Tras la muerte del segundo marido de Bernarda, esta se encierra y encierra a sus cinco hijas en su casa
como parte del luto. Así pues, durante unos cuantos años Bernarda impedirá a sus hijas salir de casa,
maquillarse o vestirse de otro color que no sea el negro. De esta manera, tampoco pueden tener relaciones
con hombres. Es decir, viven totalmente reprimidas y encerradas.
En esto, llega un hombre, Pepe el Romano, que pretende casarse con Angustias, la hermana mayor. Y
aunque esta es vieja y fea, es la que más dinero tiene de todas, y es por ello que Pepe quiere casarse con
ella.
Aunque Angustias es consciente de que él solo la quiere por interés, no le importa demasiado, ya que
casándose podrá escapar del encierro al que están sometidas todas las hermanas.
Por otra parte, Adela, la hermana más joven y más rebelde, no soporta la idea de verse encerrada y
perderse toda su juventud, la mejor época de su vida. Así pues ella se enamora de Pepe, y tiene relaciones
sexuales con él a espaldas de su madre y sus hermanas(incluida Angustias). Adela es la hermana que
realmente le gusta a Pepe, ya que es la más joven y hermosa.
Adela es la única que se atreve a desafiar a su madre, y a su rígida dictadura.
La hermana más desgraciada de todas, está Martirio, la hermana más joven después de Adela. Ella también
se enamora en secreto de Pepe el Romano, pero es demasiado cobarde para desafiar a su madre, ya que
no tiene tanto coraje como Adela. Además es pobre y fea, de modo que no va a ser correspondida y va a
tener que contentarse con mirar su retrato (que roba de la habitación de Angustias). Sin embargo, Martirio
no se queda de brazos cruzados ante esto, ella es hipócrita y resentida, y va a hacer todo lo posible por
destruir la relación entre Adela y Pepe, hasta que al final acaba provocando la muerte (el suicidio) de Adela.
Martirio prefiere que Pepe se case con Angustias antes que con Adela, Ya que a Angustias solo la quiere
por interés, no la ama sinceramente. En cambio, no soporta que Pepe ame a Adela y tenga relaciones con
ella. Así pues, a lo largo de la obra, Martirio acumula más y más odio y resentimiento. Sabe lo que está
haciendo Adela, sin embargo no dice nada, a pesar de estar deseándolo.
Al final de la obra, Martirio entra al corral y dice "se acabó Pepe el Romano" haciendo entender que
Bernarda se le habìa matado (aunque no sea así). Adela al escuchar lo que dice Martirio sale corriendo
como una loca, y poco después la encuentran, aunque ya es demasiado tarde, pues se ha ahorcado.
La obra termina con Bernarda, gritando al resto de sus hijas "Nos hundiremos todas en un mar de luto. Ella,
la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen ¿me habéis oído? Silencio, silencio he dicho, silencio!"
El tema principal de la obra trata de la lucha entre libertad y autoridad,(o deseo y realidad) las hijas se pasan
la obra resistiéndose a la autoridad de Bernarda, aunque al final sólo Adela se atreve a enfrentarse
directamente a ella.
Bernarda encierra a sus hijas en la casa, que va a ser vista como una autentica prisión, además impide que
sus hijas actúen con libertad. Todo esto lo hace por temor al "qué dirán" es decir, teme ser criticada por los
vecinos del pueblo, por ello mantiene encerradas a sus hijas, para que no se hable mal de ellas. La mayoría
de las hijas, a pesar de tener entre veinte y cuarenta años, nunca han tenido novio o relaciones con un
hombre.
Hubo un hombre que quería casarse con Martirio, aunque Bernarda no lo permitió, porque era de clase baja.
Tal vez este es uno de los motivos por los que Martirio es tan hipócrita y resentida.