LA CORRUPCIÓN
La corrupción
Delcy Ruiz Tello, Juan Perez Ochoa, Susan Prieto Gonzales y Rusbel Cierto Cespedes.
II CICLO
Mg….
Universidad Nacional Hermilio Valdizan
Facultad de Ciencias de la Educación
Escuela Académica Profesional de
Huánuco
JUNIO 25 del 2019
LA CORRUPCIÓN
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Dedicatoria
El presente trabajo está dedicado principalmente
a Dios, que nos ha dado la vida y fortaleza
día a día para poder vivir. A nuestros padres por
ser la razón de nuestra existencia y por brindarnos
su apoyo incondicional.
LA CORRUPCIÓN
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Índice de tablas
Tabla 1: Nivel de corrupción en el Perú 2011-2013 12
Tabla 2: La corrupción. Uno de los principales problemas del país 14
Tabla 3: Corrupción en cifras 17
Tabla 4: Costo de los casos de corrupción 20
Tabla 5: Percepción de la corrupción en el Perú 33
Tabla 6: Gobiernos corruptos 34
Tabla 7: Corrupción e inequidad 50
Tabla 8: Corrupción pública en el Perú 52
Tabla 9: Percepción de la corrupción en las instituciones 54
Tabla 10: Odebrecht en Latinoamérica 58
Tabla 11: Corrupción y casos 61
Tabla 12: Casos de corrupción de funcionarios 63
Tabla 13: Corrupción en América Latina y el Perú 71
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Índice de figuras
Figura 1: Piratas de saco y corbata 9
Figura 2: Ruptura constitucional 10
Figura 3: Corrupción y sistema político 16
Figura 4: Sistema de justicia 21
Figura 5: La corrupción en América Latina 26
Figura 6: Corrupción y justicia 29
Figura 7: Alan García. Una historia de corrupción y fuga 39
Figura 8: Entre la tolerancia y la experiencia 65
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Índice de contenido
Dedicatoria 2
Índice de tablas 3
Índice de gráficos 4
Índice general 5
Introducción 6
1. CAPÍTULO I: Definición 8
1.1. La práctica de la corrupción 9
1.2. Los actos de corrupción 12
1.3. Causas 14
1.4. Efectos 17
2. CAPÍTULO II: Corrupción en el Perú 21
2.1. Siglo XIX y XX 22
2.2. Estado y corrupción 26
2.3. Gobiernos corruptos 34
2.4. Situación actual 51
2.5. Sectores más propensos a la corrupción 54
2.6. Impunidad 59
3. CAPÍTULO III: La Política anticorrupción en el Perú 62
Conclusiones 72
Sugerencias 74
Bibliografía 76
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Introducción
La corrupción es un fenómeno que afecta la gobernabilidad, la confianza en las instituciones y
los derechos de las personas. Se trata de un fenómeno que no es unitario ni unidireccional, en
tanto no se concentra en un solo sector económico, en una sola institución, y no se explica por un
solo factor.
Por el contrario, la corrupción tiene diferentes formas y aparece de manera diversa en el
escenario social, político y económico de nuestro país. Desde la afectación en el acceso a
servicios ocasionados por prácticas de pequeña corrupción, hasta los grandes desvíos de fondos
públicos que la gran corrupción ha producido en los últimos años, es claro que la corrupción
afecta a la economía del país y a la economía doméstica de los ciudadanos, pero también afecta
derechos, acceso a servicios, así como a la gobernabilidad y la confianza en el Estado y en sus
funcionarios.
En el Perú hemos sido testigos de cómo la corrupción tomó el poder y se convirtió en un
sistema. Diez años de gobierno corrupto en manos de una red que tenía todo el poder han bastado
para casi destruir el sistema democrático y la gobernabilidad. El Perú se convirtió, de esta
manera, en un ejemplo más de lo que significa la corrupción cuando está en el poder y se
convierte en parte del sistema, pudriendo todos los niveles de la sociedad.
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Pero nuestro país no es el único que ha sufrido este tipo de problemas y, lo que es más, cada
vez se hace más visible que la corrupción está tomando mucha mayor fuerza para convertirse en
un fenómeno de naturaleza trasnacional.
Vivimos en una cultura de la corrupción y en una sociedad enferma, en considerable medida,
caracterizadas por hábitos, mentalidad y renuencia a las leyes válidas y creativas. Existe una
anomia que no es por no diferenciar el bien y el mal, pues estos están suficientemente
diferenciados, sino que algunos eligen el mal porque da mejores dividendos. De ahí que el pueblo
los vea con sentimientos ambivalentes: por un lado rechaza, critica y no está de acuerdo con el
delito, pero por otro envidia lo logrado por estos al querer tener lo que ellos han conseguido y
viéndose en su pobreza no solamente externa sino interna, se identifican con estos e incluso están
listos a formar parte de esta mafia o ser cómplices de ella.
La corrupción envuelve a una considerable mayoría, víctima de la incultura, ignorancia y
desdén así como a elementos de las clases dominantes que prefieren mantener al pueblo limitado
y excluido. El estilo de vida estaría inclinado por métodos ilícitos considerados naturales. Se
llega a medir el ingenio para burlar la ley, la falsificación es expresión de la descomposición en el
comportamiento. Hay una parte de la sociedad que no le interesa que los actos de corrupción
continúen a condición de que los dictadores les confieran favores y privilegios.
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1. CAPÍTULO I: Definición
La corrupción, considerada en general, es el aprovechamiento indebido de la administración
de un patrimonio común. La corrupción gubernamental es la desviación de los fines de la función
pública en beneficio particular.
Los términos "corromper" y "corrupción" poseen una connotación significativa moral. Así, la
primera significa tanto echar a perder, depravar, como sobornar o cohechar al juez o a cualquiera
persona, con dádivas o de otra manera. Corrupción designa, de un lado, la acción y efecto de
corromper o corromperse y, de otro lado, el vicio o abuso introducido en las cosas no materiales
(Diccionario de la Real Academia de la lengua española).
Cuando empleamos corrientemente el término "corrupción", pensamos entonces en el
conjunto de comportamientos inducidos que crean un estado particular de funcionamiento
irregular de las diversas instancias del Estado. Situación que implica, en particular, la alteración o
la modificación (cualitativa o cuantitativa) de las vías por las cuales el poder político se
manifiesta normalmente.
La corrupción posterga el desarrollo de los pueblos, carga a la comunidad con costos injustos,
destruye la competencia comercial, demanda esfuerzos innecesarios de los sistemas de ayuda
internacional, desacredita a la autoridad y altera la paz de las naciones.
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Por todas esas razones, la corrupción ha dejado de ser considerada un problema
exclusivamente doméstico y constituye hoy uno de los principales desafíos de la agenda global
(BURGA, Manuel. 1980).
Figura 1: Piratas de saco y corbata
1.1. La práctica de la corrupción
La corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando una persona abusa de su poder
para obtener algún beneficio para sí mismo, para sus familiares o para sus amigos.
Requiere de la participación de dos actores: uno que por su posición de poder pueda
ofrecer algo valioso y otro que esté dispuesto a pagar una "mordida" o soborno para
obtenerlo (KALBER, Jeffrey. 1987).
Estos actos los observamos diariamente desde que abordamos cualquier transporte,
en el mercado, al realizar trámites oficiales, etc; puede suceder en los lugares menos
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pensados y con las personas menos esperadas. En la escuela, por ejemplo, la
corrupción puede producirse entre profesores y alumnos (venta de calificaciones),
entre padres y maestros (compra de notas aprobatorias para sus hijos) entre directores
y padres de familia (venta del derecho de ingreso a una escuela), entre directores y
profesores (venta de plazas), entre autoridades de las escuelas (compra de permisos),
etc. Aunque ilícita, hay quienes piensan que la corrupción puede ser útil. Argumentan
que ayuda a esquivar las reglas excesivas, a acelerar los trámites y a ahorrar tiempo.
Así, por ejemplo, dicen que sirve a los alumnos que tienen problemas con una
materia para poder aprobarla, pues gracias a la corrupción pueden comprar al
profesor. También dicen que sirve para establecer un criterio para determinar quiénes
ingresan a las escuelas con mayor demanda. Sin embargo, los partidarios de este
argumento no se dan cuenta de que en el largo plazo, la corrupción nos perjudica a
todos.
Figura 2: Ruptura constitucional
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11
Por ejemplo, si en una escuela es común que los profesores acepten sobornos para
aprobar a los alumnos, en el largo plazo la reputación de esa escuela se verá dañada.
Esto terminará afectando a sus egresados, quienes cargarán para el resto de su vida
con el sello de que vienen de una escuela que no los formó bien. La corrupción tiene
consecuencias graves que afectan el desarrollo de los países.
Algunos datos recientes muestran que el dinero que se gasta en corrupción deja de
gastarse en los servicios públicos que proporciona el gobierno, tales como transporte
público, electricidad, agua potable, etc.
La corrupción, entonces, provoca que haya fallas en el suministro de agua, baja
calidad de los servicios médicos, baja calidad de los servicios educativos, fallas en la
infraestructura vial y aumento en la incidencia de cortes eléctricos, por mencionar
algunos ejemplos. Además, la corrupción puede terminar poniendo en riesgo la vida e
integridad física de los ciudadanos. Por ejemplo, la baja calidad de los servicios
médicos puede costarle la vida a un ciudadano enfermo. La construcción de edificios
que no cumplen con los mínimos requisitos de seguridad, pueden costarle la vida a un
ciudadano durante un temblor. Las malas carreteras pueden ser muy peligrosas para
los conductores de camiones y sus pasajeros, etc. (CARMAGNANI, Marcello. 1984)
Por último, la corrupción rompe el tejido social pues disminuye la confianza de los
ciudadanos en las instituciones, el gobierno y entre ellos mismos. También afecta el
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nivel ético de la sociedad en su conjunto. En la medida en que la corrupción se
generaliza, los escrúpulos éticos se van perdiendo.
