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LEY 19 DE 1890
(DE 18 DE OCTUBRE)
00 ]D 1 G- O ID ]
LIBRO PRIMERO
Delitos delincuentes y penas en general —Graduación de los delitos y aplicación de
las penu
TITULO PRIMERO
Disposiciones p'eUmivares.
Art. 1.0 Es delito la voluntaria y maliciosa violación de
la ley, por lo cual se incurre en alguna pena.
En sentido más lato, la palabra deUto se extiende á todo
acto ú omisión que apareje pena al responsable, y entonces
comprende las culpas, las tentativas, las conjuraciones y las
propuestas para delinquir.
El c'ntexto de cada disposición sirve para indicar el sen-
tido en que debe tomarse dicha palabra.
Art. 2.° En toda violación de la ley se supone voluntad y
malicia, mientras no se pruebe 6 resulte claramente lo con-
trario.
Art. 3.° Es culpa la violación imputable, pero no malicio.
ea y voluntaria, de la ley, por la cual se incurre en alguna pena.
2 uao rixuo
Art. 4.° Hay delitofru8irado, cuando los actos ejecuta-
dos por el culpado, con el intento de cometerlo, son, por su
naturaleza, suficientes para producirlo, y sin embargo no lo
producen, por causas 6 accidentes independientes de su vo-
luntad.
Art. 5.° La tentativa de un delito es el designio de come-
terlo, manifestado por algún acto exterior que prepare la eje-
cución del delito 6 dé principio él ella, sin llegar á constituir
delito frustrado-
Art. 6.° La conjuración 6 con8piración para un delito,
consiste en la resolución tomada entre dos 6 más personas para
cometerlo.
Art. 7.0 El delito frustrado es punible en todo caso, y se
le aplicarán las dos terceras partes de la pena que merecería
el delito si se hubiera consumado.
Art. 8.° La tentativa no tendrá pena, en el caso de desis-
timiento voluntario y manifiesto.
En cualquier otro caso, se impondrá una pena que no
baje de la cuarta parte ni exceda de las dos terceras de la que
corresponde al delito.
Art. 9. 0 Cuando alguno do los hechos que constituyen la
tentativa, tenga seflalada pena por la ley, se impondrá siempre
ésta, sin perjuicio de Ja que compota por la tentativa.
Art. 10. La conjuración ó conspiración no se castigará en
el caso de desistencia voluntaria.
En los demás casos, se castigará con una pena que no
exceda de la cuarta parte ni rebaje de la octave, de la que está
seflalada al delito.
Art. 11. La proposición hecha y no aceptada para come-
ter un delito, no será castigada sino en los casos en que la ley
lo determine expresamente.
Art. 12. Para que pueia aplicaras una pena, por cual-
quier hecho ú omisión, es preciso que haya sido seflalada por
ley preexistente.
No obstante, si la pena fuere disminuida por ley posterior,
se aplicará la nueva ley; y si fuere cambiada, el reo puede es-
coger entre las dos leyes la que mejor le convenga. Si la ley
posterior suprime la pena, no puede aplicarse la que seflalaba
la anterior, y se entiende rebajado lo que les falte él los que la
están cumpliendo.
Art. 13. Cuando so corneta una acción que parezca digna
de castigo y no lo tenga señalad,- en la ley, se dará cuenta al
Gobierno, para que pueda llenarse el vicio.
Art. 14. Se entiende por hábito d costumbre la ejecución
rfTuLo 5GUIO 3
a6 tres 6 más hechos de una misma especie, en un lapso de
tiempo que no exceda de un mee.
Art. 1. Por arma8 se entiende en este Código, todo ins-
trumento cortante, punzante 6 contundente, 6 de cualquiera
otra clase, que se lleve con el objeto de cometer un delito, 6 de
oponerse 6 daiar al que 6 á los que traten de impedir su eje-
cución. Siempre que los reos lleven tales instrumentos, se su.
pone que es con el objeto expresado, mientras no prueben 6
resulte claramente lo contrario.
Art. 18. Siempre que la ley castigue la ejecución de un
acto, se entiende éste prohibido. Siempre que imponga alguna
pena por la omisión de un acto, se considera que hace obliga-
toria su ejecución.
