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Spiguel. Estructuras DE CLASES

Este documento presenta una introducción a las sociedades latinoamericanas en el siglo XX. Explica que estas sociedades ya no eran feudales, sino que habían experimentado transformaciones hacia relaciones de producción capitalistas aunque entrelazadas con lo preexistente. Describe estas nuevas formaciones económico-sociales como dependientes o semicoloniales, dominadas por monopolios y capital financiero extranjero. Finalmente, introduce el tema de las clases sociales en estas sociedades, y cómo la dependencia afectó las relaciones entre ellas.

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Spiguel. Estructuras DE CLASES

Este documento presenta una introducción a las sociedades latinoamericanas en el siglo XX. Explica que estas sociedades ya no eran feudales, sino que habían experimentado transformaciones hacia relaciones de producción capitalistas aunque entrelazadas con lo preexistente. Describe estas nuevas formaciones económico-sociales como dependientes o semicoloniales, dominadas por monopolios y capital financiero extranjero. Finalmente, introduce el tema de las clases sociales en estas sociedades, y cómo la dependencia afectó las relaciones entre ellas.

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Historia Social General B (Gresores-Spiguel)

Teórico Práctico Nº 8 año 2009 (revisado)


Profesor: Claudio Spiguel

LAS SOCIEDADES LATINOAMERICANAS EN EL SIGLO XX

Buenas. Nosotros venimos viendo el proceso histórico-latinoamericano, y los temas


teóricos (imperialismo, plusvalía) los vamos abordando a la luz de ese proceso. Ustedes
esta semana en práctico van a abordar temas vinculados a la clase obrera y al
movimiento obrero en América latina en las primeras décadas del siglo XX. Por lo
tanto, en este teórico práctico vamos a enmarcar y ver el proceso de las nuevas
formaciones económico-sociales en América latina ya en los albores del siglo XX, sobre
la base de las transformaciones que se han venido operando y que hemos estudiado en
los teóricos anteriores. Vamos a estudiar estas formaciones económico-sociales en
términos de la estructura social, o sea, la estructura de las clases sociales, con un
abordaje de tipo general para el conjunto de los países de América latina.
Ya no estamos en sociedades feudales o semifeudales -una sociedad de terratenientes,
comerciantes portuarios y campesinos o pastores subordinados y artesanos, como en
1850-; estamos en 1910. Se han operado una serie de transformaciones que hemos
venido estudiando y que tienen que ver con el proceso del último tercio del siglo XIX:
la penetración del capital extranjero y su entrelazamiento con las viejas clases
dominantes locales. Y a partir de ahí, vimos cómo se transformó la formación social en
el sentido de cómo se abrieron paso nuevas relaciones de producción, las relaciones
capitalistas, pero a la vez se entrelazaron con las viejas, que sobrevivieron y adquirieron
otros contenidos, en el marco de que los países latinoamericanos se transformaron, y
este es el elemento esencial y decisivo de esas formaciones sociales, en países
dependientes o semicoloniales, con las diferencias del caso.
Entonces, tenemos que estudiar estas nuevas formaciones económico-sociales que
caracterizamos como dependientes o semicoloniales. Dimos ya las definiciones precisas
sobre qué quiere decir cada una de esas cosas: el papel de los monopolios y del capital
financiero extranjero y su predominio en el seno de la economía del país. Eso tiene un
correlato en el poder estatal, pero no sólo por su presencia directa sino por su
entrelazamiento y subordinación de las viejas clases dominantes locales.
O sea que no se trata de colonias directas con el Estado de la potencia dominando sino
que son sociedades con un Estado propio, con una clase dominante propia que se fue
formando en el siglo XIX después de la independencia, con lo cual este predominio se
produce así. Y esto genera también, en sociedades donde se van expandiendo las
relaciones capitalistas de producción (pero no por obra de una revolución antifeudal
triunfante sino por obra de una transición no revolucionaria hacia el capitalismo) que
sobrevivan, articuladas con las relaciones capitalistas, viejas relaciones precapitalistas o
semifeudales de diverso carácter según los países y según los tiempos en que estemos
hablando.
Entonces la dependencia o la semicolonialidad de esas formaciones económicas
determina una posición particular de las diversas clases sociales y sus relaciones
recíprocas, incluso sobre la base de que se expanden las relaciones capitalistas. Esto es
lo que tenemos que estudiar.
Vimos la definición de las nuevas formaciones económico-sociales en términos de que
son sociedades dependientes o semicoloniales y en términos de cómo se articulan las
relaciones de producción (definición de Godelier). Ahora tenemos que ver que eso es
simultáneamente una sociedad con clases y grupos sociales, categorías y capas,
entrelazados y conectados y opuestos entre sí.
Todo esto va a ser importante para los compañeros que elijan o tengan que hacer la
monografía sobre la revolución cubana, un análisis de una revolución social
latinoamericana. Porque para explicar un proceso de luchas y de cambios es preciso
partir de definir cómo era la formación económico-social, (en el caso de este año, de
Cuba) y cuáles eran las clases sociales antes de la revolución, para poder explicar la
revolución.
LAS CLASES SOCIALES
Hay una ficha de mi autoría que resultó de algún teórico que alguna vez dimos en esta
materia, sobre las relaciones de producción y las clases sociales, cosa que mencioné
cuando vimos el Prólogo de Marx y dijimos que lo íbamos a retomar. Bueno, sería el
momento de retomarlo.
¿Qué son las clases sociales, en términos generales? Vilar parte de una definición que
alguna vez dio Lenin, el dirigente de la revolución rusa, que dijo que las clases son
grandes grupos humanos que se relacionan entre sí y con los demás grupos a partir del
diferente lugar que ocupan (esos grupos) en un sistema de economía social determinado,
o sea, en el interior de una formación económico-social. Es decir, el lugar que ocupan
en las relaciones de producción.
Recordemos ahora los tres niveles de las relaciones de producción:
1) Las relaciones con los medios (la máquina, la tierra). O sea, relaciones de los
hombres a través de los medios. Existe una tierra y existe una fábrica: ¿quién la posee y
quién no?, ¿cómo determina la relación entre ambos grupos humanos el hecho de que
uno posea la fábrica y el otro no? Estas son las relaciones a través de los medios de
producción, porque la propiedad no es una relación del hombre con una cosa solamente.
Hablando de la propiedad de los medios para producir cosas, es una relación de los
hombres entre sí a través de las cosas; de quién la posee y quién no la posee y cómo eso
genera una relación entre hombres. Estas son las llamadas relaciones con los medios
o relaciones de propiedad.
Hay ciertas formas de propiedad en la sociedad feudal, otra en la sociedad capitalista,
otra en la colectividad aldeana antes de que existieran las clases. Son las relaciones de
propiedad; generalmente, como dice Lenin, consagradas por las leyes. Está bueno el
“generalmente”, porque puede haber y hubo sociedades donde por ley estaba
consagrada la prohibición de la propiedad privada de un grupo de hombres sobre las
fábricas y la propiedad era del Estado, y el Estado se preconizaba de que era y había
sido el poder ejercido por una mayoría (como en las sociedades donde se hizo la
revolución socialista). Sin embargo, en un proceso, en la medida en que el Estado dejó
de estar en manos de los obreros, de los productores directos y éstos perdieron el poder
de ejercerlo, un grupo humano pasó a disponer, de hecho, de las fábricas, de las
colectividades rurales, de la tierra . Por lo tanto, aunque no estuviera consagrado por la
ley que la propiedad era privada, en los hechos era una propiedad privada: unos no
tenían y los otros disponían, solo que estos disponían colectivamente. La
“nomenclatura” de la Unión Soviética o los jerarcas del Partido Comunista de China
hoy. Y un poquito en negro, individualmente, un poquito colectivamente como
funcionarios, eso les permitía disponer del producto social, de la plusvalía obrera… Es
lo que ocurrió con la degeneración del socialismo o la restauración del capitalismo en
los países socialistas. Pero entonces es significativo y esta bueno eso que agrega Lenin:
relaciones de propiedad generalmente consagradas por las leyes. Porque si buscamos
sólo el derecho, podemos equivocarnos. Ver sólo el código y no ver la realidad sería lo
que se llama un “cretinismo jurídico”, hacer un fetichismo de lo que la letra de la ley
dice sin contrastarlo con cómo es en la realidad.
2) El segundo nivel es el papel que ocupan esos grupos en la organización social del
trabajo: ¿quién dirige y quién es dirigido? ¿Quién decide, cómo? (Esto también es muy
importante para los procesos del socialismo). Bueno, en este terreno en la propia
sociedad capitalista el rol de las clases ha cambiado. En el origen, en la manufactura,
antes de la revolución industrial y antes de la revolución burguesa, el patrón
manufacturero tenía un rol: compraba la materia prima, pagaba el salario de los obreros,
organizaba el trabajo dentro del taller (por ejemplo, en la zapatería la división del
trabajo: “vos el taco, vos la punta, vos la capellada”) y los obreros manuales (de las
manufacturas) hacían los zapatos; después iba el patrón y vendía los zapatos. Su rol en
la organización del trabajo era ese. ¿Cuál es el rol de los dueños de General Motors hoy
en la producción? Ninguno. Son los accionistas, juegan en la Bolsa (ahora se arruinaron
y buscan el apoyo del Estado). Y el rol del patrón de la General Motors en la unidad
productiva lo ocupan empleados a sueldo que tienen el poder por delegación del capital:
los ejecutivos. O sea, que en el interior de un mismo modo de producción el rol de las
clases en el proceso productivo también cambia, aunque de hecho los obreros producen
y cooperan sobre la base de condiciones de producción ajenas, que se les imponen, y los
que dirigen sigue siendo corporización del capital, aunque ya no sea el propio patrón
sino empleados a sueldo del mismo. Existe ese divorcio, esa división. El papel en la
organización social del trabajo es también lo que define el lugar que ocupan los grupos
de hombres.

