Contaminacion Maritima
Contaminacion Maritima
creía que podría utilizarlos para verter basura y sustancias químicas en cantidades
ilimitadas sin que esto tuviera consecuencias importantes. Los partidarios de
continuar con los vertidos en los océanos incluso tenían un eslogan: «La solución a
la contaminación es la dilución.»
En la actualidad, basta con fijarse en la zona muerta del tamaño del estado de
Nueva Jersey que se forma cada verano en el delta del río Mississippi, o en la
extensión de 1.600 kilómetros de plástico en descomposición en el Pacífico Norte
para darse cuenta de que esta política de la «dilución» ha contribuido a llevar al
borde del colapso lo que tiempo atrás fue un ecosistema oceánico próspero.
Existen pruebas de que los océanos han sufrido a manos del hombre durante miles
de años, desde la época romana. Sin embargo, los estudios llevados a cabo
recientemente demuestran que la degradación, especialmente en las zonas
costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos a medida que han
aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones
agrarias y ciudades costeras.
Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los océanos
desde tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia alimento de
mamíferos marinos, peces y aves que los confunden con comida, con
consecuencias a menudo desastrosas. Las redes de pesca abandonadas
permanecen a la deriva durante años, y muchos peces y mamíferos acaban
enredados en ellas. En algunas regiones, las corrientes oceánicas arrastran billones
de objetos de plástico en descomposición y otros residuos hasta formar remolinos
gigantescos de basura. Uno de ellos, situado en el Pacífico septentrional y conocido
como el Gran Parche de Basura del Pacífico, tiene una extensión que según las
estimaciones llevadas a cabo duplica la del estado de Texas. A principios de 2010,
se descubrió otra gigantesca isla de basura en el océano Atlántico.
Contaminación acústica
Aunque la contaminación marina puede ser obvia, como los desechos marinos que se puede ver en
esta imagen, a menudo son los contaminantes que no se pueden ver los que causan más daños.
La contaminación marina es la contaminación que afecta los mares y los océanos, desde
la zona de rompientes hasta el mar abierto. Incluye la que se produce en las costas, en
los puertos, en las plataformas pesqueras, en la industria, en la navegación y en las zonas
marítimas. Tiene un carácter global y requiere convenios internacionales, como MARPOL,
y esfuerzos internacionales dirigidas a reducirla y asegurar un desarrollo sostenible del
medio marino.
La contaminación marina se produce cuando existen efectos dañinos o potencialmente
dañinos que resultan de la introducción al océano de productos
químicos, partículas, desechos industriales, agrícolas y residenciales, ruido excesivo o la
propagación de organismos invasores. El 80 % de la contaminación marina proviene de la
tierra. La contaminación por el aire es también un factor contribuyente al trasladar
partículas de pesticidas u otros contaminantes al océano. La contaminación de la tierra y el
aire ha demostrado ser perjudicial para la vida marina y sus hábitats.1
La contaminación a menudo proviene de fuentes no puntuales como la escorrentía
agrícola, el polvo o partículas finas en la atmósfera y desechos arrastrados por el viento.
La contaminación por nutrientes es una forma de contaminación del agua que resulta en
aportes excesivos de nutrientes. Es una causa primaria de eutrofización de las aguas
superficiales en la que el exceso de nutrientes, generalmente nitratos y fosfatos, estimulan
el crecimiento desmesurado de algas. Muchos productos químicos potencialmente tóxicos
se adhieren a pequeñas partículas que luego son absorbidas por plancton y animales
bénticos, la mayoría de los cuales son detritívoros o filtradores. De esta manera, las
toxinas se concentran hacia arriba dentro de las cadenas alimentarias marinas. Muchas
partículas se combinan químicamente de una manera altamente depletiva de oxígeno,
debido a lo cual los estuarios pueden convertirse en aguas anóxicas.
Cuando los plaguicidas se incorporan al ecosistema marino, son rápidamente absorbidos
en la red alimentaria marina. Una vez en las redes alimentarias, los plaguicidas pueden
causar mutaciones y enfermedades que pueden ser dañinas para los humanos y para toda
la cadena trófica. Los metales tóxicos, especialmente los metales pesados, también
pueden penetrar en las redes alimentarias marinas y causar cambios en los tejidos, la
bioquímica, el comportamiento, la reproducción y restringir o suprimir el crecimiento de la
vida marina. Además, muchos alimentos para ganado tienen un alto contenido de harina
de pescado o hidrolizado de pescado. De esta forma, las toxinas marinas pueden
transferirse a los animales terrestres y aparecer en los productos lácteos y la carne
consumidos por los humanos.
