Elementos de la narración: Generalmente en las fábulas existe un narrador que
relata los hechos acontecidos en tercera persona, en orden cronológico. Además,
relata lo que les sucede a los personajes principales en un tiempo y lugar
indeterminados.
Estructura: Las fábulas, suelen estar escritas en prosa o en verso además de que
suelen ser historias breves y didácticas, en estilo llano. La mayoría de estas
comienzan con la presentación de una situación inicial en la cual, generalmente se
plantea una problemática o dilema moral que puede tener solución o no. Finalmente,
esta termina con una enseñanza, moraleja o afabulación que puede ser útil para el
lector. Más raramente aparece al principio o no aparece de forma explícita.
Los personajes: En su mayoría, los personajes suelen ser animales u objetos
inanimados a los que se les dota con pasiones humanas como la codicia, la soberbia o
la envidia. Estos suelen estar envueltos en situaciones problemáticas que deberán
resolver. Estos personajes animales suelen ser prototipos: la nobleza y la fuerza son
representados por el león; la astucia por el zorro, etcétera.
Temas: Generalmente los temas que se abordan en las fábulas son vicios
humanos como la arrogancia, la mentira, etcétera; ya que detrás de cada una de estas
se muestra una intención de criticar los comportamientos y actitudes que se van
desarrollando dentro de la historia.
Su exposición de vicios y virtudes es maliciosa, irónica. Es frecuente la
contraposición entre la fuerza y la astucia y la idea, propia del mundo pagano, de que
es imposible cambiar la naturaleza propia de cada cual.
La fábula clásica reposa sobre una doble estructura; desde el título mismo se encuentra
una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas encontradas. Pero estos dos
personajes se encuentran siempre en desigualdad social: uno en posición alta y otro en
posición baja y desfavorable. Gracias a un evento narrativo imprevisto o survenant, el que
estaba en posición alta se encuentra en posición inferior y viceversa. Este esquema es
denominado por Christian Vandendorpe como "doble reenvío" en Apprendre à lire des
fables, Montréal, 1989 y se encuentra en decenas de ellas, sobre todo en las populares, y
permite fijar la comprensión y vehicular una moralidad clara. Como dice Hegel, "La fábula
es como un enigma que será siempre acompañado por su solución" (Estética, II) Incluso si
la fábula no tiene ya popularidad, el esquema que la forma se reencuentra en el hecho
diverso (Christian Vandendorpe, De la fable au fait divers) y en la leyenda urbana (Jean-
Bruno Renard, Rumeurs et légendes urbaines, París: Coll. Que sais-je?, 3445). Estas
situaciones son imprescindibles en una fábula, pues sin importar el autor, el contexto social
o político, estas son las que la identifican y marcan un límite entre ella y otros géneros
similares con los que podría confundirse por la forma alegórica que contienen.
Género literario[editar]
No debe confundirse con la parábola o relato simbólico ni con
el discurso o sermón parenético, cuya intención es exhortar a seguir una conducta ética y
por ello recurre con frecuencia a este tipo de procedimientos.
Se diferencian de los apólogos en que estos son más generales y en ellos pueden
intervenir además hombres y personajes tanto animados como inanimados. Pueden estar
escritas en prosa o verso. En el Index motifs, catálogo de motivos de relatos folclóricos
de Antti Aarne y Stith Thompson (Aarne-Thompson), las fábulas aparecen clasificadas
como cuentos de animales.
A pesar de ser un género literario sujeto a la transmisión oral de generación en generación,
la fábula aún conserva estas características que la diferencian de otros géneros narrativos
más mutables como el cuento, el relato o la novela, a los cuales el tiempo ha traído
numerosos cambios, nuevos subgéneros y tendencias.
Conviene distinguir claramente la fábula como género literario, de la fábula argumental
o argumento: Aristóteles hablaba de esta última cuando escribe que la fábula es uno de los
seis elementos que forman la tragedia junto con los caracteres, el canto, la elocución, el
pensamiento y el espectáculo. (Poética, cap. VI, 1450a). Así pues, la fábula trágica es
su argumento o el encadenamiento de acciones y hechos expuestos que forma la
narración o, de otra forma, en el lenguaje cinematográfico, la sinopsis.
Un ejemplo de fábula en prosa es el "Gato y el Ratón" en donde se pueden identificar las
características de ésta.
El Gato y el Ratón
Había una vez un pequeño ratón que vivía en la casa de una mujer vieja. La señora, que
temía de estas criaturas, colocó muchas trampas para matarlo. El ratón, asustado, le pide
ayuda al gato de la mujer.
-¿Podrías ayudarme, lindo gatito? -le dijo al gato.
-Sí, ¿en qué? -respondió este.
-Solo quita las trampas de la casa -dijo el ratón.
-Hmmm... Y, ¿qué me das a cambio? -dijo el gato.
-Finjo ante la señora que estoy muerto, ya que tú me has matado; ella creerá que
eres un héroe -respondió el ratón.
-Me has convencido -dijo el gato.
El gato sacó las trampas de la casa, pero el ratón nunca cumplió
su parte del trato. Un día, la señora descubrió que fue el gato
quien sacó las trampas. Ella, muy enfadada, decide dejar al gato
en la calle.