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Conjunto de Cantor 2

Este documento presenta un análisis del artículo "Un conjunto dorado de Cantor". En primer lugar, se brindan conceptos preliminares sobre espacios métricos, el espacio de códigos y topología. Luego, se incluye una breve biografía de Georg Cantor y una discusión sobre la razón áurea. Finalmente, se describe la construcción geométrica y analítica del conjunto de Cantor clásico y se analiza el artículo, el cual plantea la posibilidad de interseccionar dos conjuntos de Cantor generalizados de tal
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Conjunto de Cantor 2

Este documento presenta un análisis del artículo "Un conjunto dorado de Cantor". En primer lugar, se brindan conceptos preliminares sobre espacios métricos, el espacio de códigos y topología. Luego, se incluye una breve biografía de Georg Cantor y una discusión sobre la razón áurea. Finalmente, se describe la construcción geométrica y analítica del conjunto de Cantor clásico y se analiza el artículo, el cual plantea la posibilidad de interseccionar dos conjuntos de Cantor generalizados de tal
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UN CONJUNTO DORADO DE CANTOR

Análisis de un artı́culo

DÚWAMG ALEXIS PRADA MARÍN

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER


ESCUELA DE MATEMÁTICAS
BUCARAMANGA
2006
UN CONJUNTO DORADO DE CANTOR

DÚWAMG ALEXIS PRADA MARÍN

Trabajo presentado para optar el tı́tulo de


LICENCIADO EN MATEMÁTICAS

Directora
SONIA MARLENI SABOGAL PEDRAZA
Doctora en ciencias matemáticas

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER


ESCUELA DE MATEMÁTICAS
BUCARAMANGA
2006
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 1

1. PRELIMINARES 5
1.1. Espacios métricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2. El espacio de los códigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.3. Topologı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

2. RESEÑA HISTÓRICA 11
2.1. Georg Ferdinand Ludwig Philip Cantor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2. La razón áurea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

3. EL CONJUNTO DE CANTOR 22
3.1. Construcción geométrica del conjunto de Cantor . . . . . . . . . . . . . . . . 22
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
3.3. ζ como espacio métrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
3.4. ζ como espacio topológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

4. UN CONJUNTO DORADO DE CANTOR 37


4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] . . . . . . . . . . . . . . 37
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

5. CONCLUSIONES 59

BIBLIOGRAFÍA 60
Tı́tulo: UN CONJUNTO DORADO DE CANTOR∗
Autor: PRADA MARÍN Duwamg Alexis∗∗
Palabras claves:

Razón Áurea
Conjunto Dorado
Número Dorado
Conjunto cantor

Descripción y contenido:

El presente trabajo muestra la relación existente entre el conjunto de Cantor y la razón áurea, en donde
se brinda solución a un simple pero interesante problema geométrico, del cual se construye un conjunto de
Cantor especial que será denominado: “Un conjunto dorado de Cantor”.

Al contrario de lo que muchos piensan no solo existe un conjunto de Cantor; el conocido conjunto ternario
de Cantor, sino que además se pueden hacer conjuntos de Cantor variando la longitud del intervalo hueco
intermedio que se denomina α.

Este problema geométrico plantea si es posible intersecar dos α − medios conjuntos de Cantor, de tal forma
que la longitud de los intervalos componentes, que se denomina β, de uno de dichos conjuntos quede entrete-
jido en los intervalos huecos del otro, dejando ası́ como único elemento de intersección a cero.

Existe un valor crı́tico de β para el cual el problema tiene solución, es en este valor donde se encuentra la
razón áurea realizando el cociente entre el valor de los intervalos β y el valor del intervalo hueco intermedio α.

Además en el trabajo se muestra una forma análoga de construir el conjunto de Cantor utilizando notación
binaria y números en base tres.

Como reseña histórica se realiza una breve pero interesante biografı́a de Cantor y se muestra una aplicación
de la razón áurea en nuestra vida.


Monografı́a
∗∗
Facultad de Ciencias, Escuela de matemáticas. Director: Sonia Marleni Sabogal Pedraza
Title: A GOLDEN CANTOR SET∗
Author: PRADA MARÍN Duwamg Alexis∗∗
Keywords:

Golden Ratio
Golden Set
Golden Number
Cantor Set

Content:

The current work shows the relationship existing between the cantor set and the golden ratio in which a
solution to a simple but interesting geometrical problem is given. From this we have made a special cantor
set that will be called “a golden cantor set”.

Contrary to what many people think, there is not only one existing cantor set, the well-known tertiary cantor
set, but also we can make cantor sets varying the length of the intermediate empty interval that we will call
“alpha”.

What this geometrical problem suggests is if it is possible may intersect two half alpha cantor sets so that
the length of the component intervals, that we will call ”beta”, of one of the involved sets remains conjoined
to one of the empty intervals of the other one, leaving zero as the only intersection element.
There is a critical value for “beta”in which the problem has a solution and it is in this value where we find
the golden ratio making the quotient between the beta interval values and the intermediate empty interval
alpha value.

Moreover in this work, it is shown an analogue way to make the cantor set using binary notation and three-
based numbers.

As it reviews historical is made a brief but interesting biography of Cantor and it is also shown how the
golden ratio is applied to our lives.


Monograph
∗∗
Facultad de Ciencias, Escuela de matemáticas. Director: Sonia Marleni Sabogal Pedraza
INTRODUCCIÓN

La matemática a través de los tiempos ha ofrecido solución a muchos problemas que se han
planteado. Dentro del campo matemático encontramos una serie de números maravillosos,
conjuntos
extraordinarios, distintas geometrı́as, y un sin fin de aplicaciones a las cosas que existen.
Todos estos elementos de la matemática no son ajenos entre ellos. En este trabajo mostraremos,
a partir del análisis del artı́culo “A golden Cantor set”[13], una interesante relación
entre el conjunto de Cantor y la razón dorada, también llamada la proporción divina por
Leonardo da Vinci. La construcción clásica del conjunto ternario de Cantor se basa en
“suprimir” los tercios medios de los intervalos que van quedando, a partir del intervalo
[0, 1]; esta construcción se puede generalizar suprimiendo en vez de los “tercios medios”, por
ejemplo, los “cuartos medios” o los “quintos medios” o en general los “α-medios”
siendo α ∈ (0, 1), lo que generarı́a la versión α-medio conjunto de Cantor, notada ζα . El
problema central que plantea el artı́culo en cuestión es determinar condiciones para que dos
de tales conjuntos de Cantor generalizados se intersequen únicamente en cero (es
T
decir, ζα ζα′ = {0}). Pues bien, la solución a este problema está ı́ntimamente ligada a
la proporción divina, y esto es lo que se muestra en el artı́culo [13].

El presente trabajo consta de cuatro capı́tulos. En el primer capı́tulo (“Preliminares”),


recopilamos conceptos y resultados del análisis y topologı́a que se usarán en los siguientes
capı́tulos. Hemos dedicado el segundo capı́tulo (“Reseña histórica”) por una parte a la vida
de Georg Ferdinand Ludwig Philip Cantor, para conocer algunos detalles de sus estudios,
sus ideas más brillantes, sus descubrimientos, su corriente filosófica y hasta la locura que
padeció este gran matemático, y por otra parte, miraremos diferentes aplicaciones que ha
tenido la razón dorada, como su utilización en construcciones importantes como el Partenón
INTRODUCCIÓN 4

y la pirámide de Giza; también su utilización en obras de arte como la Mona Lisa, La última
cena, el hombre de Vitrubio, entre otros. Además, veremos algunas curiosidades interesantes,
como una relación entre la razón dorada y la serie de Fibonacci.
En la mayorı́a de libros y clases de matemáticas se presenta el conjunto de Cantor a
partir de su construcción geométrica, y de allı́ se empiezan a mostrar sus propiedades más
importantes; en el capı́tulo tres de la presente monografı́a (“El conjunto de Cantor”), se
presenta dicho conjunto desde diferentes puntos de vista; en particular, se muestra una con-
strucción analı́tica, realizada por José Mateos Cortés [5], con lo cual se demuestra que el
conjunto de Cantor es un espacio métrico (y topológico), compacto, no vacı́o, totalmente
disconexo, perfecto y no numerable.

En el cuarto y último capı́tulo (“A golden Cantor set”), se muestra la traducción del artı́culo
escogido para este trabajo y se continúa con su análisis, haciendo algunas observaciones al
respecto, usando también las referencias bibliográficas encontradas, examinando nociones
que intuitivamente podrı́an ser muy claras, pero que no son tan sencillas de formalizar, como
por ejemplo, la diferencia de tamaño entre dos conjuntos de Cantor.
CAPı́TULO 1
PRELIMINARES

En este capı́tulo se recopilan varios conceptos y resultados fundamentales que se utilizarán en


este trabajo. La primera sección está dedicada a los espacios métricos, la segunda al espacio
de los códigos y finalmente se estudiarán algunos conceptos topológicos. Las definiciones,
conceptos y resultados que aparecen en este capı́tulo han sido tomadas principalmente de
[1] y de [3].

1.1. Espacios métricos


Definición 1.1.1. Sean X un conjunto no vacı́o y d : X × X → R una función que satisface
para cualesquiera x,y,z ∈ X:

i) d (x,y)≥ 0;

ii) d (x,y)= 0 ⇔ x = y;

iii) d (x,y)=d (y,x );

iv) d (x,y)≤d (x,z )+d (z,y);

entonces d se llama métrica sobre X, y la pareja (X,d ) se llama espacio métrico.

Definición 1.1.2. Sean (X,d ) espacio métrico, x ∈ X y ε > 0. Se define bola con centro en
x y radio ε como el conjunto B d (x ;ε)={y∈ X | d (x,y)< ε}.

Definición 1.1.3. Dado (X,d ) espacio métrico y A ⊆ X, se dirá que A es abierto si y sólo
si ∀a ∈ A, ∃ε > 0, tal que B d (x ;ε)⊆ A.
PRELIMINARES 6

Definición 1.1.4. Dado (X,d ) espacio métrico y A ⊆ X, se dirá que A es cerrado si y sólo
si X − A es abierto.

Definición 1.1.5. Sean X un conjunto no vacı́o y f : N → X una función; la función f


se llama sucesión en X y se nota f(n)= x n . Comúnmente se identifica la sucesión con el
recorrido ordenado de la función de la siguiente forma: f =(x n )n∈N = (x 1 ,x 2 ,...,x n ,...).

1.2. El espacio de los códigos


Se presentará a continuación la definición del espacio de los códigos y resultados importantes
relativos a dicho espacio, que se necesitarán en este trabajo.

Definición 1.2.1. Sea Σ = {1, ..., N } donde N ∈ N. Se define ΣN ={ f : N → Σ | f es


función}.

De la definición 1.1.5 presentada anteriormente, podemos concluir que los elementos de ΣN


son sucesiones α = (αi )i∈N , donde αi ∈ Σ, que escribiremos como α = α1 α2 ..., y a cada
sucesión la llamaremos un código.

Definición 1.2.2. Se define ∀α, β ∈ ΣN ,


X | αi − βi |
dc (α, β) = i
.
i=1
(N + 1)

Proposición 1.2.1. La función dc : ΣN → R está bien definida.

Teorema 1.2.1. (ΣN ,dc ) es espacio métrico.

La demostración de las dos anteriores afirmaciones son inmediatas.

Definición 1.2.3. El espacio (ΣN ,d c ) se llama espacio de los códigos.

La siguiente proposición muestra qué forma tienen las bolas dentro de este espacio métrico.

Proposición 1.2.2. Sean α ∈ ΣN y ε > 0. Entonces:



ΣN , si ε ≥ 1,
Bdc (α; ε) =
{β ∈ ΣN | α = β , ∀i = 1, ..., k}, para algún k ∈ N, si ε < 1.
i i

Una prueba de esta proposición se puede encontrar en [3].


PRELIMINARES 7

1.3. Topologı́a
A continuación se enuncian algunas propiedades y los conceptos más importantes de topologı́a
que se usarán principalmente en el capı́tulo 3.

Definición 1.3.1. Espacio topológico: Sea X un conjunto y τ una familia de subconjuntos


de X (es decir τ ⊆ P (X)). Se dice que τ es una topologı́a sobre X, si se cumplen los
siguientes axiomas:

i ) ∅, X ∈ τ .

ii ) Si A, B ∈ τ entonces A ∩ B ∈ τ .
S
iii ) Si {Ai }i∈I es una familia de elementos de τ , entonces i∈I Ai ∈ τ .

En tal caso el par (X, τ ) se llama espacio topológico y los elementos de τ se llaman
abiertos.

Nota 1.1. ii significa que la intersección finita de abiertos es un abierto.

Proposición 1.3.1. Todo espacio métrico es también un espacio topológico.

Posteriormente en el ejemplo 1.3.2 se muestra la relación mencionada entre un espacio métrico


y un espacio topológico.

Definición 1.3.2. Base para alguna topologı́a: Sean X un conjunto y B ⊆ P (X); se


dice que B es base para alguna topologı́a sobre X, si se cumplen las siguientes condiciones:
S
i) B = X

ii) Si B1 y B2 ∈ B y x ∈ B1 ∩ B2 , entonces existe B3 ∈ B tal que x ∈ B3 ⊆ B1 ∩ B2 . En


tal caso, la familia

hBi = {G ⊆ X | (∀x ∈ G)(∃Bx ∈ B)(x ∈ Bx ⊆ G)}

es una topologı́a sobre X, llamada la topologı́a generada por B.

Definición 1.3.3. Base para una topologı́a: Sean (X, τ ) un espacio topológico y B una
familia de abiertos (es decir B ⊆ τ ). Se dice que B es una base para τ , si todo elemento
de τ es unión de elementos de B; equivalentemente: si para cualquier O ∈ τ y x ∈ O, existe
Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ O.
PRELIMINARES 8

Ejemplo 1.3.1. Topologı́a ordinaria de R (τu ): sea X = R, se tiene que:


τu = { α (aα , bα ) | aα , bα ∈ R} es una topologı́a sobre R, llamada la topologı́a ordinaria.
S

Ejemplo 1.3.2. Topologı́a generada por una métrica. Si (X, d) es un espacio métrico,
entonces la familia de todas las bolas (definición 1.1.2) es base para una topologı́a τd sobre
X, llamada la topologı́a generada por la métrica d . En este caso se puede demostrar
que los abiertos (es decir los elementos de τd ) son exactamente los mismos abiertos de la
definición 1.1.3.

