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05 - Evolucion - Historica - y - Urbana Santiago

Este documento propone una estructuración temática para analizar la evolución histórica y urbana de la ciudad histórica de Santiago de Compostela. Se sugiere diferenciar los enfoques en temas como la formación histórica general, la estructura y morfología urbana, y las características de las edificaciones. Dentro de cada tema, se analizarán aspectos como los usos originales versus actuales de los edificios, y se identificarán usos en declive o incongruentes. El objetivo es generar una base de información para
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05 - Evolucion - Historica - y - Urbana Santiago

Este documento propone una estructuración temática para analizar la evolución histórica y urbana de la ciudad histórica de Santiago de Compostela. Se sugiere diferenciar los enfoques en temas como la formación histórica general, la estructura y morfología urbana, y las características de las edificaciones. Dentro de cada tema, se analizarán aspectos como los usos originales versus actuales de los edificios, y se identificarán usos en declive o incongruentes. El objetivo es generar una base de información para
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5. EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y URBANA. menor relevancia). Las consideraciones sobre los más adecuados encuadramientos en la segunda categoría deberían ser
en parte más sencillas, al recubrir sobre todo edificaciones de vivienda, en muchos casos conjugando esos usos con

5.1. Conformación y evolución histórica. Estructura y formas urbanas, edificaciones y usos. actividades comerciales o artesanales en plantas bajas: pero algunas arquitecturas de vivienda de capas medias o altas
de finales del XIX o principios de XX podrían quizá aspirar a ciertas asignaciones de singularidad…
Componentes, imágenes, significados de las escenas y componentes de los paisajes.
Esta línea de trabajo no tendrá solo, como es de esperar, neutros propósitos descriptivos o analíticos, sino que
No parece coherente con las características y finalidades de este Documento abordar de forma general -holística,
debería incidir en evaluaciones con objetivos propositivos, en cuanto a criterios y normas de protección y actuación,
si se quisiera aplicar este concepto- el estudio de conformación histórica, la estructura y las formas urbanas, las
horizontes de usos (considerando compatibilidades y congruencias de los usos actuales, posibles o deseables nuevas
edificaciones y espacios libres, en sus distintos tipos y escalas, los paisajes en sus diversas componentes, los usos y significados
funciones…).
de unos y otros componentes.

 Usos originarios y actuales de las edificaciones.


Las necesarias bases de sistematización propias de los trabajos de Información y Diagnóstico de un Plan Especial,
tanto para para la identificación de aspectos problemáticos como para la evaluación de hipótesis de actuación, hace Como en tantas ciudades históricas, se dan en Santiago complejas y muy diversas distinciones entre los usos para
más aconsejable su estructuración en “temas” diferenciados, facilitando su lectura independiente y también posibles y los que fueron destinados originariamente los edificios, sus sucesivas modificaciones –que implicaron en mayor o menor
deseables aportaciones críticas o incrementales. Por supuesto, tratando siempre de mantener nexos y articulaciones entre medida adaptaciones en las estructuras y organizaciones interiores- y sus usos actuales, en su mayor parte derivados de
los distintos discursos…lo que como cabe suponer no es una tarea fácil, por sus complejas y muy frecuentes intersecciones actuaciones recientes.
o superposiciones.
Así, han sido muy frecuentes en las arquitecturas singulares las actuaciones de reconversión para funciones muy
Proponemos, por ello, una organización argumental que diferencie, y a la vez entrelace, los enfoques que se distintas a las iniciales, casi siempre a través de iniciativas públicas (palacios, conventos o casas de capas altas
presentan: reconvertidos para usos culturales o administrativos).

 La formación y evolución histórica general de la ciudad. Pero también han sido muy numerosas (y de interés probablemente mayor para los cometidos del Plan Especial)
las reconversiones promovidas por agentes privados, sobre todo sobre edificaciones de tipologías de vivienda, en todas
Debería actuar como urdimbre de los otros discursos temáticos, aunque, como señalaremos, adoptando unos
sus estratificaciones dimensionales, de localización y de valores arquitectónicos (implantaciones de hoteles, hostales o
“modos expositivos” particulares, partiendo de las condiciones actuales –que son las que determinan los problemas que
apartamentos turísticos, adaptaciones de edificios completos para usos hosteleros o comerciales eliminando anteriores
debemos afrontar y delinean oportunidades e incitaciones-para retrotraernos después a anteriores procesos.
usos de vivienda en plantas altas).

 La estructura y morfologías del asentamiento y de los tejidos edificados.


Pero estas modificaciones, las más “visibles”, no debieran hacernos olvidar que la gran mayoría de las actuaciones

Como en el anterior enfoque sobre la “historia”, utilizaríamos como telón de fondo las conformaciones actuales desarrolladas desde los 90 han consistido en rehabilitaciones de edificios “menores” para sus usos originarios de vivienda

para ir situando después las “apariciones” o “correcciones” anteriores de sus distintos componentes…y también, en sentido con compatibilidades de usos comerciales en plantas bajas. Interesará estudiar las localizaciones, los alcances y las

inverso en el devenir temporal, centrando la atención en algunos rasgos históricos que se hubieran mostrado como implicaciones de esas intervenciones, desarrolladas en muchos casos con ayudas públicas (por ejemplo, identificando los

persistentes, o en todo caso moldeadores de conformaciones posteriores. modos de promoción de las obras, por propietarios-usuarios, por propietarios con finalidades de venta o alquiler, o por
empresas inmobiliarias…)
 Las características de las edificaciones: inserción histórica y motivaciones, tipos arquitectónicos y
funcionales, implantaciones en los tejidos urbanos, características constructivas; lenguajes… Y, en fin, tendrán un papel crucial en toda esta línea de trabajo las identificaciones de “usos en extrema debilidad”
(como en algunas fincas de propiedad eclesiástica), de “usos incongruentes” (como pudiera suceder en algunos edificios
En este enfoque tendrán decisivas hilazones analíticas las distinciones entre “arquitecturas singulares” y tejidos de actividades administrativas) y, pura y simplemente, de situaciones de “desuso”, por desocupación total de los edificios.
“menores” de carácter residencial de capas medias y populares, con las muy diversas distinciones entre las encuadradas En este último aspecto tendrá sustancial importancia establecer correlaciones entre las situaciones de desocupación y las
en esas dos grandes categorías. En efecto, los criterios de inserción en la primera responderían sobre todo a su incidencia localizaciones, características tipológicas y dimensionales de los edificios y su estado de conservación (además de evaluar
excepcional o muy relevante en la ciudad, con independencia de las graduaciones de sus escalas, de sus valores formales otros posibles factores, relacionados por ejemplo con las estructuras de propiedad, situaciones jurídicas particulares, etc.).
y de sus repercusiones en la vida y los significados de la ciudad (por ejemplo, cuando consideremos los tipos conventuales
deberemos considerar con similar interés tanto grandes conjuntos como los de S. Martín Pinario como los de conventos de

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 Las condiciones de los espacios libres urbanos de especial relevancia: plazas y plazuelas, calles edificatorias, a las disposiciones de los agregados construidos –en sus ensamblajes de “grandes episodios” y “caserío
vertebradoras, parques… menor”- a los despliegues de sus ámbitos libres y sus escenas edificadas, con sus puntuaciones, cambiantes en la historias,
de usos y significados…
En lo que concierne a las plazas y otros espacios libres de cierta relevancia esta línea de indagación y evaluación
avanzaría sobre los enfoques antes mencionados sobre estructura y morfología de la ciudad y sobre las características de Pero como después señalaremos, no tendrían un carácter de cómodo “compendio”, sino que tratarían de asumir
la edificación, para focalizarse con mayor detalle en los aspectos conformadores de las escenas de plazas y otros espacios un papel vertebrador de todas esas aproximaciones temáticas, inscribiéndose en los actuales horizontes de análisis y
singulares: plazas interiores al recinto de formación por así decirlo “orgánica”, en el proceso de conformación medieval de propuestas sobre los centros históricos. En efecto, como argumentaremos posteriormente, trataremos de utilizar los
la trama, o respondiendo a esquemas “proyectados” por aprovechamientos o remodelaciones sobre preexistencias (como “campos” y “referentes” de lo que hemos denominado nueva urbanística del paisaje histórico como armazones y guías
Quintana y Platerías). para el entendimiento de las condiciones actuales de los centros y para la formulación de coherentes estrategias de
valorización, con el fin de superar anteriores enfoques, que si bien han obtenido resultados considerables, muestran –desde
En cuanto a las calles, en sus trazados, funciones, escenas, deberemos recoger las conclusiones de los enfoques
hace algunos años- deficiencias. Por supuesto, como veremos, ni mucho menos con intenciones de “relegación” de los
relativos a las estructuraciones de los tejidos antiguos, considerando formaciones originarias y sucesivas correcciones y
métodos hasta hace poco imperantes, sino más bien tratando de estimular sus potencialidades en parte poco
ajustes, sobre todo las realizadas en el XIX. Pero también tendremos en cuenta las incidencias de algunas componentes
aprovechadas y sobre todo intentando inscribir esos enfoques “parciales” en perspectivas con mayor capacidad
recientes (como el Paseo Juan XXIII) con fuerte relevancia en el recinto.
integradora.

En fin, en las consideraciones sobre los parques, jardines y otros espacios verdes públicos, tendrá especial
importancia el estudio de la Alameda y parque de Santa Susana, gran aportación de la cultura cívica de finales del XIX.
Pero también, y quizá con mayor énfasis, deberemos evaluar las aportaciones de los numerosos espacios públicos 5.2. Conformación y evolución histórica: indagando desde el “presente de la ciudad”.
predispuestos por el PGO de los 90.
5.2.1. Introducción.
 Consideraciones sobre los signos: elementos significantes y ramificaciones de los significados.
La ciudad histórica de Santiago, así como la mayoría de las arquitecturas singulares y edificaciones “menores” que
Todas esas líneas de análisis implicarán consideraciones sobre los significados, en sus múltiples dimensiones y la componen, han sido objeto de estudio por gran número de documentados trabajos. Entendemos que los imprescindibles
referentes (el conjunto de la ciudad, determinadas componentes urbanas, focos o hitos, modos de vida…). Derivados unos análisis en que debe asentarse el Plan Especial, respecto al conocimiento de la formación y la evolución de esos
de la persistente acción “didáctico/imperativa” de las instituciones (iglesia, poderes políticos, grupos civiles o culturales componentes urbanos y edificados, así como de sus usos, sus significados, no puede ni debe inscribirse en perspectivas
organizados…) impregnados otros por más lábiles, y a veces más persistentes, memorias y costumbres ciudadanas, relatos académicas, como si se abordara una investigación “autónoma”, sino que tendrían más bien que operar a través de
literarios cultos o populares, casuales transmisiones de recuerdos entre generaciones, imágenes gráficas… evaluaciones de las aportaciones efectuadas, con criterios de selección, de conexiones entre diferentes enfoques, de
contraste crítico entre algunas conclusiones dispares, y, en fin, de acentuación de aquellos aspectos que incidirían, de
Son muchos los matices de esos “estratos de memoria” y de “incursiones de significados”: algunos originariamente
modo más o menos directo, pero siempre relevante, en nuestras tareas propositivas.
fuertes, después enmarañados o banalizados, en ocasiones casi desvanecidos, pocos llegados hasta hoy en toda su
fortaleza inicial. Por ello, nos remitimos a los trabajos que hemos consultado con mayor atención, así como a bibliografía
complementaria que nos ha proporcionado algunas indicaciones puntuales de interés para nuestros objetivos. En esos
Será tarea del Plan Especial –y sobre todo, en inmediata continuidad, del Plan de Gestión Unesco- evaluar estos
reconocimientos incluimos asimismo las importantes fuentes documentales de distintos Archivos, sobre todo al municipal,
aspectos, en todo lo que pudieran requerir las estrategias de esos documentos: acentuaciones, enlaces, inserciones en
con amplios contenidos y con muy eficiente organización.
“lecturas” contextuales… Pero también deberán plantearse tareas de conformación de nuevos significados, relacionados
por ejemplo con los procesos de rehabilitación desarrollados desde los 90, las aportaciones de nuevos usos dinamizadores Cara a nuestros objetivos, no creemos adecuado estructurar nuestros análisis con un método diacrónico, esto es,
culturales y económicos, apoyados en ocasiones en arquitecturas de notable valor, el proyecto general de la ciudad. con un esquema expositivo alineado con la “sucesión” de los acontecimientos a lo largo del tiempo –recurso usual y
legítimo en los enfoques disciplinares de la historia urbana, utilizado en la mayoría de los trabajos que reseñamos- sino más
 Estructuras, escenas, elementos del paisaje urbano.
bien con procedimientos de mayores articulaciones, recurrencias e intersecciones entre “presentes” y “pasados”: la
reflexión de J.P. Sartre, procedente de una de sus obras más incitantes, Cuestiones de Método (cuyas atenciones no
Integrarían, como cabe esperar, muchos aspectos de las anteriores líneas de análisis, al tener que referirse a las
conciernen por supuesto a temas urbanos sino a la historia social y cultural), ilustra nuestras intenciones. Trataríamos así
estructuras urbanas y a sus relaciones con la geografía, a las relaciones entre morfologías o trazados e inserciones
partir del conocimiento de las condiciones actuales para efectuar, desde ese “presente”, catas hacia las diferentes

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estratificaciones del pasado, identificando permanencias, modificaciones, desvanecimientos…tanto en sus componentes 5.2.2.1. La nueva ordenación del PGOM y sus implicaciones en el centro histórico.
materiales como en sus usos, sus significados…
En el caso de Santiago no se dan esas carencias de atención hacia la ciudad moderna, por la coherencia
Nuestro enfoque no es, por supuesto, novedoso: lo hemos utilizado en nuestros trabajos anteriores, en ciudades con estratégica y metodológica entre el PGOM y el PECH elaborados a finales de los 80, cuyos distintos documentos muestran
estratificaciones de complejidad histórica similar o incluso superior a la de Santiago, en débito con aproximaciones las atenciones del planeamiento general hacia el casco, considerándolo como una pieza esencial de la ciudad, pero no
anteriores (como las indagaciones de B. Fortier o M. Culot sobre algunas ciudades francesas, de S. Muratori, M. Tafuri o P.L. autónoma: hecho lógico considerando que ambos planes se redactaron en simultaneidad, con equipos técnicos
Cervellati sobre varios centros italianos) integrados y dentro de directrices articuladas por el Gobierno municipal.

¿Cuáles serían los referentes de nuestro enfoque? Sustancialmente, podrían resumirse en los planteamientos En esos años la ciudad se encontraba inmersa en unos procesos urbanos complejos, y con notables tensiones, por
siguientes: el despliegue de nuevas necesidades y actividades, que ya no encontraban acomodo en las zonas de ensanche
conformadas en los 50-60 y que requerían por ello la ordenación de nuevos desarrollos, residenciales y de otras funciones
 El apoyo en unas urdimbres basadas en la consideración de las interacciones entre el devenir de la historia
económicas, la ampliación y creación de infraestructuras básicas de comunicación, la implantación de nuevos
(en sus dimensiones, políticas, económicas, sociales, culturales…) y la conformación de la ciudad (trazados,
equipamientos en sus distintos tipos y escalas, la ordenación del verde, también en sus distintas caracterizaciones, urbanas
estructuras determinantes –defensivas, religiosas, comerciales etc. sistemas de propiedad y uso,
y territoriales, etc.
agregaciones edificatorias, división social de los espacios urbanos…). Se enmarcarían, en términos sintéticos,
en un campo de análisis que podríamos caracterizar como histórico-morfológico, cuyos puntos de partida, La estrategia del PGOM implicaba por supuesto la ordenación de crecimientos ex novo pero también incluía
como indicamos, se situarían en las condiciones actuales o cercanas, para retroceder hacia situaciones operaciones de entretejimientos y suturas, de utilización de “lo nuevo” para contribuir a procesos de regeneración y
pasadas en las que radicarían influencias o incidencias pertinentes. articulación…pero con un hecho diferencial, con rasgos singulares en la urbanística española de aquella etapa: la
asignación de un papel fundamental a la recuperación y revitalización del centro histórico, e insertando esos objetivos en
 La paralela identificación de las características de las construcciones existentes (en sus diversos aspectos,
las distintas propuestas sectoriales.
de procedencia temporal, tipologías, componentes constructivos, lenguajes, funciones actuales…) para
tratar de establecer conectividades de “interpretación” o “comprensión” respecto a su relación con Para situar esas relaciones no está de más recordar que en 1991 el conjunto del municipio tenía unos 105.6500
distintos contextos históricos en que se construyeron, su inserción en la morfología del conjunto urbano y en habitantes (habiendo crecido moderadamente desde 1981, en que contaba con unos 93.700) y que el centro histórico
las agregaciones más inmediatas, sus caracterizaciones sociales y funcionales originarias… Estas líneas de contaba con 12.597 habitantes residentes.
trabajo se integrarán en parte en el campo de análisis histórico-morfológicos que hemos acotado en el
punto anterior, pero también darán lugar a discursos propios, en las otras partes de este Documento Los antecedentes y estrategia del PGOM y del PECH desarrollado en paralelo han sido objeto de varios estudios.

dedicadas a las características tipológico-funcionales de las edificaciones. Destacamos la extensa contribución de JL. Dalda y A. Viñas “La transformación urbanística de la ciudad histórica de
Santiago de Compostela” en el vol. Santiago de Compostela: la ciudad histórica como presente, reseñado en Bibliografía

Las actuaciones fundamentales enmarcadas en el PGM, con mayor relevancia para la recuperación del centro,
5.2.2. “Indagando en la historia, desde el presente”. fueron las siguientes:

En bastantes ocasiones los estudios sobre la historia y la morfología urbana que acompañan la documentación de  Infraestructuras generales de comunicación.
los Planes de centros históricos enclavados en aglomeraciones de cierta extensión, crecidas en el XX y sobre todo en su
El completamiento de la Circunvalación permitiría consolidar esa vía como gran distribuidor, bien
segunda mitad, conceden escasa importancia a sus relaciones con el conjunto de las estructuras urbanas (pero
comunicada además con las radiales mediante acciones de mejora de las mismas, y aumentando también
recordemos que son estas las condiciones de la mayoría de los centros históricos de nuestro país declarados Patrimonio de
la funcionalidad de la Autopista. Esas grandes actuaciones junto a medidas de regulación del tráfico
la Humanidad, que como es bien sabido se inscriben en ámbitos urbanos de crecimientos recientes, con una extensión y
permitirían descargar el tráfico de paso de la ronda exterior a la almendra, lo que sólo en parte se ha
una población muy superiores a las de viejo casco).
conseguido, como se estudia en el Documento de esta Memoria relativo a movilidad.

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Entre muchas de las decisiones interesantes del PGOM en relación a los valores históricos y paisajísticos Posteriormente al PGM, encontramos propuestas e iniciativas de interés que apuntan hacia el futuro de Santiago,
debemos recordar el mantenimiento de los tejidos con el Monte Pedroso, desechando la anterior idea de en forma de líneas estratégicas y de proyectos concretos: Plan Estratégico de Santiago, Plan de Movilidad Urbana
cerrar la Circunvalación por sus laderas. Sostenible, Plan Estratégico de Turismo, Estrategia Verde, Centro Galego de Arte Contemporánea, Ciudad de la Cultura,
Estación intermodal de transportes, etc.
 Grandes servicios y equipamientos, articulados en muchos casos a sistemas verdes.
5.2.2.2. Relaciones e interacciones actuales entre el conjunto histórico y la totalidad de la
Entre las actuaciones fundamentales figura la construcción del nuevo Hospital General, la finalización del
ciudad.
complejo del Burgo de las Naciones y el completamiento del Campus Universitario con el remate del Jardín
Botánico, la construcción del nuevo Estadio Municipal y del Parque Deportivo de Santa Isabel. Todas estas Será esta una cuestión recurrente en las distintas líneas de análisis de esta Memoria, a veces con respuestas
actuaciones, articuladas entre sí mediante tramas verdes y con atención hacia el entorno paisajístico superpuestas desde cada enfoque, en otras ocasiones coincidentes y reiterativas, y a veces en contrastes o con discursos
exterior contribuyen a mejorar el amplio ámbito de “fachada de poniente” del casco. Se integra dentro de específicos.
este sistema, que dispone importantes redes de tránsito peatonal, equipamientos tan focales como el
Auditorio, interesantes estructuras culturales de pequeña escala en la Finca Vista Alegre, etc. 5.2.2.3. Las relaciones entre los residentes en el centro histórico y el conjunto de la ciudad y del
municipio. Los asentamientos en municipios cercanos.
 Nuevos crecimientos residenciales con componentes dotacionales y terciarios.

Proporciones entre residentes en el centro histórico y el conjunto de la ciudad: entre un 10% y un 15%, según
El nuevo barrio de Fontiñas, finalizada en 1993, es la actuación más importante por sus dimensiones.
consideremos empadronados y no empadronados. Homogeneidades y especificidades. Las proporciones y modos de
Desarrollado por iniciativa pública, se organiza con los esquemas de “neoensanches” que estuvieron en
vida y alojamiento de los grupos de residentes en el centro histórico, empadronados y no empadronados (sobre todo
boga en algunas ciudades desde mediados de los 80 (Villa Olímpica de Barcelona, Madrid Sur y ensanches
estudiantes): los segundos vienen a representar casi una cuarta parte del total, lo que indica la necesidad de
del Este en Madrid, Txurdinaga en Bilbao). En este caso el barrio se organiza como una gran L, con las alas
consideraciones específicas respecto a tipos de alojamientos, áreas, uso de dotaciones, vida cotidiana y de ocio…
compuestas por manzanas de formas cuadradas, con edificios residenciales alineados a calles y plazas-
jardín interiores, situando en el encuentro entre las mismas una gran estructura edificada, de viviendas, Debemos tener en cuenta que en los últimos años Santiago ha registrado una considerable disminución de su
comercio y servicios, en torno una plaza de desmedidas dimensiones. Si bien resulta indiscutible que esta población empadronada (desde unos 106.000 habitantes en 1991 a cerca de 96.700 en 2012), no por procesos
operación, en sus contenidos, tuvo una incidencia positiva para el conjunto de la ciudad, resolviendo gran demográficos naturales sino por el traslado de residentes a otros municipios cercanos, con más atractivas ofertas de
parte de las demandas de nueva vivienda, y sin discutir tampoco la calidad generalmente alta de sus residencia en tipos y precios (Milladoiro, Bertamiñans, Cacheiras, Segueiro o Brion…).
arquitecturas y sus espacios libres, es más dudoso que pueda considerarse como ejemplo de una urbanística
atenta a las condiciones de la geografía y del paisaje, y a la búsqueda de ciertas relaciones de coherencia Estos procesos, junto a la gran presencia de personas que trabajan en el sector servicios y que residen en grandes

con las dimensiones y formas de la ciudad histórica. ciudades más lejanas (Vigo, Coruña) hace que según algunas estimaciones “entren cada día en Santiago el doble de sus
habitantes de derecho”… Fenómeno cuya incidencia en los usos del centro histórico y en sus interrelaciones con los
Su visión en el plano de la ciudad ilustra estos comentarios: una estructura, como la de la Plaza Europa, que sistemas de movilidad, ocio, etc. será de imprescindible consideración en el Plan de Gestión.
tiene una “huella” de ocupación casi tres veces mayor que la del conjunto catedralicio, introduce sin duda
un contraste escalar poco justificado en términos de coherencia entre “lo nuevo” y los contextos antiguos. Vivienda y mercado inmobiliario en el centro histórico y otras partes de la ciudad.

La conclusión del Plan Parcial del Sar permite enlazar, con recursos de pequeña escala, los tejidos del Características de las viviendas en el centro histórico y en el conjunto de la ciudad. Sistemas de propiedad y

antiguo rueiro con el Ensanche, acercándolos a esta área de dinamismo económico y de servicios. tenencia: los edificios de propiedad unitaria en el centro histórico y en división horizontal. El mercado inmobiliario: ofertas
en venta y alquiler, precios etc. en relación a tipos de viviendas, localizaciones, etc. Las capacidades de las viviendas del
En el nordeste, las actuaciones en los bordes del Monte de Almáciga establecen adecuadas relaciones con casco para nuevas demandas de uso permanente (tema que requerirá un estudio de las características de las
los nuevos barrios de las Rúas de Home Santo y Betanzos. En este mismo ámbito la operación dotacional y desocupadas, en torno a un 13%, identificando localizaciones, estado de conservación, tipos edificatorios, …)
paisajística de Bonaval (CAC, parque de Bonaval y otras actuaciones menores de dotaciones y servicios)
integran los llamados “ensanches pobres” y contribuyen a valorizar el entorno de la Porta do Camiño.

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Las implicaciones de los flujos turísticos. Las implicaciones de motivaciones: culturales, religiosas… Los peculiares
ciclos derivados de los Años Santos.

Características de los visitantes (origen, edades, etc.) y motivaciones: turismo cultural, religioso, etc. actividades
económicas y de gestión…Los rasgos peculiares del turismo en la ciudad, por la incidencia de los Años Santos, en los que
el número de visitantes se multiplica respecto a otros años (c. en 2004 los visitantes supusieron cerca de cuatro millones).
Las peculiaridades de la Peregrinación (unos 190.000 peregrinos en 2014), en cuanto a procedencias, motivaciones, rutas…
Modalidades de alojamientos. Estancias medias, gasto, etc. (recordamos que los datos sobre estancia media son
relativamente favorables respecto a otras ciudades de características similares: 2,12 días por visitante, superiores a las de
Granada, Ávila, Cáceres, Segovia, Salamanca e incluso algo más altas que en Sevilla). Análisis de capacidades de carga
desde diferentes perspectivas: “física”, social, económica…Los alojamientos turísticos: tipos, localizaciones…con especial
énfasis en sus posibles competencias con usos de vivienda (apartamentos turísticos en el centro histórico).

Las actividades económicas en el centro histórico y sus relaciones con las estructuras generales del municipio.
Santiago, “ciudad de servicios”.

Desde una perspectiva económica, es Santiago una ciudad casi totalmente terciaria. La población ocupada en
Rúas de Santiago.
los distintos sectores relacionados con los servicios representa un 87% del total (en sus diversas ramas, administraciones
públicas, oficinas privadas, entidades financieras, seguros y similares, agencias de distinta índole, despachos profesionales, La incidencia de las funciones universitarias.
turismo –hoteles, agencias, alojamientos turísticos- servicios personales, comercio –en sus distintas escalas y especialidades-
hostelería… Si consideramos que la Universidad tiene cerca de 30.000 alumnos, y sumamos a esa cifra los profesores, personal
administrativo, personal auxiliar, junto a las personas de otros sectores privados cuya actividad se relaciona indirectamente
Dentro de estas actividades terciarias tienen un peso importante las relacionadas con las funciones administrativas con esas podríamos estimar que estas funciones tienen un “peso” que supondría alrededor de una cuarta parte del
públicas, relacionadas con la Xunta, la Universidad y el turismo. conjunto de usos o flujos, poblacionales y económicos…

Las actividades relacionadas con la industria, en sus distintas escalas y sectores, son muy escasas: apenas un 7% de Sin embargo, la incidencia de esas importantes funciones en el casco no son muy relevantes: es cierto que casi una
las personas ocupadas. Tampoco la construcción tiene una importancia relevante (apenas un 5%) en congruencia con el cuarta de los residentes son estudiantes universitarios (no empadronados), pero estos datos pueden modificarse en el
escaso crecimiento de la ciudad y la debilidad de las intervenciones de rehabilitación o reforma. Las actividades tiempo, dependiendo de las facilidades de transportes para buscar alojamientos en lugares cercanos o en las residencias
relacionadas con agricultura o ganadería son prácticamente insignificantes (poco más del 1%), aspecto que deberá ser familiares. El uso del casco como lugar de ocio por los estudiantes resulta también patente, pero no fundamenta
tomado en consideración para la evaluación de las posibilidades objetivas de algunas propuestas de “matrices alternativas sólidas en perspectivas futuras. Las presencias universitarias en el recinto son relativamente reducidas (en
ideológicas” sobre el interés de activación de este sector (tema sin duda atractivo, pero seguramente más por sus cuanto a facultades y sedes administrativas o de dirección). Por ello, una de las líneas propositivas del PECH pero sobre
implicaciones cualitativas que cualitativas, y que será estudiado en el Plan de Gestión). todo del Plan de Gestión Unesco deberá orientarse hacia la búsqueda de mayores y más sólidas integraciones.

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5.2.3. La ciudad en el final del XVIII y primeros años del XIX. Para encuadrar estos procesos en la ciudad son indispensables algunos mínimos apuntes al contexto general de
Galicia. Murguía dibujó un cuadro extremadamente pesimista sobre ”aquel más que triste y más que cruel siglo XVIII”…
5.2.3.1. Introducción.
pero análisis más atentos han mostrado notables vetas de innovación, por más que algunas de ellas se vieran frustradas.

De acuerdo con nuestras orientaciones expositivas, ese comienzo por el final, con los apuntes anteriores sobre la Galicia se alineó mayoritariamente con la causa de los Borbones en la guerra de Sucesión, dentro de un conflicto con

inserción y las relaciones actuales entre centro histórico y ciudad, no debiera servir como “expediente” para adoptar a graves amenazas de las flotas holandesas e inglesas, con del desastre de Rande, que siginificó el hundimiento de la “flota

continuación una narración en sentido diacrónico tradicional. de Indias”.

Al contrario, si confiamos en la capacidad que este método tiene para la aportación de indicaciones o la La nueva dinastía alentó, como es sabido, nuevos planteamientos que vinculaban la centralización y la

acentuación de cuestiones sobre nuestras tareas de hoy, resulta claro que la siguiente “cala” debiera situarse a finales del racionalización administrativa, el acrecentamiento económico, la remoción de las anquilosadas estructuras heredadas de

XVIII y avanzar hacia los primeros años del XIX, cuando la ciudad antigua adopta la configuración que hoy conocemos, los Austrias junto a cierta modernización cultural. Dentro de esos marcos, caracterizados convencionalmente como de
despotismo ilustrado, destacan ideológicamente las personalidades de Feijoo y Sarmiento, con sus denodadas críticas al
a través de unos complejos y a veces conflictivos procesos de mantenimiento de las grandes arquitecturas y funciones
estructurantes, así como de conservación, con correcciones, de la morfología, pero con la renovación mayoritaria del “oscurantismo”, la llamada al estudio de las ciencias naturales, la defensa de las virtudes de la industria… mientras que un

caserío de vivienda y la incorporación de no muchas, pero muy significativas, estructuras dotacionales, de ocio… noble (Ventura Figueroa) y un prelado (Fernández Varela), establecen medidas de apoyo y mecenazgo a las artes y las
letras.
Para el entendimiento de esos procesos resultará imprescindible situar como referentes las condiciones de la ciudad
a finales del XVIII y primeros años del XIX. Pero antes situaremos algunos apuntes sobre el contexto general social, Se desarrollan no pocas propuestas de obras públicas, algunas logradas –como la “carrileira de Santiago a

económico y cultural de Galicia en esa época. Pontevedra- otras frustradas, por su muy difícil realización, como el canal de la ría de Pontevedra, los intentos de hacer
navegables el Miño o el Sar. En materia de agricultura, se producen numerosas iniciativas, como las repoblaciones
5.2.3.2. Las condiciones sociales, económicas y culturales en el XVIII. mindonienses (Sarmiento y Cuadrillero), las plantaciones de robles, vides y frutales (Malvar), agrios y legumbres (Bañuelos),
las plantaciones de moreras, el aprovechamiento de los gusanos de seda (Mugártegui y el Marqués de Santa Cruz). En el
El contexto demográfico y el mundo rural en Galicia campo industrial, se instala el complejo fabril de hierro y cerámica de Sargadelos, iniciativa del Ibánez, primer marqués de
Sargadelos, el Marqués de Viance intenta la creación de “ferrerías”, los Lees instalan factorías textiles en Pontevedra…
Galicia tenía en el XVIII un millón cuatrocientos mil habitantes. Contaba con siete ciudades, un centenar de villas y
tres mil seiscientas cincuenta parroquias (1786). Eran muy numerosos los señoríos (según Labrada, 14 de realengo, 25 de Los desastres navales obligaron a la Corte a mostrar atención hacia Galicia, con potentes iniciativas a las que
abadengo, 46 de señorío secular y uno de órdenes militares). contribuyeron personalidades cultivadas como Patiño, que en 1726 eligió Ferrol como cabecera del departamento
marítimo, reemprendiendo la instalación –hasta entonces coyuntural- de los astilleros. Los planes del Marqués de la
La economía rural se asentaba mayoritariamente en la institución de los foros, característica de Galicia, sistema en
Ensenada dan un fuerte impulso a esos trabajos, comenzando en 1749 la construcción del gran astillero del Esteiro, que
el que el propietario cedía perpetuamente o por largo tiempo el uso de la tierra a los foreiros a cambio de un canon o
llegó a ocupar 15.000 trabajadores.
renta, unida a una disposición ritual de vasallaje: unos marcos ineficientes desde el punto de vista productivo, y que en
algunas coyunturas, ya en el XVII, habían provocado conflictos y motines por exigencias desmedidas de los propietarios, Como trasfondo de todos esos procesos se crean diversas asociaciones, entre las que destacan la Sociedad
que se reproducirían en el XVIII, con el levantamiento de Ulloa. Este sistema fue poco afectado por los procesos de Económica, los Consulados y la Academia Compostelana, animadas tanto por clérigos y nobles imbuidos por los nuevos
desamortización del XIX y perduraría hasta las primeras décadas del XX, en que fue abolido por las políticas modernizadoras idearios de renovación, como por letrados y otras personalidades del mundo civil, de la enseñanza y de la empresa.
de la Dictadura de Primo de Rivera.
La población y las condiciones sociales y económicas de Santiago.
El contexto cultural y político general en el XVIII y sobre todo en su segunda mitad: pervivencias de Antiguo Régimen
e iniciativas de la Ilustración. Santiago tenía 16.000 habitantes en 1750, más del doble que la de La Coruña y seis veces más que la de Vigo, pero
desde esa época se inició un descenso de la población, incluido en parte por la carencia de implantaciones industriales,
Santiago, como otras muchas ciudades españolas de orígenes similares, se encontraba atravesada en la segunda ya que la burguesía de la ciudad, crecientemente importante, había preferido las actividades comerciales y bancarias y,
mitad del XVIII por procesos duales, entre la pervivencia de las estructuras dominantes heredadas, –eclesiásticas, por otra parte el Ayuntamiento y las clases dominantes tradicionales tampoco alentaban esas implantaciones (a mediados
nobiliarios…- en todas sus componentes de “bases” económicas, “poderes” políticos, “influencias” ideológicas… y los del XVIII la suma de esos recelos había impedido la instalación de un centro fabril dedicado al lino). Ese descenso se debió
denodados intentos de disolución de tales enquistamientos y la apertura de nuevos ámbitos de civilidad, alentados por los además a la conclusión de las grandes obras promovidas por la iglesia, junto a algunas edificaciones civiles relevantes.
grupos orientados por ideales de modernización, de ilustración…

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Desde 1785 siglo la población comenzó a crecer lentamente hasta alcanzar unos 17.695 habitantes en 1800. La creciente lejanía de amenazas bélicas llevaron, en el XVI y XVII, a autorizar una práctica de origen medieval,
permitiendo que las edificaciones se acercaran e incluso se adosaran a los muros, tanto en el interior del recinto como en
En 1800 el Consistorio, respondiendo a la Instrucción de la Dirección General de Fomento del reino, de 1797, elaboró
sus áreas externas, así como al aforamiento o arrendamiento de las torres para usos de los particulares (caballerizas,
un extenso documento sobre la demografía, la composición social de la población y las actividades económicas, para
almacenes, viviendas…).
que esa institución central pudiera “investigar y examinar las causas que pueden detener los progresos de la agricultura,
industria y comercio”. Este documento, disponible en el Archivo Municipal, ofrece un detallado cómputo tanto de esos Posteriormente, y a pesar de mantenerse la demanda de mejora de los lienzos y la necesidad de su "desahogo" de
aspectos como de las características del caserío). añadidos, se dará continuidad a estas prácticas, que llevarán hasta la práctica desaparición de la antigua cerca.

Excluyendo las capas altas (nobles, eclesiásticos, representantes del poder político, etc.) la población se La configuración de Santiago como “ciudad eclesiástica”.
encontraba compuesta sobre todo por pequeños comerciantes (mercaderes y tenderos, tratantes de vino y de grano y
Los planos de finales del XVIII la gran presencia de edificios religiosos “incrustados” en los tejidos del recinto,
otras actividades de carácter comercial características de la sociedad y la economía del Antiguo Régimen, ajenas al
agregados en sus inmediatos bordes externos, asentados sobre caminos con otros lugares del territorio o enclavados,
mundo de la industria que todavía estaba por nacer en nuestra ciudad).
aislados, en posiciones privilegiadas. Además del complejo catedralicio destacan por sus dimensiones las grandes fábricas
En unos escalones sociales inferiores se encuadrarían las capas de artesanos (cerca del 40% de los vecinos ) compuestas por templos y claustros, esto es monasterios y conventos.
bastante diferenciadas internamente: por una parte, las que se dedicaban a “productos de lujo” destinados a las capas
Los templos, exentos o enmarcados en los tejidos, tienen una presencia dimensional menor, aunque su incidencia
altas o a artesanía relacionada con la ornamentación artística o arquitectónica (habiendo tenido estos últimos estratos
en la vida urbana, en su contacto con los vecindarios parroquiales, fuera muy importante.
notable desarrollo por el impulso de las grandes fábricas arquitectónicas del XVII y la primera mitad del XVIII); por otra parte,
las de carácter más “manual” (zapateros, sastres, canteros, herreros y cerrajeros…).
En 1750 se contabilizaban unos 250 clérigos seculares, y unos 560 religiosos y religiosas (403 hombres y 157 mujeres),
sumando un total de 810 personas (el doble que a fines del XVI). En 1800 ese número era aún más elevado.
5.2.3.3. La conformación construida y los usos de la ciudad a finales del XVIII.

Como se señala en otras partes de este trabajo, el poder eclesiástico se asentaba en muy considerables ingresos,
A finales del XVIII la ciudad mantenía prácticamente la conformación existente hacía dos siglos, salvo las
siendo Santiago la mitra más rica de España, después de las de Toledo y Sevilla, sobre todo por la renta del Voto de
importantes actuaciones edificatorias eclesiásticas y conventuales y algunas edificaciones civiles, a las que nos referiremos
Santiago, que se veían obligados a pagar los campesinos de buena parte de la Corona (y que representaba entre un 70-
posteriormente, que se habían ido construyendo o ampliando en el XVI y sobre todo en el XVII y los primeros tres cuartos
80% de los ingresos del Arzobispado).
del XVIII.

Algunos estudios (como los dirigidos por J.A. Vazquez Vilanova) ofrecen interesantes datos sobre los modos de
El plano de López Freire (hijo), de 1796, y el plano de 1800 muestran con precisión la configuración urbana y de los
vivienda del clero. Eran consecuentes con sus rangos acomodados (mayoritariamente procedentes de la “pequeña
tejidos edificados, las arquitecturas singulares, etc. así como las características de los espacios libres verdes.
nobleza”), situándose en casas amplias, de dos plantas, con interiores confortables y con cuartos de domésticos, si bien

Estos dos planos, en sus orígenes, matices, precisión gráfica, etc. han sido objeto de detallados estudios, con ciertas diferenciaciones que atestiguaban sus estratificaciones.

por ejemplo en las investigaciones de P. Costa Buján, que ha sistematizado y ajustado el plano de 1800 o los
 El conjunto de la Catedral: su papel determinante en la fundación de la ciudad y en su evolución.
análisis de A.A. Rosende en Compostela 1780-1907.
El conjunto catedralicio existente a finales del XVIII, que permanecerá hasta hoy, constituye, como es sabido, el
Santiago y sus estructuras defensivas: el mantenimiento de las murallas, dentro de su decadencia. núcleo fundacional de la ciudad –más allá de otras preexistencias poco relevantes- derivado del “descubrimiento” del
sepulcro del apóstol Santiago en las primeras décadas del IX, que con una fuerte difusión ideológica, a la que no fueron
Los numerosos estudios sobre la conformación y evolución de las murallas de la ciudad nos muestran como desde
ajenas intenciones políticas, llegó a conmover las sensibilidades religiosas del alto medievo del occidente cristiano.
el XVI eran constantes las quejas de los representantes de reino sobre sus deficientes condiciones, con propuestas, casi
siempre incumplidas, para su consolidación, por las dificultades del cabildo, del arzobispo y del consistorio –responsables Los estudios de F.L. Alsina y otros investigadores, como López Ferreiro, documentan la formación del Locus Sancti
del mantenimiento- para atender a esos menesteres y para recabar la colaboración económica de los vecinos (nos Iacobi, con sus distintos componentes, alentados en gran parte por el rey astur Alfonso II. El trabajo fundamental de K.J.
remitimos en este aspecto a la sistematizada evaluación de A.A. Rosende). Conant describe la evolución del complejo, desde el modesto templo fundacional del IX (Alfonso II), la iglesia prerrománica
fundada por Alfonso III, consagrada en 899, ante la creciente afluencia de peregrinos; su destrucción por Almanzor; la
posterior construcción de la catedral románica, cuyas obras se prolongaron más de un siglo, desde 1075 hasta 1211,

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atendiendo a su creciente importancia como foco de peregrinaje a lo largo del medievo con el especial relieve de los materiales o documentales, y sus sucesivas componentes renacentistas, barrocas, en algunos casos neoclásicas… en sus
Años Jubilares establecidos por el papado romano; sus ampliaciones en la transición del románico al gótico (cuerpo del formas arquitectónicas y en sus elementos artísticos y ornamentales.
palacio arzobispal con la sala de banquetes y la capilla); las adiciones góticas de un cuerpo de capillas al este del templo,
Santiago, “ciudad señorial”. Los pazos nobiliarios y las residencias de las capas altas eclesiásticas, mercantiles o
con el claustro (principios del XVI) , así como de algunas capillas en la cabecera; algunas intervenciones renacentistas…
administrativas.
hasta su reconfiguración exterior en a finales del XVII y el XVIII con el escenográfico, retórico, enfático y refinado despliegue
de un articulado sistema de “fachadas-telón”, hacia la plaza del Obradoiro y hacia las plazas de Platerías, Quintana y la
La ciudad anterior al XVI poseía algún número de edificaciones nobiliarias, con las composiciones características
Inmaculada, puntuado por las elevadas torres (Carraca, Campanas, Reloj).
de las “casas torre”, todavía con resabios tardo medievales, con caracterizaciones ya extemporáneas de edificaciones
“fortificadas”, cerradas respecto a los entornos. Ya en el XVII surgen por sustituciones o nuevas implantaciones
 Las implantaciones de monasterios y conventos, desde las primeras etapas fundacionales hasta el XVIII.
edificaciones con nuevos esquemas, con mayores atenciones a sus significados y presencias hacia los espacios públicos,
Santiago se presenta a finales del XVIII como una ciudad puntuada por grandes estructuras conventuales, como con lenguajes civiles y más modernos. Muchas de esas edificaciones se asentaron en la rúa Nueva y entornos, escenarios
resultado de su misma formación –con la presencia del originario monasterio de San Paio, y del de San Esteban en el IX- y fundamentales de la vida señorial desde finales de ese siglo y después a lo largo del XVIII.
de su evolución urbana entre el XIV y primera mitad del XVIII, con la creciente importancia de las órdenes religiosas,
Antes de hablar de sus caracterizaciones arquitectónicas conviene quizá efectuar algunos apuntes sobre la entidad
dotadas de unas potentes bases económicas: Belvís, San Francisco, Carmen de Arriba y Carmen de Abajo, Santa Clara,
y composiciones de estas capas en ese momento de transición de finales del XVIII-principios del XIX, como referente para
Santo Domingo de Bonaval, San Agustín, La Enseñanza, Las Mercedarias, Las Orfas…
posteriores notas sobre las profundas transformaciones que registrarán a lo largo de este último siglo.
En el capítulo dedicado a los tipos arquitectónicos se describen sus características y su incidencia en la ciudad.
Representando a menos de un 3% de la población, tenían una cierta diferenciación: la alta nobleza –como los
Señalamos que todas esas estructuras arquitectónicas, más allá de sus dimensiones, reglas, actividades, responden a tipos
títulos de Monterrey, Lemos, Altamira, Amarante, Montesacro y Parga- poseían palacios en Santiago, aunque residían
con esquemas comunes, basadas en la articulación de la iglesia, el claustro con sus piezas en torno al mismo, los espacios
habitualmente en la corte madrileña. Se situaba después la “pequeña nobleza”-como los Santa Cruz o San Juan- instalados
colectivos (refectorios, aulas y otros), los espacios de servicio y en muchos casos la adición de huertas.
en Santiago desde mediados del XVII, y otros títulos de concesión reciente, como los Bendaña, Priegue o Gimonde. Y junto
 Las iglesias. a estos, familias de la “burguesía emergente” desde mediados del XVIII, algunas incorporadas a las categorías nobiliarias
por distintos procedimientos, compuestas por mercaderes, cambistas de letras, gestores de rentas de propiedades
Junto a las iglesias conventuales se diseminan en el recinto varias iglesias parroquiales, algunas encastradas en los
nobiliarias, algunos profesionales liberales y políticos o altos funcionarios…
tejidos urbanos –generalmente en remates de manzanas- otras exentas. La mayor parte procedían del XII, resultantes de
los amplias iniciativas del Arzobispo Xelmirez, pero casi todas ellas habían sido reedificadas con dimensiones más amplias, Reseñamos las características de esas edificaciones, en sus diversos niveles, en el capítulo dedicado a las tipologías
manteniendo sólo algunos restos medievales, en el XVI, XVII y XVIII: con disposiciones de nueva naves y portadas, adiciones arquitectónicas, aunque ahora efectuemos algunos apuntes relacionados sobre todo con sus dimensiones,
de capillas interiores, ampliaciones, construcciones de torres (sobre todo en el XVIII)… Esos procesos de “sobreimposiciones” emplazamientos y significados. En el primer aspecto, debemos resaltar que sus notables o muy considerables tamaños no
de las arquitecturas, en sus trazas, en sus componentes materiales, en sus dispositivos estilísticos –o por decirlo en términos sólo obedecían a objetivos de representación social, sino también a la necesidad de acoger alojamientos de criados,
de crítica contemporánea, de “construcción sobre sí mismas” - constituyen unos de los rasgos de mayor especificidad en caballerizas, anejos… Las investigaciones de A. Eiras Noel sobre las élites de la ciudad en la época nos ofrecen datos muy
las construcciones cultas de la ciudad de Santiago. Raro es el templo en que no pueden identificarse sus trazas medievales, interesantes sobre el complejo sistema de vida de estas residencias.

