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u ll TIERRA FIRME
UN GRANO
DE MAIZ
CONVERSACION
CON FIDEL CASTRO
TOMAS BORGE
TIERRA FIRMETOMAS BORGE
UN GRANO DE MAIZ
Conversacién con Fidel Castro
FONDO DE CULTURA ECONOMICA
MEXICOier eis, 1992
A Sergio Méndez Arceo
D.R.© 1992, Fonoo ne Cumna Bonontca.S A. D6C.V.
Catsrs Pac je, 2 14200 Mousa.
ISBN 968-16-3918-9
Inpos cn MicoAgradezco a los compafieros Pedro Alvarez Tabio,
Margarita Suzan, Aldo Diaz Lacayo, Miguel Bonasso,
Judith Ruiz Meléndez, Enrique Gaucher,
Victor Rodriguez Naiiez y Fernando Solis Borge,
la colaboracién brindada
para que esta obra fuera posible.dirin exactamente de det
‘run conductor el que incenid a historia eteéera
‘pero el pueblo o llama el cabalo yes cieno
‘idl mont sobre fdel un dia
se lanz6 de cabeza contra el dolor contra la muerte
‘pero més todavia conira el polvo del alma
la Historia parlard de sus hechos sorases
refer recrdarloenelrincdn de da’
fn que mird su tira y eo oy ater
en que mind su pueblo y dijo soy el pueblo
{yabolié sus dolores sus sombras ss olvidos
‘ysolo contra el mundo levanté en una estaca
Su propio corazén el inico que nao
To desplegé en el aire como una gran bandera
‘como.n fuego encendido contra la noche oscura
‘como un gope de amorenlacara del miedo
‘como un hombre que entra temblando en el amor
alzé su corazén lo agitaba ene aire
lo daba de comer de beber de encender
Jide es un pats
40 lo vicon olejes de rosros en su ros
Ia Historia ereglard sus cuen al ell
pero to vi cuando subi gente por sus hubiéramos
buenas noches Historia aganda tus portones
‘eniramas con fiel con el eabalo,
JUAN GELMANCref que era
una fantasia
de MarcelaUn grano de mate
1
Me acerqué a Fidel Castro con intencién critica, con sentido
histérico y con renovada fe en los valores que, para algunos
desafectos del iltimo minuto, se volvieron obsoletas e incé-
legé la modalidad de la entrevista de prensa convencido
de que estaba en la obligacién de plantear al lider cubano mis
interrogantes y aquellas pregunias que me han hecho otros
dirgentes politicos o que he escuchado a los hombres que
hhabitan las calles estrechas.
‘De esas preguntas, la més importante — pues se hace en
todos los foros, desde los corllos universtarios hasta los desa-
‘yunos de negocios — es que sicon el descalabro de la URS y del
‘campo socialista desaparecid también el socialism.
‘En medio de la actual polvareda ideolgica, que en unos
hha provocado una euforia excesiva y en otros una loradera
insoportable, Cuba ~acosada por las cambios de la geopol-
tica mundial, vitima de una campata ollmpica de desnfor-
‘macién, més bloqueada delo que estavo nunca ningin pais —
8 objeto de prondsticos fatales.
‘Hasta los amigos dela Revolucién Cubana, que son mas
delasque secre expresan algunas dudas sobre los resultados
del juicio final: aunque dentro de ellos abundan tos que
‘mantenenios araigada la conviecién de que saldrévictoriosa
en la descomunal contienda.
‘Loscubanos afirman que ellos siguen abriendo las anchas
alamedas, pliendo voluntades, arrancando malas hierbas,
reetificando, sin alarde, las imperfecciones.
Fidel y sus comparieros —Io he podido constatar en mis
BTomas Borge
recientes visitas a la isla— tienen una confianza cont
de que este periodo agobiante es transitorio, como nube inso-
lente y oscura que oculta por un rato la luz del sol
IL
Hay quienes sostienen que os sucesos, en diversossentdos
desgarradores, dela URSSy de los palses del Este Europeo,
ino fueron una derrota del socialismo; que el socialismo real
rno'es mds que un episodio, en alguna medida, similar a la
Comuna de Parts, euando los obreros intentaron tomar el
‘ilo por salto.