Ejemplo 1.3.3. Topologı́a discreta: Sean X un conjunto y τ = P (X); τ es una topologı́a


sobre X, llamada topologı́a discreta.

Definición 1.3.4. Interior de un conjunto: Sean (X, τ ) un espacio topológico, A ⊆ X,


x ∈ A. Diremos que x es un punto interior de A si y solo si existe O ∈ τ , tal que x ∈ O ⊆ A.
El conjunto de los puntos interiores de A se llama el interior de A, y se nota A◦ ó int(A).

Proposición 1.3.2. Una caracterización de los conjuntos abiertos: Sean (X, τ ) un


espacio topológico y A ⊆ X. Entonces A es abierto si y solo si A = A◦ .

Definición 1.3.5. Conjuntos cerrados: Sean (X, τ ) un espacio topológico y A ⊆ X.


Diremos que A es cerrado si y solo si X − A ∈ τ , es decir, si X − A es abierto.

Los conjuntos cerrados poseen las siguientes propiedades, que son “duales” de las propiedades
de los abiertos: toda intersección de conjuntos cerrados es un conjunto cerrado, y toda reunión
finita de conjuntos cerrados es un conjunto cerrado.

Ejemplo 1.1. En (R, τu ) los interiores de [0, 1), (0, 1) ∪ (2, 3) y Q son (0, 1), (0, 1) ∪ (2, 3)
y ∅ respectivamente, de lo cual se puede afirmar que (0, 1) ∪ (2, 3) es abierto mientras que
[0, 1) y Q no lo son. Los conjuntos [0, 1], (−∞, 0] ∪ [1, 2] son cerrados, mientras que [0, 1) y
Q no lo son.

Definición 1.3.6. Conjunto acotado: Sea (X, d) un espacio métrico y S ⊆ X. Se dice


que S es acotado si está contenido totalmente en una bola B(a; r) para algún r > 0 y algún
a ∈ X.

Teorema 1.3.1. Teorema de encaje de Cantor Sea {Q1 , Q2 , ...} una colección
numerable de conjuntos, no vacı́os, de Rn tales que:

i) Qk+1 ⊆ Qk (k = 1, 2, 3, ...);
PRELIMINARES 9

ii) Cada uno de los conjuntos Qk es cerrado y Q1 está acotado;


T∞
Entonces la intersección k=1 Qk es cerrada y no vacı́a.

Definición 1.3.7. Una colección de conjuntos F se denomina recubrimiento de un


conjunto dado X si
S
X⊆ A∈F A.

Se dice también que la colección F recubre a X. Si X es un espacio topológico y F es una


colección de conjuntos abiertos, entonces F se denomina recubrimiento abierto de X.

Definición 1.3.8. Conjunto compacto: Un espacio topológico X se llama compacto si,


y sólo si, cada recubrimiento abierto de X contiene un subrecubrimiento finito; esto es, una
subcolección finita que también recubra a X.

Teorema 1.3.2. Sea X un subconjunto de R (considerando a R con su topologı́a ordinaria).


Entonces las tres afirmaciones siguientes son equivalentes:

i) X es compacto;

ii) X es cerrado y acotado;

iii) Todo subconjunto infinito de X tiene un punto de acumulación en X.

Definición 1.3.9. Si (X, d) es un espacio métrico y S ⊆ X, se dice que S es denso en


sı́ mismo si para cualesquiera x ∈ S y ε > 0, existe y ∈ S tal que d(x, y) < ε.

En el caso particular de (R, du ), S ⊆ R es denso en sı́ mismo, si para cualquier par de


elementos x, y ∈ S existe z ∈ S tal que x < z < y.

Definición 1.3.10. Espacio disconexo y espacio conexo: Sea (X, τ ) un espacio topológi-
co. Diremos que X es disconexo o no conexo si existen dos abiertos, disjuntos no vacı́os,
cuya unión es X. Es decir, si existen A y B tales que:

i) A y B son abiertos;

ii) A ∩ B = ∅;

iii) A 6= ∅, B 6= ∅;
1.3. Topologı́a 10

iv) A ∪ B = X

En tal caso {A, B} es una disconexión de X. Si no existe disconexión de X, entonces X


se dice conexo.

Definición 1.3.11. Caracterización de los espacios conexos: un espacio topológico


(X, τ ) es conexo si y solo si los únicos subconjuntos de X que son simultáneamente abiertos
y cerrados (abierto-cerrados) son ∅ y X.

Definición 1.3.12. Espacio totalmente disconexo: Sea (X, τ ) un espacio topológico.


Diremos que (X, τ ) es totalmente disconexo si τ admite una base de abierto-cerrados.

Ejemplo 1.2. (R, τu ) es un espacio conexo; los subespacios (0, 1) ∪ [2, 3) y Q son disconexos
y Q es además totalmente disconexo.

Definición 1.3.13. Sean (X, τ ) un espacio topológico y x ∈ X, V ⊆ X es una vecindad de


x si existe un abierto O tal que x ∈ O ⊆ V .

Definición 1.3.14. Sean (X, τ ) un espacio topológico y A ⊂ X. Un punto x ∈ X se dice


punto de acumulación de A si para toda vecindad V de x se tiene que:
T
(V - {x}) A 6= ∅.

Definición 1.3.15. Sean (X, τ ) un espacio topológico y A ⊂ X. Diremos que A es perfecto


si es cerrado y todo punto de A es punto de acumulación de A.

Definición 1.3.16. Un espacio topológico (X, τ ) es llamado de Hausdorff si ∀x, y ∈ X,


x 6= y, ∃A, B ⊆ X abiertos tales que x ∈ X, y ∈ X y A ∩ B = ∅.

Teorema 1.3.3. Todo espacio métrico es de Hausdorff.


CAPı́TULO 2
RESEÑA HISTÓRICA

2.1. Georg Ferdinand Ludwig Philip Cantor


Se entiende por conjunto la agrupación de un todo
de objetos bien diferenciados de nuestra intuición
o de nuestra mente.
CANTOR.

Esta sección dedicada a la vida de Cantor, está soportada principalmente en [2] y en [10].

Georg Cantor nació en San Petersburgo (Rusia) el 3 de marzo de 1845, hijo mayor de
Georg Waldemar Cantor y Marı́a Bohm. Cuando su familia se trasladó a Alemania, asistió a
escuelas privadas de Frankfort y de Damstadt, luego ingresó al Instituto de Wiesbaden en
1860, cuando tenı́a 15 años. Comenzó sus estudios universitarios en Zúrich, en 1862, pero al
siguiente año pasó a la Universidad de Berlı́n, donde se especializó en matemáticas, filosofı́a y
fı́sica; fue catedrático de la universidad de Halle en 1869. La primera contribución importante
de Cantor a la matemática es una teorı́a de los números irracionales que expuso en 1872,
año en que aparecieron teorı́as semejantes de Weierstrass, de Charles Méray y Dedekind.

En 1873 estudia problemas de equipotencia y la clasificación de los conjuntos “excepcionales”.


Fueron los estudios acerca de los números reales, los que condujeron a Cantor a la teorı́a
de conjuntos en el decenio 1874-1884. A partir de este último año, Cantor sufrió varias
internaciones psiquiátricas, debido a las dificultades y a los esfuerzos infructuosos por tratar
de demostrar la “hipótesis del continuo”(problema que planteaba la teorı́a).
2.1. Georg Ferdinand Ludwig Philip Cantor 12

Después de años de trabajo concentrado en el discurso de la matemática, en 1883 Cantor


empieza a publicar consideraciones filosóficas sobre lo que implica su manera de
entender la realidad de las nociones que introduce. En ese año publica su texto Fundamentos
de una teorı́a general de los conjuntos, donde discute la realidad de los números finitos e
infinitos. A ellos puede adjudicarse una realidad transubjetiva o trascendente, de la que
puede ocuparse la metafı́sica, o bien una realidad intrasubjetiva o inmanente, que es la única
que verdaderamente interesa a la matemática en tanto tal, es decir en tanto “matemática
libre”. Cantor expresa en el texto:

La matemática es plenamente libre en su desarrollo, y no conoce sino una única obli-


gación: sus conceptos deben ser no contradictorios en sı́ mismos y sostener por otra parte
con los conceptos formados anteriormente, ya presentes y asegurados, relaciones fijas,
reguladas por las definiciones. En particular, para poder introducir nuevos números,
solamente se requiere dar definiciones que les confieran precisión y, llegado el caso, una
relación tal con los antiguos números, que se puedan distinguir unos de otros de un
modo determinado. Desde que un número satisface todas estas condiciones, puede y
deber ser considerado como existente y real en la matemática.

Hacia 1887, volvió a ocuparse de la teorı́a de conjuntos. Además del progreso técnico que
representa y de la importancia de sus conceptos, la teorı́a de conjuntos trae a primer plano
la cuestión del infinito a la matemática. La cuestión venı́a de lejos: basta pensar que la
distinción hoy corriente entre infinito potencial e infinito actual procede de Aristóteles. Aún
sin ocuparse expresamente de matemática, los escritos de Aristóteles contienen numerosas
referencias a esta ciencia, que él define como el aspecto continuo y cuantitativo de las cosas;
de ahı́ que, al apartarla del mundo de la experiencia, reconozca que la lógica, legisladora de
esa experiencia, no basta para explicar el mecanismo de la demostración matemática.
A este resultado, sin duda interesante, debe agregarse el que se desprende de las
consideraciones aristotélicas acerca de la vinculación de la matemática con el infinito.
Aristóteles admite el infinito, ya hacia lo grande, por adición, ya hacia lo pequeño, por
división, pero sólo en potencia, jamás en acto. Mas este infinito potencial actúa de modo
distinto según se trate de los números o de las magnitudes.

Entre las ideas más brillantes y originales, simples, elegantes y poderosas de Cantor tenemos:

Las cantidades infinitas no son absurdas o imposibles, sino números que requieren un
álgebra nueva para entregar sus secretos.
2.1. Georg Ferdinand Ludwig Philip Cantor 13

La propiedad de tener partes que son “iguales”que el todo es la propiedad determinante


de los números infinitos.

Se dice que dos conjuntos de objetos tienen el mismo número de elementos si estos
pueden ser puestos en correspondencia uno-a-uno.

Los números racionales son enumerables (contables), ya que de un modo sencillo se


pueden poner en una relación uno-a-uno con los enteros positivos, a pesar de que
parecen ser muchos más.

Los números reales no son enumerables.

La lista de ideas novedosas de Cantor no se detuvo allı́. Con igual desenvoltura demostró que
la cantidad de los elementos de un conjunto es menor que los subconjuntos de dicho conjunto.
De lo cual rápidamente dedujo la siguiente consecuencia: el conjunto de subconjuntos es
un principio generador, para cualquier conjunto dado, de conjuntos mayores, (incluso si se
tratara del conjunto de todos los conjuntos).

En 1891 se demuestra la existencia de los conjuntos infinitos no enumerables siguiendo el


método diagonal, que ya no reposa sobre la idea del continuo en la recta infinita, sino en la
escritura decimal de los números reales, es decir, en una pura sintaxis que prescinde de toda
referencia exterior a sus propias reglas.

En 1895 Cantor desarrolla la teorı́a de conjuntos ordenados (aritmética de ordinales), y


demuestra que la colección de todos los ordinales, que es una colección bien ordenada, no
podrı́a tratarse como un conjunto, pues serı́a a su vez un ordinal y por tanto serı́a equivalente
a un segmento propio. Cantor reconoció que “clase” es un concepto intuitivo, y en este año la
definió : entendemos por clase toda reunión en un sólo conjunto de objetos bien distinguidos
de nuestra intuición o de nuestro pensamiento.

En 1897 la teorı́a de conjuntos recibe reconocimiento en el Congreso Internacional de


Matemáticas en Zúrich. A partir de 1899 Cantor estuvo internado por varios periodos de
varios meses, casi regularmente cada año, en alternancia con las etapas en que trabajaba en
matemática y docencia universitaria.

Sus consideraciones acerca de Dios anticipan por el contrario la concepción de Dios como
efecto real del lenguaje, efecto del que Lacan desprendió toda suposición, para aislar en él al
2.2. La razón áurea 14

uno que hay. En 1908, es decir después de varias internaciones psiquiátricas, en respuesta a
Poincaré, que le imputaba el sostén de un género supremo, Cantor afirma: jamás he derivado
ningún “género supremo” del infinito actual. Por el contrario, he demostrado que no hay en
absoluto “género supremo” del infinito actual. Lo que sobrepasa todo lo finito y transfinito
no es ningún “género”; es la simple unidad en la cual todo está incluido, que incluye incluso
el “absoluto” incomprensible para el entendimiento humano. Es el “actus purisimus” que
por muchos es llamado “Dios”.

Georg Cantor falleció en Halle (ciudad del centro de Alemania), el 6 de enero de 1918.

2.2. La razón áurea


La razón áurea designa una relación de magnitud entre las diferentes partes de un todo. Su
aplicación se extiende a todos los saberes cuantificables y dio lugar, en el transcurso de los
siglos, a desarrollos en su mayorı́a de las veces mı́sticos. La razón áurea está presente en las
obras del Egipto antiguo. Su teorı́a es expuesta por primera vez en Elementos de geometrı́a
de Euclides, en el siglo III a.C.

Pitágoras parte de la idea de que el universo está constituido de una misma materia
(materia prima) cuyos elementos, aunque estén separados, están unidos según un orden
inmutable. Ninguna modificación, ningún cambio que afecte a uno de estos elementos puede
producirse sin provocar una alteración en el conjunto. Una ley establecida por la divinidad
suprema organizó este orden inmutable, creando de esta manera una armonı́a perfecta en-
tre los distintos elementos. El concepto de proporción, o de razón áurea deriva entonces
del concepto de orden, y este descansa sobre el principal axioma elaborado por Pitágoras:
“Todo está bien ordenado según el número” (véase [11]). En efecto, la armonı́a perfecta
se expresa en números. Por ejemplo, comparando el largo de las cuerdas con la altura de
los sonidos de las siete notas de la escala musical griega, Pitágoras descubre relaciones que
son el fundamento de los acordes musicales. Estas relaciones son matemáticas: los intervalos
musicales pueden ser expresados en forma simple, combinando los cuatro primeros números
cuya adición suma 10.

