ROBERT FISHER
El Caballero de la Armadura Oxidada
El protagonista, un caballero egocéntrico, no consigue comprender y valorar con
profundidad lo que tiene, descuidando sin querer las cosas y las personas que lo
rodean. De esta forma se va encerrando poco a poco dentro de su armadura,
hasta que esta deja de brillar y se oxida, y cuando se da cuenta, ya no puede
quitársela. Prisionero de sí mismo, emprende entonces un viaje por tres distintos
castillos a través del sendero de la verdad, en donde se va dando cuenta de
muchas cosas que jamás había notado, reflexiona y así va siendo poco a poco
mejor persona y al final logra deshacerse de la armadura que le había
imposibilitado abrirse al mundo.
Hace ya mucho tiempo, había un caballero que pensaba que era bueno, era
amoroso y generoso. Luchaba contra sus "enemigos" que eran malos, mezquinos
y odiosos, rescataba damiselas en apuros y mataba dragones, aún contra la
voluntad de algunas que no querían ser rescatadas. El Caballero era famoso por
su armadura, tan brillante que los lugareños decían que el sol salía por la mañana
y se posaba en su armadura, tenía un gran entusiasmo que a veces partía en
varias direcciones a la vez. Su esposa y su hijo eran fieles y tolerantes con él, pero
un día el Caballero, obsesionado con con sus éxitos, dejó de quitarse la armadura.
Cristóbal entristeció y su esposa enfureció hasta el punto de ponerlo a elegir entre
quitarse la armadura o si no ella y Cristóbal se irían a vivir a otro sitio.
El Caballero decidió ir a ver al rey para despedirse, sin encontrarlo, pero estaba
Bolsalegre quien le dice que vaya al bosque de Merlín y eso hace. Después de
meses de búsqueda el Caballero no tiene muchas fuerzas para seguir, estaba sin
comida y sin agua, hasta que de repente se desmaya y despierta rodeado de
animales y Merlín le da una copa de plata con una bebida la cual Merlín llamaba
Vida. El Caballero se detuvo a pensar y le dijo al mago que llevaba meses perdido
en el bosque y que no había ningún sendero. El mago le dijo que los que no tenían
vista suficiente para ver más allá de sí mismo no podían verlo y que tendría que
atravesar tres castillos para llegar a la cima del sendero: el Castillo del Silencio, el
Castillo del Conocimiento y el Castillo de la Voluntad y la Osadía. El Caballero
aceptó pero cuando tomó su caballo el mago le dijo que no podía ir con él o con su
espada que tenía que ser solo él, la ardilla y la paloma Rebeca.
El Caballero dudoso empezó su viaje, pues de ahí depararía su futuro y lo que
pasase con su armadura. Así el Caballero se fue con la ardilla y la paloma sin
saber lo que venía a continuación.
El Caballero, completamente solo, entró en el castillo. Pero era demasiado
silencioso el lugar. Entonces un hombre se acercó al Caballero, este se sorprendió
ya que este hombre era el rey al que el Caballero debía lealtad. El rey le confesó
que solía recorrer el camino de la verdad a menudo para encontrarse a sí mismo.
Al entrar en el Castillo del Conocimiento, quedó sorprendido porque, aunque era
muy grande y tenía una puerta de oro macizo, no tenía luz. A continuación leyó una
frase que le hizo reflexionar: "El conocimiento es la luz que iluminará vuestro
camino". Poco después vio otra: "¿Habéis confundido la necesidad con el amor?",
le resultó difícil pero al final comprendió que él amaba a su familia por encima de
todo que al igual que su familia lo necesitaba, ambos se necesitaban.
El Caballero recorrió el camino hasta llegar al Castillo de la Voluntad y la Osadía.
De repente, se abrió la puerta y apareció un dragón que no era como los demás ya
que era demasiado grande y de escamas verdes, el dragón del Miedo y la Duda. El
Caballero sintió miedo y, por más que llamaba a Merlín, éste no aparecía.
Tras pasar los tres castillos subió finalmente la montaña desgarrándose los dedos
por culpa de las afiladas rocas. Entonces antes de llegar a la cima encontró una
inscripción, que decía: “Aunque este Universo poseo, nada poseo, pues no puedo
conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido” no sabía lo que quería decir y
consideraba que era muy injusto ya que no podía pensar estando colgado de una
roca. Entonces comprendió que tenía que liberarse totalmente.
Mientras descendía recordaba cosas de su infancia y logra liberarse de todo lo que
arrastraba. Entonces comenzó a elevarse y cuando se dio cuenta estaba en la
cima de la montaña. Terminó por emocionarse y lloró, eran lágrimas que provenían
del corazón por lo que estaban tan calientes que se derritió la última parte de la
armadura. Entendió que la vida consistía en el amor, y todo lo que la formaba lo
era. Al final ya no tenía armadura.
Es de motivación personal nos enseña una serie de anécdotas que le sucede a un
caballero que consideraba que era bueno, generoso, amoroso, ya que luchaba
contra sus enemigos, mataba dragones y rescataba damiselas. Él era famoso, por
esto y por su armadura reflejaba los rayos del sol. Pero por muchos años vivió bajo
esta armadura con la cual se escondía de sus miedos, no dejaba reflejar la luz de
su verdadero ser. Considero que este caballero es un buen ejemplo de lo que
somos y como actuamos, por ejemplo él se preocupa por impresionar a la
sociedad y se olvida de su familia y generalmente más que todos los jóvenes
estamos actuando así, solo buscamos impresionar a quienes nos rodean y no
valoramos el esfuerzo y el amor que nos tienen nuestro padres, y a ellos son
menos a quien les demostramos afecto y agradecimientos.
Igual que al caballero a nosotros nos cuesta trabajo darnos cuenta de que estamos
equivocados al mostrar esa imagen falsa y no mostrar nuestro verdadero ser, y
cuando emprendemos a recorrer el sendero de la verdad, nos estrellamos y nos
damos cuenta en el castillo del silencio, que es el momento para reflexionar y dar
un vistazo a todas la acciones que hemos cometido, que tratamos de evadir los
momentos que nos obliga a estar solos, es decir el momento que es para
encontrarnos con el ser que más desconocemos…nosotros mismos.
Observando esta última aventura por la que atravesó el caballero nos damos
cuenta de que si podemos creer en nosotros mismos, podemos lograr muchas
cosas a lo largo de nuestra vida, sintiendo amor y satisfacción y amor verdadero
hacia nosotros mismos y tener confianza y gracias a eso podemos lograr muchos
de nuestros sueños. A demás nunca debemos dejar de luchar por que cada duda
es desconfianza en si mismo y esto se convierte en un obstáculo que cargaremos
con el toda la vida, si no nos arriesgamos a tomar el camino correcto el de la
verdad.
Este libro nos enseña, que debemos escapar de las barreras que nos impiden
amarnos y conocernos a nosotros mismos para poder ser capaces de dar y recibir
amor en abundancia. También que no siempre tenemos que guiarnos por lo que
los demás piensen sobre nosotros mismos y que tenemos que ser independientes,
pero que las personas que tanto amamos y nos aman siempre estarán junto a
nosotros para ayudarnos. Esta lectura nos enseña muchas cosas que debemos
aprender. Cristóbal y su madre fueron pacientes al esperar a que el caballero se
quitara esa armadura, y el Caballero también fue paciente con eso.