Art. 17. No excusa de responsabilidad la circunstancia de
que al hecho ú omisión cause un mal distinto del que se pro-
puso el culpado, 6 recaiga en persona distinta de aquella á
quien se proponía ofender.
Art. 18. No es permitida la extradición por delitos po-
líticos.
Por delitos comunes, y á falta de tratados 6 cons'enios, se
permite, cuando el máximo de la pena aplicable exceda de
cinco aflos de presidio 6 reclusión, y el mínimo no rebaje de
cuatro.
Si el mínimo rebaja de cuatro, y el máximo excede de
cinco, se concederá la extradición por el Gobierno, en los casos
que, á en juicio, sean graves.
Art. 19. .Los delitos ylas culpas no comprendidos en este
Código, que se cometan contra las leyes, reglamentos ú orde-
nanzas particulares que rijan en algunas. materias 6 ramos espe-
ciales de la Administración pública, serás castigados con arre-
glo á las mismas leyes, ordenanzp y reglamentos.
TITULO SEGUNDO
Delincuente.
CAPITULO PRL&BRO
Personas punibles.
Art. 20. Serán castigados conforme á este Código, sin que
sirva de disculpa la ignorancia de lo que 61 prescribe:
1.0 Los nacionales y extranjeros que dentro del territorio
4 LIBRO PRUMILO
de la República se hagan resposablea de acciones ú omisiones
que aparejen responsabilidad penal, salvas, respecto de los ex-
tranjeros, las excepciones establecidas en el derecho inter-
nacional;
2' Los nacionales y extranjeros que fuéra del territorio
nacional ejecuten hechos 6 incurran en omisiones castigadas
la ley, siempre que dichos actos ú omisiones comprometan
fa paz y la seguridad exterior 6 interior de la República, 6
afecten su Constitución, 16 conduzcan Ala falsificación de sellos
de las oficinas públicas, 6 de documentos de crédito público, 6
de billetes de Banco que circulen en el país, 6 de monedas na-
cionales 6 que tengan circulación legal en el país, 6 de papel
sellado 6 estampillas de cualquiera clase, 6 documentosque
han de surtir sus efectos en el país. También Be castigarán loe
actos ú omisiones que tengan ea mira la introducción de los
referidos efectos falsificados, 6 causar cualquier otro perjuicio
á los intereses del país; pero en ningún caso serán juzgados en
la República los que lo hayan sido en el pala donde delinquie-
ron, por los mismos hechos ú omisiones de que se trate;
3° Loa nacionales que fura del país delincan contra otros
nacionales, siempre que no hayan sido juzgados donde delin-
quieron. Se necesita, adem ga,que la acción esté erigida en de-
lito en los dos países; y que el ofendido promueva oportuna-
mente acusación contra el ofensor, hallándose éste en la Repú-
blica; pero el acusado, caso que se le condene, tiene derecho
de pedir que se le cambie la pena por la que se le habría im-
pUesto en el país donde delinquió; y si ella no fuere reconoci-
da ea el país, por la que más se le aproxime;
4.° Los Aentes Diplomátisos de Colombia, que cometan
en país extranjero cualquier delito; y loe mismos y cuales.
quiera otros empleados del Gobierno en país extranjero, que
sometan algún acto de desobediencia 6 infidelidad al mismo
Gobierno, 6 algún delito en el ejercicio de sus funciones;
5.° Los nacionales y extranjeros que cometaii .actos de pi.
ratería y sean aprehendidos por las autoridades colombianas,
siempre qut en otra nación no hayan sido juzgados y senten-
ciados por los delitos expresados;
&° Los Comandantes, Oficiales, tripulación y marineros
de los buques de guerra nacionales que cometan allean delito
en alta mar, 6 á bordo desu buque en las aguas una na-
ción extranjera;
7.° Los Capitanes, pasajeros y tripulación de los buques
mercantes de Colombia, que cometan algún delito en alta mar,
6 dentro de las aguas de una nación extranjera, siempre que
14TVL0 W!OUNDO 5
en este ultimo caso no hayan sido juzgados y sentenciados en
la nación dentro de cuyo dominio se cometió el delito.
Art. 21. Son punibles, sujetos á la responsabilidad que
lea imponga la ley, no solamente los autores del delito, sino
también los cómplices, loa auxiliadores y los encubridores.