La ley del número áureo se generaliza entonces en las artes griegas y en la arquitectura. El
número áureo es también aplicado a las proporciones del cuerpo humano. Encontramos el
2.2. La razón áurea 15

origen de esta aplicación en el romano Vitruvio, autor del primer tratado importante sobre
arquitectura. En el libro III de su obra De architectura, redactado el año 25 a.C., Vitruvio
desarrolla la idea de que la proporción en materia de construcción debe aplicarse por analogı́a
con el cuerpo humano, es decir, que la geometrı́a de los edificios debe calcarse de la armonı́a
del cuerpo humano [11].

Los rectángulos dorados son rectángulos que tienen una proporción entre su ancho y alto
igual al cociente dorado. Podemos construir un rectángulo dorado de la siguiente manera:
inicialmente construimos un cuadrado de lado 1, dividimos su base por la mitad y trazamos
una perpendicular a ella que esté contenida dentro del cuadrado, es decir, tenemos dos
1
rectángulos dentro del cuadrado cada uno de base 2
y de altura 1; tomamos uno de los
rectángulos, trazando una diagonal a partir del punto medio, y con ayuda del compás,
trazamos un arco con centro en el punto medio del cuadrado y de radio la diagonal del
rectángulo. El punto de corte entre el arco y la prolongación de la recta que es base de los
dos rectángulos marcará el extremo de la base del rectángulo (ver figura 2.1), cuya longitud

1+ 5
será, como se puede ver fácilmente, 2
(aproximadamente 1,618), número que denotaremos
mediante la letra griega φ.

1
2

Figura 2.1: Construcción de un rectángulo dorado

Veamos ahora como ese número φ aparece inesperadamente en la construcción del pentágono
regular:
Se trata de construir un pentágono regular usando compás y regla no graduada. Para la
construcción la clave está en construir una longitud de tamaño φ.
2.2. La razón áurea 16

i) Dibujar el segmento AE, con el compás determinamos el punto B situado a dos unidades
del punto A. Se construye una perpendicular que pase por B y desde el punto B se
lleva una unidad hasta la perpendicular para determinar la longitud BC.

| | | | | |

A B E A B E A B E

ii) Se une A con C y se prolonga la recta. De este modo, por el teorema de Pitágoras el
segmento AC es la raı́z cuadrada de 5. Posteriormente, usando el compás se señala el
punto D en la recta que pasa por A y C a una unidad de longitud de C.

C C

| | | |

A B E A B E


iii) De esta manera, AD mide 1 + 5 y nuevamente con el compás se determina el punto

1+ 5
medio AF del segmento AD para obtener una longitud de 2
.

D
|

F C

| |

A B E
2.2. La razón áurea 17

Conocidos los segmentos AB (lado del pentágono) y AD (la diagonal), hay varios métodos
para la construcción del pentágono. Uno de ellos puede ser:

i) Sobre una recta marcar con el compás el segmento AB, que es el lado.

| |

A B

ii) Usando el compás, con amplitud AD y con centro en A y en B, trazar el arco que
determina el punto D; los segmentos AD y BD son diagonales del pentágono.

| |

A B
iii) Tomando con el compás la distancia AB y con centro en D, en A y en B, se trazan los
arcos que determinan los vértices F y G del pentágono.

F G

| |

A B

En el detalle de La Leda atómica de Dalı́ (ver figura 2.2) se nos muestra el patrón pentagonal
que rige la forma y la disposición de los elementos en la pintura.
Este valor también se encuentra en las espirales de las conchas de ciertos animales mari-
nos, como es el caso del nautilus (ver figura 2.3). A esta espiral se la conoce como espiral
logarı́tmica, y tiene la caracterı́stica de que cada 90◦ el radio de la circunferencia se incre-
menta en una proporción igual al valor del cociente dorado.
2.2. La razón áurea 18

Figura 2.2: Leda Atomica de Dalı́

Figura 2.3: Nautilus


2.2. La razón áurea 19

Se dice que la proporción del rectángulo dorado es muy agradable al ojo humano, por lo cual
grandes artistas la han empleado en sus obras. Los griegos bautizaron este número como
Cociente Dorado, y a pesar de que ellos no creı́an en los números irracionales, lo utilizaron
en una de sus más grandes obras: el Partenón.
Siglos más tarde, artistas y arquitectos del renacimiento italiano desarrollan esta idea:
Piero della Francesa, Leonardo da Vinci y el alemán Alberto Durero reflexionaron sobre las
proporciones ideales del cuerpo humano. En la época contemporánea, la razón áurea sigue
fascinando: los espı́ritus románticos buscan una ley secreta y universal que explique la belleza
de las obras maestras de la humanidad [6].
En La Mona Lisa de Da Vinci podemos observar el patrón de triángulos dorados que rige la
composición de la obra. Los triángulos dorados son aquellos que están construidos a razón
de la proporción dorada, o sea, a razón de 0,618... . En la obra podemos notar que la altura
del personaje, el ojo izquierdo y las dimensiones centrales están gobernadas por los puntos
de cruce de los triángulos dorados.
La sección dorada fue usada extensivamente por Leonardo Da Vinci. Un caso particular
puede observarse en las dimensiones del cuarto y la mesa en la pintura La Última Cena de
Da Vinci que están basadas en la sección dorada, conocida en el perı́odo del renacimiento
como la proporción divina.
Ası́ mismo, en la famosa obra de Da Vinci El vitrubio el número dorado es el cociente entre
la altura del hombre (lado del cuadrado) y la distancia del ombligo a la punta de la mano
(radio de la circunferencia).
En la obra perros del pintor impresionista francés Georges Pierre Seurat (ver figura 2.3)
se observa que las divisiones sucesivas de cada sección en la pintura por la sección dorada
definen los elementos clave de la composición. El horizonte cae exactamente en la sección
dorada de la altura de la pintura. Los árboles y las personas están situadas en la sección
dorada, en regiones más pequeñas de la pintura.
En El Sacramento de la Última Cena Salvador Dalı́ enmarcó su pintura en un rectángulo
dorado. Siguiendo la enseñanza de Da Vinci, Dalı́ posicionó la mesa exactamente en la sección
dorada con respecto a la altura de su pintura. Posicionó los dos discı́pulos al lado de Cristo
en las secciones doradas del ancho de la composición. Además, las ventanas en la parte de
atrás están formadas por un largo dodecaedro. El dodecaedro consiste en 12 pentágonos, que
exhiben su relación con φ en sus proporciones.
Otra sorprendente aparición la hace φ en la llamada sucesión de Fibonacci (1,1,2,3,5,8,13,21,...)
2.2. La razón áurea 20

Figura 2.4: perros de Seurat

ya que al dividir un término de esta serie entre el anterior, el valor resultante se aproxima
más al cociente dorado conforme los valores de la serie se van incrementando. Esto es:

1/1 7→ 1
2/1 7→ 2
3/2 7→ 1,5
5/3 7→ 1,6667
8/5 7→ 1,6
13/8 7→ 1,625
21/13 7→ 1,615384615
34/21 7→ 1,619047619
55/34 7→ 1,617647059
89/55 7→ 1,618181818
144/89 7→ 1,617977528
233/144 7→ 1,618055556
377/233 7→ 1,618025751
610/377 7→ 1,618037135
987/610 7→ 1,618032787
1597/987 7→ 1,618034448
2584/1597 7→ 1,618033813.

Se puede demostrar que si an y an−1 son términos de la sucesión de fibonacci, entonces


2.2. La razón áurea 21


an 1+ 5
lı́m = = φ.
n→∞ an−1 2
an
En efecto, supongamos que lı́m sea convergente y que L es su lı́mite, entonces
n→∞ an−1

an an−1 + an−2 an−2 1


L = lı́m = lı́m = lı́m 1 + lı́m = 1 + lı́m an−1 =
n→∞ an−1 n→∞ an−1 n→∞ n→∞ an−1 n→∞
an−2
1 1
=1+ =1+
lı́m aan−1
n−2
L
n→∞

de donde obtenemos que L2 − L − 1 = 0 y como nuestro lı́mite debe ser positivo obtenemos
que:

1+ 5
L=φ= ≈ 1,618039
2
CAPı́TULO 3
EL CONJUNTO DE CANTOR

En este capı́tulo mostraremos la construcción clásica geométrica del conjunto de Cantor y una
construcción realizada por José Mateos Cortés [5], donde se muestran algunas propiedades
de este conjunto. Además, se presenta este conjunto como un espacio métrico y como un
espacio topológico.

3.1. Construcción geométrica del conjunto de Cantor


Para realizar la construcción clásica del conjunto ternario de Cantor, tomaremos el intervalo
1
unitario [0, 1] de la recta real y la dividiremos en tres subintervalos de longitud 3
de la
siguiente manera: [0, 13 ], ( 13 , 23 ), [ 32 , 1].

El primer paso para la construcción del conjunto de Cantor consiste en remover el subinter-
valo abierto intermedio, es decir, el subintervalo ( 13 , 23 ). Definamos el conjunto C1 como la
unión de los dos subintervalos restantes, es decir, C1 = [0, 31 ] ∪ [ 23 , 1].

El segundo paso consiste en repetir el mismo proceso con cada uno de los intervalos que com-
ponen a C1 , obteniendo ası́ los subintervalos [0, 19 ], ( 19 , 92 ), [ 29 , 31 ], [ 23 , 97 ], ( 79 , 98 ), [ 98 , 1]. Removemos
ahora los subintervalos abiertos intermedios ( 19 , 29 ) y ( 97 , 89 ). Definamos ahora el conjunto C2
como la unión de los subintervalos que nos quedan, o sea, C2 = [0, 19 ] ∪ [ 29 , 31 ] ∪ [ 23 , 97 ] ∪ [ 89 , 1].
Repitiendo este proceso, dividiendo cada uno de los intervalos que componen a C2 en tres
partes iguales y removiendo los tercios medios, obtenemos el tercer paso de la construcción
1 2 3 6 7 8 9
que consiste en el conjunto C3 = [0, 27 ] ∪ [ 27 , 27 ] ∪ [ 27 , 27 ] ∪ [ 27 , 27 ] ∪ [ 18 , 19 ] ∪ [ 20
27 27
, 21 ] ∪ [ 27
27 27
24 25
, 27 ] ∪
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 23

26
[ 27 , 1].
Este proceso se puede realizar indefinidamente, ya que si queremos obtener a C4 solo basta
dividir en tres subintervalos de igual longitud cada uno de los intervalos que componen a C3
y removemos los tercios intermedios.

En general, Cn+1 se obtiene dividiendo en tres subintervalos de igual longitud cada uno de
los intervalos de Cn y removiendo los tercios intermedios,(ver figura 1).
C0 0 1
1 2
C1 0 3 3 1
1 2 1 2 7 8
C2 0 9 9 3 3 9 9 1
1 2 1 2 7 8 1 2 19 20 7 8 25 26
C3 0 27 27 9 9 27 27 3 3 27 27 9 9 27 27 1

C4

Figura 1: Ilustración de la construcción de C1 , C2 , C3 y C4 .

El conjunto de Cantor se define como la intersección de todos los conjuntos Cn .

Notación 3.1.1. Denotaremos de ahora en adelante al conjunto de Cantor con la letra ζ.


T
ζ= {Cn : n ∈ N}

Observación 3.1.1. Esta construcción sencilla encierra un problema, ya que si queremos


conocer los intervalos que componen a Cn+1 debemos conocer primero los de Cn ; en otras
palabras, Cn+1 depende de Cn . En la sección siguiente presentaremos con base en [5], una
fórmula explı́cita para determinar los conjuntos Cn .

3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor


Una construcción analı́tica del conjunto de Cantor la muestra José Mateos Cortés [5] y busca
básicamente conocer todos los intervalos que componen cada Cn para un n ∈ N muy grande.
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 24

La utilización de la construcción geométrica en este caso, para n muy grande, serı́a muy
aburrida.

De la construcción geométrica podemos observar que los intervalos que conforman a Cn son
2n intervalos cerrados y disjuntos. La prueba se realiza utilizando inducción matemática.
Para esta nueva forma de construir el conjunto de Cantor, el autor define una clase de
números y subı́ndices que se relacionan entre sı́; en otras palabras, define el conjunto de
subı́ndices de la siguiente forma:
Sea j ∈ N∗ (N∗ = N − {0}). Si j = 0, definimos a0 = 0. Si j 6= 0 entonces escribimos j en su
notación binaria, es decir:

j = b0 · 20 + b1 · 21 + ... + bm · 2m

donde bm = 1 y b0 , b1 , . . . , bm−1 ∈ {0, 1}. Definimos

aj = 2 · b0 · 30 + 2 · b1 · 31 + ... + 2 · bm · 3m .

Estos números aj son utilizados para encontrar los extremos izquierdos y derechos de cada
intervalo cerrado. Cada Cm es una unión finita de intervalos cerrados cuyo extremo izquierdo
aj aj +1
es de la forma 3m
, y cuyo extremo derecho es de la forma 3m
.

Por ejemplo si j = 10, entonces en notación binaria, j = 0 · 20 + 1 · 21 + 0 · 22 + 1 · 23 .


Por construcción aj = a10 = 2 · 0 · 30 + 2 · 1 · 31 + 2 · 0 · 32 + 2 · 1 · 33 = 6 + 2(27) = 6 + 54 = 60.
Es importante recalcar que lo que se busca con esta construcción alterna es conocer los
intervalos que componen a cada uno de los Cm .

A continuación se presentan un lema y un teorema que nos muestran que la función aj tiene
algunas propiedades de linealidad; su prueba se encuentra en [5].

Lema 3.2.1. a2m = 2 · 3m para cada m ∈ N∗ .

Teorema 3.2.1. Sea j ∈ N. Expresamos j en su notación binaria, esto es:

j = b0 · 20 + b1 · 21 + ... + bm · 2m . Entonces
aj = a(b0 ·20 +b1 ·21 +...+bm ·2m ) = b0 ·a20 +b1 ·a21 +...+bm ·a2m = 2·b0 ·30 +2·b1 ·31 +...+2·bm ·3m .