Tabla 1: Nivel de corrupción en el Perú 2011-2013
1.2. Los actos de corrupción
La Corrupción tiene múltiples formas de actuar, pero en la práctica, de acuerdo
con la Comisión Interamericana contra la corrupción, se establecen actos de
corrupción los siguientes:
a) El requerimiento o la aceptación, directa o indirectamente, por un funcionario público
o una persona que ejerza funciones públicas, de cualquier objeto de valor pecuniario u
otros beneficios como dádivas, favores, promesas o ventajas para sí mismo o para otra
persona o entidad a cambio de la realización u omisión de cualquier acto en el
ejercicio de sus funciones públicas;
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b) El ofrecimiento o el otorgamiento, directa o indirectamente, a un funcionario público
o a una persona que ejerza funciones públicas, de cualquier objeto de valor pecuniario
u otros beneficios como dádivas, favores, promesas o ventajas para ese funcionario
público o para otra persona o entidad a cambio de la realización u omisión de
cualquier acto en el ejercicio de sus funciones públicas;
c) La realización por parte de un funcionario público o una persona que ejerza funciones
públicas de cualquier acto u omisión en el ejercicio de sus funciones, con el fin de
obtener ilícitamente beneficios para sí mismo o para un tercero;
d) El aprovechamiento doloso u ocultación de bienes provenientes de cualesquiera de los
actos a los que se refiere la presente monografía;
e) La participación como autor, coautor, instigador, cómplice, encubridor o en cualquier
otra forma en la comisión, tentativa de comisión, asociación o confabulación para la
comisión de cualquiera de los actos a los que se refiere la presente monografía.
Figura 3: Corrupción y sistema político
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14
La Convención también es aplicable, de mutuo acuerdo entre dos o más Estados
Partes, en relación con cualquier otro acto de corrupción no contemplado en ella.
Tabla 2: La corrupción. Uno de los principales problemas del país
1.3. Causas
Determinar las causas de este fenómeno es realmente una tarea que escaparía a una
modesta exposición como la presente, sin embargo, diversos investigadores han
planteado algunos factores que condicionan la aparición y desarrollo de la corrupción:
a) La ausencia de valores en la sociedad, lo que explica la interesada poca claridad
para determinar lo correcto de lo incorrecto en el ejercicio de la función pública.
Un ejemplo de lo mencionado lo encontramos en las declaraciones del líder
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político Luis Bedoya Reyes cuando, respecto del proceso penal seguido contra su
hijo, Bedoya de Vivanco, por complicidad en delito de peculado realizado por
Vladimiro Montesinos, señaló que su hijo había cometido, en todo caso, un
pecado, pero no un delito.
b) La distribución política del poder en la administración pública de forma
intolerablemente concentrada, discrecional y sin ejercicio transparente del
mismo. Puede citarse como ilustración los innumerables decretos supremos
secretos emitidos por el gobierno del ex presidente Fujimori, por medio de los
cuales se dispuso transferir fondos de los ministerios de Defensa y del Interior al
Servicio de Inteligencia Nacional. Precisamente, gran parte de estos fondos
sirvieron para “sobornar” a múltiples funcionarios públicos (congresistas
tranfugas, magistrados judiciales y fiscales y oficiales militares) y empresarios
(publicistas y dueños de medios de comunicación) para mantenerlos adheridos al
régimen de turno, abdicando de sus deberes esenciales de independencia en el
ejercicio de sus funciones.
c) La coyuntura de una sociedad subdesarrollada que encara un periodo de
crecimiento y de modernización. Esta es la coyuntura que atraviesa actualmente
el Perú, por lo que debe mantenerse mucha atención y no relajar los sistemas de
control sobre el gasto público.
LA CORRUPCIÓN
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d) Factores sociales y políticos de raigambre histórica (esencialmente desde el
Virreinato) en el Perú que han determinado que los funcionarios públicos
perciban al Estado como un botín a conquistar y aprovechable, prescindiendo de
las normas y reglas establecidas.
e) Finalmente, se nos presenta un aspecto singular propio del desarrollo político de
nuestro país en la década de los años 90. Me refiero al sistema político autoritario
impuesto por el régimen de ese momento y que engendró un acentuado nivel de
corrupción política sin precedentes en el país. Corrupción de corte instrumental a
efectos de mantener el poder gubernamental sin posibilidad de control. De ello da
cuenta la situación que atravesó el Poder Judicial, el Ministerio Público, el
Congreso de la República, la Academia Nacional de la Magistratura, el Tribunal
Constitucional, la prensa, entre otros entidades estatales y privadas.
Figura 3: Corrupción y sistema político
LA CORRUPCIÓN
17
Esa concentración del poder determinó que la corrupción avanzara a niveles que
ninguno de nosotros imaginó. A eso se debe la importancia de un sistema de
administración de justicia independiente en el contexto de un Estado democrático
que necesita consolidarse (COTLER, Julio. 1987).
Tabla 3: Corrupción en cifras
1.4. Efectos
Pues bien, esta generalidad y extensión de la corrupción, así como las nuevas
características que viene adquiriendo en este último tiempo, llevan consigo efectos
sumamente graves en la vida política, económica y social de un país.
a) En el ámbito político, efectivamente, la corrupción influye en la inestabilidad
política de los Estados. Los cambios de régimen, en mayor o en menor medida,
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son explicables desde la constatación de factores de corrupción precedente. Y
es que este fenómeno socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el
funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta desconfianza detiene
precisamente el desarrollo de estas instituciones y encuba situaciones que
pueden determinar un explosivo ambiente de insatisfacción social. Como señala
la profesora Ackerman, “la corrupción sistemática socava la legitimidad de los
gobiernos, especialmente la de los democráticos, los que incluso pueden verse
amenazados por golpes de Estado dirigidos por líderes totalitarios” Rose
Ackerman, Transparencia en la contratación estatal, Fundación Interamericana
de Abogados – BID, 1997, p. 28. Paradójicamente afirma esta autora que en los
países no democráticos, esto es, autoritarios o dictatoriales, la corrupción no
siempre es desestabilizadora, aunque –señala– siempre opera contra las reglas
de un poder abierto y justo.
b) Económicamente, los especialistas señalan a la corrupción como un factor de
ineficiencia y desperdicio en el aprovechamiento de los recursos y en la
implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se
convierte en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las concesiones,
las licitaciones, las privatizaciones no son adjudicados a los postores más
eficientes y profesionales, sino a los que tienen mejores contactos y carecen de
escrúpulos. Ello, evidentemente, perjudica los intereses del Estado y por ende
los intereses de todos los ciudadanos. Igualmente, la corrupción conlleva a que
la redistribución de la riqueza se reasigne a favor de aquellos que detentan
LA CORRUPCIÓN
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alguna forma de poder monopólico, esto es, de sectores con mayor capacidad
adquisitiva, en perjuicio de las capas menos favorecidas y a las que
generalmente van destinados los fondos públicos. Así mismo, algunos estudios
econométricos nos indican que existe una “correlación negativa entre
crecimiento y altos niveles de corrupción”, lo que significa que a mayores
niveles de corrupción menores serán los índices de crecimiento económico de
un país.
c) Pero el efecto más grave, y en ello compartimos las ideas de Pásara, es que la
corrupción atenta contra una de las condiciones necesarias de la vida en
sociedad: la confianza recíproca entre los ciudadanos y en la colectividad,
debido a lo imprevisible del comportamiento entre unos y otros. Este
sentimiento de desconfianza en las instituciones y entre los propios
conciudadanos quiebra las bases del contrato social llevándonos a un clima de
anomia y desestructuración social. Como bien señala Díez Picazo, “es cierto
que los gobernantes no encarnan el Estado en su conjunto y es asimismo cierto
que concretos casos de criminalidad gubernativa no convierten al Estado en
una organización criminal; pero es incuestionablemente cierto que los
gobernantes son órganos del Estado, y sobre todo que representan la imagen
visible del mismo. La conclusión es evidente: la criminalidad gubernativa
tiende a difuminar la ecuación entre Estado y legalidad y, por consiguiente,
tiende a deslegitimar el Estado ante los ciudadanos”. De plano, todo este
panorama de causas y efectos que hemos expuesto nos muestra un fenómeno
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cuya represión desborda su tratamiento meramente jurídico penal y nos exige
poner atención, además, en otro tipo de políticas de carácter extrajurídico o
extrapenal. Sin embargo, antes de entrar a una revisión de todas estas políticas,
creemos preciso compartir algunas positivas experiencias comparadas de lucha
contra la corrupción (CONTRERAS, Carlos. 1999).
Tabla 4: Costo de los casos de corrupción
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21
2. CAPÍTULO II: La Corrupción en el Perú
Para entender la presencia de actos corruptos a lo largo de toda la historia de la república
peruana, hay que tomar en cuenta el contexto del fracaso en el cambio del modelo colonial de
dominación patrimonial burocrático, al esquivo modelo republicano y moderno de dominación
burocrático-racional. Tal fracaso se tradujo en vacíos institucionales que permitieron la
reproducción soterrada de vicios culturales o en el solapamiento de acciones antes consideradas
normales y ahora tipificadas oficialmente como corruptas (IEP. Lima. 2000).
Figura 4: Sistema de justicia
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2.1. En el siglo XIX
2.1.1. La época de la Independencia
El primero se refiere a las guerras de la independencia. Estas fueron
financiadas, de una parte, por capitales extranjeros, principalmente ingleses y,
de otra parte, por la confiscación de bienes y la imposición de contribuciones
pecuniarias a determinados sectores de la población. Al finalizar estas guerras,
el nuevo gobierno republicano tuvo que reconocer como deuda nacional
interna, el valor de los bienes expropiados por el ejército libertador.
Para cumplir con esta obligación, el gobierno recurrió sea a los créditos
extranjeros, sea a los beneficios producidos por las riquezas naturales del país.
En el primer caso, la deuda interna se transformó en deuda externa; mientras
que en el segundo, implicó una distribución indebida del patrimonio de la
nación.
En el plano económico, la deuda interna se pagó mediante la instauración
de un proceso tendiente a la creación de capitales nacionales a fin de promover
la industria, la agricultura y el comercio. En realidad, el reconocimiento y pago
de la deuda interna, constituyeron un caso escandaloso de corrupción: la
existencia de acreencias y su monto no fueron objeto de un control mínimo. El
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23
Estado fue de este modo engañado; se le defraudó con la participación
interesada de sus propios órganos.
