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Introducción General A La Filosofía

Este documento introduce el tema de la filosofía, definiéndola como el amor a la sabiduría que busca comprender la realidad total y las razones últimas de las cosas. Explica que la filosofía ha pasado por cuatro etapas históricas principales y que su objeto es adquirir conocimiento de las causas últimas a través de la razón. El hombre filosofa por su deseo natural de conocer y por el asombro y la duda que siente ante el mundo. Para filosofar de manera auténtica, uno

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Introducción General A La Filosofía

Este documento introduce el tema de la filosofía, definiéndola como el amor a la sabiduría que busca comprender la realidad total y las razones últimas de las cosas. Explica que la filosofía ha pasado por cuatro etapas históricas principales y que su objeto es adquirir conocimiento de las causas últimas a través de la razón. El hombre filosofa por su deseo natural de conocer y por el asombro y la duda que siente ante el mundo. Para filosofar de manera auténtica, uno

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001.

INTRODUCCIÓN GENERAL A LA FILOSOFIA

Siempre que emprendemos un camino, nos preguntamos hacia donde y por


donde nos conduce. De la misma manera procedemos al emprender el camino
de la filosofía: ¿qué es la filosofía?

1. ¿Qué se entiende por filosofía?

1.1 El término filosofía

Este término significa etimológicamente amor a la sabiduría. Esto nos da a


entender que el hombre nunca posee de manera perfecta la comprensión
definitiva de todo, sino que lucha siempre anhelante por ella. La filosofía es
aquel saber de la razón humana que penetrando hasta las últimas razones,
investiga la realidad total, especialmente el ser y el deber propios del hombre.
Ella es también un saber por las causas, pero de índole enteramente peculiar;
por último, se puede decir, que la filosofía es una ciencia universal porque
abarca la totalidad de lo real y penetra hasta sus razones absolutamente
últimas. El punto de partida más intimo de la filosofía, lo constituye el hacer
humano; única cosa inmediata dada al hombre, en la que se le revela su yo y
todo lo demás. La filosofía se presenta como una interpretación de aquel hacer
humano llevada hasta sus más profundas raíces1. La filosofía por tanto, es
conocimiento, tiene su campo particular de competencia, sobre el cual trata de
conseguir informaciones válidas precisas y ordenadas2. A lo largo de la
historia de la filosofía se reconocen cuatro grandes etapas, con sus respectivos
representantes:

La Filosofía Antigua va desde los filósofos de Grecia hasta la edad Media.


Esta edad va a tener como pregunta fundamental el origen del cosmos. Entre
los grandes exponentes encontramos: Sócrates, Platón y Aristóteles. En la
Filosofía Medieval encontramos un periodo donde la filosofía se relaciona
íntimamente con la teología. Sus representantes más destacados son San
Agustín y Santo Tomas. La Filosofía moderna tiene su inicio con Descartes;

1
Cf. «Filosofía» en BRUGGER, W., Diccionario de filosofía, Editorial Herder,
Barcelona 1983, 250.
2
Cf. MONDIN, B., Introducción a la filosofía, Vol. I, Editorial Instituto Superior de
ciencias religiosas a distancia “San Agustín”, Madrid 2000, 15.

1
se destaca el racionalismo y el empirismo. Estos sistemas centran su atención
en el conocimiento y en el hombre. Por último, la Filosofía contemporánea
tiene su inicio con la filosofía Hegeliana, punto desde el cual surgen
numerosas corrientes de aceptación u oposición al sistema de Hegel. Se
destacan el existencialismo, el marxismo, el estructuralismo, el vitalismo, la
filosofía del lenguaje, la estética3.

“La filosofía es el conocimiento de las causas últimas adquiridas mediante


la razón”4. Como podemos ver, en esta expresión ya conocemos que el objeto
material de la filosofía son todos los aspectos de la realidad, pues en ellos se
puede encontrar explicaciones últimas y son así objeto de estudios filosóficos.
Pero, también encontramos el objeto formal, es decir, aquel que busca las
explicaciones últimas y más profundas de la existencia de los entes y esto es lo
característico de la filosofía5.

Si entendemos de esta manera la filosofía, nos podemos dar cuenta que es el


hombre quien hace filosofía. El hombre es el ser que esta siempre en busca de
respuestas que den asentamiento a su vía, volviéndose así un asunto personal y
original del hombre. El punto de partida de la filosofía es la realidad del
mismo filósofo, su propia experiencia6.