A manera de ilustración, calcularemos aj para j = 0, 1, ..., 10.

Ejemplo 3.2.1. Expresando los siguientes números en su notación binaria tenemos:


3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 25

a0 = 0
1 = 1 · 2 −→ a1 = 1 · 2 · 30 = 2
0

2 = 0 · 20 + 1 · 21 −→ a2 = 0 · 2 · 30 + 1 · 2 · 31 = 0 + 6 = 6
3 = 1 · 20 + 1 · 21 −→ a3 = 1 · 2 · 30 + 1 · 2 · 31 = 2 + 6 = 8
4 = 0 · 20 + 0 · 21 + 1 · 22 −→ a4 = 0 · 2 · 30 + 0 · 2 · 31 + 1 · 2 · 32 = 18
5 = 1 · 20 + 0 · 21 + 1 · 22 −→ a5 = 1 · 2 · 30 + 0 · 2 · 31 + 1 · 2 · 32 = 20
6 = 0 · 20 + 1 · 21 + 1 · 22 −→ a6 = 0 · 2 · 30 + 1 · 2 · 31 + 1 · 2 · 32 = 24
7 = 1 · 20 + 1 · 21 + 1 · 22 −→ a7 = 1 · 2 · 30 + 1 · 2 · 31 + 1 · 2 · 32 = 26
8 = 0 · 20 + 0 · 21 + 0 · 22 + 1 · 23 −→ a8 = 0 · 2 · 30 + 0 · 2 · 31 + 0 · 2 · 32 + 1 · 2 · 33 = 54
9 = 1 · 20 + 0 · 21 + 0 · 22 + 1 · 23 −→ a9 = 1 · 2 · 30 + 0 · 2 · 31 + 0 · 2 · 32 + 1 · 2 · 33 = 56
10 = 0 · 20 + 1 · 21 + 0 · 22 + 1 · 23 −→ a10 = 0 · 2 · 30 + 1 · 2 · 31 + 0 · 2 · 32 + 1 · 2 · 33 = 60

La siguiente tabla resume estos resultados.

j 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
aj 0 2 6 8 18 20 24 26 54 56 60

Los siguientes lemas nos serán útiles para encontrar una expresión analı́tica para los conjuntos
Cm ; su prueba se encuentra en [5].

Lema 3.2.2. aj + 1 < aj+1 para cada m ∈ N∗ .

Lema 3.2.3. Para toda j ∈ N∗ , 3aj = a2j

Lema 3.2.4. Para toda j ∈ N∗ , 3aj + 2 = a2j+1

Con lo anterior, estamos listos para observar la siguiente definición analı́tica de los conjuntos
Cn .

Definición 3.2.1. La forma analı́tica para cada Cn con n ∈ N es:

n −1
2[ 
aj aj + 1
Cn = ,
j=0
3n 3n

Los siguientes ejemplos nos muestran los intervalos de C1 y C2 calculados a partir de la


construcción analı́tica.
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 26

Ejemplo 3.2.2.
1          
[ aj aj + 1 a0 a0 + 1 a1 a1 + 1 0 0+1 2 2+1
C1 = , = , ∪ , = , ∪ ,
j=0
31 31 3 3 3 3 3 3 3 3
   
1 2
= 0, ∪ ,1 .
3 3
Ejemplo 3.2.3.
3          
[ aj aj + 1 a0 a0 + 1 a1 a1 + 1 a2 a2 + 1 a3 a3 + 1
C2 = , = 2, ∪ 2, ∪ 2, ∪ 2, =
j=0
32 32 3 32 3 32 3 32 3 32

               
0 0+1 2 2+1 6 6+1 8 8+1 1 2 3 6 7 8
, ∪ , ∪ , ∪ , = 0, ∪ , ∪ , ∪ ,1 .
9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9
El siguiente teorema nos garantiza que la construcción geométrica y la construcción analı́tica
de Cn coinciden para toda n ∈ N.

Distingamos la construcción analı́tica como Bm y comparémosla con Cm , para toda m ∈ N.

Teorema 3.2.2. Para toda m ∈ N, Bm = Cm .

Demostración. Haremos esta demostración por inducción matemática. Con el ejemplo que
acabamos de ver comprobamos que B1 = C1 .
Ahora supongamos que Bm = Cm . Es decir, supongamos que

2m −1 
[ aj aj + 1
Cm = ,
j=0
3m 3m

+1 +1 a2m −1 a2m −1 +1
Del lema 3.2.2. se deduce que los intervalos [ 3am0 , a30m ], [ 3am1 , a31m ], ..., [ 3m
, 3m ] son dis-
juntos entre sı́. De acuerdo con la construcción geométrica, estos intervalos son los que
tenemos que dividir en tres subintervalos de igual longitud para obtener a Cm+1 .
a aj +1
Tomemos uno de estos intervalos, digamos el [ 3mj , 3m
]. Al dividirlo en tres subintervalos de
igual longitud obtenemos:

     
3aj 3aj + 1 3aj + 1 3aj + 2 3aj + 2 3aj + 3
, , , m+1 , , m+1 .
3m+1 3m+1 3m+1 3 3m+1 3
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 27

(ver figura 1).


1 2
3m+1 3m+1
aj 3aj +1 3aj +2 aj +1
3m 3m+1 3m+1 3m

Figura 1

donde
3aj + 1 aj 1 3aj + 2 aj 2
m+1
= m + m+1 y m+1
= m + m+1 .
3 3 3 3 3 3

Le removemos el de en medio y de esta manera podemos decir que obtenemos los intervalos
que conforman a Cm+1 a partir de Cm , esto es:
2m −1   
[ 3aj 3aj + 1 3aj + 2 3aj + 3
Cm+1 = , ∪ , m+1 . (∗)
j=0
3m+1 3m+1 3m+1 3

Aplicando los lemas 3.2.3 y 3.2.4 tenemos:

2m −1   
[ a2j a2j + 1 a2j+1 a2j+1 + 1
Cm+1 = , ∪ m+1 ,
j=0
3m+1 3m+1 3 3m+1

       
a2·0 a2·0 + 1 a2·0+1 a2·0+1 + 1 a2·1 a2·1 + 1 a2·1+1 a2·1+1 + 1
= m+1 , m+1 ∪ m+1 , ∪ m+1 , m+1 ∪ m+1 , ∪ ...
3 3 3 3m+1 3 3 3 3m+1

a2(2m −1) a2(2m −1) + 1 a2(2m −1)+1 a2(2m −1)+1 + 1


   
∪ , ∪ ,
3m+1 3m+1 3m+1 3m+1

       
a0
a0 + 1 a1 a1 + 1 a2 a2 + 1 a3 a3 + 1
= m+1 , m+1 ∪ m+1 , m+1 ∪ m+1 , m+1 ∪ m+1 , m+1 ∪ ...
3 3 3 3 3 3 3 3

   
a2m+1 −2 a2m+1 −2 + 1 a2m+1 −1 a2m+1 −1 + 1
∪ , ∪ , .
3m+1 3m+1 3m+1 3m+1
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 28

2m+1
[−1 
aj aj + 1
= , = Bm+1 .
j=0
3m+1 3m+1

Luego hemos demostrado que las dos construcciones coinciden. Por tanto,
2m −1 
[ aj aj + 1
Cm = , . (∗∗)
j=0
3m 3m

Corolario 3.2.1. El conjunto de Cantor ζ está dado por:


m −1
\ \ 2[ aj aj + 1

ζ= Cm = , .
m∈N m∈N j=0
3m 3m

Sabemos que se pueden demostrar propiedades del conjunto de Cantor mediante la


construcción geométrica; el autor muestra la prueba de algunas de estas propiedades uti-
lizando la construcción analı́tica. Dichas pruebas se encuentran en [5]. Algunas de estas
propiedades son:
1
Proposición 3.2.1. Los intervalos que componen a Cm tienen longitud 3m
.

Proposición 3.2.2. La suma de las longitudes de los intervalos que componen a Cm es igual
a ( 23 )m .

Proposición 3.2.3. Cm+1 ⊂ Cm para cada m ∈ N.

Para demostrar esta contenencia el autor utiliza los lemas 3.2.3 y , para concluir realiza
dos casos prueba, el primero utilizando los subı́ndices pares y en el siguiente caso utiliza los
subı́ndices impares, además del lema 3.2.2.

Otra manera más sencilla de mostrar esta contenencia es la siguiente demostración.

Demostración. Para cada m y cada j se tiene:

       
aj aj + 1 aj 3aj + 1 [ 3aj + 1 3aj + 2 [ 3aj + 2 aj + 1
, = m , m+1 , m+1 , m ,
3m 3m 3 3 3m+1 3 3m+1 3
luego
3.2. Construcción analı́tica del conjunto de Cantor 29

     
aj 3aj + 1 [ 3aj + 2 aj + 1 aj aj + 1
, , m ⊆ m, m ;
3m 3m+1 3m+1 3 3 3
aj 3aj aj +1 3aj +3
como 3m
= 3m+1
y 3m
= 3m+1
, entonces

2m −1    2m −1 
[ 3aj 3aj + 1 3aj + 2 3aj + 3 [ aj aj + 1
, ∪ , m+1 ⊆ , ,
j=0
3m+1 3m+1 3m+1 3 j=0
3m 3m

de donde

Cm+1 ⊂ Cm (usando (∗) y (∗∗))

El siguiente lema muestra que tanto el extremo izquierdo como el extremo derecho de cada
uno de los intervalos que componen a Cm pertenecen al conjunto de Cantor.
ak ak+1
Lema 3.2.5. Si 0 ≤ k ≤ 2m − 1 entonces 3m
∈ Cn y 3m
∈ Cn para cada n ∈ N.

La prueba es muy sencilla; como

2m −1 
[ aj aj + 1
Cm = , ,
j=0
3m 3m

para k ∈ {0, 1, ..., 2m − 1}, los extremos que corresponden al k−ésimo intervalo son
ak ak +1
3m
, 3m ∈ Cm .

Sabemos que por la proposición 3.2.4, los extremos izquierdo y derecho son elementos de
Cm−1 , Cm−2 , ..., C1 ; utilizando el lema 3.2.3 y 3.2.4 encontramos que los extremos izquierdo
y derecho también son elementos de Cm+1 , Cm+2 , Cm+3 , ....
3.3. ζ como espacio métrico 30

3.3. ζ como espacio métrico


En esta sección se mostrará una caracterización del conjunto de Cantor clásica y muy útil,
y la métrica que convierte a ζ en un espacio métrico importante.

Un ejemplo sencillo ilustrará mejor lo que se pretende; como queremos representar a todos
los puntos que pertenecen al conjunto de Cantor por medio de ceros y doses, haremos la
ilustración paso a paso y luego generalizaremos el resultado.

Ejemplo 3.3.1. El problema inicial es representar al 1 que en base 3 es el mismo 1. Pero


1 = 0,222, como se comprueba fácilmente:
2 2 2
0,222 = + 2 + 3 + ...
3 3 3 
2 2 2
= 1 + + 2 + ...
3 3 3
 
2 1
= = 1.
3 1 − 13

C0 0 0,222

Al remover después del primer paso el intervalo abierto ( 31 , 32 ), sólo debemos expresar a 1
3
2 1 1
como queremos, ya que en base 3, 3
= 0,2; pero 3
no es problema ya que 3
= 0,1 = 0,022,
esto se logra siguiendo el procedimiento anterior. Ası́, los extremos del segundo paso serán

C1 ,0 ,2
0 0,022 0,2 0,222

Cuando suprimimos de C1 los intervalos ( 19 , 29 ) y ( 97 , 98 ), nos quedamos con aquellos números


cuyas dos primeras cifras en base 3 son 0 ó 2, excepto 19 y 79 , pero nuevamente 1
9
= 0,01 = 0,002
7
y 9
= 0,21 = 0,202.

C2 ,00 ,02 ,20 ,22


0 0,002 0,02 0,022 0,2 0,202 0,22 0,222
3.3. ζ como espacio métrico 31

1 2 7 8
Siguiendo con el procedimiento, para obtener a C3 removemos los intervalos ( 27 , 27 ), ( 27 , 27 ),
19 20 25 26
( 27 , 27 ) y ( 27 , 27 ) de C2 .
Igual que en el paso anterior nos quedamos con aquellos números cuyas tres primeras cifras
1
en base 3 son 0 ó 2, excepto , 7 , 19
27 27 27
y 25
27
que se pueden representar de la siguiente manera:

0,001 = 0,0002
0,021 = 0,0202
0,201 = 0,2002
0,221 = 0,2202

C3 ,000 ,002 ,020 ,022 ,200 ,202 ,220 ,222

Y ası́ sucesivamente.

En conclusión el conjunto de Cantor se puede representar como el conjunto de todos los


números de [0, 1] que pueden desarrollarse en el sistema ternario sin el uso de la cifra 1.

Nota 3.3.1. Podrı́amos pensar que el conjunto de Cantor está constituido únicamente por
los puntos extremos de los intervalos de Cn , n ∈ N, pero podemos verificar que por ejemplo
1
4
∈ ζ y sin embargo no es extremo de ninguno de esos intervalos.
El siguiente teorema es bastante mencionado en los textos de matemáticas, pero casi nunca
se encuentra su demostración. En [5] se formaliza de la siguiente manera:

Teorema 3.3.1. x ∈ ζ si y sólo si existe una sucesión {em }∞


m=1 con cada em ∈ {0, 2} tal
que


X em
x= .
m=1
3m

Demostración. (⇒). Sea x ∈ ζ; por la definición de ζ tenemos que x ∈ Cm para cada m ∈ N.


(n)
Haremos una construcción general de unos números em con n ∈ N y 1 ≤ m ≤ n.
+1
Dada n ∈ N, x ∈ Cn , entonces existe k ∈ {0, 1, ..., 2n − 1} tal que x ∈ [ 3amk , a3km ].
Escribimos el número natural k en notación binaria, esto es:
3.3. ζ como espacio métrico 32

k = b0 · 20 + b1 · 21 + b2 · 22 + ... + br · 2r con br = 1.

Como

2r ≤ br · 2r + ... + b2 · 22 + b1 · 21 + b0 · 20 = k

y k ≤ 2n − 1, por transitividad se obtiene

2r ≤ 2n − 1 < 2n .