Art. 22. Son autores del delito;
1 .0 Los que lo cometen espontáneamente, ya solos y aisla-
damente; ya en concurso recíproco entre dos 6 mas;
2.° Lós que hacen que otro lo corneta contra su volun-
tad, ya dándole alguna orden de las que legalmente está obli-
gado á obedecer y ejecutar; ya forzándole para ello con vo
lencia; ya privándole del uso de la razón; ya abusando del es-
tado en que no la tenga; siempre que cualquiera de estos cua-
tro medios se aplique á sabiendas y espontáneamente para can-
sar el delito, y que lo cause efectivamente;
8.0 Les que ordenen la comisión del delito, y suministren
ú ofrezcan lo que se necesite para cometerlo, 6 recursos para
conseguirlo 6 pagarlo; siempre que por esa causa se llegue á
cometer el delito;
4.9 Los que sobornen á alguno para que corneta el delito,
siempre que aparezca el soborno como causa principal 6 única
del delito.
Art. 28. Son cómplices:
1. Los que espontáneamente y á sabiendas cooperen ¿1 la
ejecución del delito, en el acto de cometerlo, siempre que no
puedan reputaras como autores;
2.° Los que, aunque no ayuden 6 cooperen t( la ejecución
del delito en el acto de cometerlo, suministran 6 proporcionan
espontáneamente las armas, los instrumentos 6 medios para
ejecutarlo, sabiendo que han de servir para este objeto;
8.0 Los que por sus discursos, sugestiones, consejos 6 ins-
trucciones, provocan 6 incitan á cometer el delito, 6 enseflan 6
facilitan los medios de ejecutarlo, siempre que efectivamente
se corneta el delito;
4. Los que por soborno 6 cohecho, con dádivas 6 prome-
sas, ó con órdenes 6 amenazas, 6 por medio de artificios culpa-
bles, hacen cometer el delito que de otra manera no se comete-
rla; siempre que no púedan reputaras como autores de él.
.Art 24. Son auxiliadores y fautores:
1. 0 Los que espontáneamente y á sabiendas conciertan la
ejecución de un delito que llegue á tener efecto, pero que no
cooperan ni ayudan á superpetración en el acto de cometerlo,
ni la causan por ninguno de ]os, medios expresados en el artícu-
lo anterior;
LIBRO PRUtUO
2.° Los que sin concierto previo, pero sabiendo que va á
cometerse un delito, sin ayudar uj cooperar para su ejecución,
acompaflan en ella espontáneamente al que lo comete, 6 se
aprovechan coza el reo principal de las consecuencias del delito;
8.0 Los que habiendo ordenado, aconsejado, ensenado 6
facilitado espontáneamente y á sabiendas la ejecución de un
delito, 6 sobornado, 6 amenazado 6 provocado para ello, no
causan en efecto aquel delito, sino que resulta otro mayor 6
diferente del todo, por exceso 6 por voluntad del ejecutor;
4.0 Loa que espontáneamente por sus discursos, sugestio-
nes, consejos, instrucciones, ordenes, amenazas ú otros artificios
culpables, aunque no provoquen directamente A cometer el de-
lito, contribuyan á que se corneta;
5.0 Los que espontáneamente conciertan con alguno de los
reos principales 6 cómplices, antes de cometerse el delito, que
receptarán ú ocultarán la persona de alguno de ellos, 6 las ar-
mas, los instrümentos 6 utensilios de la ejecución, 6 alguno de
los efectos en que consista el delito; 6 que los comprarán, ex-
penderán 6 distribuirán en todo 6 en parte;
6.0 Los que espontáneamente y á sabiendas sirven de co.
pias 6 centinelas, 6 resguardan á loe delincuentes para la eje.
cución de aliiu delito, 6 les prestan para elloalgún abrigo,
noticia 6 auxilio, sin incurrir en los casos del artículo anterior;
6 lee facilitan modios de reunirse; 6 lee ofrecen, antes de la eje.
cución, protección 6 defensa, con conocimiento del delito que
va á cometerse.
Art. 25. Son encubridores:
1.0 Losque espontáneamente, sin concierto ni conoclinien.
to anterior á la perpetración del delito, rece tan ó encubren
después la persona de alguno 6 de algunos de los *autores, cóm.
plices ó auxiliadores; 6 los protegen 6 los defienden 6 lea dan
auxilios y noticias para que se precavan 6 se fuguen; ú ocul.