“Aguella experiencia histérica fue la fuente de donde los
clasicas del marsismo dedujeron el apotegma de la alianza
obrero-campesina. De igual modo, las causas de este desasire
hhay que estudiavlas para que sus’ conclusiones alimenten tn
proyecto social ain mas idetfcado con ls suerios del hombre
El socialivmo real fue wn sistema que lejos estuvo, con
todo y sus grandes logros en salud, educactén, vivienda y
empleo, de'ser la sociedad vestida con pieles de pantera y
Plumas de jiluero. Es deci, la sociedad de las sonrisas
radiantes y'la libre creacién; la sociedad de la dialéctica
pprodigiosa entre la cienciay la produccin que es, en iltimo
término, lo que esperamos del socialism sin adjetivos.
Derribados las monolitos del dogmatism, el burocratis-
‘mo, elautortarismo ye divorcio con las masas y la realidad,
el género humano se ha ganado el derecho a buscar ls llaves
exrayiadas, en agin rincin dela esata poli, del
‘Paraiso terena
EL socialismo, en ttima instancia es la creacién del
hombre nuevo, del cudadano del slo XX: un home que
tenga horror a los lugares comues y a la arrogancia, que
enlenda a la ier como ‘algo inkerente a la revolucin,
que sea enemigo del esquema y amante dela herejta eco
Ysonador. a oe
“Alguna vez dije que es preciso creer en los santos que
orinan yen la monalidad de os dogmas, y apretaren el purio
ta wtopta de un genero humano fraterns y listo. Si eso Ro es
posible, poco sentido tendria la vida. Las wtopias son real
ables.
4
Un grano de mate
atte
No era la primera vez que visitaba el lugar donde Fidel
Castro pasa gran parte de su tiempo. Estuvimos allé 12 horas.
varias miemibros de la Direccién Nacional del FSLN, antes
de la victoria revolucionaria nicaragiiense, en animada pla-
tica durante la cual consumimas un barril de café y una
‘onelada de nicotina, ae os
fuchas veces més conversamos hasta la madrugada.
alguna ocasién, me hablo sobre su ilimitada confianza en los
‘eres humanos, y nos pusimos trstes al referimos alas debil-
dades, alas rencillas, envidiasy ambiciones que, con frecuen-
cia, rodean a los drigentes politicos.
‘Soy poco observador de los matices, por eso le pedf a mi
comparera Marcela Pérez Silva, que iba — junto con Marga-
rita Suzdn, mi asisiente— con una impresionante carga de
cintas y rollas fotogréficos, que describiera el contorno y el
‘momento en qite se inicié la esperada ceremonia:
‘La Habana desfla hermoso al pie dela venzana de Fidel
‘Suscallesarboladasseatisban por sobre ef hombrode Mart
‘que, imponente y luminoso, custodia la plaza y la revolu-
cidn.
De la ventana hacia fuera, se ve toda la ciudad; hacia
‘dentro, se ve Cuba entera. Es domingo y son las dos de la
‘mariana,
Llegamos a Ia oficina de Fidel sorteando salones brotados
de selva: ligranas de helechas y abanicos de palmeras que
‘manos jardineras, eypertas y amorosas, han logrado mila
‘grosamente aclimaiar al aire acondicionado. (Se dice que
fue Celia Sinchez, con su empeio de arativa tejedora,
‘quien fue bordando de verde cada rincdn. Se dice también
(que aht sigue, que se quedé en alguna de sus muchas
‘rquidens, foreciendo dulce)
Eldespacho de Fidel ex grande y acogedor, a pesar del frio
ppolar de! aie acondicionado, Desde la pared de iadrilos,
‘mirando de medio lado por debajo de su sombrero ald,
‘cémplice y clido, sonrie Camilo, rodeado de flores recién
‘ortadas y mulldos sllones propiciadores de encuentros.
Hacienda esquina, un escrtorio y un librero de madera
1sTomds Borge
donde coniven onal nag lo ms nein
tcbjr: anand bent cracls nacraor
fue in consran ince canto dela mar ros de
Tiong trades de nil; un mate con bom
bide plat quem hae tion magn queer del Che:
tina Biba bigots de Fel en ngs una excura
precolombinas na ina y gas colecion decile
Meta lertra univer, te cata mien queda cuenta
cada nevi que nace en ub yencipaneta, yy
Cercouna cara depunoylerade Bolter Maal, fmesa
detrabao. lag esas, pig del Su rec made
cao for de ees madgnds de deers»
“econes gun inpaeebnpecable dojo la chad
‘sun alfoien de eatin
Fel et de pe tone eels letter en os homo,
{otra que enon «psa lt poms.