Filosofía es pues un saber que quiere abarcarlo todo con su mirada y por lo
tanto exige una actitud muy especial diversa de la del hombre corriente,
distraído en los detalles de la vida cotidiana. El filósofo necesita penetrar con
su mirada indagadora los detalles de la vida cotidiana para encontrarles una
explicación última.

1.2 ¿Por qué el hombre filosofa?

Existe en el hombre un deseo natural de conocer “todos los hombres tienen


naturalmente el deseo de saber. El placer que nos causan, las percepciones de
nuestros sentidos son una prueba de esta verdad”7. La verdad es el objeto
3
Cf. ARTIGAS, M., Introducción a la filosofía, Editorial Eunsa, Pamplona 1987, 94
-98.
4
Ibidem, 20.
5
Cf. Ibidem, 20-21.
6
Cf. LUYPEN, W., Fenomenología Existencial, Ediciones Carlos Lohlé, Buenos Aires
1967, 14-15.
7
ARISTÓTELES, Metafísica, I, 1 Editorial Porrúa, México 19732, 5.

2
propio de este deseo y es el hombre el único ser capaz de saber y de reconocer
lo que sabe y no sabe. Por otro lado, podríamos decir que la filosofía es una
actividad enraizada en la estructura misma del hombre. La filosofía no es un
lujo que se da el hombre, es una necesidad, puesto que en cada expresión de
su vida, el hombre lleva consigo algo que lo hace diferente al resto de la
creación, por su deseo de conocer y por su apertura al misterio tendiendo
siempre a la plenitud. Por último es producto del asombro y de la duda que
siempre invaden la conciencia humana. “Ayer como hoy el asombro indujo a
los hombres a filosofar”8; ya que, el asombro es el motor de la especulación
filosófica, se traduce en formar de por qué, que influye incesantemente y el
deseo de saber no se satisface hasta que el último por qué reciba respuesta. La
duda es uno de los estímulos que inducen a la reflexión filosófica, porque le
permite ir a las auténticas fuentes del conocimiento.

1.3 ¿Cómo ha de filosofar el hombre?

Si el sentido auténtico de la filosofía se redujera a un conjunto de doctrinas,


a un conjunto de interpretaciones, como un saber ya establecido del que basta
solo repetir y comentar, la filosofía en sí misma no ofrecería ninguna
posibilidad de hacer del hombre alguien más humano y crítico; por
consiguiente, no es coincidencia que el hombre esté llamado a filosofar de
modo original y personal. Toda su vida llega a ser auténticamente humana
cuando vive él mismo. La filosofía es autentica cuando el propio individuo
filosofa, se formula preguntas, respuestas, cuando elimina los obstáculos que
impiden la intelección. Si la filosofía fuese simplemente una cuestión de
sistemas y tesis, sería algo fastidioso cuyo conocimiento no contribuiría a
hacer al hombre más humano. Por otra parte, si el filósofo aspirara al
pensamiento personal, sería iluso imaginar que se puede alcanzar este
pensamiento con independencia de la tradición, porque así como es imposible
pensar sin lenguaje, así mismo es imposible pensar sin tradición9.

Teniendo en cuenta lo personal y lo intersubjetivo de la filosofía,


encontramos que el filosofar es un asunto personal. Esto llegará a ser tal
cuando el filósofo encuentre como punto de partida la experiencia personal de
la realidad. Esta fue la consigna de Husserl: “volver a la realidad misma”.
8
Ibidem, I, 1.
9
Cf. LUYPEN, W., Fenomenología Existencial, 13-22.

3
Este principio es válido para todo pensamiento filosófico auténtico. Aunque
estudie las filosofías sistematizadas, el filósofo debe intentar retornar a la
realidad que toda proposición trata de describir. Sólo en la presencia de la
realidad, en la experiencia, es posible llegar a lo incontrovertible y aceptarlo
personalmente. De esta manera la verdad se convierte realmente en mi verdad,
superando así la cháchara y la ambigüedad. Pero esta verdad que por la
experiencia he obtenido de la realidad, no llegará a ser tal si no alcanza a
trascender mi individualidad; pero cuando la trasciende ya no será solo mi
verdad sino más universal, verdad intersubjetiva10.

1.4 Importancia de la filosofía

Para nosotros hoy en día una sociedad inmersa en el mundo de la tecnología


se nos hace muy difícil encontrar el verdadero valor de la filosofía, ya que por
lo general nos parece útil solo aquello que nos evita la fatiga en el trabajo y
aquello que nos produce ganancias lucrativas en el mundo de los negocios.
Pero no podemos caer en un mundo dominado por la tecnología y olvidarnos
de la filosofía, pues ésta va mucho más allá, como lo expresó muy bien Josef
Pieper: “la filosofía es un acto a través del cual vamos mas allá del mundo del
trabajo”11.