3) Y el tercer nivel, es de las relaciones de distribución. Cómo, en calidad de qué y


cuánto percibe cada grupo, de la parte de riqueza social de que va a disponer.
¿Qué recibe el obrero? El salario. ¿Y qué es el salario? El valor de su fuerza de trabajo.
¿Qué recibe el capitalista? La ganancia, que en realidad es una parte de la plusvalía. ¿Y
el capitalista banquero que le prestó el crédito? El interés. ¿Y el terrateniente? La renta
de la tierra (otras partes en que se descompone la plusvalía generada por los obreros,
suponiendo que la producción en el campo se haga con obreros) ¿Y el pequeño
campesino que vende sus granos? Percibe el fruto de su trabajo vendiéndolos, pero en
realidad una parte del valor de su trabajo se lo arrastra el monopolio comercializador
que le compra a 80 centavos la leche y se lo queda el monopolio lechero que le compró.
Cómo recibe cada parte y cuánto. Salario, ganancia, renta. Acordémonos como era en el
feudalismo: la renta en especie, la renta en trabajo, bajo formas compulsivas. Siempre
hay un trabajo necesario y un trabajo excedente o plustrabajo, pero el monto y la forma
determinan a los grupos sociales, a las clases, en estas relaciones de distribución.

Estas son las tres dimensiones. La fundamental es la de la propiedad, que es lo que


permite definir a las clases, no por sus ingresos sino por la forma de obtenerlos. Esto
está en la ficha.

Respecto de la “distribución del ingreso” se hacen estadística: los que ganan más de
tanto, los que ganan menos, etc., son “estratos sociales” definidos de acuerdo a los
ingresos. Esta forma de conceptualizar en primer lugar es estática: no explica por qué
unos perciben un ingreso tan bajo y los otros ganan, ni tampoco explica la relación entre
los estratos. Y además es una clasificación subjetiva, es decir, que es el investigador el
que define “acá pongo el corte del primer quintil, de los que ganan menos de tanto, acá
pongo el segundo quintil”. No es una definición que surge de cómo eso funciona
objetivamente sino que es una clasificación que yo, estadístico, hago. Esas cifras una
cierta idea de la realidad a grosso modo, que es que hay una mayoría que gana menos de
tanto y una minoría que gana más de tanto pero no me explica cuál es la causa que
genera esa forma de percibir ingresos ni tampoco vincula a una clase social con la otra.
Es la teoría de los estratos, como si fuera una montaña. O la de la clase “alta”, “media”
y “baja”, también por el nivel de ingresos.
En cambio esta definición que proponemos tienen la virtud de responder a cómo
funciona el sistema que engendra y perpetúa la desigual social, da cuenta no de la
cantidad de ingreso sino del tipo de ingreso y de la relación de unas clases con otras, y a
su vez es una definición dinámica que implica los cambios: con un sistema social es
una, con otro sistema social es otra.
Hasta aquí, esta sería la base económica de la que brotan las clases.
En primer lugar, como vimos, existen las clases sociales fundamentales de un modo de
producción: esclavistas y esclavos, terratenientes feudales y campesinos subordinados,
capitalistas y obreros. Pero ninguna sociedad concreta se agota en el modo de
producción dominante sino que generalmente hay múltiples relaciones de producción y
por lo tanto hay múltiples y diversas clases o fracciones o capas sociales además de las
fundamentales. Entonces además de capitalistas y obreros tenemos campesinos
pequeños productores, tenemos pequeños artesanos, tenemos cuentapropistas, tenemos
terratenientes rentistas; o sea, una complejidad. ¿Por qué? Porque hay múltiples
relaciones de producción, aunque todo se rige por la dominante.
Además, si bien la existencia de las clases brota de esta base económico- social, las
relaciones de producción, las manifestaciones de la existencia de cada clase, su forma
de existir, no se agotan en la economía y se manifiestan en todos los planos de la vida
social: en el conflicto social, en la lucha política, en las concepciones ideológicas, en las
mentalidades, en lo que podríamos llamar la psicología colectiva, en los gustos, en la
estética, en el paisaje urbano y rural.
En una sociedad clasista todo eso siempre lleva un sello de clase. La filosofía, el arte, la
ideología, la cultura, el paisaje. De una o de otra clase. Desde ya, ninguno de estos
fenómenos se agota en el sello de clase que lleva, pero todos llevan ese sellito. Lo que
predomina, desde ya, será lo de la clase dominante pero sabemos que en lucha contra la
clase dominante se abren paso las experiencias, las prácticas, las concepciones y los
gustos de otras clases. Por lo tanto, será tema del análisis cultural ver en qué medida
predomina un cierto gusto en una cierta forma de expresión pero a la vez en unidad y
lucha con otras que se abren paso.
Este análisis, por ejemplo, incorpora la dimensión clasista de la sociedad para analizar
la cultura, aunque la cultura no se agote en su dimensión clasista. Con esto estamos
diciendo que las clases no existen sólo en su base fundante en las relaciones económicas
sino que existen, se manifiestan y se reproducen en otras dimensiones (sociales,
políticas, ideológicas, culturales). A la vez, se manifiestan a través de relaciones
específicas entre los hombres, en organizaciones e instituciones. Quiere decir que a
través de ellas se ve la existencia de clases, que son organizaciones: sindicatos,
corporaciones, gremios, la UIA, la Sociedad Rural, clubes, escuelas. ¿Cómo en la
escuela se manifiesta la naturaleza clasista de la sociedad? No es que la maestra es la
capitalista y los alumnos los obreros, eso sería el mecanicismo loco. Pero ¿en qué
escuela estamos? En una escuela de un estado oligárquico-dependiente. ¿Qué
contenidos reproduce ese Estado? Eso tiene un contenido de clase, sirve a determinadas
clases que poseen ese Estado¿Cómo se organizó a la escuela pública de 1880, de Roca?
¿Cómo es la estructura? ¿Hasta dónde llega?, ¿llega al campo? Y después de Menem,
¿cómo se financió? Entonces tenés que analizar todo eso ¿Y las maestras de dónde
vienen?
Porque a la vez en lucha contra lo dominante, se abre paso otra cosa : Desde los
programas bajan ciertos contenidos y la maestra enseña otra cosa distinta sobre la
conquista de América. Y ahí hay una contradicción adentro de la escuela, entre lo que
baja del Estado y lo que, en lucha, puede abrirse paso en el aula. ¿Qué relación tiene esa
contradicción entre lo que le imponen desde arriba y lo que hacen las maestras, con el
carácter clasista de la sociedad? Después eso se manifiesta en el plano ideológico con la
especificidad de lo que enseñás de la conquista de América frente a lo que te bajaron, y
también en las formas, los métodos de la enseñanza-aprendizaje: ¿quién es el
protagonista, el alumno o el maestro?, ¿cuál es el método pedagógico? Digo, pensando
en las la educación, en el análisis del arte.
A lo que voy es que las clases existen en la economía y fuera de ella. Que se
manifiestan en los distintos aspectos de la vida social y a través de instancias
mediadoras de su existencia, como las instituciones, las organizaciones.
Hay organizaciones que son directamente de clase: la Unión Industrial Argentina, el
Jockey Club y, teóricamente, los sindicatos; pero después está cuálesjerarcas sindicales
se perpetúan en la dirección del sindicato por medio del fraude y a qué clase sirven. Ahí
viene de vuelta la complejidad.

