UNVERSIDAD NACIONAL
“PEDRO RUIZ GALLO”
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE
. CIENCIA POLÍTICA
ASIGNATURA:
IDEOLOGÍAS POLÍTICAS CONTEMPORANEAS
TEMA:
Resumen de APOGEO Y CRISIS DE LA
IZQUIERDA PERUANA – ALBERTO
ADRIANZEN
DOCENTE:
BURGA BURGA, RAFAEL
ALUMNO:
TORRES SONO, Pablo
LAMB AYEQUE – PERU
2018
APOGEO Y CRISIS DE LA IZQUIERDA PERUANA
RESUMEN DE LA IZQUIERDA DERROTADA – ALBERTO ADRIANZEN M.
El desarrollo de la izquierda peruana (nacimiento heterodoxo) ha estado marcado por un horizonte
específico: el marxismo-leninismo.
Este signo fue posible debido a múltiples factores:
a) La hegemonía indiscutible en la izquierda peruana del Comité Internacional (Comintern)
y del marxismo oficial, de su pensamiento y táctica tanto en los años iniciales, en 1930,
como en los posteriores. Como señala Manuel Caballero:
En la estructura piramidal que mundialmente tenía el Comintern, América Latina
estaba situada muy abajo. Y, sin embargo, la influencia de la Tercera
Internacional fue en Latinoamérica más penetrante y, en el ámbito teórico, más
duradera que en muchos países de Europa y Asia, y ciertamente más que en los
Estados Unidos, cuya clase obrera y partido habían sido destinados por los
leninistas para dirigir la revolución socialista en todo el hemisferio occidental.
b) La fundación del APRA como partido en 1930, su posterior triunfo sobre el Partido
Comunista Peruano (PCP) y su conversión en un partido de masas, reforzó el aislamiento
político y social, así como el radicalismo del PCP. El PCP pasó a convertirse en una
organización minoritaria aumentando su dependencia de la III Internacional Comunista e
impidiendo un mayor espacio para el desarrollo del socialismo democrático. Como diría
Flores Galindo: “Partidos y nación comenzaban a separarse: el comunismo devenía en
secta”
c) La represión brutal contra el Partido Comunista en los años treinta. Flores Galindo
sostiene que: “La historia del comunismo en los años treinta es, en realidad, un capítulo
de la oprobiosa historia carcelaria del país. No obstante, todo esto, el partido no
desapareció, mantuvo su actividad, persistió”
Sin embargo, este proceso de frustración, si cabe el término, tiene mucho de trágico. Nos
referimos en concreto a la ruptura política y teórica entre el PCP y, por lo tanto, el Comintern,
con el fundador del marxismo y del socialismo en el Perú, José Carlos Mariátegui.
Para el PCP, como afirman sus documentos, el mariateguismo era un conjunto de ideas difusas y
no proletarias, además de contener “grandes errores no solo teóricos sino también prácticos”. En
otras palabras, el PCP y la Internacional Comunista, representada en aquel entonces por Eudocio
Ravines, terminaron por “derrotar” a J.C. Mariátegui quien, curiosamente, había sido el fundador
del marxismo. Para el PC, Mariátegui, antes que un fundador del socialismo, fue tan solo un
“precursor”.
Para rescatar a Mariátegui, del Prado tuvo que subordinarse ideológicamente al marxismo oficial
y políticamente a la propia URSS. De ahí que el Amauta pasó a ser marxista-leninista-estalinista,
padre y fundador, lenguaje, dicho sea de paso, muy común en la época.
No es extraña la manera en que Jorge del Prado recrea a Mariátegui y la forma en que sistematiza
sus ideas, como queda demostrado en su famoso texto “Mariátegui marxista–leninista fundador
del partido comunista. Primer divulgador y aplicador del marxismo en el Perú.
El texto de del Prado es bastante ilustrativo en uno de estos aspectos: los intentos del viejo
dirigente comunista por “limpiar” a Mariátegui de toda visión romántica del campesinado, de
todo populismo. Sin embargo, el aspecto central de la reflexión del Amauta no era tanto su visión,
por decir, romántica del campesinado, aspecto por lo demás cierto e inevitable en su época, sino
más bien su preocupación por encontrar en el supuesto colectivismo inca, presente en las
comunidades campesinas, un hecho presente y contemporáneo capaz de fundar una nueva
tradición socialista. Mariátegui se emparentaba así con el llamado populismo ruso.