La filosofía siempre ha tenido una doble faz a través de su historia: o bien


se mira desde el punto de vista teorético como saber último y fundante o bien
como una forma de conducir virtuosamente la vida. En el primer caso, la
filosofía abre al hombre el horizonte infinito de la vida espiritual, de la
aventura del pensamiento que lo ensancha en sus miras e intereses, no porque
lo aparte de este mundo sino porque su forma de mirarlo y asumirlo es
diferente. El objetivo de la filosofía es tratar de comprender hasta donde puede
ir el mundo, más allá del sentido común o del simple conjunto de creencias o
supersticiones. Por esto mismo, el filosofar sigue manteniendo una función
interpretativa, contemplativa, pues nos eleva a un nivel diferente de existencia,
más allá de nuestro propio destino personal.

En la segunda perspectiva, la filosofía como sabiduría, quiere orientarnos


acerca de lo fundamental de la vida, de aquellos valores que no solamente lo
hacen saber más, sino que lo pueden hacer mejor.
10
Cf. Ibidem, 18-19.
11
Ibidem, 21.

4
Pero la filosofía ha sido también requerida por su función crítica como útil
en el esfuerzo por señalar siempre las situaciones que ahogan la vida humana,
o cuando el hombre está sometido a múltiples peligros que lo alienan de
muchos modos. Sin embargo, esta función vital y necesaria corre el peligro de
querer convertirse en un sustituto sutil de la religión o de la política. Pero la
filosofía no salva a nadie ni al propio filósofo, pues su destino y horizonte es
el hombre mismo; Éste como viajero incansable, que buscándose a sí mismo
en un laberinto interminable de preguntas y respuestas, no tiene como hallar
reposo en una meta absoluta y definitiva12.

1.5 Métodos filosóficos

Seguramente aquí se querrá recibir unos pasos para poder ser filósofo, unos
pasos concretos en los que se apliquen los principios anteriores y los
resultados sean óptimos. Pero, ¿Cuál ha sido la técnica de los grandes
filósofos? Si quisiéramos responder a ello encontraríamos tantas respuestas
como a filósofos consultados. Lo que es claro, desde la sana antropología y
según los principios anteriores, es que el método filosófico lo caracterizan el
uso de los sentidos (experiencia sensible) y el uso de la mente (en su cualidad
razonante), llamado entonces y con justa razón método experimental –
racional. A continuación mencionaremos los métodos más importantes que a
lo largo de la filosofía fueron surgiendo:

La mayéutica: tiene como representante a Sócrates, este método consiste en


preguntar una y otra vez, de tal manera, que el filosofo llegue a la definición
mas cercana de la realidad que se está estudiando. La dialéctica: su
representante es Platón y consiste en que partiendo de una primera hipótesis,
ésta se va mejorando gracias a las criticas que se le hagan. Este método se
hace efectivo por medio del dialogo. Platón, por lo general, usa el Mito como
forma de diálogo, de dialéctica para llegar a las personas, por ejemplo: el mito
de la Reminiscencia. La lógica: su representante es Aristóteles, este método
consiste en pasar de una posición de un concepto general a otra no tan general
hasta llegar a una posición particular. La Duda metódica: tiene como
representante a Descartes y lo que se quiere aquí es que a través de la duda se
llegue a la intuición, para tener un buen conocimiento. La Intuición
fenomenológica: con Husserl como representante, este método consiste en
1211
Cf. RODRIGUEZ, E., Introducción a la Filosofía, USTA, Bogotá 1997, 181-189.

5
poner entre paréntesis la existencia singular de la cosa, para poder llegar a una
representación de la esencia general de la cosa13.

2. Los Orígenes de la filosofía

Algunos historiadores del siglo pasado discutieron sobre la antigüedad de la


filosofía, donde unos la remontaron hasta el origen de la humanidad donde se
plantea que “el día en que el hombre comenzó a reflexionar, ese día comenzó
también la filosofía”14. Los panbabilonistas sostuvieron su origen oriental,
otros la consideraban una creación espontánea y peculiar del genio griego. El
hombre, desde el momento en que aparece sobre la tierra, ha poseído la
facultad de pensar, y la ha ejercitado enfrentándose con los problemas que le
plantea la realidad, tratando de darles solución con sus propios recursos
racionales.