El otro elemento es la relación entre la clase y el individuo. El individuo y sus


relaciones: nacemos y vivimos, lo sepamos o no, lo queramos o no, en el seno de
relaciones sociales, independientes de nuestra voluntad ¿se acuerdan como decía el
Prólogo? Nacemos, lo sepamos o no, lo queramos o no, en el seno de una clase social o
fracción de ella, así como nacemos en el seno de una familia, de una cultura, de un país
y de una época.
Al mismo tiempo, ese es nuestro origen social o extracción social de clase pero a la vez
la acción de cada individuo no se agota en su origen, porque a la vez existe en una
sociedad surcada por contradicciones entre las clases y por lo tanto, además del origen,
está la posición de clase que adopta cada individuo. ¿Qué posición adopta? En su
práctica, en su quehacer, en sus concepciones, en su actividad social y política. Y hay
obreros que son carneros y rompen las huelgas y hay grandes figuras que han nacido en
el seno de las clases poseedoras y que han dedicado su vida al servicio de las clases
oprimidas y de su lucha. En ese caso, la posición social de clase es contradictoria con el
origen de clase. Claro que, como tendencia mayoritaria, y especialmente cuando se
agudizar el conflicto social, por decirlo así, la mayor parte de los obreros irán a la
huelga y, seguramente, la mayoría de los terratenientes estará en contra de una reforma
agraria que les expropie sus tierras.
Entonces, clase y organizaciones e instancias mediadoras; clase e individuo. Podrán
seguir explorando otras relaciones : clase y familia, clase y psicologías de clase, que ya
no hablo de las ideologías sino de los hábitos, de las formas inconscientes de
manifestarse y actuar en donde a su vez esta en lucha en cada individuo y en cada
sociedad y en cada clase lo que viene de la clase dominante y lo que brota de la propia
práctica. Nunca hay nada unívoco. ¿Por qué? Porque la sociedad es una sociedad
contradictoria.
El otra aspecto de la definición de las clases es que de acuerdo al distinto lugar que
ocupan esos grupos, esos grupos están articulados unos con otros por relaciones,
algunas de las cuales son antagónicas: uno es explotador y otro explotado (el grupo,
digo) No existen cada una por separado, existen en su relación. De cooperación, no
antagónicas , por ejemplo , de las clases populares entre sí; o de oposición antagónica.
Por lo tanto, dice Lenin, de acuerdo al lugar que ocupan esos grandes grupos humanos,
las clases, una de ellas puede apropiarse del plustrabajo de la otra, en un determinado
sistema de economía social. Es decir, es una sociedad determinada por un especifico
modo de producción dominante. Esto es muy importante para ver el proceso histórico
también. Porque la lucha política está estrechamente vinculada a la existencia de las
clases sociales y de su manifestación en fuerzas sociales de clase (movimientos,
corrientes, partidos, ideólogos) cuya lucha se eleva a lucha política, es decir al plano de
la lucha por el poder..
Esto existe en cada sociedad y en cada país y es preciso ver que frente a lo que domina
está lo dominado. Lo que domina no puede existir si no existiera lo dominado, por lo
tanto siempre existen los dos. Después hay que definir que es lo que domina. Entonces,
porque esa clase domina, las ideas dominantes son las de esa clase dominante. Pero no
quiere decir que sean las únicas porque contra ese dominio no sólo surge la lucha
política sino que surgen otras ideas que contestan y critican a las dominantes. Esto es
importante para ver esa dialéctica, que es muy importante para entender la historia
misma: las luchas, los movimientos de cambio, las transformaciones parciales o
revolucionarias de una sociedad. Tener este hilo conductor de la historia social general
para poder atender a la reconstrucción, ya como historiadores, de un proceso histórico
concreto, de una etapa, de un período.
El otro elemento, que ya hemos tratado, es el de la existencia objetiva de las clases y su
manifestación subjetiva en el terreno político-ideológico, que es tema de vuestro
práctico. La relación entre la formación de la clase obrera latinoamericana, las
especificidades (en las minas de Chile, en los frigoríficos de la Argentina, en el banano
en Colombia), ese desarrollo y formación objetiva y su práctica económica más otros
elementos como la composición étnica de la clase obrera. ¿Qué importancia tiene, por
ejemplo en Argentina y en Uruguay, el aluvión inmigratorio para la formación de la
clase obrera en el Litoral? ¿Cuál es la relación de la clase obrera del litoral y de las
grandes ciudades con la clase obrera rural de origen criollo e indígena del interior?
Tema para el estudio de la clase obrera en la Argentina. Y ¿Cómo es en Bolivia, donde
los campesinos hasta 1952 estaban sometidos a servidumbre, el pongaje, y sus hijos
iban yendo a las minas del estaño y se convertían en obreros?
O sea, que el origen étnico y social de la clase obrera en cada país recorre caminos
particulares. Todo esto hace a la existencia y formación objetiva de esas clases. Acá es
en la industria de los frigoríficos, allá es en las minas o en las plantaciones del banano,
acá es con inmigrantes y criollos, allá…
Pero eso a su vez tiene incidencia en los aspectos que podríamos llamar subjetivos, en el
sentido no solo de ideológicos sino más ampliamente de la acción de los sujetos, de la
acción consciente, con distinto grado, que se manifiesta como la acción de una clase
social. Por ejemplo: hacemos una huelga; por ejemplo organizamos una mutual; por
ejemplo que hacemos un sindicato; que hay distintas corrientes políticas que dicen “no,
la doctrina que va a llevar a liberar a la clase obrera es ésta”.
Todo eso tiene alguna relación con la formación de la clase obrera, aunque la doctrina
venga de un inmigrante que trajo los libritos que resumen la experiencia del desarrollo
del movimiento obrero en Europa y que eso es útil para organizar a los obreros aquí.

Esta relación entre la existencia objetiva y la acción subjetiva, acción subjetiva que tiene
que ver con el correlato de ideas en la cabeza pero también con la acción práctica
consciente, organizada -mutual, sindical, política- que se manifiesta en esas instancias
mediadoras. Es un tema muy importante para estudiar la historia de nuestros países. Es
importante para ver la historia de las clases dominante pero también para ver la historia
de las clases populares y de la clase obrera. Por ejemplo, suele suceder que en un
estadio muy poco desarrollado de la industria, donde los obreros vienen de un origen
campesino, de la pequeña parcela individual y trabajan en pequeños talleres, el
predominio de la doctrina anarquista es mayoritario; mientras que en la medida en que
se desarrolla la gran industria y la cooperación de muchos obreros, avanza y se afirma la
teoría socialista marxista o la sindicalista reformista, pero pierde peso la anarquista
individualista.
O sea que hay una relación entre el estadio y la forma de la vida material y qué
doctrinas o teorías se abren paso o, por el contrario, pierden peso en la clase obrera y en
el movimiento obrero. Es decir, cómo las condiciones objetivas facilitan un desarrollo
subjetivo. A la vez el desarrollo subjetivo incide en la formación del propio movimiento
y de la propia clase obrera, de sus tradiciones, de sus costumbres, de su historia.
Esta sería una introducción para seguir pensando pero es importante ver las relaciones
de producción de las que brotan las clases y es importante ver las diversas dimensiones
de su existencia social y, tercero, cuáles son las relaciones recíprocas.

En el marxismo, el paso de lo objetivo a lo subjetivo ha sido un objeto de análisis


importante, con la conceptualización de cuándo una clase “en sí”, se vuelve una clase
“para sí”. Marx dice: los obreros contratados en una empresa, que todavía están
desorganizados, etc. ya son una clase en sí, (lo sepan o no, lo quieran o no, son
empleados, reciben un salario, producen un producto, la plusvalía se la queda el
capitalista), pero todavía no son una clase para sí, en el sentido de que todavía no se han
organizado en un sindicato para hacerle la huelga al capitalista para obtener mejores
salarios. Nosotros somos estos, el otro es el otro. Hay un pasaje y un proceso de lo
objetivo a lo subjetivo, de la práctica económica a la lucha social y política. Ese pasaje
es la materia misma del análisis histórico. Ese ida y vuelta de la economía a la
sociedad, la política y la cultura. Eso es el análisis histórico. Por eso en la historia es
como se van encadenando o relacionando las diversas dimensiones de la totalidad
social, que lo ves en ese movimiento, y requiere de análisis empíricos concretos, Pero es
preciso entender las condiciones objetivas que engendran y facilitan la acción subjetiva.
Hay una famosa frase de El Capital de Marx, cuando Marx explica cómo los hombres
intercambian los bienes a la larga por su valor, porque sino uno pierde y el otro gana, y,
lo sepan o no, lo hacen a través de múltiples actos de comercio e intercambio, y así se
produce la formación de los precios, dice. Entonces a la larga, cambian por su valor, “no
lo saben, pero lo hacen”. No importa cómo se lo representan, están cambiando esas
mercancias por su valor. Esto es importante, sería el aspecto materialista de esta teoría.
Es independiente de la conciencia que tengan: ocurre. ¿Por qué? Porque hay una
organización objetiva, no fuera de los hombres sino de los hombres mismos, siempre en
el seno de determinadas relaciones entre sí.
Pero a la vez, volviendo al tema del pasaje de lo objetivo a lo subjetivo, podríamos
seguir desarrollando esa frase. Dice “no lo saben pero lo hacen”. A la vez, su hacerlo es
la condición de su saberlo, a la larga. Porque lo hacen, podrán saberlo algún día.
Esto que estoy derivando de esa famosa frase sirve para entender cuál es la relación
entre lo objetivo y lo subjetivo; entre la práctica y la representación de esa práctica;
representación que primero hay que ver como un resultado de esta práctica aunque
luego, en la medida en que sea una representación penetrante, fecunda, cognoscitiva,
podrá guiar la práctica en un sentido transformador. Aunque, hablando de la humanidad
en su conjunto, siempre la práctica precede a la representación; siempre se anticipa,
porque la realidad es infinita e infinita es la posibilidad de conocerla pero es limitado lo
que conocemos desde antes. Por lo tanto siempre la práctica desborda, anticipa, va
mucho más allá que la representación que tenemos en la cabeza. Esto sería al revés de lo
afirmado por todo el posmodernismo de los últimos veinte años. A la vez es preciso no
descuidar la representación, porque a la larga la representación es guía de la práctica.
Este ida y vuelta es muy importante en la historia y en la ciencias sociales en general.
Todos temas para analizar la lucha de clases en las sociedades latinoamericanas del
siglo XX, cuya expresión máxima son las revoluciones sociales.