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Plano de Santiago, por J. López Freyre 1783

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Santiago, “ciudad universitaria”. universidad, desde el XVI al XVIII, se basó en esquemas estructurantes de los tejidos preexistentes, con unas intenciones
“pedagógicas” de orden y regularidad.
Los antecedentes y el contexto en que surge la Universidad de Santiago: finalidades, estructuras, contenidos de las
universidades desde el X al XIV. Los tipos edificatorios de los colegios universitarios, hasta el XIX, se basaron casi siempre en esquemas claustrales,
aprovechando las amplias posibilidades de agregaciones de piezas sobre las estructuras centrales de los patios, a veces
Las Universidades, en la compleja evolución que conduce a la época moderna, con sucesivas ampliaciones y
dentro de proyectos unitarios, en otras ocasiones con sucesivas adiciones.
transformaciones de sus campos, surgieron en Europa a entre finales del X y principios del XI, como comunidades gremiales
del saber, que congregaban maestros y discípulos, circunscritas a unas pocas disciplinas: el Arte y la Filosofía, la Medicina, La Universidad de Santiago.
el Derecho canónico y civil, la Teología…

Entre el X y el XIII se crearon en los países cercanos numerosas universidades: Bolonia, Módena, Padua, Nápoles,
Perugia y otras en Italia; Coímbra en Portugal; Paris, Tolosa y otras en Francia; Oxford y Cambridge en Inglaterra…

En España las primeras universidades se fundaron a comienzos del XIII (Palencia) desarrollándose otras en la segunda
mitad del siglo (Salamanca, Valladolid, Murcia, Lérida). Desde mediados del XV, en el nuevo clima renacentista, surgieron
muchas más: Barcelona (1450), Alcalá de Henares (1499), Santiago de Compostela (1504), Sevilla (1505), Zaragoza (1542);
Oviedo (1574)…

Sería improcedente, y además imprudente, acometer en este trabajo, una exposición con cierto
detalle de los orígenes y evolución histórica de las universidades en sus relaciones con las ciudades antiguas
europeas. Nos remitimos, en este aspecto, a la abundante bibliografía existente y en especial al amplio
estudio dirigido por W. Rüegg y H. de Ridder en los 90, que integra análisis diferenciados sobre los temas (W.
Rüegg); los esquemas (J. Verger), con las relaciones entre la comunidad escolástica, la pedagogía, los
colegios, etc.; las estructuras (P. Nardi), en cuanto a las relaciones con la autoridad eclesiástica y la secular,
marcada por el predominio de la primera en sus orígenes, hasta cierta incidencia de la segunda desde el
XIV; la administración y los recursos económicos (A. Gleysztor); la organización y composición del profesorado,
en cuanto a las carreras, competencias, retribuciones, inserción en la sociedad, imagen (J. Verger); los
estudiantes, en lo que respecta a procedencia, reglas, frecuentación, titulaciones, así como la vida
estudiantil, en relación al alojamiento, costumbres, asociaciones, costes (R. C. Schwings); el sistema de Edificio de la Universidad antes de 1894 (Tomás C. Capuz, grabador)
carreras de las distintas graduaciones (P. Moraw); la movilidad y relaciones con las implantaciones (naciones,
Sus orígenes se sitúan en 1495, como Estudio de Gramática, alojado en dependencias del monasterio de S. Paio de
colegios, fraternidades, internacionalismo y regionalismo (H. Ridder); etc.
Antealtares. Pocos años después, en 1504, por Bula pontificia, el Estudio se situó bajo la tutela del Deán catedralicio,

Las estructuras urbanas y arquitectónicas de las ciudades universitarias históricas. permitiendo además la creación de Cátedras de Derecho canónico y de Artes.

En algunas ciudades las implantaciones universitarias tuvieron un papel de gran incidencia en la estructuración Las iniciativas poco posteriores del Arzobispo Alonso III de Fonseca y Ulloa, personalidad de alta cultura, mecenas

de la ciudad, como en Alcalá de Henares, en la que la existencia dentro del extenso recinto murado de numerosos e impregnado de los ideales renacentistas, significaron la consolidación de la institución. En 1522 se creó el Colegio

espacios libres ofreció la ocasión de un trazado general –impulsado por Cisneros- dedicando a colegios y otros compostelano para Estudios de Teología, Gramática y Arte, situándose en lo que había sido Hospital de Santiago Alfeo, en

espacios universitarios dieciocho manzanas. También en Salamanca la incesante actividad constructora de la la calle Azabachería, edificio derribado más tarde. El Arzobispo previó en su testamento la construcción de un nuevo
colegio más apropiado, lo que se realizó entre 1532 y 1544: el hoy denominado Colegio Fonseca, que fue epicentro de

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la vida universitaria de la ciudad hasta el XVIII. En 1555, ante la relativa incertidumbre de la organización de la 5.2.3.4. Innovaciones en la regulación urbanística: las ordenanzas de 1780.
universidad, se aprobaron unas constituciones o estatutos que la situaban bajo el Patronato Real. A finales del XVI se
crearon los Colegios de San Patricio y de San Clemente y a finales del XVII el Colegio de San Xerome. A los Estudios La disposición de las Ordenanzas de 1780 y su contexto cultural e ideológico en el pensamiento y la política de la

originarios se añadieron los de Derecho y Medicina. Ilustración.

En el XVIII, Carlos III, tras la expulsión de los Jesuitas cedió a la Universidad los terrenos y edificios que ocupaba la Como se ha indicado, los tejidos residenciales se renovaron casi por completo en el el XIX y sobre todo en su

Orden, que pasan a constituir el foco principal de la enseñanza en Santiago, incorporando Estudios de Física y de Química. segunda mitad, con ampliaciones de sus dimensiones, nuevos componentes constructivos de mayor estabilidad,
dispositivos de salubridad e higiene y una fuerte atención al ornato exterior, en los marcos de las Ordenanzas de 1780.
Todos los edificios de la Universidad histórica poseían estructuras claustrales. En los planos de finales del XVIII se
reflejan los colegios históricos: el Colegio de San Xerome, con fachada a la Plaza del Obradoiro, construido a mediados Pero la aplicación de esas reglas, siendo determinante, sólo explica parcialmente esos procesos, que deben

del XVI, y el Colegio de Fonseca, también del XVI, situado en la calle del Franco. Y se refleja asimismo el antiguo convento referirse, en última instancia, al contexto ideológico, político y cultural.

de los Jesuitas en Mazarelos, que a finales del XVIII había pasado a ser sede universitaria, por decisión de Carlos III después
de la expulsión de la Orden en 1771.

Estructuras civiles. Instituciones hospitalarias.

La voluntad de asentamiento y significación del poder real por Isabel y Fernando, buscando la extensión de la
influencia de la monarquía en Galicia y a la vez tratando de aprovechar los aspectos simbólicos, y también políticos,
derivados de las peregrinaciones, estuvieron en la base de la decisión de construir el Hospital, no casualmente denominado
“Real”. Su emplazamiento respondió a esos propósitos, buscando su presencia relevante al lado de la Catedral, dentro de
una obra de vastas dimensiones, cuidadoso proyecto y compleja gestión.

En los planos de finales del XVIII esa amplia fábrica, ampliada en ese siglo con dos cuerpos claustrales posteriores,
que siguen el esquema de los frontales del XVI, se destaca en la estructura del recinto, siendo de reseñar que seguía
desempeñando sus funciones originarias.

Se mantiene también en esa época el uso asistencial del Hospital de San Roque.

El Palacio Rajoy constituye una novedad respecto a las escenas existentes hasta mediados del XVIII, en las que la
plaza del Obradoiro se “abría” hacia poniente. El terrenos tenía algunos antecedentes de construcciones anteriores,
destinadas a cárceles (civiles y eclesiásticas) encontrándose además afectado por la muralla. El Arzobispo Rajoy promovió
la construcción de un amplio edificio que cerrase el ámbito, destinado a Seminario de Confesores, pero encontró la
oposición del Consistorio, que reivindicaba la propiedad de parte de los terrenos, y también del Hospital, por entender sus
rectores que el proyecto incidía negativamente en su solar. Después de un complejo litigio, la Capitanía General decidió
que se realizase una propuesta equilibrada entre las distintas partes, eligiendo un programa funcional que integrase las Los sustratos de las preocupaciones, de las ideas y de las actitudes, políticas, sociales y profesionales que conducen
prisiones en sótanos (hacia el talud configurado por la muralla), el seminario y la sede del consistorio. La actuación, con a la elaboración de las Ordenanzas se encuentran en la impregnación de la cultura de la Ilustración, que incluso en un
proyecto del ingeniero francés C. Lamour, se realizó entre 1766-72. Constituye un singular ejemplo en Santiago de los clima conservador, con perceptibles anquilosamientos, como el predominante en la vida política de Santiago acabaron
lenguajes arquitectónicos de gusto francés, en la transición del “barroco clasicisista” (en clara deuda con los modelos de haciendo mella y reflejándose en esa iniciativa de ordenación urbanística. Se enmarcan en el relativamente largo reinado
Mansard) a un más depurado neoclasicismo. de Carlos III, desde 1759 a 1788, aunque algunos de sus soportes operativos databan del reinado de Fernando VI, como la
creación de la Academia en 1752 o el dictado de las Ordenanzas de Corregidores de 1745.

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En una extrema síntesis, podríamos decir que son varias las hiladas fundamentales que se entrelazan en los nuevos proponer un sistema de alcantarillado acorde con la salubridad y eficiencia funcional, apoyado en las modernas técnicas
enfoques urbanísticos y arquitectónicos de esas últimas décadas del XVIII. sobre esas infraestructuras).

En lo que concierne a las arquitecturas, el recurso a la racionalidad en las composiciones, que derivan hacia En las Ordenanzas, remitidas al Ayuntamiento para su aprobación en 1775 y aprobadas en 1780, sólo una parte del
planteamientos “funcionalistas” de tipos y usos, así como hacia requerimientos de congruencias entre estructuras y formas articulado se refiere directamente a cuestiones relacionadas con las edificaciones y los trazados, mientras que la mayoría
(aun aceptando la pervivencia de los órdenes clásicos); la atención a la configuración exterior de las edificaciones afecta a la regulación de los suministros de productos y la organización de los mercados.
menores –tema que nos interesa especialmente en este trabajo- hasta entonces casi relegadas a la espontaneidad,
Los artículos sobre las edificaciones tratan fundamentalmente de los aspectos siguientes:
expresando o dictando preferencias por esquemas geométricos regulares, en composiciones geométricas ortogonales,
concediendo atención a la amplitud de los huecos, la evitación de cuerpos volados, la disposición integrada de plantas
- Obligatoriedad de licencia para cualquier tipo de obra.
bajas y superiores, etc.. En otros niveles, esas preocupaciones racionalistas se expresan en exigencias relativas a la
salubridad de las viviendas y del ambiente urbano (desagües de aguas sucias, evacuación de pluviales, anejos con usos - Previsiones de establecimiento de alineaciones en nuevas construcciones, pero no
inconvenientes para la higiene). remitiéndose a un plan general, sino remitiéndose a estudios particularizados de cada solicitud

En lo que concierne a la ordenación urbana, debemos reseñar la incorporación las aportaciones de la ingeniería - Regulación de los cuerpos volados, aspecto que había sido objeto de continuas
civil (de matriz francesa, con el fuerte influjo de la Ecole de Ponts et Chausées en 1747) en sus distintas implicaciones de preocupaciones del Concejo, por su negativa incidencia en las condiciones de iluminación natural y en
planificación y gestión (infraestructuras de abastecimiento de agua, saneamiento, pavimentaciones, implantaciones de la circulación de jinetes y carruajes. Esta regulación lleva a la prohibición de nuevos “volados” y a-la
usos con incidencia en la salubridad etc.) y también la difusión de criterios de “ordenación geométrica” de las alineaciones previsión del derribo de los que se consideren extremadamente perjudiciales, o se encontraran en ruina.
e los nuevos edificios, con el fin de otorgar a las calles unas condiciones más adecuadas en cuanto a tránsito, soleamiento,
- La ordenación de la edificación en cuento a homogeneidad de volúmenes y ordenación
etc. que las que presentaban los trazados heredados, muchas veces tortuosos e irregulares.
regular de los huecos, evitando las disposiciones hasta entonces frecuentes, de modos casuales, dispares
En fin, en una confluencia entre todos esos criterios se sitúan las exigencias normativas sobre el ornato o decoro e irregulares; la sujeción de los planos de fachada a las alineaciones fijadas en cada caso; la solución
urbano, nociones que pueden aparecer imprecisas o genéricas, pero cuyas connotaciones, “asumidas” social y de las esquinas con chaflanes, etc.
culturalmente, con su referencia a los criterios y directrices de la Academia, aseguraban su efectividad en el control de los
- La previsión de demolición de edificios en ruina, en casos de “indigencia” de la propiedad o
proyectos de los particulares.
desconocimiento de propietarios, a ejecutar por el Ayuntamiento con previsiones sobre resarcimiento
Los contenidos de las Ordenanzas de 1780. de costes.

En el Cap. sobre Los marcos de regulación urbanísticos y edificatorios se analizan los orígenes, los contenidos y la En lo que concierne a los espacios públicos, las normas esenciales se refieren a la pavimentación de calles, plazas
incidencia práctica de las Ordenanzas de 1780. No obstante, parece oportuno resumir muy brevemente esa disposición, y soportales, estableciendo las superficies a pavimentar a partir de las líneas de fachada y soportales, y previendo los
con el fin de dotar de coherencia al presente análisis sobre la conformación y la historia urbana. modos de contribución de los vecinos a las obras de pavimentación.

Santiago disponía de Ordenanzas municipales desde siglos anteriores XXX pero referidas sobre todo a cuestiones En cuanto a condiciones de salubridad e higiene, el aspecto más importante consiste en la obligatoriedad de la
de policía y salubridad, con muy escasa atención a aspectos urbanísticos y edificatorios. La perentoria Instrucción del Real canalización oculta de los desagües domésticos
Consejo de Castilla, en 1774, exigiendo a las autoridades municipales de Santiago la disposición de una normativa que
En fin, las Ordenanzas contemplan el problema de los edificios ruinosos estableciendo la obligación del Concejo de
afrontase los muy graves problemas que habían ido acumulándose en la ciudad desde tiempo atrás, actuó como acicate
proceder a la reedificación, resarciéndose de los costes con su posterior arrendamiento.
para afrontar una nueva regulación, que se concretó en el año posterior el encargo de un reconocimiento del estado de
todos esos aspectos… del que se desprendieron conclusiones extremadamente desfavorables. López Freire, que participa
de modo descollante en ese informe, centró su atención en las malas condiciones de la edificación, los trastornos y riesgos
generados por los trazados y las secciones viarias, los “cuerpos volados”, los problemas de servidumbres de luces y de
soleamiento y aireación, los problemas ocasionados por las “aguas sucias” procedentes de los edificio (lo que le llevó a

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5.2.4. Mirando “hacia el pasado cercano” de la ciudad: la evolución de la ciudad desde finales del
XVIII a comienzos del XX.

5.2.4.1. La evolución y transformación de la ciudad desde finales del XVIII hasta el XX.

El contexto general. Un período de significativas transformaciones… sobre la base de importantes continuidades.

El período que acotamos, desde finales del XVIII a principios del XX, ha sido caracterizado muchas veces como un
“siglo largo”, con episodios tumultuosos pero con ciertas continuidades de fondo, en contraste con la acotación del XX
como “siglo corto” (E. Hobswman y otros estudiosos generalistas de la historia europea en esos dos siglos). Pero si ese
encuadre puede encontrarse justificado en Francia o Reino Unido, en el caso de nuestro país debería ser utilizado con
mayor precaución. En efecto, la evaluación de los procesos desarrollados en ese período dibuja más bien un “mapa” en
el que la tendencias de fondo –la eclosión de la economía capitalista, con sus diversos soportes en la industrialización, las
finanzas, el comercio- con sus implicaciones en las reglas y actores de la política y la administración y sus correlaciones en
la vida social, las costumbres, se encuentran en muchas ocasiones interrumpidas, lastradas o incluso en retroceso. Y en las
que se registran confluencias, a veces con ciertos acordes, otras veces turbulentas, entre intereses de distintas procedencia
(G. Anés, M. Artola y otros muchos historiadores han ofrecido inteligentes y en muchos aspectos conclusivos análisis sobre
los complejos procesos de ese período).

Si centramos la atención en la evolución de las ciudades en ese período, en sus distintos aspectos, también
podríamos asumir argumentaciones que nos llevaran a entenderlo como un proceso con “temas” hilvanados en sus
urdimbres de fondo, como un despliegue progresivo y “progresista”, más allá de las interrupciones o los lastres de fuerzas
retardatarias, de las ideas del racionalismo procedente de la Ilustración, en un horizonte ideal de construcción de la ciudad
moderna, apoyado en las crecientes y desbordantes aportaciones científicas, medios técnicos, instrumentos de gestión…
Este esquema –que ha impregnado gran parte de la historiografía de la ciudad en ese período- ha encontrado, como es
bien sabido, no pocos desmentidos, por parte de numerosos estudiosos, en las investigaciones sobre la evolución urbana
en nuestro país: los procesos de renovación (a través de sustituciones puntuales, pero generalizadas) desarrollados sobre
todo en el último cuarto del XIX en algunos de los centros antiguos de ciudades con fuertes dinámicas configuraron unos
tejidos con deficiencias mucho más acentuadas que las que presentaban las conformaciones anteriores (barrios populares
de Madrid o Barcelona, Valladolid…). Los Ensanches, concebidos a mediados de siglo con los rasgos que se atribuían a la
ciudad moderna (civilidad, salubridad, eficiencia…) se desarrollaron en muchas ciudades con extrema lentitud y sucesivas
desvirtuaciones (como en Madrid, cuyo Plan de Ensanche de mediados del XIX sólo se concluyó en el tercer cuarto del Plano de anteproyecto del ensanche de Madrid, de C.M. de Castro, 1857.
XX…y con resultados lejanos a las acertadas ideas iniciales, en un largo recorrido de ajustes en “progresivo” beneficio de
los intereses inmobiliarios y en un correlativo “decrecimiento” de los intereses colectivos). Si nos referimos ahora a Santiago,
la evaluación de los procesos realmente acontecidos, en relación a las ideas iniciales de la modernización de la ciudad a
Algunas cuestiones e hilos argumentales sobre la evolución de Santiago en esa etapa.
través de la ordenación de un “ejemplar” Ensanche ofrece un balance que difícilmente cabe considerar como positivo.

Las anteriores referencias a los contextos generales –económicos, políticos, culturales- de ese período tienen sin
duda un evidente tono convencional y didáctico, que creemos justificado en el carácter de este documento, como objeto
de consulta pública. Pero desearíamos que generaran atenciones más amplias, alentando la comprensión e interpretación

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de los rasgos comunes y también de los aspectos dispares, inciertos, de la historia de Santiago en relación a los marcos actividades funcionariales y de servicios; los efectos de la Desamortización y otras medidas contra las rentas eclesiásticas,
generales del país y a los procesos desarrollados en otros centros similares. del Cabildo y de las Ordenes monásticas asentadas en Santiago, que significaron la drástica reducción de las actividades
económicas antes inducidas por esos estamentos (construcción, artesanado y arte en ornato de los templos, servicios
Pero además pueden servirnos como guía para estructurar nuestros análisis, formulando algunas cuestiones que
personales); las restricciones al crecimiento de la Universidad… Todos estos aspectos han sido objeto de numerosas
han sido comunes a las políticas y la cultura urbana general de España y a la mayor parte de los centros de cierta
investigaciones, a las que nos remitimos (Otero Pedrayo, Pose Antelo, Pernas Oroza, Villares Paz y otros).
relevancia en el conjunto del país. Con esa intención, los argumentos de “respuesta” podrían quizá perfilar los rasgos de la
evolución de Santiago en ese período, en sus diversas relaciones con esos procesos, en cuanto a impregnaciones o La pérdida de capacidad económica de la Iglesia en la primera mitad del XIX. Las Desamortizaciones.
impermeabilidades, atrasos, paralelismos o avances, condiciones específicas dependientes de necesidades concretas o
El poder económico de la iglesia, extremadamente elevado –sobre todo del Cabildo y de los grandes monasterios,
de ciertos azares…
como S.Martín Pinario - se vio mermado desde la ganancia de peso político de los liberales a partir de 1811 y en sucesivos
5.2.4.2. El crecimiento de la población y la evolución económica y social. episodios de gobiernos de ese signo.

El muy moderado crecimiento de la población. Ya anteriormente, en 1767, Carlos III había procedido a la expulsión de los Jesuitas: hecho muy importante para la
vida civil de Santiago, ya que su convento pasó a ser sede de la Universidad, dentro de la estrategia de la Ilustración por
Recordemos que Santiago sólo tenía unos 17.695 habitantes en 1800. Desde esa época la población fue acrecentar la importancia de esa institución (uso que se mantiene hasta hoy).
ascendiendo muy lentamente, hasta 22.750 en 1842, siguiendo lentamente ese ascenso y aún de modo más lento hasta
finales de siglo, cuando alcanzó 24.317. En puntos sucesivos anotaremos algunas de las causas de este débil crecimiento Como ha sido estudiado con detalle (p. e. en las fundamentales investigaciones de X. R. Barreiro) las mayores

poblacional, en fuerte contraste con el de otras ciudades gallegas. fuentes de ingresos eclesiásticos eran los procedentes del Voto de Santiago, las rentas de sus extensos terrenos arrendados
o en régimen de foros y los diezmos. En 1811-12 se extinguieron los señoríos eclesiásticos y se suprimieron las rentas
Los procesos económicos y los marcos administrativos y la composición social en la primera mitad de XIX. procedentes del voto. En 1813 se abolió la Inquisición, haciéndose cargo el Estado de sus bienes. En 1841 se suprimió el
diezmo… Pero más importante para esta exposición es que se suprimieron los conventos y monasterios masculinos,
Santiago no llegó a adquirir un desarrollo industrial significativo en el XIX, registrando incluso en algunos aspectos un
expulsando a todos los que en ellos residían y procediendo el Estado a ocupar sus edificaciones y a nacionalizar sus bienes.
cierto retroceso.
Las órdenes femeninas fueron autorizadas a la continuidad en sus residencias, aunque con nacionalización de los bienes

Contaba a finales del XVIII con cierta actividad textil (unos 27 establecimientos, sobre todo en los arrabales) en que poseían. Corrieron esa suerte S. Martín Pinario, Sto. Domingo, S. Agustín, S. Lorenzo, La Merced de Tonxo y S. Francisco.

parte como resultado de los esfuerzos de la Sociedad Económica de Amigos del País por la formación de oficios en esa La nacionalización de los conventos no implicó, como en otras ciudades (Madrid, Barcelona y otras) su demolición para

materia. Pero, por sus bases técnicas artesanales, el escaso número de oficiales y trabajadores, su muy limitada dar lugar a reformas urbanas, sino que se procedió a instalar en ellos nuevos usos administrativos o institucionales.

comercialización y otras carencias, pronto entraron en decadencia. Las factorías de curtidos tuvieron un peso algo mayor,
La recuperación de la incidencia eclesiástica en el último cuarto del XIX.
siendo además esa actividad más prometedora económicamente, ya que requería inversiones relativamente cuantiosas
en construcciones y canalizaciones de agua, maquinaria entonces novedosa, estructuras comerciales para el La evolución de la política a lo largo del siglo modificó en parte esas iniciativas, regresando en 1862 los franciscanos
abastecimiento de cueros y ventas: pero también ese sector entró en decadencia de modo que en 1834 solo pervivían 16 y en 1871 los jesuitas (a S. Agustín).
de los 27 establecimientos que llegaron a existir a finales del XVIII (en todo caso irrelevantes en su repercusión sobre la
población, ocupando sólo a unas 75 personas). Los procesos de crecimiento de las instituciones eclesiásticas en el último cuarto de siglo, dedicadas sobre todo a
enseñanza y beneficencia, desarrollados en todo el país con el aliento de los grupos conservadores, tuvo como cabe
En esa situación de debilidad económica incidieron muchos factores: los efectos de la guerra contra Francia en suponer notable incidencia en Santiago, al encontrar en esta ciudad un suelo “abonado” por sus preexistencias y por su
1808, que afectaron a toda la región, hasta la retirada del ejército napoleónico a finales del siguiente año, pero dejando clima social e ideológico. Muchas de esas iniciativas tuvieron notable incidencia en los comportamientos y las actividades
fuertes daños; diversas epidemias; la incidencia en la economía de la ciudad de los quebrantos provocados por la escasez de la vida ciudadana, pero sin efectos edificatorios relevantes, pero algunas de ellas sí tuvieron esas implicaciones, como
de las cosechas en toda Galicia (en 1833-34 y aún con mayor fuerza, en 1853-54); la guerra carlista, entre 1834-37; la reforma la instalación de las Hijas de la Caridad en el antiguo Colegio de Huérfanas, en el Hospicio (asentado en el antiguo
administrativa de 1833, con la creación de las cuatro provincias actuales, la asignación de la capitalidad a la Coruña Convento de Bonaval) o en el Hospital Real, o la fundación del Seminario en 1829, que primero se asentó en el Colegio de
(decisión eminentemente política, por el carácter liberal de la ciudad y sus mayores capacidades de dinamización San Clemente y después en el Monasterio de Martín Pinario.
económica) y la relegación de Santiago a cabecera de partid judicial, con lo que se coartaron las posibilidades de

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La Universidad. relacionadas con demandas técnicas modernas (litógrafos, pintores, fotógrafos, músicos, impresores… Y sobre todo se
constata la aparición de nuevas clases medias, más cercanas a los niveles de vida de las capas dominantes tradicionales
A comienzos del XIX la Universidad tenía unos 1.000 alumnos, siendo una de las más importantes de España. En la
compuestas sobre todo por abogados (70), escribanos, procuradores, corredores de comercio, médicos y boticarios,
guerra con los ejércitos napoleónicos su actividad casi se paralizó, entre otras cosas por el alistamiento de parte del
catedráticos, mandos militares…
alumnado en el Batallón Literario, singular episodio del conflicto. En la crisis de los años posteriores a la guerra mantuvo una
reducida actividad, hasta recuperar en 1825 el mismo número de alumnos que en 1800. Las iniciativas culturales, las asociaciones civiles de la nueva sociedad burguesa.

Las reformas liberales hicieron perder peso a la Universidad, por varios motivos: la creación de Institutos en Monforte, Madoz nos ofrece una reseña de la sociedad civil santiaguesa a mediados del XIX, breve pero suficiente para
Pontevedra, Orense y en la propia ciudad de Santiago, dentro de una racionalización del sistema de enseñanza, pero que acotar sus rasgos más significativos. Con las intenciones ideológicas liberales que guían su Diccionario efectúa un detallado
disminuyó el número de alumnos de estudios preparatorios en nuestra ciudad; la supresión de las Facultades de Teología y elenco de las sociedades civiles: la Real Sociedad Económica de Amigos del País, creada con la protección de Carlos III
de Filosofía, dentro de la estrategia de reducción del peso del poder eclesiástico, manteniéndose sólo las de Derecho y el siglo pasado; la Academia de Emulación; varias sociedades filantrópicas, del Clero, de Artesanos, del Arte del Vestir, de
Medicina; la asignación de un papel preponderante a la Universidad Central en Madrid, en una perspectiva de la defensa contra incendios…Alude también a la actividad de asociaciones recreativas, como el Liceo de la Juventud o
reforzamiento de la capital del Estado… Como resultado, a mediados del XIX solo contaba con unos 400 alumnos, menos la Sociedad de Recreo, que se reunía en el antiguo circo de Rúa Nueva… así como a instituciones de ocio como el Teatro
de la mitad que a comienzos del siglo. de 1841. Resalta las funciones sanitarias, proporcionándonos el dato de que el Hospital atendía a 200 enfermos, y señalando
que el antiguo Hospital de San Roque continuaba atendiendo a enfermos venéreos, que el de San Martín, reedificado en
La Ley Moyano de 1856 mantuvo el papel hegemónico de la Universidad Central, pero permitió un cierto desarrollo
1819 continuaba su actividad y que el de las Carretas se dedicaba a atender a enfermos incurables. En cuanto a tareas
de las provinciales, concretándose en Santiago en la creación de la Facultad de Farmacia y la recuperación de la de
de beneficencia, señala que el antiguo Convento de Bonaval se dedica a Hospicio.
Teología (reflejo de las presiones de la iglesia) y en el establecimiento de estudios introductorios en Filosofía y Ciencias. En
el sexenio revolucionario el gobierno procedió a una mayor liberalización, concediendo una cierta autonomía a las En ese contexto la Sociedad Económica de Amigos del País organiza en 1858 la Exposición Regional Gallega y en
Universidades para crear las facultades cuyas necesidades y costes pudieran justificar… 1872 otra similar. La primera se celebra en el desamortizado Convento de San Martín Pinario, exponiendo al público una
selección de la producción industrial, agrícola, artesanal y artística, con intenciones de dinamización cultural y económica,
Es interesante citar los datos de Madoz, cuantificando los componentes del Claustro General (97) y de los de las
que muestran la pujanza del ideario modernizador en Santiago, enfrentado al anquilosamiento de las capas altas
Facultades de Medicina (13), Filosofía (9) y Colegio de Médicos (73).
tradicionales (interesantes iniciativas estudiadas entre otros investigadores por C. Fernández Casanova).

La composición social de la población hacia 1875.


Los nuevos modos de vida urbana y de ocio se concretan en diversas construcciones, como el Café Suizo, el Teatro
Principal o el Casino, que tendrán un papel focal en la ciudad y a cuyas características e incidencias nos referiremos más
Hacia 1875 la población era de unos 24.000 habitantes, en una tendencia de ligero crecimiento que según informes
adelante.
municipales obedecía no sólo a factores naturales sino a la aportación de inmigrantes de diferentes tipos, con gran
presencia de mujeres que buscaban trabajo en servicios domésticos…en un proceso en el que debía descontarse una
moderada emigración a otros lugares, sobre todo a América (proceso que si bien en nuestra ciudad fue relativamente
moderado, por las características más estables de su economía urbana, tuvo enorme importancia en Galicia, hasta el
punto de en la primera mitad de los 80 emigró a las Colonias y sobre todo a los países hispanoamericanos casi el 30% de
la población gallega).

Los trabajos de X.R. Barreiro ofrecen detallados datos sobre las características de la población de Santiago en esos
años, claves en la transición de las estructuras sociales y económicas tradicionales a las de la sociedad burguesa. Las
capas altas mantienen sus rasgos heredados: altos eclesiásticos, nobles (aunque sometidos a perceptible decadencia)
cargos altos del ejército o la administración, empresarios enriquecidos en las décadas anteriores, algunos banqueros…).Las
capas populares siguen ocupadas en sectores y oficios relacionados con actividades artesanales (costureras y sastres,
carpinteros, herreros, horneros…) el pequeño comercio y los servicios personales (contabilizándose más de un millar de
criados). Se identifican algunas capas intermedias de oficios y profesiones especializadas, de tamaño reducido pero Interior del Casino, 1923

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5.2.4.3. Los procesos de renovación de los tejidos residenciales sobre la morfología heredada. permitir emplazamientos de edificaciones de vivienda familiar de las nuevas capas burguesas o de edificios con varias
viviendas y locales en renta (en los que en ocasiones el propietario promotor se reservaba el piso o los pisos “principales”).
Introducción: la lógica opción de la ciudad por una renovación de las estructuras heredadas, frente a alternativas
de ensanches. P. Costa, sobre la base de otras investigaciones sobre las licencias de obras (M.R. Alonso Casas, M.V. Bonino) ha
elaborado unos interesantes cuadros sobre el alcance y características de esas actuaciones en el período 1850-1900: las
El crecimiento de la población, de las actividades económicas, de las funciones universitarias en las primeras etapas ampliaciones de edificios afectaron a 105 fincas y las de nueva edificación o reedificación a 253.
del XIX encontraba sin duda su más razonable base en la renovación de los tejidos preexistentes en el recinto, por su
capacidad de moderado “crecimiento sobre sí mismos”, según la acertada caracterización de M. Solà Morales. Santiago Esos procesos supusieron en definitiva la renovación mayoritaria del caserío residencial del casco: a principios del

carecía sin duda de las condiciones económicas, políticas y culturales que habían alentado ideas y realizaciones de XX eran muy pocos los edificios procedentes de épocas anteriores a 1800, y en la actualidad son casi insignificantes (como

Ensanches modernos en otras ciudades europeas de tamaño medio, como Edimburgo (1787), Rennes (1720) o Nancy, y se refleja en los Planos que identifican las épocas de construcción de los edificios).

que en España sólo se consolidan a mediados de siglo XIX con los Planes de Madrid y Barcelona. Pero incluso en el caso
Los marcos de regulación urbanística y edificatoria: las Ordenanzas de 1780 y sucesivos reglamentos municipales
de Madrid la disposición del Plan de Ensanche fue casi irrelevante, ya que el fuerte crecimiento de la población del último
de mediados del XIX.
tercio del XIX se basó sobre todo en la renovación del casco antiguo (recurriendo en gran parte a operaciones congestivas)
y en la ocupación irregular de áreas suburbiales, siendo muy limitados los crecimientos en las áreas diseñadas por Castro. Las Ordenanzas de 1780, cuyos contenidos hemos resumido antes, perdurarán prácticamente hasta entrado el XX
(con la aprobación de las Ordenanzas de 1907) aunque fueron estableciéndose sucesivos bandos e instrucciones que las
Esos procesos de renovación se produjeron también en otras ciudades de la mitad norte de la península, con cascos
complementaban. Entre esas disposiciones destacan las Instrucciones de 1832, motivadas por un brote de peste en países
de origen medieval, y por tanto con parcelarios similares, que en el XIX adquirieron una cierta dinámica demográfica y
cercanos que efectúan algunas aportaciones con incidencia en el análisis de los procesos edificatorios (por ejemplo,
económica. En algunas ciudades que hemos estudiado en profundidad, como Oviedo o Valladolid, supusieron en algunas
requieren embutir las canalizaciones de aguas sucias en los muros hasta su conexión con sumideros, suprimir letrinas y
áreas la realización de tipologías extremadamente congestivas e insalubres, por ocupación total de parcelas estrechas y
muladares adosados a las edificaciones o en espacios libres traseros. Y aspecto importante por su repercusión en la escena
muy profundas presentes en el interior de los cascos (sobre todo en Valladolid, en el área de Platerías). Es de señalar que
edificada, exigen blanquear las fachadas de mampostería, con objetivos más de higiene (en la creencia de la época
en el caso de Santiago no se dieron esos efectos dañinos, por las características del parcelario en el recinto intramuros,
sobre su contribución sanitaria, ante las amenazas aún existentes de epidemias de peste). El Bando de 1859 contiene
con fondos moderados, y porque en las parcelas con grandes fondos situadas en los rueiros no se dieron presiones
algunos aspectos de interés en la perspectiva de estas notas, como es la regulación de escaparates, enseñas y muestras
inmobiliarias que justificasen esas soluciones de extrema congestión.
de locales comerciales. El de 1864 insiste en las cuestiones de regulación de los pavimentos y su costeamiento, etc. Todas

La evolución de los procesos de renovación: de un lento y pausado desarrollo a su acrecentamiento y aceleración estas disposiciones evidencian la preocupación municipal por la salubridad y el decoro de la villa, sobre todo en ocasiones

en el último tercio del siglo. de Año Santo… pero al mismo tiempo son testimonios de la persistencia de los problemas.

Las características de los tejidos construidos heredados permitían, en efecto, un desarrollo de esos procesos con Es en este momento cuando se plantean una serie de estrategias de reforma de la ciudad que moldearán su

contenidos relativamente satisfactorios, ya que, como hemos visto, se encontraban compuestos en su inmensa mayoría imagen hasta convertirla en la que vemos hoy.

por edificios de casas terreras (de una planta, sobre todo en arrabales) o de dos plantas en el recinto, y las geometrías,
Por un lado se planteará la "corrección" de alineaciones, y los trazados para las nuevas edificaciones. Éstos se
dimensiones y formas de la parcelación posibilitaban la disposición de edificios de mayor altura (tres o cuatro plantas), con
elaboraban caso a caso desde el Consistorio, no formando parte de un Plan establecido previamente.
acomodos funcionales en cuanto a la disposición de viviendas unitarias o a la posibilidad de integración dentro del mismo
edificio de funciones artesanales o comerciales en planta baja y de vivienda familiar en las superiores, consiguiendo La ordenación de alineaciones y trazados para las nuevas edificaciones.
además condiciones de salubridad.
En el capítulo dedicado a las regulaciones urbanísticas hemos resaltado que Santiago no llegó a elaborar un plano
En el débil contexto económico de la primera mitad del XIX, cuyos rasgos hemos antes apuntado, esos procesos de geométrico general de alineaciones, sin duda por dificultades técnicas pero probablemente también por la preferencia
renovación se desarrollaron pausadamente. Pero a partir del mediados de siglo, y sobre todo desde 1870-75 se municipal por resolver “caso a caso” las solicitudes de actuación, evitando así confrontaciones o debates de alcance
amplificaron, afectando a la casi totalidad de los tejidos anteriores. general, que en la anquilosada y conservadora sociedad santiaguesa hubieran implicado notables y persistentes
conflictos.
La mayor parte de las sustituciones tuvieron rasgos puntuales, encuadradas en la estructura parcelaria heredada,
si bien en algunas áreas centrales de recinto (plazas y rúas principales, rondas) se dieron agregaciones parcelarias para

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Con los horizontes establecidos por las Ordenanzas de 1780, y en el contexto cultural -y también institucional, y por sino también relevantes formas artísticas, dentro de la teatralidad urbana del barroco. Pero las condiciones de muchas de
tanto imperativo- delineado por el predominio del ideario de regularización urbana, de seguridad, salubridad y ornato ellas eran deficientes: a mediados del XIX una tercera parte de las 26 fuentes suministraba agua no potable. Aunque la
público de raíces académicas, los arquitectos municipales y el Consistorio fueron estableciendo para cada expediente, corporación venía discutiendo sobre la conveniencia de realizar una red de suministro moderna y eficiente, sólo en los 80
cuando así lo estimaban conveniente, cambios de alineaciones exteriores, con el fin de regularizar los trazados viarios, –en parte por las preocupaciones hacia el tifus- se acomete un proyecto, con traída de aguas desde los ríos Tambre y
eliminar soportales o volados, buscar ajustes con edificios colindantes, crear chaflanes para mejorar el tránsito y al mismo Sionlla, pero que no se lleva a cabo. En los años posteriores se siguieron estudiando otras opciones y buscando inversores
tiempo acrecentar la imagen urbana, etc. Esas prácticas se encuentran ampliamente documentadas en las privados en régimen de concesión… pero sólo en una fecha tan tardía como 1922 se iniciaron efectivamente las obras,
investigaciones de A.A. Rosende y P. Costa que tantas veces hemos mencionado. que no se concluyeron hasta los años 30: hasta ese momento –resulta difícil entenderlo si observamos la imagen moderna
de la “ciudad construida” en esas primeras décadas del XX- gran parte del aprovisionamiento de agua se seguía haciendo
Innovaciones en las infraestructuras urbanas.
con acarreos desde las fuentes…

Parece imprescindible efectuar algunos apuntes sobre las infraestructuras y servicios que forman los sustratos
El alumbrado. Evolución de sus procedimientos y elementos, con algunas notas sobre su contribución a las
funcionales de la ciudad, para la coherente comprensión de su evolución en el XIX. Como tantos otros aspectos expuestos
imágenes convencionales de la ciudad histórica.
en estas notas, también este tema ha sido objeto de detallados estudios, algunos generales, como los de P. Cores, J.M.
Pose Antelo, A. A. Rosende, R. Villares) otros específicos, como los de J.A. Tojo sobre el alumbrado y el suministro de aguas. El alumbrado público, después de las experiencias pioneras en Paris y otras ciudades por impulso del Rey Sol, sólo
Por ello, nos limitaremos sólo a acentuar y situar algunos comentarios y datos, para su enlace con las otras líneas expositivas, se aplicó en España –en Madrid- en la segunda década del XVIII, difundiéndose lenta y desigualmente a otras ciudades.
remitiéndonos a esos trabajos si se buscaran mayores precisiones y más rigurosa documentación.
En Santiago sólo llegó a realizarse en 1822, basado en el sistema imperante de linternas de aceite. Más allá de sus
Los sistemas de saneamiento. fundamentales cometidos funcionales, desde nuestra perspectiva merece la pena fijar la atención en sus características
constructivas y formales, por su contribución a la iconografía de los paisajes de los centros históricos. Las linternas se
En lo que se refieren al saneamiento, ya hemos efectuado numerosas referencias a las pésimas condiciones de
basaban en cajas acristaladas, en las que se alojaba la mecha, con distintos módulos de tamaño y dos sistemas, común y
higiene y salubridad de la ciudad, derivadas de los vertidos de “aguas sucias” desde las viviendas y locales a la calle, los
de reverbero (que procuraban una difusión lumínica más intensa y de mayor alcance, por el reflejo de la llama sobre caras
efectos de los residuos de los mercados de carne, pescado, verduras, etc. al aire libre, el estiércol de bueyes y caballerías…
bruñidas). Pero debemos considerar que, por las limitaciones propias de esos procedimientos y por el clima de Santiago, el
La insistencia de las Ordenanzas de 1780 sobre esos problemas prueba que a pesar de algunas iniciativas de las décadas
alumbrado público de la ciudad servía más para proporcionar orientaciones y referencias que para generar unas
anteriores, seguían persistiendo con acusada gravedad. En efecto, ante la carencia de una red de alcantarillado –sólo
condiciones propicias en los tránsitos y en la seguridad.
existían algunas limitadas y deficientes conducciones en algunas áreas- las exigencias impuestas a los vecinos para la
contribución a la limpieza de las calles sólo podían tener efectos superficiales, de modo que las calles, y sobre todo los A mediados de siglo se planteó la conveniencia de sustituir el sistema de aceite –cuyas deficiencias no sólo residían
callejones y rincones, tenían rasgos de estercoleros urbanos… en sus propias limitaciones técnicas sino también en los complicados y enojosos correlatos de mantenimiento, reparación,
etc.)-por los nuevos sistemas de gas. Estos se apoyaban en la fábrica de gas situada en los Agros de Carreira, a unos 12
A lo largo del XIX y sobre todo en su segunda mitad se acometió la creación de una red de alcantarillado siguiendo
km. del centro. Se dispusieron primero sistemas con suministro de “bombonas” portátiles, que permitían depositar el
en gran medida las propuestas de 1780 (el “Caño Madre”) en coordinación con obras de pavimentación (los acabados
combustible en un recipiente interior del farol. Y después, en los años 70, con suministro de gas por cañerías, sistema que
superficiales de las calles y plazas hasta esa época presentaban condiciones muy deficientes). Así pudieron ir aplicándose
supuso a modificación de las luminarias, compuestas por dos “pirámides” truncadas, la superior metálica y la inferior
de modo efectivo las ordenanzas sobre vertidos de aguas residuales. Pero sólo hacia 1910-1920 el centro pudo disponer
vidriada, abierta en su base para facilitar la combustión.
de un sistema completo y eficiente de alcantarillado.
La llegada de la luz eléctrica vino precedida, como en tantas ciudades, de “encendidas” proclamas, políticas y
Redes y elementos de abastecimiento de agua. Las fuentes públicas: cometidos funcionales, sociales y simbólicos.
sociales, odas pretendidamente literarias, manifiestos, peticiones administrativas, tópicos recursos periodísticos… que
La muy tardía realización de una red general de suministro.
reivindicaban ese nuevo sistema, viendo en la energía eléctrica el instrumento más fuerte–y a la vez de mayor carga
simbólica- de las ideas de avance científico, de modernización económica y de progreso social. Pero su implantación real
El abastecimiento de agua se basaba desde el medievo en un sistema de conducciones y fuentes públicas,
se retardó hasta 1902, con bastante retraso con otras ciudades gallegas.
acrecentadas en el XVI y XVII, existiendo también fuentes privadas en pozos situados en propiedades relevantes (Hospital,
algunos monasterios y palacios). Como se señala en los capítulos sobre tipos arquitectónicos y paisaje urbano las fuentes
adquirieron no sólo importancia funcional y también social –como lugares de encuentro, a veces vinculadas a mercados-

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Como ha sido estudiado desde muy distintas perspectivas, sociológicas, económicas, artísticas, la generalización 5.2.4.5. El ferrocarril.
del alumbrado eléctrico transformó la vida urbana de las ciudades, incorporando las horas nocturnas al ocio, al paseo, a
los encuentros sociales (cafés, teatros, casinos…) pero también al comercio y el trabajo. Esta infraestructura tendría, como cabe suponer, gran importancia en la vida económica y en las actividades
urbanas de la ciudad. Sus orígenes se remontan a 1861, con una concesión del Estado a un grupo de empresarios gallegos
La literatura, la fotografía, la pintura, el grabado… se abrieron en esos años a esos nuevos paisajes de la noche de para la creación de una línea de Santiago a Carril. El proyecto se inició en 1862 y las obras comenzaron en 1866, pero
la ciudad, con distintas aproximaciones, en claves realistas, impresionistas o de sus posteriores derivaciones, expresionistas… pronto se paralizaron por dificultades económicas y por la inestabilidad política de aquellos años. Otro grupo de
empresarios asumieron la concesión poco después, inaugurándose la línea –de 42 km.- en 1873. En 1889 se prolongó hasta
5.2.4.4. Las pavimentaciones: la aplicación sistematizada de los enlosados de granito.
Pontevedra, y desde el enlace en Redondela se conectó con la red existente en España y con Portugal.