2.1.2. La Explotación del Guano
El segundo ejemplo concierne a la explotación del guano. Durante la
segunda mitad del siglo XIX, esta riqueza natural era explotada por un sistema
de concesiones que el Estado otorgaba a los particulares. El favoritismo, la
influencia política, los vínculos de parentesco (nepotismo) eran los criterios
decisivos para obtener el derecho de explotar y exportar guano. Estos
privilegios eran dispensados y distribuidos ilegalmente por los políticos que se
sucedían en el gobierno.
Esta riqueza no fue en consecuencia utilizada para desarrollar la industria,
la agricultura o el comercio. Así, una clase minoritaria se enriqueció en
detrimento de la mayoría de la población. Después de la dilapidación de esta
riqueza, el país se sumió nuevamente en la pobreza.
2.2. En el siglo XX
2.2.1. La corrupción en el sector pesquero
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24
En los años 70, gracias a la corriente marítima de Humboldt, rica en
plancton, el mar peruano contenía una gran riqueza pesquera. La pesca y la
fabricación de la harina de pescado se convirtieron en una gran industria. El
Perú llegó a ser el primer productor a nivel mundial. Los industriales
nacionales y extranjeros se enriquecieron enormemente y el Estado peruano
obtuvo grandes ingresos.
Estos fueron dilapidados por el Estado como si se tratara de un patrimonio
inagotable. Dichos recursos sirvieron para conceder ventajas, para satisfacer a
los seguidores, para contentar a los militares. Sin embargo, la pesca industrial
al no respetar el ciclo de reproducción de los peces determinó la extinción
tanto de éstos como de la industria de la harina de pescado. Por lo demás, el
fin de este periodo estuvo marcado por el asesinato del pionero de esta
industria, lo que provocó un escándalo político y financiero.
2.2.2. Corrupción institucionalizada del tráfico de drogas
La corrupción institucionalizada resulta también del tráfico de drogas en
razón a que el Perú es no solamente uno de los primeros productores de la hoja
de coca sino también donde se elabora la pasta básica de cocaína. El poder
económico de esta actividad ilícita permite a los traficantes adquirir una
influencia política significativa a todos los niveles del Estado y de la
organización social. Ministros y altos funcionarios de la policía han estado
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directamente implicados en el tráfico o en la protección de la red de
traficantes.
Esta infiltración en todos los engranajes de la sociedad hace que no sea
posible distinguir la riqueza proveniente de una actividad legal o del tráfico de
drogas. El funcionamiento de la economía se ve completamente distorsionado
por el flujo de dinero sucio producido por el tráfico de drogas, al punto de
condicionar la política económica de todo gobierno.
Esta situación se puso en evidencia cuando la mafia colombiana asesinó al
Ministro colombiano de Justicia, hecho que dio lugar a que el gobierno
colombiano intensificara la guerra contra el tráfico de drogas. Con este objeto,
se cerraron la frontera peruana con Colombia y se bloquearon las pistas de
aterrizaje clandestinas. Esto generó un cese del flujo de dólares colombianos
provenientes del tráfico de drogas en el mercado peruano y, en consecuencia,
la subida del curso del dólar y la devaluación de la moneda nacional. Frente a
este fenómeno y, tal vez, para tranquilizar el país, el Presidente de la
República de aquel entonces declaró que la crisis monetaria cesaría cuando
volvieran a ingresar al país dólares de Colombia.
En cierto modo, el mismo Estado admitía el lavado del dinero sucio
mediante el tráfico de divisas. El funcionamiento del mercado paralelo de
divisas se explica, fuera de las causas económicas, por la corrupción de
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26
funcionarios, de jueces, de la policía y de los agentes económicos (bancos,
agencias de cambio), etc.
Figura 5: La corrupción en América Latina
2.3. Estado y corrupción
La corrupción, como todo fenómeno social, no puede ser comprendida sin
considerar la perspectiva histórica. En particular, el origen y la evolución del Estado
(COTLER, Julio. 1987).
El Estado colonial era un Estado corporativo. Su organización política estaba
sustentada en el principio que el Rey otorgaba a sus vasallos españoles el poder de
administrar el patrimonio conquistado. La conquista de tierras era ratificada por la
conclusión de una "capitulación". Por este acto formal, el Rey otorgaba a los
LA CORRUPCIÓN
27
conquistadores el poder de tomar posesión, en nombre de la Corona, de las nuevas
tierras y de las personas que las habitaban, de incorporarlas a los dominios del Rey a
cambio del privilegio de explotarlas. Estas ventajas eran concedidas por el Rey en
contrapartida a los servicios que el beneficiario le había rendido o había prometido
rendirle en el futuro. Este debía entregarle al Rey los tributos y ser leal a la Corona.
Así, una relación de tipo señor-vasallo se constituyó entre el Rey y los vasallos, la
misma que se reproducía en todos los niveles de la jerarquía social.
En efecto, en el marco de esta relación de orden patrimonial, el acceso a todo
recurso económico debía ser objeto de un pedido ante una autoridad que tenía el poder
de concederlo. Esta concesión era considerada como un favor que debía ser
compensado por un servicio de orden personal (KLITGAARD, Robert. 1990).
Los funcionarios reales eran convertidos en cuasi propietarios de los bienes que
administraban en favor del Rey. El Clero, los miembros de la Inquisición y del
Tribunal de comercio colonial, los poseedores de minas, los propietarios de
inmuebles, los corregidores, consideraban que sus obligaciones públicas eran en
realidad derechos privados.
Esta organización del Estado colonial fue el resultado de una larga evolución.
Desde el comienzo de la conquista, la Corona buscó delimitar y controlar el poder de
los conquistadores que se repartían el botín de la guerra, constituido no sólo por el oro
y la plata, sino sobre todo por la tierra de los indios. Los conquistadores se
LA CORRUPCIÓN
28
convirtieron en señores feudales. Tenían cierta autonomía con relación a la Corona y
un poder absoluto sobre los indios. Constituían un grupo social sólido. De esta manera
una sociedad caracterizada por una relación señor-vasallo de honor y aristocracia se
reproduce. Pero la armonía aparente que reinaba entre los conquistadores fue
destruida por las guerras civiles, motivadas por la lucha por el poder y los privilegios.
Dicho estado de cosas decidió a la Corona a organizar un poder central
representativo de sus intereses y por encima del de los encomenderos. Esta empresa
culminó con la fundación del Virreinato del Perú: el poder de los conquistadores-
encomenderos fue reemplazado por el del Virrey y los funcionarios.
El poder colonial se consolidó sobre la base de una administración centralizada y
jerarquizada Los encomenderos devinieron "corregidores" de los indios, encargados
de administrar justicia y de representar al virrey en sus jurisdicciones. En tanto que
rentistas, los encomenderos orientaron sus actividades hacia la agricultura, las minas y
el comercio.
La implantación de la burocracia colonial se explica por la fuerte inmigración de
españoles. Cada nuevo Virrey que desembarcaba era acompañado por un grupo
numeroso de españoles a la búsqueda de una "encomienda", de un cargo en la
administración u otros privilegios. A medida que la Corona monopolizaba el poder y
las riquezas (tierras, minas, etc.) se trasformaba en distribuidora principal de
LA CORRUPCIÓN
29
privilegios y cargos honoríficos. El prestigio social consistía entonces en poseer un
puesto en la administración (GROMPONE, Romero).
Sin embargo, a pesar de la centralización de la administración colonial, los
funcionarios locales, los comerciantes ricos, los eclesiásticos, los grandes propietarios
de tierras resistían. En efecto, ellos impedían frecuentemente la aplicación de los
decretos, ordenanzas y leyes dictadas por la Corona. Compartían con la burocracia
colonial las ventajas del principio según el cual la ley se acata pero no se cumple.
Figura 6: Corrupción y justicia
Por ejemplo, los corregidores, los administradores, los notarios quedaban fuera de
las leyes que limitaban sus derechos; se consideraban, por tanto, propietarios por el
hecho que habían comprado sus cargos. De esta manera, los diversos grupos
detentadores del poder, frecuentemente con intereses opuestos, provocaron la
LA CORRUPCIÓN
30
privatización del gobierno y la formación de sectores oligárquicos. Estos aceptaban su
situación con relación a la monarquía, pero disputaban permanentemente el poder con
la administración central mediante el mantenimiento constante de una corrupción
generalizada.
En resumen, la estructura política colonial, por su carácter corporativo y
discriminatorio, provocó una divergencia de intereses sociales e impidió la formación
de una identidad nacional (MATOS MAR, José. 1983).
A fines del siglo XVIII, según Julio Cotler, el Arzobispo de Michoacán Manuel
Abad y Quipó -después de haber señalado que la sociedad colonial estaba formada por
españoles bastante ricos e indios, negros y mestizos bastante pobres- afirmó: "Por
consiguiente resulta entre ellos y la primera clase aquella oposición de intereses y de
afectos que es regular entre los que nada tienen y los que lo tienen todo, entre los
dependientes y los señores. La envidia, el robo, el mal servicio de parte de unos; el
desprecio, la usura, la dureza, de parte de los otros.
Estas resultas son comunes hasta cierto punto, en todo el mundo. Pero en América
suben a muy alto grado, porque no hay graduaciones; son todos ricos o miserables,
nobles o infames... En este estado de cosas ¿qué intereses pueden unir a estas dos
clases con la primera y a todas tres con las leyes y el gobierno? (PEASE, Franklin.
1992).
LA CORRUPCIÓN
31
La primera clase tiene el mayor interés en la observancia de las leyes que le
aseguran y protegen su vida, su honor y su hacienda o sus riquezas contra los insultos
de la envidia y los asaltos de la miseria. Pero las otras dos clases, que no tienen ni
bienes ni honor ni motivo alguno de envidia para que otro ataque su vida y su persona
¿qué aprecio harán ellas de las leyes que sólo sirven para medir las penas de sus
delitos? ¿Qué afección, qué benevolencia pueden tener a los ministros de la ley que
sólo ejercen su autoridad para destinarlos a la cárcel, a la picota, al presidio o a la
horca? ¿Qué vínculos pueden estrechar a estas clases con el gobierno, cuya protección
benéfica no son capaces de comprender? ».