Los Comandantes se sentan et rene delat de a
ventana Parecensacerdoe puna de ofr lor te
toma deri Inaugurts, as palabras de Toms st
tam oto tempo, en donde ode as temp se mescan
Fregune, propane provocs. Desa recusdesy mets y
tempest, Piel sponde con vor de reno ysis pal
‘rat comocan lo por @lnombrada, halo aparece
nine nostra. Han lego dese tados ls rncones fos
‘etorowor concrete atop ren antorcsen-
Cendidas nis dels mano. Un caballo blanco atraisa
Clanton constserines ol int. Mientras, Fuse desea
‘najesioso por ef expci, con su exe de montana
rememorando ls bans gnadas ys por ibrar.
Ehienpodeloscondenciesdurblos desde que siguleron
‘esa adrigde, Cuando a enter Meg 3 fin,
tecer sol se pont en el Boron Ants de opaer ma
(gubadorn, mevolthaca a ventna. La here tem aro
fo pe ding peecanente er Mand ese acaba
lento sates. Habla veniowaibar Cuba pr sobre el
homo de Fuel
IY yo que casi caigo en la trampa de creer que era una
fantasia cde Marcela!
16
Un gruno de mate
Iv
Entre las cuestiones fundamentales que se abordaron en
‘esta entrevista, realizada a partir del 18 de abril en tres
sesiones que sumaron diez horas grabadas, estén el concepto
de Fidel sobre democracia y la posibilidad de cambios en la
estructura politica en Cuba.
Tambien interrogué al lider cubano sobre las perspectivas
de la lucha revolucionaria en América Latina y demas pue-
‘blos del Tercer Mundo; le pedi sus opiniones sobre Stalin y
Gorbachow¢ indagaé sobre sus afcones, afecosy gustos
lterarios.
Un capitulo prominente constituyen sus juicios sobre el
‘controvertido aniversario — triunfal para los europeos, desga-
‘madorparatosindigenas de América = delallegadade Colin
anuestras costas.
De todo lo que aqui dice Fidel, me impresionaron en
especial la persuasiva disertaci6n, un poema antolégico, so-
bre el respeto de Cuba alos derechos humanos,ylasrefleio-
rnes de este hombre sobre el hombre, la calidad humana j su
Protagonismo en la levedad de la historia.
Esta entrevista no es imparcial, busca como aferrarse a la
vida después de los titimas funerales histricos; pretende
encender una chispa en medio de las tinieblas. Para ello fue
necesario provocar la descomunal memoria y singular inieli-
sencia de Fidel Castro.
Siesta entrevista lgra ese objetivo, me sentré compensa-
do después del retroceso sandinista, de los derrumbes y del
sonsonete de la trompeta que anuncia, indecente, la perenni-
dad del liberalism y ! fin de las utoptas.
Esta conversacién con Fidel ha reafirmado mis convic-
ciones, me ha dado mayores elementos para mejorar mi
aficién por la solidaridad, medir el tamano del ultraje a la
inteligencia y el honor del género humano.
Espero que los pueblos de América Latina y de otros
continentes, encuentren en este didlogo motivo de reflexion y
aliento, para mantener imtactas las esperanza en las causas
que no han dejado de ser justas. Ya no regresaremos a las
‘montanas, pero st confiamos en que, con nuestra fe, las
‘montanas regresaran a nosotros.
7Toms Borge
Peroside algo nas sire, en lo personal, esta entrevista con
Fidel, es para confirmar la necesidad de la autoertica que,
como dirigentes politicos, nos hemos hecho —o estamos
abligados a hacemos eh cada terion del reroceso yla
penumbra.
‘Lo demas es hallazgo periodsstico,itustracion entretenida
-y hasta buen placer lterario.