Este tema debería quizá incluirse en el anterior apartado, por su directa conexión con los sistemas de
5.2.4.6. Reformas urbanas y nuevas dotaciones a finales del XIX.
infraestructuras. Pero por su alta incidencia en el paisaje histórico de Santiago, constituyendo una de las componentes de
su imagen, parece oportuno tratarlo de modo diferenciado. Dentro de esos horizontes generales de renovación de los tejidos sobre la morfología heredada se produjeron, como
hemos señalado, numerosos ajustes o reformas urbanas de pequeña escala, con cambios de alineaciones que implicaban
Del mismo modo que la imagen general de la escena edificada de Santiago – y de la mayoría de los centros
regularizaciones de los trazados viarios o ampliaciones de sus secciones, supresiones de construcciones “encastradas” en
históricos españoles- se diluye, en sus visiones inmediatas, en referencias “antiguas” (diríamos mejor, ambiguamente
espacios con potencialidades de usos públicos, transformaciones en el perímetro amurallado y supresión de antiguas
antiguas), similares impresiones se derivan de las percepciones de los pavimentos, asignándoles pretensiones casi
puertas, etc. (actuaciones meticulosamente documentadas en los trabajos de P.Costa y A.A. Rosende, entre otros).
“intemporales”, por sus escuetas geometrías, su disposición artesanal y su materialidad granítica…

Pero también surgieron propuestas y actuaciones concretas de mayor alcance, en las escasas áreas interiores que
Pero lo cierto es que la mayor parte de escena edificada –si exceptuamos los grandes episodios religiosos, civiles y
ofrecían oportunidades de transformación (Picho de la Cerca) y en áreas externas inmediatas al recinto (Santa Susana).
palaciegos- procede, como hemos señalado, de las renovaciones que se extendieron desde comienzos del XIX a principios
Asimismo fueron importantes algunas intervenciones militares (Cuartel de Santa Isabel) en zonas algo más alejadas del
del XX. Y casi la totalidad de las pavimentaciones, tanto en calles principales como secundarias, en plazas centrales y
recinto.
menores, proceden sobre todo de la segunda mitad del XIX…

Implantación del Mercado, nuevas edificaciones de vivienda y reformas de espacios libres en el área del Picho da
No son explícitos los motivos de las decisiones que llevaron a la aplicación sistemática de los grandes enlosados
Cerca.
regulares de granito, sustituyendo a los anteriores empedrados irregulares, combinados con terrizos y guijarros: sin duda,
criterios de “buena” construcción civil, pero también acompasados con criterios económicos (puesto que su pago Hasta comienzos del XIX los mercados de alimentos venían realizándose en distintas plazas; pan, en la plaza del
correspondía a los vecinos, y más directamente a aquellos que promovían obras de reforma o nueva edificación) lo que Campo, pescados y carne en Mazarelos, verduras, leche y huevos en otras plazas…Los nuevos criterios sobre salubridad
originó notables controversias y dejaciones… La elección de ese sistema se basó en el establecimiento de meticulosos urbana que impregnan la transición entre el XVIII y XIX, y probablemente las alarmas provocadas por la epidemia de cólera
“pliegos de condiciones” de imposición obligatoria, generando, en una acumulación empirista, una amplia casuística asiática que sufrieron muchos países europeos a finales del primer tercio de este siglo, movieron al Consistorio a
constructiva y económica, con depuraciones de soluciones en secciones, esviajes, recogida de pluviales, adaptaciones a preocuparse por la creación de un mercado que acogiese todos esos productos, sobre todo los de pescado y carne, cuyo
la topografía... emplazamiento al aire libre, sin controles, podía generar graves problemas sanitarios, además de afectar a la comodidad
de los vecinos.
Así, lo que hoy se presenta como un sistema regular, aparentemente “espontáneo”, es en realidad el resultado de
innumerables obras parciales, aditivas, sustitutorias… Con esa finalidad se eligieron en la tercera década del XIX los únicos terrenos baldíos enclavados en el recinto: los
del Picho da Cerca (los otros terrenos disponibles, al norte del Hospital, resultaban manifiestamente inapropiados para ello).
Similares consideraciones merecen las obras de pavimentaciones de lugares centrales, como las plazas del
La adquisición de los terrenos, propiedad de la Casa de Altamira, se vio envuelta en un farragoso proceso judicial y
Obradoiro, Quintana, Platerías… que tratamos en los capítulos dedicados al paisaje urbano.
económico, con varios proyectos frustrados, que solo fructificaron en el tercer cuarto de siglo.

Pudo entonces acometerse un proyecto ambicioso, comprendiendo los terrenos de Altamira junto a los del
arruinado cuartel de la Virxe de Cerca. La actuación, de 1870, consistía en una malla ortogonal de grandes dimensiones
en la que se emplazaban los numerosos puestos de mercado (400) con agrupaciones adecuadas respecto a tipos de

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productos y exigencias sanitarias. El conjunto se cubrió con una estructura de hierro y vidrio, con los esquemas entonces
en boga para esos tipos de equipamientos…aunque con modestas soluciones. Debe resaltarse que su disposición tuvo en
cuenta criterios de contribución al ornato urbano y la vida pública, tanto en sus trazados interiores como en su
configuración exterior.

La actuación incluyó la inserción de dos grandes piezas de edificios de vivienda en los terrenos “sobrantes”,
generando una extensa fachada residencial frente a la del Mercado, y articulándose a los tejidos circundantes.

5.2.5. Los procesos de renovación del recinto y crecimientos externos en las primeras décadas del
siglo XX.

5.2.5.1. Introducción.

A finales del XIX, ante la evidencia del papel cada vez más secundario de la ciudad, diversas iniciativas confluyen
en la idea de aprovechamiento de las potencialidades tradicionales de la ciudad: por un lado, mediante la estimulación
de los procesos turísticos enlazados a los tradicionales flujos de peregrinación, pero abiertos hacia “demandas modernas”,
siempre acentuando sus capacidades simbólicas religiosas y también “patrióticas”. Y, por otra parte, y con más fuerte
asentamiento objetivo, tratando de potenciar las funciones universitarias de la ciudad, entendidas como sustancial recurso
con incidencia general en su economía y su estructura social.

Al mismo tiempo el Ayuntamiento percibe la imperativa necesidad de mejorar las reglas de los asentamientos en
los tejidos heredados y de establecer esquemas ordenados de nuevos crecimientos, con los modelos y procedimientos de La vida rural formaba parte del contexto de Santiago.
los ensanches

5.2.5.2. El contexto demográfico.


La composición de la población activa: el acrecentamiento del sector terciario.

La población urbana, del entorno rural inmediato y de la comarca.


Las elaboraciones efectuadas por varios investigadores reflejan el peso predominante del sector primario a

Los datos estadísticos nos permiten diferenciar el peso de la población urbana, del entorno inmediato rural (Conxo comienzos de siglo, la minúscula aportación del secundario y la moderada pero significativa importancia del terciario (un

y Enfestas) y de la comarca santiaguesa. 13,50%). Probablemente sus fuentes adolecen de defectos de encuadramiento (con minusvaloración de actividades
artesanales o de economías mixtas, agrarias/artesanales) pero evidencian el crecimiento de los campos relacionados con
La población de la ciudad se mantiene casi estable desde comienzos de siglo hasta 1930, desde algo más de 24.000 los servicios, comercio, transportes: en 1920 ya representarían un 36 % de la población activa, hasta ascender en 1940 hasta
a cerca de 26.000 habitantes. La población del entorno rural cercano se mantiene también casi estable, en torno a los el 60%.
12.000 habitantes. En la comarca el número de habitantes es asimismo casi estable, en torno los 83.000/85.000 habitantes.

A partir de 1930 se registra un cierto crecimiento de la población urbana, por emigración desde el entorno rural y
de otras áreas, que hace que la ciudad alcance algo más de 38.000 habitantes en 1940.

Si consideramos el conjunto de la comarca, incluyendo la ciudad y el entorno rural inmediato, la población


asciende ligeramente, desde unos 83.000 habitantes en 1910 a casi 100.000 en 1940.

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5.2.5.3. El contexto cultural y político. 5.2.5.4. Los marcos urbanísticos.

En el ámbito político, Galicia se integra en el sistema establecido desde la Restauración, con aportaciones tanto a Las Ordenanzas de 1907.
las alas conservadoras como a las liberales. También tienen incidencia las nuevas tendencias socialistas, anarquistas y
Estas Ordenanzas sustituyen a las de 1780 y otras reglas de bandos e instrucciones de mediados del XIC. Reseñamos
radicales.
sus características en el Capítulo sobre las regulaciones urbanísticas. Sus aspectos fundamentales pueden resumirse, en
Pero son muy significativas las iniciativas centradas en las especificidades de la región, en diferentes vertientes: el este discurso, en unas breves notas:
movimiento regionalista, “codificado” por Alfredo Brañas en su obra El regionalismo gallego, de 1899, sirvió de referencia
 distinción de tipos de obras, mayores y menores, con asignación de competencias de direcciones técnicas
a tendencias muy dispares, federalistas, conservadores con referencias a la entidad diferencial gallega…

 establecimiento de normas sobre la organización interior de los edificios de vivienda (dimensiones de las
Debe destacarse la influencia de los movimientos del “agrarismo”, (con la influencia de Brañas y de otras
piezas habitables, patios, condiciones de iluminación y de ventilación, etc.)
personalidades como B. Alvarez) estructurados en las Sociedades Agrarias omnipresentes en todo el territorio, y dirigidos
a la renovación social de las estructuras tradicionales del campo gallego desde una perspectiva católica, con unos
 regulación de las alturas, aplicando el criterio entonces “codificado” de relación con la sección de las calles
objetivos fundamentales: la supresión del sistema de los foros, entendidos como latifundios retardatarios.
 establecimiento de normas precisas sobre cuerpos volados (balcones, miradores, galerías…así como sobre
Como resultado de esos movimientos los labradores obtuvieron ventajas, pero fracasaron los idearios de nuevos
escaparates, anuncios, etc.
sistemas de cooperativas, Y buena parte de la base económica de la vieja nobleza y de la reciente burguesía nacida de
la Desamortización entraron en declive. Pero no en un contexto apacible, sino con numerosos conflictos, en los que las  libertad compositiva, dentro de reglas de “buen gusto, abriéndose a los lenguajes eclecticistas, modernistas,
Sociedades Agrarias constituyeron fuertes focos de resistencia. etc. Desaparición de la obligatoriedad del color blanco en revocos de fachada, si bien se recomiendan
coloraciones “suaves”.
Numerosos intelectuales gallegos forman a Real Academia Gallega (1906). Se crean además otras entidades, como
la Asociación del Folklore Gallego, la Asociación Regionalista Gallega, continuada en la Liga Gallega… Conviene apuntar una carencia esencial de esas Ordenanzas (y de casi todas las normativas establecidas en las
ciudades españolas en las últimas décadas del XIX y primeros años del XX: la no fijación de fondos edificables máximos, o
En esas vivaces iniciativas, tuvieron notable importancia las impulsadas por Solidaridad Gallega, de raíces
de otros procedimientos de regulación de la ocupación máxima en planta o edificabilidad máxima.
tradicionalistas, que después incidirían en otros grupos como Acción Gallega, todos con referencias a la renovación del
mundo rural desde perspectivas políticas y económicas “organicistas”… y que reflejó la inspiración, entre otros políticos e Intervenciones de renovación en los bordes del sur del recinto y primeras propuestas de Ensanche.
intelectuales, de Vázquez de Mella. El Directorio de Primo de Rivera fue en general bien acogido por las corrientes
En el último cuarto del XIX comienzan a suscitarse en Santiago ideas y debates sobre la conveniencia de un
“anticaciquiles”, y las Diputaciones tuvieron al frente personalidades de labor ejemplar (Cajas de Ahorro, Repoblación
Ensanche, alentadas por el clima de la cultura urbanística de esos años y con las referencias de las leyes de 1864 y 1876.
Forestal, Misión Biológica de Galicia…). En esos años inicia su tarea el Seminario de Estudios Gallegos y la Residencia de
Pero ni la economía de la ciudad ni su débil crecimiento demográfico posibilitaban un proyecto de dimensiones
Estudiantes en Santiago.
significativas. No existía además una demanda importante de viviendas por parte de las capas burguesas, destinarias de
En los años de la República fue extendiéndose la importancia del Partido Galleguista, que ocupó la alcaldía de los ensanches en las ciudades españolas en que llegaron a tener relevancia esos modelos, ya que las oportunidades de
Santiago en 1936. inserción de sus residencias dentro del recinto histórico colmaban sus apetencias.

Pero una visión del mundo político, económico y culltural gallego de la época no puede prescindir de algunas No obstante, las leyes de 1892 y 1895 sobre Saneamiento y Mejora de Poblaciones alientan algunas iniciativas
mínimas referencias a la intensa renovación de la literatura y el arte, con personalidades como R. Cabanillas, Otero “germinales”, en las áreas al sur del recinto –Agro de Carreira- con los trazados de las actuales calles Montero Ríos, Dr.
Pedrayo, Risco, Castelao, Montes (sin referirnos a los escritores y artistas gallegos que desarrollaron sobre todo su actividad Tejeiro y General Pardiñas.
desde Madrid.
Pero tienen mayor incidencia efectiva a finales de XIX y sobre todo en las primeras décadas del XX las actuaciones
realizadas en los bordes del sur del recinto: área de Porta Faxeira, Carreira do Conde, rúa da Senra (con el plan de
alineaciones de 1878, que configura una calle de escenas “asimétricas”, en el borde del recinto conformes a los contextos

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antiguos, en el lado sur abriendo posibilidades, pronto aprovechadas, de edificaciones con mayores alturas y basadas en En 1945 el Ayuntamiento promovió un nuevo plan, que se encargó al arquitecto Fernández Cochón, y que recoge
agregaciones de las anteriores parcelas). La rúa da Senra, integrada en la carretera La Coruña-Pontevedra, adquiere en los cambios que se habían ido produciendo en la aplicación práctica del anterior, y ajustándose a la configuración de
esos años un papel de gran importancia en la estructuración de la ciudad, y también en su vida cotidiana, acogiendo barrio de a Rosaleda. También tuvo en cuenta el ajuste con la posición de la nueva estación de ferrocarril y las protestas
nuevas edificaciones de vivienda de capas medias, con la sucesión de algunos episodios de demoliciones/sustituciones que habían expresado los propietarios en los años anteriores, sobre la disposición obligatoria de soportales en algunas
de arquitecturas singulares: el derribo de la Casa de la Inquisición, obra de Casas y Novoa, demolida en 1913, la calles y sobre sus secciones, alturas de edificación, etc. con unas visiones muy ceñidas a sus intereses inmediatos.
construcción del Royalty y después del edificio Castromil, ambos demolidos (este último en 1974), la construcción del actual
El plan trata de justificar criterios modernos en cuanto a jerarquizaciones de viales, regulaciones geométricas…pero
Hotel Compostela…
con resultados poco efectivos. Conforme a los modelos del nuevo régimen nacional catolicista integra una plaza cívica,
Las propuestas de Ensanche: el Plan Cochón y su ejecución en los 50-70. Un episodio urbano de escaso acierto en con frentes ordenados unitariamente, en la que se integran una iglesia, dotaciones escolares, etc. que no llegó a
su trazado y en su conformación edificatoria. materializarse. Pero en lo esencial, el conjunto del Plan mantiene similares deficiencias al anterior, en cuanto a la irregular
delimitación de manzanas en relación a sus capacidades edificatorias, incongruentes trazados de los viarios, con ligeros
El Plano de Población de 1907 proporcionaba al Ayuntamiento una óptima ocasión para establecer orientaciones
quiebros pero suficientes para impedir perspectivas rectilíneas, encuentros desacertados entre viales, soluciones
programáticas para el desarrollo de la ciudad…pero que, como es sabido, fueron escasamente aprovechadas. Siguiendo
desacordes con la topografía…
las actuaciones germinales de crecimiento antes señaladas, y teniendo como referencia sobre todo la calle Montero Ríos,
proyectada años atrás, se encarga un estudio de ensanche en el área meridional de Agros de Carreira, con aportaciones Esas deficiencias de los trazados básicos, sumados a los procesos de ejecución a través de actuaciones edificatorias
de diversos técnicos, pero que no basan de esbozos, con escasa fundamentación en cuanto a trazados y tipologías puntuales, cambios de alturas y fondos… y además en el contexto de ínfima calidad de la edificación privada de los 50-
edificatorias, adaptación a la compleja topografía, consideraciones de propiedades… 60, en el que confluyeron voracidades inmediatas de rentabilidad económica por parte de los promotores, dejaciones de
los poderes públicos en cuanto a implantación de dotaciones y espacios libres y desatenciones –o peor aún, enfoques
Después de la primera Guerra Mundial, en el clima de bonanza económica de finales de aquellos años, el
rutinarios, con fórmulas compositivas banales y expeditivos detalles- por parte de los arquitectos, condujo a los muy poco
Ayuntamiento retomó la idea, encontrando una base de apoyo en el Estatuto Municipal de 1924, que otorgó nuevas
satisfactorios resultados de este conjunto urbano.
facultades de proyecto y de gestión a las corporaciones locales para acometer proyectos de esa índole. Se efectuó así
un encargo a J. de la Gándara, que se presentó a finales de la década. 5.2.5.5. El parque de la Alameda y el mercado.

El proyecto era muy poco novedoso respecto a los esquemáticos bocetos de años atrás, y podríamos decir El Parque de la Alameda.
“extemporáneo”, ya que no respondía a los esquemas de civilidad de los modelos de mediados del XIX –con sus
búsquedas de ordenaciones geométricas, de regularizaciones parcelarias por encima de las preexistencias de propiedad, El Parque público constituye, como es sabido, uno de los espacios caracterizadores de la ciudad de la era

con sus atenciones a la combinación de edificaciones residenciales privadas y de dotaciones, sus énfasis en espacios burguesa. Su difusión, en el país puntero de la industrialización, Inglaterra, respondió a una estrategia de procuración de

representativos- tampoco había absorbido las nuevas propuestas de urbanismo paisajista de raíces anglosajonas, y, en fin, unas pautas de “diversión regulada” y de “ocio saludable” a las clases obreras y populares, que se reflejó oficialmente en

ignoraba los planteamientos de urbanismo racionalista que estaban entonces incubándose en Alemania, Holanda y otros 1839 en la creación de un Comité parlamentario sobre Public Walks, que impulsó muy numerosas iniciativas, asumidas poco

países. Más bien se limitaba a formulaciones alicortas, recogiendo de modo muy simplificado algunas de esas referencias, después por los ayuntamientos. Procesos similares se desarrollaron en Francia desde 1836, adquiriendo especial

con intenciones operativas “rutinarias” (esto es, en aras de facilitar las intervenciones puntuales privadas). Así, los intentos consistencia en París, en la época de Napoleón III, en Alemania, Italia…Los abundantes estudios específicos desarrollados

de ajustarse a las estructuras parcelarias y las construcciones consolidadas en bordes coartaron los acordes de los trazados; sobre este tema muestran, sin embargo, que los usuarios mayoritarios de esos nuevos espacios no fueron tanto las capas

las delimitaciones de manzanas no se encontraban ajustadas respecto a las tipologías edificatorias (frentes y fondos) trabajadoras, por sus muy limitadas disponibilidades de tiempo libre (jornadas de 12 y más horas) sino sobre todo la

generando previsibles situaciones contrastadas de “congestión” y de “desahogo”; no llegaron a definirse ejes o espacios pequeña y media burguesía.

públicos con fuerte capacidad estructurante y simbólica…


En nuestro país en la primera mitad del XIX muchas ciudades disponían ya de paseos públicos, resultantes de

El Plan, aprobado en 1931, y por ello conocido en la historiografía urbanística como “Plan de la República”, en poco iniciativas ilustradas de finales del XVIII. Con el régimen liberal su número aumentó muy considerablemente,

participaba de las ideas más avanzadas de aquellos años… La guerra impidió su ejecución, pero su posterior versión en contabilizándose a mediados del XIX, 259 ciudades y villas que contaban con esos espacios (según los documentados

poco modificó sus deficiencias. estudios de F. de Quirós, que analizan localizaciones, trazados y ordenaciones, disposición del arbolado y otras
componentes vegetales, dotaciones, ornato, elementos escultóricos, etc.)

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El Parque de la Alameda se inscribe en ese proceso, siendo una de las actuaciones pioneras en España. Su 5.2.6.2. Nuevas facultades: medicina y hospital clínico, veterinaria.
conformación ha sido estudiada detalladamente por A.A. Rosende, J. Morenas Aydillo y otros investigadores: nos remitimos
a esos trabajos, limitándonos a aportar unas sucintas notas para su encuadre en el marco general de la evolución de la La Facultad de Medicina y Hospital Clínico.

ciudad en el XIX.
Surgieron a finales del XVIII ideas de ampliación del antiguo Hospital, que dieron lugar a interesantes propuestas de

El Mercado. Ferro Caveiro. Casi siglo y medio más tarde, en 1899, se reemprenderían, impulsadas por los impulsos modernizadores de
Montero Ríos y de García Prieto. Las necesidades de esa actuación no podían ser más acuciantes, ante el deterioro de las
Por sus fuertes deficiencias constructivas del Mercado de estructura de hierro construido en 1870 pronto se estructuras del antiguo Hospital, en sus pabellones de enfermos y sus dependencias funcionales, y la inadecuación de las
plantearon sucesivas propuestas de consolidación o reforma. Pero sólo serían llevadas a cabo ya bien entrado el XX, con aulas instaladas en el Colegio Fonseca.
el proyecto de Vaquero Palacios que hoy pervive, y que documentamos en el Capítulo sobre los tipos arquitectónicos
(aspecto importante para la acertada comprensión de la evolución de la ciudad, esta obra se caracteriza por ciertas El Gobierno decide en 1909 –coincidiendo con la exitosa Exposición Regional- acometer la realización de una nueva

“sobreposiciones”, ya que mantuvo en buena parte las trazas del antiguo mercado, si bien su estructuración fue totalmente Facultad y Hospital Clínico, que, con criterios de lógica aditiva, se situaba en los terrenos libres del antiguo hospital. Fue

novedosa, con el sistema de naves de inspiración en tipologías románicas. responsable del proyecto uno de los más significativos arquitectos españoles de la época, Fernando Arbós. Su realización
implicó algunas operaciones de expropiación de franjas de caserío lateral. El proyecto se caracterizaba por la confluencia
de criterios que podríamos calificar como protomodernos, en su organización en planta y volumen, junto a la aplicación
de conformaciones exteriores aún dominadas por el eclecticismo. J.R. Soraluce describe el conjunto como “un amplio
5.2.6. La estrategia de fortalecimiento de la universidad: nuevas facultades en el recinto y su entorno.
complejo con naves longitudinales, abiertas en abanico sobre la pared trasera del hospital y la alineación de la calle. Un
La residencia de estudiantes. original despliegue de la edificación, que favorecía la distribución de aulas (…) con completa iluminación exterior”.

5.2.6.1. Introducción.
Las obras sólo se acabaron en 1926, diez años después del fallecimiento de Arbós. Posteriormente, el

La creación de la Institución Libre de Enseñanza, en 1876, presidida por Giner de los Ríos, tuvo notable repercusión acrecentamiento de las necesidades hace que la Diputación acometa la construcción de un Hospital Clínico
especializado, en la rúa de Galeras, cuyas obras se concluirían en 1953.
en la vida cultural gallega, con la influencia determinante de Montero Ríos, que fue rector de esa renovadora entidad en
1878, surgiendo la idea de extender su ideario y actividades a Galicia, con la focalidad santiaguesa. En el contexto del
La Escuela de Veterinaria.
regeneracionismo generado ante la crisis del 98, con sus modulaciones específicas en la región, toma cada creciente
fuerza la estrategia de acrecentamiento de las funciones universitarias de la ciudad, ya alentadas en las últimas décadas La creación de la Escuela fue aprobada por el Estado en 1893, con la idea de su contribución a la modernización
de XIX. de la economía del campo gallego, enmarcándose en un programa extraordinariamente ambicioso. Las tareas de su
localización se asignaron a una Comisión Técnica, que tuvo en cuenta tanto criterios higienistas (preferencia por áreas
En este proceso participaron, con confluencias diferentes, los ayuntamientos, las diputaciones, sectores
elevadas y con buenas condiciones en cuanto a vientos, soleamiento, etc.) como consideraciones urbanísticas (incidencia
empresariales con dinámicas de modernización, los centros gallegos establecidos en América… con el peso también
en la planificación del Ensanche entonces en debate). El emplazamiento, acertadamente elegido, se situó en la rúa del
importante de lo que algunos historiadores han denominado el “caciquismo útil” (formado por notables con influencias
Hórreo, en la carretera a Orense.
clientelares, ramificadas en la sociedad, la política, la economía).

En 1902 se aprobó el proyecto, redactado por A. Bermejo, situado sobre una extensa parcela rectangular, en cuyo
Sobre ese entramado de iniciativas de origen diverso se desplegaron las actividades determinantes de grandes
frente a la calle se situaba el edificio didáctico, con una planta claustral, en la que se situaban en el eje de simetría los
personalidades culturales, literarias…
pabellones de funciones generales, disponiéndose hacia el fondo de la parcela una serie de cuerpos de establos y
dependencias organizadas en retícula, posibilitando sistemas aditivos o de modificación de usos.
Como resultado de ese amplio y diversificado movimiento, las funciones educativas se vieron acrecentadas con el
Colegio de Ciegos y Sordomudos, hoy sede de la Xunta, se desarrollaron iniciativas de gran trascendencia social y
Tan ambiciosa iniciativa fue sin embargo un fracaso docente, abriéndose sólo con 30 alumnos. Por ello, fue
económica, como la Exposición Regional de 1909, y en el ámbito específico universitario se crearon la Escuela de
suprimida por el Gobierno central, pasando a ser cuartel militar en 1925. En los 80 de XX la construcción fue reconvertida
Veterinaria, el Hospital Clínico y Facultad de Medicina, la Residencia de Estudiantes…
en sede del Parlamento de Galicia, con un interesante proyecto de rehabilitación de A. Reboredo.

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La Residencia de Estudiantes.

Su creación se inspiró en el modelo de la Residencia madrileña de la ILE, como estructura que aglutinase
conocimiento, estancia, ocio, incidencia en la vida cultural de la ciudad… La iniciativa fue aprobada por el Gobierno
central en 1924-26, creándose su Patronato universitario en 1927. Desde ese momento se desarrolló un complejo proceso
de búsqueda de financiación, con emisión de Deuda y con aportaciones privadas o institucionales, en paralelo a la
realización de estudios sobre su emplazamiento. Desechada coherentemente su implantación en el recinto histórico o en
la extinguida Escuela de Veterinaria, se eligió el área del Agro de Mendo, en la prolongación del parque de la Alameda y
enlazado al espacio antes utilizado por la Exposición Regional de 1909.

Su anteproyecto urbanístico fue redactado por C. Canderia, que toma como referencia las experiencias más
innovadoras en Europa y EEUU, con atención focal a los esquemas de López Otero en la Ciudad Universitaria de Madrid.
Las construcciones serían proyectadas por J. de la Fuente. En 1928 se inició simbólicamente la obra, que sólo fue concluida
después de la guerra.

Clase de gimnasia en el Campus Universitario.

La evolución de la universidad desde 1900 a los primeros años de postguerra: un muy débil crecimiento del número
de estudiantes.

Las estrategias de acrecentamiento de las funciones universitarias, aumentando el peso de las facultades
dispuestas ya en el XIX y apostando por las nuevas facultades, tuvieron sin embargo un escaso peso efectivo, como
muestran, entre otros estudios, los muy documentados desarrollados por L. Varela.

En efecto, en 1900 el número de alumnos (sumando “oficiales” y “libres”) era de unos 1500. Reflejando la incidencia
de la crisis económica y también de la atracción de la Universidad Central madrileña, en la segunda década del siglo se
situaban en torno a los 1.000. Sólo en la tercera década se registró un moderado crecimiento, hasta alcanzar en 1935 cerca
de 2.000, poco más que treinta y cinco años antes.

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5.3. Evolución urbana. Tomaremos también en consideración las grandes agregaciones estructurales producida en la primera mitad del
XX, el Ensanche y la Universidad, con algunos desarrollos posteriores (sobre todo en el campus universitario), en sus
5.3.1. Introducción.
relaciones con el recinto y los arrabales históricos.

5.3.1.1. La centralidad actual del centro histórico. Las permanencias de la estructura histórica
5.3.1.2. Enfoques metodológicos del análisis.
anterior al XIX.

Para el desarrollo de esta línea de análisis no seguiremos un esquema diacrónico, siguiendo convencionalmente los
Las referencias anteriores sobre la historia urbana, y las que proporcionaremos después sobre la conformación de
procesos de formación y evolución de Santiago. Puesto que hablamos de estructura y de morfología histórica, y sabemos
los tipos arquitectónicos y los paisajes urbanos, proporcionan muchas de las claves sobre esa línea de análisis. Procuraremos
que un rasgo fundamental de la ciudad ha sido la permanencia sustancial y determinante de la conformación de finales
destacar en este capítulo los aspectos relativos a la estructuración, los trazados y las formas del asentamiento, a costa
del XVIII, al margen de las correcciones y ajustes de trazados, de carácter más o menos puntual, y que los extensos procesos
quizá de repetir algunos aspectos, pero en todo caso con un discurso coherente y centrado sobre estos temas claves para
de renovación del caserío del XIX y principios del XX se enmarcaron en esa estructura y morfología “corregida” y “ajustada”,
el entendimiento de la ciudad. Seguiremos sobre todo las guías que nos proporcionan algunos trabajos, como los de
pero sin operaciones relevantes de remodelación (salvo el caso del Mercado), en todo caso con agregaciones de
C.Martí y P.Costa.
parcelas en calles centrales, pero sin incidencia en la caracterización general, proponemos organizar este discurso con

Debemos considerar, en primer lugar, que el casco antiguo de Santiago no es en ningún modo un área una referencia focal: la que nos proporcionan los planos y documentos escritos de finales del XVIII, acompañados de otras

“secundaria” o “desplazada” -estructural y funcionalmente- respecto al conjunto de la ciudad, como sucede en algunos bases gráficas particulares. En efecto, fue ese un momento en que la ciudad histórica se conformaba con las preexistencias

centros históricos, sino que actúa hoy con contenidos focalizadores. Estas condiciones son resultado de diversos factores: de los tejidos de origen medieval, sobre los que se habían ido insertando las actuaciones de entidades relevantes de los

su lento desarrollo hasta comienzos del XX, sus pausadas agregaciones en las etapas intermedias de este siglo y sobre tres siglos anteriores (desde la implantación del Hospital, los primeros colegios universitarios, iglesias y conventos en el XVI a

todo las importantes iniciativas públicas impulsadas desde finales de ese siglo hasta hoy con el fin de acentuar ese papel las más numerosas operaciones edificatorias y urbanas del XVII y XVIII. Esta visión nos ofrece por tanto la posibilidad de

de centralidad. En efecto, si observamos la “huella edificada” de la ciudad, en su evolución desde el XIX, comprobamos interpretaciones tanto hacia el pasado como hacia los acontecimientos posteriores, con procedimientos de “calas” en

que hasta 1950 (si exceptuamos la implantación novedosa de la Ciudad Universitaria iniciada en los años 30) no había sentidos inversos, contribuyendo al entendimiento de los orígenes y de los desarrollos posteriores. Pero nos ofrecerá sobre

apenas superado los contornos dibujados en los planos de finales del XVIII: basta un contraste entre el fundamental plano todo un entendimiento de las “permanencias”. Los trabajos de C. Martí, que toman como referencia el plano de la ciudad

de López Freire de 1796 y la cartografía y fotos aéreas de mediados del XX). de 1908, contrastándolo con las condiciones de los 90 del XX, los de P. Costa, con intersecciones temporales más complejas
o los de A.A. Rosende, que utilizan también como horizonte referencia el estado de la ciudad a finales del XVIII, y los de
Esta permanencia de la agregación histórica se debe en gran medida a la muy específica conformación originaria otros estudiosos de nuestra ciudad, complementarán y detallarán esta sucinta –pero esperemos que precisa-exposición.
de Santiago, con su compacto recinto central, pero con reducida densidad en sus tejidos “menores” y sus ramificaciones
“tentaculares” apoyados en los caminos de enlace con los entornos territoriales (con arrabales apoyados en esos caminos
o rueiros). Recordemos que la ciudad poseía en 1800 cerca de 18.000 habitantes y en 1930 cerca de 40.000: una cifra más

que duplicada, pero que había podido ser absorbida en gran parte por los procesos de renovación sobre las estructuras
parcelarias preexistentes, mediante crecimientos en planta y sobre todo en altura y con agregaciones sobre las
ramificaciones de los arrabales apoyados en los rueiros.

En ese mantenimiento de la estructuración histórica incidirían por tanto diversos factores; la conservación de los
trazados estructurantes del recinto –más allá de correcciones puntuales de escasa incidencia en esta visión general- con
el correspondiente mantenimiento del sistema parcelario antiguo, a su vez con algunas pero no excesivamente relevantes
modificaciones por agregaciones. La permanencia de las grandes arquitecturas edificadas, iglesias, conventos, colegios
universitarios, que en algunos casos fueron afectadas por los procesos desamortizadores del XIX pero no conllevando
ocasiones de reforma urbana sino sobre todo cambios de usos. Y la disposición de los rueiros, como apoyos de
agregaciones lineales sobre parcelas estrechas y de gran fondo, que no ofrecían oportunidades para procesos de
“colmataciones anulares”.

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5.3.2. Los rasgos fundamentales de la estructura y la morfología. 5.3.2.2. La ciudad medieval.

5.3.2.1. Orígenes. Poco después comenzarían a acudir diferentes congregaciones religiosas a instalarse en las proximidades de la
iglesia levantada para venerar las reliquias, sobre todo benedictinos. También fue trasladada a este lugar de la sede
Como es sabido la ciudad de Santiago no sólo debe su nombre al Apóstol. Toda la ciudad es consecuencia de
Arzobispal. En los dos siglos posteriores sufrirá un enorme crecimiento que se consolidaría ya en el siglo XI con la construcción
aquella revelación que tuviera el eremita Pelayo entorno al año 820 y cuya certeza se debate aun hoy.
de la muralla llamada de Cresconio. Ésta acogería ya cuatro iglesias: la de Santiago, la de San Salvador de Antealtares, la

Si bien es cierto que se conocen preexistencias en la zona, entre las que destacaría un castro romano y su necrópolis, de San Juan y la de San Esteban, con una superficie delimitada de 30 Ha.

el hecho de que éstas estuvieran ya abandonadas en el siglo IX hace que el descubrimiento de los supuestos restos del
En el año 898 se consagra la nueva iglesia que sustituía a la inicial. Asimismo el resto de la ciudad va evolucionando,
Apóstol se consideren punto de partida en la historia de la ciudad. Es entorno a la Iglesia de San Félix de Solovio donde
mejorando y ampliando las edificaciones existentes y densificando la trama urbana con nuevos volúmenes y usos. Este
ocurre tal descubrimiento, que sería aprovechado estratégicamente por el rey de Asturias, Alfonso II, y el obispo Teodomiro,
proceso se verá siempre apoyado por favores y fueros que los diferentes reyes otorgaron a la ciudad durante la etapa
que verían en tal ubicación la posibilidad de implantar un núcleo representativo, tanto para el reino como para la feligresía
medieval.
cristiana.

Para ello se construyó un primer santuario, una construcción muy sencilla de una sola nave y una cripta para
albergar los restos del Apóstol, protegida por una cerca que delimitaba una superficie de unas 3 hectáreas. En seguida se
comenzaría con las obras de ampliación, que darían lugar a un templo visigótico de planta basilical de tres naves.

Primer crecimiento y recinto amurallado.

Si bien es cierto que sería arrasada por Almanzor en el 997, pocos años más tarde, en 1019 Alfonso V otorgaría un
nuevo fuero con privilegios, hecho al que seguirán años de prosperidad y gran dinamismo desarrollador. Destacan las
figuras del obispo Diego Peláez, quien promovería la construcción de la nueva catedral románica y su sucesor, el Arzobispo
Situación del lugar sagrado o Locus Sancti Iacobis y primer recinto amurallado.
Gelmírez. Es este quien destacaría por la promulgación de normas municipales de distinta índoles y por un gran interés en

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el desarrollo urbano de la ciudad. En 1181 el papa Alejandro III otorga el Año Santo Jubilar y fue también durante estos Durante el siglo XIII, Santiago adquiere cada vez más relevancia como lugar de peregrinación. Se consolidan los
años cuando se redactó el Códice Calixtino, barrios exteriores de la ciudad, los rueiros o arrabales, y aumentan la instalación de órdenes religiosas en la periferia: San
Francisco, Bonaval, Santa Clara, Belvís y San Lorenzo de Trasouto.
El nuevo edificio de la catedral supondría un gran cambio dentro de la trama urbana al imponer una nueva escala
de gran monumentalidad, que además introduce un nuevo modelo del que se convertirá en paradigma: las iglesias
románicas de peregrinación. Santiago se sitúa así como una gran referencia para la cristiandad, atrayendo peregrinos de
toda Europa. Esto tendrá grandes consecuencias, puesto que Santiago se convertirá en receptor de ideas y tendencias
de todas partes, y a su vez en reseña de vuelta para otros lugares, es decir, constituye un punto de referencia no sólo
religioso, sino político y cultural, que atraerá tanto a instituciones religiosas como a comerciantes y nobles.

Crecimientos periféricos.

5.3.2.3. Renacimiento.

Durante los siglos XIV y XV, la ciudad sufre pocas alteraciones. Aumenta la densidad de población y adquieren un
mayor protagonismo los oficios y la artesanía. Los rueiros mantienen su función como contrapunto, suponiendo la
introducción de las actividades agrícolas en la ciudad. La llegada de la peste negra a la ciudad supuso una fuerte recesión
Consolidación de la trama urbana.
demográfica, que empezó a remontar a partir de 1380.

Entre los siglos XII y XIII se fue articulando la red de calles dentro del recinto amurallado, abriendo algunas nuevas
Desde finales del XV se suceden las obras de reforma de algunos de los grandes conjuntos, y la creación de otros
en el interior de las manzanas y dando lugar prácticamente a la configuración que encontramos a día de hoy. Es en este
de nueva planta, lo que dará lugar también a la configuración de nuevos espacios públicos. Un hito importante es la
momento cuando se plantean los primeros asentamientos entorno a los caminos de entrada a la ciudad. Se crean
fundación en 1495 de la Universidad. Será durante estos años cuando se levanten algunos de los edificios más
pequeños barrios junto con los que se instalan algunas instituciones religiosas. Es en este momento cuando se edifica, por
emblemáticos de la ciudad, como el Hospital Real, el colegio Fonseca, el hospital de San Roque o la Iglesia de la Compañía
ejemplo, la Colegiata de Sar (1137). Por otro lado, en 1168 se inician las obras del pórtico de la gloria por el Maestro Mateo.
y la nueva iglesia de San Martín Pinario. Durante este período pasaran célebres maestros por la ciudad: Juan de Álava
trazará el claustro de la Catedral, que termina Gaspar de Arce. Rodrigo Gil de Hontañón dirigirá las obras de remodelación
de la fachada este. Tanto Gaspar Arce como Mateo López serán los encargados de introducir ya un aire nuevo, a finales

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del XVI, abandonando el lenguaje plateresco por uno más clasicista. Serán ellos quienes llevaran a cabo las obras del Del siglo XVI conocemos con gran definición la forma de la ciudad de Compostela. Debido a la solicitud de la
Hospital de San Roque, la iglesia de la Compañía de Jesús y San Martín Pinario. ciudad de protección al rey frente a los ataques ingleses, se llevaron a cabo dos planos en los que se detalla la
configuración de la muralla y sus alrededores. Un tercero dibuja detenidamente el recinto intramuros, dejando ver la trama
Aunque ya existían espacios de cierta holgura en el entorno de la catedral, donde acostumbraban a instalarse los
urbana de calles y plazas, así como la estructura parcelaria. Se puede observar como ambos son muy semejantes a los
diferentes gremios de la ciudad y se celebraba el mercado, estas obras y reformas darán lugar a la configuración que
que encontramos actualmente.
presentan hoy las plazas que rodean al conjunto: la construcción del Hospital Real y del Colegio Fonseca originan las trazas
definitivas que tiene hoy el Obradorio; la remodelación de la fachada del Tesoro de la catedral supondrá la demolición 5.3.2.4. Las operaciones del Barroco.
de algunas edificaciones próximas a ella que darán lugar después a la actual plaza de Platerías y la construcción del muro
de San Paio determinará la futura plaza de Quintana. Durante los siglos XVII y XVIII se llevarán a cabo numerosas obras en edificios y espacios públicos que darán a estos
la forma y el aspecto definitivos. Como decimos, el origen de muchos de ellos hay que buscarlo en el XVI pero es ahora
cuando se culminan estos grandes espacios de Compostela, en un singular movimiento de envoltura de edificios y plazas
Muchos de los grandes edificios que se ubicaban en la ciudad toman ahora un aspecto nuevo de la mano de grandes
maestros locales y foráneos que consiguen articular de forma asombrosamente armoniosa y coordinada una nueva piel
para la ciudad, a lo que hay que añadir los últimos grandes edificios incorporados a la trama urbana en el siglo anterior.
Se trata por tanto de la aplicación al caso particular de Santiago la operación barroca por excelencia, planteada desde
el exterior, buscando la monumentalidad y teatralidad, y escondiendo a menudo "otras verdades" tras el telón.

El Barroco compostelano tiene, sin embargo, algo de estilo propio, enraizado en la tradición gallega a la que se
suma el conocimiento teórico de arquitectos de vanguardia. Siembre de granito, las fachadas adoptan trazados venidos
de Europa con un tinte autóctono irrepetible. En primer lugar, será la Catedral la que sea objeto de numerosas reformas
que darán lugar a la que conocemos hoy. Todas sus fachadas excepto la oriental son remodeladas en este momento,
además de algunos aspectos del interior. Es a este momento al que debemos la grandiosa fachada del Obradoiro o la
torre del reloj. La nueva fachada del palacio de Rajoy da la imagen definitiva a la plaza que hoy conocemos.

Plano de la ciudad en 1595.

Plaza del Obradoiro.

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Planta del Palacio e Raxoi.

La conclusión de las obras de San Martín Pinario dan forma de manera definitiva a la plaza de la Inmaculada. Son
también objeto de ampliaciones y reformas el Colegio Fonseca, Santa Clara y Bonaval, mientras que el convento de Belvís
contará con una nueva fachada.

De este modo se fragua la ciudad monumental, cuyos edificios y espacios quedan prácticamente inalterados
desde entonces. Sin embargo, el caserío menor, el tejido residencial que los envuelve, será el objeto de las reformas en los
siglos venideros. Las estrechas y alargadas parcelas góticas cuentan con un parque edificado que mantiene su estructura
y aspecto medievales. La Ilustración traerá un aire renovador que se traducirá ya en ordenanzas edificatorias y operaciones
de reforma acordes con el nuevo pensamiento higienista y la preocupación por la movilidad y la seguridad.

5.3.3. La estructura y la forma de la ciudad a finales del XVIII.

5.3.3.1. El Plano de 1793 y su lectura desde documentos anteriores.

En la conformación de la ciudad de finales del XVIII, a través de la lectura del plano de López Freire de 1783 (con
cuidadoso tratado informáticamente por P. Costa) se delinean con claridad el recinto amurallado, con su característica
forma almendrada, envuelta con una ancha ronda, y las agregaciones lineales sobre los rueiros que a modo de tentáculos
se enlazan al mismo.

Plano de la ciudad según López Freire, 1783.

