LA ENTREVISTA EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL: INTERACCION COMUNICATIVA - FRUTOS
El propósito de estas reflexiones es plantear una convergencia o cruce entre el lenguaje y la
entrevista en profundidad en el campo de la investigación social y aportar ideas acerca de la
relevancia del conocimiento de los lenguajes para dar cuenta de los supuestos presentes en la
investigación.
La idea de un registro o lectura de la vida social misma por parte de las personas resulta de interés
como punto de partida para pensar la entrevista como practica de relevancia en la investigación
social. Esta lectura ha de emerger seguramente en el desarrollo de esta técnica, me refiero a la
entrevista en profundidad, en el marco de los estudios de tipo cualitativo. La entrevista es, ante
todo, un dialogo que se desarrolla según algunos parámetros: cierto acuerdo o convención entre
ambos participantes (encuadre), cierta previsión por parte del investigador acerca de las
condiciones que deben cumplirse para que la entrevista sea validad metodológicamente, cierto
diseño previo que incluye marco, objetivos y limites de la utilización de este instrumento
metodológico. La situación dialógica presenta algunas características, interesa señalar entre ellas:
- La competencia de los participantes para producir sus discursos
- El compartir un lenguaje
- La producción de una secuencia discursiva pautada
- Una meta a alcanzar
La situación esta pautada y acordada previamente la mayor parte de las veces y el tema es
anticipado, así como los motivos que persigue el investigador
En la entrevista existe claridad previa, se explicita que sucederá con la información que surja del
trabajo conjunto y las “reglas” estarán dadas por ese encuadre o convenio inicial.
Mientras el dialogo en general se caracteriza por estrategias de tipo argumentativo, en la
entrevista predominan las estrategias de tipo narrativo. El encuadre de una entrevista estará
directamente relacionado con las teorías que se ponen en juego en la investigación concreta. El
acuerdo entre ambos sujetos se plasma en un discurso que rastrea imágenes llevando a cada uno
hacia una situación de imbricación con el otro, que facilita la multiplicidad de interpretaciones
sobre los hechos surgiendo como una instancia de apertura.
En el marco de la investigación, donde casi todo es escrito, la entrevista emerge como un lugar de
mediación a través de la palabra oral. En esta situación, el sujeto bajo estudio es colocado frente a
la necesidad de organizar discursivamente su experiencia a partir de sus identificaciones, sus
proyecciones, sus disposiciones, en una situación donde la reflexión fue el registro previo pero no
el dialogo mismo, donde el entrevistado se muestra sin reflexionar, pegado a su propio decir.
En el dialogo de la entrevista, están presenten los esquemas interpretativos de ambos sujetos. Y el
carácter procesual de la misma posibilita el incremento del conocimiento del otro. Para Schutz, se
trata del nivel mas elevado de la experiencia por las posibilidades que abre a la ampliación y el
enriquecimiento de la comprensión del otro. De allí la importancia atribuida a la mirada. La
intersubjetividad se pone en acto privilegiadamente por la mirada, en tanto que representa un
aspecto vivencial. Asi, el proceso de la entrevista pone en juego una dimensión experiencial donde
se abre una amplia gama de posibilidades de interacción. En estos casos es donde la experiencia
ocupa un lugar en la producción de la información en el marco investigativo. El investigador
interpela para “hacer actuar” al otro, que de ese modo muestra procesos y produce
significaciones.
La entrevista no constituye un procedimiento aislado, forma parte de procesos más abarcativos, de
contextos de significado. Estos contextos (investigativo y de la realidad en la que se inscriben los
procesos investigados) tienen un valor especifico por cuanto forman parte de ordenes que los
comprenden y sobre los cuales el investigador debe consignar información en sus registros. En
cuanto al contexto de la entrevista, ella se inscribe en un conjunto de hechos, comportamientos y
relaciones entre sujetos.
El informante trae consigo conocimientos, posibilidades de responder a consignas, mayor o menor
capacidad de interpretar y de sintetizar, también difiere de otros individuos en sus gustos,
comparte con otros algunos rasgos, etc. Del mismo modo, el investigador lleva un universo de
conocimientos previamente constituido en torno al problema y también en torno a la persona a
entrevistar (esquemas de clasificación, por ejemplo). Es de importancia para la confiabilidad del
material que surja de la entrevista el control que el investigador posee sobre esos conocimientos y
disposiciones. Estar frente a frente con otra persona pone en juego una situación en la que se dan
por sentados significados y la riqueza de una entrevista radica, en gran medida, en aquello que se
sobreentiende, en lo que esta “dado”, en lo que parece mas “natural.
