HIGIENE Y PREVENCIÓN OCULARES
La concepción del trabajo de higiene y epidemiología está basada en las
principales reglas establecidas por el Ministerio de Salud Pública, con el
objetivo de preservar y asegurar la salud, con una metodología dirigida a
investigar y conocer las causas y condiciones de los problemas que afecten
a grupos humanos, para su solución racional.
Es en la comunidad, en la atención primaria, donde ocurren los sucesos que
repercuten sobre la salud del hombre, la familia y la población, y su estre-
cha interrelación con el medio necesita ser controlada para prevenir y
aminorar sus influencias desfavorables.
RELACIÓN CON LA OFTALMOLOGÍA
La aplicación de estos principios está muy vinculada a la oftalmología, en lo
referente al cuidado de la salud de los ojos, individual y colectivamente, preservan-
do la función visual, ejerciendo campañas para evitar la ceguera, controlando y
combatiendo las posibles epidemias, como las que han azotado a nuestro país (con-
juntivitis hemorrágica y neuropatía óptica epidémica), con medidas populares que
tienen carácter científico y han sido apoyadas por las estructuras de las organiza-
ciones sociales.
IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
La prevención de afecciones transmisibles, contagiosas, no contagiosas, here-
ditarias y de otro tipo, están determinadas tanto para el adulto como para el niño.
Ya se conoce la intervención de los radicales libres en la génesis y el
condicionamiento de diferentes enfermedades, para lo cual se tiene en cuenta que el
cristalino, el vítreo y las partes de la retina tienen un déficit de los elementos
antioxidantes necesarios para la conservación de sus funciones , importantes en el
adecuado ciclo del metabolismo interno anaeróbico, en los que participen el glutatión,
Oftalmología 203
las vitaminas C y E, los flavonoides, y los b-carotenos. La ingestión de estas vita-
minas, enzimas, e inclusive, los llamados oligoelementos como el cobre, el zinc y el
selenio, se consideran parte de la prevención de procesos como la catarata, la
degeneración macular asociada a la edad y otros cuadros de origen tumoral y
neovascular (acción antiangiogénica), productos que están difundidos en forma
comercial en el mundo desarrollado, como la ingestión de vitamina A para prevenir
la xeroftalmía.
El uso de gafas oscuras o con filtros adecuados (grises, verdes, amarillos, rosa-
dos) se recomiendan para la prevención de enfermedades producidas por el paso de
los rayos solares.
Afecciones hereditarias como la retinosis pigmentaria, la diabetes de la infan-
cia y del adulto, los tumores como el retinoblastoma, la facomatosis y otras de
carga genética, se potencializan con la consanguinidad familiar, por lo que los hijos
de padres con este tipo de relación marital pueden ser portadores y evolucionar en
diferentes plazos hacia la ceguera. En estos casos es importante la orientación
médica y las consultas de consejo genético y planificación familiar para evitar, en
lo posible, la descendencia.
Existen posibilidades de afectaciones oculares en el feto durante el embarazo
por exposición a los rayos X en los tres primeros meses, y la ingestión de algunos
productos farmacéuticos con caracteres teratogénicos.
Teniendo en cuenta que el embrión puede ser portador de afecciones oculares
transmitidas a través de los padres y que el niño puede nacer con diferentes patolo-
gías que le producen déficit visual y hasta ceguera, deben de preverse enfermeda-
des infectocontagiosas como la oftalmopatía rubeólica (catarata congénita y
microftalmo) que a veces no son bien advertidas por la madre embarazada. Otras
enfermedades severas como el SIDA y la lués pueden ser causa de estas alteracio-
nes oculares.
La infección aguda conjuntival puede adquirirse también en el trabajo de parto
al nacimiento del niño (oftalmía neonatorum), casi siempre de causa gonocócica,
para lo cual se aplican métodos de prevención y profilaxis con colirios de sales de
plata (método de Credé), o con colirio antibiótico de amplio espectro.
Los cuidados posnatales deben impedir también la contaminación del niño re-
cién nacido con otros gérmenes, por mala manipulación, como son los estafilococos
y neumococos, u otros de origen nosocomial por una larga estancia hospitalaria.
La estricta limpieza de las manos, las uñas, los paños, las toallas y fómites, en
general, evitan estas infecciones. En caso de ser afectado, debe ser aislado y tratado
adecuadamente.
Las afecciones infectocontagiosas (conjuntivitis) están presentes también en
otras edades y en el adulto, y pueden encontrarse de forma aislada o en epide-
mias; su etiología varía desde las causas bacteriana y viral, hasta la micótica; en
ocasiones, la evolución a procesos de la córnea (queratitis y úlceras) hace más
complejo el cuadro clínico.
