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Cómo preparar lienzos en bastidores

Este documento presenta una guía en tres partes para preparar lienzos de tela en bastidores. La primera parte discute los tipos de telas y bastidores apropiados, incluido el lino, algodón y cómo elegir entre ellos. También cubre cómo cortar y lavar la tela antes de usarla. La segunda parte explica cómo tensar la tela en el bastidor usando grapas y una tenaza, colocando las grapas de manera uniforme. La tercera parte cubrirá los tipos de imprimación. El objetivo es proporcionar una forma
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Cómo preparar lienzos en bastidores

Este documento presenta una guía en tres partes para preparar lienzos de tela en bastidores. La primera parte discute los tipos de telas y bastidores apropiados, incluido el lino, algodón y cómo elegir entre ellos. También cubre cómo cortar y lavar la tela antes de usarla. La segunda parte explica cómo tensar la tela en el bastidor usando grapas y una tenaza, colocando las grapas de manera uniforme. La tercera parte cubrirá los tipos de imprimación. El objetivo es proporcionar una forma
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Cómo hacer y preparar el lienzo de tela en

un bastidor 1: telas y bastidores

Como lo prometí en el artículo “Preparar soportes de cartón o madera” y muchos lectores


me preguntan sobre ello, les presento una forma sencilla, rápida y eficaz para preparar
nuestros propios lienzos en un bastidor. Lo presentaré en una serie de tres artículos para
no hacerlo muy extenso.

Por lo general los lienzos preparados que venden en las tiendas de suministros para bellas
artes son de una calidad aceptable, y a menudo son lienzos más baratos que si los
fabricamos nosotros mismos pero hay que asegurarnos de que sea una marca bien
recomendada.

Sin embargo, cuando vamos avanzando en la pintura nos hacemos cada vez más rigurosos y
selectivos con los materiales, vamos teniendo requerimientos específicos por ejemplo en
cuanto a la textura de la tela, a su calidad y al tipo de imprimación. Igualmente podremos
necesitar nuestro bastidor de un tamaño diferente a las medidas estándares que ofrecen las
casas comerciales.

Bastidores para preparar lienzos


Es el marco por lo general de madera que nos ayuda a tensar la tela. No es el propósito aquí
mostrar cómo hacerlo ya que hay bastantes sitios en donde enseñan. Por otra parte, una
buena opción es comprar la madera y llevarla a una marquetería para que nos armen el
marco. La madera debe ser preferiblemente en ángulo (o chaflán), es decir que el grosor
exterior es mayor que el grosor interior, para que no produzca marcas en el borde del
lienzo. Si no tiene esta depresión recomiendo hacer el desgaste con un cepillo de madera o
cuidadosamente con un cuchillo o similar. Tener presente que el lado más angosto debe ir
hacia adentro y asegurarnos de quede perfectamente cuadrado.
También venden los listones ya cortados a la medida, en las tiendas especializadas de arte,
los cuales vienen para unir en las esquinas con un sistema de ranura-espiga para armarlo sin
pegamentos, grapas o clavos, y que a su vez permite tensar la tela mediante cuñas. Luego
de armarlo hay que asegurarse de que quede totalmente cuadrado verificando que tenga la
misma medida de ambas diagonales entre las esquinas. También hay bastidores con un
sistema en aluminio que permite el tensado de una manera más eficaz, son utilizados por
galerías y museos.

Con respecto al tensado con las cuñas, yo prefiero no utilizarlas, y muchos artistas y
restauradores tienen este mismo concepto. En su lugar hay que fijar las esquinas con grapas
o pegamento, luego de verificar que esté perfectamente cuadrado. Esto se debe a que al
pegar la tela se pueden descuadrar los ángulos y al poner las cuñas se pierde aún más la
simetría en las medidas, variando también levemente las dimensiones por la separación que
se produce de los listones en las esquinas. Igualmente al ajustar las cuñas se puede causar
un daño en el lienzo. Si se perdió la tensión, es preferible quitar las grapas y volver a tensar
la tela.

Telas para preparar lienzos


Como lo vimos en el artículo sobre los soportes para pintar al óleo, las telas más utilizadas
son las de lino y algodón. También se han utilizado las telas de cáñamo y las de yute
(arpillera o costal), pero hoy en día son poco usadas, mientras que algunos tejidos sintéticos
ya se comienzan a conocer.

