SUSTANCIAS QUÍMICAS QUE ACTÚAN COMO
TRANSMISORES SINÁPTICOS
* TRANSMISORES DE ACCIÓN RÁPIDA Y MOLÉCULA PEQUEÑA.
Clase I.
Acetilcolina
Clase II.
Noradrenalina
Adrenalina
Dopamina
Serotonina
Histamina
Clase III.
Ácido ɣ-aminobutírico
Glicina
Glutamato
Aspartato
Clase IV.
Óxido nítrico
Los transmisores de acción rápida y molécula pequeña son los que producen las respuestas más
inmediatas del sistema nervioso, como la transmisión de señales sensitivas hacia el encéfalo y de señales
motoras hacia los músculos.
En la mayoría de los casos, los tipos de transmisores de molécula pequeña se sintetizan en el citoplasma
del terminal presináptico y las numerosas vesículas transmisoras presentes a este nivel los absorben por
transporte activo. A continuación, cada vez que llega un potencial de acción al terminal presináptico, las
vesículas liberan su transmisor a la hendidura sináptica en pequeños grupos. Esta acción suele suceder
en cuestión de milisegundos. La siguiente acción de un transmisor de molécula pequeña sobre los
receptores de la membrana en la neurona postsináptica normalmente también ocurre en un plazo de
otros milisegundos. Lo más frecuente es que el efecto consista en incrementar o disminuir la
conductancia que presentan los canales iónicos; un ejemplo sería aumentar la conductancia al sodio, lo
que causa una excitación, o la del potasio o el cloruro, lo que supone una inhibición.
* NEUROPÉPTIDOS, TRANSMISORES DE ACCIÓN LENTA O FACTORES DE CRECIMIENTO.
Hormonas liberadoras hipotalámicas.
Hormona liberadora de tirotropina
Hormona liberadora de hormona luteinizante
Somatostatina
Péptidos hipofisiarios.
Hormona adrenocorticótropa
β-endorfina
Hormona estimuladora de los melanocitos α
Prolactina
Hormona luteinizante
Tirotropina
Hormona de crecimiento
Vasopresina
Oxitocina
Péptidos que actúan sobre el intestino y el encéfalo
Leucina-encefalina
Metionina-encefalina
Sustancia P
Gastrina
Colecistocinina
Polipéptido intestinal vasoactivo
Factor de crecimiento nervioso
Factor neurotrófico derivado del cerebro
Neurotensina
Insulina
Glucagón
Procedentes de otros tejidos
Angiotensina II
Bradicinina
Carnosina
Péptidos del sueño
Calcitonina
Los neuropéptidos suelen provocar acciones más prolongadas, como los cambios a largo plazo en el
número de receptores neuronales, la apertura o el cierre duraderos de ciertos canales iónicos y tal vez
incluso las modificaciones persistentes en la cantidad de sinapsis o en su tamaño.
Estas sustancias no se sintetizan en el citoplasma de los terminales presinápticos. Por el contrario, se
forman en los ribosomas del soma neuronal ya como porciones íntegras de grandes moléculas proteicas.
Las moléculas proteicas penetran a continuación en los espacios existentes en el retículo endoplásmico
del soma y posteriormente en el aparato de Golgi, donde suceden dos cambios. En primer lugar, la
proteína formadora de neuropéptidos sufre una escisión enzimática en fragmentos más pequeños,
algunos de los cuales son el propio neuropéptido o un precursor suyo. En segundo lugar, el aparato de
Golgi introduce el neuropéptido en minúsculas vesículas transmisoras que se liberan hacia el citoplasma.
A continuación, se transportan por el axón en todas las direcciones hacia el extremo de las fibras
nerviosas a través de la corriente axónica del citoplasma, viajando a una velocidad de tan solo unos
pocos centímetros al día. Finalmente, estas vesículas vierten su contenido en los terminales neuronales
como respuesta a los potenciales de acción de la misma manera que los transmisores de molécula
pequeña. Sin embargo, la vesícula sufre una autólisis y no se reutiliza. Debido a este laborioso método de
formación de los neuropéptidos, se libera una cantidad mucho menor de neuropéptidos que de los
transmisores de molécula pequeña; diferencia se compensada por el hecho de que poseen una potencia
1.000 veces mayor que los transmisores de molécula pequeña. Otra característica importante de los
neuropéptidos es que a menudo ocasionan acciones mucho más duraderas, como: el cierre prolongado
de los canales de calcio, los cambios persistentes en la maquinaria metabólica de las células, en la
activación o la desactivación de genes específicos dentro del núcleo celular, o en alteraciones a largo
plazo de la cantidad de receptores excitadores o inhibidores.