‘Managua, Iro. de junio de 1992
18
i:
“El hombre hace casi el ridiculo
si se pone a pensar demasiado
en la posteridad”Un grano de mate
Lo encuentro como siempre, Fidel, de buen humor, hiperi-
nético, con el traje verde olvo inobjetable
Habla softado noches ats, que tenia la barba de wn color
«especial, indefnible,ycasime sorpendo cuando reenctentro
lsimbotoluminoso y blanco; en medio dela frente ~supon-
160 que se lohan dicho— una especie de destello; los ojos
‘Afiebrados, afectuosos, direcios; un poco mas delgado, un
‘poco mas joven
Ayer sidbado, cuando visitamos alos cosecheros de papa,
tomate, berenjena, fue impresionante, para mi, encontrar
semjante fervor, tantas demostraiones de coraje yafecto;y
después, cuando llegamos alana dela madrugada asada
4 casi 300 representantes de América Latina y del Caribe,
fueron nia las expresiones de slidaridad.
Yhoy domingo, aesta hora inusual, mi primera tentacion
«spreguntarle, Fidel, sobre el orgen de esa valida crecente
atin en medio de tantas difcultades. En realidad no le voy a
hhacerla pregunta, porque estoy seguro de que a causa prima
ria de que ete hombre aie tengo agente mis oj se
mmuseva con la energia de un eaballo de raza, etd en las
penurias, en los dramas de cada dia. Sé que los retosacrecien-
tan su vitalidad.
Desde hace algunos atos he escapado de ainhibcién que
al principio me producia su presencia; no obstante, no dejo
de sentirme inhibido de nuevo en este conteto singular. Re-
Cuerdo que en este mismo sitio hemes conversado durante
hors sobre datos temas desde lt degoradiras humanas
hasta los conflict intimos. Algunavez creo que tvimnas una
2Tomas Borge
Un grano de mate
larga conversacin sobre el poder, y le voy a hacer alo largo
de esta platica algunas preguntas sobre el poder.
“Ahora me le enfrento como periodista. Esta vez cumplo
el dificil papel de provocarlo, Fidel, de hacerle preguntas
Subversivas, de buscar alguna respuesta nueva. No me corres-
Donde, en esta ocasin, ser su cOmplice; en ima instancia
erento confianza en fue voy a salir del paso Y que voy @
dominar este escenario inédito, al menos para mi— haré,
damigo mio el difcl papel de abogado del diablo.
Usted sabe algo de esta impresionanteavalancha de luz que
lo rodea, Fide, lo asume con la conciencia de que pertenece,
‘mis que ningin otro ser humano, en est pertodo de la historia,
{a ita Pro preguntas ent cuando tiene
‘ssequrada la inmortalidad?
"Antes de responder a tu pregunta, debo hacer también
‘una pequena introdueci6n, primero, para expresarte que
eseuché con mucho interés tus palabras; realmente me
maravllan, me maravilla w capacidad de expresion y la
forma bella que tienes de decir las cosas, tu forma podtica
Dicen que el poeta nace y el orador se hace. Yo me hice un
poco orador. Ti eres, todavia, mejor orador que yo. Tienes
la ventaj, sobre mi, de que eres poeta de nacimiento y
orador de nacimiento. Yo no fui poeta de nacimiento y me
hice orador.
‘Adem, agradezco todo lo que hay de amable en tus
palabras, sin dejar de ser, en ningin sentido, imparcial.
TA decfas que ibas a tratar de veneer algunas inhibicio-
nes, trabajar como periodista; recordabas, incluso, otros
tiempos en que conversamos, y dectas que te sents iil
do. Pero creo que mi situacidn, en este caso, es més dificil
que la tuya. El acceder a responder a tus preguntas, ex
tiendo vineulos de gran amistad, confianza, compenetra-
cin, afecto entre ty yo, y gran respeto, hace mucho mas
dificil el papel mio que el wyo, porque sia mi me hace una
entrevista un periodista enemigo, puedo diseutie mucho,
responder con energia, atacar, coniraatacar, polemizar, Sin
embargo, me va a ser muy dificil actuar de esa forma con un
Periodista amigo, aunque me pueda hacer preguntas mucho
2
mis dffiles que las que me haga cualquier otro perioista
Yano estoy hablando de un periodista que no sea ni amigo
ni enemigo, sino solamente periodista. En este caso son
inseparables estas dos cicunstancas:tratarse de un perio
distay, ademés, de un amigo. Por eso quiero dejar constan-
cia de que soy yo el que me siento ante una prueba muy
ic
Trataré de pasar airosamente por esta experiencia, de
satisfacer tus preguntas en la medida de lo posible, de
decirte lo més posible y omitir lo menos posible, y tengo la
esperanza de que logremos un clima de conversacién, que
es lo mejor que se puede lograr para una entrevista de esta
naturaleza.