204 O ftalmología
Las medidas epidemiológicas deben cumplirse estrictamente, entre ellas el ais-
lamiento, el exudado conjuntival para conocer el germen y el antibiótico a utilizar;
el estudio del medio ambiente (círculos infantiles, escuelas, centros laborales) y la
eliminación de vectores como las moscas, guasasas y la higienización y limpieza
del medio.
Cuando existan epidemias, se aplicará el tratamiento profiláctico a personas
sanas en contacto directo con los afectados y se extremarán las medidas de higiene
personal y colectivas.
TRAUMATISMOS OCULARES
Los traumatismos oculares constituyen una causa importante de afectación vi-
sual tanto en el niño como en el adulto.
Prevención en los niños
Un importante riesgo lo constituyen los juegos con objetos altamente peligro-
sos, como las espadas, tijeras, cuchillos y tirapiedras, los cuales pueden ocasionar
graves lesiones traumáticas oculares que conducen a la disminución de la visión. El
hifema por pelotas de consistencia dura, que acompaña las contusiones severas, ha
de complejizar el pronóstico visual en grados que pueden llegar a la ceguera. Ac-
tualmente se fabrican juguetes romos, flexibles, de material plástico, no traumáticos,
en lugar de los duros y cortantes, antes mencionados.
La divulgación y los programas de difusión de medidas preventivas sobre
estos traumatismos deben brindar orientación sobre el cuidado y la protección de
los ojos en los niños, sobre todo cuando se transmiten episodios con el uso de
estas armas peligrosas.
Los padres y demás familiares en el hogar también desempeñan una función
importante en el cuidado de los ojos, al igual que las educadoras de los círculos
infantiles y los maestros, que constituyen la máxima autoridad de respeto en las
escuelas y contribuyen con sus recomendaciones a minimizar su incidencia.
A nivel social, las organizaciones de masa pueden realizar este trabajo de pre-
vención de los traumatismos oculares en la comunidad, a través de las audiencias
de salud y los conversatorios, haciendo conciencia a los padres y familiares de los
peligros que entrañan algunos tipos de juego.
Prevención en el adulto
Siguiendo el principio posible para evitar los traumatismos oculares en el
adulto y, teniendo en cuenta el alto por ciento de los relacionados con los acciden-
Oftalmología 205
tes de trabajo, se hace evidente la importancia de las medidas de prevención, así
como el cumplimiento de las normas de seguridad en las actividades de preparación
militar para la defensa.
La ceguera por traumas oculares se encuentra entre sus primeras causas a nivel
internacional, al igual que la ubicación de los accidentes en los ojos que alcanza hasta
el 12 %, comparado con otras partes del cuerpo humano, sin embargo, la importancia
de estos radica en que el órgano de la visión es sustitutivo de otros sentidos, y una
pequeña lesión en él tiene mayor envergadura que las de igual diámetro o severidad
en otras partes de la anatomía, ya que puede traer, como consecuencia, la pérdida de
la visión.
La presencia de los cuerpos extraños intraoculares y su multiplicidad ensombrecen
el pronóstico de los traumas, y puede llevar a complicaciones del tipo de las oftalmías
simpáticas.
Para prevenir los accidentes laborales se debe realizar un estudio de las áreas
con mayor riesgo e investigar los mecanismos de producción en los centros de traba-
jo. Si es un obrero agrícola, debe conocer los peligros de sus aperos de trabajo, ya
que es frecuente la autoagresión con los latiguillos de metal en el uso de la tracción
animal; la adecuada iluminación en el puesto de trabajo evita la fatiga visual y sus
consecuencias.
Se conoce que un correcto cromatismo industrial con contraste de colores favo-
rece la distinción de los objetos en movimiento y los sitios de mayor peligrosidad. Los
colores de los locales y áreas de trabajo pueden evitar también la fatiga visual.
La protección de los ojos con gafas individuales, propias para cada tipo de traba-
jo, son de vital valor, pues los duros e irrompibles evitan las partículas de alta veloci-
dad y la porción lateral que ajusta al rostro prevé la introducción de otros elementos
líquidos o de vapor irritante (Fig. 17.1). En la zafra azucarera se han ensayado algu-
nos modelos protectores para el trabajador agrícola.
Los soldadores utilizan formas específicas de caretas con filtros de absorción, que
evitan la entrada de partículas y la fotorretinitis (queratoconjuntivitis actínica)(Fig. 17.2).
Las maquinarias, a su vez, deben contar con equipos de protección que pueden
ser incluso colectivos.
Estas normas de protección deben ser controladas y revisadas periódicamente
por las administraciones y los responsables de Protección e Higiene del Trabajo,
apoyados por el sindicato.