Lino

Las telas de Lino son las más costosas y las que tienen fama de tener mejor calidad. Su
tejido es más irregular y más rígido. El lino de Bélgica es el más apreciado por los artistas.
Hay quienes aseguran que es necesario utilizar este material si queremos que nuestras
pinturas se conserven por más tiempo, pero hay otros que por su parte defienden las telas de
algodón e incluso las nuevas telas sintéticas. Los defensores del lino argumentan que la
pintura se desliza extraordinariamente en éste, y que la belleza de sus tramas irregulares no
la iguala ningún otro material. Todo es cuestión de ensayar con cuál nos sentimos más a
gusto (y cuál tolera nuestro bolsillo).

Algodón

Las más comunes son las lonas, manta natural y loneta. Son más flexibles que el lino, de un
tejido más regular. Es una calidad aceptable para unos buenos cuadros. Su durabilidad no
ha sido totalmente probada por ser un material relativamente nuevo en el arte comparado
con el lino, pero tiene muchos defensores; sólo el tiempo nos dirá si es lo mejor para
nuestras pinturas.
Eligiendo nuestra tela
Escogeremos la tela según el uso que le vamos a dar, por ejemplo si es para práctica,
estudios previos a una obra, aprendizaje, podemos utilizar una tela económica.

Si queremos un cuadro de apariencia rústica, en los que se aprecie de manera hermosa el


tejido de la tela o si vamos a hacer impastos, pues nos convendrá una tela de grano grueso,
es decir que los puntos y los hilos sean algo más grandes y marcados.

Para los retratos o pinturas de un acabado muy fino, en las que prácticamente no queremos
que se vean las marcas del pincel ni la textura de la tela, como en la técnica que vimos
anteriormente en la entrevista a la artista Olga Rybakova, deberemos utilizar telas de grano
extrafino, un tejido apretado en las que los poros sean muy poco visibles.

Para trabajos estándares usamos grano medio y es la que se consigue más fácil.

También venden en las tiendas de bellas artes, muchas calidades de telas ya preparadas,
listas para tensar en el bastidor y comenzar a pintar. Debes preguntar qué tipo de tela es,
qué tipo de imprimación tienen y cuántas capas, el tipo de grano que tienen (extrafino, fino,
medio, grueso, extragrueso, etc), fabricante y si es posible debes hacer una pequeña prueba
pasando la uña por detrás de la tela o doblando ligeramente para verificar que no se cuarte y
que tenga buena elasticidad, ya que esto es crítico para garantizar la calidad y durabilidad
de nuestro trabajo. Mira en la tercera parte de esta serie algunas consideraciones sobre el
tipo de imprimación.

Si la tela la has comprado en una textilera convencional (por supuesto sin imprimar) hay
que lavarla previamente para quitarle algunas sustancias y gomas que llevan de fábrica, y
para que los hilos se cierren ya que las telas tienden a encogerse. Luego se planchan para
eliminar las arrugas.

Una vez ya tenemos la tela y el bastidor, podemos ir al paso siguiente para preparar el
lienzo: tensado.

Cómo hacer y preparar el lienzo de tela en


un bastidor 2: Tensado

Si nos has visto la primera parte de esta guía, puedes verla en el link: parte 1 telas y
bastidores.

Materiales para tensar la tela


Necesitaremos el bastidor, la tela, una grapadora (ojalá a presión, o una grande y
resistente), tijeras y una tenaza para tensar (es opcional).