Índice
[ocultar]
1Historia
2Vías de contaminación
o 2.1Descarga directa
o 2.2Escorrentía
o 2.3Contaminación procedente de buques
o 2.4Contaminación procedente de la atmósfera
o 2.5Minería marina
3Tipos de contaminación
o 3.1Acidificación
o 3.2Eutrofización
o 3.3Desechos plásticos
o 3.4Toxinas
o 3.5Ruido submarino
4Adaptación y mitigación
o 4.1Convenios internacionales
5Véase también
6Referencias
o 6.1Bibliografía adicional
7Enlaces externos
Historia[editar]
Países que son parte del Convenio MARPOL 73/78 sobre contaminación marina.
Aunque la contaminación marina tiene una larga historia, las primeras leyes
internacionales para contrarrestarla solo se promulgaron a partir del siglo XX. Durante
mucho tiempo, la mayoría de los científicos creían que los mares y los océanos eran tan
grandes que tenían una capacidad ilimitada para diluir la contaminación y, con ello,
neutralizar sus efectos dañinos. Sin embargo, a comienzos de la década de 1950, la
contaminación marina se había convertido en una fuente de preocupación que también se
manifestó en varias convenciones de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
A finales de la década de 1950 y principios de la década de 1960, surgieron las primeras
controversias sobre el vertimiento de desechos radiactivos en las aguas costeras de los
Estados Unidos por compañías autorizadas por la Comisión de Energía Atómica de los
Estados Unidos, en el mar de Irlanda por la instalación de reprocesamiento británica
de Windscale, y en el mar Mediterráneo por el Commissariat à l'Energie Atomique francés.
Después de la controversia en el mar Mediterráneo, Jacques Cousteau, entre otros, se
convirtió en una figura internacional en la campaña para detener la contaminación marina.
La contaminación marina hizo más titulares internacionales tras el naufragio
del petrolero Torrey Canyon en 1967, y el derrame de petróleo de Santa Barbara de
1969 en una plataforma petrolífera frente a la costa de California.
La contaminación marina se convirtió en un tema de discusión importante durante
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972, celebrada en
Estocolmo. En ese año se firmó la Convención sobre la prevención de la contaminación
del mar por vertimiento de desechos y otras materias, también conocida como el Convenio
de Londres. Aunque este convenio no prohibió la contaminación marina, estableció listas
negras y grises de las sustancias prohibidas (negras) o reguladas por las autoridades
nacionales (grises). Sin embargo, el Convenio de Londres se aplicó únicamente a los
desechos vertidos desde los buques y, por lo tanto, no impidió ni reguló la contaminación
por los desechos vertidos como líquidos por medio de conductos costeros o a través de los
ríos.2
Vías de contaminación[editar]
Los buques pueden contaminar los cursos de agua y los océanos de varias maneras.
Los derrames de petróleo pueden tener efectos devastadores. Los hidrocarburos
aromáticos policíclicos (PAH) que se encuentran en el petróleo crudo son tóxicos para la
vida marina, muy difíciles de limpiar y permanecen durante años en el sedimento y el
medio ambiente marino.11
Los derrames de crudo o petróleo son probablemente los acontecimientos de
contaminación marina más conocidos. Sin embargo, aunque el naufragio de un buque
petrolero suele resultar en una amplia cobertura en los medios de prensa, gran parte del
petróleo vertido en los mares del mundo proviene de fuentes menos conspicuas, incluido la
descarga de agua de lastre, mezclado con restos de crudo, utilizados en los tanques de los
petroleros durante los viajes de retorno, las fugas en los oleoductos y otras tuberías, y el
óleo de motores vertido en las alcantarillas.12
La descarga de residuos de carga de graneleros puede contaminar los puertos, las vías
fluviales y los océanos. En muchos casos, los buques siguen con la descarga de desechos
si la legislación que lo prohíbe no esta acompañado de medidas que permiten controlar su
cumplimiento. La ausencia de normas nacionales sobre la descarga de residuos incluso
puede convertirse en un incentivo para cruceros de descargar desechos en lugares donde
las sanciones son inadecuadas.13 Se ha estimado que los buques
portacontenedores pierden más de 10 000 contenedores en el mar cada año,
generalmente durante tormentas.14 Los barcos también generan contaminación
acústica que puede perturbar la vida silvestre natural; la descarga de aguas de
lastre puede diseminar algas dañinas y otras especies invasoras.15
Contaminación procedente de la atmósfera[editar]
Véase también: Efectos del calentamiento global en los océanos
Representación gráfica que relaciona el polvo atmosférico con la mortalidad coralina en el mar