Una vez instalada la República, la deterioración del orden patrimonial de la
Colonia provocó la pérdida de la legitimidad política del grupo social dominante y la
destrucción del aparato de producción. Esto reforzó a los grupos de poder local y
regional frente al poder central "nacional" bastante débil.
En este contexto, los jefes militares rodeados por pequeños grupos de partidarios
ocuparon el primero plano de la escena política. Era suficiente tener un poco de dinero
para organizar un grupo armado y hacerse del poder. A lo largo del siglo XIX, se
establece un vínculo estrecho entre los grupos oligárquicos y las fuerzas militares.
Este fenómeno determinó el perfil político y económico de la nueva República.
La desaparición de la burocracia colonial, la partida de los españoles y la
eliminación de los criollos, partidarios de la Corona, dieron lugar al ascenso de las
clases medias al poder. El desempleo debido a la parálisis del sector productivo
LA CORRUPCIÓN
32
empujó a los sectores pobres a buscar en la actividad militar y política la solución a
sus problemas personales. Sus miembros se transformaron en soldados, funcionarios o
ideólogos al servicio del caudillo militar en el poder. Desde allí podían obtener
ventajas y escalar en la jerarquía social. Al mismo tiempo, los jefes militares buscaron
acercarse a la población para ampliar su poder y su base social. Así se reconstituye la
relación « señor-vasallo», que era propio del sistema colonial, en tanto base política de
la organización social de la República en formación (PEDRAGLIO, Santiago. 2002).
Así, el Estado republicano se convierte, igualmente, en un Estado patrimonial
basado en la relación personal entre el señor y sus vasallos, entre el Presidente o
dictador y los ciudadanos. El tesoro público era administrado y distribuido como un
patrimonio personal. Los beneficiarios recibían estas ventajas en pago de los servicios
personales que realizaban en favor de quien detentaba el poder. Uno de los objetivos
del nuevo Estado peruano fue la reestructuración de los diversos grupos sociales. Esta
orientación se evidenció en la voluntad política de constituir un Estado para todos los
peruanos. En realidad, los grupos dominantes, social y económicamente, han utilizado
el Estado para realizar una política paternalista caracterizada por la distribución de
ventajas pecuniarias, sinecuras y privilegios (OLIVERA, Mario. 2001).
La mayor parte de la riqueza producida u obtenida por el país ha alimentado las
arcas de los grupos sociales dominantes. La población en su mayoría no ha recibido
más que servicios sociales elementales (sanidad, educación), mediante un sistema
burocrático que se ha visiblemente deteriorado. En razón de la crisis económica y
LA CORRUPCIÓN
33
política, el Estado no cumplió satisfactoriamente su función tradicional, sobre todo
con respecto a los sectores sociales menos favorecidos (PROÉTICA. 2002).
El Estado es percibido como un botín que es de conquistar y aprovechar. Para los
grupos dominantes se trata de continuar gozando de las ventajas que representa
controlar el Estado y para las otras clases sociales de utilizar al Estado en su lucha
cotidiana por la supervivencia. Una mentalidad utilitaria e inmoral se ha desarrollado,
los comportamientos son valorados positivamente en la medida que sean idóneos para
alcanzar una ventaja, un privilegio o un provecho cualquiera prescindiendo de las
normas sociales o jurídicas (DIEZ CANSECO, Javier. 1999).
Tabla 5: Percepción de la corrupción en el Perú
LA CORRUPCIÓN
34
2.4. Gobiernos corruptos
Tabla 6: Gobiernos corruptos
2.4.1. El gobierno de Alan García (primer gobierno 1980 - 1985)
a) CASO BCCI: Entre los días 5 y 8 de mayo de 1986 el Banco Central
de Reserva. transfirió a cuentas cifradas del B.C.C.I. (Panamá) un total
LA CORRUPCIÓN
35
de 215 millones de dólares, cifra superior a la acordada. Se ha probado
que Leonel Figueroa y Héctor Neyra, Presidente del Directorio y
Gerente General del B.C.R.P. recibieron "coimas" por dichas
operaciones. Días antes, el 28 de abril, Figueroa remite un teles a la
Fundación del Tercer Mundo declinando una invitación previamente
recibida. Está comunicación la pone en conocimiento de Héctor Neyra.
La importancia del telex no reside en su texto, sino en la anotación
manuscrita por Figueroa. Esta dice: "Hector: este telex fue enviado a
las 12:00". "Para tu conversación con Amer". Luego lo rubrica y a
renglón seguido añade:" dile que el Pdte ya está de acuerdo con lo
conversado". Era evidente que no pudo tratarse del Presidente del
Concejo de Ministros, Luis Alva Castro, quien actuó sólo
periféricamente en este caso, por lo tanto debía tratarse del Presidente
de la República. Cabe destacar que al referirse a "Amer" se trata de
Amer Lodhi, funcionario del B.C.C.I. ¿Cuál pudo ser la discrepancia
que tenían el B.C.R.P y el B.C.C.I. y que tenía que ser resuelta por
García? Hasta ese día el monto de las divisas a transferir a la sucursal
de Panamá estaba determinado; las tasas de interés también, así como
las garantías y modos de operación. Al parecer solo quedaba pendiente
el monto de las coimas y su modalidad de reparto. El fiscal de
Manhattan, Robert Morgenthau, quien denuncia ante el gran Jurado al
B.C.C.I. por estafa multimillonaria de desfalco a depositantes y lavado
de dinero, afirmó en conferencia de prensa que el presidente García fue
LA CORRUPCIÓN
36
consultado y dio su aprobación a la colocación de los depósitos del
Banco Central de Reserva del Perú en la oficina del BCCI, en Panamá.
El BCCI había depositado unos tres y medio millones de dólares a
Figueroa y Neyra en cuentas cifradas en un banco en Panamá. Esa
coima había sido pagada a Figueroa y Neyra para que depositen las
reservas internacionales peruanas (varios cientos de millones de
dólares) en el BCCI de Panamá. Años después, Figueroa y Neyra
fueron capturados en Brasil y extraditados al Perú, donde luego de
pasar algunos años en la cárcel salieron en libertad.
b) LOS AVIONES MIRAGE: El once de octubre de 1982 se autorizó la
compra de los 26 Mirage por un valor de 4,564'000,000 de francos
franceses. En diciembre de ese año, con los convenios Júpiter 1 y II se
mandó a fabricar a las empresas francesas Dassault, SNECMA y
Thomson un total de 26 aviones Mirage 2000. Dos años después, El 28
de diciembre de 1984, se elevó el valor de los aviones a 4,960'000,000
de francos franceses, mediante un convenio denominado Júpiter III. El
presidente electo, Alan García Pérez, conoció o se conectó con Abdul
Rahman El Assir en su periplo por Europa del mes de junio de 1985.
Luego lo invitó a la transmisión de mando de ese mismo año, aunque
ese no sería su único viaje en el primer año de gobierno de García. Esta
probado que este personaje es un conocido traficante de armas que
opera principalmente en el mundo árabe. Atan García tomó la decisión
LA CORRUPCIÓN
37
de reducir el número de aviones Mirage adquiridos antes de asumir la
presidencia, sin previa consulta a los mandos de la F.A.P. Las dos
comisiones negociadoras que se enviaron a Paris, con respecto de los
Mirage, se reunieron con Abdul Rahman El Assir, quien inclusive los
invito a viajar a España en su avión particular. Surge la figura de la
reventa. El Perú compraría los 26 aviones y luego los revendería a
otros países. Con el convenio Júpiter IV, el Perú adquirió oficialmente
sólo doce aviones y un "simulador de vuelos". Cada uno le costó
32'833,000 dólares, un precio superior al consignado en los anteriores
convenios. Al sugerir la hipótesis de que la reventa sí se efectuó,
miembros de las comisiones negociadoras dijeron que era imposible,
puesto que el Perú no poseía los aviones: los aviones no estaban
construidos. Estas afirmaciones resultan totalmente falsas si se
consideran las fechas de llegada de los aviones, así como los números
de serie de sus reactores. La operación dé reventa de los restantes 14
Mirage les significó una utilidad de unos 200 millones de dólares que
fueron repartidos entre Atan García y sus amigos, los intermediarios
árabes, funcionarios de las empresas fabricantes y funcionarios
franceses, egipcios e irakíes.
c) EL CASO MANTILLA: En 1979, Agustín Mantilla se convirtió en el
secretario personal y asesor de Alan García, quien por entonces
empezaba a destacar por su inteligencia, su capacidad oratoria y su
LA CORRUPCIÓN
38
histrionismo en la Asamblea Constituyente. A partir de entonces ambas
figuras apristas se volvieron inseparables. Por ello Mantilla siguió en
ese cargo de absoluta confianza hasta que García ganó las elecciones
de 1985. Durante el gobierno aprista, Mantilla fue primero vice-
ministro y luego ministro del interior. En los cinco años, tuvo una
relación fluida con el presidente que lo seguía teniendo en su entorno
más personal e inmediato. Diversos medios periodísticos vincularon a
Mantilla con grupos de choque aprista que él auspiciaba, además de ser
señalado como el responsable, junto con García, de crear y dirigir al
grupo paramilitar Rodrigo Franco, autor de un sinnúmero de
violaciones a los derechos humanos. Luego del autogolpe de abril de
1992, García se escapó de forma sospechosa "saltando por los techos
de las casas". Mantilla fue recluido durante quince meses en el Hospital
Militar. Tras su liberación fue visto con simpatía por los militantes
apristas, por lo que accedió a la secretaría general del partido. En 1995
fue elegido congresista y en ese cargo no perdió oportunidad para
plegarse a la bancada fujimontesinista en diversos acuerdos
relacionados a no investigar determinados casos. En marzo del 2000,
en plena campaña electoral, Agustín Mantilla, entonces jefe de
campaña del partido aprista, recibió de Vladimiro Montesinos 30,000
dólares para gastos proselitistas. La dirigencia aprista no tardó en
separarlo "indignada" por la actitud de su ex compañero. Mantilla dice
que actuó solo, sin el conocimiento de nadie ¿Se le puede creer eso? El
LA CORRUPCIÓN
39
video que reveló dicha entrega se difundió a los pocos días que García
iniciaba su campaña electoral. El ex presidente dijo que lo hecho por
Mantilla había sido "una cuchillada por la espalda" y reiteró que la
dirigencia del APRA ignoraba este siniestro trato. Pocos días después
se hizo de conocimiento público la existencia de unas cuentas en el
Union Bank of Switzerland (UBS) de 2.5 millones de dólares a nombre
de Agustín Mantilla. Este no tiene como explicar la posesión de una
suma tan cuantiosa. A esto hay que agregar lo sugestivo de las fechas
en que se le abrieron dichas cuentas: diciembre de 1990 y enero de
1991. Nada menos que tan solo cinco y seis meses después de haber
culminado el gobierno de Alan García Pérez.
