š−/u‘ χÎ) ¢ΟèO ∩⊇⊃®∪ šχρãÅ¡≈y‚ø9$#
“Eso es…”. Es decir, esa ira; “… porque ellos habrán preferido la vida del mundo”, en
lugar de la Otra Vida; y Alläh los ha descrito diciendo: “Ésos son a los que Alläh ha sellado su
corazón”, impidiéndoles el entendimiento de las exhortaciones; “…oído”, para que no pudie-
ran escuchar la palabra de Alläh, el Altísimo; “… y vista”, para no ver los signos.
271
16. Sura de La Abeja
“Y luego, ciertamente, tu Señor, con los que hayan emigrado tras haber sido perse-
guidos y después hayan luchado y hayan tenido paciencia…”. Todo eso es por ªAmmär: sig-
nifica que tuvieron paciencia en el Ÿihäd. Dijo Qatäda que se reveló por el grupo que salió
emigrando hacia Medina y fueron perseguidos y torturados por los idólatras como se ha dicho.
Y se ha dicho que se reveló por Ibn Sarå, que renegó del Islam yéndose con los idólatras, y el
Profeta ordenó matarlo el Día de la Conquista de Meca, pero pidió auxilio a ªUµmän y el
Profeta le apoyó. De Ibn ªAbbäs se transmitió que dijo: En el sura de La Abeja: “Quien re-
niegue de Alläh después de haber creído, salvo que haya sido coaccionado…”, hasta Su dicho:
“… y tendrán un enorme castigo”, fue abrogado, y eso fue cuando dijo: “Y luego, ciertamente,
tu Señor, con los que hayan emigrado tras haber sido perseguidos y después hayan luchado
y hayan tenido paciencia… Tu Señor, después de todo eso, será Perdonador y Compasivo”.
ôMn=Ïϑtã $¨Β <§øtΡ ‘≅à2 4’®ûuθè?uρ $pκŦø¯Ρ ⎯tã ãΑω≈pgéB <§øtΡ ‘≅à2 ’ÎAù's? tΠöθtƒ * ®
“El Día en que cada uno venga argumentando…”. Eso es cuando cada uno diga el Día
del Juicio: ¡Yo mismo, yo mismo!, a causa del terror tan duro de ese Día, excepto Muåammad
, que pedirá por su pueblo. En el åadïµ de ªUmar, éste le dijo a Kaªb al-Aåbär: ¡Oh Kaªb,
atemorízanos, instíganos, háblanos, avísanos! Entonces le dijo Kaªb: ¡Oh Príncipe de los Cre-
yentes! ¡Por Aquel que tiene mi alma en Su mano! Si cumplieras el Día del Juicio igual que la
práctica de setenta profetas, te vendrían momentos en los que no te importaría nada más que
tú mismo; ciertamente, el Ÿahannam tiene un gemido que no quedará ángel allegado ni profe-
ta elegido que no caiga arrodillado, hasta Ibrähïm al-Jalïl se desprenderá de su manto y dirá:
¡Oh Señor, yo soy tu amigo íntimo Ibrähïm, no te pido hoy sino por mi mismo! Dijo ªUmar:
¡Oh Kaªb! ¿Dónde encuentras eso en el Libro de Alläh? Dijo: Su dicho: “El Día en que cada
uno venga argumentando en favor de sí mismo, se le pagará cumplidamente según sus
obras; y nadie será tratado injustamente”.
Dijo Ibn ªAbbäs: No cesará la disputa de la gente el Día del Juicio: hasta el espíritu
disputará con el cuerpo. Pues dirá el espíritu: ¡Señor mío! ¡El espíritu procede de Ti, Tú lo has
creado, no tenía mano con la que tocar, ni pie con el que andar, ni ojo con el que ver, ni oído
con el que oír, ni razón con la que razonar, hasta que viniste y entraste en mí este cuerpo, pues
alíviale los castigos y líbrame de ellos! Dirá el cuerpo: ¡Señor mío! ¡Me creaste con Tu mano y
yo era como un madero, no tenía mano con la que tocar ni pies con los que correr ni ojos con
los que ver ni oído con el que oír; y vino este espíritu como los rayos de luz; por él pronuncia
mi lengua, por él ven mis ojos, por él andan mis pies, por él oyen mis oídos, pues alíviale los
castigos y líbrame de ellos! Añadió: Alläh les ha puesto a los dos el ejemplo de un ciego y un
272
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
inválido que entran en un huerto de frutas: el ciego no ve las frutas y el inválido no puede
cogerlas; entonces, el inválido llama al ciego y le dice: Ven y cógeme para comer de las frutas y
yo te daré a ti de ellas. Así pues, se acercó y lo tomó en brazos, obteniendo así el alimento de
las frutas. Preguntó: ¿Sobre quién recaerá el castigo? Dijo: Sobre vosotros dos juntos caerá el
castigo. Lo mencionó Aµ-¥aªlabï.
Èe≅ä. ⎯ÏiΒ #Y‰xîu‘ $yγè%ø—Í‘ $yγ‹Ï?ù'tƒ Zπ¨ΖÍ≥yϑôÜ•Β ZπoΨÏΒ#u™ ôMtΡ$Ÿ2 Zπtƒös% WξsWtΒ ª!$# z>uŸÑuρ ®
(#θçΡ$Ÿ2 $yϑÎ/ Å∃öθy‚ø9$#uρ Æíθàfø9$# }¨$t6Ï9 ª!$# $yγs%≡sŒr'sù «!$# ÉΟãè÷Ρr'Î/ ôNtxx6sù 5β%s3tΒ
〈 ∩⊇⊇⊄∪ šχθãèuΖóÁtƒ
“Alläh pone el ejemplo de una ciudad que estaba segura y
tranquila, y a la cul le llegaba la provisión en abundancia y
sin restricciones por todas partes; sin embargo, fue des-
agradecida con los dones de Alläh y Alläh le hizo probar el
vestido del hambre y del miedo como consecuencia de lo
que habían hecho”. (112)
“Alläh pone el ejemplo de una ciudad…”. Esto está conectado con la mención de los
idólatras, y el Mensajero de Alläh invocaba a Alläh en contra de los idólatras de Quraiœ
diciendo: “¡Oh Alläh, descarga tu violencia contra Muîar y haz que caigan sobre ellos años
como los de Yüsuf!” Fueron probados con la sequía y escasez hasta el punto de comerse los
huesos; y les envió el Mensajero de Alläh alimentos que fueron repartidos entre ellos; “…
que estaba segura”, sin sufrir sus gentes agitaciones ni hostigamiento; “y a la cuál le llegaba
la provisión en abundancia y sin restricciones por todas partes”. O sea, por tierra y por mar;
como en Su dicho:
(ﺎﺪﻧ ﻦ ﻟﹶـ ﻣ ﺯﻗﹰﺎ ﻲ ٍﺀ ﹺﺭ ﺷ ﺕ ﹸﻛ ﱢﻞ
ﺍﻤﺮ ﻪ ﹶﺛ ﻴ ﻰ ﹺﺇﹶﻟﺠﺒ
ﻳ ﻣﻨًﺎ ﺮﻣًﺎ ﺁ ﺣ ﻢ ﻬ ﻦ ﹶﻟ ﻤ ﱢﻜ ﻧ ﻢ ﻭﹶﻟ )ﹶﺃ
(57-ﺺ)ﺍﹾﻟ ﹶﻘﺼ
“¿Acaso no hemos establecido para ellos un lu-
gar sagrado y seguro, donde se hace acopio de
frutos de toda clase como provisión Nuestra?”.
(Las Historias-28:57)
“… y Alläh le hizo probar…”, o sea, hizo probar a su gente “el vestido del hambre y del
miedo”. Lo llamó vestido porque manifestaron externamente la delgadez y la palidez de color
del cuerpo en un estado lamentable; “… como consecuencia de lo que habían hecho”, o sea, de
su incredulidad y desobediencia.
273
16. Sura de La Abeja
∩⊇⊇⊂∪ šχθßϑÎ=≈sß öΝèδuρ Ü>#x‹yèø9$# ãΝèδx‹s{r'sù çνθç/¤‹s3sù öΝåκ÷]ÏiΒ ×Αθß™u‘ öΝèδu™!%y` ô‰s)s9uρ ®
çν$−ƒÎ) óΟçFΖä. βÎ) «!$# |Myϑ÷èÏΡ (#ρãà6ô©$#uρ $Y7Íh‹sÛ Wξ≈n=ym ª!$# ãΝà6s%y—u‘ $£ϑÏΒ (#θè=ä3sù
«!$# ÎötóÏ9 ¨≅Ïδé& !$tΒuρ ͔̃∴Ï‚ø9$# zΝóss9uρ tΠ¤$!$#uρ sπtGøŠyϑø9$# ãΝà6ø‹n=tæ tΠ§ym $yϑ¯ΡÎ) ∩⊇⊇⊆∪ tβρ߉ç7÷ès?
(#θä9θà)s? Ÿωuρ ∩⊇⊇∈∪ ÒΟ‹Ïm§‘ Ö‘θàxî ©!$# χÎ*sù Š7 $tã Ÿωuρ 8ø$t/ uöxî §äÜôÊ$# Ç⎯yϑsù ( ⎯ϵÎ/
«!$# ’n?tã (#ρçtIøtGÏj9 ×Π#tym #x‹≈yδuρ ×≅≈n=ym #x‹≈yδ z>É‹s3ø9$# ãΝà6çGoΨÅ¡ø9r& ß#ÅÁs? $yϑÏ9
öΝçλm;uρ ×≅ŠÎ=s% Óì≈tFtΒ ∩⊇⊇∉∪ tβθßsÎ=øãƒ Ÿω z>É‹s3ø9$# «!$# ’n?tã tβρçtIøtƒ t⎦⎪Ï%©!$# ¨βÎ) 4 z>É‹s3ø9$#
“Vino a ellos como mensajero uno de los suyos y lo tacharon de mentiroso”. Esto indi-
ca que era en Meca; “… el castigo los sorprendió”, y fue la hambruna que padecieron en Meca.
“Comed, pues, de lo bueno y lícito que Alläh os da como provisión”. Es decir: ¡Oh musulma-
nes! Comed de los botines que obtengáis. Se ha dicho también que la interpelación aquí es a
los idólatras, porque el Profeta les envió alimentos como una delicadeza hacia ellos cuando
fueron probados por los siete años de sequía; y eso fue porque los árabes les restringieron el
suministros de víveres por orden del Profeta , y tuvieron que comer huesos quemados, cadá-
veres y perros muertos, y hasta las pieles. Después, los dirigentes de Meca hablaron al Mensa-
jero de Alläh y le dijeron: Este es un castigo para los hombres, pero afecta también a las
mujeres y los niños. Y le dijo Abü Sufiän: ¡Oh Mensajero de Alläh! Has venido con el mandato
de las relaciones familiares y el perdón; y ciertamente, tu pueblo está sufriendo, invoca pues a
Alläh para ellos. Así lo hizo el Mensajero de Alläh y dio permiso a la gente para llevarles
alimentos a pesar de ser idólatras.
“Se os prohíbe la carroña, la sangre, la carne de cerdo…”. Ya se explicó ampliamente
este tema en el sura de La Vaca.
274
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Y no digáis con una mentira que salga de vuestras bocas: Eso es lícito y esto es ilíci-
to, inventando mentiras contra Alläh”. La aya es una interpelación a los incrédulos que hicie-
ron ilícita la carne de las camellas: al-baåïra y as-sä°iba, es decir, la camella que tenía la oreja
hendida, y a la que no se hacía trabajar por algún voto; y en cambio, hacían lícita la carne del
feto en el vientre de las ovejas aunque estuviese muerto, y otras cosas.
“Un disfrute exiguo y tendrán un castigo doloroso”. Es decir, apenas disfruten un poco
de las delicias de este mundo se desvanecerán enseguida, para ser devueltos a un castigo dolo-
roso en la Otra Vida.
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“A los judíos…”. Aclara que los ganados y la labranza de la tierra fueron hechos lícitos
para esta Umma, pero a los judíos se les prohibieron algunas cosas: “Les hicimos ilícito lo que
te hemos relatado”, o sea, en el sura de Los Rebaños; “… y no fuimos injustos con ellos”, por
haberles prohibido algunas cosas, sino que, ellos fueron injustos consigo mismos: porque les
fueron prohibidas como castigo, como se ha dicho en el sura de Las Mujeres (ver äya 161 del
sura Las Mujeres).
“Luego, con aquellos que hayan hecho el mal”, o sea, adorando a los ídolos. “Cierta-
mente, Ibrähïm reunía en sí todo lo bueno, era obediente a Alläh y tenía una tendencia inna-
ta hacia la verdadera creencia”. Llamó el Mensajero de Alläh a los idólatras árabes a la
religión de Ibrähïm, teniendo en cuenta que fue su padre, el constructor de la Casa Sagrada de
la que estaban tan orgullosos. Al-Umma literalmente en la äya se refiere al hombre que reúne
todas las buenas virtudes. Se transmitió de Mälik que dijo: Me llegó de ªAbdulläh ibn Masªüd
que dijo: ¡Qué Alläh tenga misericordia de Muªaæ! ¡Era ummatan qänita! Le dijeron: ¡Oh Abü
ªAbderraåmän! Ya ha mencionado Alläh, Poderoso y Majestuoso, de esa forma a Ibrähïm,
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16. Sura de La Abeja
sobre él la paz; y dijo Ibn Masªüd: Verdaderamente, al-umma es aquel que enseña el bien a la
gente; y al-qänit es el obediente. (Sobre el qunüt ver äya 116 del sura de La Vaca)
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En la äya hay una clara indicación de seguir a aquel que goza de más mérito sobre los
demás, y el Mensajero de Alläh es el preferido sobre todos los profetas, sobre ellos la paz; y
se ha ordenado seguirles:
(90-ﺎﻡﻧﻌﻩ( )ﺍ َﻷ ﺪ ﺘﻢ ﺍ ﹾﻗ ﻫ ﺍﻬﺪ ﻪ ﹶﻓﹺﺒ ﻯ ﺍﻟ ﱠﻠﻫﺪ ﻦ ﻳﻚ ﺍﱠﻟﺬ
ﺌ)ﺃﹸﻭﹶﻟ
“Ésos son a los que Alläh ha guiado: ¡Déjate lle-
var por su guía!” (Los Rebaños-6:90)
276
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
tΠöθtƒ öΝæηuΖ÷t/ ÞΟä3ósu‹s9 y7−/u‘ ¨βÎ)uρ 4 ϵŠÏù (#θàn=tG÷z$# š⎥⎪Ï%©!$# ’n?tã àMö6¡¡9$# Ÿ≅Ïèã_ $yϑ¯ΡÎ) ®
“Realmente, el sábado fue ordenado sólo para los que discrepaban sobre él”. Es decir,
no estaba en la ley de Ibrähïm ni era de su religión, sino que era tolerado pero no impuesto; y
el sábado sí era una imposición a los judíos rechazando los trabajos en ese día y abandonando
el despliegue en la consecución de los medios de vida, a causa de su discrepancia acerca de él
[Ibrähïm]; después vino Jesús, sobre él la paz, con la santificación del viernes, y dijo: Dedi-
caos a la adoración uno de cada siete días; replicaron: No queremos que su día de fiesta venga
después del nuestro. Entonces, eligieron el domingo. Sobre cómo fueron sus discrepancias,
dijeron unos que Müsä, sobre él la paz, les mandó que fuera el día del viernes, informándoles
de las preferencias que tenía sobre otros días; entonces, ellos argumentaron en contra dicién-
dole que el sábado era mejor. Entonces, Alläh le dijo: “¡Déjalos con lo que han elegido para
ellos mismos!” Otros dijeron: Ciertamente, Alläh no precisó un día concreto para ellos, pero sí
les ordenó que santificaran el día del viernes. Sin embargo, ellos discreparon en la precisión
de un día concreto, fijando los judíos el sábado porque en él había culminado, Alläh, el Altísi-
mo, la Creación; y los cristianos fijaron el domingo, porque Alläh, el Altísimo, empezó en él la
Creación. Así pues, cada uno de ellos se mantuvo fiel a su propia decisión. Mientras que Alläh,
el Altísimo, fijó para esta Umma el día del viernes, sin necesidad de encomendarlos a su pro-
pia decisión, como un favor Suyo hacia ellos.
Recogió el Çaåïå, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “Nosotros, los úl-
timos, seremos los primeros el Día del Juicio, y seremos los primeros en entrar al Jardín, a
pesar de que ellos recibieron el Libro antes que nosotros: se nos dio el Libro después que ellos
y discreparon sobre él, y Alläh nos dirigió a nosotros en aquello que discreparon de la verdad.
Pues éste fue su día en el que discreparon, y Alläh nos dirigió a él – dijo, el día del ÿumuªa - ;
pues hoy es para nosotros, mañana para los judíos y pasado mañana para los cristianos”.
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16. Sura de La Abeja
“Llama al camino de tu Señor con sabiduría…”. Esta äya se reveló en Meca en el tiem-
po del asunto de la tregua con Quraiœ; y le fue ordenado al Profeta llamarlos al Dïn de Alläh
y Su ley con sutileza y suavidad, sin mostrar rudeza con ellos; y así es preciso que exhorten los
musulmanes hasta el Día del Juicio. De forma que la äya es muåkama para los desobedientes
de los unitarios, y está abrogada por el combate con respecto a los incrédulos.
“Y si castigáis, hacedlo en la misma medida en que fuisteis dañados…”. La mayoría de
la gente del tafsïr es unánime en que esta äya es medinense; y se reveló por el asunto de la
mutilación que sufrió Åamza en el día de Uåud. De Ibn ªAbbäs se transmitió que dijo: Cuando
los idólatras se retiraron del combate de Uåud, se retiró el Mensajero de Alläh y vio un
panorama desolador. Vio que a Åamza le habían rajado su vientre, le cortaron su nariz, y le
mutilaron las orejas, y dijo: “Si no fuera porque entristecería a las mujeres, o sería un mal
ejemplo a seguir después de mí, lo dejaría hasta que Alläh lo resucitara de los vientres de las
fieras y los pájaros y me vengaría en su lugar de setenta hombres”. Después pidió su manto y
cubrió con él su rostro dejando fuera sus pies, y colocó encima de ellos unas ramas de juncia;
lo adelantó para hacerle la oración diciendo diez “Allähu akbar”; después mandó traer a un
mártir tras otro mientras Åamza permanecía en su lugar, hasta rezar sobre él setenta oracio-
nes, por haber sido setenta los muertos en la batalla. Cuando fueron enterrados y hubieron
terminado, se reveló la äya: “Llama al camino de tu Señor con sabiduría… y sé paciente, pues
tu paciencia no es sino por Alläh”. Y tuvo paciencia el Mensajero de Alläh y no se vengó de
nadie.
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“Y sé paciente, pues tu paciencia no es sino por Alläh. Y no te
entristezcas por ellos ni te angusties por lo que traman.
(127) Ciertamente, Alläh está con los que Le temen y con los
bienhechores”. (128)
“Y no te entristezcas por ellos…”. Es decir, por los muertos de Uåud, porque ellos fue-
ron cubiertos por la misericordia de Alläh; “… ni te angusties”. Es decir, no te angusties ni te
deprimas por su incredulidad. “Ciertamente, Alläh está con los que Le temen y con los bien-
278
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hechores”. Es decir, con los que temen incurrir en la indecencia y las faltas graves, combatién-
dolas con la ayuda de Alläh, Su favor, y por medio de la virtud.
*****
279
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﱠ َْ ﱠ ْ
ﺍﻟﺮﺣﻴﻢ
ِ ﺍﻟﺮﲪﻦ
ِ ﺍﷲ
ِ ِﺑﺴﻢ
ِ ِ
Sura El Viaje Nocturno
Es mequinense excepto tres äyät y consta de ciento once äyät
ωÉfó¡yϑø9$# ’n<Î) ÏΘ#tysø9$# ωÉfó¡yϑø9$# š∅ÏiΒ Wξø‹s9 ⎯Íνωö7yèÎ/ 3“uó r& ü“Ï%©!$# z⎯≈ysö6ß™ ®
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“¡Gloria a Quien hizo viajar una noche a Su siervo desde la
Mezquita Sagrada hasta la Mezquita de Al-Aqsä, cuyos alre-
dedores hemos bendecido, para mostrarle algunos de nues-
tros signos! Ciertamente, Él es el que todo lo oye y todo lo
ve”. (1)
281
17. Sura El Viaje Nocturno
282
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
feta diciendo: Era un hombre de abundante cabellera que aunque tuviera dos túnicas, su largo
pelo las sobrepasaría…”.
Sobre las características de Al-Buräq, se transmitió en un åadïµ de Ibn ªAbbäs que dijo
el Mensajero de Alläh : “Mientras yo dormía en el aposento vino alguien y me sacudió con su
pierna, de forma que seguí a la persona y era Ÿibrïl, sobre él la paz, que estaba de pie en la
puerta de la mezquita junto a un animal que no era un mulo pero estaba por encima del burro;
su cara era como la del hombre, su pezuña era ungulada, su cola como la del toro, y su crin
como la del caballo. Al acercarlo a mí Ÿibrïl, brincó espantado y se le erizó la crin; entonces, se
la frotó Ÿibrïl, sobre él la paz, para tranquilizarlo y habló al animal diciendo: ¡Oh Buräq, no te
espantes de Muåammad! ¡Por Alläh que no te ha montado ángel allegado ni mensajero envia-
do mejor que Muåammad ni más honorable para Alläh que él! Dijo el animal: He sabido
que así es, y que es el dueño de la intercesión y me gustaría tener su intercesión. Pues le dije:
¡Tú tendrás mi intercesión, si Alläh, el Altísimo, quiere!...”. (El åadïµ)
Mencionó An-Naisäbürï, de Abü Saªïd al-Judrï, que dijo: Cuando pasó el Profeta
junto a Idrïs, sobre él la paz, en el cuarto cielo, dijo: “¡Bienvenido el hermano justo, el Profeta
justo! Al que se nos prometió que veríamos, y no lo hemos visto más que en la noche. Dijo:
Pues, estaba Maryam, hija de ªImrän, que tenía setenta palacios de perlas. La madre de Müsä,
hija de ªImrän, tenía también setenta palacios, éstos de coral rojo cuyas puertas estaban in-
crustadas con perlas, y sus lechos eran de la misma planta”. Cuando ascendió, durante el
miªräÿ al quinto cielo, la glorificación de la gente de allí era: ¡Subåäna! ¡Quien ha juntado la
nieve y el fuego! Quien dijera una vez esa glorificación tendría la misma recompensa de ellos.
Pidió Ÿibrïl, sobre él la paz, que se abriera la puerta y se abrió. Delante de ella apareció un
hombre maduro, de una hermosura que jamás se había visto: Era de enormes ojos, su barba
daba cerca de su ombligo que era de un color blanco con alguna mezcla de negro, y alrededor
de él había gente sentada relatándole historias. Pregunté: “¡Oh Ÿibrïl! ¿Quién es éste? Dijo:
¡Es Härün, el amado entre su gente…!”.
Esto que acabamos de mencionar es un resumen de hadices sobre el Viaje Nocturno
entresacados de los dos Çaåïå, sin que haya diferencias entre la gente del conocimiento y de la
Sira, de que la oración fue impuesta de forma obligatoria al Profeta en Meca cuando hizo el
Viaje Nocturno y ascendió al cielo (al-miªräÿ). Sin embargo, hay diferencias en cuanto a la
fecha del Viaje Nocturno, la forma de la oración, y si el Viaje Nocturno fue con su espíritu o su
cuerpo. Éstas son tres cuestiones relacionadas con la äya, que es preciso detenerse en ellas
para su investigación.
La primera cuestión que se plantea es si el Viaje Nocturno lo realizó el Profeta de
cuerpo presente o con su espíritu solamente. Un grupo de sabios dice que fue con su espíritu,
y su persona no se separó de su aposento, siendo por lo tanto, una visión que tuvo en la que
vio las realidades, y la visión de los Profetas es real y verdadera. Esta es la opinión de Muªawi-
ya y de ªA°iœa; mientras que otro grupo dice que el Viaje Nocturno lo realizó de cuerpo presen-
te y despierto a la Mezquita Lejana de Jerusalén, y ascendió al cielo con el espíritu, y su argu-
mento es Su dicho: “¡Gloria a Quien hizo viajar una noche a Su siervo desde la Mezquita
Sagrada hasta la Mezquita de Al-Aqsä!” Siendo la Mezquita Lejana el punto final del Viaje
Nocturno.