FORMACIONES ECONÓMICO –SOCIALES DE AMERICA LATINA EN EL


SIGLO XX: LAS CLASES SOCIALES
1)Volvamos a la historia concreta. El punto de llegada de la semana pasada fue lo que
los apologistas del sistema, de aquella y de esta época, llamaron la “modernización” de
los países y que nosotros hemos llamado la conversión de los países latinoamericanos
en países dependientes o semicoloniales oprimidos por el imperialismo moderno.
Un resumen que podríamos hacer de los elementos determinantes de esa formación
económico-social es: se han configurado formaciones sociales dependientes o
semicoloniales oprimidas por el capital monopolista extranjero que brota del más
elevado grado de desarrollo del capitalismo en los países centrales y se exporta aquí. Y
que no sólo condiciona desde afuera el desarrollo económico y social de estos países (el
monopolio del comercio mundial, la guerra, la usura, las tanquetas, la usurpación de la
Malvinas) sino que a la vez se convierte en un factor interno a las economías y las
sociedades latinoamericanas, no solo en la economía sino también, en tanto un peso
económico formidable, con importantes cuotas de poder estatal, como eran los
ferrocarriles argentinos. Un Estado dentro de otro Estado eran los ferrocarriles ingleses,
ponían presidentes. El primer elemento es este: dependientes o semicoloniales, o en
algunos casos, coloniales ( Puerto Rico, Guayanas, Bélice , las colonias europeas del
Caribe durante buena parte del siglo XX).

El otro elemento es que esa dominación se ejerce no sólo directamente con las propias
empresas monopolios sino a través de la asociación y subordinación de las clases
dominantes locales. La mediocre metamorfosis de las clases dominantes que dice
Mariátegui, la adaptación de lo que venía de antes a las nuevas condiciones. Y a la vez
eso abre en los países más grandes, o dependientes sobre todo, un campo para la
operatoria de diversos capitales extranjeros que se asocian a un sector u otro de las
clases dominantes; que subordinan a un sector u otro de las clases dominantes y así
surgen terratenientes pro ingleses, pro franceses y pro alemanes, y capitalistas
intermediarios de los alemanes, de los ingleses y de los norteamericanos que van a
disputar el poder de los Estados para fortalecer una relación de dependencia u otra. Con
un mayor grado de presencia de esta disputa interimperialista en los países
dependientes, mientras que en los países semicoloniales la potencia que te maneja la
Aduana o que te invade cada diez años tiene un peso mayor. Ustedes van a ver cuando
hagan la monografía de la revolución cubana, cómo Cuba era una semicolonia de
Estados Unidos pero no en el sentido de que le compra todo el azúcar sino que además,
por la enmienda Platt, la política exterior de la República de Cuba esta subordinada a lo
que deciden en el parlamento yanqui. Ya hay un grado de subordinación de la soberanía
estatal. La enmienda Platt cesa en 1933 pero se mantiene la base de Guantánamo. Lo
mismo pasa en repúblicas hermanas de América central en aquella época, que son
periódicamente invadidas y ocupadas militarmente. Eso es lo que llamamos la
semicolonialidad.

Nos estamos refiriendo al grado en que se expresa la competencia intermonopolista y la


disputa interimperialista, sobre todo en los países dependientes, a través de distintos
círculos de las clases altas: de terratenientes o de burgueses intermediarios. Y muchas
veces los gobiernos, o un sector u otro, operan al servicio de uno o de otro.
Ahora dicen que Chávez nacionaliza Techint y que es una empresa argentina pero
resulta que es un monopolio italiano y nadie dice que es un monopolio italiano, “italo-
argentino” dice algún diario. Digo, para hablar de monopolios extranjeros y de
capitalistas asociados e intermediarios.

2) El otro elemento en común a todas esas formaciones sociales, sobre todo en aquella
época, es el predominio del latifundio, que es un fenómeno común a toda América
latina. Tiene que ver con la historia del colonialismo, con lo que no pudo ser cambiado
por la independencia, con la historia que venimos estudiando, pero es un elemento en
común. Como es también un elemento en común, con distinto grado, el peso del
campesinado en América latina, que es el correlato inevitable de la existencia de un
poderoso sector terrateniente. Terratenientes y campesinos son clases que vienen de
antes, que van sufrir modificaciones ahora en la nueva sociedad capitalista; pero la
existencia del latifundio implica también la existencia del minifundio y de vastas capas
de campesinos sin tierra o con muy poca tierra. La existencia de muy pocas personas
que tienen enormes proporciones del planeta implica la existencia de muchísimas
personas que vienen de producir ellas mismas y que tienen pequeñísimas proporciones
del planeta o no tienen nada y tienen que cultivar en tierra ajena. De México a Ushuaia.
El campesinado latinoamericano. Una clase social al principio o diversas capas que se
van formando, muy importantes para la historia social de América latina, para los
movimientos populares, etc. Sin comprender el aspecto campesino de las sociedades
latinoamericanas no vamos a comprender su historia en el siglo XX. Pero eso está
ligado al otro rasgo de las nuevas formaciones económico-sociales que el latifundismo,
que la operatoria de los monopolios extranjeros recrea y aprovecha. También se forman
latifundios en manos de compañías extranjeras. Ahora en nuestro país hay ya 17 o 18
millones de hectáreas que están en manos extranjeras, de compañías (Benetton) o
personeros de capitales financieros de distintas potencias imperialistas .

3) El otro elemento de las nuevas formaciones sociales es que se van a ir expandiendo


las relaciones capitalistas de producción. No por obra del triunfo interno y
revolucionario de un capitalismo local sino por obra de la penetración del capital
extranjero. No es que no existieran relaciones trabajo asalariado-capital antes, pero
estaban muy enchalecadas por la vieja estructura social. Ahora se van a expandir pero
sobre la base de la penetración del capital extranjero, que a la vez no viene “a
desarrollar” el capitalismo de los países sino que viene a dominar a los países en
función de sus propias necesidades. Por lo tanto, las nuevas relaciones capitalistas
adquieren formas particulares. Se ven encauzadas, condicionadas, deformadas,
unilateralizadas –mucho frigorífico, nada de máquinas; muchos trenes, nada de carbón,
que venía todo de Inglaterra- por el predominio del capital extranjero, que va a
determinar un desarrollo del capitalismo muy distinto al desarrollo del capitalismo que
se operó en los países desarrollados y que hace que estos países se caractericen por su
atraso y no por el altísimo grado de desarrollo de su técnica y de sus fuerzas
productivas. Son países tributarios, que tributan riquezas al exterior todo el tiempo.
A la vez, junto a las relaciones capitalistas, que en un proceso pasaran a ser
dominantes, y digo en un proceso, porque hay que estudiar en cada país –si hasta 1952
en el campo boliviano existían relaciones de servidumbre, de renta en trabajo (desde ya
que lo principal de la economía boliviana era que exportaba estaño, y por lo tanto las
relaciones capitalistas en las minas eran determinantes en su economía , aunque para
una mayoría de la población lo otro tenía un peso muy grande)-. Digo, para pensarlo.
Indudablemente, en Argentina la expansión de las relaciones capitalistas es más
temprana y se forma una pujante clase obrera ya desde 1900. Por eso el movimiento
obrero en Argentina y en Uruguay es uno de los más tempranos de América latina. El
primer paro nacional de la clase obrera argentina se hizo en 1902 y empezó, como
correspondía a la estructura agroexportadora de la época, en el puerto. Del puerto fue a
los ferrocarriles y de ahí al interior y se paralizó todo. Pero eso no quiere decir que aun
con el desarrollo temprano de las relaciones capitalistas y del movimiento obrero en la
argentina no existieran otras relaciones antiguas. Hasta la década del ´30, aun bajo
relaciones capitalistas, los mensuales de la yerba se endeudaban con las compañías y no
podían irse. Y si se iban y escapaban, las guardias de las compañías los fusilaban y los
cadáveres iban flotando por el río Paraná. ¡Hasta la década del ´30 del siglo XX!, en un
país ya desde el 1900 capitalista y con obreros a los que se les aplican regímenes que
vienen de otra época y que ahora sirven para explotarlos más. Lo mismo que a los
peones de la Patagonia.
Al mismo tiempo, en muchos ingenios del noroeste se llevan a indígenas del campo y
los llevan prácticamente como esclavos a trabajar en el Ingenio Ledesma de la familia
Arrieta; ingenio o de terratenientes o de compañías extranjeras. Y las relaciones son de
servidumbre. Hay un recorrido histórico que los transformará a algunos de ellos en
obreros modernos, pero es un proceso: no es lo mismo 1920 que 1980. El Carlos Pedro
Blaquier que se casó con la Arrieta siempre reivindica que él, en 1958, abrió los
portones del Ingenio, porque antes no se podía pasar: la gentenacía, se criaba, vivía y
moría en el Ingenio. Hay después un proceso de “modernización” aunque hay gran parte
de ese ingenio que está ocioso, sin producción, y hay muchísima gente que no tiene
tierras. Un ejemplo de tantos para ver cómo, en qué condiciones, se expanden las
relaciones capitalistas, se eslabonan y entrelazan con otras viejas que adquieren un
nuevo sentido. Para estudiarlo en cada país en particular. En el Brasil, donde la
esclavitud se abolió en la década de 1890, con lo cual si estamos hablando de 1920,
¡había sido una sociedad esclavista hasta 20 años antes!. Esto hace a los resabios de
relaciones precapitalistas o, incluso en algunos lados, semifeudales, en el marco de las
nuevas formaciones sociales donde van a ir predominando las relaciones capitalistas.
LA ESTRUCTURA SOCIAL ( DE CLASES)
Definidos los elementos determinantes de estas formaciones sociales tenemos que
definir las Clases. Sociales

¿Cuáles son las clases dominantes en esta estructura social?