Procedimiento para armar el lienzo


Cortaremos la tela dejando unos 4 o 5 cm aproximadamente a cada lado, según el grosor
del marco y si vamos a grapar por los costados o por detrás del bastidor. A mí me gusta más
grapar por detrás del marco porque me permite pintar por los bordes, así aunque el cuadro
no esté aún enmarcado, se puede colgar y se ve bien. De hecho los cuadros modernos tienen
esta tendencia.
Ubicamos la tela sobre una superficie plana y limpia, colocamos encima el marco, con la
cara que tiene el ángulo hacia abajo. Hay que asegurarse de que los hilos de la tela queden
totalmente perpendiculares a los lados (en ángulo recto, que no queden en diagonal).
Para garantizar el correcto y uniforme tensado de la tela, comenzaremos a grapar desde el
centro de uno de los lados más largos, luego tensamos hacia el lado del frente con la tenaza
o con las manos, estirando firmemente pero sin exagerar. Se debe ver una suave línea de
tensión de lado a lado (como una ondulación en la tela). Luego, ponemos las grapas en uno
de los otros dos lados, tensando la tela y hacemos lo mismo de lado contrario, tensando
bien, luego de lo cual se debe ver una especie de “rombo” formado por líneas de tensión en
cada esquina.
Procedemos a fijar en el mismo orden grapas a lado y lado de la primera que pusimos,
pasamos al listón del frente y hacemos lo mismo, una grapa a cada lado de la inicial.
Pasamos al tercer lado, luego al cuarto haciendo lo mismo.

Cada vez que vayamos a poner una grapa, debemos estirar en ambas direcciones (hacia la
parte de atrás del marco y hacia la esquina). Esto garantiza que la tensión se distribuya de
manera uniforme, en ambos sentidos. A mí me gusta poner las grapas con poca distancia
entre ellas, para asegurar una mejor tensión, pero por lo general van a unos 4 cm para
tamaños medianos. A mayor tamaño del cuadro, más cercanas deben estar.

Antes de llegar totalmente a la esquina, hacemos un doblez hacia el lado y hacia arriba,
grapamos, cortamos el excedente y doblamos en el sentido contrario y grapamos, como se
ve en la siguiente imagen, procurando que quede bien escondido el excedente de tela. No se
debe recortar toda la esquina ya que en el caso de tener que sacar la tela y volver a tensar
será más difícil.

Finalmente retiramos con las tijeras el exceso de tela si queremos darle un mejor acabado.
También se pueden utilizar tachuelas (chinches o chinchetas), este por ejemplo es el primer
bastidor que armé, cuando aún no tenía grapadora. Sin embargo éstas presentan un mayor
riesgo de oxidación y mayor dificultad para clavarlas.

¡Seguridad!

 Procura utilizar gafas protectoras si usas una grapadora a presión o eléctrica.


Mantenla alejada de los niños.
 Si alguna grapa te queda mal y la deseas retirar utiliza unas “uñas” especiales que
venden para ello. Si no las tienes, puedes utilizar un cuchillo o similar, pero siempre
teniendo presente que la punta se dirija hacia afuera de tu cuerpo (y que no tengas a
nadie en frente), y sacar lentamente hasta que se pueda agarrar con un alicate o con
las manos, ya que si el cuchillo se resbala con fuerza te podrías a herir o a alguien
más.
Aquí mostré el procedimiento más sencillo para tensar el lienzo. Hay otro procedimiento
que asegura una mejor distribución de las tensiones pero es algo complejo de hacer y
explicar, quizá lo abordemos en otro artículo.

Cómo hacer y preparar el lienzo de tela en


un bastidor 3: Imprimación

Ya en los dos artículos anteriores hablamos sobre los bastidores, las telas, y cómo tensar
nuestro lienzo. Pero no podemos dejarlo así, es imprescindible prepararlo adecuadamente
para que la pintura se conserve y no se deteriore la tela.

También vimos anteriormente cómo preparar soportes de cartón con cola blanca y pintura
común de paredes, para utilizarlos en prácticas o ensayos, pero aclaramos que son para
trabajos que no necesitamos que duren mucho tiempo.

Cuando comencé a preparar mis bastidores, se me armó un lío en la cabeza con el montón
de fórmulas y nombres de sustancias que leía. Y como sucede con muchos materiales en la
pintura, no se sabe en realidad cuál es el mejor, cuál es el más duradero, y de nuevo será el
tiempo (siglos) nos dirá si son mejores los métodos tradicionales o los modernos. Hay
muchas opiniones encontradas y sugerencias diversas en cuanto a este tema.

En general encontramos la imprimación con gesso acrílico y la imprimación tradicional


(con sus diferentes variantes).

