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Batalla de Kadesh: Ramsés II y los hititas

La batalla de Pelusio en 525 a.C. fue decisiva para que los persas se apoderaran de Egipto. Los persas derrotaron al faraón Psamético III cerca de Pelusio, una importante ciudad del noreste de Egipto. Como resultado, las tropas egipcias huyeron y los persas conquistaron Egipto.

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Batalla de Kadesh: Ramsés II y los hititas

La batalla de Pelusio en 525 a.C. fue decisiva para que los persas se apoderaran de Egipto. Los persas derrotaron al faraón Psamético III cerca de Pelusio, una importante ciudad del noreste de Egipto. Como resultado, las tropas egipcias huyeron y los persas conquistaron Egipto.

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La batalla de Qadesh tuvo lugar entre las fuerzas del Imperio Nuevo de Egipto, gobernado por

Ramsés II, y el Imperio hitita, gobernado por Muwatalli II, en la ciudad de Qadesh, en el río Orontes,
en las proximidades del lago de Homs, cerca de la frontera de Siria con el Líbano.

La batalla está datada generalmente hacia el 1274 a. C. por la cronología egipcia. Es la primera
batalla de la que se conservan registros históricos detallados de las formaciones y de las tácticas. Se
cree que fue la mayor batalla de carros jamás librada, habiendo participado entre 5000 y 6000
carros.

Como resultado de las múltiples inscripciones de Qadesh, es la batalla mejor documentada de la


Antigüedad.

Los hititas atacaron primero y estuvieron a punto de derrotar a los egipcios, aunque gracias al
mando de Ramsés II los egipcios lograron contrarrestar el ataque y la batalla acabó en un empate.
Tras esto, Ramsés II y Hattusili III firmaron el primer tratado de paz de la historia.

Fue el último gran acontecimiento militar de la Edad del Bronce.

La batalla de Pelusio se libró en el 525 a. C., a las puertas de Pelusio en el Bajo Egipto, en ella se
enfrentaron las fuerzas del rey persa Cambises II, que derrotaron a las del faraón Psamético III. Esta
batalla fue decisiva para que los persas se pudieran apoderar del trono de Egipto.

Pelusio fue una antigua ciudad del Bajo Egipto, situada en el extremo nordeste del delta del Nilo, en
la desembocadura más oriental del Nilo llamada boca Pelusia, conocida como Ostium Pelusiacum.
Su nombre egipcio era Per-Amón, Peromi o Sena. Cerca estaba Balouza derivado de Pelusium.

Pelusio fue una antigua ciudad del Bajo Egipto, situada en el extremo nordeste del delta del Nilo, en
la desembocadura más oriental del Nilo. Fue la ciudad más importante del este del Bajo Egipto.
Estaba a treinta kilómetros al sureste del actual Puerto Saíd.

Se cuenta que durante el asedio de Pelusio, Cambises ideó una estratagema para vencer la
resistencia de esta ciudad. Como los gatos eran sagrados allí (por reverencia a la diosa local Bastet),
ordenó a sus soldados que los capturaran y los lanzaron con las catapultas hacia la ciudad. Al ver
que los felinos corrían peligro de muerte, los habitantes se rindieron sin ofrecer pelea.

El evento militar decisivo tuvo lugar en Pelusio. El enfrentamiento entre los dos ejércitos fue más
una carnicería que una batalla. Los egipcios, al mando de un joven príncipe inexperto, no eran un
contrincante a la altura de los persas. Y aunque algunos de los mercenarios seguramente opusieron
resistencia, ellos estaban en desventaja numérica y no eran mejores guerreros que sus oponentes.
Los egipcios debieron haber sufrido gran cantidad de bajas. Esto también puede deberse a que a lo
mejor los egipcios se resistían a combatir con los persas, ya que los persas llevaban sus escudos
adornados con la imagen de Bastet. Según Ctesias, cayeron unos 50 000 egipcios, mientras que los
persas solo perdieron 7000 soldados. Después de este breve enfrentamiento, las tropas de
Psamético huyeron, y pronto la retirada se convirtió en desbandada. Las tropas que sobrevivieron
intentaron refugiarse en la fortaleza de Pelusio pero, cuando estaban a punto de conseguirlo,
Cambises para evitar el asedio, lanzó una oleada de gatos contra los egipcios.

El gato para los egipcios era un símbolo sagrado de protección, y debió desmoralizar a los egipcios
ver que la diosa Bastet permitía que se ofendiera a los gatos de esa manera. Percibiendo esto como
un signo de infortunio, se arrepintieron de esconderse en la fortaleza, y continuaron su huida. Los
fugitivos no se detuvieron hasta llegar a Menfis, donde se refugiaron tras las murallas.

