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Pastoral Educativa HOY

Este documento discute la pastoral educativa en las escuelas católicas. Propone construir una escuela "en" pastoral, donde toda la vida y quehacer escolar estén impregnados de sensibilidad pastoral. Esto requiere que los educadores tengan conciencia de su misión evangelizadora y trabajen juntos en una acción pastoral planificada que promueva la conversión de los estudiantes a través de la evangelización de la cultura y las situaciones cotidianas.

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Pastoral Educativa HOY

Este documento discute la pastoral educativa en las escuelas católicas. Propone construir una escuela "en" pastoral, donde toda la vida y quehacer escolar estén impregnados de sensibilidad pastoral. Esto requiere que los educadores tengan conciencia de su misión evangelizadora y trabajen juntos en una acción pastoral planificada que promueva la conversión de los estudiantes a través de la evangelización de la cultura y las situaciones cotidianas.

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PASTORAL EDUCATIVA, HOY

Nos preguntamos ¿por dónde pasa el desafío? Se trata de optar entre:

Hacer pastoral en la escuela, o


Construir una escuela “en” pastoral

Optar por la segunda puede traducirse en el intento de dotar a la escuela


de un “alma” pastoral, de manera que, evitando lo que podemos llamar
“gorros o añadidos pastorales”, toda la vida y quehacer de la Escuela
queden impregnados de sensibilidad pastoral, de manera que la Escuela en
cuanto tal: su CEP, su organización, sus metodologías, sus estructuras…
se conviertan en “lugares” o en plataformas de una acción pastoral que
asume las coordenadas propias de la Escuela.

¿QUÉ ES LA PASTORAL?
La acción multiforme
de la comunidad eclesial,
animada por el Espíritu Santo,
para la realización en el tiempo
del Proyecto de Salvación de Dios,
sobre la humanidad,
y sobre su historia,
en relación a
las situaciones concretas de vida.

¿Y la PASTORAL EDUCATIVA?

La acción pastoral educativa


es la educación cristiana,
o sea,
es la tarea de la comunidad eclesial,
que animada por el Espíritu Santo,
busca actualizar
la praxis de Jesús Maestro,
para implantar el Reino de Dios
en el mundo de la educación,
constituyendo
Comunidades cristianas.

Es una acción de la IGLESIA que mira la vida concreta de los alumnos y desde los
VALORES EVANGÉLICOS invita a crear una COMUNIDAD DE CREYENTES
CONVENCIMIENTOS BÁSICOS...COMO PUNTO DE PARTIDA...

 Lo específico de la Escuela es lo educativo y eso se especifica en los contenidos.

 Lo específico de un plantel docente es su ciencia, su saber, su cultura.

 Lo que buscan, los que se aproximan a una escuela, aún a una católica, es saber.

 Si la escuela quiere hacer una propuesta pastoral, tiene que ser una pastoral acerca
del saber, una pastoral acerca de los saberes: si la pastoral que llamamos educativa no
está en los currículos académicos, en las asignaturas, si no está ahí, sencillamente ...
LO PASTORAL NO ESTÁ.

 La yuxtaposición no es camino válido de la Pastoral educativa.

 La consideración crítica de las ciencias en este cambio epocal puede ser un


camino para hacer posible esta pastoral.

 Todo esto no se puede hacer si no hay un/unos cuerpo/s de educadores


conscientes del cambio necesario. El principal actor del cambio institucional es
el docente y el docente en grupos o comunidades conscientes y responsables.

NO SIEMPRE SE PUEDE HACER PASTORAL EDUCATIVA

Hay unas necesarias condiciones para la pastoral educativa. La primera de ellas es la


existencia de una comunidad de educadores que tenga conciencia de su misión. Uno o
varios grupos de educadores con la conciencia misionera suficiente como para
movilizar a todos hacia una acción planificada.

La comunidad es siempre fuente, lugar y meta de toda acción evangelizadora. No hay


pastoral –ni educativa ni ninguna otra- si el movimiento es de una sola persona. La
acción pastoral se trata, fundamentalmente, de crear subjetividad social creyente; y
en la pastoral educativa se trata de dar poder a los grupos para que lleven adelante su
proyecto creyente desde la escuela. Porque la acción pastoral busca implantar el Reino
de Dios en la sociedad por la implantación de la Iglesia en estado de comunidades.

Pero no hay pastoral educativa si el motor no está en los educadores. La pastoral


educativa no puede ser cosa de la comunidad de los o las religiosas separados del
conjunto de los educadores; no puede ser cosa de un grupito de catequistas o de los
directivos que quieren movilizar a todos.
Los principales agentes de la pastoral educativa son los educadores. Los actores
educativos son los actores de la pastoral educativa.

La pastoral educativa es siempre una acción planificada, esto es, que partiendo de un
discernimiento participativo sobre la situación presente, en tensión con los desafíos
del Reino de Dios, busca racionalmente responder mediante una acción que promueva
la conversión de las personas y los grupos al Evangelio (Cf. Documento de Puebla
1307).

