Alumno: Juan Carlos Flores Pérez
Profesor: Pbro. William de Jesús Medina Cobos
Grado: 2do Filosofía
Materia: Filosofía Mexicana y Latinoamericana
El asentimiento religioso en John Henry Newman.
DATOS BIOGRÁFICOS.1
John Henry Newman nació el 21 de febrero de 1801 en Londres. Fue el mayor
de seis hermanos, su padre era banquero y su madre descendía de refugiados
hugonotes. Su familia lo educó en sus primeros años con criterios religiosos de
corte más bien liberal. Como él relata, a los quince años tuvo su primera
conversión (otoño de 1816) influenciada sobre todo por ideas calvinistas que le
“proporcionaron las certezas” que hasta entonces no tenía.
En octubre de 1817 ingresó en el Trinity College de Oxford. Allí obtuvo su
bachillerato en artes y recibió el influjo más fuerte del liberalismo religioso.
Continuó sus estudios y en 1824 fue ordenado diácono y nombrado coadjutor de
la Parroquia de San Clemente en Oxford, en 1825 fue ordenado Presbítero de la
Iglesia Anglicana. Más tarde siendo párroco en Santa María de Oxford entró en
contacto con los miembros del movimiento de tendencia anglo-católica que se
cristalizó en lo se llamó movimiento de Oxford o Tractariano (1833-1839).
Este movimiento estaba conformado por un grupo de hombres cuya causa
común era luchar contra el peligro que amenazaba a la fe Anglicana, demasiado
influida por el liberalismo y el intelectualismo. Sin embargo, el principal detonante
de este movimiento fue la ley de reforma política de 1832 con la cual la
Iglesia quedaba sometida al Parlamento y perdía su libertad.
Vale la pena recordar los principios que sustentaron al movimiento de
Oxford:
• La defensa del dogma, frente a la negación liberalista.
• La visibilidad de la Iglesia, manifestada en los sacramentos y ritos como
canales de la gracia invisible.
• El principio anti-romano.
• El estudio de la patrística y de las fuentes cristianas, como recuperación
de los orígenes que fundamentan la fe.
1
Los datos biográficos han sido tomados de M. Patricio (2013), El asentimiento religioso en John
Henry Newman, Universidad Santo Tomás, Facultad de Teología.pp.79-98.
• Una concepción de la catolicidad de la Iglesia consistente en tres ramas:
La anglicana, la griega y la romana, en la que cada una es realmente la
Iglesia Católica sobre el territorio que ocupa.
• La “vía media”, que consistía en una línea intermedia entre el
protestantismo y el catolicismo romano, manteniendo contra el primero la
autoridad de la tradición, especialmente la de los padres de la Iglesia y,
frente al segundo, rechazando las que le parecían innovaciones al
Evangelio o “añadidos romanos”.
También por esa época publicó su libro “Los arrianos del siglo IV” (1833), obra
importante, porque le permitió entrar en contacto con la Iglesia primitiva y las
fuentes de la revelación. Sus estudios sobre los primeros siglos de la Iglesia, en
concreto sobre los monofisitas y los arrianos, le abrieron a hacer comparaciones
entre los protestantes, los anglicanos y los católicos romanos, pareciéndole que la
Iglesia del siglo IV reflejaba la realidad de la Iglesia de hoy. De este modo: los
arrianos serían los protestantes, los semi-arrianos corresponderían a los
anglicanos y la Iglesia romana, a su juicio, permanecería tal cual. Estas
apreciaciones le trajeron varias dificultades dentro de su Iglesia. Luego de un
proceso personal, se convirtió a la Iglesia Católica romana y es recibido en la
plena comunión católica en Litlemore por el padre Domingo Barberi el 9 de octubre
de 1845.
Al año siguiente se trasladó a Roma para estudiar teología en el colegio de
Propaganda fide. En 1847 es ordenado sacerdote y comienza el noviciado en el
Oratorio de San Felipe Neri.