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En una visión filtrada por el conocimiento de documentos anteriores podemos identificar con cierta aproximación Los planos de finales del XVIII dibujan asimismo con precisión suficiente los trazados y agregaciones de edificaciones
la genealogía del recinto, con el Locus Sanctus originario, conformado con una forma ovalada apaisada, cercada con sobre los caminos o rueiros que parten del recinto, así como sus relaciones con elementos geográficos, huertas y terrenos
soluciones constructivas endebles, que en el X y comienzos del XI, según las hipótesis de F. López Alsina, englobaría la agrícolas, montes arbolados…
catedral y San Paio, delimitándose aproximadamente por los trazados actuales del “circuito” de las calles Azabachería,
Preguntoiro, Conga y Fonseca, para cerrarse en bulbo hacia los terrenos en que después se situó la plaza del Obradoiro. 5.3.3.2. La inserción de edificios singulares dentro de los tejidos: la catedral y los conjuntos con
tipologías claustrales.
Construcciones y trazados conformadores.
Si hasta ahora hemos centrado la atención en las disposiciones del “caserío menor”, la consideración de las
En el plano que tomamos como referencia se refleja como presencia focal la Catedral, por sus dimensiones, su arquitecturas singulares ofrece otras claves para la comprensión de la estructura y la morfología general del recinto.
emplazamiento, su actuación como aglutinante de las grandes estructuras arquitectónicas de su inmediato entorno – y su
incidencia determinante de los trazados de las calles interiores al recinto, en articulación con las acometidas de los rueiros Dentro de este grupo de edificaciones centraremos la atención en primer lugar en la Catedral, como entidad focal,
que, como hemos señalado, actuaban como “venas” de conexión de la villa con sus entornos territoriales y sustentaban arquitectónica, urbana y simbólica, y en las arquitecturas de tipos claustrales, que corresponden sobre todo a conventos
los caminos de peregrinaje. y monasterios, pero también a edificaciones de origen hospitalario y universitario.

Como venimos diciendo, Santiago era en su origen locus sanctus pero pronto pasó a ser un burgo y después villa, El conjunto singular de La Catedral.
que en el sistema social y económico medieval quería decir sobre todo asentamiento de edificaciones de vivienda
Resulta innecesario resaltar su papel fundamental en la estructura urbana. El conjunto posee una forma de L, por la
conjugadas con usos artesanales y comerciales, junto a lugares abiertos para usos de mercado, enlazando el confuso
adición del templo y del claustro. Desde su frente a Obradoiro hasta la fachada de su cabecera a la Quintana tiene una
universo rural y el emergente mundo urbano. Sobre los caminos o sendas iniciales que conducían al corazón religioso,
longitud de unos 110 m. Y desde su fachada lateral a Inmaculada a Pza. de la Inmaculada hasta la estrecha rúa Fonseca
fueron efectuándose así parcelaciones para alojar esas edificaciones, con el procedimiento entonces dominante de
una longitud similar. Ya hemos comentado anteriormente como el conjunto catedralicio se encuentra enmarcado por el
divisiones estrechas en sus frentes a caminos o calles, y fondos determinados por las dimensiones y formas geométricas de
eje Franco-Obradoiro-San Francisco, al oeste, por la plaza de la Quintana al este, en la que desemboca Villar, el eje este-
esas componentes matrices.
oeste de Azabechería y la Pza. de Platerías y la estrecha rúa Fonseca al sur. El acceso público al templo y al claustro
La disposición de esos trazados de caminos, de determinantes efectos, obedeció, como es lógico, a todos los acentúan su papel estructurante del recinto, tanto en los flujos de usos como en el aspecto simbólico. El claustro puede
factores antes comentados, pero también a la topografía del asentamiento, en una ladera que desciende desde el lado entenderse así en parte como una “plaza”, con unas dimensiones de unos 30x30 m. similares a las de la parte superior de
este del recinto hacia el poniente, donde se produce un acusado salto de nivel. la Pza. de la Quintana

Así, las direcciones sur-norte, que se corresponden con el eje mayor de la “almendra” –de una longitud aproximada Las arquitecturas de tipologías claustrales.
de 700 m- y que siguen aproximadamente las curvas de nivel de la ladera, definen recorridos largos y transitables.
En la estructuración del interior del recinto las arquitecturas de tipos claustrales adquieren una importancia
Varias son las vías que estructuran la villa en esas direcciones: determinante, por sus dimensiones y representatividad arquitectónica, pero también por sus funciones (en algunos casos,
en nuestra referencia a la situación de finales del XVIII, de peso escaso en la vida urbana, como los conventos de clausura,
 La que une las Puertas de Santa Clara y de Mazarelos, a través de las rúas de Orfas, Calderería, Preguntoiro en otros casos con incidencia más activa, como los colegios universitarios). No resulta oportuno atender en este discurso a
y Algalia de Arriba (que después se prolonga hacia el norte en la de S. Roque y hacia el sureste en la de las características de esos tipos y a los rasgos concretos con que se desarrollaron en Santiago, ya que sería reiterativo con
Castrón- Douro. los análisis que efectuamos en el Capítulo dedicado a las tipologías edificatorias.

 La que enlaza las Puertas de San Francisco y de Faxeiras (eje S. Francisco, Obradoiro, el Franco). No obstante, sí nos parece pertinente aportar algunos datos que inciden en la comprensión de la estructura urbana
del recinto, en cuanto a su localización, sus dimensiones, sus usos actuales y el papel de sus espacios libres interiores,
En la dirección este-oeste la línea principal proviene del camino francés, que se acerca al recinto por la rúa de San
claustros o huertas
Pedro, acomete por la Puerta del Camiño y atraviesa el recinto, en acusada pendiente, a través de Casas Reais, Pza. del
Campo (actual Cervantes) y Azabachería, flanquea la Catedral y enfilando la Puerta de la Trinidad, desciende por la rúa Así, unos breves datos sobre sus aspectos dimensionales ayudan a entender esa incidencia: el edificio del Hospital
das Hortas hasta encontrar la amable vaguada del río Sarela. Real, de planta rectangular, ocupa cerca de 7.000 m2.

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Los monasterios y conventos tienen siempre dimensiones muy considerables, con diferentes escalas, en sus parcelas 5.3.3.3. Las inserciones de casonas y palacios en la estructura urbana.
y en la superficie ocupada por la edificación.
Los pazos y casonas hasta finales del XVI.
Los edificios con esas tipologías se distribuyen en el recinto con pautas reconocibles. En torno a la Catedral gravitan
cuatro edificios de distintas características: el Hospital, los grandes conjuntos conventuales de S. Martín Pinario y de San En concordancia con el sistema económico del Antiguo Régimen, con su especial acentuación de elementos

Paio y los colegios de San Xerome y de Fonseca: es importante volver a recordar en este aspecto que la Catedral posee feudales en Galicia (grandes propiedades rurales, foros) se asentaron en Santiago numerosas casas nobiliarias… pero con

sólo un entorno de caserío menor de escala muy limitada, rasgo específico de este “núcleo monumental”. En el borde sur incidencia no determinante en la estructura urbana, sin llegar a adquirir grandes presencias arquitectónicas –salvo casos

del recinto, en contacto con la antigua muralla, se situaban de oeste a este, el Colegio de San Clemente, el Convento de excepcionales- y sin llegar a conformar con esos rasgos unos ámbitos concretos (como sucedió en otros centros históricos

las Orfas y el Convento de los Jesuitas. En el lado de poniente se emplazaba el Convento de San Agustín. caracterizados por la predominante presencia de esas arquitecturas, como Cáceres, Ávila o Segovia). Esta relativamente
escasa incidencia de casonas y palacios nobiliario, tanto de la alta como de la baja nobleza, probablemente debe
En el exterior del recinto se situaron varios conventos apoyados en la ronda y en el arranque de caminos radiales: relacionarse con varios factores: las características del territorio y de los sistemas de propiedad y usos del suelo en Galicia,
el gran conjunto de San Francisco, el Hospital de San Roque y los conventos de La Enseñanza y de las Mercedarias. que favorecían los asentamientos de esas capas nobiliarias en los entornos de los que eran propietarios; y el interés de la
alta nobleza por disponer de casas representativas en la capital madrileña, en contacto con las esferas superiores del
En áreas más alejadas del recinto, apoyándose en la red “tentacular” de rueiros se emplazaron los conventos del
poder.
Carme de Arriba, Santa Clara, Sto. Domingo de Bonaval, y Belvis.

Los emplazamientos nobiliarios se caracterizaban, hasta el XVI, por sus disposiciones como casas torre, con unos
La organización de cada uno de estos edificios de tipos claustrales es como cabe suponer relativamente diferente,
esquemas que buscaban sobre todo el aislamiento respecto a la vida urbana popular, la protección frente a insurgencias
por las especificidades de sus emplazamientos, las disponibilidades de terrenos y capacidad económica en relación a los
o querellas bélicas y la constitución como “piezas aisladas”, a modo de pequeñas ciudadelas, dedicando menor a
usos previstos, las particularidades de sus programas (que en los edificios conventuales incluían siempre la articulación de
finalidades de representatividad o de ostentación “hacia el exterior”. Si observamos los planos, bien documentados, del
las estructuras claustrales con iglesias, otras dependencias auxiliares y, en muchas ocasiones, huertas). Pero es de interés
antiguo Palacio de Altamira, uno de los más importantes de la ciudad, se refrendarán estas hipótesis.
reseñar un rasgo común, identificado por C. Martí: la disposición de los claustros, núcleos de las composiciones, con unas
ciertas pautas geométricas. En efecto, la lectura efectuada por este investigador del plano de la ciudad demuestra que Renovaciones y nuevas implantaciones en el XVII y XVIII.
las principales estructuras claustrales adoptan la misma orientación, disponiéndose según una deriva aproximada de 8
grados con respecto al sistema coordenado formado por los puntos cardinales. La pieza que habría actuado como Pero en el XVII, en el nuevo clima cultural de esa etapa, en unos marcos económicos favorables y también como

referente de esta disposición sería obviamente la del Claustro de la Catedral, que a su vez había heredado las directrices “acompañamiento” al vasto despliegue de intervenciones eclesiásticas dirigidas a la creación de nuevas estructuras y

en la disposición de las naves del templo al que se adiciona. Estas conformaciones definirían así una “retícula” virtual, de escenas arquitectónicas, fue desarrollándose un proceso de renovación de las antiguas casonas adoptando soluciones

orden geométrico, que se superpone a la irregularidad de los tejidos en que se enclavan: este aspecto no sería en modo muy diferentes a las anteriores, aunque en algunos casos manteniendo algunos elementos.

alguno anecdótico, sino que debería ser considerado como uno de los rasgos específicos de la estructuración y la forma
Los emplazamientos de esos pazos y casonas son, como hemos señalado, muy diversos: algunos en los ejes
urbana de Santiago…por cierto de importantes resonancias en las reflexiones y planteamientos proyectuales actuales, con
principales de las rúas del Villar y Nova (pazos de Baamonde Casa del Deán (que podemos asimilar a esa categoría
sus atenciones a las “sobreposiciones”, “intersecciones”, “articulaciones” entre sustratos de carácter orgánico, resultantes
tipológica), otros en plazas de cierta relevancia, como Toural (Pazo Bendaña), en la vecindad de San Paio (Pazo Feixó) o
de condiciones naturales y de sucesivas, heterogénea y a veces confusas agregaciones, e inserciones con designios de
en el sector noreste del recinto (Pazos de Amarante, Altamira, Fondevila).
orden geométrico, pautado…

Rasgo común a todos esos edificios es su inserción en la estructura urbana, inscribiéndose en los tejidos parcelarios,
Esa persistencia de las fábricas edificadas con esos tipos claustrales, en su “materialización” en la estructura y forma
disponiendo lógicamente de parcelas de dimensiones más amplias que las del caserío menor, pero sin llegar a constituir
urbana, no debe hacernos olvidar que algunas de ellas han cambiado de usos, y por tanto han ido asumiendo también
construcciones “aisladas”, descollantes en la trama por su autonomía arquitectónica y urbana. Por esa inserción en la
significados diferentes: basta señalar algunos casos tan importantes como el Hospital, el Colegio de S. Clemente o el
apretada trama urbana, pocos palacios pudieron disponer de jardines y espacios libres de dimensiones significativas para
convento de los Jesuitas… Esos cambios de uso se produjeron primero ya a finales dl XVIII, con la expulsión de los jesuitas,
el ocio de las residentes o para disposición de dependencias de servicio (Pazos de Altamira y Amarante, en pequeñas
después en el XIX, con los distintos episodios de las desamortizaciones (que reseñamos en el Cap. sobre Conformación y
escalas Feixó o la Casa del Deán). La mayoría se conformaron de modo “compacto”, pudiendo hacer escaso recurso de
Evolución Histórica) y después en el XX, sobre todo en la segunda mitad.
los esquemas que en otras ciudades eran característicos de esas tipologías, con disposiciones de patios principales y de
servicio.

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Las superficies de sus plantas edificadas oscilan entre unos 400 m2 (Feixó) y unos 800 m2 (Amarante), por tanto, con 5.3.4. La ciudad de finales del XVIII y primeros del XIX.
un cómputo muy estimativo, entre unas superficies construidas entre 1200 m y 2400 m aproximadamente.
2 2

Nos interesa centrar la atención en primer lugar en la conformación de los tejidos del caserío de vivienda. El plano
Estructurándose por lo general en tres plantas, las dimensiones de esas casonas y palacios permitían albergar de 1796, iniciado casi 20 años antes, y por tanto con un lento trabajo de realización, que documenta con detalle p.e. A.A.
amplios programas funcionales, con unos esquemas interiores en los que adquirían una importancia primordial los zaguanes Rosende, muestra la compacidad de los tejidos intramuros, conformados ya siglos antes, y las agregaciones sobre los
y las escaleras principales. Las plantas bajas alojaban usualmente dependencias de servicio (cocinas, almacenes y rueiros. Sin incluir una división parcelaria, que sólo vendrá reflejada más tarde, en el plano de 1908, numerosos documentos
despensas, guardas, carruajes y caballerizas…). La planta primera, o “piso noble” acogía salones y comedores, estancias escritos demuestran la mayoritaria pervivencia del sistema existente a finales del XV, con la organización en parcelas
y dormitorios… Y en la tercera solían enmarcarse, apretadamente, los dormitorios del numeroso personal de servicio. estrechas y con profundidades variables –la llamada “parcela gótica”- en el caso de Santiago con una neta distinción
entre las parcelas intramuros, de fondos moderados, por su adaptación a las dimensiones de las manzanas, y las parcelas
En ese proceso de renovación la composición de las fachadas principales rompió por completo con los adustos
apoyadas en los rueiros, con fondos mucho más extensos.
esquemas anteriores, de raíces medievales, para enfatizar su representatividad social y económica con ricas soluciones
arquitectónicas y al mismo tiempo para establecer nuevas presencias hacia el exterior, con numerosos y amplios huecos 5.3.4.1. Desaparición de la muralla. El cuartel de San Agustín.
rasgados hasta nivel de piso, en muchas ocasiones con balcones volados o dispuestos en balconadas.
A comienzos del XVIII los representantes de reino seguían todavía insistiendo en la necesidad de “desahogo” de la
En la composición de las fachadas se recurre casi siempre a la disposición central de una portada elaborada muralla, suprimiendo las ya muy numerosas construcciones adosadas y de proceder a la consolidación de muros y
arquitectónica y ornamentalmente, con un sistema de pilastras o medias columnas que alcanzan toda la altura de la torres…pero sin resultados prácticos. Es más, en correspondencia con el nuevo clima de atención a las necesidades civiles
fachada, que enmarcan la puerta –en general de grandes dimensiones, sobre la que se dispone frecuentemente un y de eliminación de las cargas que el mantenimiento de las murallas suponía sobre las arcas consistoriales y eclesiásticas,
balcón representativo, rematando el sistema con un frontis. A uno y otro lado de ese elemento central la fachada se se asiste a un continuado proceso de enajenaciones y aforamientos, que van haciendo desaparecer los muros, o
organiza con una ordenada disposición de huecos. Las plantas bajas suelen tratarse como una especie de podio, a veces englobándolos en nuevas construcciones. La comparación del dibujo de la fachada occidental de la ciudad de P.M Baldi,
rusticado, con huecos de ventanas evidenciando a la vez cierto alejamiento de la vida cotidiana, su caracterización como en 1699, con la acuarela de Gil Rey del mismo tramo, en 1833, nos muestra la desaparición de todo el originario tramo de
espacios de servicio y una voluntad de magnificar las plantas superiores “principales”. Las plantas superiores se estructuran murallas y su sustitución por sencillos inmuebles de vivienda. Ese mismo documento gráfico y el plano de 1783 revelan
casi siempre con dispositivos que acentúan la retícula ordenadora, con fajas horizontales y verticales, estas últimas a veces también la práctica desaparición de los lienzos del barrio de la Senra. Similar situación se producía en el área de la fuente
lisas otras veces almohadilladas. Las cornisas de remate son de vuelo moderado. Las carpinterías de ventanas y balcones de San Antonio (donde aún hoy perduran algunos restos del viejo perímetro), en el tramo entre la Puerta del Camino y de
emplean muchas veces dobles sistemas, con acristalamientos enrasados a plano de fachada y carpinterías a cara interior. San Roque, en la Puerta de la Peña, en el tramo de San Francisco…
En la organización de la fachada adquieren un papel importante, como cabe suponer, escudos y otros elementos
heráldicos, significando la entidad de la familia nobiliaria.

Probablemente los edificios de mayor valor de estas tipologías sean los del Palacio de Amarante o de Camarasa,
del Marqués de Santa Cruz, J. A. de Somoza y Osorio y de R.M. de la Maza, que presentan distintas variantes de esos
estilemas. Nos remitimos a los documentados análisis sobre estos y otros edificios nobiliarios santiagueses en los trabajos de
J. Carro, J.S. Crespo del Pozo, A. A. Rosende y otros investigadores.

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predominio de los esquemas “góticos”, de frentes estrechos y profundidades diversas, según las características de las
manzana en el recinto y adaptándose a las disposiciones de los rueiros en los arrabales.

Avanzando en el tiempo, el Plano de 1907, que ya refleja con detalle esas divisiones demuestra esta aseveración:
sólo algunas parcelas de residencias de capas acomodadas o destinadas a otros usos civiles relevantes poseen rasgos
diferentes, resultantes de agregaciones de anteriores parcelas

En el Capítulo sobre las tipologías edificatorias se analizan las características constructivas del “caserío menor”
describiendo el predominio de las estructuras de madera, la presencia de volados, los anejos interiores, etc. que
conformaban unos tejidos en general precarios e insalubres. En las casas de dos plantas, situadas sobre todo en el recinto,
eran frecuentes las disposiciones de usos artesanales o comerciales en la baja y la disposición de la vivienda en primera.
En las viviendas “terrenas”, sobre todo en los rueiros, las partes traseras de las parcelas, como hemos señalado, de notable
fondo, se utilizaban como huertas, corrales, etc.

La disposición del caserío, sobre todo en el recinto intramuros, sigue las conformaciones anteriores, con sus
irregularidades de alineaciones principales, con resaltes y quiebros a las calles, su agregación congestiva sobre callejones,
sus vuelos desordenados, que dificultan el tránsito de carruajes y jinetes y ensombrecen el ambiente… Numerosos
documentos, de viajeros, comentaristas o regidores abundan en la descripción de esos problemas…y, sobre todo los
redactados desde las instituciones civiles, en la reclamación de medidas correctoras.

Los tejidos en que se asentaba la pequeña burguesía (sería extemporáneo hablar de “clases medias”, más propio
Plano de Santiago. 1743. de la sociedad burguesa que se conformaría décadas después), compuesta sobre todo por mercaderes y tenderos,
tratantes de vino y de grano y otras actividades de carácter comercial, se encontraban constituidas sobre todo por
En 1702, por Cédula real, se ordena la construcción de unos cuarteles, inexistentes en la ciudad hasta ese momento.
viviendas de dos plantas, en régimen de arrendamiento o foro, siendo propiedad de la nobleza o de instituciones
Se decidió su emplazamiento en el sitio del Matadero, junto al convento de San Agustín, lo que causó largos litigios con la
eclesiásticas.
Orden, hasta su construcción y posterior demolición a mediados del XIX para construir otros más “capaces”.

Las viviendas de las capas artesanas tenían características diferenciadas: las de los oficios de niveles superiores se
asentaban también en su mayoría en el recinto, en casas de dos plantas, con localizaciones concentradas, como refleja
la toponimia. Las de oficios de niveles inferiores habitaban sobre todo en “casas terreras”, en ámbitos extramuros.
5.3.4.2. El caserío residencial. Tipos, características constructivas, variaciones sociales…

El Catastro del Marqués de la Ensenada, iniciado en 1749, ofrece una visión general de gran interés en este aspecto.
Después de referirse a las edificaciones de las capas nobiliarias y acomodadas, que cifra en un exiguo 3,5%, se refiere al
5.3.4.3. Intervenciones en el patrimonio construido.
caserío “restante”, señalando que tienen en general las siguientes características: “casas de debajo y un alto o bien de
tienda y un alto”, situadas sobre todo en el recinto intramuros, y “casas terrenas (de una planta) que componen sin El conjunto edificatorio de Santiago, como no puede ser de otro modo, ha sufrido continuas transformaciones a lo
excepción la vivienda del artesanado y del pueblo menudo, casi siempre en los arrabales”. largo de los años. La arquitectura, siempre viva, está sujeta a todo tipo de cambios y reformas. Por un lado, desde las
instituciones se han promovido o favorecido algunas de ellas, bien como actuaciones directas, bien mediante aplicación
La caracterización del “caserío menor” que nos ofrece el Catastro de Ensenada sería muy probablemente similar a
de normativas y ordenanzas que van paulatinamente dando forma a la ciudad.
la existente a finales de siglo, cuando se realizaron los planos mencionados. Si bien estos planos no reflejan la estructura
parcelaria, puede presumirse el mantenimiento sustancial de las antiguas divisiones de procedencia medieval, con el Por otra parte, tal y como analiza P. Costa Buján con gran detenimiento, estas modificaciones llevadas a cabo en
la edificación durante períodos anteriores. Señala a los diferentes textos normativos que se han sucedido desde 1780 como

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impulsores de medidas y cambios que afectaron en gran medida la morfología de la ciudad, desde los trazados y Por otra parte, se dan instrucciones con el fin de homogeneizar las fachadas. En las Ordenanzas de 1780 se pide se
alineaciones del viario hasta los elementos compositivos de fachadas y cubiertas. tenga presente la igualdad de las casas procurando sean de una altura y tamaño, uniformes puertas y ventanas y que se
fabriquen en la medida de lo posible, en línea recta. Es en estos años en los que empiezan a verse proyectos de edificios
Renovación de las fachadas e introducción de las galerías.
que, por su simpleza y este intento de homogeneidad, son muy similares. Es común la distribución de huecos en fachada,
atendiendo a dos o tres ejes en función de la anchura total del lienzo, y la disposición simétrica con respecto al eje central
Señala Costa-Bujan que la ciudad estaría constituida por grandes conjuntos monumentales y por un espacio casi
del solar. También sus proporciones son muy similares y el tratamiento decorativo de recercados y cornisas.
intersticial conformado por el caserío menor, en el que se incluían algunas edificaciones de cierto rango, como pazos y
casonas. Este caserío menor se encontraría en un estado de gran deterioro y abandono, lo que supondría la primera gran
Desde 1841 el Ayuntamiento permite que se planteen huecos de rasgados hasta el suelo, de tipo balconera. Esto
reforma a llevar a cabo.
conlleva que durante los años siguientes, tanto proyectos de nueva planta como las reformas de algunos existentes
propongan la introducción de esta verticalidad en las fachadas.
La estructura de la propiedad, es decir, el trazado parcelario, será la base que permanece, aun hoy, como
pentagrama de esa arquitectura menor que caracteriza el tejido residencial de la ciudad. Una de las primeras medidas
llevadas a cabo es la de la renovación de la fachada residencial.

Por una parte se promulgará la supresión de los volados superpuestos y de pincho. Los primeros desaparecen con
el objeto de mejorar las condiciones higiénicas del espacio público, asoleo y ventilación. Fueron suprimidas entre los siglos
XVIII y XIX, aunque podemos encontrar un ejemplo en la Rúa Algalia de Abaixo. Las edificaciones con frente triangular
fueron eliminadas con el fin de mejorar la evacuación de aguas pluviales de la cubierta, aunque aún quedan algunos
ejemplos.

Ejemplos de proyectos con ventanas rasgadas.

La galería acristalada, tan popular hoy en Galicia, obtuvo una buena acogida desde el primer momento en
Santiago. Este hecho vendrá determinado por óptima solución tanto a la mejora del acondicionamiento higrotérmico del
edificio, como al refinamiento de las condiciones estéticas. A esto hay que sumar el hecho de que su aparición ocurriera
en pleno apogeo de la industria del vidrio, que permitía ya utilizarlo de forma generalizada a precios razonables.

La ligereza que introduce este cuerpo acristalado con apenas estructura a las recias fachadas existentes hasta
entonces cautiva a los santiagueses, que, como decimos, no dudan en introducirlo tanto en edificios de nueva planta,
Alzados de diferentes proyectos de edificación.
como en existentes.

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Proyectos de reforma de ampliación en altura.


Proyecto de reforma que introduce una nueva galería.

El proceso de petrificación.

Santiago es objeto de un progresivo uso de la piedra en todas las facetas de su espacio público. Durante décadas,
Incremento de las alturas de edificación.
este proceso de petrificación envuelve de granito y otras piedras tanto el pavimento de los viales, como las plazas y
plazuelas, las fachadas de los edificios y un sinfín de elementos ornamentales. La larga tradición de canteras cercanas y
Ya a finales del XIX encontramos una operación frecuente en las reformas de inmuebles existentes: el aumento del
maestros canteros permite este engalanamiento de la ciudad que, aun hoy continúa.
aprovechamiento. Éste se lleva a cabo en primer lugar incrementando el uso de los espacios bajocubierta. Las largas
parcelas y el tipo de cubierta a dos aguas posibilita la existencia de espacios con suficiente altura en la última planta. Con
Si bien inicialmente eran los edificios monumentales o emblemáticos los que incluían la piedra en los acabados de
el fin de mejorar su acondicionamiento se incorporan en muchos de ellos las mansardas. Posteriormente se pasará a
sus fachadas, poco a poco el uso de materiales pétreos va extendiéndose a todo tipo de edificaciones, hasta las más
aumentar la altura de la edificación, estableciendo une nueva altura sobre los edificios. Ésta se construirá generalmente
modestas.
en forma de ático, es decir, dejando un retranqueo con respecto a las fachadas. Estos inmuebles se identifican por tanto
por contar con un balcón corrido o una segunda línea de cornisa en la última planta. 5.3.4.4. Intervenciones en el espacio público.

En este caso resulta difícil distinguir las operaciones urbanas propiamente de las de edificación, ya que unas y otras
se refieren al mismo espacio. Ya hemos visto que las operaciones de reforma de los inmuebles están estrechamente
relacionadas con el carácter del espacio público, al referirse fundamentalmente a obras de reforma de fachadas e
incremento de la altura de edificación. Al estudiar las actuaciones llevadas a cabo en el espacio público encontramos
que casi todas ellas afectan a las edificaciones, tratándose de eliminación de soportales, modificación de alineaciones y
creación de chaflanes, etc. Evidentemente se plantea esta distinción teniendo en cuenta desde que punto de vista se

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proponen las reformas, pero vemos que unas y otras se complementan en ese cambio de aspecto que sufriría la ciudad
en estos años.

Durante todo el siglo XIX y parte del XX las modificaciones que afectan al espacio público son numerosas. Se
observa desde la Ilustración una preocupación por la mejora de la trama viaria atendiendo a la necesidad de mejora de
la movilidad dentro de la zona, a la seguridad, y a cuestiones higienistas. Tal como cita P. Costa Bujan, estas se traducirán
en multitud de planes y proyectos que, en definitiva afectan a:

- Apertura de nuevos viales.

- Regulación de alineaciones.

- Regulación de chaflanes.

- Eliminación de soportales.

Como decimos, son numerosas las propuestas de reforma del espacio público. En un afán ordenador, se trazan
nuevos viales, necesarios para la conexión de diferentes partes de la ciudad y la continuidad de la trama viaria. Éstos no
se ejecutaron en su mayor parte, dejando un mayor protagonismo a las actuaciones de regulación de alineaciones. Éstas,
planteadas como retranqueos o avances en cada caso, sí se realizaron en gran parte, dando lugar a las calles de trazado
continuo que hoy encontramos.

Rúa do Vilar y rúa Nova (P. Mas, 1919)

Por otro lado, tal y como ocurriera en otras ciudades españolas, en un esfuerzo por mejorar la circulación y la
seguridad, se redacta un artículo, en las Ordenanzas de 1870 en el que se obliga tal remodelación a los propietarios de
edificios en esquina. Se proponen por tanto una serie de chaflanes, muchos de los cuales son diseñados en detalles en sus
propuestas, con un repertorio de soluciones variadas, entre las que destacan por su uso el chaflán abocinado y el ángulo
de ochava.

Por último, la supresión de los soportales se presenta como otra mejora para el espacio público, dando paso a calles
con más anchura y mejor asoleamiento.

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características del parcelario en el recinto, por la moderación de las demandas de los propietarios (en alguna medida
resultante de la moderación de las dinámicas económicas, al no darse en Santiago expectativas de maximizaciones
especulativas) y quizá también por un cierto clima cultural y civil por parte de las capas de la media y pequeña burguesía
que alimentaron esas actuaciones, destinadas en su mayoría a vivienda familiar en plantas superiores con locales en
arriendo en plantas bajas. Por ello, las soluciones de acrecentamiento de las alturas (generalmente, tres o cuatro plantas)
permitieron satisfacer las demandas derivadas del crecimiento de la población y de las necesidades de las nuevas capas
medias.

En lo que respecta a los materiales y sistemas constructivos los nuevos edificios supusieron cambios radicales con los
precedentes. Como se ha dicho en muchos estudios, el “caserío menor” de Santiago constituía hasta fines del XVII una
“ciudad de madera”, siendo este material el constitutivo de las estructuras de las fachadas (con entramados y plementerías
de materiales pobres), de los planos horizontales (carreras, viguetas y entablados), de las cubiertas y de las particiones
verticales interiores (tabiques ligeros, en diferentes modalidades). Es patente que esas soluciones no podrían atribuirse a
las constricciones del contexto territorial, puesto que en la cercanía de la ciudad se situaban importantes canteras, sino
más bien a premuras económicas de los particulares y a la ausencia de disposiciones municipales reguladoras de esos
aspectos (como se ha documentado, el Concejo había mostrado desde etapas anteriores su preocupación ante los
riesgos que esos sistemas constructivos comportaban ante los incendios –preocupación común a otras muchas villas y
ciudades españolas- pero sin llegar a establecer disposiciones sobre la obligatoriedad de sistemas de mayor seguridad).

Dos ejemplos de proyectos de chaflanes.

5.3.5. Transformaciones de la estructura y la morfología urbana en el XIX y principios del XX.

5.3.5.1. Arquitectura residencial.

Sobre todo en la segunda mitad del XIX encontramos como se produce un gran dinamismo edificatorio, con
numerosas propuestas que traerán a la ciudad modelos y lenguajes nuevos que, no obstante, quedan integrados en la
trama e imagen existentes. Pero, ¿con qué características se desarrollaron esas nuevas edificaciones en las distintas etapas
del XIX?

Hablaremos en primer lugar sobre sus aspectos tipológicos y sus organizaciones interiores, así como sobre sus
componentes materiales y constructivas, para referirnos en segundo lugar a sus aspectos compositivos exteriores y sus
lenguajes formales. Ni las Ordenanzas ni los sucesivos reglamentos o instrucciones establecían condiciones sobre alturas,
fondos edificados y ocupaciones máximas, ni tampoco sobre dimensiones mínimas de las piezas habitables, ventilación,
etc. (carencias comunes a casi toda la ordenancística española del XIX) limitándose a requerir sujeciones a posibles
reajustes de alineaciones exteriores, a la prohibición de cuerpos volados o a prever desagües y conexiones a la red de
saneamiento, así como a la prohibición de elementos insalubres en patios. Se confiaba por tanto en el buen oficio de los
maestros de obras o arquitectos para resolver de modo adecuado los volúmenes y las organizaciones interiores. Los
resultados, en términos generales, pueden calificarse de satisfactorios, en gran parte, como hemos comentado, por las

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Esos procesos de renovación supusieron la conformación de la “escena de piedra” que hoy conocemos, con la
utilización de ese material –siempre granítico- en fachadas, en disposiciones de sillería o en mamposterías recubiertas con
revocos, y también en algunos casos en elementos interiores (muros transversales, zaguanes). Los muros medianeros,
conservados o repuestos, se basaban también en ese material.

Las composiciones exteriores de esos nuevos edificios fueron evolucionando conforme a las tendencias y gustos
predominantes en las distintas etapas del siglo.

En las primeras décadas del XVIII los proyectos de fachadas comienzan a evidenciar los nuevos criterios
arquitectónicos de la Ilustración, con disposiciones regulares de huecos en ejes verticales, ajustes proporcionales de huecos
y macizos –buscando en lo posible simetrías- organización de las puertas y huecos de planta baja en concordancia con
las composiciones de plantas superiores, etc. Las cubiertas se estructuran con faldones hacia calle (olvidando los antiguos
esquemas de “piñones” o “picos”), concediendo por tanto importancia a los aleros o cornisas. En algunas casas de capas
acomodadas adquieren importancia las chimeneas. Los huecos de plantas superiores suelen ser rasgados hasta el suelo,
en ocasiones con dos “capas” –acristalamiento exterior enrasado a plano de fachada y contraventanas de madera al
interior- situando entre ambas el antepecho de protección, casi siempre con elementos metálicos, en otros casos con
balcones volados, situando a cara interior de muro los cerramientos acristalados y las contraventanas. Los elementos
ornamentales son escasos, ceñidos sobre todo a los recercados de huecos, resueltos con molduraciones de esquemas
manualísticos clasicistas (generalmente realizados en granito)

Desde mediados de siglo, pero sobre todo su último cuarto, los gustos eclecticistas adquirieron preponderancia,
sobre todo en las edificaciones destinadas a capas acomodadas, pero siempre dentro de reglas compositivas de matrices
Plano de fachada para el edificio situado en la Rúa Vilar. 1876. académicas. Fueron escasas, pero significativas, las aportaciones de lenguajes modernistas.

La implantación de la galería, como solución de la planta superior, a veces también extendida a la inmediatamente
inferior, y la más escasa utilización del mirador, añadirían rasgos significativos a la escena urbana. Ambos elementos, sobre
todo el primero, se encontraban vinculados tanto a las demandas de los usuarios para disponer de unos espacios
representativos, de contacto entre lo doméstico y la vida de la calle, y al aprovechamiento de esos elementos por parte
de los arquitectos para enriquecer compositivamente las fachadas, sobre unas bases comunes de eficiencia del confort
interior mediante el “efecto invernadero” (tema que se detalla en el Capítulo sobre tipos y lenguajes arquitectónicos)

5.3.5.2. Los efectos de las desamortizaciones, en cuanto a cambios de usos, pero sin reformas
urbanas de calado.

Ya hemos señalado, en el Cap. sobre Conformación y Evolución Histórica, que las actuaciones dirigidas a la
disminución del peso social de los conventos y monasterios, componente fundamental de las “manos muertas” del Ancien
Regime, y su incorporación de nuevos usos públicos o privados sobre esas edificaciones y terrenos, no supusieron en

Armado tradicional de madera. Santiago transformaciones urbanas materiales, con su asignación a la creación de espacios libres públicos, como sucedió
en otras ciudades del norte o de Castilla, como Oviedo, Valladolid, Salamanca, Segovia y sobre todo en Madrid, sino que
consistieron sobre todo en cambios de uso. Los estudios de X.R. Barreiro y otros investigadores ofrecen abundantes datos

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en este aspecto: solo las órdenes femeninas fueron autorizadas a la continuidad en sus residencias, aunque con muchos países europeos a finales del primer tercio de este siglo, movieron al Consistorio a preocuparse por la creación de
nacionalización de los bienes que poseían, pero fueron nacionalizados y expulsados los monjes de S. Martín Pinario, Sto. un mercado que acogiese todos esos productos, sobre todo los de pescado y carne, cuyo emplazamiento al aire libre, sin
Domingo, S. Agustín, S. Lorenzo, La Merced de Tonxo y S. Francisco. controles, podía generar graves problemas sanitarios, además de afectar a la comodidad de los vecinos.

Pero la evolución de la política a lo largo del siglo modificó en parte esas iniciativas, regresando en 1862 los Con esa finalidad se eligieron en la tercera década del XIX los únicos terrenos baldíos enclavados en el recinto: los
franciscanos y en 1871 los jesuitas a S. Agustín. del Picho da Cerca (los otros terrenos disponibles, al norte del Hospital, resultaban manifiestamente inapropiados para ello).
Entonces comienza una andadura que durará prácticamente un siglo, hasta la construcción del mercado que vemos hoy.
En el XX, y sobre todo en su segunda mitad, fueron implantándose usos civiles en algunos de esos edificios, en
La adquisición de los terrenos, propiedad de la Casa de Altamira, se vio envuelta en un farragoso proceso judicial y
algunos casos en régimen de propiedad pública, en otros manteniendo la propiedad eclesiástica o con acuerdos mixtos
económico, con varios proyectos frustrados, que solo fructificaron en el tercer cuarto de siglo. Las dificultades surgidas
de gestión. Así, el antiguo convento de San Agustín alberga un Colegio Mayor, regido por los jesuitas. Santo Domingo fue
posteriormente serán diversas, desde el estudio de las diferentes propuestas y la adecuación de los accesos y del entorno,
destinado a cuartel en 1865, decisión que no llegó a ejecutarse, destinándose –por mediación del Arzobispado- a Hospicio
pasando por la aparición de otras prioridades municipales. En el plano de 1783 se reflejan el palacio y los extensos terrenos
y Escuela de ciegos y sordomudos; al suprimirse esas instituciones el Ayuntamiento, propietario del inmueble y los terrenos,
de la Casa de Altamira, entre el área de la Universidad implantada en el antiguo convento de Jesuitas y la iglesia de San
los asignó en 1963 a Museo Municipal, inaugurado con prontitud; posteriormente, en 1977, fue cedido a un Patronato para
Fiz, al sur, y la iglesia y convento de San Agustín, al norte.
la creación del actual Museo do Pobo Gallego; en sus terrenos se construyó en los 90 el CG de Arte Contemporáneo, y sus
terrenos libres y antiguo cementerio fueron acondicionados como parque. El Monasterio de San Martín Pinario mantiene En definitiva, en el año 1853 se construye un cobertizo para pescaderías que, de forma embrionaria, asienta el
hoy, junto a sus funciones religiosas, otros cometidos: residencia de estudiantes, hospedería, Escuela de Trabajo Social mercado (en el sentido amplio de la palabra), en el lugar que hoy ocupa. Esto desenmascara la necesidad de una serie
enmarcada en la USC, Archivo Histórico Diocesano y otros usos. de actuaciones de acondicionamiento del entorno, entre las que destaca la solución de acceso desde la calle Enseñanza
a través de una rampa.
5.3.5.3. Las repercusiones de nuevas implantaciones de edificios civiles o de ocio.
Ya en 1870, con la adquisición de los terrenos de la Casa de Altamira, se hace una propuesta del mercado por el
Como hemos señalado en otros capítulos, las inserciones del Casino y del Teatro Principal se realizaron dentro de la arquitecto A. Gómez Santamaría. Este proyecto supuso la demolición del antiguo palacio y la destrucción de su huerta,
morfología preexistente, y sus fachadas se alinean en continuidad con la cortina edificada de la calle Nueva. Su papel en desapariciones que, no obstante, parecían asumidas desde hacía tiempo por el consistorio compostelano. El nuevo
la estructura de usos, o si se quiere, en las formas de usos de la ciudad fue extraordinariamente significativa en la segunda proyecto plantea una plaza de abastos organizada en cuarteles donde se sitúan los puestos en hilera. La actuación
mitad del XIX y primeras décadas del XX. Con la extensión y modernización de la ciudad, y la creación de otras muchas consistía en una malla ortogonal de grandes dimensiones en la que se emplazaban los numerosos puestos de mercado
infraestructuras de artes escénicas y de la música, el Teatro Principal ha diluido su importancia, aunque sigue siendo un (400) con agrupaciones adecuadas respecto a tipos de productos y exigencias sanitarias. El conjunto se cubrió con una
foco de referencia de la vida ciudadana. estructura de hierro y vidrio, con los esquemas entonces en boga para esos tipos de equipamientos…aunque con modestas
soluciones. Debe resaltarse que su disposición tuvo en cuenta criterios de contribución al ornato urbano y la vida pública,
5.3.5.4. Nuevas estructuras urbanas en el interior del recinto: la remodelación del área noreste
tanto en sus trazados interiores como en su configuración exterior.
destinada al mercado y la nueva facultad de medicina.

En los capítulos sobre Conformación y Evolución Urbana y sobre Tipos edificatorios se exponen, desde las
perspectivas propias de cada uno de ellos, las características de esas dos importantes actuaciones. Añadiremos aquí sólo
algunos comentarios en su relación con la estructura y la morfología urbana.

La implantación del Mercado y sus complejas implicaciones en la morfología y la vida de la ciudad.

Por un lado, las corrientes higienistas y funcionalistas reclaman ya la institución de un mercado que responda a las
necesidades del comercio local, que se venían practicando de manera desordenada en calles y plazas. Hasta comienzos
del XIX los mercados de alimentos se llevaban a cabo en distintas plazas; pan, en la plaza del Campo, pescados y carne
en Mazarelos, verduras, leche y huevos en otras plazas…Los nuevos criterios sobre salubridad urbana que impregnan la
transición entre el XVIII y XIX, y probablemente las alarmas provocadas por la epidemia de cólera asiática que sufrieron

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través de la escalinata a Virxe da Cerca; el carácter también urbano de las calles/pasillos laterales, abiertas a ese eje y
también visualmente a las calles perimetrales exteriores; y en fin, la inteligente disposición de las filas de puestos hacia la
fachada principal, abriéndose a la calle, y con usos no vinculados a la alimentación sino a venta de productos más propios
de los tejidos urbanos centrales.

Otro aspecto muy importante de esta operación fue la inclusión de las dos extensas edificaciones de vivienda hacia
el mercado, que proporcionaron una tipología “moderna” hasta entonces desconocida en Santiago, y conformaron una
escena arquitectónica unitaria de características propias, con fuerte identidad en el recinto. Por ello el conjunto del área
se percibe hoy como un ejemplo característico de los esquemas urbanos de finales del XIX, con una inteligente relación
con las arquitecturas singulares y el caserío menor de su entorno.

Mercado de abastos en 1919, P. Mas.


Plano del proyecto. A. Gómez Santamaría, 1870.
En el plano de Mayer del año 1886 puede verse su disposición dentro de la trama urbana, así como los accesos
La operación desarrollada para la implantación del mercado a finales del XIX tuvo muy importantes consecuencias
desde la rúa Enseñanza. La actuación incluyó la inserción de dos grandes piezas de edificios de vivienda en los terrenos
en la estructura y la morfología: se basó en la creación de una “plataforma” de terreno avanzando hacia el trazado de la
“sobrantes”, generando una extensa fachada residencial frente a la del Mercado, y articulándose a los tejidos
muralla, hasta continuar las alineaciones a Virxe da Cerca de los dos conjuntos conventuales situados a uno y otro lado.
circundantes.
Supuso la creación de un área focal y de uso imprescindible y cotidiano para el conjunto del vecindario, sustituyendo la
anterior “dispersión” de los distintos mercados en los espacios abiertos de las plazas del recinto (carne y pescado, huevos, También en el plano se puede observar como aun se encuentra, en las traseras del Hospital Real, su antigua huerta.
leche, verduras y frutas, etc.). Este atractivo espacio se ve como el único posible para la ampliación del hospital y la creación de la facultad de medicina,
y el nuevo parque de la Alameda.
Por otra parte, su trazado, después refrendado en el proyecto del XX, rehuyó acertadamente el esquema entonces
predominante en España, que generaba grandes recintos “cerrados”, con un pasillo perimetral y mallas de pasillos/puestos,
y optó por un esquema más urbano, utilizando varios recursos: la creación de una calle/plaza abierta conformando el eje
central, con un elemento ornamental de fuerte presencia, enlazando el acceso desde el recinto y desde el exterior, a

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La construcción de la Facultad de Medicina y Hospital, en los terrenos libres del Hospital Real.

La construcción, impulsada en el último año del XX e iniciada en 1909, tuvo y tiene gran importancia en las
estructuras funcionales y la vida del recinto, pero escasa incidencia desde la perspectiva de la estructura “construida”. En
efecto, hasta entonces los terrenos en que se insertó –huertos y espacios libres anejos al antiguo Hospital- se cerraban hacia
la calle con construcciones auxiliares, pero la disposición del edificio universitario y sanitario, con su amplia fachada, siguió
manteniendo un carácter “escindido” de la vida pública, aunque otorgando obviamente un carácter más urbano y
representativo a esa importante calle de conexión del recinto con los entornos del norte. La actuación tiene además
interés desde el punto de vista de la demostración de las capacidades de los sistemas “aditivos” a los que responde todo
el conjunto hospitalario, desde el primer hospital con dos patios, la adición poco posterior de otro sistema “especular”,
organizando la estructura cruciforme tan característica de ese tipo dotacional, y la muy posterior adición del edificio del
XX, evidenciando además de las modificaciones de usos de las distintas piezas añadidas.

Plano de la ciudad en 1886. Mayer. Obras de la nueva Facultad de Medicina, iniciadas en 1909. Ksado.