Ya no son los terratenientes y los comerciantes portuarios de 1850. Por un lado ahora
tenemos a los monopolios extranjeros, compañías , consorcios y representantes o
“personeros” del capital financiero extranjero. Predominan ampliamente en
determinadas ramas de la producción, de los servicios, en su peso en el Estado. El
ejemplo en la Argentina son los ferrocarriles ingleses, que eran “un Estado dentro del
Estado”, los frigoríficos ingleses y norteamericanos, y las cerealeras belgas, alemanas, y
francesas. Pero en Guatemala, la mitad del país era de una compañía yanqui llamada
United Fruit Company. ¡La mitad! Es para estudiar país por país. Ese poder asocia a la
clase terrateniente, los “conversos”, los “metamorfoseados mediocres”; la clase de los
grandes terratenientes. Y no estamos hablando de una viuda con 1000 hectáreas, que
en la Argentina no era nada; estamos hablando de 300.000 hectáreas en manos de una
familia. Los Guerrero, los Anchorena, eran imperios territoriales. Después hay capas de
pequeños terratenientes, pero hablamos de los grandes terratenientes latifundistas, en
toda América, ni hablar en Brasil, en Paraguay (encima allí son brasileros y argentinos y
hasta el día de hoy el 80% de la población que es campesina y no tiene tierras).
Y ahí vienen las relaciones entre ambos sectores ( capital imperialista y terratenientes)
cuya historia ya hemos estudiado, dependiendo de cómo es la historia de cada país. En
cada lugar una puerta de entrada, un empalme, una asociación subordinada vía el
comercio, vía las finanzas, vía las inversiones, que hacen posible que esta clase
terrateniente de origen colonial no sólo sobreviva sino que engorde sus rentas en forma
gigantesca, hasta tirar la manteca al techo e irse a París. Más o menos como los jeques
árabes en 1970 con sus rentas del boom petrolero.
Pero además, en la medida en que se expanden las relaciones capitalistas de producción,
surgidas de una operatoria de estos u otros orígenes, se va conformando un pequeño
puñado de capitalistas en los diversos países (más poderoso en los países grandes) que
podríamos considerar grandes burgueses intermediarios del capital extranjero, o
intermediarios del imperialismo.
Este concepto de intermediario es interesante. En otros países con menor desarrollo de
la industria, en Asia y en África, los antiimperialistas, los críticos del colonialismo,
llamaban a estos sectores “los compradores”, la burguesía compradora. En los puertos
de China serían los importadores de los “efectos” europeos. Fue una vía de formación
de este sector social, los portuarios intermediarios del comercio inglés de Buenos Aires.
Pero en América latina no se agota todo en el comercio exterior, porque en los países
grandes -Chile, Argentina, Brasil- existen sectores de grandes burgueses, algunos
pueden ser terratenientes pero también invierten de forma capitalista en servicios, en la
banca e incluso, más tardíamente, en la industria, y que por lo tanto se convierten en
capitalistas, pero son capitalistas que generalmente operan de un modo asociado o
subordinado al capital extranjero. Por ejemplo los dueños de los ingenios: eran
terratenientes pero en la medida que contratan obreros, aunque sobrevivan formas
serviles, obtienen plusvalía, por lo que se convierten en capitalistas, pero a la vez, a
través de créditos obtenidos en Berlín o en París, importan las máquinas para hacer el
azúcar y se convierten en favorecedores del capital francés o inglés o del capital alemán,
como grupos monopólicos, que son a la vez terratenientes y capitalistas intermediarios
de tal o cual capital.
Hay familias oligárquicas que trabajan de eso, incluso ponen un hijo en cada banco. Los
Blaquier ahora tienen un hijo en el Deustche Bank, otro en el Citi; ejecutivos. Algunos
de esos grupos, sociedades, familias burguesas intermediarias, tienen origen en la clase
terrateniente, otros en dinastías locales de monopolios extranjeros que bajan acá. Por
ejemplo los Tornquist: pasaron a ser terratenientes, tenían una banca, tenían una
refinería de azúcar en Rosario, tenían ingenios en Tucumán. ¿Qué eran? Representantes
de capitales alemanes; iban y venían de Berlín en la década del ´10, del ´20 y del ´30.
Grupos intermediarios. Algunos, en el extremo del espectro, son simples testaferros: no
tienen ni fortuna propia, son prestanombres, empleados. En el otro extremo tienen su
propia fortuna, su familia, sus redes pero a la vez se subordinan por el crédito, por el
comercio, por la tecnología, y operan a favor de un imperialismo o de otro, como
“apéndices”. Y el imperialismo de uno u otro país necesita de ellos porque no es una
colonia, son los que “abren la puerta” de los círculos sociales y el Estado.
Entonces los monopolios extranjeros necesitan de estas figuras, necesitan de
generales,abogadors, jueces , diplomáticos, necesitan de personajes de apellido que
perdieron la tierra pero son “abrepuertas” de los círculos sociales para tener influencia.
Eso es toda una historia social, de lazos personales y círculos sociales, políticos y
burocráticos , dentro del Estado y fuera de él, importantes para reconstruir la historia de
las clases dominantes en nuestros países.
“Burgueses intermediarios” en un sentido amplio, abarcativo de la diversidad d eorigens
y rasgos de una fracción de una clase social, la burguesía, pero cuya conducta, no sólo
económica sino política e ideológica, determina su carácter de vehículo, de sostenes, de
apéndices de la dependencia del capital extranjero. Es un sector de la burguesía.
Desde ya que acá lo definimos en términos económicos, pero esto no es sólo lo
económico. La existencia y dominio de los terrateniente y la burguesía intermediaria
genera, en su existencia social, costumbres; contenidos ideológicos que seguramente
será la que expresa las relaciones de dependencia, sea bajo su forma liberal cosmopolita
(que sería “todo lo bello, todo lo bueno, todo lo maravilloso está afuera”, ya sea en
Londres, París o Miami) o, en algunos períodos, bajo la forma de un “nacionalismo”
tradicionalista telúrico (“todo lo bueno, todo lo lindo son nuestra ropas, nuestro ponchos
y peinetas”, pero en realidad todo lo bueno y lo lindo es lo español, no es lo indígena, lo
pobre, lo criollo). Es un “altercentrismo”, no un etnocentrismo sino un altercentrismo.
Entonces, con variantes –la liberal oligárquica o la nacionalista tradicionalista, donde se
ponen las galas para las fiestas patrias y tratan a la gente peor que a los animales-….
Cuanto más avanza el siglo, más peso tiene la burguesía intermediaria. En 1910, la clase
terrateniente en la Argentina y América latina era lo fundamental, además de los
monopolios extranjeros. Ahora son muy importantes los grupos de burguesía
intermediaria.
Pero además de las costumbres y de la ideología, como hemos dicho estas clases tienen
sus representantes políticos, sus jueces, sus corrientes políticas, sus militares, sus
intelectuales.
Y ahí viene una categoría: los intelectuales no son una clase social, son una categoría
social, y para ver cómo están en esta estructuración clasista hay que estudiar su origen
social pero también, y predominantemente, al servicio de quién está su práctica,
producen su ciencia, su arte, su ideología, su cultura.
Entonces en 1910 nosotros tenemos la “República de los letrados”, los doctores con
galera –se estudiaba Medicina o Derecho- y eran los conservadores. Pero en Argentina y
en Uruguay y en otros países, las universidades se van nutriendo de hijos de la
burguesía media, un sector desplazado del poder, y de la pequeña burguesía, o sea de las
capas medias. Y surge un estudiantado democrático, en el sentido antioligárquico,
antiterrateniente y antimperialista en diverso grado, numeroso y activo, originado en
otras clases que no son las dominantes .
A la vez, funciones sociales se van profesionalizando y por lo tanto, ya en 1930, la
mayoría de los intelectuales ya no son los doctores oligárquicos, son las maestras, los
periodistas de los diarios. ¿Y esos qué son? Esos ya pertenecen a otra clase, a la
pequeña burguesía, a las capas medias. Y surgirán también los intelectuales obreros.
Pero bueno, acá las clases dominantes tienen sus intelectuales, sus Grondona, etc.

Un estudiante plantea si el profesor puede definir un poco mejor la palabra origen

Profesor: Con la extracción social me refería al origen. Que de 1870 a 1900 vos tenés,
por la extracción social, una capa significativa de intelectuales que surgen de la clase
terrateniente y mercantil. Hay también quien ha surgido de la pequeña burguesía criolla.
Después a quién sirven es otro tema, pero de lo que estamos hablando es de la
extracción social. Hasta 1900, esto lo estudia David Viñas en su famoso texto Literatura
argentina y realidad política, predominan los intelectuales surgidos de y al servicio de
(las dos cosas) las clases dominantes. Luego, fruto de transformaciones económicas y
sociales que a la vez generan la necesidad de que gente de sectores populares ocupe
funciones intelectuales –por eso yo daba el ejemplo de las maestras, los periodistas, etc.-
se van formando capas de intelectuales originadas en, y crecientemente al servicio de,
otras clases. Acá también habría que hacer la historia en cada país.