En 1851 se le encargó dirigir la Universidad Católica en Dublín, proyecto que
fracasó a causa de la falta de libertad y la necesidad de su presencia en el
Oratorio de Birmingham que había creado antes. Sin embargo, alcanzó a escribir
su “The idea of a University” (1852), que ha ejercido mucha influencia en el ámbito
universitario católico.
Años más tarde dirigió la revista “The Rambler”, desde la que hizo una gran
labor de defensa del papel del Laicado y del “sensus fidelium” como lugar
teológico.
En 1879 fue nombrado Cardenal por León XIII. Murió el 11 de agosto de 1890.
Fue beatificado el 19 de septiembre de 2010 por Benedicto XVI y canonizado el 13
de octubre de 2019 por el Papa Francisco.
OBRAS MÁS IMPORTANTES:
Apologia pro vita sua (1864)
Asentimiento Religioso (1860)
La idea de Universidad (1852)
Sermones parroquiales (1834-1842)
Sermones universitarios (1826-1843)
Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana (1845)
Los arrianos del siglo IV (1833)
RESUMEN DE LA OBRA.
La obra del ahora santo John Henry Newman se desarrolla en un contexto muy
concreto, la situación imperante de dos posturas totalmente opuestas:
racionalismo y fideísmo. El racionalismo entendido como la pretensión de no tener
como verdadero nada que no sea comprobado mediante silogismos lógico-
matemáticos, en suma: nada que no sea comprobable experimentalmente. Por
otro lado, el fideísmo como el “desprecio” a la razón y la primacía de la fe.
En Inglaterra de mediados del siglo XIX (1960)- comenta P. Merino- año en el
que se publica la obra en cuestión y en la universidad de Oxford donde el mismo
2
Newman estudió, reinaba el espíritu racionalista-empirista así como el
liberalismo el cual enfrentó mediante una actitud anti-liberal (anti-dogmático)
defendiendo la posibilidad de la revelación y la continuidad del dogma.
Parafraseando a M. Patricio, las consecuencias del liberalismo y el
racionalismo fueron el enfriamiento de la idea de Dios, es decir Dios se ha vuelto
una idea abstracta, carente de contenido y lejana para el hombre. 3
Éste fue pues el contexto en el que podemos situar la obra de John Henry
Newman, ahora bien, ¿cuál es el género al que pertenece ésta obra?
En la introducción a la obra se dice que la Grammar of Assent es
fundamentalmente un ensayo [apologético] sobre la razonabilidad de la fe
religiosa, o mejor dicho, de la certeza que tiene el cristiano sobre las verdades
2
Cf. M. PATRICIO (2013), El asentimiento religioso en John Henry Newman, Universidad Santo
Tomás, Facultad de Teología. 84.
3
Cf. Ibid, 85.
fundamentales del cristianismo”.4 Newman será reiterativo en cuanto que su
propósito no es probar la existencia de Dios, ni la manera cómo llegamos a tener
certeza religiosa, sino que pretende primariamente demostrar que el cristiano obra
racionalmente al prestar su pleno asentimiento a las verdades religiosas aunque
no puede presentar en su apoyo pruebas estrictamente irrefutables desde el punto
de vista de la lógica formal.5
Para reafirmar la postura de Newman respecto a la finalidad de su obra se tiene
en la misma introducción un fragmento de una carta dirigida a un amigo suyo
escrita en 1860:
Si escribiera un nuevo libro, trataría sobre las pruebas populares, prácticas y
personales en favor del cristianismo, en contraposición a las pruebas científicas.