Por tanto, r < n.


Completando con ceros, si hace falta, escribimos el número natural k ası́:

k = b0 · 20 + b1 · 21 + b2 · 22 + ... + bn−1 · 2n−1 .

Calculando ak ,

ak = 2 · b0 · 30 + 2 · b1 · 31 + 2 · b2 · 32 + ... + 2 · bn−1 · 3n−1

(nótese que los ceros que pudimos haber añadido no afectan la definición de ak ). 
+1
Ejemplo 3.3.2. Sea m = 5, x ∈ C5 ; entonces existe k ∈ {0, 1, ..., 31} tal que x ∈ [ 3amk , a3km ].
a10 +1
Tomemos k = 10; entonces x ∈ [ a310
m, 3m
],

k = 10 = (1010)2
= 0 · 20 + 1 · 21 + 0 · 22 + 1 · 23 ;

entonces r = 3 < 5 = m y

a10 = 2 · 0 · 30 + 2 · 1 · 31 + 2 · 0 · 32 + 2 · 1 · 33 + 2 · 0 · 34 = 60,
a10 2·0 2·1 2·0 2·1 2·0
35
= 35
+ 34
+ 33
+ 32
+ 3
.

Luego C5 es la unión de 25 = 32 intervalos y el onceavo intervalo es [ 60 , 61 ].


35 35

Ası́,

ak 2b0 2b1 2b2 2bn−1


n
= n + n−1 + n−2 + ... + . (⋄)
3 3 3 3 3
Ahora presentaremos una métrica asociada al conjunto de Cantor.
Sean x, y ∈ ζ; entonces por el teorema 3.3.1. tenemos que:
3.4. ζ como espacio topológico 33

∞ ∞
X em X gm
x= y y= con em y gm ∈ {0, 2}, ∀m.
m=1
3m m=1
3m

Se define la función: d : ζ × ζ −→ R por:


X | em − gm |
d(x,y) = m
.
m=1
3
P∞ |em −gm |
En primer lugar hay que verificar que la serie m=1 3m
es convergente en R.

Puesto que em y gm ∈ {0, 2}, ∀m = 1, 2, ..., entonces | em − gm |≤ 2 ∀m, de modo que


|em −gm | 2
P∞ 2 P∞ 1 m
3m ≤ 3m , ∀m. Como la serie m=1 3m = 2 · m=1 ( ) es convergente en R, entonces,
P∞ 3 |em −gm |
por el criterio de comparación se tiene que la serie m=1 3m también es convergente.
Ahora demostraremos que d satisface las otras condiciones para ser una métrica.

i) d (x,y)≥ 0, es obvio, por tratarse de una serie convergente de términos mayores o iguales
a cero;
P∞ |em −gm |
ii) d (x,y)= 0 ⇔ m=1 3m
= 0 ⇐⇒| em − gm |= 0, ∀m = 1, 2, ... ⇐⇒ em = gm ,
∀m = 1, 2, ... ⇐⇒ x = y ;
P∞ |em −gm | P∞ |gm −em |
iii) d (x,y)= m=1 3m
= m=1 3m
= d(y, x);
P∞ (|em −hm )+(hm −gm |) P∞ (|em −hm )| P∞ (|hm −gm |)
iv) d (x,y)= m=1 3m
≤ m=1 3m
+ m=1 3m
≤ d (x,z )+d (z,y).

Luego concluimos que ζ es un espacio métrico con la métrica d dada.

3.4. ζ como espacio topológico


En la sección anterior se definió una métrica para ζ. Como es bien sabido,
toda métrica genera una topologı́a (ver proposición 1.3.1.), de modo que ζ es también un
espacio topológico, naturalmente con la topologı́a τd .
En esta sección se mostrará, según [5], que el conjunto de Cantor es un espacio topológico
no vacı́o de Haussdorf, compacto, perfecto y totalmente disconexo.
3.4. ζ como espacio topológico 34

Proposición 3.4.1. ζ es un conjunto no vacı́o.

Demostración. Sabemos que la intersección anidada de compactos no vacı́os es no vacı́a, y


aquı́ podemos ver que 0 es un extremo de C1 y por el lema 3.2.5, 0 ∈ Cm , para cada m ∈ N.
De modo que 0 ∈ C, luego podemos concluir que ζ es no vacı́o. 

Veamos que el conjunto de Cantor es un conjunto compacto

Proposición 3.4.2. Para cada m ∈ N, Cm es un conjunto cerrado.

Demostración. Para cada m ∈ N, sabemos que

2m −1 
[ aj aj + 1
Cm = , .
j=0
3m 3m

Ası́ que, Cm es la unión de 2m intervalos cerrados. La unión finita de conjuntos cerrados es


un conjunto cerrado. Por tanto, Cm es un conjunto cerrado, para cada m ∈ N. 

Observación 3.4.1. Cm ⊂ [0, 1] para cada m ∈ N. En efecto, por la proposición 3.2.4

Cm ⊂ C1 ⊂ [0, 1].

Proposición 3.4.3. ζ es un conjunto compacto.

Demostración. Por la proposición 3.4.2, Cm es un conjunto cerrado, para cada m ∈ N. Por


definición
T
ζ= {Cn : n ∈ N}

Esto es, C es la intersección de conjuntos cerrados, entonces C es un conjunto cerrado.


Además, [0, 1] es un espacio compacto. Como ζ ⊂ Cm y Cm ⊂ [0, 1] para cada m ∈ N,
entonces ζ ⊂ [0, 1]. Finalmente, como los subconjuntos cerrados de conjuntos compactos,
son compactos, se deduce que ζ es un conjunto compacto. 

Ahora miremos que el conjunto de Cantor es un conjunto perfecto, es decir, que ζ es un


conjunto cerrado y denso en sı́ mismo.

Proposición 3.4.4. Sea ε > 0. Si x ∈ ζ, entonces existe y 6= x tal que | x − y |< ε y y ∈ ζ.


3.4. ζ como espacio topológico 35

Demostración. Sea ε > 0. Como ( 31 )m → 0 cuando m → 0, existe N ∈ N tal que 1


3N
< ε.
Por hipótesis, x ∈ Cm para cada m ∈ N. En particular, x ∈ CN por lo cual, existe k ∈
{0, 1, ..., 2N − 1} tal que x ∈ [ 3aNk , a3kN+1 ].
ak +1 ak +1
Por el lema 3.2.5, ak
3N
∈ζ y 3N
∈ ζ. Si x = ak
3N
escogemos y = 3N
; si x = a3kN+1 escogemos
y= ak
3N
, / [ 3aNk , a3kN+1 ] escogemos cualquiera de los dos, y =
y si x ∈ ak
3N
ó y = a3kN+1 . En cualquier
caso se tendrá que x, y ∈ ζ y y 6= x. Entonces


ak + 1 ak 1
| x − y |≤ N − N = N < ε.

3 3 3


Teorema 3.4.1. ζ es perfecto.

Demostración. Por la proposición 3.4.2, Cm es un conjunto cerrado y por la proposición 3.4.4


es denso en sı́ mismo. 

Hasta aquı́ hemos demostrado que el conjunto de Cantor ζ es compacto, perfecto y no vacı́o.
Ahora veremos, que C es totalmente disconexo, es decir, que las componentes conexas de ζ
son sólo puntos. Para probar esto necesitamos los siguientes lemas:
1
Lema 3.4.1. Sean x ∈ ζ, r > 0 y n ∈ N tales que 2·3n
< r; entonces Br (x) ∩ (R − Cn ) 6= ∅.

Demostración. Haremos esta prueba por reducción al absurdo. Supongamos, por el contrario,
que Br (x) ⊂ Cn . Por hipótesis, si x ∈ ζ entonces x ∈ Cn para toda n ∈ N. Recordemos que

n −1
2[ 
aj aj + 1
Cn = , .
j=0
3n 3n

a2n −1 a2n −1 +1
Los intervalos [ 3an0 , a03+1 a1 a1 +1
n ], [ 3n , 3n ],...,[ 3n
, 3n ], son cerrados y disjuntos dos a dos.
Además Br (x) es un conjunto conexo, y como Br (x) ⊂ Cn , entonces existe un k ∈ {0, 1, ..., 2N −
1} tal que

 
ak ak + 1
Br (x) ⊂ n , ,
3 3n
3.4. ζ como espacio topológico 36

de aquı́ que, 2r = diámetro(Br (x)) ≤ diámetro ([ 3ank , ak3+1


n ]) = 1
3n
, de donde r ≤ 1
2·3n
.
Esta contradicción prueba que Br (x) ∩ (R − Cn ) 6= ∅. 

Lema 3.4.2. Sean x, y ∈ ζ, con x < y; entonces existe z ∈ R − ζ tal que x < z < y.

Demostración. Supongamos, por el contrario, que (x, y) ⊂ ζ. Elegimos un p ∈ (x, y), en-
1
tonces p ∈ ζ. Sea r > 0 tal que Br (p) ⊂ (x, y). Sea n ∈ N tal que 2·3n
< r. Por el lema 3.4.2,
existe q ∈ Br (p) ∩ (R − Cn ). Entonces q ∈ Br (p) ⊂ (x, y) ⊂ ζ ⊂ Cn y q ∈ R − Cn , lo cual es
absurdo; luego el lema es cierto. 

Teorema 3.4.2. ζ es un conjunto totalmente disconexo.

Demostración. Tenemos que probar que las componentes conexas del conjunto de Cantor
son sus puntos. Supongamos que una componente no es un punto y la llamamos A, es decir,
vamos a suponer que A es un conjunto conexo, A ⊂ ζ y que existen x, y ∈ A tales que x < y.
Por el lema 3.4.3, existe z ∈ R − ζ tal que x < z < y.
Dada p ∈ A, p 6= z pues z ∈
/ ζ. De modo que p < z ó p > z. Esto muestra que

A = ((−∞, z) ∩ A) ∪ ((z, ∞) ∩ A).

Notemos que x ∈ (−∞, z)∩A y y ∈ (z, ∞)∩A. Entonces hemos escrito a A como la unión de
dos conjuntos abiertos (en A), disjuntos y no vacı́os. Esto contradice la conexidad de A. 

Teorema 3.4.3. ζ es de Hausdorff

Demostración. Como mostramos anteriormente, ζ es un espacio métrico; por el teorema


1.3.1., ζ es de Hausdorff. 

De esta manera se ha probado que ζ es un espacio topológico, compacto, de Hausdorff,


perfecto y totalmente disconexo. En realidad estas propiedades caracterizan a ζ, es decir, ζ
es el único (salvo homeomorfismos) espacio topológico que cumple con dichas propiedades.
La demostración de esta unicidad puede encontrarse por ejemplo en [1].
CAPı́TULO 4
UN CONJUNTO DORADO DE
CANTOR

4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12]


Este artı́culo muestra cómo la razón dorada resuelve un simple pero interesante problema
geométrico que involucra conjuntos de Cantor. Construimos un conjunto Cantor especial que
merece ser llamado “un conjunto dorado de Cantor”.

Antes de unir la razón dorada a un conjunto de Cantor, deberı́amos encontrar qué tienen en
común. Vemos que lo que ambos brindan a esta relación, lo que está en el centro de ellos, es la
noción de autosimilitud. Tomaremos ventaja de esto, usando la idea de renormalización para
la prueba rigurosa de nuestro resultado. La renormalización es una técnica usada a menudo
en situaciones que envuelven la autosimilitud, y es usada extensivamente en la teorı́a de
sistemas dinámicos y fı́sica matemática. La renormalización que usaremos aquı́ corresponde
a simples ilustraciones de esa técnica sofisticada. Para otros ejemplos elementales de cómo
se puede usar la renormalización ver [2] .

1+ 5
La razón dorada es el número 2
, comúnmente denotado por φ. Veremos cómo se obtiene
este número. Escogemos un número a del intervalo (0,1).

• • •
0 a 1
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 38

El intervalo [0,1] es divido por a en dos subintervalos, y tenemos varias razones de longitudes
que podemos comparar. Si escogemos a de tal manera que la razón de la longitud de todo
el intervalo [0,1] con la longitud de la parte izquierda [0,a] es equivalente a la razón de la
longitud de la parte izquierda [0,a] con la longitud de la parte derecha [a,1], entonces esa
razón común es la razón dorada. Si a es escogido de este modo, entonces tenemos

1 a
a = 1−a ; (1)

pero por definición, φ = a1 , y sustituyendo en la ecuación anterior, obtenemos

1
φ= .
φ−1
Esto nos proporciona la ecuación cuadrática

φ2 − φ − 1 = 0
√ √
1+ 5 ′ 1− 5 ′
cuya raı́z positiva es 2
; la negativa es φ = 2
. Note que φ = −φ−1 .

¿Qué es lo que hace que la razón dorada sea interesante?.


Algunos sienten que este valor es estético cuando es usado en trabajos de arte, ver [5 pp.
124-125] y [11], para contrastar puntos de vista acerca de esto.
Para los matemáticos la razón dorada obtiene su interés de su asombrosa colección de
propiedades autoreproductivas [13 p. 51]. Aquı́ hay un simple pero importante ejemplo.
Si el número a divide a [0,1] de acuerdo con la razón dorada, entonces, por simetrı́a, también
lo hace el número 1 − a; por la definición de la razón dorada (1), 1 − a también divide el
intervalo [0,a] de acuerdo con la razón dorada. Luego
a
φ= .
1−a

• • • •
0 1−a a 1
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 39

Por lo tanto 1 − a divide simultáneamente dos intervalos diferentes de acuerdo con la razón
dorada, [0,1] y [0,a]. Una vez un intervalo ha sido dividido en dos subintervalos de acuerdo
con la razón dorada, la longitud del más corto de los dos subintervalos divide al subintervalo
largo de acuerdo con la razón dorada. Hay otra forma de pensar acerca de esto. Suponga que
usted usa una construcción con regla y compás para dividir un intervalo de acuerdo con la
razón dorada [3, p. 161]. Entonces dividir el más largo de los dos subintervalos de acuerdo
con la razón dorada se hace trivial, justamente usando el compás para copiar el subintervalo
más corto dentro del más largo. La razón dorada se autoreproduce.