Figura 7: Alan García. Una historia de corrupción y fuga
LA CORRUPCIÓN
40
2.4.2. El decenio de Fijimori – Montesinos
a) Primer gobierno: A comienzos de 1990 llegaba a su fin el que se
caracterizó por violaciones a los derechos humanos, corrupción y una
hiperinflación en lo económico. La agresiva contienda electoral
enfrentó en la segunda vuelta al prestigioso literato Mario Vargas
Llosa, tenaz opositor al régimen, con el hasta entonces desconocido
ingeniero Alberto Fujimori Fujimori, el cual contaba con el apoyo del
gobierno a través del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). La
campaña de desprestigio desatada contra el candidato opositor y las
promesas electorales de Fujimori ("honradez, tecnología y trabajo", "no
shock") favorecieron a este último, que salió vencedor en las
elecciones. Sin plan de gobierno y bajo sospechas de haber evadido
impuestos, el nuevo presidente cayó prontamente bajo la influencia del
ex-capitán expulsado del ejército Vladimiro Montesinos Torres, que
pasó a ser su asesor al desaparecer las pruebas de su evasión tributaria.
Una vez en el poder, Fujimori incumplió su promesa electoral y aplicó
un severo shock económico. Tras una campaña de desprestigo contra el
Poder Judicial y el Congreso, al cual se acusaba de "no dejar gobernar"
(pese a que el Congreso aprobó la mayor parte de las propuestas
enviadas por el Ejecutivo, excepto únicamente aquéllas que otorgaban
un poder desmesurado al SIN), Fujimori y las Fuerzas Armadas
(FF.AA.) dieron un golpe de estado el 5 de abril de 1992, aboliendo la
LA CORRUPCIÓN
41
Constitución de 1979, cerrando el Congreso e interviniendo el Palacio
de Justicia, de donde fueron extraídos muchos expedientes incómodos
para los golpistas. El golpe se había inspirado en el llamado "Plan
Verde", documento elaborado en 1988 por un grupo de militares
descontentos con el gobierno de García. Poco antes del golpe, la esposa
de Fujimori, Susana Higushi, había denunciado que la hermana del
presidente, Rosa Fujimori, comercializaba la ropa que donaba el Japón
para los pobres, a través de la empresa Apenkai; la denuncia fue
archivada poco después del golpe y Higushi fue encerrada en Palacio
de Gobierno. La población, ilusionada con el "Gobierno de Emergencia
y Reconstrucción Nacional" y ante la creciente amenaza de los grupos
terroristas Sendero Luminoso (SL) y Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru (MRTA), apoyó en su gran mayoría la medida. Tras
unas tímidas protestas, la OEA aceptó rápidamente la situación y no
puso mayores objeciones al gobierno golpista. Se conformó entonces el
denominado Congreso Constituyente Democrático (CCD), el cual
elaboró la Constitución de 1993, que permitía la reelección
presidencial inmediata para un periodo, a diferencia de la anterior, que
la prohibía. La captura del líder de SL, Abimael Guzmán Reynoso, en
septiembre de 1992, producto de la paciente labor del Grupo Especial
de Inteligencia (GEIN) de la Policía, que venía trabajando al mando del
coronel Benedicto Jiménez desde 1988, significó el inicio del derrumbe
de este grupo subversivo, lo cual incrementó la popularidad del
LA CORRUPCIÓN
42
gobierno de Fujimori. En noviembre de 1992 fue abortado un intento
de golpe protagonizado por un grupo de militares liderados por el
general Enrique Salinas Sedó, que buscaban restablecer la
institucionalidad democrática. Al enterarse del hecho, Fujimori había
intentado esconderse en la embajada del Japón. Las denuncias por los
homicidios de Barrios Altos y La Cantuta, llevadas a cabo por el grupo
Colina, dependiente del SIN, culminaron en la "Ley de Reconciliación
Nacional" (Ley 26479) aprobada en junio de 1995 por el Congreso, que
amnistiaba a todos los militares acusados por violaciones a los
derechos humanos. Ese mismo año, Fujimori resultó vencedor en las
elecciones presidenciales, tras derrotar al ex-Secretario General de la
ONU Javier Pérez de Cuéllar en un cuestionado proceso electoral.
b) Segundo gobierno: En agosto de 1996, la mayoría oficialista del
Congreso aprobó la ley 26657, denominada "Ley de Interpretación
Auténtica", que pretendió justificar la postulación de Alberto Fujimori
a un tercer perido presidencial. Esta ley, sin embargo, fue muy
cuestionable por las siguientes razones: La Constitución de 1993,
promulgada por el mismo gobierno de Fujimori, prohibe la segunda
reelección inmediata en su artículo 112, y ninguna ley puede estar por
encima de la Constitución. Esta ley pretende hacer pasar el segundo
gobierno de Fujimori (1995-2000) como si fuera el primero, basándose
en la no retroactividad de las leyes, lo cual equivaldría a decir que el
LA CORRUPCIÓN
43
primer gobierno de Fujimori (1990-1995) no existió. Aun si
aceptáramos que el primer gobierno de Fujimori no entra en el
cómputo, este gobierno se habría dado bajo la vigencia de la
Constitución de 1979, que en sus artículos 204 y 205, prohibía todo
tipo de reelección inmediata. Es más, en 1995, luego de resultar electo
para un segundo periodo presidencial, a Fujimori se le preguntó si
podía ser reelegido otra vez. Su respuesta fue clara: "De acuerdo a la
Constitución, no". En octubre de 1996, Demetrio Limonier Chávez
Peñaherrera (a) "Vaticano", declaró durante el juicio que se le seguía
por narcotráfico, que el asesor presidencial y jefe real del SIN
Vladimiro Montesinos, lo había mandado detener por haberse negado a
aceptar el aumento en el cupo que le cobraba (de US$ 50 a 100 mil)
por permitirle realizar sus vuelos en la selva. Los congresistas del
oficialismo salieron inmediatamente a defender al asesor, negando las
versiones de "Vaticano". El arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani,
sugirió un "control de calidad" para la prensa que informó del hecho.
Poco despúes, "Vaticano" apareció visiblemente turbado (se comentó
que por efecto de electrochoques) y demacrado, retractándose de sus
afirmaciones. Montesinos no fue investigado por el Congreso ni por la
Fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán Maguiño. Años después, tras
la fuga de Montesinos, "Vaticano" se reafirmó en sus declaraciones. En
diciembre de 1996, un comando del MRTA liderado por Néstor Cerpa
Cartolini e integrado por 14 subversivos (entre ellos 2 mujeres), tomó
LA CORRUPCIÓN
44
la casa del embajador japonés durante una fiesta a la que habían sido
invitados cientos de personas, que quedaron como rehenes. La gran
mayoría de los rehenes fueron liberados en los días siguientes,
quedando 172 personas. Cuatro meses después, y tras extensas
negociaciones, un comando del ejército liberó a los rehenes, muriendo
1 de ellos (el vocal Carlos Giusti), 2 militares y todos los subversivos.
Según ciertas versiones, algunos de los subversivos habrían sido
ejecutados luego de haberse rendido. Durante la primera mitad de
1997, el programa Contrapunto de Frecuencia Latina de TV, realizó
una serie de denuncias contra el gobierno de Fujimori, que incluían la
tortura de la agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE)
Leonor La Rosa, a manos de sus compañeros, las cuentas millonarias
de Vladimiro Montesinos y la masiva interceptación telefónica que
realizaba el SIN. El accionista mayoritario de Frecuencia Latina,
Baruch Ivcher Bronstein, fue víctima entonces de una campaña de
desprestigio. A través de las revistas Sí y Gente, se le acusó de traficar
armas para el Ecuador, país con el que existía un conflicto territorial; se
le retiró la nacionalidad peruana que había obtenido en 1984 mediante
Resolución Suprema, con una Resolución Directoral; Frecuencia
Latina pasó a manos de los socios minoritarios, Samuel y Mendel
Winter Zuzunaga, los cuales inmediatamente cambiaron la línea
informativa del canal hacia una abiertamente favorable al gobierno; la
empresa de colchones Paraíso, también propiedad de Ivcher, fue objeto
LA CORRUPCIÓN
45
de presiones tributarias por parte de la SUNAT. En junio de 1997, 3
magistrados del Tribunal Constitucional (Delia Revoredo, Manuel
Aguirre Roca y Guillermo Rey Terry) que habían declarado
inconstitucional la "Ley de interpretación Auténtica", fueron
arbitrariamente destituidos por la mayoría oficialista del Congreso. En
julio de 1998, tras una serie de desavenencias con Fujimori, fue
relevado de su cargo el Comandante General de las FF.AA. general
Nicolás de Bari Hermoza Ríos, socio de Fujimori y Montesinos en el
golpe de 1992, y que permanecía en el cargo desde 1991. Con la caída
de Hermoza, el poder de Montesinos al interior del ejército se
incrementó aún más. En 1999, 13 miembros de su promoción (1966)
llegaron al grado de general de división. En diciembre de 1999 el
diario Liberación, de César Hildebrandt, denunció la existencia de una
cuenta millonaria de Montesinos en el Banco Wiese-Sudameris. El
Fiscal de la Nación Miguel Aljovín Swayne no lo investigó y Fujimori
dijo: "Montesinos es abogado, supongo que tiene un buen número de
clientes". Poco después, Fujimori anunció su candidatura para las
elecciones presidenciales del 2000.