Su objeto sería probar que cualquier hombre, culto o inculto, tiene para su certeza
los mismos derechos, las mismas razones racionales que puede tener un teólogo
que domina las pruebas científicas.6
El contenido de la carta podría entenderse mejor con lo que dice M. Patricio:
la tesis principal [de la obra] es que la filosofía de corte racionalista no era capaz
de explicar y abordar de manera adecuada todos los hechos de nuestra existencia
y menos el de la experiencia religiosa […] su preocupación se puede formular a
través de una pregunta: ¿Cómo creer lo que no puede demostrarse? El punto de
partida [habrá de ser] su experiencia religiosa [del propio Newman]7
La obra está dividida en dos partes principales: Asentimiento y aprehensión (1ra
parte) y Asentimiento e Inferencia (2da).
Asentimiento y aprehensión (1ra parte)
Respecto a la primera parte de la obra, Newman obliga al lector a, pudiéramos
decir dar un repaso a nuestras lecciones de lógica para comprender
adecuadamente los conceptos clave para poder así abstraer lo esencial de los
mismos.
4
J.H. NEWMAN, Asentimiento Religioso, Herder,12.
5
Cf. J.H.NEWMAN, Op. Cit., 15.
6
Ibid, 16.
7
Cf. M. PATRICIO (2013), El asentimiento religioso en John Henry Newman, Universidad Santo
Tomás, Facultad de Teología. 83
Newman inicia distinguiendo tres formas de enunciar una proposición, ésta
última entendida como el conjunto de sujeto y predicado unido por una cópula [ser,
estar]: categórica, condicionada e interrogativa. A cada una de ellas le
corresponde una forma de mantener dicha proposición: asentimiento, inferencia y
duda, respectivamente.
Habremos de detenernos a analizar la forma categórica, la cual corresponde al
asentimiento debido a que éste es el concepto clave de toda la primera parte de la
obra.
Newman define el asentimiento como un acto que es ante todo la aceptación
absoluta y sin condiciones de una proposición la cual por su naturaleza pertenece
a la mente y no a los labios, dado que podemos afirmar sin asentir. 8
El asentimiento tiene tres direcciones: 1) directo 2) a la verdad de una
proposición 3) tanto a la verdad de la proposición como a los motivos que lo hacen
verdadero. Dejaremos un momento el asentimiento para explicar ahora qué
entiende Newman por aprehensión.
La aprehensión es pues, la intelección de una idea o hecho enunciado por una
proposición.
Ésta tiene dos maneras: o representan cosas o no. Si las representan son
términos singulares. Pero si no representan cosas han de representar nociones y
han de ser términos comunes.
Retomando el asunto del asentimiento, encontramos en el cuarto capítulo, una
distinción que marca el eje central de la obra, nos referimos a la distinción entre
asentimiento nocional y asentimiento real.
Dentro del asentimiento nocional, Newman elabora un discurso interesante
pues lo explica en cuatro breves capítulos definiendo y ejemplificando conceptos
importantes que tienen que ver directamente con éste tipo de asentimiento, me
refiero a los conceptos de: profesión, opinión, presunción y especulación.
M. Patricio citando a Newman expone en qué consiste concretamente el
asentimiento nocional: “aquel que se da a proposiciones cuyos términos
representan nociones e ideas”9. Éste tiene la particularidad de que se basa en
ideas poco claras y abstractas por ende no nos ayuda en lo absoluto para un
asentimiento religioso del cual hablaremos más adelante. Sino que, se queda
precisamente ahí en una mera teoría que influye poco en la vida del que lo posee.
Un asentimiento nocional lo puede tener por ejemplo un estudioso ya sea un
científico, un filósofo, etc., los cuales quizá podrán saber algo acerca de Dios, sin
embargo, su asentimiento está limitado a tener un conocimiento, una noción sobre
8
Cf. J.H Newman, Op. Cit., 48.
9
Cf. M. PATRICIO (2013), El asentimiento religioso en John Henry Newman, Universidad Santo
Tomás, Facultad de Teología. 86
Él. Newman advierte y exhorta a los creyentes, los cristianos a que su
asentimiento no sea nocional sino, antes bien sea real; pero ¿qué entendemos por
asentimiento real y en qué se diferencia del nocional?