Otros ejemplos de la habilidad de la razón dorada para reproducirse ella misma son los
rectángulos dorados, triángulos dorados, el pentágono regular, la expansión de la fracción
continua de φ y la expansión de la raı́z cuadrada continua de φ. Para una mayor información
de los aspectos de autosimilaridad y sus aplicaciones a una gran variedad de problemas
fı́sicos, ver [13].

Ahora es el turno para los conjuntos de Cantor. Nos concierne aquı́ una familia de conjuntos
llamados los α-medios conjuntos de Cantor ; un miembro de esta familia sera relacionado
con la razón dorada. Estos conjuntos de Cantor son una generalización del clásico conjunto
ternario de Cantor.

Escoja un número α ∈ (0,1), sea I0 =[0,1], y sea I1 la unión de los dos intervalos cerrados
que quedan después de remover el intervalo abierto de longitud α del medio de I0 .
1−α 1−α
Cada uno de los intervalos cerrados de I1 tiene longitud 2
; sea β que denota 2
. Note que
β ∈ (0, 12 ) y α = 1−2β. Ahora se hace en cada intervalo de I1 lo que se hizo en I0 . Removemos
la mitad de cada intervalo abierto cuya longitud es α veces la longitud del intervalo cerrado.

Esto nos deja 4 intervalos, cada uno de longitud β 2 ; la unión de estos intervalos la llamamos
I2 .

Sea In la unión de los 2n intervalos cerrados de longitud β n que quedan después de que el
intervalo abierto de longitud αβ n−1 es removido de la mitad de cada uno de los componentes
de In−1 .
La figura 4.1 proporciona una imagen de I0 hasta I4
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 40
0 1

Figura 4.1: Conjunto de Cantor

El α-medio conjunto de Cantor en el intervalo [0, 1] es


\
Cα ≡ In
n=0

Cuando α = β = 13 , obtenemos el clásico conjunto ternario de Cantor. Para un α-medio con-


junto de Cantor, β es más útil para nosotros que α. Una de las más importantes propiedades
de un α-medio conjunto de Cantor es la propiedad de autosimilitud descrita por β; β es un
factor escala para el conjunto de Cantor. Para ver lo que entenderemos por autosimilitud y
factores de escala, sea CαL que denota a Cα ∩ [0, β] y sea CαR que denota a Cα ∩ [1 − β, 1];
entonces CαL es la mitad izquierda de Cα y CαR es la mitad derecha. Por tanto la imagen de
Cα bajo la función TL (x)=βx es CαL y la imagen de Cα bajo la función TR (x) = βx+(1 − β)
es CαR . Esto muestra que la mitad izquierda y derecha de Cα son duplicados exactos de Cα
a escala más pequeña. Usted debe convencerse que las potencias β n , para todos los enteros
positivos y negativos n, son también factores de escala para Cα .
1
Como α decrece hacia cero (de igual manera, como los β crecen hacia 2
), los α-medios
conjuntos de Cantor se vuelven “más grandes”. Esta idea, que no es tan obvia, se puede pre-
cisar usando una de las diferentes “dimensiones fractales”(ver [4, pp. 105-107]), pero nosotros
daremos una sugerencia de esto desde la solución de nuestro problema geometrı́co establecido
más abajo (ver también [8]).

¿Qué es lo que hace a los conjuntos de Cantor tan interesantes?


4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 41

La mayorı́a de matemáticos dirı́a que es su increı́ble versatilidad y utilidad para la construc-


ción de ejemplos y contraejemplos en topologı́a y análisis.
Sin embargo, muchas de estas construcciones poseen ricas ideas. Tomemos por ejemplo “la
tienda agujereada de Cantor.en [14, p. 145]. Esto puede dejar la impresión en algunas mentes
de que los conjuntos de Cantor son cualquier materia hecha de modelos de los fenómenos
del mundo real, pero últimamente los conjuntos de Cantor han sido usados con exactitud
particularmente dentro del campo de los sistemas dinámicos.
Un uso de los conjuntos de Cantor en los sistemas dinámicos y el estudio de las bifurcaciones
homoclı́nicas, han conducido a muchas preguntas acerca de cómo dos conjuntos de Cantor
se pueden intersecar [12, capı́tulo 4]. Este trabajo conlleva al problema propuesto en [15], de
encontrar todas las formas en que dos conjuntos de Cantor se pueden intersecar en un punto,
y ese problema motivó el problema geométrico que lleva al conjunto dorado de Cantor.
Necesitamos una definición más antes de establecer nuestro problema geométrico. Si A es un
subconjunto de la recta real y λ es un número real positivo, entonces λA={λx | x ∈ A}. El
conjunto λA es una versión alargada o comprimida de A si λ > 1 ó λ < 1, respectivamente.

Problema Geométrico Dado β ∈ (0, 21 ), ¿es posible encontrar un λ∈ (0, 1) tal que
Cα ∩ λCα = {0}?
¿Qué hace que este problema sea interesante?. Los conjuntos de Cantor tienen la propiedad
de ser totalmente disconexos. Esto es, entre dos puntos de un conjunto de Cantor hay puntos
que no pertenecen al conjunto de Cantor, es decir, el conjunto de Cantor está lleno de infinitos
huecos; en [10, capı́tulo 8], los conjuntos de Cantor son apropiadamente llamados “polvareda
de Cantor”. El problema geométrico pregunta si es posible tomar 2 α-medios conjuntos de
Cantor, Cα y λCα , y entretejer todos los puntos de cada uno de ellos en los agujeros del otro
excepto por su punto final común 0. ¿Que tan dı́ficil es hacer esto? Nosotros mostramos que
existe un valor crı́tico β bajo el cual el problema tiene solución, pero por encima de él no
hay solución; los conjuntos no pueden ser entretejidos. El valor crı́tico es una ayuda para
demostrar que el “tamaño”de los α-medios conjuntos de Cantor cambia con β. Para β por
debajo del valor crı́tico los α-medios conjuntos de Cantor son “suficientemente pequeños”
para que el problema tenga una solución, para β por encima del valor crı́tico los α-medios
conjuntos de Cantor son “muy grandes”para que el problema tenga solución. El valor crı́tico

3− 5
es β= 2
y por supuesto este número tiene algo que ver con la razón áurea.

3− 5
Mostraremos que el problema geométrico puede resolverse cuando β< 2
. Considérese el
dibujo I1 y λI1 en la figura 4.2.
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 42

0 β 1−β 1

0 λβ λ(1 − β) λ

Figura 4.2: I1 y λI1

0 β2 β 1−β 1

0 λβ λ

Figura 4.3: I2 y λI2

Necesitamos determinar aquellos valores β y λ para los cuales la relación de los componentes
de I1 y de λI1 mostrados en la figura 4.2 es posible. Si podemos encontrar tales valores de
β y λ, entonces tendremos la solución del problema geométrico, debido a que la situación
mostrada en la figura 4.2 se repite ella misma, en una escala menor, en el intervalo [0, β] y
[0, λβ], cuando construimos I2 y λI2 (en la figura 4.3), y, en general, en los intervalos [0, β n ] y
[0, λβ n ] cuando construimos In+1 y λIn+1 . Nótese cómo estamos usando aquı́ autosimilitud.

Tenemos ası́ que In ∩ λIn = [0, λβ n ], lo cual implica que Cα ∩ λCα = {0}.
Para obtener dibujos como los de las figuras 4.2 y 4.3, necesitamos β < λ(1−β) y λ < (1−β);
en otros términos, necesitamos

β
< λ < 1 − β,
(1 − β)
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 43

0 β2 β 1−β 1
• • • • •

0 λβ λ
• • • • •

Figura 4.4:

ası́ que β satisface la desigualdad 0 < 1 − 3β + β 2 , lo que significa que


3− 5
β< .
2
√ √
3− 5 3− 5
Ası́, para β < 2
podemos resolver el problema geométrico. Nótese que cuando β = 2
,
si tomamos λ= 1 − β entonces la intersección Cα ∩ λCα es igual a 0 y un número contable
de puntos finales comunes. Ver figura 4.4.

3− 5
Ahora podemos ver dónde entra la razón dorada. Cuando β = 2
, si miramos la razón de
la longitud de los componentes de I1 (i.e., β) a la longitud del hueco en I1 (i.e., α), obtenemos

3− 5 √
β β 1+ 5
α
= 1−2β = 1−(3−
2 √
5)
= 2
.

Esto significa que β divide al intervalo [0, 1 − β] (y también a [0, 1]) según la razón dorada.
1
Usted puede verificar que esto también significa que β = φ2
. Y si tomamos λ = 1 − β,
1
entonces dado que 1 − β divide a [0, 1] según la razón dorada, tenemos λ = φ
. Después

3− 5
volveremos al caso en el que β = 2
y miraremos desde un punto de vista diferente, pero

3− 5
primero mostraremos que el problema geométrico no tiene solución cuando β ≥ 2
.

Necesitamos mostrar que si β ∈ ( 3−2 5 , 21 ), entonces para algún λ ∈ (0, 1), 0 no es el único
punto en Cα ∩λCα . Para probar esto necesitamos considerar la intersección de Cα con una
copia contraı́da y trasladada de él mismo. Si A es un subconjunto de la recta real y t es un
número real, sea A + t = {x + t|x ∈A}, esto es, A + t es un traslado de A.

Lema 1 Escojamos β ∈ [ 13 , 21 ). Sea α = 1 − 2β; si λ ∈ [α, 1], entonces para todo t ∈ [−λ, 1],
Cα ∩(λCα + t) 6= ∅.
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 44

0 β 1−β 1

t t+λ

Figura 4.5:

Nota. Este lema declara aproximadamente que si un α-medio conjunto de Cantor es sufi-
cientemente “grande”(i.e., β ≥ 13 ), y si se sobrepone con una copia contraı́da y trasladada
de sı́ mismo (i.e., λ ≥ α y −λ ≤ t ≤ 1), entonces el α-medio conjunto de Cantor interseca
la copia contraı́da y trasladada de sı́ mismo.

Prueba: La prueba usa un argumento de inducción y un resbalamiento (o renormalización).


Nosotros mostramos que para cada n ≥ 1, In ∩ (λIn + t) 6= ∅. Dado que la intersección anida-
da de una sucesión de conjuntos compactos no vacı́os es no vacı́a, ∞
T
n=0 [In ∩ (λIn + t)] 6= ∅.
T∞
Pero n=0 [In ∩ (λIn + t)] es lo mismo que Cα ∩(λCα + t).
Antes de argumentar la inducción, reexaminaremos la estructura autosimilar de un α-medio
conjunto de Cantor Cα . Sea J un componente de In para algún n ≥ 0; llamaremos J ∩ Cα
un segmento de Cα . La autosimilitud de Cα significa que un segmento de Cα es justamente
una copia a menor escala de Cα , esto es, para una transformación afı́n (i.e., una transfor-
mación de la forma f (x) = mx + b con m = β −n ) podemos trazar un segmento de Cα
sobre Cα . Transformar afı́nmente un segmento de Cα sobre Cα es lo que queremos decir por
rescalamiento.

Para empezar la inducción, necesitamos mostrar que [I1 ∩ (λI1 + t)] 6= ∅. Siempre que λ ≥ α,
no podemos tener λI1 + t contenido en el hueco abierto en el medio de I1 , i.e., no podemos
tener el dibujo de la figura 4.5.

Como β ≥ 31 , tenemos β ≥ α, y como λ ≤ 1, tenemos β ≥ λα; ası́, ningún componente de


I1 está contenido en el hueco abierto en el medio de λI1 + t i.e., no tenemos el dibujo de la
figura 4.6.

Por consiguiente, I1 ∩ (λI1 + t) 6= ∅.


Ahora supongamos que In ∩(λIn +t) 6= ∅. Necesitamos mostrar que In+1 ∩(λIn+1 +t) 6= ∅. Sea
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 45

0 β 1−β 1

t t + λβ t+λ

Figura 4.6:

Jn y Jn′ que denotan cualquier componente de In y λIn +t respectivamente, que se intersecan.


Usando una transformación afı́n podemos transformar el segmento de Cα contenido en Jn
dentro de Cα ; esta misma transformación afı́n toma el segmento de λCα + t contenido en Jn′
dentro de λCα + tn para algún tn ∈ [−λ, 1]. Esto muestra que el primer paso en la prueba
del lema (el paso con n = 1), puede aplicarse para Jn ∩ In+1 y Jn′ ∩ (λIn+1 + t) para concluir
que (Jn ∩ In+1 ) ∩ (Jn′ ∩ (λIn+1 + t))6= ∅. Hemos renormalizado el paso de inducción anterior
al paso original. Por lo tanto In+1 ∩ (λIn+1 + t))6= ∅. 

Para mostrar que el problema geométrico no tiene solución cuando β ∈ [ 3−2 5 , 12 ], usamos el
lema 1 y otro argumento de rescalamiento para probar la existencia de un punto diferente
de 0 en Cα ∩λCα . Primero probamos nuestro resultado con λ ∈ [β, 1). Entonces usando
rescalamiento de nuevo, se extiende el resultado para λ ∈ (0, 1).

Lema 2 Escojamos β ∈ [ 3−2 5 , 21 ). Si λ ∈ [β, 1), entonces Cα ∩λCα 6= {0}.

Prueba. Primero, nótese que con nuestras hipótesis, I1 ∩λI1 debe tener dos componentes por
lo menos, una con el 0, como lo hemos mostrado antes, si λ ≥ β; entonces para que I1 ∩ λI1

3− 5
tenga una sola componente (la que contiene al 0) es necesario que β < 2
.

Sea J y J ′ las componentes que se intersecan de I1 y λI1 , respectivamente, de tal suerte que
/ J ∩ J ′ . Hay una transformación afı́n que transforma el segmento de Cα contenido en J
0∈
sobre Cα ; esta misma transformación afı́n toma el segmento de λCα contenido en J ′ sobre
λCα + t para algún t ∈ [−λ, 1]. Entonces el lema 1 implica que el segmento de Cα contenido

3− 5
en J tiene intersección no vacı́a con el segmento de λCα contenido en J ′ (nótese que 2
es más grande que 13 ). Luego, Cα ∩(λCα ) contiene un punto, que no es el 0. 