c) El fraude del 2000 y la caída de la dictadura: Como si no hubiese
sido suficiente la ilegalidad de la candidatura de Fujimori para una
tercera elección presidencial, el proceso electoral del 2000 estuvo
plagado de irregularidades, tales como la falsificación de un millón de
LA CORRUPCIÓN
46
firmas para inscribir la candidatura de Fujimori, el uso de donaciones
de alimentos como medio de presión a personas de escasos recursos a
través del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA),
los continuos e infames ataques a los candidatos opositores desde la
prensa "chicha" y la TV de señal abierta (controladas por el gobierno)
y el uso de recursos del Estado para financiar la ilegal candidatura,
todo con la complicidad del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la
Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Poder Judicial,
igualmente controlados por el gobierno. El mismo día de las elecciones
(9 de abril del 2000) se dio un primer resultado de las encuestadoras
que favorecía al candidato opositor Alejandro Toledo Manrique con
48% versus Fujimori con 42%, resultado que fue alterado sólo 2 horas
después, invirtiéndose radicalmente las cifras (47% para Fujimori y
42% para Toledo), aumentando el porcentaje del candidato presidente
durante los siguientes días hasta llegar a 49.9%, en un obvio intento de
tergiversación para otorgarle el "triunfo" en primera vuelta con más del
50% de los votos válidos. Sólo las movilizaciones de la ciudadanía y la
presión de los organismos nacionales e internacionales pudieron
detener la consumación del fraude en primera vuelta. Hubieron más de
1600 denuncias de irregularidades (150 del Foro Democratico, 690 de
Transparencia, 200 de la Defensoría del Pueblo y 600 del Consejo por
la Paz), como propaganda oficialista en los mismos centros de
votación, cédulas recortadas en las que faltaba el candidato Toledo,
LA CORRUPCIÓN
47
obstáculos contra el trabajo de los observadores y el sorprendente
exceso de un millón de votos con respecto al número total de
sufragantes. Por otro lado, los resultados de la investigación de las
firmas falsificadas, a cargo de la fiscal Mirtha Trabucco, fueron
programados para después de la primera vuelta, y luego de conocerse
la fecha para la segunda vuelta, fueron postergados hasta después de la
misma, en una clara maniobra de encubrimiento. Es más, pocos días
antes de la fecha fijada por el JNE para la segunda vuelta, la fiscal
Trabucco acusó a los mismos que habían denunciado la falsificación,
sin tocar a los principales sospechosos. El JNE aceptó de inmediato los
resultados de la ONPE, sin dar oportunidad a las tachas que pudieran
presentarse, y fijó la fecha de la segunda vuelta para el 28 de mayo. La
guerra sucia de la TV y los diarios "chicha" continuó y no hubo cambio
de los cuestionados miembros de la ONPE y del JNE. Frente a esto,
Alejandro Toledo decidió no participar en la segunda vuelta si es que
no había una prórroga y un cambio radical de las condiciones
electorales. El JNE, desoyendo el pedido de Toledo, de la Misión de
Observadores Electorales de la OEA, del NDI - Centro Carter y otros
organismos nacionales e internacionales, se negó a postergar la fecha
de la segunda vuelta, dejando así a Fujimori como único candidato para
las "elecciones" del 28 de mayo, en las cuales se proclamó como
"vencedor".
LA CORRUPCIÓN
48
d) La caída del régimen dictatorial corrupto: En los meses siguientes,
muchos de los congresistas elegidos por la oposición, terminaron
pasándose al oficialismo, aparentemente por presiones o sobornos (esto
fue confirmado por varias versiones de congresistas que no aceptaron
los ofrecimientos, y posteriormente por un video difundido el 14 de
septiembre que mostraba al asesor presidencial comprando el apoyo
del congresista Alberto Kouri por $ 15 mil), hasta que Fujimori llegó a
tener nuevamente mayoría en el Congreso. El 28 de julio asumió el
mando en medio de masivas movilizaciones ciudadanas, en las cuales
miembros infiltrados del SIN provocaron incendios y destrucción de
propiedades -con 6 muertos- para inculpar a los organizadores de la
denominada Marcha de los 4 Suyos. El descubrimiento del tráfico de
armas hacia las guerrillas colombianas por parte de Montesinos y el
SIN, la revelación del video Kouri-Montesinos y otras denuncias de
corrupción, obligaron a Alberto Fujimori a anunciar, el 16 de
septiembre, la convocatoria a nuevas elecciones generales en las cuales
él no participaría. Sin embargo, la ausencia de reformas necesarias para
garantizar la limpieza de dichas elecciones, hicieron pensar en otro
proceso electoral fraudulento destinado a llevar al poder a un cómplice
que impida el retorno a la democracia y que garantizara la impunidad a
todos los funcionarios corruptos de la dictadura. Montesinos viajó
intempestivamente a Panamá el 23 de septiembre, regresó el 22 de
octubre al no obtener el asilo solicitado y volvió a fugar del Perú el 29
LA CORRUPCIÓN
49
de octubre, con rumbo desconocido. El 2 de noviembre el gobierno de
Suiza reveló que Montesinos tenía 3 cuentas bancarias en dicho país
con 48 millones de dólares. En los días siguientes aparecieron más
cuentas multimillonarias del ex-asesor, calculándose que tendría en
total casi mil millones de dólares repartidos en todo el mundo. Un
nuevo video difundido el 13 de noviembre mostró a Montesinos
agradeciendo a los principales jefes de las FF.AA. por su
"colaboración" en la campaña electoral, sin mencionar siquiera a
Fujimori y demostrando así, definitivamente, la participación principal
de los militares en las elecciones. Habiendo salido del país
supuestamente para asistir a una reunión internacional en Brunei,
Alberto Fujimori anunció desde el Japón su renuncia a la presidencia
de la República el 19 de noviembre. Dos días después, el 21 de
noviembre, el Congreso de la República decidió no aceptar su
renuncia, declarando la vacancia de la presidencia por incapacidad
moral, asumiendo entonces el cargo el Presidente del Congreso, Sr.
Valentín Paniagua Corazao. En los meses siguientes fueron
apareciendo más videos, en los cuales figuran militares, congresistas,
ministros, alcaldes, jueces, fiscales, vocales, empresarios, periodistas y
artistas (tales como Ernesto Gamarra, Agustín Mantilla, Luis Bedoya
de Vivanco, Alex Kouri, Eduardo Calmell, Carlos Boloña, Javier Valle
Riestra, Luisa Cuculiza, José García Marcelo, Rómulo Muñoz Arce,
Alipio Montes de Oca, Dionisio Romero, Genaro Delgado Parker, José
LA CORRUPCIÓN
50
Enrique y José Francisco Crousillat, Samuel y Mendel Winter, Ernesto
Shutz, etc.), en reuniones secretas con Montesinos en el local del SIN,
y que demostraban el grado de corrupción que existió durante el
decenio de Fujimori-Montesinos.
Tabla 7: Corrupción e inequidad
LA CORRUPCIÓN
51
2.5. Situación actual
Ante la imposibilidad de describir, aun de manera esquemática, la amplitud e
intensidad, actuales, de la corrupción en la sociedad y Estado peruanos, nos
limitaremos a señalar algunos de sus aspectos. Respecto a la administración pública y
en razón al origen y evolución del aparato estatal, no sorprende que los empleados y
funcionarios públicos sean considerados como personas incapaces de solucionar los
problemas nacionales y que actúan frecuentemente motivados por la obtención de
beneficios indebidos. Los ejemplos de corrupción en la administración pública son
numerosos. Tienen relación con el funcionamiento de las licitaciones y
adjudicaciones; la defraudación de los fondos públicos o de los recursos humanos y
materiales del Estado, así como con el fraude fiscal (JOHNSTON, Michael. 1996).
Un caso notorio de corrupción institucionalizada es el de la administración de
justicia. Todo empleado, funcionario o juez es considerado susceptible de ser
sobornado. Lo mismo, a todo procedimiento o decisión se le atribuye un precio
determinado.
En las zonas rurales, la administración de justicia está estrechamente ligada al
poder local. Los campesinos e indígenas no tienen las mismas posibilidades de
acceder a la justicia. En la administración de justicia, no se distinguen claramente los
pagos ilícitos de los que no lo son; el abogado es un intermediario necesario para
encontrar una "solución" y no un auxiliar de la justicia (PEREYRA, Omar. 2002).
LA CORRUPCIÓN
52
La descomposición moral de la policía es probablemente uno de los hechos que
más ha marcado la conciencia social. Actualmente la población tiene la sensación que
la policía no cumple su función de proteger a las personas, los bienes y la seguridad
pública. En efecto, no solamente ésta es ineficaz sino que sus miembros son con
frecuencia autores de delitos graves (tráfico de drogas, robos, secuestros, chantajes,
lesiones, homicidios, etc.). Es frecuente, por ejemplo, que los campesinos y
comerciantes paguen gratificaciones a los policías para asegurar su protección o evitar
amenazas (SOTO, Hernando de. 1986).
La crisis económica, el tráfico de drogas y el terrorismo han agravado la situación.
Los bajos sueldos favorecen la corrupción no sólo de los agentes o subalternos sino
también de los mandos superiores. El ejemplo más claro es el de la colusión de
oficiales de alta graduación con malhechores y traficantes de drogas. Estos han
logrado infiltrar a la policía así como a otros sectores del Estado.
Esta revisión esquemática, nos permite confirmar que la corrupción es un
fenómeno social de orden político y económico. Su explicación no puede hacerse sin
indagar sus orígenes en la historia de cada sociedad. No se puede pretender darle una
respuesta única. Esta afirmación evidente nos permite rechazar la idea, bastante
extendida entre los juristas y políticos latinoamericanos, que considera al derecho y,
en particular, al derecho penal como el instrumento eficaz de lucha contra la
corrupción. La elaboración de leyes penales cada vez más severas, las reformas del
LA CORRUPCIÓN
53
sistema judicial, resultan siendo al final de cuentas medios tendientes a ocultar una
realidad que se desea conservar para mejor aprovechar de ella. Como en el periodo
colonial, "la ley se acata, pero no se cumple". La solución es, por tanto, más de orden
político y social que jurídico penal (STEIN, Steve. 1988).