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Parque de la Alameda. incorporó el Quiosco de la Música, elemento omnipresente en los parques ochocentescos, mobiliario, alumbrado…así
como numerosa estatuaria.
Los terrenos en que se sitúa procedían de una donación efectuada por la Casa de Altamira al Concejo en 1564,
segregando el extenso bosque de robles de su propiedad, que se extendía hasta el Monasterio de San Lorenzo. El plano La conformación del parque, según decisiones municipales de comienzos de la década de los 30 del XIX, se
de 1800 refleja su posición y características: tiene una forma aproximadamente triangular, extendiéndose desde una desarrolló con sucesivas propuestas, modificaciones e incorporaciones, algunas efímeras, como las de la Exposición
explanada rectangular ante la fachada del casco hasta rematarse en una estrecha cuña al suroeste. La iglesia del Pilar Regional Gallega de 1909.
focaliza el eje de la explanada, que se cierra hacia el noroeste por el Colegio de San Clemente. En el interior de los terrenos
Desde las perspectivas de la estructuración y morfología de la ciudad serían de destacar los siguientes aspectos:
–registrados en el mapa como “carballeira”- se enclava la iglesia de Santa Susana. Debe señalarse que la ordenación
geométrica del arbolado respondía con toda probabilidad a una “pauta” de dibujo del autor del mapa, siendo la realidad
 Su emplazamiento geométrico dentro de un esquema que podríamos asimilar a “abanico” que se abriría
la propia de un bosque crecido espontáneamente a lo largo de siglos.
desde Campo da Estrela, y que se compondría, yendo de oeste a este, del parque, de la extensa manzana
de las Hortas y de los tejidos construidos estructurados por las rúas del Franco, Villar y Nova. El “arranque” de
ese sistema de despliegue en Porta Faxeira impulsaba como así ha sido en la evolución concreta, una
relevancia de ese lugar en la estructura urbana y en los usos. Máxime cuando ese punto contactaba con
las rondas de Senra y Carreira do Conde. Aspecto singular de la ciudad, ya que la disposición del parque
como espacio de paseo y recreo se articularía directamente con los ejes vitales de las calles del recinto y
con la ronda que actuaba como vía de contacto de Santiago con otros centros del territorio cercano y de
la región.

 Su composición interior compleja, inscribiendo preexistencias como la iglesia de Santa Susana, procedente
del XII, así como la iglesia del Pilar, articulando elementos diferentes, como paseos flanqueados por
arbolado, jardines, parterres delimitados por senderos, áreas estanciales…

 Su posición como gran “charnela verde” entre el Ensanche y el recinto antiguo.

 Su incidencia en la ordenación del área de la Residencia de Estudiantes, cuyo esquema toma como
directrices los ejes de parque.

Esa relevancia del parque en la estructura urbana se corresponde con su permanente y a la vez variada incidencia

Vista de la ciudad desde la "carballeira" precedente al Parque. y capacidad focalizadora en la vida de la ciudad, muy estudiada desde distintos puntos de vista: como lugar de paseo y
de encuentro, con su integración y a la vez diversificación de flujos y ritmos de usos diversos –de niveles sociales, de edades,
En la temprana fecha de 1827 la Junta de Policía Urbana solicitó al Ayuntamiento la creación de un parque, que de motivaciones- de localización de episodios efímeros pero extraordinariamente significativas como la Exposición
eligió lógicamente esos terrenos, encargando a B. Galiano un proyecto, formulado en 1831, que no llegó a ejecutarse pero Regional de 1909, implantaciones de “elementos de la memoria”, con su amplio despliegue de monumentos escultóricos
que sin embargo proporcionó algunos de los criterios y trazados de las realizaciones posteriores. La acuarela de Gil del Rey, dedicados a personalidades gallegas, realización de fiestas y eventos de todo tipo…
de los años 40, muestra el estado de las plantaciones, la explanada, los arcos que marcan el acceso y el salón principal. A
mediados de los 50 se completó el trazado del paseo de la Herradura, formándose los paseos laterales del salón principal. La integración dentro del parque de la iglesia de Santa Susana añade considerable interés a sus significados

El dibujo de A. Barreiro nos muestra –de modo croquizado- la disposición del salón focalizado por la iglesia del Pilar y el históricos, sus usos públicos y sus valores paisajísticos.

nuevo salón principal, con sus pabellones y rejas de entrada y su fondo rematado por un trazado en elipse y focalizado por
una escalinata. En los 80 el salón del Pilar dejará paso a los Jardines de Méndez Nuñez, y se trasladará la antigua portada,
rejas y pilares a otros emplazamientos (jardín de la Universidad). A finales de siglo se realizarán otras obras de
acondicionamiento, que conformarán casi definitivamente el espacio que hoy conocemos. En momentos diferentes

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Pero, como tantas veces hemos señalado en este trabajo, sobre ese sustancial mantenimiento morfológico se
desarrolló una casi total renovación del caserío residencial, tanto en el recinto como en los arrabales, con ampliaciones
de la ocupación en planta y sobre todo con acrecentamiento de las alturas.

Por ello, en las siguientes evaluaciones utilizaremos como referentes el plano de 1907, que refleja el parcelario (lo
que no hace el plano de López Freire) comparándolo con ortofotos recientes, siguiendo un procedimiento similar al de C.
Martí en “La ciudad heredada como presente”, editado en 1995.

Los tejidos al sur del eje este-oeste (Casas Reais - Campo - Azabachería).

En la estructura de finales del XVIII, se dibuja, como acabamos de ver, una figura en forma aproximada de H, en la
que los encuentros de las tres líneas marcan dos espacios fundamentales de la estructura: las plazas del Campo (actual
Cervantes) y del Obradoiro.

Los dos trazados estructurantes sur-norte y el eje este-oeste organizan, al sur de este último, unos tejidos tejido de
cierta regularidad, marcado, como dijimos, por la parcelación gótica de frentes estrechos (la mayoría en torno a 5m. pero
en ocasiones menores y algunas veces algo mayores (hasta 7m.) y fondos notables, materializada por gruesos muros
medianeros de piedra. Pero dentro de esa área pueden apreciarse distintas variantes de ese tipo parcelario, derivadas de
las diferencias entre las manzanas que estructuran.

 Los tejidos entre Franco y Villar tienen una forma triangular, con su “proa” hacia Faxeiras. A medida que
crece la separación entre esas calles, avanzando hacia Obradorio, esa forma se ensancha, lo que originó
la disposición de una calle intermedia (Raiña) de irregular trazado. De este modo la mayoría de las parcelas
tienen fondos entre 18-20 m y 25-28 m. Las edificaciones, resultantes casi totalmente de los procesos de
Plano de Santiago. 1783. sustitución del XIX, se dispusieron sobre ese parcelario, con organizaciones interiores “compactas”,
compuestas por piezas sucesivas, con viviendas con fachadas a dos calles (debemos tener en cuenta que
Se trata principalmente de edificios comerciales y de viviendas que responden a las necesidades de la nueva
los fondos de esas viviendas son superiores a los de las parcelas, por la existencia de soportales en el lado a
burguesía mercantil. Cabe destacar la actuación de la plaza de Abastos es la inserción dentro del recinto intramuros que
Villar). Los remates de las manzanas, así como el episodio de la Plaza de Fonseca, dieron lugar a tipos
podemos considerar de mayor incidencia en el espacio público. Supone la remodelación de toda la zona que incluye
particulares.
además varios bloques de viviendas.
 La manzana entre Villar y Nova tiene una forma aproximadamente rectangular, siendo la distancia entre
ambas calles de unos 60m. Esta dimensión era patentemente excesiva en relación a los muy reducidos
frentes del tipo parcelario gótico, por lo que la división de las fincas se organizó con un “eje” longitudinal
5.3.6. Siglos XX y XXI.
interior de trazado bastante irregular, delimitando así parcelas cuyos fondos oscilan en su mayoría entre 28-
5.3.6.1. La estructuración y forma actual de los tejidos del recinto. Rasgos comunes y 32m. Las edificaciones actuales, de fondos más amplios al avanzar en las plantas superiores sobre los
particularidades de la configuración de principios del XX. soportales muy frecuentes en ambas calles, se organizan en su mayoría con patios posteriores, de modo que
las viviendas disponen de fachada a calle y fachada secundaria a patio.
Como se ha señalado en el Capítulo sobre Conformación y Evolución Histórica la estructura y la morfología de
finales del XIX-principios XX mantiene sustancialmente la existente a finales del XVIII, con los ajustes de trazados realizados  Los tejidos entre Nova y Orfas-Calderería-Preguntoiro se componen de dos manzanas, la situada al sur de
puntualmente, que han sido identificados con detalle en los trabajos de P. Costa, P. Cores, I. Moure, A. A. Rosende y otros, forma triangular, con un estrecho remate hacia Cantón de Toural, y la situada más al norte con forma
así como las reformas de mayor alcance de las áreas del Mercado y de la Facultad de Medicina. trapezoidal. En la primera los fondos de las parcelas varían de unos 10 m. en su “proa” y unos 35 en su parte

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superior. En la segunda los fondos varían entre los 50-55 m. lo que motivó, como en el caso anterior, el recurso 5.3.6.2. Las estructuraciones de los arrabales apoyados en los antiguos rueiros.
a su “división” con un eje longitudinal interior, formando parcelas en tornos a los 25m.
Nos referimos nuevamente al Capítulo dedicado a la Conformación y Evolución Histórica, en el que se hace
Siguiendo en esta área sur del recinto, es interesante considerar también las características de los tejidos mención al mantenimiento de los trazados de los antiguos rueiros, que enlazaban el recinto con el territorio de los entornos,
entre las calles este-oeste, Cantón de Toural-Plaza de Toural-Bautizados y la rúa de Senra, en los que se conduciendo a diversas villas y ciudades, si bien algunos de ellos han sido modificados en el XX. Se conservan también los
distinguen las manzanas interiores a la antigua muralla, con unos fondos entre 35- 48 m. y las situadas entre trazados de las pequeñas rúas que los enlazaban, “cosiendo” ese sistema tentacular.
Senra y Entremurallas, de fondos muy reducidos, en torno a los 12 m. Estas dimensiones conformaron en las
primeras un parcelario similar al de los casos antes descritos, y en las segundas una división con mayores La mayor parte de las edificaciones apoyadas en unos y otros caminos históricos han sido en su mayor parte

frentes, para disponer edificios funcionalmente adecuados, en mayor o menor medida sustituidos en el XIX y XX, aunque –como vemos en los Planos de Medio edificado. Cronología-persisten algunos del XVIII.

Los tejidos de la mitad norte del recinto. Tejidos de antiguos arrabales al norte del recinto.

Las áreas situadas al norte del eje de Casas Reais-Cervantes-Azabachería poseen una caracterización muy distintas
a las del área sur que hemos analizado.

Estos tejidos, delimitados por el eje este-oeste Casas Reais-Animas-Casas Reais-Azabachería, el trazado sur-norte
Troia-Porta da Pena y la ronda exterior al recinto, Hospitaliño-Rodas, se encuentran estructurados interiormente, como
hemos apuntado, por el eje Algalia de Arriba. La conformación de sus calles y manzanas presenta en general rasgos
irregulares y con cierta confusión, que dieron lugar a distribuciones parcelarias heterogéneas, dentro de las pautas de los
modelos góticos, con frentes escasos. Aparecen algunas plazas y plazuelas resultantes de confluencias de calles o por
“horadación” en las manzanas. En ocasiones se sitúan estrechos quebrados callejones o calles sin salida… Por ello las
manzanas poseen dimensiones y formas heterogéneas, con sus consecuencias sobre las estructuraciones parcelarias (en
las que incidía también, lógicamente, su mayor o menor importancia para las actividades comerciales y la
representatividad social).

 La manzana entre Algalia de Abaixo y de Arriba posee una forma triangular, con su “proa” hacia el sur, a
las Animas. Sus características parcelarias son similares a las manzanas del área sur antes estudiadas, entre
Franco y Villar, y entre Nova y Orfas-Calderería, aunque las parcelas son de menores fondos y las
edificaciones tienen fondos también más reducidas por la carencia de soportales.

 Los tejidos entre Algalia de Arriba y Moeda Vella incluyen manzanas de dimensiones y formas muy diversas:
algunas de grandes dimensiones, y formas aproximadamente rectangulares o en L, otras de dimensiones
reducidas y formas estrechas y alargadas, con quiebros y esconces. Por ello incluyen parcelas de escaso
fondo y frente similar (entre 8-10 m), parcelas de frente muy reducido y fondo medio (en torno a 4m. y 12m
respectivamente), parcelas de frentes reducidos y fondos más considerables (5m. y 20- 24m), parcelas en
PLANO DE 1796. Arrabales y posición de los conventos
esquina.

Si comenzamos nuestro examen desde el norte (Santa Clara, Basquiños, Espíritu Santo) se observa el mayoritario
predominio del parcelario antiguo, estrecho y con fondos diferentes, en algunos calles muy profundo (40-50 m), en otras
de profundidad media (25-30m) y en otros reducido (12-15 m). Por ello las edificaciones tienen fondos diferentes,

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adaptándose a las dimensiones de las parcelas, aunque en los casos de gran profundidad los edificios se disponen por lo las partes más cercanas al arranque desde la plaza las parcelas tienen lógicamente profundidades reducidas, pero a
general con fondos entre 25-30m dejando libres los espacios posteriores. medida que avanzan van adquiriendo mayores fondos, hasta llegar al tramo de San Lorenzo-Carballeira de San Lorenzo,
en que adquieren características muy peculiares, con grandes fondos, entre los 80 y los 120 m. y siempre con frentes muy
Ramificaciones al este-sureste.
reducidos o ínfimos (a veces en torno a 4m). Los edificios suelen tener dos o tres plantas.

En el este, la extensa área estructurada por las rúas Bonaval- Costiña do Monte, Do Medio-Angustias, S.Pedro, Trisca,
S. Antonio- Lagartos, Campo de S. Antonio y Belvís se organiza con manzanas de formas y dimensiones muy diferentes:
algunas estrechas y alargadas, otras de grandes dimensiones y fondos extensos… Conservan casi íntegramente el
parcelario antiguo, siempre estrecho pero con fondos diversos, dependiendo de las diferentes características de las
manzanas. Los tipos de la edificación son por ello también distintos: aparecen algunos edificios con fachadas a dos calles
(en el primer tramo de S. Pedro/Do Medio y en Do Medio/Rosario), pero la inmensa mayoría se organizan con fachada a
calle y espacio libre posterior, residuo de las antiguas huertas y espacios anejos, con fondos construidos de dimensiones
muy diversas, dependiendo de las características de las parcelas. Son frecuentes entre éstos los de escaso fondo, en torno
a 10-15 m. lo que determina plantas de superficie reducida, teniendo cierta difusión los de fondos medios (en torno a 20
m) en el lado sur de S, Pedro.

Hacia el sureste, el área estructurada por la rúas de Castrón Douro, Poxigo de Arriba, Sar y Ponte de Sar presenta
características peculiares, con un sistema agregaciones lineales sobre el eje principal, sobre parcelas estrechas, como en
todas las áreas, y fondos diferentes, desde muy reducidos a medios y extensos (incluso hasta 60 m). Los edificios tienen
fondos construidos medios en torno a los 12-15 m.

Las agregaciones hacia el sur.

En el sur del recinto el eje Ponte de San Antonio- Senra- Carreira de Conde-Rosalía de Castro sirve de apoyo a
edificaciones en su mayoría del XX, situadas sobre parcelas de distintas características: unas estrechas, manteniendo la
subdivisión antigua, otras más anchas, resultantes de agregaciones. Los edificios tienen por lo general cuatro-cinco plantas.
Plano de Laforet, Canovas y de la Gándara. 1907
Los tejidos agregados sobre los caminos hacia poniente. La importancia de las Hortas.
Las ramificaciones hacia noroeste.
Hacia el oeste encontramos, en primer lugar, las extensas manzanas de las Hortas, la del norte delimitada por García
Sabell, Carretas, Hortas y Galeras, y la del sur por Hortas, Trinidade, San Clemente y Pombal. Las dos, de forma trapezoidal, Finalmente, hacia el noroeste, se desarrolla el eje de las rúas Costa Nova de Abaixo, Pelamios y Vista Alegre,
con unos fondos en sus medianas de aproximadamente 200x200m. Las parcelas originarias eran por ello de gran manteniendo sus trazados antiguos la primera y la última, y encontrándose modificado por trazado reciente el tercero. Las
profundidad, siempre dentro de las pautas de frentes estrechos, salvo la parcela de gran superficie en que se asienta el parcelas que se agregan sobre las rúas cuyos trazados se conservan presenta características típicas, con frentes estrechos
antiguo Asilo de Carretas, recientemente convertido en Centro de Acogida de Peregrinos, La manzana norte mantiene y profundidades reducidas o medias. La mayor parte de los edificios proceden de las primeras décadas del XX, salvo en la
ese parcelario en los frentes a Carretas y Hortas, y la sur en casi todo su perímetro. Las edificaciones, en su mayoría del XIX mayor parte de Pelamios, en la que se sitúan edificaciones de la segunda mitad del XX, con tipos de bloques lineales, de
y XX, con algunas pocas del XVIII, presentan frentes reducidos o muy reducidos, con fondos medios entre 15-20 m. aunque largos frentes y fondos convencionales entre 12-15m.
en ocasiones alcanzan hasta los 30 m. Por ello dejan en el interior de las parcelas extensos espacios libres, residuos de las
antiguas huertas, que en algunos casos se mantienen aún hoy en cultivo.

Más al oeste desde la Plaza Campo das Hortas, arrancan varias rúas, tres de ellas con trazados originarios (Poza de
Sar-San Lorenzo, Oblatas y Carme de Abaixo) que sirven de apoyo al usual sistema de edificios agregados linealmente. En

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5.3.6.3. El recinto y los arrabales históricos en la estructura actual de la ciudad. En el caso particular de Santiago, esta declaración implicó la delimitación del ámbito de protección, lo que a su
vez conlleva una primera valoración de lo que se valora como patrimonio en el contexto de la ciudad. A esta declaración
En el cap. sobre Conformación y Evolución Histórica se exponen unos sucintos apuntes sobre las relaciones del y primera delimitación le seguiría un texto normativo de aplicación, en el que se concretan los parámetros valorados, los
recinto y de los tejidos externos históricos con: que se consideran en detrimento de estos valores, y en qué manera se permite incidir sobre ellos, bien para potenciarlos,
bien para hacerlos desaparecer en cada caso. Estas Ordenanzas Especiales, redactadas por el arquitecto Pons Sorolla, en
- El Ensanche de los 30-60 del XX.
el año 1951, regulan alturas de edificación, condiciones estáticas y de uso y, algo novedoso dentro de los espacios

- El campus universitario. catalogados: se prohíbe las construcciones en una serie de ámbitos que se consideran de interés por su actividad
tradicional agrícola.
- Los crecimientos posteriores a los 40 fuera del Ensanche.
En definitiva, todas estas medidas que se tomarán a partir de aquella primera declaración han permitido la
- Las infraestructuras de transporte. evolución controlada de la ciudad. Esta evolución, que valoramos como positiva en términos generales, ha permitido el
mantenimiento de la variedad tipológica y estilística del parque edificado, que va desde los conjuntos monumentales
- El Plan Fontiñas- Area Central.
hasta arquitecturas tradicionales más relacionadas con el mundo rural que con el fasto eclesiástico de las primeras.

- Algunas operaciones urbanas de incidencia estructural, como la Avda. Juan XXIII y su dársena
En La evolución de las licencias de obras en el centro histórico de Santiago de Compostela. Alonso y Bonino analizan
de estacionamiento de autobuses y de automóviles de visitantes, el proyecto de la estación AVE y el
de forma estadística las obras llevadas a cabo en la edificación a través del análisis de las licencias solicitadas al Concello
concurso para estación de autobuses.
entre los años 50 y 80 del siglo XX:

- La implantación de grandes equipamientos administrativos (sedes del Parlamento y de la


1850- 1899: mayor actividad constructiva, centrada en reconstrucción y reforma de huecos de fachada y en la
Xunta) culturales (Auditorio) y congresísticos (Palacio de Congresos).
construcción de nuevos edificios y ampliación de los existentes. Escasas obras de reforma y reparación.

- La actuación singular de la Ciudad de la Cultura.


1900- 1949: gran descenso de las obras de edificación, reedificación y ampliación. Descenso también en las obras

- Las actuaciones en nuevos parques, dentro de los marcos del PGO. de fachadas, centrándose en su mantenimiento más que en la remodelación de huecos. Cobran importancia las reformas
interiores, especialmente en las plantas bajas, lo que denota una activación comercial. Destacan las obras de
Por otra parte, en el cap. sobre Arquitecturas Contemporáneas se consideran las implicaciones que sobre la saneamiento, sobre todo entre los años 20 y 40.
estructura y morfología histórica han tenido algunas arquitecturas de lenguajes actuales y de contenidos dotacionales,
como el CGAC o la Biblioteca Pública en Juan XIII. 1950- 1982: Se mantiene la tendencia de aumento en las reformas y reparaciones, entre las que siguen siendo
mayoritarias las de locales en planta baja. Se incrementan notablemente las licencias para rótulos y escaparates. Las
Nos remitimos por ello a lo apuntado en esos capítulos edificaciones de nueva planta y ampliaciones constituyen casos excepcionales. Las fachadas son objeto de trabajos de
mantenimiento, raramente se realizan reformas de huecos.
Para un encuadre más general, nos remitimos a la Memoria del PGO, redactado por Oficina de Planeamiento, así
como a las distintas publicaciones realizadas con posterioridad a la aprobación de ese Plan. Años 80: aumentan las reformas interiores, motivadas por un mayor interés en la zona histórica. Éste a su vez es
propiciado por el aumento de la comunidad estudiantil y de funcionarios y la escasa previsión de suelo urbanizable del
5.3.6.4. Protección.
PGOU vigente. En cuanto a los locales de planta baja, sufren más reformas los situados en las calles comerciales y de
esparcimiento.
La declaración de Santiago Conjunto histórico artístico en el año 1940 fue crucial para su futuro en todos los sentidos
y, en particular para el que nos ocupa. A partir de ese momento se suceden las políticas de protección del patrimonio, en
Esta diferencia en cuanto al interés por las plantas bajas frente a las de piso genera un gran contraste en el estado
una interesantísima secuencia de figuras legales y criterios distintos que nos hablan también de la evolución en un contexto
de los edificios, muy acondicionados en sus locales y con graves carencias aún en las viviendas.
mayor. No hay que olvidar que la valoración y la protección del patrimonio son conceptos que surgen a finales del XIX y
sus primeras reacciones ocurren ya durante el siglo XX, fundamentalmente tras las diferentes guerras que asolaron a los
países de la vieja Europa.

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No obstante, sí se observa un aumento en la rehabilitación de edificios, fomentada bien por promotores
inmobiliarios, bien por particulares o bien por administraciones y organismos públicos. Estas se llevan a cabo principalmente
en edificios vacíos.

5.3.6.5. Intervenciones.

Intervenciones recientes a través de los Fondos Estatales de Inversión Local (FEIL).

Intervenciones en el ámbito de Raxoi. Año 2008.

Intervenciones en el ámbito de Costa do Galo. Año 2008.

Intervenciones en el ámbito de Espíritu Santo. Año 2008..

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Intervenciones en el ámbito de San Pedro. Año 2008. Promovidos por la Oficina de Rehabilitación. Intervenciones en el ámbito de Olvido. Año 2008.

5.3.7. La influencia del Plan Especial en la evolución de la ciudad y la creación del Consorcio de
Santiago.

En los últimos años son numerosas las actuaciones llevadas a cabo, especialmente en el casco urbano. Éstas labores
de renovación han sido llevadas a cabo por el Concello, con el apoyo del Consorcio de Santiago.

Sin lugar a dudas, la creación del Consorcio de Santiago es un ejemplo a seguir en cuanto a su capacidad
operativa en atención a sus principios fundadores. El Consorcio cumple así su función coordinadora y centralizadora de
todas aquellas actuaciones que puedan afectar al ámbito delimitado dentro del Plan Especial. Sus acciones abarcan un
amplio rango, desde la coordinación interadministrativa hasta la atención directa a los ciudadanos, a los que apoya en
todo el proceso con asistencia administrativa y técnica. La creación de una oficina técnica y un taller de proyectos
sobrevuelan también los ámbitos profesionales, desde el más teórico de aplicación de criterios de intervención, hasta los
más prácticos de los oficios, en cuanto a la recuperación y valoración de técnicas olvidadas pero necesarias.

Fruto de esta coordinación, las actuaciones llevadas a cabo junto con el Concello son numerosas, provenientes de
diferentes iniciativas e instituciones, y llevadas a cabo con fondos de igual procedencia variada. No obstante, la labor del
Consorcio se desarrolla en el apartado 14 de esta Memoria.

Intervenciones en el ámbito de Belvís. Año 2008.


Entre las actuaciones urbanas recientes destacamos las de renovación de espacios urbanos, parques y espacios
libres, así como algunas actuaciones singulares en edificios de interés histórico.

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5.3.7.1. Actuaciones en el espacio urbano.

 Rua do Galo.

Rua do Galo en la actualidad.


Imágenes de la calle Campo do Galo en 1910 y en 1950.

 Campo de Santo Antonio.

 Rúa das Hortas.

 Rúa Poza do Bar.

 Rúa Espíritu Santo.

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 Rúa Basquiños.

 Rúa Costiña do Monte.

 Rúa de Sar (fuera del ámbito).


Plaza de San Clemente.

 Rúa do Medio.

 Rúa San Pedro.

 Praza de Marcial Villamor.

 Praza de San Clemente.

Obras de renovación de la calle Carretas.

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5.3.7.2. Actuaciones en parques y espacios verdes. Parque de Belvís

Parque de Bonaval (1990-1994) El parque de Belvís se sitúa al Este del casco histórico, ocupando una vaguada por la que discurre un pequeño
arroyo afluente del Sar, separando la ciudad de los grandes edificios del Convento de Belvís y el Seminario Menor. Menor,
El parque de Bonaval se inaugura el 1994, obra de los arquitectos Alvaro Siza e Isabel Aguirre, se ejecuta de manera constituyendo una especie de foso natural de la ciudad medieval. Desde su parte más alta se disfrutan vistas singulares de
simultánea al Centro Gallego de Arte Contemporáneo (A. Siza), ocupa una extensión de 35.000 m2, en lo que fue la antigua toda la ciudad.
finca (huertas y cementerio) del convento de Santo Domingo.

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Finca do Espiño. Paseo Fluvial del Sarela

El proyecto consiste en el acondicionamiento de la "Finca do Espiño" para su uso como parque público y en la Recorrido lineal a lo largo del cauce del Sarela, su tramo urbano discurre desde la curtiduría de Pontepedriña
rehabilitación del edificio existente: un palacete modernista realizado por J. López de Rego en el año 1910, con dos plantas hasta el Carme de Abaixo, con algo más de 2 km de longitud, se ejecutó por fases a través de fondos europeos (Urbana
de altura y una capilla anexa. El autor del proyecto es prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel. Norte).

La actuación abarca una superficie de 26.000 m, e incluye el acondicionamiento del parque para uso público, la
rehabilitación del palacete para uso institucional, y además una construcción residencial para personas mayores que no
se enmarca dentro de este proyecto.

Las obras de urbanización y parque público de la Finca do Espiño, se adjudicaron el 30 de junio de 2013, sin que
tengamos noticias de que se hayan iniciado los trabajos a día de hoy

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5.4. Evolución normativa. Los marcos de regulación urbanísticos y edificatorios de Santiago, En nuestro contexto, a mediados del XVIII, por tanto con anterioridad a las Ordenanzas de Santiago, los documentos
de mayor influencia fueron probablemente las Ordenanzas de Corregidores dadas por Fernando VI en 1749 con carácter
desde finales del XVIII a comienzos del XX.
general, junto a las Ordenanzas de algunas ciudades de particular relieve, como Madrid. Las Ordenanzas de la capital,
5.4.1. Los marcos generales en el XVIII. redactadas por Teodoro de Ardemans en 1719 sustituyendo las anteriores de 1661, se caracterizaron por una conjunción
de criterios “empiristas”, a partir de la identificación de las frecuentes carencias o deficiencias de las normas anteriores,
5.4.1.1. Antecedentes.
junto a perspectivas propositivas vinculadas, aunque no de modo trabado, con la emergente cultura ilustrada. Los

Como es bien sabido, la regulación de la policía municipal hasta el cambio dinástico, con el modelo de los documentados estudios de Beatriz Blanco, Pedro Navascués y otros investigadores ofrecen detalladas evaluaciones de sus

Borbones, se asentaba en marcos locales y en los fueros territoriales de los antiguos Reinos. El reforzamiento del poder aportaciones.

centralizador de la Monarquía desde mediados del XVIII conllevó el establecimiento estatal de marcos reglamentarios
Paralelamente, es necesario considerar la influencia que en López Freire y en la cultura profesional y administrativa
obligatorios para los Ayuntamientos, restringiendo las competencias de democracia vecinal tradicionales, pero, como
de Santiago tuvo sin duda el cambio del pensamiento arquitectónico que se desarrolló desde la segunda década del XVIII,
señala Jordana de Pozas, sin conceder a las ciudades medios para su eficiencia administrativa, al orientarse por unos
en buena parte por la difusión de tratados franceses e italianos, defensores de criterios racionales en la composición de las
horizontes fundamentalmente subordinados a los intereses de las capas dominantes, y sin proporcionar los mecanismos
arquitecturas, en sus fundamentaciones técnicas, su adecuación a los usos, sus consideraciones de la conveniente
económicos necesarios para acometer los problemas de salubridad, de seguridad y de ornato que figuraban en las
economía, con la referencia formal de un “nuevo clasicismo” (por ejemplo, con la publicación del tratado de Diego de
motivaciones de esas disposiciones.
Villanueva en 1761, la difusión del Essai sur l’Architecture de Lugier, de 1753…)

Las Ordenanzas de Intendentes y Corregidores dictadas en 1749 contenían así numerosas indicaciones respecto a
En ese proceso de “cambio de gusto” tuvieron también un papel importante los ejemplos derivados de las ideas,
la policía urbana, reiteradas en la Instrucción de 1788.
los proyectos y las obras derivados de la incorporación de arquitectos extranjeros,franceses (Carlier, Marquet) y sobre todo

Las Novísimas Recopilaciones recogieron las distintas disposiciones sobre esta materia, destacando por ejemplo las italianos, que conformaron la llamada “Escuela de Palacio” (Bonavia, Sachetti…) centrados sobre todo en Madrid, en la

relativas a reedificación de solares yermos, empedrados de calles, industrias insalubres e intervención de la Real Academia esfera de la monarquía y la aristocracia, y por supuesto los ejemplos de la absorción de ese nuevo pensamiento por

en los planos de las obras públicas. grandes personalidades como Ventura Rodríguez.

5.4.1.2. El contexto cultural general y los marcos de incidencia estatal a través de la Real Todo ese complejo y en parte conflictivo proceso, casi definitivamente estudiado, entre otros autores por A. Bonet
Correa, F. Chueca, C. Sambricio, J. Hernando, P. Navascues, D. Rodríguez…) tuvo un punto de “coagulación” fundamental,
Academia de San Fernando.
en cuanto a su repercusión política, administrativa y cultural, en la creación de la Real Academia de las Nobles Artes en
El proceso de elaboración de las Ordenanzas de 1780 y los contenidos y efectos de las mismas han sido muy 1752, concluyendo los trabajos que había desempeñado la Junta Preparatoria desde encomendada por el rey desde
estudiados: nada podría añadirse a las documentadas investigaciones de A.A Rosende. Quizá fuera importante añadir, 1744. Desde 1757 la institución imparte estudios de arquitectura, con la consiguiente expedición de títulos, y va
para la adecuada comprensión de esa iniciativa en el contexto de su época, y también para situar su prolongada progresivamente reforzando su poder con la creación de la llamada Comisión de Arquitectura, en 1786, en la etapa de
vigencia, algunos apuntes sobre esas “políticas de la ciudad” en otros centros españoles. En un sugerente trabajo, Antonio dirección de P. Arnal, que, como es bien sabido, tendrá notable incidencia en el control de importantes obras en Santiago.
Bonet Correa sintetizó el estado de la ordenancística durante el XVIII, después de las fragmentarias y dispares normas que
fueron estableciéndose en las ciudades españolas desde la “baja edad media” hasta finales del XVII. En la elaboración de
5.4.2. Las ordenanzas de 1780.

esas nuevas políticas fue de gran importancia la influencia francesa: Luis XIV había creado en 1667 el cargo de Lieutenant 5.4.2.1. El proceso de elaboración por López Freire.
de Police de París, abriendo una práctica administrativa regularizada y con fuerte poder decisorio, en un clima de creciente
atención a esas nuevas cuestiones, que dio lugar por ejemplo al Traité de la Police, obra de N. De la Mare y otros estudiosos, La elaboración y el establecimiento de las Ordenanzas de Santiago, en1780 (con incidencia práctica desde esa

publicada en 1705, con un tratamiento detallado de los distintos aspectos que componen la ciudad, con unos objetivos fecha, aunque publicadas oficialmente diecinueve años después) se situó patentemente en ese clima general de

ilustrados de interrelación de los distintas componentes de las infraestructuras, los trazados, las edificaciones, las innovación urbanística y arquitectónica. Pero, sin tratar de aminorar su importancia, es necesario señalar que su

escenas…Pero en nuestro país esos ambiciosos y complejos planteamientos tardarían en impregnar nuestra cultura formulación respondió a imperativos exteriores: la perentoria Instrucción del Real Consejo de Castilla, en 1774,exigiendo a

urbanística, que fue procediendo más bien de modo acumulativo y empirista, sumadas a esas influencias de la las autoridades municipales la disposición de una normativa que afrontase los muy graves problemas que habían ido
modernidad ilustrada europea de escasa difusión. acumulándose en la ciudad desde tiempo atrás, y sobre todo las extremas deficiencias de las vías de acceso, calles y

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plazas, expresadas en trabas y estrangulamientos de sus trazados, carencia de pavimentaciones, problemas de Resumimos sus características fundamentales, en cuanto a las condiciones de la edificación:
salubridad…
- Obligatoriedad de licencia para cualquier tipo de obra. Sin disponer de un “plan de
Como ha sido estudiado por autores como A.Rosende, P.Costa y otros, el Ayuntamiento, asumiendo esa imperativa alineaciones” general, aspecto entonces de muy difícil elaboración, por carencias técnicas, urgencia
Instrucción, procede a encargar en 1775 un reconocimiento del estado de todos esos aspectos…del que se desprendieron de plazos y contexto social y económico, las Ordenanzas se enmarcan en una perspectiva empirista,
conclusiones extremadamente desfavorables (por otra parte bien conocidas, o mejor dicho “sufridas”, desde hacía tiempo relegando a estudios particularizados de cada petición de obras el establecimiento de alineaciones,
en la vida cotidiana de la ciudad, pero que no habían sido sistematizadas documentalmente hasta ese momento, y sobre considerando “si causa detrimento al común estrechando calle, mudando camino o faltando a una
todo en perspectivas operativas). prudente simetría·

Lòpez Freire, que participa de modo descollante en ese informe, centra su atención en las malas condiciones de la - Prohibición de nuevos cuerpos volados, con el fin expreso de mejorar las condiciones de
edificación (recurriendo frecuentemente a la autoridad de las Ordenanzas de Madrid, de Ardemans), los trastornos y iluminación natural y de circulación de jinetes y carruajes. Este precepto fue de importancia
riesgos generados por los trazados y las secciones viarias, los “cuerpos volados”, los problemas de servidumbres de luces y fundamental, ya que como es bien conocido, el caserío anterior se caracterizaba por la frecuente
de soleamiento y aireación, los problemas ocasionados por las “aguas sucias” procedentes de los edificios, proponiendo presencia de cuerpos volados desde el plano de fachada de planta baja, con dos procedimientos:
en este último aspecto, sin duda el más grave, muy innovadoras proposiciones en cuanto a la perentoria necesidad de un mediante avance de los muros medianeros con ménsulas de sección curvilínea en sillería, fórmula
sistema de alcantarillado “moderno”. medieval presente por otra parte en todo el caserío de origen medieval de la cornisa cantábrica y en
las villas gallegas, o con vuelos de vigas de madera. Esas soluciones reducían obviamente la sección de
Pero es importante destacar, para la comprensión del clima ideológico en el que se realiza ese trabajo, que las
la calle, dificultando el tránsito de carruajes y caballerías y reduciendo la iluminación, deficiencia
Ordenanzas con sus atenciones a casuísticas particularizadas, su meticulosidad empiristica sobre los temas más relevantes
además reforzada por el considerable vuelo de los aleros de cubierta, para vertido directo de aguas
y frecuentes, se inscribían, en el pensamiento de López Freire, en un horizonte más amplio, con lasorientaciones
pluviales.
transformadoras de la Ilustración. Expresa muy bien esa actitud en la Advertencia Preliminar, en la que defiende las
Ordenanzas –las concretas de Santiago pero también en su encuadre en los retos de gobierno civil y modernizador en la - La previsión del derribo de cuerpos volados que se consideren extremadamente perjudiciales,
sociedad de su tiempo- subrayando “que refrenan las pasiones, la codicia y los deseos desordenados de los hombres (…) como los de las puertas de Faxeira, del Camino o de San Roque, o se encuentren ruinosos. Se establece
corrigen y reforman las obras perniciosas de algunos para el bien de muchos (…) como columnas fuertes de la salud y una cierta condescendencia frente a otros volados existentes, con criterios que hoy llamaríamos de
prosperidad común”. Desde la perspectiva, ya no actual, sino de la cultura urbanística de finales del XIX, esas expresiones “moratoria”, hasta que se encontraran en estado ruinoso.
pueden considerarse como retóricamente ingenuas…pero deberían ser apreciadas para entender que Freire situaba esa
- La ordenación de la edificación en cuento a homogeneidad de volúmenes y ordenación
primera medida reguladora en una perspectiva procesual más amplia, abriéndose a modificaciones, a incorporación de
regular de los huecos, evitando las disposiciones hasta entonces frecuentes, de modos casuales, dispares
nuevos instrumentos, ampliaciones temáticas, etc. No podía prever López Freire que esa norma perduraría hasta un
e irregulares; la sujeción de los planos de fachada a las alineaciones fijadas en cada caso; la solución
centenar de años más, en contraste con las fuertes transformaciones sociales, económicas, técnicas que se desarrollarían
de las esquinas con chaflanes, etc.
en ese largo período.

- La previsión de demolición de edificios en ruina, en casos de “indigencia” de la propiedad o


5.4.2.2. Las normas relativas a edificaciones, trazados viarios, pavimentaciones de espacios
desconocimiento de propietarios, a ejecutar por el Ayuntamiento con previsiones sobre resarcimiento
públicos, salubridad y ruinas. La propuesta de 1775
de costes.

Las Ordenanzas, remitidas al Ayuntamiento para su aprobación en 1775, comprenden 111 artículos, de los cuales
- La prohibición de apuntalar edificios en mal estado, con una casuística en parte discrecional.
los 22 primeros, agrupados en un epígrafe titulado “en cuanto a obras”, se refieren directamente a cuestiones relacionadas
con las edificaciones y los trazados. Los restantes 89 artículos, enmarcados en el epígrafe titulado “abastos”, afectan a la En lo que concierne a los espacios públicos, las normas esenciales se refieren a:
regulación de los suministros de productos y la organización de los mercados.
- La pavimentación de calles, plazas y soportales, estableciendo las superficies a pavimentar a
Nos referiremos sólo en estas notas a ese primer epígrafe, por su incidencia directa en la ordenación edificatoria y partir de las líneas de fachada y soportales.
urbanística de la ciudad.

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- Los modos de contribución de los vecinos a las obras de pavimentación. agregación de problemas derivados del crecimiento urbano, desarrollo económico y conflictividad social acabaran por
hacer imperativa la intervención directa de la administración.
- La supresión de poyos, montaderos y otros elementos que disturbaran el tránsito de caballerías
y carruajes, incidieran en la seguridad de personas que se desplazaran a pie, etc. En efecto, como señala Martín Bassols, en las regulaciones enmarcadas en ese contexto “la policía urbana se
vincula al concepto de orden público, con sus elementos caracterizadores sobre la tranquilidad, la seguridad y la
- La regulación de las ruedas de los carros, exigiendo llanta de hierro ancha y clavos poco
salubridad, y “queda reducida a una manifestación administrativa de carácter meramente preventivo y sancionador
salientes (tema que desde nuestra óptica actual puede parecer de importancia secundaria, pero que
contra sus transgresiones”.
ocupaba un papel prioritario en las preocupaciones ilustradas de la época, por los muy considerables
desperfectos que en las calzadas de la villa y accesos causaban las ruedas de llanta estrecha y clavos En la progresiva agregación de instrumentos de ordenación desde la tercera década del XIX adquirieron
salientes, y que generó no pocos conflictos). importancia creciente las técnicas de las alineaciones a vías públicas, procedimientos ya existentes desde épocas
anteriores pero con regulaciones no suficientemente definidas en cuanto a su eficacia operativa. Es importante en este
En cuanto a condiciones de salubridad e higiene, los aspectos más importantes son los siguientes:
aspecto la Real Orden de 1846 sobre formación de planos geométricos de las poblaciones, identificando su estado actual
y definiendo gráficamente las alteraciones que hubieran de hacerse en el futuro, aplicable a todos los asentamientos “de
- La obligatoriedad de la canalización oculta de los desagües domésticos
crecido vecindario”, criterio general que poco después fue delimitándose a capitales de provincia y otras poblaciones
- La prohibición de verter inmundicias a la calle desde las ventanas de las casas importantes, ante las carencias económicas y técnicas que implicaban esas prescripciones generalizadoras. En 1859 otra
Real Orden, impulsada por el Ministro Posada Herrera, reafirmó y precisó el contenido instrumental de esos planes.
- En fin, las Ordenanzas contemplan el problema de los edificios ruinosos, sobre todo en las calles
“principales”, estableciendo unas normas que, como las anteriores tendrán un largo recorrido en el 5.4.4. Reglamentos e instrucciones establecidas en Santiago a lo largo del XIX.
derecho urbanístico:
A lo largo del XIX varios, Bandos, Reglamentos e Instrucciones irán especificando sus previsiones o abordando
- La obligación del Concejo, en casos de edificaciones en ruina y de propietarios insolventes, de nuevos temas: pero lo más importante desde la perspectiva del Plan Especial, en el indispensable entendimiento de los
proceder a la reedificación, resarciéndose de los costes con su posterior arrendamiento. modos y procedimientos de la configuración edificatoria y urbana a lo largo del XIX, que constituye gran parte de la
“ciudad histórica heredada”, es su sustancial permanencia hasta comienzos del XX.
Desde la presentación del proyecto en 1775 se registraron numerosas polémicas, sobre todo en los aspectos relativos
a la regulación de pavimentos y participación de los particulares en los costes, saneamiento, etc. obviamente inducidas El Bando de Policía Urbana de 1827.
por las capas de propietarios afectadas, comerciantes, transportistas… El informe efectuado por la Academia, redactado
por Ventura Rodríguez, ratificó sustancialmente las propuestas iniciales, en un proceso que desembocó en la aprobación Puntualiza y desarrollas algunos aspectos de las Ordenanzas relativos a la seguridad de los edificios, atendiendo

de las Ordenanzas en 1780. sobre todo a los ruinosos, y a la salubridad e higiene, en temas importantes sobre esos aspectos, pero sin interés para los
objetivos de este documento.
5.4.3. Los marcos de regulación en el XIX. La ideología y la política liberal y su expresión en la
Instrucciones de 1832.
ordenación de la ciudad.

Responden a la inquietud ante un brote de peste que había alcanzado a países cercanos. Reanudan y especifican
En el Antiguo Régimen la policía municipal, urbana y rural, comprendía la totalidad de los contenidos de la vida
aspectos del Bando anterior y efectúan algunas aportaciones con incidencia en el análisis de los procesos edificatorios.
local, con independencia de que sus disposiciones tuvieran mayor o menor cumplimiento. Es decir, no sólo incluía
Por ejemplo, requieren embutir las canalizaciones de aguas sucias en los muros hasta su conexión con sumideros, suprimir
restricciones a la actividad de los particulares sino también previsiones o exigencias de actuaciones positivas y realizaciones
letrinas y muladares adosados a las edificaciones o en espacios libres traseros, trasladan la Alhóndiga, hasta entonces bajo
materiales.
la Casa Consistorial, a la Puerta del Camino, establecen nuevas localizaciones para herreros y venta de leña y carbón. Y

En cambio, en los esquemas administrativos impregnados o influidos por las ideas liberales que se desarrollarán aspecto importante por su repercusión en la escena edificada, exigen blanquear las fachadas de mampostería.

desde 1812 predominarán los primeros aspectos, reguladores, preventivos, sancionadores, pero con menor presencia de
determinaciones activas de la administración sobre los particulares o de previsiones de servicios públicos…hasta que la

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Reglamento de 1834 y Bandos de 1848. 5.4.5. Las ordenanzas de 1907.

