REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD POLIECNICA TERRITORIAL ANDRES ELOY BLANCO
BARQUISIMETO
TERMODINAMICA (ENSAYO)
ESTUDIANTES
HENRY BARRETO
RICARDO VASQUEZ
ROY LAMEDA
BARQUISIMETO, MAYO DEL 2020
Pocas eran las personas que a mediados del siglo XVIII, ponían atención en ideas
abstractas como la de la naturaleza del calor, ya que la principal preocupación era
su cuantificación. Aun así, ya para el año 1750 existían varias teorías sobre la
naturaleza del calor, por ejemplo, la teoría cinética de Bernoulli y la teoría del
calórico o flogisto. Esta última, la más aceptada en la época, suponía la existencia
de un fluido con masa propia que se transfería entre los cuerpos y determinaba su
temperatura. Esta antigua teoría, hoy desechada, ha dejado sus secuelas en
frases como “capacidad calorífica”, “flujo de calor”, “el calor contenido en una
sustancia” y otras rigurosamente incorrectas, pero todavía en uso hoy.
A finales del mismo siglo un profesor de química escocés, Joseph Black, realizó
experimentos de calorimétricos con agua y hielo. Las conclusiones a las que llegó
serían reconocidas décadas después como muy ciertas:
1.- El calor es una cantidad medible, relacionada pero distinta de aquella que
llamamos temperatura.
2.- Todos los cuerpos que se comunican libremente y que no estén expuestos a
acciones externas adquirirán la misma temperatura indicada por un termómetro. A
partir de allí otros científicos llegaron a conclusiones similares hasta que el mundo
científico acepto que el calor se deriva de fuerzas de fricción atómicas.
De este concepto se derivarían una serie de consecuencias elementales en lo que
se conoce hoy como termodinámica.
De estas evidencias experimentales podríamos definir el calor (Q) como una
transferencia inmaterial entre dos sistemas debida únicamente a una
diferencia de temperatura.
Se considerará positivo el calor transferido al sistema y negativo el retirado del
sistema. La convención es contraria a la que se utiliza para el trabajo y
completamente arbitraria. Esto es consecuencia de la aplicación práctica de los
conceptos. Si pensamos en una máquina, por ejemplo una antigua locomotora de
carbón, a ella hay que suministrarle calor (carbón en la caldera) para que esta
produzca trabajo. Siendo esto lo deseado se le asignan a esas transferencias los
signos positivos. Por el contrario, el consumir trabajo para crear calor es muchas
veces indeseable (por ejemplo con la fricción) y se consideran como
transferencias negativas. Está claro que en todo momento pueden haber o no en
un sistema transferencias
De la definición de calor se podría deducir, tal como se hizo empíricamente siglos
atrás, una manera de medir el calor. De manera tal que:
Q =mC T
La constante de proporcionalidad (C) se denominó calor específico y se
encuentra que es relativamente independiente de la temperatura para los sólidos y
los líquidos y particular para cada sustancia. Las unidades más antiguas de calor
se derivan de esta relación calorimétrica. Entre las más usadas hoy destacan la
caloría y el BTU (British Thermal Unit).
Una caloría se define como la cantidad de calor requerida para elevar la
temperatura de 1 gramo de agua desde 14,5 hasta 15,5 °C mientras que un BTU
es la cantidad de calor requerida para elevar la temperatura de 1 libra de agua
desde 59,5 hasta 60,5 °F.
A veces se hace la distinción entre calorías grandes y pequeñas. Tanto en biología
como en la ciencia de los alimentos se usa la palabra caloría (grande) para
designar mil calorías (1 kcal).
Nótese que en la definición de caloría está implícito el valor del calor específico del
agua (C = 1 cal/g°C = 1 BTU/lb°F). El calor específico se puede calcular para una
sustancia como la variación del calor absorbido por unidad de masa (de ahí el
nombre) por grado de temperatura.