Tabla 8: Corrupción pública en el Perú
LA CORRUPCIÓN
54
2.6. Sectores más propensos a la corrupción
Tabla 9: Percepción de la corrupción en las instituciones
2.6.1. El Poder Judicial: En el Poder Judicial y el sistema de administración de
justicia, la precariedad de recursos y la ineficiencia burocrática se convierten
en las coordenadas dentro de las que se favorecen actos corruptos como
coimas a policías, secretarios, auxiliares e incluso jueces en el Poder Judicial y
a fiscales en el Ministerio Público. Las coimas no necesariamente tienen que
ser monetarias, sino que gran parte de favores, en particular en la Corte
Superior, se consiguen o se inician con comidas y agasajos. El manejo
discrecional y arbitrario de recursos es una fuente de actos corruptos; lo cual es
LA CORRUPCIÓN
55
claro en el caso de la policía y el tráfico de combustible destinado al patrullaje.
Este acto corrupto, a su vez, se convierte en fuente de más actos corruptos,
pues los subalternos tienen que cobrar coimas o abusar de su autoridad para
conseguir recursos que les permitan operar sus vehículos. El abuso de
autoridad, no sólo en la policía, sino también en el Poder Judicial y la Fiscalía,
se articula con la discriminación social hacia individuos de escasos recursos,
campesinos o pobres en general, quitándole más legitimidad aún al vínculo
político entre Estado y sociedad.
2.6.2. Los Gobiernos Municipales: En el caso de los gobiernos municipales, los
principales actos corruptos tienen que ver con los procesos de adquisiciones
(particularmente el programa del vaso de leche), en los que se favorece a
empresas cercanas a los encargados de llevar adelante los procesos o a los
propias autoridades cuando las empresas les pagan coimas para ganar las
licitaciones. La otra fuente de corrupción tiene que ver con las contrataciones y
ubicación en puestos de trabajo a amigos, familiares y militantes del partido
(clientelismo – nepotismo). En la CTAR, se repetía este fenómeno; y si las
cosas han cambiado en el Gobierno Regional, se debe más a la voluntad
política de sus autoridades, que a cambios institucionales que impidan que esto
vuelva a ocurrir.
2.6.3. Los Sectores Sociales: En los sectores sociales hay enormes posibilidades de
corrupción. En salud, los que parecen ser los principales actos corruptos tienen
LA CORRUPCIÓN
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que ver con el ocultamiento de negligencias en actos médicos: el espíritu de
cuerpo (que también está presente en todos los demás sectores); pero también
se ha detectado tráfico de productos como medicinas destinadas a la salud
pública en mercados informales. En educación hay graves problemas que
tienen que ver con la extensión del sector y con lo reducido de la capacidad de
control institucional.
2.6.4. El Sector Agricultura: En cuanto al sector agricultura, el problema más grave
(además de los actos corruptos operativos, más o menos similares en el fondo
a los de otras instituciones) es la lógica del narcotráfico que involucra todo un
sistema que empieza en la negativa del sistema financiero a dar créditos a los
campesinos y que termina, del lado de la naturaleza, en la erosión del suelo de
cultivo y, del lado de la sociedad, en el tráfico ilícito de drogas proveniente de
la selva norte peruana, hacia Lima y Ecuador.
2.6.5. Los Medios de Comunicación: En lo que toca a actos corruptos en
instituciones de la sociedad civil, los medios de comunicación son los actores
más quejados por la sociedad en general. La irresponsabilidad con la que actúa
la gran mayoría de medios (radiales, en especial), ejerciendo una prensa
amarilla, no se queda sólo en una mala calidad de información, sino que se
incrementa cuando ese estilo morboso de hacer prensa es usado para
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chantajear autoridades o como caballo político de batalla. Por supuesto, el
temor de las autoridades a enfrentar a los medios es lamentable.
2.6.6. Las Empresas: En cuanto a las empresas , los principales problemas –además
de la participación corrupta en procesos de adquisiciones del Estado- tienen
que ver con la informalidad; pues de allí se desprenden problemas como la
evasión tributaria y como las coimas pagadas a autoridades para mantener esa
situación. Pero también es de destacar la relación tensa entre sociedad rural,
empresas mineras y gobierno; porque la entrega de licencias a las mineras sin
respetar los informes de impactos ambientales y sociales, es leída por la
sociedad como un "arreglo" corrupto entre empresa y funcionarios públicos.
2.6.7. Las Universidades: Las universidades han sido mencionadas también como
instituciones con muchos problemas y con grandes espacios para los actos
corruptos. Siendo la educación superior un mecanismo percibido por la
población pobre como la llave para el ascenso social, esta situación se vuelve
preocupante. Aquí preocupa que, amparándose en la noción de educación
como negocio, los dirigentes –empresarios- universitarios pueden utilizar su
poder sobre la institución para lucrar de forma ilegal paralela a la acumulación
legal de capital.
2.6.8. Los Partidos Políticos: Finalmente, los partidos políticos son una de las
principales fuentes de presión para que los funcionarios públicos coloquen a
LA CORRUPCIÓN
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un militante en un puesto de trabajo o para que un proceso de adquisición le
favorezca a un determinado participante, allegado o miembro de un partido. El
carné partidario se ha vuelto un símbolo del clientelismo político; o sea, de la
corrupción. Hay que apuntar que la presión puede venir desde miembros del
partido fuera del aparato público, o de militantes ubicados en otras jerarquías
públicas, como un ministro, un regidor, un gerente o un congresista.
Tabla 10: Odebrecht en Latinoamérica
LA CORRUPCIÓN
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2.7. Impunidad
2.7.1. “Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”: En la víspera, el
presidente del Perú, Martín Vizcarra, firmó el decreto supremo que declara al
2019 como el “Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”, con lo
cual esa frase se consignará en los documentos oficiales. ¿Por qué el gobierno
tomó esta decisión?, pues la respuesta aparece en el decreto supremo que se
publicó.
El primer argumento usado por el Ejecutivo es el artículo 39 de la
Constitución Política del Perú, en el que se establece que todos los
funcionarios y trabajadores públicos están al servicio de la Nación.
En segundo lugar, está que la Convención Interamericana contra la
Corrupción, tratado suscrito por el Estado peruano, señala que: “la democracia
representativa, condición indispensable para la estabilidad, la paz y el
desarrollo de la región, por su naturaleza, exige combatir toda forma de
corrupción en el ejercicio de las funciones públicas, así como los actos de
corrupción específicamente vinculados con tal ejercicio”.
El tercer argumento usado es que el Tribunal Constitucional emitió una
sentencia en la que sostiene que el sistema jurídico del Perú consagra como un
LA CORRUPCIÓN
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bien jurídico relevante la proscripción de la corrupción, la cual es consistente
además con los principios de orden democrático y de soberanía política.
En cuarto lugar está que la Ley del Código de Ética de la Función Pública,
establece los principios, deberes y prohibiciones éticas que rigen para los
servidores públicos de las entidades de la administración pública,
estableciendo el deber de la probidad, el cual implica actuar con rectitud,
honradez y honestidad en aras de satisfacer el interés general y desechando
todo provecho o ventaja personal (WEINSCHELBAUM, Federico. 1998).
Un quinto argumento se basa en que el Acuerdo Nacional establece, en su
Política 26, la promoción de la ética y la transparencia y erradicación de la
corrupción, el lavado de dinero, la evasión tributaria y el contrabando en todas
sus formas, la cual tiene por objeto, entre otros, desterrar la impunidad, el
abuso de poder, la corrupción y el atropello de los derechos.
“La lucha contra la corrupción constituye una política de Estado de la
mayor importancia, pues propende a la garantía de la ética pública y al respeto
indiscriminado del Estado de Derecho, además de ser una precondición del
desarrollo social, económico y político del Perú”, dice el sexto argumento del
gobierno.
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Para el Poder Ejecutivo, resulta fundamental contar con servidores
íntegros, capacitados y comprometidos con la función pública.
“Para ello, el Estado debe no solo erradicar cualquier práctica irregular o
poco transparente a su interior, sino visibilizar la necesidad de luchar con las
herramientas que el marco jurídico le otorga contra quienes amenacen o
atenten contra dicha pauta de comportamiento”, señala.
Por estas consideraciones expuestas, es que se declaró al año 2019 como el
“Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”.
Tabla 11: Corrupción y casos
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3. CAPÍTULO III:: La Política Anticorrupción en el Perú
3.1. Normas legales nacionales e internacionales para la Lucha Contra la
Corrupción
Entre las más importantes tenemos:
a) La Constitución Política del Perú.
b) Código Penal (D.L. N° 635).
c) Ley Orgánica del Poder Judicial (D.S. 017-93-JUS).
d) Ley Orgánica del Ministerio Público (D. L. N° 052).
e) Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos (D.S. 145-2000-
JUS).
f) Reglamento de la Oficina de Control de la Magistratura (R.A. 491-CME-PJ)
Existen normas internacionales sobre la lucha contra la corrupción tales como:
a) La Convención Interamericana contra la Corrupción, aprobada por el Estado
Peruano mediante Resolución Legislativa N° 26757 de fecha 3 de marzo de
1997 y ratificada mediante D.S. 012-97-RE del 21 de marzo de 1997.
LA CORRUPCIÓN
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3.2. La Comisión Nacional Anticorrupción
La Comisión Nacional de Lucha contra La Corrupción y La Promoción de la Ética
y Transparencia en la Gestión Pública y la sociedad, es una entidad gubernamental
creada por Decreto Supremo N° 120-2001-PCM del 17 de noviembre del 2001,
(modificado por Decreto Supremo 047-2003-PCM, del 30de abril del presente año);
dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros; cuyo objeto es contribuir al
fortalecimiento de la democracia y del estado de derecho, combatiendo a la corrupción
LA CORRUPCIÓN
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en el ejercicio de la función pública y la sociedad, mediante mecanismos de
prevención y educación.
La Comisión Nacional de Lucha contra la Corrupción y la Promoción de la Ética y
Transparencia en la Gestión Pública y en la Sociedad, es presidida por un
representante del Presidente de la República y conformada por los siguientes
miembros, quienes ejercen su labor ad-honorem:
El Presidente del Consejo de Ministros o su representante;
El Ministro de Justicia o su representante;
Un representante de la Conferencia Episcopal Peruana;
Tres ciudadanos designados por Resolución Suprema refrendada por el
Presidente del Consejo de Ministros.