283
17. Sura El Viaje Nocturno
La mayoría de los predecesores y los musulmanes abogan porque el Viaje Nocturno fue
con el cuerpo y estando despierto; montó sobre al-Buräq en Meca y llegó a Bait-al-Maqdis
donde rezó y viajó después con su cuerpo. Y eso es lo que indican los hadices que se han men-
cionado, así como la äya, no habiendo en el Viaje Nocturno de cuerpo presente y estando
despierto ninguna imposibilidad, porque de haber sido en sueños, habría dicho, con el espíritu
de Su siervo y no diría con Su siervo. Y Su siguiente dicho así lo indica:
(17-ﻢﻨﺠﻰ( )ﺍﻟﺎ ﹶﻃﻐﻭﻣ ﺼﺮ
ﺒﻍ ﺍﹾﻟ
ﺍ ﹶﺎ ﺯ)ﻣ
“Y su mirada no se desvió ni tampoco se extra-
limitó”. (La Estrella-53:17)
Pues, si el Viaje Nocturno se hubiera producido en sueños, no habría sido un signo es-
pecial ni un milagro; tampoco habría dicho Umm Hänï: No hables a la gente de ello que no te
creería, ni habría gozado Abü Bakr del mérito de ser aç-Çiddïq (el Veraz o el Confirmador de la
verdad). Y debido a que Quraiœ desmintió la noticia y otros de los que creyeron renegaron,
merecieron el rechazo de todos los musulmanes. Pues de haber sido una visión, no habría
habido negativa de los Quraiœ a creerlo.
Se transmitió de Abü Huraira que dijo el Mensajero de Alläh : “Me he visto en mi
aposento y Quraiœ preguntándome por mi viaje nocturno; me preguntaron por cosas de Bait-
al-Maqdis que no pude responder con firmeza, de forma que me vi apenado como jamás lo
estuve - ; dijo: entonces Alläh me libró de la pena mirándole a Él, y siempre que me pregunta-
ban sobre algo les informaba puntualmente de ello…”. Y quien quiera más detalles sobre lo
que hemos mencionado puede acudir al libro aœ-Œifä del Qädi ªIyäî. Y la opinión de ªA°iœa se
argumentaba en Su dicho:
(60-ﺍﺀﺳﺮ ﺱ( )ﺍ ِﻹ
ﺎ ﹺﻠﻨﻨ ﹰﺔ ﻟﺘ ﻓ ﻙ ﹺﺇ ﱠﻻ ﺎﻳﻨﺭ ﻲ ﹶﺃﺎ ﺍﱠﻟﺘﺅﻳ ﺮ ﺎ ﺍﻟﻌ ﹾﻠﻨ ﺟ ﺎﻭﻣ )
“Y la visión que te mostramos no fue sino como
una prueba para los hombres”. (El Viaje Noc-
turno-17:60)
Por eso la llamó visión; sin embargo, eso lo rechaza Su dicho: “¡Gloria a Quien hizo
viajar una noche a Su siervo…!”
Sobre la fecha del suceso del Viaje Nocturno, una opinión dice que fue el año anterior
de su partida a Medina; mientras que otra opinión dice que el Viaje Nocturno fue pocos años
antes de la hégira, porque Jadiÿa murió cinco años antes de la hégira. Dijo Al-Åarbï que el
Viaje Nocturno fue la noche del veintisiete de Rabiªu al-Ajir, del año anterior a la hégira.
En cuanto a la oración, se hizo obligatoria en Meca la noche del Viaje Nocturno cuando
ascendió el Mensajero de Alläh al cielo, sin que haya en ello ninguna discrepancia; solo hay
algunas diferencias sobre la forma de rezar cuando se hizo obligatoria la oración. Se relató de
ªA°iœa que se hizo obligatoria la oración primero de dos en dos rakaªät, y después aumentó a
cuatro rakaªät, en la oración del que es residente, mientras la del viajero quedó fijada en dos.
Dijo Ibn Isåäq: Después de hacerse la oración obligatoria, acudió Ÿibrïl al Profeta y tocando
con un extremo en dirección al valle manó una fuente de agua, de la cuál hizo Ÿibrïl la ablu-
ción mientras Muåammad miraba: primero se lavó la cara, enjuagándose la boca y aspiran-
do el agua por la nariz y luego la expulsó; se frotó la cabeza, sus orejas y sus pies hasta los
284
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
tobillos y se salpicó en sus genitales; después se puso en pie y rezó dos rakaªät con cuatro
postraciones. Regresó el Mensajero de Alläh y Alläh lo tranquilizó y lo dejó satisfecho; tomó
de la mano a Jadiÿa y fue con ella a la fuente para hacer la ablución como la hizo Ÿibrïl, e hizo
dos rakaªät y cuatro postraciones con Jadiÿa, rezando juntos. Y se relató de Ibn ªAbbäs que la
oración se hizo obligatoria para el residente en cuatro rakaªät, y para el viajero en dos; y así lo
dijeron también Näfiªa ibn Ÿubeir y Åasan al-Baçrï, relatándose del Profeta lo que coincide
con eso. Y no hay diferencias en que Ÿibrïl, sobre él la paz, bajó en el tiempo del comienzo de
la caída del sol de su cenit y enseñó al Profeta la oración y sus tiempos.
Sobre la excelencia de viajar a las mezquitas sagradas mencionamos aquí el dicho del
Mensajero de Alläh : “No se atan las monturas sino para viajar a tres mezquitas: a la Mez-
quita Sagrada, a mi mezquita [en Medina], y a la mezquita de Ilyä o Bait al-Maqdis [en Jerusa-
lén]”. Lo relató Mälik de Abü Huraira.
“… hasta la Mezquita de Al-Aqsä”. Se llamó Al-Aqsä (La Lejana) por su lejanía de la
Mezquita Sagrada de Meca; “… aquella cuyos alrededores hemos bendecido”, con frutos y ríos
de agua corriente, o como también se han dicho, por los numerosos profetas y hombres justos
que han sido enterrados en sus alrededores. Relató Muªaæ ibn Ÿabal que dijo el Mensajero de
Alläh : “Dice Alläh, el Altísimo: ¡Oh Œäm, tú eres la pureza de Mis territorios, y Yo conduciré
hacia ti la pureza de Mis siervos!” “… para mostrarle parte de nuestros signos”. Y los signos
que le mostró Alläh son las maravillas que enseñó a la gente: El Viaje Nocturno desde Meca
hasta la Mezquita de Al-Aqsä en una noche es un recorrido de un mes de duración; su poste-
rior ascensión al cielo, así como su descripción de los Profetas uno a uno, son admirables.
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“A Müsä le dimos el Libro y lo hicimos una guía para los
hijos de Israel: No toméis a nadie aparte de Mí a quien en-
comendaros. (2) ¡Descendientes de aquellos que llevamos
con Nüå; realmente Nüå era un siervo agradecido!” (3)
“A Müsä le dimos el Libro y lo hicimos una guía para los hijos de Israel”. Es decir,
honramos a Muåammad con el miªräÿ y honramos a Müsä con el Libro que es la Tora. La
expresión significa: ¡Gloria a Quien ha hecho viajar por la noche a Su siervo y ha dado a Müsä
el Libro!
“¡Descendientes de aquellos que llevamos con Nüå!” La descendencia se refiere a todos
los que se les argumenta con el Qur°än; y son todos los que hay sobre la tierra. Dijo Al-
Mäwaridï: Es decir, Musa y su pueblo de los hijos de Israel; quiere decir: ¡Oh descendientes
que hemos llevado con Nüå, no seáis idólatras! Y ha mencionado a Nüå para que les recuerde
el favor de haber salvado a sus padres de perecer ahogados en las aguas. Después, aclara que
Nüå era un siervo agradecido, pues agradecía los favores a Alläh y no veía más bien que el que
285
17. Sura El Viaje Nocturno
procedía de Él. Dijo ªImrän ibn Salïm: Se califica a Nüå como un siervo agradecido porque
cuando comía decía: ¡Alåamdulilläh, que me ha alimentado, y si hubiera querido me habría
dejado hambriento! Al beber decía: ¡Alåamdulilläh, que me ha dado de beber, y si hubiera
querido me habría dejado sediento! Al vestirse decía: ¡Alåamdulilläh, que me ha vestido, y si
hubiera querido me habría dejado desnudo! Al calzarse decía: ¡Alåamdulilläh, que me ha
calzado, y si hubiera querido me habría dejado descalzo! Cuando iba a hacer sus necesidades
decía: ¡Alåamdulilläh, que me ha hecho expulsar la suciedad, porque si hubiera querido me la
habría dejado aprisionada dentro!
En definitiva, la äya significa: Ciertamente, vosotros sois descendientes de Nüå, sobre
él la paz, y si él era un siervo agradecido, vosotros, con más motivo todavía debéis seguirle y
no a vuestros padres ignorantes.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hijos de Israel, llamado Çadïqa, hizo que buscaran a Sanåärïb y fue capturado junto a los otros
cinco, y entre ellos estaba Nabucodonosor, los cuales fueron encadenados por sus gargantas y
arrastrados dando vueltas alrededor de Bait al-Maqdis e Ilyä durante setenta días, y cada uno
de los hombres era alimentado con dos panes de cebada al día. Después, fueron liberados y
regresaron a Babilonia. Sanåärïb murió al cabo de siete años, y le sucedió Nabucodonosor, de
forma que se endurecieron los acontecimientos en la tribu de Israel: pues violaron lo inviola-
ble y mataron a su Profeta Œaªyä (¿Isaías?). Marchó entonces contra ellos Nabucodonosor con
su ejército, entrando en Bait al-Maqdis y derrotando a la tribu de Israel hasta aniquilarlos.
Dijo Ibn Isåäq: Su primera corrupción fue la de matar al profeta de Allah, Œaªyä, en el árbol.
Eso fue que cuando murió Çadïqa, su rey, confundieron los asuntos y se disputaron el reino,
matándose unos a otros, sin escuchar a su profeta. Y dijo a éste, Alläh, el Altísimo: Habla a tu
pueblo que yo te inspiraré en tu lengua. Y cuando hubo terminado de decir lo que Alläh le
inspiró, se enemistaron con él de forma que quisieron matarlo y huyó; se abrió un árbol a su
paso y se introdujo en él, pero el diablo lo alcanzó y le cogió un jirón de su túnica, de forma
que se lo vieron. Pusieron la sierra en medio del árbol y lo aserraron por la mitad hasta cortar-
lo y lo cortaron a él también por la mitad.
usYò2r& öΝä3≈oΨù=yèy_uρ š⎥⎫ÏΖt/uρ 5Α≡uθøΒr'Î/ Νä3≈tΡ÷Šy‰øΒr&uρ öΝÍκön=tã nο§x6ø9$# ãΝä3s9 $tΡ÷ŠyŠu‘ ¢ΟèO ®
287
17. Sura El Viaje Nocturno
la hija [anterior] de una mujer que tenía, y se lo impidió diciéndole: ¡No es lícita para ti! La
madre le guardó rencor a Yaåyä por ello. Y después la madre vistió a su hija con unos ropajes
rojos transparentes y seductores, y la envió al rey diciéndole que mostrara a él sus encantos y
que cuando la deseara se opusiera hasta que accediera a lo que le pidiera. Si le respondía afir-
mativamente, le pediría que le diera la cabeza de Yaåyä ibn Zakariyä en una bandeja de oro.
Así lo hizo de forma que le trajeron la cabeza de Yaåyä ibn Zakariyä y ésta hablaba; pues al
ponérsela delante decía: ¡No te es lícita! Cuando amaneció su sangre hervía, entonces echaron
tierra encima y seguía hirviendo por encima de la tierra. Siguieron echándole tierra hasta
alcanzar la altura de los muros de la ciudad y aún seguía hirviendo.
Se transmitió de Åuæaifa que dijo: ¡Oh Mensajero de Alläh! Bait al-Maqdis gozaba de
una inmensa consideración ante Alläh y era de gran importancia. Dijo el Mensajero de Alläh
: “Es la más majestuosa de las casas, que Alläh hizo construir a Suleimän ibn Däud, sobre
ellos dos la paz, y una vez construida, Alläh sometió para él a los genios que le trajeron el oro y
la plata de las minas del metal, y le trajeron piedras preciosas como los rubíes y las esmeral-
das”. Dijo Åuæaifa: Pregunté: ¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Cómo fueron sustraídas estas joyas de
Bait al-Maqdis? Dijo el Mensajero de Alläh : “Cuando los hijos de Israel desobedecieron a
Alläh y mataron a los Profetas, se apoderó de ellos Nabucodonosor que era zoroastriano y su
reino permaneció durante setecientos años; y eso es Su dicho: “Y cuando llegó lo prometido
en relación a la primera de ellas, enviamos contra ellos siervos Nuestros de una gran violen-
cia que penetraron en el interior de las casas: y fue una promesa cumplida”; pues entraron
en Bait al-Maqdis, mataron a los hombres y esclavizaron a las mujeres y los niños; después se
apoderaron de las riquezas y de todo cuanto había en Bait al-Maqdis de esas clases de joyas y
piedras preciosas; fueron transportadas en ciento setenta mil carretas hasta llevarlas y deposi-
tarlas en la tierra de Babilonia. Pues los hijos de Israel las usurparon con el engaño y el azote
durante cien años, y luego, ciertamente, Alläh, Poderoso y Majestuoso, se compadeció de ellos
e inspiró a uno de los reyes de Persia para pasar a los zoroástrianos en la tierra de Babilonia.
Salvó a los que quedaron de los hijos de Israel, y también salvó las joyas que había en Bait al-
Maqdis devolviéndolas Alläh como estaban la primera vez, y les dijo: ¡Oh hijos de Israel! Si
volvéis a la desobediencia, volveremos contra vosotros con el saqueo y la muerte; y eso es
como en Su dicho:
(8-ﺍﺀﺳﺮ ﺎ( )ﺍ ِﻹﺪﻧ ﻋ ﻢ ﺗﺪ ﻋ ﻭﹺﺇ ﹾﻥ ﻢ ﻤ ﹸﻜﺮﺣ ﻳ ﻢ ﹶﺃ ﹾﻥ ﺑ ﹸﻜﺭ ﻰﻋﺴ )
“Tal vez, vuestro Señor se apiade de vosotros.
Pero si reincidís, reincidiremos”. (El Viaje Noc-
turno-17:8)
288
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hasta que sean transportados a Bait al-Maqdis y allí reúna Alläh a los primeros y a los últi-
mos…”.
#·ÅÁym t⎦⎪ÌÏ≈s3ù=Ï9 tΛ©⎝yγy_ $uΖù=yèy_uρ ¢ $tΡô‰ãã öΝ›?‰ãã ÷βÎ)uρ 4 ö/ä3uΗxqötƒ βr& ö/ä3š/u‘ 4©|¤tã ®
tβθè=yϑ÷ètƒ t⎦⎪Ï%©!$# t⎦⎫ÏΖÏΒ÷σßϑø9$# çÅe³;u ãƒuρ ãΠuθø%r& š†Ïφ ©ÉL¯=Ï9 “ωöκu‰ tβ#u™öà)ø9$# #x‹≈yδ ¨βÎ) ∩∇∪
öΝçλm; $tΡô‰tGôãr& ÍοtÅzFψ$$Î/ tβθãΖÏΒ÷σムŸω t⎦⎪Ï%©!$# ¨βr&uρ ∩®∪ #ZÎ6x. #\ô_r& öΝçλm; ¨βr& ÏM≈ysÎ=≈¢Á9$#
“Tal vez vuestro Señor se apiade de vosotros”. Y eso se refiere a lo que les ha informa-
do en sus Libros. “Pero si reincidís, reincidiremos”. Dijo Al-Quœairï: Y el castigo para los hijos
de Israel fue doble por parte de los incrédulos y otra vez a manos de los musulmanes.
“Ciertamente, este Qur°än guía a la vía más recta”. Después que ha mencionado al-
miªaräÿ, menciona lo que ha decretado en contra de los hijos de Israel, siendo eso una prueba
de la Profecía de Muåammad , y después aclara que el Libro que le ha revelado es para se-
guir la buena guía que conduce al camino más justo, certero y correcto. Y como dice Az-
Zaÿÿäÿ, es la guía que conduce al mejor de los estados, y ese es el reconocimiento de la Unici-
dad de Alläh y la fe en Sus Enviados. “… y anuncia a los creyentes que practican la rectitud
las buenas nuevas de que tendrán una enorme recompensa”. Y esa recompensa será el Jar-
dín. “Y a los que no creen en la Otra Vida les hemos preparado un doloroso castigo”. Y el
Qur°än en su mayoría es promesa y amenaza.
Ÿ≅ø‹©9$# $uΖù=yèy_uρ ∩⊇⊇∪ Zωθàftã ß⎯≈|¡ΡM}$# tβ%x.uρ ( Îösƒø:$$Î/ …çνu™!%tæßŠ Îh¤³9$$Î/ ß⎯≈|¡ΡM}$# äíô‰tƒuρ ®
⎯ÏiΒ WξôÒsù (#θäótGö;tGÏj9 ZοuÅÇö7ãΒ Í‘$pκ¨]9$# sπtƒ#u™ !$uΖù=èy y_uρ È≅ø‹©9$# sπtƒ#u™ !$tΡöθysyϑsù ( È⎦÷⎫tGtƒ#u™ u‘$pκ¨]9$#uρ
〈 ∩⊇⊄∪ WξŠÅÁøs? çµ≈oΨù=¢Ásù &™ó©x« ¨≅à2uρ 4 z>$|¡Ïtø:$#uρ t⎦⎫ÏΖÅb¡9$# yŠy‰tã (#θßϑn=÷ètGÏ9uρ óΟä3În/§‘
289
17. Sura El Viaje Nocturno
“El hombre pide el mal…”. Dijeron Ibn ªAbbäs y otros: Se refiere a la invocación que a
veces hace el hombre en la desazón, en contra suya o de sus hijos, por cosas que no le gustaría
que fuese respondido; “… de la misma manera que pide el bien”. Es decir, como la invocación
del hombre a su Señor para que le otorgue la salud; pues si Alläh respondiera a su invocación
del mal en contra suya, perecería, sin embargo, por Su favor, no le responde a eso; como en Su
dicho:
(11-ﺲﻮﻧﻴ ﹺﺮ( )ﻳ ﺨ
ﻢ ﺑﹺﺎﹾﻟ ﺎﳍﻌﺠ ﺘﺳ ﺍ ﺮ ﺸ
ﺱ ﺍﻟ
ﺎ ﹺﻠﻨﻪ ﻟ ﺠﻞﹸ ﺍﻟ ﱠﻠ
ﻌ ﻮ ﻳ ﻭﹶﻟ )
“Y si Alläh precipitara el mal a los hombres
como ellos quieren precipitar el bien, el plazo se
les habría cumplido”. (Yünus-10:11)
Se ha dicho que se reveló por An-Naîar ibn al-Åäriµ que solía invocar diciendo:
ﺎ ِﺀﺴﻤ
ﻦ ﺍﻟ ﻣ ﺭ ﹰﺓ ﺎﺣﺠ ﺎﻴﻨ ﻋ ﹶﻠ ﺮ ﻄ ﻣ ﻙ ﹶﻓﹶﺄ ﺪ ﻨ ﻋ ﻦ ﻣ ﻖ ﺤ
ﻮ ﺍﹾﻟ ﻫﺬﹶﺍ ﻫ ﻢ ﹺﺇ ﹾﻥ ﻛﹶﺎ ﹶﻥ ﻬ )ﺍﻟ ﱠﻠ
(32-ﻧﻔﹶﺎﻝﻴ ﹴﻢ( )ﺍ َﻷﺏ ﹶﺃﻟ
ﻌﺬﹶﺍ ﹴ ﺎ ﹺﺑﺘﻨﺍﹾﺋ ﻭ ﹶﺃ
“¡Oh Alläh! Si esto es la verdad que procede de
Ti, haz que nos lluevan piedras del cielo o inflí-
genos un doloroso castigo”. (Los Botines de
Guerra-8:32)
290
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
de Ibn ªAbbäs se transmitió que dijo: Alläh creó dos soles de la luz de Su trono, y puso, según
Su conocimiento anterior, un sol de la magnitud del mundo extendiéndose desde el oriente
hasta el occidente; e hizo la luna aparte del sol: Envió a Ÿibrïl, sobre él la paz, que pasó su ala
por su faz tres veces, siendo ese día un sol del que se desvanecieron sus rayos pero quedó su
luz. Y la negrura que veis en la luna es la huella de haber sido borrada; porque de haberla
dejado como el sol, no se habría distinguido la noche del día; y ese es Su dicho: “… el signo de
la noche lo hemos borrado”. “… y el del día lo hemos hecho de forma que en él fuera posible
ver”. Es decir, hemos hecho su sol luminoso para la vista, o sea, para que se vea con él; “…
para que así pudierais buscar el favor de vuestro Señor”. Refiriéndose a la búsqueda de la
provisión durante el día; como dijo en otro lugar:
(67-ﺲﻮﻧﺼﺮًﺍ( )ﻳ
ﺒ ﻣ ﺭ ﺎﻨﻬﺍﻟﻪ ﻭ ﻴﻮﺍ ﻓﺴﻜﹸﻨ
ﺘﻟ ﻞﻢ ﺍﻟ ﱠﻠﻴ ﻌ ﹶﻞ ﹶﻟ ﹸﻜ ﺟ ﻱﻮ ﺍﱠﻟﺬ )ﻫ
“Él es Quien hizo para vosotros la noche, para
que en ella descansarais y el día para que vie-
rais”. (Yünus-10:67)
çµ9s)ù=tƒ $Y7≈tFÅ2 Ïπyϑ≈uŠÉ)ø9$# tΠöθtƒ …çµs9 ßlÌøƒéΥuρ ( ⎯ϵÉ)ãΖãã ’Îû …çνuÈ∝¯≈sÛ çµ≈oΨøΒt“ø9r& ?⎯≈|¡ΣÎ) ¨≅ä.uρ ®
〈 ∩⊇⊆∪ $Y7ŠÅ¡ym y7ø‹n=tã Πt öθu‹ø9$# y7Å¡øuΖÎ/ 4’s∀x. y7t6≈tGÏ. ù&tø%$# ∩⊇⊂∪ #·‘θà±ΨtΒ
“A todo ser humano le hemos atado su destino al cuello; y el
Día del Juicio le sacaremos un libro que encontrará abierto.
(13) ¡Lee tu libro! Hoy te bastas a ti mismo para llevar tu
cuenta”. (14)
“A todo ser humano le hemos atado su destino al cuello”. Dijo Az-Zaÿÿäÿ: La mención
del cuello es una expresión que implica un apego o asociación con algo, como la asociación del
collar con el cuello. Y dijo Ibn ªAbbäs que “su destino”, se refiere a sus acciones y lo que se le
ha decretado para él tanto de bien como de mal; añadieron Muqätil y Al-Kalbï: Quiere decir
291
17. Sura El Viaje Nocturno
que van con él sus buenas y malas acciones, sin que se separen de él hasta que rinda cuentas.
Dijo Muÿähid: Son sus acciones y su provisión; dijo: No hay nadie que no lleve en su cuello
una hoja escrita, de si será feliz o desgraciado. “… y el Día del Juicio le sacaremos un libro que
encontrará abierto”. Es decir, un libro de su destino escrito en su cuello. Y se relató en un
åadïµ: “¡Oh Alläh! No hay bien sino Tu bien, ni designio sino el Tuyo, ni hay más Señor que
Tu”. “¡Lee tu libro!” Dijo Al-Åasan al-Baçrï en su tafsïr: El hombre leerá su libro escrito, sea
analfabeto o no. “Hoy te bastas a ti mismo para llevar tu cuenta”. Se ha dicho: Esto es un
libro escrito: tu lengua es su pluma, tu saliva es su tinta, tus miembros son sus hojas, tú eres el
que dictas a tu guardián sin que aumente ni disminuya nada; y si negaras o ignoraras algo, él
sería testigo de ti en contra tuya.