ESTRUCTURA QUÍMICA Y SÍNTESIS DE LAS HORMONAS.
* GLÁNDULAS/TEJIDOS Y SUS HORMONAS.
Hormonas del hipotálamo.
Hormona liberadora de tirotropina
Hormona liberadora de corticotropina
Hormona liberadora de la hormona de crecimiento
Somatostatina
Hormona liberadora de gonadotropinas
Factor inhibidor de dopamina o prolactina.
Hormonas de la adenohipófisis.
Hormona del crecimiento
Hormona estimulante del tiroides
Corticotropina
Prolactina
Hormona estimulante del folículo
Homona luteinizante
Hormonas de la neurohipófisis.
Vasopresina
Oxitocina
Hormonas de la tiroides.
Tiroxina
Triyodotironina
Calcitonina
Hormonas de la Corteza Suprarrenal.
Cortisol
Aldosterona
Hormonas de la Médula Suprarrenal.
Noradrenalina
Adrenalina
Hormonas del Páncreas.
Insulina
Glucagón
Hormonas de la Paratiroides.
Hormona paratiroidea
Hormonas de los Testículos.
Testosterona
Hormonas de los Ovarios.
Estrógeno
Progesterona
Hormonas de la Placenta.
Gonadotropina coriónica humana
Somatomamotropina humana
Estrógenos
Progesterona
Hormonas del Riñón.
Renina
1,25-dihidroxicolacalciferol
Eritropoyetina
Hormonas del Corazón.
Péptido natriurético auricular
Hormonas del Estómago.
Gastrina
Hormonas del Intestino Delgado.
Secretina
Colecistocinina
Adipocitos.
Leptina
MECANISMOS DE ACCIÓN DE LAS HORMONAS.
Receptores de hormonas y su activación.
La acción de una hormona comienza con su unión a un receptor específico de la célula efectora. Los
receptores de algunas hormonas se localizan en la membrana de la célula efectora, los de otras se
encuentran en el citoplasma o en el núcleo. Cuando la hormona se combina con su receptor, esta acción
desencadena una cascada de reacciones en la célula: la activación se potencia en cada etapa.
Los receptores hormonales son proteínas de gran tamaño y cada célula estimulada posee entre 2.000 y
100.000 receptores. Los tejidos que reaccionan en respuesta a una hormona determinada son los que
contienen receptores específicos para ella.
Los distintos tipos de receptores hormonales se encuentran en los siguientes lugares:
1. En o sobre la superficie de la membrana celular. Los receptores de membrana son específicos de las
hormonas proteicas y peptídicas y de las catecolaminas.
2. En el citoplasma celular. Los receptores de las distintas hormonas esteroideas se encuentran en el
citoplasma.
3. En el núcleo celular. Los receptores de las hormonas tiroideas se encuentran en el núcleo y están
unidos a uno o varios cromosomas.
SEÑALIZACIÓN INTRACELULAR TRAS LA ACTIVACIÓN DEL RECEPTOR HORMONAL.
La hormona ejerce su acción sobre el tejido efector formando primero un complejo hormona-receptor.
La formación de este complejo altera la función del propio receptor que, al activarse, inicia los efectos
hormonales.
Receptores unidos a canales iónicos.
Todos los neurotransmisores se combinan con los receptores de la membrana postsináptica. Esta
combinación produce un cambio de la estructura del receptor, que consiste en la apertura o cierre de un
canal para uno o varios iones.
Algunos de estos receptores unidos a canales iónicos abren o cierran los canales del ion sodio, del ion
potasio, del ion calcio, etc. Los movimientos de estos iones a través de los canales producen los efectos
subsiguientes en las células postsinápticas. Algunas hormonas circulantes ejercen ciertas acciones
mediante la activación de los receptores de tipo canal iónico, la mayoría abren y cierran estos canales de
forma indirecta, uniéndose a receptores que están unidos, a su vez, a la proteína G o a una enzima.