Caribe y Florida.16
La contaminación marina se produce también a través de la atmósfera. El viento arrastra
polvo y escombros, incluyendo bolsas de plástico, hacia el mar desde vertederos y otras
zonas terrestres. Polvo proveniente del Sahara se traslada alrededor de la periferia sur de
la cresta subtropical hacia el Caribe y Florida durante la temporada cálida cuando la cresta
se fortalece, moviéndose hacia el norte a través del Atlántico subtropical. Otro movimiento
global de polvo ocurre desde los desiertos Gobi y Taklamakan, por Corea, Japón y el norte
del Pacífico a las Islas Hawaianas.17 El aumento de los períodos de sequía en África a
partir de la década de 1970, también ha empeorado el traslado de polvo. Aunque existe
una gran variabilidad en el traslado anual de polvo hacia el Caribe,18 el flujo suele ser
mayor durante las fases positivas de la oscilación del Atlántico Norte.19 El USGS vincula
los episodios de descarga de polvo a una disminución en la salud de los arrecifes de coral
en todo el Caribe y Florida, principalmente desde la década de 1970.20
El calentamiento global conlleva un aumento de la temperatura oceánica21 y un incremento
de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. Estos niveles crecientes de dióxido
de carbono causan la acidificación de los océanos.22 Esto, a su vez, está alterando
los ecosistemas acuáticos y conduce a cambios en las distribuciones de peces,23 y tiene
un impacto significativo en la sostenibilidad de la pesca y en la vida de las comunidades
humanas que dependen de ella. Los ecosistemas oceánicos saludables también son
importantes para la mitigación de los efectos actuales y futuros del cambio climático.2425
Minería marina[editar]
Artículo principal: Minería en el fondo del mar
Tipos de contaminación[editar]
Acidificación[editar]
Artículo principal: Acidificación del océano
Isla con arrecife bordeante en las Maldivas. Los arrecife de coral están muriendo a nivel global.31
Los océanos son el principal sumidero natural de carbono y absorben una parte importante
del dióxido de carbono en la atmósfera. Como los niveles de dióxido de carbono
atmosférico están aumentando, los océanos están volviéndose más ácidos.3233 Aunque
aún no se conocen todas las consecuencias de la acidificación de los océanos, existe
preocupación de que afecte todas las estructuras hechas de carbonato de
calcio susceptibles a la disolución, como los corales y los moluscos bivalvos.34
Los océanos y los ecosistemas costeros desempeñan un papel importante en el ciclo
global del carbono y han almacenado aproximadamente 25 % del dióxido de carbono
emitido por las actividades humanas entre 2000 y 2007 y aproximadamente la mitad del
CO2antropogénico emitido desde el comienzo de la revolución industrial. El aumento de las
temperaturas oceánicas y la acidificación de los océanos reduce la capacidad de
absorbción de carbono de los océanos y su función como sumidero se debilitará
gradualmente,35 dando lugar a preocupaciones globales expresadas en las declaraciones
de Mónaco3637 y Manado.38
Según un informe de los científicos de la NOAA publicado en la revista Science en mayo
de 2008, un gran volumen de agua relativamente acidificada del océano Pacífico está
aflorando dentro de cuatro millas de la plataforma continental de América del Norte. Esta
zona es un área crítico donde vive o nace la mayor parte de la vida marina local. Si bien el
documento se limitaba a la zona desde Vancouver hasta el norte de California, otras áreas
de la plataforma continental pueden estar experimentando efectos similares.39
Una cuestión relacionada es la de los depósitos de hidrato de metano que se encuentran
debajo de los sedimentos en los fondos oceánicos. Estos almacenan grandes cantidades
de metano, un gas de efecto invernadero; sin embargo, existe la posibilidad de que el
calentamiento oceánico libere el metano contenido en estos depósitos. En 2004 se estimó
que el inventario mundial de hidrato de metano oceánico ocupaba entre uno y cinco
millones de kilómetros cúbicos.40 Si todos estos hidratos de metano se distribuyeran
uniformemente en el fondo de los océanos, alcanzarían un espesor de entre tres y catorce
metros.41 Esta estimación corresponde a 500-2500 gigatoneladas de carbono (Gt C), y
puede compararse con las 5000 Gt C estimadas para todas las demás reservas de
combustibles fósiles.4042
Eutrofización[editar]
Artículo principal: Eutrofización
Véanse también: Polución por plástico#Océano, Isla de basura, Mancha de basura del
Océano Índico, Mancha de basura del Atlántico Norte y Microplástico.
Cisne blanco en su nido construido de una mezcla de desechos plásticos y material orgánico.