'tan alguna de sus armas, 6 alguno de los instrumentos 6 uten-
silios con que se cometió el delito, 6 alguno de los efectos en
que éste consista; 6 compran, expenden 6 distribuyen algunos
de los dichos efectos, sabiendo que aquellas armas, instrumen-
tos 6 utensilios han servido para el delito, 6 qua de él han pro-
venido aquellos efectos;
2.° Los que espontáneamente, aunque sin conoci'riiento
del delito determinado que se haya cometido, acogen, receptan,
protegen 6 encubren A los malhechores, sabiendo que lo son, 6
lea facilitan lugar de reunión 6 seguridad, ú ocultan sus armas,
6 les suministran auxilios ó noticias para que se precavan de
ser aprehendidos;
TFZ'ØW abUNDO 1
3.' Los que sabiendo que va á cometerse un delito, y pu-
dionclo avisarlo, no lo avisan á las autoridades públicas con la
oportunidad suficiente para que puedan impedirlo;
4.' Los que sepan el lugar donde se encuentran los reos
prófugos 6 ausentes á quienes se está juzgando, y no den el
aviso respectivo á la autoridad.
Art. 26. Las penas que este Código seflala, salvoque ex-
prese claramente lo contrario, se aplican á los autores del delito.
Art. 27. Los cómplices serán castigados con las dos terce-
ras partes de la pena impuesta por la ley á los autores.
Los auxiliadores serán castigados con una pena que no sea
menos de la mitad ni más de las dos terceras partes de la pena
impuesta al autor ó á los autores.
Los encubridores sufrirán una pena que no sea menos de
la cuarta parte ni más de la mitad de la del autor 6 de loe au-
tores. Salvas en todos tres casos las disposiciones particulares
de la ley, cuando determine otra cosa.
Art. 28. Los cómplices 6 auxiliadores de reos incursos en
la pena de muerte asistirán precisamente á la ejecución de la'
sentencia, si están presos. 54510 se exceptúan los que se hallen
gravemente enfermos y las mujeres en cinta.
CAPITULO SEGUNDO
Personsa excusables.
4
Art. 29. Son excusables y no están, por consiguiente, su-
jetas á pena alguna:
1 .0 El que se halle en estado de verdadera demencia 6 lo-
cura al tiempo de cometer la acción, 6 privado involuntaria-
mente del uso de su razón;
2.0 El que comete la acción contra su voluntad, forzado
en el acto de cometerla por alguna violencia á que no haya
podido resistir, 6 por alguna orden de las que esté precisamen.
te obligado á obedecer y ejecutar;
.° El menor de siete anos; y
4.° EL que, con motivo de acciones ú omisiones licitas,
poniendo en ellas la debida diligencia, causa un mal por mero
accidente, sin qne razonablemente pudiera preverse de an-
temano.
Art. 80. El que viole la ley en estado de embriaguez vo-
luntaria, sufrirá la pena seflalada al delito que haya cometido.
La embriaguez se presume voluntaria, mientras no se
pruebe 6 resulte claramente lo contrart'.
Wao PRIMJIO
Basta que el acusado haya tomado licor, con el fin de em-
briagarse, para que sea plenamente responsable de los delitos
que corneta, aunque haya perdido del todo el uso de su razón.
Art. 31. Cuando corneta un delito un menor de doce anos,
y mayor de siete, no se la impondrá la pena que para ese deli-
to ha-fijado la ley; pero se prevendrá á sus padres 6 tutores
cuiden de darle educacidri y lo corrijan convenientemente.
Pero si hubiere fundado motivo para desconfiar de que
los padres 6 tutores lo corrijan, 6 si se robare que ea incorre-
gibre, se le pondrá en una casa de reclusión por el término que
se estime conveniente, según su edad, la gravedad del delito y
dema circunstancias, con tal que no pase de la época en que
cúmpla diez y ocho anos.
Art. 32. Los encubridores de sus ascendientes 6 descen-
dientes en línea recta 6 de sus maridos y mujeres. 6 de sus pa-
rientes dentro del cuarto rado civil de consanguinidad 6 se-
gundo de afinidad, no sufrirán por esto pena alguna; pero si
ocultaren alguno 6 algunos de los efectos en que consista el
lauto, para aprovecharse de ellos, 6 los compraren, expen-
dieren ó distribuyeren, sabiendo su procedencia, serán castiga-
dos con la pena seflalada á los encubridores en el artículo 27.