Teorema 3 Escojamos β ∈ [ 3−2 5 , 12 ). Si λ ∈ (0, 1), entonces Cα ∩λCα 6= {0}.
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 46

Prueba. Sabemos que el teorema es verdadero para λ ∈ [β, 1). Supongamos que λ ∈ [β n+1 , β n )
para algún entero n ≥ 1. Entonces T (x) = β n x transforma el segmento de Cα contenido en
[0, β n ] sobre Cα y también transforma λCα sobre ( βλn )Cα . A partir de β n+1 ≤ λ < β n ,
tenemos ( βλn ) ∈ [β, 1), y de esta manera se aplica el lema 2 y ası́ se puede concluir que
(Cα ∩ [0, β n ]) ∩ λCα 6= {0}. 

Nota. En realidad hemos probado un poquito más de lo que se establece en el teorema 3.



Hemos mostrado que si β ∈ [ 3−2 5 , 12 ) y λ ∈ (0, 1), entonces Cα ∩ λCα es de cardinalidad
infinita.

3− 5 1
Ahora retornemos al caso β = 2
y λ = 1 − β. Recordemos que tenemos entonces β = φ2
,
1 β
λ= φ
y α
= φ. Nuestro objetivo ahora es dar a Cα ∩λCα una mejor interpretación geométrica.
Para esto necesitamos usar el conjunto producto Cα ×Cα y la gráfica de la función f (x) = λx;
la idea de nuestra construcción viene desde [1, p. 135]. Nótese que y ∈ Cα ∩ λCα si y solo
si y ∈ Cα , y y = λx para algún x ∈ Cα si y solo si existe un punto (x, y) contenido en
ambos conjuntos: Cα × Cα y el grafo de f . Esto muestra que existe una biyección entre los
puntos en (Cα ∩ λCα ) y la intersección de Cα × Cα con el grafo de f ; la biyección proyecta a
(Cα × Cα ) ∩ graf o(f ) horizontalmente sobre el eje Y, dando Cα ∩ λCα . Ası́, esto reemplaza
nuestra visualización 1-dimensional de Cα ∩ λCα con una visualización bidimensional de
Cα × Cα ∩ graf o(f ). La figura 4.8 es un dibujo de (I2 × I2 ) ∩ graf o(f ), que representa
análogamente a I2 ∩ λI2 en la figura 4.7.

Figura 4.8 Figura 4.9


4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 47

0 β2 β 1−β
• • • • •

0 φ−1 β φ−1
• • • • •

Figura 4.7

Como en la simetrı́a de Cα × Cα hay otras 7 lı́neas que juegan un mismo papel con respecto
a Cα × Cα , como lo hace el gráfico de f (x) = λx, en la figura 4.9 estas lı́neas son adicionadas
para un dibujo de I4 × I4 . Cada una de las 8 lı́neas en la figura 4.9 tiene pendiente igual
a ±φ ó ±φ′ . Cualquier rectángulo con una diagonal a lo largo de una de estas lı́neas es un
rectángulo dorado, es decir, un rectángulo donde la razón de las longitudes de sus lados es
φ. Ası́, la figura 4.9 está llena de rectángulos dorados. La figura 4.9 es la lámina LVI de [5,
p. 137], como un ejemplo de una “descomposición armónica del cuadrado en el tema de la
razón dorada”. También aparece en la lámina LXXVII de [5, p. 166].

Tres notas finales: Primero. Nosotros hemos visto que en nuestro valor crı́tico
β
de β, el α-medio conjunto de Cantor tiene a φ como el valor del cociente α
; esta razón es
llamada el espesor del α-medio conjunto de Cantor. La idea de espesor puede generalizarse
a cualquier conjunto de Cantor sumergido en la recta real, y esta es una forma de medir
el tamaño del conjunto de Cantor que ha demostrado ser útil en el estudio de los sistemas
dinámicos [6, pp. 332-336], el valor crı́tico del espesor es φ. Lo que hace este resultado
especialmente atractivo sobre todo es que realmente no depende de la estructura especial
del α-medio conjunto de Cantor : en efecto, φ es un valor crı́tico “universal”(arbitrario) para
el conjunto de Cantor sumergido en la recta real. Si nosotros damos un número real τ , con
τ < φ, entonces existen los conjuntos de Cantor C1 y C2 , definidos en los intervalos [0, b1 ]
y [0, b2 ] respectivamente, tales que, C1 y C2 tienen ambos espesor τ y C1 ∩ C2 = {0}. Si
τ > φ, entonces no pueden existir tales conjuntos C1 y C2 de Cantor con espesor τ . La
prueba de esto y una generalización a pares de conjuntos de Cantor con diferente espesor
puede encontrarse en [7, capı́tulo 4].
4.1. Traducción del artı́culo: “A golden Cantor set” [12] 48

Segundo. El lema 1 es un caso especial de un resultado útil en los sistemas dinámicos


que es a menudo llamado el Lema del Hueco. El Lema del Hueco da las condiciones bajo las
cuales dos conjuntos de Cantor suficientemente espesos tienen intersección no vacı́a [6, pp.
333-334].

3− 5
Tercero. El α-medio conjunto de Cantor con β = 2
y espesor igual a φ no es el
único candidato para el tı́tulo “el conjunto dorado de Cantor”. Otro contendor puede ser el
subcambio dorado del 2-cambio lleno en dinámica simbólica, ver [9, pp. 100-102].

Referencias
[1] R. P. Boas, Jr., A Primer on Real Functions, Fourth ed., Mathematical Association of
America, Washington, D.C., 1996.

[2] S. Bullett and J. Stark, “Renormalizing the simple pendulum”, SIAM Review 35 (1993),
631-640.

[3] H. S. M. Coxeter, Introduction To Geometry, 2nd ed., John Wilet and Sons, Inc., New
York, 1969.

[4] G. A. Edgar, Measure, Topology, and Fractal Geometry, Springer-Verlag, New York, 1990.

[5] M. Ghyka, The Geometry of Art and Life, Dover Publications, Inc., New York, 1977.

[6] J. Guckenheimer and P. Holmes, Nonlinear Oscillations, Dynamical Systems, and


Bifurcations of Vector Fields, Springer-Verlag, New York, 1983.

[7] R. Kraft, “Intersections of thick Cantor sets”, Mem. Amer. Math. Soc.97(1992), no.468.

[8] R. Kraft, “What’s the difference between Cantor sets?”, Amer. Math.
Monthly 101 (1994), 640-650.

[9] D. Lind and B. Marcus, An Introduction to Symbolic Dynamics and Coding, Cambridge
University Press, New York, 1995.

[10] M. Mandelbrot, The Fractal Geometry of Nature, W. H. Freeman and Co., New York,
1983.
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 49

[11] G. Markowsky, “Misconceptions about the Golden Ratio”, College Math. J.23(1992),
2-19.
[12] J Palis and F. Takens, Hyperbolicity and sensitive chaotic dynamics at homoclinic bifur-
cations, Cambridge University Press, Cambridge, 1993.

[13] M. Schoroeder, Fractals, Chaos, Power Laws: Minutes from an Infinity Paradise, W. H.
Freeman and Co., New York, 1991.

[14] L. A. Steen and J. A. Seebach, Counterexamples in Topology, 2nd ed., Springer-Verlag,


New York, 1978.

[15] R. Williams, “How big is the intersection of two thick Cantor sets?”, Continuum theory
and dynamical systems (M. Brown. eds.), Proc. Joint Summer Reswearch Conference on
Continua and Dynamics (Arcata, CA., 1989), Am. Math. Soc., Providence, RI, 1991.

4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo


En el capı́tulo 2, observamos varias aplicaciones del cociente dorado o razón dorada, su uso
en la arquitectura, obras de arte, y como patrón en la naturaleza, entre otras.

En este artı́culo, se quiere mostrar una relación existente entre este cociente y el célebre
conjunto de Cantor ζ.

Notemos que β y α son los principales valores que encierran esta particularidad; como antes
lo mencionamos α representa la longitud del intervalo abierto que será removido en el primer
paso de la construcción geométrica de ζ, y β la longitud de cada intervalo cerrado que queda.
A manera de ilustración presentaremos el siguiente ejemplo para observar que los diferentes
conjuntos de Cantor son una generalización del clásico ternario de Cantor.

Ejemplo 4.2.1. Escojamos un número α ∈ (0, 1), por ejemplo α = 14 , I0 =[0,1], y sea I1 la
unión de los dos intervalos cerrados que quedan después de remover el intervalo abierto de
longitud α del medio de I0 .
1
Calculemos β; como α = 4
entonces:

1−α 1− 41 3
β= 2
= 2
= 4
2
= 83 .
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 50

De lo anterior, podemos construir I1 de la siguiente manera:

I1 = [0, β] ∪ [(1 − β), 1] = [0, 83 ] ∪ [ 58 , 1]


I1
3 5
0 8 8
1

Repitiendo el paso anterior podemos construir I2 , pero la longitud de los intervalos cerrados
ahora será

β 2 = ( 38 )2 = 9
64
,

luego
9
I2 = [0, β 2 ] ∪ [(β − β 2 ), β] ∪ [(1 − β), (1 − β) + β 2 ] ∪ [(1 − β 2 ), 1] = [0, 64 ] ∪ [ 15 , 3 ] ∪ [ 85 , 49
64 8 64
55
] ∪ [ 64 , 1]
I2
9 15 3 5 49 55
0 64 64 8 8 64 64
1

Y ası́ sucesivamente podemos construir In para cualquier n ∈ N, conformado por 2n intervalos


n
cerrados cada uno de longitud β n = 83 .

Si intersecamos todos los intervalos In para todo n ∈ N, obtendremos uno de los conjuntos
de Cantor, denotado por


\
ζα = ζ 1 = In .
4
n=0

ζα es el llamado α-medio conjunto de Cantor

Para ver que relación hay entre autosimilitud y factor escala, sigamos trabajando con el valor
de α del ejemplo anterior, es decir, α = 14 , entonces:

ζαL = ζ L1 = ζ 1 [0, 38 ].
T
4 4

Este conjunto ζ L1 es una copia contraı́da de ζ 1 que está encajada dentro del intervalo [0, 83 ];
4 4

en otras palabras, ζ L1 será el conjunto de puntos del 14 -medio conjunto de Cantor, que están
4
en el intervalo [0, 83 ] y corresponde por tanto a la primera copia reducida de ζ 1 que queda
4

“a la izquierda”(la letra L hace referencia a “left”que significa izquierda en inglés).

Análogamente, para
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 51

5
ζαR = ζ R
1 = ζ 1 ∩ [ 8 , 1]
4 4

tenemos que el conjunto ζ R


1 es también una copia contraı́da de ζ 1 que está encajada dentro
4 4

del intervalo [ 85 , 1], es decir, ζ R 1


1 será el conjunto de puntos del 4 -medio conjunto de Cantor,
4
que están en el intervalo [1 − β, 1], y corresponde por tanto a la primera copia reducida de ζ 1
4

que queda “a la derecha”(la letra R hace referencia a “right”que significa derecha en inglés).

Para todo x ∈ ζ 1 se tiene que la imagen de ζ 1 bajo la función TL (x) = βx es ζ L1 , y la imagen


4 4 4
de ζ bajo la función TR (x) = βx + (1 − β) es ζ L1 .
1
4 4

1
Ejemplo 4.2.2. Si 4
∈ ζ 1 , entonces
4

TL ( 41 ) = β 14 = 31
84
= 3
32
∈ ζ L1
4

TR ( 14 ) = β 41 + (1 − β) = 31
84
+ (1 − 83 ) = 23
32
∈ ζR
1 .
4

En este momento podrı́amos hacernos la pregunta: ¿son algunos α-medios conjuntos de Can-
tor “más largos” que otros?; la idea de esta solución no es tan sencilla, y la desarrollaremos
según [4]. Como lo hemos mencionado antes, los α-medios conjuntos de Cantor son una
generalización directa del clásico conjunto ternario de Cantor. Sabemos que al elegir α ∈
1−α
(0, 1) tenemos β = 2
, y con las transformaciones TL = βx y TR = βx + (1 − β) inductiva-
mente se define
S
In = TL (In−1 ) TR (In−1 ) para n ≥ 1.

9 1
Comparemos el 10
-medio conjunto de Cantor y el 10
-medio conjunto de Cantor ; uno parece
más largo que el otro, es decir, si decimos que ζα es “más largo”que ζα′ , significa que α < α′ ;
si esto sucede, los intervalos cerrados que “van quedando” en la construcción ζα son de mayor
longitud que los correspondientes en ζα′ . ¿Pero como podrı́amos demostrar esto?
Si comparamos el número de puntos de cada α-medio conjunto de Cantor llegaremos a la
conclusión de que tienen la misma cardinalidad (la cardinalidad de R).
Otra forma de comparar las longitudes de dos conjuntos de Cantor, es utilizando la medida
de Lebesgue.
En efecto, la suma de las longitudes de los intervalos suprimidos de ζ 1 es 1:
3
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 52

1 2j−1
P∞
3
+ 92 + 4
27
+ ... + 3j
+ ... = 1
3
· 2 j−1
j=1 ( 3 ) = 1
3
· 1
1− 23
=1

Otra manera de ver esto es la siguiente. Si se elige α ∈ (0, 1) cada conjunto In contiene 2n
componentes, cada uno de longitud β n ; en total la suma de las longitudes de In es igual a
2n · β n = (2 · β)n ; de esto la longitud de ζα es menor o igual a (2 · β)n para todo n. Ahora
bien, si α ∈ (0, 1), tenemos:
1−α 1
0 < α < 1 =⇒ −1 < −α < 0 =⇒ 0 < 1 − α < 1 =⇒ 0 < 2
< 2
=⇒ β ∈ (0, 12 ) ,

por lo cual 0 < 2β < 1, ası́ que (2β)n tiende a cero cuando n tiende a infinito.

Puesto que cualquier par de α-medio conjuntos de Cantor tiene cardinalidad C (la cardinali-
dad de R) y la medida de Lebesgue cero, no podemos utilizar la cardinalidad ni la medida de
Lebesgue para distinguir entre diferentes conjuntos de Cantor, aunque intuitivamente percibi-
1 9
mos que el conjunto 10
-medio conjunto de Cantor es más largo que el 10
-medio conjunto de
Cantor, y esto es precisamente lo que vamos a tratar de hacer.