Muchos animales que viven en la superficie o dentro del mar ingieren restos de plástico
que a menudo se parecen a sus presas naturales.60 Cuando son relativamente
voluminosos o enredados, estos desechos plásticos a menudo se atascan en el tracto
digestivo. Especialmente los animales con adaptaciones evolutivas en la garganta que
sirven para evitar que las presas resbaladizas puedan escapar, no logran deshacerse de
los objetos de plástico atascados. Las tortugas marinas, por ejemplo, a menudo ingieren
bolsas de plástico sumergidas, suspendidas en el agua, ya que se parecen a las medusas,
una de sus principales presas;61 como bloquean el paso de los alimentos, causan la
muerte por inanición o infección.6263
Los desechos de plástico se acumulan porque no se biodegradan del mismo modo que
otras substancias. Con el tiempo degradarán al ser expuesto al sol, pero solo lo harán en
condiciones secas, puesto que el agua inhibe el proceso de fotodegradación.64 En
ambientes marinos, el plástico fotodegradado se desintegra en piezas cada vez más
pequeñas que permanecen polímeros, incluso hasta alcanzar el tamaño molecular.
Cuando las partículas de plástico flotantes o suspendidas en el agua se fotodegradan
hasta el tamaño del zooplancton, los animales marinos, como las medusas, intentan
consumirlas, y de esta manera el plástico ingresa en la cadena alimentaria marina.6566
Piezas de plástico terminan a menudo en los estómagos de aves y otros animales
marinos,67 como las tortugas marinas y los albatroses de patas negras.68
Los desechos marinos tienden a acumularse en el centro de los giros oceánicos. La
«mancha o isla de basura del Pacífico» tiene un nivel muy elevado de fragmentos y
partículas de plástico suspendidos en la columna de agua superior. En muestras tomadas
en 1999, la masa de plástico superó seis veces la del zooplancton, la vida animal
dominante en el área.5369 Las islas Midway, al igual que las islas hawaianas, reciben una
parte importante de los desechos de la mancha de basura. El noventa por ciento de esta
basura se compone de plástico que se acumula en las playas de Midway, donde se
convierte en un peligro para las poblaciones de aves de la isla. Las islas Midway albergan
dos tercios (1,5 millón) de la población mundial de los albatroses de Laysan.70 Casi todos
estos albatroses tienen fragmentos de plástico en su sistema digestivo71 y un tercio de sus
polluelos mueren.72
Los aditivos tóxicos utilizados en la fabricación del plástico pueden transferirse al entorno
cuando son expuestos al agua. En el agua, los contaminantes hidrófobos se concentran y
se magnifican en la superficie de los desechos plásticos,54 haciendo que el plástico sea
mucho más dañino para la salud en el océano de lo que sería en tierra.53 Los
contaminantes hidrófobos también tienden a bioacumularse en los tejidos grasos de los
animales, y con ello se biomagnifican en la cadena alimentaria y afectan especialmente a
los superpredadores. Se ha comprobado que algunos de estos aditivos plásticos
interrumpen el sistema endocrino cuando se consumen, otros pueden suprimir el sistema
inmune o disminuir las tasas de reproducción.69 Los desechos flotantes también pueden
absorber contaminantes orgánicos persistentes del agua de mar,
incluidos PCB, DDT y PAH.73 Además de los efectos tóxicos,74 cuando se ingieren,
algunos de estos aditivos afectan a las células cerebrales de los animales de manera
similar al estradiol, y provocan disturbios hormonales en los animales afectados.68
También se descubrió que durante el proceso de descomposición del plástico se
transfieren al agua substancias tóxicas, como el bisfenol A (BPA) y el oligómero PS.75
Una preocupación creciente con respecto a la contaminación por los desechos plásticos en
el ecosistema marino es el uso de microplástico. Los microplásticos son diminutas
partículas de plástico de menos de 5 milímetros de diámetro. Es un aditivo común en
jabones de manos, limpiadores faciales y otros exfoliantes. Cuando los consumidores
utilizan estos productos, los microplásticos pasan por el sistema de alcantarillado y por
cursos de agua y los ríos a los océanos; debido a su pequeño tamaño, es probable que no
sean capturados en las plantas de tratamiento de aguas residuales.76 Los microsplásticos
son dañinos para todos los organismos, y en el ambiente marino especialmente para los
que se alimentan por filtración, ya que pueden fácilmente ingerir el plástico.
Toxinas[editar]
Véase también: Presencia de mercurio en peces
Además de los plásticos, también existen problemas con otras toxinas que no se
desintegran rápidamente en el medio marino, incluyendo toxinas
persistentes como PCB, DDT, TBT, pesticidas, furanos, dioxinas, fenoles y residuos
radiactivos. Los metales pesados son elementos químicos metálicos que tienen una
densidad relativamente alta y son tóxicos o venenosos a bajas concentraciones. Ejemplos
son el mercurio, plomo, níquel, arsénico y cadmio. Estas toxinas pueden acumularse en
los tejidos de muchas especies marinas en un proceso conocido como bioacumulación.
También se acumulan en ambientes bentónicos, como los estuarios y en los sedimentos
de las bahías, que se convirtieron en un registro geológico de las actividades humanas del
siglo pasado.