Fig. 17.1 Gafas individuales, protectoras de
accidentes oculares.
206 O ftalmología
Fig. 17.2 Gafas protectoras para soldadores.
ENFERMEDADES PROFESIONALES
Las enfermedades generadas de la actividad laboral, en trabajadores expues-
tos, se consideran como profesionales u ocupacionales, según lo definen las leyes
de Protección e Higiene del Trabajo.
Existen diferentes enfermedades que afectan el aparato visual y sus principales
causas pueden ser:
- Agentes externos irritativos, como los gases, polvos y vapores, para los
cuales existen medidas de protección como el uso de gafas con pantalla
lateral y una adecuada higiene personal y ambiental.
La no aplicación de estas medidas puede ocasionar oftalmoconiosis, pterigión
y otros estados irritativos en la conjuntiva y los párpados. Los vapores y gases
de sustancias químicas pueden provocar queratoconjuntivitis. Los elementos
irritantes del ácido clorhídrico y del amoniaco son ejemplos de ello.
Conocido es el efecto de las radiaciones en los trabajadores de radiolo-
gía y en los radaristas, que no se protegen adecuadamente y pueden sufrir
una afectación del cristalino, al igual que los expuestos al excesivo calor
como los sopladores de vidrio.
Existen otras formas menos graves como resultado de las luces intensas
(queratoconjuntivitis de los artistas) y las producidas en los soldadores. El
uso de filtros o cristales protectores disminuyen estas afectaciones.
- Intoxicaciones por agentes químicos y metales como el plomo, el mer-
curio y compuestos arsenicales afectan la esfera visual con parálisis
oculomotoras, pérdida de visión y alteraciones vasculares. Las retinopatías
y neuritis son el resultado de estos últimos.
Oftalmología 207
En general, el fósforo, el óxido de carbono y el alcohol metílico conducen a la
atrofia del nervio óptico y, por consiguiente, a la ceguera.
Se deben aplicar sistemas de ventilación, purificación, y aspiración y elimina-
ción de gases en los medios donde el ambiente propicie la contaminación.
Los trabajadores de la salud pueden sufrir las afectaciones por agentes infec-
ciosos y parásitos en su actividad profesional. Existen posibilidades de ser conta-
minados por la conjuntivitis gonocócica, la sífilis, la tuberculosis, el tracoma y otras
enfermedades en ayudas internacionalistas y la colaboración, para las cuales el
aislamiento y tratamiento específico contribuyen a su prevención.
De patogenia compleja y multifactorial es la enfermedad denominada como
nistagmo de los mineros, que adquieren estos trabajadores por la posición de
los ojos, el esfuerzo de acomodación mantenida, la deficiente iluminación en
los medios subterráneos y las alteraciones vestibulares; se plantean, además,
formas posturales del cuerpo y otras causas como la psiconeurosis y aspiración
de gases. La prevención está relacionada con la observación temprana de estos
síntomas y el cambio de puesto de trabajo, así como la mejora de las condicio-
nes de iluminación.
Otras enfermedades profesionales están relacionadas con la utilización de los
medios modernos de computarización: el seguimiento mantenido en las pantallas
favorece el incremento de defectos refractivos, y provoca cefaleas y fenómenos de
deslumbramiento, para los cuales ya se prevén medidas atenuantes, como filtros de
pantalla, uso de cristales correctores y trabajar en posiciones adecuadas, con inter-
valos de descanso.
AMBLIOPÍA
Para la prevención de la ambliopía en el niño deben conocerse los factores que
influyen en su instalación, como son los altos defectos refractivos, el estrabismo y
las alteraciones de los centros nerviosos superiores.
A veces su cuadro clínico está relacionado con hemorragias en la zona
macular al nacimiento, u otras causas que impidan el desarrollo visual normal,
las cuales deben ser diagnosticadas tempranamente, aunque existen casos en
los que es casi imposible evitar esta enfermedad, aun cuando el examen
fundoscópico sea normal.
Si somos capaces de interferir a tiempo la alteración causante, se puede
lograr el éxito.
Cuando existen altos defectos refractivos se dificulta el desarrollo visual y,
si es monocular (anisometropía), aún son más graves, pues el ojo contralateral
cumple la función visual de ambos.
Para conocer si el niño es portador de un alto defecto refractivo, es impor-
tante la realización de los exámenes en las maternidades (neonatología), en su
ingreso a los círculos infantiles y, aunque más tardíamente, en el preescolar,
pues no todas las madres tienen la información adecuada para detectar defec-
208 O ftalmología
tos visuales en sus hijos pequeños, de ahí la importancia de las campañas de
educación para la salud, que pueden proporcionarles los conocimientos pri-
mordiales que les permitan sospechar las alteraciones que interfieren en el
desarrollo fisiológico visual normal del niño.