Asimismo, integra la Comisión el Defensor del Pueblo o su representante, en
calidad de observador. La Comisión es asistida técnica y administrativamente
por una Secretaría Técnica. El Secretario Técnico es designado por Resolución
Ministerial.
La Comisión en concordancia con lo dispuesto en el DS 047-2003-PCM, se
propone enfocar sus actividades en los siguientes ámbitos:
Desarrollar acciones de prevención y fomento de la transparencia y la ética en
el ejercicio de la función pública y en la sociedad.
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65
Prevención sistémica de la corrupción mediante propuestas específicas de
políticas de Estado en ese ámbito.
Fortalecimiento de la ética pública a través de campañas educativas.
Figura 8: Entre la tolerancia y la experiencia
3.3. La Política de Estado Anticorrupción
El plan nacional anticorrupción contempla el siguiente proceso a fin de lograr que
el mal corrupto se aleje del estado y que la población lo rechace de manera tajante..
LA CORRUPCIÓN
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Las políticas señaladas aquí se dan dentro del marco de un respeto a la persona y a la
democracia vigente.
a) Recuperación de la democracia: inicio de la lucha contra la corrupción
A partir de la recuperación de la democracia se dieron importantes avances
en las investigaciones, procesamiento y sanción de las personas
comprometidas con la corrupción.
El Congreso de la República cumplió una decidida labor fiscalizadora
entre los años 2001-2002, constituyendo una comisión investigadora
especial.
Entre los años 2001-2004, la Procuraduría Anticorrupción Ad-hoc para el
caso Fujimori-Montesinos actuó con suma eficacia y contribuyó a formular
denuncias que han permitido desentrañar la red delincuencial de
corrupción que se tejió en el Perú.
El gobierno de transición, del ex presidente Valentín Paniagua, promulgó
normas que han tenido particular eficacia en el combate jurisdiccional en
curso: 1) habilitando la creación de fiscalías y juzgados especializados
anticorrupción; 2) consagrando medidas especiales para la detención
preventiva de personas involucradas en actos corruptos; y 3) estableciendo
el concepto de colaboración eficaz.
El gobierno actual creó la Unidad de Inteligencia Financiera, entidad
crucial en la lucha contra el lavado de dinero y los delitos que lo
alimentan.
LA CORRUPCIÓN
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Estas medidas legales estuvieron en correspondencia con algunas de las
recomendaciones propuestas por el Grupo Iniciativa Nacional
Anticorrupción, creado por el Gobierno de Transición.
No obstante, otras propuestas han permanecido sin ser implementadas, lo
que ha contribuido a que una reciente encuesta sobre percepción de la
corrupción considere que el actual gobierno es el más corrupto después del
de Fujimori (43%), alcanzando un 30%; que las tres instituciones más
corruptas son el Poder Judicial (70%), Policía Nacional (66%) y Congreso
(60 %); y que dentro de cinco años la corrupción habrá aumentado en un
43%.
En tanto que Transparencia Internacional ha publicado recientemente su
Índice de Percepción de la Corrupción, situando al Perú en el 67° lugar a
nivel mundial.
El reto es, pues, reconstruir un sistema de control constitucional y
administrativo del poder, sustentado en un equilibrio de poderes y en una
activa participación ciudadana con responsabilidad social; y a partir de esta
temática se instituya una Política de Estado Anticorrupción.
b) Fortalecer la lucha contra la corrupción
Modificar la Ley y el Reglamento de Organización y Funciones que creó el
organismo encargado del liderazgo de lucha contra la corrupción, con el
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propósito de que por su accionar, adecuadamente coordinado con los
organismos administrativos y jurisdiccionales actualmente encargados de
la lucha contra la corrupción, se instituya el Sistema Nacional
Anticorrupción.
Fortalecer el Sistema Nacional de Control a través del nombramiento del
contralor general de la República por mayoría calificada del Congreso de
la República, para lo cual se requiere de una modificación constitucional.
Garantizar a la oposición política la potestad de continuar designando la
Presidencia de la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso de
la República.
Fortalecer las actividades de la Procuraduría Ad Hoc Anticorrupción.
Incorporar al sistema jurídico penal los compromisos internacionales
asumidos en materia de combate contra la corrupción.
c) Garantizar la transparencia y la rendición de cuentas
Reforzar los mecanismos de transparencia en la gestión pública,
garantizando el acceso a la información del presupuesto y su ejecución en
cada entidad del Estado.
Difundir los planes de trabajo institucionales y las evaluaciones de su
cumplimiento.
Fortalecer los mecanismos de acceso competitivo de los proveedores del
Estado.
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Establecer que la Unidad de Inteligencia Financiera haga cumplir la
obligación de entrega y publicación de las declaraciones juradas de las
autoridades y de los funcionarios públicos, como garantía de control sobre
los casos de desequilibrio patrimonial o enriquecimiento ilícito.
d) Promover la Ética Pública
Elaborar un código de ética que aliente el cumplimiento diligente de las
obligaciones y responsabilidades de quienes ejercen la función pública y
de sus asesores.
Alentar el desarrollo de una cultura anticorrupción que -a través de
programas de educación escolarizados, no escolarizados y de
especialización- promueva la ética pública.
Fomentar una cultura de principios éticos y valores morales que fortalezca
el cumplimiento de las normas y revalorice la función pública, y que
sustenten la institucionalidad democrática.
e) Fomentar la participación ciudadana en la vigilancia y control de la gestión
pública
Reconocer las iniciativas de la sociedad en materia de vigilancia ciudadana
sobre la gestión pública, para lograr su efectiva fiscalización por los
organismos competentes y el afianzamiento de la ética pública.
Promover los espacios de concertación en materia de lucha anticorrupción.
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Establecer mecanismos accesibles y sencillos que posibiliten a los
ciudadanos la denuncia ante los organismos competentes, con las garantías
del caso, de los actos de corrupción por ellos detectados.
Reformular la ley de participación y control ciudadano -Ley 2630- a fin de
facilitar el ejercicio de los derechos contemplados en el referido
dispositivo.
Finalmente, promover el consenso a través del Pacto Social y Ético de
Gobernabilidad Democrática, cuya base sea el actual Acuerdo Nacional, que trace
un esquema básico de gobernabilidad en los que se comprometan y participen
todos los actores políticos, empresariales y sociales del país, y que en lo
concerniente a la institucionalización de una Política de Estado Anticorrupción
formule, con la activa participación de la sociedad civil organizada, un plan
nacional que articule de manera clara, definida y definitiva el Sistema Nacional
Anticorrupción, del cual deberán formar parte la Contraloría General, la
Defensoría del Pueblo, la Superintendencia de Banca y Seguros, la
Superintendencia Nacional de Administración Financiera, la Unidad de
Inteligencia Financiera, las procuradurías anticorrupción, y las fiscalías, juzgados
y vocalías anticorrupción.
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Tabla 13: Corrupción en América Latina y el Perú
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CONCLUSIONES
1. La corrupción ha sido facilitada por el predominio de regímenes autoritarios y por
una frágil institucionalidad. Este contexto sirve para crear espacios en los que los
funcionarios pueden maniobrar discrecionalmente. Bajo ese dominio más bien
personal, prima siempre el manejo oculto y los negociados sin control.
2. Para el fortalecimiento de la democracia, el estado de derecho, la estabilidad y el
desarrollo del país es necesario combatir toda forma de corrupción en el ejercicio
de la función pública, así como los actos de corrupción específicamente
vinculados con tal ejercicio.
3. Los actos de corrupción inciden en el desarrollo económico y social del país,
distorsionan el gasto público, desalientan la inversión extranjera, inciden
negativamente sobre las actividades del Sector Público y afectan la conciencia
moral de la Nación.
4. Es necesario establecer los mecanismos de prevención, detección y erradicación
de toda forma de corrupción y generar mecanismos de colaboración y cooperación
entre las diferentes instancias del Estado;
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5. Es necesario entender la corrupción como un problema integral, como un
fenómeno relacionado al mal funcionamiento del Estado y a la falta de sistemas de
control y vigilancia efectivos. Ese debiera ser el debate en materia de reforma del
Estado. Una tarea que deberá asumir el próximo gobierno.
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SUGERENCIAS
Hemos encontrado en este estudio que existe criterios para resolver este tema ya que
consideramos necesario, una solución rápida y considerablemente necesario para una buena
armonía social, sostenido por las organizaciones internacionales, organismos y expertos,
acerca de algunas cuestiones centrales:
1. Que la solución al flagelo no es inmediata. Esto es, que cualquier solución realista
tratará de disminuir los niveles y no de eliminar el fenómeno y, además, que es un
proceso lento, gradual y no un acto ni unilateral ni fulminante.
2. Que debe ser una solución holística, esto es, que el flagelo debe ser atacado por todos
sus frentes al unísono. Se necesitan soluciones sistémicas. A este respecto ha
avanzado entre los expertos el concepto de Sistema Nacional de Integridad.
3. Que el énfasis principal debe estar en la prevención principalmente, aunque sin
menoscabo por la importancia de la penalización del delito.
4. Que los mecanismos de solución a mediano plazo (sin menoscabo por las soluciones
de base que tienen en cuenta la problemática en términos de anomia) siguen
basándose en la forma democrática moderna, en los clásicos valores republicanos. De
manera que las soluciones al alcance de la mano implican que a mayor corrupción hay
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que replicar con más democracia. Democracia que abriga ahora también relativamente
nuevos mecanismos como el libre acceso a la información.
5. Que en las soluciones hasta ahora formuladas se ha subestimado la función de una
vigorosa, opulenta y participativa sociedad civil como parte de la estrategia de
solución y coalición de intereses. La sociedad civil tomará un papel fundamental y
central en el combate a la corrupción y reclama que en ese sentido se le reconozca un
lugar tanto en la proyección escrita, convenciones y declaraciones, como en los
organigramas y procedimientos reales implicados por los mecanismos puestos en
acción.
6. Que asimismo se ha subestimado la importancia de un saludable Sistema Judicial. (Y
sus temas relacionados: selección, juzgamiento, atribuciones, control político,
jurisdicción, etc.) Un poder judicial independiente y fuerte es esencial para el combate
a la corrupción.
7. Que los sectores más afectados por el problema son los de bajos recursos, esto es, la
pobreza como causa y consecuencia al mismo tiempo.
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