La dimensión narrativa de la entrevista constituye una red de significaciones que “muestra” una
visión del mundo. Esta dimensión se articula con la actividad interpretativa del investigador y el
entrevistado. Esta narratividad y las reglas establecidas desde el encuadre conforman el marco de
la producción de la información para la investigación. No es el supuesto de que la información ya
existe y que hay que buscarla el que predomina en este tipo de entrevista sino una concepción de
la misma como hacer interpretativo que implica una producción de sentido en su desarrollo.
En el diseño de este tipo de entrevistas es necesario tener en cuenta la diferencia que existe entre
el lugar del investigador en las observaciones y al entrevistar un sujeto. En el primer caso se trata
de una practica unilateral y en el segundo se pone en juego una secuencia donde importa como el
entrevistado reacciona ante la conducta del entrevistador, como interpreta los significados que el
produce. Estas actividades eminentemente relacionales y su control medotologico radica en tres
cuestiones básicas: el trabajo conceptual, la organización de la interacción de la entrevista según
su encuadre, y el conocimiento de los contextos de la misma.
Para planificar esta actividad, el investigador social deberá tener en cuenta el ámbito físico en que
se realizara, el entorno socio-cultural, la imagen que tienen de la acción de entrevistar ambos
sujetos participantes, los diálogos previos.
Por ser la entrevista un tipo de interacción comunicativa se pondrán en juego en ella esquemas de
organización de la experiencia y, como ya dijimos, es el conocimiento de esos esquemas lo que
aportara mayores beneficios a la investigación, independientemente de sus objetivos específicos.
Algunos interrogantes previos pueden contribuir al diseño de este tipo de entrevista, desde el
punto de vista de la interacción comunicativa: ¿Cómo se piensa la comunicación en el marco de la
entrevista?, ¿de acuerdo a que criterios se seleccionaran los informantes?, ¿Cómo se registrara el
material?. También puede resultar de utilidad un trabajo de contrastacion tendiente a esclarecer
las decisiones que se toman con respecto al diseño. Por ejemplo, ¿Qué noción de texto o discurso
se tendrá en cuenta?, ¿Por qué se opera con esa concepción y no con otra?, ¿Por qué se selecciona
este y no otro sujeto?. La argumentación de las razones para responder a este tipo de preguntas
suele aportar al conocimiento del estado de coherencia entre la construcción conceptual y la
selección de técnicas y procedimientos en el marco de la investigación social.
Este tipo de entrevista (en profundidad, etnográfica, historia de vida) facilita el acceso a la
interacción social especialmente vinculada a los hechos o representaciones difíciles de encasillar
en el marco de la entrevista propia de los estudios cuantitativos. El tipo de información que se
produce en ellas depende en gran medida de las decisiones señaladas anteriormente y que se
pueden sintetizar así:
- La entrevista es pensada como una experiencia y se la inscribe en una dimensión
interpretativa del hacer, en tanto que se plantea ir mas allá de la descripción y busca
relaciones a partir de las cuales (mediante el trabajo conceptual) conocer algo mas de la
estructura social o los colectivos en los que se inscriben los procesos estudiados.
- El énfasis de este procedimiento esta puesto en una escucha por parte del investigador
que conduzca a reconstruir la complejidad de los procesos sociales en que se hallan
inmersos los sujetos.
- En tanto que se plantea la producción de información del modo señalado, permite
reconstruir la competencia comunicativa que se halla en la base de la interacción del grupo
bajo estudio
- Se trata de una instancia constituida a su vez por diferentes procesos, a veces
superpuestos. Se dan procesos de producción de significaciones, procesos de reproducción
con respecto al orden social, procesos de intersubjetividad en los que se ponen en juego
las estrategias específicas de cada interlocutor, etc.
- La actividad del investigador en este tipo de entrevista es una actividad de selección que
remite a la categorización teórica con la que se propone investigar. Sin embargo, la actitud
abierta es la única que puede permitir la incorporación de modalidades de expresión por
parte del entrevistado que quizás quedan afuera de la opción teórico-metodologica del
investigador. Esto trae al debate la cuestión de la reflexividad del investigador y la escucha
que permita la detección de aquellos enunciados o marcas significativas para el proceso de
la investigación. Determinar que palabras o acciones de la entrevista son relevantes no
depende de un esquema pre-establecido, sino de la competencia del investigador para
establecer los nexos posibles entre esos hechos y la conceptualización planteada.