También la formación de grupos de burguesía intermediaria recorre diversos caminos,


puede ser originado en una familia terrateniente, en una dinastía de monopolios
extranjeros que se ubica acá –dijimos Tornquist pero también podrían ser los Bunge (de
Bunge & Born)-, o las familias de la “rosca boliviana” ( los dueños de las minas) que se
entrelazan con el capital financiero imperialista , principalmente inglés,( hasta viven
allá) y los interese de los mercados compradores del estaño ( mas tarde tendrá peso
Estados Unidos) que se entrelazan y también recorren un camino de acumulación que
se llama burocrático. Por ejemplo, dictadores militares de décadas en América central
que operan como instrumento de dominio del capital yanqui, ellos mismos van ganando
una fortuna con las coimas del Estado. Los Somoza de Nicaragua, los Batista de Cuba;
esos dictadores, además de representantes políticos de las clases dominantes, van
armando una expresión de lo que llamaríamos el camino burocrático –a través del uso
del Estado- de formación de grupos de burguesía intermediaria. Gran vigencia actual
para la Argentina: el uso del Estado permite la acumulación de grupos económicos
prendido en los negocios con tal y cual monopolio, con tal o cual capital o potencia
imperialista. Es decir que hay un camino burocrático. Hasta 1930 a través de esos
dictadores patrimonialistas -como se los llama-, que dan y reciben. Y en la medida en
que avanzan los procesos, incluso con la democracia parlamentaria, a través de grupos
políticos: la formación de familias de burguesía intermediaria que se han convertido en
eso por la vía burocrática.
A la vez están los burócratas de esas clases sociales. En la medida en que crece el rol
del Estado (después, con la industria, etc.), se va a formar estrictamente una capa de
burócratas al servicio de las clases dominantes: los directores del Banco Central, de
1960 hasta ahora, los tecnócratas de las empresas estatales, los abogados que pasan de
la función publica a los directorios de los monopolios, a distintos organismos
internacionales, a consultoras, etc… No me refiero a los técnicos de la industria
nacional que lucharon por un desarrollo independiente, me refiero a los miembros de
directorios y ministerios, a los tecnócratas que ponen las dictaduras o gobiernos pro-
imperilistas, etc.; los que arman los Megacanjes, los Blindajes; los Ministros de
Economía. Son un sector tecnocrático de la burocracia estatal. ¿Al servicio de quién? Al
servicio de las clases que dominan el Estado, porque las clases dominantes brotan de
esas relaciones de producción en la base económica –países dependientes, relaciones
capitalistas, resabios precapitalistas- pero su poder no es sólo económico: tienen el
control del Estado, con sus instrumentos de coerción –Fuerzas Armadas, policía y su
aparato burocrático judicial- y sus instrumentos de hegemonía o de consenso: la gran
prensa, los obispos. Depende de las épocas. ¿Ahora qué serían? Los medios de difusión,
¡vieron cómo se los disputan! Es un instrumento de hegemonía social poderosísimo. El
conflicto social pone en cuestión esa hegemonía, el “consenso” se rompe. Para amplios
sectores de nuestra población, antes del 2001, el Estado fue o el palo para pegarte o la
televisión para embobarte. Cuando salías a la ruta porque ya no te embobaba la
televisión y salías mostrar la verdad y a reclamar, te mandaban a la gendarmería. Parece
simplista mi enunciado pero para amplios sectores de la población esa fue la operatoria
del Estado.
Poder del Estado, entonces. Esto es muy importante. Su intervención en la economía
va cambiando de acuerdo a las etapas de la historia económica pero su función social es
ésta. Esto no quiere decir que a veces las clases dominantes no pierdan el gobierno. Pero
el gobierno es solo una parte del Estado. Entonces pasó que algunas veces fuerzas
políticas y sociales, heterogéneas a las clases dominantes, lograron alcanzar las
posiciones de gobierno. Sea porque eran sectores intermedios más ligados al desarrollo
burgués nacional, sea porque expresaban a fuerzas de las capas medias o incluso
apoyadas por la clase obrera, hubo en distintos períodos a lo largo de la historia de
América latina, como expresión también de la lucha social, gobiernos que no respondían
directamente a loa dueños del poder. Pero por eso mismo surgieron los golpes de
Estado. Porque los golpes de Estado, ¿qué son? ¿Son golpes contra el Estado? No, son
golpes del Estado. ¿Quién da el golpe? Las Fuerzas Armadas, y los civiles que están
detrás. ¿Contra qué? Contra una parte del Estado en todo caso, que son las posiciones
electivas que no controlan directamente las clases dominantes, para desalojar a los que
están, imponer un dominio más directo a través de la fuerza directa. ¿Por qué lo
necesitan? Porque clausurando las instituciones democráticas podés aplicar mejores
medidas represivas para frenar las rebeliones posibles, porque tenés que aplicar una
política económica antipopular. O porque, frente a la crisis del ´30 –ustedes ya lo van a
ver- donde va a haber un montón de golpes, las clases dominantes necesitan recuperar el
control directo del gobierno con un régimen de fuerza para descargar sobre el pueblo las
consecuencias de esa crisis. Entonces, ¡chau Yrigoyen! Es el Estado el que da los
golpes, su institución fundamental, coercitiva.

¿Por qué esta historia de tantos golpes de Estado en América latina? Porque se trata de
países dependientes o semicoloniales. Las condiciones para que la democracia
parlamentaria propia de un régimen burgués se estabilice no son las de Europa. En
primer lugar, en Europa el sufragio universal no fue un regalo ni siquiera de la
burguesía: a lo largo de todo el siglo XIX todos los pueblos de Europa lucharon para
poder votar, porque en Inglaterra votaban solo los propietarios. O sea que el propio
sufragio universal, que mirado desde un ángulo es el modo más perfecto de dominación
de la burguesía (porque todos votamos y elegimos y después las decisiones sobre la
economía y lo demás se toman en otro lado), fue una conquista de los pueblos en
aquella época. Pero, a la vez, el hecho que se estabilizara y que se ampliara fue producto
de esta lucha pero también de la existencia de sociedades opulentas en las cuales la
burguesía pudo mantener una cierta hegemonía, existía un amplio campo para garantizar
consenso, (igual cuando el consenso no se garantizó, pusieron un Hitler o un
Mussolini). Pero, globalmente hablando, en Estados Unidos, en Inglaterra, esa
democracia parlamentaria pudo funcionar sin que se pusiera en riesgo el poder de los
capitalistas. Mientras que en los países latinoamericanos, como la base económica es
mucho más estrecha porque son sociedades oprimidas que tributan para afuera todo el
tiempo, el conflicto social y nacional es mucho más agudo.
Por lo tanto, las condiciones para un Estado que gobierne desplegando los instrumentos
de consenso son mucho más limitadas. Con lo cual, la característica de la inestabilidad
política en América latina –con dictaduras y golpes- tiene que ver con esta sociedad que
estamos estudiando, con la agudeza de su conflicto social, la necesidad de las clases
dominantes de mantener su dominio sobre la base de que son economías y sociedades
dependientes y oprimidas. la clase obrera está doblemente explotada: por el
imperialismo y por los capitalistas. Y no solo es la clase obrera, son los campesinos, las
capas medias, hasta sectores de la burguesía que no pueden desarrollarse. Es una
sociedad muy contradictoria. Allí el tema de los golpes y también de las guerras
revolucionarias, los alzamientos, incluso de militares populares como la columna
Prestes en Brasil (corrientes de las capas medias de oficiales que se levantan en armas
contra el Estado); de alzamientos campesinos o urbanos; de derrocamientos de
dictaduras. Es la expresión aguda del conflicto social.