â‘Ì“s? Ÿωuρ 4 $pκön=tæ ‘≅ÅÒtƒ $yϑ¯ΡÎ*sù ¨≅|Ê ⎯tΒuρ ( ⎯ϵšøuΖÏ9 “ωtGöκu‰ $yϑ¯ΡÎ*sù 3“y‰tF÷δ$# Ç⎯¨Β ®
〈 ∩⊇∈∪ Zωθß™u‘ y]yèö6tΡ 4©®Lym t⎦⎫Î/Éj‹yèãΒ $¨Ζä. $tΒuρ 3 3“t÷zé& u‘ø—Íρ ×οu‘Η#uρ
“Quien se guía, lo hace a favor de sí mismo, y quien se ex-
travía lo hace en contra suya. A nadie se le cargará con la
carga de otro. Y no castigamos sin antes haber enviado un
Mensajero”. (15)
“Quien se guía, lo hace a favor de sí mismo, y quien se extravía lo hace en contra su-
ya”. Es decir, a cada uno se le hará la cuenta de sí mismo y no la de otro: quien se guiara co-
rrectamente recibiría la recompensa a su favor, y quien se extraviara las consecuencias de su
incredulidad obrarían en contra suya. “A nadie se le cargará con la carga de otro”. Dijo Ibn
ªAbbäs: Se reveló la äya por Al-Walïd ibn al-Muguïra que dijo a la gente de Meca: ¡Seguidme y
no creáis a Muåammad que yo soportaré vuestras cargas! Entonces se reveló la äya. Es decir,
Al-Walïd no acarreará vuestros males, sino que el mal de cada uno caerá sobre sí mismo;
como en Su dicho:
(31-ﺎﻡﻧﻌﻢ( )ﺍ َﻷ ﻫ ﻮ ﹺﺭﻋﻠﹶﻰ ﹸﻇﻬ ﻢ ﻫ ﺭ ﺍﻭﺯ ﻤﻠﹸﻮ ﹶﻥ ﹶﺃ ﺤ
ﻳ)
“Y cargarán sus faltas sobre sus espaldas”. (Los
Rebaños-6:31)
Es decir, como si de fardos pesados se tratara. “Y no castigamos sin antes haber en-
viado un Mensajero”. Es decir, no dejamos a las criaturas abandonadas, sino que les envia-
mos Mensajeros. Y, verdaderamente, Alläh no aniquila a un pueblo con un castigo sin antes
haberles enviado un Mensaje a ellos con una advertencia. Y esto es general en este mundo y en
la Otra Vida, por Su dicho:
(ﺎﺎ َﺀﻧﺪ ﺟ ﻰ ﹶﻗ ﺑ ﹶﻠ ﻗﹶﺎﻟﹸﻮﺍﻳﺮﻧﺬ ﻢ ﺗ ﹸﻜﻳ ﹾﺄ ﻢ ﺎ ﹶﺃﹶﻟﻬﻧﺘﺰ ﺧ ﻢ ﺳﹶﺄﹶﻟﻬ ﻮﺝ ﺎ ﹶﻓﻴﻬﻲ ﻓ ﻘ ﺎ ﺃﹸﹾﻟ) ﹸﻛ ﱠﻠﻤ
(8-ﻤﻠﹾﻚ )ﺍﹾﻟ
292
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ãΑöθs)ø9$# $pκön=tæ ¨,y⇔sù $pκÏù (#θà)|¡xsù $pκÏùuøIãΒ $tΡötΒr& ºπtƒös% y7Î=öκ–Ξ βr& !$tΡ÷Šu‘r& !#sŒÎ)uρ ®
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$yγuŠ÷èy™ $oλm; 4©tëy™uρ nοtÅzFψ$# yŠ#u‘r& ô⎯tΒuρ ∩⊇∇∪ #Y‘θãmô‰¨Β $YΒθãΒõ‹tΒ $yγ8n=óÁtƒ tΛ©⎝yγy_ …çµs9
293
17. Sura El Viaje Nocturno
“Y cuántas ciudades hemos destruido después de Nüå”. Es decir, cuántos pueblos que
fueron incrédulos se buscaron la ruina y fueron aniquilados; con esta expresión quiere Alläh
infundir temor a los incrédulos de Meca. Y ya se habló de esto en la äya 2 del sura de Los Re-
baños.
“Quién desee la vida efímera…”, de este mundo; “… en ella le damos enseguida lo que
queremos a quien queremos”. Es decir, no le damos de ella más que lo que queremos, y des-
pués le hacemos pagar por sus acciones, siendo su final la entrada en el Fuego. “Censurado y
despreciado”. Es decir, abandonado y alejado de la misericordia: ésta es la cualidad de los
hipócritas depravados, aparentando y disfrazándose con el Islam para obtener beneficios
inmediatos de este mundo, como el botín y otros. Y no se les aceptará esa acción en la Otra
Vida, ni se les dará en este mundo nada más que la parte que les haya correspondido. “Pero,
quién desee la Otra Vida y se esfuerce por ella…”, practicando las acciones justas; “… siendo
creyente”, porque las acciones justas y de obediencia no se aceptan sino del creyente; “A ésos
se les agradecerá su esfuerzo”, y se les premiarán las acciones nobles y justas el doble o diez
veces más, y hasta setenta o setecientas veces más, como se transmitió en un åadïµ de Abü
Huraira que se le dijo: ¿No has oído decir al Mensajero de Alläh : “Ciertamente, Alläh re-
compensará una buena acción (åasana) dos millones de veces?”
∩⊄⊃∪ #·‘θÝàøtxΧ šÎn/u‘ â™!$sÜtã tβ%x. $tΒuρ 4 y7În/u‘ Ï™!$sÜtã ô⎯ÏΒ Ï™Iωàσ¯≈yδuρ Ï™Iωàσ¯≈yδ ‘‰ÏϑœΡ yξä. ®
∩⊄⊇∪ Wξ‹ÅÒøs? çy9ø.r&uρ ;M≈y_u‘yŠ ç t9ø.r& äοtÅzEζs9uρ 4 <Ù÷èt/ 4’n?tã öΝåκ|Õ÷èt/ $oΨù=Òsù y#ø‹x. öÝàΡ$#
294
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“A todos damos con largueza, a unos y a otros, como parte del favor de tu Señor”. Es
decir, para que sepas que Él provee a los creyentes y a los incrédulos; “… pues el favor de tu
Señor no está restringido”, o sea, no está impedido. “Observa cómo hemos favorecido a unos
sobre otros”, en la práctica y en la provisión: hay unos más favorecidos que otros. “Pero la
Otra Vida es superior en grados y en preferencia”, o sea, para los creyentes; pues, al incrédu-
lo aunque se le favorezca con largueza una vez y al creyente se le disminuya otra vez, en la
Otra Vida no hay reparto más que una sola vez, y es por sus acciones. “No pongas junto a
Alläh a ningún otro dios”. El interlocutor aquí es el Profeta , pero refiriéndose a su pueblo, o
al hombre en general, como se ha dicho también; “… pues te quedarías reprobado y abando-
nado”, o sea, sin nadie que te ayudara ni te protegiera.
x8y‰ΨÏã £⎯tóè=ö7tƒ $¨ΒÎ) 4 $·Ζ≈|¡ômÎ) È⎦ø⎪t$Î!≡uθø9$$Î/uρ çν$−ƒÎ) HωÎ) (#ÿρ߉ç7÷ès? ωr& y7•/u‘ 4©|Ós%uρ * ®
Zωöθs% $yϑßγ©9 ≅è%uρ $yϑèδöpκ÷]s? Ÿωuρ 7e∃&é !$yϑçλ°; ≅à)s? Ÿξsù $yϑèδŸξÏ. ÷ρr& !$yϑèδ߉tnr& uy9Å6ø9$#
$yϑx. $yϑßγ÷Ηxqö‘$# Éb>§‘ ≅è%uρ Ïπyϑôm§9$# z⎯ÏΒ ÉeΑ—%!$# yy$uΖy_ $yϑßγs9 ôÙÏ÷z$#uρ ∩⊄⊂∪ $VϑƒÌŸ2
“Tu Señor ha ordenado (qaîä)”. Según Ibn ªAbbäs y otros, aquí al-qaîä no significa un
veredicto sino la ejecución de un mandato; y el término “qaîä” se utiliza en la lengua árabe
con aspectos diferentes: Significa una orden, como en esta äya; significa la creación, como en
Su dicho sobre la creación de los cielos y la tierra:
(12-ﺖ
ﺼ ﹶﻠ
ﻴ ﹺﻦ( ) ﹸﻓ ﻣ ﻮ ﻳ ﻲﺕ ﻓ
ﺍﻤﻮ ﺳ ﻊﺳﺒ ﻦ ﻫ ﺎ) ﹶﻓ ﹶﻘﻀ
“Pues, los creó en siete cielos en dos días”. (Fuç-
çilat-41:12)
295
17. Sura El Viaje Nocturno
296
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Puede un hombre insultar a sus padres? Dijo: “¡Sí! Si un hombre
insulta al padre de otro hombre y éste insulta a su padre, o insulta a su madre y éste a la suya”.
De la desobediencia a los padres es discrepar de ellos por los motivos que les están
permitidos, mientras que eso no vaya en contra de la obediencia a Alläh. Relató At-Tirmiæï
que dijo Ibn ªUmar: Tenía yo una mujer a la que quería, pero mi padre la detestaba, de forma
que me ordenó divorciarla y yo me opuse. Le mencioné el hecho al Mensajero de Alläh y
dijo: “¡Oh ªAbdulläh ibn ªUmar, divorcia a tu mujer!” (Åadïµ Åasan Çaåïå)
Se transmitió de Abü Huraira que dijo: Acudió un hombre al Profeta y le preguntó:
¿Quién tiene más derecho a que le dispense mi buena compañía? Dijo: “¡Tu madre!” Preguntó
de nuevo: ¿Después quién? Dijo: “¡Tu madre!” Volvió a preguntar: ¿Y después quién? Dijo:
““¡Después tu madre!” Y volvió a preguntar: ¿Y después quién? Dijo: “¡Después tu padre!”
Practicar la virtud y el bien hacia los padres no implica necesariamente que tengan que
ser musulmanes, pues aunque sean los padres incrédulos se les ha de hacer el bien, si tienen
un pacto de no agresión, como en Su dicho:
ﻦ ـﻢ ﻣ ﻮ ﹸﻛﺨ ﹺﺮﺟ
ﻳ ﻢ ﻭﹶﻟ ﻳ ﹺﻦﻲ ﺍﻟﺪﻢ ﻓ ﺗﻠﹸﻮﻛﹸﻘﹶﺎﻢ ﻳ ﻦ ﹶﻟ ﻳﻦ ﺍﱠﻟﺬ ﻋ ﻪ ﻢ ﺍﻟ ﱠﻠ ﺎ ﹸﻛﻨﻬ ﻳ ) ﹶﻻ
(8-ﺔﺤﻨ
ﺘﻤ ﻤ ﻢ( )ﺍﹾﻟ ﻫ ﻭﺒﺮﺗ ﻢ ﹶﺃ ﹾﻥ ﺎ ﹺﺭ ﹸﻛﺩﻳ
“Alläh no os prohíbe que tratéis bien y con jus-
ticia a los que no os hayan combatido a causa
de vuestra creencia ni os hayan expulsado de
vuestros hogares”. (La Examinada-60:8)
En Çaåïå Al-Bujärï se transmitió, de Asmä, que dijo: Vino mi madre a verme siendo
idólatra en la época en que Quraiœ había pactado con el Profeta y su padre; entonces, pedí
un fatwa al Profeta para ver si la podía recibir y dije: Mi madre ha venido deseosa de verme.
¿La puedo recibir? Dijo: “¡Sí, atiende a tu madre!”
Se transmitió de ªAbdulläh ibn ªAmr que dijo: Acudió un hombre al Profeta a pedirle
permiso para el Ÿihäd y le dijo: “¿Están vivos tus padres?” Dijo: ¡Sí! Dijo: Entonces, esfuérzate
en el bien hacia ellos. Y de él mismo se transmitió que dijo: Acudió un hombre al Profeta a
darle el testimonio de fidelidad para hacer la hégira, y dejó a sus padres llorando. Entonces le
dijo: “¡Regresa a tus padres y hazlos reir como los has hecho llorar!” Añadió Ibn al-Munæir:
En este åadïµ hay una prohibición de salir de expedición sin permiso de los padres, mientras
no sea una señal de ataque general (nafïr), y en ese caso la salida es obligatoria para todos sin
excusa; como en la mención de la historia de Zaid ibn Åäriµa, Ÿaªfar ibn Abï Öälib, e Ibn
Rawäåa que el portavoz del Mensajero de Alläh llamó a la congregación, y dijo el Profeta ,
después de alabar y ensalzar a Alläh: “¡Hombres! ¡Partid y reforzad a vuestros hermanos, y
que nadie se quede atrás!” Así pues, salió de expedición toda la gente, a pie y sobre las montu-
ras bajo un sol abrasador.
Relató Abü Usaid que participó en Badr y dijo: Estaba sentado con el Profeta y acu-
dió a él un hombre de los auxiliares de Medina y le dijo: ¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Me queda-
ría por hacer alguna práctica del bien y la virtud hacia mis padres después de muertos? Dijo:
“¡Sí! Las oraciones por ellos, pedir el perdón para ellos, ejecutar sus pactos después de ellos,
honrar a sus amigos, y la relación con sus familiares anteriores de ellos”. Y el Mensajero de
297
17. Sura El Viaje Nocturno
Alläh solía enviar regalos a las amigas de Jadiÿa como un bien hacia ella, y era su esposa,
pues con más motivo aún por los padres.
“Y si a alguno de ellos, o a los dos juntos, les llega la vejez junto a ti…”. Relató Muslim,
de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “¡Sea abyecto, sea abyecto, sea abyecto!”
Preguntaron: ¿Quién, Mensajero de Alläh? Dijo: “Quien haya alcanzado a ver a sus padres en
la vejez juntos, o a uno de ellos, y después no haya entrado en el Jardín”. También de Abü
Huraira se transmitió que dijo el Profeta : “¡Un ser abyecto es el hombre que cuando soy
mencionado delante de él no pide bendiciones por mí! ¡Un ser abyecto es el hombre que al-
canzó a ver a sus padres en la vejez juntos, o a uno de los dos, y no llegó a entrar en el Jardín!
¡Un ser abyecto es el hombre al que le llegó Ramaîän, y después se le pasó antes de que fuese
perdonado!”
“No les digas “uff”…”. Es decir, no les digas lo que es más fastidioso. El “uff” se refiere
al habla injuriosa, obscena y abyecta. Dijo Az-Zaÿÿäÿ: “uff” significa el olor fétido, o la sucie-
dad entre las uñas, o la de los oídos, como dicen otros. Se transmitió de ªAlï ibn Abï Öälib que
dijo el Mensajero de Alläh : “Si Alläh supiera de la rebeldía algo más abyecto que “uff” lo
habría mencionado. Así pues, que haga el justo lo que quiera hacer y no entrará en el Fuego, y
que haga lo que quiera hacer el rebelde y no entrará en el Jardín”. Dijeron nuestros ulemas
que la expresión “uff” dirigida a los padres es la cosa más infame, porque la rechazan como el
que niega el don o la educación; y en definitiva la palabra “uff” se usa para rechazar cualquier
cosa; por eso dijo Ibrähïm a su pueblo:
(67-ﺎﺀﻧﹺﺒﻴﻪ( )ﺍ َﻷ ﻥ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻭﻦ ﺩ ﻣ ﻭ ﹶﻥﺒﺪﻌ ﺗ ﺎﻟﻤﻭ ﻢ ﻑ ﹶﻟ ﹸﻜ
)ﹸﺃ
“¡Uff para vosotros y para lo que adoráis apar-
te de Alläh!”. (Los Profetas-21:67)
298
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
š⎥⎫Î/≡¨ρF|Ï9 tβ%Ÿ2 …絯ΡÎ*sù t⎦⎫ÅsÎ=≈|¹ (#θçΡθä3s? βÎ) 4 ö/ä3Å™θàçΡ ’Îû $yϑÎ/ ÞΟn=÷ær& ö/ä3š/§‘ ®
#·ƒÉ‹ö7s? ö‘Éj‹t7è? Ÿωuρ È≅‹Î6¡¡9$# t⎦ø⌠$#uρ t⎦⎫Å3ó¡Ïϑø9$#uρ …絤)ym 4’n1öà)ø9$# #sŒ ÏN#u™uρ ∩⊄∈∪ #Y‘θàxî
〈 ∩⊄∠∪ #Y‘θàx. ⎯ϵÎn/tÏ9 ß⎯≈sÜø‹¤±9$# tβ%x.uρ ( È⎦⎫ÏÜ≈u‹¤±9$# tβ≡uθ÷zÎ) (#þθçΡ%x. t⎦⎪Í‘Éj‹t6ßϑø9$# ¨βÎ) ∩⊄∉∪
“Vuestro Señor sabe mejor lo que hay dentro de vosotros
mismos. Si sois rectos… Ciertamente, Él perdona a los que
se vuelven a Él. (25) Y da a los parientes próximos lo que les
corresponde, así como a los mendigos y al viajero; y no de-
rrochéis a manos llenas. (26) Ciertamente, los derrochado-
res son hermanos de los demonios; y el demonio es ingrato
con su Señor”. (27)
“Vuestro Señor sabe mejor lo que hay dentro de vosotros mismos”. Es decir, en cuanto
a ser realmente conscientes de la misericordia hacia los padres y la ternura para con ellos; o
por el contrario, quien lo hace por simple apariencia. “Si sois rectos…”. Es decir, si sois vera-
ces en la intención de practicar la virtud y el bien con los padres; pues Alläh, perdona el arre-
bato. Y Su dicho: “Ciertamente, Él perdona a los se vuelven a Él”, es una promesa del perdón
con la condición de rectificar y volverse a la obediencia de Alläh, glorificado sea. Y los que se
vuelven a Él, son los que cuando recuerdan y reconocen sus errores piden perdón por ellos; o
aquellos que recuerdan sus faltas a solas, y después piden perdón a Alläh por ellas.
“Y da a los parientes próximos lo que les corresponde”. Son los parientes del Profeta
a los que ordenó que se les diera del Tesoro Público (Bait al-Mäl) lo correspondiente a sus
derechos según su participación en el botín; “… así como a los mendigos y al viajero”. Es
decir, y después da çadaqa a los pobres necesitados y a los viajeros; “… y no derrochéis a ma-
nos llenas”. Es decir, no gastéis excesivamente sin derecho, porque ello os induciría a incurrir
en lo prohibido, por Su dicho: “Ciertamente, los derrochadores son hermanos de los demo-
nios”. O sea, entran en su norma, teniendo en cuenta que el derrochador extiende la corrup-
ción como hacen los demonios.
∩⊄∇∪ #Y‘θÝ¡øŠ¨Β Zωöθs% öΝçλ°; ≅à)sù $yδθã_ös? y7Îi/¢‘ ⎯ÏiΒ 7πuΗ÷qu‘ u™!$tóÏGö/$# ãΝåκ÷]tã £⎯|ÊÌ÷èè? $¨ΒÎ)uρ ®
$YΒθè=tΒ y‰ãèø)tFsù ÅÝó¡t6ø9$# ¨≅ä. $yγôÜÝ¡6ö s? Ÿωuρ y7É)ãΖãã 4’n<Î) »'s!θè=øótΒ x8y‰tƒ ö≅yèøgrB Ÿωuρ
〈 ∩⊄®∪ #·‘θÝ¡øt¤Χ
“Y si tuvieras que apartarte de ellos para buscar una mise-
ricordia de tu Señor que esperas obtener, háblales con pa-
labras suaves. (28) Y no tengas el puño cerrado, encadena-
299
17. Sura El Viaje Nocturno
“Y si tuvieras que apartarte de ellos para buscar una misericordia de tu Señor”. Sobre
la causa de la revelación de la äya dijo Ibn Zaid que se reveló por una gente que pedía al Men-
sajero de Alläh y éste rehusaba darles porque sabía de ellos que lo gastaban de forma co-
rrupta y trataba de apartarse de ellos para no incurrir en la colaboración con ellos en la co-
rrupción; “… háblales con palabras suaves”. Es decir, le ordenó que pidiera por ellos, o sea,
aligérales su pobreza con tus peticiones para ellos. En otras palabras significa: Si tuvieras que
apartarte de ellos, oh Muåammad, por no poder darles, dedícales palabras tiernas y amables
para excusarte con ellos, pide para ellos la provisión, y diles que les darías y honrarías si tuvie-
ras. Cuando el Mensajero de Alläh no tenía qué dar, callaba y solía esperar que le viniera la
provisión de Alläh, el Altísimo, porque detestaba rechazarles; y entonces se reveló esta äya. El
Mensajero de Alläh solía hacer la siguiente petición cuando le pedían y no tenía que dar:
“¡Que Alläh nos provea a nosotros y a vosotros de Su favor!” Pues, según esto “una misericor-
dia” aquí es la provisión esperada.
“Y no tengas el puño cerrado, encadenado a tu cuello…”. Esta expresión es una metá-
fora para definir con ella al avaro, aquel cuyo corazón no puede dar nada de su riqueza. En
Çaåïå Al-Bujärï y Muslim se recogió, de Abü Huraira, que dijo: El Mensajero de Alläh ha
puesto la parábola del avaro y el generoso con el ejemplo de dos hombres que tienen dos man-
tos sobre ellos de hierro, los cuales oprimen sus manos contra sus pechos y sus clavículas; de
manera que cuando el generoso se dispone a dar una çadaqa, su manto se extiende, mientras
que el del avaro se encoge; “… ni lo abras del todo…”. Pone el ejemplo de la extensión de la
mano con la pérdida de la riqueza; pues, si el puño cerrado es la retención de lo que hay en
ella, con el despliegue de la mano se pierde lo que tiene. El interlocutor en la äya es el Mensa-
jero de Alläh pero referido a toda su Umma en general, siendo él y sus compañeros verda-
deros ejemplos de generosidad que gastaban por la causa de Alläh de sus riquezas. Pues el
Mensajero de Alläh no almacenaba nada para el día siguiente, y llegaba a pasar hambre
hasta el punto de atarse una piedra sobre el vientre. Y la prohibición de Alläh en el gasto es
cuando se hace en exceso y desmesuradamente.
∩⊂⊃∪ #ZÅÁt/ #MÎ7yz ⎯ÍνÏŠ$t6ÏèÎ/ tβ%x. …絯ΡÎ) 4 â‘ωø)tƒuρ â™!$t±o„ ⎯yϑÏ9 s−ø—Îh9$# äÝÝ¡ö6tƒ y7−/u‘ ¨βÎ) ®
〈 ∩⊂⊇∪ #ZÎ6x.
“Ciertamente, tu Señor da la provisión con largueza a quien
quiere y también la restringe: Él está bien informado de Sus
siervos y los conoce perfectamente. (30) No matéis a vues-
tros hijos por temor a la pobreza: Nosotros los proveemos a
300
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Sobre la äya habla Ibn Ÿarïr aö-Öabarï en su tafsïr: Dice Alläh, el Altísimo, a Su Profeta
Muåammad : ¡Ciertamente, tu Señor, oh Muåammad, extiende Su provisión a quien quiere
de Sus siervos con largueza, y la raciona a quien quiere con frugalidad y estrechez! “Él está
bien informado de Sus siervos”. Dice: Ciertamente, tu Señor tiene un conocimiento perfecto
de Sus siervos: A quién le corresponde la esplendidez en la provisión y lo corrompe, y a quién
le corresponde la estrechez y lo pierde.
Y en definitiva, ya se ha hablado ampliamente sobre la äya en el sura de Los Rebaños.
©ÉL©9$# }§ø¨Ζ9$# (#θè=çFø)s? Ÿωuρ ∩⊂⊄∪ Wξ‹Î6y™ u™!$y™uρ Zπt±Ås≈sù tβ%x. …絯ΡÎ) ( #’oΤÌh“9$# (#θç/tø)s? Ÿωuρ ®
’Ìó¡ç„ Ÿξsù $YΖ≈sÜù=ß™ ⎯ϵÍh‹Ï9uθÏ9 $uΖù=yèy_ ô‰s)sù $YΒθè=ôàtΒ Ÿ≅ÏFè% ⎯tΒuρ 3 Èd,ysø9$$Î/ ωÎ) ª!$# tΠ§ym
301
17. Sura El Viaje Nocturno
ωôγyèø9$$Î/ (#θèù÷ρr&uρ 4 …çν£‰ä©r& xè=ö7tƒ 4©®Lym ß⎯|¡ômr& }‘Ïδ ©ÉL©9$$Î/ ωÎ) ÉΟŠÏKuŠø9$# tΑ$tΒ (#θç/tø)s? Ÿωuρ ®
Ĩ$sÜó¡É)ø9$$Î/ (#θçΡΗuρ ÷Λä⎢ù=Ï. #sŒÎ) Ÿ≅‹ø s3ø9$# (#θèù÷ρr&uρ ∩⊂⊆∪ Zωθä↔ó¡tΒ šχ%x. y‰ôγyèø9$# ¨βÎ) (
¨βÎ) 4 íΟù=Ïæ ⎯ϵÎ/ y7s9 }§øŠs9 $tΒ ß#ø)s? Ÿωuρ ∩⊂∈∪ WξƒÍρù's? ß⎯|¡ômr&uρ ×öyz y7Ï9≡sŒ 4 ËΛ⎧É)tFó¡ßϑø9$#
302
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
sobre lo que ha reflexionado y en lo que ha creído; el oído y la vista serán preguntados sobre lo
que hayan visto y oído; o también se ha dicho que Alläh, el Altísimo, preguntará al hombre
sobre todo lo que haya abarcado con su oído, vista y corazón. Como el dicho del Profeta :
“Todos vosotros sois pastores, y cada uno es responsable de su rebaño”. De manera que el
hombre, según esto, es pastor de sus miembros y órganos. Pero la primera explicación es la
más correcta, como en Su dicho:
ﻮﺍﺎ ﻛﹶـﺎﻧﻢ ﹺﺑﻤ ﻬ ﻠﹸﺭﺟ ﹶﺃﻬﺪ ﺸ
ﺗﻭ ﻢ ﻳ ﹺﻬﻳﺪﺎ ﹶﺃﻨ ﹶﻜ ﱢﻠﻤﻭﺗ ﻢ ﻫ ﹺﻬ ﺍﻋﻠﹶﻰ ﹶﺃ ﹾﻓﻮ ﺘﻢﺨ
ﻧ ﻡ ﻮ ﻴ)ﺍﹾﻟ
(65-ﻮ ﹶﻥ( )ﻳﺲﺴﺒ
ِ ﻳ ﹾﻜ
“Hoy les sellaremos las boca y serán sus manos
las que Nos hablen, y serán sus pies los que tes-
tifiquen lo que hicieron”. (Yä.Sïn-36:65)
-ﺖ
ﺼ ﹶﻠ
) ﹸﻓ (ﻤﻠﹸﻮ ﹶﻥ ﻌ ﻳ ﻮﺍﺎ ﻛﹶﺎﻧﻢ ﹺﺑﻤ ﻫ ﺩ ﺟﻠﹸﻮ ﻭ ﻢ ﻫ ﺭ ﺎﺑﺼﻭﹶﺃ ﻢ ﻬ ﻤﻌ ﺳ ﻢ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﺪ ﺷ ﹺﻬ )
(20
“Atestiguarán contra ellos sus oídos, vista y
piel por lo que hicieron”. (Fuççilat-41:20)
Y se menciona al oído, la vista y el corazón porque son sentidos que tienen capacidad
para percibir, otorgándoles en esta äya responsabilidad que es una cualidad de los que están
dotados de razón.