Esta planificación de la pastoral educativa reconocerá las diferencias, las


desigualdades y los pluralismos que se dan entre los actores educativos. Pero
entenderá que la historia de todos es la preparación evangélica de cada uno para el
encuentro con la comunidad creyente.

PASTORAL EDUCATIVA: UNA TAREA, DOS PROCESOS, TRES OPCIONES,


CUATRO FRENTES, CINCO COMPETENCIAS

Hablar de pastoral educativa es referirnos a una acción muy compleja aunque


profundamente unitaria. Lo que le da unidad es LA TAREA a la que todos los actores
son convocados: la síntesis fe-vida-cultura.

Esta es la tarea de fondo de la actividad educativa: conformar comunidades de


creyentes que se encuentran en torno a los saberes culturales socialmente
significativos para su recreación crítica a la luz de la fe, buscando la conversión
personal y grupal.

Esta es una tarea de todos los actores: directivos, docentes, auxiliares, alumnos,
familias, religiosos y seglares.

Esta tarea se da, en la vida escolar, a través de DOS PROCESOS que, a su vez, se
abren en múltiples actividades. Por un lado hay un proceso que tiene que ver con la
evangelización de la cultura y la inculturación del evangelio. Es el proceso
relacionado con el discernimiento que la comunidad educativa hace para descubrir a
Dios en el seno de los bienes culturales que hacen al trabajo escolar y para
desarrollar, en ellos, los bienes del Reino.

“...la educación cristiana es la inculturación del evangelio en la propia cultura” (SD


263).
“...la educación es la mediación metodológica para la evangelización de la cultura” (SD
271).
Todos los varones y mujeres que participan del proyecto educativo, niños,
adolescentes, jóvenes y adultos, están implicados en este proceso de evangelización
de la cultura, cada uno de acuerdo a su propia función y situación personal.

El aprendizaje sistemático es el lugar privilegiado para este proceso. En él revisten


importancia todos los aspectos del currículo: personas, objetivos, programas,
metodologías, tiempos, espacios, relaciones humanas.
Pero, además, está el proceso no menos central de la evangelización de las
situaciones cotidianas.

No se trata sólo de ofrecer una visión de la vida profundamente evangélica como una
construcción coherente; se trata, además, de que esa visión sea operante en la vida de
todos los días de todos los actores educativos.

La unificación de la vida se complementa desde la polaridad fe-vida. De ella se deriva


una tarea que complementa la anterior. La síntesis que arriba a la elaboración de una
comprensión cristiana de la vida no puede permanecer como una noción inoperante.

La educación cristiana conlleva un proceso de evangelización de las situaciones


cotidianas a través del cual cada uno de los miembros de la comunidad educativa,
crece en libertad y comunión, haciéndose constructor de cultura, transformador
social, hacedor de historia (Cf. DP 1025).

Reconocer la Palabra de Dios en “los bienes de la dignidad humana, la unión fraterna y


la libertad, en todos los frutos excelentes de la naturaleza y de nuestro esfuerzo”
(GS 39) nos tiene que llevar a crecer en dignidad, fraternidad, libertad, en
transformación social hacia una sociedad alternativa.

Lugares privilegiados para las actividades de este proceso son:

 la convivencia diaria y el acompañamiento de todas las personas,


 las situaciones imprevistas que requieren intervención,
 la constitución de grupos y comunidades de fe,
 el aprendizaje de las elecciones y la pastoral vocacional,
 las actividades asistenciales, solidarias y misioneras.

Pensar la pastoral educativa de una escuela que quiere proponerse esta tarea con
estos dos procesos implica TRES OPCIONES.

En primer lugar, la pastoral educativa piensa en la educación como una cuestión


secular (no secularista).

Decir esto significa que en el centro de la actividad escolar no está la catequesis sino
el mundo y sus saberes. Y en el centro de esos saberes está el hombre –todo el
hombre y todos los hombres-Por eso, en el centro de la vida escolar están las
personas, toda la persona y todas las personas.

El centro de interés de la actividad escolar es el mundo, científica y prácticamente


tratado. Un mundo que es comprendido como un entramado de relaciones. Las
relaciones entre las personas son las que constituyen el tejido escolar y el tejido del
mundo y de sus saberes. La pastoral educativa reconoce en esto una actividad
evangelizadora: pone en diálogo lo secular y lo cristiano en un ir y venir de preguntas y
respuestas.

Una segunda opción tiene que ver con la búsqueda de una sociedad alternativa. En
una escuela con proyecto de inspiración cristiana, aprendemos para transformar. Para
transformarnos y para transformar la sociedad. Sí, aún en estos tiempos de
desencanto y de dilución de utopías, afirmamos que otro mundo es posible. Por eso la
pastoral educativa es un asunto que se discierne desde el lugar del pobre.