La batalla de Megido (siglo XV a. C.) se libró entre las fuerzas egipcias bajo el mando del faraón
Tutmosis III contra una coalición cananea comandada por el rey de Kadesh, para dirimir la soberanía
sobre Retenu. La fecha más comúnmente aceptada de su desarrollo es el 16 de abril de 1457 a. C
(conforme a la Cronología del Antiguo Oriente Próximo), aunque algunos autores la sitúan en el
1482 a. C. o en el 1479 a. C. Terminó con una victoria egipcia, que obligó a los cananeos a retirarse
a la ciudad de Megido, donde posteriormente fueron asediados y vencidos. Con el restablecimiento
de la dominación egipcia en Canaán, Tutmosis III comenzó un reinado en el que el imperio egipcio
alcanzó su época de mayor expansión.

Es la primera batalla de la historia de la que existe una relación histórica detallada. En ella se registra
por vez primera la utilización del arco compuesto y se da el primer recuento de bajas. Todos los
detalles de la batalla proceden de fuentes egipcias, principalmente de las escrituras jeroglíficas del
templo de Amón en Karnak, Tebas (actual Luxor) hechas por el escriba militar Tjaneni; también en
la estela de Gebel Barkal, en una estela del templo de Ptah de Karnak y en una estela de Armant.

Siguiendo la costumbre de la época, Tutmosis III tomó como rehenes a los hijos de cada uno de los
reyes derrotados. Después de ser educados en la corte egipcia, fueron devueltos a sus lugares de
origen, donde gobernaron con el consentimiento de Egipto.

La victoria de Megido fue sólo el comienzo de la pacificación de Canaán y Siria. A esta batalla
seguirían una serie de campañas, con periodicidad casi anual, que supondrían la expansión del poder
de Egipto hasta el norte de Mesopotamia

La Batalla de Djahy fue una gran batalla terrestre entre las fuerzas del faraón Ramsés III y los Pueblos
del Mar que intentaban invadir y conquistar Egipto. El conflicto se produjo en algún lugar de la
frontera oriental del Imperio Egipcio Antiguo en Djahy o en el actual Líbano meridional, en el octavo
año del faraón Ramsés III o alrededor de c. 1178 a. C.

En esta batalla, los egipcios, liderados personalmente por Ramsés III, derrotaron a los Pueblos del
Mar que intentaban invadir el Antiguo Egipto por tierra y mar. Casi todo lo que sabemos sobre la
batalla proviene del templo mortuorio de Ramsés III en Medinet Habu. La descripción de la batalla
y los prisioneros está bien documentada en las paredes del templo donde también encontramos la
inscripción jeroglífica más larga que conocemos. Los relieves de los templos cuentan con muchos
prisioneros atados derrotados en la batalla.

Antes de la batalla, los Pueblos del Mar habían saqueado el estado vasallo hitita de Amurru, que
estaba ubicado cerca de la frontera del Imperio egipcio. Esto le dio tiempo al faraón para hacer
preparativos para la embestida esperada por los invasores. Como señala Ramsés III en una
inscripción de su templo mortuorio en Medinet Habu: "equipé mi frontera en Zahi (Djahy) preparada
antes que ellos". Las fuerzas terrestres de los Pueblos del Mar se movían hacia el sur a lo largo de la
costa del Levante mediterráneo y Palestina cuando fueron confrontados y detenidos por las fuerzas
de Ramsés en la frontera egipcia en Djahy, en la región de la posterior Fenicia", escribe el hittitólogo
Trevor Bryce.

Ramsés III se refiere a su batalla con los Pueblos del Mar en términos estrictos e intransigentes:
Los aurigas [egipcios] eran guerreros [...] y todos los buenos oficiales estaban listos. Sus caballos
temblaban en sus extremidades, listos para aplastar a los países [extranjeros] bajo sus pies ... Los
que llegaron a mi límite, su semilla no lo está; su corazón y su alma están terminados por los siglos
de los siglos.

Mientras la batalla terminaba con una gran victoria egipcia, la guerra de Egipto con los Pueblos del
Mar aún no había terminado. Los Pueblos del Mar atacarían Egipto con su flota naval, alrededor de
la desembocadura del río Nilo. Estos invasores fueron derrotados en una gran batalla naval durante
la cual muchos fueron asesinados por granizo de flechas egipcias, o arrastrados de sus barcos y
asesinados en las orillas del río Nilo por las fuerzas bien preparadas de Ramsés III.

Aunque el faraón los derrotó, Egipto finalmente no pudo evitar que se establecieran en las partes
orientales de su imperio décadas más tarde. Con este conflicto, y una segunda batalla subsecuente
con las tribus libias invasoras en el año 11 de Ramsés III, el tesoro de Egipto se agotó tanto que
nunca recuperaría completamente su poder imperial. El Imperio egipcio sobre Asia y Nubia se
perdería permanentemente menos de 80 años después del reinado de Ramsés III bajo Ramsés XI, el
último rey del Imperio Nuevo de Egipto.