En este caso la tradición no es un mero ritual ni tampoco una repetición mecánica del pasado,
sino un hecho que le da pleno significado al presente. Por ello, el problema no era contraponer a
un Mariátegui campesinista y, por lo tanto, populista, versus otro de indudable sello obrerista o
proletario, como planteaba el marxismo-leninismo, sino más bien reconocer y entender lo que
Guillermo Nugent ha llamado la declarada ambición de Mariátegui por “construir tradiciones
futuras dentro del horizonte de la originalidad peruana”.
El comunismo peruano tuvo que reescribirse más de una vez, mitificar su pasado para encontrar
una línea de acción siempre coherente y buscar una aparente originalidad que se anclaba más en
el proceso revolucionario soviético que en el peruano. Será el APRA quien logre fundar una nueva
tradición, que dura hasta ahora, conquistando así la hegemonía en lo que podemos llamar el
contingente popular.
El horizonte ideológico y político que inauguró Jorge del Prado en 1943 dentro del comunismo
peruano, si bien implicó parcialmente una ruptura con la propuesta de Ravines y el marxismo
oficial es, al mismo tiempo, su continuidad, al mantenerse el quiebre con la temática mariategana.
La llamada Nueva Izquierda nace entre 1959 y 1965., Comienza a finales de los cincuenta con el
surgimiento del APRA Rebelde —luego Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR)— y el
Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ambas organizaciones son desprendimientos tanto del
APRA como del PCP, que inician una guerra de guerrillas de corta duración en 1965. A ellas se
añaden los grupos maoístas, producto del rompimiento del PCP en 1964, como consecuencia del
debate internacional chino-soviético. Al año siguiente se funda Vanguardia Revolucionaria (VR)
integrada por ex militantes de Acción Popular (AP), trotskistas y marxistas no identificados con
ninguna de las corrientes ideológicas de aquel entonces, estos últimos provenientes de los centros
universitarios.
Ahora bien, ¿Por qué es NUEVA esta izquierda? Creo que su aporte novedoso radica en proponer
un nuevo espacio de militancia, distinto al del propio PCP y del APRA, y en su intento (frustrado
como veremos más adelante) de crear un nuevo horizonte marxista. Es interesante señalar que
todos estos grupos, salvo los maoístas, no formaban nuevos partidos comunistas; desechaban, por
lo menos en sus siglas, el membrete de comunistas. Continuaban más bien el ejemplo de la
revolución cubana de 1959.
La Nueva Izquierda es esta suerte de suma entre los nuevos grupos políticos surgidos en la década
de los sesenta y setenta, el velasquismo y también sectores del mundo cristiano que superarán una
visión socialcristiana de la política. Sin embargo, la década de los setenta pronto mostrará las
virtudes y defectos de esta Nueva Izquierda. Los partidos que en un inicio reclamaban para sí un
horizonte marxista distinto al inaugurado por el PC, rápidamente marcharán al encuentro con el
marxismo-leninismo, luego con el maoísmo y, más tarde, con un mariateguismo utilitario.
Una de las consecuencias será el abandono del castrismo cubano, pero, al mismo tiempo, el
reforzamiento de los que habían sido aspectos medulares de la línea política de la Nueva
Izquierda: identificar la vía electoral con la claudicación programática y, también, la lucha armada
como la forma superior de lucha y principio revolucionario, abriéndose así el camino para el culto
a la violencia revolucionaria. Todo ello articulado por una visión extremadamente ideologizada
del marxismo que se expresará, por ejemplo, en el marxismo-leninismo-maoísmo.
Es sobre este nuevo telón de fondo que se produce el reforzamiento de lo que podríamos llamar
la matriz ideológica de esta Nueva Izquierda: el llamado regreso a los principios supuestamente
primigenios de la izquierda debido a la “claudicación” del APRA y del PCP. Esto es, el marxismo-
leninismo de los años del Comintern y la táctica de clase contra clase.
El regreso a las fuentes primigenias fue leído como la vuelta a los planteamientos originales de
Mariátegui. Sin embargo, este regreso fue unilateral y utilitario, por decir lo menos. Sirvió,
principalmente, para diferenciarse del velasquismo y del PCP.
Por eso un debate medular de esta Nueva Izquierda con el PCP fue en torno a la figura de J.C.