He tenido algunas que pueden parecerse algo, con per-
sonas con las que no tenia antes tantos vinculos de amistad
como he tenido contigo. Fue, por ejemplo, el caso de Frei
Betto, que me hizo muchas preguntas de otra naturaleza,
eneste mismo lugar en que th estés sentado. Conversamos
durante horas y logramos crear un clima de intimidad y de
conversacién, me hizo preguntas bastante dificiles. NO es-
pero, de ninguna forma, que tus preguntas sean files, 1o
cual hace todavia mis comprometida mi participacion en
esta conversacién, ya que me siento en el deber de respon-
derte adecuadamente
La inmortalidad es algo incimoda, es como un amor vet-
‘ma dela ncbtna, tal vez algo en lo que es preferibl no pensar
‘Ahora puedo pasar a dar respuesta a tu pregunta. Ti
querias saber qué se siente cuando alguien tiene la sensa-
cion de que pertenece a la historia
Es una pregunta dificil de responder, primero, porque
raravez, en efecto, me he detenido a pensaren este tipo de
cuestiones, rara vez he meditado sobre eso. Y, ain admi-
tiendo que algin pequeto espacio me corresponde en la
historia de esta época que me ha tocado vivir, tengo mis
criterios sobre la historia, sobre lo que es 0 puede ser Ia
historia
‘A veces me pregunto si realmente laverdadera historia
2BTomds Borge
Un grano de mate
existe, porque Ia historia es de tl forma objeto de tantas y
tan diversas interpretaciones y puntos de vista, que a veces
resulta difel tener la seguridad de que esa historia verda-
deraexista. Me parece que lo mis que pueden producirse
son aproximaciones a los acontecimientos de la vida del
hombre y de los hombres, no una historia realmente obje-
tiva de cualquier hombre o cualquier pueblo.
Lahistoria siempre me hagustado mucho, préeticamen-
te desde que empece a tener uso de raz6n, Creo que a todos
nos gusta la historia. Pienso que no hay niho al que no le
usten los cuentos. A cualquier nito le dies: "te voy a
contar algo”, y es capaz de pararsey escucharte.
Dicen, incluso, que Deméstenes una vez estaba en la
plaza promunciando una filipca, un importante discurso
Politic, y la gente no le hacia ningén easo; entonces se
Airige a ellos yles dice: “eseichenme, que les voy a hacer
‘un cuento”,e inmediatamente todo el piblico prestéaten-
cin, Esto demuestra, sencllamente, que a todo el mundo
le gusta la historia, de una forma o de otra
‘A m{ me gusta muchisimo, y de historia he leido en mi
vida todo lo que he podido, todo lo que mi vida agitada me
hhapermitido, tanto desde oven como después, de estudian-
te universtari, en mi vida prerrevolucionaria, en mi vida
durante a Revolucién, en mi vida en las prisiones, en mi
vida en el exilio ya lo largo de estos afios de Revolucion en
gue siempre he procurado robarle, pudiera decir, al suefo
oa trabajo, una hora doshoras, tres aveces més para eer
Claro que leo de todo tipo de asuntos, de todo tipo de obras,
pero siempre he tenido una especial predilecci6n por ls
‘bras hist6rieas, y por eso puedo hacerme unt idea y mu
chas veces euestionar los propios acontecimientos que se
cuentan, Por eso digo que pienso que las historias conocidas
son aproximaciones. Eso en primer lugar.
Pienso, en segundo lugar, que la historia muchas veees
no ha sido imparcial, que la historia muchas veces se ha
confundido con la leyenda. Cuando leo las cosas que se
dicen sobre los personajes de la antighedad y wato de
u
conocer las fuentes, muchas veces me encuentro que la
fuente es una sola los historiadores griegos, los historiado-
res romanos que hablaron de grandes episodios de la ant
jgledad eran unos pocos, y a veces hay escasas fuentes. Sin
‘embargo, de aquellas primeras historias que se escribieron
‘ose conservaron, yo lamento mucho que una gran cantidad
de libros de la historia antigua se quemaran en la famosa
lioteca de Alejandria, durante la batalla entre Julio
‘César y sus adversarios que tuvo lugar alli, algunos aos
antes de nuestra era. Es una ldstima, tantos libros perdidos
‘que nos habrfan permitido tener una mejor fuente de infor
macién de la antigiiedad.