LAS CLASES Y CAPAS POPULARES, OPRIMIDAS


Visto el bloque de las clases dominantes, por el otro lado tenemos a las clases populares
o pueblo. En la ficha planteamos que la palabra pueblo es polisémica: los pueblos son
tambien las etnias, las sociedades organizadas bajo la forma de naciones en la época
moderna; pueblo fue el “Tercer Estado” y la plebe, opuestos a la nobleza, laica y
eclesiástica, que la burguesía llamó a la lucha contra la nobleza; pueblos se
denominaron los americanos sojuzgados por la corona española pero también el pueblo
frente a las oligarquías criollas, es decir las claes oprimidas d eentonces; y luego Pueblo
fue un concepto que la burguesía utilizó como encubridor de las nuevas diferencias
sociales surgidas de la explotación capitalistas. Eliminados los privilegios de la
aristocracia, somos todos iguales antes la ley y por lo tanto pueblo somos todos,
ocultando la nueva división de clases antagónicas. También hay un uso vulgar que sería
“la población”.
Sin embargo, es posible plantear un uso científico del concepto “pueblo”, equivalente a
clases populares, que son todas aquellas clases, fracciones de clase, etc., que en el seno
de una formación económico social concreta, en un período determinado (siglo XX)
guardan una relación de contradicción antagónica con las clases dominantes. Esto es a
lo que llamaríamos clases populares, por oposición a clases dominantes, y es lo que
podríamos llamar el pueblo en cada período histórico. Este concepto de pueblo, lejos de
encubrir la existencia de las clases, exige determinar en cada país y en cada etapa
histórica cuales clases sociales forman el pueblo y cuales no.
Eso tiene sus variaciones de acuerdo a los países de América latina en este período:
Ahora, en estas nuevas formaciones sociales, aparece una clase social nueva dentro del
pueblo, que es la clase más moderna de esta sociedad, que es la clase obrera, de los
trabajadores asalariados, el proletariado latinoamericano. Tema de vuestro práctico.
Trabajadores asalariados que son urbanos, rurales, mineros; van a ver los ejemplos que
van a estudiar. Entonces en Santiago de Valparaíso casi no había industrias pero miles
de obreros en el salitre en el norte de Chile. ¡Miren qué desigualdad de desarrollo desde
el seno del propio país! Una clase obrera casi toda minera, también los servicios, los
ferrocarriles. Y en lo urbano, la gran industria, que es una industria para la exportación,
en manos extranjeras, -ejemplo típico los frigoríficos argentinos, uruguayos o
brasileros-, o talleres semiartesanales: fabricantes de carros, albañiles italianos que unos
son yeseros, otros son plomeros. Los gremios son por oficio todavía, no por rama de la
industria. Recién en los años ´30 se va a organizar el sindicato de la construcción en
general, al principio cada uno por oficio, que viene de los gremios medievales: la
especialidad de los oficios artesanales. Una larga historia la del sindicalismo y también
el paso de los gremios por oficio a los sindicatos por rama.
También hay que ver, dijimos, el origen étnico y sus afluentes en cada país. ¿Cómo
sería el origen de esos obreros rurales del Ledesma, wichis de Salta, llevados como
esclavos y siervos, y después sus hijos y nietos? ¿Cómo es ese proceso de
conformación? ¿Y qué tiene que ver con los croatas que construyeron el ferrocarril que
llego hasta Jujuy y eran ferroviarios y se quedaron? Ustedes saben que el propio
Mariscal Tito, presidente de Yugoslavia, fue obrero ferroviario en la década del ´20 y
puso los durmientes en las vías del ferrocarril en Santiago del Estero. Fíjense qué
heterogeneidad de experiencias e influencias. Bueno, así fue en nuestro país, y así en
muchos países de América latina. Lo indígena, lo criollo, lo negro, ¿cómo es el proceso
de formación del proletariado y del campesinado brasilero? Piensen todo esto.
La clase obrera es lo más nuevo, lo que va a determinar ampliamente el contenido de
las luchas sociales en América latina en el siglo XX. Su peso y su conformación varían
en cada país.
Cuando hablamos de clase hablamos de los obreros y de sus familias (la mujer, los
hijos, la abuela). La clase obrera esta formada por todos esos afluentes, incluyendo los
obreros desocupados. Los desocupados son gente que no tiene un medio de producción
propio y que debería emplearse para obtener un salario, pero no consigue empleo. Son
el llamado ejército de reserva. Puede ocurrir que en un determinado lugar hay
contingentes de los desocupados que fueron campesinos, horticultores, etc. y que
quieren volver a serlo; no vienen de la clase obrera sino de otra clase, pero en su
mayoría son los desocupados provenientes de la clase obrera.
Ustedes van a ver que en Cuba, además de los obreros rurales que trabajaban
permanentemente en los ingenios, para la zafra había una gran cantidad de trabajadores
temporarios, y esos trabajadores temporarios eran de origen campesino, solo que ya eran
semiproletarios. Durante toda la época muerta vivían a la vera de los caminos comiendo
de lo que podían, y luego iban a la zafra.
El peso del semiproletariado como producto del campesinado que se va a ir
transformando en obrero es muy importante también en toda América latina. En nuestro
caso sería el hijo del campesino de Catamarca que tiene una parcela y cultiva zapallos,
en tierra propia o ajena, y el hijo va a la zafra tucumana a buscar moneda. Entonces una
parte del ingreso es la propia producción en la parcela de Catamarca y otra parte es lo
que traiga el hijo de la zafra tucumana.
Hoy algunos desocupados son semiproletarios, otros no y viven en los pueblitos de
Tucumán y van a hacer la cosecha del limón, o bajan y son obreros rurales.
Vean esta conformación étnica, económica, por rama, por grado de concentración, por
costumbres y tradiciones, por predominio de corrientes sindicales político-ideológicas.
Para hacer la historia de la clase obrera hay que ver todos esos elementos.
Después nosotros tenemos un montón de capas de trabajadores asalariados que cumplen
otras funciones (en los servicios, en el comercio, las funciones burocráticas) y que
provienen globalmente de lo que se llama las capas medias, no la clase media.
La clase media en inglés se refiere a la burguesía, porque la clase alta era la nobleza.
Ahora, la llamada “clase media” no es la burguesía. En el origen de las capas medias
está una clase social que es la pequeña burguesía urbana.
La pequeña burguesía urbana no es una burguesía pequeña, no es un mini-patrón con
cinco obreros; es una clase más vieja, anterior a la existencia de la burguesía: son los
campesinos y los artesanos de la Edad Media, los dueños de sus medios de vida,
materiales e intelectuales. El dueño del martillo para hacer su zapato, a lo sumo con un
aprendiz, el dueño de su huerto. Esa es la pequeña burguesía.
En la Argentina y en los países dependientes de toda América latina existen amplias
capas de la pequeña burguesía urbana; cuentapropistas, quiosqueros, pequeños
comercios, artesanos, profesionales. Después uno puede clasificarlos por ingreso, por
forma de vida, por costumbres, las capas más bajas de la pequeña burguesía, o bueno,
un pequeño burgués intelectual, el de "m´hijo, el dotor", de Florencio Sánchez, que va a
llegar a doctor y pone el consultorio en el barrio: es el “profesional liberal”.
El proceso de expansión de las relaciones capitalistas irá convirtiendo en asalariadas a
amplias capas de la pequeña burguesía, y por eso ahora vos tenés a “mi hijo el doctor”,
que es o el dueño de la clínica, y es un burgués, o el trabajador asalariado, que son la
mayoría de los médicos. Lo mismo ocurre con otras funciones.
El resto de los trabajadores asalariados -incluyendo los trabajadores de la ciencia, de la
técnica, del arte- y la pequeña burguesía urbana conforman lo que podríamos llamar
capas medias. El plural es pertinente porque no conforman un todo homogéneo.
Algunas están ligadas a la producción, otras están fuera de la producción.
La mayor parte de los intelectuales, es decir, las personas que cumplen funciones
intelectuales, provienen en la Argentina de las capas medias, incluyendo la capa inferior
de las capas medias. El intelectual básico de nuestra sociedad ¿cuál es? El maestro de
grado, y la mayoría proviene de las capas más bajas de las capas medias.

Finalmente, en el campo, por encima de los obreros rurales asalariados y de los


semiproletarios (mitad campesinos, mitad obreros; campesinos en proceso de
proletarización) tenemos diversas capas del campesinado. La mayoritaria en toda
América latina es el campesinado pobre.
Esta caracterización del campesinado esta en el texto de Azcuy, capítulo 10 del libro
Trincheras en las Historia, sobre las clases sociales en el campo bajo el capitalismo.
Campesinos pobres, medios y ricos. No se refiere a los ingresos, se refiere a las
relaciones sociales de producción.
El campesino pobre es aquel que, en tierra propia o ajena, reproduce su vida, y come y
jamás está en condiciones de contratar trabajo asalariado. Sus ingresos provienen
exclusivamente de su propio trabajo y el de su familia. A duras penas produce para
comer, muchos de ellos son de subsistencia, o salen para vender embutidos en las rutas,
o algunos son quinteros para la lechuga y están a merced de los camiones que vienen a
comprar para los mercados. En el Noreste y Nordeste tenemos la mayoría de
campesinos pobres. Pocos se mercantilizan, pueden acceder al mercado. Tienen muchas
reivindicaciones en común con los obreros rurales porque quieren electricidad, salud,
vivienda, etc. y necesitan y quieren tierra, porque son campesinos y quieren producir en
su tierra.

Por encima de los pobres están los medios, que son campesinos cuyo ingreso proviene
fundamentalmente de su propio trabajo y el de su familia pero que en ocasiones pueden,
necesitan, deben, pueden y lo hacen, contratar trabajo asalariado; aunque lo principal de
sus ingresos no proviene del trabajo asalariado. Por ejemplo, para la cosecha. Ese es el
campesino medio, que puede ser propietario o arrendatario, en tierra ajena. Y puede ser
un medio de Jujuy, pobrísimo pero que contrata “ayuda” en la cosecha, o puede ser un
medio de la pampa gringa: trabajo yo, mi hijo (incluso va a estudiar agronomía) pero si
puede mi hijo se contrata de obrero rural en el tractor maquinizado y computarizado de
ahora y yo contrato para la cosecha a los contratistas. O sino, yo soy dueño del tractor
pero perdí la tierra, entonces tomo la tierra ajena y hago contrato por cosecha, con mi
hijo que me ayuda. Pequeño contratista, pequeño productor, pequeño arrendatario. Y los
que están amenazados de desaparición son los pequeños rentistas que ya no ponen en
función ellos mismos sus propias tierras (porque si la ponen en función, pierden todo), y
tiene que hacer que el pool de siembra les alquile la tierra, y eso es el prólogo de su
desaparición como pequeños agricultores.