Nuevamente M. Patricio citando a Newman afirma que, por su parte, “el
asentimiento real consiste en un asentimiento que, de alguna manera, afecta e
implica a la imaginación y al asentimiento moviendo a la acción” 10. Por ello,
Newman no duda en afirmar que el asentimiento que exige el cristianismo es el
real, porque compromete no solo a la inteligencia, sino a todo el hombre. En suma,
la diferencia que existe entre un asentimiento y otro es que el nocional se queda
en la región de la teoría y afecta poco al que lo posee, mientras que el real tiene
por objeto proposiciones cuyos términos representan cosas concretas.
Una vez clara la distinción entre ambos asentimientos (nocional y real)
profundicemos en el asentimiento real como un requerimiento para el
asentimiento religioso al cual Newman dedica el quinto y último capítulo de la
primera parte de la obra.
Inicia primeramente explicando qué es un dogma y aclarando nuevamente que
su objetivo no es demostrar la existencia de Dios ni mucho menos persuadir al no-
creyente sino explicar qué es Dios y más aún cómo tener un asentimiento real de
Él. Para ello utiliza el tema de la conciencia y a su vez habla sobre el misterio de la
Santísima trinidad en términos a decir verdad poco entendibles y bastante
abstractos.
Asentimiento e Inferencia (2da).
Algunas líneas arriba comentábamos el hecho ineluctable de que el cristianismo
exige un asentimiento religioso el cual resulta de un primer asentimiento real el
cual habrá de estar fundado en una certeza. Ahora bien, Newman desarrolla éste
asunto en su sexto capítulo titulado “Lo incondicional del asentimiento”.
Respecto a la certeza, es primero que todo una convicción; el conocimiento de
una verdad. Ésta certeza tiene pues dos condiciones, a saber: a priori, o sea por la
misma naturaleza de las cosas, nos dirá lo que la certeza no es. La segunda es a
posteriori, o sacada de la experiencia, nos dirá hasta cierto punto lo que es la
certeza. La diferencia entre asentimiento y certeza es que mientras el asentimiento
puede cambiar y de hecho cambia, la certeza perdura, es decir, no cambia. Esta
es la razón por la que la religión exige más que un asentimiento a su verdad: exige
10
Ibidem
la certeza, o por lo menos un asentimiento que pueda convertirse en certeza
cuando sea requerido11.
Por último, antes pasar a tratar la inferencia, cabe decir que –comenta
Newman- “en general son tres las condiciones que se requieren para que haya
certeza: que siga a la investigación y a la prueba, que vaya acompañada de un
sentido específico de satisfacción y de reposo, y que sea irreversible. Si se da un
asentimiento sin suficiente base racional, será un juicio temerario, un capricho o
un prejuicio; si se da sin un asentimiento de finalidad, apenas será más que una
inferencia; si no es permanente, no será más que una convicción”. 12
El capítulo VIII sobre la inferencia se distinguen la formal, informal y natural. Tal
como ocurrió en la primera parte de la obra con el asentimiento, ahora toca el
turno de la inferencia en el sentido de que se tocará el enfoque religioso, es decir
qué lugar tiene la inferencia en la religión, concretamente en el cristianismo. Para
ello es necesario saber otro concepto de suma importancia como lo es el sentido
ilativo (capitulo IX), el cual “consiste en la capacidad de penetrar con rectitud
instintiva en los principios, doctrinas, y hechos, ya sean falsos ya verdaderos, y
para discernir con presteza qué conclusiones son necesarias, convenientes o
expedientes si aquellos se dan por supuestos.” 13
Por último, en el capítulo X acerca de la inferencia religiosa, se retoma
primeramente el papel fundamental que tiene la conciencia en el ejercicio de la
religión natural que, dicho sea de paso, también habrá de ser descrita por
Newman como “el conocimiento de Dios, de su voluntad y de nuestros deberes
para con Él. Tres son los principales canales que nos proporciona la naturaleza
para adquirir este conocimiento: nuestra propia mente, la voz de la humanidad y el
curso del mundo”.14
Newman insiste en que “nuestro maestro íntimo de religión es nuestra
conciencia que nos enseña, no sólo que Dios existe, sino también cuál es su
naturaleza; proporciona a nuestra mente una imagen real de Dios como medio
para nuestra adoración”15.
