Pasos del PPH (Procedimiento para Prolapso y Hemorroides)
(1) Hemorroides mixtas antes del PPH (2) Introducción del anoscopio dilatador
(3) Introducción del anoscopio operador y (4) Introducción de autosuturadora HCS-33
colocación de sutura circular abierta
(5) Tracción del tejido mucoso y hemorroidal (6) Cierre progresivo y acción de
autosuturadora HCS-33
(7) Hemorroides mixtas después del PPH
El PPH o "Procedimiento para Prolapso y Hemorroides" es lo más novedoso en el tratamiento de
la enfermedad hemorroidal. Su técnica y principios obedecen al concepto de como ésta se
origina y es por eso su gran diferencia con las técnicas convencionales.
Las hemorroides consisten en un componente normal de la anatomía humana y se encuentran
presentes desde la fase embrionaria. Tienen funciones importantes, como contribuir en la
continencia de las heces y su percepción. El componente interno o hemorroides internas se hace
sintomático progresivamente debido a la pérdida o destrucción de su tejido de sostén, lo que
hace que se dilaten y prolapsen (se salgan), así mismo ésto aumenta la posibilidad de síntomas
en el componente externo cuya vascularización (irrigacion sanguínea) está íntimamente ligada a
la anterior. Así que para tratar ésta enfermedad necesitabamos un procedimiento que nos
permitiera restaurar la anatomía normal a como era antes de enfermarse, y es aquí donde
apareció el PPH.
Con el PPH, mediante el uso de una máquina autosuturadora especialmente diseñada para
éste procedimiento, podemos resecar o quitar el excedente de mucosa rectal inferior y
hemorroides internas prolapsadas, disminuir sustancialmente el flujo sanguíneo a éstas,
suspender el tejido y fijarlo en su posición original, corrigiendo así la anatomía, todo esto por
encima de la zona anal dolorosa y sin heridas externas, en un procedimiento sencillo que puede
ser realizado en quirófano incluso con sedación EV, anestesia local y en forma ambulatoria.
Con respecto al componente externo, si éste está presente, generalmente desaparece o
disminuye hasta el punto de no producir síntomas. En casos muy particulares de pliegues
externos muy grandes, se puede combinar el PPH con una resección pequeña de estos pliegues.
Si bien el umbral del dolor sigue siendo una variable entre los individuos, lo que los pacientes
refieren es presión o una sensación de ganas de evacuar durante las primeras horas que va
disminuyendo rápidamente con el uso de medicamentos. El dolor como síntoma puede ser leve
hasta inexistente, la recuperación es muy rápida y la mayoría de los pacientes se reintegran a
una vida normal dos o tres dias después de la cirugía.
En aquellos casos de trombosis hemorroidal aguda severa, no debe utilizarse esta técnica
debido a que el edema (inflamación) existente en los tejidos, impediría una buena elevación y
fijación del tejido hemorroidal prolapsado, por lo que habrían dos opciones:
1. Cirugía inmediata al momento de la trombosis severa con las técnicas convencionales.
2. Realizar trombectomía múltiple e instaurar tratamiento médico sintomático. Si el paciente no
presenta mejoría realizar una hemorroidectomía convencional. Si el paciente mejora, después de
8 días cuando la inflamación disminuye, realizar el PPH.
Hasta la fecha en los aproximadamente 15 años en que viene realizándose esta técnica,
predominantemente en Europa y Asia, los resultados son excelentes, reportándose un exito de
aproximadamente 95%. En el continente Americano y por supuesto en Venezuela se realiza
desde el año 2000 con una experiencia similar. Es hoy en día la técnica de elección en la
mayoría de los casos que ameritan cirugía.