Por otro lado, en 1847 Joule publicó los resultados de uno de sus más
trascendentes experimentos relacionados con energía. El colocó verticalmente
unas paletas de bronce en un recipiente aislado que contenía agua. Por medio de
un sistema de poleas y pesas hacía girar las paletas, lo que a su vez, producía un
aumento en la temperatura del agua. Este aumento lo registró por medio de un
termómetro. El aumento de temperatura lo podía relacionar con un calor generado
con la ayuda de la relación 4.1. Por otro lado, el trabajo suministrado al sistema se
puede evaluar fácilmente, siendo W = mgh, o sea, el resultado de la caída del
peso.
Después de numerosas repeticiones del mismo experimento y usando diversas
sustancias Joule encontró que la relación entre el trabajo efectuado por las pesas
y el calor generado era siempre el mismo. El resultado era independiente de las
magnitudes individuales de calor y trabajo e independiente del material dentro del
sistema. Joule llegó a dos conclusiones:
1.- El calor y el trabajo son equivalentes.
2.- La cantidad de calor capaz de incrementar la temperatura de una libra de agua
1 °F requiere la utilización de una fuerza mecánica representada por la caída de
772 libras una distancia de un pie.
Los resultados de Joule sentaron el camino para que años más tarde se
estableciera con claridad la primera ley de la termodinámica.
El experimento de Joule era en realidad un sistema que operaba en un ciclo
termodinámico. Inicialmente tenía un recipiente con agua el cual agitaba para
subirle la temperatura. Él podía medir con precisión la cantidad de trabajo que le
introducía al sistema y podía calcular el calor necesario para devolver el sistema a
su estado original. Matemáticamente su resultado origina la siguiente ecuación:
DE = Q – W
El cambio de energía de un sistema cerrado es igual al calor suministrado
menos el trabajo realizado. Este es el enunciado más práctico de la primera ley
de la termodinámica para un sistema cerrado. A veces se le conoce como el
principio de conservación de la energía.
De este resultado podemos sacar unas conclusiones interesantes sobre la
naturaleza del calor y el trabajo. Tanto el calor como el trabajo son
manifestaciones de energía en tránsito. Por tal motivo solo las podemos
observar a través de las fronteras de los sistemas. Desde esta perspectiva el
resultado de Joule es fácilmente comprensible. En un sistema que completa un
ciclo, como vuelve al estado inicial, no sufre cambio de energía y por lo tanto toda
la energía absorbida en forma de calor la tiene que ceder en forma de trabajo.
Es imperativo destacar que tanto el calor como el trabajo solo pueden observarse
en las fronteras de un sistema. Nuestra concepción intuitiva del calor es, en
general errónea. Frases como:
– Cierra la puerta para que no entre frio –
– ¡Qué calor hace hoy! –
son termodinámicamente incorrectas; estará saliendo energía del cuarto, o hará
una temperatura alta. El calor no es lo que se almacena, lo que se almacena es la
energía. La energía total de un sistema puede estar manifestada de diversas
maneras, ya sea por su velocidad, temperatura, altura, potencial eléctrico, etc. De
tal manera, la energía total de un sistema es la suma de diversas formas de
energía claramente distinguibles.
Entalpia y calor específico
La entalpia o cantidad de calor es otra forma de energía que se define como la
combinación de dos variables que frecuentemente aparecen en los balances de
energía de sistemas termodinámicos: H=U+PV, donde P es la presión y V es el
volumen.
La entalpia es una función de estado de la termodinámica donde los cambios de la
misma permite expresar la cantidad de calor puesto en juego durante una
transformación isobárica (a presión constante) en un sistema termodinámico en el
curso de la cual se puede recibir o aportar energía (por ejemplo la utilizada para el
trabajo mecánico), por tanto la entalpia es numéricamente igual al calor
intercambiado con el ambiente exterior con el sistema en cuestión
La entalpia es un hecho muy común porque casi todos los procesos de cambio de
fase que experimentamos se llevan a cabo a presión atmosférica
Por lo tanto, entalpia es el flujo de energía térmica en los procesos químicos
efectuados a presión constante, cuando el único trabajo es de presión volumen.
