UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
Tenía claro que en una relación íntima el cuerpo interviene, pero mi mente daba vueltas y
vueltas…en ese momento me di cuenta que no sólo era mi cuerpo, si no que había algo más, tenía
muchas emociones encontradas y recordé a mi profesor de Biología cuando decía:
“El varón es más práctico, más objetivo y su orgasmo tiene origen preponderantemente físico,
puede sentir el mismo placer haciendo el amor con una jovencita, con una mujer madura, con una
amiga o manoseándose mientras ojea sus revistas, la única diferencia entre uno y otro evento está
en que algunos les producirá mayor excitación pero al momento de llegar al clímax, es lo mismo.
En cambio en la mujer es más idealista y sentimental. Su orgasmo tiene origen psicológico, así que
accede a las seducciones del hombre, no por el placer físico que ello le dará, sino por cuestiones
mentales: enamoramiento deseo de ser aceptada, vanidad…qué se yo.”
Yo no estaba muy de acuerdo con esas aseveraciones, pero de cualquier manera me inquietaban.
En ese momento comenzó una música muy romántica y sin palabras, nos pusimos de pie, y el halo
magnético del uno se había fusionado con el otro, produciendo una reacción más excitante. No
necesitamos hablar mucho, nuestros cuerpos exhalaban una química poderosa que nos hacía
sentir en las nubes.
La música terminó y nos quedamos entrelazados unos segundos mirándonos a la cara. Nos
acercamos despacio y rozamos nuestros labios, Apreté mi boca contra la suya para encontrar la
enloquecedora humedad de su lengua. Fue un beso impetuoso, cargado de verdadera pasión. Nos
abrazamos fuertemente y sentí claramente cómo el deseo se levantaba como ente incontrolable y
cerré los ojos para entregarme por completo.
Pero de pronto saltaron una serie de dudas…¿era lo que yo quería?...¿realmente deseo que
ocurra?...y..¿y si me contagio de una de esas enfermedades raras o incluso SIDA?
Me aparté, nos miramos como si estuviéramos pensando lo mismo, sin embargo volvimos a buscar
nuestros labios, respirábamos agitadamente y parecía que estábamos dispuestos a olvidar
precauciones y temores.
Mientras nos besábamos la ropa caía lentamente en el suelo.
No podíamos dar crédito a lo que estaba ocurriendo, el corazón me latía a 10,000 km./h, la cabeza
me daba vueltas y mis pies flotaban, mis manos temblaban y las sentía húmedas.
Nos juntamos y sentí una extraordinaria calidez, su pecho y el mío eran una bomba de tiempo…
¿Había amor? ¿Era deseo? ¿Era mi soledad? Tal vez mi inexperiencia que quería borrar, no lo sé,
pero ahí estaba…
Así estuvimos durante algunos minutos y esto me llevó a un éxtasis enloquecedor. La luz estaba
encendida, nos acariciamos, nos contemplamos, nos besamos…
Era como si todo el mundo hubiera desaparecido y sólo existiéramos los dos.
De repente, después de una enorme tensión acumulada, me sentí como si me proyectara al
firmamento y continué subiendo y subiendo, recibiendo el aire fresco que rompía en mis costados.
Me cosquilleaban las entrañas y tenía la piel fría, el corazón me palpitaba con fuerza y me costaba
respirar…finalmente todo mi cuerpo se destenso y noté un hormigueo general…no sé cuánto
tiempo duró la sensación, pero me sentía como una botella de champagne en el momento de
descorcharla…y sin querer me perdí en un profundo sueño.