Platón y Aristóteles señalan como principio de la filosofía el deseo de saber,


innato en todo hombre, excitado por la admiración y la curiosidad ante los
fenómenos de la naturaleza. Pero el hombre no se contenta con saber qué son
las cosas, sino que trata de penetrar mucho más averiguando el por qué de su
existencia; es decir, sus causas últimas. La admiración ante un fenómeno
insólito produce en el hombre la conciencia de un problema, pone de
manifiesto su ignorancia y le acucia a la investigación hasta que encuentra una
razón para explicarlo. Entendida la filosofía en sentido amplio, existe
indudablemente antes de lo griegos. Pero si la tomamos en sentido más
estricto, como un saber científico, organizado, articulado, sistematizado,
elevado por encima del aspecto puramente empírico, desligado de la forma
mítica y con principios y métodos propios y rigurosos, entonces la cuestión
presenta un aspecto muy distinto, y podemos afirmar que hasta los griegos no
ha existido propiamente la filosofía15. “La filosofía es por tanto, una conquista
de los occidentales y, hasta nuestros días, ha permanecido como un privilegio
del pensamiento occidental. Es por este motivo por el que cada historia de la
filosofía coincide prácticamente con la exposición de las teorías de los
filósofos de occidente”16.

13
Cf. GARCIA M., Lecciones Preliminares de Filosofía, Editorial Tosada, Buenos Aires
1973, 22-54.
14
FRAILE, G., Historia de la filosofía, Vol. I, Editorial B.A.C., Madrid 19906, 53.
15
Cf. Ibidem, 52 – 53.
16
MONDIN, B., Introducción a la filosofía, Vol. I, 17.

6
3. Diferencia entre el conocimiento filosófico y otras formas de
conocimiento humano

En la historia, la filosofía ha ido de la mano con todos los saberes habidos.


A tal punto que los filósofos eran reconocidos como tal por su espíritu
enciclopédico, es decir, que abarcaban la ciencia toda de todo cuanto puede
ser conocido. Se puede decir que con Kant, aunque heredero de esta tradición,
comienza a romperse el sistema, él no sabía toda la matemática, ni toda la
física, ni toda la biología que había en su época. No descubre nada de
matemáticas, ni de física, ni de biología; mientras que Descartes y Leibniz
todavía descubrían teoremas nuevos en física y matemáticas. Entre las
principales formas del conocimiento tenemos los siguientes:

2.1. El Mito

El mito es la primera respuesta de la humanidad a los fenómenos de la


naturaleza y la vida, por tanto se puede decir que es una representación
fantástica, intuitivamente delineada por el proceso mental del hombre, con el
fin de dar una interpretación y una explicación a los fenómenos de la
naturaleza y de la vida17. “En los mitos se recrean, a través de fábulas o
ficciones alegóricas, los hechos primordiales que, supuestamente, dan
explicación y fundamento tanto a las normas sociales como a las creencias,
costumbres, etc. mediante la exposición de la genealogía de dichas normas y
funciones, o del origen o génesis del mundo y del hombre”18.

2.2. El Sentido común

Es propio del hombre ordinario, que no tiene una formación especial y pasa
por los siguientes pasos: en primer lugar, el hombre toma conciencia del
mundo en que vive y de todo lo que lo rodea, toma conciencia de su existencia
en el mundo y de los problemas que ésta le plantea; en un segundo momento,
el hombre siente deseo por conocer ya que es curioso por naturaleza y siempre
esta pidiendo explicaciones de los hechos que a el se le presentan; en un tercer
17
Cf. Ibidem, 18.
18
«Mito» en CORTES, J. - MARTINEZ, A., Diccionario de filosofía en CD-ROM,
Herder, Barcelona 1996-99

7
momento, después de tener los datos recogidos de la realidad por medio de la
experiencia, el hombre ya es capaz de dar una valoración más a fondo de la
realidad19.

2.3 El Conocimiento científico

Tiene como afán conseguir un conocimiento preciso y objetivo de la


realidad, a través de un método claro y estricto que le permita tener
conocimiento mas preciso20. Mas adelante profundizaremos este tema.

2.4 El Conocimiento teológico

“La teología es aquella rama del saber humano que emprende el estudio
metódico y sistemático (es decir, científico en el sentido amplio de la palabra)
del contenido de la revelación cristiana”21. La profundización de este tema la
encontraremos mas adelante.