En las ultimas paginas encontraremos una serie de citas de los padres de la
Iglesia (San Clemente de Roma, San Ignacio de Antioquia, Orígenes, etc.) y de
cartas emitidas por las primeras comunidades cristianas en las que se narran
11
J.H. NEWMAN, Op. Cit., 188.
12
Ibid, 237
13
J.H. NEWMAN, Op. Cit., 318.
14
Ibid, 341-342
15
Ibidem
testimonios increíbles acerca de una imagen viva de asentimiento religioso al
cristianismo como religión única y verdadera la cual sin duda ayudará a reafirmar
el argumento de Newman sobre la racionalidad de la fe.
COMENTARIO PERSONAL.
A decir verdad, la inquietud por leer esta obra ha sido mis incesantes dudas
acerca del tema entre si existe o no la complementariedad entre la fe y la razón, y
entretanto di con este autor y su obra que de verdad que me ha impresionado y
me ha dado motivos para seguir profundizando en estos temas. Me llama la
atención el impresionante dominio de la lógica y el amplio conocimiento de
Newman respectos a los orígenes del cristianismo y a su teología dogmática, sin
duda es increíble.
Ésta obra me ha interpelado bastante a nivel personal en cuanto al tema del
conocimiento que tengo de Dios y más aún mi experiencia religiosa, en síntesis,
me pregunto ¿qué tipo de respuesta doy a Dios? ¿un asentimiento religioso? O
caso ¿un asentimiento nocional?
Finalmente quiero citar un fragmento de la homilía del papa emérito Benedicto
XVI en la beatificación de nuestro querido John Henry Newman sobre la
importancia del tema fe y razón o mejor aún de la racionabilidad de la fe no solo
como una urgencia académica o eclesial sino a nivel universal:
«Quiero un laicado que no sea arrogante ni imprudente a la hora de hablar, ni
alborotador, sino hombres que conozcan bien su religión, que profundicen en ella,
que sepan bien dónde están, que sepan qué tienen y qué no tienen, que conozcan
su credo a tal punto que puedan dar cuentas de él, que conozcan tan bien la
historia que puedan defenderla»16
16
LA POSICIÓN ACTUAL DE LOS CATÓLICOS EN INGLATERRA , IX, 390 citado en Benedicto XVI. (2010).
Homilía con motivo de su beatificación.
En:htp://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2010/documents/hf_benxvi_hom_20100
919_beatifnewman_sp.html. Recuperado: el 7 de enero de 2020 desde: www.vatican.va [En línea].
BIBLIOGRAFÍA.
J.H. NEWMAN, El Asentimiento Religioso. Ensayo sobre los motivos
racionales de la fe. Barcelona: Herder.
M. PATRICIO (2013), El asentimiento religioso en John Henry
Newman, Universidad Santo Tomás, Facultad de Teología, 79-98.
BENEDICTO XVI. (2010). Homilía con motivo de su beatificación.
En:htp://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2010/documents/
hf_benxvi_hom_20100919_beatifnewman_sp.html.
Recuperado: el 7 de enero de 2020 desde: www.vatican.va [En línea].
LA POSICIÓN ACTUAL DE LOS CATÓLICOS EN INGLATERRA, IX,
390 citado en Benedicto XVI. (2010). Homilía con motivo de su
beatificación.
En:htp://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2010/documents/
hf_benxvi_hom_20100919_beatifnewman_sp.html. Recuperado: el 7 de
enero de 2020 desde: www.vatican.va [En línea].