ZωθèÛ tΑ$t6Ågø:$# xè=ö6s? ∅s9uρ uÚö‘F{$# s−ÌøƒrB ⎯s9 y7¨ΡÎ) ( $·mttΒ ÇÚö‘F{$# ’Îû Ä·ôϑs? Ÿωuρ ®
303
17. Sura El Viaje Nocturno
encima y por debajo. De forma que la soberbia y la arrogancia no son apropiadas. “Todo esto
es una maldad detestable ante tu Señor”. Es decir, el malo es el detestable, el que no compla-
ce a Alläh, ni acata Sus mandatos ni se abstiene de Sus prohibiciones.
4’s+ù=çFsù tyz#u™ $·γ≈s9Î) «!$# yìtΒ ö≅yèøgrB Ÿωuρ 3 Ïπyϑõ3Ïtø:$# z⎯ÏΒ y7•/u‘ y7ø‹s9Î) #©yr÷ρr& !$£ϑÏΒ y7Ï9≡sŒ ®
Ïπs3Íׯ≈n=yϑø9$# z⎯ÏΒ x‹sƒªB$#uρ t⎦⎫ÏΨt7ø9$$Î/ Νà6š/u‘ ö/ä38xô¹r'sùr& ∩⊂®∪ #·‘θãmô‰¨Β $YΒθè=tΒ tΛ©⎝yγy_ ’Îû
(#ρã©.¤‹u‹Ï9 Èβ#u™öà)ø9$# #x‹≈yδ ’Îû $uΖøù§|À ô‰s)s9uρ ∩⊆⊃∪ $VϑŠÏàtã »ωöθs% tβθä9θà)tGs9 ö/ä3¯ΡÎ) 4 $·W≈tΡÎ)
La indicación de “eso” es a los relatos y leyes que contienen las äyät anteriores con las
que descendió Ÿibrïl, sobre él la paz. Es decir, esos hechos explícitos que encierran la Sabidu-
ría de Alläh en Sus siervos que creó para ellos las mejores cualidades morales, la sabiduría que
encierran los significados de las leyes y los hechos encomiables.
“¿Cómo podéis pensar que vuestro Señor iba a daros el privilegio de tener hijos varo-
nes…?”. Esto es en respuesta al dicho de los árabes: Los ángeles son hijas de Alläh; teniendo
ellos hijas además de hijos. Sin embargo, quiere decir: ¿Acaso va a ofreceros los hijos a voso-
tros exclusivamente y va a hacer a las hijas partícipes entre vosotros y Él? “Ciertamente, es
grave lo que decís”. Es decir, es algo perverso ante Alläh, Poderoso y Majestuoso.
“Hemos expuesto en este Qur°än todo tipo de evidencias…”. Es decir, exhortaciones y
leyes para que se dejen amonestar después de ponderarlas y reflexionar sobre ellas. Quiere
decir que en el Qur°än hay promesas y amenazas, leyes explícitas e implícitas, mandatos y
prohibiciones, normas abrogantes y abrogadas, noticias y proverbios; “… para que reflexio-
nen”, como en El Discernimiento:
(50-ﺮﻗﹶﺎﻥ ﻭﺍ( )ﺍﹾﻟ ﹸﻔﻴ ﱠﺬ ﱠﻛﺮﻟ ﻢ ﻬ ﻨﻴ ﺑ ﻩ ﺎﺮ ﹾﻓﻨ ﺻ
ﺪ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
“Lo hemos expuesto entre ellos para que pue-
dan recapacitar”. (El Discernimiento-25:50)
304
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
∩⊆⊄∪ Wξ‹Î7y™ ĸóyêø9$# “ÏŒ 4’n<Î) (#öθtótGö/^ω #]ŒÎ) tβθä9θà)tƒ $yϑx. ×πoλÎ;#u™ ÿ…çµyètΒ tβ%x. öθ©9 ≅è% ®
“Di: Si hubiera con Él otros dioses”. Esto está conectado con Su dicho: “Y no pongas a
otro dios junto a Alläh”, como un rechazo a los adoradores de ídolos; “… buscarían ellos tam-
bién el medio de acceder al Dueño del Trono”. Es decir, los dioses buscarían porfiar y comba-
tir con Alläh como hacen los reyes del mundo unos con otros; o como interpreta Saªïd ibn
Ÿubeir, buscarían la forma de llegar a Él para desbancarlo de Su Reino. “¡Glorificado y ensal-
zado sea…!” Él mismo, glorificado sea, se exime, se sacraliza y se glorifica, más allá de lo que
no Le es apropiado.
ßxÎm7|¡ç„ ωÎ) >™ó©x« ⎯ÏiΒ βÎ)uρ 4 £⎯ÍκÏù ⎯tΒuρ ÞÚö‘F{$#uρ ßìö7¡¡9$# ßN≡uθ≈uΚ¡¡9$# ã&s! ßxÎm6|¡è@ ®
“Los siete cielos y la tierra Le glorifican, así como quienes en ellos están”. Se refiere a
los ángeles, los hombres y los genios, que le glorifican primeramente, y después es extensible a
todas las cosas en general: “No hay nada que no Le glorifique alabándole”. Esta glorificación
es real, pues todas las cosas en general glorifican de una forma que ni oye ni entiende el ser
humano. Otro grupo interpreta que se refiere de una forma específica a los seres vivos que
tienen un desarrollo y no a los seres inertes; siendo de esta opinión ªIkrima que dijo: El árbol
glorifica mientras que la columna no glorifica. Dijo Yazïd ar-Raqäœï a Al-Åasan en una comida
que se había puesto sobre una mesita de madera: ¿Esta mesita glorifica, oh Abü Saªïd? Con-
testó: Hubo una vez que glorificaba. Refiriéndose a que el árbol en la época de su fruto y es-
plendor glorificaba a su Creador, sin embargo, ahora se ha convertido en una mesita pintada.
Se transmitió de Ibn ªAbbäs, Alläh esté complacido de los dos, que el Profeta pasó junto a
dos tumbas y dijo: “Ciertamente, estos dos son castigados y no por falta grave, uno de los dos
solía murmurar entre la gente, y el otro no lavaba de su ropa la orina”. Pidió una rama de
palma fresca y la partió en dos para después plantar cada una en una tumba, diciendo: “Tal
305
17. Sura El Viaje Nocturno
vez les aligere la culpa mientras no se sequen”. De forma que su dicho “mientras no se se-
quen”, es una prueba de que mientras esté verde y fresca la planta glorificará, y si se seca se
convertirá en algo inerte, y Alläh sabe más. Dijeron nuestros ulemas que podemos deducir de
esto el beneficio que supone plantar árboles y recitar el Qur°än en las tumbas, pues si les alivia
el castigo el plantar árboles, más aún será con la recitación del noble Qur°än por parte del
hombre creyente.
Sobre la segunda interpretación, se refiere a que todos los seres en general, sean ani-
mados o inanimados, glorifican a Alläh.
La prueba de la interpretación mencionada la tenemos en el Libro de Alläh, en Su di-
cho, glorificado y ensalzado sea:
ﻦ ﺤ
ﺒﺴ
ﻳﻌﻪ ﻣ ﺎ ﹶﻝﺠﺒ
ﺎ ﺍﹾﻟ ﹺﺮﻧ ﺨ
ﺳ ﺎ ﹺﺇﻧ. ﺍﺏ ﹶﺃﻭﻧﻪﺪ ﹺﺇ ﻳﺩ ﺫﹶﺍ ﺍﹾﻟﹶﺄ ﺍﻭﺎ ﺩﺪﻧ ﺒ ﻋ ﺮ ﺍ ﹾﺫ ﹸﻛ)ﻭ
(17-ﻕ( )ﺹ
ﺍ ﹺﺷﺮ ﺍﹾﻟﹺﺈﻲ ﻭ ﺸ
ﻌ ﺑﹺﺎﹾﻟ
“Y recuerda a Nuestro siervo Däud, el que hab-
ía sido dotado de fortaleza; ciertamente, él se
volvía a su Señor. Le sometimos las montañas
que con él glorificaban al anochecer y al ama-
necer”. (Çäd-38:17)
(74-ﺓﺒ ﹶﻘﺮﻪ( )ﺍﹾﻟ ﺔ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻴﺸ
ﺧ ﻦ ﻣ ﻬﹺﺒﻂﹸ ﻳ ﺎﺎ ﹶﻟﻤﻨﻬ ﻣ ﻭﹺﺇ ﱠﻥ )
“… y piedras que se desmoronan por temor de
Alläh”. (La Vaca-2:74)
(90-ﻢﺮﻳ ﻣ ) (ﻭﹶﻟﺪًﺍ ﻤ ﹺﻦ ﺣ ﺮ ﻠﺍ ﻟﻋﻮ ﺩ ﹶﺃ ﹾﻥ. ﺪﺍ ﻫ ﺎ ﹸﻝﺠﺒ
ﺮ ﺍﹾﻟ ﹺ ﺨ
ﺗﻭ )
“Y se derrumban las montañas porque ellos
atribuyen un hijo al Misericordioso”. (Maryam-
19:80)
En un åadïµ del Profeta recogido por Al-Bujärï y otros, se transmitió de Abü Saªïd al-
Judrï que dijo el Mensajero de Alläh : “No oirán la voz del muecín genios ni hombres ni
árboles ni piedras ni barro ni nada, sin que atestigüen a su favor en el Día del Juicio”. Y en
Çaåïå Muslim se recogió, de Ÿäbir ibn Samura, que dijo el Mensajero de Alläh : “Conozco
una piedra en Meca que me saludaba antes de ser enviado, y que conozco ahora”. Se ha dicho
que es la piedra negra, y Alläh sabe más.
En definitiva, lo cierto es que todo glorifica a Alläh según los textos que así lo indican y
lo prueban. “Ciertamente, Él es Benévolo” con las faltas de Sus siervos en este mundo; “Per-
donador”, con los creyentes en la Otra Vida.
$\/$pgÉo ÍοtÅzFψ$$Î/ tβθãΖÏΒ÷σムŸω t⎦⎪Ï%©!$# t⎦÷⎫t/uρ y7uΖ÷t/ $oΨù=yèy_ tβ#u™öà)ø9$# šVù&ts% #sŒÎ)uρ ®
〈 ∩⊆∈∪ #Y‘θçGó¡¨Β
306
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Acudió la mujer de Abü Lahab al Profeta , estando con él Abü Bakr , y le dijo éste:
Si te apartaras de ella para que no te pueda oír y no te dañe, pues es una mujer grosera. Dijo el
Profeta : “¡Ciertamente, Él se interpondrá entre yo y ella!” Y no le vio. Dijo ella a Abü Bakr:
¡Oh Abü Bakr, tu compañero nos ha satirizado! Dijo: ¡Por Alläh, que él no habla en poesía ni
lo ha dicho! Dijo ella: Ciertamente, tú le das crédito; y se dio la vuelta y se fue. Dijo Abü Bakr
: ¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Es que no te ha visto? Dijo: “¡No! ¡No ha cesado de interponerse
un ángel entre yo y ella, cubriéndome hasta que se ha marchado!” Añadió Kaªb sobre esta
äya: Solía el Profeta cubrirse de los idólatras con tres äyät:
(57-ﻒﻭ ﹾﻗﺮًﺍ( )ﺍﹾﻟ ﹶﻜﻬ ﻢ ﻲ ﺁﺫﹶﺍﻭﻓ ﻩ ﻮﻳ ﹾﻔ ﹶﻘﻬ ﻨ ﹰﺔ ﹶﺃ ﹾﻥﻛ ﻢ ﹶﺃ ﻋﻠﹶﻰ ﹸﻗﻠﹸﻮ ﺎﻌ ﹾﻠﻨ ﺟ ﺎ)ﹺﺇﻧ
“Ciertamente, le hemos cubierto los corazones
para que no puedan comprender, y hemos
puesto sordera en sus oídos”. (La Caverna-
18:57)
(108-ﻞﻨﺤﻢ( )ﺍﻟ ﻫ ﺎ ﹺﺭﺑﺼﻭﹶﺃ ﻢ ﻌ ﹺﻬ ﻤ ﺳ ﻭ ﻢ ﻋﻠﹶﻰ ﹸﻗﻠﹸﻮ ﻪ ﻊ ﺍﻟ ﱠﻠ ﺒﻦ ﹶﻃ ﻳﻚ ﺍﱠﻟﺬ
ﺌ)ﺃﹸﻭﹶﻟ
“Ésos son aquellos a los que Alläh ha sellado el
corazón, el oído y la vista”. (La Abeja-16:108)
ﻪ ﻌ ﻤ ـﻋﻠﹶـﻰ ﺳ ﻢ ﺘﺧ ﻭ ﻋ ﹾﻠ ﹴﻢ ﻋﻠﹶﻰ ﻪ ﺍﻟ ﱠﻠﺿ ﱠﻠﻪ
ﻭﹶﺃ ﻩ ﺍﻫﻮ ﻪ ﻬ ﺨ ﹶﺬ ﹺﺇﹶﻟ
ﺗﺍ ﻦ ﻣ ﺖ
ﻳﺮﹶﺃ )ﹶﺃ ﹶﻓ
(23-ﺔﺛﻴﺎﻭ ﹰﺓ( )ﺍﹾﻟﺠ ﺎﻏﺸ ﻩ ﺼ ﹺﺮ
ﺑ ﻋﻠﹶﻰ ﻌ ﹶﻞ ﺟ ﻭ ﻪ ﻭ ﹶﻗ ﹾﻠﹺﺒ
“¿Has visto a quien toma por dios a sus apeti-
tos, y Alläh lo extravía con conocimiento, y se-
lla su oído y su corazón, y cubre su vista con un
velo?” (La Arrodillada-45:23)
307
17. Sura El Viaje Nocturno
’Îû y7−/u‘ |Nöx.sŒ #sŒÎ)uρ 4 #\ø%uρ öΝÍκÍΞ#sŒ#u™ þ’Îûuρ çνθßγs)øtƒ βr& ºπ¨ΖÏ.r& öΝÍκÍ5θè=è% 4’n?tã $uΖù=yèy_uρ ®
“Y cubrimos sus corazones para que no comprendan…”. Es decir, para que no com-
prendan los mandatos, las prohibiciones, las sabidurías y los significados; “… y ponemos sor-
dera en sus oídos”, o sea, para que no oigan. “Y cuando recuerdas a tu Señor solo en el
Qur°än…”. Es decir: Dices mientras recitas el Qur°än: Lä iläha illä Alläh. Añadió Abü al-
Ÿauzä: No hay nada que espante más al diablo del corazón que el dicho: Lä iläha illä Alläh.
Después recitó: “Y cuando recuerdas a tu Señor solo en el Qur°än, vuelven la espalda co-
rriendo”. Dijo ªAlï ibn Al-Åusein: Es su dicho: Bismillähi ar-Raåmäni ar-Raåïm.
ãΑθà)tƒ øŒÎ) #“uθøgwΥ öΛèε øŒÎ)uρ y7ø‹s9Î) tβθãèÏϑtGó¡o„ øŒÎ) ÿ⎯ϵÎ/ tβθãèÏϑtFó¡o„ $yϑÎ/ ÞΟn=÷ær& ß⎯øtªΥ ®
“Nosotros sabemos mejor lo que quieren oír cuando te escuchan”. Y solían escuchar
del Profeta el Qur°än y después salían huyendo y decían: Es un mago y está embrujado; y
las confidencias que se hacían eran: Está loco y es un mago que viene con historias antiguas;
“… los injustos dicen:”. Es decir, Abü Ÿahl, Al-Walïd ibn al-Muguïra y otros como ellos. “No
seguís sino a un hombre embrujado”. Decían eso de él para que la gente se asustara y se fuera
corriendo.
308
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
#sŒÏ™r& (#þθä9$s%uρ ∩⊆∇∪ Wξ‹Î7y™ tβθãè‹ÏÜtGó¡o„ Ÿξsù (#θ=ŸÒsù tΑ$sWøΒF{$# y7s9 (#θç/uŸÑ y#ø‹x. öÝàΡ$# ®
〈 ∩⊆®∪ #Y‰ƒÏ‰`
y $Z)ù=yz tβθèOθãèö7yϑs9 $¯ΡÏ™r& $¹G≈sùâ‘uρ $Vϑ≈sàÏã $¨Ζä.
“Mira con qué te comparan, porque están extraviados y no
pueden encontrar ningún camino. (48) Y dicen: ¿Cuándo ya
seamos huesos y restos carcomidos, vamos a ser resucita-
dos en una nueva creación?” (49)
“Mira con qué te asemejan…”. Se admira de lo que hacen: ¡Cómo dicen unas veces que
es un mago, otras que es un loco y otras que es un poeta! “… y se extravían. Y no pueden en-
contrar ningún camino”. Es decir, se extravían de la verdad sin encontrar el camino de la
guía; y como se ha dicho: Se extravían sin encontrar una salida a la contradicción de sus pala-
bras, loco, mago y poeta. “Y dicen: ¿Cuándo ya seamos huesos y restos carcomidos…?”. O
sea, se dicen entre ellos de forma confidencial, cuando han escuchado el Qur°än y han oído la
orden de la Resurrección: Si no fuera porque está embrujado y confundido no diría eso. “¿…
vamos a ser resucitados en una nueva creación?” La interrogación se refiere a la contumaz
negación por parte de ellos.
4 ö/ä.Í‘ρ߉߹ †Îû çã9ò6tƒ $£ϑÏiΒ $Z)ù=yz ÷ρr& ∩∈⊃∪ #´‰ƒÏ‰tn ÷ρr& ¸οu‘$yfÏm (#θçΡθä. ö≅è% * ®
öΝåκyρâ™â‘ y7ø‹s9Î) tβθàÒÉó÷Ζã|¡sù 4 ;ο§tΒ tΑ¨ρr& öΝä.tsÜsù “Ï%©!$# È≅è% ( $tΡ߉‹Ïèム⎯tΒ tβθä9θà)uŠ|¡sù
309
17. Sura El Viaje Nocturno
quier cosa creada que en vuestros pechos os parezca más increíble!” Dijo Muÿähid: Es decir,
o los cielos, la tierra y las montañas por su inmensidad a los ojos de los hombres; o la muerte
como dicen otros, porque no hay nada más inmenso que la muerte en el espíritu del hijo de
Adán.
Dice: Ciertamente, si vosotros fueseis creados de piedra o hierro, o fueseis la muerte,
os haría morir y os resucitaría, porque con la capacidad con la que os he constituido, os volve-
remos a crear; y eso el significado de Su dicho: “Preguntarán: ¿Quién nos va a hacer volver?
Contesta: Aquel que os creó por primera vez”. Y en el åadïµ: “Vendrá la muerte el Día del
Juicio en forma de un hermoso carnero y será santificado entre el Jardín y el Fuego”. (Åadïµ
Çaåïå)
≅è%uρ ∩∈⊄∪ Wξ‹Î=s% ωÎ) óΟçFø[Î6©9 βÎ) tβθ‘ΖÝàs?uρ ⎯Íνωôϑpt¿2 šχθç7‹ÉftGó¡tFsù öΝä.θããô‰tƒ tΠöθtƒ ®
šχ%x. z⎯≈sÜø‹¤±9$# ¨βÎ) 4 öΝæηuΖ÷ t/ éøu”∴tƒ z⎯≈sÜø‹¤±9$# ¨βÎ) 4 ß⎯|¡ômr& }‘Ïδ ©ÉL©9$# (#θä9θà)tƒ “ÏŠ$t7ÏèÏj9
“El día que os llame y respondáis con Su alabanza…”. La llamada al lugar de la Con-
gregación será con una voz que oirán todas las criaturas: las llamará Alläh, el Altísimo, para
que salgan y comparezcan. Dijo el Mensajero de Alläh : “Ciertamente, seréis llamados el Día
del Juicio por vuestros nombres y los de vuestros padres, escoged, pues, buenos nombres para
vosotros”. “… y respondáis con Su alabanza”. Se pondrán todos en pie y dirán: ¡Subåänaka
Allähumma wa biåamdika! (¡Gloria a Ti, oh Alläh, y con Tu alabanza!). Dijo: Pues, el Día del
Juicio comenzará con la alabanza y se terminará también con ella. Dijo Alläh, el Altísimo: “El
Día que os llame y respondáis con Su alabanza”. Y dirá en su final:
(75-ﺮﺰﻣ ﲔ( )ﺍﻟ
ﻤ ﺎﹶﻟﺏ ﺍﹾﻟﻌ
ﺭ ﻪ ﻟ ﱠﻠ ﺪ ﻤ ﺤ
ﻴ ﹶﻞ ﺍﹾﻟﻭﻗ ﻖ ﺤ
ﻢ ﺑﹺﺎﹾﻟ ﻬ ﻨﻴ ﺑ ﻲ ﻀ
ﻭﻗﹸ )
“Y se juzgará entre ellos con la verdad y se di-
rá: Alabanzas a Alläh, Señor de los mundos”.
(Los Grupos-39:75)
“… pensando que sólo permanecisteis vivos un tiempo corto”. Es decir, entre los dos
toques del cuerno; y ese es Su dicho:
(52-ﺎ( )ﻳﺲﺮﻗﹶﺪﻧ ﻣ ﻦ ﻣ ﺎﻌﹶﺜﻨ ﺑ ﻦ ﻣ )
310
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Y eso es específico para los incrédulos. Dijo Qatäda: Significa que el mundo será un
tiempo despreciable para ellos en relación a su duración, cuando vieran el Día del Juicio. “…
pensando que sólo permanecisteis vivos un tiempo corto”, en el mundo, por la larga duración
de la Otra Vida.
“Y di a Mis siervos que hablen con las mejores palabras…”. La äya se reveló por ªUmar
ibn al-Jaööäb, que un hombre de los árabes le insultó y a su vez ªUmar le recriminó y pensó
matarlo; y a punto de producirse un altercado, se reveló la äya. Se ha dicho que significa, di a
Mis siervos creyentes que si discuten con los incrédulos sobre la Unicidad de Alläh, que les
hablen con las mejores palabras; como en Su dicho:
(ﻋﻠﹾـ ﹴﻢ ـ ﹺﺮﻐﻴ ﺪﻭًﺍ ﹺﺑ ﻋ ﻪ ﻮﺍ ﺍﻟ ﱠﻠﺒﻴﺴﻪ ﹶﻓ ﻥ ﺍﻟ ﱠﻠ ﻭﻦ ﺩ ﻣ ﻮ ﹶﻥﺪﻋ ﻳ ﻦ ﻳﻮﺍ ﺍﱠﻟﺬﺴﺒ
ﺗ ﻭ ﹶﻻ )
(108-ﺎﻡﻧﻌ)ﺍ َﻷ
“Y no insultéis a esos que ellos invocan aparte
de Alläh, no sa que ellos insulten a Alläh con
hostilidad y sin conocimiento”. (Los Rebaños-
6:108)
öΝÍκön=tã y7≈oΨù=y™ö‘r& !$tΒuρ 4 öΝä3ö/Éj‹yèムù't±o„ βÎ) ÷ρr& ö/ä3ôϑymötƒ ù't±o„ βÎ) ( ö/ä3Î/ ÞΟn=ôãr& ö/ä3š/§‘ ®
311
17. Sura El Viaje Nocturno
Así es con los Profetas, porque ha preferido unos sobre otros otorgándoles un conoci-
miento de Él y un estado más elevado.
