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La Casa de Asterión

El cuento narra la historia de Asterión, el Minotauro, desde su propia perspectiva. Vive solo en una enorme y laberíntica casa que es un reflejo de su mente. Sale una vez y la gente reacciona con miedo. Cada 9 años mata a 9 hombres que entran, a la espera de su redentor. Al final, Teseo lo mata fácilmente, cumpliendo su rol de libertador.

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El cuento narra la historia de Asterión, el Minotauro, desde su propia perspectiva. Vive solo en una enorme y laberíntica casa que es un reflejo de su mente. Sale una vez y la gente reacciona con miedo. Cada 9 años mata a 9 hombres que entran, a la espera de su redentor. Al final, Teseo lo mata fácilmente, cumpliendo su rol de libertador.

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La casa de Asterión

[Cuento - Texto completo.]


Jorge Luis Borges

Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión.


Apolodoro: Biblioteca, III,I
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su
debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo
número es infinito)1 están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No
hallará pompas mujeriles aqui ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará
una casa como no hay otra en la faz de la Tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta
mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un
prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer
he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras
descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el Sol, pero el desvalido llanto de un niño y las
toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se
encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en
vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo; aunque mi modestia lo quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso
que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu,
que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa
no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro porque las noches y los días son largos.
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta
rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan.
Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los
ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando
he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo
le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora
desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta oAhora verás una cisterna que se llenó de
arena o Ya veras cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces,
cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce (son infinitos) los
pesebres, abrevaderos, patios, aljibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a
fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle y he visto el templo de
las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce (son
infinitos) los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que
parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado Sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el Sol y la
enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el
fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen
sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las
otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que, alguna vez llegaría mi
redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo.
Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos
galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro
con cara de hombre? ¿O será como yo?
El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
1. El original dice catorce, pero sobran motivos para inferir que en boca de Asterión, ese adjetivo numeral vale por
infinitos.
LA CASA DE ASTERIÓN de Jorge Luis Borges –

Actividades y guía de lectura

1) En este cuento, Borges ha dejado que sea el Minotauro, el monstruo mismo, quien hable de sí y de sus actos.
Quien no tuvo voz en los relatos antiguos, la ha obtenido ahora y, con ello, la posibilidad de explicar y justificarse.
Explicar qué efecto produce en el lector este cambio de perspectiva o punto de vista.

2) Identifiquen en el cuento cuántos narradores hay, de qué tipo y en qué momento se produce el cambio.

3) En los primeros tramos del relato, el lector sólo cuenta con información acerca de un ser extraño (soberbio,
misántropo, loco y de aspecto al parecer monstruoso) que vive en una “casa”, cuya característica arquitectónica lo
mantiene con vida al precio del ocultamiento del mundo exterior. ¿Qué características tiene esta “casa”?

4) ¿Qué sucede cuando el Minotauro decide salir al exterior? ¿Cómo reacciona Asterión? Tenga en cuenta que
califica a la gente con la que se encuentra en su salida de “grey”, es decir, de rebaño, vulgo, plebe, agrupación de lo
semejante con lo semejante, comunidad de gente sin distinción ni excelencia social

5) En un momento del relato Asterión dice: “Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los
libere de todo mal”. ¿A qué se refiere con estas palabras? ¿Qué concepción sobre la vida y la muerte posee
Asterión?

6) ¿Por qué espera con ansia la llegada de su “redentor” (libertador) y quién es el que cumple este rol? ¿Qué actitud
toma Asterión ante Teseo?

7) En este cuento existe una relación intertextual con un mito griego: ¿cuál es ese mito? Explicar también por qué
posee intertextualidad con los siguientes versos del libro de “Job” en la Biblia:

Job 19:25-27 Nueva Versión Internacional (NVI)

“25 Yo sé que mi redentor[a] vive,

y que al final triunfará sobre la muerte.[b]

26 Y, cuando mi piel haya sido destruida,

todavía veré a Dios con mis propios ojos.[c]

27 Yo mismo espero verlo;

espero ser yo quien lo vea, y no otro.

¡Este anhelo me consume las entrañas!”

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