También, se da una ruptura entre la ciencia y los demás géneros del saber.
Las diferentes ramas del saber han logrado definir perfectamente un ámbito de
la realidad para dedicarle exclusivamente su atención. Una ciencia se sale de
la filosofía cuando renuncia a considerar su objeto desde un punto de vista
universal y totalitario; así pues, la filosofía es la ciencia de los objetos desde el
punto de vista de la totalidad, mientras que las ciencias son los sectores
parciales del ser22.

En la actualidad no se atribuye a la filosofía un objeto propio de estudio,


por la simple razón de que puede abarcarlos todos. Las ciencias son
posteriores a la filosofía en cuanto a su nacimiento cronológico, pero ésta
ejerce ahora su actividad tras la actividad de las ciencias. Por eso, suele
definirse la filosofía como una reflexión de segundo orden que se ofrece sobre
otras actividades reflexivas de primer orden. Estas actividades reflexivas de
primer orden se ejercen directamente sobre la naturaleza en un sentido más
amplio, que abarca desde el universo hasta el individuo pasando por la

19
Cf. DE RAEYMAEKER, Louis, Introducción a la filosofía, Editorial Gredos, Madrid
19692, 15-17.
20
Cf. Ibidem, 18-19.
21
Ibidem, 35.
22
Cf. GARCIA, M., Lecciones Preliminares de Filosofía, 7-21.

8
sociedad y la historia, y sobre esta actividad primera reflexiona posteriormente
la filosofía, analizando, criticando, dilucidando, interpretando o evaluando sus
presupuestos, sus conceptos básicos, métodos, resultados y objetivos.

No constituye, pues, la filosofía un cuerpo de doctrinas, propio y exclusivo,


y distinto de los demás saberes, sino una actividad racional de reflexión sobre
todos aquellos aspectos que se consideran fundamentales en distintos ámbitos
de la vida humana. Esta actividad se desarrolla: a) construyendo sus propias
reflexiones teóricas en aquellos aspectos no susceptible de ser tratados
científica o técnicamente, y b) sometiendo a crítica, con todos lo medios que
dispone la racionalidad humana – desde procedimientos formales de la lógica
y del análisis del lenguaje hasta la sola actividad reflexiva- presupuestos,
nociones fundamentales, creencias básicas, objetivos y métodos de la vida
científica o de la vida ordinaria23.

4. ¿En que se distingue la filosofía y la ciencia?

Ciencia significa saber, pero no es un saber en sentido vago, ordinario o


vulgar. Este saber –ciencia- es teórico, con un método riguroso y con
aplicación técnica. Claro este concepto podemos notar que la filosofía se
distingue de las ciencias por el objeto que maneja, éste es más universal donde
estudia y pregunta la causa última de los objetos existentes, mientras que la
ciencias tiene un objeto mas particular que depende del ente desde donde se
estudia la realidad, también se distingue en el método que utiliza para
vislumbrar el mejor conocimiento de la realidad24.

La filosofía no es ciencia es una disciplina tan rigurosa como la ciencia,


pero no es ciencia pues las dos difieren en el propósito y en el método. Así la
filosofía se diferencia de las otras ciencias por la universalidad de su objeto
material (todas las cosas) y por la profundidad de su objeto formal (las últimas
causas)25; mientras las ciencias particulares tienen un objeto más restringido,
es decir presenta una clasificación26 según la referencia que sea tomada ya sea
el objeto formal que las diferencie o incluso el método propio de cada una.
23
Cf. CORTES, J. - MARTINEZ, A., Diccionario de Filosofía en CD ROM, Herder,
Barcelona 1996-99.
24
Cf. «Ciencia» en FERRATER MORA, José, Diccionario de filosofía, Vol. I, Ariel,
Barcelona, 1994, 545-546.
25
Cf. Ibidem, 545 – 552.
26
Cf. Ibidem, 553 – 556.

9
Desde el momento en que reflexionamos sobre los resultados científicos para
determinar su valor entitativo y formular problemas ontológicos,
sobrepasamos el ámbito de la ciencia empírica y nos instalamos en filosofía27.

No es la Filosofía una simple unidad de las ciencias ya que se trata de un


conocimiento más elevado, de las causas próximas se eleva a las causas
ultimas. La causa inmediata de un hecho no es suficiente ni agota la
explicación, esta exige una razón ulterior, se inicia así un proceso que de
causa en causa que empuja hasta las últimas causas, que trasciende el campo
experimental (objeto de las ciencias) he aquí el campo propio de la Filosofía28.