Es la cantidad de energía que un sistema intercambia con su entorno.
La entalpía aparece como una combinación natural en los problemas de
termodinámica y simplifica en gran medida los cálculos. Siendo una combinación
algebraica de funciones de estado, esta será también una función de estado Sus
unidades serán de las mismas que las de energía. La podemos tratar de manera
similar a la energía o sea, de manera específica:
H= H/M = u + Pv
Calor específico y capacidad calorífica
Las sustancias difieren entre si de la cantidad de calor que se necesita para
producir, en una unidad de masa dada , un determinado aumento de temperatura.
La relación directamente proporcional entre la variación de la cantidad de calor y la
variación de temperatura se denomina capacidad calorífica. Entre mas pequeño
es el cambio de temperatura en un cuerpo causado por la transferencia de una
cantidad de calor dada, mayor es su capacidad calorífica, la cual se define
C= dQ/dT
Donde donde C Y Q dependen del proceso que sufra el sistema en cuestión.
Por otro lado si se mide la capacidad calorifica por unidad de masa se tiene el
calor especifico, que es una característica del material del cual esta compuesto
el cuerpo.
De este modo el calor específico es la cantidad de calor que por kilogramo
necesita un cuerpo para que su temperatura se eleve en un grado centígrado.
Es pues la energía que se manifiesta por un aumento de temperatura y procede
de la transformación de otras energías; es originada por los movimientos
vibratorios de los átomos y las moléculas que forman los cuerpos.
Simbólicamente: c= capacidad calorífica/masa = deltaQ/m.deltaT.
Entropía
Se habla de entropía (usualmente simbolizada con la letra S) para hacer
referencia al grado de equilibrio de un sistema termodinámico, o más bien, a
su nivel de tendencia al desorden (variación de entropía). Así, cuando se produce
una variación de entropía positiva, los componentes de un sistema tienden más al
desorden que cuando se produce una entropía negativa.
La entropía es un concepto clave para la Segunda Ley de la termodinámica, que
reza: “la cantidad de entropía en el universo tiende a incrementarse en el tiempo”.
O lo que es igual: dado un período de tiempo suficiente, los sistemas
tenderán al desorden. Y dicho potencial de desorden será mayor en la medida en
que más próximo al equilibrio se halle el sistema. A mayor equilibrio, mayor
entropía.
También podría decirse que la entropía no es más que el cálculo de la energía
interna de un sistema que no es útil para realizar un trabajo, pero que existe y
se acumula en un sistema determinado. Es decir, la energía excedente,
desechable.
Así, cuando un sistema pasa de un estado inicial a uno secundario, en un proceso
isotérmico (de igual temperatura), la entropía vendrá a ser igual a la cantidad de
calor que intercambie el sistema con el medio ambiente dividido por su
temperatura absoluta. Esto se expresa según la siguiente ecuación:
S2 – S1 = Q1→2 / T
Ello demuestra que sólo se pueden calcular las variaciones de la entropía en un
sistema, y no valores absolutos. El único punto en donde la entropía es nula es en
el cero absoluto (0 K o -273,16 °C).
La entropía negativa, es un mecanismo mediante el cual un sistema mantiene
estables sus niveles inevitables de entropía, es decir, de decaimiento, a través
de la exportación de ciertos márgenes de entropía a otros subsistemas
relacionados.
Es decir, un sistema puede disminuir sus niveles de incertidumbre siempre y
cuando modifique su propia estructura
Este concepto fue desarrollado por el físico Erwin Schrödinger en 1943, y
retomado posteriormente por diversos estudiosos.