Mariátegui, convertido a esas alturas en una suerte de icono. Si los partidos comunistas eran
“revisionistas”, era necesario expropiar al PCP la figura del Amauta y plantearse, según palabras
propias de esta Nueva Izquierda, la reconstrucción o reconstitución del PCP, cuestión que
compartieron tanto organizaciones como VR o el Partido Comunista Revolucionario (PCR) o el
MIR, hasta otras, aparentemente menos significativas en ese entonces, como el PCP-Sendero
Luminoso. Si en 1943 Mariátegui fue rescatado del “purgatorio populista”, en la década de los
setenta lo será del “infierno revisionista”. La tradición socialista quedaba así sepultada, esta vez,
por el marxismo-leninismo-maoísmo. Será Sendero Luminoso, en los años ochenta, quien lleve
hasta las últimas consecuencias esta matriz marxista, incorporando un nuevo término, el
“Pensamiento Gonzalo”, el que pasaba a ser una suerte de nueva religión fanática.
Este proceso se acentuó en la década de los ochenta cuando, por un lado, se agravó la crisis del
capitalismo peruano y, por el otro, la izquierda no logró resolver su ubicación en el nuevo sistema
democrático, destruyendo un mundo que la Nueva Izquierda había contribuido a formar.
ANALISIS Y COMENTARIO:
Según la perspectiva que nos da la lectura, es que como se ejecutó la izquierda en nuestro país,
quienes fueron los principales líderes comunistas o socialistas, quienes fueron los partidos que
persiguieron la ideología de marxismo-leninismo.
En los años 30, en el Perú hubo grandes lideres comunistas y uno de ellos fue José Carlos
Mariátegui, con su Partido Socialista. Para ese tiempo, si era un partido comunista o socialista,
ese era el debate, diríamos que es un conflicto de organización interna. Sin embargo, Mariátegui
optara por una denominación partidista distinta a la requerida formalmente por la internacional
comunista, a eso nos referimos la denominación, su forma y no su esencia. “La esencia, consideró
su partido, como la herramienta política de la clase obrera, revindicó el marxismo-leninismo como
su referente ideológico, proclamo su identificación sin límites con la revolución rusa, sumo sus
filas al ejercito emancipador del proletariado (el internacional comunista) y reconoció Lenin como
el abanderado de las mejores causas” (Guzmàn, 2015).
El partido de Mariátegui era acorde con una concepción que buscaba hacer confluir marxismo y
nación en el Perú, evidentemente no fue comprendido por la internacional. Mariátegui sostenía
que todavía no estaba maduras las condiciones para definir el rumbo definitivo que adoptaría el
partido, por eso que al interior del partido socialista convivían personajes tan disimiles como
Luciano castillo o Eudacio Ravines (fundo el partido comunista y emprendió la llamada política
de “desmariateguizacion” después de su muerte de Mariátegui) (Galindo, 1980). Por otro lado,
“Mariátegui se distanció del resto de partidos de Latinoamérica, por diferencias ideológica,
escribió sobre su modelo para el Perú, en el cual no buscaba imitar a otros países sino forjar un
camino propio” (¿Quien fue Josè Carlos Mariategui y por què se le recuerda?, 2016)
“Para rescatar a Mariátegui, Jorge del prado tuvo que subordinarse ideológicamente al marxismo
oficial y políticamente a la propia URSS. De ahí que el Amauta paso a ser marxismo-leninismo-
stalinista, padre y fundador, del Prado recrea a Mariátegui y la forma como sistematiza sus ideas,
como queda demostrado en su famoso texto*” (Adrianzèn, 2011). Según Guillermo Nugent “ha
*Jorge del Prado, su libro: Mariátegui marxista-leninista fundador del partido comunista.
Primer divulgador y aplicador del marxismo en el Perú.
llamado la declaración, ambición de Mariátegui por construir tradiciones futuras dentro del
horizonte de la originalidad peruana” (Adrianzèn, 2011).
El desarrollo de la izquierda peruana ha estado marcado por un horizonte especifico: marxismo-
leninismo.
La IZQUIERDA NUEVA nace en los años 50 y 60, la nueva izquierda radica en proponer un
nuevo espacio de militancia, de crear un nuevo horizonte marxista. Sin embargo, a la década de
los 70 pronto mostrara las virtudes y defectos de esta nueva izquierda. Los partidos que en un
inicio reclamaban para si un horizonte marxista distinto inaugurado por el partido comunista,
rápidamente marcharan al encuentro con el marxista-leninismo, luego con el maoísmo y más
tarde, con un mariateguismo utilitario, podríamos llamar la matriz ideológico de la nueva
izquierda, el llamado regreso a los principios supuestamente primigenio de la izquierda debido a
la “Claudicación del APRA y PCP. Esto es el marxismo-leninismo de los años del Comintern y
la táctica de clase contra clase. La tradición socialista quedaba sepultaba, esta vez, por el
marxismo-leninismo-maoísmo, será sendero luminoso, en los años 80, quien lleva hasta las
ultimas consecuencias esta matriz marxista, incorporando un nuevo termino, “El pensamiento
Gonzalo”.