La batalla del delta del río Nilo es la primera batalla naval registrada de la historia. Fue un cruel
enfrentamiento entre los Pueblos del Mar y la flota egipcia al mando de Ramsés III , ocurrida en el
año 1178 a. C. o 1175 a. C. Estos pueblos ya habían destruido a los micénicos, al imperio hitita y
habían sumido toda la actual costa turca en el caos más absoluto y pretendían asentarse en Egipto.
Eran de origen pelasgo y huían ante la invasión dórica.

El conflicto se produjo en algún lugar frente a las costas de la región oriental del Delta del Nilo y en
parte en las fronteras del Imperio egipcio en Siria, aunque su ubicación exacta se desconoce. La
batalla está registrada en los muros exteriores del templo funerario del faraón Ramsés III en
Medinet Habu.

Después de derrotar a los Pueblos del Mar en Siria, Ramsés se apresuró a regresar a Egipto, donde
los preparativos para el asalto a los invasores ya se habían ultimado. Las inscripciones de Ramsés III
en su templo mortuorio registran este acontecimiento épico con gran detalle. Cuando Ramsés miró
el mar vio una fuerza formidable, miles de enemigos, y el final del imperio egipcio. Este fue un
momento importante para el faraón, en particular por la idea de tener que hacer frente a una batalla
naval: los egipcios nunca habían tenido que hacerlo antes. Ramsés reaccionó con gran brillantez
táctica, alineó en las costas del Delta filas de arqueros preparados para lanzar oleadas de flechas si
las naves enemigas intentaban fondear. A sabiendas de que sería derrotado en una batalla marítima,
Ramsés atrajo la flota enemiga a la desembocadura del Nilo, donde preparó una emboscada, ya que
había reunido una flota específica para esta ocasión. En una inspirada maniobra táctica, atrajo la
flota de los Pueblos del Mar hacia la orilla donde los arqueros egipcios, desde tierra, les lanzaban
continuamente flechas, lo mismo que otros situados sobre las cubiertas de los barcos egipcios.
Hundieron los barcos enemigos e hizo muchos muertos y prisioneros, algunos incluso arrastrados a
la orilla para ser ejecutados. Así la invasión fue rechazada antes de que pusiera pie en tierra egipcia.
La batalla quedó reflejada en los siguientes términos:
"Tracé mi frontera en Dyahi (territorios sirio-palestinos controlados por Egipto), preparé frente a
ellos a los príncipes locales, comandantes de guarnición y mariannu (guerreros asiáticos). Hice
preparar las bocas del río como un fuerte muro con barcos de guerra, transportes y esquifes.
Estaban totalmente equipados, tanto a proa como a popa, con valientes soldados y con la infantería
más escogida de Egipto (...)"

Ramsés relata la suerte de los Pueblos del Mar, que se atrevieron a atacar Egipto:

"Para aquellos que avanzaron juntos sobre el mar, la llama ardía delante de ellos en las bocas del
río y una empalizada de lanzas les rodeaba en la orilla (...) Se preparó una red para atraparles;
aquellos que entraron en las bocas del río quedaron encerrados y cayeron dentro de ella, clavados
en sus puestos, muertos y despedazados. Fueron arrastrados, anulados, yacían sobre la playa;
muertos y amontonados de popa a proa de sus naves mientras todas sus cosas eran arrojadas al
agua".

La batalla de Karkemish fue una batalla decisiva en la guerra de Babilonia contra Egipto y el imperio
asirio, en la que este último desapareció de la historia.

Cuando Nabopolasar tomó el poder en Babilonia, aprovechando la muerte de Asurbanipal de Asiria,


hubo guerra entre las dos potencias; en esta contienda, Nabopolasar obtuvo grandes victorias que
culminaron con la destrucción de Nínive en el año 612 a. C. Perdida su capital, y muerto su rey, los
asirios, liderados por el nuevo gobernante Ashur-uballit II, se retiraron a Harrán, al tiempo que el
faraón de Egipto, Necao II, temeroso de una Babilonia demasiado fuerte, enviaba refuerzos.

Sin embargo, la rebelión de algunos reyes en el Levante mediterráneo, entre los que destacó Josías
de Judá, obligó a los egipcios a presentar batalla en Megido, lo que les impidió llegar a tiempo para
evitar que los babilonios conquistaran Harrán.

Egipcios y asirios se reunieron en la última fortaleza que le quedaba al imperio asirio, Karkemish,
donde presentaron batalla a los babilonios, ahora liderados por Nabucodonosor II, hijo y sucesor de
Nabopolasar. Esta batalla se saldó con una clara victoria de Babilonia, que hizo desaparecer al
imperio asirio de la historia, y obligó a Egipto a retirarse a sus fronteras, donde pudo conservar la
independencia sólo con dificultades y tras repeler varios ataques de Nabucodonosor.

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