FERRARA, F.
- CONCEPTUALIZACIÓN DEL CAMPO DE LA SALUD
Según la Organizacion Mundial de la Salud (O.M.S.), la salud es el completo estado de
bienestar físico-mental y social. Es criticable la apreciación básica de bienestar, la de
otorgarle a la salud solo la perspectiva de involucrar con el bienestar sus atributos de
"estar bien". Hay un sentido estático en esta definición. Se necesita de referencias
lingüísticas que abarquen el sentido dinámico de la salud-enfermedad, que comprenda a
la salud como una búsqueda incesante de la sociedad, como apelación constante a la
solución de los conflictos que plantea la existencia.
No es el conflicto lo que define lo patológico, sino que es el bloqueo de los conflictos y la
imposibilidad de resolver ese conflicto, físico, mental o social, lo que certifica la idea de
enfermedad.
La salud tiene que ver con el continuo accionar de la sociedad y sus componentes para
modificar, transformar aquello que deba ser cambiado y permita crear las condiciones
donde a su vez se cree el ámbito preciso para el óptimo vital de esa sociedad. El
dinamismo requerido para interpretar el proceso S-E hace a la idea de acción frente al
conflicto, de transformación frente a la realidad. La salud nunca es la misma, no se
detiene y en cada instante de su devenir es distinta a la anterior. Es un proceso incesante
cuya idea reside en caracteres histórico y social.
El carácter histórico y social de la salud se distingue porque el objeto del análisis está
determinado por una realidad compleja, para combinarse conforme los diferentes factores,
niveles, instancias que la componen dando un modelo final resultado de determinaciones
parciales, específicas y articuladas por el nivel o el factor resultante del sistema
productivo.
La salud entendida como proceso con caracteres históricos-sociales, se ha convertido en
un objeto científico que pasando al ámbito cualitativo se está transformando en una nueva
complejidad. Se busca obtener la conceptualización del objeto de estudio, sin dejar de
utilizar medidas y cantidades, pero sabiendo que si la salud no es cuantificable es porque
se trata del concepto de formas que no son medibles.
El cambio cualitativo se extrema el análisis y se busca la relación determinante, la razón
de sus cifras y medidas. Pero el hombre es el fundamento del hecho sanitario. Por un
lado, el problema finca en analizar y conocer al hombre, llegar a la antropologizacion de la
salud y quedarse en el síntoma y no reconocer la causa determinante (no ver solo a los
portadores de las relaciones sociales que genera el sistema productivo).
Por otro lado, al pensar lo sanitario como compuesto siempre por seres igualmente
sometidos a necesidades, se trata sus efectos colocando como suspendidos, negados, al
conjunto de tales sujetos. Su situación es comprendida en la generalidad universal de sus
necesidades y eso ha llevado a la ciencia a tratar los problemas sanitarios como
suspendidos asépticamente en el aire, para todas las formas de la sociedad.
El enfoque antropológico le da a la medicina una errónea composición de eternidad, que
ha visto los problemas enfocados como si fueran abordables por soluciones eternas, que
hace del hombre el objeto eterno, siempre idéntico en su preocupación. Al entender a la
salud por su concepto, por el contrario, las situaciones de S-E dejan de enfocarse como
una relación causal simple, lineal, homogénea, se presentan objetivamente como
integrantes de un sistema profundo y complejo, adheridos al sistema productiva del cual y
por el cual existe. Este sistema se plasma por las fuerzas productivas y las relaciones
sociales que son su consecuencia genera la estructura básica desde la cual se dan las
condiciones X de la S-E.
El concepto de salud debe ser elaborado por cada modo de producción, tal como el
concepto para cada una de las enfermedades, recabando en lo complejo del sistema
productivo y sus relaciones, ahondando el carácter histórico y social de su esencia y
existencia como concepto. Se trata de la búsqueda de su determinante, que se aleja de la
interpretación simple, de la causa. Se exige alcanzar el principio de determinación con sus
dos componentes, el principio genético (nada surge de la nada y se convierte en la nada)
y el de la legalidad (nada surge de forma incondicional, arbitraria, ilegal).
La determinación de la salud - enfermedad
La epistemología moderna acepta que la salud muestra una determinación
estructural o totalista, porque se subordina la parte al todo, porque ya
definitivamente sabe que no hay causalidad lineal posible y única, que los
fenómenos sanitarios deben ser pensados y observados como determinados
por estructuras que pueden serle propias pero a su vez determinados por la
estructura total del modo de producción.
Los fenómenos de la salud – enfermedad tienen determinación estadística, su
resultado final está determinado por el influjo conjunto de situaciones
independientes o relacionadas.
Todas las estructuras determinantes que tienen determinación sobre la salud –
enfermedad, logran su importancia, calidad y peso, así como el valor de las
relaciones generadas entre ellas mismas, por la determinación exigente y
dominante que sobre ellas ejerce la estructura global, aquella que engendra la
producción y las relaciones sociales que son sus consecuencias. A esta
presencia de la estructura global sobre sus efectos en la epistemología
moderna debemos denominarla causalidad estructural. Al incluir a la estructura
social determinante, incorpora el componente histórico del análisis de la salud
– enfermedad y reconoce en tal estructura económica la determinación de los
niveles de salud – enfermedad según las diferentes clases sociales, que son la
consecuencia de esa estructura determinante.