Gallinas Ponedoras
Gallinas Ponedoras
En estos momentos, los días se van acortando hasta el 21 de junio, por lo tanto, la
cantidad de luz solar que reciben las aves es cada vez menor, produciéndose de
esa manera una disminución en la cantidad de huevos por gallina. Sobre este
punto debemos tener bien claro que cuando a las aves ponedoras se les pone luz
artificial no es para que coman más, como en los pollos parrilleros, sino que se
hace eso para alcanzar las 16 horas que son necesarias, a fin de estimular la
pituitaria, una pequeña glándula ubicada en la cabeza del animal, que libera dos
hormonas específicas para la postura.
El tiempo que necesita para formarse un huevo no permite que una gallina ponga
dos huevos en un día. Lo que sí suele ocurrir en los primeros huevos puestos, es
que tienen dos yemas. El intervalo entre la postura de dos huevos generalmente
es de 28 horas. Necesita 24 para recorrer el oviducto, formar la cáscara y
proceder a la postura, y luego deben transcurrir 4 horas para caer el otro óvulo y
recomenzar el ciclo. Este ritmo puede acelerarse y baja unas dos horas.
Generalmente, la gallina pone el primer huevo a la mañana, una hora o algo más,
después del amanecer; y los últimos huevos caen al promediar la tarde, unas dos
horas antes de que se oculte el Sol, entre las 3 ó 4 de la tarde. Si una gallina pone
4 huevos en una semana, el primero lo pondrá a las 8 de la mañana, y el último
cerca de las 3 de la tarde. Estos tiempos no son matemáticos, pero nos dan una
referencia de la hora en que se debe hacer la colección, sobre todo en las gallinas
que ponen en nidos para que no se estropeen.
Si se tienen gallinas caseras, se deben identificar los lugares donde ponen sus
huevos, para que se recojan en forma diaria, pues los huevos no se deben dejar
en el nido cuando los mismos son destinados al consumo.
Una vez recogidos, deben ser limpiados, no lavados para no quitarle el barniz
natural que obtienen en el momento de la puesta para proteger al huevo, porque la
cáscara es de consistencia porosa, y si se le quita el barniz se permite la entrada
de gérmenes dentro del huevo y pueden dañarlo rápidamente. Si el huevo está
sucio, sólo se le debe pasar un paño apenas humedecido o seco, y luego ponerlo
en un lugar oscuro y fresco.
Los huevos con cáscara dañada no deben ser puestos a la venta, pero sí pueden
ser utilizados en las panaderías.