CAPITULO TERCERO
Personas que responden de los sotos de otros.
Art. 38. La responsabilidad pecuniaria é indemnización
de darlos y perjuicios, procedente de acción criminal cometida
por hijos de familia, por menores y pupilos, por domésticos, y
finalmente por personas que dependen de otras, se hará efec-
tiva de ¡os bienes propios 6 peculios particulares de dichas
personas, sin que aquéllos de quienes de,penden tengan más
responsabilidad que la civil y subsidiaria en sus respectivos
casos, y conforme 6 las leyes civiles.
CAPITULO 'CUARTO
Boe que por la fuga ó de oualquior otro modo pretoaden eludir la pena.
Art. 34. A loa condenados, por cualquiera autoridad, £
presidio, reclusión, prisión 6 arresto, que se fugaren, se reara.
verá la pena con una quinta á una teroera parte más del tiem-
po para que estaban condenados.
TITULO TZÓÚO
Art. 35. Los desterrados que volvieren al territorio de
donde se les expulsó, sin haber acabado de cumplir la pena,
sufrirán reclusión por uno á dos aflos.
Art. 36. La misma pena se impondrá á los que violaren
el confinamiento.
Art. 37. En los casos de los artículos anteriores de este
Capítulo, loe reos perderán el tiempo de pena que habían cum-
plido, y comenzará á contares de nuevo.
Art. 38. En los casos de fuga, no es preciso que ésta se
verifique después de estar el reo en el establecimiento de cas.
tigo. Basta que esté corriendo el tiempo de la pena.
TITULO TERCERO
Penas y mi ejcc''1&'-
CAPITULO PRIMERO
DispsIoionee generales.
Art. 39. Las penas se dividen en corporales y no cor
porales.
Art. 40. Las penas corporales son:
1.' La de muerte;
2.' La de presidio;
3.' La de reclusión;
4.' La de prisión;
5.' La de arresto;
6.' La de destierro; y
.' La de confinamiento.
Todas estas penas, menos las de prisión, arresto y confiria-
miento, se consideran aflictivas para el efecto del ordinal 8.',
articulo 16 de la Constitución.
Art. 41. Las penas no corporales son:
1.' Privación temporal 6 perpetua de los derechos políti-
cos ó de alguno de ellos;
2.' Inhabilitación temporal 6 perpetua para ejercer empleo
público, 6 profesión ú oficio determinado;
3.' Privación 6 suspensión de empleo 6 de pensión;
4.' Obligación de dar fianza de buena conducta;
5.' Sujeción g la vigilancia de las autoridades;
10 LIBRO PRIMRU
6' Malta, sea en dinero 6 en efectos; y
7.' Apercibimiento.
Art. 4. Las penas de presidio y reclusión llevan consigo
la pérdida de todo empleo público y de toda pensión, as( como
también la privación perpetua de los derechos políticos.
Art. 43. La duración de las penas temporales comenzará
á contarse desde el día en que se notifique la última sentencia.
Art. 44. Para la ejecución de las penas temporales se en
tenderá por día el espacio de veinticuatro horas; por mes, el
de treinta días; y por ano, el arlo común del calendario.
Art. 45. Ninguna sentencia en que Be imponga pena al
que Be halle en grave peligro de muerte próxima, por razón de
enfermedad, se ejecutará, y ni aun se notificará al reo, hasta
que desaparezca el grave peligro; ni al que se le hubiere muer-
to su padre 6 madre, hijo 6 Ihija, marido 6 mujer, hasta pasa-
dos nueve días después de la muerte de cualquiera de los ex-
presados.
Art. 46. Tampoco se ejecutará, y ni aun se notificará la
sentencia en que se imponga pena, al que se halle en estado de
verdadera demencia, mientras dure ésta; pero, si pasaren quin-
ce días, después de pronunciada la sentencia que cause ejecu.
toria, Be notificará ésta al curador que se nombre al demente,
y se llevará por entonces á efecto, solamente en lo relativo á
las penas pecuniarias.
Art. 47. Ninguna condenación á muerte podrá ser ejecu-
tada en domingo, ni en día de fiesta, ni en los de la Sema-
na Santa.
