Patologías de estructuras de acero
El acero se ha convertido en un material fundamental para el normal desarrollo de la
industria y la construcción. Se trata de un compuesto formado de hierro en su mayor parte,
en combinación con otras sustancias en menor porcentaje.
La mezcla más usada en la construcción es la de hierro-carbono, consiguiendo un acero
que conserva las características metálicas del hierro y mejora sus propiedades físico-
químicas.
Por ello el uso del acero se ha vuelto intensivo en estructuras compuestas por elementos
lineales, siendo los más comunes:
Vigas: Formadas por perfiles en “T” o “I” que optimizan la capacidad de sus alas.
Tirantes: Se emplean como perfiles laminados o cables rígidos o flexibles.
Soportes: Se constituyen de perfiles laminados, perfiles tubulares o palastros.
Formas trianguladas: Permiten mejorar el rendimiento a la vez que se aligera el
conjunto. Se componen de una combinación de perfiles laminados, barras y cables.
También forma parte del compuesto más empleado en la construcción a nivel global:
El hormigón armado. En este conjunto se utilizan barras de acero corrugado para
conformar la armadura que proporciona al hormigón, entre otras cosas, mayor resistencia
en esfuerzos a tracción.
Los puntos débiles del acero
El proceso de fabricación del acero se ha ido perfeccionando a lo largo del tiempo de
manera que hoy en día puede elegirse el acero más adecuado para cada tipo de
necesidad en función de sus propiedades mecánicas y resistencia frente a determinados
agentes externos.
Sin embargo todos los materiales de la construcción están expuestos a desarrollar
diversas patologías que pueden reducir su durabilidad, y tanto el acero como el resto
de estructuras metálicas no son una excepción.
Debido a la participación de diferentes elementos en la composición de cada tipo de acero
debe realizarse un estudio pormenorizado de las patologías que puede sufrir. Sin embargo,
de manera general, pueden resumirse en dos tipos: Corrosión y deformaciones.
Los procesos de corrosión pueden originarse por diversos agentes que aprovechan la falta
de protección del metal para iniciar el desgaste. En el caso de las armaduras de acero
embebidas en el hormigón armado la corrosión suele estar causada por el proceso
de carbonatación que experimenta la pasta de hormigón.
En el caso de las deformaciones, éstas están causadas por impactos externos, pandeos,
flechas, holguras en uniones, fatiga, sobrecargas… Pueden deberse a situaciones
accidentales o a errores en el diseño del proyecto.
En cualquier caso la batalla contra las patologías de la construcción debe sustentarse en
dos elementos fundamentalmente: la prevención y el mantenimiento. De ahí la
importancia de contar con un programa de inspecciones periódicas programadas que
aumenten la durabilidad de las estructuras y garanticen la seguridad de las personas
expuestas a ellas.
Tipos de Fallas del Acero Estructural por Inestabilidad.
Definiremos como falla de un elemento estructural a cualquier situación que impida que el
elemento cumpla su función de transmisión de esfuerzos o de retención de presión como se
encuentra previsto en el diseño del elemento es decir la falla se produce cuando el elemento
se torna incapaz de resistir los esfuerzos previstos en el diseño. Esta definición es muy
general e implica por lo tanto situaciones muy diversas.
Descripción de los modos de falla.
Llamamos modo de falla al fenómeno o mecanismo responsable del evento o condición de
falla. En este sentido, los modos de falla que en general pueden afectar a un componente
estructural, son:
Inestabilidad elástica (pandeo local o generalizado)
Excesiva deformación elástica
Excesiva deformación plástica (fluencia generalizada)
Inestabilidad plástica (estricción, pandeo plástico)
Fatiga de alto ciclo y bajo ciclo
Corrosión, erosión.
Fractura rápida (frágil, dúctil, mixta)
Los cuatro primeros modos de falla pueden ser atribuidos fundamentalmente a falencias en
el diseño del elemento estructural (excepto en el caso en que la falla se produzca como
consecuencia de una carga superior a las máximas previstas en el diseño). Si bien pueden
ser causados por un diseño incorrecto, obedecen muchas veces a factores introducidos
durante las etapas de fabricación del elemento. En particular los problemas de fatiga,
corrosión y fractura rápida suelen estar estrechamente relacionados con las operaciones
de soldadura que se hayan utilizado.