Los partidos izquierdistas y comunistas tenían las mismas líneas ideología. Sin embargo,
enfoquemos en la pregunta que todos nos planteamos, ¿Cuál fue la causa de la fragmentación de
la izquierda peruana? La crisis de la izquierda en el Perú, su principal problema parece radicar en
la fragmentación que impide ver, a sus distintas organizaciones, que son muchos más sus puntos
de unión que sus diferencias y, por tanto, de allí su incapacidad para forjar un frente unitario, ágil
en la acción y efectivo en la representación nacional, acumulando fuerzas, como una alternativa
de poder. Las opiniones en cuanto a sus posibilidades como movimiento político,
simplificadamente suelen dividirse.
Como recalque en las líneas anteriores, Mariátegui, su modelo para el Perú, en el cual no buscaba
imitar a otros países sino forjar un camino propio, lo cual fue expresada en su texto, “7 ensayos
de interpretación de la realidad peruana”, por ende, se acusó de haber reunido a un grupo de
conspiradores y no a un partido, se busco eliminar las diferencias con la internacional y sujetar el
partido a ciertos lineamientos conocidos entonces como la táctica de clase contra clase.
Es notoria la crisis en los partidos de izquierda, la izquierda fraccionada, “En la década del 80 se
hizo confluencias como la Unidad Democrático Popular (UDP), Izquierda Unida (IU), Asamblea
Nacional Popular (ANP), (…), terminaron disueltas pero se llevaron consigo la desarticulación
partidaria por los mismos errores de los dirigentes de los diversos partidos de izquierda por tratar
de hegemonizar dentro de los frentes que en ese entonces existían, también se olvidaron del
trabajo orgánico celular y dejaron de lado el trabajo con las juventudes” (Julian Lacacta, 2013).
El problema es, así, que Izquierda Unida no ha progresado significativamente en su esfuerzo
unitario ni ha organizado a su pueblo tras de sí (...). La historia reciente demuestra que el pueblo
quiere una izquierda unificada, pero que las dirigencias de izquierda no plasman dicha unidad con
el dinamismo que sería necesario. Que las masas están dispuestas a apoyarla, pero que es un apoyo
volátil por falta de organización y representación (…) (Rubio, 1982)*.
En Conclusión:
La actual fragmentación de las fuerzas de la Izquierda Unida promueve esta época, en la que los
pleitos entre pequeños liderazgos, las discrepancias entre china y Rusia o muchas veces la
diferente interpretación de los textos clásicos, llevaban al surgimiento de un nuevo partido
político.
*Citado del artículo publicado en el internet por parte de Marcial Rubio, abogado y profesor
universitario peruano. Dirigente del Partido Socialista Revolucionario (PSR).
Link: http://nuso.org/media/articles/downloads/974_1.pdf
Bibliografía
¿Quien fue Josè Carlos Mariategui y por què se le recuerda? (14 de junio de 2016). Obtenido de
RPP Noticias: http://rpp.pe/peru/historia/quien-fue-jose-carlos-mariategui-y-por-que-
se-le-recuerda-noticia-971087
Adrianzèn, A. (2011). Apogeo y crisis de la izquierda peruana. Hablan sus protagonistas. Lima:
Hecho el Depòsito Legal en la Biblioteca Nacional del Perù.
Galindo, A. F. (1980). ¿Partido Comunista o Socialista? Lima: Ediciones Guillermo Lobaton.
Guzmàn, C. A. (10 de Octubre de 2015). PERU, EL PARTIDO DE MARIATEGUI. Obtenido de
PUNTO DE VISTA Y PROPUESTA:
https://puntodevistaypropuesta.wordpress.com/2015/10/10/peru-el-partido-de-
mariategui/
Julian Lacacta. (3 de julio de 2013). Crisis en la izquierda Peruana. Obtenido de Julian Lacacta:
https://lacacta.wordpress.com/2013/07/03/crisis-en-la-izquierda-peruana/
Rubio, M. (1982). La crisis de la izquierda en el peru. Nueva Sociedad Nº 61, 81-82.