Insisten en cuestiones de salubridad, así como en temas ya dictados en las anteriores normas, como cierre de 5.4.5.1. El contexto general: debates y disposiciones legales en la segunda mitad del XIX y sobre
callejones, faroles en calles, achaflanamiento de esquinas, prohibicición de carros ferrados de llanta estrecha y de clavos todo en su etapa final.
salientes… evidenciando que su cumplimiento no había sido satisfactorio.
El cambio de contexto social, económico y cultural de finales del XIX induciría al fin unas nuevas actitudes en el
Un texto del Alcalde Narciso Zepedano, de 1848, ilustra el deficiente estado de los espacios públicos y escena Consistorio, advirtiendo la inoperancia de muchos aspectos de las sucesivas reglas dictadas desde 1780 y la necesidad de
urbana de la villa, después de casi 70 años de reglas dictadas para su mejora: “las calles y las plazuelas obstruidas casi contemplar desde perspectivas “modernas” las cuestiones urbanísticas y edificatorias.
siempre, unas con puestos ambulantes, otras con escombros y materiales de obras (…) todas sin excepción con el tránsito
Debemos tener en cuenta los considerables debates políticos y culturales desarrollados en torno a la ordenación
de cerdos y otros animales, y cubiertas de inmundicia, presentan un aspecto feo, repugnante, y poco favorable a la
urbana desde mediados del XIX, así como la aprobación de importantes disposiciones estatales y de la elaboración de
población”.
planes municipales inscritos en esos nuevos ho4izontes de modernización. La obra de M. Bassols sobre la Génesis y Evolución
Las deficiencias de limpieza y salubridad de los espacios públicos se debían en gran parte a las escasas del Urbanismo español (1812-1956) puede servirnos como referencia, en sus documentados y exhaustivos análisis, para
posibilidades económicas del Ayuntamiento, que reconocía no poder contratar, como sería necesario, una compañía de evaluar el alcance de esos procesos.
peones para esas tareas…por lo que la respuesta política volvía a hacer recaer la responsabilidad en los vecinos.
5.4.5.2. Criterios y contenidos de las ordenanzas de 1907.
Bandos de 1859 y 1864. Otras disposiciones hasta 1900
Atendiendo a esas nuevas perspectivas, Lino Torres, como presidente de una comisión técnica creada a ese efecto,
El extenso articulado de 1859 reitera reglas anteriores, y contiene algunos aspectos de interés en la perspectiva de presentó en 1905 unas nuevas Ordenanzas para su discusión por el Ayuntamiento, para sustituir las vigentes desde 1780.
estas notas, como es la regulación de enseñas y muestras, exigiendo su disposición a plano de fachada, la prohibición de
hacer avanzar escaparates sobre ese plano, la exclusión de tejadillos sobre puertas, todo ello con el fin de mejorar los Esa propuesta, aprobada en 1907, después de aportaciones municipales y de un proceso de alegaciones vecinales,

desplazamientos de jinetes. incluye un prólogo –que hoy denominaríamos “documento de criterios y metodología”- un Título preliminar, breve recensión
de la historia de la ciudad y diagnóstico y tres Títulos normativos.
El Bando de 1864 contiene una interesante exigencia: la obligatoriedad de recoger las aguas pluviales mediante
canalones, de plomo, hojalata o zinc- esmaltados , que discurrirían adosados a fachada hasta la altura del primer piso, En el Título I se establecen las figuras de Arquitecto y Sobrestante Municipales; se distinguen obras mayores y

debiendo incrustarse en el muro hasta acometer al alcantarillado. menores, fijando la documentación mínima de las primeras y los modos de concesión de licencias en uno y otro caso; se
exige la dirección de un facultativo en la redacción de los proyectos y la dirección de las obras; se regulan de modo
Varios Bandos posteriores reiteran esas exigencias, con pocas novedades. Las cuestiones relativas a los trazados diferenciado las obras de nueva planta y las de reforma; en las obras de nueva planta se establecen los procedimientos
urbanos y la edificación son casi irrelevantes, salvo la insistencia en algunos aspectos como el blanqueo de las para el establecimiento de alineaciones, con previsión de valoraciones de las superficies que el Ayuntamiento apropie o
edificaciones. expropie; y se fijan criterios sobre posibles correcciones de alineaciones en obras de reforma.

Evidencian la preocupación municipal por el decoro de la villa, sobre todo en ocasiones de Año Santo…pero al Aspecto de gran interés, por primera vez se regulan en la ciudad aspectos de ordenación interior de las
mismo tiempo son testimonios de la persistencia de los problemas. edificaciones, relativas a habitabilidad y salubridad, así como a eficiencia funcional en las obras de nueva planta. (Art.s
35-42). Se exigen patios en caso de disponer piezas habitables sin contacto directo con fachadas exteriores o interiores,
regulando sus dimensiones mínimas (2,5 m. de distancia mínima entre paramentos y 15 m2 de superficie mínima total) en
caso de disponer dormitorios, aplicable a edificios de dos o más plantas; se establece una superficie mínima para
dormitorios; se fijan condiciones dimensionales y de trazado de las escaleras; y se requiere la dotación obligatoria de retrete
en cada vivienda, con luz y ventilación directa a patios o huertas, así como distintos requisitos higiénicos sobre tuberías,
atarjeas de sifón hidráulico, pozos negros y otros aspectos.

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En cuanto a las obras de reforma (Arts. 43-46) se prohíbe consolidar las fachadas que deban corregir sus Valladolid). Probablemente Santiago se ha visto libre de esos esquemas, salvo alguna excepción, por las características
alineaciones, según R.O. de 1878, autorizando obras de mejora en las fachadas conformes a alineaciones, con algunas de la morfología de su recinto central, y por la débil presión de los procesos inmobiliarios en esas décadas sobre las áreas
condiciones, entre otras que no atenten contra el ornato (aplicándose en esos casos criterios de recomposición) que presentaban parcelas de gran profundidad, localizadas sobre todo en los arrabales de rueiros.

La regulación de las alturas, tanto en obras de nueva planta como en reformas con levantes, se regulan en función 5.4.6. La declaración de conjunto histórico-artístico en 1940.
de las tres categorías establecidas para las calles según su sección, con alturas máximas de tres plantas y ático en todos
5.4.6.1. Los marcos existentes en la segunda mitad del XIX y primeras décadas del XX.
los casos. La Real Orden de 1854 establecía tres categorías de calles, de más de 14 m. entre 9 y 14 y entre 6 y 14,
prohibiéndose en las de ancho menor a 6m el paso de carruajes. La inserción en u otra categoría se traducía en esa En España el establecimiento de marcos para la protección del patrimonio histórico surgió sólo a mediados del XIX,
regulación estatal en regulación de las alturas métricas a cornisa y altura de pisos, con una graduación diferente según las con retraso respecto a las iniciativas de la Restauración en Francia y de las medidas poco posteriores desarrolladas en otros
plantas. Pero las Ordenanzas de Santiago definieron esas categorías, con tres tipos de menores anchos. Por ejemplo, en países, como Italia o Reino Unido. Consistían casi exclusivamente en las figuras de las Comisiones Provinciales de
los edificios situados en calles de primer orden (10 m. o más) se autorizó una altura máxima de 20m. graduando la altura Monumentos, creadas en 1844, y que tenían un carácter honorífico, no encuadrado administrativamente, añadiéndose a
de pisos, de bajo a último (4,5, 4, 3,70, 3,50 y 3 en al ático). Se autorizan también entresuelos, entre la planta baja y el piso una Comisión Central presidida por el Ministro de Gobernación. Su marco normativo fue la ley de 1858 sobre Monumentos
principal, con una regulación en cuanto a su manifestación a fachada, prohibiendo balcones y aconsejando menores Provinciales y Locales
recursos ornamentales que en las restantes plantas. Se autorizan buhardillas, pero prohibiendo su uso vividero, esto es sólo
como desvanes o espacio auxiliares, y prohibiéndolas cuando fueran visibles desde la acera de enfrente del edificio o a Sólo en 1900 se conformó una estructura algo más sólida, con la creación del Ministerio de Instrucción Pública y
distancia inferior a 3m. no autorizando tampoco casetones sobre las cubiertas. Bellas Artes, que integraba una Dirección General de Bellas Artes a la que se encomendaban, entre otras, funciones la de
tutela de los edificios monumentales. Poco después, en 1910, se creó la Inspección General de Monumentos, a imitación
Una serie de normas regulan vuelos de balcones y galerías, cornisas y aleros, así como la disposición de escaparates del sistema francés de comienzos del XIX, paralela a la D. Gral, que fue reconfigurada en 1930.
o elementos de ornato respecto respecto a plano de fachada (15 cms)
En 1926 un Decreto Ley sobre Protección y Conservación de la Riqueza Artística obligaba a los ayuntamientos a
En cuanto a las reglas de ornato de los edificios (Arts. 77-83), siguiendo los gustos eclecticistas imperantes en esa levantar planos que delimitasen zonas con servidumbres de “no edificar libremente”, además de señalar los hitos históricos
época, se concede libertad estilística. Desaparece la obligatoriedad del color blanco en revocos de fachada, si bien se que se enclavaban en el término: su incidencia práctica, como tantas otras disposiciones, fue nula, al no disponerse medios
recomiendan coloraciones suaves. En fin, se exige autorización municipal para la realización de muestras y rótulos en las de ayuda económica o técnica para la realización de esas tareas.
fachadas de locales comerciales, señalando que no podrán violentar “la cultura de esta ciudad”.
Sólo en la etapa de la República llegó a conformarse un corpus sistemático, primero con un Decreto de 1931 de
Sin duda las Ordenanzas de 1907 significaron una mejora respecto a las reglas hasta entonces vigentes, pero no amplio alcance, que declaró 731 monumentos (hasta entonces los declarados con esa figura máxima de protección eran
podemos dejar de considerar que llegaron con mucho retraso respecto a los sucesivos esquemas reguladores estatales de sólo un centenar) y dos años más tarde, en 1933, con la aprobación de la Ley del Patrimonio Artístico (Nos remitimos en
la segunda mitad de siglo (que por otra parte habían sido desatendidos en la casi totalidad de las ciudades españolas, este tema a los documentados trabajos de Javier García Fernández, en sus aspectos jurídicos, así como a los de Javier
ante la carencia de mecanismo imperativos y eficaces de los poderes centrales) y que a su vez se encontraban en Rivera y otros investigadores, en sus aspectos urbanísticos y arquitectónicos).
considerable retraso con las normativas que habían ido conformándose en los países europeos más desarrollados desde
los 70-80 del XX. 5.4.6.2. La protección de los conjuntos históricos y artísticos en la Ley de 1933.

Conviene apuntar una carencia esencial de esas Ordenanzas (y de casi todas las normativas establecidas en las La Ley, recogiendo los vivaces debates culturales que se habían producido en nuestro país, Italia, Francia y otras
ciudades españolas en las últimas décadas del XIX y primeros años del XX: la no fijación de fondos edificables máximos, o naciones, amplía el concepto de “bienes inmuebles” histórico artísticos, que hasta entonces había estado limitados a
de otros procedimientos de regulación de la ocupación máxima en planta o edificabilidad máxima. Esa carencia significó, edificios singulares, de valores monumentales, a las estructuras urbanas, creando la figura de conjuntos histórico-artísticos.
por ejemplo, en la extensa renovación del casco antiguo de Madrid la difusión de esquemas extremadamente congestivos,
utilizando tipologías de cuerpos exteriores y corralas interiores, o esquemas de organización con sucesivos cuerpos de Sin embargo, esa meritoria innovación –que recogía las indicaciones de la Carta de Atenas de 1931, primer

viviendas interiores separados por minúsculos “patinillos”. Y en muchos centros con estructuras parcelarias de origen documento de codificación internacional en materia de protección y restauración, paralela a la italiana Carta del

medieval en las que aparecían parcelas de gran profundidad, con su colmatación con esquemas “asfixiantes”, recurriendo Restauro- adolecía de ciertas deficiencias, siendo la más patente su desconexión respecto a la legislación y los marcos de

a multiplicidad de piezas interiores sin iluminación o dispuestas a exiguos patios (como sucedió por ejemplo en Oviedo o planeamiento urbanístico.

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El Reglamento de la Ley, de 1936, preveía la formación de un listado de ciudades, villas y pueblos que tuvieran esos rutinarias soluciones de pretendido “gusto tradicional”, y muchas veces supusieran burdos pastiches, falsificando las
valores, con delimitación de sus ámbitos. escenas históricas.

5.4.6.3. La declaración de conjunto histórico artístico de Santiago, en 1940, y sus efectos. Se desarrollaron así en los conjuntos históricos en los 60 y primeros 70 unos procesos que F.Chueca calificó, en el
título de una polémica obra de 1977, como de “destrucción del legado urbanístico español”. En ese trabajo, junto al análisis
La Ley de 1933 se mantuvo en vigor en el régimen franquista, que desarrolló algunas de sus previsiones relativas a de los problemas de degradación y depredación de varias ciudades, efectúa el autor una virulenta crítica del sistema
los conjuntos históricos, mediante instrucciones y reglamentos. Se conservaron asimismo las competencias de la D. Gral de dispuesto para la protección de esos conjuntos, a través de la D. Gral de Bellas Artes, a la que no duda en calificar como
Bellas Artes, con las Comisiones Provinciales, competencias de los Arquitectos asignados a las diferentes zonas, etc. un “fenómeno residual (…) una especie de momia burocrática”, añadiendo que “tan caducos y tan fósiles como el
organismo central son los organismos dependientes, unas tristes Comisiones” compuestas por personas “sin visión de los
En 1940 se produjo la Declaración de conjunto Histórico-Artístico, en aplicación de esa Ley, en paralelo a otras
problemas de nuestra época, y sin fuerza para enfrentarse a ellos”.
declaraciones de ciudades de rango monumental, en esos años o poco posteriores, como Toledo, Ávila, Salamanca,
Segovia… Con criterios de empirismo flexible, muy frecuentes en el nuevo clima de demandas de racionalidad técnica y
económica de las obras públicas, plantea diversas alternativas, con distintos contenidos en cuanto a eficiencia y costes.
En 1951 el Arquitecto de la D. Gral de B.A. asignado a la zona, Pons Sorolla, dicta unas Ordenanzas especiales que
regulan alturas y tratamientos compositivos exteriores, prohibiendo asimismo la construcción en las amplias “lenguas” de
5.5. Tipologías edificatorias históricas.
espacios libres que penetraban en la ciudad, dedicadas entonces a huertas o labranza. Estas Ordenanzas, si bien muy
limitadas en sus métodos, impidieron al menos la prosecución de las tendencias depredadoras que se habían producido 5.5.1. Introducción. Los tipos edificatorios: sus múltiples determinaciones. Aspectos históricos,
en años anteriores (casa gótica de los Arias en la rúa do Franco, Café Suizo) así como de los incrementos volumétricos arquitectónicos, ambientales, funcionales, sociales y económicos.
hasta entonces permitidos por las Ordenanzas de 1907.
5.5.1.1. Las atenciones a los tipos edificatorios en la cultura y métodos de la urbanística de la

En 1964 una Orden Ministerial introdujo una “zona de respeto” del paisaje y la silueta urbana en torno al perímetro recuperación conformada en los 70 del XX.
del conjunto declarado, identificando adicionalmente como zonas de ordenación especial el paisaje que se divisa desde
En esos campos de estudio deberíamos distinguir, a efectos de estas notas, dos grandes líneas: las que se tenían por
los paseos de parque de la Herradura, así como el conjunto del Monasterio de Conxo.
objetivos la formulación o codificación de esquemas que actuasen como modelos o referentes, y que se inscribían en el

5.4.6.4. El contexto general de los marcos de protección de los conjuntos históricos hasta la “clima codificador” dominante en las esferas académicas de principios y mediados del XIX, en estrecha decisión con las

etapa democrática. ámbitos de decisión políticos (con la influencia determinante de la escuela francesa, con la figura clave de .Durand). Y las
que se orientaban más bien por objetivos analíticos, estudiando los muy distintos tipos conformados a lo largo de la historia
La Ley del Suelo de 1956, con unos criterios y métodos innovadores, estableció las figuras de los Planes Especiales en sus expresiones concretas. Como cabe suponer, la primera línea, por sus intenciones “propositivas” fue desarrollada
para la ordenación de los conjuntos históricos y otros centros urbanos de interés, en sus distintas variantes (de protección, sobre todo arquitectos, mientras que la segunda línea contó mayoritariamente con aportaciones de historiadores y
de mejora…). Pero esos marcos no tuvieron prácticamente aplicación. Se hizo entonces todavía más patente la geógrafos, así como de algunos arquitectos interesados en esos campos.
desconexión entre los marcos de protección del patrimonio, asignados a las esferas administrativas competentes en
En las primeras etapas de las políticas y la cultura de la protección de los centros antiguos, desde los 20 a los 60 del
educación y cultura, con muy escasos presupuestos y medios, y los sistemas de planeamiento, de gestión y de desarrollo
XX las atenciones se centraron, como es bien conocido, en los siguientes aspectos: la conservación de las grandes
operativo del urbanismo… dotados de amplias capacidades inversoras y de eficaces instrumentos de ejecución.
componentes (que por otra parte ya se encontraban ya salvaguardadas en buena parte por las medidas administrativas
En 1964 se aprobaron las Instrucciones formuladas por la D.Gral de Bellas Artes para las obras en conjuntos histórico- implantadas desde principios del XIX); el mantenimiento de las morfologías (aunque de modo matizado, puesto que esas
artísticos, que se resumían sobre todo en la regulación de la altura máxima, que sería la dominante en la calle o plaza con ideas generales se compaginaron, no pocas veces, con defensas de diradamenti (o de “esponjamiento”, en términos
un máximo de 10m (esto es, tres plantas), la forma de las cubiertas y los acabados y pautas de fachadas, establecidas con actuales) en entornos de grandes monumentos; en la “contención” de nuevas edificaciones que alteraran perfiles y
unos criterios genéricos de “respeto” a las configuraciones tradicionales. Esta norma tuvo sin duda efectos positivos, ya que escenas características; en la preservación de los ambientes tradicionales del “caserío menor”, entendidos de modo
aseguró un cierto mantenimiento de las siluetas y perfiles, pero, por su constitución “indicativa” y por su desconexión del genérico; y con actitudes, casi a sabiendas escasamente realistas, de mantenimiento de los usos y actividades antiguos,
planeamiento, no logró evitar que los muy numerosos procesos de renovaciones puntuales en los centros históricos se deseando que los viejos centros fuesen en algún modo “testimonios” de los viejos modos de vida, frente a la irrupción de
efectuaran con tipología incongruentes y con unos tratamientos exteriores que en la mayoría de los casos no pasaron de los tumultuosos procesos modernos.

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Por ello, en los escasos planes redactados en los países cercanos –Italia, Francia- y en España, entre los 30 y los 50, repercusiones operativas en el desarrollo de actuaciones. En efecto, no pocas normativas han regulado los niveles de
los instrumentos operativos se centraron en esos aspectos, sin considerar apenas –salvo en las Memorias y documentos protección tipológico, o tipológico-estructural (o con otras denominaciones) de modo genérico, sin especificaciones y
previos- las cuestiones relativas a los valores tipológicos de la edificación “no monumental”. matizaciones sobre las muy diversas características de las edificaciones “amalgamadas” en ese nivel…dando lugar a
veces a exigencias poco acordes con las condiciones concretas y motivando por tanto resultados incongruentes, en unas
El Plan del centro histórico de Bolonia, de finales de los 60, en una singular coincidencia de actores profesionales,
ocasiones sobre los valores de los edificios, y en otras sobre la eficacia y coherencia de las nuevas funciones. Esos defectos
de contexto social y de orientadores y decisores políticos, tuvo como mérito decisivo la articulación operativa de los criterios
se han debido por lo general a la confluencia de dos aspectos: por una parte, por carencias, o por desarrollo insuficiente,
de conservación/recuperación con marcos públicos de intervención directa (programas PEEP de vivienda social). Pero en
de estudios detallados de las características de las edificaciones, que permitieran identificar concretamente, “edificio a
los aspectos disciplinares, sus aportaciones, no menos importantes, radicaron en los enfoques del plan, con sus
edificio”, los sistemas estructurales y organizaciones tipológicas, en relación a sus conformaciones históricas, sus condiciones
consideraciones, expresadas proyectualmente, sobre las imbricaciones entre aspectos históricos-morfológicos y tipológico-
de uso, originarias y actuales, y también sus condiciones de conservación y transformaciones registradas. Y, por otro parte,
funcionales. En estos últimos aspectos, sus estudios de los tejidos del núcleo central del casco, de conformación medieval,
debido, en bastantes casos, a una cierta “exacerbación” de las exigencias de conservación o recuperación tipológica,
se centraron en los tipos característicos de esa época (casas sobre parcelas góticas, en su origen de vivienda familiar y a
en función de los supuestos valores de determinados tipos, subrayados convencionalmente en estudios de historia o
la vez emplazamiento de actividad comercial o artesanal, alojamiento de aprendices o empleados, etc.), analizando
geografía urbana de naturaleza genérica, pero sin contrastes empiristas y sin considerar sus interrelaciones con otras
detalladamente sus estructuraciones tipológicas originarias, sus sistemas constructivos, sus materiales, sus
componentes, como procedencias históricas, relaciones entre organizaciones interiores y configuraciones exteriores,
compartimentaciones, sus relaciones entre calle y espacios libres interiores, sus modificaciones en el curso del tiempo…
inserciones contextuales, etc. En este sentido, y refiriéndonos a los tejidos de vivienda, tema clave en los enfoques del
todo ello en una perspectiva proyectual de recuperación.
planeamiento de protección y recuperación, debemos siempre tener en cuenta que la mayor parte de esos edificios, en
casi todos los centros españoles de cierta entidad y con dinámicas significativas, proceden del XIX y sobre todo de su
La repercusión en Italia y en Europa de ese Plan fue extraordinariamente amplia, hasta el punto de llegar a
segunda mitad, momentos en que fue frecuente, salvo en las arquitecturas de capas acomodadas, la “escisión” entre
caracterizarse como “modelo” (desde la perspectiva actual, constituiría en parte ejemplo de la sempiterna y poco
fachadas y organizaciones interiores, las primeras asignadas a arquitectos y de calidad generalmente alta, y las segundas
fundamentada búsqueda del urbanismo, antiguo y moderno, de referentes ideales fulgurantes en una aparente
relegadas a intereses de los propietarios y a procedimientos muy variables de ”acomodación” interior, en ausencia de
manifestación de extrema coherencia sobre cuyo carácter equívoco nos alertaron, hace tiempo, pensadores como C.
Ordenanzas suficientemente atentas a criterios de racionalidad funcional y de habitabilidad.
Rowe). En efecto, su difusión como “paradigma”, consecuente en todos sus componentes, se asentaba en aspectos muy
particulares del contexto de Bolonia y de otros pequeños cascos del centro-norte y norte de Italia: por un lado, la pequeña
5.5.1.2 Las consideraciones sobre las tipologías del caserío menor en los centros históricos
escala de los tejidos, el carácter homogéneo en sus tipos, materiales y sistemas estructurales y constructivos, su fácil
españoles
adecuación a usos actuales de vivienda y actividades complementarias; y por otra parte la asignación de las
intervenciones a la Administración (en el caso de Bolonia, a través de un PPEP, Piano Edilizia Economica Popolare, a En algunos centros históricos de la cornisa cantábrica y de Castilla-León, de formación medieval como Santiago,
desarrollar mediante expropiación ( si bien después, ante las dificultades de ese procedimiento, se desarrolló en modo conformados sobre estructuras basadas predominantemente en la parcela gótica, estrecha y profunda, la renovación de
concertado) lo que aseguraba el cumplimiento de los nítidos criterios de recuperación. la edificación registrada en la segunda mitad del XIX e incluso hasta las primeras décadas del XX, dio lugar a
estructuraciones interiores muy deficientes, por la ocupación congestiva de las parcelas, sobre todo en las que se daban
La difusión de ese modelo, seguido por planes sucesivos en otras ciudades italianas, como Bergamo, Brescia, Como,
simultáneamente dos condiciones: localización central, y por tanto con buenas condiciones de rentabilidad económica,
Vicenza… con cascos de formación medieval y significativas presencias de los tipos originarios, tuvo notable repercusión
y gran profundidad. Se produjeron así tipos edificatorios sin duda “característicos”, pero que en modo alguno podríamos
en España, en todos los medios políticos, culturales y sociales, como referente orientador de las posibilidades de nuevas
valiosos y que deberían ser excluidos de cualquier criterio de conservación, antes bien, tendrían que ser incluidos en
estrategias frente los procesos de degradación de nuestros cascos. Y actuó también como referente en la elaboración
estrategias de transformación, total o parcial, con independencia de la conservación de sus fachadas: situaciones que
de la “primera generación” de planes especiales de protección y rehabilitación de los 80, en sus aspectos metodológicos
hemos identificado en algunos de los planes que hemos dirigido, como en Oviedo, Gijón, Valladolid, Segovia… En otros
y en sus componentes normativos. En algunos casos, esas interesantes y fundamentadas aportaciones actuaron
centros de formación más tardía, como Madrid, los procesos de renovación del XIX produjeron también resultados de
coherentemente como “acicates” para la definición de planteamientos adaptados a las muy diversas condiciones
condiciones deplorables (edificios de cuerpos interiores sucesivos en parcelas estrechas y profundas, y corralas en todo
concretas de nuestros centros, que como es sabido, poseen unas conformaciones histórico-morfológicas y unas
tipo de parcelas, suponiendo conjuntamente más de la tercera parte de los tejidos residenciales del casco antiguo). En el
estructuraciones tipológicas extremadamente heterogéneas, muy lejanas de las condiciones de los centros de esas
sur de la península, en parte por la adaptación “perversa” de los tejidos populares de origen islámico (en cuanto a su
regiones italianas. Pero en algunos casos esas elaboraciones, sobre todo en los aspectos relativos a la protección y
pliegue a intereses de rentabilidad inmobiliaria) en parte por las modificaciones especulativas de los tipos de las casas-
conservación de las tipologías, fueron más bien “trasplantadas”, dando lugar a no pocos desaciertos, con fuertes
patio, se dieron también no pocas distorsiones (como en los centros más dinámicos, Sevilla, Córdoba, Málaga).

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5.5.2. Los tejidos de Santiago de Compostela: las tipologías de las arquitecturas singulares y del caserío 5.5.3. El caserío “menor”.
menor.
5.5.3.1. Consideraciones generales: las interrelaciones entre morfología urbana, estructura

En la lectura del recinto y de los arrabales de Santiago se revela su modelación por pautas tipológicas claramente parcelaria y edificaciones.

diferenciadas:
Entendemos por “caserío menor” la edificación de vivienda de las capas populares, en muchas ocasiones

 los tejidos del caserío menor, renovados en su inmensa mayoría en el XIX y principios del XX, pero sobre la complementada con usos artesanales o comerciales, o con anejos rurales (huertas, corrales, etc.) generalmente vinculados

base del parcelario gótico. a las familias residentes en los edificios. Esa caracterización genérica se expresó, como cabe suponer, con conformaciones
constructivas diferentes a lo largo de la historia, con varias etapas sustanciales: la de la sociedad y la economía medieval,
 la gran estructura de la Catedral, con su sistema articulado de templo y capillas, claustro, palacio arzobispal, la etapa del XVII-finales del XVIII y la fase de renovación y modernización que se desarrolló desde finales del XVIII hasta
dependencias… principios del XX.

 las arquitecturas claustrales, que se extienden a tipos de funciones diversas: monasterios y conventos, En esa evolución constituyeron factores determinantes las morfologías urbanas, con sus trazados viarios y la
colegios universitarios, hospitales… de geometrías y dimensiones claramente diferenciadas respecto a los delimitación de manzanas, las localizaciones –con la distinción fundamental entre los tejidos inscritos en el recinto
tejidos menores, con emplazamientos exentos o en todo caso con débiles contactos con los tejidos menores. amurallados y los agregados linealmente en los rueiros- y la estructura parcelaria.

 los templos menores, a veces integrados en los tejidos, en otras ocasiones exentos

 los palacios y casonas nobiliarias, encuadrados en los tejidos menores mediante inserciones entre
medianeras dentro de las manzanas

 las edificaciones residenciales de las capas acomodadas asentadas sobre todo en la segunda mitad del
XIX, con los mismos procedimientos que los tipos anteriores, aunque con menores dimensiones

 edificaciones civiles, administrativas o institucionales, a veces con conformaciones exentas.

 algunos pocos casos de edificaciones de ocio: teatro, casino…inmersas en los tejidos

 la estructura singular del Mercado

Debemos adelantar que los tejidos residenciales de Santiago de Compostela, si bien renovados mayoritariamente
en el XIX, como después señalaremos, presentaban a mediados del XX unas adecuadas condiciones en sus
conformaciones interiores, sin los problemas de ocupaciones congestivas o de desvirtuaciones espurias que se produjeron
en otros centros, como los que hemos mencionado. Probablemente ese hecho no se debió a la eficiencia operativa de la Rúa de Sar (P. Ferrer, 1905)

policía urbana de la villa, ya que hasta las Ordenanzas de 1907 no se introdujeron normas respecto a fondos edificables y
Las características de los tejidos y su evolución, así como los episodios arquitectónicos singulares - han sido
condiciones de iluminación de las piezas habitables, sino más bien a otros aspectos: por una parte, la escasa dinámica
ampliamente estudiados –diríamos que casi conclusivamente- pero en cambio las conformaciones edificatorias de este
demográfica y económica de la ciudad; y, por otra parte, las propias características del parcelario, en el que las parcelas
“caserío menor” han recibido atenciones menos detalladas, actuando muchas veces sólo como “telones de fondo” en los
de gran profundidad, que hubieran podido albergar ocupaciones congestivas, se encontraban situadas en las
numerosos y muy documentados análisis sobre la historia urbana de la villa.
proliferaciones de los rueiros, y por tanto con pocas apetencias de intereses inmobiliarios.

No nos proponemos desarrollar en este Documento un estudio en profundidad de este tema, que seguramente
sería interesante en una esfera académica (y que contaría con abundante documentación, entre otras fuentes las que se
basarían en la sistematización de los archivos municipales y del Consorcio sobre las muy numerosas intervenciones

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realizadas desde los 80). Nuestra intención, como en otros aspectos de este Documento, se limita a proporcionar un 5.5.3.2. El caserío, hasta finales del XVIII.
“cuadro general de referencia” para la comprensión de la evolución de esos tipos, y para la deducción de adecuados
procedimientos de actuación, refrendando los empleados hasta ahora, generalmente acertados, o aportando nuevos Para su conocimiento disponemos de fuentes escasas, pero de suficiente aproximación para los objetivos de este

esquemas, en relación por ejemplo a las necesidades o demandas sobre adaptación a modelos actuales de alojamiento trabajo: planos históricos, aunque no reflejen el parcelario, descripciones literarias y documentos de las intervenciones

o de incorporación o modificación de usos. realizadas desde los 80.

El esquema general de ese modelo fue, como es bien sabido, la disposición de la edificación en agregaciones “en Todas las investigaciones sobre la historia urbana de la ciudad tienen como conclusión, en el tema que nos ocupa,

hilera”, sobre muros medianeros. Por ello, el primer y decisivo aspecto para esa interpretación residiría en nuestra opinión que la morfología y la estructura edificada del “caserío menor”, a finales del XVIII, eran sustancialmente similares a las de

en la estructura parcelaria, conformada desde su origen medieval con el esquema de la llamada “parcela gótica”, épocas precedentes. La relación del Cardenal Jerónimo del Hoyo sobre la ciudad en el XVI- XVII, referente de numerosas

estrecha y profunda, con el modelo generalizado en las ciudades medievales europeas y en las ciudades españolas de investigaciones, nos ofrece algunos datos interesantes para este acercamiento. Nos señala la existencia de una alta

fundación medieval cristiana (sobre todo en las creadas en las primeras etapas de la “reconquista”: regiones de la cornisa población (unos 2.000 hogares y 14.000 habitantes), semejante a la actual en el último dato, pero con una fuerte diferencia

cantábrica, Galicia, norte de León y Castilla, Navarra, Aragón, Cataluña, Baleares…). En esa estructura parcelaria de en el tamaño medio de los hogares (7 personas). Habla de las características de las calles, con un juicio muy crítico tanto

origen medieval, que buscaba en general formas aproximadamente rectangulares (aunque con todo tipo de desviaciones sobre sus trazados como sobre sus pavimentaciones… Y describe los edificios, con referencias al caserío popular, señalando

derivadas de condicionantes topográficos o morfológicos, adiciones y segregaciones, etc.) el factor determinante general su construcción en entramados de madera su escasa ventilación e iluminación, la carencia de chimeneas (lo que

era el frente edificado y el ancho de parcela ocupado por la edificación. Con un esquema “equidistributivo” apropiado conllevaba el “ahumamiento” de los espacios interiores,). El sistema estructural, que no se describe en esa Relación, pero

a la economía artesanal y comercial de los asentamientos medievales, y a la vez en consideración a los procedimientos que conocemos por la documentación de intervenciones realizadas en Santiago y por estudios sobre otros cascos similares,

constructivos, el parcelario “gótico” se basó en parcelas de frente y anchos adecuados para responder simultáneamente se basaba en entramados de madera en fachadas, con plementerías de cascotes, yesones, etc. Sistemas de carreras

a esas exigencias, con dimensiones en torno a 5 m. que permiten un eficaz sistema estructural de carreras transversales de transversales y viguerías secundarias en forjados, con piso de tablero de madera. Y en particiones interiores ligeras, también

madera apoyadas en los muros medianeros, y que a la vez consienten la disposición de programas funcionales adecuados, basadas en entramados de madera. Las casas debían carecer seguramente de chimeneas, porque la exigencia de las

tanto para vivienda como para actividades artesanales o comerciales. Inevitablemente, en el largo proceso de mismas fue un tema recurrente desde las Ordenanzas de 1780. Y por supuesto no disponían de agua ni de desagües. La

estructuración parcelaria, en Santiago, como en otras ciudades de formación medieval, se produjeron situaciones disposición de la fachada era casi siempre irregular, enmarcándose en los entramados de madera, con huecos en distintas

irregulares respecto a esos esquemas generales, por ejemplo con la delimitación de parcelas sumamente estrechas (para posiciones y con diversos tamaños, con supresiones y adiciones en función de las necesidades.

destinarlas a anejos o a alojamiento de las capas sociales más pobres) y se registraron también agregaciones para la
disposición de edificios de capas altas o de usos institucionales.

La estructura parcelaria “de base”, sobre ese esquema de división longitudinal respecto a calles o rueiros, tendría
rasgos diferentes, en función de los trazados y de la morfología urbana. En los tejidos del recinto amurallado los fondos de
las parcelas tendrían dimensiones determinadas por el ancho de las manzanas, con la lógica empirista de disponer siempre
edificios con fachadas a las calles, como “venas” de la actividad comercial o artesanal. En cambio en los arrabales
agregados de modo ramificado sobre los rueiros las parcelas tenían fondos mucho más prolongados, al tener que
adaptarse a esos trazados viarios.

La consideración de la morfología urbana, de los trazados viarios, aporta otro factor de para el entendimiento de
la conformación del “caserío menor” hasta finales del XVIII y de sus renovaciones y correcciones posteriores: calles
estrechas, con secciones además dispares…

Rúa Nova.

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Persiste hoy un único ejemplo de edificio con volados sobre ménsulas, procedente del XV, en la calle Algalia de esquema funcional era más simple, en correspondencia con su tipología social: disposición de vivienda y uso de los
Abaixo 29. Tiene tres plantas, volando cada cuerpo sobre el anterior unos 50 cm. espacios interiores como huertas o corrales.

5.5.3.3. La renovación del caserío desde principios del XIX.

Las conformaciones determinadas por las Ordenanzas y orientadas por las nuevas necesidades y gustos

La configuración del “caserío menor” registrará importantes cambios desde finales del XVIII, por determinaciones
de las Ordenanzas y sucesivas normas o instrucciones, por el nuevo gusto cultural en cuanto a la dignidad y buena
construcción de las fachadas, “signos” de una cierta incorporación a la modernización, y también por las mejora paulatina
de las condiciones económicas y las nuevas demandas de habitabilidad de los propietarios que acometieron reformas o
nuevas construcciones a lo largo de esa etapa.

Esas modificaciones se concretaron en reformas o levantes de edificios existentes (desapareciendo prácticamente


las casas “terrenas” de una sola planta) así como en nuevas construcciones sobre solares o ruinas. Se expresaron sobre
todo en los siguientes aspectos:

-Nuevas alineaciones, resueltas “caso a caso” pero siempre con una cierta idea general sobre la regularización de
la calle o plaza en que se situara. Los numerosos documentos de proyectos de la época evidencian la atención de los
arquitectos municipales para conseguir las mejoras de los trazados con los mayores equilibrios en cuanto a cesiones o
incorporaciones, con los procedimientos de compensaciones económicas previstos a esos efectos.
Edificio con volados sobre ménsulas. Rúa Algalia de Abaixo, 29.
Años 1912 y 2013, respectivamente. -Las reformas y nuevas edificaciones suprimen los cuerpos volados

En el curso de las numerosas obras de rehabilitación desarrolladas en las últimas décadas se han identificado varios -Se suprimen algunos soportales, haciendo recaer la nueva alineación en el plano de fachada interior, dentro de
edificios con los antiguos sistemas de entramados de madera en fachadas, con plementerías de piedra y barro, etc. con una visión general negativa hacia esos elementos, por su reducción de la sección de la calle, su carácter confuso en
argamasa, recubriendo el conjunto del plano con enfoscados de mortero de cal. cuanto a presencia de actividades irregulares, etc. De ahí el carácter interrumpido de las alineaciones de algunas calles
con soportales en unos tramos y con fachadas retranqueadas en otros.
El Catastro del Marqués de la Ensenada, sin atender lógicamente a aspectos pormenorizados sobre las
características de los edificios, ofrece una visión general de gran interés en la hilazón de nuestras consideraciones. Después -Construcción de los muros de fachadas en piedra, en general con cantería en planta baja y recercados de
de referirse a las edificaciones de las capas nobiliarias y acomodadas, que cifra en un exiguo 3,5%, se refiere al caserío huecos, así como en esquinas, y mampostería revocada con mortero de cal en las restantes superficies.
“restante”, señalando que tienen en general las siguientes características: “casas de debajo y un alto o bien de tienda y
-Sistemas estructurales horizontales con el esquema general de carreras de madera transversales entre muros
un alto”, situadas sobre todo en el recinto intramuros, y “casas terrenas (de una planta) que componen sin excepción la
medianeros, con entrevigados. Elementos estructurales verticales interiores mediante muros de carga de piedra, evitando
vivienda del artesanado y del pueblo menudo, casi siempre en los arrabales”
pies derechos de madera.
¿Cómo se organizaban interiormente las edificaciones “urbanas”? (que poseían dos o tres plantas). Siendo la
-Obligatoriedad de chimeneas
propiedad unitaria (hasta las transformaciones en los sistemas de tenencia en el XIX) eran variadas las formas de utilización
de esas casas: vivienda familiar en todo su volumen; comercio o actividad artesanal en planta baja y vivienda en plantas
-Ocultamiento de desagües de aguas sucias, que se embeben en los muros
superiores, con relación directa entre las dos actividades; en algunos casos, en familias con cierta capacidad económica,
disposición de alojamientos en espacios bajo cubierta de aprendices o criados; utilización de patios traseros como huertas
o corrales, o anejos de la actividad artesanal… En las edificaciones de una planta, agregadas sobre todo en rueiros, el

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-Canalones y bajantes de pluviales, estas últimas adosadas a fachada en plantas superiores e incrustadas en los individualizadas. Y también por su contribución a la riqueza y versatilidad de la vida doméstica, como espacio “intermedio”
muros en la planta baja, hasta conectar con las alcantarillas bajo el empedrado (con la consiguiente prohibición de entre piezas privadas y espacio público, y como área de versátiles usos.
gárgolas para vertidos directos, según acuerdo de 1853)
La difusión de la galería como nuevo e importante componente de la configuración exterior de la edificación
-Supresión de cobertizos y ajenos en patios interiores
En el último cuarto del XIX las escenas edificadas del caserío de las ciudades y villas de la cornisa cantábrica y
-Nueva composición de las fachadas, con criterios de regularización y simetría, dentro de los esquemas atlántica, y también de otras áreas interiores de Galicia y del norte de la península (Castilla y León, País Vasco) fueron
académicos. Conlleva distintos procedimientos: incorporando un elemento singular, expresivo del contexto social y cultural, de las disponibilidades técnicas y económicas
y también de los nuevos entendimientos del confort doméstico de esa época: la galería acristalada.
-Combinación de ventanas y de huecos de balcones sin voladizo

-Ordenación de los huecos de planta baja según ejes verticales con los de plantas superiores. Se permite que en
algunos casos que la composición de planta baja rompa la simetría para ampliar el hueco de “escaparate”.

-Aumento del ancho de los huecos respecto a las construcciones anteriores con fachadas de entramados de
madera.

-Unificación de los huecos rasgados, suprimiendo el “trabatel”, pieza de cantería que dividía horizontalmente los
huecos de numerosos edificios del XVII y XVIII, creando dos elementos acristalados con funciones independientes.

-Determinación obligatoria, desde el Acuerdo de 1841, de los “huecos rasgados”.

-Disposición de balcones y balconadas, que se localizan sobre todo en edificios de capas medias con cierta
pretensión de representatividad, aprovechando los recursos de ornato que procuran las cerrajerías.
Edificio con galería acristalada. Rúa do Vilar.
Años 1900 y 2013, respectivamente.
-Obligatoriedad de blanquear las fachadas, en 1832 (y después reiterado en sucesivas Instrucciones) por Acuerdo
motivado por la amenaza de peste en países cercanos. Merece la pena comentar que esa motivación, con pretensiones Consistente, en su versión más usual, en su disposición como cuerpo volado con cerramiento acristalado en la
higienistas que después se vieron infundadas científicamente, está en el origen de las escenas blancas que caracterizan última planta, enlazando distintas piezas habitables, su incorporación se debió fundamentalmente a la confluencia de
muchos de los centros históricos del país, sobre todo en Levante, Baleares y Andalucía y que de modo desacertado se varios factores: unos, relacionados con los generalizados procesos de renovación o reforma del caserío anterior (con los
consideran como “inmemoriales”… frecuentes procesos de “remonte” de las edificaciones anteriores de dos o tres plantas, así como de la aún más frecuente
sustitución total); otros, de carácter técnico y económico, derivados de las innovaciones en la fabricación del vidrio (antes
-Combinación de dos sistemas de carpinterías: remetidas a cara interior del muro en huecos de balcones volados
material de gran fragilidad y costoso, por ello de prudente o cicatero empleo) pero en esos momentos ya de costes más
y con doble capa en ventanas y huecos rasgados sin voladizo (plano acristalado al exterior y contraventanas a cara
accesibles y facilidad de reposición, que se añadieron al conocimiento de los efectos de los cerramientos acristalados en
interior, con barandal intermedio en el último tipo de huecos)
climas fríos o templados en el confort climático (experiencias de las serres botánicas en las Exposiciones de distintos

-Vuelos máximos de aleros y cornisas, fijados en 50 cm. alcances, los pabellones de los jardines de recreo de la aristocracia…)Pero esos factores “objetivos”, como ha sucedido
en tantas ocasiones en la historia urbana, no hubieran tenido incidencia si no hubieran confluido con otros aspectos
-Aparición de las galerías en las plantas superiores de los edificios, desde mediados del XIX, con autorización de “subjetivos”: las atenciones hacia las capacidades de representación social de los moradores, la concordancia con el
vuelo de 50 cm. Por su notable coste, se realizan sólo prácticamente en edificios de capas de la pequeña burguesía o clima de decoro urbano de lo que entendía como “escena civil moderna”, en contraposición al ahogo y hosquedad de
capas medias. No hace falta resaltar el gran interés de este elemento para la valorización de la imagen del casco, la escena antigua, junto a los nuevos gustos de la cultura burguesa, de conjunción de la vida privada “cerrada” y de la
aportando variedad a su escena y concentrando al mismo tiempo a atención en sus refinadas conformaciones relación con la vida pública “abierta” selectivamente, discretamente, a la “mirada hacia los otros” y hacia “el ser mirado
por los otros”…

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Pero junto a esos efectos de discreta y controlada “visibilidad” la galería aportó al mismo tiempo unas notables
conveniencias sobre el confort doméstico (preocupación de la manualística arquitectónica y objeto frecuente de
atención por comentaristas y creadores de opinión). Se descubre, en efecto, que ese dispositivo, adosado a lo largo de
una fachada de muros de piedra o de fábrica de ladrillo de cierto grosor, si se orienta al sur utiliza la inercia técnica de
esos muros como elemento captador del efecto invernadero y de acumulador de calor durante el día, para ir
desprendiéndolo lentamente en las noches invernales, mientras que en estaciones más cálidas pueden abrirse los
cerramientos acristalados controlando las temperaturas deseadas, contando además con el menor impacto directo del
soleamiento por la mayor altura del sol. Pero también se emplearon las galerías en otras orientaciones, en estos casos más
con los motivos sociales y culturales señalados que por razones de mejora de condiciones de climatización (aunque en las
fachadas al norte contribuyeran en alguna medida a reducir pérdidas energéticas).

En su disposición en relación a los espacios de vivienda la galería actuó como nueva “pieza” añadida con
cometidos propios: cuando podía adquirir una anchura relevante, por la situación del edificio o por su autorización por las
ordenanzas municipales, constituía un espacio particular, en contacto con las piezas habitables, pero con funciones Edificios con galerías acristaladas en las últimas plantas.
Plaza de Cervantes y rúa das Rodas, respectivamente.
encajadas en la vida doméstica de la época (labores de costura, estancia y conversación, juegos de los niños…). En los
casos en que adquiría menor anchura sus funciones se encontraban obviamente más limitadas, pero siempre con esa
Como se ha indicado, en Santiago las galerías se sitúan sobre todo en la última planta, aunque también se disponen
multiplicidad de cometidos de visibilidad y de confort…
a veces en las dos últimas plantas (en estos casos, siempre en edificios de cuatro plantas). Su presencia es particularmente
relevante en las calles de las capas más acomodadas: Vilar, Nova, Calderería-Orfas, Azabachería, Plaza de Cervantes,
La consideración meditada, no sólo formal sino también funcional, sobre las características y capacidades de estos
Casas Reais, San Francisco, Valdediós,…aunque también aparecen en otras áreas de carácter más popular (Rodas, San
espacios, en su versatilidad y variedad de cometidos, ofrece, en nuestra opinión, sugerentes indicaciones sobre nuevos
Pedro, Hortas…)
planteamientos en la organización del espacio doméstico.