Imprimación Gesso acrílico (gesso “universal”)


 No necesita el “encolado” o sellador ya que las resinas acrílicas cumplen por sí
mismas esta función, mientras que el dióxido de titanio (entre otros de sus
componentes) tiene el poder de cubrir.
 Es diferente al Gesso tradicional que se usa para paneles (y diferente al yeso).
 Se puede usar antes de pintar con óleo, acrílico y casi cualquier tipo de pintura.
 Es soluble en agua pero al secarse es resistente a ella.
 Se aduce que su principal desventaja es no conocer su comportamiento al paso de
los siglos y que absorbe demasiado el aceite, pero este efecto se puede minimizar
de manera extraordinaria impregnando la superficie con una fina capa de aceite de
linaza y aplicando una pintura base muy diluida en trementina.
 Permite hacer ligeras texturas.
 Se consigue fácilmente en cualquier tienda de suministros artísticos.
 Su aplicación es realmente fácil y rápida.
Esta es la opción que más me ha gustado, pues es más flexible que la tradicional y me gusta
el grado de “agarre” que genera así como su textura.

Aplicación del gesso acrílico

Ubicamos nuestro lienzo sobre una superficie horizontal, impregnamos el lienzo con un
poco de agua para que el gesso penetre mejor por los poros, luego con una espátula o
brocha damos una primera capa de gesso desde el centro de nuestro soporte expandiéndolo
hacia los bordes, rápidamente, tratando de que la sustancia penetre bien por los poros. A mí
me ha dado muy buenos resultados con la espátula, pues queda muy uniforme. También se
puede usar una tarjeta como las de los bancos, regla o cuchillo.

Luego de esperar alrededor de una hora para que se seque esta capa, podemos dar una
segunda capa en la dirección contraria, esperar que se seque. Luego otra en diagonal y
finalmente una cuarta en la otra diagonal. Para una superficie más suave hay que pulir con
lija fina luego de cada capa retirando el polvo que suelta.
Las capas deben quedar delgadas, de forma que se siga apreciando el tejido, a menos que
quieras una textura especial.
Por lo general son estas 4 capas, pero hay gessos que vienen muy concentrados y podrían
requerir sólo dos o tres. Puedes verificar esto haciendo un ensayo previo en un papel con
las primeras dos capas, y luego de secar aplicas aceite para ver si se pasa al otro lado y
requiere más capas.

En los bastidores que venden imprimados también se recomienda dar unas dos capas de
gesso ya que generalmente vienen con dos muy delgadas, y así se asegura uno que no se
pase el aceite. Esto también ayuda a suavizar la textura del soporte.

Imprimación tradicional
Consiste en un encolado para tapar los poros y aislarlos con cola de piel de conejo para que
el aceite de linaza no penetre los tejidos deteriorándolos. Dado que algunos museos y
restauradores han hablado sobre la fragilidad de la cola de piel de conejo y su deterioro ante
efectos como la humedad y microorganismos, se presentan componentes como el Polivinil
acetato (PVA) grado artístico con pH neutro o la Carboxi-metil-celulosa (CMC) para dar
esa primera capa de protección. Este recubrimiento es indispensable para soportes de tela y
opcional (recomendable) para paneles.

Luego se aplica una mezcla de:

• blanco de zinc (o blanco de titanio, antes se usaba blanco de plomo, altamente tóxico),

• carbonato de calcio (algunos lo llaman creta, yeso, blanco de España),

• cola de piel de conejo (PVA pH neutro o CMC)

• y aceite de linaza para disminuir la absorción del aceite de la pintura y que quede la
superficie brillante al pintar.

Actualmente hay muchas variaciones del método tradicional y preparados que las casas
fabricantes venden listos para aplicar.

Personalmente ensayé esta imprimación pero con CMC, y el resultado fue fatal, a pesar de
tener el sellador y seguir la “receta”, algo falló y la pintura pasó a la tela:

Con otras fórmulas no me pasaba al otro lado, pero la superficie era quebradiza. Otras por
su parte quedaban muy absorbentes y al poner la pintura se chupaba todo el aceite e
impedía que pudiera mezclar y difuminar los colores. Seguramente fallé en algún punto de
la receta o de las instrucciones, pero no quería seguir arriesgando mis trabajos y aunque me
gusta siempre lo menos sintético una vez probé el gesso acrílico todo salió bien.
Espero que esta guía haya aclarado un poco este tema y nos recuerde la
importancia de pintar al óleo sobre una superficie bien preparada,
tanto para obtener buenos resultados como para un trabajo que
perdure muchos siglos.

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