“Y a Däud le dimos los Salmos”. Los Salmos, “az-Zabür”, es un Libro que no contiene
lo lícito y lo ilícito, ni prescripciones obligatorias ni límites, sino que es una invocación, una
alabanza y una exaltación gloriosa. Es decir, lo mismo que hemos dado a Däud los Salmos, no
neguéis pues que hayamos dado a Muåammad el Qur°än. Y eso es una argumentación para
los judíos.
Ÿωuρ öΝä3Ψtã Îh‘Ø9$# y#ô±x. šχθä3Î=ôϑtƒ Ÿξsù ⎯ϵÏΡρߊ ⎯ÏiΒ ΟçFôϑtãy— t⎦⎪Ï%©!$# (#θãã÷Š$# È≅è% ®
Ü>tø%r& öΝåκš‰r& s's#‹Å™θu ø9$# ÞΟÎγÎn/u‘ 4’n<Î) šχθäótGö6tƒ šχθããô‰tƒ t⎦⎪Ï%©!$# y7Íׯ≈s9'ρé& ∩∈∉∪ ¸ξƒÈθøtrB
〈 ∩∈∠∪ #Y‘ρ䋸txΧ tβ%x. y7În/u‘ z>#x‹tã ¨βÎ) 4 ÿ…çµt/#x‹tã šχθèù$sƒs†uρ …çµtGyϑômu‘ tβθã_ötƒuρ
“Di: Llamad a quienes deis realidad aparte de Él: ellos no
tienen poder para libraros del mal ni para cambiarlo. (56)
Ésos a los que invocan buscan ellos mismos el medio de
acercarse a su Señor, a cual más cerca. Esperan Su miseri-
cordia y temen Su castigo. Ciertamente, el castigo de tu Se-
ñor es digno de ser temido”. (57)
312
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Di: Llamad a quienes deis realidad aparte de Él…”. Cuando los Quraiœ fueron pues-
tos a prueba ante la desgracia de la sequía y la hambruna que les sobrevino, se quejaron al
Mensajero de Alläh , y Alläh reveló esta äya. Es decir, invocad a los que adoráis aparte de
Alläh pretendiendo que son dioses. Dijo Al-Åasan: Se refiere a los ángeles, a Jesús y a ªUzair.
Ibn Masªüd dice que se refiere a los genios; “… ellos no tienen poder para libraros del mal”.
Es decir, para libraros de los siete años de escasez; “… ni para cambiarlo”, de la pobreza a la
riqueza, y de la enfermedad a la salud.
Se menciona en Çaåïå Muslim, en el libro sobre el tafsïr, de ªAbdulläh ibn Masªüd que
dijo sobre Su dicho: “Ésos a los que invocan buscan ellos mismos el medio de acercarse a su
Señor”: Se reveló la äya por un grupo de árabes que solían adorar a un grupo de genios, y se
hicieron musulmanes los genios y los hombres que los adoraban no se percataron de ello.
También dijo Ibn Masªüd que eran a los ángeles a quienes adoraban las tribus árabes. Y según
Ibn ªAbbäs y Muÿähid, eran ªUzair y Jesús. “… buscan ellos mismos el medio de acercarse a
su Señor”. Es decir, imploran a Alläh, el Altísimo, para pedirle el Jardín: y ese es el medio.
Significa que todos ellos buscan el medio de acercarse a Alläh.
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HωÎ) ÏM≈tƒFψ$$Î/ Ÿ≅Å™öœΡ βr& !$oΨyèuΖΒt $tΒuρ ∩∈∇∪ #Y‘θäÜó¡tΒ É=≈tGÅ3ø9$# ’Îû y7Ï9≡sŒ tβ%x. 4 #Y‰ƒÏ‰x©
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“No hay ninguna ciudad que no vayamos a destruir antes del Día del Juicio o a casti-
garla severamente”. Es decir, devastarla: Dijo Muqätil: Si su gente ha sido justa perecerá de
muerte natural, pero si ha sido injusta, serán castigados. Dijo Ibn Masªüd: Si impera el adul-
terio y la usura en una ciudad, Alläh permitirá su aniquilación. Significa también: Si ha sido
una ciudad injusta, como lo corrobora Su dicho:
(59-ﻮ ﹶﻥ( )ﺍﻟﻘﺼﺺﻟﻤﺎ ﻇﹶﺎﻫ ﹸﻠﻬ ﻭﹶﺃ ﻯ ﹺﺇ ﱠﻻﻲ ﺍﹾﻟ ﹸﻘﺮﻠﻜ ﻬ ﻣ ﺎﺎ ﹸﻛﻨﻭﻣ )
“Y sólo cuando sus habitantes son injustos des-
truimos las ciudades”. (Las Historias-28:59)
313
17. Sura El Viaje Nocturno
Es decir, que teman los idólatras, pues no habrá ciudad incrédula a la que no le sobre-
venga el castigo. “Eso ya estaba decretado en el Libro”. Es decir, en la Tabla Protegida.
“Que los antiguos desmintieran es lo que Nos ha impedido enviar los signos”. Es de-
cir, y por eso perecieron, como les pasó a los que les precedieron. Y Alläh, el Altísimo, retrasó
el castigo a los incrédulos de Quraiœ por Su conocimiento de que entre ellos habría quienes
creían y quienes nacían creyentes. Ellos pidieron que Alläh convirtiera para ellos la montaña
de Çafä en oro y que apartara las montañas de ellos; entonces descendió Ÿibrïl, sobre él la paz,
y dijo: “Si quieres, se hará lo que ha pedido tu pueblo, pero si no creen, ya no se les dará tre-
gua. Y, si quieres, esperas con ellos”. Dijo: “¡No! ¡Espero con ellos!” Después aclara qué hizo
con los que exigieron los signos y luego no creyeron en ellos: “Dimos a los tamudeos la came-
lla como una prueba clara…”. Es decir, como una prueba indicadora que confirmaba la vera-
cidad de Çäleå y el poder de Alläh, el Altísimo; “… pero fueron injustos con ella”, o sea, fueron
injustos al desmentirla. “Y no enviamos Nuestros signos sino para infundir temor”. Es decir,
las señales y milagros que Alläh puso en manos de los Enviados fueron indicaciones de las
advertencias para atemorizar a los que desmintieran.
ωÎ) y7≈oΨ÷ƒu‘r& û©ÉL©9$# $tƒö™”9$# $uΖù=yèy_ $tΒuρ 4 Ĩ$¨Ζ9$$Î/ xÞ%tnr& š−/u‘ ¨βÎ) šs9 $uΖù=è% øŒÎ)uρ ®
〈 ∩∉⊃∪ #ZÎ7x.
“Y cuando te dijimos [oh Muåammad]: Realmente, tu Señor
rodea a la gente. Y la visión que te mostramos no fue sino
como una prueba para los hombres, como lo es el árbol
maldito en el Qur°än. Los atemorizamos, aunque eso no hace
sino que se excedan aún más de los límites”. (60)
314
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Abü Ÿahl en tono de burla: Este Muåammad os amenaza con un fuego que quema las piedras,
después pretende que crecen de ellas árboles y el fuego se los come, y no conocemos de zaq-
qüm nada más que los dátiles y la crema. Después mandó Abü Ÿahl a una joven que trajera
dátiles y crema y dijo a sus compañeros: ¡Tazaqqamü! Y Alläh, el Altísimo, ha informado a Su
Profeta que hizo el Viaje Nocturno y mencionó el árbol del zaqqüm como una prueba y un
examen para que niegue aquel para quien se ha decretado la incredulidad, y dé veracidad
aquel para quien se ha decretado la fe. Como se relató que Abü Bakr aç-Çiddïq cuando le
dijeron a la mañana siguiente del Viaje Nocturno: ¡Tu compañero pretende [que nos creamos]
que ayer vino de Bait al-Maqdis! Dijo: Si eso es lo que dijo, pues ha dicho la verdad. Se le pre-
guntó: ¿Tú lo crees antes de oírselo decir? Dijo: ¿Dónde está vuestro raciocinio? Si yo le creo
en las noticias celestiales, cómo no le voy a creer en las noticias de Bait al-Maqdis, estando el
cielo mucho más lejos.
Dijo Ibn Isåäq, en un relato de Al-Åasan, que dijo el Mensajero de Alläh : “Estaba
durmiendo en mi aposento y vino a mí Ÿibrïl, sobre él la paz, y me tocó con el pie, me senté y
no vi nada, así que regresé a mi lecho; vino por segunda vez, me tocó con el pie y me senté,
pero tampoco vi nada y regresé de nuevo a mi lecho; hasta que me vino una tercera vez, me
tocó con el pie, me senté y me tomó del brazo. Me puse en pie con él y al salir a la puerta de la
mezquita había un animal blanco entre mulo y burro; de sus ancas salían dos alas con las que
espoleaba sus patas delanteras, y ponía sus pezuñas hasta donde alcanzaba su vista. Me mon-
tó sobre él y después partió conmigo: no me sobrepasaba ni yo a él”. Dijo Al-Åasan en su
relato: Marchó el Mensajero de Alläh y con él Ÿibrïl hasta llegar a Bait al-Maqdis, encontró
allí a Ibrähïm, Müsa e ªIsä entre un grupo de Profetas; hizo de imäm con ellos el Mensajero de
Alläh y a continuación le trajeron dos recipientes, uno de vino y otro de leche. Dijo: Cogió el
de leche y bebió, dejando el de vino. Y le dijo Ÿibrïl: Has sido guiado a la cualidad innata y has
guiado a tu pueblo; y se os ha prohibido el vino. Después partió el Mensajero de Alläh hacia
Meca, y cuando amaneció por la mañana entre Quraiœ, les informó de la noticia, y la mayoría
de la gente dijo: ¡Eso, por Alläh, que es un asunto ilógico! ¡Por Alläh! Las caravanas emplean
un mes desde Meca a Œäm, uno para ir y otro para volver. Y ese recorrido va Muåammad y lo
hace en una sola noche y regresa a Meca. Dijo: Entonces, mucha gente de la que se había
hecho musulmana renegó del Islam. Acudió la gente a Abü Bakr y le dijeron: ¡Oh Abü Bakr, tu
compañero pretende decirnos que ha ido esta noche a Bait al-Maqdis, ha rezado allí y ha re-
gresado de nuevo a Meca! Dijo entonces Abü Bakr aç-Çiddïq : ¡Realmente, vosotros no le
creéis! Dijeron: ¡Claro que no! Está en la mezquita hablando con la gente. Dijo Abü Bakr: ¡Por
Alläh! Si eso es lo que ha dicho, pues ha dicho la verdad. ¿Pues, qué es lo que os asombra de
eso? ¡Por Alläh! Que cuando me informa de que le ha llegado la noticia desde el cielo a la tie-
rra en un momento de la noche o el día, yo le creo. Y eso está más lejos aún de lo que vosotros
os asombráis. Después salió hasta encontrar al Mensajero de Alläh y le dijo: ¡Oh Profeta de
Alläh! ¿Has relatado a esos que tú has venido de Bait al-Maqdis esta noche? Dijo: “¡Sí!” Dijo:
¡Oh Profeta de Alläh! ¡Descríbemelo a mí, que he venido a eso! Relató Al-Åasan: Dijo el Men-
sajero de Alläh : Empezó, pues, a describirle el Mensajero de Alläh el Viaje Nocturno y
decía Abü Bakr : ¡Has dicho verdad! ¡Atestiguo que tú eres el Mensajero de Alläh! Pues,
siempre que le describía algo decía: ¡Has dicho verdad! ¡Atestiguo que tú eres el Mensajero de
315
17. Sura El Viaje Nocturno
Alläh! Así hasta que terminó y dijo el Mensajero de Alläh : “Y tú eres Abü Bakr aç-Çiddïq”.
Ese día le dio por nombre Aç-Çiddïq [el que confirma la verdad].
Dijo Al-Åasan: Y Alläh, el Altísimo, reveló por los que renegaron del Islam debido a
eso: “Y la visión que te mostramos no fue sino como una prueba para los hombres, como lo
es el árbol maldito en el Qur°än. Los atemorizamos, aunque eso no hace sino que se excedan
aún más de los límites”.
ô⎯yϑÏ9 ߉ß∨ó™r&u™ tΑ$s% }§ŠÎ=ö/Î) HωÎ) (#ÿρ߉yf|¡sù tΠyŠKψ (#ρ߉ß∨ó™$# Ïπx6Íׯ≈n=yϑù=Ï9 $uΖù=è% ŒÎ)uρ ®
“Y cuando dijimos a los ángeles: ¡Postraos ante Adán!...”. Ya se trató de forma amplia
sobre esto en el sura de La Vaca y de Los Rebaños. “… éste a quien has honrado por encima
de mí”. Es decir, al que has preferido sobre mí. Vio que la sustancia del fuego era mejor que la
del barro, y no sabía que las sustancias son semejantes. “… pondré bajo mi dominio…”. Es
decir, los desviaré y los llevaré a la perdición; “… a excepción de unos pocos”, o sea, los prote-
gidos y exentos, y son los que ha mencionado Alläh, el Altísimo, en Su dicho:
(65-ﺍﺀﺳﺮ ﺳ ﹾﻠﻄﹶﺎﻥﹲ( )ﺍ ِﻹ ﻢ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﻚ
ﺲ ﹶﻟ
ﻴ ﻱ ﹶﻟﺎﺩﻋﺒ )ﹺﺇ ﱠﻥ
“Ciertamente, sobre Mis siervos no tienes nin-
gún poder”. (El Viaje Nocturno-17:65)
E Iblïs no dijo eso sino como una suposición suya, o sea, sin contar con los eximidos,
como dijo Alläh, el Altísimo:
-ﺄـﺒ)ﺳ (ﲔ
ﻣﹺﻨ ﺆ ﻦ ﺍﹾﻟﻤ ﻣ ﹺﺇ ﱠﻻ ﹶﻓﺮﹺﻳﻘﹰﺎﻮﻩﺒﻌﺗ ﻓﹶﺎﻨﻪﺲ ﹶﻇ
ﻴﺑﻠﻢ ﹺﺇ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ ﻕ
ﺪ ﺻ
ﺪ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
(20
“Y así fue que Iblïs confirmó en ellos su convic-
ción, y le siguieron con la excepción de un gru-
po de creyentes”. (Saba-34:20)
316
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Dijo Al-Åasan: Iblïs tuvo esa suposición o convicción porque susurró a Adán, sobre él
la paz, y no encontró en él ninguna capacidad de resolución.
∩∉⊂∪ #Y‘θèùöθ¨Β [™!#t“y_ ö/ä.äτ!#t“y_ zΟ¨Ψyγy_ χÎ*sù óΟßγ÷ΨÏΒ y7yèÎ7s? ⎯yϑsù ó=yδøŒ$# tΑ$s% ®
óΟßγø.Í‘$x©uρ šÎ=Å`u‘uρ y7Î=‹ø sƒ¿2 ΝÍκön=tã ó=Î=ô_r&uρ y7Ï?öθ|ÁÎ/ Νåκ÷]ÏΒ |M÷èsÜtGó™$# Ç⎯tΒ ø—Ì“øtFó™$#uρ
〈 ∩∉⊆∪ #·‘ρãäî ωÎ) ß⎯≈sÜø‹¤±9$# ãΝèδ߉Ïètƒ $tΒuρ 4 öΝèδô‰Ïãuρ ω≈s9÷ρF{$#uρ ÉΑ≡uθøΒF{$# ’Îû
“Dijo: ¡Vete de aquí! Y quien de ellos te siga - el Infierno se-
rá vuestro pago. Cumplida recompensa (63) Incita con tu
voz a quien puedas, y reúne contra ellos a tu caballería e in-
fantería, asóciate a ellos en los bienes e hijos, e infúndeles
falsas esperanzas. Sin embargo, lo que œaiöän les promete no
es sino un engaño”. (64)
“Dijo: ¡Vete de aquí! Y quien de ellos te siga…”. Es una orden de desprecio. Y quien te
obedezca de los descendientes de Adán. “Incita con tu voz a quien puedas…”. Es decir, provó-
cale y atemorízalo con tus insinuaciones, juegos, engaños y susurros. Es decir, haz lo que quie-
ras, pero tú no puedes extraviar a nadie ni tienes autoridad sobre nadie.
“… reúne contra ellos tu caballería e infantería…”. Se refiere a todo jinete o caminante
en la desobediencia de Alläh, sean genios y hombres, según lo dicho por Ibn ªAbbäs y otros;
de forma que todo jinete o infante que combate en la desobediencia a Alläh pertenece a la
caballería e infantería de Iblïs; “… asóciate a ellos en los bienes e hijos”. Es decir, hazte a ti
mismo partícipe en eso. Dijo Ibn ªAbbäs: Era lo que prohibían respecto de Al-Baåïra, as-
Sä°iba, al-Waçïla y al-Åäm; o lo que sacrificaban a sus dioses, según dijo Ad-Daååäk. Y en los
hijos, se refiere a los hijos de la fornicación. Se relató de Muÿähid que dijo: Cuando el hombre
realiza el coito y no nombra a Alläh, un genio se enrolla en sus ropajes y lo hace con él; y ese es
Su dicho:
(56-ﺎ ﱞﻥ( )ﺍﻟﺮﲪﻦﻭ ﹶﻻ ﺟ ﻢ ﻬ ﺒ ﹶﻠ ﹶﻗﻧﺲﻦ ﹺﺇ ﻬ ﻤ ﹾﺜ ﻳ ﹾﻄ ﻢ ﻑ ﹶﻟ
ﺮ ﺍﻟ ﱠﻄﺍﺕﺻﺮ
ﻦ ﻗﹶﺎ ﻴ ﹺﻬ)ﻓ
“Allí habrá unas de mirada recatada a las que
antes de ellos no habrá tocado hombre ni ge-
nio”. (El Misericordioso-55:56)
Se relató de ªA°iœa que dijo el Mensajero de Alläh : “Entre vosotros están los muga-
rrabïn, o extraños”. Pregunté: ¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Quiénes son los mugarrabün? Dijo:
“Aquellos que participan con los genios”. Lo relató At-Tirmiæï al-Åakïm en el libro Nawädir
317
17. Sura El Viaje Nocturno
al-Uçül. Dijo Al-Harawï: Los denominó al-mugarrabïn, o extraños, porque ha entrado en ellos
una vena extraña. Dijo At-Tirmiæï al-Åakïm: Los genios tienen encuentros y peculiaridades
con el hombre en sus asuntos y en la mezcla; y hay quienes se casan con ellos; pues, uno de los
padres de Balquïs, la reina de Saba, era de los genios. Y se expondrá su aclaración, in œä Alläh.
“… e infúndeles falsas esperanzas”. Es decir, promesas engañosas de que no habrá Jui-
cio ni Cuenta; pero, aunque hubiera Cuenta, Jardín y Fuego, vosotros tendríais más derecho
que nadie al Jardín; y esto lo refuerza Su dicho:
(120-ﻭﺭًﺍ( )ﺍﻟﻨﺴﺎﺀﻴﻄﹶﺎﻥ ﹺﺇ ﱠﻻ ﹸﻏﺮ ﺸ
ﻢ ﺍﻟ ﻫ ﺪﻳﻌ ﺎﻭﻣ ﻢ ﻴ ﹺﻬﻤﻨ ﻳﻭ ﻢ ﻫ ﺪﻳﻌ)
“Les promete y les hace concebir falsas espe-
ranzas, pero todo lo que œaiöän les promete no
es sino engaño”. (Las Mujeres-4:120)
En la äya hay una prohibición expresa de las flautas, el canto y la frivolidad del juego,
por Su dicho: “Incita con tu voz a quien puedas y reúne contra ellos…”. Relató Näfiªa de Ibn
ªUmar, que oyó la voz de una flauta y se tapó los oídos con los dedos; entonces, se apartó en
su montura del camino, y dijo: ¡Oh Näfiªa! ¿Oyes? Dije: ¡Sí! Y siguió así hasta que le dije: ¡No!
Y entonces quitó sus manos de los oídos regresando con su montura de nuevo al camino; y
dijo: He visto al Mensajero de Alläh oír el sonido de la flauta de un pastor y hacer lo mismo
que esto.
ãΝä3š/§‘ ∩∉∈∪ Wξ‹Å2uρ y7În/tÎ/ 4†s∀x.uρ 4 Ö⎯≈sÜù=ß™ óΟÎγøŠn=tæ šs9 }§øŠs9 “ÏŠ$t6Ïã ¨βÎ) ®
öΝä3Î/ šχ%x. …絯ΡÎ) 4 ÿ⎯Ï&Î#ôÒsù ⎯ÏΒ (#θäótGö;tGÏ9 Ìóst7ø9$# ’Îû šù=àø9$# ãΝà6s9 ©Åe÷“ム“Ï%©!$#
ö/ä39¯gwΥ $¬Ηs>sù ( çν$−ƒÎ) HωÎ) tβθããô‰s? ⎯tΒ ¨≅|Ê Ìóst7ø9$# ’Îû •‘Ø9$# ãΝä3¡¡tΒ #sŒÎ)uρ ∩∉∉∪ $VϑŠÏmu‘
“Ciertamente, sobre Mis siervos no tienes ningún poder”. Dijo Ibn ªAbbäs: Son los
creyentes; “… y tu Señor basta como Guardián”, para ponerte a salvo de Iblïs, y como Protec-
318
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
tor de sus argucias y maldades. “Vuestro Señor es el que empuja, para vuestro beneficio, la
nave en el mar”. Es decir, la conduce, como en Su dicho:
(43-ﺎﺑًﺎ( )ﺍﻟﻨﻮﺭﺳﺤ ﺰﺟﹺﻲ ﻳ ﻪ ﺮ ﹶﺃ ﱠﻥ ﺍﻟ ﱠﻠ ﺗ ﻢ )ﹶﺃﹶﻟ
“¿Acaso no ves que Alläh empuja las nubes…?”.
(La Luz-24:43)
En esta äya hay una mención del favor de Alläh hacia Sus siervos, por tantas gracias
como le ha otorgado; no asociéis, pues, nada a Alläh. “… para que busquéis parte de Su fa-
vor”. Es decir, en expediciones comerciales.
“Y cuando en el mar os alcanza una desgracia…”. Una desgracia aquí es el miedo en
general a una tempestad o a morir ahogados. “… desaparecen todos esos a los que invocáis
menos Él”. El significado es que los incrédulos creen que sus ídolos son intercesores y les
conceden favores, pero, cada uno de ellos sabe bien por naturaleza que son incapaces de de-
fenderlos, y que los ídolos no tienen nada que hacer ante las adversidades; y Alläh los pone en
esta situación extrema del mar donde pierden su fuerza y se ven indefensos, para que vean su
verdadera realidad; “… pero, una vez que os hemos puesto a salvo en tierra firme, os apar-
táis”. O sea, os apartáis de la sinceridad. “… pues, en verdad, el hombre es claramente ingra-
to”. El hombre aquí es el infiel, y también se refiere a la naturaleza del hombre en general que
niega las gracias y dones de su Señor, excepto a quienes a librado de la incredulidad.
(#ρ߉ÅgrB Ÿω ¢ΟèO $Y6Ϲ%tn öΝà6ø‹n=tæ Ÿ≅Å™öム÷ρr& Îhy9ø9$# |=ÏΡ%y` öΝä3Î/ y#Å¡øƒs† βr& óΟçFΨÏΒr'sùr& ®
“¿Acaso estáis a salvo de que una parte de la tierra se hunda con vosotros…?”. Aclara
Alläh que es capaz de aniquilarles en la tierra, aunque salgan a salvo del mar, como una seria
advertencia para ellos de que no están seguros ni en el mar ni en tierra firme.
ËxƒÌh9$# z⎯ÏiΒ $ZϹ$s% öΝä3ø‹n=tæ Ÿ≅Å™÷ãsù 3“t÷zé& ¸οu‘$s? ϵŠÏù öΝä.y‰‹Ïèムβr& óΟçGΖÏΒr& ôΘr& ®
〈 ∩∉®∪ $Yè‹Î;s? ⎯ϵÎ/ $uΖø‹n=tã ö/ä3s9 (#ρ߉ÅgrB Ÿω §ΝèO ÷Λänöxx. $yϑÎ/ Νä3s%Ìøóã‹sù
“¿O estáis a salvo de que de nuevo os devuelva a él, y envíe
contra vosotros un viento destructor, y os ahoguéis por
319
17. Sura El Viaje Nocturno
“¿O estáis a salvo de que de nuevo os devuelva a él?” O sea, al mar; “… y envíe contra
vosotros un viento destructor…”. Es decir, un viento huracanado en medio de una gran tem-
pestad, que os haga perecer ahogados.