Receptores hormonales unidos a la proteína G.
Muchas hormonas activan receptores que regulan de manera indirecta la actividad de proteínas
efectoras (ej., enzimas o canales iónicos) mediante su acoplamiento a grupos de proteínas de la
membrana celular llamadas proteínas heterodiméricas de fijación a trifosfato de guanosina (GTP)
(proteínas G) (fig. 75-4). Se conocen más de 1.000 receptores acoplados a la proteína G, todos los cuales
poseen siete segmentos transmembrana que forman un asa dentro y fuera de la membrana celular.
Algunas partes del receptor sobresalen hacia el citoplasma celular y se acoplan a las proteínas G que
constan de tres partes, las subunidades α, β y γ. Cuando un ligando (una hormona) se une a la parte
extracelular del receptor, provoca es éste un cambio de conformación que activa a las proteínas G e
induce señales intracelulares que: 1) abren o cierran los canales iónicos de la membrana celular;
2) modifican la actividad de una enzima del citoplasma de la célula, o 3) activan la transcripción génica.
Los acontecimientos de señalización se interrumpen rápidamente cuando se elimina la hormona y la
subunidad α se inactiva a sí misma convirtiendo su enlace con GTP en otro con GDP; a continuación
la subunidad α vuelve a combinarse de nuevo con las subunidades β y γ para formar una proteína
trimérica G inactiva unida a la membrana.
Receptores hormonales unidos a enzimas.
Cuando se activan, algunos receptores pasan a funcionar ellos mismos como enzimas o se asocian a las
enzimas a las que activan. Estos receptores unidos a enzimas son proteínas que solo atraviesan la
membrana celular una vez. Los receptores unidos a enzimas tienen su lugar de fijación a la hormona en
la parte exterior de la membrana celular y su porción catalítica o de unión a la enzima en el interior de la
misma. Cuando la hormona se une a la porción extracelular del receptor, se activa una enzima situada en
el interior de la membrana celular.
Un ejemplo de receptor unido a una enzima es el receptor de leptina. La leptina es una hormona
secretada por los adipocitos que adquiere una gran importancia en la regulación del apetito y del
equilibrio energético. El receptor de leptina no posee actividad enzimática por sí mismo, pero que envía
señales a través de las enzimas a las que se asocian. En el caso del receptor de leptina, una de las vías de
señalización tiene lugar a través de una tirosina cinasa, la JAK2. El receptor de leptina es un dímero y se
une a la leptina por su porción extracelular, lo que altera su conformación, permitiendo la fosforilación y
activación de las moléculas intracelulares JAK2 asociadas. Las moléculas JAK2 activadas fosforilan a su
vez a otras moléculas de tirosina en el complejo receptor de leptina-JAK2, interviniendo así en la
señalización intracelular. Las señales intracelulares consisten en fosforilación de proteínas transmisoras
de señales y activadoras de la transcripción (STAT), que activan la transcripción de los genes efectores de
la leptina para que inicien la síntesis de la proteína.
Receptores hormonales intracelulares y activación de los genes.
Varias hormonas (esteroides, suprarrenales y gonadales, tiroidea) se unen a receptores proteicos del
interior de la célula en lugar de hacerlo a receptores de la membrana. Como estas hormonas son
liposolubles, atraviesan con facilidad la membrana celular e interactúan con receptores situados en el
citoplasma o incluso en el núcleo. El complejo hormona-receptor activado se fija después a una
secuencia reguladora específica de ADN (promotor), llamada elemento de respuesta a la hormona, que
activa o reprime la transcripción de genes específicos y la formación de ARNm. Por tanto, después de
que la hormona haya entrado en la célula, aparecen en ésta proteínas recién formadas que se convierten
en controladores de funciones celulares nuevas o modificadas.
Muchos tejidos distintos disponen de receptores hormonales intracelulares idénticos, pero los genes
regulados por estos receptores son diferentes.
Un receptor intracelular solo podrá activar una respuesta genética si se produce la combinación
adecuada de proteínas reguladoras del gen y muchas de estas proteínas son específicas de cada tejido.