Ejemplos específicos
Adaptación y mitigación[editar]
Véase también: Conferencia sobre los océanos de las Naciones Unidas
Los plásticos arrojados al mar pueden permanecer allí durante muchos años y dañar la
vida marítima. Cada año, grandes cantidades de animales marinos mueren por haber
ingerido residuos de plástico o por haber quedado atrapados o enredados en esos
residuos.
Los desechos también pueden amenazar a los buques y acrecentar los costos cuando
quedan atrapados en las hélices de los mecanismos de propulsión y en las tomas de
agua de mar.
DESAGÜES CLOACALES
Los desagües cloacales contienen productos químicos que alteran el medio ambiente
marino, causan la muerte de algunas especies marinas y propician la propagación de otras
especies marinas. Así se destruye el equilibrio natural de los ecosistemas marinos.
Los desagües cloacales también privan de oxígeno al medio ambiente marino, y
causan la muerte de poblaciones enteras en las zonas afectadas.
PRODUCTOS CON EFECTOS
POTENCIALMENTE DAÑINOS
Transportes marinos
Vaciamiento en el mar
Instalaciones junto a la costa
La contaminación causada por los buques puede tener efectos devastadores sobre el
medio ambiente marino, entre ellos los siguientes:
Efectos mecánicos sobre la vida marina, que dañan las funciones de los organismos
vivientes
Efectos eutróficos, en virtud de los cuales algunas cepas de bacterias prosperan a
expensas de otras formas de vida oceánica
Efectos saprogénicos, que causan deficiencias en la disponibilidad del oxígeno y matan a
diversos organismos oceánicos
Efectos tóxicos, que perturban la reproducción, la alimentación y la respiración
Efectos mutagénicos, que causan cáncer y lesiones en los organismos marinos
Efectos del derrame de petróleo, que pueden devastar rápidamente el medio ambiente
marino. (Diez minutos después del derrame de una tonelada de petróleo, puede haberse
esparcido en un radio de 50 metros y haber formado una película superficial de petróleo de
diez milímetros de espesor).
CONCLUSIÓN
Los seres humanos dependemos del medio ambiente marino por múltiples razones y de
múltiples maneras; también suscitamos sobre él efectos de enorme magnitud. Si queremos
seguir dependiendo del medio ambiente marino, es necesario que controlemos mejor la
forma en que lo utilizamos.
La contaminación marina es un grave problema al que generalmente no le prestamos mucha atención, ya sea
porque consideramos que solo afecta a las plantas y animales que habitan el mar o porque pensamos que
faltan aún muchos años para que el océano termine de contaminarse por completo.
Lo cierto es que este tipo de contaminación, que se origina por medio de derrames de petróleo, escurrimiento
de plaguicidas, arrojo de basura, entre otros, tiene un impacto de largo alcance perjudicando no solo el medio
ambiente marino, sino también a los seres humanos en todas partes del mundo y en diversos ámbitos.
Crecimiento de algas
La creación de las floraciones de algas es uno de los efectos más negativos de la contaminación marina y el que
más menudo se pasa por alto. Cuando compuestos ricos en nutrientes terminan en el mar, tales como
fertilizantes o residuos de nitrógeno industrial, se crea un ambiente propicio para la proliferación de algas, es
decir, una tasa de multiplicación anormalmente alta.
Las algas, que cubren la superficie del agua en grandes extensiones, evitan que el sol llegue a las plantas y
animales que habitan las partes más profundas, impidiendo su desarrollo natural. Algunos tipos de algas
también pueden ser tóxicas y pueden provocar la muerte de los peces u otros tipos de vida marina.
Impacto ambiental
Los productos químicos tóxicos vertidos en el mar son letales tanto para los animales marinos como para los
que viven en las orillas. Otros compuestos como el aceite pueden cubrir y ahogar a los animales que viven o
cazan en el océano. Por su parte, la basura que arrojamos los humanos a diario en muchas ocasiones se abre
camino hacia el mar, donde se convierte en comida para aves y peces, llevándolos a una muerte segura.
Industria pesquera
Los peces capturados en aguas contaminadas pueden contener altas cantidades de sustancias nocivas para la
salud, por lo que son peligrosas para consumo. Como consecuencia se puede descalificar una especie para su
venta causando un impacto económico en la industria pesquera.
Por otro lado, cabe la posibilidad de que la contaminación sea invisible y que el pescado envenenado llegue
hasta nuestros hogares. Esto puede producirse a través de los residuos de las plantas de tratamiento de agua,
que pueden estar contaminados con aguas residuales, agua de refrigeración y productos químicos de
instalaciones nucleares y militares. Asimismo, los desperdicios de las embarcaciones de navegación marítima
pueden envenenar a las especies marinas.