Las opacidades del cristalino, intervenidas tardíamente, pueden impedir el
desarrollo de la función visual, por esta razón, actualmente se realizan de for-
ma temprana y con la corrección de la afaquia resultante.
El estrabismo puede generar dos tipos de fenómeno: que el cerebro del
estrábico reciba la imagen del objeto visual en dos sitios diferentes y, como
mecanismo de defensa frente a la visión doble (diplopía), suprima psíquica-
mente una de las dos imágenes, o que se forme una falsa mácula excéntrica,
en un lugar de la retina no destinado anatomofisiológicamente para esta fun-
ción, lo cual conducirá a una ambliopía, si no se interfiere a tiempo en su rec-
tificación (ortóptica y pleóptica). Su profilaxis, por tanto, debe ser en el perío-
do de desarrollo (de 0 a 5 años), pues, una vez pasada esta etapa, aunque se
corrija el defecto refractivo que habitualmente le acompaña, se hará difícil
alcanzar la mejoría visual deseada.
Las campañas televisivas, las charlas, los pesquisajes a la población infan-
til y la educación a los padres para la atención con el especialista, son de
importancia vital; en ellas participan el médico de la familia y el pediatra, para
lograr, de esta manera, la prevención de la ambliopía del niño estrábico.
La atención primaria es la que brinda, por tanto, la orientación fundamen-
tal a la madre y es allí donde se debe informar del grave peligro que existe en un
estrabismo no tratado por un especialista para el pronóstico visual.
El sistema de educación actual favorece el tratamiento de esta entidad,
con una enseñanza especial que combina la docencia con la terapéutica ade-
cuada para cada niño, hasta su recuperación.
GLAUCOMA
Los conceptos de higiene y prevención en el glaucoma están íntimamente
relacionados con su diagnóstico precoz y adecuado seguimiento. La caracteriza-
ción de esta enfermedad, dada por el aumento de la presión intraocular y las
alteraciones de la agudeza y el campo visuales, se presenta en el adulto portador
de la forma crónica simple de ángulo abierto.
Actualmente se evalúan parámetros fundoscópicos relativos a la papila, su
simetría, sus bordes neurorretinales, sus fibras nerviosas, su excavación, la pro-
yección de sus vasos y su repercusión campimétrica en sensibles equipos
computadorizados con programas especiales, pues la tensión ocular elevada, a
veces no mantenida, se considera un factor de riesgo, que implica que la enfer-
medad evolucione progresivamente hacia un deterioro cada vez mayor de la
Oftalmología 209
visión, y la reducción máxima del campo visual, hasta terminar en la ceguera.
Con estos nuevos conceptos se ha incrementado el diagnóstico y la prevención
en el ámbito mundial.
Por ello, su prevención con un criterio temprano debe tenerse presente por el
facultativo, además de apoyarse en una serie de síntomas sugestivos de la exis-
tencia de glaucoma, los que permitirán el planteamiento presuntivo y la posterior
valoración por un especialista avezado en este diagnóstico, para proceder al
tratamiento efectivo y adecuado de los casos.
Su presentación en el momento de la vida en que se instale puede ser larvada
y asintomática, pero otros glaucomas son más evidentes en el adulto, pues, ade-
más de los antecedentes familiares, existen dolores oculares, cefaleas no atribuibles
a enfermedades generales ni refractivas, visión de halos coloreados de las luces
incandescentes, déficit visual, cambios frecuentes de cristales para la lectura,
midriasis y otros.
En el niño se tendrán presentes otros síntomas y signos como:
- La fotofobia marcada.
- El lagrimeo frecuente.
- La disminución de la visión.
- El dolor ocular referido, de acuerdo con la edad.
- El aumento del tamaño de los globos oculares y su diámetro corneal.
- La midriasis.
- La opacidad corneal con edema.
Dentro de las acciones preventivas deben incluirse las campañas de divulga-
ción, las charlas, los pesquisajes de forma activa en comunidades y centros de
trabajo, y pasivas en los exámenes periódicos de salud y en las consultas médicas
al adulto mayor.
Estas actividades para detectar el glaucoma en personas supuestamente sa-
nas, revisten suma importancia, pues brindan la oportunidad de tratar a tiempo a
quienes desconocen que lo padecen.
Otra actividad debe ser la dispensarización por el médico de la familia y su
control para la asistencia a consultas periódicas al paciente diagnosticado.
La conservación de la visión está relacionada con medidas higiénico-dietéti-
cas, el tratamiento médico o quirúrgico y su rehabilitación.
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