Ejemplos de entropía
La física advierte sobre el fin del universo a medida que la entropía se acumule en
el tiempo.
Algunos ejemplos cotidianos de entropía son:
La descomposición radiactiva. Este proceso, irreversible, lleva a
los átomos inestables y de alta carga entrópica a devenir en versiones de sí
mismos mucho más estables (cambiando de elemento). Para ello deben
primero liberar al universo grandes cantidades de energía, que es lo que
llamamos radiación.
La vejez y la muerte. Una realidad inevitable de nuestra existencia lo
representa el incremento paulatino de la entropía en el sistema que es
nuestro cuerpo humano. Eventualmente, dichos niveles de entropía
alcanzan su máximo posible y nuestro cuerpo falla: por su propio desgaste,
por enfermedad, por errores cometidos, etc. Y a dichos eventos sobreviene
la muerte, el fin de nuestro sistema.
El fin del universo. La física contemporánea ha advertido sobre la teoría
del fin del universo, a medida que la entropía se vaya acumulando y
acumulando en el tiempo, hasta caotizar su funcionamiento y conducir a un
cese del movimiento y de la inestabilidad: a la muerte total del universo por
la pérdida de calor.
CONCLUSIONES
El calor es una cantidad medible, relacionada pero distinta de aquella que
llamamos temperatura
El calor es una cantidad de energía y es una expresión del movimiento de las
moléculas que componen un cuerpo.
El calor depende de la velocidad de las partículas, de su número, de su tamaño y
de su tipo.
La temperatura es la medida del calor de un cuerpo.
Todos los cuerpos que se comunican libremente y que no estén expuestos a
acciones externas adquirirán la misma temperatura indicada por un termómetro.
La capacidad calorífica de un cuerpo o sustancia está definida por la cantidad de
calor que hay que suministrar a toda la masa o cantidad total de moles de una
sustancia determinada para elevar su temperatura en un grado kelvin o Celsius, se
representa por la letra C y la define la siguiente ecuación diferencial:
C = dQ/dT
Si esa capacidad calorífica se aplica por unidad de masa o mol entonces
estaremos en presencia de otra magnitud física la capacidad calorífica específica
o calor específico, que expresa la cantidad de calor que se necesita suministrar
para elevar en un grado la temperatura de un gramo de una sustancia cualquiera,
se representa por la letra c y esta definida por la siguiente ecuación:
c = C/m
Donde:
C es la capacidad calorífica
m es la masa de la sustancia
Por supuesto que los valores de c estarán en dependencia de la temperatura a
que se encuentre la sustancia inicialmente.
La entalpia es el flujo de energía térmica en los procesos químicos efectuados a
presión constante.
Es la cantidad de energía que un sistema intercambia con su entorno.
Simbólicamente H=U+PV
El cambio de energía de un sistema cerrado es igual al calor suministrado menos
el trabajo realizado. Este es el enunciado más práctico de la primera ley de la
termodinámica para un sistema cerrado. A veces se le conoce como el principio
de conservación de la energía.
Tanto el calor como el trabajo son manifestaciones de energía en tránsito.
La entropía es un concepto clave para la Segunda Ley de la termodinámica, que
reza: “la cantidad de entropía en el universo tiende a incrementarse en el tiempo”.
O lo que es igual: dado un período de tiempo suficiente, los sistemas
tenderán al desorden. Y dicho potencial de desorden será mayor en la medida en
que más próximo al equilibrio se halle el sistema. A mayor equilibrio, mayor
entropía.
REFERENCIAS
www.profesorenlinea.cl
https://concepto.de/entropia/.
UNIDAD PROFESIONAL INTERDISCIPLINARIA DE BIOTECNOLOGIA (I.P.N).
“termodinámica”
CENTRO POLITECNICO DEL PETROLEO. “termodinamica y transferencia de
calor”
HUGO MEDINA GUSMAN. “FISICA l”. 2009