En tercer lugar, la pastoral educativa piensa en clave misionera. Ya no hay


cristiandades. Se trata de procesos de iniciación y re-iniciación permanente. Se trata
de fundaciones y re-fundaciones de comunidades eclesiales, muchas veces
provisionales. No podemos pretender escuelas de católicos, para católicos, conducidas
por católicos. En el marco de la cristiandad la escuela católica hacía una pastoral de
mantenimiento. En nuestra sociedad secularizada se trata de iniciación. Religión,
valores, moral, son cuestiones abiertas y plurales en las escuelas. Se trata de buscar
el diálogo, como Pablo en el Areópago, nuestro Dios, el Dios de Jesucristo, está aquí,
aunque unos y otros lo ignoremos.

La compleja tarea escolar puede pensarse en CUATRO FRENTES que nos permiten
diseñar los procesos de renovación que nos conduzcan a una actividad planificada en
vistas a una pastoral educativa. Pensamos en frentes, no en dimensiones o partes. La
vida escolar es una sola, pero podemos “pelearla” desde cuatro lugares, desde cuatro
frentes.

Por un lado existe lo que algunos pedagogos llaman la Matriz de Aprendizaje


Institucional. Otra gente habla del clima institucional o del ambiente. Graciela
Frigerio1 la define como el modo en que se vivifica, se construye, se modela y se habita
la institución. Es todo aquello que constituye la escuela como un verdadero lugar
antropológico: un espacio cargado de historia en el que la relación cara a cara nos
confiere una identidad particular a los que lo habitamos. O justamente todo aquello
que impide que ese lugar se configure. Porque se trata de una matriz, de un ambiente
propicio para la vida o nefasto.

Forman parte de esta Matriz elementos que exceden la vida escolar, como las
condiciones sociales de la educación. Pero, fundamentalmente, son elementos
planificables: el equipamiento escolar, la relación comunitaria, la racionalidad
institucional, la profesionalidad de los actores, la administración de los tiempos y los
recursos, los reglamentos, los procesos de conducción, animación, formación
profesional y participación. En fin, todo lo que constituye el fondo de una cultura

1
Educadora e investigadora en pedagogía, argentina, contemporánea, especializada en temas de
instituciones educativas.
escolar. Es un frente complejo que puede parecernos inasible pero que debe hacerse
plan.

Por otra parte, tenemos un frente mucho más dinámico y visible: la red de sentido de
la vida que la institución ofrece, su propuesta curricular. Una escuela configura una
determinada propuesta curricular porque cree que tiene sentido. En el fondo, lo que
está diciendo es que se puede vivir humanamente aprendiendo eso que propone. Una
escuela con proyecto de inspiración cristiana intenta decir algo más: busca descubrir
una dimensión cristiana en esos mismos saberes, busca poner en diálogo los contenidos
de todas las asignaturas con los del evangelio. Busca educar para la contemplación,
busca iniciar a la vida cristiana. Como dice el P. Alberto Parra 2, la pastoral escolar
está en el currículum o no está.

Pero la conciencia de esta dimensión cristiana de los saberes requiere que exista
también alguna forma de catequesis, algunos espacios de explicitación del evangelio.
Algunos serán obligatorios, otros optativos. Algunos estarán permanentemente, otros
aparecerán en algunos tiempos significativos.

Por último, una serie de elementos atan transversalmente todo el currículum. Esos
ejes y contenidos transversales son la marca ética del proyecto educativo
evangelizador. Puede ser un lema anual que es trabajado de muchas formas, pueden
ser algunos contenidos especiales que aparecen tratados por todos, puede ser un
tiempo del año en que todos se concentran sobre algo específico. En algún momento
tiene que haber espacio para hacer conciencia de la unidad de la vida escolar.

Porque la tarea es una: la síntesis fe-cultura-vida. Y esa síntesis puede expresarse


en CINCO COMPETENCIAS que todos los frentes están buscando desarrollar. El
informe Delors3 nos ha acostumbrado a pensar en la escuela como un lugar en el que se
aprende a conocer, a hacer, a ser y a vivir juntos. Esto mismo es decir que la
escuela forma competencia científica, competencia tecnológica, competencia ética y
competencia comunicativa. Pero además, la escuela de inspiración cristiana tiene que
formar para la sabiduría, formar competencia de discernimiento.

Bibliografía básica:
IDEAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL PROYECTO CURRICULAR DE UNA ESCUELA
EN PASTORAL (Primera Parte).
Santiago Rodríguez Mancini – Javier Castagnola – Patricia Cesca
Colección Cruz del Sur - Editorial Stella 2000

2
Teólogo jesuita colombiano, de gran gravitación en el pensamiento teológico latinoamericano, desde el
campo de la teología de la liberación.
3
Informe de la UNESCO, La educación encierra un tesoro. Santillana. UNESCO. Madrid. 1996.

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