Turismo
La contaminación marina también impacta al sector turismo, creando serios problemas para aquellos que
viven en zonas cuya actividad económica principal depende de sus playas y otras atracciones costeras, desde
pequeños comerciantes hasta los grandes hoteles frente al mar.
Cada año se arrojan a los océanos grandes cantidades de desechos y contaminantes. Muchas
de estas sustancias ni siquiera existían hace 50 años. La contaminación de los océanos, en
particular de las aguas costeras, se debe tanto a las actividades terrestres como a las
marinas.
Los fertilizantes y los pesticidas utilizados en las granjas agrícolas, los desechos
industriales y las basuras nucleares, los gases de escape emitidos en las
carreteras, las aguas usadas y los desperdicios, se vierten en los cursos de agua y
terminan en el océano. Las emisiones a la atmósfera provocadas por la industria y los
transportes, son otra fuente relevante de contaminación que proviene de la tierra. Una vez
emitidos, muchos componentes químicos (cobre, níquel, mercurio, cadmio, plomo, zinc y
compuestos orgánicos sintéticos) permanecen en al aire durante semanas o más. Se
trasladan a través de los vientos y recaen en los océanos. Todos estos contaminantes y
desechos son después redistribuidos por la superficie del globo a través de las
corrientes de los mares.
Según un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente
(PNUA), los plásticos, en particular las bolsas y las botellas en PET (Tereftalato de
polietileno), son los residuos marinos más difundidos en el mundo: en muchos mares
regionales representan más del 80% de los residuos.
Año tras año los seres humanos usan centenares de millardos de bolsas (100 millardos sólo
en Estados Unidos según el World Watch Institute), y se recicla sólo un pequeño porcentaje
mientras que la mayor parte no sirve sino para unos pocos instantes (la mayoría de las veces
para el breve trayecto del comercio a la casa). En la naturaleza, sin embargo, sobreviven
durante miles de años.
Según el informe del PNUA, «las bolsas de plástico de usar y arrojar sofocan la vida marina,
y deberían ser prohibidas o eliminadas lo más pronto posible. Es, sencillamente, imposible
justificar la producción.
http://slowfood.com/slowfish/pagine/esp/pagina.lasso?-id_pg=46
Todos altamente contaminantes pero algunos más visibles que otros, a finales
de los años 90 del pasado siglo, los satélites divisaron lo que aparentemente
parecía ser una nueva isla. Se trataba en realidad de una masa de plásticos
flotante de inmensas dimensiones. Los casos menos visibles tampoco son
mejores. En muchas ocasiones se manifiestan en forma de cadena nutritiva
provocando mutaciones, enfermedades e incluso la muerte de la fauna marina,
y, en una suerte de karma diabólico, regresando al ser humano en forma de
pesca para el consumo.
Si después de aplicar todo esto algo falla a lo único que podemos agarrarnos
es a minimizar el impacto. Tras determinar los factores físicos como las
corrientes, la temperatura o el tipo de crudo, se determinará el mejor método de
contención o en su caso eliminación limpieza del vertido.
https://twenergy.com/a/la-contaminacion-marina-593
Ahora, basta con fijarse en el delta del río Mississippi, en la denominada “Zona
Muerta” del tamaño del estado de Nueva Jersey, que se forma cada verano en el delta
del río o la extensión de plásticos en descomposición en el Pacífico Norte, para darse
cuenta de que esta política de la dilución ha servido para llevar al borde del caos lo que
hace un tiempo era un ecosistema oceánico próspero.
Algunos de los contaminantes más comunes derivados de la actividad humana son los
plaguicidas, herbicidas, fertilizantes químicos, detergentes, hidrocarburos, aguas
residuales, plásticos y otros sólidos.
Los fertilizantes ricos en nitrógeno que utilizan los productores agrícolas, acaban en
las corrientes, ríos y aguas subterráneas locales, y más tarde se depositan en los
estuarios, bahías y deltas. Este exceso de nutrientes puede provocar un crecimiento
masivo de algas que consumen el oxígeno del agua, generando zonas en las que no
puede haber vida marina o apenas existe. Los científicos han descubierto 400 zonas
muertas con estas características por todo el planeta.
Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los océanos
desde tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia alimento de
mamíferos marinos, peces y aves que los confunden con comida, con consecuencias a
menudo desastrosas. Las redes de pesca abandonadas permanecen a la deriva
durante años, y muchos peces y mamíferos acaban enredados en ellas. En algunas
regiones, las corrientes oceánicas arrastran billones de objetos de plástico en
descomposición y otros residuos hasta formar remolinos gigantescos de basura.