Debe tenerse en cuenta que:
Los componentes estructurales en general y los fabricados por soldadura en
particular pueden experimentar fallas en servicio de distintos tipos.
A veces estas fallas en servicio adquieren características catastróficas.
La presencia de defectos en las uniones soldadas son muchas veces la razón de que
se produzca una falla en servicio.
La naturaleza de la discontinuidad que corresponde al defecto, determina en general
para condiciones de servicio dadas, el tipo de falla que puede favorecer.
A veces las fallas en servicio no obedecen a falencias de diseño sino a factores
extrínsecos introducidos durante la fabricación del componente, particularmente a
través de las operaciones de soldadura.
Excesiva deformación e inestabilidad elástica.
El modo de falla por excesiva deformación elástica se produce por ejemplo cada vez
que una pieza que debe mantener sus dimensiones dentro de ciertos límites, sufre una
deformación elástica que hace que aquellas excedan el valor admisible, conduciendo a
problemas de interferencia tales como atascamiento o a deflexiones excesivas. En el
caso de uniones soldadas, la recuperación elástica que sigue a la liberación de una pieza
inmovilizada durante la soldadura, puede conducir a cambios dimensionales o
distorsiones inadmisibles. Estos problemas de distorsión en soldadura son muchas veces
difíciles de resolver.
La forma más común del modo de falla por inestabilidad elástica es la constituida por el
fenómeno de pandeo que se ilustra en la Figura.
Este se produce cuando un elemento estructural esbelto tal como una columna es
sometido a una carga de compresión suficientemente alta según su eje longitudinal.
Puede demostrarse que existe una carga que depende del momento de inercia de la
sección resistente, del módulo elástico del material.
El fenómeno de pandeo puede adoptar una forma global, es decir afectar a todo el
componente como en el caso de una columna, o ser local afectando sólo una parte de la
estructura como ocurriría en el caso de una fabricación con paneles en compresión
donde sólo alguno de tales paneles sufre pandeo. La presencia de una soldadura puede
afectar de manera significativa la resistencia al pandeo de un elemento estructural
debido a la introducción de tensiones residuales. Según como se ubique este campo de
tensiones, el efecto de la presencia de la soldadura puede ser perjudicial o beneficioso.
Excesiva deformación plástica
La excesiva deformación plástica constituye sin duda el modo de falla mejor
comprendido en un componente estructural, y es la base del diseño clásico de
componentes estructurales. En efecto, dicho diseño tiene como objetivo fundamental
establecer las dimensiones de las secciones resistentes necesarias para asegurar un
comportamiento elástico de las mismas. Esto significa en teoría que en ningún punto de
una sección resistente se alcance una condición de fluencia, es decir de deformación
plástica. Sin embargo, en las estructuras reales, y muy particularmente en las estructuras
soldadas, la presencia de concentradores de tensión más o menos severos es inevitable y
por lo tanto también lo es la existencia de zonas plastificadas en el vértice de tales
concentradores.
De todos modos, en la medida que el tamaño de tales zonas plásticas sea pequeño en
relación con las dimensiones características de la sección resistente, puede considerarse
que la sección se comportará, al menos desde un punto de vista ingenieril, de manera
elástica. En cambio, si por un incremento en las cargas las zonas plásticas se propagan
hasta alcanzar una fracción significativa de la sección, nos encontramos ante una falla
por excesiva deformación plástica. En el caso extremo, la sección completa puede llegar
a plastificarse y en tal caso hablamos de una condición de fluencia generalizada.
Inestabilidad plástica
Bajo ciertas condiciones que analizaremos más adelante, un material que ha alcanzado
la condición plástica puede estabilizarse y conducir rápidamente a un colapso plástico.
Un ejemplo conocido de este fenómeno es la estricción que precede a la rotura en el
ensayo de tracción de un material dúctil que se ilustra en la Figura.