ÏM≈t7ÍhŠ©Ü9$# š∅ÏiΒ Νßγ≈oΨø%y—u‘uρ Ìóst7ø9$#uρ Îhy9ø9$# ’Îû öΝßγ≈oΨù=uΗxquρ tΠyŠ#u™ û©Í_t/ $oΨøΒ§x. ô‰s)s9uρ * ®
“Hemos honrado a los hijos de Adán”. Una vez que Alläh ha mencionado el horror en
el que puede caer el hombre, le aclara a continuación Su gracia con él. Y este honor que le ha
otorgado al hombre se refiere a una nobleza y distinción sobre el resto de las criaturas, por la
forma e imagen que le ha dado y que puede trasladarse por tierra, mar y aire, como ningún
otro ser puede hacerlo, y con peculiaridades muy específicas en cuanto a vestimenta, alimen-
tación y otros; o como dijo Ad-Daååäk: Alläh ha honrado al hombre con el habla y el razona-
miento, y ha sometido al resto de las criaturas a él y las ha puesto a su servicio; “… y les damos
cosas buenas como provisión”. Como la miel, la leche, los dátiles, los dulces…; “… y les hemos
favorecido de forma preferente, por encima de muchas criaturas”. Es decir, sobre los anima-
les domésticos y salvajes, o sobre los pájaros u otros animales.
šÍׯ≈s9'ρé'sù ⎯ϵÏΨŠÏϑu‹Î/ …çµt7≈tFÅ2 u’ÎAρé& ô⎯yϑsù ( ÷ΛÏιÏϑ≈tΒÎ*Î/ ¤¨$tΡé& ¨≅à2 (#θããô‰tΡ tΠöθtƒ ®
“El Día en que llamemos a cada grupo de hombres con su imäm…”. Relató At-Tirmiæï,
de Abü Huraira, que dijo el Profeta sobre esta äya: “Será llamado uno de ellos y se le dará su
libro en su mano derecha, y se le dará a su cuerpo una altura de sesenta brazas; se le blan-
320
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
queará su rostro y se le pondrá en su cabeza una corona de perlas brillantes. Partirá hacia sus
compañeros, que lo verán desde lejos y dirán: ¡Oh Alläh, tráenos a éste y bendícenos en éste!
Hasta llegar a ellos y les dirá: ¡Albricias para cada uno de vosotros, y os anuncio lo mismo que
esto! En cuanto al incrédulo, se le ennegrecerá su rostro, y se le alargará su estatura sesenta
brazas, con la forma de Adán y vistiendo una corona; lo verán sus compañeros desde lejos y
dirán: ¡Nos refugiamos en Alläh del mal de éste! ¡Oh Alläh, no nos traigas a éste! Dijo: Pero,
vendrá a ellos y dirán: ¡Oh Alläh, humíllalo! Y dirá: ¡Que Alläh os aleje, pues para cada hom-
bre de vosotros lo mismo que esto!” Dijo Abü ªIsä: Åadïµ Åasan Garïb. Es como Su dicho:
ﻢ ﺘـﺎ ﹸﻛﻨﻭ ﹶﻥ ﻣ ﺰ ﺠ
ﻡ ﺗﻴﻮﺎ ﺍﹾﻟﺎﻛﺘ ﻰ ﹺﺇﻟﹶﻰﺪﻋ ﺗ ﺔﺔ ﹸﻛ ﹼﻞ ﹸﺃﻣﺛﻴﺎﺔ ﺟﻯ ﹸﻛ ﹼﻞ ﹸﺃﻣﺗﺮﻭ )
(28-ﻤﻠﹸﻮ ﹶﻥ( )ﺍﳉﺎﺛﻴﺔ ﻌ ﺗ
“Y verás a todas las comunidades de rodillas,
cada una será llamada a su libro: Hoy se os
pagará por lo que hicisteis”. (La Arrodillada-
45:28)
“… con su imäm”. Es decir, con su libro, el libro de sus acciones. Dijo Ibn Zaid: El Libro
revelado a ellos. Es decir, será llamado cada hombre con su libro, el que solía recitar; pues,
será llamada la gente de la Tora con la Tora, y la gente del Qur°än con el Qur°än, y se dirá: ¡Oh
gente del Qur°än! ¿Qué hicisteis? ¿Acatasteis sus mandatos? ¿Os abtuvisteis de sus prohibi-
ciones?
Se relató del Profeta que dijo sobre el dicho: “El Día en que llamemos a cada grupo
de hombres con su imäm…”: “Cada uno será llamado con el imäm de su tiempo, el Libro de su
Señor, y la sunna de su Profeta; y dirá: ¡Venid los seguidores de Ibrähïm! ¡Venid los seguido-
res de Müsä! ¡Venid los seguidores de ªIsä! ¡Venid los seguidores de Muåammad! Sobre todos
ellos sea la paz y las bendiciones. Se levantará la gente de la verdad y cogerán sus libros con su
mano derecha. Y dirá: ¡Venid los seguidores del diablo! ¡Venid los seguidores de los jefes del
extravío! Imäm de la guía e imäm del extravío”.
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321
17. Sura El Viaje Nocturno
“Y quien esté ciego aquí…”; o sea, en este mundo, y no reflexione sobre la verdad; “… lo
estará también en la Otra Vida”. Significa que quien se muestre ciego ante las gracias que
Alläh le ha concedido en este mundo, lo estará también en la Otra Vida. Dijo Al-Åasan: Quien
fuese en esta vida un incrédulo extraviado, estará ciego en la Otra Vida y más extraviado aún,
sin camino posible a la guía; o, quien esté ciego en este mundo ante los argumentos y pruebas
de Alläh, será resucitado ciego el Día del Juicio, como en Su dicho:
(124-ﻰ( )ﻃﻪﻋﻤ ﺔ ﹶﺃ ﻣ ﺎﻘﻴ ﻡ ﺍﹾﻟ ﻮ ﻳ ﻩ ﺮﺤﺸ
ﻧﻭ )
“Y lo congregaremos ciego el Día del Juicio”.
(Öa.Ha-20:124)
(ﻨﻢﻬ ﺟ ﻢ ﻫ ﺍﻣ ﹾﺄﻭ ﺎﺻﻤ
ﻭ ﺑ ﹾﻜﻤًﺎﻭ ﻤﻴًﺎ ﻋ ﻢ ﻫ ﹺﻬ ﻮﻭﺟ ﻋﻠﹶﻰ ﺔ ﻣ ﺎﻘﻴ ﻡ ﺍﹾﻟ ﻮ ﻳ ﻢ ﻫ ﺮﺤﺸ
ﻧﻭ )
(97-)ﺍﻹﺳﺮﺍﺀ
“Y el Día del Juicio los congregaremos boca
abajo, ciegos, mudos y sordos. Su refugio será
el Infierno”. (El Viaje Nocturno-17:97)
“A punto han estado los asociadores de desviarte de lo que te hemos inspirado”. Dijo
Saªïd ibn Ÿubeir: Solía el Profeta tocar la Piedra Negra en su öawäf alrededor de la Kaªba; y
después se lo impidieron los Quraiœ, diciendo: No te dejaremos que la toques hasta que te
reconcilies con nuestros dioses. El Profeta se dijo a sí mismo: “No tengo inconveniente en
reconciliarme con ellos sabiendo Alläh que yo los detesto, después que ellos me dejen encon-
trarme con la Piedra Negra”. Sin embargo, Alläh, el Altísimo, rehusó eso y le reveló esta äya.
Dijo Qatäda: Se nos ha mencionado que los Quraiœ se reunieron a solas con el Mensajero de
Alläh una noche hasta el amanecer, y estuvieron hablándole con halagos y dándole mucha
dignidad y señorío para tratar de acercarlo a ellos, y le dijeron: ¡Tú vienes con algo que nadie
de la gente tiene, y tú eres nuestro señor. Oh Señor nuestro! No cesaron en estas zalemas
hasta que casi lo acercan a sus propósitos; pero, Alläh le apartó de ello y le reveló la äya.
“… de lo que te hemos inspirado”. Es decir, la legislación del Qur°än; “… para que in-
ventaras acerca de Nosotros otra cosa distinta a ello”. Es decir, para que forjes sobre Noso-
tros algo diferente a lo que te hemos revelado; y es lo dicho por ¥aquïf: Santifica nuestros
valles como has santificado a Meca, sus árboles, sus pájaros y animales; y si te preguntan los
árabes por qué los has dedicado especialmente, diles que Alläh te lo ha ordenado así, y tendrás
una excusa; “… y entonces, sí que te habrían tomado como amigo fiel”. Es decir, si hubieras
hecho lo que querían, te habrían tomado como un amigo íntimo.
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“De no haber sido por la firmeza que te dimos, no hubiera
faltado mucho para que te hubieras inclinado un poco hacia
322
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“De no haber sido por la firmeza que te dimos…”. Es decir, la firmeza en la verdad, evi-
tando así que llegaras a un acuerdo con ellos; “… no hubiera faltado mucho para que te
hubieras inclinado un poco hacia ellos”. Dijo Qatäda: Cuando se reveló esta äya dijo el Men-
sajero de Alläh : “¡Oh Alläh, no me abandones a mi suerte!” Significa la äya: Si no fuera por
el favor que Alläh te ha dispensado, te habrías inclinado a la aprobación de sus deseos. Añadió
Ibn ªAbbäs: El Mensajero de Alläh gozaba de inmunidad, sin embargo, esta determinación
es para la Umma, que nadie de ellos si incline hacia los idólatras en nada de las leyes de Alläh,
el Altísimo, y Su Œarïªa.
“Y en ese caso te habríamos hecho probar el doble en esta vida y el doble después de
la muerte”. Es decir, si te hubieras inclinado a ellos, te habríamos hecho probar un castigo
doble en este mundo, y el doble del castigo en la Otra Vida. Y cuanto más elevado es el grado,
más duro es el castigo por la desobediencia. Dijo Alläh, el Altísimo:
ـﺬﹶﺍﺏـﺎ ﺍﹾﻟﻌﻒ ﹶﻟﻬﺎﻋـﻀﺔ ﻳﻴﻨﺒﻣ ﺔ ﺸ
ﺣ ﻦ ﹺﺑﻔﹶﺎ ﻨ ﹸﻜ ﻣ ﺕ
ﻳ ﹾﺄ ﻦ ﻣ ﻲ ﻨﹺﺒﺎﺀ ﺍﻟﺎ ﹺﻧﺴ)ﻳ
(30-ﺍﺏﺣﺰ ﻴ ﹺﻦ( )ﺍ َﻷ ﻌ ﹶﻔ ﺿ
“¡Oh Mujeres del Profeta! La que de vosotras
cometa algún acto evidente de indecencia, le
será doblado el castigo”. (Los Partidos-33:30)
Esta äya se ha dicho que es medinense según se ha adelantado al comienzo del sura.
Dijo Ibn ªAbbäs: Los judíos envidiaban la posición del Profeta en Medina, y le dijeron:
Ciertamente, los profetas han sido enviados en Œäm, así pues, si realmente eres profeta ve allí;
y si tú partes hacia allí te daremos veracidad y te creeremos. Eso hizo mella en su corazón por
su gran aprecio al Islam; y apenas hubo salido de Medina una jornada de camino, Alläh le
reveló esta äya: “A punto han estado de intimidarte y hacer que te fueras del país (literal-
mente: de la tierra)”. Se refiere a la tierra de Meca. Como en Su dicho:
(80-ﻒﻮﺳﺽ( )ﻳ
ﺭ ﺡ ﺍ َﻷ
ﺮ ﺑﻦ ﹶﺃ ) ﹶﻓ ﹶﻠ
“Pues, no dejaré la tierra”. (Yüsuf-12:80)
323
17. Sura El Viaje Nocturno
Es decir, Meca. Significa que su gente fue la que determinó expulsarle; o, fueron todos
los incrédulos, en general, los que pretendieron alejarle de la tierra de los árabes, aliándose en
contra suya, pero Alläh se lo impidió; y aunque le hubiesen expulsado de la tierra de los ára-
bes, no se les habría dejado con vida. Eso es el significado de Su dicho: “Entonces, sólo unos
pocos hubieran permanecido después de irte tú”.
ÉΟÏ%r& ∩∠∠∪ ¸ξƒÈθøtrB $oΨÏK¨ΨÝ¡Ï9 ߉ÅgrB Ÿωuρ ( $oΨÎ=ß™•‘ ⎯ÏΒ šn=ö6s% $uΖù=y™ö‘r& ô‰s% ⎯tΒ sπ¨Ζß™ ®
〈 ∩∠∇∪ #YŠθåκô¶tΒ
“Así ha sido con todos Nuestros mensajeros enviados antes
de ti. Y no encontrarás en Nuestra forma de obrar ninguna
alteración. (77) Establece la oración desde que el sol co-
mienza a declinar hasta la oscuridad de la noche, así como
el Qur°än al alba. Ciertamente, el Qur°än al alba queda atesti-
guado”. (78)
“Así ha sido con todos Nuestros mensajeros enviados antes de ti…”. Es decir, serán
castigados como fue nuestra actuación con quienes enviamos anteriormente.
“Establece la oración desde que el sol comienza a declinar”. Después de mencionar los
engaños de los idólatras, Alläh, el Altísimo, ordena a Su Profeta la paciencia y la observan-
cia de la oración, y en ella hay una petición de victoria sobre los enemigos; como Su dicho:
ﻦ ﻣ ﻦ ﻭ ﹸﻛ ﻚ
ﺑﺭ ﺪ ﻤ ﺤ
ﺢ ﹺﺑ
ﺒﺴ
ﹶﻓ, ﻳﻘﹸﻮﻟﹸﻮ ﹶﻥ ﺎﻙ ﹺﺑﻤ ﺪﺭ ﺻ
ﻖ ﻴﻳﻀ ﻚ
ﻧ ﹶﺃﻌ ﹶﻠﻢ ﻧ ﺪ ﻭﹶﻟ ﹶﻘ )
(97-ﻦ( )ﺍﳊﺠﺮ ﻳﺎ ﹺﺟﺪﺍﻟﺴ
“Supimos que tu pecho se encogía por lo que
decían; pero, glorifica a tu Señor con Su ala-
banza y sé de los que se postran”. (Al-Åiÿr-
15:97)
324
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
En esta äya, y por consenso de los exegetas del Qur°än, hay una indicación de las ora-
ciones obligatorias; y hay dos opiniones entre los ulemas sobre la declinación del sol: una que
se refiere a la declinación del sol a partir del momento que está en el cenit del cielo, según
ªUmar y su hijo, Abü Huraira e Ibn ªAbbäs; y la otra es que la declinación del sol se refiere a la
puesta del sol, según ªAlï, Ibn Masªüd y Ubai ibn Kaªb.
Dijo Ibn ªAöiya que la declinación - en el idioma – es la inclinación, pues, comienza a
partir del cenit y termina en la puesta del sol, o el ocaso. Todo ese tiempo se denomina decli-
nación (dulük), porque se encuentra el sol en estado de descenso. Entonces, Alläh menciona
las oraciones incluídas en ese espacio de tiempo: La oración del mediodía (ëuhr), de la tarde
(ªaçr) y la de la puesta del sol (magrib). Y sería correcto incluir la oración del magrib en la
llegada de la oscuridad de la noche; “… hasta la llegada de la oscuridad de la noche”. Relató
Mälik, de Ibn ªAbbäs que dijo: La declinación del sol es su descenso, y la llegada de la oscuri-
dad de la noche (gasaq al-lail) es cuando llega la noche con su oscuridad; y es la negrura de la
noche, como dijo Abü ªUbeida. Añade Mälik en el Muwaööa: Si desaparece el crepúsculo (aœ-
œafaq) se sale del tiempo del magrib y entra el tiempo del ªiœä.
“… el Qur°än al alba”. Significa: Establece la recitación del alba, o sea, la oración del
amanecer. Dijo Az-Zaÿÿäÿ: Utiliza la expresión de Qur°än por la de oración en la del amanecer
especialmente y no en las otras oraciones, porque en ella el Qur°än prevalece más por su in-
mensidad, al ser más larga su recitación y en voz alta.
Dije (Al-Quröubï): Fue determinante en la práctica de Medina la recomendación meri-
toria de alargar la recitación en la oración del amanecer en una proporción que no perjudicara
a los que rezaban detrás; le seguían la oración del mediodía y la del ÿumuªa; después la recita-
ción se hacía más ligera en la del magrib, y siendo un término medio en la tarde y en la noche.
Y en el åadïµ Çaåïå hay una orden de aligerar las oraciones en grupo, cuando dijo el Mensajero
de Alläh : “Cuando alguno de vosotros rece como imäm con la gente que haga ligera su reci-
tación porque entre ellos está el pequeño, el mayor, el enfermo, el débil y el necesitado”. Y
añadió: “Y cuando alguno de vosotros rece solo, que alargue la oración lo que Alläh quiera”.
“… el Qur°än al alba queda atestiguado”. Relató At-Tirmiæï, de Abü Huraira, que dijo
el Mensajero de Alläh sobre la äya: “Lo atestiguan los ángeles de la noche y los ángeles del
día”. Y también de Abü Huraira: “El mérito de la oración en congregación sobre la oración en
solitario es de veinticinco grados, y junta a los ángeles de la noche con los ángeles del día en la
oración del alba”.
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325
17. Sura El Viaje Nocturno
banza. (79) Y di: ¡Señor mío, hazme entrar con una entrada
de sinceridad y hazme salir con una salida de sinceridad! ¡Y
concédeme, procedente de Ti, una autoridad que me ayu-
de!” (80)
“Y vela con él…”. Es decir, vela en la noche con el Qur°än, en pie y en oración; “… como
un acto voluntario” y noble para ti; “… tal vez tu Señor te eleve a una estación digna de ala-
banza”. Se refiere a la intercesión para la gente en el Día del Juicio, según dijo Åuæaifa ibn al-
Yamän; y en Çaåïå Al-Bujärï se relató, de Ibn ªUmar, que dijo: La gente marchará en grupos el
Día del Juicio. Cada Umma seguirá a su Profeta, al que se le pedirá que interceda, hasta llegar
la intercesión al Profeta Muåammad . Y eso será el Día que Alläh lo elevará a la estación
digna de alabanza. De Abü Huraira se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh a propósito
de la äya: “… tal vez tu Señor te eleve a una estación digna de alabanza”, cuando fue pregun-
tado sobre ella: “Es la intercesión”. (Åadïµ Åasan Çaåïå).
Se confirma pues que la estación digna de alabanza es el asunto de la intercesión, la
cual evitan y pasan hacia adelante los profetas, sobre ellos la paz, hasta llegar a nuestro Profe-
ta Muåammad y él intercede con esta intercesión por la gente, aliviando con ella sus cuen-
tas y los horrores del Día del Juicio; y esa pertenece exclusivamente al Profeta Muåammad ;
y con ese motivo dijo: “Yo soy el señor y maestro de los hijos de Adán y no hay jactancia”.
Y sobre la recomendación de pedir la intercesión del Profeta Muåammad , relató Al-
Bujärï, de Ÿäbir ibn ªAbdelläh, que dijo el Mensajero de Alläh : “Quien dijera, cuando oye la
llamada a la oración: ¡Oh Señor, de esta completa llamada y la oración que se va a hacer, da a
Muåammad la mediación y la preferencia y exáltale a la estación digna de alabanza que le
has prometido! Ese se beneficiará de mi intercesión el Día del Juicio”.
Ahondando más en la estación digna de alabanza hay un dicho que se refiere también a
la concesión de la bandera de la alabanza el Día del Juicio, sin que esto se contradiga con lo
anterior, porque en ese caso tendrá el creyente en su mano la bandera de la alabanza y se
intercederá por él. De Abü Saªïd se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh : “Yo soy el
señor y maestro de los hijos de Adán y no hay jactancia, y en mi mano está la bandera de la
alabanza y no hay jactancia; pues, no habrá profeta ese Día, ni Adán ni otro que no esté bajo
mi bandera”.
Mencionó Aö-Öabarï, de Abü Huraira, que dijo el Mensajero de Alläh : “La estación
digna de alabanza es la estación en la cuál yo intercedo por mi pueblo”. Y la “estación” es la
posición que ocupa el hombre para los asuntos majestuosos y de relevancia ante los reyes.
“Y di: ¡Señor mío, hazme entrar con una entrada de sinceridad y hazme salir con una
salida de sinceridad!” Se refiere a la muerte y a la Resurrección el Día del Juicio, es decir,
hazme morir en la sinceridad y resucítame el Día del Juicio con sinceridad; y para que se co-
necte con Su dicho: “… tal vez tu Señor te eleve a una estación digna de alabanza”. Una que
le ha prometido eso su Señor, le ordena invocarle para que cumpla la promesa. Significa, tam-
bién, que le enseñó cómo tenía que invocar en su oración y en otras situaciones para apartarle
de cualquier forma de idolatría, y hacerle entrar en la seguridad; igual que lo sacó de Meca y le
condujo a Medina. Y este significado lo relató At-Tirmiæï, de Ibn ªAbbäs, que dijo: Estaba el
Profeta en Meca y después le ordenó hacer la hégira. Entonces, le revelo la äya: “Y di: ¡Se-
326
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ñor mío, hazme entrar con una entrada de sinceridad y hazme salir con una salida de since-
ridad! ¡Y concédeme, procedente de Ti, una autoridad que me ayude!” (Åadïµ Åasan Çaåïå).
Y añadió Aî-Îaååäk: Fue su salida de Meca y su entrada triunfal y segura después en Meca.
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“Y di: Ha llegado la verdad, y se ha desvanecido la falsedad;
ciertamente, la falsedad siempre se desvanece. (81) Y con el
Qur°än hacemos descender una cura y una misericordia para
los creyentes, sin embargo los injustos no hacen sino au-
mentar su perdición”. (82)
327
17. Sura El Viaje Nocturno
vino al corazón. Dijo: “¡Comed y alimentadnos del ganado!” Y añadió más detalles sobre el
talismán en el åadïµ de Abü Umäma, que dijo el Mensajero de Alläh : “Beneficia, con el per-
miso de Alläh, el Altísimo, contra la lepra, la locura, la tiña, la tisis, los problemas intestinales,
la fiebre, y los problemas del alma, y que escribas con tinta de azafrán o almagre rojo: ‘Me
refugio en las perfectas palabras de Alläh y en todos Sus nombres en general, del mal veneno-
so y abrumador, del mal de ojo y del mal del envidioso cuando envidia, y del mal del diablo y
su descendencia’”.
Relató Al-Bujärï, de ªA°iœa, que el Profeta soplaba al-muªawiæät (Qul aªüæu bi-rabbil
falaq; qul aªüæu bi-rabbin-näs) sobre sí mismo, estando en la enfermedad que le produjo la
muerte. Y cuando le resultó pesado, le soplaba yo con ellas y le frotaba con sus propias manos
por su baraka. Pregunté: ¿Cómo soplaba? Dijo: Soplaba sobre sus manos y después frotaba
con ellas su rostro. Relató Mälik, de Ibn Œihäb, de ªUrua, de ªA°iœa, que el Mensajero de Alläh
cuando se quejaba de algo recitaba al-muªawiæätaini y soplaba. La explicación de los lin-
güistas sobre este soplo es que era como escupir sin saliva.
Hay diferencias entre los ulemas sobre el pergamino o pasquín, consistente en escribir
algo en una hoja suelta con nombres de Alläh o algo del propio Qur°än, después se lava el
escrito con agua y se frota con ella al enfermo o se la bebe; eso lo consideró permitido Saªïd al-
Musaiyib. Y ªA°iœa solía recitar al-muªawiæätaini en un recipiente con agua y después manda-
ba que se vertiera sobre el enfermo. Se llama pergamino (naœra) porque se despliega y se dilu-
ye su tinta en agua. Sin embargo, la prohibieron Al-Åasan y An-Najäªï. Y en definitiva, el uso
medicinal del pasquín con algo de Qur°än escrito que se lava, y con dicha agua se hace el wu-
îü, tiene favor; como el dicho del Mensajero de Alläh : “No hay inconveniente en el uso de
los talismanes, siempre que no haya en ellos idolatría. Y quien de vosotros pueda beneficiar a
su hermano, que lo haga”.