Definición 4.2.1. Sean ζαi y ζαj conjuntos de Cantor, con i, j ∈ I; entonces

ζαi − ζαj = {x − y | x ∈ ζαi , y ∈ ζαj }.

Un camino más dinámico para definir la diferencia de estos conjuntos es


T
ζαi − ζαj = { t | ζαi (ζαj + t) 6= ∅} ,

donde (ζαj + t) = {x + t | x ∈ ζαj } es una copia trasladada de ζαj .


Observemos que para cualquier elección de α ∈ (0, 1), ζαi − ζαj ⊂ [−1, 1].

¿Cómo puede ser usada esta diferencia para mirar si un α-medio conjunto de Cantor es más
largo que otro?
Intuitivamente, el conjunto más largo a menudo debe intersecarse con el trasladado de él
mismo.

De esta manera lo que haremos será aplicar la medida de Lebesgue y cardinalidad para
T
diferenciar los conjuntos ζαi − ζαj y para las intersecciones ζαi (ζαj + t); además, veremos
que si α disminuye entonces la medida de Lebesgue aumenta.
Los siguientes teoremas y lemas nos dicen algo más acerca de los diferentes valores que
puede tomar β, y qué influencia tiene este en la medida de estos conjuntos; las pruebas se
encuentran en [4].
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 53

Teorema 4.2.1. Si β < 13 , entonces ζαi − ζαj es un conjunto de Cantor de medida cero. Si
1
β≥ 3
entonces ζαi − ζαj = [−1, 1].

En otras palabras lo que el teorema nos dice es que si β < 13 , entonces ζαi
T
(ζαj + t) es vacı́o
1
T
para un conjunto numerable de t con t ∈ [−1, 1], y si β ≥ 3
, ası́ que ζαi (ζαj + t) es no
vacı́a para todo t ∈ [−1, 1], ası́ que hay un cambio importante cuando β (ó α) cruce por 13 .

Ejemplo 4.2.3. Si tomamos β < 13 , por ejemplo β = 81 , tenemos entonces que α = 34 y que
I1 = [0, 18 ] [ 78 , 1]; observemos para qué valores de t (t ∈ [−1, 1]) se tiene que I1 (I1 +t) = ∅;
S T

T
i) Si t = 1, tenemos que I1 (I1 + t) = {1};
1 7
0 8 8
1

1 7
1 1+ 8
1+ 8
1+1

ii) Si t = 86 , tenemos que I1 (I1 + t) = { 78 };


T

1 7
0 8
1
•8

6 6 1 7
8 8
+ 8
1+ 8
1+1

iii) Si t ∈ [ 86 , 1], tenemos que I1 (I1 + t) = [ 87 , 1];


T

1 7
0 8
1
•8 •

7 7
8
1 1+ 8
1+1
• •

Aplicando simetrı́a obtenemos:


4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 54

T
iv) Si t = −1, tenemos que I1 (I1 + t) = {0};

v) Si t = − 86 tenemos que I1 (I1 + t) = { 81 };


T

vi) Si t ∈ [ 68 , 1] tenemos que I1 (I1 + t) = [0, 18 ].


T

Podemos concluir entonces que si t ∈ (− 68 , 86 ), tendremos I1 (I1 + t) = ∅. Análogamente


T
T T
se sigue este proceso en In (In + t) = ∅, para todo n; ası́, ζα (ζα + t) es vacı́o para un
conjunto numerable de t con t ∈ [−1, 1].
1
T
Ejemplo 4.2.4. si β ≥ 3
implica que ζα (ζα + t) es no vacı́a para todo t ∈ [−1, 1], esto
es una conclusión directa, ya que la medida de los intervalos componentes (es decir, β), es
mayor que la longitud del hueco abierto, ası́, nunca tendremos ninguno de los intervalos
componentes contenido en el hueco abierto; por lo tanto dicha intersección es no vacı́a para
todo t ∈ [−1, 1].

Definición 4.2.2. Para algún α ∈ (0, 1), sea Λα que denota el α-medio conjunto de Cantor
definido en el intervalo [−1, 1] de la siguiente manera:
 
P∞ i
Λα = i=o ui β (1 − β) | ui ∈ {−1, 1} ∀i .

El siguiente lema muestra que Λα contiene todos los puntos de ζαi − ζαj por lo cual
ζαi (ζαj + t) es un simple punto. Si β ≥ 31 , entonces para casi todo t ∈ [−1, 1], ζαi (ζαj + t)
T T

contiene más de un punto.

Lema 4.2.1. Escojamos β ∈ (0, 12 ). Si ζαi


T
(ζαj + t) es un simple punto, entonces t ∈ Λα .

Teorema 4.2.2. Si β ≥ 13 , entonces ζα


T
(ζα + t) es un conjunto de Cantor para casi todo
t ∈ [−1, 1].

(ζαj + t) es vacı́o generalmente cuando β < 13 , y es casi siempre un conjunto de


T
Nota: ζαi
Cantor cuando β ≥ 13 .

Esto muestra que el cambio en la diferencia de conjuntos descrita por el teorema 4.2.1. es
aún más interesante que el indicado por este teorema.

En el siguiente teorema encontramos un intervalo de mayor confianza para β, en donde la


intersección del α-medio conjunto de Cantor con una copia trasladada de él mismo contiene
un conjunto de Cantor.
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 55


Teorema 4.2.3. Si β ∈ ( 2 − 1, 21 ), entonces ζαi (ζαj + t) contiene un conjunto de Cantor
T

para todo t ∈ (−1, 1).

Finalmente, encontramos varios intervalos para β en los cuales la diferencia de dos conjuntos
de Cantor tiene diferentes caracterı́sticas, que se mostrarán brevemente a continuación.

i) Si β < 13 , entonces ζαi − ζαj es un conjunto de Cantor con medida de Lebesgue cero.

ii) Si β ∈ ( 13 , 12 ), entonces ζαi − ζαj = [−1, 1].



iii) Si β ∈ [ 31 ,
T
2 − 1), entonces para casi todo t ∈ [−1, 1], ζαi (ζαj + t) es un conjunto
de Cantor, pero para algún t ∈ (−1, 1), es tan pequeña como un punto.
√ T
iv) Si β = 2 − 1, entonces ζαi (ζαj + t) es un conjunto de Cantor, pero con un subcon-
junto infinito contable de [−1, 1], y para t ∈ (−1, 1) la cardinalidad más pequeña que
T
puede tener ζαi (ζαj + t) es infinitamente contable.

v) Si β ∈ ( 2 − 1, 21 ), entonces ζαi (ζαj + t) contiene un conjunto de Cantor para todo
T

t ∈ (−1, 1).

El uso de los conjuntos de Cantor en los sistemas dinámicos y el estudio de las bifurcaciones,
en especial las homoclı́nicas, han generado interrogantes acerca de cómo dos conjuntos de
Cantor se pueden intersecar. Antes de esto recordemos que la teorı́a de las bifurcaciones
estudia el comportamiento (macroscópico) del sistema cuando es perturbado, y se quiere
saber cómo varı́a el comportamiento de todo el sistema cuando alguna o varias variables de
ajuste se modifican, por ejemplo la tasa de natalidad o la aparición de un nuevo cuerpo en
los movimientos planetarios.
Se modifican los parámetros del sistema de la misma forma que se mueve el dial de un radio
para cambiar de sintonı́a en forma continua. Esta teorı́a estudia especialmente qué tipos de
inestabilidades preceden al caos y como son los sistemas globalmente inestables que se hallan
en el lı́mite entre el orden y el caos.
Formalmente un sistema dinámico es una estructura {X; f }, donde X es un conjunto no
vacı́o y f : X −→ X.

Para la solución a nuestro problema geométrico en particular, lo que necesitamos es que


cada uno de los intervalos derechos de la copia contraı́da (λIn para todo n) quede totalmente
encajado en el “intervalo hueco abierto”de In para todo n.
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 56

En los teoremas anteriores mostramos que existen valores crı́ticos para β, pero necesitamos
encontrar encontrar el valor crı́tico de β en la solución de nuestro problema geométrico.
Gráficamente podemos observar que si queremos que se cumpla la condición de los intervalos
de las copias contraı́das, necesariamente debemos tener las desigualdades β < λ(1 − β) y
λ < (1 − β); en otros términos,

β
(1−β)
<λ<1−β;

resolviendo esta desigualdad, tenemos que β satisface la desigualdad 0 < 1 − 3β + β 2 .



3± 5
Utilizando la ecuación cuadrática obtenemos que β = 2
. Entonces se debe cumplir que:
√ √
3+ 5 3− 5
0 < (β − 2
)(β − 2
),

por lo que:
√ √ √
3+ 5 3− 5 3+ 5
i) β > 2
yβ> 2
, luego β > 2
, pero claramente debemos omitir este valor de
β, ya que la longitud de los intervalos cerrados no puede ser mayor a 1.
√ √ √
3+ 5 3− 5 3− 5
ii) Si β < 2
yβ< 2
entonces β < 2
.
√ √
3− 5 3− 5
Luego nuestro valor crı́tico es β = 2
. Para β < 2
el problema geométrico puede
resolverse.

Cuando empezamos a utilizar la noción de autosimilitud encontramos que In ∩λIn =[0, λβ n ]


lo cual implica que Cα ∩λCα = {0}. En efecto, tenemos por definición que


\ ∞
\
Cα ≡ In =⇒ λCα ≡ λ In ,
n=0 n=0

entonces


\ ∞
\ \  \∞  \  \∞
Cα ∩ λCα = In λ In = In λIn = [0, λβ n ] .
n=0 n=0 n=0 n=0
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 57

Como λ < 1 y β < 1, entonces cuando n tiende a infinito, β n tiende a cero, y λβ n tiende a
cero. Por lo tanto Cα ∩λCα = {0}.

Conclusiones finales

A la pregunta de nuestro problema geométrico: Dado β∈ (0, 12 ), ¿es posible encontrar un


λ∈ (0, 1) tal que Cα ∩λCα = {0}?, la respuesta no es única, ya que dependiendo el valor de
β∈ (0, 21 ) podemos encontrar o no valores para λ∈ (0, 1), como se mostrará a continuación.

Sean β∈ 0, 3−2 5 1
 
, α∈ 3
,1 ; podemos escoger cualquier valor de λ, tal que

β
<λ<1−β,
(1 − β)

luego para este valor el problema geométrico SÍ tiene solución.


3− 5
Si β= 2
, vemos que:

1. λ= 1 − β, entonces la intersección Cα ∩ λCα es igual a cero y a un número contable de


puntos finales comunes.

2. Si λ> 1 − β, entonces la intersección Cα ∩ λCα es igual a cero y a un número contable


de intervalos finales comunes.

3. Si λ< 1 − β, entonces Cα ∩ λCα = {0}.

Nota: Es con este valor de β donde se muestra la relación con la razón dorada, mirando la
proporción de la longitud de los componentes a la longitud del hueco, es decir, αβ .

Sea β ∈ [ 3−2 5 , 21 ). Si λ ∈ (0, 1), entonces Cα ∩ λCα 6= {0}. Este es el teorema 3
antes utilizado; como hemos comprobado anteriormente, para los valores de β en este
intervalo no es posible encontrar λ ∈ (0, 1) para la solución de nuestro problema
geométrico.
4.2. Algunas observaciones sobre el artı́culo 58

Cuando la longitud de uno de los intervalos componentes es igual a β en el valor crı́tico


y se fracciona con la longitud del hueco intermedio, es decir, el intervalo de longitud
α que es removido, obtenemos de este cociente el número φ ó número de oro; en otras
palabras, la razón entre la longitud de uno de los intervalos componentes con el hueco
es precisamente una proporción divina.
CAPı́TULO 5
CONCLUSIONES

El conjunto de Cantor no solo se puede construir de forma geométrica. Una de las


ventajas de la construcción analı́tica es que podemos calcular rápidamente con la ayuda
de una simple calculadora los intervalos componentes de ζn para n muy grande, algo
que geométricamente serı́a muy engorroso.

Cuando la longitud de uno de los intervalos componentes es igual a β y se fracciona con


la longitud del hueco intermedio, es decir, el intervalo de longitud α que es removido,
obtenemos de este cociente el número φ ó número de oro; en otras palabras, la razón
entre la longitud de uno de los intervalos componentes con el hueco es precisamente
una proporción divina.

Aunque dos conjuntos de Cantor tengan igual cardinalidad, igual medida 0 de Lebesgue,
podemos diferenciar cuándo un conjunto de Cantor es más largo que otro analı́tica-
mente.

Finalmente, el conjunto ζ tiene una propiedad notable, pero nada evidente. Dado
cualquier número real x del intervalo [0, 1] , existen dos elementos de ζ, y, z, tales que
x = y − z. En otras palabras, las sumas y + z de dos elementos y y z del conjunto ζ
llenan el intervalo [0, 2].
BIBLIOGRAFÍA

[1] WILLARD Stephen. General Topology. Massachussetts, Addison-Wesley Publishing


Company, 1970.

[2] Organización de los Estados Américanos (O.E.A.) Historia de las ideas modernas en
matemática. Buenos Aires, Organización de los Estados Américanos, 1967.

[3] ESTÉVEZ Édgar. El espacio de los códigos. Monografı́a de grado, Licenciatura en


Matemáticas, Universidad Industrial de Santander, 1994.

[4] KRAFT Roger “What’s the difference between Cantor Sets?”. American Mathematical
Monthly 101, 1994.

[5] www.red-mat-unam.mx/foro/volumenes/vol006/vdsix.html Propiedades del conjunto


de Cantor.

[6] http://azul.cicese.mx/∼glopez/proyectos/Numeros/Formas/Dorado/cociente.html El
cociente dorado.

[7] www.Psicogeometria.com/cursos.html Psicogeometria.

[8] http://roble.pntic.mec.es/∼jarran2/cabriweb/poliregs.html Construcción del pen-


tagono regular

[9] www.explora.cl/otros/metro/fibonacci.html

[10] www.librosgratis.com/cantorlalibertad.html

[11] www.transparencia.org.pe/enigmas/ciencia
BIBLIOGRAFIA 61

[12] KRAFT Roger “A golden Cantor set”. American Mathematical Monthly 105, 1998.

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