5. Distinción y relación entre Filosofía y Teología, entre filosofía e


Ideología. Relación entre Filosofía e Historia de la Filosofía

4.1 Distinción y relación entre filosofía y teología

La teología es la ciencia de la fe que tiene como objeto de estudio a Dios


(existencia, esencia, atributos), y tiene como fuente la revelación divina. La
razón –capacidad del hombre- permite tener un conocimiento mas claro de las
verdades sobrenaturales; verdades que no superan la razón sino que se
complementan para ayudar al hombre a comprender los misterios de la
revelación (por ejemplo la Santísima Trinidad y la Encarnación) es necesario
que tenga conceptos racionales sobre la naturaleza, la persona y Dios. Aun así,
la razón no lo puede explicar todo y es necesaria la fe 29. Por lo tanto, se puede
decir que “la teología se elabora mediante la razón iluminada por la fe”30.

Como la razón es de ayuda para la teología, la filosofía juega un papel


importante ya que es de gran ayuda para un buen desarrollo sistemático de la
razón natural, por consiguiente, es un instrumento valioso para la teología.
Pasando a ser la filosofía una necesidad instrumental para la teología, mas no
indispensable31.

27
DE RAEYMAEKER, L., Introducción a la filosofía, 27.
28
Cf. LUYPEN, W., Fenomenología Existencial, Nota 23, 20.
29
Cf. ARTIGAS, M., Introducción a la filosofía, 101-106.
30
Ibidem, 106.
31
Cf. Ibidem, 111-112.

10
Podemos afirmar que el conocimiento Teológico es aquel que el hombre
realiza con su experiencia religiosa de fe, tratando de comprender hasta donde
lo permiten sus capacidades, los misterios manifestados y revelados,
consignados en dos grandes fuentes como lo son la Sagrada Escritura y la
Tradición de la Iglesia. Este conocimiento es posible gracias al mismo Ser
Supremo. Esta clase de conocimiento sobrenatural del hombre no se trata en
filosofía de una manera muy estricta pero si se tiene en cuenta porque es el
mismo ser humano del que se reflexiona en filosofía. La filosofía aplica un
criterio nacido de las exigencias de la mente. La teología en cambio opera
desde el interior de la fe para comprender su mensaje y compatibilizarlo con
los “postulados de razón”.

Por la fe se muestra a Dios Revelado en Cristo como bien para el hombre,


es reflexión sobre el dato revelado. Por otro lado, la filosofía muestra al
hombre que se experimenta dependiendo de una realidad superior que lo
desborda y lo trasciende, tiene un cometido fundamentalmente antropológico,
en cuanto estudia la apertura del hombre a la trascendencia y se plantea la
pregunta por el sentido del Ser desde la vida humana y sus posibilidades de
futuro.

Para apoyar nuestra antropología integrar podemos echar manos a lo que el


Papa Juan Pablo II nos dice al principio de su carta apostólica Fides et Ratio:
“la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se
eleva a la contemplación de la verdad. Dios a puesto en el corazón del hombre
el deseo de conocer la verdad y, en definitiva de conocerle a Él para que,
conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí
mismo”32.

4.2 Distinción y relación entre filosofía e ideología

“Por ideología se entiende el sistema de ideas, creencias juicios de valor


actitudes y opciones respecto a fines y objetivos, que se halla en el fondo, y
que a la vez es el origen, de las opiniones, decisiones y actuaciones que los
individuos adoptan en los asuntos sociales y políticos. Por motivos históricos,
se ha adherido a este término una connotación peyorativa de autoritarismo de
las ideas, dominio sobre todo de una clase social sobre otra, y hasta de un

32
JUAN PABLO II, Fides et Ratio, Editorial Paulinas, Bogota 20046, 5.

11
género sobre otro33”. “La ideología puede concebirse como una disciplina
filosófica cuyo objeto es el análisis de las ideas y de las sensaciones” 34. Según
L. Pareyson la diferencia entre filosofía e ideología consiste en el hecho que
en la primera el pensamiento tiene un carácter especulativo y en la segunda un
carácter instrumental. El pensamiento filosófico revela la verdad. El
pensamiento filosófico (metafísico) es a la vez revelativo y expresivo: revela
la verdad en el acto mismo que expresa la persona35.