Dijo Mälik: No hay inconveniente, en colgar escritos con los nombres de Alläh, Podero-
so y Majestuoso, en los cuellos de los enfermos, para obtener baraka con ellos, mientras que
no se pretenda con ello curarse del mal de ojo; y eso significa, que se cuelgue antes de que
tenga algo del mal de ojo. Y en este dicho hay una ÿamäªa de gente de conocimiento que afir-
ma que no está permitido poner colgantes a los animales o a los hombres por temor a que le
pueda venir el mal de ojo; y todo lo que se cuelga con nombres de Alläh o algo del Qur°än,
después de caerle una desgracia, rogando a Alläh, el Altísimo, que lo libre de ella, sería como
el talismán permitido. De ªAbdulläh ibn ªAmr se transmitió que dijo el Mensajero de Alläh :
“Si alguno de vosotros se despierta angustiado por un sueño, que diga: ‘Aªüæu bi-kalimäti
Alläh at-tämmat min gaîabihi wa sü°i ªiqäbihi wa min œarri aœ-œayäöïn, an yaåîurün’ (Me
refugio en las palabras perfectas de Alläh, de Su ira y del mal de Su castigo, y del mal que
sobrevenga de los demonios)”.
“… y una misericordia para los creyentes”. Es decir, librando de las penas, purificando
los defectos y expiando las faltas, además de la recompensa con la cuál Alläh ha favorecido por
su recitación; como relató At-Tirmiæï, de ªAbdulläh ibn Masªüd, que dijo el Mensajero de
Alläh : “Quien recitara una letra del Libro de Alläh, obtendría por ello una hasana y la hasa-
na equivale a diez como ella, y no digo que ( اﻟ ﻢalif, läm, mïm) sea una letra, sino que alif es
una letra, läm, es una letra y mïm es una letra”; “… sin embargo los injustos no hacen sino
aumentar su perdición”, por su pertinaz negación. Y esta äya es como Su dicho:
328
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
ﻮ ﻭﻫ ﻭ ﹾﻗﺮ ﻢ ﻲ ﺁﺫﹶﺍﻮ ﹶﻥ ﻓﻣﻨ ﺆ ﻳ ﻦ ﹶﻻ ﻳﻭﹶﺍﱠﻟﺬ ٌﺷﻔﹶﺎﺀ ﻭ ﻫﺪًﻯ ﻮﺍﻣﻨ ﻦ ﺁ ﻳﻟ ﱠﻠﺬ ﻮ ) ﹸﻗ ﹾﻞ ﻫ
(44-ﺖ
ﺼ ﹶﻠ
ﻋﻤًﻰ( ) ﹸﻓ ﻢ ﻴ ﹺﻬ ﻋ ﹶﻠ
“Di: Para los que creen es una guía y una cura,
pero los que no creen tienen sordera en sus oí-
dos y es una ceguera para ellos”. (Fuççilat-
41:44)
$U™θä↔tƒ tβ%x. •¤³9$# 絡¡tΒ #sŒÎ)uρ ( ⎯ϵÎ7ÏΡ$pg¿2 $t↔tΡuρ uÚ{ôãr& Ç⎯≈|¡ΣM}$# ’n?tã $oΨôϑyè÷Ρr& !#sŒÎ)uρ ®
329
17. Sura El Viaje Nocturno
Antepone el perdón de las faltas a la aceptación del arrepentimiento, y en ello hay una
indicación para los creyentes. Y dijo ªUµmän ibn ªAffän : He leído el Qur°än de principio a
fin, y no he visto äya mejor y más vasta que el dicho de Alläh, el Altísimo:
(49-ﺮﺤﺠ
ﻢ( )ﺍﹾﻟ ﻴﺮﺣ ﺭ ﺍﻟ ﻐﻔﹸﻮ ﺎ ﺍﹾﻟﻲ ﹶﺃﻧﻱ ﹶﺃﻧﺎﺩﻋﺒ ﺒ ﹾﺊﻧ)
“Anuncia a Mis siervos que Yo soy el Perdona-
dor, el Compasivo”. (Al-Åiÿr-15:49)
Y dijo ªAlï ibn Abï Öälib : He leído el Qur°än de principio a fin, y no he visto äya me-
jor y más vasta que el dicho de Alläh, el Altísimo:
ﻪ ﹺﺇ ﱠﻥ ﺔ ﺍﻟﻠﱠـ ﻤ ﺣ ﺭ ﻦ ﻣ ﻨﻄﹸﻮﺍﺗ ﹾﻘ ﻢ ﹶﻻ ﺴ ﹺﻬ
ِ ﻧﻔﹸﻋﻠﹶﻰ ﹶﺃ ﺮﻓﹸﻮﺍ ﺳ ﻦ ﹶﺃ ﻳﻱ ﺍﱠﻟﺬ
ﺩ ﺎﻋﺒ ﺎ) ﹸﻗ ﹾﻞ ﻳ
(53-ﺮﺰﻣ ﻢ( )ﺍﻟ ﻴﺮﺣ ﺭ ﺍﻟ ﻐﻔﹸﻮ ﻮ ﺍﹾﻟ ﻫﻧﻪﻴﻌًﺎ ﹺﺇﺟﻤ ﺏ
ﻮ ﺍﻟ ﱡﺬﻧﻔﺮ ﻐ ﻳ ﻪ ﺍﻟ ﱠﻠ
“Di: ¡Siervos míos! Vosotros que os habéis ex-
cedido en contra vuestra, no desesperéis de la
misericordia de Alläh; ciertamente, Alläh per-
dona todas las faltas, Él es el Perdonador, el
Compasivo”. (Los Grupos-39:53)
Dije (Al-Quröubï): He leído el Qur°än de principio a fin, y no he visto äya mejor y más
vasta que el dicho de Alläh, el Altísimo:
(ﻭ ﹶﻥـﺪﻬﺘ ﻢ ﻣ ﻫ ﻭ ﻦﻢ ﺍ َﻷﻣ ﻬ ﻚ ﹶﻟ
ﺌﻢ ﹺﺑﻈﹸ ﹾﻠ ﹴﻢ ﺃﹸﻭﹶﻟ ﺎﻮﺍ ﹺﺇﳝﻳ ﹾﻠﹺﺒﺴ ﻢ ﻭﹶﻟ ﻮﺍﻣﻨ ﻦ ﺁ ﻳ)ﺍﱠﻟﺬ
(82-ﺎﻡﻧﻌ)ﺍ َﻷ
“Aquellos que creen y no empañan su creencia
con ninguna injusticia, esos tendrán seguridad
y serán guiados”. (Los Rebaños-6:82)
WξŠÎ=s% ωÎ) ÉΟù=Ïèø9$# z⎯ÏiΒ ΟçFÏ?ρé& !$tΒuρ ’În1u‘ ÌøΒr& ô⎯ÏΒ ßyρ”9$# È≅è% ( Çyρ”9$# Ç⎯tã štΡθè=t↔ó¡o„uρ ®
〈 ∩∇∈∪
“Y te preguntan acerca del espíritu. Di: El espíritu procede
de la orden de mi Señor; y no se os ha dado sino un poco de
conocimiento”. (85)
330
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
rostros, en cada uno setenta mil lenguas, en cada lengua setenta mil idiomas, y glorifica a
Alläh, el Altísimo, en cada uno de ellos, y Alläh, el Altísimo, crea en cada glorificación un ángel
que vuela con los ángeles al Día del Juicio. Dijo Ibn ªAbbäs: El espíritu es un ángel. Mientras
que la mayoría de la gente de la interpretación (ta°wïl) dice que le preguntaron por el espíritu
que posee la vida del cuerpo humano: cómo es y cómo interviene en la vida del hombre. Y eso
es algo que no lo sabe más que Alläh, el Altísimo. Y lo correcto es que el espíritu es algo impre-
ciso e irracional, por Su dicho: “Di: El espíritu procede de la orden de mi Señor”. Es decir, es
un asunto inmenso y grandioso procedente de Alläh, el Altísimo. Es algo impreciso cuyos
detalles no los conoce el hombre, y éste es incapaz de saber su verdadera naturaleza aún cono-
ciendo su existencia.
“… y no se os ha dado sino un poco de conocimiento”. Aquí los interlocutores pueden
ser, o bien los que preguntan, o los judíos en general, o todo el mundo; y ésta última es la
interpretación de la mayoría y la más correcta. Y dijeron los judíos al Profeta : ¿Cómo no se
nos ha dado nada más que un poco de conocimiento, si se nos ha dado la Tora que es la sabi-
duría, y a quien se le dé la sabiduría se le habrá dado mucho bien? Entonces, los confrontó el
Mensajero de Alläh con el conocimiento de Alläh y fueron superados.
Mencionaron Al-Mahdawï y otros mufassirïn, de Ibn ªAbbäs, que los que preguntan
acerca del espíritu son los de Quraiœ; pues, les dijeron los judíos: ¡Preguntadle acerca de los
compañeros de la Caverna, sobre Ëul Qarnain, y acerca del espíritu! Si os informa sobre dos
cuestiones y se abstiene acerca de una, entonces es un Profeta. Entonces, les informó de los
compañeros de la Caverna y sobre Ëul Qarnain, según se verá. Y dijo acerca del espíritu: “Di:
El espíritu procede de la orden de mi Señor”, o sea, es un asunto que no lo conoce nadie más
que Alläh, el Altísimo.
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“Y si quisiéramos, retiraríamos lo que te hemos inspirado, y
luego no encontrarías a quien recurrir para ello contra No-
sotros. (86) No es sino por una misericordia de tu Señor;
ciertamente, Su favor sobre ti es grande”. (87)
331
17. Sura El Viaje Nocturno
banza y te dio este Libro poderoso. Dijo ªAbdulläh ibn Masªüd: Lo primero que perderéis de
vuestro dïn será la amäna, y lo último será la oración, y este Qur°än ya os ha sido quitado.
Amaneceréis un día y no tendréis nada de él con vosotros, y dirá un hombre: ¿Cómo puede ser
eso, oh Abü ªAbderraåmän, si lo hemos afirmado en nuestros corazones y en nuestros ejem-
plares del Qur°än (maçäåif)? Se lo enseñamos a nuestros hijos y se lo enseñan nuestros hijos a
sus hijos, hasta el Día del Juicio. Dijo: Se partirá con él en una sola noche: pues se arrancará lo
que haya en los corazones y se llevará lo que haya en los ejemplares del Qur°än, y la gente
amanecerá como los animales. Después recitó ªAbdulläh: “Y si quisiéramos, retiraríamos lo
que te hemos inspirado”.
De Ibn ªUmar se transmitió que dijo: No llegará la Hora hasta que no vuelva el Qur°än
al sitio de donde descendió: tendrá un zumbido como el de la abeja. Dirá Alläh: ¿Qué te pasa?
Dirá: ¡Oh Señor, de Ti he salido y a Ti vuelvo. Soy recitado pero no se me practica, soy recitado
y no se me practica!
Dije (Al-Quröubï): Este significado viene en un åadïµ transmitido del Mensajero de
Alläh por ªAbdulläh ibn ªAmr ibn al-ªAç y Åuæaifa: “Se desvanece el Islam igual que se
desvanece el bordado viejo de la túnica, hasta no saber qué es el ayuno, la oración, el sacrificio
o la çadaqa; pues, se irá con el Libro de Alläh, el Altísimo, en una noche y no quedará de él en
la tierra ni una äya. Quedarán grupos de gente; el jeque mayor y el anciano dirán: ¡Hemos
alcanzado a nuestros padres que decían: Lä iläha illä Alläh! Pero no sabían lo que era la ora-
ción ni el ayuno ni el sacrificio ni la çadaqa”. Le dijo Çila: ¡De qué les va a servir lä iläha illä
Alläh, si no saben lo que es la oración, ni el ayuno ni el sacrificio ni la çadaqa! Se apartó de él
Åuæaifa; después se lo repitió tres veces y en las tres Åuæaifa se apartó de él. Luego se dirigió
a él Åuæaifa y le dijo: ¡Oh Çila! ¡Les librará del Fuego! (tres veces) O sea, el pronunciar ‘lä
iläha illä Alläh’.
Dijo ªAbdulläh ibn ªUmar: Salió el Profeta con la cabeza vendada por un dolor y se
rió; después, subió al minbar dando loas y alabanzas a Alläh y después dijo: “¡Oh gente! ¿Qué
libros son estos que escribís? ¿Es algún libro que no sea el Libro de Alläh a punto de enojar a
Alläh por Su Libro, pues no dejará hoja alguna sin sacarla del corazón de esa gente?” Dijeron:
¡Oh Mensajero de Alläh! ¿Qué pasará con los creyentes y las creyentes en ese momento? Dijo:
“Con quien Alläh quiera un bien: hará que permanezca en su corazón, lä iläha illä Alläh”. Lo
mencionaron Aµ-¥aªlabï y Al-Gaznawï en el tafsïr.
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“Di: Si se juntaran los hombres y los genios para producir
algo parecido a este Qur°än, no podrían producir nada como
él, aunque se ayudaran unos a otros. (88) Hemos mostrado
332
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Di: Si se juntaran los hombres y los genios…”. Se reveló cuando dijeron los incrédu-
los: Si quisiéramos diríamos lo mismo que eso; y Alläh, el Altísimo, los desmintió. Y ya se
habló de esto sobre la sublimidad del Qur°än al principio del libro.
“Hemos mostrado a los hombres en este Qur°än toda clase de ejemplos…”. Es decir,
toda clase de parábolas y alegorías que hacen obligatoria la reflexión, en cuanto a signos, ex-
hortaciones, anhelos y temores, mandatos, prohibiciones, historias de los antiguos, el Jardín,
el Fuego y el Día del Juicio; “… sin embargo la mayoría de ellos ha rehusado todo lo que no
fuera negarse a creer”, refiriéndose a la gente de Meca. Les ha aclarado la verdad y les ha
dado apertura y el tiempo necesario hasta que les quedase claro, sin embargo, han rehusado
aceptar la verdad, y en su lugar han preferido la incredulidad.
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“Y dijeron: No creeremos en ti hasta que no hagas que surja para nosotros un ma-
nantial de la tierra…”. La äya se reveló por los jefes y principales de Quraiœ como ªUtba y
Œaiba, hijos de Rabïªa, Abü Sufiän an-Naîr ibn al-Åäriµ, Abü Ÿahl, ªAbdulläh ibn Abï Umeya,
Umeya ibn Jalaf, Ubai al-Bajturï, y Al-Walïd ibn al-Muguïra. Eso fue porque ellos, cuando se
vieron incapaces de oponerse al Qur°än y no se complacieron en él como milagro, se reunie-
333
17. Sura El Viaje Nocturno
ron – según lo mencionado por Ibn Isåäq y otros – después de la puesta del sol a la espalda de
la Kaªba. Después se dijeron unos a otros: Enviad emisarios para que hablen a Muåammad .
Así lo hicieron, y le pidieron que acudiera a ellos, porque los nobles de Quraiœ querían hablar
con él. Así que acudió a ellos el Mensajero de Alläh , pues él estaba preocupado por ellos y
quería su rectitud, porque le resultaba penoso sus culpas y albergaba en su interior la posibili-
dad de guiarles; de forma que se sentó con ellos y le dijeron: ¡Oh Muåammad! Te hemos en-
viado a llamarte para hablar contigo, y por Alläh que no conocemos a ningún hombre de entre
los árabes que haya introducido en su gente lo que tú has introducido: Has insultado a los
padres y deformado su dïn, insultando a los dioses; y también has dividido a la gente. No ha
quedado ninguna cosa fea que no la hayas traído entre tú y nosotros. O como le dijeron. Pues,
si has venido con este discurso buscando la riqueza, la reuniremos para ti de nuestras rique-
zas, de forma que seas el más rico de todos nosotros; si lo que buscas es nobleza entre noso-
tros, te haremos señor sobre nosotros; y si lo que quieres es soberanía, te haremos soberano y
dueño sobre nosotros… Y les dijo el Mensajero de Alläh : “No he venido a lo que vosotros
decís de pediros riquezas ni nobleza entre vosotros ni la soberanía sobre vosotros, sin embar-
go, Alläh me ha enviado a vosotros como Mensajero y me ha revelado un Libro, y me ha orde-
nado ser para vosotros un anunciador de buenas nuevas y un advertidor de Su castigo, pues he
transmitido los mensajes de mi Señor y os he aconsejado; si aceptáis lo que os he traído, eso
sería vuestra dicha de este mundo y el Otro, y si lo rechazáis, tendré paciencia y esperaré la
orden de Alläh, hasta que Él dictamine entre vosotros y yo”. O como dijo el Mensajero de
Alläh . Dijeron: ¡Oh Muåammad! Si tú no aceptas nada de lo que te hemos ofrecido, pues
que sepas que no habrá nadie de la gente con más estrechez en un país ni con menos agua ni
que viva con más dureza de nosotros. Pide para nosotros a tu Señor, el que te ha enviado y con
lo que te ha enviado, que haga desaparecer a estas montañas que nos oprimen estrechamente;
que extienda para nosotros nuestras tierras; que abra en ellas ríos como los de Œäm, y que nos
envíe a quienes pasaron de nuestros padres, y que nos envíe a Quçï ibn Kiläb, porque era un
anciano veraz y le preguntaremos por lo que dices, si es verdadero o falso; y si te creen y haces
lo que te hemos pedido te creeremos, sabremos por ello tu rango con respecto a Alläh, el Altí-
simo, que Él te ha enviado como Mensajero, tal como dices. Les dijo el Mensajero de Alläh :
“No he sido enviado a vosotros por eso, sino que he venido a vosotros de parte de Alläh, el
Altísimo, con lo que me ha enviado, y os he transmitido lo que me ha sido enviado para voso-
tros: si lo aceptáis, será vuestra dicha en este mundo y el Otro, y si lo rechazáis, tendré pacien-
cia y esperaré la orden de Alläh hasta que Él dictamine entre vosotros y yo”. Dijeron: Pues, si
no haces eso por nosotros, quédatelo para ti y pide a tu Señor un ángel que crea lo que dices y
que nos aparte de ti; pídele que te haga jardines y palacios, y tesoros de oro y plata que te
hagan prescindir de lo que te vemos que buscas, y ve por los zocos buscándote la vida como
nosotros, hasta que veamos tu favor y tu rango ante tu Señor, si eres Su Mensajero como pre-
tendes. Les dijo el Mensajero de Alläh : “No lo haré y no seré quien le pida eso a mi Señor, ni
tampoco he sido enviado a vosotros para eso, sino que Alläh me ha enviado como anunciador
de buenas nuevas y advertidor, y si lo aceptáis, será vuestra dicha en este mundo y el Otro, y si
lo rechazáis, tendré paciencia y esperaré la orden de Alläh hasta que Él dictamine entre voso-
tros y yo”. Dijeron: Pues entonces, haz que caiga el cielo en pedazos sobre nosotros, como
pretendes que tu Señor si quiere lo hace, porque nosotros no creeremos en ti a menos que lo
334
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
hagas. Les dijo el Mensajero de Alläh : “Eso corresponde a Alläh, Poderoso y Majestuoso, si
quiere hacerlo con vosotros lo hará”. Dijeron: ¡Oh Muåammad! ¿No ha sabido tu Señor que
nos sentaríamos contigo y te preguntaríamos lo que te hemos preguntado y te pediríamos lo
que te hemos pedido? Pues, te hubiese adelantado y te hubiese mostrado lo que te hemos
pedido, te informaría de lo que tendrías que hacer en eso con nosotros si no aceptábamos de ti
lo que nos has traído. Y hemos sabido que quien realmente te ha enseñado eso ha sido un
hombre de Al-Yamäma, llamado Ar-Raåmän, y nosotros por Alläh que no creeremos jamás en
Ar-Raåmän; por lo tanto excúsanos, oh Muåammad: ciertamente, nosotros, por Alläh, que no
te dejaremos ni lo que has difundido de nosotros, hasta que te aniquilemos o nos aniquiles.
Uno de ellos decía: Nosotros adoramos a los ángeles que son hijas de Alläh; otro de ellos de-
cía: No creeremos en ti hasta que vengas con Alläh y los ángeles por delante. Cuando dijeron
eso al Mensajero de Alläh , éste se puso en pie y también con él ªAbdulläh ibn Abï Umeya
ibn al-Muguïra ibn ªAbdulläh ibn ªAmr ibn Majzüm, hijo de su tía, y le dijo: ¡Oh Muåammad!
Te ha ofrecido tu gente lo que te ha ofrecido y tú no lo has aceptado. Después, te han pregun-
tado sobre algunos, asuntos para saber tu rango con Alläh como dices, y poder creerte y se-
guirte, pero, no lo has hecho. Después, te han pedido que tomaras para ti mismo aquello que
les haga reconocer tu mérito sobre ellos y tu rango con Alläh, y no lo has hecho. Luego, te han
pedido que les adelantaras parte de esos castigos con lo que les atemorizas, y no lo has hecho.
Por Alläh, no creeré jamás en ti mientras no cojas una escalera y subas por ella hasta el cielo, y
yo te vea hasta que llegues a él; y después traigas contigo un documento en el que cuatro ánge-
les atestigüen que tú eres quien dices ser. Y aunque hicieras eso, tampoco pienso que te cree-
ría. Después se marchó, y se marchó también el Mensajero de Alläh a su familia, triste y
apenado por la ocasión perdida, anhelante de su pueblo cuando le llamaron, y por la lejanía
que vio en ellos con respecto a él. (Todo el relato ha sido recogido por Ibn Isåäq)
De Ibn ªAbbäs: Entonces, Alläh, el Altísimo, reveló: “Y dijeron: No creeremos en ti
hasta que no hagas que surja para nosotros un manantial de la tierra…”.
“… hasta que hicieras descender sobre nosotros un libro que pudiéramos leer…”. Es
decir, un libro procedente de Alläh, el Altísimo, a cada hombre de nosotros; como en Su dicho:
(52-ﺪﺛﱢﺮ ﻤ ﺮ ﹰﺓ( )ﺍﹾﻟ ﺸ
ﻨﺤﻔﹰﺎ ﻣ
ﺻ ﻰﺆﺗ ﻳ ﻢ ﹶﺃ ﹾﻥ ﻬ ﻨ ﻣ ﺉ
ﻣ ﹺﺮ ﹴ ﺍ ﺪ ﹸﻛ ﱡﻞ ﻳﺮﹺﻳ ﺑ ﹾﻞ)
“Sin embargo, cada uno de sus hombres que-
rría que les trajeran páginas desplegadas”. (El
Arropado-74:52)
335
17. Sura El Viaje Nocturno
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©Í_øŠt/ #J‰‹Íκy− «!$$Î/ 4’s∀Ÿ2 ö≅è% ∩®∈∪ Zωθß™§‘ $Z6n=tΒ Ï™!$yϑ¡¡9$# š∅ÏiΒ ΟÎγøŠn=tæ
⎯tΒuρ ( ωtGôγßϑø9$# uθßγsù ª!$# ωöκu‰ ⎯tΒuρ ∩®∉∪ #ZÅÁt/ #MÎ7yz ⎯ÍνÏŠ$t7ÏèÎ/ tβ%x. …絯ΡÎ) 4 öΝà6uΖ÷t/uρ
öΝÎγÏδθã_ãρ 4’n?tã Ïπyϑ≈uŠÉ)ø9$# tΠöθtƒ öΝèδçà³øtwΥuρ ( ⎯ϵÏΡρߊ ⎯ÏΒ u™!$uŠÏ9÷ρr& öΝçλm; y‰ÅgrB ⎯n=sù ö≅Î=ôÒãƒ
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“Y nada impide a los hombres creer cuando les llega la guía
sino que dicen: ¿Es que Alläh ha enviado como mensajero a
un ser humano? (94) Di: Si hubiera en la tierra ángeles que
caminaran tranquilamente, haríamos descender desde el
cielo un ángel que fuera un mensajero para ellos. (95) Di:
Alläh es suficiente como testigo entre vosotros y yo: cierta-
mente, Él conoce y ve perfectamente a Sus siervos. (96) Y al
que Alläh guía, ése está guiado; pero al que extravía, no en-
contrarás quien lo proteja fuera de Él. Y el Día de la Resu-
rrección los reuniremos boca abajo: ciegos, mudos y sor-
dos. Su destino será el Infierno, y cada vez que se sofoque lo
avivaremos”. (97)
“¿Es que Alläh ha enviado como mensajero a un ser humano?” Es decir, Alläh, el Altí-
simo, expone la contumaz incredulidad de ellos cuando dijeron: Tú eres como nosotros y por
tanto no estamos obligados a seguirte; así pues, ignoraron el milagro. “Di: Si hubiera en la
tierra ángeles…”. Alläh, el Altísimo, enseña que el ángel es enviado a los ángeles, porque si se
enviara un ángel a los hombres, no estarían capacitados para verlo en la forma en que fue
creado; pues, sólo los Profetas tuvieron como algo especial, para que constituyera ese algo un
signo y un milagro; como Su dicho mencionado en el sura de Los Rebaños:
ﻭ ﹶﻥﻨ ﹶﻈﺮ ﻳ ﻢ ﹶﻻ ﹸﺛﻣﺮ ﻲ ﺍ َﻷ ﻀ
ﻣ ﹶﻠﻜﹰﺎ ﹶﻟﻘﹸ ﺎﺰﹾﻟﻨ ﻧﻮ ﹶﺃ ﻭﹶﻟ ﻣ ﹶﻠﻚ ﻪ ﻴ ﻋ ﹶﻠ ﻧ ﹺﺰ ﹶﻝﻮ ﹶﻻ ﺃﹸ ﻭﻗﹶﺎﻟﹸﻮﺍ ﹶﻟ )
(9-8-ﺎﻡﻧﻌﻼ( )ﺍ َﻷ
ﹰﺭﺟ ﻩ ﺎﻌ ﹾﻠﻨ ﺠ
ﻣ ﹶﻠﻜﹰﺎ ﹶﻟ ﻩ ﺎﻌ ﹾﻠﻨ ﺟ ﻮ ﻭﹶﻟ .