CAPITULO SEGUNDO
Penas norporalea.
Art. 48. Los condenados á muerte serán pasados por las
armas.
Art. 49. La sentencia de muerte se ejecutará en plaza 6
lugar público, destinado de antemano al efecto por la autori-
dad; ci en las cárceles, cuando en ellas hubiere sitio adecuado
para que la ejecución sea pública; y en todo caso el Tribunal
podrá designar el lu gar de la ejecución.
Art. 50. El reo condenado á muerte será conducido al
suplicio, vestido de ropa negra, y acompaflado del ministro 6
ministros religiosos que quieran ejercer esta obra de tniseri-
cordia, del subalterno de justicia que presida la ejecución, y de
la escolta correspondiente.
TÍTULO TSRCIRO 11
Art, 51. Al salir de la cárcel y al llegar al patíbulo se
publicará un pregón en esta forma: "N. N., natural de N.,
vecino de N., y reo del delito (tal), ha sido condenado 4 la
pena de muerte, que va 4 ejecutarse. Si alguno levantare la
voz, pidiendo gracia, 6 de cualquiera otra manera ilegal tratare
de impedirlo, será castigado con arreglo 4 las leyes."
Art. 52. Ejecutada la sentencia, el ministro del culto que
haya acompañado al reo, 6 en su defecto el subalterno de jus-
ticia que. haya presidido la ejecución, pronunciará en el mismo
lugar una breve oración alusiva al acto. El cadáver del ajusti.
ciado permanecerá expuesto al público por dos horas; y des-
pués se entregará 4 sus parientes si lo reclamaren, con cargo
de sepultarlo sin aparato alguno. Si los parientes no lo recla-
maren, podrá darse para que hagan disecciones anatómicas, 6
disponerse que sea sepultado sin aparato.
Art. 53. Si una mujer condenada 4 muerte se declara y
se comprueba que está en cinta, no sufrirá la pena, ni aun se
le notificará la sentencia, hasta cuarenta días después del parto.
Art. 54. Si un menor de diez y ocho años fuere condenado
4 la pena 'de muerte, se le conmutará por el Gobierno, por el
máximo de la de reclusión.
Art. 55. El condenado 4 la pena de presidio será condu-
cido al establecimiento respectivo, y se le obligará 4 trabajar en
las obras que designe la autoridad política, nueve horas diarias
por lo menos, salvo impedimento físico. Cuando la pena no
exceda de seis meses, se podrá cumplir en la cárcel; observán.
dose lo dicho, en lo posible.
No llevará prisión, si el tiempo que debe permanecer en
el establecimiento no excede de un ano; si pasare de uno, pero
no de cinco, llevará grillete al pie; si pasara de cinco, llevará
grillete y cadena.
Lo dicho en el inciso anterior se entiende sin perjuicio de
las prisiones que sean necesarias para la seguridad de los reos,
y de las que merezcan por repetidos actoe de mala conducta.
Art. 58. Loe mayores de sesenta anos, los menores de
diez y ocho, las mujeres y los ministros del culto, sufrirán la
pena de presidio ti que fueren condenados, en los estableci.
mien tos de reclusión.
Los que cumplieren sesenta aflos estando en el presidio,
pasarán £ la reclusión, si así lo solicitaren.
Art. 57. La pena de presidio que se imponga por un de-
lito, no puede exceder de veinte aflos.
Art. 58; De una manera semejante 4 Is determinada en el
artículo 55, se procederá para el cumplimiento de Ja pena de
12 LIBRO PRIMIkO
reclusión; pero lus reos no llevarán prisiones, sino en el caso de
que se necesiten para su seguridad, 6 que Be hagan acreedores
it ellas por repetidos actos de mala conducta; trabajarán por
lo menos ocho horas diarias, y no podrán ser obligados contra
su voluntad it trabajar fuéra del establecimiento, sino en casos
raros y por graves y poderosos motivos, mientras éstos duren-
Cuanpo la pena de reclusión no exceda de seis meses, se
sufrirá en la cárcel que designen el Juez 6 la autoridad política.
respectiva; y se cumplirán en lo posible las prescripciones del
inciso precedente. Esto se entiende cuando no haya estableci-
miento de reclusión it menos de dos miriámetros de distancia
del lugar donde se encuentre el reo.