4.3 Distinción y relación entre filosofía e Historia de la filosofía

La historia de la filosofía no son meras descripciones de vidas u opiniones


de filósofos, sino examen crítico de doctrinas que se suceden unas a otras de
un modo más o menos ordenado, de tal manera que cada una de ellas
constituye una respuesta a insuficiencias manifestadas por doctrinas
anteriores, y a la vez, revela ciertas insuficiencias corregidas por doctrinas
posteriores36.

La filosofía se preocupa por investigar y conocer la verdad, mientras que la


historia de la filosofía estudia los procesos realizados por los hombres para
llegar a la verdad, analizando todo lo que han dicho acerca de la verdad,
incluso investigando los errores que han cometido en el afán por llegar a la
verdad37. La filosofía al ser una búsqueda por la verdad se ayuda de la historia
de la filosofía, la cual permite estudiar a grandes filósofos que han dado
buenos aportes en pro de la búsqueda de la verdad. Igualmente nos permite la
historia de la filosofía concluir que las distintas posturas tienen en sus raíces
los mismos problemas fundamentales, solo que sus expresiones varían a lo
largo de la historia38.

33
«Ideología» en CORTES, J. - MARTINEZ, A., Diccionario de filosofía en CD-ROM,
Herder 1996, 99.
34
«Ideología» en FERRATER, J., Diccionario de Filosofía, Vol. II, Editorial Ariel,
Barcelona 1994, 1748.
35
Cf. PAREYSON, L., Verita e Interpretazione, Ugo Mursia Editore, Milano 2005, 130-
135.
36
Cf. «Historia» en Ibidem, 1316-1319.
37
Cf. FRAILE, G., Historia de la filosofía, Vol. I, 51-62.
38
Cf. ARTIGAS, M., Introducción a la filosofía, 89-92.

12
El estudio de la historia permite observar que las distintas posturas
filosóficas giran alrededor de unos mismos problemas fundamentales, y que
las soluciones dadas a esas cuestiones se reducen, a su vez, a varias líneas
básicas de pensamiento que va encontrando diversas expresiones a lo largo de
la historia, y que se relacionan estrechamente con las actitudes posibles frente
a los problemas cruciales de la existencia humana. El avance en filosofía no es
lineal como el de la historia, sino que en ella hay avances, retrocesos y hasta
cumbres que aún no han sido superadas. La filosofía no progresa con la
aparición de nuevas doctrinas sino en la mayor proximidad a la verdad39.

6. Problemas principales del saber filosófico

Aunque la realidad nos plantea diversos problemas filosóficos, tantos como


los formulen nuestra inteligencia, aun así, existen tres grandes cuestiones:
Dios, el hombre y el mundo. Teniendo luego como resultado problemas como
los antológicos, que se preocupan por el ser en cuanto tal; problemas
teológicos, que se preguntan por Dios, por el ser trascendente; problemas
cosmológicos, que se encargan de estudiar cuestiones de la naturaleza;
problemas antropológicos, que se ocupan del ser humano; problemas
biológicos, que estudia la naturaleza de los seres vivientes; problemas
psicológicos, que estudia problemas de la psiquis humana, problema
gnoseológicos, que se preocupan por entender el conocimiento; problemas
morales, que estudian las acciones humanas; problemas religiosos, que se
preguntan por la relación entre Dios y el Hombre, etc.40.

La forma como se ha querido presentar estos modelos de estructuración


filosófica es echando mano a lo que la misma historia de la filosofía nos ha
presentado a través de los tiempos. Pues la filosofía, muy de la mano con los
acontecimientos que han partido la historia universal, ha sufrido profundos
cambios en la manera como el hombre a concebido y hecho filosofía. Entre
otras cosas, los resultados de estas distintas etapas filosóficas no son hechos
acabados sino que han tenido una magnitud que hoy continúan teniendo valor
en las reflexiones filosóficas, pues la actividad humana del conocer es un
progreso que está en una continua aproximación a la verdad que puede darse
en cualquier época41.
39
Ibidem, 92.
40
Cf. FRAILE, G., Historia de la filosofía, Vol. I, 39-40.
41
Cf. Ibídem, 40-43.