El mirador
La aparición de ese nuevo elemento en Santiago se efectuó en la última década del XIX (1886, según los datos de
los estudios de P. Costa), dentro de los procesos de renovación del casco antes mencionados.
El mirador constituye un elemento característico de la escena edificada de todas las ciudades españolas desde
mediados del XIX, sin limitaciones geográficas. Sus motivaciones eran sobre todo culturales y sociales, relacionadas con la
vida doméstica de las capas acomodadas (en menor medida, de las viviendas de capas populares) actuando como
espacios para la “mirada” hacia los espacios públicos exteriores, y también para “dejarse ver”…Pero al mismo tiempo
respondían a intenciones de ornato, ofreciendo a los arquitectos interesantes oportunidades para una composición
“animada” de las fachadas, y para la exhibición de refinados y variados detalles ornamentales, en sus diversas facturas
(con elementos metálicos, incluso de fundición (procedentes de fabricación industrial), en madera, o con combinaciones
de ambos materiales).

Como es bien sabido, este elemento se constituye como una caja acristalada, con un vuelo reducido
(generalmente, en torno a 60 cm), a veces con dos cuerpos de distinto vuelo, sobresaliendo el superior ligeramente, que
se adosa al muro exterior y contacta con la pieza habitable interior (casi siempre de estancia) mediante un hueco con
puerta de madera, permitiendo distintas graduaciones en cuanto a permeabilidad de vistas y aislamiento térmico.

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5.5.4. Conventos y monasterios.

5.5.4.1. La importancia de las tipologías claustrales de monasterios y conventos en Santiago.

Santiago, como es bien conocido, se constituyó en gran parte como una ciudad conventual, como resultado de
los procesos, religiosos y culturales, y sobre las bases económicas derivadas de la gran importancia de las órdenes religiosas
que hemos expuesto en los capítulos referidos a la historia urbana.

Esas implantaciones han sido objeto de numerosos estudios, en sus diversos aspectos: localizaciones, características
arquitectónicas, reglas de las distintas órdenes, incidencia en la vida de la ciudad y funciones complementarias, evolución
desde las desamortizaciones del XIX con sucesivos cambios de uso…Nos remitimos sobre todo en este aspecto a lo
relevantes trabajos de C.Almuiña. R. Baltar Tojo, C.Manso Porto, C,Martí, R.Otero Pedrayo, A.A. Rosende y otros autores que
figuran en la Bibliografía.

Algunos se fundaron en época medieval, pero fueron después configurados en su estructura actual en el XVI y XVII.
La mayoría proceden de estos siglos, en algunos casos con reformas y adiciones en el XVIII.

Su primer gran episodio arquitectónico fue el Monasterio de San Paio, fundado en el IX casi en contacto con la
cabecera de la catedral, pero que se configuró a mediados del XVI. Se suceden después el Monasterio de Belvís (fundado
Edificio con mirador. Travesa da Universidade. Año 2014. en el XIV), y los de San Francisco, Carmen de Arriba y Carmen de Abajo, Santa Clara, Santo Domingo de Bonaval, San
Agustín, La Enseñanza, Las Mercedarias, Las Orfas…
En Santiago el mirador tuvo escasa aplicación, por el predominio de la solución de la galería, probablemente por
sus mayores ventajas en relación con el clima. Todas esas estructuras arquitectónicas, más allá de sus dimensiones, reglas, actividades, responden a tipos con
esquemas comunes, basadas en la articulación de la iglesia, el claustro con sus piezas en torno al mismo, los espacios
5.5.3.4. Algunas conclusiones. colectivos (refectorios, aulas y otros), los espacios de servicio y en muchos casos la adición de huertas.

A modo de conclusión: los procesos de reforma o nueva construcción afectaron prácticamente a la totalidad de
5.5.4.2. Monasterios y conventos de órdenes masculinas.
los “tejidos menores” desde finales del XVIII a comienzos del XIX. La escena edificada de los tejidos menores de Santiago,
que desde perspectivas esquemáticas se considera a veces como una imagen de “alta profundidad histórica”, procede Nos referiremos en primer lugar al Monasterio de San Martín Pinario, por su importancia fundamental en la estructura
en gran medida de los procesos desarrollados en el XIX, bajo los principios urbanísticos y estéticos de esa época, Como es del recinto.
sabido por todos los estudiosos de nuestros cascos históricos, esas caracterizaciones no son exclusivas de Santiago, ni
Se sitúa al norte de la Catedral, separándose de la misma por la Plaza de la Inmaculada. Posee grandes dimensiones
mucho menos, sino que son comunes a gran parte de los cascos de nuestro país, dentro de unos procesos basados en la
–ocupando 2,2 Ha- polarizando, junto al Hospital y el convento de San Paio, el entorno urbano de la catedral hacia el norte
pervivencia mayoritaria de las morfologías y las estructuras parcelarias (con las excepciones de las operaciones de reforma
y el levante.
interior, en general con el modelo de percéments desarrolladas en algunos centros a finales del XICX y principios del XX:
Córdoba, Barcelona, Málaga, Granada, Zaragoza, Madrid…) y las transformaciones, sobre esas bases estables, de los tipos,
Tiene origen en el IX, en un antiguo Oratorio. La iglesia originaria se construyó en los primeros años del XII, pero de
los sistemas constructivos y las escenas edificadas…
ella solo quedan muy pocos elementos. La edificación actual se debe a un largo proceso de obras, desarrollado
mayoritariamente en la segunda mitad del XVI y continuado en el XVII y con algunos elementos concluidos a mediados
del XVIII. Por ello, agrega composiciones y lenguajes renacentistas –mayoritarios, por constituir su traza inicial- barrocos, en
distintas modalidades, e incluso neoclasicistas.

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Perteneciente a la Orden Benedictina, a finales del XVI era el monasterio más rico y poderoso de Galicia, por sus Las fachadas a los espacios públicos responden solo en parte al canon de la tipología, por su gran énfasis
extensas propiedades y rentas, dependiendo de él los numerosos monasterios benedictinos de la región. Ese extraordinario compositivo y despliegue escénico, que se enlaza con las imágenes de las grandes arquitecturas palaciegas, en respuesta
poder económico, y también eclesiástico, explica sus inusitadas dimensiones y su elevada riqueza arquitectónica, a las pretensiones de “alta presencia” del poder y la riqueza de la Orden.
buscando la orgullosa “afirmación” de la Orden, en competencia patente con el Cabildo catedralicio: han sido objeto de
numerosos estudios los complejos y prolongados litigios que el Monasterio mantuvo con el Cabildo respecto a posiciones y
alineaciones, tratando de preservar este último la presencia descollante de la fachada de la Plaza de la Inmaculada,
5.5.4.3. Los conventos de clausura.
alejando en lo posible la prominente fachada del Monasterio.

Su caracterización como “ciudadelas”, con tres componentes fundamentales: templo, claustro, huertas

La conformación de los conventos de clausura obedece a un esquema que divide el “mundo exterior” y el “interior”.
Hacia el exterior se muestran como “ciudadelas”, protegidas por escuetas fachadas, con ordenadas y sobrias disposiciones
de huecos – salvo las puntuaciones de las portadas de sus iglesias y accesos-y por elevados y ciegos muros o tapias. Hacia
el interior, aparece otro “mundo” muy distinto, focalizado por dos espacios libres de distinto tipo, el claustro y la huerta,
organizados según las reglas de cada Orden. El claustro, como es bien conocido, se encuentra en gran medida codificado,
en cuanto a su posición, formas y funciones. Generalmente se adosa a uno de los muros de la iglesia. Los dispositivos
claustrales poseen una notable complejidad, mucho más sutil en sus diferenciaciones de lo que se deduciría de una lectura
rápida de su aparente regularidad geométrica y de su estructuración con los corredores perimetrales: en efecto, los
corredores enlazan aulas o dependencias diversas “dotándolas de una superior unidad, de manera que el organismo en
su conjunto tiende a la introversión y todas sus partes recrean la intimidad de ese núcleo íntimo en el que el edificio se
Monasterio de San Martín Pinario.
contempla y mide el pulso de su vida cotidiana” (C.Martí)
Es sin duda la “gran fábrica” de renacimiento en Galicia, marcando el fin del plateresco, cuyo último y
Pero el claustro, aunque sea un espacio restringido, “clausurado”, forma también parte del paisaje de la ciudad
extraordinario episodio había sido la Basílica de Sta. María la Mayor de Pontevedra. Sintomáticamente, fue Mateo López,
(aspecto que desarrollaremos en el capítulo sobre este tema), por su estructuración con “códigos urbanos” (soportales y
arquitecto responsable de esta última quien asumió el cargo de tracista del Monasterio.
corredores con fachadas retranqueadas hacia el patio, y fachadas al exterior, aunque subvirtiendo su importancia y
Ocupa una extensa manzana, de forma aproximadamente rectangular extendida de sur a norte. En su parte sur se riqueza arquitectónica y ornamental: tratamientos escuetos y rigurosos hacia los espacios públicos exteriores, salvo las
sitúa el Monasterio, estructurado por dos claustros, de distinta importancia arquitectónica. En torno a ellos se disponen las puntuaciones representativas de las portadas, y, en cambio, estudiadas y detalladas conformaciones arquitectónicas al
características de esa tipología, con corredores a patios y fachada hacia el exterior. A esta gran estructura claustral se interior, siempre con acompañamientos de elementos ornamentales o escultóricos. Esa caracterización “urbana” de los
adosa la iglesia, con diversas dependencias y salas complementarias. Ocupando el resto de la extensa manzana hacia claustros se extendió también a sus usos (salvo, lógicamente, en los conventos de clausura) actuando como lugares de
el norte se sitúan las huertas, envueltas por otras alas con fachadas al exterior y cerrada en su extremo por tapias. encuentro social, de rituales y festividades…

El claustro mayor, conocido como el “de Procesiones”, fue iniciado en 1636 por Fernández Lechuga, continuado
por Peña de Toro y concluido por Casas Novoa en 1743, constituyendo por tanto un excelente ejemplo de la evolución del
barroco compostelano.

La iglesia fue trazada por Mateo López, con lenguaje renacentista, con bóveda de medio cañón y capillas laterales.
El crucero se cubre con una cúpula semiesférica de notables dimensiones. Se adosa al templo la capilla del Sagrario, de
Casas y Novoa, autor asimismo de los extraordinarios retablos.

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Monasterio de San Paio de Antealtares.

Convento de Nuestra Sra. de la Merced


Claustro del convento de San Domingos de Bonaval.

Construido en el XVII por la Orden de las Madres Mercedarias, fueran del recinto amurallado, frente a la Puerta de
Mazarelos. La fachada, como en todos los complejos conventuales, es de gran sobriedad, pero la portada se dota de una

Algunos ejemplos de conventos de clausura: composición más rica y de mayor ornamentación, enmarcándose en las vistas desde la Puerta, un ejemplo más de la
atención de los arquitectos compostelanos hacia los efectos escenográficos y relaciones contextuales. La iglesia es de una
Monasterio de San Paio de Antealtares sola nave.

Su fundación se remonta, como señalamos, al IX, por la Orden Benedictina. Los monjes lo abandonaron en el XIV y
pasó a ser ocupado por monjas de la misma orden, procedentes de la alta nobleza. Fue el Monasterio más importante de
Galicia, al gozar del apoyo de la Corona y de grandes rentas y propiedades. Su conformación actual es fruto de la
reedificación efectuada en el XVII, separándose de la cabecera de la Catedral para conformar la Plaza de la Quintana.

La fachada a Platerías constituye una de las escenas arquitectónicas más importantes en la imagen del núcleo
monumental, como se ha descrito en los capítulos relativos a la historia y al paisaje de la ciudad. La iglesia tiene gran valor
interior, con cinco magníficos retablos y dos coros, alto y bajo. Hoy alberga, además de los espacios de clausura, varios
espacios de uso público, como hospedería, residencia femenina y museo de arte sacro.

Convento de Nuestra Señora de la Merced.

Convento de Santa María de Belvís

Fundado en el XIV, fue el primer convento femenino de Galicia. Se sitúa en un privilegiado emplazamiento, en las
cotas altas de la cornisa de promontorios que marca las áreas de levante. El acceso desde el casco se realiza desde una
empinada calle-escalinata, Das Trompas. Su actual conformación procede del XVII. Como rasgo particular, cabe destacar

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que incluye dos templos, la iglesia conventual y una pequeña capilla sagrario, dedicada a la Virgen del Portal, que ha
tenido y tiene aún una importante incidencia en las costumbres populares de la ciudad. La iglesia conventual, obra de
Casas y Novoa, posee relevantes valores arquitectónicos.

Convento de Santa Clara.

Convento de Carme de Arriba

El convento, de la Orden de las Carmelitas Descalzas, fue implantado en Santiago en el XVIII por iniciativa de la
Convento de Santa María de Belvís. escritora mística gallega María Antonia de Jesús. Su fachada principal se compone con el lenguaje designado como
“carmelitano”, con riguroso orden y sencillez. Su iglesia tiene planta de cruz latina.



Convento de Santa Clara

Su origen se remonta al XIII, aunque su actual conformación se debe a su reedificación en el XVII, con trazas de
Pedro Arén. Los lienzos murarios que recubren el convento son, como en todos los casos, de extrema sobriedad. Pero
destacando sobre ellos se insertó en el XVIII una “fachada telón”, obra de Simón Rodríguez, que constituye uno de los
ejemplos más valiosos del barroco compostelano, con su imaginativo, desenvuelto e innovador empleo de dispositivos
codificados por ese lenguaje, llevados en algunos puntos, como en los remates superiores, a imágenes de extrema
Convento de Carme de Arriba.
radicalidad esencialista. Al fondo de esa fachada se sitúa un recoleto jardín, al que se abre la modesta fachada originaria
que da acceso al templo. 5.5.5. Templos y capillas.

Aparte de las iglesias de los Conventos y Monasterios se inscriben en el recinto y en los arrabales numerosos templos.
Muchas tienen sus orígenes en el XII, siendo fundadas en la larga etapa del arzobispo Xelmírez, si bien son escasos los restos
originarios, al haber sido reconstruidas en los siglos XVII y XVIII.

Las situadas dentro del recinto se localizan sobre todo en su área oriental -San Bieito, Las Animas, San Fiz, Sta. María
do Camiño- salvo la de Santa María Salomé, enclavada en la rúa Nova. En el exterior, casi en contacto con el límite

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occidental del recinto, se sitúan las de San Fructuoso y de la Virgen del Pilar. En los arrabales que se extienden hacia el 5.5.6. Casonas y palacios.
sureste se localizan las de San Pedro y N. Sra de las Angustias. Al sur, la iglesia colegiata de Sta. María del Sar. Al oeste,
5.5.6.1. Los pazos y casas señoriales hasta el XVII.
enclavada en el actual parque de la Alameda, destaca la de Sta. Susana.

En concordancia con el sistema económico del Antiguo Régimen, con su especial acentuación de elementos
Sus plantas, en sus delimitaciones exteriores, son casi siempre rectangulares, con dimensiones diversas, pero siempre
feudales en Galicia (grandes propiedades rurales, foros) se asentaron en Santiago numerosas casas nobiliarias… pero con
moderadas, en consonancia con los tejidos en que se sitúan: unos 33x22m la de San Fiz, 30x9m la de S.Bieito, 26x17m la de
incidencia no determinante en la estructura urbana, sin llegar a adquirir grandes presencias arquitectónicas –salvo casos
S.Fructuoso…
excepcionales- y sin llegar a conformar con esos rasgos unos ámbitos concretos (como sucedió en otros centros históricos

Los tipos responden a esas condiciones dimensionales y a los diversos recursos compositivos de las épocas de su caracterizados por la predominante presencia de esas arquitecturas, como Cáceres, Ávila o Segovia). Esta relativamente

construcción (como hemos dicho, en su mayoría los siglos XVII y XVIII). escasa incidencia de casonas y palacios nobiliario, tanto de la alta como de la baja nobleza, probablemente debe
relacionarse con varios factores: las características del territorio y de los sistemas de propiedad y usos del suelo en Galicia,
La iglesia de Sta. María Salomé se sitúa en el extremo de la manzana formada por las rúas Nova y Orfas y Salomé. que favorecían los asentamientos de esas capas nobiliarias en los entornos de los que eran propietarios; y el interés de la
Procede del XII, integrando estructuras góticas –con bóvedas de crucería- y barrocas, y torre barroca. Su fachada a rúa alta nobleza por disponer de casas representativas en la capital madrileña, en contacto con las esferas superiores del
Nova se inscribe por ello en la escena edificada de esa calle. poder.

La de San Pedro, procedente también de XII pero reconstruida en el XVIII en lenguaje neoclasicista, se abre a la Los emplazamientos nobiliarios se caracterizaban, hasta el XVI, por sus disposiciones como casas torre, con unos
plaza del mismo nombre, disfrutando por ello de una importante presencia urbana. esquemas que buscaban sobre todo el aislamiento respecto a la vida urbana popular, la protección frente a insurgencias
o querellas bélicas y la constitución como “piezas aisladas”, a modo de pequeñas ciudadelas, dedicando menor a
Sta.María do Camiño posee una planta estrecha y alargada, organizándose por ello en una sola nave. Se enclava
finalidades de representatividad o de ostentación “hacia el exterior”. Si observamos los planos, bien documentados, del
en el tejido de la manzana, disponiendo la fachada hacia una pequeña plazuela que ”ensancha” la rúa Travesa. Es
antiguo Palacio de Altamira, uno de los más importantes de la ciudad, se refrendarán estas hipótesis.
también de origen románico, pero reconstruida en lenguaje neoclasicista a finales del XVIII (Ferro Caveiro).

La iglesia de Las Animas se adosa prácticamente en su lado oeste a la alargada manzana formada estructurada
por la rúa Algalía de Abaixo. Su fachada se abre a una plaza de forma trapezoidal, generada por un ensanchamiento de
la rúa das Animas. Su organización interior es la propia de las iglesias-salón.

San Fructuoso fue construida en el XVIII por Ferro Caveiro. Remata la alargada franja edicada de la rúa das Hortas,
disponiendo la fachada hacia una pequeña plaza hacia la trasera del Palacio Rajoy. Sus pequeñas dimensiones se
compensan con una compleja y ornamentada fachada, con importantes elementos escultóricos, y con una prominente
cúpula que acentúa su presencia urbana.

Nuestra Sra. de las Angustias se sitúa en la rúa do Campo da Angustia. Se construyó en el XVIII en estilo neoclasicista.

Las iglesias del Pilar y de Santa Susana se localizan en el área de Parque de la Alameda. La primera es de planta
exenta, en cruz latina, de lenguaje barroco; su posición tuvo importancia determinante en la formación del parque en el
XIX. La segunda, situada en la cima del peñasco de la antigua carballeira, constituye uno de los focos de referencia del
parque. Procede XII, incorporando después elementos góticos, si bien su configuración actual data del XVII-XVIII.
Pazo de Altamira, en la actualidad

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5.5.6.2. Renovaciones y nuevas implantaciones desde el XVII. Estructurándose por lo general en tres plantas, las dimensiones de esas casonas y palacios permitían albergar
amplios programas funcionales, con unos esquemas interiores en los que adquirían una importancia primordial los zaguanes
Pero en el XVII, en el nuevo clima cultural de esa etapa, en unos marcos económicos favorables y también como y las escaleras principales. Las plantas bajas alojaban usualmente dependencias de servicio (cocinas, almacenes y
“acompañamiento” al vasto despliegue de intervenciones eclesiásticas dirigidas a la creación de nuevas estructuras y despensas, guardas, carruajes y caballerizas…). La planta primera, o “piso noble” acogía salones y comedores, estancias
escenas arquitectónicas, fue desarrollándose un proceso de renovación de las antiguas casonas adoptando soluciones y dormitorios… Y en la tercera solían enmarcarse, apretadamente, los dormitorios del numeroso personal de servicio.
muy diferentes a las anteriores, aunque en algunos casos manteniendo algunos elementos.
En ese proceso de renovación la composición de las fachadas principales rompió por completo con los adustos
Los emplazamientos de esos pazos y casonas son, como hemos señalado, muy diversos: algunos en los ejes esquemas anteriores, de raíces medievales, para enfatizar su representatividad social y económica con ricas soluciones
principales de las rúas del Villar y Nova (pazos de Baamonde Casa del Deán (que podemos asimilar a esa categoría arquitectónicas y al mismo tiempo para establecer nuevas presencias hacia el exterior, con numerosos y amplios huecos
tipológica), otros en plazas de cierta relevancia, como Toural (Pazo Bendaña), en la vecindad de San Paio (Pazo Feixó) o rasgados hasta nivel de piso, en muchas ocasiones con balcones volados o dispuestos en balconadas.
en el sector noreste del recinto (Pazos de Amarante, Altamira, Fondevila).
En la composición de las fachadas se recurre casi siempre a la disposición central de una portada elaborada
Rasgo común a todos esos edificios es su inserción en la estructura urbana, inscribiéndose en los tejidos parcelarios, arquitectónica y ornamentalmente, con un sistema de pilastras o medias columnas que alcanzan toda la altura de la
disponiendo lógicamente de parcelas de dimensiones más amplias que las del caserío menor, pero sin llegar a constituir fachada, que enmarcan la puerta –en general de grandes dimensiones, sobre la que se dispone frecuentemente un
construcciones “aisladas”, descollantes en la trama por su autonomía arquitectónica y urbana. Por esa inserción en la balcón representativo, rematando el sistema con un frontis. A uno y otro lado de ese elemento central la fachada se
apretada trama urbana, pocos palacios pudieron disponer de jardines y espacios libres de dimensiones significativas para organiza con una ordenada disposición de huecos. Las plantas bajas suelen tratarse como una especie de podio, a veces
el ocio de las residentes o para disposición de dependencias de servicio (Pazos de Altamira y Amarante, en pequeñas rusticado, con huecos de ventanas evidenciando a la vez cierto alejamiento de la vida cotidiana, su caracterización como
escalas Feixó o la Casa del Deán). La mayoría se conformaron de modo “compacto”, pudiendo hacer escaso recurso de espacios de servicio y una voluntad de magnificar las plantas superiores “principales”. Las plantas superiores se estructuran
los esquemas que en otras ciudades eran característicos de esas tipologías, con disposiciones de patios principales y de casi siempre con dispositivos que acentúan la retícula ordenadora, con fajas horizontales y verticales, estas últimas a veces
servicio. lisas otras veces almoadilladas. Las cornisas de remate son de vuelo moderado. Las carpinterías de ventanas y balcones
emplean muchas veces dobles sistemas, con acristalamientos enrasados a plano de fachada y carpinterías a cara interior.
En la organización de la fachada adquieren un papel importante, como cabe suponer, escudos y otros elementos
heráldicos, significando la entidad de la familia nobiliaria.

Probablemente los edificios de mayor valor de estas tipologías sean los del Palacio de Amarante o de Camarasa,
del Marqués de Santa Cruz, J.A.de Somoza y Osorio y de R.M. de la Maza, que presentan distintas variantes de esos
estilemas. Nos remitimos a los documentados análisis sobre estos y otros edificios nobiliarios santiagueses en los trabajos de
J.Carro, J.S. Crespo del Pozo, A.A. Rosende y otros investigadores.

Pazo de Bendaña.

Las superficies de sus plantas edificadas oscilan entre unos 400 m2 (Feixó) y unos 800m2 (Amarante), por tanto,
con un cómputo muy estimativo, entre unas superficies construidas entre 1200m2 y 2400 m2 aproximadamente (ver fichas
catastro. y poner dimensiones exactas

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muchas más: Barcelona (1450), Alcalá de Henares (1499), Santiago de Compostela (1504), Sevilla (1505), Zaragoza (1542);
Oviedo (1574)…

(Sería improcedente, y además imprudente, acometer en este trabajo, una exposición con cierto detalle de los
orígenes y evolución histórica de las universidades en sus relaciones con las ciudades antiguas europeas. Nos remitimos, en
este aspecto, a la abundante bibliografía existente y en especial al amplio estudio dirigido por W.Rüegg y H. de Ridder en
los 90, que integra análisis diferenciados sobre los temas (W.Rüegg); los esquemas (J.Verger), con las relaciones entre la
comunidad escolástica, la pedagogía, los colegios, etc.; las estructuras (P.Nardi), en cuanto a las relaciones con la
autoridad eclesiástica y la secular, marcada por el predominio de la primera en sus orígenes, hasta cierta incidencia de la
segunda desde el XIV; la administración y los recursos económicos (A.Gleysztor); la organización y composición del
profesorado, en cuanto a las carreras, competencias, retribuciones, inserción en la sociedad, imagen (J.Verger); los
estudiantes, en lo que respecta a procedencia, reglas, frecuentación, titulaciones, así como la vida estudiantil, en relación
al alojamiento, costumbres, asociaciones, costes (R:C.Schwings); el sistema de carreras de las distintas graduaciones
(P.Moraw); la movilidad y relaciones con las implantaciones (naciones, colegios, fraternidades, internacionalismo y
regionalismo (H.Ridder); etc.
Palacio de Amarante.

5.5.7.2. Las organizaciones urbanas y arquitectónicas.

En algunas ciudades las implantaciones universitarias tuvieron un papel de gran incidencia en la estructuración de
5.5.7. Las estructuras universitarias.
la ciudad, como en Alcalá de Henares, en la que la existencia dentro del extenso recinto murado de numerosos espacios
libres ofreció la ocasión de un trazado general –impulsado por Cisneros- dedicando a colegios y otros espacios universitarios
El Plan Especial debe considerar, con atención relevante, su constitución como ciudad universitaria de gran
dieciocho manzanas. También en Salamanca la incesante actividad constructora de la universidad, desde el XVI al XVIII,
profundidad histórica, cuyo primer Estudio se fundó en 1495.
se basó en esquemas estructurantes de los tejidos preexistentes, con unas intenciones “pedagógicas” de orden y
Por ello es imprescindible situar en contextos más amplios el nacimiento y la evolución de las estructuras universitarias regularidad.
de la ciudad, sobre todo en las distintas etapas en que se insertan en el casco antiguo.
Los tipos edificatorios de los colegios universitarios, hasta el XIX, se basaron casi siempre en esquemas claustrales,

5.5.7.1. Los antecedentes y el contexto en que surge la Universidad de Santiago: finalidades, aprovechando las amplias posibilidades de agregaciones de piezas sobre las estructuras centrales de los patios, a veces

estructuras, contenidos de las universidades desde el X al XIV. dentro de proyectos unitarios, en otras ocasiones con sucesivas adiciones.

La Universidad de Santiago
Las Universidades, en la compleja evolución que conduce a la época moderna, con sucesivas ampliaciones y
transformaciones de sus campos, surgieron en Europa a entre finales del X y principios del XI, como comunidades gremiales
Sus orígenes se sitúan en 1495, como Estudio de Gramática, alojado en dependencias del monasterio de S.Paio de
del saber, que congregaban maestros y discípulos, circunscritas a unas pocas disciplinas: el Arte y la Filosofía, la Medicina,
Antealtares. Pocos años después, en 1504, por Bula ponitificia, el Estudio se situó bajo la tutela del Deán catedralicio,
el Derecho canónico y civil, la Teología…
permitiendo además la creación de Cátedras de Derecho canónico y de Artes.

Entre el X y el XIII se crearon en los países cercanos numerosas universidades: Bolonia, Modena, Padua, Napoles,
Las iniciativas poco posteriores del Arzobispo Alonso III de Fonseca y Ulloa, personalidad de alta cultura, mecenas
Perugia y otras en Italia; Coimbra en Portugal; Paris, Tolosa y otras en Francia; Oxford y Cambridge en Inglaterra…
e impregnado de los ideales renacentistas, significaron la consolidación de la institución. En 1522 se creó el Colegio
compostelano para Estudios de Teología, Gramática y Arte, situándose en lo que había sido Hospital de Santiago Alfeo, en
En España las primeras universidades se fundaron a comienzos del XIII (Palencia) desarrollándose otras en la segunda
la calle Azabachería, edificio derribado más tarde. El Arzobispo previó en su testamento la construcción de un nuevo
mitad del siglo (Salamanca, Valladolid, Murcia, Lérida). Desde mediados del XV, en el nuevo clima renacentista, surgieron
colegio más apropiado, lo que se realizó entre 1532 y 1544: el hoy denominado Colegio Fonseca, que fue epicentro de la
vida universitaria de la ciudad hasta el XVIII. En 1555, ante la relativa incertidumbre de la organización de la universidad, se

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aprobaron unas constituciones o estatutos que la situaban bajo el Patronato Real. A finales del XVI se crearon los Colegios adosa a este cuerpo principal otro de planta trapezoidal, cuya fachada gira respecto a la alineación de éste, para
de San Patricio y de San Clemente y a finales del XVII el Colegio de San Xerome. A los estudios originarios se añadieron los adaptarse al trazado de la calle. En la parte trasera del edificio claustral se adosa otro cuerpo longitudinal, que delimita,
de Derecho y Medicina. junto a la fachada posterior del colegio un espacio verde.

En el XVIII, Carlos III, tras la expulsión de los Jesuitas cedió a la Universidad los terrenos y edificios que ocupaba la El edificio principal tiene dos plantas. Su traza es renacentista. La fachada al Franco se organiza con el esquema
Orden, que pasan a constituir el foco principal de la enseñanza en Santiago, incorporando Estudios de Física y de Química. usual del tipo, con una portada situada en la parte central, con composición característica de los lenguajes renacentistas,
con dos pisos estructurados a ambos lados por columnas pareadas, puerta central con arco de medio punto y balcón en
Todos los edificios de la Universidad histórica poseían estructuras claustrales.
segundo piso, con frontis triangular, entablamentos y cornisa, ornamentada con pináculos y un original elemento central.
Los lienzos a uno y otro lado de la portada tienen una composición ordenada, pero escueta, con grandes ventanas
Colegio de San Xerome.
rematadas en arcos de medio punto en planta baja y ventanas rectangulares de menores dimensiones en la superior.
Se sitúa con fachada a la Plaza del Obradoiro. Se construyó a mediados del XVI, Posee una planta cuadrada, en
En el cuerpo principal hacia la calle se sitúa a un lado la capilla, de traza gótica, y hacia el otro un salón con techo
la que se enclava el claustro porticado central. Tiene dos pisos de altura. Su composición y trazas exteriores se inscriben en
artesonado. El lado derecho emerge una torre de planta cuadrada, de severa pero cuidada factura. El patio, obra de Gil
los lenguajes renacentistas, La fachada hacia la plaza se organiza situando en posición central un antiguo pórtico
de Hontañón, se estructura con un porticado o soportal en planta baja, formado por esbeltas columnas y arcos rebajados.
medieval, de transición del románico al gótico. A uno y otro lado, con estricta simetría se disponen dos filas de huecos, los
El piso superior se conforma como galería, también con arcos rebajados. Una profusa crestería remata las fachadas del
de planta inferior amplios y ornamentados, los de la planta superior organizados con ventanas y puertas de mayor sencillez,
claustro.
enlazados por una balconada, con clara intención de diálogo, aunque a escala menor, con la gran fachada del Hospital
que forma el lado opuesto de la plaza.
En la actualidad acoge la Biblioteca General de la Universidad.

Su claustro se estructura con soportal en planta baja, formado por esbeltas columnas y arcos de medio punto. El
piso superior con arcos rebajados.

Desapareció como Colegio Universitario en 1840. Fue durante una buena parte del XX Escuela de Magisterio. Desde
los 80 del XX acoge el Rectorado.

Colegio de Fonseca.

Colegio de San Xerome.

Colegio de Fonseca

Creado por Alonso de Fonseca, sobre un solar de su propiedad, a mediados del XVI. Se sitúa en la calle del Franco.
Agrupa distintas edificaciones: el colegio, de tipología claustral, con planta cuadrada y fachada principal al Franco. Se

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los espacios libres interiores, como los patios y el jardín. La fachada principal se organiza, como señalamos, con un lenguaje
eclecticista, con una composición focalizada por una portada central, con órdenes de columnas y remate con un frontón.
5.5.7.3. Las edificaciones universitarias de finales del XIX y las primeras décadas del XX.
Las obras sólo se acabaron en 1926, diez años después del fallecimiento de Arbós. Posteriormente, el
El acrecentamiento de las funciones universitarias a finales del IX y primeras décadas del XX. acrecentamiento de las necesidades hace que la Diputación acometa la construcción de un Hospital Clínico
especializado, en la rúa de Galeras, cuyas obras se concluirían en 1953.
En el Capítulo sobre Conformación y Evolución Histórica hemos expuesto algunos aspectos de la estrategia de
acrecentamiento de las funciones universitarias impulsada por diferentes instituciones (Ayuntamiento, Diputación),

sociedades culturales, personalidades influyentes de los distintos sectores, grupos políticos orientados por la modernización
de la vida y de la economía de Galicia. Así, se crearon nuevas facultades y escuelas a finales del XIX y primeras décadas La Escuela de Veterinaria

del XX, se estableció la Residencia de Estudiantes inspirada en el modelo madrileño de la ILE. Sin embargo esas iniciativas
La creación de la Escuela fue aprobada por el Estado en 1893, con la idea de su contribución a la modernización
tuvieron un escaso peso efectivo, como muestran, entre otros estudios, los muy documentados desarrollados por L. Varela.
de la economía del campo gallego, enmarcándose en un programa extraordinariamente ambicioso. Las tareas de su
En efecto, el alumnado fue reduciendo su cuantía, desde unos 1.500 alumnos en 1900 a 1.000 en 1920, comenzando sólo
localización se asignaron a una Comisión Técnica, que tuvo en cuenta tanto criterios higienistas (preferencia por áreas
un crecimiento en los años posteriores, hasta alcanzar unos 2.000 en 1035.
elevadas y con buenas condiciones en cuanto a vientos, soleamiento, etc.) como consideraciones urbanísticas (incidencia

Reseñamos en los siguientes apartados las características arquitectónicas de las tres actuaciones más importantes en la planificación del Ensanche entonces en debate). El emplazamiento, acertadamente elegido, se situó en la rúa del

realizadas en ese período: la Facultad de Medicina y Hospital Clínico, la Escuela de Veterinaria y la Residencia de Hórreo, en la carretera a Orense.

Estudiantes.
En 1902 se aprobó el proyecto, redactado por A. Bermejo, situado sobre una extensa parcela rectangular, en cuyo

La Facultad de Medicina y Hospital Clínico frente a la calle se situaba el edificio didáctico, con una planta claustral, en la que se situaban en el eje de simetría los
pabellones de funciones generales, disponiéndose hacia el fondo de la parcela una serie de cuerpos de establos y
Surgieron a finales del XVIII ideas de ampliación del antiguo Hospital, que dieron lugar a interesantes propuestas de dependencias organizadas en retícula, posibilitando sistemas aditivos o de modificación de usos.
Ferro Caveiro. Casi siglo y medio más tarde, en 1899, se reemprenderían, ante el deterioro de las estructuras del antiguo
Hospital, en sus pabellones de enfermos y sus dependencias funcionales, y la inadecuación de las aulas instaladas en el Tan ambiciosa iniciativa fue sin embargo un fracaso docente, abriéndose sólo con 30 alumnos. Por ello, fue

Colegio Fonseca. suprimida por el Gobierno central, pasando a ser cuartel militar en 1925. En los 80 de XX la construcción fue reconvertida
en sede del Parlamento de Galicia, con un interesante proyecto de rehabilitación de A. Reboredo.
El Gobierno decide en 1909 –coincidiendo con la exitosa Exposición Regional- acometer la realización de una nueva
Facultad y Hospital Clínico, que, con criterios de lógica aditiva, se situaba en los terrenos libres del antiguo hospital. Fue
responsable del proyecto uno de los más significativos arquitectos españoles de la época, Fernando Arbós. El proyecto se
caracterizaba por la confluencia de criterios que podríamos calificar como protomodernos, en su organización en planta
y volumen, junto a la aplicación de conformaciones exteriores dominadas por el eclecticismo.

La planta se organiza con un sistema compositivo relacionado con la estructura histórica del Hospital: un eje
distribuidor prolonga el eje sur-norte del Hospital. Sobre ese eje se disponen en “peine” dos alargadas naves ortogonales al
mismo, con patios abiertos hacia los límites exteriores del solar. De la última nave arranca un sistema “en abanico”, con
tres cuerpos de características diferentes: el primero, alargado, que forma la fachada hacia la rúa de San Francisco, el
segundo, de planta rectangular, en la finalización del eje-corredor central, y el tercero hacia poniente. El cuerpo principal
se compone a su vez de modo complejo, con un elemento central que forma el vestíbulo y avanza hacia el espacio interior,
y un pequeño cuerpo de remate hacia el norte. El documentado análisis de J.R. Soraluce sobre el edificio subraya el valor
y la originalidad de ese despliegue de la edificación, que distribuía eficazmente las distintas funciones (vestíbulo principal
y espacios administrativos, aulas de distintas dimensiones) asegurando la completa iluminación exterior y las relaciones con

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La Residencia de Estudiantes

Su creación se inspiró en el modelo de la Residencia madrileña de la ILE, como estructura que aglutinase
conocimiento, estancia, ocio, incidencia en la vida cultural de la ciudad… La iniciativa fue aprobada por el Gobierno
central en 1924-26, creándose su Patronato universitario en 1927.Para su emplazamiento se eligió el área del Agro de
Mendo, en la prolongación del parque de la Alameda y enlazado al espacio antes utilizado por la Exposición Regional de
1909.

Su anteproyecto urbanístico fue redactado por C. Canderia, que toma como referencia las experiencias más
innovadoras en Europa y EEUU, con atención focal a los esquemas de López Otero en la Ciudad Universitaria de Madrid.
Las construcciones serían proyectadas por J. de la Fuente. En 1928 se inició simbólicamente la obra, que sólo fue concluida
después de la guerra.

El proyecto del conjunto se organiza sobre una malla ortogonal, con un eje de simetría longitudinal, de trazado
perpendicular al paseo de las Letras Gallegas del Parque de la Alameda. Responde a criterios compositivos de raíces
clasicistas, así como a las pautas de los complejos universitarios basados en la disposición de pabellones aislados entre
jardines y plazas. Los espacios libres se sistematizan en la composición, partiendo de un amplio jardín de planta rectangular,
que ocupa toda la anchura de la parcela, con caminos diagonales que forman, en su encuentro con el eje, una “plaza-
rotonda”. Se sitúa después otra franja, a modo de bulevar, disponiéndose a uno y otro lado sendos jardines. Finalmente se
sitúa el conjunto de las edificaciones, con un cuerpo principal ortogonal al eje, formando el fondo de perspectiva del
sistema, y cuatro pabellones menores, dando todos a una plaza central ajardinada. El lenguaje arquitectónico es
eclecticista, de base academicista.

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5.5.8. Las edificaciones asistenciales y hospitalarias. El Hospital de los Reyes Católicos

El Hospitalillo de San Roque Constituye una de las arquitecturas de mayor importancia de Santiago y de incidencia esencial en la escena
urbana. Fue construido por voluntad de los Reyes Católicos, que decidieron también emplazarlo en la inmediatez de la
Se construyó en el XVI, para acoger enfermos afectados por las epidemias de peste: de ahí su advocación a San catedral, lo que implicaba el derribo de un arrabal emplazado en ese lugar. Con este edificio se despliega el lenguaje
Roque. Se situó fuera del recinto, por obvios motivos sanitarios, en el encuentro de las rúas de Rodas y de San Roque. Fue renacentista en la ciudad, en fuerte contraposición con las escenas edificadas medievales, tanto de arquitecturas cultas
transformado en parte en el XVIII. como populares.

Se compone de un edificio claustral, de planta rectangular, de dos pisos, al que se adosa una pequeña iglesia de Se Inicia en los primeros años del XVI, con proyecto de Antonio y Enrique de Egas, con una tipología que muestra la
una nave, con una disposición esviada y en esconce respecto a la fachada del edificio hospitalario. atención a la más avanzada cultura hospitalaria de la época. Ese proyecto inicial se componía con una planta rectangular
de estricta geometría ortogonal, con una voluntad de ordenación modular, que se correspondía con criterios de medida
El edificio hospitalario mantiene la portada renacentista, sobria pero de correcta factura. La iglesia posee una
composición geométrica de los volúmenes y caras exteriores. Aplicando con nuevo rigor los esquemas tipológicos
fachada de extrema sobriedad, con una puerta enmarcada en un sistema de columnas y arco de medio punto, con un
claustrales, se enclavan en ese “sólido capaz” se inscribían dos patios, envueltos hacia el exterior por cuerpos longitudinales
edículo que aloja la imagen del santo y una ventana superior, en el mismo eje vertical, sobre el que se organiza una
de distintos fondos, según las funciones asignadas (el cuerpo principal, hacia la plaza, se constituye con dos crujías murarias
espadaña. El patio se compone de un porticado de columnas que sustentan arcos de medio punto, resolviéndose la
longitudinales, y los tres restantes con una). Entre uno y otro patio, en el eje de simetría se sitúa otro cuerpo de espesor
fachada superior con un sencillo muro con ventanas que siguen la modulación.
idéntica a los laterales. Los cuerpos de salas destinadas a alojar a los enfermos se disponen en T (cuerpo transversal central

La iglesia, de lenguaje barroco en su interior, alberga los más importantes retablos de Simón Rodríguez, una de las y cuerpo posterior), enlazándose en una capilla, cuya cabecera sobresalía respecto a ese cuerpo posterior).

figuras señeras del barroco compostelano.


Posteriormente, en el XVIII, el edificio fue reformado y ampliado, con dos nuevos cuerpos claustrales, siguiendo la
malla geométrica. La capilla pasó así a constituir el centro de un sistema en “cruz”.

Antiguo hospital de los Reyes Católicos. Año 1866.

A comienzos del XX, en 1910, ante el fuerte deterioro y la evidencia de la deficiente adecuación del edificio para
las nuevas técnicas sanitarias, se suprimió ese uso y se amplió con un nuevo edificio, ocupando las antiguas huertas y
Antiguo hospital de San Roque.
expropiando algunas áreas. El nuevo edificio, destinado a Hospital Clínico y Facultad de Medicina, fue proyectado por F.
Arbos con modificaciones de su proyecto en el curso de su construcción, prolongada hasta 1926. El proyecto de Arbós se
basaba en la disposición de un sistema articulado de cuerpos lineales, que comenzaba con un “peine” con patios abiertos

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hacia un jardín, cerrado hacia la calle de San Francisco, y continuaba en un prolongado cuerpo de mayor fondo, del que 5.5.9.1. Teatros, casinos, sedes de círculos y asociaciones, cafés en Santiago.
sobresalía un volumen en posición central. Este proyecto fue ampliado con otros cuerpos hacia el oeste, definiendo el
volumen actual. Todo este proceso, en sus complejas y sucesivas implicaciones urbanas y arquitectónicas, ha sido Los teatros en la ciudad burguesa del XIX. Antecedentes en Santiago

estudiado en detalle en la publicación de P. Costa La ciudad heredada.


El XIX sería en toda Europa, desde las grandes ciudades a las villas provincianas, el gran siglo del teatro. H.Capel

El edificio del antiguo Hospital fue restaurado y rehabilitado en 1999 para convertirlo en Parador Nacional de ofrece en este aspecto una interesante reseña de la difusión de esas estructuras en todo el territorio español, a lo largo del

Turismo. siglo, entendidas por la burguesía “como la forma más elevada de entretenimiento ciudadano”. Como señalaba un
tratadista del XIX, Fornés y Correa, los teatros deberían constituirse “para desahogo y recreo del público, contribuyendo
además a enseñar la sana moral y corregir costumbres”. Así, se construyen en España el Teatro Real de Madrid en 1818, en
los años 20 y 30 los Teatros Principales de Vitoria, Almería, Valencia, La Coruña. En los 40 los de Santiago, Burgos, Pontevedra,
Lugo, Barcelona (Liceo), Alicante, Santa Cruz de Tenerife, Orense, Tuy. En la segunda mitad de siglo se acrecientan ese
procesos con la creación de otros teatros en grandes capitales, como Valencia, Barcelona o Madrid, así como de “teatros
principales” en pequeñas y medias capitales, como Cartagena, Gijón, Burgos, Lorca, Valladolid, Murcia, Bilbao, Oviedo,
Huelva, Almendralejo, etc. Interesa destacar, en esta reseña, la “precocidad” y “densidad” de las implantaciones teatrales
en Galicia…en contraste con la debilidad social y económica de las capas burguesas en la región: muchas incitaciones
se abrirían sobre las causas de esos tempranos y relevantes procesos, probablemente relacionadas con la vivaz cultura de
Actual Parador Nacional de Turismo Reyes Católicos.
la región en esa época (como estudia entre otros A. Bonet Correa, en “Las ciudades gallegas en el siglo XIX”)

Numerosas crónicas, reseñas periodísticas y obras literarias nos ofrecen datos sobre las actividades del Teatro
Principal de Santiago desde su creación en 1840 hasta las primeras décadas del XX. Con anterioridad, diversos espacios,
construidos y abiertos, habían servido para exhibiciones de comediantes, volatines y saltimbanquis, realizados sobre
5.5.9. Edificios civiles de usos culturales, de encuentro social y de recreo. tablados y con escenas precarias, acompañando festividades o celebraciones. Desde la segunda mitad del XVIII
comenzaron a realizarse de modo efímero en interiores de inmuebles, como almacenes o bodegas, hasta que se dispuso
Incluimos en este grupo los edificios con caracterizaciones tipológico-funcionales destinadas a actividades
un recinto estable, la Casa de Comedias de Rúa Nueva, con una presencia arquitectónica específica –una fachada
culturales, de encuentro y reunión social, de ocio y de recreo. Todos ellos proceden del XIX (sobre todo de segunda mitad)
asoportalada de cierta dignidad- y con una estructura endeble, pero eficaz en el contexto de la época, para sus
y principios del XX, enmarcándose en el contexto social y económico de esos períodos, con el creciente ascenso de la
cometidos funcionales, en la disposición de taquillas, vestuarios, almacenes… (Nos remitimos a los trabajos y recopilaciones
burguesía, y con los esbozos de búsquedas de espacios sociales por parte de las capas obreras y populares…pero, debe
de P.Pérez Costanti para el conocimiento de esa impregnación del “universo teatral” en la antigua vida de la villa).
resaltarse, con unos resultados sorprendentes, por su pujanza, dentro de las escasas dimensiones de la vida de Santiago en
esa época. En esas primeras décadas del XIX el Ayuntamiento mostró repetidas veces la intención de disponer un recinto de
mayor calidad…pero sin llegar a una conclusión operativa, por la falta de recursos económicos. En esos años la vieja Casa
A mediados del XIX la ciudad tenía cerca de 23.000 habitantes, creciendo muy ligeramente en la segunda mitad
de Comedias comenzó a registrar un deterioro creciente, por una parte debido a su precaria construcción, y, por otra
del siglo, hasta alcanzar algo más de 27.000 en 1920. El Diccionario de Pascual Madoz, y otros estudios sobre la época, nos
parte, por su inadecuación a las demandas del nuevo público burgués, que deseaba espacios de mayor dignidad y
ofrecen algunas aproximaciones sobre la entidad de las distinta capas de la burguesía en esa etapa: los empresarios,
capacidad de representación. El Ayuntamiento promovería finalmente un espacio escénico con esos objetivos
los profesionales liberales (abogados, médicos, notarios, arquitectos), los profesores universitarios (la ciudad contaba con
representativos, con la adquisición de unas fincas cercanas al decrépito edificio de comedias, construyendo en 1840 el
las facultades de Medicina, de Filosofía, de Derecho), los rentistas (en sus distintas fuentes de rentas, agrarias, inmobiliarias,
Teatro Principal. La obra literaria de Pérez Lujín ofrece seguramente las mejores indicaciones para el entendimiento de las
de títulos y acciones), los funcionarios públicos de estratos medios y altos… supondrían no poco más de un 5% de la
repercusiones que las actividades del Teatro, directas o en su irradiación indirecta, tuvieron en las costumbres de los distintos
población. Sin embargo su incidencia en la vida civil, y su reflejo en actuaciones arquitectónicas, fue de gran relieve, en
estamentos y capas de la ciudad.
su expresión en algunos tipos característicos de la época: teatros, casinos, sociedades privadas, cafés…

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Ateneos, casinos y otras sociedades recreativas, culturales o sociales en Santiago El Teatro Principal.