Ese es el campesinado medio, que es típicamente un sector de los “gringos” de la pampa


húmeda, y que también es el morocho en el noroeste pero que contrata a veces trabajo
asalariado. Con los semiproletarios, con los pobres y con los medios, tenemos a las
mayorías agrarias. Aquí es preciso estudiar en cada país de forma diferente, cómo se
entrelaza la cuestión agraria o campesina, la sed de tierras del campesinado, las
reivindicaciones que los oponen a los terratenientes que monopolizan la tierra o a los
monopolios que le compran la producción, o a los usureros que les den el crédito.
Cómo es esa contradicción en los distintos países y cómo se entrelaza esta cuestión
agraria con la cuestión étnica o nacional de los pueblos o naciones originarios
oprimidos por los estados oligárquicos. Por ejemplo, en nuestro país, una buena parte
de los obreros rurales, de los semiproletarios y de los campesinos pobres, además de ser
parte de clases explotadas y trabajadores, son integrantes de pueblos originarios
(mapuches, qom, wichis, etc.). Desde ya también hay maestros wichis y mapuches,
pequeña burguesía urbana, pero mayoritariamente, ¿qué son? Obreros rurales,
semiproletarios y campesinos pobres. En Chaco, en Misiones, en Formosa, en Neuquén,
Río Negro.
Por lo tanto, a su reivindicación de clase, como campesinos u obreros, se le añaden otras
reivindicaciones especificas como pueblo oprimido por el Estado Nacional argentino.
Oprimido en su cultura, en su lengua, en sus costumbres, en su identidad.
Desde ya que eso tiene una base económica, que es que han perdido su tierra, pero a la
vez la cuestión económica no agota sus opresiones. Es preciso ver la relación entre
opresión de clase y opresión étnico-cultural como pueblo originario. Algunos de ellos se
reclaman pueblo originario oprimido, como los paisanos, los criollos (ninguno de los
tiene tierra) pero uno además es paisano, no es criollo. Y algunos, además, dicen “yo
además soy otra nación”, entonces quiero tierra y territorio. Pero en otros países de
América latina se trata de mayorías agrarias, obreros rurales, campesinos pobres y
obreros que son integrantes de pueblos originarios; no minorías nacionales, sino
mayorías nacionales. Aymaras, Quichuas; y a la vez integran una nación, la boliviana
que a la vez es una nación oprimida, asediada por los imperialismos. ¡Qué complejidad!
¿Se puede entender esta cuestión de opresión nacional, cultural y étnica separada de las
relaciones sociales de clase? No. ¿Se pueden reducir todas esas opresiones a la opresión
de clase? Tampoco. Es preciso ver la relación entre ambas dimensiones. Ni
reduccionismo, que sería reducir una a la otra; ni dualismo, que sería separar: “ah,
bueno, yo me ocupo de la opresión cultural”, porque la escuela acepta la lengua y ya
está. El problema es que hay un poder que hace que no te pongan la escuela en tu lengua
y además eso se perpetúa porque vos no tenés tierra, y además si querés ocupar la tierra
te sacan con un fusil, como Tinelli o Benetton.
Toda una problemática que en nuestro caso es con minorías étnicas y nacionales y en
otros países hace a la esencia misma de la estructura social de los mismos. Clase y etnia,
clase y nación.
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Estas tres clases (la clase obrera, el campesinado y sus capas, y la pequeña
burguesía urbana) forman las fuerzas sociales populares en toda América latina.
Se han expresado en movimientos conjuntos o independientes uno del otro.
La pequeña burguesía ha dado corrientes, partidos, líderes reformistas o
revolucionarios, que se tomado las armas, en toda América latina. En Argentina han
sido protagonistas de movimientos fundamentales como el de la Reforma Universitaria
de 1918, que se convirtió en un movimiento latinoamericano que fue de acá a Perú, de
Perú a México, de México a Cuba, y que fue el semillero de corrientes culturales,
estéticas, artísticas y políticas de América latina en el periodo posterior. Una rebelión
estudiantil, de la juventud burguesa y pequeño burguesa de Córdoba y de Buenos Aires,
oprimida por el Estado oligárquico dependiente que determinaba un tipo de universidad
aristocrático-feudal. Eso dio lugar a un movimiento de la juventud que recorrió América
latina, fundamentalmente la juventud estudiantil. ¿Cuál era la base social? La
contradicción que oponía a las mayorías estudiantiles a las clases dominantes y al estado
oligárquico.
Es una contradicción que existe hasta hoy. Porque las mayorías estudiantiles siguen
siendo hasta hoy originadas en las diversas capas de la pequeña burguesía
mayoritariamente (no es que no tengamos hijos de la burguesía o de los terratenientes, o
en una época de obreros calificados que podían ir a ingeniería o a la UTN, ahora cada
vez menos). Pero, mayoritariamente, las filas del estudiantado se conforman con esos
contingentes sociales y chocan no sólo por el origen social, la capa social de donde
provienen, sino por su práctica como estudiantes frente al destino que determina la
sociedad y el estado oligárquico dependiente para el desarrollo de la ciencia, de la
técnica, de la cultura, de la educación.
Esto en América latina es periódico y en la Argentina es muy agudo: la puja de masas
que quieren entrar a la universidad y el Estado que quiere expulsarlas. No es casual que
haya una pulseada histórica a lo largo del siglo, tiene que ver con esta estructura social.
Unos quieren adecuar la universidad a la estructura económico-social que defienden y
otros quieren romper y entrar a la universidad eventualmente para transformar la
sociedad y poder sobrevivir, acceder a un título, al conocimiento, a la cultura, aunque
sea caminando porque no tenés plata para el colectivo o las fotocopias. Este es un
fenómeno de la Argentina que tiene que ver con los efectos de procesos previos: la
reforma universitaria, también con el peronismo posterior, con muchas cosas.
En otros países de América latina las universidades son más minoritarias pero aún así
han dado lugar a movimientos estudiantiles muy combativos que expresaron esas luchas
sociales.

Por último, quiero decir que falta algo, lo veremos en la publicación, que son otros
sectores intermedios, que tienen un carácter intermedio entre las clases dominantes y el
pueblo, valga la redundancia. No intermediarios, intermedios. Son los otros sectores de
la burguesía, que son los que no predominaron, los que crecen no a raíz de que el
imperialismo penetra sino que crecen al revés, condicionados, a la sombra de que
penetran. No son los apéndices de la dominación de los monopolios, son los que están
enchalecados y castrados para crecer por sí mismos, los que no pudieron hacer un país a
su imagen y semejanza. Es lo que habitualmente se llama sectores de burguesía media o
de burguesía nacional, en el sentido de que no son intermediarios. Su conducta política
ha sido dual. En algunos países han tratado de dirigir movimientos nacionalistas, en
otros han tratado de dirigir movimientos reformistas. Su composición es heterogénea
(en una etapa es más agraria y comercial, en otra etapa es mas industrial). Programas de
acción de gobiernos reformistas en nuestro país, como el yrigoyenismo en la etapa
agroexportadora o el peronismo en la etapa más industrial, expresaron reivindicaciones,
programas, alcances e impotencias de ese sector empresario, que quiere y no puede.
Es un sector intermedio entre las clases dominantes y el pueblo. Es un sector débil
económicamente. En el caso del campo se compone también de lo que sería el
campesinado rico, el campesino que trabaja él y su hijo en su campo pero vive del
trabajo asalariado permanente.
Este sector es importante políticamente. Débil económicamente, oscilante
ideológicamente, pero importante desde el punto de vista de la historia política de los
países, porque en diversas ocasiones aspiró a controlar gobiernos, a llamar al pueblo en
su ayuda, busca lograr un espacio mayor de desarrollo para sus intereses, forcejear con
los poderes de las oligarquía, restringir el predominio del capital extranjero.
Entonces, no se puede estudiar tampoco la historia de América latina sin estos sectores
intermedios, de burguesía nacional, cualquiera sea el juicio que tengamos sobre sus
capacidades, sus aptitudes y su carácter, pero es muy importante saber que existen.
Pueden haber sido pequeños o medianos, incluso a veces hubo gran empresariado. El
grupo Di Tella, por ejemplo, que fabricó heladeras y autos, era un grupo monopolista,
pero no se puede decir que era un grupo intermediario. Así le fue: en la década del ´70
se fundió y desapareció. Pero en su momento expresó lo que sería la época de oro de la
gran burguesía nacional industrialista de América latina. Es importante en la historia
este sector empresario y tambien de las ideologías, de los representantes políticos,
intelectuales, militares que suele generar ese sector social.

No se llega a escuchar una pregunta

Profesor: No, lo que quiero decir es que a veces aparece en los diarios como que
Techint es “argentino”. Grandes grupos de burguesía intermediaria son llamados “la
burguesía argentina”. Pero la burguesía argentina no es una sola, hay dos sectores: está
la intermediaria y está la nacional. Muchas autoridades han hablado de que hay que
“recomponer una burguesía nacional” pero denominan así a grupos monopólicos que en
realidad constituyen lo más granado de la burguesía intermediaria.
Bueno, para un mayor desarrollo, tal vez, pueden si quieren consultar el teórico práctico
N° 9 del 31 de mayo del año 2006.
Hasta acá llegamos. Buenas tardes.

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