Deficiencias en la Lectura y Escritura Académica
La lectura y la escritura son la base para el aprendizaje en todos los campos, estas hacen
parte de la difusión del conocimiento y el desarrollo de ciertas habilidades en el ámbito
académico. Actualmente, en muchas universidades se deja entrever lo poco desarrolladas o
ejercitadas que fueron estas prácticas en los colegios ya que la mayoría de los estudiantes llegan
con deficiencias de la escuela, cuyas deficiencias deben ser suplidas por los docentes
universitarios. Por lo cual es necesario notar e identificar en qué están fallando las escuelas
en la formación del alumno y cómo afectan en su futuro universitario.
Primeramente, la lectura y escritura no deberían ser consideradas como actividades
superficiales, sino como habilidades en las que se requiere de un pensamiento crítico y
estrategias para saber cómo argumentar nuestras ideas ante un público determinado, Smith
(1994), considera la lectura crítica como “una disposición del lector que pretende llegar a las
ideas subyacentes, a los razonamientos y a la ideología implícita, para considerar explicaciones
alternativas y a no dar nada por sentado cuando podría ser prudente ponerlo en duda, de acuerdo
al conocimiento de la realidad que posee”. Así mismo Carlino (2005) conceptualiza a la escritura
académica como “el conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura
discursiva de las disciplinas así como en las actividades de producción y análisis de textos
requeridas para aprender en la universidad”. Focalizando estos dos aspectos, tanto la lectura y la
escritura son importantes en cualquier área del conocimiento, el no tener claro sus alcances es no
haberlas practicado realmente.
Por esto, se difiere que debido al tipo de actividades y prácticas con bajo nivel para
evaluar el conocimiento en secundaria, los nuevos universitarios pocas veces son capaces
de soportar el nuevo grado de dificultad. Según Catuogno, Mallo y Rivarola (2003) “los
alumnos no saben distinguir las situaciones en que deben utilizar determinado nivel de expresión,
lo que evidencia que no han desarrollado un análisis del contexto, del receptor, y en
consecuencia no realizan la selección de términos y expresiones apropiados. Además, estos
alumnos tienen dificultades para resumir, hacer síntesis, monografías y/o tomar apuntes” (p.11).
Marín (2006) también se refiere al tema y expone que “ hay necesidad de enseñar habilidades
dentro de las instituciones académicas superiores, habilidades que se suponían adquiridas en
otros niveles de la educación” (p. 31) con esto queda claro que, el no hacer correcciones en los
métodos educativos lecto-escritura, termina convirtiéndose no solo en un problema para los
estudiantes en su futuro sino también para la universidades a la que estos lleguen, pues el
proceso se hace más lento y complicado para los profesores, tutores y demás.
No podemos olvidar que para los procesos de lectura la retroalimentación es un
elemento clave, que al no verse en muchas escuelas ha expuesto la diferencia de
preparación de los estudiantes entre aquellas que sí la tienen en cuenta y las que no, tal y
como en el artículo de Fernández y Carlino en una de sus entrevistas un estudiante de
humanidades de la universidad Nacional del centro de la provincia de Buenos Aires expresó: “lo
que más me sirvió fue comentar en clase, entre todos, lo que leíamos”. Para (Hugueth,
Hernandez, Salazar & Santiago 2017)” La falta de interés de los estudiantes a desarrollar sus
niveles de lectura y escritura, genera en estos un gran paro en el proceso que estas dos
habilidades requieren” más este es el resultado de cuando no se apoya la participación grupal y
libertad de poder autoevaluar su conocimiento.
De lo anterior podemos concluir que la problemática actual en los temas de lectura y escritura
que se presenta en las universidades se debe a la falta de profundización en los textos académicos
que los profesores de secundaría plantean. Además, el no desarrollar prácticas de lectura con un
nivel de complejidad alto o especialización conlleva a que el estudiante presente falencias al
momento de enfrentarse al contexto universitario.
Referencias
Fernández,G., Carlino,P.(2010).¿En qué se diferencian las prácticas de lectura y escritura de la
universidad y las de la escuela secundaria?.Lectura y Vida, 31(3) ,1-19.
Hugueth Hernandez Salazar & Santiago (2017).
Nigro, P(2006). Leer y escribir en la universidad: Propuestas de articulación con la escuela
media. Educación y Educadores, 9(2) ,119-127.
Peña,F. (2011). Leer y escribir prácticas necesarias en la universidad. Educere, 15(52) ,711-719.