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Viajes de Pablo

San Pablo realizó varios viajes para evangelizar a los gentiles. En su primer viaje predicó en Chipre y Galacia, enfrentándose a la oposición de los judíos. En su segundo viaje visitó Macedonia y Grecia, donde fundó iglesias en Filipos, Tesalónica y Corinto. En su tercer viaje permaneció varios meses en Éfeso predicando, lo que provocó la ira de los fabricantes de ídolos. Finalmente fue arrestado en Jerusalén y llevado cautivo a Roma.

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Viajes de Pablo

San Pablo realizó varios viajes para evangelizar a los gentiles. En su primer viaje predicó en Chipre y Galacia, enfrentándose a la oposición de los judíos. En su segundo viaje visitó Macedonia y Grecia, donde fundó iglesias en Filipos, Tesalónica y Corinto. En su tercer viaje permaneció varios meses en Éfeso predicando, lo que provocó la ira de los fabricantes de ídolos. Finalmente fue arrestado en Jerusalén y llevado cautivo a Roma.

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Viajes de Pablo Primer viaje

San Pablo y Bernabé fueron elegidos por el espíritu santo para evangelizar a los gentiles, mientras que otros lo hicieron
con algunas comunidades judías.
El viaje lo iniciaron en Antioquia, una ciudad de la zona meridional de Turquía, en el puerto de Seleucia. Allí se
embarcaron hacia Chipre. En la susodicha isla desembarcan en Salamina (ciudad al este de Grecia), ciudad donde predicarán
brevemente, en una Sinagoga local, para luego partir hacia Páfos, ciudad al suroeste de Chipre. Aquí San Pablo se enfrentará
al “mago” Elimas, el cual quiere tratar de impedir que Pablo convierta a un cónsul al cristianismo. San Pablo dejará tan
patente la superioridad del Espíritu Santo frente a los “poderes” de Elimas (deja ciego a Elimas), que un cónsul presente en la
escena, “quedó impresionado por la doctrina”. (Hechos, 13, 8-12)

La siguiente parada es Antioquia. San Pablo y Bernabé


embarcan en Páfos hacia Galacia, región de Asia menor,
hogar de los Gálatas. Allí volverá a predicar, provocando la
ira de las comunidades judía de la zona, que además
arrastrarán a los gentiles en contra de San Pablo y su
acompañante. Esto es debido a que al ver San Pablo que los
judíos no querían escuchar sus predicaciones, les dijo que les
dejaba y se iba a predicar a los gentiles (Hechos, 13, 47-52).
A partir de este punto, las mujeres acomodadas de la zona,
pasarán a ser instrumentos de los judíos para perjuicio de los
Apóstoles. De Antioquia de Pisidia, la ciudad gálata donde
se encontraban, saldrán precipitadamente hacia Iconia, otra
ciudad de la zona.
Primer viaje de San Pablo
Allí San Pablo realiza algunas curaciones. Algunos paganos toman a Pablo por un Dios y le hacen sacrificios. Los judíos
irrumpen en esta escena antes de que San Pablo y Bernabé puedan deshacer el entuerto y provocan reacciones violentas en los
gentiles, los cuales llegan a la lapidación de San Pablo, el cual se salva milagrosamente de morir. (Hechos, 14, 13-20)
Nuevamente, los dos viajeros se encaminan a la siguiente ciudad: Derbe. Allí obtendrán un éxito notable con sus
predicaciones.
Tras esto, San Pablo y Bernabé volverán al punto de partida.

Segundo viaje
El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido encuentra menos reacciones violentas que en el viaje
anterior, pero estas no faltan y son bastante graves. Visita las iglesias que fundó en el primer viaje y se propone seguir
predicando por Asia Menor pero un mensaje del cielo se lo impide y le manda que vaya a Europa a predicar. Se encuentra con
dos colaboradores: el evangelista San Lucas (a quien llama "médico amadísimo") y Timoteo, que será su más fiel secretario y
servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.
La primera ciudad de Macedonia que visitó fue Filipos (en sueños oyó que alguien le pedía ayuda y que fuera a Macedonia
– Hechos, 16, 6-10-).
Allí curó a una chica que adivinaba el futuro. Al acabárseles el negocio a los que cobraban por cada adivinación, estos
atacaron contra Pablo y su compañero Silas y les dieron una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron
convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia (Hechos 16, 16-34)
Pablo guardó siempre un gran cariño hacia los habitantes
de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más cariñosas
cartas, la Epístola a los Filipenses.
Después fue a la ciudad de Atenas, que era muy famosa
por su cultura y por sus filósofos. Allí predicó, aunque
mucha gente se rió de él por hablar de que Cristo había
resucitado, convirtió a varias personas.
Luego fue a Corinto un importante puerto de
comerciantes. Allí pasó un año y medio predicando, logrando
un gran número de conversiones. De aquí saldrán las cartas a
los corintios.

Segundo viaje de San Pablo


Tercer viaje
El tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más importante fue que en la ciudad de Efeso en la cual estuvo por
bastantes meses, Pablo logró que muchas personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un
simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de Diana al ver que se arruinaba el negocio,
promovieron una persecución en contra del Apóstol (Hechos 19, 23-40).
De Éfeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa ciudad el dinero de una colecta que había
promovido entre las ciudades que había evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo de los cristianos, diciendo a sus
discípulos que el Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que por eso probablemente
no lo volverían a ver. Esto causaba profunda tristeza en sus seguidores que tanto lo querían.
Viaje de la cautividad
En su quinto viaje a Jerusalén, los judíos promovieron contra él una fuerte persecución y estuvieron a punto de darle una
paliza. Los soldados del ejército romano apenas lograron sacarlo con vida de entre la multitud enfurecida. Entonces cuarenta
judíos juraron que no comerían ni beberían mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia,
mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del ejército, y de noche, en medio de un batallón
de caballería y otro de infantería, lo sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero
permitían que sus discípulos fueran a visitarlo (Hechos 21, 27-40).
Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para juzgarlo (para poder matarlo por el
camino), pidió ser juzgado en Roma, y el gobernante aceptó su petición. (Hechos 23, 1-31). Y en un barco comercial fue
enviado, custodiado por 40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se hundió. Pero
Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los
viajeros del barco se ahogase. Y así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio
Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos. En esa ciudad estuvo dos años preso
(casa por cárcel) con un centinela en la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y
aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle más y más seguidores.
Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol, cortándole la cabeza. Dicen que sucedió el
martirio en el sitio llamado las Tres Fuentes (Tre Fontana) (y una antigua tradición cuenta que al caer la cabeza de Pablo por
el suelo, dio tres golpes y que en cada sitio donde la cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua).
Tercer viaje de San Pablo Viaje de la cautividad

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