‘Alo largo de toda la historia, hasta hoy, muchas veces
los que la escribieron, con més 0 menos fortuna, aportaron
una gran dosis de leyenda, antasfa ysubjetivismo, De modo
‘que uno no puede tener ninguna seguridad acerca de Ia
objetividad que tenga la historia.
Esta suspicacia de ta objetividad histOrica coree usted que
incide en los acontecimientos mds recientes?
Si. Incluso sobre aeontecimientos recientes. Por ejem-
plo, lo aprecio con nuestra propia lucha de liberacién en las,
‘montafas de la Sierra Maestra. Tengo muchos materiales,
‘muchos documentos, y recuerdo infinidad de cosas de toda
quella época, sobre todo muchas ideas basicas, muchos.
conceptos, y he tenido oportunidad de ver los testimonios
de numerosos compaferos que han escrito sobre aquellos
acontecimientos. No he podido dar todavia mi versién de
aquellos hechos, pero en muchos detalles de lo que se
eseribe —y algunos han escrito bien, de manera brillante —
‘observo que testimonios muy interesantes y valiosos refle-
jan, sin embargo, ignorancia sobre la concepcidn global de
Ta guerra, la estrategia y otras ideas eseneciales y bisicas que
guiaron los acontecimientos. Muchas veces se limitan a
escribir sobre los hechos en que participaron muy directa
mente, qué les ocurri6 cada dfa, qué noticias escucharon,
‘qué visi6n tuvieron ese ia de lo aeontecido, con un enfoque
‘muy parcial de todo aquello,
25Tomas Borge
Hay otros compaferos que estuvieron més cerca de la
direccién. He visto, por ejemplo, a Almeida escribir cosas
cexcelentes sobre la guerra de liberacién, con mucha infor-
‘macién porque ha podido interrogar, preguntarles a mu-
cchos testigos y a muchos protagonistas de los acontecimien-
10s, elaborando trabajos que he leido con admiracién; pero
también he leido otras muchas cosas que de muy buena fe
hhan escrito los compaieros, y las visiones son parciales.
‘Observo, ademds, una tendencia de todo el que eseribe
algo, como regla, a subordinar mucho en enfoque a sus
vivencias personales y a su propio papel en los aconteci-
‘mientos, y he sentido temor en ocasiones cuando
que, habiendo transcurrido més de 30 afios, no existe ni
siquiera a versién de los que participamos més directamen-
te en las concepciones iniciales de aquella guerra y toma-
‘mos las decisiones fundamentales; siento el temor de que
puedan quedar, solamente, visiones parciales de todos
aquellos acontecimientos.
Digo: si algiin dia algunos historiadores, dentro de 40,
506 100 hos, empiezan a buscar la fuente de lo que ocurrié
fenesa etapa de Ia historia en Cuba, qué es lo que escribiréin,
‘eudnto se aproximardin a los hechos objetivos y cudinto se
apartardn de estos hechos. Es decir, hablando de la historia
‘como algo que refleje la verdad, con la mayor objetividad
posible.
‘Cudndo va escribir su propia version?
Compadre, mientras més amarguras paso con todas
estas cosas que veo... Pero yo tengo también un recurso: hay
tun grupo de gente aqui que ha recogido toda la historia, han
trabajado en los archivos, gente que sabe mucho més que
yo de todo lo que yo hice, y por lo tanto yo no tendria mis
{que darles algunas ideas esenciales.
Yo pensaba escribir primero sobre la ofensiva, empezar
Por los dias de la ofensiva enemiga y la contraofensiva
huestra, que fueron momentos decisivos, cuando hubo mu-
chas batallas, muchos combates, muchas cosas. Yo podria
hacer Ia historia de la guerra; bueno, ya no tan mia como de
%
Un grano de mate
tun equipo de gente que trabajara, porque ellos han recogi-