Contaminación de los mares
| Contaminación Acústica
La contaminación acústica, no siempre se tiene en cuenta como otro tipo de
contaminación de los mares. En grandes masas de agua, las ondas sonoras pueden
propagarse a lo largo de kilómetros sin perder prácticamente intensidad.
La presencia cada vez mayor de barcos de recreo, instalaciones petrolíferas, sonidos de
gran potencia o constantes procedente de los barcos como son lo sónares, instalaciones
petrolíferas e incluso ruidos como los producidos por terremotos, pueden
alterar sustancialmente los patrones migratorios de algunas especies, la
comunicación entre ellas, la caza e incluso la reproducción de muchos animales
marinos, nos sobresaltamos cuando aparecen las ballenas o delfines varados en la
arena de las playas, producida posiblemente por la alteración de los radares y sonares
de los barcos.
Redes Fantasmas
Redes de pesca dejadas o perdidas por pescadores en el océano, las denominadas
redes fantasma, pueden atrapar a peces, delfines, tortugas marinas, tiburones, dugong
dugones, cocodrilos, aves marinas, cangrejos y otras criaturas.
Estas redes restringen el movimiento, causando hambre, cortes, laceraciones e
infecciones, y la asfixia en animales que necesitan volver a la superficie para respirar.
Las bolsas comunes de mercado pueden obstruir el tracto digestivo cuando son
ingeridas y causar la muerte por hambre al restringir el movimiento de comida, o por
llenar el estómago y engañar al animal que pude sentir que está saciado.
Contaminación de los mares
| Impacto Ambiental
Los plásticos y en general los desechos marinos, provocan la muerte de animales. Las
especies que necesitan salir a respirar como son las ballenas, delfines, tortugas o aves
marinas, se ahogan al enredarse en las redes de pescar que los pescadores dejan
abandonadas, ocasionando verdaderos destrozos medioambientales.
Los desechos flotantes que muchos animales marinos ingieren por error, ya que se
asemejan a su comida habitual. Los detritos de plástico voluminosos pueden quedarse
permanentemente en el tracto digestivo de los animales, causando la muerte por
perforación de tejidos o el bloqueo del paso de comida. Según un estudio de 1999 de la
Marine Reacerch Foundation, la masa de plástico era seis veces mayor que la de
plancton.
Los aditivos tóxicos usados en la fabricación del plástico pueden contaminar el agua y
los alrededores cuando son expuestos al agua. Los contaminantes
hídrofobicos transmitidos por el agua se agrupan en la superficie como detritos
plásticos, haciendo que el plástico encontrado en los océanos sea más tóxico que el
hallado en tierra. Los contaminantes hídrofobicos se bioacumulan en tejidos grasos,
biomagnificándose a lo largo de la cadena alimentaría, causado gran daño a los
superpredadores. Algunos aditivos plásticos son conocidos por interrumpir el sistema
endocrino, cuando son consumidos, otros pueden deteriorar el sistema inmune o hacer
decrecer la tasa reproductiva.
No son peligrosos todos los desechos de actividades humanas en el océano. El hierro
y el hormigón, hacen poco daño al medio ambiente, al estar generalmente inmóviles, e
incluso pueden ser usados como arrecifes artificiales, incrementando la
biodiversidad de las zonas costeras. Se han hundido barcos deliberadamente para
este motivo. Algunos organismos se han adaptado a vivir en ambientes con detritos de
plástico, lo que ha permitido a los seres adaptados a los desechos dispersarse alrededor
del mundo y convertirse en especies invasivas en remotos ecosistemas.
Una de las mayores catástrofes que existen en este planeta, desde mi opinión, es la que
nosotros mismos generamos. Cómo de forma constante seguimos contaminando aquello
que nos permite vivir, cómo destrozamos la tierra, el agua y el aire como si no fuera a
pasar nada, ciegos a los daños que no dejamos de causar.
Tanto los ríos como los mares nos dejan imágenes insólitas, catastróficas en las que
nuestros residuos aparecen flotando o en el fondo de la tierra. En el caso de los mares
suele haber una mayor incidencia en la etapa estival ya que es cuando hay una mayor
afluencia de personas; es tan demoledor ver cómo en una ola hay bolsas de basura,
botellas o cualquier otro tipo de envase que destroza el medio ambiente y la vida que se
fragua por debajo del agua…
Ya no sólo son los sedimentos que vertemos de forma consciente al mar, no nos
olvidemos de los vertidos industriales y urbanos que se realizan de forma constante al
agua. Aunque no lo oigamos todos los días, aunque no lo veamos con nuestros propios
ojos, no dejan de realizarse vertidos de todo tipo de niveles de contaminación con las
consecuencias pertinentes.
Los residuos radioactivos están en el fondo del mar, un mar que nosotros contaminamos
o permitimos impasibles que lo hagan, un mar que nos alimenta y ¿Luego nos impresiona
que cada vez haya enfermedades más raras? Nuestra alimentación se deteriora.