“Y dijeron: ¿Por qué no se le hace descender un
ángel? Si le hiciéramos descender un ángel, el
asunto quedaría zanjado y no se les daría nin-
gún plazo de espera. Y si lo hubiésemos hecho
un ángel, lo habríamos hecho hombre”. (Los
Rebaños-6:8-9)
336
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
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337
17. Sura El Viaje Nocturno
“Esta será su retribución…”. Es decir, ese será su castigo por su incredulidad. “¿Acaso
cuando ya seamos huesos y polvo, vamos a ser resucitados y creados de nuevo?” Negaron la
Resurrección y Alläh, el Altísimo, les respondió diciendo: “¿Pero no ven que Alläh, que ha
creado los cielos y la tierra, tiene capacidad para crear otro tanto como ellos y que les ha
asignado un plazo sobre el que no hay duda?” Y el plazo es el tiempo que se les ha fijado en el
mundo para después morir, sin ninguna duda, ya que Él es testigo de ello. “Los injustos re-
chazan todo lo que no sea negarse a creer”. Es decir, los idólatras niegan el plazo y los signos
de Alläh.
tβ%x.uρ 4 É−$xΡM}$# sπu‹ô±yz ÷Λä⎢õ3|¡øΒ`{ #]ŒÎ) þ’În1u‘ Ïπyϑômu‘ t⎦É⎩!#t“yz tβθä3Î=ôϑs? öΝçFΡr& öθ©9 ≅è% ®
øŒÎ) Ÿ≅ƒÏ™ℜuó Î) û©Í_t/ ö≅t↔ó¡sù ( ;M≈oΨÉit/ ¤M≈tƒ#u™ yìó¡Î@ 4©y›θãΒ $oΨ÷s?#u™ ô‰s)s9uρ ∩⊇⊃⊃∪ #Y‘θçGs% ß⎯≈|¡ΡM}$#
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
pidió a Alläh que no dejara de haber en su descendencia un profeta, y nosotros tememos que,
si nos hacemos musulmanes, nos maten los judíos. Dijo Abü ªÏsä: Åadïµ Åasan Çaåïå.
Otro significado de la äya es que se refiere a los milagros y las señales. Las nueve seña-
les son: El bastón, la mano, la lengua, el mar, el diluvio, la langosta, los piojos, las ranas y la
sangre. “Pregunta a los hijos de Israel cuando se presentó ante ellos”. Es decir, pregúntales,
oh Muåammad, si acudió a ellos Müsä con estas señales, como se expuso ya su aclaración en
el sura de Yünus (Jonás); “… y le dijo faraón: Realmente, Müsä te tengo por un endemonia-
do”. Es decir, embrujado por lo extraño de tus hechos.
’ÎoΤÎ)uρ tÍ←!$|Át/ ÇÚö‘F{$#uρ ÏN≡uθ≈yϑ¡¡9$# >u‘ ωÎ) Ï™Iωàσ¯≈yδ tΑt“Ρr& !$tΒ |M÷ΗÍ>tã ô‰s)s9 tΑ$s% ®
“Dijo: Sabes que estos [signos] no los ha hecho descender…”. Es decir, las nueve seña-
les; “… sino el Señor de los cielos y de la tierra como evidencias”. Es decir, señales indicado-
ras de Su Único poder. Aquí Müsä se dirige a su interlocutor, el faraón, adjudicándole el cono-
cimiento de esos milagros, porque realmente faraón sabía en qué forma se manifiesta la ma-
gia. Y el ejemplo de lo que hizo Müsä no concuerda con un mago, y no está capacitado para
ello sino Aquel que crea los cuerpos y posee los cielos y la tierra.
.⎯ÏΒ $oΨù=è%uρ ∩⊇⊃⊂∪ $YèŠÏΗsd …çµyè¨Β ⎯tΒuρ çµ≈oΨø%tøîr'sù ÇÚö‘F{$# z⎯ÏiΒ Νè䨓ÏtGó¡o„ βr& yŠ#u‘r'sù ®
$Z‹Ïs9 ö/ä3Î/ $uΖ÷∞Å_ ÍοtÅzFψ$# ߉ôãρu u™!%y` #sŒÎ*sù uÚö‘F{$# (#θãΖä3ó™$# Ÿ≅ƒÏ™ℜuó Î) û©Í_t6Ï9 ⎯Íνω÷èt/
〈 ∩⊇⊃⊆∪
“Quiso eliminarlos de la tierra, pero lo ahogamos a él y a los
que con él estaban sin excepción. (103) Y después les diji-
mos a los hijos de Israel: Habitad la tierra, y cuando llegue
la promesa de la Otra Vida os suscitaremos a todos juntos”.
(104)
“Quiso eliminarlos de la tierra…”. Es decir, quiso faraón echar a Müsä y a los hijos de
Israel de la tierra de Egipto con el destierro o la muerte, pero Alläh lo aniquiló; “Y después les
339
17. Sura El Viaje Nocturno
dijimos…”. Es decir, después de ahogarlos; “… a los hijos de Israel: Habitad la tierra” de Œäm
y Egipto; “… y cuando llegue la promesa de la Otra Vida”, o sea, el Día del Juicio; “… os susci-
taremos a todos juntos”. Es decir, salidos de vuestras tumbas, mezclados, de distintas proce-
dencias; pues, se mezclará el creyente con el incrédulo, no se reconocerán ni se incorporará
ninguno de vosotros a su tribu ni a su barrio. Dijeron Ibn ªAbbäs y Qatäda: Os suscitaremos a
todos vosotros mezclados, de distintas procedencias y de diferentes tribus. Significa que ellos
saldrán de las tumbas en el momento de la Reunión como las langostas cuando se extienden.
Dijo Al-Kalbï: “… y cuando llegue la promesa de la Otra Vida”, o sea, la llegada de ªÏsä, sobre
él la paz, del cielo.
çµ≈oΨø%tsù $ZΡ#u™öè%uρ ∩⊇⊃∈∪ #\ƒÉ‹tΡuρ #ZÅe³u;ãΒ ωÎ) y7≈oΨù=y™ö‘r& !$tΒuρ 3 tΑt“tΡ Èd,ptø:$$Î/uρ çµ≈oΨø9t“Ρr& Èd,ptø:$$Î/uρ ®
“Con la verdad lo hemos hecho descender…”. Esto va conectado con lo que precede de
la mención de los milagros y el Qur°än; “… y con la verdad ha descendido”, o sea, con Mu-
åammad , es decir, a él se le ha revelado.
“Es un Qur°än que hemos dividido en partes, para que lo recites gradualmente a los
hombres”. Es decir, lo hemos aclarado detalladamente y diferenciado lo verdadero de lo falso.
O como dicen Ibn ªAbbäs, ªAlï y otros: Lo hemos hecho descender poco a poco, una parte tras
otra, y no de una sola vez; y según Ibn ªAbbäs, durante veintitrés años. Es decir, en el trans-
curso de la vida del Mensajero de Alläh , y de una sola vez, hasta el cielo del mundo.
öΝÍκön=tã 4‘n=÷Fム#sŒÎ) ÿ⎯Ï&Î#ö6s% ⎯ÏΒ zΝù=Ïèø9$# (#θè?ρé& t⎦⎪Ï%©!$# ¨βÎ) 4 (#þθãΖÏΒ÷σè? Ÿω ÷ρr& ÿ⎯ϵÎ/ (#θãΖÏΒ#u™ ö≅è% ®
340
Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Cuando recitaban su Libro los judíos y escuchaban lo que le era revelado al Profeta
Muåammad del Qur°än, se sobrecogían, se postraban y glorificaban, luego decían: Esto es lo
que se menciona en la Tora.
Èβ$s%øŒF|Ï9 tβρ”σs†uρ ∩⊇⊃∇∪ Zωθãèøyϑs9 $uΖÎn/u‘ ߉ôãuρ tβ%x. βÎ) !$uΖÎn/u‘ z⎯≈ysö6ß™ tβθä9θà)tƒuρ ®
“Y decían: ¡Gloria a mi Señor!” Aquí hay una clara indicación de que está permitido
hacer tasbïå en la postración. En Çaåïå Muslim se transmitió, de ªA°iœa, Alläh esté complacido
de ella, que dijo: El Mensajero de Alläh solía decir abundantemente en su postración e in-
clinación: “¡Subåänaka Allähumma wa biåamdika Allähumma agfirlï!” (¡Gloria a Ti, oh Alläh,
y por Tu alabanza; o Alläh perdóname!)
“Y caen de bruces llorando…”. Esta acción de humildad que caracteriza a toda esa gen-
te de conocimiento les hace tener un alto grado de consideración ante su Señor; pues, se es-
tremecen al oir el Qur°än modesta y humildemente; como en Su dicho:
(28-ﺎ ُﺀ( )ﻓﺎﻃﺮﻌ ﹶﻠﻤ ﻩ ﺍﹾﻟ ﺩ ﺎﻋﺒ ﻦ ﻣ ﻪ ﻰ ﺍﻟ ﱠﻠﺨﺸ
ﻳ ﺎﻧﻤ)ﹺﺇ
“Verdaderamente, no temen a Alläh de Sus
siervos sino los sabios”. (Creador-35:28)
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17. Sura El Viaje Nocturno
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Y escribió el Mensajero de Alläh : “”ﺑ ﺴﻢ اﷲ اﻟ ﺮﺣﻤﻦ اﻟ ﺮﺣﻴﻢ. (En el nombre de Alläh, Ar-
Raåmän, Ar-Raåïm). Dijeron los idólatras: Este Ar-Raåïm lo conocemos, pero ¿quién es Ar-
Raåmän? Y se reveló la äya.
“Y no subas la voz en tu oración ni la silencies del todo…”. La causa de la revelación de
esta äya fue que cuando el Mensajero de Alläh hacía la oración con sus compañeros, alzaba
su voz con el Qur°än, y al oírle los idólatras insultaban al Qur°än, a quien lo revelaba y a quien
lo transmitió; y entonces, dijo Alläh, el Altísimo: “Y no subas la voz en tu oración”, de forma
que la oigan los idólatras, “ni la silencies del todo”, de tal modo que no la oigan tus compañe-
ros. Y según Ibn ªAbbäs significa: No reces en voz alta por el día ni en voz baja por la noche.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
“Y di: Alabado sea Alläh, que no ha tomado para Sí ningún hijo…”. Esta äya es una
respuesta a judíos, cristianos y árabes en sus dichos respectivos: ªUzeir, ªÏsä y los ángeles son
descendientes de Alläh. Gloria a Él. ¡Altísimo es Alläh, que está por encima de lo que dicen!
“… ni tiene copartícipe en la soberanía”, porque Él es Uno, sin socio en Su soberanía ni en Su
adoración; “… ni necesita de nadie que lo proteja contra la humillación”. Dijo Al-Kalbï: No
tiene ningún wakïl de los judíos y cristianos, porque son los más humillantes de todos, como
rechazo a su pretensión: “Nosotros somos los hijos de Alläh y Sus amados”.
“Ensálzale proclamando Su grandeza”. Es decir, Su inmensidad más completa y per-
fecta. El Profeta , cuando entraba en oración, decía: “”اﷲ أآﺒﺮ. (¡Allähu Akbar! ¡Alläh es el más
grande!) Y dijo ªUmar ibn al-Jaööäb: El dicho del siervo: ¡Allähu Akbar!, es mejor que el mun-
do entero y todo cuanto hay en él. Esta äya es el sello final de la Tora. De ªAbdulläh ibn Kaªab:
La Tora empieza con el comienzo del sura de Los Rebaños y sella su final con este sura. Dijo
ªAbdelåamïd ibn Wäçil: He oído decir al Profeta : “Quien recitara: “Y di: Las alabanzas a
Alläh…”, hasta completar la äya, Alläh le anotaría tanta recompensa como la tierra y las mon-
tañas, porque Alläh, el Altísimo dice sobre aquel que pretende que Él tiene un hijo: A punto
están los cielos de despedazarse, de henderse la Tierra, y de caer las montañas desmorona-
das”. Y el Profeta ordenó a un hombre que se había quejado a él por una deuda, recitar las dos
última, äyät del sura El Viaje Nocturno:
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Para después decir: ¡Tawakkaltu ªalä al-Åay allaæï lä yamüt! (¡Me confío en el Viviente,
Aquel que no muere!)
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
GLOSARIO DE TÉRMINOS
Aæän: Llamada a la oración que realiza el muecín cinco veces al día desde la mezquita dicien-
do: Allähu Akbar (2) (Dios es el más grande); aœhädu An lä iläha il-lä Alläh (2) (Atestiguo que
no hay más divinidad que Dios); aœhädu anna Muåammadan rasülu Alläh (2) (Atestiguo que
Muåammad es el mensajero de Dios); åayy ªalä aç-çalä (2) (Acudid a la oración); åayy ªalä al-
lfaläå (2) (Acudid al éxito); Allähu Akbar (2) (Dios es el más grande); lä iläha il-lä Alläh (No
hay más divinidad que Dios).
Alläh ().- Del árabe: alif, lam, lam, ha. Dios, Señor del Universo.
Ájira.- La otra vida, el más allá, la vida eterna.
Amäna.- Depósito o responsabilidad confiada a alguien para su entrega y cumplimiento co-
rrectos. Puede ser de tipo material o espiritual. Por ej.: un dinero, una casa, una tierra, el çalä,
el ayuno, la vida... Todo ello es amäna.
Anticristo.- Daÿÿäl en árabe. Su llegada causará terror y coincidirá con el final de los tiempos y
con la llegada del profeta Jesús, sobre él la paz, como una de las grandes señales de la llegada
de la Hora.
Al-ªAqaba.- Lit. el paso, un paso de montaña al norte de Meca justo al lado de la ruta de cara-
vanas a Medina, donde el Mensajero de Alläh, Él le bendiga y le de paz, se reunió en secreto
con los primeros musulmanes de Medina, en dos años sucesivos, cuando se comprometieron a
seguir al Mensajero, y en el segundo, o Gran Pacto de Al-ªAqaba, a defenderle a él y a sus
compañeros como si se tratase de sus propias esposas e hijos. Esto condujo a la Hiÿra (ver
debajo).
Auxiliar.- Término con el que se designa a aquel musulmán residente en Medina, que recibió y
ayudó al Mensajero de Alläh, que Él le bendiga y le conceda paz y que se ofreció para acoger a
los emigrantes (Muhäyirün) que llegaron de Meca y hubo quienes se hermanaron de forma
que compartieron todo con ellos.
Äya.- Signo, versículo del Corán que cada conjunto de ellos forman una sura o capítulo.
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Glosario de términos
Baraka.- Bendición. Atribuida a personas, lugares y cosas, que por su finalidad se desprende
de ellos algo especial.
Daªwa.- El acto de llamada al Dïn del Islam, propagación del mensaje revelado por Alläh a su
Profeta Muåammad, sobre él la paz.
Æikr- Lit. recuerdo. En sentido general, toda adoración es æikr. En general se ha llegado a
asimilar a la invocación.
Dïn.- La transacción vital. Lit., deuda o situación de cambio entre dos partes, en este caso el
Creador y el creado. Alläh dice en el Corán: "Ciertamente, el Dïn ante Alläh es el Islam." Es el
método de conducta o la guía del Islam por la que se rigen todos los musulmanes, basado en el
Qur°än y la Sunna.
Dinär.- Originalmente moneda de oro cuyo peso era de 4,4 gr., y equivalente a diez dirham.
Dirham.- Moneda de plata cuyo peso era de 3,08 gr.
Duªä.- Invocación o petición a Alläh.
Ëuhr.- Mediodía. Oración que se realiza a partir de cuando el solo comienza a descender del
cenit y hasta que llegue la de ªAsr o de media tarde.
Faÿr.- Alba, amanecer. Oración que se realiza momentos antes del amanecer.
Fitna.- Prueba a la que se ve sometido todo musulmán, ante la mujer por su belleza o un con-
flicto por ejemplo. La fitna la representa, en general, todo aquello que pueda ser motivo de
conflicto, como dice Alläh: "Vuestras riquezas e hijos son fitna".
Fuöür.- Alimento y bebida para romper el ayuno. Puede ser de leche y dátiles que se toman
justo al ponerse el sol.
Gusul.- Ablución mayor que consiste en el lavado de todo el cuerpo de arriba abajo y de dere-
cha a izquierda. Y como medio de conseguir la purificación que nos permita hacer el çalä. Se
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Åaläl.- Lícito. Atribuido a todo aquello que está permitido hacer por la ley islámica. Se aplica
también a todo lo que se puede comer y beber.
Åaräm.- Ilícito. Contrapuesto a åaläl, lo que no está permitido hacer, como tampoco comer ni
beber.
Åasana.- Recibe este nombre toda buena acción, al contrario que la falta, servirán de contra-
peso a nuestro favor en la Balanza el Día del Juicio.
Hiÿra.- Emigración, separación. La Hiÿra más conocida fue la realizada por los musulmanes
de Meca a Medina, hecho que marca el comienzo de la Era Islámica. Si bien anteriormente se
produjo otra a Abisinia (Etiopía). Ocurrió debido a la imposibilidad que tuvieron los musul-
manes de practicar el Islam en su tierra por la persecución a que se vieron sometidos.
ªId: Fiesta. Hay dos fiestas principales en el año musulmán, el primer día de las cuales se
rezan las oraciones de Id.
ªId al-Aîåä: Fiesta de cuatro días durante el tiempo de Åaÿÿ. El ªId del (mas grande) Sacrifi-
cio, empieza el día décimo de Æul Åiÿÿa, (el mes del Åaÿÿ), el día en que los peregrinos están
sacrificando sus animales.
ªId al-Fiör: Fiesta de tres días después del mes del ayuno (Ramaîän).
Iåsän: Adorar sinceramente al Señor de los mundos como si lo vieras ya que si no lo ves Él te
ve. Realizando todas las acciones siendo consciente de la observancia de los mandatos de
Alläh y sus prohibiciones.
Ïmän.- Creencia, fe. Comprende seis partes principalmente: Creer en Alläh y el último Día, en
los ángeles, en los libros revelados, en todos los enviados, y creer en el Decreto sea bueno o
malo.
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Glosario de términos
Istinyä: Lavado de las partes íntimas cuando se han hecho las necesidades y así poder iniciar
la ablución menor o wuîü necesario para hacer el çalä.
ªIœä.- Última de las cinco oraciones del día, que se hace dentro del primer tercio de la noche.
Jaima.- Vivienda propia de los nómadas y originalmente tejida con pelo de cabra.
Juff.- Calcetines de piel.
Juöba.- Discurso, exhortación, consejo, palabra basada en las fuentes del Corán y de la Sunna,
que dirige, normalmente, el imäm en la mezquita y subido en el minbar a los musulmanes
asistentes al çalä del ÿumuªa.
Kaªba: Es la Casa Sagrada de Alläh situada en Meca y en una de sus cuatro esquinas se en-
cuentra la piedra negra. Es circunvalada siete veces por todos los musulmanes que entran en
la mezquita sagrada y constituye el centro o la quibla, dirección a la que se orientan todos los
musulmanes en su çalä desde cualquier parte del mundo.
Koåol.- Preparado de polvo de antimonio para pintar los párpados. Y Koåol alcohol.
Kufur.- Incredulidad, o la capacidad de negar y cubrir la Realidad de Alläh. El Anticristo apa-
recerá con la raíz de esta palabra escrita en su frente: ka-fa-ra. Y todo el que posea esta capa-
cidad se denomina käfir o infiel.
Magrib: Puesta del sol, lit. el oeste. La oración de magrib, justo después de la puesta del sol.
Mawlai.- Puede significar Señor o sirviente según el contexto de la frase.
Miåräb.- Especie de concavidad u hornacina orientada en la quibla en la que se coloca el imäm
para dirigir su oración y provoque una resonancia hacia atrás de forma que pueda ser oída su
recitación con claridad.
Muåarram.- El primer mes del año musulmán, que está basado en el calendario lunar, y uno
de los cuatro meses inviolables durante los cuales está prohibido (åaräm) luchar, de ahí se
deriva su nombre.
Muhayirün.- Compañeros del Mensajero de Alläh, que Alläh le bendiga y le de paz, que acep-
taron Islam en Meca e hicieron Hiÿra a Medina.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Quibla.- Dirección hacia la cual se orienta el çalä. La quibla actualmente es hacia la Kaªba en
la Mezquita Sagrada de Meca. Hubo un tiempo en que estuvo en la Mezquita del Quds en
Jerusalén.
Qur°än: Literalmente significa la lectura por excelencia. Es el último mensaje revelado por
Alläh al último de los profetas, Muåammad enviado a toda la humanidad.
Quiräö.- Una medida de peso con significados contrarios, ya sea una doceava parte de dirham
como un grandísimo peso, como el del Monte Uåud.
Rakä.- Cada unidad del çalä que incluye las posiciones de pie, inclinado, postrado y sentado.
Ramaîän.- Mes noveno del calendario lunar islámico prescrito para ayunar obligatoriamente
en él los musulmanes.
Çadaqa.- Limosna y toda buena acción en general. Glorificar a Alläh (decir Subåäna Alläh) es
çadaqa, aconsejar a alguien que no haga daño es çadaqa, y dar algo por insignificante que nos
parezca es çadaqa.
Çaåäba.- Compañeros del Profeta Muåammad, Alläh esté complacido con todos ellos, testigos
directos y transmisores de la guía y enseñanzas del Profeta, la paz sea con él. Hoy día son un
verdadero ejemplo para todos los musulmanes por su conducta ejemplar.
Saåür.- Comida de gran contenido energético que se suele hacer antes de comenzar el ayuno,
el cuál se termina con el fuöür.
Çalä.- Oración, ruego, bendición de Alläh. Es el segundo pilar del Islam y constituye su colum-
na principal. El çalä está prescrito de forma obligatoria cinco veces al día y en momentos con-
cretos: antes del amanecer, al mediodía, a media tarde, al ponerse el sol y en el primer tercio
de la noche.
Œahïd.- Es la categoría, ante Alläh, del que muere por la causa de Alläh. Representa el grado
más elevado del Jardín.
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Glosario de términos
Œarïªa.- Lit., una carretera. Es el modelo social de una gente basado en la revelación de su
Profeta. La última Œarïªa de la historia es la de Islam. Esta deroga todas las legislaciones pre-
vias. Ley en general.
Œirk.- Idolatría. Estado grave de desobediencia a Alläh del que toma otros dioses aparte de Él
para su adoración.
Siwäk.- Raíz que se usa para limpiar los dientes como una sunna establecida por el Profeta
Muåammad, sobre él la paz.
Sunna.- Este término se corresponde con el método a seguir según la práctica del Profeta
Muåammad, la paz sea con él, la cual está recogida en el Åadïµ. A veces, lo constituyen infor-
maciones, otras recomendaciones e incluso otras son mandatos.
Tahaÿÿud.- Oración de la noche (quiyämu-l-lail), que se hace de dos en dos rakä antes del
faÿar.
Taqwa: Es el temor a Alläh del musulmán cuyo grado se manifiesta en la obediencia a sus
mandatos y prohibiciones siendo fiel a sus principios en todo momento y lugar.
Tayammum.- Purificación que se realiza con tierra pura y a falta de agua como condición
previa para el çalä.
Tawba: Volver a la obediencia a Alläh después de haberse apartado de Él, solicitando Su per-
dón y con el firme propósito de no incurrir en desobediencia de nuevo. El concepto más
aproximado en español es el de arrepentimiento.
Ÿamäªa.- Comunidad, asociación o grupo de musulmanes que se juntan para rezar, estudiar el
Dïn...
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
Ÿihäd.- Lucha por la causa de Alläh. Puede ser mayor y menor, según se de la propia vida y
riqueza por la causa de Alläh, o se combatan los caprichos y apetitos del nafs.
Zakä.- Impuesto obligatorio, purificación. Es el tercer pilar del Islam, que consiste en pagar el
dos y medio por ciento de la riqueza acumulada en un año, y se entrega a los pobres, huérfa-
nos, viudas, viajeros, y necesitados en general.
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Compendio del Tafsïr Al-Quröubï
CLAVE DE LA TRANSLITERACIÓN
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