Art. 9. La pena de reclusión que se imponga por un
delito no podrá pasar de quince arios.
Art. 60. El reo condenado it prisión Ja sufrirá en una
cárcel bien segura, separado en cuanto fuere posible de los
demás presos. Allí se ocupará en los trabajos de su elección,
cuyo producto hará íntegramente suyo, con calidad de proveer-
por sí it su subsistencia, siempre que su trabajo 6 sus haberes-
sean suficientes al efecto.
Art. 61. Si el condenado it prisión no tuviere con qu&
atender it sus necesidades,y recibiere por eso ración de los
fondos públicos, será obligado it trabajar en las obras públicas.
que determine la autoridad política, dentro 6 fuéra de la cárcel.
Art. 62. La prisión, por un solo delito, no puede exceder'
de diez aflos.
Art. 68. Por regla general, el condenado it arresto será
puesto en la cárcel. Puede sufrirse el arresto, en algunos casos
excepcionales, en cuartel, cuerpo de guardia, casa municipal 6-
cualquier edificio 6 establecimiento público acomodado al in-
tento1 según las circunstancias del lugar, del delito 6 culpa, y
de la persona. Podrán ser arrestados en su propia casa, las
mujeres honestas, loe ancianos 6 valetudinarios y los ministros'
de loscultos admitidos en la Nación.
Art. 64. Cuando el arresto haya de cumplirse fura de la
cárcel 6 de otro lugar en que haya la suficiente seguridad, el
reo dará flauza de guardar el arresto. Esta fianza se prestará.
en los mismos términos, y surtirá los mismos efectos, respecti-
vamente, que la fianza carcelera.
Art. 65. El arresto se sufrirá en la cárcel que determine
la sentencia, 6 bien en el lugar y en la forma en ella espe-
cificados.
Art. 66. El arrestado que tenga medios de vivir no será
obligado it trabajar; p ero se le permitirá hacerlo, en lo que
TITULO TERCERO 13
tenga á bien, y no produzca inconveniente en el establecimiento.
El que, por carecer de medios de subsistencia, recibiere ración
de las rentas públicas, deberá trabajar en las obras públicas
que determine la autoridad política dentro 6 fuéra de la cárcel.
Art. 67. La pena de arresto, por un solo delito, no exce-
derá de cuatro afloe; salvo el caso en que se sufra en sustitu.,
ción de otras penas.
.ArUoulo 5.° de la Ley 34 de 1896. La pena de arresto por un 8010
delito no excederá de cuatro avíos.
Art. 68. El condenado á destierro será conducido fuéra de
la circunscripción territorial respectiva, y alil se le dejará en
libertad.
Puede omitirse la custodia, si da fianza de salir del terri-
torio, y enviar prueba de ello para agregar á los autos.
Si se tratare de un menor de diez y ocho años, y de des-
tierro fura del país, se cambiará la pena por confinamiento en
el lugar que el Juez crea conveniente, y por igual tiempo.
Art. 69. La pena de destierro por un solo delito, no pue.
de exceder de veinte aflos.
Art. 70. El sentenciado á confinamiento será enviado á la
autoridad local respectiva, á la cual deberá noticiar su habitas
ción y modo de vivir, y no podrá salir del lugar seflalado para
el confinamiento.
Si el confinado diere fianza de trasladarse al lugar del con-
finamiento, se prescindirá de enviarlo custodiado.
Art. 71. Cuando por un delito se hayan de imponer más
de veinte anos de presidio, el resto se sufrirá en reclusión; si
debieren imponerse más de quince años de reclusión, al resto
se sufrirá en prisión; si hubiere dr imnoneree más de diez aflos
de prisión, se cambiará el exceso en arresto; pero en ningún
caso la pena corporal podrá exceder de veinticinco aflos, sea
que & reo la merezca por uno 4 por varios delitos, calificados
en una misma sentencia.
Art. 7. Cuando por un solo delito deban imponerse más
de veinte aflos de destierro, el resto se sufrirá en confinamiento,
en un lugar distante quince miriámetros, por lo menos, del en
que se cometió el delito.
CAPITULO TERCERO
Penas no corporales.
Art. 73. Cuando el reo sea conceuado á la pérdida perpe.
tua 6 teniporal de los derechos políticos, sin expresarse cuáles,