Por hacernos eco de los datos, se cree que el 80% de las diversas sustancias que
contaminan los mares provienen de la propia tierra; esto es, de suelo urbano o
industrial. De esas fuentes terrestres, la denominada como contaminación difusa es la más
importante, la cual incluye focos diversos tales como vehículos, camiones o tanques
sépticos, así como tierras de cultivo y otros.
Hasta que no seamos conscientes y aceptemos lo que estamos haciendo, lo que está
sucediendo e impliquemos al mundo en un cambio importante y absolutamente
necesario, seguiremos viendo este tipo de estampas.
La contaminación en los mares no es fácil de erradicar. Una vez que está ahí, resulta
muy difícil eliminarla. Se necesitarían grandes infraestructuras y enormes costes para
limpiaralgunas de las islas de basura y puntos negros que ya existen en el mundo. Pero,
¿quién está dispuesto a asumir esta titánica empresa? La cantidad de vertidos en el mar
ha crecido a un ritmo de x100 en las últimas décadas, por lo que “limpiar” a la misma
velocidad que se contamina, es cada vez más difícil.
Por otro lado, toda la suciedad acumulada, ya sea petróleo, plásticos, productos
químicos u otras muchas sustancias, tardan mucho tiempo en desaparecer y durante
ese tiempo no solo contaminan el agua, sino que también el aire en incluso la tierra a
través de las mareas y corrientes, que hacen llegar buena parte de la basura a las costas.
Aunque es cierto que para evitar la contaminación de los mares se necesita la acción
conjunta de gobiernos, instituciones y compañías, también es cierto que también está en
nuestra mano, en las personas, aportar nuestro grano de arena para evitar la
contaminación marina, sin mirar lo que hacen los demás y sin pensar que es un trabajo
en balde. Hay muchas maneras de actuar por nosotros mismo, por ejemplo:
Acude siempre que sea posible a ayudar en labores de limpieza en casos de vertidos.
Tenemos el ejemplo del Prestige, en el que miles de voluntarios se afanaron en limpiar
las costas de Galicia y buena parte del norte de España. Cuidar el mar y a las especies
marinas también es estar ahí el primero siempre que lo necesiten.
Por otro lado, no hace falta esperar a una catástrofe ambiental en el mar para ponerse las
pilas, movidos muchas veces por el impacto mediático más que por motivos realmente
ecológicos. Siempre puede echar una pequeña mano en lo que se refiere a la
contaminación de los mares, mismamente cuando vas a la playa y retiras algún vidrio o
plástico que flota en el agua y lo depositas en su lugar correspondiente. Cada pequeño
gesto cuenta.
De nada sirve hacer esos pequeños gestos si luego nosotros mismo no ponemos cuidado
y no nos importa tirar cigarros, botellas o bolsas de basura al mar. Algunos de los
que leéis este blog seréis jóvenes (o, al menos, lo habréis sido) y sabréis lo que es un
botellón en la playa, por ejemplo. No somos vuestros padres ni las autoridades
pertinentes para deciros lo bien o mal que está hacer botellón en la playa, pero sí
podemos deciros que, si lo vais a hacer, recojáis luego todas las bolsas, botellas de
cristal, refrescos, etc.
Si eres de los que viaja en el mar, a bordo de barcas, yates o la embarcación que sea,
no arrojes la basura por la borda. Puede parecer un ejemplo tonto, pero todo contribuye
a la contaminación de los mares. Por ejemplo, un gesto tan simple como tirar las anillas
de plástico de los refrescos puede provocar la muerte por asfixia de peces.
Otra forma interesante de cuidar el mar y la fauna marina es ofrecer ayuda, ya sea
económica o de voluntariado, a alguna asociación que luche contra la contaminación
en los mares y océanos.
Los que sean más valientes y vivan en una zona donde haya problemas de
contaminación marina, también pueden intentar concienciar a su comunidad local y
tratar de proponer cambios a los gobiernos s instituciones de turno. Muchas veces la
unión hace el poder y si se presiona, muchas veces se consigue que los mandatarios
actúen.
Todos estos consejos son igual de válidos para la contaminación del agua en general, no
solo para la contaminación de los mares. También en lagos, ríos u océanos la
contaminación destruye ecosistemas marinos y provoca la muerte de millones de seres
vivos.
Aquí tienes un vídeo donde puedes ver todos los problemas en el mar ocasionados por
la contaminación, además de un enlace para acceder a mas información.
https://elblogverde.com/contaminacion-de-los-mares/
http://www.posgrado.unam.mx/sites/default/files/2016/05/2307.pdf
https://es.slideshare.net/razpu/contaminacion-marina