13
En la filosofía Antigua y Medieval se destacó en gran medida la reflexión
sobre el ser de las cosas, o sea las grandes preguntas giraban entorno a la
verdadera realidad de las cosas en todos los ámbitos. Dentro de los esquemas
aristotélico-tomista uno de los grandes problemas es el del “ser” pero no del
ser concreto y determinado sino del ser en general, del ser en la más amplia
significación de esta palabra. Ante esta problemática del ser le corresponde a
la ontología o metafísica general, que estudia los problemas generales de la
realidad, pues todo lo real tiene ser y desde luego los entes de interrogación
filosófica iban desde el Primer Motor aristotélico o desde el Ipsem Esse
Subsisten de Tomás hasta el ente puramente racional. Estas filosofías del ser
tienen como sus mayores representantes a Platón, Aristóteles, quien llamó a la
metafísica “Filosofía primera” (porque se ocupa del ser y Dios que son
primero en el orden real, aquello de donde se sostiene todo lo demás) San
Agustín, Anselmo de Aosta y Santo Tomas de Aquino entre otros grandes42.

Después de tan larga era de la reflexión sobre el ser se abre a partir de los
siglos XVI y XVII, con la revolución científica, la era de la conciencia, que
tiene como eje principal de su reflexión al individuo con el que la filosofía
cristiana se va secularizando. Esta nueva se abre con un doble movimiento: el
racionalismo y el empirismo que hablan no ya sobre las teorías ontológicas
sino sobre los modos de entender el conocimiento humano, pues el hombre se
muestra inquieto por conocer las últimas causas de las cosas, de este modo el
desenlace del problema del ser está ajustado a la solución del problema del
conocer, sería inútil emprender un camino donde se desafié la realidad si
primero no estamos convencidos de nuestra capacidades para llegar a este
conocimiento. Ante este problema del conocer le corresponde a la lógica y a
la crítica que son las que encaminan al hombre para que llegue a un
conocimiento de la verdad y las normas que debe seguir. Las figuras
principales de esta época fueron Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz
para el racionalismo y del empirismo tenemos a: Hobbes, Locke, Berkeley y
Hume. La filosofía moderna solo ensanchará nuevas rutas en la segunda
mitad del siglo XVIII cuando Kant despierte de su sueño pragmático43.

42
Cf. Ibidem, 82-90.
43
Cf. CONESA, F., NUBIOLA, J., Filosofía del Lenguaje, Herder, Barcelona 20022,
54-57.

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Ya en el siglo XX se abre la filosofía contemporánea y de ella, según
nuestra finalidad, lo que más nos interesa es aquello que se refiere al Giro
Lingüístico y las nuevas filosofías que se abrieron a partir de la interpretación
de la relación Lenguaje – pensamiento y mundo. En esta era de la filosofía
ella se entiende más que un replanteamiento de tesis como una terapia del
lenguaje: pues se constata que los problemas filosóficos surgen como
consecuencia de una mala interpretación de los usos del lenguaje, es decir, son
problemas lingüísticos. Si usamos mal las palabras, surgen malentendidos y
confusiones de uso. En este caso la filosofía debe disolver, no resolver, los
problemas filosóficos, es decir, las confusiones del lenguaje La filosofía es
una terapia del lenguaje que desvela el mal uso que ha ocasionado el problema
filosófico y lo disuelve44.

Si el problema del conocer es anterior al problema del ser este a su vez es


anterior al problema del “obrar”. De la multiplicidad de las soluciones al
problema del ser, depende un diverso modo de obrar, pues no es lo mismo
quien tenga una concepción materialista de la realidad de aquel que tiene una
concepción espiritualista y ha comprendido que la realidad no es puramente
materia sino espíritu y que la vida del hombre no se agota en el tiempo sino
que trasciende. A este problema corresponde la filosofía moral o ética que en
conformidad con las condiciones de la filosofía del ser da las normas de obrar.
Pero si tomamos en cuenta la problemática filosófica desde nuestra época
contemporánea tendremos que cambiar los esquemas escolásticos por aquellos
en donde la reflexión tenga como centro al mismo hombre pues es él quien
conoce, indaga y está ubicado en una realidad concreta, donde expresa su
pensamiento, cultura, el sentido de su existencia su fin ultimo, por este motivo
es necesario una antropología filosófica, donde el punto de partida de todo
conocimiento sea la noción del ser humano sobre si y sobre el mundo45.

BIBLIOGRAFIA

ARISTÓTELES, Metafísica, Editorial Porrúa, S.A., México 19732.

44
Cf. Ibidem, 38-40.
45
Cf. GONZALES, Á., Historia de la filosofía, EPESA, Madrid 1978, 6.

15
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Navarra, (EUNSA), Pamplona 1987.

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1983.

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Superior de ciencias religiosas a distancia “San Agustín”, Madrid 2000.
RODRIGUEZ, Eudoro, Introducción a la Filosofía, Editorial USTA,
Bogota 1997.

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