También son característicos de la cultura urbana de la época los ateneos, los casinos artísticos y literarios, los círculos En Santiago la diversión y el ocio antes del XIX se inscribían en distintos lugares, unos abiertos, otros enmarcados en
artísticos, las sociedades recreativas y culturales…cuyas implantaciones y modelos arquitectónicos han sido objeto de edificios cluastrales, como el de la Catedral, el Colegio de Santiago Alfeo o el propio Hospital Real, que acogían
numerosos estudios monográficos. comediantes, funámbulos, volatines y saltimbanquis, que actuaban sobre improvisados tablados. A mediados del XVIII se
usaron esporádicamente para esas finalidades algunos espacios “cerrados”, como almacenes o bodegas, que poco
A mediados del XIX existían en Santiago varias entidades con esos fines: La Sociedad Económica de Amigos del
después dieron lugar a la Casa de Comedias de Rúa Nova. Era sin embargo ese alojamiento muy precario, y pronto se vio
País, que databa de la época ilustrada de Carlos III. La Academia Médica de Emulación. El Liceo de la Juventud y Sociedad
sometido a un acentuado deterioro. El Ayuntamiento, que ya desde finales del XVIII había mostrado repetidamente interés
de Recreo, que se reunía en Rúa Nova. La Sociedad de Arte del Vestir, que proporcionaba instrucción y socorro mutuo
en la creación de un teatro estable, de propiedad y gestión municipal, vio la oportunidad de localizarlo en ese solar,
dirigido a las capas relacionadas con la confección de vestimenta. Diversas Sociedades de Socorros Mutuos (de artesanos,
aunque se buscaron otros solares cercanos más convenientes, con no pocas y frustradas vicisitudes para su adquisición.
de seguridad ante incendios, del clero)… Su incidencia social, mayor o menor, tuvo escasa repercusión en su presencia en
la edificación, alojándose casi siempre en edificios sin representatividad propia. Finalmente, el Teatro se emplazó en el antiguo solar de la Casa de Comedias, con proyecto de F.Domínguez y
Domínguez y reelaboraciones de Prado y Vallo, por indicaciones de la Academia. Se inauguró en 1840, asumiendo las
En cambio, la figura del Casino tendría incidencia relevante no sólo en la agregación “difusa” de la vida social, sino
obras y la gestión promotores privados. Su organización interior responde al tipo convencional del “teatro a la italiana”,
también en sus contenidos arquitectónicos. Estas instituciones, características de la sociedad burguesa del XIX –en su
adaptándose a las escasas dimensiones del solar. Su fachada, de tres plantas, responde a codificados esquemas
entremezclamiento con las capas representativas de la sociedad estamental en declive -han recibido notable atención
académicos de matrices neoclasicistas. La planta baja es asoportalada, con una composición en la que alternan huecos
de la investigación arquitectónica, social y cultural. Sus antecedentes se remontan a los clubs ingleses del XVIII, de
rectangulares adintelados y huecos rematados en arcos rebajados. La segunda se organiza con huecos de balcones sin
naturaleza aristocrática o de “altos perfiles” culturales, en Londres, Edimburgo y otros grandes centros. Pero su difusión en
voladizo, protegidos superiormente por guardapolvos, y la tercera con ventanas de corte doméstico. El conjunto de la
Francia, Italia, España y otros países, sobre todo en las medias y pequeñas ciudades y villas, tendrá características más
fachada se realiza en granito visto. Se renuncia por tanto, bien por imperativos económicos bien por decisiones autónomas
menos selectivas, actuando como lugares de encuentro de muy los dispares tejidos sociales de lo que se entendía como
del proyectista, a una conformación con elementos arquitectónicos de mayor presencia o con componentes
“capas representativas”. La novelística del XIX y principios del XX, y también las obras más recientes que han tomado como
ornamentales. Pero creemos que esa decisión fue en cualquier caso acertada, al lograr una amable y no prepotente
escenarios esas épocas ofrecen todo tipo de descripciones, incursiones e interpretaciones, naturalistas o burlescas,
inserción en la escena de la calle, cohesionándose con las fachadas de otras casonas cercanas.
agresivas desde posturas “modernas” o recubiertas de nostalgias, sobre esas “factorías de socialidad”… estructuradas en
su origen pero muchas veces contradictorias, enmarcadas en sus referentes ideológicos pero a veces atrabiliarias, El Casino
mortecinas en sus rutinas pero en ocasiones divertidas…
Desde comienzos del XIX se registraron en Santiago varias solicitudes de aperturas de casinos, que sólo sería
aceptadas a mediados de siglo (Recreo de Santiago y Casino de Caballeros de Santiago, este último constituido como
“casino de la aristocracia” en el Palacio de Beldaña). Después de una intensa actividad, con todas las variantes de ocio –
encuentros y tertulias-, fiestas, bailes y eventos, billar, timbas…-este casino se trasladó en 1874 a una nueva sede creada
ex profeso, con proyecto de M.Pereiro Caeiro, emplazado como el Teatro Principal en la prestigiosa Rua Nova. Con dos
plantas de altura, su organización se basa en la disposición de un amplio salón en planta baja, con usos variados –billar,
buffet, bailes, exposiciones- y otros salones de funciones también diferenciadas en la primera (lectura, bailes de
sociedad…) unidos por una escalera de notable empaque. Esos espacios, de esquemática disposición, por las dimensiones
del solar, se encontraban profusamente ornamentados con elementos del gusto ecléctico de la época, en molduraciones,
pavimentos, carpinterías y cerrajerías, tratamientos especiales de paramentos verticales… Como dan muy bien a conocer
obras literarias, crónica periodísticas, memoriales, el Casino actuó como elemento focalizador de la vida de la ciudad,
tanto en su incidencia directa con sus socios e invitados –siempre componentes de “familias distinguidas”, en todos sus
matices, de encumbramiento o de decadencia- como en sus repercusiones indirectas sobre el imaginario de las capas
Alzado y planta del Teatro Royalty.
populares.

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La fachada responde a lenguajes eclécticos propios del momento: la planta baja se compone con tres amplios apartado nos referiremos sólo a las componentes tipológicas y formales del mercado actual, con algunos apuntes sobre
huecos rasgados, los laterales rectangulares y el central rematado en arco de medio punto. La segunda sigue los ejes de el mercado que le antecedió.
la baja, pero disponiendo en el centro dos huecos geminados, unidos en balconada, y situando dos balcones volados a
El Consistorio, habiendo elegido en la tercera década del XIX el emplazamiento más adecuado para ese uso,
ambos lados. No se trata sin duda de una composición de gran valor, pero relevante por el buen hacer compositivo, las
dentro del recinto, el área del Picho de la Cerca, propiedad mayoritaria de la Casa de Altamira, desarrolló en los años
ricas cerrajerías en partes superiores de los grandes huecos de planta baja y de los balcones y balconada de la primera…y
sucesivos varios intentos para su construcción en ese lugar, infructuosos por las dificultades de adquisición de los terrenos.
su constitución en granito visto, procurando –como en el caso del Teatro Principal- un coherente engarce con la escena
de la rúa, compuesta en su mayor parte por mansiones de capas altas.
Finalmente, a finales de los años 60 el Consistorio pudo disponer de esos terrenos, acometiendo un proyecto
ambicioso, que se basó en los modelos entonces muy difundidos de esa nueva infraestructura urbana, estructurados por
5.5.9.2. Otras sedes de asociaciones mercantiles, culturales, obreras.
sistemas lineales de puestos especializados dispuestos a “calles”, con soluciones de mallados ortogonales en conformidad

La sociedad compostelana de finales del XIX fue muy proclive al desarrollo de entidades asociativas, burguesas – con las geometrías de los recintos. En el caso de Santiago esa trama se basaba una serie de calles/pasillos longitudinales

como la Cámara de Comercio- u obreras –como la Unión Obrera o las Clases Laboriosas- pero que no dieron lugar a interrumpidos en su mitad por una calle/avenida de mayor amplitud, actuando como eje de distribución y a la vez como

edificaciones con tipos específicos, alojándose en alquiler en edificios disponibles. Mayor atención requiere, en estas referente significativo, por la disposición de elementos de ornato. Las “calles” se protegían con cubiertas acristaladas a dos

atenciones, el Recreo Artístico y Mercantil, que pretendió disponer de un edificio propio, también en la Rúa Nova. Su sede, aguas, con estructuras de hierro sustentadas por columnas de fundición, con una solución muy característica de la

proyectada por Prado y Valle, poseía gran empaque arquitectónico, con una fachada de severo corte civil, en la estela moderna “arquitectura del hierro” de la época, que tanta aplicación tuvo en edificios de mercado en toda Europa.

neoclásica.

5.5.9.3. Los cafés.

En España la difusión de los cafés, como lugares de consumo de bebidas (por supuesto no solo de café sino también
espirituosas) y a la vez espacios de encuentro, conversación –con sus tertulias de focalidades literarias, artísticas, políticas-
y sobre todo de ocio cotidiano, procede sobre todo del último tercio del XIX. Aunque localizados sobre todo en plantas
bajas de edificios con otros usos, adoptaron unos tipos de “arquitectura interior” muy característicos, que aún forman parte
del imaginario colectivo.

En Santiago llegaron a existir simultáneamente cinco cafés, con innumerables rastros a través de crónicas
periodísticas y también de obras literarias. Nos interesa destacar sobre todo, en esta línea de análisis sobre las
conformaciones arquitectónicas, la presencia del Café Suizo, emplazado, cómo no, en el eje más vivaz de la ciudad, la
Rúa Nova, ocupando el edificio de Recreo Artístico y Mercantil. Se trataba de uno de los pocos casos españoles en que
un café adquiría una presencia arquitectónica propia en la estructura urbana, con una arquitectura exterior de fuerte
Planta general del mercado.
significado. Desafortunadamente el edificio fue demolido en los 60 del XX, para dar lugar a la anodina sede de una
residencia de estudiantes. El mercado realizado en 1870 pronto comenzó a mostrar deficiencias y desperfectos constructivos, tanto en sistemas
murarios tradicionales como en las estructuras metálicas, planteándose por ello sucesivas propuestas de consolidación o
5.5.10. El mercado. reforma. Finalmente el Consistorio, en 1925, opta por su demolición y construcción de un nuevo edificio, realizando con ese
fin varios encargos, siendo el definitivo 1937 el realizado en 1937 al prestigioso Vaquero Palacios.
El actual Mercado data de finales de los 30 del XX, si bien contaba con antecedentes anteriores, cuyas trazas en
gran parte recogió ese proyecto. En el Capítulo sobre la conformación y evolución histórica se comentan, con cierta
extensión, los modos y lugares en que se asentaban los mercados en las plazas, las preocupaciones del Consistorio a lo
largo del XIX por disponer de un emplazamiento estable y cerrado, eficiente funcionalmente, adecuado en cuanto a
higiene y salubridad y además con capacidad de representación de la modernización civil de la ciudad. Por ello, en este

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Imagen actual del mercado.


Imagen interior del mercado. Año 1905.

El proyecto de Vaquero Palacios, formado en las ideas de las vanguardias racionalistas de los 20-30, tiene un singular
valor, como una de las primeras muestra de atención a las “preexistencias ambientales” desde presupuestos modernos,
acompañadas del aprovechamiento de las estructuras del anterior mercado, con criterios de austeridad en el uso de
presupuestos públicos. Las referencias del proyecto se orientan claramente hacia el románico gallego, aunque combinado
sutilmente con recursos del escenográfico barroco compostelano. Así, los diez cuerpos de la traza de 1870, con sus “calles”
intermedias, se convierten en dispositivos arquitectónicos con secciones y frentes característicos de los templos de ese
momento estilístico: las “calles” actúan como naves centrales con bóveda de cañón corrida, y los puestos a uno y otro
lado rememoran naves laterales, con su sucesión de puestos a modo de “capillas”. Los frentes laterales se presentan con
una composición serial que interpreta las fachadas de iglesias románicas, pero con un juego de retranqueos que crea
sobrios pero interesantes efectos lumínicos y extrema desnudez formal, confiando la calidad de la escena a la utilización
de grandes piezas de granito visto. La calle transversal se proyecta con mayor anchura las “naves” de los cuerpos
longitudinales, y carece de cubierta, enlazándose así con el tejido urbano exterior. En el punto central de esa calle
“principal”, “urbana”, dispone una construcción focal, de mayor altura que las cumbreras de las naves, con el mismo
lenguaje de interpretación moderna del románico, con finalidades de acentuación del papel civil del conjunto.

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5.6. Arquitectura contemporánea. Artigues/Sanabria, C.Portela, I.Linazasoro…). Ciertas aproximaciones, participando en parte de los criterios mencionados,
pretendieron sobre todo continuidades “ideales” o conceptuales con tipos o esquemas compositivos históricos (algunas
5.6.1.Introducción: Los procesos de implantaciones dotacionales mediante “arquitecturas
de las obras de R.Moneo o J.Navarro Baldeweg deberían verse quizá desde este prisma). También se han manifestado, en
contemporáneas” desde los 80 del XX, hasta hoy. ocasiones, estrategias de búsqueda de acentuados contrastes, desplegando lenguajes radicalmente innovadores, que
pretendieron justificarse en las condiciones heterogéneas o desarticuladas de sus entornos. Han sido asimismo importantes
En España, desde los 50 del XX casi todos los centros antiguos de las ciudades medias habían ido disminuyendo sus
las respuestas de enfoques “empiristas”, con despliegues proyectuales extremadamente moldeados por las circunstancias
funciones de centralidad pública, en parte por la decadencia o desaparición de dotaciones anteriores, en parte por la
concretas de cada lugar (Nieto/Sobejano, Tuñón/Mansilla, R.Valle,…). Sin dejar de mencionar algunas experiencias que,
carencia de dotaciones con contenidos adecuados a las nuevas necesidades relacionadas con la vivienda o con nuevos
aun atendiendo sutilmente, selectivamente, a los contextos, obedecieron sobre todo a poéticas personales (como en
tipos de equipamientos (educativos, de ocio, deportivos…). Con la conformación de las políticas de rehabilitación a
ciertas obras de A.Siza, J.Llinás o E.Miralles…)
comienzos de los 80 se percibió de inmediato, sobre todo en los marcos de los Planes Especiales, que, junto a esas
insuficiencias y deficiencias, los tejidos antiguos presentaban condiciones que propiciaban estrategias de recuperación, El elevado número y la diversidad de esas nuevas arquitecturas ha permitido un considerable enriquecimiento de
por las posibilidades de reutilización para usos institucionales o dotacionales de numerosas arquitecturas históricas los paisajes de los centros. Es significativo que el Grupo de Ciudades Patrimonio Mundial, junto al Ministerio de Cultura, haya
degradadas, abandonadas o infrautilizadas. La frecuente presencia, también señalada antes, de áreas “malformadas” o promovido una serie de documentos de Estrategias para la Incorporación de la Arquitectura Contemporánea (con
“deformadas” –sobre todo en bordes e intersticios- añadían mayores potencialidades a esas perspectivas. dirección de F.Pol), siguiendo las sugerencias expresadas en varias Cartas recientes de la Unesco.

Las actuaciones dotacionales desarrolladas desde los primeros 80 hasta el reciente estallido de la crisis fueron muy 5.6.2. Las iniciativas desarrolladas en las Ciudades Patrimonio.
numerosas y de múltiples contenidos: museos, bibliotecas, archivos; centros sociales, culturales y expositivos; teatros,
auditorios y palacios de congresos; centros universitarios o de enseñanzas especializadas; edificios judiciales; centros de En casi todas las ciudades Patrimonio de la Humanidad se han desarrollado numerosas e interesantes
salud; mercados… implantaciones de dotaciones mediante nuevas arquitecturas, bien en el interior del recinto bien en su entorno cercano:
por ejemplo, en Tarragona, con el Auditorio proyectado por Mendaro Corsini; en Mérida, con el Museo de Arte Romano
El proceso de descentralización estatal con la configuración de las Comunidades Autónomas tuvo, por otra parte,
de R.Moneo o el complejo de Consejerías de J.Navarro Baldeweg; en Córdoba, con el reciente Centro de Visitantes, obra
una muy importante incidencia en esas estrategias, sobre todo en las ciudades capitales de las distintas regiones, con la
de J.Cuenca o la Estación de Autobuses de C.Portela; en Ávila, con el Auditorio proyectado por F.Mangado; en
inserción de nuevas sedes institucionales (parlamentos, sedes de gobiernos y consejerías) así como de otras estructuras
Salamanca, el Auditorio de J.Navarro Baldeweg, la Biblioteca de C.Puente; en Toledo, el Auditorio, de R.Moneo y J.Busquets
administrativas.
y las escaleras mecánicas de La Granja, de E.Torres y J.A.Martínez Lapeña; en Alcalá de Henares, con la Facultad de
Derecho de A.Fernández Alba, la Biblioteca de C.Vallhonrat, el Parador Nacional de González y Gallegos, los Juzgados de
En muchos casos esas actuaciones, dotacionales o institucionales, se basaron en la rehabilitación de antiguos
P.González…
edificios, con correctos criterios estratégicos que además seguían las disposiciones previstas en las leyes sobre el patrimonio
histórico. Pero en bastantes ocasiones debieron recurrir a nuevas construcciones, por la especificidad de los usos previstos
5.6.3. Actuaciones en la Ciudad Histórica de Santiago.
(como auditorios o palacios de congresos), por la disponibilidad de “vacíos” o, en algunos casos, por decisiones de índole
política-cultural, con intenciones de significación de la ciudad. Esa estrategia fue contemplada en Santiago dentro del Plan Especial y desarrollada posteriormente mediante
iniciativas enmarcadas en el planeamiento. Ya con anterioridad al Plan se había realizado el Auditorio, de J.Cano Lasso,
En los lenguajes de las nuevas edificaciones, siempre comprometidos con la contemporaneidad, pueden
en el entorno del recinto. Pero fue especialmente entre finales de los 80 primeros 90 cuando se desarrollaron las actuaciones
identificarse distintas aproximaciones, en cuanto a las atenciones a los contextos, las intenciones compositivas y las
más relevantes
expresiones formales. Probablemente las predominantes hayan sido las que se asentaron en las teorías y experiencias de
matriz italiana sobre el enlace de las nuevas arquitecturas con las “preexistencias ambientales” (E.N.Rogers, C.Scarpa, a. Avenida Juan XXIII. Aparcamiento y paseo
I.Gardella…) o en aportaciones singulares como las de G.Asplund, F.Pouillon… Dentro de estos enfoques pueden
distinguirse sin embargo tendencias diferenciadas: unas, asentadas en procesos proyectuales de abstracción o depuración La Avenida Juan XXIII, prevista anteriormente como una desmedida vía, con un tratamiento convencional y

de los rasgos de los contextos (en la estela de los planteamientos de A. de la Sota, y que dan un “carácter familiar” a las carente cualquier atención al paisaje histórico, fue reconvertida en una compleja infraestructura, adaptada a la ladera

obras de M.Gallego, C.Fuente, M.Bayón, V.López Cotelo …); otras, atentas más bien a métodos de interpretación o hacia el Sarela, que articula aparcamientos subterráneos dirigidos a visitantes, y un sistema de dos paseos y áreas

reelaboración en búsqueda de continuidades más palpables (como en algunas intervenciones de Cruz/Ortiz, estanciales, desplegadas en miradores sobre la vaguada, dispuesto en dos niveles, el superior compuesto por organizado

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con un eje central porticado que dirige los recorridos hacia el recinto, acentuando las perspectivas sobre las torres de la
catedral y de otros edificios monumentales (proyecto de H.Piñón y A.Viaplana).

c. Polideportivo y otras dotaciones en San Clemente

El complejo de S.Clemente, que incluye un aparcamiento subterráneo con locales comerciales y un amplio
polideportivo, organizándose con un sobrio lenguaje de raíces racionalistas, que se enlaza al contexto histórico a través
de diferentes recursos: su composición volumétrica, la conformación de sus paramentos verticales mediante grandes
b.- Centro escolar en Carme de Abaixo planos acristalados y muros de sillería de granito, su adaptación a la topografía, sus articulaciones entre recintos cerrados
y espacios exteriores de estancia y paseo…(proyecto de J.F.Kleihues).
El centro escolar del Carme de Abaixo, de G.Grassi, una escueta arquitectura enmarcada en el neorracionalismo
italiano en boga en los s 70-80, planteada con referentes a tipologías intemporales (el castillo, la villa señorial inscrita en el
paisaje) pero también con atención al contexto de las riberas del Sarela y a la abandonada villa que se sitúan en la ladera
oeste del río.

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d. Centro Gallego de Arte Contemporáneo  

e. Biblioteca Pública en Juan XXIII


El Centro Gallego de Arte Contemporáneo, proyectado por A.Siza se compone con una “macla” de distintas
geometrías y volúmenes, con unos criterios de diversas interrelaciones con las muy distintas condiciones del lugar, con la
La biblioteca pública proyectada por A. Perea en la Avda. Juan XXIII se inserta en la ladera con un trazado curvilíneo
presencia determinante del antiguo convento de Bonaval, sus entornos de tejidos menores de escasa consistencia y valor,
de referentes organicistas, compuesto de muros ciegos formados placas metálicas, mientras que la fachada a la Avenida
la huerta del convento… Los volúmenes se organizan con una altura común, coincidente con la de los remates de las
se organiza con un gran plano acristalado, como soporte de las muy atractivas vistas hacia la vaguada del Sarela y
portadas de la iglesia y del convento. La fachada hacia la calle adquiere cierta presencia urbana, con su planta inferior
reelaborando en clave contemporánea el “tema” de la galería que tanta incidencia tiene en el paisaje urbano de la
retranqueada y predominantemente acristalada, sobre la que se dispone un muro ciego, mientras que su fachada hacia
ciudad.
el convento se compone con un plano prácticamente ciego, salvo algunos huecos de accesos en planta baja. Esa severa
composición dialoga así con la también escueta fachada lateral del convento, utilizando también en sus cuerpos bajos
muros que rememoran las antiguas tapias. La disposición de rampas y escalinatas desde la calle se enlaza con esos
frecuentes recursos de las grandes arquitecturas singulares históricas, en sus adaptaciones a la accidentada topografía.

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f. Actuaciones residenciales en el área de la Vaquería, en los bordes del Sarela La sede de la SGAE, del mismo arquitecto, prosigue en parte las intenciones proyectuales del centro de formación
musical, pero incorporando otras atenciones. El edificio, de planta estrecha y alargada, se sitúa en el borde del parque
Las actuaciones desarrolladas en el área de la Vaquería, en la ribera del Sarela, con proyecto de V.López Cotelo,
hacia la calle exterior. Hacia la calle se delimita con un muro de mampostería casi ciego, siguiendo la continuidad de las
integran nuevas arquitecturas de vivienda y la rehabilitación de la antigua nave ganadera. La disposición de los nuevos
antiguas tapias y enlazándose con esa solución característica de los prolongados y adustos cerramientos de las huertas
edificios, con sutiles criterios de adaptación al emplazamiento, su composición volumétrica fragmentada, buscando
conventuales. Hacia el parque se conforma con una especie de soportal, también en referencia a la importancia de ese
acordes con las escalas menudas propias del lugar, su configuración exterior, combinando amplios planos acristalados
elemento tipológico en la ciudad, formado por grandes piezas de granito “megalíticas”, de dispares dimensiones y en
con tersas superficies enlucidas, algunos cuerpos de madera y basamentos de piedra, el cuidadoso diseño de los espacios
irregulares combinaciones y disposiciones, buscando efectos que podrían remitirse a la estética del art brut, en una
libres, con sendas, pequeños muros, escaleras, reelaborando preexistencias y añadiendo nuevos elementos
solución de extrema originalidad. La fachada interior del soportal se organiza con un acusado contraste, realizando
concordantes…hace de esta actuación, en nuestra opinión, un valioso ejemplo de las capacidades de los lenguajes
refinadamente cajas de discos informáticos. El programa interior se desarrolla en planta baja y sótano, con ordenadas
contemporáneos para añadir nuevos usos y calidades a ámbitos históricos que se encontraban, como en este caso,
composiciones y depurados acabados, añadiendo otros elementos de contraste.
degradados y abandonados.
El Museo de Historia Natural, proyectado por C.Portela, alberga la colección de la Universidad, formada desde
1840. Se compone con una serie de volúmenes formados por paralelepípedos interseccionados y articulados, de una, dos
y tres plantas, buscando una inserción pautada y a a vez fragmentaria en el paisaje del parque. Las fachadas se componen
de paños de madera y planos acristalados, enmarcados en una nítida geometría ortogonal.

Sede SGAE (A. García Abril)

g. Nuevas arquitecturas en el parque de Vista Alegre

El Parque de Vista Alegre, definido como espacio público por el PGM y el PECH, integra tres interesantes
intervenciones:

El centro de formación musical, con proyecto de A.García Abril, consiste en un rotundo volumen cúbico, compuesto
al exterior por grandes elementos de granito, a corte de cantera, que dejan en sus acoplamientos algunas reducidas
perforaciones. Su interior es, en acusado contraste, más amable, con intersecciones de planos verticales enlucidos y
variados efectos lumínicos. Debe entenderse, obviamente, como una reelaboración o una digresión sobre la determinante Centro de formación musical (A. García Abril)

contribución del granito al paisaje urbano de Santiago.

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5.6.4. Actuaciones en áreas exteriores a la Ciudad Histórica, con incidencia en el paisaje.

 
Entre estas actuaciones destaca por sus dimensiones la Ciudad de la Cultura, proyecto de P.Eisemann que
reseñamos en el capítulo sobre la historia y condiciones actuales de la ciudad, y que –al margen de sus posibles valores
arquitectónicos, cuya evaluación no nos compete-constituye en nuestra opinión una intervención errada en su mismo
programa, por sus desmedidas y escasamente meditadas asignaciones de contenidos.

Museo de Historia Natural (C. Portela)

h. Museo de las Peregrinaciones

En el interior del casco se ha realizado recientemente la remodelación interior y la ampliación del edificio del Banco
de España, realizado con una convencional composición historicista en los años 40 del XX, obra de R.Madariaga. La
intervención, destinada a albergar el Museo de las Peregrinaciones, fue promovida por el Consorcio de Santiago y
proyectada por M.Gallego. Mantiene la fachada originaria, entendiendo que aporta un testimonio sobre la cultura
arquitectónica de esa época y que forma parte de la imagen “consolidada” de la escena urbana de la ciudad en un
El acondicionamiento de diversas estructuras dirigidas a la acogida de peregrinos en el Monte do Gozo, promovidas
lugar tan focal como es la plaza de Platerías. Pero remodela totalmente el interior, con el lenguaje del “racionalismo
en 1993 por la Xunta de Galicia, integra un camping, un área de albergues, un pequeño auditorio y un centro de acogida.
esencialista” característico del autor, en la estela de la obra del maestro A. de la Sota. El recurso a imaginativos lucernarios
(realizadas por distintos arquitectos, C.García Braña,J.A. Franco Taboada, A.Penela y I.Seara). Las distintas intervenciones
genera interesantes vistas hacia las torres de la inmediata catedral. En la ampliación la composición no se sujeta a esas
tienen como rasgo común su adaptación a la topografía y la búsqueda de una inserción discreta en el paisaje. El
trabas, disponiendo una tersa fachada acristalada, modulada geométricamente, hacia la cercana rúa de la Conga.
tratamiento con cubiertas de cobre acentúa esa intención de integración paisajística.

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 las escenas de las residencias de las “capas acomodadas”, inscritas en esos mismos procesos, pero que
se sitúan sobre todo en las últimas décadas del XIX y primeras del XX, en relación a la consolidación y
crecimiento de las clases burguesas en esas etapas.

 las composiciones de casonas y palacios nobiliarios, procedentes sobre todo del XVIII

 las configuraciones de fachadas de arquitecturas civiles, asistenciales, institucionales o administrativas,


desde el XVI a finales del XIX

 las “fachadas telón”, de caracterización escenográfica, que caracterizan el barroco compostelano en su


aplicación a grandes fábricas religiosas, y en especial a la Catedral

 las composiciones particulares de las envolventes de los conjuntos conventuales

  5.6.5.2. Las configuraciones exteriores del caserío menor.

 
Las configuraciones exteriores de las edificaciones renovadas de vivienda de las capas populares, situadas sobre

  todo en los arrabales de rueiros y también difusas en el recinto, salvo en los ejes y plazas principales, se enmarcan en varias
condicionantes: los reducidos frentes de las fachadas; sus alturas, entre dos y tres plantas; las pautas compositivas
  derivadas de las Ordenanzas y de otras instrucciones posteriores, así como de la difusión del gusto por las composiciones
5.6.5. Los lenguajes de las configuraciones exteriores de los edificios residenciales ordenadas, con huecos amplios y dispuestos regularmente; las determinaciones sobre materiales, elementos y acabados;
y, en fin, las propias constricciones económicas de los promotores.
5.6.5.1. Introducción
Como resultantes de esas condicionantes, las configuraciones exteriores se caracterizan por los siguientes aspectos
Como tantas veces hemos advertido, al tratar este tema no pretendemos situarnos en perspectivas académicas,
(que se desarrollan con mayor detalle en el apartado sobre los Tipos edificatorios):
por rebasar desmedidamente los objetivos de nuestros trabajos, y además por disponer de documentadas investigaciones
sobre ello, a las que nos remitimos. Sus finalidades son mucho más limitadas: ofrecer unos sucintos apuntes sobre las  La construcción de las fachadas se realiza frecuentemente en sillería en planta bajas y en mampostería recubierta
características de la escena edificada, en sus variados recursos estilísticos y en sus diversas articulaciones en el paisaje con enlucidos, pero casi siempre con cadenas laterales y recercados de huecos en sillería de granito. En algunas
urbano; proporcionar algunas claves para la lectura de la evolución histórica de la ciudad, relacionando las distintos soluciones de utilización de ventanas los antepechos se efectúan con piezas enterizas de granito. En ciertos casos el
planteamientos y soluciones con los contextos sociales, económicos, culturales de las sucesivas etapas; y proporcionar conjunto de la fachada se realiza en su totalidad con sillería vista.
algunas indicaciones o sugerencias sobre los “enfoques” o “modos” que podrían adoptar las nuevas intervenciones en
sustitución o adaptación de edificios no protegidos, para conseguir adecuadas concertaciones con ese complejo universo  Las composiciones se basan sobre todo en huecos rasgados hasta el suelo de forjado de piso, en menos casos con

de preexistencias. ventanas, unos y otras dispuestas en ejes ordenados verticalmente. Los huecos de plantas bajas destinados a
actividades económicas –artesanado, comercio- se organizan con esos esquemas geométricos. Recordemos que los
Este horizonte se encuentra orientado, si se quiere orientado, por criterios operativos, tanto en lo que se refiere al huecos rasgados se imponen como obligatorios desde 1842)
enriquecimiento de las percepciones de la ciudad, por los vecinos y los visitantes, como a la identificación de ciertas
indicaciones cara a nuevas proyectualidades. Consecuentemente, organizaremos la exposición con un esquema que  Los huecos rasgados se organizan con dos esquemas fundamentales, con distintas variantes: con balcones sin

sigue en gran parte los de otros capítulos del trabajo (sobre tipos edificatorios, regulaciones urbanísticas, evolución histórica voladizo, situando la carpintería enrasada a fachada y con antepecho de cerrajería tras ella y contraventanas a cara

y urbana…). Distinguiremos así: interior, o con antepecho calado enrasado a fachada y carpintería remetida, y tras ella las contraventanas. Y con
balcones o balconadas en voladizo, disponiendo las carpinterías de los huecos con algunas de las soluciones antes
 las configuraciones exteriores del “caserío menor” en el recinto y en arrabales de rueiros, resultantes de los señaladas. No es necesario señalar que esas distintas soluciones generan efectos perceptivos diversos: en los primeros
procesos de renovación desarrollados a lo largo del XIX y principios del XX.

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casos, proporcionan “imágenes planas”, en las que carpinterías, con los despieces de sus acristalamientos, con sus ¿Con qué lenguajes se efectuaron las configuraciones exteriores de esas nuevas implantaciones residenciales? A
entrepaños inferiores en madera, con sus viseras, adquieren protagonismo dominante (sobre todo en los frecuentes mediados del XIX, como es muy bien sabido, irrumpe en España la búsqueda de un “nuevo estilo” en conformidad con las
casos en que los acabados de muros se realizan en enlucidos blancos); en los casos de huecos sin voladizo con condiciones sociales y técnicas de esa etapa de modernización, que se resuelve en intentos de interpretación de
carpinterías remetidas se añaden juegos de sombras y de valoración de los espesores de muros, acentuando al mismo aportaciones anteriores, adaptándolas a esas nuevas exigencias : se abre así la larga etapa de los eclecticismos historicistas
tiempo las facturas de las cerrajerías; y en los casos de balcones y balconadas se realzan aún más esos efectos, pero en las edificaciones residenciales, con sus paseos por el “neorrenacimiento”, el llamado “neoclasicismo romántico”, el
con mayores compromisos sobre las soluciones de los voladizos y la calidad ornamental de las cerrajerías… “neoplateresco”, el “neobarroco”… hasta las etapas de reelaboraciones “neomedievalistas” (en sus variantes románicas
o góticas, “neomudéjares”… para llegar finalmente a los “neo-regionalismos”, a veces en convivencia con otros referentes,
 Aspecto importante, las fachadas (salvo las de sillares vistos) se ven obligadas al blanqueado, según disposición de
en las primeras décadas del XX (nos remitimos en estos aspectos generales a los esenciales trabajos sobre la arquitectura
1832, después reiterada en otras normas, por entender que tal tratamiento proporcionaba cierta capacidad de
española del XIX y principios del XX de de J.Hernando, P.Navascués, A.Cirici Pellicer, I.Solà Morales, J.Bassegoda y otros. En
prevención higiénica frente a la peste. Esa disposición, de índole sanitaria … está en la raíz de una de las característica
el ámbito gallego, destacamos entre otros los trabajos de J.Couselo Rozas, J.M. López Vázquez, A.Vigo Trasancos…)
de las escenas del paisaje urbano de Santiago que hoy podríamos percibir como resultante de una visión motivada
por criterios estéticos… En la edificación residencial de Santiago el desarrollo de esos nuevos lenguajes se encontró enmarcado en diversos
condicionantes: el moderado crecimiento de la ciudad en esa época –sin un Ensanche en el que pudieran desplegarse
 La aparición de las galerías, como dispositivo funcional, de acomodo de la vida doméstica y a la vez de ornato, tuvo
con amplitud esos nuevos esquemas- las limitaciones en cuanto a capacidad promotora de las capas sociales que
lugar a finales del XIX en las residencias de capas medias. Pero tuvo pronto cierta difusión al caserío de las capas
buscaban distinguirse con esos nuevos recursos formales, los gustos culturales predominantes en esas capas, la formación
populares.
y predisposiciones de los arquitectos…y sin duda la inserción de las actuaciones en una tradición ordenancística heredada
de las ideas ilustradas de finales del XVIII, y en unos contextos urbanos y sobre unas bases parcelarias que requerían
5.6.5.3. Las escenas de las residencias de las capas acomodadas en la segunda mitad del XIX y
atenciones muy específicas, ajustes dimensionales, concordancias con los entornos inmediatos…
primeras décadas del XX.
Por ello, no es de extrañar que en Santiago los referentes de las arquitecturas residenciales de la segunda mitad
Como se señala en otros capítulos, la extensión de las capas de la nueva sociedad burguesa –empresarios,
del XIX se orientaran sobre todo hacia aplicaciones y reelaboraciones de los estilos clasicisistas, sobre las bases de los
comerciantes, profesionales liberales, siempre a la modesta escala de la ciudad-desarrollada sobre todo desde mediados
esquemas codificados de naturaleza academicista de depuración neoclásica, de finales del XVIII y primeras décadas del
del XIX, se traducirá en implantaciones residenciales en el interior del recinto o en sus bordes inmediatos, entre otros motivos
XIX: pautas por otra parte mayoritarias en las configuraciones de las escenas edificadas de tipos residenciales en la mayoría
por la carencia de otros asentamientos alternativos (esquemas de ciudad jardín con esquemas prestigiosos socialmente o
de las ciudades españolas, en las que fueron excepcionales los recursos a otros esquemas (salvo en Madrid y otras
estructuras de Ensanche dirigidas a esas nuevas capas). Por esos motivos, las nuevas residencias de esas capas, en
ciudades castellanas, con la difusión de configuraciones referidas al “mudéjar”, sobre la base de la mayoritaria utilización
búsqueda de preeminencia representativa en el teatro de la ciudad, y a la vez de acomodo a sus necesidades (amplitud
de fábricas de ladrillo visto, o en otras ciudades catalanas o levantinas en las que los eclecticismos de reviviscencias
de las superficies edificadas, inserción en la estructura urbana), se situaron sobre todo en el interior del recinto eligiendo las
medievales, sobre todo “góticas” tuvieron cierta extensión).
calles y áreas más prestigiadas en la evolución anterior, por ejemplo por la presencia de pazos nobiliarios y por sus
significados “sedimentados” –rúas Nova y Vilar, Pza. del Campo, etc.- o en sus inmediatos bordes, internos o externos Esa adscripción de las arquitecturas que podríamos calificar de “cultas” a las matrices de derivación clasicista, se
(ronda sur de Senra, Santo Antonio…). realiza mediante procedimientos heterodoxos, con libres reelaboraciones, interpretaciones o combinaciones de estilos
codificados en esos lenguajes.
Según las características de los propietarios promotores y de las finalidades de las actuaciones varían los modos de
implantación y las dimensiones de los edificios: los destinados a vivienda propia, acompañada muchas veces de Entre otros estudios sobre la arquitectura santiaguesa de este período, probablemente sean los más sistemáticos y
despachos, suelen insertarse en el parcelario heredado, con frentes estrechos o medios. En cambio, los que tenían por de alcance general los desarrollados por A.A. Rosende y P.Costa, sirviéndonos como acertado guión para nuestros sucintos
finalidad alojar la residencia del propietario junto a otras viviendas y locales para alquilar, o los que se dedicaban comentarios, en sus referencias a las obras de los arquitectos activos en la ciudad.
íntegramente a la renta, se asentaron mediante procedimientos de agregación de parcelas, en todos los casos mediante
su mayoritaria disposición en cuatro plantas (a veces con áticos o espacios bajo cubierta). Destacaríamos en primer lugar las obras de Manuel de Prado y Vallo, titulado en 1839 en la Academia de San
Fernando, y que compaginó su cargo de arquitecto municipal con abundante y variada actividad privada. Sus proyectos
a. Las escenas puntuadas por referentes de los eclecticismos historicistas: el predominio de las derivaciones residenciales, de muy distintas escalas y con diversas caracterizaciones socio-económicas, podrían enmarcarse en
clasicistas. esquemas de derivaciones académicas, muy contenidas en todos sus elementos, sin los recursos más libres del eclecticismo

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que aparecería más tarde. En la casa n.7 de la Pza. de Cervantes, proyectada en 1851, de frente estrecho, con dos huecos La siguiente generación de arquitectos, que iniciaron su actividad hacia 1875, orientarían sus proyectos con criterios
por planta, con muros en sillería vista, la fachada se enmarca en cadenas laterales, y los huecos en recercados de sobria más propiamente eclecticistas, aunque dentro de una notable continuidad con las referencias clasicistas. La difusión de
molduración. Los huecos de la tercera planta se unifican con balconada, mientras que los de la cuarta con balcones la galería, y en menor medida de los miradores, proporcionaría ocasiones de mayores variaciones compositivas, en sus
individuales, rematando el conjunto mediante expresiva cornisa. En la casa de la Plazuela de los Huevos, un año posterior, combinaciones con los recursos codificados de los huecos rasgados, que a su vez se diversifican incorporando a veces
situada en esquina de la manzana, las dos fachadas, unificadas por acabados en enlucido blanco y por un común remates de arcos rebajados y recercados con ricas molduraciones, muchas veces con refinados guardapolvos y elementos
esquema de ordenación geométrica, adoptan soluciones diferentes: la principal, con balconada en primera y balcones ornamentales. La importancia de las funciones comerciales, en el clima de consolidación de la vida burguesa, concederán
individualizados en las siguientes (la última modificada más tarde con adición de galería) y la secundaria con ventanas además creciente relevancia a los tratamientos de las plantas bajas, añadiendo posibilidades de mayor complejidad
con las soluciones tradicionales de carpinterías enrasadas a cara exterior y antepechos con piezas enterizas de granito. El formal. Las puertas principales se tratan con carpinterías con cuidadosos dibujos. En edificios de esquina los chaflanes
encuentro de ambas se resuelve en chaflán –elemento característico de las actuaciones de todo este período- realzado forman parte importante de la composición. En los casos de edificios con soportales sus sistemas exteriores adquieren
mediante mediante dos fuertes cadenas de sillería. Otras obras, como la casa n.10 de la Pza. de Cervantes o la n.10 de la presencia descollante, con potentes pilastras y arcos de medio punto sobre los que se disponen moldurados
rúa de la Raiña, se realizan con similares esquemas de sobriedad compositiva. Por su carácter singular, reseñaremos por entablamentos…
último su proyecto de 1871 para los dos extensos bloques edificados en el área del Mercado, dentro de la reforma urbana
En esta etapa destacaremos las obras de M.Otero, M.Pereiro, M.F.Quintana, M.Alvarez Reyero y J. de la Fuente.
del Picho de la Cerca (con proyectos anteriores de A.Gómez de Santamaría y de M.Pereiro). Las prolongadas fachadas,
de cuatro plantas, tratadas en enlucido, combinan elementos acentuadores de la horizontalidad, con impostas continuas
 
de granito y un marcado alero, y de la verticalidad, mediante las rítmicas disposiciones de huecos rasgados, enmarcados
en sobrios pero visibles recercados. En las esquinas, unas potentes cadenas de granito encuadran la composición.  

Plaza de Cervantes
C/. Senra n 3 (M. Otero López 1893)

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b. El Modernismo  

   

Casa del escultor López-Pedre (López Rego 1917)

El modernismo llega a Santiago con las obras de J.López de Rego, nacido en 1872. Su primera obra, en 1905, es la
casa n.6-8 de Preguntoiro. Su lenguaje se orienta más al modernismo de raíces vienesas o de la escuela de Glasgow que
al caligráfico y floreal francés o belga, las versiones catalanas de regustos medievalizantes o las inventivas organicistas
gaudinianas: en efecto, el armazón compositivo es claramente ortogonal, con un potente zócalo de granito, con amplios
huecos de locales y puerta, a los que se sobreponen otros huecos apaisados; un cuerpo saliente, estructurado por cuatro
acusadas bandas verticales continuas, que enmarcan estrechos huecos a ambos lados y un hueco más amplio en el
centro; y una disposición de huecos rectangulares ordenados geométricamente a uno y otro lado de ese cuerpo. Sobre
esa disciplinada composición se inscriben abundantes rejerías y celosías de gran riqueza ornamental, así como detalles
escultóricos. Otra interesante proyecto, en la Plaza del Toral, fue reemplazado desafortunadamente en 1921 por una
fachada más anodina, obra de M.Fernández Ragel.

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5.7. Anexo. Fichas de elementos según su tipología.

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